xi malnutrición y estados carenciales

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XI
MALNUTRICIÓN Y ESTADOS
CARENCIALES
XI.1. MANIFESTACIONES OCULARES DEL ALCOHOLISMO
XI.2. MANIFESTACIONES OFTALMOLÓGICAS DE LAS CARENCIAS
VITAMÍNICAS
CAPÍTULO XI
MALNUTRICIÓN Y ESTADOS CARENCIALES
Manuel Sánchez Salorio, M.ª Victoria de Rojas Silva
XI.1. MANIFESTACIONES
OCULARES DEL ALCOHOLISMO
Manuel Sánchez Salorio, M.ª Victoria de Rojas Silva
1. ALCOHOLISMO CRÓNICO
El alcoholismo es, en primer lugar, un trastorno
del comportamiento en el que se produce una dependencia personal con respecto al consumo abusivo de
bebidas alcohólicas. Dependencia quiere decir aquí
pérdida de la libertad para rechazar la ingestión de
esas bebidas y aparición de manifestaciones psíquicas
y físicas variadas e importantes cuando se suprime su
consumo. El alcoholismo puede causar importantes
alteraciones médicas y psiquiátricas así como empeorar enfermedades preexistentes por lo que constituye
un problema social importante. Se acepta que el 90%
de las personas beben alcohol, que el 40% de los
varones tienen problemas temporales inducidos por
la bebida y que un 10% de los varones y un 3-5% de
las mujeres presentan trastornos persistentes.
1.1. Fisiopatología
El alcohol etílico (etanol) es una molécula liposoluble que atraviesa con facilidad las membranas celulares por lo que su concentración se iguala rápidamente entre la sangre y los distintos fluidos y tejidos
del organismo. Es absorbido principalmente a través
de la mucosa de la porción proximal del intestino delgado y en menor proporción en el estómago y en el
intestino grueso. Es excretado directamente por los
pulmones, la orina y el sudor pero una gran parte se
metaboliza en el hígado.
En el hígado el etanol pasa a acetaldehído por
acción de la alcohol-deshidrogenasa. El aldehído es
tóxico pero es destruido rápidamente en el citosol y
en las mitocondrias de las células hepáticas pasando
a acetato por la vía aldehidodeshidrogenasa.
Estas reacciones necesitan como cofactor al
dinucleótido de nicotinamida y adenida (NAD) y el
aumento de la forma reducida del cofactor (NADH)
es causa de muchos de los trastornos metabólicos
que aparecen en el alcoholismo crónico. Ello se
debe a que el NAD y NADP son coenzimas necesarios para muchas reacciones de óxido-reducción. La
vitamina B3 (niacina) es un componente importante
del dinucleótido nicotinamida-adenina (NAD) y su
deficiencia produce la pelagra (dermatitis, demencia, diarrea).
El etanol aporta calorías (1 gramo=7,1 Kcal.) pero
carece totalmente de valor nutritivo por no aportar
ninguno de los elementos necesarios para el metabolismo celular (proteínas, minerales, vitaminas, lípidos,
carbohidratos).
Por el contrario el etilismo crónico produce alteraciones metabólicas y nutritivas muy importantes
que son la causa de sus manifestaciones clínicas. Esta
alteraciones son las siguientes:
1. Altera la absorción en el intestino delgado de
otros nutrientes que son transportados de modo activo como las vitaminas, los aminoácidos y la glucosa.
Altera también la utilización de vitaminas que son
almacenadas en el hígado. Está bien documentada la
deficiencia en los alcohólicos de vitamina B1 (tiamina),
de vitamina B6 (piridoxina), de ácido fólico y de ácido
nicotínico (Vitamina B3, niacina) y se ha descrito el
déficit en vitamina B12 (hidroxicobalamina).
2. Altera el metabolismo de los lípidos causando hipertrigliceridemia. La disminución de la oxidación de los ácidos grasos produce la cetoacidosis
alcohólica.
380
Manifestaciones oftalmológicas de las enfermedades generales
3. Modifica el metabolismo de los hidratos de
carbono originando una intolerancia a la glucosa y
alteraciones en la gluconeogénesis.
4. Produce anemia y trombocitopenia que pueden derivar tanto de las alteraciones nutricionales
como de la depresión directa de la medula ósea.
5. Puede provocar disminución de las concentraciones en sangre de potasio, magnesio, calcio, zinc y
fosfato, así como de algunos aminoácidos (cisteína,
cistina, metionina). Todas estas alteraciones originan
un estado de mala nutrición que puede ser exagerado por la inapetencia propia de los alcohólicos y por
las irregularidades de la dieta.
laceración de la mucosa en la unión entre el esófago
y el estomago (síndrome de Mallory-Weiss). La alteración de las vellosidades del intestino delgado provoca
alteraciones en la absorción.
En el hígado el etanol que llega directamente
desde el intestino es metabolizado por la célula hepática alterándose la neogluconeogénesis y provocando
la acumulación de grasa. Al cabo del tiempo se produce hepatitis y cirrosis. Las varices esofágicas que
aparecen como secuela pueden ocasionar hemorragias graves que son muy difíciles de tratar. El alcoholismo crónico es también causa de pancreatitis aguda
o crónica.
1.2. Manifestaciones generales
1.2.3. Sistema hematopoyético
1.2.1. Sistema nervioso
Los alcohólicos presentan frecuentemente anemia y trombocitopenia. Estas manifestaciones pueden
ser debidas a la mala nutrición o a la depresión directa de la médula ósea.
Bien sea por acción tóxica directa del etanol o a
través del déficit nutricional que afecta especialmente al complejo vitamínico B el alcoholismo origina una
serie de alteraciones neurológicas y psiquiátricas que
pueden esquematizarse del modo siguiente:
1. Síndromes de Wernicke y de Korsakoff. Son
encelopatías caracterizadas por una amnesia anterograda profunda (el paciente es incapaz de aprender
cosas nuevas), por confusión espacio-temporal y por
fabulación. En el síndrome de Wernicke aparecen
además trastornos de la marcha (ataxia) relacionados
con atrofia del cerebelo y parálisis oculomotoras.
Estos síndromes son debidos al déficit de vitamina B1
y mejoran con la administración oral de tiamina
(100 mg/día).
2. Polineuritis periférica. Se trata de una alteración sesorio-motora en la que los pacientes presentan
sensación de entumecimiento, hormigueo y parestesia en las extremidades especialmente en la parte distal de las inferiores. La electromiografía demuestra un
enlentecimiento en la conducción y una disminución
de la amplitud de los potenciales. El cuadro también
mejora con la abstención y con la vitaminoterapia B.
3. Deterioro difuso del sistema nervioso central
que determina alteraciones psiquiátricas variadas
(tristeza, ansiedad, demencia, alucinaciones auditivas
y delirios paranoides).
1.2.4. Aparato cardiovascular
El abuso del alcohol puede ocasionar miocardiopatía, arritmias ventriculares y auriculares, hipertensión arterial y accidentes cerebro-vasculares. La taquicardia paroxística puede aparecer después de un
exceso de consumo de alcohol en personas sin otros
signos de cardiopatía constituyendo el síndrome llamado «corazón del día de fiesta».
1.2.5. Desarrollo fetal
El etanol y el acetaldehído atraviesan fácilmente
la barrera placentaria provocando el síndrome alcohólico fetal constituido por anormalidades faciales,
pérdida de peso, retraso mental y alteraciones en el
aparato cardiovascular y en el esqueleto.
2. MANIFESTACIONES OCULARES
DEL ALCOHOLISMO
2.1. Ambliopía tabaco-alcohólica
1.2.2. Aparato digestivo
a) Cuadro clínico
Las dos alteraciones digestivas más importantes
son la gastritis y la cirrosis hepática.
La gastritis puede conducir a la atrofia de las células de la mucosa gástrica. El reflujo del contenido gástrico origina esofagitis y molestias epigástricas.
Hematemesis frecuentes pueden producirse por la
El término ambliopía tabaco-alcohólica se refiere
a un cuadro clínico bien definido caracterizado por
disminución progresiva de la agudeza visual con dificultad para leer y para distinguir los colores que aparece en pacientes que consumen grandes cantidades
de alcohol y de tabaco. La incidencia de la enferme-
Capítulo XI. Malnutrición y estados carenciales
dad es difícil de estimar pero parece que ha disminuido de modo espectacular en los últimos tiempos.
