Curiosidades de la prehistoria CURIOSIDADES DE LA PREHISTORIA Compilación y armado Sergio Pellizza Dto. Apoyatura académica I.S.E.S Cooperación Elsa Bessone La mayor parte de la gente ve la Prehistoria como un periodo de tiempo lleno de carencias. Evidentemente, es así si lo comparamos con nuestra época llena de aparatos electrónicos sin los que ya no podemos pasar. Pensemos que hasta hace muy pocos años se vivía sin los lujos actuales. En este apartado se tratarán de forma breve temas poco habituales, pero que llenaban la vida de nuestros antepasados, como su música, su medicina, sus animales de compañía... La conservación de los alimentos La navegación ¿Domesticación del perro? Las artes curativas La música La conservación de los alimentos Nuestros antepasados no podían levantarse por la mañana todos los días con la despreocupación de tener la comida sobre la mesa. Puede que en verano sí pudieran de vez en cuando permitirse ese lujo, pero durante el crudo invierno las cosas eran muy distintas, sobre todo durante la glaciación. Tan importante como buscar alimento es saber conservarlo para tiempos peores y así poder llegar vivos hasta entrada la primavera. Si todo ha ido bien durante el veranootoño y se han acumulado reservas suficientes, seguramente que sí se levantaran con la seguridad de que ese día tendrían un buen asado. Se desconoce cuándo se comenzó a almacenar y conservar alimentos para poder ingerirlos sin que se estropearan. Aunque los cazadores-recolectores se desplazaban buscando alimento y mejores refugios, la necesidad verdaderamente acuciante comenzó durante el neolítico. A partir de esta época, el aumento de la población obligó a utilizar la agricultura y la ganadería como sostén de las sociedades, con lo que había que almacenar grandes cantidades de alimentos para los tiempos de escasez. Los excedentes de las buenas cosechas se intercambiaban con otros productos de pueblos lejanos, haciéndose el comercio cada vez más importante. El secado, ahumado, curado y salado han sido procesos de conservación muy comunes desde tiempos muy remotos. Según las zonas geográficas se utilizaban unos u otros, pues no es lo mismo intentar secar carne o pescado en África que en el norte de Europa, donde ahumaban más los alimentos. En Mesopotamia era común el secado y en las zonas costeras la salazón. La conservación por el frío, solo se puede practicar en regiones en las que la mayor parte del año las temperaturas son bajas. Durante el invierno las provisiones se conservan muy bien al aire libre, si se colocan lejos de los animales carnívoros. También se utilizaban cavidades en el suelo helado o grutas naturales. El secado se realizaba al aire libre, al sol o en un lugar cerrado bajo la acción del sol. En las regiones árticas de América se realizaba el secado de la carne de cérvido y luego se reducía a polvo. También se realizaba el secado del pescado en muchas regiones. Los cereales también hay que secarlos, así como otras muchas plantas, dejándolos al aire libre. El ahumado, de todo tipo de animales, no ha sido tan frecuente como el secado. Las zonas donde más se ha realizado son en Europa, América del Norte y Polinesia. Consiste en colocar colgados los restos de los animales bajo una hoguera que despida mucho humo. Y, por último, el salado, estaba muy restringido a las zonas costeras o lugares donde existieran depósitos de sal. Por otra parte, son muy importantes los recipientes para poder conservar los alimentos. Los graneros aparecieron durante el neolítico y consistían, como ya sabéis, en una construcción aislada e independiente. Los silos se realizaban a nivel del suelo o por debajo del mismo y eran impenetrables para roedores e insectos. En el Egipto prehistórico ya se utilizaban. Los fondos de algunas cuevas, donde hacía más frío, también se utilizaban, así como fosas cavadas en el suelo y tapadas después con piedras para protegerlas de los animales. Secar la carne y plantas al aire libre sujetadas a postes era lo más frecuente. Esto en cuanto a construcciones. También los recipientes de la vida diaria eran sumamente importantes, tantos los permeables (cestos, cajas, arcas…), como los impermeables. En