AUD.PROVINCIAL SECCION N. 6 (DESPL) A CORUÑA SENTENCIA: 00146/2016 RÚA VIENA S/N, 4ª PLANTA, SANTIAGO DE COMPOSTELA Teléfono: 981- 54.04.70 N85850 N.I.G.: 15030 37 2 2015 0600063 PA PROCEDIMIENTO ABREVIADO 0000013 /2015 Delito/falta: ABUSOS SEXUALES Denunciante/querellante: xxx Procurador/a: D/Dª MERCEDES TREUS BLANCO Abogado/a: D/Dª JOSE ALFREDO BARCA GUITIAN Contra: xxx Procurador/a: D/Dª DELFINA PARIENTE POUSO Abogado/a: D/Dª FRANCISCO JOSE LAGO CALVO SENTENCIA Nº 146/2016 ========================================================== ILMOS SRS Presidente/a: ANGEL PANTIN REIGADA Magistrados/as JOSÉ GÓMEZ REY ALEJANDRO MORAN LLORDEN ========================================================== En Santiago dieciséis. de Compostela, a 30 de junio de dos mil VISTOS en juicio oral y público, ante la Sección 006 de esta Audiencia Provincial la causa instruida por el trámite de Diligencias Previas nº 1026/2012 el número, procedente de JUZGADO DE INSTRUCCIÓN Nº1 DE RIBEIRA seguida PROCEDIMIENTO ABREVIADO 50/2014, del de y seguida en esta Sección por el trámite de PROCEDIMIENTO ABREVIADO 13 /2015 por el delito de ABUSOS SEXUALES, contra SANTIAGO C.S. con DNI nº xxx representado por la Procuradora DOÑA DELFINA PARIENTE POUSO y defendido por el/la Abogado D. FRANCISCO JOSE LAGO CALVO. Siendo parte acusadora DOÑA xxx, representada por la procuradora DOÑA MERCEDES TREUS BLANCO, bajo la dirección letrada de D. JOSÉ BARCALA GUITIÁN Y el Ministerio Fiscal, y como ponente el ilmo SR.DON JOSÉ GÓMEZ REY quien expresa el parecer de la Sala y procede a formular formular los siguientes antecedentes de hecho, fundamentos de derecho y fallo. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO.- Las presentes presunto delito de ABUSOS diligencias se convocó a celebró en el día de su quienes se relacionan en prelación. actuaciones se instruyeron por un SEXUALES y practicadas las oportunas las partes a juicio oral, que se fecha, y a cuyo acto comparecieron la diligencia que queda unida con SEGUNDO.El Ministerio Fiscal en sus conclusiones definitivas, calificó los hechos como constitutivos de un delito de ABUSOS SEXUALES del artículo 183.1º y 4ºd del Código Penal los artículos del Código Penal, con - sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal, solicitando se impusiera al /los acusado/s, la pena de , abono de las costas procesales y que indemnizara al perjudicado en la cantidad de . TERCERO.- Por la defensa del acusado se solicitó la libre absolución de su patrocinado al no haber tenido participación alguna en los hechos presuntamente delictivos. Por el Ministerio Fiscal se modificaron las conclusiones provisionales en el siguiente sentido: a)El acusado Santiago C.S., mayor de edad y sin antecedentes penales, sobre las 17:00 horas del día 21-05-12, cuando se hallaba en el local parroquial de la Iglesia Santa Baia de Boiro, lugar en el que impartía clases de guitarra desde hacía más de 2 años a la menor de edad, xxx, nacida en fecha 24-11-99, se acercó a la misma por detrás , justo al acabar la citada clase y cuando ambos se dirigían a la puerta de salida que se hallaba cerrada con llave, la agarró por detrás, metiéndole las manos bajo la ropa, tocándole la vagina por dentro del pantalón y de la braga, y también le tocó los pechos , metiéndole la mano por la parte de arriba de la camiseta. Esto duró unos 5-10 minutos y ella le dijo que tenía que irse y él le contestó “bueno vale, no se lo cuentes a nadie”.“El acusado ha indemnizado a la menor en la cantidad de 6.000 euros”; SEGUNDA: Los hechos descritos delito de abusos Sexuales Penal son constitutivos de un del art. 183 1 y 4 d) del Código 2 TERCERA :es autor el acusado, art. 28 del Código penal CUARTA:Concurre la circunstancia atenuante de reparación del daño causado del artículo 21.5 del Código penal; QUINTA Procede imponer la pena de prisión de 5 años añadir la petición de condena a la pena accesoria y de prohibición de aproximarse y comunicarse con la menor por un periodo de nueve años. Por la Acusación particular se modificaron las conclusiones provisionales en el siguiente sentido: El acusado D. Santiago C.S., mayor de edad y sin antecedentes penales , sobre las 17:00 del día 21.05.2012, cuando se hallaba en local parroquial de la Iglesia Santa Baia de Boiro, lugar en el que impartía clases de guitarra desde hacía más de dos años a la menor de edad xxx, manteniendo una relación de cercanía y amistad con su familia desde siempre, se acercó a la mismo detrás, justo al acabar la citada clase y cuando ambos se dirigían a la puerta de salida, que se hallaba cerrada con llave, la agarró por detrás , metiéndole manos bajo pantalón y la de ropa, la tocándole braga, y la también vagina le por tocó dentro los las del pechos, metiéndole la mano por la parte de arriba de la camiseta. Esto duró unos cinco o diez minutos y ella le dio que tenía que irse y él le contestó:” bueno vale, no se lo cuentes a nadie”. El acusado realizó dichos actos ánimo de dar satisfacción sobre la menor con el a sus deseos sexuales que estaba a solas con la menor. aprovechando Actualmente xxx se encuentra en tratamiento psicológico en el Hospital Comarcal del Barbanza, pendiente de continuar el tratamiento y sesiones, y de su evolución. SEGUNDO: Los hechos descritos son constitutivos de un delito de abusos sexuales del art.183.1. 3 y 4 d) del Código Penal. 3 Alternativamente serían constitutivos de un delito del artículo 183.1 y 4d) del Código Penal. TERCERA:Es autor Penal. el acusado , artículo 28 del código CUARTA: No concurren circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal. de QUINTA: Corresponde imponer al acusado una pena de 11 años prisión e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena, así como el abono de las costas causadas, particular. con inclusión de las de la acusación Alternativamente corresponde imponer al acusado una pena de 6 años de prisión e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante la condena , así como el abono de las costas acusación particular. causadas, con inclusión de las de la Procede imponer también al acusado la pena accesoria de inhabilitación para la profesión de profesor de música , por el tiempo de 5 años , artículo 192-3 del Código Penal, a ejecutar una vez cumplida la pena privativa de libertad y que se concretará conforme al art. 106-2º del C.P. Asimismo procede imponer la pena accesoria de alejamiento con prohibición de comunicarse con la víctima por cualquier medio y de acercarse a quinientos metros de la víctima, de su domicilio y del Centro donde curse estudios durante un plazo de 15 años CP) pena (Art. 57 CP en relación con el art. 48 nº 2 y 3 Alternativamente, procede imponer también al acusado la accesoria profesor de de música, inhabilitación por el mismo para tiempo la de solicitada (6 años ) art. 192-3 del código Penal) 4 profesión la de condena Procede imponer asimismo al acusado la medida de libertad vigilada por un período de 6 años (105.1ª Penal), a ejecutar una vez cumplida la y 192-3 pena del Código privativa libertad y que se concretará conforme al art. 106-2º del CP. Asimismo procede imponer la pena de accesoria de metros la alejamiento con prohibición de comunicarse con la víctima por cualquier medio y de acercarse a quinientos de víctima, de su domicilio y del Centro donde curse estudios durante un plazo de 10 años (art. 57 CP en relación con el art. 48, nº 2 y 3 CP. La Defensa provisionales. elevó a definitivas sus conclusiones Del resultado de las pruebas practicadas en el presente procedimiento resultan los siguientes Santiago C.S., HECHOS PROBADOS nacido el 28 de julio de 1.950, sin antecedentes penales, dio clases de guitarra a la menor xxx, nacida el 24-11-1999, en el local parroquial de la Iglesia de Santa Baia de Boiro durante más de dos años. El día 21-05- 2012, sobre las 17 horas, al acabar la clase de guitarra, cuando ambos se dirigían a la puerta de salida, que estaba cerrada con llave, Santiago agarró por detrás a xxx, le tocó los pechos y la vagina, metiendo las manos por debajo de la camiseta y por dentro del pantalón y de la braga. Lo hizo durante unos minutos, pasados los cuales xxx le dijo que tenía que irse y Santiago le contestó “bueno vale, no se lo cuentes a nadie”. Santiago C.S.conocía la edad de la menor. Como consecuencia sintomatología psicológico. ansiosa y de estos recibe 5 desde hechos xxx entonces padeció tratamiento su Santiago C.S. consignó en el juzgado el 11/09/2015, para entrega a Xxxx, la cantidad de 6.000 euros. PRIMERO.