Todavía en 1971 Duke-Elder la consideraba una
enfermedad bastante frecuente afectando a un 0,5 o
1% de todos los pacientes atendidos en las clínicas
oftalmológicas europeas. Y en ese momento esa frecuencia ya se consideraba inferior a la de épocas
anteriores.
En la actualidad la ambliopía tabaco-alcohólica
debe considerarse una enfermedad muy poco frecuente. En la exploración se detecta un escotoma
central o centrocecal bilateral y simétrico siendo normal el resto del campo visual. En los primeros
momentos el fondo de ojo puede ser normal, apareciendo después una palidez de la sección temporal
de la papila del nervio óptico. En principio tanto los
síntomas funcionales como la palidez papilar son
reversibles pero si no se instaura el tratamiento adecuado la enfermedad progresa hacia la atrofia papilar y a la pérdida definitiva de al visión. De modo
constante se demuestra también una discromatopsia
en el eje rojo-verde, fácilmente detectable en el
Farnsworth Munsell 100 Hue Test. La enfermedad
aparece en personas de edad media que consumen
de forma abusiva alcohol, tabaco o ambos. Desde un
punto de vista exclusivamente clínico se ha intentado diferenciar el cuadro de la ambliopía producida
por el tabaco de la producida por el alcohol. Para
algunos autores (Harrington, 1962) la ambliopía
tabáquica se caracterizaría por un escotoma centrocecal, de forma oval extendida horizontalmente con
bordes muy poco precisos, y dentro del cual pueden
detectarse núcleos de menor sensibilidad en la línea
horizontal de localización paracentral. Por el contrario en la ambliopía alcohólica el escotoma sería siempre central coincidiendo la menor sensibilidad con el
punto de fijación.
Actualmente la opinión más comúnmente aceptada es que esa distinción clínica es ficticia no siendo
posible diferenciar el escotoma debido al alcoholismo
crónico del presuntamente producido por el tabaco.
Para etiquetar una neuropatía retrobulbar como
ambliopía tabaco-alcohólica aparte de los datos relacionados con el consumo excesivo de alcohol y de
tabaco es útil tener en cuenta los hallazgos clínicos y
los datos de los exámenes complementarios que suelen estar alterados en los alcohólicos crónicos. Estos
datos son : un VCM superior a la normalidad, una
elevación de la GGT (gammaglutamiltrasferasa),
transferrina deficiente en carbohidratos (CDT) y un
aumento del ácido úrico y de los triglicéridos. Así
mismo harán más probable la sospecha diagnóstica la
existencia de hipertensión arterial fluctuante, de arritmias cardiacas inexplicables, de cirrosis o hepatitis de
etiología no precisable , de pancreatitis y de neuropatía periférica.
381
b) Fisiopatología. Etiología
La ambliopía tabaco-alcohólica consiste en una
desmielinización de las fibras del nervio óptico: es una
neuropatía retrobulbar. Pero su patogenia dista
mucho de haber sido aclarada.
Por un lado tenemos una evidencia clínica y epidemiológica: existe un cuadro bien definido, casi
estereotipado, que aparece en sujetos que consumen
cantidades abusivas de alcohol y de tabaco. Pero por
otro lado tenemos muchos hechos contradictorios:
no se ha podido demostrar la toxicidad directa del
etanol ni del tabaco sobre la retina o el nervio óptico,
la incidencia de la enfermedad ha disminuido de
modo espectacular aunque no lo haya hecho el consumo de alcohol y de tabaco. Cada vez se acepta más
que la ambliopía no está producida por un efecto
tóxico directo del alcohol o del tabaco sino por una
deficiencia nutricional. Pero tampoco están muy bien
definidas las características de esa deficiencia.
La controversia surge al valorar el papel que juegan y el mecanismo a través del cual actúan los tres
factores patogenéticos descritos como culpables: el
alcohol etílico, el tabaco y la alteración nutricional. El
etanol no es un tóxico directo para la retina ni para el
nervio óptico pero debe recordarse que Morax publicó un caso de una mujer que fue tratada de una fiebre puerperal con una inyección endovenosa de
200 ml. de alcohol etílico al 33% produciéndosele un
escotoma central absoluto y atrofia óptica en ambos
ojos. Aunque es un potente depresor del metabolismo del tejido cerebral en el que altera el transporte
de electrones en las mitocondrias lo cierto es que en
el etilismo agudo no se detectan alteraciones estructurales en la retina ni en el nervio óptico. Podría pensarse en un efecto acumulativo pero puesto que el
etanol se oxida rápidamente hasta dar anhídrido carbónico y agua esa hipótesis no es verosímil. Tiene que
actuar por un mecanismo indirecto y todo parece
indicar que esa mediación se produce a través de una
alteración nutricional. La experiencia clínica cotidiana,
algunas observaciones bien documentadas y la eficacia de la prueba ex juvantibus hacen que la hipótesis
sea razonable. En efecto la ambliopía aparece casi
siempre en alcohólicos crónicos delgados, inapetentes, emaciados, que siguen pautas dietéticas caprichosas e incorrectas, desmotivados y a veces con signos
neurológicos como confusión mental y temblor. Se ha
demostrado también que un cuadro absolutamente
similar puede aparecer en pacientes malnutridos aunque no sean bebedores ni fumadores (prisioneros en la
Segunda Guerra Mundial y en la guerra de Corea).
Además, en algunos casos, la corrección de la dieta y
el suplemento adicional de vitaminas del grupo B
mejoran el cuadro aunque el paciente no suprima el
consumo excesivo del alcohol y del tabaco.
382
Manifestaciones oftalmológicas de las enfermedades generales
Pero resulta que ese déficit nutricional no ha
podido ser precisado. Teniendo en cuenta que tanto
en el déficit en vitamina B1 (tiamina), como en vitamina B3 (niacina), vitamina B6 (piridoxina) y vitamina
B12 (hidroxicobalamina) puede producir neuropatía
óptica se pensó que el alcoholismo crónico actuaría
por ese mecanismo. El déficit vitamínico se produciría
por mala absorción debida a las alteraciones que el
alcohol produce en la mucosa gástrica. Esto sería particularmente cierto en la absorción de la vitamina B12
para la que es necesario el factor intrínseco producido por la mucosa gástrica. Pero la determinación de
los niveles en sangre de vitamina B1 y vitamina B12 en
los pacientes con ambliopía no han resultado concluyentes. Tampoco aparece en estos pacientes la anemia megaloblástica típica de la hipovitaminosis B12.
Sin embargo la clínica evidencia la frecuencia de un
estado de malnutrición caracterizado por inapetencia,
adelgazamiento, pérdida de tejido celular subcutáneo
y muscular, sequedad de la piel y de las mucosas,
estomatitis y alteración de las funciones hepáticas. En
algunos pacientes aparecen también las alteraciones
neurológicas clásicas del alcoholismo crónico: polineuritis, alteraciones del cerebelo, síndrome de Wernicke-Korsakoff. Puede aceptarse por lo tanto que el
alcohol etílico actúa en la génesis de la ambliopía de
un modo indirecto produciendo un déficit nutricional
mal definido bioquímicamente. Que el cuadro clínico
mejore con el aporte de vitaminas del complejo B
hace pensar que su carencia juegue un papel importante pero no debe olvidarse que el aporte vitamínico
puede mejorar la inapetencia del paciente mejorando
así el carácter hipocalórico de la dieta.
Tampoco está muy claro el papel que juega el
tabaco en la ambliopía tabaco-alcohólica. Dejando
aparte la cuestión, que será tratada en otro lugar, de
si el tabaco puede producir por sí mismo una ambliopía existe la evidencia clínica de que ésta aparece
especialmente en pacientes que son a la vez, grandes
bebedores y fumadores. El tabaco actuaría potenciando el déficit nutricional y quizás añadiendo algún
factor tóxico. La sospecha de que el agente de la desmielinización del nervio óptico fuese la nicotina, principal alcaloide del tabaco, ha sido descartada. Desde
hace ya algún tiempo se ha resaltado la posible
importancia del radical CN del cianuro. Tanto la hoja
del tabaco como el humo producido por su combustión contienen radicales CN. El cianuro es un tóxico
muy potente que produce efectos desmielinizantes
en el animal de experimentación. En el organismo la
principal vía de detoxicación para esos radicales es su
combinación con el azufre formando tiocianatos.
Otra vía puede estar basada en la apetencia de la vitamina B12 (hidroxicobalamina) en ligar esos radicales
pasando a cianocobalamina. Por este mecanismo la
carencia en vitamina B12 podría explicar la afectación
del nervio óptico pero ya hemos visto que en los
pacientes con ambliopía tabaco-alcohólica el déficit en
vitamina B12 no ha sido siempre bien documentado.
