Vigilancia, prevención y control de infecciones causadas por virus y priones VIGILANCIA, PREVENCIÓN Y CONTROL DE INFECCIONES CAUSADAS POR VIRUS Y PRIONES Luis E. Jáuregui Elizabeth Dejman Resumen Las infecciones virales son muy frecuentes en el ámbito comunitario pero son menos frecuentes en el ámbito hospitalario. Sin embargo son potencialmente fuentes de brotes epidémicos intrahospitalarios sobre todo en pediatría. La transmisión de infecciones virales por contacto con la sangre es otra fuente importante de infecciones asociadas a servicios de salud (IASS), sobre todo en el aspecto de protección del personal de salud. El advenimiento de las infecciones por VIH ha cambiado radicalmente el enfoque de la prevención de IASS necesitando que todo paciente sea considerado como fuente potencial de infección y resultando en la institución de medidas de prevención estándar aplicables a todo paciente. El presente estudio resume los virus y priones que son observados en centros de salud. Se los describe desde el punto de vista del control de las IASS enfatizando las precauciones que son necesarias cuando se manejan pacientes portadores de dichas infecciones. Palabras claves: Infecciones virales intrahospitalarias. Infecciones por priones. Prevención de transmisión de infecciones virales en centros de salud. Correspondencia: Luis E. Jáuregui, MD Saint Vincent Mercy Medical Center 2213 Cherry Street Toledo, Ohio, 43608 USA [email protected] 425 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud INTRODUCCION La mayoría de las infecciones virales son autolimitadas; sus efectos dependen del tipo de células afectadas. La tabla 1 resume aquellas infecciones virales de mayor importancia desde el punto de vista de medidas preventivas y de control dentro del ámbito hospitalario. INFECCIONES POR VIRUS Familia de Virus Herpéticos Son virus de tipo ADN que comparten la característica de volverse latentes luego de la primoinfeción, por lo que pueden causar episodios repetidos de enfermedad al verse reactivados. Los más importantes clínicamente son Herpes Simplex I y II, Epstein Barr, Varicella-zoster y Virus citomegálico. Virus Herpes Simplex Existen dos cepas diferentes del virus del herpes simple: • El virus del herpes simple tipo 1 (HVS-1) que usualmente está asociado con las infecciones de los labios, la boca y la cara. Es el herpes simple más común y la mayoría de las persona lo desarrollan en la niñez. Con frecuencia, causa lesiones dentro de la boca como herpes labial (herpes febril) y se trasmite por contacto con saliva infectada. Hasta el 90% de las personas desarrollan anticuerpos contra el virus del herpes virus simple tipo 1 (HSV-1) en la edad adulta. • El virus del herpes simple tipo 2 (HVS-2) se transmite por contacto sexual y sus síntomas abarcan úlceras o llagas en los genitales. Algunas personas pueden ser portadores asintomáticos. Es posible que el virus se transmita incluso cuando no hay síntomas o úlceras visibles. Además de las lesiones orales y genitales, el virus herpes simple también puede causar infección del revestimiento del cerebro (meningitis aséptica HSV-2) y del cerebro mismo (meningoencefalitis HSV-1) o infección ocular (conjuntivitis, keratitis). La infección cruzada de los virus tipo 1 y 2 puede ocurrir a causa del contacto urogenital. Otras presentaciones incluyen la infección de un dedo de la mano, llamada panadizo herpético, que por lo general, afecta a los médicos o dentistas que 426 Vigilancia, prevención y control de infecciones causadas por virus y priones están expuestos a la saliva durante los procedimientos. Algunas veces, los niños también pueden adquirir la enfermedad. El Herpes gladiatorum describe lesiones cutáneas adquiridas durante contacto de la piel en el deporte de lucha libre. El virus del herpes también puede infectar al feto y causarle anomalías congénitas. Una mujer que esté infectada con herpes puede trasmitirle el virus a su bebé durante el parto vaginal, especialmente si la madre tiene una infección activa en el momento de dar a luz. Los virus del herpes son contagiosos y se transmiten ya sea de forma directa o indirecta a través de elementos contaminados como navajas de afeitar, toallas, platos y otros artículos que se comparten. Ocasionalmente, el contacto orogenital puede diseminar el herpes oral a los genitales y viceversa, así que las personas con lesiones herpéticas activas en o alrededor de la boca o los genitales deben evitar el sexo oral. Los primeros síntomas generalmente se presentan una o dos semanas -o hasta 3 semanas- luego del contacto con una persona infectada. Usualmente, las lesiones por el herpes labial permanecen durante siete a diez días y luego comienzan a desaparecer. El virus puede permanecer latente en las células nerviosas y luego reaparecer ocasionalmente en el sitio original o cerca de él. La recurrencia normalmente es leve y puede desencadenarse por los períodos menstruales, exposición al sol, enfermedad febril, estrés u otras causas desconocidas. Medidas preventivas dentro del ámbito hospitalario contra virus herpético La transmisión del virus puede ocurrir entre pacientes o al personal de salud por contacto con lesiones activas. Para prevenir dicha ocurrencia se debe utilizar guantes desechables cada vez que hay contacto con las membranas mucosas (boca, vagina) y con lesiones vesiculares como el herpes labial o genital. Se debe tener mucho cuidado para prevenir la transmisión de la madre infectada al bebé durante el parto. En tales personas se recomienda la cesárea. Las madres con lesiones herpéticas requieren lavarse las manos antes de tocar a sus bebés. El personal de salud con lesiones herpéticas no debe ocuparse de pacientes inmunocomprometidos. Aquellos con panadizos herpéticos no deben ocuparse de ningún paciente hasta sanar las lesiones. 427 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud Tabla 1. Virus de Importancia Intrahospitalaria Familia de Virus Enfermedad Ruta de ingreso Adenovirus Infecciones respiratorias, Tracto respiratorio conjuntivitis Rhinovirus Gripe común Tracto respiratorio Orthomyxovirus Influenza Tracto respiratorio Influenza Tipos A, B Paramyxovirus Para-influenza Tracto respiratorio Para-influenza Virus Respiratorio Sincicial Bronquiolitis Paperas Paperas Rubeola Rubeola Virus Herpes Herpes Simplex Tipo 1 Lesiones herpéticas, piel Piel, mucosas Herpes Simplex Tipo 2 Herpes genital Contacto sexual Varicella -zoster Varicela, Herpes Zoster Tracto respiratorio, piel Citomegálico Infección citomegálica Mucosas Epstein-Barr Mononucleosis Mucosas Enterovirus Polio Poliomielitis Coxsackie A Enfermedad boca, pie y mano Coxsackie B Miocarditis, pericarditis Hepatitis A Hepatitis A Echovirus Meningitis Calicivirus Gastroenteritis Tracto gastrointestinal Papovirus Papilloma virus Verrugas, tumores Piel Rotavirus Gastroenteritis Tracto gastrointestinal Virus de la Hepatitis Hepatitis B, C, D Sangre, Contacto sexual Reovirus Retrovirus VIH SIDA HTLV 1 Leucemia, linfoma 428 Sangre, Contacto sexual Vigilancia, prevención y control de infecciones causadas por virus y priones Virus varicella-zoster La varicela es una enfermedad común entre los niños menores de 15 anos. Puede ocasionar pequeñas áreas con sarpullido y picor que semejan a ampollas en todo el cuerpo y puede estar acompañada de síntomas de gripe. Todos los síntomas generalmente desaparecen por sí solos con el descanso adecuado. Debido a la que la infección es muy contagiosa, las más importantes medidas preventivas son aislar al enfermo hasta que los síntomas desaparezcan y vacunar a los niños carentes de inmunidad contra dicho virus. La vacuna suele suministrarse a los niños de 12 a 18 meses, y algunas veces, a niños de más edad, adolescentes y adultos que no hayan sido vacunados. La varicela causa una irritación roja y con picor en la piel. El sarpullido de la varicela aparece primeramente en el abdomen, rostro o espalda y luego se extiende a casi todas las partes del cuerpo, incluyendo el cuero cabelludo, la boca, la nariz, las orejas y los genitales. El sarpullido comienza con múltiples bultitos rojos que parecen granitos o picadas de zancudos. Luego se transforman en ampollas frágiles rellenas de un fluido transparente que después se torna turbio. Cuando las ampollas revientan, dejan pequeñas heridas abiertas que al secarse generan una costra de color marrón. Típicamente, la