Tarea de Castellano Clase de Contenidos Culturales Anne-Gaëlle Martin Octubre de 2011 La amante fascista Víctor Carrasco – Alejandro Moreno Resumen de la obra La amante fascista , la ultima pieza de Víctor Carrasco, el famoso director chileno, nos hace volver en los años setenta y la dictadura militar del general Pinochet. Iris Rojas (Paulina Urrutia) es la amante fascista de quien trata la obra ; aprovechando que su marido militar Ricardo está realizando entrenamientos en Panamá, lo engaña con el Sr. Espina que prometió volver a visitarla. La pieza entera consiste en el monólogo ansioso de la protagonista por la noche antes de la llegada de su amante en su pequeña villa del norte de Chile. Esta noche de insomnio, Iris Rojas la aprovecha para prepararse para esta visita. Se dice a ella misma todo lo que va a pasar el próximo día y en paralelo, repasa sus condiciones de vida, la situación de su hijo afeminado y nos testifica del amor que siente por el Sr. Espina, jefe del Ejército nacional. La protagonista nos cuenta los juegos de amor que practica con su amante, incluso lo que llaman el “juego de la Oficina”. La angustia de Iris, con las alusiones a sus ideas fascistas, nos traduce su obsesión por el poder y la lucha interior y nacional contra el marxismo. Con humor e ironía, el autor Alejandro Moreno alude a esta época difícil de la historia chilena, pero nos recuerda que no es una obra sobre la dictadura, sino que se sirvió del contexto de los años setenta para desarrollar ese monólogo. Más allá de la relación entre Iris y su amante, la actuación de Paulina Urrutia nos muestra la irracionalidad del insomnio y las obsesiones y angustias que su soledad y esperanza despiertan. Dirección y actuación Tarea de Castellano Clase de Contenidos Culturales Anne-Gaëlle Martin Octubre de 2011 La amante fascista es la última obra escrita por Alejandro Moreno y dirigida por Víctor Carrasco. Su dirección es, como siempre, muy especial y se reconoce rápidamente ; el escenario parece desnudo. Entre las distintas escenas la puesta en escena cambia radicalmente pero nunca hay más de dos muebles. Este esquema muy sobrio y muy desprovisto subraya la utilidad de los elementos del escenario. En la primera escena, sólo hay una cama y una lavadora con los dos actores, que encarnan Iris y su hijo. La cama representa por supuesto el contexto de insomnio, y la lavadora la angustia casi ridícula de la protagonista por el hecho de que no tiene tiempo para secar su uniforme hasta la visita del Sr. Espina el próximo día. La estructura de la pieza es además muy fragmentada : después de cada escena, fragmentos de video son proyectados sobre una pantalla detrás de los actores. Los extractos son la gran mayoría imágenes del Altiplano chileno árido, campos de flores etcétera. Esa interacción entre los actores y la pantalla nos da a ver más o menos el lugar donde viven Iris y su hijo, pero también refleja los miedos profundos de la mujer insomne. Estas imágenes de aridez, vacío y rudeza se acompañan con vistas de banderas chilenas y perros caníbales. Esa forma de estructurar la obra, de manera cortada, es muy sorprendente al principio pero a lo largo de La amante fascista, esos fragmentos son más y más útiles por varias razones. La primera es por supuesto el ritmo del monólogo, que podría ser muy aburrido sin esas “pausas”. El ritmo impuesto permite también dar un tema preciso a la escena que viene, y lograr un ascenso en la semi locura de la protagonista por esa noche sin sueño. Esta pantalla parece el reflejo de lo que ven los ojos de Iris misma. La marca teatral y corporal de Paulina Urrutia debe además ser reconocida. La actriz se queda por casi una hora y media en el escenario, y conserva con mucha maestría la atención del público entero. De hecho, todos los espectadores siguen escuchando lo que Iris nos relata del Sr. Espina. Paulina Urrutia logra ocupar todo el espacio escénico por su alta voz, la dirección muy dinámica y su manera muy variable de actuar. Por consiguiente, no hay ninguna Tarea de Castellano Clase de Contenidos Culturales Anne-Gaëlle Martin Octubre de 2011 monotonía dentro de esta pieza de teatro que mezcla miedo, humor, ironía y la soledad de la protagonista. La evolución de la manera de actuar de Paulina Urrutia traduce también, de una escena a otra, el ascenso en la locura y la desesperación de Iris Rojas. La actriz encarna su personaje de manera más y más extrema a lo largo de la obra y de las escenas distintas. Desde un punto de vista puramente teatral, esta obra es muy buena, y el hecho de que ganase la última edición del Concurso de Dramaturgia Nacional no es una gran sorpresa. Como lo dijo Paulina Urrutia en una entrevista sobre la obra, necesitó un trabajo muy exigente de casi cuatro años para poder actuar de la mejor manera posible. Sin embargo, no me gustó tanto esa obra. Por supuesto, la frontera de la lengua fue un problema mayor porque hay varios elementos importantes para la comprensión general de la pieza que no entendí. Paulina Urrutia misma dijo en la entrevista que la obra no era tan fácil de seguir. Además, aunque la actuación de Urrutia es muy buena y dinámica, no me pareció demasiado sincera en su manera de encarnar a Iris Rojas. No se puede explicar de manera puramente racional, pero tenía más la impresión de mirar a una actriz que a un personaje caracterizado. No se puede negar la dificultad de actuar en esas condiciones, pero Paulina Urrutia parecía una actriz que “juega a actuar”. Sin embargo, la estructura de la obra y el tema me gustaron mucho y la cuestión de la frontera entre sueño y realidad dentro del insomnio fue muy bien desarrollada por el director.