ACCIÓN DE TUTELA - Actos Administrativos / Improcedencia – Otros medios de defensa judicial. En el presente asunto existe un acto administrativo que está amparado por el principio de presunción de legalidad; por ello, al existir inconformidad con el mismo, la preceptiva contenciosa vigente ha previsto los mecanismos judiciales y los jueces competentes para que tales actos, si así se ameritare, sean retirados del ordenamiento jurídico. Por lo tanto, si la legalidad de los actos acusados no ha sido cuestionada ante la jurisdicción de lo contencioso administrativo, no es la tutela el medio establecido para reclamar pretensiones que contra tal normatividad pudieren surgir. Sólo la inminencia de sufrir un perjuicio irremediable haría posible tramitar la petición de tutela. Sin embargo, del análisis de las pruebas aportadas al expediente no se infiere la existencia de tal consecuencia lesiva, que pudiere evitarse con el ejercicio transitorio de esta acción (…). TRIBUNAL SUPERIOR DE DISTRITO JUDICIAL SALA CUARTA DE DECISIÓN PENAL Magistrado Ponente HERNANDO QUINTERO DELGADO Radicación No.41001-31-87-003-2011-00118-01 Procedencia Juzgado 3° de Ejecución de Penas de Neiva Accionante Víctor Oliverio Rojas Buendía Accionada Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales Asunto Impugnación Tutela Decisión Confirma Aprobación Acta No. 01519 Neiva, veintiséis (26) de octubre de dos mil once (2011) I. ASUNTO Tutela de Segunda Instancia VÍCTOR OLIVERIO ROJAS BUENDÍA RAD. 2011-002012 Entra la Sala a resolver la impugnación presentada por el accionante VÍCTOR OLIVERIO ROJAS BUENDÍA, contra el fallo proferido por el Juzgado Tercero de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Neiva, el 27 de septiembre pasado, que negó la acción de tutela propuesta contra LA DIRECCIÓN DE IMPUESTOS Y ADUANAS NACIONALES – DIAN - . II. ANTECEDENTES Refiere el actor que el 30 de diciembre de 2004 presentó la declaración del impuestos sobre la renta del año gravable 2003, ante la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales – DIAN-, con un saldo a pagar de $939.000,oo. Sin embargo, mediante requerimiento especial No. 130632007000042 del 27 de marzo de 2007, la accionada propuso modificar aquella liquidación e incrementarla en sus activos por valor de $70.000.000,oo; inexactitud que generó la imposición de una sanción del 160%. Agrega que en liquidación oficial de revisión No. 130642008000012 del 10 de marzo de 2008, se modificó la liquidación privada contenida en la declaración de renta del año gravable 2003 y mantuvo la adición de ingresos por valor de $70.000.000,oo; decisión que confirma en resolución No. 900051, del 19 de marzo siguiente, sustentándose en lo previsto en el articulo 239 numeral 1 del E.T. Por ello, el 30 de julio de 2010, requirió la revocatoria directa de las resoluciones aducidas, requerimiento que es despachado negativamente. SALA CUARTA DE DECISIÓN PENAL Página 2 de 8 Tutela de Segunda Instancia VÍCTOR OLIVERIO ROJAS BUENDÍA RAD. 2011-002012 Explica que la normatividad aplicada por la accionada introdujo un nuevo régimen general y permanente para el tratamiento de la omisión de activos o la inclusión de pasivos inexistentes, que debía aplicarse a partir del período gravable siguiente a su vigencia, es decir, en el año gravable 2004 y que su aplicación retroactiva constituye un defecto sustantivo de tal magnitud que origina una vía de hecho. En consecuencia, pide la intervención del juez constitucional para que se indique a la DIAN que él no estaba obligado a cancelar los valores determinados en la liquidación oficial de revisión, al fundamentarse en una norma tributaria que aún no estaba vigente para el año gravable 2003. III. TRÁMITE El Juzgado Tercero de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad de Neiva, en auto del 14 de septiembre pasado, avocó el conocimiento de la acción y ordenó vincular a las entidades demandadas. Así, la DIAN defendió la actuación que adelantó por sujetarse a lo previsto en el Estatuto Tributario vigente. Adicionalmente, alega que el contribuyente tuvo las oportunidades