- En FUNDAMENTOS DE DERECHO sus conclusiones definitivas la Acusación particular añadió en el relato de hechos probados un elemento nuevo no mencionado en las conclusiones provisionales consistente en decir que el acusado introdujo un dedo en la vagina de la menor. En consecuencia cambió la tipificación de los, que en el juicio calificó como delito de abusos sexuales del artículo 181.1 3 y 4 d) del Código Penal, y la petición de pena, solicitando la imposición de una pena de prisión de 11 años. El Tribunal conforme lo previsto en el artículo 788.4 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y a petición de la defensa, concedió un aplazamiento, adecuadamente sus para alegaciones y, en que pudiera su caso, preparar aportar los elementos probatorios y de descargo que estimase convenientes. Transcurrido ese plazo, al comienzo de la nueva sesión del juicio, la defensa alegó que el cambio de calificación era causa de nulidad, invocando el artículo 238.3º de la LOPJ y señalando que las diferencias entre el proceso ordinario y el abreviado, por las mayores garantías del primero, le producía una situación de indefensión. No se infracción penal está parecía tal previsto en de Enjuiciamiento normas situación procesales. el Criminal y El de artículo se ha indefensión, cambio 788.4 dado a de de la ni la Ley de tipificación la defensa la posibilidad de aportar nuevas pruebas. El órgano competente para el enjuiciamiento de los hechos no varía como consecuencia de la nueva tipificación. Las mayores garantías que a priori presenta el procedimiento 6 ordinario, como la intervención de dos peritos, se ha respetado en la emisión de los informes valorados en la casusa. El elemento fáctico que da lugar a la nueva calificación estuvo presente durante la instrucción de la causa, en las declaraciones de la menor y en al del imputado. Según resulta, entre tantas, de la sentencia del propio Tribunal Constitucional 347/2006, de 11 de diciembre, si es cierto que "nadie puede ser condenado por cosa distinta de la que se le ha acusado y de la que, en consecuencia, no ha podido defenderse de modo contradictorio", también lo es que "a estos efectos la pretensión acusatoria se fija en el acto del juicio oral, cuando la acusaciones o acusaciones establecen sus conclusiones definitivas. En esta línea la STS 166/2014 de 28.2.2014 señala; "El razonamiento minusvalora el sentido de la calificación definitiva, imponiendo unos límites a su alterabilidad que no derivan de la ley. Lo trascendente a efectos de principio acusatorio es lo que se imputa en el momento de la calificación definitiva. La sentencia ha de dar respuesta a las conclusiones definitivas y no a las provisionales. Aquéllas constituyen el instrumento real de la acusación. modificación Las acusaciones de estaban conclusiones que habilitadas efectuaron en ese para la momento extendiendo la imputación a esa otra cuestión que, por otra parte, desde el punto de vista sustantivo penal no añadía nada de relieve. La alegación de indefensión del recurrente es teórica y no real; formal, que no material: no detalla qué pruebas concretas hubiese pedido, o qué cuestiones de fondo hubiese podido alegar si hubiese conocido con claridad esos términos desde el principio lo que, dicho sea de paso, no puede dudarse seriamente. Las acusaciones en el trámite de conclusiones definitivas sin apartarse del objeto de la causa ("los hechos punibles que resulten del sumario") posible más que pueden extender, con ciertos límites, la acusación a hechos distintos pero conectados. condiciones más No sería estrictas la introducción 7 de con unos ciertas hechos nuevos ajenos a la fase de investigación. Pero si se trata de hechos investigados, objeto del proceso y no excluidos del mismo, no hay obstáculo para alteraciones de esa índole. Cosa diferente y complementaria es que ante esa novación o mutación de la pretensión, la defensa pueda activar el mecanismo que el legislador pone indefensión: en sus puede manos para solicitar la evitar, todo suspensión para atisbo de plantear alguna prueba que no hubiese articulado pues se presentaba como innecesaria ante la acusación inicial pero se hace conveniente ante la definitiva; o para disponer del tiempo necesario Hacer uso facultades para o de preparar no la de esa la defensa. contestación posibilidad El art. a entra 788.4 esa imputación. dentro LECrim de las contempla también implícitamente las modificaciones fácticas que pueden ser relevantes”. En éste caso el hecho introducido fue objeto de la instrucción y la defensa hizo uso de la facultad prevista en el artículo 784.4 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. No señala en que aspecto concreto hubiera cambiado su actuación en el caso de que la calificación final hubiese sido introducida con anterioridad. No se parecía la indefensión que es presupuesto de la declaración de nulidad solicitada. SEGUNDO.- El relato de hechos que se acaba de exponer se considera probado por la declaración de la víctima, conjugada con otras de trascendental importancia, como son las pruebas testificales y las periciales psicológicas sobre la existencia de huella psíquica y sobre la verosimilitud del testimonio. Como en tantos casos ocurre, particularmente en aquellos en que se ve atacada la libertad sexual, nos encontramos una vez más con que la prueba de cargo que se nos presenta como fundamental consiste en la declaración de la víctima. Como nos recuerda, entre otras muchas, la STS de 17 de junio de 2015 (ROJ: STS 2945/2015 ):"en los 8 delitos de abuso sexual, usualmente, la declaración del menor es la única prueba directa sobre los hechos, pues las restantes suelen limitarse a relatar lo condiciones (SSTEDH en caso que las el P. S. que menor ha narró contra los narrado hechos Alemania § o a o evaluar su 30; credibilidad caso W. Finlandia, § 47; caso D. contra Finlandia, § 44)". esta las contra Por ello parece oportuno, antes de analizar detalladamente declaración recordar estas la y doctrina pruebas, sus el resto de las jurisprudencial requisitos y pruebas sobre el modo practicadas, la de idoneidad valorarlas. de El Tribunal Constitucional ya ha señalado que la declaración de la víctima realizada en el plenario con las debidas garantías tiene la consideración de prueba testifical y, como tal, puede erigirse en prueba de cargo suficiente en la que el órgano judicial fundamente su convicción sobre los hechos del caso (por todas, SSTC 201/1989, de 30 de noviembre, F. 4 ; 169/1990, de 5 de noviembre, F. 2 ; 173/1990, de 12 de noviembre, F. 3 ; 64/1994, de 28 de febrero, F. 5 ; 16/2000, de 31 de enero, F. 2 ; y 195/2002, de 28 de octubre , F. 4). Y en este mismo sentido el Tribunal Supremo ha señalado que la declaración de la víctima puede ser hábil para desvirtuar la presunción de inocencia, clandestinidad significadamente en que contra se atendiendo la producen libertad a que el marco de impide en determinados sexual, delitos, ocasiones disponer de otras pruebas. No obstante este Alto Tribunal preocupado por la especial condición que sin duda tiene la víctima, dado que no se trata de un testigo imparcial por no ser ajena a los hechos, entiende que su testimonio debe ser examinado con especial cuidado y así ha elaborado una doctrina de acuerdo con la cual para fundamentar una sentencia condenatoria tribunal en valore dicha única expresamente prueba la es necesario comprobación concurrencia de las siguientes notas o requisitos: 9 que de el la 1º) Ausencia relaciones deducción enemistad, de incredibilidad la existencia acusador/acusado de venganza, que de subjetiva un derivada pudieran enfrentamiento, concluir móvil de interés o de las a la resentimiento, de cualquier índole que prive a la declaración de la aptitud necesaria para generar certidumbre. 