varicela es una enfermedad leve, pero puede afectar severamente a las personas inmunocomprometidas causando serias infecciones de la piel alrededor de las ampollas, los pulmones, las articulaciones y el cerebro. Una persona generalmente tiene un solo episodio de varicela en su vida, pero el virus que causa la varicela puede permanecer en el cuerpo en estado latente (en las células nerviosas de la espina dorsal) y reactivarse manifestándose posteriormente en un tipo de erupción cutánea conocida como culebrilla o herpeszoster. Cualquier persona que haya padecido la varicela (o recibido la vacuna de la varicela) en la niñez está a riesgo de manifestar culebrilla posteriormente, por lo general, ocurre en un 20 % de ellas. La culebrilla incluye una sensación de hormigueo o dolor seguido de un sarpullido con bultitos rojos y ampollas en la piel. La culebrilla puede ser tratada con drogas antivirales (aciclovir, valaciclovir o famciclovir), así como esteroides y medicamentos para aliviar el dolor. El periodo de contagio de la varicela se extiende desde dos días antes de que el sarpullido aparezca hasta que todas las ampollas desarrollen costra. Las mujeres embarazadas, así como las personas con problemas con el sistema inmunológico, no deben entrar en contacto con una persona con varicela. Si una 429 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud mujer embarazada sin inmunidad previa contrae la enfermedad (especialmente antes de 20 semanas del embarazo) el feto corre riesgo de tener defectos de nacimiento. La mujer embarazada en esa situación corre riesgo de padecer más complicaciones que si hubiera contraído la enfermedad antes de quedar embarazada. Si la mujer desarrolla varicela justo antes o después de que nazca el bebe, el recién nacido corre el riesgo de complicaciones serias de salud. En contraste no existe ningún riesgo para el bebe si la mujer contrae culebrilla durante el embarazo puesto que la diseminación del virus por la sangre solo ocurre durante la primo infección. Si una mujer embarazada ha tenido varicela antes del embarazo, el bebé estará protegido de infección durante los primeros meses de su vida debido a que la inmunidad de la madre es transmitida al bebé a través de la placenta y la leche materna. Medidas preventivas contra varicela-zoster El mayor riesgo intrahospitalario es la transmisión a pacientes inmunocomprometidos, recién nacidos o con SIDA quienes pueden desarrollar infecciones muy severas. Para prevenir dicha transmisión cuando se identifica un caso de varicela entre los pacientes o el personal de salud es necesario aislar al caso índice e identificar a las personas no-inmunes que pudieran haber entrado en contacto con dicha persona. Las personas con factores de riesgo pueden recibir inmunoglobulina VZIG o aciclovir en forma profiláctica. Las recomendaciones actuales de prevención indican que el personal de salud carente de inmunidad (sin previa infección de varicela) no debe ingresar al cuarto del paciente si existen otras personas que poseen inmunidad que pueden asumir ese rol. No hay recomendaciones para el uso de mascarillas protectoras para personal de salud inmune o no-inmune. En pacientes inmunocomprometidos que sufren de neumonía por varicela es necesario prolongar las precauciones de aíre y de contacto durante la duración de la enfermedad. También se recomienda profilaxis post-contacto (vacuna tan rápido como posible pero en menos de 120 horas) para las personas susceptibles. Si la vacuna se halla contraindicada (personas inmunocomprometidas, mujeres embarazadas, recién nacidos en cuyas madres la varicela comenzó menos de cinco días antes del parto o dentro de 48 horas después del parto) se debe administrar la inmunoglobulina VZIG si tal fármaco es accesible, de lo contrario administrar inmunoglobulina intravenosa. Las precauciones de aire para las personas susceptibles y la exclusión del personal de salud susceptible debe comenzar el día 8 después del primer contacto y continuar hasta el día 21 después del último contacto o el día 28 si la persona(1-2)susceptible recibió VZIG, irrespectivo de haber recibido vacuna post-contacto. 430 Vigilancia, prevención y control de infecciones causadas por virus y priones Virus Epstein- Barr Es la causa de la mononucleosis infecciosa o fiebre glandular en adolescentes y adultos jóvenes. Afecta los linfocitos B y causa fiebre, dolor de garganta, fatiga y linfodenopatía. La mayoría de los casos son leves pero puede producir enferemedad prolongada o recurrente. En ciertas partes del Africa causa el linfoma de Burkitt y cáncer nasofaríngeo. Se transmite por la saliva. Virus Citomegálico Causa una enfermedad similar a la mononucleosis que puede recrudecer periódicamente a lo largo de la vida del paciente. La mayoría de los casos son leves. Sin embargo, en pacientes inmunocomprometidos, SIDA o con transplantes de órganos puede causar infecciones severas como neumonía, retinitis, o infección diseminada. Es muy común en pacientes con transplantes de riñón. La primoinfección durante el primer trimestre del embarazo puede ocasionar la muerte del feto, malformaciones congénitas o problemas del desarrollo. Se transmite por saliva u orina. Medidas preventivas: Virus Epstein- Barr y Virus Citomegálico Ambos virus (VEB y VCM) son muy comunes, razón por la cual la mayoría del personal de salud contará con inmunidad previa. Sin embargo, se recomienda el uso de guantes desechables y lavado de manos al manejar fluidos de pacientes infectados con estos virus (precauciones estándar). Familia Adenovirus Son virus de tipo ADN que causan infecciones leves del tracto respiratorio. Pueden establecer infecciones persistentes o latentes en las amígdalas y glándulas adenoides. Otros serotipos causan brotes epidémicos de conjuntivitis y de infecciones respiratorias, particularmente entre niños. Por lo general los brotes epidémicos comunitarios de conjuntivitis viral son causados por los adenovirus; menos frecuentemente por enterovirus 70, (3) y Coxsackie virus A24. (4) Todos estos virus son altamente contagiosos y han causado brotes epidémicos en clínicas de oftalmología y en salas de pediatría y de neonatología. Por esta razón se recomienda que las clínicas de oftamología sigan las precauciones estándar y observen medidas estrictas de higiene durante exámenes de los ojos y con la esterilización de los instrumentos. (5-8) Dentro del ámbito hospitalario, por encima de los brotes epidémicos de conjuntivitis, el mayor problema es el riesgo de brotes epidémicos en unidades 431 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud de terapia intensiva neonatal donde pueden diseminarse rápidamente y causar neumonías severas. (9-11) Se requieren precauciones de gotas y de contacto durante la duración de la enfermedad. En el caso de pacientes inmunocomprometidos se debe prolongar aun más dichas precauciones por el periodo prolongado de excreción del virus. Los adenovirus también pueden causar gastroenteritis. Se recomienda las precauciones de contacto para pacientes en pañales o incontinentes durante la duración de la enfermedad o para controlar brotes hospitalarios. Otros Virus Respiratorios Existen otros virus respiratorios que pertenecen a diferentes familias no relacionadas pero que comparten el método de transmisión por gotitas respiratorias y por secreciones nasales llevadas por las manos. Se incluyen el virus respiratorio sincicial, virus influenza A y B, sarampión, rubéola y paperas. El virus respiratorio sincicial es una de las causas más importantes de infección respiratoria en niños y puede causar enfermedad severa en bebés incluyendo bronquiolitis, crup y neumonía. Igualmente puede causar neumonía severa en los ancianos. Puede causar brotes epidémicos en unidades de pediatría, hematología, oncología y transplante. Los pacientes afectados requieren aislamiento respiratorio. Las precauciones recomendadas son las siguientes: • Virus sincicial respiratorio en niños pequeños, adultos inmunocomprometidos: Precauciones estándar con uso de máscaras y precauciones de contacto durante la duración de la enfermedad. En el caso de pacientes inmunocomprometidos se debe prolongar aun más dichas precauciones por el periodo prolongado de excreción del virus. (13-16) Se desconoce la validez de las pruebas de antígeno como guía para determinar cuando se puede cesar las precauciones