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Cómo
Mantenerse Sano
Gestión de los factores
de riesgo medioambientales
CÓMO MANTENERSE SANO
GESTIÓN DE LOS FACTORES DE RIESGO AMBIENTAL
INTRODUCCIÓN
La deficiencia de alfa-1 antitripsina, por sí misma, no causa ninguna enfermedad, ni en los pulmones ni en otros órganos. Sin embargo, esta afección
hace que las personas sean más vulnerables a los factores de riesgo que sí pueden provocar daños en los órganos de cualquier persona sana. Por lo tanto,
aunque la exposición a determinados factores medioambientales puede provocar enfermedades pulmonares o hepáticas relativamente leves en personas
sin alfa-1, la misma exposición en afectados de alfa-1 puede provocar enfermedades más graves. Es importante tener en cuenta que muchas personas
con alfa-1 jamás desarrollan ninguna de estas enfermedades. Aunque parte
de esta variabilidad puede estar relacionada con la suma total de la información genética, las principales influencias en el desarrollo de una enfermedad
son la exposición a factores de riesgo total o parcialmente controlables.
BUENAS NOTICIAS: Las principales influencias en el desarrollo
de una enfermedad parecen ser la exposición a factores de riesgo total o parcialmente controlables.
Este folleto le ayudará a identificar estos factores de riesgo y le sugerirá formas de modificar o reducir la exposición a los mismos. Asimismo, se analizan los factores sobre los que usted tiene un control directo, por lo que tiene
la oportunidad de tomar medidas para prevenir enfermedades o ralentizar su
avance.
Este folleto monotemático forma parte de una serie extraída de la
Gran Guía de Referencia de Alpha-1 (BFRG, por sus siglas en inglés).
Copyright© AlphaNet, Inc. 2007
En el caso de las personas “portadoras” de un único gen defectuoso de alfa-1
resulta especialmente importante reducir los factores de riesgo. A pesar de
que los portadores posiblemente tengan menos riesgo de desarrollar enfermedades en comparación con los afectados de alfa-1, que tienen dos genes defectuosos, cada vez más, el parecer general es que los portadores también tienen un riesgo importante de desarrollar enfermedades. Por tanto, controlar
la exposición a los mismos factores de riesgo es de igual importancia para
usted.
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FUMAR ES EL MAYOR RIESGO El primero de los factores de riesgo controlables relacionados con el desarrollo de la
enfermedad pulmonar por alfa-1 es la exposición al humo del tabaco. Se ha demostrado innegablemente que el humo del tabaco es el principal riesgo, tanto si es usted
fumador activo como pasivo.
TEMA CANDENTE: Para las personas con alfa-1, fumar es el principal
riesgo para la salud, ya que provoca enfermedades pulmonares y
muerte prematura.
En los fumadores, la inhalación del humo del tabaco acelera el proceso de destrucción de los pulmones y, por consiguiente, la probabilidad de desarrollar una enfermedad pulmonar. En los afectados de alfa-1 que además son fumadores, la inhalación del humo del tabaco prácticamente garantiza la enfermedad. Pero no sólo
están en riesgo los fumadores. Inhalar el humo del tabaco de forma pasiva también
daña de forma significativa los pulmones de los afectados de alfa-1, aunque ellos
mismos no fumen.
Asimismo, en los hijos de fumadores parece que la incidencia del asma es mayor que
en los hijos de no fumadores. Si su hijo padece alfa-1 o es portador, el riesgo de
desarrollar una enfermedad pulmonar a lo largo de su vida aumenta considerablemente con la exposición al humo de los fumadores. Los riesgos asociados al humo
del tabaco, especialmente para los afectados de alfa-1, son claros y significativos.
Aunque el humo del tabaco es un factor de riesgo conocido, es evidente que, en
muchos casos, no es fácil evitarlo. Algunos afectados de alfa-1 viven con fumadores
que no tienen intención de dejarlo; y aunque muchos afectados de alfa-1 no vuelven
a dar una calada a un cigarrillo después del diagnóstico, esto no siempre es lo habitual. Es importante comprender que tratar la adicción al tabaco, como cualquier
otra adicción, puede resultar muy complicado. Superar la adicción con éxito requiere conocimientos, ayuda de los demás y un compromiso a largo plazo con la salud.
DATOS SOBRE EL TABACO
Es bien conocido que fumar provoca cáncer, infartos, problemas cardíacos, EPOC
y enfermedades vasculares periféricas, además de tener un efecto perjudicial en
muchos otros sistemas orgánicos. Algunos estudios recientes a largo plazo han
indicado que aproximadamente la mitad de los fumadores habituales de tabaco acabarán muriendo a causa de su adicción.
Puesto que tener alfa-1 ya supone un riesgo mayor de desarrollar enfermedades pulmonares, el daño provocado por el tabaco prácticamente lo garantiza. Por lo tanto,
la prioridad principal a la hora de gestionar los factores de riesgo asociados con el
desarrollo de enfermedad pulmonar en los casos de alfa-1 debería ser eliminar la
exposición al humo del tabaco en cualquiera de sus formas.
LOS EFECTOS DEL TABACO EN PACIENTES DE ALFA-1 ANTITRIPSINA
Fumar afecta a todas las partes del cuerpo. Los fumadores de cigarrillos inhalan
más de 400 toxinas y 43 carcinógenos conocidos con cada calada. A medida que el
humo entra en el aparato respiratorio y en los pulmones, provoca irritación e inflamación. Esta inflamación hace que las defensas envíen glóbulos blancos sanguíneos
a la zona en cuestión. Los glóbulos blancos, para realizar su función normal, liberan una poderosa enzima conocida como elastasa de neutrófilo. La elastasa de neutrófilo resulta destructiva para el tejido pulmonar desprotegido. Alfa-1 antitripsina
(AAT) es la proteína del cuerpo que protege a los pulmones neutralizando a esta
enzima.
ES UN HECHO: Un solo cigarrillo destruye toda la alfa-1 antitripsina
de los pulmones.
Este folleto trata, ante todo, sobre conocimientos, así que comencemos con algunos
datos.
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Sabemos que las sustancias químicas producidas cuando el tabaco prende destruyen
la proteína alfa-1 antitripsina. De hecho, un solo cigarrillo destruye toda la alfa-1
antitripsina de los pulmones. Como cada cigarrillo fumado produce el mismo episodio repetido de irritación e inflamación, este proceso puede provocar la enfermedad pulmonar, incluso en personas sin deficiencia de alfa-1. En personas con niveles
de AAT normales, este proceso perjudicial suele ocurrir de forma gradual. Los síntomas de la enfermedad pulmonar en estos casos, si es que se producen, tienden a
desarrollarse a partir de los 50 o 60 años.
En el caso de los afectados de alfa-1, donde la protección frente a la elastasa de neutrófilo ya se ve limitada por los bajos niveles de AAT, la exposición al humo del tabaco aumenta el riesgo de daño pulmonar, produciendo síntomas significativos de
enfermedad pulmonar. A diferencia de las personas “normales”, este proceso perjudicial se acelera en el caso de personas con alfa-1 y sus síntomas pueden aparecer
incluso a la edad de 30 años.
Teniendo en cuenta la relación entre el tabaco y los niveles de AAT, las personas que
se están preparando para recibir terapia de sustitución de alfa-1 deberían no estar
expuestos al humo y haber dejado de fumar antes de iniciar la terapia. Esto cobra
especial sentido si recuerda que la terapia sustitutiva simplemente aporta un aumento en la cantidad de AAT. Si usted fuma, este aumento desaparecerá, del mismo
modo que el humo del tabaco destruye su propia AAT.
