Los sistemas de riego y las semillas mejoradas

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LOS SISTEMAS DE RIEGO Y LAS SEMILLAS MEJORADAS
EN LA AGRICULTURA MODERNA
Ing. Eugenio Cedillo Portugal1
Lic. María Luisa Calzada Sandoval1
1
UNAM. Facultad de Estudios Superiores Aragón. Académicos de la Licenciatura en Planificación para el
Desarrollo Agropecuario.
ÍNDICE
PÁG.
INTRODUCCIÓN
2
OBJETIVOS
3
1. IMPORTANCIA DEL AGUA EN LAS PLANTAS
3
2. EL RIEGO EN LA AGRICULTURA
2.1 El concepto de riego agrícola.
4
4
3. EVOLUCIÓN DE LA AGRICULTURA
4
4. EL MEJORAMIENTO GENÉTICO DE LAS PLANTAS
4.1 El mejoramiento tradicional de las plantas.
4.1.1 Variedades criollas.
4.1.2 Variedades sintéticas o de polinización libre.
4.1.3 Híbridos.
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6
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7
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5. LA BIOTECNOLOGÍA
5.1 Las variedades transgénicas.
8
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6. LOS SISTEMAS DE RIEGO EN LA AGRICULTURA
MODERNA Y SUS TÉCNICAS DE APLICACIÓN
6.1 Métodos de riego por gravedad.
6.1.1 Riego por gravedad por tubería multicompuertas.
6.2 Métodos de riego por aspersión y microaspersión.
6.2.1 Sistema de aspersión portátil.
6.2.2 Sistema de aspersión de avance lateral.
6.2.3 Sistema de aspersión por pivote central.
6.2.4 Sistema de aspersor único o cañón.
6.3 El riego por goteo
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CONCLUSIONES
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BIBLIOGRAFÍA
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INTRODUCCIÓN
Con un esfuerzo notable del hombre, el mundo cuenta actualmente con 250 millones de
hectáreas bajo riego, de las cuáles más de la mitad requieren de trabajo de rehabilitación y
de modernización. Los cultivos bajo riego proporcionan más del 60% de los alimentos que
se consumen en el mundo, y sobre todo tienen un papel fundamental en la soberanía
alimentaria de cualquier País. Se reconoce que los conflictos futuros por el agua van a
ocupar un lugar más importante, tanto a nivel internacional, como nacional, regional o
sectorial (Contijoch, 2001).
Los cultivos bajo riego ocupan más del 80% del consumo de agua a nivel mundial, y de
acuerdo con las estimaciones de la FAO, para alcanzar a suministrar los alimentos y
productos que demanda el crecimiento demográfico en el mundo, donde cada año se
incrementa en 90 millones de habitantes (prácticamente la población nacional), el consumo
de agua crecerá en un 40% hacia el año 2025.
En México, la superficie agrícola abarca un total de 22 millones de hectáreas, de las cuales,
15.7 millones de hectáreas, corresponden a la superficie de temporal y 6.3 millones bajo
riego. De la superficie de temporal, 13.5 millones de has son de temporal de baja
productividad, y sólo 2.2 millones has son de temporal tecnificado (CNA, 2001).
La superficie de temporal de baja productividad se caracteriza por la siembra de especies
básicas como el maíz y el fríjol, uso de semillas criollas, temporales irregulares y de escasa
precipitación, donde el destino final de la producción es el autoconsumo. La superficie de
temporal tecnificado, corresponde a regiones del país con temporal abundante y bien
distribuido, donde se siembran cultivos como maíz, hortalizas y frutales, que se
caracterizan por el uso de semillas mejoradas, mecanización de algunas labores de cultivo
y/o cosecha, y donde el destino final de la producción es principalmente para el mercado
regional y/o nacional.
En lo que respecta a la superficie bajo riego en México, hasta el año 2000, el 92.3% utiliza
riego tradicional y únicamente el 7.7% tiene algún tipo de riego tecnificado (Mendoza,
2001). El riego tradicional consiste en llevar el agua por gravedad dentro de la parcela, se
caracteriza por su baja eficiencia (40% en promedio, que incluye la conducción, la
distribución y el riego parcelario), utilizado principalmente en cultivos básicos mejorados
como maíz, trigo y arroz, así como en caña de azúcar y en algunas hortalizas. El riego
tecnificado incluye al riego por gravedad mejorado (sifones y multicompuertas), riego por
aspersión y al riego localizado (goteo), se caracteriza por una alta eficiencia de aplicación
de agua (más del 90%), inversión inicial alta y recomendado para cultivos de alto valor
comercial como las hortalizas, flores y algunos frutales.
Los cultivos bajo riego generan el 54% del volumen de la producción agrícola nacional, y
el 70% de los productos agrícolas exportados son producidos bajo algún sistema de riego
(Palacios, 1998).
Para poder incrementar la productividad del sector agrícola, es necesario utilizar el agua de
forma eficiente, esto únicamente puede realizarse a través del riego, sembrar semillas de
alto potencial genético, hacer un uso racional del suelo y mejorar en general todas las
técnicas de manejo de los cultivos; para ello es necesario un apoyo planificado del
3
gobierno y centros de investigación, con recursos económicos, asesoría y capacitación en
toda la cadena productiva.
Las semillas de alto potencial genético pueden ser generadas a partir del mejoramiento
genético tradicional (selección, cruzamiento e hibridación) que incluye la obtención de
variedades e híbridos; y por supuesto actualmente por la manipulación genética que da
origen a las semillas transgénicas.
OBJETIVOS.
a) General.
-
Conocer y describir los diferentes sistemas de riego utilizados en los cultivos
agrícolas que usan variedades mejoradas.
b) Específicos.
-
Reconocer la importancia del uso eficiente del agua en la agricultura.
Conocer y describir las diferentes técnicas de mejoramiento genético de las plantas
cultivadas.
Ampliar el conocimiento de la utilización de variedades transgénicas
1. IMPORTANCIA DEL AGUA EN LAS PLANTAS.
El agua es uno de los componentes más importantes de todos los organismos vivientes.