de contacto en pacientes con hospitalizaciones prolongadas. • Virus Influenza A y B- Tipo normal durante época de influenza: Precauciones estándar y de gotas durante 5 días excepto pacientes inmunocomprometidos en quienes se continúa durante la duración de la enfermedad. En dichos pacientes se ha informado de periodos de excreción viral de varias semanas aunque se desconoce su impacto en el riesgo de diseminación. (17) Se debe aislar los pacientes en habitaciones privadas o segregar con otros pacientes similares. No se debe colocar un paciente 432 Vigilancia, prevención y control de infecciones causadas por virus y priones afectado con un paciente inmunocomprometido. El paciente afectado debe portar máscara al ser transportado fuera de su habitación. Se debe utilizar quimioprofilaxis y vacunas para prevenir o controlar brotes epidémicos. (18) El uso de batas y guantes desechables es particularmente importante en pediatría como parte de las precauciones estándar. • Virus Influenza Aviar (por ej., cepas H5N1, H7, H9): Se refiere al lector al sitio de internet www.cdc.gov/flu/avian/professional/infect-control.htm para las recomendaciones más actualizadas. • Virus Influenza D e influenza pandémica: Precauciones estándar y de gotas durante 5 días. Se refiere al lector al sitio de Internet. http:// www.pandemicflu.gov para las recomendaciones más actualizadas. • Sarampión: Precauciones tipo aéreo, durante 4 días después del comienzo del exantema, durante la duración de la enfermedad en pacientes inmunocomprometidos. El personal de salud susceptible no debe ingresar a la habitación del paciente afectado comenzando del día 5 a 21 después del ultimo contacto irrespectivo de la vacuna post-contacto. (19) No existen recomendaciones acerca del uso de máscaras. (20) Se recomienda la vacunación de personas susceptibles en menos de 72 horas post-contacto, o el uso de inmunoglobulina en menos de 6 días post contacto. (22-23 • Rubéola: Precauciones tipo gotas, durante 7 días después del comienzo del exantema. El personal de salud susceptible no debe ingresar a la habitación del paciente afectado. Las mujeres encintas susceptibles no deben ocuparse de estos pacientes. (24-25) No existen recomendaciones acerca del uso de máscaras si la enfermera es inmune. Se recomienda la vacunación de personas susceptibles, no-embarazadas, en menos de 72 horas post-contacto. Los pacientes susceptibles que entraron en contacto con un paciente con rubéola deben ser colocados en precauciones de gotas desde el día 5 después del primer contacto al 21 después del último contacto irrespectivo de la vacuna post-contacto. • Paperas: Precauciones de gotas usualmente por 9 días después del comienzo de la hinchazón. El personal de salud susceptible no debe ocuparse del paciente afectado. Grupo de Enterovirus Son un grupo extenso de virus que por lo general ingresan por el tracto gastrointestinal, pero que también establecen infección del sistema linfoide y se diseminan por vía hematógena. Las tres familias que conforman este grupo 433 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud incluyen: poliovirus, coxsackie virus y echovirus. Por lo general, luego de la primoinfección se recobran los enterovirus de cultivos virales de las heces fecales o de las secreciones de la faringe Poliovirus Existen tres tipos distintos de poliovirus que son transmitidos por contacto con las heces fecales y con las secreciones faríngeas. Por lo general, causan una infección febril leve pero pueden causar meningitis viral. En menos de 1% de los pacientes afectados el virus invade la médula espinal o el pedúnculo central del cerebro y causa daño a las neuronas motoras causando parálisis. Tal presentación se denomina poliomielitis. En países en vías de desarrollo donde la densidad de la población es grande y no existen programas de vacunación bien establecidos el virus de la poliomielitis es endémico en niños menores de cinco años. La vacuna contra la poliomielitis consiste de una forma viva atenuada del virus. Una vez administrada el virus es excretado en las heces fecales durante seis semanas por lo que se recomienda el estricto lavado de manos después de cada excreta para prevenir su transmisión. Las personas carentes de inmunidad o aquellas nacidas antes de 1958 cuando se comenzó activamente a vacunar pueden contraer el virus al entrar en contacto con personas recientemente vacunadas. Se recomiendan precauciones de contacto durante la duración de la enfermedad. Virus Coxsackie A y B Los virus Coxsackie A causan la enfermedad de boca, mano y pies donde se observan ampollas en la boca, manos y pies. También causan gastroenteritis e infecciones respiratorias como faringitis (herpangina), bronquitis y pleurodinia (una infección muy dolorosa de la pleura que suele ocurrir en brotes epidémicos). Los virus Coxsackie B, sobre todo Coxsackie B3 causan infecciones del miocardio y del pericardio. La mayoría de las personas afectadas recobran sin problemas; sin embargo, la miocarditis por Coxsackie B3 puede ser muy severa y causar una miocarditis crónica con dilatación permanente del corazón e insuficiencia cardiaca crónica. Los virus Coxsackie se transmiten por contacto con heces fecales o secreciones faríngeas. Se han descrito brotes epidémicos intrahospitalarios en unidades neonatales. Se recomienda precauciones estándar y añadir 434 Vigilancia, prevención y control de infecciones causadas por virus y priones precauciones de contacto para personales en pañales o para controlar brotes intrahospitalarios. Echovirus Causan infecciones gastrointestinales y respiratorias similares a los virus Coxsackie A. Los echovirus causan infección durante todo el año, mientras que los virus Coxsackie por lo general se observan al comienzo y al final del verano. Los virus de la poliomielitis también predominan durante el verano. Se recomienda precauciones estándar y añadir precauciones de contacto para personales en pañales o para controlar brotes intrahospitalarios. Virus de la Hepatitis A y E La hepatitis es una inflamación de las células de hígado que puede tener origen infeccioso o no-infeccioso. La mayoría de las hepatitis infecciosas son causadas por virus, incluyendo hepatitis A y E (transmisión oro-fecal) y hepatitis B y C (Transmisión por sangre). La hepatitis D no es causada por un virus fidedigno pero ocurre en personas co-infectadas con el virus de la hepatitis B. Otras infecciones que pueden causar hepatitis incluyen: virus Epstein-Barr, virus citomegálico, toxoplasma, leptospirosis y sífilis (estadio secundario). La hepatitis A es una infección gastrointestinal que se expande al hígado donde produce inflamación aguda. La infección causa nausea y dolores abdominales seguidos unos días más tarde por el desarrollo de ictericia. Por lo general, la infección es leve y dura sólo una a dos semanas resolviéndose sin causar daño a largo plazo al hígado. Raramente produce infección severa o letal. El virus de la hepatitis A se transmite por contacto con heces fecales, comida o bebida contaminadas; por lo general en condiciones de deficiente sanidad. El virus es excretado por las heces durante una semana a 10 días antes del comienzo de los síntomas y continúa a ser excretado durante un periodo similar de tiempo luego del comienzo de los síntomas. La hepatitis A es endémica en América del Sur. Algunas veces se observan brotes epidémicos de hepatitis A en escuelas o guarderías de niños. Su control requiere precauciones estándar con uso de guantes desechables para el manejo de excretas y cambio de pañales, estricto lavado de manos y vacunación de las personas no inmunes. En contraste con la hepatitis A, que es causada por un enterovirus, la hepatitis E es producida por un calicivirus. Sin embargo, su presentación es idéntica a la de la hepatitis A. Su control requiere precauciones estándar y añadir 435 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud precauciones de contacto para personales en pañales o incontinentes durante la duración de la enfermedad. Otros virus gastrointestinales Existen varios otros virus capaces de producir gastroenteritis en niños y adultos y capaces de producir brotes intrahospitalarios. Son de mayor riesgo en niños pequeños y en ancianos por el grado de deshidratación que pueden producir. Los Rotavirus causan una forma severa de gastroenteritis con vómitos, diarrea