Voto N° 335-2011 TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE LA

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Voto N° 335-2011
TRIBUNAL ADMINISTRATIVO DE LA SEGURIDAD SOCIAL DEL REGIMEN DE
PENSIONES Y JUBILACIONES DEL MAGISTERIO NACIONAL, San José a las trece horas
cuarenta minutos del diez de mayo del dos mil once.Recurso de apelación interpuesto por xxx, cédula de identidad Nº xxx, y xxxx cédula xxx en
representación del menor xxx, contra la resolución DNP-MT-M-SDM-125-2010 de las once
horas del 14 de enero de 2010, de la Dirección Nacional de Pensiones del Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social.
Redacta la Jueza Carla Navarrete Brenes; y,
RESULTANDO:
I.- Mediante resolución 7997 de la Junta de Pensiones y del Magisterio Nacional, adoptada en
Sesión Ordinaria 120-2009 de las nueve horas del 23 de octubre de 2009, se recomendó otorgar
el beneficio de la prestación por supervivencia xxx en su condición de viudo bajo los términos de
la Ley 2248.
II.- Mediante resolución 7998 de la Junta de Pensiones y del Magisterio Nacional, adoptada en
Sesión Ordinaria 120-2009 de las nueve horas del 23 de octubre de 2009, se recomendó denegar
el beneficio de la prestación por supervivencia en su condición de nieto al menor xxx,
representado por su madre xx, bajo los términos de la Ley 2248.
III.-De conformidad con el artículo 89 de la Ley 7531, por resolución DNP-MT-M-SDM-1252010 de las once horas del 14 de enero de 2010, de la Dirección Nacional de Pensiones del
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, denegó el beneficio de la jubilación por sucesión a
xxx en su condición de viudo, bajo los términos de la Ley 2248 y al menor xxx en su condición
de nieto representado por su madre xxx, bajo los términos de la ley 2248.
IV.- Se resuelve en virtud de la resolución de incompetencia número 876 dictada por el Tribunal
de Trabajo del Segundo Circuito Judicial de San José, a las diez horas y quince minutos del
primero de setiembre de dos mil diez, y ratificada por los votos 001394-C-S1-2010; 001428-CS1-2010; 001429-C-S1-2010; 001430-C-S1-2010 dictadas por su orden: a las quince horas
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cuarenta y un minutos del once de noviembre del dos mil diez; nueve horas treinta y ocho
minutos del veinticinco de noviembre del dos mil diez; nueve horas con cuarenta y un minutos
del veinticinco de noviembre del dos mil diez; y a las nueve horas cuarenta y cuatro minutos del
veinticinco de noviembre del dos mil diez de la Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia.
IV.- Que en los autos se han acatado las prescripciones de Ley y no se observan vicios que
puedan causar la nulidad de lo actuado.
CONSIDERANDO:
I.- De conformidad con lo dispuesto en la Ley número 8777 del 7 de octubre del 2009 y Decreto
Ejecutivo 35843-MTSS del 28 de enero de 2010, este Tribunal procede al conocimiento del
presente asunto.
II.- El fondo de este asunto versa la disconformidad de los apelantes debido a la denegatoria del
beneficio de prestación por sobrevivencia amparada bajo la regulación de la Ley 2248, en su
condición de viudo y nieto respectivamente; ya que ambas instancias consideran en el caso del
nieto que no le asiste el derecho de otorgarle el beneficio del traspaso de la pensión y en el caso
del viudo, la Junta recomienda otorgarle ese beneficio pero la Dirección de Pensiones deniega
dicho trámite.
a) En el caso de la apelación del Sr. xxx:
Con la publicación de la Ley 7028 de fecha 23 de abril de 1986 se reforma la Ley 2248 de
Pensiones y Jubilaciones del Magisterio Nacional que en el artículo 7 expresaba que los
beneficiarios para recibir la pensión por sucesión eran la viuda en concurrencia con los hijos;
logrando realizar el cambio de la palabra viuda por cónyuge supérstite en el artículo 7 de la Ley
2248, la finalidad de este cambio en la norma lo que buscaba era no dejar en estado de desmejora
económica al esposo, que además de sufrir la perdida de su esposa debía asumir la supresión de
los ingresos aportados por ésta, para el desarrollo integral del grupo familiar.
