NADER:La Salle 20/07/2011 03:43 p.m. Página 312 NADER:La Salle 20/07/2011 03:43 p.m. Página 312 REVISTA ACADÉMICA MR FACULTAD DE DERECHO DE LA UNIVERSIDAD LA SALLE Año II Núm. 4 Enero 2005 NADER:La Salle 20/07/2011 03:43 p.m. Página 312 DIRECTORIO DE LA UNIVERSIDAD LA SALLE RECTOR DE LA UNIVERSIDAD LA SALLE Mtro. Raúl Valadez García VICERRECTOR ACADÉMICO Ing. Edmundo Barrera Monsiváis VICERRECTOR DE FORMACIÓN Hno. Martín Rocha Pedrajo DIRECTOR DE LA FACULTAD DE DERECHO Lic. Jorge Nader Kuri PRESIDENTE DEL CONSEJO GENERAL EDITORIAL Mtro. José Antonio Dacal Alonso COORDINADORA DE PUBLICACIONES Lic. Irma Rodríguez Vega NADER:La Salle 20/07/2011 03:43 p.m. Página 312 REVISTA ACADÉMICA DE LA FACULTAD DE DERECHO Lic. Jorge Nader Kuri DIRECTOR DE LA FACULTAD DE DERECHO Víctor Manuel González Zesatti ASISTENTE LIC. VERÓNICA BÁTIZ ÁLVAREZ SUPERVISIÓN TÉCNICA EDITORIAL W CONSEJO LOCAL EDITORIAL FACULTAD DE DERECHO Lic. Jorge Vargas Morgado COORDINADOR Lic. José María Aramburu Alonso Lic. Juan Francisco Cortés Coronado Dr. Bernardino Esparza Martínez Lic. Jorge Nader Kuri Lic. Rubén F. Pérez Sánchez Lic. María Gabriela Stramandinoli Salva Lic. Salvador Rangel Solórzano Lic. Fernando Rivera González Lic. Rafael Ruiz Mena Lic. Oscar Victal Adame REVISTA ACADÉMICA, FACULTAD DE DERECHO Revista Semestral de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle, A. C. Benjamín Franklin # 47 Col. Condesa C.P. 06140 Delegación Cuauhtémoc México, D.F. Tel: 52-78-95-41, 52-78-95-00 ext. 2030, fax: 52-78-95-02 buzón 2024 Producción y Distribución: Facultad de Derecho de la Universidad La Salle, A.C. Editor responsable: Lic. Jorge Nader Kuri [email protected] De las opiniones sustentadas en esta Revista responden exclusivamente sus autores. El hecho de su publicación no implica de ninguna manera que la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle o esta Revista compartan o hagan suyos sus contenidos. RESERVA PARA EL USO EXCLUSIVO DEL TÍTULO: 04-2003-061214173400-102 CERTIFICADO DE LICITUD DE TÍTULO: EN TRÁMITE CERTIFICADO DE LICITUD DE CONTENIDO: EN TRÁMITE. ISSN: 1665-8639 Editado e impreso en México Printed and made in Mexico CONTENIDO EDITORIAL . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .13 ARTÍCULOS DE FONDO Consideraciones jurídicas alrededor del acuerdo de asociación económica, concertación política y cooperación entre México y la Unión Europea DR. CARLOS ARELLANO GARCÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .15 Las decisiones judiciales: entre la argumentación y la motivación LIC. CARLOS BÁEZ SILVA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .35 Ética y atención al público LIC. ÁNGEL BUENDÍA BUENDÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .67 Marco legal internacional y nacional de la explotación sexual comercial infantil DRA. ELVA LEONOR CÁRDENAS MIRANDA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .103 Reforma Político Electoral para el Fortalecimiento de la Política Pública Electorales en las Instituciones Electorales de México DR. BERNARDINO ESPARZA MARTÍNEZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .125 OPINIÓN Introducción a los Delitos laborales en México LIC. NICANDRA CASTRO ESCARPULLI Y RAFAEL SANTOYO VELASCO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .157 El Derecho como amenaza LIC. GERMÁN MARTÍNEZ CÁZARES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .173 “Créditos y garantías” reformas para su operación LIC. GUSTAVO SANTILLANA MENESES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .181 El Juicio Oral DR. CLEMENTE VALDÉS SÁNCHEZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .191 PONENCIAS Jurisdicción universal y jurisdicción interna: ¿cómo salvar escollos? LIC. JOSÉ J. BORJÓN NIETO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .213 Retos y perspectivas de la Educación jurídica en el S.XXI LIC. MA. TERESA HERRERA TELLO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .233 La Reforma al Sistema de Justicia Penal GRAL. Y DR. RAFAEL MACEDO DE LA CONCHA . . . . . . . . . . . . . .253 La necesidad de un cambio en la forma de enjuiciamiento penal en México LIC. MIGUEL ÁNGEL MANCERA ESPINOSA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .273 Las garantías del debido proceso en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos DR. FLORENTÍN MELÉNDEZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .287 “Estado de Derecho” : ¿para qué? ¿para quién? MIN. OLGA SÁNCHEZ CORDERO DE GARCÍA VILLEGAS . . . . . . . . . .301 La Internacionalización de la responsabilidad penal del individuo frente a la impunidad LIC. CHRISTOPHER A. SERVÍN RODRÍGUEZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . .307 ESTUDIO LEGISLATIVO La ley procesal electoral LIC. CARLOS ORTIZ MARTÍNEZ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .321 RESEÑAS DE LIBROS PLATAS PACHECO, María del Carmen. Filosofía del derecho. Analogía de proporcionalidad. Editorial Porrúa, México, 2003. MTRO. JOSÉ ANTONIO DACAL ALONSO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .349 NADER:La Salle 20/07/2011 03:43 p.m. Página 312 EDITORIAL En los editoriales de esta publicación, quienes en ella participamos, reflexionamos sobre temas de actualidad estrechamente vinculados con el ámbito jurídico. En esta categoría de asuntos, cabe mencionar que el Derecho es sólo uno de los instrumentos que procuran solucionar problemas, en el corto, mediano y largo plazo. Los alcances de la norma en cuanto a su eficiencia y a su eficacia, se relacionan con la magnitud, importancia y duración de los desafíos que presenta la realidad. Es decir, que el Derecho como instrumento adecuado, debe caracterizarse por su eficiencia y por su eficacia, entendida la primera como “...el grado de idoneidad que posee una norma jurídica para satisfacer la necesidad que se tuvo en cuenta al expedirla...”; y la segunda como “...el grado de acatamiento de una norma jurídica por quienes son sus destinatarios...”1 Todo ello lo puedo relacionar en estos días con la Ley de Residuos Sólidos del Distrito Federal. Su objeto es regular la gestión integral de los residuos sólidos considerados como no peligrosos, la prestación del servicio público de limpia, aumentar el reciclaje y la producción de composta. La referida, es una más de las leyes que tratan de contribuir al desarrollo sostenible. Si se la relaciona con su eficiencia, ciertas condiciones serán necesarias para aplicar adecuadamente la norma, por ejemplo, la aprobación de un reglamento ad hoc;2 la asignación de un nuevo 1 Brañes, Raúl, Manual de Derecho Ambiental Mexicano, 2a. ed., México, Fondo de Cultura Económica, 2000, p. 655. 2 Ello en cuanto esté vinculado con las cuestiones que necesiten reglamentación y que no estuvieren ya normadas en el texto del Reglamento para el Servicio de Limpia en el Distrito Federal, publicado en el DO. el 27/jul/1989. UNIVERSIDAD LA SALLE 13 lugar para la disposición final de los residuos sólidos; la capacitación de los trabajadores del servicio de limpia; la compra de camiones de recolección que mantengan separados los residuos; o un programa con unidades suficientes de retiro alternado, según el tipo de los desperdicios. Sin embargo, estas condiciones son necesarias, pero no suficientes. Teniendo en cuenta la eficacia de la ley, existe un inconveniente manifiesto: la población del Distrito Federal tiene patrones culturales de consumo y de producción negligentes, en contraste con las conductas de cuidado del medio ambiente que urge asumir. Según los resultados de la encuesta del Instituto Mexicano de la Juventud del año 2000, nuestros jóvenes, en un altísimo porcentaje, se declararon dispuestos a participar en actividades en defensa del medio ambiente. Este dato me parece auspicioso, pero es tiempo de conciliar las intenciones teóricas con las acciones de la práctica. Las personas vivimos en un ambiente común, que debemos manejar con benevolencia (del lat. benevolentia: simpatía y buena voluntad). Esta cultura del cuidado sólo puede adquirirse cuando se convierte en costumbre, a través de acciones conscientes y cotidianas, transmitidas con el ejemplo a las generaciones venideras. El desarrollo económico es compatible con tal benevolencia y con una cultura de la paz. Así lo ha reconocido la Fundación Nobel, cuando galardonó este año a la defensora keniana del medio ambiente Wangari Maathai. Por las razones expuestas y por otras relacionadas —que en virtud de la brevedad de estas reflexiones, no volcaré aquí—, considero que cualquier medida, cuyo fin sea la conservación, ordenamiento y mejora del medio ambiente, será siempre un tema de actualidad que nos involucra. MARÍA GABRIELA STRAMANDINOLI SALVÁ 14 FACULTAD DE DERECHO CONSIDERACIONES JURÍDICAS ALREDEDOR DEL ACUERDO DE ASOCIACIÓN ECONÓMICA, CONCERTACIÓN POLÍTICA Y COOPERACIÓN ENTRE MÉXICO Y LA COMUNIDAD EUROPEA CARLOS ARELLANO GARCIA* Resumen Se estima de trascendencia jurídica y económica la formulación de diversas consideraciones en el campo del Derecho respecto del Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación entre México, por una parte, y la Comunidad Europea y sus Estados Miembros, por otra parte. Existe el objetivo de establecer diversas precisiones, entre ellas, que a dicho Acuerdo no se le concedió la jerarquía reservada a los tratados internacionales, que la motivación expresada involucró cuestiones políticas y derechos humanos, lo que interfiere cuestiones internas de nuestro país, con afectación del principio de “no intervención”. Al negociarse y celebrarse el Acuerdo, nuestro país hizo caso omiso de su desventajosa situación asimétrica y además, se dejaron de observar disposiciones constitucionales mexicanas. I. Sujetos celebrantes del Acuerdo El Acuerdo fue celebrado por los Estados Unidos Mexicanos, a quien se le da la denominación de “México”, por una parte, y, por la otra tienen el carácter de celebrantes los países que poseen la cali* Doctor en Derecho. Profesor de Derecho Internacional Público y de Derecho Internacional Privado. Facultad de Derecho Universidad Nacional Autónoma de México. UNIVERSIDAD LA SALLE 15 CARLOS ARRELLANO GARCÍA dad de países incluidos en el Tratado constitutivo de la Comunidad Europea y en el Tratado de la Unión Europea, a quienes se les denomina: “Estados miembros de la Comunidad Europea”. Asimismo se consideró a la Comunidad Europea, a la que se le denominó la “Comunidad”. Se formula la advertencia inicial en el sentido de que a los Estados miembros de la Comunidad Europea y a nuestro país no se les dio la denominación que suele utilizarse en los tratados y que es la de: “Altas Partes Contratantes” y la razón que se desprende es que al Acuerdo no se le concedió la jerarquía reservada a los tratados internacionales. Los Estados miembros de la Comunidad Europea, en número de quince se listaron y son: el Reino de Bélgica, el Reino de Dinamarca, la República Federal de Alemania, la República Helénica, el Reino de España, la República Francesa, Irlanda, la República Italiana, el Gran Ducado de Luxemburgo, el Reino de los Países Bajos, la República de Austria, la República Portuguesa, la República de Finlandia, el Reino de Suecia y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. II. Denominación del Acuerdo En la denominación del Acuerdo, terminológicamente no se utilizan las expresiones: “tratado” o “convención” y aunque, jurídicamente, es bien sabido que la naturaleza de un acto jurídico no depende de su denominación, sino de su contenido, en cuanto a prestaciones y contraprestaciones, lo cierto es que siempre es conveniente que haya congruencia entre la naturaleza del acto jurídico y la denominación que se le atribuye. III. Expresión de motivos De manera breve, en el proemio del Acuerdo se expresan diversas consideraciones que enuncian los antecedentes que se tomaron en 16 FACULTAD DE DERECHO CONSIDERACIONES JURÍDICAS ALREDEDOR DEL ACUERDO DE ASOCIACIÓN... cuenta para la celebración del singular Acuerdo, llevado a efecto por un solo país, México, de un lado y, del otro lado quince países y una entidad colectiva como es la Comunidad Europea. Los motivos respectivos que se expresaron fueron los siguientes: I. Existencia de una herencia cultural común y fuertes vínculos históricos, políticos y económicos que unen a los celebrantes; II. Se recoge el objetivo de desarrollar y consolidar el marco global de las relaciones internacionales, en particular, entre América Latina y Europa; III. Se cita como antecedente el Acuerdo Marco de Cooperación entre México y la Comunidad, firmado en Luxemburgo el veintiséis de abril de mil novecientos noventa y uno; IV. Hay mutuo interés por establecer vínculos contractuales que fortalezcan la realización bilateral, mediante una intensificación del diálogo político, la liberalización progresiva del comercio, la liberalización de los pagos corrientes, los movimientos de capital y las transacciones invisibles, la promoción de las inversiones y una cooperación más amplia; V. Se tomó en cuenta una total adhesión a los principios democráticos y a los derechos humanos fundamentales tal como se enuncian en la Declaración Universal de Derechos Humanos, así como a los principios de Derecho Internacional referentes a las relaciones de amistad y cooperación de los Estados de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas y a los principios del Estado de Derecho y del Buen Gobierno en los términos de la Declaración Ministerial Grupo de Río-Unión Europea adoptada en Sao Paulo en mil novecientos noventa y cuatro; VI. Se expresó que se debe institucionalizar el diálogo político tanto a nivel bilateral como en el ámbito internacional; VII. Las Partes Celebrantes conceden importancia a los principios y valores establecidos en la Declaración de la Cumbre UNIVERSIDAD LA SALLE 17 CARLOS ARRELLANO GARCÍA Mundial para el Desarrollo Social celebrada en Copenhague en marzo de mil novecientos noventa y cinco; VIII. Ambas partes conceden relevancia a la debida aplicación del principio del desarrollo sostenible, convenido y establecido en el Programa 21 de la Declaración de Río de 1992 sobre el medio ambiente y desarrollo; IX. Se reitera una adhesión a los principios de la economía de mercado y al compromiso con el libre comercio internacional, de conformidad con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y en su calidad de miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), con especial hincapié en la importancia de un regionalismo abierto. En esa expresión de motivación del Acuerdo, principalmente nos preocupa que se hayan involucrado cuestiones políticas y de derechos humanos, dado que, ambos tópicos son materias internas de nuestro país y, en México ha prevalecido tradicionalmente el principio de no intervención, mismo que, en los términos del artículo 89 constitucional, fracción X, debe regir la política exterior mexicana. Asimismo, no somos partidarios de que se haya hecho hincapié en que los países son miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), donde, en nuestra opinión, nuestro país no debiera figurar ya que no es país desarrollado y al incluírsele, se le excluye del sistema generalizado de preferencias que corresponde a los países en vías de desarrollo y, se origina, en su perjuicio, una situación que le puede privar de otros derechos que competen a países en vías de desarrollo. Desde ángulo diverso, el enunciado de derechos humanos en la Declaración Universal de Derechos Humanos, resulta inadecuado pues, se trata de una mera declaración de derechos que no tiene la naturaleza de un tratado internacional ya que, son: el Pacto de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto de Derechos Económicos, 18 FACULTAD DE DERECHO CONSIDERACIONES JURÍDICAS ALREDEDOR DEL ACUERDO DE ASOCIACIÓN... Sociales y Culturales, los documentos que sí engendran, respecto de derechos humanos los correspondientes derechos y obligaciones. IV. Fundamento del acuerdo Se indica en el artículo 1 del Acuerdo: El respeto a los principios democráticos y a los derechos humanos fundamentales, tal como se enuncia en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, inspira las políticas internas e internacionales de las Partes y constituye un elemento esencial del presente Acuerdo. No podemos menos que manifestar nuestra discrepancia con la circunstancia de que se considere elemento esencial del Acuerdo el presunto respeto a los principios democráticos pues, ésta es una cuestión de Derecho interno de nuestro país y someter su situación democrática a consideraciones ajenas entraña vulneración del principio de “no intervención” que, en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, artículo 89 fracción X, es un pilar orientador de la política exterior mexicana. Asimismo, nos pronunciamos en contra de darle a los derechos humanos fundamentales enunciados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, un carácter que no corresponde a ese documento internacional pues, se trata de una mera Declaración y no de un instrumento engendrador de normas jurídicas, ni de derechos y obligaciones recíprocos. Basta recordar que para elevar a la categoría de normas jurídicas los derechos humanos, se requirió la preparación y ulterior suscripción, así como ratificación de los Pactos que previamente hemos citado. V. Naturaleza jurídica del acuerdo Por supuesto que la determinación de la naturaleza jurídica del Acuerdo requiere ser puntualizada y a ese efecto, nos remitimos a la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados, en UNIVERSIDAD LA SALLE 19 CARLOS ARRELLANO GARCÍA cuyo artículo 2, parágrafo I, inciso a) se indica que se entiende por tratado: ... un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el Derecho Internacional, ya conste en un instrumento único o en dos o más instrumentos conexos y cualquiera que sea su denominación particular. Según dicha disposición normativa internacional, el Acuerdo de que nos ocupamos tiene la calidad de un auténtico tratado internacional. Los únicos motivos de duda que podríamos mencionar serían el hecho de que para algunos países, como son: Estados Unidos de América y Canadá, la expresión: “acuerdo” no es sinónima de “tratado”, siendo de mayor rango el tratado y de menor gradación el acuerdo, de tal manera que, bajo la perspectiva norteamericana, el tratado está sobre las leyes mandatorias norteamericanas y el acuerdo está por debajo de ellas. En el Acuerdo que se comenta en el artículo 2, a pesar de que dicho precepto tiene como subtítulo: “Naturaleza y Ámbito de Aplicación”, no determina su naturaleza sino que se establece su teleología y al determinar ésta se hace referencia a lo político y a la liberalización del comercio. En efecto, el texto de dicho precepto reza: El Acuerdo tiene por finalidad fortalecer las relaciones entre las partes sobre la base de la reciprocidad y del interés común. A tal fin, el Acuerdo institucionalizará el diálogo político, fortalecerá las relaciones comerciales y económicas a través de la liberalización del comercio de conformidad con las normas de la OMC, y reforzará y ampliará la cooperación. Es indudable que es diferente determinar la naturaleza del Acuerdo, por una parte, a establecer sus fines, por otra parte, lo que nos lleva a concluir que el Acuerdo, en el precepto transcrito, no hace referencia a la naturaleza del Acuerdo, sino a sus fines pero, si suponemos sin conceder que se establece la naturaleza del Acuerdo, entonces llegaríamos al extremo, nada conveniente de 20 FACULTAD DE DERECHO CONSIDERACIONES JURÍDICAS ALREDEDOR DEL ACUERDO DE ASOCIACIÓN... que se trata de un Acuerdo político y de un Acuerdo de liberalización del comercio. Respecto de que sea un Acuerdo político, mostramos nuestro antagonismo pues seguimos en la consideración de que lo político es una cuestión interna mexicana y no tenemos para qué someterla a la calificación que pudieran hacer los quince países y la Comunidad Europea, que se hallan inmersos en la otra parte, con la que México ha celebrado el acto jurídico respectivo. En cuanto a que se le estime como un Acuerdo de liberalización del comercio, esa situación nos preocupa pues, dada la asimetría existente entre las Partes en el Acuerdo, en una posición de desarrollo de vanguardia de los quince países y de la Comunidad Europea, de un lado, y la situación de subdesarrollo de nuestro país, de otro lado, es delicado que la pretensión sea la liberalización. Una liberalización entre países vigorosos comercialmente y desarrollados económicamente, desde un ángulo y, desde otra posición, un país subdesarrollado y con posibilidades precarias y desventajosas de sus productos, es inconveniente para este último pues carece de satisfactores para colocar en el mercado que presuntamente se abre en el mundo del desarrollo y, en cambio, abre su propio mercado que se inundará de mercaderías y servicios en situación muy superior de competitividad, lo que redundará en cierre de un número considerable de empresas, ya de por sí escasas en el país que no se ha desarrollado. Sabemos que una postura de liberalización del comercio puede producir efectos dañinos como graves desequilibrios en las balanzas, tanto la balanza comercial como la balanza de pagos. Es motivo de profunda inquietud para nosotros que, nuestro país, mediante la decisión unilateral de nuestros gobernantes, sin tomar en cuenta la asimetría y la falta de competitividad hacia el exterior, haya dejado en estado de indefensión a los productores nacionales y haya ignorado olímpicamente lo que previene el arUNIVERSIDAD LA SALLE 21 CARLOS ARRELLANO GARCÍA tículo 131 constitucional y que transcribimos para remarcar su importancia: Es facultad privativa de la Federación gravar las mercancías que se importen o exporten, o que pasen de tránsito por el territorio nacional, así como reglamentar en todo tiempo y aún prohibir, por motivos de seguridad o de policía, la circulación en el interior de la República de toda clase de efectos, cualquiera que sea su procedencia; pero sin que la misma Federación pueda establecer, ni dictar, en el Distrito Federal, los impuestos y leyes que expresan las fracciones VI y VII del artículo 117. El Ejecutivo podrá ser facultado por el Congreso de la Unión para aumentar, disminuir o suprimir las cuotas de las tarifas de exportación e importación expedidas por el propio Congreso, y para crear otras, así como para restringir y para prohibir las importaciones, las exportaciones y el tránsito de productos, artículos y efectos, cuando lo estime urgente, a fin de regular el comercio exterior, la economía del país, la estabilidad de la producción nacional o de realizar cualquier otro propósito en beneficio del país. El propio Ejecutivo, al enviar al Congreso el presupuesto fiscal de cada año someterá a su aprobación el uso que hubiese hecho de la facultad concedida. Las posibilidades importantes para los intereses mexicanos, involucradas en los dos párrafos transcritos del artículo 131 constitucional, que entrañan la facultad de actuar unilateralmente, sucumben cuando nuestro país se compromete al exterior mediante compromisos internacionales que debe cumplir y que, por tanto, ya lo imposibilitan para tomar medidas urgentes y necesarias de protección a los productores mexicanos. Los productores mexicanos requieren ser protegidos y no dejárseles abandonados a su suerte en una situación asimétrica en la que resaltará su falta de competitividad para acudir al mercado del mundo del desarrollo. Anotamos algunas causas de la falta de competitividad mexicana: 22 FACULTAD DE DERECHO CONSIDERACIONES JURÍDICAS ALREDEDOR DEL ACUERDO DE ASOCIACIÓN... A) Los países desarrollados poseen circunstancias favorables en su medio jurídico administrativo interno, en donde no campea la excesiva tramitología que tiene que cumplirse en nuestro país. Sabemos de los numerosos trámites burocráticos, de los obstáculos y dilación para satisfacer requisitos implantados injustificadamente por gobernantes federales, locales y municipales; B) En nuestro medio mexicano, no hay suficiente acierto en los tributos que se le imponen a los productores y que frecuentemente representan cargas que les hacen incosteables sus posibilidades de participación tanto en el mercado nacional como en los mercados extranjeros; C) Por su situación de subdesarrollo, nuestro país carece de la tecnología de punta, misma que es de tanta relevancia precisamente en el mercado internacional. No se hacen las inversiones que ha menester el desarrollo científico y tecnológico y ello redunda en posición desventajosa muy difícil de superar; D) Antes de fortalecerse internamente es suicida, económicamente hablando, lanzarse a competir con los países desarrollados en el mercado internacional, el pronóstico es no solamente la situación negativa de que no se pueden colocar los productos propios en el extranjero, sino que, los productos extranjeros desplazan a los nacionales en el territorio nacional, lo que repercute en el cierre de las empresas mexicanas; E) Se requieren facilidades aduaneras para favorecer los intentos de colocación de mercaderías propias en el exterior y, también eficacia en la transportación, sobre todo si se trata de mercados alejados como son los europeos. Lamentablemente, hay mucha precariedad mexicana en estos aspectos; F) Las plantas industriales de nuestro país trabajan a una capacidad inferior a la instalada y, en ocasiones, se confrontan conflictos obrero patronales, derivados de tendencias demagógicas inconvenientes; UNIVERSIDAD LA SALLE 23 CARLOS ARRELLANO GARCÍA G) La situación de nivel económico en nuestro país reduce el monto de los salarios y la capacidad adquisitiva mermada en territorio nacional no permite un crecimiento mayor en la producción de los satisfactores, lo que podría redundar en un abatimiento de sus costos de producción, lo que sucedería si la producción fuera en escala mayor; H) Mientras los países desarrollados son productores de los insumos que requiere la elaboración de satisfactores terminados, nuestro país tiene el enorme defecto de que tiene que destinar parte importante de sus divisas a la importación de insumos, en cantidad superior a la deseable; I) La economía sana de los países desarrollados mantiene una perenne estabilidad monetaria, mientras nuestro país se encuentra constantemente en problemas de devaluaciones cíclicas; J) Una buena producción ha menester, en ocasiones frecuentes, del financiamiento oportuno y a buen precio pero, es el caso que en nuestro país se exagera peligrosamente el costo del dinero y los créditos se vuelven de un costo impagable; K) Errores del pasado han engendrado una situación asfixiante de endeudamiento externo que, a manera de cáncer, lacera a nuestro país y el servicio de la deuda agobia a los mexicanos y los coloca en una situación de inferioridad económica en lo que hace a recursos disponibles pues, considerable cantidad de éstos se dedican a pagar los rendimientos de los créditos externos y éstos siguen vivos, sin cubrirse la deuda principal; L) Nuestro país ya sufre la falta de talento necesario en nuestros gobernantes, quienes, no han calibrado las cargas a nuestro país previstas e impuestas en otros tratados internacionales anteriores de presunto libre comercio; M) Cuando esporádicamente existen disposiciones favorables a nuestro país, en el Tratado de Libre Comercio de la América del 24 FACULTAD DE DERECHO CONSIDERACIONES JURÍDICAS ALREDEDOR DEL ACUERDO DE ASOCIACIÓN... Norte, simplemente, Estados Unidos de América incurre en un incumplimiento impune de esas disposiciones, lo que se advirtió a tiempo y no fue escuchado; N) La competitividad internacional depende de que los productos a exportar posean calidad y precio para poder ser colocados en mercados internacionales, sobre todo de países desarrollados y, lamentablemente, las características de subdesarrollo, entre otras precariedades, marcan niveles bajos en calidad y precio; Ñ) En la época moderna, no se puede soslayar la relevancia que le corresponde a la conservación de un buen entorno ambiental y este requisito sufre carencias propias del mundo del subdesarrollo dado que, la conservación del hábitat requiere tecnología y la realización de inversiones cuyo costo no pueden cubrir los países afectados en cuanto a su desarrollo; O) Los oposicionistas a la globalización tienen razón en cuanto son observadores de lo que ha acaecido en aquellas regiones del subdesarrollo, cuando se abaten las defensas jurídicas nacionales y se entroniza un empobrecimiento que se generaliza y que frustra el deseable desarrollo de los países atrasados, mismos que resienten los efectos nocivos de una globalización errónea; P) La celebración de tratados anteriores llamados “de libre comercio”, por parte de nuestro país, y que, en realidad, son tratados de condición jurídica de extranjeros para colocar a éstos en situación favorable, en lugar de mejorar la situación económica nacional, la han empeorado y se han propiciado grandes desigualdades internas entre las capas sociales de altos y bajos ingresos; Q) Nuestros representantes gubernamentales quieren abrirse al mundo antes de fortalecer las posibilidades competitivas de nuestro país, sin tomar en consideración no solamente que carecemos de planta industrial necesaria sino que, nuestro país atraviesa por una grave etapa de insuficiencia de agua para atender necesidades agropecuarias, urbanas e industriales; UNIVERSIDAD LA SALLE 25 CARLOS ARRELLANO GARCÍA R) Como es natural, dada la situación de subdesarrollo en la que se encuentra nuestro país, se presentan muchas de las características negativas que integran el perfil del subdesarrollo y no se toma en cuenta que la economía de nuestro país está petrolizada, que se le quiere convertir en país simplemente aportador de materias primas, que un sector de su población importante padece analfabetismo e impreparación respecto de los requerimientos de la vida moderna pues no se ha fortalecido la formación profesional, además de que se sufre inflación cíclica y déficit comercial; S) También representan rémoras la presencia frecuente de capitales especulativos que obtienen utilidades sin pagar impuestos. Igualmente se sufre fuga de cerebros, fuga de capitales, necesidad de subsidios, así como problemas graves en sectores productivos como en el azúcar y el maíz; T) Ya ha aparecido en la economía nacional el estrujante drama del desempleo creciente, lo que ha repercutido en una lamentable caída de los niveles de vida que eran mejores en épocas anteriores a la celebración de los mal denominados “tratados de libre comercio”, cuyas características principales han consistido en regular internacionalmente la condición jurídica de los extranjeros, para favorecer a éstos y colocar a los mexicanos en situación de inferioridad, a cambio de nada. De una cosa estamos ciertos, de que en el Acuerdo no se trata de integración económica pues no se presentan las características propias de ese sistema de agrupamiento de países que consolidan su asociación en forma sumamente ventajosa. Cabe que nosotros citemos, por venir al caso, otro precepto de nuestra Carta Magna, como es el artículo 73 constitucional, fracción XVI. Conforme a este precepto, se determina que el Congreso de la Unión tiene facultad: Para dictar leyes sobre nacionalidad, condición jurídica de los extranjeros, ciudadanía, naturalización, colonización, emigración e inmigración y salubridad general en la República. 26 FACULTAD DE DERECHO CONSIDERACIONES JURÍDICAS ALREDEDOR DEL ACUERDO DE ASOCIACIÓN... El Acuerdo a que nos referimos permite que los extranjeros procedentes de países desarrollados ejerzan derechos permitidos por el Acuerdo internacional y se priva al Congreso de la Unión de la facultad de determinar la condición jurídica de extranjeros. En este aspecto bien puede concluirse que hay inconstitucionalidad pues, se menguan las facultades del Congreso, el que no interviene en los acuerdos internacionales, respecto de la condición jurídica de extranjeros. Es pertinente que invoquemos el pensamiento muy acertado que hacía valer Jean Paul Niboyet, cuando en los años veintes del siglo pasado, con gran sabiduría, aseveraba: A cada país le corresponde determinar la condición jurídica de los extranjeros. Si no fuera así, se afectaría la soberanía en lo que tiene de más sagrado. Si los habitantes de los quince países europeos, son, como se dice, trescientos cincuenta millones de seres humanos, a ellos les concedemos derechos en el mercado interno mexicano como si fueran nacionales y, de esa manera, se posterga a los ciento un millones de mexicanos que hay en nuestro país, según datos recientemente mencionados por el Consejo Nacional de Población. VI. Movimientos de capital Se indica en el artículo 8 del Acuerdo que el objetivo del título cuarto es establecer un marco para fomentar la liberalización progresiva y recíproca de los movimientos de capital y pagos entre México y la Comunidad y en el artículo 9 se indica que para lograr ese objetivo, el Consejo Conjunto adoptará las medidas y el calendario para la supresión progresiva y recíproca de restricciones respecto a movimientos de capital y pagos entre las Partes, sin perjuicio de las demás disposiciones del presente Acuerdo y de otras obligaciones en virtud de otros acuerdos internacionales que sean aplicables entre las partes. UNIVERSIDAD LA SALLE 27 CARLOS ARRELLANO GARCÍA De nada serviría para los países en ventajosa situación de competitividad y que son los países desarrollados que, obtuvieran rendimientos pecuniarios si no los pudieran llevar a sus propios territorios, de ahí que se incluyan esos compromisos de permitir la salida de capitales hacia el exterior. Lo anterior, sin duda, que representa una obligación mexicana, misma que cercena la posibilidad de establecer restricciones a la salida de divisas. Sobre el particular, queda como letra muerta la previsión constitucional contenida en el artículo 28 de nuestra Carta Magna y que le dan injerencia al banco central para la defensa de las divisas que se encuentran en el país. Nos permitimos transcribir, a ese respecto la parte relativa del séptimo párrafo del artículo 28 constitucional en donde se indica: ... El banco central, en los términos que establezcan las leyes y con la intervención que corresponda a las autoridades competentes, regulará los cambios, así como la intermediación y los servicios financieros, contando con las atribuciones de autoridad necesarias para llevar a cabo dicha regulación y proveer a su observancia ... Nuestro país no podrá defender las divisas que se generen en su territorio mediante determinaciones unilaterales y aunque se requieran divisas para adquirir alimentos y medicinas, por ejemplo, tendrán que salir cuantiosos caudales hacia el exterior y, por supuesto, habrá disminución de sus divisas lo que influirá en la balanza de pagos que se tornará deficitaria. Recordamos que Santo Tomás de Aquino en su obra Opúsculo de los Príncipes indicaba que la avaricia es un pecado mortal pero, ello no funciona para los reyes que requieren de su tesoro, en lo interno, para satisfacer las necesidades colectivas de sus súbditos y, en lo internacional, para defenderse de sus enemigos. No podemos ver con simpatía que un Acuerdo, como el que comentamos, favorezca la salida de divisas sin restricciones pues, puede producirse un resultado de reiterada descapitalización. 28 FACULTAD DE DERECHO CONSIDERACIONES JURÍDICAS ALREDEDOR DEL ACUERDO DE ASOCIACIÓN... VII. Comercio de servicios En la Decisión número 1 del Consejo Conjunto, se hace referencia, en los artículos del 2 al 35, integrantes del título II, denominado: “Comercio de Servicios” a una serie de reglas aseguradoras de la confrontación competitiva, como su nombre lo indica, en materia de servicios. La serie de disposiciones favorables a los otros países y, no a México, dada su situación de subdesarrollo, son muy preocupantes para nosotros pues, bien sabido es que los países desarrollados hacen depender dos terceras partes de su fortaleza económica en el sector de los servicios. Dado que nosotros no pretendemos la exhaustividad, respecto del título mencionado sólo comentaremos algunas disposiciones que nos preocupan: En el parágrafo 1 de la Decisión número 1 del Consejo Consultivo, en el artículo 6, relativo a trato nacional, se indica: Cada Parte, de conformidad con el artículo 7, otorgará los servicios y a los proveedores de servicios de la otra parte, con respecto a todas las medidas que afecten el suministro de servicios, un trato no menos favorable que el que otorgue a sus propios servicios similares o proveedores de servicios similares. Igualmente, en el artículo 14, del mencionado título, respecto de servicios financieros, se vuelve a invocar el trato nacional, en los siguientes términos: 1. Cada parte otorgará a los proveedores de servicios financieros de la otra Parte, incluidos aquéllos que ya se encuentren establecidos en su territorio en la fecha de entrada en vigor de esta Decisión, trato no menos favorable del que otorga a sus propios proveedores de servicios financieros similares respecto del establecimiento, adquisición, expansión, administración, conducción, operación y ventas u otra disposición de operaciones comerciales de proveedores de servicios financieros en su territorio. UNIVERSIDAD LA SALLE 29 CARLOS ARRELLANO GARCÍA Pudiera resultar muy moderno, conferir a los extranjeros ese denominado trato nacional pero, no podemos menos que medir las consecuencias de ese inadecuado acto de desprendimiento, mismo que no tiene necesaria reciprocidad o compensación pues, los mexicanos no están en condiciones de prestar, en situación de competitividad, los servicios genéricos o los servicios financieros, mientras que los extranjeros pueden campear ampliamente en los mercados mexicanos pues, al proceder de países desarrollados son muy numerosas sus ventajas y ello repercutirá en la constante, paulatina e inacabada merma de la producción de servicios generales y financieros por nuestros connacionales y ellos desaparecerán del propio mercado mexicano y no podrán colocarse favorablemente en los mercados extranjeros. Si son trescientos cincuenta millones de europeos, frente a ciento un millones de mexicanos, la reflexión inmediata que se suscita es que, los mexicanos no podrán colocar sus servicios generales y los financieros con la intensidad necesaria en el mercado europeo y, en cambio, los europeos caerán en grande en el mercado mexicano y, no podemos menos que pensar que nuestro territorio es de México y, por lo menos, los mexicanos deben sobrevivir en su territorio que no está hecho para que los extranjeros reciban un trato nacional como si fueran mexicanos, siendo que no lo son. VIII. Creación del consejo conjunto En el Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación entre México, por una parte y, por la otra la Comunidad Europea y sus Estados miembros, los artículos del 45 al 48 se refieren al Consejo Conjunto, con las características siguientes: A) Se crea el Consejo Conjunto para supervisar la aplicación del Acuerdo y se reunirá a intervalos regulares y cada vez que lo exijan las circunstancias; 30 FACULTAD DE DERECHO CONSIDERACIONES JURÍDICAS ALREDEDOR DEL ACUERDO DE ASOCIACIÓN... B) El Consejo Conjunto estará formado por miembros del gobierno de México, por una parte y los miembros del Consejo de la Unión Europea y miembros de la Comisión Europea, por otra parte; C) El Consejo Conjunto establecerá su propio reglamento interno; D) La presidencia del Consejo la ejercerá, alternativamente, un miembro del gobierno de México y un miembro del Consejo de la Unión Europea; E) El Consejo Conjunto está facultado para tomar decisiones en los casos que previene el Acuerdo y sus decisiones tendrán carácter vinculante para las Partes, que tomarán las medidas necesarias para ejecutarlas; F) Las decisiones y recomendaciones del Consejo Conjunto se adoptarán previo acuerdo entre las dos Partes; G) El Consejo Conjunto estará asistido en la realización de sus tareas, por un Comité Conjunto, compuesto, por una parte, por representantes del gobierno de México normalmente a nivel de altos funcionarios y, por otra parte los representantes de los miembros del Consejo de la Unión Europea y miembros de la Comisión Europea. En su reglamento interno el Consejo Conjunto fijará las obligaciones del Comité Conjunto que comprenderán, entre otras cosas, la preparación de reuniones del Consejo Conjunto y el funcionamiento del propio Comité. No podemos menos que mostrar desacuerdo con la creación de un órgano que a través de decisiones futuras, estará estableciendo decisiones, cuyo contenido complicará y abundará las reglas reguladoras de la relación entre México, por una parte y, por otra, la Comunidad Europea y sus Estados miembros. Un ejemplo de lo que puede ocurrir lo tenemos en la Decisión número 1 del Consejo Conjunto y que está integrada por detallados artículos que abarca del 1 al 46. UNIVERSIDAD LA SALLE 31 CARLOS ARRELLANO GARCÍA La Decisión número 2 del 2000 del Consejo Conjunto contiene artículos 1 al 50, además sus anexos correspondientes. Tantas disposiciones complican normativamente una relación económica que debiera ser sencilla y clara. En la Decisión número 2, en el artículo 26, respecto de compras gubernamentales se vuelve a establecer el trato nacional y a ese respecto, damos por reproducidas las argumentaciones que previamente han mostrado nuestras inquietudes sobre el particular. Prácticamente, ese artículo 26 produce como resultado un reforzamiento de privilegios extranjeros y para constatar esto nos permitimos reproducir dicho precepto: ARTÍCULO 26.- Trato nacional y no discriminación. 1. En lo que respecta a todas las leyes, reglamentos, procedimientos y prácticas relativas a compras gubernamentales cubiertas por este título, cada Parte concederá de forma inmediata e incondicional a los productos, servicios y proveedores de la otra parte, un trato no menos favorable que el otorgado a sus productos, servicios y proveedores nacionales. 2. En lo que respecta a todas las leyes, reglamentos, procedimientos y prácticas relativas a compras gubernamentales cubiertas por este título, cada parte se asegurará de que: a) sus entidades no den a un proveedor establecido localmente un trato menos favorable que el otorgado a otro proveedor establecido localmente, en razón del grado de afiliación extranjera o propiedad de una persona de la otra Parte; y b) sus entidades no discriminen en contra de proveedores establecidos localmente en razón del país de producción del producto o servicio a suministrarse, siempre que el país de producción sea la otra Parte. 3. Las disposiciones de los párrafos 1 y 2 no aplicarán a los aranceles aduaneros u otros cargos de cualquier tipo, impuestos o en conexión con la importación, al método de percepción de tales derechos y cargos, a los demás reglamentos y formalidades de importación, ni a las 32 FACULTAD DE DERECHO CONSIDERACIONES JURÍDICAS ALREDEDOR DEL ACUERDO DE ASOCIACIÓN... medidas que afectan al comercio de servicios, aparte de las leyes, reglamentos, procedimientos y prácticas relativas a las compras gubernamentales cubiertas en este título. Estuviera bien este “trato nacional” particularmente referido con antelación, así como los “tratos nacionales” a que hemos aludido previamente, si no fuera porque los mexicanos, personas físicas y morales, en una situación de asimetría real y de subdesarrollo, no tienen la más mínima posibilidad de actuar competitivamente en los países europeos y, en cambio, la economía de nuestro país quedará progresivamente más inmersa en el dominio de los extranjeros. IX. Duración del Acuerdo Se previene en el artículo 57 del Acuerdo a estudio lo siguiente: Duración 1. El presente Acuerdo tendrá una duración indefinida. 2. Cualquiera de las Partes podrá denunciar el Acuerdo mediante notificación a la otra Parte. El presente Acuerdo dejará de aplicarse seis meses después de la fecha de tal notificación.” Hemos transcrito el precepto anterior, mismo que establece la denuncia del Acuerdo, que es la salida unilateral de cualquiera de las Partes porque, pensamos que el Acuerdo, es altamente desventajoso para nuestro país y se contravienen disposiciones constitucionales, además de que, se colocará a nuestro país en posición económica precaria, misma que se agudizará con el paso del tiempo. No es sano que un país subdesarrollado, en situación asimétrica inferior, se relacione con países desarrollados que, además ya tienen una estructura conjunta fortalecedora como es la integración económica. En opinión nuestra, antes que los daños sean mayores, nuestro país debe denunciar unilateralmente el Acuerdo al que nos hemos referido. UNIVERSIDAD LA SALLE 33 NADER:La Salle 20/07/2011 03:43 p.m. Página 312 LAS DECISIONES JUDICIALES: ENTRE LA MOTIVACIÓN Y LA ARGUMENTACIÓN CARLOS BÁEZ SILVA* Resumen La argumentación jurídica en el ámbito judicial reviste una importancia mayúscula; en primer lugar es un requisito constitucional que completa el principio de legalidad del que derivará la seguridad necesaria para el desarrollo libre y democrático de una sociedad; pero también rinde un espléndido servicio a la legitimidad del poder político, ese que también los jueces ejercen, y a la validez del ordenamiento jurídico. En el trabajo se parte del análisis de los criterios jurisprudenciales para aclarar el término “motivación” en las sentencias judiciales y se ofrecen, posteriormente, razones para resaltar la albor argumentativa de los jueces mexicanos. Introducción ¿Cómo vincular directamente las teorías de la argumentación jurídica con el requisito constitucional que debe cubrir cualquier acto de autoridad —en particular las sentencias judiciales—, de estar fundado y motivado? La explicación de las teorías de la argumentación jurídica puede llegar a no ser sencilla, sobre todo cuando se pretende aplicar concretamente a casos específicos. De manera constante se afirma que la complejidad de la argumentación jurídica se manifiesta en forma clara en el tratamiento de “casos difíciles”. Existe una alta probabilidad de que así sea; sin embargo, en la labor * Profesor de las Universidades La Salle e Iberoamericana [email protected]. UNIVERSIDAD LA SALLE 35 CARLOS BÁEZ SILVA cotidiana de las oficinas judiciales los “garbanzos de libra” pueden llegar a ser, más bien escasos. ¿Qué sucede entonces con todos esos expedientes que, sin poder ser considerados precisamente como “difíciles”, se convierten en una enorme carga de trabajo? Me parece evidente que, normalmente, los operadores jurídicos judiciales (juzgadores y auxiliares de éstos) desarrollan una labor argumentativa de, digamos, “bajo perfil”. De lo que se trata, en no pocas ocasiones, es de cubrir solamente con el requisito constitucional de fundamentación y motivación de las sentencias judiciales. Tal vez en circunstancias históricas diferentes a las nuestras, con eso bastaría. En momentos en que se replantean las cuestiones de la legitimidad del poder y la validez del derecho, es necesario revisar la utilidad que la argumentación jurídica puede revestir, no sólo como herramienta para la redacción de sentencias, sino sobre todo, por las consecuencias, tanto políticas como normativas, que puede acarrear. Así, en este trabajo se pretende presentar, a partir de los criterios emitidos por los propios tribunales federales, una visión distinta de la motivación que debe respaldar cualquier decisión judicial y, por otra parte, resaltar los efectos, más allá de los dictados constitucionales, que reviste la emisión de una sentencia judicial. El trabajo está dividido en tres partes sustanciales; la primera, elaborada a partir del análisis de los diversos criterios emitidos por los tribunales federales, pretende sentar las bases de lo que intentaría ser un ensayo de teoría del Estado de Derecho; se parte en este caso, de la construcciones dogmáticas y se transita a las interpretaciones judiciales para definir conceptos como el mismo de Estado de Derecho, seguridad jurídica y principio de legalidad. Siguiendo este mismo esquema se analiza uno de los aspectos del principio de legalidad constitucionalmente consagrado en nuestro país: el requisito de fundamentación y motivación de los actos de autoridad, y en concreto de los actos de los juzgadores, particularmente de las sentencias que dictan. Los criterios judiciales son contrastados con los criterios de algunos de los principales teóricos de la argumentación jurídica. 36 FACULTAD DE DERECHO LAS DECISIONES JUDICIALES: ENTRE LA MOTIVACIÓN Y LA ARGUMENTACIÓN Posteriormente se abordan las implicaciones políticas de la motivación de las decisiones judiciales, a la luz del estudio del concepto de legitimidad del poder político, partiendo del hecho de que los jueces, al ejercer su función, una función del Estado, ejercen poder político. La decisión judicial, como cualquier decisión del poder, requiere ser legítima. ¿Qué servicio le presta la argumentación jurídica a la legitimidad de las decisiones judiciales, en tanto decisiones del Estado? A esta pregunta se intenta responder en la segunda parte de este trabajo. Finalmente, en el tercer apartado se pretende analizar el importante papel del juez en el proceso de validación de las normas jurídicas en lo individual y del ordenamiento jurídico en conjunto, mediante su labor argumentativa. I. El Estado de Derecho En el contexto de la modernidad, “Estado de Derecho” es una expresión asociada comúnmente con otras expresiones, como son “constitución” y “constitucionalismo”. Las tres significan cosas distintas, tanto desde el punto de vista político como jurídico, e inclusive histórico. Cronológicamente, la primera expresión que surge es la de “constitución”, luego la de “constitucionalismo” y finalmente la de “Estado de Derecho”. Sin embargo, los tres conceptos comparten un elemento fundamental: la pretensión de salvaguardar la libertad del individuo. Esto lo intentan, primariamente, de dos formas: estableciendo un catálogo de derechos fundamentales de los individuos, por una parte, y, por la otra, limitando el ejercicio del poder político mediante la técnica conocida como “división de poderes”. De esta forma, en el artículo 16 de la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y del Ciudadano se señala que “toda sociedad en la cual no esté establecida la garantía de los derechos ni determinada la separación de los poderes, carece de Constitución”. “La finalidad del movimiento que históricamente se llamó constitucionalismo no era, obviamente, introducir en los ordenamientos una norma denominada Constitución, sino asegurar la garantía de UNIVERSIDAD LA SALLE 37 CARLOS BÁEZ SILVA la libertad frente al poder público...”.1 Se buscó garantizar la libertad individual a través de las declaraciones de derechos y la división de poderes, las que se convirtieron en las partes básicas de esos textos llamados constituciones, hasta el punto en que, aún hoy, se hace la distinción entre parte dogmática y parte orgánica de las mismas. Sin embargo, el que un régimen político cuente con una constitución no dice mucho respecto de la finalidad buscada, es decir, la garantía de la libertad individual. La constitución debe funcionar esencialmente como base de cierto diseño institucional, para poder alcanzar el objetivo perseguido. No todo Estado con constitución llega a ser un régimen político donde la libertad individual esté garantizada. Para ello se requiere que el poder esté limitado y controlado. La técnica de división de poderes es un mecanismo muy eficaz en este sentido, pero no suficiente, pues debe ser completado con otros principios y mecanismos. Para garantizar la libertad de los individuos se requiere instaurar un Estado de Derecho. Como Estado de Derecho2 no puede ser denominada una organización política que se constituya, únicamente, en creadora y guardiana de un ordenamiento jurídico. Para que la expresión Estado de Derecho sea correctamente aplicada, debe tratarse de una organización política que cree, garantice y, al mismo tiempo, sea fiel observante de ese ordenamiento jurídico que crea y garantiza.3 Para que un Estado que crea y aplica la ley sea calificado de Derecho es preciso que también obedezca esa ley que crea y aplica, 1 De Otto, Ignacio, Derecho Constitucional. Sistema de Fuentes, Barcelona, Ariel, 1997, p. 12. “No todo Estado es Estado de Derecho. Por supuesto, es cierto que todo Estado crea y utiliza un Derecho, que todo Estado funciona con un sistema normativo jurídico. Difícilmente cabría pensar hoy un Estado sin Derecho, un Estado sin un sistema de legalidad. Y sin embargo...la existencia de un orden jurídico, de un sistema de legalidad, no autoriza a hablar sin más de Estado de Derecho...” . Díaz, Elías, Estado de derecho y sociedad democrática, Madrid, Cuadernos para el Diálogo, 1975, p. 13. 3 “El Estado de Derecho es el Estado sometido al Derecho, o mejor, el Estado cuyo poder y actividad vienen regulados y controlados por la ley. El Estado de Derecho consiste así fundamentalmente en el imperio de la ley: Derecho y ley entendidos en este contexto como expresión de la ‘voluntad general’”. Ibídem. 2 38 FACULTAD DE DERECHO LAS DECISIONES JUDICIALES: ENTRE LA MOTIVACIÓN Y LA ARGUMENTACIÓN sobre todo considerando que la ley, desde el enfoque de la teoría contractualista, es producto de la voluntad popular, la gran legisladora, y ello es, al final, lo que dota de obligatoriedad al orden jurídico. El de Derecho es el Estado que está limitado en su poder; pero no todo límite al poder puede constituir un Estado de Derecho. Para hablar de Estado de Derecho es necesario referirse al Estado acotado, limitado en su poder por el Derecho positivo, en cuanto institucionalización de los límites. Sólo cuando el poder del Estado se limita por el Derecho positivo4 se está en presencia del Estado de Derecho. Y el gran límite que el Derecho positivo impone al poder del Estado es, precisamente, la obligatoriedad del mismo, aun para el Estado, uno de cuyos órganos es su principal creador. El Estado se limita en su poder al tener que ejercerlo conforme a la ley, la cual, si bien es dada por el poder legislativo, uno de los conformadores del Estado, es entendida como la expresión de la voluntad popular, mediante la idea de la representación política.5 Así, se pueden localizar los rasgos esenciales de un Estado de Derecho: a) La existencia de derechos fundamentales del individuo; b) División de poderes; 4 Al respecto, en este trabajo se identifica derecho positivo y ley; y “...por ley debe entenderse la formalmente creada por el órgano popular representativo (...) como expresión de la voluntad popular...”, Díaz, op. cit., p. 30. 5 Aquí es importante señalar que, en verdad, no hay contradicción entre un Estado creador de Derecho, o Estado legislativo (Schmitt), y un Estado limitado por ese mismo derecho (Habermas); es posible hablar de Estado de Derecho, Estado limitado por el Derecho positivo, creado por órganos constitutivos del mismo Estado, siempre y cuando se tenga presente el principio de la soberanía popular y la representación política. Si bien es cierto que el Estado está limitado por un derecho que él mismo crea, recuérdese que el órgano encargado de dotar de obligatoriedad a la ley es el que representa directamente al pueblo, y es, por tanto, el que expresará la voluntad popular, creadora, por principio, de la ley; por eso es que es posible concebir un Estado legislativo de Derecho, “...no todo ‘imperio de la ley’ es ya, por ello, Estado de Derecho:... no hay tal si la ley proviene de una voluntad individual absoluta y no de una asamblea de representación popular libremente elegida...”. Díaz, op. cit., p. 31. UNIVERSIDAD LA SALLE 39 CARLOS BÁEZ SILVA c) Ejercicio de las funciones estatales conforme a la ley, o principio de legalidad; d) El imperio de la ley. El Estado de Derecho puede ser definido como aquél en el cual el poder político está limitado por el derecho, cuyas características consisten en que su constitución consagra la división de poderes, reconoce y garantiza un catálogo de derechos fundamentales y el ejercicio de sus atribuciones está sometido a lo que expresamente señala la ley, la que es expresión mediata de la voluntad popular, a través de los mecanismos de representación política. A partir de las decisiones judiciales federales se puede apreciar qué entienden por Estado de Derecho sus principales guardianes; así, en la base de la concepción judicial mexicana del Estado de Derecho se encuentra la prohibición de “...realizar actos de acción directa para hacerse justicia por propia mano...”;6 tras esta prohibición que sirve de base para institución del Estado moderno, los juzgadores federales precisan que el principio que “...debe regir en todo Estado de Derecho es el de la seguridad jurídica...”.7 Podemos convenir en que el gran problema que viene a solucionar el Estado moderno es el de falta de seguridad y la necesidad de una paz propicia para el intercambio mercantil, para lo cual fue necesario constituir un poderoso aparato de coerción; el Estado pretende reducir la incertidumbre, la falta de certeza en las relaciones entre los individuos. Sin embargo, tal aparato se convirtió pronto en la principal amenaza a la seguridad y la paz buscadas. Los individuos buscan la paz y la seguridad en la constitución del Esta6 Cfr. Semanario Judicial de la Federación, quinta época, tomo LVIII, p. 533. Es evidente que el Estado moderno surge como respuesta a la necesidad de evitar las venganzas privadas, que, en conjunto, de alguna manera se pueden identificar como ese estado de guerra de todos contra todos del que nos habla Hobbes. Así, más que un requisito o principio del Estado de Derecho, la prohibición de venganza privada es un elemento indispensable en la construcción de cualquier Estado moderno. 7 Cfr. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época, tomo XIV, octubre de 2001, p. 1109, tesis XV.1o.25 P; Cfr. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época, tomo XIII, marzo de 2001, p. 1769, tesis I.3o.C.220 C. 40 FACULTAD DE DERECHO LAS DECISIONES JUDICIALES: ENTRE LA MOTIVACIÓN Y LA ARGUMENTACIÓN do, pero éste deviene luego en la principal amenaza a esa paz y a esa seguridad, sin las cuales los individuos no pueden aspirar a la libertad. “Y para que exista la libertad es necesario que el Gobierno sea tal que ningún ciudadano pueda temer nada de otro...”;8 y para lograr esto se requiere, también, que no se abuse del poder. En ese sentido, los juzgadores federales han sostenido que “...en el estado de derecho, el principio de distribución consiste en que las Constituciones establezcan las facultades limitadas y expresas para la autoridad, que únicamente le permite hacer lo que la ley le autoriza de un modo expreso, mientras que el particular disfruta de un derecho de libertad que le permite hacer lo que quiera, menos lo que la ley le prohibe también de un modo expreso...”.9 Así se viene a concluir que el Estado de Derecho consiste básicamente en “...obligar a las autoridades a que actúen únicamente dentro del estricto marco legal de sus atribuciones...”.10 Esta obligación constituye el principio de seguridad jurídica.11 Este principio también recibe el nombre de legalidad; aunque para ser más precisos cabe indicar que el principio de legalidad pretende ofrecer seguridad a los gobernados, de forma tal que el estricto apego a la ley en la actuación de la autoridad reduzca la incertidumbre en la que vivimos los individuos. Este principio del Estado de Derecho se encuentra consagrado, según la interpreta8 Cfr. Montesquieu, Carlos María de Secondat, Barón de, Del Espíritu de las Leyes, Madrid, Tecnos, 1987, p. 114. 9 Cfr. Semanario Judicial de la Federación, quinta época, tomo CXIX, p. 627. 10 Cfr. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época, tomo XIII, enero de 2001, pág. 1803, tesis VI.3o.A.1 A. 11 “[L]os principios de legalidad y seguridad jurídica...son respetados por las autoridades legislativas cuando las disposiciones de observancia general que crean, por una parte, generan certidumbre en los gobernados sobre las consecuencias jurídicas de su conducta y, por otra, tratándose de normas que confieren alguna facultad a una autoridad, acotan en la medida necesaria y razonable esa atribución, en forma tal que se impida a la respectiva autoridad actuar de manera arbitraria o caprichosa en atención a las normas que deben sujetarse al ejercer dicha potestad...”, cfr. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época, tomo XIV, septiembre de 2001, p. 714, tesis 2a.CLXXIX/2001. “El legislador no puede facultar a cualquier autoridad para emitir todo tipo de actos de molestia, sino que está obligado a hacerlo dentro de las facultades y límites que impone el marco jurídico al que debe sujetarse cada autoridad, en función de las obligaciones que correlativamente tienen los gobernados...”, cfr. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época, tomo XII, septiembre de 2000, p. 25, tesis P. CLV/2000. UNIVERSIDAD LA SALLE 41 CARLOS BÁEZ SILVA ción de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, específicamente en los artículos 8, 14, 16 y 17 de la Constitución Federal. Estas disposiciones se complementan con el dictado del artículo 128 constitucional.12 Este principio de legalidad, que se concreta en la obligación de las autoridades de que actúen únicamente dentro del estricto marco legal de sus atribuciones, rige para todos los órganos del Estado. Sin embargo, la propia Suprema Corte ha establecido diferencias en torno de la manera en que esta obligación es cumplida por los diferentes órganos estatales, al sostener que “la garantía de legalidad”, en particular la que se contiene en el artículo 16 constitucional (fundamentación y motivación del acto de autoridad), “...se verifica de manera distinta tratándose de actos administrativos y de resoluciones jurisdiccionales...”;13 y de igual forma sucede en el caso del órgano legislativo.14 12 “En el referido precepto constitucional [128] el Constituyente no consagró garantía individual alguna, sino que, considerando que la aspiración del Estado de Derecho consiste en lograr la vigencia real de sus ordenamientos jurídicos cuyo fundamento es la propia Constitución, plasmó la conveniencia de que ésta obligara a los depositarios del poder público a comprometerse formalmente a cumplir su contenido, así como el de las leyes que de ella emanaran; siendo necesario, para la aplicación de tal exigencia, que los funcionarios públicos se encuentren investidos del cargo respecto del cual otorgan la protesta, toda vez que ésta da valor legal al nombramiento para que pueda ejercitarse la función, pues equivale a la aceptación del mismo...”, cfr. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época, tomo XIII, marzo de 2001, p. 111, tesis: 1a. XIV/2001. 13 “...porque en el acto administrativo que afecta de manera unilateral los intereses del gobernado, se debe cumplir con la formalidad de invocar de manera precisa los fundamentos del mismo, a efecto de que esté en posibilidad de conocer el sustento jurídico del acto que le afecta, mientras que la resolución jurisdiccional presupone el debido proceso legal en que se plantea un conflicto o una litis entre las partes, en el cual el actor establece sus pretensiones apoyándose en un derecho y el demandado lo objeta mediante defensas y excepciones, constituyendo la fundamentación de la resolución el análisis exhaustivo de los puntos que integran la litis, es decir, el estudio de las acciones y excepciones del debate, sin que se requiera de la formalidad que debe prevalecer en los actos administrativos, toda vez que dentro del citado análisis se dan razonamientos que involucran las disposiciones en que se funda la resolución, aun sin citarlas de forma expresa. En consecuencia, aun cuando por regla general la autoridad emisora de una resolución jurisdiccional está obligada a fundar tal acto citando los preceptos con los que se cumpla esa exigencia, excepcionalmente, si los razonamientos de la resolución conducen a la norma aplicada, la falta de formalidad puede dispensarse, de ahí que las resoluciones jurisdiccionales cumplen con la garantía constitucional de referencia sin necesidad de invocar de manera expresa el o los preceptos que las fundan, cuando de la resolución se advierte con claridad el artículo en que se basa...”, cfr. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época, tomo XII, agosto de 2000, p. 143, tesis P. CXVI/2000. 14 “Ni en la iniciativa de una ley ni en el texto de la misma, es indispensable expresar su fundamentación y motivación, como si se tratara de una resolución administrativa, ya que estos requisitos, 42 FACULTAD DE DERECHO LAS DECISIONES JUDICIALES: ENTRE LA MOTIVACIÓN Y LA ARGUMENTACIÓN II. El fundamento y la motivación de la sentencia judicial Alcalá-Zamora define a la jurisdicción como la “...función desenvuelta por el Estado para a) conocer, b) en su día decidir y c) ejecutar la sentencia firme emitida con carácter imperativo por un tercero imparcial, instituido por aquél y situado ‘supra partes’, acerca de una o más pretensiones litigiosas deducidas por los contendientes y canalizadas ante el juzgador a través del correspondiente proceso, en el que podrían haber mediado también actuaciones preliminares o asegurativas...”.15 Los juzgadores federales, como titulares de órganos del Estado, están obligados a observar cabalmente el principio de legalidad, del cual son, como ya se dijo, sus principales guardianes. Por tanto, en el ejercicio de la función jurisdiccional los juzgadores deben, entre otros requisitos, fundar y motivar sus decisiones. Los tribunales de la Federación han definido el concepto de “fundamentación” como la “...expresión precisa del precepto legal aplicable al caso...”.16 Fundamentar una decisión de autoridad consiste en la obligación a cargo de ésta de citar los preceptos legales, sustantivos y adjetivos en que se apoye la determinación adoptada.17 De esta forma, se ha establecido que la garantía de legalidad se cumple, por lo que hace a la fundamentación del acto de autoridad “...con la existencia de una norma legal que atribuya a favor de tratándose de leyes, quedan satisfechos cuando éstas son elaboradas por los órganos constitucionalmente facultados, y cumpliéndose con los requisitos relativos a cada una de las fases del proceso legislativo que para tal efecto se señalan en la Ley Fundamental...”, Semanario Judicial de la Federación, séptima época, tomo 193-198 primera parte, p. 100, véase: Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1985, Primera Parte, Pleno, tesis 36, página 73, bajo el rubro “FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DE LOS ACTOS DE AUTORIDAD LEGISLATIVA”. Nota: en el Informe de 1985, la tesis aparece bajo el rubro “MOTIVACIÓN Y FUNDAMENTACIÓN. FORMA DE ENTENDER ESTA GARANTÍA, CON RESPECTO A LAS LEYES”. 15 Alcalá-Zamora Castillo, Niceto, “Notas relativas al concepto de jurisdicción” en Estudios de teoría general e historia del proceso (1945-1972), tomo I, México, UNAM, 1992, pp. 57 y 58. 16 FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN, Tesis V.2o.J/32, Gaceta número 54, p. 49. 17 Cfr. Semanario Judicial de la Federación, octava época, tomo XIV, noviembre de 1994, p. 450, tesis I.4o.P.56P. UNIVERSIDAD LA SALLE 43 CARLOS BÁEZ SILVA la autoridad, de manera nítida, la facultad de actuar en determinado sentido y, asimismo, mediante el despliegue de la actuación de esa misma autoridad en la forma precisa y exacta en que lo disponga la ley, es decir, ajustándose escrupulosa y cuidadosamente a la norma legal en la cual encuentra su fundamento la conducta desarrollada...”.18 Esta definición de fundamentación encaja perfectamente con el principio del Estado de Derecho, que postula que la autoridad sólo puede hacer aquello para lo cual está exactamente facultada por la ley.19 Sin embargo, el juez del proceso no justifica sus actos por la mera cita de preceptos en sus resoluciones;20 la fundamentación debe ser completada con la motivación de la decisión, es decir, con la expresión precisa de las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que se hayan tenido en consideración para la emisión del acto.21 Motivar un acto de autoridad, según los precedentes judiciales, consiste en la “...obligación de precisar las razones por las cuales se ordena, se concede o se niega algo, a fin de que los interesados estén en posibilidad de hacer valer sus derechos como legalmente proceda...”.22 En este sentido, precisar las razones por las cuales la 18 Cfr. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época, tomo XI, abril de 2000, p. 813, tesis P./J. 50/2000. 19 Cfr. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época, tomo XIII, enero de 2001, p. 1803, tesis VI.3o.A.1 A. Esto es lo que Díaz identifica como el principio de legalidad de la Administración que quiere decir que “...la Administración en su actuación deberá siempre respetar esa primacía de la ley, ajustando a ella su modo de proceder...”. Este principio se manifiesta “...a través de un sistema de control y responsabilidad de la Administración, sistema que asegure su comportamiento conforme a Derecho y que sirva de garantía para la seguridad jurídica de los particulares. Se trata, pues, del establecimiento de un control jurisdiccional contra las posibles infracciones legales llevadas a cabo por los órganos de aquélla...”. Op. cit., p. 49. En este sentido el Poder Judicial de la Federación ha sostenido que el Estado de Derecho se fortalece cuando “...frente a los actos de autoridades administrativas, los particulares afectados cuenten con verdaderos órganos jurisdiccionales intermedios, con autonomía, independencia y patrimonio propios que sean garantes de la legalidad administrativa, dando así oportunidad a las autoridades de que corrijan su actuación ajustándola a la ley, lo que no se lograría con rigorismos formales a ultranza que, en casos particulares, deben ceder ante la prioridad de la justicia...”, cfr. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época, tomo XI, abril de 2000, p. 960, tesis IV.2o.A.T.49 A. 20 Cfr. Semanario Judicial de la Federación, quinta época, tomo C, p. 894. 21 Cfr. FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN, Tesis V.2o.J/32, Gaceta número 54, p. 49. 22 Cfr. Semanario Judicial de la Federación, quinta época, tomo CCVII, p. 821. 44 FACULTAD DE DERECHO LAS DECISIONES JUDICIALES: ENTRE LA MOTIVACIÓN Y LA ARGUMENTACIÓN autoridad actúa como lo hace no consiste únicamente en la expresión de las circunstancias o causas de la actuación, en la mera manifestación de las cuestiones fácticas que explican la acción de la autoridad. Así, el requisito de motivación de los actos de autoridad no se cumple sólo con la reseña de los hechos de los que conoce una autoridad, en particular el juzgador. Además de lo anterior, es necesario que las causas o hechos que el juzgador tomó en cuenta para dictar su resolución se adecuen a la hipótesis de la norma en que pretende apoyarse.23 En este sentido, se ha sostenido que para dar cumplimiento al artículo 16 constitucional, por lo que toca a la obligación a cargo de la autoridad de fundar y motivar sus actos, es necesario que en el mandamiento escrito se expresen:24 a) Las disposiciones legales que se consideren aplicables al caso concreto; b) Las causas que provoquen la actividad de la autoridad, las cuales deben ser reales y ciertas, y c) La adecuación entre las causas aducidas y las normas aplicables, es decir, que en el caso concreto se configuren las hipótesis normativas.25 De lo anterior se deduce que se tiene la percepción, derivada de la tradición, de que la decisión judicial reviste la forma de silogismo,26 en el cual la primera premisa es la norma jurídica aplicable a la situación concreta, la segunda se construye a partir de los hechos reales y ciertos de los que tiene conocimiento el juez y la conclusión es el resultado de la subsunción de los hechos en la hipótesis nor- 23 Cfr. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, novena época, tomo IX, enero de 1999, p. 660, tesis VI.2o.J/123. 24 Cfr. Semanario Judicial de la Federación, quinta época, tomo CXXV, p. 1755. 25 Cfr. FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN, Tesis V.2o.J/32, Gaceta número 54, p. 49. 26 “Argumento que consta de tres proposiciones, la última de las cuales se deduce necesariamente de las otras dos”, cfr. Diccionario de la Lengua Española, Madrid, 1992, p.1880. UNIVERSIDAD LA SALLE 45 CARLOS BÁEZ SILVA mativa. De aquí se sigue que, como lo han establecido los tribunales federales, cuando el acto de autoridad carece de la expresión precisa del precepto legal aplicable al caso (fundamentación) el silogismo no se puede completar y, por lo tanto, el acto carece de justificación formal.27 Las decisiones jurídicas se deben justificar porque no son:28 a) Evidentes: pues carecen de una certeza clara, manifiesta y tan perceptible que nadie pueda racionalmente dudar de ellas, ni tampoco son b) Arbitrarias: pues, en virtud del principio de legalidad, deben tener su fundamento en lo que expresamente está autorizada a hacer la autoridad. Las decisiones jurídicas se toman, básicamente, en tres ámbitos distintos: el de la creación, el de la interpretación y el de la aplicación de normas de derecho.29 Si bien es cierto que la función jurisdiccional puede llegar a abarcar estos tres ámbitos de la decisión jurídica, el presente trabajo se ocupa particularmente de la interpretación y la aplicación judicial de normas jurídicas. Incluso sostengo que la aplicación de normas jurídicas presupone la interpretación de las mismas, por lo que me refiero directamente a la labor de aplicación judicial del derecho. 27 “[M]ientras no se cumplan los requisitos formales [consistentes en la expresión de los motivos o causas y las disposiciones legales que se consideren aplicables] no se está en aptitud lógica de cerciorarse sobre si la autoridad actuó conforme a la realidad de los hechos y conforme a la ley aplicable. Por esa prioridad dialéctica que guardan los requisitos formales sobre los de fondo [consistentes en la realidad y certeza de las causas que provocan el acto de autoridad], es por lo que no hay materia para el estudio de los segundos, si faltan los primeros...”, cfr. Semanario Judicial de la Federación, quinta época, tomo CXXV, p. 1755. En este mismo sentido se ha sostenido que motivar un acto “...es adecuar los hechos que ocurren en el caso concreto al supuesto que prevé la ley, y al no citar la autoridad administrativa norma legal alguna en apoyo del proveído impugnado, no es posible que pueda establecerse la adecuación aludida; por tanto, es inadmisible la existencia de una adecuada motivación sin la correspondiente fundamentación”, cfr. Semanario Judicial de la Federación, séptima época, tomo 109-14, sexta parte, p. 136. 28 Wróblewski, Jerzy, Sentido y hecho en el Derecho, México, Fontamara, 2001, p.45. 29 Idem. 46 FACULTAD DE DERECHO LAS DECISIONES JUDICIALES: ENTRE LA MOTIVACIÓN Y LA ARGUMENTACIÓN La justificación de la aplicación de los preceptos del derecho es de tipo silogístico.30 Así, la premisa primera o mayor está constituida por la norma jurídica genérica; la premisa segunda o menor consiste en el juicio que declara realizado el supuesto de aquélla; a la primera se le puede denominar premisa normativa, en tanto que a la segunda premisa fáctica. Finalmente, la conclusión implica la imputación de las consecuencias de derecho a los sujetos implicados en el caso. Así lo reconocen, como ya se anotó, los propios precedentes judiciales. Es importante señalar que cualquier decisión jurídica, sobre todo la de aplicación judicial de normas, puede ser, o de hecho es, escrita en forma de un silogismo, “...con independencia de la forma en que ha sido alcanzada...”.31 Esto significa que se parte de la distinción entre el acto de decidir y la justificación de la decisión. No interesa aquí el cómo se toma la decisión, sino el porqué la decisión tomada debe ser considerada correcta. En esto estriba la justificación de las decisiones judiciales: manifestar las razones por las cuales se considera que la tomada en el caso concreto, es la mejor decisión correcta. Si se sostiene que la justificación de la decisión judicial es de tipo silogístico, la verificación de la corrección de la misma consistirá, en un primer momento, en el examen formal del silogismo, es decir, la decisión estará justificada “si se infiere de sus premisas”, las cuales se presuponen válidas.32 A esta se le denomina justificación interna, y atiende a reglas de lógica formal.33 “Sin embargo, 30 García Máynez, Eduardo, Introducción al estudio del Derecho, México, Porrúa, 1990, p.321. Aarnio, Aulis, “La tesis de la única respuesta correcta y el principio regulativo del razonamiento jurídico”, en Doxa, núm. 8, 1990, p.28. 32 Wróblewski, op. cit., p. 52. 33 “Tenemos una implicación o una inferencia lógica o una argumentación válida (deductivamente), cuando la conclusión necesariamente es verdadera si las premisas son verdaderas...”, cfr. Atienza, Manuel, Las razones del Derecho. Teorías de la argumentación jurídica, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1991, p. 31. En este sentido es necesario precisar que, por lo regular, las premisas y las conclusiones con las que se construye en el silogismo judicial no pueden ser calificadas de verdaderas o falsas, en razón de su naturaleza normativa; los elementos del silogismo judicial sólo pueden ser calificados como eficaces, efectivos, válidos o vigentes, cfr. Capella, Juan Ramón, Elementos de análisis jurídico, Madrid, Trotta, 1999. 31 UNIVERSIDAD LA SALLE 47 CARLOS BÁEZ SILVA especialmente en los casos difíciles, siempre se puede poner en cuestión las premisas de la inferencias. Por ejemplo: ¿por qué se optó por la premisa normativa Na en lugar de Nb? En tal situación, la premisa misma debe ser objeto de argumentación. Esta es tarea de la justificación externa....34 Se dice que una decisión jurídica está justificada externamente “...cuando sus premisas están calificadas como buenas según los estándares utilizados por quienes hacen la calificación...”.35 Esto lleva a sostener que, propiamente, el problema de la justificación de la decisión judicial no radica en el paso lógico de una premisa a otra y de ahí a la conclusión, sino en la justificación de las premisas con las que se construye el silogismo final. Esto puede ser clarificado a través del siguiente esquema: Texto normativo + Justificación externa Interpretación Argumentos, razones, justificaciones Premisa Normativa Argumentos, razones, justificaciones Justificación Interna Premisa Fáctica Conclusión Ahora bien, esos argumentos dan fundamento a las premisas del silogismo que sirve para justificar externamente la decisión, también pueden ser presentados a su vez, en forma de silogismo, 34 35 48 Aarnio, op. cit., p. 28. Wróblewski, op. cit., p. 52. FACULTAD DE DERECHO LAS DECISIONES JUDICIALES: ENTRE LA MOTIVACIÓN Y LA ARGUMENTACIÓN de modo tal, que se van construyendo cadenas o “árboles” de razonamientos que se van sustentando unos en otros, por lo que el “...factor decisivo es la totalidad de los argumentos...”.36 Por supuesto que existen premisas últimas o fundamentos finales de la decisión, pero cuando se indaga en torno de éstos se ingresa en el campo de la moral, puesto que serán los valores los que se conviertan en el factor final (y en muchas ocasiones determinante) de la decisión y de su justificación.37 Dependerá del interés y función de quien revise la corrección de la decisión judicial si el análisis se lleva hasta los confines del derecho y la moral. En la labor jurisdiccional, por lo regular, la revisión se limita a la corrección del factor decisivo: la coherencia y consistencia de la argumentación toda, tratando de dejar de lado las cuestiones morales que subyacen a toda decisión. Todo lo anterior parece haber sido ya percibido por nuestros juzgadores, como bien ejemplifica la siguiente jurisprudencia: FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. VIOLACIÓN FORMAL Y MATERIAL. Cuando el artículo 16 constitucional establece la obligación para las autoridades de fundar y motivar sus actos, dicha obligación se satisface, desde el punto de vista formal, cuando se expresan las normas legales aplicables, y los hechos que hacen que el caso encaje en las hipótesis normativas. Pero para ello basta que quede claro el razonamiento sustancial al respecto, sin que pueda exigirse formalmente mayor amplitud o abundancia que la expresión de lo estrictamente necesario para que sustancialmente se comprenda el argumento expresado. Sólo la omisión total de motivación, o la que sea tan imprecisa que no dé elementos al afectado para defender sus derechos o impugnar el razonamiento aducido por las autoridades, podrá motivar la concesión del amparo por falta formal de motivación y fundamentación. Pero satisfechos estos requisitos en forma tal que el afectado conozca la esencia de los argumentos legales y de hecho en que se apoyó la autoridad, de manera que quede plenamente capacitado para rendir prueba en contrario de los hechos aducidos por la autoridad, y para 36 Aarnio op. cit., p. 29. Wróblewski, op. cit., pp. 19-44, y Wróblewski, Jerzy (1988), Constitución y teoría general de la interpretación jurídica, Madrid, Cívitas, p. 63. 