2º) Verosimilitud, es decir constatación de la concurrencia de corroboraciones periféricas de carácter objetivo, que avalen lo que no es propiamente un testimonio -declaración de conocimiento prestada por una persona ajena al proceso- sino una declaración personarse de como parte, parte en cuanto acusadora que la particular víctima o puede perjudicada civilmente en el procedimiento (arts. 109 y 110 de la Ley de Enjuiciamiento definitiva Criminalart.109 es fundamental EDL la existencia del hecho. 1882/1 art.110). constatación objetiva de En la 3º) Persistencia en la incriminación: ésta debe ser prolongada en el tiempo, plural, sin ambigüedades ni contradicciones, pues constituyendo única prueba enfrentada con la negativa del acusado, que proclama su inocencia, prácticamente la única posibilidad de evitar la indefensión de este es permitirle que cuestione eficazmente dicha declaración, poniendo de relieve aquellas contradicciones que señalen 5.12.2013 (ROJ: STS 5863/2013). su inveracidad (STS No obstante también señala que "conviene recordar que esos criterios que la jurisprudencia ha proporcionado, referidos a la persistencia en la declaración incriminatoria, ausencia de motivaciones espurias testimonio, son en la declaración de la víctima y existencia, en la medida de lo posible, de corroboraciones al valoración. Se simplemente trata de criterios, proporcionar al no reglas Tribunal que de con inmediación ha percibido la prueba de carácter personal, más pautas de valoración en conciencia de la prueba practicada en el juicio oral por la existencia de reglas de valoración, como 10 si de prueba tasada se tratara" ( STS núm. 935/2.006, de 2 de octubre, entre otras). TERCERO.- La declaración de la menor. A) Desde la perspectiva señalada, la Sala otorga en primer lugar, credibilidad a la declaración de la menor en juicio, que tuvo lugar salvedad, por a la medio que de videoconferencia, después haremos mención, con una sola referida a instrucción del dedo en el interior de la vagina. la Xxxx tenía en el momento del juicio 16 años de edad y demostró en su declaración serenidad y aplomo que dotan de seriedad a su relato, rico en detalles y explicaciones, a las preguntas de las partes, sobre las características físicas de local, la circunstancia de estar cerrada la puerta de salida, que el acusado abría con llave, su situación en la proximidad de esa puerta, después de cerrar las ventanas, a la espera de que fuera abierta, y la existencia de dos escaleras, unas que iban desde la sala donde daban las clases hasta la puerta, otras situadas en el exterior después de la puerta. El mismo detalle proporcionó encontraban, sobre precisando que la no situación ella en había que ambos depositado se la guitarra en el suelo y que no la llevaba a la espalda y que él había depositado en el suelo la funda de la guitarra y el atril. Y sobre como él, situado a su espalda, le toco primero los pechos por debajo de la ropa y después bajó una mano con la que, por dentro del pantalón y la braga, le tocó la vagina. Con el mismo nivel de detalle narró cómo se fue corriendo hasta llegar el (negocio) mantuvo con su madre. de sus padres y la conversación que Es necesario destacar que la menor reconoció que el día antes del juicio leyó las declaraciones que realizó en la fase de instrucción, realizada en el refiriéndose juzgado como tanto la al acta entrevista psicosocial del Immelga. Lo que sin duda puede de con exploración el equipo influir en la precisión de los detalles y en la ausencia de contradicciones. 11 Pero al mismo tiempo cabe resaltar que en el acto del juicio se sometió a un interrogatorio cruzado sin incurrir en ninguna contradicción relevante y que sus respuestas parecían obedecer a una rememoración de los hechos, aunque estuviera inevitablemente mediatizada por las declaraciones previas y su lectura, más que a la repetición mecánica de lo ya dicho y leído. Sobre detalles que no había mencionado en anteriores declaraciones, la disposición de las llaves, la situación de las ventanas y la luz que existía en el lugar, el conocimiento por el acusado de su edad, que preguntó para apuntarla en las clases, sus respuestas fueron claras y convincentes. Como lo fueron, por sentidas, las explicaciones psicológico en el momento y posteriormente. sobre su estado B) No se aprecia en absoluto incredibilidad subjetiva. Las relaciones de la víctima y de su familia con el acusado eran buenas. El acusado era su profesor de guitarra desde hacía dos años y en él confiaban la víctima y sus padres, que incluso tenían una relación de amistad con un hermano del acusado. No existe motivo alguno de resentimiento, ni de animadversión, ni por parte de la propia víctima ni de su familia hacia el acusado. Carecemos de razones -tampoco han aflorado en ningún momento a lo largo de la causa- para suponer cualquier ánimo espurio. C) Asimismo nos hallamos ante una xxxx persistencia en la incriminación. Desde el primer momento -y hace de esto ya cuatro años- Xxxx sostuvo la misma versión, el mismo relato de hechos, sin contradicciones resaltables ni titubeos. Desde el acta de exploración de la menor realizada en el juzgado (folios 35 y ss), e incluso previamente en la diligencia de exploración realizada en las dependencias de la Guardia Civil (folio 5), hasta en la entrevista realizada por los psicólogos del equipo psicosocial del Imelga, de la que obra una transcripción en los folios 120 y siguientes de la causa, hasta la declaración en el acto del juico oral la versión es la misma sin contradicciones relevantes. Narra el mismo relato con detalles precisos en 12 aspectos esenciales y periféricos e incluso, como después señalamos, se manifiesta de la misma manera, con idénticas o similares incertidumbres, sobre el aspecto controvertido de la interdicción de un dedo en su vagina por parte del acusado. Como hemos dicho estas manifestaciones fueron sometidas a contradicción en el acto del juicio, y las respuestas que dio la víctima tanto a las preguntas del Ministerio Público como de la Acusación particular y también de homogéneas y coherentes en todo momento. la defensa, fueron D) Ya anunciamos que la credibilidad que nos merece la declaración de Xxxxno se extiende a un hecho de tanta importancia penal como la introducción por el acusado de un dedo en la vagina de la menor. Ello no obedece a la convicción de que la víctima no haya dicho la verdad cuando dice que eso ocurrió. Responde a que en todas sus declaraciones, también en la del acto del juicio, ese hecho no fue narrado de forma espontánea. En concreto en el acto del juicio no lo menciona cuando contesta a las preguntas del Ministerio Fiscal y describe de forma cronológica lo ocurrido. Lo hace a preguntas del letrado de la Acusación particular, sin dar mayores detalles. También en el acta de exploración mencionó ese hecho, después de haberlo omitido en el relato general, a preguntas del Ministerio Fiscal y de forma ambigua, diciendo que intentó meterle el dedo en la vagina, que le metió un poco el dedo y que no le hizo daño. Otro tanto pasó en la entrevista con el equipo psicosocial, según la transcripción incorporada a los autos, donde cuando se le piden aclaraciones dice que le metió un dedo y niega haber tenido alguna sensación física del hecho. La declaración imprecisiones en el que ya acto del juicio resultaban de no sus despejó las anteriores manifestaciones. No existen, tampoco, otras pruebas biológicas o psicológicas que permitan conocer si hubo introducción del dedo. El modo de narrar éste hecho concreto, las imprecisiones de esa narración nos llevan a concluir, coincidiendo con el Ministerio Fiscal y con lo expuesto 13 en las conclusiones provisionales de la Acusación Particular, que no sabemos si llegó a producirse la introducción del dedo y en qué medida, falta de conocimiento que genera una duda más que razonable que conduce a no declarar probado ese hecho. CUARTO.