Enfoques Ernesto Cordero: Este es un resumen de las palabras que pronunció el Secretario de Desarrollo Social en una reciente comida de Grandes Empresas de Coparmex. Vivir mejor Qué tal, muy buenas tardes. Estoy muy contento y muy honrado de estar aquí con ustedes para platicar de lo que se ha denominado Vivir mejor. Más que un programa, Mejor: es la estrategia en términos de política social del ual de Identidad Institucional gobierno federal. Es la suma de los esfuerzos de distintas 2008 instituciones, dependencias, secretarías, para poder llegar y obtener los objetivos que todos queremos, que es simple y llanamente que la gente pueda Vivir mejor. Creo que hemos tendido a hacer muy complejas las cosas. La instrucción que tengo del Presidente Calderón es revisar todos los programas de política pública y aquel programa que efectivamente no haga que la gente viva mejor, así de simple, son programas que tienen que ajustarse y revisarse, o desaparecer. De ahí el nombre. Debo aclarar que esta estrategia incorpora acciones, programas de política pública, de dependencias distintas a la Sedesol, no quiere decir con esto que la Sedesol sea responsable ahora de todo lo que se menciona en la estrategia de Vivir mejor, que dependen de la Secretaría de Salud, de la Secretaría de Educación Pública, de Comunicaciones y Transportes, en fin, de todas las dependencias, lo que significa es que Sedesol es la responsable de darle dirección y de coordinar y articular los esfuerzos de todas estas dependencias. Vivir mejor plantea 5 grandes objetivos: Igualar oportunidades para las personas, lo que implica darles acceso a servicios de salud, a educación, a alimentación, y a una vivienda digna. Avanzar en una red de protección social que de certeza a las familias para enfrentar enfermedades, desastre y contingencias económicas. Tradicionalmente la política social se dedica a mejorar las condiciones de vida de los mexicanos más pobres (y en cualquier país a personas que están en condiciones de vulnerabilidad) y poco se ocupa de algunas situaciones fortuitas ajenas a la voluntad y a la decisión de las personas y muchas veces del estado de la sociedad y del gobierno, que cuando se presentan pueden sumir en la pobreza a familias que ya estaban en condiciones de pobreza, o familias que sin estar en condiciones de pobreza, ante este evento o esta catástrofe caen en situaciones de pobreza. ¿A qué 24 ENTORNO me refiero? Pues por ejemplo a las enfermedades: no hay patrimonio que resista una enfermedad seria si no se tiene seguridad social, si no se tiene un seguro de gastos médicos mayores. Otro ejemplo: los desastres naturales. Ante la presencia de un desastre natural, familias que pueden considerarse de clase media pueden perder su patrimonio. Estamos hablando, también —y es el ejemplo más actual y preocupante—, el alza en los precios de los alimentos: es una situación fortuita, es una coyuntura internacional que todavía no sabemos ni por dónde viene ni dónde acabará y, sin embargo, implica que el precio de los alimentos que estamos enfrentando es muy superior al que teníamos; situación que tal vez a nosotros no nos preocupa demasiado, pero para una familia que tiene un ingreso de $1,000.00 pesos al mes, el que le suban el aceite para cocinar de $12.00 pesos a $20.00 pesos sí es una situación bastante complicada. Entonces uno de los objetivos de Vivir mejor es atender a estas situaciones coyunturales catastróficas, donde no necesariamente los mercados ajustan de manera inmediata y la acción del Estado es fundamental. Propiciar la construcción de ciudadanía: es fundamental reconocer que la mejor inversión que podemos hacer es la inversión en nuestra gente, en nuestros ciudadanos, y lo más importante de esto es generar un sentido de solidaridad, un sentido de comunidad y un sentido de ciudadanía, que parecería a lo mejor cursi y trivial, pero es un blindaje para muchas otras cosas. Déjenme mencionar un ejemplo: ¿qué es lo que hace que el robo de autos en la colonia del Valle sea de los más altos del país, y que el robo de autos en la colonia Condesa sea de los más bajos del