éstos últimos fue básica la invención de la cerámica, pero ya antes se utilizaba el cuero o la madera para fabricar recipientes que soportaran líquidos. Os recomiendo una famosa novela donde se describen muy bien cómo pudo ser la obtención de comida, preparación y conservación: "El clan del oso cavernario" de Jean M. Auel. La navegación El ser humano ha navegado desde su pasado más remoto, aunque las pruebas directas más antiguas que nos han llegado de ello correspondan al Mesolítico. A Australia se llegó hace más de 40.000 años desde la costa del Sudoeste cruzando cortos tramos de los estrechos, y muchos homínidos tuvieron que atravesar ríos caudalosos y mares muchos miles de años antes, con embarcaciones muy rudimentarias o simples troncos, pero llegaban al otro lado. Otras pruebas indirectas consisten en los restos encontrados en algunos yacimientos de productos inexistentes en la zona. Estos productos tuvieron que viajar por mar para llegar hasta ahí. Por ejemplo, la obsidiana encontrada en el golfo de Argos (Cueva de Franchthi, Grecia) en un estrato fechado en 12.000 años, provenía de unas islas del Mediterráneo (Melos). La obsidiana es un tipo de roca inexistente en el continente, es decir, que se transportó a través de 150 Km. de mar. De igual manera, en Escocia y Noruega han aparecido restos de peces de aguas profundas, lo que indica una actividad pesquera en alta mar, probablemente en verano. A la isla de Creta se llegó por mar en el VII milenio a.C. y restos de embarcaciones de la misma época se encontraron también en Noyen-surSeine, Francia. Pero los barcos más antiguos encontrados se encuentran en algunos depósitos fluviales y lacustres del noroeste de Europa donde se hallaron restos de remos y canoas. Piraguas realizadas a partir de troncos de pino vaciados a fuego se han encontrado en Pesse (Holanda) y Star Carr (Gran Bretaña) pertenecientes a esta época. Arcas con una estructura de mimbre tejido y cubierta de cuero pudieron haberse utilizado también que, aunque son poco versátiles para la maniobra y no podrían adentrarse en mar adentro, si que permitían trayectos cortos a islotes o tierras no muy lejanas. Para adentrarse algo más en el mar tendrían que utilizar troncos atados con cuerdas formando embarcaciones más sólidas, sin carecer tampoco de riesgo. Algunas de estas embarcaciones fueron rescatadas de North Ferriby a orillas del Humber, y en ellas se muestra cómo sus constructores eran capaces de realizar naves hechas con tablas atadas entre sí, de 15 metros de eslora y una manga de más de 1,5 metros. El tipo de navegación en aquellos tiempos se realizaba o bien por aguas interiores o bordeando la costa, intentando evitar el adentrarse en alta mar siempre que se podía. Lógicamente, también la época del año era importante, la mejor era el verano y, por las condiciones climáticas existentes, se desarrolló el comercio, la navegación y difusión cultural de mejor forma en las zonas templadas, donde la mayor parte del año se podía navegar, es decir, a lo largo de todo el Mediterráneo. Aún así, los riesgos se corrían, pues la introducción de la cultura megalítica en Britania e Irlanda no pudo hacerse más que por mar. Es curioso como la difusión de esta cultura bordea toda la costa de la península ibérica, del norte de la actual Francia, las islas británicas y más allá. Al principio del Bronce las conexiones marítimas eran regulares entre Irlanda y Escocia, Europa septentrional y, por otro lado, Britania occidental y las costas francesas de Bretaña. El Mediterráneo ya era por entonces un verdadero trasiego de barcos que comunicaban unos "países" con otros de forma fluida, sobre todo desde el IV milenio a.C., de esta forma las cerámicas impresas cardiales se distribuyeron por toda su cuenca. El perfeccionamiento de las técnicas de carpintería, el uso de nuevas herramientas metálicas y nuevos inventos (espigones, mortajas y la vela) hicieron que la navegación fura un arte que avanzara rápidamente. En el año 3.300 a.C. por el Nilo navegaban barcos de vela cuadrada que luego derivaron en la vela triangular con el mástil en el centro de gravedad del barco. Pero, no solo la navegación sirvió para