preguntas y respuestas Copyright, 2003, UNESA. Asociación Española de la Industria Eléctrica. Francisco Gervás, 3. 28020-Madrid Teléfono: 91 567 48 00 Fax: 91 567 49 87 Correo electrónico: [email protected] Página web: www.unesa.es DISEÑO Y PRODUCCIÓN: PROMOCAMSEIS Miguel Ángel, 1 dup. 3.º Izda. 28010-Madrid Teléfono: 91 702 03 98 Fax: 91 702 03 81 Correo electrónico: [email protected] ILUSTRACIONES: José Luis Tascón, Miguel Gómez, Raquel Nieto, David Vidorreta y Sergio García. FOTOGRAFÍAS: UNESA, Endesa, Iberdrola, Unión Fenosa, Hidrocantábrico y Viesgo. Foro Nuclear, Enusa y Enresa. Las fotografías de las páginas 34, 70 y 182 han sido realizadas por Ignacio Aranguren y las de las páginas 230 y 252, por Gabriel Lago. Producción gráfica: Medea Color Depósito legal: M-25979-2003 Impreso en España La electricidad en España 313 preguntas y respuestas Presentación L a electricidad es una forma de energía que está presente en todos los hogares españoles, así como en los sectores de actividad económica que conforman nuestro sistema productivo, siendo esencial para el desarrollo económico y social de cualquier país. La Asociación Española de la Industria Eléctrica, UNESA, con el objetivo de conseguir la mayor transparencia posible de las actividades realizadas por sus empresas asociadas, considera interesante hacer una publicación como la presente. En ella se pretende contestar de forma sencilla, pero a la vez técnicamente precisa, a las cuestiones más importantes que sobre el funcionamiento del sector eléctrico español puedan hacerse las entidades o consumidores de electricidad, que deseen tener una visión amplia, y a la vez rigurosa, de este sector. La información presentada se ha estructurado de manera ordenada, pero conviene señalar la dificultad que conlleva alcanzar este objetivo dado el nivel de complejidad que actualmente tiene el sector, tanto por los numerosos agentes e instituciones que intervienen en su funcionamiento, así como por su adecuación a los requerimientos de información demandados. Aunque UNESA ya ha editado con anterioridad varias publicaciones como la presente, ante el cambio estructural tan importante que está afrontando el sector eléctrico español, resulta de interés actualizar y completar estas publicaciones. Por ello, esta edición es una de las primeras de este tipo que se hacen después de las grandes transformaciones que se han producido, como consecuencia del establecimiento del nuevo Sistema Eléctrico definido por la Ley 54/1997 del Sector Eléctrico Español. No obstante, se ha procurado conservar aquellas cuestiones sobre temas que supusieron hitos importantes en la historia más que centenaria de este sector, con objeto de ayudar a entender mejor algunos de los temas actualmente en vigor. Los puntos abordados se han estructurado mediante preguntas que tratan de dar una respuesta directa a las formuladas más frecuentemente, aunque el 4 orden de las mismas se ha organizado de forma que permita al interesado una lectura lógica y secuencial de cada tema tratado. Asimismo, se ha tratado de recoger toda la información numérica en forma de tablas, para conseguir una mayor flexibilidad en la actualización de las mismas, además de poner a disposición del lector series históricas que recogen la evolución de las variables más importantes del sector. La selección concreta de estas preguntas se ha basado en el interés que a lo largo del tiempo han mostrado los diferentes sectores de la sociedad española, bien a través de las demandas de información que directamente hacen numerosas entidades y personas físicas a UNESA o a sus empresas asociadas, bien mediante el análisis de los contenidos informativos que sobre este sector aparecen en los medios de comunicación, o, en último caso, en función de los resultados obtenidos mediante diversas técnicas de investigación social. Además de la documentación existente en nuestra Asociación y sus empresas asociadas, en las que son de gran importancia las Memorias Estadísticas anuales de UNESA, las fuentes de información externa se han buscado entre aquellas instituciones que ofrecen una mayor fiabilidad, como son los organismos oficiales, las asociaciones sectoriales y otras instituciones de prestigio, tanto a nivel nacional como internacional. Las 313 preguntas que se han formulado, juntamente con las 105 tablas numéricas adjuntas, se han clasificado en ocho capítulos, de acuerdo con la siguiente distribución: Capítulo I. Sector Energético. Trata de los aspectos generales de este sector más relacionados con el eléctrico. Esta visión general se ha considerado necesaria si se tiene en cuenta que la electricidad es una energía final que proviene de la transformación o conversión de numerosas energías primarias. Contiene 30 preguntas y 16 tablas numéricas. Capítulo II. Sector Eléctrico. Aspectos generales. Recoge las preguntas con carácter más general que atañen al desarrollo histórico y funcionamiento actual del Sector Eléctrico español. Contiene 42 preguntas y 20 tablas. Capítulo III. Centrales hidroeléctricas. Trata los temas específicos de esta fuente energética renovable, la cual ha tenido, y sigue teniendo, una gran importancia en el desarrollo del sector. Contiene 34 preguntas y 16 tablas. Capítulo IV. Centrales térmicas de combustibles fósiles. Responde a preguntas sobre las tecnologías de generación eléctrica con carbón, derivados del petróleo y gas natural, combustible este último que actualmente tiene una gran importancia para la expansión del equipo generador, a través de las centrales de ciclo combinado. Contiene 46 preguntas y 14 tablas. Capítulo V. Centrales nucleares. Las preguntas se concentran principalmente en las características específicas que tiene este tipo de tecnología, y que juega un papel importante en nuestro sistema. Capitulo VI. Energías renovables para la producción de electricidad. Se recogen los aspectos fundamentales de este tipo de energías, así como las innovaciones tecnológicas que se están desarrollando para su aplicabilidad comercial. Van a ser de gran importancia en la generación eléctrica de los próximos años, teniendo un especial relieve la energía eólica. Contiene 45 preguntas y 17 tablas. Capítulo VII. Aspectos económicos y financieros. Recoge los aspectos básicos en este área, en especial los referentes al sistema de precios de la electricidad. Otras cuestiones recogidas en este capítulo están fundamentalmente centradas en las empresas eléctricas asociadas en UNESA. Contiene 27 preguntas y 15 tablas. Capítulo VIII. Aspectos regulatorios. Se exponen las líneas básicas del marco regulatorio establecido por la Ley 54/1997 del Sector Eléctrico, así como la normativa desarrollada posteriormente para regular el funcionamiento actual del mismo. Contiene 41 preguntas y una tabla numérica. Conviene señalar que, dada la importancia que los aspectos medioambientales tienen en las actividades del sector eléctrico, los interesados en esta materia podrían echar en falta un capítulo específico sobre este tema. Sin embargo, se ha tenido en cuenta que UNESA ha editado recientemente una publicación específica sobre «La industria eléctrica y el medio ambiente», en la que monográficamente se abordan todas estas cuestiones. No obstante, en esta publicación se hace una pregunta de carácter general sobre la interacción con el medio ambiente de las tecnologías tratadas. Dado el entorno tan cambiante en el que está inmerso el sector, determinado por la desregulación y apertura de nuevos mercados, la innovación tecnológica y la utilización de nuevas formas de energía, hay cuestiones que van a ir cambiando con el tiempo, por lo que será necesaria la actualización de esta publicación en próximas ediciones, tanto en su formulación impresa como en soporte digital. Entendemos que con esta publicación, UNESA presta un servicio a los diversos estamentos de la sociedad española, para conocer mejor la complejidad que tienen sus actividades de producción, transporte y distribución de la electricidad, y que representa uno de los objetivos primordiales para las empresas eléctricas de esta Asociación. Pedro Rivero Torre Vicepresidente-Director General 5 Capítulo I Sector energético 1 ¿Qué es la energía? L a energía es una magnitud física asociada con la capacidad que tienen los cuerpos para producir trabajo mecánico, emitir luz, generar calor, etc. La energía puede manifestarse de distintas formas: gravitatoria, cinética, química, eléctrica, magnética, nuclear, radiante, etc., existiendo la posibilidad de que se transformen entre sí, pero respetando siempre el principio de conservación de la energía. Prácticamente, toda la energía de que disponemos proviene del sol. Produce los vientos, la evaporación de las aguas superficiales, la formación de nubes, las lluvias y, por consiguiente, los saltos de agua. Su calor y su luz son la base de numerosas reacciones químicas indispensables para el desarrollo de los vegetales y de los animales que con el paso de los siglos originaron los combustibles fósiles: carbón, petróleo, gas, etc. 2 ¿Qué son las fuentes de energía? P ara obtener la energía que consumimos tenemos que partir de algún cuerpo o materia que la tenga almacenada, pudiendo aprovecharla directamente o por medio de una transformación física o química. A estos cuerpos se les llama fuentes de energía. Las cantidades disponibles de energía de estas fuentes son lo que llamamos recursos energéticos. La Tierra posee grandes cantidades de estos recursos. Sin embargo, para que sea posible su utilización es necesario que la obtención y transformación de los mismos pueda hacerse tanto desde el punto de vista tecnológico como del económico. Hay fuentes energéticas que tienen su energía muy concentrada (mucha energía por unidad de masa). Son el carbón, el petróleo, el gas natural, la hidroelectricidad, el uranio, etc. Por el contrario, existe otro tipo de fuentes con energía mucho más diluida, como es el caso de la solar, eólica, biomasa, marinas, etc. ¿Cómo se clasifican las fuentes de energía? 3 L as fuentes de energía pueden clasificarse atendiendo a diversos criterios como pueden ser su disponibilidad o su forma de utilización. Según su disponibilidad se clasifican en renovables y no renovables. – Las energías renovables son aquéllas cuyo potencial es inagotable por provenir de la energía que llega a nuestro planeta de forma continua, como consecuencia de la radiación solar o de la atracción gravitatoria de otros 9 planetas de nuestro sistema solar. Son, fundamentalmente, la energía hidráulica, solar, eólica, biomasa y las oceánicas. – Las energías no renovables son aquéllas que existen en una cantidad limitada en la naturaleza. No se renuevan a corto plazo y por eso se agotan cuando se utilizan. La demanda mundial de energía en la actualidad se satisface fundamentalmente con este tipo de fuentes. Las más comunes son el carbón, el petróleo, el gas natural y el uranio. ¿Cómo se mide la energía? L Según sea su forma de utilización las fuentes de energía se pueden clasificar en primarias, secundarias y útiles. – Las energías primarias son las que no han sido sometidas a ningún proceso de conversión y, por tanto, se obtienen directamente de la naturaleza, como por ejemplo el carbón, el petróleo, el gas natural, la hidráulica, la eólica, la biomasa, la solar y el uranio natural. – Las energías secundarias, llamadas también finales, se obtienen a partir de las primarias mediante procesos de transformación energética (centrales hidroeléctricas, refinerías, etc.); es el caso de la electricidad o el de los carburantes. – Las energías útiles son las que realmente adquiere el consumidor después de la última conversión realizada por sus propios equipos de demanda, como son las energías química, mecánica, calorífica, etc. a energía tiene las mismas unidades que la magnitud trabajo. En el Sistema Internacional de unidades (SI) la unidad de trabajo y de energía es el julio (J), definido como el trabajo realizado por la fuerza de un newton cuando desplaza su punto de aplicación un metro. Para la energía eléctrica se emplea como unidad de generación el kilovatio-hora (kWh) definido como el trabajo realizado durante una hora por una máquina que tiene una potencia de un kilovatio (kW). Su equivalencia es: 1 kWh = 36 × 105 J. Para poder evaluar la «calidad energética» de las distintas fuentes de energía, se establecen unas unidades basadas en el poder calorífico de cada una de ellas. Las más utilizadas en el sector energético son: kilocalorías por kilogramo de combustible (kcal/kg), tonelada equivalente de carbón (tec) y tonelada equivalente de petróleo (tep). Sus definiciones son: – Kcal/kg aplicada a un combustible nos indica el número de kilocalorías que obtendríamos en la combustión de 1 kg de ese combustible. 1kcal = 4,186 × 103 J – Tonelada equivalente de carbón (tec). Representa la energía liberada por la combustión de una tonelada de carbón tipo (hulla). 1 tec = 29,3 × 109 J – Tonelada equivalente de petróleo (tep). Equivale a la energía liberada en la combustión de una tonelada de crudo de petróleo. 1 tep = 41,84 × 109 J Una relación entre las principales unidades de energía se presenta en la Tabla I.1 adjunta. Tabla I.1 Relación entre las principales unidades de energía Unidades Julio (J) Termia (th) Caloría (cal) Tonelada equivalente de petróleo (tep) Tonelada equivalente de carbón (tec) Kilowatio hora (kWh) Fuente: UNESA. 10 Julio Termia Caloría Tep Tec kWh 1 4,18550 × 106 4,18550 2,28920 × 10–7 1 1 × 10–10 2,38920 × 10–1 1 × 106 1 2,38920 × 10–11 1 × 10–4 1 × 10–10 3,4134 × 10–11 1,42857 × 10–4 1,42857 × 10–10 2,77778 × 10–7 1,16264 1,16264 × 10–6 4,1855 × 1010 1 × 104 1 × 1010 1 1,45857 1,16264 × 104 2,92985 × 1010 3,60000 × 106 7 × 103 8,60112 × 10–1 7 × 109 8,60112 × 105 7 × 10–1 8,60112 × 10–5 1 1,22873 × 10–4 8,13847 × 103 1 4 5 ¿Cómo se mide la potencia? L a potencia de un sistema es el trabajo realizado en la unidad de tiempo. Su unidad en el Sistema Internacional (SI) es el vatio, definido como la potencia de una máquina que realiza el trabajo de un julio en el tiempo de un segundo. Su símbolo es W. En el sector eléctrico se utilizan múltiplos de esta unidad: el kilovatio (kW), que equivale a 1.000 vatios; el megavatio (MW), que tiene 106 vatios; y el gigavatio (GW), que equivale a 109 vatios. En el Sector Eléctrico se utilizan mucho el kilovatio hora (kWh) para medir la energía producida o consumida por una instalación, y el kilovatio (kW) para medir la potencia o capacidad. El kWh es, por tanto, la energía producida o consumida por una instalación de potencia 1 kW, trabajando durante una hora. Es decir: 1 kWh = 1 kW × 1 hora (Energía) = (potencia) × (tiempo) Para instalaciones eléctricas de gran tamaño se utilizan múltiplos de estas unidades. Potencia: 1 Megavatio (MW) = 106 vatios (W) = 103 kilovatios (kW) 1 Gigavatio (GW) = 109 vatios (W) = 106 kilovatios (kW) 1 Teravatio (TW) = 1012 vatios (W) = 109 kilovatios (kW) Energía: 1 Megavatio hora (MWh) = 106 vatios hora (Wh) = = 103 kilovatios hora (kWh) 1 Gigavatio hora (GWh) = 109 vatios hora (Wh) = = 106 kilovatios hora (kWh) 1 Teravatio hora (TWh) = 1012 vatios hora (Wh) = = 109 kilovatios hora (kWh) 6 ¿Existe relación entre el consumo de energía y el bienestar económico de un país? L a energía es indispensable para las economías de todos los países, tanto para las actividades de sus sistemas productivos, como para los sectores finales. En la agricultura se emplea para la fabricación de abonos, plaguicidas, secaderos, etc.; en los procesos industriales, desde los altos hornos a la fabricación de conservas, pasando por la obtención de metales, papel, cemento, etc.; en el sector transporte, tanto en los terrestres como en los marítimos y aéreos; en los hogares, para iluminación, calefacción, cocinado de alimentos, etc. Las economías de los países no pueden, por tanto, funcionar bien sin un abastecimiento adecuado de energía, siendo un capítulo muy importante de la economía mundial el relativo a la explotación, obtención, transformación y suministro de materias energéticas. Consecuentemente, puede asegurarse que existe una relación muy estrecha entre el consumo de energía y el bienestar económico de un país. La enorme importancia de la energía en el mundo actual no debe inducirnos a pensar que su uso es algo exclusivo de las economías modernas. Ya desde tiempos remotos, el hombre ha sabido utilizar, además de su propio esfuerzo físico, el de algunos animales domésticos para obtener energía mecánica; a ello unirá después la fuerza del viento (eólica) y la de las corrientes de agua. Además, obtenía calor de la combustión de la madera para sus hogares, y las actividades fabriles para fundir metales y producir todo tipo de herramientas y utensilios. Con la llegada de la Revolución Industrial en Inglaterra durante el siglo XVIII, se producen en el área energética transformaciones cualitativas y cuantitativas muy importantes. Se produce la sustitución de las energías primitivas por el carbón y, más tarde, por los hidrocarburos y la electricidad. Este hecho constituye uno de los elementos básicos de las economías de las sociedades modernas, que han incorporado recientemente la energía nuclear y las energías renovables (eólica, solar, biomasa, geotérmica, etc.). Para que estas transformaciones sociales y económicas sucediesen, fue preciso un espectacular desarrollo tecnológico —desde la máquina de vapor al reactor nuclear, pasando por el motor de explosión, el motor y el generador eléctricos, etc.— lo que ha hecho posible la utilización de estas nuevas fuentes energéticas. ¿Cómo se mide la relación entre el bienestar económico y el consumo de energía? 7 L a demanda energética de un país está muy relacionada con su Producto Interior Bruto (PIB), con su capacidad industrial y con el nivel de vida alcanzado por 11 Tabla I.2 Evolución del consumo mundial de energía primaria por regiones económicas (*) (Mtep) 1988 1990 1997 1999 América del Norte América del Sur y América Central Europa Antigua Unión Soviética Oriente Medio África Asia y Oceanía 2.199,2 2.231,8 2.490,0 2.558,1 263,1 1.755,9 1.377,9 235,6 205,0 1.576,3 270,2 1.741,5 1.398,2 253,7 212,1 1.784,4 352,7 1.782,9 899,0 356,0 253,6 2.348,7 371,1 1.801,1 908,3 380,2 261,2 2.255,6 TOTAL Mundial 7.613,0 7.855,9 8.482,9 8.535,6 Fuente: British Petroleum (BP Statistical Review of World Energy. 1999). (*) Se consideran sólo energías comerciales. sus habitantes. El consumo de energía por habitante constituye, por tanto, uno de los indicadores más fiables del grado de desarrollo económico de una sociedad. Esta relación puede comprobarse sin más que analizar los consumos de energía por áreas geográficas recogidos en la Tablas I.2 y I.3 adjuntas, en donde los países con mayor consumo per cápita tienen niveles más altos de bienestar económico. Conviene señalar a este respecto que, según el Congreso Mundial de la Energía de 1998, el 20% de la población mundial consume el 80% de la producción energética comercial. Tabla I.3 Consumo de energía primaria por regiones económicas per cápita en 1998 Población (Millones) tep/hab. (toe) 2.555 685 1.660 1.250 380 480 680 1.230 890 590 302 505 385 410 250 760 148 1.260 910 980 8,46 1,36 4,31 3,05 1,52 0,63 4,59 0,98 0,98 0,60 10.400 5.910 1,76 País Mtep América del Norte América del Sur y América Central Europa Occidental Antigua URSS y Europa del Este Oriente Medio África Japón/Australia/Nueva Zelanda China Otros países asiáticos (incluye Turquía) India TOTAL Mundial Fuente: BP/Amoco Statistic Review of Energy. Junio 1999; y UN Population Fund. Septiembre 1999, con correcciones del World Energy Council. 12 La correspondencia entre el nivel de vida y el consumo energético de un país puede apreciarse también desde la perspectiva histórica. Así, cuando un país comienza a desarrollarse, su estructura económica está caracterizada por un predominio de las actividades del sector primario, a las que se van añadiendo actividades de tipo artesanal, todas ellas de consumo energético bajo. En el proceso de crecimiento económico, la industria va aumentando en importancia, lo mismo que el sector transportes, y estas actividades consumen importantes cantidades de energía. A ello se va uniendo la creciente mecanización de las actividades económicas y el aumento del uso de energía en el sector doméstico. No obstante, el desarrollo tecnológico acaecido en los últimos años como consecuencia de la crisis energética, ha permitido reducir el uso de energía para iguales niveles de actividad económica, alcanzándose una mayor eficiencia en los sistemas de producción y uso de la energía. ¿Cuáles son las principales fuentes de energía primaria? L as fuentes de energía más utilizadas actualmente en el mundo son: el petróleo, el carbón, el gas natural, la energía hidráulica y la nuclear. Son los tipos de energía que hoy en día mejor responden por su disponibilidad y costes de utilización a las necesidades energéticas de la humanidad. Sin embargo, la política energética actual de muchos países desarrollados, entre ellos los de la UE, está fomentando la utilización de las energías renovables, por razones de tipo medioambiental y por su carácter autóctono. Asimismo, en los países en vías de desarrollo se emplean grandes cantidades de biomasa (leña, residuos agrícolas, etc.), para satisfacer las necesidades energéticas, aunque muchas veces estas materias no estén comercializadas. En otros países muy concretos se utilizan la energía eólica y geotérmica para obtener cantidades significativas de electricidad. Las energías renovables, aunque cuantitativamente tienen hoy día una relevancia pequeña, están llamadas a jugar un papel importante a medida que se vayan agotando las reservas de las energías fósiles. 8 9 ¿Pueden competir entre sí las fuentes energéticas? Gráfico I.1 Consumo mundial de energía primaria (%) E n muchos casos, sí. Así, por ejemplo, las energías hidráulica y nuclear se transforman en electricidad para su utilización, lo que también puede hacerse con el carbón, los hidrocarburos y las energías renovables. Por tanto, tenemos diferentes alternativas para obtener una misma energía final, en este caso, la electricidad. Sin embargo, existen usos específicos en donde únicamente se puede emplear un solo tipo de energía final, o al menos su sustitución es difícil. Este puede ser el caso de los carburantes empleados en la aviación, o el de los gasóleos para los motores diesel en el sector transporte. Por todo ello, los sistemas energéticos de los países van evolucionando a lo largo del tiempo y además de aumentar la cantidad de energía consumida, también suelen producirse variaciones en su estructura, al modificarse la participación relativa de cada energía primaria. En estos procesos de sustitución intervienen numerosos factores, como son los avances tecnológicos, la disponibilidad de nuevos recursos, la aparición de consumos específicos o las diferencias relativas de los precios energéticos. 10 Fuente: British Petroleum. Statistical Review of World Energy. 1999. la evolución de la demanda fue consecuencia directa de la crisis económica que se extendió por la mayoría de los países desarrollados. Asimismo, el encarecimiento de la energía hizo que las políticas energéticas de los países procuraran, a corto plazo, ahorrar energía, usándola con más racionalidad; a medio plazo el objetivo perseguido era el de reemplazar los equipos y las máquinas que consumían mucha energía por otros que, con similares resultados, fueran más eficientes. ¿Cómo ha evolucionado el consumo mundial de energía primaria? E l consumo mundial de energía primaria ha ido cambiando a lo largo de la historia, a medida que los avances tecnológicos ponían al alcance del hombre el aprovechamiento de nuevas fuentes energéticas. Centrándonos ya en las últimas décadas, puede decirse que, a partir de la Segunda Guerra Mundial, ha habido dos decenios de intenso crecimiento de la demanda energética, abastecida sin problemas por una producción de energía en continuo ascenso. La crisis energética del año 1973 interrumpió esta trayectoria, desacelerando primero el crecimiento del consumo para, a partir del año 1979, producirse una disminución del mismo que se mantuvo durante los primeros años de la década de los 80. Este cambio en El consumo de energía en los sectores comercial y residencial es un indicador de bienestar económico. 13 Tabla I.4 Evolución del consumo mundial por tipos de energía primaria (en millones de tep) 1973 Consumo 1979 % Consumo 47,3 18,2 28,2 0,8 3.142 1.207 1.838 147 1982 % 46,8 17,9 27,3 2,2 1989 1998 Consumo % Consumo % Consumo 2.901 1.246 1.876 205 43,0 19,0 28,6 3,1 3.123 1.629 2.261 425 39,4 20,6 28,6 5,4 3.463 2.064 2.130 651 Petróleo Gas natural Carbón Nuclear Hidroelectricidad y otras renovables 2.798 1.076 1.668 49 329 5,5 389 5,8 415 6,3 476 6,0 226 TOTAL 5.920 100,0 6.723 100,0 6.543 100,0 7.934 100,0 8.534 % 40,6 24,2 24,9 7,6 2,7(*) 100,0 Fuente: British Petroleum. Statistical Review of World Energy. 1999. (*) La bajada de la aportación de estas energías se debe, fundamentalmente, al cambio de criterio de equivalencia de la energía hidráulica en las estadísticas de la UE y de la AIE. Respecto a la evolución estructural del consumo energético mundial, el petróleo, la energía más encarecida durante los años de crisis, retrocedió porcentualmente más que las restantes, llegando a perder casi diez puntos dentro del abastecimiento energético mundial, aunque se ha estabilizado su consumo en la década de los noventa (véase Tabla I.4 y Gráfico I.1). Por el contrario, el gas natural aumentó de forma significativa su aportación relativa y el carbón se mantuvo prácticamente estable, lo que es digno de resaltar, pues desde hacía decenios su papel descendía de forma continua. Asimismo, es de destacar el incremento de la energía nuclear, aunque su aportación, por razones de todos conocidas, no ha alcanzado las expectativas puestas en ella. Desde mediados de los 80, la recuperación económica de los países industrializados, junto con una estabilización en los precios de los crudos y del carbón, ha propiciado el inicio de un nuevo ciclo de crecimiento del consumo energético mundial en los últimos años de la década de los 90. ¿Cómo afectó la crisis energética de los años setenta a las economías occidentales? E El desarrollo económico requiere el transporte masivo de energía. 14 l desencadenamiento de las crisis energéticas suele ocurrir cuando los tirones alcistas de la demanda –impulsados por el crecimiento económico– no van acompañados de incrementos paralelos de la producción de energía. Esto se debe, en muchos casos, a la falta de respuesta de ésta a corto plazo dado el largo periodo de maduración que tienen las inversiones necesarias para su aumento. El ajuste, vía precios, entre una demanda en aumento y una oferta incapaz de satisfacerla constituye un mecanismo –aunque traumático– de reequilibrio, pues los altos precios energéticos fomentan las inversiones en busca de nuevos yacimientos, nuevas fuentes de energía o nuevas tecnologías, lo cual, finalmente, volverá a restablecer el equilibrio entre la oferta y la demanda de energía. Algunas veces, las causas que desencadenan las crisis energéticas pueden ser de tipo político, o inclu- 11 so conflictos bélicos que sucedan en áreas productoras de materias energéticas de gran importancia. Por su importante impacto en las políticas energéticas de todos los países desarrollados, y por ser la más reciente (el conflicto de la Guerra del Golfo no supuso escasez realmente de oferta), conviene analizar la crisis energética iniciada en octubre de 1973 con la subida drástica de los precios de los crudos y con restricciones de oferta aplicadas por los países de la OPEP (Organización de los Países Exportadores de Petróleo), y continuada en los años siguientes de la década de los 70. Aunque los efectos fueron múltiples, algunos, por su relevancia, merecen ser destacados: • El alza drástico de los precios de los crudos –hecho desencadenante– fue acompañado de elevaciones –algo menores– en los precios de otras energías primarias. Se cerró, por tanto, un largo periodo de precios energéticos bajos y decrecientes, abriéndose otro de precios altos y crecientes. • Los países industriales, todos grandes importadores de crudos, vieron sus economías muy afectadas por el alza de precios. De entrada, sufrieron un grave quebranto en sus balanzas comerciales, pero además, su crecimiento económico decayó, a la vez que sus tasas de inflación llegaron a dos dígitos y se elevó el paro muy por encima de las cifras del decenio precedente. Dadas las interdependencias existentes en la economía mundial, la recesión de los países industrializados no tardó en generalizarse al resto, sobre todo por la vía del comercio internacional, que experimentó una fuerte contracción. • Cada país llevó a cabo, con mayor o menor fortuna, sus propios Planes Energéticos Nacionales, así como a nivel supranacional la Unión Europea, la OCDE, etc. Aunque estos planes pudieron tener predicciones no siempre exactas, sirvieron de llamadas de atención y referencia útiles para los consumidores. Se creó también la Agencia Internacional de la Energía en el seno de la OCDE, que arbitró reglas de cooperación y medidas de emergencia energética para sus países miembros. • Se produjo un importante esfuerzo de exploración en todo el mundo para lograr nuevas zonas productoras, a través de grandes inversiones, desarrollo de tecnologías, etc. La consecuencia fue el descubrimiento de zonas productoras de grandes proporciones, tales como el Mar del Norte, Alaska, Brasil, Malasia, Egipto y el incremento de producción en países ya productores, como México, Oriente Próximo, Indonesia, etc. La mayoría de estas nuevas zonas años atrás se hubieran considerado imposibles, bien por las profundidades y las condiciones meteorológicas del Mar del Norte, bien por las bajas temperaturas de Alaska o Siberia. • Se mejoraron de forma espectacular los rendimientos de los equipos industriales en general, fomentando los gobiernos la renovación de instalaciones mediante apoyos crediticios y fiscales. • Se produce una creciente diversificación de las fuentes de energía primaria, con una reactivación del consumo de carbón, y la construcción en Europa y Japón de la infraestructura necesaria para generalizar el consumo de gas (en América hacía mucho tiempo que se había emprendido). La aportación de la energía nuclear, salvo en muy contadas excepciones, quedó muy por debajo de las expectativas, en muchos casos por los retrasos y encarecimientos de su construcción y en general como consecuencia del rechazo social. La aportación de las energías renovables, que están todavía en desarrollo (si se exceptúa la hidráulica y la eólica) es aún poco significativa. ¿Cuáles son las reservas mundiales de carbón? 12 L as reservas de una materia energética están constituidas por la parte de los recursos existentes que, además de ser técnicamente explotables, son económicamente rentables a los precios de mercado existentes en cada momento. Esta distinción es muy importante, pues mientras que los recursos energéticos son 15 abundantes en el mundo, las reservas son más bien escasas y muy variables geográficamente. El carbón, aunque continúa teniendo una utilización grande hoy día (cubre aproximadamente el 25% del consumo mundial), su importancia ha ido disminuyendo desde comienzos del siglo XX, a pesar de la efímera recuperación que tuvo en la década de los setenta, como consecuencia de la crisis petrolera. El principal uso del carbón es para la producción de electricidad, sobre todo el lignito y la antracita. Solamente la hulla se utiliza también para la producción de coque en la siderurgia integral y otros usos en el sector industrial. Actualmente se estima que las reservas de carbón en el mundo son próximas al billón de toneladas, que se reparten casi al 50% entre reservas de hulla y antracita y reservas de lignitos. La producción mundial del carbón en el año 1999 fue del orden de los 4.300 millones de toneladas actuales, lo cual significa que al nivel actual de extracción, existen reservas de este combustible para unos 230 años. Por tanto, el carbón es el combustible más abundante a nivel mundial. Adicionalmente presenta la ventaja de que las reservas de carbón están más uniformemente distribuidas a lo largo del globo que las de otros combustibles, tal y como puede verse en la Tabla I.5 adjunta, en la que se recoge la distribución mundial de reservas probadas de hulla y antracita, de lignito y el ratio reservas/producción en años de vida. (Véase también el Gráfico 1.2) Los principales países productores de carbón en el año 1998 fueron China (626 Mtep) y EE.UU. (590 Gráfico I.2 Reservas mundiales de carbón (%) Fuente: British Petroleum. Statistical Review of World Energy. 1999. Mtep). A continuación figuran India, Australia, Sudáfrica, Rusia y Polonia pero con unos niveles de producción mucho menores. Tabla I.5 Reservas probadas de carbón por regiones económicas. Año 1999 (Mt) Hulla y Antracita Hulla Sub-bituminosa y Lignito Total Norteamérica Centro y Sudamérica Europa Ex-URSS África y Oriente Medio Asia y Australasia 116.707 7.839 41.664 97.476 61.355 184.450 139.770 13.735 80.368 132.702 250 107.895 256.477 21.574 122.032 230.178 61.605 292.345 26 2 12 24 6 30 239 474 161 700 268 164 TOTAL Mundial 509.491 474.720 984.211 100 230 Regiones Económicas Fuente: British Petroleum. Statistical Review of World Energy. 1999. 16 % del Total Reservas/ producción años 13 ¿Cuáles son las reservas mundiales de petróleo? E Tabla I.6 Reservas probadas de petróleo por regiones económicas. Año 2000 l petróleo es la fuente de energía primaria más utilizada desde la segunda mitad del siglo XX, en la que sustituye en ese puesto al carbón. Hoy en día, cubre aproximadamente el 40% del consumo mundial debido, fundamentalmente, a su utilización en el sector transporte y como materia prima en la industria petroquímica. Además, el precio del crudo sirve de referente al de las otras materias energéticas. Actualmente se estima que existen unas reservas probadas de petróleo de un billón de barriles, lo que equivale a unos 142.000 millones de toneladas. De mantenerse el ritmo de producción alcanzado en el año 2000, de unos 25.000 millones de barriles anuales, existirían reservas para 41 años. El petróleo es la fuente de energía primaria que presenta una mayor concentración geográfica de las Areas económicas Miles de mill. de toneladas Norteamérica Centro y Sudamérica Europa Ex-URSS Oriente Medio África Asia y Australasia 8,5 13,7 2,5 9,0 92,6 10,0 5,9 64,4 95,2 19,1 65,3 683,6 74,8 44,0 142,2 1.046,4 TOTAL Mundial Miles de mill. de barriles % del Total Vida media 6 9 2 6 66 7 4 14 38 8 24 87 28 16 100,0 41 Fuente: British Petroleum. Statistical Review of World Energy. 2001. reservas, ya que las dos terceras partes están situadas en Oriente Medio. Otra muestra de esa concentración es que 13 países socios de la OPEP disponen de casi el 80% de las reservas de petróleo, siendo Arabia Sau- Gráfico I.3 Reservas mundiales de crudo. Año 2000 Fuente: British Petroleum. Statistical Review of World Energy. 2000. 17 Gráfico I.4 Distribución porcentual de las reservas de petróleo (443 Mtep), EE.UU. (368 Mtep), Irán (188 Mtep) México (174 Mtep) y Venezuela (171 Mtep). A continuación figuran China, Noruega, Reino Unido, Canadá y Kuwait, por este orden. ¿Cuáles son las reservas mundiales de gas natural? L Fuente: British Petroleum. Statistical Review of World Energy. 2001. dí (26%), Irak y Kuwait (10% cada uno) e Irán (9%) los países con las mayores reservas. (Ver Tabla I.6 adjunta y los Gráficos I.3, I.4 y I.5 sobre la distribución geográfica y evolución del ratio reservas/producción.) Los cinco países productores de crudo más importantes en el año 1999 fueron Arabia Saudí Gráfico I.5 Evolución ratio reservas petróleo/producción as razones fundamentales que explican la creciente utilización del gas natural pasan por el menor impacto ambiental que presenta su combustión, por su alto poder calorífico y por la facilidad de su utilización. Además, en el sector eléctrico, la puesta a punto en los últimos años de tecnologías de ciclo combinado que permiten usarlo para generación de electricidad con elevados rendimientos, explica que este combustible pase a tener en el futuro un importante peso en este sector. Las reservas probadas de gas natural ascienden a casi 150.000 millones de m3 y están concentradas en la Europa del Este (39%) y en Oriente Medio (34%). La producción de gas natural en el año 1999 fue del orden de los 2.400 millones de m3, aunque está creciendo su utilización de forma importante en los últimos años. Esta tendencia se espera que continuará en el futuro próximo. De todas formas, a los ritmos actuales de producción existen reservas para más de 62 años (Ver Tabla I.7. y los Gráficos I.6 y I.7 que recogen su distribución geográfica y la evolución del ratio reservas/producción). Tabla I.7 Reservas probadas de gas natural por regiones económicas. Año 1999 Fuente: British Petroleum. Statistical Review of World Energy. 2001. 18 Regiones económicas Trillones de pies cúbicos Miles de metros cúbicos % del Total Norteamérica Centro y Sudamérica Europa Ex-URSS Oriente Medio África Asia y Australasia 258,0 222,6 181,7 2.002,6 1.749,3 394,2 363,4 7,3 6,3 5,2 56,7 49,5 11,2 10,3 5 4 3 39 34 8 7 10 66 17 81 (*) 98 40 TOTAL Mundial 5.171,8 146,5 100 62 Fuente: British Petroleum. Statistical Review of World Energy. 1999. (*) Más de 100 años. Vida media 14 Gráfico I.6 Gráfico I.7 Distribución porcentual de las reservas de gas natural Evolución ratio reservas gas/producción Fuente: British Petroleum. Statistical Review of World Energy. 2001. Fuente: British Petroleum. Statistical Review of World Energy. 2001. Gráfico I.8 El gas natural en la Unión Europea: potenciales suministradoras al mercado europeo Fuente: Ministerio de Economía. 2002. 19 Dada la importancia que tiene el coste de transporte en el precio del gas, en el Gráfico I.8. se representan las regiones que potencialmente son los suministradores del mercado europeo. Los principales países productores en el año 1999 fueron Rusia (496 Mtep), EE.UU. (490 Mtep) y Canadá (144 Mtep). Les siguen otros países con menor producción, como son Reino Unido, Argelia, Indonesia y Holanda. 15 ¿Cuáles son las reservas de uranio en el mundo? L as reservas mundiales de uranio metal son estimadas en el año 1996 en unas 2.500.000 toneladas U con costes inferiores a los 80$/KgU, estando distribuidas muy desigualmente entre los países del globo. El 24% se encuentra en Australia, el 17% en Kazakhstán, el 13% en Canadá y el 9% en Sudáfrica. Europa cuenta solamente con el 1,2% de las reservas totales mundiales. (Ver Tabla I.8) España, con unas 4.600 toneladas con costes inferiores a los 80$/KgU, es el segundo país europeo en importancia, después de Francia. En cuanto a la producción mundial de concentrado de uranio, ésta fue de 32.970 t en 1998, siendo Canadá el primer productor mundial, con el 33% del total de la producción. Después se sitúa Australia, con un 15%, Níger con el 11% y Namibia, con el 8%. (Ver Tabla I.9) En España se han producido hasta el año 1999 unos 5.000 t U3O8, lo que representa aproximadamente el 25% de las necesidades de nuestro parque nuclear. Tabla I.8 Reservas de uranio en el mundo por países. Año 1999 (Miles de tU) <80$/KgU Australia Brasil Canadá España Estados Unidos Federación Rusa Francia Kazakhstán Fuente: Foro Nuclear. 20 622,00 162,00 331,00 4,65 110,00 145,00 12,46 439,22 <80$/KgU Mongolia Namibia Níger Sudáfrica Uzbequistán Otros TOTAL 61,60 156,12 69,96 218,30 66,21 134,91 2.534,43 Tabla I.9 Evolución de la producción de concentrados de uranio (t) 1994 Australia Canadá España Estados Unidos Francia Kazakhstán Namibia Níger Rusia Sudáfrica Uzbekistán Otros TOTAL 1995 1996 1997 1998 2.183 9.694 255 1.400 1.028 2.240 1.01 2.975 2.968 1.690 2.015 2.149 3.712 10.515 255 2.324 980 1.630 2.007 2.970 2.250 1.424 1.800 1.625 4.974 11.788 255 2.420 940 1.320 2.452 3.160 2.000 1.436 1.459 1.356 5.520 12.029 255 2.170 748 1.000 2.905 3.497 2.000 1.100 1.764 1.604 4.885 10.924 255 1.872 508 1.250 2.762 3.731 2.000 962 2.000 1.821 30.498 31.492 33.560 34.592 32.970 Fuente: Uranium Institute. ¿Cuáles son los recursos hidroeléctricos y los de otras energías renovables en el mundo? L a energía hidráulica es la energía renovable que más importancia ha tenido hasta ahora en el abastecimiento energético mundial. Su aportación creció a lo largo de los años 60, 70 y 80, llegando a alcanzar el 6,7% del consumo total. En el potencial de la producción hidroeléctrica intervienen fundamentalmente dos factores: el caudal de los ríos y los desniveles de su orografía. Por tanto, los países que cuentan con largos y caudalosos ríos suelen estar entre los principales productores mundiales. Este es el caso de Canadá, EE.UU., Brasil, China, Rusia y la India, que se encuentran entre los mayores productores mundiales. Además, también influyen otros factores como el grado de desarrollo tecnológico del país, la dimensión de su consumo de electricidad y las disponibilidades de capital. Así, países de dimensión media como Francia, Noruega, Suecia y España, con un nivel de desarrollo muy alto, figuran también entre los grandes productores de hidroelectricidad. El Potencial Técnico mundial es del orden de los 14.300 TWh, según un estudio que ha publicado las Naciones Unidas en el año 2000, «Energy and the 16 ¿Hay escasez de energía en el mundo? Tabla I.10 Producción hidroeléctrica mundial por regiones económicas Año 1995 TWh OCDE Europa OCDE América del Norte OCDE Pacífico Antigua URSS y Europa del Este África China Este Asiático América Latina Oriente Medio Sur Asiático TOTAL % 486 648 126 290 56 191 78 495 16 112 19 26 5 12 2 8 3 20 1 4 2.498 100 Fuente: Agencia Internacional de la Energía (AIE). Perspectivas energéticas mundiales. 1998. Nota: La producción hidroeléctrica no incluye la generación de bombeo. Challenge of Sustainability. UN Development Program World Energy Council. 2000». En la Tabla I.10. adjunta, se recoge por grandes regiones económicas la estructura de la producción hidroeléctrica del año 1995 en el mundo, que fue de unos 2.500 TWh, lo que representó el 18,9% de la producción eléctrica mundial. Según la metodología actual de la Agencia Internacional de la Energía, que considera a la energía hidroeléctrica como primaria (1 MWh = 0,086 tep), esta producción hidroeléctrica citada representa sólo el 2,6% de la producción de energía primaria mundial. Sin embargo, si se utilizase el «criterio de sustitución» empleado por la AIE hasta hace poco tiempo, que valoraba la hidroelectricidad como energía primaria a través de «coeficiente de eficiencia de una central térmica»; (1 MWh = 0,2233), representaría el 6,7% de la energía primaria mundial. Esta es una razón del bajón tan importante que ha sufrido la hidroelectricidad últimamente en los balances energéticos internacionales. Respecto al resto de energías renovables, puede decirse que los potenciales de algunos de ellos como son la eólica, la geotérmica y la biomasa, son muy grandes en determinadas regiones del planeta. Sin embargo, en varios estudios realizados recientemente por varias instituciones mundiales de prestigio (ONU, British Petroleum, Agencia Internacional de la Energía) discrepan enormemente las cifras de sus potenciales, por lo que no se ha creído conveniente presentarlas en esta publicación. 17 C omo se deduce de las cifras de recursos expuestos en las preguntas anteriores, puede decirse que la humanidad cuenta todavía con recursos energéticos relativamente abundantes. Sin embargo, este panorama varía si se analiza individualmente cada fuente energética, pues, aunque las reservas de carbón son relativamente abundantes, las de los hidrocarburos lo son bastante menos, sobre todo las de petróleo, que resulta ser desde hace más de un cuarto de siglo la energía primaria más utilizada. Por todo ello pueden hacerse las siguientes valoraciones, en las que, en general, están de acuerdo la mayoría de los expertos: a) Probablemente, durante los próximos 30-40 años el petróleo continuará jugando un papel básico en las economías, sobre todo de los países en desarrollo, sin que se produzcan previsiblemente graves tensiones en los mercados. Con el nivel actual de reservas probadas y el mantenimiento del nivel de consumo registrado en 1998, la humanidad contaría con unos 45 años para el agotamiento de este recurso. Si se baja la calificación de reservas probadas a reservas probables, entonces este ratio alcanzaría los 100 años. Es casi seguro que el plazo de agotamiento del petróleo se irá ampliando si nos atenemos a la evolución de las reservas probadas: en 20 años (1978-1998), el nivel de estas reservas ha pasado de unos 654 miles de millones de barriles a casi unos 1.100; es decir, un incremento del 62,4%. Asimismo, conviene notar que las reservas probadas en 1986, eran solamente 30 veces el consumo de ese año. Todo esto quiere decir que el esfuerzo de exploración, de mejora de su tecnología de exploración y la reducción de costes han hecho que no sólo se haya cubierto la demanda desde entonces, sino que han aumentado las reservas. En conclusión, parece que no existen los problemas graves de abastecimiento que se pronosticaban en los años setenta. Es cierto que el nuevo petróleo se obtendrá en condiciones cada vez más 21 difíciles, pero esta industria ha conseguido tales avances en las técnicas de exploración y producción que hoy se explotan pozos submarinos con más de 1.000 metros de profundidad de agua, o se trazan oleoductos de más de 4.000 kilómetros para transportar el petróleo producido en nuevas áreas productoras. En cuanto a la evolución de los precios, hay un dato positivo, y es la enorme reducción de costes de producción, sobre todo debido a la precisión en las técnicas de detección geofísica, que minimizan el gran enemigo de la exploración que es el pozo seco. Sin embargo no existe razón alguna para que la volatilidad, que ha sido la característica de este mercado desde su principio, desaparezca en el futuro. Además, añaden una mayor dificultad a estas predicciones las diferencias de precios que irán apareciendo entre los crudos de alto y bajo contenido de azufre, dadas las exigencias, cada vez mayores por razones medioambientales. b) El gas natural es la energía con más futuro en los próximos años. En la actualidad el gas natural representa alrededor del 24% de las energías primarias utilizadas en el mundo, con un significativo crecimiento en los últimos años de su cuota de participación. Así, por ejemplo, en los últimos 20 años del siglo XX el consumo de gas natural ha aumentado un 60%, mientras que el petróleo solamente un 10%. Con estas tasas de crecimiento, el consumo de gas natural igualaría al del petróleo en 25 años. El ratio reservas probadas/producción es de unos 60 años para los niveles de producción y consumo del año 1999; es decir, mayor que el petróleo. Se espera que una parte importante del crecimiento en el consumo de gas corresponderá a la utilización de esta energía para la producción de electricidad. c) Para la generación de energía eléctrica y usos térmicos, tanto industriales como domésticos, el petróleo será sustituido, a corto y medio 22 plazo, por el gas en la medida en que los países vayan desarrollando la infraestructura gasista necesaria. Por tanto, este proceso será más rápido en las economías desarrolladas que en las emergentes. Para la fabricación de productos químicos de gran consumo, en la mayoría de los casos las fracciones ligeras del petróleo pueden ser sustituidas con ventaja por el gas natural. Sin embargo, en el sector del transporte, el motor de combustión interna es muy difícil de sustituir a corto plazo de forma eficaz y económica. Consecuentemente, el petróleo deberá seguir atendiendo mayoritariamente a las demandas de consumo derivadas de los transportes terrestre, marítimo y aéreo. Sin embargo, existen numerosos proyectos de investigación que tienen como objetivo la sustitución del motor de combustión interna. Uno de ellos es el del motor eléctrico que, debido a sus ventajas medioambientales, podría cubrir determinadas demandas en el transporte urbano (por ejemplo, transporte colectivo, de flota, etc.), pero que cuenta con inconvenientes como son la autonomía del vehículo, la carga de las baterías o el desarrollo de la infraestructura necesaria para sus recargas. Una línea actual de investigación se orienta hacia los automóviles híbridos que rebajan, en parte, estos inconvenientes. Otro proyecto es el de la sustitución del petróleo por el hidrógeno, pero también necesita de la innovación tecnológica para su almacenamiento y distribución, que permitan su aplicación comercial. Por todo ello puede considerarse que durante los primeros 20 años del siglo XXI el suministro de energía para el transporte va a seguir basado principalmente en el petróleo. d) Habrá que aprovechar los recursos de carbón existentes en el mundo, que son relativamente abundantes, y en gran parte se hará mediante su transformación en electricidad, a través de las nuevas tecnologías de combustión «limpia». e) La energía nuclear seguirá produciendo electricidad en los países desarrollados, tenien- do la ventaja esta energía de no producir gases de efecto invernadero. Deberá hacerse un esfuerzo en desarrollar tecnologías nucleares avanzadas que puedan ofrecer costes menores, estimular la confianza pública en la seguridad de las centrales nucleares y demostrar unas prácticas de gestión eficaz de los residuos nucleares. La fusión puede ser, a largo plazo, un vector energético importante. f) Una mayor utilización de las energías renovables (fundamentalmente hidráulica, eólica, biomasa, solar y geotérmica) permitirá a medio plazo la satisfacción de una parte significativa de las necesidades energéticas mundiales. El freno principal de estas energías son los costes, pero éstos están declinando con rapidez en algunas de ellas, esperándose reducciones del orden del 20% por cada duplicación de su uso. Además, la aleatoriedad de su producción, la estacionalidad y la falta de madurez de sus canales comerciales son otros factores que retrasan su aprovechamiento. g) Se proseguirá en los esfuerzos para la utilización eficaz de la energía, fundamentalmente por parte de los consumidores finales. Un informe reciente de la ONU, «Energy and Challenge of Sustainability. Undevelopment Program World Energy Council. 2000», considera que puede reducirse de forma rentable entre un 25-35% la cantidad de energía empleada en los países industrializados y más aún en los emergentes. Para ello, es preciso eliminar algunas imperfecciones del mercado: falta de información y preparación técnica; incertidumbre empresarial sobre inversiones en tecnologías de alta eficiencia; falta de incentivos suficientes; internalizar los costes medioambientales; etc. En definitiva, nuestro planeta cuenta todavía con recursos energéticos suficientes para continuar abasteciendo los consumos energéticos demandados, pero deben tomarse iniciativas por parte de los gobiernos en las áreas que permitan conseguir una mayor eficiencia, una mayor innovación tecnológica y un desarrollo de las energías renovables. ¿Cúal es el consumo de energía primaria en España? 18 E spaña es un país desarrollado, por lo que tiene un consumo de energía per cápita relativamente elevado. Aunque estamos por debajo de los países más industrializados del mundo (EE.UU., Japón, Canadá, Alemania, Francia, Reino Unido e Italia), nuestro indicador supera a los de la mayoría del resto de países. La evolución del consumo de energía primaria en España ha seguido, en general, la pauta de los países europeos de nuestro entorno. Tuvo incrementos fuertes antes de la crisis de los setenta, para después ralentizarse su aumento en los años ochenta. Asimismo, ha tenido una clara trayectoria ascendente durante la segunda mitad de los años noventa, como consecuencia del crecimiento económico registrado en nuestro país. (Ver Tabla I.11 y Gráfico I.9) Puede verse en esta Tabla que, en el sistema energético español, el papel del petróleo es fundamental, pues representa más de la mitad del consumo total, algo que viene sucediendo desde hace más de 30 años. Teniendo en cuenta que la producción nacional de crudo es muy escasa, aquí está una de las causas del déficit energético de España. El carbón es, porcentualmente, la segunda energía primaria consumida en nuestro sistema, aunque la oferta nacional es limitada y de baja calidad. Además, su continuo declive en los últimos años presagia una menor utilización de Gráfico I.9 Evolución del consumo de energía primaria (ktep) Fuente: Foro Nuclear 2000. 23 Tabla I.11 Evolución del consumo de energía primaria en España (1973-2001) (Ktep) Carbón (1) Petróleo Gas Natural Hidráulica (2) Nuclear Saldo (3) TOTAL Años Ktep (%) Ktep (%) Ktep (%) Ktep (%) Ktep (%) Ktep (%) Ktep (%) 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 9.875 9.169 10.332 9.584 10.227 10.229 10.648 13.337 15.178 17.253 17.636 18.057 19.121 18.695 18.003 15.248 19.173 18.974 18.992 19.277 18.418 18.056 18.721 15.857 18.010 18.300 20.976 22.137 20.098 18,2 16,2 17,9 15,5 16,5 15,9 16,0 19,4 22,4 25,4 26,1 25,9 27,0 25,4 23,6 19,3 22,3 21,6 21,0 21,2 20,3 19,3 19,2 16,2 17,4 16,5 18,1 18,2 16,2 39.445 42.095 42.230 47.353 45.714 47.389 49.134 50.070 46.439 44.395 42.545 40.907 39.538 40.676 42.520 44.282 46.025 47.741 49.367 50.464 49.709 51.894 54.610 55.433 57.396 61.670 63.041 64.663 66.719 72,9 74,5 73,2 76,7 73,5 73,8 73,6 72,8 68,7 65,5 63,0 58,6 55,9 55,2 55,8 56,0 53,6 54,2 54,5 55,6 54,7 55,5 55,9 56,6 55,3 55,7 54,4 53,2 53,7 794 852 941 1.092 1.184 1.269 1.327 1.567 1.765 1.890 2.202 1.877 2.195 2.336 2.648 3.440 4.505 5.000 5.511 5.851 5.829 6.479 7.504 8.401 11.057 11.816 13.535 15.223 16.405 1,5 1,5 1,6 1,8 1,9 2,0 2,0 2,3 2,6 2,8 3,3 2,7 3,1 3,2 3,5 4,4 5,2 5,7 6,1 6,4 6,4 6,9 7,7 8,6 10,7 10,7 11,7 12,5 13,2 2.489 2.635 2.244 1.808 3.413 3.468 3.994 2.544 1.894 2.265 2.335 2.718 2.701 2.282 2.358 3.035 1.640 2.205 2.349 1.724 2.155 2.425 1.999 3.520 3.116 3.219 2.482 2.941 4.127 4,6 4,7 3,9 2,9 5,5 5,4 6,0 3,7 2,8 3,3 3,5 3,9 3,8 3,1 3,1 3,8 1,9 2,5 2,6 1,9 2,4 2,6 2,0 3,6 3,0 2,9 2,1 2,4 3,3 1.705 1.882 1.966 1969 1.700 1.993 1.746 1.351 2.494 2.285 2.778 6.016 7.208 9.761 10.755 13.151 14.625 14.138 14.484 14.537 14.609 14.415 14.449 14.680 14.411 15.376 15.337 16.211 16.602 3,1 3,3 3,4 3,2 2,7 3,1 2,6 2,0 3,7 3,4 4,1 8,6 10,3 13,3 14,1 16,6 17,0 16,1 16,0 16,0 16,1 15,4 14,8 15,0 13,9 13,9 13,2 13,3 13,4 –173 –98 –53 –67 –81 –132 –128 –119 –125 –260 –9 199 –92 –108 –132 –115 –157 –36 –58 55 109 160 386 91 –264 293 492 382 297 –0,3 –0,2 –0,1 –0,1 –0,1 –0,2 –0,2 –0,2 –0,2 –0,4 0,0 0,3 –0,1 –0,1 0,2 –0,1 –0,2 0,0 –0,1 0,1 0,1 0,2 0,4 0,1 –0,3 0,3 0,4 0,3 0,2 54.145 56.535 57.660 61.739 62.158 64.216 66.721 68.750 67.644 67.487 67.487 69.774 70.771 73.642 76.152 79.041 85.811 88.022 90.645 91.908 90.828 93.427 97.669 97.982 103.725 110.674 115.864 121.556 124.250 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 Fuente: Coyuntura Energética del Ministerio de Economía. Dirección General de Política Energética y Minas. (1) Incluye R.S.U. y otros combustibles sólidos consumidos en generación eléctrica. (2) Incluye energía eólica. (3) Saldo de intercambios internacionales de energía eléctrica (Importación-Exportación). Metodología: Agencia Internacional de la Energía (AIE). esta energía en el futuro. La energía nuclear figura en tercer lugar, pero con tendencia a disminuir su participación en el total, al abandonarse esta opción energética a principios de los 80 y no preverse en un futuro inmediato la incorporación de nuevos reactores a nuestro parque nuclear. La hidroelectricidad de carácter autóctono, que en los años 60 llegó a satisfacer más del 20% de nuestras necesidades energéticas, está quedando relegada a un papel más secundario. El gas, aunque ocupa actualmente el cuarto lugar entre las energías primarias que abastecen nuestro consumo, tiene clara tendencia a incrementar su actual participación, que es del 11,7% en 1999. Finalmente, en 24 los balances energéticos de los últimos años aparecen varias energías renovables, pero su aportación es todavía pequeña, si exceptuamos la energía eólica, que ha tenido un importante desarrollo en los últimos años. ¿Cuál es la producción de energía primaria en España? E spaña es un país con reservas energéticas muy limitadas. Solamente las reservas de carbón y el alto aprovechamiento del potencial hidroeléctrico existente, per- 19 Tabla I.12 Evolución de la producción de energía primaria en España (1983-2000) Clases de energía Unid. 1983 1985 1987 1989 1991 1993 1995 1996 1997 1998 1999 2000 Carbón Mtec (%) 20,9 (53,3) 20,8 (45,3) 16,3 (39,3) 17,0 (38,7) 14,9 (35,3) 14,9 (36,4) 13,9 (35,6) 13,7 (33,5) 13,8 (34,9) 13,0 (32,2) 12,3 (32,2) 11,9 (30,4) Petróleo Mtec (%) 4,3 (10,9) 3,1 (6,8) 2,3 (5,6) 1,6 (3,5) 1,5 (3,6) 1,2 (3,0) 0,9 (2,4) 0,7 (1,8) 0,5 (1,3) 0,8 (1,9) 0,4 (1,1) 0,3 (0,8) Gas natural Mtec (%) 0,1 (0,3) 0,5 (1,0) 0,9 (2,3) 2,0 (4,7) 1,8 (4,2) 0,9 (2,1) 0,8 (2,0) 0,6 (1,4) 0,2 (0,6) 0,1 (0,3) 0,2 (0,5) 0,2 (0,5) Energía hidráulica* Mtec (%) 10,0 (25,5) 11,2 (24,5) 9,0 (21,7) 2,3 (5,4) 3,4 (7,9) 3,1 (7,5) 2,8 (7,2) 5,0 (12,1) 4,4 (11,1) 4,4 (11,0) 3,2 (8,4) 3,6 (9,2) Energía nuclear Mtec (%) 3,9 (10,0) 10,3 (22,4) 12,9 (31,1) 20,9 (47,7) 20,7 (49,0) 20,9 (50,9) 20,6 (52,8) 21,0 (51,1) 20,6 (52,2) 22,0 (54,5) 21,9 (57,7) 23,1 (59,1) TOTAL Mtec (%) 39,1 (100) 45,9 (100) 41,6 (100) 43,8 (100) 42,3 (100) 41,0 (100) 39,1 (100) 41,0 (100) 39,5 (100) 40,3 (100) 38,0 (100) 39,1 (100) Fuente: Ministerio de Economía. (*) Incluye las otras energías renovables. mite alcanzar unos niveles de producción de cierta importancia. También la energía nuclear, considerándola 100% nacional, juega un importante papel en la producción de energía primaria de nuestro país, alcanzando más del 50% de nuestra producción en los últimos ocho años, tal y como puede verse en la Tabla 1.12 adjunta y en el Gráfico I.10. También puede verse en esta Tabla la baja contribución de los hidrocarburos en nuestra producción nacional, dadas las escasas reservas que este tipo de energía tiene en España. Así, en el periodo 1983-2000, Gráfico I.10 Producción nacional de energía primaria Fuente: Foro Nuclear 2000. su aportación (petróleo + gas natural) ha ido descendiendo desde el 11,2% al 1,3% en el año 2000. ¿Cuál es la dependencia energética de España? 20 E spaña es un país con limitados recursos energéticos, por lo que nuestro sistema energético se ha caracterizado siempre por tener una dependencia exterior elevada y que ha ido aumentando en los últimos años del siglo XX. Así, las importaciones de energía han pasado de representar el 61% en el año 1985 al 76% en 1999. Una forma de cuantificar esta dependencia es a través de un indicador que mide la relación porcentual entre la producción nacional de una energía determinada y el consumo de la misma. En la Tabla I.13 que se adjunta, puede verse la evolución para España de este indicador, durante el periodo 1994-1999. Esta dependencia exterior supone, por ejemplo, que España debe importar anualmente más de 60 millones de toneladas de petróleo, lo cual representa el pago de una importante factura energética, que en los años de la crisis energética resultaba una carga excesiva para nuestra economía. En el periodo 1985-1998, la caída y estabilización de los precios de los crudos, junto a cierta apreciación de la peseta con respecto al dólar (medio de pago corrientemente utilizado en los pagos internacionales) y al impacto de 25 Tabla I.13 Tabla I.14 Evolución del grado de autoabastecimiento de energía primaria en España (%) Evolución del nivel de dependencia energética en los países de la UE (%) 1994 Carbón 55,2 Petróleo 1,6 Nuclear 100,0 Gas 11,6 Hidráulica 100,0 Resto renovables 100,0 TOTAL Ponderado 30,5 1995 1996 1997 1998 1999 52,6 1,2 100,0 7,2 100,0 100,0 61,7 0,9 100,0 4,9 100,0 100,0 54,7 0,6 100,0 1,4 100,0 100,0 51,4 0,9 100,0 0,8 100,0 100,0 42,2 0,5 100,0 0,9 100,0 100,0 28,2 29,6 26,9 25,9 23,6 Fuente: Foro de la Industria Nuclear. las medidas de ahorro energético adoptadas, provocaron una importante reducción del valor relativo de la factura del petróleo. Al final de la década de los 90, como consecuencia de los aumentos de la demanda del crudo, no seguida por incrementos paralelos de la oferta por parte de los países de la OPEP, junto con la depreciación del euro con relación al dólar estadounidense, están provocando nuevamente aumentos considerables en el valor de compra de los crudos. Esto demuestra la gran volatilidad que el mercado del petróleo tiene en los mercados internacionales. Otro tanto puede decirse del gas natural, con un mercado internacional todavía inmaduro y que sigue la tendencia marcada por el precio del crudo. 21 ¿Cómo es la dependencia energética en España con relación a los países de la Unión Europea? E spaña, tal y como se observa en la Tabla I.14, tiene una dependencia exterior muy por encima de lo que representa la media comunitaria. Así, mientras que en la Unión Europea esta dependencia se cifraba, en 1988, en un 44%, en España se situaba alrededor del 66%, esto es, 22 puntos por encima de la situación media de la UE. En 1999 la UE alcanzaba el 49% de dependencia energética externa y España se situaba en un 80%, esto es, 31 puntos por encima de la UE; esto significa, además, que el diferencial de dependencia exterior va aumentando entre España y la UE, puesto que para el mismo periodo (1988 a 1999), la UE aumentó 26 1988 1990 Austria Bélgica Dinamarca 62,4 72,2 56,7 67,2 75,7 47,4 1994 64,5 79,2 28,7 1995 65,1 80,4 35,7 1996 69,5 80,3 24,4 1999 66,1 83,3 –1,6 Finlandia Francia Alemania 55,1 52,1 44,8 62,1 54,0 46,3 65,7 48,2 57,4 52,7 48,7 57,3 55,0 49,5 59,0 52,6 51,5 60,5 Grecia Irlanda Italia 61,3 65,6 80,1 62,1 69,4 83,8 58,7 64,0 80,4 65,8 68,3 81,6 66,0 70,5 81,6 72,7 85,2 84,7 Luxemburgo Holanda Portugal 97,8 26,9 76,5 99,0 22,3 85,3 98,7 21,0 81,6 97,7 19,3 86,6 99,3 16,0 79,6 97,4 35,1 95,3 España Suecia Reino Unido 61,8 36,9 –9,6 64,4 37,4 3,4 69,5 39,3 –13,1 71,8 37,5 –16,2 70,4 40,1 –13,7 76,4 33,4 –21,3 Unión Europea 43,7 47,7 46,3 46,5 46,7 48,9 Fuente: Energy Balances of OECD Countries. (IEA Statistics. Ed. 2001) su dependencia externa en tan sólo cinco puntos y España lo hizo en unos 14, es decir, más del doble. ¿Cuáles son las reservas de carbón en España? R ecordemos que el concepto de «reservas probadas» engloba el tonelaje que ha sido medido cuidadosamente y que se estima que es explotable en las condiciones económicas actuales, utilizando la tecnología disponible hoy día. Pues bien, de acuerdo con datos del Consejo Mundial de la Energía, las reservas recuperables probadas de carbón existentes en España ascendían en 1998 a unos 1.450 millones de toneladas, repartidas de la siguiente manera: 850 millones de toneladas de hulla y antracita, 400 millones de toneladas de hulla subbituminosa y 200 millones de toneladas de lignito pardo. Galicia, Aragón, Asturias y Castilla y León son las comunidades españolas que concentran los volúmenes más significativos de estas reservas. A esta cifra de reservas cabría añadir las llamadas «reservas adicionales», que incluyen las cantidades de mineral que pueden existir tanto en extensiones aún no exploradas de yacimientos conocidos, como aque- 22 llos que aún no han sido descubiertos en áreas que, desde el punto de vista geológico, se sabe que contienen carbón. El Consejo Mundial de la Energía evalúa estas reservas adicionales recuperables en unas tres veces la cifra anterior de reservas probadas. Al ritmo de producción de los años noventa, los recursos de carbón nacionales serían suficientes para garantizar el abastecimiento nacional durante cerca de 50 años, si se considera únicamente las reservas probadas; subirían a unos 150 años añadiendo la cifra de reservas adicionales recuperables. En consecuencia, España tiene bastantes recursos de carbón, sobre todo si los comparamos con los de otras fuentes energéticas. Ahora bien, conviene señalar que, en general, nuestro carbón es de mala calidad y su extracción es muy costosa. Por un lado existen problemas geológicos, como son la escasa potencia en general de los yacimientos y el excesivo buzamiento y falta de continuidad de las capas. Por otro, hay una cierta atomización de las explotaciones mineras. Esto hace que la mayoría de nuestra producción nacional de carbón, aproximadamente el 95%, se utilice para la generación de electricidad. 23 ¿Cuáles son las reservas de petróleo en España? L as reservas españolas de petróleo son casi insignificantes. De acuerdo con datos del Consejo Mundial de la Energía, las reservas probadas en 1998 representaban solamente el 0,002 del total mundial. Hasta el descubrimiento del campo de Ayoluengo, en 1964, no se había conseguido ningún resultado positivo en las prospecciones efectuadas en nuestro país. La pésima calidad del crudo de este yacimiento, impidió incluso su uso en las refinerías nacionales. En la década de los sesenta el descubrimiento y explotación de los campos off shore de Amposta, Casablanca y Dorada (frente a Tarragona) permitió que la producción nacional sobrepasase el millón de toneladas anuales. En la actualidad están prácticamente agotadas las reservas de todos los campos en explotación –excepto Casablanca, Ayobuey y algún otro de menor importancia– por lo que de no descubrirse ningún nuevo yacimiento la producción nacional de petróleo será prácticamente insignificante. (Véase pregunta n.o 19). Por consiguiente, España es un país muy pobre en recursos de petróleo, siendo su producción muy pequeña para cubrir nuestras necesidades internas. Así, en 1999, España hubo de importar aproximadamente el 99% del petróleo necesario para el consumo, es decir, se compraron unas 60 millones de toneladas de petróleo crudo. ¿Cuáles son las reservas de gas natural en España? 24 A unque la crisis energética impulsó la creación de un marco favorable en España para la prospección de hidrocarburos, la realidad es que tampoco la producción española de gas natural es muy significativa. Hasta 1984, se limitaba prácticamente a la explotación de un pequeño yacimiento en la provincia de Álava. Desde mediados de los 80, otros yacimientos comenzaron a ser explotados, como el del Golfo de Cádiz, el de Serrablo y el de Gaviota, frente a la costa vizcaína de Bermeo. La producción llegó a alcanzar en el año 1990, 1,3 millones de toneladas equivalentes de petróleo. Sin embargo, esta producción se ha ido reduciendo, pues además de utilizar el campo de Serrablo como depósito reserva, las nuevas explotaciones no han podido compensar la disminución de producción de los yacimientos indicados. ¿Cuáles son las reservas de uranio en España? 25 N uestro país cuenta, de acuerdo con las estimaciones más recientes, con unas reservas de uranio de unas 4.600 toneladas de U3O8 a costes de explotación inferiores a los 80 $/kg. U y de unas 12.000 toneladas a costes comprendidos entre 80 y 130 $/kg. U. Hasta principios del año 2000, en España se han producido en las minas de Ciudad Rodrigo (Salamanca) y de Don Benito (Badajoz), un total de más de 5.000 t U3O8, lo que ha supuesto el 25% de las necesidades totales de concentrados del parque nuclear español. Las centrales nucleares actualmente en explotación tienen unas necesidades medias anuales de 1.500 toneladas de uranio natural. Estas necesidades se 27 cubren, actualmente, en un 17% con el uranio de producción nacional y en un 13% con la participación de ENUSA en una mina de Níger. El resto se obtiene de los principales productores mundiales de uranio: Cameco (Canadá), ERA (Australia), Nufcor (Sudáfrica) y de varios países de la antigua Unión Soviética, entre otros. 26 ¿Cuáles son los recursos hidroeléctricos en España? E l Potencial Teórico hidroeléctrico de un área geográfica, se calcula en base a la escorrentía natural de la lluvia anual, traducida en energía potencial a través de los desniveles topográficos. Evidentemente, se trata de un valor teórico que poco tiene que ver con la realidad de su posible utilización. Este Potencial Teórico, también denominado Potencial Teórico Bruto, está evaluado para la España peninsular en unos 150.000 GWh anuales, que los usos consuntivos del agua (riegos, abastecimientos, industrias, etc.) reducen a unos 130.000 GWh. Además, la limitación que impone la imposibilidad de inundar ciudades, vegas, vías de comunicación importantes, etc., así como las escorrentías topográficamente dispersas o aquellos cauces sin caudal permanente o cauces inestables, entre otros factores, disminuyen sensiblemente la parte utilizable de dicho potencial. Teniendo en cuenta estas consideraciones se llega a otro valor, que se conoce con el nombre de Potencial Técnico y que indica de forma más precisa la capacidad de producción hidráulica que técnicamente sería posible desarrollar, independientemente de la conveniencia o no de hacerlo y del resultado económico de dicha acción. Este Potencial Técnico ha sido evaluado por varias instituciones en España, estimándose en unos 65.600 GWh/año. Aproximadamente 13.000 GWh corresponden a centrales hidroeléctricas de potencia inferior a 10 MW. Por otra parte, la energía producible media anual del parque hidroeléctrico español era en la década de los noventa de aproximadamente 32.000 GWh, cifra que ha ido reduciéndose en los últimos años. Esta disminución se debe al descenso de precipitaciones y, fundamentalmente, a las mayores detracciones para los usos consuntivos. Se considera que los regadíos dis- 28 minuyen el producible hidroeléctrico del orden del 0,36% anual. España dispone de un parque hidroeléctrico de unas 1.300 centrales, uno de los mayores del mundo, de las cuales las 22 con potencia de más de 200 MW suponen el 52% de la potencia instalada. La potencia total hidroeléctrica instalada en España en el año 2000 es de 17.963 MW, frente a 26.682 MW térmicos convencionales y 7.749 MW térmicos nucleares. La producción media de energía hidroeléctrica en España en la última década ha sido de 30.850 GWh y en el año 2001, la producción de energía hidroeléctrica fue de 44.010 GWh, el 18,5% del total. Teniendo en cuenta las cifras anteriores, puede decirse de forma objetiva que España ha conseguido un elevado aprovechamiento de sus recursos hidráulicos para la generación de electricidad, hasta el punto de que su potencia hidroeléctrica en servicio se encuentra entre las más altas de la UE y del resto de países desarrollados. Y ello, a pesar de contar con condiciones climáticas y orológicas más desfavorables que buena parte de estas naciones. ¿Cuáles son los recursos de energías renovables en España? D e acuerdo con el Plan de Fomento de Energías Renovables (PFER), diciembre 1999, los recursos adicionales, es decir, la capacidad anual de producción de energía en España –por cada área renovable– que actualmente no está aprovechada y que es potencialmente desarrollable, es importante. Este potencial variará con el tiempo, fundamentalmente en función de la evolución de los costes del desarrollo tecnológico y de la aparición de nuevos equipos en los diferentes tipos de energías renovables. Hay además otra clase de factores que limitan este aprovechamiento, como son la concesión de licencias por parte de los ayuntamientos, el desarrollo de la infraestructura eléctrica, etc., que limitan el nivel de aprovechamiento del potencial disponible. En la Tabla I.15 adjunta se recogen para cada una de las áreas renovables (con excepción de la hidráulica) los potenciales adicionales al potencial ya desarrollado a finales del año 1998. Naturalmente estos 27 Tabla I.15 Potencial Adicional (s/nivel 1998) de Recursos de Energías Renovables en España Energías Renovables Eólica Solar Térmica Solar Fotovoltaica Biomasa Biogás Biocarburantes R.S.U. Estimación del Recurso 34.200 GWh/año 2 Mtep/año 300 MWp Instalaciones aisladas 2.000 MWp Conectados a red 16 Mtep/año 0,55 Mtep/año 0,64 Mtep/año 1,2 Mtep/año Fuente: Plan de Fomento de Energías Renovables. IDAE. Diciembre 1999. valores son algunas veces muy difíciles de evaluar, por lo que podrían variar estos valores a medida que vaya desarrollándose el plan propuesto en el PFER para el periodo 1998-2010. A continuación se recogen algunas particularidades de los potenciales de estos tipos de energías renovables: 1) Energía eólica: El potencial eólico técnicamente aprovechable es muy sensible al desarrollo tecnológico de los aerogeneradores, ya que este desarrollo permite aprovechar mayores rangos de velocidad de viento, y por tanto, los potenciales aumentan progresivamente. Basándose en estudios recientes elaborados para el IDAE, el PFER estima un potencial eólico en España del orden de unos 15.100 MW. Descontando los 834 MW instalados ya a finales de 1998, se deduce una capacidad adicional de 14.266 MW, lo que supone un potencial energético explotable de unos 34.200 GWh/año. 2) Energía solar: a) Energía solar térmica. La situación de España en 1999, con un ratio de 8,12 m2 de colectores por cada 1.000 habitantes, es baja comparándola con países que tienen unas radiaciones solares marcadamente inferiores. A través de un análisis sobre los consumos domésticos en los distintos tipos de vivienda, y teniendo en cuenta la radiación solar media en cada área geográfica, el PFER evalúa que pueden instalarse en España unos 27,00 millones de m2 de colectores. Esto supone un potencial de energía solar térmica desarrollable de unos 2 millones de tep/año. b) Energía solar fotovoltaica. España tenía en 1999 una capacidad alta en instalaciones aisladas domésticas, sólo superado en Europa por Finlandia y Suecia. Por el contrario, en instalaciones centralizadas existe un diferencial significativo respecto a algunos países como Italia, con un grado de implantación superior y con características de clima muy parecidas a las nuestras. El PFER supone que el potencial desarrollable de este tipo de energía en instalaciones aisladas, podría cubrir el 50% de las viviendas sin suministro eléctrico (360.000 de segundas viviendas y 39.000 de viviendas principales en 1999), con instalaciones de 1 KWp en cada una, lo que supondría unos 200 MWp. Además, para otras instalaciones aisladas, como paneles, farolas, bombeo, etc., supone que el potencial sería del orden de los 100 MWp. Por consiguiente, en instalaciones aisladas el PFER fija el potencial desarrollable en unos 300 KWp. Respecto a las instalaciones conectadas a red, no existen límites claros que determinen un potencial máximo a instalar. Esto es debido a que estas instalaciones pueden realizarse tanto en viviendas unifamiliares o colectivas, como en instalaciones industriales o centrales eléctricas. En este sentido, existe un objetivo genérico de aumento de la energía eléctrica vertida en la red en el Real Decreto de autoproducción, que incluye un apoyo importante a este tipo de instalaciones conectadas a la red, con unas primas unas 60 pesetas por kWh. Según el PFER, el valor de potencial fijado es de unos 2.000 MWp. 3) Biomasa: a) Cultivos energéticos. El PFER valora el potencial de este tipo de energías en unos 5,7 Mtep/año, evaluando que se aprovecha el 10% de la superficie disponible, tanto por el cultivo de cardo en secano, como por el de tipo leñoso, eucaliptos, en zonas de regadío. 29 Se utilizaría para aprovechamiento térmico una parte, y para la producción de electricidad el resto. b) Biomasa residual. El PFER valora en unos 10,4 Mtep/año el potencial desarrollable de este tipo de energía. Está basado en un estudio sobre las siguientes clases de residuos: – Residuos agrícolas de cultivos herbáceos, principalmente la paja de cereal (trigo, cebada, avena, centeno y maíz), así como los residuos que se dejan en el terreno tras la recolección del girasol, de la colza y del algodón. – Residuos agrícolas de cultivos leñosos, el olivar, el viñedo o las especies frutales, así como otros residuos de poda. – Residuos forestales procedentes de las cortas y aprovechamientos de las masas forestales. – Residuos de las industrias forestales, es decir, industrias de aserrado, de chapa y tableros y de fabricación de pasta, así como de las industrias de segunda transformación. – Residuos de las industrias agroalimentarias, entre las que destacan las almazaras, fundamentalmente en Andalucía. 4) Biogás: Los residuos biodegradables, tales como los procedentes de residuos ganaderos de explotaciones intensivas, de la fracción orgánica de los residuos sólidos urbanos, de la digestión anaerobia de los lodos de las E.D.A.R. y del tratamiento anaerobio de los residuos procedentes de instalaciones industriales, el PFER estima un potencial total de unos 0,55 Mtep/año. 5) Biocarburantes: Son biocarburantes obtenidos a partir de cultivos con alta riqueza grasa, como son el girasol y la colza, y los basados en la producción de cereales (trigo blando, cebada, maíz) y remolacha. El PFER ha estimado un potencial de 0,64 Mtep/año para este tipo de energía. 30 6) Residuos Sólidos Urbanos: En España se produjeron unos 15,3 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos en el año 1996, con una media de 1,06 kg/hab/día, siendo las comunidades autónomas de Cataluña, Andalucía, Madrid, Valencia y Castilla y León las que más cantidad producen. El PFER estima un potencial total, para aprovechamiento eléctrico, de aproximadamente 1,2 Mtep/año. ¿Cuál es la previsión del consumo de energía primaria en España hasta el año 2011? E l consumo energético español viene aumentando más rápidamente que el PIB, aunque tenemos todavía uno de los menores consumos energéticos per cápita, comparado con los de los países de la Unión Europea, si bien este consumo ha aumentado al compás de la prosperidad económica de los últimos años. Como ya se ha visto en preguntas anteriores, tenemos en España pocas reservas energéticas explotables porque carecemos prácticamente de hidrocarburos; nuestro carbón es, si no escaso, de baja calidad y el potencial hidroeléctrico económicamente explotable está ya prácticamente desarrollado, sobre todo en lo que a grandes instalaciones se refiere. Por tanto, la seguridad de nuestro suministro pasa por la diversidad de las fuentes de energía primaria y el aprovisionamiento de energías procedentes de distintas regiones geográficas. En octubre de 2002, el Gobierno ha aprobado un documento de Planificación de los sectores de electricidad y gas. Desarrollo de las redes de transporte 20022011, en donde se recogen las previsiones del consumo de energía primaria para este periodo, así como las fuentes energéticas que suministrarán dicho consumo. Estas previsiones se recogen en la Tabla I.16 adjunta. Como puede verse en esta tabla, el consumo de energía primaria crecerá a una tasa del 3,09% anual, lo que supone un consumo de 174.986 Ktep en 2011. En la evaluación de este consumo se han tenido en cuenta factores tales como el crecimiento económico, los precios energéticos, la evolución tecnológica o los condicionantes legales como los relativos a la protec- 28 Tabla I.16 Previsión consumo de energía primaria 2000 2006 Ktep Carbón Petróleo Gas Natural Nuclear Energías Renovables Saldo Elec. (Imp-Exp) TOTAL % Ktep 2011 % Ktep % 2006/2000 % 2011/2006 % 2011/2000 % Anual Anual Anual 21.635 64.663 15.223 16.211 7.061 382 17,3 51,7 12,2 13,0 5,6 0,3 17.999 75.315 26.905 16.570 12.464 385 12,0 50,3 18,0 11,1 8,3 0,3 14.363 83.376 39.305 16.602 20.956 385 8,2 47,6 22,5 9,5 12,0 0,2 –3,02 2,57 9,96 0,37 9,93 0,13 –4,41 2,05 7,88 0,04 10,95 0,00 –3,66 2,34 9,01 0,22 10,39 0,07 125.175 100,0 149.637 100,0 174.986 100,0 3,02 3,18 3,09 Fuente: Subdirección General de Planificación Energética. Metodología: AIE. ción del medio ambiente. Esta tasa del 3,09% anual es inferior a la prevista para la energía final, cuyo crecimiento se sitúa en un ritmo medio anual del 3,48%. Este menor crecimiento en términos de energía primaria se debe fundamentalmente a la mayor eficiencia en la estructura de generación eléctrica prevista. En cuanto al balance por fuentes energéticas, las estimaciones en el entorno del año 2011 indican que seguirá siendo predominante el peso de los hidrocarburos líquidos, aunque el gas natural es la fuente energética de mayor crecimiento. El consumo de petróleo aumentará menos que el total de la energía (2,34%), aunque mantendrá un peso próximo al 50% del total, debido principalmente a su utilización como combustible en el transporte, sector en el que se dará el mayor crecimiento de la demanda. El consumo de gas natural continuará su tendencia actual de fuerte crecimiento en los próximos años (9,01%) hasta alcanzar un peso superior al 22% del total en el año 2010, debido principalmente a su utilización en la producción de electricidad. El consumo de carbón continuará su tendencia a la baja (–3,66%), tanto en España como en el conjunto de la Unión Europea, debido a su sustitución por gas natural en generación eléctrica. No obstante, el carbón nacional seguirá jugando un papel relevante en el balance energético, no sólo por razones de carácter social y regional, sino también por la estrategia comunitaria, y propia de España, de reducir o no agravar la dependencia energética. La energía nuclear, por su parte, mantendrá una aportación similar a la actual o incluso algo superior, debido a la optimización de la operación de las plan- tas españolas. No obstante, su peso relativo en la estructura de abastecimiento disminuirá al 9,5%. En cuanto a las energías renovables, se mantienen, en general, los objetivos del Plan de Fomento de las Energías Renovables (PFER) aprobado por el Gobierno en 1999. No obstante, es preciso tener en cuenta que, en el momento de su aprobación, las previsiones de demanda energética para 2011 eran inferiores a las que actualmente se estiman, por lo que en este escenario se prevén alzas en la producción de ciertas tecnologías, fundamentalmente eólica y de biomasa. Es de destacar que, frente a los aproximadamente 9.000 MW de eólica previstos en el Plan de Fomento de Energías Renovables, el nuevo escenario prevé la instalación de 13.000 MW. ¿Cómo se definía la política energética en España? 29 H asta muy recientemente, últimos años de la década de los noventa, la política energética española se definía por el Gobierno fundamentalmente a través de un documento, el Plan Energético Nacional (PEN), que era aprobado por el Parlamento español tras un minucioso debate de todos los grupos parlamentarios. El Plan Energético Nacional (PEN) era elaborado por el Gobierno, a través del antiguo Ministerio de Industria, utilizando los criterios fundamentales de la política energética española, las previsiones de desarrollo económico, y los datos y estudios energéticos 31 fundamentales facilitados por los distintos subsectores energéticos. El primer PEN fue elaborado por el Gobierno en el año 1975, y revisado en 1977 tras un largo debate parlamentario. El último fue aprobado por nuestro Parlamento en 1991 y revisado por el Gobierno en 1995. El PEN contenía una previsión en la cual se estimaba la demanda energética para el año horizonte del plan y se optimizaba la oferta para satisfacer la demanda. Esta previsión tenía un amplio horizonte temporal, entre un mínimo de 6 u 8 años y un máximo de 10 ó 12. Se trataba, por tanto, de un plan a largo plazo, así requerido dado el amplio periodo de maduración de las inversiones energéticas (tiempo que transcurre entre el momento en que se toma la decisión de construcción de una instalación y su entrada en funcionamiento). Este tipo de planificación energética era seguida en la mayoría de los países occidentales, y tuvo sentido en un contexto muy concreto, como el que se dio en los años 70 y 80, caracterizado por grandes incertidumbres producidas por la crisis del petróleo, una importante participación pública en todos los sectores energéticos, la existencia de monopolios u oligopolios en casi todos los mercados de energías finales y rígidos mecanismos reguladores. 