Es importante para este Tribunal mencionar cuales son los efectos jurídicos del matrimonio, ya
que estos son el conjunto de obligaciones y derechos que los cónyuges se exigen recíprocamente
para la subsistencia y la consolidación del matrimonio, el no cumplimiento de esas obligaciones
tiene como consecuencia la separación o disolución de ese vinculo.
Estos efectos se clasifican en personales y patrimoniales; los primeros se refieren a:
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1) La cohabitación o vida en común.
2) La fidelidad
3) Socorro o ayuda mutua o deber de asistencia.
Los efectos patrimoniales se refieren a los que nacen a la vida jurídica antes del matrimonio
(capitulaciones matrimoniales) o después de este (bienes gananciales).
Con respecto a lo anterior el artículo 11 del Código de Familia indica lo siguiente:
“ARTICULO 11.El matrimonio es la base esencial de la familia y tiene por objeto la vida en
común, la cooperación y el mutuo auxilio.”
En este mismo sentido este cuerpo normativo regula lo siguiente:
“ARTICULO 34.Los esposos comparten la responsabilidad y el gobierno de la familia.
Conjuntamente deben regular los asuntos domésticos, proveer a la educación de
sus hijos y preparar su porvenir. Asimismo, están obligados a respetarse, a
guardarse fidelidad y a socorrerse mutuamente. Deben vivir en un mismo hogar
salvo que motivos de conveniencia o de salud para alguno de ellos o de los hijos,
justifique residencias distintas.”
Y en relación con la obligación de brindarse alimentos mutuamente la misma normativa
regula lo transcrito a continuación:
“ARTICULO 169.Deben alimentos:
1.-Los cónyuges entre sí ...”
La pensión por viudez tiene su carácter inspirado en el sentido alimentario y auxilio mutuo de los
cónyuges, no necesariamente se debe al sentido estricto del matrimonio, es decir, no es la
condición de esposo de la causante la que genera el derecho a la pensión, sino el hecho de haber
convivido o al menos dependido económicamente de aquella. El importe de la pensión pretende
sustituir la ayuda que el fallecido otorgaba a las personas que dependían de él ósea su núcleo
familiar.
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Además sobre la separación de hecho y el deber alimentario es importante citar como ejemplo el
Voto 2002-00155 de la Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia de las nueve horas treinta
minutos del doce de abril del años dos mil dos, donde se analizó un caso de una demanda para
disolución del vinculo matrimonial por separación de hecho por más de 20 años, en ese caso la
demandada exigió durante el proceso que se le otorgara el beneficio de recibir pensión
alimentaria por parte del actor y excónyuge pero dicha Sala expuso lo siguiente:
“..., por el contrario, de los testimonios aportados por el actor, se desprende que
durante el largo período de separación –más de veinte años-, cada uno fue
responsable de su propia manutención; lo cual, más bien, constituye un indicio
claro de que la actora, realmente, no necesitaba la ayuda de su cónyuge; esto sin
dejar de tener en cuenta el carácter imprescriptible e irrenunciable del derecho a
recibir alimentos (artículo 167, del Código de Familia). En consecuencia, si la
accionada no se interesó por acreditar, durante el proceso, que sus propios
recursos no le alcanzaban para sufragar sus necesidades alimentarias (según la
concepción prevista en el numeral 164 ídem), no puede concedérsele la pensión
pretendida; y, en todo caso, la documental aportada por el recurrente, acredita
que la accionada no estaba necesitada de ese beneficio, lo que quedó definido
en la sentencia del Juzgado Mixto de Grecia, dictada a las 16:00 horas, del 28
de noviembre del año 2.001, que declaró sin lugar la demanda de pensión
alimentaria planteada por la accionada en contra del actor, al estimarse que
contaba con recursos suficientes para hacer frente a sus necesidades (folios 7175).”