el transporte de cerámicas, metales, etc., sino para también transportar tropas y facilitar las conquistas. En el norte de Europa existen barcos grabados sobre piedra en escenas de combate naval en la Edad del Bronce. Así, como el verano era la mejor época para navegar, también lo era para guerrear. ¿Domesticación del perro? ¿Por qué este animal?, ¿por qué no domesticar a otro menos peligroso y no rival en la lucha por la caza?. Mucho antes de instaurar la ganadería y domesticar animales con fines alimenticios, los perros ya estaban integrados en la vida de los seres humanos, con funciones de ayuda, defensa o compañía. Antes de nada, me gustaría citar un maravilloso libro de Konrad Lorenz, Hablaba con las bestias, peces y pájaros, en el que este gran etólogo explica de forma amena el origen de lo que hoy llamamos "perros". Los perros provienen de dos grandes especies, del canis aureus, o chacal, y del canis lupus, el lobo. Lorenz explica como la asociación entre seres humanos y estos animales se inició de una forma involuntaria, o sea que ninguno de los bandos lo planificó de antemano. Probablemente los chacales seguirían a las tribus humanas nómadas en sus deplazamientos y rondarían los campamentos en busca de comida fácil. Muchos perros en la actualidad lo siguen haciendo en diversos lugares del mundo. Mientras se limitaran a la "basura", la relación entre ambas especies sería respetuosa, además de beneficiosa para todos. Los perros avisarían de los peligros mientras estuvieran cerca. Puede que posteriormente existiera también una colaboración en la caza, los perros seguirían a los cazadores para aprovecharse de carne que probablemente por sí solos no pudieran cazar. Otros investigadores, como R. Coppinger y M. Feinstein (Hmpshire College, Amherts, Massachussets) también piensan que fueron los antepasados de los perros actuales quienes encontraron un nicho ecológico merodeando en los campamentos humanos. El oportunismo les salvaba del hambre en muchas ocasiones. Les iba mejor en el interior y en las afueras de los asentamientos humanos. El medio ambiente alrededor de los campamentos seleccionaba la mansedumbre. Un perro temeroso no conseguiría un bocado de entre los restos de la basura, uno manso pero valiente para arriesgarse y acercarse sí conseguía algo. Puede que los primeros perros fueran unos oportunistas. A los más mansos se les permitía su merodeo, no así con los más agresivos. Seguramente, si un perro se acercaba a un campamento y atacaba a algún niño pequeño esto era un problema que había que resolver, probablemente matando a ese animal. Pero si era manso, se le permitiría su compañía y seguramente se le proporcionaban sobras, y todos sabemos lo insistentes que pueden ser para pedir y pedir sin que podamos resistirnos: ¿Quién a domesticado a quién? Así que, hay que reconocer que estos animales nos han usado para obtener comida, nos lo tenemos muy creído pero ellos han vencido. Su conducta infantil con respecto a los seres humanos hace que éstos sientan el deseo de ampararlos en muchas ocasiones. A veces son irresistibles (quien ha tenido un perro lo sabe). Según Lorenz, y creo que tiene toda la razón, es agradable pensar que esta alianza se estableció de forma voluntaria y que no fue necesario exclavizar a los animales que más tarde se llamarían "domesticados". Pero este sería el origen del perro con sangre de chacal, muy distinto en fisionomía y caracter del perro con sangre de lobo. La mayoría de los perros actuales tienen más de chacal que de lobo, probablemente lso humanos ya conocían muy bien a los chacales cuando al llegar al norte se toparon con los primeros lobos. El inicio de esta relación con los lobos no tuvo que ser fácil, como carnívoro que es, el lobo posee garras, colmillos y un potencial agresivo nada desdeñable, por no hablar de su organización en manadas y su caza en grupo. Aún así, también posee características muy similares a los seres humanos que han hecho posible su convivencia: su inteligencia, su organización social y su apego emocional. Los cambios en la evolución genética son muy lentos y precisan de muchas generaciones, mientras que los avances en la evolución