30 ¿Cómo se define actualmente la política energética en España? A ctualmente, los mecanismos clásicos de planificación energética con fuerte intervención pública han perdido, en una gran parte, su sentido. No obstante, los gobiernos establecen medidas cautelares, con objeto de vigilar la competencia en los mercados y aumentar su flexibilidad. En el caso español, la pauta a seguir está orientada por las Directivas comunitarias, que progresivamente van aprobando las instituciones comunitarias. La política energética comunitaria se basa en la creación de un mercado único europeo en materia energética, de forma que mediante la introducción de la competencia y la liberalización de las distintas actividades encuadradas en el ámbito de la energía, se produzca una reducción de los precios energéticos. Asimismo, existen otras líneas de actuación dentro de la 32 Ministerio de Economía. Madrid. política energética de la UE, como son: conseguir una mejora en el uso de la energía mediante políticas de ahorro y de eficiencia energética, las preocupaciones medioambientales de las que los objetivos de Kioto no son más que un primer paso y, finalmente, la definición de una estrategia europea para la seguridad del abastecimiento energético. Todas estas directrices comunitarias de política energética se describen en el llamado Libro Verde de la Unión Europea, publicado en noviembre de 2000. En la normativa española solamente el desarrollo de la red de transporte queda sujeto a la planificación del Estado, condicionado por las exigencias de la planificación urbanística y de ordenación del territorio. Con el objetivo, que la Ley marca, de garantizar un suministro energético en condiciones óptimas de seguridad, calidad y precio, el Gobierno ha publicado en septiembre de 2002 el documento «Planificación de los sectores de electricidad y gas. Desarrollo de las redes de transporte 2002-2011» en el que se realiza una previsión de las necesidades energéticas futuras y de las actuaciones que es necesario llevar a cabo para asegurar su debida atención. Sin embargo, a diferencia de los instrumentos de política energética del pasado, que presentaban un programa de obligado cumplimiento en el que se definía el conjunto de inversiones que habían de acome- terse así como la retribución económica a percibir, el nuevo modelo supone una planificación, en la mayoría de los casos, indicativa, respetándose el principio de libre iniciativa empresarial. Se incluyen previsiones sobre la demanda de electricidad y gas, los recursos necesarios para satisfacerla, la evolución de las condiciones de mercado para garantizar el suministro y los criterios de protección ambiental. Sólo en el caso de las redes de transporte, al tratarse de actividades reguladas, adquiere la planificación el carácter de vinculante. 33 Capítulo II Sector eléctrico. Aspectos generales 31 ¿Cuándo se inició en España la producción de energía eléctrica para suministro a los consumidores? E n el año 1875, los señores Xifré y Dalmau montaron en Barcelona, en el número diez de la plaza de Canaletas, una instalación que puede ser considerada como la primera central eléctrica española para suministro a los consumidores. La producción eléctrica de dicha central fue destinada al alumbrado de varios establecimientos y talleres. Entre ellos cabe citar a la Maquinista Terrestre y Marítima, que puede ser, a su vez, considerada como el primer consumidor de España que suscribió un contrato de suministro de energía eléctrica. La utilización de la electricidad para el alumbrado público comenzó en España en 1881, cuando entró en servicio la primera central eléctrica madrileña, que se empleó inicialmente, entre otras cosas, para iluminar la Puerta del Sol y los Jardines de El Retiro. Dos años más tarde, comenzó a funcionar en Bilbao una planta cuya producción se destinó a la iluminación del puerto del Abra. En 1886, Gerona se convirtió en la segunda ciudad de Europa totalmente iluminada. Y en 1890, se inauguró el alumbrado público urbano de Bilbao. ¿Cuándo se inició en España el transporte de electricidad a larga distancia? 32 E n 1901, España realizó en Zaragoza, entre el Molino de San Carlos y la capital aragonesa, la segunda experiencia mundial de transporte de energía eléctrica a una distancia notable para aquella época. El tendido cubría una longitud de tres kilómetros. Ocho años más tarde, en 1909, el país contaba con la línea de mayor tensión y longitud de Europa: recorría, a 60.000 voltios, los 250 kilómetros que separaban la central de Molinar, en el río Júcar, de Madrid. ¿Cuántas centrales eléctricas hay en España y cuál es su distribución por comunidades autónomas? 33 E n el año 2001 hay en España cerca de 1.900 centrales eléctricas en funcionamiento. De ellas, unas 1.200 son hidroeléctricas, 661 son termoeléctricas clásicas –es decir, que consumen combustibles fósiles: carbón, fuelóleo y gas– y nueve son grupos nucleares. Además, existe ya un número significativo de parques eólicos 37 Tabla II.1 Tabla II.2 Número de centrales eléctricas por comunidades autónomas. Año 2000 Producción estimada de España por tipo de instalación (GWh) Andalucía Aragón Baleares Canarias Cantabria Castilla-La Mancha Castilla y León Cataluña Extremadura Galicia La Rioja Madrid Melilla Navarra País Vasco Principado de Asturias Región de Murcia Comunidad Valenciana Ceuta y Melilla TOTAL Hidráulicas Térmicas Grupos Nucleares 79 102 0 8 19 100 202 285 34 130 18 15 0 93 46 40 17 30 0 37 38 9 23 13 31 47 173 3 54 6 29 1 16 46 18 6 110 1 — — — — — 2 1 3 2 — — — — — — — — 1 — 1.218 661 9 Renovables y Residuos – Hidroeléctrica – Eólica – Biomasa y otras – Residuos como combustible Cogeneración y otros (*) Térmica clásica Nuclear TOTAL 34 E 38 2001 % 53.504 44.010 7.153 810 1.531 27.961 92.080 63.714 22,6 18,5 3,0 0,3 0,6 11,8 38,8 26,9 224.779 100,0 237.259 100,0 La producción de las empresas integradas en UNESA representó, en el año 2001, el 82,3% de la producción total de España. ¿Cuál es la potencia del parque generador en España? E n el año 2001, la potencia total de las centrales eléctricas españolas en servicio asciende a 58.025 MW, de los cuales 27.493 MW corresponden a centrales renovables y de cogeneración (incluye la hidroeléctrica con 18.060 MW, la eólica con 3.350 MW, cogeneración con 5.417 MW y biomasa y otros, con el resto), 22.776 MW a centrales termoeléctricas clásicas y 7.816 MW a centrales nucleares. (Tabla II.3) ¿A partir de qué fuentes energéticas se produce la electricidad en España? n España se utilizan el carbón, los derivados del petróleo, el gas y el uranio para generar electricidad, así como la hidroelectricidad y otras fuentes de energías renovables, principalmente eólica, solar, biomasa y aprovechamientos de residuos. La producción eléctrica total generada en nuestro país en los años 2000 y 2001, se presenta en la Tabla II.2 adjunta. Asimismo, se recoge la aportación porcentual de cada una de las fuentes de energía. % 17,1 14,2 2,1 0,1 0,7 11,9 43,4 27,7 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. (*) Incluye la cogeneración para el tratamiento de residuos agrícolas y ganaderos. Fuente: UNESA. y otras instalaciones de producción de electricidad mediante energías renovables como son las solares, de biomasa, etc., alguna de ellas todavía con carácter experimental. Su distribución geográfica por comunidades autónomas es la que se recoge en la Tabla II.1. 2000 38.381 31.831 4.635 284 1.631 26.720 97.472 62.206 Tabla II.3 Potencia instalada en España (MW) 2000 % 2001 % Renovables y Residuos – Hidroeléctrica – Eólica – Biomasa y otras – Residuos como combustible Cogeneración y otros (*) Térmica clásica Nuclear 20.378 17.881 2.060 115 322 5.059 22.669 7.798 36,5 32,0 3,7 0,2 0,6 9,0 40,5 13,9 22.016 18.060 3.350 274 332 5.417 22.776 7.816 37,9 31,1 5,8 0,5 0,6 9,3 39,3 13,5 TOTAL 55.904 100,0 58.025 100,0 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica de UNESA. 2001. (*) Incluye la cogeneración para el tratamiento de residuos agrícolas y ganaderos. 35 Las empresas asociadas en UNESA son propietarias del 81,3% de la potencia total española en servicio. Por tipos de centrales, poseen el 77,6% de la potencia hidroeléctrica, el 79,1% de la termoeléctrica clásica y el 100% de la nuclear. El resto es propiedad de otros productores eléctricos que operan principalmente en el llamado Régimen Especial. 36 ¿Cómo ha evolucionado la potencia del parque generador en España? D esde la puesta en marcha de la primera central eléctrica española para servicio comercial en 1875, el parque eléctrico ha recorrido en España un largo camino. En aquellas fechas, la mayor parte de las instalaciones existentes eran aprovechamientos hidroeléctricos o motores térmicos de “gas pobre” para suministro de energía a pequeñas industrias o para alumbrado de centros urbanos. Hasta comienzos del siglo XX, la energía eléctrica era producida en forma de corriente continua, por lo que su transporte a larga distancia no era posible. Por ello, las centrales de la época estaban situadas muy cerca de los centros de consumo. Según la primera estadística oficial publicada por los Ministerios de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas sobre el sector eléctrico, en 1901 existían en España 861 centrales con una potencia total de 127.940 HP (caballos de vapor). El 61% de esta potencia era de tipo térmico y el 39% hidráulica. De la cifra total de centrales, 648 dedicaban su producción al servicio público y 213 a usos particulares. La corriente alterna permitió el desarrollo de las primeras grandes centrales hidroeléctricas españolas en la segunda década del pasado siglo XX. Su construcción exigía mayores esfuerzos económicos y financieros que las instalaciones precedentes, por lo que paralelamente comenzaron a crearse numerosas compañías eléctricas de mayor dimensión y recursos. Algunas de ellas existen todavía en nuestros días; otras se han ido desarrollando y concentrando hasta dar lugar a varias de las sociedades eléctricas actuales más importantes de España. Desde principios de siglo hasta el inicio de la Guerra Civil Española (1936-39) –y muy especialmente desde finales de la Primera Guerra Mundial hasta la mitad de los años veinte–, la potencia eléctrica se desarrolló a un ritmo apreciable y bastante constante, creciendo a una tasa media acumulativa del 8,8% anual. La mayor parte del desarrollo se debió a la expansión del parque hidroeléctrico. Tras la Guerra Civil, el parque eléctrico español se encontró con graves dificultades para garantizar la cobertura de la creciente demanda. Algunas instalaciones habían quedado destruidas o dañadas por la contienda; el bloqueo económico internacional impedía la reposición de los equipos necesarios; la situación económica del país hacía difícil la acometida de grandes y costosas infraestructuras; y a todo ello se sumaron los efectos que sobre la producción hidroeléctrica tuvo la fuerte sequía de los años 1944 y 1945. Ante la dificultad de construir nuevas centrales de gran potencia en el tiempo que exigía la evolución de la demanda, se impuso la necesidad de obtener de las instalaciones ya existentes el mayor y más eficaz rendimiento posible. Por ello, las principales empresas eléctricas entonces existentes acordaron agruparse en una nueva sociedad –Unidad Eléctrica S.A. (UNESA), creada en el mes de agosto de 1944– para conseguir una explotación coordinada de los recursos eléctricos entonces disponibles y promover el desarrollo de la red eléctrica española, a fin de que la interconexión de todas las zonas y centros de producción de electricidad permitiera la optimización de la explotación del sistema eléctrico del país. Una vez que la economía empezó a mostrar síntomas de recuperación y se levantó el bloqueo internacional, fue posible emprender la construcción de nuevas centrales hidroeléctricas y, más adelante, la de centrales termoeléctricas de gran potencia de carbón nacional y fuelóleo. Además, en 1968 España se incorporó al desarrollo electronuclear, conectando a la red su primera central de este tipo: la de José Cabrera, en Zorita de los Canes (Guadalajara). Las crisis energéticas de 1973 y 1979, que dominaron el panorama internacional a lo largo de los años 70, provocaron un cambio en la orientación de las políticas energéticas de la mayor parte de los países industrializados. La reducción de la dependencia respecto del petróleo importado, el aprovechamiento prioritario de los recursos energéticos nacionales, la diversificación energética y la investigación sobre las nuevas energías y nuevas tecnologías energéticas se convirtieron en objetivos comunes de dichas políticas. En 39 España, esta tendencia se vio reflejada en los Planes Energéticos Nacionales de 1979 y 1983. De esta forma, y por lo que al sector eléctrico se refiere, en la primera mitad de los años ochenta se asistió a un profundo proceso de sustitución de la utilización de derivados del petróleo en la producción de electricidad por el empleo de carbón nacional e importado y la energía nuclear, así como un mayor aprovechamiento del parque hidroeléctrico. La entrada de España en la CEE en 1986 trajo consigo la aceptación y la adaptación de nuestro modelo de sociedad económico e industrial al imperante en Europa y la adopción de normas para la creación de un Mercado Único Europeo. En esta línea, en 1996 el Consejo de la Unión Europea aprobó la Directiva sobre Normas Comunes para el Mercado Interior de la Electricidad. Esta Directiva, junto con otras normativas posteriores, fijan los objetivos y criterios de liberalización e introducción de la competencia, a los cuales los países comunitarios deberán ir adoptando en sus legislaciones eléctricas. Estos criterios han tenido, lógicamente, su reflejo en la evolución de nuestro parque generador en los últimos quince años. En la Tabla II.4 se recoge la evolución de nuestro parque generador durante el periodo 1941-2002, por tipos de centrales. Asimismo, en el Gráfico II.1 se Tabla II.4 Evolución de la potencia del parque eléctrico de España (MW) Año Hidroeléctrica Térmica Nuclear Total Año Hidroeléctrica Térmica Nuclear Total 1941 1942 1943 1944 1945 1946 1947 1948 1949 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1.355 1.376 1.408 1.412 1.458 1.500 1.662 1.756 1.890 1.906 1.986 2.192 2.527 2.553 3.200 3.659 3.900 4.195 4.436 4.600 4.768 5.190 5.895 7.020 7.193 7.680 8.227 8.543 9.335 10.883 11.057 385 395 410 415 418 437 450 478 591 647 674 771 775 883 903 1.063 1.610 1.878 1.948 1.967 2.242 2.298 2.492 2.706 2.980 3.457 4.671 5.292 6.165 6.888 7.403 — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — 153 153 153 613 1.740 1.771 1.818 1.827 1.876 1.937 2.112 2.234 2.481 2.553 2.660 2.963 3.302 3.436 4.103 4.722 5.510 6.073 6.384 6.567 7.010 7.488 8.387 9.726 10.173 11.137 12.898 13.988 15.653 17.924 19.073 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 11.136 11.470 11.841 11.954 12.497 13.096 13.530 13.515 13.577 13.579 13.821 14.087 14.119 14.661 15.201 15.269 15.673 16.545 16.642 16.723 16.985 16.996 17.450 17.558 17.834 18.093 18.491 19.323 19.942 21.362 23.040 9.615 10.617 11.376 12.393 12.974 13.334 13.628 15.267 16.447 17.158 17.637 17.614 19.898 20.991 20.987 21.087 21.119 21.227 21.370 21.855 21.922 21.989 22.346 22.849 23.960 25.339 26.238 26.820 28.164 29.026 31.384 1.120 1.120 1.120 1.120 1.120 1.120 1.120 1.120 1.120 2.051 2.051 3.911 4.885 5.815 5.815 5.815 7.854 7.854 7.364 7.367 7.400 7.400 7.400 7.417 7.498 7.580 7.638 7.749 7.798 7.816 7.871 21.871 23.207 24.337 25.467 26.591 27.550 28.278 29.902 31.144 32.788 33.509 35.612 38.902 41.467 42.003 42.171 44.646 45.626 45.376 45.945 46.307 46.385 47.196 47.824 49.292 51.012 52.367 53.892 55.904 58.204 62.295 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2002. –La potencia hidroeléctrica incluye a la eólica y a la solar. –La potencia termoeléctrica incluye la correspondiente a las instalaciones térmicas del Régimen Especial. 40 ¿Cuáles son las principales centrales eléctricas de España? Gráfico II.1 Evolución de la potencia eléctrica instalada. Total España (MW) 37 L as instalaciones hidroeléctricas españolas de mayor potencia son las de Aldeadávila, con un total de 1.132,9 MW, José María de Oriol, con 915,2 MW, el aprovechamiento de Cortes-La Muela, con 908,3 MW y Villarino con 810 MW. Entre las termoeléctricas clásicas, destacan las de carbón de Compostilla, con 1.312 MW, Teruel, con 1.050 y Aboño con 903; las de fuelóleo de Castellón, con 1.083 MW y Santurce con 936 MW; y la de San Adrián de fuelóleo/gas, con 1.050 MW. Asimismo, pueden señalarse las centrales de ciclo combinado, puestas en servicio recientemente, de San Roque, Castellón, Besós y Castejón. Finalmente, las centrales nucleares españolas de mayor potencia son Trillo I, con 1.066 MW, Vandellós II, con 1.082 MW y Cofrentes, con 1.025 MW. Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. ha representado esta evolución para el periodo 19782001. De cara a la evolución futura de nuestras instalaciones, habrán de tenerse en cuenta además de las orientaciones emanadas de la UE, las posibles consecuencias sobre nuestro sector debidas a acuerdos internacionales en otras materias como, por ejemplo, el medio ambiente. La contención de las emisiones de gases de efecto invernadero que figura en el Protocolo de Kioto puede introducir a medio plazo importantes cambios en la estructura de la generación eléctrica. Asimismo, la reciente aparición de las tecnologías de generación mediante ciclos combinados que utilizan como combustible un recurso relativamente abundante y limpio, como es el gas, con un elevado rendimiento y con bajos costes de inversión, o la introducción a nivel comercial de determinadas tecnologías de aprovechamiento de energías renovables, puede influir de forma decisiva en la modificación de la estructura de generación eléctrica. Por consiguiente, de cara al futuro, el incremento de la preocupación por la preservación del medio ambiente, el mayor fomento de la eficiencia energética, la aparición de nuevas tecnologías y el impulso dado a la utilización de gas natural en la producción de electricidad van a marcar previsiblemente el desarrollo del parque eléctrico español en los próximos años. ¿Cómo se distribuye la potencia eléctrica por comunidades autónomas? 38 L a distribución del parque eléctrico por CC.AA. es muy desigual dadas las características tan distintas que tienen las comunidades en el ámbito energético. Así, Cataluña participa con un 17,1% del total, Castilla y León con un 14,4%, Galicia con un 10,9% y Andalucía con un 9,7%. Son las comunidades autónomas españolas en las que se halla instalada la mayor parte de la potencia española en servicio. Esta distribución puede verse en la Tabla II.5. ¿Cuál es la producción de energía eléctrica de España? 39 E n el año 2001, la producción total española de energía eléctrica ascendió a 237.259 millones de kWh. De dicha cantidad, 81.465 millones de kWh procedieron de centrales de energías renovables y cogeneración, 41 ¿Cómo ha evolucionado la producción de energía eléctrica en España? Tabla II.5 Potencia eléctrica por comunidades autónomas (MW) (Año 1999) (*) Andalucía Aragón Baleares Canarias Cantabria Castilla-La Mancha Castilla y León Cataluña Extremadura Galicia La Rioja Madrid Melilla Navarra País Vasco Principado de Asturias Región de Murcia Comunidad Valenciana Ceuta y Melilla TOTAL Hidráulicas % Térmicas % Total % 1.085 1.534 0 74 424 761 3.915 2.267 2.165 2.904 40 98 0 392 148 725 38 1.270 0 6,1 8,6 0,0 0,4 2,4 4,3 21,9 12,7 12,1 16,3 0,2 0,6 0,0 2,2 0,8 4,1 0,2 7,1 0,0 3.958 1.640 1.139 1.652 134 2.656 3.562 6.617 1.957 2.782 9 134 44 61 1.493 2.819 930 2.561 39 11,6 4,8 3,3 4,8 0,4 7,8 10,4 19,4 5,7 8,1 0,0 0,4 0,1 0,2 4,4 8,2 2,7 7,5 0,1 5.043 3.174 1.139 1.727 559 3.417 7.478 8.885 4.122 5.686 49 233 44 454 1.642 3.544 968 3.832 39 9,7 6,1 2,2 3,3 1,1 6,6 14,4 17,1 7,9 10,9 0,1 0,4 0,1 0,9 3,2 6,8 1,9 7,4 0,1 17.849 100,0 34.194 100,0 52.044 100,0 Fuente: Estadística de la Industria de Energía Eléctrica. Ministerio de Ciencia y Tecnología. (*) No incluye las instalaciones de energías renovables. 92.080 millones de kWh de centrales térmicas clásicas y 63.714 millones de kWh de centrales nucleares. (Véase Tabla II.6) Las centrales de las empresas de UNESA generaron el 82,3% de la producción conjunta del país, y el restante 17,7% fue producido por instalaciones acogidas al Régimen Especial. L a evolución de la producción eléctrica está, lógicamente, muy relacionada con la habida en el parque generador. En 1905, la producción de energía eléctrica fue de 240 millones de kWh. Doce años más tarde, en 1917, se situó en 850 millones de kWh y alcanzó los 2.243 millones de kWh en 1929. En este último año, la estructura de la producción de energía eléctrica era la siguiente: un 19% termoeléctrica y un 81% hidroeléctrica. Seis años más adelante, la producción se cifraba en 3.272 millones de kWh. Tras la Guerra Civil de 1936, y hasta la década de los 50, la destrucción de algunas instalaciones eléctricas causada por el conflicto y, sobre todo, la imposibilidad técnica y económica de incrementar e incluso reponer los equipos de generación por el bloqueo internacional y la debilidad de la economía española hicieron que la producción de electricidad aumentara insuficientemente, y que incluso descendiera en 1944, 1945 y 1949 con respecto al año inmediatamente precedente (por razones de hidraulicidad). En los años cincuenta, la coordinación de la explotación del conjunto del sistema eléctrico a través Gráfico II.2 Evolución de la producción de energía eléctrica. Total España (Miles KWh) Tabla II.6 Producción de energía eléctrica en España. Año 2001 Renovables y Residuos – Hidroeléctrica – Eólica – Biomasa y otras – Residuos como combustible Cogeneración y otros (*) Térmica clásica Nuclear TOTAL GWh % 53.504 44.010 7.153 810 1.531 27.961 92.080 63.714 22,6 18,5 3,0 0,3 0,6 11,8 38,8 26,9 237.259 100,0 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. (*) Incluye la cogeneración para el tratamiento de residuos agrícolas y ganaderos. 42 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. 40 Tabla II.7 Evolución de la producción de electricidad en España (Millones de kWh) Año Hidroeléctrica 1941 1942 1943 1944 1945 1946 1947 1948 1949 1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 3.659 4.065 4.385 4.016 3.180 4.587 5.178 5.172 3.965 5.017 6.869 7.722 7.411 7.128 8.937 11.182 9.670 11.285 14.256 15.625 15.981 16.073 21.139 20.646 19.686 27.278 22.680 24.428 30.691 27.959 32.747 Térmica 231 373 433 704 993 824 773 939 1.603 1.836 1.355 1.620 2.211 2.943 2.899 2.491 4.853 5.065 3.097 2.989 4.898 6.832 4.758 8.880 12.037 10.421 17.957 21.366 20.604 27.607 27.246 Nuclear Total Año Hidroeléctrica Térmica Nuclear Total — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — — 57 829 924 2.523 3.890 4.438 4.818 4.720 4.173 5.411 5.951 6.111 5.568 6.853 8.224 9.342 9.622 10.071 11.836 13.673 14.523 16.350 17.353 18.614 20.879 22.905 25.897 29.526 31.723 37.699 40.637 45.851 52.124 56.490 62.516 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 36.458 29.524 31.347 26.502 22.509 40.742 41.497 47.473 30.807 23.178 27.394 28.865 33.420 33.033 27.415 28.167 36.233 20.047 26.184 28.367 20.570 25.728 29.119 24.450 41.717 37.332 39.065 30.815 36.467 50.969 35.529 27.695 40.203 42.285 48.469 60.758 46.537 50.388 51.606 74.490 78.486 78.404 77.670 63.536 66.286 64.276 63.952 52.872 71.669 71.289 75.449 84.753 79.103 80.509 89.199 78.464 96.752 98.545 120.065 126.106 122.740 146.862 4.751 6.545 7.225 7.544 7.555 6.525 7.649 6.700 5.186 9.568 8.771 10.661 23.086 28.044 37.458 41.271 50.466 56.126 54.268 55.576 55.782 56.059 55.314 55.445 56.329 55.297 59.003 58.852 62.206 63.708 63.026 68.904 76.272 80.857 82.515 90.822 93.804 99.534 105.779 110.483 111.232 114.569 117.196 120.042 127.363 129.149 133.390 139.571 147.842 151.741 159.392 161.105 160.890 164.942 169.094 176.510 189.381 196.613 209.732 224.779 237.417 245.417 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2002. –La producción hidráulica incluye la generada por las instalaciones eólicas y solar. –La producción termoeléctrica incluye la generada por todas las instalaciones térmicas del Régimen Especial. de UNESA, que permitió un mejor aprovechamiento de los recursos disponibles, las nuevas posibilidades de importar material eléctrico y el reinicio de la construcción de nuevas centrales hicieron posible que la producción de electricidad casi se triplicara a lo largo de la década, alcanzando al término de la misma la cifra de 18.614 millones de kWh. Durante la década de los sesenta y principios de los setenta, la producción de energía eléctrica hubo de aumentar con rapidez a causa de la alta tasa de crecimiento de la demanda, que superó el 10% medio anual acumulativo, lo cual fue posible mediante un amplio proceso de inversión en nuevas instalaciones. Entre 1960 y 1973, la generación española de energía eléctrica se multiplicó por cuatro. A mediados de la década de los setenta, y hasta bien entrada la década de los ochenta, la producción creció a un ritmo bastante inferior. Ello fue debido a los bajos niveles de actividad de la economía española como consecuencia de la crisis energética y, por lo tanto, también fueron menores los crecimientos de la producción eléctrica para abastecer el consumo. A finales de los ochenta volvieron a registrarse apreciables aumentos de la demanda de electricidad 43 que impulsaron una nueva reactivación de la producción, aunque en los primeros años de la década de los noventa los aumentos de la producción de electricidad volvieron a ser moderados, consonantes con el débil incremento de la demanda. Finalmente, en los últimos años del siglo XX, se ha incrementado la producción para el abastecimiento de la demanda eléctrica, debido a los niveles altos de actividad en la economía de nuestro país. En la Tabla II.7 se recoge esta evolución de la producción de electricidad en España por tipos de central para el periodo 1941-2002. Asimismo, en el Gráfico II.2 se ha representado esta evolución para el periodo 1978-2001. 41 ¿Cómo se distribuye la estructura de la producción de electricidad por comunidades autónomas? L a estructura de la producción eléctrica varía de año en año, entre otros factores, por la aleatoriedad de la producción generada por las instalaciones renovables. Asimismo, la distribución de la producción eléctrica está muy desigualmente distribuida entre las comunidades autónomas, acorde con la capacidad del parque eléctrico existente en cada una de ellas. Así, se tiene que en el año 1999, Cataluña con un 18%, Castilla y León con un 17,2%, Galicia con un 11,9% y Extremadura con un 11,8% son las comunidades autónomas con una mayor participación en la producción española de electricidad. La distribución porcentual de la producción eléctrica en 1999 está recogida en la Tabla II.8 adjunta. 42 ¿Qué paralelismo existe entre producción y consumo de electricidad? D ada la imposibilidad de almacenar electricidad en grandes cantidades, la producción de energía eléctrica debe ajustarse instantáneamente al consumo. El consumo eléctrico posee dos particularidades: es creciente en el tiempo y presenta grandes oscilaciones horarias, diarias y estacionales. 44 Tabla II.8 Distribución de la producción eléctrica media por comunidades autónomas (MW). Año 1999 (*) Hidráulica (%) Andalucía Aragón Baleares Canarias Cantabria Castilla-La Mancha Castilla y León Cataluña Ceuta Extremadura Galicia La Rioja Madrid Melilla Navarra País Vasco Principado de Asturias Región de Murcia Comunidad Valenciana TOTAL Térmicas (%)(**) Total (%) 3,6 9,8 0,0 0,4 1,4 2,3 27,3 12,0 0,0 9,9 21,0 0,4 0,7 0,0 2,3 0,9 4,4 0,3 3,4 9,7 5,2 2,5 3,7 0,3 7,5 12,6 20,0 0,1 9,1 10,2 0,0 0,5 0,1 0,2 1,5 8,7 0,6 7,6 8,5 6,0 2,0 3,1 0,5 6,5 15,4 18,4 0,1 9,2 12,3 0,1 0,6 0,1 0,6 1,4 7,8 0,5 6,8 100,0 100,0 100,0 Fuente: Estadística de la Industria de Energía Eléctrica. Ministerio de Ciencia y Tecnología. (*) No incluye las instalaciones de energías renovables. (**) Incluye las centrales nucleares. La producción de electricidad debe estar siempre en condiciones de atender en todo momento a la demanda. Por ello, el parque eléctrico en servicio debe estar dimensionado adecuadamente de forma que la suma de la potencia instalada de las centrales existentes sea suficiente para cubrir, con una seguridad razonable, la máxima demanda que pueda registrarse a lo largo del día, aun cuando en los momentos de menor demanda no sea necesaria la utilización de buena parte de las instalaciones existentes. Este es el aspecto fundamental que diferencia a la energía eléctrica del resto de energías finales. ¿Cuál es la relación entre actividad económica y demanda de electricidad? A l igual que ocurre con la relación entre el nivel de actividad económica de un país y su consumo de energía global, el consumo eléctrico está muy relacionado 43 con el incremento del PIB. Aun cuando algunas medidas de eficiencia energética y de ahorro de energía han contribuido a disminuir la intensidad de esta relación entre crecimiento económico y aumento de la demanda de electricidad, este último indicador se sigue utilizando como reflejo de la evolución de la coyuntura económica. Y es que, en efecto, se sabe que los periodos de elevado crecimiento económico van ligados a periodos de fuertes aumentos del consumo energético, y en particular con la demanda de electricidad. En contrapartida, los periodos de estancamiento o recesión económica se ven acompañados de aumentos moderados del consumo eléctrico. Así, en el periodo que va de 1960 a 1973, que se caracterizó en España por aumentos considerables del Producto Interior Bruto, el consumo español de energía eléctrica creció a una tasa media anual acumulativa del 11,7%. Por el contrario, en el periodo que va de 1974 a 1985 que se vio afectado por las consecuencias energético-económicas de las sucesivas crisis del petróleo, el incremento medio anual del consumo fue de un 4,2%. En los años 1992 y 1993, que fueron escenario de una profunda recesión económica, los aumentos del consumo eléctrico fueron de un 1,2% y de un 0,1%, respectivamente. Por el contrario en los últimos años de la década de los noventa, el incremento del consumo se situó entre un 5% y un 7%, reflejo del crecimiento económico. En el Gráfico II.3 adjunto puede verse la evolución en España del PIB y del consumo eléctrico para el periodo 1994-2001. Además, es preciso tener en cuenta que la consecución de mayores niveles de confort y calidad de vida en los sectores residencial y comercial suele exigir una mayor electrificación en las actividades domésticas y comerciales. Y que la mayor parte de los subsectores industriales de punta que caracterizan cada vez más el tejido industrial de los países desarrollados, suponen la aplicación de nuevas tecnologías que, en general, son mayores consumidoras de electricidad. Asimismo, un amplio conjunto de medidas de eficiencia energética y protección del medio ambiente, que están siendo impulsadas a nivel internacional en los últimos tiempos, supone la sustitución del consumo de combustibles fósiles por energía eléctrica en numerosos procesos industriales. Por todo ello, puede afirmarse que, si el objetivo de conseguir un mayor ahorro energético va a ten- Gráfico II.3 Evolución del PIB y del consumo eléctrico Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. der a reducir la relación entre actividad económica y consumo de energía en general, la relación entre crecimiento económico y consumo de electricidad se verá mucho menos afectada, ya que va a compensarse con una mayor electrificación de los procesos industriales y de las actividades domésticas como condición para la obtención de mayores niveles de calidad de vida, eficiencia energética y protección del entorno natural. En consecuencia, el consumo eléctrico –y, muy en especial, el consumo eléctrico por habitante–, seguirá siendo un indicador fiable del nivel de desarrollo y calidad de vida de un país. ¿Cuánta energía eléctrica se consume en España? 44 E l consumo neto español de energía eléctrica ascendió a 208.580 millones de kWh en el año 2001. En este consumo está incluido, aparte de la demanda cubierta con la producción de las centrales eléctricas de las empresas asociadas en UNESA, la energía acogida al Régimen Especial y vendida al sistema eléctrico, así como una estimación del autoconsumo de estos productores. Los consumos en baja tensión representaron el 48,6% de la demanda eléctrica total. 45 45 ¿Cómo ha evolucionado el consumo de electricidad en España? L a evolución es paralela a la de la producción eléctrica balanceada con el saldo de los intercambios de electricidad en cada año. Desde principios del presente siglo y hasta bien entrada la década de los treinta, la demanda española de electricidad creció a un ritmo apreciable, superior incluso al de otras fuentes de energía, aunque claramente inferior a las tasas de crecimiento de la demanda de electricidad que registraban los países más desarrollados de Europa. La mayor parte del aumento de la demanda se concentró en las zonas más industrializadas del país (Cataluña, País Vasco, Valencia, etc.) y se aceleró apreciablemente con motivo de los suministros industriales que España efectúo entre 1914 y 1918 a los países implicados en la Primera Guerra Mundial. La guerra de 1936 interrumpió esta dinámica evolución de la demanda de electricidad. Se estima que el consumo de electricidad cayó en un 25% entre 1935 y 1937; y que en 1939 se situaba aún por debajo del año previo al inicio del conflicto. En los años siguientes, la demanda de electricidad volvió a conocer una fase de fuerte expansión, debida entre otros factores a la imposibilidad de importar recursos energéticos primarios y al impulso dado tras la guerra al desarrollo de industrias muy consumidoras de energía. Las dificultades para incrementar el parque de instalaciones de generación por el bloqueo internacional, la debilidad de la economía española y la inexistencia de una red general peninsular totalmente interconectada hicieron imposible desarrollar la capacidad de producción al ritmo que exigía la demanda, por lo que el periodo 1944-1954 fue escenario de notables restricciones en el suministro eléctrico. La coordinación de la explotación del sistema eléctrico promovida por las empresas del sector a través de UNESA, el desarrollo de las interconexiones de las redes regionales –permitiendo así importantes intercambios de energía entre las distintas zonas de la península y una explotación más eficiente del sistema en su conjunto– y el fin a las limitaciones a la importación de equipos hicieron posible la disminución de las restricciones al consumo eléctrico, que no volvieron a producirse desde mediados de los años 50 más que de manera muy puntual. 46 Tabla II.9 Evolución del consumo neto de electricidad en España Años Millones de kWh % Años Millones de kWh % 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 14.625 16.316 18.276 20.088 22.479 25.131 28.595 32.049 36.204 41.028 45.300 48.611 54.756 61.668 66.842 69.271 74.928 78.065 82.359 87.965 92.006 8,4 11,6 12,0 9,9 11,9 11,8 14,2 11,7 13,0 13,3 10,4 7,3 12,6 12,6 8,4 3,6 8,2 4,2 5,5 6,8 4,6 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 93.196 93.558 97.979 102.623 105.579 107.953 112.022 116.988 125.401 129.161 138.046 139.751 139.871 145.033 150.289 154.928 162.338 173.906 185.611 196.421 208.580 214.510 1,3 0,4 4,7 4,7 2,9 2,2 3,8 4,4 7,2 3,0 6,9 1,2 0,1 3,7 3,6 3,1 4,8 7,1 6,7 5,8 5,8 2,7 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2002. Gráfico II.4 Evolución del consumo neto de energía eléctrica. Total España Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. ¿Cómo ha evolucionado el consumo eléctrico por niveles de tensión en España? La fase de fuerte crecimiento que experimentó la economía española desde comienzos de los años sesenta hasta la entrada de la década de los setenta impulsó un espectacular aumento del consumo de electricidad, que creció a una tasa media anual acumulativa del 11,7% entre 1960 y 1973. Sin embargo la etapa de recesión económica desencadenada, fundamentalmente, por las crisis del petróleo de 1973 y 1979-1980 dieron lugar a crecimientos de la demanda mucho más moderados. En la década de los noventa, con excepción de los años 1992 y 1993, se produjeron incrementos importantes del consumo eléctrico (del orden del 1%), como consecuencia del crecimiento económico habido en nuestro país. En la Tabla II.9. y en el Gráfico II.4 se refleja esta evolución del consumo eléctrico. 46 L a facturación de electricidad realizada por las empresas asociadas en UNESA muestra que la evolución estructural del consumo eléctrico por niveles de tensión se mantiene muy parecida a lo largo de la última década, tal y como queda reflejado en la Tabla II.10 adjunta. ¿Cuántos consumidores de energía eléctrica hay en España? 47 S i se entiende por consumidor a toda persona que utiliza la energía eléctrica, puede afirmarse que prácti- Tabla II.10 Evolución de la estructura del consumo eléctrico por niveles de tensión. Régimen Ordinario (%) 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 Baja tensión < 1 kV 48,3 47,5 46,6 47,4 46,7 47,1 48,8 47,8 47,8 48,4 Alta tensión: > 1 y < 36 kV > 36 y < 72,5 kV > 72,5 y < 145 kV > 145 kV Tarifa G.4 (grand. consum.) 51,7 28,9 8,3 5,2 3,5 5,8 52,5 29,7 8,2 5,4 4,0 5,2 53,4 30,2 7,9 5,7 4,2 5,4 52,6 30,1 7,6 5,3 4,3 5,3 53,3 30,2 7,5 5,4 5,1 5,1 52,9 30,2 7,3 5,6 4,9 4,9 51,2 29,6 6,8 5,3 5,0 4,5 52,2 30,4 6,7 5,5 5,3 4,3 52,2 30,5 6,3 4,3 6,8 4,3 51,6 30,7 6,2 4,3 6,2 4,2 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 TOTAL Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2002. Tabla II.11 Evolución del número de clientes por niveles de tensión. Régimen Ordinario Baja tensión < 1 kV Alta tensión: > 1 y < 36 kV > 36 y < 72,5 kV > 72,5 y < 145 kV > 145 kV Tarifa G.4 (grand. cons.) TOTAL 1994 1995 1996 1997 19.910.871 20.170.806 20.540.082 20.981.868 53.224 52.195 887 108 29 5 54.976 53.945 891 105 30 5 57.841 56.780 915 110 31 5 61.529 60.438 942 112 32 5 19.964.095 20.225.782 20.597.923 21.043.397 1998 1999 21.327.648 21.767.163 65.036 63.935 956 108 32 5 68.283 67.086 1.015 133 44 5 21.392.684 21.835.446 2000 2001 22.446.662 22.847.683 72.612 71.313 1.082 154 58 5 2002 23.739.176 77.775 76.357 1.167 162 84 5 82.254 80.795 1.187 173 94 5 22.519.274 22.925.458 23.821.431 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2002. 47 camente todos los ciudadanos españoles son consumidores de electricidad. No obstante, si se designa como consumidor al titular de un contrato de suministro eléctrico, en el mercado de UNESA su número ascendía, al finalizar el año 2000, a unos 22,6 millones de clientes. De ellos, alrededor del 94% del número total de consumidores corresponden a contratos establecidos a través de la llamada tarifa 2.0, que engloba fundamentalmente a los clientes del sector doméstico. No obstante, estos clientes consumen solamente del orden del 30% de la demanda total de electricidad. Tal y como puede observarse también en la Tabla II.11. adjunta, durante el periodo 1994-2002, el número total de clientes en baja tensión ha crecido un 1,9% medio anual; el de clientes en alta tensión, un 4,5% medio anual acumulativo, y el número total de clientes, un 2,0% medio anual. 48 sión y el 20,2% restante, a la alta tensión. En 2002, la potencia contratada en baja tensión creció un 2,9% con respecto a la del año 2001. Por su parte, la contratada en alta tensión registró un crecimiento anual del 14,7%. Este incremento tan elevado se debe a nuevas formas de contratación en el mercado liberalizado. ¿Cuál es el consumo de electricidad por habitante en España y en la Unión Europea? E n el año 2000, el consumo español de electricidad por habitante se cifró en 5.113 kWh. Dicho consumo es aproximadamente el mismo que en Italia e Irlanda, superando sólo a Portugal y Grecia entre los quince países que integran la Unión Europea. Esta cifra, supone alrededor del 80% del consumo medio per cápita de electricidad de la UE. (Ver Tabla II.13) ¿Cuál es la potencia contratada por los consumidores españoles de electricidad? C omo indica la Tabla II.12, la potencia contratada por los consumidores suministrados por las empresas asociadas en UNESA alcanzó la cifra de 138.428 MW en 2002 y registró un crecimiento anual del 5,1%. El 79,8% de esta potencia contratada corresponde a la baja ten- ¿Cuál es la distribución del consumo de electricidad por actividades económicas? E n el año 2000, el 38% del consumo de energía eléctrica, medido a través de la facturación que realizan las empresas eléctricas de UNESA, correspondió al sec- Tabla II.12 Evolución de la potencia contratada por niveles de tensión. Régimen Ordinario (MW) 1994 2000 2001 2002 Baja tensión < 1 kV 86.963 89.222 91.635 94.216 96.750 99.895 103.817 107.272 110.429 Alta tensión: > 1 y < 36 kV > 36 y < 72,5 kV > 72,5 y < 145 kV > 145 kV Tarifa G.4 (grand. cons.) 19.190 14.110 2.362 1.247 663 808 19.876 14.444 2.473 1.357 729 873 20.547 15.043 2.510 1.317 813 864 20.991 15.262 2.548 1.350 951 880 21.476 15.735 2.552 1.335 963 891 22.772 16.295 2.718 1.550 1.298 911 23.772 17.160 2.719 1.521 1.435 937 24.417 18.059 2.398 1.270 1.703 987 27.999 20.739 2.926 1.363 1.986 985 106.153 109.098 112.182 115.207 118.226 122.667 127.589 131.689 138.428 TOTAL Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2002. 48 1995 1996 49 1997 1998 1999 50 Tabla II.13 Tabla II.14 Consumo de electricidad per cápita en la Unión Europea. Año 2000 Estructura del consumo eléctrico por comunidades autónomas en el sistema UNESA. Año 2001 Disponible para mercado (GWh) Población 2000 (miles) Demanda per cápita (kWh/pc) 146.526 79.071 5.823 82.859 442.921 56.890 104.980 34.873 516.683 370.312 21.634 297.653 201.803 48.870 35.444 8.875 5.180 434 10.264 59.412 8.110 15.864 5.330 82.300 59.715 3.790 57.690 39.466 10.558 10.022 16.510 15.265 13.417 8.073 7.455 7.015 6.617 6.543 6.278 6.201 5.708 5.160 5.113 4.629 3.537 2.446.342 377.010 6.489 Comunidad Autónoma Suecia Finlandia Luxemburgo Bélgica Francia Austria Holanda Dinamarca Alemania Reino Unido Irlanda Italia España Grecia Portugal TOTAL Fuente: Unión Europea. tor industrial y de la construcción. El sector doméstico representó el 25% de dicho consumo y el sector terciario (comercio, servicios, etc.) el 29%, correspondiendo el 8% restante al sector primario: agricultura, energía y otros. (Véase Gráfico II.5) De entre los distintos subsectores industriales, el consumo mayor corresponde a siderurgia y fundición, seguido del sector químico y de la metalurgia no férrea. 51 Cataluña Andalucía Madrid Comunidad Valenciana País Vasco Galicia Castilla y León Principado de Asturias Castilla-La Mancha Aragón % Comunidad Autónoma 18,4 13,5 11,4 9,8 8,0 7,6 5,2 4,5 4,4 3,4 Canarias Región de Murcia Baleares Cantabria Navarra Extremadura La Rioja Ceuta y Melilla TOTAL % 3,1 2,7 2,1 1,9 1,8 1,5 0,6 0,1 100,0 Fuente. Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. lucía y Madrid, cuyas cuotas se cifran en un 13,5% y un 11,4%, respectivamente. Entre el 5 y el 10% se sitúan la Comunidad Valenciana, el País Vasco, Galicia y Castilla y León. Las cuotas del resto de Comunidades son todas inferiores al 5% del total consumido. Según los datos de facturación de energía eléctrica relativos al periodo 1984-1994, Canarias es la Comunidad Autónoma en la que más ha crecido el consumo de electricidad en el periodo citado, con un 8,7% medio Gráfico II.5 Estructura del consumo eléctrico por sectores económicos en 2000 ¿Cómo se distribuye el consumo eléctrico por comunidades autónomas? E l consumo de electricidad correspondiente a la energía distribuida por las empresas asociadas en UNESA representó aproximadamente, en el año 2000, el 96% del consumo total de España. La estructura de este consumo por comunidades autónomas en el año 2000 puede verse en la Tabla II.14 y en el Gráfico II.6 adjuntos. Estos datos ponen de manifiesto que el mayor consumo de electricidad se registra en la Comunidad Autónoma de Cataluña, con un 18,4% del total y es seguida en importancia por las Comunidades de Anda- Fuente: UNESA. 49 Gráfico II.6 Estructura del consumo por comunidades autónomas. Total UNESA (%) Año 2000 Fuente. Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. anual acumulativo. A continuación, se sitúan Extremadura con un 6,3% medio anual, Baleares con un 5,7%, Ceuta y Melilla, con un 5,4%, y Madrid, con un 4,8%. Las variaciones menos positivas han tenido lugar en el País Vasco y Cantabria, donde la demanda ha crecido solamente a razón de un 0,4% y un 0,9% medio anual, respectivamente. 52 ¿Continuará creciendo el consumo de energía eléctrica en España en los próximos años? P uede afirmarse que la consecución de un nivel adecuado de actividad económica, una mejor calidad de vida, y un mayor control en la preservación del medio ambiente exigen un aumento del uso de la energía eléctrica frente a otras energías finales. La comodidad y limpieza en su uso, por un lado, y la automatización y robotización de muchos procesos industriales, por otro, así lo explican, lo que conlleva a un incremento significativo en la intensidad del consumo eléctrico. 50 El reto para las empresas eléctricas es facilitar este progreso social y económico de manera compatible con la preservación del medio y la utilización eficiente de la electricidad, y en adecuadas condiciones de calidad, seguridad y coste. En los últimos años, el consumo de electricidad ha crecido en España a un ritmo superior al de la mayor parte de los países de su entorno económico. Así, en el periodo 1990-2001, la demanda de energía eléctrica aumentó un 1,93% de tasa anual media en la UE, mientras que en España este incremento se situó en el 4,45%. La demanda de electricidad depende de factores tales como el crecimiento económico, los precios, la evolución tecnológica y los condicionantes medioambientales. Por ello, las razones fundamentales que justifican este hecho diferencial son el menor consumo de electricidad per cápita que tenemos en España frente a la media de la UE (aproximadamente el 80%), así como las tasas de incremento del PIB habidas en España en los últimos años, que fueron entre 1 y 2 puntos por encima de la media de la UE. De cara al futuro próximo es previsible que esta tendencia se mantenga. Así las proyecciones de la UE (Economic Foundations for Energy Policy. December 1999) suponen un crecimiento medio del mercado de la electricidad del 1,7% para el periodo 2000-2020, siendo las previsiones españolas algo superiores a esta cifra. Así, en la planificación establecida por el Gobierno en octubre de 2002, se contempla un incremento del consumo de electricidad para España en el periodo 20022011 del 3,2% de tasa anual acumulativa. ¿Se hallan interconectados todos los centros de producción y consumo de energía eléctrica en España? E n la Península, los centros de producción y de consumo se hallan conectados entre sí a través de la red eléctrica. Existen asimismo redes conectadas en cada una de las islas de las Comunidades Autónomas de Baleares y Canarias, y algunas de estas islas están interconectadas eléctricamente por cables submarinos. 53 Esto permite llevar a cabo en el sector eléctrico una gestión coordinada, gestión de la que son responsables a nivel nacional los Operadores del Mercado y del Sistema, haciendo que en cada momento generen electricidad las centrales que permiten asegurar una cobertura de la demanda al menor coste posible. Se transporta energía eléctrica desde las áreas que presentan en un momento dado un exceso de producción a las áreas que en ese momento registran un déficit de demanda. 54 ¿Qué es la red eléctrica? E s el conjunto de líneas y centros de interconexión eléctrica que mantienen conectados entre sí a los centros de producción y de consumo de electricidad de nuestro sistema eléctrico. Asimismo, se consideran elementos constitutivos de la red de transporte todos aquellos activos de comunicaciones, protecciones, control, servicios auxiliares, terrenos, edificaciones y demás elementos auxiliares, eléctricos o no, para el adecuado funcionamiento de las instalaciones específicas de la red de transporte. Al finalizar el año 1998, la longitud total de las líneas de transporte y distribución de energía eléctrica existentes en España era de 688.626 Km., de los que 121.935 Km. eran líneas subterráneas, y 566.691 Km correspondían a líneas aéreas. Asimismo el número de transformadores era de 281.808, con una capacidad de 218.371.896 KVA. En la Tabla II.15 adjunta se recogen estas instalaciones de la red eléctrica española para el año 1998, clasificada por niveles de tensión. La red eléctrica es fundamental para la seguridad y calidad en el servicio eléctrico. Además, facilita la gestión de los excedentes de generación regionales y la elección del emplazamiento de centrales. Sin embargo, la red no puede transportar electricidad sin límite a todas partes. Por ello, la generación debe estar, en lo posible, distribuida de acuerdo con la ubicación de la demanda, para no favorecer la aparición de problemas en la gestión de la red. La red de transporte de alta tensión es propiedad de Red Eléctrica de España (REE). Fue creada en enero de 1985 y en el mismo acto de su constitución se estableció que fuera propietaria de las líneas a alta tensión y de los principales centros de interconexión necesarios para conseguir una gestión optimizada del sistema eléctrico nacional. Red Eléctrica de España es, asimismo, el operador del sistema en el actual marco regulador. Tabla II.15 Instalaciones de la red eléctrica de transporte y distribución en España por niveles de tensión. Año 1998 Longitud de las líneas eléctricas Tensiones nominales Límites de los intervalos en KV Menos de 1 KV Desde 1 a 4,5 KV Más de 4,8 a 8 KV Más de 8 a 12,5 KV Más de 12,5 a 17,5 KV Más de 17,5 a 25 KV Más de 25 a 37,5 KV Más de 37,5 a 55,5 KV Más de 55,5 a 99 KV Más de 99 a 176 KV Más de 176 a 300 KV Más de 300 TOTAL Transformadores reductores Tensión normalizada en el intervalo en KV Aéreas en Km. Subterráneas en Km. Número 0 3 6 10 15 20 30 45 66 132 220 380 279.748 235 3.056 15.157 74.060 110.194 5.277 14.647 13.789 20.022 15.875 14.631 72.662 2 632 6.291 13.662 27.481 375 454 151 152 58 15 0 166 3.815 22.572 87.275 161.644 2.469 1.263 1.018 1.083 481 122 0 41.078 1.830.884 6.555.861 23.455.691 34.624.896 3.683.536 11.612.182 14.760.238 38.009.883 43.345.672 40.451.975 566.691 121.935 281.808 218.371.896 Capacidad Total en KVA Fuente: Estadística de la Industria de Energía Eléctrica. Ministerio de Ciencia y Tecnología. 1998. 51 Existe un centro de Control a nivel nacional para la generación del transporte eléctrico. 55 ¿Cómo ha evolucionado la red de transporte de alta tensión en España? D esde que en 1901 tuvo lugar en Zaragoza el primer transporte de energía eléctrica a distancia de España y segundo del mundo, la red eléctrica española no ha dejado de crecer, tanto en longitud como en tensión. A ello contribuyó UNESA desde su creación en 1944, ya que uno de los primeros objetivos que le fue marcado fue fortalecer y desarrollar las interconexiones entre las distintas zonas de la península para permitir la gestión coordinada del sistema eléctrico español. En 1965, la red española de transporte y distribución de energía eléctrica a alta tensión sumaba ya 19.862 kilómetros de longitud a tensiones superiores a los 100 kV. Esa longitud siguió incrementándose hasta alcanzar los 32.122 kilómetros en 1975 y los 43.645 52 Para el mantenimiento de las grandes redes de transporte se utilizan helicópteros que mejoran la eficacia. kilómetros en 1985, contando a finales de 2001 con una longitud total de 51.946 kilómetros. La red de transporte y distribución a alta tensión tenía, en el año 2001, una longitud de 51.946 kilómetros, de los cuales 15.200 kilómetros corresponden a líneas de 400 kV, 16.179 kilómetros a líneas de 220 kV y 26.324 kilómetros a líneas entre 100 y 132 kV. (Ver Tabla II.16 y Gráfico II.7) Las redes de transporte y distribución necesitan para cumplir sus funciones la realización de importantes inversiones en infraestructura, así como tener un mantenimiento adecuado. La red de transporte presenta actualmente problemas de saturación en periodo de alta demanda, habiéndose visto retrasado su desarrollo en muchos casos, por el alargamiento de las autorizaciones administrativas. Este retraso con respecto a la capacidad de generación producido principalmente durante la década de los noventa, puede observarse en el Gráfico II.8 adjunto. Tabla II.16 Evolución de la red eléctrica de transporte y distribución de alta tensión en España (Km) Años 400 kV 220 kV 110-132 kV Total 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 — — 255 3.171 5.061 8.517 10.786 12.868 13.223 13.611 13.737 13.970 14.083 14.244 14.538 14.538 14.918 15.200 1.109 4.406 7.856 10.512 13.115 14.124 14.625 14.991 15.227 15.316 15.460 15.504 15.525 15.702 15.801 15.900 16.003 16.179 9.243 10.479 11.751 13.692 15.074 17.323 18.234 18.729 19.026 19.267 19.584 19.658 19.798 19.860 19.988 20.134 20.324 20.539 10.352 14.885 19.862 27.375 33.250 39.964 43.645 46.588 47.477 48.193 48.780 49.132 49.407 49.832 50.353 50.600 51.273 51.946 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. Las redes de transporte eléctrico deben salvar en ocasiones grandes obstáculos orográficos. Gráfico II.7 Gráfico II.8 Evolución de la longitud de las líneas de transporte y distribución (Total España) Evolución de la red de transporte peninsular y la potencia instalada Fuente: REE. Fuente: REE. 53 Tabla II.17 Evolución del sistema de transporte y transformación 1997 1998 1999 2000 2001 Circuito 400 kV (Km) Red Eléctrica Otras Empresas Total 13.984 260 14.244 14.278 260 14.538 14.278 260 14.538 14.658 260 14.918 14.856 344 15.200 Circuito 220 Kv (Km) Red Eléctrica Otras Empresas Total 4.276 11.425 15.702 4.280 11.521 15.801 4.280 11.620 15.900 4.280 11.723 16.003 4.327 11.853 16.179 Capacidad de transformación 400/AT (MVA) Red Eléctrica Otras Empresas Total 16.988 25.699 42.687 16.988 25.699 42.687 17.913 26.149 44.062 19.613 26.149 45.762 19.613 27.499 47.112 Fuente: REE. Asimismo, en la Tabla II.17 se ha recogido la evolución del sistema de transporte y transformación en los últimos cinco años (1997-2001), diferenciando la propiedad de los elementos de este sistema. 56 ¿Realiza España intercambios de electricidad con otros países? L a red española peninsular de transporte de electricidad se encuentra directamente interconectada con las de Francia, Portugal, Andorra y Marruecos (a través del estrecho de Gibraltar), de forma que España viene realizando ya intercambios internacionales de energía eléctrica con los dos primeros países desde mediados de los años 40. Tradicionalmente, estos intercambios han estado orientados a incrementar el nivel de seguridad en el abastecimiento de electricidad y a obtener un mejor Ejemplo de subestación de transformación. 54 aprovechamiento de los recursos energéticos existentes. Permiten que los países interconectados se apoyen coyunturalmente en caso de problemas de suministro, a causa, por ejemplo, de averías que reduzcan la disponibilidad de determinadas centrales en un momento dado. Por otra parte, las diferencias horarias o estacionales entre dichos países en cuanto a la disponibilidad de los recursos hidráulicos, las variaciones de la demanda y las diferencias en el coste de producción del kWh según los diferentes tipos de centrales utilizadas, justifican también estos intercambios de energía, que posibilitan así una mejora de la gestión de los respectivos sistemas eléctricos. Actualmente, las interconexiones internacionales representan un elemento importante para aumentar la seguridad del suministro eléctrico, principalmente en condiciones normales. Además, mejoran la estabilidad de la red y el mantenimiento de la frecuencia y de la tensión. También son un elemento esencial para los intercambios de energía que permitan una mayor competencia en los sistemas interconectados. En cuanto a situaciones en periodos críticos, las interconexiones hacen un papel más importante en el área de regulación que en el de aportación de energía, ya que los periodos críticos suelen coincidir en los sistemas unidos. El carácter peninsular del sistema eléctrico español acentúa la importancia de reforzar las interconexiones internacionales, que con carácter general han recomendado los órganos rectores de la UE a todos los países europeos. La capacidad de las interconexiones de España con los países vecinos en el año 2002 queda recogida en el Gráfico II.9 adjunto. Gráfico II.9 Gráfico II.10 Capacidad de las conexiones internacionales Evolución de los intercambios internacionales (1980-2001) Fuente: Endesa. 2002. Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. Tabla II.18 Evolución de los intercambios internacionales de España (GWh) Año Exportación Importación Saldo 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 3.688 4.115 4.779 4.185 2.990 5.001 4.151 4.703 4.804 4.578 3.627 3.762 3.710 3.338 3.250 3.146 5.690 7.669 5.561 6.232 7.824 6.744 2.306 2.667 1.754 4.084 5.304 3.927 2.895 3.170 3.482 2.759 3.208 3.085 4.351 4.605 5.105 7.633 6.750 4.596 8.963 11.950 12.265 10.202 –1.381 –1.447 –3.025 –101 2.314 –1.074 –1.256 –1.532 –1.321 –1.819 –419 –676 641 1.267 1.855 4.486 1.059 –3.072 3.401 5.718 4.441 3.458 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. En el año 2001, los intercambios de electricidad realizados con Francia, Portugal, Andorra y Marruecos tuvieron un saldo importador de 3.458 GWh. La evolución en estos intercambios para el periodo 1980-2001 viene recogida en la Tabla II.18 y Gráfico II.10. ¿Cuál es la garantía de suministro del sector eléctrico español? 57 E s inherente al desarrollo económico y a la consecución de un mayor bienestar el que la electricidad vaya ganando terreno a otras energías finales. La comodidad y limpieza en su uso conlleva un incremento significativo en la intensidad del consumo eléctrico de todos los países. En el periodo 1996-2001 la demanda de electricidad en España se ha incrementado en más de un 30%, muy por encima de las previsiones realizadas. Este crecimiento es debido, por un lado al comportamiento positivo de nuestra economía. Pero además existen otros factores como son, entre otros, el descenso en términos nominales, y por tanto aún mayor en los reales, en los precios medios de la electricidad, mientras que han aumentado los precios de otras energías finales. 55 Además, un hecho preocupante cara a la seguridad en el suministro, es el que la demanda de potencia en las horas punta ha crecido aún más rápidamente que la demanda de energía (un 44% frente al 30% indicado en el último quinquenio). La evolución de esta variable es fundamental a la hora de determinar la capacidad de las instalaciones eléctricas necesarias, tanto en generación como en la red de transporte y distribución. Mientras que la demanda de potencia iba creciendo, no lo hacía en la misma proporción la oferta, de forma que el margen de cobertura ha disminuido durante los años de este periodo, seguramente hasta límites que pueden considerarse críticos. Por consiguiente, tras una etapa de sobrecapacidad en los primeros años de la década de los noventa, el sistema eléctrico español ha pasado a una situación de mínimos márgenes de seguridad, por lo que es necesario acometer un nuevo ciclo inversor. España necesita, por tanto, incrementar sus infraestructuras eléctricas para atender unas necesidades de demanda crecientes, de acuerdo con las previsiones de planificación aprobadas por el Ministerio de Economía en octubre de 2002. En resumen, el margen de reserva ha disminuido de manera continuada en los últimos años, pasando del 1,30 en 1995 al 1,05 en 2001, por lo que se ha incrementado el riesgo de suministro en las horas punta, si éstas coinciden con indisponibilidades de los equiGráfico II.11 Evolución del margen de reservas pos superiores a los normales, o bien por razones de hidraulicidad, climáticas u otros factores. Esto puede verse en el Gráfico II.11 adjunto, en el que también se percibe una mejora en la evolución de este índice para los próximos años. De acuerdo con las previsiones recogidas en la Planificación de los sistemas eléctrico y gas del Ministerio de Economía, octubre 2002, las bases del desarrollo eléctrico en España durante la presente década pasan por el fomento de las energías renovables, fundamentalmente la energía eólica, y la introducción de gas natural para las plantas de ciclo combinado. Asimismo, se han de acometer inversiones en las redes de transporte y de distribución, que permitan la evacuación de la energía generada en las nuevas centrales y que mantengan el nivel de seguridad y calidad en el sistema. Hay que tener en cuenta que la red eléctrica es el soporte físico del mercado (pone en contacto oferta y demanda), siendo fundamental para la seguridad y calidad en el suministro. Las actividades de transporte y distribución se consideran un monopolio natural, por cuanto desde el punto de vista económico no es eficiente la existencia de redes paralelas alternativas para la distribución de electricidad. Por este motivo, aún en los sistemas liberalizados, es necesario fijar unos criterios estables de remuneración de estas actividades que incentiven a los diversos agentes involucrados en la misma a desarrollar su actividad al mínimo coste, con las mínimas pérdidas de energía y con la máxima calidad de suministro. Hay que tener en cuenta que no es sencillo que los agentes inversores (sean estos públicos o privados) se animen a invertir en el sector eléctrico (no sólo en España, sino en cualquier país del mundo) toda vez que los periodos de maduración de estas inversiones son muy largos y los cambios en los marcos regulatorios suelen ser más frecuentes de lo aconsejado. ¿Cómo es la calidad de servicio en el sector eléctrico español? L Fuente: REE y Endesa. 56 a calidad del servicio es un factor muy importante del funcionamiento del sector eléctrico. Por ello, las empresas eléctricas han dedicado siempre importantes recursos y esfuerzos para alcanzar un buen grado de satisfacción de los consumidores eléctricos a este respecto. 58 Las empresas distribuidoras de electricidad deben adoptar las soluciones necesarias para garantizar el suministro con los niveles de calidad fijados por la normativa existente. Para ello deben realizar las inversiones necesarias, así como el correcto mantenimiento de las instalaciones. Pero estas inversiones deben, por otra parte, estar compensadas por una retribución adecuada, y por ello la Administración Central, responsable del establecimiento de la tarifa integrada, y las Administraciones Autonómicas, responsables de velar por el cumplimiento de la normativa, tienen también responsabilidad en este tema. Asimismo, la Comisión Nacional de Energía, o ente regulador, debe asesorar adecuadamente para la fijación del ingreso de cada una de las empresas distribuidoras y supervisar el cumplimiento de los niveles de calidad. También, los propios clientes pueden jugar un papel importante en este campo, puesto que hay clientes industriales con procesos de producción que pueden alterar significativamente la calidad de la onda de energía que reciben otros clientes próximos. Por todo ello vemos que en el tema de la calidad de servicio están involucrados numerosos agentes del sistema eléctrico. Puede señalarse, por ejemplo, que incluso en el área de generación, algunos productores del Régimen Especial pueden distorsionar la explotación de la red de forma significativa. La normativa actual distingue entre: – Continuidad de suministro, relativa al número y duración de las averías. – Calidad de producto, relativa a las características de la onda de tensión. – Calidad de atención y relación con el cliente, relativa al conjunto de actuaciones de información, asesoramiento, comunicación, etc. La continuidad de suministro se mide mediante dos parámetros: el TIEPI y el NIEPI, que se definen respectivamente como el tiempo de interrupción equivalente de la potencia instalada en media tensión y el número de interrupciones equivalentes de esta misma potencia. En el Gráfico II.12 puede observarse la evolución positiva que ha venido experimentando el valor del TIEPI, a nivel de todo el territorio nacional, para el periodo 1987-2001. Sólo en los años 1999 y 2001, en los que algunas comunidades se vieron afectadas Gráfico II.12 Evolución del TIEPI (Tiempo de Interrupción Equivalente de la Potencia Instalada) (Horas/año) Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. por fenómenos atmosféricos o incidencias de carácter extraordinario, se ha roto la tendencia continuada de mejora del servicio. En el cálculo del TIEPI se tiene en cuenta las interrupciones del suministro de más de tres minutos de duración en la red de media tensión, e incluye tanto las interrupciones causadas por trabajos planificados, a las que se califica de «programadas», como por incidentes en las instalaciones de producción, transporte y distribución a las que se denomina «imprevistas». Por lo que se refiere a la calidad del producto, el actual reglamento prevé los valores máximos y mínimos de la tensión de suministro, al tiempo que contempla la necesidad de que los usuarios adopten medidas para evitar que las perturbaciones emitidas por sus instalaciones afecten a otros usuarios. Asimismo, señala la obligación de los usuarios de establecer medidas en sus instalaciones que minimicen los riesgos de la falta de calidad. Este último punto incide muy particularmente en los clientes industriales, con equipos especialmente sensibles a las perturbaciones. La evolución tecnológica en los últimos años se ha caracterizado por una implantación progresiva en la industria de equipos de mayor potencia unitaria y fuertemente perturbadores, como los hornos de induc- 57 ción, de resistencia, de infrarrojos y de rectificadores para la tracción y la electrólisis. Por este motivo, la Unión Europea ha establecido la Directiva 89/336, que aplica a los aparatos y a los equipos susceptibles de crear perturbaciones y también a aquellos que puedan verse afectados por estas perturbaciones. La conclusión final es que la calidad del suministro, junto con la compatibilidad electromagnética de los equipos, es una necesidad muy importante en el mundo desarrollado actual. La acción más consecuente, dentro del reglamento exigido, es la de establecer el mejor diálogo entre los agentes implicados, es decir, entre fabricantes de equipos y aparatos eléctricos, ingenierías, empresas eléctricas y clientes, para hacer frente a esta problemática tan compleja. 59 ¿Cuáles son las previsiones de generación del sistema eléctrico español? D e acuerdo con las previsiones que actualmente maneja el Ministerio de Economía, las bases del desarrollo eléctrico en España durante la presente década pasan por el fomento de las energías renovables, fundamentalmente energía eólica, y la introducción masiva de gas natural para las plantas de ciclo combinado. La eólica tiene las ventajas medioambientales y las de ser un recurso autóctono, pero el inconveniente de su baja disponibilidad para la garantía de suministro, dada su dependencia de la aleatoriedad del viento. Además es cara frente a las otras tecnologías y, por tanto, necesita para su desarrollo un sistema de incentivos económicos. Respecto a las centrales de ciclo combinado de gas (Combined Cycle Gas Turbines, CCGT) son actualmente la tecnología de referencia, ya que combinan un menor impacto ambiental con una mayor eficiencia energética. Las principales ventajas de esta tecnología pueden verse en el Gráfico II.13 adjunto. Se están construyendo muchas centrales de CCGT en todo el mundo, especialmente en los países desarrollados. Actualmente hay solicitudes de nuevas instalaciones de CCGT en España por más de 30.000 MW. Es previsible que no todas estas inversiones se realicen en esta década. 58 Gráfico II.13 Ventajas de ciclos combinados Fuente: Endesa e Iberdrola. El Ministerio de Economía prevé, para el año 2010, un consumo de 135.000 millones de termias en este tipo de centrales, lo que equivale a unos 76.000 GWh. Esta cifra representaría del orden del 28% del total de la producción eléctrica en ese año. Además había que añadir el consumo de gas natural que se necesita en las instalaciones de generación acogidas al Régimen Especial. (Véase Gráfico II.14) Gráfico II.14 Evolución de la estructura de generación Fuente: UNESA. 60 ¿ Cómo se planificaba el sector eléctrico español anteriormente al nuevo modelo liberalizador? L a energía eléctrica es un elemento básico tanto para el desarrollo de las actividades económicas de un país, como para el bienestar de sus habitantes. Por ello, la electricidad ha tenido siempre un carácter estratégico en todos los países y ha estado regulada por los gobiernos sucesivos. Esta regulación se instrumentaba, fundamentalmente, a través de políticas de planificación de los medios de generación y transporte y del establecimiento de la tarifa eléctrica. Hasta la década de los noventa, el desarrollo del sector eléctrico a largo plazo se encontraba contenido en los Planes Energéticos Nacionales (PEN’s), que elaboraban los gobiernos correspondientes, y que establecían las líneas básicas de la política energética española. Estos planes definían los balances eléctricos anuales durante el periodo de vigencia, así como tipo, potencia y localización de las nuevas centrales eléctricas, etc. Cabe señalar que anteriormente a estos PEN’s el desarrollo eléctrico se concretaba en los Planes Eléctricos Nacionales, el primero de los cuales fue publicado en el año 1969, y eran aprobados por el entonces Ministerio de Industria y Energía. Actualmente, con el cambio del marco regulatorio en España, definido a partir del 1 de enero de 1998, se ha producido una modificación profunda en la definición de la política energética en general, con la desaparición de la tradicional planificación estatal de las centrales eléctricas a través de los PEN’s, siendo sustituida por una planificación indicativa, teniendo total libertad de instalación por parte de los generadores, que deben someterse solamente a las autorizaciones administrativas correspondientes. Tan sólo el desarrollo y refuerzo de la red de transporte quedan sujetos a la planificación del Estado y condicionados por las exigencias de la planificación urbanística y de ordenación del territorio. ¿Qué actividades desarrolla el sector eléctrico español en las áreas de normalización y certificación de materiales y servicios eléctricos? 61 E l sector eléctrico ha prestado desde el principio, un gran interés por las actividades de normalización y certificación de materiales y servicios eléctricos. Pero las exigencias de una mayor seguridad de las instalaciones eléctricas y una mejor calidad del servicio, así como el proceso de integración en la Unión Europea, han justificado un aumento de actividad en este campo durante los últimos años. Actualmente hay unos altos niveles de participación de expertos de las empresas eléctricas españolas en los grupos de normalización y certificación constituidos, tanto a nivel nacional como internacional. En la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) hay representantes del sector participando en sus órganos de gestión, entre los que destaca la Comisión Consultiva y de Representación Electrotécnica-Electrónica, que coordina las posiciones de AENOR en las actividades de normalización y certificación de la Comisión Electrotécnica Internacional (CEI) y del Comité Europeo de Normalización Electrotécnico (CENELEC). En el año 2000, el número de representantes de las empresas eléctricas en los grupos de normalización de AENOR alcanzaba las 250 personas, siendo unos 50 los expertos que participaban en grupos y comités europeos e internacionales de Normalización. En el campo de la certificación, las empresas eléctricas han ido haciendo un uso cada vez mayor de los organismos de certificación de productos y empresas, de los laboratorios de ensayo y de las entidades de inspección para evaluar a sus proveedores, verificar la calidad de los productos y servicios que adquieren, y demostrar que sus instalaciones se gestionan con criterios medioambientales, de seguridad y de calidad reconocidos internacionalmente (normas ISO14000 e ISO9000). Asimismo, representantes de las empresas eléctricas continúan participando en la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología, y más concretamente en sus 59 Comisiones Técnicas Asesoras de Certificación, Inspección y Medio Ambiente, así como en el Comité Español de Evaluación de la Conformidad, que representa los intereses nacionales ante la Organización Europea de Ensayos y Certificación (EOTC). 62 Gráfico II.15 Evolución histórica del número de accidentes totales y eléctricos con baja en el sector eléctrico (1984-2000) ¿Qué actividades realiza el sector eléctrico español en el área de la prevención de riesgos laborales? L as empresas eléctricas siempre han dado gran importancia a la prevención de riesgos laborales, siendo pioneros en España en muchos temas, fundamentalmente, en el correspondiente a riesgo eléctrico. La prevención de riesgos laborales, al igual que sucede con otros temas, es llevada por el sector a dos niveles: a nivel de cada empresa, a través de sus correspondientes departamentos, y a nivel sectorial para todas aquellas actividades que puedan generar sinergias para las empresas asociadas en UNESA. Para el desarrollo de estas actividades de carácter sectorial, las empresas eléctricas de UNESA constituyeron en 1964 una Asociación, AMYS (Asociación de Medicina y Seguridad en el Trabajo), cuyas funciones principales eran realizar estudios sectoriales referentes a la investigación de accidentes laborales, analizar las condiciones preventivas en los puestos de trabajo, elaboración de prescripciones de seguridad (Carnets), realización de protocolos en el ámbito de la medicina del trabajo, hacer campañas de divulgación de la seguridad laboral, estadísticas sectoriales de accidentes, actividades de formación, normalización de materiales y equipos de seguridad, funciones de representación en los foros preventivos a nivel nacional e internacional, etc. La accidentabilidad laboral registrada en el sector eléctrico fue descendiendo a lo largo del periodo 1975-2000, tal y como se recoge en la Tabla II.19 y en el Gráfico II.15 adjuntos. Esta accidentabilidad se mide fundamentalmente por dos indicadores, el Indice de Frecuencia (If) y el de Gravedad (Ig) que se definen en dicha Tabla. Puede verse la notable disminución de estos índices a lo largo del periodo analizado, siendo ello fruto de los esfuerzos realizados 60 Fuente: UNIPEDE. Gráfico II.16 Evolución del índice de frecuencia de accidentes laborales en sectores eléctricos de países de la UE (1984-1997) Fuente: UNIPEDE. ¿Tiene el sector eléctrico español tradición en el área de la investigación? Tabla II.19 Evolución de los principales indicadores de la accidentabilidad laboral en el sector eléctrico español (1975-2000) Años Accidentes totales Accidentes totales mortales Accidentes eléctricos Accidentes eléctricos mortales Indice de frecuencia (1) (If) Indice de gravedad (2) (Ig) 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2.129 2.084 1.961 1.993 1.960 1.712 1.682 1.518 1.616 1.406 1.331 1.265 1.205 1.203 1.181 1.272 1.154 1.130 1.031 979 938 907 871 807 635 611 20 20 15 9 10 17 16 14 6 12 8 9 7 5 8 9 10 2 6 5 5 6 5 2 2 3 197 156 155 124 139 130 124 147 130 74 97 104 90 95 106 91 90 95 67 65 59 60 57 44 37 27 8 12 3 4 6 7 4 3 1 4 3 5 1 2 3 5 7 1 3 3 3 3 3 1 2 2 21,1 20,18 29,17 19,03 19,6 17,63 17,23 16,26 17,62 16,42 14,75 15,4 15,48 15,09 15,07 16,56 15,12 14,61 13,42 14,19 14,21 13,14 12,97 13,73 11,65 10,89 2 2,35 1,73 1,28 1,34 1,68 1,6 1,35 1,09 1,34 1,1 1,52 1,36 0,97 1,22 1,38 1,38 0,63 0,96 0,91 0,99 1,03 1,07 0,68 0,78 0,78 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. (1) If = N.o accidentes con baja × 1.000.000 N.º horas trabajadas (2) Ig = N.o jornadas perdidas × 1.000 N.o horas trabajadas por las sociedades eléctricas a niveles de empresa y sectorial. Asimismo, en el Gráfico II.16 se recoge la evolución de estos mismos índices en el periodo 1984-1997 para los países de nuestro entorno, pudiendo comprobarse la situación, más bien ventajosa de nuestro país en este área. En el año 2000, la asociación AMYS, al igual que sucedió con la Asociación de Investigación Eléctrica (ASINEL) y la Asociación de Aplicaciones de Electricidad (ADAE), fue disuelta y sus actividades pasaron a la Asociación Española de la Industria Eléctrica (UNESA). 63 L as empresas eléctricas vienen realizando desde sus comienzos, en 1875, una importante labor en el campo de la investigación y desarrollo tecnológico, tanto directamente a título individual, como coordinadamente a través de la Asociación Española de la Industria Eléctrica (UNESA). Como fruto de esta labor, las empresas españolas protagonizaron a principios de siglo algunos de los primeros y más importantes avances en el desarrollo eléctrico: – En 1886, Gerona se convirtió en la segunda ciudad de Europa totalmente iluminada mediante electricidad. – En 1901, se realizó entre el Molino de San Carlos y Zaragoza la segunda experiencia mundial de transporte de electricidad a larga distancia. – En 1909, España puso en servicio, entre la central de Molinar y Madrid, la línea de mayor tensión y longitud de Europa. A lo largo del presente siglo, nuevos acontecimientos eléctricos han sido ejemplo de esta capacidad de innovación tecnológica: – En los años 20, se inició ya el aprovechamiento integral de los recursos hidráulicos de las cuencas españolas con tecnología nacional. – En los años 40, comenzó la explotación unificada del sistema eléctrico a través de la gestión coordinada de las redes de transporte y distribución. – En los años 50, se consolidó en España la utilización de los carbones nacionales de muy baja calidad para la producción de electricidad. – En los años 60, se construyó la primera central nuclear española. A partir de los años 60, actividades de investigación y desarrollo que venían llevando a cabo las empresas eléctricas, se vieron potenciadas a través de acciones coordinadas de carácter sectorial. En esta década, las empresas eléctricas crearon una asociación, 61 ASINEL (Asociación para la Investigación de la Industria Eléctrica), para desarrollar las actividades de investigación eléctrica a nivel sectorial, en paralelo a los proyectos que realizaban individualmente las empresas. ASINEL desarrolló una importante labor, principalmente en el desarrollo de proyectos sobre investigación aplicada, ensayos de laboratorio, normalización, etc., todo ello en relación con materiales y equipos eléctricos. Entre las actividades realizadas cabe destacar el Programa de Investigación y Desarrollo Tecnológico Electrotécnico (PIE), resultado de un acuerdo suscrito por UNESA, en representación del sector eléctrico y el Ministerio de Industria y Energía, en el año 1980. En los últimos años, el sector eléctrico español ha conseguido, como fruto de su actividad de investigación, significativas realizaciones tecnológicas: – España, en el año 2000, era el tercer país de la Unión Europea y el quinto del mundo en el aprovechamiento de la energía eólica. – Asimismo, en el año 2000, España era el tercer país de la Unión Europea por su potencia instalada en sistemas solares fotovoltaicos y el cuarto por su superficie instalada en colectores solares térmicos. – España posee, en Puertollano, una de las centrales de gasificación del carbón y ciclo combinado de mayor potencia del mundo. También ha llevado a cabo importantes realizaciones en otras tecnologías de combustión limpia de carbón, tales como combustión de carbón en lecho fluido o licuefacción de lignitos. – Finalmente, conviene señalar que el sector eléctrico español ha desarrollado en los últimos años un amplio número de equipos sobre telemandos, automatismos, transmisores de señales y otros elementos que permiten incrementar sustancialmente la fiabilidad y seguridad de la infraestructura eléctrica del país. ¿Qué era el Programa de Investigación y Desarrollo Tecnológico Electrotécnico (PIE)? S e trataba de un amplio programa de investigación, financiado y realizado por las empresas eléctricas asociadas en UNESA, Red Eléctrica de España y la colaboración adicional de otras empresas, organismos de investigación públicos y privados, investigadores individuales, etc., y de cuya ejecución es responsable el sector eléctrico español. El Programa nació con el nombre de Programa de Investigación de UNESA (PIU) mediante un Real Decreto de 1980. En el mismo, se establecía que las sociedades eléctricas habrían de destinar un porcentaje de sus ingresos por venta de energía eléctrica al desarrollo de los proyectos de investigación contenidos en el Programa. Por Orden Ministerial de 1 de agosto de 1983, se modificó la gestión y denominación del Programa. Éste pasó a llamarse Programa de Investigación y Desarrollo Tecnológico Electrotécnico (PIE) y su dirección se encomendó a la Oficina de Coordinación de Investigación y Desarrollo Electrotécnico (OCIDE), cuyo Consejo Directivo estaba formado por representantes de la Administración, de Red Eléctrica de España, de UNESA y de las empresas que la integran. En el año 1997, al tiempo que se suprimía la asignación específica a tareas de investigación que estaba incluida en la tarifa eléctrica, se disolvió OCIDE. Se constituyó entonces una Comisión Liquidadora a la que se encomendaron las tareas de supervisión del desarrollo de los proyectos en curso, y cuyo control técnico y administrativo fue encomendado a una unidad específica creada para ello (OCI-CIEMAT) en el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT). En el año 2000, la Asociación de Investigación de la Industria Eléctrica (ASINEL), junto a las otras dos asociaciones del sector, AMYS y ADAE, fueron disueltas pasando sus actividades a la asociación española de la Industria Eléctrica (UNESA). ¿Cuáles han sido los proyectos más significativos desarrollados en el marco del PIE? S e han desarrollado un total de 1.279 proyectos dentro del Programa de Investigación y Desarrollo Tecnológico Electrotécnico. De esta cifra, 1.128 proyectos han 62 64 65 sido ya terminados y se ha iniciado la explotación de sus resultados, y 151 más se encuentran en fase de finalización. Las áreas principales de investigación en las que se hallan encuadrados estos proyectos de investigación son las siguientes: – Sistema eléctrico (504 proyectos): equipos de regulación y control, control de perturbaciones, comunicaciones, medición, protecciones, sistemas de explotación, otros equipos de la infraestructura eléctrica. – Combustibles fósiles (218 proyectos): utilización de combustibles, medio ambiente, medidas sobre efluentes, sistemas de combustión. – Nuclear (107 proyectos): materiales, componentes y sistemas nucleares, ciclo del combustible nuclear, seguridad de las instalaciones, diseño de reactores avanzados y de nueva generación. – Uso de la energía (75 proyectos): usos especiales de la energía, optimización, acumulación y almacenamiento, aplicaciones eficientes de la energía en la industria, el transporte y el sector residencial y ahorro energético. – Energías renovables (244 proyectos): energías minihidráulica, eólica, fotovoltaica, termosolar de baja y media temperatura, termosolar de alta temperatura, geotérmica, biomásica y oceánica. – Diversos y Planificación (131 proyectos): estudios económicos, impacto social de las actividades eléctricas, nuevos materiales, planificación y evaluación. La realización completa de los 1.279 proyectos de que consta el PIE ha supuesto una inversión total de unos 155.000 millones de pesetas. Este programa se financió con los recursos resultantes de la aplicación de un porcentaje de los ingresos que, hasta 1997, las empresas eléctricas obtenían de la venta de energía eléctrica; con aportaciones directas que esas mismas empresas hacían a título individual, al margen de la tarifa, para la realización de proyectos concretos del Programa; y con aportaciones complementarias de otras empresas industriales o instituciones que intervinieron en su desarrollo. La distribución porcentual del presupuesto del PIE, hasta el año 1995, por áreas está recogida en la Tabla II.20 adjunta. Tabla II.20 Distribución por áreas técnicas del presupuesto del PIE. Año 1995 % Sistema eléctrico Combustibles fósiles Nuclear Uso de la energía Energías renovables Planificación y diversos TOTAL 24,50 22,00 14,27 1,61 13,12 7,56 100,00 Fuente: Memoria de OCIDE (Oficina de Coordinación de Investigación y Desarrollo Electrotécnico). Del presupuesto total necesario para realizar completamente los 1.279 proyectos de investigación iniciados desde 1980, el 46,7% –que representa 71.979 millones de pesetas– se ha financiado a través del PIE, es decir, mediante los recursos resultantes de aplicar un porcentaje a los ingresos que las empresas eléctricas obtienen, vía tarifas, de la venta de energía eléctrica. El 53,3% restante –es decir, 82.108 millones de pesetas– procede de aportaciones que las empresas eléctricas efectúan, a título individual, para la realización de proyectos concretos del Programa, así como de contribuciones complementarias de otras empresas industriales, centros de investigación públicos y privados, universidades, etc. que han intervenido en el desarrollo de los mismos. No obstante conviene señalar que las empresas eléctricas españolas son las titulares y responsables de todos los proyectos de investigación de carácter sectorial desarrollados. En definitiva, puede asegurarse que este programa PIE ha permitido que la investigación eléctrica abordada a lo largo de los últimos años haya tenido un positivo efecto multiplicador sobre la capacidad de investigación global de España. ¿Cuáles son los principales proyectos de I+D desarrollados actualmente por el sector eléctrico español? 