1 TEXTOS UNIDAD 10: LA FORMACIÓN DEL ESTADO LIBERAL

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TEXTOS UNIDAD 10: LA FORMACIÓN DEL ESTADO LIBERAL
Constitución de Cádiz. 1812
“Don Fernando VII, por la gracia de Dios y la Constitución de la Monarquía española, Rey de
las Españas, y en su ausencia y cautividad la Regencia del Reino, nombrada por las Cortes
generales y extraordinarias, a todos los que las presentes vieren y entendieren, sabed: Que las
mismas Cortes han decretado y sancionado la siguiente:
CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LA MONARQUÍA ESPAÑOLA
En el nombre de Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, autor y supremo legislador
de la sociedad. Las Cortes generales y extraordinarias de la Nación española, bien
convencidas, después del más detenido examen y madura deliberación, de que las antiguas
leyes fundamentales de esta Monarquía, acompañadas de las oportunas providencias y
precauciones, que aseguren de un modo estable y permanente su entero cumplimiento, podrán
llenar debidamente el grande objeto de promover la gloria, la prosperidad y el bien de toda la
Nación, decretan la siguiente Constitución política para el buen gobierno y recta administración
del Estado […].
“Art. 1. La Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios.
Artículo 2.- La Nación española es libre e independiente, y no es ni puede ser patrimonio de
ninguna familia, ni persona.
Artículo 3.- La soberanía reside esencialmente en la Nación, y, por lo mismo, pertenece a ésta
exclusivamente el derecho a establecer sus leyes fundamentales.
Art. 5. - Son españoles: Primero. Todos los hombres libres nacidos y avecindados en los
dominios de las Españas, y los hijos de éstos. Segundo. Los extranjeros que hayan obtenido
de las Cortes cartas de naturaleza. Tercero. Los que sin ella lleven diez años de vecindad,
ganada según la ley en cualquier pueblo de la Monarquía. Cuarto. Los libertos desde que
adquieran la libertad en las Españas.
Artículo 12.- La religión de la Nación española es y será perpetuamente la Católica, Apostólica
y Romana, única y verdadera. La Nación la protege por leyes sabia y justas, y prohíbe el
ejercicio de cualquier otra.
Artículo 14.- El gobierno de la Nación española es una monarquía moderada hereditaria.
Artículo 15.- La potestad de hacer las leyes reside en las cortes con el Rey
Artículo 16.- La potestad de hacer ejecutar las leyes reside en el Rey
Artículo 17.- La potestad de aplicar las leyes en las causas civiles y criminales reside en los
tribunales establecidos por la ley.
Artículo 27.- Las Cortes son la reunión de todos los diputados que representan la Nación,
nombrados por los ciudadanos en la forma que se dirá.
Artículo 34.- Para la elección de los diputados de Cortes se celebrarán juntas electorales de
parroquia, de partido y de provincia.
Artículo 142.- El Rey tiene derecho a veto, por dos veces consecutivas
Artículo 172.- Las restricciones de la autoridad del Rey son las siguientes:
1.- No puede el Rey impedir la celebración de las Cortes en las épocas y casos señalados por
la Constitución, ni suspenderlas, ni disolverlas, ni en manera alguna embarazar sus sesiones y
deliberaciones...
8.- No puede el Rey imponer por sí directa o indirectamente contribuciones, ni hacer pedidos
bajo cualquiera nombre o para cualquier objeto que sea, sino que siempre que lo han de
decretar las Cortes.
10.- No puede el Rey tomar la propiedad de ningún particular ni corporación, ni turbarle en la
posesión, uso y aprovechamiento de ella.
Artículo 248.- En los negocios comunes, civiles y criminales no habrá más que un solo fuero
para toda clase de personas.
Artículo 339.- Las contribuciones se repartirán entre todos los españoles con proporción a sus
facultades, sin excepción ni privilegio alguno.
Artículo 362.- Habrá en cada provincia cuerpos de milicias nacionales, compuestos de
habitantes de cada una de ellas, con proporción a su población y circunstancias.