acuosa y fiebre. Por lo general, afectan a niños menores de cinco años en quienes puede causar deshidratación severa. La infección en la infancia produce anticuerpos protectores. Sin embargo, con el transcurso de los años dicha inmunidad disminuye por lo que también se han descrito brotes epidémicos en ancianos. El control requiere precauciones de contacto durante la duración de la enfermedad. También requiere limpieza y desinfección del medio ambiente en forma consistente con retiro frecuente de pañales sucios. Se ha descrito excreción viral durante periodos prolongados de tiempo en niños y ancianos. Otros virus capaces de causar brotes epidémicos intrahospitalarios incluyen el virus de Norwalk, y algunos serotipos de adenovirus, calicivirus y astrovirus. Los brotes epidémicos intrahospitalarios por lo general se desarrollan en forma lenta y pueden involucrar a números elevados de personas tanto entre pacientes como entre el personal hospitalario. La transmisión de estos virus se facilita por su presencia en el vómito y en las excretas. Los brotes epidémicos intrahospitalarios requieren el aislamiento de contacto de las personas afectadas hasta 48 horas después de la desaparición de los síntomas. El modo principal de transmisión es por las manos por lo que se requieren medidas estrictas de lavado de manos antes y después de cada contacto con los pacientes y el uso de guantes desechables. Los lugares contaminados con vómitos o excretas requieren limpieza con desinfectantes en base de cloro para destruir a los virus. El personal de limpieza debe utilizar mascaras protectoras pues el virus puede trasmitirse por aerosol. Se debe establecer un programa de limpieza repetitivo de las salas y de los cuartos de baño aun si no aparentan estar sucios. También es útil segregar pacientes y separarlos en forma espacial para controlar brotes hospitalarios. 436 Vigilancia, prevención y control de infecciones causadas por virus y priones Virus transmitidos por la sangre Los virus transmitidos por sangre o por líquidos corporales son muy importantes para el personal de salud por el riesgo de contraer infecciones por contacto con líquidos de pacientes infectados. Los tres principales son el virus de la hepatitis B, hepatitis C y el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH); que pertenecen a familias diferentes pero se los considera en conjunto puesto que las medidas preventivas son similares. Hepatitis B La hepatitis B es causada por el virus de la hepatitis B (VHB) que afecta a 300 millones de personas en el mundo y que causa 250.000 a 500.000 muertes al año. Su prevalencia varía en forma importante en diferentes partes del mundo. Las tasas más altas de infección se encuentran en el sudeste asiático, China y el sur del Africa. La mayoría de las personas que adquieren el VHB desarrolla una infección leve y recupera sin consecuencias; sin embargo, algunos casos pueden ser muy severos y hasta letales. El periodo de incubación es de dos a tres meses, aunque puede ser hasta de seis meses. Esta forma de infección, que dura menos de 6 meses, se conoce como hepatitis B aguda. Por el contrario, cuando la infección perdura por más de 6 meses, se conoce como hepatitis B crónica. Aproximadamente el 5% de los adultos que adquieren la infección desarrollan la forma crónica. La probabilidad de desarrollar una hepatitis B crónica depende de la edad y del estado inmunitario del sujeto. Dicho riesgo es mayor si la primoinfección ocurrió durante la niñez. Cerca del 90% de aquellos infectados durante el periodo perinatal desarrollan infecciones crónicas. En algunas regiones del mundo la hepatitis B es endémica y se observan tasas de infección crónica de hasta 20% entre la población general (por ejemplo, sudeste asíático y partes del Africa). Las personas con infección crónica se hallan bajo mayor riesgo de desarrollar hepatitis crónica progresiva, cirrosis del hígado y carcinoma hepatocelular. Los grupos bajo mayor riesgo incluyen las personas con: VIH, hemodiálisis, drogadictos intravenosos, familias de portadores crónicos y niños internados en instituciones para personas con deficiencias de desarrollo cuyo comportamiento pueda facilitar la transmisión del virus. Las manifestaciones clínicas de la infección con VHB son muy variadas. Es importante recalcar que frecuentemente esta infección puede ser asintomática durante muchos años lo cual no significa necesariamente que la infección esté 437 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud controlada. El daño producido por el VHB en el hígado es variable y depende de la capacidad de reparación del hígado y de la capacidad del humano de controlar la infección. Las secuelas más importantes a largo plazo son el desarrollo de cirrosis hepática y de carcinoma hepatocelular. Actualmente existen nuevas alternativas de tratamiento de la enfermedad (lamivudina, adefovir, interferon, α2b, interferon α2 pegilado). Por otro lado, se cuenta con una vacuna altamente eficaz y segura para prevenir la infección. B. Vías de transmisión de la hepatitis B Se transmite por contacto con sangre o fluidos corporales contaminados, incluyendo: • Relaciones sexuales: Probablemente la forma más frecuente de contagio. La transmisión puede ser través de relaciones tanto hetero- como homosexuales. • Transfusiones de sangre: Fue forma importante de transmisión que se ha prácticamente eliminado en lugares donde se practican los exámenes rutinarios de detección del VHB a la sangre que es empleada para transfusiones. • Transmisión perinatal: Es la transmisión de la madre al hijo, habitualmente cerca al momento del parto. Es una importante en países de alta prevalencia. • Drogas inyectables: Por uso de jeringas y/o agujas contaminadas. • Tatuajes, perforaciones o “piercing”: Realizadas con material no desechable. • Contacto cercano: La infección puede producirse si sangre de una persona infectada entra en contacto con las membranas mucosas (ojos, boca, genitales) o con pequeñas heridas de otra persona. Esto ocurre, por ejemplo, cuando se comparte una hoja de afeitar, un cepillo de dientes o un cortaúñas. • Procedimientos médicos: El virus de la hepatitis B puede transmitirse por instrumentos contaminados durante procedimientos médicos invasivos como cirugías si no se aplican las precauciones necesarias. También puede ser trasmitido del paciente infectado al personal de salud por medio de accidentes con objetos cortopunzantes que expongan al personal de salud a la sangre infectada. 438 Vigilancia, prevención y control de infecciones causadas por virus y priones C. Tratamiento de la hepatitis B La hepatitis B aguda no requiere tratamiento específico, ya que el 95% de los adultos se recuperan espontáneamente. Los contactos de la persona con hepatitis B aguda deben ser evaluados y vacunados. La hepatitis B aguda es altamente contagiosa, por lo que deben tomarse las medidas para evitar su transmisión. Las personas que desarrollan hepatitis B crónica deben ser evaluadas por un médico con experiencia en el manejo de esta enfermedad. Las decisiones de tratamiento son individualizadas. El objetivo del tratamiento es mantener controlada la replicación del virus para evitar el daño progresivo del hígado. Se incluyen: Medidas generales: Vacunar contra la hepatitis A si no son inmunes. Evitar el consumo de alcohol y de medicamentos que no sean absolutamente necesarios. El sobrepeso y la obesidad pueden contribuir a dañar el hígado. En los pacientes con cirrosis se recomienda una ecografía abdominal y medir niveles de alfa-fetoproteína cada 6 meses. Tratamiento antiviral: Existen al menos 3 opciones de tratamiento: el interferón, lamivudina y adefovir y nuevos fármacos en desarrollo (entecavir, emtricitabina, famciclovir, clevudina, telbivudina, tenofovir y otros). La decisión de tratamiento debe ser individualizada. Trasplante hepático: Es una opción cuando se ha establecido una cirrosis descompensada. El trasplante hepático para personas con VHB es más complejo que para otras indicaciones, ya que requiere tratamientos de alto costo para controlar el virus luego del trasplante. Medidas preventivas Hepatitis B La transmisión de la hepatitis B presenta mayor riesgo de contagio por vía sexual que el VIH. Los trabajadores de salud se hallan bajo un riesgo cinco veces mayor que otros empleados de contraer infección por hepatitis B a causa de su estrecho contacto con líquidos corporales y sangre de pacientes. El único método eficaz de prevención es de vacunarse contra la hepatitis B con una serie de tres inyecciones. Otros métodos empleados incluyen el uso de guantes desechables para el manejo con tejidos abiertos, sangre o líquidos corporales y las precauciones para el manejo y disposición de objetos cortopunzantes en contenedores apropiados. Se utilizan las precauciones estándar (25) y se utilizan medidas adicionales en pacientes con hemodiálisis. 