66 E l sector eléctrico español ha seguido, después de la disolución de OCIDE (Oficina de Investigación y Desarrollo Electrotécnico), con actividades de investigación 63 • Estación fotovoltaica para suministro de energía: aplicación a vehículos eléctricos. • Planta solar optimizada. • Generación directa de vapor en colectores solares. • Aprovechamiento energético de la biomasa por conversión termoquímica. y desarrollo tecnológico, tanto a nivel de cada empresa como sectorial a través de UNESA. Algunos de los proyectos más significativos que actualmente están en fase de desarrollo, y de cuya administración se ocupa UNESA, son los siguientes: – Sistema eléctrico: • Evaluación de las pérdidas en distribución. • Simulación dinámica de largo plazo en el sistema eléctrico español. • Sistema experto para la reposición automática del servicio en redes de reparto de energía eléctrica. • Regulación de generación con inteligencia artificial. • Análisis de las causas de fallo de los transformadores de medida de alta tensión. – Diversos y planificación: • Tecnologías para la gestión de la demanda. • Eliminación de PCB’s. ¿Qué hacen las empresas eléctricas en el área del uso eficiente de la electricidad? – Combustibles fósiles: • Sistema experto de vigilancia de la llama de la caldera de una central térmica. • Optimización y diagnóstico mediante sistemas expertos de la operación de centrales térmicas. • Sistema integral de gestión de información técnica en centrales térmicas. • Central térmica con gasificación integrada en ciclo combinado. • Desarrollo de filtros acústicos para la aglomeración y la separación de micropartículas en gases de combustión de carbón. – Nuclear: • Sistema hombre-máquina. Proyecto Halden España. • Vida remanente de centrales nucleares. • Centrales nucleares de seguridad pasiva de agua ligera. – Uso de la energía: • Vehículos impulsados por electricidad. – Energías renovables: • Sistema eólico diesel con unidad cinética de tecnología moderna. • Límites y competitividad de la penetración de la energía solar fotovoltaica en la red eléctrica. 64 L a política energética emanada de la UE considera necesario promover iniciativas que permitan un uso más eficiente de la energía en general, y de la electricidad en particular, de forma que los consumidores eléctricos utilicen la electricidad del modo más racional posible. Desde hace mucho tiempo, las empresas eléctricas han dedicado considerables esfuerzos a este tema y, a través de las oficinas de atención al cliente, han desarrollado numerosas acciones de información y formación a los consumidores domésticos e industriales, han promovido programas de gestión de demanda, de utilización de electrodomésticos más eficientes, etc. Prueba de la preocupación del sector por este tema fue la creación en 1973 de una asociación sectorial, ADAE (Asociación de Aplicaciones de la Electricidad), que, juntamente con fabricantes e instaladores eléctricos, ha desarrollado una importante labor en este área, asesorando a los profesionales y consumidores en el modo de mejorar la eficiencia energética. No obstante, conviene recordar que una utilización más eficiente de la electricidad no supone necesariamente una disminución de su consumo, pues es bien sabido que el alcance de mejores niveles de calidad de vida exige una mayor penetración de la electricidad en los sectores Residencial, Comercial e Industrial. Esta Asociación, junto con ASINEL y AMYS, se disolvió en el año 2000, y sus actividades pasaron a ser realizadas por UNESA. 67 68 ¿Cuántas empresas eléctricas existen en España? A unque España cuente con un elevado número de compañías eléctricas, cabe señalar que las cinco empresas más grandes produjeron y distribuyeron algo más del 82% de la producción total del año 2001. Todas ellas forman parte de la Asociación Española de la Industria Eléctrica (UNESA). Estas sociedades son: • ENDESA, S.A. - Príncipe de Vergara, 187 28002 MADRID - Tel. 91.213.10.00 Fax. 91-563.81.81 - http://www.endesa.es • IBERDROLA, S.A. - Hermosilla, 3 - 28001 MADRID - Tel. 91.577.65.00 Fax. 91.577.56.82 - http://www.iberdrola.es • UNIÓN FENOSA, S.A. - Avda. de San Luis, 77 - 28033 MADRID - Tel. 91.567.60.00 Fax. 91.201.53.52 - http://www.unionfenosa.es • ELECTRA DE VIESGO - Medio, 12 - 39003 SANTANDER - Tel. 942.24.60.00 Fax. 942.24.60.30 - http://www.viesgo.es • HIDROELÉCTRICA DEL CANTÁBRICO, S.A. Plaza de la Gesta, 2 22007 OVIEDO - Tel. 985.23.03.00 Fax.985.25.37.87 - http://www.h-c.es Otras empresas relevantes del sector eléctrico español son la Compañía Operadora del Mercado Español de la Electricidad (OMEL) para la gestión de la generación, y Red Eléctrica de España (REE) que es propietaria de la red de transporte de electricidad y hace las funciones de operador del Sistema. Finalmente, existen también numerosas sociedades que se dedican exclusivamente a la producción de electricidad en Régimen Especial. 69 ¿Qué es la Asociación Española de la Industria Eléctrica (UNESA)? L a Asociación Española de la Industria Eléctrica (UNESA) ha tenido dos etapas claramente diferenciadas. En la primera, que comprende desde su constitución en 1944 hasta el año 1999, era una sociedad anónima (Unidad Eléctrica, S.A.) sin ánimo de obtención de beneficio comercial. En la segunda etapa, y como consecuencia del nuevo marco regulatorio que se establece por la Ley del Sector Eléctrico de 1997, se constituyó como Asociación Española de la Industria Eléctrica. UNESA (Unidad Eléctrica, S.A.) era una empresa integrada por las principales sociedades del sector eléctrico español que se ocupaba fundamentalmente de coordinar y llevar a cabo sus actividades sectoriales en las áreas del negocio eléctrico (planificación, producción y demanda, aspectos económicos y financieros, combustibles, energía nuclear, medio ambiente, cuestiones legales, investigación, información y comunicación social, etc.) y de representar al sector eléctrico español ante las Administraciones Públicas y los organismos energéticos internacionales. UNESA fue creada por iniciativa de las empresas eléctricas en 1944, año en que la intensa sequía que padecía el parque hidroeléctrico, junto a crecimientos importantes de la demanda y a una escasez de bienes de equipo (debido a los años posteriores a la Guerra Civil), supuso hacer frente a numerosas dificultades para la satisfacción de la demanda. Las empresas consideraron conveniente promover los intercambios de electricidad entre las zonas eléctricas, para lo cual UNESA impulsó la interconexión de los sistemas regionales de las empresas hasta desarrollar un sistema eléctrico nacional, a través del cual quedaron conectados todos los centros importantes de producción y consumo. Hasta 1979, fue asimismo responsabilidad de UNESA la operación de dicho sistema para asegurar una explotación óptima de la infraestructura eléctrica existente. Junto con estos primeros objetivos, UNESA desarrolló en paralelo nuevas actividades en otras vertientes de la actividad eléctrica, cumpliendo un papel fundamental en temas tales como los primeros proyectos de planificación eléctrica, el establecimiento de un sistema nacional de tarifas, el intercambio de conoci- 65 mientos y experiencias entre las empresas en todo lo que se refiere a los aspectos técnicos de la actividad eléctrica, el inicio del desarrollo electronuclear, las cuestiones económico-financieras, la coordinación de los esfuerzos comunes en materia de investigación, desarrollo y medio ambiente, las relaciones con los organismos internacionales, la comunicación con la sociedad, etc. En junio de 1999, y como consecuencia del nuevo marco regulador, UNESA se transformó en la Asociación Española de la Industria Eléctrica, cuyas funciones, acordes con la nueva regulación, están recogidas en el artículo cinco de sus estatutos. En el mismo se recoge que la Asociación, en el cumplimiento de sus actividades, llevará a cabo, sin perjuicio del pleno respeto a la libertad de decisión de cada uno de sus miembros, las funciones específicas siguientes: ■ ■ ■ ■ ■ ■ ■ 66 La representación institucional del sector eléctrico, defendiendo los intereses de las empresas asociadas ante la Administración en todos sus niveles, los organismos jurisdiccionales, el Parlamento, los partidos políticos, las organizaciones sindicales y en aquellas entidades públicas y privadas que se considere preciso. La representación en foros europeos e internacionales de carácter sectorial energético o de alcance general. El seguimiento o la participación en la elaboración de propuestas normativas o en la modificación, desarrollo, estudio y análisis, tanto de la legislación específica eléctrica como de cualquier otra relacionada directa e indirectamente con ésta. El ejercicio de todo tipo de acciones legales y judiciales, así como formulación de consultas y escritos de toda clase ante las Administraciones Públicas y los órganos jurisdiccionales en todos sus órdenes, en representación de los intereses de sus miembros. La elaboración de estudios e informes de oficio o a petición de sus asociados, sobre cualquier materia relacionada con sus fines. La elaboración, mantenimiento y difusión de las estadísticas de naturaleza sectorial sobre las vertientes de la actividad eléctrica. La difusión entre los miembros de UNESA de la información y documentación que se juz- ■ gue pertinente sobre los aspectos de interés relacionados con sus fines. El desarrollo de las iniciativas de comunicación de naturaleza sectorial para fomentar el diálogo del sector eléctrico con los diferentes colectivos sociales y promover la imagen del sector en los medios de comunicación social nacionales y extranjeros. ¿Con qué organismos españoles está relacionado el sector eléctrico? L as empresas eléctricas asociadas en UNESA, bien directamente, bien a través de la Asociación, están representadas en los principales organismos nacionales de carácter privado, relacionados con la industria eléctrica. Entre ellos pueden señalarse los siguientes: – Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) (www.ceoe.es). – Club Español de la Energía (ENERCLUB) (www.enerclub.es). – Sociedad Nuclear Española (SNE) (www.sne.es). – Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) (www.aenor.es). – Sociedad Española de Protección Radiológica (SEPR) (www.sepr.es). – Foro de la Industria Nuclear Española (www.foronuclear.org). – Comité Español de Acústica. – Comité Español de Electrotermia. – Comité Español de Iluminación. Asimismo, tiene contacto con numerosos organismos cuyas actividades están relacionadas con la generación, transporte y distribución de electricidad, algunos de los cuales son: – Asociación de Autogeneradores de Energía Eléctrica (AAEE). – Asociación de Consumidores de Electricidad (ACE). – Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía Eléctrica (AEGE). 70 – Asociación de Productores y Autogeneradores con Energías Renovables (APPA). – Comercializadoras. – Consultores eléctricos. – Cooperativas de producción eléctrica. – Fabricantes de materiales y equipos eléctricos. – Etc. 71 ¿Qué es la Unión de la Industria Eléctrica-EURELECTRIC? E ste Organismo internacional es el único portavoz de la industria eléctrica europea ante las instituciones comunitarias. Además, es un centro de estudios de carácter estratégico y técnico. Agrupa a 32 asociaciones y empresas eléctricas de pleno derecho, diez miembros afiliados europeos, 13 internacionales y 20 miembros asociados. Sus principales áreas de actuación, que han determinado su estructura, son: política energética europea y regulación de los mercados, medio ambiente y desarrollo sostenible, y mejores prácticas de gestión. Las empresas asociadas en UNESA participan activamente en todos estos campos a través de su presencia en los distintos comités y grupos de trabajo. 72 (CIER). Esta organización iberoamericana, creada en el año 1964, es el foro natural para el intercambio de información y experiencias de interés para los sectores eléctricos de la región, así como el impulsor de proyectos de integración multinacional. Agrupa como miembros de pleno derecho a 198 empresas eléctricas de los diez países miembros de América del Sur, y seis empresas asociadas de España (UNESA), Portugal, Francia, México, Reino Unido y Suecia. – Consejo Mundial de la Energía (CME). Creada en 1923, esta organización reúne a más de cien países de los cinco continentes. Sus objetivos son estudiar, analizar y debatir todos los aspectos relacionados con la energía y ofrecer sus puntos de vista y recomendacio- ¿En qué organismos internacionales está presente el sector eléctrico español? E l sector eléctrico español ha participado siempre en los trabajos de las principales organizaciones energéticas internacionales, a través de sus comités y grupos de trabajo. En unas, como miembro de pleno derecho; en otras, colaborando en el desarrollo de actividades concretas. La internacionalización de la actividad eléctrica, así como los procesos de reestructuración y diversificación del sector que se están llevando a cabo en las esferas nacional e internacional, están exigiendo a las empresas asociadas en UNESA un mayor esfuerzo de conocimiento y colaboración en la actividad internacional en el área energético-eléctrica. Entre los organismos internacionales más importantes, cabe citar, además de EURELECTRIC, los siguientes: – Comisión de Integración Eléctrica Regional Dirección General de Energía y Transporte. Bruselas. 67 Gráfico II.17 Sedes centrales de los organismos internacionales relacionados con el sector eléctrico español Fuente: Memoria Estadística Eléctrica. UNESA. 2001. 68 nes a gobiernos, opinión pública y cuantos han de tomar decisiones en el campo energético. – Unión de Confederaciones de la Industria y de los Empresarios de Europa (UNICE). Fundada en 1958, la UNICE es la portavoz oficial de las asociaciones empresariales europeas ante las instituciones de la Unión Europea. Agrupa a 35 federaciones empresariales, de 27 países europeos. El objetivo primordial de la UNICE es promover los intereses profesionales comunes de las empresas representadas por sus miembros ante las instituciones de la Unión Europea. – Asociación Mundial de Operadores Nucleares (World Association of Nuclear Operators. WANO). Organización de ámbito mundial a la que pertenecen todas las centrales nucleares en explotación. Promueve intercambios de información, conocimiento y experiencias entre las empresas que operan centrales nucleares para incrementar la seguridad, fiabilidad y eficacia de estas instalaciones. Asimismo, UNESA participa en los comités consultivos de las instituciones comunitarias de Energía, como son la Comisión Europea del Carbón y Acero y la de Investigación del Carbón. Finalmente, el sector eléctrico español sigue colaborando, bien a través de las empresas eléctricas o de la propia UNESA, con otra veintena de organizaciones de muy diversa naturaleza y con diversos grados de vinculación y cooperación, tales como la Unión para la Coordinación del Transporte de Electricidad (UCTE), la Comisión Electrotécnica Internacional (CEI), el Comité Europeo de Normalización Electrónica (CENELEC), la Conferencia Internacional de Grandes Redes Eléctricas (CIGRE), la Conferencia Internacional de Redes Eléctricas de Distribución (CIRED), la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la Agencia para la Energía Nuclear (AEN) de la OCDE, la Unión Internacional de Aplicaciones de la Electricidad (UIE), el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), la Asociación Europea para el Uso de los Subproductos procedentes de Centrales Térmicas (ECOBA), la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS), el Electric Power Research Institute (EPRI), la Asociación Internacional de Derecho Nuclear (AIDN), el Instituto de Explotación de Energía Nuclear (INPO), el Nuclear Energy Institute (NEI), el Edison Electric Institute (EEI), y la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE). En el Gráfico II.17 se adjunta un mapa en donde se recogen las sedes de los principales organismos internacionales en las que está presente el sector eléctrico español. 69 Capítulo III Centrales hidroeléctricas 73 ¿Qué características presenta el agua como fuente de energía? E ntre los múltiples usos del agua –abastecimiento a poblaciones, riego de cultivos, usos industriales, etc.–, sus posibilidades como fuente de energía mecánica –por ejemplo, para el movimiento de molinos, aceñas, norias, etc.– son conocidas y vienen siendo aprovechadas desde hace mucho tiempo. Su utilización para la producción de electricidad es más reciente. Data de finales del pasado siglo y se encuentra estrechamente ligada al propio nacimiento de la industria eléctrica. El agua presenta, entre otras, la característica de ser una fuente energética renovable merced a un ciclo natural. Y la transformación de su energía potencial gravitatoria en energía eléctrica permite un alto nivel de eficiencia energética, ya que en el proceso se puede alcanzar grados de eficiencia superiores al 90%. Además, desde la óptica medioambiental, la hidroelectricidad es una fuente energética con un impacto sobre el entorno que ofrece normalmente un balance bastante positivo. Evita la emisión a la atmósfera de efluentes químicos que produciría la generación sustitutoria por una central térmica. Asimismo, es una fuente energética totalmente autóctona, ya que es un recurso primario existente en suelo nacional que es aprovechado, en el caso de Espa- ña, mediante equipos y tecnologías totalmente nacionales. Se calcula que cada kWh producido en una central hidroeléctrica evita la importación de unos 220 gramos de petróleo o su equivalente energético, si se trata de otro combustible fósil. En un año de producción hidroeléctrica media, España se ahorra anualmente la importación de unos siete millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep). Todo esto no quiere decir que la hidroelectricidad pueda ser considerada como una fuente inagotable, permanentemente disponible o que no tenga impactos medioambientales que deban aminorarse lo más posible. Finalmente, debe señalarse que grandes áreas geográficas de nuestro planeta se enfrentan desde tiempo inmemorial a serios problemas de abastecimiento de agua. A lo largo de los últimos años –con el incremento de las necesidades de agua para fines humanos, agrícolas e industriales, la aparición de fuertes y extensos periodos de sequía en determinados países y la creciente preocupación por el deterioro en términos medioambientales de importantes recursos hídricos– se ha hecho cada vez más evidente que el agua ha de ser considerado como un bien escaso en términos relativos y cuya preservación y uso racional son esenciales para el futuro de nuestra sociedad. Por todo ello, es necesario fomentar el uso racional y prudente de los recursos hídricos, de forma que se hagan compatibles sus diferentes formas de apro- 73 vechamiento y se preserve tanto la cantidad como la calidad del agua. 74 ¿Qué es una central hidroeléctrica? L as centrales hidroeléctricas son instalaciones que permiten aprovechar la energía potencial gravitatoria contenida en la masa de agua que transportan los ríos para convertirla en energía eléctrica, utilizando turbinas acopladas a alternadores. Aunque existe una gran variedad de tipos de centrales hidroeléctricas convencionales, dado que las características orológicas del emplazamiento de la central condicionan en gran medida su diseño, podrían ser reducidos a dos modelos básicos, siendo cada emplazamiento particular una variante de uno de ellos o una combinación de ambos. El primer tipo, denominado Salto por Derivación de las aguas, consiste en esencia en derivar el agua de un río mediante un embalse pequeño o azud y conducirla, por medio de un canal en camino libre de manera que conserve su energía potencial. En un determinado punto se dirige el agua hacia una cámara de presión, de la que arranca una tubería forzada que conduce el agua hasta la sala de máquinas de la central. La energía liberada a causa del desnivel existente entre los extremos de dicha tubería es transformada, mediante grupos turbina-alternador, en energía eléctrica. Posteriormente, el agua es restituida al río aguas abajo utilizando un canal de descarga. Este tipo de central se llama también de «tipo fluyente», ya que no permite almacenar la energía, turbinando como máximo el caudal del proyecto. Por su parte, el segundo sistema de aprovechamiento, o Salto por Acumulación de las aguas, consiste en construir, en un tramo de un río que ofrece un desnivel apreciable, una presa de determinada altura. El nivel del agua alcanzará, entonces, un punto sensiblemente cercano al extremo superior de la presa. A media altura de la misma, para aprovechar el volumen de embalse a cota superior, se encuentra la toma de aguas; y en la base inferior –aguas abajo de la presa–, la sala de máquinas, que aloja al grupo (o grupos) turbina-alternador. La energía liberada por el agua al caer por una conducción forzada del interior de la presa 74 es transformada, mediante dicho grupo (o grupos), en energía eléctrica. Existe un tercer esquema de Saltos Mixtos consistente en utilizar una presa de embalse en lugar de una de derivación y una conducción en presión desde la presa a la central con dos partes diferenciadas: en primer lugar, un túnel o galería a presión y posteriormente una tubería de presión. Este esquema permite utilizar el desnivel de la presa y ganar más desnivel gracias a la conducción en presión. Las ventajas de este esquema son evidentes: aprovechar la capacidad de regulación del embalse y, al mismo tiempo, aprovechar un mayor desnivel. A los aprovechamientos con un embalse importante se les denomina también Saltos con Regulación, y según sea su capacidad pueden ser de regulación Anual o Hiperanual 1. Permiten instalar una potencia superior a la del caudal medio del río, con la intención de concentrar la producción en las horas punta de la demanda, en las que el precio del kWh es mayor en el mercado de generación. Por ello las horas de utilización de este tipo de centrales son bajas, oscilando entre 1.200 y 2.000 horas anuales. Conviene señalar también la existencia de otros tipos de aprovechamientos hidráulicos no convencionales, como son las centrales de bombeo, que han surgido modernamente como complemento de las grandes instalaciones nucleares y térmicas clásicas. Su misión principal consiste en bombear agua con energía marginal (durante las horas valle de demanda) y turbinarla a las horas punta. Respecto a los tipos de turbinas empleadas, las más utilizadas son las Pelton, Francis y Koplan, para desniveles grandes, medios y bajos, respectivamente. Los grupos (turbina-alternador) de mayor potencia son los de eje vertical, siendo los pequeños de eje horizontal. Los grupos utilizados en los bombeos modernos son binarios, es decir, la turbina hace de bomba cambiando el giro del grupo, y el alternador es motor a su vez. Los aprovechamientos hidroeléctricos funcionan actualmente con muy poco personal, gestionándose desde los centros de control que poseen las propias centrales eléctricas. Existen para ello tres conceptos fundamentales: 1 Las centrales con regulación Anual permiten regular los caudales estacionales dentro de un mismo año. Los de mayor capacidad de regulación, como son los Hiperanuales, permiten aprovechar caudales de años húmedos en otros años de menor hidraulicidad. – Automatismo: se utiliza principalmente para saltos fluyentes. La potencia de los grupos se adapta al caudal que aporta el río, inyectando a la red toda la energía que se produce. Cuando la central se para por algún fallo recuperable, el arranque se produce automáticamente. Solamente es necesario personal para el mantenimiento normal de los equipos e instalaciones. – Telemando: se utiliza para aprovechamientos con regulación. La central funciona con las consignas que se envían desde el centro de control, el cual puede aumentar o disminuir la potencia de acuerdo con la demanda. La central sólo requiere personal para el mantenimiento de las instalaciones. – Telecontrol: desde el centro de control se conocen y adaptan en todo momento los parámetros de funcionamiento de la central. ¿Cómo funciona una central hidroeléctrica convencional? 75 C omo ejemplo de funcionamiento de una central hidroeléctrica se ha elegido un Salto a pie de presa, como la representada en el Gráfico III.1 adjunto. Básicamente es el siguiente: gracias a una presa (2), ubicada en el lecho de un río, se acumula una cantidad de agua que forma un embalse (1). La energía potencial del salto generado se transforma posteriormente en energía eléctrica. Para ello, se sitúan en el paramento aguas arriba de la presa unas tomas de agua formadas por una bocina de admisión, protegida por una rejilla metálica (3), y por una cámara de compuertas que controla la entrada del agua a una tubería forzada (4). Normalmente, ésta atraviesa el cuerpo de la presa y tiene por objetivo llevar el agua desde las tomas hasta los equipos de la central eléctrica. Gráfico III.1 Esquema de funcionamiento de una central hidroeléctrica (Pie de presa) Fuente: UNESA. 75 El agua, a presión de la tubería forzada, va transformando su energía potencial en cinética, es decir, va adquiriendo velocidad. Al llegar a las máquinas, actúa sobre los álabes del rodete de la turbina (6), haciéndolo girar. El rodete de la turbina está unido por un eje (7) al rotor del generador (8) que, al girar con los polos excitados por una corriente continua, induce una corriente alterna de media tensión y alta intensidad. Mediante transformadores (9), es convertida en corriente de baja intensidad y alta tensión para poder ser enviada a la red general mediante las líneas de transporte (10). El agua, una vez que ha cedido su energía, es restituida al río, aguas abajo de la central. Normalmente, una central hidroeléctrica dispone de varios grupos turbina-alternador (5). El conjunto de éstos suele estar alojado en una sala de máquinas o edificio de la central propiamente dicho. 76 ¿Qué es una central de bombeo? U na central hidroeléctrica de bombeo, o reversible, es un tipo especial de central hidroeléctrica que posee dos embalses. El agua contenida en el embalse situado en la cota más baja –embalse inferior– puede ser elevada, durante las horas valle, mediante bombas al depósito situado en la cota más alta –embalse superior–, con el fin de reutilizarla posteriormente para la producción de energía eléctrica. Este tipo de centrales produce energía eléctrica durante las horas puntas del consumo –las de mayor demanda de electricidad– mediante la acción que ejerce un salto de agua sobre los álabes de una turbina asociada a un alternador, es decir, funcionando como una central hidroeléctrica convencional. Después, durante las horas valle –las de menor demanda–, se bombea el agua que ha quedado almacenada en el embalse inferior al embalse superior, bien mediante una bomba o bien mediante la turbina, si ésta es reversible, de manera que el agua pueda volver a ser utilizada en un nuevo ciclo. Para elevar el agua desde el embalse inferior hasta el depósito superior, la central dispone de grupos moto-bombas o, en otros casos, sus turbinas son reversibles, de modo que pueden actuar ellas mismas como bombas, funcionando los alternadores como motores. 76 Las centrales de bombeo contribuyen a la optimización económica en la explotación de un sistema eléctrico. A pesar de que en un ciclo bombeo-turbinación se producen unas pérdidas energéticas de cierta importancia, del orden del 30%, en términos económicos, esas pérdidas suelen ser menores que la relación de costes de generación entre las horas punta y valle. Además, al utilizar la potencia de estas instalaciones en horas punta se reducen las necesidades de incorporar equipos adicionales de generación en el sistema, al tiempo que se proporciona una mayor garantía. Son, en definitiva, una forma económica de almacenar energía en forma de agua embalsada en el depósito superior. Existen dos tipos de centrales de bombeo: el primero de ellos, denominado «centrales de bombeo puro», comprende a aquellas centrales que no pueden ser utilizadas como centrales hidroeléctricas convencionales sin haber bombeado previamente al depósito superior el agua acumulada en el embalse inferior. El segundo tipo agrupa a las centrales que pueden ser utilizadas como centrales hidroeléctricas convencionales sin necesidad de un bombeo previo del agua almacenada en el embalse inferior. Estas centrales reciben el nombre de «centrales mixtas con bombeo». ¿Cómo funciona una central de bombeo? U n esquema del funcionamiento de una central de bombeo se presenta en el Gráfico III.2. Durante las horas en las que la demanda diaria de energía eléctrica alcanza sus máximos valores, la central de bombeo funciona como cualquier central hidroeléctrica convencional: el agua que ha quedado acumulada en el embalse superior (1) por efecto de la presa (2) llega, a través de una galería de conducción (3) (generalmente, un túnel de hormigón forrado interiormente de acero), a una tubería forzada (5) por la que es conducida hasta la sala de máquinas de la central eléctrica propiamente dicha. Para la regulación de las presiones, existe una chimenea de equilibrio (4). El agua hace girar los rodetes de las turbinas (6) instaladas en la sala de máquinas, generando, una vez elevada su tensión por los transformadores (8), una corriente eléctrica que es enviada a la red gene- 77 Gráfico III.2 Esquema de funcionamiento de una central de bombeo Fuente: UNESA. ral mediante líneas de transporte de alta tensión (10). El agua, una vez que ha producido la generación de electricidad, sale al exterior por los desagües (9) y queda almacenada en el embalse inferior (11). Cuando la demanda diaria de energía eléctrica se sitúa en sus niveles más bajos –generalmente durante las horas nocturnas y los fines de semana–, se aprovecha la energía de bajo precio sobrante que las centrales termoeléctricas –incluso funcionando a su mínimo técnico– producen por encima de las necesidades del mercado; esta energía acciona un motor situado en la sala de máquinas que, poniendo en funcionamiento una bomba, eleva el agua que se encuentra en el embalse inferior (11) hasta el embalse superior (1) a través de las conducciones (3 y 5). El agua puede ser elevada por un grupo motobomba o por las propias turbinas de la central –si son reversibles– accionadas por los alternadores, que funcionan así como motores. Una vez efectuada la operación de bombeo, el agua almacenada en el embalse superior (1) está en condiciones de repetir otra vez el ciclo productivo. ¿Qué es una minicentral hidroeléctrica? 78 S e denomina minicentrales hidroeléctricas a las centrales hidroeléctricas de pequeña potencia, menores de 10 MW, y se tratan aparte porque tienen un ordenamiento administrativo y económico llamado de Régimen Especial, distinto al de las centrales hidroeléctricas clásicas de mayor potencia. En los primeros años de desarrollo del sector eléctrico español, estas centrales conocieron un gran auge y fueron incluso la base de buena parte de la electrificación de los núcleos rurales. Con el tiempo, sin embargo, la tendencia del desarrollo hidroeléctrico se centró en las instalaciones de gran potencia y un gran número de minicentrales fueron abandonadas por su escasa rentabilidad. Sin embargo, dos criterios básicos de política energética, seguida tanto por los países de la UE (entre ellos España) como por una gran parte del resto de los países desarrollados, han generado un renovado interés por este tipo de instalaciones. Por un lado, el 77 objetivo de disminuir la dependencia energética –reduciendo, en especial, el uso de combustibles importados para la producción de electricidad– aconseja la mayor utilización posible de los recursos energéticos nacionales, entre los cuales se encuentran estas centrales de muy pequeña potencia. Por otro, los objetivos de preservación del medio ambiente y de eficiencia energética impulsan la utilización de las llamadas nuevas fuentes energéticas renovables, entre las cuales –y junto a la solar, la eólica o la biomasa, fundamentalmente–, se ha acordado incluir, a nivel internacional, la energía hidráulica, aprovechable en base a minicentrales. Como fruto de este nuevo interés por las minicentrales hidroeléctricas, numerosos países de la UE han potenciado la recuperación, modernización y automatización de centrales antiguas y la construcción de nuevas instalaciones. Además, se ha modernizado y desarrollado la tecnología necesaria para realizar este importante incremento en su utilización. 79 ¿Cuáles son las principales ventajas de la producción hidroeléctrica? L as centrales hidroeléctricas permiten el aprovechamiento de una fuente de energía autóctona y con carácter renovable. Además, la energía hidroeléctrica tiene ventajas sobre otras instalaciones en aspectos tan importantes como el medioambiental y técnico. La mayor ventaja desde el punto de vista ecológico es que se trata de una energía renovable que se genera sin consumo de combustibles fósiles y, por lo tanto, sin producción de CO2. Es una energía limpia en su uso. No está exenta de producir distorsiones al medio ambiente, derivadas de la necesidad de reducir el paso del agua por los cauces naturales, y de la necesidad de construir embalses para su regulación lo que implica la anegación de importantes extensiones de terreno. Sin embargo, se estima que el balance global es positivo en el área medioambiental. Desde la óptica de la explotación de un sistema eléctrico, las centrales hidráulicas de pie de presa y los bombeos facilitan la regulación de ese sistema, 78 de modo que automáticamente se adapta la producción al consumo. Este método es muy simple y se basa en mantener constantes las revoluciones del conjunto turbina-alternador: cuando la demanda instantánea aumenta, los generadores de estas centrales de regulación frecuencia-potencia tienden a frenarse porque les falta agua para producir la energía demandada; en ese momento el regulador se abre automáticamente aumentando el caudal de turbinado, manteniendo las revoluciones de la máquina y ajustando la potencia al consumo. Igualmente, cuando la demanda baja, la máquina que regula tiende a acelerarse, por lo que también instantáneamente el regulador se cierra, disminuyendo los caudales y las potencias. La velocidad de incremento y disminución de potencia en una máquina hidráulica es muy elevada, pasando en muy pocos segundos de la potencia mínima a la máxima, y viceversa. Esta facilidad de variación de potencia permite que existan algunas centrales cuyos grupos funcionen conectados a la red pero con muy baja potencia respecto a la normal, con el fin de que puedan ser utilizados como elementos de reserva (reserva fría) en el caso de fallos de otros sistemas de producción masiva (térmicas y nucleares). Es de destacar el fundamental uso que se les da a centrales hidroeléctricas para levantar «un cero» de la red, ya que son las que van por delante, regulando y dando tiempo a la entrada de las centrales térmicas o nucleares, mucho más rígidas en la rapidez de aumento de potencia inyectada en la red. Asimismo, cabe indicar la facilidad que tienen para compensar la energía reactiva que introducen en la red algunos sistemas rígidos, como el eólico, y que gracias a ello permiten la utilización de estos nuevos sistemas de energía renovable. Por otra parte, conviene señalar que la energía hidroeléctrica convencional ha estado siempre vinculada a la regulación de los recursos hídricos y, con ellos, a la disponibilidad de agua, recurso básico ligado tanto al desarrollo como al medio ambiente y, por ello, elemento clave para conseguir la sustentabilidad del progreso social y económico. 80 ¿Qué características presenta la energía hidroeléctrica con relación a otras tecnologías de generación? L os aprovechamientos hidroeléctricos tienen unos costes de combustible nulos y unos costes de operación y mantenimiento bajos comparados con otros sistemas de producción de energía eléctrica. La automatización ha permitido reducir el personal fijo en las centrales, existiendo un gran número de instalaciones que funcionan de forma automática, o por telemando y telecontrol. Hay que destacar también la larga vida útil que poseen las infraestructuras hidroeléctricas dada su relativa simplicidad, encontrándose bastantes instalaciones funcionando correctamente después de más de 75 años de uso. La causa de esta duración hay que buscarla en que las máquinas hidráulicas son equipos que giran a pocas revoluciones, por lo que pueden encontrarse funcionando todavía instalaciones muy antiguas. Finalmente, cabe indicar que salvo en la zona pirenaica, que es de régimen nival, el resto de la Península es de régimen pluvial, siendo una gran parte de las precipitaciones invernales, lo que hace coincidir la mayor generación hidroeléctrica con la época de mayor demanda (periodo crítico: diciembre, enero y febrero), aunque en los últimos años en las zonas mediterránea y andaluza los meses de verano son los de máxima demanda, por el mayor uso del aire acondicionado (sector turismo). Entre los inconvenientes de este tipo de centrales, está la hidraulicidad tan dispar que tienen la mayoría de nuestros ríos, por lo que es muy difícil hacer previsiones a largo plazo de su energía producible, así como de su potencia garantizada. También hay que indicar el efecto que los regadíos tienen sobre la producción hidroeléctrica, provocando fuertes y sistemáticas reducciones de las aportaciones y la rigidez del uso de muchos embalses, con la consecuente disminución de la calidad de la energía. Un inconveniente también importante es que la generación hidroeléctrica suele estar alejada de los centros de consumo, lo que obliga a la ejecución de líneas de transporte, lo cual, además de encarecer la inversión, provoca pérdidas de energía y un impacto ambiental cada vez más cuestionado en nuestro país. La construcción de las grandes presas, como cualquier otra obra civil, genera efectos negativos sobre el entorno durante el periodo de construcción, aunque la experiencia ya adquirida permite minimizar estos efectos. Y, una vez puestas en operación, modifica el hábitat ecológico de especies piscícolas y vegetales y, en ocasiones, puede afectar a la calidad del agua embalsada. ¿Qué suponen los embalses respecto a la disponibilidad del recurso «agua»? 81 N ada menos que dos tercios de la superficie del planeta corresponden a zonas áridas o semiáridas, en las que no sólo el abastecimiento urbano, sino la agricultura y el desarrollo industrial dependen esencialmente de la disponibilidad de agua. La gran irregularidad de caudales en dichas zonas implica que, en ellas, disponibilidad de agua es sinónimo de regulación de caudales. Salvo en los lugares en que es posible el acceso a aguas subterráneas en buenas condiciones, se hace imprescindible la regulación de caudales superficiales mediante embalses. Una buena referencia para esta cuestión es la de nuestro propio país. En efecto, aun a pesar de que algo menos de la mitad de España podría clasificarse dentro de las zonas áridas o semiáridas, en nuestra nación sólo podría disponerse alrededor del 8-9% de las aportaciones naturales sin embalses de regulación, frente al 37-47% que puede utilizarse actualmente gracias a los 56.000 Hm3 de capacidad de los embalses reguladores, de la que aproximadamente el 40% corresponde a embalses construidos por empresas hidroeléctricas. Ese 9% de las aportaciones naturales que podría ser aprovechado como máximo si no se dispusiese de embalses, que representan unos 9.000 Hm3, supondría únicamente unos 250 m3/hab/año, cifra verdaderamente baja si se tiene en cuenta que la demanda media en Europa actualmente es de unos 800 m3/hab/año. Tal situación natural, verdaderamente precaria, ha sido corregida mediante la construcción de embalses reguladores, entre los que están los hidroeléctricos, y que ha permitido cambiar el panorama hidráulico de nuestro país. 79 A estos efectos, conviene recordar los notables efectos positivos de los embalses y aprovechamientos hidroeléctricos de regulación, con independencia de sus ventajas en el campo energético: – – – – Regulación de los ríos. Evitación de los efectos de las sequías. Protección frente a avenidas. Suministro de agua de abastecimiento a poblaciones. – Riego y producción agrícola. – Desarrollo económico a nivel local, regional y nacional. – Desarrollo de actividades turísticas y de ocio. Conviene observar que estos importantes beneficios en primera línea de un desarrollo de calidad, son propios de la hidroelectricidad convencional o clásica, y no, o escasamente, de la minihidráulica, que es la energía que está más promocionada por parte de las Administraciones Públicas en los países de la Unión Europea. En las fotografías adjuntas, se recogen algunos de los aspectos beneficiosos que presentan los aprovechamientos hidrológicos. En resumen, puede afirmarse que, en términos generales, los aprovechamientos hidroeléctricos presentan un balance energético, económico y medioambiental claramente positivo. El aprovechamiento de los recursos hidráulicos conlleva la realización de otras infraestructuras en su entorno. Las obras de una central hidroeléctrica de gran tamaño constituyen una obra de ingeniería civil muy importante. ¿Qué influencia tienen las centrales hidroeléctricas sobre el medio ambiente? Los embalses ayudan a prevenir los efectos de las avenidas. 80 C omo una central hidroeléctrica aprovecha el desnivel existente en un tramo de río para producir energía eléctrica, su acción en el medio ambiente se deriva de la transformación de un sistema fluvial en otro lacustre. 82 Los embalses, buen sistema para aprovechar el agua. El proceso productivo de una central hidroeléctrica, adecuadamente gestionado, no tiene por qué modificar negativamente, al menos de manera significativa, la cantidad y la calidad del agua utilizada. Ésta puede verse incluso mejorada a consecuencia de la eliminación de las materias sedimentables de decantación, lo que facilita la utilización del agua para el abastecimiento de poblaciones. Aprovechamiento de Cortes-La Muela. Depósito superior de bombeo y embalse inferior. Escala para el paso de peces en el río Cares (Asturias). La laminación de las avenidas, que evita inundaciones y preserva los terrenos situados aguas abajo del embalse, es un efecto muy positivo de los aprovechamientos hidroeléctricos. Además, el poder regulador de un embalse permite la conservación de un caudal mínimo en el río, incluso en épocas de estiaje, aumentando, de esta manera, en periodos de sequía, el transporte y reoxigenación de materias contami- Los embalses permiten crear áreas de recreo y deportivas. 81 En la construcción de las centrales hidroeléctricas se consigue una armonización con el entorno. nantes, sobre todo en aguas que atraviesan áreas industriales o de gran demografía. Los embalses de grandes dimensiones superficiales dan lugar a modificaciones climatológicas locales. Cuando las condiciones son secas y semiáridas, pueden contribuir a la suavización del clima en su entorno, mejorando las condiciones de habitabilidad de la zona. Asimismo, los embalses han contribuido a embellecer ciertas zonas áridas, permitiendo su utilización para fines distintos del de la producción hidroeléctrica, tales como deportes náuticos, natación, pesca, etc., lo que les ha aportado un valor social añadido. Por último, la producción de energía hidroeléctrica presenta dos claras ventajas medioambientales en comparación con algunas de las demás fuentes que se emplean para producir electricidad: no implica la emisión de contaminantes a la atmósfera y no genera residuos directos. En efecto, se estima que cada kWh producido en una central hidroeléctrica evita frente a una central de carbón, la emisión media a la atmósfera de 1 kilogramo de CO2, 7 gramos de SO2 y 3 gramos de NOx. 82 En contrapartida, la construcción de las grandes presas produce efectos negativos sobre el entorno durante su construcción, y una vez en operación, un gran embalse puede dar lugar también a efectos medioambientales negativos: inundación de tierras cultivables e incluso de pequeños núcleos urbanos, con el consiguiente desplazamiento de su población; modificaciones en la sedimentación; se altera la flora y la fauna, el clima local, pudiéndose producir un aumento de bacterias y algas, con modificaciones en las concentraciones de oxígeno. No hay una fórmula general para reducir estos últimos efectos: cada embalse, según sus características, necesita un tratamiento diferente. La posible eutrofización del agua embalsada (proceso de enriquecimiento de las aguas en nutrientes, especialmente nitrógeno y fósforo) queda disminuida por acción del viento y de las diferencias de temperatura, produciendo efectos superficiales y en profundidad en la masa de agua que favorecen su mezcla, y por tanto, una mayor aireación, dando así lugar a una cierta autodepuración. Resumiendo, es opinión generalizada de los expertos que las centrales hidroeléctricas se encuentran entre las instalaciones de producción de electricidad cuyo balance medioambiental es más claramente positivo. Para mayor detalle ver la publicación de UNESA La Industria Eléctrica y el Medio Ambiente. 2001. ¿Cuándo se comenzó a aprovechar la energía hidroeléctrica? L a construcción de las primeras centrales de energía hidráulica para producción de electricidad se encuentra prácticamente ligada en el tiempo al propio nacimiento de la industria eléctrica. En el año 1882 –apenas tres años después de que Thomas Edison descubriera la primera lámpara eléctrica de carácter práctico para alumbrado– se puso en marcha en Appleton (Wisconsin, Estados Unidos) la primera central hidroeléctrica del mundo para servicio comercial. Esta central, que sólo era capaz de alimentar 250 lámparas de incandescencia, supuso el primer paso tecnológico para poder utilizar el agua como fuente de energía eléctrica. 83 84 ¿Cuándo se inició la construcción de centrales hidroeléctricas en España? L as primeras centrales hidroeléctricas españolas fueron construidas a finales del siglo XIX. Buena parte de la fase inicial del desarrollo eléctrico español estuvo ligada a la expansión de este tipo de instalaciones, como lo prueba el hecho de que en 1901 el 40% de las centrales eléctricas existentes en el país fuera de tipo hidroeléctrico. No obstante, el desarrollo hidroeléctrico tropezaba en el siglo XIX con una importante dificultad. Dado que la electricidad era generada en forma de corriente continua, no era posible su transporte a larga distancia. En consecuencia, el emplazamiento de las centrales hidroeléctricas construidas en este tiempo estuvo fuertemente condicionado por la coincidencia en un mismo lugar de un salto de agua y de un centro de consumo. En otras palabras, sólo podían ser aprovechados aquellos recursos hidroeléctricos que se encontraban próximos a centros de consumo, por lo que en algunas ocasiones el emplazamiento de los recursos hidráulicos determinó la localización de algunas industrias. En los años veinte, la política hidráulica española se planteó como objetivo el aprovechamiento integral de las cuencas hidrográficas. Este planteamiento llevó en la siguiente década al inicio del aprovechamiento integral de la cuenca del Duero, operación que fue terminada en los años cuarenta y sirvió de modelo a seguir para el desarrollo del resto de las cuencas peninsulares. Esta política hidráulica estuvo basada en el ordenamiento jurídico existente, el cual tenía como principal elemento la Ley de Aguas de 13 de junio de 1879, que ha sido considerada como texto modélico, manteniéndose en vigor durante más de un siglo (hasta el año 1985, en que fue sustituida por la nueva Ley de Aguas, actualmente en vigor). Asimismo, la constitución de una serie de empresas eléctricas de carácter público a finales de los años cuarenta vino a sumarse al esfuerzo que hasta entonces había sido realizado por empresas eléctricas privadas, lo cual dio un fuerte impulso al desarrollo hidroeléctrico, que continuó su marcha a buen ritmo en los Tabla III.1 Evolución de la potencia hidroeléctrica en España (1940-2001) Potencia (MW) 85 ¿Cómo ha evolucionado el sistema hidroeléctrico español? A comienzos del siglo XX, en el momento en el que el consumo de electricidad se empieza a generalizar en España y el descubrimiento de la corriente alterna permite el transporte de energía eléctrica a distancia, se inicia la construcción de las primeras grandes centrales hidroeléctricas. Éstas experimentaron a lo largo de toda la primera década del siglo un gran desarrollo. La construcción de las grandes obras hidroeléctricas exigía una utilización de recursos económicos inhabitual hasta entonces, por su magnitud, dentro del sector eléctrico. Para poder hacer frente a este reto económico y financiero, se crearon numerosas sociedades anónimas dedicadas a la producción y distribución de electricidad, algunas de las cuales existen actualmente. Año Hidroeléctrica Total Participación Hidr./Total (%) 1940 1945 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 1.350 1.458 1.906 3.200 4.600 7.193 10.883 11.954 13.577 14.661 16.642 16.940 16.950 17.375 17.430 17.610 17.640 17.760 17.860 17.881 18.060 1.731 1.876 2.553 4.103 6.567 10.173 17.924 25.467 31.144 41.467 45.376 46.307 46.385 47.196 47.829 49.292 51.012 52.013 53.753 55.904 58.025 78,0 77,7 74,7 78,0 70,0 70,7 60,7 46,9 43,6 35,4 36,7 36,6 36,5 36,8 36,4 35,7 34,5 34,1 33,3 31,9 31,1 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. 83 años siguientes. En el año 1940 se contaba con una potencia hidroeléctrica de 1.340 MW. Dado que el crecimiento del parque eléctrico español fue basándose a partir de los años sesenta en centrales termoeléctricas de combustibles fósiles y, después, en nucleares, la participación porcentual de la potencia hidroeléctrica en la total instalada en España ha ido descendiendo. No obstante, la construcción de centrales hidroeléctricas no se ha detenido y, como consecuencia de ello, España cuenta en la actualidad con unos de los parques hidroeléctricos más desarrollados del mundo. Esta evolución del parque hidroeléctrico puede verse para el periodo 1940-2001, en la Tabla III.1 y Gráficos III.3 adjuntos, pasando la contribución porcentual del 78% en 1940, a aproximadamente el 36% en 2006. La potencia hidroeléctrica instalada en España ha pasado de los 1.350 MW de 1940 a los 20.076 MW (incluyendo 1.536 MW eólica y algunas pequeñas instalaciones solares) que estaban en servicio a principios del año 2000, lo que pone de manifiesto que en España se ha llevado a cabo un importante esfuerzo para aprovechar los recursos hidráulicos existentes en nuestro país. Gráfico III.3 Evolución de la potencia hidroeléctrica instalada (Total España) (MW) Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. 84 ¿Cuál es la situación actual de la producción hidroeléctrica en España? E ntre los años 1940 y 2001 se ha registrado un apreciable descenso de la contribución de la producción de origen hidroeléctrico en la estructura de la producción total de electricidad. Ello se debe a que la potencia de las centrales termoeléctricas ha crecido a un ritmo mayor a lo largo de dicho periodo. A diferencia del resto de fuentes de generación masiva de electricidad que utilizan combustibles convencionales o nuclear, la producción hidroeléctrica de un determinado aprovechamiento o sistema hidroeléctrico está sometida a fuertes variaciones de un año a otro, debido al nivel de pluviosidad en la cuenca vertiente. Asimismo las producciones mencionadas presentan diferencias importantes a lo largo del año. Así, por ejemplo, la buena hidraulicidad del año 1979 hizo posible que en dicho ejercicio la producción hidroeléctrica alcanzara una cifra absoluta récord Tabla III.2 Evolución de la producción hidroeléctrica en España (1940-2001) Año Energía Hidroeléctrica (GWh) Total (GWh) Participación Hidr./Total (%) 1940 1945 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 3.353 3.180 5.017 8.937 15.625 19.686 27.959 26.502 30.807 33.033 26.184 20.570 25.728 29.119 24.450 41.717 36.655 37.685 28.035 31.831 44.010 3.617 4.173 6.853 11.836 18.614 31.723 56.490 82.515 110.483 127.363 151.741 161.105 160.890 164.942 169.094 176.510 189.381 196.046 208.258 224.779 237.259 92,7 76,2 73,2 75,5 83,9 62,1 49,5 32,1 27,9 25,9 17,3 12,8 16,0 17,7 14,5 23,6 19,3 19,2 13,5 14,2 18,5 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. 86 Gráfico III.4 Tabla III.3 Evolución de la producción hidroeléctrica (Total España) Cuencas Hidrográficas en España. Características hidroeléctricas Cuenca Hidrográfica Superficie (Km2) Norte Ebro Duero Tajo Júcar Guadalquivir Pirineo Oriental Sur Segura Guadiana Canarias Baleares TOTAL Número de ríos hidroeléctricos Número de centrales MW 53.913 86.099 78.972 55.769 42.904 63.085 16.493 18.391 18.631 59.873 7.273 5.014 173 100 34 28 14 31 26 12 7 4 1 0 265 282 166 97 72 58 201 23 26 20 1 — 4.179 4.046 3.584 2.623 1.388 603 297 457 79 359 1 — 506.417 430 1.211 17.616 Fuente: Estadística Eléctrica. MINER 1998. Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. de 47.473 millones de kWh, el 44,9% de la producción total de dicho año. Por el contrario, la intensa sequía de 1992 provocó que la generación hidroeléctrica se situara en 20.570 millones de kWh –la cifra más baja desde 1965–, lo que supuso sólo el 12,8% de la producción eléctrica de dicho año. Toda la serie, desde el año 1940 al año 2000, puede verse en la Tabla III.2 y en el Gráfico III.4. 87 ¿Cuáles son las características hidroeléctricas de las cuencas hidrográficas españolas? mente disponibles. También se incluye la superficie que abarca cada cuenca, así como el número de ríos hidroeléctricos que contiene. ¿Cómo es la distribución por comunidades autónomas de las centrales hidroeléctricas españolas? L a distribución de las centrales hidroeléctricas por Comunidades Autónomas se recoge en la Tabla III.4 que se acompaña. ¿Cuáles son las principales centrales hidroeléctricas españolas? L a ubicación de las instalaciones hidroeléctricas españolas obedece a criterios de optimización de la producción y se adapta, por tanto, a las condiciones orológicas y a las características de los ríos en las distintas cuencas, respondiendo al aprovechamiento máximo e integral de los recursos hidráulicos. Por lo tanto, su distribución presenta, en lo que se refiere a número de centrales y potencia instalada, diferencias muy acusadas de unas cuencas a otras. En la Tabla III.3 se recoge esta información para el año 1998, de acuerdo con los últimos datos oficial- 88 89 E l parque español de centrales hidroeléctricas presenta una gran diversidad en cuanto a tamaño de las instalaciones. Hay en servicio 20 centrales de más de 200 MW que representan conjuntamente alrededor del 50% de la potencia hidroeléctrica total de España. Las de mayor potencia son las de Aldeadávila, con 1.139,2 MW de potencia total, José María Oriol, con 915,2 MW, y 85 Tabla III.4 Distribución por comunidades autónomas y provincias de las principales centrales hidroeléctricas. Año 1998 Provincia Número de centrales Potencia (MW) Andalucía – Almería – Cádiz – Córdoba – Granada – Huelva – Jaén – Málaga – Sevilla 79 1 3 8 18 0 26 13 10 1.082 — 9 59 82 0 180 481 271 Aragón – Huesca – Teruel – Zaragoza 102 59 21 22 1.533 1.097 29 407 Asturias 40 725 Baleares — — Canarias 1 1 Cantabria 19 424 Castilla-La Mancha – Albacete – Ciudad Real – Cuenca – Guadalajara – Toledo 100 29 5 28 23 15 760 41 2 147 300 270 Castilla y León – Ávila – Burgos – León – Palencia – Salamanca – Segovia – Soria 202 15 27 44 20 26 13 15 3.912 74 39 409 74 2.513 10 16 Provincia Número de centrales Potencia (MW) – Valladolid – Zamora 25 17 23 754 Cataluña – Barcelona – Girona – Lleida – Tarragona 285 95 91 96 3 2.266 118 144 1.689 315 Ceuta — — Comunidad Valenciana – Alicante – Castellón – Valencia 30 2 8 20 1.269 2 48 1.219 Extremadura – Badajoz – Cáceres 34 11 23 2.165 194 1.971 Galicia – A Coruña – Lugo – Ourense – Pontevedra 130 43 23 44 20 2.902 326 478 2.008 90 La Rioja 18 40 Madrid 15 98 Melilla — — Murcia 17 38 Navarra 93 392 País Vasco – Álava – Guipúzcoa – Vizcaya 46 5 29 12 146 33 24 89 1.211 17.753 Total Fuente: Estadística Eléctrica. MINER 1998 y UNESA. el aprovechamiento de Cortes-La Muela, con 908,3 MW de potencia conjunta. Otras 15 centrales, que poseen entre 100 MW y 200 MW, representan conjuntamente alrededor del 12% de la potencia hidroeléctrica total; 36 centrales más cuentan con una potencia entre 50 MW y 100 MW y suponen el 14,3% de la potencia global. Una relación de las 35 centrales con más de 100 MW se recoge en la Tabla III.5 que se acompaña, juntamente con el río, la cuenca y la provincia en donde están ubicadas. 86 ¿Cuántas centrales de bombeo hay en España? E spaña dispone actualmente de 24 centrales de bombeo –ocho de ellas de bombeo puro y las 16 restantes mixtas– con una potencia conjunta de 4.996 MW. Entre estas centrales se encuentran algunas de las hidroeléctricas españolas de mayor potencia, como son la de Villarino, sobre el río Tormes, cuya potencia instalada asciende a 810 MW; la de La Mue- 90 Tabla III.5 Principales centrales hidroeléctricas españolas. Año 2000 Central hidroeléctrica Aldeadávila I y II (*) José María de Oriol Cortes-La Muela (**) Villarino Saucelle I y II Potencia (MW) 1.139,2 915,2 908,3 810,0 570,0 Río Cuenca Hidrológica (Provincia) Duero Tajo Júcar Tormes Duero Duero Tajo Júcar Duero Duero Salamanca Cáceres Valencia Salamanca Salamanca Estany Gento-Sallente Cedillo Tajo de la Encantada Aguayo Mequinenza 451,0 440,0 360,0 339,2 324,0 Flemisell Tajo Guadalhorce Torina Ebro Ebro Tajo Sur Norte Ebro Lleida Cáceres Málaga Cantabria Zaragoza Puente Bibey San Esteban Ribarroja Conso Belesar 285,2 265,5 262,8 228,0 225,0 Bibey Sil Ebro Camba Miño Norte Norte Ebro Norte Norte Ourense Ourense Tarragona Ourense Lugo Valdecañas Moralets Guillena Bolarque I y II Villalcampo I y II 225,0 221,4 210,0 236,0 206,0 Tajo N.Ribagorzana Ribera de Huelva Tajo Duero Tajo Ebro Guadalquivir Tajo Duero Cáceres Huesca Sevilla Guadalajara Zamora Castro I y II Azután Los Peares Esla Tanes 189,8 180,0 159,0 133,2 133,0 Duero Tajo Miño Esla (Ricobayo) Nalón Duero Tajo Norte Duero Norte Zamora Toledo Lugo Zamora Asturias Frieira Torrejón Salime Cofrentes Cornatel 130,0 129,6 126,0 124,2 121,6 Miño Tajo-Tiétar Navia Júcar Sil Norte Tajo Norte Júcar Norte Ourense Cáceres Asturias Valencia Ourense Tabescán Superior Castrelo Gabriel y Galán Canelles Cíjara I y II 120,4 112,0 110,0 108,0 102,3 Lladorre-Tabescán Miño Alagón N. Ribagorzana Guadiana Ebro Norte Tajo Ebro Guadiana Lleida Ourense Cáceres Lleida Badajoz Fuente: UNESA. (*) Aldeadávila II es una central mixta con bombeo de 421 MW. (**) En el aprovechamiento Cortes-La Muela, la central de La Muela es de bombeo puro. Tiene 628,35 MW. la, sobre el río Júcar, con 628,4 MW; la de Estany Gento-Sallente, sobre el Flamisell, de 451 MW; Aldeadávila II, sobre el Duero, con 420 MW; la de Tajo de la Encantada, sobre el río Guadalhorce, de 360 MW de potencia; o la de Aguayo, sobre el río Torina, con 339,2 MW. ¿Cómo ha sido el desarrollo de las minicentrales hidráulicas en España? 91 E stas centrales tuvieron mucha importancia durante la primera etapa del desarrollo del sistema eléctrico español y fueron básicas para la electrificación de las pobla- 87 ciones pequeñas cercanas a sus instalaciones. Sin embargo, después, y hasta la crisis del petróleo de los años setenta, la orientación del desarrollo hidroeléctrico se centró en las instalaciones de gran potencia y con regulación. Después de las crisis energéticas y teniendo los Planes Energéticos como objetivos importantes alcanzar una mayor independencia energética, así como un mayor énfasis en el medio ambiente y conservación de la energía, las minicentrales hidroeléctricas reciben por parte del Ministerio español de Industria y Energía, un impulso muy importante. Las empresas eléctricas asociadas en UNESA se prepararon para la construcción de centrales de pequeña potencia en aquellos emplazamientos en los que no era posible construir instalaciones de mayor tamaño y, sobre todo, en la recuperación y modernización de instalaciones de este tipo ya existentes, pero que se encontraban fuera de servicio por diversas razones. Así, la Administración y las empresas eléctricas de UNESA pusieron en marcha en 1980 varios estudios para evaluar el potencial hidroeléctrico aprovechable a base de pequeñas centrales y, posteriormente, para identificar en cada comunidad autónoma los emplazamientos concretos de mayor interés. Por otro lado, en 1981, el Ministerio y las empresas agrupadas en UNESA iniciaron un Plan Acelerado de Minicentrales Hidroeléctricas que permitió, en un corto plazo de tiempo, la conexión a la red de más de un centenar de instalaciones con potencias unitarias situadas entre los 250 y 5.000 kilovatios. Dicho programa representó una inversión de más de 14.000 millones de pesetas, consiguiendo una potencia conjunta de unos 190 MW y un aumento de la producción de unos 280 millones de kWh. Como consecuencia de todo lo anterior y del establecimiento en España (en la UE también) de un marco legal y económico favorable al fomento de las pequeñas centrales (<10 MW), el país cuenta en el año 2000 con un total de unas 700 minicentrales hidroeléctricas en servicio de menos de 10 MW, que suman una potencia de 1.013 MW y pueden generar alrededor de 2.700 millones de kWh anuales. En la Tabla III.6 se ve la evolución de la potencia instalada en minicentrales durante el periodo 19862000, así como los incrementos porcentuales habidos en cada año con respecto al anterior. 88 Tabla III.6 Evolución de la potencia instalada en minicentrales hidráulicas (<10 MW) (1986-2000) Año Potencia instalada (MW) Incremento (%) 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 153 184 213 262 334 396 512 606 660 725 765 795 884 936 1.013 — 20 16 23 27 19 29 18 9 10 6 4 11 86 8 Fuente: UNESA. Estas centrales funcionan en un régimen de generación especial, en el cual además de percibir el precio del mercado de generación, perciben una prima para su fomento. Cabe, asimismo, mencionar las actividades de I + D que en este campo se llevaron a cabo a través del Programa de Investigación y Desarrollo Tecnológico Electrotécnico (PIE) del sector eléctrico español, que incluyó un buen número de proyectos destinados a modernizar e incrementar el rendimiento de este tipo de centrales. ¿Cuántos embalses hidroeléctricos hay en España? S egún los últimos datos oficiales disponibles, en 1999 España contaba con 1.024 embalses con una capacidad total de almacenamiento algo superior a los 56.000 Hm3, de los que aproximadamente el 40% de esta capacidad corresponde a embalses construidos por las empresas eléctricas. En términos de energía, y con datos de UNESA de 31 de diciembre de 1999, la capacidad total de los embalses hidroeléctricos españoles equivalía a 17.708 millones de kWh, de los cuales 8.164 92 millones de kWh correspondían a embalses anuales y 9.544 millones de kWh a embalses hiperanuales. Conviene recordar, no obstante, que no todos los embalses se utilizan exclusivamente –y, en muchos casos, ni siquiera fundamentalmente– para la producción de electricidad. Hay embalses cuyo papel esencial es el abastecimiento de agua para consumo doméstico o para riegos, o la simple regulación del caudal de los ríos, independientemente de que sean utilizados además para la generación de energía eléctrica, uso que es compatible con los anteriores. 93 ¿Cuál es la distribución geográfica de los embalses españoles? A l igual que ocurre con las centrales hidroeléctricas, los embalses españoles presentan, lógicamente, una distribución irregular entre las distintas cuencas hidrográficas. Por otro lado, no existe una relación directa entre el número de embalses que hay en una cuenca y el número de centrales que dicha cuenca posee, ya que puede ocurrir que sean varios los embalses que regulan una misma central o, por el contrario, que un solo embalse regule a varias centrales. Así, a finales de 1998, la cuenca del Tajo tenía 198 embalses y 97 centrales, mientras que la del Ebro, aunque poseía un número inferior de embalses –151–, contaba con un número mayor de centrales hidroeléctricas –282–. Las razones que explican esta no correspondencia se encuentran, asimismo, en última instancia, en la diversidad de condiciones orológicas y climatológicas que se dan en las distintas zonas de la Península. Por ejemplo, la vertiente Cantábrica registra un volumen de lluvias superior a la media nacional y sus ríos, aunque numerosos, son cortos y de caudal no muy grande. Por ello, su aprovechamiento hidroeléctrico a base de embalses de gran dimensión resulta difícil. Sin embargo, en la vertiente Atlántica y en la cuenca del Ebro, los ríos son más largos y caudalosos, lo que permite la ubicación de grandes embalses que pueden regular a varias centrales a la vez. Por consiguiente, el reparto de los embalses españoles entre las distintas cuencas es extremadamente irregular y responde a la necesidad de adaptarse en Tabla III.7 Distribución de los embalses españoles por cuencas hidrográficas. Año 1998 Cuenca hidrográfica Tajo Guadiana Guadalquivir Ebro Duero Norte Júcar Sur Segura Pirineo Oriental Canarias (Insular) Baleares (Insular) TOTAL España Número de embalses Capacidad (Hm3) 198 126 107 151 67 112 47 37 27 14 114 2 11.135 9.619 8.867 7.702 7.667 3.721 3.349 1.319 1.223 772 101 11 1.024 56.174 Fuente: Libro Blanco del Agua. Ministerio de Medio Ambiente. Año 1998. cada caso a las características orológicas de dichas cuencas, con el fin de dar lugar a un mejor aprovechamiento de los recursos existentes en ellas. En la Tabla III.7 se presenta para cada cuenca hidrográfica el número de embalses y la capacidad total (Hm3) que tenía en el año 1998. En ella puede verse que la cuenca del Tajo, con más de 11.000 Hm3, es la de mayor capacidad, seguida de las del Guadiana, Guadalquivir, Ebro y Duero. Los menores son, lógicamente, los correspondientes a las zonas insulares. ¿Cuáles son los embalses hidroeléctricos españoles de mayor capacidad? 94 D e entre los embalses hidroeléctricos españoles, sólo tres sobrepasan los 2.000 Hm3 de capacidad. Son el de La Serena, con 3.232 Hm3, cuyo objetivo fundamental es el regadío; Alcántara, sobre el río Tajo, con 3.137 hectómetros cúbicos, que alimenta a la central de José M.a Oriol; y el de La Almendra, sobre el río Tormes (Duero), con 2.649 hectómetros cúbicos de capacidad, que regula a la central de Villarino. Otros cinco embalses superan los 1.000 Hm3 de capacidad: Buendía, en el Guadiela (Tajo); Mequinenza, en el Ebro; Cíjara, en el Guadiana; Valdecañas, en el Tajo; y Esla o Ricobayo en el Esla (Duero). 89 Tabla III.8 Principales embalses españoles. Año 2000 Embalse La Serena Alcántara Almendra Buendía Mequinenza Cíjara Valdecañas Esla o Ricobayo Iznájar Gabriel y Galán Contreras Volumen embalsado (Hm3) Río 3.232 3.157 2.649 1.639 1.566 1.532 1.446 1.200 980 924 874 Zújar Tajo Tormes Guadiela Ebro Guadiana Tajo Esla Genil Alagón Cabriel Cuenca Hidrográfica Guadiana Tajo Duero Tajo Ebro Guadiana Tajo Duero Guadalquivir Tajo Júcar Central eléctrica Potencia (MW) La Serena José María Oriol Villarino Buendía Mequinenza Cíjara Valdecañas Esla Iznájar Gabriel y Galán Contreras 25 915 810 55 324 102 225 133 76 110 76 Fuente: UNESA. Por último, los embalses de Iznájar sobre el Genil (Guadalquivir), Gabriel y Galán sobre el Alagón (Tajo) y Contreras sobre el Cabriel (Júcar) tienen una capacidad un poco inferior: 980, 924 y 874 hectómetros cúbicos, respectivamente. Algunos de los embalses indicados son multiuso, es decir, son embalses realizados por el Estado para diversos usos: abastecimiento doméstico, regadío, regulación hidráulica y laminación de avenidas, principalmente. En esos casos, el embalse se explota con los criterios que marca la Administración Pública, teniendo en cuenta las prioridades del uso. El usuario hidroeléctrico sigue las órdenes de explotación que da la administración hidráulica y contribuye, al igual que el resto de usuarios, a sufragar los costes de inversión, administración y operación del aprovechamiento. En la Tabla III.8 que se acompaña se recogen los embalses hidroeléctricos de mayor capacidad, así como su ubicación y la potencia eléctrica instalada en cada uno de ellos. 95 ¿Cuáles son los embalses hidroeléctricos españoles con mayor altura de sus presas? E n España existen 24 presas de más de 100 metros de altura. De entre ellas destaca especialmente la presa del embalse de La Almendra, con 202 metros de altu- 90 ra. Cabe mencionar también las de los embalses de Canelles, Las Portas, Aldeadávila, Susqueda, Salime, Belesar, Alcántara e Iznájar. No existe proporcionalidad entre potencia de la central, capacidad de embalse y altura de la presa. Así, José M.a Oriol es la segunda central por su potencia y posee el embalse de mayor capacidad, pero su presa es la octava del país por su altura; la central de Villarino, cuarta por su potencia, cuenta con el segundo embalse del país en cuanto a la capacidad y con la presa de mayor altura; Belesar, por su parte, es la decimoquinta central del país y su embalse no se encuentra entre los diez primeros, pero su presa, en cambio, es la séptima más alta de España. ¿Cuál ha sido el régimen de explotación de los embalses hidroeléctricos españoles? D ado el régimen irregular de lluvias y el clima predominantemente seco que caracteriza a una parte muy importante de España, el agua realmente almacenada en cada momento en los embalses hidroeléctricos se sitúa, lógicamente, por debajo del máximo de su capacidad. Así, se registran oscilaciones considerables en función de la mayor o menor pluviosidad, de los criterios de explotación del conjunto del sistema eléctrico nacional y especialmente, de las necesidades de uti- 96 Tabla III.9 Gráfico III.5 Evolución del régimen de llenado de los embalses españoles (31-XII-cada año) Energía embalsada en el último día de mes. Años 2000 y 2001 (Millones kWh) Años Sistema de Régimen anual (%) Sistema de Régimen hiperanual (%) Sistema Total 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 15 11 70 76 74 74 52 80 35 84 61 42 61 46 28 29 48 31 38 32 55 57 59 42 36 48 53 40 54 33 29 60 31 70 37 32 48 50 44 59 60 79 41 51 72 31 33 16 21 43 76 71 68 82 58 57 66 38 26 57 41 47 70 51 42 29 33 54 54 57 35 25 22 18 36 43 32 35 40 46 29 28 37 32 25 26 45 72 56 29 47 41 25 14 45 59 75 72 59 81 45 72 64 41 46 51 35 38 59 42 40 30 43 55 56 50 35 35 36 28 44 39 31 46 36 57 33 30 42 40 34 40 55 75 49 44 58 36 Fuente: UNESA e Iberdrola. Fuente: UNESA e Iberdrola. lización del agua para usos no energéticos y de consideraciones medioambientales. La evolución en el régimen de llenado de los sistemas de regulación anual e hiperanual del equipo hidroeléctrico español, durante el periodo 1956-1999, se recoge en la Tabla III.9 adjunta. En ella se especifica el nivel de llenado a 31 de diciembre de cada año, para el periodo 1978-2000. Puede apreciarse la gran irregularidad a la que se hacía antes referencia. Asimismo, esta irregularidad en el régimen de llenado del equipo hidroeléctrico se produce mes a mes a lo largo del año, como puede verse en el Gráfico III.5, para los meses de los años 2000 y 2001. ¿Cuáles son las características de la pluviosidad en España? 97 L os recursos hidráulicos de un país dependen fundamentalmente de su grado de pluviosidad, de los desniveles de su orografía y de las características de sus ríos. Así como los dos últimos aspectos mencionados son prácticamente invariables a lo largo del tiempo, 91 la pluviosidad puede tener, dentro de determinados límites, oscilaciones muy significativas. Por su parte, la producción de energía hidroeléctrica depende, por un lado, de esos recursos hidráulicos que pueden ser, –por lo que se refiere a la pluviosidad– muy variables; y, por otro, de la potencia hidroeléctrica instalada. De ahí que, en un país como España, que cuenta con un importante porcentaje de potencia hidráulica dentro de su parque eléctrico, la influencia de la pluviosidad en el abastecimiento de energía eléctrica sea importante. España cuenta con abundantes montañas y ríos, si bien, en general, ni las primeras son muy altas, ni los segundos muy largos y caudalosos. Por lo que se refiere al clima, se trata de un país predominantemente seco, con irregulares precipitaciones que se distribuyen de forma poco uniforme entre las distintas regiones que lo componen. Con frecuencia se registran grandes periodos de sequía, alternados con fases muy breves de intensas precipitaciones. En el periodo 1965-1996, la lluvia total caída sobre el país ha oscilado mucho. Así, tenemos una gran variación entre los 184.325 hectómetros cúbicos del año 1990 y los 362.238 hectómetros cúbicos de 1996. Y la lluvia media anual, entre los 373 litros por metro cuadrado de 1990 y los 731 litros por metro cuadrado de 1996. (Véase Tabla III.10) Por otra parte, hay que tener en cuenta que, del volumen total de agua caída, sólo alrededor del 50% se convierte en aportaciones reales a los ríos, por lo que la oscilación entre ambos años puede ser, en términos de aportaciones efectivas, todavía mayor, ya que en periodos secos la aportación efectiva es porcentualmente más baja. ¿Cuál es la pluviosidad en las distintas cuencas hidrográficas españolas? A demás de que la pluviosidad es muy desigual de un año a otro, su distribución geográfica difiere mucho de unas zonas a otras. Las zonas geográficas españolas de mayor pluviosidad media son Galicia, Asturias, la zona norte de León, la región pirenaica, Cantabria, el País Vasco, algunos puntos del Sistema Central, la Cordillera Penibética y el sur de la Cordillera Bética. Por el contrario, Extremadura, Castilla-La Mancha, algunas zonas de Aragón y, sobre todo, el sureste de la Península –entre Almería y Murcia– son las áreas con menores índices pluviométricos. Según puede apreciarse en los datos de la tabla adjunta, referidos al año 1995, hay una notable diferencia entre la lluvia registrada en dicho año en cuencas como la del Guadalquivir y Segura y la registrada en cuencas como la Norte o la del Pirineo Oriental. Tabla III.11 Distribución de la pluviosidad por cuencas hidrográficas. Año 1995 Cuencas hidrográficas Norte Duero Tajo Guadiana Guadalquivir Sur Segura Júcar Ebro Pirineo Oriental TOTAL Tabla III.10 98 Lluvia media (mm) Lluvia total (Hm3) 1.272 428 494 440 359 299 105 278 344 483 68.577 33.800 27.550 26.344 22.648 5.499 1.956 11.927 29.632 7.966 512 253.015 Fuente: Ministerio de Medio Ambiente. Servicio de Recursos Hidráulicos. Evolución de la pluviosidad en España Años Lluvia media (mm) Lluvia total (Hm3) Años Lluvia media (mm) Lluvia total (Hm3) 1965 1970 1975 1980 1985 1990 688 565 616 528 586 373 339.943 279.404 304.356 260.775 289.446 184.325 1991 1992 1993 1994 1995 1996 466 461 485 479 512 731 230.283 227.812 239.601 236.707 253.015 361.238 Fuente: Ministerio de Medio Ambiente e Instituto de Meteorología. 92 ¿Cómo afectan al sistema eléctrico español los periodos de sequía? E n periodos de sequía, aun con el sistema de regulación hiperanual existente, la escasez de agua reduce considerablemente la disponibilidad de las centrales 99 hidroeléctricas. Ello obliga a incrementar de manera sustancial la producción de las centrales que utilizan carbón, fuelóleo o gas a fin de cubrir el déficit de producción de origen hidráulico. Dado que el coste variable del kWh producido por una central hidroeléctrica es mucho menor que el coste variable del kWh generado por una central termoeléctrica clásica, tiene lugar entonces un apreciable encarecimiento de los costes de producción de la electricidad. Por ejemplo, puede estimarse en más de 160.000 millones de pesetas el sobrecoste causado al sistema eléctrico español por el grave periodo de sequía que afectó a España entre los años 1992 y 1995. 100 ¿Cuál es el nivel de desarrollo del sistema hidroeléctrico español? E l Potencial Teórico Bruto en España se estima en unos 150.000 GWh anuales, de los cuales una parte muy importante son de difícil ejecución debido a su situación: parques naturales, zonas pobladas, o por ser prioritarios para otros usos: abastecimiento doméstico, regadío, usos industriales, etc. Teniendo en cuenta estas consideraciones se llega a otro valor, el Potencial Técnicamente Desarrolla- ble, que es en función de las tecnologías y variables económicas de cada momento, independientemente de la conveniencia de su desarrollo. Este potencial se estima en unos 65.500 GWh/año, de los que aproximadamente 13.000 GWh/año corresponden a instalaciones con potencia inferior a los 10 MW. Por otra parte, el potencial ya desarrollado, es decir, la energía producible media anual del parque hidroeléctrico español, era en la década de los noventa de aproximadamente 31.600 GWh, cifra que ha ido reduciéndose en los últimos años. Esta disminución se debe al descenso de precipitaciones y, fundamentalmente, a las mayores detracciones para los usos consecutivos. Se considera que los regadíos disminuyen el producible hidroeléctrico del orden del 0,36% anual. La distribución de estos potenciales por cuencas hidrográficas se recoge en la Tabla III.12 y Gráfico III.6 que se adjuntan. En España se dispone actualmente de un parque hidroeléctrico de casi 1.300 centrales, lo que supone más de 1.000 grandes presas, consiguiendo tener una capacidad de regulación de unos 56.000 Hm3, aproximadamente el 40% de los recursos. De esa cantidad, el 37% (17.200 Hm3) son regadíos por embalses construidos por empresas eléctricas. Finalmente, conviene indicar que la potencia total hidroeléctrica instalada en España a finales de 2001 era de 18.060 MW, frente a 28.799 MW térmicos convencionales y 7.816 MW térmicos nucleares. La pro- Tabla III.12 Potencial hidroeléctrico español por cuencas hidrográficas (GWh/año) Potencial de futura utilización Cuenca Potencial actualmente desarrollado Aprovechamientos medianos y grandes Aprovechamientos pequeños Total Total potencial técnicamente desarrollable Potencial fluvial bruto Norte Duero Tajo Guadiana Guadalquivir Sur de España Segura Júcar Ebro Pirineo Oriental 10.600 6.700 3.900 300 400 200 100 1.200 7.600 600 9.300 4.200 4.200 300 500 100 600 1.000 7.000 100 2.700 600 600 — 300 300 100 400 1.400 300 12.000 4.800 4.800 300 800 400 700 1.400 8.400 400 22.500 11.500 8.700 600 1.200 600 800 2.600 16.000 1.000 34.280 29.400 16.540 3.830 10.410 2.740 2.090 7.490 40.060 3.520 TOTAL cuencas 31.600 27.300 6.700 34.000 65.600 150.360 Fuente: Estudio aprovechamiento del Potencial: MOPU, MINER, UNESA e INTECSA. 93 Gráfico III.6 Potencial hidroeléctrico distribuido por cuencas Fuente: UNESA. ducción media de energía hidroeléctrica en España en la década de los noventa ha sido de 30.850 GWh, y la del año 2001 de 44.010 GWh. 101 ¿Cómo ha sido el desarrollo hidroeléctrico de España en el contexto internacional? E n el potencial de la producción hidroeléctrica intervienen fundamentalmente dos factores, el caudal de los ríos y los desniveles de su orografía. Como consecuencia, en términos absolutos, los países de gran tamaño, que cuentan con largos y caudalosos ríos, suelen estar entre los principales productores mundiales. Éste es el caso de Canadá, EE.UU., Brasil, China, Rusia y la India, que se encuentran entre los mayores productores mundiales. Además también influyen otros factores como el grado de desarrollo tecnológico, la dimensión de su consumo de electricidad y las disponibilidades financieras del país. Así, naciones de dimensión media como Francia, Noruega, Suecia y España, con un nivel de desarrollo alto, figuran también entre los grandes productores de hidroelectricidad. El Potencial Técnico mundial es del orden de los 14.300.000 GWh/año, según un estudio que publi- 94 có Naciones Unidas en el año 2000, Energy and the Challenge of Sustainability. UN Development Program World Energy Council. 2000. La producción hidroeléctrica del año 1995 en el mundo fue de 2.500.000 GWh, lo que representó el 18,9% de la producción eléctrica mundial. Según la metodología actual de la Agencia Internacional de la Energía, que considera a la energía hidroeléctrica como primaria (1 MWh = 0,086 tep), esta producción representa sólo el 2,6% de la producción de energía primaria mundial. Sin embargo, si se utilizase el «criterio de sustitución» empleado por la AIE hasta hace poco tiempo, que valoraba la hidroelectricidad como energía primaria a través de «coeficiente de eficiencia de una central térmica» (1 MWh = 0,2233), representaría el 6,7% de la energía primaria mundial. Ésta es la razón del bajón tan importante que ha sufrido la hidroelectricidad en los últimos balances energéticos internacionales. La producción hidroeléctrica, medida en términos de energía primaria (Mtep), de los diez países con mayor producción durante el periodo 1985-1998, se recoge en la Tabla III.13 adjunta. En lo referente a los países de la UE (15), la producción hidroeléctrica de la Comunidad Europea en el año 1995 fue de 307 TWh, de los que 37 fueron en instalaciones minihidráulicas. La potencia instalada era en ese año de 98 GW. Teniendo en cuenta las cifras anteriores, puede decirse de forma objetiva que España ha conseguido Tabla III.13 Evolución de la producción de hidroelectricidad por países (Mtep) Canadá EE.UU. Brasil China Rusia Noruega Japón India Suecia Francia España TOTAL mundial 1985 1990 1993 1996 1998 21,9 28,5 14,9 7,7 13,7 7,8 6,9 4,5 6,1 4,3 2,9 22,5 24,7 17,5 10,9 14,3 8,1 7,7 5,7 6,1 4,0 2,3 25,6 25,7 19,6 12,4 15,0 8,5 8,7 6,3 6,3 4,9 2,3 30,3 28,8 22,7 15,9 13,2 8,9 7,5 7,4 6,4 6,0 3,6 28,6 26,7 25,0 17,1 13,6 10,0 9,3 7,2 6,3 5,7 3,4 170,0 183,6 197,5 218,1 226,4 Fuente: BP Statistical Review of World Energy. Junio 1999 y elaboración propia. un elevado aprovechamiento de sus recursos hidráulicos para la generación de electricidad, hasta el punto de que su potencia hidroeléctrica en servicio se encuentra entre las más altas de la UE y del resto de países desarrollados. Y ello, a pesar de contar con condiciones climáticas y orológicas más desfavorables que buena parte de estas naciones. 102 ¿Cómo ha sido el desarrollo de las minicentrales en España en el contexto internacional? E stas instalaciones, al amparo de un marco administrativo y económico favorable, han experimentado un gran desarrollo en España en los últimos años, recuperando parte del importante papel que cumplieron hace varias décadas. De hecho, su potencia en servicio se ha multiplicado por diez a lo largo del último decenio. Su tecnología ha ido perfeccionándose, sobre todo en los aspectos de automatismo, control y regulación, permitiendo un abaratamiento importante en los costes de mantenimiento. En el año 1999 operaban en España 696 minicentrales hidroeléctricas de potencia unitaria inferior a los 10 MW que sumaban 889 MW y generaban unos 2.700 millones de kWh anuales. Su aportación suponía aproximadamente el 30% de la contribución total de las nuevas energías renovables (sin hidráulicas > 10 MW) al balance energético nacional del 1999. El Potencial Técnicamente Desarrollable está evaluado en unos 2.400 MW según el PFER (Plan de Fomento de Energías Renovables), y se prevé la instalación de otros 720 MW, con una producible de 2.230 GWh/año para el año horizonte del PFER, el 2010. En cuanto a la Unión Europea (15) se tienen los siguientes valores para el año 1995: – Potencia de minicentrales en servicio (<10 MW) 9.500 MW. – Producción de minicentrales en servicio (<10 MW) 37.000 GWh. Por otra parte, la European Small Hydropower Association (ESHA) cifra en 400.000 GWh/año el Potencial Hidroléctrico Técnicamente explotable mediante minicentrales en Europa, de los cuales 150.000 millones de kWh forman el potencial económicamente viable. A nivel mundial, la estimación es de unos 1.800.000 GWh/año, del cual se está explotando aproximadamente un 15%. De todo lo anterior puede deducirse que España ha hecho un esfuerzo considerable en este área, pudiéndose comparar favorablemente al realizado en otros países de la Unión Europea. Si nuestro desarrollo se compara a nivel mundial, entonces el esfuerzo relativo es aún mayor. ¿Cuál es el marco administrativo del desarrollo hidroeléctrico en España? 103 L a utilización de aprovechamientos hidráulicos está regulada por concesiones administrativas que otorga el ministerio o la autoridad de cuenca correspondiente. Las primeras concesiones, que datan del siglo XIX, se daban a perpetuidad, pero a partir de la entrada en vigor de la nueva Ley de Aguas en 1985, se limitaron a, como máximo, 75 años. Las nuevas concesiones suelen otorgarse con plazos variados, generalmente en el rango de 25 a 40 años, siempre con reversión de las instalaciones a la Administración una vez finalizado el periodo concesional. El sistema que está empleando la Administración actualmente es el de subasta, sacando a concurso tramos de interés o aprovechamientos del salto de presas con titularidad de la misma. El ofertante en estos casos propone un canon por la energía producible, estando generalmente compuesto por una parte fija anual y una variable relativa a la energía producida. También se oferta el plazo concesional. Un tema delicado y no exento de polémica es el de la reversión de las instalaciones al término del plazo concesional. No están muy claros los términos, ni tampoco cuáles son las instalaciones, ni el estado de conservación, etc. El hecho de que todavía no se hayan materializado casos concretos deja este tema poco definido. Parece, en principio, que una solución sería pactar, una vez vencidos los plazos, un alargamiento de los mismos, basándose en un aumento de los cánones. De este modo, se evitarían todas las suspicacias sobre el estado en que hay que entregar las 95 instalaciones. Debería analizarse con cuidado esta situación que está comenzando a producirse. 