Aunque prácticamente todo el mundo es consciente de la relación entre el tabaco y
las enfermedades cardiopulmonares, pocas personas son conscientes de los efectos del
tabaco en otras partes del cuerpo. Cuando las diversas toxinas y productos del
humo del cigarrillo entran en los pulmones, se introducen directamente en el flujo
sanguíneo, donde circulan por el resto del cuerpo. Una de las funciones principales
del hígado consiste en procesar drogas, alcohol, sustancias químicas y demás toxinas,
para eliminarlas del cuerpo. Existen pruebas de que fumar altera la capacidad del
hígado para procesar y restar toxicidad a estas sustancias. Algunos estudios también
demuestran que fumar puede agravar el curso de una enfermedad hepática causada
por el consumo de alcohol. A pesar de estos daños, otros estudios han demostrado
que los efectos perjudiciales del tabaco en el hígado son temporales y que la mayoría
de los problemas son reversibles una vez que la persona deja de fumar.
BUENAS NOTICIAS: Diversos estudios han demostrado que los efectos perjudiciales del tabaco en el hígado son temporales y que la
mayoría de los problemas son reversibles una vez que la persona deja
de fumar.
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¿POR QUÉ DEJAR DE FUMAR?
A pesar de que todos conocemos los efectos negativos de fumar, dejarlo puede ser
todo un reto y una medida difícil de tomar, puesto que implica superar una dependencia física, la adicción a la nicotina y factores psicológicos. No obstante, los
beneficios de dejar de fumar son numerosos, significativos e innegables. Algunos
de estos beneficios incluyen:
• Menor inflamación de las vías aéreas
• Prevención de la inactivación de alfa-1 antitripsina
• Menor morbilidad – vivirá más tiempo
• Menor riesgo de enfermedad cardíaca, pulmonar y cáncer
• Menor riesgo de otros problemas de salud
• Mejor funcionamiento de los pulmones – menos falta de aire
• Menor tasa de empeoramiento de la función pulmonar
• Más energía
• Desparece la tos de fumador
• La digestión se normaliza
• La función hepática se normaliza
• Entorno más sano para quienes viven con usted, especialmente niños
• Liberación del desorden, el olor y las quemaduras en la ropa y el mobiliario
• Más dinero que puede gastar en otras cosas
LECCIÓN CLAVE: Aunque dejar de fumar puede ser uno de los cambios más difíciles de realizar en la vida, es el paso más importante
para mejorar y conservar su calidad de vida. Déjelo ya.
ELABORAR UN PLAN PARA DEJAR DE FUMAR
Existen varios recursos para dejar de fumar.
• Muchas asociaciones de ayuda contra las enfermedades pulmonares y el cáncer
ofrecen programas para dejar de fumar.
• Su hospital más cercano y su médico pueden ofrecerle opciones de tratamiento y
una lista de programas para dejar de fumar en su zona.
• También existen innumerables recursos en Internet, para quienes tengan acceso a
esta valiosa herramienta.
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El primer paso consiste en tener el deseo y la motivación para dejarlo. Para algunos, el diagnóstico de alfa-1 es la motivación principal. Una vez tomada la decisión, hable con sus familiares, amigos y terapeutas para elaborar un plan para dejar
de fumar. Consiga todo su apoyo y ayuda. Si otros miembros de la familia son
fumadores, anímeles también a dejar el hábito. Se debe resaltar y promover la
importancia de mantener un entorno libre de humo en casa. Algunos pasos para
dejar de fumar son los siguientes:
1. DECIDA UN DÍA PARA DEJARLO: Algunos estudios han demostrado que dejar
de fumar de golpe un día funciona mejor que reducir gradualmente el número de
cigarrillos.
2. CAMBIE SU ENTORNO: Retire todos los cigarrillos, mecheros, cerillas y ceniceros de su casa, coche y trabajo. NO permita que nadie fume en su casa o coche.
3. CONSIGA MEDICAMENTOS QUE LE AYUDEN A DEJARLO: Puede acceder a
chicles o parches de nicotina en la farmacia. Su médico puede recetarle otros
medicamentos, como los aerosoles nasales de nicotina, inhaladores de nicotina y
otros medicamentos orales que le ayudarán a reducir la necesidad y el mono de
cigarrillos.
4. CAMBIE DE ACTIVIDADES: Cambie viejos hábitos sustituyéndolos por actividades nuevas y saludables en lugar de fumar, como caminar, andar en bicicleta o
cuidar el jardín.
5. HAGA EJERCICIO Y COMA CORRECTAMENTE: Algunas personas ganan un
poco de peso cuando dejan de fumar, pero suele ser temporal y puede evitarse con
ejercicio regular y una nutrición adecuada.
6. PLANIFIQUE RECOMPENSAS: Planifique una recompensa especial para usted y
su familia con el dinero que ahorre.
7. MANTENGA EL PLAN: Continúe trabajando en el plan, instituyendo los cambios útiles y los nuevos hábitos para seguir sin fumar.
ADICCIÓN A LA NICOTINA Y SÍNDROME DE ABSTINENCIA
MÉTODOS ALTERNATIVOS PARA DEJAR DE FUMAR
La acupuntura es el método más ampliamente utilizado, aunque con resultados
muy variables, por lo que tal vez sea pronto para saber si este sistema finalmente
demostrará ser de ayuda. Las técnicas conductuales, como la hipnosis y el asesoramiento, han surtido efecto en algunas personas, al igual que la participación en
programas de apoyo para dejar de fumar. De hecho, combinar más de un modelo
de tratamiento puede aumentar sus probabilidades de éxito.
ES UN HECHO: Para muchas personas, dejar de fumar no resultará
sencillo. Si lo fuera, ¡habría muchos menos fumadores en el mundo!
SI NO LO CONSIGUE A LA PRIMERA…
La mayoría de los fumadores han intentado dejarlo en varias ocasiones, con distintos grados de éxito, antes de conseguir abandonar el hábito para siempre. Los
fumadores necesitan un apoyo constante por parte de sus médicos y familiares. La
participación activa del médico en este proceso es valiosísima. Pida el apoyo de sus
familiares y amigos. Es posible que deseen mantener el contacto para ofrecerle su
apoyo continuado. Si sufre una recaída y vuelve a fumar, tiene que volver al punto
de partida: fíjese una fecha, elabore un plan y póngalo en marcha.
No se ha demostrado que una estrategia para dejar de fumar sea más eficaz que
otra, pero una puede funcionar donde otras han fallado. Así que, si no tiene éxito
la primera vez, ¡no se rinda! Busque ayuda y apoyo. Si vuelve a fumar después de
haberlo dejado durante un tiempo, evalúe dónde tuvo dificultades y valore la
opción de someterse a una terapia de sustitución de nicotina, intervención conductual o asesoramiento individual o en grupo, con el fin de aumentar sus probabilidades de éxito.
Fumar cigarrillos crea adicción a la nicotina y dejarlo puede provocar síntomas
de abstinencia. Estos síntomas incluyen irritabilidad, inquietud, agresividad,
depresión, hambre y ansiedad. También se ha percibido dificultad para concentrarse y peores resultados en las pruebas mentales y psicomotoras. Estos síntomas son transitorios y ocurren sobre todo durante la primera semana desde el
abandono del tabaco. Si le resultan especialmente difíciles de llevar, puede
tomar productos sustitutivos de nicotina, como chicles, parches y aerosoles
nasales, para paliar los síntomas de la abstinencia.