- Las corroboraciones periféricas Estos elementos, considerados por la Sala, otorgan ya de por sí un importantísimo valor a la prueba esencial, que como hemos dicho pasa por la declaración de la víctima. Partiendo de esta declaración, de la ausencia de incredibilidad subjetiva y de la persistencia consideración en además la incriminación, los factores hemos de de tener corroboración en que concurren en la causa, que se erigen a la vez junto con esa declaración en elementos de prueba. A) Declaraciones de los familiares El primero de ellos se centra en lo que sucedió inmediatamente después de abandonar el lugar donde ocurrieron los hechos, en la llegada de la menor al (negocio) de sus padres, en su estado y sus primeras manifestaciones a estos familiares. Sobre éste punto también existe plena coincidencia entre lo narrado por la menor y lo declarado en el juicio por sus padres y una hermana, quienes también proporcionan información relevante sobre la reacción posteriores a los hechos. muy de la menor en los días El padre y la madre de la menor afirmaron que llegó al xxx alterada, histérica, y se dirigió a la (un negocio), llamado por su madre y contándole a esta los hechos de forma inicialmente parcial y alterada, sin decir frases completas. Le dijo a su madre que el acusado la había tocado por dentro de la braga. Para después subir con la madre a casa, donde las 14 dos lloraron y las explicaciones fueron más detalladas. La madre llamó a su otra hija, que es (profesión), para asesorares. Los términos de la conversación son confirmados por xxx, hermana de la menor, que fue quien aconsejó a su madre que fueran al médico y a presentar denuncia por los hechos. También coinciden estos familiares en sus declaraciones sobre la alteración del estado de ánimo de la menor después del día de los hechos, con un incremento de su timidez y los miedos, dejando de ir a actividades que antes realizaba como xxx o xxx, y teniendo que acudir finalmente al psicólogo y al psiquiatra. Es cierto que una línea jurisprudencial, contenida entre otras en la STS 20 de febrero de 2014 (ROJ: STS 519/2014) FJ 2º, incide en lo que pudiera denominarse el carácter instrumental de la prueba de testigos referenciales; pero no con tal limitación que la convierta en incompleta. En tal sentido afirma la sentencia invocada que: "la testifical de referencia si puede formar parte del acervo probatorio en contra del reo, siempre que no sea la única prueba de cargo sobre el hecho enjuiciado y siempre con independencia de la posibilidad o no de que el testigo directo puede deponer o no en el juicio oral. El testigo de referencia podrá ser valorado como prueba de cargo -en sentido amplio- cuando sirva para valorar la credibilidad y fiabilidad de otro testigo -por ejemplo testigo de referencia que sostiene sobre la base de lo que le fue manifestado por un testigo presencial, lo mismo o lo contrario, o lo que sostiene otro testigo presencial que si de xxxx en el plenario-, o para probar la existencia o no de corroboraciones periféricas -por ejemplo, para coadyuvar a lo sostiene el testigo único-. Ello no obsta, tampoco, para que el testigo de referencia puede valorarse, como cualquier otro testigo, en lo que concierne a hechos objeto de enjuiciamiento que haya apreciado directamente y a hechos validez o fiabilidad de otra prueba...". 15 relativos a la Nos En éste marco se encuadra la actividad probatoria aludida. encontramos declaraciones con prestadas la valoración en el acto que de la merecen vista las oral especialmente por la madre de la menor, pero también por el padre y la hermana, cuya coincidencia y detalle, unidos a la percepción subjetiva de la serenidad con que realizaron sus manifestaciones, conduce a la Sala a una recepción veraz de esos testimonios. Por la inmediatez temporal entre los hechos y lo percibido por esos testigos, la información directa que proporcionan indirecta sobre sobre el lo estado que en les que llegó refirió, la menor, constituyen y corroboración periférica de la declaración de la menor. B) la una El conocimiento de la edad de la menor Conviene hacer una breve digresión para ocuparnos de la prueba relativa a un elemento típico relevante: conocimiento por el acusado de la edad de la menor. el El acusado negó conocer su edad y adujo, con el aval de algunas testigos, que el desarrollo físico de la menor hacía impensable que tuviese una edad inferior a los 13 años. En el momento que se datan los hechos la menor tenía doce años de edad. La madre de la menor, xxx, dijo con rotundidad que el acusado conocía la edad de su hija porque se la comentó al contratar las clases, momento en que le dijo la edad y el curso escolar de la niña. La veracidad de esta declaración está avalada por las declaraciones de otras madres cuyos hijos recibían clase del acusado. Todas ellas confirmaron lo que por otra parte parece normal: que el acusado como profesor de música preguntaba la edad de los alumnos y que ellas se la decían en el momento de contratar las clases. La conclusión es que el acusado, con independencia de cuál fuera la apariencia de Xxxx y su estado de desarrollo físico, conocía su edad. C) Las periciales sobre la veracidad del testimonio 16 Hay otro elemento de importancia crucial, la prueba pericial desarrollada sobre la credibilidad de la menor. Consta en autos (folios 130 a 141) el informe emitido en fecha 9 de mayo de 2014 por dos psicólogos del equipo psicosocial del Instituto de Medicina Legal de Galicia (IMELGA). También consta en el rollo (folios 100 a 124) un contrainforme elaborado a instancias de cuestionar el la defensa método y por Dª. conclusiones xxx, psicóloga, del emitido por para los psicólogos del IMELGA. En el acto del juicio los tres peritos declararon conjuntamente y respondieron a las preguntas de las partes. Los examinaron peritos a la del equipo menor y la piscosocial sometieron del IMELGA, a las que pruebas, ratificaron el informe y expusieron las técnicas y metodología empleadas en su emisión. Explican los criterios de validez, los elementos de motivación y confirmaron la conclusión valorativa, expuesta en términos de probabilidad, sobre la condición de creíble del testimonio de la menor. Explicaron con claridad que la alta deseabilidad social que presentaba la menor, el deseo de dar buena imagen, no sobre lo implica falta de credibilidad, ni invalida la prueba y las conclusiones. El informe señala que la menor ofreció espontáneo, aportando suficientemente bastante ocurrido extenso información (folio y sobre rico 115) los