104 ¿Qué es la Ley de Aguas? E s la ley marco que regula la utilización de dominio público hidráulico y el uso de las aguas continentales integradas en el ciclo hidrológico en el ámbito de las competencias atribuidas al Estado en la Constitución. La Ley 29/985 de Aguas está estructurada en ocho títulos, relativos al dominio público hidráulico, a la administración del agua, a la planificación hidrológica, a la utilización y protección del dominio público hidráulico y de la calidad de las aguas, al régimen económico-financiero de la utilización del dominio público hidráulico y un último título relativo al régimen de infracciones y sanciones y competencias de los tribunales. Esta Ley vino a sustituir a la Ley de Aguas de 13 de junio de 1879 que fue considerada uno de los textos modélicos del ordenamiento jurídico español, manteniéndose en vigor durante más de un siglo. La mayor innovación de la nueva Ley es la declaración de dominio público hidráulico de todas las aguas continentales, excepto las termales o minerales, que continúan rigiéndose por su legislación específica. Otros de los aspectos más interesantes de esta Ley son: – La unidad de gestión que supone la cuenca hidrográfica y la participación de los usuarios en la gestión. – La creación del Consejo Nacional del Agua como órgano consultivo superior en la materia. – La creación de los Organismos de Cuenca como entidades de derecho público con funciones de administración del dominio público hidráulico y de los aprovechamientos de interés general. – La concepción de la planificación hidrológica como elemento básico para la satisfacción de las demandas de agua y equilibrar el desarrollo regional y sectorial. Se desarrolla a través de los Planes Hidrológicos de Cuenca y del Plan Hidrológico Nacional. – El establecimiento de un régimen de utiliza- 96 ción del dominio público hidráulico distinguiendo entre usos privativos y comunes. Los usos privativos (concesiones) se otorgan según las previsiones de los planes hidrológicos con carácter temporal y plazo no superior a 75 años de forma discrecional pero motivada. – Se pretende la protección del dominio público hidráulico y la consecución de un adecuado nivel de calidad de las aguas. Para ello se instaura la autorización de vertido como figura administrativa necesaria con carácter previo para controlar la contaminación o degradación del dominio público hidráulico. – Se crea un régimen económico-financiero por la utilización del dominio público hidráulico basado en tres figuras impositivas. • El canon de utilización que grava a la ocupación o utilización privativa del dominio público hidráulico. • El canon de vertido destinado a la protección y la mejora del medio receptor. • El canon de regulación y las tarifas de riego destinadas a compensar la aportación del Estado por las obras que éste realice y atender los gastos de explotación de las mismas. Después de catorce años de rodaje, a finales de 1999 se promulgó la Ley de Reforma de la Ley de Aguas con el fin de subsanar algunas deficiencias que se habían observado en el funcionamiento de la misma. Los objetivos básicos de la Reforma fueron: – Profundizar en la dimensión medioambiental del recurso. – Desarrollar los sistemas participativos en la gestión del agua y aumentar la colaboración entre las distintas administraciones implicadas. – Flexibilizar el régimen concesional y adoptar el régimen económico-financiero a las nuevas realidades económicas y competitivas. – Establecer el régimen jurídico de las obras hidráulicas. Con esta reforma y con la próxima finalización del proceso de planificación hidrológica parece que España dispondrá de un marco legal adecuado y flexible para la gestión y utilización de recursos hídricos en condiciones medioambientales aceptables. 105 ¿En qué consiste el Plan Hidrológico Nacional y los Planes Hidrológicos de Cuenca? E n la Ley de Aguas la Planificación Hidrológica es el instrumento básico para conseguir los objetivos previstos en la política hidráulica. Según la Ley, con la planificación hidrológica se pretende conseguir la mejor satisfacción de las demandas de agua para los distintos usos, a la vez que se persigue un equilibrio armonizado del desarrollo regional y sectorial mediante el incremento de la disponibilidad del recurso de forma que se proteja su calidad. La planificación hidrológica se realiza en dos etapas mediante los Planes Hidrológicos de Cuenca y el Plan Hidrológico Nacional (PHN). Los Planes Hidrológicos de Cuenca se realizaron durante la década de los noventa por las respectivos organismos de cuenca y por la administración competente en aquellas cuencas comprendidas íntegramente en el territorio de una comunidad autónoma (cuencas internas de Galicia, Cataluña y Baleares). El contenido de estos Planes, según la Ley, es el siguiente: – Inventario de los recursos hidráulicos. – Los usos y demandas actuales y previsibles a un horizonte de diez y veinte años. – Los criterios de prioridad y de compatibilidad entre los distintos usos y el orden de preferencia entre los mismos. – La asignación y reserva de recursos hidráulicos para los usos actuales y para los horizontes a 10 y 20 años. – Las características básicas de la calidad de las aguas y la ordenación de los vertidos de aguas residuales. – Las normas básicas sobre mejoras y transformaciones en regadío que aseguren el mejor aprovechamiento del conjunto de recursos hidráulicos y terrenos disponibles. – Los perímetros de protección y las medidas para conservación y recuperación del recurso y entorno afectados. – Los planes hidrológico-forestales y de conservación de suelos que hayan de ser realizados por la Administración. – Las directrices para recarga y protección de acuíferos. – Las infraestructuras básicas requeridas por el Plan. – Los criterios de evaluación de los aprovechamientos energéticos y la fijación de los condicionantes requeridos para su ejecución. – Los criterios sobre estudios, actuaciones y obras para prevenir y evitar los daños debidos a inundaciones, avenidas y otros fenómenos hidráulicos. Estos planes fueron debatidos y aprobados en primer lugar en los Consejos del Agua de las respectivas cuencas y, finalmente, en el Consejo Nacional del Agua. Por último, fueron aprobados mediante el Real Decreto 1664/98 y publicada su parte normativa mediante órdenes ministeriales. El Plan Hidrológico Nacional es el instrumento coordinador de la planificación hidrológica de las distintas cuencas hidrográficas. Se elaboró por el Ministerio de Medio Ambiente, conjuntamente con los departamentos ministeriales relacionados con el uso de los recursos hidráulicos, fue informado de forma preceptiva por el Consejo Nacional del Agua y se aprobó en julio de 2001 mediante la Ley 10/2001. Su contenido estaba previsto en la Ley de Aguas: – Las medidas necesarias para la coordinación de los diferentes Planes Hidrológicos de Cuenca. – La solución para las posibles alternativas que aquellos ofrezcan. – La previsión y las condiciones de las transferencias de recursos hidráulicos entre ámbitos territoriales de distintos Planes Hidrológicos de Cuenca. – Las modificaciones que se prevean en la planificación del uso del recurso y que afecten a aprovechamientos existentes para abastecimiento de poblaciones o regadíos. Como medida básica, el Plan Hidrológico Nacional prevé la realización de un trasvase de hasta 1.050 Hm3 anuales desde el Bajo Ebro con los siguientes destinos: – – – – 190 Hm3 a las cuencas internas de Cataluña. 315 Hm3 a la cuenca del Júcar. 450 Hm3 a la cuenca del Segura. 95 Hm3 a la cuenca Sur (Almería). 97 Tabla III.14 Afecciones del Plan Hidrológico Nacional a la producción hidroeléctrica Alto Duero Bajo Duero Jarama Tajo en Toledo Tajo en Azután Tiétar Júcar * Bajo Ebro Segre-Noguera Pallaresa (Talarn) *** Ródano Captación media máxima (Hm3/año) Coeficiente energético medio (KWh/m3) Reducción de la producción hidroeléctrica (GWh/año) 57 785 300 200 300 200 545 1.200 0,7128 0,6608 0,619 0,619 0,550 0,3745 0,5778 — 41 519 182 124 165 75 315 ** 250 1.200 0,789 + 0,105 — 124 — Fuente: Plan Hidrológico Nacional. 2001. * En la propuesta de Plan no se especifica en qué cuantía las posibles detracciones desde el Júcar, aguas arriba de Tous, sustituirían al agua llegada a Tous desde el Ebro. Ante esta indefinición, se ha tomado como detracción la demanda bruta total del Segura y Sur, es decir, 545 Hm3/año. ** La afección a los aprovechamientos existentes aguas arriba, debida a los nuevos criterios de explotación, se podrá establecer cuando éstos se determinen. *** En el trasvase desde Segre-Noguera Pallaresa es necesario incorporar el coeficiente energético del salto de Gavet, que es 0,105 kWh/m3. Para garantizar que sólo se trasvasen aguas excedentarias, el PHN impone diversas limitaciones y restricciones a los trasvases, entre las que destaca la prohibición de derivar agua del Bajo Ebro cuando no circule por el río, en el punto de toma, un caudal superior al caudal mínimo ambiental, más el correspondiente a las concesiones situadas aguas abajo. Un punto esencial para el sector eléctrico es la evaluación de las afecciones negativas a la producción eléctrica contempladas en los trasvases del Plan Hidrológico Nacional. Una evaluación de estas afecciones se presenta en la Tabla III.14 adjunta. Con la aprobación de la Ley del Plan Hidrológico Nacional no finaliza ni mucho menos el proceso de planificación hidrológica, ya que éste se configura en la Ley como un proceso vivo, previéndose su revisión cuando las necesidades así lo requieran. 106 ¿Cuáles son las perspectivas de la producción hidroeléctrica en España y en otros países? E spaña ha conseguido ya un elevado grado de aprovechamiento de sus recursos hidráulicos para la pro- 98 ducción de electricidad. Así lo demuestra el hecho de que sólo unos cuantos países de los considerados industrializados poseen una potencia hidroeléctrica superior a la española. No obstante, el desarrollo de esa potencia tropieza actualmente con importantes limitaciones. En primer lugar, porque la construcción de nuevas centrales hidroeléctricas de tamaño medio entra cada vez más en conflicto con otros importantes usos alternativos del agua y el suelo, o podría tener en algunos casos efectos medioambientales negativos. En segundo lugar, porque buena parte de los emplazamientos potenciales se encuentran en lugares de difícil acceso o implican la realización de complejas y costosas obras civiles que encarecerían notablemente el coste del kWh producido. La flexibilidad que tiene la energía hidroeléctrica para la regulación de un sistema eléctrico hace que el futuro de estos aprovechamientos se oriente en esta dirección, dado que el alto grado de sofisticación tecnológica alcanzado por las sociedades desarrolladas, exige un alto nivel de calidad en el suministro eléctrico. Por tales razones, el aumento de potencia hidroeléctrica –aunque aún es posible técnicamente– se orientará fundamentalmente hacia la ampliación de potencia en centrales de embalses ya existentes para producción de puntas, la ejecución de contraembalses para minimizar las fluctuaciones de caudal en los ríos y, de forma marginal, la construcción de medianos y pequeños saltos con poco impacto ambiental y el equipamiento de los embalses multiusos, proyectados además para abastecimientos, riegos y trasvases. Todas estas actuaciones deberán desarrollarse dentro del marco fijado por el Plan Hidrológico Nacional y los Planes de las Cuencas Hidrográficas correspondientes. Actualmente no existen planes concretos para la construcción de nuevas centrales hidroeléctricas de más de 50 MW. Sin embargo, el Plan de Fomento de Energías Renovables (PFER) aprobado por el Gobierno español en diciembre de 1999, prevé para el período 2000-2010 la instalación de 720 MW en centrales de menos de 10 MW, con una producción anual media de 2.220 GWh, y 350 MW en centrales con potencia entre 10 y 50 MW, con una producción anual media de unos 700 GWh. Por otra parte, el compromiso de la Unión Europea de reducción de emisiones de gases de efecto inver- Tabla III.15 a) Previsión de producción hidroeléctrica en la UE 1995 (TWh) 2010 (TWh) Incremento 1995-2010 (TWh) Hidráulica convencional Minihidráulica (<10 MW) 270 37 300 55 30 18 TOTAL hidroelectricidad 307 355 48 b) Previsión de potencia hidroeléctrica en la UE Hidráulica convencional Minihidráulica (<10 MW) 82,5 9,5 TOTAL hidroelectricidad 92 91 14 105 8,5 4,5 13 Fuente: UE. Libro Blanco de las Energías Renovables. 1997. Incluye acumulación por bombeo. nadero en el Protocolo de Kioto es del 8% para la media de los años 2008 al 2012, sobre los niveles de 1990. Entre los medios que la UE ha propuesto para lograr este cumplimiento de Kioto, de acuerdo con el Libro Blanco sobre las Energías Renovables (1997), está el de duplicar la contribución de estas energías al abastecimiento energético, llegando al 12% del total del consumo de energía primaria en el año 2010. Respecto a la energía hidroeléctrica, las previsiones del Libro Blanco son las recogidas en la Tabla III.15 adjunta. Por lo que respecta al sistema mundial de energía, la AIE (Agencia Internacional de Energía) en su informe del año 1998 sobre Perspectivas energéticas mundiales para el año horizonte de 2010, prevé que la producción hidroeléctrica mundial alcanzará la cifra de 3.445 TWh, con un aumento en el periodo 19952010 del 38%, equivalente a un crecimiento anual acumulativo del 2,2%. Este incremento porcentual coincide con el aumento de la energía primaria en el periodo. Destaca este informe el importante incremento de producción hidráulica en China, que multiplica su producción por 2,4 en esos 15 años. (Véase Tabla III.16) Según este mismo escenario previsto por la AIE, la generación hidroeléctrica representaría en el año 2010 la cifra del 16,5% de la producción eléctrica mundial. El ahorro de emisiones de CO2 que supondrá esta producción hidroeléctrica ese año es de un 8,2% de emisiones totales en 2010 por los usos energéticos de todo tipo (696 Mt sobre 8.506 Mt). Finalmente conviene señalar que la energía hidroeléctrica tiene su mayor potencial en los países en desarrollo, lo que tiene gran interés, ya que son precisamente esos países los que tendrán incrementos más fuertes de emisiones en el futuro, debido tanto a su aumento de población como al desarrollo económico que deberán llevar a cabo. Tabla III.16 Perspectivas de generación hidroeléctrica por regiones económicas (1995-2010) 1995 (TWh) OCDE Europa OCDE América del Norte OCDE Pacífico Economías en transición (*) África China Este asiático América Latina Oriente Medio Sur asiático TOTAL 2010 (TWh) 486 568 126 290 56 191 78 495 16 112 585 680 145 340 72 457 131 803 32 200 2.498 3.445 ∆ (%) 20 5 15 17 29 139 68 62 100 79 Fuente: Agencia Internacional de Energía (AIE). Perspectivas energéticas mundiales. 1998. (*) Economías en transición: Ex URSS y Europa del Este. Nota: La producción hidroeléctrica no incluye la generación procedente de bombeo. 99 Capítulo IV Centrales térmicas de combustibles fósiles 107 ¿Qué es una central térmica convencional? S e denominan centrales termoeléctricas convencionales a las que producen energía eléctrica a partir de la combustión del carbón, fuelóleo o gas, esto es, de combustibles fósiles. El apelativo de «convencionales» alude al hecho de que emplean combustibles fósiles tradicionales que fueron la base de las primeras experiencias de producción de electricidad. Y sirve, asimismo, para diferenciarlas de otras centrales termo-eléctricas –como las nucleares, las de biomasa o las termosolares– que se han incorporado al abastecimiento eléctrico en fechas más recientes y merced a tecnologías más modernas. También consideramos en este tipo de centrales convencionales a las instalaciones que generan electricidad con gas utilizando las nuevas tecnologías de ciclo combinado, que se espera van a tener una implantación importante en los próximos años. El gas utilizado puede ser gas natural transportado a la central, o bien, obtenido a través de un proceso de gasificación del carbón. Se incluyen también en este capítulo las centrales de cogeneración que producen electricidad y calor útil (vapor) para su uso industrial o residencial, así como las futuras células de combustible que están todavía en fase de experimentación. ¿Cómo funciona una central térmica convencional? 108 E l esquema básico de funcionamiento de todas las centrales termoeléctricas convencionales con tecnología de ciclo de vapor único es prácticamente el mismo, independientemente de que utilicen carbón, fuelóleo o gas como combustible. La única diferencia sustancial consiste en el distinto tratamiento previo que sufren estos combustibles antes de ser inyectados en la caldera, y en el diseño de los quemadores de la misma, que varía lógicamente según el tipo de combustible empleado. Dentro del propio recinto de la central termoeléctrica convencional, existen sistemas de almacenamiento del combustible empleado (parque de carbón, depósitos de fuelóleo, etc.) para garantizar una adecuada cantidad del mismo. En una central termoeléctrica de carbón, éste es previamente triturado en molinos pulverizadores hasta quedar convertido en un polvo muy fino, para facilitar su combustión. De los molinos es enviado a la caldera de la central mediante chorros de aire precalentado. En una central termoeléctrica de fuel, el combustible es precalentado para que fluidifique e inyectado posteriormente en quemadores adecuados a este tipo de derivado del petróleo. Para una central termoeléctrica de gas, los quemadores están asimismo diseñados específicamente para quemar dicho combustible. En el caso de las centra- 103 les de gas de ciclo combinado, tecnología que ha tenido un desarrollo extraordinario en los últimos años, tienen dos ciclos: uno de vapor de agua y otro de gas, cuyo funcionamiento se analiza en la siguiente pregunta. En el caso de la tecnología convencional (solamente ciclo de vapor de agua) el proceso es similar para los tres tipos de combustibles. Una vez que éste entra en la caldera, los quemadores provocan la combustión del carbón, fuelóleo o gas, generando energía calorífica. Ésta convierte, a su vez, en vapor a alta temperatura el agua que circula por una extensa red formada por miles de tubos que tapizan las paredes de la caldera. A continuación, el vapor de agua a presión hace girar los álabes de la turbina, generando energía mecánica. A su vez, el eje que une a los tres cuerpos de la turbina –de alta, media y baja presión– hace girar al mismo tiempo un alternador unido a ella, produciendo energía eléctrica. Y, a continuación, ésta es vertida a la red de transporte a alta tensión mediante un transformador. Finalmente, el vapor –una vez debilitada su pre- sión– es enviado a unos condensadores. Allí es enfriado y convertido de nuevo en agua, la cual es conducida otra vez a los tubos que tapizan las paredes de la caldera a fin de reiniciar el ciclo productivo. A modo de ejemplo, se ha representado en el Gráfico IV.1 el esquema de una central termoeléctrica de carbón: el combustible está almacenado en el parque adyacente (1) de la central, desde donde es conducido al molino (3) a través de una tolva (2) para ser triturado. Una vez pulverizado, se inyecta en la caldera (4) mezclado con aire caliente a presión para su combustión. Dentro de la caldera se produce el vapor que acciona los álabes de los cuerpos de las turbinas de alta presión (13), media presión (14) y baja presión (15), haciendo girar el rotor de la turbina que se mueve solidariamente con el rotor del generador (20) y produciendo energía eléctrica. Esta electricidad es, una vez elevada su tensión por los transformadores (17), enviada a la red general mediante líneas de transporte a alta tensión (21). Gráfico IV.1 Esquema de una central térmica convencional de carbón Fuente: UNESA. 104 Después de accionar las turbinas, el vapor de agua se convierte en líquido en el condensador (16). El agua obtenida por la condensación del vapor se somete a diversas etapas de calentamiento (19) y se inyecta de nuevo en la caldera en las condiciones de presión y temperatura más adecuadas para obtener el máximo rendimiento posible. El sistema de agua de circulación que refrigera el condensador puede operar en circuito cerrado, es decir, trasladando el calor extraído del condensador a la atmósfera mediante torres de refrigeración (18), o descargando dicho calor directamente al mar o a un río en circuito abierto. Para reducir los efectos de la combustión sobre el medio ambiente, la central posee, entre otros dispositivos, una chimenea (12) de gran altura, precipitadores (10) que retienen un altísimo porcentaje de las partículas en el interior de la central, y equipos de desulfuración de gases (11). ¿Qué es una central de gas de ciclo combinado y cuál es su funcionamiento? 109 E s una central térmica en la que los gases de combustión se utilizan dos veces a lo largo de su recorrido por la planta, para la generación de electricidad. Por tanto, en la transformación de la energía térmica del combustible en electricidad se superponen dos ciclos: el ciclo Brayton (turbina de gas) y el ciclo Rankine (ciclo agua/vapor). Un resumen del funcionamiento de este tipo de central es el siguiente: un compresor de aire, arrastrado por la turbina de gas (2), comprime el aire y, mediante la combustión del gas natural, se alcanza una temperatura de unos 1.300 °C. Después se expanden los gases de combustión en la turbina de gas, hasta la presión atmosférica y esta energía mueve el compresor de aire y el generador (4), que producirá una parte de la energía eléctrica de la planta. Gráfico IV.2 Esquema de funcionamiento de una central de gas de ciclo combinado Fuente: UNESA. 105 Gráfico IV.3 Esquema de flujos de una central de ciclo combinado Fuente: UNESA. Los gases de escape de la turbina de gas todavía tienen temperaturas del orden de los 600 °C, lo que permite su aprovechamiento en una caldera de recuperación (7) de calor para la generación de vapor que, mediante su expansión en la correspondiente turbina de vapor (8), acciona también otro generador (9). Esta turbina es de tipo convencional y, por tanto, el vapor resultante pasa al condensador (10) para enfriarse en la torre de refrigeración (11). La electricidad, una vez elevada su tensión en los transformadores (5), es llevada a la red general mediante las líneas de transporte (6). (Ver Gráficos IV.2 y IV.3 adjuntos) Por tanto, los tres equipos principales de una central eléctrica de ciclo combinado son la turbina de gas, la caldera de recuperación y la turbina de vapor convencional. Dada la importancia actual de esta tecnología, se hace una descripción de las características de estos equipos: – Turbina de gas. Proviene del desarrollo para uso energético de los turbogeneradores, y consta del compresor, las cámaras de combustión y la propia turbina. • El compresor es rotativo y es arrastrado por el mismo eje que la turbina, con un número de etapas variable según las diferentes tecnologías. Su función es inyectar aire a presión (entre 15 y 30 kg/cm2) para la combustión y la refrigeración de las zonas calientes. 106 • Las cámaras de combustión producen la mezcla de combustible y aire y la propia combustión. El diseño de este elemento varía (silos, anular, cámaras secuenciales) según los fabricantes, potenciando unas variables u otras (temperatura de entrada en turbina, producción de NOx), para optimizar el diseño y el rendimiento de la turbina de gas. • La turbina de gas recibe los gases de la cámara de combustión y se produce la expansión de los mismos en las tres o cuatro etapas de las que consta. Cada etapa de expansión está constituida por una corona de álabes fijos o «estatóricos», seguida de una corona de álabes fijados al rotor. En los fijos se transforma la entalpía de los gases en energía cinética, mientras que en los rotóricos ésta se recupera y se transforma en energía mecánica de rotación, que se transmite al eje. Parte de la potencia transmitida al eje es consumida en arrastrar al compresor (2/3), mientras que el resto mueve el generador eléctrico correspondiente. El rendimiento de una turbina de gas aumenta con la temperatura de los gases a la entrada a la misma. Esto ha motivado el continuo aumento de esta magnitud, exigiendo el desarrollo de materiales capaces de soportar altas temperaturas. En la actualidad, la temperatura de entrada está alrededor de los 1.300-1.400 °C, saliendo los gases de la última etapa a temperaturas superiores a los 600 °C, dirigiéndose éstos a la caldera de recuperación. – La caldera de recuperación. Tiene los mismos componentes que la caldera clásica (precalentadores, economizadores, evaporadores, sobrecalentadores y calderines), y en algunos casos incorporan by-pass de gases. Mediante este dispositivo se puede aislar la caldera del escape de la turbina de gas, de forma que pueda funcionar en ciclo abierto. Es un intercambiador de calor en el que el fluido caliente son los gases de escape procedentes de la turbina de gas y que circulan por el exterior, y el fluido frío es el agua-vapor que circula por el interior de los tubos. – Turbina de vapor. Suele ser de tres cuerpos. Se trata de máquinas convencionales que han alcanzado gran madurez en su diseño, y deben adaptarse a las condiciones de cada instalación en cuanto a presión de escape y caudal de vapor disponible. En el desarrollo actual de esta tecnología, el esquema constructivo es el reflejado en el gráfico IV.3, en el que la turbina de gas y la de vapor están acopladas al mismo eje, accionando un mismo generador eléctrico. 110 Tabla IV.1 Evolución de la potencia térmica convencional en España (1940-2001) Potencia (MW) Año 1940 1945 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 Termoeléctrica Clásica 381 418 647 903 1.967 2.980 6.888 12.393 16.447 20.991 21.370 21.922 21.989 22.346 22.849 23.960 25.339 26.238 26.820 28.164 28.799 Total Participación T. Clásica/Total (%) 1.731 1.876 2.553 4.103 6.567 10.173 17.924 25.467 31.144 41.467 45.376 46.307 46.385 47.196 47.829 49.292 51.012 52.367 53.892 55.904 58.025 22,1 22,2 25,3 22,0 29,9 29,2 38,4 48,6 52,8 50,6 47,0 47,3 47,4 47,3 47,7 48,6 49,6 50,1 49,7 50,3 49,6 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. Gráfico IV.4 Evolución de la potencia térmica convencional instalada (Total España) (MW) ¿Qué importancia tienen las centrales térmicas en el parque eléctrico de España? A nalizando las estadísticas de la industria eléctrica española en el periodo 1940-2000 puede verse el papel de las centrales termoeléctricas clásicas en nuestro parque eléctrico. Así, destacan las siguientes consideraciones: – El crecimiento del parque eléctrico español se basó, a partir de los años sesenta, en centrales termoeléctricas de combustibles fósiles y, después, en nucleares, por lo que la participación porcentual de la potencia hidroeléctrica en la total instalada en España ha ido descendiendo desde entonces. – Desde 1940, y durante 35 años, la potencia Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. 107 asociada a las instalaciones de generación hidráulica fue superior a la de las instalaciones de generación térmica convencional. En 1975, la potencia térmica fue de 12.393 MW frente a los 11.954 MW hidroeléctricos. – La mayor participación de las centrales térmicas, en términos de potencia, se alcanzó en el año 1980, con el 52,8%. Después se ha mantenido alrededor del 50% de la capacidad del parque total de España. – Las centrales térmicas convencionales han posibilitado la utilización de recursos energéticos autóctonos, básicamente del carbón nacional. Asimismo, han favorecido el desarrollo de nuevas tecnologías para la combustión de los carbones pobres como son los nacionales, impulsando numerosos proyectos de I+D. En la Tabla IV.1 y en el Gráfico IV.4 adjuntos se recoge la evolución de la potencia de las centrales térmicas para el periodo 1940-2001, así como su participación en el parque eléctrico global de España. Tabla IV.2 Evolución de la producción térmica convencional (1940-2001) Año 1940 1945 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 Energía Term. convencional 264 993 1.836 2.899 2.989 12.037 27.607 48.469 74.490 66.286 71.289 84.753 79.103 80.509 89.199 78.464 96.752 98.545 120.065 126.106 122.381 Total Participación T. convencional/Total (%) 3.617 4.173 6.853 11.836 18.614 31.723 56.490 82.515 110.483 127.363 151.741 161.105 160.890 164.942 169.094 176.510 189.381 196.613 209.732 224.779 237.259 7,2 23,7 26,8 24,4 16,1 37,9 48,8 58,7 67,4 52,0 46,9 52,6 49,1 48,8 52,7 44,4 51,0 50,1 57,2 56,1 51,6 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. 108 Gráfico IV.5 Evolución de la producción térmica convencional (Total España en Millones KWh) Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. ¿Qué importancia tienen las centrales térmicas en la producción eléctrica de España? A l igual que ocurre con la potencia, el papel de las centrales térmicas convencionales en la producción eléctrica fue de gran importancia en los años 1940 a 2001. Pueden señalarse los siguientes aspectos: – Desde 1940 y durante 30 años (hasta el año 1970), la producción eléctrica de las instalaciones de generación hidráulica fue superior a la de las instalaciones de generación térmica convencional. En el año 1970, fueron prácticamente iguales. – Desde el año 1940, las centrales térmicas han generado aproximadamente la mitad de la electricidad producida en España en el periodo 1940-2001, esto es, algo más de 2.000.000 GWh. – La mayor participación de las centrales térmicas, en términos de energía, se alcanzó en el año 1980, con el 67,4%. La mayor producción se alcanzó en el año 2000, con 126.106 millones de kWh y una participación del 55,8% en el «mix» de generación. 111 En la Tabla IV.2 y en el Gráfico IV.5 se presenta la evolución de la producción eléctrica generada por este tipo de centrales en el periodo 1940-2001, así como su participación porcentual en la producción eléctrica del parque total de España. 112 ma continua en los años considerados, Dinamarca, con una contribución cercana al 100%, Grecia, Holanda e Irlanda, con contribuciones en torno al 90% de la producción total. – Alemania, Reino Unido, Bélgica, Francia y España han reducido, comparando la situación en 1980 con la existente en 1995, la participación, en términos porcentuales, de la producción de electricidad en las centrales térmicas con respecto a la producción total del país. Por el contrario, Italia y Portugal han aumentado la participación de la producción térmica clásica en la producción total del país. ¿Qué importancia tienen las centrales térmicas en los países de la Unión Europea? E n el marco de la UE resulta muy ilustrativo analizar la importancia de la generación termoeléctrica clásica en los diferentes países de la Europa comunitaria. La Tabla IV.3 adjunta muestra los datos más representativos y permite extraer las siguientes conclusiones: – Los tres países con mayor generación termoeléctrica clásica en el ámbito de la Unión Europea son, por orden de mayor a menor, Alemania, Reino Unido e Italia. España se mantiene en cuarto lugar, seguido por Holanda, que tiene un nivel de producción termoeléctrico clásico algo más bajo que nuestro país. – La participación y contribución más importante de las centrales térmicas en el total de la producción eléctrica nacional, la presentan, de for- ¿Cuántas centrales térmicas existen en España? E n el año 1999, España tenía en servicio –incluyendo las instalaciones de cogeneración– 652 centrales termoeléctricas convencionales, con una potencia total de 26.820 MW. De ellas, 59 pertenecen a las empresas eléctricas asociadas en UNESA. Estas 59 centrales suman una potencia total de 22.130 MW, que suponen el 83% de la potencia termoeléctrica clásica total de España. ¿Cuál es el papel del carbón en la producción española de electricidad? Tabla IV.3 Participación de la producción térmica convencional en la Unión Europea (1980-1995) * País Alemania Austria Bélgica Dinamarca ESPAÑA Finlandia Francia Grecia Holanda Irlanda Italia Luxemburgo Portugal Reino Unido Suecia 1980 (%) 1990 (%) 1995 (%) 83,9 28,9 75,1 100 67,4 48,6 48,3 — 93,3 88,6 71 — 42,6 85,9 10,7 63,1 30,6 37,7 99,1 46,9 34,6 11,2 93,8 93,6 92,6 81,5 — 64,4 77,8 3 65,6 30,4 42 98,6 52,7 38,6 7,8 90 91,4 93,2 80,2 — 57,7 71,8 5,7 * %: Porcentaje de participación de la producción térmica convencional en la producción total. Fuente: Energy Balances of OECD Countries. Agencia Internacional de la Energía (AIE). 113 114 L a producción de las centrales españolas que consumen carbón ha supuesto en el año 2000 del orden del 35% de la generación total de electricidad del país, lo que hace de este combustible una fuente energética muy importante para la producción de electricidad. La política energética española, como consecuencia de la crisis del petróleo, asignó al carbón eléctrico un papel de gran importancia en los años finales de la década de los 70. La Administración lo impulsó con un Plan Acelerado del Carbón. La razón fundamental es que el carbón constituía una de las escasas materias primas energéticas con las que contaba España, por lo que su utilización permite reducir la dependencia energética de nuestro país y potencia el aprovechamiento de los recursos energéticos nacionales. De la importancia que supone para el sosteni- 109 miento de la minería nacional la utilización del carbón por parte del sector eléctrico, puede dar idea el hecho de que en 2000 más del 95% de la producción de carbones se empleó en la generación de electricidad. Tabla IV.4 Principales centrales termoeléctricas de carbón en España Central 115 ¿Qué fue el Plan Acelerado de Centrales Térmicas de Carbón? E l Plan Acelerado de Centrales Térmicas de Carbón fue aprobado en 1979, como complemento del Plan Energético Nacional (PEN) entonces vigente, para dar un fuerte y significativo impulso al papel del carbón en el abastecimiento eléctrico nacional, con el objetivo de contribuir a la sustitución del uso de derivados de petróleo en la generación de energía eléctrica. En concreto, incluía la construcción de siete nuevas centrales de carbón que fueron conectadas a la red eléctrica a lo largo del periodo 1980-1985 y que poseían una potencia conjunta superior a los 3.000 MW, es decir, cerca de un tercio de la potencia actualmente existente en centrales de carbón. En total, la potencia sumada al parque eléctrico nacional en nuevas centrales de carbón en el periodo 1979-2001 ha supuesto unos 7.500 MW, lo que ha permitido más que duplicar, a lo largo de dicho periodo, la potencia existente en centrales de este tipo. 116 ¿Cuáles son las principales centrales de carbón en servicio en España? L as centrales españolas de carbón de mayor potencia son las siguientes: Puentes de García Rodríguez, con 1.400 MW; Compostilla, con 1.312 MW; Litoral, con 1.100 MW, y Teruel, con 1.050 MW. En la Tabla IV.4 se recogen las centrales de carbón con sus potencias instaladas, así como el tipo de carbón utilizado. 117 ¿Cuánto carbón se consume en España para la producción de electricidad? E l consumo total español de carbones para la producción de electricidad se situó en 35,7 millones de toneladas 110 Provincia Puentes García Rodríguez Compostilla Litoral de Almería Teruel Aboño Soto de Ribera La Robla Alcudia II Narcea Meirama Los Barrios Lada Guardo Anllares Elcogas Puente Nuevo Puertollano Pasajes Serchs Escucha Escatrón Combustible MW A Coruña Lignito Pardo León Hulla y antracita Almería Hulla Teruel Hulla subbituminosa Asturias Hulla Asturias Hulla León Hulla Baleares Hulla Asturias Antracita A Coruña Lignito pardo y hulla Cádiz Hulla Asturias Hulla Palencia Hulla y antracita León Hulla y antracita Ciudad Real Hulla y gas Córdoba Hulla y antracita Ciudad Real Hulla Guipúzcoa Hulla Barcelona Hulla subbituminosa Teruel Hulla subbituminosa Zaragoza Hulla subbituminosa 1.400 1.312 1.100 1.050 903 672 620 585 583 550 550 505 498 350 320 313 220 214 160 160 80 Fuente: UNESA. en el año 2001, lo que supone aproximadamente el 90% del consumo nacional total de este combustible. Por tipos de carbones, 27,05 millones de toneTabla IV.5 Evolución del consumo de carbones en las centrales termoeléctricas españolas (1970-2001) Años Toneladas (Millones) Años Toneladas (Millones) 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 7,5 7,4 8,2 8,7 7,4 9,5 9,8 13,1 14,8 17,7 25,5 30,9 35,9 38,7 38,7 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1993 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 39,5 38,9 37,9 31,4 40,1 39,4 38,8 37,3 36,8 31,1 34,9 33,5 37,5 39,4 35,7 Fuente: Red Eléctrica de España y Carbunión. ladas fueron de hulla y antracita, 3,61 millones de toneladas de hulla subbituminosa nacional y 8,45 millones de toneladas fueron de lignito nacional. El récord histórico español en el consumo de carbón para producción de electricidad es de 40,1 millones de toneladas, cifra que fue alcanzada en el año 1989. Una evolución del consumo del carbón para la producción de electricidad durante el periodo 19702001 se presenta en la Tabla IV.5. 118 ¿Cuántas centrales de carbón son propiedad de las empresas asociadas en UNESA? E n el año 2001, aproximadamente el 95% de la producción de electricidad generada con carbón procede de las 21 centrales de este tipo que poseen las empresas eléctricas integradas en UNESA. Estas 21 centrales suman una potencia total de 12.080 MW, lo que supone el 20% de la potencia eléctrica total del país. ¿Cuánto carbón se importa en España para la producción de electricidad? E n el año 2000, las centrales termoeléctricas españolas consumieron alrededor de 12,3 millones de toneladas de carbón importado, lo que supone el 34,4% del consumo total de carbones de dichas instalaciones. Existen cuatro centrales –Litoral de Almería, Los Barrios, Pasajes y Alcudia II– que utilizan carbón de importación, y en algunas otras centrales se emplea, asimismo, carbón importado como combustible de apoyo o por motivos medioambientales. En la Tabla IV.6 se recoge la evolución del consumo de carbón importado en las centrales termoeléctricas españolas para el periodo 1981-2001. Tabla IV.6 Evolución del consumo de carbón importado en las centrales térmicas españolas (1981-2001) Años Toneladas (Millones) Años Toneladas (Millones) 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1.661 1.206 987 926 2.026 2.942 3.080 2.125 4.015 4.235 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 4.669 7.556 7.180 7.006 9.298 6.889 5.451 8.908 12.947 14.487 12.332 Fuente: Red Eléctrica de España. 119 ¿Dónde se instalan las centrales térmicas de carbón? 120 D ados los problemas logísticos y de coste que plantea el transporte de este tipo de combustible, se tiende a ubicar las centrales que utilizan carbón nacional en la proximidad de las minas; y las que utilizan carbón importado, en la costa, cercanas a puertos en que puedan descargarse los buques. Como consecuencia de este criterio, las centrales de carbón quedan situadas, muchas veces, en lugares alejados de los principales centros de consumo de energía eléctrica, lo que obliga a incrementar el transporte de electricidad. No obstante, este transporte eléctrico presenta evidentes ventajas económicas y medioambientales en comparación con el transporte de mineral, por lo que sustituir el transporte de carbón por el de energía eléctrica resulta muy beneficioso tanto desde la óptica económica como medioambiental. ¿Cuál es el impacto de las centrales térmicas de carbón en el medio ambiente? 121 L os efectos potenciales sobre el medio ambiente de las centrales termoeléctricas de carbón se derivan de las emisiones atmosféricas y residuos que se producen en la combustión del mineral (óxidos de azufre, nitrógeno y carbono, así como partículas, principalmente), del tratamiento del agua que se transforma en vapor (vertidos químicos) y de la refrigeración necesaria para condensar el vapor (efecto térmico). 111 El establecimiento en nuestras centrales de niveles específicos de emisión de SO2, NOx y partículas y los criterios sobre los niveles de inmisión que deben ser respetados en cualquier tipo de condiciones llevaron a la adopción de sistemas de protección entonces disponibles: retención de partículas mediante precipitadores electrostáticos, difusión atmosférica mediante chimeneas de elevada altura, etc. Los sistemas de vigilancia continua de la calidad ambiental en el entorno de las centrales, que incluían el control del agua de lluvia y los estudios de impacto y seguimiento demostraron, desde el primer momento, la efectividad de los sistemas aplicados. Actualmente se están desarrollando tecnologías que permitan una combustión «limpia» del carbón. Por su parte, los riesgos de contaminación química, a causa de los vertidos procedentes del sistema de tratamiento del agua para su conversión en vapor, se evitan mediante la depuración de las aguas residuales hasta los límites establecidos por la Ley, de forma que no se produzca daño alguno en el río, lago, mar, etc. al que se vierten. En cuanto a la elevación de la temperatura del medio líquido que se produce como consecuencia del vertido del agua de refrigeración utilizada para condensar el vapor (contaminación térmica), se puede afirmar que actualmente es despreciable, pues la refrigeración se efectúa generalmente en circuito cerrado, empleando torres de refrigeración. En aquellas centrales antiguas en las que el circuito es abierto, el sistema de refrigeración está calculado en forma tal que la elevación de la temperatura del agua queda dentro de los límites legislados y no se produce significativa alteración del ecosistema. También podría ser tomado en consideración un último efecto sobre el medio ambiente, común a muchas otras industrias, que es la llamada contaminación acústica, debida al nivel de ruido producido por ciertos equipos que forman parte de la central. En la actualidad, ya son muchas las centrales que tienen instalados insonorizadores en sus elementos más ruidosos, de forma que el ruido en el exterior de la central se mantiene en unos límites aceptables, teniendo en cuenta su mayor o menor proximidad a los núcleos urbanos. Para un mayor detalle véase la publicación La Industria Eléctrica y el Medio Ambiente, editada por UNESA en el año 2000. 112 ¿Qué son las nuevas tecnologías «limpias» de combustión del carbón? A lo largo de la década de los ochenta se han desarrollado varias tecnologías de la combustión «limpia» del carbón dirigidas a la generación eléctrica, que permiten una fácil y eficiente captura del azufre del combustible y además dan lugar a bajos niveles de formación y emisión de óxidos de nitrógeno. Con estas tecnologías se trata de evitar las plantas de tratamiento de los gases de combustión procedentes de las instalaciones convencionales, tanto para eliminar óxidos de azufre como óxidos de nitrógeno. Estas plantas implican inversiones extra importantes y reducciones de la eficiencia de las instalaciones. Estas tecnologías no sólo minimizan las emisiones de óxidos de azufre y de nitrógeno, sino que reducen la emisión de metales pesados y otros contaminantes sobre los que no hay normativas específicas. En el transcurso del tiempo, desde que se inició el desarrollo de estas tecnologías, ha ido tomando importancia incrementar la eficiencia energética de generación, tanto por su incidencia en los costes de producción, como por su relación con una menor emisión de CO2. Estas nuevas alternativas tecnológicas, que en principio se dirigieron hacia el uso exclusivo de carbón, se ha comprobado que también son de aplicación a las fracciones pesadas del refino del petróleo o al uso de crudos pesados. Estas tecnologías se encuentran en niveles diferentes de maduración industrial y su aplicación introduce grados distintos de fiabilidad en las instalaciones resultantes. A continuación se hace una síntesis de las alternativas básicas que existen hoy día sobre las tecnologías de uso limpio en la combustión de carbones: – Calderas de carbón pulverizado convencionales, incluyendo sistemas de lavado de gases. Es una opción de bajo rendimiento energético, en torno a 36%, pero muy probada y de alta fiabilidad. No es apropiada para carbones de alto contenido en azufre. – Calderas de carbón pulverizado con ciclos supercríticos, incluyendo sistema de lavado de gases. Es una opción que mejora el rendimiento energético hasta niveles de 42%. No 122 – – – – está muy probada y la inversión específica es elevada. Requiere carbones de alta calidad. Calderas de lecho fluido burbujeante. Es una opción poco extendida. El rendimiento energético se situaría en torno al 36%. Requiere carbones de media o alta calidad. Puede ser una opción de aplicación inmediata para plantas de generación eléctrica de potencia media y alta. Calderas de lecho fluido atmosférico (circulante). Es una opción muy probada y madura que tiene un bajo rendimiento energético, del orden del 32%. Por el contrario, tiene un buen comportamiento ambiental y es muy adecuada para utilizar combustibles sucios, de baja calidad. Es adecuada para instalaciones de media y baja potencia. Sistemas de combustión en lecho fluido a presión. Es una alternativa madura que ofrece diseños fiables para carbones de media y alta calidad. Su rendimiento, del orden de 42%, y su comportamiento ambiental son buenos. Gasificación y ciclo combinado. Es una opción fiable en sistemas no muy integrados y con carbones de buena calidad, que además está madurando para diseños más complejos y combustibles difíciles, buscando un rendimiento energético elevado, del orden de 45%. Su comportamiento ambiental es muy bueno y esa puede ser su gran ventaja. Ya que por el contrario su inversión específica es muy elevada. Sin embargo, actualmente existen alternativas de generación como es el caso del gas natural en plantas con ciclo combinado, que tienen unos costes de inversión más bajos, además de ser atractivo desde el punto de vista medioambiental. Todo esto hace que el interés actual sobre las tecnologías de uso limpio del carbón haya decrecido, últimamente lo cual está siendo un freno para completar el desarrollo de estas tecnologías, que previsiblemente serán necesarias en un futuro no muy lejano. 123 ¿Qué es la combustión del carbón en lecho fluido? L a combustión de carbón en lecho fluido es una nueva tecnología que permite una utilización más limpia y eficiente del carbón en las centrales termoeléctricas. Consiste, esencialmente, en efectuar la combustión del carbón en un lecho compuesto por partículas de este combustible, sus cenizas y un absorbente alcalino –generalmente caliza– que se mantiene suspendido por la acción de una corriente ascendente de aire. De esta forma, el conjunto tiene la apariencia de un líquido en ebullición. Con ello, se obtiene un mejor rendimiento en el proceso de combustión, al haber una mayor superficie de contacto entre el aire y las partículas reaccionantes. El aspecto más positivo de esta nueva tecnología es que se consigue con ella una considerable disminución del impacto medioambiental, ya que da lugar a una fuerte reducción de las emisiones de óxidos de azufre (SO2), de nitrógeno (NOx) y de carbono (CO2) en el proceso de combustión. Hay dos tipos fundamentales de combustión en lecho fluido: por un lado, la tecnología de lecho fluido atmosférico, que logra niveles de reducción de emisiones de SO2 de entre un 60% y un 95% en comparación con una central de carbón convencional, así como disminuciones apreciables en las de NOx y CO2; por otro, la tecnología de lecho fluido a presión, que puede conseguir niveles de eficiencia térmica superiores al 40% y reducciones, asimismo, sustanciales en las emisiones de los gases citados. ¿Qué es la combustión del carbón en lecho fluido atmosférico? 124 E n este sistema, la combustión se realiza en el seno de una masa que se mantiene en suspensión mediante una corriente de aire ascensional, la cual fluidifica esa masa y proporciona el comburente necesario para el desarrollo de la propia combustión. La masa en suspensión está formada por las cenizas del combustible, un absorbente mineral, en la mayoría de los casos caliza, y el propio combustible, carbón u otro; éste participa en pequeña proporción en el lecho (menos del 5% del mismo), lo que hace al proceso bastante flexible frente a la calidad del carbón. Como la temperatura del lecho se mantiene en unos 850 °C, hay dos aspectos positivos en el campo de las emisiones de contaminantes: – Retención del azufre del combustible en las 113 cenizas del lecho. El proceso tiene lugar mediante una serie de reacciones que se desarrollan en el sentido deseado y con buena cinética a las temperaturas de trabajo. Se consiguen retenciones de azufre S+O2 ⇒ SO2; CO3Ca ⇒ CaO + CO2; SO2+CaO+1/2O2 ⇒ SO4Ca (cenizas). – El nivel de los óxidos de nitrógeno que se forman es bajo a esas temperaturas de trabajo. Asimismo, se pueden retener los compuestos de cloro y de flúor y metales pesados que se desarrollen en la combustión en razón de su presencia de combustible. Por tipos de calderas, para esta tecnología pueden emplearse: a) Calderas de lecho fluido burbujeante. En este tipo de calderas, la velocidad del aire de fluidificación es baja, entre 1 y 3 m/s. Esto mantiene un lecho suspendido propiamente dicho, con una altura de lecho pequeña, en general de menos de 1 m. Las cenizas de combustión se extraen por el fondo del lecho y una mínima parte desde el ciclón de primera limpieza de gases. El contacto de los gases de combustión con el absorbente tiene lugar durante un periodo de tiempo corto. Esto hace que la retención de azufre no sea muy elevada, ligeramente superior al 90%. Asimismo, la formación de óxidos de nitrógeno no es muy baja, por encima de 200 mg/Nm3, llegando a veces a los 300 mg/Nm3. La razón de ello es que, en general, se trabaja con un exceso de aire del orden del 20% y en el lecho puede haber zonas calientes, con temperaturas por encima de los 850 °C. Por el contrario, el diseño térmico de estas calderas es muy bueno. En el lecho se disponen tubos de agua para la vaporización, con lo cual los gases que abandonan el lecho, todavía a 850 °C, ya sólo tienen que suministrar calor para el sobrecalentamiento y recalentamiento del vapor. Esto permite que el título del vapor sea elevado, similar al correspondiente de las calderas de carbón pulverizado. Estas calderas se han mostrado adecuadas para quemar carbones de media y buena calidad, 114 con moderado contenido en cenizas y azufre. A mediados de los noventa se construyó una planta comercial en Japón, Takehara, de 350 MWe de potencia. La instalación está funcionando a plena satisfacción, tanto en los parámetros energéticos como ambientales. b) Calderas de lecho fluido circulante. En estas calderas la velocidad del aire de fluidificación en el combustor es elevada, entre 7 y 15 m/s. El lecho no se mantiene como tal, sino que las partículas son arrastradas hasta uno o varios ciclones donde se hace la separación de gas y sólidos. Estos retornan al combustor a través de una válvula especial o de un enfriador externo también de tipo fluidificado. La formación de óxidos de nitrógeno es baja, de hecho, algunas instalaciones han llegado a emisiones inferiores a 120 mg/Nm3. La razón de ello es la posibilidad de realizar una buena combustión, con un bajo exceso de aire, así como el ya citado buen control de temperatura. Este tipo de caldera se ha mostrado también muy adecuado para quemar cualquier tipo de combustible, con elevados contenidos en azufre y en cenizas, incluso estériles de lavadero de muy bajo contenido en carbón. Igualmente se pueden utilizar para quemar fracciones pesadas del petróleo. En España se cuenta con una instalación, La Pereda (Asturias), de 50 MWe de potencia que quema carbones residuales de baja calidad, incluyendo los estériles de lavadero acumulados en los valles mineros; en este sentido, contribuye claramente a realizar una buena labor ambiental al eliminar estos residuos. La planta funciona con muy buena disponibilidad y parámetros ambientales. Por el contrario, el rendimiento energético es moderado, como corresponde a esta tecnología. La mayor planta de generación eléctrica con caldera de lecho fluido circulante es la de Gardanne (Francia), de 250 MWe de potencia, que quema carbones subbituminosos de alto contenido en cenizas y en azufre, y fracciones pesadas del petróleo líquidas, pero de elevada viscosidad, con elevado contenido en azufre. 125 ¿Qué es la combustión del carbón en lecho fluido a presión? E s un sistema integrado en el cual la caldera se sitúa en una vasija que se encuentra a presión superior a la atmosférica. Los gases de combustión, una vez que están limpios de partículas, se expanden en una turbina de gas donde la transformación energética permite el accionamiento del compresor que suministra aire a la caldera y de un generador eléctrico. Los gases expandidos aún conservan suficiente calor latente, que se recupera en un intercambiador donde se precalienta el agua de alimentación de caldera, economizador. El vapor producido en la caldera se expansiona en una turbina de vapor, donde la transformación energética permite el accionamiento de un segundo generador eléctrico. El sistema produce la mayor parte de la energía eléctrica en la turbina de vapor, del orden del 80%, mientras que el resto se da en la turbina de gas. Los consumos en servicios auxiliares se mantienen al nivel de las plantas convencionales, del orden del 5% de la producción bruta de electricidad. El rendimiento energético de todo el sistema se sitúa en el entorno del 42%, lo cual supone un incremento importante frente a los sistemas convencionales de generación eléctrica. La turbina de gas es un componente importante en este sistema. Por un lado es la clave para realizar la regulación de carga, las empleadas en la actualidad son de eje partido, un lado gira a velocidad fija, con los cuerpos de baja del compresor y la turbina, según se demande el flujo de aire o varíe el flujo de gas. En el año 1991 se pusieron en operación las tres plantas de demostración que aparecen detalladas a continuación: – Central Térmica de Escatrón, que fue la primera planta de demostración en España. (Ver Gráfico IV.3) – Tidd, en EE.UU., financiada por el Department of Energy (DOE), que se concibió como un ensayo, el cual se pararía una vez obtenidos los datos operativos necesarios. – Vartän, en Suecia, una instalación pseudocomercial para cogeneración de electricidad y calefacción en la ciudad de Estocolmo. Ope- ra con carbón de alta calidad y bajo contenido en azufre, por debajo del 1%. Este sistema de combustión de lecho fluido a presión supone una elevada retención de azufre en las cenizas, en general siempre por encima del 90% y, asimismo, las emisiones de óxidos de nitrógeno son moderadas, de 300 mg/Nm3 o inferiores. La tecnología está actualmente en fase comercial, aunque admite mejoras de madurez típicas de cualquier diseño novedoso. Si la planta de Karita (en Japón, de 375 MW) muestra un funcionamiento con adecuada disponibilidad, se tiene una opción claramente utilizable, al menos para carbones de media y alta calidad. La inversión parece que será ligeramente superior a las centrales de carbón pulverizado con sistemas de limpieza de gases. La experiencia española de este tipo de tecnología se tiene de la planta piloto de Escatrón (Gráfico IV.4). Su objetivo era adecuar la tecnología de combustión en lecho fluido a presión a la utilización limpia de los lignitos negros de Teruel, una de las mayores reservas de carbón en España, pero que tienen alto contenido en cenizas y en azufre. Para el ensayo se utilizó el grupo n.o 4 de la central térmica de Escatrón, que ya tenía 30 años de vida cuando se planteó la reconversión. En ésta se recuperó la turbina de vapor y la mayoría de los componentes del ciclo, condensador, líneas de circulación de agua, etc. (Véanse Gráfico IV.6 y fotografía inferior correspondientes a la planta de Escatrón.) Planta de demostración de Escatrón. 115 Gráfico IV.6 Diagrama general de la planta de Escatrón Fuente: Central térmica de Escatrón. La planta se diseñó para 79 MWe de potencia y se puso en funcionamiento en el año 1991; los problemas operativos en el inicio fueron, como es lógico, importantes, pero aún así se consiguió sobrepasar las 1.300 horas de combustión de carbón en ese primer año; en el segundo se llegó a las 3.500 horas y a partir de ahí se opera a ritmo de unas 5.000 horas anuales. Ha habido algunos problemas con la alimentación y con la combustión del carbón (se trabaja también con el carbón de Mequinenza, además del de Teruel), pero se han ido subsanando con las modificaciones de diseño oportunas. La planta ha llegado a operar a la potencia de diseño, pero se ha visto que en esta situación estaba sobrecargada. Su potencia de trabajo en óptimas condiciones se sitúa entre 65 y 70 MWe. En este nivel de potencia el funcionamiento es continuado, sin especiales problemas. El mayor éxito de la instalación es su comportamiento ambiental. La retención de azufre en las cenizas ha sido siempre superior al 90%, del orden del 92%, aunque se ha llegado a operar con 95% de retención 116 en circunstancias especiales. Las emisiones de óxidos de nitrógeno se sitúan en 300 mg/Nm3; cuando se operaba con menor exceso de aire estas emisiones se situaban en el entorno de 150 mg/Nm3. ¿Qué es la gasificación del carbón? L a gasificación del carbón pertenece al grupo de nuevas tecnologías de combustión de carbón que han sido puestas a punto a lo largo de los últimos años. En general, puede efectuarse de dos formas: transformando en gas el carbón una vez que éste es extraído de la mina, para lo cual se inyecta en un reactor gasificado de oxígeno –o aire y vapor– junto con el mineral a fin de dar lugar a un gas apto para ser quemado en una central eléctrica; o efectuando una gasificación «in situ» o subterránea, es decir, inyectando oxígeno directamente en el yacimiento. Esta última opción, una vez completamente desarrollada, permitirá el aprovechamiento de yacimientos que, por su especial con- 126 figuración y profundidad, plantean graves problemas técnicos y económicos en la extracción del mineral. Los reactores de gasificación se han diseñado para trabajar a presión atmosférica, pero en la actualidad, en generación eléctrica, se construyen para operar a presión, con lo cual se reduce el volumen de gases y se incrementa la eficiencia energética final. Los procesos de gasificación son de muy diverso tipo. Se puede trabajar a alta o baja temperatura: en el primer caso, las cenizas del carbón se extraen como escoria fundida, lo cual aconseja no utilizar en estos procesos carbones de alto contenido en cenizas. En los de baja temperatura, la transformación a gas no es completa en los combustibles de baja reactividad, es decir, con carbones de bajo contenido en materias volátiles. Los reactores más comunes en la gasificación del carbón son de tres tipos, todos ellos concebidos para utilizar oxigeno como agente gasificante. – Lecho fijo, de alta temperatura. Es el clásico gasógeno y en él los gases arrastran alquitrán y otros productos químicos que se retiran para su venta. Es una opción adecuada para obtener gas combustible, pero no adecuada para generación eléctrica. – Lecho fluido, de baja temperatura. Puede fijar parte del azufre del combustible en el lecho. Es adecuado para utilizar lignitos en la generación eléctrica y en ese sentido se trabaja en Alemania. – Lecho arrastrado, de alta temperatura. Se obtiene gas sin subproductos químicos. Es adecuado para todo tipo de carbones, sea cual sea su reactividad, y también para fracciones pesadas del petróleo. Es un sistema bien aceptado en el sector eléctrico. Los gases han de ser depurados para su empleo como combustible en la generación de electricidad. Un primer paso es la eliminación de partículas, y a estos efectos se está extendiendo la aplicación de filtros cerámicos, que permiten una limpieza muy profunda de sólidos. El azufre del combustible se encuentra en los gases en forma de SH2 y, mediante un proceso químico, se elimina en forma de SO2 o como azufre líquido. Se consigue eliminar del orden del 99% del azufre contenido en el combustible. ¿En qué consiste la tecnología de gasificación del carbón y ciclo combinado integrados? 127 L a tecnología de gasificación del carbón está consiguiendo en los últimos años resultados positivos cuando se encuentra acoplado a un ciclo combinado, es decir, a sistemas que permiten el aprovechamiento conjunto de una turbina de vapor y otra de gas. Por consiguiente, el gas combustible procedente de la gasificación, una vez limpio, se utiliza como combustible en la turbina de gas de un ciclo combinado con turbina de vapor. El proceso en sí es limpio de emisiones de partículas y compuestos de azufre. Además, las emisiones de óxidos de nitrógeno pueden ser también bajas si el proceso de combustión en turbina de gas se desarrolla con los adecuados sistemas de reducción de la formación de NOx, por ejemplo con inyección de vapor en la cámara de combustión. Este sistema de generación eléctrica implica un buen rendimiento energético, del orden del 45% referido al poder calorífico inferior. Ello redunda en una menor emisión específica de CO2 por kWh, valor que se puede reducir si a los gases procedentes de la gasificación se les aplica una etapa de extracción del mismo. Este proceso de generación es esencialmente limpio, pero a costa de un diseño complejo, con un número de subsistemas más numeroso que el correspondiente a las instalaciones convencionales y a las de combustión en lecho fluido a presión. La inversión específica de una planta de gasificación y ciclo combinado de alto rendimiento energético es elevado. Esto supone el mayor obstáculo para la extensión de la tecnología. El primer ensayo de gasificación de carbón con aplicación en ciclo combinado fue el de la planta de Cool Water, en California, puesta en operación en la primera mitad de la década de los ochenta. Se han construido con posterioridad varias plantas comerciales en EE.UU. utilizando procesos diferentes; en ellas se ha hecho mayor hincapié en la fiabilidad y en los resultados ambientales que en el rendimiento energético. En Europa se piensa en la utilización de la tecnología de gasificación y ciclo combinado no sólo por su alto nivel de limpieza, sino también por el probable rendimiento energético alto. Su aplicación se diri- 117 ge tanto al carbón como a las fracciones pesadas del petróleo; de hecho ya se está construyendo una unidad de este tipo en el sur de Italia. 128 ¿Cómo funciona una central de gasificación del carbón y ciclo combinado integrados? L a primera central española de este tipo de tecnología es la de ELCOGAS en Puertollano, de potencia 320 MW. Es un proyecto de carácter europeo, en el cual participan varias empresas eléctricas de Portugal, Italia, Gran Bretaña y Francia, además de España, más los fabricantes de los equipos principales. Cuenta con subvenciones de la Unión Europea y de fondos españoles a la investigación. Su objetivo principal es demostrar la viabilidad comercial de los diseños de alto grado de integración y, por lo tanto, con elevado rendimiento energético. El combustible es la mezcla al 50% del carbón de Puertollano, de alto contenido en cenizas y bajo contenido en azufre, y cok de petróleo, de alto contenido en azufre y de bajo contenido en cenizas. Es un combustible de difícil utilización y, si el comportamiento resultase positivo, se habría dado un gran paso para demostrar que la gasificación es una alternativa de futuro para la generación eléctrica limpia y eficiente. El proceso de gasificación elegido es el de lecho arrastrado con oxígeno, a una presión de trabajo de 24 bars; la alimentación de combustible se hace mediante torre de inyección en vía neumática. El diseño es de alta integración y la temperatura de combustión en turbina de gas, en el entorno de los 1.200 °C, a fin de conseguir una elevada eficiencia energética. (Véase fotografía inferior) La instalación se diseñó de forma que el ciclo combinado estuviera disponible en un periodo de tiempo corto, antes que la propia gasificación. La planta pudo comenzar a generar electricidad con gas natural como combustible a los dos años de iniciarse el proyecto. La planta ha empezado ya a gasificar carbón y cok de petróleo y está en periodo de adaptación para Central térmica de ELCOGAS de gasificación de carbón con ciclo combinado (Puertollano). 118 Gráfico IV.7 Esquema de una central de gasificación de carbón y ciclo combinado Fuente: UNESA. resolver los problemas operativos que, lógicamente, aparecen en una instalación novedosa como ésta. En el Gráfico IV.7 se presenta un esquema de funcionamiento más detallado de este tipo de centrales. Las centrales de gasificación integrada en ciclo combinado utilizan como combustible, para una turbina de gas, el producto resultante de la gasificación de otros combustibles –generalmente, carbón o coque de petróleo– que se lleva a cabo en la propia central; y, a continuación, aprovechan el calor residual para, mediante una caldera de recuperación, alimentar una turbina de vapor (9). La energía eléctrica final que se produce es, por lo tanto, la suma de la generada en el ciclo de vapor y de la generada en el grupo de gas. En primer lugar, el carbón es transportado y descargado por camiones (1) en el parque de carbón (2). Desde el parque, una cinta transportadora envía el carbón de mina a la planta de preparación de combustibles (3), donde éstos son pulverizados y secados mediante el nitrógeno procedente de una unidad de fraccionamiento de aire (6). En dicha planta, se limpia y enfría el aire para obtener oxígeno, que se utiliza para la gasificación del carbón, y nitrógeno, que se emplea en aumentar el rendimiento del grupo de gas y en la planta de preparación de combustibles. El gasificador (7) recibe el combustible pulverizado procedente de la planta de preparación y se produce en su parte inferior, mediante la inyección de oxígeno y vapor de agua, un gas sintético a muy alta temperatura. El calor de este gas es aprovechado para aportarlo al agua del ciclo y generar vapor que se expandirá en la turbina de vapor (11). Una vez enfriado el gas sintético, las cenizas existentes solidifican y las escorias (4) son retiradas. El gas obtenido en el gasificador, antes de ser quemado, pasa por la unidad de desulfuración (10), en la que se extrae el azufre; una vez limpio, el gas es enviado al grupo de gas (6). El grupo de gas se compone de un compresor, que toma aire exterior y lo adapta a las condiciones necesarias para que la combustión sea óptima; una cámara de combustión, donde es quemado el gas; y la propia turbina de gas (8), en la que los gases de combustión se expanden y mueven un generador eléctrico. La energía eléctrica gene- 119 rada en éste es enviada a los transformadores del parque de alta tensión (14) para adaptar sus condiciones de tensión e intensidad a las de la red de transporte de energía eléctrica (15). En la caldera de recuperación (9), se aprovecha el calor residual de los gases de combustión procedentes de la turbina de gas para, antes de liberarlos a la atmósfera, producir vapor a diferentes presiones. Este vapor es enviado a la turbina de vapor (11). Como antes se ha mencionado, en la caldera del gasificador también se produce vapor, aprovechando la alta temperatura a la que se genera el gas sintético para vaporizar agua precalentada en la caldera de recuperación. Al igual que en el caso de la turbina de gas, la turbina de vapor mueve un generador que produce energía eléctrica; ésta es enviada a continuación al parque de alta tensión (14) y de éste, a la red de transporte (15). El vapor de agua a la salida de la turbina es condensado (12) mediante el intercambio de calor con el agua del circuito de refrigeración. Esta agua es enviada a la torre de refrigeración (16) para que libere el calor recibido. Los residuos de la central son tratados en la planta de tratamiento de efluentes (20). En la unidad de tratamiento de agua (17), se toma agua del depósito de agua cruda (18) y se desmineraliza antes de aportarla al ciclo de vapor, a fin de proteger los componentes del mismo. 129 ¿Investigan las empresas eléctricas españolas en nuevas tecnologías de combustión del carbón? L as empresas eléctricas de UNESA han desarrollado desde 1980 un amplio plan de investigación –denominado Programa de Investigación y Desarrollo Tecnológico Electrotécnico (PIE)– en el que se da especial importancia a los proyectos relativos a la utilización eficiente de combustibles fósiles en las centrales termoeléctricas y al control de su impacto medioambiental. En el marco de dicho programa, se han desarrollado proyectos de investigación sobre combustión 120 en lecho fluido, gasificación de carbón, licuefacción de lignitos, análisis de calidad de carbones, lavado de lignitos, sistemas de desulfuración, equipos de medida de emisiones contaminantes, reducción de emisiones por inyección de caliza, control de sistemas de combustión, catalizadores de NOx, etc. Las inversiones realizadas en el marco del PIE en proyectos relativos a combustibles fósiles fueron de unos 10.000 millones de pesetas. A ellas deben añadirse las que hacen a título individual cada una de las empresas asociadas en UNESA. ¿Qué perspectivas presenta España para la producción de electricidad con carbón? E s de prever que el carbón va a seguir ocupando un lugar importante en la producción eléctrica española. No obstante, es imprescindible que la utilización del carbón nacional en la generación de energía eléctrica esté sujeta a criterios de racionalidad y prudencia: en primer lugar, teniendo en cuenta el nivel de reservas disponibles y su coste de extracción; en segundo lugar, fomentando su uso eficiente; y, en tercer lugar, asumiendo el objetivo de reducir al máximo el impacto medioambiental. Por lo que se refiere a este último aspecto, hay que señalar que la normativa en la UE es cada vez más restrictiva y exige mayores controles en las emisiones, dado la necesidad de cumplir el Protocolo de Kioto. Por consiguiente, cabe esperar que en los próximos años no se produzcan incrementos significativos de este tipo de centrales en el parque eléctrico español, dado que la mayor parte de este incremento estará cubierto por las nuevas centrales de ciclo combinado de gas natural, por su atractivo coste y su menor impacto medioambiental. Es previsible que en una década se cierren algunas instalaciones, las más obsoletas. Parte de esa potencia se debería pensar en sustituir por nueva potencia; en este caso habría que pensar en tecnologías limpias, recordemos la directiva europea que lleva a que en el año 2007 las nuevas instalaciones deberán disponer de «la mejor tecnología disponible». Por otro lado, se ha de pensar claramente en los carbones de importación como fuente mayoritaria 130 de generación eléctrica. Asimismo, se han de utilizar sistemas con alto rendimiento energético: calderas supercríticas, combustión en lecho fluido a presión y gasificación. Quizás, la alternativa de lecho fluido a presión sea la más adecuada a las características de nuestro sistema eléctrico. Evidentemente, el mercado dictará sus normas: el precio relativo del carbón y del gas natural será un condicionante a la hora de dirigirse hacia uno u otro combustible. La elección entre unas u otras tecnologías aplicables al carbón también será una cuestión de análisis final de costes, internalizando los relativos al medio ambiente. 131 también en cenizas. Dos alternativas parecen ser posibles hacia un futuro: combustión en lecho fluido circulante o sistemas de combustión en lecho fluido a presión, aunque en esta última opción deberá tenerse en cuenta el contenido y características de las cenizas. – Puertollano. Es un carbón alto en cenizas, de bajo contenido en azufre y explotable a cielo abierto. Ya se dispone de una planta de gasificación y ciclo combinado. – Lignitos pardos de La Limia. Son carbones de alto contenido en humedad y bajo contenido en azufre. Las reservas no son muy elevadas y se encuentran debajo de tierras de labor. Habrán de explotarse a cielo abierto, con los consiguientes problemas de expropiaciones que ello conllevaría. Quizás la solución más adecuada sea la gasificación en lecho fluido con sistema de generación eléctrica mediante ciclo combinado. ¿Cómo se adecúan las nuevas tecnologías del carbón a las cuencas carboníferas españolas? E n España hay algunas cuencas que es preciso seguir teniendo en cuenta en el futuro, aunque en la actualidad puedan sufrir una cierta recesión. Deberá tenerse en cuenta en su momento el correspondiente coste de extracción de carbón: – Bierzo-Villablino. Son carbones de bajo contenido en materias volátiles y alto contenido en cenizas, este último se incrementará en la medida que la minería se mecanice para poder mantener costes y a la vez desaparezca el lavado para suministrar granos para usos domésticos. Las reservas son altas y merece la pena hacer un esfuerzo para diseñar alternativas. La combustión en lecho fluido circulante podría ser la opción más adecuada. – Norte de León. Son carbones de media o buena calidad. Para futuras centrales se pueden pensar diferentes alternativas; quizás los sistemas de combustión en lecho fluido a presión pudieran ser una buena opción. – Carbones subbituminosos de Teruel. Son las mayores reservas explotables de carbón en España, de ellas una parte importante son extraíbles a cielo abierto. Por el contrario, son carbones de muy alto contenido en azufre y ¿Qué son las centrales térmicas bicombustibles? 132 S on centrales termoeléctricas convencionales cuyos equipos pueden consumir indistintamente gas o fuelóleo. Reciben asimismo el apelativo de centrales térmicas bicombustibles o de combustibles varios. ¿Qué grupos térmicos convencionales se han convertido para poder quemar gas natural? 133 L os grupos termoeléctricos que se han convertido para poder quemar también gas natural recientemente son los presentados en la Tabla IV.7 adjunta. Cabe señalar, como casos particulares de la lista precedente, que el protocolo firmado por ENAGAS y las empresas de UNESA incluye, aparte de los grupos que fueron convertidos a gas natural, la potencia de Puertollano 2, que en realidad es una instalación de gasificación de carbón y ciclo combinado. 121 ¿Cuáles son las principales ventajas de una central de gas de ciclo combinado? Tabla IV.7 Centrales térmicas de UNESA convertidas para poder quemar gas natural (bicombustibles) Central térmica Besós 1 Besós 2 Foix San Adrián 1 San Adrián 2 Aceca 1 Algeciras 1 Algeciras 2 Cristóbal Colón 2 Santurce 1 Puertollano ELCOGAS TOTAL Potencia (MW) 150 300 520 350 350 314 220 533 148 395 330 3.610 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 134 ¿Cuál es la situación actual de la producción de electricidad con gas natural en España? H ay algunas centrales termoeléctricas (se las denomina centrales bicombustibles o mixtas) que están equipadas para consumir indistintamente gas natural u otros tipos de hidrocarburos (fuel, gasóleo, fuel siderúrgico). En los últimos años de la década de los noventa, se transformaron a gas natural 3.610 MW de potencia en centrales de fuelóleo. Estas centrales pueden, en general, seguir consumiendo fuelóleo. Las cantidades consumidas de combustibles gaseosos se han incrementado a lo largo de los años –han pasado de 620 millones de m3 a 4.465 millones de m3 entre 1970 y 2001–, el gas todavía representa un porcentaje pequeño de la generación total de electricidad en España. La evolución del consumo de gas en las centrales termoeléctricas españolas para el periodo 19702001 está presentada en la Tabla IV.8 adjunta. Este consumo se incrementará en los próximos años de forma importante con la entrada de los nuevos grupos de ciclo combinado. 122 E l desarrollo tecnológico en los últimos 10 años ha permitido pasar de turbinas de gas de 125 MW y rendimiento 33% a potencias de 250 MW y rendimiento superior al 37%. Este avance en las turbinas de gas ofrece, actualmente, ciclos combinados con rendimiento cercano al 60% y potencias de 800 MW. En este sentido, hay que mencionar, en primer lugar, la mejora de los rendimientos de conversión calor/electricidad en este tipo de tecnología, que puede situarse en el entorno del 60%. También es destacable la modularidad y estandarización en la fabricación de estas unidades, que permite una mayor adaptación a las necesidades concretas de un sistema o proyecto determinado, a un coste muy inferior que el que resultará con otra tecnología. En la actualidad, el módulo estándar de un ciclo combinado está en el entorno de los 400 MW para sistemas eléctricos con frecuencia de 50 Hz, pero existen líneas de investigación apuntando hacia tamaños menores que permiten mayor capacidad de adaptación a la demanda. Por lo que se refiere a la estandarización en los procesos de fabricación, ha permitido pasar a Tabla IV.8 Evolución del consumo de gas en centrales térmicas. Sistema UNESA Años Millones m3 Años Millones m3 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 620 726 618 542 164 1.349 1.384 1.143 1.310 1.801 2.207 2.707 2.517 1.651 1.890 2.547 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 1.738 2.007 1.904 2.147 2.485 2.479 2.339 1.130 1.649 1.795 1.246 3.291 3.521 3.917 4.203 4.465 Fuente: Red Eléctrica de España. 135 esquemas de suministro llave en mano, reduciéndose los tiempos de construcción en relación a tecnologías convencionales, con periodos en el entorno de los 30 meses. La rapidez de arranque de las turbinas de gas y su flexibilidad de operación son otras de las ventajas significativas que aporta este tipo de centrales. Las altas prestaciones que se demandan a las máquinas exigen, como contrapartida, frecuentes, complejas y precisas intervenciones de mantenimiento preventivo, fundamentalmente en la turbina de gas. Es necesario asegurar una alta disponibilidad para conseguir producciones, y por lo tanto ingresos, que permitan la recuperación de la inversión. Ello deriva en un coste elevado de repuestos para mantener valores de disponibilidad, como mínimo, del mismo orden que las centrales clásicas (85-90%). Directamente relacionado con el desarrollo de los ciclos combinados está la utilización del gas natural como combustible, que resulta idóneo para este tipo de instalaciones. Esto, unido a la liberalización de los mercados energéticos, ha dado un gran impulso a la utilización del gas natural en la generación eléctrica. Estas unidades de generación resultan muy competitivas tanto para cubrir nuevas necesidades de potencia instalada, como en sistemas maduros en los que están en situación de competir incluso con unidades de tecnología convencional totalmente amortizadas. En un ciclo combinado, el coste del combustible representa el 65% del total, los costes de capital, el 24%, y la operación y mantenimiento, del orden del 11%. Por ello un parámetro fundamental para la viabilidad de un ciclo combinado es el precio del gas natural. El coste de este combustible suele estar ligado al del petróleo y, por tanto, presenta las mismas incertidumbres respecto a su evolución futura. El volumen de inversión inicial y la estructura de costes indicada obligan a disponer de un suministro fiable a largo plazo y al más bajo coste posible. Central térmica de carbón de Litoral (Almería). 123 Además de los aspectos puramente económicos de su explotación, un punto clave de las centrales de ciclo combinado es su bajo impacto ambiental. 136 ¿Cuáles son las perspectivas de producción de electricidad con centrales de ciclo combinado? L as directrices de la política energética española se orientan en la actualidad por un sustancial incremento del papel del gas natural en el abastecimiento energético total del país a lo largo de los próximos años. En concreto, el gas natural supuso en el año 2000 el 12,2% de la demanda nacional de energía primaria, frente solamente al 5,57% que representaba en 1990. Lógicamente, en la producción de electricidad ha habido también en los últimos años una creciente utilización de este combustible. Por ejemplo, en 2001 la generación de energía con gas supuso el 10% de la producción eléctrica peninsular –es decir, unos 24.000 millones de kWh–, frente al 0,4% que representaba en 1990. En el documento “Planificación de los sectores de la electricidad y gas. Desarrollo de las redes de transporte 2002-2011” aprobado por el Gobierno en octubre de 2002, las bases del desarrollo eléctrico en España durante la presente década pasan, aparte del fomento de las energías renovables, por una importante introducción de gas natural para plantas de ciclo combinado. Éstas combinan un menor impacto ambiental con una mayor eficiencia energética, por lo que constituyen actualmente la tecnología de referencia. Sin embargo, las nuevas centrales deberán contar con las centrales existentes, renovables, nucleares y térmicas convencionales, que tengan costes variables reducidos. Por consiguiente, es en el hueco restante de la curva de carga donde los nuevos grupos de generación de ciclo combinado tienen cabida; la incógnita se sitúa en el tamaño del mismo. En la actualidad existe ya un espacio, correspondiente a parte de la producción de carbón nacional (sin prima de funcionamiento) y a la de fuel/gas. Por otra parte, el crecimiento de la demanda y la evolución de la cogeneración son también variables importantes para analizar la cabida de los nuevos grupos de ciclo combinado. Asimismo, aunque cada sistema eléctrico español tiene una componente de producción hidráulica 124 con embalses de regulación muy importante, se crea una banda más «vacía» unos años y más «llena» otros, dependiendo del aporte de esta energía, lo que introduce una cierta volatilidad en el funcionamiento de los nuevos ciclos combinados. En definitiva, la implantación real de la tecnología de ciclo combinado será en función, en esencia, de la evolución de muchos factores, pero tiene numerosas ventajas sobre otras opciones. Así, el mayor o menor acierto de estas centrales estará basado en que se cumplan las expectativas de nuevos desarrollos tecnológicos y de la evolución real de los precios del gas natural. Una proyección orientativa podría ser que, de acuerdo con las previsiones del Ministerio de Economía, en el plazo de 10 ó 12 años, entre el 30 y el 35% de la producción de electricidad vendría del gas natural (teniendo en cuenta la cogeneración con este combustible). ¿Cómo afectan las centrales termoeléctricas de gas al medio ambiente? D e acuerdo con las directrices del Ministerio de Economía establecidas en octubre de 2002, además de la preparación de un plan de ahorro y eficiencia energética y del fomento de la cogeneración, se apuesta por la introducción masiva del gas natural y de las energías renovables en la generación de electricidad, lo que supondrá una considerable reducción de las emisiones asociadas, y representa una de las mayores aportaciones a la estrategia española de lucha frente al cambio climático. Este fomento de la utilización del gas natural para la generación de electricidad está siendo llevado a cabo en otros países de la UE por sus ventajas medioambientales en comparación con el carbón y el fuelóleo, entre otros factores. En efecto, la combustión de gas natural implica una menor emisión por unidad de energía producida de óxidos de nitrógeno y, sobre todo, óxidos de azufre y carbono. En especial, cabe subrayar que la relación CO2 emitido/energía producida, en el caso del gas natural utilizado en las nuevas centrales de ciclo combinado, es aproximadamente la mitad de la que supone la utilización del carbón como combustible. 137 Asimismo, la utilización de gas natural suele permitir un mayor margen de incremento del rendimiento térmico que otros combustibles fósiles, especialmente en centrales de ciclo combinado, que pueden aumentar este rendimiento de un 38% hasta un 60%. Por añadidura, buena parte de las nuevas tecnologías y sistemas energéticos que están siendo aplicados para compatibilizar mejor la utilización de combustibles fósiles con la preservación del entorno –gasificación de carbón, cogeneración, ciclo combinado, turbinas de gas, celdas de combustible, etc.– implican un mayor empleo del gas natural en la generación de energía eléctrica. Para un mayor detalle, ver la publicación de UNESA La Industria Eléctrica y el Medio Ambiente. 2001. 