Muchos médicos cuentan que, a la hora de discutir con un afectado de alfa-1 recién
diagnosticado los datos puros y duros del tabaquismo y de sus efectos sobre el organismo, el 90 por ciento de ellos son capaces de dejarlo sin intervenciones adicionales. Esto es especialmente cierto en personas que ya presentan síntomas
respiratorios.
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FACTORES DE RIESGO EN EL HOGAR,
EL TRABAJO Y AL AIRE LIBRE
NO FUMO, ¿QUÉ OTROS FACTORES DE RIESGO HAY?
Existen otros factores de riesgo para los afectados de alfa-1 en casa, en el trabajo y
al aire libre. Conforme vaya repasando la información que presentamos, piense
cuáles son los factores que pueden suponer un mayor riesgo para usted. Si sospecha que algunos de los elementos que identificamos podrían ser responsables de los
síntomas que presenta, el hecho de desarrollar un plan para reducir o eliminar su
exposición le puede proporcionar algún alivio y mejorar su bienestar.
Cada persona tiene unas circunstancias diferentes, por lo que puede que no todas
las recomendaciones que mencionamos le resulten útiles. Tenga en cuenta que no
existe un entorno cien por cien libre de riesgos, exceptuando vivir en una burbuja.
A pesar de ello, no hay razón para vivir con miedo. En general, las peores consecuencias para la salud se producen por una exposición repetida y duradera a sustancias irritantes y tóxicas.
FACTORES DE RIESGO RELACIONADOS CON HEPATOPATÍAS
Los factores de riesgo de la hepatopatía por alfa-1 no son tan conocidos como los
de la enfermedad pulmonar. El hígado es el órgano más grande del cuerpo y es
vital para que el organismo tenga un funcionamiento normal. Elimina toxinas de
la sangre, incluyendo sustancias químicas, gérmenes y bacterias, fabrica la proteína
alfa-1 antitripsina y otras proteínas necesarias para la coagulación y desempeña un
papel importante en la digestión y el aprovechamiento de nutrientes ya que produce la bilis, que ayuda a absorber las grasas y las vitaminas.
Se cree que las sustancias que pueden resultar hepatotóxicas en una persona sana
presentan una toxicidad mayor en los afectados de alfa-1. Estas toxinas pueden
contribuir al daño hepático o agravarlo y conducir a una cirrosis, un cáncer hepático y/o a un fallo hepático.
Entre las sustancias que se sabe que provocan daños en el hígado, el alcohol es el
rey. El consumo excesivo de alcohol es, con mucho, la causa más habitual en general de daño químico tóxico en el hígado. Algunos organismos definen el consumo
excesivo de alcohol como cualquier cantidad que supere dos bebidas al día. Otros
agentes inhalados, comidos o absorbidos a través de la piel también pueden provocar lesiones hepáticas. Entre ellos, los disolventes, alcaloides tóxicos, agentes contaminantes, suplementos dietéticos y los medicamentos con o sin receta.
Se han identificado muchos medicamentos diferentes que tienen un potencial efecto dañino sobre el hígado. Uno de ellos es el paracetamol, uno de los analgésicos
más utilizados. El paracetamol suele ser seguro si se toma como nos lo hayan recetado. Sin embargo, si se toma una dosis excesiva, ya sea de golpe o en un periodo
de tiempo más largo, el paracetamol puede provocar daños graves en el hígado. En
personas que consumen alcohol en exceso, el paracetamol puede ser tóxico incluso
en bajas cantidades.
FACTORES DE RIESGO RELACIONADOS CON ENFERMEDADES PULMONARES
Se han estudiado en profundidad numerosas sustancias que pueden afectar a los
pulmones, como el humo, el amianto, el gas radón, así como los agentes virales y
bacterianos, y sus efectos nocivos han quedado bien documentados. Se ha demostrado la relación de una serie de factores ambientales, como el humo industrial, los
gases tóxicos, los disolventes, el polvo y la contaminación, con el desarrollo o el
agravamiento de las enfermedades pulmonares. Dado que nuestros pulmones están
en siempre en contacto directo con los elementos del aire, resulta importante que
las personas con predisposición a sufrir dificultades respiratorias por alfa-1 reconozcan los riesgos potenciales y aprendan a protegerse de ellos. Gracias a este reconocimiento y a la limitación de las exposiciones, estas personas podrán minimizar o
eliminar sus efectos nocivos.
EL HOGAR
Además del humo del tabaco, otras sustancias potencialmente nocivas que pueden
presentarse en el hogar son:
• Gases
• Limpiadores del hogar
• Aerosoles
• Sprays contra insectos
• Maquillaje en polvo
• Humo de chimenea
• Polvo y suciedad
• Amianto
• Bacterias
• Gas radón
• Hongos y moho
No existen pruebas concluyentes que muestren que existe una relación directa entre
el desarrollo de enfermedades pulmonares específicas y la exposición a sustancias
habituales en el hogar. Sin embargo, las personas con sensibilidad a sustancias
como los productos de limpieza, jabones, desodorantes y cosméticos pueden experimentar dificultades respiratorias tras la exposición. Los afectados de alfa-1 o las
personas con alergias conocidas o sospecha de alergias pueden tener problemas para
respirar si se exponen al pelo de mascotas, hongos, moho, polen u otras partículas
en suspensión. La exposición constante a cualquiera de estos elementos por parte
de personas sensibles puede conducirles a problemas respiratorios duraderos.
ES UN HECHO: El consumo excesivo de alcohol es, con mucho, la causa
más habitual de daño químico tóxico en el hígado.
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A continuación se identifican varias fuentes de agentes potencialmente nocivos,
junto con unas estrategias sencillas para eliminar o reducir el riesgo de exposición.
AGENTES NOCIVOS
EN EL HOGAR
VAPORES Y HUMOS generados en
la cocina, el baño, el despacho o el
garaje, por estufas de keroseno mal
ventiladas, calentadores de gas, materiales de construcción o del edificio,
específicamente: formaldehídos de
tableros de partículas, tableros de
fibra, parqués, contrachapados y paneles de pared, textiles, alfombras y
moquetas.
AEROSOLES, lo que incluye desodo-
rantes, lacas, perfumes, ambientadores
y desinfectantes en spray.
EL MAQUILLAJE se volatiliza fácil-
mente y puede inhalarse, provocando
irritaciones y potenciales problemas
respiratorios.
CONSEJOS ÚTILES
• Utilice mascarilla siempre que exista la posibilidad de respirar humos nocivos o irritantes.
• Abra las ventanas y ventile cuando se encuentre
en zonas en que se puedan acumular los humos
o instale extractores de aire. Recuerde revisar y
limpiar los ventiladores regularmente.
• Cuando manipule su coche en el garaje, mantenga la puerta abierta y evite que los humos
entren en casa.
• Mantenga bien cerrados los contenedores de
disolventes. Tire los trapos sucios en un contenedor sellado. Utilice siempre una mascarilla y
guantes cuando maneje estas sustancias para
evitar o reducir la inhalación de vapores y proteger su piel del contacto.
• Encargue la revisión regular de los calentadores.