Artículo 366.- En todos los pueblos de la Monarquía se establecerán escuelas de primeras
letras, en las que se enseñará a los niños a leer, escribir y contar, y el catecismo de la religión
católica, que comprenderá también una breve exposición de las obligaciones civiles...
Artículo 371.- Todos los españoles tienen la libertad de escribir, imprimir y publicar sus ideas
políticas."
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Estatuto Real de 1834
“TÍTULO I. LA CONVOCACIÓN DE LAS CORTES GENERALES DEL REINO
Art.1. Con arreglo a lo que previenen la ley 5.ª, título 15, Partida 2.ª, y las leyes 1.ª y 2.ª, título
7.º, libro 6.º de la Nueva Recopilación, Su Majestad la Reina Gobernadora, en nombre de su
excelsa hija doña Isabel II, ha resuelto convocar las Cortes generales del Reino.
Art.2, Las Cortes generales se compondrán de dos Estamentos: el de Próceres del Reino y el
de Procuradores del Reino.
TÍTULO II. EL ESTAMENTO DE PRÓCERES DEL REINO
Art.3. El Estamento de Próceres del Reino se compondrá:1.º De muy reverendos arzobispos y
reverendos obispos.
2.º De Grandes de España; 3.º De Títulos de Castilla; 4.º De un numero indeterminado de
españoles, elevados en dignidad e ilustres por sus servicios en las varias carreras, y que sean
o hayan sido secretarios del Despacho, procuradores del Reino, consejeros de Estado,
embajadores o ministros plenipotenciarios, generales de mar o de tierra o ministros de los
tribunales supremos;5.º De los propietarios territoriales o dueños de fábricas, manufacturas o
establecimientos mercantiles que reúnan a su mérito personal y a sus circunstancias
relevantes, el poseer una renta anual de sesenta mil reales, y el haber sido anteriormente
procuradores del Reino;6.º De los que en la enseñanza pública o cultivando las ciencias o las
letras, hayan adquirido gran renombre y celebridad, con tal que disfruten una renta anual de
sesenta mil reales, ya provenga de bienes propios, ya de sueldo cobrado del Erario.
Art. 4. Bastará ser Arzobispo u Obispo electo o auxiliar para poder ser elegido, en clase de tal,
y tomar asiento en el Estamento de Próceres del Reino.
Art. 6. La dignidad de Prócer del Reino es hereditaria en los Grandes de España.
Art. 7. El Rey elige y nombra los demás próceres del Reino, cuya dignidad es vitalicia.
TÍTULO III. DEL ESTAMENTO DE PROCURADORES DEL REINO
Art. 13. El Estamento de Procuradores del Reino se compondrá de las personas que se
nombren con arreglo a la ley de elecciones.
Art. 14. Para ser Procurador del Reino se requiere: 1.º Ser natural de estos Reinos o hijo de
padres españoles;2.º Tener treinta años cumplidos;3.º Estar en posesión de una renta propia
anual de doce mil reales;4.º Haber nacido en la provincia que le nombre, o haber residido en
ella durante los dos últimos años, o poseer en ella algún predio rústico o urbano, o capital de
censo que reditúen la mitad de la renta necesaria para ser Procurador del Reino; En el caso de
que un mismo individuo haya sido elegido Procurador a Cortes por más de una provincia,
tendrá el derecho de optar entre las que le hubieren nombrado. (…)
Deseando restablecer en su fuerza y vigor las leyes fundamentales de la Monarquía; con el fin
de que se lleve a cumplido efecto lo que sabiamente previenen para el caso en que ascienda al
Trono un Monarca menor de edad; y ansiosa de labrar sobre un cimiento sólido y permanente
la prosperidad y gloria de esta Nación magnánima; he venido en mandar, en nombre de mi
excelsa Hija Doña Isabel II, y después de haber oído el dictamen del Consejo de Gobierno y
del de Ministros, que se guarde, cumpla y observe, promulgándose con la solemnidad debida el
precedente Estatuto Real para la convocación de las Cortes generales del Reino. Tendréislo
entendido, y dispondréis lo necesario a su cumplimiento. -Está rubricado de la Real mano. En
Aranjuez, a 10 de abril de 1834.-A D. Francisco Martínez de la Rosa, Presidente del Consejo
de Ministros.”