Específicamente en las plantas, es el principal constituyente, ya que representa 80% o más
del peso de las plantas herbáceas y alrededor de 50% de las leñosas. Además de ser una
parte fundamental, constituye el medio de transporte de los nutrientes que provienen del
suelo y en el proceso fotosintético el agua se combina con el dióxido de carbono para
constituir la biomasa, es decir la planta misma. A pesar de que el agua es parte
fundamental de la planta, el consumo mayor de éste, no es en la formación de tejidos
vegetales, sino en el proceso de transpiración. Se estima que en la mayoría de los cultivos
agrícolas el agua evapotranspirada durante su desarrollo representa más del 95% del
consumo de éste elemento (Palacios, 1998).
La transpiración de las plantas constituyen un importante proceso para su desarrollo, el
cual se puede describir brevemente de la siguiente forma: El agua almacenada en el suelo,
dentro de la zona de exploración de las raíces de las plantas, penetra a éstas por los pelillos
absorbentes de la raíz, debido a la diferencia de potencial hídrico, o diferencia de presión,
la cual generalmente es mayor en el suelo que en la planta. Posteriormente se mueve por el
xilema de la planta, también por diferencia de potencial, hasta llegar a las hojas y sale por
los estomas (pequeños orificios que abundan principalmente en el envés de las hojas), de
donde se evapora por efecto de la energía radiante. Parte del agua almacenada en el suelo,
se evapora directamente de éste, principalmente cuando la cubierta vegetal no la cubre en
su totalidad, por ésta razón, se dice que los cultivos evapotranspiran. Por esta situación, el
agua del suelo debe ser continuamente renovada por la lluvia o a través del riego.
4
2. EL RIEGO EN LA AGRICULTURA.
Sin duda, la incorporación del riego en la agricultura impulsó en gran medida la
producción y la calidad de las cosechas, además aseguró la obtención de las mismas y la
planificación de las siembras en diferentes épocas del año. Ya que si se depende
únicamente de la precipitación pluvial y ésta es insuficiente, o se encuentra mal distribuida
en el tiempo y en el espacio, se presentarán deficits de humedad, que afectaran el
desarrollo y por lo mismo el rendimiento de los cultivos agrícolas.
Uno de los factores de riesgo más significativos en la agricultura es el clima y como
elemento importante de éste, la lluvia que suministra el agua necesaria para el desarrollo de
los cultivos. Raramente la cantidad de agua que la lluvia aporta a los cultivos es adecuada
para un buen desarrollo; aun en las zonas húmedas, es común que durante uno o más
periodos de la época de crecimiento de dichos cultivos, el agua precipitada sea insuficiente
para satisfacer la demanda.
Particularmente en México, la distribución de la lluvia en el tiempo y en el espacio es
inadecuada para lograr cosechas económicamente viables. En efecto, la mayor parte de los
estudios climatológicos concuerdan en el hecho de que tres cuartas partes del país se
considera árido o semiárido; así, en un 42% del territorio nacional, la precipitación pluvial
anual es menor de 500 mm, con el agravante de que en 80% del área, la lluvia se concentra
en cinco meses durante el verano, y además es común que se presente un periodo
importante de sequía estival en agosto. Por otra parte, la demanda evapotranspirativa en
México es de las mas altas del mundo, con un promedio de 1500 mm anuales, poco más
del doble de la lluvia promedio (Palacios, 1998). De lo anterior se deduce que la mayor
parte del territorio nacional el riego es necesario. Orive de Alba (1970) indica que en
62.8% del país el riego es indispensable, en 31.2 necesario y aún en 6% restante puede ser
conveniente.
En general, la agricultura de riego es más productiva que la de temporal o secano. De
acuerdo con las estadísticas agrícolas nacionales, la productividad media de la tierra en las
zonas de riego es más de tres veces que en las de temporal o secano. Esta situación no
prevalece únicamente en México, en los Estados Unidos de América, también se observan
incrementos sustanciales en los rendimientos, en promedio las áreas con riego son 3.5
veces más productivas que las de temporal, diferencia mayor que la observada en México;
así, en una encuesta realizada en 22 estados E.U.A. se tienen aumentos hasta de más de
400% en los cultivos regados (Turner y Anderson, 1980).
De acuerdo a Palacios (1998), las razones por la que los rendimientos aumentan cuando los
cultivos se riegan apropiadamente son varias, entre las que destacan por lo menos cuatro:
1) seguridad de un buen desarrollo de los cultivos sin deficits hídricos, 2) pueden crecer
más plantas por hectárea, 3) un uso más eficiente de los fertilizantes y 4) pueden utilizarse
mejores variedades de plantas, las cuales se han desarrollado para la agricultura de riego.
2.1 El concepto de riego agrícola.
Para regar un cultivo, el agricultor de riego, debe formularse cuatro preguntas
fundamentales; las respuestas concretas y cuantitativas a estas preguntas permiten el uso
eficiente y racional del agua, ya que definen la tecnología de riego a utilizar en cada
situación (una combinación específica de suelo, cultivo y clima). De acuerdo a Gurovich
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(1999), las cuatro preguntas fundamentales son: 1) ¿Por qué regar?, aquí se define el
beneficio económico que se espera obtener al incorporar un terreno de temporal al riego. 2)
¿Cuándo regar?, responde a la frecuencia y los criterios para definir cuando regar. 3)
¿Cuánto regar?, se define el tiempo y el volumen de agua a utilizar en una unidad de riego
y 4) ¿Cómo regar?, responde a la forma de aplicar el agua al suelo, lo que constituye el
método de riego.
La respuesta concreta, oportuna y planificada a las interrogantes anteriores evitará la
pérdida de agua, el lavado de nutrientes, bajos rendimientos de los cultivos y pérdidas
económicas en la unidad de producción.
El concepto de riego agrícola está asociado directamente con los señalamientos anteriores,
pero específicamente con el agua en el suelo y las plantas cultivadas. De tal manera que
Gurovich (1999) lo define de la siguiente manera: El riego es la aplicación oportuna y
uniforme de agua a un perfil de suelo para reponer en éste, el agua consumida por los
cultivos entre dos riegos consecutivos.