Probablemente la explicación del papel del tabaco y del alcohol tendrá que esperar a poder ser estudiado en los niveles de la biología molecular. Tanto
uno como otro tienen efectos específicos sobre el
transporte de electrones en las mitocondrias y podría
ser por este mecanismo que produjesen el daño de
las fibras del nervio óptico.
c) Diagnóstico diferencial
Cuando, tal como sucede en la ambliopía tabacoalcohólica, aparece de modo simultáneo en ambos
ojos una neuropatía retrobulbar bilateral simultánea
hay que pensar en las entidades siguientes:
a) Enfermedad de Devic (neuromielitis óptica).
b) Neuropatía óptica de origen inmunológico
asociada a lupus eritematoso diseminado.
c) Neuropatía óptica hereditaria de Leber.
d) Ambliopía nutricional no relacionada con el
consumo abusivo de alcohol y de tabaco.
e) Ambliopía producida por el consumo de alcohol metílico (metanol).
d) Tratamiento
El tratamiento de la ambliopía tabaco-alcohólica
tiene dos objetivos principales: la supresión del consumo de alcohol y de tabaco y la corrección del defecto nutricional. Una vez identificado el paciente como
un alcohólico crónico el oftalmólogo debe intentar
motivarlo para que suprima el consumo de alcohol y
de tabaco. Esto requiere dedicar un cierto tiempo a
una conversación personal en la que el paciente refiera sus hábitos y costumbres así como sus posibles
problemas familiares, laborales o afectivos. El médico
debe aprovechar ese momento para explicar al
paciente las consecuencias y la evolución no solo de
la ambliopía sino también del alcoholismo en general,
si continua bebiendo.
Debe de dejar claro que debe ser responsable de
sus propias acciones y que el éxito del tratamiento
exige la colaboración activa del paciente y de sus
familiares más próximos. La conveniencia de remitirlo
a una asistencia especializada o grupos de ayuda
como Alcohólicos Anónimos es discutible y dependerá del grado de dependencia y del nivel de deterioro
general. Si lo único que preocupa al paciente es la disminución de su visión el oftalmólogo será el profesional más indicado para motivar al paciente a suprimir
el alcohol y el tabaco. En principio parece más importante la supresión del alcohol que la del tabaco.
Capítulo XI. Malnutrición y estados carenciales
Como ya hemos visto la existencia de una ambliopía
tabáquica es discutible y la participación del tabaco
en el déficit nutricional es menos probable que la del
alcohol.
El segundo objetivo consiste en corregir lo más
rápidamente posible el defecto nutricional. Esto se
consigue con la administración de dosis altas de vitaminas del complejo B pudiendo añadirse el aporte de
los aminoácidos considerados esenciales. Teniendo
en cuenta que la carencia nutricional puede derivar
en gran parte de una mala absorción intestinal el tratamiento inicial de choque debe hacerse por vía
parenteral. Los preparados comerciales ofrecen asociaciones de vitaminas B12, B6 y B1 a dosis altas
(hidroxicobalamina 1 a 5 mg., Piridoxina 100 a
250 mg., Tiamina 100 a 250 mg.) para inyección
intramuscular. Teóricamente son preferibles aquellos
en los que la vitamina B12 se encuentra en la forma
hidroxicobalamina a las que lo hace como cianocobalamina, porque se supone que la primera tiene
una mayor eficacia en la destoxificación de los radicales CN (cianuro) producidos por la absorción del
humo del tabaco. Pero esta diferencia no ha sido
confirmada en la práctica.
En lo que se refiere a la dosificación la pauta
podría ser la siguiente: una inyección intramuscular
diaria o alterna de vitamina B12, B6, B1 durante dos
semanas seguida de administración oral durante
meses. La administración de aminoácidos nutricionales sólo es necesaria en casos en lo que la desnutrición sea muy manifiesta. Habitualmente será suficiente establecer una dieta rica en proteínas.
El oftalmólogo debe ser consciente de la posible
iatrogenia para el nervio óptico derivada del uso del
disulfiran (Antabus). Este fármaco ha sido usado en el
tratamiento de los alcohólicos crónicos como una
medio para desmotivar el consumo del alcohol. Bajo
la acción del disulfirán cuando el paciente bebe alcohol aumenta de forma muy considerable la concentración de acetaldehído en sangre, lo que provoca
una reacción muy desagradable acompañada de nauseas y vómitos. Pero el aumento del acetaldehído
puede resultar nocivo para el nervio óptico por lo que
debe ser desaconsejado en los casos que presentan
ambliopía.
2.2. Otras manifestaciones oculares
del alcoholismo
a) Hiperemia conjuntival. El «ojo de bebedor»
En los alcohólicos crónicos suele presentarse una
marcada hiperemia conjuntival que los hace más sensibles ante los irritantes ambientales. La conjuntiva
puede tener un color amarillento. También puede
383
apreciarse una exoftalmía producida por el aumento
de la grasa orbitaria. La asociación de estas dos alteraciones se ha referido como «le gros oeil du buveur».
b) Catarata subcapsular
Está bien documentada la presencia de catarata
subcapsular en alcohólicos crónicos con edades inferiores a los 60 años. La catarata progresa rápidamente
y puede estar asociada a contracturas tipo Dupuytren.
c) Lipemia retinalis. Gerontoxon
El exceso de lípidos en sangre puede conducir a
un color lechoso de la columna sanguínea en los
vasos retinianos. También puede causar la aparición
de un arco senil en la córnea en edades en las que su
incidencia es muy infrecuente.
d) Parálisis oculo-motoras
Como consecuencia de las alteraciones atróficas y
degenerativas del sistema nervioso central que ya
hemos descrito pueden aparecer parálisis oculo-motoras nucleares o supranucleares con o sin nistagmus.
e) La intoxicación aguda
El etilismo agudo provoca visión borrosa por pérdida de la acomodación, diplopía y midriasis. También
puede producir discromatopsia, retracción concéntrica de los campos visuales y disminución de la adaptación a la obscuridad.
f) Funciones visuales en la alcoholemia moderada
transitoria. Su repercusión en la conducción
de automóviles en los accidentes de tráfico
El consumo de alcoholes en sujetos no alcohólicos aumenta de modo considerable la probabilidad
de sufrir y provocar accidentes de trafico (1). En Francia, el 30% de las muertes producidas por accidentes
en la carretera se achacan al alcohol (2). Pero no parece que esta especial vulnerabilidad de los que conducen después de haber bebido se deba a una alteración especifica de sus funciones visuales. Cuando se
estudia la sensibilidad al contraste, el campo visual y
los potenciales visuales evocados en sujetos con niveles de alcoholemia próximos a los que la ley permite
para conducir automóviles (0´57 gramos por kilo) no
se aprecian diferencias significativas con los sujetos
384
Manifestaciones oftalmológicas de las enfermedades generales
normales (3). Sí se encuentran en cambio cuando se
usan test más complejos (Wisconsin Card Sorting
Test, simuladores de conducción) en los que los bebedores cometen muchos más errores que los sujetos
que no han bebido. Esto ocurre incluso con niveles de
alcoholemia inferiores a los permitidos legalmente,
conducir automóviles es una actividad compleja que
implica la coordinación de múltiples funciones sensoriales y motoras. Pero todo parece indicar que el
aumento de la probabilidad de sufrir accidentes de
tráfico en los conductores que han bebido alcohol se
debe más a alteraciones relacionadas con el funcionamiento cerebral (especialmente disminución de la
inhibición ejercida por el lóbulo frontal) que a la disminución especifica de sus funciones visuales.
Manifestaciones generales
3. SÍNDROME ALCOHÓLICO FETAL
Manifestaciones oculares
En 1967, Alexandre Lamache, un médico general
francés, publicó una comunicación titulada «Reflections sur la descendance del alcoholiques». El trabajo
se refería a las «anomalías físicas o psíquicas» observadas en 3.352 niños examinados personalmente por
el autor. En un gran número de esos niños - exactamente en 1.245 - Lamache comprobó que los padres
eran consumidores de altas dosis de alcohol. También
comprobó que las anomalías eran en los que las
madres alcohólicas habían continuado durante el
embarazo el consumo excesivo de alcohol. Los niños
presentaban una triada constituida por retraso del
crecimiento, retraso mental y anomalías congénitas
múltiples. Seis años más tarde un grupo de pediatras
de Seattle dirigidos por K.L. Jones publicaron en The
Lancet las diferentes anomalías que podían relacionarse con el alto consumo de alcohol en las madres
gestantes. El conjunto de esas anomalías lo denominaron «Fetal Alcohol Syndrome». A partir de ese
momento las observaciones y publicaciones se incrementaron de forma exponencial y el «síndrome alcohólico fetal» paso a ser una entidad clínica bien definida. Y también pasó a ser reconocida su importancia: ahora sabemos que al menos en un tercio de los
hijos nacidos de madres alcohólicas aparecen algunas
de las alteraciones propias del síndrome.