en un relato detalles, hechos y y las circunstancias en las que se producían. A este relato, obtenido en la entrevista presencial, los psicólogas aplicaron las técnicas científicas y los criterios de análisis de validez de testimonio y alcanzan la conclusión expresada. La intervención de la perito propuesta por la defensa para cuestionar el informe emitido por los psicólogos del IMELGA, lejos de lograr ese fin reforzó en el tribunal la convicción sobre la seriedad y rigor del informe oficial. Esa perito criticó el informe del IMELGA afirmando que la menor incurría en contradicciones en puntos relevantes. Señaló dos. La mención 17 de que bajaba unas escaleras después de la acción, cuando ya las había bajado previamente. Y la referente al lugar donde estaba la guitarra de la menor en el momento de los hechos, señalando que la menor decía en una parte de su entrevista que llevaba la guitarra. Las dos contradicciones son inexistentes y su mención lo único que evidenció fue la falta de diligencia de la perito en la comprensión de los hechos y el acopio del material. Así, respecto de las escaleras, quedó claro en el juicio que existen dos tramos de escaleras, uno en el interino del local y otro en el exterior. Cuando la menor dijo en la entrevista que después de los hechos bajó las escaleras se refería alguno sin es duda al segundo incompatible con tramo. haber Esa afirmación bajado las en modo escaleras interiores antes de la acción. Respecto de la contradicción relativa a si en el momento de los hechos la menor llevaba consigo la guitarra es inexistente. En todo momento la menor dijo que no llevaba la guitarra. La perito propuesta por la defensa se equivocó como consecuencia de haber incurrido en una evidente negligencia en el examen del material. Ella misma reconoció en el juicio que lo que examinó era una fotocopia de la entrevista de la menor que no recogía el texto íntegro, por no estar fotocopiado parte del texto situado al margen izquierdo. Justamente en esa parte no fotocopiada constaba la partícula negativa “no”, de modo que donde la perito leyó que la menor llevaba la guitarra a la espalda, decía justamente que “no” la llevaba. La contradicción es inexistente y el modo de actuar de la perito, que no tiene la precaución de obtener una fotocopia íntegra de la transcripción de la entrevista en la que uno de los márgenes no estaba fotocopiado, o de leer los autos originales para comprobar si falta algo relevante, es impropio de un profesional diligente, lo que afecta al valor que cabe conferir a su pericia, en éste y otros extremos. A todas las demás críticas de la perito propuesta por la defensa contestaron de modo satisfactorio los psicólogos del IMELGA. La lectura de la transcripción de la entrevista y de su 18 informe demuestra que se usó la técnica del relato libre, que no hubo preguntas cerradas y que, en terminos generales, las realizadas tenían una naturaleza aclaratoria y eran abiertas. También se observa en esa entrevista, cuya transcripción fue aportada permitiendo al tribunal y a las partes comprobar el material esencial de que los peritos extraen sus conclusiones, otros elementos que avalan la credibilidad del testimonio, como la descripción de interacciones o la existencia de detalles ajenos al núcleo de la acción. Recuerda valoración la de 16 del testimonio del peculiaridades estudios STS respecto psicológicos de de octubre otro sobre menor la tipo de de 2014 que “La testimonios. Los presenta materia ciertas arrojan unas conclusiones y unos cánones y criterios de valoración que no pueden ser despreciados: debe propiciarse la entrada de esos elementos periciales de valoración de la credibilidad del testimonio de menores, mediante peritajes de psicólogos que, sin suplantar la función judicial, coadyuven con la misma. En otro orden de cosas conviene reseñar que las declaraciones de los menores son especialmente aptas para ser objeto de dictámenes sobre credibilidad realizados por especialistas en psicología. Hay que situar esa pericia en su ámbito adecuado y hay que exigir profesionalidad. No cualquier psicólogo está capacitado para ese tipo de prueba, que, por otra parte, nunca puede suplantar el papel del Juzgador. La pericial facilitará pautas para la valoración. Pero decidir si los hechos han sucedido o no, valorar ese testimonio junto con el resto de pruebas, otorgarle o no crédito es función que está residenciada en el juzgador. Este no puede abdicar de esa tarea actúa delegándola con en el psicólogo profesionalidad, no que, podrá por otra asegurar la parte, verdad si o falsedad del testimonio. Tan solo indicará si con arreglo a los sistemas, concurren o fiabilidad”. protocolos no y indicadores test de 19 valorativos fiabilidad o convalidados falta de La STS de 6/07/2015, citada por la defensa, no se refiere a un informe sobre la credibilidad del testimonio, sino a la declaración de dos peritos que examinaron a una menor para otro fin, la conveniencia de reanudar la comunicación de la menor con su madre. El informe confeccionado por los psicólogos del IMELGA, profesionales cualificados que actuaron de modo correcto en su emisión, concluye que concurren indicadores de la credibilidad del testimonio de la menor, reforzando así la conclusión a la que llega la Sala tras oír en juicio la declaración de la menor y del resto de los testigos. D) la pericial psicológica En el informe emitido por los psicólogos del IMELGA, aunque no era esa su estricta finalidad, se hace constar que “existen indicadores de una reacción de cierta ansiedad en relación con los hechos, aunque el apoyo familiar y la rápida denuncia han servido de factores psicológicos amortiguadores”. En el acto del juicio declaró como perito, a propuesta de la Acusación Particular, la psicóloga Dª. xxx. Trabaja como psicóloga infantil en el Departamento correspondiente del Hospital del Barbanza. En el desempeño de su trabajo en ese hospital público atiende a Xxxx como paciente. La atención a Xxxx en el aspecto terapéutico la convierte en una testigoperito, lo que no excluye su cualificación y la posibilidad de tener en cuenta su declaración como elemento corroborador. Dª S. explicó que lleva tratando a Xxxx desde el año 2014 hasta la actualidad. otras Señala que presenta una sintomatología ansiosa y manifestaciones como temor a ser estigmatizada, que presentó insomnio de conciliación y bajo rendimiento académico. La perito considera consideración terapéutica la carece creíble de finalidad a relevancia de la la en paciente el actuación pero proceso, de una por esta ser psicóloga clínica. Sin entrar en consideraciones sobre la credibilidad lo que sí cabe afirmar es que la menor presenta una sintomatología 20 que está mejorando, una huella psíquica, compatible con los abusos sexuales que dice haber sufrido. Lo que constituye una corroboración objetiva de carácter de la declaración de la menor. E) La valoración de las pruebas de la defensa. No podemos dar por válido el proceso de apreciación de la prueba sin referirnos también a instancia de la defensa. sus la practicada en juicio a Ya hemos analizado, para descartar de forma contundente conclusiones, el contrainforme credibilidad del testimonio de la menor. pericial sobre la En cuanto a los testigos propuestos por la defensa, madres de otros menores a los que el acusado daba clase y el párroco, se limitaron a decir que sus hijos estaban contentos y que no había oído comentarios sobre comportamientos irregulares por parte de Santiago. Alguna testigo añadió que Xxxx físicamente aparentaba mayor edad de la que tenía, pero todas las madres declararon que el acusado, como profesor, sabía la edad de sus hijos porque la preguntaba