III.- ÁMBITO DEL PROYECTO. El término municipal de Donostia

LIBRO “ II. CRITERIOS, OBJETIVOS, SOLUCIONES GENERALES PLANEAMIENTO”. Doc. “1. MEMORIA”.
AVANCE PLAN GENERAL. Octubre 2004
III.-
ÁMBITO DEL PROYECTO.
El término municipal de Donostia constituye el ámbito objeto de este proyecto. Su superficie
total es de, aproximadamente, 6.002,72 hectáreas -60.027.291 m²-1.
Está conformado por cuatro ámbitos territoriales, discontinuos entre sí, emplazados en torno a
las siguientes coordenadas geográficas: Latitud: 43º19’ Norte, y Longitud 2º3’.
El primero y principal de esos ámbitos, en el que se sitúa el núcleo de la ciudad, se localiza en
la costa, a orillas del mar Cantábrico. Limita al Norte con dicho mar y en menor porción con el
municipio de Pasaia, al Sur con los municipios de Usurbil, Lasarte-Oria, Hernani, Astigarraga y
Errenteria, al Este con los de Pasaia, Errenteria y Astigarraga, y al Oeste con los de Orio y
Usurbil.
El segundo de los citados ámbitos se corresponde con el enclave de Zubieta. Situado al sur del
anterior, sus límites propios son los siguientes: al Norte y Oeste con Usurbil; al Sur con Zizurkil
y Andoain; al Este con Lasarte-Oria.
El tercero de esos ámbitos se corresponde con el enclave de Landarbaso, y también se sitúa al
sur del primero. Sus límites propios son los siguientes: al Norte con Astigarraga y Errenteria; al
Sur con Hernani; al Este con Errenteria; y al Oeste con Astigarraga y Hernani.
El cuarto y último ámbito se corresponde con el enclave de Urdaburu, y también se sitúa al sur
del primero. Sus límites propios son los siguientes: al Norte con Hernani y Errenteria; al Sur y
Este con Errenteria; y al Oeste con Hernani y el río Urumea, que lo separa del municipio
navarro de Arano.
La ciudad cuenta con una posición privilegiada en los ejes de las infraestructuras terrestres que
unen Madrid con el resto de Europa. Y al igual que el conjunto comarcal, se ubica en un marco
geográfico de orografía accidentada, lo que ha condicionado y orientado la organización
espacial del desarrollo urbano de la ciudad.
Su relieve se caracteriza por la existencia de, básicamente, tres partes diferenciadas. Por un
lado, un frente o cadena litoral compuesto por una serie de unidades -Ulia, ensenada de la
Zurriola, desembocadura del Urumea, tómbolo de Urgull, bahía de La Concha e Isla Santa
Clara, montes Igeldo y Mendizorrotz-, que dan lugar a una costa abrupta, erosiva y estructural,
de tipo longitudinal. Por otro, un corredor intermedio, denominado Irun-Donostia-San
Sebastián, con un relieve de tipo fluvial configurado por una red de pequeños arroyos y
atravesado por los cauces fluviales de mayor importancia, capaces de generar fondos de valle
más o menos llanos que han servido de principal asentamiento de los desarrollos urbanos. Por
último, un sector interior montano, representado por los enclaves montañosos de Landarbaso y
Urdaburu, y la parte alta del de Zubieta, donde predomina el uso forestal, sin ninguna
ocupación de carácter urbano.
Desde otra perspectiva, dos tipos de cuestiones diversas justifican algún que otro comentario
específico en relación con el ámbito de la ciudad que ahora nos ocupa.
Algunas de ellas están relacionadas con el hecho de si Donostia cuenta en este momento con
una delimitación precisa, al tiempo que pacífica, y la respuesta es negativa en lo referente a
unas concretas partes de la ciudad. Así, si bien el Plan General de 1995 dispone de una
delimitación precisa, a lo largo de estos años se ha comprobado que la misma no es pacífica
1
De acuerdo con el planeamiento vigente, del total de la superficie del término municipal, aproximadamente 2.058
hectáreas forman parte del área urbana, conformada por la suma de los suelos urbanos y urbanizables, en este último
caso tanto programados como no programados. A su vez, el suelo no urbanizable tiene una superficie aproximada de
3.944 hectáreas. Aquél y éste representan por lo tanto, respectivamente, el 34% y el 66% del total municipal.
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en algún que otro extremo. En un recorrido genérico de los límites de la ciudad considerados
desde ese punto de vista cabe destacar:
1.- Delimitación de los términos municipales de Usurbil y Donostia, en particular en lo referente
al enclave de Zubieta.
Tratándose de ese enclave, el límite municipal está hoy día, y tras un largo período de
conflictos e interrogantes, definido con precisión, con el acuerdo de los dos Ayuntamientos
afectados. El Decreto Foral de 30 de marzo de 2004, sobre ejecución de sentencias
dictadas por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco en relación con el deslinde de
ambos municipios en Zubieta, ha dado fin al proceso de determinación de dicho límite.