138 ¿De dónde viene el gas natural que consume España actualmente? Gráfico IV.8 Importaciones de gas natural de terceros países en España Fuente: Ministerio de Economía. spaña carece de yacimientos propios de gas natural de dimensiones significativas. Por ello, el considerable incremento del papel del gas natural en la generación de energía eléctrica previsto para los próximos años tendrá lugar a través de fuertes importaciones de este combustible, que alcanzan el 99% de nuestro consumo. Con el fin de reducir el riesgo derivado de una excesiva concentración de los países suministradores, nuestro aprovisionamiento se ha diversificado mucho en los últimos años. El gas natural llega a España actualmente a través de los gasoductos del Magreb y Lacq (Francia)-Calahorra, y mediante las plantas de regasificación de Barcelona, Huelva y Cartagena. El origen de estos abastecimientos es, principalmente, Argelia, Libia y Noruega, además de otros países productores, tal y como se indica en la Tabla IV.9 y en el Gráfico IV.8, que muestran el origen del aprovisionamiento español de gas natural en el periodo abril 2001-marzo 2002. En los próximos años se deberá seguir liberalizando el mercado de gas en España, juntamente con Tabla IV.9 Tabla IV.10 Origen del aprovisionamiento español de gas natural (Abril 2001-Marzo 2002) Previsión de la demanda de gas natural para el mercado convencional E 2000 (bcm) % Argelia Libia Noruega E.A.U. Qatar Trinidad y Tobago Nigeria Omán Otras TOTAL Fuente: Ministerio de Economía. Junio 2002. 59 4 12 1 5 4 9 4 2 100 2001 (bcm) 2002 (bcm) 2003 (bcm) 2004 (bcm) 2005 (bcm) Doméstico Comercial 3,0 3,3 3,6 4,0 4,3 4,7 Total Industrial Industrial firme Industrial interrumpible Industria amoniaco CC.TT. convencionales 13,9 10,3 2,2 0,5 0,9 15,1 12,2 1,7 0,6 0,6 16,5 13,9 1,7 0,6 0,3 18,0 15,6 1,7 0,6 0,1 19,1 16,7 1,7 0,6 0,1 20,2 17,9 1,7 0,6 0,1 Demanda convencional Gas Natural canalizado Gas Natural Licuado (GNL) 16,9 18,4 16,3 17,8 0,6 0,6 20,1 19,3 0,9 22,0 21,5 0,5 23,4 22,7 0,7 24,8 23,9 1,0 Fuente: Comisión Nacional de Energía. Informe Marco. 2000. 125 el desarrollo de la red de gasoductos de transporte y distribución y de las plantas regasificadoras, para que el gas llegue a todos los consumidores finales, en particular, a las centrales eléctricas de gas natural. La evolución estructural del mercado convencional del gas natural en el periodo 2000-2005 se presenta en la Tabla IV.10. 139 ¿Cuál es la situación actual de la producción de energía eléctrica con derivados del petróleo? L a producción de energía eléctrica con combustibles derivados del petróleo supone actualmente en España alrededor del 10% de la generación total de energía eléctrica, para lo cual se consumen aproximadamente 2 millones de toneladas de fuelóleo, que es el derivado del petróleo que se utiliza habitualmente para generar electricidad. Aunque los combustibles líquidos no juegan hoy un papel esencial en el abastecimiento eléctrico de la España peninsular, hace unos años eran una fuente energética importante en la generación de electricidad. Así, en 1976 las centrales que empleaban fuelóleo produjeron 38.650 millones de kWh, lo que representaba entonces el 43% de la producción anual de electricidad. No obstante, estos combustibles siguen siendo importantes en el «mix de generación», al haberse reducido de forma significativa la sobrecapacidad de equipamiento existente anteriormente. 140 Central Castellón* Santurce* Escombreras* Algeciras* Aceca* Sabón* Jinamar Cristóbal Colón Badalona II Candelaria Granadilla San Juan de Dios Barranco Tirajana Ibiza Cádiz Málaga Punta Grande Mahón Las Salinas San Molines Burcena Los Guinchos Melilla-Diesel Guanarteme Ceuta-Diesel El Palmar Llanos Blanco L Provincia Castellón Vizcaya Murcia Cádiz Toledo A Coruña Las Palmas Huelva Barcelona Sta. Cruz Tenerife Sta. Cruz Tenerife Baleares Las Palmas Baleares Cádiz Málaga Las Palmas Baleares Las Palmas Baleares Vizcaya Sta. Cruz Tenerife Melilla Las Palmas Ceuta Sta. Cruz Tenerife Sta. Cruz Tenerife MW 1.083 936 858 753 627 470 416 378 344 332 245 195 155 143 138 122 102 99 80 78 66 51 36 34 33 11 7 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. * Centrales bicombustibles de fueloléo y gas natural. madas en centrales termoeléctricas bicombustibles de fuelóleo y gas natural, utilizando un combustible u otro en función de los precios y de las condiciones ambientales. ¿Cuáles son las principales centrales españolas que consumen derivados del petróleo? as principales centrales termoeléctricas españolas que utilización fuelóleo u otros derivados del petróleo como combustible principal son las que se representan en la Tabla IV.11 adjunta. Buena parte de las centrales de fuelóleo instaladas en la España peninsular, han sido transfor- 126 Tabla IV.11 Relación de centrales que consumen fuelóleo en el sistema UNESA ¿Cómo ha evolucionado en España el consumo de fuelóleo para producción de electricidad? E n los años 70, el fuelóleo era la principal fuente energía que se utilizaba en España para generar electricidad. En 1976, se registró el récord histórico en consumo de combustibles líquidos para producción de energía eléctrica: 10,1 millones de toneladas. 141 Tabla IV.12 Evolución del consumo de fuelóleo en centrales térmicas del sistema UNESA Años Toneladas (Millones) Años Toneladas (Millones) 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 1984 1985 3,6 3,6 3,3 5,9 7,0 7,5 10,0 5,4 6,7 6,2 9,0 8,5 6,9 5,7 2,7 1,8 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 1,4 1,5 1,5 2,1 0,9 1,2 2,0 0,7 0,5 1,1 0,5 0,2 0,9 1,9 1,6 1,9 trica, así como en la resolución de las restricciones técnicas de la red de transporte. Las centrales termo-eléctricas peninsulares consumirán fuelóleo fundamentalmente como combustible de apoyo o asociado a otros combustibles, principalmente gas, en el caso de las llamadas centrales termoeléctricas mixtas. Sin embargo, seguirán ocupando un lugar importante en los sistemas extrapeninsulares –Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla–, donde la ausencia, por el momento, de alternativas energéticas en cantidades suficientes continuará haciendo necesaria la utilización de derivados del petróleo para generar electricidad. ¿En qué medida inciden las centrales térmicas de fuelóleo sobre el medio ambiente? 143 Fuente: Red Eléctrica de España. Sin embargo, a raíz de las sucesivas crisis del petróleo de 1973 y 1978, la reducción de la dependencia energética respecto de este combustible –del cual España no posee más que reservas insignificantes– se convirtió en uno de los objetivos básicos de la política energética española, plasmada en los Planes Energéticos. Se inició así un amplio y progresivo proceso de sustitución de fuelóleo por carbón (Plan Acelerado del Carbón) y energía nuclear, en la generación de electricidad. Como resultado de este esfuerzo, el consumo de fuelóleo en las centrales termoeléctricas españolas se fue reduciendo. La evolución del consumo de fuelóleo en las centrales térmicas españolas aparece recogida en la Tabla IV.12. 142 ¿Cuáles son las perspectivas de producción de electricidad con derivados del petróleo en España? E n los próximos años, los derivados del petróleo en el sistema eléctrico peninsular jugarán un papel de reserva y garantía en la satisfacción de la demanda eléc- L as centrales térmicas de fuelóleo inciden sobre el medio ambiente de manera similar a las de carbón, ya que el proceso de generación de energía eléctrica es muy parecido: la única diferencia sustancial es que estas centrales, en vez de quemar carbón, queman fuelóleo. No obstante, en términos cuantitativos, su efecto medioambiental es menor, ya que el contenido en partículas sólidas del fuelóleo es muy inferior al del carbón –por lo que su acción contaminante en este terreno se puede considerar despreciable– y la combustión de fuelóleo implica menores emisiones de óxidos de nitrógeno y de carbono que la combustión de carbón. Por el contrario, suele ser mayor su emisión de óxidos de azufre, aunque actualmente se ha mejorado mucho este tema al utilizar fuelóleo BIA con menor contenido de azufre. Estos efectos medioambientales son neutralizados en las centrales térmicas de fuelóleo con las instalaciones de equipos de descontaminación parecidos a los de las centrales de carbón. Finalmente, conviene señalar que bastantes instalaciones de este tipo se han reconvertido para poder también utilizar gas natural, cuando así sea aconsejable por razones medioambientales. Para un mayor detalle consultar la publicación de UNESA La Industria Eléctrica y el Medio Ambiente. 2000. 127 144 ¿Qué es la cogeneración? L a cogeneración es una tecnología que permite la producción y aprovechamiento combinado de calor y electricidad. Es una forma de aprovechamiento energético con elevado rendimiento utilizada ya desde principios del siglo pasado. Es una solución atractiva cuando existen necesidades de energía térmica y electricidad de forma prácticamente continua. Las instalaciones de cogeneración están diseñadas de forma que el vapor engendrado en la caldera, además de ser enviado a los turbogeneradores para producir electricidad, puede ser extraído en determinados puntos de la turbina –o del escape de la turbina– para suministrar calor a procesos industriales (en los países nórdicos de climas muy fríos se utiliza también el calor para los sistemas de calefacción urbanadistrict heating). Los sistemas de cogeneración hacen posible la obtención de rendimientos energéticos mayores que los que se conseguirían con producciones separadas de electricidad y calor, llegando en algunos casos al 80%, y tienen un menor impacto medioambiental que los procesos convencionales, debido al alto rendimiento del proceso, y especialmente aquellas instalaciones de cogeneración que utilizan gas natural como combustible. Existen diversos sistemas de cogeneración según el tipo de turbogeneradores y combustibles que se empleen y de su situación en el proceso productivo, lo cual depende a su vez de los objetivos energéticos que se pretende conseguir con cada instalación, de la estructura energética de la fábrica en la que se aplican, del horario laboral de ésta, de su nivel de demanda energética, de su disponibilidad de combustibles, etc. Así, hay sistemas de cogeneración basados en ciclo de turbina de gas, ciclo con motor diesel, ciclo con turbina de vapor, ciclo combinado, aprovechamiento de calor residual con turbina de vapor y otros. La cogeneración con turbina de gas permite maximizar la producción de calor útil frente a la producción eléctrica, permitiendo suministrar la demanda térmica a alta temperatura. Por sus características se utilizan en el sector refino, químico y en la fabricación de pasta de papel, que tienen un funcionamiento continuo y elevadas necesidades energéticas en gamas de potencia de 5 a 50 MW, en las que se consigue el mejor rendimiento. 128 La cogeneración mediante motor alternativo de gas o gasóleo o fuelóleo es, en general, atractiva cuando la demanda térmica es baja frente a la demanda eléctrica. Proporciona vapor y agua caliente a 85-95 °C. Presenta la ventaja frente a las turbinas de que el rendimiento apenas disminuye con el tamaño. Se utilizan habitualmente en sectores con ciclo de funcionamiento diario o semanal, en el sector terciario y servicios, en la industria de la alimentación y en la textil. La cogeneración con ciclo combinado de gas y vapor permite optimizar el rendimiento de la turbina de gas con la instalación de una turbina de vapor de contrapresión aprovechando la temperatura de los gases de salida de la turbina de gas para producir vapor sobrecalentado a alta presión. De esta forma se consigue mejorar la generación eléctrica por unidad de calor útil. Otras posibilidades que presenta la cogeneración son la utilización de los gases calientes de escape de la turbina de gas o motor alternativo para el secado o para producción de frío en máquinas de absorción. ¿Cuántas instalaciones de cogeneración existen en España? P or lo que respecta a España, puede señalarse que la cogeneración ha tenido un incremento considerable de sus instalaciones a lo largo de los últimos años. (Véase Tabla IV.13 y Gráfico IV.9 adjuntos) Tabla IV.13 Evolución de la potencia instalada en cogeneración Año 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 Potencia instalada (MW) Incremento (%) 363 487 680 1.055 1.566 2.005 2.659 3.300 3.925 4.472 4.913 Fuente: Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). 2002. — 32 39 56 47 28 33 24 19 12 10 145 Gráfico IV.9 Evolución de la cogeneración en España nes se despacha de forma prioritaria con respecto al resto de instalaciones, lo cual supone una ventaja operativa muy clara en un mercado de generación liberalizado y competitivo. Además, existe una diferencia entre la remuneración de las instalaciones en Régimen Ordinario y en Régimen Especial. Estas últimas percibirán, asimismo, una prima cuyo importe se fija reglamentariamente con la actualización de las tarifas eléctricas. En España había ya en el año 1994 más de un centenar de instalaciones de cogeneración en funcionamiento, con una potencia total de 1.566 MW, la mayor parte de las cuales eran propiedad de los autogeneradores. En el año 2000 la potencia instalada había aumentado considerablemente, alcanzando los 4.913 MW, con un porcentaje de un 11,7% de la producción total eléctrica. Fuente: IDAE. Seminario «El Mercado Eléctrico ante el año 2003» (Junio 2002). Como ya se ha indicado anteriormente en este capítulo, los marcos legal y económico de la cogeneración en España son análogos a los de las energías renovables. Es decir, los sobrantes que vierten a la red eléctrica operan en el denominado Régimen Especial, por lo que la energía procedente de estas instalacio- Gráfico IV.10 Futuro de la cogeneración en España ¿Cuáles son las perspectivas de la cogeneración en España? 146 C omo ya se ha visto, a lo largo de los últimos años se ha producido un considerable incremento del número de instalaciones de cogeneración existentes en España. Y se prevé que esta tendencia se mantenga en el futuro inmediato. Así, en la década de los 90, se instalaron más de 4.000 MW de nueva potencia. Teniendo en cuenta la política energética de la UE sobre este tipo de instalaciones, así como la incentivación que tiene en nuestro marco jurídico y económico, es de prever que en España siga aumentando en los próximos años el número de instalaciones de cogeneración. La cogeneración, como tecnología que consigue un elevado rendimiento energético global, debe ser viable por sí misma, siempre que se dimensione adecuadamente a las necesidades de calor y de electricidad del proceso industrial. El desarrollo de la cogeneración en España está encontrando ya ciertos límites lógicos, teniendo en cuenta que cada vez es más complicado hallar nuevas fuentes industriales de calor. (Ver Gráfico IV.10) Fuente: IDAE. Seminario «El Mercado Eléctrico ante el año 2003» (Junio 2002). 129 147 ¿Cuál es la política energética de la UE respecto a la cogeneración? D entro del contexto de la política energética de la UE –competitividad, seguridad de abastecimiento y protección del medio ambiente– la Comisión Europea emitió en 1997 una Comunicación para facilitar el desarrollo de la cogeneración y su penetración en el mercado europeo de energía como un sistema de ahorro energético y de protección del medio ambiente para la producción de calor y electricidad. Como razones clave se mencionan el cumplimiento de los compromisos de Kioto y el uso eficiente de la energía. Entre los elementos base de la estrategia propuesta cabe destacar la definición de un objetivo cuantitativo: «Duplicar la contribución de la cogeneración en la producción eléctrica en la Comunidad Europea, pasando del 9% (204 TWh en 1997) al 18% en el año 2010». Posteriormente, la UE emitió otra Comunicación sobre Eficiencia Energética. Entre las prioridades de acción que apunta la comunicación se cita la promoción de la cogeneración, para la que expresamente se dice: «El uso de la cogeneración en los sectores de industria, terciario, residencial y eléctrico es crítico para la eficiencia energética y debe continuar siendo promovido por la Comunidad y los estados miembros». Finalmente, cabe señalar que la Comisión ha anunciado, como segundo paso, la preparación de un plan de acción para la eficiencia energética, en el que la cogeneración está presente como una de las posibles medidas de eficiencia energética en el marco de desarrollo regional y urbano. 148 ¿Qué son las células o pilas de combustible? U na célula de combustible es un dispositivo electroquímico que convierte directamente la energía química en electricidad y calor; consta de dos electrodos, el ánodo y el cátodo, separados por un electrolito en forma de sandwich. En las células de combustible se combina el oxígeno del aire con un hidrógeno, generalmente, para 130 generar la corriente eléctrica continua. El combustible oxidado en el ánodo libera electrones que fluyen por el circuito externo hasta el cátodo. El circuito se completa con el flujo de iones en el electrolito, que además separa las dos corrientes de gases combustible y oxidante. Además se genera calor que puede emplearse directamente como un subproducto en el procesador del combustible o para producir residualmente más electricidad. En una celda de combustible se produce la reacción genérica de combustión de hidrógeno y la formación de agua por vía electroquímica (reacción inversa a la electrólisis del agua): H2 + 1/2O2 ⇒ H2O + Energía Las celdas se conectan en serie o en paralelo para suministrar el voltaje y potencias deseados, motivo por el cual se las conoce también con el nombre de pilas de combustible. La reacción electroquímica de oxidación del hidrógeno para la producción de electricidad es conocida desde el siglo XIX, en que Grove consiguió demostrar el proceso. Su aplicación no ha llegado hasta la década de los 60, debido a la gran dificultad existente para encontrar unos sistemas que garantizasen el proceso con una cierta viabilidad técnica y económica. Este proceso de conversión directa reduce significativamente las pérdidas termodinámicas y mecánicas de energía en relación con los sistemas en los que esta conversión tiene lugar por medio de calentamiento intermedio y procesos mecánicos. Los tipos de células de combustible se caracterizan fundamentalmente por su electrolito. Según sea éste, así serán los electrodos que se empleen y las condiciones de operación de las celdas. Con independencia de las características particulares de cada caso, la separación entre electrodos y su superficie van a determinar el voltaje de celda y la energía producida. La estructura interna de los electrodos, el electrolito, las dimensiones geométricas, las condiciones termodinámicas de operación y las características de los reactantes son otras variables que van a definir las características del proceso de conversión. Un sistema de generación basado en células de combustible consta genéricamente de un procesador de combustible que permite obtener el hidrógeno necesario como combustible principal. Este procesador sería innecesario en el caso de las células de combustible Gráfico IV.11 Generación eléctrica con pilas de combustible se deben al electrolito empleado, según el cual obliga a diferentes materiales para los electrodos y por supuesto diferentes condiciones de operación, lo que finalmente se traduce en diferentes posibilidades de utilización. Pueden señalarse los siguientes tipos: – Alcalinas. Las primeras se desarrollaron dentro del programa Apolo. Necesitan H2 y O2 muy puros. Operan entre 25 y 120 °C. – Ácido fosfórico. Electrodos de carbón poroso, dopado con platino. Están ya en fase de comercialización para cogeneración en edificios comerciales (200 KW). – Carbonatos fundidos. Utilizan carbonatos de litio y potasio. – Metanol directo. Utilizan como electrolito ácido sulfúrico (ver esquema en el Gráfico IV.12). – Membranas de polímero. Son de baja temperatura (<100 °C) y de vida útil larga. 149 Fuente: Medio Ambiente y Electricidad. Comité de Energía del Instituto de la Ingeniería de España. 2000. Sin embargo, todos estos tipos de células de combustible comparten características constructivas comunes, como son: de hidrógeno o de metanol directo. A continuación, se acopla la sección de generación eléctrica, formada por las células de combustible y los dispositivos de alimentación, recirculación, extracción del calor, de la corriente eléctrica y de los productos de reacción. Finalmente, es necesario un sistema de acondicionamiento eléctrico para la conversión de la corriente continua producida en la corriente alterna necesaria para su acoplamiento a la red. Complementariamente integrado al sistema de extracción de calor o a la salida de los gases de reacción pueden ir sistemas de cogeneración dependiendo del tipo de célula de combustible. En el Gráfico IV.11 se muestra un esquema general simplificado de una planta de generación eléctrica con células de combustible. a) Modularidad. Las unidades pueden construirse tan pequeñas como se quiera y el sisGráfico IV.12 Esquema simplificado de un sistema de células de combustible con alimentación de metanol o hidrógeno directamente ¿Cuáles son los diversos tipos de pilas de combustible? C omo fruto de este desarrollo se han promovido varios tipos de células de combustible, que en el momento presente pueden ofrecer distintas opciones comerciales. Las diferencias esenciales entre los distintos tipos Fuente: Medio Ambiente y Electricidad. Comité de Energía del Instituto de la Ingeniería de España. 2000. 131 b) c) d) e) 150 tema puede ensamblarse hasta el tamaño deseado a base de estas unidades. Las condiciones de operación, flexibilidad y costes de los auxiliares pueden ser los factores gobernantes del tamaño óptimo de los módulos que se produjesen en fábrica. Tiempo de construcción. Está ligado a la modularidad, ya que los grandes componentes de un sistema de células de combustible llegarían al lugar de la instalación previamente ensamblados. Generación de corriente continua. Las células de combustible son generadores de corriente continua. Dada la gran cantidad de equipamiento que se utiliza actualmente funcionando con corriente continua, puede ser una importante ventaja con miras al futuro, ya que se podría prescindir de todos los transformadores de corriente que se utilizan en electrónica. Ausencia de ruido. Otra gran ventaja de las células de combustible es su propiedad de funcionar sin producir ruido -salvo los equipos auxiliares- por la ausencia de componentes dinámicos en su interior. Sistemas híbridos. El mercado potencial de las células de combustible se puede incrementar combinándolas con otros equipos de generación energética como son las turbinas de gas y vapor, para el caso de las células de alta temperatura, y con motores de combustión interna y baterías en el caso de las de baja temperatura. ¿Cuáles son los aspectos medioambientales de las pilas de combustible? E n contraste con otras tecnologías de generación eléctrica o para producir energía en el sector transporte, el impacto de los sistemas de células de combustible sobre el medio ambiente es mínimo por las siguientes causas: – El proceso que tiene lugar en una célula de combustible es una reacción electroquímica, 132 por lo que no existe ninguna parte móvil y por tanto reduce el ruido de la generación eléctrica (salvo el de los equipos auxiliares). – Las células de combustible son generalmente más eficientes que todos los sistemas que utilizan el ciclo de Carnot, especialmente en unidades pequeñas, produciendo mucho menos calor residual. – En lo referente a la contaminación visual, no necesitan ni altas chimeneas, ni altas torres de refrigeración, pudiéndose instalar en los sótanos de los edificios o bajo las calles. – La mayoría de los componentes de las células de combustible son reciclables, mientras que en otras tecnologías el coste de desmantelamiento y almacenamiento de residuos es muy alto. La recuperación del platino y otros materiales valiosos podría convertirse en un negocio importante para cubrir los costes de desmantelamiento. (Para mayor detalle véase la publicación de UNESA La Industria Eléctrica y el Medio Ambiente. 2001.) ¿Cuáles son los principales países y empresas que están investigando las pilas de combustible? E n Estados Unidos la investigación, el desarrollo y la demostración ha tenido de financiación pública alrededor de 60 millones de euros anuales, gastando la industria privada una cantidad equivalente. Las principales organizaciones financiadoras han sido el Departamento de Energía (DOE), el Instituto de Investigación del Gas (GRI) y el Instituto de Investigación Eléctrico (EPRI). Desde hace muchos años, están desarrollando las células de ácido fosfórico y se han vendido alrededor de 50 unidades de 200 kW por todo el mundo. En 1997, de acuerdo con plantas pertenecientes a EPRI, se ha establecido un plan para desarrollar y comercializar 20 plantas de 11 MW. Recientemente ha aumentado fuertemente el interés en las aplicaciones para transporte con tecnología de membranas poliméricas, en la que están intro- 151 ducidas las principales compañías de automóviles como General Motors, Ford y Chrysler. En Japón, el gobierno ha financiado la investigación durante muchos años. En 1995 llegó hasta 35 millones de euros anuales que, con 100 millones de euros de la industria privada, demuestra el alto interés mostrado por esta tecnología. Durante la década de los ochenta, el interés se centró en las células de ácido fosfórico, en 1983 se instaló una planta de 4,5 MW cerca de Tokio, propiedad de TEPCO, pero de tecnología Americana. La Unión Europea impulsó a través de los programas THERMIE y JOULE numerosos proyectos en este campo de investigación. Los países europeos más involucrados son: Alemania, con actividades en carbonatos fundidos, óxidos sólidos y membranas poliméricas; Holanda, centrada principalmente en los carbonatos fundidos; Italia, orientada a los carbonatos fundidos y a membranas poliméricas, pero con un esfuerzo importante en el desarrollo de una planta de ácido fosfórico de 1 MW; Dinamarca, orientada a los óxidos sólidos; Reino Unido, se concentra en óxidos sólidos y membranas poliméricas; Suecia, con una parte orientada hacia carbonatos fundidos y óxidos sólidos por la Universidad y la parte más industrial dirigida a las membranas poliméricas. En 1995, la Comisión Europea marcó una estrategia común a 10 años, en vista de la importancia de esta tecnología para el ahorro y la producción limpia de energía, el impacto que puede tener sobre el empleo a largo plazo y la competencia industrial a escala mundial. El principal objetivo de esta estrategia era la comercialización rápida de aquellas tecnologías de células de combustible que pudiesen ser desarrolladas de forma competitiva. Los elementos claves de la estrategia son células de bajo coste y la simplificación de los sistemas con un coste del sistema instalado en el año 2005 de 1.500 euros/kW y una vida de 40.000 horas. Las tres líneas fundamentales de esta estrategia son: – Mayor énfasis en el sistema de células de combustible de baja temperatura y bajo coste que puedan ser comercializadas a medio plazo para aplicaciones en edificios de transporte. – Simplificación de sistemas auxiliares para desarrollar el concepto de redes de células de Tabla IV.14 Empresas europeas con actividades en células de combustible Células de combustibles de alta temperatura País Alemania Siemens, MBB, MTU, RWE, Ruhrgas, Dornier Dinamarca Haldor Topsoe, RISO, Elkraft, Elsam Italia Ansaldo, ENEA, ENEL Holanda ECN, BCN, Stork, De Schelde, TNO, SEP España Iberdrola, Endesa, Babcock & Wilcox Células de combustible de baja temperatura Dornier, Siemens De Nora, Ansaldo, Fiat Reino Unido GEC, British Gas, ICE, Cookson, Rolls Royce Johnson Matthey, VSEL Bélgica Elenco, Hydrogen Systems Francia IFP Fuente: Unión Europea. Pila de combustible en San Agustín de Guadalix. 133 combustible y de sistemas de células de combustible sin reformadores externos. – Continuación de la investigación, el desarrollo y la demostración de células de combustible de alta temperatura para cogeneración industrial y producción de electricidad a gran escala a largo plazo. En general, el énfasis del desarrollo de las células de combustible debe establecerse en sistemas para aplicaciones en cogeneración y transporte, con un tamaño en el rango aproximadamente de los 200-300 kW. En España, el desarrollo tecnológico en este área está centrado en los tipos de carbonatos fundidos, con una promoción importante desde el Sector Eléctrico a través de una agrupación de interés económico denominada Programa Español de Pilas de Combustible, constituida por Iberdrola, Endesa, Babcock & Wilcox e integrada en el proyecto europeo MOLCARE (Molten Carbonate Researche), junto con Ansaldo (Italia). Esta actividad en carbonatos fundidos tiene como fin el desarrollo y pruebas de elementos componentes y prototipos para alcanzar finalmente el ensayo y demostración de una célula de 100 kW en la planta construida en San Agustín de Guadalix (Madrid). Esta actividad está incluida dentro de los proyectos europeos JOULE y THERMIE con la financiación nacional del Programa de Investigación y Desarrollo Electrotécnico (PIE) y del Programa I+D de OCICARBON. (Véase foto en la página 133.) Los principales actores de la industria y productores energéticos en Europa son los reflejados en la Tabla IV.14. 152 ¿Cuáles son las perspectivas de uso comercial de las pilas de combustible? L as células de combustible no son una tecnología madura. Para que lleguen a tener un mayor impacto en el mercado energético futuro se requiere innovación en el diseño y en los materiales. Las células de combustible emplean hidrógeno como combustible y la tecnología actual es poco eficiente por requerir el empleo de combustibles fósiles para su producción. Se espera que mejoren los sistemas estacionarios que operan con combustibles fósiles reformados, lo que las hará 134 Central de cogeneración de Algeciras. cada vez más competitivas en comparación, por ejemplo, con las turbinas de gas de ciclo combinado. Cuando se disponga de hidrógeno, el 60-80% del coste de una planta de células de combustible se eliminará y se colocarán en situación competitiva. Sin embargo, sus aplicaciones están restringidas por el suministro de materiales, como el catalizador de platino. Aun pensando que los costes por kW pueden reducirse a niveles aceptables, la disponibilidad de estos materiales restringirá la tecnología de las células de combustible a nichos de mercado. Se requiere, por tanto, innovación en materiales, particularmente nuevos catalizadores y nuevos electrolitos, quizá de tipo sólido, que puedan operar en rangos de temperatura que son inviables para las células de combustible de hoy. Cada tipo de célula determinaría su sector de aplicación. El parámetro determinante para su utilización es la temperatura y el otro factor determinante es el combustible empleado. Teniendo en cuenta que el combustible básico es el hidrógeno, el futuro de las células de combustible va a estar muy directamente relacionado con las distintas fuentes y tecnologías de producción de este gas, pero pasando por una transición de adaptación a las fuentes energéticas actuales. Hoy en día se prevé su aplicación en plantas para generación centralizada de electricidad, sistemas de cogeneración de tamaño intermedio y sistemas de baja potencia para uso doméstico o transporte. La generación de electricidad en zonas aisladas mediante sistemas de cogeneración y autogeneración es una de las primeras vías en las que las células de combustible están haciendo sus más intensos esfuer- zos para llegar a situarse en el mercado. Ya están en fase comercial las células de ácido fosfórico, e iniciando su fase comercial de demostración las de carbonatos fundidos, por lo que están empezando a competir con otras tecnologías a base de aumentar el número de unidades fabricadas, al tiempo que se desarrolla una tecnología más barata y duradera. Finalmente, los fabricantes de automóviles han visto en las células de baja temperatura de membranas poliméricas alimentadas con hidrógeno, o de momento con metanol, una opción alternativa al motor de combustión interna, con eficiencias energéticas que pueden llegar a triplicar la eficiencia de los motores actuales, con la correspondiente reducción del consumo de combustible, en unos momentos en los que los precios de estos tienden a subir progresivamente. 135 Capítulo V Centrales nucleares 153 ¿Qué es la energía nuclear? L a liberación de energía mediante la fisión (división) o fusión (unión) de los núcleos de los átomos que constituyen la materia es el mayor proceso de transformación energética en el universo y constituye la mayor fuente energética en el mismo. Las reacciones energéticas que se producen en el interior de las estrellas son ejemplos de procesos nucleares en el universo. La electricidad producida en estos procesos de forma controlada es generalmente conocida como energía nuclear. Ésta ha alcanzado a lo largo de cinco décadas un elevado nivel de madurez tecnológica, –comparable a la industria aeroespacial y de telecomunicaciones– y su utilización como fuente de generación eléctrica es un hecho de gran relieve. Así lo confirma el hecho de que, en el año 2000, existían en el mundo 438 reactores nucleares de fisión en funcionamiento, los cuales generaron aproximadamente el 16% de la energía eléctrica consumida en ese año. Asimismo, conviene destacar las numerosas aplicaciones de este tipo de energía en los ámbitos de la medicina, de la industria y de la investigación. 154 ¿Qué es la fisión nuclear? L a fisión (división) es una reacción nuclear que afecta al núcleo de los átomos de ciertos elementos químicos pesados (uranio, torio, plutonio) cuando coli- sionan con una partícula subatómica que carece de carga eléctrica, llamada neutrón. A consecuencia del impacto, el núcleo se divide en dos fragmentos, liberándose en el proceso una gran cantidad de energía y emitiéndose de dos a tres neutrones. El proceso de fisión resulta posible por la inestabilidad que tienen los núcleos atómicos de algunos isótopos de elementos químicos de alto número atómico –el uranio 235, por ejemplo– debida a la relación existente entre el número de protones (partículas de carga eléctrica positiva) y el número total de partículas nucleares (protones y neutrones) de dichos núcleos. En tales condiciones, basta una pequeña cantidad de energía, como la que transporta el neutrón que colisiona con el núcleo, para que pueda tener lugar la reacción de fisión antes descrita. Por otro lado, los fragmentos producidos en la fisión son tales que la suma de las masas de sus núcleos es ligeramente inferior a la masa del núcleo que se fisiona. Esta diferencia de masa se corresponde con la energía liberada en el proceso. La reacción nuclear de fisión fue descubierta por los científicos O. Hahn y F. Strassmann en 1938, cuando detectaron la presencia de elementos de pequeña masa en una muestra de uranio puro irradiada por neutrones. A su vez, los neutrones emitidos en la fisión de un núcleo de uranio pueden provocar nuevas fisiones en otros núcleos que, al fragmentarse, producirán nue- 139 vos neutrones, continuándose el proceso. De esta forma, se consigue una reacción en cadena capaz de automantenerse. Cuando se consigue que sólo un neutrón de los producidos en cada colisión provoque una nueva fisión, la reacción en cadena se mantiene estable y se dice que el sistema forma un conjunto «crítico». De esta forma, puede aprovecharse la energía liberada en los sucesivos procesos de fisión mediante su conversión en una forma de energía utilizable, como la energía eléctrica. El hecho de que la fisión pueda dar lugar a una reacción de fisión nuclear en cadena permite que, una vez iniciada ésta, se mantenga por sí misma, lo que significa que puede obtenerse una producción de energía en régimen estacionario y, por tanto, servir como fuente de energía eléctrica. Esto es semejante a lo que ocurre con las reacciones de combustión de las energías fósiles, porque una vez iniciada la combustión del carbón, del gas o del petróleo, la reacción con el oxígeno puede mantenerse con las tecnologías convencionales de combustión. 155 ¿Qué es un reactor nuclear de fisión? U n reactor nuclear de fisión es una instalación capaz de iniciar, mantener y controlar las reacciones de fisión en cadena, con los medios adecuados para extraer el calor generado. Este reactor consta de varios elementos esenciales para la generación del calor. Son los siguientes: – El combustible, formado por un material fisionable, generalmente un compuesto de uranio, en el que tienen lugar las reacciones de fisión. Es, por tanto, la fuente de generación del calor. – El moderador, que hace disminuir la velocidad de los neutrones rápidos, convirtiéndolos en neutrones lentos o térmicos. Este elemento no existe en los reactores denominados rápidos. Se emplean como materiales moderadores el agua, el grafito y el agua pesada. – Los elementos de control, que actúan como absorbentes de neutrones, permiten contro- 140 lar en todo momento la población de neutrones y, por tanto, la reactividad del reactor, haciendo que sea crítico durante su funcionamiento y subcrítico en las paradas. Los elementos de control suelen tener forma de barras. – El refrigerante, que extrae el calor generado por el combustible del reactor. Generalmente se usan refrigerantes líquidos, como el agua ligera y el agua pesada, o gases como el anhídrido carbónico y el helio. – El blindaje, que evita el escape al exterior de radiaciones y de neutrones del reactor. Los materiales usados como blindaje pueden ser el hormigón, el acero, el plomo, etc. ¿Qué tipos de reactores nucleares se utilizan en las centrales nucleares? L os reactores nucleares utilizados en las centrales nucleares se clasifican, en primer lugar, de acuerdo con la velocidad de los neutrones que producen las reacciones de fisión en: reactores térmicos o lentos y reactores rápidos. Prácticamente, todas las centrales nucleares actualmente en explotación comercial en el mundo tienen reactores térmicos. A su vez, los reactores térmicos se clasifican, de acuerdo con el tipo de moderador empleado, en: reactores de agua ligera, reactores de agua pesada y reactores de grafito. Con cada uno de ellos está asociado generalmente el tipo de combustible usado, así como el refrigerante empleado. Las diferencias esenciales entre este tipo de reactores pueden resumirse de la siguiente forma: a) Reactor de agua ligera (LWR-Light Water Reactor) Se distinguen dos tipos. (Ver Gráfico V.1 ) • Reactor de agua a presión (PWR-Pressurized Water Reactor) Utiliza agua ligera como moderador y refrigerante simultáneamente, permaneciendo en estado líquido a una presión de 150 a 200 atmósferas. El combustible que utiliza es uranio ligeramente enriquecido, al- 156 Gráfico V.1 Tipos de reactores nucleares para centrales eléctricas Fuente: UNESA. rededor del 3%, en forma de dióxido de uranio. Este tipo de reactor se ha desarrollado principalmente en Estados Unidos, Rusia, Alemania, Francia y Japón. En España hay siete de este tipo. • Reactor de agua en ebullición (BWR-Boiling Water Reactor) En este reactor una parte del agua del refrigerante, que es a la vez moderador, pasa a fase de vapor en el propio reactor. El combustible utilizado es, al igual que en el PWR, uranio ligeramente enriquecido. Se ha desarrollado fundamentalmente en Estados Unidos. En España hay dos de este tipo. b) Reactor de agua pesada (HWR-Heavy Water Reactor) Emplea como combustible uranio natural, en forma de óxido, introducido en tubos de una aleación de circonio. El moderador y refri- gerante es agua pesada (utiliza en su composición deuterio, isótopo del hidrógeno dos veces más pesado). Este tipo de reactor ha sido desarrollado principalmente en Canadá. c) Reactor de uranio natural, gas y grafito (GCRGas Cooled Reactor) Estos reactores, cuyo combustible es uranio natural en forma metálica, utilizan grafito como moderador y anhídrido carbónico como refrigerante. Este tipo de reactores han sido desarrollados principalmente en Francia y Gran Bretaña d) Reactor avanzado de gas (AGR - Advanced Gas Reactor) Ha sido desarrollado en Gran Bretaña como sucesor del GCR. Las principales diferencias introducidas se hallan en el combustible, que está en forma de óxido de uranio ligeramente enriquecido e introducido en tubos de acero inoxidable. 141 Gráfico V.2 Esquema de funcionamiento de una central nuclear Fuente: UNESA. (Existen también reactores refrigerados por gas a temperatura elevada, High Temperature Gas Cooled Reactor-HTGR, que representan la siguiente etapa de los reactores refrigerados por gas. Utiliza gas helio como refrigerante, en lugar de anhídrido carbónico como el anterior, y alcanza temperaturas más elevadas, entre 700 y 750 °C. Fueron desarrollados en Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos, no existiendo centrales nucleares que los utilicen.) e) Reactor de grafito y agua ligera (LWGR-Light Water Graphite Reactor) Utiliza uranio ligeramente enriquecido (2%) como combustible, grafito como moderador y agua ligera como refrigerante, que se transforma en vapor en el propio reactor. Son de los que disponen en la central de Chernobyl, 142 tristemente conocida, y se conocen también como RBMK. Es un diseño único soviético de gran tamaño y con características esencialmente distintas a las de los reactores occidentales. Finalmente, conviene señalar que los reactores de agua ligera, en sus dos versiones de agua a presión (PWR) y de agua en ebullición (BWR), representan el 76% de los reactores de potencia que existen actualmente en operación en el mundo y constituyen, como se ha indicado, los dos tipos de reactores existentes en las centrales nucleares españolas que están en servicio actualmente. Respecto a los reactores rápidos reproductores (FBR-Fast Breeder Reactor), al producirse las fisiones con neutrones a alta velocidad, no se utiliza moderador. El núcleo del reactor consta de una zona fisio- nable (U-235 O Pu-239) rodeada de una zona «fértil», formada por U-238 que se transforma en Pu-239. El refrigerante utilizado es sodio líquido. Francia ha sido el primer país que ha puesto en funcionamiento una central de este tipo (Phenix y Superphenix). Asimismo, conviene indicar que se encuentra en fase de desarrollo una nueva generación de reactores de diseño nuevo –los llamados reactores avanzados– cuya explotación comercial está dando sus primeros pasos. 157 ¿Qué es una central nuclear y cuál es su funcionamiento? U na central termoeléctrica nuclear es una instalación que aprovecha el calor obtenido mediante la fisión de núcleos de uranio para producir energía eléctrica. Por consiguiente, las centrales nucleares son instalaciones que poseen un reactor, es decir, una máquina que permite iniciar, mantener y controlar una reacción en cadena de fisión nuclear. El calor generado en dicha reacción es utilizado para convertir en vapor a alta temperatura un líquido –generalmente, agua ligera o agua pesada– que circula por una serie de conductos. Y ese vapor, de manera semejante a como ocurre en las centrales termoeléctricas clásicas, es empleado para accionar un grupo turbina-alternador y producir así energía eléctrica. Como todas las centrales nucleares españolas actualmente en operación tienen reactores de agua ligera (en el mundo suponen del orden del 76%), se resume el funcionamiento de este tipo de centrales. Una central nuclear como la representada en la figura –es decir, del tipo de agua a presión (PWR)– dispone de los siguientes elementos característicos: reactor nuclear (15), edificio de turbinas (4), sala de control (12), sistema de almacenamiento de combustible nuevo (16), y gastado (17), torre de refrigeración (23) y parque de transformación y líneas de transporte de la energía eléctrica producida (9). El edificio de contención (1 y 2) es una construcción blindada compuesta por una base cilíndrica rematada por una cúpula semiesférica. En él se alojan tanto el reactor propiamente dicho (15) como los generadores de vapor (22) y las bombas del refrigerante del reactor (19). Representa, por lo tanto, la parte más importante de la central nuclear. El funcionamiento de una central de este tipo es como sigue: el calor generado por las fisiones de los átomos del combustible alojado en el reactor pasa al fluido refrigerante (agua), que se mantiene en estado líquido debido a su gran presión. El refrigerante es conducido, mediante tuberías de agua a presión (3), hacia los generadores de vapor (22). A la salida de éstos, el agua regresa al reactor impulsada por las bombas del refrigerante del reactor. En los generadores de vapor, el agua del circuito secundario se convierte en vapor y se dirige al edificio de turbinas, donde acciona los álabes de las turbinas de alta presión (5) y turbinas de baja presión (6). El vapor que sale de las turbinas pasa de nuevo a estado líquido en el condensador (10). El agua de refrigeración (11) del condensador se toma de un río o del mar, ayudando a través de las torres de refrigeración al posterior enfriamiento antes de devolverla a dicho río o al mar. El vapor condensado es purificado mediante desmineralizadores y, tras un calentamiento previo, se introduce de nuevo en los generadores de vapor mediante una bomba que aumenta su presión convenientemente, y se repite el ciclo. La energía del vapor que llega a las turbinas se convierte en energía eléctrica mediante un generador (7). La tensión de salida del mismo es aumentada convenientemente para ser enviada a la red general mediante las líneas de transporte de energía eléctrica. Entre las instalaciones relevantes de una central nuclear, se halla, asimismo, el edificio de manejo de combustible. En él se encuentran los sistemas de almacenamiento del combustible gastado (14), en los que éste pierde paulatinamente su actividad para ser posteriormente cargado en un contendor que, después de su limpieza en el foso de descontaminación (17), será transportado a las instalaciones de almacenamiento provisional o definitivo. Asimismo, dicho edificio almacena el combustible nuevo (16) que no ha sido aún utilizado. Su introducción en el reactor se realiza mediante la grúa manipuladora de combustible (20), la cual está situada en el interior del edificio de contención. Todas las operaciones descritas están monitorizadas desde la sala de control (12) de la central. El funcionamiento de las centrales de tipo de de agua en ebullición (BWR) se diferencia de las an- 143 teriores, básicamente, en que carecen de generadores de vapor (ver Gráfico V.1). El circuito primario se mantiene a una presión sensiblemente inferior, produciéndose en el interior del reactor el vapor, que se envía directamente a la turbina. Estas centrales, por otra parte, disponen, alrededor de la vasija del reactor y de las bombas y tuberías del refrigerante primario, de una contención primaria de acero en la que se contiene la llamada «piscina de supresión», cuya función es condensar y retener las fugas de vapor que pudieran producirse. Además, al igual que las centrales PWR, disponen del correspondiente edificio de contención de hormigón armado. En el Gráfico V.2 adjunto se presenta un esquema sobre el funcionamiento de una central nuclear tipo con sus principales componentes. Por tanto, ambos tipos de centrales nucleares tienen un edificio de combustible, que sirve tanto para almacenar las nuevas cargas de combustible, como para guardar, en piscinas de hormigón recubiertas de acero inoxidable y llenas completamente de agua, el combustible que ya ha sido utilizado, hasta que éste sea trasladado a las instalaciones de almacenamiento provisional o definitivo. El recinto del combustible y el edificio de contención están interconectados para poder trasladar los elementos combustibles sin salir de la zona controlada de la central, la cual se encuentra completamente aislada del resto de las dependencias. Por último, las centrales nucleares poseen edificios de salvaguardias y equipos auxiliares en los que se encuentran contenidos los sistemas de emergencia que entran en funcionamiento en caso de que se produzca una avería, así como los sistemas auxiliares propiamente dichos, es decir, los de recarga de combustible, puesta en marcha del reactor, etc. Asimismo, cuenta con otras dependencias, tales como las de tratamiento de aguas, almacenamiento temporal de residuos, laboratorios, talleres; y, sobre todo, un sistema de alimentación eléctrica propio formado por generadores accionados por grupos diesel, que se utiliza para las operaciones de parada del reactor en caso de emergencia y, en general, en aquellas circunstancias en las que la central no pueda disponer de energía eléctrica procedente de la red. 144 ¿Cuál es la contribución de las centrales nucleares al sistema energético mundial? L a energía nuclear lleva poco más de cinco décadas de desarrollo y ha alcanzado una madurez tecnológica muy importante, sólo comparable a la de otras industrias modernas como la aeroespacial o la de comunicaciones. Sin embargo, a lo largo de su desarrollo ha pasado por varias etapas distintas. Así, a mediados de los años sesenta, tuvo lugar el lanzamiento del programa nuclear de Estados Unidos, que fue seguido poco después por los de otros países industrializados. El motor fue la bonanza económica, el fuerte crecimiento de la demanda eléctrica, el prestigio que tenía entonces la tecnología nuclear y sus prometedoras expectativas económicas. A finales de 1973 se desató la crisis del petróleo, lo que proporcionó un fuerte impulso adicional a la planificación nuclear. En Europa, la producción eléctrica con fuelóleo tuvo que ser abandonada, sustituyéndola, en parte, con energía nuclear. En Francia, se lanzó definitivamente un gran programa nuclear basado en la tecnología americana de reactores de agua ligera a presión. En España, los Planes Energéticos de los años setenta recogían la implantación de importantes programas nucleares. Países industrializados, como Alemania, Suecia, Japón, Italia y Canadá, también reforzaron sus programas nucleares, mientras que otros, como México, Brasil, Taiwan y Corea, se preparaban para iniciar sus programas. No obstante, las expectativas para la energía nuclear resultaron pronto sobrevaloradas. En primer lugar, la crisis acabó con la bonanza económica y ésta con el fuerte crecimiento de la demanda eléctrica en muchos países. Además, los costes de inversión de las centrales nucleares en construcción se dispararon de forma importante. Finalmente, en la segunda mitad de la década de los setenta, empezó a surgir un fuerte movimiento antinuclear de carácter internacional, con un gran impacto en la opinión pública. La combinación de estos tres factores condicionó una fuerte desaceleración de los programas nucleares, sobre todo en los países más directamente afectados, España entre ellos. 158 Tabla V.1 Centrales nucleares en operación en el mundo. Año 2000 Reactores en Operación País Reactores en Construcción Nº Pot. Neta MW(e) 104 59 53 19 97.411 63.073 43.491 21.122 Rusia R.P. Corea Reino Unido Ucrania 29 16 35 13 19.843 12.990 12.968 11.207 Canadá Suecia ESPAÑA Bélgica 14 11 9 7 9.998 9.432 7.512 5.712 Taiwan Bulgaria Suiza Finlandia 6 6 5 4 4.884 3.538 3.192 2.656 2 5 14 6 2 2.569 2.503 2.408 2.370 China Brasil Sudáfrica Hungría 3 2 2 4 2.167 1.855 1.800 1.755 México Argentina Eslovenia Rumanía 2 2 1 1 1.360 935 676 650 Holanda Pakistán Armenia Irán 1 2 1 449 425 376 438 351.327 EE.UU. Francia Japón Alemania República Checa India R. Eslovaca Lituania TOTAL Nº Pot. Neta MW(e) Producción 2000 TWh Participación (%) 753,9 395,0 304,9 159,6 19,8 76,4 33,8 30,6 119,7 103,5 78,3 72,4 15,0 40,7 22,0 47,3 68,7 54,8 59,3 45,4 11,8 39,0 27,8 56,8 2.560 37,0 18,2 24,9 21,6 23,6 45,0 38,2 32,2 1 912 2 776 13,6 14,2 16,5 8,4 20,1 3,1 53,4 73,7 8 6.420 16,0 5,6 13,0 14,7 1,2 1,5 6,6 42,2 1 692 1 650 7,9 5,7 4,5 5,1 3,9 7,3 37,4 10,9 3,7 1,1 1,8 4,0 1,7 33,0 2.448,94 – 3 3.190 3 4 2.825 3.820 4 3.800 2 2.111 31 27.756 Fuente: Organismo Internacional de Energía Atómica y UNESA. En el año 2000, existían en el mundo 438 centrales nucleares en operación en 31 países, con una potencia total instalada de unos 351.000 MWe netos. La producción de electricidad de las mismas es de más de 2.400.000 GWh, lo que representa un 16% del total de la energía eléctrica consumida a nivel mundial. De este total, 136 centrales están en países de la Unión Europea y generan un 35% de la electricidad consumida en estas naciones. En la Tabla V.I. puede verse para cada uno de los países la potencia neta de su parque nuclear, el número de grupos, la producción en el año 2000, la participación que la energía nuclear tiene en su generación eléctrica y la potencia y número de reactores en construcción. Los países con mayores parques nucleares son Estados Unidos (97.400 MW), Francia (63.000 MW) y Japón (43.000 MW). Asimismo, conviene indicar la paralización de los programas nucleares de Alemania y Suecia y el relanzamiento de los relativos a EE.UU. y Finlandia. 145 Un dato interesante que refleja la importancia del parque nuclear mundial es que el funcionamiento de las centrales nucleares hace que se evite emitir a la atmósfera unos 2.000 millones de toneladas de CO2 cada año. En Europa, la energía nuclear evita, anualmente, el vertido a la atmósfera de unos 800 millones de toneladas de CO2, cantidad equivalente a la producida por todo el parque automovilístico europeo (unos 200 millones de automóviles). En el Gráfico V.3 se ha representado gráficamente la distribución por países con centrales nucleares en funcionamiento según el tipo del reactor. 159 ¿Cuántas centrales nucleares en servicio tiene España? E spaña tiene actualmente en funcionamiento siete centrales nucleares, con nueve reactores nucleares de agua ligera y una potencia conjunta de 7.749 MW. Gráfico V.3 Porcentaje de países con centrales nucleares según tipo de reactor Fuente: UNESA. 146 La primera central nuclear española que entró en servicio fue la de José Cabrera, situada en Zorita de los Canes, provincia de Guadalajara. Tiene una potencia de 160 MW y comenzó a funcionar en el año 1968. En octubre de 2002 el Ministerio de Economía, en consonancia con la planificación de los sectores de electricidad y gas adoptada, estableció poner fuera de servicio esta central para el año 2006. En el año 1971 fue conectada a la red la central de Santa María de Garoña, localizada en la provincia de Burgos, con una potencia de 466 MW. Un año más tarde, en 1972, entró en funcionamiento la central nuclear hispano-francesa de Vandellós I (Tarragona), con un reactor grafito-gas y con una potencia de 500 MW. Sin embargo, en octubre de 1989 un incendio destruyó parte de las instalaciones de la central de Vandellós I. Al año siguiente, una vez evaluada la viabilidad técnica y económica de proceder a su reparación, se decidió la retirada definitiva de servicio de esta central. A comienzos del año 1981, se puso en servicio el primer grupo de la central nuclear de Almaraz, con una potencia de 973 MW, emplazada en la provincia de Cáceres. En 1983, entró en servicio el primer grupo de la central nuclear de Ascó, con una potencia actual de 1.028 MW; está situada en la provincia de Tarragona, a orillas del Ebro. Asimismo, en este mismo año se puso en marcha el segundo grupo de la central de Almaraz, que posee actualmente 983 MW de potencia. En 1984, entró en funcionamiento el reactor de la central nuclear de Cofrentes, que tiene una potencia de 1.025 MW; está situada en Cofrentes, a orillas del Júcar, en la provincia de Valencia. Un año más tarde, en 1985, lo hizo el segundo grupo de la central de Ascó, de 1.027 MW de potencia en el año 2000. En diciembre de 1987 entró en periodo de pruebas la central de Vandellós II, que alcanzó su servicio a plena potencia durante 1988. Posee en la actualidad 1.087 MW. Por último, en 1989 entró en servicio la central de Trillo I, que tiene 1.066 MW. En la Tabla V.2. adjunta, se hace un resumen de las características más importantes de las centrales nucleares españolas en funcionamiento en el año 2000, es decir, su potencia a 31-XII-2001, tipo de reactor, año de puesta en servicio, localización y empresas propietarias. Asimismo, en el Gráfico V.4 se Tabla V.2 Centrales nucleares españolas en funcionamiento. Año 2000 Tipo Origen Tecnológico Año (*) José Cabrera Central UFSA (100%) Titular Almonazid de Zorita (Guadalajara) Localización (provincia) Potencia 31-XII-00 (MWe) 160 PWR EE.UU. 1968 Garoña NUCLENOR (IBERDROLA 50% ENDESA 50%) Sta. M.a de Garoña (Burgos) 466 BWR EE.UU. 1971 Almaraz I IBERDROLA (53%) ENDESA (36%) UFSA (11%) Almaraz (Cáceres) 973 PWR EE.UU. 1981 Almaraz II IBERDROLA (53%) ENDESA (36%) UFSA (11%) Almaraz (Cáceres) 983 PWR EE.UU. 1983 Ascó I ENDESA (100%) Ascó (Tarragona) 1.028 PWR EE.UU. 1983 Ascó II ENDESA (85%) IBERDROLA (15%) Ascó (Tarragona) 1.027 PWR EE.UU. 1985 Cofrentes IBERDROLA (100%) Cofrentes (Valencia) 1.080 BWR EE.UU. 1984 Vandellós II ENDESA (72%) IBERDROLA (28%) Vandellós (Tarragona) 1.087 PWR EE.UU. 1987 Trillo UFSA (34,5%) IBERDROLA (48%) HC (15,5%) NUCLENOR (2%) Trillo (Guadalajara) 1.066 PWR Alemania 1988 Fuente: UNESA. (*) Año de primera conexión a la red. Gráfico V.4 Localización de las centrales nucleares en España recoge un mapa de España con la localización de estas centrales. ¿Han aumentado su potencia las centrales nucleares españolas? 160 E Fuente: UNESA. fectivamente, las centrales nucleares españolas han ido aumentando su potencia a lo largo de la década de los años 90. El nuevo marco de competencia en generación ha obligado a que las centrales nucleares españolas, al igual que ha ocurrido en otros tipos de centrales, fueran reduciendo en lo posible sus costes de operación y mantenimiento por kWh producido. Un método para conseguirlo es aumentar la producción de la central a través del «repowering», es decir, de incrementar su potencia eléctrica. Así, las em- 147 presas eléctricas asociadas en UNESA, a la luz de los desarrollos tecnológicos, estudiaron los posibles aumentos de potencia con viabilidad económica. Diferentes estudios realizados concluyeron que era posible incrementar la potencia eléctrica del parque nuclear español en cerca de 900 MW sin que hubiera razones de seguridad o técnicas que lo impidieran. Por una parte, los márgenes de los equipos principales ya instalados permitían incrementar la potencia térmica licenciada de las diferentes centrales entre un 5% y un 12% (equivalente a un incremento eléctrico total de 750 MW) manteniendo los márgenes de seguridad anticipados cuando fueron licenciadas. Adicionalmente, existía la posibilidad de conseguir aumentos de potencia a través de la mejora de la eficiencia de los equipos principales del ciclo, especialmente de la turbina, cuya tecnología había evolucionado en los últimos años. Estos aumentos se evaluaron en 150 MW adicionales para el conjunto del parque. Ante estas perspectivas, las centrales iniciaron un plan de aumento de potencia que se implantó progresivamente a lo largo de la década de los 90. Su aplicación ha llevado a que 573 MW de los 900 estudiados sean hoy una realidad, lo que ha supuesto un aumento de la potencia instalada del 7,8%. Es posible, además, que la cifra de 573 MW se incremente todavía en algunas decenas de MW. (Ver Tabla V.3) Tabla V.3 Incremento de potencia de las centrales nucleares españolas Central Potencia eléctrica inicial (MW) Potencia eléctrica Año 2002 (MW) Incremento (MW) José Cabrera Sta. María de Garoña Almaraz I Almaraz II Ascó I Ascó II Cofrentes Vandellós II Trillo 160 460 930 930 930 930 975 982 1.000 160 466 973 983 1.028 1.027 1.080 1.087 1.066 – 6 43 53 98 97 105 105 66 TOTAL 7.297 7.870 573 Fuente: UNESA. 148 ¿Cuál es la contribución de las centrales nucleares al sistema eléctrico español? A ctualmente, la energía nuclear supone cerca del 30% del total de energía eléctrica producida en España. Este hecho pone bien a las claras la transcendencia del parque generador nuclear en nuestro país. La producción eléctrica de las centrales nucleares españolas ha seguido una evolución de bastante estabilidad durante los últimos 30 años, con un aumento constante desde 1968, año en que se conectó, en el mes de diciembre, a la red la primera central nuclear española, la central nuclear José Cabrera, hasta el año 1988 que se conectó la última, Trillo. Desde ese año la energía eléctrica generada ha sido bastante estable, con la excepción de la puesta fuera de servicio de la central de Vandellós I y los aumentos de potencia del resto de las centrales nucleares en operación. En el año 2002, la potencia eléctrica instalada de origen nuclear alcanza los 7.870 MW, que representa un 13,5% de la potencia total instalada en España. En el año 2001, la producción de energía eléctrica de las centrales nucleares españolas fue de 63.708 GWh (26,8% del total producido), lo que supuso un ahorro de unos 13 millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep), es decir, alrededor del 10% del consumo de energía primaria de nuestro país. Desde la puesta en marcha de José Cabrera en 1968 hasta el año 2001, las centrales nucleares españolas han producido más de 1.000.000 GWh, lo que ha permitido el ahorro de unos 240 millones de toneladas equivalentes de petróleo, mejorando de forma notable la dependencia exterior de nuestro sistema energético. En la Tabla V.4 se presenta la producción nuclear anual habida durante el periodo 1967-2001. También en los Gráficos V.5 y V.6 puede verse esta participación. Desde el 1 de enero de 1998 está en vigor un nuevo modelo de sistema eléctrico en España, que establece un marco liberalizado en la fijación de precios del mercado de producción de electricidad. En el momento presente todos los grupos generadores ofertan su capacidad y precio, con los que el agente encargado de la cobertura de la demanda, el Operador del Mercado, hace la casación de oferta y demanda. Se determina así qué centrales son las que 161 Tabla V.4 Gráfico V.6 Evolución de la producción nuclear en España (GWh) (1967-2001) Año 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 1983 Producción Nuclear Producción Total – 57 829 924 2.523 4.751 6.545 7.225 7.544 7.555 6.525 7.649 6.700 5.186 9.568 8.771 10.661 40.637 45.851 52.124 56.490 62.516 68.904 76.272 80.857 82.515 90.822 93.804 99.534 105.779 110.483 111.232 114.569 117.196 Estructura de la producción de electricidad. Año 2001 Año Producción Nuclear Producción Total 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 23.086 28.044 37.458 41.215 49.297 56.105 54.264 55.576 55.777 56.059 55.312 55.444 56.328 55.297 59.001 58.851 62.206 63.708 120.042 127.363 129.149 133.390 139.571 147.842 151.741 159.392 161.105 160.890 164.942 169.094 176.510 189.381 196.312 208.913 223.944 237.417 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. Gráfico V.5 Evolución de la producción nuclear de energía eléctrica y de la producción total en España Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. producirán en cada periodo (las de oferta más económica) y a qué precio será retribuida su producción (precio marginal). En este nuevo marco de funcionamiento, las centrales nucleares en operación pueden ofrecer energía eléctrica con unos costes variables de producción bajos, por lo que han podido mantener su funcionamiento continuo a la potencia máxima permitida. Su producción únicamente se ha visto alterada por las limitaciones técnicas impuestas por sus especificaciones de funcionamiento o las incidencias que hayan podido suceder. ¿Qué es el factor de carga de una central eléctrica? 162 E Fuente: Foro Nuclear. xisten varios indicadores para hacer una valoración de la capacidad técnica y de competir económicamente que tienen los diversos equipos de generación ya instalados, como son los factores de carga, de operación, disponibilidad, etc. Por razones de simplicidad y por ser este indicador uno de los más utilizados a nivel internacional para evaluar y comparar el comportamiento de las centrales nucleares, se ha elegido el factor de carga. Este indicador mide la relación existente entre la energía eléctrica realmente producida por una 149 central en un periodo determinado y la que se hubiera producido en el mismo, funcionando a su potencia nominal. 163 Gráfico V.7 Evolución del factor de carga medio de las centrales nucleares en España ¿Cuál es el factor de carga medio del parque electronuclear español? C onviene destacar la dificultad de que este factor alcance valores muy altos en el caso de las centrales nucleares (> del 80%) cuando se consideran periodos amplios de tiempo, debido a que cualquier variación de potencia, obligada para efectuar pruebas u operaciones de mantenimiento requeridas por las autorizaciones de explotación concedida o desconexión de la central de la red eléctrica para efectuar operaciones de recarga y mantenimiento, impiden la consecución del máximo teórico (100%). Y esto es válido aun cuando las centrales nucleares operen normalmente en la base de la curva de carga diariamente. Los factores de carga medios (ponderados por potencia) del parque electronuclear español durante el periodo 1990-2000 han oscilado desde un mínimo de 83,5% en el año 1997, al máximo, 91,0%, registrado en el año 2000. (Véase Gráfico V.7) El hecho de que a lo largo del periodo 19902000, el factor de carga medio ponderado de las centrales nucleares españolas haya sido siempre superior al 83,5%, coloca a España entre las naciones con me- Fuente: Foro Nuclear. jor comportamiento a nivel mundial de su parque electronuclear. De cualquier forma, la madurez alcanzada por la tecnología nuclear a nivel mundial se manifiesta en que la mayoría de los parques nucleares nacionales en explotación operan con factores de carga superiores al 70%. Incluso en países en los cuales el programa nuclear está en fase de desarrollo, el factor de carga, salvo casos muy aislados y debido a razones muy concretas, no ha bajado del 60%. Tabla V.5 Evolución del factor de carga por centrales (%) (1990-2000) Año 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 José Cabrera 71,69 78,55 83,86 69,37 1,61* 27,14* 74,63 61,87 83,15 83,97 82,10 Sta.M.a Garoña Almaraz I Almaraz II Ascó I Ascó II Cofrentes Vandellós II Trillo Total 66,64 95,63 69,45 95,38 81,21 99,01 82,71 87,05 96,91 85,31 98,40 82,44 95,60 81,49 83,75 95,23 84,00 73,56 80,50 97,21 85,02 90,80 97,44 85,90 87,80 98,66 81,61 86,59 91,82 73,89 70,54 97,53 89,68 84,54 86,75 87,13 83,12 86,84 70,90 99,04 78,50 89,38 98,78 89,80 88,23 86,44 89,67 88,80 89,47 86,44 74,88 96,44 90,17 87,40 98,70 84,61 83,90 92,32 83,77 83,72 97,83 91,66 82,60 95,14 86,52 85,70 88,23 86,22 79,71 82,12 85,54 89,55 88,42 85,52 98,62 81,31 87,40 75,01 75,99 90,47 84,48 90,62 85,42 86,80 88,70 75,12 77,78 93,30 84,1 86,1 85,8 86,4 85,3 85,5 86,1 83,5 88,4 87,4 91,0 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica de UNESA. 2001. * Parada de la central por trabajos en la vasija del reactor. 150 A la vista de los valores recogidos en la Tabla V.5. adjunta, sobre la evolución de los factores individuales de carga de cada central nuclear española, puede deducirse el excelente comportamiento de nuestro parque desde el punto de vista operacional, así como del nivel de madurez que esta tecnología ha alcanzado en nuestro país. 164 ¿Qué nivel tecnológico tiene España en el ámbito nuclear? E l programa nuclear español ha dado lugar al desarrollo de una importante industria nuclear nacional de fabricación de bienes de equipo (componentes de turbinas y alternadores, sistemas de protección, equipos eléctricos y electrónicos, etc.), ingeniería (diseño de componentes), servicios (formación, inspección y control, protección radiológica, etc.), y construcción y montaje, que ha intervenido con éxito tanto en la realización de las centrales nucleares españolas como en instalaciones nucleares de otros países. Las empresas eléctricas españolas comenzaron sus programas de construcción de centrales nucleares en el año 1964, siguiendo un buen modelo desde el punto de vista de la transferencia tecnológica. Inicialmente, las centrales de José Cabrera, Santa María de Garoña y Vandellós I se construyeron bajo el tipo «llave en mano», con una participación pequeña de empresas españolas. Posteriormente, las centrales de Almaraz I y II, Ascó I y II y Cofrentes se proyectaron y construyeron bajo la modalidad de «componentes». En estas centrales, la participación española, tanto de ingenierías como de fabricantes de equipos, aumentó espectacularmente, alcanzando un 85-90% de participación nacional en la inversión total. Finalmente, en el caso de las centrales de Vandellós II y Trillo I, la participación nacional fue incluso aún mayor. Prácticamente todas las actividades de construcción fueron realizadas por empresas españolas, y en la parte referente a la ingeniería, la transferencia tecnológica fue tal que se consiguió una autonomía prácticamente total. Todo esto puede verse en la Tabla V.6 adjunta. Por todo ello, la tecnología nuclear española ha experimentado un notable avance. Éste se ha Tabla V.6 Participación de la industria nacional en las centrales nucleares españolas (%) Bienes de equipo Caldera nuclear Turbogenerador Mecánico Eléctrico e Instrumentación Servicios Construcción Montaje Transportes Ingeniería Formación de personal TOTAL Centrales primera etapa Centrales segunda etapa Centrales tercera etapa 24-25 45-55 30-35 30-40 70-80 75-85 93-96 100 100 95 75-80 80 75-80 70-75 55-60 85-90 95-100 96-98 100 100 95-100 85-95 100 65-70 80-90 65-75 80-85 50-70 42-44 Fuente: Foro Nuclear. visto potenciado desde principios de los años 80 por las actividades de investigación aplicada que han desarrollado las empresas eléctricas en el marco de un amplio programa de investigación sectorial coordinado en UNESA. A partir del año 1994, las empresas eléctricas asociadas en UNESA crearon, además, la Agrupación Eléctrica para el Desarrollo Tecnológico Nuclear, una entidad constituida bajo la forma jurídica de agrupación de interés económico, cuyo objetivo es la ejecución y explotación de proyectos de investigación, desarrollo y apoyo tecnológico de tipo estratégico relacionados con la energía nuclear. ¿En qué consistió la moratoria nuclear en España? 165 E n el año 1984, de acuerdo con el contenido del Plan Energético Nacional aprobado en dicho año, fueron paralizadas las obras de cinco centrales nucleares españolas que se hallaban entonces en fase de construcción: Lemóniz I y II (Vizcaya), con 930 MW cada grupo, Valdecaballeros I y II (Badajoz), con 975 MW de potencia unitaria, y Trillo II (Guadalajara), con 1.041 MW de potencia. Desde entonces, estas cinco unidades permanecieron en moratoria, es decir, con la cons- 151 trucción «congelada», hasta que se decidiera su destino final. El último Plan Energético Nacional 1991-2000, aprobado en 1992, no contemplaba la terminación de ninguna de estas unidades en sus previsiones sobre la nueva potencia necesaria hasta el año 2000. Finalmente, en el año 1994, fueron definitivamente canceladas las centrales nucleares de Lemóniz, Valdecaballeros y Trillo II, con extinción de las autorizaciones concedidas. Actualmente, con la Ley 54/1997 del Sector Eléctrico, no hay ningún tipo de moratoria nuclear. 166 ¿Qué consecuencias se derivarían del cierre prematuro de nuestras centrales nucleares? S i se sustituyen las centrales nucleares por otros tipos de instalaciones, por ejemplo las centrales de gas de ciclo combinado, se aumentaría de forma importante la dependencia del exterior. Dado que no tenemos prácticamente producción nacional de hidrocarburos, pueden crearse situaciones de escasez de los suministros por la inestabilidad política de los países exportadores, y existe siempre la volatilidad de costes en el mercado internacional del petróleo y del gas, que afectarían de forma importante a la producción de electricidad. El parque nuclear en operación, con costes variables bajos comparados con otros tipos de centrales, y siendo un importante componente de las fuentes nacionales de energía, asegura de forma significativa el mantenimiento de los precios de la electricidad en situaciones normales, y un mínimo de producción en caso de una crisis energética grave. Hay que tener en cuenta que la energía nuclear produce actualmente casi un tercio del total de la electricidad generada en España. Desde el punto de vista socioeconómico, los municipios del entorno de las centrales nucleares españolas perderían unos 14 millones de euros al año que reciben en concepto de cánones e impuestos, y otros 45 millones de euros anuales por los consumos de todo tipo que hacen las centrales nucleares. 152 A todo esto es preciso añadir el impacto económico del personal de las centrales en los municipios y pueblos del entorno de las centrales, estimado en unos 3.000 millones de pesetas por unidad nuclear y unos 20.000 puestos de trabajo de la industria nuclear. Además, un cierre de las centrales nucleares produciría un deterioro considerable en la capacidad tecnológica adquirida y en las oportunidades de desarrollo y de perfeccionamiento tecnológico futuro, no sólo en el campo energético, sino también en múltiples aplicaciones en otras áreas (medicina, agricultura, industria, minería, investigación, etc.). ¿Son seguras las centrales nucleares? L a operación segura de las centrales nucleares es la condición básica que posibilita su funcionamiento. Esto se debe fundamentalmente al impacto negativo en la opinión pública y al enorme coste económico asociados a los accidentes que pudieran ocurrir. Esto se ha traducido en la utilización del concepto de «defensa en profundidad» que inspira el diseño, la construcción y la operación de las mismas (Véase Gráfico V.8). Este concepto puede describirse mediante tres niveles: Gráfico V.8 Seguridad de las centrales nucleares. Concepto: «Defensa en profundidad» Fuente: Foro Nuclear. 167 – El primer nivel tiene como objetivo evitar los accidentes a través de un diseño, construcción y operación adecuados, incluyéndose, entre otros, elevados márgenes de conservadurismo, garantía de calidad, redundancia de sistemas, inspecciones y pruebas periódicas y rigurosas. – El segundo nivel postula que, a pesar de lo anterior, podrían producirse accidentes. Por ello se añaden sistemas de seguridad para reducir las consecuencias y minimizar los daños al propio personal de operación y al público en general. – El tercer nivel postula que los sistemas de seguridad, previstos para controlar los accidentes hipotéticos, fallan en el momento de ponerse en funcionamiento. Este tercer nivel está dirigido, fundamentalmente, a la protección de la población y a completar a los anteriores a través de salvaguardias tecnológicas dirigidas al confinamiento de los productos de fisión, añadiendo más márgenes al diseño original de la central como una garantía adicional de que el público estará protegido aún en el supuesto de ocurrir circunstancias extremadamente imprevisibles e improbables. Sin embargo, a pesar de la prácticamente despreciable probabilidad de que, por un accidente, se evacúen al exterior de una central de diseño occidental cantidades significativas de material radiactivo, se considera conveniente preparar planes de emergencia que prevean las acciones que han de tomarse para hacer frente a este tipo de contingencias. 168 ¿Qué medidas se toman en el ámbito de la Seguridad Nuclear en una central nuclear? L as medidas que la Administración española toma para controlar y vigilar el funcionamiento seguro de una central nuclear son numerosas, abarcando desde la selección del emplazamiento hasta el desmantelamiento de la instalación. Pueden resumirse de la siguiente forma: a) Selección de un emplazamiento apropiado, teniendo en cuenta sus características geológicas, sísmicas, hidrológicas y meteorológicas. Se realizan una serie de análisis, sondeos y observaciones para diseñar la instalación de modo que soporte los daños producidos por terremotos, inundaciones, cargas del viento y efectos adversos originados por otros fenómenos. b) Antes del comienzo de la construcción de la central, se somete a la aprobación de la Administración el Estudio Preliminar de Seguridad, que describe los criterios del proyecto de la instalación y analiza el funcionamiento de los distintos sistemas y estructuras. Además, considera incidentes hipotéticos anormales y demuestra que, aunque se produjesen, la población no sufriría daños inaceptables. c) Mucho antes de que la central comience a funcionar, se estudia el fondo radiológico de la zona. Durante la explotación, se ejerce una vigilancia ambiental para comparar los resultados de sus medidas con el fondo y poder determinar cualquier influencia de la instalación sobre la zona. d) Para obtener el permiso de explotación se presenta el Estudio Final de Seguridad, semejante al anterior, pero donde se ha de demostrar que se ha cumplido lo especificado y en el que se describe y analiza cómo ha quedado construida la central. En este estudio final se detalla que: – Los productos radiactivos que se generen en el núcleo están protegidos por cuatro barreras sucesivas que impiden su liberación directa al exterior. – Aun en el caso hipotético de un accidente, existen sistemas de seguridad que impiden que sus consecuencias produzcan daños inaceptables. – Los sistemas importantes para la seguridad tienen componentes duplicados e independientes para que, en caso de fallo de uno de ellos, actúe su "doble" sin que se deriven efectos perjudiciales. También se duplican las líneas eléctricas, acometidas 153 de agua y otros sistemas, cuando por razones de seguridad hay que garantizar el suministro. – La central se protege contra posibles sabotajes y dispone de sistemas muy elaborados de protección contra incendios. – La fabricación de componentes y su instalación y montaje se han realizado de acuerdo con un programa de garantía de calidad muy severo. e) Antes de obtener la autorización de operación de la central, se preparan una serie de documentos oficiales para la explotación que, tras ser aprobados por la Administración, regulan detalladamente todos los aspectos de aquélla. f) Antes y durante el funcionamiento de la central, los diversos componentes se someten a pruebas para comprobar que funcionan de acuerdo con lo previsto en el proyecto. Asimismo, se efectúa el mantenimiento preventivo de la instalación. g) La Administración regula la concesión de licencias al personal de operación de la central, las cuales hay que renovar periódicamente. h) La Administración ejerce vigilancia sobre el buen funcionamiento y el cumplimiento de las especificaciones de explotación durante toda la vida de la central y, finalmente, su desmantelamiento. 169 ¿Cuántos accidentes nucleares ha habido en el mundo? E n diciembre del año 2000 había 438 reactores en explotación comercial en el mundo, con una potencia neta total de unos 371.000 MW y una experiencia superior a los 9.000 años-reactor, es decir, equivalente a que un reactor hubiera estado funcionando ininterrumpidamente durante más de 9.000 años. Una síntesis de los accidentes más importantes ocurridos en el mundo hasta la fecha es la siguiente: – El 5 de octubre de 1966, el reactor rápido ex- 154 perimental Enrique Fermi (Estados Unidos) sufrió una fusión parcial del núcleo que obligó a clausurarlo. No hubo accidentados ni emisión de radionucleidos al exterior. – El 17 de octubre de 1969, en la central de Saint Laurent-des-Eaux I (Francia), se fundieron cinco elementos de combustible, lo que dio lugar a una avería que se tardó en reparar. No hubo accidentados ni emisión de productos radiactivos a la atmósfera, y fue calificado de nivel 4. – El 28 de mayo de 1979, tuvo lugar un accidente –de nivel 5– en la central de Three Mile Island, en Harrisburg (Estados Unidos). La causa inicial fue la obstrucción de una tubería del circuito de depuración del condensador. Este hecho en sí carece de importancia, pero en el caso de Three Mile Island, se produjo a partir de él una concatenación de fallos, errores y otras circunstancias adversas que dieron lugar al accidente. Como resultado de todo ello, se produjo un deterioro muy importante del núcleo del reactor en la unidad número 2 de la central y una mínima emisión de productos radiactivos al exterior, superior a la autorizada como normal. Los efectos radiológicos sobre la población circundante y sobre el medio ambiente fueron prácticamente despreciables. – El 26 de abril de 1986, tuvo lugar en la planta ucraniana de Chernobyl el accidente más grave –está clasificado de nivel 7– acaecido hasta ahora en una central nuclear. Una cadena de errores humanos y violaciones de las normas de seguridad de la instalación, unidas a defectos de diseño del reactor, fueron la causa de la destrucción del reactor de la unidad 4 de la central. El accidente provocó directamente una treintena de muertos entre los bomberos que trataron de extinguir el incendio, e hizo necesaria la evacuación de decenas de miles de habitantes de las poblaciones cercanas. Las emisiones radiactivas que siguieron al accidente fueron detectadas más allá de las fronteras de la antigua URSS y obligaron a poner en marcha un riguroso control radiactivo de la población potencialmente afectada, así como de los alimentos en varias zo- Gráfico V.9 Escala internacional de sucesos nucleares Fuente: Foro Nuclear. nas europeas. El medio ambiente español no se vio afectado por estas emisiones. Como consecuencia del accidente de Chernobyl, la seguridad de las centrales nucleares se ha visto reforzada, especialmente en lo que se refiere a la colaboración internacional y al trasvase de información entre países fronterizos en caso de incidente. Igualmente, se han desarrollado acciones para que los expertos de los países occidentales colaboren en la revisión de la situación, desde el punto de vista de la seguridad, de las centrales nucleares de la antigua URSS y de otros países de la Europa oriental. Asimismo, la industria nuclear, con el objetivo de mejorar la información a la opinión pública, ha tipificado cualquier suceso que pueda ocurrir en una central nuclear, estableciendo la escala internacional INES (International Nuclear Event Scale) de clasificación de sucesos en siete niveles (Gráfico V.9). Los sucesos correspondientes a los niveles inferiores (1 a 3) se denominan «anomalías» o «incidentes» y los co- rrespondientes a niveles superiores (4 a 7) se denominan «accidentes». Los sucesos se prevén en función de tres criterios generales: sucesos con impacto fuera del emplazamiento (dan lugar a emisiones radiactivas fuera del emplazamiento, niveles 3 a 7 según la cantidad liberada); sucesos con impacto en el emplazamiento (daños graves en el núcleo del reactor y/o sobreexposición a dosis de los trabajadores, niveles 3 a 5) y sucesos con degradación de la defensa en profundidad (incidentes significativos y anomalías que afectan a alguno de los sistemas de la central y rebasan el régimen de explotación autorizado, niveles 1-3). Existe a su vez un nivel 0, debajo de la escala, y referido a desviaciones de los límites y condiciones operacionales sin ninguna significación para la seguridad. De acuerdo con este baremo, de todos los accidentes indicados anteriormente ha existido sólo uno de nivel 7 (Chernobyl, Rusia 1986), dos de nivel 5 (Windscale, Gran Bretaña 1957, y Three Mile IslandII, Estados Unidos 1979) y uno de nivel 4 (Saint-Laurent, Francia 1979). En España sólo ha habido hasta la fecha un «incidente» importante, de nivel 3, el de Vandellós I en 1989. El resto de las noticias sobre incidentes en centrales nucleares de todo el mundo hay que situarlos generalmente en el nivel 0 ó 1. Finalmente, y referente a las centrales nucleares españolas, puede decirse que en el año 2002 suman una experiencia de unos 200 años-reactor –equivalente a que un reactor llevara 200 años funcionando continuamente–, con una potencia de 7.870 MW y una producción de electricidad que supera la cifra de 1.000.000 GWh. ¿Podría producirse un accidente igual al de Chernobyl en las centrales nucleares españolas? 170 U n accidente como el de la central nuclear de Chernobyl no se podría producir nunca en las centrales españolas porque el diseño de las centrales nucleares occidentales, y por tanto las españolas, son muy distintas al de las del tipo de Chernobyl. Asimismo, las tecnologías utilizadas son diferentes, así como los conceptos de seguridad de su funcionamiento. 155 Así, por ejemplo, las centrales nucleares españolas se basan en el concepto de seguridad a ultranza, usando barreras físicas interpuestas al escape de la radiación o productos radiactivos. La última barrera, el edificio de contención, no existente en reactores similares al de Chernobyl, hubiera sido capaz de retener toda la energía liberada en el accidente, así como los productos radiactivos producidos, por lo que en el caso hipotético de que Chernobyl hubiera tenido una barrera de estas características, el accidente producido no hubiera liberado productos al exterior. 