Controle los pilotos luminosos de los calentadores y hornillos de gas para asegurarse de que
las llamas arden de color azul, no amarillas o
naranjas.
• Utilice productos de madera prensada con categoría de “exteriores” ya que emiten menos cantidad de resinas fenólicas, en contraposición a
las resinas ureicas.
• Asegúrese de que las alfombras y el enmoquetado no contengan formaldehído o de que su contenido sea mínimo.
• Utilice desodorantes de roll-on, pulverizadores,
ambientadores sólidos y alternativas no tóxicas.
• Evite su uso o maquíllese poco para evitar las
partículas en suspensión. Si no le queda más
remedio, considere utilizar una mascarilla.
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PRODUCTOS DE LIMPIEZA /
INSECTICIDAS, productos con amo-
níaco, productos del petróleo, limpiadores de horno, lejía, sprays para la limpieza de muebles, insecticidas, sprays
de pintura y sprays antimoho. Utilice
estos productos con cuidado porque
son una amenaza para su hígado y sus
pulmones. Recuerde, el hígado detoxifica lo que respiramos.
EL POLVO Y LA SUCIEDAD se pue-
den acumular rápidamente y provocar
dificultades respiratorias.
• Minimice el uso de sustancias químicas tóxicas.
En la medida de lo posible, busque alternativas
naturales o productos menos tóxicos. Por ejemplo, el bicarbonato o una solución de agua y
vinagre son buenos limpiadores de hogar.
• Utilice trapos de limpieza ya húmedos o humedezca ligeramente un trapo con agua.
• Sea especialmente cuidadoso a la hora utilizar
sprays; asegúrese de que la habitación está bien
ventilada y utilice mascarilla.
• Sea consciente de la naturaleza de las sustancias químicas que entran en contacto con su
piel, ya que pueden absorberse y afectar al hígado. Los insecticidas para árboles y setos no sólo
matan insectos; pueden absorberse a través de
la piel y dañar el hígado. Por eso son sustancias
tóxicas. Utilice guantes, mascarilla, gorro y ropa
protectora cada vez que use estas sustancias.
Proteja su piel de la exposición en la medida de
lo posible.
• Nunca mezcle soluciones químicas, porque se
pueden producir reacciones químicas letales.
Por ejemplo, ¡nunca mezcle amoníaco con lejía!
• Si debe utilizar sustancias químicas irritantes,
encárguese de que sea otro el que limpie y
abandone la casa hasta que se hayan disipado
los vapores.
• Evite el polvo, es decir, evite sacudir alfombras,
aspirar, barrer y limpiar el polvo. Si puede ser,
encargue a alguien las tareas de limpieza. Si
tiene que hacerlo usted, utilice una mascarilla.
• Al limpiar zonas donde se acumula el polvo y la
suciedad, utilice un trapo húmedo o una fregona
para reducir la suspensión de partículas.
Recuerde, muchos electrodomésticos acumulan
polvo y otras sustancias irritantes y deben limpiarse regularmente. Esto incluye los filtros de
la secadora, las bobinas del frigorífico, bandejas
colectoras, climatizadores, calderas, conductos
de calefacción y ventiladores. Asimismo, deberían cambiarse con regularidad los filtros del aire
acondicionado y de la calefacción. También
puede considerar la instalación de un filtro
HEPA.
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EL POLVO Y LA SUCIEDAD se pue-
den acumular rápidamente y provocar
dificultades respiratorias.
EL HUMO DE CHIMENEAS/FUEGOS/ESTUFAS supone un riesgo
para las personas con problemas respiratorios. Aunque el factor económico y
la disponibilidad de recursos pueden
influir en la decisión de utilizar un
método de calefacción u otro, debería
tenerse en cuenta el impacto que tiene
este sistema sobre su sistema respiratorio. Puede que en su caso sea mejor
otro método alternativo.
LAS BACTERIAS, LOS HONGOS Y
EL MOHO se pueden acumular en
zonas húmedas y oscuras de la casa,
especialmente en los baños, cocinas,
sótanos, garajes y unidades humidificadoras. La tierra de las plantas de interior también fomentan el crecimiento
del moho y los hongos.
Los filtros HEPA son los filtros de aire más eficientes actualmente para la eliminación de partículas pequeñas. Según el Instituto de Ciencias
Medioambientales de EE UU, un filtro HEPA certificado debe filtrar el 99,97 por ciento de los contaminantes con un tamaño de 0,3 micras.
• Encargue una limpieza anual de la chimenea o
más frecuentemente, si es necesario.
• Antes de encender la chimenea, asegúrese de
que el tiro está abierto. En el caso de una estufa de maderas, asegúrese de que funciona bien,
las juntas están correctamente selladas y no
presentan signos de desgaste.
• Compre sólo madera, no papel, carbón u otros
elementos que puedan crear humos tóxicos.
• Aumente la ventilación en baños y cocinas, con
ventiladores orientados al exterior. Limpie frecuentemente las superficies embaldosadas o de
cemento. En ocasiones puede ser necesario
aplicar nuevas lechadas.
• Lave y sustituya las esponjas y estropajos que
utiliza en la cocina y el baño, especialmente
durante la época de la gripe. Lávelos en la lavadora con lejía o sumérjalos en una solución con
lejía. Cambie las toallas frecuentemente.
• Selle las fugas e impermeabilice el sótano.
Seque las fugas o charcos tan rápido como sea
posible.
• Limpie los humidificadores regularmente. Vacíe
las bandejas de agua de los aires acondicionados, humidificadores y frigoríficos.
• Limpie y seque las alfombras que se hayan
mojado o quítelas y cámbielas directamente.
• Considere utilizar un terrario cerrado para las
plantas.
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Los peligros para la salud del AMIANTO Y EL GAS RADÓN están bien
documentados. El amianto puede
encontrarse en aislantes viejos y deteriorados, material ignífugo o en materiales acústicos. El gas radón se forma
naturalmente en la tierra, el uranio y
las rocas de debajo de las casa, en los
viejos cimientos de granito y en el
agua de pozos.
• Contrate a constructores cualificados para controlar la exposición al amianto, su eliminación y
limpieza.
• Compruebe la presencia de radón en su casa y
busque ayuda profesional antes de planificar
medidas de reducción.
• Selle grietas y aperturas en las paredes y suelos
del sótano. Mantenga la entreplanta bien ventilada. Trate los pozos contaminados con radón
mediante aireación o filtre el agua con carbón
activado.
UNA NOTA SOBRE GEOGRAFÍA
Muchos afectados de alfa-1 se preguntan en qué medida les afecta a su salud en
general una ubicación geográfica específica y se cuestionan si deberían mudarse a
otra zona. Puede que haya zonas de un país con mala calidad del aire y que esto
tenga un efecto nocivo sobre la salud. Si le preocupa la calidad del aire de alguna
ubicación en particular, pregunte en su asociación local o acceda a otros recursos
para encontrar información útil sobre la calidad del aire.
Los pacientes de enfermedades pulmonares por alfa-1 tiene más probabilidades de
experimentar dificultades respiratorias en zonas con una altitud significativamente
por encima del nivel del mar. Esto es consecuencia de la menor concentración de
oxígeno a gran altitud. Esta menor concentración fuerza a los pulmones a trabajar
más duro y supone un esfuerzo adicional para un sistema respiratorio ya comprometido. La cuestión de si puede vivir a gran altitud dependerá de sus capacidades
funcionales a tal altura y si se presentan o no síntomas respiratorios o si estos son
tolerables. Actualmente no existen pruebas que sugieran que los afectados de alfa-1
puedan prevenir el desarrollo de una enfermedad pulmonar mudándose a un lugar
a menor altitud.