país? Son colonias vecinas con el mismo nivel socioeconómico (o sea, que son probablemente indistinguibles si lo vemos en una relación de indicadores). La gran diferencia es que en una hay centro de comunidad y en la otra no. En la del Valle —con todo respeto a los que habitan ahí—, su sentido de comunidad es muy poco: hay muchas espacios para oficinas y espacios comerciales, pero en cambio en la colonia Condesa hay un sentido de comunidad. Están los restaurantes de moda, pero junto a ellos hay una tlapalería y una panadería. La gente camina por las calles a todas horas, y eso de alguna manera blinda que suceda. Y eso se reproduce en todo el país: hay muchísimos municipios que están completamente Fotos: Ana Lourdes Herrera dominados por el narcotráfico, pero en el municipio vecino no hay narcotráfico; y ello porque la comunidad, las mamás, la gente, se organiza y evita que estas conductas antisociales y que estos delincuentes puedan permear ahí. Para nosotros es fundamental esto: es un blindaje social, la única manera de verdaderamente proteger al país de las amenazas que tenemos. Elevar la productividad de las personas para que cuenten con mejores oportunidades de empleo e ingreso que permitan reducir la pobreza. Esta es otra de las condiciones nuevas de Vivir mejor es reconocer de manera explícita que, si no mejoramos la capacitación y la productividad de los mexicanos en pobreza, difícilmente podremos acercarlos a una actividad productiva que les de la remuneración necesaria para salir definitivamente de la pobreza. “El programa Vivir mejor plantea igualar oportunidades para las personas, lo que implica darles acceso a servicios de salud, a educación, a alimentación, y a una vivienda digna” ENTORNO 25 Incrementar criterios de sustentabilidad ambiental en la definición de la política pública. Alguien mencionaba en los años 60 en el Club de Roma que lo único que podría terminar con la humanidad eran dos brechas o dos distancias: una de ellas era la brecha entre los ricos y los pobres, y otra segunda era entre la naturaleza y el hombre. Y que si estas dos brechas se conjugaban en un mal modo o en una mala coyuntura, se podría terminar con la humanidad. Y es cierto, en esa época nadie hizo caso, nadie lo tomó en serio, pero ahora está claro que la depredación del patrimonio natural de la humanidad y también la desigualdad social que tenemos son nuestras principales amenazas. ¿Cómo está la política social o cómo está el país en política social? Es una historia que ni estamos tan bien como nos gustaría o como a veces soñamos: en alguna ocasión, en alguna entrevista, me escuché y parecía que vivíamos en Escandinavia, y ciertamente no estamos así, pero tampoco estamos tan mal como mucha gente pretende, y yo creo que hay logros importantes que debemos reconocer, y hay asignaturas pendientes que debemos tener bien identificadas para poder avanzar. Entonces, la historia de la política social en México es una historia como de claroscuros: hay casos de éxito, pero también de estancamiento. Por ejemplo, en términos del número de pobres, en los últimos 10 años, claramente tenemos una historia de éxito. En 1996, con la última crisis, había 34 millones de mexicanos en pobreza alimentaría, y a la fecha hay 14 millones. La misma historia se repite en pobreza de capacidades y pobreza patrimonial. Estas son las tres líneas de análisis que convencionalmente se utilizan en todo el mundo para medir la pobreza. En pobreza alimentaria están todos los mexicanos que no tienen el ingreso mensual suficiente para comprar una canasta básica de alimentos. En pobreza de capacidades están todos aquellos mexicanos que no tienen el ingreso mensual suficiente para comprar una canasta básica de alimentos y satisfacer sus necesidades de salud y de educación. Y en pobreza patrimonial están todos aquellos mexicanos que no pueden cubrir sus necesidades de alimentación, ni de salud, ni de educación, pero tampoco de transporte y de vivienda. Vemos que consistentemente ha venido a la baja. Este indicador del número de pobres está casi perfectamente correlacionado con crecimiento económico. La