37 UNIVERSIDAD LA SALLE 49 CARLOS BÁEZ SILVA alegar en contra de su argumentación jurídica, podrá concederse, o no, el amparo, por incorrecta fundamentación y motivación desde el punto de vista material o de contenido pero no por violación formal de la garantía de que se trata, ya que ésta comprende ambos aspectos.38 Del texto anterior se puede desprender que la obligación de fundar y motivar los actos de autoridad, en particular los jurisdiccionales, consiste: a) Desde el punto de vista formal, en la expresión de. Las normas legales aplicables, y Los hechos que hacen que el caso encaje en la hipótesis normativa; como tales hechos deben ser reales y ciertos, como complementa otra tesis citada, aquí se introduce la problemática de la prueba. b) Desde el punto de vista material o sustancial, en la manifestación clara del razonamiento sustancial al respecto, lo que bien puede ser interpretado en forma amplia: el establecimiento de las premisas (lo que conduce a la justificación externa del silogismo), la subsunción de la fáctica en la normativa y la derivación de consecuencias. De esta forma es como la garantía de legalidad, consagrada en el artículo 16 constitucional, en su vertiente de obligada fundamentación y motivación de los mandamientos escritos de la autoridad competente se corresponde con las teorías de la argumentación jurídica. De esta forma, la motivación de la actuación de la autoridad deja de ser percibida como la mera adecuación o ajuste del hecho concreto a la hipótesis normativa y adquiere una dimensión mucho más amplia, que exige del juzgador no sólo un cabal conocimiento normativo, sino una metodología jurídica poderosa que le permita justificar por qué la que ha tomado es la mejor decisión correcta en el caso concreto. 38 50 Cfr. Semanario Judicial de la Federación, séptima época, tomo 72, sexta parte, p. 158. FACULTAD DE DERECHO LAS DECISIONES JUDICIALES: ENTRE LA MOTIVACIÓN Y LA ARGUMENTACIÓN III. Los jueces, el poder y el Derecho Una norma jurídica39 es, entre otras cosas, una expresión lingüística prescriptiva dada por quien es reconocido para ello: “...el contenido de la ley es el resultado de la expresión dada a la voluntad de una persona o grupo de personas que tienen poder para producir algún tipo de daño a la persona o personas a quienes de esta manera se exige el acatamiento a la voluntad así expresada...”.40 Aquí es importante destacar que no es suficiente, ya no es sólo suficiente, que la norma tenga tras de sí la amenaza de emplear la violencia; no basta con la coercibilidad, se precisa la racionalidad de la norma, de la decisión. Se pueden distinguir dos elementos de la norma jurídica:41 1. La voluntad proveída de fuerza, y 2. La disposición racional emanada de una autoridad legítima De esta forma, se sigue que la norma jurídica, en tanto que decisión, requiere del respaldo de la fuerza para alcanzar lo que se denomina vigencia; ésta es un requisito necesario, pero no suficiente para la eficacia de la norma (capacidad de la norma para funcionar como determinante causal de un fenómeno empírico dado42); esta capacidad de la norma o de la decisión para funcionar como determinante causal de una conducta (cierto fenómeno empírico), se incrementa —casi hasta lo óptimo—, si y sólo si la norma o decisión es considerada válida por quienes a ellas están sometidos. “Suele distinguirse entre la validez y la eficacia del derecho: el dere- 39 Y no hay que olvidar que una sentencia judicial es una norma jurídica individual, cfr. Kelsen, Hans, Teoría Pura del Derecho, México, UNAM, 1986, p. 251. Este mismo autor precisa que una norma, en general, es “...el sentido de un acto con el cual se ordena o permite y, en especial, se autoriza, un comportamiento...”, Kelsen, ibídem, p. 19. 40 Bentham, Jeremy, Nomografía o el arte de redactar leyes, Madrid, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2000, p. 4. 41 Cerroni, Umberto, Política. Métodos, teorías, procesos, sujetos, instituciones y categorías, México, Siglo XXI Editores, 1992, p. 134. 42 Capella, op. cit., p. 85. UNIVERSIDAD LA SALLE 51 CARLOS BÁEZ SILVA cho ‘vale’ en virtud de su obligatoriedad, su fuerza obligante interiormente aceptada; y es eficaz en la medida en que es posible comprobar empíricamente que es obedecido o impuesto. Quien viola una ley no niega necesariamente su validez; sólo que en ese caso la validez no se ha hecho efectiva. La proposición ‘La soberanía se basa en la legitimidad’ puede clarificarse en un primer paso por medio de la proposición ‘La eficacia del derecho se basa en su validez...”.43 ¿Cuál es, pues, la fuente de la validez de la norma, de esa fuerza obligante interiormente aceptada de la decisión prescriptiva? Precisamente, la racionalidad de la misma y su origen legítimo. Ya en este punto, conviene hacer una distinción importante en torno del servicio que presta la argumentación práctica racional a dos fines distintos: por una lado a la legitimidad del poder político y, por el otro, a la validez del derecho. a) La legitimidad del poder político La legitimidad es un atributo del poder político que consiste en la “...existencia en una parte relevante de la población de un grado de consenso tal que asegure la obediencia sin que sea necesario, salvo en casos marginales, recurrir a la fuerza...”.44 En otras palabras, se puede sostener que la legitimidad es un principio de la razón práctica45 que hace de una relación de mando-obediencia una relación de derecho46 sustentada en una convención47 entre quien manda y quien obedece. Así pues, el fundamento de la legitimidad es la convención, el acuerdo. Según Weber, este acuerdo, esta convención puede tener varias fuentes: el carisma de un líder, la fuerza de la tradición o la costumbre y, final o modernamente, la razón. 43 Kriele, Martin, Introducción a la teoría del Estado, Buenos Aires, Depalma, 1980, p. 17. Pasquino, Gianfranco, et al., Diccionario de Ciencia Política, México, Siglo XXI Editores, 1988, p. 866. 45 Kant, Immanuel, La metafísica de las costumbres, Madrid, Tecnos, 1999, p. 150. 46 Weber, Max, Economía y sociedad, México, Fondo de Cultura Económica, 1944, p. 54. 47 Rousseau, Juan Jacobo, El contrato social, Madrid, Tecnos, 1994, p. 8. 44 52 FACULTAD DE DERECHO LAS DECISIONES JUDICIALES: ENTRE LA MOTIVACIÓN Y LA ARGUMENTACIÓN “La legitimidad racional la encuentra Max Weber en la legalidad de los órdenes positivos y en el derecho de mandar de quienes están autorizados por ellos. La racionalidad del derecho significa, en Weber, tres cosas: la generalidad de las normas jurídicas, la construcción jurídica de relaciones e instituciones jurídicas y la sistematización de las normas jurídicas...”.48 No obstante es preciso distinguir entre legitimidad y legalidad, pues ambos son conceptos vecinos pero diferentes: “La legitimidad se refiere al título del poder, la legalidad al ejercicio. Cuando se exige que el poder sea legítimo se pide que quien lo detenta tenga el derecho de tenerlo (no sea un usurpador). Cuando se hace referencia a la legalidad del poder se pide que quien lo detenta lo ejerza no con base en el propio capricho, sino de conformidad con reglas establecidas (no sea un tirano)...”.49 Entre legitimidad y legalidad es preciso establecer un puente conceptual construido a partir de los términos representación política y democracia, en virtud de que no es “la forma jurídica como tal la que legitima el ejercicio de la dominación política, sino sólo la vinculación al derecho legítimamente establecido. Y... sólo puede tenerse por legítimo el derecho que pudiese ser racionalmente aceptado por todos los miembros de la comunidad jurídica en una formación discursiva de la opinión y la voluntad comunes...”.50 Así vista, la cuestión se puede reducir señalando que el poder político sólo es legítimo cuando se adquiere y ejerce según un determinado orden social (entendido como “un sistema de normas”51) producto del acuerdo o de la convención entre los individuos que se alcanza mediante un discurso práctico racional.52 48 Kriele, op. cit., p. 36. Bobbio, Norberto, “El poder y el Derecho” en Bobbio, Norberto y Bovero, Michelangelo, Orígen y fundamento del poder político, México, Grijalbo, 1984, p. 45. 50 Habermas, Jürgen, Facticidad y validez, Madrid, Trotta, 1998, p. 202. 51 Heller, Herman, La soberanía, México, Fondo de Cultura Económica, 1995, p. 112. 52 “El modelo más simple de un discurso práctico consiste en una discusión entre dos personas sobre si a debe ser hecho o sobre si a es bueno. Hay dos posibilidades para que éstas puedan llegar a un acuerdo. La primera consiste en que el uno demuestre, justifique, fundamente, etcétera, ante el otro que su afirmación es verdadera. La segunda consiste en conseguir el acuerdo del otro de alguna otra manera. Los medios para ello son grandes; así, se puede utilizar cualquier método de persuasión, de influencia psíquica o de propaganda. En el primer caso se trata de la justificación de una 49 UNIVERSIDAD LA SALLE 53 CARLOS BÁEZ SILVA “No la legalidad, sino la justificabilidad es lo esencial de la legitimidad racional”, pues se dice que algo es racional cuando ese algo puede ser justificado con razones que pueden ser discutidas.53 Así, el poder político sólo es legítimo cuando se adquiere y se ejerce ofreciendo y discutiendo, en un marco de libertad e igualdad, las razones de tal adquisición y tal ejercicio. El Estado puede ser definido como un conjunto de instituciones y organizaciones dentro y desde las que se ejerce el poder político en una comunidad. Como se expuso al inicio de este trabajo, las funciones que desempeña el Estado en conjunto son repartidas entre los diferentes órganos que lo conforman, de forma tal que el ejercicio del poder político del Estado se divide, con el objetivo de que el propio poder detenga al poder mediante el establecimiento de un sistema de pesos y contrapesos que sirvan de límite y control a la acción estatal y se garantice de esta forma la libertad del individuo. Los órganos del Estado, entonces, ejercen el poder político. Entre los órganos del Estado se encuentra el judicial, encargado preponderantemente de la función jurisdiccional. El órgano judicial, al ejercer su función jurisdiccional, está ejerciendo poder político. En tanto que el judicial ejerce poder político, debe justificar tal ejercicio. Y la justificación del ejercicio del poder político no reside sólo en su legalidad, sino principalmente en su racionalidad, es decir, en la oferta de razones que pretendan convencer de la corrección del ejercicio. Los jueces, por lo tanto, al dar cabal cumplimiento al principio de legalidad establecido en el artículo 16 constitucional, en el sentido dado arriba a los términos fundamentación y motivación de sus actos, no sólo están encuadrando su actuación al concepto de convicción moral. En el segundo caso ésta puede, en el mejor de los casos, ser explicada psicológicamente”, Alexy, Robert, Teoría de la argumentación jurídica, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1989, p. 52. 53 Kriele, op. cit., p. 37. “El término ‘racional’ significa que una proposición, una norma o una valoración es justificable mediante una argumentación apropiada...”, Wróblewski, op. cit., nota 28, p. 46. 54 FACULTAD DE DERECHO LAS DECISIONES JUDICIALES: ENTRE LA MOTIVACIÓN Y LA ARGUMENTACIÓN Estado de Derecho, sino que se convierten en verdaderos regeneradores de la legitimidad del poder del Estado, en particular del poder político que ejercen mediante sus actos jurisdiccionales, así como en factores fundamentales de la validez del derecho. Esto, en forma alguna, es un servicio menor; según datos publicados recientemente en el trabajo Ciudadanos y cultura de la democracia. Reglas, instituciones y valores de la democracia, “44.3% de los encuestados cree que el pueblo debe obedecer siempre las leyes y el 28.6% manifestó que el pueblo puede cambiar las leyes si no le parecen, mientras que el 24.4% piensa que el pueblo puede desobedecer las leyes si le parecen injustas...”.54 Estos datos bien pueden ser extrapolados a la percepción de la obligatoriedad del cumplimiento de las sentencias judiciales, puesto que éstas están respaldadas por la fuerza de las leyes, en un primer instante. Si un porcentaje significativo (casi una cuarta parte) de los encuestados considera que las leyes injustas no deben ser obedecidas, con igual razón esa parte del universo de la muestra consideraría que una sentencia injusta no debería ser obedecida tampoco. La situación se torna preocupante al descubrir que, según la Encuesta Nacional de Cultura Política y Prácticas Ciudadanas, “71% (de los encuestados) piensa que el pueblo no debe obedecer las leyes cuando éstas sean consideradas como injustas. Cuando se pregunta quién respeta menos la ley, la respuesta es contundente: 7% los ciudadanos, 31% los gobernantes, y 42% dice que simplemente ninguno la respeta...”.55 54 Cfr. Flores Dávila, Julia y Meyenberg, Yolanda, Ciudadanos y cultura de la democracia. Reglas, instituciones y valores de la democracia, México, Instituto Federal Electoral, 2000, p. 53. 55 Citada por Zuckerman, León, “Súbditos o ciudadanos”, en Nexos, núm. 298, octubre de 2002, p.42. UNIVERSIDAD LA SALLE 55 CARLOS BÁEZ SILVA FUENTE: Juárez González, Leticia, “Ni la ley ni la justicia”, en Nexos, núm. 298, 2002, p. 45. Esta percepción mina no sólo la eficacia de las decisiones vinculantes (leyes o sentencias), sino que repercute en la legitimidad de la actuación de los órganos estatales, puesto que “[e]n el plano de las normas, la legitimidad se asienta en las convenciones definidas por el Derecho...[por lo que] la condición inicial de la legitimidad es su vínculo con la legalidad...”;56 al cuestionarse ésta, la primera termina siendo puesta en duda también. Al argumentar sus decisiones, los juzgadores cumplen con una necesidad política: justificar el ejercicio del poder que se les ha conferido. De esta forma los juzgadores funcionan como legitimadores del poder político y sientan las bases para el mantenimiento de una relación de gobernabilidad entre sociedad y Estado. Pero no es ésta la única función que desempeñan los juzgadores al fundar y motivar sus decisiones jurisdiccionales. Al argumentar los juzgadores también recrean las bases o fuentes de la validez del orden jurídico. 56 56 Ibídem. FACULTAD DE DERECHO LAS DECISIONES JUDICIALES: ENTRE LA MOTIVACIÓN Y LA ARGUMENTACIÓN FUENTE: Juárez González, Leticia, “Ni la ley ni la justicia”, en Nexos, núm. 298, 2002, p. 46. b) La validez del derecho “La condición del funcionamiento de un Estado es la obligatoriedad de sus decisiones...”;57 el Estado actúa mediante sus órganos, cuya titularidad recae en personas determinadas; los juzgadores son titulares de órganos del Estado, por lo que los juzgadores ejercen el poder del Estado, pues forman parte de él. Es evidente que una sentencia judicial es una decisión que el juez toma para resolver un conflicto que se le ha planteado. De esta forma, se puede sostener que una condición indispensable para el funcionamiento de los órganos jurisdiccionales es la obligatoriedad de sus decisiones. Una sentencia judicial contiene una decisión que obliga a quienes intervinieron en el proceso y aún a quienes no lo hayan hecho. Se dice que una sentencia obliga en virtud de que tiene que ser obedecida. ¿Por qué tiene que ser obedecida una sentencia judicial? Porque, debido a su naturaleza de decisión estatal, la sentencia presupone la existencia de un monopolio de la violencia legítima; el juzgador tiene tras de sí todo el aparato coercitivo del Estado para obligar a que sus decisiones se acaten. La decisiones judiciales, por tanto, pueden hacerse acatar por la fuerza, pero no cual57 Kriele, op. cit., p. 14. UNIVERSIDAD LA SALLE 57 CARLOS BÁEZ SILVA quier fuerza, sino sólo la fuerza legítima. La legitimidad de la fuerza de la que puede disponer el juzgador para hacer obedecer sus decisiones deriva, como señaló arriba, en primer lugar, de la legalidad de la misma, y en segunda instancia de las razones que justifican la existencia de tal fuerza; pero esto no es suficiente para tornar obligatoria una decisión judicial, pues es preciso que se particularice la legitimidad de la decisión concreta que se ha tomado en un caso específico. No es suficiente con la legitimidad ab origen de la facultad de tomar decisiones, sino que se requiere legitimar la decisión en concreto. La legitimidad de la decisión judicial es un asunto de justificación del ejercicio del poder en el caso concreto. Si se afirma que las sentencias judiciales se obedecen normalmente debido a la posibilidad de coacción, se sigue que la validez de la decisión judicial descansa en el temor a la coacción y a la posible sanción. Por validez de la norma jurídica (y la sentencia judicial es una norma jurídica) entiendo la aceptación interna por parte del individuo de la obligatoriedad de la norma jurídica; según Hart,58 una cosa es verse obligado (expresión que hace referencia a la apreciación común de un daño comparativo y de un cálculo razonable de probabilidad de verificación de ese daño) y otra distinta es sentirse obligado o tener la obligación de (expresión referida a la creencia y motivos que en torno a lo correcto de una conducta o una acción). Si la validez de la sentencia descansa en el temor a la coacción y sanción, se puede afirmar, entonces, que la sentencia vale porque los afectados por la misma se ven obligados (forzados podría decirse) a acatarla, aunque no se sientan obligados a ello. Así, la sentencia sería valiosa por el temor que infundiera su inobservancia. Si la validez de las normas jurídicas estuviera basada únicamente en el miedo a la sanción, “...entonces en situaciones en 58 58 Hart, H. L. A., El concepto de Derecho, Buenos Aires, Abeledo-Perrot, 1998, p. 103. FACULTAD DE DERECHO LAS DECISIONES JUDICIALES: ENTRE LA MOTIVACIÓN Y LA ARGUMENTACIÓN que está excluido el peligro de la sanción, nadie obedecería...”59 las normas jurídicas que considerara poco provechosas. Según nos muestra la metodología económica, el ser humano es un sujeto que maximiza racionalmente sus satisfacciones y como tal se comporta.60 La exportación de este presupuesto metodológico al análisis normativo puede ser ejemplificado para su mejor entendimiento: “...debido a que las personas son maximizadoras racionales respecto a la decisión de cometer un delito o de vender un caballo, el problema del control de la delincuencia radica en establecer un conjunto de ‘precios’ por cada delito, manipulando las dos variables que determinan el costo de la sanción impuesta al delincuente (en potencia): la severidad del castigo y la probabilidad de que sea infligido...”.61 Un individuo racional calculará el beneficio que potencialmente obtendrá por la comisión del delito en razón de lo severo de la pena y, sobre todo, la probabilidad de que lo pesquen con las manos en la masa y sea procesado. Si esta última probabilidad es demasiado baja, lo severo de la pena no servirá como disuasivo para la comisión del delito, de forma tal que éste se cometerá seguramente. La “teoría del bandido”, si bien puede aplicarse para la explicación del comportamiento de los individuos frente a las normas jurídicas, no responde a la pregunta de por qué los servidores públicos, en particular los jueces, aplican o hacen observar tales normas jurídicas, y además se convierten en creadores de las mismas. La “...obediencia y aplicación de la ley no pueden ser explicadas satisfactoriamente mediante la suma de cálculos utilitarios subjetivos...”,62 debido a que los individuos y los agentes del poder se comportan como sujetos que llevan al límite máximo racional de sus satisfacciones frente a las normas jurídicas cuando éstas dejan 59 Kriele, op. cit., p.15. Posner, Richard, “Usos y abusos de la teoría económica en el Derecho”, en Roemer, Andrés (comp.), Derecho y economía: una revisión de la literatura, México, Fondo de Cultura Económica, 2000, p. 67. 61 Idem. 62 Kriele, op. cit., p. 16. 60 UNIVERSIDAD LA SALLE 59 CARLOS BÁEZ SILVA de ser reconocidas internamente por estos individuos y agentes del poder como “valiosas” y pasan a ser percibidas como meros incentivos o disuasivos externos para generar ciertas conductas. En otras palabras, puede decirse que en una situación en la que el reconocimiento interno del orden jurídico o de alguna de sus normas está ausente, los sujetos llegan al límite máximo de sus recursos, pues su comportamiento dejará de atender a cuestiones morales (lo que está bien y lo que está mal) y se regirá por el cálculo comparativo de las ventajas y desventajas que le acarrearía la observancia de tal o cual conducta, independientemente del juicio de valor que de la misma se pudiese hacer. Para Hart,63 una de las características básicas que de las normas jurídicas consiste en que “son reputadas importantes porque se las cree necesarias para la preservación de la vida social o de algún aspecto de ella al que se atribuye gran valor; sólo cuando esta característica se pierde, las normas jurídicas son objeto de un cálculo racional maximizado por parte de los individuos, pues son percibidas como meras expresiones de puro poder, de pura fuerza, desnudas de cualquier valor que no sea estrictamente económico. El concepto de validez del derecho es un poco más que problemático; decir que una norma jurídica es válida puede significar que:64 a) pertenece a un determinado sistema jurídico; b) debe ser obedecida; c) ha sido legalmente creada; d) está en vigor; e) existe de un modo específico. 63 Op. cit., p. 108. Navarro, Pablo E. “Validez y eficacia de las normas jurídicas” en Garzón Valdéz, Ernesto y Laporta, Francisco J. (eds.), Madrid, Trotta, 2000, p. 212. 64 60 FACULTAD DE DERECHO LAS DECISIONES JUDICIALES: ENTRE LA MOTIVACIÓN Y LA ARGUMENTACIÓN De los anteriores, sólo un sentido de validez del derecho es normativo, el resto son descriptivos. Sólo el sentido ético65 de validez (una norma jurídica es válida porque debe ser obedecida) puede generar en el ámbito interno de los destinatarios de la misma, ese sentimiento de obligatoriedad de la norma. Sólo de esta forma es posible sostener que “...el derecho ‘vale’ en virtud de su obligatoriedad, su fuerza obligante interiormente aceptada...”.66 Esta concepción de la validez de las normas jurídicas difiere de las de existencia, eficacia o vigencia de las mismas. Antes bien, la eficacia de la norma está condicionada por la validez de la misma. En otros términos: una norma jurídica individualizada, tal como una sentencia, es eficaz, es decir, acatada, debido a que se considera válida, es decir, obligatoria, independientemente de la amenaza de coacción que le subyace. Se ha sostenido que “...el cumplimiento de los fallos protectores es el hito hacia donde debemos dirigir la mirada, es la estrella polar que debe orientar uno de los deberes más importantes de los titulares de los órganos del Poder Judicial de la Federación, como lo es el de velar por el cumplimiento de las ejecutorias de la Justicia Federal...”.67 En este sentido, el “...eficaz cumplimiento de las sentencias de amparo...”,68 y de cualquier sentencia judicial en general, estará en buena medida condicionado por su validez, es decir, por su obligatoriedad internamente reconocida por los destinatarios de la sentencia. La validez de la sentencia judicial, en tanto norma jurídica individualizada, descansa en la racionalidad de la misma, que convence por sí misma y conduce, idealmente, al reconocimiento universal de la corrección de la decisión. Y recordemos que “...una acción es racional cuando puede ser justificada con razones que pueden ser discutidas...”,69 de forma tal que la validez de la decisión judicial, es 65 Alexy, Robert, El concepto y la validez del derecho, Barcelona, Gedisa, 1997, p. 88. Kriele, op. cit., p. 17. 67 Góngora, Genaro, “Presentación” en Prontuario en materia de cumplimiento de sentencias de amparo, México, Suprema Corte de Justicia de la Nación, 2000, p. 24. 68 Idem. 69 Kriele, op. cit., p. 37. 66 UNIVERSIDAD LA SALLE 61 CARLOS BÁEZ SILVA decir, su obligatoriedad internamente reconocida por los destinatarios de la misma, tiene su origen en las razones que justifiquen tal decisión; de aquí se puede desprender que no es la legalidad, sino la justificabilidad lo que es esencial para la validez de las decisiones judiciales en particular, y del resto de normas jurídicas en general. Conclusiones La motivación de una sentencia judicial reviste dos aspectos: a) uno formal, en el que se incluyen las normas legales aplicables al caso concreto y los hechos debidamente probados, que hacen que el caso encaje en alguna hipótesis normativa prevista en las normas legales citadas; b) uno material o sustancial, en el que se deben manifestar las razones por las que el juzgador ha decidido: 1. Aplicar determinadas normas jurídicas; 2. El sentido o significado de los textos normativos para el establecimiento de la hipótesis normativa; 3. El sentido o significado de los hechos de los que ha conocido mediante el expediente; 4. Las premisas del silogismo judicial; 5. La subsunción de la premisa fáctica en la normativa; 6. La derivación de determinadas consecuencias. 62 Los jueces, a través de la actividad argumentativa a que la constitución los obliga, llevan a cabo un servicio a dos elementos fundamentales del poder político y del derecho: la legitimidad y la validez del orden. FACULTAD DE DERECHO LAS DECISIONES JUDICIALES: ENTRE LA MOTIVACIÓN Y LA ARGUMENTACIÓN Mediante la labor argumentativa, por tanto, los juzgadores se convierten no sólo en los guardianes del Estado de Derecho, sino en los principales actores llamados a consolidarlo en México. Bibliografía AARNIO, Aulis, “La tesis de la única respuesta correcta y el principio regulativo del razonamiento jurídico”, en Doxa, núm. 8, 1990. ALCALÁ-ZAMORA CASTILLO, Niceto, “Notas relativas al concepto de jurisdicción” en Estudios de teoría general e historia del proceso (1945-1972), tomo I, México, UNAM, 1992. ALEXY, Robert, Teoría de la argumentación jurídica, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1989. ALEXY, Robert, El concepto y la validez del Derecho, Barcelona, Gedisa, 1997. ATIENZA, Manuel, Las razones del Derecho. Teorías de la argumentación jurídica, Madrid, Centro de Estudios Constitucionales, 1991. 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La formación ética y profesional reviste vital importancia en el logro eficiente de los objetivos de la administración pública, ya que está afecta directamente la vida de la ciudadanía, por ello se han impulsado reformas y creación de leyes que establezcan las obligaciones y la responsabilidad de los servidores públicos, pero a esto debe sumarse una serie de acciones paralelas. I. Introducción Cuando se habla de ética, regularmente lo hacemos en un sentido coloquial, sin embargo, abordar este concepto en temas de procuración de justicia, de seguridad pública o de cualquier función pública por sencilla que ésta sea, implica precisar con meridiana exactitud su connotación. Cuando calificamos algo como ético, inmediatamente lo identificamos como moralmente positivo, pues para la colectividad, este concepto parece haberse convertido en sinónimo de bueno. En el ánimo de hablar y argumentar con cierta solidez sobre el marco teórico conceptual en torno a la ética es importante tomar en cuenta a algunos especialistas en la materia. * Visitador General de la Procuraduría General de la República. UNIVERSIDAD LA SALLE 67 ÁNGEL BUENDÍA BUENDÍA Para Raúl Gutiérrez Sáenz, la ética es una guía para la conducta humana que nos proporciona un criterio para orientar nuestros actos en una línea valiosa. A la ética le incumbe, en cuanto a ciencia, proporcionar los argumentos racionales que justifican una determinada línea de acción. La palabra ética proviene del griego ethos, que significa costumbre. La ética estudia las buenas costumbres, las conductas valiosas, los criterios para orientar la conducta humana en el campo de los valores.1 Para J. L. Aranguren, la ética era la reflexión sobre la moral vivida.2 Fernando Savater hace una diferenciación de otros seres, vivos o inanimados, resaltando que los humanos podemos inventar y elegir en parte nuestra forma de vida, para optar por lo que nos parece bueno, es decir, conveniente para nosotros, frente a lo que parece malo e inconveniente. Y como podemos inventar y elegir, podemos equivocarnos. De modo que parece prudente fijarnos bien en lo que hacemos y procurar adquirir un cierto saber vivir, que nos permita acertar. A ese saber vivir, o arte de vivir si se prefiere, lo llamamos ética.3 Erich Fromm señala que la vida de las personas no puede ser vivida repitiendo los patrones de su especie; es él mismo (cada uno) quien debe vivir. El ser humano es el único animal que puede estar fastidiado, disgustado, sentirse expulsado del paraíso.4 En esta medida, entendemos entonces que la ética o el concepto que de ella se tenga no es igual de ningún modo al de otros individuos y mucho menos al de un grupo. 1 Gutiérrez Sáenz Raúl, Introducción a la ética, edit. Esfinge S.A. C.V., Naucalpan, Edo. Méx., 2002, p. 14. 2 Aranguren, J. L, “Ética”, segunda revista de Occidente. Madrid, en Bautista Oscar Diego, La ética en los servidores públicos, México 2001, p. 19. 3 Savater, Fernando, “Ética para Amador”, Ariel 1980, en Bautista Oscar Diego, La ética en los servidores públicos, México 2001, p. 19. 4 Erich Fromm, “Ética y psicoanálisis”, 1998 en Bautista Oscar Diego, La ética en los servidores públicos, México 2001, p. 19. 68 FACULTAD DE DERECHO ÉTICA Y ATENCIÓN AL PÚBLICO Desde otro enfoque, para Vargas Machuca, la ética o la moral es el conjunto de intuiciones y concepciones de las que se valen los distintos grupos humanos e individuos para identificar lo que está bien y lo que está mal, lo que se debe hacer y lo que se debe evitar”.5 Con base en los conceptos antes citados, podemos destacar que el ser humano interactúa en torno a una conciencia decisoria y bajo patrones referenciales en su conducta, es por ello que podemos decir que la ética consta de ciertos fines, de valores y de prescripciones cuyo contenido concreto y distinto peso configuran los diversos sistemas morales generados por el ser humano. II. Ética pública Cuando se añade el sustantivo ética al adjetivo pública o privada, un ámbito en el que cada cual define objetivos, metas, prioriza valores y marca reglas de conducta de acuerdo con su propia concepción del bien, ocurren fenómenos diferenciados de interpretación incluso de aplicación, pues la ética individual de algunos suele oponerse a la de otros o a la del grupo en el que se participa, así suele ocurrir que la ética de uno se pueda enfrentar o contradecir a la de otros. La ética pública trata de definir lo que está bien y mal para la colectividad, aquello que podría constituir un patrón moral básico de carácter universal y generalizable, dado lo racional y razonable de sus fines, valores y prescripciones de conducta, patrón compatible con la propia búsqueda razonable del bien. Esta visión integral ética afecta a los individuos y a la sociedad. Hablar de ética pública, es reconocer que el personal que está inmerso en las instituciones públicas son seres sociales. El hecho 5 Vargas, Machuca, “Voz y ética”, en Bautista Oscar Diego, La ética en los servidores públicos, México, 2001, p. 20. UNIVERSIDAD LA SALLE 69 ÁNGEL BUENDÍA BUENDÍA de ser seres sociales los obliga a vivir juntos. A intentar superar el inevitable conflicto que toda convivencia genera; de ahí que se busquen reglas de conducta que permitan una mejor convivencia. Es así que se interactúa con normas que pueden frustrar nuestros deseos e incluso, nuestra propia concepción del bien. La ética pública es un hacer colectivo, en un proceso en el que la colectividad y los individuos van generando aquellas pautas de conducta que debieran permitir un mejor desarrollo de la convivencia, mayor autonomía y libertad en el ser humano, en ese camino están implicados los ciudadanos individualmente, las organizaciones y asociaciones cívicas, profesionales y la opinión pública. La ética en la administración pública, es aquella dirigida a los servidores públicos en cualquier esfera del servicio público ya sea municipal, estatal o federal; es una ética aplicada, en concreto, una ética profesional que debe alcanzar bienes específicos generales internos y externos. En los últimos años y particularmente en estos momentos, la sociedad reclama del Estado la aplicación efectiva de una ética pública, demanda que los servicios que brinde estén libres de errores, alejados de la corrupción y de los abusos administrativos, con servidores públicos dignos de confianza por el arraigo en los valores y por la objetividad en el desarrollo de sus funciones. Para satisfacer las demandas de la comunidad, el gobierno debe generar fuentes de trabajo, ofrecer vivienda digna, garantizar la alimentación, establecer eficiencia y calidad en la prestación de los servicios públicos, generar mayor expectativa del nivel de vida, implantar medidas para garantizar un medio ambiente sano, así como ofrecer tranquilidad social a los ciudadanos. A pesar de que el Estado se esfuerce en ello, no ha sido capaz aún de atender estas demandas de manera satisfactoria por la serie de vicios arraigados en la administración pública desde décadas, lo que ha provocado ineficiencia en el funcionamiento y operación de los servicios públicos, esta situación ha generado que se perciba 70 FACULTAD DE DERECHO ÉTICA Y ATENCIÓN AL PÚBLICO que las demandas sociales han rebasado la capacidad de respuesta del gobierno, al no ser atendidas de manera ágil y oportuna, sino por el contrario mediante un servicio lento, ineficaz e ineficiente. Mejorar la operación en la administración pública requiere no sólo buenas intenciones, sino de acciones que incluyan, desde luego, elevar la moral de los servidores públicos a través de una adecuada formación ética y de resultados tangibles, adecuados al espíritu de la norma fundamental de los mexicanos que en su artículo 113 recoge la esencia de los principios que deben regir el servicio público. La formación ética y profesional del personal en cualquier organismo del poder público, es de vital importancia, por el carácter eminentemente activo que tienen los servidores públicos en la marcha y el desarrollo de sus organismos. Es por ello, que resulta importante que las organizaciones públicas fomenten que los individuos que prestan sus servicios desarrollen hacia el interior una cultura de valores éticos, para contar con servidores públicos que tengan una formación íntegra, con sentido de responsabilidad, lealtad, honradez, profesionalismo, legalidad, e identidad por lo menos con la institución a la que pertenecen asumiendo compromisos reales con los objetivos de la misma. Algunos de los motivos que han generado que los servidores públicos no cumplan con sus funciones de manera eficiente, se debe principalmente a la inadecuada selección y formación de los servidores públicos, así como a la carencia de principios y valores éticos; por otro lado, el incremento de vicios o actitudes antiéticas tales como la corrupción, el soborno, abuso de autoridad, trafico de influencias, la extorsión, el cohecho, la indolencia o la apatía, entre otras. El aprecio por una cultura de legalidad, el irrestricto respeto de la norma jurídica y la importancia de elevar la conducta ética del servidor público, independientemente de la esfera gubernamental en la que opere rescatando los valores de los servidores públicos, sin duda, generará un cambio de actitud en ellos, mejorando la calidad de los servicios que presta el Estado. UNIVERSIDAD LA SALLE 71 ÁNGEL BUENDÍA BUENDÍA Indudablemente una tarea de tal magnitud no es fácil, ni de pronto resultado, pero en la medida que existe convicción y un marco jurídico que le dé viabilidad, será posible por supuesto. ¿Por qué es importante la ética? Los funcionarios ejercen de diversas formas un poder discrecional en su trabajo diario, en la administración de los recursos públicos, en la interrelación con los ciudadanos y en el ámbito de la función de elaboración de las políticas. “La ética es un importante mecanismo de control de la arbitrariedad en el uso del poder público, un factor vital para la creación y mantenimiento de la confianza en la administración y sus instituciones. Proporciona la base para contrastar las prácticas, costumbres y conductas de forma general, para garantizar a la ciudadanía que se están respetando sus intereses y cumpliéndose los procedimientos. En consecuencia, la ética es un factor clave de la calidad de la administración. La ética del sector público es una actividad, no un ente abstracto. El fomento del comportamiento ético no consiste en el simple establecimiento de una lista de reglas a observar o en la definición de una situación a alcanzar, sino en un proceso de gestión permanente que sostiene la tarea de gobierno y resulta crucial para su funcionamiento y evolución”.6 La combinación ética-política es importante porque si bien la política delibera sobre lo que es mejor o es nocivo para el Estado, la ética modera los deseos individuales y se preocupa por el bien general. “A través de la ética, los gobernantes pueden orientar el comportamiento de los individuos, con ella se determina la justicia o ine6 Ministerio de Administraciones Públicas OCDE. La ética en el servicio público, Madrid, 1997, pp. 35-36. 72 FACULTAD DE DERECHO ÉTICA Y ATENCIÓN AL PÚBLICO quidad de los hombres y se eleva la cultura política de un pueblo. Por ella los hombres están bien consigo mismos y, si ello es así, lo están con respecto de los demás. De esta manera, aquel individuo que quiera ser estimado por su carácter moral debe guardar moderación y templanza en cada uno de sus sentimientos o afectos. La ética, no puede dejarse a un lado por los servidores públicos, pues está orientada hacia lo que es bueno y justo, encuentra soluciones; con ella se ejercita la mente, se modela el alma, da paz al espíritu, ordena la vida, rige las acciones, indica qué es lo que debe hacerse y omitirse, resuelve dudas, aconseja, presenta principios; con ella el ser humano actúa de manera correcta. A quienes realizan funciones de carácter público, la ética da sabiduría, entendimiento, prudencia y capacidad de juicio en la toma de decisiones”.7 La ética personal son la moral, los valores, y las creencias del individuo. La ética del servidor público es la que fija, en primer lugar, la línea de conducta que ha de seguir en una situación específica. La experiencia, la educación y la formación pueden influir positiva y negativamente en la ética personal. Las presiones del entorno social también pueden influir en la formación de la ética personal del servidor público. Es importante comprender que no basta con que un funcionario sepa que sus acciones han de ser lícitas, su ética personal (la consideración personal de lo que está bien o mal, de lo que es correcto o incorrecto) tiene que estar en concordancia con las disposiciones legales para que la conducta seguida sea la correcta. La orientación, la vigilancia y el control del desempeño de las funciones son elementos importantes para lograrlo. La aplicación de los conocimientos éticos y políticos da por resultado un servidor público íntegro con principios, responsable en el trabajo y con respeto por el cargo. La sociedad mexicana ha evolucionado de manera importante en los últimos años, caracterizándose por una mayor exigencia en la calidad y oportunidad de los servicios públicos que requiere la 7 Bautista Oscar, Diego, La ética en los servidores públicos, México 2001, pp. 31-32. UNIVERSIDAD LA SALLE 73 ÁNGEL BUENDÍA BUENDÍA búsqueda de mejores condiciones para que la sociedad pueda alcanzar un mejor nivel de vida con dignidad, con ética y, en libertad. Es aquí donde precisamente la sociedad busca que la aplicación de la norma jurídica se oriente a la justicia, al respeto de los derechos, al bienestar, al impulso de la cultura, a la paz, al progreso, a la honradez y a que prevalezcan los valores morales sobre la perversión y las prácticas deshonestas. Los deberes éticos exigen un conjunto de cualidades intelectuales y morales que no son fáciles de adquirir, pero que son susceptibles de irse atesorando y aumentando a través de la práctica, de la experiencia, por ello la aplicación de la ética en el servicio público, no es una aspiración irrealizable, antes por el contrario, es factible e indispensable. III. Servicio público El servicio público juega un papel moral de primera importancia dentro de la vida de los ciudadanos, pues su dignidad y su bienestar depende del primero y éste expresa la calidad institucional del gobierno, en esa medida, no sólo adquiere autoridad moral sino una autoridad legítima y legal, propia de su naturaleza, pues no debe olvidarse que todo cuanto tiene que ver con el gobierno, pero además, todo cuanto éste hace es de orden público. “Es así, como los procesos públicos crean consenso o consentimiento en el contexto social del momento, o bien ponen al descubierto la falta de ese consenso. En todos los casos, los principales papeles de los ciudadanos, especialmente los responsables, que figuran como funcionarios son: ü Poner en el debido enfoque (resolver e integrar) esas necesidades sentidas por el pueblo; ü Dar forma específica a las respuestas del gobierno destinadas a atender las necesidades; 74 FACULTAD DE DERECHO ÉTICA Y ATENCIÓN AL PÚBLICO ü Inyectar previsión y preocupación por los factores que no resultan fácilmente visibles para los ciudadanos en general, e ü Intentar hacerlo de modo que se organicen las respuestas del gobierno para asegurar, cundo menos, el consenso o consentimiento de la mayoría”.8 Los servicios públicos como actividad legalmente organizada son proporcionados a los ciudadanos bajo la administración pública ya sea de manera directa o indirecta. Se llama directa cuando el Estado se hace cargo por medio de sus órganos administrativos de organizar el desempeño de determinados servicios públicos, es decir, se encarga de la operación de los mismos; mientras que es indirecta cuando el Estado cede o concesiona a particulares la facultad de prestar determinados servicios, sobre las bases establecidas por él. En cualquier caso, el responsable del buen desempeño es el gobierno. Con base en lo anterior podemos considerar que en el servicio público son dos los ingredientes principales que deben existir, la virtud y el conocimiento, ya que sin la virtud sería difícil el establecimiento de la responsabilidad y sin el conocimiento es imposible obtener responsabilidad. Estos elementos que en nuestra apreciación debieran ser incorporados a un código de ética público, vinculatorio y exigible a todo funcionario público, en el que conjuguen los principios de la ideología deben al menos enunciativamente contener los siguientes principios: 1. La honestidad intelectual, que obliga a capacitarse continuamente y a tratar de convencer con pruebas y argumentos, rechazando la falsedad y el engaño. 2. El coraje intelectual que se deriva de esa honestidad, esto es la decisión de defender la verdad y reconocer el error. 8 Revista de la Administración Pública, vol. 38, núm.1, Instituto Nacional de la Administración Pública, México, 2003, en Aguilar Fernández, Felipe, “Ética y servicio público”, México, 2003, p. 37. UNIVERSIDAD LA SALLE 75 ÁNGEL BUENDÍA BUENDÍA 3. El amor por los derechos humanos, que conlleva desprecio por todo acto de poder injusto. 4. El sentido de la justicia, que implica tomar en cuenta las facultades y las obligaciones de los individuos y de los grupos. Estas cuatro virtudes sólo pueden surgir de una ética individual auto impuesta, que no depende de una sanción exterior, y no pueden ejercitarse cabalmente cuando la actividad profesional se pone al servicio de intereses destructivos o privilegiados. El servicio público en consecuencia no es una ocupación profesional, un empleo o la aplicación de modelos de solución a problemas que ocurren en intervalos periódicos. Se trata del arte de entender la misión, el espíritu de esa función, así como las circunstancias específicas de un problema a resolver, donde los servidores públicos deben ser capaces de discernir entre los incontables matices del gris y no simplemente limitarse a distinguir entre lo blanco y lo negro; el bien o el mal. Han de desempeñar su tarea en el pleno respeto de la ley utilizando correcta y razonablemente los poderes o facultades que le son conferidos. En el servicio público, la ley confiere a quienes participan en su ejercicio los poderes, facultades o imperativos necesarios para el desempeño de su cargo, empleo o comisión de acuerdo a sus responsabilidades, sin embargo, estas bases legales son en sí mismas, insuficientes para garantizar una práctica legal, eficiente, eficaz y honesta, pues sirven únicamente de marco y crean posibilidades. A contrario sensu este marco de posibilidades establece el régimen de sanciones, para aquellos que incumplen su obligación de conducirse éticamente en el servicio público, así el ejercicio ético de la función pública no se ve reducido a una simple aspiración social, puede y debe en caso necesario sancionar rigurosamente a quien se aparte de su observancia. Como todo acto de responsabilidad personal, social o colectivo que deriva de o se ejerce, para ello, el servicio público requiere 76 FACULTAD DE DERECHO ÉTICA Y ATENCIÓN AL PÚBLICO lineamientos normativos, intelectuales, culturales o simplemente operativos que pueden advertirse en principios generales. “La responsabilidad de la administración pública en la prestación de los servicios que le son implícitos, le significa cumplir y hacer cumplir los siguientes principios: ü Continuidad. Los servicios públicos deben mantenerse constantes, de manera uniforme y permanente. ü Suficiencia. Consiste en que debe existir la capacidad o cantidad suficiente para la prestación del servicio. ü Rapidez. Es la dinámica con que se presta un servicio, con el propósito de evitar pérdida de tiempo. ü Seguridad. Consiste en generar confianza y credibilidad al brindar de manera regular el servicio deseado. ü Economía. Los servicios públicos no están destinados necesariamente a ser objeto de lucro para obtener utilidades como en la iniciativa privada, pero es necesario recuperar lo erogado para mantener la continuidad en el servicio. ü Calidad. Consiste en desarrollar las actividades con exactitud, precisión, amabilidad y esmero, logrando que el usuario del servicio quede satisfecho. ü Eficiencia. Consiste en alcanzar el máximo resultado con el mínimo de esfuerzos y recursos, es hacer más con menos. Frente a la escasez de recursos es necesaria una mayor preparación, buscando siempre mejores alternativas. ü Innovación. Son las iniciativas para brindar de la mejor manera posible los servicios. Consiste en incorporar los nuevos métodos, técnicas e innovaciones tecnológicas, dejando atrás elementos obsoletos. UNIVERSIDAD LA SALLE 77 ÁNGEL BUENDÍA BUENDÍA Estas cualidades combinadas permiten hacer de los servicios públicos instrumentos satisfactores de la sociedad. Si todo servicio y servidor público cumplieran éticamente su encomienda con cada uno de estos principios, la ciudadanía otorgaría un reconocimiento a sus autoridades, con lo que se recobraría la credibilidad que han venido perdiendo”.9 IV. Importancia de los valores y la ética en los servidores públicos Los valores son ideas que comparten y aceptan los integrantes de un sistema cultural que influyen en su comportamiento. Se refieren a pautas deseables de conducta individual o colectiva, proporcionan los parámetros que determinan qué conductas son apropiadas. Éstos se integran por un conjunto de creencias sobre lo justo o lo injusto, sobre lo bueno y lo malo, constituyen la base de las actitudes, las conductas externas de los hombres; son los cimientos de una educación encaminada a lograr un desarrollo humano integral que busca formar al individuo de manera correcta. La ética y el comportamiento no son simplemente actos de control o de reconducción del comportamiento, sino que pretenden promover la integridad, la buena conducta de los individuos, buscan orientar el comportamiento sobre la manera en que se debe actuar, tomar decisiones o formular juicios. Ethos, valores, ética y conducta En el ámbito de la ética del servicio público debemos tomar en consideración las siguientes definiciones: ü Ética: del griego ethos, que significa costumbre. 9 78 Bautista, Oscar Diego, La ética en los servidores públicos, México, 2001, pp. 50-51. FACULTAD DE DERECHO ÉTICA Y ATENCIÓN AL PÚBLICO ü Valores: son los principios o normas individuales que guían el curso sobre lo que es bueno y correcto. ü Conducta: son los actos y comportamientos externos de los individuos. La ética del servicio público es una ética aplicada, por lo que inevitablemente afecta a valores considerados propios de las distintas culturas, por ejemplo, lo que en algunos países se considera nepotismo, en otros se considera ayudar a los tuyos. En un determinado ámbito, dar y aceptar regalos es una forma habitual de hacer negocios, mientras que en otro resulta altamente conflictivo. En este sentido el individuo, que actúa según su ética personal, puede verse confrontado con una “ética de grupo” establecida y quizás opuesta, y con la consiguiente presión para que acepte o la rechace. Ha de quedar claro que la calidad moral de la ética de grupo no es necesariamente mejor que la ética personal, o viceversa. Es importante destacar que así como existen valores en una cultura también es posible identificar contravalores, antivalores o valores negativos, que son la antítesis de los mismos; esto es, la maldad se opone a la bondad, la injusticia a la justicia, la mentira a la verdad, la pereza al trabajo, etcétera. En general, estos contravalores se oponen al desarrollo pleno de las personas y por ende de la comunidad. En el mundo, los antivalores se han expandido de manera indiscriminada, han invadido ámbitos sociales, económicos, culturales, deportivos, laborales y políticos. Al ser esto así han invadido la esfera de lo público, desarrollándose como virus al interior de las instituciones públicas, causando graves y en algunos casos, irreversibles daños. “Estos contravalores que enferman a las instituciones públicas suelen manifestarse a través de las siguientes conductas o actividades: UNIVERSIDAD LA SALLE 79 ÁNGEL BUENDÍA BUENDÍA ü ü ü ü ü ü ü ü ü ü ü ü La ambición La adulación La avaricia La codicia La complicidad El compadrazgo El desorden La desconfianza El desenfreno El dedazo La deslealtad La estafa ü ü ü ü ü ü ü ü ü ü ü ü El egoísmo El fraude La hipocresía La injusticia La ineptitud La irresponsabilidad La insolencia La incompetencia La improvisación La impunidad El libertinaje La mentira ü La malversación de ü ü ü ü ü ü ü ü recursos El nepotismo La negligencia La prevaricación La rapiña El soborno El tráfico de influencias El temor La traición Por sí mismo, cada vicio puede ser objeto de un análisis exhaustivo, sin embargo, comúnmente nos referimos a ellos utilizando la palabra corrupción.”10 Hablar de corrupción es entrar en un tema complejo por su diversidad de causas y orígenes. Actualmente la corrupción se escapa del planteamiento moralista que de ella se había venido manejando, para ser concebida como un problema de desarrollo social, económico y político incluso, por lo que adquiere cada día mayor trascendencia como un asunto de orden público. Resulta difícil aceptarlo pero no ha existido ni existe una forma de organización o sociedad que pueda considerarse libre de corrupción, habida cuenta de que en nuestra apreciación, no se trata de un fenómeno cultural o educativo sino de un efecto ligado a la compleja naturaleza humana no obstante, no se puede dejar de lado que sí es posible inhibir los actos de corrupción, mediante la instauración de mecanismos para controlarla y sancionarla, ello depende, desde nuestra óptica, del fortalecimiento de la educación de los va- 10 80 Bautista, Oscar Diego, La ética en los servidores públicos, México, 2001, p. 59. FACULTAD DE DERECHO ÉTICA Y ATENCIÓN AL PÚBLICO lores morales, personales y de las formas de organización de la sociedad. Las medidas asumidas para el combate de la corrupción, hasta ahora y de acuerdo a la percepción social no han sido suficientes, para erradicarla, pues ello requiere de un cambio de actitud total y de acciones que sólo a partir de una responsabilidad compartida entre gobierno y sociedad, podrá alcanzarse. A nivel nacional se ha insistido en atacar a la corrupción desde un punto de vista integral, esto es, fortaleciendo los valores éticos y la integridad personal de quienes desempeñan una función pública. Las reformas en las instituciones gubernamentales en las áreas de atención al público, sumadas a un esfuerzo de reeducación en valores permitirán elevar las medidas en contra de la corrupción, involucrando activamente a la sociedad civil en cada uno de los procesos públicos, pues es de todos sabido que los países no son menos corruptos por ser desarrollados, sino que logran un mayor desarrollo por ser menos corruptos. La corrupción representa un fenómeno pernicioso, injusto y que lastima tanto la moral pública como la privada, a partir de que impide una adecuada y armónica convivencia. Afortunadamente, la corrupción es combatible siempre que se tenga conciencia pero sobre todo, voluntad, convicción, valores y principios éticos. Su combate requiere que se realice un gran esfuerzo mediante el establecimiento de medidas preventivas, evaluatorias y de control para frenarla. Entre los medios básicos están: en lo general, lograr que las sociedades fomenten sus valores y, en lo particular, lograr un cambio de actitudes en los servidores públicos a través de la ética como principio de un conjunto de acciones que permitan formar una conducta integral, capacitada, leal, eficiente y profesional, pero sobre todo honesta. Con el conocimiento de la ética, los gobernantes pueden orientar y educar a su pueblo. Con la posesión de las virtudes morales, UNIVERSIDAD LA SALLE 81 ÁNGEL BUENDÍA BUENDÍA los individuos que laboran en el servicio público podrán ser más eficientes y eficaces y ser reconocidos por su mérito al haber actuado con honestidad. En el ámbito público, todo gobierno lleva a cabo sus determinaciones de acuerdo con la naturaleza de cada pueblo, conforme a la historia, cultura y tradiciones, que le son intrínsecos. El individuo por sí mismo, también posee principios que le conducen en su actuar. Cuando éstos son sólidos y positivos existe la posibilidad de que las actitudes de aquél sean honestas, pero cuando los principios son negativos son ilimitadas las ideas perversas que puede llegar a generar el hombre. Ahora bien, dadas las características culturales de cada país, no existe una fórmula universal a partir de los valores éticos para ser aplicada a todos los países, como mecanismo de combate a la corrupción, sin embargo, existen valores que deberían ser comunes entre las administraciones públicas y de aplicarse conjuntamente con otras herramientas, estimamos que podrían arrojar excelentes resultados, entre ellos podemos señalar los siguientes: ð Innovación, es tener siempre iniciativa para trabajar resolviendo conflictos y cumpliendo las metas encomendadas. ð Amistad, implica mantener una relación sana con los compañeros de trabajo. ð Equidad, se refiere al trabajo en equipo en el que todos participen realizando tareas de manera proporcional. ð Bien común, significa que la suma del esfuerzo colectivo servirá para coadyuvar a la satisfacción de las demandas de la población. ð Capacidad, implica a las personas que ocupen un cargo deben ser competentes. 82 FACULTAD DE DERECHO ÉTICA Y ATENCIÓN AL PÚBLICO ð Lealtad, es tener la seguridad de que las personas con las que se laboran no fallarán en sus tareas. ð Comunicación, consiste en establecer los canales adecuados a fin de que siempre fluya la información. ð Calidad, es realizar las tareas de forma adecuada y en la oportunidad requerida, cuidando el más mínimo detalle. ð Compromiso social, es importante recordar que los servidores públicos existen para servir a la sociedad; el pago por sus funciones proviene de ella, por lo que es importante cumplirle. ð Disciplina, es cumplir con su deber ajustándose a las políticas y normas de la institución. ð Eficiencia, es comprometerse a alcanzar los resultados esperados utilizando el mínimo de esfuerzos y recursos. ð Espíritu de servicio, es tener vocación para servir a la comunidad y no a la inversa; es vivir para el servicio y no del servicio. ð Franqueza, es ser sincero con los demás y consigo mismo; una de las herramientas más eficaces para combatir la corrupción es ser intolerante ante la mentira. ð Fiabilidad, es poder tener confianza y credibilidad en las personas. ð Honradez / honestidad, es la cualidad de obrar con rectitud e integridad. ð Imparcialidad, es servir por igual a toda persona sin inclinarse a favor o en contra, manteniéndose neutral. ð Integridad, es tener probidad y gozar de mérito. UNIVERSIDAD LA SALLE 83 ÁNGEL BUENDÍA BUENDÍA ð Liderazgo, es la capacidad que posee un individuo para influir en las conductas de otros. ð Mérito, son las acciones que realizan los hombres dignos de estima; consiste en esmerarse dando pruebas de aptitud, buscando a su vez ser reconocidas. ð Mejora continua, consiste en buscar de manera permanente métodos más eficaces para implementarlos en el trabajo, buscando siempre estar a la vanguardia o por lo menos en permanente dinamismo. ð Objetividad, consiste en ser imparcial o desapasionado en su juicio. ð Presentación, se refiere al aspecto físico, un buen servidor público debe estar siempre impecable. ð Profesionalización, se refiere a que toda tarea por realizar dentro de la administración pública debe ser ejecutada por personal experto en su área; individuos con profesión, para no caer en la improvisación. ð Rectitud, es la cualidad de actuar de manera íntegra con sentido de justicia. ð Respeto, es tratar con educación a las personas mostrando manifestaciones de cortesía y urbanidad. ð Respeto de género, consiste en tratar en el trabajo con cortesía y equidad a las personas del sexo opuesto, evitando el acoso sexual. ð Responsabilidad, consiste en asumir el compromiso de cumplir con las tareas encomendadas. ð Sencillez, es actuar con humildad, respeto y amabilidad sin prepotencia o altanería. 84 FACULTAD DE DERECHO ÉTICA Y ATENCIÓN AL PÚBLICO ð Sensibilidad, es la capacidad de sentir física y moralmente la problemática de la gente, resolviendo las demandas con trato humano. ð Tolerancia, es respetar las opiniones y prácticas de los demás aunque sean contrarias a las nuestras, soportando con paciencia los actos de otros siempre que éstos sean correctos. ð Transparencia, consiste en mostrar con claridad, sin miedo, las operaciones realizadas. ð Uso correcto del poder, es usar la autoridad pública por el bien de la comunidad, resolviendo las necesidades de la población. Convertir estos valores en principios de vida en cada servidor público, debería ser una de las metas de quienes tienen la responsabilidad de su formación, sin embargo, no cabe duda, que es una de las tareas más difíciles y complejas de lograr, aunque no imposible por supuesto. El cumplimiento de los intereses colectivos exige una notoria ejemplaridad por parte de los servidores públicos. Si queremos adecuar los actos de los servidores a los parámetros de eficiencia y calidad que requiere la sociedad es conveniente que éstos cuenten con principios éticos en su actuar. El arraigo de valores éticos sólidos e inquebrantables en los servidores públicos sería un obstáculo para la expansión de la corrupción y de las conductas desleales, al mismo tiempo que permitiría la adecuada operación de las instituciones, porque las personas que poseen valores y ética no ofenden, no roban, no matan, no mienten, antes por el contrario, ayudan, enseñan y cumplen. Si logramos que todo servidor público posea ética, sin duda el rostro de México comenzara a cambiar hacia su engrandecimiento. Mientras existan dentro del sector público seres con actitudes negativas, la corrupción y el malestar seguirán reinando en el país. Si se continúa manteniendo en el olvido los valores y la ética, de UNIVERSIDAD LA SALLE 85 ÁNGEL BUENDÍA BUENDÍA nada sirve que tengamos un crecimiento de la economía porque el pueblo continuará en la pobreza y la ignorancia, y los gobernantes continuarán siendo injustos, ambiciosos y corruptos. Un cambio hacia una mentalidad positiva además de necesario nos hará bien. Mejorando la moral de los funcionarios se incrementará el nivel de vida de los ciudadanos, pues una de las normas morales exige la realización de la justicia social, que pese a ello es un imperativo incumplido. La ética en los servidores públicos no se reduce a una lista de buenos principios, implica un cambio esencial en las actitudes de cada individuo. Se debe traducir en actos concretos orientados hacia el interés público, en otras palabras, implica el ejercicio de la virtud por parte de los servidores públicos. V. El gobierno frente a la ética La corrupción es uno de los grandes problemas que México ha enfrentado a lo largo de su historia, debido a conductas irregulares directamente desplegadas por los servidores públicos, aun cuando también son propiciadas en muchos casos por particulares. Este fenómeno es producto, en gran medida, de un marco normativo muy extenso y complejo, con espacios de discrecionalidad y subjetividad importantes, generados por un importante rezago en la actualización de las instituciones jurídicas nacionales tanto adjetivas como sustantivas que ha creado auténticas redes que detienen a la creatividad, reduciendo la productividad de las instituciones y de las personas. La corrupción ha sido el resultado de inercias y costumbres poco saludables en la operación cotidiana del desempeño público; son factores que se han combinado de manera negativa y causan enormes daños al país. Desde luego, no son los únicos factores que propician la corrupción, pero no por ello menos importantes que requieren atención inmediata. Adicionalmente, las debilidades del funcionamiento de la Administración Pública Federal y de las Entidades Federativas favorecen 86 FACULTAD DE DERECHO ÉTICA Y ATENCIÓN AL PÚBLICO en muchos casos el surgimiento de este fenómeno, particularmente por las siguientes causas: Sobre regulación en la mayor parte de los temas relacionados con la administración, operación de las dependencias y entidades, lo que hace difícil su funcionamiento, deteriora la calidad de sus programas, servicios y afecta sensiblemente a los particulares. Estrategias dispersas que no favorecen la creación de instancias de liderazgo, conducción e integración de esfuerzos que se traduzcan en más y mejores resultados. Escasa coordinación Institucional para el desarrollo de programas en los que convergen atribuciones de distintos órdenes de gobierno. Políticas de desarrollo de recursos humanos limitadas por la carencia de un sistema de carrera que facilite su profesionalización, que contribuya de manera significativa a mejorar las competencias laborales y, en consecuencia apoye, premie y motive el desempeño de los servidores públicos. Insuficiente arraigo en el quehacer cotidiano de las instituciones públicas y de los que trabajan en ellas de una cultura ética, de servicio público a partir de la sociedad y para beneficio de ésta. Uno de los retos de mayor importancia para lograr un gobierno eficaz, eficiente, transparente e innovador, tiene que ver con la confianza en las Instituciones. Por lo tanto, la actuación cotidiana de los servidores públicos debe tener como constante los principios y valores éticos que más allá de conceptos e intenciones, tienen que transformarse en práctica cotidiana de cada oficina pública. La sociedad espera acciones y resultados que todos los días den respuesta a sus expectativas. UNIVERSIDAD LA SALLE 87 ÁNGEL BUENDÍA BUENDÍA El Gobierno no puede ni debe actuar con irresponsabilidad, su convicción y propósito central debe ser, servir a la sociedad, la confianza ciudadana sólo podrá obtenerse con esfuerzo, eficacia, eficiencia y probidad; entre las Instituciones, ésto se logrará con el trabajo en equipo dirigido a objetivos comunes. La sociedad requiere servidores públicos debidamente capacitados, con un sólido código de ética, orientados a lograr objetivos, conseguir metas y ubicarlas en el tiempo y en el espacio para prestar servicios públicos de calidad, pertinentes de acuerdo a las necesidades de la sociedad. La sociedad reclama una moral pública que permita reestablecer la confianza en sus servidores, quienes deberán actuar siempre bajo los principios de honestidad, legalidad, transparencia, eficiencia, profesionalismo, eficacia y compromiso. Indudablemente no podremos construir un buen Gobierno y una sana sociedad si antes no contamos con trabajadores al servicio del Estado debidamente formados, motivados y absolutamente convencidos de la dignidad e importancia de su tarea. VI. La ética en la procuración de justicia Para hablar sobre los valores que deben regir la actuación de los servidores públicos vinculados con la procuración de justicia, es de vital importancia recordar que uno de los grandes dilemas que ha enfrentado el mundo de hoy así como la humanidad en sus periodos de revoluciones, es la confrontación entre los valores y principios, y algunos hechos sociales concretos. Entre las manifestaciones sociales más destacadas, que expresan la confrontación entre los valores, principios y las necesidades de la humanidad, se encuentra la corrupción, la pérdida de valores cívicos y la deslegitimación del Estado, así como de sus autoridades. 88 FACULTAD DE DERECHO ÉTICA Y ATENCIÓN AL PÚBLICO A lo largo de la historia ha existido una constante preocupación por proteger al hombre contra ciertos abusos cometidos en su contra por un tercero. El hombre tiene ciertos derechos que imprescindiblemente, deben ser respetados, ya que son derechos inherentes a la naturaleza humana como la dignidad, libertad, igualdad y seguridad derechos que son obligación del Estado defender, proteger y hacer respetar. La dignidad, libertad e igualdad, son principios inalienables del hombre, inherentes a su naturaleza, por los cuales a partir de la Primera Declaración Europea de los Derechos del Hombre y del Ciudadano expuesta en 1789, existe una preocupación incesante, que exige que los derechos del hombre no sólo sean defendidos a nivel mundial, sino que deben ser protegidos y respetados por las autoridades y los individuos mismos, para la convivencia pacífica, digna y cordial entre los individuos de cualquier sociedad. Estos valores fundamentales son certeramente recogidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917, la ley suprema que regula dos aspectos: los Derechos del hombre y la Organización del Estado, que es el proyecto rector de la vida política, social y económica del país, en la que se sintetizan las luchas y anhelos de la nación mexicana en busca de su independencia, soberanía, libertad, justicia e igualdad estableciendo como objetivo principal la obtención del bien común. El Estado, una vez establecido, crea cargos públicos, los cuales tienen funciones específicas, por lo que los individuos que aspiren a ocupar la supremacía de cargos públicos que integra el gobierno, deben poseer cuatro cualidades fundamentales, que son la lealtad para con la Constitución, capacidad para las responsabilidades del cargo, virtud y justicia. Los gobiernos son necesarios, pues sin gobernantes un Estado no puede existir, porque al no preocuparse nadie de los intereses del Estado, éste muere, por lo tanto, es necesario que haya hombres que sean aptos para gobernar. UNIVERSIDAD LA SALLE 89 ÁNGEL BUENDÍA BUENDÍA Si el gobierno no encuentra el equilibrio entre las partes y al gobernar no lo hace para todos, sino para unos cuantos a quienes privilegia, se convierte en un gobierno injusto o corrupto, por lo que es evidente que todo gobierno justo debe ejercerse o funcionar siempre para el bien de la sociedad, nunca para el interés personal o el de alguna de las partes, he aquí el precio de poseer autoridad, ganando legitimidad, no obstante que se trate de un gobierno legalmente instituido: gobernar para las partes aunque se sacrifique el gobernante. Cuando hablamos del ejercicio de la autoridad, nos referimos a la facultad que otorgamos a algunos de imponerse sobre otros, asimismo, podemos utilizar el concepto autoridad para referirnos al Estado, más propiamente dicho, al poder público con que éste está investido conforme a la voluntad del pueblo (art. 39 CPEUM), de igual forma hablamos de autoridad cuando señalamos a una instancia o a un servidor público que desempeñe una función especifica tendiente a lograr el bien común. En estas vertientes, al preguntarnos sobre qué es la procuración de justicia, podemos señalar que es el conjunto de actividades que se desempeña para el cumplimiento de las funciones de los derechos y obligaciones de las personas; el aseguramiento por igual de los derechos del hombre; la legalidad en las relaciones entre funcionarios, individuos o agrupaciones sociales, en pocas palabras podemos decir que procuración de justicia es el acto propiciatorio de la justicia completa o histórica a cargo del Estado. Actualmente el ministerio público como agente de la procuración de justicia enfrenta una gran problemática en el aspecto cultural, en virtud de que la conciencia de acatamiento del Derecho ha sido gravemente infiltrada por corrupciones que contaminan a estratos sociales y políticos, situación que ha venido generando una sutil y perversa afectación de valores en la ética del Derecho y de los servidores públicos. En tal virtud al hablar sobre el ejercicio de la competencia de los servidores públicos, debemos señalar que sólo pueden llevar a 90 FACULTAD DE DERECHO ÉTICA Y ATENCIÓN AL PÚBLICO cabo aquello que expresamente les está permitido hacer por la ley, por lo que los servidores públicos no pueden actuar caprichosamente. Quienes ejercen la autoridad pública están sujetos a actuar con responsabilidad y conforme a la ley, deben hacerlo en todo momento con apego a principios y valores, como la honradez, legalidad, lealtad, imparcialidad y eficiencia, entre otros. A partir del artículo 109 constitucional vemos cómo las responsabilidades de los servidores públicos pueden ser de orden político, penal o administrativo. Cuando se producen irregularidades en el ejercicio de la autoridad se dice que hay una desviación de la autoridad, porque sólo se dan cuando un funcionario utiliza su cargo y autoridad con un fin distinto de aquel por el cual le fue confiado el puesto y conferida la autoridad. Dándose también, cuando el servidor público actúa movido por otros intereses que no sea el bien social. Las desviaciones administrativas tienen lugar cuando los actos de un servidor público carecen de legalidad, cuando incumplen con sus deberes, actúan sin la lealtad debida a su cargo o sus acciones se llevan a cabo sin la eficiencia y la imparcialidad a la que está obligado. Al hablar de desviaciones de la autoridad hablamos de una acción ilegítima, es decir, entre otros casos, cuando el funcionario actúa impulsado por deseos personales (lucro, deseo de venganza, partidismo) o cuando busca beneficiar a terceros (por ejemplo, al tratar de adjudicar indebidamente un concurso a un amigo). Nuestro país, evidentemente tiene interés en prevenir y combatir la corrupción, pues aun cuando tal vez resulte insuficiente a la luz de lo que se observa cotidianamente, la legislación mexicana cuenta con mecanismos para el control de estos problemas. En el artículo 113 constitucional se señala: Las leyes sobre responsabilidades administrativas de los servidores públicos, determinarán sus obligaciones a fin de salvaguardar la legaUNIVERSIDAD LA SALLE 91 ÁNGEL BUENDÍA BUENDÍA lidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia en el desempeño de sus funciones, empleos, cargos y comisiones; las sanciones aplicables por los actos u omisiones en que incurran, así como los procedimientos administrativos y las autoridades para aplicarlas. Dichas sanciones, además de las que señalan las leyes, consistirán en suspensión, destitución e inhabilitación, así como en sanciones económicas, y deberán establecerse de acuerdo con los beneficios económicos obtenidos por el responsable y con los daños y perjuicios patrimoniales causados por sus actos u omisiones a que se refiere la fracción III del artículo 119, pero que no podrán exceder de tres tantos de los beneficios obtenidos o de los daños y perjuicios causados. El 31 de diciembre de 1982, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, que indica las obligaciones de los funcionarios públicos, respecto a la legalidad de su proceder, la honradez, la lealtad e imparcialidad y eficiencia con que deben trabajar, señalando de igual modo las desviaciones y abusos en los que éstos pueden incurrir, la cual se genera como consecuencia del deterioro de la imagen del servidor público ante la sociedad, destacándose en dicha iniciativa la importancia que tiene el servidor público ante el Estado así como la necesidad de transformar el concepto de funcionario público por el de servidor público. Esta reforma tuvo como propósito fortalecer el inicio formal de la obligación del Estado para prevenir y sancionar las conductas antiéticas, desterrando la inmoralidad social sobre todo cuando se afectan los intereses de los ciudadanos, pretendiendo con ello establecer en el sistema jurídico mexicano las bases para que la arbitrariedad, incongruencia, confusión, inmunidad, inequidad, impunidad e ineficiencia por parte de los servidores públicos fueran eliminadas para no corromper los valores del servicio público. Es por ello que todos los servidores públicos deben observar las funciones y las responsabilidades contempladas en la ley; la legalidad exige que toda actuación de los servidores públicos esté apoyada en una disposición legislativa, por ello, los funcionarios y encargados de gobierno no pueden llevar a cabo actividades que no estén contempladas legalmente en el cumplimiento de su cargo, 92 FACULTAD DE DERECHO ÉTICA Y ATENCIÓN AL PÚBLICO tal como lo establece actualmente la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos en el título tercero que se refiere a las Responsabilidades Administrativas en su capítulo primero, respecto de las obligaciones del servidor público (publicada en el Diario Oficial de la Federación el 31 de diciembre de 1982). ARTÍCULO 47.- Todo servidor público tendrá las siguientes obligaciones, salvaguardar la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia que deben ser observadas en el desempeño de su empleo, cargo o comisión… Desprendiéndose también de la actual Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos en el Título Segundo Responsabilidades Administrativas Capítulo Primero (Publicada en el Diario Oficial de la Federación el 13 de marzo de 2002), los principios que fortalecen y rigen la función pública. ARTÍCULO 7o. Será responsabilidad de los sujetos de la Ley ajustarse, en el desempeño de sus empleos, cargos o comisiones, a las obligaciones previstas en ésta, a fin de salvaguardar los principios de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia que rigen en el servicio público. La honradez es un principio que debe observarse en el cumplimiento del deber, de una manera recta, honesta, sin realizarse contra la ley ni la ética. La lealtad es un aspecto muy importante en la ética de los servidores públicos en virtud de que las instituciones para las que se trabaja, no son más que organismos dedicados al bien de la población, a la cual deben su legalidad, sin que esto implique que la lealtad deba guardarse a las personas que dirigen las instituciones, ya que en ocasiones esta forma de lealtad puede conducir a que las actividades de las instituciones no se relacionen con imparcialidad y eficiencia. La imparcialidad en las funciones de la administración pública tiene que ver con la actuación de las autoridades las cuales deben actuar siempre sin favoritismos particulares. UNIVERSIDAD LA SALLE 93 ÁNGEL BUENDÍA BUENDÍA La eficiencia en el servicio público implica claridad y transparencia en los programas gubernamentales en los tiempos y recursos necesarios para cumplir con cada acción, en la planificación y evaluación de las actitudes realizadas, en la información a la ciudadanía y en la evasión de la dilación, el desperdicio, la improvisación y la falta de verificación de resultados. Es por tanto exigencia y propósito de gobierno-sociedad e instituciones públicas o privadas privilegiar la defensa de las garantías e intereses de la sociedad para evitar los abusos y las desviaciones de los servidores públicos en el ejercicio de sus funciones. Es importante resaltar, que no se puede pensar, que las instituciones cuentan con un control verdaderamente eficiente, con el que puedan anular cualquier acto de corrupción, si sus servidores públicos no anticipan a su actuación una verdadera cultura de valores éticos. En la administración pública estatal o federal, existe desde hace décadas la preocupación de que los principios y valores sean la base del buen comportamiento de los servidores públicos, lo que se manifiesta a través de las Constituciones Políticas de los Estados de la Unión que apoyadas en la Carta Magna salvaguardan lo relativo a la aplicación de principios y valores en la actuación de los servidores públicos, como lo podemos observar en las Constituciones que se citan. La Constitución Política del Estado de Sinaloa, aborda el tema de los principios y valores, al referir en su artículo 138, relativo al título sexto de las Responsabilidades de los Servidores Públicos, capítulo cuarto de las Responsabilidades Administrativas, que la Ley de Responsabilidad de los Servidores Públicos del Estado establecerá los obligaciones de éstos para que en ejercicio de sus funciones, cargos o comisiones garanticen la honradez, lealtad, legalidad, imparcialidad y eficiencia. 94 FACULTAD DE DERECHO ÉTICA Y ATENCIÓN AL PÚBLICO A la vez, el Estado de Baja California incluye en el título octavo en su capítulo único de las Responsabilidades de los Servidores Públicos, el tema de los principios y valores al mencionar en el artículo 92 fracción III, que se aplicarán las sanciones administrativas a los servidores públicos por los actos u omisiones que afecten la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad y eficiencia que deban observar en el desempeño de sus empleos, cargos o comisiones. La Constitución Política del Estado de Sonora en su título sexto Responsabilidades de los Servidores Públicos del Estado y de los Municipios, hace referencia en su artículo 144 a la Responsabilidad Administrativa exigible a los Servidores Públicos cuando éstos incurran en actos u omisiones que afecten la legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad, y eficiencia que deban observar en el desempeño de sus empleos, cargos o comisiones. En la Constitución Política del Estado libre y soberano de Zacatecas se establece en el capítulo segundo del Poder Ejecutivo, en la sección cuarta del Ministerio Público en su artículo 88, que son funciones del ministerio público la persecución de los delitos del orden común ante los tribunales, solicitar las órdenes de aprehensión contra los inculpados; allegarse y requerir las pruebas que acrediten su responsabilidad; procurar que los procesos se sigan con toda regularidad para que la justicia sea eficaz, imparcial, y expedita; pedir la aplicación de las penas y reparación de los daños causados a las víctimas del delito, e intervenir en todos los demás asuntos que las leyes determinen. En materia federal la Procuraduría General de la República, en cumplimiento a lo estipulado en el artículo 113 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en el artículo 1º de su Ley Orgánica publicada en el Diario Oficial de la Federación el 27 de Diciembre de 2003 y en un proceso vanguardista, para fortalecer la legalidad, el combate a la corrupción e impulsar una mejora en la procuración de justicia federal, establece que en el ejercicio de las funciones y acciones en materia de procuración de justicia, UNIVERSIDAD LA SALLE 95 ÁNGEL BUENDÍA BUENDÍA deberán observarse los principios rectores de certeza, legalidad, objetividad, imparcialidad y profesionalismo. En su artículo 30 fracción IV, este ordenamiento al referirse al Servicio de Carrera de Procuración de Justicia Federal del personal sustantivo señala que éste deberá regirse por los principios de legalidad, eficiencia, profesionalismo, honradez, lealtad e imparcialidad y de respeto a los derechos humanos. En su artículo 47, prevé que todos los servidores públicos sean evaluados para comprobar que en el cumplimiento de sus funciones se ajustarán a los principios antes mencionados y en su artículo 54, al hablar de las causas de responsabilidad de los Agentes del Ministerio Público de la Federación, Agentes de la Policía Federal Investigadora y Peritos, señala la obligación que tienen de salvaguardar la legalidad, eficiencia, profesionalismo, honradez, lealtad e imparcialidad y respetar los derechos humanos, en el desempeño de sus funciones. Con base en lo anterior, resulta oportuno señalar que la actuación de los servidores públicos vinculados con la procuración de justicia, debe revisarse a fondo a fin de acreditar su apego a la legalidad, preservando la calidad de su actuación bajo la observancia de principios éticos, de acuerdo con sus deberes jurídicos, para satisfacer las expectativas de justicia que exige la sociedad. Para lograr que la sociedad pueda obtener soluciones apegadas a la justicia, se requiere que el Estado cultive actitudes y conductas positivas en el servicio público, generando con ello, lo necesario para contar con herramientas suficientes para estimular la adecuada selección y desarrollo de sus recursos humanos, promoviendo un cambio estructural basado en la dignificación, profesionalización y ética del servidor público, a fin de estimular la honestidad, el esfuerzo y la creatividad del potencial humano de sus servidores públicos. 