cuando contrataban las clases. La testigo xxx declaró que el acusado le comentó comportamientos anormales por parte de Xxxx y de otra alumna. En concreto, que le había contado chistes de contenido erótico y se había subido la falda o mencionado lo bonito que era su pelo. Esta declaración no resulta creíble. De una parte por la amistad de la testigo con el acusado, que es su profesor en el coro. De otra, se pusieran en llama la atención que es tipo de comentarios no conocimientos de las madres de las menores afectadas. Perjudica la credibilidad de estas declaraciones las imprecisiones y titubeos de la testigo sobre las fechas en que el acusado le hizo estos comentarios. A lo que se ha de añadir que se contradice con el propio acusado sobre el orden de los acontecimientos, al situar el comentario sobre los chistes en primer lugar, cuando el acusado dijo que antes de los chistes habían ocurrido los otros hechos. Por último, decir que la 21 madre de la otra menor no fue informada de un posible comportamiento irregular por pare de su hija, ni siquiera con posterioridad a la denuncia. Aunque la declaración de esta testigo hubiese convenció al tribunal, que no es el caso, no sería incompatible con que los hechos hubiesen ocurrido como los narró la menor. Ninguna otra prueba indica una actitud irregular por parte de la menor, ni la posibilidad de que para evitar una riña fuese capaz de inventar y mantener, ante todos, desde un principio y durante mucho tiempo, una denuncia por abusos sexuales. CUARTO.- La calificación jurídica El resultado de la prueba y la de los hechos valoración que hemos expuesto conduce a la afirmación de la concurrencia de los elementos necesarios para la calificación de los hechos como un delito previsto redacción de abuso en sexual el artículo anterior a la sobre 183.1 del reforma menores de Código trece Penal, introducida por años, en la la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, y a cuyo tenor: "El que realizare actos que atenten contra la indemnidad sexual de un menor de 13 años será castigado como responsable de abuso sexual a un menor con la pena de prisión de dos a seis años". Además, para la ejecución del delito, el responsable se ha prevalido de una relación de superioridad por lo que es aplicable el subtipo agravado previsto en el mismo artículo, en su número 4 d). Esta ha sido ha calificación que mantuvo el Ministerio Fiscal en acusación sus conclusiones particular provisionales y en las la provisionales mantuvo definitivas en como y definitivas. sus La concusiones alternativa a del delito de agresión sexual del apartado 3 del mismo artículo del artículo 183.3. 22 A) El delito de abuso sexual a menores se configuraba como un atentado contra la libertad o indemnidad sexual en el que no concurre válido violencia prestado por la o intimidación, víctima tener menos de trece años. . que no ni un consentimiento puede otorgarlo por Como señala la STS de 18 de noviembre de 2014 (ROJ: STS 4732/2014) "El delito de abusos sexuales del artículo 181.1 del Código Penal está comprendido entre los que constituyen un ataque a la desprende del libertad tenor o indemnidad literal del sexual precepto de que otro. Así describe se la conducta típica como la realización de actos que ataquen a dichos bienes jurídicos, sin violencia o intimidación y sin que medie el consentimiento de la víctima. El tipo objetivo consiste por lo tanto en una conducta de naturaleza o contenido sexual ejecutada mediante un contacto físico entre el sujeto activo y el pasivo, excluyéndose los casos previstos en el artículo 182. Es indiferente que el contacto se realice por el sujeto activo sobre el cuerpo del sujeto pasivo, o que sea éste quien lo lleve a cabo, por indicación o acción del primero, sobre el cuerpo de éste. En el primer supuesto se comprenden aquellos hechos realizados ordinariamente por sorpresa, sin conocimiento de la víctima y por tanto sin su aceptación previa. El tipo subjetivo exige el conocimiento de la naturaleza sexual del acto que se ejecuta, lo que implica a su vez la conciencia de afectación del bien jurídico. Tradicionalmente se ha requerido la concurrencia de un ánimo tendencial propósito tal ánimo consistente de obtener concurrirá precisamente lo en una que en la el llamado satisfacción la conducta explica. Sin ánimo sexual. del libidinoso o Generalmente, sujeto, embargo, pues no es puede descartarse la posibilidad de ejecución de actos que por su propia naturaleza o contenido son claramente atentatorios a la libertad o indemnidad sexual de la víctima, en los que, sin embargo, el propósito del autor sea diferente al antes referido. En esos casos, la conducta objetiva es suficiente 23 para entender cumplidas las exigencias del tipo, pues sin duda se afecta a la libertad sexual de la víctima. Desde el aspecto subjetivo, para afirmar el dolo basta con el conocimiento del peligro creado con la acción, de manera que será suficiente con que el naturaleza, autor puede conozca afectar que su conducta, negativamente a por la su propia libertad o indemnidad sexual de la víctima. Ello sin perjuicio de que este aspecto venga acreditado cuando de los hechos resulte la concurrencia de aquél ánimo, pues de ser así, el conocimiento antes mencionado será evidente". Todos estos elementos están presentes en la conducta de quien, sin violencia o intimidación, circunstancias a las que no se ha aludido por las acusaciones ni han sido mencionadas en el acto el juicio, toca a una menor, introduciendo las manos dentro de la ropa, en los pechos y en la vagina, actos de claro contenido sexual que atentan contra la libertad de la menor. B) agresión Esta calificación sexual, modalidad descarta típica la existencia prevista en el de una artículo 183.3, en la redacción vigente en la fecha de los hechos, que se afirmó por definitivas. Sin valorado la necesidad acusación de expresamente particular descender en el ahora fundamento en a sus conclusiones detalles de derecho ya hemos segundo, apartado D) la cuestión fáctica esencial para la aplicación del número 3 del artículo 181. Por las razones allí expuestas no consideramos vagina. probada la introducción de un dedo en la C) La defensa del acusado planteó la concurrencia de un error de tipo (artículo 14 del Código penal) que impediría la aplicación del precepto. El supuesto error consistiría en la creencia por parte del acusado, basada en la apariencia, de que la menor tenía más de trece años. 24 Hemos concluido al valorar la prueba, fundamento de derecho tercero, apartado B), que el acusado conocía la edad de xxx. Esa conclusión descarta la existencia de un error sobre ese elemento típico, sea constitutivo o cualificador de la infracción penal. D) Consideramos acreditada la concurrencia de la circunstancia de prevalimiento, por la manifiesta superioridad del acusado derivada de la diferencia de edad -49 años, contando la niña con 12 años cuando ocurrieron los hechos y con 61 el acusado- y de la condición de profesor de música que tenía el acusado, con la confianza de la familia y la comunidad, evidenciada en el hecho de que daba las clases a cada menor individualmente llave. Con estos en elementos un local valorados que por él el cerraba con Tribunal, la conclusión de que el recurrente actuó prevaliéndose de una situación de superioridad manifiesta, que coartó la libertad de la víctima es lógica y racional. En el presente caso se cumple la doble superioridad sea, al exigencia mismo de tiempo, que la situación notoria y de evidente («manifiesta»), es decir, objetivamente apreciable y no sólo percibida subjetivamente por una de las partes, y también «eficaz», es decir, que tenga relevancia suficiente en el