meta para el final de esta administración es reducir en un 30% este 26 ENTORNO indicador; es decir, dejar al país en 2012 en 10 millones de pobres. Esperamos —estamos ciertos— de que vamos a cumplir la meta, a pesar de las condiciones adversas que estamos enfrentando por la recesión en Estados Unidos, y por la importante desaceleración económica a nivel mundial, con tasas de crecimiento muy moderadas en México y, aparte de todo, el incremento de los alimentos en nuestro país. El compromiso es que lleguemos a los 10 millones. Probablemente el año que entra mantengamos el mismo número de pobres, si el año que entra el reporte de pobreza dice que hay 14.4 millones de pobres, ante la situación que estamos enfrentando, pues nos daremos por bien servidos y esperemos continuar con la meta al final de la administración. Pero en términos generales es una historia, no quiero decir de éxito, porque en el combate a la pobreza no hay éxito: es una historia de avance donde consistentemente ha venido disminuyendo, y únicamente el pico que se tiene en 1996. Básicamente esa fue la última de las crisis que tuvimos, la de diciembre del 94, que estuvo presente en todo el 95 y donde claramente se ve la mejoría. Ante la presencia de una crisis económica del tipo que sufrimos en 94 esto tiene como consecuencias millones de mexicanos a la pobreza. Las consecuencias no son triviales, de ahí la importancia de que la mejor política social es la estabilidad macroeconómica sin ninguna duda. Ahora, ¿qué pasa si hablamos de igualdad social o de la distribución de la riqueza? Bueno, ahí veremos, esta es la historia de la disminución de los pobres es los claros y esta es la historia de los oscuros, la distribución de la riqueza es exactamente la misma en 1992 que en el 2006, que es la ultima medición confiable que tenemos. Entonces vemos que el 10% más rico del país, donde estamos todos nosotros, ha acumulado consistentemente cerca del 40% de la riqueza nacional, y el 10% más pobre del país ha acumulado aproximadamente el 1.5%. Entonces, quiere decir que sí hay menos pobres en México. Sin embargo, la distribución del ingreso y en cuestiones de igualdad social, seguimos teniendo una distribución bastante desigual. Y aquí no quiero yo hacer el punto ni es, ni nunca ha sido la posición de este gobierno o del partido que gobierna actualmente, que problema es que hay muchos ricos, no el problema es que no se están generando las condiciones de desarrollo para un porcentaje muy importante de la población y se refleja en la poca cantidad de la riqueza nacional que acumula el primer decil de ingreso. El problema no es el décimo decil de ingreso, que bueno, que se siga acumulando riqueza ahí, el problema es que hasta abajo no se está generando patrimonio, no se está acumulando riqueza ni condiciones de desarrollo. ¿Cómo estamos en términos de la provisión de servicios públicos básicos? Aquí también tenemos una historia de relativo éxito. Vemos, por ejemplo, la comparación de una serie de indicadores entre 1992 y 2006. Niños de entre 8 y 2 años que no asisten a la escuela. En 1992 eran cerca del 11% y en la actualidad únicamente el 3.5%. Claramente, hemos avanzado. “La historia de la política social en México es una historia como de claroscuros: hay casos de éxito, pero también de estancamiento” Niños entre 13 y 15 años que trabajan y no asisten a la escuela, en 1992 era el 15% de esta población, a la fecha es cerca del 9%. Jefes del hogar con educación básica o más, vemos que en 1992 era únicamente 5%, y a la fecha es del 21%. Es decir hay un avance importante y sustancial. En términos de infraestructura social, en 1992 el 20% de las viviendas, una de cada cinco, no tenía energía eléctrica y a la fecha es únicamente el 3%. Viviendas que no cuentan con agua entubada, en 92 era 43% y a la fecha es 22%. Entonces sí, ciertamente las condiciones de vida de las viviendas en México ha mejorado de manera contundente y sin ninguna duda. Ahora la parte no tan positiva de esto pues es básicamente la cobertura que tenemos en seguridad social. Y aquí me voy a referir al último de los renglones