Así se confirmaba científicamente la antigua y
generalizada creencia popular de que el consumo de
alcohol podía producir taras en la prole.
En la Biblia, en el libro de los Jueces, está escrito:
«He aquí que concebirás y parirás un hijo; ahora bien,
no bebas vino ni hidromiel ni comas nada impuro».
(13,7). Y Aristóteles dice que las mujeres borrachas y
ligeras de cascos parirán hijos «morosos et lánguidos». La prohibición de beber vino durante el embarazo ha sido y sigue siendo en tabú común a muchas
y muy diferentes culturas.
Siguiendo a Keustín Ströland (1) las manifestaciones oftalmológicas del síndrome puede sistematizarse
del modo siguiente:
El síndrome alcohólico fetal está caracterizado
por las alteraciones siguientes:
1) Dismorfia facial características que incluye:
microcefalia, microftalmía, epicantus y disminución
de la hendidura palpebral.
2) Retraso prenatal y postnatal del crecimiento
(disminución de peso y de altura).
3) Afectación del sistema nervioso central que se
expresa en retraso mental y en alteraciones neurológicas.
A estas alteraciones puede añadirse anomalías en
el sistema cardiovascular, esquelético, urogenital y
digestivo.
1) Párpados
La alteración ocular más frecuente consiste en el
telecantus (aumento de la distancia entre los dos cantos internos). La hendidura palpebral esta disminuida
en su longitud horizontal. Esta alteración ha sido des-
MANIFESTACIONES OFTALMOLÓGICAS
DEL ALCOHOLISMO
I. ALCOHOLISMO CRÓNICO
1) ambliopía tabaco-alcohólica
2) hiperemia conjuntival
3) catarata subcapsular
4) lipemia retinalis. Gerontoxon
5) manifestaciones neuro-oftalmológicas:
parálisis oculomotoras.
II. INTOXICACIÓN AGUDA
1) diplopía
2) disminución de la acomodación
3) midriasis
III. SÍNDROME ALCOHÓLICO-FETAL
1) telecantus. Blefarofimosis
2) microftalmía
3) estrabismo
4) hipoplasia de la papila del nervio óptico
Capítulo XI. Malnutrición y estados carenciales
crita alguna vez como blefarofimosis. La distancia
entre ambas órbitas no está aumentada: no hay
hipertelorismo. Puede haber también epicantus verdadero y una ptosis discreta.
2) Segmento anterior
La microftalmía es común pero no suele ser muy
marcada por lo que es difícil de diagnosticar sin recurrir a la biometría. Se han descrito diversas formas de
disgenesias mesenquimatosas como anomalías de
Peters y de Axenfeld pero no son características del
síndrome.
3) Motilidad
El estrabismo, casi siempre exotropía, se presenta
en un 50% de los casos. Cuando se asocia a la dismorfia facial típica debe ser considerado como un signo a
favor del diagnóstico de síndrome alcohólico fetal.
4) Fondo de ojo
La alteración más frecuente es la hipoplasia de la
papila del nervio óptico: aparece con tamaño menor
de lo normal, y con bordes irregulares. Los vasos retinianos, especialmente las arterias, pueden aparecer
tortuosos y su diámetro aumentado. La asociación en
un niño de hipoplasia de la papila óptica y tortuosidad arterial en ambos ojos debe plantear la sospecha
diagnóstica de síndrome alcohólico fetal.
5) Refracción-visión
La miopía que aparece en algunos casos debe ser
considerada como una alteración dependiente de la
afectación del segmento anterior propia del síndrome. En lo que se refiere a la visión es evidente que
existe una disminución de la agudeza visual en los
niños afectos pero en algunos casos no puede descartarse la influencia del retraso mental o de los trastornos de la conducta en la exploración.
4. INTOXICACIÓN POR ALCOHOL METÍLICO
(METANOL)
El alcohol metílico (metanol) es un agente tóxico
para el cerebro y para el nervio óptico. Su ingestión
en cantidades suficientes origina una intoxicación
aguda que puede causar la ceguera y la muerte.
El metanol deriva de la destilación de la madera y
385
comercialmente se encuentra formando parte de barnices y de soluciones utilizadas para lavado. Por la
facilidad y limpieza de su combustión se ha utilizado
en algunos países como una alternativa energética
sustituyendo a la gasolina. Por su bajo precio ha sido
utilizado como un producto añadido en bebidas alcohólicas, baratas y de mala calidad. La mayoría de las
intoxicaciones agudas por metanol se debe a la ingestión de esas bebidas adulteradas pero también puede
resultar tóxico cuando sus vapores son inhalados de
modo continuado por aquellas personas que por su
profesión manejan cotidianamente productos que
contienen metanol.
Una vez ingerido el metanol, es rápidamente
absorbido en el intestino alcanzando su máxima concentración en sangre entre una y dos horas. En el
hígado se transforma en formaldehído y posteriormente en ácido fórmico que es el verdadero agente
tóxico.
El cuadro clínico suele iniciarse con cefaleas, náuseas, vómitos, dolor abdominal y confusión. Este cuadro puede ser seguido de acidosis metabólica muy
intensa, postración, delirio, convulsiones, estupor y
muerte. En los casos graves la ceguera puede presentarse entre las dieciocho y las cuarenta y ocho horas
después de la ingestión.
En aquellos casos en los que la absorción se produce de forma más crónica (ingestión de bebidas
adulteradas en dosis pequeñas y repetidas) el cuadro
clínico general puede estar reducido a cefaleas y a
síntomas neurológicos y gastrointestinales mal definidos apareciendo una disminución gradual de la visión
con un escotoma central denso que puede evolucionar hacia la ceguera.
En el fondo de ojo puede aparecer hiperemia y
edema de la papila que evoluciona rápidamente hacia
la atrofia a la que puede acompañar una excavación
similar a la del glaucoma. Pero en los casos leves
puede producirse la recuperación de un cierto grado
de la visión dentro de la primera semana.
El tejido diana sobre el que se produce la acción
tóxica del ácido fórmico se ha situado en el nervio
óptico y en las células ganglionares de la retina. Todo
parece indicar que la lesión inicial consiste en la afectación muy precoz y muy intensa de la mielina de las
fibras del nervio óptico. El edema de la papila que
puede apreciarse en las etapas iniciales se debería al
bloqueo del flujo axoplásmico en los cilindroejes del
nervio óptico afectado.
El tratamiento en la intoxicación aguda consiste
en la aspiración del contenido gástrico y la corrección
de la acidosis metabólica mediante la administración
de bicarbonato sódico en grandes cantidades. Se ha
recomendado el uso de etanol que compite con el
metanol a través de la alcohol deshidrogenasa. En
casos graves está indicada la hemodiálisis.
386
Manifestaciones oftalmológicas de las enfermedades generales
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XI.2. MANIFESTACIONES
OFTALMOLÓGICAS
DE LAS CARENCIAS VITAMÍNICAS
Manuel Sánchez Salorio, M.ª Victoria de Rojas Silva
Desde los comienzos del siglo XX se sabe que para
el funcionamiento normal del metabolismo y para la
integridad estructural de muchos tejidos no basta con
que la dieta contenga una cantidad suficiente de proteínas, grasas, hidratos de carbono y sales. Son necesarias
también unas substancias que no pueden ser sintetizadas por el organismo y que actúan como cofactores
catalíticos en múltiples reacciones biológicas siendo
suficiente su presencia en cantidades muy pequeñas.
Esas substancias son las vitaminas. La función de las
vitaminas no consiste por tanto en formar parte de la
masa orgánica ni en aportar directamente energía sino
en formar grupos protéticos y cofactores catalíticos. El
hecho de que el organismo necesite unas substancias
que no puede sintetizar por sí mismo puede ser considerado como un absurdo biológico. Probablemente se
trata de mutaciones y por lo tanto la incapacidad de sintetizar esta substancias podría ser interpretada como
errores congénitos del metabolismo.