96 FACULTAD DE DERECHO ÉTICA Y ATENCIÓN AL PÚBLICO VII. Propuestas para fomentar la ética en los servidores públicos Con el propósito de elevar la calidad moral de los servidores públicos en las instituciones mexicanas, a fin de generar una administración gubernamental competitiva y eficiente, que cumpla con sus objetivos y al mismo tiempo frene la corrupción en sus distintas vertientes, así como cualquier acto indebido por parte del personal, a continuación se presentan algunas propuestas. ð Reformar e innovar los sistemas, normas e instrumentos de control interno y externo de la gestión pública, así como la actualización del marco jurídico, para la prevención, control y sanción de los actos de corrupción, combatiendo todo acto de impunidad. ð Revisión del marco jurídico para actualizar el régimen de responsabilidades de los servidores públicos, adecuar la función de las entidades de fiscalización y establecer procedimientos más eficientes de sanción. ð Propiciar mayor acercamiento entre el gobierno y la sociedad, así como una mayor participación ciudadana en las acciones de prevención y control de la gestión pública. ð Perfeccionar los mecanismos de rendición de cuentas por parte de los servidores públicos e instituciones a efecto de hacer más clara y transparente la gestión pública. ð Mejorar el seguimiento de quejas y denuncias, mediante una ágil y moderna comunicación de las instancias que las captan con los órganos de control interno. ð Promover la ampliación de los mecanismos de supervisión y vigilancia en el desarrollo de programas y proyectos de obra pública financiados con recursos federales o estatales. UNIVERSIDAD LA SALLE 97 ÁNGEL BUENDÍA BUENDÍA ð Medir el eficaz, eficiente y honesto desempeño de los servidores públicos mediante la apertura de canales y medios para conocer la opinión pública ciudadana. ð Promover incentivos, para el desempeño eficaz, honesto, eficiente y responsable de los servidores públicos para fortalecer el sentido de pertenencia e identidad de los individuos con las instituciones. Estas propuestas adquieren actualidad en la medida que corresponde al Estado reforzar y cultivar las actitudes, conductas positivas en el servicio público, estimular la adecuada selección en el desarrollo de recursos humanos, promover su profesionalización, estimular la honestidad, el esfuerzo y la creatividad de sus trabajadores, pero es importante reconocer que ello no será posible si la sociedad no se manifiesta impulsando toda mejora en la gestión pública para fortalecer la ética y erradicar la corrupción. No puede pensarse en un control verdaderamente eficiente que anule los actos de corrupción sin actuar sobre los valores éticos y los códigos de conducta de la sociedad, por ello, la estrategia debe comprender también la edificación de una cultura que refuerce, desde edades tempranas, la ética en la función pública y rechace la corrupción e impunidad. Todo individuo que ingrese al servicio público independientemente de la profesión que tenga, debe pasar por un proceso de inducción a dicho servicio; es importante que cualquier servidor público conozca y maneje los conocimientos básicos siguientes: ética del individuo, ética pública, definición e importancia del servicio público, ámbito de acción de los servidores públicos, los principios y valores de los servidores públicos, la forma de organización de la administración pública, sus fines, los objetivos de la institución en que se incorporará, las metas del área en que se desempeñará, la relación del servicio público y el gobierno, los derechos que amparan al servidor público, sus responsabilidades, sus obligaciones, el trato humano que está obligado a brindar y, el marco jurídico que 98 FACULTAD DE DERECHO ÉTICA Y ATENCIÓN AL PÚBLICO precisa las sanciones a las que se verá obligado a enfrentar en caso de desviaciones irregulares, entre otros. Con el conocimiento de la ética, los gobernantes pueden orientar y educar a su pueblo. Con la posesión de las virtudes morales, los individuos que laboran en el servicio público podrán ser más eficaces y eficientes en sus labores, de lo contrario, si los servidores públicos carecen de valores y principios de moral pública podrán ser fácilmente inducidos a realizar actos indebidos o a ceder a propuestas reprobables. En este ánimo, la Procuraduría General de la República conciente de la realidad que enfrentamos y de la necesidad de participar activamente en los retos que la nación exige día con día, en diciembre de 2000, llevó a cabo un diagnóstico para conocer la situación que guardaba la Institución en su conjunto, tanto en las funciones sustantivas como en las complementarias y administrativas, detectándose, que éstas no satisfacían las demandas sociales de seguridad y justicia, lo que motivó que se iniciaran diversas acciones para garantizar a la ciudadanía una procuración de justicia pronta, expedita, apegada a Derecho y de respeto a los derechos humanos, en la que predomine la transparencia, la rendición de cuentas y una verdadera cultura de principios y valores. Las acciones que inició la Procuraduría General de la República, son resultado de una reforma integral en materia de procuración de justicia, así como de la implementación del Programa Operativo para la Transparencia y Combate a la Corrupción, puestas en marcha por el Lic. Rafael Macedo de la Concha, Procurador General de la República, durante la presente administración, para contar con servidores públicos comprometidos con la justicia, equidad, transparencia, honradez y eficacia jurídica, que permita proporcionar a la ciudadanía una elevada calidad en la prestación del servicio. A continuación, enunciativamente, citaré, algunas de las acciones, que han permitido desterrar ciertos vicios arraigados en la UNIVERSIDAD LA SALLE 99 ÁNGEL BUENDÍA BUENDÍA Procuraduría General de la República, así como en la actuación de sus servidores públicos, las cuales han contribuido de manera relevante en la consolidación de la eficiencia y honradez en el desempeño de las responsabilidades de los servidores públicos de la Procuraduría Federal, acciones que sin duda estimamos pueden ser y están siendo aplicadas con éxito en otras Instituciones de procuración de justicia: ð Revisión y consolidación de la estructura orgánico-funcional de la Institución. ð Capacitación y profesionalización del personal. ð Fortalecimiento de la estabilidad en el empleo y estímulo al desempeño. (Servicio de Carrera de Procuración de Justicia Federal). ð Fortalecimiento de los mecanismos de control interno para prevenir y combatir integralmente la corrupción e impunidad. ð Procurar el pleno respeto a los derechos humanos. ð Generar las condiciones para vincular la procuración de justicia con la sociedad, para obtener la confianza ciudadana en la Institución. ð Mejora y certificación de los procesos internos de la Institución. ð Abatimiento de la discrecionalidad en la toma de decisiones. ð Implementación de sistemas de prevención, seguimiento, evaluación, supervisión y control. ð Instrumentación e implementación de mecanismos de control para prevenir y evitar conductas irregulares. ð Transparencia en el uso de recursos públicos. 100 FACULTAD DE DERECHO ÉTICA Y ATENCIÓN AL PÚBLICO ð Capacitación del personal en valores. ð Implementación de mecanismos rigurosos de selección. ð Difusión y promoción de códigos de conducta. Es importante hacer énfasis en la necesidad de que todas las Instituciones de procuración de justicia deben contar con un servicio de carrera real, asequible y verificable que garantice la adecuada selección, el desarrollo profesional, así como un retiro digno para sus servidores públicos, que contribuya a que los relevos de los titulares de las dependencias y entidades no sean óbice, para aprovechar la experiencia de sus servidores públicos, a fin de dar continuidad al funcionamiento administrativo. Se debe impulsar en los servidores públicos una nueva cultura que favorezca los valores éticos, la honestidad, eficacia y dignidad en la prestación del servicio público, fortaleciendo a su vez los principios de probidad y responsabilidad. Para lograrlo se requiere la inducción de conocimientos jurídicos, teóricos y prácticos de la administración pública, reforzando los valores éticos en los individuos seleccionados; el establecimiento de mecanismos que garanticen la actualización permanente de los conocimientos o habilidades necesarias, para el desarrollo de las funciones, todo ello vinculado con la remuneración y estímulos al desempeño, sin dejar a un lado la evaluación del servidor público para determinar su permanencia, crecimiento, promoción e incluso hasta el reconocimiento a su labor y desempeño. UNIVERSIDAD LA SALLE 101 MARCO LEGAL INTERNACIONAL Y NACIONAL EXPLOTACIÓN SEXUAL COMERCIAL INFANTIL DE LA ELVA L. CÁRDENAS MIRANDA* Resumen El artículo aborda el tema de la explotación sexual comercial infantil, como un problema de alcance internacional que desafortunadamente se ha incrementado en las últimas décadas pese a los esfuerzos para erradicarlo. De ahí que dentro de las medidas tendientes a combatirla, la comunidad internacional ha promovido la aprobación de una serie de tratados que conforman el marco legal internacional que se describe en el presente trabajo. Por lo que corresponde al ámbito nacional, se destacan los avances legislativos de nuestro país para tipificar como delitos la pornografía y el turismo sexual infantil, e inclusive las recientes propuestas de reformas y adiciones a diferentes ordenamientos, con la finalidad de sancionar con mayor rigor a quienes atentan contra la integridad física y mental de la niñez. I. Introducción El interés y preocupación de la comunidad internacional por combatir eficazmente la existencia de la explotación sexual y actos semejantes, tales como el tráfico ilegal y ciertos aspectos de la esclavitud, tanto en términos generales como en referencia específica a la infancia, ha motivado la aprobación de una serie de tratados. * Catedrática de la Facultad de Derecho y la Dirección de Postgrado de la Universidad La Salle. UNIVERSIDAD LA SALLE 103 ELVA L. CÁRDENAS MIRANDA Dichos instrumentos internacionales han sido elaborados en diversos contextos: derechos humanos, legislación humanitaria, estatuto de refugiados, normas laborales. El enfoque de los primeros instrumentos internacionales se centra en la protección contra la explotación de la prostitución, más que contra la explotación de la pornografía; sin embargo en los últimos años y específicamente a partir del Congreso de Estocolmo (1996), se avanza ante este reto de contar con ordenamientos que sienten las bases del consenso y cooperación para la atención de la explotación sexual comercial infantil, que puede presentarse a través de cualquiera de sus formas: prostitución infantil, pornografía infantil, venta o tráfico de niños y turismo sexual. II. Marco Legal Internacional En general, el grado de adhesión de estos tratados internacionales es variable, no obstante, el instrumento más significativo es la Convención sobre los Derechos del Niño, en virtud de que ha logrado una ratificación de alcance casi universal. Es también digno de hacer notar que ningún Estado Parte ha notificado reserva alguna sobre el artículo 34, disposición aplicable al tema de explotación y abusos sexuales en contra los niños y que inclusive propicia en el año 2000, la aprobación en la ONU del Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía. A continuación se citan los principales tratados adoptados con anterioridad a la fundación de las Naciones Unidas.1 1 Marco legal internacional, legislación internacional y medidas para el cumplimiento de la ley. Documento de Trabajo, Congreso Mundial contra la Explotación Sexual de los Niños. Estocolmo, Suecia, 1996. 104 FACULTAD DE DERECHO MARCO LEGAL INTERNACIONAL Y NACIONAL DE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL... 9 Acuerdo Internacional para la Eliminación de la Trata de Blancas (enmendado por el Protocolo del 3 de diciembre de 1948). 9 1910 Convención Internacional para la Eliminación de la Trata de Blancas (enmendada por el Protocolo del 3 de diciembre de 1948). 9 1919 Convención de Saint-Germain-en Laye (para garantizar la eliminación total de la esclavitud en todas sus formas y el comercio de esclavos por tierra y mar). 9 1921 Convención Internacional para la Eliminación del Tráfico de Mujeres y Niños (enmendada por el Protocolo del 20 de octubre de 1947). 9 1923 Convención para la Eliminación de la Distribución y Comercialización de Publicaciones Obscenas (enmendada por el Protocolo del 12 de noviembre de 1947). 9 1926 Convención contra la Esclavitud (enmendada por el Protocolo del 23 de octubre de 1953). 9 1933 Convención Internacional para la Eliminación del Tráfico de Mujeres Mayores de Edad (enmendada por el Protocolo del 20 de octubre de 1947). Estos instrumentos fueron enmendados mediante protocolos y fueron adoptados por las Naciones Unidas. La Convención de 1919 ha dejado de estar en vigor. 1. Tratados vigentes de las Naciones Unidas 1923. Convención para la Eliminación de la Distribución y Comercialización de Publicaciones Obscenas (enmendada por el Protocolo del 12 de noviembre de 1947). UNIVERSIDAD LA SALLE 105 ELVA L. CÁRDENAS MIRANDA El tratado abarca todo tipo de pornografía remarcando su carácter de delito en los Estados Parte “con el propósito de o por medio del comercio, o la distribución o la exhibición pública para hacer o producir o tener posesión material escrito, dibujos, grabados, pinturas, impresos, cuadros, carteles, emblemas, fotografías, filmes o cualquier otro objeto obsceno”. Asimismo, se consideran sancionables la exportación, importación, transporte, publicidad y participación en negocios relativos con “asuntos u objetos obscenos”. Los delincuentes deben en principio ser juzgados en el Estado Parte “en cuyo territorio se ha cometido el delito, o cualesquiera de sus elementos constitutivos” pero, cuando las leyes del país lo permitan, éstos pueden ser procesados alternativamente (no adicionalmente) en el Estado Parte del que son nacionales si son detenidos en su territorio, incluso cuando los elementos constitutivos del delito fueron cometidos fuera de éste. México es Estado Parte de esta Convención y el decreto promulgatorio se publicó en el Diario Oficial de la Federación de fecha 11 de marzo de 1948. 1949. Convención para la Eliminación del Tráfico de Personas y la Explotación de la Prostitución de Otros Esencialmente este tratado obliga a los Estados Parte a castigar a toda persona que para satisfacer las pasiones de otros consigue, induce o conduce a otra persona con fines de prostitución o “explota la prostitución de otra persona” incluso con consentimiento. También es punible la gestión de un burdel y el alquiler y el alojamiento para la prostitución de otras personas. Según este ordenamiento, tales delitos deben considerarse como extraditables o, en los estados donde la extradición no está autorizada, los nacionales que han vuelto a su propio Estado tras haber cometido tales delitos en el extranjero deben ser procesados y castigados por los tribunales de su propio Estado. La Convención establece, por tanto, procedimientos legales para combatir el tráfico internacional de personas (especialmente mujeres y niños) con fines de prostitución. 106 FACULTAD DE DERECHO MARCO LEGAL INTERNACIONAL Y NACIONAL DE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL... 1956. Convención Complementaria sobre la Abolición de la Esclavitud, la Trata y las Instituciones y Prácticas Similares a la Esclavitud En el artículo 1º de la Convención se obliga a los Estados Parte a tomar todas las medidas legislativas necesarias y practicables y de cualquier otro tipo para conseguir progresivamente y lo antes posible la abolición total o el abandono de cualquier institución o práctica mediante la cual toda persona menor de 18 años puede ser entregada por cualquiera o ambos de sus progenitores naturales o por sus custodios a otra persona, ya sea mediante compensación o no, con vistas a su explotación de dicha persona menor de edad o de los frutos de su trabajo. 1979. Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) Esta Convención, vigente desde 1981, ha sido ratificada por 170 países, el nuestro entre ellos. En su artículo 6, insta a los Estados Parte a tomar todas las medidas pertinentes, comprendidas las legislativas, para eliminar todas las formas del tráfico de mujeres y la explotación de la prostitución de las mujeres. El 6 de octubre de 1999, la Asamblea de la ONU adoptó el Protocolo Facultativo de esta Convención y en nuestro país dicho Protocolo fue aprobado por el Senado de la República, publicándose su decreto promulgatorio en el Diario Oficial de la Federación el 3 de mayo de 2002. 1989. Convención sobre los Derechos del Niño Es la Convención internacional que más ratificaciones ha recibido, a la fecha suma 191 (sólo Estados Unidos y Somalia no la han ratificado) y es sin duda la base de referencia para examinar y suUNIVERSIDAD LA SALLE 107 ELVA L. CÁRDENAS MIRANDA pervisar las disposiciones legislativas aplicables a la explotación sexual comercial de la infancia. En su artículo 34 establece que los Estados Parte se comprometen a proteger al niño contra todas las formas de explotación y abusos sexuales” y a tomar todas las medidas de carácter nacional, bilateral y multilateral que sean necesarias para impedir: a) la incitación o la coacción para que un niño se dedique a cualquier actividad sexual ilegal; b) la explotación del niño en la prostitución u otras prácticas sexuales ilegales; c) la explotación del niño en espectáculos o materiales pornográficos. Así también, el artículo 35 obliga a los Estados Parte a tomar todas las medidas de carácter nacional, bilateral y multilateral que sean necesarias para impedir el secuestro, la venta o la trata de niños para cualquier fin o en cualquier forma. Por su parte el artículo 39 exige a los Estados Parte tomar todas las medidas apropiadas para promover la recuperación física y psicológica y la reintegración social de todo niño víctima de cualesquier forma de abandono, explotación, abuso, tortura u otra forma de tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes o conflictos armados. Esa recuperación y reintegración se llevará a cabo en un ambiente que fomente la salud, el respeto de sí mismo y la dignidad del niño. En el año 2000 la Asamblea General de la ONU adoptó el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del niño relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía, considerando que para facilitar el logro de los objetivos de la Convención sobre los Derechos del Niño, especialmente de los artículos 1º, 11, 21, 32, 33, 34, 35 y 36, sería conveniente ampliar las medidas que deben adoptar los Estados Partes a fin de garantizar la protección de los menores contra la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía, y estimando que será más fácil erradicar la venta de niños, la prostitución infantil, y la utilización de niños en la porno108 FACULTAD DE DERECHO MARCO LEGAL INTERNACIONAL Y NACIONAL DE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL... grafía si se adopta un enfoque global que permita hacer frente a todos los factores que contribuyan a ello, en particular el subdesarrollo, la pobreza, las disparidades económicas, las estructuras socioeconómicas no equitativas, la disfunción de las familias, la falta de educación, la migración del campo a la ciudad, la discriminación por motivos de sexo, el comportamiento sexual irresponsable de los adultos, las prácticas tradicionales nocivas, los conflictos armados y la trata de niños. Este Protocolo fue ratificado por el Estado Mexicano, según decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación, el 22 de abril de 2002. Al 14 de noviembre de 2003, 67 países habían ratificado o adherido este Protocolo. Entre los nuevos Estados miembros figuran: Sudáfrica, Argentina, Armenia, Bolivia, Estonia, Kirguizistán, Mongolia, Paraguay, Tímor Oriental y Ucrania.2 III. Instrumentos de la OIT Si bien es cierto que los tratados de la OIT no fueron elaborados teniendo en cuenta el fenómeno de la explotación sexual comercial, ciertas normas pueden ser consideradas significativas al respecto, entre éstas tenemos: Convenio 29 (Trabajo Forzado, 1930) y Convenio 105 (Abolición del Trabajo Forzado, 1957) de la OIT Ambos convenios no parecen tener un efecto significativo como norma legal para combatir la explotación sexual comercial de los niños, sin embargo el Convenio 29 refuerza la tesis de que cualquier forma de trabajo forzado u obligatorio desempeñado por niños ha sido objeto de prohibición desde hace mucho tiempo. 2 Boletín de Información del CIR/SSI No. 63. Ginebra, Suiza, enero, 2004, p. 2. UNIVERSIDAD LA SALLE 109 ELVA L. CÁRDENAS MIRANDA El Convenio establece un número de condiciones en las cuales el trabajo obligatorio o forzado puede ser exigido —como el servicio militar obligatorio y determinadas obligaciones cívicas como consecuencia del cumplimiento de una condena judicial o de necesidades en situaciones de emergencia— pero en estos casos, el trabajo está restringido a “los hombres físicamente capaces de una edad aparente entre los 18 y los 45 años”. Convenio 138 (Edad Mínima, 1973) y Recomendación 146 (Edad Mínima, 1973) de la OIT Este Convenio está reflejado e implícitamente mencionado, en el artículo 32 de la Convención sobre los Derechos del Niño; no obstante es una Convención que no ha sido ratificada por un número significativo de países, México entre éstos. El tratado exige que una persona de 16 años no pueda acceder a un empleo reservado a una persona de 18 años. Esta norma no tiene aplicación en el campo de la explotación sexual comercial, pero puede servir como una actitud más de la comunidad internacional hacia aquellas actividades que socavan la salud y el desarrollo de los niños. La Recomendación 146 de 1973 sobre Edad Mínima, complementa el Convenio 138 estableciendo las directrices políticas más precisas para la aplicación óptima del tratado a nivel nacional. Convenio 182 “Sobre las peores formas de trabajo infantil”. (1999) y la Recomendación No. 190 Mediante la adopción del Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil. (Núm. 182), en 1999, la OIT concreta la aspiración de la comunidad internacional de afirmar en términos claros e inequívocos que determinadas formas de trabajo infantil deben ser eliminadas con carácter de urgencia. 110 FACULTAD DE DERECHO MARCO LEGAL INTERNACIONAL Y NACIONAL DE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL... Para los efectos del Convenio 182, las peores formas de trabajo infantil abarcan entre otras: todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y trata de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo y el trabajo forzoso u obligatorio de niños para utilizarlos en conflictos armados; la utilización y el reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, la producción de pornografía o actuaciones pornográficas. Este Convenio ha sido ratificado por México y entró en vigor el 30 de junio de 2000. Por su parte la Recomendación 190, señala que: Los objetivos de los programas nacionales deberían ser: a) impedir la ocupación de niños en las peores formas de trabajo infantil o rescatarlos de ellas; b) protegerlos contra las represalias, garantizar su rehabilitación e inserción social; c) identificar las comunidades en que haya niños particularmente expuestos a riesgos; d) sensibilizar a la opinión pública. A finales de 2000, la Asamblea General de la ONU adoptó la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Trasnacional, el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la trata de Personas, especialmente mujeres y niños y el Protocolo contra el Tráfico Ilícito de Migrantes por Tierra, Mar y Aire. Esta Convención y los dos Protocolos que la complementan, se aprobaron por el Senado de la República el 22 de octubre de 2002. El Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, especialmente mujeres y niñas, tiene como finalidad: a) Prevenir y combatir la trata de personas prestando especial atención a las mujeres y las niñas; b) Proteger y ayudar a las víctimas de dicha tata respetando plenamente sus derechos humanos; y UNIVERSIDAD LA SALLE 111 ELVA L. CÁRDENAS MIRANDA c) Promover la cooperación entre los Estados Parte para lograr esos fines. De acuerdo con el artículo 3º del Protocolo, para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, especialmente mujeres y niñas, por “trata de personas” se entenderá la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá, como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos. En su artículo 5º el Protocolo en cita, establece que cada Estado Parte adoptará las medidas legislativas y de otra índole que sean necesarias para tipificar como delito en su derecho interno las conductas enunciadas en el artículo 3º. IV. Primer Congreso Mundial contra la Explotación Sexual Comercial de Niños Celebrado en 1996 en Estocolmo, Suecia, este Primer Congreso Mundial tuvo como finalidad elaborar estrategias para combatir esta violación fundamental de los derechos de los niños. El Congreso fue organizado por la Organización no Gubernamental International End Child Prostitution in Asia Tourism (ECPAT), el Gobierno de Suecia y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). A este encuentro asistieron representantes de 122 países de todas las regiones del mundo. Asimismo, participaron varias organi112 FACULTAD DE DERECHO MARCO LEGAL INTERNACIONAL Y NACIONAL DE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL... zaciones de Naciones Unidas, como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, la WTO, el Centro de Derechos Humanos, la OIT, la UNESCO, el ONUSIDA, el ACNUR y la INTERPOL. El Congreso se inició con un llamamiento en pro de medidas drásticas para combatir el turismo sexual y la pornografía infantil. Por primera vez, se habló en voz alta de este comercio espeluznante, que sólo en Asia somete a vejaciones sexuales a 12 millones de niños.3 En el Congreso, se suscribió una Declaración y se exhortó a los países a elaborar un Plan de Acción para adoptar medidas para luchar contra la explotación sexual comercial de menores. En seguimiento a lo anterior, países como Francia, Alemania, India, Tailandia, Nueva Zelanda, Nepal, México y Camboya han instrumentado sus respectivos planes. En materia legislativa destacan los esfuerzos de Filipinas, que aprobó su acta No. 7610 que establece las bases de una protección especial contra el abuso, explotación y discriminación contra los menores. Alemania expidió en 1997 una ley que determina acciones en contra de la pornografía por Internet y su Código Penal sanciona con una pena de prisión de entre tres meses a cinco años la difusión en todas sus formas de escenas violentas en las que participen los niños en relaciones con hombres y animales. Así también Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, China, España, Estados Unidos, Francia, Finlandia, Costa Rica, Gran Bretaña, 3 Audusseau-Pouchard, Martine, Adoptar un hijo hoy, Barcelo, España, Edit. Planeta, 1997, p. 200. UNIVERSIDAD LA SALLE 113 ELVA L. CÁRDENAS MIRANDA Holanda, Irlanda, Islandia, Japón, Nueva Zelanda, México, Noruega, Portugal, Suecia, Suiza y Taiwán han modificado su legislación incorporando como delito la pornografía infantil. Por otra parte, algunos países han adoptado medidas para tipificar como delito no sólo la producción y distribución de pornografía infantil, sino también su posesión, entre éstos tenemos: Alemania, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Finlandia, Francia, Noruega, Países Bajos, Reino Unido, Suecia, España, Islandia, Italia y Japón. V. Segundo Congreso en contra de la Explotación Sexual Comercial de Menores (17-20 de diciembre de 2001) Cinco años después del Primer Congreso, se realizó en diciembre de 2001 el Congreso de Yokohama, Japón, en el que se revisaron los avances y se dio seguimiento a los compromisos derivados de Estocolmo. En éste, nuevamente se reiteró a los países la importancia de realizar una efectiva implementación de la Convención sobre los Derechos del Niño, especialmente en aquellos derechos concernientes a la protección en contra de la explotación sexual comercial. Así también se les conminó a ratificar los instrumentos internacionales, relacionados con la materia, como el Convenio 182 de la OIT relativo a la Erradicación de las Peores Formas de Trabajo Infantil, así como el Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, relativo a la Venta de Niños, la Prostitución Infantil y la Utilización de los Niños en la Pornografía. Otra de las recomendaciones se relacionan con la necesidad de asumir la Declaración y Plan de Acción de Estocolmo con el propósito de elaborar agendas, estrategias y planes nacionales contra el fenómeno. 114 FACULTAD DE DERECHO MARCO LEGAL INTERNACIONAL Y NACIONAL DE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL... A la fecha 150 países han adoptado la Agenda de Acción ratificada durante el Congreso de Estocolmo. Sin embargo a finales de 2002, únicamente 23% de los países habían desarrollado planes nacionales específicos. De acuerdo con datos proporcionados por ECPAT (2003) existe un incremento de prostitución de niños en el sur de Asia, especialmente en India, en Sri Lanka se han detectado pedófilos que tienen relaciones sexuales con niños menores de 7 años. En Paquistán los estudios revelan que la mayoría de víctimas de prostitución sexual son también niños, que reciben un pago por tener relaciones sexuales con adultos.4 La incidencia de explotación sexual comercial está creciendo en enormes proporciones, cifras conservadoras estiman que la prostitución genera 20 billones de dólares alrededor del mundo, más de 5 billones anuales corresponden a prostitución infantil. Se considera que un 1.5 millones de niños son victimizados en esta industria cada año. VI. Legislación Nacional Las reformas y adiciones al artículo 4º, último párrafo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en el año 2000 permitieron elevar a rango constitucional los derechos de la infancia. Así, la Carta Magna estableció: Los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud, educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral. Los ascendientes, tutores y custodios tienen el derecho de preservar estos derechos. El Estado proveerá lo necesario para propiciar el respeto a la dignidad de la niñez y el ejercicio pleno de su derecho. El Estado otorgará facilidades a los particulares para que coadyuven al cumplimiento de los derechos de la niñez. 4 Boys Prostitution Escalating, in Asia. ECPAT Internacional, January 2003 http://www.ecpat.net UNIVERSIDAD LA SALLE 115 ELVA L. CÁRDENAS MIRANDA En el mes de mayo del mismo año se promulgó la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, que se fundamenta en la reforma al artículo 4º antes mencionado. Esta ley que se estructura en cinco títulos, denomina al Capítulo Quinto del Título Segundo, “Del Derecho de ser Protegido en su integridad, en su libertad, y en contra del maltrato y el abuso sexual” y señala en su artículo 21: Niñas, niños y adolescentes tienen el derecho a ser protegidos contra actos u omisiones que puedan afectar su salud física o mental, su normal desarrollo o su derecho a la educación en los términos establecidos en el artículo 3º Constitucional. Las normas establecen las formas de prevenir y evitar estas conductas. Enunciativamente se les protegerá cuando se vean afectados por: A. El descuido, la negligencia, el abandono, el abuso emocional, físico o sexual; B. La explotación, el uso de drogas y enervantes, el secuestro y la trata; C. Conflictos armados, desastres naturales, situaciones de refugio o desplazamiento y acciones de reclutamiento para que participen en conflictos armados. El 4 de enero de 2000, se publicó en el Diario Oficial de la Federación, el decreto por el que se reformaron y adicionaron diversas disposiciones del Código Penal Federal y el Código Federal de Procedimientos Penales. De acuerdo con estas reformas, se tipifican los delitos de pornografía infantil y turismo sexual infantil, se impone una sanción más severa a quien cometa el delito de corrupción de menores. No obstante este avance legislativo en el año 2001, la Cámara de Diputados, LVIII Legislatura del Congreso de la Unión consideró 116 FACULTAD DE DERECHO MARCO LEGAL INTERNACIONAL Y NACIONAL DE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL... procedente impulsar reformas y adiciones al Código Penal Federal, Código de Procedimientos Penales y la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada con la finalidad de incorporar conductas igualmente condenables como la transmisión de materiales pornográficos a través de medios informáticos, estableciendo como delitos graves los delitos de prostitución de menores e incapaces, pornografía de menores y turismo sexual infantil, considerándolos como delincuencia organizada cuando participen en ellos tres o más personas. La iniciativa fue aprobada por la H. Cámara de Diputados, el 12 de diciembre de 2002 y turnada a la H. Cámara de Senadores para sus efectos constitucionales, en donde se encuentra pendiente de dictaminar. Por su parte la H. Cámara de Senadores aprobó el 9 de diciembre de 2003 y turnó a la H. Cámara de Diputados la Minuta con el proyecto de Decreto que reforma la Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes; el Código Penal Federal; el Código Federal de Procedimientos Penales; la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada y la Ley que establece las Normas Mínimas sobre Readaptación Social de Sentenciados. A continuación se enuncian modificaciones propuestas a los diversos ordenamientos federales: A) Ley para la Protección de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes: Reformar el segundo párrafo del artículo 7, a fin de que las acciones para garantizar la seguridad personal de las niñas, niños y adolescentes tengan una consideración primordial, en el marco del Programa Nacional para la Atención de los Derechos de la Infancia y la Adolescencia. Adicionar un inciso H al artículo 32, con el objeto de que se integren programas de prevención de actos que pongan en riesgo la seguridad de niñas, niños y adolescentes, que pudiere llegar a UNIVERSIDAD LA SALLE 117 ELVA L. CÁRDENAS MIRANDA cometerse dentro de los centros escolares o en la zona cercana a los mismos, así como establecer la integración de Comités de Vigilancia, con la participación de los sectores social y privado. Adicionar dos incisos al artículo 43, a fin de que las autoridades federales, en el ámbito de sus respectivas competencias, verifiquen que los medios de comunicación masiva difundan información de las leyes y programas destinados a la prevención de los delitos que violan los derechos de las niñas, niños y adolescentes, así como sobre los efectos perjudiciales de los mismos. B) Código Penal Federal: Reformar el artículo 85, para agregar los delitos de corrupción infantil o de incapaces, previsto en el artículo 201; pornografía infantil o de incapaces, previsto en el artículo 201 bis; promoción de prostitución sexual infantil o de incapaces previsto en el artículo 201 bis 3; tráfico de indocumentados, previsto en el artículo 138 de la Ley General de Población; terrorismo, previsto en el artículo 139, asalto, previsto en el artículo 286 segundo párrafo; robo, previsto en el artículo 377; tala de árboles, previsto en el artículo 418 fracción II, y el delito en contra de la biodiversidad previsto en el artículo 419, al catálogo de delitos por los que no se concede la libertad preparatoria a los sentenciados. Elevar las penas de prisión y las multas actualmente previstas para los delitos de terrorismo, previsto en el artículo 139, evasión de presos, previsto en el artículo 150; ataques a las vías de comunicación, previsto en el artículo 167; uso ilícito de instalaciones destinadas al tránsito aéreo, previsto en el artículo 172 bis; delitos cometidos contra funcionarios públicos, previstos en el artículo 189; producción, tenencia y tráfico de narcóticos, previsto en el artículo 194, abuso de autoridad, previsto en el artículo 215, violación, previsto en los artículos 262, 265 y 266; allanamiento de morada, previsto en el artículo 286; homicidio simple intencional, previsto en el artículo 307; privación ilegal de la libertad, previsto en los artícu118 FACULTAD DE DERECHO MARCO LEGAL INTERNACIONAL Y NACIONAL DE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL... los 364, 365, 366, 366 bis, 366 ter y 366 quáter; robo previsto en los artículos 368 bis, 368 quáter, 376 bis y 377; extorsión, previsto en el artículo 390, delitos ambientales previstos en los artículos 414, 415, 416, 417, 418, 419, 420, 420 bis, 420 ter. Adicionar un artículo 278 bis, en el que se sancione al que gestione para que una persona que ejerza la patria potestad o la tutela sobre un menor de dieciocho años de edad o persona que no tenga la capacidad de comprender el significado del hecho, preste su consentimiento para la adopción del menor o incapaz, sin que se cumplan las disposiciones legales o los tratados internacionales de los que México sea parte, así como a quien consienta dar en adopción y a quien acepte la adopción hecha en los términos antes indicados. En materia de explotación sexual y comercial de menores de edad e incapaces, se proponen diversas reformas a los artículos 201, 201 bis, 201 bis 1, 201 bis 3, 202, 204, 205 y 208, que tienen como principal objeto perfeccionar la descripción de los tipos penales relativos a los delitos de corrupción, pornografía y promoción de prostitución infantil o de incapaces; así como elevar las penas y multas actualmente previstas para los mismos. También se propone sancionar el delito de pornografía infantil o de incapaces, cuanto éste se cometa mediante la transmisión de archivos de datos en red pública o privada de telecomunicaciones, sistemas de cómputo o electrónicos. C) Código Federal de Procedimientos Penales: Incorporar al catálogo de delitos graves contenido en el artículo 194, los de pornografía infantil o de incapaces, previsto en el artículo 201 bis; y promoción de prostitución infantil o de incapaces, previsto en el artículo 201 bis 3, ambos del Código Penal Federal. UNIVERSIDAD LA SALLE 119 ELVA L. CÁRDENAS MIRANDA D) Ley Federal contra la Delincuencia Organizada: Reformar la fracción V del artículo 2, a fin de incluir los tipos de corrupción infantil o de incapaces, previsto en el artículo 201; pornografía infantil o de incapaces, previsto en el artículo 201 bis; promoción de la prostitución sexual infantil o de incapaces, previsto en el artículo 201 bis 3; asalto, previsto en los artículos 286 y 287; secuestro previsto en el artículo 366; tráfico de menores, previsto en el artículo 366 ter; y robo de vehículos, previsto en el artículo 381 bis, del Código Penal Federal, al listado de delitos considerados como de delincuencia organizada. E) Ley que establece las Normas Mínimas sobre Readaptación de Sentenciados: Reformar el artículo 16, a fin de establecer que la remisión parcial de la pena no será procedente en el caso de sanciones impuestas a los responsables de la comisión de los delitos graves así calificados por la ley. La minuta fue recibida por la Cámara de Diputados en sesión del 11 de diciembre de 2003 y turnada a las Comisiones de Justicia y Derechos Humanos y Desarrollo Social, Comisiones Unidas que tendrán a su cargo el dictamen correspondiente. En el ámbito local cabe mencionar que los Estados de Guerrero, Quintana Roo, Puebla, Chihuahua, Coahuila, Campeche, Oaxaca, Baja California Sur, Jalisco, Durango y el Distrito Federal, han realizado reformas a sus Códigos Penales, tipificando como delito la pornografía infantil y en algunos el turismo sexual infantil. Sin embargo, la mayoría de las Entidades Federativas no han realizado las adecuaciones legales correspondientes. Además de las medidas legislativas es imprescindible, atendiendo al espíritu del artículo 42 de la Convención sobre los Derechos del Niño, organizar campañas de información y sensibilización 120 FACULTAD DE DERECHO MARCO LEGAL INTERNACIONAL Y NACIONAL DE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL... para el público en general, así como en medios de comunicación, agencias de viajes y de turismo; promover programas educativos en el sistema escolar a fin de informar a los niños acerca de sus derechos fundamentales y de los riesgos que pueden correr cuando participan en esas prácticas sexuales. En el ámbito Federal, la Procuraduría General de la República, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, el Instituto Nacional de las Mujeres y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) difunden la campaña “Abre los ojos, no cierres la boca” con la finalidad de fomentar la cultura de la denuncia sobre la explotación sexual comercial. En el estado de Quintana Roo, desde el año 2000, el DIF Estatal, trabaja en la Campaña “Con los niños y las niñas no se vale”, buscando sensibilizar a la población sobre las graves consecuencias de la utilización de los niños en estas prácticas, tan deleznables. VII. Conclusiones Es mucho lo que falta por hacer para erradicar la explotación sexual comercial en el mundo y en nuestro país, se trata de un fenómeno cuyas causas son numerosas y complejas, ya que abarcan desde la expansión de las fuerzas del mercado mundial y un creciente materialismo, hasta la rápida transformación social y la erosión de los valores familiares. En el marco legal internacional y nacional encontramos avances significativos ante el desafío de colmar los vacíos legales para prevenir y sancionar la explotación sexual comercial de los niños. Tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo, la preocupación por la creciente incidencia de la explotación sexual infantil ha promovido una copiosa legislación, sobre todo a partir de 1990. UNIVERSIDAD LA SALLE 121 ELVA L. CÁRDENAS MIRANDA La adopción de medidas de carácter legislativo son trascendentes, pero no son las únicas que deban tomarse ante la gravedad del fenómeno. Se requiere también tomar medidas administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño y estrechar la cooperación internacional, en aras de combatir eficazmente esta flagrante violación de los derechos de los niños. Por ello, es menester continuar sumando esfuerzos, la responsabilidad no sólo atañe al gobierno y organizaciones internacionales, también las organizaciones no gubernamentales, las instituciones educativas y la ciudadanía en general, tiene mucho que aportar en esta batalla para liberar a la infancia de uno de los abusos más crueles de la humanidad: la explotación sexual comercial. Bibliografía AUDDUSSSEAU-POUCHARD, Martine, Adoptar un hijo hoy. Un itinerario práctico, psicológico y social sobre la adopción, Barcelona, España, Planeta, 1997 Boletín de Información de CIR/SSI No. 63, Ginebra, Suiza, enero, 2004, Boys Prostitution Escalating, in Asia. Ecpat International en página web: http://www.ecpat.net Convención sobre los Derechos del Niño, Diario Oficial de la Federación del 25 de enero de 1991. Guía Práctica para Parlamentarios, N° 3, 2002. Erradicar las Peores Formas de Trabajo Infantil. Oficina Internacional del Trabajo, Unión Interparlamentaria, Ginebra, Suiza, 2002. Informe del Congreso Mundial contra la Explotación Sexual de Menores con Fines Comerciales. Parte I, Estocolmo, Suecia, 1990. Marco Legal Internacional, Legislación internacional y medidas para el Cumplimiento de la Ley. Resumen Ejecutivo. Congreso 122 FACULTAD DE DERECHO MARCO LEGAL INTERNACIONAL Y NACIONAL DE LA EXPLOTACIÓN SEXUAL... Mundial en contra de la Explotación Sexual Comercial de Niños, Estocolmo, Suecia, 1996. Protocolo Facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía. Diario Oficial de la Federación del 22 de abril de 2002. UNIVERSIDAD LA SALLE 123 NADER:La Salle 20/07/2011 03:43 p.m. Página 312 REFORMA POLÍTICO ELECTORAL PARA EL FORTALECIMIENTO DE LA POLÍTICA PÚBLICA ELECTORAL EN LAS INSTITUCIONES ELECTORALES DE MÉXICO BERNARDINO ESPARZA MARTÍNEZ* Sumario El desarrollo del trabajo que aquí presento, es uno de los contenidos como parte de la composición de una obra colectiva con otros autores, en la que se aborden diversos temas actuales del derecho. La parte que me corresponde reflexionar en esta obra es respecto al tema del derecho electoral desde la perspectiva de su origen, organización y aportación al fortalecimiento de la democracia en el sistema político mexicano mediante dos de las instituciones electorales en nuestro país, el Instituto Federal Electoral como un organismo público autónomo y el Tribunal Electoral como órgano especializado del Poder Judicial de la Federación. Asimismo, mi estudio implica cumplir con el propósito de resaltar los aspectos más relevantes de la funcionalidad de las mencionadas instituciones electorales en México. Introducción El proceso de construcción democrática en México, ha presentado varias etapas en diversos espacios institucionales, dado el caso en el derecho electoral. Las autoridades electorales son las instituciones fundamentales en la composición de un Estado social y demo* Doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, Investigador del Sistema Nacional de Investigadores en México, Miembro de la Asociación de Constitucionalistas de España. UNIVERSIDAD LA SALLE 125 BERNARDINO ESPARZA MARTÍNEZ crático de derecho, por el cual se propugna para mantener los valores democráticos con base al respeto de los derechos políticos electorales en los ordenamientos jurídicos, instituyendo principios tales como: libertad, justicia, igualdad y pluralismo político. El Instituto Federal Electoral y Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, son las autoridades electorales encargadas del desarrollo electoral que al final de la década de los ochenta fueron constituidas, y a través de diversas reformas político electorales en el funcionamiento de su organización y atribuciones, han llevado a una mejor formación democrática en México, y por ende, a una mejor representación del sistema electoral, sustentado por el derecho electoral. Tanto el Instituto Federal Electoral como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, por el proceso de reformas político-electorales en el marco de la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos y de su reglamentación en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, han contribuido de forma constante al fortalecimiento de los valores democráticos, como bien ha sucedido con las reformas en materia electoral que en algunos aspectos se han quedado en el tintero como ofrecimientos pronunciados por diversos sectores de la sociedad mexicana, por lo que el presente estudio se desarrolla bajo el entendido y con la probabilidad de que puedan llevarse a cabo en una próxima reforma. También se llega a la propuesta de incluir al Poder Judicial de la Federación y al Instituto Federal Electoral en la elaboración de políticas públicas en materia electoral, con el objeto de que éstas instituciones las presenten al Poder Ejecutivo para que éste las incluya en el Plan Nacional de Desarrollo. Según estimo es uno de los aspectos políticos electorales de participación que aún no se tienen considerados en la agenda política, ni mucho menos, previamente regulados en los ordenamientos jurídicos, ni tampoco organizados en la estructura de las secretarias de Estado, en lo específico la Secretaría de Gobernación, como institución esencial de la política interior en México. Es adecuado instituir dicha figura, porque en el contexto de las función electoral de las autoridades electorales se encuentra 126 FACULTAD DE DERECHO REFORMA POLÍTICO ELECTORAL PARA EL FORTALECIMIENTO DE LA POLÍTICA... formada la institucionalidad de salvaguardar los derechos políticos electorales en el que abarcan diversos procesos de integración político-electoral, por lo que sobreviene la necesaria interrelación de colaboración entre los poderes públicos, tales como el Poder Judicial, el Poder Ejecutivo y los órganos autónomos constitucionales. I. Autoridad administrativa electoral (IFE)1 El Instituto Federal Electoral mediante las reformas constitucionales aprobadas en 1989, inició sus actividades en 1990, esto es por la regulación establecida en la ley electoral del mismo año de 1990, conocida como Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE). Posteriormente surgen otras reformas en 1993, 1994 y 1996 estableciendo la integración y atributos de la citada institución.2 En 1993 la reforma facultó a los órganos del Instituto Federal Electoral para conceder la declaración de validez y la expedición de constancias para la elección de diputados y senadores, así como la de instituir los topes de gastos de campaña de las elecciones. La reforma de 1994 incrementó la autoridad de los consejeros ciudadanos en la composición y procesos de la toma de decisiones de los órganos de dirección en el ámbito estatal y distrital. Y, la reforma de 1996 fortaleció la autonomía e independencia del Instituto Federal Electoral al desasir, totalmente, al Poder Ejecutivo de su integración y, asimismo reservar el voto dentro de los órganos de dirección, exclusivamente a los consejeros ciudadanos.3 El Instituto Federal Electoral como autoridad administrativa y organismo público autónomo, tiene la función estatal de la organización de las elecciones federales, tales como: la elección del Pre1 Respecto a la panorámica de la organización electoral puede consultarse a Patiño Camarena, Antonio, Nuevo Derecho Electoral, ed. 5ª, Editorial Constitucionalista, Instituto Federal Electoral, México, 1999, pp. 409-478. 2 Respecto al contenido de la reforma al sistema electoral en México, puede consultarse a Morales Paulin, Carlos Axel, Reforma al Sistema Electoral Mexicano, Plaza y Valdés, México, 1997. 3 Respecto a la reforma electoral de 1996 puede consultarse a Woldenberg José y et al, La reforma electoral de 1996. Una descripción general, Fondo de Cultura Económica, México, 1977, pp. 23-57. UNIVERSIDAD LA SALLE 127 BERNARDINO ESPARZA MARTÍNEZ sidente de los Estados Unidos Mexicanos, diputados y senadores. Y, para concederle el cabal cumplimiento a su función estatal dispone como principios rectores el de la certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad. Dentro de estos principios se establecen el ejercicio de los actos mediante la autenticidad y certidumbre, íntegramente sujetos a los hechos (certeza); asimismo sus acciones están sujetas al cumplimiento del marco constitucional y legal. Esto es el respeto a las normas establecidas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales. No obstante, para el ejercicio de su función electoral también se refiere a otras características de vital importancia, tales como: las garantías de que disponen los órganos y las mismas autoridades para el desarrollo de sus funciones, otorgándoles, en consecuencia plena libertad conforme al marco de la ley; del mismo modo al resultado de sus actos, que deben ser totalmente apegados al interés de la sociedad en función del desarrollo democrático, y, por último, el quehacer institucional y personal como un valor fundamental de la realidad en que se encuentra el desarrollo funcional electoral, lo cual implica no alterar la función institucional, es decir que las mismas autoridades no pueden interponer por encima de la institución opiniones parciales o unilaterales de los hechos. El Instituto Federal Electoral es autoridad en materia electoral, que tiene como característica ser independiente en sus decisiones, en su funcionamiento, así como profesional en su desempeño. Por ende, está organizado con una estructura clasificada por órganos, cuya denominación son: dirección, ejecutivos, técnicos y de vigilancia. Así tenemos, que el Instituto Federal Electoral, dispone para el desarrollo de sus funciones con un Consejo General, como órgano superior de dirección y se integrará por un Consejero Presidente y ocho consejeros electorales (en total son nueve consejeros), los consejeros del Poder Legislativo (designados por cada grupo parlamentario con afiliación de partido en cualesquiera de las dos cámaras del Congreso teniendo derecho a designar uno por igual), los 128 FACULTAD DE DERECHO REFORMA POLÍTICO ELECTORAL PARA EL FORTALECIMIENTO DE LA POLÍTICA... representantes de los partidos políticos nacionales, y un Secretario Ejecutivo que es nombrado por las dos terceras partes del Consejo General a propuesta de su Presidente. Por su parte los órganos ejecutivos y técnicos dispondrán de un personal calificado para prestar el servicio profesional electoral, todos ellos formados dentro de este servicio. En cuanto a los órganos de vigilancia están integrados por representantes de los partidos políticos nacionales, como también las mesas directivas de las casillas están integradas por ciudadanos. Respecto a la Junta General Ejecutiva está integrada por quien la preside, esto es el Presidente del Consejo General. También está integrada por el Secretario Ejecutivo y por los Directores Ejecutivos siguientes: el del Registro Federal de Electores, el de Prerrogativas y Partidos Políticos; el de Organización Electoral; el de Servicio Profesional Electoral; el de Capacitación Electoral y Educación Cívica y, el de Administración. Las funciones del Secretario Ejecutivo son por ejemplo, la de coordinar la Junta Ejecutiva y la de conducir la administración y supervisión del adecuado desarrollo de las actividades de los demás órganos ejecutivos y técnicos. Por lo que se refiere a las atribuciones de la Junta General Ejecutiva son las relacionadas con: proponer al Consejo General las políticas y programas generales del Instituto Federal Electoral; fijar los procedimientos administrativos; supervisar el cumplimiento de los programas relativos al Registro Federal de Electores; supervisar el cumplimiento de las normas aplicables a los partidos políticos nacionales y a las agrupaciones políticas, además de la supervisión de las prerrogativas de estas instituciones políticas; evaluar el desempeño del Servicio Profesional Electoral y, la supervisión del cumplimento de los Programas de Capacitación Electoral y Educación Cívica. Por lo que se refiere a los órganos ejecutivos el mismo Instituto Electoral se encuentran organizados, además de la Junta General UNIVERSIDAD LA SALLE 129 BERNARDINO ESPARZA MARTÍNEZ Ejecutiva, por las Juntas Locales Ejecutivas como órganos permanentes de ejecución y soporte técnico del Instituto Federal establecidos en cada Entidad Federativa, cuya integración es por cinco miembros: quien la preside es el Vocal Ejecutivo (cargo asumido por el Consejero Presidente del Consejo Local, designado por el Consejo General); también la integra el Vocal Secretario; el Vocal de Organización Electoral; el Vocal del Registro Federal de Electores; y, por el Vocal de Capacitación Electoral y Educación Cívica. Las Juntas Locales Ejecutivas para el desarrollo de sus actividades sesionan una vez al mes al igual que la Junta General Ejecutiva, cumpliendo con sus atribuciones entre las cuales se encuentran: la de supervisar y evaluar el cumplimiento de los programas y acciones de sus Vocalías y de los órganos distritales, así como el de sus programas relacionados con el Registro Federal de Electores y, la Organización Electoral, Servicio Profesional Electoral y Capacitación Electoral y Educación Cívica. Las Juntas Distritales Ejecutivas también son órganos permanentes de ejecución y soporte técnico del Instituto Federal Electoral en cada uno de los 300 distritos electorales uninominales, cuya integración es por cinco miembros: quien la preside es el Vocal Ejecutivo (cargo asumido por el Consejero Presidente del Consejo Distrital, designado por el Consejo General); también la integra el Vocal Secretario; el Vocal de Organización Electoral; el Vocal del Registro Federal de Electores y, por el Vocal de Capacitación Electoral y Educación Cívica. Las Juntas Distritales Ejecutivas para el desarrollo de sus actividades sesionan una vez al mes al igual que la Junta General Ejecutiva y las Juntas Locales Ejecutivas, cumpliendo con sus atribuciones entre las cuales se encuentran la de evaluar el cumplimento de los programas relacionados al desarrollo de la organización electoral, registro federal de electores y capacitación electoral y educación cívica. Asimismo, la de formular propuestas al Consejo Distrital que corresponda, el número y ubicación de las casillas que se instalarán en cada una de las secciones comprendidas en su Distrito, como también capacitar a los ciudadanos que integrarán las mesas directivas de casilla. 130 FACULTAD DE DERECHO REFORMA POLÍTICO ELECTORAL PARA EL FORTALECIMIENTO DE LA POLÍTICA... Por último, en el ámbito de los órganos, están los de vigilancia, como órganos colegiados y exclusivos del Registro Federal de Electores, que cumplen con la función de coadyuvar y supervisar los trabajos relacionados a la integración, depuración y actualización del Padrón Electoral, que bien se les conocen con el nombre de Comisiones de Vigilancia. La Comisión Nacional de Vigilancia es la instancia superior de los órganos con representación en el ámbito nacional, pero no constituye un órgano central del Instituto Federal Electoral, ya que cumple con funciones de carácter auxiliar que vienen a ser delimitadas. Ahora bien, la estructura del Instituto Federal Electoral, de forma desconcentrada dispone de una Comisión Local de Vigilancia en cada una de las 32 entidades federativas, y de una Comisión Distrital en cada uno de los 300 distritos uninominales del país. La integración de las comisiones en los distintos ámbitos de su participación son de la siguiente forma: la Comisión Nacional de Vigilancia está integrada por un Director Ejecutivo del Registro Federal de Electores, quien la preside; un representante del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática; un representante propietario y un suplente por cada uno de los partidos políticos nacionales; un secretario designado por el presidente de la Comisión, entre los miembros del Servicio Profesional Electoral, con funciones en el área registral. Las Comisiones Locales y Distritales se conforman de manera semejante a la anterior mediante: los vocales del Registro Federal de Electores de las respectivas Juntas Ejecutivas, quienes fungen como presidentes; un representante propietario y un suplente por cada uno de los partidos políticos nacionales; un secretario designado por el presidente de la Comisión, entre los miembros del Servicio Profesional Electoral, con funciones en el área registral. Por ultimo, en el ámbito territorial de su competencia, tienen como atribuciones las de vigilar que la inscripción de los ciudadanos UNIVERSIDAD LA SALLE 131 BERNARDINO ESPARZA MARTÍNEZ en el Padrón Electoral y en las listas nominales de electores, así como su actualización, se lleven a cabo en los términos señalados por la ley; vigilar que se entregue oportunamente a su destinatario; recibir de los partidos políticos nacionales las observaciones que formulen a las listas nominales de electores; y la de coadyuvar en la campaña anual de actualización del Padrón Electoral. En relación al sistema de elección de los miembros del Consejo del Instituto Federal, es decir al Consejero Presidente y a los consejeros electorales del Consejo General. La elección es sucesiva, por el voto de las dos terceras partes de los miembros presentes de la Cámara de Diputados (compuesta por 500 diputados; 300 de mayoría relativa y 200 de representación proporcional), o en sus recesos por la Comisión Permanente, a propuesta de los grupos parlamentarios representados en el parlamento. El mismo procedimiento es utilizado para la designación de otros ochos consejeros electorales suplentes, en orden de prelación. Los consejeros electorales, por ende durarán en su cargo siete años, por lo cual no pueden tener ningún otro empleo cargo o comisión, exepto aquellos que actúen en representación del Consejo General y de los que desempeñen en asociaciones docentes, científicas, culturales, de investigación o de beneficencia, no remunerados. Mientras que el Secretario Ejecutivo será nombrado por las dos terceras partes del Consejo General a propuesta de su Presidente. Los consejeros del Poder Legislativo son propuestos por los grupos parlamentarios con afiliación de partido en alguna de las Cámaras. No obstante, únicamente habrá un Consejero por cada grupo parlamentario, cuyo reconocimiento es en cada una de las Cámaras del Congreso de la Unión. Además de las actividades del Instituto Federal Electoral, mencionadas con anterioridad, también tiene como otras actividades los derechos y prerrogativas de las agrupaciones políticas y de los partidos políticos, las de geografía electoral, preparación de la jornada electoral, impresión de materiales electorales (por ejemplo las bo132 FACULTAD DE DERECHO REFORMA POLÍTICO ELECTORAL PARA EL FORTALECIMIENTO DE LA POLÍTICA... letas electorales), el padrón y lista de electores, las encuestas o sondeos de opinión con fines electorales. Los cómputos, por ejemplo el cómputo de la elección de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos en cada uno de los distritos electorales uninominales, declaración de validez y otorgamiento de constancias en las elecciones de diputados y senadores, así como la regulación de la observación electoral. Además, como cumplimento cabal de sus funciones se encuentran las del ámbito de sus sesiones, siendo públicas de acuerdo a lo establecido por la ley. Finalmente, podemos observar que en el marco del Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales dentro del cumplimento de la misma estructura y organización el Instituto Federal Electoral debe efectuar los siguientes fines: integrar el Registro Federal de Electores; preservar el fortalecimiento del régimen de partidos políticos; contribuir al desarrollo de la vida democrática; asegurar a los ciudadanos el ejercicio de sus derechos políticos electorales y vigilar el cumplimiento de sus obligaciones; llevar a cabo la promoción del voto y coadyuvar a la difusión de la cultura democrática; garantizar la celebración periódica y pacífica de las elecciones para renovar a los integrantes de los poderes Legislativo y Ejecutivo de la Unión y, velar por la autenticidad y efectividad del sufragio. II. Autoridad jurisdiccional electoral (TEPJF)4 Otro de los órganos electorales importantes en el desarrollo del sistema jurídico mexicano es el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, como la máxima autoridad jurisdiccional en la materia electoral, con la excepción de lo dispuesto en la fracción II del artículo 105 constitucional, encargándose de resolver los conflictos electorales. 4 Respecto al antecedente de la evolución de la justicia electoral puede consultarse a Woldenberg, José, op. cit., pp. 125-141. Franco González Salas, J. Fernando, “Evolución de lo contencioso electoral federal mexicano 1916-1996”, en Justicia Electoral, Revista del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, núm. 8, México, 1996. UNIVERSIDAD LA SALLE 133 BERNARDINO ESPARZA MARTÍNEZ La creación del Tribunal Electoral proviene con la reforma política de 1986 bajo el nombre de Tribunal de lo Contencioso Electoral, como un órgano autónomo administrativo, para luego en 1990 mediante las reformas al ordenamiento constitucional y legal se dé la creación del Tribunal Federal Electoral, para suplir al Tribunal de lo Contencioso Electoral, y con ello conformarse como un órgano jurisdiccional autónomo en materia electoral, encargado de garantizar que los actos y resoluciones se sujetarán al principio de legalidad. En 1993 nuevamente las fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Unión sostienen la necesidad de llevar a cabo reformas constitucionales en materia político-electoral, quedando por ejemplo, aprobadas las siguientes: la desaparición de los colegios electorales de las cámaras de diputados y de senadores del Congreso de la Unión, suplantando el sistema de autocalificación por el de heterocalificación, para que este tipo de sistema fuera uno de los atributos de los órganos del Instituto Federal Electoral, cediendo espacio en lo jurisdiccional para el caso de la resolución de las de controversias electorales, al Tribunal Electoral. Dentro de sus funciones también estuvieron la de otorgar la resolución final respecto a las elecciones de diputados, senadores y asambleístas. Además, las reformas traen consigo, la creación de la Sala de Segunda Instancia del Tribunal, y al mismo tiempo acrecentó las causales de nulidad de votación recibida en casilla, de elección de diputados y senadores. De las elecciones federales de 1994, tienen como resultado diferentes consultas públicas en 1995 y 1996 a fin de dar un paso más a las reformas electorales para que los grupos parlamentarios de representación en el Congreso de la Unión, aprobaran reformas y adiciones constitucionales por Decreto en el Diario Oficial de la Federación el 22 de agosto de 1996.5 Una de las reformas fue sustituir al Tribunal Federal Electoral por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, así como sus funciones entre las cuales 5 Respecto a la justicia electoral y reforma electoral de 1996 puede consultarse a Woldenberg, José, op. cit., pp. 142-187. 134 FACULTAD DE DERECHO REFORMA POLÍTICO ELECTORAL PARA EL FORTALECIMIENTO DE LA POLÍTICA... destacan: el reforzamiento del sistema de medios de impugnación, con el objetivo de garantizar los principios de constitucionalidad y legalidad de los actos y resoluciones electorales; un nuevo mecanismo por el cual se lleva a cabo la calificación de la elección de Presidente de la República, para que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, pudiese realizar el cómputo, calificar y hacer la declaración de Presidente Electo; el Tribunal Electoral se incorpora al Poder Judicial de la Federación y con ello se fortalece la estructura orgánica del Tribunal Electoral mediante la creación de la Sala Superior, integrándose por siete Magistrados Electorales. También se crearon cinco Salas Regionales que corresponden a la ubicación de las cinco circunscripciones plurinominales en que se divide el país. Con lo anterior desaparece la Sala Central y de Segunda Instancia. Con la reforma, además, se trae consigo el reconocimiento del Tribunal Electoral como la máxima autoridad jurisdiccional en la materia electoral y órgano especializado del Poder Judicial de la Federación; la ratificación de la competencia del Tribunal Electoral, a fin de resolver en forma definitiva e inatacable, las impugnaciones que se presenten en materia electoral federal, así como la de resolver los conflictos laborales que se presenten entre el Instituto Federal Electoral y sus servidores y aquellos que ocurran entre el Tribunal Electoral y sus trabajadores; la competencia en su jurisdicción para resolver los juicios de revisión constitucional electoral, por actos o resoluciones definitivas y firmes de las autoridades competentes para organizar, calificar o resolver las impugnaciones en los procesos electorales de las entidades federativas, que violen un precepto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; así como para conocer de los juicios para la protección de los derechos político-electorales del ciudadano, que se promuevan por violación a los derechos de votar y ser votado en las elecciones populares, y de asociarse individual y libremente para tomar parte en forma pacífica en los asuntos políticos del país; el cambio en el sistema de elección de los Magistrados Electorales de las Salas Superior y Regionales, al establecer que la Suprema Corte de Justicia de la Nación llevara a cabo la propuesta ante la Cámara de Senadores (anteriormente el Poder Ejecutivo estaba encargado de formular as UNIVERSIDAD LA SALLE 135 BERNARDINO ESPARZA MARTÍNEZ propuestas ante la Cámara de Diputados); y, por último, se le otorga a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la competencia para conocer de acciones de inconstitucionalidad que tengan por objeto plantear la posible contradicción entre una norma de carácter general y la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia electoral. Por su parte la reforma constitucional contribuyó para realizar otras reformas a diversos ordenamientos jurídicos, con el propósito de su adecuación al marco constitucional, siendo publicadas por Decreto en el Diario Oficial de la Federación, el 22 de noviembre de 1996, como fueron al: Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales; a la Ley Reglamentaria de las fracciones I y II del artículo 105 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; a la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y Código Penal para el Distrito Federal en materia de fuero común y para toda la República en materia de fuero federal; y, la expedición de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral. Por consiguiente, el Tribunal Electoral es la máxima autoridad en la materia y órgano especializado del Poder Judicial de la Federación.6 6 Para conocer el fundamento constitucional y legal, y al conocimiento procesal en sus disposiciones generales y reglas comunes del Sistema de Medios, puede consultarse el artículo 41, fracción IV de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Sista, México, 1996. Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, México, 1997. El apéndice I del libro octavo, vigente sobre la elección de diputados a la Asamblea Legislativa y jefe de Gobierno del Distrito Federal para los comicios de 1997, siendo por única vez su vigencia, ya que consumado el proceso electoral antes enunciado, quedará derogado dicho libro octavo que se refiere a la “Elección e integración de la Asamblea de Representantes del Distrito Federal” en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, Tribunal Electoral del Poder judicial de la Federación, México, 1997. Instructivo de Medios de Impugnación Jurisdiccionales, Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, México, 1997. Musi Edmundo, Elías (coord.), Estudio teórico práctico del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral, Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, México, 1997. Artículos 232 al 235 de Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación. Criterios de Jurisprudencia, Aplicables en el Proceso Electoral Federal de 1994, Tribunal Federal Electoral, México, 1994. Ponce de León, Armenta, Derecho político electoral. Doctrina guía de consulta y compilación de la nueva legislación, Porrúa, México, 1997, pp. 423 y ss. Ponce de León, Armenta, Compendio de legislación comentada del Poder Judicial Federal, Porrúa, México, 1997. Galván Rivera, Flavio, Derecho Procesal Electoral Mexicano, Mc Graw-Hill, México, 1997. Por su parte, Ortiz Martínez manifiesta que mucha de la doctrina de carácter procesal considera que el proceso jurisdiccional es posible subdividirse en la instrucción y el juicio electoral. Cfr. Ortiz Martínez, Carlos, “La instrucción contenciosa electoral. Con referencia al recurso 136 FACULTAD DE DERECHO REFORMA POLÍTICO ELECTORAL PARA EL FORTALECIMIENTO DE LA POLÍTICA... A pesar que aún quedan diversos temas por discutir en el ejercicio de las funciones de las autoridades electorales, desde su creación han contribuido de forma constante y permanente al fortalecimiento del Estado de Derecho, y como ya había apuntado anteriormente al establecimiento del Estado Democrático, donde los partidos políticos participan más en la vida política, donde nuevas asociaciones políticas solicitan su registro ante la autoridad electoral para participar en los procesos electorales y en la política como partidos políticos nacionales, donde los inconformes pueden acudir a la instancia correspondiente por sentir que no fueron respetados sus derechos políticos o bien, sus derechos electorales. Esto es el Instituto Federal Electoral como instancia administrativa electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación como instancia jurisdiccional electoral, que según bajo mi apreciación son una de las principales autoridades del país que cobran fuerza para fomentar y sostener el Estado social y democrático de Derecho. Con el objeto de incluir al Plan Nacional de Desarrollo las propuestas que en materia electoral formulen el Instituto Federal Electoral y el Tribunal Electoral se desea promover una mejor calidad de la justicia electoral. La referencia es con el sentido de aportar e introducir a los textos legales, nuevas figuras jurídicas que se vinculen al sistema procesal judicial electoral, desde el contexto de las funciones administrativas y jurisdiccionales de las referidas instituciones electorales. Pero además, la pretensión infiere en el mismo sentido, y por la misma importancia del tema, a que es necesaria la configuración de un programa para el establecimiento de políticas públicas en donde los poderes Ejecutivo, Judicial y el órgano autónomo (IFE) participen en colaboración para realizar propuestas de políticas públicas en materia electoral en las que se exprese de forma permanente la adecuación de la política electoral, por la misma exigencia de la modernización que demanda la realidad social por medio de una instrumentación y aplicación más eficaz y eficiente de la política electoral. Por lo que implica concurrir de forma permanente en varios sentidos de la participación entre los poderes, de tal de inconformidad”, en Justicia Electoral, Revista del Tribunal Federal Electoral, vol. IV., núm. 5, México, 1995, p. 151. UNIVERSIDAD LA SALLE 137 BERNARDINO ESPARZA MARTÍNEZ modo con la colaboración, en este sentido, avivan la formación de mecanismos institucionales que solamente los especialistas en la materia podrán aportar. En otras palabras para la creación de las políticas públicas electorales mediante la propuesta de su formación por medio de las instituciones vinculadas de acuerdo a sus funciones al derecho electoral, no solamente es suficiente que se convengan reformas en los diversos ordenamientos jurídicos a fin de revisar la actual función electoral, menos aun con formular o aprobar reformas parciales en tales ordenamientos, que bien pueden ser hasta inconsistentes al instante de su cumplimiento. La pretensión en contra de este sentido, es que efectivamente cuando se haga una propuesta de política pública electoral no sea necesario reformar o modificar los ordenamientos jurídicos de la materia, más bien que sea con la fijación de tomar en cuenta las actividades y programas más elementales de su ejecución, que aporten las instituciones electorales de acuerdo a sus funciones y necesidades. Para que las instituciones electorales y los poderes públicos colaboren en su ejecución, sin la penuria que dichas propuestas pasen, muchas de las veces, por la aprobación del legislativo, si acaso son aprobabas de forma inmediata. Es decir, por lo que no se pretende evitar con esta propuesta, que otras reformas en cuanto a fondo no se lleven a cabo por el Poder Legislativo, pero suele darse que la falta rápida de consensos y acuerdos del legislativo obstaculice la aprobación de las reformas. Ahora bien, para el ámbito de la administración de justicia respecto a las políticas públicas es importante destacar lo que abarca la política judicial, como así lo apunta Fix-Fierro, cuando menciona que por política judicial, en sentido amplio, podemos comprender al conjunto de planes, programas, estrategias, propuestas y acciones que elaboran e implementan los órganos e instituciones, tanto públicas como privadas, respecto de los tribunales y de las funciones que desempeñan. Por ende, la institución judicial, indiscutiblemente, es capaz de elaborar y llevar a cabo sus propias políticas, lo que también implica que lleve políticas jurídicas, bajo el entendido de que la política judicial es al mismo tiempo una forma de política 138 FACULTAD DE DERECHO REFORMA POLÍTICO ELECTORAL PARA EL FORTALECIMIENTO DE LA POLÍTICA... jurídica, y ésta es al mismo tiempo una forma de política judicial. En consecuencia, ambas formas de política van unidas, ya que los tribunales constituyen el centro del sistema jurídico, esto es, su última instancia de control y decisión.7 Asistir al fortalecimiento de la política pública del sistema jurídico involucra al sistema judicial electoral bajo la perspectiva de expresar la necesidad de llevar a cabo cambios jurídicos que son básicos y apremiantes en el mismo fortalecimiento de la administración de justicia. No obstante, es importante denotar que la política pública es por el ejercicio de las autoridades públicas en el que se desenvuelven las tareas de mando y toma de decisiones del interés público. En las autoridades se deposita la convicción como representantes del pueblo y gobierno en turno para que implementen la política a seguir durante su mandato. Lo que también compromete a sostener relaciones con las instituciones sociales y políticas para interactuar en conjunto con responsabilidad mediante el cumplimiento de las tareas administrativas y de gestión que ofertaron con sus pactos antes de formar gobierno y durante el mismo. Los programas de gobierno al mostrarlos, son medulares en la organización y función gubernamental, pero sobre todo, ya que por los mismos elementos formados en el ejercicio de su ejecución, es necesario que estén vinculados con otros actores de la política y con los poderes públicos, cuya razón estriba en que propician e interactúan entre si. El concepto de gobierno para el Estado moderno significa que es el conjunto de órganos a los que institucionalmente les está confiado el ejercicio del poder. Bajo tal valoración debemos considerar que el Poder Judicial y el Instituto Federal Electoral también son parte del ejercicio del poder político y ese conjunto de órganos que ejercen el poder. Aunque por el contrario se podría pensar que como órgano del gobierno solamente compete a los que están incorporados en el Poder Ejecutivo y que gobierno refiere a las directrices po7 Cfr. Fix-Fierro, “Política y administración del Derecho y de la justicia en México. Notas sobre las funciones presentes de una institución ausente”. (Compilador Omar Guerreo). El papel de los ministerios de justicia en la reforma del Estado. México, 1998, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas (Serie C: Estudios Históricos, núm. 77), p. 151. UNIVERSIDAD LA SALLE 139 BERNARDINO ESPARZA MARTÍNEZ líticas que ejerce su función ejecutiva, sin embargo, no difiere con señalar que el Poder Judicial y el Instituto Federal Electoral sean una parte inherente del propio gobierno.8 III. ¿Qué es una política pública? Ahora bien, una política pública es un programa de acción gubernamental en que no solamente se encuentra involucrado el Poder Ejecutivo, pues desde un sentido amplio se comprende que el gobierno abarca a los tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), y que cada uno cuenta con facultades para su ejercicio, determinadas por las disposiciones jurídicas, con el fin de que al no quedar establecidas en la norma jurídica sean introducidas en ellas, lo que permitirá con claridad jurídica la plena interactuación entre ellos. Por lo tanto, es importante la colaboración del Poder Ejecutivo como parte de la administración pública, encargada de establecer las tareas administrativas a realizar en el periodo de su gestión, a través de los programas de gobierno, pero siempre vinculados mediante las propuestas, en el caso que nos ocupa, de las instituciones electorales mencionadas que contribuyan a la eficacia de la instrumentación de la política pública electoral. El desarrollo de una política pública requiere de un sistema de planeación en el que por disposición jurídica el gobierno planee la política que efectuará durante el tiempo que dure su encargo. IV. Sistema de planeación democrática en el ordenamiento constitucional y legal El artículo 26 de la Constitución Política sustenta que el Estado organizará un sistema de planeación democrática del desarrollo nacional. La disposición reside que el crecimiento de la economía 8 Respecto al mismo concepto de gobierno véase, Veti, Lucio, “Gobierno”, en Norberto Bobbio, Nicola Meteucci y Gianfranco Pasquino, Diccionario de Política, Editorial Siglo Veintiuno editores, México, décima edición, 1997, tomo a-j, pp. 710-711. 140 FACULTAD DE DERECHO REFORMA POLÍTICO ELECTORAL PARA EL FORTALECIMIENTO DE LA POLÍTICA... del país sea de una forma sólida, dinámica, permanente y equitativa, que conlleva a la independencia y democratización política, social y cultural de la Nación. El sentido que otorga el concepto de Estado alude respecto al logro de sus fines en el que las comunidades humanas se organizan políticamente. Esto es que el tipo de organización política que hoy día conocemos como regla de los pueblos civilizados se denomina Estado. Así, la acción del Estado es visible en otros modos, verbigracia: la ejecución concreta de las medidas pertinentes para satisfacer las necesidades que plantea la vida en común; el establecimiento por vía general de las normas a que deben ajustarse las conductas de los miembros de la comunidad política; y, la decisión concreta de los conflictos intersubjetivos de intereses que se planteen entre los individuos o entre éstos y la comunidad. En sí, cualquier acción estatal, conforme a su núcleo o contenido, puede reconducirle a una u otra de estas tres formas esenciales de actuación. Por ende, las funciones estatales mencionadas se conocen, con el nombre de ejecución, legislación, jurisdicción.9 V. ¿Qué es la planeación? Por otra parte es necesario preguntarnos ¿qué es la planeación? El artículo 3 de la Ley de Planeación del 5 de enero de 1983 establece: Para los efectos de esta Ley se entiende por planeación nacional de desarrollo la ordenación racional y sistemática de acciones que en base al ejercicio de las atribuciones del Ejecutivo Federal en materia de regulación y promoción de la actividad económica, social, política, cultural, de protección al ambiente y al aprovechamiento racional de los recursos naturales, tiene como propósito la transformación de la realidad del país, de conformidad con las normas y principios y objetivos que la propia Constitución y la ley establecen. Mediante la planeación se fijarán objetivos, metas, estrategias y prioridades; se asignarán recursos, responsabilidades y tiempos de ejecución, se coordinarán acciones y se evaluarán resultados. 