que es básicamente los jefes del hogar que no tienen derechohabiencia; es decir, que no tienen IMSS, ISSSTE o ISFAM o algún otro mecanismo de seguridad social, sin considerar seguro popular. Y vemos básicamente que en el 20% más pobre; es decir del 20% de los jefes de familia más pobres, cerca del 91% no tenían ningún tipo de cobertura social en el ’92 y en el 2006 esta cifra se ha incrementado en 1%, el 92%. Entonces ciertamente pues sí, las casas ya tienen luz, vamos avanzando en que no tengan un piso de tierra, los niños están en la escuela, pero los jefes de familia y estas familias no tienen acceso a seguridad social, ni al IMSS, ni al ISSSTE y es un poco la lógica de por qué aparece el seguro popular con todos los problemas que tenga, con todo el fomento a la informalidad que ENTORNO 27 todos conocemos, pero ante una realidad donde el 20% más pobre no tiene acceso a servicios de salud, es una necesidad. ¿Cuál es el mapa de la pobreza en México, dónde están las localidades más pobres? Vemos que la pobreza medida como porcentaje de pobres en pobreza alimentaria dentro de cada municipio está concentrado en muchos de los municipios que están en las sierras, en la montaña; su ubicación es remota, distante, difícil de llegar y claramente se están concentrando en las montañas, que es donde más trabajo nos cuesta dotarlos de servicios básicos, donde nos cuesta más trabajo generar alternativas de empleo y de desarrollo. Vemos que si utilizamos indicadores de bienestar social, por ejemplo la mortalidad infantil, el promedio nacional son de 16 decesos por cada 1000 nacimientos vivos en México, pero sin embargo a niveles regionales hay una variación importante, desde 11.3 en zonas como el Distrito Federal, Monterrey y Guadalajara, y puede llegar hasta 23 en zonas muy pobres de los estados de Oaxaca, Guerrero, Nayarit, en zonas muy verdes. A nivel nacional, la pobreza patrimonial es el porcentaje de mexicanos que no pueden satisfacer sus necesidades de vivienda, transporte, habitación, salud, de educación. Vemos que ha disminuido ligeramente de 1992 al 2006. Si usamos el mismo indicador pero en términos urbanos, vemos que la pobreza patrimonial urbana se ha mantenido igual del 1992 al 2006, e inclusive tiene un muy ligero repunte. Lo que quiero decir con esto es que hemos hecho un avance muy importante en combatir la pobreza rural. Los indicadores que tenemos se ven muy bien, muy aceptables, en gran medida por el combate que se ha hecho a la pobreza rural. Sin embargo, en pobreza urbana se ha hecho muy poco. No es una situación exclusiva de México. En todos los países esto se ha dado: la pobreza urbana empieza a ser un reto y hay que prestarle atención. ¿Qué retos tenemos? El reto evidente es seguir abatiendo el número de mexicanos en condiciones de pobreza, de avanzar en términos de igualdad social, de generar condiciones de desarrollo económico y de empleo al mayor número de mexicanos posible, pero nos aparecen ahí un par de cosas que pomposamente se denomina “la transición demográfica” y “la transición epidemiológica”. La primera nos dice que ahorita el 65% de la población se encuentra 28 ENTORNO en edad de trabajar y de producir: entre 15 y 64 años. Es decir, la mayor parte de los mexicanos deberíamos de estar generando un ingreso y un ahorro para nuestra vejez. ¿Qué es lo que va a pasar? Que esa misma proporción se nos va a revertir en algunas décadas, y para el año 2035 probablemente la proporción de personas de 65 años o más —que actualmente es el 5% de la población— va a representar el 21% de la población a mediados de este siglo. Es decir, esta transición demográfica puede verse como un bono o una maldición: es un bono porque ahorita estamos todos en condiciones de producir, de ahorrar para nuestro retiro, de comprar un seguro de gastos médicos, de meterle al Afore y garantizar nuestra situación a futuro. Pero si en lugar de que eso, en el mayor número de mexicanos, seguimos transitando por la economía informal, en el subempleo, sin generar las condiciones de empleo formal que se requieren, bueno pues esta gran cantidad de mexicanos ni