En la actualidad los cuadros clínicos producidos
por la carencia específica de una sola vitamina son
muy infrecuentes, casi siempre están asociados a
situaciones de mala nutrición general con ingesta
deficitaria de proteínas y de aminoácidos esenciales
con aportación insuficiente de alimentos que aportan
energía (grasas, hidratos de carbono).
En los países subdesarrollados los estados de desnutrición general constituyen un problema muy grave
ocasionado por causas diversas (pobreza, ignorancia,
métodos agrícolas muy primitivos, tabúes culturales y
religiosos).
En los países desarrollados los estados de mala
nutrición general suelen aparecer no como consecuencia de carencias en la dieta sino debidos a otras alteraciones (malabsorción, alcoholismo, nutrición parenteral
total, alteraciones congénitas del metabolismo).
En el momento actual se acepta que las alteraciones producidas por la ingesta excesiva de vita-
Capítulo XI. Malnutrición y estados carenciales
minas son más frecuentes que las producidas por
su déficit. Eso resulta evidente en lo que se refiere
a las vitaminas liposolubles (vitamina A, vitamina
D). Por el contrario las vitaminas hidrosolubles se
excretan fácilmente por la orina y apenas se acumulan en el organismo por lo que solamente pueden resultar tóxicas cuando se ingieren en grandes
cantidades.
En este capitulo estudiaremos las manifestaciones
oftalmológicas de las avitaminosis integrándolas en el
marco de la fisiopatología y sintomatología general
de cada una de las carencias.
387
Puede aparecer también una neuropatía óptica
retrobulbar con desmielinización de las fibras nerviosas. La clínica de esta neuropatía es idéntica a la de la
ambliopía tabaco-alcohólica.
Tratamiento
Consiste en la administración intramuscular de 50
mg. al día de vitamina B1 hasta que remitan los síntomas continuando con 5 mg/día por vía oral.
VITAMINA B2 (RIBOFLAVINA)
VITAMINAS HIDROSOLUBLES
VITAMINA B1 (TIAMINA)
La vitamina B1 es una substancia hidrosoluble que
se encuentra en la mayoría de las plantas y de los tejidos animales. En una dieta normal las fuentes principales son los cereales ingeridos en forma integral
pues se encuentra especialmente en las cáscaras de
los granos, y en las levaduras. En menor proporción
es aportada por los productos lácteos y las carnes. La
necesidad de vitamina B1 se estima en 1 mg. por día.
El déficit puede producirse en los síndromes de
malabsorción, en el alcoholismo crónico o en dietas
caprichosas.
La tiamina actúa como coenzima en muchas
reacciones enzimáticas. Puede también desempeñar
una función especifica en el metabolismo de las
neuronas: sus ésteres se encuentran en las membranas de la cilindroejes y la estimulación eléctrica origina la hidrólisis de la tiamina. Su papel neurotropo
y neuroprotector es reconocido desde hace mucho
tiempo.
Manifestaciones generales
La enfermedad general producida por el déficit
de vitamina B1 es el Beri-Beri. En la llamada forma
húmeda se afecta sobre todo el sistema cardiovascular (vasodilatación periférica, retención de sodio y de
potasio con edema, insuficiencia miocárdica en
ambos ventrículos). En la forma seca predomina la
afectación del sistema nervioso que puede ser de tres
tipos: neuropatía periférica, encefalopatía de Wernicke y síndrome de Korsakoff.
Manifestaciones oftalmológicas
Son aquellas propias del síndrome de Wernicke:
nistagmus y oftalmoplegía.
La riboflavina es un pigmento amarillo que actúa
como precursor de diversas coenzimas que intervienen en muchas reacciones de oxidorreducción en el
metabolismo energético y proteico. El aporte principal deriva de la ingestión de leche, queso, hígado,
huevos, levaduras y cereales en forma integral. La
deficiencia primaria (arriboflavinosis) aparece cuando
hay un consumo inadecuado de leche y de otras proteínas animales. La deficiencia secundaria puede aparecer en la diarrea crónica grave, en diversas hepatopatías y en el alcoholismo crónico. La principal función de la riboflavina consiste en contribuir a la
integridad de la piel de las mucosas.
Los signos más característicos de la deficiencia de
riboflavina son:
a) Palidez y alteraciones en la mucosa de los
ángulos de la boca (estomatitis angular) y en la
superficie de la mucosa de los labios (queilosis). Estas
alteraciones pueden ir seguidas de fisuras superficiales. Estas lesiones tienden a infectarse por Candida
albicans.
b) Dermatitis seborreica en los pliegues de la
cara, orejas, párpados, escroto y labios mayores.
c) Anemias y neuropatías.
Las manifestaciones oculares incluyen blefaroconjuntivitis crónica con rágades de las comisuras palpebrales y neovascularización periférica del estroma corneal y queratitis punctata superficial que produce
fotofobia. La supuesta relación de la deficiencia en
riboflavina con la aparición de catarata y con ambliopía nutricional no ha sido comprobada.
El diagnóstico de deficiencia en vitamina B2 es
difícil de establecer con seguridad pues tanto la dermatitis seborreica como los signos oculares pueden
deberse a otras causas. Cuando se establece la sospecha diagnóstica para su confirmación puede recurrirse a una prueba terapéutica.
El tratamiento consiste en la administración de
10-30 mg. por día hasta que se obtenga una respuesta favorable manteniéndose después 2-4 mg.
por día hasta la recuperación total.
388
Manifestaciones oftalmológicas de las enfermedades generales
VITAMINA B3 (NIACINA. NIACINAMIDA. ÁCIDO
NICOTÍNICO)
La niacina es una substancia hidrosoluble que se
encuentra en la mayoría de las plantas y de las carnes
y pescados. Es una componente de la nicotinamidaadenina nucleotido (NAD) y de nicotinamida adenina
nucleótido fosfato (NADP), que actúan como coenzimas en un gran número de reacciones de óxidoreducción.
Dado que el organismo puede sintetizarla a partir
de un aminoácido esencial como es el triptófano no
constituye una verdadera vitamina.
La deficiencia produce la Pelagra también conocida como «enfermedad de las 3 D (Diarrea, Demencia,
Dermatitis).
La deficiencia primaria puede observarse en los
países en los que el maíz o el mijo constituye la parte
fundamental de la dieta pues la niacina no se asimila
en el tracto intestinal. La secundaria puede aparecer
como consecuencia de diarrea crónica, hepatopatías
o alcoholismo. También puede aparecer en tratamientos prolongados con isoniacida.
Las lesiones dermatológicas están constituidas
por un eritema que va seguido de la formación de
vesículas, ampollas y placas de atrófica. La luz solar
produce alteraciones en forma de mariposa y el llamado «collar de Casal».
El la boca aparece glositis y estomatitis escarlata.
La diarrea es de tipo sanguinolento debido a las lesiones ulcerativas de la mucosa intestinal. La demencia
suele asociarse a un síndrome neurológico encefalopático parecido al que se produce en la deficiencia
por vitamina B1.
Las manifestaciones oftalmológicas son infrecuentes. La afección más comunmente aceptada es la
existencia de una neuropatía óptica. También ha sido
descrita afectación corneal (erosiones epiteliales, infiltración del estroma, neovascularización). En el curso
de este tratamiento ha sido descrita la aparición de
edema macular quístico atípico. El tratamiento de la
deficiencia en vitamina B3 consiste en la administración de 100-1000 mg. de niacina.
ser humano. La deficiencia secundaria puede aparecer en el curso del tratamiento con fórmulas que
actúan inactivando la piridoxina. (isoniazida, hidrazalina, penicilamina, estrógenos, corticoides, anticonvulsivantes).
El cuadro de la deficiencia se caracteriza por dermatitis seborreica, glositis, queilosis, anemia, linfopenia y neuropatía periférica. Como manifestaciones
oftalmológicas han sido descritas neuropatía óptica,
blefaroconjuntivitis angular y atrofia coriorretiniana
pero estas asociaciones no han sido confirmadas.
El tratamiento sería 50 mg. día por vía oral, aunque a veces pueden ser necesarias dosis de 200 - 600
mg. día en el adulto.
VITAMINA B12. Cianocobalamina.
La vitamina B12 es una substancia organometálica
con estructura parecida a las porfirinas, que no puede
ser sintetizada por el organismo y que se encuentra
en las carnes y en los productos lácteos. La función
principal de la vitamina B12 consiste en estimular la
síntesis del DNA en la replicación celular y por eso es
muy importante en aquellos tejidos en los que las
células se renuevan rápidamente. Es esencial para el
mantenimiento de eritropoyesis. También es necesaria para la detoxificación de los radicales cianuro.