3. EVOLUCIÓN DE LA AGRICULTURA.
La agricultura se originó cuando el hombre empezó a cultivar las plantas. Antes de esto, la
gente obtenía su alimento por medio de la caza, la pesca y la recolección de frutos y
plantas comestibles silvestres. Los cereales, verduras y frutales se podían encontrar como
plantas individuales o en pequeños grupos. Los pueblos primitivos recolectaban las plantas
tanto por sus propiedades medicinales, cosméticas o afrodisíacas, como por su valor
alimenticio. Ciertos testimonios indican que ya 7,000 años A.C. las mujeres habrían
empezado a cultivar unas pocas plantas silvestres, las cuales habrían probado y encontrado
comestibles (Halfacre y Barden, 1984). A medida que pasó el tiempo, fueron recolectadas,
cultivadas y propagadas más plantas, normalmente por medio de semillas; también, debido
a que el tiempo de crecimiento de cualquier cultivo era limitado y los pueblos primitivos
no disponían de muchos medios para preservar o almacenar la comida de una estación a
otra, fue necesario descubrir cultivos comestibles que maduraran en tiempo de crecimiento
corto. Durante miles de años, la selección y propagación de los mejores cultivos
productores de alimentos, dio como resultado plantas superiores a sus ancestros silvestres;
éste fue el principio de la domesticación de las plantas.
Durante siglos, la muerte por inanición era común, hasta que los pueblos fueron
descubriendo y perfeccionando poco a poco, métodos de preservación de alimentos. Esto
hizo a los seres humanos más independientes de las fuerzas naturales. Cuando los grupos
humanos se dieron cuenta de ésta situación, dejaron de ser nómadas y empezaron a
construir pueblos y ciudades. De esta manera, las civilizaciones antiguas fueron
básicamente agrícolas, cultivando principalmente las planicies fértiles como el valle de los
ríos Éufrates, Tigres y Nilo hace más de siete mil años (Halfacre y Barden, 1984).
6
4. EL MEJORAMIENTO GENÉTICO DE LAS PLANTAS CULTIVADAS.
La agricultura comercial con bases científicas es en realidad una invención del siglo XX.
Hasta el siglo XIX, el mejoramiento de las cosechas estaba en manos de los campesinos.
En esa época, el desarrollo de nueva maquinaria agrícola, hizo posible cultivar mayores
predios e hizo posible la preparación de mejores plantas, la mejor conservación y
utilización de la humedad del suelo y mejoró las prácticas de siembra y control de malezas,
resultando en modestos incrementos en rendimiento (Bourlaug y Enkerling, 1997).
Hacia el año de 1930, mucho del conocimiento científico necesario para la producción
agrícola de alto rendimiento se encontraba disponible en los Estados Unidos, pero su
utilización fue retrasada por la Gran Depresión Económica de los años treinta, que paralizó
la economía agrícola mundial. No fue sino hasta que la Segunda Guerra Mundial generó
una gran demanda de alimentos para apoyar el esfuerzo de los aliados, que los nuevos
hallazgos de investigación empezaron a aplicarse ampliamente, primero en los Estados
Unidos y después en muchos otros países. Al terminar la guerra, gran parte de la planta
industrial dedicada a fines bélicos se dedicó al desarrollo e implementación de tecnología
agropecuaria.
Mediante la aplicación de los nuevos conocimientos en fitogenética, fitopatología,
fisiología vegetal, entomología y tecnología agrícola, los científicos han podido desarrollar
rápidamente variedades mejoradas de maíz, trigo, arroz y otros cultivos alimenticios. Los
agrónomos y edafólogos han desarrollado mejores sistemas de producción agrícola con el
uso de éstas variedades mejoradas, en combinación con el aumento global de diez veces en
el uso de fertilizantes químicos, control más efectivo de malezas, enfermedades e insectos
y un mayor apoyo en irrigación y/o mejores técnicas de conservación de humedad. Todo
ello a permitido que la producción mundial de alimentos aumente más rápidamente que la
población global durante las últimas décadas.
En ningún cultivo es más evidente este proceso de modernización que en el maíz. En 1940,
los agricultores estadounidenses produjeron 56 millones de toneladas de maíz en
aproximadamente 31 millones de hectáreas, con un rendimiento promedio de 1.8 ton/ha.
Durante 1992, la producción fue de 230 millones de toneladas de maíz en
aproximadamente 28 millones de hectáreas, con un rendimiento promedio de 8.2 ton/ha.
Este aumento de 311 por ciento en el rendimiento durante los últimos cincuenta años (y
que continúa creciendo), es el resultado de una agricultura científica (Bourlaug y
Enkerling, 1997).
4.1 El mejoramiento tradicional de las plantas.
El mejoramiento de las plantas cultivadas (fitomejoramiento) ha sido realizada de forma
empírica por todos los agricultores del mundo a través de diferentes épocas, básicamente se
ha utilizado la técnica de selección por la observación de caracteres deseables, también se
han aprovechado las cruzas accidentales de plantas y por medio de los intercambios
comerciales entre las diferentes culturas. Todo esto ha traído como consecuencia una gran
diversidad genética de las plantas cultivadas que a sido aprovechada por los
fitomejoradores científicos para obtener mejores genotipos.
El fitomejoramiento tiene sus bases en los experimentos realizados hace más de un siglo
por Gregorio Mendel, en los que concluyó que las características de los organismos están
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dadas por factores discretos heredables (genes), y no son resultado, como se creía
anteriormente de la mezcla azarosa de las cualidades de los progenitores. Con este
conocimiento comenzó, entre los cultivos de mayor importancia, el método tradicional de
producción de cultivares mejorados mediante selección y cruzas dirigidas entre individuos
de la misma especie o de especies estrechamente relacionadas. Los individuos
sobresalientes son seleccionados en ciclos subsecuentes de cultivo, hasta que después de
numerosos eventos de cruzas y retrocruzas, aunadas a laboriosas pruebas de campo, se
obtiene una generación portadora de la característica deseada que es reconocida como una
nueva variedad. Todo el proceso de selección va acompañado de colectas, tanto de semillas
como de plantas completas, que son almacenadas en bancos de germoplasma quedando a
disposición para posteriores usos. Es destacable mencionar, que una importante limitante
de todo proyecto de producción de nuevas variedades vegetales es la incompatibilidad
sexual entre las especies de plantas seleccionadas como progenitores y que si la
divergencia genética entre las especies involucradas es muy grande, la probabilidad de
obtener semillas viables de tal cruza es muy baja y mayor será el número de generaciones
requerido para incorporar en la progenie el carácter elegido (Herrera y Martínez, 2004).