va a ahorrar para su futuro, ni va a tener resuelta su atención médica y van a envejecer. De que van a llegar a viejos van a llegar, pero la pregunta es ¿en qué condiciones y a qué costo? Entonces, de manera optimista, es un bono demográfico que dice que somos un país joven y productivo, lo cual nos va a generar una externalidad muy positiva y puede generar crecimiento económico, pero si no aprovechamos esto, va a ser una verdadera maldición. La transición epidemiológica significa que estamos empezando a tener enfermedades de países ricos: enfermedades crónicas, degenerativas, cuyo tratamiento es espectacularmente caro, como son las enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión. Pero al mismo tiempo, seguimos teniendo enfermedades de tercer mundo: infectocontagiosas, diarreas, y no podemos terminar de abatir estas afecciones. Tenemos presencia de tracoma, que es una enfermedad que antes únicamente estaba presente en África, Haití y algunos municipios de Chiapas: son pocos pero siguen existiendo ahí. Por otro lado, tenemos niños obesos pero a la vez desnutridos. Esto es también un reto muy importante que nos dice que es muy importante empezar a transitar a una generación de empleos formales que resuelva de manera exitosa estas dos transiciones. Es necesario que generemos empleos, y que estos empleos tengan de manera resuelta la atención de servicios de salud, no ahora, sino al futuro y que también tengan esquemas de ahorro para generar pensiones de IMSS. El reto también está en el contexto internacional, donde tenemos una desaceleración importante en Estados Unidos, y México sigue muy atado a los ciclos económicos de Estados Unidos. Nosotros estamos revisando nuestras tasas de crecimiento también a la baja, lo cual en términos de política social es un reto importante porque el gran remolque de la política económica no lo estamos teniendo, ni tampoco el apoyo para generar empleos. Los precios de los energéticos que impactan el poder adquisitivo de la población son altos. En México se habla con mayor énfasis del incremento en el precio de los alimentos, pero en todo el mundo es el precio de los alimentos y el precio de los energéticos lo que está pateando durísimo a la gente más pobre en todo el mundo. En México se han hecho esfuerzos muy importantes para detener los precios de los energéticos. Probablemente no nos parecerá suficiente, pero es cierto. Probablemente el precio de la gasolina sea de los más baratos en todo el mundo, gracias a los esfuerzos, y sí, por qué no decirlo, a los subsidios del gobierno federal para contener los precios de muchos energéticos. Así bien la tarifa eléctrica nos parecería demasiado cara. Trae junto con la tarifa eléctrica trae todo el costo de la ineficiencia de los monopolios, es cierto, sin embargo en otros países el precio de la energía eléctrica se está incrementando de manera importante como consecuencia del precio de los energéticos. Afortunadamente en México el costo fiscal es importante, pero para los consumidores en general el precio de los energéticos se ha estancado y no parece ser una de las causas principales de preocupación. No así el precio de los alimentos, que sí está golpeando de manera importante sobre todo a los mexicanos más pobres. "La mayor parte de los mexicanos deberíamos de estar generando un ingreso y un ahorro para nuestra vejez." ¿Qué es lo que hace Vivir mejor? Existen cerca de 116 programas de política social en el gobierno federal, lo cual significa una gran dispersión. Algunos de ellos inclusive tienen objetivos encontrados. En Sedesol únicamente hay 16. Pero también está el caso de Pemex, que tiene un presupuesto enorme en una gerencia de política social, pero nadie sabe cuál es el criterio con se distribuyen recursos, ni cuáles son los objetivos que se persiguen. En fin, existe una dispersión enorme de recursos. Entonces, lo que hicimos fue agrupar a todos los programas del gobierno federal en tres cajones. Es ENTORNO 29 decir, se reunieron todos aquellos programas que desarrollan capacidades básicas, que se entienden dentro de la red de protección social y los que