9 Cfr. Garrido Falla, Fernando, Tratado de Derecho Administrativo, Editorial Tecnos, Madrid, 11a. ed., 1989, volumen I, Parte General, p. 33. UNIVERSIDAD LA SALLE 141 BERNARDINO ESPARZA MARTÍNEZ En la exposición de motivos de esta ley se menciona que la planeación no es sólo un proceso técnico de toma de decisiones, elección de alternativas y asignaciones de recursos: constituye, fundamentalmente, un proceso de participación social en el que la consolidación de intereses y la unión de esfuerzos permiten el logro de objetivos válidos por toda la sociedad. Además, se establece que la planeación democrática tiene que ser un instrumento para promover una política de desarrollo que refuerce las bases sociales del Estado y la viabilidad de nuestras instituciones, que satisfagan las necesidades de la sociedad.10 En el sistema de planeación se incorporan la participación de los demás sectores de la sociedad como así lo refiere el texto constitucional, para que formulen sus aspiraciones y demandas y éstas sean incorporadas al plan y programas de desarrollo. Además el ordenamiento constitucional precisa la existencia de un plan nacional de desarrollo al que se sujetarán forzosamente los programas de la Administración Pública Federal. La participación de los poderes públicos es esencialmente entre el ejecutivo y el legislativo, en principio porque el Congreso de Unión interviene con la revisión y formulación de las observaciones que le realice al Plan Nacional que le envía el Poder Ejecutivo. Además, por su parte el legislativo participa aprobando las leyes de ingresos y presupuestos de egresos de la Federación que conforman al Plan Nacional. La eficacia de la misma cooperación entre los dos poderes públicos, donde el Poder Judicial y el organismo denominado Instituto Federal Electoral, no forman parte de esa cooperación directa como según se aprecia con los poderes ejecutivo y legislativo, es porque así ha quedado fundamentado en el texto constitucional, pero también porque se hallan varias razones que se oponen a la cooperación de los tres poderes públicos, donde el Poder Judicial e Instituto 10 Véase, Compila VII. Legislación Federal y del Distrito Federal, “Cámara de Origen: Diputados. Exposición de Motivos, de la Iniciativa de Ley de Planeación, publicada en el Diario de la Federación el 5 de enero de 1983”, Poder Judicial de la Federación, México, 2003. 142 FACULTAD DE DERECHO REFORMA POLÍTICO ELECTORAL PARA EL FORTALECIMIENTO DE LA POLÍTICA... Federal Electoral, son excluidos para participar como gobierno en el Plan Nacional de Desarrollo en política electoral. Por el contrario, si al Poder Judicial e Instituto Federal Electoral se les reconociera su participación, entonces contribuirían de forma permanente con la elaboración de propuestas para la planeación judicial de la administración de la justicia electoral y administración electoral, apoyando, en este sentido y cada uno de sus órganos jurisdiccionales y administrativos, con la aportación de programas de reformas judiciales y administrativas electorales, ya que ellos son los únicos que por su misma experiencia conocen de las deficiencias de la administración de justicia y administración electoral. La administración de justicia es el sentido amplio de las funciones de los tribunales, ya sea lo administrativo y jurisdiccional. En el ámbito de los tribunales los autores Héctor Fix-Zamudio y José Ramón Cossío establecen que uno de los temas olvidados del Poder Judicial, es el de las relaciones de la función jurisdiccional en la administración. Por tal motivo determinan que esta circunstancia se le conoce como la administración de justicia en sentido estricto, ya que se refiere a las tareas que deben realizar los tribunales para preparar, seleccionar y designar a sus integrantes, como también todo lo relacionado a la administración de gobierno de los tribunales.11 El Tribunal Electoral es el órgano especializado del Poder Judicial de la Federación, quien estuviese encargado de efectuar la plataforma de la política pública electoral ya que ha fomentado con su participación mediante sus resoluciones (sentencias, tesis relevantes o de jurisprudencia), la formación del Derecho electoral, siendo éste el conjunto de disposiciones o normas electorales que dan seguridad jurídica a la aplicación del sistema electoral. No obstante, por su parte el Instituto Federal Electoral se une al esfuerzo de la construcción del Derecho electoral con sus propias resoluciones administrativas. 11 Cfr. Fix-Zamudio, Héctor y José Ramón Cossío Díaz, El Poder Judicial en el ordenamiento mexicano. Editorial Fondo de Cultura Económica, México, 1996, p. 46. Pero para el tema que nos ocupa cabe destacar, que por su parte el Instituto Federal Electoral se le faculta para la organización de las elecciones, como parte de su facultad administrativa, a la que debemos identificar como administración electoral. UNIVERSIDAD LA SALLE 143 BERNARDINO ESPARZA MARTÍNEZ VI. Autoridades electorales en la planeación democrática En la aplicación del sistema electoral las instituciones electorales han tenido una participación relevante, y más con la reciente instauración del sistema político electoral, fomentado con la evolución y conformación del Tribunal Electoral e Instituto Federal Electoral, y que ambos promueven la participación y fortalecimiento de la democracia. José Woldenberg, señala respecto a la actividad judicial del Tribunal Electoral mediante las resoluciones y los criterios jurídicos acordados por el Tribunal Electoral se han convertido en un marco de referencia obligado para el Instituto Federal Electoral, ya que se ha conseguido la vigencia de un sistema jurídico de precedentes cimentado en las sentencias del Tribunal Electoral. Afirmando que los temas aportados en sus resoluciones van desde la organización electoral, la integración de las mesas directivas de casilla, la elegibilidad y registro de candidatos, el ejercicio del voto secreto, la presión y coacción a los electores, el registro de partidos políticos, el financiamiento, la fiscalización, el escrutinio y cómputo, las causales de nulidad, el escrito de protesta, la procedencia y la tramitación de medios de impugnación, los efectos y la ejecución de sentencias, entre otros. Además la actividad del Tribunal Electoral ha sido también por el establecimiento de criterios relevantes así como de jurisprudencia que el mismo Instituto Federal Electoral ha hecho suyos al momento de aplicar la ley. Por último, concluye Woldenberg que por el talante de la actividad del Tribunal Electoral se busca preservar la vigencia del principio de legalidad con base en lo que ha determinado el máximo juzgador de la Constitución y de las leyes en la materia electoral. La ley podría ser sensible y recoger lo que ya forma parte de la jurisprudencia o de los criterios relevantes del Tribunal, y que se viene adoptando sistemáticamente por la autoridad electoral administrativa.12 Por consiguiente, las autorida12 Woldenberg, José, “Por una reforma electoral mínima”, Estrategias y propuestas para la reforma del Estado, México, 2a. ed., 2002, UNAM, Instituto de Investigaciones Jurídicas (Serie: Estudios Jurídicos, núm. 3), pp. 251-252. 144 FACULTAD DE DERECHO REFORMA POLÍTICO ELECTORAL PARA EL FORTALECIMIENTO DE LA POLÍTICA... des electorales han promovido y defendido con plenitud el Estado democrático y de Derecho. De tal forma que han cumplido con la vigencia del derecho electoral en el que todos los actores involucrados están sujetos a respetar cabalmente su integridad jurídica. VII. Planeación democrática en la formación de la voluntad nacional La norma fundamental, instituye el sistema del Plan Nacional de Desarrollo en la Administración Pública Federal, sin embargo, debería abarcar la participación de las instituciones electorales. Según considero, por la función jurisdiccional del Tribunal Electoral y por la administración de la organización pública electoral del Instituto Federal Electoral, —desarrollo de los procesos electorales, ya que los comicios son un proceso primario—, y por el Estado representativo, pues en él se otorga la asignación y distribución del poder político. Por lo tanto al ignorar la contribución de ambas instituciones electorales en la elaboración de propuestas en el Plan Nacional de Desarrollo e incorporarse a los programas de la Administración Pública Federal en cada cambio del Poder Ejecutivo, se ha excluido la participación de forma directa en la planeación democrática, desde la vigencia de la Ley de Planeación de 1983, con la formalidad que se ha deducido del primer párrafo del artículo 26 constitucional al determinar que: El Estado organizará un sistema de planeación democrática del desarrollo nacional que imprima solidez, dinamismo, permanencia y equidad al crecimiento de la economía para la independencia y la democratización política, social y cultural de la nación. En el Estado democrático es trascendente la división de poderes, lo que sobresale es la misma distribución y ejercicio del poder público, sometido al principio constitucional de la división de poderes. Por ende, lo anterior, no intercede con el principio constitucional, pues solamente implica participar con la Administración UNIVERSIDAD LA SALLE 145 BERNARDINO ESPARZA MARTÍNEZ Pública Federal mediante la colaboración entre poderes, con propuestas e integración de programas en materia electoral al Plan Nacional de Desarrollo que promuevan la planeación del sistema político en su conjunto.13 En la exposición de motivos del artículo 26 constitucional, además de que ya establecía explícitamente las facultades del Estado para planear el desarrollo nacional, y para el fortalecimiento de la democracia integral, se facultó al Poder Ejecutivo para establecer los procedimientos de participación de los diversos sectores sociales en el proceso de planeación de desarrollo, ampliándose la participación del ámbito político electoral que canalizaron los partidos y asociaciones políticas a formas de participación social y comunitaria que inciden directamente en la administración de los servicios públicos y en los programas de desarrollo. Por ende, para evitar el incumplimiento de los planes, su dispersión, entre otros aspectos, así como su falta de oportunidad y las contradicciones entre los diversos programas, se estableció el sistema nacional de planeación democrática a partir de un plan nacional de desarrollo en el cual tenían que derivar los programas sectoriales de la Administración Pública Federal, por lo que quedó también establecido la obligatoriedad en el cumplimiento de esos programas para el sector público. Es así que en dicho artículo queda establecido que el Estado tiene la obligación de organizar un sistema de planeación democrática para el desarrollo nacional que impulse el crecimiento económico para que se pueda otorgar la independencia y la democratización política, social y cultural de la nación, donde precisamente concurren y colaboran entre sí los poderes públicos. En consecuencia, con mi propuesta, las facultades del Poder Ejecutivo no se invaden con el simple hecho de formular propues13 Véase, Historia Legislativa y Parlamentaria de la Constitución. “Cámara de Origen: Diputados. Exposición de Motivos. Decreto Núm. 24, publicado en el Diario de la Federación el 3 de febrero de 1983”. Poder Judicial de la Federación. Suprema Corte de Justicia de la Nación. Dirección General de Documentación y Análisis. Dirección de Compilación de Leyes. Dirección de Investigación y Automatización Legislativa. 146 FACULTAD DE DERECHO REFORMA POLÍTICO ELECTORAL PARA EL FORTALECIMIENTO DE LA POLÍTICA... tas en el ámbito de la administración judicial electoral y de la administración electoral, ya que el ejecutivo se obligara a ejecutar el Plan Nacional una vez que por medio de él lo presente al Congreso de la Unión y éste se lo apruebe, pero sobre todo porque es importante la colaboración entre los poderes públicos, como integrantes del poder político. De lo anterior se desglosa que la planeación democrática es un proceso de formación de la voluntad nacional que se ocupa de laborar los mecanismos tradicionales de gobierno, y asimismo de los partidos políticos. Además, la planeación democrática es un mecanismo de auto limitación y autorregulación del mismo Poder Ejecutivo, y por consiguiente de los otros poderes constituidos, que a su vez democratiza los procesos políticos y gubernamentales.14 En el Plan Nacional de Desarrollo para el periodo 2001-2006, ha incorporado en su apartado de “Gobierno Federal 2001-2006”. “Las Políticas Del Poder Ejecutivo Federal”, cuyo tema refiere a las políticas públicas, considerando que un buen gobierno es aquel que opera a partir de políticas públicas sólidas y esto implica la capacidad de renovar sus alcances, sentido y contenido en razón de varios contextos, como bien pueden darse por los cambios en las necesidades de la población y en las prioridades expresadas por ésta, por la evolución del entorno y de las circunstancias particulares que rodean a los fenómenos o situaciones específicas objeto de las políticas públicas, por los ajustes decretados por las instancias de decisión legítima establecidas en la Constitución y en las leyes, como son el cuerpo electoral, los mecanismos de democracia directa, los poderes y los órganos constitucionales autónomos. En definitiva el gobierno está obligado a asegurar el logro de objetivos sociales por medio del acuerdo del contenido de las políticas públicas.15 14 Madrid Hurtado, Miguel de la, Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Comentada y concordada. (Coordinador Miguel Carbonell), Editorial Porrúa-UNAM-Instituto de Investigaciones Jurídicas, México, 17. ed., 2003, tomo I, p. 403. 15 Cfr. htpp://pnd.presidencia.gob.mx. Plan Nacional de Desarrollo para el periodo 2001-2006. UNIVERSIDAD LA SALLE 147 BERNARDINO ESPARZA MARTÍNEZ En este mismo contexto del Plan Nacional en el apartado de “Gobierno Federal 2001-2006”. “Los Principios que sustenta el Poder Ejecutivo Federal”, bajo el tema “Normas básicas de acción gubernamental; Apego a la legalidad”, menciona que el gobierno deberá facilitar el acceso expedito y práctico de las individuos a las vías administrativas y judiciales de que formalmente disponen para cuestionar actos de las autoridades de las dependencias de la administración pública federal. Asimismo, establece que la consolidación del Estado de Derecho traerá beneficios evidentes al Estado, a la sociedad y a los individuos que la componen, predominando el pleno goce de los derechos humanos, la certidumbre, el fortalecimiento de las instituciones y el respeto y confianza de los ciudadanos en las autoridades.16 En el texto del Plan Nacional de Desarrollo, no se determina qué poder público interviene en la elaboración de las políticas públicas electorales. No obstante, el Plan Nacional es el instrumento esencial del Poder Ejecutivo para confinar sus políticas públicas y prioridades, siendo fundamental que en él contribuyan el Poder Judicial y el Instituto Federal Electoral. Para llevar a acabo el sustento concurrido de las políticas públicas entre las instituciones electorales es necesario establecer como propuesta a incluir en el Plan Nacional de Desarrollo dos tipos de sistemas, el de indicadores y estándares, los cuales serían los mecanismos que dieran paso a la información sobre los resultados de las acciones de las instituciones electorales, con el interés de establecer un factor de medida para las nuevas formas de administración y toma de decisiones. Los indicadores tendrían en cuenta la forma de cómo se aplica y cómo pueden resultar más eficazmente los procedimientos públicos, la seguridad y acceso de la comunidad a la justicia, participación efectiva de los votantes, sensibilidad, respeto y cortesía de los funcionarios electorales, entre otros. Los indicadores contribuirían 16 148 Loc. cit. FACULTAD DE DERECHO REFORMA POLÍTICO ELECTORAL PARA EL FORTALECIMIENTO DE LA POLÍTICA... a cumplir eficientemente con el acceso al derecho que le asiste a quien lo solicita. Del mismo modo, el cumplimiento oportuno de todos los medios procesales e inclusive la igualdad, imparcialidad y congruencia de los procesos judiciales y administrativos en los que se encuentre involucrados el individuo, y sobre todo, también la independencia y responsabilidad de los órganos implicados en la materia electoral. Por su parte los estándares son aquéllos que a través de un programa de planeación, estarán encargados del cumplimiento de los objetivos, cuyo objetivo es el de facilitar e identificar con claridad el problema, corregirle y tomar otras medidas de eficacia en función de cumplir de forma puntual con los planes. En consecuencia, para llevar a cabo la implementación de nuevas facultades a través de las instituciones electorales se requiere de la instrumentación de un sistema eficaz de planeación en la toma de medidas políticas públicas electorales, que contribuyan a un mejor resultado de la función electoral. Es muy probable que por la misma función judicial que efectúa el Poder Judicial en la materia electoral, y sobre todo, porque es la última instancia en la resolución de los conflictos, reste una cierta importancia de representación en mi propuesta al Instituto Federal Electoral en el sistema político. Por ende, es menester destacar, que la eficiencia de la justicia es fundamental para el propio crecimiento de los poderes judiciales. Para el caso mexicano es fundamental tomar en cuenta las políticas que deberán sustentar este crecimiento en la eficiencia de la justicia. El crecimiento de los poderes judiciales en los últimos años está ligado a un paulatino aumento de los litigios en nuestro país. Así es como lo mencionan Hugo Concha y José Antonio Caballero en un estudio que realizan respecto al diagnóstico de la administración de justicia en las entidades federativas. En él sustentan que los poderes judiciales no pueden crecer sin ninguna planeación. En este sentido, es nece- UNIVERSIDAD LA SALLE 149 BERNARDINO ESPARZA MARTÍNEZ sario establecer políticas que orienten el crecimiento de las instituciones judiciales.17 Las reformas políticas electorales de 1996 han fortalecido el Estado de Derecho, han contribuido a fortalecer el derecho electoral. Con el decreto de reformas constitucionales publicado en el Diario Oficial de la Federación el 22 de agosto de 1996 se establece por completo el reconocimiento de la administración de justicia electoral, cuyo objeto es que todas las leyes, actos y resoluciones en materia electoral se sometan a la Constitución Política del Estado. La reforma en materia electoral, aún no ha concluido con su etapa de constitución, en el quehacer político de la Reforma del Estado, se propone la modernización del sistema electoral. Como ejemplo, en este sentido están las reformas constitucionales a los artículos 41, 71, 72 y 73 para incorporar al texto constitucional las figuras de iniciativa ciudadana y referéndum. Además, durante el segundo periodo del sexenio 2000-2006, el Poder Ejecutivo y Legislativo dieron a conocer varias iniciativas de ley en materia electoral, entre las cuales se encuentran, reglamentar campañas, reducción de financiamiento a los partidos políticos y campañas, compactar calendarios electorales, abstención de las autoridades de hacer publicidad y propaganda, materia de gestión y obra en un periodo considerable antes del día de los comicios (por ejemplo, el ejecutivo propone que sea 30 días antes del día de la jornada electoral), reglamentación de las precampañas, propaganda impresa de las campañas con material reciclable, reducción de días en las campañas, entre otras. Esto implica una constante evolución el derecho y sistema político sujeto a una exigencia de modernización política. En el actual Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, se establece una promoción entre la población de la observancia de la ley, para mejorar la calidad y el acceso a la administración de justicia 17 Cfr. Concha Cantú, Hugo Alejandro y José Antonio Caballero Juárez, Diagnóstico sobre la administración de justicia en las entidades federativas. Un estudio institucional sobre la justicia local en México, Nacional Center for State Courts, Instituto de Investigaciones Jurídicas, UNAM, México, 2001, p. 317. 150 FACULTAD DE DERECHO REFORMA POLÍTICO ELECTORAL PARA EL FORTALECIMIENTO DE LA POLÍTICA... a través de una cultura de la legalidad tanto en ciudadanos como en autoridades. Con ello, se pretende conseguir la plenitud del Estado de Derecho en la sociedad, a su vez y fortalecer los beneficios en el pleno goce de los derechos humanos, la certidumbre, a las instituciones y el respeto y confianza de los ciudadanos en las autoridades. Entonces, para fomentar las políticas públicas electorales, es necesario adjudicar su inclusión en los siguientes escenarios: podrían ser incluidas en la Reforma del Estado; o por conducto de iniciativas no incluidas en ella, que pueden presentarse en la LXIX legislatura; o bien en el caso de que no sea factible su inclusión, bajo estos escenarios, entonces se deberían circunscribir directamente por parte del ejecutivo, un rubro denominado “políticas públicas electorales” en el Plan Nacional de Desarrollo para el periodo 2006-2012. No obstante, primero es fundamental la reforma constitucional al artículo 26 para que el Poder Judicial y el Instituto Federal Electoral tengan la autoridad de participar como gobierno en el Plan Nacional de Desarrollo mediante la enunciación de propuestas de planeación de políticas públicas electorales, que bien pueden ser conferidas en ámbito judicial a la Suprema Corte, integrándose a ellas las demás propuestas elaboradas por los otros órganos jurisdiccionales del Poder Judicial. Por su parte las políticas públicas electorales, en el ámbito administrativo estarían a cargo de los órganos que se congregan en torno al Instituto Federal Electoral para que éste las transfiera al ejecutivo. Y, finalmente sean en su conjunto entregadas a la Administración Pública Federal en turno, quien estará encargada de elaborar el Plan Nacional de Desarrollo. Corolario Definitivamente, para proceder a la estructura de la planeación de las políticas públicas electorales en el Plan Nacional de Desarrollo, se requiere de reformar el párrafo último del artículo 26 de la Constitución Política y el artículo 5 de la Ley de Planeación, para que UNIVERSIDAD LA SALLE 151 BERNARDINO ESPARZA MARTÍNEZ sean otorgadas las atribuciones constitucionales y legales al Poder Judicial de la Federación e Instituto Federal Electoral a fin de que intervengan en la instrumentación de propuestas de políticas públicas electorales. Cabe destacar, en este sentido también a la Procuraduría General de la República a través de su Fiscalía de Delitos Electorales. La política pública es un programa de acción gubernamental orientado a la sociedad. La definición de la naturaleza y límites de aplicación de la política pública no pueden quedar reducidos a un solo sector de la sociedad ni tampoco deben planearlas exclusivamente la Administración Pública Federal, debido a que no son actos concretos o aislados, pues la política pública tiene que dirigirse a la situación social de los administrados. Los demás poderes públicos tienen que intervenir en la instrumentación de las políticas públicas, porque conocen la administración de sus atribuciones de forma tal, que identifican cuáles son las deficiencias que deterioran la eficacia institucional. Bibliografía Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, Tribunal Electoral del Poder judicial de la Federación, México, 1997. Instructivo de Medios de Impugnación Jurisdiccionales, Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, México, 1997. Compila VII. Legislación Federal y del Distrito Federal, “Cámara de Origen: Diputados. 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RAFAEL SANTOYO VELASCO Introducción Seguramente no serán pocos los lectores que se sorprendan con el título de este estudio o que piensen que se hará referencia únicamente a los artículos finales de la Ley Federal del Trabajo, particularmente 1004, 1005 y 1006, que contienen penas de multa y de prisión a quienes incurran en determinadas conductas contrarias a las disposiciones relativas al pago del salario mínimo, a la correcta defensa de los trabajadores en juicio, o a la honesta presentación de documentos o testigos. Así, cabría plantear algunos cuestionamientos: ¿Es válido hablar de delitos laborales? De ser así, ¿están solamente en la legislación del trabajo y, en consecuencia, se trata de delitos especiales? ¿Puede encontrarse en los códigos penales alguna disposición que permita considerar la existencia de algún delito que se pueda considerar como laboral? ¿Los delitos laborales serían considerados delitos federales? ¿Podrían considerarse como un obstáculo en el proceso de flexibilización laboral y, en esa medida, como contrarios a la denominada nueva cultura laboral? * Directora General de Inspección Interna de la Procuraduría General de la República. UNIVERSIDAD LA SALLE 157 NICANDRA CASTRO ESCARPULLI / RAFAEL SANTOYO VELASCO Para tratar de responder adecuadamente las anteriores preguntas, se estima conveniente analizar los posibles puntos de contacto que puedan darse entre el Derecho penal y el Derecho del trabajo. En este sentido, cabe mencionar que el concepto del trabajo es tomado en consideración de diversas formas por la legislación penal. Una primera connotación es la del trabajo como pena. El artículo 5 de la Constitución General de la República establece que nadie puede ser obligado a prestar trabajos personales sin su pleno consentimiento y la justa retribución, salvo el caso del trabajo impuesto como pena el que, en todo caso, debe realizarse con una jornada máxima, de ocho horas si es diurna y de siete si es nocturna. Una figura aberrante en la historia de la humanidad es la de los trabajos forzados: evoquemos la imagen de un grupo de condenados por la comisión de delitos picando piedra, girando una rueda sin más propósito que el castigo, o remando en las galeras de una embarcación con un trato de esclavos. Modernamente esta pena se ha canalizado de otra manera y en los códigos penales se encuentra el trabajo a favor de la comunidad. Esta pena consiste en la prestación de servicios no remunerados en instituciones públicas de educación, asistencia o servicio social, o de instituciones privadas asistenciales, no lucrativas, preferentemente en la comunidad del sentenciado. Por su parte, el nuevo Código Penal para el Distrito Federal incluye como novedad el trabajo en beneficio de la víctima, encontrando que las nuevas tendencias en materia de política criminal, contemplan las penas sustitutivas como la solución a los conflictos penales, por lo que las penas de los delitos laborales deberán seguir esta misma tendencia. También se plantea en diversos códigos penales la posibilidad de sustituir días de prisión por jornadas de trabajo, bajo las reglas y en las circunstancias que en cada caso concreto se consideran. 158 FACULTAD DE DERECHO INTRODUCCIÓN A LOS DELITOS LABORALES EN MÉXICO Lo interesante es percibir cómo el trabajo constituye un punto de apoyo determinante en la aplicación de sanciones penales, de manera directa o en sustitución de la pena de prisión. El artículo 18 de la Constitución Federal contempla la readaptación social del delincuente sobre la base del trabajo y la capacitación para el propio trabajo. Es decir, ahora el trabajo ya no se maneja como castigo, sino como medio para reincorporar, de manera adecuada a la comunidad, a quien delinquió. Otra manera como se enfoca el trabajo en las disposiciones normativas penales la encontramos en el caso de los servidores públicos, cuando se prevé como sanción por determinadas conductas violatorias de la legislación, la destitución o la inhabilitación. Al contrario de las penas a que ya se hizo referencia anteriormente en que el trabajo resulta obligatorio, en este supuesto se castiga con la privación del trabajo y la imposibilidad de seguir desarrollándolo: se trata del no trabajo como pena. También existe punto de conexión entre el Derecho penal y el Derecho del trabajo en el caso de la reparación del daño. El Código Penal para el Distrito Federal señala que dicha reparación comprende entre otras cuestiones el pago de los salarios o percepciones correspondientes, cuando por lesiones se cause incapacidad para trabajar en oficio arte o profesión (Art. 42 Fr. V). El código citado incluye entre los obligados a reparar el daño a los dueños, empresas o encargados de negociaciones o establecimientos mercantiles de cualquier especie, por los delitos que cometan sus obreros, jornaleros, empleados, domésticos y artesanos, con motivo y en desempeño de sus servicios (Art. 46 Fr. II). Finalmente, conforme al artículo 47 el monto de la reparación del daño no podrá ser menor del que resulte de aplicar las disposiciones relativas de la Ley Federal del Trabajo, cuando se trate de delitos que afecten la vida o la integridad corporal. En cuanto a la vinculación entre el Derecho penal y los trabajadores, es interesante verificar cómo históricamente cuando los UNIVERSIDAD LA SALLE 159 NICANDRA CASTRO ESCARPULLI / RAFAEL SANTOYO VELASCO códigos penales tomaron en cuenta en su regulación a los trabajadores como tales, lo hicieron colocándolos como sujetos activos de los delitos de asociación y de huelga, que originalmente estuvieron prohibidos. Así, en sus orígenes, el Derecho del trabajo, para surgir en plenitud, tuvo que franquear el severo y rígido obstáculo de las normas penales. Cuando las referidas instituciones laborales fueron motivo de prohibición, el poder público se apoyó en la legislación penal. Un largo camino tuvo que recorrer el movimiento obrero para lograr el reconocimiento como derechos el de formar sindicatos y la huelga. Como consecuencia, la supresión de las figuras delictivas que sancionaban a los trabajadores con este motivo para pasar, tardíamente, a ser considerados en algunos casos como objeto de protección de las normas penales. Desde otro punto de vista, se pueden encontrar cuestiones adicionales en que se vinculan la Ley Federal del Trabajo y la legislación penal en asuntos específicos. Así, una de las instituciones fundamentales del Derecho del trabajo, como es la huelga, cuando se califica de ilícita puede implicar el ejercicio indebido del propio derecho. De igual manera, como la notificación del emplazamiento tiene como efecto constituir al patrón como depositario de los bienes de la empresa o establecimiento y si el depositario incumple con su deber de cuidado, incurre en un acto equiparado al abuso de confianza. Otros puntos de conexión se encuentran: en el arraigo laboral o los medios de apremio y la desobediencia a un mandato de autoridad; en la desaparición de expedientes y el robo calificado; en los casos de aplicación de correcciones disciplinarias y la vista que se prevé que se dé al Ministerio Público si se considera que dichos actos pudieran implicar la comisión de un delito; en las prohibiciones y faltas especiales del personal jurídico de las juntas y los delitos contra la administración de justicia; y la posibilidad de que el trabajador reclame en juicio prestaciones que no le corresponden, que resulten excesivas y que el patrón acredite en juicio que otorgaba prestaciones menores o distintas a las pretendidas por el trabajador, resulte absuelto y se configure una tentativa de fraude. 160 FACULTAD DE DERECHO INTRODUCCIÓN A LOS DELITOS LABORALES EN MÉXICO De manera adicional se pueden citar algunos delitos genéricos que involucran a uno de los sujetos de la relación laboral, pero no cabe calificarlos como delitos laborales. Es el caso de los delitos cometidos por servidores públicos que, no obstante ser trabajadores, tienen una situación jurídica específica regulada a partir del artículo 108 de la Constitución General de la República y los títulos Décimo y Undécimo del Código Penal Federal. Entre estos delitos se encuentran el tráfico de influencia, el cohecho, el peculado o el enriquecimiento ilícito. Un denominador común es que se trata de conductas ilícitas realizadas con motivo del desempeño de un empleo, cargo o comisión en el servicio público. Otro caso es el de los delitos cometidos contra la administración de justicia que pueden darse en el ámbito laboral, pero no por ello pueden considerarse como delitos laborales. En el mismo sentido podemos referir los delitos de abogados, patronos y litigantes y los delitos de falsedad en declaraciones judiciales y en informes dados a una autoridad, así como el de falsificación de documentos. Con lo anteriormente expuesto se han sustentado dos premisas fundamentales: hay una relación estrecha entre las normas laborales y las penales que hasta la fecha había pasado desapercibida; pueden producirse regulaciones simultáneas de carácter penal y laboral a una misma conducta y hay delitos que no obstante incluir en su regulación a uno de los sujetos de una relación de trabajo, no son delitos laborales. En este sentido, se retoma el planteamiento inicial: ¿Es jurídicamente correcto plantear la existencia de delitos laborales? La clave está en determinar con la mayor precisión posible cuál debe ser el bien jurídico que proteja la norma penal para que pueda hablarse de delitos laborales. A priori se puede aventurar un concepto: Delito laboral es el acto u omisión vinculado con la relación de trabajo, que se sanciona penalmente por un ordenamiento legal. UNIVERSIDAD LA SALLE 161 NICANDRA CASTRO ESCARPULLI / RAFAEL SANTOYO VELASCO Los Delitos Laborales Se dijo que el bien jurídico protegido es fundamental para determinar la naturaleza laboral de un delito. En este sentido debe decirse que se puede entender como bien jurídico protegido la tutela de valores o bienes que el Estado, en un tiempo y momento determinados, considera trascendente proteger para una mejor convivencia social, señalando que en muchos de los supuestos al garantizar el bien individual, lo hace al bien social. Claus Roxin1 habla de una protección subsidiaria del Derecho penal a los bienes jurídicos y parte de que, con la limitación del Derecho penal a la protección de bienes jurídicos, se define uno de los dos presupuestos de los que depende el ejercicio del poder punitivo del Estado, conforme a las ideas actuales: Para castigar una conducta socialmente dañosa, se ha de exigir, además, el que no existan otros medios menos gravosos para hacerle frente... ya que la razón radica en que el castigo penal pone en peligro la existencia social del afectado, se le sitúa al margen de la sociedad y, con ello, se produce también un daño social...El Derecho penal sirve subsidiariamente a la protección de los bienes jurídicos y su existencia se justifica exclusivamente cuando la convivencia pacífica de los ciudadanos puede garantizarse tan sólo con el recurso a culminar con una pena la conducta socialmente dañosa. Así, como mencionan los autores españoles Antonio Baylós y Juan Terradillos2 los bienes que desde el punto de vista laboral protege la legislación penal, por lo menos en el derecho español, son: a) Vida y salud en el puesto de trabajo; b) Intereses económicos derivados de la prestación laboral, particularmente el salario y la estabilidad en el empleo; 1 Roxin, Claus. Derecho Penal, Parte General, tomo I, Editorial Civitas, pp. 22 y ss. Baylós, Antonio y Terradillos, Juan, Derecho Penal del Trabajo, Editorial Trotta, S.A., Madrid, España, 1997, 2ª ed., pp. 48 y 49. 2 162 FACULTAD DE DERECHO INTRODUCCIÓN A LOS DELITOS LABORALES EN MÉXICO c) Beneficios y prestaciones de la seguridad social; d) Libertad e independencia en el ejercicio de la libertad sindical en el seno de la empresa; e) La ordenación del mercado y movilidad laboral, concretados, por ejemplo, en los sistemas de colocación, migraciones, etcétera. En este orden de ideas se destaca la posibilidad de encontrar entre las figuras delictivas previstas en los códigos penales, por el bien jurídico tutelado, algunas que pueden ser consideradas como delitos laborales, con independencia de los que ya contiene la Ley Federal del Trabajo y que mencionamos al inicio de este artículo. Sin embargo, se encuentran inmersas en diversos delitos y por ello pasan desapercibidos. Así, dentro del fraude genérico encontramos uno específico que consiste en que una persona, valiéndose de la ignorancia o de las malas condiciones económicas de un trabajador a su servicio, le pague cantidades inferiores a las que legalmente le corresponden por las labores que ejecuta, o le haga otorgar recibos o comprobantes de pago de cualquier clase que amparen sumas de dinero superior a las que efectivamente entrega. En este caso el bien jurídico protegido es el debido pago del salario que legalmente le corresponda al trabajador por las labores que ejecuta. También dentro del fraude encontramos una figura que se le equipara y que deriva del valerse del cargo que se ocupe en el gobierno, en una empresa descentralizada o de participación estatal, o en cualquier agrupación de carácter sindical, o de sus relaciones con los funcionarios o dirigentes de dichos organismos, para obtener dinero, valores, dádivas, obsequios o cualquier otro beneficio a cambio de prometer o proporcionar un trabajo, un ascenso o aumento de salario en tales organismos. El bien jurídico protegido sería la honestidad y seguridad jurídica en las relaciones de trabajo. UNIVERSIDAD LA SALLE 163 NICANDRA CASTRO ESCARPULLI / RAFAEL SANTOYO VELASCO Para continuar con la revisión encontramos dentro del robo genérico tres figuras específicas que igualmente toman en cuenta una relación de trabajo: El robo de dueño, el robo de dependiente o doméstico y el robo de obrero o artesano. El primero, que se produce cuando el robo lo cometa el dueño o alguno de su familia en la casa del primero, contra sus dependientes o domésticos; el bien jurídico protegido sería la honradez debida para quien se encuentra al amparo de su casa. El segundo, se da cuando el robo lo cometa un dependiente o doméstico contra su patrón o alguno de la familia de éste, en cualquier parte que lo cometa; se protege en este caso la fidelidad laboral sobre los bienes propiedad del patrón o alguno de su familia. Sería el mismo bien jurídicamente protegido cuando el robo se comete por los obreros o artesanos, en la casa o taller en que habitualmente trabajen o en la habitación, oficina, bodega u otro lugar al que tengan libre entrada por el carácter indicado. Con lo anterior, puede verse que sí es posible hablar de delitos laborales y que no sólo se ubican en la legislación laboral o incluso en la de la seguridad social como delitos especiales, sino que también se pueden encontrar dispersos en muy diversas figuras delictivas de los códigos penales. Con este propósito se requiere hacer una revisión cuidadosa y realizar un análisis dogmático de los delitos de que se trata. Metodológicamente se ha considerado procedente aplicar los elementos que establecía el artículo 168 del Código Federal de Procedimientos Penales, vigente hasta el año de 1994. A manera de ejemplo se abordará el estudio de las lesiones cometidas al trabajador con motivo de su trabajo: DEFINICIÓN. Bajo el nombre de lesión se comprende no solamente las heridas escoriaciones, contusiones, fracturas, dislocaciones, quemaduras, sino toda alteración en la salud y cualquier otro daño que deje huella material en el cuerpo humano, si esos efectos son producidos por una causa externa. 164 FACULTAD DE DERECHO INTRODUCCIÓN A LOS DELITOS LABORALES EN MÉXICO BIEN JURÍDICO PROTEGIDO: La seguridad en la integridad física e higiene en el trabajo. ELEMENTOS DEL TIPO PENAL Elementos descriptivos: a) Conducta Las lesiones pueden ser producidas indistintamente por una conducta de acción como con una de omisión. En materia laboral, la acción dolosa se puede producir como derivada de la responsabilidad laboral, o en conflictos laborales. En el delito de lesiones provocado por un accidente de trabajo, los elementos descriptivos son los siguientes: a) Que el trabajador sufra una lesión; b) Que le ocasione en forma directa una perturbación permanente o temporal; c) Que dicha lesión se ocasione durante, o en ejercicio, o con motivo del trabajo (artículo 474 de la Ley Federal del Trabajo). Sin embargo, la conducta de omisión dolosa o imprudencia, que produce lesiones, conocida como siniestralidad laboral, mediante la violación de normas que establecen las medidas de seguridad y salud en el ámbito laboral, resultan de gran importancia en los delitos laborales. b) Afectación del bien jurídico El bien jurídico protegido que es la vida y salud de los trabajadores, cuyo objeto de protección gira en torno a la seguridad en el trabajo, se ve afectado cuando las lesiones al trabajador ocurren en un centro de trabajo y como consecuencia de sus funciones laborales, por aumentarse los niveles de riesgo permitido por la norma protectora de su actividad. UNIVERSIDAD LA SALLE 165 NICANDRA CASTRO ESCARPULLI / RAFAEL SANTOYO VELASCO c) Forma de intervención del sujeto activo El sujeto activo puede producir el resultado de acuerdo a los supuestos que marcan las fracciones I a VIII del artículo 13 del Código Penal Federal, debiendo de tomarse en cuenta de manera especial la condición de garante de la seguridad de la empresa que tiene el patrón, así como su forma de intervención en el hecho ilícito. El patrón está obligado a proporcionar los medios necesarios para que el trabajador desempeñe adecuadamente sus actividades laborales, así como las medidas de seguridad necesarias. d) El sujeto pasivo Requiere la calidad específica de empleado o trabajador. e) El sujeto activo Requiere la calidad específica de patrón, responsable de la relación laboral, o de la actividad que se está desarrollando, o sea, tener la calidad de garante que la ley establezca en el caso concreto. f) Resultado material y su atribuibilidad a la conducta La alteración de la salud que se produce como resultado de la actividad laboral y que le es atribuible al patrón de manera dolosa o culposa, o derivada de su calidad de garante. g) Objeto material La integridad física y salud del trabajador. 166 FACULTAD DE DERECHO INTRODUCCIÓN A LOS DELITOS LABORALES EN MÉXICO h) Medios utilizados El tipo penal no requiere medios específicos, así que se producen con cualquier medio idóneo para causar alteración a la salud. i) Circunstancias de lugar, tiempo, modo y ocasión El lugar es el centro de trabajo en sentido amplio; el tiempo, durante la jornada de trabajo, ya sea ordinaria o extraordinaria; modo y ocasión, derivado de una relación de trabajo y de acuerdo a lo convenido, en su caso, para los efectos de medidas de seguridad. j) Referencias modificativas Se prevén referencias modificativas agravantes y atenuantes. Elementos normativos Este tipo penal, en su descripción, utiliza diversos elementos normativos de corte médico como son las heridas, escoriaciones, contusiones, fracturas, dislocaciones, quemaduras, cuyo significado es el siguiente: ¾ Heridas: Ruptura en la piel producida por un golpe o corte ¾ Escoriaciones: Destrucción de epidermis dejando al descubierto la dermis; puede observarse de color rojizo y cubierta de líquido hemático (reciente) o puede observarse costra hemática sobre ella (no reciente o extemporánea). ¾ Contusiones: Lesiones que se producen por golpe, sin que haya herida exterior. ¾ Fracturas: Rompimiento de un hueso. UNIVERSIDAD LA SALLE 167 NICANDRA CASTRO ESCARPULLI / RAFAEL SANTOYO VELASCO ¾ Dislocaciones: Desencajar un hueso o miembro del cuerpo. ¾ Quemaduras: Herida, señal o destrozo producido por el fuego o por algo caliente que quema. Elementos subjetivos Al tratarse de delitos dolosos o culposos, el análisis del elemento subjetivo dependerá del evento mismo y las circunstancias de la conducta y de la calidad de garante. TENTATIVA El tipo penal la admite. RESPONSABILIDAD PENAL Al análisis de la responsabilidad, es necesario establecer si por el tipo de lesión éste se persigue por querella o de oficio y si, en su caso, se encuentra satisfecho el requisito de procedibilidad; también es procedente establecer las posibles causas de exclusión del delito, como es ausencia de voluntad, estado de necesidad, error y caso fortuito, así como las posibles excusas absolutorias, de no existir ésta, se procede al análisis del juicio de reproche y la calidad de garante. PUNIBILIDAD Varía de acuerdo a la intensidad de la lesión y a las condiciones modificativas por agravantes o atenuantes, incluso la excusa absolutoria que deja sin efectos la pena, por lo que para cada caso concreto procede diferente pena. 168 FACULTAD DE DERECHO INTRODUCCIÓN A LOS DELITOS LABORALES EN MÉXICO El ejercicio anterior puede aplicarse para cada delito y de esta manera poder encontrar los que verdaderamente pueden ser calificados como delitos laborales. Además de los que ya referimos inmersos en el robo y el fraude, así como el de lesiones antes analizado, se pueden agregar el homicidio cometido al trabajador con motivo de su trabajo, un supuesto específico de corrupción de menores, la revelación de secretos, el hostigamiento sexual, un caso concreto de privación ilegal de la libertad y de otras garantías, la calumnia laboral y, como propuesta, el tráfico ilegal de mano de obra. Desde luego, hay que agregar los que se contienen en la Ley Federal del Trabajo y el delito de defraudación a los regímenes del seguro social, previsto en la Ley del Seguro Social. Con lo expuesto se da respuesta a las dos primeras preguntas planteadas: Es válido hablar de delitos laborales y no sólo se encuentran en la legislación del trabajo. En este sentido, se recomendaría hacer los estudios necesarios para que se considere la reforma a los códigos penales para incluir un capítulo específico que se ocupe de los delitos laborales y se reubiquen las correspondientes disposiciones. Es importante destacar que en ningún momento se ha sugerido incorporar nuevos tipos delictivos a la legislación penal, todos los mencionados ya existen y sólo se propone su reubicación para una aplicación mas precisa y adecuada acorde con el bien jurídico que se protege. Ahora bien, en cuanto a la naturaleza federal o local de estos delitos, toda vez que lo que está en su esencia es la existencia de una relación de trabajo, la respuesta la proporciona la fracción XXXI del artículo 123 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que establece que la aplicación de las leyes del trabajo corresponde a las autoridades de los Estados en sus respectivas jurisdicciones, salvo los casos de excepción que el propio precepto establece, lo que es plenamente congruente con lo que dispone el artículo 124 de la misma Constitución, en el sentido de que las facultades que no están expresamente concedidas por ésta a los funcionarios federales se entienden reservadas a los Estados. Por esta razón el tipo de relación de trabajo, conforme a la legislación laboUNIVERSIDAD LA SALLE 169 NICANDRA CASTRO ESCARPULLI / RAFAEL SANTOYO VELASCO ral, habrá de determinar si el delito respectivo es local o federal: no es lo mismo el robo de dependiente que comete un empleado de una tienda de ropa, que el que realiza un trabajador de Petróleos Mexicanos. Pueden darse dos objeciones al planteamiento de hablar de delitos laborales. Una, que se pudiera considerar un elemento perturbador de la buena marcha de las relaciones laborales, que propiciara un desaliento a la inversión en fuentes de empleo. Dos, que no es adecuado pretender resolver los problemas laborales a través del Derecho penal. Respecto del primer punto, se reitera que no se propone incorporar alguna figura que no exista, sino dar claridad y certidumbre jurídica en materia penal a los protagonistas de la relación laboral. Lejos de contravenir los principios de la llamada nueva cultura laboral, los consolida. Lo que debe preocupar, con justificada razón, a los inversionistas, nacionales y extranjeros, son otro tipo de cuestiones: trámites administrativos engorrosos, complicados y lentos; actitudes deshonestas de autoridades administrativas, jurisdiccionales o de dirigentes sindicales; inseguridad; reglas fiscales poco claras, etcétera. En cuanto a la segunda cuestión, se ha planteado actualmente la necesidad de considerar al Derecho penal como un derecho mínimo, que sólo ha de ser aplicado cuando han fallado los demás principios normativos. En el caso del Derecho penal del trabajo este principio de intervención mínima debe cobrar relevancia especial. La regulación de las relaciones de trabajo y la protección de los trabajadores corresponde a la Ley Federal del Trabajo y a la legislación sobre seguridad social; la verificación de su cumplimiento a las autoridades en esta materia. No obstante, hay un núcleo esencial de derechos mínimos, incluso consagrados constitucionalmente, que merecen la mayor protección y tutela por parte del Estado y por ello deben ser entendidos como bienes jurídicamente tutelados desde el punto de vista penal. 170 FACULTAD DE DERECHO INTRODUCCIÓN A LOS DELITOS LABORALES EN MÉXICO Derivado de lo anterior, es entendible que pueda haber concurrencia de sanciones en el caso de incumplimiento o violación a las disposiciones laborales, por una parte, las que se aplican desde el punto de vista administrativo y, por la otra, las que por su trascendencia y gravedad se sancionan desde el punto de vista penal. Un ejemplo ilustrativo se encuentra en el Título Doce de la Ley Federal del Trabajo, que se refiere al personal jurídico de las Juntas de Conciliación y Arbitraje y establece que el incumplimiento de las obligaciones de este personal podrá ser sancionado con amonestación, con suspensión del cargo hasta por 3 meses y con destitución, sin perjuicio de la responsabilidad penal que proceda. Sin embargo, debe darse una gran congruencia entre las disposiciones administrativas del trabajo y las normas penales laborales. De aquí la importancia de tener perfectamente definidos los bienes jurídicos tutelados en los delitos laborales y de concentrarlos en un título específico, cuyas disposiciones sigan lineamientos comunes desde el punto de vista laboral, para resguardar debidamente el núcleo de los intereses esenciales del trabajo. No se trataría, por otra parte, de pretender conducir hacia la prisión a un número importante de patrones incumplidos o de trabajadores deshonestos; esto debe ser motivo de una consideración razonada y al mismo tiempo de un enfoque que busque más el equilibrio en las relaciones de trabajo, que una amenaza constante en el ámbito laboral. En este sentido, para los delitos laborales, en su gran mayoría, cabría proponer penas alternativas a la prisión. Los casos de excepción serían los delitos contra la integridad física de los trabajadores, la venta de plazas, la defraudación a los regímenes del Seguro Social y el tráfico ilegal de mano de obra. También pudiera pensarse en instituir un Fondo para el Fomento del Empleo, que se integraría con los excedentes de las sanciones económicas impuestas, que resulten al haberse cubierto la reparación del daño a las víctimas de los delitos laborales. Desde luego, esta propuesta, como algunas otras que quedaron planteaUNIVERSIDAD LA SALLE 171 NICANDRA CASTRO ESCARPULLI / RAFAEL SANTOYO VELASCO das, requiere un estudio riguroso y la participación de especialistas en la materia. Ciertamente, los delitos laborales es un tema poco explorado en nuestro país. Esperamos que el análisis que aquí se presenta sea una invitación para el debate y, sobre todo, para despertar el interés de penalistas y laboralistas y que se produzcan opiniones, comentarios y aportaciones que afinen y enriquezcan esta propuesta. 172 FACULTAD DE DERECHO KAFKA: EL DERECHO COMO AMENAZA GERMÁN MARTÍNEZ CÁZARES* “Voy a despedazarte como a un pez”, fue una de las muchas amenazas inflingidas al pequeño Franz Kafka por su padre. Del temor ocasionado por ese y otros tormentos, de su lucha contra ellos convertida en proyección psicológica, surgió su brillante literatura. Volcó vida y soledad a las letras y dentro de ellas, Franz Kafka, doctor en Derecho, arrojó —quizá sin quererlo— un concepto de la ley. Precisamente por ese sentimiento de desamparo, fragilidad y postración frente al amago del futuro o del poderoso, resulta interesante hurgar la idea kafkiana del Derecho, sin pretender llegar a conclusiones. Es fácil y ocioso averiguar la utilidad de las normas legales entre los panegiristas del Derecho. Los aterciopelados escenarios nublan la vista y terminan dictando partituras de loas a las leyes, sin importar que éstas entreguen al cadalso a sus ciudadanos. Un ojo escéptico, menesteroso y enfermo como el de Franz Kafka, sin empeñarse en crear todo un sistema ontológico o un análisis racional sistemático de las normas, puede ser útil para guiarnos, con sus emociones y sentimientos, en el camino de una crítica al Derecho. De la dominación y el “aplastamiento” que Kafka siempre sintió de su padre déspota surgió, para decirlo con Sören Kierkegaard —también hijo de padre dominante— su “pensamiento subjetivo” con el que nutrió toda su obra. Y ese pensamiento subjetivo fortaleció el sentimiento trágico de la existencia en Kafka. En la angustia y en la desesperación de esa patológica relación familiar encontró * El autor es licenciado en Derecho por la Universidad La Salle. Diputado Federal, Coordinador Adjunto del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional. UNIVERSIDAD LA SALLE 173 GERMÁN MARTÍNEZ CÁZARES el “ser para sí”, el aislamiento y la respuesta del “yo” frente al pavor de la vida en familia. Con esa huella en el alma redacta su famosa “Carta al Padre”, donde confiesa vivir en estado de “debilidad, falta de confianza en mí mismo y sentimiento de culpa”. Al mismo tiempo, en esa misiva que nunca leyó su padre niega vocación, oficio o pasión alguna por el Derecho. Acudió a la Facultad de Leyes de la Universidad Carolina de Praga sin “verdadera libertad para elegir oficio”, sin entusiasmo, “eso significaba —sigue Kafka su lamento— que durante los meses anteriores a los exámenes finales aparte de maltratar poderosamente mis nervios, me alimenté espiritualmente de serrín, masticado además previamente por miles de bocas”. A la enorme amenaza de la sombra de su padre que lo hacía sentir “réprobo, condenado, vencido”, opuso el ensimismamiento. Ese aislamiento que condujo a Kierkegaard a construir alrededor de la tiranía de su padre una justificación filosófico-religiosa de encuentro con Dios más allá de la ética, recreada en la actitud del profeta Abraham dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac por obediencia divina. Pero mientras Kierkegaard se eleva para colocar al individuo delante de Dios, Kafka se sumerge en su madriguera. Cree en el espacio personal y en la ausencia de contacto social. La prueba: su cuento La guarida —también traducido como La madriguera—, donde, “duerma dulcemente y en paz”, donde los “sueños reflejen el fin de la ansiedad, la tranquilidad del objeto logrado: la posesión de una casa”. Ese solipsismo de Kafka no podía hacerlo devoto del Derecho. El aprecio a la ley viene también del ambiente que ésta crea. Y la “circunstancia” —para usar la expresión de Ortega y Gasset— en que vivió Kafka, fue una Praga en la que convivían precariamente checos, judíos y alemanes. La crisis le estalló a Kafka, en el rostro. La situación política entre los checos y alemanes se desbordó por la exaltación de las reivindicaciones nacionalistas. Trabajadores los primeros y burgueses la mayoría de los segundos. La sangre llegó al río Moldava que divide al Casco viejo y su barrio judío con el otro extremo de la capital checa, el del barrio de Malá Strana, donde fue edificado el imponente Castillo de Praga, sede de todos los gobier174 FACULTAD DE DERECHO KAFKA: EL DERECHO COMO AMENAZA nos de la ciudad. En 1918 el filósofo y presidente Tomás Masaryk encabezó la proclamación de la República de Checoslovaquia, con Praga como capital. Kafka vio en esos tensos días una ciudad sin leyes para la reconciliación, con ideas políticas excluyentes y con un pueblo dividido por un status económico abismalmente distinto. El comienzo del siglo para Praga —y para Europa— era como el inicio de El buitre, un cuento en el que el animal carroñero empieza “picando los pies” al protagonista. El Derecho, pues, no sólo no funcionaba como instrumento de cohesión social, de vertebración territorial, sino que era ineficaz como herramienta para impartir justicia. Era sólo maquinaria de sometimiento. La ley atrincheró a la clase acomodada en sus castillos o palacetes; solidificó una burocracia gubernamental, aceitó la industrialización de la guerra y aumentó las grietas humanas. No había contacto entre distintos, elemento esencial para generar una ley eficaz aceptada por todos. Lo único que unía a los moradores de Praga era el legendario y bellísimo Puente Carlos. Sin embargo, a pesar del temor personal por el ambiente de familia que genera el padre y el mal augurio del siglo XX, el joven doctor en Derecho se dedica a su profesión, sin descuidar, claro está, su verdadera pasión: la a literatura. La mayor parte de su vida trabajó en el Instituto de Seguros de Accidentes de Trabajo del Reino de Bohemia. Curiosamente, Kafka busca evitar riesgos y amenazas al obrero. Tenía a su cargo la gestión de las indemnizaciones por accidentes laborales, el estudio de los recursos jurídicos de las empresas por imposición de sanciones y la adopción de medidas para incrementar la seguridad, así como el asesoramiento sobre medidas de prevención. Publicó en prensa medidas de seguridad, laboral y practicó visitas de inspección en fábricas, sin embargo, Kafka llegó a tener una terrible duda moral por su divorcio entre el verdadero cariño por la literatura y el detestable trabajo de funcionario público. Así lo explicaría a sus Diarios: “En la oficina cumplo aparentemente mis deberes, pero no mis deberes interiores, y cada falta a mis deberes interiores se convierte en una desdicha que ya nunca podré sacudirme”. Muchas UNIVERSIDAD LA SALLE 175 GERMÁN MARTÍNEZ CÁZARES veces se planteó otras rutas de vida, el periodismo, Viena, huir a Berlín, etcétera. El temor lo gobernó una vez más, nunca logró cristalizar su salida del Instituto. Se lamentaría con el tiempo y dejaría constancia en los Diarios, “sólo a lo insensato he tenido acceso, la carrera de Derecho y la oficina...”. Un día —escribe en sus Diarios—, un hombre lo aborda en plena calle y le pregunta: “Usted es jurista, ¿no es cierto? ¿Abogado? Por favor, ¿podría darme un consejo? Tengo un asunto para el que necesito un abogado”. Kafka remata: “Por precaución, por suspicacia y por temor a quedar en ridículo, niego ser jurista, aunque le digo que estoy dispuesto a darle un consejo”. En el trabajo de jurista dice, “no hay maravillas, sino sólo instrucciones de uso, formularios, normativas”. A pesar de esa aversión, Kafka fue un buen abogado y, curiosamente, en más de una ocasión intervino de forma subrepticia en contra de los intereses del poderoso Instituto de Seguros, a fin de apoyar a algunos obreros para que pudieran ganar los juicios y cobrar las sumas indemnizatorias. Pero Kafka no mató al Derecho como Nietzsche hizo con Dios. En el texto Sobre la cuestión de las leyes, se plantea la lucha de un pueblo por acceder al Estado de Derecho, y por conocer unas leyes que paradójicamente permanecen en secreto. En cambio, en El fiscal suplente —parte de la compilación Fragmentos de cuadernos y hojas sueltas— el órgano de autoridad es el ausente, es un lamento del “ínfimo” cargo del fiscal suplente, incompetente para “poder acusar de un modo efectivo a toda esa estupidez que tiene a la vista”. En El Fogonero, por su parte, realiza un simulacro de juicio para conocer la identidad del protagonista. Pero es en El Proceso donde el mundo kafkiano se agolpa en un tribunal, según Elías Canetti, por la culpa que Kafka sentía del rompimiento con su novia Felice Bauer. La escena se llena de jueces, abogados y fiscales, siendo él el acusado. Para Kafka, el Derecho es aquí el doloroso, enmarañado y fatal retorno a la soledad no deseada, a la soledad sufrida en la infancia. Donde la ley además de ser sentencia inapelable, representa también dilación del penoso desenlace final. El Derecho es guía al irremediable abandono. Kafka relata esa humillación, ya no paternal, sino del Estado que se apoya en un orden 176 FACULTAD DE DERECHO KAFKA: EL DERECHO COMO AMENAZA social incontrovertible, absurdo y arbitrario. Para todos el Derecho es irrefutable, excepto para el acusado Josef K., precisamente porque sólo él tiene o, mejor dicho, soporta la condición de oprimido por la ley. El Proceso no sólo es una crítica a la sociedad burocrática de la época y a las instituciones encargadas de impartir justicia. Esa es la lectura superficial de que el Derecho, muchas veces, es un terrorífico medio para hacer emerger la profunda soledad y sumisión en que se desenvuelve la condición del ser humano. Por eso Josef K., después de despedir a su abogado, exclamaría que en un sistema así, “un solo verdugo podría sustituir al tribunal entero”. El Derecho es una ciencia encargada de recordarle al ser humano su cualidad gregaria o social. Y al enfatizar esa cualidad, Kafka parece decir, desde la debilidad, que el derecho también cumple la misión de aislar en la más profunda orfandad a un hombre o de desterrarlo permanentemente, como lo recrea en la fantasía penal En la colonia penitenciaria, donde el fondo es el mismo de El proceso, pero el dramatismo es mayor, por la automatización del poder al infringir la pena y ceguera del Derecho que permite la operación de la máquina. Todo podría resumirse así: “La culpa siempre es indudable”. Tan indubitable es que En la colonia penitenciaria se confunde con la justicia y el propio invento de tortura termina derrotando al victimario, para cerrar y, por tanto, perfeccionar el círculo del terror. Sin embargo, para Kafka sólo hay una manera de “salvarse” de ese orden legal vejatorio: someterse. “Lo único que se puede hacer es adaptarse a las condiciones existentes”. Y el protagonista de su novela El Proceso, Josef K., siempre se negará a ello, por eso termina sus días con un “cuchillo en el corazón... como un perro... como si la vergüenza hubiese de sobrevivirle”. La rendición frente a la amenaza es el núcleo central de la obra de Kafka. Sus emblemáticas novelas El Proceso, La Metamorfosis y El Castillo giran en torno a la capitulación de sus protagonistas. Josef K., Gregorio Samsa y sobre todo el agrimensor K., son presa UNIVERSIDAD LA SALLE 177 GERMÁN MARTÍNEZ CÁZARES de la indiferencia del Derecho y del poder. Lo mismo sucede en donde la autoridad se ejerce y se dicta una sentencia, en su novela La Condena, donde Georg Bendemann acepta el castigo de su padre y se suicida. La presencia de un derecho que vive aislado de la sociedad, engendrado en el poder y ajeno a la realidad, conduce a la rutinidad y al absurdo. Kafka narra la condena social que pesa sobre un pueblo, donde sus normas son válidas sólo porque las sancionaron los órganos del Estado, sin importar la aquiescencia de sus destinatarios o la finalidad que pretendan. Escribe episodios donde los ciudadanos han olvidado quién gobierna y, en correspondencia, el gobierno tiene desmemoria de sus súbditos. Una comunidad o Huésped en la casa de los muertos son, en la opinión de José Rafael Hernández Arias —traductor de Kafka al castellano—, leyendas de sociedades en las que se recrean “fantasías políticas (que) muestran que han perdido el acceso a sus propias leyes, esto es, a su origen, y que vegetan sin experimentar transformaciones, sometidas a un voluntarismo político, sin que el soberano, caracterizado como “ley viviente”, apenas realice actos externos de poder”. Ante la amenaza real o ficticia, Kafka decreta la resignación y se entrega al “abandono” existencialista de Heidegger y Sartre, para llegar a la “absurdidad” que enarboló magistralmente Albert Camus. La sentencia de Kafka al derecho tiránico es oponer a las demandas de racionalidad y justicia toda la “indiferencia del universo”. El derecho que renuncia a la realidad provoca que el hombre huya a reclamar el entendimiento de Dios, del orden natural o, en el extremo de su cobardía, a exigir el golpe final del verdugo. Kafka reclama esa política absurda. Delata la ruptura del vínculo entre la realidad con la ley en el relato La construcción de la muralla china —expresión mayúscula del absurdo kafkiano—, que denuncia las tareas del Sísifo, como Camus, llevadas con imperturbable hastío. Desnuda pues la inautenticidad del derecho y lo sitúa como una vulgar fuente de oprobio y espanto. Trágico colofón que la pluma de Kafka no deja escapar en el pequeño escrito El escudo de la ciudad 178 FACULTAD DE DERECHO KAFKA: EL DERECHO COMO AMENAZA (de la ciudad de Praga), donde comenta con mayor claridad el absurdo atesoramiento de la fría técnica y los engranes de la sinrazón de la violencia como únicos argumentos frente a la vida. La leyenda Ante la ley, incluida en la novela El proceso, pero también publicada por separado, es el resumen de ese concepto del derecho kafkiano. Es el dilema del hombre frente a ley, que puede ver cumplida la amenaza o, veturosamente entra por la puerta a la justicia. Pero el dilema no está resuelto. La disyuntiva entre la generalidad y la particularidad de la norma, pintada en Ante la ley, llama al ser humano a terminar incomunicado o convocado. Frente a la ley, el hombre puede acabar en el castillo, en su casa, en la madriguera o en prisión. En una de las tantas Cartas a Milena, Kafka lo dice claramente: “el mundo está lleno de posibilidades, pero yo no las conozco”. En cada puerta de ese encuentro con la ley hay una “posibilidad” de justicia, pero el hombre amenazado se rinde frente al centinela, al guardián del derecho, encargado de individualizar el contenido general de la ley. Kafka puso de manifiesto esa debilidad del ser humano, su impotencia y el horror con el que se enfrenta al descubrirse, sin protección legal, en la absurdidad, viendo venir a su encuentro la mirada fija de la Gorgona del poder, contra la que no merece la pena luchar ni rebelarse como sugiere Camus. El fracaso en “individualizar la ley” en todo su esplendor es la La Metamorfosis, donde el ser humano se convierte en insecto frente al mundo y nada puede aliviar esa afligida condición. Kafka deja sentir que el derecho irreal, el derecho ajeno a la condición humana, el derecho que no se encarna, el derecho que teorizó Hans Kelsen —también nacido en Praga— es sólo intimidación y crueldad que peligrosamente seduce a la resignación. Nota bibliográfica FRANZ KAFKA, Obras Completas, Galaxia Gutemberg/Círculo de Lectores, 1999. FRANZ KAFKA, Biblioteca Kafka, Alianza Editorial, 1999. UNIVERSIDAD LA SALLE 179 GERMÁN MARTÍNEZ CÁZARES ______, Cuentos completos. Textos originales. Valdemar/ Clásicos, 2001. KLAUS WAGENBACH, La Praga de Kafka, Ediciones Península, 1998. ELÍAS CANETTI, El otro proceso de Kafka, Alianza, 1983. GUSTAV JANOUCH, Conversaciones con Kafka, Destino, 1999. 180 FACULTAD DE DERECHO CRÉDITO REFORMAS Y GARANTÍAS PARA SU OPERACIÓN CARLOS SANTILLANA MENESES* Crédito. Cantidad de dinero, o cosa equivalente, que alguien debe a una persona o entidad y, que el acreedor tiene derecho de exigir y cobrar.1 Estado de Derecho. (“Rule of Law”, para los juristas angloamericanos). Se entiende aquel Estado cuyos diversos órganos o individuos miembros se encuentran regidos por el derecho y sometidos al mismo; esto es, Estado de Derecho alude a aquel Estado cuyo poder y actividad están regulados y controlados por el Derecho. 2 Palabras y definiciones, ambas, comunes para todos nosotros. Sin embargo, en los últimos 8 años, palabras difíciles de implementar. El camino para que México encauce su actividad económica sobre estas bases ha sido complicado. El propósito principal de este documento es el presentar un resumen y análisis de las recientes modificaciones a leyes que contemplan la actividad crediticia en México. No es ajeno para las personas de que alguna u otra forma están en contacto o familiarizadas con la vida económica de Mé* Socio del despacho Lex Corp Abogados, S.C. Licenciado en Derecho por la Universidad La Salle. 1 Diccionario de la Lengua Española, Real Academia Española. 22a.ed., Edición 2001. Diccionario Jurídico Mexicano. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Jurídicas, Editorial Porrúa, S.A. 2 UNIVERSIDAD LA SALLE 181 CARLOS SANTILLANA MENESES xico, la muy profunda crisis económica, sufrida por México en 1995. Dicha situación provocó una crisis bancaria que derivó en un rescate bancario implementado por el Gobierno Federal Mexicano a fin de evitar la quiebra del sistema financiero. Lo anterior motivado por la falta de pago de los deudores a la Banca. Importante destacar que dicha crisis económica puso y continúa poniendo a prueba al sistema legal mexicano en su conjunto, incluyendo a su estructura de leyes y, por supuesto, al poder judicial. A la luz de estos antecedentes, es que se hizo necesario la estructuración de una serie de reformas legislativas tendientes a proveer de reglas más claras, sistemas más efectivos y, en consecuencia, mejores estructuras jurídicas que permitan que la actividad económica de nuestro país pueda contar de nuevo con un instrumento que en el mundo global resulta fundamental para el funcionamiento de cualquier economía: el crédito. Las leyes que fueron modificadas a través de Decreto publicado el 13 de junio del 2003 por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en el Diario Oficial de la Federación, fueron las siguientes: I. Ley de Títulos y Operaciones de Crédito. II. Código de Comercio. III. Ley de Instituciones de Crédito. IV. Ley del Mercado de Valores. V. Ley General de Instituciones y Sociedades Mutualistas de Seguros. VI. Ley Federal de Instituciones de Fianzas. VII. Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares de Crédito. A continuación presentamos un resumen de las reformas correspondientes a dichos ordenamientos, así como un breve análisis de las mismas: 182 FACULTAD DE DERECHO CRÉDITO Y GARANTÍAS REFORMAS PARA SU OPERACIÓN Ley general de Títulos y Operaciones de Crédito I.1 Prenda sin transmisión de posesión Figura jurídica introducida en nuestra Ley el 23 de mayo del año 2000, a efecto de permitir a un deudor garantizar un adeudo con sus propios bienes muebles; pero, con la característica de que el propio deudor puede conservar la posesión. Esta estructura ofrece una gran flexibilidad para operaciones de crédito garantizando con bienes muebles el pago correspondiente ya que permite que el deudor conserve dichos bienes facilitando así la operación de su negocio, permitiendo que su actividad comercial o industrial continúe. La reforma se hizo necesaria para hacer más transparente el uso de esta figura, así como modificando conceptos que la limitaban. A continuación se analiza su contenido: a) La definición, establece la posibilidad de que los bienes queden en manos o en posesión del deudor, o, bien de un almacén general de depósito. b) La prenda sin transmisión de posesión se rige en lo general por la prenda lisa y llana. c) El monto o cantidad a garantizar puede precisarse o no al momento de constituir la garantía, siempre y cuando se pueda precisar al momento de ejecutar la garantía. d) En caso de que no se pacten intereses aplicables al adeudo, la reforma autoriza a que se apliquen intereses legales. (Nuestra legislación mercantil prevé 6% de interés anual). e) Se aclara que todos los bienes muebles pueden afectarse en este tipo de prenda, salvo los que son de uso o naturaleza personal del deudor. UNIVERSIDAD LA SALLE 183 CARLOS SANTILLANA MENESES f) Se elimina la prohibición para gravar bienes ya gravados por este tipo de garantía. Esto permite que un deudor garantice varios adeudos con un solo bien, dando así flexibilidad a la operación comercial. g) Se establece la posibilidad de que el deudor, contando con autorización del acreedor, transmita la posesión de los bienes. Con lo anterior, se flexibiliza la operación comercial, permitiendo que los bienes puedan circular. h) Se considera adquisición de mala fe, aquélla hecha por persona conocedora de la existencia de la prenda sin transmisión de posesión. i) Un cambio fundamental en esta reforma consiste en eliminar la obligación de las partes a estipular que el valor de la venta de los bienes garantiza el total del adeudo, y, si el producto de la venta no es suficiente para pagar el adeudo, el deudor queda liberado de su obligación. Este requisito legal constituía una limitante muy importante para la utilización de la prenda sin transmisión de posesión. En nuestra experiencia profesional, hemos visto transacciones que no llegaron a culminarse al encontrar este obstáculo, mismo que revestía una limitante y riesgo importante para los acreedores, quienes sólo contaban con el producto de la venta de los bienes para garantizar los pasivos a su favor. Con la reforma se permite que el deudor pueda responder con el resto de sus bienes en caso de que los bienes dados en prenda no alcancen para cubrir el adeudo. j) Se establece el pago de daños y perjuicios a favor del acreedor para el caso de que el deudor no obtenga su autorización por escrito para vender los bienes gravados a personas relacionadas con el deudor (i.e.: accionistas o socios con más del 5% del capital del deudor, miembros del consejo, familiares y empleados) 184 FACULTAD DE DERECHO CRÉDITO Y GARANTÍAS REFORMAS PARA SU OPERACIÓN I.2 Fideicomiso Dentro de la reforma del año 2000, se incluyó la figura jurídica conocida como Fideicomiso de Garantía, la cual permite a una persona el transmitir la propiedad de un bien a un Fiduciario, para garantizar el pago preferente de una obligación. En la práctica, los bancos mexicanos se negaron a utilizar dicha figura por ofrecer contingencias importantes en su implementación. La reforma que se analiza tuvo como principal propósito, en esta parte, el reestructurar el Capítulo V, Secciones I y II de la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, de tal forma que el Fideicomiso de Garantía tenga cabida en la propia definición del Contrato de Fideicomiso, previendo su operación. Dentro de los principales cambios al capítulo del Fideicomiso, podemos destacar los siguientes: a) Una nueva definición, la cual da más claridad y precisión a esta figura: En virtud del Fideicomiso, el Fideicomitente transmite a una institución fiduciaria la propiedad o la titularidad de uno o más bienes o derechos, según sea el caso, para ser destinados a fines lícitos y determinados, encomendando la realización de dichos fines a la propia institución fiduciaria. Esta definición, independientemente de ofrecer un concepto mucho más preciso del Contrato de Fideicomiso, al establecer con exactitud en qué consiste dicho acto jurídico, incluye la posibilidad de que dicho fideicomiso sea utilizado como medio para garantizar obligaciones del Fideicomitente. b) La institución fiduciaria puede ser Fideicomisaria, en caso de créditos otorgados por la misma, para el desempeño de actividades empresariales. Esta modificación es de gran trascendencia ya que ahora es factible que las instituciones bancarias cuenten con los ConUNIVERSIDAD LA SALLE 185 CARLOS SANTILLANA MENESES tratos de Fideicomiso que les garanticen, en su caso, el pago de créditos otorgados por las mismas. c) Se establece la obligación para el Fiduciario a registrar contablemente los bienes o derechos afectos al Fideicomiso y mantenerlos en forma separada de sus activos de libre disponibilidad. Importante reforma, al dejar en forma clara la separación del patrimonio de la institución fiduciaria del patrimonio del Fideicomiso. Con lo anterior se cuenta con la certeza que el Banco no responderá con su patrimonio en caso de ser necesaria la ejecución del Fideicomiso. Por otro lado, se cubren derechos de acreedores al delimitar la propiedad de los bienes afectos al Fideicomiso. d) Los Fiduciarios responderán ante los Fideicomitentes por actos de mala fe o exceso de facultades, realizados en su perjuicio. e) – Los Bancos. – Instituciones de Seguros. – Instituciones de Fianzas. – Casas de Bolsa. – Sociedades Financieras de Objeto Limitado. – Almacenes generales de Depósito. Pueden ser Fiduciarios en el caso de Fideicomisos que garanticen a un Fideicomisario, el cumplimiento de una obligación y su preferencia en el pago. Así mismo, es posible que las instituciones antes citadas sean a su vez Fideicomisarias en dichos Contratos de Fideicomiso, a efecto de garantizarse el pago de créditos otorgados por las mismas. f) Existe la posibilidad de que un Contrato de Fideicomiso garantice lo siguiente: 186 FACULTAD DE DERECHO CRÉDITO Y GARANTÍAS REFORMAS PARA SU OPERACIÓN Un Fideicomiso Un Fideicomiso Diferentes Obligaciones Diferentes Obligaciones Varios Acreedores g) En el caso de Bienes Muebles, es posible: g.1) El Fideicomitente (Deudor), puede usar los bienes fideicomitidos. g.2) El Fideicomitente puede percibir y utilizar los frutos y productos provenientes de los bienes gravados. g.3) Existe la posibilidad de que el Fiduciario, en caso de incumplimiento, proceda a la venta extrajudicial de los bienes. Código de Comercio Dentro del conjunto de reformas que se analizan está la que se efectuó al Código de Comercio, dicha reforma consistió en modificaciones en materia procesal que tuvieron como principal objetivo el facilitar la ejecución de garantías para el caso de incumplimiento de deudores. Como se mencionó en la introducción de este trabajo, la situación económica existente en los últimos años, ha provocado una crisis generalizada de falta de pago a instituciones financieras; el objeto de la reforma que se analiza, fue tratar de proporcionar reglas procesales que faciliten la ejecución de garantías en México. A continuación se analizan los puntos relevantes de la reforma al Código de Comercio: ð El Código Federal de Procedimientos Civiles será de aplicación supletoria al Código de Comercio, dejando de tener aplicaUNIVERSIDAD LA SALLE 187 CARLOS SANTILLANA MENESES ción supletoria los Códigos de Procedimientos Civiles de los Estados, dando así uniformidad a la legislación. ð Se establece como obligación del Juez que conozca de la controversia mercantil, cuando el documento base no establezca domicilio, el solicitar a la autoridad competente con registro de domicilios, a que le proporcione el domicilio correspondiente del demandado. ð El procedimiento denominado tercería excluyente de dominio, a través del cual el propietario de un bien se opone a su embargo por no ser el deudor, suspende el procedimiento principal sólo en el caso de inmuebles, cuando se exhiba la escritura pública debidamente inscrita en el Registro Público de la Propiedad. Para el caso de muebles, hasta que se exhiba el título que acredite propiedad. Anteriormente el procedimiento se suspendía hasta el remate, independientemente que se justificara o no la propiedad. Quien interponga este procedimiento y no acredite ante el Juez el mismo, deberá pagar los gastos y costas. ð Ahora procede juicio ejecutivo en el caso de testimonios notariales o copias certificadas. ð En caso de embargo sobre inmuebles, el deudor o demandado deberá exhibir los documentos o contratos que reúnan requisitos legales y administrativos que acrediten la transmisión de uso o de la posesión a terceros. ð El demandado no puede celebrar contratos que impliquen el uso de inmuebles embargados, sin la autorización judicial, en caso contrario, incurrirán en delito. ð Se crea un procedimiento especial ejecutivo contenido en la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito para el caso de ejecución de Fideicomisos de Garantía, al que las partes pueden someterse en forma voluntaria, siempre y cuando se establezca en el contrato de Fideicomiso correspondiente. 