Del fitomejoramiento tradicional se han obtenido los siguientes grupos de variedades
mejoradas:
4.1.1 Variedades criollas.
Este grupo de semillas corresponde a las que obtiene el agricultor de su propia cosecha, por
lo cual existen miles de variedades criollas de las distintas especies. El agricultor
selecciona las mejores semillas con base en sus características y las de la planta que la
produjo, las semillas seleccionadas se mezclan y de ésta se toman las que van a ser usadas
el ciclo de siembra siguiente (Robles, 1983). Este grupo de semillas se caracterizan por
estar adaptadas específicamente a ciertas condiciones ecológicas, por ejemplo, en el caso
de maíz, se tienen variedades criollas para climas templados, tropicales y secos; sin
embargo, la capacidad productiva de estas semillas es baja comparada con las variedades
sintéticas e híbridos y la calidad de la semilla no está garantizada, pues no tiene un proceso
de certificación. La semillas criolla es utilizada por la agricultura de subsistencia y
tradicional, que se caracteriza por la siembra de pequeñas parcelas, en condiciones de
temporal, baja o escasa utilización de fertilizantes y plaguicidas, y donde el destino final de
la producción es el autoconsumo.
4.1.2 Variedades sintéticas o de polinización libre.
Se refieren a aquel grupo de semillas que han sido producidas por un genetista, utilizando
la técnica de selección, cruza y retrocruza, para ello el investigador realiza una infinidad de
ensayos y pruebas experimentales para encontrar la mejor combinación de caracteres
deseables de las plantas cultivadas. En la producción comercial de este tipo de semillas, la
pureza genética se controla con el proceso de certificación. El objetivo principal de la
certificación es proteger las cualidades genéticas de una variedad, para ello se aplican
normas de producción, con respecto al aislamiento, presencia de plantas fuera de tipo y la
calidad de la semilla cosechada (Hartmann y Kester, 1985). Este tipo de variedades se
caracterizan por ser más productiva que las criollas, además tienen la ventaja de que
pueden utilizarse en ciclos de siembra posteriores, siempre y cuando se mantenga una
excelente sanidad en las mismas y no exista contaminación genética de otras parcelas.
Pueden utilizarse bajo condiciones de riego y temporal, pero requieren de insumos
8
mejorados, como fertilizantes y plaguicidas. Las variedades sintéticas o de polinización
libre fueron las primeras semillas mejoradas por los genetistas profesionales, por lo cual
tuvieron su auge con la llegada de la famosa “Revolución Verde”, sin embargo, con la
aparición de las variedades híbridas, han sido poco a poco desplazadas del mercado.
4.1.3 Híbridos.
Este grupo de semillas se obtienen por la cruza de dos o más líneas puras dentro de una
misma especie. Una línea pura se refiere a individuos que descienden de un solo individuo
autógamo (Brauer, 1983). Los híbridos se han convertido en una categoría de plantas
cultivadas de importancia creciente, siendo la generación F1 (la primera) la que se ocupa
comercialmente. Las plantas producidas son muy heterocigóticas pero presentan un
aspecto uniforme y muchas muestran un vigor híbrido y otras cualidades ventajosas,
siempre que la semilla se haya seleccionado de la forma adecuada. En la generación
siguiente (f2) y en las sucesivas, el híbrido se deteriora con gran rapidez, las plantas no
mantienen el vigor y el grupo presenta mucha variabilidad (Hartmann y Kester, 1985). Es
por ello que ciclo tras ciclo, el agricultor tendrá que comprar las semillas para seguir
produciendo con calidad. Los híbridos son producidos por genetistas profesionales y la
semilla comercial es certificada. También es importante señalar, que los híbridos son más
productivos que las variedades sintéticas o de polinización libre, además la mayoría de
ellos cuentan con resistencia a factores ambientales y/o a plagas y enfermedades, y poseen
alguna cualidad especifica, por ejemplo, precocidad, color, uniformidad del fruto, etc. Sin
embargo, para obtener el máximo potencial genético las semillas híbridas se requiere de la
aplicación de un paquete tecnológico eficiente, que incluya la mecanización de la siembra,
aplicación de fertilizantes, manejo eficiente del agua y aplicación de plaguicidas. Este tipo
de semillas están recomendados para la agricultura comercial, para grandes productores y
bajo condiciones de riego.
5. LA BIOTECNOLOGÍA.
El mejoramiento tradicional de las plantas, tiene sus límites. En primer lugar, sólo las
plantas de la misma especie o de especies cercanas relacionadas pueden entrecruzarse, por
lo que las fuentes de rasgos potencialmente deseables son muy restringidas. En segundo
lugar, aislar individuos que tengan sólo características favorables es muy difícil, consume
una gran cantidad de tiempo (12 a 15 años) y en ocasiones no se consiguen los resultados
esperados (AgroBIO México, 2003). Las complicaciones pueden surgir porque el
mejoramiento tradicional involucra cruzas y selección de individuos. Durante la cruza, los
genes de las plantas progenitoras se combinan de manera azarosa, así que tanto los rasgos
deseables como los no deseables pueden expresarse en la progenie. Para eliminar los
rasgos no deseables, el genetista debe emplear una gran cantidad de tiempo para hacer
cruzas inversas, así como utilizar nuevas plantas progenitoras a lo largo de varias
generaciones. Ante este panorama, la biotecnología se convierte en una alternativa viable
para obtener más rápidamente y con mayor seguridad plantas cultivadas mejoradas con
caracteres deseables.
En su sentido más amplio, la biotecnología es un conjunto de técnicas que emplean
organismos vivos, moléculas o procesos biológicos para desarrollar nuevos productos,
proporcionar servicios o resolver problemas específicos. Sin embargo, en los últimos años
se han incorporado como elementos centrales de la biotecnología, técnicas de ingeniería
genética, tecnología del ADN recombinante (ADNr) y modificación genética, lo que hace
9
de ésta una actividad productiva multidisciplinaria (AgroBIO México, 2003). En el caso de
la biotecnología aplicada al mejoramiento de las plantas cultivadas se le llama
biotecnología vegetal.
Existen tanto similitudes como diferencias entre el mejoramiento tradicional y la
biotecnología vegetal. Cuando se emplea biotecnología vegetal en los programas de
mejoramiento, el objetivo es el mismo; mejorar las características de la semilla de tal
manera que las plantas resultantes posean rasgos mejorados, como una mayor resistencia a
plagas, mayor rendimiento y mejores características nutricionales. La diferencia principal
entre las dos técnicas estriba en la forma en la que se logra este objetivo.