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La humedad también puede ser un factor que afecte a la respiración de algunos
afectados de alfa-1. Algunas personas cuentan que son capaces de respirar mejor en
un lugar húmedo, mientras que otras prefieren un clima seco. Sin llevar a cabo
más investigaciones, no se puede recomendar una ubicación frente a otra para mantener un buen estado de salud, ya que la respuesta y la tolerancia de cada persona es
diferente.
En caso de mala ventilación, los riesgos respiratorios se hacen visibles en forma de
nubes de polvo o se detectan por el olor. Estas sustancias también pueden irritar
los ojos, la nariz y la garganta. Debería tener en cuenta que algunas sustancias
nocivas no presentan olor, como el monóxido de carbono. Recuerde también que
su sentido del olfato puede llegar a acostumbrarse a los olores tras un exposición
repetida y que ya no los note, aunque el peligro siga presente.
Antes de acometer grandes cambios y mudarse a otro sitio por cuestiones de salud,
le recomendamos que visite la zona a la que se está planteando mudar e intente
programar una visita de larga duración. Puede que necesite visitar el área en las
diferentes estaciones para valorar cómo le afectan los cambios estacionales. Debería
tener en cuenta la prevalencia de alérgenos y otras sustancias irritantes en dicha
ubicación. Antes de decidir mudarse, analícelo con su terapeuta para comprobar
que el cambio es una buena opción.
A continuación presentamos una lista con las sustancias tóxicas más comunes en el
entorno laboral, junto con ejemplos específicos de sus efectos:
EL ENTORNO LABORAL
Existe una serie de sustancias en el trabajo que pueden ser peligrosas para la salud.
La exposición a ellas puede plantear serios riesgos para una persona sana y, con más
razón, para alguien afectado por alfa-1. Es importante que estos últimos sean conscientes de los riesgos y que elijan bien su ocupación, si es posible. Esto es especialmente importante para los jóvenes con alfa-1 que están empezando una carrera
profesional y pueden optar por una carrera de forma más informada. Elegir un
entorno laboral “favorable” y evitar ocupaciones que supongan una exposición
repetida a tóxicos reducirá el riesgo de desarrollar una enfermedad hepática o pulmonar.
Para los que han sido diagnosticados mientras trabajan en un entorno de riesgo
constante, deberían considerar un cambio de departamento, una nueva formación
y/o un nuevo empleo.
Las sustancias tóxicas en el entorno laboral se presentan de muchas formas físicas
diferentes, como humo, gas, polvo, líquidos, vapores o nebulizados. La cantidad de
exposición determinará la magnitud del daño. Muchas sustancias suponen un riesgo doble para los afectados de alfa-1 ya que tanto los pulmones como el hígado son
vulnerables. Mientras que algunas sustancias representan un peligro inmediato
para la salud y la vida, otras pueden producir daños y enfermedades tras una exposición larga y repetida. Un ejemplo de enfermedad que se desarrolla tras una larga
exposición es la silicosis, una enfermedad pulmonar grave que afecta a los trabajadores expuestos durante mucho tiempo al polvo de sílice. Otro ejemplo es el desarrollo de hepatitis tras una exposición repetida al tetracloruro de carbono entre las
personas que trabajan en espacios confinados sin la protección de una mascarilla.
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AMONÍACO:
Un gas que es irritante en ojos, nariz y garganta y que provoca una
constricción de las vías aéreas superiores.
AMIANTO: Un polvo que causa fibrosis pulmonar o cicatrices en los pequeños
sacos de aire de los pulmones y en el tejido circundante. También provoca cáncer de pulmón.
FOSGENO: Un gas tóxico que provoca edema pulmonar, neumonitis química y
quemaduras corrosivas en las vías respiratorias. También provoca la muerte de
las células hepáticas.
MONÓXIDO DE CARBONO: Un gas inodoro e incoloro que interfiere en la capacidad de la sangre para transportar oxígeno a los órganos vitales del cuerpo.
TETRACLORURO DE CARBONO: Un líquido incoloro que es un carcinógeno conocido y tóxico para el sistema nervioso central, hígado y riñones.
Una vez que se han identificado los riesgos ambientales, deberían tomarse medidas
para eliminar o evitar la exposición a la fuente tóxica. Es responsabilidad de la
empresa el mantenerle informado de los riesgos generales y específicos asociados
con su ocupación y proporcionar un entorno de trabajo seguro.
TEMA CANDENTE: Si su trabajo le coloca en una situación en que se ve
expuesto repetidamente a sustancias tóxicas, su empresa probablemente
le facilite el equipamiento de seguridad adecuado, incluyendo unas máscaras y ropa protectoras.
Como empleador, es responsabilidad suya conocer las sustancias con que entrará en
contacto en el puesto de trabajo. Debe conocer cuáles son las recomendaciones
para evitar, reducir y eliminar la exposición, así como qué hacer en caso de exposición.
Las máscaras respiratorias han sido diseñadas para reducir el riesgo de exposición
asociado con la inhalación de humo, polvo, vapores o partículas. Estas máscaras
son específicas para la sustancia utilizada o para el tamaño de partícula de los ele-
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mentos que pueden inhalarse. Los empleados deben contar con una máscara adecuada y específica para su uso individual y personal. No pueden quedar huecos o
haber fugas que permitan que los contaminantes se filtren y exista un riesgo de
exposición accidental. Una máscara con fugas, o una desgastada o dañada, es inútil
y no debería usarse; hay que volver a reajustarla y probarla.
Para las personas que presentan ya dificultades respiratorias, una máscara puede no
resultar aceptable porque puede suponer de por sí una restricción respiratoria. En
tal caso, la incapacidad de llevar el equipamiento de seguridad puede requerir una
reasignación laboral a un lugar alejado del riesgo respiratorio. Debería mantenerse
en estrecho contacto con el terapeuta ocupacional, su supervisor y su médico a fin
de facilitar este proceso. Puede considerarse la posibilidad de buscar un nuevo
entorno laboral, otro empleo o una baja por incapacidad.
AL AIRE LIBRE
Una mala calidad del aire y la contaminación afectan a todo el mundo, pero las
personas con trastornos respiratorios presentan un riesgo mayor. Las personas con
problemas hepáticos también podrían estar en peligro. Los contaminantes nos
rodean: los humos de los coches, los vertidos de plantas industriales, la polución, la
niebla tóxica, las sustancias químicas, los fertilizantes, los pesticidas, los bacterias y
las esporas de hongos y mohos; todas estas sustancias contribuyen a una mala calidad del aire. Como hemos mencionado anteriormente, ciertas ubicaciones geográficas son conocidas por contar con una peor calidad de aire que otras.
A pesar de las precauciones que pueda tomar, puede experimentar dificultades respiratorias cuando se vea expuesto a sustancias contaminantes y otros agentes irritantes. Consulte siempre con su médico antes de ajustar la medicación o el nivel
de oxígeno suplementario. El terapeuta es la persona más capaz para valorar su
estado de salud y ofrecerle las recomendaciones adecuadas para un tratamiento y
para evitar riesgos.