Lo anterior reitera, los efectos que tiene la separación de hecho sobre el vínculo matrimonial y el
deber de brindarse alimentos en los cónyuges, que como se ha indicado en garantía de ese deber
alimentario es que se ha plasmado en las leyes que regulan el Régimen de Magisterio Nacional la
posibilidad de que el cónyuge supérstite pueda continuar recibiendo un ingreso pese a la muerte
del causante, pero eso es así de demostrarse una unión estable bajo las bases que regulan el
matrimonio o la unión de hecho.
Del estudio del expediente administrativo del señor xxxx, queda demostrado que el gestionante
tenía más de 27 años de no convivir con la causante, quien durante ese tiempo asumió sola como
jefe de ese hogar la manutención y desarrollo de sus hijos violentando con esto los objetivos del
matrimonio regulado en el artículo 11 supracitado, como lo son la vida en común, la cooperación
y el auxilio mutuo, además durante ese lapso el solicitante tuvo por lo menos demostradas en el
expediente dos relaciones de hecho, lo cual vulnera de igual manera una de las obligaciones del
matrimonio como lo es la fidelidad. Este Tribunal considera que el señor xxx no cumple con los
supuestos del beneficio de la pensión por sucesión, ya que no se logra demostrar que de parte de
el hubiera preocupación por el bienestar de su esposa o su núcleo familiar; unido a esto se
desprende de las entrevistas realizadas al señor xxx por la Trabajadora Social de la Junta de
Pensiones del Magisterio Nacional, visible a los folios del 18 al 32 del expediente administrativo,
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que al consultarle por la enfermedad de la causante manifestó desconocimiento “no supe nada
hasta el final, nadie me aviso nada”... “tampoco pude ir al funeral”, no obstante al iniciar la
entrevista con la profesional en trabajo social manifestó que siempre tuvo contacto con la
fallecida de forma diaria, lo cual evidentemente contradice su declaración.
El informe social además establece varias observaciones importantes de analizar, como la
comprobación de que el solicitante durante los más de veinte años separados de la causante
estableció varias relaciones de pareja con otras mujeres por periodos largos, adquiriendo nuevas
obligaciones económicas , por lo que no participó en el proceso de crianza de su hija menor, ni de
la enfermedad de la causante; se observa del estudio social que el señor xxx trato de omitir o
disimular datos sobre el tiempo de separación con la causante y de la convivencia con sus otras
compañeras sentimentales.
La Junta de pensiones en su resolución 7997 de la Junta de Pensiones y del Magisterio Nacional,
adoptada en Sesión Ordinaria 120-2009 de las nueve horas del 23 de octubre de 2009 procedió a
aprobar este caso fundamentado en lo que establece el artículo 7, inciso ch) de la Ley 2248:
“Cuando falleciere un beneficiario jubilado o con derecho a la jubilación, de
conformidad con las disposiciones de la presente ley, el derecho de sucesión
podrá ser aprovechado por las siguientes personas, en el orden que a
continuación se indica, sin otro trámite que el de identificación:
a)El cónyuge supérstite en concurrencia con los hijos.
b)Los hijos solamente
c)El cónyuge supérstite en concurrencia con los padres del causante
ch)El conyuge supérstite (...)
Por otra parte lo concordó con el artículo 11 de la misma ley que indica:
“Los derechos concebidos por el artículo 7 de esta ley, se extinguirán:
a)Para el cónyuge supérstite, desde que contrajere nuevas nupcias (...)”
La Junta en este caso, no consideró la separación de hecho, ni la demostración de inexistencia de
interdependencia económica con el cujus. Es meritorio para este Tribunal aclarar que no es
procedente realizar una lectura parcial de la ley 2248, tal como lo hizo la Junta puesto que la
misma ha presentado reformas importantes como son las leyes 7268 y 7531 que llenan vacíos
legales, esto para facilitar una interpretación más fácil y útil de las normas. Considera este
Tribunal que el caso en estudio debió analizarse a la luz de lo dispuesto en los artículos 60 y 63
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de la Ley 7531 que claramente regula la situación de un cónyuge separado, o que tiene nuevas
uniones de hecho.