caso concreto para coartar o condicionar la libertad de elección de la persona sobre quien se ejerce. Los requisitos legales que el texto establece son los siguientes: "1º) situación de superioridad, que ha de ser manifiesta; 2º) que esa situación influya, coartándola, en la libertad de la víctima, y 3º) que el agente del hecho, consciente de la situación de superioridad y de sus efectos inhibidores prevalga de de la la libertad misma de decisión situación de para la víctima, conseguir se el consentimiento, así viciado, a la relación sexual (cfr. SSTS 25 1518/2001, de 14 de septiembre , 1312/2005, 7 noviembre, 170/2000, 14 de febrero)". de En el caso, además del dato objetivo de la edad de la menor, y la edad del acusado, ha quedado acreditado, tras la práctica de relación la de prueba, superioridad tal y como manifiesta, ha sido pues el analizada, acusado la era su profesor de música y contaba con la confianza de la familia y la comunidad, evidenciada en el hecho de que daba las clases a cada menor individualmente en un local que él cerraba con llave. Como dice la STS 705/2006 de 28-6, el prevalimiento no exige la exteriorización de un comportamiento coactivo, pues es del la propia situación agente y la de superioridad manifiesta inferioridad notoria de la por parte víctima, la disposición o asimetría entre las posiciones de ambos, lo que determina por si misma la presión coactiva que condiciona la libertad para decidir de la víctima; y es el conocimiento y aprovechamiento consciente por el agente de la situación de superioridad de la víctima que restringe de modo relevante su capacidad de decidir libremente, comportamiento en abusivo. lo que convierte su SEXTO.- Autoría. Del expresado delito es responsable en concepto de autor el acusado, dada su participación material y directa en los hechos, que realizó personal y voluntariamente, resultando esta doble circunstancia subjetiva personal encuadrable concepto definido en el artículo 28 del Código Penal SÉPTIMO.- Las circunstancias modificativas responsabilidad criminal. La defensa del acusado alegó la concurrencia en de de el la tres circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal: las atenuantes de reparación del daño y de dilaciones indebidas y la eximente incompleta, o atenuante analógica, de trastorno 26 de la personalidad. El Ministerio Fiscal se mostró conforme con la apreciación de la atenuante de reparación del daño. Ni el Ministerio Fiscal concurrencia ni de la acusación circunstancias particular señalaron agravantes. la Examinamos a continuación si concurren las circunstancias invocadas. A) Reparación del daño El art. 21.5ª del Código Penal define esta atenuante como la acción de "haber procedido el culpable a reparar el daño ocasionado a la víctima, o a disminuir sus efectos, en cualquier momento del procedimiento y con anterioridad a la celebración del acto del juicio oral". La reparación relevante, acciones pues no debe ser procede fácticas, que suficientemente conceder únicamente efecto significativa atenuatorio pretender buscar y a la minoración de la respuesta punitiva sin contribuir de modo eficiente y significativa daño ocasionado (STS 20-7-15). a la efectiva reparación del Pero no puede exigirse que la reparación del daño sea necesariamente total, despreciando aquellos supuestos en el que el autor hace un esfuerzo de reparación significativo, aunque sea parcial, pues el Legislador ha incluido también en la atenuación la disminución de los efectos del delito, y es indudable que una reparación parcial significativa contribuye a disminuir dichos efectos. En estos supuestos de reparación parcial habrá que atender a su relevancia objetiva en función de las características del hecho delictivo, del daño ocasionado y de las circunstancias del autor y de la víctima. La dificultad reparación parcial, por su para cuantía, determinar ha de si una considerarse relevante o significativa a efectos atenuatorios, debe tomar en consideración la cantidad a indemnizar y la entregada o consignada, siempre en relación con la capacidad económica del acusado (STS 18-11-03). 27 En éste caso el acusado ha consignado para pago a la víctima la cantidad daños perjuicios. Ministerio y Fiscal indemnización de 6.000 consideró debe Aunque ser euros, que suficiente éste para tribunal superior, sin es la indemnizar considere llegar que a la que el los la cantidad pedida por la acusación particular, ha de reconocerse a esa reparación parcial, en cuantía significativa y coincidente con la pedida por el ministerio público, relevancia para aporracear la circunstancia atenuante. suficiente B) Dilaciones indebidas. Los requisitos para su aplicación serán, pues, los tres siguientes: 1) que Pues también la dilación sea indebida; se requiere que la 2) que sea extraordinaria; y 3) que no sea atribuible al propio inculpado. aunque dilación no guarde proporción con la complejidad de la causa, este requisito se halla comprendido realmente en el de que sea indebida, toda vez que si la complejidad de la causa justifica el tiempo invertido en su tramitación la dilación dejaría de ser indebida en el caso concreto, que es lo verdaderamente relevante (STS de 2 de junio de 2016). El tiempo total invertido en la tramitación de la causa, más de cuatro años, resulta excesivo e indebido. La instrucción de la causa estuvo paralizada durante largos periodo sin justificación. En concreto, en enero de 2013 (folio 91) se acordó la emisión del informe sobre credibilidad del testimonio, informe que no se recibió en el juzgado hasta el mes de mayo de 2014 (folio 130 y siguientes). En ese intervalo de tiempo la única diligencia practicada fue la emisión del informe genético previamente encargado al servicio de criminalística de la guardia Civil. Otras paralizaciones, como las derivadas de la enfermedad padecida por el acusado, que provocó la suspensión del juico, no son computables. pero la mencionada y la duración total del proceso son suficientes para apreciar la concurrencia de la circunstancia atenuante. 28 C) El trastorno de la personalidad. Se aportó por la defensa un informe pericial derivado de la exploración psicológica del acusado confeccionado por la psicólogo Dª. xxx. Concluye que tiene un trastorno de la personalidad límite y define la personalidad del acusado como “sensible, con ambivalencia de intereses e impulsiva con rasgos de personalidad inhibida ya que presentan tendencia al retraimiento socia”. En el acto del juicio la perito afirmó que no creía que impusiera su voluntad a otra persona y que ninguna personalidad impide nada. El crédito que merece la perito propuesta por la defensa quedó seriamente disminuido, en el aspecto subjetivo, por la falta de diligencia en que incurrió al confe3ccionar el contrainforme sobre la credibilidad del testimonio de la menor, claramente interesado y basado en fotocopias incompletas de los documentos. Es algo que no cabe obviar a la hora de valorar el otro informe emitido por la misma persona en éste procedimiento. Eso al margen, del informe psicológico no se infiere una anomalía o alteración de carácter psíquico que afecte de alguna manera, aunque sea mínima, a la capacidad del acusado para comprender la ilicitud del hecho o actuar conforme a esa comprensión. Más que a eso el interrogatorio de la defensa parecía querer demostrar que, por su personalidad, el acusado no podía haber impuesto su voluntad a otra persona. Olvida que es persona era una menor de edad en situación de inferioridad por eso y por su condición de alumna del acusado. Y que, como dijo la perito, ninguna personalidad impide nada. Hemos declarado probados los hechos atribuidos al acusado. No hay ninguna prueba de que fueran realizados bajo la influencia de alguna alteración psíquica. No cabe apreciar la atenuante. OCTAVO.