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Constitución de la Monarquía española. 18 de Junio de 1837
“DOÑA ISABEL II, por la gracia de Dios y la Constitución de la Monarquía española, Reina de
las Españas; y en su Real nombre, y durante su menor edad, la Reina viuda su madre doña
María Cristina de Borbón, Gobernadora del Reino; (…) decretan y sancionan la siguiente:
CONSTITUCIÓN DE LA MONARQUÍA ESPAÑOLA
TÍTULO PRIMERO DE LOS ESPAÑOLES
Art. 1. Son españoles: 1.º Todas las personas nacidas en los dominios de España. 2.º Los hijos
de padre o madre españoles, aunque hayan nacido fuera de España. 3.º Los extranjeros que
hayan obtenido carta de naturaleza. 4.º Los que sin ella hayan ganado vecindad en cualquier
pueblo de la Monarquía. La calidad de español se pierde por adquirir naturaleza en país
extranjero, y por admitir empleo de otro Gobierno sin licencia del Rey.
Art. 2. Todos los españoles pueden imprimir y publicar libremente sus ideas sin previa
censura, con sujeción a las leyes. La calificación de los delitos de imprenta corresponde
exclusivamente a los jurados.
Art. 4. Unos mismos códigos regirán en toda la Monarquía, y en ellos no se establecerá más
que un solo fuero para todos los españoles en los juicios comunes, civiles y criminales.
Art. 5. Todos los españoles son admisibles a los empleos y cargos públicos, según su mérito y
capacidad.
Art. 7. No puede ser detenido, ni preso, ni separado de su domicilio ningún español, ni allanada
su casa, sino en los casos y en la forma que las leyes prescriban. .
Art. 10. No se impondrá jamás la pena de confiscación de bienes, y ningún español será
privado de su propiedad sino por causa justificada de utilidad común, previa la correspondiente
indemnización.
Art. 11. La Nación se obliga a mantener el culto y los ministros de la Religión Católica que
profesan los españoles.
TÍTULO II DE LAS CORTES
Art. 12. La potestad de hacer las leves reside en las Cortes con el Rey.
Art. 13. Las Cortes se componen de dos cuerpos colegisladores, iguales en facultades: el
Senado y el Congreso de los Diputados.
TÍTULO III DEL SENADO
Art. 14. El número de los senadores será igual a las tres quintas partes de los diputados.
Art. 15. Los senadores son nombrados por el Rey a propuesta, en lista triple, de los electores
que en cada provincia nombran los diputados a Cortes. .
Art. 20. Los hijos del Rey y del heredero inmediato de la Corona son senadores a la edad de
veinticinco años.
TÍTULO IV DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
Art. 22. Los diputados se elegirán por el método directo, y podrán ser reelegidos
indefinidamente.
Art. 23. Para ser Diputado se requiere ser español, del estado seglar, haber cumplido
veinticinco años, y tener las demás circunstancias que exija la ley electoral.
TÍTULO VI DEL REY
Art. 44. La persona del Rey es sagrada e inviolable, y no está sujeta a responsabilidad. Son
responsables los ministros.
Art. 45. La potestad de hacer ejecutar las leyes reside en el Rey, y su autoridad se extiende a
todo cuanto conduce a la conservación del orden público en lo interior, y a la seguridad del
Estado en lo exterior, conforme a la Constitución y a las leyes.
Art. 46. El Rey sanciona y promulga las leyes.
TÍTULO VII DE LA SUCESIÓN DE LA CORONA
Art. 50. La Reina legitima de las Españas es doña Isabel II de Borbón.