Es la ley 7531 la que en su artículo 60 expresa:
“No tendrá derecho a la pensión por viudez, el cónyuge supérstite que se
encuentre en los siguientes casos:
a) Estar divorciado o separado, judicialmente o de hecho, y no estar
disfrutando, a la fecha del fallecimiento del funcionario o pensionado, de una
pensión alimenticia declarada por sentencia firme, salvo que demuestre que
recibía, de hecho, una ayuda económica por parte del cónyuge o excónyuge.
(...)”
Señala el artículo 63:
“Extinción de la pensión por viudez.
El derecho a la prestación por viudez se pierde:
a) por nuevas nupcias.
b) Por unión de hecho debidamente demostrada.
c) ....”
La Ley 7531 que reformó la Ley 7268 y 2248 regula expresamente este cuadro fáctico, donde es
evidente y manifiesta la separación de hecho del viudo con la causante y además se demuestra
que no se reclamó la obligación de brindar alimentos por parte de los cónyuges durante los años
que estuvieron casados, ya que el viudo decidió integrar nuevos núcleos familiares. Este
Tribunal aplicar la normativa que reforma la Ley 2248 para poder fijar los presupuestos de este
caso con el ordenamiento jurídico ya que no resulta razonable hacer una interpretación tan básica
del artículo 7 y 11 de la 2248 cuando lo correcto es realizar una interpretación integral de las
reformas que ha sufrido el Régimen de Pensiones del Magisterio Nacional. No debió la Junta
interpretar que los artículos 7 y 11 de la Ley 2248 no regulan la separación de hecho de los
cónyuges, siendo que en siendo que esa normativa fue integrada y reformada por la ley 7531,
que llenó dichos vacíos legales.
Por todo lo expuesto anteriormente, este Tribunal encuentra que es correcta la actuación de la
Dirección Nacional de Pensiones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en resolución
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DNP-MT-M-SDM-125-2010 de las once horas del 14 de enero de 2010, en donde se deniega el
beneficio de pensión por sucesión en condición de viudo del Sr. xxx, por ello se impone
confirmar dicha denegatoria.
b) En cuanto a la apelación del nieto de la causante:
En el caso que nos ocupa la Junta en su resolución 7998 de la Junta de Pensiones y del
Magisterio Nacional, adoptada en Sesión Ordinaria 120-2009 de las nueve horas del 23 de
octubre de 2009, recomendó denegar el beneficio de la prestación por supervivencia en su
condición de nieto al menor xxx, representado por su madre xxx, bajo los términos de la Ley
2248, por existir un viudo con mejor derecho por su parte la Dirección Nacional de Pensiones
denegó el beneficio por no demostrarse la dependencia económica.
Indica la citada Junta que al menor xxx no le asiste el derecho de pensión por sucesión en su
condición de nieto, ya que se demuestra que ante la ley 2248 en su artículo 7 existe una lista
taxativa de beneficiarios que excluye a unos de los otros y en este caso el nieto queda excluido al
existir beneficiario con mejor derecho de disfrute del beneficio como lo sería el viudo de la
causante.
La Dirección Nacional de Pensiones en su considerando VIII de la resolución apelada indica:
“Asimismo se deniega la pensión por sucesión al gestionante xxxxx, ya que no
demuestra una dependencia económica directa de su persona con respecto a la
causante, lo anterior en base al informe social presente en el expediente del
gestionante”.
Con respecto a lo esgrimido por la Dirección de Nacional de Pensiones este Tribunal difiere de
los razonamientos utilizados para establecer que el gestionante no demuestra una dependencia
económica de la causante, en el Informe Social visible a folios 18-32 se considera que aún y
cuando el menor cuenta con el apoyo económico de su madre y ocasionalmente el de su padre
fue la causante la que apoyo fielmente la crianza de éste quien prácticamente era visto como hijo
de la causante y no como su nieto.
Se establece también que la causante formaba núcleo familiar con su hija y sus nietos
equilibrando entre ambas los gastos generados por todos en especial para el desarrollo integral
del gestionante.