171 ¿Existe colaboración internacional para la prevención de accidentes nucleares? E xisten dos organizaciones, INPO y WANO, que responden a la cooperación internacional en la prevención de accidentes nucleares. A continuación se describe su funcionamiento y sus objetivos. Las compañías eléctricas propietarias de las centrales nucleares de Estados Unidos fundaron en diciembre de 1979, el Institute of Nuclear Power Operations (INPO), con el objetivo de mejorar la seguridad y fiabilidad de las centrales nucleares, y promover la excelencia en la operación de éstas. Se creó como consecuencia del accidente de Three Mile Island, ocurrido en marzo de 1979. INPO es una organización independiente de las centrales nucleares y del organismo regulador de Estados Unidos, NRC. Sin embargo, tiene firmados acuerdos de colaboración y de intercambio de información técnica tanto con la NRC, como con otras organizaciones de Estados Unidos como el Nuclear Energy Institute (NEI). Esta institución dispone de un programa de participantes internacionales al que pertenecen las centrales nucleares españolas desde 1981. Por otra parte, las compañías eléctricas propietarias de las centrales nucleares de todo el mundo fundaron, en mayo de 1989, la Asociación Mundial de Explotadores Nucleares (WANO), con el objetivo de alcanzar los más altos niveles de seguridad y fiabilidad en la operación de las centrales nucleares a través del intercambio de información técnica, de la comparación, emulación y comunicación entre sus miembros. Después del accidente de Chernobyl, se de- 156 mostró la necesidad de cooperación internacional y de intercambio de información. Los beneficios que una asociación como WANO puede aportar a la comunidad nuclear son proporcionales a la participación específica en los programas de cada uno de sus miembros, o sea de cada central. WANO es una organización independiente de cualquier organización gubernamental y de otros organismos reguladores. WANO funciona únicamente para sus miembros y en nombre de ellos, los explotadores de las centrales nucleares. Sin embargo, tiene firmados acuerdos de colaboración y de intercambio de información técnica con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). ¿Cuáles son los tipos de radiaciones ionizantes? L a radiactividad fue descubierta por Henri Becquerel (francés) en 1896, al descubrir que el uranio emitía espontáneamente una radiación misteriosa sin ser excitado previamente, que se llamó radiactividad (natural). Pronto se supo que esta radiación podía ser de tres clases distintas, que se llamaron alfa, beta y gamma, y que al final del proceso el átomo radiactivo original se había transformado en un átomo de naturaleza distinta (desintegración). A los átomos inestables se les llama radionucleidos. Actualmente se obtienen en el laboratorio isótopos radiactivos de elementos cuyos isótopos naturales son estables; estos isótopos radiactivos producen lo que se llama radiactividad artificial. La radiación emitida por una desintegración radiactiva puede, por tanto, ser de tres clases: alfa, beta y gamma. Además, también hay que considerar la emisión de neutrones. – La radiación alfa (α) está formada por núcleos de helio, es decir, por dos protones y dos neutrones. Tiene, por tanto, una carga eléctrica de dos unidades positivas. Son fácilmente absorbidas por todos los cuerpos. Basta para ello unos centímetros de aire y, por tanto, no necesitan ningún blindaje. – La radiación beta (β) está constituida por electrones, lo que significa que tiene una carga eléctrica de una unidad negativa. 172 Más recientemente se ha descubierto la radiación beta positiva, semejante a la beta pero con carga positiva. Está formada por positrones procedentes de la transformación de un protón en un neutrón. Aunque son algo más penetrantes que las radiaciones alfa, se absorben también con facilidad, bastando algunos metros de aire, unos milímetros de agua, o un sólido delgado para detenerlas. – La radiación gamma (γ) es de naturaleza electromagnética, similar a la luz ordinaria o a la radiación X, pero con mucho menor longitud de onda. Es, por lo tanto, de naturaleza ondulatoria, carente de masa y de carga. Esta radiación es energía que se emite como consecuencia de un reajuste energético del núcleo. Son muy penetrantes, por lo que, para protegerse de ella son necesarios blindajes de un material pesado, como el plomo o el hormigón de gran espesor. – En la fisión y en otras reacciones nucleares, se produce también la radiación de neutrones, formada por estas partículas, con masa, y sin carga. Son también muy penetrantes, sin que sean absorbidas prácticamente por el aire. Algunos compuestos químicos como el boro y el cadmio, son muy buenos absorbentes de neutrones. En el Gráfico V.10 se ha representado el poder de penetración de estas radiaciones en distintos materiales. Hay radiaciones que tienen suficiente energía para arrancar los electrones que rodean los átomos y producir partículas cargadas (iones) a su paso por la materia, por lo que se llaman radiaciones ionizantes. Si la materia es tejido biológico (células), estas alteraciones pueden conducir a la aparición de efectos biológicos nocivos en las células. Las principales radiaciones ionizantes son las radiaciones alfa, beta, gamma, los rayos X y los neutrones. Los rayos X se producen, normalmente, bombardeando con electrones un material metálico en el vacío. Gráfico V.10 Poder penetrante de los tipos de radiaciones Fuente: Foro Nuclear. 157 173 ¿A qué radiaciones ionizantes está expuesto el ser humano? b) Radiaciones artificiales. Las causas artificiales de radiación se deben, fundamentalmente, a la exposición a diversas fuentes de origen no natural, como son las exploraciones radiológicas con fines médicos, la televisión en color, los viajes en avión (en este caso se debe a la mayor dosis de radiación cósmica que se recibe durante el vuelo a gran altura), el poso radiactivo procedente de las explosiones nucleares en la atmósfera que tuvieron lugar en el pasado, y las instalaciones nucleares. Dentro de las causas artificiales, la principal fuente de radiación son las exploraciones médicas radiológicas que, en los países desarrollados, dan lugar a unas dosis sobre la población semejantes a la radiación cósmica. Las centrales nucleares producen una dosis prácticamente nula sobre el público en general, y una dosis muy pequeña y controlada sobre el personal de una central. L as personas están expuestas continuamente a radiaciones ionizantes y lo han estado desde los albores de la humanidad. De estas radiaciones, unas proceden de la propia naturaleza, sin que el hombre haya intervenido en su producción; otras están originadas por acciones ocasionadas por el hombre. a) Radiaciones naturales. Constituyen el fondo radiactivo natural. Podemos distinguir tres causas de este fondo radiactivo: – Las radiaciones ionizantes procedentes del espacio exterior (radiación cósmica). Están originadas por los procesos nucleares que tienen lugar en el exterior de la Tierra. Puesto que la atmósfera absorbe parcialmente las radiaciones, el fondo natural debido a esta causa varía con la altitud, de tal modo que es menor al nivel del mar que en lo alto de una montaña. – Las radiaciones emitidas por las sustancias radiactivas presentes en la corteza terrestre. Este componente del fondo radiactivo varía notablemente entre unos y otros puntos de la Tierra, ya que no es uniforme la distribución de los elementos radiactivos naturales. Por ejemplo, el fondo radiactivo terrestre de la Sierra de Guadarrama, cuyas rocas graníticas poseen una radiactividad relativamente alta, es mucho mayor que el correspondiente a las zonas de naturaleza calcárea. – La radiación de los isótopos radiactivos contenidos en el propio organismo humano, principalmente isótopos del carbono y del potasio. A ella, hay que unir la radiación producida por el radón que inhalamos al respirar, el cual procede de la desintegración del radio y el torio. Como promedio, el 15% de la dosis procedente del fondo natural que recibe una persona en España se debe a la radiación cósmica; el 20% a la radiación terrestre, el 15% al propio organismo y el 50% al radón. 158 ¿Qué efectos producen en los seres vivos las radiaciones ionizantes? L as radiaciones ionizantes, cuando atraviesan las células de un tejido biológico, pueden producir daños o implicar riesgos para los seres vivos. La radiación ionizante puede alterar moléculas importantes de las células que forman parte de los tejidos de un organismo vivo. Entre estas alteraciones pueden incluirse los cambios químicos en el ADN, la molécula orgánica básica de las células que forman nuestro cuerpo. Estos cambios conducen a la aparición de efectos biológicos, que pueden detectarse a nivel celular, de órgano o tejido o del organismo considerado en su conjunto. La importancia de los efectos producidos por la radiación depende, lógicamente, de las dosis recibidas. Con dosis muy altas puede producirse incluso la muerte del individuo en días o semanas; con dosis menores, pero todavía altas, se producen lesiones tanto más graves cuanto mayor es la dosis; las dosis bajas de radiación no producen necesariamente un daño sino que hacen aumentar la probabilidad de que éste se origine y podrían tener efectos a largo plazo en función de la dosis recibida. 174 Gráfico V.11 Formas de contaminación interna. Vías de transferencia y eliminación Fuente: Foro Nuclear. Asimismo, hay que considerar que la sensibilidad de las células varía mucho según el tipo de que se trata; es mucho mayor en las células menos diferenciadas y con mayor capacidad de división celular y depende también del momento del ciclo celular en el que se produce la irradiación, siendo la célula más radiosensible en las fases de división en comparación con las de reposo celular. Si consideramos los efectos de la radiación sobre un órgano o un tejido, éstos estarán en relación con el tipo de población celular que compone el tejido; los efectos sobre la salud del individuo dependerán también del papel fisiológico que juegue el órgano o tejido. Se denominan órganos críticos aquellos que se ven más afectados por las radiación y dan lugar a consecuencias más graves para el organismo. Los principales órganos críticos son: la médula ósea, donde se producen las células sanguíneas; el intestino delgado, en el que se realizan los procesos de digestión y absorción de los alimentos, y las gónadas, donde se producen y maduran las células germinales. Los efectos de la absorción de una gran dosis de radiación por el conjunto del organismo reciben el nombre de síndrome de irradiación, cuyas manifestaciones clínicas están en función de las dosis recibidas y reflejan el daño producido sobre la médula ósea, el intestino y el sistema nervioso. (Véase Gráfico V.11) Las radiaciones ionizantes no son siempre perjudiciales para la salud de las personas, y en determinados casos pueden emplearse para producir un efecto beneficioso: las radiaciones X y gamma se usan con efectos curativos o paliativos en el tratamiento de tumores en la técnica denominada radioterapia; también en medicina se emplean la radiación X o los isótopos radiactivos con fines diagnósticos, en las especialidades de radiología y medicina nuclear. Otros ejemplos de utilización biológica de las radiaciones no están relacionados con la salud de las personas pero sí con su bienestar, como es el caso de la inducción de mutaciones genéticas en cereales para mejorar el rendimiento de las cosechas. Pero ante la eventualidad de que las radiaciones produzcan daños, según las circunstancias, o impliquen un riesgo de que tenga lugar el daño, está universalmente admitido que, fuera de los casos de aplicaciones terapéuticas, las radiaciones ionizantes deben considerarse siempre como potencialmente peligrosas, y debe reducirse en lo posible su interacción con el ser humano. En consecuencia, nadie debe recibir nunca una dosis que no sea necesaria; la dosis ha de estar siempre por debajo de unos límites establecidos, que se sabe no son peligrosos; la dosis, aún por debajo de estos límites, ha de ser siempre la mínima posible; en el caso de que una persona desarrolle una actividad en la que pueda recibir dosis por encima del fondo natural, ésta debe ser controlada y medida. ¿Cómo se miden las dosis de radiación? 175 E l daño producido al cuerpo humano por todo tipo de radiación que se reciba se mide con una magnitud que se llama dosis de radiación. Debe tenerse en cuenta que, para una cantidad dada de radiación, el daño producido en los tejidos por los distintos tipos de radiación (alfa, beta, gamma, X, neutrones) es diferente. Por 159 eso, la cantidad de radiación absorbida (dosis absorbida) debe multiplicarse por unos factores de ponderación de la radiación para dar la dosis equivalente, que es la que tiene en cuenta el tipo de radiación que se ha recibido. Sin embargo algunos órganos del cuerpo humano son más sensibles que otros a la radiación y son dañados de distinta forma por un mismo tipo de radiación. Por tanto, la dosis equivalente se multiplica por otros factores de ponderación de los tejidos, obteniéndose así la dosis efectiva que mide el daño total producido. Resumiendo, se tienen los siguientes tipos de dosis: – Dosis absorbida: energía suministrada por la radiación a la unidad de masa de tejido biológico, o del material irradiado. Se mide en Gray (Gy). – Dosis equivalente: dosis absorbida ponderada según el distinto daño que producen distintos tipos de radiaciones (factores de ponderación de la radiación). Se mide en Sievert (Sv). – Dosis efectiva («dosis»): dosis equivalente corregida por la diferente sensibilidad al daño de los distintos órganos y tejidos de los seres vivos (factores de ponderación de los tejidos). Se mide en Sievert (Sv). – Dosis efectiva colectiva («dosis colectiva»): dosis equivalente efectiva para un conjunto de personas expuestas a una fuente de radiación. Se mide en Sv-persona. Por consiguiente, la dosis que interesa (dosis equivalente y efectiva) se mide en Sievert (Sv), aunque cuando se habla de Protección Radiológica es más frecuente utilizar la milésima parte de esta unidad (miliSiervert, µSv) o, incluso, la millonésima parte (microSievert, µSv). Para hacerse una idea cuantitativa de lo que es un Sievert, se pueden hacer las siguientes comparaciones: Un microSievert (1 µSv) es aproximadamente: – 1/10 de la dosis que recibiría una persona en un viaje en un avión de reacción entre España y el Reino Unido. – 1/5 de la dosis media anual recibida por cada persona a causa de la lluvia radiactiva. 160 Un miliSievert (mSv) es: – La dosis que recibiría por radiación cósmica una persona que viviera 42 días en una zona de la cordillera del Himalaya que estuviera a 6.700 metros de altitud. – Algo más del 40% de la dosis anual promedio que recibe una persona en España a causa de radiación natural. Finalmente hay que tener en cuenta que las sucesivas dosis absorbidas por una persona a lo largo del tiempo se suman en lo que se refiere a sus efectos. Por ello, la reglamentación habla de dosis comprometida como suma de todas las dosis recibidas por una persona a lo largo de su vida hasta el momento que se considere. Este criterio de acumulación de dosis es conservador –como todos los que se aplican en protección radiológica– ya que en él se prescinde de la posibilidad de que el organismo se recupere parcialmente de las dosis absorbidas en un periodo anterior. Se mide en Sv año. ¿Qué es la Protección Radiológica? E n toda actividad en que puedan producirse radiaciones ionizantes a partir de una fuente de radiación es necesario asegurarse de que las personas y otros seres vivos están protegidos y no reciben una dosis que pueda poner en situación de riesgo y, menos aún, de producirles un daño cierto. De esto se ocupa la Protección Radiológica, que se define como el conjunto de normas y métodos que se toman para evitar dichos riesgos y daños, así como las acciones y medidas que se llevan a cabo para comprobar que se han aplicado correctamente los criterios de protección adecuados. En una instalación nuclear o radiactiva existe la posibilidad, al menos teórica, de que se emitan productos radiactivos al medio ambiente, los cuales podrían perjudicar luego a los seres vivos; por ello, la protección radiológica se ocupa también de establecer los límites de emisiones radiactivas al ambiente y la medida de la radiactividad en éste. La Protección Radiológica nació a comienzos de este siglo, al comprobarse que el uso indebido de las radiaciones era peligroso. Así, en 1901 se establecieron las primeras normas de protección frente a los ra- 176 yos X, y en 1916 las primeras recomendaciones sobre protección frente a los rayos X y al radio. Durante las primeras cuatro décadas de nuestro siglo las radiaciones ionizantes se emplearon únicamente en el ámbito médico, por lo que la protección radiológica se ocupó sólo de estos usos de las radiaciones. Cuando hacia la mitad del siglo se produjeron los desarrollos de las aplicaciones de la energía nuclear con fines pacíficos, la protección radiológica pasó a ocuparse también de estos temas. 177 ¿Cuáles son los principios básicos de la Protección Radiológica? E xiste un organismo internacional independiente que se preocupa de la Protección Radiológica (protección de las personas y del medio ambiente contra los efectos de las radiaciones ionizantes). Es la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP), la cual establece una serie de recomendaciones. Los tres principios básicos de las recomendaciones de la ICRP son los que se expresan a continuación: a) Justificación. No debe adoptarse ninguna práctica que signifique exposición a la radiación si su introducción no produce un beneficio neto positivo. Naturalmente, la práctica que implique la exposición a las radiaciones debe suponer un beneficio para la sociedad. b) Criterio ALARA. Siglas inglesas de la expresión: «Tan bajo como sea razonablemente posible». Todas las exposiciones a la radiación deben ser mantenidas a niveles tan bajos como sea razonablemente posible, teniendo en cuenta factores sociales y económicos. Toda dosis de radiación implica algún tipo de riesgo; por ello no es suficiente cumplir con los límites de dosis que están fijados. Las dosis deben reducirse lo razonablemente posible. c) Límites de dosis. Las dosis de radiación recibidas por las personas no deben superar los límites recomendados para cada circunstancia. Las personas no deben ser expuestas a un nivel de riesgo inaceptable, por lo que la legislación española establece unos límites de dosis. Éstos han de ser respetados siempre sin tener en cuenta consideraciones económicas. ¿Qué dosis reciben normalmente las personas? 178 C omo es sabido, los seres humanos están sometidos a radiaciones procedentes del fondo natural, así como del fondo derivado de las actividades humanas. La dosis recibida a causa de este fondo natural varía mucho de unos a otros puntos de la Tierra. De acuerdo con un informe presentado por el Consejo de Seguridad Nuclear español al Congreso y al Senado, la dosis que como promedio recibe una persona, por causas naturales, es de 2,41 mSv/año. Esta dosis se reparte, aproximadamente, en: 0,35 mSv/año a causa de la radiación cósmica, 0,45 mSv/año por la radiación del suelo, 1,26 mSv/año por la inhalación del radón, 0,34 mSv/año por los isótopos incorporados al organismo y 0,01 mSv/año por el poso radiactivo de los experimentos nucleares. (Ver Gráfico V.12) Hay que hacer notar que las grandes diferencias en el fondo natural entre distintas regiones de la Gráfico V.12 Dosis equivalente efectiva, por persona y año, recibida por la población Fuente: Foro Nuclear. 161 Tierra no parece que afecten a la incidencia de cáncer, defectos genéticos, etc., lo que constituye un dato significativo a la hora de estudiar los efectos de la radiación sobre las personas. La dosis recibida como consecuencia de las actividades humanas depende en gran medida de las vicisitudes por las que atraviesan las personas. Por ejemplo, una persona que hiciera viajes en avión para recorrer 25.000 km al año recibiría 1 mSv más que otra persona que llevara el mismo régimen de vida y que no volara nunca. Entre todas las fuentes de irradiación en este tipo, la más importante es la contribución debida a las exploraciones radiológicas con fines médicos, la cual varía considerablemente entre distintas personas: en una radiografía de tórax se recibe una dosis de 0,05 mSv; en una tomografía computadorizada de región lumbar la dosis es de 6 mSv. En relación con la dosis recibida por la presencia de centrales nucleares, una persona que permaneciera todo el año a una distancia inferior a 2 km de la central, recibiría una dosis adicional de 0,005 mSv/año; la dosis disminuiría a medida que la persona se alejara de la central, de tal modo que si se mantuviera a una distancia superior a los 20 km no recibiría dosis adicional alguna. tas tareas y están sometidas a un rígido control médico y radiológico. Los límites anuales de dosis fijados en España son iguales a los de la Unión Europea. Para los trabajadores profesionalmente expuestos, el límite era hace unos años de 50 mSv/año; para los miembros del público es de 5 mSv/año. Estos límites no incluían la radiación recibida a causa del fondo radiactivo ni la que reciben cuando se someten, como pacientes, a diagnosis o tratamientos médicos que impliquen el uso de radiaciones ionizantes. Debido al desarrollo de los conocimientos científicos en relación con la Protección Radiológica, la ICRP, en su publicación número 60 (1990), recomendó la modificación de los límites. Dicha recomendación ha sido recogida por EURATOM, que ha emitido la Directiva 96/29, de modo que los nuevos límites han entrado en vigor en los países miembros de la Unión Europea en mayo del año 2000. Los límites anuales de dosis fijados en España son iguales a los de la Unión Europea, es decir, son los recogidos en la citada Directiva. (Ver Tabla V.7 adjunta) Tabla V.7 179 ¿Cuál es la reglamentación española sobre Protección Radiológica? E n España, las recomendaciones de la Comisión Internacional de Protección Radiológica están contenidas en el Reglamento de Protección Sanitaria contra las Radiaciones Ionizantes. Así el uso del criterio «ALARA» está también exigido legalmente. Esta reglamentación española establece las dosis máximas que bajo ningún concepto se deben rebasar. La reglamentación distingue entre los miembros del público, que son las personas que no desarrollan actividades específicamente relacionadas con las radiaciones (es decir, el «ciudadano de a pie»), y el personal profesionalmente expuesto, que son las personas que trabajan en actividades nucleares, las cuales han adquirido una capacitación especial para efectuar es- 162 Reglamentación española sobre Protección Radiológica. (BOE 178 de julio 2001) a. Para personal profesionalmente expuesto: – Límite anual de dosis efectiva: 100 mSv en 5 años. – Límite anual de dosis al cristalino: 150 mSv. – Límite anual de dosis para la piel: 500 mSv. – Límite anual de dosis para las manos, antebrazos, pies y tobillos: 500 mSv. b. Límites de dosis a estudiantes que vayan a dedicarse a una profesión que implique exposición a las radiaciones ionizantes o que deban manejar fuentes por razones de sus estudios: – Si tienen 18 años o más, el limite es igual al del apartado a. – Si la edad está entre 16 y 18 años, los límites son 3/10 de los del apartado a. c. Límites de dosis al público en general: – Límite anual de dosis efectiva: 1 mSv. – Límite anual de dosis al cristalino: 15 mSv. – Límite anual de dosis a la piel: 50 mSv. – Límite anual de dosis a las manos, pies y tobillos: 50 mSv. Se establecen también límites para operaciones especiales planificadas; así como condiciones especiales a mujeres embarazadas, madres lactantes, aprendices y estudiantes. Fuente: UNESA. 180 ¿Cuáles son las medidas de Protección Radiológica que se tienen en una central nuclear y su entorno? E n el entorno de una central nuclear se establecen medidas que intentan garantizar que no se produzcan contaminaciones ni vertidos no autorizados de productos radiactivos, y que las dosis de radiación que reciban las personas estén por debajo de los límites establecidos en la reglamentación. Para ello, la central se diseña y construye de tal modo que los productos radiactivos queden confinados, es decir, que se evite que puedan dar lugar a contaminación; los vertidos al exterior de pequeñas cantidades de ellos han de estar por debajo de unos límites que se han calculado previamente, teniendo en cuenta las características del entorno, de tal modo que no produzcan el más mínimo riesgo. Estos límites son aprobados por el Consejo de Seguridad Nuclear. Asimismo, en el proyecto se estudió qué blindajes hay que colocar para reducir los niveles de radiación dentro de la central, con objeto de permitir la realización de los trabajos necesarios dentro de la instalación. Antes de la puesta en marcha de la central se redacta el Manual de Protección Radiológica que, de acuerdo con los niveles máximos de radiación que pueden alcanzarse en las distintas áreas de la central, la divide en zonas, según el tiempo de máxima permanencia en ellas: en la zona de acceso permanente, el nivel de radiación es nulo; hay varias clases de zonas controladas, según sus niveles de radiación, donde se limita quiénes y durante cuánto tiempo pueden permanecer y las precauciones que han de observar. Durante el funcionamiento de la central se miden los niveles de radiación y de contaminación en las diversas zonas, para comprobar que están de acuerdo con lo previsto. El servicio de protección radiológica vela para que el personal cumpla el reglamento establecido y mide las dosis recibidas por las personas y, en el caso en que se produzcan desviaciones respecto a lo previsto en los reglamentos, decide las medidas que hay que tomar. Por lo que respecta al entorno, dos años antes de que se introduzca en la central algún material radiactivo, se hace un control sistemático de la radiac- tividad ambiental (aire, ríos, mar, fauna, flora, cosechas, etc.) para conocer el fondo radiactivo de la región. Durante la explotación de la central, se continúa con estas medidas y la menor desviación por encima de los límites admitidos daría lugar a la parada inmediata de la central. ¿Quién es responsable del control de la Seguridad Nuclear y Protección Radiológica en España? 181 D esde su creación por Decreto-Ley de 22 de octubre de 1951, hasta el 22 de abril de 1980, la Junta de Energía Nuclear (JEN) fue el organismo español competente en materia de Seguridad Nuclear y Protección Radiológica. La JEN fue relevada de estas funciones por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), creado por la Ley 15/1980 de 22 de abril como Ente de Derecho Público independiente de la Administración del Estado. Una función del Consejo de Seguridad Nuclear es la de proponer al Gobierno las reglamentaciones necesarias en materia de Seguridad Nuclear y Protección Radiológica, así como las revisiones que considere convenientes. También el Consejo de Seguridad Nuclear está obligado por su Ley de fundación a informar anualmente al Parlamento de la nación sobre el funcionamiento del parque nuclear, así como de los incidentes más importantes acaecidos en el periodo correspondiente. Asimismo, el CSN debe emitir informes al ministerio responsable de la política energética, sobre la concesión de autorizaciones previas, de construcción, explotación y clausura de las instalaciones. Estos informes son vinculantes cuando tienen carácter negativo o denegatorio de una concesión. Son, asimismo, vinculantes en lo relativo a las condiciones que establecen cuando tienen carácter positivo. El Consejo realiza toda clase de inspecciones en las instalaciones nucleares y radiactivas durante la fase de construcción, con facultad para paralizar las obras en caso de que lo juzgue necesario. También es de su competencia la inspección y control de las instalaciones en operación, teniendo asimismo capacidad para paralizar su funcionamiento si estimara que existe un riesgo indebido de continuar la operación. 163 Gráfico V.13 Licenciamiento y control de las instalaciones nucleares y radiactivas Fuente: UNESA. ¿Cómo cubre España sus necesidades de uranio? En el Gráfico V.13 se presenta un esquema del licenciamiento, control y vigilancia de las instalaciones nucleares y radiactivas en España. 182 ¿Qué es el ciclo del combustible nuclear? R especto al uranio natural, los nueve reactores nucleares españoles tienen unas necesidades medias anuales de 1.500 toneladas. Estas necesidades se cubren mediante la participación de ENUSA en la mina de ura- S e conoce como ciclo del combustible nuclear al conjunto de operaciones necesarias para la fabricación del combustible destinado a las centrales nucleares, así como al tratamiento del combustible gastado producido por la operación de las mismas. En el caso del uranio, el ciclo cerrado incluye la minería, la producción de concentrados de uranio, el enriquecimiento (si procede), la fabricación de los elementos combustibles, su empleo en el reactor y la reelaboración de los elementos combustibles irradiados, para recuperar el uranio remanente y el plutonio producido, separando ambos de los residuos radiactivos de alta actividad que hay que evacuar definitivamente. Si el combustible irradiado no se reelabora es considerado en su totalidad como residuo radiactivo, lo que se denomina ciclo abierto, con lo que no se completa el denominado ciclo del combustible nuclear. 164 Central nuclear de Santa María de Garoña. 183 Gráfico V.14 Producción de concentrados de uranio en España (Datos en toneladas de U3O8) Central nuclear de Vandellós. Fuente: ENUSA. nio de Cominak, en Níger, y mediante contratos con los principales productores mundiales de uranio: Cameco (Canadá), ERA (Australia), Nufcor (Sudáfrica) y de varios países de la antigua Unión Soviética, entre otros. Se procura mantener siempre una cartera diversificada de contratos de suministro de uranio natural. En el Gráfico V.14 se muestran las producciones de concentrados de uranio natural en España para el periodo 1994-1998. Respecto al tema del uranio enriquecido, las necesidades españolas de servicios de enriquecimiento son inferiores al millón de UTS/año (Unidades Tecnios de Separación), por lo que no resulta rentable disponer en España de una planta de enriquecimiento, que tiene un umbral mínimo de rentabilidad estimado en 4 millones de UTS/año. Siguiendo la política de diversificación de contratos de suministro de uranio enriquecido, los aprovisionamientos de ENUSA, en el área de conversión de uranio natural UF6, se realizan mediante contratos con los principales convertidores mundiales: Converdyn (EE.UU.), Cameco (Canadá), BNFL (Reino Unido), Comurhex (Francia) y Tenex (Rusia). Los servicios de enriquecimiento se garantizan, en parte, mediante la participación del 11,11% que ENUSA tiene en la planta de difusión gaseosa de EURODIF, situada en Francia. El resto, a través de contratos con: Tenex (Rusia), USEC (EE.UU.), Renco (UE) y EURODIF (Francia). Las necesidades medias anuales de servicios de enriquecimiento son de unas 750.000 UTS para el caso español. ¿Se fabrican elementos combustibles en España? 184 L a demanda española de combustible nuclear es de unas 200 toneladas de U enriquecido al año, que se satisfacen con la producción de la fábrica de elementos combustibles que posee ENUSA en Juzbado (Salamanca). En esta instalación se fabrican, desde 1985, los elementos combustibles destinados a las centrales nucleares españolas, tanto para las que tienen reactores del tipo de Agua a Presión (PWR) como para las que las tienen del tipo de Agua en Ebullición (BWR), así como para centrales de algunos países europeos: Francia, Bélgica, Alemania, Suecia, Suiza y Finlandia. En el Gráfico V.15, se ha representado la producción nacional de elementos combustibles para el periodo 1994-1998. 165 Gráfico V.15 Producción acumulada de elementos de combustibles en España (Datos en toneladas de U enriquecido) Hay varios grupos de actividades humanas en los que se producen residuos radiactivos: – Aplicaciones energéticas. Los residuos se producen a lo largo de los procesos del ciclo de combustible nuclear. La parte del ciclo anterior al reactor se denomina primera parte del ciclo, en la que se consideran los estériles generados en las fases de minería y de fabricación de concentrado de uranio, y pequeñas cantidades de residuos que se originan en la fabricación del elemento combustible. A partir de la utilización del combustible en la central nuclear, se entra en la parte final del ciclo, en la que se contemplan los residuos generados con el funcionamiento del mismo: residuos de operación de las centrales nucleares y combustible gastado para el ciclo abierto (caso español), o residuos de operación y residuos de reproceso para el caso del ciclo cerrado. En ambos casos hay que añadir las pequeñas cantidades de residuos producidos en la fase de enfriamiento y almacenamiento temporal, así como los producidos en el desmantelamiento de las centrales nucleares. – Aplicaciones no energéticas. Derivadas de los usos de los isótopos radiactivos, fundamentalmente en tres tipos de actividades: investigación, medicina e industria. Este grupo se conoce como el de los «pequeños productores», porque incluso en los países de tecnología más avanzada, donde las actividades reseñadas están muy desarrolladas, el volumen de residuos radiactivos que generan es pequeño, comparado con el originado en la producción de energía nucleoeléctrica, pudiendo afirmarse que es del orden del 5%, sin que esto quiera decir que su gestión deba ser menos rigurosa. Fuente: ENUSA. 185 ¿Qué son y de dónde proceden los residuos radiactivos? N o es fácil definir, de una manera sencilla, qué son los residuos radiactivos. Por ello daremos la definición dada por la Agencia de Energía Nuclear de la OCDE, que es la siguiente: «Residuo radiactivo es toda sustancia para la cual no está prevista ninguna utilización y que contiene radionucleidos en concentración superior a la que las autoridades competentes consideran admisibles en materiales que se van a tirar o que se van a manejar sin control». La humanidad ha convivido con la radiación y con los isótopos radiactivos desde la aparición de nuestra vida en el planeta Tierra, donde existían isótopos radiactivos de periodo de semidesintegración muy largo, como el potasio-40, el uranio-238, el uranio-235 y el torio-232, así como los isótopos resultantes de la desintegración de estos tres últimos. La humanidad ha usado, cuando ha sabido y le ha convenido, algunos de estos isótopos radiactivos naturales, por ejemplo, el radio-226 en técnicas terapéuticas y el uranio-235 en los reactores nucleares. 166 ¿Cómo se clasifican los residuos radiactivos? P ara clasificar los residuos radiactivos se puede atender a diversos criterios, tales como su estado físico (sólidos, líquidos y gaseosos), tipo de radiación emitida 186 diactivos, siempre que se respeten unos valores de desclasificación. (alfa, beta, gamma), contenido de radiactividad, período de semidesintegración de los radionucleidos que contiene, generación de calor, etc. Desde el punto de vista de su gestión, los residuos radiactivos se clasifican actualmente en España de la siguiente manera: b) Residuos de baja y media actividad. Su concentración en radionucleidos es tal que la generación de energía térmica durante su evacuación es suficientemente baja. – Residuos de vida corta. Residuos radiactivos que contienen nucleidos cuya vida media es inferior o igual a la del Cs-137 y el Sr-90 (treinta años, aproximadamente), con una concentración limitada de radionucleidos alfa de vida larga (4.000 Bq/g en lotes individuales de residuos y a una media general de 400 Bq/g en el volumen total de residuos). – Residuos de vida larga. Radionucleidos y emisores alfa de vida larga cuya concentración es superior a los límites aplicables a los residuos de vida corta. a) Residuos de baja y media actividad. – Tienen actividad específica baja por elemento radiactivo. – No generan calor. – Contienen radionucleidos emisores betagamma con periodos de semidesintegración inferiores a 30 años, lo que quiere decir que reducen su actividad a menos de la milésima parte en un periodo máximo de 300 años. – Su contenido en emisores alfa debe ser inferior a 0,37 GBq/t (0,01 curios/tonelada de promedio). b) Residuos de alta actividad. c) Residuos de alta actividad. Residuos con una concentración de radionucleidos tal que debe tenerse en cuenta la generación de energía térmica durante su almacenamiento y evacuación. Este tipo de residuos se obtiene principalmente del tratamiento/acondicionamiento del combustible gastado. – Los radionucleidos contenidos en los residuos de alta actividad tienen un periodo de semidesintegración superior a 30 años. – Contienen radionucleidos emisores alfa de vida larga en concentraciones apreciables por encima de 0,37 GBq/t (0,01 Ci/t). – Generalmente desprenden calor. Por ejemplo, el volumen de residuos anuales producidos por una central típica de 1.000 MWe, según la clasificación actual en España, es el siguiente: Tipo Volumen (m3) Baja y media actividad 140 Alta actividad 30 Porcentaje 82% 18% Sin embargo no todos los países emplean la misma clasificación de residuos, razón por la que la Comisión de la Unión Europea ha recomendado la unificación de criterios. Para ello ha propuesto una nueva clasificación, que entró en vigor el 1 de enero de 2002. Es la siguiente: a) Residuos radiactivos de transición. Residuos, principalmente de origen médico, que se desintegran durante el periodo de almacenamiento temporal, pudiendo a continuación gestionarse como residuos no ra- ¿Qué se entiende por Gestión de los residuos radiactivos? 187 E l objetivo de la Gestión de los residuos radiactivos es aislarlos de la biosfera para impedir la interacción de las radiaciones con las personas y el medio ambiente. Esto se consigue aislando los radisótopos según el poder de penetración de las radiaciones que emitan. Así, por ejemplo, la radiación alfa es fácil de tratar, pero la radiación gamma es muy penetrante, por lo que se precisa plomo o paredes de hormigón para su confinamiento. Para dar una idea del volumen de residuos a gestionar en España, puede señalarse que cada año se producen unas 160 toneladas de residuos de alta actividad y alrededor de 2.000 toneladas de residuos de baja y media actividad. 167 El sistema de barreras que se establece debe mantener su eficiencia hasta que la radiactividad haya disminuido por decaimiento radiactivo a los niveles fijados por las autoridades competentes. Con independencia de los avances científicos que permitan, en el futuro, desarrollar tecnologías capaces de eliminar o disminuir la radiotoxicidad de estos residuos, actualmente está admitida y tipificada internacionalmente la estrategia a seguir para el almacenamiento final de los residuos radiactivos, es decir, para su confinamiento definitivo. Un peligro a evitar es que el agua de lluvia o el agua subterránea entrara eventualmente en contacto con los residuos radiactivos, disolviera alguno de los radionucleidos presentes y los transportara al entorno humano. Para disipar este peligro, la estrategia se basa en: a) hacer con los residuos paquetes insolubles y estables, capaces de resistir la agresión del agua durante largo tiempo, b) diseñar un recinto especialmente preparado para impedir que el agua pueda tener acceso a su interior, donde se colocarán definitivamente los paquetes, c) emplazar y construir un recinto en una formación geológica, superficial o profunda de la corteza terrestre, que pueda garantizar la integridad de los residuos durante el tiempo que se requiera, a la vez que impedir o retardar su retorno a la biosfera en el caso de un fallo, altamente imprevisible, de todo el sistema de barreras. Respecto al combustible gastado, conviene señalar que, aunque en un principio se consideraba indispensable el reprocesamiento del mismo, la aparición de dificultades técnicas no esperadas, el cambio de la política de EE.UU. a este respecto y la caída del precio del uranio han hecho que su gestión actual presente dos opciones: ciclo abierto, que considera los combustibles gastados como residuos de alta actividad para su almacenamiento definitivo en formaciones geológicas profundas (AGP), y ciclo cerrado, que realiza el tratamiento del combustible gastado para obtener el U y Pu para ser reutilizados como materiales energéticos. Desde comienzos de la década de los 90, dadas las dificultades, fundamentalmente sociales y políticas, que van apareciendo en todos los países para la aceptación pública del Almacenamiento Geológico Profundo (AGP) de los residuos de alta actividad, se ha propuesto por algunos de estos países, principal- 168 mente Francia y Japón, investigar y desarrollar la Separación y Transmutación (ST) de determinados radionucleidos de vida larga presentes en los elementos irradiados. El objetivo es disminuir el inventario radiotóxico a largo plazo de los residuos de alta actividad y, por tanto, el riesgo radiológico de su almacenamiento definitivo. A esta nueva forma de gestión de los combustibles gastados se les ha dado por llamar Ciclo cerrado avanzado. Estas tres opciones tienen en común dos etapas fundamentales: el almacenamiento temporal de los combustibles gastados y el posterior almacenamiento definitivo, bien sea de los propios combustibles gastados, o de los residuos de reprocesamiento, actual o avanzado. (Ver Gráfico V.16, donde está representado un esquema de las tres opciones.) ¿Qué residuos radiactivos se generan en la producción de electricidad? L os residuos radiactivos generados en la producción de energía nucleoeléctrica se suelen agrupar siguiendo la secuencia antes y durante la operación de la central nuclear. 1. Residuos generados antes de la central nuclear. Contienen radiactividad únicamente natural y son los materiales de desecho a) de la minería del uranio; b) de la separación del uranio de los minerales extraídos en las plantas de fabricación de concentrados (torta amarilla); c) del enriquecimiento en uranio-235 para aumentar la concentración del isótopo fisionable; y d) de la fabricación del combustible nuclear. 2. Residuos generados en el funcionamiento de las centrales nucleares. Tienen su origen en la fisión o «quemado» del combustible que se introduce en el reactor para producir energía. El combustible nuclear, durante su estancia en el núcleo del reactor, se encuentra sometido a una elevada irradiación neutrónica, transformándose su constitución a lo largo del tiempo. Esta irradiación modifica tanto el propio combustible, como la vaina y los materiales estructurales (reflector, tubos guía, etc.) del elemento combustible. 188 Gráfico V.16 Opciones de gestión del combustible gastado Fuente: Foro Nuclear. El combustible gastado contiene los productos de fisión y los elementos transuránidos generados durante el quemado del combustible en el reactor, así como el uranio no consumido (considerando el caso de no reelaboración del combustible gastado). Una pequeñísima fracción de los productos de fisión contenidos en el elemento combustible puede pasar al agua del circuito de refrigeración por defectos de las vainas o difusión a su través; asimismo, pueden pasar al agua los productos radiactivos formados por la activación en la superficie de los materiales estructurales que hay en el núcleo del reactor; finalmente algunas impurezas contenidas en el agua de refrigeración y sustancias empleadas en su tratamiento son activadas, dando lugar a productos radiactivos. Por estas razones se producen en las centrales nucleares residuos procedentes de la purificación del agua del circuito de refrigeración, siendo en su mayor parte residuos de baja actividad y, en algún caso, de media. Por otra parte, el combustible nuclear, una vez alcanzado el grado de quemado establecido, se saca del núcleo del reactor y se coloca en las piscinas de combustible gastado de la misma central nuclear, que tienen como misión su aislamiento radiobiológico, la disipación de su calor residual y su almacenamiento provisional en espera de su posterior gestión. El agua de la piscina puede contaminarse y su descontaminación por filtración y absorción produce pequeñas cantidades de residuos de baja actividad. Finalmente hay que considerar también los residuos radiactivos manipulados en el desmantelamiento de las centrales nucleares. ¿Qué se hace con los residuos producidos en una central nuclear? 189 E l tratamiento que se hace a los residuos producidos en una central nuclear es diferente en función de su naturaleza: – Los residuos gaseosos, una vez separados del refrigerante primario, son filtrados para retener los isótopos de yodo y las partículas en suspensión. El resto de dichos residuos, fun- 169 damentalmente gases nobles, pasan a un sistema de retención de tanques o a lechos de carbón activo, donde pierden gran parte de su actividad por desintegración radiactiva. Posteriormente, se evacúan a la atmósfera donde se difunden como cualquier efluente gaseoso, aprovechando condiciones meteorológicas favorables. – Los residuos líquidos se filtran y, posteriormente, se tratan en procesos de evaporación o intercambio de ión. Una vez que los efluentes líquidos han sido depurados y efectuados los correspondientes controles para verificar el cumplimento de las especificaciones de vertido, se pueden descargar al exterior. – Los residuos sólidos generados en una central nuclear, se clasifican en dos grupos para su tratamiento: residuos de baja y media actividad y residuos de alta actividad. Son residuos de baja y media actividad, ropas, guantes, papeles, herramientas, filtros y resinas procedentes del tratamiento de los residuos líquidos y gaseosos, etc. De alta actividad es, fundamentalmente, el combustible gastado, ya que en España se opta actualmente por el ciclo abierto. Los residuos de baja y media actividad, una vez inmovilizados en cemento, son metidos en bidones metálicos que se envían a las instalaciones de almacenamiento (El Cabril, en España), que suelen ser las denominadas COMO, es decir, almacenamiento superficial con barreras de ingeniería. Estas barreras son elementos redundantes que impiden la migración de los radisótopos a la biosfera. (Ver Gráfico V.17) En España, aunque no está cerrada la posibilidad del reprocesamiento del combustible gastado en el extranjero, en el Quinto Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR) de ENRESA, aprobado en julio de 1999, se contempla que el combustible gastado, una vez sacado del reactor, pase a ser considerado residuo radiactivo de alta actividad, el cual, tras su estancia en la piscina de la propia central nuclear, se depositará en un almacén centralizado. (Véase foto en la página 171.) La decisión sobre el tratamiento definitivo que se ha de dar al combustible gastado la tomará el Gobierno en el año 2010, apoyándose en las investigaciones que se están llevando a cabo y que se centran en la Separación y Transmutación (ST) y en el Almacenamiento Geológico Profundo (AGP). Las previsiones de producción total de combustible gastado contempladas en este PGRR, es de unas Gráfico V.17 Sistema de barreras múltiples para aislamiento de residuos radiactivos de baja y media actividad Fuente: Foro Nuclear. 170 6.750 toneladas de uranio metal, lo que significa un volumen de unos 10.000 m3. En la realización de estas estimaciones se ha considerado como escenario la no variación del actual parque nuclear, nueve reactores en siete emplazamientos, con un periodo de vida de cada instalación de cuarenta años, desde su puesta en marcha hasta su parada definitiva. 190 ¿Cómo se almacenan los residuos de baja y media actividad en España? E stos residuos necesitan ser confinados por un periodo máximo de 250-300 años. La estrategia seguida para su tratamiento es el almacenamiento definitivo. La tecnología normalmente empleada consiste en construir, en torno a los residuos, un sistema de barreras de ingeniería, ubicadas en el interior, o sobre una formación geológica estable a la vez que adecuada para actuar como barrera en caso de fallo de las artificiales. En España está en funcionamiento, desde 1992, el almacenamiento de El Cabril, en Hornachuelos (Córdoba), para este tipo de residuos, construido con la tecnología francesa de barreras múltiples. (Ver foto en la página 172.) Los residuos de baja y media actividad procedentes de las centrales nucleares llegan a El Cabril acondicionados en bidones metálicos de 220 litros. Estos bidones son introducidos en contenedores de hormigón armado de forma cúbica de 2 metros de lado, inmovilizándolos mediante una lechada de cemento. Los contenedores, cuando el cemento de relleno ha fraguado, se llevan a su destino definitivo, una celda de hormigón armado con capacidad para 320 contenedores, la cual una vez llena, se sella y se cubre con una losa de hormigón armado. Cuando todas las celdas estén completas se cubrirán con sucesivas capas de arcilla y grava, siendo la capa exterior de tierra vegetal para plantar arbustos, con el fin de que la instalación quede integrada paisajísticamente en la zona. El número de celdas existentes en El Cabril es de 28 (en dos plataformas), construidas sobre el terreno en una formación geológica constituida por pizarras arcillosas. Los residuos procedentes de instalaciones radiactivas (pequeños productores) llegan a El Cabril sin Almacenamiento de residuos radiactivos de alta actividad. Contenedor de combustible gastado en seco. acondicionar, operación que se realiza en las instalaciones allí existentes, procediéndose en esta operación de la misma manera que con los residuos que tenían su origen en las centrales nucleares. El confinamiento que se produce con este sistema es suficiente para que el impacto radiológico sea prácticamente nulo. En el caso improbable de una situación accidental no prevista, en la que haya degradación de estas barreras, el objetivo de seguridad es que el impacto radiológico sea en cualquier caso inferior al fondo natural. A este respecto conviene recordar que un 70% de los residuos de baja actividad alcanza la inocuidad en unos decenios. El Cabril tiene capacidad para almacenar unos 50.000 m3, volumen que se estima es suficiente hasta el año 2020. Dada la importancia que la energía nuclear tiene en los países de la Unión Europea y en los futuros miembros, la Comisión Europea ha propuesto en 2002 una Directiva sobre residuos radiactivos con el objetivo de dar una respuesta clara, transparente y en un plazo razonable a la cuestión del tratamiento de los mismos. 171 191 ¿En qué consiste el desmantelamiento de las centrales nucleares y qué residuos se producen? E s preciso considerar la fase de clausura y desmantelamiento de las centrales nucleares cuando han terminado su vida útil. En el caso de la parada definitiva de una central nuclear, se procede en el plazo más breve posible a la retirada de la central de todo el combustible irradiado que hay en ella, tanto en el núcleo del reactor como el almacenado en sus piscinas. A partir de ese momento el proceso se transfiere a ENRESA, que es la empresa responsable del desmantelamiento. En el caso de los reactores de agua, se procede a continuación a tratar el agua de refrigeración y otros líquidos contaminados, concentrándolos y solidificándolos con cemento en bidones metálicos, obteniendo residuos sólidos de baja actividad o de media, que se retiran de la central. A continuación, existen tres alternativas a seguir: – Mantenimiento indefinido de la instalación en situación de parada definitiva (desmantelamiento nivel 1). Central de almacenimiento de residuos radiactivos de baja y media actividad de El Cabril 172 – Desmantelamiento de las partes convencionales y de las que aún tengan un cierto nivel de actividad radiactiva, dejando el resto de los elementos, principalmente las estructuras, de forma que puedan ser reutilizados con algunas restricciones (desmantelamiento nivel 2). – Desmantelamiento total, dejando el emplazamiento en condiciones de ser reutilizado sin ningún tipo de restricción (desmantelamiento nivel 3). En este caso, el desmantelamiento y desmontaje y demolición de estructuras, tuberías y componentes, de hormigón y metálicos, que están contaminados internamente, y el tratamiento como residuos radiactivos de los restos. El 85% del total de una central nuclear nunca llega a ser radiactivo ni se contamina y son residuos y escombros convencionales. Una vez terminado el desmantelamiento, se procede a declarar clausurada la instalación y a partir de ese momento puede utilizarse el emplazamiento en las condiciones que se establezcan en la Declaración de Clausura. Hasta ahora no se ha llevado a cabo en el mundo ningún desmantelamiento de nivel 3 en centrales de explotación comercial, aunque sí en numerosos reactores de pequeña potencia. La decisión sobre cuál es el nivel de desmantelamiento más conveniente depende de consideraciones de coste y beneficio. El volumen de residuos radiactivos de baja y media actividad que se producen en los dos procesos, descontaminación y desmantelamiento, se estima que es equivalente al producido en el funcionamiento de la central durante 25 años. En España, los trabajos de desmantelamiento de Vandellós I, central clausurada en 1989, se iniciaron en 1998 tras la obtención de la Declaración de Impacto Ambiental y las autorizaciones administrativas correspondientes. Debido a las características técnicas de esta central, el objetivo es alcanzar el nivel 2, lo que permitirá liberar más del 80% del emplazamiento. En dicha situación permanecerá durante un periodo de latencia estimado de 30 años, tras el cual se completará el desmantelamiento total de las partes remanentes para alcanzar el nivel 3 y liberar totalmente el emplazamiento. Para el resto de las centrales nucleares españolas, el Plan General de Residuos Radiactivos contempla un desmantelamiento que alcanzará directamente el nivel 3. Este criterio sería aplicable al desmantelamiento de la central nuclear de José Cabrera, cuya puesta fuera de servicio ha sido establecida en el año 2006, de acuerdo con la planificación aprobada por el Gobierno en octubre de 2002. 192 ¿Qué organismo es responsable en España de la gestión de los residuos radiactivos? L a Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA) es la sociedad responsable de la gestión de todos los residuos radiactivos generados en España, como son los procedentes de las centrales nucleares, de los centros médicos, de los centros de investigación nuclear, de la industria, etc. Asimismo, es responsable de las operaciones de desmantelamiento y clausura de todas las instalaciones nucleares. ENRESA es de capital enteramente público, perteneciendo el 80% al Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (CIEMAT) y el 20% restante a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). Fue constituida por Decreto Ley el 4 de julio de 1984, con el objetivo de llevar a cabo la gestión segura de los residuos radiactivos generados en España, garantizando la neutralización de los riesgos que dichos residuos pudieran implicar, tanto para la salud de las personas como para la integridad del medio ambiente. La financiación de ENRESA se realiza mediante una cuota obtenida de la facturación de electricidad. Entre sus funciones están las siguientes: – Buscar emplazamientos, concebir, construir y operar los centros para el almacenamiento temporal y definitivo de los residuos de alta, media y baja actividad. – Establecer sistemas para la recogida, transferencia y transporte de los residuos radiactivos. – Gestionar las operaciones derivadas de la clausura de las instalaciones nucleares y radiactivas. – Acondicionar los estériles originados en la mi- nería y fabricación de concentrados de uranio cuando se requiera. – Actuar como apoyo a los servicios de protección civil en caso de emergencias nucleares. Todas sus actividades deben quedar recogidas en su Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR), el cual una vez aprobado por el Gobierno y presentado al Parlamento, es objeto de revisión periódica (el primero fue elaborado en 1989). En el quinto PGRR, que es el vigente actualmente, ENRESA se encarga de la retirada de los residuos de media y baja actividad de las instalaciones radiactivas españolas y de su depósito y conservación en el centro de almacenamiento de El Cabril (Córdoba). Por lo que se refiere a los residuos de alta actividad, que por el momento se encuentran almacenados provisionalmente en las piscinas ubicadas en las respectivas centrales nucleares, la empresa está desarrollando estudios para identificar el emplazamiento más adecuado para el almacenamiento definitivo de los mismos. En cuanto a desmantelamiento y clausura de instalaciones nucleares, ENRESA cuenta ya con las primeras experiencias de este tipo, ya que intervino en las operaciones de este tipo efectuadas en relación con la antigua fábrica de uranio de Andújar, y actualmente está realizando el desmantelamiento de la central nuclear Vandellós I. Finalmente conviene señalar que el ministerio responsable de la política energética de nuestro país es el órgano competente en el otorgamiento de permisos y licencias para desarrollar las actividades nucleares y radiactivas en España. Para dar estas licencias el ministerio ha de contar con el informe previo, vinculante, del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), que es el único organismo competente en materia de Seguridad Nuclear y Protección Radiológica. ¿Cómo afectan las centrales nucleares al medio ambiente? 193 E n el marco de las principales preocupaciones medioambientales actuales, las centrales nucleares presentan la particularidad de que su funcionamiento no genera ninguno de los gases a los que se responsabiliza de buena parte de los principales problemas 173 Central nuclear de Cofrentes. medioambientales de carácter global, como son la lluvia ácida, efecto invernadero, etc. Las centrales nucleares transforman energía térmica en eléctrica al igual que lo hacen las centrales térmicas clásicas. La diferencia está en el proceso de generación de esa energía térmica. En las centrales nucleares la energía térmica se genera por un proceso de fisión nuclear. En las centrales térmicas clásicas la energía se genera por la reacción química de combustión del combustible que utilizan, generalmente carbón, gas u otros combustibles fósiles. Por ello, las centrales nucleares no generan CO2, ni SO2, ni NOx, ni otro tipo de gases de efecto invernadero y de lluvia ácida. Otros tipos de impactos ambientales como pueden ser el térmico, el químico proveniente del agua descargada, el climático producido por las torres de 174 refrigeración, en su caso, o de los embalses de refrigeración, el acústico, el visual o el social son similares al creado por las centrales térmicas convencionales, puesto que están asociados no al proceso de generación del vapor, sino al proceso de generación y transformación de la energía eléctrica que es similar en ambos tipos de centrales. El efecto diferenciador fundamental es el del impacto radiológico que pueden producir en su función las centrales nucleares, así como los residuos radiactivos que generan. En resumen, las fuentes de generación de impacto radiológico ambiental que son específicas de las centrales nucleares son: los efluentes gaseosos y líquidos, los residuos sólidos de baja y media actividad y los residuos sólidos de alta actividad. Todos estos puntos han sido ya tratados en preguntas anteriores de este documento. Aunque el volumen de residuos generado por una central nuclear es moderadamente pequeño, su actividad radiológica determina su incidencia sobre el entorno. Sin embargo, la industria eléctrica ha sentido preocupación, desde sus orígenes, por los efectos que pudieran tener sobre las personas y el medio ambiente, por lo que estos residuos generados en la producción de electricidad son tratados convenientemente, con el fin de reducir su actividad hasta situarla por debajo de los mínimos que establece la legislación vigente. Así, los residuos gaseosos son filtrados y posteriormente conducidos hasta tanques de retención y lechos que contienen resinas cambiadoras de iones para, después de perder su actividad, ser emitidos a la atmósfera. Los residuos sólidos y líquidos, una vez que se han extraído de ellos algunos subproductos que pueden ser aprovechados, son embutidos en matrices de hormigón que garantizan su estanqueidad, para almacenarlos posteriormente en configuraciones geológicas terrestres de gran estabilidad. Naturalmente, durante la operación de la central, se efectúa un seguimiento continuo y exhaustivo de los niveles de radiactividad de los sistemas y componentes, de los niveles de descarga de los efluentes, de su grado de actividad y de la situación y condiciones de todos y cada uno de los residuos sólidos generados. Además, el impacto radiológico que los efluentes pudieran producir en el entorno se controla a través de Programas de Vigilancia Radiológica Ambiental (PVRMA). Se informa periódicamente al CSN de los efluentes descargados y de los resultados de su impacto radiológico en el exterior para su evaluación y control. Finalmente, puede afirmarse que desde el punto de vista de la protección del medio ambiente, las centrales nucleares siempre han estado sujetas a un estricto control reglamentario institucional, difícil de igualar en otras actividades industriales. Dicho marco reglamentario contempla todas y cada una de las fases que componen el ciclo del combustible, así como la protección de los trabajadores de la central y el público en general, y posteriormente el desmantelamiento de la central al final de su vida útil. Para tener un mayor detalle sobre este tema se recomienda consultar la publicación de UNESA «La Industria Eléctrica y el Medio Ambiente-2001». ¿Cuál es la reglamentación específicamente nuclear que se aplica en España? 194 E l criterio básico seguido por la legislación nuclear, tanto en España como en cualquier otro país con aplicaciones de la energía nuclear, es garantizar la seguridad nuclear y la protección radiológica de la población y del personal que opera en toda instalación nuclear. Tanto a nivel nacional como internacional, la legislación que regula la utilización de la energía nuclear está muy desarrollada, ya que desciende hasta los más mínimos detalles. Al tiempo, es también muy dinámica, puesto que se incorpora de forma automática cualquier innovación que surja en esta materia. En España, se establecen leyes y reglamentos específicos de carácter obligatorio para todas las instalaciones nucleares, además de la normativa general de la reglamentación industrial española. Las disposiciones legales más importantes establecidas hasta el momento son las siguientes: – Ley 25/1964, de 29 de abril, sobre energía nuclear, modificada y actualizada en diversas ocasiones. – Ley 15/1980, de 22 de abril, por la que se crea el Consejo de Seguridad Nuclear. – Decreto 1836/1999, de 3 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de instalaciones nucleares y radiactivas. – Real Decreto 2967/1979, de 7 de diciembre, sobre ordenación de actividades en el ciclo del combustible nuclear. – Real Decreto 1157/1982, de 30 de abril, por el que se aprueba el Estatuto del Consejo de Seguridad Nuclear. – Real Decreto 783/2001, de 6 de julio, por el que se aprueba el Reglamento sobre Protección Sanitaria contra Radiaciones Ionizantes, el cual sustituye a otros anteriores para adaptar la reglamentación nacional a la de la Unión Europea. Asimismo, al ser España miembro de la UE, debe aplicarse toda la reglamentación que sobre la energía nuclear establezca la Comunidad Europea. 175 Por último, una práctica común en España es la aplicación en las instalaciones nucleares y radiactivas de todas las recomendaciones formuladas por los organismos internacionales a los que pertenece España, como son: el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), la Agencia de Energía Nuclear de la OCDE, la Comisión Internacional de Protección Radiológica, etc. 195 ¿Cuáles son los principales organismos internacionales que formulan recomendaciones sobre Seguridad Nuclear y Protección Radiológica? L os principales organismos internacionales que formulan recomendaciones en el ámbito de la energía nuclear son: el Organismo Internacional de Energía Atómica, la Agencia de Energía Nuclear de la OCDE, la Comunidad Europea de Energía Atómica (EURATOM) que actualmente está integrada en la Unión Europea, y la Asociación Mundial de Explotadores Nucleares (WANO). Además, existen organismos internacionales especializados en el ámbito de la Protección Radiológica. Sus principales objetivos y características son las siguientes: – El organismo nuclear intergubernamental más importante del mundo es el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), creado por Naciones Unidas en 1956. La sede del Organismo está en Viena y forman parte de él 112 Estados, según datos de finales de 1991. Sus cometidos son muy amplios dentro del campo de la energía nuclear y la reglamentación española exige que estas recomendaciones del OIEA –como las de los restantes organismos internacionales de los que España forma parte– sean de obligado cumplimento en las instalaciones nucleares y radiactivas españolas. Las misiones principales de este organismo son: formulación de recomendaciones sobre seguridad nuclear y protección radiológica; 176 comprobación de que no se emplean en aplicaciones militares aquellos materiales fisionables destinados a usos pacíficos; intercambio de información; asistencia técnica; fomento de los usos pacíficos de la energía nuclear; realización de investigaciones, etc. – La Agencia de Energía Nuclear de la OCDE (NEA) fue creada en el seno de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico en 1987. Forman parte de ella 19 estados europeos, además de Canadá, Estados Unidos, Japón, Australia y Nueva Zelanda; su sede está en París y actúa como órgano subordinado de la OCDE. Dentro de la Agencia existen cuatro direcciones técnicas: ciencias y técnicas nucleares; desarrollo tecnológico; seguridad nuclear, protección radiológica y gestión de residuos radiactivos. Al pertenecer España a la NEA, sus recomendaciones –al igual que ocurre con el OIEA– son de obligado cumplimento en España. – Por su parte, la industria nuclear, tratando de maximizar la seguridad y la fiabilidad de las centrales nucleares, creó en 1989 un organismo internacional –de carácter no estatal– que se ocupa de reforzar los lazos de cooperación entre los explotadores de centrales nucleares y de intercambiar datos sobre la experiencia en la explotación. Recibe el nombre de Asociación Mundial de Explotadores Nucleares (World Association of Nuclear Operators, WANO). Entre los organismos internacionales que formulan recomendaciones en el campo de la Protección Radiológica, destaca la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP) constituida en 1928 bajo la denominación de Comisión Internacional para la Protección frente a los Rayos X y el Radio, nombre que expresa que su cometido se refería a las aplicaciones médicas de la radiación. Originalmente estaba formada solamente por médicos y biólogos, pero al ampliar sus cometidos a la protección radiológica de instalaciones nucleares y radiactivas, en 1950, además de cambiar el nombre ha incorporado en su seno a físicos, químicos, ingenieros, etc. 196 ¿Qué es un Plan de Emergencia de una central nuclear? O curren a veces sucesos que son susceptibles de producir daños de gran importancia en una región, tanto a su población como a sus bienes. Unos son debidos a catástrofes naturales y otros son consecuencia de acciones humanas. Como ejemplos del primer tipo podríamos citar un huracán, una gran inundación, un terremoto, etc.; como sucesos ligados a las acciones humanas, se tienen el incendio en una fábrica de productos químicos, la rotura de una presa, etc. En los sucesos ligados a la actividad humana deben tomarse todas las medidas posibles para reducir en lo posible la probabilidad de que se produzca la catástrofe, teniendo previstas las medidas a adoptar en caso de originarse el hecho. Aunque siempre ha estado establecida esta clase de medidas desde el principio de la utilización de la energía nuclear en España, en el año 1985 éstas se recogieron en la Ley 2/1985, de 21 de enero, sobre Protección Civil; y también en el Real Decreto 407/1992, de 24 de abril, donde se establece la norma básica de protección civil. Toda esta normativa contempla la emergencia nuclear en el remoto caso de accidente grave en una central nuclear. Aunque ya sabemos que durante el diseño, la construcción y la operación de una central nuclear se tienen en cuenta una serie de principios y reglas técnicas, gracias a los cuales se consigue que sea mínima la probabilidad de que ocurra un fallo en la central, el concepto de seguridad a ultranza obliga a considerar que, a pesar de todo, podría ocurrir un accidente grave y que deben tenerse previstas las medidas que habrían de adoptarse para disminuir las consecuencias sobre la población. Este conjunto de medidas recibe el nombre de plan de emergencia nuclear de la central. Hay que distinguir entre dos clases de planes: plan de emergencia interior, concebido para proteger al personal de la central cuando el accidente queda confinado dentro de la misma, sin que tenga consecuencias sobre el exterior; y plan de emergencia exterior, que se aplicaría en el caso de un accidente que tuviera consecuencias en el exterior de la central, por lo que habrían de tomarse medidas para proteger a la población del entorno. La confección del plan de emergencia interior corresponde a la entidad explotadora de la central, la cual debe proponerlo para su aprobación al Ministerio de Economía/Consejo de Seguridad Nuclear. En el caso de que fuera necesario aplicar el plan, su ejecución correspondería, previa comunicación al Consejo de Seguridad Nuclear, a la entidad explotadora, con la colaboración que fuera precisa del exterior. Los planes de emergencia exterior entran dentro de los cometidos de la protección civil. Estos planes han de basarse en el Plan básico de emergencia nuclear, aprobado por la O.M. del Ministerio del Interior de 29 de marzo de 1989. Esta Orden Ministerial es un documento en el que se define el contenido y organización que han de tener los planes de emergencia, así como los cometidos que corresponden en ellos a las distintas autoridades y organizaciones involucradas (Delegación del Gobierno, Protección Civil, Ayuntamientos, empresa explotadora, etc.). En las Central nuclear de Trillo. 177 provincias donde hay ubicada una o más centrales nucleares ha de establecerse, además, un plan provincial de emergencia nuclear, cuya redacción y ejecución caen bajo la competencia del subdelegado del Gobierno. 197 ¿Cómo se informa a la población sobre una emergencia nuclear? D ar una información rápida y objetiva a la población involucrada en una emergencia nuclear es de gran importancia. En los ámbitos local y nacional se enmarcan dentro de los Planes Provinciales de Emergencia, en los que los destinatarios son las personas que pueden verse afectadas, directa o indirectamente, por un accidente. En el ámbito internacional se enmarcan dentro de las obligaciones contraídas por los estados en Convenios Internacionales, como el de Pronta Notificación y el de Asistencia Mutua (ambos ratificados por España), o por requisitos del Tratado EURATOM, en el que los destinatarios son organismos técnicos (OIEA de Naciones Unidas, la Comisión de la UE, NEA/OCDE, etc.), que tienen por misión coordinar la ayuda internacional si fuera necesaria. A nivel local, y referido a los países de la Unión Europea, la Directiva 89/618/EURATOM (transferida por Orden Ministerial de 4 de junio de 1993) regula la información que hay que dar sobre las medidas de protección sanitaria y sobre el comportamiento a seguir en caso de emergencia nuclear. Por lo que a España respecta, la responsabilidad de proporcionar la información local corresponde al subdelegado del Gobierno de la provincia, por ser presidente del Centro de Coordinación Operativa (CECOP) y director del Plan de Emergencia Provincial. La información debe contener indicaciones precisas sobre: – La situación radiológica, las características de las sustancias radiactivas liberadas, la zona geográfica afectada, y la previsible evolución de la situación de emergencia a la vista de las condiciones climatológicas reinantes. – Las consignas de protección, relativas a la circulación en la zona, permanencia en refugio, recomendaciones alimentarias, profilaxis con yodo, disposiciones para la evacuación de la 178 población (si fuera necesario), e instrucciones para los grupos más vulnerables (en particular, niños y mujeres embarazadas). En el ámbito supranacional se ha establecido un procedimiento de notificación rápida y objetiva, que consiste en señalar la gravedad de un suceso mediante su posición en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares, conocida como Escala INES (de las siglas inglesas International Nuclear Event Scale), que utiliza como criterios de clasificación el alcance del impacto radiológico y la degradación de las barreras de la defensa en profundidad. ¿Qué son los reactores nucleares avanzados? E l futuro desarrollo de la energía nuclear pasa indefectiblemente por nuevos desarrollos tecnológicos, entre los que cabe destacar los reactores nucleares avanzados y la fusión. Los reactores nucleares avanzados, basándose en los conceptos de las centrales actuales en operación, están desarrollando, por un lado, criterios más simples y estandarizados para mejorar su funcionamiento y operatividad, y por otro, conseguir unos costes y plazos de construcción menores. En el grupo de reactores avanzados se encuentran también los reactores pasivos, que incorporan innovaciones relacionadas con sistemas de seguridad basados en circulación natural para refrigeración y en la gravedad para sistemas de refrigeración de emergencia. Este concepto se caracteriza por su menor complejidad, lo cual facilita su manejo, y porque reduce aún más el posible error humano. En el momento actual existen los siguientes conceptos de reactores avanzados, algunos de los cuales ya se han construido y están en operación, mientras que otros están en fase de construcción en países del Pacífico: – ABWR (Advanced Boiling Water Reactor). Reactor BWR evolutivo diseñado por General Electric, de 1.350 MWe de potencia. – System 80+. Reactor PWR evolutivo diseñado por Combustion Engineering, de 1.350 MWe de potencia. 198 – AP600. Reactor PWR pasivo diseñado por Westinghouse, de 600 MWe de potencia. – SBWR (Simplified Boiling Water Reactor). Reactor BWR pasivo de diseño General Electric de 600 MWe de potencia. El sector eléctrico español ha seguido muy de cerca estos programas desde sus comienzos y, a través de UNESA, en diciembre de 1988, desarrolló un «Proyecto de Investigación sobre Reactores Avanzados» con el fin de mantener la tecnología nuclear y preparar el sector español para el futuro, con las siguientes áreas de actuación. – Programa de Reactores Avanzados Europeos: participación en la elaboración del documento EUR y participación en el REP-2000 francés (posteriormente integrado en el EPR). – Programa de Reactores Nucleares Pasivos del EPRI: certificación de reactores pasivos ante la Nuclear Regulatory Commission, diseño del detalle del reactor SBWR de General Electric y del reactor AP-600 de Westinghouse. – Programa de Reactores Nucleares Evolutivos del EPRI: diseño del ABWR. El programa español, que ha sido continuado por la asociación para el Desarrollo Tecnológico Nuclear (DTN), ha supuesto un coste de cerca de 7.000 millones de pesetas y ha permitido al sector nuclear español no sólo colaborar con los programas internacionales más importantes, sino trabajar en áreas de gran interés para el futuro y para su aplicación en las centrales en funcionamiento. 199 ¿Qué es la fusión nuclear? L a reacción de fusión nuclear consiste en la interacción de dos núcleos ligeros –por ejemplo, los isótopos del hidrógeno Deuterio (D) y Tritio (T)– dando lugar a un nuevo núcleo –Helio–, un neutrón y una gran cantidad de energía. Este proceso de producción de energía es el que tiene lugar de manera permanente en el sol y en las estrellas. Un reactor de fusión ofrece en principio las ventajas de unas condiciones de máxima seguridad (intrínsecamente seguro frente a accidentes graves pues no se producen reacciones en cadena), mínimo impacto medioambiental (no se producen gases nocivos ni residuos de larga actividad si se hace una elección apropiada de los materiales) y alta competitividad económica (coste muy reducido del combustible, ya que se puede extraer del agua del mar). Conseguir sin embargo reacciones de fusión de forma controlada en la tierra es muy difícil (por ejemplo, mantener un gas ionizado o plasma confinado a temperaturas superiores a los 100 millones de grados), lo cual ha hecho que en los últimos 50 años se haya realizado un esfuerzo gigantesco de I+D en orden a producir reacciones de fusión de forma controlada para la producción de electricidad. Para reproducir este tipo de proceso en la Tierra, se están siguiendo dos métodos. El primero, conocido como «Confinamiento inercial», consiste en comprimir una pastilla muy pequeña de DeuterioTritio hasta temperaturas y densidades elevadísimas, concentrando sobre ella intensos haces de energía. Estos haces son de luz láser o de partículas muy energéticas. El segundo método, conocido como «Confinamiento magnético de un plasma» (Tokamaks), consiste en calentar el plasma de Deuterio-Tritio hasta que se consiguen las condiciones de reacción, por medio de campos magnéticos muy intensos. Se han dado ya varios pasos importantes en su desarrollo, habiéndose conseguido últimamente crear y mantener de forma estable plasmas similares a los requeridos en un reactor comercial de fusión con una producción de hasta 16 MW de potencia (22 MJ de energía). Es más, las propiedades de los plasmas D-T son lo suficientemente conocidos como para plantearse de forma realista la construcción de un reactor experimental de fusión por confinamiento magnético a nivel internacional conocido con el nombre de ITER (International Thermonuclear Experimental Reactor). Sin embargo, las perspectivas de la fusión nuclear se presentan más allá de sus logros científico-técnicos, en el contexto difícil de diversificación energética, abaratamiento de costes y nuevas tecnologías de generación eléctrica emergentes en la actualidad. No obstante, sí se puede decir que representan una verdadera alternativa energética para el futuro. 179 200 ¿Cuáles son las perspectivas de la energía nuclear? A ctualmente, la política energética de los países de la Unión Europea, entre ellos España, está basada en los siguientes criterios: – Asegurar el abastecimiento energético (que implica diversificación de fuentes de suministro). – Desarrollar fuentes energéticas competitivas. – Utilizar energías respetuosas con el medio ambiente. La Unión Europea está considerando contar con nuevas centrales nucleares, tanto por lo que respecta a la seguridad de suministro en la UE, como a la necesidad de cumplimiento del Protocolo de Kioto. En el Gráfico V.18 puede verse hasta qué punto los países de la UE han apostado por la energía nuclear. Unos han desechado y otros han apostado fuertemente. España se mantiene en torno a la media europea. Es evidente que la UE no va a estar a resguardo de posibles crisis, bien de carácter político o ener- Gráfico V.18 Contribución de la energía nuclear al abastecimiento eléctrico de la Unión Europea (Año 1999) gético, que puedan aparecer en zonas geográficas de las que proceden porcentajes significativos de su suministro energético. Y es más, países como España, con un nivel de autoabastecimiento decreciente –el 25% hoy, pero sólo el 15% si se descontase la energía nuclear– lo van a estar mucho menos. Es un hecho que Europa está poco preparada para dar respuesta solidaria a una nueva situación de crisis energética como la acaecida en los años setenta. Por consiguiente, teniendo en cuenta que en España aproximadamente un tercio de la producción eléctrica actual es de origen nuclear, existen razones importantes que justifican la continuidad del funcionamiento de las centrales nucleares: a) Es necesario disponer de energías seguras, limpias, fiables y económicas. La economía de un país no puede admitir una pérdida de garantía en su suministro energético. b) El autoabastecimiento de energía primaria en España se cifra, actualmente, en un 25%, con lo que el 75% de la energía primaria consumida es importada del exterior. Habría un incremento de la dependencia exterior si se abandonase la energía nuclear y parte de ella se sustituyese con las centrales de gas de ciclo combinado y con carbón de importación. c) Las energías renovables podrían cubrir una parte del crecimiento de la demanda eléctrica, pero es muy difícil que puedan a medio plazo sustituir a la generación nuclear. Téngase en cuenta que las centrales nucleares españolas funcionan entre 7.000 y 8.000 horas anuales, frente a las 2.000 a 3.000 horas que funcionan normalmente las centrales eólicas y solares. Por consiguiente, y como resumen de las anteriores consideraciones, pueden establecerse las siguientes directrices sobre la evolución de la energía en España: Fuente: DG TREN (Comisión UE). 180 – El mantenimiento de las centrales nucleares en operación en condiciones óptimas de seguridad y fiabilidad, lo que incluye explícitamente la ejecución de programas de funcionamiento a largo plazo de las mismas. – La potenciación de los aspectos relacionados con la optimización del ciclo de combustible nuclear. – La atención a las actividades de investigación y desarrollo en el campo nuclear, especialmente en lo que se refiere a cuestiones tales como seguridad nuclear, diseños avanzados de reactores nucleares y fusión nuclear, a fin de que este desarrollo constituya la base de futuros programas nucleares. Esta situación permite asegurar que la energía nuclear tiene ante sí un amplio horizonte de desarrollo, primero a través de las centrales nucleares de fisión, y después de fusión. Las centrales nucleares actuales no son más que una primera fase del desarrollo de esta tecnología que ha demostrado sobradamente su viabilidad. 181 Capítulo VI Energías renovables para la producción de electricidad 201 ¿Qué son las llamadas energías renovables? S on fuentes de energía que utilizan recursos no agotables temporalmente, al menos a escala humana. En general se consideran energías renovables aquellas fuentes de energía que utilizan cualquier recurso natural de origen no fósil (carbón o hidrocarburos) ni nuclear. Los países desarrollados comenzaron a impulsar este tipo de energías como consecuencia de la crisis de los hidrocarburos de los años setenta. Esta crisis había causado efectos negativos muy importantes en sus economías. En aquellos momentos la participación del petróleo en los balances de energía primaria de estos países alcanzaba tasas mayoritarias, del orden del 50% o más (en España el 70%), la elevación de los precios del petróleo era continua, había una incidencia muy negativa en sus balanzas de pagos, etc. Los responsables de las políticas energéticas de estos países centraron su atención, entre otras medidas, en la posibilidad del desarrollo de las energías renovables, por sus características de fuentes autóctonas, renovables y poco contaminantes. Al mismo tiempo, se buscó aumentar la eficiencia energética para permitir un crecimiento del PIB con menor consumo energético, fomentando la cogeneración, que, aunque utilizando combustibles convencionales, permite obtener un mayor rendimiento energético global que las producciones de energía eléctrica y de calor separadamente. Más recientemente, durante la década de los noventa, el principal argumento para la promoción de este tipo de energías, renovables y cogeneración, ha sido el punto de vista medioambiental. El objetivo de su desarrollo sostenible exigía, entre otras cosas, la limitación de emisiones de gases de efecto invernadero, y por ello el cumplimiento del Protocolo de Kioto es uno de los motivos que más se esgrimen para el fomento de estas energías. Otros motivos que justifican la promoción de este tipo de energías son de cohesión social y económica, como son: la fijación de población en áreas rurales, la creación de puestos de trabajo (en muchos casos en zonas no industrializadas), el desarrollo tecnológico y el de la industria de bienes de equipo. Estas energías renovables utilizan como energía primaria la energía hidráulica (se consideran sólo los pequeños aprovechamientos), la energía eólica (aprovechamiento del potencial de viento), la energía solar, tanto en usos térmicos (calentamiento de fluidos) como fotovoltaica (producción de energía eléctrica), la energía geotérmica, y las energías marinas (olas y mareas). Junto a estas modalidades, se incluye la biomasa, ya que aunque en su uso se emite CO2, éste ha sido previamente fijado en el combustible, por lo que su balance global a este respecto es aproximadamente neutro. 185 De estas energías, son clásicos los aprovechamientos de la energía hidroeléctrica para generación de electricidad y el uso de la biomasa. Aunque tradicionalmente constituyeron el grueso de la aportación a nuestro sistema energético de las energías renovables, desde finales de los años ochenta se están desarrollando nuevas tecnologías, como son la energía eólica, la solar o la utilización de residuos urbanos que incrementan paulatinamente su participación en el mercado de generación eléctrica. La energía hidroeléctrica de pequeña potencia (<10 MW), aunque no se trata verdaderamente de una nueva tecnología, se suele incluir también en este grupo de tecnologías de generación eléctrica, debido a que tienen un tratamiento legal y administrativo análogo y al nuevo enfoque tecnológico (automatización) que se está dando a su aprovechamiento. No sucede lo mismo con los aprovechamientos hidroeléctricos medianos y grandes (>10 MW) porque se les considera que tienen un mayor impacto ambiental (grandes embalses). En definitiva, bajo la denominación de «energías renovables» se incluyen unas energías cuyo aprovechamiento actual se basa en el desarrollo de nuevas tecnologías, unas ya en estado comercial y otras a nivel de desarrollo e investigación, que aprovechan recursos renovables poco contaminantes para producir energía. En general, una parte muy importante de su aprovechamiento es a través de su conversión en electricidad. 