Art. 51. La sucesión en el Trono de las Españas será, según el orden regular, de primogenitura
y representación, prefiriendo siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea el
grado más próximo al más remoto; en el mismo grado el varón a la hembra y en el mismo sexo
la persona de más edad a la de menos.
Art. 53. Si llegaren a extinguirse todas las líneas que se señalan, las Cortes harán nuevos
llamamientos, como más convenga a la Nación.
Art. 54. Las Cortes deberán excluir de la sucesión aquellas personas que sean incapaces para
gobernar o hayan hecho cosa porque merezcan perder el derecho a la Corona.
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Art. 55. Cuando reine una hembra, su marido no tendrá parte ninguna en el gobierno del
Reino.”
Constitución de la Monarquía española. 1845
“Doña Isabel II, por la gracia de Dios y la Constitución de la Monarquía Española, Reina de las
Españas; a todos los que las presentes vieren y entendieren, sabed:
Que siendo nuestra voluntad y la de las Cortes del Reino regularizar y poner en consonancia
con las necesidades actuales del Estado los antiguos fueron y libertades de estos Reinos, y la
intervención que sus Cortes han tenido en todos tiempos en los negocios graves de la
Monarquía, modificando al efecto la Constitución promulgada en 18 de Junio de 1837, hemos
venido, en unión y de acuerdo con las Cortes actualmente reunidas, en decretar y sancionar la
siguiente
CONSTITUCION DE LA MONARQUIA ESPAÑOLA
Art. 10. No se impondrá jamás la pena de confiscación de bienes, y ningún español será
privado de su propiedad sino por causa justificada de utilidad común, previa la correspondiente
indemnización.
Art. 11. La Religión de la Nación española es la católica, apostólica, romana. El Estado se
obliga a mantener el culto y sus ministros.
TÍTULO II. De las Cortes
Art. 12. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes con el Rey.
Art. 13. Las Cortes se componen de los Cuerpos Colegisladores, iguales en facultades: el
Senado y el Congreso de los Diputados.
TÍTULO III. Del Senado
Art. 14. El número de Senadores es ilimitado: su nombramiento pertenece al Rey.
Art. 15. Sólo podrán ser nombrados Senadores los españoles que, además de tener treinta
años cumplidos, pertenezcan a las clases siguientes: Presidentes de alguno de los Cuerpos
Colegisladores. Senadores o Diputados admitidos tres veces en las Cortes. Ministros de la
Corona. Consejeros de Estado. Arzobispos. Obispos. Grandes de España. Capitanes
generales del Ejército y Armada. Tenientes generales del Ejército y Armada. Embajadores.
Ministros plenipotenciarios. Presidentes de Tribunales Supremos. Ministros y Fiscales de los
mismos.
Los comprendidos en las categorías anteriores deberán además disfrutar 30.000 reales de
renta procedente de bienes propios o de sueldos de los empleos que no puedan perderse sino
por causa legalmente probada, o de jubilación, retiro o cesantía. Títulos de Castilla que
disfruten 60.000 reales de renta. Los que paguen con un año de antelación 8.000 reales de
contribuciones directas, hayan sido Senadores o Diputados a Cortes, o Diputados provinciales,
o Alcaldes en pueblos de 30.000 almas, o Presidentes de Juntas o Tribunales de Comercio.
Las condiciones necesarias para ser nombrado Senador podrán variarse por una ley.
TÍTULO IV. Del Congreso de los Diputados
Art. 21. Los Diputados se elegirán por el método directo, y podrán ser reelegidos
indefinidamente.
Art. 22. Para ser Diputado se requiere ser español, del estado seglar, haber cumplido
veinticinco años, disfrutar la renta procedente de bienes raíces o pagar por contribuciones
directas la cantidad que la ley Electoral exija, y tener las demás circunstancias que en la misma
ley se prefijen. […]
TÍTULO VI. Del Rey
Art. 42. La Persona del Rey es sagrada e inviolable, y no está sujeta a responsabilidad. Son
responsables los Ministros.