La biotecnología vegetal permite la transferencia de información genética de una manera
más precisa. A diferencia del mejoramiento tradicional de plantas, que involucra la cruza
de cientos de miles de genes, las herramientas de la biología molecular permiten la
transferencia de uno o unos cuantos genes, con lo cual se logra la transferencia exclusiva
de la característica que se desea en un menor tiempo posible, y ésta puede entonces ser
transmitida a generaciones posteriores.
A través de la biotecnología vegetal se obtienen los organismos vivos modificados
(OGMs), que se refiere a cualquier organismo vivo que posee una combinación nueva de
material genético que se haya obtenido mediante la aplicación de la biotecnología moderna
(Protocolo de Cartagena, 2000) y entre éstos encontramos a las semillas transgénicas.
5.1 Las variedades transgénicas.
Las semillas transgénicas son obtenidas a través de la manipulación genética de las plantas
cultivadas, en el cual se insertan genes de una especie a otra llamada especie receptora. De
ésta manera, no todos los organismos genéticamente modificados son transgénicos
(AgroBIO México, 2003).
Los genes introducidos en las plantas permiten darles resistencia a virus, bacterias, hongos
e insectos como la polilla de la papa. También las hacen tolerantes a los insecticidas,
herbicidas o a condiciones difíciles de cultivo como la salinidad o el frío, además permiten
la producción de proteínas de importancia comercial. Actualmente existen plantas
transgénicas de plátano, tomate, numerosas flores, tabaco, papa, soya, zanahoria, algodón,
arroz y maíz, calabaza y colza (Zúñiga, 1999).
En México, sin embargo, aún no se ha autorizado la siembra comercial de semillas
transgénicas, hasta 1999, se habían autorizado siembras experimentales de maíz, algodón,
tomate, calabacita, soya y papa (SAGARPA, 1999). Fue hasta octubre de 2009 cuando se
expidieron realmente los dos primeros permisos de siembra de maíz transgénico en
terrenos controlados y aislados. La secretaría de medio ambiente (SEMARTAT) y de
Agricultura (SAGARPA), en un comunicado conjunto, informaron que las siembras se
mantienen en fase de experimento, cumplen con los requisitos fijados en la Ley sobre
bioseguridad de organismos genéticamente modificados y son variedades de maíz que ya
se han aprobado en el mundo y son aptos para consumo humano (Notimex, 2009, citado
por esmas.com).
Corporaciones trasnacionales como Monsanto, DuPont, Novartis, etc. son los principales
proponentes de la biotecnología, ven a los cultivos transgénicos como una manera de
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reducir la dependencia de insumos tales como plaguicidas y fertilizantes. Lo irónico es que
la biorevolución está siendo adelantada por los mismos intereses que promovieron la
primera ola de agricultura basada en agroquímicos (Revolución Verde), pero ahora,
equipando cada cultivo con nuevos genes insecticidas, prometiendo al mundo soluciones
más rápidas y seguras (Altieri, 2000).
A nivel mundial han habido más de 1,500 aprobaciones para pruebas de campo de
cultivos transgénicos (el sector privado ha solicitado el 87% de todas las pruebas de campo
desde 1987), a pesar del hecho que en la mayoría de los países no existen regulaciones
estrictas de bioseguridad para tratar con los problemas medioambientales que pueden
desarrollarse cuando plantas diseñadas por ingeniería genética son liberadas en el ambiente
(Hruska y Lara Pavón, 1997).
La preocupación principal es que las presiones internacionales para ganar mercados y
aumentar las ganancias están empujando a las compañías a que liberen cultivos
transgénicos demasiado rápido, sin consideración apropiada de los impactos a largo plazo
en las personas o en el ecosistema (Mander y Goldsmith, 1996).
A excepción de algunos países como Canadá, Estados Unidos y Argentina, donde ya se
siembra semillas transgénicas, en varias partes del mundo existe un debate abierto con
respecto a la utilización de este tipo de variedades. Hacen falta estudios profundos sobre la
utilidad y el impacto ambiental de dichos organismos genéticamente modificados, además
del derecho de las transnacionales a la patente exclusiva sobre los mismos. Actualmente,
para obtener los mejores resultados con la siembra de transgénicos, se requiere un paquete
tecnológico de vanguardia, que haga un uso eficiente de los insumos mejorados.
6. LOS SISTEMAS DE RIEGO EN LA AGRICULTURA MODERNA Y SUS
TÉCNICAS DE APLICACIÓN.
Loa métodos o sistemas de riego, constan de diferentes componentes y procedimientos y
tienen un objetivo definido que es optimizar el uso del agua en el tiempo y en el espacio.
El concepto de técnicas se aplica a los procedimientos específicos de aplicación del agua
en la parcela, por ejemplo, el método de riego por gravedad, puede ser utilizando la técnica
de inundación o multicompuertas.
Sin duda alguna, la agricultura a tenido un avance importante en los últimos años,
resultado del avance científico y tecnológico en diferentes áreas del conocimiento; a su
vez, también se le ha dado gran relevancia la utilización eficiente del recurso agua, a través
de mejores técnicas de riego y obteniendo mayor productividad por unidad de superficie.
Esto sólo puede alcanzarse utilizando paquetes tecnológicos modernos que incluyan el uso
de semillas mejoradas, manejo de la fertilidad del suelo, mecanización de las labores de
cultivo, aplicación de fertilizantes y plaguicidas. En México, actualmente la agricultura
moderna y comercial tiene autorizado la siembra de variedades sintéticas o de polinización
libre e híbridos, teniendo aún restringido el uso de los transgénicos básicamente a nivel de
prueba; esto mismo sucede en varias partes del mundo. Por lo cual, al describir a
continuación las diferentes técnicas de riego utilizadas en la agricultura moderna y
comercial, se centrará básicamente en donde hagan uso de semillas híbridas, sin dejar de
comentar, que el tipo de semilla no se convierte en un obstáculo para cualquier método de
riego, siempre y cuando se maneje el recurso agua de manera eficiente en el tiempo y el
espacio, para obtener el máximo potencial de rendimiento de la planta cultivada.
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De acuerdo a Palacios (1998), los métodos de riego más utilizados hasta la fecha, se
pueden agrupar en cuatro tipos y son:
a) Gravedad
b) Aspersión y microaspersión
c) Goteo
d) subirrigación
Los métodos de aspersión, microaspersión y goteo, también se denominan de riego
presurizado, ya que el agua se conduce a presión hasta las salidas por donde se distribuye a
las plantas. En éstos métodos es común que se utilice el sistema presurizado de conducción
para hacer llegar a los cultivos diferentes tipos de agroquímicos solubles al agua, tales
como fertilizantes y plaguicidas, por lo cual deben considerarse no solamente como
métodos de riego, sino sistemas de producción.