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CONTAMINACIÓN DEL AIRE
CONSEJOS DE SALUD
En zonas en que la contaminación sea
habitualmente problemática, se emiten
informes y alertas durante las noticias
locales y en las actualizaciones meteorológicas. Dependiendo de la calidad
del aire, las alertas se emiten en función de si es recomendable estar al
aire libre o para indicar qué nivel de
actividad es adecuado. Seguir estas
recomendaciones durante las fase de
mayor contaminación y tomar algunas
medidas sencillas puede reducir el
riesgo de exposición.
• Evite los humos nocivos cuando viaje en coche.
Evite viajar durante las horas punta por carreteras muy concurridas. Siempre que sea posible,
busque rutas alternativas o planifique el trayecto cuando haya menos tráfico. Mantenga el aire
acondicionado encendido y cierre las
ventanillas.
• Quédese bajo techo en caso de que los informes
de calidad de aire así lo aconsejen. Mantenga
las ventanas cerradas y ponga en marcha el aire
acondicionado y los filtros de aire.
EL USO DE MÁSCARAS
El uso de máscaras protectoras o respiratorias, más allá de las obligatorias en entornos ocupacionales, puede ser una opción para aquellos que deseen reducir su exposición a sustancias potencialmente nocivas presentes en el aire.
Una MÁSCARA RESPIRATORIA es un dispositivo que le protege de la inhalación de
sustancias peligrosas como los agentes químicos y las partículas infecciosas. El término “máscara” hace referencia a cualquier artilugio que minimice la exposición a
infecciones en suspensión y otros agentes potencialmente irritantes como el polvo,
el pelo de animales, el moho, los vapores tóxicos, el cloro, la tinta de impresión, el
ozono, las partículas, el dióxido de azufre, los formaldehídos, la gasolina, el gas
natural y el humo. Mediante el uso de una máscara también se puede minimizar la
respiración de aire frío o “helado”.
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NO TODAS LAS MÁSCARAS SON IGUALES
Existe una amplia variedad de máscaras en el mercado, cada una con sus propias
especificaciones contra el polvo, las nebulizaciones, los aerosoles, las partículas o el
frío. Las máscaras abarcan desde la mascarilla de usar y tirar que utiliza el personal
sanitario y las mascarillas de tela lavable, hasta otras de tipo industrial que vienen
equipadas con filtros, válvulas de espiración y cartuchos reemplazables. Para determinar qué tipo de máscara es más adecuada para usted y sus necesidades específicas
hay que investigar un poco.
LECCIÓN CLAVE: La mascarilla desechable no evita que su portador
inhale agentes infecciosos suspendidos en el aire.
La mascarilla desechable es la que nos resulta más familiar. Esta es la que
suelen llevar los médicos y enfermeras en el hospital. Esta mascarilla está diseñada
para prevenir que el portador contagie una infección al resto de las personas, es
decir, no evita que este inhale agentes infecciosos suspendidos en el aire.
Actualmente, las únicas mascarillas recomendadas para minimizar el riesgo de contagio de una infección respiratoria son las que cuentan con una valoración N95,
conocidas como respiradores N95. La valoración indica que esta mascarilla puede
filtrar el 95 por ciento de las partículas del aire, siempre que esté bien ceñida y se
use adecuadamente.
RECUERDE: Ninguna máscara proporciona una protección del
cien por cien.
Es importante ser consciente de que no hay máscara que puedan proporcionar una
protección total; de hecho, la mejor forma de prevenir el contagio de infecciones
sigue siendo un buen lavado de manos. Más adelante en este folleto expondremos
“Una buena técnica para lavarse las manos”.
Los respiradores N95 son sólo uno de los diferentes tipos de mascarillas desechables
disponibles. Estos tipos de máscara son los más sencillos y económicos del mercado. Las mascarillas de partículas también se conocen como “respiradores purificadores de aire” porque protegen al portador filtrando las partículas presentes en el
aire. Es importante advertir que este tipo de máscara no es efectivo con los gases,
vapores tóxicos, agentes químicos y humos.
encuentre la que mejor se adapte a sus necesidades y
estado de salud.
A continuación, algunos consejos sencillos para elegir una mascarilla y garantizar que se ajuste bien:
• Determine las sustancias y situaciones contra las
que desea protegerse y qué máscara es más efectiva para tales especificaciones.
• ¿La máscara es reutilizable, lavable o desechable? Siga siempre las instrucciones de
uso del fabricante.
• No deje que la máscara se humedezca o manche. Si ocurre esto, cámbiela.
• La máscara debería ceñirse bien por encima de la nariz y la boca, quedando sellada. Compruebe que no quedan espacios.
• Los hombres con barba pueden necesitar afeitarse o recortarse la barba para
lograr un buen sellado.
• La administración de oxígeno por medio de una cánula nasal puede evitar que la
máscara quede bien sellada.
• No permita que la máscara interfiera en su visión. Ajuste el clip de la nariz, si lo
hubiere.
• Ajuste las gomas para que quede apretada y cómoda.
El uso de mascarillas puede ser una buena opción para reducir la posible exposición
a sustancias nocivas e irritantes presentes en el aire. Si entiende bien qué necesita
para protegerse y qué tipo de máscaras tiene a su disposición, podrá elegir adecuadamente entre las distintas opciones para maximizar la protección y los beneficios.
MINIMIZAR EL RIESGO DE INFECCIÓN
De todos los peligros medioambientales que afrontan las personas, los microorganismos, bacterias y virus siguen siendo el enemigo más temible. El contagio aéreo
de infecciones respiratorias agudas es responsable cada año de la muerte de cuatro
millones de personas en todo el mundo y es la principal causa de muerte en niños
menores de cinco años.
A algunas personas les puede resultar difícil respirar a través de una mascarilla. Sin
embargo, existe una gran variedad de modelos para elegir y lo normal es que
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Mascarilla N-95
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ENFERMEDADES BACTERIANAS
O VÍRICAS
CONSEJOS DE SALUD
• Las enfermedades bacterianas o víricas se contagian por medio de las
gotículas de una tos o un estornudo
o del contacto con manos sucias.
Muchas personas no se dan cuenta
de que la forma más común de
transmisión de infecciones es por
medio del contacto con superficies
contaminadas, por ejemplo, pomos
de puertas, interruptores de luz y
teléfonos. Para minimizar la exposición y reducir la incidencia de infecciones basta con tomar una serie de
medidas muy sencillas.
• Lavarse bien las manos es la mejor defensa contra la transmisión de infecciones.
CÓMO LAVARSE BIEN LAS MANOS
1. MÓJESE LAS MANOS con agua corriente TEMPLADA.
2. AÑADA JABÓN Y FRÓTESE las manos, alejadas del agua, haciendo espuma.
Continúe al menos 20 segundos utilizando una buena cantidad de fricción, frotando el dorso y la palma de las manos, entre los dedos y bajo las uñas.
Concéntrese en los nudillos y no olvide las muñecas.
3. ENJUÁGUESE BIEN LAS MANOS bajo el agua templada. Deje que el agua se
deslice hasta el lavabo.
4. SÉQUESE BIEN LAS MANOS con una toalla limpia, preferiblemente con papel
de manos, que es fácilmente desechable. Utilice el papel para cerrar el grifo.
Asegúrese de lavarse bien con agua y jabón tan pronto como pueda. Disponga de
jabón seco o toallitas en caso de no tener acceso a agua corriente. Los productos
que contienen alcohol con una concentración de al menos el 60 por ciento pueden
ser útiles, pero es preferible usar agua y jabón.