La vitamina B12 se separa de los alimentos en el
curso de la digestión gástrica y se une al factor intrínseco (FI) que es una glucoproteína segregada por las
células de la pared del estomago en un proceso paralelo a la formación del ácido clorhidríco.
El complejo vitamina B12-factor intrínseco llega
hasta el íleon donde se destruye el FI y se absorbe la vitamina B12 que pasa a la circulación siendo captada por la
médula ósea, el hígado y las células de otros tejidos.
La carencia de vitamina B12 puede producirse
mediante dos procesos diferentes. Uno, el más frecuente, consiste en un defecto de la absorción intestinal. El otro consiste en un defecto congénito del
metabolismo intracelular que impide su utilización
por las células, aunque sean normales los niveles de
vitamina B12 en sangre.
VITAMINA B6 (PIRIDOXINA)
Por vitamina B6 se entiende un grupo de substancias relacionadas entre si (Piridoxina, piridoxal, Piridoxamina).
Este complejo actúa como coenzima en el metabolismo de muchos aminoácidos y en el de los ácidos
grasos. Es importante en el metabolismo del sistema
nervioso, de la sangre y de la piel.
Se encuentra en la mayoría de los alimentos por
lo que la deficiencia primaria no ha sido descrita en el
A) Manifestaciones generales. Anemia
perniciosa
Por un defecto autoinmune las células de la pared
del estómago no producen factor intrínseco. Los niveles en sangre son bajos aunque el aporte en la dieta
sea normal. El cuadro clínico general es el de la anemia perniciosa. Aparece una anemia megaloblástica,
el paciente pierde peso presentando debilidad general y enrojecimiento de la lengua (glositis).
Capítulo XI. Malnutrición y estados carenciales
Posteriormente la alteración desmielinizante origina ataxia, paraplegía espástica, reflejos hiperactivos, polineuritis periférica y cambios mentales que
pueden llegar a la psicosis.
Aunque la causa más frecuente es la enfermedad
autoinmune en la que no se produce factor intrínseco (anemia perniciosa) la malabsorción puede ser
debida a otras causas: gastrectomía, resección intestinal, ileitis, tumores, presencia en el intestino de
organismos que utilizan la vitamina B12. En vegetarianos estrictos puede producirse déficit de vitamina B12
por insuficiencia del aporte en la dieta.
B) Manifestaciones oftalmológicas
En la retina pueden aparecer hemorragias en
llama que pueden tener un centro blanquecino. Esta
manifestación depende directamente de la anemia.
Más importante es la aparición de una neuropatía
óptica retrobulbar con escotomas centrales y paracentrales similares a los descritos en la ambliopía
tabaco-alcóholica.
389
cialmente en áreas urbanas pobres afectando a niños
lactantes alimentados con productos lácteos artificiales no complementados con cítricos o vegetales y a
ancianos que viven solos y cocinan para ellos mismos.
El cuadro clínico del escorbuto en los adultos está
caracterizado en su fase latente por cansancio, debilidad, irritabilidad, pérdida de peso con mialgia y
artralgias. Después aparecen hemorragias en las uñas
y en las encías generalizándose a todo el cuerpo. Se
producen también mala cicatrización de las heridas e
infecciones secundarias. Los folículos pilosos hiperqueratósicos con caída del pelo y hemorragia circundante son patognomónicos.
En los lactantes y en la infancia al principio las
hemorragias cutáneas son raras, aunque pueden aparecen petequias. Las hemorragias subperiósticas producen hinchazón y dolor. Existe una formación anormal de la substancia osteoide y de la dentina que origina hallazgos radiológicos característicos en los
huesos y en los dientes. Las encías aparecen tumefactas y hemorrágicas.
B) Manifestaciones oftalmológicas
C) Tratamiento
Consiste en la inyección parenteral de vitamina
B12 (1.000 mg. al día durante dos semanas seguidas
de dosis de mantenimiento).
VITAMINA C. Acido ascórbico.
La vitamina C es una substancia hidrosoluble que
se encuentra en muchos alimentos, especialmente en
frutas frescas (cítricos) y en legumbres verdes. Sus
funciones más importantes consisten en su participación en la síntesis del colágeno y en la acción antioxidante que ejerce a través de la eliminación de radicales libres.
La ausencia de vitamina C altera la hidroxilación
del procolágeno: el colágeno no hidroxilado no
puede conformarse en la triple hélice necesaria para
la estructura normal de los tejidos. Los colágenos más
afectados en la carencia en vitamina C son aquellos
que contienen más hidroxiprolina y eso es lo que
explica la afectación precoz y general de la adventicia
y de la túnica media de los vasos sanguíneos que se
rompen dando lugar a hemorragias.
A) Manifestaciones generales. Escorbuto
La deficiencia en vitamina C da lugar al cuadro
clínico conocido como escorbuto que aparece espe-
Las manifestaciones oculares están relacionadas
casi exclusivamente con el componente hemorrágico
del escorbuto. Pueden producirse hemorragias en los
párpados, en la conjuntiva, en la cámara anterior, en
el vítreo y en la retina. Las hemorragias orbitarias pueden producir exoftalmos especialmente en los niños
en quienes son frecuentes los hematomas orbitarios
subperiósticos. Estas hemorragias tienen valor pronóstico porque pueden estar asociadas a hemorragias
subaranoideas o intracerebrales que conducen a la
muerte del paciente si no se instaura a tiempo el tratamiento.
Resulta curioso el hecho de que en la carencia en
vitamina C no existan alteraciones en el cristalino ni
en el epitelio corneal aunque sean dos lugares en los
que normalmente existe una concentración muy alta
de ácido ascórbico.
C) Tratamiento
El escorbuto es una enfermedad que puede causar la muerte. Cuando se sospecha su diagnóstico
debe iniciarse inmediatamente su tratamiento.
En el adulto se administran 100 mg. cinco veces
al día por vía oral hasta alcanzar 4 gramos continuando con 100 mg. al día. En los niños y lactantes
se administran 10 ó 25 mg. tres veces al día. Al
mismo tiempo se establece un régimen dietético rico
en vitamina C. Los síntomas desaparecen rápidamente: las hemorragias espontáneas cesan en 24 horas,
390
Manifestaciones oftalmológicas de las enfermedades generales
los dolores musculares se alivian y las encías mejoran
en tres días. Incluso los grandes hematomas mejoran
en diez o quince días.
VITAMINAS LIPOSOLUBLES
VITAMINA A
La vitamina A (retinol) es una substancia liposoluble que interviene en múltiples procesos biológicos
jugando un papel esencial en los mecanismos bioquímicos de la visión y en la diferenciación y mantenimiento de los tejidos epiteliales. El aporte de vitamina A proviene de dos fuentes principales: o bien de
alimentos que contienen vitamina A (hígado, aceites
de hígado de pescados, yema de huevo, mantequilla,
crema de la leche) o bien de alimentos vegetales que
contienen betacaroteno y otros carotenoides que
funcionan como provitaminas. Estos carotenos se
encuentran principalmente en verduras de hojas verdes y en hortalizas y en frutas amarillas (mango,
papaya). En el primer caso (alimentos de origen animal) se ingiere en la forma esterificada (retinilpalmitato) y en el intestino delgado se transforma en la
forma alcohólica (retinol). En el segundo caso los
carotenos son transformados en vitamina A en el
intestino: son desdoblados por una oxigenasa a la
forma aldehído (retinal) y posteriormente a la formula alcohólica (retinol). En la célula intestinal el retinol
se une a ácidos grasos de cadena larga y son transportados por el plasma como quilomicrones que se
acumulan en el hígado en forma de retinil palmitato.
Las necesidades diarias de vitamina A se estiman en
1.000 UI en la persona adulta, 1400 UI en la mujer
embarazada y 400 UI en el niño.
Deficiencia en vitamina A
1. Etiología
A) Primaria: la deficiencia por carencia del aporte
de vitamina A aparece en forma endémica en países
del este y del sur de Asia en los que la dieta está basada en el consumo de arroz que carece de carotenos.
B) Secundaria: se produce por alteraciones en la
absorción o en el almacenamiento de la vitamina A.
Puede ocurrir en el esprúe, en la mucoviscidosis, en la
enfermedad celíaca, en derivaciones duodenales, en
la obstrucción de vías bilares y en la cirrosis hepática.