ayudan a mejorar la productividad de los trabajadores que ayudan a generar condiciones de acceso y empleos formales a los mexicanos. En la operación de los programas sociales, es fundamental alejarnos de programas meramente asistencialistas: aún en comunidades verdaderamente pobres, hay que pedirles algo a cambio, un compromiso, aunque sea muy simple, como que las señoras se laven las manos antes de dar de comer a los niños, que aprendan a manejar letrinas, en fin, cosas verdaderamente simples pero algo hay que pedir a cambio. En términos de educación, evidentemente están los programas que maneja la SEP. Los estímulos y el sueldo de los maestros irán transitando gradualmente hacia los méritos que tengan en el aula. Actualmente los méritos académicos se miden en términos del número de maestrías que tenga un maestro, del número de cursos a los cuales se haya inscrito y no tenía ningún referente con el desempeño de sus alumnos en el salón de clases. Ahora sí lo va a haber. Evidentemente, es un cambio gradual pero poco a poco el cambio que tengan los niños en el aula va a determinar el sueldo que tengan los profesores que son responsables de ellos. Creo que con esos dos componentes, en el largo plazo, esto será un avance sustancial y también tiene un componente muy importante para el mejoramiento de la infraestructura de las escuelas. Muchas escuelas se construyeron hace 40 años y no se les ha invertido un peso desde entonces. Los baños de las escuelas están en un estado lamentable; lo mismo, en algunas ocasiones, el mobiliario de las escuelas, y con este programa de mejoramiento a la infraestructura se va a invertir en las escuelas por primera vez en muchos años. En la parte de los programas de salud, están los programas de la Secretaría de Salud: programas de promoción de la salud, de prevención de enfermedades, de atención mucho más efectiva y de avanzar en la universalización de la cobertura de servicios médicos a través del seguro popular. Ahorita es mucho más barato afiliar a alguien al seguro popular que afiliarlo al IMSS, sí. Sin ninguna duda eso lo entendemos, pero no se puede abandonar esta estrategia ante la gran cantidad de mexicanos que no tienen acceso ni al IMSS ni al ISSSTE. Sería condenar a la 30 ENTORNO mayoría de los mexicanos a que no tuvieran ningún tipo de cobertura. Lo que estamos haciendo es eventualmente avanzar hacia allá, homologar los dos esquemas, que sea completamente indiferente afiliar alguien al IMSS que afiliarlo al Seguro Popular. Que la calidad de los servicios que dan los dos sea perfectamente equivalente. Entonces, hay que ir avanzando gradualmente hacia allá. Si a mi me preguntan cuál es la solución de largo plazo, pues debería de ser que el sistema de salud de México se financiara con impuestos generales, impuestos que pagamos todos y que el IMSS dejara de, a través de las cuotas obrero-patronales, financiar la atención médica de sus afiliados. Esto tendría un impacto muy positivo en la reducción de las cuotas obrero-patronales para la generación de empleo y nos daría un sistema de salud público, homogéneo y estandarizado financiado con impuestos. Evidentemente, estamos un poco lejos de llegar a eso pero hay que ir transitando esa guía y hacía allá está enfocada, hay que homologar los servicios, hay que tratar de dar servicio equivalente, que el costo sea el mismo para evitar esta distorsión que existe. En términos de desarrollo de capacidades básicas están los programas de vivienda, que están desde los programas de construcción de vivienda para que las personas de pocos recursos puedan adquirir una vivienda, se ha hecho una base importante. Actualmente, con los programas de subsidio, el gobierno le da a algunos mexicanos de 40 a 50 mil pesos para poder completar un enganche y que pueda tener acceso a un crédito. Entonces, hay familias que están ganando tres salarios mínimos que ya pueden tener acceso a un crédito de vivienda, y también hay programas de infraestructura básica que hacen condiciones de vivienda en zonas verdaderamente pobres mucho más dignas: como cambiar un piso de tierra por un piso