202 ¿Por qué se les llama algunas veces «nuevas» energías renovables? L a terminología habitualmente utilizada para hablar de este conjunto de fuentes energéticas conduce a ciertos equívocos. En primer lugar, no resulta muy exacto hablar de «nuevas» energías, ya que algunas de estas fuentes, como la biomasa o la energía eólica, han venido siendo aprovechadas por la humanidad con fines energéticos, merced a métodos más o menos rudimentarios, desde hace cientos o miles de años (molinos de viento, leña, etc.). 186 En segundo lugar, aplicarles el término de «energías renovables» también induce a confusión, ya que bajo tal denominación sería obligado incluir todos los tipos de aprovechamientos de la energía hidroeléctrica, que es una de las fuentes energéticas renovables por excelencia. Sin embargo, es costumbre por razones legales y administrativas incluir solamente entre las «nuevas energías» a la energía hidroeléctrica aprovechada mediante saltos de pequeña potencia (<10 MW). En tercer lugar, la noción de «energías alternativas» resulta igualmente confusa, ya que el término podría sugerir implícitamente que se trata de fuentes energéticas que aparecen como una opción, en términos excluyentes, frente a las energías tradicionales. Por el contrario, la opinión internacional es que el uso de estas energías renovables debe combinarse racionalmente con el de las convencionales a fin de contribuir a la diversificación energética y a la seguridad en el abastecimiento. En el fondo, lo que hay realmente de «nuevo» en este campo no es tanto el recurso primario (energía solar, eólica...) que se aprovecha, sino las tecnologías mediante las cuales son actualmente aprovechadas. Por ello, un término más adecuado para englobar a estas fuentes de energía sería el de «nuevas tecnologías energéticas» para el aprovechamiento de los recursos renovables. ¿Cuál es la contribución de las energías renovables en los países de la Unión Europea? E n la actualidad, la contribución de las «nuevas» energías al abastecimiento energético es, aunque ha aumentado considerablemente en los últimos años, todavía modesta. Su aportación resulta más interesante si atendemos al papel que juegan en determinados usos muy concretos o en el suministro de energía en lugares muy determinados, donde presentan ventajas frente a otras alternativas energéticas. El fomento de las energías renovables y de la cogeneración ha sido desde hace tiempo uno de los objetivos centrales de la política energética comunitaria. Ha habido numerosos programas con objeto de aumentar la participación de las energías renovables en la producción eléctrica (Programa ALTENER) y de po- 203 tenciar y favorecer el desarrollo, demostración e implementación de las nuevas tecnologías (Programas THERMIE, VALOREN y JOULE). En 1986 la Unión Europea ya se fijó como objetivo energético el desarrollo de estas fuentes. La publicación en 1996 del Libro Verde de las energías renovables produjo un amplio debate público sobre las medidas que podrían emprenderse a escala comunitaria y de los estados miembros. Después, en el año 1997, la Comisión de la UE publicó el Libro Blanco para una estrategia y plan de acción comunitarios, en el cual se establecía como objetivo global, no vinculante jurídicamente, el de lograr una penetración de las fuentes de energías renovables del 12% en términos de energía primaria antes del año 2010. La definición de las estrategias se dejaba a la subsidiariedad de los estados miembros. Este objetivo lleva asociado una inversión del orden de los 165.000 millones de euros para todo el periodo. Durante los años 1998 y 1999 surgieron de distintas instancias comunitarias diversos informes y propuestas relativas a la armonización para el fomento de las energías renovables, al establecimiento de reglas comunes para su desarrollo y la introducción de criterios de competencia en el mismo. En septiembre del año 2001 se aprobó la Directiva 2001/77/CE para la promoción de las energías renovables en el Mercado Interior de la Electricidad, con el objetivo básico de incrementar significativamente la producción eléctrica con estas energías en la Unión Europea. Esta Directiva requiere a los estados miembros la puesta en marcha de las medidas que sean necesarias para asegurar que el desarrollo de las energías renovables esté en línea con los objetivos definidos en los ámbitos nacional y comunitario. Otros planteamientos importantes de la Propuesta de Directiva son los siguientes: – A corto y medio plazo cada estado miembro podrá aplicar los sistemas de apoyo que considere adecuados para la promoción de estas energías. En un plazo de cinco años la Comisión juzgará si se puede proceder a una armonización de estos sistemas dentro de la Unión Europea. – Se prevé la emisión de certificados verdes por parte de los estados miembros, de forma que estos certificados acrediten el origen renovable de la energía. Estos certificados serán mutuamente reconocidos por los estados. Esto es, se sientan las bases para la creación de un mercado de energías renovables. A estos efectos, la energía procedente de las grandes instalaciones hidroeléctricas (>10 MW) se considera renovable, pero estas instalaciones continúan estando excluidas en lo referente a incentivos económicos. – Se prevé el establecimiento de reglas estándar para la financiación de las adaptaciones técnicas que deban realizarse en la red eléctrica para facilitar el acceso a la misma de estas energías. – En cuanto a la situación actual y objetivos indicativos por países contiene la información que figura en la tabla VI.1. En el ámbito de la Unión Europea, la propuesta de Directiva pretende que la generación eléctrica con energías renovables, incluyendo la gran hidráulica, se incremente en ocho puntos porcentuales en el periodo 1997-2010, pasando del 13,9% en 1997 al 22,1% en 2010. Tabla VI.1 Participación de las energías renovables en la generación de electricidad en la Unión Europea en 1997 y previsiones para 2010 Año 1997 (%) Año 2010 (%) (sin hidroeléctrica (sin hidroeléctrica >10 MW) >10 MW) Año 1997 (%) Año 2010 (%) Austria Suecia Portugal Finlandia ESPAÑA Italia Francia Dinamarca Grecia Alemania Irlanda Holanda Luxemburgo Reino Unido Bélgica 72,7 49,1 38,5 24,7 19,9 16,0 15,0 8,7 8,6 4,5 3,6 3,5 2,1 1,7 1,1 78,1 60,0 45,6 35,0 29,4 25,0 21,0 29,0 20,1 12,5 13,2 12,0 5,7 10,0 6,0 10,7 5,1 4,8 10,4 3,6 4,5 2,2 8,7 0,4 2,4 1,1 3,5 2,1 0,9 0,9 21,1 15,7 21,5 21,7 17,5 14,9 8,9 29,0 14,5 10,3 11,7 12,0 5,7 9,3 5,8 Unión Europea 13,9 22,1 3,2 12,5 Fuente: Directiva para la Promoción de las Energías Renovables. Septiembre 2001. 187 El esfuerzo se centrará precisamente en las energías renovables con excepción de la gran hidráulica, ya que se pretende que estas energías pasen de suponer el 3,2% de la generación eléctrica al 12,5%, esto es, casi cuadruplicar su penetración. En el caso de España, La Ley 54/97 del Sector Eléctrico introdujo en una Disposición Transitoria, el mandato de que la Administración estableciera un Plan de Fomento de Energías Renovables, con el fin de lograr en nuestro país el objetivo establecido en el ámbito comunitario. Finalmente, hay Directrices comunitarias sobre ayudas estatales a favor del medio ambiente (2001/C37/03), recogidas en el Diario Oficial de las Comunidades Europeas del 3-2-2001. Tabla VI.3 Producción eléctrica y térmica con energías renovables en España. Año 1998 Producción Eléctrica Áreas MW Total Eléctrico Térmica GWh/año Ktep Hidráulica (>10 MW) 16.220,9 30.753,4 (*) 2.644,8 Hidráulica (<10 MW) 1.509,7 5.607,0 482,2 Biomasa 188,8 1.139,1 168,6 R.S.U. 94,1 585,8 247,0 Eólica 834,1 1.437,0 123,6 Solar fotovoltaica 8,7 15,3 1,3 18.856,3 39.537,6 Biomasa Solar térmica Geotermia 3.667,5 3.476,2 26,3 3,4 Total Térmico 3.505,9 TOTAL 7.173,4 Fuente: IDAE. Comisión Consultiva de Ahorro y Eficiencia Energética. (*) Descontando 2.587 GWh consumidos en bombeo. 204 ¿Cuál es la contribución de las energías renovables en España? L a aportación de las energías renovables a nuestro sistema energético ha ido variando a lo largo del tiempo. Antes de la crisis energética de los años setenta, la utilización de las energías renovables para generación de electricidad se reducía, prácticamente, a la producción hidroeléctrica. Después de la crisis energética, el fomento de las energías renovables tiene su punto de partida en el año 1980, con la promulgación de la Ley 82/80 de Conservación de la Energía, siguiendo las iniciativas de eficiencia y diversificación energética propugnadas por los organismos internacionales, especialmente por la Agencia Internacional de la Energía. La aportación de las energías renovables a nuestro sistema es todavía modesta. En el año 1998, las energías renovables contribuyeron con 4,5 millones de TEP Gráfico VI.1 Contribución de las energías renovables en España en 1998 (Ktep) Tabla VI.2 Consumo de energía primaria en España. Año 1998 Fuente Ktep % Petróleo Carbón Nuclear Gas Energías Renovables (*) Saldo Eléctrico 61.670 17.659 15.376 11.816 7.173 292 54,1 15,5 13,5 10,4 6,3 0,2 113.986 100,0 TOTAL Fuente: Secretaría de Estado de Industria y Energía e IDAE. Metodología A.I.E. (*) Incluye la electricidad hidroeléctrica > 10 MW. 188 Fuente: Plan de Fomento de Energías Renovables (MINER e IDAE). 1999. al abastecimiento energético de dicho año, lo que supone un 4% del total. En esa cifra no está incluida la producción hidroeléctrica mediante centrales de más de 10 MW. Si, por el contrario, añadiéramos este concepto, la contribución de las energías renovables al total alcanzó los 7,2 millones de TEP, lo que supone un 6,3% del consumo energético total. (Ver Tabla VI.2) Esa producción con energías renovables se distribuye para uso térmico y para la producción de electricidad, tal y como se muestra en la Tabla VI.3 y el Gráfico VI.1. La biomasa, con el 50,8%, y la energía hidráulica, con el 43,4%, son las tecnologías cuantitativamente más importantes. Según los usos, el 51,2% corresponde a producción eléctrica y el resto, 48,8%, a producción térmica. Con relación a la contribución por comunidades autónomas al balance nacional de energías del año 1998, en el Gráfico VI.2 se destaca la fuerte participación de Galicia, Castilla y León, Andalucía y Cataluña, muy activas en hidroelectricidad y biomasa, lo que representa porcentajes también muy importantes de aportación a sus respectivos balances regionales. Gráfico VI.2 Participación de las CC.AA. al balance de energías renovables en España. 1998 Fuente: Plan de Fomento de Energías Renovables (MINER e IDAE). 1999. ¿Cuáles son los mecanismos de fomento de energías renovables en los países de la UE? 205 Y a sabemos que el objetivo de este tipo de mecanismos es adecuar al mercado de generación el desarrollo de las energías renovables y cogeneración, mediante una mejora de sus rendimientos y una disminución de los costes de inversión de cada tecnología, permitiendo su desarrollo armonioso dentro del sistema eléctrico. Se pretende, por tanto, conseguir que el precio de la energía producida por fuentes renovables pueda ajustarse, en un plazo más o menos corto, a los procedimientos de un mercado en competencia, y fomentando estas energías con el menor coste posible para los usuarios de la electricidad. Así, en los Estados miembros de la UE operan actualmente diferentes mecanismos de apoyo, tales como ayudas a la inversión, reducciones y exenciones de impuestos, o ayudas directas al precio del kWh generado (primas). En la Unión Europea existen básicamente dos esquemas de ayuda directa al precio de las energías renovables: 1) Sistema de cuotas: el estado miembro decide un nivel adecuado de penetración en la generación de su sistema eléctrico de energías renovables y los promotores compiten por la asignación de los incentivos existentes. Es el sistema utilizado en el Reino Unido, Irlanda y los Países Bajos. Se utilizan, asimismo, dos mecanismos diferentes para esta asignación: a) Procedimiento de subastas. Se subasta entre los promotores de proyectos de energía renovable el importe de las ayudas por kilovatio-hora, desarrollándose aquellos proyectos que han solicitado una menor ayuda. El coste adicional de las ayudas recae en la factura de los consumidores mediante un impuesto. b) Procedimiento de certificados verdes. La generación eléctrica procedente de energías renovables se coloca a precios de mercado. La financiación adicional necesaria para la puesta en el mercado de estas ener- 189 gías se consigue obligando a que los consumidores consuman una parte de su energía, cuyo origen esté avalado por certificados verdes. De esta forma se desarrolla un mercado secundario de certificados en el que los titulares de instalaciones renovables compiten en precio para colocar sus certificados. 2) Sistemas de apoyo fijo: el estado reconoce a la producción de electricidad generada con tecnologías renovables una prima por kilovatio-hora, que se añade al precio del mercado de producción. Es el sistema que se utiliza actualmente en Alemania y España. 206 ¿Cuáles han sido en España los mecanismos de fomento de energías renovables para la generación de electricidad? E l marco legal y económico de las energías renovables ha ido modificándose en España a lo largo del tiempo. Antes de las crisis energéticas y, por tanto, con anterioridad a la Ley de Conservación de Energía de 1980, las únicas instalaciones de energía renovable que no pertenecían a las empresas eléctricas eran algunas centrales hidroeléctricas que vendían su producción a las mismas en base a contratos privados de compra-venta de energía, que solían tener como referencia los precios de la generación de centrales térmicas convencionales, actualizándose los precios en base a la tarifa media eléctrica. Con la entrada en vigor de la Ley de Conservación de Energía, en los años ochenta, se creó un marco legal y administrativo que fue la base de las energías renovables que generan electricidad. Esta Ley definió ya los tres ejes sobre los que se ha basado el fomento de estas energías en España desde el punto de vista de su conversión en electricidad: – El derecho de estas instalaciones a ser interconectadas a la red de la empresa distribuidora de la zona. – La obligación de compra de la energía producida (excedentes en el caso de la cogene- 190 ración) por parte del sistema eléctrico a través de la distribuidora. – El precio estaba definido reglamentariamente. Posteriormente, el precio de venta de las energías renovables y de las centrales de cogeneración se relacionaron ligándose con algún precio de venta de la energía eléctrica a clientes. Así, por ejemplo, en 1982 se ligaba con el término de energía la tarifa E.3.1. (larga utilización inferior a 36 kV), sobre la que se aplicaban unos coeficientes correctores para la energía garantizada, programada o eventual. Después, el Real Decreto 2366/94 recogió toda la normativa dispersa que se había ido desarrollando, y aunque siguió también utilizando como referencia diversas tarifas de venta de energía a clientes, introdujo ya un régimen especial, con unos coeficientes de costes no evitados que reflejaban su aportación a la política energética y medioambiental del Gobierno. Durante la vigencia de este Real Decreto aumentó de forma significativa la aportación de las energías renovables y de la cogeneración (ver Tabla VI.4). Asimismo, en la Tabla VI.5. se recoge, por tipos de energía renovable y para la cogeneración, la potencia instalada a 31 de diciembre de los años 2000 y 2001 y la energía vertida a la red durante los mismos. Tabla VI.4 Evolución de la producción del Régimen Especial (1989-2001) Año Producción de Régimen Especial (GWh) ∆ %Régimen Especial 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 1.043 1.630 3.139 4.014 5.697 9.199 9.596 13.659 16.091 19.781 24.986 37.257 42.089 — 56 93 28 42 44 17 42 18 23 23 49 13 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. Incluye producción procedente de instalaciones minihidráulicas, eólicas, biomasa, fotovoltaica, residuos y cogeneración. Tabla VI.5 Instalaciones en Régimen Especial. Años 2000 y 2001 Potencia instalada a 31-XII (MW) 2000 2001 Excedentes vertidos a la red (GWh) 2000 2001 Cogeneración 5.059 5.417 16.986 17.766 Energías renovables: Solar Eólica Hidráulica <10 MW Biomasa y otras Residuos 1 2.060 1.388 114 322 1 3.350 1.454 274 332 1 3.909 4.544 253 1.422 1 4.543 7.013 713 1.335 TOTAL NACIONAL 8.944 10.827 27.115 31.371 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. Finalmente, la Ley del Sector Eléctrico de noviembre de 1997 cambia el sistema de remuneración de las instalaciones en Régimen Especial (energía renovable y cogeneración), sustituyendo las fórmulas de remuneración basadas en tarifas por el régimen retribuido general, que adicionalmente se complementará con una prima por kWh generado. Con la creación por esta Ley del Mercado de Producción, los titulares de instalaciones que operan en régimen ordinario (centrales nucleares, térmicas convencionales e hidroeléctricas de tamaño medio y grande) están obligados a presentar ofertas económicas para cada una de las instalaciones de generación. Sin embargo, las instalaciones de energías renovables, incluidas las pequeñas centrales hidroeléctricas, las instalaciones de valorización energética de residuos y cogeneración, operan en el denominado Régimen Especial, que se distingue básicamente del Régimen Ordinario en que las instalaciones allí encuadradas no tienen, en general, obligación de presentar estas ofertas. Esto es, la energía procedente de estas instalaciones se despacha de forma prioritaria con respecto al resto de instalaciones, lo cual supone una ventaja operativa muy clara en un mercado de generación liberalizado y competitivo. Tabla VI.6 Primas a la producción eléctrica en Régimen Especial. Año 2002 Tipo de instalación a) Cogeneración y calores residuales b) Renovables no consumibles y biomasa 1. Solar fotovoltaico 2. Eólica 3. Geotérmica y otras 4. Hidroeléctricas 5. Hidroeléctrica 6. Biomasa primaria (vegetal de ciclo anual) 7. Residuos de biomasa 8. Grupos 6 y 7 con combustible de apoyo entre el 10 y 50% (en energía primaria) 9. Centrales mixtas c) Residuos 1. Residuos urbanos Intervalo de potencia (MW) Prima (cent €/kWh) Precio total alternativo (cent €/kWh) ≤10 10-25 0,00 3,08-1,54 ≤0,005 resto <50 <50 <10 10-50 <50 <50 <50 39,60 21,60 6,28 6,38 6,38 — 6,17 5,96 <50 36,00 18,00 2,89 3,00 3,00 3,00-0,00 2,79 2,58 Sin prima la energía correspondiente a combustible no renovable Proporcional a la potencia de cada tipo <10 2,15 — — — Renovables no consumibles y no hidráulicas, biomasa y residuos agrícolas, ganaderos o de servicio de más de 50 MW: 0,58 cent €/kWh. Fuente: Boletín Oficial del Estado. Diciembre 2001. Notas: Todas las primas son de duración limitada excepto las del grupo a) (cogeneración). En este caso, si son de menos de 10 MW perciben la prima durante 10 años, y si son de más de 10 MW, mientras perduran los CTC. La prima del grupo b) 1. (solar) se reducirá a 18,0 cent €/kWh cuando la potencia de instalación supere los 5 kW y la potencia total instalada en España supere los 50 MW. Para las instalaciones tipos b) 1. a b) 7. (excepto b).5.) existe la posibilidad de aplicar un precio total alternativo en lugar de precio de mercado más la prima. 191 Además, la remuneración de las instalaciones en Régimen Ordinario y en Régimen Especial se diferencia en que estas últimas percibirán, además del precio fijado por el Mercado de Producción, una prima cuyo importe se fija reglamentariamente con la actualización de las tarifas eléctricas. (Ver Tabla VI.6 que recoge las primas fijadas en el R.D. 1483/2001 de 27 de diciembre, por el que se establece la tarifa del año 2002.) El establecimiento de estas estrategias regulatorias (primas, subastas, certificados verdes, etc.) que incentiven las instalaciones de energías renovables y cogeneración, deberían de compatibilizar los principios de su fomento con objetivos de eficiencia y reducción de costes, principios que deben regir en toda planificación energética. 207 ¿Cómo inciden las nuevas energías sobre el medio ambiente? A un cuando existe el convencimiento entre amplias capas de la población de que las llamadas nuevas energías son totalmente limpias, lo cierto es que producen determinados efectos sobre el medio ambiente. Tal es el caso de la energía solar. En efecto, se considera, con frecuencia, que el aprovechamiento de la energía solar es una actividad energética con muy escasa incidencia sobre el medio ambiente. Sin embargo, esto no es exacto si se tienen en cuenta las grandes extensiones de terreno que son precisas para que esta forma de energía pueda ser aprovechada, y el elevado consumo energético que conlleva la fabricación de los paneles solares. Se calcula que actualmente son necesarios alrededor de 10.000 m2 de terreno –aunque ello varía según el tipo de instalación solar del que se trate– para obtener 1 MW de potencia (frente a los 630 m2 que exige 1 MW nuclear o los 2.400 m2 que puede implicar 1 MW térmico de carbón). Por el contrario, en el ámbito de las aplicaciones de la energía solar a pequeña potencia –calefacción y acondicionamiento de inmuebles, hornos solares, pequeñas estaciones de bombeo de agua, etc.– el 192 impacto ambiental es prácticamente nulo por la escasa superficie requerida o por la utilización de superficies no aprovechables para otros usos (cubiertas, fachadas, etc.). Por su parte, la energía eólica tiene, además de disponer de grandes superficies, los siguientes impactos medioambientales: a) Visuales. La repetida presencia de aerogeneradores en las crestas de las sierras puede inducir a un cierto rechazo. La instalación en el futuro de máquinas grandes, y más separadas entre sí, la utilización de colores adecuados, una cuidadosa distribución de los aerogeneradores y una correcta ejecución de las vías de acceso alivia este impacto. b) Los parques eólicos y las líneas eléctricas de conexión y evacuación pueden ser un obstáculo en el desplazamiento de las aves. Se producen colisiones con relativa frecuencia, por lo que la elección del emplazamiento es un hecho básico para evitar estos accidentes. c) La construcción de los parques supone actuaciones que erosionan el entorno. Es preciso cuidar la selección del emplazamiento y los modos de construcción y mantenimiento de las vías de acceso. d) El efecto sonoro. Un aerogenerador produce un ruido similar al de cualquier otro equivalente de la misma potencia. Su situación al aire libre, y generalmente alejados de las poblaciones, hace que este impacto no sea de gran significación. A su vez, la energía geotérmica libera, junto con el vapor utilizable en un ciclo térmico, cantidades sustanciales de contaminantes tales como CO2, H2S, mercurio, amoniaco y radón. Otra cuestión que hay que tener en cuenta es el bajo rendimiento térmico que se obtiene al aprovechar esta energía, dada la reducida calidad del vapor, por lo cual la cantidad de calor que hay que disipar en el medio es superior, a igualdad de potencia, a la de una central termoeléctrica convencional. Para mayor detalle consultar la publicación de UNESA «La Industria Eléctrica y el Medio Ambiente2001». 208 ¿Qué es el Plan de Fomento de Energías Renovables de España? L a Ley 54/1997 del Sector Eléctrico recoge en una Disposición Transitoria el mandato de que la Administración estableciera un Plan de Fomento para las Energías Renovables (PFER), que definiera el objetivo de alcanzar un mínimo del 12% de la aportación de los mismos al consumo de energía primaria en España en el año horizonte de 2010. Este objetivo sería coherente con la recomendación propuesta por la UE en su «Libro Blanco de las Energías Renovables». Aunque la planificación de los medios de generación debe tener carácter indicativo, ya que la citada Ley del Sector Eléctrico promueve un movimiento de liberación creciente hacia el Mercado Único de la Electricidad en la UE, el apoyo a dichas fuentes es necesario dada su contribución a los principales objetivos de la política energética nacional: la diversificación de las fuentes primarias para garantizar la seguridad del suministro, el carácter autóctono y el respeto Gráfico VI.3 Contribución de la energías renovables en España en el año 2010 (16.639 ktep) Fuente: Plan de Fomento de Energías Renovables (MINER e IDAE). 1999. al medio ambiente, y adicionalmente incidir de forma positiva en una política industrial para España. El objetivo propuesto en el PFER de alcanzar el 12% en el consumo energético en el año 2010 supone prácticamente, en términos relativos, la participación en 1998 de las energías renovables en España –6,2% corregido para el año medio al 12,3%– y en términos absolutos significa generar recursos suficientes para multiplicar por 2,3 la aportación actual de 7,1 Mtep en 1998 a 16,6 Mtep en 2010. Centrándonos en el escenario base del PFER, que se adjunta en la Tabla VI.7, se tiene que en el periodo 1998-2010 debe incrementarse la aportación de estas energías en 9.525 Ktep/año, con un reparto de áreas renovables muy distintas al actual, tal como puede observarse en el Gráfico VI.3. Las principales consideraciones son las siguientes: – Hay un importante incremento en la participación de la biomasa, lo que representa un esfuerzo extraordinario en su desarrollo e implementación, principalmente como materia energética para la producción de electricidad. Esta propuesta se basa en gran medida en el desarrollo de los cultivos energéticos en grandes zonas geográficas de nuestro país. – La tecnología hidráulica es una tecnología muy madura en la actualidad. Las turbinas, en sus diferentes tipos, han evolucionado a lo largo del presente siglo con los avances técnicos industriales. Los equipos presentan actualmente una eficiencia elevada y una amplia gama de caudales y saltos con altos rendimientos mecánicos. La incorporación de las nuevas tecnologías en su automatización y control ha permitido una mejora considerable en la explotación y mantenimiento de este tipo de instalaciones, lo que ha repercutido muy provechosamente sobre todo en las pequeñas centrales (<10 MW). Sin embargo, en términos relativos, debido al proceso de crecimiento de los medianos y grandes aprovechamientos, disminuye su participación. – Extraordinario crecimiento de la energía eólica participando en la nueva estructura con el 11,2%, basado en el desarrollo espectacular que ha tenido esta tecnología en los últimos años. Conviene señalar, además, que en 193 Tabla VI.7 Situación actual y objetivos del Plan de Fomento de las Energías Renovables para el año 2010 Objetivos de incremento 1999-2020 Situación en 1998 (año medio*) Área Tecnológica Potencia (MW) Producción de electricidad (GWh) Producción en términos de Energía Primaria (Ktep) Producción en términos de Energía Primaria (Ktep) Situación Objetivo para el año 2010 Potencia (MW) Producción de electricidad (GWh) Producción en términos de Energía Primaria (Ktep) Generación de electricidad Minihidráulica (Potencia <10 MW) Hidráulica (Pot. entre 10 y 50 MW) Hidráulica (Potencia >50 MW) Eólica (1) Biomasa (1) (2) Biogás (2) Solar Fotovoltaica Solar Termoeléctrica Residuos Sólidos 1.510 2.801 13.420 834 189 — 8 — 94 4.680 5.603 24.826 2.002 1.139 — 15 — 586 402 482 2.135 172 169 — 1 — 247 192 60 — 1.680 5.100 150 17 180 436 2.230 3.151 13.420 8.974 1.897 78 144 200 262 6.912 6.303 24.826 21.538 13.949 546 218 459 1.846 594 542 2.135 1.852 5.269 150 19 180 683 Total áreas eléctricas 18.856 38.851 30.355 76.596 11.424 3.608 7.816 Usos térmicos Biomasa (1) Solar Térmica de Baja Temperatura Geotermia Biocarburantes (Bioetanol) 3.476 26 3 900 309 Total usos térmicos 3.506 1.709 5.215 Total energías renovables 7.114 9.525 16.639 Consumo Energía Primaria (Ktep) (Escenario Ahorro Base en 2010) 500 113.986 Energías Renovables/ Energía Primaria (%) 6,2 4.376 336 3 500 134.971 12,3 Fuente: Plan de Fomento de Energías Renovables. (MINER e IDAE). 1999. (1) Las potencias previstas para estas tecnologías han sido revisadas posteriormente al alza en la “Planificación de los sectores de electricidad y gas. Desarrollo de las redes de transporte 2002-2011” aprobado por el Gobierno en octubre 2002. (2) En 1998 el biogás está incluido en la biomasa eléctrica. (*) Para la energía hidráulica, eólica y fotovoltaica, se incluye en 1998 la producción correspondiente a un año medio y no el dato real producido en 1998. el documento «Planificación de los sectores de electricidad y gas. Desarrollo de las redes de transporte 2002-2011», aprobado por el Gobierno en 2002, la potencia prevista es mayor en unos 3.000 MW. – Apuesta definitiva por un sector maduro y de alto potencial como es el solar de baja temperatura, basándose en una previsión de bajada en los costes de los paneles. Se prevé un crecimiento de 4.500.000 m2. – Crecimientos importantes, que están todavía en fase experimental, como consecuencia del impulso en I+D que se espera gracias al PFER: • La biomasa en nuevos segmentos del mercado doméstico. 194 • La obtención de biogás ha experimentado un continuo crecimiento con diversificación de los mercados. Se espera que alcance los 150 Ktep/año en el año horizonte de 2010. • Los biocarburantes, en una posición incipiente apoyada en experiencias de demostración, presentan un horizonte de alta potencialidad, esperándose que participen en un 3% en el año horizonte 2010. • Y, por último, la valorización energética de residuos sólidos urbanos, que tiene un mercado difícil aunque potencialmente amplio. En definitiva, el reparto de pesos se desplaza hacia las tecnologías eléctricas (desde el 50,6% en 1998 al 68,6% en 2010) que presentan mercados más segu- Tabla VI.8 Producción de las energías renovables en términos de energía primaria (Ktep) Producción de electricidad Usos térmicos Total Energías Renovables Consumo Energía Primaria % Energías Renovables/ Energía Primaria Situación 1998 (año medio) Situación Objetivo en el año 2010 3.608 (51%) 3.506 (49%) 7.114 (100%) 113.986 11.424 (69%) 5.215 (31%) 16.639 (100%) 134.971 6,2% 12,3% Fuente: Plan de Fomento de Energías Renovables (MINER e IDAE). 1999. ros y estables, frente a las tecnologías térmicas con recursos en un mercado con un mayor nivel de riesgo. (Ver Tabla VI.8) La consecución de todos los objetivos no será tarea fácil y dependerá de muchos factores, entre ellos cómo evolucionen tecnológicamente algunas de estas energías. Existen también otras barreras para el desarrollo de este tipo de instalaciones. Especialmente, la dificultad de conseguir en un tiempo razonable los permisos y licencias administrativas es la barrera más importante hoy por hoy. Pero a más largo plazo, y frente a la aceptación social con que generalmente cuenta este tipo de tecnologías en la actualidad, no sería de extrañar que empezasen a existir ciertas reticencias ante la proliferación de instalaciones en determinados lugares. Por otra parte, el grado de desarrollo de las diversas fuentes de energía renovables es, desde el punto de vista tecnológico, muy disperso. Actualmente coexisten tecnologías que han alcanzado unos niveles de madurez muy altos, como la minihidráulica, otras con desarrollos tecnológicos muy importantes pero relativamente recientes, como la energía eólica, y otras que no han alcanzado aún el grado de madurez necesario para alcanzar una presencia significativa en el mercado, como es el caso de la energía solar fotovoltaica, la producción de energía eléctrica con sistemas térmicos de concentración solar o determinadas aplicaciones de la biomasa. Todavía es necesario, por tanto, avanzar en el ámbito de innovación tecnológica teniendo como objetivo prioritario la mejora en la rentabilidad y eficiencia de los sistemas, la reducción de los costes de explotación de los mismos y el desarrollo de instrumentos que favorezcan la integración de todas y cada una de las energías renovables en la estructura energética existente. Otra variable importante en la consecución de los objetivos propuestos sería la agilidad que se tenga en el acceso a las principales líneas públicas de subvención y financiación de actividades de innovación tecnológica, susceptibles de ser origen de fondos para el sector de las energías renovables. Actualmente corresponden a las siguientes fuentes: – Programa de Energía del V Programa Marco de la Comisión Europea. – Iniciativa ATYCA, Programa de Investigación y Desarrollo Energético del Ministerio de Industria y Energía. – Programa Sectorial de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. – Financiación CDTI, para proyectos de I+D. – Líneas Genéricas de Apoyo a I+D de las comunidades autónomas. – Área Sectorial de Energía, del Plan Nacional de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico, actualmente en fase de elaboración por la Oficina de Ciencia y Tecnología de Presidencia del Gobierno. Dada la importancia que para la ejecución del Plan tienen las actividades de innovación tecnológica, y con el fin de reforzar este tipo de actuaciones y de apoyar las iniciativas que puedan incidir de una forma más directa en el cumplimiento de los objetivos establecidos, se prevé la creación de una línea específica de subvenciones denominada «Programa de Innovación Tecnológica de Energías Renovables». Como dato de referencia se tiene que la media anual de apoyos públicos a actividades de innovación tecnológica de estas energías se ha situado en los últimos años en unos 18 millones de euros. Naturalmente, será necesario un incremento significativo de esta cifra para los años del periodo contemplado, si es que se quieren conseguir los objetivos propuestos. Respecto a las energías renovables para la producción de electricidad, se recoge, en la Tabla VI.9, un resumen de los objetivos propuestos, así como el desarrollo parcial hasta el año 2006. Puede observarse lo ambicioso del PFER, en algunas áreas tecnológicas, destacando el caso de la biomasa, con más de 1.700 MW a desarrollar en los próximos diez años. Asimismo, las inversiones contempladas en el Plan para el desarrollo de estas energías hasta el año 195 Tabla VI.9 Objetivos de generación eléctrica del Plan de Fomento de Energías Renovables en España Minihidráulica <10 MW Hidráulica 10-50 MW Eólica (1) Biomasa Biogás Solar térmico-eléctrica Solar fotovoltaica Residuos sólidos TOTAL Objetivos hasta 2010 Objetivos parciales hasta 2006 Potencia (MW) Energía (GWh) Avance (%) Inversiones hasta 2006 (millones de euros) 720 350 8.140 1.708 78 200 135 168 2.232 700 19.536 12.810 546 459 203 1.037 61 60 59 48 44 49 45 60 594 140 4.548 1.550 70 331 465 442 11.499 37.745 55 8.140 Fuente: Plan de Fomento de Energías Renovables (MINER e IDAE). 1999. (1) Las potencias previstas para estas tecnologías han sido revisadas posteriormente al alza en la «Planificación de los sectores de electricidad y gas. Desarrollo de las redes de transporte 20022011» aprobado por el Gobierno en octubre de 2002. 2006, son cuantiosas y suponen globalmente más de 8.100 millones de euros. La consecución de estos objetivos en el área de generación eléctrica depende prácticamente de los mismos factores descritos para los objetivos generales, aunque este tipo de energía tiene unas ventajas más concretas a través de su consideración de instalaciones de Régimen Especial, en el marco legal existente actualmente. 209 ¿Cuál es la contribución de las centrales pequeñas hidroeléctricas al sistema eléctrico español? A unque las cuestiones y datos fundamentales relativos a las minicentrales hidroeléctricas ya han sido expuestos en el Capítulo III de la presente publicación, dedicado a la energía hidroeléctrica, cabe recordar aquí algunas consideraciones complementarias, para completar el panorama de las nuevas energías renovables en España. Ya se sabe que estas instalaciones han experimentado un gran desarrollo en España en los últimos años, recuperando parte del importante papel jugado por ellos hace varias décadas. De hecho, su potencia en servicio ha aumentado considerablemente a lo lar- 196 go del último decenio, alcanzando en 1999 las centrales de pequeña potencia (<10 MW) 889 MW, distribuida en unos 70 saltos instalados a lo largo de nuestro país. Este parque genera unos 2.700 GWh en un año con hidraulicidad media. Su aportación supuso, aproximadamente, el 30% de la contribución total de las energías renovables (sin hidráulicas >10 MW) al balance energético español de 1999. La tecnología hidráulica es una tecnología muy madura hoy en día. Así, los equipos presentan actualmente una eficiencia elevada y una amplia gama de caudales y saltos con altos rendimientos mecánicos. La incorporación de las nuevas tecnologías en su automatización y control ha permitido una mejora considerable en la explotación y mantenimiento de este tipo de instalaciones. Además, el marco legislativo y normativo sobre el acceso a la red eléctrica ha permitido una integración de todo tipo de potencias y niveles de explotación, aumentando la eficiencia de los aprovechamientos en explotación. Respecto al desarrollo futuro en nuestro país, el Plan de Fomento de Energías Renovables evalúa el incremento de la potencia de estas instalaciones para el periodo 1999-2010, en 720 MW, con un aumento de la producción de unos 2.300 GWh. Para instalaciones mayores de potencias comprendidas entre 10 MW y 50 MW, la provisión de incremento de potencia contenida en el PFER es de 350 MW, con una producción aproximada de 700 GWh/año. La distribución de esta potencia por comunidades autónomas se recoge en la Tabla VI.10. El desarrollo de esta tecnología está orientada hacia el uso de nuevos materiales, la estandarización aún mayor de los equipos de control y la utilización de microturbinas que permitan aprovechar saltos de pequeña entidad. El problema que en la actualidad más limita el desarrollo de estas obras hidráulicas es el medioambiental. La consideración de las minicentrales como instalaciones que provocan un importante impacto ambiental es un concepto bastante arraigado, incluidos responsables de las administraciones públicas. Los caudales ecológicos constituyen el aspecto medioambiental más debatido, siendo fundamental que pudiera alcanzarse un compromiso social capaz de compatibilizar el concepto río como valor medioambiental y como recurso energético. Tabla VI.10 Objetivos del Plan de Minicentrales por comunidades autónomas (1999-2010) ≤ 10 MW Comunidad Autónoma Andalucía 50 Aragón 69 Asturias 52 Baleares 0 Canarias 2 Cantabria 9 Castilla y León 229 Castilla-La Mancha 54 Cataluña 63 Extremadura 49 Galicia 45 Madrid 2 Murcia 4 Navarra 57 País Vasco 9 Rioja, La 13 Valencia 13 TOTAL 10-50 MW En Potencia construcción Producción (MW) (MW) * (GWh/año) 720 Potencia (MW) Producción (GWh/año) 155 214 161 0 6 28 710 167 195 152 139 6 12 177 28 40 40 84 21 0 0 0 0 84 56 21 14 14 0 0 11 0 10 35 168 42 0 0 0 0 168 112 42 28 28 0 0 22 0 20 70 314 (192) 2.232 350 700 12 (5) 20 (13) 40 (21) — 1 (3) 13 (9) 8 (6) 86 (55) 26 (21) 6 (2) 64 (25) 2 (4) 2 (1) 18 (12) 7 (10) 3 (1) 5 (1) Fuente: Plan de Fomento de Energías Renovables (MINER e IDAE). 1999. (*) Entre paréntesis, el número de aprovechamientos. Para facilitar el desarrollo de este tipo de centrales, el PFER propone una serie de medidas como son: una normalización de los procedimientos de autorizaciones y concesiones; una armonización de los requisitos de impacto medioambiental; incentivos fiscales a la inversión; y la creación de instrumentos y líneas de financiación flexibles para una mejor adaptación a cada caso en particular. Finalmente, conviene recordar aquí que la experiencia de obras hidráulicas en nuestro país es extensa y, del mismo modo, existe un número suficiente de fabricantes montadores e instaladores para dar servicio a las demandas de mercado que se generen en el desarrollo de este tipo de centrales hidroeléctricas. ¿Qué es la energía solar? 210 E l sol es una esfera gaseosa, formada fundamentalmente por helio, hidrógeno y carbono. Su masa es del orden de 330.000 veces la de la Tierra. Se estima que su edad es de unos 6.000 millones de años y su probable duración de vida, de similar magnitud. A escala huma- Gráfico VI.4 Interacción de la radiación solar con la atmósfera Fuente: UNESA. 197 na, su radiación puede considerarse como prácticamente inagotable. En el seno del sol se producen continuas reacciones nucleares de fusión en las que el hidrógeno se transforma en helio, liberándose en esta reacción nuclear la correspondiente cantidad de energía. Por tanto, el sol se comporta como un reactor nuclear que «quema» masa y la convierte en energía de acuerdo con la fórmula E = mc2.Una parte de ella se recoge en la cara iluminada de la Tierra, a la cual llega en forma de radiación. La radiación solar es casi fija en el exterior de la atmósfera terrestre. Se llama Constante Solar y vale I = 1.353 W/m2. Toda esta energía no llega a la superficie terrestre, ya que al atravesar la atmósfera pierde intensidad, debido a la absorción, difusión y reflexión por acción de los gases, vapor de agua y partículas en suspensión que tiene nuestra capa atmosférica. (Véanse Gráficos VI.4 y VI.5) Gráfico VI.5 Filtraje de la radiación solar en W/m2 y en porcentaje Por tanto, la radiación global que recibe la Tierra del sol se divide en: – Radiación directa, que es la que atraviesa la atmósfera sin sufrir cambio alguno la dirección. – Radiación dispersa o difusa, que es la recibida después de los fenómenos de reflexión y difusión. La energía solar que finalmente llega a la Tierra en forma de radiaciones es enorme, aunque su densidad media a lo largo del año es baja: un promedio de unos 100 vatios/m2 en la zona norte de Europa, y de unos 200 vatios/m2 en el sur de nuestro continente. Por tanto, este recurso energético en España es importante. A título únicamente anecdótico, podría decirse que la energía eléctrica total consumida en un año en nuestro país equivaldría a la energía solar que se recibe en un área de 2.000 Km2. Sin embargo, el carácter aleatorio y muy difuso de esta energía tiene numerosas limitaciones a la hora de su aprovechamiento. En el Gráfico VI.6 adjunto se refleja un mapa de nuestro país con las líneas isoenergéticas solares, en donde se pueden apreciar los diferentes valores registrados de unas regiones a otras. Gráfico VI.6 Mapa de líneas isoenergéticas solares (kWh anuales por m2 de superficie) Fuente: UNESA. 198 Fuente: UNESA. 211 • Un aislante térmico y una caja protectora para adaptarse al resto de la instalación. ¿Cómo se utiliza la energía solar? – Sistemas de utilización de energía solar a media temperatura, que se emplean en aquellas aplicaciones que requieren temperaturas de entre 100 °C y 300 °C para calefacción, procesos industriales, suministro de vapor, etc. Se hace con los llamados colectores de concentración. – Sistemas de utilización de energía solar a alta temperatura, que se aplican, entre otros usos, en climatización, producción de vapor para uso directo y producción de energía eléctrica en centrales termosolares -alternativa que requiere temperaturas superiores a los 250 °C –300 °C–. En este caso, los requisitos de concentración de la radiación solar son superiores a los que se obtienen con los procedimientos de media temperatura. Estos sistemas permiten conseguir temperaturas superiores incluso a los 2.000 °C. A ctualmente existen, principalmente, dos vías de aprovechamiento de la energía solar: la energía solar térmica y la vía fotovoltaica. a) Energía solar térmica. El aprovechamiento de la energía solar térmica consiste en utilizar la radiación del sol para calentar un fluido que, a su vez, y en función de su temperatura, se emplea para producir agua caliente, vapor o energía eléctrica. Tiene así lugar una absorción de energía solar y su transformación en calor. Los sistemas de aprovechamiento de la energía solar por vía térmica se suelen dividir en tres grupos: – Sistemas de utilización de energía solar a baja temperatura, en los que el calentamiento del agua se produce por debajo de su punto de ebullición, es decir de 100 °C. La mayor parte de los equipos basados en esta tecnología se aplica a la producción de agua caliente sanitaria y a climatización. Para estas temperaturas se utilizan como equipos de captación los llamados colectores planos solares, que son instalaciones muy sencillas que se sitúan en los tejados de los edificios o en lugares despejados, de forma que puedan recibir las radiaciones solares directamente y transmitirlas en forma de calor a un fluido. Estos paneles constan, fundamentalmente, de los siguientes elementos: • Una superficie captadora de la radiación solar, que está constituida normalmente por un material metálico de color negro (para temperatura <50 °C pueden utilizarse plásticos). Los objetivos son absorber la máxima radiación solar, convirtiéndola en energía térmica con el mayor rendimiento posible, y transferir la mayor cantidad de calor posible al fluido portador. • Un circuito por donde circula el fluido capaz de transferir el calor captado. Suele ser agua o aire. • Una cubierta transparente. b) Energía solar fotovoltaica El aprovechamiento de la energía solar fotovoltaica se realiza a través de la transformación directa de la energía solar en energía eléctrica merced al llamado efecto fotovoltaico. Esta transformación se lleva a cabo mediante «células solares», que están fabricadas con materiales semiconductores –por ejemplo, silicio– que generan electricidad cuando incide sobre ellos la radiación solar. ¿Cuál es el desarrollo actual del aprovechamiento de la energía solar térmica? 212 E l carácter aleatorio y muy difuso de la energía procedente del sol, el nivel de desarrollo de la tecnología y el coste actual de las instalaciones necesarias para su utilización imponen importantes limitaciones a su extensión. Sin embargo, se considera que, por razones medioambientales y de ahorro energético, así como por su carácter autóctono, es importante fomentar la utilización de esta energía. 199 En general, el mercado de estas tecnologías ha pasado por diversos ciclos, pero no ha alcanzado el nivel de desarrollo deseado en nuestro país, aunque sí ha conseguido una cierta madurez industrial y comercial, con diversidad de aplicaciones. El mercado existente se caracteriza por la producción en masa, mejorar las prestaciones o posibilitar el desarrollo de nuevas aplicaciones. Las instalaciones de aprovechamiento de energía solar a baja temperatura ofrecen actualmente interesantes posibilidades para determinadas utilizaciones del sector residual, tales como los sistemas de calefacción y agua caliente. El objetivo de la tecnología actual se centra, principalmente, en aumentar el rendimiento del proceso de conversión fototérmica y abaratar el coste de los equipos, con el objeto de que sea cada vez más atrayente su instalación. Estos sistemas se combinan generalmente con una aportación energética complementaria de origen convencional, de cara a obtener un óptimo en el porcentaje de aportación solar, ya que la pretensión de conseguir toda la energía que se precisa únicamente mediante origen solar en todas las épocas del año es poco realista y exigiría un tipo de instalaciones que tendría un coste excesivamente elevado. (Ver Gráfico VI.7 y foto inferior) Por lo que se refiere a sus aplicaciones en los sectores industrial y comercial, se utilizan sistemas de aprovechamiento de energía solar a baja, media y alta temperatura para suministro de calor a procesos industriales, secado de materiales, calefacción de gran- Edificio dotado con placas solares. 200 Gráfico VI.7 Esquema de funcionamiento de energía solar para agua caliente y calefacción Fuente: UNESA. des edificios, calentamiento de agua de piscinas, producción de agua caliente, etc. Según el Plan de Fomento de Energías Renovables español, la superficie total instalada en España de colectores solares era de unos 340.000 m2 a finales de 1998 (el ritmo anual de crecimiento es pequeño, de unos 10.000 m2/año). La mayor parte de la misma se encontraba en Andalucía, Baleares y Canarias. Su producción energética fue en dicho año de unas 26.000 toneladas equivalentes de petróleo. Además, según este Plan, el objetivo previsto para el año 2010 es disponer de unos 4,8 millones de m2 en colectores solares que supondrán un ahorro de unas 330.000 tep/año. Para conseguir este objetivo el PFER propone una serie de incentivos económicos como son: adecuación de fórmulas financieras específicas; subvención de intereses; normativas de integración en edificios; promoción en ayuntamientos; homologaciones de equipos y empresas fabricantes, etc. Por otra parte, los sistemas de colectores en la Unión Europea para el aprovechamiento de energía solar a baja temperatura –fundamentalmente para calefacción, suministro de agua caliente, etc.– suponían una superficie total de unos 6,5 millones de m2 en 1995. Estos sistemas ahorran unas 260.000 tep/año. Algunas de las instalaciones europeas de colectores solares más significativas son para sistemas de calefacción de grandes edificios, como hospitales, polideportivos, etc., y están situados, principalmente, en Francia, Alemania e Italia. 213 ¿Qué es una central termosolar? U na central termosolar es una instalación que permite el aprovechamiento de la energía del sol para la producción de electricidad. Tiene un ciclo térmico semejante al de las centrales termoeléctricas convencionales: la energía calorífica que se produce en un determinado foco es transformada en energía mecánica mediante una turbina y, posteriormente, en energía eléctrica mediante un alternador. La única diferencia es que, mientras que en las centrales termoeléctricas convencionales el foco calorífico se consigue por medio de la combustión de una fuente fósil de energía (carbón, gas, fuelóleo); en las solares, el foco calorífico se obtiene mediante la acción de la radiación solar que incide sobre un fluido. Hay diversos esquemas de centrales termosolares. Entre los tipos desarrollados de mayor interés, cabe mencionar, especialmente, las centrales de tipo torre central y las de colectores distribuidos. (Véase Gráfico VI.8) Las centrales de tipo de torre central, disponen de un conjunto de heliostatos (espejos) direccionales de grandes dimensiones, que concentran la radiación solar en un punto: la caldera, y el calor es transferido a un fluido (agua u otro fluido) que circula por la misma. La caldera está situada en una torre de gran altura. Las centrales de colectores distribuidos están formadas, en esencia, por un conjunto de espejos cilíndrico-parabólicos que concentran la radiación sobre su eje focal. Dicho eje se encuentra recorrido por un tubo colector por el que circula un fluido térmico –generalmente aceite mineral– que, a su paso por cada colector, aumenta gradualmente de temperatura hasta alcanzar la necesaria para producir vapor por medio de una serie de intercambiadores de calor. El vapor que de esta forma se genera acciona un grupo turboalternador convencional para producir energía eléctrica. (Ver esquema en el Gráfico VI.8) El desarrollo de este tipo de centrales se enfrenta para conseguir un mayor desarrollo a varias limitaciones: Gráfico VI.8 Esquema de una central solar de colectores distribuidos Plataforma solar de Almería. Fuente: UNESA. 201 económicas, por la necesidad de competir con otras centrales siendo sus costes actuales excesivamente altos; tecnológicas, derivadas de la necesidad de superar problemas tales como la mejora de la eficiencia de los sistemas de concentración y almacenamiento; la aleatoriedad en la disponibilidad de la radiación solar, etc. Desde el punto de vista medioambiental, la producción de electricidad a partir de este tipo de sistemas tiene efectos positivos, ya que no genera emisiones atmosféricas (ni CO2 ni lluvias ácidas), no produce vertidos líquidos y evita el uso de combustibles. No obstante, las grandes centrales termosolares pueden dar lugar a impactos sobre el paisaje y precisan de una elevada superficie para los espejos, por lo cual pueden provocar conflictos con otros usos posibles del suelo. ¿Cómo funciona una central solar de tipo torre central? U na central solar de tipo torre central, como la representada en el Gráfico VI.9, está formada por un campo de heliostatos (1) o espejos direccionales de grandes dimensiones que reflejan la luz del sol y concentran los haces reflejados en una caldera (2) situada sobre una torre (3) de gran altura. En la caldera, el aporte calorífico de la radiación solar reflejada es absorbido por un fluido térmico. Dicho fluido es conducido hacia un generador de vapor (5), donde transfiere su calor a un segundo fluido, el cual, convertido así en vapor, acciona los álabes del grupo turbina-alternador (6) para generar ener- Gráfico VI.9 Funcionamiento de una central termosolar tipo torre Fuente: UNESA. 202 214 gía eléctrica. El fluido es posteriormente condensado en un aerocondensador (7) para repetir el ciclo. La producción de una central solar depende en gran medida de las horas de insolación diarias del asentamiento en el que está ubicada. Para aumentar y estabilizar esta producción, suele disponer de sistemas de almacenamiento térmico (4) intercalados en el circuito de calentamiento. La energía producida, después de ser elevada su tensión en los transformadores (8), es transportada mediante líneas eléctricas (9) a la red general. 215 ¿Cuál es el nivel de desarrollo de las centrales termosolares en España y en otras áreas geográficas? D entro de los países de la Unión Europea, España es uno de los que ha alcanzado un mayor desarrollo en este tipo de centrales. La principal instalación española de producción de energía eléctrica por vía termosolar es la Plataforma Solar de Almería, situada cerca del pueblo de Tabernas, un centro de investigación avanzada que cuenta con tres centrales de funcionamiento. Dos de ellas, conectadas a la red desde septiembre de 1981, tienen 0,5 MWe cada una y pertenecen al proyecto SSPS (Pequeños Sistemas de Energía Solar) iniciado en 1977 con el patrocinio de la Agencia Internacional de la Energía. La tercera, denominada CESA-1 (Central Térmica Solar de Almería), tiene una potencia de 1,2 MWe y entró en funcionamiento en 1983. Asimismo, la Plataforma Solar de Almería ha sido escenario del desarrollo del llamado Proyecto GAST. Este proyecto, iniciado en 1982, consistió en el desarrollo tecnológico del diseño de una central solar de tipo torre central de 20 MWe de potencia. Actualmente está en proyecto la construcción de la central Solar Tres, en Córdoba, que tendrá una potencia de 15 MW con 2.500 heliostatos que ocupan una superficie total de 240.000 m2 y un receptor (caldera) situado a 90 metros de altura. El fluido de transparencia térmica (565 °C) será sales de nitratos y sus instalaciones están proyectadas para poder operar las 24 horas. Esta planta será la de referencia para la construcción de otras diez plantas en otros países. Centrales solares de DCS y CRS en la Plataforma solar de Almería. El Plan de Fomento de Energías Renovables prevé para el año 2010 la instalación de ocho plantas de 25 MW, en total 200 MW, para este tipo de instalaciones. Se estima una producción eléctrica de 413 GWh/año equivalente a 180 Ktep de energía primaria. Este Plan propone, para alcanzar ese desarrollo, una serie de incentivos como subvenciones a fondo perdido y bonificación de intereses e incentivos fiscales. Por lo que se refiere a las instalaciones termosolares para generación de electricidad existentes en otros países de la UE, cabe señalar que Francia posee algunas instalaciones como la central solar Themis, de 2,5 MW; y que Italia ha construido en Sicilia la central solar Eurelios, de 1 MW de potencia. Respecto al resto de naciones, Estados Unidos es el primer país del mundo por el desarrollo de centrales termosolares para producción de electricidad. En 1992 ya había en operación un total de más de 300 MW en sistemas de este tipo. Destaca la central de Barstow, en California, que con 10 MW de potencia es, quizás, la mayor central termoeléctrica de tipo torre central del mundo. Por su parte, la antigua URSS instaló en 1985, en Crimea, una central termosolar de 5 MW de potencia. Japón cuenta, entre otras, con dos centrales de 1 MW cada una en Nio (Kagawa). Y Australia contaba con un total de 25 MW en sistemas termosolares funcionando en los primeros años de la década de los noventa. 203 Finalmente, puede señalarse que España ha alcanzado un nivel de desarrollo alto en este tipo de instalaciones, por lo que si se continúa en esta línea, nuestro país puede ser importante en la exportación de esta tecnología. 216 ¿Cómo son hoy en día las instalaciones fotovoltaicas? L os sistemas de aprovechamiento de la energía solar por vía fotovoltaica permiten la transformación directa de la energía solar en energía eléctrica mediante las llamadas células solares o células fotovoltaicas. Éstas, construidas con un material semiconductor (silicio, cadmio, galio, etc.), hacen posible la producción de electricidad directamente a partir de la radiación solar en virtud del efecto fotovoltaico. Una célula fotovoltaica de silicio, por ejemplo, está formada por dos láminas muy delgadas de mate- Paneles de una instalación solar fotovoltaica. 204 riales semiconductores que se superponen: la primera de ellas puede ser un cristal de silicio con impurezas de fósforo; y la segunda, un cristal de silicio con impurezas de boro. Cuando el sol ilumina la célula, la energía de la radiación luminosa provoca una corriente eléctrica en el interior de la misma, generando una fuerza electromotriz entre dos electrodos adosados, respectivamente, a cada capa de la célula. Sin embargo, la tensión máxima entre los bornes de la célula es de sólo unos 0,58 voltios para una radiación solar de aproximadamente 1 kW/m2. Esta tensión es, en general, poco útil, por lo que se suele recurrir a conectar en serie un número determinado de células del mismo tipo. Así, para la misma radiación, 36 células forman lo que se llama un «módulo» o «panel fotovoltaico», y la tensión generada es ya de unos 18 voltios, suficiente para hacer funcionar numerosos equipos. Aunque actualmente no puede producirse electricidad en grandes cantidades por la vía fotovoltaica, este tipo de energía comenzó a ser aplicada con buenos resultados en instalaciones de baja potencia unitaria para pequeños suministros, sobre todo en puntos de consumo aislados de la red general de distribución eléctrica. Así, por ejemplo, en el alumbrado rural (señalización, bombas de agua, etc.), en telecomunicación (repetidores, radioteléfonos, radiobalizas), etc. Actualmente también existen en España y otros países instalaciones conectadas a la red, lo que ha permitido una reducción substancial en sus costes. Además, en España, que es un país puntero en el desarrollo de esta tecnología, ha recibido un fuerte impulso por el establecimiento de una prima específica alta para la producción eléctrica fotovoltaica. (Ver fotos en páginas 204 y 205.) Una instalación fotovoltaica, básicamente, posee un generador fotovoltaico (paneles), un acumulador de energía de corriente continua (para aplicaciones aisladas) y un subsistema de acondicionador de potencia. Su uso posterior puede darse en corriente continua directamente o transformada en corriente alterna mediante un inversor estático. La materia prima generalizada es el silicio, tanto en la tecnología cristalina como en la lámina delgada amorfa. El primer tipo posee una mayor eficiencia, con valores en torno al 10-12%. A pesar del alto coste del kWh producido por este tipo de sistemas, que es consecuencia fundamental Instalación fotovoltaica rural experimental (Caravaca-Murcia). Instalación piloto de una central fotovoltaica. Toledo PV. del coste de las células, sus perspectivas a largo plazo son esperanzadoras, dado que nuevas tecnologías y nuevos materiales de fabricación de las células comienzan a ofrecer la posibilidad de importantes reducciones de costes. Un aspecto a tener en cuenta es la obtención del silicio para la fabricación de los paneles: el silicio rechazado en la industria electrónica se está empleando de forma extensiva para producir silicio cristalino de un grado solar. La fusión del silicio a precios aceptables es uno de los retos de estas tecnologías para hacerla competitiva. Otro reto será el de elevar la eficiencia de las células fotovoltaicas hasta el 18-20%. Para los sistemas conectados a la red eléctrica el elemento fundamental es el inversor, que debe ser suficiente para no crear distorsiones en red. La incidencia de la energía solar fotovoltaica sobre el medio ambiente es reducida. No obstante, dado que la superficie ocupada por los paneles necesarios para instalar 1 KW de potencia oscila entre 6 y 10 m2, habrá que considerar en instalaciones de media o gran dimensión la ocupación del suelo y el impacto paisajístico asociados. Asimismo, estas instalaciones tienen un impacto socio-económico muy positivo, al poder suministrar electricidad en situaciones en que los procedimientos convencionales no son viables. ¿Cómo funciona una central eléctrica fotovoltaica? 217 A ntes de todo conviene señalar que no se tiene en España actualmente ninguna instalación significativa de este tipo. Una central fotovoltaica puede ser la representada en el Gráfico VI.10, y en ella se distinguen cuatro partes principales: captación solar y generación de electricidad (1), unidad de monitorización (3), sala de potencia (5) y centro de transformación (9). El elemento fundamental de esta central fotovoltaica sería el conjunto de las células fotovoltaicas. Éstas, integradas primero en módulos y luego en paneles (1), captan la energía solar, transformándola en 205 corriente eléctrica continua mediante el efecto fotoeléctrico. Lógicamente, la producción de dichas células depende de las condiciones meteorológicas –fundamentalmente, de la insolación–, por lo que dichas condiciones son controladas a través del análisis de las medidas que se toman en una torre meteorológica (2). La energía eléctrica circula por la red general de transporte en forma de corriente alterna. Por ello, la corriente generada en los paneles solares debe ser conducida a la sala de potencia (5), donde la corriente continua que se recibe en el armario de continua (6) es convertida en corriente alterna por medio de unos inversores (7) y después recogida en el armario de alterna (8). Una vez convertida en corriente alterna, la energía eléctrica producida pasaría por un centro de transformación (9) donde se adapta a las condiciones de intensidad y tensión de las líneas de transporte (10). Todo el proceso de la central se vigilaría desde la sala de control (4) de la unidad de monitorización (3), en la que se recibe información de los distintos puntos de la instalación, torre meteorológica, inversores, armarios de continua y alterna, centro de transformación, etc. Gráfico VI.10 Esquema de funcionamiento de una central fotovoltaica Fuente: UNESA. 206 218 ¿Cuál es el nivel de desarrollo de las instalaciones fotovoltaicas en España y en otras áreas geográficas? trica fotovoltaica en el mundo, siendo la central de Carrissa Plains, con 6.400 kW, una de las instalaciones de mayor dimensión. Otros países con centrales fotovoltaicas son Italia, Alemania, Noruega, Sudáfrica, México y Australia. E n el año 1995, en la Unión Europea se generaron 30 millones de kWh fundamentalmente mediante sistemas fotovoltaicos aislados (no mediante centrales eléctricas fotovoltaicas). España, con 8,7 millones de kWh, fue el mayor productor. En consecuencia, España destaca también a nivel comunitario en el terreno del aprovechamiento de la energía solar por vía fotovoltaica. A finales de 1998 poseía ya un total de 8.700 kW instalados en sistemas fotovoltaicos, la mayor parte de los cuales se encuentra en las Comunidades Autónomas de Andalucía, Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana. Además de un elevado número de sistemas fotovoltaicos de pequeña potencia individual, España cuenta con algunos aprovechamientos de potencia unitaria relativamente significativa. Entre los conectados a la red destacan la central PV Toledo, con 1.000 kW, y la central de San Agustín de Guadalix (Madrid), de 100 kW. Entre las instalaciones aisladas se tienen varias como la de Tabarca (Alicante), también con 100 kW, la planta fotovoltaica de Menorca, con 42 kW, el sistema fotovoltaico rural de la Sierra de Segura (Jaén), con 27,5 kW, el de Caravaca (Murcia), etc. El Plan de Fomento de Energías Renovables (PFER) estima que en España el mercado potencial alcance los 2.300 MW, estableciendo los siguientes objetivos para el año 2010: en instalaciones aisladas de red se realizará una potencia de 20 MW, generando 30 GWh/año, equivalentes a 2.580 tep, con una inversión de 20.248 Mpta; en relación a las interconexiones a la red, el Plan establece dos niveles, en función de la prima que reciben sus entregas a la red: instalaciones >5 kW, en la que se proponen 65 MW, con una producción de 98 GWh/año, equivalente a 8.385 tep, con una inversión de 32.230 Mpta; por otro lado, para instalaciones <5 kW, se proponen 50 MW, con una producción de 75 GWh/año, equivalente a 6.450 tep, con una inversión de 24.792 Mpta. Es decir, en total, el parque de instalaciones crecerá en 135 MW durante el periodo 1999-2010. Por lo que se refiere a otros países puede decirse que EE.UU. es la nación con mayor potencia eléc- ¿Qué es y cómo se aprovecha la energía eólica? 219 L a energía eólica se aprovecha mediante la transformación de la energía cinética del viento en energía eléctrica, a través de los aerogeneradores, o es la energía mecánica a través de aerobombas. Un aerogenerador eléctrico es, por tanto, una máquina que convierte la energía cinética del viento en energía eléctrica. Para ello, utiliza una hélice que transmite el movimiento que el viento produce en sus palas al rotor de un alternador. Cuando una instalación eólica quiere producir electricidad para verter a la red de distribución se agrupan varios aerogeneradores, dando lugar a los llamados parques eólicos. Si su objetivo es suministrar electricidad a puntos de consumo aislados, se utilizan, normalmente, equipos de pequeña potencia. Existe una gran diversidad de modelos de aerogeneradores, si bien pueden agruparse en dos grandes conjuntos: los de eje vertical y los de eje horizontal. No obstante, todos ellos constan de tres partes fundamentales: las palas, la góndola y la torre soporte del conjunto. – Las palas presentan, asimismo, una gran variedad de diseños. También es variable su número, pues hay generadores electro-eólicos de una, dos, tres y hasta seis palas. Son el elemento más crítico del aparato, ya que tienen que soportar intensas cargas alternativas. Por ello, su aerodinámica ha de ser diseñada con gran precisión. Por término medio, representan aproximadamente el 30% del coste del aparato. – La góndola forma el cuerpo del generador y contiene los equipos mecánico y eléctrico encargados de transformar la energía cinética de la rotación de las palas en energía eléctrica. Su situación en el generador electro-eólico depende del modelo: está en la parte superior de la torre en los modelos de eje horizontal 207 y en la base de la misma en los modelos de eje vertical. – En cuanto a la torre, suele ser convencional. No obstante, su diseño debe permitirle un perfecto acoplamiento al conjunto de la instalación para contribuir a amortiguar los efectos de la vibración que el impacto del viento provoca en los diferentes elementos del aerogenerador. El gran desarrollo tecnológico habido en los últimos 15 años ha conducido principalmente a máquinas de eje horizontal, tripala, de bajo mantenimiento y alta calidad de suministro eléctrico. La vida útil de estas máquinas, en algunos fabricantes, se aproxima a los 25 y 30 años. Las posibilidades abarcan diferentes alturas de torre y diámetro de rotor que, junto a otras variaciones de diseño, optimizan los recursos eólicos de un emplazamiento determinado. Actualmente, se construyen aerogeneradores de potencias hasta 1.500 y 2.000 kW y con una fiabilidad elevada. La tecnología eólica se desarrolló en sus inicios, principalmente, en Dinamarca, Alemania y los Estados Unidos. En la actualidad, España ocupa un lugar destacado en el aprovechamiento de los recursos eólicos nacionales y cuenta con tres tecnologías españolas y otros varios suministradores con acuerdos de fabricación de aerogeneradores con prestigiosas empresas europeas. Se fabrican máquinas comerciales, en nuestro país, entre 100 y 1.000 kW. Existen modelos de paso y velocidad fijos, lo que implica un menor coste y una mayor resistencia, aunque supone un rendimiento inferior; los modelos de paso variable, muy utilizados en la actualidad, permiten la regulación por pérdida aerodinámica; además se fabrican modelos que incorporan un sistema de velocidad variable que posibilita una mejora de la eficiencia y una reducción de los esfuerzos mecánicos. La mayor parte de los fabricantes nacionales e internacionales posee certificados nacionales e internacionales de calidad en sus sistemas de diseño y fabricación de elementos, con lo que asegura unas disponibilidades técnicas superiores al 95% y el cumplimiento de sus curvas de potencia. Asimismo, en estos años se está pensando ya en un mejor aprovechamiento del potencial eólico a través de la utilización de máquinas de gran tamaño, por un lado, y del desarrollo de plantas eólicas «off- 208 shore» en áreas marinas de poca profundidad. Los aerogeneradores de gran tamaño obtienen unos aumentos de energía específica (kWh/m2) considerables; éstos son posibles al elevar la altura de torre y aumentar el diámetro del rotor. La opción de desarrollar estas grandes máquinas exige un nuevo diseño que no incorpore un sobrepeso excesivo; las cargas principales de un aerogenerador se incrementan significativamente con el tamaño y, por lo tanto, el aumento del peso y los costes de fabricación. Los esfuerzos tecnológicos para el desarrollo de las plataformas off-shore, que comienzan a desarrollarse sobre todo en Dinamarca, pueden dar lugar a innovadores diseños, trasladables en términos técnicos y económicos a las tecnologías aplicadas en emplazamientos convencionales en tierra. ¿Cómo funciona una central eólica? L as centrales eólicas aprovechan la energía del viento para producir energía eléctrica. Las más utilizadas actualmente son las de eje horizontal, como la representada en el Gráfico VI.11. Se coloca sobre una torre, una navecilla o góndola. Esta góndola aloja en su interior un generador (1) que está conectado, mediante una reductora, a un conjunto de palas. La energía eléctrica producida por el movimiento del generador es transportada mediante cables conductores (2) a un centro de control (5), desde donde, una vez elevada su tensión por los transformadores (7), es enviada a la red general mediante las líneas de transporte de alta tensión (8). Dado el carácter aleatorio de la producción de energía eléctrica por vía eólica, las centrales de este tipo suelen disponer de una fuente auxiliar (6) para tener garantizado en todo momento el suministro de energía eléctrica. Para el control del movimiento de la turbina, las centrales eólicas disponen de un volante de inercia, que, actuando como carga de frenado (3), permite controlar, dentro de unos límites, las revoluciones de las palas, independientemente de cuál sea la velocidad del viento. Debido a la altura en la que se encuentra el generador y al rozamiento que el aire produce sobre éste, es conveniente que el equipo esté conectado a tierra (4) para evitar los efectos de la electricidad estática. 220 Gráfico VI.11 Esquema de funcionamiento de una central eólica Fuente: UNESA. La tecnología de estas instalaciones va siendo cada vez más compleja, por lo que permiten conseguir una mejora en su eficiencia energética. 221 ¿Cuál es el desarrollo de la energía eólica en la Unión Europea? S e estima que el potencial eólico en Europa sobrepasa los 125.000 MW de potencia. La Unión Europea, con su política energética de fomento a las energías renovables en general y a la eólica en particular, se ha situado a la cabeza del desarrollo eólico mundial. En los primeros años se fomentó por intereses ambientales, y hoy día por la realidad tecnológica y comercial. Es previsible que para el año 2010, la potencia eólica instalada en los países miembros sobrepase los 25.000 MW, lo que supondría del orden del 2% de la generación eléctrica total de la Unión Europea. En la Tabla VI.11 se recoge la evolución de la potencia instalada en la UE, durante el periodo 19951999, pudiendo verse que esta potencia se ha multiTabla VI.11 Evolución de la energía eólica en la Unión Europea. (1995-1999) Año Potencia instalada (MW) Incremento (%) 1995 1996 1997 1998 1999 2.529 3.496 4.695 6.430 8.915 — 38 34 37 39 Fuente: Unión Europea. 209 Tabla VI.12 Potencia eólica en la Unión Europea por países País 2001 (MW) Alemania ESPAÑA Dinamarca Italia Holanda Reino Unido Suecia Grecia Portugal Francia Irlanda Austria Finlandia Bélgica Luxemburgo 8.754 3.350 2.417 697 493 474 290 272 125 78 125 94 39 31 15 10.650 4.079 2.515 755 563 530 304 276 171 131 125 100 39 31 15 17.254 20,284 TOTAL 2002 (MW) Fuente: Unión Europea. plicado por más de tres veces en estos cinco años. Asimismo, en la Tabla VI.12 se recoge para el año 2002 la distribución de potencia eólica por países de la UE, ocupando España el segundo lugar, tras Alemania. Como ya sabemos, la política de fomento llevada por la UE supone condiciones económicas y administrativas especiales para las energías renovables. 222 ¿Cómo ha sido el desarrollo de la energía eólica en España? E n España, y al margen de los molinos que aprovechaban la energía eólica con fines mecánicos desde inicios de la Edad Media, la utilización de aerogeneradores para generación de electricidad se inició en 1978 con la instalación de un prototipo de 100 kW en Tarifa (Cádiz). En la segunda mitad de la década de los ochenta se construyeron parques eólicos experimentales y de demostración. Las primeras instalaciones comerciales son del año 1992. En esta década se han puesto en funcionamiento numerosos parques comerciales. (Ver Tabla VI.13) 210 El gran desarrollo experimentado por esta tecnología, desde los prototipos de los 80 y primeros parques de demostración hasta el crecimiento exponencial experimentado al final del siglo XX, ha permitido la aparición de un mercado consolidado y con grandes tasas de crecimiento. Este hecho hace que esta tecnología sea un modelo de referencia para otras tecnologías renovables. Las claves del desarrollo han sido el esfuerzo coordinado de las administraciones públicas y de la industria eléctrica, basado en un esfuerzo continuado en I+D. Se ha logrado una disminución de sus costes y un aumento en la fiabilidad de estas instalaciones. Un plan de ayudas públicas ha permitido incentivar la cadena tecnológica, alcanzar un alto grado de aceptación y compatibilidad en el ámbito medioambiental, y un adecuado marco legislativo y normativo de acceso a la red, dando estabilidad en una nueva actividad comercial diversificada. España, con 4.079 MW instalados en 2002, se ha convertido en la segunda potencia eólica europea, detrás de Alemania. Las inversiones en energía eólica superan ya los 100.000 millones de pesetas anuales, en los que hay que incluir distintas actividades industriales, como la fabricación de palas, turbinas, torres, generadores y plantas de ensamblaje, además de la promoción de los parques. En conjunto, el sector está compuesto por más de 200 empresas. Un ejemplo del esfuerzo realizado es que en 1998, las inversiones ascendieron a unos 336 millones de euros y aumentaron hasta aproximadamente 810 millones durante el año 1999. Los incentivos económicos han permitido que el coste por kilovatio instalado se redujera de unas 275.000 pts/kW, en 1986, a las 140.000 pts/kW actuaTabla VI.13 Evolución de la potencia instalada en España (1991-2001) Año Potencia a 31-XI (MW) 1991 1993 1995 1997 1999 2001 7,3 51,7 115,3 455,1 1.400,0 3.350,0 Fuente: IDAE y Memoria Estadística UNESA. 2001. les. Las fábricas españolas atienden no sólo las necesidades de los parques eólicos de nuestro país. Actualmente, las exportaciones se dirigen de China, Dinamarca y Cuba, entre otros. 223 ¿Cuáles son las perspectivas futuras de la energía eólica en España? A unque se elaboró un Mapa Eólico en España, una evaluación fiable del potencial eólico disponible es muy difícil; requiere la utilización de técnicas y aparatos de medición específicos a situar en zonas concretas y durante tiempos suficientemente dilatados. Por otra parte, el potencial técnicamente aprovechable, es decir, aquel que ha tenido en cuenta limitaciones técnicas, económicas, sociales o medioambientales, es muy sensible a la evolución del nivel tecnológico de los aerogeneradores y a la evolución de sus costes. Según el Plan de Fomento de Energías Renovables 2000, en la Tabla VI.14 que se adjunta se han re- Tabla VI.14 Gráfico VI.12 Previsiones de potencia eólica por comunidades autónomas (MW) Potencia eólica instalada en 2000 por CC.AA. CC.AA. Andalucía Aragón Asturias Baleares Canarias Cantabria Castilla y León Castilla-La Mancha Cataluña Extremadura Galicia Madrid Murcia Navarra Rioja, La Comunidad Valenciana País Vasco TOTAL cogido, por comunidades autónomas, los potenciales que hoy están considerados como técnicamente aprovechables, aunque en próximos estudios podrían variar sensiblemente estas cifras. De cualquier forma es importante conocer que el potencial neto total es de unos 15.100 MW, muy superior a las máximas expectativas de instalación de potencia eólica hasta el año 2010. Según el PFER 2000, hasta el año 2010 se espera un incremento de unos 8.100 MW (frente a la potencia instalada de 1.547 MW en julio de 2000) y un producible de unos 19.500 GWh/año, equivalente, aproximadamente, a 1.680 Ktep. En el año 2006 el objetivo se situaría en 5.550 MW de potencia instalada, con unas inversiones que representan la movilización de unos 750.0000 millones de pesetas. Por todo ello, esta tecnología se configura como una de las básicas del Plan y representa una oportunidad para el mercado de las renovables, tanto por el volumen de inversiones como por el desarrollo de una auténtica estructura industrial con una gran proyección exterior. Varias comunidades autónomas han tomado posturas muy favorables al desarrollo de la energía eólica, y han diseñado «Planes Estratégicos» que fomen- Objetivo Plan de Fomento Potencia Acumulada en 2010 129 242 — — 96 — 124 111 60 — 443 — 0 328 — 3 — 971 758 300 75 154 300 726 289 440 225 2.557 50 300 307 100 287 200 1.100 1.000 300 751 250 300 850 400 500 225 3.000 50 300 635 100 290 200 1.500 2.000 400 100 300 300 1.500 1.000 1.300 500 3.500 100 350 650 450 700 450 1.542 8.033 9.575 15.100 Potencia a 30-VI-2000 Fuente: Plan de Fomento de Energías Renovables. Diciembre 1999. Potencial (MW) Fuente: IDAE. 211 Gráfico VI.13 Previsión de la potencia instalada en España (MW) Fuente: IDAE. tan su desarrollo, a la vez que en contrapartida se instalan en su entorno fábricas de componentes o de ae- rogeneradores, que, como se ha indicado anteriormente, son generadoras de empleo. Esto está favoreciendo el crecimiento de la potencia instalada, en particular en: Galicia, Navarra, Aragón y Castilla y León, a la vez que se proyectan expectativas de nuevas construcciones a ritmo significativo. (Ver Tabla VI.14 y Gráficos VI.12 y VI.13) Conviene señalar que en la «Planificación de los sectores de electricidad y gas» aprobada por el Gobierno en octubre de 2002, se prevé la instalación de 13.000 MW de energía eólica para el balance energético del año 2011. Esto supone un aumento notable frente a los 9.575 MW recogidos en el Plan de Fomento de Energías Renovables (PFER) para el año 2010. Las medidas e incentivos que se establecen en el PFER con el fin de alcanzar los objetivos propuestos, son: estabilidad en la vigencia del marco legal sobre producciones en el Régimen Especial, valorando las ventajas positivas de esta energía y su eficiencia; desarrollo de infraestructuras de interconexión; regulación del marco de relaciones con los entes locales; armonización de procedimientos medioambientales y Gráfico VI.14 Potencia eólica instalada en los países de la Unión Europea Fuente: Unión Europea. 212 normativas; impulso al I+DT en industria; marco de ayudas a la exportación; y campañas de formación e imagen del sector. Respecto a la capacidad de la industria española en este sector, puede decirse que los fabricantes de aerogeneradores afincados en España en el año 1998 suministraron 370 MW, mientras que en el año 1999 superaron los 1.000 MW, su potencial de fabricación podría alcanzar unos 1.500 MW anuales si la demanda así lo requiriese, sin que tuvieran que realizar inversiones especialmente altas. El empleo de esta fuente de energía evitará la emisión de unos 15 millones de toneladas de dióxido de carbono y de 180.000 toneladas de dióxido de azufre, responsables fundamentales del efecto invernadero y de la lluvia ácida, respectivamente. 224 Gráfico VI.15 Elaboración de la biomasa por fotosíntesis ¿Qué es la biomasa? L a biomasa es una fuente energética basada en el aprovechamiento de materias orgánicas de origen vegetal o animal, incluidos los productos y subproductos resultantes de su transformación natural o artificial. No se consideran biomasa los combustibles fósiles, ya que, aunque pudieran tener un origen similar, han sido profundamente transformados por la naturaleza a lo largo de muchos años. En definitiva, bajo la denominación de biomasa se recogen materiales energéticos de muy diversas clases, como son: residuos forestales, residuos agrícolas leñosos y herbáceos, residuos de procesos industriales diversos, cultivos realizados con fines energéticos, materiales orgánicos contenidos en los residuos sólidos urbanos, biogás procedente de residuos ganaderos o de residuos biodegradables de instalaciones industriales, de la depuración de aguas residuales urbanas o de vertedero, etc. En un sentido amplio, también pueden incluirse bajo la denominación de biomasa los biocombustibles, resultado de la transformación de productos hidrocarbonados. Por consiguiente, la biomasa incluye una numerosa lista de materias combustibles que se pueden aprovechar energéticamente de muy diversas formas, desde la más tradicional, la leña, que ha proporcionado calor a la humanidad durante muchos siglos y Fuente: UNESA. Ejemplo de bosque representativo de una fuente de energía biomásica. 213 hoy en día todavía es fundamental para suministrar energía a muchos millones de personas de los países en vías de desarrollo, a formas más sofisticadas como puede ser la utilización del biogás en procesos de cogeneración eléctrica. (Ver Gráficos VI.15 y VI.16 y fotos en páginas 213 y 214.) ¿Cómo puede aprovecharse energéticamente la biomasa? E Utilización de residuos agrícolas como combustible para generación. sta fuente energética puede ser aprovechada directamente mediante su combustión, o a través de su transformación en otras materias energéticas, una vez tratados convenientemente en instalaciones industriales. Así, se tiene que de la conversión bioquímica pueden obtenerse etanol y metano mediante fermentación alcohólica y digestión anaerobia, y de la conversión termoquímica puede obtenerse gas o carbón. Gráfico VI.16 Diferentes vías de utilización de la biomasa Fuente: UNESA. 214 225 En teoría, el potencial bruto de la biomasa existente en el planeta podría bastar para cubrir la totalidad de las necesidades energéticas mundiales. No obstante, una serie de circunstancias limitan notablemente su aprovechamiento. Algunas de ellas son las siguientes: – Una gran parte de la biomasa terrestre está muy dispersa, por lo que resulta muy difícil un uso eficiente de esta energía. – Alrededor del 40% de la biomasa es acuática. Se produce fundamentalmente en los océanos y es de muy difícil utilización. – El aprovechamiento directo y a gran escala de los recursos forestales para fines energéticos, podría conducir a un agotamiento de dichos recursos y dar lugar a efectos medioambientales muy negativos. – La utilización energética de la biomasa disponible exige aportar una notable cantidad de energía para su recolección, transporte y transformación en combustible útil, lo cual reduce considerablemente el balance neto energético del proceso. – Por el momento, la mayor parte de la biomasa que se utiliza para fines energéticos es explotada a través de medios tradicionales poco eficientes (fundamentalmente en países en vías de desarrollo), y que permiten únicamente el aprovechamiento de una pequeña parte de su potencial energético. 