Aparece frecuentemente en la malnutrición protéicoenergética (marasmo o Kwashiorkor) no sólo por la
deficiencia del aporte sino también porque existe un
defecto en el almacenamiento y transporte de la vitamina A.
2. Cuadros clínicos
2.1. Manifestaciones generales
La gravedad de los efectos de la deficiencia de
vitamina A está inversamente relacionada con la
edad. En los niños puede haber un retraso del crecimiento. En todas las edades existe una propensión a
padecer infecciones. La hiperqueratosis folicular en la
piel es la manifestación de la deficiencia en el epitelio
pero es inespecífica. Por el contrario las manifestaciones oculares (ceguera nocturna, xeroftalmía, queratomalacia) son patognomónicas.
2.2. Manifestaciones oculares
La deficiencia en vitamina A se expresa en el aparato ocular alterando dos procesos metabólicos diferentes.
1) Al afectar el metabolismo de los pigmentos
fotosensibles de la retina origina la alteración funcional conocida como ceguera nocturna (hemeralopia,
nictalopia).
2) Al afectar la síntesis del RNA y de las glicoproteínas necesarias para el mantenimiento del epitelio
de la conjuntiva y de la córnea y del estroma corneal
origina un síndrome conjuntivo-corneal conocido
como xeroftalmía. En la xeroftalmía se produce la pérdida de las células caliciformes de la conjuntiva encargadas de la secreción de mucina y una metaplasia
escamosa de las células del epitelio de la córnea. La
xeroftalmía es la causa más importante de ceguera en
la infancia en los países subdesarrollados.
a) CEGUERA NOCTURNA. NICTALOPIA. HEMERALOPIA.
La ceguera crepuscular es la manifestación más
precoz de la deficiencia en vitamina A. Clínicamente se
expresa como un retraso en la adaptación a la obscuridad. El trastorno puede objetivarse en las alteraciones
que aparecen en el electroretinograma especialmente
cuando se realiza en condiciones escotópicas.
La mala visión en la obscuridad es debido a que
la deficiencia en vitamina A origina una disminución
en la producción de rodopsina. La rodopsina esta
compuesta por vitamina A en forma de retinal y una
opsina que es una proteína que se encuentra en los
segmentos externos de los bastones. La luz incide
sobre el pigmento produciendo un cambio en la configuración espacial del retinal, iniciándose así el
impulso que desde los fotoreceptores llegará hasta la
corteza occipital. La carencia en rodopsina se expresa
como una disminución de la función de los bastones.
El fondo de ojo habitualmente es normal pero se
han descrito alteraciones en la retina consistentes en
manchas blanco-amarillentas que se interpretan
como defectos focales del epitelio pigmentario.
b) XEROFTALMIA. QUERATOMALACIA.
La afectación conjuntivo-corneal es la consecuencia más grave de la avitaminosis A. Pueden diferenciarse cuatro estadios evolutivos:
Capítulo XI. Malnutrición y estados carenciales
1) Xerosis conjuntival.
La conjuntiva aparece seca, engrosada, formando
pequeños pliegues y habiendo perdido su transparencia normal. En este momento la citología por
impresión muestra una alteración evidente de las
células caliciformes. El área afectada se corresponde
con la hendidura palpebral.
2) Manchas de Bitot.
Se trata de unas placas blanquecinas, con aspecto espumoso y forma de triángulo que aparecen en la
superficie conjuntival en el limbo esclerocorneal en
los cuadrantes temporal y nasal. Las placas son fácilmente separadas de la conjuntiva subyacente. Se
trata de restos de células epiteliales queratinizadas. El
aspecto espumoso se achaca a infección sobreañadida por bacterias saprofitas (corynebacterium xerosis).
En un niño menor a cinco años las manchas de Bitot
son patognomónicas aunque no pueda evidenciarse
la hemeralopia. En un adulto pueden deberse a otras
muchas causas pero su asociación a hemeralopia es
un indicador de deficiencia en vitamina A.
3) Xerosis corneal.
En la porción inferior de la córnea aparece una
queratitis punctata superficial. Aparecen más tarde
opacidades superficiales queratinizadas con neovasos
que llegan desde el limbo. El cuadro puede evolucionar hacia la formación de úlceras superficiales bien
delimitadas con edema en el estroma subyacente.
4) Queratomalacia.
La córnea seca y queratinizada puede sufrir un
proceso agudo que conduce a su necrosis. En el
estroma se produce una infiltración masiva de polimorfonucleares que liberan enzimas colagenolíticas. La córnea aparece como una masa blanquecina de consistencia gelatinosa (melting corneal) que
se ulcera y se perfora. El iris oblitera las perforaciones provocando glaucoma secundario y estafiloma
corneal.
El proceso de la queratomalacia ocurre bruscamente y en pacientes con estados graves de malnutrición general en los que aparece asociada una
enfermedad infecciosa aguda.
Al tener carácter bilateral es causa de ceguera
total. La queratomalacia es también un importante
marcador de mortalidad.
En los niños que la padecen y que no reciben cuidado médico la tasa de mortalidad se estima entre un
50% y 90%.
3 Cuadros clínicos
El diagnóstico clínico se basa en una historia de
aporte inadecuado o de posible malabsorción, en la
ceguera crepuscular y los signos de xerosis. Cuando
sólo existe ceguera crepuscular deben descartarse las
391
afecciones que pueden producirla (retinosis pigmentaria, coroideremia, distrofia progresiva de conos y
bastones, ceguera nocturna congénita, síndrome de
Refsum, consumo de algunas drogas como cloroquina, ergotamina, marihuana, mescalina).
Diagnóstico de laboratorio:
Los niveles plasmáticos de retinol sólo disminuyen
cuando ya se han agotado las reservas hepáticas. Los
valores normales oscilan entre 200-500 mgr., los
niveles por debajo de 200 mgr. se consideran bajos y
los inferiores a 100 mgr. se consideran deficientes.
El diagnóstico se confirmara con la prueba terapéutica: la administración de una dosis terapéutica
haría desaparecer los síntomas y los signos en los
periodos iniciales de la enfermedad.
4. Tratamiento
El tratamiento consiste en la administración de
30.000 UI de vitamina A durante una semana, o de
100.000 UI durante tres días. La ceguera nocturna y
las alteraciones conjuntivales leves remiten recuperándose la normalidad. Las lesiones corneales graves
constituyen una urgencia terapéutica y deben ser tratados con dosis más altas (20.000 UI por kilo y día
durante cinco días).
5. Hipervitaminosis A
El consumo excesivo de vitamina A puede causar
alteraciones generales como dolores intermitentes en
huesos y articulaciones, cefaleas, fatiga, alopecia,
anemia, hepatoesplenomegalia, sequedad en la piel.
Desde el punto de vista oftalmológico interesa especialmente el cuadro del pseudotumor cerebri caracterizado por cefalea, estasis papilar bilateral y, en algunos casos, diplopia horizontal.
También debe tenerse en cuenta que dosis altas
de vitamina A y de retinoides resultan claramente
teratógenos durante el embarazo originando abortos
precoces y malformaciones importantes.
Pero debe resaltarse que no se ha referido ninguna muerte por hipervitaminosis A aunque se han relatado casos en los que han recibido 100.000 unidades
diarias durante 5 años o 1 de unidades diarias durante 25 días. La dosis más pequeña que ha producido
síntomas en un adulto ha sido 50.000 unidades diarias durante 18 meses.
La ingesta excesiva durante mucho tiempo de
vegetales conteniendo carotenoides puede producir
el depósito de pigmento amarillo en la piel especialmente en la cara y en las palmas de las manos. Contrariamente a lo que ocurre en la ictericia el color
amarillo no aparece en la conjuntiva.
392
Manifestaciones oftalmológicas de las enfermedades generales
VITAMINA D. Calciferol
La vitamina D esta constituida por un grupo de
esteroides liposolubles relacionados con el metabolismo del calcio y del fósforo. Dos son las formas principales: la vitamina D2 que se encuentra en las levaduras y la vitamina D3 que se forma en la piel por la
exposición a la radiación ultravioleta de la luz solar y
que se encuentra en el aceite de hígado de pescados,
en la leche y en los huevos. En condiciones normales
la fuente principal de vitamina D es la que se produce en la piel.
La deficiencia en vitamina D produce en los niños
la enfermedad metabólica ósea conocida como raquitismo y en los adultos la osteomalacia. No existen
manifestaciones oftalmológicas producidas por deficiencia de vitamina D.