188 FACULTAD DE DERECHO CRÉDITO Y GARANTÍAS REFORMAS PARA SU OPERACIÓN ð En caso de venta de bienes en ejecución de Fideicomisos de Garantía o bien de Prenda sin Transmisión de Posesión, se crean las siguientes reglas: ü Si el valor de los bienes es menor al adeudo condenado, se puede disponer de los bienes, quedando libre la acción respecto de la diferencia. (Excepción de créditos para vivienda con valor aproximado menor de $33,000.00 U.S.). ü Si el valor de los bienes es mayor al adeudo sentenciado, una vez descontado el crédito procede entregar al deudor el remanente correspondiente. Conclusión México requiere de un marco legal que permita a los hombres de negocios operar con certeza y en un Estado de Derecho. Es necesario impulsar un cambio que permita que el Poder Judicial cumpla con las expectativas de impartir una justicia de manera pronta, completa e imparcial. En nuestra opinión, la reforma que se analiza es un paso relevante en dicho proceso. El Fideicomiso de Garantía y la Prenda sin Transmisión de Posesión son figuras jurídicas útiles para el otorgamiento de crédito, tan necesario en nuestro país. No obstante lo anterior, es necesario desarrollar mejores sistemas de registro y publicidad tanto en bienes muebles como en inmuebles. Se requiere que exista una cultura de pago por parte de los diferentes actores de la vida económica. UNIVERSIDAD LA SALLE 189 LOS DISTINTOS ENFOQUES DE LOS GRANDES PROBLEMAS DE LA BIOÉTICA CLEMENTE VALDÉS S.1 Mi propósito en este artículo es hacer una presentación inicial de los distintos enfoques con los que se abordan algunos de los problemas más debatidos en el campo de la bioética. El asunto tiene que ver directamente con los temas más controvertidos sobre la vida y la libertad en las sociedades contemporáneas: el aborto, la muerte asistida, la unión o el registro oficial de convivencia de personas del mismo sexo, la reproducción asistida, la sexualidad en general y otros temas que dividen las opiniones en las sociedades, acaban con relaciones de amistad y, en ocasiones, llegan a separar a personas de la misma familia. Cuando hablo de enfoques no me refiero a las opiniones opuestas sobre los problemas concretos, sino a las distintas posiciones a partir de las cuales pueden verse tales problemas. Es decir las distintas maneras de acercarse a estos temas. Quizás lo más conveniente para precisar a qué me refiero, es mencionar algunos de estos enfoques: El enfoque democrático, que podría describirse como aquel que busca resolver los problemas de la bioética a partir de la opinión de la mayoría. El de la prioridad del bien común, es decir las cuestiones de la bioética deben resolverse de acuerdo con lo que sea más conveniente para la sociedad. El enfoque de la prioridad de la vida humana, según el cual, con distintas variantes, la 1 El autor es profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México y de la Escuela Libre de Derecho. Sus últimos libros son La Constitución como instrumento de dominio, El juicio político y La prescripción de los delitos de los gobernantes. UNIVERSIDAD LA SALLE 191 CLEMENTE VALDÉS S. vida de los seres humanos, su preservación y su mantenimiento, es lo más importante en muchos o en todos los problemas que presenta la bioética, y no puede subordinarse a los deseos o los intereses de la sociedad, ni al bien común o al bienestar de la sociedad, ni a la voluntad de la mayoría. El enfoque de la libertad individual, de acuerdo con el cual los seres humanos pueden hacer lo que quieran con su vida y con su cuerpo en tanto no causen un daño directo a otros seres humanos. Hay muchos otros enfoques: el de la tradición de los pueblos, o más bien, el de la tradición de cada pueblo, que es un criterio necesariamente localista, que se expresaría diciendo que las cuestiones de la bioética deben decidirse de acuerdo con las tradiciones heredadas en cada sociedad y de acuerdo con las costumbres particulares de las distintas sociedades humanas; los enfoques religiosos, que responden a las creencias y los mandatos contenidos en los documentos básicos de las distintas religiones y a las interpretaciones obligatorias en cada una de ellas; el de la prioridad del Estado, de la Nación o de la raza. Algunos de los enfoques resultan bastante extraños en la actualidad, por ejemplo los que establecen criterios diferentes, según las creencias, la nacionalidad, o la religión de los individuos que tengan que ver con un problema concreto o, más aún, según que los interesados o los afectados pertenezcan al grupo de los buenos y los escogidos o al grupo de los malos y los réprobos. Naturalmente no voy a referirme a todos los enfoques existentes, sino solamente a algunos de los más importantes, por ser los más invocados en las discusiones sobre los distintos temas de la bioética. Casi no es necesario hacer notar que en los argumentos de las discusiones sobre los problemas de la bioética, con mucha frecuencia se mezclan razones que son o pueden ser parte de varios enfoques o criterios distintos. Así por ejemplo, el enfoque de la democracia se usa, en ocasiones, junto con el enfoque del bien común, el enfoque de la libertad individual se presenta como un 192 FACULTAD DE DERECHO LOS DISTINTOS ENFOQUES DE LOS GRANDES PROBLEMAS DE LA BIOÉTICA aspecto de la felicidad social, y el enfoque de la prioridad del Estado con frecuencia se usa mezclándolo con el criterio del bienestar de la sociedad, como si ésta fuera lo mismo que el Estado imaginario. Pero en otras ocasiones los criterios o los enfoques se desechan unos por los otros y se establecen prioridades con las que se pretende declarar cuáles criterios deben estar por encima de los otros, según convenga a los propósitos de quien los expone. Espero que estas ideas sirvan para disminuir la distancia que existe entre distintas posiciones pero, si no fuera así, al menos, tal vez, pueden ayudar a que la discusión de los grandes temas de la bioética se lleve a cabo de una manera más seria y más informada sobre el fondo en el que se asientan y a partir del cual se desarrollan los distintos argumentos, lo cual, entre otras cosas puede servir para revisar la coherencia lógica de las argumentaciones propias. En las cuestiones que se refieren a la salud, a la muerte, al aborto, al trasplante de órganos, a la reproducción, al uso de la sangre, y en forma muy importante a la sexualidad, algunas personas además de vivir de acuerdo con sus ideas (que es algo que generalmente no hace la mayoría), se sienten obligadas a difundir sus opiniones o sus creencias, a llevar a cabo todo tipo de manifestaciones públicas a favor de ellas, a procurar y a veces a imponer por la fuerza sus ideas a los demás, a luchar en forma violenta y, a veces, a acabar con la vida propia o la vida de otros —en ocasiones la vida de sus propios hijos— para apoyar su punto de vista. 1. El 25 de febrero de 1975, la Corte Constitucional Alemana dictó su resolución en un juicio promovido por 193 miembros de la dieta federal y por los gobiernos de cinco Laender, es decir, cinco de los estados federados. El juicio constitucional había sido iniciado originalmente por el estado de Baden Württemberg en contra de una reforma por la cual se establecía que los abortos llevados a cabo voluntariamente después de doce semanas de embarazo no se penalizaban siempre y cuando hubiera una certificación médica suficiente de que existía un peligro para la vida de la madre o un grave daño a su salud, o un peligro o un daño irreversible para el no nacido. UNIVERSIDAD LA SALLE 193 CLEMENTE VALDÉS S. La resolución final de la Corte Constitucional Alemana nulificó la sección reformada del código penal diciendo que la reforma que despenalizaba los abortos voluntarios, en esos casos, era contraria a la Constitución de la República Federal Alemana. En su resolución, la Corte citada hace notar primeramente que el tema del aborto “ha sido discutido públicamente por décadas y desde varios puntos de vista”. “De hecho, dice, este fenómeno de la vida social da lugar a diversos problemas de naturaleza biológica, antropológica, médica, sicológica, social y sobre todo de tipo ético y teológico-moral”. La Constitución de la que era entonces la República Federal Alemana en su artículo 2°, párrafo segundo, primera frase, dice: toda persona tiene el derecho a la vida. Esta afirmación del valor fundamental de la vida humana puede ser explicada, dice la Corte en su resolución, principalmente como una reacción a la idea del nazismo que postulaba “La destrucción de la vida sin valor”, y la llamada “Solución final”, para acabar con los judíos. A continuación la Corte declara: la vida, en el sentido del desarrollo de la existencia de un individuo humano, en cualquier caso comienza, de acuerdo con los descubrimientos biológicos y fisiológicos, el décimo cuarto día después de la concepción, y agrega después que, si bien la libertad de la mujer embarazada debe también ser reconocida y protegida, este derecho no se da sin limitaciones, pues el derecho de otros, el orden constitucional y la ley moral la limitan. ¿Cuál es esta ley moral? Jean Rivero, el gran profesor de la Universidad de París, al comentar la resolución del Consejo Constitucional Francés que un mes antes, e1 15 de enero de 1975, se había negado a revisar la ley francesa recientemente aprobada por el Parlamento relativa a la interrupción voluntaria del embarazo con 194 FACULTAD DE DERECHO LOS DISTINTOS ENFOQUES DE LOS GRANDES PROBLEMAS DE LA BIOÉTICA una serie de limitaciones, por la posible contradicción con el artículo segundo de la Convención Europea de los Derechos Humanos, dice le guste o no le guste a alguien, en la base de nuestro sistema jurídico hay una ética judeo-cristiana, nacida del antiguo testamento y de los evangelios.2 En la resolución de la Corte Constitucional Alemana se hace una declaración muy seria: es imposible, dice, conciliar la garantía de la protección de la vida del nasciturus y conceder a la mujer embarazada la libertad de terminar su embarazo, porque la terminación del embarazo siempre significa la destrucción de la vida prenatal y, poco después, agrega algo igualmente importante: El Estado —dice— no puede evadir su responsabilidad absteniéndose de hacer una valuación y dejar la decisión a la responsabilidad propia de la madre”. Independientemente de que veamos un poco más adelante los votos particulares en contra de algunos de los jueces de la Corte Constitucional Alemana, es conveniente empezar por señalar que el enfoque en la resolución de dicha Corte se apoya en una premisa: la vida humana del feto. Si bien el texto de la resolución no dice que el feto sea una persona, sí habla de “la vida en el sentido del desarrollo de la existencia de un individuo humano”. Es decir, se refiere a una vida en desarrollo, de lo cual naturalmente podrían sacarse distintas conclusiones sobre si quiso decir que el feto es o no es una persona, pero lo que no deja lugar a dudas es que lo que se intenta proteger en esa resolución es la vida. En esta declaración, que es la premisa mayor de toda la resolución, hay algo categórico: esa vida, en el sentido del desarrollo de la existencia de un individuo humano, comienza el décimo cuarto día después de la 2 (1975) A.J.D.A.IIJur.134, nota del profesor J. Rivero de la Universidad de París, en L’Actualité Juridique du Droit Administratif. UNIVERSIDAD LA SALLE 195 CLEMENTE VALDÉS S. concepción, y para apoyar esta última conclusión se invocan “los descubrimientos biológicos y fisiológicos”, es decir los descubrimientos de la ciencia. 2. La Suprema Corte de los Estados Unidos en su resolución del caso Roe v. Wade, parte de un enfoque diferente. En el caso citado la Suprema Corte de los Estados Unidos empieza por hacer una referencia a las diferentes ideas sobre la penalización o no penalización del aborto en diferentes lugares, en distintas épocas, desde el pensamiento griego antes de la era cristiana, mencionando la opinión de Platón en la República,3 que recomendaba que el gobierno de la ciudad impidiera el nacimiento del fruto de las uniones ilegítimas por no tener los progenitores la edad adecuada o por relación de parentesco de ascendencia o descendencia directa, y la opinión de Pitágoras que sostenía que la vida se iniciaba desde el momento en que el semen del hombre se reunía con los fluidos de la mujer, e inmediatamente después hace una larga reseña histórica de las distintas teorías sobre el comienzo de la vida humana, en la cual destaca la idea de Aristóteles; de San Agustín,4 de Galeno, que en tres de sus escritos relacionados con la embriología aceptaba el pensamiento de Aristóteles y sus seguidores respecto a la afirmación que el feto se animaba, es decir tenía vida, a los cuarenta días después de la concepción, si el feto era de varón y a los ochenta días si se trataba de un feto femenino; la idea de Bracton según la cual “quickening is the critical point”, es decir el movimiento “dentro de la madre” es el punto crítico con el que empieza la vida. La diferencia inicial en el enfoque de la Suprema Corte de los Estados Unidos respecto de la Resolución de la Corte Constitucional Alemana, es que la primera, después de citar las antiguas teorías y las diferentes opiniones de biólogos y fisiólogos desde mediados del siglo XIX y las muchísimas opiniones divergentes que 3 4 196 Platón, La República, Libro V, número 461. San Agustín, De origine animae 4.4. FACULTAD DE DERECHO LOS DISTINTOS ENFOQUES DE LOS GRANDES PROBLEMAS DE LA BIOÉTICA se presentaron por parte de asociaciones de biólogos, médicos, químicos, teólogos de diferentes denominaciones y filósofos de distintas escuelas que hicieron llegar a la Corte norteamericana sus puntos de vista, ésta concluye su planteamiento inicial señalando la gran discrepancia que existe en las opiniones sobre cuándo empieza la vida, diciendo: cuando aquellos entrenados en las respectivas disciplinas de medicina, filosofía y teología, son incapaces de llegar a ningún acuerdo, el órgano judicial, hasta el momento del desarrollo actual del conocimiento humano, no está en posición de hacer especulaciones sobre cuál es la respuesta.5 Como se ve en las transcripciones ya mencionadas en el punto 1. en su resolución la Corte Constitucional Alemana manifiesta su respeto por la libertad de la mujer embarazada, pero categóricamente declara que esa libertad está subordinada a la vida en desarrollo del individuo humano. El enfoque de la Suprema Corte de los Estados Unidos es muy distinto; pues parte de que no es posible saber con precisión cuándo se inicia la vida del feto, pero reconociendo el legítimo interés de la legislación estatal en protegerla desde el momento en que el feto tiene la posibilidad de vivir fuera de la matriz de la madre, dice: es perfectamente justificado y lógico que un Estado imponga reglas para proteger la vida fetal a partir de que el feto pueda sobrevivir fuera del seno materno, ya que en esa etapa únicamente podría ser justificable el aborto cuando es absolutamente necesario para preservar la vida o la salud de la madre; pero agrega, la protección de los derechos personales fundamentales que están implícitos en el concepto de libertad deben comprender la decisión de la madre sobre la terminación o no terminación anticipada de su embarazo. Un estado de la unión no puede imponerse en detrimento de 5 Jane Roe et al., Appellants, v. Henry Wade 410-159 Argued December 13, 1971. Reargued October l l, 1972, Decided January 22, 1973. UNIVERSIDAD LA SALLE 197 CLEMENTE VALDÉS S. la mujer embarazada negando su derecho obvio a escoger. La maternidad puede imponer sobre la mujer una vida y un futuro de gran dolor y sufrimiento. El daño psicológico puede ser inminente. La salud física y mental pueden estar en riesgo por el cuidado de un hijo. Junto con esto también está el dolor y sufrimiento para todos aquellos relacionados con un hijo no deseado y el problema de traer un niño a una familia que es incapaz por razones psicológicas o de otro tipo, de hacerse cargo de él. Además de las dificultades adicionales, en otros casos, y el estigma de la madre soltera.6 La resolución de la Suprema Corte de los Estados Unidos pone el énfasis en la libertad de la madre, aunque establece serias limitaciones: El apelante y algunas de las personas y asociaciones que han rendido su opinión como amigos de la corte alegan que el derecho de la mujer es absoluto y que ella está facultada para terminar su embarazo en cualquier tiempo, de cualquier manera y por cualquier razón que ella escoja. No estamos de acuerdo con esto ... las decisiones de la Corte que reconocen un derecho a la privacidad (como derechos personales fundamentales o implícitos en el concepto de libertad) reconocen también que la regulación de estas áreas protegidas por ese derecho es necesaria. Un Estado puede con toda propiedad afirmar intereses importantes en la salvaguarda de la salud y en la protección de la vida potencial tal como se ha señalado anteriormente. La parte apelada y otros amigos de la corte, explica la resolución (con posiciones bien diferentes de los amigos citados en el párrafo precedente), alegan que el feto es una “persona”. Si así fuera, el derecho del apelante, desde luego, caería de inmediato, porque el derecho del feto a la vida estaría entonces garantizado específicamente por la Enmienda Catorce. Todo parece indicar que ninguna de las tres referencias a la “persona” contenidas en la sección primera de dicha enmienda ni las que aparecen en la cláusula del debido proceso legal y en la cláusula de la igual protección de las leyes, así como todas la referencias a “persona” usadas en muchas otras partes de la Constitución ninguna indica que la palabra “persona” incluya al no nacido. Para concluir provisionalmente con estos primeros enfoques de los problemas de la bioética, diferentes y opuestos, y a reserva 6 198 VIII 410 US 153 (18). FACULTAD DE DERECHO LOS DISTINTOS ENFOQUES DE LOS GRANDES PROBLEMAS DE LA BIOÉTICA de volver sobre algunos puntos, es conveniente destacar las opiniones de los jueces que, en ambos casos, votaron en contra de la opinión de la mayoría. Al dictarse la opinión de la Corte Constitucional Alemana votaron en contra tres de los jueces que integraban dicha corte, aunque uno de ellos, el juez Haager, no expresó su voto particular. Los jueces Rupp-v. Brünneck y Dr. Simon, que si expresaron su opinión en contra de la opinión de la mayoría sostenían, igual que los jueces que integraban la mayoría, que “la vida de cualquier ser humano es, desde luego, un valor central del orden legal” y no objetaban la afirmación de la mayoría que decía que “la vida, en el sentido del desarrollo de la existencia de un individuo humano, en cualquier caso comienza... el décimo cuarto día después de la concepción”. Su opinión es un enfoque que tiene que ver con algo diferente, concretamente con la cuestión de si el propósito de la protección a esa vida en desarrollo después de los catorce días, sin que exista un peligro para la vida de la madre o un grave daño a su salud, o un peligro o un daño irreversible para el no nacido, se logra de la mejor manera encarcelando a la madre. La parte central de su opinión dice: la decisión (sobre cómo debe protegerse la vida en su etapa preliminar antes del nacimiento) es responsabilidad del legislador. Bajo ninguna circunstancia puede deducirse de la Constitución que el Gobierno está obligado a someter la terminación voluntaria del embarazo en cualquier etapa, al castigo penal y agrega en el siguiente párrafo el legislador alemán —igual que en otros países occidentales civilizados— le ha dado prioridad a las medidas sociales y políticas sobre las ampliamente inefectivas sanciones penales. En el desarrollo de su opinión en contra de la mayoría, los dos jueces disidentes citados señalaban que para lograr detener la epidemia de abortos que no solamente es un objetivo socialmente deseable, sino también algo que se requiere urgentemente con el fin de proteger mejor la vida y restablecer la creUNIVERSIDAD LA SALLE 199 CLEMENTE VALDÉS S. dibilidad del orden legal... en vista del fracaso de la sanción penal para lograr esos objetivos está abierto al legislador establecer medios más adecuados tomando en cuenta que el punto decisivo es hacer más fácil para la madre llevar a término el embarazo usando medidas preventivas psicológicas, económicas y sociales, a fin de apoyarla para fortalecer la disposición de las mujeres a evitar el aborto a través de una mejor información sobre el uso de métodos anticonceptivos y la asistencia necesaria que le ofrezca a ella una salida a sus dificultades. Si esto no se puede hacer, entonces el castigo penal no es sino una excusa o una disculpa por la falta de una ayuda efectiva; es poner la carga de la responsabilidad social sobre los miembros más débiles de la sociedad. ...la Corte Constitucional no puede forzar al legislador a utilizar el poder de castigar como el medio más poderoso de la presión gubernamental para compensar con una sanción penal el incumplimiento de la República de sus deberes sociales. Esto no es la función del Derecho penal en un Estado social orientado hacia la libertad. La resolución de la Suprema Corte de los Estados Unidos en el caso Roe v. Wade, tuvo el voto en contra del Juez White, apoyado por el Juez Rehnquist. La parte medular de la opinión del Juez White en contra de la opinión de la mayoría, es la siguiente: En el fondo de la controversia en estos casos están esos embarazos que no presentan ningún peligro para la vida o la salud de la madre, pero que no son deseados por alguna o varias razones: conveniencia, planificación familiar, carencias económicas, falta de gusto por los niños, vergüenza de la ilegitimidad, etcétera. Las demandas que tenemos ante nosotros tienen algo en común, que por cualquiera de esas razones, o sin ninguna razón, y sin invocar o sostener que exista ninguna amenaza a la vida o a la salud, cualquier mujer tiene derecho a que se le practique un aborto si encuentra un consejero médico dispuesto a llevar a cabo el procedimiento. La Corte en su mayor parte sostiene esta posición... Con el debido respeto, estoy en desacuerdo. No encuentro nada en el lenguaje ni en la historia de la Constitución que respalde estas decisiones. La Corte simplemente forma y anuncia un nuevo derecho para las mujeres embarazadas y, con escasa razón o autoridad para esto, confiere a ese derecho un peso suficiente para dejar sin efecto la mayor parte de las leyes sobre el aborto existentes en los Estados. El resultado final es que el pueblo y las legislaturas de los cincuenta Estados no tienen facultades para sopesar la importancia relativa de la existencia y el desarrollo del feto, por una parte; en contra del espectro de los posibles impactos que esto tenga sobre la madre. ...La Corte aparentemente valúa en más la conveniencia de 200 FACULTAD DE DERECHO LOS DISTINTOS ENFOQUES DE LOS GRANDES PROBLEMAS DE LA BIOÉTICA la mujer embarazada que la existencia continuada y el desarrollo de la vida o de la vida en potencia que lleva en su seno. Esté o no esté yo de acuerdo con esa manera de ordenar los valores, no puedo de ninguna manera compartir el juicio de la Corte, porque no encuentro base constitucional para imponer ese orden de prioridades sobre el pueblo y las legislaturas de los Estados. No puedo aceptar que la Corte tenga el poder de decidir interponiendo una barrera constitucional a los esfuerzos estatales de proteger la vida humana e investir a las mujeres y a los médicos con un derecho constitucionalmente protegido para exterminar esa vida. Esta cuestión, en su mayor parte, debe ser dejada al pueblo y a los procesos políticos que el pueblo ha inventado para gobernar sus asuntos.7 3. Un tercer enfoque, particularmente interesante, surge de la idea de la existencia de un orden o un conjunto de reglas que están por encima de las leyes civiles. De alguna manera este enfoque está emparentado con la muy conocida y muy equivocada cita de Sir Edward Coke, como presidente de la corte de common law en Londres en el caso de Dr. Bonham, resuelto en 1610, en donde éste expresó que las leyes del Parlamento que fueran contrarias al “derecho común y a la razón serían declaradas nulas por el common law”, si bien en el mismo periodo y de acuerdo con sus necesidades políticas el mismo Coke, siendo presidente de dicha corte expresó frases en las que sostenía lo contrario8 y posteriormente como Miembro del Parlamento sostuvo la supremacía total del Parlamento sobre cualquier corte o tribunal.9 La idea en síntesis es que las leyes civiles y la Constitución civil están sujetas a una idea general de lo que es justo o correcto. Para algunos, estas reglas que están por encima de la Constitución y las leyes, son simplemente las reglas de la congruencia y de la equidad, así como sus finalidad o sus objetivos, es decir: la protección o la seguridad de los seres humanos, el aseguramiento de sus libertades fundamentales y el bienestar general de la población. 7 Énfasis añadido para destacar lo que yo llamo el enfoque democrático. J. A. Jolowicz, Fundamental guarantees in civil litigation, Milano, Dott. A. Giuffre editore, Dobbs Ferry, New York, Oceana Publications, Inc. 1973, p 131. 9 Blackstone, Commentaries on the Laws of England, volume 1, p. 156. 8 UNIVERSIDAD LA SALLE 201 CLEMENTE VALDÉS S. Para otros se trata de la justicia a la cual debe estar sujeto el Derecho. Pero la manifestación más interesante tiene que ver con la idea de que las leyes y aún las constituciones deben interpretarse comparándolas con la tradición y las costumbres existentes para ver si son acordes con éstas y con las reglas contenidas en códigos o libros sagrados y en la interpretación que de ellas hagan aquellos encargados de descifrar su significado. Desde hace cientos de años, en casi todos los países islámicos, como una costumbre tradicional, se practica en las niñas la clitoridectomía, que tiene como propósito impedir el desarrollo del deseo sexual de las niñas y asegurar así su buen comportamiento. Según los estudios de organizaciones médicas, en los últimos 20 años se ha incrementado el número de madres que mutilan los órganos genitales de sus hijas, como una manera de manifestar su vinculación al Islam. En 1996 el Ministerio de Salud en Egipto prohibió a médicos y enfermeras realizar tales intervenciones aún cuando fueran solicitadas por los padres; anteriormente la prohibición se les había hecho únicamente a los barberos y a las parteras sin título profesional, por los riesgos de llevar a cabo una intervención de ese tipo sin las condiciones de higiene necesarias. Aunque en el código penal vigente en Egipto se prohíbe expresamente la mutilación del cuerpo femenino, salvo por razones médicas, la discusión sobre la orden del ministerio de salud a los médicos y personal sanitario giró en torno a la existencia de esa costumbre como una tradición de la sociedad islámica y, finalmente, sobre si la prohibición de la ley civil, es decir en este caso del código penal, era acorde con los mandatos de la ley suprema, es decir si esa tradición era acorde o no con las reglas del Corán, a cuyas reglas deben estar sujetas todas las leyes civiles. La demanda contra el Ministerio Egipcio de Salud, fue presentada por el Jeque Youssef Al Badry, líder musulmán, ante la Suprema Corte Administrativa en El Cairo. En sus alegatos su abogado invocó un argumento muy peculiar, que “el profeta no prohibió nunca la ablación (de los genitales femeninos) y, por lo tanto, la ley no 202 FACULTAD DE DERECHO LOS DISTINTOS ENFOQUES DE LOS GRANDES PROBLEMAS DE LA BIOÉTICA debe prohibirla”. La Corte también se fundó en los principios del Corán y finalmente resolvió que las disposiciones del código penal eran válidas y la orden del Ministerio de Salud era correcta porque la clitoridectomía no es un dictado que aparezca en los libros del Islam.10 4. Un enfoque distinto, más profundo que los anteriores, se refiere a algo que no se limita al punto de vista jurídico, es decir no se reduce a ver qué es lo que dicen las constituciones y las leyes, ni se limita al tema del aborto; su alcance llega a todos los temas de la bioética y tiene relación con el Derecho familiar y con muchos de los temas del Derecho penal. No se trata simplemente de buscar y aplicar qué es lo que dicen las constituciones y las leyes o de cómo debe interpretarse lo que dicen, sino de la pregunta ¿hasta dónde llega y hasta dónde debe llegar el poder del gobierno, respecto de la libertad y la vida de los seres humanos? Una primera posición es la que sostiene que la comunidad política, eso que llamamos el Estado, debe estar por encima de cualquiera de las libertades de los individuos que forman esa comunidad y, por lo tanto, el gobierno puede suprimir totalmente cualquiera de las libertades de los particulares o puede limitar como lo considere conveniente dichas libertades, en tanto la supresión o la limitación sean convenientes para la comunidad política organizada, de acuerdo con el criterio de los hombres del gobierno. Esta posición parte de la concepción de que la comunidad, el llamado Estado; es decir los intereses generales, comunes del grupo, son, con mucho, más importantes que la vida y las libertades de los individuos. En la Politeia, que es el nombre original del libro de Platón que en español se conoce como la República, y que es la obra que Platón dedica a la cosa pública, es decir al ente público superior, la idea se presenta en principio de una manera muy razonable, que podría calificarse de seductora. Se trata, hasta donde yo sé, de la 10 Énfasis añadido. UNIVERSIDAD LA SALLE 203 CLEMENTE VALDÉS S. más antigua de las exposiciones racionales filosóficas de la teoría totalitaria del Estado. En el estado ideal, dice Platón, todos sus miembros no constituirán mas que un solo hombre ..... cuando un particular experimente algo bueno o malo, todo el Estado lo sentirá y lo compartirá, y por lo tanto, según el caso, se regocijará y se afligirá con él11 .... nuestros ciudadanos participarán, por consiguiente en común, de los intereses de cada particular que mirarán como suyos personales, y en virtud de esta unión se regocijarán y se afligirán todos por unas mismas cosas.12 El interés superior es el interés del Estado. En ese Estado los gobernantes serán los salvadores y los defensores del pueblo, “guardadores del mismo rebaño”,13 la idea y la proposición se justificarían en que los gobernantes deben ser los más sabios, los filósofos, “de suerte —dice Platón— que la autoridad pública y la filosofía se encuentren juntas en el mismo sujeto”.14 Este es el Estado perfecto. “En ese Estado los gobernantes tratarán bondadosamente a los habitantes como miembros de un rebaño querido, pero para lograr ese estado hay que tener presente que las libertades de los individuos no tienen ninguna importancia. El Estado debe primeramente formar guerreros y para que esos guerreros estén totalmente identificados entre sí hay que evitar los intereses personales, las posesiones individuales. Los guerreros, como todo el resto de la población, son hermanos, “no deben tener en propiedad ni casas, ni tierras, ni posesiones, todos impedirán que se divida el Estado, lo cual sucedería si cada uno de ellos dijese respecto a los mismos objetos que eran suyos y cada uno tuviese aparte sus mujeres y sus hijos, luego pues la comunidad de mujeres y de hijos es la causa del mayor bien para ese Estado”.15 11 Platón, La República, libro V, 462e. Utilizo la versión en español de la 19 edición de la editorial EDAF, S.A., Madrid, 2001, la cual usa la traducción de Patricio de Azcárate. 12 Op. cit., Libro V, 464 a y b. 13 Ibidem. Libro III, 415 d y 416. 14 Ibidem. Libro V, 473 y Libro VI, 499 b. 15 Ibidem. Libro V, 464 a, b, c y d. 204 FACULTAD DE DERECHO LOS DISTINTOS ENFOQUES DE LOS GRANDES PROBLEMAS DE LA BIOÉTICA Dentro de esta concepción la intervención del Estado en las libertades individuales es completa. No es cosa de obstaculizar los intereses del Estado por minucias como puedan ser los sentimientos, los gustos, las decisiones sobre quién va a cohabitar con quién. “Las mujeres desde los veinte años darán hijos al estado y los hombres desde que haya pasado el primer fuego de la juventud hasta los cincuenta y cinco años”. “Habrá, pues que instituir fiestas donde reuniremos a los esposos futuros... dejaremos a los magistrados el cuidado de arreglar el número de matrimonios a fin de que haya siempre el mismo número de ciudadanos para que nuestro estado no sea ni demasiado grande ni demasiado pequeño. Enseguida se sacarán a la suerte las parejas, haciéndolo con tal maña que los súbditos inferiores achaquen a la fortuna y no a los magistrados lo que les ha correspondido16 ....... los magistrados llevarán al redil común los hijos de los mejores ciudadanos que habitarán en un cuartel separado del resto de la ciudad. En cuanto a los hijos de los súbditos inferiores, lo mismo que respecto de los que nazcan con alguna deformidad se los ocultará en algún sitio secreto que estará prohibido revelar. Es el medio de conservar en toda su pureza la mejor raza. Se conducirá a las madres al redil en la época que asoman la leche y se hará de modo que ninguna de ellas pueda reconocer a su hijo. La duración ordinaria de la virtud generadora es de 20 años para las mujeres y 30 para los hombres si antes o después del plazo ideal un ciudadano da hijos al Estado, le declararemos culpable de injusticia y de sacrilegio por haber engendrado un hijo, cuyo nacimiento es obra de tinieblas y de libertinaje.17 Pero cuando ambos sexos hayan pasado la edad fijada por las leyes para dar hijos a la patria permitiremos a los hombres libertad de tener relaciones con las mujeres que les parezca, menos con sus abuelas, sus madres, sus hijas y sus nietas. Las mujeres tendrán la misma libertad con relación a los hombres. Pero esto no se les permitirá sino después de habérseles prevenido que no han de dar a luz a ningún fruto concebido mediante tal unión, y si a pesar de sus precauciones naciese alguno, deberán abandonarlo a la muerte por- 16 17 Ibidem. Libro V, 460 a. Ibidem. Libro V, 461 a. UNIVERSIDAD LA SALLE 205 CLEMENTE VALDÉS S. que el Estado no se encargará de alimentarle”.18 El mayor bien es el bien del Estado. El bien de todos es el gran bien y nos aleja de los grandes males. Así el Estado no incurrirá en el mayor mal que es la división, lo cual es hacer de una sola comunidad, muchas.19 Este enfoque de la superioridad de los intereses del bien común, que es el que deben decidir los hombres sabios, los filósofos, o los justos, que gobiernan el Estado, se planteaba en Grecia alrededor del año 350 antes de Cristo. Muchos años después, en la Unión Soviética, el Código Civil promulgado en 1922 establecía en la primera frase del artículo 1°: Las libertades o los derechos de los individuos están protegidos por la ley excepto en los casos en que se ejerciten contra sus propósitos sociales y económicos. Aunque el aborto en la Unión Soviética era legal desde 1920, en la década de 1930, al intensificarse la amenaza de guerra en Europa, Stalin prohibió las medidas anticonceptivas y el aborto con el propósito explícito de aumentar el ritmo de crecimiento de la población para defender a la Unión Soviética. Adolfo Hitler, que no tenía ningún respeto ni por la vida ni por la libertad de los seres humanos, alemanes o extranjeros, estableció como una de las obligaciones de las mujeres alemanas tener hijos, no para su satisfacción maternal o familiar sino para contribuir a la gloria de la nación y al fortalecimiento de la raza alemana y, como consecuencia, prohibió el uso de anticonceptivos y decretó que casi cualquier aborto fuera considerado como un crimen grave”,20 pues eran “actos de sabotaje contra el futuro racial de Alemania”.21 En 1943, el gobierno del tercer Reich, implantó la pena de muerte para quienes practicaran el aborto “por socavar la vitalidad del pueblo alemán”.22 18 Ibidem. Libro V, 461 c. Ibidem. Libro V, 462 b. 20 Mauro Cappelletti y William Cohen, Comparative Constitutional Law, cases and materials. The Michie Company, Charlottesville, Virginia, 1979, p. 611. 21 The New Encyclopaedia Britannica, volume 15, p. 118, Chicago, 1991. 22 Ibidem. 19 206 FACULTAD DE DERECHO LOS DISTINTOS ENFOQUES DE LOS GRANDES PROBLEMAS DE LA BIOÉTICA Con el propósito contrario, a finales del siglo XX, en la República Popular China, para disminuir el crecimiento demográfico, se decretó que, como regla general, las parejas únicamente podían tener un hijo. Para hacer efectiva la medida se debía recurrir al aborto o a la esterilización de manera obligatoria. En la misma República Popular China hasta hace todavía veinte años la exhibición de imágenes o figuras eróticas y aun la simple posesión de esas imágenes era castigada con largas penas de prisión y con la flagelación pública. La postergación de las libertades de los seres humanos respecto de los intereses del Estado y la imposición total de las ideas de los gobernantes sobre cómo deben los individuos manejar su libertad ha tenido, desde siempre, todo tipo de manifestaciones. En algunos lugares, las leyes, igual que lo proponía Platón, han ordenado el infanticidio para acabar con niños defectuosos. En otros, el asunto no ha sido únicamente la esterilización obligatoria, el aborto forzado o la muerte de recién nacidos, sino la prohibición de actos sexuales de distinto tipo, el castigo por ciertas abstenciones y la imposición de conductas rituales y obligaciones en la vida diaria, estrictamente personal, de los seres humanos. Vuelvo a la gran pregunta: ¿Hasta dónde debe llegar el poder del Estado en el área de la libertad personal privada de los seres humanos, en lo que concierne a las cuestiones de su cuerpo, de su salud, de su sexualidad y de su vida? ¿Existen áreas y conductas de los individuos que deben estar más allá del alcance del poder del gobierno y más allá del poder del pueblo o de la sociedad de la cual decimos que el gobierno es únicamente su representante? El problema no son las cuestiones teóricas sino los problemas reales, concretos, en una sociedad. La expresiones que se reducen a señalar que debe distinguirse entre lo que es bueno y lo que es malo y entre lo que es la libertad y lo que no debe llamarse libertad, no nos solucionan el problema; pues la cuestión en todos los casos es ¿qué es lo que debe prohibirse y por qué? y ¿qué es lo que debe permitirse por no ser parte UNIVERSIDAD LA SALLE 207 CLEMENTE VALDÉS S. de las funciones del Estado, pues corresponde a la esfera propia personal de los seres humanos? La expresión que se reduce a señalar que una cosa es la libertad y otra el libertinaje, no nos lleva muy lejos, pues de lo que se trata es de saber y decidir hasta dónde debe llegar la libertad, o bien dónde termina la libertad y dónde empieza el libertinaje. La distinción en los nombres no nos resuelve el problema, pues simplemente significa: “hay que distinguir entre lo que se debe y lo que no se debe hacer” pero sin decirnos cómo se puede hacer tal distinción. El problema central es ¿con base en qué podemos decidir entre lo que se debe y lo que no se debe hacer en estas materias? Voy a tratar de presentar la complejidad del problema y las contradicciones a las cuales nos enfrentamos, con algunos ejemplos: Frente a la posición que sostiene que el Estado puede legítimamente imponer las limitaciones que juzgue necesarias a las libertades o los derechos individuales, incluyendo la educación de los hijos, como decía el artículo 1° del Código Civil de la Unión Soviética de 1922, o frente a la idea de Platón de que las decisiones sobre el cuidado y la vida de los hijos deben corresponder al Estado, nosotros sostenemos que todas las decisiones sobre la educación, el cuidado, la salud física y la salud espiritual de los hijos, especialmente en su relación con un ser supremo, corresponden a los padres, que son quienes tienen el derecho de decidir por sus hijos, por lo menos en la etapa en que esos hijos lo permitan más o menos de buena gana, que es precisamente la etapa que determina casi siempre su manera de ser y de pensar en su vida futura. A diferencia de los grupos religiosos teocráticos, como son la mayoría de los grupos que se identifican con el Islam y algunos Estados modernos que establecen desde sus textos constitucionales su identificación con distintas religiones, los Testigos de Jehová mantienen una completa separación respecto de los gobiernos de todos los países en los que viven. Las estadísticas indican que actualmente su afiliación asciende a varios millones en el mundo. Basándose en muchas de las menciones que se hacen en el antiguo 208 FACULTAD DE DERECHO LOS DISTINTOS ENFOQUES DE LOS GRANDES PROBLEMAS DE LA BIOÉTICA testamento de la Biblia sobre la prohibición de derramar la sangre de los animales y en el nuevo testamento, concretamente en los Hechos de los Apóstoles, capítulo 15, versículo 20, de abstenerse de la sangre, una de sus creencias más importantes es su oposición a las transfusiones sanguíneas, aun a costa de la vida propia y la vida de sus hijos. La Iglesia de la Ciencia Cristiana, que originalmente se llama en inglés The First Church of Christ Scientist, parte de la idea de que siendo Dios todopoderoso, omnipresente y omnisapiente y de que por lo tanto nadie sana, ni nadie muere, si no es porque el mismo Dios, concretamente Cristo, que es el único que posee la verdadera ciencia así lo determina en sus designios inescrutables, rechazan por consecuencia los servicios médicos y dejan que sus hijos y familiares sanen o mueran sin ninguna asistencia de la ciencia médica humana, sólo con el apoyo de la oración. Para los fieles que obedecen los mandatos de esa Iglesia, todo auxilio de la ciencia médica humana es una falta de fe en Dios y de confianza en su providencia divina y debe, por lo tanto, ser rechazado. ¿Deben los gobiernos pasar por encima de las libertades o los derechos de los fieles de esas iglesias obligando a los miembros adultos de esas confesiones a aceptar transfusiones sanguíneas y servicios médicos humanos para ellos y para sus hijos, contra su voluntad y contra su fe? ¿Debe obligárseles a hacerlo únicamente respecto de sus hijos que no tengan uso de razón o también respecto de los mismos adultos? ¿Pueden los gobiernos legítimamente obligar a recibir tratamiento médico a una persona que en uso total de sus facultades mentales no quiere recibirlo? ¿Por qué? ¿Para que esa persona sirva a la patria, para que siga cumpliendo con su obligación de pagar impuestos, para complacer a la sociedad o para que se vaya al cielo, aunque él crea que con tal acción, si no lucha con todas sus fuerzas contra ese intento, va a ir sin duda alguna al infierno? 5. El último enfoque que quiero únicamente presentar, para no fastidiar a los lectores, es el de la regla democrática o regla de la mayoría, que se expresaría de una manera general diciendo que las cuestiones concernientes a cuál debe ser el alcance de la liberUNIVERSIDAD LA SALLE 209 CLEMENTE VALDÉS S. tad de cada persona, en lo que toca a las decisiones sobre su propio cuerpo, su sexualidad, su vida y su salud, deben ser fijadas democráticamente. Este enfoque tiene dos manifestaciones: una es que los límites y las prohibiciones deben establecerlas los representantes que la mayoría elige precisamente para hacer las leyes. En el caso Roe v. Wade la Suprema Corte de los Estados Unidos resolvió que la ley penal del Estado de Texas que penalizaba los abortos, excepto únicamente aquellos que se llevaran a cabo para salvar la vida de la madre, sin considerar la etapa del embarazo y sin reconocer los otros intereses involucrados (principalmente los intereses de la madre) violaba la Cláusula del Debido Proceso de la Enmienda Catorce, y por lo tanto dicha ley en ese punto era inconstitucional. Pero en su voto, en contra de la resolución dictada por la mayoría de sus colegas, el juez White invocaba precisamente la regla democrática: “El resultado final según la resolución —decía el juez White en su voto— es que el pueblo y las legislaturas de los cincuenta estados no tendrían constitucionalmente facultades para sopesar la importancia relativa de la existencia y el desarrollo del feto, en contra del espectro de los posibles impactos que esto tenga sobre la madre. .... Esta cuestión, en su mayor parte, debe dejarse al pueblo y a las legislaturas de los estados, como representantes del pueblo. Es oportuno hacer notar que la regla o el enfoque democrático es también contrario a la resolución de la Corte Constitucional Alemana de febrero de 1975, por la cual se dejaron sin efecto reformas hechas al Código Penal por legisladores federales, representantes del pueblo alemán, electos democráticamente, en las cuales despenalizaban los abortos voluntarios bajo ciertas condiciones. Este enfoque tiene otra manifestación aún más interesante: La regla democrática o regla de la mayoría —se dice— no puede dejarse libremente a la decisión de los legisladores; la decisión sobre los límites a las libertades de los individuos, en lo que toca a su persona, su salud, su sexualidad, su cuerpo y su vida, debe hacerse 210 FACULTAD DE DERECHO LOS DISTINTOS ENFOQUES DE LOS GRANDES PROBLEMAS DE LA BIOÉTICA por la mayoría de la sociedad, por el pueblo, por la comunidad, sea que los legisladores establezcan tales límites basándose puntualmente en las creencias o las opiniones de la mayoría de la sociedad, o que las leyes en esas materias sean aprobadas por los líderes de opinión reconocidos, o bien que la población directamente, a través de plebiscito o referéndum, lo cual es más confiable, apruebe las reglas en estas materias. En mi opinión, la gran dificultad es que no existen respuestas satisfactorias generales para los diferentes temas y, en algunos casos, ni siquiera principios que sirvan bien para una sola de las áreas. ¿Deben los seres humanos adultos disponer libremente, sin restricción alguna, de su cuerpo y de todas las partes del mismo? ¿De su sangre, sí; pero de sus órganos, no? ¿De sus órganos, sí; pero de su vida, no? ¿De esto podemos desprender algún principio general como sería que el dominio sobre algunas partes, o sobre la totalidad del cuerpo y la vida propia, no le pertenece al individuo, sino a la mayoría de la comunidad en la que vive, o bien a los órganos de gobierno que, de acuerdo con la regla democrática, representan a la mayoría? Y entonces, como en algunas de las tragedias griegas y en el drama de la vida y la muerte de Sócrates, llegamos al fondo del viejo conflicto entre los intereses de los individuos y los intereses de la mayoría, entre los gustos de los individuos y los gustos de la mayoría, entre las creencias y las opiniones de los individuos y las creencias y las opiniones de la mayoría. Esto es, llegamos al conflicto inevitable entre la libertad y la democracia. UNIVERSIDAD LA SALLE 211 NADER:La Salle 20/07/2011 03:43 p.m. Página 312 PONENCIAS JURISDICCIÓN UNIVERSAL Y JURISDICCIÓN INTERNA: ¿CÓMO SALVAR ESCOLLOS? JOSÉ J. BORJÓN NIETO* 1. Introducción Entre los conceptos jurídico-políticos que han dado más quehacer a los teóricos y filósofos del Derecho, está sin duda el de jurisdicción universal. No tanto por lo que se refiere a su definición, que es hasta cierto punto fácil de formular —como se verá después—, sino por lo que toca a su aceptación, por parte de los Estados, ya que afecta de forma contundente las fibras de su arquitectura, principalmente la soberanía, independencia, igualdad y territorialidad, sobre la cual ejerce su ius puniendi y su imperium de manera exclusiva y excluyente, por lo menos como se ha entendido en un modelo de Estado de corte hobbesiano, inspirado en el principio bellum omnium contra omnes; y en la absoluta libertad de hacer lo que se desee. Esta es la soberanía que se remonta a la aparición de los grandes Estados nacionales europeos de los inicios de la modernidad (paz de Westfalia, 1648), que puso fin a la idea de un ordenamiento jurídico universal; aquella que se describe como la suprema potestas superiorem non recognoscens; la que nace de una construcción de matriz iusnaturalista, que sirvió como base a la concepción positivista del Estado y al paradigma del derecho internacional moderno. La era de esta soberanía absolutista no ha concluido y se * Profesor investigador de El Colegio de Veracruz. UNIVERSIDAD LA SALLE 213 JOSÉ J. BORJÓN NIETO traduce todavía en una permanente amenaza de guerra y destrucción para el futuro de la humanidad. A ese concepto radical de soberanía, se opone uno más flexible, que puede coexistir con las modernas cartas constitucionales internacionales, como la Carta de Naciones Unidas de 1945, la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, la Convención Europea para la protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales (1950) y, por lo que se refiere a nuestro continente, la Convención Americana sobre Derechos Humanos conocida como el Pacto de San José de 1969. Éste es el concepto postmoderno que requiere nuestro tiempo. A esta nueva idea se refería H. Kelsen cuando, al escribir sobre el problema de la soberanía, en 1920, expresaba que “debe ser resuelto de forma radical. Ésta es la primera revolución de la conciencia cultural que necesitamos”. Esta faceta de la soberanía es más flexible porque en lo interno acepta la división de poderes, el principio de legalidad y el respeto a los derechos fundamentales. Es la del Estado constitucional de Derecho, cuyos poderes públicos, en lugar de ostentarse como potestades absolutas devienen potestades funcionales. En lo externo, sin embargo, no ha sucedido lo mismo, puesto que la soberanía externa se refuerza abiertamente, desarrollándose a través de las dos figuras de la soberanía nacional y de la soberanía popular, que ambiguamente se aproximan a la de soberanía estatal, y obtienen, a través de ellas, una legitimación política todavía más fuerte que la que provenía de las antiguas fuentes teológicas y contractualistas. Al absolutizarse la soberanía, los nuevos Estados nacionales se liberan de cualquier vínculo iusnaturalista tanto de vertiente teológica como racionalista, con lo que la soberanía externa alcanza su expresión más incontrolada e ilimitada, y se manifiesta más que nunca como el equivalente internacionalista de la libertad salvaje del estado de naturaleza hobbesiano. 214 FACULTAD DE DERECHO JURISDICCIÓN UNIVERSAL Y JURISDICCIÓN INTERNA: ¿CÓMO SALVAR ESCOLLOS? Para controlar esa situación, el nuevo orden establecido con la Carta de Naciones Unidas (1945) y la Declaración universal de los Derechos Humanos (1948), prohíbe el ius ad bellum —desde Francisco de Vitoria atributo principal de la soberanía— por una parte y, por la otra, da carácter de universalidad a los derechos humanos, los cuales tendrán en adelante como beneficiarios no sólo a los llamados pueblos civilizados, sino a todos los pueblos, no importando su raza, religión o nacionalidad. El ius ad bellum quedaría reservado sólo para la legítima defensa, en los términos y presupuestos de la misma Carta. Esos instrumentos, aunados a otras declaraciones regionales, así como los Pactos internacionales de 1966, serán la piedra angular, precisamente, de la jurisdicción universal, pues constituyen la base para que esos derechos, tan ardua y valientemente rescatados, sean no sólo constitucionales, sino también supraestatales, y se conviertan en límites no sólo internos, sino también externos a la potestad de los Estados. Los escollos que pudieran encontrarse en el camino de su protección, tendrán que superarse mediante la armonización del Derecho interno con el Derecho internacional. La jurisdicción interna tendrá siempre la preferencia; la internacional o universal entrará en escena cuando un Estado no quiera o no pueda poner en acción sus sistemas jurídico-penales para sancionar los crímenes de carácter internacional. 2. Antecedentes El siglo XX dio prueba del poder que tiene el hombre para construir mediante la ciencia y la tecnología un mundo renovado en todas las áreas del desarrollo humano —transportes, informática, comunicaciones satelitales, medicina, biotecnología—, pero también de aniquilar —mediante su maquinaria bélica y su sádico instinto de destrucción—, ciudades y poblaciones enteras, que han sido y siguen siendo víctimas de guerras crueles, sangrientas, apocalípticas. UNIVERSIDAD LA SALLE 215 JOSÉ J. BORJÓN NIETO Fue sin duda uno de los siglos más sangrientos de que se tenga memoria, pues, como señala Juan Carlos E. Velásquez, los medios de destrucción masiva y los desarrollos tecnológicos hicieron pendular la historia moderna entre conflictos desgarradores y la búsqueda de justicia, entre el genocidio y la exaltación de los derechos humanos. En esa centuria hubo guerras de baja y alta intensidad, guerras preventivas y no preventivas, guerras calientes, calientísimas y guerras frías. Y no ayuda decir que siempre ha habido violencia entre los individuos y entre las naciones, porque las del siglo pasado han sido totalmente distintas, pues, como señala Lirola Delgado, “la capacidad del hombre para atentar contra sus semejantes no sólo ha crecido cuantitativa y cualitativamente, sino que se ha refinado de tal manera que los crímenes internacionales superan todo el horror imaginable”. Ante este sombrío panorama, el tema de la jurisdicción universal adquiere relevancia de primer orden y la Corte Penal Internacional, pese a ser tan sólo la posible y no la deseable —imperfecta pero perfectible— constituye un gigantesco cambio en algunos aspectos y consolidación en otros relativos a la subjetividad penal internacional. Es indudablemente un paso hacia delante, porque, como señala Lirola, se ha puesto el énfasis en “la responsabilidad penal pasiva de la persona humana, con frecuencia escondida en las faldas de una razón de Estado que ella misma falazmente creaba; ahora la persona humana es considerada definitivamente como susceptible de realizar actos de trascendencia internacional por los que debe responder”. Generalmente, algunas conductas claramente criminales, eran avaladas o amparadas por los Estados, entre otras, los crímenes contra el Derecho internacional, ya que los autores de estos crímenes se habían refugiado tradicionalmente en la protección del asilo y en la invocación de inmunidad, lo que había permitido crecer un verdadero culto de la impunidad. A pesar de todo ello, es dable afirmar que el siglo XX logró redimirse, en cierta forma, puesto que en los últimos cincuenta años el derecho internacional se fue orientando de manera constante hacia los derechos humanos. El ponerlos en primer plano, sirvió para combatir la impunidad. Ha habido en algunos momentos retrocesos 216 FACULTAD DE DERECHO JURISDICCIÓN UNIVERSAL Y JURISDICCIÓN INTERNA: ¿CÓMO SALVAR ESCOLLOS? dolorosos pero también hubo avances inesperados, como fue el desarrollo del principio de la jurisdicción universal como una forma apta para poner punto final a esa impunidad, lo cual propició la consolidación gradual, pero constante, de los postulados del Derecho penal internacional, al cual se le fueron dando contenidos mucho más abarcadores de las extradiciones o los delitos transfronterizos, en un marco más claro y flexible del derecho internacional público En este entorno, se puede asegurar que, a pesar de las discrepancias existentes en materia de jurisdicción universal, el avance de la llamada teoría de la extraterritorialidad para el juzgamiento de los crímenes contra el Derecho internacional es inevitable y, como bien señala Zuppi, la Corte Penal Internacional podría muy bien “constituir el foro adecuado para que el desarrollo de este tema en los años venideros sea en el marco jurídico que corresponde”. Esto será factible, si se toma cuenta, como opina Ferrajoli, que en el nuevo ordenamiento que ella inaugura, “pasan a ser sujetos de Derecho internacional no sólo los Estados, sino también los individuos y los pueblos: los primeros, en cuanto titulares frente a sus propios Estados de los derechos humanos que les confieren la Declaración de 1948 y los Pactos de 1966; los segundos, en cuanto titulares del derecho de autodeterminación reconocido por el artículo 1 de esos mismos Pactos.” Sin embargo, en la base de esta nueva visión estará, indudablemente, un concepto moderno de soberanía, mucho más flexible y realista. En esto estamos de acuerdo también con Zuppi, quien opina que: Si la soberanía es concebida como absoluta y monolítica, será inadmisible conceder cualquier tipo de ingerencia a un poder foráneo que pueda resquebrajarla. Si en cambio, se comprueba que la soberanía a lo largo de la última mitad del siglo se fue erosionando a favor de una globalización del poder, y si se acepta que algunos aspectos antes reservados exclusivamente al soberano han pasado al dominio común, universal, entonces la competencia universal invocada por una jurisdicción foránea se explicará con nitidez en un mundo profundamente entrelazado como es el actual. UNIVERSIDAD LA SALLE 217 JOSÉ J. BORJÓN NIETO 3. Un poco de historia En términos generales, se puede afirmar que el derecho internacional clásico desconocía la responsabilidad penal de los individuos, tesis que hizo suya la escuela positivista clásica, al negar la responsabilidad de las personas individuales. Sin embargo, hay antecedentes que prueban la existencia de ciertos delitos calificados por la costumbre internacional como delicta iuris gentium, entre los que se mencionan la piratería, la esclavitud y otros delitos. Francisco de Vitoria entrevé ya ese principio cuando habla de un orden mundial como comunitas orbis, como sociedad de respublicae o de Estados soberanos, igualmente libres e independientes, sometidos en el exterior a un mismo derecho de gentes y en el interior a las leyes constitucionales que ellos mismos se han dado. Francisco Suárez retoma esta tesis al señalar que existe “aliquam unitatem, non solum specificam, sed etiam quasi politicam et moralem”, que congrega al genus humanum. Hugo Grocio, posteriormente, expresará la idea del sometimiento de la humanidad entera al ius gentium, al destacar que “Los soberanos (…) tienen derecho de castigar no sólo las injurias cometidas contra ellos o sus súbditos, sino también aquéllas que no les conciernen especialmente pero que son, para cualquier persona, graves violaciones de la ley natural o de las naciones”. E. de Vatel se refiere, por su parte, a este mismo asunto, y destaca que si bien la jurisdicción del Estado se limita generalmente a castigar los crímenes cometidos en su territorio, debe hacerse una excepción, pues debe castigar también, donde estén, a los criminales que, por el carácter y gravedad de sus crímenes, son una amenaza a la seguridad pública y a la raza humana en su conjunto. En el siglo XVIII, sin embargo, nace la tendencia a restringir el ius puniendi del Estado al ámbito territorial, corriente que favorece Inglaterra y que recoge el mundo anglosajón, con excepción de la piratería, delito que, al obstaculizar la navegación marítima, en los tiempos de la revolución industrial, afectaba los intereses económi218 FACULTAD DE DERECHO JURISDICCIÓN UNIVERSAL Y JURISDICCIÓN INTERNA: ¿CÓMO SALVAR ESCOLLOS? cos y comerciales de los llamados países “civilizados”. Por este motivo, aunque estimulados por algunos Estados, contra sus rivales, los piratas fueron considerados enemigos del género humano (hostis humani generis) y la piratería como delictum iuris gentium, cuando se cometía en alta mar. Dentro de lo que era entonces el mar territorial (tres millas), el ejercicio de la jurisdicción competía al Estado que fuera el ribereño o el del pabellón. A este respecto, Moore, señalaba que: En la medida en que la escena de operaciones del pirata es el alta mar, cuya vigilancia no es derecho ni deber de ninguna nación, aquél se ve denegar la protección de la bandera que pueda enarbolar, y es tratado como un proscrito, como el enemigo de toda la humanidad —hostis humani generis—, a quien cualquier nación puede, en el interés de todas, capturar y castigar. Por lo que se refiere a la esclavitud, san Pablo la acepta como un hecho, pero da las bases de una fraternidad universal, cuando expresa en su Epístola a los Colosenses (3, 1-11): “En este orden nuevo no hay distinción entre judíos y gentiles, circuncisos e incircuncisos, bárbaros y escitas, esclavos y libres”. Entre los primeros intentos de proscripción se encuentra la Encíclica In plurimus (1888), del papa León XIII, y la de la Santa Alianza (Congreso de Viena de 1815) y la del Acta General de la Conferencia de Bruselas, de 1890, en la que se adoptaron disposiciones sobre represión de la esclavitud. El Convenio de Ginebra de 1926, hace ya una proscripción firme de la esclavitud y la trata de esclavos y obliga a las partes firmantes a tipificar ese delito para prevenirlo y reprimirlo de manera progresiva. Este instrumento, firmado en Ginebra, fue modificado en la sede de Naciones Unidas, el 7 de diciembre de 1953 y entró en vigor el 7 de julio de 1955. Respecto al tema de la abolición en diversos países, habrá que destacar que en Francia es abolida la esclavitud en 1792; en el Tratado de París de 1814, Inglaterra y Francia “se comprometieron a invitar a los demás gobiernos a emprender una acción común contra la esclavitud”; en Dinamarca se prohibió en 1902; en los Estados Unidos, en 1865; y en Brasil, en 1888. El Acta General de Berlín UNIVERSIDAD LA SALLE 219 JOSÉ J. BORJÓN NIETO (1885) estableció el deber de las naciones firmantes de cooperar a la abolición de la esclavitud. Mauritania suprimió la esclavitud el 5 de junio de 1980, pero todavía existían en ese país, para esas fechas, cerca de 100000 esclavos (UN Doc. E/CN.4/Sub.2/1984/ CRP.1/add.10). Según estimación de Naciones Unidas, en el mundo de hoy —el de inicios de la década de los años 80, del siglo pasado— existirían todavía varios millones de esclavos (UN Doc. E/CN.4/Sub.2/1984/23). En México fue proscrita la esclavitud al inicio del movimiento insurgente, pero no fue sino hasta la Constitución de 1917 que se la prohibió definitivamente al establecer, en su artículo 2, que “(…) Los esclavos del extranjero que entren al territorio nacional alcanzarán, por ese solo hecho, su libertad y la protección de las leyes”. Un poco relacionada con la esclavitud, está la trata de blancas, tema que, como destaca Ramella, se toca ya en las Leyes de Partidas (la Partida III y la IV, título 22, establecen sanciones para quienes las explotan). En París se firmaron las convenciones de 1904 y 1910, sobre el problema y las medidas para contrarrestarlo. El Pacto de la Sociedad de las Naciones establecía en su artículo 23, c, la supervisión general de la ejecución de los acuerdos con referencia a la trata de mujeres y niños. Para dar cumplimiento a esas disposiciones, se firmaron las convenciones de Ginebra, de 1921 y 1933. Por su parte, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó el 2 de diciembre de 1949 una Convención tendente a reprimir la trata de blancas y la prostitución. Entró en vigor el 28 de julio de 1951. Los Estados parte se comprometen a castigar penalmente a quienes se dedican al lenocinio, se comprometen a adoptar medidas para prevenir la prostitución y para la rehabilitación y adaptación social de las víctimas. El genocidio es otro de los delitos que han sido objeto de la legislación internacional y nacional. Como señala Ramella, “La mentalidad tribal que todavía domina en el mundo no ha acabado con esa forma de matar en masa, agudizada por la perfección de las armas empleadas para ese fin”. Nos recuerda, para ilustrar esto, la destrucción de Cartago en el año 146 a.C.; la destrucción de 220 FACULTAD DE DERECHO JURISDICCIÓN UNIVERSAL Y JURISDICCIÓN INTERNA: ¿CÓMO SALVAR ESCOLLOS? Jerusalén por Tito en el año 72 de nuestra era; las guerras religiosas del Islam y las Cruzadas; las guerras emprendidas por Gengis Khan y Tamerlán. De fechas más recientes, Baltasar Garzón menciona, entre los mayores genocidios del siglo XX, “los dos millones 300 mil armenios que perdieron la vida en la Primera Guerra Mundial, un millón 500 mil fueron masacrados por los dirigentes del Imperio Otomano, lo que ahora es Turquía, por el simple hecho de ser armenios. Como consecuencia del fin de la guerra, en 1920 se firmó un tratado por el cual se obligó a Turquía aceptar la jurisdicción de un tribunal penal internacional y por primera vez se mencionan los crímenes contra la humanidad”. El genocidio se puede cometer de diversas formas: a) físicamente, matando o mutilando hombres directamente, o sometiéndolos a condiciones que no les permiten sobrevivir (campos de concentración, esclavización de trabajadores); b) biológicamente, impidiendo la reproducción de un grupo humano. La cuestión del genocidio fue sometida a la Asamblea General de Naciones Unidas en noviembre de 1946 y en la sesión plenaria del 11 de diciembre de ese mismo año, se estableció en una resolución que “el genocidio es la negación del derecho de existencia de los grupos humanos, del mismo modo que el homicido es la negación de vivir de los seres humanos, individuales”, por lo cual “el castigo del crimen de genocidio es un asunto de interés internacional”. Al mismo tiempo, se instó a los Estados miembros a “decretar las leyes necesarias para la prevención y el castigo de ese crimen. La Asamblea General adoptó otra resolución el 21 de noviembre de 1947, mediante la cual se ratificó la anterior y se pidió al Consejo Económico y Social que prosiguiera el estudio del proyecto de convención, teniendo en cuenta que la Comisión de Derecho Internacional había sido encargada, entre otras cosas, “de preparar un proyecto de código de crímenes contra la paz y la seguridad”. La Convención de las Naciones Unidas para la prevención y la sanción del delito de genocidio, fue aprobado el 9 de diciembre de 1948 y en ella se incluyen, como actos genocidas, los siguientes: a) matanza de miembros de un grupo; b) lesión grave a la inteUNIVERSIDAD LA SALLE 221 JOSÉ J. BORJÓN NIETO gridad física o mental de los miembros de un grupo; sometimiento intencional de un grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial; c) medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno de un grupo; d) traslado por la fuerza de niños de un grupo a otro grupo. Según este instrumento, se trata de un grupo diferenciado por razones de nacionalidad, etnia, raza o religión y se dice que el sujeto activo tiene que actuar no sólo con dolo de alguno de los resultados en mención, sino también con la intención específica de destruir, total o parcialmente, al grupo en cuestión (art. 2) Se establece que son punibles: el genocidio consumado, la tentativa, la instigación directa y pública a cometer genocidio, la complicidad y la asociación para cometer genocidio (art. 3). La gravedad atribuída a este crimen, como afirman Bueno Arús y Zaragoza, se desprende del lenguaje utilizado en la convención, pues al delito se le denomina “flagelo odioso”; a la conducta prevista en el primer apartado del art. 1, se le califica como “matanza (en lugar de homicidio o asesinato), “delito de Derecho internacional. Se le excluye de la consideración de delito político a efectos de extradición (art. 7); y se expresa que tanto los gobernantes como los funcionarios y los simples particulares, pueden ser responsables de este crimen (art. 3). La tortura es otro de los crímenes que son objeto de jurisdicción universal. Al respecto, existe una Convención de las Naciones Unidas contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, de 10 de diciembre de 1984. Partiendo del artículo 5 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948, de Naciones Unidas, y el artículo 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966, se considera tortura “todo acto por el cual se inflija intencionadamente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos o mentales, con el fin de obtener de ella o de un tercero información o una confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o de intimidar o coaccionar a esa persona o a otras, o por cualquier razón basada en cualquier tipo de discriminación, cuando dichos dolores o sufrimientos sean infligidos 222 FACULTAD DE DERECHO JURISDICCIÓN UNIVERSAL Y JURISDICCIÓN INTERNA: ¿CÓMO SALVAR ESCOLLOS? por un funcionario público u otra persona en el ejercicio de funciones públicas, a instigación suya, o con su consentimiento o aquiescencia. No se considerarán torturas –se especifica— los dolores o sufrimientos que sean consecuencia únicamente de sanciones legítimas, o que sean inherentes o incidentales a éstas” (art. 1). Bueno Arús y Zaragoza nos resumen los elementos de este delito, con base en el artículo 4, 1, de la Convención: “a) un resultado de dolor o sufrimiento grave, físico o mental; b) realizado por un funcionario (a título de autor, inductor, autor mediato o auxiliador); c) con intención y además con alguno de los fines enumerados: obtener una confesión, castigo por un acto de la víctima, intimidación o coacción a la víctima o a terceros, o discriminación; d) son también punibles la tentativa, la complicidad o la participación en la tortura (art. 4.1)”. A los Estados parte se les exhorta, entre otras cosas, a: “velar para que todos los actos de tortura constituyan delitos conforme a su legislación penal, castigando esos delitos “con penas adecuadas en las que se tenga en cuenta su gravedad”; (…) “Considerar incluidos esos delitos entre los que dan lugar a extradición en todo tratado celebrado entre Estados partes (art. 8.1), lo que implica negar a la tortura la consideración de delito político”; (…) No proceder a la expulsión, devolución o extradición de una persona a otro Estado cuando haya razones fundadas para creer que estaría en peligro de ser sometida a tortura (art.3.1); (…) “Proceder a la detención cuando sea necesario de una persona que se encuentre en su territorio y de la cual se supone que ha cometido delitos de tortura y abrir una investigación preliminar, a efectos de un procedimiento pena o de extradición, comunicando los resultados al Estado de la nacionalidad o de la residencia habitual de aquélla (art.6)”. En el caso del delito de tortura, se aplica también el principio aut deder aut iudicare. La persona encausada recibirá garantías de un juicio justo en todas las fases del procedimiento. No se establecen, pero tampoco se prohíben, otros criterios de “jurisdicción penal ejercida de conformidad con las leyes nacionales” (art. 5.3), lo que da pie para que se aplique el principio de jurisdicción penal universal. UNIVERSIDAD LA SALLE 223 JOSÉ J. BORJÓN NIETO Además de los delitos antes mencionados, existen otros que también han sido objeto de atención en los convenios regionales y multilaterales, pero no gozaron de suficiente aceptación como para aplicarles la jurisdicción universal. Entre ellos, están la represión de la falsificación de moneda, prevista en la Convención de Ginebra de 20 de abril de 1929 y la Convención para la prevención y represión del terrorismo, de 16 de noviembre de 1937. Además se tratan de sendos delitos. Respecto a la falsificación de moneda, los Estados parte de la convención respectiva se refiere a las obligaciones asumidas y se acentúa que éstas operan no sólo en el marco nacional sino en el de cualquier otro Estado parte, añadiéndose una cláusula según la cual “los extranjeros que hayan cometido en el extranjero” una de las infracciones previstas en la convención “y que se encuentren en el territorio de un país cuya legislación interna admita como regla general el principio de persecución de las infracciones cometidas en el extranjero deben ser castigados de la misma forma que si el hecho hubiera sido cometido en el territorio de ese país (art. 5). Como señala Sánchez Legido, por primera vez aparece contemplada la jurisdicción universal “respecto de infracciones cometidas en el exterior, incluyendo el territorio de otros Estados”. Por lo que toca a la prevención y represión del terrorismo, la inclusión del principio de universalidad no es clara sino implícita, cuando se habla del Estado de detención del presunto actor de un acto terrorista; en tal caso, se subordina la obligación de perseguir o extraditar de acuerdo con el principio aut dedere aut iudicare (entregar o juzgar). Sin embargo, en las últimas convenciones, sobre todo a raíz del 11 de septiembre de 2001, se percibe un consenso casi general de incrementar la cooperación internacional en los ámbitos bilateral, regional y multilateral para prevenir y reprimir el terrorismo. Por último, vamos a detenerlos un poco en otros casos en los cuales se puede ver un arranque más firme de la aplicación de la jurisdicción universal. Un caso un poco más claro de responsabili224 FACULTAD DE DERECHO JURISDICCIÓN UNIVERSAL Y JURISDICCIÓN INTERNA: ¿CÓMO SALVAR ESCOLLOS? dad penal internacional del individuo y aplicación del principio de universalidad, lo tenemos en el Tratado de Versalles, después de la Gran Guerra (1914-1918), pues en su artículo 227 preveía la creación de un tribunal especial integrado por jueces designados por Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Italia y Japón, para enjuiciar al keiser Guillermo II de Hohenzollern, refugiado en Holanda. El Tratado en referencia, imponía a Alemania la obligación de entregar a las potencias aliadas a los responsables de violaciones graves de las leyes y costumbre de guerra, a fin de que fueran juzgados por tribunales militares. Para analizar la cuestión de la responsabilidad penal de los acusados, se creó en 1919 una comisión especial, pero el juicio no se realizó, debido a que Holanda se negó a conceder la extradición del keiser. Ejemplos más contundentes, se tienen con la creación de los tribunales militares ad hoc, de Nüremberg, Tokio, después de la Segunda Guerra Mundial, y, al inicio de la década de los 90 del siglo pasado, los tribunales internacionales para la antigua Yugoslavia y la República de Ruanda. Estos casos son tan conocidos, y han sido tan extensamente tratados que sólo me detendré a presentar algunas observaciones. Como subraya Sergio García Ramírez, “Nüremberg y Tokio pusieron en movimiento –lento movimiento, por cierto– la creación del Derecho penal internacional, que evidentemente debería abarcar –y hoy abarca, bajo el Estatuto de la Corte Penal Internacional– diversos espacios: orgánico, sustantivo, adjetivo y ejecutivo”. Fueron creados como tribunales militares ad hoc, por las potencias vencedoras en la Segunda Guerra Mundial, pero “confirmados por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 11 de diciembre de 1946”, fecha en que se declaró que el genocidio “constituye un crimen bajo el Derecho de gentes”. En este entorno, se aprobó la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, del 10 de diciembre de 1984, se instituyó el Comité contra la Tortura y se UNIVERSIDAD LA SALLE 225 JOSÉ J. BORJÓN NIETO remitió a la Corte Internacional de Justicia las controversias entre partes acerca de la interpretación o aplicación del tratado. Los casos de la ex Yugoslavia y Ruanda representan un nuevo toque de alerta por los delitos gravísimos que han venido a sacudir la conciencia humana y la impunidad de quienes los cometen. Todo esto es motivo de que se retome la idea de crear un tribunal internacional que enfrente desatendidos o encubiertos por las autoridades nacionales. Había la esperanza de que “con ello daría pasos adelante el Derecho de gentes, se alentaría a los Estados a emprender sus propias persecuciones, habría una instancia internacional neutral para el enjuiciamiento de los delincuentes y se ganaría, finalmente, en el destierro de la impunidad”. Después de esos tribunales, vinieron los de Timor Oriental y de Sierra Leona, con la tarea de investigar y castigar los atroces delitos que, por su gravedad, han consternado a la comunidad internacional. Todo ello preparó el camino para establecer la Corte Penal Internacional (CPI), lo que tuvo lugar con la aprobación de su Estatuto el 17 de julio de 1998, en la ciudad de Roma, lo que representa, en opinión de Kai Ambos, “un paso decisivo en el cumplimiento de la promesa formulada en Nuremberg”, y también “un importante paso en los esfuerzos internacionales para que graves violaciones de los derechos humanos no queden impunes”. Por eso se puede decir a pesar de todas las legítimas reservas que “el mensaje de Roma es claro: ¡que ya no haya impunidad para las graves violaciones de los derechos humanos!”. Respecto al tema que nos ocupa, y salvo mejor opinión, creo que el Estatuto o Convención de Roma logró un buen equilibrio entre el principio de jurisdicción universal (al que Alemania quería dar prioridad) y el de territorialidad, al que en cierto modo se le dio preferencia, ante la competencia de la CPI, que quedó como complementaria, para cuando un Estado parte no puede o no quiere juzgar alguno de los casos mencionados en el Estatuto, como son el genocidio, los crímenes de guerra, los crímenes de lesa humanidad y el de agresión, que quedó pendiente. A todas luces, la competencia de la CPI ha quedado limitada. Ese fue el precio que se tuvo que 226 FACULTAD DE DERECHO JURISDICCIÓN UNIVERSAL Y JURISDICCIÓN INTERNA: ¿CÓMO SALVAR ESCOLLOS? pagar a fin de que muchos Estados aprobaran el Estatuto. Sin duda se requerirá tiempo para ver cómo se desempeña la CPI, cuál va a ser la cooperación de los Estados parte y qué capacidad tendrá la Corte para juzgar los casos que se le presenten. Siempre habrá tiempo para que, en los plazos fijados y en los términos del mismo Estatuto, se hagan las reformas que corresponda hacer para un mejor desempeño de ese tribunal internacional. Algunos autores lamentan que entre los crímenes objeto de la competencia de la CPI no se incluyeran los crímenes cometidos en guerras civiles y conflictos internos actuales, pues, como subraya Kai Ambos, “en esos casos el Estado del lugar de los hechos es siempre idéntico al Estado sospechoso, y éste evitará siempre, en el caso de un conflicto interno, adherirse al Estatuto”. La CPI, por ejemplo, no hubiera podido juzgar al dictador camboyano Pol Pot, por el genocidio de la población, a menos que “Camboya (como Estado del lugar de los hechos y del sospechosos) hubiera sido Estado Parte o hubiera reconocido ad hoc la competencia de la Corte”. Otra concesión al principio de territorialidad, es que el sospechoso y los Estados afectados, “pueden impugnar la competencia de la CPI y la admisión de un determinado proceso y exigir su transferencia a la justicia nacional. Ello puede llevar a una demora del proceso e incluso a su postergación sine die y –a pesar de las regulaciones en contra– desembocar en una pérdida de las pruebas”. Entre los logros que se pueden apreciar en otras áreas, se menciona la inclusión de la “desaparición” entre los crímenes de guerra, así como las graves violaciones del derecho de guerra en conflictos internos; por otra parte, se prevé una fiscalía fuerte artículo 15, 42) que puede actuar de oficio sobre la base de informaciones “confiables” de toda fuente “y que debe someterse sólo a la verificación legal de una “cámara pre-juicio” (pre-trial chamber)”. Otro buen logro fue no aceptar reservas al Estatuto, lo que evitó futuros conflictos en materia de admisibilidad de tales reservas en materia de derecho internacional, lo que haría que muchos Estados se sustrajeran a sus obligaciones. UNIVERSIDAD LA SALLE 227 JOSÉ J. BORJÓN NIETO 4. La jurisdicción universal en el Derecho interno En materia de jurisdicción penal, el principio de territorialidad ocupa un rango de tal relevancia respecto al Derecho interno de los Estados, que H. Kelsen llegó a definir el territorio como “el espacio al que se limita la validez del orden juridico del Estado”. No obstante, como opina Sánchez Legido, el principio de territorialidad “rara vez es el único admitido por los códigos penales y las leyes jurisdiccionales internas”, ya que junto a ese principio se aceptan otros, tanto en los ordenamientos jurídicos internos como en los convenios internacionales, a saber: a) el principio de personalidad o nacionalidad activa; b) el de nacionalidad o personalidad pasiva; c) el de protección de intereses; d) el de beligerancia; y e) el de jurisdicción universal. El principio de territorialidad, se refiere al espacio físico (se incluye el espacio aéreo y marítimo) en el cual un Estado ejerce su jurisdicción o conjunto de competencias (legislativas, administrativas, judiciales, penales, fiscales), sobre personas, hechos, actos, bienes y servicios. Siguiendo al mismo Sánchez Legido, describiremos enseguida los otros principios. El de personalidad o nacionalidad activa es aquel “en cuya virtud se atribuye jurisdicción a los tribunales de un Estado para el enjuiciamiento de los hechos realizados por sus nacionales en el extranjero”, ya que se considera “la nacionalidad como el más fuerte vínculo de unión entre Estado e individuo”. El de nacionalidad o personalidad pasiva se refiere a la “protección de nacionales”, dado que la nacionalidad es un título que confiere por sí mismo “competencia al Estado para enjuiciamiento, al menos, de ciertos delitos de especial gravedad, aun cuando hayan sido cometidos fuera de su territorio y por nacionales de terceros Estados”. El de protección de intereses, “confiere jurisdicción a las autoridades de un determinado Estado para enjuiciar, independientemente del lugar de su comisión y de la nacionalidad del autor o autores, determinadas conductas que atentan contra sus intereses esenciales”. 228 FACULTAD DE DERECHO JURISDICCIÓN UNIVERSAL Y JURISDICCIÓN INTERNA: ¿CÓMO SALVAR ESCOLLOS? Por el de beligerancia, “el Estado beligerante estaría facultado, en virtud del Derecho consuetudinario, para enjuiciar a los enemigos en su poder que fueran considerados responsables de violaciones graves de las leyes y costumbres de guerra”. El principio de jurisdicción universal recibe también los nombres de principio de universalidad o de justicia universal. Sánchez Legido la define básicamente, de dos maneras. Una, “atribuye competencia a las autoridades de un Estado que carece de especiales vínculos o nexos de unión con los hechos de cuyo enjuiciamiento se trata, sea desde el punto de vista del lugar de comisión, de la nacionalidad de los autores y víctimas, o de los intereses o bienes jurídicos lesionados”. Otra, pone el acento “en la razón de fondo en la que se justificaría una asignación tan amplia de competencia”, la cual consiste en “la represión nacional de delitos especialmente odiosos y, por ello, atentatorios contra intereses esenciales de la Humanidad o/y de la Comunidad Internacional”. Combinando ambos aspectos, describe el principio de jurisdicción universal como “aquél en virtud del cual se asigna competencia a las autoridades de un Estado para la represión de delitos que, independientemente del lugar de su comisión y de la nacionalidad de los autores o víctimas, atentan contra bienes jurídicos internacionales o supranacionales de especial importancia, y que por ello, trascienden la esfera de intereses individuales y específicos de uno o varios Estados en particular”. Llegados a este punto, vale la pena preguntarse: ¿Cómo hacer compatibles todos esos principios, sobre todo el de territorialidad y el de universalidad? La respuesta para salvar ese escollo, paradoja o como quiera llamársele, está estrechamente ligada a la concepción que se tenga respecto a las características de la soberanía estatal, como se dijo antes. Si la entendemos, rígidamente, como summa potestas, o poder supremo de dictar la leyes y hacerlas cumplir sobre un determinado territorio, personas, bienes y servicios, habrá poco espacio para la jurisdicción universal, porque se trata de un concepto de soberanía absoluto y monolítico. Si por el contrario, se acepta un UNIVERSIDAD LA SALLE 229 JOSÉ J. BORJÓN NIETO concepto de soberanía más flexible, nacido de la experiencia de los procesos de integración económica y comercial, y cooperación internacional penal de la última mitad del siglo pasado, sobre todo en la Unión Europea, se podrá inferir que la jurisdicción territorial puede ser compatible con el principio de la cooperación jurídica internacional y transnacional en un mundo profundamente entrelazado como, acosado por redes delictivas organizadas y urgido de mayor cooperación para prevenir y reprimir ese tipo de delincuencia. El aspecto de la cooperación, en sus múltiples facetas, parece estar claro. Sin embargo, lo que es todavía objeto de encendidos debates, es precisar en qué casos y con qué límites puede un Estado desplegar su potestad punitiva en el exterior de su territorio. En la actualidad, como afirma Sánchez Legido, no goza de generalizada aceptación la doctrina de extraterritorialidad en materia de jurisdicción penal. “Por el contrario, el hecho de que tanto las legislaciones nacionales, como especialmente los convenios internacionales en materia de Derecho penal internacional, acostumbren a delimitar cuidadosamente los supuestos en los que los Estados pueden extender extraterritorialmente la jurisdicción de sus tribunales, invita a pensar que su facultad para atribuirse competencia penal sobre hechos acaecidos en el extranjero no sólo no es ilimitada, sino que sólo existe en virtud del Derecho internacional cuando existen ciertos vínculos de conexión entre el Estado de que se trate y los hechos a enjuiciar”. Esos vínculos de conexión serían los principios antes mencionados, como el de personalidad o nacionalidad activa, el de nacionalidad o personalidad pasiva, el de protección de intereses, que, como vimos, confiere jurisdicción a las autoridades de un Estado para determinadas conductas que atentan sus intereses esenciales —jurisdicción que se ejerce independientemente del lugar de la comisión del delito y de la nacionalidad del autor o autores—; y el principio de beligerancia, de acuerdo con el cual un Estado puede enjuiciar a los enemigos en su poder, que fueran considerados responsables de violaciones graves de las leyes y costumbres de guerra. 