439 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud Hepatitis C Es causada por el virus de la hepatitis C (VHC) que se propaga básicamente por medio del contacto con sangre de una persona infectada y con mucha menor frecuencia por contacto sexual (~15 % de los casos, especialmente cuando en la relación sexual existe sangrado). El contacto con sangre contaminada puede ocurrir: • Al pincharse con una aguja contaminada con sangre infectada (factor de riesgo para personal de salud). • Al salpicarse sangre a los ojos no protegidos. • Al compartir agujas contaminadas (personas que se inyectan drogas). • Al nacer si la madre tiene la hepatitis C. • Mediante relaciones sexuales de alto riesgo. • Al hacerse un tatuaje o una perforación en alguna parte del cuerpo con instrumentos desesterilizados contaminados • Al recibir una transfusión de sangre contaminada o un trasplante de algún órgano de un donador que padece de hepatitis C. Actualmente se hacen pruebas de laboratorio para detectar el VHC para eliminar cualquier unidad de sangre que se halle contaminada antes de que sea utilizada. Dentro del ámbito hospitalario se reconoce que la transmisión del VHC es menos frecuente que la del VHB. Sólo 5% a 10% de los casos de contacto accidental con sangre contaminada resultan en infección del trabajador de salud. D. Diagnóstico de la hepatitis C Puesto que la Hepatitis C es por lo general asintomática, la mayoría de los casos se diagnostican al detectar la presencia de anticuerpos en la sangre en el curso de una donación de sangre, previamente a una operación, o durante un control rutinario. La presencia de anticuerpos sólo indica que se ha estado en contacto con el virus. Para determinar la presencia de una infección activa se requiere un recuento de la carga vírica (determinación de ARN del virus) y medición de las enzimas hepáticas. Evolución clínica de la hepatitis C Pasa por una fase aguda inicial durante la cual un 20% de las infecciones se curan solas. Esta fase aguda dura entre 3 y 6 meses, pero se alarga la fase crítica hasta un año para incluir en ella curaciones espontáneas que se han producido en los 6 440 Vigilancia, prevención y control de infecciones causadas por virus y priones segundos meses. Después de ese periodo se considera que ha ingresado a la fase crónica que puede durar 20 a 30 años sin otros síntomas que algunas alteraciones de los marcadores hepáticos. En un 20% de los pacientes crónicos la respuesta inflamatoria del hígado causa fibrosis y puede causar cirrosis. Un 5% de los pacientes crónicos desarrolla cáncer del hígado. E. Tratamiento de la hepatitis C Consiste en la administración de interferón pegilado (por vía subcutánea) con ribavirina por vía oral. El porcentaje de éxito (eliminación del virus en sangre mantenida hasta un año después de terminado el tratamiento) es algo superior al 50% dependiendo del tipo de virus. El tipo 1b es el más difícil de curar. F. Protección respecto al contagio Para evitar el contagio de la hepatitis C, han de tomarse como mínimo las siguientes medidas: • Dentro del ámbito hospitalario- Precauciones estándar: - Usar guantes si se ha de tocar sangre de otra persona. - Utilizar lentes protectores para cualquier procedimiento invasivo que pudiera resultar en salpicado de sangre. - Seguir las mismas precauciones que para hepatitis B durante procedimientos invasivos, manejo de líquidos corpóreos y objetos cortopunzantes. - Precauciones adicionales para hemodiálisis. (25) • En la población en general: - Evitar el uso de drogas intravenosas. - No compartir con nadie agujas para inyectarse drogas. - Usar condón/preservativo en relaciones sexuales de riesgo donde pueda haber sangrado. - No compartir el cepillo de dientes o la máquina de afeitar con una persona infectada, ni cualquier otro objeto que pudiera contaminarse con su sangre. - Comprobar que toda escoriación (tatuaje, cicatrices tribales) o perforación (pendientes, aretes) sea hecha con instrumentos esterilizados. - No donar sangre ni plasma si está uno infectado. 441 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud Otros Virus Causantes de Hepatitis El Virus de la Hepatitis D es un virus defectuoso que solamente se manifiesta cuando existe infección conjunta con el VHB. En tales situaciones produce infección severa y crónica. Se halla muy repandido en la América del Sur, Rusia y partes del Mediterráneo. Más recientemente se ha descrito el virus de la Hepatitis G que también es trasmitido por sangre. Se ha informado de casos de transmisión a trabajadores de salud causados por contacto con sangre contaminada. Ambos requieren precauciones estándar. Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) Es un miembro de la familia de retrovirus, lo que significa que es un virus cuya información genética es de tipo ARN, pero que posee la enzima transcriptasa reversa que convierte al ARN en ADN y permite la incorporación de su información genética dentro del ADN de las células humanas. Existen dos subtipos del VIH: tipo 1 (HIV-1) y tipo 2 (HIV-2). Se encuentra el tipo 2 mayormente en Africa del Oeste. El VIH es un lentivirus, lo cual significa que permanece mucho tiempo en estado latente. En promedio pasan alrededor de10 años entre la infección primaria y el desarrollo de las manifestaciones clínicas del SIDA. El VIH destruye las células inmunológicas (CD4) que son linfocitos del grupo T lo que progresivamente causa inmunodeficiencia del tipo celular. Dicho proceso permite que diversas infecciones oportunistas y algunos cánceres puedan manifestarse en el cuerpo humano sin defensa. Estas enfermedades se llaman enfermedades oportunistas. El virus no puede sobrevivir mucho tiempo afuera del cuerpo humano y por eso puede transmitirse solamente de persona a persona, de las siguientes maneras: • Por relaciones sexuales, con una persona infectada con el VIH/SIDA, sin la protección de condón. • Por recibir transfusiones de sangre, sus derivados u órganos de una persona infectada con el VIH/SIDA (incluyendo el uso compartido de jeringas, heridas con instrumentos cortopunzantes infectados, salpicaduras de sangre al ojo o a la mucosa bucal no protegidos, uso de agujas contaminadas y tatuajes). • Transmisión vertical de una madre infectada con el VIH a su hijo a través de la placenta durante el embarazo, durante el parto o en la lactancia a través de la leche materna (vía perinatal o materno-infantil). 442 Vigilancia, prevención y control de infecciones causadas por virus y priones No se transmite el VIH por el contacto social con personas afectadas con el VIHSIDA. Por ejemplo: • Al compartir baños con otras personas o con personas afectadas con el VIH-SIDA • Al compartir alimento y utensilios de cocina con otras personas o con personas afectadas el VIH-SIDA • Por picadura de insectos • Al compartir vida social o el ambiente del trabajo • Al abrazar, apretar las manos, besar o cuidar de una persona afectada con el VIH-SIDA El VIH produce una primoinfección con síntomas agudos similares a muchas otras infecciones virales sistémicas. Luego entra en un estado carente de síntomas durante el cual el virus produce destrucción progresiva de los linfocitos T CD4 ocasionando destrucción progresiva del sistema de defensa de inmunidad celular hasta llegarse a un momento en que las enfermedades oportunistas comienzan a manifestarse o que la cantidad de células CD4 caen por debajo de 250 células/cc. En tal momento se considera que la infección por VIH ha alcanzado el estado denominado SIDA. Se monitorea el progreso de la infección midiendo la carga viral que funciona como un indicador del avance y pronóstico de la enfermedad. El monitoreo de la cantidad de las células CD4 indica cuanto daño ya ha causado el VIH. Detección Cuando el VIH infecta a los linfocitos T del sistema inmunológico estos responden produciendo anticuerpos como reacción