Art. 43. La potestad de hacer ejecutar las leyes reside en el Rey, y su autoridad se extiende a
todo cuanto conduce a la conservación del orden público en lo interior, y a la seguridad del
Estado en lo exterior, conforme a la Constitución y a las leyes.
Art. 44. El Rey sanciona y promulga las leyes.
Art. 45. Además de las prerrogativas que la Constitución señala al Rey, le corresponde: 1º.
Expedir los decretos, reglamentos e instrucciones que sean conducentes para la ejecución de
las leyes. 2º. Cuidar de que todo en el Reino se administre pronta y cumplidamente la justicia.
3º. Indultar a los delincuentes con arreglo a las leyes. 4º. Declarar la guerra y hacer y ratificar la
paz, dando después cuenta documentada a las Cortes. 5º. Disponer de la fuerza armada,
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distribuyéndola como más convenga. 6º. Dirigir las relaciones diplomáticas y comerciales con
las demás Potencias. 7º. Cuidar de la fabricación de la moneda, en la que se pondrá su busto y
su nombre. 8º. Decretar la inversión de los fondos destinados a cada uno de los ramos de la
administración pública. 9º. Nombrar todos los empleados públicos y conocer honores y
distinciones de todas clases, con arreglo a las leyes. 10º. Nombrar y separar libremente los
Ministros.
Art. 46. El Rey necesita estar autorizado por una ley especial: 1º. Para enajenar, ceder o
TÍTULO VII. De la sucesión de la Corona
Art. 49. La Reina legítima de las Españas es Doña Isabel II de Borbón.
Art. 51. Extinguidas las líneas de los descendientes legítimos de Doña Isabel II de Borbón,
sucederán por el orden que queda establecido su hermana y los tíos hermanos de su padre,
así varones como hembras, y sus legítimos descendientes, si no estuviesen excluidos. […]
En Palacio a 23 de Mayo de 1845. —YO LA REINA. -
EL CONVENIO DE VERGARA.
“ Convenio celebrado entre el Capitán General de los Ejércitos Nacionales D. Baldomero
Espartero y el Teniente General D. Rafael Maroto.
Art. 1º. El Capitán General don Baldomero Espartero recomendará con interés al Gobierno el
cumplimiento de su oferta de comprometerse formalmente a proponer a las Cortes la concesión
o modificación de los fueros.
Art. 2º. Serán reconocidos los empleos, grados y condecoraciones de los generales, jefes y
oficiales, y demás individuos dependientes del ejército del mando del teniente general D.
Rafael Maroto, quien presentará las relaciones con expresión de las armas a que pertenecen,
quedando
en
libertad
de
continuar
sirviendo
defendiendo
la
Constitución
de
1837,
el
trono
de
Isabel
2ª
y
la Regencia de su augusta Madre, o bien de retirarse a sus casas los que no quieran seguir
con las armas de fuego.
Art. 4º. Los que prefieran retirarse a sus casas siendo generales y brigadieres obtendrán su
cuartel para donde lo pidan con el sueldo que por reglamento les corresponda: los jefes y
oficiales obtendrán licencia limitada o su retiro según reglamento.
Ratificado este convenio en el cuartel general de Vergara, a 31 de agosto de 1839.
– El Duque de La Victoria. – Rafael Maroto.- Vitoria”.
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Proclama revolucionaria 1868.
Esta proclama (Cádiz, 19 de septiembre de 1868) -redactada por López de Ayala, y firmada,
con intencionada exclusión de los dirigentes civiles, por los generales comprometidos en el
movimiento revolucionario- fue el punto de partida de la revolución de septiembre de 1868, que
puso fin al reinado de Isabel II.
***
Españoles: La ciudad de Cádiz, puesta en armas con toda su provincia, con la Armada anclada
en su puerto, y con todo el departamento marítimo de La Carraca, declara solemnemente que
niega su obediencia al Gobierno que reside en Madrid, segura de que el leal intérprete de todos
los ciudadanos que, en el dilatado ejercicio de la paciencia, no hayan perdido el sentimiento de
la dignidad, y resuelta a no deponer las armas hasta que la Nación recobre su soberanía,
manifieste su voluntad y se cumpla.