firme, dotarlos de estufas que tengan una chimenea que ventile hacia afuera y que todas las emisiones no se queden dentro de la casa, y filtros potabilizadores de agua… por mencionar algunas cosas. Están los programas de infraestructura social básica, plantas potabilizadoras de agua, drenaje, electrificaciones, y está un componente fundamental que probablemente ha pasado por abajo del radar, que es el tema de identidad jurídica. Hay millones de mexicanos que no tienen acta de nacimiento, mucho menos credencial de elector. No tienen absolutamente jor: nada. Es fundamental para que puedan acceder a una mejor dotación de servicios, para que puedan acceder a los programas del gobierno, pues identificarlos, tener claro quiénes son, y dotarlos de una identidad jurídica y una identidad mexicana que hace falta. Y déjenme mencionar una anécdota, por primera vez entramos con programas del gobierno federal al estado de Chiapas, a la zona zapatista, a la que no había entrado desde 1995. Y por primera vez pudimos entrar en algunas comunidades que ya están un poco hartos de la situación que se vive ahí, del zapatismo, de lo que ustedes quieran. Ya es otra cosa: el país ha cambiado y están buscando la manera de integrarse de una manera institucional a la vida legal del país. Llegamos, se les abrieron oportunidades, se les abrió una escuela, se les dio acceso a una clínica, y la primera entrega del recurso de Oportunidades, que viene en un sobrecito transparente con el nombre de la señora y evidentemente con intérprete, se le estaba explicando a la señora que se le estaba entregando su apoyo, que consistía en su componente nutricional, en becas para los niños que tuvieran escuelas, y se le estaba explicando que su monto ascendía a 650 pesos. Eran billetes de cien y monedas de 50 pesos. Entonces la señora sacó el sobre y reclamó que sólo le habían dado 50 pesos. No reconocía los billetes como moneda de intercambio. A ese grado llegan algunas comunidades. Hay mexicanos en Chiapas, que nacieron bajo el zapatismo en 1995, que a la fecha son adolescentes y que quién sabe cómo se educaron. No tienen acta de nacimiento, no hablan español, no tienen la noción de lo que es ser mexicanos. Y si nos vamos a zonas muy remotas y muy pobres, pues el abandono de décadas genera que tampoco exista identidad jurídica. En términos de los programas que estamos ubicando en la red de protección social, atención a grupos vulnerables, está el programa de los adultos mayores de 70 y más. Están los programas de jornaleros agrícolas, que es un grupo social extremadamente vulnerable. Son mexicanos casi nómadas que se van moviendo a donde existe el cultivo de temporal. Van migrando por todo el país y van con toda su familia. No están establecidos en ningún lugar fijo. Por lo tanto, es difícil que los niños estén en la escuela. Es un grupo muy pobre y tenemos programas específicos para ellos y, por supuesto, programas especiales para comunidades indígenas para dotarlos de infraestructura social básica. “En la operación de los programas sociales, es fundamental alejarnos de programas meramente asistencialistas: aún en comunidades verdaderamente pobres, hay que pedirles algo a cambio: un compromiso, aunque sea muy simple” ENTORNO 31 “Hay mexicanos en Chiapas, que nacieron bajo el zapatismo en 1995, que a la fecha son adolescentes y que quién sabe cómo se educaron. No tienen acta de nacimiento, no hablan español, no tienen la noción de lo que es ser mexicanos” En términos de la red de protección social anticontingencias, está la protección ante gastos catastróficos en salud, que es básicamente el Seguro Popular; protección anti-pérdida de empleo, que son los programas de empleo temporal que consiste en un programa donde cualquier mexicano que solicite tener un empleo se le paga poquito menos de un salario mínimo y se le pone a trabajar construyendo caminos, combatiendo incendios, en desastres naturales, limpiando, sacando agua, de manera que todos tengan acceso a un trabajo y el ingreso es ligeramente inferior a un salario mínimo. Están los programas de acciones de apoyo anticontingencias económicas