Lavarse a menudo y concienzudamente las manos, especialmente después de tocar
superficies que tocan a menudo otras personas, tras toser o estornudar y manejar
cosas sucias, ayudará a reducir enormemente la posibilidad de una infección.
Lavarse las manos después de ir al baño, cambiar un pañal y antes de manejar o
preparar comida es extremadamente importante para reducir el contagio de infecciones.
UNA BUENA TÉCNICA PARA LAVARSE LAS MANOS
Lavarse las manos es algo sencillo que debería convertirse en una rutina para mantener una buena higiene general. Numerosos estudios han demostrado que es la
primera y mejor defensa contra el contagio de infecciones. Una buena técnica para
lavarse las manos no tiene que ver con utilizar un jabón antibacteriano caro. El
principal beneficio de lavarse las manos es fruto de la fricción al frotarse las manos
y del enjuague.
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UN BUEN CONSEJO: Para limitar el riesgo de infecciones mientras está
fuera de casa, lleve con usted toallitas, sprays u otros productos antibacterianos para limpiar las superficies que no tendrá más remedio que
tocar. Los cinturones de seguridad y las bandejas del avión, así como
los teléfonos e interruptores de la habitación del hotel pueden ser una
fuente de bacterias. No obstante, recuerde que la mejor protección contra las infecciones es lavarse las manos. Si no dispone de agua limpia,
los productos antibacterianos son la mejor manera de mantenerse a resguardo de infecciones.
Nota: Si las manos o las superficies están visiblemente sucias con material
orgánico (esputos, heces), las toallitas y los jabones secos no son efectivos
porque no eliminan el material, simplemente lo unta. En estos casos hay
que utilizar agua y jabón.
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MINIMIZAR EL RIESGO DE
INFECCIÓN
CONSEJOS DE SALUD
Personas que tienen una enfermedad
respiratoria conocida
• Guarde las distancias con las personas que sabe
que tienen una enfermedad respiratoria, especialmente si tosen o estornudan. Puede que
necesite limitar el contacto con niños pequeños
y con los nietos, si están yendo a la guardería,
especialmente durante la época de la gripe.
Personas que tienen una enfermedad
contagiosa
• Evite el contacto con personas que padezcan
otras enfermedades infecciosas y evite los lugares cerrados y atestados, en que el contacto es
inevitable.
Al visitar la consulta del médico o el
hospital
• Tenga cuidado cuando tenga que ir a la consulta
del médico o al hospital. En algunos casos
podrá concertar la primera cita del día o acudir
a consulta cuando haya menos gente
esperando.
Situaciones que suponen un riesgo
• Disponga de una mascarilla N95 si tiene que
estar en una situación de riesgo. Cuando no la
lleve puesta, guárdela en una bolsita para evitar
que se manche o estropee.
Gripe, neumonía estreptocócica y
hepatitis A y B
• Póngase la vacuna anual contra la gripe antes
de que empiece la temporada de frío. Vacúnese
contra la neumonía estreptocócica y las
hepatitis A y B.
EL EFECTO DOS EN UNO
Los afectados de alfa-1 son más susceptibles a las infecciones respiratorias y a que
los agentes infecciosos afecten también al hígado. Para reducir el riesgo de complicaciones graves, se recomienda que todos los afectados de alfa-1 se vacunen contra
la gripe, la neumonía y la hepatitis.
VACUNA CONTRA LA GRIPE
El virus influenza es el responsable de la gripe. Este se transmite de persona en persona gracias a las gotas infectadas que se encuentran en suspensión en el aire. Al
contrario que otras infecciones respiratorias víricas, como el catarro común, la gripe
puede provocar una enfermedad grave y generar complicaciones potencialmente
mortales para muchas personas.
UN BUEN CONSEJO: Se recomienda a las personas con un riesgo
mayor de complicaciones graves que se vacunen anualmente contra la
gripe, incluyendo a los mayores de 50 años, personas con una enfermedad respiratoria crónica o una cardiopatía, personas con un sistema
inmunológico comprometido, personas que viven en residencias de
ancianos y personal sanitario.
Los síntomas de la gripe incluyen fiebre, dolor de cabeza, fatiga, tos, irritación de
garganta, mocos y dolor muscular. Los niños pueden además presentar náuseas,
vómitos y diarrea, pero estos síntomas son raros en adultos. Las complicaciones de
la gripe pueden incluir la neumonía bacteriana, deshidratación y el empeoramiento
de afecciones médicas crónicas, como la insuficiencia congestiva cardiaca, el asma o
la diabetes. Las personas con afecciones crónicas o los mayores de 65 años en general son quienes presentan un mayor riesgo de complicaciones por el virus de la
gripe.
Se recomienda a las personas con un riesgo mayor de complicaciones graves que se
vacunen anualmente contra la gripe; esto incluye a los mayores de 50 años, personas con una enfermedad respiratoria crónica o una cardiopatía, personas con un sistema inmunológico comprometido, personas que viven en residencias de ancianos y
personal sanitario. Asimismo, sería prudente que se vacunaran también las personas que viven en la misma casa que las personas de riesgo.
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LECCIÓN CLAVE: Se recomienda que los afectados de alfa-1 con un
enfermedad pulmonar, los miembros de su familia y otras personas con
las que mantengan un contacto estrecho no utilicen Fluenz.
Existe una nueva forma de vacunación contra la gripe llamada Fluenz® (pendiente de comercialización en España). En lugar de recibir una inyección, se
administra en spray a través de la nariz. También difiere de la vacuna tradicional en que se fabrica a partir de virus vivos atenuados (virus que han sido modificados para provocar una infección menos grave), mientras que la antigua se
crea a partir de virus muertos. Al igual que la vacuna normal, si usted es alérgico al huevo o sus derivados, no debería usarla. Al contrario que la vacuna habitual, no se recomienda su uso a las personas con asma u otras enfermedades
pulmonares. Asimismo, si está en contacto con una persona que ha recibido la
vacuna Fluenz, usted puede infectarse de dicho virus. Por lo tanto, se recomienda que los afectados de alfa-1 con un enfermedad pulmonar, los miembros
de su familia y otras personas con las que mantengan un contacto estrecho no
utilicen Fluenz.
Actualmente existen medicamentos antivirales orales que, si se toman en el
plazo de dos días desde la aparición de la enfermedad, pueden reducir la duración de la misma. Estas medicinas no curan la gripe por completo. Aunque se
ha aprobado su uso para la prevención de la enfermedad, la vacuna sigue siendo
la mejor medida preventiva.
Las autoridades sanitarias recomiendan la vacunación contra el neumococo a todas
las personas entre los 2 y los 64 años de edad que presenten una enfermedad cardiovascular crónica (incluyendo la insuficiencia congestiva), una enfermedad pulmonar crónica (por ejemplo, enfisema) o diabetes. Padecer únicamente asma no es
una indicación para vacunarse contra el neumococo, a menos que se presente junto
con una bronquitis crónica, un enfisema o un uso continuado y sistémico de corticoesteroides. No obstante, las personas con una enfermedad pulmonar obstructiva
deberían vacunarse con independencia de su causa.
UN BUEN CONSEJO: Las autoridades sanitarias recomiendan la vacunación contra el neumococo a todas las personas con una enfermedad
pulmonar obstructiva, con independencia de su causa.
Se recomienda una revacunación única con Pneumovax®-23 para adultos que:
• Presenten un riesgo máximo de desarrollo de una infección neumocócica fatal.