230 FACULTAD DE DERECHO JURISDICCIÓN UNIVERSAL Y JURISDICCIÓN INTERNA: ¿CÓMO SALVAR ESCOLLOS? Dejando de lado el concepto de soberanía rígida y soberanía flexible, nos vamos a referir aquí y ahora al término jurisdicción como competencia para juzgar y el concepto “jurisdicción universal”, como competencia procesal de cualquier juez para juzgar crímenes que habiliten dicha competencia y que serán los violatorios del Derecho internacional. En derecho interno, el Estado fija los principios y normas que rigen la aplicación espacial de la ley penal (y otras leyes, por supuesto), de acuerdo con el principio locus regit actum commissi delicti. Como destaca Zippi, “en general, un Estado ejerce jurisdicción penal sobre los hechos cometidos dentro de los límites de su territorio, o por aplicación del principio de la nacionalidad, determina su competencia por la nacionalidad del autor o de la víctima, que se suele explicar en la determinación de una dependencia personal del ciudadano con su Estado”. Agrega este autor, que, además de los principios de territorialidad y nacionalidad, “el ámbito de validez espacial de la ley penal se determina también por aplicación del principio real o de defensa, que generará competencia para un Estado fuera de sus fronteras cuando se vulnere desde el extranjero uno de sus bienes jurídicos protegidos”. Pero también existe el de universalidad por el cual la ley penal de cada Estado tiene validez universal respecto a acciones de extraordinaria inmoralidad, que afectan por igual la cultura de todas las naciones de la moderna comunidad internacional, cualquiera sea el lugar de comisión de un delito o la nacionalidad del autor, o el bien jurídico violado. Aquí entran los delitos que atentan contra intereses esenciales de la Humanidad y/o de la Comunidad Internacional. ¿Cómo aparecen recogidos estos principios relativos a la jurisdicción universal en el derecho doméstico? El contacto del Derecho interno con el Derecho internacional y la jurisdicción universal se produce en dos ámbitos principales: por un lado será en el Derecho penal de fondo y en su procedimiento, por el otro, en la Constitución de cada Estado, amen de los convenios de cooperación que tenga firmados con otros Estados de la región o de otras latitudes, como lo muestran los instrumentos firmados en el proceso de integración UNIVERSIDAD LA SALLE 231 JOSÉ J. BORJÓN NIETO europea, si bien los que se refieren al ámbito penal han tenido una negociación y aplicación muy lenta. En este aspecto, se puede aducir el ejemplo de Eurojust, que representa un paso decisivo en la coordinación de la cooperación judicial penal en la Unión Europea. Como advierte Tirado Robles, esta es “una de las novedades de mayor trascendencia en el Tratado de Amsterdam”, pues “es la construcción de un espacio de libertad, seguridad y justicia en beneficio del ciudadano europeo, espacio que engloba fundamentalmente lo que el Tratado de Maastricht denominaba “ámbitos de la Justicia y de los asuntos de Interior”, además de otras cuestiones como la política de visados, política comunitaria ya en el Tratado de 1992, la protección de los derechos humanos o la defensa del Estado de Derecho”. Otra solución para evitar escollos en la compaginación de la jurisdicción universal y la interna, sería que cada Estado fuera adaptando su propia legislación a los compromisos adquiridos en Derecho internacional penal. Sánchez Legido nos habla del esfuerzo que en este sentido están realizando muchos Estados, incluyendo inclusive el término de jurisdicción universal obligatoria en su legislación penal. Hasta ahora, no pasan de una docena los países que prevén este tipo de la jurisdicción en sus ordenamientos, lo que suele realizarse a través de cláusulas generales de remisión contenidas, sea en los códigos penales, en las leyes de enjuiciamiento penal o en las legislaciones relativas a la organización judicial. Esto se da, generalmente, cuando los convenios firmados por esos países imponen con carácter obligatorio el ejercicio de la jurisdicción universal. Para ilustrar esto, Sánchez Legido nos ofrece la siguiente lista: el art. 6.9 del Código Penal alemán (StGB), de 1987; el art. 64 del Código Penal austriaco; el art. 7 del Código Penal brasileño; el art. 14.1 del Código Penal croata de 1997; el art. 8.5 del Código Penal danés; el art. 23.4, apartado g, de la Ley Orgánica del Poder Judicial española; el art. 5.5 del Código Penal guatemalteco; el art. 5.5. del Código Penal hondureño; el art. 6 del Código Penal Federal me232 FACULTAD DE DERECHO JURISDICCIÓN UNIVERSAL Y JURISDICCIÓN INTERNA: ¿CÓMO SALVAR ESCOLLOS? xicano; el art. 2 del Código Penal peruano; el art. 113 del Código Penal polaco de 1997; el art. 5.2 del Código Penal portugués; el art. 6 bis del Código Penal suizo y el art. 10.7 del Código Penal uruguayo. Otras veces “el reconocimiento nacional de la jurisdicción universal convencional —nos dice este autor— no se limita a aquellos tratados que la contemplan con carácter obligatorio, sino que se formula en términos lo suficientemente amplios como para entender la operativa incluso respecto de aquellos crímenes convencionales para los cuales sólo está prevista con carácter facultativo”. En este caso están el art. 6.3 el Código Penal bielorruso; el art. 17.1ª del Código Penal etíope de 1957; el art. 7 del Capítulo I del Código Penal finlandés, el art. 10 del Código Penal panameño; el art. 12.3 del Código Penal ruso de 1997; el art. 15.2 del Código Penal de Tayikistán de 1998. A veces el reconocimiento de esta jurisdicción respecto de los crímenes convencionales se realiza de manera individualizada, como sucede, ejemplifica el autor, en el reconocimiento de la jurisdicción universal en materia de infracciones graves a los Convenios de Ginebra sobre Derecho internacional humanitario en la ley belga relativa a la represión de las infracciones graves al Derecho internacional humanitario de 1993, en la International Crimes and International Criminal Court Act neozelandesa de 2000 (sect. 8), así como en las Geneva Conventions Acts de Boswana de 1970 (sect. 3.2), Canadá de 1965 (sect. 3), India de 1960 (sect. 4), entre otros. Por lo que toca a la Corte Penal Internacional, sabemos ya, porque se ha comentado ampliamente, que los crímenes que son objeto de su jurisdicción y de los Estados parte del Estatuto de Roma, son el genocidio, los crímenes de guerra y los delitos de lesa humanidad. El de agresión ha quedado pendiente, a pesar de ser un tema cuya definición se ha venido trabajando durante 20 años en Naciones Unidas. Sería deseable que en los próximos siete años se le incluya. UNIVERSIDAD LA SALLE 233 JOSÉ J. BORJÓN NIETO Para concluir este análisis, se podrían retomar las observaciones que tan acertadamente hace Sergio García Ramírez en un artículo aparecido en la Memoria del Foro Internacional La soberanía de los Estados y la Corte Penal Internacional, que, en resumen, son las siguientes: la jurisdicción de la CPI no desecha, excluye o absorbe las obligaciones y facultades originales o naturales del Estado nacional; hay un espacio de convergencia y conciliación, a saber, la soberanía nacional, por una parte, y la operación y salvaguardia del orden jurídico internacional. Bibliografía AMBOS, Kai, Nuevo Derecho Penal Internacional, INACIPE, 2002. BUENO ARÚS, Francisco y Juan de Miguel ZARAGOZA, Manual de Derecho penal internacional, Universidad Pontificia de Comillas, Madrid, 2003. DE VATEL, E., The law of Nations or the Principles of Natural Law, Book I, Ch. 19, sect. 232-233 (edición de 1758). DE VITORIA, Francisco, De indis recenter inventis relectio prior [1539], en De indis et de iure belli relectiones. Telectiones theologicae XII, ed. De E. Nys, “The classic of International Law”, Oceana, New York, 1964, sec. II. 7. FERRAJOLI, Luigi, Derechos y garantías – La ley del más débil, (trad. de Perfecto Andrés Ibáñez y Andrea Greppi), prólogo de Perfecto Andrés Ibáñez, Editorial Trotta, Madrid, 2002c. GARCÍA RAMÍREZ, Sergio, La Corte Penal Internacional, INACIPE, México, 2002. GARZÓN, Baltasar, “La soberanía de los Estados y la Corte Penal Internacional”, en Varios, Memoria del Foro Internacional – 234 FACULTAD DE DERECHO JURISDICCIÓN UNIVERSAL Y JURISDICCIÓN INTERNA: ¿CÓMO SALVAR ESCOLLOS? 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MARÍA TERESA HERRERA TELLO* Es grato y honroso ocupar la tribuna de la Universidad La Salle, dado que ha sido un destacado foro para la discusión y el planteamiento de soluciones para importantes problemas del país, mismos que coinciden, en gran medida, con los que aquejan a otras naciones, porque el hombre —en su identidad universal— se encuentra en la base de toda organización social y, por tanto, es evidente que la encrucijada de los hombres y la encrucijada de los pueblos, están impregnadas de ingredientes comunes, porque el homo sapiens, el homo faber, el homo economicus o el homo videns es sólo uno, sin importar el atavío que la cultura le imponga o el color con el que la latitud y la longitud marquen su piel. La exposición que ahora inicio se da en el marco de la formalización de un Convenio de Colaboración Académica entre la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal y la Universidad La Salle, a través de su Facultad de Derecho, instrumento que es producto de la identidad de valores sobre el hombre, la sociedad, la educación y el derecho, así como de la congruencia con que los integrantes de esta comunidad universitaria —encabezados por el señor rector Valadez García—, cumplen el credo institucional de que el individuo es el centro de interés de todo proyecto y el ardor con que postulan el axioma de que “una sociedad justa y equilibrada debe girar en torno al desarrollo y la elevación del hombre”. * Consejera jurídica del Ejecutivo Federal. Ponencia presentada en la Universidad La Salle con motivo de la firma del convenio de colaboración académica ULSA-CJEF. UNIVERSIDAD LA SALLE 237 MARÍA TERESA HERRERA TELLO La identidad de valores y la búsqueda de horizontes comunes, unen a los individuos en el proceso del trabajo conjunto. Saint-Exupéry, el célebre autor de El Principito, confirma mi señalamiento, al escribir en La Citadelle que la hermandad surge cuando se emprenden tareas comunes. En esas condiciones, este evento concreta un vínculo de fraternidad entre la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal y la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle, el que —estoy segura— enriquecerá a ambas partes y coadyuvará también al logro de los grandes propósitos nacionales. Un buen punto de partida para las tareas que habremos de emprender en el marco del precitado Convenio, es la realización de un examen en perspectiva sobre aquello que la sociedad espera de los profesionales del derecho para colmar sus demandas de justicia distributiva y de justicia conmutativa. Esa fue la razón determinante por la cual elegí el tema de Retos y Perspectivas de la Educación Jurídica en el Siglo XXI para participar en este evento. El análisis a que convoco requiere establecer que el rumbo de toda sociedad, exige la presencia de normas jurídicas que autoricen las conductas socialmente valiosas y prohíban las socialmente disvaliosas, que concedan al Estado el monopolio del uso lícito de la fuerza y que excluyan las soluciones autocompositivas como alternativa para dirimir controversias interpersonales. Sin embargo, tales consideraciones sólo estarán completas si se ligan a los conceptos de educación y cultura. Reconozco que cada uno de los conceptos mencionados —sociedad, cultura y derecho— tiene rango y materia para ser objeto de una conferencia autónoma. Sin embargo, el propósito de mi charla con ustedes, no quedaría colmado si omitiera reflexionar sobre alguna de tales cuestiones o si dejara de vincularlos, en virtud de que sostengo la necesidad de replantear el modelo de la educación jurídica del país para que el Derecho recobre el papel que le corres238 FACULTAD DE DERECHO RETOS Y PERSPECTIVAS DE LA EDUCACIÓN JURÍDICA EN EL SIGLO XXI ponde como rector de la convivencia social y para que la figura del jurisperito —en cualquiera de las modalidades que la profesión acepta—, sea revalorada y deje de equivaler a la de “el sacerdote que absuelve de todos los crímenes”, según la expresión del maestro Oscar Morineau, en su célebre obra El estudio del Derecho. Educar es, siguiendo a Aristóteles, “hacer del individuo un ser humano pleno”; educar es, según Juan Jacobo Rousseau, buscar que “el individuo conserve su carácter natural aun viviendo en sociedad”; y educar es, en términos de John Locke, “doblegar los instintos corporales y las inclinaciones de la pasión a los dictados de la razón”. La cultura es, según la definición del antropólogo Ralph Linton: la suma total de las ideas, las reacciones emotivas condicionadas y las pautas de conducta habitual que los miembros de la sociedad han adquirido por instrucción o imitación y que comparten en mayor o menor grado. La cultura queda sujeta a la afirmación de Benito de Spinoza, en el sentido de que “toda cosa en cuanto que es en sí, trata de perseverar en su ser”, lo cual quiere decir que cuenta con mecanismos de autodefensa para su preservación existencial y funcional. Lo anterior viene a colación porque la educación que, sin duda alguna, “es el instrumento que permite al hombre poner un pie fuera de la Biología”, según la espléndida afirmación del pedagogo Jerónimo Martínez, tiene como finalidad primaria la de conservar el conocimiento acumulado por el hombre mediante su transmisión generacional y, en consecuencia, en muchos casos queda reducida a un mero proceso de aprendizaje para la creación de reflejos condicionados, en detrimento de la inagotable energía del entendimiento humano, dado que los sistemas sociales se constituyen sobre las potencialidades del hombre común y corriente y no sobre los alcances de los creadores o innovadores. ¡Realidad triste, pero comprensible e insoslayable! UNIVERSIDAD LA SALLE 239 MARÍA TERESA HERRERA TELLO A esa limitante del proceso educativo, se debe que muchas cumbres del pensamiento humano hayan sido autodidactas y que sus afirmaciones, sus inventos y sus descubrimientos, sólo sean aceptados por las sociedades cerradas de los eruditos, después de azarosos y dilatados procesos de divulgación y de integración: Arquímedes, Galileo, Newton y Sor Juana Inés de la Cruz, por ejemplo. Es cierto que en las últimas décadas ese fenómeno tiende a decrecer. Pero lo ha hecho especialmente en el campo de las ciencias naturales: cambia de la noche a la mañana la cultura de los físicos con la divulgación de la existencia de nuevos elementos en la integración del átomo; pero no así, los patrones de comportamiento de los individuos dentro del grupo, no obstante la formulación de nuevas reglas para la conducta. Ejemplifico: el mandamiento constitucional que establece la igualdad de salario por trabajo igual, sin diferencia de sexo o nacionalidad, es una norma que, a pesar de sus ochenta y siete años de vigencia, no ha logrado variar la cultura laboral del país, pues las estadísticas laborales demuestran mundialmente que los salarios de las mujeres, son inferiores en cerca de un doce por ciento en promedio, frente al salario de los varones, tratándose de similares puestos de gerencia. Por la experiencia que me ha brindado la cátedra, la magistratura y ahora la Administración Pública, estimo que la educación debe preparar al hombre común para que asuma su rol en el tejido social, sin marginar a los hombres atípicos que inventan y descubren, siendo irreverentes con los paradigmas sobre los que gira el mundo. Pugno porque se hagan realidad las palabras de Jean Piaget: El fin primordial de la educación es formar hombres capaces de hacer cosas nuevas, y no de repetir simplemente lo que otras generaciones han hecho; formar individuos que sean creadores, inventores y descubridores. Sentada la premisa mayor, el análisis particular de cualquier modelo educativo debe partir de la determinación de los resultados 240 FACULTAD DE DERECHO RETOS Y PERSPECTIVAS DE LA EDUCACIÓN JURÍDICA EN EL SIGLO XXI que se desea obtener con la enseñanza. Dicho en otros términos, ¿de qué perfil profesional se pretende dotar al educando? La interrogante no es de fácil respuesta, dado que subyacen en ella los cuestionamientos sobre el papel de la Universidad contemporánea, los que el maestro Héctor Fix-Zamudio considera que se agudizan en las Escuelas y Facultades de Derecho de Latinoamérica, habida cuenta de que ellas son caja de resonancia en la que “repercuten los dolorosos cambios sociales que se han experimentado o se están realizando en las comunidades en vías de desarrollo”. Resulta innegable que —entre otros factores— la problemática aludida obedece a que la formación de los abogados, se mueve entre dos polos que no hemos sabido conciliar: el del humanismo y el de la técnica, matices del enfrentamiento cotidiano entre la teoría y la práctica. El viejo dilema de optar entre la enseñanza teórica y la enseñanza práctica arranca con las diferencias entre la tradición jurídica continental y la tradición jurídica sajona: una, sosteniendo los principios del Derecho romano con clara tendencia hacia los estudios lógico-sistemáticos; y la otra, postulando la creación del Derecho común a través de la decisión del caso concreto. No obstante lo anterior, estimo que no hay incompatibilidad entre ambos tipos de enseñanza y que su contraposición no es de esencia, sino de cultura y metodología formativa. La educación jurídica debe contar con un equilibrio bien logrado entre la teoría y la práctica. El modelo conforme al cual se debe impartir la educación jurídica, tiene que integrar de manera especifica para cada asignatura del Plan de Estudios, un trinomio conocimiento-comprensión-habilidad, en forma tal que las horas en el aula no se traduzcan en una simple acumulación de referencias históricas o conceptuales, sino que constituyan el antecedente de un desempeño pulcro en los escenarios de la vida profesional de los abogados, circunstancia en la que resulta indispensable que el educando desarrolle habilidades UNIVERSIDAD LA SALLE 241 MARÍA TERESA HERRERA TELLO básicas de investigación jurídica y de diseño de instrumentos legales que expongan con claridad los hechos que integren la litis, las pretensiones de su representado, las pruebas inherentes y los razonamientos técnico-jurídicos que valoren el impacto formal de los hechos y que establezcan la congruencia de lo que se demanda y la trascendencia de los elementos probatorios que se alleguen al juzgador. No es alquimia la exitosa transformación del estudiante en abogado. Se trata, por el contrario, de un proceso lento y de gran complejidad que requiere la concurrencia de múltiples situaciones objetivas y subjetivas, tendientes todas ellas a inculcar en el estudiante el criterio y la visión jurídica de las cosas, enseñándolo a pensar en todo momento como abogado; es decir, a indagar invariablemente la relevancia jurídica de la conducta, sobre cualquier otro tinte o connotación que pudiera tener: olfato y criterio, decía el abogado público regiomontano Guillermo González López. Para ello los Planes de Estudio deben incluir o enfatizar el peso —según sea el caso— de materias como Lógica y Argumentación Jurídica, Técnica de la Investigación Jurídica, Técnica Jurídica de Formulación y de Aplicación, junto con otras de carácter instrumental como Informática Jurídica y Redacción de Instrumentos Legales, así como conceder mayor peso específico a los talleres y simulaciones de casos prácticos. El conocimiento de los Planes de Estudio de importantes Facultades de Derecho, me permite formular una sugerencia general para las Universidades que imparten la carrera de Derecho, a fin de que sustituyan la materia de Amparo por una de Derecho Procesal Constitucional, habida cuenta de que el juicio de amparo no es ya el único medio de protección constitucional y en la formación de los abogados no puede quedar fuera el tratamiento de instituciones como la Controversia Constitucionalidad, la Acción de Inconstitucionalidad o el Juicio de Revisión Constitucional, entre otros. El ajuste curricular a que me refiero permitiría redondear la formación de los alumnos en esta importante materia y, al propio tiempo, reconocer la autonomía del Derecho Procesal Constitucional. 242 FACULTAD DE DERECHO RETOS Y PERSPECTIVAS DE LA EDUCACIÓN JURÍDICA EN EL SIGLO XXI Las instituciones formativas de los abogados no deben resistirse al cambio. El ensanchamiento del Derecho tiene que ir de la mano con el ensanchamiento de las vías a través de las cuales los individuos se relacionan. Es evidente que la creación de nuevas disciplinas de estudio, hace más patente la necesidad de la especialización, porque es sabia la sentencia popular que advierte que el que mucho abarca poco aprieta y con toda razón Kant afirmó que toda sociedad sin especialización es una sociedad en estado de barbarie. Sobre este punto y, por información curricular que me allegué, reconozco que la ULSA forma abogados de vanguardia. Ahora bien, durante las últimas décadas del siglo XX asistimos a uno de esos intervalos de la Historia en que surgen insospechados cambios de paradigmas, merced al impacto de la expansión de tecnologías revolucionarias: la del microchip, por mencionar alguna, que ha informatizado prácticamente todas las actividades del hombre y todas las regiones del mundo. El escenario tecnológico vivido por nuestra generación, ha escapado al axioma del gradualismo, conforme al cual todo cambio debe ser suave, lento y constante, en función de que las tecnologías aludidas fueron amplia y fuertemente difundidas y su proceso de integración social fue singularmente intenso. Los juristas no podemos desoír la advertencia de Manuel Castells en su obra La era de la información, en cuanto que: La oportunidad diferencial en el acceso al poder de la tecnología para las gentes, los países y las regiones es una fuente crítica de desigualdad en nuestra sociedad. El abogado del siglo XXI no puede ser un analfabeta cibernético. Es obligación de la Universidad proveerlo de instrumentos actuales para que compita en condiciones de igualdad con el resto de sus homólogos y frente a los demás actores de la vida comunitaria; en la inteligencia de que, será menester encontrar remedios para que el acceso a grandes volúmenes de información, no erosione su sensibilidad social, pues la Sociología del Trabajo advierte ya que, quienes se entrenan para ver el bosque, pierden capacidad para ver el árbol; dado que, el mundo de la técnica se ha ingeniado UNIVERSIDAD LA SALLE 243 MARÍA TERESA HERRERA TELLO para separar con años luz lo macro de lo micro, por más que la Lógica Jurídica clame que lo accesorio sigue la suerte de lo principal. Paralelamente, el maestro de Derecho debe encontrar el antídoto para que la facilidad de acceso a la información de que dispone el estudiante no implique pérdida de originalidad. El futuro abogado debe procurar dar a las cosas un matiz personal porque, al fin y al cabo, el hombre es el estilo. En ese orden de ideas, el abogado debe aspirar a ser un hombre atípico, para innovar y no simplemente repetir la experiencia de juicios o casos pasados, habida cuenta de que cada relación jurídica es irrepetible, a pesar de la similitud que ésta pueda guardar con el resto de las regidas por la misma ley: presumir la igualdad de efectos jurídicos en supuestos similares, es ir en contra de la Lógica Jurídica y deslizarse en el tobogán del menor esfuerzo. De ahí la importancia de inculcar al futuro abogado la disciplina del estudio de cada caso bajo ópticas exhaustivas e integrales y la de desentrañar la relevancia jurídica de la conducta de las partes en conflicto, contrastándola con las interpretaciones judiciales y las conclusiones de la doctrina. Esto es, aborrecer formato como forma del litigio. La confección de un nuevo modelo para la enseñanza del Derecho obligará a abandonar el estereotipo del profesor-conferenciante y la lamentable figura de los estudiantes pasivos o inertes, pues la enseñanza verbalista ha probado su ineficacia en la formación de profesionales de cualquier disciplina. Recordemos que la información aprendida está sujeta a una curva de olvido indirectamente proporcional al uso que se haga de dicha información. Ser abogado es un saber del no saber, debido a que no existe litigante o juez que compendie todo el acervo legislativo, doctrinario y jurisprudencial propio de cualquier sistema de derecho. El abogado tiene que ser aprendiz de todos los días y saber que la conclusión del ciclo universitario, es apenas el inicio de un nuevo periodo de aprendizaje que durará lo que dure su vida profesional. Si el 244 FACULTAD DE DERECHO RETOS Y PERSPECTIVAS DE LA EDUCACIÓN JURÍDICA EN EL SIGLO XXI estudiante fue bueno, contará con la guía invisible y perenne de sus maestros, los que, si también fueron buenos, convivirán con el alumno, formando parte de su perfil cultural: ser culto en el sentido exacto del término es “ser hombre universal con la silueta dibujada a base de rasgos anónimos de todos los hombres”, escribió alguno de mis colaboradores en la Consejería Jurídica, recogiendo el pensamiento de Jaime Torres Bodet. En esas condiciones, algunas Facultades y Escuelas de Derecho ya expiden títulos de abogados con preespecialización hacia un campo de acción jurídica determinado, como, por ejemplo, el Derecho Corporativo o el Comercio Internacional. Esta tendencia no debe ser desdeñada por las demás instituciones formadoras de abogados, pues relaciones jurídicas novedosas conducen a la proliferación de contratos que tradicionalmente habían sido calificados como innominados y que ahora tienen un lugar concreto dentro de las legislaciones especiales con que el Estado atiende las situaciones derivadas de la globalización y de la expansión y revolución tecnológica. Congruente con lo anterior, el gremio de los abogados debe mantenerse alerta para no quedar rezagado frente al cambio social, económico, político y cultural del mundo en su conjunto. El abogado del siglo XXI debe ser un profesional preparado para llevar a la práctica el viejo aforismo latino de que a hechos nuevos, instituciones nuevas, y para luchar porque la norma no se reduzca al reconocimiento oficial del hecho, en términos de Karl Olivecrona y no pierda su contenido educativo o formativo, elemento que le permite inducir el sendero de la humanidad hacia metas de altura. El mundo moderno ha abierto nuevos escenarios que requieren la presencia de los profesionales en Derecho. Lejanos están los días en que el radio de acción de los abogados se concretaba al papel de escribano, juez o defensor. Asistimos a la apertura de nuevos escenarios de acción profesional, tales como el especialista corporativo, el de vías alternas para la solución de conflictos o el del ciberespacio. UNIVERSIDAD LA SALLE 245 MARÍA TERESA HERRERA TELLO No obstante la ampliación de la cobertura ocupacional de los abogados, no puedo pasar por alto la mención del impacto que la desorbitada matrícula en la Carrera de Licenciado en Derecho ha tenido sobre la formación de los abogados: En este tema las observaciones que Mauro Cappelletti hizo hace treinta años sobre el panorama de la formación de abogados en Italia y que tienen que ver con el explosivo y desordenado aumento de las instituciones que imparten la carrera de Derecho y el de la población universitaria que la cursa, son aplicables en México. La demanda de asientos en las aulas ha tenido un doble efecto: propiciar, por un lado, la proliferación de escuelas carentes de la infraestructura y de la ideología necesaria para formar abogados solventes y, por otro, el relajamiento de los filtros de selección de estudiantes con que todo sistema educativo debe autoprotegerse. Reflexionemos sobre el hecho de que en México existen más de 500 Escuelas y Facultades que imparten estudios profesionales de Derecho a cerca de 200 mil estudiantes inscritos en ellas. La formación universitaria del abogado se complica porque el estudiante normalmente no pasa por filtros que determinen su idoneidad y vocación profesional para abrazar la disciplina del Derecho. La ausencia de tales parámetros de selección, se traduce en el dispendio de los recursos de las instituciones educativas y en la lastimosa pérdida del tiempo de los alumnos que desertan de la tripulación del buque por desconocer a qué puerto éste arribará. Sin embargo es más grave el daño que se produce cuando abogados sin vocación —“teólogos sin fe”, diría Peter Drucker, el maestro de la gerencia moderna—, se suman al ejercicio de la abogacía, sin tener convicción de servicio y sin estar dotados de los instrumentos necesarios para asumir el rol que les corresponde en el subsistema humano del sistema de administración de justicia. El Ministro José de Jesús Gudiño Pelayo ha desarrollado un enfoque sistémico de la administración de justicia en el ensayo “La calidad en la justicia: corresponsabilidad de jueces, litigantes y partes”, publicado por la Revista Académica de la Facultad de Derecho de 246 FACULTAD DE DERECHO RETOS Y PERSPECTIVAS DE LA EDUCACIÓN JURÍDICA EN EL SIGLO XXI esta Universidad. Abro aquí un paréntesis para destacar la acertada actuación del licenciado Jorge Nader Kuri al frente de ese órgano de divulgación e investigación jurídicas. El rescate del prestigio de la abogacía y el cumplimiento pleno del papel social que le corresponde, sólo se alcanzará en la medida en la que egresen de las aulas universitarias abogados verdaderos en esencia y ciencia; razón por la cual, la Universidad debe rechazar la mediocridad y evitar que individuos insuficientemente preparados y carentes de la verdadera vocación del abogado, se incorporen al mundo del trabajo jurídico. Preocupado por ese indeseable hecho, el Ministro Gudiño Pelayo plantea la tesis de que: Para mejorar la administración de justicia no basta con reformar al Poder Judicial y exigir responsabilidad a los jueces por su desempeño, sino que también es indispensable reformar la manera y las condiciones en que se ejerce la abogacía en la actualidad, que se caracterizan, entre otras circunstancias negativas, por el casi nulo sistema de responsabilidades frente al cliente a que están sujetos los abogados postulantes. El Ministro Gudiño Pelayo se pronuncia por la necesidad de controlar la práctica profesional de los abogados postulantes porque “el litigio es una actividad de interés público, con la cual se ejecuta la función pública de acceso a la justicia”. Al efecto cita las siguientes afirmaciones de Rafael de Pina: El Estado no puede desatender el problema de la preparación profesional del abogado; la trascendencia de su función exige una reglamentación por parte del Poder Público, no sólo de su ejercicio, sino de su formación, ya que, como ha escrito Carnelutti, el rendimiento de esta profesión depende, en gran parte, de su ordenación, pues el problema de la organización de la abogacía no es menos grave que el problema de la organización de la Magistratura. Es evidente que el problema apuntado obstaculiza de manera importante la administración de justicia pronta y expedita ordenada UNIVERSIDAD LA SALLE 247 MARÍA TERESA HERRERA TELLO por nuestra Constitución Política, pues, según cita de Calamandrei que hace Gudiño Pelayo, “los defectos de los abogados repercuten sobre los jueces”, en función de que: Abogacía y Magistratura obedecen a la ley de los vasos comunicantes; no se puede rebajar el nivel de una, sin que descienda el de la otra. Para solucionar o atenuar, al menos, los efectos del problema en comentario, el Ministro propone —previos los ajustes correspondientes al texto constitucional sobre libertad de trabajo—, la colegiación obligatoria para controlar el acceso a la profesión y evaluar el desempeño de los abogados, la creación de códigos éticos de conducta del abogado y la de un régimen de responsabilidades para el postulante cuya impericia, negligencia o dolo pueda causar daño o perjuicio a los intereses de su representado. Sobre el particular, menciono que durante el Segundo Periodo Ordinario de Sesiones de la LIX Legislatura —concluido hace pocos días—, el señor presidente de la República envió a la Cámara de Senadores dos Iniciativas de reformas constitucionales y legales en materia de procuración y administración de justicia. Uno de los puntos propuestos dentro de ellas es la validación de los conocimientos y habilidades de los abogados postulantes, a través de una certificación con vigencia para cinco años de ejercicio profesional. En Estados Unidos de América, el haber egresado de una Escuela de Derecho no habilita al individuo para ejercer la profesión de Licenciado en Derecho, habida cuenta de que la licencia de ejercicio correspondiente —la Cédula Profesional en nuestro caso—, está condicionada a la aprobación de los exámenes pertinentes en la Barra de Abogados del Estado en que se pretenda ejercer la profesión. A partir de lo propuesto por el autor en comentario y de la sentencia clásica que dispone “educa a tu hijo en la pobreza”, yo señalo a los maestros universitarios que eduquen a sus alumnos en la dureza de la objetividad y de la imparcialidad. Pensemos que si la 248 FACULTAD DE DERECHO RETOS Y PERSPECTIVAS DE LA EDUCACIÓN JURÍDICA EN EL SIGLO XXI causa de la causa es causa de lo causado, las instituciones educativas son, por lo menos, moralmente responsables de los daños en la libertad y en el patrimonio que origine el defectuoso ejercicio profesional de los alumnos que hayan egresado de sus aulas, sin reunir los merecimientos necesarios para desempeñar con solvencia moral y técnica el papel de abogados. Drucker enseñaba que mantener a una persona en un puesto donde no encaja, no es ser bueno, sino que es ser cruel. Yo agrego que arrojar a la vida profesional de abogados a individuos que no encajan en ella, además de ser cruel, es ser irresponsable frente a la Universidad a la que el maestro se debe y a la sociedad en su conjunto. En síntesis, no puede haber una auténtica e integral reforma para el despacho de los asuntos jurídicos en el país y, en particular, una adecuada procuración y administración de justicia, si no se cuenta con abogados que sepan conciliar la misión humanista de la profesión con un manejo diestro de los instrumentos y métodos de aplicación de la Ley. La norma de mayor perfección se degrada por el manejo que cotidianamente se hace de ella en las oficinas de gobierno, la barandilla del Ministerio Público o los estrados de los tribunales. La ratio legis de la disposición, se distorsiona cuando se le convierte en un subterfugio para defender intereses que en el fondo son ilegítimos. En consecuencia, el perfil del abogado que la sociedad reclama para el siglo XXI, deberá contar con principios éticos firmemente cimentados y llevados a la práctica en forma cotidiana. Al celebrar 50 años de vida profesional, Euquerio Guerrero, jurista que llegó a presidir la Honorable Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicó un opúsculo sobre la ética profesional de los abogados, partiendo de Los Mandamientos del Abogado que el jurista uruguayo Eduardo J. Couture legó a la posteridad, mismos de los que, por su claridad, concisión y vigencia irrefutable, cito los siguientes: s “Estudia: el Derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos, serás cada día un poco menos abogado”. UNIVERSIDAD LA SALLE 249 MARÍA TERESA HERRERA TELLO s “Piensa: el Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando”. s “Trabaja: la abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la justicia”. s “Lucha: tu deber es luchar por el Derecho; pero el día que encuentres en conflicto el Derecho con la justicia, lucha por la justicia”. ¡El verdadero abogado será descubierto y apreciado por la fidelidad con la que cumpla las exigencias éticas de su profesión! Sabiduría, valor y templanza son las tres virtudes que Kant señalaba que deben coexistir para garantizar la paz social. Ustedes podrán apreciar que los Mandamientos que Couture impone a los abogados, responden a esas tres virtudes, las que deben ser observadas cualquiera que sea el área en la que el abogado determine actuar: litigante, juzgador, legislador, maestro o consultor, pues, al fin y al cabo, el abogado viene siendo el protagonista estelar de la trama social, porque le corresponde conformar las normas que regulan la vida social, ponerlas en vigor, interpretarlas y aplicarlas a todos los individuos que residan en el ámbito espacial de validez de tales normas, el que sirve para definir el territorio de cada Estado en los términos de Hans Kelsen. El peso de la historia de las instituciones jurídicas y los retos que el futuro plantea, no deben doblegar al jurista del siglo XXI. La escuela y los medios de control del ejercicio profesional que sería deseable instrumentar, deben dotarle de la fortaleza para emprender el cambio que amplíe el horizonte del Derecho, porque según ha pregonado el jurista argentino Rodolfo Luis Vigo: La responsabilidad específica del jurista no es mantener dogmáticamente inercias que demuestran sus desventajas, sino que la sociedad le exige que se valga de su posición privilegiada para dotarla del mejor Derecho y la mejor cultura jurídica. 250 FACULTAD DE DERECHO RETOS Y PERSPECTIVAS DE LA EDUCACIÓN JURÍDICA EN EL SIGLO XXI A manera de recapitulación, invito a todos los actores de la vida universitaria y a quienes se ligan al desempeño de la abogacía para reflexionar acerca de las siguientes cuestiones: ü El adecuado encauzamiento de las relaciones sociales, exige replantear la filosofía educativa conforme a la cual se forma el abogado; ü El abogado del Siglo XXI deberá hermanar humanismo y técnica; ü La aspiración de justicia pronta y expedita y, de una manera más amplia, el tránsito de la letra de la ley a la plena realización del Derecho, pasa irremediablemente por la adecuación de Planes de Estudio y por la implantación de filtros de selección de alumnos y maestros, así como de mecanismos de depuración de los abogados con base en su desempeño profesional; y ü La carrera de Derecho brinda insospechadas posibilidades de desarrollo profesional, las que demandan la especialización del abogado. A los futuros abogados de la Universidad La Salle quiero transmitirles el mensaje de que busquen incorporarse a esa legión de hombres atípicos, acicateados por el afán de crear y mejorar las cosas, y el de que tengan un recto ejercicio de la profesión, sus horas de estudio e inquietud serán recompensadas con creces cuando gracias a su conocimiento, habilidad para interpretar la ley y capacidad creativa, se concreten los valores de seguridad y justicia. Jóvenes estudiantes de Derecho; Señoras y señores: “El futuro es demasiado importante para que lo dejemos en manos de la suerte”, escribió Charles Handy en su visionario ensayo sobre el futuro del trabajo humano. Por eso, hoy invito a todos a consolidar el concepto de la educación moderna y a reafirmar la fe UNIVERSIDAD LA SALLE 251 MARÍA TERESA HERRERA TELLO en el Derecho, así como la determinación de coadyuvar a la formación de abogados que contraigan y cumplan su compromiso con la sociedad, pues todos somos en alguna proporción maestros que enseñamos en la cátedra de la vida. ¡Muchas gracias! 252 FACULTAD DE DERECHO LA REFORMA AL SISTEMA DE JUSTICIA PENAL RAFAEL MACEDO DE LA CONCHA* Muy buenas tardes Realmente es un honor estar aquí nuevamente, en la Universidad La Salle, formadora de mexicanos comprometidos con su esfuerzo, con su trabajo, con este gran país. Es la segunda ocasión que tengo este gran honor, sobre todo en un momento que yo le denominaría de “oportunidad”, dado que se conjugan dos aspectos sumamente importantes en la vida académica de una institución: el ingreso de 190 nuevos jóvenes, mujeres y hombres que tienen el firme deseo de ser profesionales del Derecho, y dirigirme también a 700 estudiantes que ya han rebasado estos primeros años y tratar de encontrar el justo equilibrio —de lo que voy a comentar con ustedes— para que la comprensión de unos y de otros pueda influir en la medida de que, cada uno acepte e interprete lo que he venido a comentar con ustedes y, desde luego, buscar en este justo equilibrio que entendamos qué ocurre en nuestro país en materia de procuración de justicia. Agradezco al maestro Raúl Valadez García, Rector de la Universidad La Salle; al licenciado Jorge Nader Kuri, Director de la Facultad de Derecho; a los señores vicerrectores, directores académicos, que me hayan invitado hoy a esta prestigiada universidad ** Ponencia presentada como Cátedra Prima de Leyes, para el ciclo escolar 2004-2005 de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle. * Procurador General de la República. UNIVERSIDAD LA SALLE 253 RAFAEL MACEDO DE LA CONCHA y tener —como lo decía hace un momento— la gran oportunidad de tener este contacto personal con alumnos de la Facultad de Derecho. Y realmente para mí, además, lleva un incentivo adicional, he sido universitario toda mi vida, fui docente y he sido docente más de 28 de mis 40 años de servicio público; ingresé a los 14 años al Colegio Militar y me siento realmente muy orgulloso pero, además, muy motivado por estar hoy aquí con ustedes y, sobre todo, también decirlo, uno de quienes han formado parte de este esfuerzo que hoy la Procuraduría General de la República ha realizado en tres años, siete meses, se encuentra hoy bajo la dirección muy digna de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle, el maestro Nader Kuri ha sido, en su momento, cuando colaboró en la Institución, un firme convencido e impulsor de las políticas de cambio en la Procuraduría General de la República. Así es que no puedo más que congratularme de que hoy la dirección de la formación profesional de jóvenes como ustedes, esté en manos de una persona comprometida con su país, comprometida con lo que hace en donde se encuentra. ¡Felicidades maestro! Me siento muy honrado y, al mismo tiempo, comprometido y antes de dar comienzo con la ponencia sobre la reforma a nuestro Sistema de Seguridad Pública y Justicia Penal que he preparado, quisiera hablarles un poco sobre mi experiencia personal, sobre las razones que me llevaron a estudiar Derecho y a la trayectoria que he seguido entre esta importante responsabilidad social. Lo hago con la convicción —no lo acostumbro— pero sé que uno de los requisitos de una cátedra prima es hablar un poco de las experiencias que uno ha tenido en su vida profesional. Sin embargo, antes de ir ahí, me recuerda un pasaje que aprendí de un maestro hace muchos años en la Universidad y esto va para los alumnos de nuevo ingreso. En qué momento hay que aprovechar la oportunidad para ser mejor y en qué momento debo decidir qué hacer con mi vida para poder destinarla a lo que me gusta, a lo que quiero, lo que deseo y me hace recordar un pasaje en donde alguien, muy comprometido 254 FACULTAD DE DERECHO LA REFORMA AL SISTEMA DE JUSTICIA PENAL con lo que hacía llega un momento en que tiene que tomar la firme decisión de ser algo en su vida y en una familia conservadora, el padre era médico, obviamente el mejor orgullo que pudiera tener su padre sería que su hijo fuera médico, pero cuando llega el momento de tomar la decisión, dice este joven: no quiero ser médico, quiero ser actor. El gran impacto que sufre el padre es terrible y le exige y lo obliga a ser médico. El muchacho para conceder lo que su padre quería lo hace y se convierte en médico, sin embargo, por razón natural, no era un buen médico, un médico que prefirió empezar a ganarse la vida vendiendo medicinas, vendiendo seguros y un día, desesperado, se despoja de lo que él era y dice: ¡Basta! Ahora quiero ser actor, y decide ser actor. Pero han pasado los años y, obviamente, el tiempo irreflexivo, pero al mismo tiempo y en el mismo momento difícil de ir hacia atrás, va a buscar la mejor oportunidad ante los diferentes lugares para desenvolverse con lo que él sabía ser: actor. Llega un momento en que se da cuenta que les cerraban las puertas, un hombre ya grande, con problemas serios, con una convicción y decisión que ejerce tarde y después de tocar muchas puertas, al fin se le abren un día y dice: bueno, muy bien, vamos a darte una oportunidad, es tanta tu insistencia que seguramente vas a poder ayudar, será algo muy corto pero con ello veremos tus capacidades. Y bueno le dan la tarea de aprenderse dos o tres líneas y exponerlas en ese momento, y su trabajo consistía en que en una escena de amor él de repente entraba con una carta y se la entregaba al que estaba enamorando a una joven y su labor era decirle: aquí le traigo esta carta, ese era todo su trabajo. Y le dice el director: usted no entre hasta el momento que yo le diga, y volvíamos a la oportunidad anterior: no entre hasta el momento que yo le diga. Y pasaba el tiempo y veía que la escena continuaba y decía: ¿Me toca? Le decían: espérese, no. UNIVERSIDAD LA SALLE 255 RAFAEL MACEDO DE LA CONCHA Quería ingresar y le insistía al director: le estoy diciendo que hasta que yo le diga. Y pasaba y pasó una hora, hora y media, y dice: oiga, ¿a qué hora me toca? En el momento que yo le diga. En fin, llega el momento y le dice: ¡adelante! Y llega y le entrega y se mete y le dice al señor, al joven que estaba enamorando a la chica: aquí le traigo esta carta. Se voltea el joven y le dice: demasiado tarde. Se lo estoy diciendo al señor ese que está allá afuera y no me deja pasar. Echó a perder la escena, echó a perder el momento. Esto quiere decir, que ustedes están en el mejor momento, que si han tomado esta decisión será para bien, para bien de ustedes, sus familias, de su vida profesional pero, sobre todo, de este país. Pero, quien sienta que no puede ser una buena abogada, un buen abogado, mejor busque y entregue la carta a tiempo. Este mensaje va en razón de muchos, de muchos aspectos que en mi vida he tenido. Como les decía, yo ingresé a los 14 años al Colegio Militar, la edad mínima era 16, obtuve una dispensa de edad porque mi deseo era ser y formar parte del Ejército Mexicano, del cual estoy orgulloso; sin embargo, también hubo una promesa a mi familia de que tendría yo que ser un egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México. Inicialmente mi tarea, mi carrera, se fue por el área de administración, economía y finalmente, decidí también hacerme abogado; egresé en el Colegio Militar en el área de administración, después ingresé a la Universidad y estudié Economía y estudié Derecho. Cuando concluí mi carrera de Derecho desee siempre estudiar finanzas públicas, lo hice, de hecho me desenvolví mis primeros años como profesor en las universidades y, desde luego, en la carrera profesional, como abogado financiero, lejos estaba yo de pensar que el destino me llevaría a tareas de esta naturaleza. Pero desde el primer momento en que las asumí, primero como Agente del Ministerio Público, después como Juez, después como Magis256 FACULTAD DE DERECHO LA REFORMA AL SISTEMA DE JUSTICIA PENAL trado, después como Consultor Jurídico de la Defensa Nacional, como Procurador General de la República, me di cuenta que México tiene muchas aspiraciones, muchas aspiraciones de ser un país de progreso, de desarrollo, democrático como lo es en la actualidad, pero que también tenemos problemas serios, de pobreza, de desempleo, marginación, etcétera. Pero que uno de los aspectos o el único aspecto que puede sustentar la vida de una nación, está precisamente en el Derecho. Ustedes van a oír frecuentemente lo que es un Estado de Derecho y van a oír con frecuencia que lo primero que debemos hacer hoy, es que este Estado de Derecho esté debidamente garantizado para hacer prevalecer a las instituciones del Estado pero, fundamentalmente, la debida observancia de la ley, que la ley no hace distinción, que la ley debe aplicarse a todos, a todas, sin distinción, apartándola en su aplicación del interés de unos en relación con otros o intereses que no son de la naturaleza propia del ejercicio y de la aplicación estricta de la norma. De tal manera, que estos aspectos breves o sencillos, son algunas de las razones que me han impulsado a continuar en esta tarea, considerando que el Derecho es una disciplina fundamental para el desarrollo del país. He dicho en múltiples ocasiones, que estudiar nuestras leyes es una forma de acercarse a nuestra historia, de conocer la evolución que ha expresado nuestro país a lo largo de los años; conocer su lucha, para hacer realidad los ideales de libertad, de justicia, de igualdad, de soberanía; estudiar Derecho, es acercarse a nuestro proyecto nacional y comprender la historia de nuestro país. En la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle como en otras facultades en nuestro país, van a encontrar algo que es fundamental, la libertad de cátedra es algo que ejemplifica el esfuerzo académico de las instituciones, pero esto nos va a enseñar a dos aspectos: a exigir mucho de quien está enfrente de nosotros siendo ejemplo para traducir su conocimiento y transmitírnoslo, como UNIVERSIDAD LA SALLE 257 RAFAEL MACEDO DE LA CONCHA también tendrá que dar mucho en conocer y llegar al fondo de lo que ahí se expresa. Nuestro país es una nación de contrastes, hemos transitado por la lucha y el entendimiento social, por episodios, lamentables y abierto divisionismo, pero también por otros de sincera reconciliación, por momentos de adversidad, seguido de sólidas etapas, de oportunidad y de progreso. Por ello, ustedes van a encontrar que en el primer momento de su contacto con el estudio del Derecho, es exigible conocer el contexto histórico que ha rodeado a nuestras leyes; es indispensable para entender los objetivos que éstas perseguían, las razones que han motivado su creación, la realidad que pretendían modificar o bien, esa realidad que pretenden preservar. Por eso la historia es una ventana, es una ventana hacia el estudio del Derecho. De la misma manera, el Derecho debe ser la expresión del momento histórico que vive una nación. Hay autores que dicen que es el reflejo de lo que ocurre dentro de un Estado, por eso, yo diría que es el espejo de la realidad social, donde, sin duda, los cambios constitucionales y legales, se encuentran debidamente justificados en la necesidad de acercar la norma jurídica a la evolución social, aunque en ocasiones no comparto este principio, porque ahora lo cambié —dije— a la evolución social y normalmente hablan a la realidad social. Yo creo que el Derecho hoy debe ir mucho más allá, con una visión diferente y aquí están amigos y maestros míos que me están oyendo ahora y saben muy bien a qué me refiero y aprovecho, maestro Moisés Moreno, saludarlo; maestro Luis Manzanera y saludar a todos los maestros que me acompañan, muchas gracias por estar aquí. 258 FACULTAD DE DERECHO LA REFORMA AL SISTEMA DE JUSTICIA PENAL México en este entorno y en este contexto, en los últimos años ha tenido cambios acelerados. La lucha por instaurar en nuestro país un régimen democrático, finalmente, a mi juicio, se cristalizó. La competencia electoral se da en un marco de equidad con transparencia y legalidad, pero más importante aún, vivimos —lo he dicho en otros lugares, en otros foros, pero qué mejor hoy— una democracia que no se agota en las urnas, sino que se extiende a todos los ámbitos de la denominada “arena pública”. Hoy en día —lo decía hace un momento el licenciado Nader Kuri— presenciamos el renacimiento —bueno, dicen que renacer es algo que vuelve a crear y yo diría— el nacimiento, aunque en nuestras normas estuviera ya establecido, el establecimiento de una verdadera relación entre las autoridades y la ciudadanía. La participación ciudadana hoy se convierte en un factor central para la toma de decisiones. Hemos superado esquemas anacrónicos que quizás se entendían dentro de un contexto no necesariamente democrático, pero que pierden toda explicación en la nueva realidad política en la que vivimos; así observamos y yo lo observo con inquietud, pero también con motivación, cómo la sociedad ha dejado atrás la vieja cultura pasiva de dejar en manos del gobierno exclusivamente el futuro de la nación. Hoy los mexicanos hemos reemplazado la apatía por la participación activa en los asuntos públicos; así se enmarca la iniciativa de reformas al Sistema de Seguridad Pública y Justicia Penal que el Ejecutivo Federal remitió a nuestro Congreso y con la que, se pretende que nuestra Carta Magna y las leyes que de ella emanen, estén finalmente en consonancia con esa nueva realidad. Quizás resulte muy importante para ustedes que yo comente algo sobre ello y las razones por las que hoy el Ejecutivo Federal se ha expresado por una reforma integral al Sistema de Justicia Penal, la ubicaría en tres preguntas fundamentales: UNIVERSIDAD LA SALLE 259 RAFAEL MACEDO DE LA CONCHA La primera, la más natural: ¿por qué cambiar? La pregunta que se denominaría de carácter necesario, indispensable en un foro como el que estamos hoy, ¿qué cambiar? Finalmente, ¿hacia dónde vamos con esta iniciativa de reformas? Para ello, es exigible voltear al contexto histórico de nuestra nación, ver la mejor forma de resolver los problemas y pensar en los objetivos que todos deseamos alcanzar y el futuro, que de no hacerlo, le depare a la justicia penal. Por eso, creí conveniente hoy venir con ustedes —además del inicio de estos cursos— a intercambiar puntos de vista sobre esta reforma. Antes de ello, comentarles que para poder lograr en tres años, siete meses, este trabajo que hoy está en el Congreso de la Unión y que reúne la experiencia de juristas muy importantes en nuestro país, también la experiencia de jóvenes que, como ustedes, en diferentes foros universitarios dieron su punto de vista sobre ello y que también está vinculada con foros que se han abierto en diferentes sectores y también en el Poder Legislativo y en el Poder Judicial, donde como yo he dicho: qué importante hoy que haya un trabajo de esta naturaleza, qué importante es que se critique lo que ahí se dice, que se apoye lo que ahí se señala o que se digan las razones por las que sí o por las que no, reúne esta iniciativa las mejores condiciones para esta reforma integral. Yo concluiría nada más comentando, que cualquiera que fuera el punto de vista de quienes lo han expuesto, nada más he pedido, he invitado a quienes lo hacen, de que lejos de ofrecer solamente una crítica, lo hagan con una propuesta y que aquellos que expresan su benevolencia y, desde luego, expresan su aceptación a ella, nos proporcionen los elementos necesarios para que unos y otros se conjuguen en enriquecer una exigible necesidad que hoy tiene nuestro país. El reclamo de la sociedad es un ¡ya basta! Para ello, necesitamos también lograr que nuestra nación tenga en sus leyes la fortaleza para responder ante la exigencia interna, pero también 260 FACULTAD DE DERECHO LA REFORMA AL SISTEMA DE JUSTICIA PENAL hacerla congruente con los compromisos internacionales asumidos por nuestro país. ¿Por qué cambiar? El Sistema de Justicia Penal vigente ha venido operando y operó en su oportunidad, yo diría que operó con éxito y ahora este éxito se ha vuelto relativo en una época diferente que prevalece en nuestro país. Sin duda y en ello también quiero decir, que en esta reforma están firmes nuestras tradiciones jurídicas fundamentales; pero sin duda también, hay que decirlo, fue un sistema eficiente en condiciones políticas no necesariamente democráticas. Cuando la ciudadanía —decía yo hace unos momentos— no interpretaba su papel dentro de la sociedad como un agente activo, que participa, que denuncia, que exige a la autoridad a transparentar su ejercicio, fue un sistema eficiente bajo circunstancias en las cuales la delincuencia no mostraba ni la reincidencia, ni la violencia, ni la sofisticación que hoy vemos en su comportamiento. La fisonomía del delito es hoy en nuestros días o acusa en estos días, un alto grado de refinamiento; ha surgido la delincuencia organizada, que cuenta con recursos inimaginables, con estructura, que aprovecha todos los espacios legales para obtener impunidad y realizar sus ilícitas actividades, inclusive, en forma transnacional. Hablaría y me referiría, en particular, a cuatro problemas que el sistema actual no tiene, por lo menos como esperamos que hiciera: lentitud, ineficiencia en la reparación del daño, corrupción e impunidad. Estos cuatro problemas son el centro de la iniciativa de estas reformas y sintetizan la inconformidad social que hemos observado en fechas recientes. Si un sistema es lento y, además, muestra visos de corrupción, obviamente, no hay confianza en las instituciones, en sus autoridades y por ello, la gente difícilmente denunciará el delito o definitivamente no lo hace. UNIVERSIDAD LA SALLE 261 RAFAEL MACEDO DE LA CONCHA De hecho, no podemos ocultarlo, ha habido cifras que se manejan de muchas maneras y bajo diferentes lupas, pero lo que sí sabemos es que no se denuncian todos los delitos y son muy pocos los que sí, los que en estos casos ocurren. Bajo el sistema actual, la sociedad prefiere no denunciar los actos que se separan de la ley: 1. Porque la víctima no está dispuesta a pasar gran tiempo de su esfuerzo sujetas a procesos que resultan a veces prolongados, pero a veces interminables. 2. No se denuncia el delito por temor a eventuales represalias por parte de los agresores, siendo el sistema poco eficiente. Cabe la posibilidad de que el delito no termine en la sanción correspondiente y el delincuente obtenga impunidad y con ello, someta y socave a quien lo denunciara y, 3. Hay que decirlo, la víctima no denuncia el delito debido a la corrupción que subsiste en muchas estructuras y también en las diferentes etapas del proceso penal. Como corolario de lo anterior, vemos que la impunidad no se logra abatir como todos deseamos, como todos quisiéramos. Al no haber denuncia, el Ministerio Público como responsable de investigar los delitos queda —por así decirlo, en términos coloquiales— “atado de manos”, sin la oportunidad de perseguir al delincuente y buscar que la autoridad judicial, asigne o le dé la pena correspondiente y se logre en esta última instancia, la reparación del daño a la víctima. No es cuestión de voluntad y decisión, el problema es que tenemos un sistema de justicia penal, de seguridad pública, que ha sido rebasado en muchos aspectos, debemos cambiar. En suma, para ajustar a la nueva realidad social, a la realidad democrática y a la realidad que expresa la delincuencia en nuestros días. 262 FACULTAD DE DERECHO LA REFORMA AL SISTEMA DE JUSTICIA PENAL ¿Qué cambiar? Para responder esta pregunta hablaré acerca del cuerpo de la reforma, acerca de las modificaciones planteadas a la Constitución y a varias leyes secundarias. La reforma, como muchos de ustedes saben, plantea hacer explícito el principio de presunción de inocencia. Aquí he comentado con algunos juristas, especialistas en el Derecho Constitucional, que es necesario elevar a la categoría de garantía la presunción de inocencia en nuestro marco jurídico. Asimismo, reemplazar este sistema de corte inquisitivo que hoy predomina por uno de carácter acusatorio, bajo los criterios de oralidad, publicidad e inmediación. A través de los juicios orales y públicos se da respuesta a dos problemas fundamentales, el juicio oral introduce agilidad al proceso y el carácter público, vale decir transparente, permite tanto al inculpado como al demandante conocer con precisión, sin suspicacias el curso del juicio. Hacer públicos los juicios es la manera de otorgar, de proporcionar garantías para que el ciudadano certifique la legalidad del proceso, con ello se responde a la necesidad de contar con un sistema penal acorde a los tiempos democráticos del país, donde el ciudadano es y debe ser la razón última del Derecho. Otra medida concreta que satisface la búsqueda de una justicia apegada a Derecho es la transformación de la Procuraduría General de la República en la Fiscalía General de la Nación. El cambio va más allá del nombre que le damos al Ministerio Público, esta es una de las partes de las que hemos recibido mucha resistencia, yo les he dicho en son un poco de broma, a muchos compañeros míos, universitarios, que estoy proponiendo quedarme sin chamba, pero que eso no era lo importante, lo importante es responder a las exigencias del Estado, de las exigencias de los mexiUNIVERSIDAD LA SALLE 263 RAFAEL MACEDO DE LA CONCHA canos. Se trata de darle autonomía constitucional, de carácter presupuestario y de gestión a esta Fiscalía. El Fiscal, hoy Procurador, sería designado por un periodo de cinco años con posibilidad de ser ratificado por el Senado por un periodo igual. El propio Senado intervendría en la ratificación de los nuevos fiscales de circuito que designe el Poder Ejecutivo. Hacer partícipe al Poder Legislativo en la ratificación de los cargos y dotar a la Fiscalía General de la Federación de autonomía, a nuestro juicio, es la mejor garantía para que la sociedad, independientemente de personas, tiempos o casos, esté con la certeza de que la justicia se procurará con absoluta imparcialidad. Yo quiero que ustedes se imaginen la tarea diaria del Procurador General de la República, que la ven, que la observan, pero quiero que ojalá pueda obtener de ustedes, por lo menos la comprensión de mis colegas. Imagínense al Procurador diario sometiéndose a que la Procuraduría actuó así por consigna, a que la Procuraduría actúa así porque así se lo ordenan, a que la Procuraduría actúa así porque el Procurador es de un color y no del otro o porque hay intereses de unos en relación con otros grupos, en fin, y después de la descalificación, también las intimidaciones. Después, tratar de someter a la Institución y a quienes la integran a un proceso de desgaste diario para buscar que cada quien, a quien le interesa obtenerlo, realmente su interés quede a salvo, cuando la Procuraduría General de la República tiene una función clara, precisa en nuestro mandato constitucional, la investigación y la persecución de los delitos, velar por la estricta aplicación de la ley y ser garantes de ese Estado de Derecho al que yo me referí al inicio de mi conversación. 264 FACULTAD DE DERECHO LA REFORMA AL SISTEMA DE JUSTICIA PENAL Cómo hacer entender, a quien no le interesa hacerlo, que se acabaron los tiempos en los que había líneas, consignas, en que la ley pudiera ser empleada para beneficiar a unos en contra de otros. Yo les pregunto a veces, cuando me hacen preguntas de esa naturaleza, imagínense cuántos cómplices tendría que tener el Procurador General de la República para que más de 160 mil casos que se ventilan en todo el país esté yo ordenando de qué manera debe resolver cada Agente del Ministerio Público, se olvida de que la autonomía del Ministerio Público es respetada por el Procurador General de la República, se olvida que cada quien que actúa con ese carácter es responsable de sus actos, se olvida que los tribunales colegiados y la Corte ha señalado que esa autonomía técnica debe ser observada por el Procurador General de la República y, por ende, serán los Ministerios Públicos los responsables de sus actuaciones en todo lo que a su mandato concierne. Pero tal pareciera que la Institución es movida por un Procurador perverso, que solamente le importa el interés de unos, someter a los otros y acabar de una buena vez con un Estado de Derecho que es lo que hace y sostiene a nuestra nación. Qué equivocados están aquellos que sugieren siquiera estos aspectos. Hoy las cosas son muy diferentes, en la Procuraduría General de la República, por lo menos en estos tres años siete meses el Procurador, designado por el Ejecutivo Federal, ratificado, es el único miembro del gabinete que es ratificado por el Senado de la República, ha velado por la aplicación de las leyes. Desafortunadamente no puedo quedar bien con todos y no puedo ser más que amigo de quien es mi responsabilidad velar por ella y ésta se llama ley y la búsqueda perenne de que haya justicia en nuestro país, que se acabe de una vez la corrupción, que se acabe de una buena vez la impunidad, que se acaben los servidores públicos que traicionan la confianza de la sociedad, que se acaben aquellos que no entienden que nada está por encima de la ley. UNIVERSIDAD LA SALLE 265 RAFAEL MACEDO DE LA CONCHA Esa es la misión que tenemos en la Procuraduría General de la República, pero es la misión que ustedes tendrán en un futuro próximo, por eso es importante que este esfuerzo que está haciendo el país por salir adelante, en un proceso de transición, complejo, difícil por su naturaleza, responda únicamente al interés de los mexicanos, al interés de la nación y no a los intereses de unos o a los intereses de otros por obtener lo que legítimamente se gana solamente en la voluntad de los mexicanos. En la búsqueda de la justicia consecuentemente no deben intervenir consignas políticas, colores partidistas o intereses ajenos al interés de la verdad legal, que es el único que ha de animar la actividad del derecho. La reparación del daño a la víctima es un aspecto toral de todo sistema de justicia penal, una vía que se sugiere en la reforma, tanto para incrementar la celeridad de los juicios, como para asegurar que la víctima reciba la reparación que espera, se traduce en introducir los mecanismos de justicia alternativa para delitos no violentos. A través de la justicia alternativa las partes llegan a un acuerdo que compense el agravio sufrido por la víctima. El acuerdo se consume exclusivamente cuando ambas partes así lo convienen y con ello se asegura que la justicia penal llegue de manera pronta y expedita. Por ahí los invito a que revisen las legislaciones de algunos estados de la República, a que revisen por ejemplo la iniciativa y la reforma aprobada en materia de justicia en el Estado de Nuevo León, en Puebla, en Coahuila, en Hidalgo, Chihuahua, en otros estados del país, y van a encontrar importantes congruencias con esta reforma, la venimos impulsando hace varios años hasta que se integró, se presentó por parte del Poder Ejecutivo Federal al Congreso. Sin embargo, muchos Estados con los que comentamos esta reforma y con quienes compartimos en la Conferencia Nacional de 266 FACULTAD DE DERECHO LA REFORMA AL SISTEMA DE JUSTICIA PENAL Procuradores estos aspectos e inquietudes académicas jurídicas y de experiencias, de esfuerzo en el servicio público, las asumieron como suyas y hoy son ya una realidad en nuestro país en muchos estados de la República. Por eso es importante que ustedes lo observen y lo aprecien porque ya es una realidad en muchos rincones de nuestro país. En esta iniciativa, además, se busca también certificar que la abogacía se ejerza por profesionales del Derecho, en ocasiones, ustedes lo saben, hay personas que se dicen abogados pero que en realidad son auténticos impostores que se aprovechan del dolor de las personas. Estas personas ejercen la profesión con descuido, yo diría estos delincuentes ofrecen la profesión con descuido, sin escrúpulos y terminan por desacreditar una actividad que por su naturaleza es, entre otras, la de mayor responsabilidad social. Para responder a esta problemática se ha propuesto establecer en nuestros ordenamientos el derecho a un defensor profesional certificado. Otro aspecto y para dar respuesta al problema de ineficiencia en el tema de seguridad pública y justicia penal, una medida que se plantea es la unificación de los cuerpos policíacos, como son la Agencia Federal de Investigación y la Policía Federal Preventiva. Como ustedes saben, la Agencia Federal de Investigación surge en esta administración, es un proyecto que nace del proyecto de nación del Ejecutivo Federal, una policía, y lo digo sin ambages, única, por su naturaleza. Yo les quiero decir que hoy la nutren en todos sus elementos personal que ha egresado de las universidades del país. Sus últimas generaciones cuentan con licenciatura concluida, con años de especialización en México y en diversos países de América y Europa, y hasta que no concluyen su proceso de formación en el instituto UNIVERSIDAD LA SALLE 267 RAFAEL MACEDO DE LA CONCHA correspondiente y los estudios de especialización en diversos países se integran a esta Agencia Federal. Hoy gozan, quieran o no los que son firmes detractores de todo lo que hace la Institución, hoy gozan de confianza social, jóvenes universitarios que como ustedes han tenido confianza en las instituciones que tienen vocación de servicio, que tienen deseos de servir a México, que están dispuestos a buscar una oportunidad en el servicio público para entregarse, para responder a los retos exigibles de una profesión como ésta, pero sobre todo, para servir a México y a los mexicanos. Me siento muy orgulloso de la Agencia Federal de Investigación, vengan a conocerla, los invito a que lo hagan, vengan a saber con qué cuenta México hoy, no solamente en cuestión de formación de jóvenes universitarios que hoy son agentes federales, sino también en su modernización, en instalaciones funcionales, con operación y tecnología de vanguardia, con jóvenes, en suma, comprometidos con nuestro país. Esta suma de policías, lo que busca es eliminar las ventajas que se tienen los delincuentes en materia de investigación y, desde luego, eludir y eliminar de una vez el duplicar esfuerzos y gastos en este tipo de actividades. Con frecuencia se experimenta el celo laboral, qué daño le ha hecho a nuestro país el celo laboral, cada quien su coto de esfuerzo, que convirtieron en cotos de poder y de aquí yo para adentro, pero aquí para afuera nadie, y ni intervengas, ni me invadas mi competencia o mi jurisdicción, porque conmigo no vas a obtener nada. Hoy, es exigible compartir información, trabajar en cooperación con los diferentes niveles de gobierno, con los municipios, con los estados, con la Federación, hay que colaborar estrechamente en ello y por eso, es importante cambiar el esquema en este sentido. 268 FACULTAD DE DERECHO LA REFORMA AL SISTEMA DE JUSTICIA PENAL Cuando no se comparte la información ni se coordinan esfuerzos, cuando estas circunstancias se presentan, ¿qué sucede? Los cuerpos policíacos desobedecen la misión que determina su puesto: proporcionar a la sociedad un servicio de calidad, confiable y eficiente. Por eso, esta unificación responde al requerimiento de fortalecer un Sistema de Seguridad Pública con menos dispendio pero, sobre todo, con más resultados. En otro rubro, se busca transformar la justicia para menores, a través de la creación de la Ley General de Justicia Penal para Adolescentes, se plantea contar con un sistema garantista —como ocurre en varios países del continente— esto es otorgarle al menor infractor el derecho a un juicio justo, como se sigue para los adultos. Los menores aquí, tendrían derecho a un defensor público que velaría por sus intereses. El fin último de esta ley, es asegurar el respeto a los derechos humanos de los menores. Es importante subrayar, que la iniciativa hablar de protección para jóvenes, a través de una justicia apegada a derecho, pero las sanciones serían acordes a su edad, incluían por ejemplo, restricciones para asistir a determinados lugares o al internamiento domiciliario. Y, finalmente, se ha propuesto una nueva Ley contra la Delincuencia Organizada, que le proporcione a la autoridad mejores elementos para hacer frente a esta modalidad del crimen, que en últimos años ha expresado un gran crecimiento al amparo de la transnacionalización del delito, del uso de la tecnología y de los descomunales ingresos anuales que recibe. Como pueden ver de una manera muy somera lo que aquí les he señalado, no se ha propuesto una reforma superficial, orientada únicamente a corregir aspectos menores o a generar un impacto mediático de grandes proporciones. Se trata de una reforma profunda, que llega al corazón o a la médula —si quieren ustedes— de nuestro Sistema de Seguridad Pública y de Justicia Penal, y lo más UNIVERSIDAD LA SALLE 269 RAFAEL MACEDO DE LA CONCHA importante, que cada uno de los cambios propuestos da respuesta a problemáticas concretas, que —no está demás repetirlo— han derivado de la falta de un marco jurídico acorde al cambio social que vive nuestro país en estos últimos años. ¿Hacía dónde vamos? Me gustaría hacer una síntesis muy breve sobre el hacia dónde vamos. Vamos hacia la consolidación de nuestra democracia no cabe duda, el Estado de Derecho, el imperio de la ley, es el elemento más importante en la consolidación del régimen democrático. Así lo hemos observado en transiciones de este carácter alrededor del mundo, aquellas que han contado con un sistema de justicia sólido, eficiente e imparcial, han sabido perdurar a lo largo de los años. En contraste, las transiciones que se ha limitado a democratizar los procesos electorales, que sólo han volteado la mirada a la competencia por el poder y que pasan por alto la construcción de un Estado de Derecho que dé certidumbre jurídica a los ciudadanos, lamentablemente —hay que decirlo— han sufrido alguna forma de regresión a patrones no democráticos. Recuerden que no hay peor historia que la que se repite. Es el imperio de la ley, el conocimiento que la norma no se negocia, sólo se aplica a secas, lo que nos lleva a consolidar las instituciones del Estado, a darles viabilidad, certidumbre, a protegerlas de eventuales intentos desestabilizadores. Con la reforma caminamos a paso firme en esta dirección, evitaremos que prosperen las voces que se pronuncian por recurrir a las vías no institucionales para participar en la vida pública. Además de los cambios jurídicos, las reformas pretenden fomentar entre la ciudadanía, mayor confianza. Cuando vean que los cambios en el papel se traducen en cambios en la realidad, no tengo duda, aumentará la participación ciudadana en la justicia; se incrementará el número de denuncias y la gente asumirá el papel 270 FACULTAD DE DERECHO LA REFORMA AL SISTEMA DE JUSTICIA PENAL de vigilante, de un vigilante visible, como ya ocurre en otros ámbitos de la vida pública. Estoy seguro que así daremos una gran lucha a la impunidad y cerraremos este círculo virtuoso, exigible para todos; en esta dirección caminamos. Sí debo señalar, que no esperamos ver beneficios inmediatos, esto o éstos suelen ser de aparador, ganan visibilidad en el corto plazo, pero se pierden con el tiempo; se busca un cambio gradual en nuestro entorno social. Sí paulatino, pero consistente, sólido. Buscamos a largo plazo que se afiance y, desde luego, que tengamos en México un Sistema de Seguridad Pública y Justicia Penal, que asegure a los ciudadanos el ejercicio pleno de sus libertades, un sistema donde la igualdad ante la ley se viva día con día; no hay personas diferentes a otras para la observancia de la ley, no hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda. Todos somos iguales ante ella. Un sistema que responda a las necesidades y demandas de nuestro tiempo, que herede a las futuras generaciones un auténtico Estado democrático de Derecho. Amigos universitarios; amigos docentes, compañeros: En Procuraduría General de la República, en tres años, siete meses, hemos hecho un cambio estructural, funcional, de operación. Contamos hoy con una institución moderna, con nuevas generaciones de servidores públicos, con el trabajo diario de mujeres y hombres que con vocación de servicio y entrega plena, y ante los riesgos que enfrentan en cada rincón del país, están dispuestos a dar todo por el México que todos anhelamos, y en eso necesitamos la unidad de todos los mexicanos. Tenemos que ver por el hoy, tenemos que tener la solidez que nos han dejado generaciones que nos precedieron, pero también tenemos que ver con el futuro de México. UNIVERSIDAD LA SALLE 271 RAFAEL MACEDO DE LA CONCHA Si no nos unimos, si no trabajamos bajo esa unidad nacional a la que he convocado para que nuestro Sistema de Procuración de Justicia, para que nuestro Sistema de Justicia goce, precisamente, de todos los aspectos y requerimientos exigibles para que pueda ser un verdadero garante nuestro Estado de Derecho, difícilmente lograremos lo que inculcamos. Por eso, aquí traigo lo que los lasallistas han tenido como parte vertebral de su ejercicio profesional. Se han conducido siempre bajo la divisa, indivisa, al tener esta convicción, mantener esta convicción de permanecer unidos. Sin embargo, debe también ser una consigna para el país entero, sólo un México que permanece unido, unido en la justicia, en el diálogo, en el respeto a la ley, pero un decir “ya basta” a las confrontaciones estériles, en un México que permanezca como todos lo deseamos, sordo a las voces que proponen la división, que proponen la desestabilización, que proponen hacer a un lado el respeto por la ley, un México que logre precisamente, que cuente con un verdadero Estado de Derecho, que garantice su viabilidad de nación, así seremos más fuertes, siempre a la vanguardia. En México, he dicho, hemos sido fruto de líderes que en su oportunidad nos han dado un estado de paz, un estado donde se nos permite actuar con libertad, donde todos somos iguales y donde la ley es respetada y deberá ser respetada por todos, por eso México debe ser una nación fuerte, siempre a la vanguardia, siempre creciendo en el dinamismo que distingue a un Estado constitucional de Derecho. Por eso, amigos lasallistas, permanezcamos unidos porque este país merece lo que anhelamos de él, tranquilidad y progreso. Muchas gracias. 