procesales idóneas para controvertir la legalidad de la liquidación oficial de revisión, tales como: contestación del requerimiento especial, recurso de reconsideración, acción de nulidad y restablecimiento del derecho, las que permitió que fenecieran. SALA CUARTA DE DECISIÓN PENAL Página 3 de 8 Tutela de Segunda Instancia VÍCTOR OLIVERIO ROJAS BUENDÍA RAD. 2011-002012 IV. FALLO DE PRIMERA INSTANCIA El a – quo declaró la improcedencia del mecanismo constitucional, al existir otros mecanismos judiciales ante la jurisdicción contenciosa administrativa a los cuales pudo acudir el quejoso; además, no es posible que prospere como mecanismo transitorio, toda vez que tampoco acreditó que existiera un perjuicio irremediable. Por lo tanto, señaló que los derechos al debido proceso y defensa invocados en esta acción, no han sido vulnerados por parte de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales –DIAN-. V. DEL DISENSO El actor insiste en que se soslayó analizar las pruebas aportadas con la demanda, en la que consta que se aplicó una normatividad que no estaba vigente para el año 2003 y que por ello es incuestionable que se le vulneró su derecho fundamental al debido proceso, por lo que exige se decrete la nulidad del trámite administrativo agotado y se ordene su archivo definitivo. VI. CONSIDERACIONES Por regla general, para determinar si la acción de tutela es procedente, es preciso examinar si no existe otro medio judicial o aún si existiere éste no resulta idóneo para el amparo de los derechos constitucionales en el caso concreto, eventos en los cuales la tutela resulta ser el mecanismo idóneo para su amparo. Sobre este aspecto se destaca la sentencia T-625 de 2000, con ponencia del Magistrado Eduardo Cifuentes Muñoz, que puntualizó que: SALA CUARTA DE DECISIÓN PENAL Página 4 de 8 Tutela de Segunda Instancia VÍCTOR OLIVERIO ROJAS BUENDÍA RAD. 2011-002012 “... la acción de tutela no ha sido concebida como un instrumento para sustituir los demás medios de defensa judicial, sino como un mecanismo que complementa los otros recursos y acciones, en la medida en que cubre aquellos espacios que éstos no abarcan o lo hacen deficientemente. Aceptar lo contrario sería admitir que el juez constitucional tomara el lugar de las otras jurisdicciones, resultado que iría en contra del fin de la jurisdicción constitucional, cual es el de velar por la guarda e integridad de la Constitución, tarea que comprende también la de asegurar las competencias de las otras jurisdicciones. Es por eso que esta Corte estableció, en su sentencia T-119 de 1997, que dentro de las labores que le impone la Constitución ‘está la de señalarle a la acción de tutela límites precisos, de manera que se pueda armonizar el interés por la defensa de los derechos fundamentales con la obligación de respetar el marco de acción de las jurisdicciones establecidas.” Se ha precisado que el análisis de la existencia de una vulneración de un derecho fundamental por un acto administrativo a través de la acción de tutela, exige un análisis más intenso que el llevado a cabo frente a providencias judiciales que vulneren derechos. La Corte Constitucional, en la sentencia T-214 de 2004 expuso: “Aunque el derecho al debido proceso administrativo adquirió rango fundamental, ello no significa que la tutela sea el medio adecuado para controvertir este tipo de actuaciones. En principio, el ámbito propio para tramitar los reproches de los ciudadanos contra las actuaciones de la administración es la jurisdicción contenciosa administrativa quien está vinculada con el deber de guarda y promoción de las garantías fundamentales. Es en este contexto donde demandados y demandantes pueden desplegar una amplia y exhaustiva controversia argumentativa y probatoria, teniendo a su disposición los diversos recursos que la normatividad nacional contempla. El recurso de amparo sólo será procedente, en consecuencia, cuando la vulneración de las etapas y garantías que informan los procedimientos administrativos haya sido de tal magnitud, que los derechos fundamentales de los asociados no cuentan