al ataque del VIH. Se puede detectar estos anticuerpos mediante la prueba por método ELISA. Cuando esta prueba resulta positiva, se hace una prueba confirmatoria por el método Western blot. En Bolivia el Programa Nacional de ITS/SIDA del Ministerio de Salud ha registrado, entre 1985 a junio 2003, 1106 personas afectadas con VIH y SIDA. Santa Cruz ha notificado más del 50% de las infecciones, seguido por La Paz y Oruro. Estas notificaciones muestran solamente una parte de la verdadera situación puesto que existe un subregistro substancial a causa de que las personas afectadas pueden vivir muchos años con VIH en forma sintomática, y que muchos médicos no consideran el diagnóstico del VIH si una persona se presenta con los primeros signos y síntomas de enfermedad. La OPS/OMS ha caracterizado la epidemia 443 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud del VIH/SIDA en Bolivia como concentrada, que significa que la prevalencia ha superado el 5% en algunos grupos de la población. Notificaciones VIH y SIDA, 1984 - 2003 Programa Nacional de ITS/SIDA 250 200 150 100 50 03 01 00 02 20 20 20 98 99 20 19 97 19 96 19 95 19 94 19 93 19 92 19 19 91 90 19 88 89 19 19 87 19 19 85 86 19 19 19 84 0 Tabla 2 VIH y SIDA Bolivia: 1984-2003 Departamento Beni Cochabamba Chuquisaca La Paz Oruro Pando Potosí Santa Cruz Tarija Bolivia Número de notificaciones (1984 - 2003*) 39 138 22 272 19 8 8 575 25 1106 * Datos hasta junio del 2003 444 Tasa 2002 por 100.000 inhabitantes 0.0 1.3 0.6 2.2 2.0 0.0 0.0 5.1 0.7 2.3 Vigilancia, prevención y control de infecciones causadas por virus y priones El grupo más afectado es de 15 a 34 años de edad, con más del 60% de las notificaciones en el país. La transmisión sexual es la vía de transmisión más frecuente (95%). Tres por ciento es por medio de transfusiones de sangre o accidentes con objetos cortopunzantes y dos por ciento son niños que viven con la transmisión vertical. Dentro de la vía sexual, 64% son transmiciones heterosexuales, 24% homosexuales y 11% relaciones bisexuales. Las notificaciones en ambos sexos están creciendo, sobre todo en los hombres (72% del total); sin embargo, las mujeres continúan a ser un grupo muy vulnerable (25%), sin datos (3%). Normas Preventivas Existen normas preventivas para todos los virus transmitidos por sangre. En el caso de los servicios de enfermería las normas son las siguientes: Procedimientos Generales 1. Evitar heridas accidentales con instrumentos punzantes o cortantes contaminados y el contacto de mucosas o de lesiones abiertas de piel con material proveniente de pacientes. 2. Usar jeringas y agujas desechables y después depositarlas, junto con las hojas de bisturí y otros materiales con filo, en un recipiente resistente a los cortes ubicado en el mismo lugar donde se realizan los procedimientos. 3. En procedimientos que impliquen contacto con sangre o líquidos corporales potencialmente infecciosos usar batas, mascarillas y anteojos protectores y si existe manchas en las manos con sangre, lavarlas de inmediato con cuidado, aplicando luego soluciones desinfectantes para mayor seguridad. 4. Rotular claramente, con una advertencia especial, las muestras de sangre y de otras secreciones. 5. Los objetos manchados con sangre colocarlos en una bolsa rotulada: “Precaución, contiene sangre”, antes de enviarlos para su limpieza o destrucción. 6. A fin de no verse obligado a proporcionar respiración boca a boca en casos de urgencia es necesario tener a mano boquillas, bolsas ambú para respiración artificial u otros dispositivos de ventilación. 445 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud En Caso de Hemorragias 1. Utilizar guantes si se cuenta con ellos; de lo contrario, para comprimir la herida usar un paño o una prenda de vestir gruesa como barrera para evitar el contacto con la sangre, se puede usar además bolsas plásticas. Como la hemorragia puede ser mortal, no está justificado negarse a prestar primeros auxilios por carecer de guantes. 2. Si el herido está consciente y coopera, enseñarle a comprimir por sí mismo la zona sangrante. 3. Evitar, que la sangre entre en contacto con mucosas o heridas. 4. Si se mancha las manos con sangre evitar tocarse los ojos o la boca. 5. Después de prestar los primeros auxilios, lavarse las manos con agua y jabón tan pronto como sea posible. 6. El material desechable utilizado y contaminado, introducir en bolsas de plástico y rotularlo para luego incinerarlo o enterrarlo. 7. Cuidar que se lave la sangre de la zona contaminada con un desinfectante. Uso de Jeringas y Agujas Hipodérmicas 1. Usar cada jeringa y aguja una sola vez. 2. No desmontar la aguja y la jeringa después de usarlas. 3. Evitar colocar la cubierta protectora de la aguja. El tratar de recubrir la aguja es la causa más común de accidentes. 4. En caso de ser necesario colocar la cubierta, realizarlo en una superficie plana y con una sola mano. Lesiones Accidentales 1. Se debe considerar como potencialmente infectados a todo paciente y a todo material en contacto con sangre o fluidos. 2. En caso de sufrir lesión accidental con elementos punzocortantes potencialmente infectados, inmediatamente realizarse un lavado minucioso con agua y jabón. 3. Previamente presionar los bordes de la herida para favorecer la salida de sangre por la misma. Sí es necesario colocarse un apósito. 446 Vigilancia, prevención y control de infecciones causadas por virus y priones 4. En el caso de exposición de los ojos, lavarlos de inmediato con agua y después irrigarlos con solución salina estéril. 5. Si existen manchas con sangre, secreciones o fluidos, lavarse prolijamente la zona con agua y jabón. 6. Si se decide que la lesión es significativa, se debe seguir la evaluación del paciente y previa consejería, se deben realizar las pruebas para el VIH y Hepatitis B, tanto en el paciente como en el personal de salud y reportar el accidente al responsable de salud laboral del establecimiento. 7. Se aconseja ofrecer Zidovudina (AZT) al accidentado, a una dosis de ataque de 400 mg. Lo antes posible (4 a 6 primeras horas) y luego cada 8 horas 200 mg. Por seis semanas como mínimo. (26) 8. Si el resultado es negativo se debe repetir la prueba a los tres meses y a los seis meses, siempre y cuando el paciente sea positivo para VIH. Mientras tanto tomar las precauciones necesarias. SIDA y Hepatitis B El Virus de lnmunodeficiencia Humana (VIH) y de la Hepatitis B (VHB) se pueden transmitir en los establecimientos de salud a través de sangre, fluidos, o materiales contaminados. Puede ocurrir de paciente a paciente, de paciente a personal de salud o de éste al paciente. También el virus de la Hepatitis C (VHC) puede transmitirse por vía parenteral y causar complicaciones similares a la Hepatitis B. Se debe considerar que: “LA PIEDRA ANGULAR DE LA PREVENCIÓN ES EL USO DE LAS PRECAUCIONES ESTANDAR PARA EL MANEJO DE LA SANGRE Y LOS FLUIDOS CORPORALES” Para las personas infectadas por VIH o ya con el cuadro de SIDA, no se tienen que indicar precauciones como aislamiento en habitaciones privadas, ni normas de admisión especiales, a menos que: • Sea necesario aislarlas debido a una superinfección. • Se considere necesario el aislamiento como medida de protección al paciente. • No se pueda seguir buenas prácticas de higiene. (Ej: diarrea profusa, incontinencia fecal, hemorragia incontrolable o transtornos de la conducta). 