Se desprende del estudio del expediente que la causante trato de establecer que su pensión en
caso de que ella falleciera le fuera cedida a su nieto como se indica en declaración jurada suscrita
por ella ante notario público visible al folio 10 del expediente administrativo, es importante
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aclarar que esta declaración jurada se emitió el 19 de febrero del 2009 aproximadamente un mes
antes de su deceso e indica que ella deseaba que se dejara de beneficiario de su jubilación al
solicitante ya que desde que nació ella lo vio como hijo, que ella era la que cubría la
manutención del menor y su cuidado.
Como se denota este Tribunal considera que si había un vinculo muy estrecho entre la causante y
el gestionante ya que era la causante la que veía por su desarrollo y cuidado, afianzando el
presupuesto que debe cumplir en este caso un nieto para suceder una pensión y que es la
dependencia económica.
Por lo tanto este Tribunal considera prudente asignar el traspaso de pensión por sucesión al
gestionante en calidad de nieto de la causante por haberse demostrado que se encuentra dentro
de las prescripciones del artículo 7 inciso f) de la Ley 2248, al reunir los requisitos que exige la
ley como lo es la demostración fehaciente de la dependencia económica con la causante quienes
formaban un núcleo familiar sólido; este beneficio jubilatorio por sucesión corresponde al 100%
de la pensión que gozaba o hubiere gozado la causante a la fecha del deceso por encontrarnos
ante la regulación de la ley 2248, corresponde en este caso asignar la suma ¢474.825,00 con rige
a partir de la exclusión de planillas de la causante.
Es importante aclarar que la Junta en esa oportunidad no entro a conocer los autos del apelante
por encontrarse en ese momento una persona con mejor derecho a la pensión; pero al establecer
este Tribunal que al viudo no le asiste el derecho de suceder, ya no habría imposibilidad para que
el nieto de la causante suceda el beneficio jubilatorio. Además yerra la Dirección Nacional de
Pensiones al indicar en la resolución apelada que no existe demostración de una dependencia
económica directa con la causante, presupuesto que esta claramente desarrollado en el
expediente administrativo del solicitante, se denota como se indico líneas atrás, que existía un
núcleo familiar sólido entre la causante y su nieto quien era visto por la cujus como su hijo y era
ella quien se encargaba del desarrollo, cuido y manutención del menor.
En virtud de lo expuesto, se declara sin lugar el recurso de apelación y se confirma la resolución
DNP-MT-M-SDM-125-2010 de las once horas del 14 de enero de 2010, de la Dirección Nacional
de Pensiones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en cuanto a la denegatoria de la
jubilación por sucesión del señor xxx. Se declara con lugar el recurso de apelación se determina
el derecho de jubilación por sucesión a favor de xxxen su condición de nieto bajo lo estipulado en
la ley 2248, estableciéndose un monto de pensión de ¢474.825,00; que corresponde al 100% del
monto jubilatorio que percibía la causante a la fecha de su fallecimiento, con rige a partir de la
exclusión de planillas de la causante. Se aclara que los actos de ejecución de esta resolución no
requieren de aprobación por parte de la Dirección Nacional de Pensiones, se advierte que debe
darse cumplimiento estricto a lo aquí resuelto.
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POR TANTO:
Se declara sin lugar el recurso de apelación interpuesto por xxxy se confirma la resolución DNPMT-M-SDM-125-2010 de las once horas del 14 de enero de 2010, de la Dirección Nacional de
Pensiones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social en cuanto a la denegatoria de la
jubilación por sucesión. Se declara con lugar el recurso de apelación y se asigna el derecho de
jubilación por sucesión a favor de xxx cédula xx, representado por su madre xxxen su
condición de nieto bajo lo estipulado en la ley 2248, estableciéndose un monto de pensión de
¢474.825,00; que corresponde al 100% del monto jubilatorio que percibía la causante a la fecha
de su fallecimiento, con rige a partir de la exclusión de planillas de la causante. Se da por
agotada la Vía Administrativa. NOTIFIQUESE
Luis Alfaro González
Patricia Soto González
Carla Navarrete Brenes
Realizado por Ingrid Pamela Hidalgo Barboza
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