Consumo de energía y eficiencia energética Contador doméstico de electricidad Los aparatos eléctricos cuando están funcionando generan un consumo de energía eléctrica en función de la potencia que tengan y del tiempo que estén en funcionamiento. En España, el consumo de energía eléctrica se contabiliza mediante un dispositivo precintado que se instala en los accesos a la vivienda, denominado contador, y que cada dos meses revisa un empleado de la compañía suministradora de la electricidad anotando el consumo realizado en ese periodo de tiempo. El kilovatio hora, abreviado kWh, es la una unidad de energía en la que se factura el consumo doméstico o industrial de electricidad. Equivale a la energía consumida por un aparato eléctrico cuya potencia fuese un kilovatio (kW) y estuviese funcionando durante una hora. El desglose de una factura eléctrica correspondiente a un cliente doméstico, ubicado en Sevilla emitida por la compañía eléctrica Endesa, emitida el 26 de mayo de 2008 es el siguiente.15 Ejemplo de factura de consumo de energía eléctrica en un periodo de dos meses. Concepto Cálculo Valor Potencia contratada 5,5 kW x 2 mesesx 1,642355 €/(kW • mes) 18,07 € Coste consumo 966 kWh x 0,091437 €/kWh 88.33 € Impuesto electricidad 106,40 € x 1,05113 x 4,864 % 5,44 € Alquiler de contador 0,60 €/mes x 2 meses 1,20 € Impuesto valor añadido (IVA) 16% x suma anterior 18,09 € Total factura 131,13 € El refrigerador es el electrodoméstico de los hogares que consume más electricidad, por lo cual se debe hacer un uso racional del mismo para conseguir un buen ahorro. Dado el elevado coste de la energía eléctrica y las dificultades que existen para cubrir la demanda mundial de electricidad y el efecto nocivo para el medio ambiente que supone la producción masiva de electricidad se impone la necesidad de aplicar la máxima eficiencia energética posible en todos los usos que se haga de la energía eléctrica. La eficiencia energética es la relación entre la cantidad de energía consumida de los productos y los beneficios finales obtenidos. Se puede lograr aumentarla mediante la implementación de diversas medidas e inversiones a nivel tecnológico, de gestión y de hábitos culturales en la comunidad.16 Los individuos y las organizaciones que son consumidores directos de la energía pueden desear ahorrar energía para reducir costes energéticos y promover sostenibilidad económica, política y ambiental. Los usuarios industriales y comerciales pueden desear aumentar eficacia y maximizar así su beneficio. Entre las preocupaciones actuales está el ahorro de energía y el efecto medioambiental de la generación de energía eléctrica. El diseño de edificios debe considerar los aspectos de ahorro de energía, por ejemplo poniendo ventanales amplios mirando al sur (en el hemisferio norte) para que los días de invierno al abrir las ventanas el simple calor solar caliente los recintos, aislamiento de superficies para que no existan fugas de calor, colocación de paneles solares que aumenten la independencia de la energía eléctrica. Un plan activo de ahorro de energía es el que se ha implantado en la Unión Europea en el sector de la vivienda y de los servicios, compuesto en su mayoría por edificios, los cuales absorben más del 40 % del consumo final de energía en la Comunidad y se encuentra en fase de expansión, tendencia que previsiblemente hará aumentar el consumo de energía y, por lo tanto, las emisiones de dióxido de carbono. Esta normativa es similar a la etiqueta energética de los electrodomésticos. La idea es construir edificios bioclimáticos encargados de aprovechar la energía del entorno.17 Asimismo las industrias que son grandes consumidoras de electricidad, por ejemplo, cementeras, metalúrgicas, cerámicas, etc. aplican en sus procesos de producción diversas estrategias de producción y tecnologías para reducir al máximo el consumo de electricidad.