Donostia limita asimismo con Usurbil más allá de dicho enclave -ladera Sur de Igeldo, …sin que existan particulares problemas en su determinación.
2.- Delimitación de los términos municipales de Orio y Donostia.
No parece que existan particulares problemas y discrepancias en cuanto a la determinación
de dicho límite.
3.- Delimitación de los términos municipales de Lasarte-Oria y Donostia.
La comparación de, por un lado, las vigentes Normas Subsidiarias de Planeamiento de
Lasarte-Oria, y, por otro, el vigente Plan General de Donostia, da a entender que aquéllas y
éste discrepan en lo referente a los respectivos límites municipales en dos concretas
localizaciones.
La primera de ellas se corresponde con el área industrial “Recalde” y, en concreto, con el
extremo oeste de la misma.
La segunda con el río Oria a la altura del Hipódromo y del área “A.18 Cocheras de LasarteOria”
4.- Delimitación de los términos municipales de Hernani y Donostia.
No parece que existan particulares problemas y discrepancias en cuanto a la determinación
de dicho límite.
5.- Delimitación de los términos municipales de Astigarraga y Donostia.
No parece que existan particulares problemas y discrepancias en cuanto a la determinación
de dicho límite.
6.- Delimitación de los términos municipales de Pasaia y Donostia.
Éste es, sin duda alguna, el entorno de mayores conflictos y tensiones en la materia que
ahora se comenta.
En el documento denominado “Alteración de los términos municipales de Pasaia y DonostiaSan Sebastián y de su límite”, elaborado en octubre de 2001 por los servicios municipales,
se da cuenta de los problemas existentes a ese respecto, que en mayor o menor medida
inciden en la vaguada de Molinao, en el puerto de Pasaia y sus inmediaciones, y en la calle
Azkuene y el monte Ulia.
Es más, la trascendencia de dicho problema resultaría mayor si tomásemos como referencia
el contenido de los dos documentos que se indican a continuación, elaborados a iniciativa
del Ayuntamiento de Pasaia. El primero de ellos denominado “Límites jurisdiccionales entre
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Donostia y Pasaia. Informe Histórico”, elaborado por “Aranzadi, Zientzi Elkartea”. El
segundo denominado “Informe sobre límites del término municipal de Pasaia”, redactado por
D. José Manuel Castells y D. Demetrio Loperena, catedráticos de la Universidad del País
Vasco.
7.- Delimitación de los términos municipales de Errenteria y Donostia.
Sin que tenga particular trascendencia, existe algún que otro problema menor en lo
referente a la delimitación de ambos términos municipales en las inmediaciones de la red
ferroviaria de FEVE y de Pasai Antxo, concretamente en su colindancia con la casa “Beltza
Enea”.
El segundo tipo de cuestiones está relacionado con la racionalidad o no de los límites actuales
en diversas localizaciones específicas y, complementariamente, con la conveniencia o no de
reajustar los mismos en mayor o menor medida.
Es a todas luces deseable a ese respecto disponer de una delimitación municipal racional,
definida a partir de referencias, en lo posible físicas, claras al tiempo que actuales.
Ese deseo es válido tanto en lo referente al presente, como al futuro.
Frente a ello, la delimitación actual no es del todo racional en algunos ámbitos. La problemática
afecta en particular a determinados entornos urbanos -“Recalde”, “Torrua Zahar”, “Zubietako
Zabalpena”, “Las Mercedes”, “Don Bosco”, puerto de Pasaia, etc.-. En ocasiones, esos límites
no se corresponden con elementos urbanos precisos y claros. En otras, pasan por encima de
unas u otras edificaciones, dejándolas parcialmente en un municipio y parcialmente en otro.
Esas situaciones producen incógnitas e incertidumbres de mayor o menor envergadura que
afectan, entre otros aspectos, a la propia determinación del régimen urbanístico de esos
entornos y edificaciones, además de a los posteriores procesos de desarrollo y ejecución de las
previsiones que configuran dicho régimen, incluida la propia concesión de unas y otras
licencias municipales. Esa problemática también se extiende al medio rural, en el que nos
encontramos con algún que otro supuesto de delimitación no muy adecuado.
Es conveniente, en todos esos casos, la racionalización de la delimitación actual a partir de,
conforme a lo indicado, referentes, a ser posible físicos, claros y precisos.
Algo similar cabe también indicar en cuanto a los futuros nuevos desarrollos urbanos que
afecten a ámbitos ubicados bien en el borde municipal, bien a caballo de dos o más municipios.
También en esos casos es del todo deseable la adecuación de los límites municipales a la
ordenación resultante en esos ámbitos, con el consiguiente reajuste de los actuales siempre
que entre éstos y aquella ordenación no existe una mínima y razonable coherencia.
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