cultural son mucho más rápidos. La domesticación es el proceso por el cual se reproducen animales y plantas de forma controlada por el hombre, en el que la selección natural juega un papel secundario frente a la selección artificial. Domesticar no es solo criar un animal entre humanos, sino poder reproducirlo en cautividad y poder dominarlo sin que interrumpa en las actividades humanas. Quizás nuestros antepasados intentaron domesticar más especies antes que al lobo, pero no dieron resultado, o no han trascendido hasta la actualidad, porque a la hora de domesticar animales es muy importante el comportamiento social y gregario de los mismos. Existen animales que llegada la época de reproducción son muy difíciles de controlar pues muestran un marcado carácter territorialista y no se puede mantener un rebaño en un espacio reducido. Ciervos, antílopes y otros animales no se han domesticado por estas razones. El lobo, a diferencia del chacal, el zorro y otras especies, posee una marcada conducta social, como los humanos. El gregarismo es básico para su subsistencia como para la nuestra, este es el punto clave por el cual un carnívoro de tales características se hizo amigo del hombre, “el mejor amigo del hombre” como estamos tan acostumbrados a oír. Los restos de perros domésticos más antiguos conocidos están en Oberkassel y Türingen (Alemania), de unos 12.000 años. En Zawi Chemi Shanidar, una de las aldeas más antiguas de Irak, los restos de ovejas domésticas han sido datados en 10.500 antes del presente, las cabras (Ali Kosh, Irán) en 9.500 años y el cerdo (Cayönü, Turquía) en 9.000 años. Todo parece indicar que el lobo fue el primer animal en ser domesticado, aunque siempre tenemos que tener presente que esta afirmación depende de los restos encontrados hasta al fecha, pero aún así resulta asombrosa esta extraña colaboración entre dos competidores tan fuertes en la naturaleza. Nuestros antepasados poseían un conocimiento del medio muy superior al nuestro, pues dependían exclusivamente de él. Entender la conducta de los animales les hacía poder cazar con mayor éxito y poder esquivar a los potencialmente más peligros. Según palabras de Juan Carlos Gil Cubillo: "Entre los avatares del día a día de nuestros antepasados no es extraño que tropezaran en muchas ocasiones con desvalidas crías objeto de su persecución y entre ellas las de lobo (…) en un instante de sutil inspiración, compasión o, quién sabe, quizás llevados por un simple sentido lúdico, debieron tomar sus bolsas de cuero, empleadas para la recolección, e introdujeron en ellas algún tierno animal vivo de la camada encontrada. Reunidos en el asentamiento, una jornada de caza abundante pudo ocasionar un pródigo banquete, y frente a los rostros satisfechos, el anecdótico aporte vivo asombraría a cuantos ojos expectantes observaban, sin perder detalle, que, entre dulces gemidos, graciosos y torpes movimientos, el animalito solicitaba el amparo de su accidental protector, quien lo desprendía de sus manos y depositaba en el suelo para que la horda humana congregada pudiera contemplarlo” . Sin duda, el hallazgo más representativo en cuanto a la relación de los lobos y los seres humanos es el encontrado en Ein Mallaha (norte de Israel). Se trata del esqueleto de una persona bajo cuya mano se encontraban los restos de un perro. Éste tenía dientes de leche, por lo que murió a una edad temprana. Su antigüedad es de 11.600 años. La gran cantidad de razas de perros existentes en la actualidad han derivado de los gustos de los humanos por conseguir ciertas características, como el tamaño, la mansedumbre, la fiereza o el cuidado de animales como el perro pastor. Lobos y humanos iniciaron una estrecha unión hace muchos miles de años, una unión que trae numerosas ventajas afectivas y de ayuda en muchas áreas. Un cambio que se produjo en el perro con respecto al lobo fue el del ladrido. El lobo raramente ladra. El ladrido es una forma de comunicación de los perros que surgió al domesticarse. El ladrido también fue un cambio, una mezcla de sonidos adultos y juveniles. Según Coppinger y Feinstein, a medida que los perros dóciles criaban, pasaban la mayoría de los genes