con otro medio de defensa efectivo1. El recurso de amparo, 1 Al respecto pueden consultarse las sentencias T-045 de 1993, T-480 de 1993, T-554 de 1993, T-142 de 1995. SALA CUARTA DE DECISIÓN PENAL Página 5 de 8 Tutela de Segunda Instancia VÍCTOR OLIVERIO ROJAS BUENDÍA RAD. 2011-002012 como sucede en la hipótesis de protección de todos los derechos fundamentales, es subsidiario y residual, lo que implica que si la persona cuenta con un medio de defensa efectivo a su alcance o, habiendo contado con el mismo, de manera negligente lo ha dejado vencer, la tutela devendrá improcedente. En caso de existir otro medio de defensa, procede la tutela como mecanismo transitorio, para evitar un perjuicio irremediable” En el presente asunto existe un acto administrativo que está amparado por el principio de presunción de legalidad; por ello, al existir inconformidad con el mismo, la preceptiva contenciosa vigente ha previsto los mecanismos judiciales y los jueces competentes para que tales actos, si así se ameritare, sean retirados del ordenamiento jurídico. Por lo tanto, si la legalidad de los actos acusados no ha sido cuestionada ante la jurisdicción de lo contencioso administrativo, no es la tutela el medio establecido para reclamar pretensiones que contra tal normatividad pudieren surgir. Sólo la inminencia de sufrir un perjuicio irremediable haría posible tramitar la petición de tutela. Sin embargo, del análisis de las pruebas aportadas al expediente no se infiere la existencia de tal consecuencia lesiva, que pudiere evitarse con el ejercicio transitorio de esta acción, en los alcances plasmados por la H. Corte Constitucional: En efecto, según la jurisprudencia de esta Corporación, para que el perjuicio pueda calificarse de irremediable, es indispensable acreditar los presupuestos de necesidad, urgencia, gravedad e inminencia, ‘pues de otra manera no se violan ni amenazan los intereses del presunto afectado’. En segundo lugar, el daño debe ser grave, ‘sólo la irreparabilidad que recae sobre un bien de gran significación objetiva para la persona puede ser considerado como grave.’ Además, el perjuicio tiene que ser inminente, es decir, que ‘se haría inevitable la lesión de continuar una determinada circunstancia de hecho’. Y ante esa inminencia, ‘las SALA CUARTA DE DECISIÓN PENAL Página 6 de 8 Tutela de Segunda Instancia VÍCTOR OLIVERIO ROJAS BUENDÍA RAD. 2011-002012 medidas que se requieren para conjurar el perjuicio deben ser urgentes, impostergable2. En el asunto sub - examine, la pretensión planteada por el apoderado del accionante es la nulidad de la actuación surtida por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales – DIAN – que culminó con la sanción por inexactitud en la declaración del impuesto sobre la renta del año gravable 2003, fundado en que en el trámite se le vulneró el derecho fundamental al debido proceso, al aplicar una norma que no estaba vigente para ese periodo. No obstante, los presupuestos para inaplicar u ordenar la suspensión de un acto administrativo por el Juez Constitucional, como es la existencia de un perjuicio irremediable, inminente, grave, urgente e impostergable, no se encuentran probados dentro del plenario, en la medida que no basta simplemente con la mención que se haga de la afectación del mismo, es necesario demostrarlo aunque sea de manera sumaria, los hechos en los que basa sus pretensiones. Por lo expuesto, el TRIBUNAL SUPERIOR DEL DISTRITO JUDICIAL DE NEIVA, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, VII. R E S U E L V E: CONFIRMAR el fallo de tutela impugnado de fecha y origen conocidos por las razones plasmadas en precedencia. 2 Sentencia T- 418 de 2000 SALA CUARTA DE DECISIÓN PENAL Página 7 de 8 Tutela de Segunda Instancia VÍCTOR OLIVERIO ROJAS BUENDÍA RAD. 2011-002012 Cópiese, notifíquese y envíese a la Corte Constitucional para su eventual revisión. HERNANDO QUINTERO DELGADO ÁLVARO ARCE TOVAR JAVIER IVÁN CHÁVARRO ROJAS LUISA FERNANDA TOVAR HERNÁNDEZ Secretaria COPIADO AL TOMO:______FOLIO: _____ del libro de tutelas. SALA CUARTA DE DECISIÓN PENAL Página 8 de 8