También al referirse a éstos métodos, es importante considerar las diferentes técnicas de
riego que pueden usarse. Así, por ejemplo en el riego por gravedad, puede ser por
inundación, por melgas, surcos o multicompuertas. En el de aspersión se tienen los
sistemas fijos, los portátiles, los cañones, de desplazamiento lateral y pivote central. En el
riego por goteo los hay por cinta flexible, rígida y riego por goteo localizado.
La selección del método de riego, como se ha indicado anteriormente, depende de varios
factores. En el caso de los factores técnicos, dependen del tipo de suelo, del clima, de la
especie y tipo de variedad y de la disponibilidad de agua. En el caso de los factores
socioeconómicos, debe tomarse en cuenta la disponibilidad de capital, la superficie a regar
y el destino de la producción. Todo esto únicamente puede lograrse a través de una
adecuada planeación de la producción y del apoyo incondicional de los agentes
involucrados en todo el proceso.
6.1 Los métodos de riego por gravedad.
A los métodos de riego por gravedad, también se les llama de superficie, son los de más
uso común en México, ya que se utilizan en el 92% del área riego. En general, los métodos
de riego por gravedad o superficie se podrían agrupar en dos tipos, los de inundación y los
surcos. En los primeros, las superficies que se van a regar se limitan por bordos (como el
cultivo del arroz en el Estado de Morelos), y el segundo se hacen canales equidistantes y
paralelos dentro de la parcela (Palacios, 1998). El riego por inundación casi ya no se utiliza
por la dificultad para el control del flujo de agua en la parcela y por la escasez cada vez
mayor del vital liquido.
Hay dos factores de la parcela que son muy importantes en la definición del método de
riego, la tasa de infiltración del suelo y las pendientes del terreno. Si la tasa de infiltración
es de más de 10 cm/hr, los métodos de riego por gravedad, definitivamente no son
recomendables. Por otra parte, la pendiente del terreno debe ser muy pequeña, máximo del
3%, con un óptimo de 0.2% (Palacios, 1998).
Las ventajas más importantes del riego por gravedad son las siguientes: son de bajo costo
en relación a los de aspersión y goteo, son fáciles de manejar, no es afectado por el viento
y se requiere poca energía para su distribución, ya que aprovecha el escurrimiento por
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gravedad. Entre las principales desventajas se pueden señalar las siguientes: no puede
utilizarse en terrenos desnivelados y de textura gruesa, además moja todo el terreno y
propicia la aparición de malezas y enfermedades de tipo fungoso y la aplicación de
fertilizantes en el agua de riego se dificulta bastante.
Este método de riego se adapta a muchos tipos de cultivo, principalmente a todos los que
se siembran en hileras, como las gramíneas (maíz, sorgo, trigo, etc.), la caña de azúcar, la
soya, así como el algodón, la papa, tabaco y prácticamente todas las hortalizas. En
México, el 100% de las cereales de riego utilizan este método. El maíz, sorgo, trigo y arroz
cultivado en México, así como la soya son cultivos de semillas híbridas. Actualmente se
han realizado mejoras al sistema de riego por gravedad, entre las cuales podemos señalar,
el riego por gravedad con tuberías multicompuertas.
6.1.1 Riego por gravedad por tuberías multicompuertas.
Loa sistemas de riego con tubería de multicompuertas cada vez son utilizados con mayor
frecuencia. En general esta técnica de riego consta de las siguientes partes: la fuente de
abastecimiento, la red de conducción interparcelaria y parcelaria, las tomas- hidrantes y la
tubería multicompuertas de aplicación de riego. La fuente de abastecimiento determina el
tipo de energía utilizada, para el caso de un canal de abastecimiento superficial, se puede
aprovechar el desnivel topográfico, para el caso de pozos u otra fuente de abastecimiento,
se requiere obligatoriamente de un equipo de bombeo.
El agua se hace llegar a la parcela mediante canales o tubos enterrados, de ahí llegan a los
tomas-hidrantes para regular el flujo de agua y enseguida el agua se conecta a la tubería
multicompuertas que está en un extremo de la parcela, esta tubería multicompuertas consta
de pequeños orificios regulables (compuertas) que se hacen coincidir con los surcos de la
parcela. De esta manera se evita, que un trabajador regule la entrada de agua a la parcela
con una pala (método tradicional). Así el riego es muy uniforme dentro de la parcela, ya
que entre la misma cantidad de agua en cada surco, y si nos es así, se abren o se cierran las
compuertas de cada surco dependiendo del caso (ver anexo fotográfico). Con esta mejora
del riego por gravedad tradicional, se evita la erosión hídrica y la irregularidad del riego
parcelario, por lo cual la eficiencia en el uso del agua aumenta considerablemente hasta en
un 90% (Memorias, Volumen III, V Curso Internacional de Sistemas de Riego, 1999), ya
que no se depende de la habilidad y experiencia de un trabajador. Actualmente, existen
programas de gobierno como “Alianza para el Campo” que estimulan a través de subsidios
la adquisición de este tipo de riego. Este método es altamente recomendado para parcelas
niveladas, de pequeñas y grandes extensiones, donde cultiven especies rentables que hagan
uso de variedades mejoradas como híbridos y transgénicos.
6.2 Métodos de riego por aspersión y microaspersión.
Los métodos de riego por aspersión se dividen en dos tipos básicos: los métodos aéreos,
donde se imita a la lluvia y el riego localizado o por microaspersión, donde el agua se
entrega puntualmente a la base de los cultivos como los frutales, mediante un pequeño
aspersor o también conocido como microaspersor (de poco gasto por hora). En virtud de
que el riego por microaspersión, no es utilizado en cultivos de amplia cobertura en el
terreno como las gramíneas y las hortalizas ó algún cultivo industrial como el algodón, no
se describirá mayormente, ya que como se señaló anteriormente se recomienda para
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cultivos perennes como los frutales, donde no se utilizan cultivares híbridos y transgénicos,
por lo cual no es tema del presente trabajo.
Como característica fundamental de los métodos de riego por aspersión, es que requieren
de alguna fuente de energía para presurizar los sistemas, los cuales en algunos casos
pueden trabajar a bajas presiones, con cargas menores de 40 metros (m), pero en otros, los
requerimientos de energía pueden ser considerables, para poder dar cargas de hasta 70 m.