• No experimentaron una reacción grave en la primera vacuna.
• Se vacunaron con Pneumovax hace más de cinco años.
La revacunación no es necesaria en personas que se hayan vacunado hace menos de
cinco años.
VACUNA NEUMOCÓCICA (PNEUMOVAX)
VACUNAS CONTRA LAS HEPATITIS
El Streptococcus pneumoniae es la bacteria responsable de la neumonía neumocócica en adultos y niños. La infección suele comenzar con la aparición repentina de
una fiebre alta, tos y un dolor punzante en el pecho; además, es una de las causas
más comunes de muerte. Este tipo de neumonía es responsable de un cuarto a un
tercio de las hospitalizaciones por neumonía.
La hepatitis es una inflamación del hígado que puede conducir a un edema, hipersensibilidad y a la aparición de cicatrices. En la hepatitis viral, los virus más comunes son los de la hepatitis A, la hepatitis B y la hepatitis C. Los virus se contagian
de diversas formas: por comidas o agua contaminada, por vía orofecal (hepatitis A)
o por el contacto con sangre infectada o con secreciones corporales (hepatitis B y
C).
Las hepatitis B y C pueden convertirse en afecciones crónicas que pueden generar
daños hepáticos graves y permanentes y conducir a la muerte del paciente. Puede
ser aconsejable que los afectados de alfa-1 se vacunen contra las hepatitis A y B, ya
que existen pruebas de que estas infecciones virales son peores en caso de alfa-1.
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UN BUEN CONSEJO: Puede ser aconsejable que los afectados de alfa-1
se vacunen contra las hepatitis A y B, ya que existen pruebas de que
estas infecciones virales son peores en caso de alfa-1.
HIGIENE ORAL Y SALUD GENERAL
Todos sabemos que la prevención es una de las claves para mantener una buena
salud. Otro paso importante para mantener un buen estado de salud general es
tener una buena higiene dental.
Y hay muchas más razones que las cosméticas. Aunque hubo un tiempo en que se
creía que lo más grave de la enfermedad periodontal (de las encías) era la pérdida
de los dientes, ahora se ha demostrado que la salud bucodental afecta a todo el
organismo. Las bacterias que se encuentran en la boca, en particular en las caries y
encías infectadas, pueden pasar fácilmente al torrente sanguíneo y migrar por el
cuerpo, provocando daños en corazón, pulmones y otros órganos.
Las infecciones respiratorias bacterianas normalmente se contraen al aspirar finas
gotas suspendidas en el aire. Estas gotículas contienen gérmenes que pueden multiplicarse en los pulmones. Está claro que esta es una de las vías de infección de los
pulmones; no obstante, estudios recientes han comenzado a sugerir que las bacterias presentes en la boca y la garganta pueden pasar al tracto respiratorio inferior y
provocar infecciones en los pulmones y en los tubos bronquiales.
Las personas que tienen un sistema inmunológico pobre (los muy jóvenes y los
muy mayores, así como los afectados de alfa-1 con algún tipo de enfermedad pulmonar) padecen una menor protección contra estas infecciones, lo que hace que
sean más susceptibles a las infecciones respiratorias. Una buena higiene bucodental, por lo tanto, es un componente muy importante del programa de gestión y
prevención de enfermedades, especialmente en esta categoría de personas.
BUENAS NOTICIAS: Con una buena higiene bucodental, la enfermedad
periodontal puede controlarse e incluso revertirse.
La boca humana siempre contiene bacterias, pero la existencia de infecciones dentales de cualquier tipo incrementa el número de bacterias y puede conducir a un crecimiento de las poblaciones bacterianas, lo que es difícil de tratar si causan una
infección en los pulmones y las vías aéreas. Con un buen cuidado bucodental, la
enfermedad periodontal puede controlarse e incluso revertirse.
¿QUÉ PUEDO HACER?
Visitar regularmente al dentista es uno de los pasos más importantes que puede dar
para mantener o mejorar la higiene bucodental. El dentista revisará su historial clínico, le limpiará y pulirá los dientes y le derivará al médico si encuentra cualquier
problema.
Desarrollar un buen hábito de limpieza diaria, junto con las visitas regulares al dentista, le permitirá controlar e incluso revertir la enfermedad periodontal. Todo lo
que se necesitan son cinco minutos, dos veces al día para mantener o mejorar la
higiene bucodental:
CEPILLARSE: Coloque el cepillo en un ángulo de 45 grados respecto a la unión
entre el diente y la encía, aplicando una ligera presión mientras aleja el cepillo de la
encía. No olvide cepillar la lengua (con o sin dentífrico) ya que es una zona en que
se acumulan las bacterias. Debería cepillarse al menos tres minutos cada sesión.
PAN COMIDO: Todo lo que se necesitan son cinco minutos,
dos veces al día para mantener o mejorar la higiene bucodental.
¿QUÉ ES LA ENFERMEDAD PERIODONTAL?
De acuerdo con algunas estimaciones, hasta el 75 por ciento de los adultos mayores
de 30 años pueden sufrir algún grado de enfermedad periodontal. Esta comienza
con la formación de depósitos blandos y duros en la superficie de los dientes. Con
el paso del tiempo se produce un acúmulo de bacterias, llamado placa, en la línea
de las encías que, posteriormente, se solidifica sobre los dientes en depósitos de calcio llamados cálculos o sarro. Con un mal cuidado de los dientes, estas bacterias
pueden provocar una inflamación de las encías, o gingivitis, penetrar por debajo de
la línea de las encías y extenderse hasta llegar al hueso subyacente.
USAR SEDA DENTAL: Enrolle unos 50 centímetros de seda en los dedos corazón
de cada mano hasta que queden unos 4 centímetros entre ellos. Con el pulgar y el
índice de cada mano guíe la seda suave y cuidadosamente entre cada diente haciendo movimientos alrededor del diente y por debajo de la encía.
Enjuague antibacteriano: Además de lo dicho, algunos defienden el uso regular de
un enjuague antibacteriano, en especial durante la época de la gripe
DENTADURAS: Aunque lleve dentadura, es importante lavarse la boca y acudir a
las revisiones con el dentista para prevenir los problemas bucodentales.
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RESUMEN
Aunque padecer una afección genética conlleva algunos riesgos y predisposiciones
incontrolables, para los afectados de alfa-1 muchos de los factores de riesgo más
importantes son, de hecho, controlables y manejables. Las decisiones conscientes
que tome respecto a su entorno podrán salvaguardar su salud. En esta sección se
han descrito los factores de riesgo conocidos para desarrollar una enfermedad en
caso de alfa-1 y se han recomendado soluciones para reducir tales riesgos. Los cambios que tendrá que asumir para proteger su salud a menudo implicarán un esfuerzo cooperativo entre usted, su familia, su empresa y los profesionales de la salud.
Esta colaboración es importante para maximizar el mantenimiento de su salud y de
su calidad de vida.
Este folleto ha sido creado por AlphaNet como parte de su programa de
Control y Prevención de la enfermedad alfa-1 (ADMAP, por sus siglas en inglés).
AlphaNet es una organización sin ánimo de lucro que ofrece servicios de control de la
enfermedad alfa-1 y apoyo a los pacientes a través de un grupo de profesionales
médicos y Coordinadores de los Servicios para Pacientes de AlphaNet, que han
recibido una formación especial a tal efecto.
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