de mansedumbre a las siguientes generaciones, además de otras características juveniles. Hay muchas cosas sobre la conducta de los lobos y los perros muy interesantes que nos ayudan a comprenderlos mejor, cuidarlos y quererlos, pues para ellos somos todo, su referencia, su jefe de manada. El cariño que demuestran estos animales con respecto a los humanos, y los sacrificios que pueden llegar a hacer por fidelidad a sus dueños es enorme. Para terminar, me gustaría citar unas palabras de K. Lorenz que resumen la relación establecida con el tiempo entre nosotros y estos animales: "... puedo decir por experiencia que en ciudades extrañas, y durante tiempos calamitosos, he desado la compañía del perro que me seguía y he hallado gran consuelo en el simple hecho de su existencia. Él ha sido para mí un apoyo comparable al que se encuentra en los recuerdos de la infancia, en la memoria de los tupidos bosques de nuestra patria, en algo que nos vaya diciendo que, en el fuir constante de la vida, nosotros seguimos siendo nosotros. Pocas cosas me han dado esta seguridad de manera más evidente y tranquilizadora que la fidelidad de mi perro" Después de estas palabras ¿qué pensaís? ¿quién domesticó a quién? :) Las artes curativas Es difícil encontrar evidencias de la medicina en la prehistoria pero existen (aunque éstas sean muy vagas). De los restos encontrados se deduce que muchas enfermedades se deben a traumatismos, osteosarcomas, gingivitis, caries, deformaciones óseas, desnutrición, etc, pero esto es lo que dicen los huesos. Es lógico pensar que con el estilo de vida que llevaban los cazadoresrecolectores los traumatismos estuvieran a la orden del día, aún así existen restos de huesos que se rompieron y cicatrizaron bien y correctamente, por lo que nuestros antepasados más remotos sabían “tratar” estas dolencias de forma más o menos eficaz. Además, el uso de plantas medicinales y rituales religiosos realizados por chamanes tuvieron que ser muy comunes. La intervención de alguna persona en la curación de otra se ha encontrado en restos antiguos, como en el del famoso fósil de Shanidar (Irak), que tenía un brazo amputado, entre otras cosas. Sobrevivió varios años pero se desconocen las técnicas para curarlo, probablemente el empleo correcto de hierbas curativas para lavar y cauterizar la herida fue lo que evitó una infección mortal. En el asentamiento de Monte Verde (Chile) se detectó una cabaña que era una auténtica farmacia. En ella existían 27 tipos de plantas medicinales, algunas traídas desde lejos, y también restos de masas de hierbas masticadas. Pero existen evidencias de operaciones quirúrgicas más serias, realizadas con fino instrumental lítico, como las trepanaciones. Esta práctica se ha llevado a cabo durante muchas épocas y zonas geográficas, muchas culturas la consideraron como una solución curativa a diversos problemas. Abrir el cráneo para conseguir una disminución de la presión se ha realizado muchísimas veces con éxito, de hecho se han encontrado muchos cráneos que han cicatrizado demostrando que la persona en cuestión vivió para contarlo. Algunos de estos cráneos presentan hasta varias trepanaciones y todas ellas cicatrizadas. Los dientes son foco de muchas infecciones y saber curarlos a tiempo es básico, y si no que se lo digan a "Miguelón", uno de los homínidos encontrados en la Sima de los Huesos de Atapuerca. Sus restos fósiles indicaban que tenía una gran infección con origen en un diente roto. Si se hubiera arrancado a tiempo esta persona hubiera sobrevivido y en cambio murió con grandes dolores. En muchos momentos y lugares no existió un cuidado médico, ni siquiera al nivel más elemental, y las personas morían por causas que hoy nos parecen ridículas. Determinadas culturas pudieron tener su momento en cuestión sanitaria y miles de años después sobrevivir a duras penas. Cuando se encuentran pruebas de curación no hay que generalizar, sino que es ese lugar y en un determinado momento, los habitantes de esa región tuvieron ese privilegio. De alguna forma en la actualidad pasa lo mismo, por lo tanto no hay que afirmar que en la prehistoria la gente muriera por nada, puede que muchas sociedades