Por otra parte es importante señalar que estos métodos de riego no solamente permiten una
mayor eficiencia en la aplicación de agua (más del 90% en condiciones ideales), sino que
como se aplican con mayor frecuencia que en los riegos por gravedad, se logra mantener el
suelo con una humedad constante, lo que permite obtener mayores rendimientos; además,
mediante éstos sistemas es posible aplicar fertilizantes y plaguicidas en las dosis y
frecuencias adecuadas, utilizando las tuberías presurizadas, por lo que más que un método
de riego, pueden ser considerados como sistemas de producción (Palacios, 1998).
La inversión inicial para instalar un sistema de riego por aspersión es alta, por lo cual se
requieren que los cultivos seleccionados sean altamente rentables. Puede instalarse en
cualquier tipo de topografía en comparación con los métodos de riego por gravedad que
tienen esa limitante. Sin embargo, también es preciso señalar que tiene el inconveniente de
que si el viento es mayor a 10 km/hr la eficiencia de aplicación baja y algunas hortalizas y
frutales son muy sensibles al mojado de las flores y el follaje. Por otra parte se requiere de
personal técnico más capacitado para el diseño y operación del sistema. Por último y al
igual que los métodos de riego por gravedad, debe tenerse mucho cuidado con el control de
malas hierbas, ya que se moja todo el suelo de la parcela y se favorece la germinación de
una gran cantidad de semillas de malezas (Castaños, 1993).
Existen diferentes tipos de sistemas de riego por aspersión, los hay móviles y fijos,
multiaspersores o con un solo aspersor (cañón), de avance lateral y circular. es por ello que
sus componentes varían, sin embargo, siempre habrá un equipo de bombeo para presurizar
el sistema, excepto cuando se dispone de suficiente carga natural; también habrá una
tubería principal, la cual puede ser rígida o semirígida y en todos los casos los aspersores
pueden ser de diferente tipo, predominando los giratorios impulsados por reacción
hidráulica.
En México la mayor parte de los sistemas instalados son de tipo móvil o semipermanente
(con la tubería principal estacionaria y laterales móviles) y en general cuentan con los
siguientes componentes: i) Equipo de bombeo, ii) Línea principal iii) Líneas secundarias y
iv) Sistema de aspersores. Adicionalmente suelen colocarse válvulas para el control de la
presión y en muy pocos casos equipos para la fertigación o quimigación en general
(Palacios, 1999).
Existen varios tipos de sistemas de aspersión pero de manera general se pueden señalar los
siguientes:
6.2.1 Sistemas de aspersión portátil.
Un sistema de aspersión portátil se caracteriza porque de una línea principal se conectan un
número determinado de laterales y sobre éstas se tienen aspersores igualmente espaciados,
seleccionados de manera que el gasto que descargan todos ellos es sensiblemente el mismo
(ver anexo fotográfico). Estos sistemas permanecen en una determinada posición mientras
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riegan y después de aplicar la lámina de riego deseada, se trasladan a otra posición, ya sea
manual o mecánicamente regando una o varias franjas rectangulares de terreno en cada
posición (Memorias, Volumen IV, V Curso Internacional del Riego, 1999). Este tipo de
sistemas son muy utilizadas para el cultivo de especies forrajeras, alfalfas o pastos, ya que
en general los aspersores se encuentran a baja altura (1.0 1.2 m).
6.2.2 Sistemas de aspersión de avance lateral.
Un sistema de aspersión de avance lateral tiene su propio sistema motriz para moverse de
una posición a otra (pueden ser eléctricos o mediante tractor), donde se tiene una tubería
principal montada sobre grandes ruedas, que al girar mueven lateralmente a la tubería y
sobre ésta se colocan los aspersores donde su altura se puede regular de acuerdo al tamaño
del cultivo (ver anexo fotográfico). Para ello es necesario tener un canal superficial o un
sistema de tuberías enrollables para tomar el agua de una toma-hidrante. Puede adaptarse a
cultivos en hilera o de cobertura total del terreno, también se adapta a diferentes tipos de
altura del cultivo, por lo cual puede utilizarse en gramíneas como maíz, hortalizas y
algodón. El criterio fundamental para utilizarlo es la rentabilidad del cultivo. Su vida útil
va de 15-20 años y tienen una eficiencia del 75-90%
6.2.3 Sistemas de aspersión por pivote central.
Es una variación de un sistema de avance lateral, con los mismos componentes y el mismo
tipo de uso, lo que varía es el tipo de movimiento y de ahí procede su nombre ya que gira
continuamente (ver anexo fotográfico). La alimentación del agua se realiza por una tubería
enterrada a más de 1.0 m de profundidad y se eleva a más de 3.0 m en el centro del circulo
y desde ahí alimenta una tubería que cubre el diámetro de un circulo. El sistema de riego
de pivote central tiene el inconveniente de que riega solamente áreas circulares, por lo cual
el concepto de parcela rectangular o en forma de cuadro se rompe totalmente. Estos
equipos tienen una vida útil de 15-20 años y una eficiencia de riego del 75-90%. El
moviendo del pivote se realiza mediante motores eléctricos.
6.2.4 Sistema de aspersor único o cañón.
Los sistemas de aspersor único también suelen denominarse cañones, requieren de altas
presiones para su funcionamiento, para regar superficies grandes, de 2.5 hasta 15. 0
hectáreas por aspersor; estos pueden ser movidos manualmente, con tractor o bien son
autopropulsados por algún tipo de motor eléctrico o de gasolina (Palacios, 1999). El
inconveniente principal de éste sistema de aspersión, es que como el agua recorre más
altura y distancia es más afectado por el viento, por otro lado algunos cultivos son muy
sensibles a la fuerza del golpeteo del agua, además de que se requieren cargas o presiones
muy grandes, sin embargo, es común su uso en el riego de algunos cultivos como los
forrajes y la caña de azúcar. La ventaja principal de este sistema de aspersión con respecto
a los demás, es que no se requiere un gran movimiento de laterales y aspersores, sino uno
sólo y por otro lado es más barato que los otros sistemas de aspersión.