447 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud Fiebres Hemorrágicas La fiebre hemorrágica viral (FHV) es causada por virus que viven, en su mayoría, en roedores (p. ej. ratas y ratones) y artrópodos (p. ej. mosquitos y garrapatas). Hay cuatro grupos principales: arenavirus, filovirus, bunyavirus, y flavivirus. Las FHV son más comunes en África, pero roedores y artrópodos portadores viven en muchas partes del mundo, incluyendo América del Norte y del Sur, Europa y Asia. La mayor parte de las personas contrae la fiebre hemorrágica viral por medio de la exposición a un roedor o artrópodo infectado. Los virus asociados con los artrópodos se propagan cuando un mosquito o garrapata pica a un ser humano. Los virus asociados con roedores se propagan por contacto directo con la orina o la materia fecal del roedor; también se propagan cuando las personas inspiran partículas de orina o materia fecal de roedor que se encuentran en el aire (p. ej. al barrer polvo que contenga orina o materia fecal seca). La propagación de la fiebre hemorrágica viral también ha ocurrido cuando los seres humanos manipulan un animal infectado. Algunas fiebres hemorrágicas virales se propagan de persona a persona por medio del contacto directo con secreciones corporales (p. ej. saliva, sangre, orina, semen). Este último modo de transmisión es el de mayor riesgo para el personal de salud. Los síntomas específicos varían de acuerdo al tipo de FHV. Los síntomas iniciales suelen incluir: fiebre, fatiga, mareos, dolores musculares, pérdida de fuerza y agotamiento. Los pacientes con casos severos de FHV suelen sangrar por debajo de la piel, en órganos internos o por orificios del cuerpo. Los pacientes también pueden entrar en shock, tener problemas del sistema nervioso central, estado de coma y convulsiones. Los síntomas pueden aparecer entre 2 y 21 días luego del contacto, dependiendo del tipo de FVH. Los pacientes reciben atención de apoyo para aliviar los síntomas. Ciertos medicamentos antivirales han sido efectivos en el tratamiento de algunos pacientes con ciertos tipos de fiebre hemorrágica viral (p.ej. arenavirus y bunyavirus). No existen vacunas para las FHV, excepto para la fiebre amarilla. La vacuna de la fiebre amarilla se recomienda sólo quienes viajen a áreas tales como Sudamérica tropical o África al sur del Sahara. La mejor forma de prevenir las FHV es evitar el contacto con roedores o artrópodos infectados. La transmisión de persona a persona puede ser reducida mediante técnicas adecuadas de control de las infecciones, incluyendo el lavado de manos y el uso apropiado de máscaras, batas y guantes. Las FHV causadas por filovirus incluyen la fiebre de Lassa y los virus Marburgo y Ebola. Estas infecciones por lo general se describen en el Africa; 448 Vigilancia, prevención y control de infecciones causadas por virus y priones llevan altas tasas de mortalidad y producen un cuadro muy similar al choque séptico. Se ha descrito transmisión de dichas infecciones al personal de salud por medio de contaminación de las manos al entrar en contacto con sangre o líquidos corporales. No existe documentación de transmisión de infección de persona a persona por gotitas respiratorias. Cuando se sospecha la presencia de una FHV el paciente debe ser trasladado a una unidad de aislamiento de alta seguridad con presión negativa, si posible. Afortunadamente la experiencia muestra que las barreras de contacto y el uso de las precauciones estándar, similares a las precauciones de contacto para virus de transmisión por sangre, son suficientes para prevenir transmisión de pacientes al personal de salud. A pesar de la falta de documentación de transmisión por gotitas aéreas se utilizan máscaras N-95 o respiradores con aire purificado como medidas extras de precaución. Otras medidas de prevención incluyen restringir acceso solo al personal de salud que sea indispensable. Dichas personas deben usar guantes, batas, protectores de la cara, protectores de los ojos y mascaras quirúrgicas (N-95 o respiradores con aire purificado). Es posible que medidas extras de protección personal sean necesarias si existe la presencia de derrames de líquidos corporales. Los estetoscopios y otros equipos usados en el tratamiento del paciente deben permanecer dentro del cuarto. Las agujas hipodérmicas y otros objetos cortopunzantes deben ser utilizados con mucho cuidado y ser desechados de acuerdo a las directivas de los CDC. El personal de salud debe descartar las prendas y objetos protectores antes de salir del cuarto y deben limpiar y descontaminar los zapatos y otros artículos que no pueden ser descartados. Los métodos de descontaminación de superficies y de objetos contaminados con líquidos corporales de un paciente infectado o presuntamente infectado con un filovirus son similares a métodos utilizados para otros virus transmitiditos por sangre. En la América Latina las fiebres hemorrágicas son causadas por los arenavirus sudamericanos que se han presentado en nuevas áreas de explotación agrícola y forestal. Desde 1956 en que se notificaron casos de virus transmitidos por roedores, por término medio cada tres años aparece un nuevo miembro de este grupo. Algunos no son patógenos para los seres humanos, pero cinco causan enfermedades y tres representan problemas de salud importantes: en la Argentina (Virus Junín, causante de la Fiebre Hemorrágica Argentina); Bolivia (virus Machupo, determinante de la Fiebre Hemorrágica Boliviana); y Venezuela (Virus Guanarito, causante de la Fiebre Hemorrágica Venezolana). Estos patógenos se controlan de la misma manera que las fiebres hemorrágicas africanas. 449 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud Fiebre Amarilla La fiebre amarilla es una zoonosis, causada por un Flavivirus, propia de algunas regiones tropicales de América del Sur y África, que causa numerosas epidemias con elevadas tasas de mortalidad. Existen dos formas de transmisión, selvática y urbana. Es transmitida, de un primate enfermo (mono) a un individuo sano, por el mosquito Aedes aegypti y por mosquitos selváticos del género Haemagogus. En las Américas la fiebre amarilla selvática está restringida al norte del continente sudamericano, e incluye la Guayana Francesa, Suriname, Guayana, Venezuela, Trinidad y Tobago, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, y la región centrooriental del Brasil. La OPS indica 3.559 casos de fiebre amarilla selvática con 2.068 defunciones en el período comprendido entre 1985 y septiembre de 2004. Los números de casos fueron: Perú (1 939 casos), Bolivia (684), Brasil (539), Colombia (246), Ecuador (93), Venezuela (57) y la Guayana Francesa (1). La enfermedad tiene características cíclicas. En los últimos 10 años han aparecido tres grandes picos epidémicos (figura 2): (a) 1995 (brote en la región occidental del Área Andina del Perú), (b) 1998 (brotes en el Perú, Bolivia y el Brasil y (c) 2003 (brotes en el Brasil, Perú, y frontera entre Colombia y Venezuela). La disminución observada entre 1999 y 2002 se explica en parte por la estrategia de intensificación de la vacunación contra la fiebre amarilla en áreas enzoóticas puesta en práctica por el Brasil y Bolivia. Figura 2. Número de Casos de Fiebre Amarilla en las Américas: 1985-2004, OPS. 600 500 400 227 300 242 200 100 0 1985 a 1989 Datos provisionales hasta la semana 37. 450 1992 a–o 2000 2004 Vigilancia, prevención y control de infecciones causadas por virus y priones La epidemiología de esta enfermedad muestra dos ciclos de transmisión: el selvático y el urbano. En el ciclo selvático el virus circula entre primates no humanos y tal vez entre marsupiales susceptibles por la picadura de mosquitos típicos de la selva. En las Américas, los principales vectores son los mosquitos de los géneros Haemagogus y Sabethes. El ser humano se infecta cuando es picado al internarse en la selva. Se denomina área enzoótica al sitio geográfico en el que se ha comprobado la circulación del virus de la enfermedad en su ciclo selvático y existen condiciones ecológicas para el mantenimiento de la transmisión (presencia de vectores competentes y vertebrados susceptibles capaces de mantener la cadena de transmisión. Cuando una zona no reúne las condiciones anteriores, se considera área no enzoótica. El ciclo urbano se caracteriza por la circulación del virus entre seres humanos susceptibles. El virus se transmite por la picadura del mosquito Aedes aegypti, un vector doméstico. El ciclo urbano se inicia cuando una persona con infección selvática se desplaza, durante la fase en que el virus circula en su sangre, hacia centros urbanos con elevada densidad de A. aegypti y ahí es picada por este vector que transmite el virus a otra persona susceptible; estableciéndose de esta forma la cadena de transmisión en el medio urbano. La gran diseminación y alta densidad de A. aegypti, unida al mayor desplazamiento de personas hacia diferentes zonas de la región, son factores de riesgo de reintroducción de la fiebre amarilla en las zonas urbanas de las Américas. La prevención de la fiebre amarilla selvática solamente es posible por medio de la vacunación (la cual protege por 10 años y tal vez de por vida) y por la protección personal con el uso de repelentes y mosquiteros. Para prevenir la forma urbana se usa la vacunación y programas de control del vector. Las manifestaciones clínicas