- Determinación de la pena. La pena prevista en el artículo 183.1 del Código penal es la de dos a seis años de prisión. La prevista en el artículo 29 183.4 d) del Código penal, en la redacción vigente en la fecha de los hechos, es la anterior en su mitad superior, esto es, de cuatro a seis años. La concurrencia de dos circunstancias atenuantes, sin agravantes, lleva a aplicar la pena inferior en uno o dos grados a la establecida en la ley, atendidos el número y entidad de dichas circunstancias atenuantes (artículo 66 2ª CP). En éste caso, como la reparación del daño ha sido parcial y las dilaciones indebidas no son extraordinarias se considera procedente aplicar la pena inferior en un grado, cuya extensión es de dos a cuatro años de prisión (artículo 70 2ª CP). La gravedad del hecho y las circunstancias del delincuente no presentan peculiaridades significativas, una vez aplicadas las atenuantes para fijar el margen punitivo propio de la pena inferior en grado. Se considera procedente, dentro de la extensión mencionada, establecer la pena de dos años y nueve meses de prisión, por debajo del término medio de la mitad inferior de la pena. Asimismo, se le impone la pena de prohibición de comunicarse por cualquier medio y de aproximarse a menos de 500 metros de xxx, de su domicilio y centro de estudios por un tiempo de 5 años. Resulta procedente la imposición de la pena accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, prevista en el artículo 56.1.2º CP y solicitada de modo explícito por el Ministerio Fiscal y por la acusación particular. También especial se para el impone la ejercicio pena de accesoria la de profesión inhabilitación de profesor de música, solicitada por la Acusación particular (artículo 193.2 del Código penal), por la relación directa entre el ejercicio de esa profesión y el delito 30 cometido con ocasión de su ejercicio prevaliéndose de la superioridad que confiere respecto delos menores la condición de profesor. . Se le impone además la medida de libertad vigilada, solicitada por la Acusación particular, durante 3 años (art. 192 CP), duración que se fija en atención a que se trata de un sólo delito cometido por delincuente primario. La medida se concretará conforme a lo previsto en el artículo 106.2º del Código Penal. NOVENO.- Responsabilidad civil y De conformidad con lo dispuesto en los artículos 109 , 110 concordantes criminalmente de del un Código delito o Penal, falta los lo responsables serán también civilmente, quedando obligados a reparar el daño causado, que pasa, en este caso, por la indemnización de los perjuicios materiales y morales causados. En este punto el Ministerio Fiscal concretó su petición en 6.000 euros, mientras que la acusación particular ejercitada por la propia víctima interesa la determinación del resarcimiento por daño moral en la suma de 60.000 euros. En el acto de la vista oral se puso de manifiesto la sintomatología ansiosa padecida por la víctima, hoy en fase de remisión, con seguimiento de tratamiento psicológico desde el día de los hechos hasta la actualidad. Además, como establece la STS. 514/2009 de 20.5, a propósito del daño moral en delito contra la libertad sexual: "En materia de daños morales constituye una doctrina arraigada en esta Sala que "el denominado precio del dolor, el sufrimiento, el pesar o la amargura están ahí en la realidad sin necesidad de ser acreditados, porque lo cierto es que el daño moral no necesita estar especificado en los hechos probados cuando fluye de manera directa y natural del relato histórico". El daño moral, además, -dice la STS 1366/2002, 22 de julio -, no deriva de la prueba de lesiones materiales ... sino de la significación espiritual que el delito tiene con 31 relación a la víctima. Y en relación a la falta de prueba de que la víctima haya quedado afectada psicológicamente, hay que insistir en que los daños morales no es preciso tengan que concretarse en psicológicas relación sufridas con por alteraciones las víctimas, patológicas bastando que o sean fruto de una evaluación global de la reparación debida a las mismas, de lo que normalmente no podrán los Juzgadores contar con pruebas que faciliten la cuantificación económica para fijarla más allá de la expresión de la gravedad del hecho, su entidad real o potencial relevancia repulsa social, así como las circunstancias personales de los ofendidos, (SSTS 957/1998, 16 de mayo y 1159/1999, 29 de mayo , entre otras). En el presente supuesto, aun partiendo de la dificultad que siempre entraña la cuantificación indemnizatoria del daño moral, la Sala entiende que la existencia del tratamiento psicológico durante varios años y el resarcimiento del daño moral ínsito en éste tipo de delitos justifican que se fije la indemnización en la cantidad de 12.000 euros. DÉCIMO.- Costas procesales. Las costas procesales se entienden impuestas por Ley a los criminalmente responsables de todo delito conforme a lo dispuesto en el artículo 123 del Código Penal y 240 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal . Las costas han de incluir las devengadas por la acusación particular en aplicación de la doctrina jurisprudencial consolidada (STS 26.11.97, 16.7.98, 15.4.99, 9.12.99, 22.9.00) que excluye únicamente inútil o de las cuando su superflua absolutamente costas las actuación o heterogéneas bien de haya la acusación resultado haya formulado respecto de las particular notoriamente peticiones conclusiones aceptadas en la sentencia, lo que en el caso no ocurre. Por citados, todo sus lo expuesto, concordantes y vistos demás 32 los de preceptos general y legales pertinente aplicación, de conformidad Constitución en nombre de con S.M. conferida por el Pueblo español. Que C.S., debemos como autor CONDENAR El el artículo Rey, FALLO Y CONDENAMOS criminalmente 117 por al la acusado responsable de de la autoridad un SANTIAGO delito de abusos sexuales del artículo 183.1 y 4 d) del Código penal en la redacción vigente en la fecha de los hechos, con la concurrencia de las circunstancias atenuantes de reparación del daño y dilaciones indebidas, a la pena de DOS AÑOS Y NUEVE MESES DE PRISIÓN, con la accesoria legal de inhabilitación absoluta para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y la de inhabilitación especial para el prohibición de ejercicio de la profesión de músico durante el mismo tiempo. Asimismo, le condenamos a la pena de comunicarse por cualquier medio y de aproximarse a menos de 500 metros de xxx, de su domicilio y centro de estudios por un tiempo de 5 años. Se le impone además la medida de libertad vigilada durante 3 años. En concepto de responsabilidad civil el condenado deberá indemnizar a Dª. Xxxx en la cantidad de 12.000 euros. Se condena a D. Santiago C.S. al pago penas de de las procesales, incluidas las de la Acusación Particular. Para el cumplimiento de las costas prohibición de aproximarse y comunicarse se abonará al condenado el tiempo en que durante la tramitación de la casa estuvieron vigentes esas prohibiciones con carácter cautelar. Obsérvese en la publicación de la presente lo dispuesto en el art. 906 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. 33 Esta sentencia no es firme. Contra ella cabe interponer recurso prevista de casación, por los que habrá artículos de 854 prepararse, y 855 de en la la forma Ley de Enjuiciamiento Criminal, dentro de los cinco días siguientes a su última notificación escrita. Notifíquese la presente resolución al Ministerio Fiscal y a las demás partes procesales. Así, por esta sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos. 34