272 FACULTAD DE DERECHO LA NECESIDAD DE UN CAMBIO EN LA FORMA DE ENJUICIAMIENTO PENAL EN MÉXICO MIGUEL ÁNGEL MANCERA ESPINOSA* I. Introducción Mucho se ha discutido en fechas recientes en diversos foros sobre la necesidad de trasformar el proceso penal en México, así los discursos —en su mayoría políticos— apuntan hacia la conveniencia de implementar “juicios orales”, esto es, pareciera que existe una correspondencia directa entre oralidad y celeridad, como si el solo hecho de manejar juicios escritos dilatara o distendiera en exceso la forma de enjuiciar. A final de cuentas lo importante en todo caso, es que no podemos permanecer ajenos a esa inquietud, pues quienes hayan podido ejercer en México la noble tarea de la abogacía en materia penal, o bien participado en la acusación e inclusive en la función de juzgar, saben que se trata de un proceso por demás lento, tortuoso y cargado de inconsistencias. Ya se ha dicho que son varios los sujetos que se muestran interesados en que el proceso penal se desarrolle de una forma expedita. Por un lado, la víctima, a fin de resarcir lo más rápido posible el daño sufrido, por otro, el Estado, para demostrar la efectividad de su ordenamiento jurídico y restablecer la confianza que se ve vulnerada por trasgresión de la norma penal, de igual manera la sociedad, que clama por la justicia, por la lucha contra la impunidad y finalmente, el mismo inculpado que trata de demostrar su inocencia * Miembro Supernumerario de la Academia Mexicana de Ciencias Penales, Profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM, del ITAM y del INACIPE. UNIVERSIDAD LA SALLE 273 MIGUEL ÁNGEL MANCERA ESPINOSA en un breve tiempo, o bien la certeza jurídica de que su situación arribe lo más pronto posible. Lo cierto es que nuestro sistema tiene todo, menos el que se caracterice por ser rápido. Ante todo lo anterior, nos corresponde ahora formular algunas ideas que pudieran llegar a coadyuvar con el mejoramiento de la impartición de justicia en materia penal, y dicho en forma concreta, buscar la forma de que el proceso penal pueda ser más ágil y al mismo tiempo brinde la seguridad jurídica indispensable. II. Panorama actual del Proceso Penal Federal en México Lo primero que tenemos que mencionar es el hecho de que derivado de nuestra forma de gobierno, cada uno de los Estados que conforman la República Mexicana (artículo 40 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en adelante CPEUM) se ha ocupado de expedir, un código penal y uno de procedimientos penales, ello trae como consecuencia que existan 32 códigos estatales (sustantivos y adjetivos) y un código federal (sustantivo y adjetivo, en adelante CPF y CFPP respectivamente) la confusión y los problemas que esto genera son palpables, pues mientras que en alguna entidad federativa la edad penal comienza a los 16 años, en otras lo es a los 18, mientras que en el Distrito Federal no existe el delito de Adulterio, en el ámbito Federal aún se sanciona. Lo mismo pasa en materia procesal, pues no obstante que en la mayoría de los Estados se ha seguido el modelo federal, los términos y plazos para ofrecer pruebas, para formular conclusiones y para intervenir en el proceso llevan a toda una maraña legislativa que redunda en contra de la impartición de justicia. Es por lo apuntado que en el desarrollo de este trabajo cuando tengamos que ejemplificar alguna situación concreta, sólo utilizaremos como modelo a los Códigos Federales, los que son de aplicación en toda la República cuando se trata de delitos que se cometen en contra de la federación o los intereses de ésta, repre274 FACULTAD DE DERECHO LA NECESIDAD DE UN CAMBIO EN LA FORMA DE ENJUICIAMIENTO PENAL EN MÉXICO sentados en las leyes especiales (los delitos federales se definen en el artículo 50 de la Ley Orgánica del Poder Judicial Federal) Una pregunta inicial que debemos responder es ¿qué sistema procesal tiene nuestro país? Es decir, precisar si se trata de un sistema inquisitivo, o uno acusatorio, el punto es que como la mayoría de los sistemas jurídicos actuales, en México, desde nuestra forma de ver las cosas se sigue un sistema mixto, ello, porque tenemos un órgano de acusación, como en el caso del acusatorio, durante la investigación se prefiere la escritura como en inquisitivo, tenemos dividido al acusador del juzgador como en el acusatorio, se tienen etapas de oralidad expresa como el acusatorio, y algunas pruebas tasadas y otras de libre apreciación con el inquisitivo y el acusatorio respectivamente, por esto, nos es dable afirmar que nuestro proceso penal no representa una puridad sistémica. Y si el proceso penal en México sigue el modelo de muchos otros países, entonces, ¿Donde es que tenemos la falla? ¿Por qué se presentan las dilaciones? También en relación con nuestro sistema de enjuiciamiento, hay que precisar que por disposición constitucional, el proceso penal debe atender en forma obligatoria a diversos principios, así tenemos al de debido proceso legal (artículo 14 segundo párrafo), al principio de legalidad (artículos 14 párrafos primero y tercero; 16 primer párrafo); principio de Defensa (artículo 20, apartado A, fracción IX,); el de celeridad (artículo 17 párrafo segundo, y 20 apartado A fracción VIII), de contradicción (artículo 20, apartado A, fracción V), el de publicidad (artículo 20 apartado A, fracción VI) entre otros, y todos éstos, son recogidos por los códigos procesales. En la actualidad nuestro proceso penal se desarrolla según el artículo 1º del CFPP en las siguientes etapas: a) la de Averiguación Previa, que es dirigida por el Ministerio Público, b) la de preinstrucción que se lleva a cabo ante un juez instructor, c) la de instrucción que se desarrolla ante el mismo juez, la de primera instancia, que es realmente la etapa del juicio mismo y que se desarrolla ante el mismo juzgador, d) la de segunda instancia que consiste en una etapa de revisión de la legalidad del proceso mismo y que se lleva a UNIVERSIDAD LA SALLE 275 MIGUEL ÁNGEL MANCERA ESPINOSA cabo ante un tribunal colegiado compuesto de tres magistrados, el de ejecución que se tramita ante el Poder Ejecutivo, y finalmente el relativo a los inimputables. Sin duda ya desde la simple lectura de esta apretada descripción de secuencias procesales se puede advertir que no puede ser rápida su tramitación, y que la realidad nos muestra que desde el inicio hasta la etapa de la primera instancia, en la gran mayoría de los casos, se llega a conculcar la garantía de celeridad que ordena dictar sentencia antes de cuatro meses si la pena no excede de dos años de prisión y antes de un año si se excede. En resumen, podemos decir que en la actualidad el proceso penal federal en México es de tipo mixto, se lleva a cabo bajo el mandato constitucional de observar diversos principios clásicos de tradición procesal penal, cuenta con diversas etapas y en el desahogo de las mismas se exceden los plazos máximos que prevé la Constitución Federal. III. Algunas soluciones planteadas para agilizar el procedimiento penal en otros países Recordemos que la idea central de la búsqueda de un cambio en el modelo de enjuiciamiento penal en México, lo es, combinar tanto celeridad como seguridad jurídica, estos mismos planteamientos se los han formulado previamente otros países tal y como veremos a continuación. Así por ejemplo: en Chile a partir del año 2000 encontramos un nuevo código procesal penal que alcanzará su vigencia plena en el 2004, en él se han introducido figuras como el acceso a la acción penal por la víctima, la justicia consensuada, el procedimiento abreviado, prevalecimiento de la sana crítica para la valoración probatoria, cuando el órgano de investigación no concluye con una investigación, el propio juez puede ordenar su cierre, el Ministerio Público funciona como órgano autónomo, también se crea la figura del Juez de Garantía y los Tribunales de Juicio Oral. 276 FACULTAD DE DERECHO LA NECESIDAD DE UN CAMBIO EN LA FORMA DE ENJUICIAMIENTO PENAL EN MÉXICO Por su parte en Paraguay encontramos que se busca dar basamento a su proceso penal en el sistema acusatorio, y para ello dividen al órgano de acusación del que enjuicia, dan preferencia al juicio oral por sobre el escrito, se establece en forma expresa la presunción de inocencia, plantea una fase llamada fase intermedia, con una audiencia preliminar, la que equivale en nuestro Derecho a la Declaración Preparatoria y al término constitucional para resolver la situación jurídica de un imputado, claro que la diferencia de tal etapa consiste que en Paraguay los plazos para la presentación de pruebas, desahogo y resolución son de varios días y no de sólo 72 o en el mejor de los casos 144 horas para todo; además de que el juez tiene la facultad de llevar a cabo y procurar la conciliación de las partes. Un caso distinto es el de Argentina, país que cuenta con un solo Código Penal Nacional, pero también padece la abundancia de Códigos Procesales por cada Provincia, constitucionalmente tienen previsto el juicio por jurados pero en la práctica no se han instaurado más que en algunas provincias; se propugna por una expansión del principio de oportunidad, da claras muestras de tener un sistema mixto, aunque en ocasiones con una mayor al inquisitivo y en otras al acusatorio, así, diremos que cuentan con el sistema de sana crítica para la valoración probatoria, pero también con la iniciación de oficio para todas las acciones penales, con una inclinación hacia el juicio oral, pero a la vez con el Juez de Instrucción en ciertas provincias. Quizá algunas de las notas más importantes en la impartición de justicia en Argentina lo vienen a constituir dos institutos, uno que se da en las llamadas soluciones alternativas que son aterrizadas a través de audiencias de conciliación, y de la mediación penal; el otro lo constituye la implementación del juicio abreviado. Por lo que corresponde a Costa Rica diremos que ahí, se estableció un sistema en el que el juez que conoce del procedimiento preparatorio, el intermedio y el juicio mismo, siempre será distinto; en este país también se maneja a la conciliación como un instrumento de eficiencia y eficacia procesal, de igual manera se planteó la necesidad de dar una participación activa a la víctima en el desaUNIVERSIDAD LA SALLE 277 MIGUEL ÁNGEL MANCERA ESPINOSA rrollo del proceso penal, finalmente en cuanto a su sistema de enjuiciamiento podemos afirmar que se sigue el modelo de sistema mixto. Debemos destacar que en Costa Rica también tenemos una llamada fase intermedia que tiene por objeto el decidir si hay los medios de prueba suficientes para llegar a un juicio, y ésta se desarrolla en no menos de 10 días ni en más de 20, la misma se desarrolla en forma oral y pública y además admite la discusión del principio de oportunidad, el juzgador puede inclusive resolver sobre el sobreseimiento definitivo. A fin de no concentrar nuestra atención sólo en América daremos algunas notas sobre España, así, en el proceso penal español podemos encontrar como relevante la reforma que realizaron en el 2002 a la Ley de Enjuiciamiento Criminal Sobre Procedimiento para el Enjuiciamiento Rápido e Inmediato de Determinados Delitos y Faltas y de Modificación al Procedimiento Abreviado, a partir de ella se comenzó a trabajar con el principio de consenso, que no es otra cosa que la eventual posibilidad de dar por terminado un proceso penal mediante la convención de las partes; una forma más de reducción del tiempo para juzgar es el consistente en que una vez concluido el juicio oral pero previo al dictado de la sentencia se proceda a la “negociación” entre acusadores y acusado en relación con el quantum de la pena contra la falta de actividad por parte de la defensa, lo que de conformidad con los artículos 791.3 y 793.3 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que en esencia establecen en el caso del primero, que abierto el juicio oral, se emplaza a los acusados con la entrega del escrito de acusación para que una vez nombrado su abogado, en el plazo de cinco días presenten sus escritos de defensa y en dicho escrito la defensa puede manifestar su conformidad con el escrito de acusación, o inclusive presentar el escrito en forma conjunta el escrito de acusación del Ministerio Fiscal. Y Respecto del segundo de los artículos citados refiere que antes de iniciar la práctica de prueba, la acusación y la defensa con la conformidad del acusado presente podrán pedir al Juez o Tribunal que proceda a dictar sentencia de conformidad con el escrito de acusación, sin que pueda referirse a hecho distinto ni tampoco siendo necesario que la pena no exceda de 6 años. 278 FACULTAD DE DERECHO LA NECESIDAD DE UN CAMBIO EN LA FORMA DE ENJUICIAMIENTO PENAL EN MÉXICO En el proceso español predomina la libertad de criterio para llevar a cabo la actividad de valoración probatoria, lo que no implica necesariamente una forma arbitraria de valorar, puesto que dicha libertad se encuentra acotada por los principios constitucionales como lo es el de presunción de inocencia, por la negativa de admisión de “pruebas prohibidas”, por la exigencia de que las pruebas cumplan con los requisitos de contradicción, publicidad e inmediación entre otros. En España también se prefiere a la oralidad sobre la escritura, y decimos que la prefiere, dado al igual que hemos visto en otros países, no es factible encontrar un proceso estrictamente oral o absolutamente escrito. Un dato relevante a considerar es el hecho de que en el proceso penal español cuentan con un órgano oficial de acusación, pero también con otros acusadores, un denominado acusador popular quien puede ser todo ciudadano español, este acusador ejercita lo que se denomina como acción popular, se presenta su efectividad prácticamente en relación con que afectan intereses colectivos, bienes jurídicos supraindividuales. El otro acusador es el acusador particular, quien básicamente sería en nuestro Derecho la víctima, el ofendido por la conducta delictiva, por supuesto que en este caso ya no se restringe la procedencia de su actuación a los sólo ciudadanos españoles; finalmente se cuenta con el acusador privado el que actúa en todos los casos de los delitos perseguibles de querella necesaria. Finalmente diremos que en el año 2002 se realizaron reformas al proceso penal español que dieron lugar al enjuiciamiento rápido e inmediato de determinados delitos y faltas y la modificación del procedimiento abreviado. Pensado en agilizar la respuesta penal se estableció este procedimiento acelerado (esto hay que tenerlo en cuenta, pues el procedimiento acelerado es distinto del abreviado que dilata más) en el que limitando sus casos de procedencia a aquellos delitos en que las penas privativas no excedan de cinco años, inician siempre con un Atestado de Policía; debe tratarse de algunos de los delitos que se tienen catalogados; debe ser un deliUNIVERSIDAD LA SALLE 279 MIGUEL ÁNGEL MANCERA ESPINOSA to flagrante, es necesario presumirse la realización de una fase instructiva sencilla, todas las diligencias de instrucción deben acordarse y practicarse en el tiempo que dure el servicio de guardia del Juzgado de Instrucción, y este Juez Instructor es quien finalmente determina si se continua con el procedimiento acelerado para concluirlo en la etapa de Juicio Oral, o bien se da inicio un juicio abreviado que tiene otros términos. IV. Qué podemos hacer en México De todo lo visto en el apartado anterior debemos advertir que una reforma a nuestro proceso penal que busque el contar con una forma de enjuiciamiento penal más ágil requiere sin duda algo más que sólo tomar como referencia a la oralidad, misma que como ya se demostró no existe en una forma pura. A continuación retomaremos algunas notas que consideramos dignas de ser tomadas en cuenta para cualquier planteamiento de reforma. 1. Reflexionar sobre la función del Ministerio Público En nuestro país la figura del Ministerio Público (en adelante MP) ha tomado matices que no son propios de su función principal, es decir la de convertirse en un auténtico órgano de acusación popular, representante de la sociedad. Esto porque de conformidad con la Constitución (artículo 21) es el encargado de investigar y perseguir los delitos, sin embargo, es el propio ordenamiento constitucional el que rompe este mandato al establecer en el artículo 102 inclusive la obligación de intervenir personalmente en las controversias y acciones constitucionales a que se refiere el artículo 105 constitucional, además de conformidad con el artículo 4º de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República (institución encargada de la función del Ministerio Público a través de un Procurador General de la República) corresponde al Ministerio Público Federal además 280 FACULTAD DE DERECHO LA NECESIDAD DE UN CAMBIO EN LA FORMA DE ENJUICIAMIENTO PENAL EN MÉXICO de las funciones ya referidas, dar atención a las víctimas de delito, vigilar la observancia de la constitucionalidad, y para ello será parte en los juicios de amparo, es representante de la Federación, intervenir en negocios de las Entidades Paraestatales, intervenir en controversias en que sean parte los Cónsules Generales y los Diplomáticos y las demás que le confieran las leyes. Por lo anterior, creemos que es necesario descargar todas estas funciones en órganos ad hoc, y con ello permitir que el MP se concentre en su verdadera función, inclusive puede resultar conveniente el hecho de que su estructura no sea dependiente del Ejecutivo, sino autónoma, pues con ello el ejercicio de la acción alcanzaría una auténtica imparcialidad. 2. La incursión de nuevas figuras procesales Se advierte que es necesario analizar la posibilidad de incluir en nuestro proceso penal principios como el de oportunidad, y figuras procesales como las de la solución anticipada, y la mediación. A fin de evitar los gastos económicos y temporales que son en muchos de los casos innecesarios ante la levedad de la vulneración del ordenamiento jurídico y que por lo mismo para cuando llega el resarcimiento del daño, el mismo pierde todo sentido para las víctimas del delito. Por lo que en estas situaciones, el aceptar una terminación anticipada del proceso penal, bajo la condicionante de la reparación del daño entre otras, resulta conveniente. 3. Pugnar por la uniformidad del proceso penal La realidad de tratar de establecer un código penal o un código procesal penal único en todo la República Mexicana, no se advierte como cercana, sobre todo por la propia forma de gobierno y por los impulsos y frenos que la actividad política genera para aceptar un ordenamiento de carácter federal. Sin embargo, lo que sí es factible es buscar un modelo único o bien mayoritario a través del consenso de la gestión política y del convencimiento. UNIVERSIDAD LA SALLE 281 MIGUEL ÁNGEL MANCERA ESPINOSA 4. Analizar la conveniencia de implementar un proceso abreviado Nos referimos no al proceso sumario, mismo que ya se contempla en nuestra legislación procesal (artículo 152 del CFPP), sino a un verdadero proceso acelerado que logre que en ciertos casos la justicia se pueda aplicar mediante la implementación de instrucciones expeditas realizadas ante los propios jueces y juicios orales que no admitan la impugnación ordinaria a fin de evitar las consecuencias dilatorias que experimentan actualmente varios asuntos que bajo la forma del procedimiento abreviado se siguen en España. En efecto, nos estamos pronunciando para que en el caso de ciertos delitos (quizá aquellos que no sean graves), la justicia pueda llegar en forma mucho más ágil, por supuesto iniciando con el parte de policía, instrumento que ha probado su necesidad y eficacia para este tipo de juicios, y que se pueda acudir entonces, en forma directa ante un Juez, llámese a éste de Guardia, de Mazo, de Instrucción Abreviada, o como se le quiera denominar, y que ante él, de forma inmediata se analice el caudal de evidencias, se tomen declaraciones en forma oral, pudiendo dictar notas resumidas de éstas, y sólo en caso que se juzgue necesario, se proceda al desahogo de alguna diligencia para que se cite a una audiencia única en la que se concluya con el dictado de una resolución definitiva que no admita los recursos ordinarios y pueda sólo ser impugnada mediante el Juicio de Amparo Directo. Creemos, que sin duda habrá muchos detalles que prever y en su caso que plantear como reforma legislativa, pero estamos convencidos que existen juicios penales que no tienen una verdadera justificación para todo lo que significa la inversión de tiempo y fondos públicos. Es claro que los jueces que actúen en este tipo de instancias deberán de contar con figuras propias de la terminación anticipada de los procesos penales. Y de igual forma, dada la característica sui generis de estos procedimientos, en ellos se podría dar cabida a la acusación particular para no exigir como indispensable la figura del Ministerio 282 FACULTAD DE DERECHO LA NECESIDAD DE UN CAMBIO EN LA FORMA DE ENJUICIAMIENTO PENAL EN MÉXICO Público, quien si así lo quisiera podría participar en el desarrollo del juicio acelerado a partir del apersonamiento en él, pero dejaría de ser una figura sine qua non. 5. Ampliar la oralidad en el desarrollo del proceso penal Decimos que debe ser ampliada la oralidad porque, no sería correcto afirmar que ésta no existe en el proceso penal mexicano. En efecto, la oralidad está presente en varias etapas, como lo son las audiencias de desahogo de pruebas, la fase de vista, y en general una serie de diligencias en las que se da prevalencia a dicha oralidad, sin embargo, no podemos dejar de afirmar que debería ser no una facultad, es decir no que sea facultativo el rendir la declaración ante el Juez por escrito o verbalmente, sino que se trata de una obligación el hacerlo en forma oral y ésto, sin dejar de aceptar la necesidad de que algunas de esas diligencias sean respaldas por constancias o bien actas resumidas sólo con la finalidad de dejar constancia del desahogo de la actuación, pero no como requisito indispensable. Con lo anterior se lograría que los juicios fuesen más rápidos y se evitaría la excesiva carga documental que parece estar casada con los procesos penales. 6. En los juicios ordinarios ampliar la etapa de resolución previa a la instrucción Analizar la conveniencia de que la fase previa a la instrucción sea mayor, es decir, que una vez que se hubiere decidido el ejercicio de la acción penal, dicho ejercicio sea analizado con todo cuidado por un juzgador, ya sea que se tenga detenido o no, pues si bien es cierto en nuestros días se concibe como una figura de garantía y seguridad jurídica para los justiciables el hecho de que se requiere de un breve tiempo para dictar un auto de formal prisión, lo cierto es que esa brevedad, en la mayoría de los tiempos opera en contra del detenido, debido a que por la premura de tiempo se prefiere sujetar a proceso antes que soltar por temor a incurrir en una resUNIVERSIDAD LA SALLE 283 MIGUEL ÁNGEL MANCERA ESPINOSA ponsabilidad (incluso se dice en el argot penal que un vaso de agua y un auto de formal prisión a nadie se le niega). Del mismo modo, cuando no hubiere detenido es preferible que se acabe con esa absurda exigencia de que en caso de delitos graves (que ya lo son una buena parte del CPF y de algunas Leyes Especiales) el juez tenga el plazo de veinticuatro horas para resolver sobre la orden de captura, pues sabemos que ningún juez, ningún ser humano puede llegar a leer en ese tiempo los voluminosos expedientes (en ocasiones varios tomos) que deben ser estudiados. 7. Acortar efectivamente diversos plazos que no tienen razón de ser En efecto, consideramos que es necesario el acortar diversos plazos que sólo se configuran como un lastre y con una verdadera demora innecesaria, así por ejemplo se considera necesario el terminar con la práctica de las conclusiones escritas, pues como sabemos por una regla del CFPP en su artículo 291, el plazo genérico es de diez días hábiles (dos semanas) pero cuando el expediente excede de 200 fojas, por cada 100 de exceso se dará un día más sin que pueda llegar a ser mayor de 30 días hábiles (lo que sucede en la mayoría de los expedientes), plazo éste que corre primero para la representación social y después para la defensa, lo que alarga en varios meses la etapa conclusiva, que dicho sea de paso no sirve para otra cosa que para repetir cuáles son las pruebas que existen y en grueso de los asuntos, a formular una serie de argumentos repetitivos, por lo que se considera que esta etapa deberá de ser analizada para su reestructura y adecuación a una necesidad procesal real. Es necesario revisar los términos para ofrecer pruebas en nuestro proceso penal federal pues en la actualidad tenemos una instrucción que se puede demorar todo el tiempo en que las partes continúen ofreciendo pruebas, lo que en la mayoría de las casos lleva a una repetición innecesaria de diligencias, pues como sabemos dicha instrucción primero se agota, y aún queda pendiente un término de diez días más para continuar ofreciendo pruebas, para 284 FACULTAD DE DERECHO LA NECESIDAD DE UN CAMBIO EN LA FORMA DE ENJUICIAMIENTO PENAL EN MÉXICO finalmente llegar al cierre de instrucción, el que muchas veces no llega por verdaderos caprichos del Ministerio Público que continua ofreciendo pruebas inconducentes. 8. Establecer una normatividad efectiva para la tramitación de los recursos (medios de impugnación) en los plazos adecuados Aquí nos referimos a la necesidad de revisar la normativa que existe para la tramitación y resolución de los medios de impugnación, pues de sobra sabemos que en la práctica por ejemplo: la tramitación de un recurso de apelación desde su interposición bien puede demorar hasta seis meses o más, esto se debe entre otros factores a que no existen plazos que obliguen a su pronta remisión al tribunal de alzada (artículo 372 del CFPP), el plazo para la audiencia de vista parece excesivo (30 días hábiles artículo 373 CFPP), finalmente el artículo 384 del mismo ordenamiento legal, señala que después de la vista se debe dictar la resolución dentro de ocho días, lo cierto es que esto difícilmente se cumple. Con lo dicho, damos por concluida nuestra intervención, con la firme esperanza de que en lo futuro, en México logremos una reforma procesal que responda a los reclamos de los diferentes involucrados en el drama penal. Muchas gracias Bibliografía ALMIRON PRUJEL, Elodía, “Principios del sistema procesal paraguayo”, Revista Criminalia, año LXIX, núm. 2, Editorial Porrúa, México, Distrito Federal, 2003, pp. 1-16. ARMENTA DEU, Teresa, “Los sistemas de enjuiciamiento penal y sus órganos de acusación”, Revista Criminalia, año LXIX, núm. 2, Editorial Porrúa, México, D.F., 2003, pp. 29-87. UNIVERSIDAD LA SALLE 285 MIGUEL ÁNGEL MANCERA ESPINOSA BERTOLINO, Pedro J., “Los sistemas de enjuiciamiento penal y sus organos de acusación”, Revista Criminalia, año LXIX, núm. 2, Editorial Porrúa, México, D.F., 2003, pp. 125-162. BRICEÑO SIERRA, Humberto, “El enjuiciamiento penal mexicano”, Editorial Trillas, México, D.F., 1988. DE LAMO J., ESCUDERO J.F., ROBLEDO A. 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Introducción El Derecho Internacional de los Derechos Humanos, desarrollado ampliamente en distintos instrumentos convencionales, ha contribuido sustancialmente al desarrollo del proceso de positivación y de afirmación de las garantías del debido proceso, al igual que lo ha hecho el Derecho Constitucional comparado. El término “debido proceso” —due proces— históricamente se ubica en el Derecho Constitucional norteamericano,1 y por supuesto, en la jurisprudencia y cultura jurídica de los Estados Unidos. En el marco de un Estado Constitucional y Democrático de Derecho, el debido proceso —entendido como un medio pacífico de solución de conflictos; como un remedio idóneo de conflictos a través de la erradicación de la fuerza ilegítima; y como un debate en el que participan dos partes con la intervención de un tercero independiente e imparcial, que interpreta y aplica la ley a cada caso * Abogado salvadoreño. Doctor en Derecho de la Universidad Complutense (Madrid, España). Consultor del Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH). Miembro de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). 1 Consúltese la cuarta enmienda de la Constitución de los Estados Unidos de América, en la que se establece el Principio, según el cual, “a nadie se le puede privar de su vida o su libertad sin el debido proceso judicial”. UNIVERSIDAD LA SALLE 287 FLORENTÍN MELÉNDEZ concreto— se rige por una serie de principios,2 disposiciones y garantías básicas que aseguran la tutela judicial efectiva de los derechos fundamentales que están en juego en los procesos judiciales, y en definitiva, garantizan un juicio justo a las partes. En el presente trabajo comentaré la forma en que han sido positivadas las garantías del debido proceso en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, y señalaré algunos ejemplos de la forma en que dichas garantías han sido recepcionadas por el Derecho Constitucional comparado, planteando al final algunas conclusiones generales sobre el tema. 2. El debido proceso en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos Los principios y garantías del debido proceso están reconocidos en pactos o convenios internacionales, pero también en importantes declaraciones y resoluciones internacionales sobre derechos humanos,3 adoptados por la Asamblea General de la ONU y de la OEA, 2 Entre los principios que informan el debido proceso judicial en un Estado Constitucional y Democrático de Derecho, pueden mencionarse, entre otros, los siguientes: legalidad, bilateralidad, contradicción, igualdad de las partes, independencia judicial, moralidad del debate, inmediación, publicidad, celeridad, eficacia y economía procesal. 3 Sobre las garantías del debido proceso legal —derechos de las víctimas e imputados—, consúltese los siguientes instrumentos internacionales: Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículos 7, 8, 9, 10, 11, 14 y 15); Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículos 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 25 y 27); Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales; Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles o Degradantes; Convención Americana para Prevenir y Sancionar la Tortura; Convención Europea para la Prevención de la Tortura; Convención sobre los Derechos de Niño (artículos 9, 37 y 40); 4 Convenios de Ginebra de 12 de agosto de 1949 (artículo 3 común); Protocolo II de 1977 adicional a los 4 Convenios de Ginebra (artículos 4, 5 y 6); Declaración Universal de Derechos Humanos (artículos 1, 7, 8, 9, 10 y 11); Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (artículos II, XVIII, XXIV, XXV y XXVI); Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las Víctimas de Delitos y de Abusos de Poder; Conjunto de Principios para la Protección de todas las Personas sometidas a cualquier forma de Detención o Prisión; Principios Básicos Relativos a la Independencia de la Judicatura; Principios Básicos para el Tratamiento de los Reclusos; Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos; Reglas Mínimas para la Administración de la Justicia de Menores (Reglas de Beijing); Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de los Menores Privados de Libertad; Salvaguardas para la Protección de los Derechos de los Condenados a Muerte. 288 FACULTAD DE DERECHO LAS GARANTÍAS DEL DEBIDO PROCESO EN EL DERECHO INTERNACIONAL... entre los que cabe destacar, por su importancia, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y la Convención Americana sobre Derechos Humanos. El Derecho internacional ha reconocido principios y garantías del debido proceso que son “comunes” a ambas partes en el proceso judicial —víctimas e imputados—, algunas de las cuales tienen carácter de garantías inderogables, es decir, que no son susceptibles de suspensión, afectación o limitación bajo ninguna circunstancia. Entre los principios, derechos y garantías “comunes” se pueden mencionar los siguientes: principio de legalidad; principio de igualdad ante la ley y los tribunales de justicia; principio de publicidad procesal;4 derecho de acceso a la jurisdicción; derecho a un juez competente, independiente e imparcial; derecho a un juez natural, predeterminado por la ley; derecho a la tutela judicial efectiva; derecho a un juicio justo; derecho a un trato humano; derecho a la celeridad judicial; y derecho a un recurso efectivo.5 Respecto a estos principios y garantías comunes la Declaración Universal de Derechos Humanos (artículo 8) establece que: toda persona tiene derecho a un recurso efectivo, ante tribunales nacionales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución o por la ley; y en su artículo 10 establece que: toda persona tiene derecho, en condiciones de plena igualdad, a ser oída públicamente y con justicia por un tribunal independiente e imparcial, para la determinación de sus derechos y obligaciones, o para el examen de cualquier acusación contra ella en materia penal. 4 Tómese en cuenta que el Derecho Internacional de los Derechos Humanos regula ciertas excepciones al Principio de Publicidad en los procesos judiciales. Consúltese a este respecto: el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 14.1); la Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo 8.5); la Convención sobre los Derechos del Niño (artículos 8 y 40). En dichos instrumentos se permiten excepciones al Principio de Publicidad del proceso penal, basadas en consideraciones relacionadas con la moral, el orden público, la seguridad nacional, la vida privada de las partes, los intereses de la justicia, o con la protección de los derechos de la niñez y la familia. 5 Sobre el derecho a un recurso efectivo, consúltese: el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 2.3), y la Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo 25.1). UNIVERSIDAD LA SALLE 289 FLORENTÍN MELÉNDEZ La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, en su artículo XVIII, reconoce el derecho a la justicia estableciendo que: toda persona puede ocurrir a los tribunales para hacer valer sus derechos. Asimismo debe disponer de un procedimiento sencillo y breve por el cual la justicia lo ampare contra actos de la autoridad que violen, en perjuicio suyo, alguno de los derechos fundamentales consagrados constitucionalmente. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, establece en su artículo 2.3 que: cada uno de los Estados Partes en el presente Pacto se compromete a garantizar que: a) toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente Pacto hayan sido violados podrá interponer un recurso efectivo, aun cuando tal violación hubiere sido cometida por personas que actuaban en ejercicio de sus funciones oficiales; b) la autoridad competente, judicial, administrativa o legislativa, o cualquier otra autoridad competente prevista por el sistema legal del Estado, decidirá sobre los derechos de toda persona que interponga tal recurso, y desarrollará las posibilidades de recurso judicial; c) las autoridades competentes cumplirán toda decisión en que se haya estimado procedente el recurso. El Pacto también establece en su artículo 14.1 que: todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia. Toda persona tendrá derecho a ser oída públicamente y con las debidas garantías por un tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación de carácter penal formulada contra ella o para la determinación de sus derechos u obligaciones de carácter civil. La Convención Americana sobre Derechos Humanos, por su parte, reconoce en su artículo 8 que: toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o 290 FACULTAD DE DERECHO LAS GARANTÍAS DEL DEBIDO PROCESO EN EL DERECHO INTERNACIONAL... para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter. También señala en su artículo 25 que: toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales. El Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales, señala, asimismo, en su artículo 6 que: toda persona tiene derecho a que su causa sea oída equitativa, públicamente y dentro de un plazo razonable, por un tribunal independiente e imparcial establecido por la ley, que decidirá los litigios sobre sus derechos y obligaciones de carácter civil o de sobre el fundamento de cualquier acusación en materia penal dirigida contra ella. En su artículo 13 el Convenio Europeo establece que: toda persona cuyos derechos o libertades reconocidos en el presente Convenio hayan sido violados tiene derecho a la concesión de un recurso efectivo ante una instancia nacional, incluso cuando la violación haya sido cometida por personas que actúen en el ejercicio oficial de sus funciones. Por otra parte se reconoce en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos un amplio catálogo de principios, derechos y garantías propios del imputado, entre los que se mencionan los siguientes: el principio de presunción de inocencia; el principio de irretroactividad de la ley penal; el principio de la responsabilidad penal individual; el derecho a la defensa y a la asistencia letrada; el derecho a comunicarse con su defensor en forma confidencial y sin demora ni censura; el derecho a disponer del tiempo necesario y de los medios adecuados para su defensa; el derecho a ser informado de manera inmediata y comprensible de sus derechos, de los motiUNIVERSIDAD LA SALLE 291 FLORENTÍN MELÉNDEZ vos de la detención y de la autoridad que la ordena; el derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable; el derecho a no ser juzgado dos veces por la misma causa —non bis in idem—; el derecho a no ser encarcelado por el incumplimiento de deudas o de obligaciones contractuales; el derecho a no ser obligado a declarar ni a confesarse culpable; el derecho a un intérprete o traductor; el derecho de protección contra todo tipo de detención ilegal o arbitraria; el derecho al habeas corpus; el derecho a que en el proceso penal se asegure que la libertad personal será reconocida y respetada como regla general y la prisión preventiva como la excepción; y el derecho a indemnización por error judicial. De igual forma se reconocen ciertos derechos de protección especial de los imputados, entre ellos: el derecho de protección contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes; el derecho de protección contra la incomunicación; el derecho de protección contra las desapariciones forzadas o involuntarias; y el derecho de protección contra las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias. Pero el Derecho Internacional de los Derechos Humanos también ha reconocido importantes principios, derechos y garantías en favor de las víctimas de delitos, de abusos del poder y de violaciones de derechos humanos, y ha adoptado un concepto amplio de “víctima”, particularmente en el instrumento declarativo específico que regula esta materia, que es la Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las Víctimas de Delitos y del Abuso de Poder de las Naciones Unidas.6 La citada Declaración considera como víctimas a: “las personas que, individual o colectivamente, hayan sufrido daños, inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de los derechos fundamentales, 6 La Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las Víctimas de Delitos y de Abusos del Poder, fue aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas mediante la Resolución 40/34 de 29 de noviembre de 1985. 292 FACULTAD DE DERECHO LAS GARANTÍAS DEL DEBIDO PROCESO EN EL DERECHO INTERNACIONAL... como consecuencia de acciones u omisiones que violen la legislación penal vigente en los Estados Miembros, incluida la que proscribe el abuso de poder.” Asimismo, la Declaración considera como víctima a: “una persona, independientemente que se identifique, aprehenda, enjuicie o condene al perpetrador, e independientemente de la relación familiar entre el perpetrador y la víctima.” En la expresión “víctima” se incluye además en la Declaración: “a los familiares o personas a cargo que tengan relación inmediata con la víctima directa y a las personas que hayan sufrido daños al intervenir para asistir a la víctima en peligro o para prevenir la victimización.” Entre los más importantes principios, derechos y garantías de las víctimas reconocidos en el Derecho internacional,7 se destacan: el principio de la no discriminación o exclusión por motivo de raza, sexo, edad, situación económica o familiar, origen étnico o social, impedimento físico u otra condición; el derecho de acceso rápido y efectivo a los mecanismos de protección de la justicia establecidos específicamente para las víctimas; el derecho a participar de manera efectiva en dichos procedimientos; el derecho a expresar las opiniones y preocupaciones y a ser escuchadas por autoridad competente; el derecho a que se adopten medidas para minimizar las molestias causadas en el procedimiento; el derecho a que se proteja su intimidad en caso necesario; el derecho a que se garantice su seguridad, así como la de sus familiares; el derecho a que se proteja a los testigos que declaren a su favor; el derecho de protección contra todo acto de intimidación o represalia; el derecho a ser tratadas con compasión y respeto a su honor y dignidad; el derecho 7 Sobre los principios, derechos y garantías fundamentales de las víctimas, consúltese: La Declaración sobre los Principios Fundamentales de Justicia para las Víctimas de Delitos y del Abuso de Poder; la Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículos 1, 3, 11, 24 y 25); el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículos 2, 14, 16, 17, 26); y la Convención sobre los Derechos del Niño (artículos 2, 3, 8, 12 y 39). UNIVERSIDAD LA SALLE 293 FLORENTÍN MELÉNDEZ a ser informadas sobre su papel en el procedimiento judicial y administrativo, sobre el alcance de su participación, sobre los plazos y las actuaciones, así como sobre las decisiones que se tomen. Se reconoce también en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos el fundamental derecho de las víctimas a la reparación, que implica el derecho al restablecimiento de los derechos conculcados; el resarcimiento; la restitución; la indemnización; la readaptación o asistencia médica, psicológica y social; la reivindicación del honor y de la dignidad afectados; el derecho a estar informadas de los procedimientos de reparación; y el conocimiento de la verdad sobre los hechos investigados.8 El derecho a una pronta reparación del daño obliga a los Estados a establecer y reforzar los mecanismos judiciales y administrativos de reparación, y volver los procedimientos de reparación expeditos, justos, poco costosos y accesibles para todas las víctimas, sin distinciones ni discriminaciones de ninguna naturaleza, independientemente de que sean víctimas individuales o colectivas. 8 Sobre el derecho de reparación, restitución, indemnización y rehabilitación de las víctimas de violaciones flagrantes de derechos humanos, consúltese los siguientes estudios e informes internacionales: a) Estudio realizado por el Dr. Theo Van Boven, Relator Especial de la Subcomisión de Promoción y Protección de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Véase el documento E/CN.4/Sub.2/1993/8, de 2 de julio de 1993; b) Informe acerca de la impunidad de los autores de violaciones de derechos humanos del Sr. Louis Joinet, Relator Especial de la Subcomisión de Promoción y Protección de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que consta en el documento E/CN.4/Sub.2/1997/20, de 2 de octubre de 1997; c) Informe final del Relator Especial de la Comisión de Derechos Humanos Sr. M. Cherif Bassiouni, sobre: “El derecho de restitución, indemnización y rehabilitación de las víctimas de violaciones graves de los derechos humanos y las libertades fundamentales.” Presentado a la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas en el 56° Periodo de Sesiones. Véase el documento E/CN.4/1000/62, de 18 de enero de 2000; y d) Informe del Grupo de Trabajo sobre la administración de justicia y la cuestión de la indemnización, a cargo del Relator Sr. Louis Joinet. Subcomisión de Promoción y Protección de Derechos Humanos de Naciones Unidas. 48° Período de Sesiones. Documento E/CN.4/Sub.2/1996/16 de 13 de agosto de 1996. Consúltese también, sobre el derecho de reparación, el caso Velásquez Rodríguez, sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos de 29 de julio de 1988, serie C No.4. La Corte en la sentencia afirma que: “El Estado está en el deber jurídico de prevenir, razonablemente, las violaciones de los derechos humanos, de investigar seriamente con los medios a su alcance las violaciones que se hayan cometido dentro del ámbito de su jurisdicción a fin de identificar a los responsables, de imponerles las sanciones pertinentes y de asegurar a la víctima una adecuada reparación.” 294 FACULTAD DE DERECHO LAS GARANTÍAS DEL DEBIDO PROCESO EN EL DERECHO INTERNACIONAL... Según el Derecho internacional, el resarcimiento comprende la devolución de los bienes o el pago por los daños o pérdidas sufridas, el reembolso de los gastos realizados como consecuencia de la victimización, la prestación de servicios, y la restitución de los derechos conculcados. El derecho al resarcimiento del Estado surge cuando los daños a las víctimas o las violaciones a las leyes penales hubieren sido causados por funcionarios o agentes del Estado, en cuyo caso, incluso, los gobiernos sucesores también serán responsables de la reparación a las víctimas. Pueden mencionarse, por ejemplo, algunas normas convencionales que regulan el derecho a indemnización de parte del Estado, en casos de imputados condenados por error judicial.9 El Estado, entonces, está obligado según el derecho internacional a adoptar medidas de diversa índole a fin de garantizar los derechos reconocidos a las víctimas, pudiendo mencionarse entre tales medidas las siguientes: evitar demoras innecesarias en la resolución de las causas y en la ejecución de los mandamientos o decretos que concedan indemnizaciones a las víctimas; capacitar al personal de policía, justicia, salud, servicios sociales y demás personal sobre los derechos de las víctimas y sobre los mecanismos de protección y asistencia a las mismas; prestar atención especial a víctimas que tengan necesidades especiales; legislar para incorporar y sancionar los abusos de poder, y para reparar los daños ocasionados a las víctimas; revisar su legislación y las prácticas oficiales para adaptarlas a las circunstancias cambiantes; y tomar las medidas preventivas pertinentes, estableciendo plenamente los derechos y los recursos eficaces en favor de las víctimas. El Derecho Internacional de los Derechos Humanos, tal como se ha afirmado, reconoce ciertos principios, derechos y garantías del debido proceso que son de carácter inderogable, y que por su 9 Véase el artículo 10 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el artículo 14.6 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. UNIVERSIDAD LA SALLE 295 FLORENTÍN MELÉNDEZ naturaleza jurídica, su contenido esencial y por la función de protección que desempeñan, bajo ninguna circunstancia se pueden anular, suspender, limitar, afectar o restringir. Entre ellos se pueden mencionar, por lo menos, los siguientes: derecho de acceso a la jurisdicción; derecho a un juez natural, competente, imparcial y predeterminado por la ley; derecho al habeas corpus y al amparo; derecho a la tutela judicial efectiva; derecho a un juicio justo; derecho a no ser juzgado dos veces por la misma causa —non bis in idem—; derecho a la defensa y a la asistencia letrada; derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a confesarse culpable; derecho a disponer de un intérprete o traductor en el juicio; derecho a un recurso efectivo ante tribunales superiores competentes, independientes e imparciales; derecho a la reparación material y moral de las víctimas; el principio de igualdad ante la ley y los tribunales de justicia; el principio de legalidad —nulla crimen sine lege—; el principio de independencia e imparcialidad de los jueces y tribunales; el principio de presunción de inocencia; y el principio de irretroactividad de la ley penal.10 La Convención Americana sobre Derechos Humanos reconoce el carácter inderogable de las “garantías judiciales indispensables” para la protección de los derechos fundamentales, lo cual ha sido interpretado y desarrollado ampliamente por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en importantes Opiniones Consultivas.11 El Derecho Internacional de los Derechos Humanos contiene, pues, un amplio catálogo de garantías inderogables del debido proceso, y desarrolla importantes disposiciones y prohibiciones para los Estados con el fin de garantizar la protección de derechos fundamentales de las víctimas y de las personas privadas de libertad, especialmente encaminadas a proteger el derecho a la vida, la inte- 10 Sobre este tema consúltese: Meléndez, Florentín, La suspensión de los derechos fundamentales en los Estados de excepción, según el Derecho Internacional de los Derechos Humanos. El Salvador, Imprenta Criterio, 1999, pp. 234 y 235. 11 Consúltese el artículo 27.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos en relación con las Opiniones Consultivas OC-6/86 de 9 de mayo de 1986; OC-8/87 de 30 de enero de 1987; y OC-9/87 de 6 de octubre de 1987 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. 296 FACULTAD DE DERECHO LAS GARANTÍAS DEL DEBIDO PROCESO EN EL DERECHO INTERNACIONAL... gridad, seguridad y libertad personales. En tal sentido, se reconoce el carácter inderogable de las siguientes garantías y derechos de protección: derecho de protección contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes; derecho de protección contra las ejecuciones extralegales, arbitrarias o sumarias; derecho de protección contra la desaparición forzada de personas; derecho de protección contra la incomunicación absoluta de las personas detenidas; derecho a no ser encarcelado por el incumplimiento de deudas o de obligaciones contractuales; derecho de los detenidos a no ser sometidos sin su libre consentimiento a experimentos médicos o científicos; y la garantía de protección contra la pena de muerte, en los casos no permitidos por el Derecho Internacional de los Derechos Humanos.12 3. El debido proceso en el Derecho Constitucional comparado Las garantías del debido proceso también han sido objeto de un amplio desarrollo por el Derecho Constitucional comparado y por las nuevas legislaciones de corte garantista en materia penal y procesal penal. Puede mencionarse, por ejemplo, la Constitución de Perú (artículo 24), que reconoce garantías del debido proceso que protegen derechos fundamentales como la vida, la integridad y la libertad. En la Constitución del Perú se prohíbe la incomunicación de personas detenidas, salvo como medio indispensable para el esclarecimiento de un delito; se garantiza el derecho de protección a las víctimas de la violencia moral, psíquica o física; se prohíbe la tortura y los tratos inhumanos o degradantes; y se establece que las declaraciones obtenidas por la violencia carecen de valor. 12 Sobre la prohibición de la pena de muerte consúltese, entre otros instrumentos internacionales, los siguientes: Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículo 6), y Convención Americana sobre Derechos Humanos (artículo 4). UNIVERSIDAD LA SALLE 297 FLORENTÍN MELÉNDEZ La Constitución de Venezuela (artículo 44), reconoce que la libertad personal es inviolable, y que en consecuencia ninguna persona puede ser arrestada o detenida sino en virtud de una orden judicial, a menos que sea sorprendida in fraganti. Se establece en la Constitución que: toda persona detenida tiene derecho a comunicarse de inmediato con sus familiares, abogado o abogada o persona de su confianza, y éstos o éstas, a su vez, tienen el derecho a ser informados o informadas del lugar donde se encuentra la persona detenida, a ser notificados o notificadas inmediatamente de los motivos de la detención y a que dejen constancia escrita en el expediente sobre el estado físico y psíquico de la persona detenida, ya sea por sí mismos o con el auxilio de especialistas. La autoridad competente llevará un registro público de toda detención realizada, que comprenda la identidad de la persona detenida, lugar, hora, condiciones y funcionarios que la practicaron. Respecto a la detención de extranjeros o extranjeras se observará, además, la notificación consular prevista en los tratados internacionales sobre la materia. Reconoce también la Constitución de Venezuela (artículo 26), el derecho de acceso a los órganos de administración de justicia para hacer valer derechos e intereses, incluso los colectivos o difusos; se reconoce el derecho a la tutela judicial efectiva y a obtener con prontitud la decisión correspondiente; se garantiza por parte del Estado una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles. En la Constitución de Colombia (artículo 229), se garantiza el derecho de toda persona para acceder a la administración de justicia, que constituye la garantía procesal fundamental. Se establece, además, que la prueba obtenida con violación del debido proceso es nula de pleno derecho; y que en ningún caso los civiles podrán ser investigados o juzgados por la justicia militar.13 13 298 Véase los artículos 29 y 213 de la Constitución de Colombia. FACULTAD DE DERECHO LAS GARANTÍAS DEL DEBIDO PROCESO EN EL DERECHO INTERNACIONAL... La Constitución del Paraguay (artículo 47), establece que el Estado garantizará a todos los habitantes de la República la igualdad para el acceso a la justicia, a cuyo efecto allanará los obstáculos que la impidiesen. La Constitución de Nicaragua (artículo 34), reconoce el carácter público del proceso penal, y establece que el acceso de la prensa y el público a los procesos podrá, en general, ser limitado por consideraciones de moral y orden público. Para la Constitución de Nicaragua el ofendido será tenido como parte en los juicios, desde el inicio de los mismos y en todas las instancias. La Constitución de Guatemala (artículo 12), que reconoce el fundamental derecho de defensa y su carácter inviolable. La Constitución establece que: “nadie podrá ser condenado, ni privado de sus derechos, sin haber sido citado, oído y vencido en proceso legal ante juez o tribunal competente y preestablecido.” Con los ejemplos citados, puede notarse cómo el Derecho Constitucional comparado ha venido recepcionando, e incluso, desarrollando los principios y disposiciones internacionales referidos al debido proceso legal. Ello denota fundamentalmente el importante proceso de actualización y modernización constitucional que está atravesando América Latina, particularmente Sur América, a partir de la década de los años noventa. 4. Conclusiones A. Las Constituciones, los tratados internacionales sobre derechos humanos, la legislación secundaria, y las declaraciones y resoluciones internacionales sobre derechos humanos, reconocen un amplio catálogo de garantías del debido proceso, cuyos titulares —demandante y demandado— tienen a su disponibilidad para invocar su aplicación en todo tipo de procedimientos en que se deba decidir sobre la protección de sus derechos y libertades fundamentales. UNIVERSIDAD LA SALLE 299 FLORENTÍN MELÉNDEZ El debido proceso legal —judicial y administrativo— está reconocido y afirmado en el Derecho interno e internacional como una garantía fundamental para asegurar la protección de los derechos fundamentales, en toda circunstancia. B. Los Estados están obligados, según el Derecho Internacional de los Derechos Humanos y el Derecho Constitucional, a garantizar el debido proceso legal en toda circunstancia, y respecto de toda persona, sin excepciones, independientemente de la materia de que se trate, ya sea ésta de carácter constitucional, penal, civil, de familia, laboral, mercantil o de otra índole, lo cual implica el aseguramiento y la vigencia efectiva de los principios jurídicos que informan el debido proceso y las garantías fundamentales, a fin de garantizar la protección debida a los derechos y libertades de las partes, y no limitarlos más allá de lo estrictamente necesario y permitido por la ley. C. El Derecho Internacional de los Derechos Humanos y el Derecho Constitucional comparado, así como la nueva legislación penal de corte garantista que se ha aprobado en varios países de América Latina, han brindado aportaciones sustanciales al desarrollo y positivación de los principios y garantías del debido proceso legal, lo cual constituye un avance significativo; pero también representa un desafío, especialmente para los operadores judiciales con aspiraciones democráticas, que son los que deben interpretar y aplicar de manera integrada y sistemática los diferentes instrumentos normativos sobre derechos humanos —internos e internacionales— a fin de garantizar las exigencias del debido proceso legal, sin distinciones de ninguna naturaleza. El desafío actual lo constituye, pues, en definitiva, la apropiación de la cultura del debido proceso por parte de los operadores judiciales, y su puesta en práctica en todos los procesos judiciales, con el fin de que ello se refleje precisamente en una actuación judicial ética, independiente e imparcial, apegada a la normatividad constitucional y al Derecho Internacional de los Derechos Humanos. 300 FACULTAD DE DERECHO ESTADO DE DERECHO, ¿PARA QUÉ? ¿PARA QUIÉN? 1 OLGA SÁNCHEZ CORDERO DE GARCÍA VILLEGAS* La protección de la democracia exige… un compromiso hacia las instituciones que garanticen la herejía, protejan el disenso, exalten la conciencia crítica individual, en vez de anularla en una videocrática anestesia. PAOLO FLORES D’ARCAIS Bajo la fachada de formas democráticas que ocultaron durante muchos años estructuras sociales y políticas totalmente opuestas a este concepto, vivimos durante muchos años en México. No hace falta mucha memoria para recordarlo. El pasado es, actualmente, una de las partes más importantes de nuestro presente, porque es también nuestro futuro, nuestro referente en la construcción de las instituciones sólidas y democráticas que necesitamos edificar para superar los esfuerzos fallidos. El Estado de Derecho en México se guareció durante muchos años detrás de una Constitución verdaderamente democrática, pero en muchos aspectos sin una aplicación real, y es tiempo de devolverle a la Constitución la función de ser el pilar indiscutible de nuestra democracia. 1 Participación de la señora Ministra Olga Sánchez Cordero de García Villegas, en la mesa redonda “El Estado de Derecho en México: retos y perspectivas”, organizada por la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión, el 9 de octubre de 2002, en la ciudad de México. * Ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. UNIVERSIDAD LA SALLE 301 OLGA SÁNCHEZ CORDERO DE GARCÍA VILLEGAS Por ello busqué, de entre los múltiples retos que el Estado de Derecho nos plantea, destacar dos que considero son constantes y son fundamentales: objetivos y sujetos. Estado de Derecho ¿para qué? y Estado de Derecho ¿para quién? Utilizo cuatro “en nombre de…” para enumerar los para qués del Estado de Derecho, y uno más en el que termino sintetizando esos cuatro en un solo para quién. En nombre de la libertad La libertad es el pilar de nuestra sociedad. Es el motor del sistema de producción y del sistema político. Por tanto, sin libertad no hay Estado de Derecho. La libertad exige del Derecho protección, no sólo a la libertad individual, sino a la libertad colectiva, reflejada en la libertad competencial. Un Estado que garantiza estas libertades es un estado promotor del pluralismo, la tolerancia y, muy importante en nuestros días, de la inversión; un Estado que minimiza estas libertades es un Estado represor y fascista; pero un Estado que no les pone límites, es un Estado que camina al fracaso. En nombre de la igualdad Es por ello que, encontrar en el Derecho el camino de la regulación de las libertades, es uno de los mayores retos de nuestro Estado de Derecho, a fin de evitar la proliferación de poderes privados paralelos al Estado; a fin de evitar, también, que la libertad se manifieste bajo formas abiertamente devaluadas e incluso mafiosas y para evitar que la frase de Madame Rolland: “libertad, cuantos crímenes se cometen en tu nombre”, siga siendo la constante en algunos campos de nuestra realidad. Para ello, considero, hace falta ganar la batalla por la igualdad. 302 FACULTAD DE DERECHO ESTADO DE DERECHO ¿PARA QUÉ? ¿PARA QUIÉN? Pero no de esa igualdad exaltada como valor democrático que generalmente se ha entendido como igualdad ante la ley, sino de una igualdad que rompa con el esquema que hace corresponder una creciente concentración económica con una creciente concentración política. Una igualdad que encare los retos de una sociedad plural, naciente a la democracia, demográficamente joven y vieja a la vez, a través de garantizar la igualdad por los cauces legales. En nombre de la legalidad Ahora bien, una igualdad fundada en la ley y no ante la ley, requiere de una creciente capacidad del Estado por imponer la legalidad. Es quizá este el más crucial de los temas que pongo a discusión. La eficacia del sistema legal traspasa ahora las fronteras y deja detrás, aún inconcluso, el problema de la eficacia del Derecho nacional, con todas sus variantes: acceso a la justicia, publicidad del derecho, sometimiento de todos los grupos a la norma. En síntesis, el Estado de Derecho es, ante todo, convertir en principio de legalidad los valores éticos y políticos de nuestra sociedad; pero el paso inicial es identificarlos, y sobre todo consensuarlos. Sin esas premisas, cualquier intento de institucionalización de valores ajenos a la sociedad volverá a ser una puesta escenográfica de autoritarismo disfrazado de democracia. En nombre de la confianza institucional Por ello deviene tan importante el tema de la fortaleza y la renovación institucional que en el epígrafe de estas líneas anotaba. Históricamente, el Estado de Derecho es una conquista, lenta y gradual, hecha por gentes e individuos que, frente a poderes despóticos o ajenos, buscaban seguridad para su persona y sus bienes. Hoy el espectro se ha ampliado hacia la exigencia de proUNIVERSIDAD LA SALLE 303 OLGA SÁNCHEZ CORDERO DE GARCÍA VILLEGAS tección efectiva para otras manifestaciones de la libertad y ha abandonado el terreno de los individuos para desplazarse hacia el de las instituciones. En un mundo que demográfica, científica, tecnológica y culturalmente crece tan aceleradamente, las instituciones se tornan protagonistas esenciales en el establecimiento del Estado de Derecho. Los individuos ceden, quizá más que nunca su representación en las instituciones y los poderes. Por ello, la conquista del Estado de Derecho está ahora en manos colectivas, en manos de las instituciones. Pero sin la confianza de las personas, cualquier cambio institucional, cualquier transformación democrática, cualquier acción de gobierno, por más disfraz de legitimidad que tenga, viene a ser un mero acto panfletario ideologizante y populista. En nombre de todos Así pues, a manera de conclusión, quisiera dejar esbozada una especie de respuesta, que más que respuesta suma preguntas a la inicial de: Estado de Derecho ¿para quién? Los sujetos del Estado de Derecho, es decir, los responsables de hacer efectivo el concepto, de darle forma y respetarlo —como reza una campaña publicitaria— somos todos. Porque en nombre de la libertad, la igualdad, la legalidad y la confianza institucional, debemos hablar todos. A todos incumbe el Estado de Derecho, a todos nos es inherente. A los ciudadanos en la medida que puedan ganar más espacios de decisión y su representatividad aumente; en cuanto puedan exigir más a sus representantes populares y hacer más efectivos sus derechos de vigilancia sobre la actuación estatal. 304 FACULTAD DE DERECHO ESTADO DE DERECHO ¿PARA QUÉ? ¿PARA QUIÉN? A los poderes (económicos, mediáticos, políticos) exigiéndoles respeto a los derechos y libertades individuales, pero también con la exigencia permanente de comportarse en los límites que marcan los cauces institucionales y, sobre todo, constitucionales. Pero la exigencia más fuerte de un verdadero Estado de Derecho es al propio Estado, a sus órganos y poderes, a los representantes y gobernantes. Porque el reto más importante que tenemos frente al futuro es no solamente concretar un verdadero Estado de Derecho; sino aspirar a uno Social y Democrático de Derecho, en el que esos aspectos se fundan bajo un solo concepto: Estado Constitucional de Derecho. Al amparo del cual, el Estado ajuste sus normas y hechos a las exigencias éticas y políticas de la sociedad, con compromisos serios de justicia social, cohesión nacional y eficacia de los derechos. Sin todo ello, el Estado de Derecho seguirá siendo, como lo es hasta hoy, una aspiración permanente, que no podemos permitir sea cada vez más ajena, remota y quimérica. UNIVERSIDAD LA SALLE 305 NADER:La Salle 20/07/2011 03:43 p.m. Página 312 LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD PENAL DEL INDIVIDUO FRENTE A LA IMPUNIDAD: EL PRINCIPIO AUT DEDERE AUT IUDICARE COMO SUPLEMENTO DE LOS ORDENAMIENTOS JURÍDICOS NACIONALES CHRISTOPHER A. SERVÍN RODRÍGUEZ1 A Diana y Migue, por el gran cariño y apoyo mutuo de verdaderos hermanos, que sembró María Teresa en nuestros corazones. Introducción La barbarie acontecida en la Segunda Guerra Mundial donde se perpetraron los actos más atroces cometidos a manos del hombre en detrimento de él mismo, sin lugar a duda iconiza la degradación de la humanidad y se torna en el principal antagonista de la vida humana en nuestra historia. El ruin lienzo histórico de la destrucción humana plasmado a manos arias bañadas en sangre judía, polaca, francesa, holandesa, belga, noruega, checa y cretense entre otras, no ha desaparecido, sino al parecer cada día se retoca con nuevos 1 Licenciado en Derecho por la Universidad Veracruzana (México), becario y candidato a Maestro de la Primera Maestría en Jurisdicción Penal Internacional: La Represión Nacional e Internacional de los Delitos contra el Derecho de Gentes, impartida por la Universidad Internacional de Andalucía (España), candidato a cursar estudios de Doctorado sobre Derecho Internacional en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED, Madrid, España), representante de la Universidad Veracruzana en el V Concurso Interamericano de Derechos Humanos, celebrado en la ciudad de Washington, D.C., por el Washington College of Law, American University, representante de la Universidad Veracruzana en el Modelo Latinoamericano de Naciones Unidas, celebrado por la Universidad de Las Americas-Puebla. UNIVERSIDAD LA SALLE 307 CHRISTOPHER A. SERVÍN RODRÍGUEZ pincelazos y hasta matices más sombríos se le da por las manos contemporáneas de aquellos que no merecen ser llamados hombres, porque tal pareciera carecen de toda humanidad, ellos son los que a través de la impunidad pintan nuevamente ante nuestros ojos los “paisajes” del genocidio, del crimen de lesa humanidad, del crimen de guerra y de la agresión, sobre el paño humano de los que son los menos protegidos, los no escuchados o los más débiles; estas conductas reciben el nombre de delicta iuris gentium o delitos contra el derecho de gentes, constituyendo la “peste” en el mundo, perpetrada por aquellos que ostentan poder, revestidos de impunidad, en agravio de las víctimas que ruegan ser escuchadas ante los oídos sordos de espectadores pasivos que sólo contemplan las matanzas con resignación estúpida, bajo el sombrío atardecer de la esperanza de no convertirse en las próximas víctimas de la peste, contribuyendo con su omisión al fin de la humanidad; es por eso que he decidido colocarme dentro de las víctimas, esperanzado de ayudar a generar un grito lo suficientemente agudo que haga despertar a los espectadores, bajo la ilusión utópica de algún día alcanzar la paz; clamor que posiblemente encuentre su tonalidad más alta a la luz de una verdadera Justicia Penal Internacional cimentada en principios como el aut dedere aut iudicare. I. El principio de responsabilidad penal internacional del individuo 1.1. Posición del ente individual en el derecho internacional: la subjetividad y responsabilidad del individuo La figura de la Responsabilidad Penal Internacional del Individuo está ligada estrechamente a la postura que guarda la persona individual en el Derecho internacional. En el Derecho internacional clásico el individuo era considerado como un simple objeto, debido a la prevalencia de la subjetividad internacional del Estado, considerado no sólo como sujeto pleno de Derecho internacional sino como sujeto único. El Derecho internacional tradicional se caracterizaba por estar cimentado en una sociedad internacional, estructurada 308 FACULTAD DE DERECHO LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD PENAL... puramente con entidades estatales, que tenía como función principal regular las relaciones entre Estados y distribuir las competencias entre ellos.2 Esto no significa que el individuo fuese totalmente ajeno para el ordenamiento jurídico internacional, pues desde el siglo XIX se adoptaron tratados destinados a su protección.3 De este modo comenzó a germinar la concepción de que el individuo era digno de protección; en palabras del maestro Carrillo: ...desde la primera Guerra Mundial el Derecho Internacional presencia una importante evolución atribuible a tres fenómenos que actúan en interacción: un proceso de institucionalización, un proceso de socialización, un proceso de humanización...4 Hoy día y como consecuencia del proceso de humanización que ha experimentado el Derecho internacional contemporáneo, especialmente a partir de la Segunda Guerra Mundial, se admite que, si bien la persona humana no es un sujeto normal de las relaciones regidas por el Derecho internacional, si se le reconoce subjetividad, aunque de alcance limitado, dentro de este derecho, debido a que las normas jurídicas internacionales atribuyen a la persona derechos y obligaciones. Al hablar de los derechos y obligaciones que el Derecho internacional confiere a las personas individuales es propio mencionar las dos teorías jurídicas que explican su existencia, por un lado la teoría pura del derecho,5 y por otro la teoría de la responsabilidad.6 En palabras de la doctora Rueda,7 en la teoría pura del derecho, para que un individuo sea sujeto de derecho es 2 Véase la Sentencia Lotus (Francia vs Turquía) de la Corte Permanente de Justicia Internacional, Serie A, núm. 10, septiembre de 1927, p. 18. 3 El más significativo fue dado en 1945 al adoptarse la Carta de las Naciones Unidas que proclamó el valor y dignidad de la persona humana, a partir de ese momento el individuo dejó de ser un objeto y comenzó a transformarse en sujeto protegido por el ordenamiento jurídico internacional. Para una visión más amplia del tema véase Díez de Velasco Vallejo, M., Instituciones de Derecho Internacional Público, 12a ed., Ed. Tecnos, Madrid, 1999, pp. 252 y ss. 4 Carrillo Salcedo, J.A., Droit International et souverainete des Etats, Recuil des Cours de l´Academie de Droit International de La Haye, 1996-I. 5 Kelsen, Thérie du droit international public, Recueil des Cours de L´Academie de Droit Internationale de la Haye, tomo 84, 1953-III, pp. 66 y ss., pp. 85 y ss. 6 Wengler, W., “La Noción de Sujeto de Derecho Internacional”, Revista Española de Derecho Internacional, vol. IV, núms. 1, 2, 3, Madrid, 1951. 7 Rueda Fernández, C., Delitos de Derecho Internacional. Tipificación y Represión Internacional, Ed. Bosch, Madrid, 2001, pp. 25-30. UNIVERSIDAD LA SALLE 309 CHRISTOPHER A. SERVÍN RODRÍGUEZ suficiente que una norma del orden jurídico prevea una conducta suya como contenido de un derecho o de una obligación jurídica; mientras que para los partidarios de la teoría de la responsabilidad se considera sujeto de derecho internacional a todo aquél que se halla al menos en una de las dos situaciones siguientes: a) ser titular de derecho y poder hacerlo valer mediante reclamación internacional; b) ser titular de un deber jurídico y tener la capacidad de cometer un delito internacional.8 Esta capacidad delictiva por parte del individuo es justamente la que marca las nuevas tendencias, las cuales conducen a admitir sobre la base del derecho positivo la calidad del individuo como posible sujeto de Derecho internacional. 1.2. Responsabilidad internacional del individuo: la norma que atribuye su fundamento jurídico El principio de que los individuos, en particular los funcionarios del Estado, pueden ser responsables con arreglo al Derecho internacional se estableció después de la Segunda Guerra Mundial. El principio forma parte del Estatuto de Londres de 1945 en virtud del cual se estableció el Tribunal Militar Internacional de Nuremberg9 y del cual tomó nota la Asamblea General de Naciones Unidas.10 Posteriormente este principio fue recogido en diversos instrumentos de carácter internacional como la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio, Nueva York, 9 de diciembre de 1948;11 la Convención sobre la Imprescriptibilidad de los Crímenes de Guerra y de los Crímenes de Lesa Humanidad, Nueva York, 8 La capacidad jurídica de cometer un ilícito internacional puede ser entendida como el hecho de ser sujeto de derecho de gentes, cuestión que apareja una responsabilidad internacionalmente que puede repercutir una sanción internacional. 9 Acuerdo para el establecimiento de un tribunal militar internacional encargado del juicio y castigo de los principales criminales de guerra de los países del Eje europeo, Londres, 8 de agosto de 1945, United Nations, Treaty Series, vol. 82, p. 279. Véanse también los artículos 1, 6 y 7 de su Estatuto. 10 Resolución 95 (I) de la Asamblea General de Naciones Unidas de 11 de diciembre de 1946. Véanse también los principios de Derecho internacional reconocidos por el Estatuto y por las sentencias del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg, Yearbook of International Law Commission, 1950, vol. II. 11 Véanse sus artículos 1, 4, 5, 6 y 7. 310 FACULTAD DE DERECHO LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD PENAL... 26 de noviembre de 1968,12 los Principios de Cooperación Internacional en la Identificación, Detención, Extradición y Castigo de los Culpables de Crímenes de Guerra, o de Crímenes de Lesa Humanidad,13 Convenio contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, Nueva York, 10 de diciembre de 1984.14 De igual forma este principio ha servido de base a la evolución más reciente del Derecho penal internacional, específicamente en el caso de los Tribunales Internacionales Penales Ad Hoc para la Antigua Yugoslavia y Rwanda, el Proyecto de Código de Crímenes Contra la Paz y la Seguridad de la Humanidad y el Estatuto de Roma para la Corte Penal Internacional. II. El principio aut dedere aut iudicare El principio aut dedere aut iudicare es considerado la expresión contemporánea del principio que enunciara Grocio en el siglo XVII como principio aut dedere aut puniere.15 Este principio encuentra su fundamento tras el deseo de romper con la impunidad de los grandes criminales, que arremeten sus deseos más viles contra la humanidad a través de los delicta iuris gentium, con la finalidad ultima de estructurar un verdadero Derecho Internacional Penal o Penal Internacional, bajo el carácter erga omnes de “juzgar o extraditar”. Este principio para Bassiouni es entendido como: ...El amplio uso de la formula “perseguir” o “extraditar”, sea establecida expresamente, explícitamente afirmada en un deber de extraditar, o implícita en el deber de perseguir o criminalizar, y el número de signatarios de estas numerosas convenciones, atestigua la existencia de un principio general de Jus Congens...16 12 Revísese la Resolución 2391 (XXIII) de la Asamblea General de Naciones Unidas, de 26 de noviembre de 1968. 13 Obsérvese la Resolución 3074 (XXVII) de la Asamblea General de Naciones Unidas, de 3 de diciembre de 1973. 14 Véase la Resolución 39/46 de la Asamblea General de Naciones Unidas de 10 de diciembre de 1984. 15 Torrubiano Ripoll, J., Del Derecho de la Guerra y de la Paz, Ed. Reus, Madrid, 1925, Libro Segundo, Capítulo XXI, párr. IV. 16 Bassiouni, M., International Extradition: United States Law and Practice. Ed. Clarendon Press, Oxford, 1987, p.22 UNIVERSIDAD LA SALLE 311 CHRISTOPHER A. SERVÍN RODRÍGUEZ En efecto la Comunidad Internacional paulatinamente ha venido reflejando un consenso cada vez mayor en la aplicabilidad del principio aut dedere aut iudicare, entendido tal, como una norma de ius cogens internacional, reflejo de la opinio iuris que se ha gestado en diversos instrumentos internacionales que contemplan su aplicabilidad: Convenio de La Haya para la Represión del Apoderamiento Ilícito de Aeronaves de 1970,17 Convenio para la Represión de Actos Ilícitos dirigidos contra la Seguridad de la Aviación Civil, Montreal, 23 de septiembre de 1971, el Convenio para Prevención y Castigo de Delitos Contra Personas Internacionalmente Protegidas, Inclusive los Agentes Diplomáticos, Nueva York, 14 de diciembre de 1973, Convenio Contra la Toma de Rehenes, Nueva York, 17 de diciembre de 1979, Convención Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, Nueva York, 17 de diciembre de 1984, Convenio para la Represión de los Actos Ilícitos Contra la Seguridad de la Navegación Marítima, Roma, 10 de marzo de 1988. De igual forma en el campo del terrorismo, los tratados internacionales y numerosas resoluciones de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas han formado la opinio iuris de este principio;18 sin olvidar la aportación que en este sentido han dado las resoluciones judiciales del asunto Lockerbie19 (Libia vs E.U.; Libia vs Reino Unido) de la Corte Internacional de Justicia y Blaskic20 en la Sala de Apelaciones del Tribunal Penal Internacio17 Su artículo 7 constituye en modelo más estándar de la obligación de Derecho internacional Aut Dedere Aut Iudicare, esta redacción en términos similares es la que siguen diversos instrumentos internacionales que contemplan este principio. 18 Véase Alcaide Fernández, J., Las Actividades Terroristas en el Derecho Internacional Contemporáneo, Ed. Tecnos, Madrid, 2000, p. 136. El profesor y Antiguo presidente de la Corte Internacional de Justicia, Jiménez de Aréchaga, consideraba ya en 1978 que los principios éticos y humanitarios que están en la base del edificio jurídico construido para la prevención y represión de los actos y actividades de terrorismo internacional no sólo han dado lugar a la formación de normas generales, sino que pueden considerarse como normas de jus cogens internacional, Jimenes de Aréchaga, E., International Law in The Past Third of a Cebtury. General Course in Pubic International Law, Ed. RCADI, vol. 159, 1978/I, pp. 1-344, p.64, citado en Alcaide Fernández, J., op. cit., p. 137. 19 En este sonado caso, los jueces Bedjaqui, Weeramantry, Ranjeva, El-Kosheri, apoyaban la obligación de juzgar o extraditar, apuntando el carácter erga omnes y la naturaleza imperativa de la norma. Opiniones disidentes de los jueces Bedjaqui, Weeramantry, Ranjeva, El-Kosheri, Questions of Interpretation and Application of the 1971 Montreal Convention arising From the Aerial Incident at Lockerbie (Libyan Arab Jamahiriya V. United States of America), Provisional mesures, Order of 14 April 1992, ICJ Reports 1992, pp. 72, 148, 161, 179 y 214. 20 La Sala de apelaciones afirmó: “...Las jurisdicciones nacionales de los Estados de la ex Yugoslavia, al igual que las de cualquier Estado, están obligadas por el derecho consuetudinario a 312 FACULTAD DE DERECHO LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD PENAL... nal para la antigua Yugoslavia. El principio aut dedere aut iudicare si bien encuentra consolidado como ius cogens internacional, como lo hemos venido demostrando, también es cierto que en la práctica internacional los Estados realizan una carente aplicación del mismo, debido a que a pesar de estar asentada claramente una opinio iuris generalis de éste, hoy día son más los Estados que refugian criminales del derecho de gentes, que aquellos que buscan la justicia penal internacional mediante la aplicación de este principio; lo rescatable de esto, es que, cada día la norma aut dedere aut iudicare se integra con mayor frecuencia a la práctica de la comunidad internacional, hoy son menos los Estados que refugian criminales que hace veinte o cuarenta años, mañana serán menos y en un futuro, no lejano, no existirá ninguno. III. La operatividad del principio aut dedere aut iudicare en la Corte Penal Internacional Sin lugar a duda, una de las mayores contribuciones que presenta la CPI al desarrollo del Derecho Internacional Penal o Penal Internacional, es el aliento que otorga a los diferentes Estados a legislar, dentro de sus respectivos sistemas jurídicos nacionales, en lo versante a la tipificación, punición y establecimiento de jurisdicción de los delicta iuris gentium, gracias al carácter complementario de la Corte respecto de las jurisdicciones penales nacionales, ya que se puede afirmar que la CPI funciona como una cuarta instancia, en atención a uno de sus principios rectores; “el principio de complementariedad”, mismo que descansa sobre el pilar del ius cogens21 internacional de la obligación aut dedere aut iudicare. Este principio de complementariedad hace que el Estatuto de Roma reconozca juzgar o extraditar a las personas presuntamente responsables de violaciones graves del Derecho internacional humanitario...” TPIY, Affaire Blaskic (IT-95-14), arret de 29 octubre 1997, reatif a la requete de la Republique de Croatie aux fins d´examen de la décision de la Chambre de premier Instance II, rendue le 18 juillet 1997, párr. 29. 21 Una aproximación más cercana al tema del ius cogens se puede obtener en Ragazzi, M., The Concept of International Obligations Erga Omnes, Ed. Calendario Press, Oxford, Great Britain, 2000, pp. 200-203. UNIVERSIDAD LA SALLE 313 CHRISTOPHER A. SERVÍN RODRÍGUEZ preferencia o prioridad a las jurisdicciones penales nacionales, que deberán contar con mecanismos capaces de punir las conductas criminales que conculcan el derecho de gentes, es decir, sólo en una forma subsidiaria la CPI ejercerá su jurisdicción. No obstante no se puede hablar de una primacía de los Tribunales nacionales, ya que en palabras del doctor Alcaide ...la CPI goza en principio de una cierta posición preeminente o facultad de tutela y supervisión sobre las jurisdicciones penales, en particular porque el Estatuto le reconoce competencia sobre su competencia. De este modo, las jurisdicciones penales nacionales tienen una preferencia tutelada...22 En esta tesitura, claro resulta observar, que la regla aut dedere aut iudicare se encuentra inmersa en el alma del Estatuto de Roma, a la luz del principio de complementariedad, que el Estatuto enuncia desde su preámbulo (párrafo 10), el artículo 1, encontrándose básicamente regulado en los artículos 17 a 20,23 por lo que la CPI sólo accionará su mecanismo jurisdiccional cuando un Estado no pueda (a falta de legislación nacional idónea) o no desee (cuando contando con la normatividad nacional suficiente para juzgar a un criminal del derecho de gentes, no se realice su enjuiciamiento) juzgar a presuntos criminales, o bien, cuando un Estado no juzgue en forma adecuada a un criminal; o sea, cuando las actuaciones nacionales fueran simples acciones simuladas encaminadas a proteger la impunidad, realizando un “teatro jurídico”; de esta forma la obligación aut dedere aut iudicare inmersa en el Estatuto de la CPI bajo el principio de Complementariedad suplementa las normativas punitivas nacionales de los diferentes Estados a fin de castigar los crímenes más atroces. Es así, como el principio de complementariedad impone a los Estados la obligación de juzgar o “entregar” a 22 Alcaide Fernández, J., La Complementariedad de la Corte Penal Internacional y de los Tribunales Nacionales: ¿Tiempos de “Ingeniería Jurisdiccional”?, en la obra coordinada por Carrillo Salcedo, J., La Criminalización de la Barbarie: La Corte Penal Internacional. Premio “Rafael Martínez Emperador” 1999, Ed. Consejo General del Poder Judicial, Madrid, 2000, pp. 416-417. 