¿Habrá algún español tan ajeno a las desventuras de la patria que nos pregunte las causas de
tan grave acontecimiento?
... Hollada la ley fundamental, convertida, siempre, antes en celada, que en defensa del
ciudadano; corrompido el sufragio por la amenaza y el soborno; dependiente la seguridad
individual, no del derecho propio, sino de la irresponsable voluntad de cualquiera de las
autoridades; muerto el municipio; pasto la administración y la hacienda de la inmoralidad y del
agio; tiranizada la enseñanza; muda la prensa y sólo interrumpido el universal silencio por las
frecuentes noticias de las nuevas fortunas improvisadas; del nuevo negocio; de la nueva real
orden encaminada a defraudar el tesoro; de títulos de Castilla vilmente prodigados; del alto
precio, en fin, a que logran su venta la deshonra y el vicio. Tal es la España de hoy, españoles:
¿quién la aborrece tanto que se atreva a exclamar: "así ha de ser siempre"?
No, no será: ya basta de escándalos. [...]
Acudid a las armas, no con el impulso del encono, siempre funesto, no con la furia de la ira,
siempre débil; sino con la solemne y poderosa serenidad con que la justicia empuña su
espada.
¡Viva España con honra!
Cádiz, 19 de septiembre de 1868.
Duque de la Torre, Juan Prim, Domingo Dulce, Francisco Serrano Bedoya, Ramón Nouvilas,
Rafael Primo de Rivera, Antonio Caballeros de Rodas, Juan Topete.
Manifiesto de la revolución española de septiembre de 1868
Constitución de 1869
“CONSTITUCIÓN DEMOCRÁTICA DE LA NACIÓN ESPAÑOLA PROMULGADA EL DÍA 6 DE
JUNIO DE 1869
La Nación española, y en su nombre las Cortes Constituyentes elegidas por sufragio universal,
deseando afianzar la justicia, la libertad y la seguridad, y proveer al bien de cuantos vivan en
España, decretan y sancionan la siguiente
Art. 16. Ningún español que se halle en el pleno goce de sus derechos civiles podrá ser privado
del derecho de votar en las elecciones de Senadores, Diputados a Cortes, Diputados
provinciales y Concejales.
Art. 17. Tampoco podrá ser privado ningún español: Del derecho de emitir libremente sus ideas
y opiniones, ya de palabra, ya por escrito, valiéndose de la imprenta o de otro procedimiento
semejante.
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Del derecho de reunirse pacíficamente. Del derecho de asociarse para todos los fines de la
vida humana que no sean contrarios a la moral pública. Y, por último, del derecho de dirigir
peticiones individual o colectivamente a las Cortes, al Rey y a las Autoridades. […]
Art.18. El Poder Legislativo reside en las Cortes con el Rey….
Art. 21. La Nación se obliga a mantener el culto y los ministros de la religión católica. El
ejercicio público o privado de cualquier otro culto queda garantido a todos los extranjeros
residentes en España, sin más limitaciones que las reglas universales de la moral y del
derecho. Si algunos españoles profesaren otra religión que la católica, es aplicable a los
mismos todo lo dispuesto en el párrafo anterior
.
TÍTULO II. De los poderes políticos
Art. 32. La soberanía reside esencialmente en la Nación, de la cual emanan todos los poderes.
Art. 33. La forma de gobierno de la Nación Española es la Monarquía.
Art. 34. La potestad de hacer las leyes reside en las Cortes. El Rey sanciona y promulga las
leyes.
Art. 35. El Poder ejecutivo reside en el Rey, que lo ejerce por medio de sus Ministros.
Art. 36. Los Tribunales ejercen el poder judicial.