vivieran en mejores condiciones que durante la Edad Media europea. Muchos miles de años después, los homo sapiens del Baluchistán paquistaní ya tenían sus dentistas. Esta es la prueba más antigua hallada (8.000 años de antigüedad), los dientes encontrados poseen unas perforaciones perfectas para erradicar las caries, perforaciones realizadas con punteros de piedra finísimos. Música en la Prehistoria ¿Música?, pues sí, música. Las evidencias son pocas, pero las existentes parecen indicar la existencia de ciertos "instrumentos musicales" ya en la Prehistoria. No hay más que ver los ritmos que en canciones y bailes poseen prácticamente todos los pueblos que hasta nuestros días han conservado un modo de vida muy parecido al de nuestros antepasados. Tambores, flautas, maracas, cánticos, etc, utilizados con fines festivos o religiosos también formaban parte de la vida cotidiana en nuestros orígenes. Los raspadores son un ejemplo de ello, se trata de lo más básico a la hora de producir sonidos, a parte de dar golpes contra algo o producirlos con la voz. Los raspadores consisten en pequeños fragmentos de huesos con muescas paralelas, que al frotarlas con otro utensilio como una madera o púa producen sonidos. Se halló un raspador de entre 50.000 y 40.000 años originario de Schulen (norte de Bélgica) y se ha descartado que estas marcas se hallan producido por algún animal. Los raspadores son unos objetos muy conocidos y su distribución es prácticamente mundial. Su simplicidad hace que gane puntos a favor en ser uno de los primeros instrumentos inventados. Se han encontrado objetos muy antiguos, del paleolítico medio, con agujeros que recuerdan a flautas, pero los estudios indican que no eran tales porque en este caso sí aparecen las marcas de los colmillos de animales. Se duda mucho de la capacidad simbólica de los neandertales, pero algunos de los restos dejados por ellos hacen cuestionar hasta qué punto podían crear lo que nosotros llamamos música. Las falanges de animales perforadas por ellos (yacimiento de Prolom III, Crimea) pueden haber sido realizados para extraer la médula, pero también para usarlos como silbatos. Pero bueno, sobre todo esto es difícil decir algo y las opiniones están muy enfrentadas, como podrás imaginar. Si fuese cierto que fuesen silbatos puede que se utilizaran para producir sonidos con algún fin práctico, como señuelos en la caza, señales de aviso o imitación de algún animal. En el Paleolítico Superior la cosa cambia por completo, la evidencia de raspadores es clara, como el de la cueva de Pekárna (Moravia) y en el Neolítico ya es incuestionable, tanto en Oriente Próximo como en Europa (Janakavo, Polonia). Flautas y silbatos de 3 a 7 agujeros se han encontrado desde Francia a Rusia con una antigüedad de entre 20.000 y 15.000 años, realizadas en huesos de pájaros, oso o reno. Algunos de estos silbatos están decorados con dibujos grabados. Pero la colección más espectacular de instrumentos musicales del Paleolítico Superior es la del yacimiento de Mezin o Mezhirich (Ucrania), en las casas de mamut , aún en la era glacial. Son instrumentos de percusión realizados con huesos de mamut decorados con ocre, también existe una castañuela y dos maracas de marfil. Parece ser que un grupo de arqueólogos tocaron estos instrumentos e incluso grabaron un disco ¡alucinante!. Por otro lado están las propiedades acústicas de las cuevas, que seguro pudieron potenciarse en las ceremonias. Algunas estalactitas vibran y emiten sonidos al ser golpeadas por otros objetos. Por ejemplo, en la cueva de Nerja (Málaga - España) se pueden observar las huellas de esta acción en algunas de ellas. En la actualidad en esta cueva se realizan varios conciertos gracias a dichas propiedades acústicas. Pero lo más cercano a nosotros es sin duda el uso de las caracolas marinas. Se han encontrado en varios yacimientos y el soplar por ellas siempre ha tenido una función ceremonial en muchos lugares del mundo, incluso su uso con este fin nos ha llegado hasta hoy. Los silbatos de cerámica con un solo agujero (parecido a las ocarinas) y maracas de arcilla, así como tambores se encuentran en un número mayor a partir del Neolítico.