Durante algún tiempo se achacó a la avitaminosis
D la aparición de cataratas zonulares pero hoy se sabe
que son debidas a los bajos niveles del calcio en suero
y no directamente al déficit en vitamina D. Por el contrario la ingestión excesiva de vitamina D puede producir calcificaciones en la córnea (queratopatía en
banda), en la conjuntiva y en la esclera.
VITAMINA E. Tocoferol
El grupo de la vitamina E incluye varios tocoferoles de los cuales el más activo es el alfa-tocoferol. Son
sustancias liposolubles que se encuentran en los aceites vegetales y en algunas legumbres.
Su carencia en el ser humano es excepcional.
Puede aparecer en lactantes que reciben dieta con
gran abundancia de aceites insaturados y en adultos
con síndromes de malabsorción especialmente si cursan con esteatorrea.
El déficit en vitamina E puede causar ataxia y
otras alteraciones neurológicas por alteración de los
tractos motores y sensoriales de la médula espinal.
Puede producir infertilidad, abortos espontáneos,
debilidad muscular, miopatía cardíaca y anemia.
Las alteraciones oftalmológicas producidas por
déficit de vitamina E no existen o son muy infrecuentes. Han sido descritas oftalmoplegía y retinosis pigmentaria.
La vitamina E es un antioxidante muy potente y
protege a los lípidos de las membranas celulares del
ataque de los radicales libres producidos por la peroxidación lipídica.
En oftalmología ha sido utilizado como medicamento aunque no exista evidencia de déficit.
Puesto que la vitamina E se encuentra en los fotorreceptores y dado que la carencia en el animal de
experimentación produce degeneración retiniana ha
sido utilizado como protector de los fotorreceptores
en la degeneración macular asociada a la edad y en
la retinopatía pigmentaria. También ha sido utilizada
en la retinopatía de la prematuridad. También se le
reconoce una posible acción preventiva de la aterogénesis. Por esta razón ha sido utilizada como medicamento en el tratamiento de la degeneración macular asociada a la edad.
La luz activa en la mácula reacciones oxidativas
que producen en la membrana de los fotorreceptores
radicales libres y peroxidación de los lípidos. La repetición durante mucho tiempo de estos insultos provocados por la luz podría ser la causa de los trastornos
degenerativos.
VITAMINAS Y MICRONUTRIENTES COMO
SUPLEMENTO NUTRICIONAL
EN OFTALMOLOGÍA
En los últimos años se ha generalizado el consumo de preparados conteniendo vitaminas antioxidantes, carotenoides y oligoelementos minerales con la
pretensión de que podrían prevenir la aparición de la
degeneración macular asociada a la edad y la opacidad senil del cristalino. El supuesto teórico de esta
medicación radica en que sus componentes actuarían
como agentes antioxidantes neutralizando los radicales libres ( oxidrilos, anión superóxido, oxígeno libre)
que se liberan en el llamado «stress oxidativo». En la
patogenia de la degeneración macular asociada a la
edad el stress oxidativo podría jugar un papel preponderante tanto por los procesos fotoquímicos que
acompañan a la absorción de la luz como por el alto
nivel de producción y consumo de energía que se
necesita para la fagocitosis de los segmentos externos
de los fotorreceptores. El carácter multifactorial tanto
de la degeneración macular como de la opacificación
del cristalino hace muy difícil valorar el efecto real de
estos tratamientos y todavía no hay evidencia sobre
su utilidad.
Los preparados suelen contener vitaminas (A, C, E)
carotenoides y oligoelementos minerales (cinc, selenio). En algunos se incluye luteína un carotenoide que
se encuentra en la mácula en una alta concentración
y a la que se atribuye la capacidad de proteger contra
los efectos nocivos de la absorción de la luz.
Las concentraciones a las que se encuentran los
distintos componentes se relacionan con los mínimos
requerimientos para cada uno de ellos y por eso su
consumo no plantea problemas de toxicidad o de
efectos colaterales. Debe recordarse sin embargo que
el aporte de antioxidantes suele ser suficiente en una
dieta normal que incluya una cantidad razonable de
fruta y de vegetales verdes.
Cuestión diferente es el uso de megadosis de
vitaminas tal como se ha recomendado en la retinosis
Capítulo XI. Malnutrición y estados carenciales
pigmentaria (vitamina A) y en la retinopatía de la prematuridad (vitamina E).
Los oligoelementos minerales más utilizados
como antioxidantes añadidas a los preparados polivitamínicos han sido el cinc y el selenio.
El cinc es un componente esencial de la superóxido dismutasa y catalasa, dos de las enzimas antioxidantes más importantes. La deficiencia en cinc origina un cuadro similar de la avitaminosis A porque la
conversión de retinol en retinal necesita la presencia
de cinc. Algunos estudios han indicado que un suplemento de cinc en la dieta podía prevenir la evolución
de la catarata o de la DMAE pero ese beneficio no ha
sido confirmado.
El selenio es necesario para el funcionamiento de
la glutatión peroxidasa, la enzima que cataliza la
degración del ión peróxido. Esa es la razón teórica de
su uso como antioxidante.
MALNUTRICIÓN. ESTADOS CARENCIALES.
MALABSORCIÓN
Los estados carenciales están producidos por una
discordancia entre las necesidades de nutrientes y
energía que tienen los tejidos y el aporte que les llega
a través de la sangre.
Este desequilibrio puede deberse a causas exógenas (hambre en los países subdesarrollados, anorexia,
ayuno voluntario, dietas inadecuadas en ancianos,
enfermos crónicos, poblaciones marginadas). En los
vegetarianos que sólo evitan la carne no se presentan
problemas nutricionales. Pero en los que tampoco
comen pescado, leche o huevos puede existir déficit
en vitamina B12 y en elementos como hierro, calcio y
cinc. En el mundo desarrollado las carencias nutricionales se deben con mayor frecuencia a causas endógenas como la alteración de la digestión de los alimentos y más específicamente de su absorción en el
intestino.
En la malnutrición proteico energética una dieta
de excesivas calorías no proteicas produce el cuadro
conocido como Kwashiorkor que se expresa con pérdida de peso, atrofia del tejido adiposo subcutáneo y
de la masa muscular, edema generalizado, dermatosis escamosa, pérdida del color del cabello.
En los síndromes de malabsorción las manifestaciones dependen de la gravedad de la enfermedad
que provoca la malabsorción. Los signos son muy
variados y se añaden a los de la enfermedad primaria.
Una pérdida progresiva e importante de peso asociada a diarrea y a anemia deben establecer la sospecha
de una malabsorción.
En las grandes alteraciones nutricionales las manifestaciones oftalmológicas más importantes son la
xeroftalmía y la ambliopía nutricional a las que ya
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hemos hecho referencia en este mismo capítulo (ver
capítulo VIII).
En los últimos años ha tenido especial interés la
neuropatía óptica epidémica que se produjo en Cuba
entre los años 1992-1995 y en la que fueron documentados más de 2.000 casos. El cuadro clínico se
caracterizó por disminución rápida e importante de la
agudeza visual (la pérdida máxima se producía entre
3 y 30 días) con escotoma central o centrocecal bilateral y simétrico cuya extensión no sobrepasaba los 5°
y con alteración de la visión cromática. Muchos
pacientes presentaron fotofobia y caso todos refería
mejoría de su visión en la penumbra. En el fondo de
ojo la retina tenía aspecto normal y la papila óptica
podía aparecer normal, hiperémica o pálida. Un 26%
de los pacientes con neuropatía también presentaban
polineuropatía.
En lo que se refiere a su etiología la enfermedad
se relacionó con la dificultad en adquirir alimentos de
alto valor proteico y vitamínico que padeció la mayoría de la población como consecuencia de la crisis
económica que afectó al país desde 1989 al desaparecer la ayuda de la antigua URSS. Un 30% de los
pacientes mostraban signos carenciales (piel seca,
hiperqueratosis, glositis, queliosis) pero sin alcanzar
especial gravedad.
La neuropatía se consideró como «tóxico-nutricional» ya que en la población estudiada se demostró
una ingesta en proteínas y vitaminas inferior al 50%
de las dosis recomentadas y una asociación con el
hábito de fumar. Se interpretó como un cuadro similar a la ambliopía tabaco-alcohólica clásica.
Los pacientes estarían desprotegidos frente al
stress oxidativo y a la destoxificación del cianuro. La
mejoría evidente de la neuropatía al normalizar la
dieta y administrar aminoácidos azufrados, vitamina
B6, vitamina B12 y ácido fólico confirma el carácter
nutricional de la enfermedad.
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