23 Un excelente estudio de estos artículos se puede encontrar en Cassese, A., Caeta, P., Jones, J., The Rome Statute of The International Criminal Court: A Comentary, Ed. Oxford University Press, New York, 2002, pp. 672 y ss. 314 FACULTAD DE DERECHO LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD PENAL... los presuntos criminales del ius gentium a la Corte Penal Internacional para que ésta los juzgue. IV. El principio aut dedere aut iudicare y la jurisdicción universal penal: un posible derrumbe de la Corte Penal Internacional La regla aut dedere aut iudicare traducida como principio de complementariedad en el Estatuto de la CPI, aludido anteriormente, si bien representa grandes ventajas para poder enjuiciar a los criminales del ius gentium, desafortunadamente no es basta, siendo necesaria la implementación de jurisdicción universal penal para combatir la impunidad, cuando los crímenes caen fuera de la competencia de la CPI (verbigracia, aquellos que fueron cometidos antes de la entrada en vigor del Estatuto de Roma, en el periodo de la reserva de los 7 años que prevé el artículo 124 de dicho instrumento o fuera del territorio de los Estados parte por individuos que no tienen la nacionalidad de ninguno de ellos y el Consejo de Seguridad no actúe), por lo que algunos países como Bélgica han incorporado a su ius puniendi la Justicia Universal, pudiendo juzgar a cualquier criminal sin limitante alguna. Trágico es que el uso de la regla aut dedere aut iudicare a través de la Jurisdicción Universal Penal represente una gran amenaza para la eficacia de la CPI, debido al propio diseño del principio de complementariedad. Dicho peligro deriva de la celada que presentó la delegación norteamericana al momento de negociar la estructura del Estatuto de Roma y se encuentra en la llamada “doble llave de la competencia del tribunal”.24 De esta última forma un Estado deseoso de cortocircuitar el 24 La doble llave de la competencia del Tribunal manifiesta la existencia de dos vías a través de las cuales cabe suscitar la inadmisibilidad de un asunto con base al principio de complementariedad. La primera vía contempla un procedimiento de impugnación de la admisibilidad, una vez que la Corte, a través de la Sala de Cuestiones Preliminares, ha autorizado la investigación y antes como regla general del inicio de juicio (artículo 19 del Estatuto), la segunda vía consiste en las llamadas “decisiones preliminares relativas a la admisibilidad” en virtud de la cual se obliga al Fiscal a notificar su intención de proceder a una investigación no sólo a todos los Estados parte, sino también a aque- UNIVERSIDAD LA SALLE 315 CHRISTOPHER A. SERVÍN RODRÍGUEZ funcionamiento de la CPI, invocando simplemente que está investigando los hechos violatorios del derecho de gentes, podría derrumbar la eficacia de la CPI. Lo anterior pudiera ser superado, si la Corte en ejercicio de su “competencia para decidir sobre su propia competencia”25 limita al Estado del lugar, al de la nacionalidad y al de detención o custodia del posible responsable, el alcance del derecho de enjuiciamiento preferente que deriva del principio de complementariedad.26 Muy probablemente éste sea la forma de interpretar el alcance de los artículos 18 y 19 del Estatuto de acuerdo al objeto y fin de este instrumento internacional. Conclusión La responsabilidad penal del individuo ha trascendido las fronteras estatales, debido al nivel tan atroz de los crímenes, se habla entonces de una responsabilidad penal internacional del individuo como principio general de derecho internacional, sin embargo, a pesar de tal consideración por la práctica internacional; la impunidad de los criminales del ius gentium, sigue vigente, debido a las grandes carencias que presenta el ius puniendi estatal; donde el principio aut dedere aut iudicare se presenta como un suplemento, ya sea, reflejado en la complementariedad de la Corte Penal Interllos otros que ejerciera normalmente la jurisdicción (aquellos Estados que en su legislación prevean Jurisdicción Universal, aquellos que han celebrado acuerdos de extradición, o aquellos que basados en principios de territorialidad y/o nacionalidad pudieran conocer del asunto), a fin de que cualquiera de ellos pueda reclamar la inhibición de la Corte por estar llevando a cabo, o haberlo hecho ya, una investigación de los hechos presuntamente criminales (artículo 18 del Estatuto). Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, 17 de julio de 1998. 25 La facultad de la Corte de admitir con carácter obligatorio las diferencias que puedan surgir en cuanto a su competencia, incluyendo las cuestiones relativas a la admisibilidad, no sólo está expresamente reconocida el propio Estatuto de Roma (artículos 4, 6, 17.1, 18.2 y 19.1), sino que puede ser considerado como un atributo inherente a todos los órganos judiciales internacionales. Al respecto véase el caso Affaire Nottembohm de la Corte Internacional de Justicia, de 18 de noviembre de 1953, CIJ 1953, pp. 119-120. 26 Los Estados a considerar serán necesariamente aquéllos que estén más directamente conectados con el crimen (forum conveniens), parece que lo más lógico es abordar por una interpretación de carácter teleológico de las disposiciones del Estatuto relativas a la complementariedad a fin de asegurar el objetivo final que pretende el establecimiento de una CPI: asegurar la lucha contra la impunidad. Lirola Delgado, I. y Martín Martínez, M., La Corte Penal Internacional, Justicia versus Impunidad, Ed. Ariel, Barcelona, 2001, p. 162 y 164. 316 FACULTAD DE DERECHO LA INTERNACIONALIZACIÓN DE LA RESPONSABILIDAD PENAL... nacional; ya sea, a través de la Justicia Universal Penal; debiendo ambas estructuras jurídicas coexistir en armonía, bajo el fin último de gestar un eficaz Derecho Internacional Penal o Penal Internacional que acabe con la impunidad. Bibliografía ALCAIDE FERNÁNDEZ, J., La Complementariedad de la Corte Penal Internacional y de los Tribunales Nacionales: ¿Tiempos de “Ingeniería Jurisdiccional”?, en la obra coordinada por Carrillo Salcedo, J., La Criminalización de la Barbarie: La Corte Penal Internacional. Premio “Rafael Martínez Emperador” 1999, Ed. Consejo General del Poder Judicial, Madrid, 2000. ______, Las Actividades Terroristas en el Derecho Internacional Contemporáneo, Ed. Tecnos, Madrid, 2000. 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RUEDA FERNÁNDEZ, C., Delitos de Derecho Internacional. Tipificación y Represión Internacional, Ed. Bosch, Madrid, 2001. TORRUBIANO RIPOLL, J., Del Derecho de la Guerra y de la Paz, Ed. Reus, Madrid, 1925. WENGLER, W., “La Noción de Sujeto de Derecho Internacional”, Revista Española de Derecho Internacional, vol. IV, núms. 1, 2, 3, Madrid, 1951. Questions of Interpretation and Application of the 1971 Montreal Convention arising From the Aerial Incident at Lockerbie (Libyan Arab Jamahiriya V. United States of America), Provisional mesures, Order of 14 April 1992, ICJ Reports 1992. Sentencia del Tribunal Internacional Penal para la antigua Yugoslavia, Affaire Blaskic (IT-95-14), arret de 29 octubre 1997, reatif a la requete de la Republique de Croatie aux fins d´examen de la décision de la Chambre de premier Instance II, rendue le 18 juillet 1997. Sentencia Affaire Nottembohm de la Corte Internacional de Justicia, de 18 de noviembre de 1953, CIJ 1953. 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Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, 17 de julio de 1998. UNIVERSIDAD LA SALLE 319 ESTUDIO LEGISLATIVO LA LEY PROCESAL ELECTORAL LIC. CARLOS ORTIZ MARTÍNEZ* 1. Sistemas de solución de conflictos electorales En nuestro país se han venido celebrando de manera casi ininterrumpida, elecciones para designar a representantes populares, desde la convocatoria a las cortes españolas establecidas1 en la Constitución Política de la monarquía española, conocida popularmente como Constitución de Cádiz de 1812. Las elecciones a las cortes se realizaban de manera indirecta, primero en parroquias, después en partido y posteriormente en provincia y la calificación de las elecciones de diputados las hacía la propia corte que se pretendiera integrar; he aquí la génesis del sistema de autocalificación. Es decir, salvo periodos pequeños, la práctica de acudir a las urnas para emitir el sufragio popular, podemos decir que ha sido de manera continua por dos siglos aproximadamente. El hecho de celebrar elecciones ordinarias, conlleva también a la afirmación de que en dichas elecciones pudieron surgir conflictos y sería interesante preguntarnos cuáles fueron los medios de solución de conflictos electorales ideados por el Sistema Jurídico mexicano. * Magistrado Presidente de la Sala Regional de la Quinta Circunscripción Plurinominal del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación 1 Peréz de los Reyes, Marco Antonio, Historia del Derecho mexicano, vol. 2, Oxford University Press, México, 2002, pp. 252 a 257. UNIVERSIDAD LA SALLE 321 CARLOS ORTIZ MARTÍNEZ 1.1. Sistema político Este sistema tiene como rasgos distintivos el que son los presuntos electos quienes se encargan de calificar la validez de su propia elección, a más de conocer y resolver los conflictos derivados de los resultados electorales. En otros casos, se constituye un órgano especializado denominado Colegio Electoral,2 integrado por alguno de los presuntos electos, quienes lo conforman y se encargan de darle solución a los conflictos electorales que les sean turnados. Este sistema de carácter político, acompañó a la vida electoral mexicana desde 1812 hasta 1993, cuando se suprimió el Colegio Electoral para calificar las elecciones de diputados y senadores al Congreso de la Unión y en el año de 1996, cuando fue suprimido el Colegio Electoral de la Cámara de Diputados, para calificar la elección de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Las críticas enderezadas a este sistema, se pueden sintetizar en el hecho de que el criterio determinante para otorgar la calificación electoral, va a ser un criterio de carácter político,3 más que cualquier otro, por lo que el sistema se utilizó en el periodo de partido Dominante,4 en el cual un solo partido, obtenía la totalidad de las curules del Congreso de la Unión y los criterios de disciplina partidista prevalecieron para otorgar el cargo de elección popular respectiva. Sin embargo, con la integración plural, del órgano legislativo, este sistema entra en crisis y ya no fue un buen instrumento de resolución de conflictos electorales. 1.2. Sistema administrativo Este sistema de solución de conflictos electorales tiene como premisa, el hecho de que el órgano encargado de organizar las 2 Molina Vega, José Enrique, “Colegio Electoral” en Diccionario Electoral, tomo I, Instituto Interamericano de Derechos Humanos (CAPEL), San José, Costa Rica, 2000, pp. 209 y 210”. 3 Krauze, Enrique, La Presidencia Imperial, Tusquets Editories, 1ª ed., México, 1997 p.130. 4 Orozco Henriquez, José de Jesús, “Evolución del Derecho Electoral en México”. La ciencia del Derecho durante el siglo XX, y IIJ, UNAM, México, 1998, pp. 1044 a 1048. 322 FACULTAD DE DERECHO LA LEY PROCESAL ELECTORAL elecciones, también le compete la solución de los conflictos electorales, inclusive los originados en la etapa de preparación de las elecciones, como aquellos derivados de la etapa de resultados y declaración de validez de las elecciones. En nuestro país, este sistema imperó de 1946 a 1994, teniendo como autoridad electoral a la llamada Comisión Nacional de Vigilancia Electoral, mejor conocida poco después como Comisión Federal Electoral,5 órgano dependiente de la Secretaría de Gobernación. Al ser un órgano dependiente de una secretaría de Estado, automáticamente se entra al esquema administrativo para solución de conflictos electorales. En efecto, concomitantemente al establecimiento de distintos medios de impugnación electoral, se estructura un sistema de órganos superiores e inferiores, con objeto de que los actos de los órganos inferiores, puedan ser revisados por los órganos superiores hasta llegar al órgano máximo o superior que en este caso vendría a ser el Consejo General de la Comisión Federal Electoral.6 Este sistema es menos malo que el anterior porque como todo acto de autoridad, la resolución debe basarse en los criterios mínimos de motivación y fundamentación que debe cumplir todo acto de autoridad legítima. Sin embargo, se le critica porque es una forma autocompositiva de solución de conflictos electorales, ya que es el mismo órgano responsable quien se encarga de resolver en definitiva sus propias actuaciones y en la gran mayoría de los casos son confirmadas las resoluciones emitidas ante el órgano inferior. 1.3. Sistema jurisdiccional Este sistema se caracteriza por la existencia de jueces o tribunales especializados en la materia electoral,7 quienes a través de la 5 6 Orozco Henriquez, op. cit., p. 1046. Galván Rivera, Flavio, Derecho Procesal Electoral Mexicano, Mc Graw-Hill, México, 1997, p. 215. 7 Orozco Henriquez, J. de Jesús, “Sistema de Justicia Electoral en el Derecho Comparado” en Sistemas de Justicia Electoral: Evaluación y Perspectiva, IFE, UNAM, Idea, IIJ, TEPJF, México 2001, pp. 47, 51 y 54. UNIVERSIDAD LA SALLE 323 CARLOS ORTIZ MARTÍNEZ emisión de una sentencia que reviste la categoría y fuerza judicial para ejecutarse aún en contra de la voluntad de las partes interesadas. En nuestro país este sistema surge de manera incipiente en 1986 con la creación de un órgano jurisdiccional de carácter administrativo denominado Tribunal de lo Contencioso Electoral Federal.8 Este Tribunal compuesto por siete magistrados numerarios y dos supernumerarios, resolvieron los recursos de quejas derivados de la elección de diputados y senadores y la tan controvertida elección presidencial de 1988. En 1990, la reforma constitucional y legal en materia electoral, dio vida a un tribunal autónomo e independiente —puesto que no pertenecía a ninguno de los poderes estatales—, denominado Tribunal Federal Electoral quien le correspondió resolver los conflictos electorales de las elecciones federales de 1991 y 1994. En 1996, este tribunal pasó a la estructura orgánica del Poder Judicial de la Federación, considerándosele como un órgano especializado en materia electoral. Dicho tribunal ha resuelto los conflictos electorales derivados de las elecciones federales de 1997, 2000 y 2003. 1.4. Sistema mixto Este sistema implica la participación de dos o más de los sistemas anteriores para solucionar conflictos electorales, por ejemplo: durante un lapso importante (de los años cuarentas a los ochentas), aun y cuando los conflictos electorales los resolvía la Comisión Federal Electoral, mediante un sistema administrativo, la última instancia relativa a conflictos poselectorales, le correspondía al Colegio Electoral, mediante el sistema político. 8 Sala Regional Toluca, “El Pensamiento Electoral del Tribunal de lo Contencioso Electoral” en Testimonio sobre el desempeño del TEPJF y su contribución al Desarrollo Político Democrático de México, TEPJF, México, 2003, p. 681. 324 FACULTAD DE DERECHO LA LEY PROCESAL ELECTORAL De igual manera, en 1990 subsistieron los tres sistemas anteriores, ya que los conflictos derivados de los actos preparatorios de la elección los resolvía la Comisión Federal Electoral y en definitiva, el Tribunal Federal Electoral, pero en materia de resultados electorales, algunas resoluciones emitidas por el Tribunal Federal Electoral al resolver los recursos de inconformidad, podían ser revisadas e inclusive modificadas, por el Colegio Electoral de la Cámara de Diputados y de Senadores en su caso. En la actualidad, se tiene un sistema mixto de calificación electoral; la calificación de la validez de las elecciones federales se da en una primera oportunidad, ante los órganos desconcentrados del Instituto Federal Electoral y en definitiva con las sentencias que emita al respecto la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. Cabe concluir que en nuestro país, se ha transitado de un sistema eminentemente político, a un sistema preponderantemente jurisdiccional para solucionar los litigios derivados de las elecciones. 2. Evolución de la Legislación Electoral en el Siglo XX Una vez promulgada y puesta en vigor la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se ocupó el constituyente ordinario en emitir la Ley Electoral para las elecciones de los años subsiguientes. 2.1. La Ley Electoral de 6 de febrero de 1917 El Presidente Carranza emitió esta Ley Electoral para organizar las elecciones de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, que se efectuaron en ese mismo año. Esta Ley estableció el voto público, ya que el elector se obligaba a firmar la boleta electoral que era entregada al ciudadano al momento de empadronarlos. El sistema UNIVERSIDAD LA SALLE 325 CARLOS ORTIZ MARTÍNEZ de solución de conflictos era básicamente administrativo ya que la mayoría de las impugnaciones eran resueltas por los organismos municipales encargados de la preparación de las elecciones, pero la calificación sobre las irregularidades de los cómputos, corría a cargo de la Cámara de Diputados y Senadores, no obstante podían reclamarse los aspectos relativos a la inexactitud del Padrón Electoral, las recusaciones de los instaladores de las casillas y la nulidad de las elecciones de Diputados, de Senadores, o de Presidente de la República al Congreso de la Unión.9 2.2. Ley para Elecciones de Poderes Federales de 2 de junio de 1918 En esta legislación se siguió con la tradición en el sentido de que los órganos estatales y municipales se encargaran de organizar, implementar y ejecutar los actos electorales. En consecuencia, son las propias entidades federativas quienes organizan las elecciones de diputados y senadores al Congreso de la Unión y en la resolución de los conflictos electorales, son estos órganos los competentes para resolver conflictos electorales y en ocasiones podían conocer de algunos conflictos, los jueces de primer instancia del ramo civil. 2.3. La Ley Electoral Federal de 7 de enero de 1946 Para este año, las elecciones de diputados y senadores se federalizan; es decir, dejan de tener intervención las entidades federativas y las municipales, creándose la Comisión Federal de Vigilancia Electoral, la que entre otras atribuciones debía elaborar los padrones electorales y paralelamente a ello, se va creando un sistema de recursos electorales, que debían conocer tanto los órganos desconcentrados a nivel local o distrital, como el Consejo General de dicha 9 Orozco Henriquez, “Evolución del Derecho Electoral en México”, op. cit., pp. 1035, 1036 y 1037. 326 FACULTAD DE DERECHO LA LEY PROCESAL ELECTORAL comisión. No obstante, en los trabajos preparatorios a la Reforma Electoral, se planteó por vez primera la existencia de un Tribunal de Elecciones, propuesta que no pasó en la ley respectiva.10 2.4. La Ley Federal Electoral de 4 de diciembre de 1951 Bajo esta ley se establece la Comisión Federal Electoral, las Comisiones Locales y las Distritales, y se crea el Registro Nacional de Electores bajo una dirección dotada de autonomía técnica. En esta ley la regulación de los partidos políticos es más amplia y los representantes de dichos partidos políticos ante las comisiones locales y distritales, tendrán voz, pero no voto. En esta ley existe una amplia gama de impugnaciones electorales como la inclusión y exclusión de electores del Registro Nacional; la negativa del registro de candidatos podría reclamarse ante el superior jerárquico de la autoridad responsable. Se podía impugnar los actos de preparación y desarrollo de las elecciones, como el señalamiento del lugar para la instalación de casillas y el nombramiento de sus integrantes. Se establece un auténtico contencioso electoral administrativo y un recurso de revocación ante la Comisión Federal Electoral como órgano superior. 2.5. La Ley Federal Electoral de 5 de enero de 1973 En esta ley se introduce un control más detallado y sistemático de los partidos políticos, como su Constitución, registro, derechos y obligaciones, sus prerrogativas y la propaganda electoral. En materia de organismos electorales, se conservan los de la ley anterior. Se establece un recurso de reclamación ante el comité distrital para aquellos ciudadanos a quienes se les hubiera negado su registro y en contra de esa resolución denegatoria se podía acudir en queja ante la Comisión Federal Electoral. También se podía impugnar las 10 García Orozco, Antonio, Legislación Electoral Mexicana 1812-1988, 3ª. Ed., SEGOB, México, 1989 pp. 243-252. UNIVERSIDAD LA SALLE 327 CARLOS ORTIZ MARTÍNEZ modificaciones a la lista nominal de electores. La negativa de registro de una candidatura podía impugnarla el partido político solicitante para que fuera resuelta por el superior jerárquico. 2.6. La Ley Federal de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales de 28 de diciembre de 1977 En esta legislación se abre la posibilidad de que fuerzas políticas nuevas, puedan participar en los órganos deliberativos, a través del sistema de representación proporcional, sistema mixto, con preponderante mayoritaria. Se sistematiza aún más el sistema recursal administrativo para resolver conflictos electorales; y se establece un recurso de reclamación que le correspondería tramitar y resolver a la Suprema Corte de Justicia de la Nación en contra de actos de los colegios electorales; no obstante, la resolución emitida por la Suprema Corte, no obligaba a los colegios electorales, por ello, fue poco utilizado. A partir de 1979 empieza a caer de manera continua la votación del partido dominante (Partido Revolucionario Institucional). 2.7. El Código Federal Electoral de 9 de enero de 1987 En este código se perfecciona el sistema recursal administrativo para combatir actos o resoluciones de los órganos de la Comisión Federal Electoral y se establece un recurso jurisdiccional —de queja— para impugnar resultados electorales. Se da competencia para resolver dichas controversias al Tribunal de lo Contecioso Electoral pudiendo ser revisadas sus resoluciones por el colegio electoral respectivo quien tomará la decisión definitiva. 2.8. El Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales de 15 de agosto de 1990 El Código Electoral vigente ha tenido reformas trascendentes en 1993 y 1996. Se estructuró en base a dos clases de órganos elec328 FACULTAD DE DERECHO LA LEY PROCESAL ELECTORAL torales, a saber: El órgano encargado de organizar las elecciones que es el Instituto Federal Electoral, dividido en órganos centrales y sus órganos desconcentrados; uno para cada una de las entidades federativas y otros ubicados en cada uno de los 300 distritos electorales uninominales, en los que se divide la República Mexicana; se perfeccionan los procedimientos para la emisión del voto público; se expide la credencial para votar con fotografía; se emite la lista nominal de electores con fotografía; se perfecciona la papelería y demás instrumentos electorales y se regulan las sesiones de los órganos de dirección de Instituto Federal Electoral, además de crearse un órgano de fiscalización de los ingresos y de los gastos de los partidos políticos nacionales. De igual manera el Tribunal Federal Electoral se organiza en una sala central, posteriormente convertida en Sala de Segunda Instancia y hoy en Sala Superior, y en cinco salas regionales ubicadas cada una de ellas en la capital de las ciudades cabeceras de circunscripción plurinominales. Se reestructuran los medios de impugnación electoral para pasar de un contencioso administrativo, a uno mayoritariamente jurisdiccional. 3. Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral de 19 de noviembre de 1996 En 1996 se derogan los tres últimos libros: el sexto, el séptimo y el octavo del COFIPE y se modifica la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación para contemplar la estructura orgánica del Tribunal Electoral, como órgano especializado y máxima autoridad federal, en materia electoral asimilado al Poder Judicial de la Federación y se emite una nueva ley adjetiva en materia electoral. 3.1. Ley especializada Esta Legislación procesal tiene un alto grado de especialización, ya que regula los distintos medios de impugnación con que cuentan los partidos políticos y demás sujetos electorales, para impugnar UNIVERSIDAD LA SALLE 329 CARLOS ORTIZ MARTÍNEZ actos o resoluciones electorales que les causen agravios, es decir, a través de recursos (revisión, apelación y reconsideración) y de juicios, verdaderos procesos contenciosos (inconformidad, de protección de los derechos políticos electorales del ciudadano, de revisión constitucional y el juicio laboral electoral), de los cuales salvo el de revisión, todos los demás son medios de impugnación típicamente jurisdiccionales. 3.2. Sistemática procesal Esta ley procesal se encuentra dividida en cinco libros; el primero de ellos contiene dos títulos, el primero consta de dos capítulos y el segundo de 13 capítulos; el libro segundo contiene cinco títulos dividido cada uno de ellos, salvo el primero, en varios capítulos; el libro tercero tiene un título único y tres capítulos; el libro cuarto tiene un título único y cinco capítulos y el libro quinto tiene un título único y un capítulo único. Consta de 108 artículos prescriptivos y cuatro artículos transitorios. 3.3. Reglas comunes En este apartado es importante señalar que la Legislación Procesal Electoral Federal, responde a la tendencia del Procesalismo científico y reconoce la existencia de rasgos comunes, aplicables a todo tipo de procedimiento impugnativo, contemplado específicamente de los artículos primero al tercero; en estos primeros artículos del libro primero se establecen los mecanismos de interpretación, la competencia, y el deber que tienen todas las autoridades y demás sujetos electorales para cumplir con las disposiciones de la Ley y con las resoluciones del Tribunal Electoral. A partir del artículo sexto se establecen los rasgos comunes del Procedimiento Contencioso Electoral, en cuanto a su trámite, sustanciación y resolución; la regla de que en materia electoral no existen suspensión de los efectos de los actos o resoluciones impugnadas y particularmente, la regla de Plenitud de Jurisdicción 330 FACULTAD DE DERECHO LA LEY PROCESAL ELECTORAL con que actúa el Tribunal Electoral en la resolución de los asuntos de su competencia, al grado de poder suplir a la autoridad responsable en el cabal cumplimiento de sus sentencias. El capítulo segundo, en su artículo octavo, se refiere a los plazos y los términos estableciéndose que los plazos se computarán de momento en momento y los que sean señalados por día, se considerarán por días completos, es decir de 24 horas; fuera del año de proceso electoral, los plazos se harán contando solamente los días hábiles que son todos con excepción de sábados y domingos y los inhábiles establecidos en la Ley Laboral. Por último se establece la regla general para la presentación de los medios de impugnación que es de cuatro días, contados a partir del día siguiente a aquél en que se tenga conocimiento o se haya notificado el acto o la resolución impugnada. El artículo noveno se refiere a los requisitos que debe contener el escrito inicial que contenga la impugnación respectiva. Los artículos décimo y undécimo, señalan las causas de improcedencia y de sobreseimiento y las causas de desechamiento de plano establecidas en el párrafo tercero del artículo noveno. El artículo 12 señala quiénes son partes en materia electoral y se establecen las reglas que deben cumplir los escritos presentados por los coadyuvantes. El artículo 13 establece la legitimación y la personería de los representantes de los partidos políticos; dividida en tres: la representación legal, la estatutaria y la convencional, así como también, la legitimación de los ciudadanos y candidatos y de las asociaciones y organizaciones políticas. Los artículos del 14 al 16 se refieren a los medios de pruebas, a la regla de la carga de la prueba y de que sólo serán objeto de prueba los hechos controvertidos. El artículo 16 establece el sistema de valoración de las pruebas, estableciendo un sistema mixto, predominando el sistema de la Sana Crítica. UNIVERSIDAD LA SALLE 331 CARLOS ORTIZ MARTÍNEZ El artículo 17 se refiere al trámite de los medios de impugnación, una vez que ha sido recibido por la autoridad responsable, en el que la autoridad responsable se convierte en receptora, publicitadora, integradora y remisora del expediente electoral, que será sentenciado por la autoridad jurisdiccional. Los artículos del 19 al 21 contienen las reglas de instrucción procesal, entendida ésta en su acepción técnica, como aquella gran etapa de inicio del procedimiento “...en que las partes exponen sus pretensiones, resistencias y defensas y en el que las partes, el Tribunal y los terceros desenvuelven toda la actividad de información y de instrucción al Tribunal, haciendo posible que éste tenga preparado todo el material necesario para dictar sentencia”,11 de expedientes electorales, desde que son recibidos en la Oficialía de Partes del Tribunal, el análisis de que son objeto por parte del magistrado electoral y los diversos resultados que derivan de esta revisión como son: los autos de requerimiento y reserva, los autos de propuesta de desechamiento y de propuesta de tener por no presentados, hasta el de admisión y cierre de instrucción.12 Los artículos del 22 al 25 se refieren al procedimiento de resolución y a los requisitos de motivación y fundamentación que deben cumplir las sentencias electorales. Se establece la regla de la suplencia del agravio, deficiente para la gran mayoría de los medios de impugnación salvo para el recurso de reconsideración y del juicio de revisión constitucional. Se precisa la regla que las sentencias que emita el Tribunal, serán siempre en sesión pública, en donde se discutirán y votarán los asuntos listados en la orden del día y las decisiones serán tomadas por los magistrados electorales, ya sea por unanimidad de votos o por mayoría, y en el caso de la minoría podrá acompañar a la resolución, el voto particular respectivo. Sólo en caso extraordinario, la Sala podrá diferir la resolución de algún asunto. 11 Gómez Lara, Cipriano, Teoría general del proceso, Oxford University Press, 10a. ed., México, 2004, p. 114. 12 Galván Rivera, F., op. cit., pp. 257-260. 332 FACULTAD DE DERECHO LA LEY PROCESAL ELECTORAL Por último, se establece la regla de que las resoluciones del Tribunal, serán definitivas e inatacables, salvo en el caso del juicio de inconformidad tramitado por las Salas Regionales y que es susceptible de impugnación a través del recurso de reconsideración. Los artículos del 26 al 30 establecen la forma o los medios con que cuenta el Tribunal para notificar sus autos y sentencias, señalándose la regla de que surtirán sus efectos el mismo día en que sean practicadas. Las notificaciones pueden ser hechas en forma personal, por estrados, por oficio, por correo certificado, por telegrama o incluso por fax o por publicación en el Diario Oficial de la Federación. El artículo 30 establece la llamada notificación automática cuando el representante del partido político se encuentra presente en la sesión pública de resolución. El artículo 31 se refiere a la posibilidad de acumular distintas demandas para la resolución pronta y expedita de los asuntos. Por último, del artículo 32 al 33 señalan los distintos medios de apremio con que cuenta el Tribunal Electoral para hacer valer sus resoluciones, así como para mantener el orden y el respeto a los recintos jurisdiccionales, mediante el apercibimiento, la amonestación, la multa hasta por 100 veces el salario mínimo general vigente en el Distrito Federal, el auxilio de la fuerza pública y el arresto hasta por 36 horas. Estos medios de apremio serán aplicados por el Presidente de la Sala respectiva. 3.4. Reglas específicas Dentro de la sistemática de la Ley Procesal Electoral, a partir del artículo 35 se establecen las reglas específicas para cada uno de los medios de impugnación. Así, el recurso de revisión se regula del citado artículo 35 al artículo 39; el recurso de apelación del artículo 40 al 48; el juicio de inconformidad del artículo 49 al 60; el recurso de reconsideración del artículo 61 al 78; el juicio de protección de los derechos político-electorales del ciudadano, de los artículos 79 a 85; el juicio de revisión constitucional en los artículos 86 a 93 y el UNIVERSIDAD LA SALLE 333 CARLOS ORTIZ MARTÍNEZ juicio para dirimir conflictos o diferencias laborales de los servidores del Instituto Federal Electoral, de los artículos 94 a 108. 3.5. Principios procesales Sin pretender hacer una clasificación exhaustiva, puesto que toda clasificación siempre es arbitraria, se puede proponer una clasificación tripartita de los principios procesales aplicables al contencioso electoral. Nos guiamos por el pensamiento del doctor Gonzalo Armienta Calderón, en el sentido de definir como principios rectores del proceso “...aquellos modelos que deben orientar, tanto las normas como la conducta de los sujetos que intervienen en la estructuración del proceso, como instrumento para solucionar los conflictos jurídicos”.13 El primer criterio de clasificación observa los principios procesales relativos a la actividad de las partes en el contencioso electoral; el segundo criterio está referido a los principios procesales aplicables a la actividad de la autoridad jurisdiccional, y el tercer criterio está referido a los principios procesales que rigen propiamente el procedimiento contencioso.14 A) Principios procesales referidos a la actividad de las partes w Principio General de Impugnación. Es la normatividad, por la que todos sus destinatarios, es decir, todos los sujetos electoras pueden contar con los medios o instrumentos necesarios para impugnar las resoluciones de las autoridades, cuando consideren que son incorrectas o ilegales. w Principio de Contradicción. Para que un juicio se inicie, debe existir una contradicción de intereses o posiciones contrapues13 Armienta Calderón, Gonzalo, Teoría general del proceso, Ed. Porrúa, México, 2003, p. 120. Ortiz Martínez, Carlos, “Principios del Procedimiento Electoral” en Boletín del Centro de Capacitación Electoral, año 9, número 5, septiembre-octubre, 2003, pp. 6 a 11. 14 334 FACULTAD DE DERECHO LA LEY PROCESAL ELECTORAL tas, mismas que son sometidas a la consideración de un tercero que resolverá la controversia, atendiendo a los argumentos y medios probatorios que le aporten las partes. w Principio de Instancia de Parte Agraviada. El juicio se tramitará únicamente cuando haya sido excitado el órgano encargado de la administración de justicia por la persona que vio afectada su esfera jurídica con la emisión y/o ejecución del acto o resolución reclamada, sin que sea admisible la tramitación del proceso cuando no se haya ejercitado ese derecho subjetivo público. w Principio de Igualdad de las Partes. Independientemente de la posición en que ubiquen las partes dentro de un proceso (actor o demandado), ambos tienen las mismas garantías, prerrogativas, derechos y obligaciones legales o formales, es decir, no deben existir privilegios a favor de alguna de las partes, lo que se resume en el aforismo: “No debe permitirse al actor lo que al demandado se le prohíbe”. w Principio de Audiencia de Parte. Nadie puede ser condenado sin ser oído ni vencido en juicio. w Principio de Carga de la Prueba. Se expresa mediante el aforismo de que el que afirma está obligado a probar, salvo que su negativa envuelva un hecho positivo. B) Principios procesales aplicables a la autoridad jurisdiccional w Principio de Constitucionalidad. Lo ordenado en la Constitución Política, por ser norma fundamental, debe prevalecer por sobre cualquier norma y atenderse de estricto derecho. w Principio de Legalidad. Se refiere al estricto cumplimiento que debe dar el juzgador a las normas vigentes, con la obligación de fundar y motivar sus actos y resoluciones. w Principio de Plenitud de Jurisdicción. Consiste en la facultad del tribunal de la causa de sustituir a la autoridad responsable, UNIVERSIDAD LA SALLE 335 CARLOS ORTIZ MARTÍNEZ en cuanto a la precisión del contenido, alcances y términos de sus resoluciones. w Principio iura novit curia. El juez conoce el Derecho y debe aplicarlo, aun cuando las partes no lo invoquen. w Principio de Estricto Derecho. Tiene como finalidad obligar al juez federal a analizar la controversia de acuerdo a lo planteado en la demanda, sin hacer un estudio de cuestiones que no hayan sido señaladas ni vertidas por el quejoso en su escrito, es decir, este principio ordena que los jueces se atengan tan sólo a la litis propiamente dicha, sin hacer el análisis de cuestiones diversas de aquellas que fueron señaladas por el quejoso en su escrito de demanda. Por virtud de este principio, las autoridades judiciales federales no pueden ir más allá de los aspectos descritos en la demanda, ya que de no hacerlo así, se estaría en presencia de la figura conocida como defensa o actuación judicial de oficio. w Principio de Suplencia de la Deficiencia de la Queja. Esta es una excepción al principio de estricto derecho, que consiste en la obligación que tiene la autoridad federal que vaya a dirimir una controversia para subsanar los errores y las deficiencias que se presenten en una demanda, por lo que en este caso, el juez del conocimiento interviene con un doble carácter en el juicio, como juez y como parte. w Principio de Suplencia de la Omisión o Cita Errónea de los Preceptos Jurídicos. Si el actor omite señalar los preceptos jurídicos que considera como presuntamente violados o cita éstos de manera equivocada, el juzgador debe resolver tomando en consideración los que debieron ser invocados o los que resulten aplicables al caso concreto. w Principio de Sencillez. El juzgador debe emitir sus resoluciones en forma clara, directa, práctica y precisa, sin rebuscamiento alguno. 336 FACULTAD DE DERECHO LA LEY PROCESAL ELECTORAL w Principio de Inmediatez. Es el contacto personalísimo permanente que tiene el juzgador con las partes y con todos los elementos objetivos que conforman el proceso, durante todos los actos y actuaciones, con carácter de protagonista activo y director del proceso. Este principio tiene una especial importancia en toda la fase probatoria y de alegatos, en la que el juez personalmente observa y escucha a los contendientes. Se dice que a través de este principio el juez “vive” el proceso. w Principio de Probidad y Lealtad en el Debate. La aspiración es la salvaguarda de la pureza del proceso, a efecto de terminar con la corrupción, la deshonestidad o la mala fe de los juzgadores hacia alguna o ambas partes, así como con la lucha desleal de las partes contra su adversario jurídico. w Principio de Imparcialidad. El juzgador debe ser imparcial con lo que se ventile o con el objeto del proceso, para que aplicando sus principios éticos realice su función de impartir justicia en forma equitativa. w Principio de Congruencia de las Sentencias. La resolución que se dicte en un juicio debe corresponder a lo solicitado por las partes, sin que el juzgador pueda conceder más o menos de lo pedido. w Principio de Exhaustividad. El juzgador debe estudiar integralmente el escrito recursal e interpretar la verdadera intención del promovente, a efecto de dar soluciones completas en su resolución. w Principio de los Efectos de la Sentencia Electoral. Los alcances de una sentencia pueden recaer en la esfera jurídica del gobernado que promovió el juicio, pudiendo, en ocasiones, afectar o beneficiar a otros gobernados que aun cuando no sean agraviados por el mismo acto de autoridad, no lo hayan impugnado. Dicho de otra forma, este principio puede extender los efectos de una sentencia a sujetos que no fueron partes en el proceso específico en que se dictó la ejecutoría. UNIVERSIDAD LA SALLE 337 CARLOS ORTIZ MARTÍNEZ C) Principios procesales que rigen el procedimiento contencioso w Principios Procesales. Se refiere a los criterios fundamentales contenidos en la normatividad de cada medio de impugnación, que establecen las directrices para el desarrollo de la actividad procesal electoral. w Principio de Acceso a la Jurisdicción. Al igual que el principio de gratuidad, también se ve reflejado en forma expresa como garantía constitucional, en términos del artículo 17, que establece que toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla en los plazos y términos que fijen las leyes, emitiendo sus resoluciones de manera pronta, completa e imparcial. w Principio de Acumulación Eventual. Se aplica en los casos en que coexisten dos o más expedientes en los que haya una conexidad de la causa, a efecto de que no se emitan resoluciones que pudieran resultar contradictorias, por lo que se resuelve en una misma resolución. w Principio de Adquisición Procesal. Las pruebas que obren en autos, independientemente de quien las haya presentado, pertenecen al proceso y no a la parte aportante, por lo que pueden beneficiar o perjudicar a cualquiera de los contendientes. w Principio de Conservación de los Actos Públicos Legalmente Válidos. Los actos públicos legalmente celebrados deben prevalecer en cuanto a los efectos que produzcan. Lo útil no puede ser viciado por lo inútil. w Principio de Preclusión. Se refiere a la extinción de un derecho para realizar un acto procesal, por el transcurso del plazo que establece la ley. w Principio de Unidad Procesal. Consiste en la implementación de reglas comunes y uniformidad del procedimiento previsto para la materia jurídico electoral. 338 FACULTAD DE DERECHO LA LEY PROCESAL ELECTORAL w Principio Ontológico de la Prueba. Permite establecer una presunción de existencia de lo ordinario, en tanto que lo extraordinario debe probarse. w Principio de Oralidad.15 Comprende los subprincipios de inmediatez física del juez con las partes, identidad del juez de instrucción con el de decisión, concentración de actuaciones, inimpugnabilidad de resoluciones intermedias; además de los que se citan a continuación: a) Principio de Oralidad o Escritura. Sería casi imposible encontrar un procedimiento absolutamente oral o absolutamente escrito, siempre se dan combinaciones, con predominancia, en un momento dado, de alguno de los dos principios. b) Principio de Publicidad o secrecía. Los actos del tribunal deben ser del total conocimiento de las partes y de todos los interesados, para que puedan fiscalizarlos, evitando actuaciones procesales ilegítimas, al margen del conocimiento de las partes. c) Principio de Inmediatez y de Identidad. Estos dos principios están íntimamente vinculados ya que implican una permanencia del funcionario judicial durante el desarrollo de todas y cada uno de los actos procesales, lo que origina que el juez conozca a las partes y demás sujetos procesales que actúan; y por supuesto, que esté debidamente instruido, para estar en posibilidad de dictar una sentencia de fondo. d) Principio de Inimpugnabilidad de Resoluciones Intermedias. Este principio se ve reflejado con una garantía de celeridad en el procedimiento, puesto que prohíbe la impugnación de resoluciones intermedias para impugnar actos de procedimientos hasta la última sentencia, a efecto de evitar suspensión y dilación en el trámite contencioso. 15 Gómez Lara, C., op. cit., pp. 64 y 65. UNIVERSIDAD LA SALLE 339 CARLOS ORTIZ MARTÍNEZ e) Gratuidad de la Administración de Justicia. Este principio se ve reflejado como una garantía constitucional, en términos del artículo 17, donde se establece que toda persona tiene derecho a que se le administre justicia por tribunales que estarán expeditos para impartirla y que su servicio será gratuito, quedando prohibidas las costas judiciales. f) Principio de Concentración, Economía y Publicidad. La actividad procesal debe concentrarse en la menor cantidad de actos, evitando la dispersión de las actuaciones, lo que conlleva a una mayor celeridad y economía en el proceso, además de que las partes y todos los interesados tienen el derecho de conocer y participar en todos los actos e instancias del procedimiento. D) Clasificación de los Principios Procesales en la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral Una vez que hemos visto la diversidad de principios que rigen el proceso en general, y atendiendo a que los procedimientos que se aplican en los procesos de cada materia son diferentes, se deduce que no todos los principios procesales rigen o son comunes a todas las especies de procesos, por lo cual, de la extensa gama de principios procesales que existen, no todos son aplicables a la materia electoral. A continuación realizaremos un análisis de cuáles son los principios procesales más relevantes que están relacionados con los preceptos jurídicos del título relativo a las Disposiciones Generales de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral. 340 FACULTAD DE DERECHO LA LEY PROCESAL ELECTORAL ARTÍCULO PRINCIPIO 1° 2° 3° Principio de jerarquía de normas: Norma reglamentaria Principios generales del derecho procesal Principios de constitucionalidad de legalidad y general de impugnación Principio competencial por materia Principios de coercibilidad y de plenitud de jurisdicción Principio de actuación legal de los actos procesales electorales Principio de precusión Principio de escritura; de instancia de parte agraviada y de contradicción Principio de preclusión (inciso b), de definitividad (inciso d) y de economía procesal (inciso e) Principio de terminación anticipada del procedimiento Principio de instancia de parte agraviada Principio de legitimación y de representación procesal Principio ontológico de la prueba y de adquisición procesal Principio de carga de la prueba Principio de valoración de la prueba Principios de presentación ante la responsable y de publicidad Principio de audiencia de parte (párrafo 2) y de instrucción procesal. Principios de estricto derecho; de imparcialidad; de gratuidad en la impartición de justicia; de probidad; de expeditez y prontitud; de economía; de concentración y publicidad; de exhaustividad; iura novit curia; de suplencia en la argumentación de los agravios; suplencia en la omisión o cita errónea de preceptos jurídicos y de conservación de los actos legalmente válidos Principios de publicación y de requerimiento Principio de medidas para mejor proveer Principio de escritura Principios de suplencia en la argumentación de los agravios; suplencia en la omisión o cita errónea de preceptos jurídicos y de estricto derecho Principios de publicidad; de congruencia de la sentencia; de sencillez; de plenitud de jurisdicción y de constitucionalidad de legalidad. Principios de definitividad, de impugnabilidad Principio de publicidad Principio de acumulación eventual Principio de plenitud de jurisdicción Principios de constitucionalidad, de legalidad y de impugnabilidad. 4° 5° y 6° 7° 8° 9° 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 a 30 31 32 y 33 34 UNIVERSIDAD LA SALLE 341 CARLOS ORTIZ MARTÍNEZ 4. Observaciones para una Reforma a la Ley Adjetiva Electoral La Legislación Procesal Electoral vigente es una legislación de avanzada, moderna, con una sistemática precisa que ha permitido llevar a buen éxito, las elecciones federales para los procesos electorales de 1997, de 2000 y de 2003; sin embargo, como obra humana no es perfecta, pero sí perfectible, por lo que nos atrevemos a sugerir, que algunos criterios jurisprudenciales asumidos por la Sala Superior del Tribunal Electoral, puedan ser integradas al texto mismo de la Ley; que otras Instituciones puedan salir del texto adjetivo y sin perder su esencia, puedan ser asimiladas en la Legislación Sustantiva; modificar la denominación y reorganizar el Sistema de Medios de Impugnación Electorales: redistribuir el régimen de competencia entre la Sala Superior y las Salas Regionales, para que sea más equitativa la carga de trabajo jurisdiccional y por supuesto, integrar al juicio de protección de derechos políticos-electorales del ciudadano, los litigios originados con motivo de los procedimientos de democracia semidirecta, necesarios para el avance democrático en nuestro país, y por último, sin que quiera decir que ésto sea menos importante, la regulación y el reconocimiento de usos y costumbres indígenas desde el punto de vista procesal. 4.1. Reglas comunes Siguiendo la sistemática de la Ley Procesal se pueden sugerir modificación, adiciones y supresiones en los capítulos relativos a plazos, competencia, prueba y un nuevo capítulo relativo a la ejecución procesal electoral. 4.2. Plazos En este capítulo es conveniente contemplar las series de plazos y términos regulados por la ley; pues no basta con establecer el plazo genérico para impugnar actos y resoluciones electorales; sino tam342 FACULTAD DE DERECHO LA LEY PROCESAL ELECTORAL bién los plazos de tramitación de los medios de impugnación que lleva a cabo la autoridad responsable; así como también el plazo fatal con que cuentan los Tribunales Electorales para resolver la apelación o el juicio de inconformidad, o juicio de nulidad electoral; así como también el plazo que tienen los Tribunales para citar a sesión pública de Resolución; así como también los plazos de notificación de sentencias jurisdiccionales. 4.3. Competencia En la actualidad existe un marcado desequilibrio legal entre lo que compete conocer a las Salas Regionales del Tribunal y lo que debe conocer competencialmente hablando la Sala Superior. Se considera conveniente que las Salas Regionales dejen de ser transitorias (ya que se instalan cada tres años, al inicio del procedimiento federal electoral), para convertirse en salas permanentes y que puedan conocer el Juicio de Protección de Derechos Políticos Electorales en Materia de Credencialización y de lista nominal de electores relacionadas con elecciones estatales o municipales de los estados, que comprenden cada una de las circunscripciones plurinominales; de igual manera tener competencia para conocer del Juicio de Revisión Constitucional Electoral cuando se trate de elecciones de regidores y municipios en los estados de su circunscripción, y por último el tener competencia para conocer de los conflictos laborales surgidos entre los empleados del Instituto Federal Electoral y las autoridades electorales federales en los estados que conforman la circunscripción plurinominal. Independientemente de lo anterior y para el caso de que elecciones de diputados a los congresos locales, de municipios y de gobernadores se celebren el mismo día, la Sala Superior mediante circulares generales, pueda derivar los juicios de revisión constitucional de la elección de diputados para que sean conocidas y resueltas en definitiva por las Salas Regionales. UNIVERSIDAD LA SALLE 343 CARLOS ORTIZ MARTÍNEZ 4.4. Medios de impugnación Se considera conveniente el cambio de denominación de los Medios de Impugnación Electoral a fin de que respondan a una denominación más ortodoxa y fácilmente entendible para los sujetos procesales. De esta manera, se buscarían la subsistencia del recurso administrativo ante los órganos del Instituto Federal Electoral, a través del recurso de aclaración, el cual será optativo su ejercicio para el agraviado; quedando a su voluntad, o acudir al trámite administrativo; o bien, ejercitar el recurso de carácter jurisdiccional. En consecuencia, en contra de lo resuelto en la aclaración o en contra de actos o resoluciones de los órganos locales, centrales y distritales del Instituto Federal Electoral, procedería el recurso de revocación que conocerán la Sala Superior, tratándose de órganos centrales y las Salas Regionales cuando se trate de actos o resoluciones de los órganos locales y distritales cuando se tomen de manera colegiada. En contra de resultados de las elecciones, procederá el juicio de nulidad electoral que conocerá de él la Sala Superior cuando se trate de la elección presidencial en única instancia y las Salas Regionales cuando se trate de las elecciones de diputados y senadores al Congreso de la Unión en primera instancia, ya que en contra de lo resuelto en este juicio, procederá un medio de impugnación en segunda instancia. En efecto, procederá el recurso de apelación en contra del resuelto por las Salas Regionales en las elecciones relativas a diputados y senadores al Congreso de la Unión y por los tiempos electorales, procederá este recurso en contra de lo resuelto por el Consejo General del Instituto Federal Electoral cuando realice la asignación de diputados y senadores por el principio de representación proporcional. 344 FACULTAD DE DERECHO LA LEY PROCESAL ELECTORAL Asimismo, el juicio de protección ciudadana será tramitado tanto por la Sala Superior como por las Salas Regionales de acuerdo al órgano del Instituto Federal Electoral que haya emitido el acto o resolución impugnada; o bien, el partido político de que se trate ya sea de su comité central o nacional; la Sala Superior y contra actos de los comités locales o distritales conocerán las Salas Regionales de acuerdo a su competencia territorial. El juicio de revisión constitucional será tramitado y resuelto por la Sala Superior cuando se trate de la elección de gobernadores y por las Salas Regionales cuando se trate de la elección de munícipes y regidores y también la elección de diputados a los congresos locales cuando se celebran el mismo día que las elecciones de munícipes y gobernadores. Por último, regular con precisión las controversias laborales surgidas entre el personal del Instituto Federal Electoral y ese organismo, y los empleados del Tribunal Electoral y ese órgano jurisdiccional. 4.5. Pruebas En este capítulo sería conveniente que un precepto señalara el principio de adquisición de la prueba procesal, contenida en la tesis de jurisprudencia respectiva. 4.6. Ejecución procesal electoral Establecer un capítulo relacionado con la ejecución de las sentencias electorales estableciendo los mecanismos necesarios para que con plenitud de jurisdicción, el Tribunal Electoral pueda sustituir a la autoridad electoral omisa, o bien obligar el cumplimiento forzoso de lo establecido en la sentencia a los demás sujetos procesales. UNIVERSIDAD LA SALLE 345 CARLOS ORTIZ MARTÍNEZ 4.7. Nulidades Se considera la conveniencia de suprimir de esta ley, el capítulo relativo a las causas de nulidad de votación recibida en casilla, la causa genérica de nulidad de votación en casilla, las causas de nulidad de la elección así como la llamada causa abstracta de nulidad para ser trasladados al Código Sustantivo, es decir, el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales, así como también el señalamiento del principio de conservación de los actos electorales sostenido en la tesis de jurisprudencia respectiva, emitida por la Sala Superior del Tribunal. No obstante lo anterior, en la Ley Procesal se debe conservar cuáles son los efectos de las sentencias emitidas por las Salas Regionales en el juicio de nulidad; así como también los efectos de la sentencia del juicio de nulidad emitido por la Sala Superior al resolver la elección presidencial. 4.8. Juicio de Derechos Político-Electorales del Ciudadano Este juicio ha demostrado ser un buen instrumento de defensa tanto de ciudadanos, como de organizaciones y partidos políticos. No obstante lo anterior, el avance democrático exige la llamada participación de la ciudadanía en los procedimientos de referéndums, plebiscitos y revocación de mandato y pensamos que este medio de impugnación es un instrumento adecuado para la resolución de los litigios derivados de estos trámites de democracia semidirecta. 4.9. Usos y Costumbres En un momento dado los Tribunales Electorales podrán validar los actos o resoluciones electorales derivados de usos y costumbres indígenas, con la finalidad de dar un mayor grado de legitimación a las autoridades nombradas a través de estos procedimientos. 346 FACULTAD DE DERECHO LA LEY PROCESAL ELECTORAL 5. Conclusiones Primera: Desde un punto de vista histórico en nuestro país, la solución de los conflictos electorales ha transitado del Sistema Político, pasando por el Sistema Administrativo para llegar en la actualidad a un sistema jurisdiccional de solución a los litigios electorales. Segunda: Durante el siglo pasado a nivel legislativo se fueron perfeccionando las instituciones y los procedimientos electorales con la finalidad de lograr la certeza y confiabilidad en los resultados de las elecciones. Tercera: Motivada por una especialización legislativa en la actualidad se cuenta con un código sustantivo electoral y a finales del siglo pasado se publicó y entró en vigor una Ley Adjetiva Electoral, que sigue los cánones del procesalismo moderno. Cuarta: La Ley Procesal Electoral Federal recoge las tendencias procesales modernas: Al lado de unas reglas comunes, aplicables a todos los medios de impugnación en su trámite, sustanciación, resolución y notificación, aparecen reglas específicas aplicables a cada uno de los procedimientos impugnativos. Quinta: La búsqueda del perfeccionamiento de la Ley Procesal Electoral hace necesaria su actualización, por medio de reformas y ediciones que permitan un grado mayor de operatividad, tanto por los sujetos electorales como por parte de las autoridades electorales competentes. UNIVERSIDAD LA SALLE 347 RESEÑAS DE LIBROS Platas Pacheco María del Carmen, Filosofía del Derecho, Analogía de proporcionalidad, Editorial Porrúa, México, 2003, 228 páginas. Este libro de la Dra. Platas Pacheco, consta de un prólogo del Dr. Rafael Márquez Piñero, que sintetiza brevemente el contenido de los cuatro capítulos fundamentales de la obra. La autora profesional del derecho centra su investigación como especialista en la filosofía del derecho. En su introducción señala cuáles son los motivos para realizar el trabajo, describe el desarrollo de la investigación y por último nos indica sus fuentes, el manejo y uso de las mismas. El texto de la Dra. Platas Pacheco sobre filosofía del derecho, no tiene la estructura y temática habituales en esta clase de estudios, pues pretende ir al fondo o esencia del derecho, por lo que se ve obligada a realizar un análisis profundo de la obras de Aristóteles, Santo Tomás de Aquino, Tomás De Vio Cayetano hasta el contemporáneo Mauricio Beuchot, los tres últimos de la Orden de Predicadores, frente a los autores llamados modernos como Descartes, Hobbes, Kant, Kelsen y Rawls, entre otros, de los cuales da cuenta oportuna en su libro. Se trata en este estudio de examinar dos corrientes o discursos sobre el fin del derecho que se enfrentan desde hace tiempo. La primera es el iusnaturalismo y la segunda el positivismo jurídico. La autora escribe en la introducción general: “En mi opinión, el pensamiento jurídico actual está separado por dos discursos en aparente tensión; uno clásico que reconoce la existencia de lo debido, de lo justo y de lo igual por naturaleza; y otro discurso que a partir UNIVERSIDAD LA SALLE 349 JOSÉ ANTONIO DACAL ALONSO de la Ilustración del siglo XVIII consideró lo debido, lo justo y lo igual como meras convenciones” (p. XV). El hombre de hoy y el de un tiempo atrás, ya no admite como ha señalado Vattimo un “pensamiento fuerte”, es decir, sistemático, metafísico y de visión amplia; por el contrario se mueve en el “pensamiento débil”, de carácter subjetivo, parcial, asistemático, convencional y cuyos efectos más visibles son el pragmatismo, el escepticismo y una legalidad formal que elude el problema de fondo: una mayor justicia en el derecho, la política, la economía y la vida social. En otras palabras por encima de la realidad de las cosas se impone la fuerza de la “razón” y de la opinión de las mayorías y no la del ser de lo que son las cosas en su esencia. La autora escribe: “A partir de este razonamiento da inicio la construcción de sistemas legales cerrados sobre sí mismos y con poca apertura a lo real, a lo justo en sí, a lo debido” (p. XVI). En efecto, en el pensamiento moderno y posmoderno no se atiende al contenido ontológico, en todo caso al lógico y psicológico y el derecho no es la excepción. Rige la opinión de la voluntad de mayorías en asuntos de justicia, sin atender a la materia o contenido de las cosas. La Dra. Platas Pacheco insiste que en estos dos tipos de discurso uno sobre lo justo en sí o lo debido; y el otro discurso que determina de manera convencional o contractual lo justo no se da una aporía, disyunción o dilema, por el contrario, son complementarios, pues tienen que converger: “lo diverso y lo necesario, lo plausible y lo permanente, lo universal y lo particular. De esta forma a través de la virtud de la prudencia, la aplicación del principio de debitud, que es del que se predican todas las cosas debidas jurídicas en estricto sentido al caso concreto, se convierten en un instrumento comparativo que sabe distinguir lo idéntico y lo esencial de lo diverso y accidental” (p. XVII). La prudencia como virtud intelectual y moral permite que el entendimiento práctico discierna sobre una materia de conducta 350 FACULTAD DE DERECHO RESEÑAS DE LIBROS como es el caso del derecho y surge la pregunta: ¿sobre qué va a discernir?. La autora escribe: “Sobre lo semejante y lo desemejante, considerando lo primero como permanente y lo segundo como derivado” (p. XVII). El método que emplea la Dra. Platas Pacheco es el analógico jurídico tanto en lo relativo a la proporción como en la atribución. La analogía de proporción ancla en el principio de debitud, sobre las cosas debidas y a quien son debidas, según su mérito y en la analogía de atribución se refiere a realidades muy concretas con su propio significado. La analogía de atribución no depende de la libre interpretación de los sujetos, sino de la fidelidad al conocimiento del objeto, incluyendo al género humano, sujeto y objeto a su vez de estudio conforme al aspecto formal de cada ciencia. No es posible dar una relación completa de los variados asuntos que la Dra. Platas Pacheco aborda en su libro y buscaré señalar los puntos más significativos para el estudioso del derecho. En el capítulo I se analiza la debitud: género-sujeto, objeto del derecho. Esto significa que lo debido es la causa primera del derecho. Esto debido o debitud como le designa la autora es un principio vacío si no se dice de las cosas debidas a alguien. Por esto el silogismo jurídico dice la Dra. Platas es como sigue: “...en un extremo la cosa debida cuya naturaleza es diversa. En otro extremo a quien se debe, que también es distinto. Y como hilo conductor el principio de debitud que es lo permanente en ambos extremos” (p. 7). El objeto de estudio del derecho, pertenece al orden de las cosas prácticas, por tener el principio y fin de la acción en el sujeto que la ejecuta, pues trata de ordenar a los hombres para su perfección y por eso es una ciencia práctica: “La acción de darle a cada quien lo que le corresponde es un acto propio de la naturaleza racional y por tanto social del hombre, pues, parte del reconocimiento que la razón hace de que exista una deuda, algo debido a todos los hombres que es la satisfacción de sus necesidades” (p. 14). UNIVERSIDAD LA SALLE 351 JOSÉ ANTONIO DACAL ALONSO Todos los seres humanos son sujetos de algo debido o deuda para la satisfacción de sus necesidades y su propia perfección; aunque no en la misma proporción cuantitativa y cualitativa. A dicho propósito contribuye el derecho como medio y la justicia como fin. En la aplicación del principio de debitud intervienen el legislador, el abogado forense y el juez para llevar adelante la realización de la justicia en la solución a necesidades del orden social. La autora escribe: “De esta forma, en el caso del derecho, el acto de lo debido es un orden establecido por el hombre (orden pactado o derecho positivo), que se subordina a uno primero que es el precisamente dado por naturaleza” (p. 16). Los hombres se ordenan y organizan en sociedad conforme al derecho positivo, aunque éste se sustenta en otro dado por la naturaleza. El sentido de la naturaleza no es unívoco sino análogo y esto significa para la Dra. Platas que: “La noción de un orden pactado subordinado a un orden dado se sostiene en que existe algo justo por naturaleza, dado, debido o igual proporcionalmente idéntico a cada circunstancia aunque éstas sean diversas” (p. 19). Existe un orden político-civil y otro natural o metafísico y este último exige que todo hombre por tener esa condición (esencia o naturaleza) humana le es debido algo, que es igual o proporcionalmente idéntico a cada circunstancia (tiempo-espacio) aunque éstas sean diversas y cambiantes. La autora escribe: “El sentido de: en sí de la debitud, consiste en una realidad cuya naturaleza es contingente, porque puede ser de distintas maneras pero ya que es, es un acto justo o injusto, debido o indebido” (p. 19). El en sí o ser de la debitud o de lo debido es una realidad cuya naturaleza o modo de ser es contingente, en la medida que puede asumir distintas maneras, pero una vez que se produce es no simple potencia, sino acto que de suyo puede presentarse al juicio prudencial como justo o injusto, debido o indebido. Tanto en lo que es justo según el orden de la naturaleza como en el orden pactado existe una analogía que reconoce lo idéntico y lo diverso, unidad y 352 FACULTAD DE DERECHO RESEÑAS DE LIBROS multiplicidad, según las circunstancias; pero ambos bajo una misma razón significada que es lo debido entre los hombres, conforme a su naturaleza humana y lo establecido en el concreto momento histórico por la sociedad en la cual se vive. La autora afirma que el positivismo contemporáneo se guía más por enfatizar las normas o las leyes, con menoscabo del contenido material o de lo justo en sí, a lo que corresponde la naturaleza de lo debido y que ancla en la visión metafísica del derecho en la tradición clásica y escribe la Dra. Platas en sus conclusiones: “En una primera consideración de la realidad es necesario un conocimiento horizontal de las realidades que se dicen debidas y que se predican por relación de semejanza proporcional del principio de debitud (razón significada de las cosas que se llaman debidas)” (p. 53). Lo anterior se entiende como la acción de mirar de igual a igual al otro o prójimo y por eso se percibe un algo debido, que se predica o dice por relación de semejanza proporcional del principio mismo de debitud, que es en última instancia una razón significada. Expresado de una manera elemental es que por mi condición de ser humano algo me es debido e incluso algo puedo deber pero no en el mismo sentido en todos los casos, sino de manera análoga o proporcionalmente. En el capítulo II que es básico para comprender el trabajo, se estudia la analogía entendida como el método del conocimiento jurídico. La palabra analogía señala la Dra. Platas significa: “según proporción, lo que supone una relación del entendimiento que concibe un ente con relación a otro” (p. 55). La proporción en el uso matemático se entiende como igualdad de relaciones. En otro sentido extiende el conocimiento mediante el uso de semejanzas genéricas que se pueden aducir entre diferentes objetos y situaciones y por tanto es aplicable al derecho y otras ciencias. UNIVERSIDAD LA SALLE 353 JOSÉ ANTONIO DACAL ALONSO El derecho surge de la reunión de los hombres en sociedad para establecer un orden, poder resolver sus múltiples necesidades y convivir lo más armónicamente posible. Dicho así parece algo simple pero no lo es en virtud de la complejidad de las personas y la sociedad. El derecho como orden normativo se identifica con la justicia y al emitir juicios sobre determinadas conductas de las personas, unas conductas nos parecen más justas que otras, e incluso otras abiertamente injustas. Por eso el analogado principal del derecho es lo debido, la obra justa, o en sí la justicia. La analogía de proporción se fundamenta en el orden ontológico y la analogía de atribución en el orden óntico. El primero se funda en el ser de las cosas o su naturaleza. El segundo en las concretas existencias de las personas en sociedad. Para la Dra. Platas siguiendo a Beuchot: “La analogía, por tanto, exige la ontología. Porque esta primera es orden y la metafísica es la que tiene como propio ordenar. A partir del orden del decir y del orden del conocer se desemboca en el orden del ser” y agrega: “No se trata por tanto de que mediante el derecho, haciendo uso de la analogía, el hombre imponga un orden arbitrario a su conveniencia, se trata más bien de que conozca y se identifique con ese orden para que lo refleje en su hacer societario” (p. 63). El orden societario se tiene que fundamentar en un orden del ser y metafísico, es decir, un orden previo dado en la naturaleza, para que el derecho que regula el orden social no sea arbitrario. Esto es posible por la analogía como método que reconoce una semejanza de género entre el orden ontológico y el orden social, a pesar de la diversidad entre uno y otro. La posición basada en el orden del ser es la que sostuvieron los pensadores clásicos como Aristóteles, Tomás de Aquino y Tomás De Vio Cayetano, en cambio la posición de los modernos se fundamenta en el ámbito no tanto de la esencia cuanto de lo conven354 FACULTAD DE DERECHO RESEÑAS DE LIBROS cional e incluso en la parte accidental de la realidad. El positivismo jurídico en todo caso se inclina más por una analogía de atribución, que en una analogía de proporción como en la tradición clásica. Ambas analogías insiste la autora son complementarias, pero cuando se convierte la de atribución en primera, la sociedades sufren más por el capricho o voluntarismo de los legisladores y de otros agentes encargados de la aplicación del derecho, pues se trata de un reduccionismo que desconoce la justicia y provoca infinidad de males sociales como el terrorismo, la delincuencia y la inseguridad entre otros. Sin embargo, es importante señalar que el derecho no tiene realidad sustancial de la misma manera que la tiene el hombre, ya que el derecho es una particular forma de vinculación entre las diferentes partes de la sociedad. La Dra. Platas señala que la analogía es lo en parte idéntico y en parte diverso, pudiendo predominar más la diversidad y lo idéntico sin más. No obstante la analogía permite evitar la temida y simplificadora unificación o identidad del conocer (univocidad) como la (equivocidad) de la pura diferencia que lleva al relativismo atomizado. El fin del derecho es ayudar a perfeccionar al hombre hacia una vida buena en base a la justicia como ciencia práctica, en el sentido de normar la conducta en sociedad. Por eso la Dra. Platas escribe: “Esta concepción de orden justo no es deóntica, o de deber ser, a la manera de Kant, sino ontológica, o de ser, de en sí, por necesidad a la manera de Aristóteles. Lo debido, lo que le corresponde de suyo a alguien se debe cumplir, deber ser así por necesidad” (p. 78). El fin del derecho es perfeccionar al hombre llevándolo a una vida buena a través de la justicia. Por eso el orden justo no es deóntico o de deber ser, sino ontológico, es decir, fundado en un orden del ser en todos los ámbitos de la realidad, que si se desconoce o confunde, desarticula la vida social. No es el derecho simple deber UNIVERSIDAD LA SALLE 355 JOSÉ ANTONIO DACAL ALONSO ser como piensa Kant, pues ya el deber ser es un modo de ser. Al respecto la autora escribe: “Es decir, mientras que para la tradición moderna el “deber ser” carece de un contenido ontológico, para la tradición clásica, en cambio, lo “debido a cada quien” hace referencia a la naturaleza y dignidad de cada persona y a la esencia de la cosa debida. De ahí que, el bien que se busca para uno mismo y para los demás, no sea aparente sino real con un contenido óntico definido” (p. 78). El deber ser como ser posible e incluso contingente en ciertos respectos es de suyo un modo de ser que se fundamenta en lo “debido a cada quien” por ser persona libre y digna, en cuya naturaleza radican el ser y el deber ser como bienes reales. Los filósofos del derecho moderno insistirán que no existe tal naturaleza humana y que el hombre por su libertad se autodetermina y establece de manera convencional el derecho. Hablan de dos órdenes opuestos: El ser y el deber ser y que lo único real no es tanto el ser cuanto la manera en que lo conocemos o lo representamos a nivel de fenómeno. El énfasis es epistémico y lógico, con menoscabo del aspecto ontológico. Esta tesis no concuerda con la importancia concedida en nuestro tiempo a los derechos humanos, si de fondo se trata de un convencionalismo positivo o legal. ¿Qué es lo humano? ¿Qué es lo universal o común entre los humanos? ¿Estos derechos se reconocen o se conceden?¿Estos derechos aluden a un orden ontológico o a un orden legal que se puede cambiar? A mi juicio son interrogantes que no encuentran respuesta desde la postura del positivismo jurídico. En el capítulo III la Dra. Platas Pacheco analiza la argumentación jurídica como medio para alcanzar la justicia. El fundamento estriba en que la construcción del discurso jurídico exige: “...un tipo de argumentación dialógica e intersubjetiva que encuentre unidad en la realidad, en lo debido, en el en sí, pero que a su vez busque persuadir a los oyentes de que la mediación analógica y su equilibrio, están logrados de una manera adecuada” (p. 97). 356 FACULTAD DE DERECHO RESEÑAS DE LIBROS Para alcanzar los anteriores propósitos se requiere de la tópica y la cetética, al igual que de la retórica y la dialéctica, sólo así el derecho se convierte en un instrumento al servicio de la convivencia humana. En otros términos la tópica versa sobre los lugares o las situaciones o estados concretos que se argumentan lingüísticamente. La palabra cetética significa investigar, inquirir, buscar en el discurso jurídico una verdad y es una tarea permanente. La tópica jurídica clásica versa sobre lo verdadero o falso o de lo válido o inválido. En cambio en el positivismo jurídico la tópica considera lo verdadero igual que lo falso, siempre y cuando la argumentación sea válida en tiempo y espacio, con el riesgo de tomar una opinión como absolutamente verdadera y la autora escribe: “El fin propio de la argumentación jurídica tópica es distinguir lo verdadero de lo falso y lo necesario de lo plausible” (p. 110). La dialéctica pretende convencer mediante argumentos de la razón las pretensiones de los litigantes. La retórica supone que un tercero —juez, arbitro, etcétera—, después de escuchar a los opositores, tiene la facultad de dirimir el asunto una vez que los ha oído. La Dra. Platas afirma: “Otra distinción entre retórica y dialéctica es que esta última trata de lo que es verdadero y no evidente, mientras que la retórica trata de lo que es verosímil, buscando los medios argumentativos para hacerlo demostrable...” (p. 115-116). El derecho tiene un carácter analógico y dialógico, tanto en la elaboración de las leyes como en la impartición de la justicia y cuando estos dos elementos —analogía y diálogo— se olvidan, se genera una fractura entre la justicia y la legalidad predominando esta última como es el caso del positivismo jurídico contemporáneo. La razón estriba para la Dra. Platas siguiendo a Santo Tomás de Aquino en lo siguiente: “La sentencia del juez o la determinación de los abogados forenses, o de los legisladores, equivalen a una ley particular acerca de un hecho concreto” (p. 145). Esto significa que el derecho positivo no puede contrariar el orden natural de la debitud o justicia y cuando sucede lo contrario, UNIVERSIDAD LA SALLE 357 JOSÉ ANTONIO DACAL ALONSO se atiende más a la formalidad y a la legalidad que al ámbito material de la justicia y la autora escribe: “Quizás sea este “olvido” la razón que alimenta el afán legislador, codificador y sistematizador de nuestro tiempo, controlador, en una palabra, de las más variadas posibilidades de expresión de la libertad humana” (p. 149). Al olvidar el orden ontológico de la debitud y por ende de la justicia, se atiende más a las formas externas con la pretensión de regular en exceso. De alguna manera conforme a la tesis de la Dra. Platas, cada sentencia —cuando logra resolver en justicia— es una especie de acto creador del derecho al conciliar y respetar el orden ontológico de la debitud y el orden social y legal positivo. En el capítulo IV se estudia: El acto justo: concreción de la debitud. Aquí la iusfilósofa insiste de conformidad a su tesis inicial que la relación proporcional de lo debido es algo que tienen que considerar el abogado forense, el legislador y el juez si realmente les interesa alcanzar la justicia y no simplemente establecer una legalidad, la cual en la mayoría de las ocasiones es simplemente formal y vacía de un contenido material. Conjuntar lo formal y lo material en el acto de justicia es el gran reto para los agentes del derecho. En este último capítulo la autora analiza la aplicación analógica del principio de debitud en orden al acto justo, los aspectos axiológicos del acto justo, la distinción entre lo justo legal y lo justo natural y la confusión entre legalidad y justicia. En su conclusión la Dra. Platas escribe: “Por tanto, la confusión existente entre legalidad y justicia no es real porque no se trata de elegir entre alguna de estas dos realidades con exclusión de alguna, sino que más bien lo legal siempre debe de ser justo y para lograrlo es necesario tener en mente que los enunciados teóricos de la legalidad no bastan para normar una realidad que es diversa, aunque tengan principios permanentes” (p. 209). 358 FACULTAD DE DERECHO RESEÑAS DE LIBROS El notable filósofo francés J. Maritain nos invitaba a distinguir para unir y es en el ámbito del derecho a lo que la Dra. Platas Pacheco invita a legisladores, abogados forenses y jueces con el fin de restablecer la necesaria unidad entre justicia y legalidad. En síntesis la iusfilósofa Dra. María del Carmen Platas Pacheco, ha realizado una investigación seria, con un sólido aparato crítico y pertinentes fuentes de los autores clásicos antiguos y modernos sobre el tema siempre acuciante para toda sociedad que merezca tal nombre como es el de la realización de la justicia, que tiene un fundamento metafísico —que hoy se desconoce por muchos— y otro de carácter histórico y social, que es preciso distinguirlos para unirlos en la raíz del orden ontológico y antropológico. Aquí metafísica se entiende como el orden de significado y de ser que está inscrito y sustentando la compleja realidad, tanto en su dimensión teórica: intelectiva y racional, como en su dimensión práctica, entendida como la unión del intelecto y la voluntad a fin de regular las acciones de la vida humana. El derecho versa sobre acciones contingentes libres, sin que esto implique aceptar la tesis moderna de que finalmente el problema de la justicia es algo que se reduce a un contractualismo o convencionalismo por parte de la sociedad como lo afirmaron Hobbes, Kant, Rousseau, hasta llegar a John Rawls, o a un formalismo a la manera de Kelsen, para quien la justicia es en última instancia un acto de tolerancia entre los hombres. Uniendo la debitud: género-sujeto del derecho, la analogía de proporción y atribución conforme a lo que en el libro se ha expresado, con una argumentación dialéctica y retórica, la tópica y la cetética jurídicas permitirán a los agentes del derecho realizar el acto justo como concreción de la debitud, entendida como el primer analogado del derecho, en la medida que lo debido es un principio único e inmutable, que como tal no admite variaciones por sí, en cuanto a su forma de aplicación o de ser atribuido a las diferentes realidades; si bien, puede explicitarse y concretarse por el derecho positivo, cuidando de no contrariar aquel principio fundamental. UNIVERSIDAD LA SALLE 359 JOSÉ ANTONIO DACAL ALONSO El libro no es fácil de leerse —no por razones de estilo— sino por la materia, riqueza reflexiva y documental. El lector tiene que hacer un esfuerzo decidido por penetrar en el ser de la justicia y muy especialmente para los vinculados con el estudio y el ejercicio del derecho. El abogado español Roque Barcia Farreces al definir al abogado encontró otras modalidades de esa humana profesión que implica técnica, ciencia, arte, prudencia, justicia y sabiduría nobles virtudes. Por tanto el libro es útil para el abogado, el letrado, el jurisconsulto y el jurista. En conclusión la autora busca distinguir y unir las esferas metafísica, ontológica, epistémica, lógica, axiológica, psicológica, social e histórica del derecho para evitar reduccionismos unilaterales que deforman el fin del derecho como justicia analógica de proporcionalidad para la perfección del hombre y una vida buena. MTRO. JOSÉ ANTONIO DACAL ALONSO Director de Humanidades ULSA 360 FACULTAD DE DERECHO Revista Académica de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle, se terminó de imprimir en el mes de enero de 2005, en los talleres IMPRESOS CHÁVEZ, Tel. 5539 5108 Fax 5672 0119, [email protected], bajo la supervisión técnica de Verónica Bátiz. Se utilizó papel cultural de 90 gramos y la edición consta de 500 ejemplares LOGOS Revista de Filosofía La revista Logos publica tres veces al año estudios filosóficos inéditos sobre temas de interés; ensayos, ponencias, informes, comentarios y reseñas de libros. DIRECTOR: MTRO. JOSÉ IGNACIO RIVERO CALDERÓN CONSEJO EDITORIAL: LIC. GUILLERMINA ALONSO DACAL, DR. MAURICIO BEUCHOT, MTRO. JOSÉ ANTONIO DACAL ALONSO, DR. RAFAEL MARTÍNEZ CERVANTES, MTRO. JOSÉ IGNACIO RIVERO CALDERÓN, DR. JOSÉ MANUEL VILLALPANDO NAVA, ENRIQUE I. AGUAYO CRUZ Suscripción Anual: (3 números) $150.00 USD$ 40 dlls. Toda la correspondencia deberá dirigirse al editor de la revista a la siguiente dirección: Logos. Revista de Filosofía. A.P. 18-907, Col. Tacubaya, Deleg. Miguel Hidalgo, C. P. 11800, México, D. F. vera humanitas Revista de la Dirección de Humanidades Universidad La Salle La revista publica semestralmente, artículos inéditos sobre temas que se relacionan con la problemática vivencial del hombre en su actual proceso histórico. DIRECTOR: MTRO. JOSÉ ANTONIO DACAL ALONSO CONSEJO EDITORIAL: LIC. JORGE CAMPOS ARTIGAS, MTRO. JOSÉ ANTONIO DACAL ALONSO, LIC. SALVADOR RANGEL SOLÓRZANO, MTRO. RAFAEL RUIZ RAMÍREZ, MTRO. JÓSE MANUEL SANFUENTES THEUREL, DR. JOSÉ MANUEL VILLALPANDO NAVA, ENRIQUE AGUAYO. Toda la correspondencia (artículos, notas, información, libros para reseñar, canje, reseñas, etc.) deberá dirigirse al editor de la revista al siguiente domicilio: Dirección de Humanidades. A.P. 18-995, Col. Tacubaya, Deleg. Miguel Hidalgo, C. P. 06140, México, D. F.