son muy variables: desde las formas asintomáticas, pasando por modalidades leves con sintomatología inespecífica, hasta la fiebre hemorrágica clásica, de alta letalidad. El período de incubación varía de 3 a 6 días después de la picadura del mosquito infectado. La forma clásica causa enfermedad sistémica grave de alta letalidad con fiebre, postración, compromiso hepato-renal, cardíaco, manifestaciones hemorrágicas y choque. La evolución de la enfermedad puede incluir tres períodos clínicamente evidentes: período de infección, período de remisión y período de intoxicación. Las distintas presentaciones clínicas de la fiebre amarilla también pueden ocurrir en otras enfermedades febriles que evolucionan con ictericia, 451 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud manifestaciones hemorrágicas o ambas. En las Américas se deben considerar leptospirosis, malaria grave, hepatitis virales (especialmente la forma fulminante de la hepatitis B y la hepatitis por virus delta), fiebre hemorrágica por virus dengue y fiebres hemorrágicas Boliviana, Argentina y Venezolana. El diagnóstico de la fiebre amarilla requiere un paciente con enfermedad febril ictero-hemorrágica más aislamiento del virus de la fiebre amarilla (por cultivo, si las facilidades de laboratorio existen) o presencia de IgM específica para el virus de la fiebre amarilla. O aumento de por lo menos cuatro veces en los niveles de anticuerpos de IgG contra el virus de la fiebre amarilla (seroconversión), en muestras de suero obtenidas en las fases aguda y de convalecencia, por las pruebas de inhibición de la hemaglutinación, fijación del complemento o neutralización. También se puede efectuar el diagnóstico por lesiones histopatológicas compatibles con las de la fiebre amarilla o detección de antígenos víricos por el método inmunohistoquímico en muestras de tejido o por detección por reacción en cadena de la polimerasa (RCP) de secuencias del genoma del virus en tejidos o en sangre. En 1986, la OPS recomendó como tratamiento de casos graves de fiebre amarilla una terapia de apoyo que incluye: mantenimiento nutricional y prevención de la hipoglicemia; succión nasogástrica para evitar la distensión gástrica, y aspiración; tratamiento de la hipotensión con reemplazo de líquidos y, si fuese necesario, drogas vasoactivas, administración de oxígeno, corrección de la acidosis metabólica, tratamiento de la hemorragia con plasma fresco congelado, diálisis, si está indicada por falla renal, y tratamiento de infecciones secundarias con antibióticos. La administración temprana de ribavirina (antiviral) ha resultado beneficiosa en algunos casos. Estas recomendaciones siguen vigentes, aunque pocos pacientes de fiebre amarilla han sido tratados en hospitales de alta complejidad para evaluar su validez. En los casos leves, el tratamiento es sintomático. No se deben emplear salicilatos porque pueden producir hemorragias. Las medidas de precaución para todas las fiebres hemorrágicas incluyen precauciones estándar, de gotas y de contacto durante la duración de la enfermedad. Se prefiere aislamiento en habitación privada y se enfatizan: a) el uso de prácticas seguras de manejo de objetos cortopunzantes y de manejo del paciente, b) higiene de manos, c) barreras de contacto contra sangre y líquidos corporales al momento de entrar a la habitación (guantes desechables de uso único, batas impermeables, protectores de ojos y mascaras [uso de mascaras N95 o respiradores individuales cuando se hacen procedimientos que generen 452 Vigilancia, prevención y control de infecciones causadas por virus y priones aerosoles]), d) manejo apropiado de desechos. Se reconoce que la descarga viral es más intensa durante los periodos finales de la enfermedad cuando pueden ocurrir las hemorragias. Se puede utilizar equipos protectores individuales como doble guante y cubridores de piernas y de zapatos sobre todo en lugares de escasos recursos con opciones limitadas para limpieza y lavado de la ropa contaminada. (27-28) Figura 3. Presentación clínica y serógica de la fiebre amarilla Fiebre Dolor de cabeza/mialgia Viremia Albuminuria Oliguria Ictericia Hemorragia Anticuerpos neutralizantes 1 2 3 4 5 6 7 8 9 INFECCIONES POR PRIONES Los priones son agentes infecciosos proteicos que no producen una respuesta inflamatoria. Dañan solamente a los tejidos del sistema nervioso central, tienen un tiempo de incubación de varios años y producen rápido deterioro de la función neurológica culminando en la muerte del paciente en menos de un año luego de establecido el diagnóstico. La enfermedad causada por los priones se denomina Enfermedad de Creutzfeld-Jakob. Su infectividad depende del tejido involucrado siendo mayor en los tejidos del cerebro, columna vertebral y ojos. Su transmisión entre seres humanos ha ocurrido por el uso de electrodos implantados en el cerebro de una persona infectada que luego fueron desinfectados con etanol y formaldehído antes de ser reutilizados. También ha sido transmitido por el uso de extractos de pituitaria contaminados, de gonadotropina, e injertos de cornea, pericardio y dura mater. Recientemente se ha enfatizado la transmisión 453 Vigilancia, prevención y control de infecciones asociadas a servicios de salud de una variante de esta enfermedad causada por el consuma de carne de vacuno contaminada (enfermedad de las vacas locas). Dentro del ámbito hospitalario no existe documentación de que la enfermedad puede ser transmitida de persona a persona por contacto estrecho. Se utilizan precauciones estándar. Se considera que las medidas de precaución utilizadas para infecciones transmisibles por sangre son suficientes. El mayor riesgo de transmisión es por procedimientos invasivos, particularmente aquellos que afectan el sistema nervioso central (punción lumbar, intervenciones neuroquirúrgicas). Puesto que el agente causal es muy resistente a los métodos convencionales de limpieza y desinfección, dentro de lo posible deben utilizarse instrumentos desechables de uso único que sean incinerados, al igual que toda la ropa protectora utilizada durante la intervención quirúrgica. Aquellos instrumentos no desechables deben ser destruidos por incineración de la misma manera. Los tejidos afectados (biopsias, tejidos de autopsia) deben ser procesados en una solución de formalina y ácido fórmico. Hay recomendaciones especiales para la desinfección y esterilización de superficies y de objetos contaminados con tejido neural si se sospecha o se ha diagnosticado la enfermedad o la variante de la enfermedad de Creutzfeld-Jakob. (29) No se requieren prácticas especiales para el entierro de los pacientes afectados. CONCLUSIONES Las infecciones virales y por priones también son parte importante del proceso de prevención y de control de infecciones asociadas a centros de salud (IASS). La aparición del VIH ha transformado todo el enfoque de la prevención de IASS puesto que ha forzado a que todo paciente sea considerado como potencialmente infeccioso y que se instituyan las medidas estándar para todo paciente. El impacto de las infecciones virales, sobre todo aquellas transmitidas por contacto con la sangre y líquidos corporales es sobre todo importante para la protección del personal de salud en el desempeño de la atención médica. Conflictos de Interés: LJ, AED. Ningún conflicto de interés. Reconocimientos: El presente estudio recibió cooperación técnica del Departamento de Prevención y Control de Infecciones y fue financiado por el fondo de Investigaciones Clínicas en Infectología, Unidad de Investigaciones Clínicas en Infectología, Saint Vincent Mercy Medical Center, Toledo, Ohio. 454 Vigilancia, prevención y control de infecciones causadas por virus y priones BIBLIOGRAFÍA 1. Watson B, Seward J, Yang A, et al. Postexposure effectiveness ofvaricella vaccine. Pediatrics 2000;105(1 Pt 1):84-8. 2. Salzman MB, Garcia C. Postexposure varicella vaccination in siblings of children with active varicella. Pediatr Infect Dis J 1998;17(3):256-7. 3. Maitreyi RS, Dar L, Muthukumar A, et al. Acute hemorrhagic conjunctivitis due to enterovirus 70 in India. Emerg Infect Dis 1999;5(2):267-9. 4. CDC. Acute hemorrhagic conjunctivitis outbreak caused by Coxsackievirus A24--Puerto Rico, 2003. MMWR Morb Mortal Wkly Rep 2004;53(28):632-4. 5. Faden H, Wynn RJ, Campagna L, Ryan RM. 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