6.3 El riego por goteo.
Este método de riego es también conocido como riego localizado, consiste en distribuir el
agua generalmente ya filtrada y con fertilizantes a las plantas sobre o dentro del suelo, de
esta manera el agua llega directamente a la zona de raíces de las plantas cultivadas gota a
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gota. La distribución se realiza por una red de tuberías generalmente de plástico, ya sea de
polietileno o PVC hidráulico en las líneas principales, en las líneas laterales se realiza con
tubería flexible o rígida de polietileno. La entrega de agua a las plantas se hace mediante
perforaciones o boquillas llamadas emisores o goteros, aunque también los goteros y
emisores pueden ser independientes de la tubería, para lo cual se requieren implementos
adicionales como múltiples de cuatro salidas, tubo de polietileno delgado (Tubín) y estacas
de plástico (ver anexo fotográfico).
El sistema de riego por goteo permite una difusión diferencial y tridimensional del agua
(en forma de bulbo), manteniendo bajo los niveles de tensión de humedad, favoreciendo de
esta forma el desarrollo de los cultivos.
De acuerdo a Castaños (1993) y Palacios (1998), un sistema de riego por goteo consta de
los siguientes componentes principales:
a) Un sistema de control central o cabezal de riego, que incluye una bomba de agua, filtros,
válvulas reguladoras de presión y flujo, manómetros, mecanismos de control automático y
un equipo de inyección de fertilizantes y plaguicidas.
b) Una línea principal de distribución que conduce el agua del sistema central, a la zona de
cultivo (tubería de polietileno o PVC).
c) Una red secundaria que cubre el área de cultivo (tubería de polietileno o PVC).
d) Líneas laterales que corren a lo largo del surco, que es donde se descarga el agua.
e) Goteros o emisores que pueden ir incluidos en las líneas laterales o ser independientes.
f) Accesorios diversos como coples, tees, codos, uniones, múltiples, estacas y tubo de
polietileno delgado.
El riego por goteo tiene muchas ventajas en relación a los métodos de riego antes descritos,
siendo el principal el mantenimiento de un régimen de humedad relativamente alto dentro
de los límites del bulbo mojado que se forma bajo los emisores, esto permite un
crecimiento adecuado del sistema de raíces. Por otra parte se puede mantener una humedad
casi constante renovando continuamente el volumen de agua que se gasta por el proceso de
evapotranspiración, lo cual garantiza un desarrollo favorable de los cultivos. Además,
mediante éste método de riego, la fertigación (aplicación de fertilizantes en el agua de
riego) es muy eficiente, ya que se garantiza una mayor y oportuna disponibilidad de
nutrientes a la zona de raíces. Otra ventaja importante se refiere a que no se moja todo el
suelo de la parcela, sino únicamente la hilera donde está sembrado el cultivo, esto permite
el crecimiento reducido de malezas (o inclusive se eliminan completamente si se combina
con la técnica de acolchado plástico), disminuye el gasto de agua y la eficiencia del uso del
agua se incrementa notablemente hasta llegar al 100%; al no mojar todo el suelo, permite
también que aunque se esté realizando el riego, puedan realizarse otras labores de cultivo
como podas, entutorado y aplicación agroquímicos, actividades que no pueden realizarse
simultáneamente cuando se utiliza el riego por gravedad o aspersión.
Las desventajas más importantes de éste método de riego se refieren a que el sistema de
goteo puede taparse si no se filtra el agua correctamente o si la mezcla de fertilizantes no
es compatible e inclusive si se usan fertilizantes de baja solubilidad. Además, la inversión
inicial es alta y es indispensable contar con personal técnico capacitado para el diseñó,
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instalación y operación del sistema, complementado con una formación en aspectos de
nutrición vegetal y manejo de fertilizantes.
El riego por goteo puede utilizarse tanto a cielo abierto como en cultivos bajo invernadero,
se recomienda para cultivos sembrados en hilera ya sea de ciclo anual o perenne. Además,
actualmente se está utilizando también para cultivos manejados en hidroponía, donde los
rendimientos superan por mucho a los cultivos sembrados directamente al suelo.
Se recomienda principalmente para cultivos de alto valor económico como las hortalizas y
flores de corte. Actualmente cultivos como el tomate rojo, pimiento morron, melón, sandía,
chile jalapeño, calabacita, pepino, brócoli, ajo y chile poblano son cultivados con éste
método de riego, y la mayoría de estos cultivos son de variedades híbridas de alto potencial
de rendimiento.
CONCLUSIONES.
Sin duda alguna, el éxito de la agricultura actual depende de una adecuada planeación para
la utilización de los recursos naturales como el agua, el suelo y el clima; por otra parte es
indispensable conocer y manejar los diferentes avances tecnológicos que existen en el
sector, por ejemplo las variedades, mejoradas, manejo de la fertilidad del suelo, uso
eficiente del agua, practicas de manejo de cultivo, mecanización de las actividades
productivas y manejo poscosecha.
Las variedades mejoradas de los cultivos agrícolas pueden obtenerse por diferentes
métodos: selección y cruzamiento para la obtención de variedades sintéticas o de
polinización libre e híbridos y a través de la manipulación genética para la obtención de
transgénicos. Sin olvidar que las semillas criollas obtenidas por los propios agricultores
son una fuente importante de diversidad genética que pudieran utilizarse en el futuro para
la obtención de mejores variedades, además de que cumplen con un papel importante para
la obtención de alimentos a nivel local y regional.
El uso eficiente del agua en la agricultura, puede lograrse a través del conocimiento y
manejo de los diferentes métodos de riego. La elección final de algún método en específico
dependerá de varios factores tanto de índole natural, técnico y socioeconómico.
Para obtener los mejores resultados en el manejo de algún método de riego, es necesario
utilizar plantas con alto potencial genético, actualmente en México se cuentan con
variedades autorizadas que incluyen variedades sintéticas o de polinización libre e
híbridos. Los híbridos de las plantas cultivadas son actualmente en México las variedades
de más alto potencial de rendimiento.
Las semillas transgénicas deberán estudiarse con mayor profundidad para evaluar su
impacto en el ambiente, los riesgos de contaminación de variedades criollas y silvestres y
su impacto en la salud humana. Sin embargo, no existe ninguna limitante en cuanto a su
uso en combinación con algún método de riego, la decisión final depende exclusivamente
de factores técnicos y socioeconómicos.
La elección final del método de riego a utilizar deberá tomar en cuenta los siguientes
criterios: topografía del terreno, tipo de clima y suelo, especie a cultivar y variedad, capital
disponible, rentabilidad del cultivo y el destino de la producción.
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