que, para hablar claro, es un programa dedicado a atender una emergencia económica de este tipo y los programas de protección ante desastres naturales. Lamentablemente, los huracanes llegaron para quedarse en México. Estos programas ayudan a la comunidad y a la sociedad civil a enfrentar estas catástrofes. Están los programas que son vínculo y que ayudan a la generación de empleo. Entonces, son programas que se pueden entender desde la política social que son, por ejemplo, de capacidades productivas, de capacitación técnica, de certificación de habilidades, donde estamos enseñándole a los jóvenes desde las secundarias a tener herramientas útiles en la vida. Estos programas aumentan la productividad de los mexicanos y aumentan la posibilidad de que puedan tener un empleo bien remunerado. Están programas que mejoran las condiciones de vida, como son el de ordenamiento territorial, con dotación de servicios básicos que aumentan la posibilidad de que una empresa se asiente en ciertos municipios, y están los programas de nueva certeza jurídica y de seguridad pública por la misma razón. Desde la política económica, pues, están todos estos programas que facilitan el acceso al terreno laboral. Básicamente todos estos programas permiten un acceso más simple a los mercados laborales. La agenda es bastante amplia y vamos un poco lentos por razones históricas, pues hay programas que favorecen el mecanismo de ahorro en familias en extrema pobreza y programas como la generación de empleo directo por la construcción de obras de infraestructura. Cada que se construye algo, se genera una derrama y generación de empleos directos y tenemos también acciones para 32 ENTORNO el desarrollo económico regional que son básicamente programas de fomento y de incentivar a que empresas se establezcan en zonas de alta marginación. El nuevo que se anunció hace poco, donde lo que se dan son incentivos fiscales e incentivos para el pago de los impuestos a todas las empresas que se establezcan en zonas de alta marginación, está jalando muy bien. En uno de estos programas encaja el programa de estancias infantiles, que ha resultado verdaderamente exitoso, pues existen a la fecha más de 6,000 estancias infantiles y se está apoyando a cerca de 150,000 madres que, gracias a esto, pueden buscar, mantener o tener un empleo. Es un programa bastante bueno, muy bien valorado. E El autor es Licenciado en Actuaría, egresado del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), donde también realizó estudios en Economía. Tiene Maestría en Economía por la Universidad de Pensilvania, en la que además cursó estudios de Doctorado en Economía. Inicia su trayectoria en el gobierno federal como Director de Perspectiva Económica y la Dirección General de Análisis Económico y Sectorial de la Secretaría de Energía, Minas e Industria Paraestatal y en la Comisión Reguladora de Energía, de 1993 a 1994. Posteriormente, en el año 2003 encabezó la Dirección de Administración Integral de Riesgos en el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, y a mediados del mismo año fue nombrado Subsecretario de Planeación Energética y Desarrollo Tecnológico en la Secretaría de Energía. En diciembre del 2006 fue designado Subsecretario de Egresos en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, cargo que ocupó hasta enero del 2008, cuando fue nombrado Secretario de Desarrollo Social. Durante la campaña del Licenciado Felipe Calderón Hinojosa a la Presidencia de a República, fue coordinador de políticas públicas, cargo que también ocupó dentro del equipo de transición. Fue Director General de la Fundación Miguel Estrada Iturbide, institución encargada de prestar servicios de asesoría técnica en proyectos legislativos y políticas públicas a los integrantes del grupo parlamentario del PAN, en la cámara de Diputados de 2000 a 2003. En el ramo académico ha sido profesor de economía internacional en la Universidad de Pensilvania en Estados Unidos, de economía y estadística en el ITAM y de econometría en el Centro de Investigación y Docencia Económica CIDE, y en la Universidad Panamericana. ENTORNO 33