TÍTULO III. Del Poder Legislativo
Art. 38. Las Cortes se componen de dos Cuerpos Colegisladores, a saber: Senado y
Congreso. Ambos Cuerpos son iguales en facultades, excepto en los casos previstos en la
Constitución.[…]
Art. 58. Además de la potestad legislativa, corresponde a las Cortes: 1º. Recibir al Rey, al
sucesor inmediato de la Corona y a la Regencia el juramento de guardar la Constitución y las
leyes 2º. Resolver cualquiera duda de hecho o de derecho que ocurra en orden a la sucesión
de la Corona. 3º. Elegir la Regencia del Reino y nombrar el tutor del Rey menor cuando lo
previene la Constitución. 4º. Hacer efectiva la responsabilidad de los Ministros; y 5º. Nombrar y
separar libremente los Ministros del Tribunal de Cuentas del Reino, sin que el nombramiento
pueda recaer en ningún Senador ni Diputado.[…]
TÍTULO IV Del Rey
Art. 67. La persona del Rey es inviolable, y no está sujeta a responsabilidad. Son responsables
los Ministros.
Art. 68. El Rey nombra y separa libremente sus Ministros.
Art. 69. La potestad de hacer ejecutar las leyes reside en el Rey, y su autoridad de extiende a
todo cuanto conduce a la conservación del orden público en lo interior y a la seguridad del
Estado en lo exterior, conforme a la Constitución y a las leyes.
Art. 70. El Rey dispone de las fuerzas de mar y tierra, declara la guerra, y hace y ratifica la paz;
dando después cuenta documentada a las Cortes.
Art. 71. Una sola vez en cada legislatura podrá el Rey suspender las Cortes sin el
consentimiento de éstas. En todo caso, las Cortes no podrán dejar de estar reunidas el tiempo
señalado en el art. 43.
Art. 72. En el caso de disolución de uno o de ambos Cuerpos Colegisladores, el Real decreto
contendrá necesariamente la convocatoria de las Cortes para dentro de tres meses.
Palacio de las Cortes en Madrid a 1º. de Junio de 1869.
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Carta y manifiesto de Amadeo I a los españoles. 1873.
Grande fue la honra que merecí á la nación española eligiéndome para ocupar su trono;(…),
resuelto á cumplir religiosamente el juramento por mi prestado ante las Córtes Constituyentes,
(…)
Conozco que me engañó mi buen deseo. Dos largos años há que ciño la corona de España, y
la España vive en constante lucha, viendo cada dia mas lejana la era de paz y de ventura que
tan ardientemente anhelo. Si fueran estrangeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente
de estos soldados tan valientes como sufridos, seria primero en combatirlos; pero todos los que
con la espada, con pluma, con la palabra agravan y perpetuan los males de la nacion, son
españoles; todos invocan el dulce nombre de la patria, todos pelean y se agitan por su bien; y
entre el fragor del combate, entre el confuso, atronador y contradictorio clamar de los partidos,
entre tantas y tan opuestas manifestaciones de la opinion pública, es imposible afirmar cuál es
la verdadera , y mas imposible todavía hallar el remedio para tamaños males.
Lo he buscado ávidamente dentro de la ley y no lo he hallado. Fuera de la ley y no lo he
hallado. Fuera de la ley no ha de buscarlo quien ha prometido observarla.
Nadie achacará á flaqueza de ánimo mi resolucion. No habria peligro que me moviera á
desceñirme la corona, si creyera que la llevaba en mis sienes para bien de los españoles; ni
causó mella en mi ánimo el que corrió la vida de mi augusta esposa, que en este solemne
momento manifiesta como yo el vivo deseo de que en su dia se indulte á los autores de aquel
atentado. Pero tengo hoy la firmísima conviccion de que serán estériles mis esfuerzos é
irrealizables mis propósitos.
Estad seguros de que al desprenderme de la corona no me desprendo del amor á esta España
tan noble como desgraciada, y de que no llevo otro pesar que el de no haberme sido posible
procurarla todo el bien que mi leal corazón para ella apetecia.- Amadeo.- Palacio de Madrid á
11 de febrero de 1873.
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