226 ¿En qué se diferencia la biomasa del resto de las energías renovables? L a biomasa es la única energía renovable que se aprovecha, fundamentalmente, mediante un proceso de combustión con tecnologías más o menos convencionales. Como es sabido, la combustión de materia orgánica produce CO2, que es el gas con mayor incidencia en el efecto invernadero. Por tanto, la característica que más distingue a la biomasa del resto de energías renovables es la producción de CO2, en su consumo. Sin embargo, se considera que este efecto está compensado dado que, previamente, el CO2 originado en su combustión ha fijado la atmósfera por los elementos orgánicos objeto de combustión y, por tanto, su utilización no incrementa la concentración de gases de efecto invernadero en la misma. ¿Cómo se utiliza la biomasa para la producción eléctrica? 227 E n la actualidad, la biomasa es aprovechada fundamentalmente para producir calor en el sector residencial (cocinas, hornos, calderas, etc.) y en usos industriales (hornos cerámicos, secaderos industriales, etc.). Sólo una parte, todavía pequeña, se utiliza para generar electricidad, fundamentalmente mediante sistemas de cogeneración, sobre todo en las industrias del papel y de la madera. La generación eléctrica mediante biomasa engloba, entre otros, a los residuos forestales y agrícolas, los producidos en industrias de transformación agropecuaria o de la madera, los residuos biodegradables y los cultivos energéticos. Su aprovechamiento energético puede constituir, a largo plazo, una importante fuente de energía renovable en la UE y nuestro país. La tecnología de este tipo de generación eléctrica tiene dos variantes principales: la combustión y la gasificación. En el ámbito de combustión, más generalizada actualmente, se emplea (según el tipo de materia prima) la combustión mediante parrilla y por lechos fluidos. Esta tecnología, consistente en una combustión integrada en un ciclo convencional de vapor, puede alcanzar rendimientos de entre el 18 y 30% y hasta 50 MW de potencia. Cabe esperar en el futuro un perfeccionamiento de los sistemas de combustión y de los ciclos para centrales térmicas de generación en estos rangos de potencia. En cuanto a las características de los combustibles de biomasa utilizados para la producción de electricidad, pueden hacerse las siguientes consideraciones: a) El aprovechamiento de los residuos forestales es actualmente complicado: puede plantearse su transformación mediante astillado con el fin de hacer posible su transporte en condiciones económicas aceptables, obteniéndose un producto manejable y de granulometría homogénea. 215 b) Los residuos agrícolas leñosos, de características semejantes a los residuos forestales en cuanto a su naturaleza y disposición, precisan un tratamiento que permita un transporte barato, para lo que es necesario el astillado o compactación del material obtenido en campo. En el caso de la paja de cereales de invierno (cebada, trigo, etc.), desde el punto de vista tecnológico, existen equipos convencionales de recogida y preparación para el almacenamiento y transporte que han sido adaptados para una aplicación energética. c) Los residuos industriales agrícolas tienen un origen muy variado, aunque los de mayor importancia cuantitativa en España son los procedentes de la industria del aceite de oliva. d) Otro gran grupo en desarrollo es el de los cultivos energéticos, que constituyen una alternativa actual a los cultivos del cereal tradicional. Su principal característica es la alta productividad, que, unida a que no contribuyen de manera sensible a la degradación del suelo, hace de ellos un combustible en una central térmica convencional. La experimentación en España se está llevando a cabo fundamentalmente con el cardo, que se adapta muy bien a zonas áridas de nuestra geografía. El Plan de Fomento de Energías Renovables plantea un nivel de producción con biomasa mediante cultivos energéticos de 3,35 millones de tep/año con una producción próxima a los 8.000 GWh/año en el horizonte 2010, mediante centrales de pequeño tamaño que totalizarían una potencia instalada de 1.100 MW. Esto equivaldría a la puesta en cultivo de este tipo de plantas de un millón de hectáreas en secano con estos fines, esto es, del orden del 5% de la superficie agraria en secano de nuestro país. Las zonas de cultivo deberán estar cerca de la central eléctrica y los agricultores deben ligarse a ésta con contratos a largo plazo. En el ámbito de la UE, la posibilidad de promoción de este tipo de generación tendría que considerarse como una línea de política agraria alternativa a la de retirada de superficies 216 de cultivo, y, como la mayor parte de la agricultura, tendría que ser objeto de subvención. e) Finalmente, el aprovechamiento de los residuos sólidos urbanos para la producción de electricidad se considera otra forma del aprovechamiento de la biomasa. La generación creciente de residuos sólidos urbanos ha llevado a buscar soluciones de reutilización, reciclado y eliminación. Con diferentes grados de desarrollo tecnológico, unos sistemas permiten la obtención de energía (incineración, gasificación y valorización energética del gas obtenido, etc.) y otros (reciclaje y compostaje) contribuyen indirectamente a ahorros energéticos o a la conservación de recursos. La incineración de residuos con aprovechamiento energético es el proceso más utilizado en Europa. Aproximadamente un 15% de la producción es tratada con este sistema. La tecnología de incineración alcanza una elevada eficiencia en la eliminación de residuos sólidos urbanos. Se compone de una combustión con generación de vapor y la posterior expansión de éste en una turbina acoplada a un generador eléctrico. Se trata de una combustión clásica en la que la cámara de combustión está adaptada al combustible utilizado. Cada línea de incineración dispone de una alimentación individualizada, un horno-caldera productor de vapor y un sistema de tratamiento de gases. Los hornos tipo parrilla se suelen utilizar para residuos sólidos urbanos en masa, con nula o escasa selección previa; los rotativos son más eficientes en el control de la combustión, pero tienen limitaciones de tamaño; los hornos de lecho fluidificado precisan combustibles procesados previamente con una granulometría homogénea. Las grandes instalaciones permiten, incluso, el acoplamiento de un ciclo combinado de gas natural-residuos, que duplica la eficiencia energética. La recuperación energética del biogás de vertedero se está desarrollando de un modo extensivo en los últimos años. La metanización de residuos orgánicos, sin embargo, tiene una participación muy escasa en el escenario de la valorización de residuos. 228 ¿Cómo funciona una central eléctrica de biomasa? U na central de generación eléctrica mediante biomasa, como la representada en el Gráfico VI.17, utiliza como combustible principal residuos forestales, agrícolas o cultivos energéticos. Una vez recolectada, la materia combustible es transportada (2) a la central. En ella, es sometida, en primer lugar, a un tratamiento de astillado (3) para reducir su tamaño. A continuación, pasa a un edificio de preparación (4), en donde el combustible se divide en fino y grueso, y estos dos tipos de combustibles son almacenados (5 y 6). A continuación, entran en la caldera (10), y el calor producido por la combustión hace que el agua que circula por sus tuberías se convierta en vapor de agua. En un lugar de la caldera diferente a la parrilla donde se quema el combustible grosero, son quemados, una vez dosificados (7), el combustible fino y el combustible de apoyo procedente de su almacén (9), utilizando el aire necesario (8) para la combustión. El agua que se aporta a la caldera proviene del tanque de alimentación (14); este agua, antes de entrar en la caldera, pasa por el economizador (11), donde es precalentada, intercambiando calor con los gases de combustión aún calientes que provienen de la propia caldera. Estos gases de combustión son sometidos a un proceso de recirculación por la caldera para reducir la cantidad de inquemados y, así, aprovechar al máximo el poder energético y reducir las emisiones atmosféricas. Antes de ser vertidos a la at- Gráfico VI.17 Esquema de funcionamiento de una central eléctrica de biomasa Fuente: UNESA. 217 mósfera a través de una chimenea, los gases son depurados en un electrofiltro (13). Las partículas retenidas en éste se recogen y son almacenadas junto con las cenizas de combustión provenientes de la caldera en el cenicero (12). El vapor generado en la caldera se expande en la turbina de vapor (17), que mueve el generador (18), en donde se produce la energía eléctrica que, una vez elevada su tensión en los transformadores (19), es vertida a las líneas de transporte de energía eléctrica (20). Parte del vapor puede extraerse para recuperar calor (16), con el fin de mejorar el rendimiento de las instalaciones. También podría utilizarse para calefacción o en usos industriales, aprovechándose, en este caso, tanto la electricidad como el calor generados. El agua condensada en este intercambio de calor se recoge en el tanque de condensado (15), y de ahí es enviada al tanque de alimentación (14), cerrándose así el ciclo del agua en la central. 229 ¿Cómo funciona una Central Incineradora de Residuos Sólidos Urbanos (RSU)? U na Central Incineradora de Residuos Sólidos Urbanos, como la representada en el Gráfico VI.18, utiliza como combustible principal la parte de estos residuos que es apta para su incineración. Los residuos sólidos urbanos llegan a la nave de descarga (2) de la central transportados por camiones. En dicha nave, los camiones vierten su contenido en un foso (3) de donde una grúa (1) va recogiendo residuos. Las basuras recogidas por la grúa son enviadas mediante una cinta transportadora a la planta de selección (4). En la zona de selección, se separan los diferentes tipos de materiales que componen los residuos sólidos urbanos, seleccionando aquéllos que pueden tener utilidad por uno u otro motivo. Esta selección tiene diferentes etapas, que pueden ser manuales o automáticas. Los materiales voluminosos o que pueden ser reciclados –botellas, embalajes, metal, plástico, pilas– se extraen y almacenan; la materia orgánica es asimismo retirada en un tambor giratorio. Esta materia or- 218 gánica se lleva, tras pasar por un separador magnético (5) que retira los materiales férricos aún presentes, a unas playas de fermentación (6), en las que permanecerá uno o dos meses. En ellas, es aireada periódicamente para obtener un abono denominado «compost», el cual, antes de abandonar la planta, es sometido a un proceso de eliminación de impurezas (7). Una vez que se ha separado aquello que se considera aprovechable, el resto, denominado rechazo, se envía a un depósito (8) situado junto al horno (9), donde es quemado. La combustión en el horno hace que el agua que circula por las tuberías de la caldera (10) se transforme en vapor a diferentes presiones. Las escorias resultantes de la combustión se extraen y se llevan a un lugar para su tratamiento (11). El vapor generado en la caldera se lleva a los diferentes cuerpos de la turbina de vapor (14) según su presión. La expansión del vapor en la turbina hace que se mueva un generador (15) solidario a ella. La energía eléctrica, antes de ser incorporada a las líneas de transporte (17), pasa por unos transformadores (16) que adaptan sus condiciones de intensidad y tensión a las de la red. A la salida de la turbina, el vapor es conducido a un aerocondensador (18) para que condense, mediante un intercambio de calor aire-agua, y se convierta en agua líquida, la cual queda recogida en la balsa del aerocondensador. Este agua es utilizada a continuación para repetir el ciclo térmico, pasando, antes de llegar a la caldera, por unos calentadores (19) que la precalientan. Los gases de combustión se hacen pasar por una unidad de depuración de gases (12) antes de ser vertidos a la atmósfera a través de una chimenea (13). ¿Cuál es el nivel de desarrollo de la biomasa en España? E n términos de energía primaria, la biomasa es la fuente de energía renovable que más contribuye al balance energético español. En 1998, la utilización energética de la biomasa según el Plan de Fomento de Energías Renovables, supuso 3,89 millones de toneladas equivalentes de petróleo, lo que equivale al 54% del consumo nacional de energías de origen renovable. La mayor parte de esta energía, 3,47 millones de tonela- 230 Gráfico VI.18 Esquema de funcionamiento de una Central de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) Fuente: UNESA. das equivalentes de petróleo, se consume como combustible de uso final fundamentalmente en el sector doméstico. Respecto a la utilización de la biomasa para la generación eléctrica, puede señalarse que en 1998 existían plantas que totalizaban 283 MW. Estas plantas produjeron en dicho año 1.725 GWh, lo que equivale a 0,42 millones de toneladas equivalentes de petróleo (tep). Una parte considerable de esta producción se realizó en una decena de plantas de incineración de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) que totalizaban en dicho año 94 MW de potencia instalados y generaron 586 GWh. Estas plantas están situadas en las Comunidades Autónomas de Cataluña, Madrid, Baleares y en Andalucía/Melilla. En cuanto a las previsiones de desarrollo de la biomasa en España, el Plan de Fomento de Energías Renovables recoge un incremento limitado de la utilización de la biomasa como combustible de uso final en el periodo 1999-2010. Este incremento se limitaría al final del periodo a 0,9 millones de toneladas equivalentes de petróleo. La mayor parte de este incremento se producirá en aplicaciones industriales Referente a la utilización de la biomasa como combustible para generación eléctrica hay que señalar que existe en nuestro país un potencial considerable, próximo a los 20 millones de toneladas equivalentes de petróleo, en forma de combustibles sólidos: residuos agrícolas, forestales y de procesos industriales, los cultivos energéticos y los RSU. También existe un potencial no desdeñable en forma de biogás, pero presenta importantes dificultades en su obtención. Otra cuestión bien distinta es qué parte de este potencial puede obtenerse de forma competitiva para 219 su utilización como combustible en un sistema eléctrico competitivo. Evidentemente, la recuperación de residuos forestales, por ejemplo, no resulta económica, debido, fundamentalmente, al coste de las operaciones de limpieza de bosques, astillado y transporte. Una situación similar se da cuando se trata de utilizar como combustible residuos agrícolas, podas de plantas leñosas o herbáceas o de procesos agroindustriales dispersos, esto es, de productos que apenas tienen valor en el mercado, pero que tienen un bajo contenido calorífico por unidad de peso o volumen. El coste del combustible de estos orígenes puesto en central, con carácter general, no es competitivo frente a los combustibles fósiles en la actualidad. Por tanto, el uso hoy en día de estos residuos como combustible sólo se justifica por motivos medioambientales, bien para evitar incendios en bosques, para tratar residuos contaminantes (alpechines, alperujos, etc.) o para evitar vertidos no controlados de subproductos. De todas formas, es en el ámbito de la generación eléctrica donde el Plan de Fomento de Energías Renovables prevé un mayor crecimiento, especialmente en el área de los cultivos energéticos. En efecto, el Plan prevé para el periodo 1999/2010 la instalación de 1.122 MW en plantas que utilicen como combustibles cultivos energéticos, 586 MW de potencia en plantas que utilicen residuos industriales y forestales, 78 MW en pequeñas plantas para el aprovechamiento del biogás (gas procedente de la fermentación anaerobia de productos orgánicos de vertederos, lodos de depuradora, etc.) y 168 MW en plantas de residuos urbanos. La producción de estas nuevas instalaciones según el Plan alcanzaría en el año 2010 unos 13.400 GWh anuales, lo que supone un 37% del objetivo eléctrico del Plan para las energías renovables productoras de electricidad. 231 ¿Cuál es el nivel actual de aprovechamiento de la biomasa a nivel mundial? A ctualmente, y a nivel mundial, la biomasa supone el 14% del consumo total de energía final, si bien una parte importante de esta energía no está contabilizada en las estadísticas porque aún no está comercializada en muchos países en vías de desarrollo e, incluso, en el ámbito rural de países desarrollados. 220 Así, la participación de la biomasa supone actualmente del orden del 50% del consumo de energía primaria en Africa y en la India, y entre el 15 y el 20% en China, Este Asiático y Latinoamérica. Estas regiones consumen anualmente unos 900 millones de tep de combustibles procedentes de la biomasa, frente a los 1.100 millones de tep en que se estima el consumo mundial de esta energía renovable. Por otra parte, la biomasa es la fuente energética renovable más utilizada en los países de la Unión Europea. Aproximadamente el 55% de la producción de energía primaria con fuentes renovables de la Europa comunitaria procede de la biomasa. Lógicamente, el consumo mundial de la biomasa para uso final irá reduciéndose en la medida en que se vayan desarrollando las economías de los países en desarrollo y sus habitantes tengan acceso a fuentes de energía comerciales más confortables. Por tanto irá en aumento la utilización de la biomasa para la generación de electricidad y para la producción de biocarburantes. ¿Qué es la energía geotérmica? L a energía geotérmica es la que procede del calor que hay acumulado en la corteza terrestre. Se extrae bien para utilizarla directamente como fuente de calor, bien para su transformación en electricidad. La temperatura de la Tierra se incrementa unos 3 °C por cada 100 metros de profundidad, aunque este parámetro puede ser muy variable en muchos casos. Normalmente se clasifica esta energía en cuatro tipos: – Hidrotérmica, que consiste en aprovechar el calor del agua caliente y del vapor que se encuentra en algunos sitios del Planeta a profundidades moderadas (entre 100 y 4.500 m.). Puede ser de baja, media o alta temperatura. – Geo-presionada, que se encuentra en acuíferos de agua caliente conteniendo metano disuelto bajo altas presiones en profundidades entre 3 y 6 Km. – Roca Caliente Seca, que son formaciones geológicas de rocas calientes sin agua. – Magma, son rocas fundidas a temperaturas entre 700 y 1.200 °C. 232 Actualmente, sólo los recursos hidrotérmicos son utilizados a escala comercial, bien como fuente directa de calor, bien para la generación de electricidad. 233 Gráfico VI.19 Esquema de aprovechamiento geotérmico ¿Cómo se aprovecha la energía geotérmica para la producción de electricidad? L a energía geotérmica puede ser aprovechada mediante la perforación de pozos profundos que permiten extraer del subsuelo agua caliente o vapor. No obstante, el número de zonas geográficas en las que se combina una alta temperatura del agua con una adecuada a los medios tecnológicos actuales es muy limitado. Estas condiciones sólo se suelen dar en áreas geográficas en las que ha habido una reciente actividad volcánica o sísmica. Estos yacimientos geotérmicos se suelen dividir en tres categorías: de alta, media y baja temperatura. Los dos primeros –que son los menos frecuentes– pueden permitir la conversión de la energía geotérmica en electricidad. El tercero se utiliza normalmente para aplicaciones en el sector residencial y comercial, como es el suministro de calor de los sistemas de calefacción y agua caliente. En estos sistemas el agua, que se encuentra almacenada a alta temperatura en el interior de la corteza terrestre, asciende con fuerza por la perforación efectuada en ésta, perdiendo progresivamente presión y convirtiéndose en vapor. La obtención de energía eléctrica se realiza después a través de un ciclo termodinámico convencional, es decir, utilizando dicho vapor para accionar un grupo turbina-alternador. (Ver Gráficos VI.19 y fotos en páginas 221 y 222.) Como ejemplo de la dificultad de encontrar emplazamientos de este tipo, en Europa, hasta ahora, las únicas fuentes geotérmicas de vapor a temperatura suficientemente alta para poder generar electricidad han sido detectadas en Italia e Islandia. La explotación de un yacimiento geotérmico tiene un impacto significativo sobre la utilización del terreno –ya que requiere unas instalaciones de superficie en correspondencia con el proceso de explotación– y sobre el agua. Los efectos más significativos sobre el suelo son la erosión y el hundimiento del terreno. Por otra par- Fuente: UNESA. La energía geotérmica es el aprovechamiento del calor de la Tierra. 221 Únicamente en las Comunidades Autónomas de Murcia, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana existen algunos aprovechamientos. Se están haciendo algunos estudios de posibles instalaciones geotérmicas en las Islas Canarias, en donde, por el origen volcánico con actividad reciente de algunas de sus áreas geográficas, podrían tener mayor interés. El Plan de Fomento de Energías Renovables no prevé en este tipo de energía aumentos significativos en el periodo 1999-2010. ¿Qué aprovechamientos de energía geotérmica existen en el mundo? E Aprovechamiento geotérmico español. te, hay que tener en cuenta la producción de lodos durante la fase de perforación del pozo y la generación de un cierto nivel de ruidos durante la perforación y explotación de la planta. Asimismo, la producción, por la salida de gases incondensables durante la operación, genera cierta contaminación del aire, lo cual hace necesario el desarrollo de técnicas de control y sistemas de eliminación. En cuanto a los efectos sobre el agua, ha de considerarse su posible contaminación y el impacto sobre las disponibilidades locales de la misma. Estas alteraciones pueden incidir sobre los ecosistemas naturales del emplazamiento, lo cual exige la realización del estudio de Evaluación del Impacto Ambiental. 234 ¿Cuál es la situación de la energía geotérmica en España? E spaña no posee recursos geotérmicos significativos. Solamente contribuyó en el año 1998 con un 0,05% del total de la producción de energías renovables en nuestro país. 222 l potencial de energía geotérmica en el mundo es muy grande, excede el consumo mundial actual, pero su aprovechamiento hoy día es todavía muy bajo, siendo del orden de los 44 TWh/año para la producción de electricidad, y de una cifra ligeramente inferior como fuente directa de calor (unos 38 TWh/año). Los países y regiones con mayor potencial son Norteamérica, Latinoamérica, antigua Unión Soviética, China, Japón, Filipinas, Nueva Zelanda, Islandia e Italia. Aunque la primera central eléctrica geotérmica se construyó ya en 1913 en Larderello (Italia), se considera que la primera central que generó electricidad en cantidades significativas fue la de Wairakei (Nueva Zelanda), en 1958. Sin embargo, este tipo de instalaciones no recibió apenas atención durante muchos años hasta que la crisis del petróleo de los años setenta impulsó el desarrollo del aprovechamiento de fuentes energéticas alternativas. Así, en 1997 había ya 24 países que utilizaban la energía geotérmica para la generación de electricidad mediante centrales que sumaban más de 6.000 MWe de potencia y suministraban cerca de 44 TWh/año. En la Unión Europea sólo dos países utilizan energía geotérmica para la producción de electricidad: Italia, con 708 MWe de potencia instalada, produce del orden de los 4.000 GWh/año; y Francia tiene en la isla de Guadalupe una instalación de 4,7 MWe que produce unos 20 GWh/anuales. Del resto del mundo destaca EE.UU., que con unos 2.800 MW en operación es el país del planeta con un mayor desarrollo de la energía geotérmica. Tie- 235 ne centrales como Heber (45 MWe), Salton (34 MWe) y East Mesa (10 MWe). Otros países con notable potencia geotérmica son Filipinas (880 MWe), México (700 MWe), Japón (270 MWe) y Nueva Zelanda (264 MWe). Islandia tiene 45 MWe instalados en centrales eléctricas geotérmicas, y además el 83% aproximadamente del consumo residencial en calefacción y agua caliente procede de esta misma fuente energética. Respecto al aprovechamiento directo para suministro de calor de la energía geotérmica, puede señalarse que el número de naciones que en el mundo poseen instalaciones de este tipo es bastante numeroso y entre ellos destacan Japón, China, Hungría, los países de la antigua Unión Soviética e Islandia. Por lo que se refiere a la Unión Europea, en 1997 un total de ocho países utilizaban directamente algún aprovechamiento geotérmico para suministro de calor (Italia, Francia, Alemania, Grecia, España, Dinamarca, Bélgica y el Reino Unido), con una producción total de unas 336.000 tep, de las cuales el 95% procedía de instalaciones situadas en los dos primeros países. 236 ¿Qué son las energías de los océanos? con las actividades de I+D, que deberán tratar de resolver los principales problemas planteados, entre los que cabe citar la supervivencia y el control de los convertidores para reducir los problemas que se derivan del carácter pulsante de la potencia generada. La energía de las corrientes marinas se encuentra en la actualidad en un estado de desarrollo incipiente, pero ofrece posibilidades razonables con el empleo de turbinas sumergidas, que no requieren grandes infraestructuras. El potencial aprovechable en Europa es apreciable y sería necesario un esfuerzo muy importante de I+D para poner a punto esta tecnología. La diferencia de temperatura entre las capas superficiales y profundas en los océanos se puede aprovechar para la generación de energía eléctrica. El principal problema de los sistemas experimentales de Conversión de Energía Térmica Oceánica (OTEC) construidos hasta ahora es que tienen un bajo rendimiento –aproximadamente del 7%– y además es preciso realizar un elevado gasto de energía en el bombeo de agua fría de las profundidades para el condensado de los fluidos. Además, el aprovechamiento Gráfico VI.20 Esquema de sistema de generación por gradiente de temperatura E l potencial energético de los océanos y mares reside en el hecho de que el agua es un inmenso colector de energía solar. Este potencial energético se manifiesta, fundamentalmente, de cuatro formas: la energía de las mareas, la energía de las olas, la energía de las corrientes marinas, la energía térmica de los océanos derivada de los gradientes (diferencias) salinos o térmicos existentes entre las distintas profundidades de los mismos. La energía de las mareas es la única que ha alcanzado un nivel de desarrollo de cierta madurez, con algunas plantas comerciales en operación. El hecho de que muchos de los emplazamientos mejores se encuentren en zonas alejadas de los centros de consumo, junto con los altos costes económicos y algunos problemas medioambientales, han limitado su desarrollo. En cuanto a la energía del oleaje, puede decirse que ya existe un cierto número de prototipos, pero le queda un largo camino por recorrer hasta alcanzar cierta madurez comercial. La magnitud del recurso en Europa es importante y parece conveniente continuar Fuente: UNESA. 223 de esta fuente de energía se enfrenta a problemas técnicos aún no resueltos totalmente, como los relacionados con la resistencia de los materiales en ambiente marino, la seguridad de las instalaciones, etc. (Ver en el Gráfico VI.20 un esquema de su funcionamiento). Por otro lado, han sido ya desarrollados procesos para convertir en electricidad la energía del gradiente salino resultante de las diferencias de presión osmótica existentes entre aguas de diferente salinidad, así como para diluir agua salina y producir agua dulce. También le falta a esta energía mucho desarrollo tecnológico en I+D para que pueda ser atractiva y competir con otras alternativas de producción eléctrica. 237 ¿Qué es la energía maremotriz? L a utilización de las mareas como fuente de energía mecánica se remonta a los molinos de marea, de los que se tienen noticias desde el siglo XI en Reino Unido, y en España aún perduran algunos de estos molinos en la costa cantábrica, con potencia de unos 50 CV. El origen de las mareas reside esencialmente en la atracción gravitatoria de la luna y del sol, proceso que viene modulado por los diferentes ciclos que se manifiestan en el mismo (lo que da lugar a las mareas vivas y mareas muertas), y por las respuestas oscilatorias de los diferentes mares; en el mar abierto las amplitudes máximas no suelen llegar a un metro, aumentando por efectos locales, tales como: reflexión, profundidad reducida, formas costeras, embocaduras y resonancia. Por eso los emplazamientos atractivos son escasos, incluso a nivel mundial. Por consiguiente, la energía maremotriz es una energía renovable basada en los desniveles de las mareas que puede aprovecharse para producir energía eléctrica. Para ello, en la bahía o estuario donde se asiente la central, deberán tener lugar grandes mareas, con al menos cinco o seis metros de diferencia de nivel entre la pleamar y la bajamar. 238 Gráfico VI.21 Esquema del emplazamiento de una central maremotriz ¿Qué es una central maremotriz? E s una instalación que aprovecha la energía maremotriz existente en una bahía o estuario con importantes diferencias de nivel entre la pleamar y la bajamar. 224 En dicho estuario se construye un dique que permite retener grandes cantidades de agua y en el que existen esclusas para que, con la subida de la marea, se llene de agua el embalse. Al alcanzar la marea su nivel más alto, se cierran las esclusas. Cuando baja el mar y se alcanza cierta diferencia de altura entre el agua del embalse y la del mar, se forma un salto de agua que hace girar los álabes de una turbina que acciona, a su vez, un alternador. El tiempo durante el cual la central está en condiciones de producir electricidad puede duplicarse aprovechando el efecto contrario, es decir, manteniendo cerradas las esclusas cuando el embalse está casi vacío y va a comenzar la pleamar. Cuando ésta llega a su punto máximo, se abren las esclusas, formándose así un salto de agua que acciona la turbina. Esta operación requiere que tanto la turbina como el alternador puedan girar indistintamente en uno u otro sentido, es decir sean reversibles. En la elección de las turbinas se deben considerar los aspectos específicos de este tipo de planta, entre los cuales cabe citar: bajo salto, variabilidad de salto y caudal, frecuencia de arranques y paradas y, en su caso, requisitos para bombeo o para generación bidireccional. En los análisis de factibilidad para un estuario concreto deberán estudiarse los siguientes parámetros: la longitud del dique, superficie embalsada, nivel mínimo del agua, coste y carrera de marea; este último es el más importante. En los emplazamientos estudiados en el Reino Unido se ha supuesto que su valor debe ser superior a cinco metros para poder tener via- Fuente: UNESA. Tabla VI.15 Centrales maremotrices existentes. Año 2000 Emplazamiento La Ronce (Francia) Kislaya-Guba (Rusia) Jiangxia (Rep. Popular China) Annapolis (Canadá) Severn (Reino Unido) Carrera media de marea (m) Superficie embalsada (km2) Potencia instalada (MW) Producción aproximada (GWh/año) 8 2,4 7,1 6,4 7 17 2 2 6 520 240 0,4 3,2 17,8 — 540 — 11 30 — Año de puesta en servicio 1966 1968 1980 (*) 1984 2000 Fuente: Hammons, T.J. «Tidal Power» 1993. (*) Primer grupo en 1980, sexto grupo en 1986. bilidad económica. En España, los mayores valores están en el entorno de cuatro metros, por lo que será muy difícil su aprovechamiento. (Ver en el Gráfico VI.21 el esquema en planta de una central maremotriz.) Se han estudiado las condiciones de aprovechamiento en algunos puntos de la zona cántabra y gallega, habiéndose analizado con cierta profundidad algunos emplazamientos en las rías de Vigo. La evaluación de la rentabilidad exige una cuidadosa determinación de la energía producible, lo cual requiere un proceso de optimización y predicción de las condiciones de funcionamiento de la planta, incluyendo los efectos que la implantación del dique tiene en las mareas existentes originalmente en el emplazamiento. 239 ¿Qué posibilidades de desarrollo tiene la energía maremotriz? E n la actualidad hay cinco centrales maremotrices produciendo en el mundo (aparte de algunos pequeños grupos operando en China). La primera en instalarse y de mayor potencia es la de La Ronce (Francia), situada en un estuario con una amplitud media de marea de ocho metros. La central fue inaugurada en 1966. Posee una presa de 750 metros de longitud y 27 metros de altura y su potencia es de 240 MW. Su producción media anual está estimada en 540 millones de kWh. En agosto de 1984 entró en servicio el primer grupo de la central maremotriz de Annapolis, en la bahía de Fundy (Canadá), de 17,8 MW de potencia y una producción anual estimada de 50 millones de kWh. Las otras dos centrales aludidas son las de Jiangxia, en Chi- na, con 3,2 MW y la de Kislaya-Guba, en la antigua URSS, con 0,4 MW. Finalmente, en octubre del año 2000, inició su funcionamiento la central de Severn, situada en la isla escocesa del mismo nombre. (Tabla VI.15) Aún cuando la energía potencial teórica contenida de las mareas es considerable –se estima en TW/año la energía disipada por las mareas oceánicas anualmente–, los requisitos naturales necesarios para su aprovechamiento hacen que sólo en determinados lugares del mundo pueda realmente plantearse la instalación de nuevas centrales maremotrices. El potencial técnico mundial se estima actualmente entre 500 y 1.000 TWh/año, es decir, una fracción muy pequeña del potencial teórico. Para Europa Occidental se cifra en unos 105 TWh/año. (Véase Tabla VI.16) Una relación de los emplazamientos más importantes del mundo se recogen en la Tabla VI.17 adjunta. Tabla VI.16 Potencial técnico de las mareas en Europa Occidental Recurso disponible técnicamente País GW Reino Unido Francia Irlanda Holanda Alemania España 25,2 22,8 4,3 1,0 0,4 0,07 TOTAL Europa Occidental 63,8 TWh/año 50,2 44,4 8,0 1,8 0,8 0,13 105,4 % del total europeo 47,7 42,1 7,6 1,8 0,7 0,1 100 Fuente: Hammons. T.J. «Tidal Power» 1993. 225 Tabla VI.17 Emplazamientos mundiales más importantes para el desarrollo de centrales maremotrices Emplazamiento San José (Argentina) Bahía de Secure (Australia) Cobequid (Canadá) Bahía de Mezen (Rusia) Mar de Okhost (Peenzhinsk, Rusia) Bahía de Tugur (Rusia) Turnagain Arm (EE.UU.) Golfo de Cambay (India) Severn (Reino Unido) Carrera media de marea (m.) Superficie embalsada (km2) Potencia instalada (MW) Producción aproximada (GWh/año) 5,9 10,9 12,4 6,76 11,4 6,81 7,5 6,8 7 — — 240 2.640 20.530 1.080 — 1.970 520 6.800 — 5.338 12.160 87.400 7.800 6.500 7.000 8.640 20.000 7.800 14.000 45.000 190.000 16.200 16.600 15.000 17.000 Fuente: Hammons, T.J. «Tidal Power». 1993 y Bernshtein L.B. «Tidal Power development». 1995. En España, varios estudios realizados por expertos en estas tecnologías sitúan el potencial técnico en unos 140 GWh/año. Entre los aspectos económicos destaca el elevado coste del kilovatio instalado, en el que la obra civil juega un papel preponderante, ya que el coste de la planta no supera al 50% del de aquélla. Además, la larga duración del proceso constructivo, 5-7 años, y el bajo factor de carga, 22-35%, inciden negativamente en el coste resultante del kilovatio-hora. La razón principal por la que el factor de carga resulta ser tan bajo reside en las variaciones estacionales de la carrera de marea. Por todo ello se calcula que sólo unos 200 TWh/año de la energía mundial de las mareas podrían ser recuperables desde el punto de vista técnico y económico. Además habría que valorar sus impactos medioambientales: en primer lugar conviene destacar la alteración del régimen hidrodinámico (menor dispersión de efluentes; influencia en el transporte de sedimientos). La carrera de marea en el estuario influye en el medio ambiente; típicamente un aprovechamiento reduce a aproximadamente un 50% la máxima marea viva. En definitiva, por razones técnicas, económicas y medioambientales, el desarrollo de este tipo de centrales será forzosamente lento y tenderá a concentrarse en zonas muy determinadas. En efecto, se estima que más de la mitad de la energía potencial con posibilidades de explotación se halla en sólo cinco áreas: la Bahía de Cobequid (Canadá), el estuario del Severn (Gran Bretaña), la costa noroccidental de Fran- 226 cia, la costa al sudeste de China y el mar de Okhotsk y Bahía de Mezen en Rusia. Serán necesarios, por tanto, importantes esfuerzos en proyectos de I+D para resolver los principales problemas planteados hoy día en el campo tecnológico. ¿Qué es la energía de las olas? L a energía del oleaje de los océanos y mares proviene de la energía cinética del viento y, teóricamente, tiene un gran potencial energético que podría generar una importante cantidad de electricidad. Sin embargo, esta conversión en electricidad de la energía mecánica que transporta una ola –entre 35 km/m en la costa del Reino Unido o Noruega– es técnica y económicamente difícil e implica pérdidas importantes en el proceso de generación. Para aprovechar este tipo de energía se necesitan, en general, estructuras bastante complejas y costosas, si se quiere obtener un rendimiento razonablemente alto. Además, el movimiento oscilatorio de las olas oceánicas se encuentra en un rango de frecuencias de entre 3 y 30 ciclos por minuto, muy inferior a los centenares de revoluciones por minuto que exige la generación de energía eléctrica: la maquinaria necesaria para convertir este lento movimiento de las olas en electricidad (convertidores) es, asimismo, costosa e implica pérdidas adicionales. A su vez, el diseño de un dispositivo eficaz capaz de soportar, con un coste de mantenimiento pequeño, las condiciones climato- 240 lógicas del mar abierto, constituyen en sí mismo un problema de difícil solución. 241 ¿Cómo puede aprovecharse la energía del oleaje? S e han diseñado varios dispositivos para convertir la energía de las olas en electricidad y hacerla llegar a la tierra. Unos están concebidos para ser instalados en aguas poco profundas, o en tierra firme, el sistema de Columna de Agua Oscilante (OWC), y otros para aguas profundas: flotadores, boyas de ondulación, alerones, bolsas elásticas, cilindros sumergidos... En este último tipo, la idea consiste, básicamente, en exponer a las olas dispositivos flotantes, en una amplia gama de frecuencias y direcciones, que están sometidos a complejos movimientos tridimensionales. El sistema de Columna de Agua Oscilante (OWC) es la instalación que está más próxima de la madurez comercial. El principio de funcionamiento es simple y su construcción se basa en tecnología convencional. Consiste en una cámara abierta al mar, que encierra un volumen de aire que se comprime y expande por la oscilación del agua inducida por el oleaje; el aire circula a través de una turbina que puede ser bidireccional. Se les puede considerar aparatos de primera generación. Un generador de 500 kW tendría típicamente una cámara de 150 m2 de sección, con una anchura paralela a la costa de unos diez metros. (Ver esquema de funcionamiento en Gráfico VI.22) Se han construido ya varias plantas piloto. Así, se cuenta con dispositivos de este tipo en Reino Unido, Noruega, Japón, China e India. Entre ellos destacan: – Planta japonesa en Sakata: capacidad de generación limitada, 60 kW. – Planta noruega en Tottstallen (350 kW) destruida por un fuerte temporal, tras varios años de operación. – Planta en Vizhinjam (India), de 150 kW, de buen funcionamiento; se prevén instalar más unidades. – Aunque tiene otra concepción, destaca un prototipo de estructura flotante desarrollado en Japón, denominado Mighty Whale, cuyo funcionamiento se basa también en el principio de la columna de agua oscilante (OWC). Tiene tres cámaras y utiliza turbinas tipo Wells; los generadores son de 50 kW. Sin embargo, todavía la experiencia operativa es limitada, sin que en la mayor parte de los casos se hayan alcanzado suficientes logros como para abordar planes más ambiciosos. ¿Cuál es el nivel de desarrollo de la energía del oleaje en el mundo? 242 C omo se ha visto en la pregunta anterior, hay un conjunto de problemas importantes que hacen que la energía de las olas realmente aprovechable en la actualidad no sea considerable; y el coste de la electricidad generada con estos sistemas, muy superior al de la producida con fuentes energéticas convencionales. Todas estas circunstancias explican que sólo un pequeño número de instalaciones del tipo de ColumGráfico VI.22 Esquema del sistema de Columna Oscilante para aprovechamiento del oleaje Fuente: The Indian Wave Energy Programme. Indian Institute of Technology. 227 na de Agua Oscilante se encuentren actualmente en funcionamiento: la central de Toftestallen en Noruega, los sistemas de Sakata, Honshu y Mashike en Japón... Otras instalaciones experimentales funcionaron en Suecia, Dinamarca, Japón, etc. durante cortos periodos de tiempo. Existen, sin embargo, proyectos en ejecución o desarrollo en un número relativamente amplio de países. Los mayores recursos se localizan en las costas del noroeste de Europa, que reciben la energía generada en el Atlántico Norte. En el resto, costas del Mar del Norte, del mar Báltico y del Mediterráneo, la energía recibida es menor. El potencial teórico de la Europa Occidental se cifra en aproximadamente 1.000.000 GWh/año. La evaluación sistemática del recurso en Europa se lleva a cabo dentro del programa Joule de la UE. Se trata en primer lugar de elaborar el Atlas Europeo de la Energía del Oleaje (proyecto Weratlas) con datos para toda la línea costera a una profundidad de 20 metros. El segundo paso consistirá en el cálculo del Recurso Disponible en determinadas áreas o emplazamientos, utilizando modelos de oleaje para profundidades reducidas. Aunque las consideraciones económicas y ambientales determinan ampliamente su viabilidad, sería razonable llegar en Europa en el año 2010 a la cifra de 1.000 GWh/año en instalaciones del tipo de Columna de Agua Oscilante y de Canales de Paso, lo cual es menos del 1% del potencial técnicamente aprovechable. El ritmo de nuevas instalaciones sería de 20-30 MW anuales, para llegar en el año 2010 a una potencia instalada de unos 300 MW. 243 – A comienzos de los años ochenta se desarrolló un proyecto de investigación en la costa santanderina que puso de manifiesto la importancia de los costes que se derivarían de la realización de la importante obra civil necesaria para implantar una instalación de aprovechamiento de la energía del oleaje. – Se desarrolló en España proyecto de investigación –llamado OLAS-1000– cuyo objetivo es la construcción y experimentación de un prototipo de central de 1.000 kW para aprovechamiento de la energía de las olas de la costa atlántica. Pertenece al tipo de Columna de Agua Oscilante, habiéndose desarrollado un nuevo dispositivo que se diferencia de los anteriores en que el elemento de acoplamiento entre la superficie oscilante dentro de la cámara y el generador es una boya. Su movimiento se transmite al eje del generador mediante una cadena acoplada a un rectificador mecánico y un multiplicador, de forma que el movimiento alternativo del flotador en la columna de agua oscilante se convierte en giros en el mismo sentido en el eje del generador. Este proyecto fue desarrollado dentro del Programa PIE, aprovechando la instalación hidráulica del sistema de refrigeración de uno de los condensadores de la central térmica de Sabón (A Coruña). En esta instalación se estudiaron las principales magnitudes operativas de este tipo de instalación. ¿Cómo está en España el desarrollo de la energía del oleaje? A pesar de ser un país con una extensa costa marítima, España no cuenta con grandes posibilidades de aprovechar la energía de las olas que recibe. Dada la suavidad general del oleaje de la costa mediterránea, tan sólo el Atlántico y el Cantábrico ofrecen oportunidades potenciales razonables desde el punto de vista teórico. 228 La experiencia que existe en España sobre este tipo de instalaciones puede resumirse, fundamentalmente, en la realización de los dos proyectos de investigación siguientes: ¿Cómo puede aprovecharse la energía de las corrientes marinas? E ntre los recursos energéticos contenidos en los océanos se encuentra la energía cinética de las corrientes marinas. Su origen está ligado, entre otras causas, a las diferencias de temperatura o de salinidad, a las que se aña- 244 Gráfico VI.23 Turbina de flujo axial para aprovechamiento de corrientes marinas do rotores de 15 a 25 metros de diámetro, que corresponden a potencias comprendidas entre 200 y 800 kW. Es conveniente notar que los esfuerzos que debe absorber la turbina son mayores que en el caso eólico, debido a la citada densidad del agua; sin embargo este efecto viene contrarrestado en parte por la menor relación entre velocidad punta y velocidad media. ¿Qué posibilidades de desarrollo tiene la energía de las corrientes marinas? 245 E Fuente: UNESA. de la influencia de las mareas. Los efectos se amplifican cuando la corriente atraviesa zonas estrechas limitadas por masas de terreno, incrementándose su velocidad. Las técnicas de aprovechamiento de esta energía son similares a las que se utilizan con las turbinas eólicas, empleando en este caso instalaciones submarinas. El rotor de la turbina va montado en una estructura apoyada en el fondo o suspendida de un flotador. Es conveniente que la posición del rotor esté próxima a la superficie, para aprovechar la zona donde las velocidades del agua son más altas. (Ver esquema de funcionamiento en el Gráfico VI.23) La velocidad de diseño más apropiada se estima en 2 ó 3 m/s; hay numerosos emplazamientos con velocidades del orden de 2 m/s. La potencia extraíble, sin embargo, por unidad de área barrida, es inferior a los aerogeneradores eólicos, en un factor entre 7 y 20 veces, dado que la densidad del agua es unas 850 veces la del aire. En la primera generación se están consideran- n la década de los ochenta hubo muy poca actividad en este tema. En 1982 se instaló una turbina para corriente fluvial de tres metros de diámetro para bombear agua de riego en el Nilo. Durante 1988 funcionó una instalación en el lecho marino del estrecho de Kurashima (Japón); se trata de un modelo de 1,5 metros de diámetro de 3,5 kW. Además se realizaron algunos estudios en Reino Unido, Canadá y Japón. A partir de 1990 cabe apreciar un interés creciente por el tema. En 1992-93 se lleva a cabo la evaluación del recurso energético de las corrientes marinas en Reino Unido. Se ha estimado que resulta accesible una energía de 20 TWh/año aproximadamente, a un coste menor que 0,13 €/kWh. Además, se realizó una instalación en Loch Linnhe (Escocia) de un rotor de 3,5 metros de diámetro, de flujo axial, suspendido bajo un pontón flotante (1994); con V = 2,25 m/s se alcanzó una potencia de 15 kW. Asimismo, el proyecto de la Unión Europea UEJoule Con Ex (1995), hizo una evaluación de este recurso energético en Europa. En él se han identificado más de 100 lugares con corrientes marinas importantes. El potencial energético se estima en unos 48.000 GWh/año, equivalentes a una potencia instalada de 12,5 GW con los factores de capacidad esperados. Los emplazamientos más prometedores están en Reino Unido, Irlanda, Francia, España, Italia y Grecia. Hay bastantes lugares que ofrecen potencial energético del orden de 10 MW/km2. 229 Capítulo VII Aspectos económicos y financieros 246 ¿Cuál es el valor de la infraestructura eléctrica propiedad de las empresas asociadas en UNESA? C omo consecuencia del proceso de separación jurídica por actividades –generación, transporte y distribución y comercialización–, emprendida en 1999 y terminada en el ejercicio 2000, se han producido algunos cambios estructurales en la dimensión de inmovilizado correspondiente a cada una de estas actividades. De acuerdo con los balances consolidados a 31 de diciembre del año 2001, el valor del inmovilizado material en instalaciones técnicas de energía eléctrica de las empresas asociadas en UNESA asciende a 36.042 millones de euros. La distribución de este inmovilizado por actividades es la siguiente: Tabla VII.1 Distribución del inmovilizado material en instalaciones técnicas. Año 2001 Actividad Millones de euros. % Generación Transporte y Distribución Comercialización 20.138 15.686 218 55,8 43,5 0,7 TOTAL 36.042 100,0 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. ¿Cuál es el nivel de facturación del sector eléctrico español? 247 E n el año 2001, la cifra de facturación de las actividades eléctricas, realizadas por las empresas asociadas en UNESA, ascendió a 13.954 millones de euros. La evolución de esta cifra a lo largo de los últimos años se presenta en la Tabla VII.2 adjunta. La bajada de tarifas eléctricas registradas en los últimos años es compensada en parte por los incrementos habidos en el consumo eléctrico, de ahí la aleatoriedad existente en las cifras de los últimos cinco años. Tabla VII.2 Evolución de la facturación de las empresas de UNESA (1991-2001) Año Millones de euros Variación s/año anterior (%) 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 10.772 11.303 11.537 12.138 12.692 13.043 13.102 12.663 12.292 13.170 13.954 — 4,9 2,0 5,2 4,5 2,7 1,4 –3,3 –3,0 7,1 5,9 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. 233 248 ¿Cómo ha evolucionado la facturación de las empresas de UNESA por componentes y por niveles de tensión? L ¿Cuál ha sido la evolución económica de las actividades eléctricas en las sociedades de UNESA? a Tabla VII.3 refleja la evolución (periodo 1991-2001) de los distintos conceptos que integran la facturación por venta de electricidad de las empresas que conforman UNESA, y que en el año 2001 ascendió a 13.953.920 miles de euros. La Tabla VII.4 muestra la evolución de esta facturación por niveles de tensión. 249 E l cash-flow operativo o margen bruto de explotación (EBITDA, Beneficio antes de intereses, impuestos y amortizaciones), alcanzó los 5.712 millones de euros en el año 2001, lo que representa un 1,8% de incremento sobre el ejercicio de 2000. Mientras que las actividades liberalizadas (generación y comercialización) no registran apenas variación, el transporte y distribución incrementan su valor en un 5,1%, debido a la reducción de sus costes gestionables. El resultado neto de explotación supuso para el año 2001 los 3.672 millones de euros, es decir, un 8% superior al registrado en el año 2000. La caída en Tabla VII.3 Valor de la facturación de electricidad por componentes (miles de euros) 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 Facturación básica Término de energía (*) Término de potencia Recargos/descuentos Energía reactiva Discriminación horaria Interrumpibilidad 11.076.737 8.877.291 2.199.446 –304.262 –62.475 –49.241 –192.546 11.683.074 9.308.379 2.374.695 –379.575 –70.559 –112.582 –196.435 11.968.477 9.498.918 2.469.559 –431.004 –81.022 –148.378 –201.604 12.648.456 10.068.443 2.580.013 –510.103 –93.716 –178.278 –238.109 13.215.511 10.472.816 2.742.695 –523.884 –89.966 –166.787 –267.132 13.573.486 10.738.121 2.835.365 –530.778 –96.252 –161.997 –272.529 13.597.755 10.740.207 2.857.548 –495.318 –96.132 –106.463 –292.723 13.093.133 10.353.197 2.739.936 –430.186 –90.627 –44.595 –294.965 12.991.948 10.325.434 2.666.514 –362.743 –51.560 –31.817 –279.366 13.686.915 10.963.656 2.723.259 –357.199 –26.520 –49.401 –281.278 14.323.343 11.507.865 2.815.478 –369.423 –23.683 –59.053 –286.687 TOTAL 10.772.475 11.303.499 11.537.473 12.138.353 12.691.627 13.042.708 13.102.437 12.662.946 12.629.205 13.329.716 13.953.920 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. (*) Incluye el coste de la energía adquirida en el Mercado de Producción por los clientes cualificados. Tabla VII.4 Valor de la facturación de electricidad por niveles de tensión (miles de euros) 1991 Baja tensión < 1 kV Alta tensión: >1 y < 36kV > 36 y < 72,5 kV > 72,5 y < 145 kV > 145 kV Tarifa G.4 (grandes consumidores) TOTAL 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 7.115.196 4.188.303 2.928.251 648.180 323.597 124.932 7.466.343 4.071.130 2.866.635 613.333 286.436 140.451 7.883.181 4.255.172 3.034.642 607.581 293.715 161.432 8.307.550 4.384.077 3.141.094 589.455 306.901 173.073 8.637.860 4.404.848 3.201.820 572.043 282.151 176.523 8.696.609 4.405.827 3.192.234 551.915 286.238 200.341 8.493.707 4.169.239 3.049.517 507.170 260.737 183.140 8.651.348 3.977.857 2.847.904 468.808 270.255 218.359 8.905.629 4.424.087 3.117.566 531.555 323.156 274.491 9.243.397 4.710.523 3.321.671 523.882 294.205 382.991 154.316 163.343 164.275 157.802 173.554 172.310 175.099 168.674 172.531 177.319 187.774 10.772.475 11.303.499 11.537.473 12.138.353 12.691.627 13.042.708 13.102.437 12.662.946 12.629.205 13.329.716 13.953.920 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. 234 1992 6.638.239 4.134.236 2.817.587 642.626 366.563 153.144 un 7% de la cifra relativa a las amortizaciones explica en gran medida el aumento de producción en el margen neto. 250 ¿Cómo ha evolucionado la rentabilidad de los activos eléctricos propiedad de las empresas de UNESA? Tabla VII.5 Rentabilidad del activo propiedad de las sociedades de UNESA Beneficio antes de intereses y después del impuesto (Baldl) Baldl/Ventas (A) (%) Inversión neta (Activo neto) Ventas/inversión neta (B) (veces) Rentabilidad del activo neto (A × B) (%) Total 2001 Total 2000 2.498 18,6 43.679 0,31 5,7 2.355 17,9 42.329 0,31 5,6 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. D esde 1997, último ejercicio previo al inicio del proceso de liberalización del sector, la rentabilidad de las inversiones de las actividades eléctricas nacionales (medida por el cociente entre el beneficio antes de intereses y después de impuestos y el activo neto de las actividades) ha venido descendiendo continuadamente hasta el año 2000, situándose en el ejercicio 2001 en un porcentaje del 5,7%. (Ver Tabla VII.5 y Gráfico VII.1) Distinguiendo por actividades, se aprecia una tendencia a la convergencia de la rentabilidad del activo neto de los diferentes negocios. La rentabilidad de las actividades liberalizadas (generación y comercialización) ha alcanzado, conforme a la estimación realizada del cierre del ejercicio, un 6% y la de las actividades reguladas (transporte y distribución) un 5,3%. Gráfico VII.1 Rentabilidad sobre activos de las actividades eléctricas (%) Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. ¿Cómo han evolucionado las inversiones de las empresas de UNESA? 251 L a industria eléctrica ha asumido históricamente su cuota de responsabilidad en el mantenimiento de un servicio eléctrico de calidad a un precio razonable para los consumidores españoles. Por consiguiente, sus planes de inversiones se han ido adecuando en cada momento a las necesidades del sistema. En el año 2001, las empresas eléctricas asociadas en UNESA invirtieron 2.714 millones de euros en activos materiales, es decir, en instalaciones de producción, transporte y distribución de electricidad. De esta cifra, 1.440 millones de euros se invirtieron en instalaciones de generación, y el resto fueron para las de transporte y distribución. La estructura de estas inversiones ha ido sufriendo, lógicamente, cambios en función de las necesidades del desarrollo eléctrico del país. Así, a lo largo de la primera mitad de los años ochenta, las instalaciones de producción absorbieron la mayor parte del esfuerzo inversor debido, entre otras cosas, a la necesidad de sustituir los derivados del petróleo por carbón y energía nuclear en la generación de electricidad. De esta forma, en el periodo 1980-86, las inversiones en instalaciones de generación de electricidad superaron el 80% de la inversión total en inmovilizado material. Por el contrario, las instalaciones de transporte, transformación y distribución, que suponían menos del 15% de la inversión total en el periodo 1980-86, se han situado en torno al 40% en la década de los 235 Tabla VII.6 Evolución de las inversiones materiales de las empresas asociadas en UNESA (1991-2001) Años Millones de euros 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2.028 1.967 1.966 2.060 2.045 1.893 1.482 1.331 1.657 2.014 2.714 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. noventa, lo cual tiene un evidente efecto positivo en el nivel de calidad alcanzado en el servicio eléctrico. La evolución de las inversiones materiales realizadas por las empresas de UNESA en instalaciones eléctricas a lo largo de los últimos años ha sido la recogida en la Tabla VII.6. 252 ¿Cuáles son las previsiones de inversiones de las empresas de UNESA? Así como la disponibilidad de una adecuada capacidad de generación es condición necesaria para asegurar la continuidad del suministro, también resulta imprescindible mantener una red de transporte y distribución adecuada al nivel y la estructura de la demanda a la que atiende. Las inversiones en mejora de la calidad y seguridad del servicio obligarán a realizar importantes inversiones en las actividades de distribución y transporte durante los próximos ejercicios. Es necesario no olvidar que, para asegurar el futuro del suministro, resulta imprescindible que las señales económicas sean las adecuadas en todo momento, que la regulación mantenga la confianza de los inversores y que se favorezca una adecuada rentabilidad de las cuantiosas inversiones de capital que el suministro eléctrico requiere. Además, el alcanzar un desarrollo sostenido obliga a las sociedades de UNESA a realizar estrategias diversas, unas orientadas al liderazgo en mercados externos, otras al posicionamiento en sectores de alto crecimiento, y otras al aprovechamiento de las complementariedades ofrecidas por sus infraestructuras de activos materiales. El crecimiento de la demanda de energía eléctrica en España, unido a la necesidad en un entorno competitivo de reemplazar los grupos más antiguos por tecnologías más eficientes, forzará siempre a las empresas a incrementar su actividad inversora en nuestro país, sin olvidar las inversiones que la mejora de la calidad y seguridad del servicio obligan a realizar en la actividad de distribución. L as empresas asociadas en UNESA, debido al marco económico de los últimos ejercicios, han soportado una disminución importante de los ingresos y de los márgenes de las actividades tradicionales desarrolladas en España. Sin embargo, las empresas han desarrollado estrategias de crecimiento sostenido, apoyadas en el conocimiento y las capacidades adquiridas en las actividades eléctricas y guiadas por el principio de la búsqueda de la máxima generación de valor para sus accionistas. A principios de esta década, las sociedades eléctricas iniciaron un nuevo ciclo inversor que supondrá la incorporación en los próximos años de unos 14.000 MW en instalaciones de ciclo combinado y otras tecnologías, con una inversión en generación cercana a los 6.000 millones de euros. (Ver Tabla VII.7) 236 Tabla VII.7 Inversión prevista en el negocio eléctrico en España de las empresas asociadas en UNESA (2002-2005) (Millones de euros) Año Generación Transp. & Distrib. Total 2002 2003 2004 2005 1.597 1.563 1.557 1.226 1.023 1.256 1.214 1.196 2.620 2.819 2.771 2.422 5.943 4.689 10.632 TOTAL Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. 253 ¿Cuánto invierten las empresas de UNESA en el área medioambiental? te cubiertas con las pólizas de seguro de responsabilidad civil que tienen suscritas y con las provisiones que a tal efecto tienen dotadas. L as sociedades de UNESA son conscientes de que la provisión de un suministro eléctrico de calidad exige simultáneamente que éste se efectúe en condiciones ambientalmente sostenibles. El compromiso asumido por las sociedades de UNESA de desarrollar sus actividades con la mínima incidencia medioambiental tiene ya una repercusión significativa en sus estados financieros. En primer lugar, se han realizado inversiones materiales en centrales de generación para disminuir y controlar las emisiones de gases, así como para minimizar los riesgos de contaminación en aguas por emisiones líquidas. Se estima, por ejemplo, que aproximadamente el 30% de la inversión en las nuevas centrales eléctricas se materializa en medidas relacionadas directa o indirectamente con la protección medioambiental. Asimismo, algunas de las inversiones efectuadas en las redes de transporte y distribución han tenido un propósito netamente medioambiental, como las destinadas al enterramiento de líneas, a la protección de la avifauna o a la sustitución de transformadores para la eliminación de PCBs. Así, por ejemplo, las inversiones dirigidas a asegurar la sostenibilidad de las actividades relacionadas con el suministro eléctrico ascendieron, durante el ejercicio 2001, a 44 millones de euros. Por otra parte, además de estas inversiones, las actuaciones desarrolladas por las empresas en este ámbito han repercutido sobre el gasto corriente de las mismas, en particular las acciones dirigidas al control y gestión de residuos, así como las operaciones de reparación y mantenimiento preventivo de instalaciones con fines medioambientales. Adicionalmente, hay que considerar las cantidades satisfechas en pago de impuestos autonómicos relacionados con el medio ambiente. En el ejercicio de 2001, estos gastos supusieron unos 90 millones de euros, frente a un importe de 73 millones de euros en el ejercicio anterior. Por lo que respecta a posibles riesgos y contingencias en esta materia, las sociedades eléctricas de UNESA consideran que se encuentran suficientemen- ¿Cómo se financian las actividades de las empresas de UNESA? 254 L as necesidades financieras de las empresas eléctricas se cubren mediante recursos autogenerados por las propias compañías, reinvirtiendo parte de los beneficios, ampliaciones de capital, emisión de obligaciones y contratación de préstamos y créditos en los mercados financieros nacionales e internacionales. La terminación a finales de los años ochenta de un gran ciclo inversor en instalaciones de generación les permitió incrementar sustancialmente su capacidad de autofinanciación, sobre todo en la primera mitad de la década de los noventa. Por otra parte, en los primeros años de este siglo se ha iniciado un nuevo ciclo inversor, por lo que la deuda financiera imputada a las actividades eléctricas nacionales ha pasado de un importe de 18.515 millones de euros a 31 de diciembre de 2000, a 19.052 millones de euros a 31 de diciembre de 2001. En la composición de esta deuda se aprecia un aumento de la participación relativa de la financiación instrumentada a través de préstamos y créditos, en detrimento de la bajada en obligaciones, bonos y pagarés. (Véase Tabla VII.8) Con respecto a la composición por divisas de la deuda financiera de las actividades eléctricas, que se muestra en el Gráfico VII.2, se ha producido una importante reducción del peso de la deuda en dólaTabla VII.8 Composición de la deuda financiera de las actividades eléctricas nacionales (Millones de euros) 2001 % 2000 % Obligaciones y bonos Préstamos y créditos Pagarés 2.836,8 13.534,5 2.680,7 14,9 71,0 14,1 3.214,2 12.318,1 2.982,8 17,4 66,5 16,1 TOTAL 19.052,0 100,0 18.515,0 100,0 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. 237 res, de manera que el importe remanente de la deuda en divisas de la actividad eléctrica nacional es escasamente significativo. Por otra parte, la tasa de coste de la deuda financiera imputada a las actividades eléctricas en el ejercicio 2001 fue de un 4,84%, tasa inferior a la registrada durante el ejercicio 2000, que fue de un 4,96%. Estos importes no recogen el volumen correspondiente a la deuda de las empresas destinadas a financiar las actividades internacionales y de diversificación, ni la deuda eléctrica asignada a la actividad de estructura corporativa. Incluyendo los importes asignados a estas actividades, la deuda total de los grupos eléctricos ascendió a 41.063 millones de euros en el año 2001, frente a los 35.608 de 2000. La tasa de coste de la deuda total de los grupos encabezados por las sociedades de UNESA ha sido Gráfico VII.2 Composición de la deuda por divisas durante 2000 de un 6,34%, sensiblemente superior a la tasa de coste de la deuda de las actividades eléctricas nacionales. La razón fundamental de esta mayor tasa de coste es el efecto sobre resultados de las diferencias de cambio negativas de la deuda de algunas filiales iberoamericanas. ¿Cuál es la estructura de costes del servicio eléctrico? E l coste del servicio eléctrico es el resultado de la suma de los costes reconocidos de los distintos conceptos que lo integran. De acuerdo con la normativa establecida en el artículo 17 de la Ley del Sector Eléctrico, las tarifas que deberán pagar los consumidores incluirán en su estructura los siguientes conceptos: – El coste de producción de energía eléctrica, que supone actualmente alrededor del 60% de los costes totales y está integrado por: • La energía aportada por los generadores, valorada al precio medio previsto en el mercado de producción, incluyendo el coste de los servicios complementarios y la retribución por garantía de potencia. • La energía aportada por los autoproductores y por los generadores acogidos al Régimen Especial. • La energía procedente de los contratos internacionales que fueron firmados por Red Eléctrica de España con anterioridad a la entrada en vigor de la Ley. – Los denominados costes permanentes del sistema, que incluyen los siguientes conceptos: Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. 238 • La compensación de las actividades llevadas a cabo en los territorios insulares y extrapeninsulares. • Los costes correspondientes al Operador del Sistema, al Operador del Mercado y a la Comisión Nacional de Energía. • Los denominados costes de transición a la competencia, correspondientes a la retribución fija que han de percibir los titula- 255 res de instalaciones de producción de energía eléctrica que a 31 de diciembre de 1997 estuvieran acogidas al Real Decreto 1538/1987, es decir, al sistema de retribución denominado Marco Legal Estable. – El coste del transporte, que incluye la retribución concedida a Red Eléctrica de España en concepto de transporte y al resto de las empresas que están sometidas a liquidación. – El coste de distribución y comercialización a clientes sujetos a tarifa regulada. Actualmente no incluye importe alguno destinado a los programas de incentivación de la gestión de la demanda, los planes de mejora de la calidad del servicio, y la electrificación y la mejora de la calidad en el ámbito rural. – Los denominados costes de diversificación y seguridad de abastecimiento. Incluye los siguientes conceptos: • La moratoria nuclear. • La financiación del “stock” básico de uranio. • La segunda parte del ciclo del combustible nuclear. En la tabla VII.9 adjunta figuran, a modo de ejemplo, los costes de todos estos conceptos que se incluyeron en las tarifas eléctricas de los años 2001 y 2002. Conviene señalar que los consumidores cualificados pueden negociar por otras vías su suministro de electricidad, bien adquiriendo la energía en el Mercado de Producción directamente y pagando además las correspondientes tarifas de acceso por el uso de las redes de transporte y distribución, bien negociando un contrato directamente con un comercializador. ¿Qué son los Costes de Transición a la Competencia? 256 P ara facilitar el proceso de transición a la competencia, la Ley 54/1997 estableció en su disposición transitoria sexta un plazo máximo de diez años desde la entrada en vigor de la Ley, durante el cual se reconoce, para las sociedades titulares de instalaciones de producción Tabla VII.9 Costes incluidos en la tarifa eléctrica de 2002-2001 (miles de euros) Conceptos 1. Coste de la producción 1.1. Régimen Ordinario 1.2. Régimen Especial 1.3. Contrato REE-EdF y otros 2002 2001 Var 02/01 8.552.931 6.181.217 2.223.937 147.777 8.065.066 6.123.742 1.816.427 124.896 6,0% 0,9% 22,4% 18,3% 2. Costes permanentes del sistema 2.1. Extrapeninsulares 2.2. Operador del Sistema 2.3. Operador del Mercado 2.4. Comisión Nacional del Sistema Eléctrico (CNSE) 2.5. Costes de Transición a la Competencia 718.156 201.219 12.940 9.195 8.955 485.847 856.214 129.855 9.015 9.015 9.015 699.314 –16,1% 55,0% 43,5% 2,0% -0,7% –30,5% 3. Coste del transporte 3.1. Red Eléctrica de España (REE) 3.2. Empresas distribuidoras 633.262 370.091 263.171 581.834 347.253 234.581 8,8% 6,6% 12,2% 4. Coste de la distribución 2.700.773 2.647.819 2,0% 5. Gestión comercial y de demanda 255.867 250.850 2,0% 6. Costes de diversificación y seguridad de abastecimiento 6.1. Moratoria nuclear 6.2. «Stock» básico de uranio 6.3. 2.a parte del ciclo del combustible nuclear 6.4. Compensación de interrumpibilidad y régimen especial 601.878 476.392 0 108.657 16.828 583.541 459.678 745 103.885 19.232 3,1% 3,6% –100,0% 4,6% –12,5% 13.462.867 12.985.323 3,7% COSTE TOTAL DEL SERVICIO Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. 239 de energía eléctrica, la existencia de unos costes de transición al régimen de mercado competitivo (CTC’s). Estos costes se registran en la contabilidad de las sociedades a través de una serie de elementos del activo, integrados en el inmovilizado material y en el subgrupo de «Gastos a distribuir en varios ejercicios», cuya amortización se efectúa a medida que se perciben los ingresos acreditados a las compañías eléctricas en concepto de retribución fija por tránsito a la competencia. Sin embargo, debido a la bajada de tarifas de los últimos años y el alza de los precios del mercado de producción, se ha producido un significativo descenso en el importe de los ingresos en concepto de CTC’s, que son el «colchón» en la estructura de costes del servicio eléctrico. Por ello, en la modificación introducida por el Real Decreto Ley 2/2001, se alargó el periodo de cobro de los CTC’s hasta el año 2010, razón por la cual las empresas van adecuando en cada ejercicio la recuperación de este concepto. 257 ¿Cuál es el precio medio de la electricidad en el sistema eléctrico español? E s el resultado de dividir el Coste Total del Servicio del año entre la energía eléctrica total suministrada en el sistema eléctrico. En el año 2001 se estableció un Coste Total del Servicio de 12.985 millones de euros, lo que supone un precio medio para la electricidad o tarifa de referencia de 6,89 cent€/kWh. 258 ¿Cómo ha evolucionado el precio medio de la electricidad en España? L a tarifa eléctrica española ha crecido menos que el Índice de Precios de Consumo (IPC) en 23 de los 28 ejercicios transcurridos entre 1973, año en que se implantó el Sistema Integrado de Facturación (SIFE), y 2001. Esto quiere decir que el precio de la electricidad ha contribuido significativamente a la moderación del índice general de precios a lo largo de este periodo. 240 Medido en términos constantes de 1973, es decir, eliminando el efecto de la inflación registrada desde dicho año, el precio medio de la electricidad en 2001 se situó en 0,65 cent€/kWh, lo que supone un descenso del 26,3% en el conjunto del periodo 19732001. Es decir, el precio medio de la electricidad ha crecido en España un 26,3% menos que el Indice de Precios al Consumo (IPC) desde el año 1973. Tabla VII.10 Evolución de los incrementos medios de la tarifa eléctrica y del IPC (1973-2001) % variación Tarifas * (%) IPC ** (%) 1973 1974 1975 1975 Mayo Marzo Febrero Noviembre 5,00 15,86 15,00 16,50 14,65 17,62 – 14,23 1977 1977 1979 1980 Marzo Julio Julio Enero 13,80 5,36 21,19 17,00 – 26,30 15,43 – 1980 1981 1981 1982 Julio Enero Abril Enero 19,50 19,17 7,68 12,60 15,14 – 14,55 13,92 1983 1983 1984 1985 Enero Octubre Abril Febrero 7,50 6,00 8,75 6,80 – 12,33 8,97 8,14 1986 1987 1988 1989 Marzo Febrero Febrero Enero 7,25 4,01 5,50 4,10 8,34 4,56 5,86 6,89 1990 1991 1992 1993 Enero Enero Enero Enero 5,50 6,80 3,20 2,90 6,51 5,58 5,34 4,96 1994 1995 1996 1997 Enero Enero Enero Enero 2,06 1,48 0,00 –3,00 4,30 4,30 3,20 2,00 1998 1999 2000 2001 Enero Enero *** Enero Enero –3,63 –5,57 –1,00 –2,20 1,40 2,90 2,40 2,70 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2000. (*) Incremento medio de las tarifas aprobado por el Gobierno. (**) Aumento acumulado en el conjunto del año. (***) Incluye la bajada del 1,5 en los domésticos de abril de 1999. Tabla VII.11 Evolución del precio medio de la electricidad y del IPC (Variaciones en % anual) IPC Precio medio 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 Variación del periodo 5,3 2,88 4,9 2,8 4,3 0,33 4,3 0,89 3,2 –1,02 2 –3,5 1,4 –4,73 2,9 –6,22 4 –0,76 2,70 –1,98 41,0 –11,2 Fuente. Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. Nota: Los precios están corregidos del efecto del impuesto de la electricidad. Gráfico VII.3 Evolución del precio medio anual de la electricidad y del IPC desde 1996 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. La Tabla VII.10 recoge los incrementos medios de las subidas en tarifas aprobadas desde 1973, y el porcentaje de aumento del IPC que tuvo lugar en cada año. Contemplando un periodo de tiempo más cercano, esta tendencia a la moderación del precio de la electricidad se hace aún más patente. Así, en el último decenio (1992-2001), el precio medio del kWh ha descendido un 11,2% frente a un incremento del Índice de Precios al Consumo del 41,0%, tal y como puede verse en la Tabla VII.11 y el Gráfico VII.3 adjuntos. 259 ¿Qué son las tarifas eléctricas integrales? S on los precios de la electricidad que se aplican a cada tipo de consumo, cuando se trata de consumidores que no quieran ejercer su derecho a elegir suministrador. Las tarifas incluyen en su estructura los siguientes conceptos de coste: a) El coste de producción de energía eléctrica, que se determinará atendiendo al precio medio previsto del kilovatio hora en el Mercado Mayorista de producción durante el periodo que reglamentariamente se determine. b) Los peajes que correspondan por el transporte y la distribución de energía eléctrica. c) Los costes de comercialización. d) Los costes permanentes del sistema. e) Los costes de diversificación y seguridad de abastecimiento. Estas tarifas eléctricas tienen estructura binomia, es decir, están integradas por dos elementos: un término de potencia, de acuerdo con el cual el cliente paga una cantidad por cada kW de potencia contratada, y un término de energía, según el cual paga un precio por cada kWh consumido. El precio final es el que resulta de la aplicación de ambos términos. Por otro lado, existen descuentos a los que los consumidores pueden acogerse por diversos conceptos, como son los consumos en horas nocturnas, rebajas por interrumpibilidad, estacionalidad, etc. En la actualidad, el sistema español está compuesto por 28 tipos de tarifas, cada una de las cuales se aplica a un tipo diferente de consumo: doméstico en baja tensión, industrial en alta tensión y utilización normal, industrial en alta tensión y larga utilización, alumbrado público, tracción, riegos agrícolas, grandes consumidores, etc. Desde el 1 de enero de 2003, todos los consumidores de gas y electricidad en España pueden acceder al mercado. Este importante hito en la historia del sector eléctrico español está exigiendo importantes inversiones en el sistema. Por ejemplo, en el Reino Unido se estimó este coste en torno a los 1.500 millones de euros. 241 No obstante, parece recomendable mantener cierta cautela a la hora de hacer desaparecer la tarifa integral, ya que ésta es una opción para aquellos consumidores con menor poder de negociación o que no quieran ejercer su derecho de elección de suministrador. Por ello, no existe previsión de desaparición de las tarifas de baja tensión. Sí está fijada la fecha del 11-2007 para la desaparición de las de alta tensión. Las tarifas eléctricas integrales son únicas para todo el territorio nacional, para cada uno de sus tipos. La Ley 54/97 del Sector Eléctrico no les da el carácter de máximas, sólo habla de tarifas únicas. Esta Ley prevé también suplementos territoriales en el caso de que las actividades eléctricas sean gravadas con tributos de carácter autonómico y local, cuya cuota se obtenga mediante reglas no uniformes. 260 ¿Cuáles son los principios básicos de una metodología de tarifas? L a tarificación, bien sea entendida como Tarifa integral o como Tarifa de acceso a una red o instalación básica, ha de basarse en los siguientes principios generales: – Objetividad significa que debe existir una metodología para el cálculo de la retribución por el bien/servicio ofertado, que recoja aquellos componentes de costes en los que necesariamente se debe incurrir y que no presente discriminaciones entre tipos de usuarios o tipos de proveedores del bien/servicio. – Transparencia significa que cualquier usuario, real o potencial, nacional o extranjero, debe tener total información de la metodología y de los importes correspondientes a tales costes. Para ello la metodología y los precios tarifados deben ser públicos y publicados. – Simplicidad. La transparencia seguramente está bastante relacionada con la sencillez metodológica: debe haber pocos parámetros y que éstos sean razonables, fáciles de conocer y medir y, por lo tanto, auditables. 242 – Predictibilidad significa que el grado de incertidumbre acerca de la vigencia de la metodología y de la evolución de los precios tarifados en relación a los costes sea mínima para cualquier utilizador del servicio o de la red, real o potencial, nacional o extranjero. – Eficiencia económica significa que la metodología debe proporcionar una solución óptima entre una calidad y alcance mínimo de dicho servicio a un coste mínimo. – Suficiencia económica significa que los proveedores del bien/servicio deben percibir una remuneración suficiente para garantizar su viabilidad económica. – Eficiencia asignativa significa que cada agente pague los costes que le corresponden y que cada parte de los proveedores perciba una remuneración ajustada a los costes incurridos, siempre y cuando éstos sean mínimos. En el Gráfico VII.4 se sintetiza la aplicación de estos principios al sector eléctrico. Debe existir, por tanto, una metodología transparente, estable y homologable con la de otros países de la UE, asegurando la recuperación normal de los costes regulados. El Real Decreto 1432/2002, de 27 de diciembre de 2002, establece una nueva metodología para el cálculo de la tarifa eléctrica media o de referencia. Esta Gráfico VII.4 Principios básicos de una metodología de tarifas Fuente: Unión Fenosa. ¿Quién establece en España las tarifas eléctricas integrales? nueva regulación contiene elementos positivos, tanto para los consumidores como para las empresas eléctricas, ya que hace más previsibles los riesgos del sector vía tarifa, y permite, asimismo, una mayor transparencia y objetividad en las actividades del mismo. Según este Real Decreto, hasta el año 2010, la tarifa eléctrica media podrá subir entre un 1,4% y un 2%, de acuerdo con la evolución seguida por las variables técnicas y macroeconómicas más importantes para las actividades del sector. 261 A ctualmente, y de acuerdo con lo establecido en la Ley 54/1997 del Sector Eléctrico, los fija el Gobierno, mediante Real Decreto, con carácter anual o cuando circunstancias especiales así lo aconsejen. Cabe señalar que hasta 1987 el ministerio responsable de este tema, el Ministerio de Industria y Ener- Tabla VII.12 Disposiciones Oficiales sobre tarifas eléctricas desde la implantación del Marco Legal Estable Disposiciones oficiales B.O.E. Variación (%) Entrada en vigor Observaciones 1.o Aplicación del Marco Legal REAL DECRETO 36/1988 de 3 enero ORDEN de 9 febrero 1988 30-01-88 16-02-88 5,50 31-01-88 REAL DECRETO 61/1989 de 20 enero ORDEN de 23 enero 1989 21-01-89 24-01-89 4,10 22-01-89 REAL DECRETO 58/1990 de 19 enero ORDEN de 23 enero 1990 20-01-90 24-01-90 5,50 21-01-90 1,85%, corresponde a desviaciones de 1989 REAL DECRETO 1678/1990 de 28 diciembre ORDEN de 7 enero 1991 31-12-90 8-01-91 6,80 1-01-91 3,11%, corresponde a desviaciones de 1990 REAL DECRETO 1821/1991 de 27 diciembre ORDEN de 7 enero 1992 28-12-91 15-01-92 3,2 1-01-92 1,4%, corresponde a desviaciones de 1991 REAL DECRETO 1594/1992 de 23 diciembre 30-12-92 2,9 1-01-93 2,3%, corresponde a desviaciones de 1991 y 1992 ORDEN de 13 enero 1993 14-01-93 REAL DECRETO 2320/1993 de 29 diciembre ORDEN de 1 enero 1994 31-12-93 5-01-94 2,06 1-01-94 1,98%, corresponde a desviaciones de 1993 REAL DECRETO 2550/1994 de 29 diciembre ORDEN de 12 enero 1995 31-12-94 14-01-95 1,48 1-01-95 –1,26%, corresponde a desviaciones de 1994 REAL DECRETO 2204/1995 de 28 diciembre 29-12-95 0,00 1-01-96 –2,44%, corresponde a desviaciones de 1994; –0,25%, a desviaciones de 1995 REAL DECRETO 2657/1996 de 27 diciembre 28-12-96 –3,0 1-01-97 Protocolo eléctrico REAL DECRETO 2016/1997 de 26 diciembre 27-12-97 –8,32 1-01-98 Se suprime el recargo de la minería del carbón y se crea el Impuesto sobre la Electricidad. La reducción neta resultante es del 3,63%. REAL DECRETO 2821/1998 de 23 diciembre 30-12-98 –2,5 1-01-99 Tarifas integrales REAL DECRETO 2820/1998 de 23 diciembre 30-12-98 –25,0 1-01-99 Tarifas de acceso. Nueva estructura para facilitar el acceso al mercado REAL DECRETO-LEY 6/1999 de 16 abril 17-04-99 –1,5 18-04-99 Tarifas de usos domésticos REAL DECRETO 2066/1999 de 30 diciembre 31-12-99 –1,0 1-01-2000 Tarifas integrales REAL DECRETO 3490/2000 de 29 diciembre 30-12-00 –2,22 1-01-2001 Tarifas integrales REAL DECRETO 1164/2001 de 26 diciembre 08-11-01 REAL DECRETO 1483/2001 de 27 diciembre 28-12-01 0412 1-01-2002 Nueva estructura de Tarifas de acceso 1-01-2002 Tarifas integrales y acceso Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. 243 244 1990 1991 1992 1993 1994 1995-1996 1997 1998 1999 Abril 1999 2000 Evolución de la tarifa integral según tipo de suministro (Término de energía: Pta./kWh) (Término potencia: Pta./kW) 2001 203 321 0 46 2.0* 3.0 4.0 B.0 R.0 10,95 10,33 10,80 11,77 11,83 11,17 50 48 284 276 267 600 565 548 533 1.550 1.450 1.404 1.362 1.2 1.3 1.4 2.1 2.2 2.3 2.4 3.1 3.2 3.3 3.4 6,16 6,35 6,57 7,01 7,85 8,09 8,35 8,91 8,88 9,19 9,47 10,08 1.415 1.459 1.507 1.611 554 569 587 624 277 287 295 311 78 76 69 66 63 1.320 T.2 T.3 R.1 R.2 R.3 G.4 1,40 8,59 8,88 9,44 8,59 8,88 9,44 1.320 65 69 72 79 81 86 284 276 267 D.2 D.3 D.4 5,70 5,85 6,05 6,34 277 287 295 311 5,92 6,08 6,29 6,59 1,40 8,93 9,23 9,81 8,93 9,23 9,81 6,40 6,60 6,83 7,28 8,16 8,41 8,68 9,26 9,23 9,55 9,84 10,48 11,38 10,73 11,24 12,25 12,36 11,17 50 294 304 313 330 1.399 69 73 76 84 86 91 1.500 1.546 1.597 1.707 587 603 622 661 294 304 313 330 51 0 355 224 224 6,26 6,43 6,65 6,96 1,48 9,43 9,74 10,36 9,43 9,74 10,36 6,76 6,97 7,22 7,69 8,62 8,89 9,17 9,79 9,75 10,09 10,40 11,08 12,04 10,73 11,91 12,97 13,11 11,17 50 314 324 334 352 1.500 73 78 81 89 91 97 1.600 1.649 1.704 1.821 626 643 664 705 314 324 334 352 54 0 379 239 243 6,68 6,86 7,10 7,43 1,64 10,04 10,37 11,03 10,02 10,35 11,00 7,21 7,44 7,70 8,20 9,20 9,49 9,78 10,45 10,40 10,77 11,10 11,82 12,83 11,47 12,73 13,87 13,93 11,17 50 323 333 343 362 1.542 75 80 83 91 93 100 1.645 1.696 1.752 1.872 644 661 683 725 323 333 343 362 56 0 391 246 254 6,87 7,05 7,30 7,64 1,69 10,31 10,65 11,33 10,28 10,62 11,29 7,41 7,65 7,92 8,43 9,46 9,76 10,06 10,74 10,69 11,07 11,41 12,15 13,19 11,83 13.13 14,37 14,37 11,17 50 338 349 359 379 1.588 76 81 84 92 94 102 1.657 1.708 1.764 1.885 649 666 688 730 325 335 345 365 57 0 403 253 265 7,20 7,39 7,65 8,01 1,74 10,46 10,81 11,50 10,43 10,78 11,46 7,46 7,70 7,98 8,49 9,53 9,83 10,13 10,82 10,76 11,15 11,49 12,24 13,39 12,36 13,53 14,81 15,02 11,17 50 347 358 368 389 1.629 77 82 85 94 96 104 1.654 1.705 1.760 1.881 648 665 687 729 324 334 344 364 58 0 412 259 274 7,38 7,58 7,85 8,22 1,79 10,63 11,01 11,70 10,65 10,99 11,69 7,45 7,68 7,96 8,47 9,51 9,81 10,11 10,80 10,74 11,13 11,47 12,22 13,62 12,63 13,82 15,14 15,55 11,17 50 356 367 377 399 1.653 78 83 86 95 97 106 1.624 1.674 1.728 1.847 636 653 675 716 318 328 338 357 59 0 424 267 282 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. Tarifa 2.0 N: Energía consumida durante la noche 7,38 Pta./Wh (1997) Tarifa 2.0 N: Energía consumida durante la noche 6,81 Pta./Wh (1998) Tarifa 2.0 N: Energía consumida durante la noche 6,64 Pta./Wh (1999) Tarifa 2.0 N: Energía consumida durante el día 15,41 Pta./kWh. Energía consumida durante la noche 6,54 Pta./kWh (Abril 1999) Tarifa 2.0 N: Energía consumida durante el día 14,10 Pta./kWh. Energía consumida durante la noche 6,40 Pta./kWh (2000) Tarifa 2.0 N: Energía consumida durante el día 13,54 Pta./kWh. Energía consumida durante la noche 6,14 Pta./kWh (2001) * A estas tarifas le son aplicables, cuando procede, descuentos o recargos por energía reactiva, discriminación horaria, estacionalidad e interruptibilidad. 299 D.1 Alta tensión (tarifas distribuidores) 83 T.1 Alta tensión (tarifas especiales) 229 1.1 0 334 211 212 Alta tensión (tarifas generales) 50 203 1.0 Baja tensión 7,56 7,77 8,05 8,43 1,82 10,79 11,17 11,87 10,81 11,15 11,86 7,32 7,54 7,82 8,32 9,34 9,63 9,93 10,61 10,55 10,93 11,26 12,00 13,82 13,01 14,23 15,59 16,02 11,17 348 359 368 390 1.653 76 81 84 93 95 104 1.575 1.624 1.676 1.792 608 624 645 684 299 308 318 336 58 0 399 251 11,17 7,39 7,59 7,86 8,24 1,82 10,57 10,95 11,63 10,59 10,93 11,62 7,10 7,31 7,59 8,07 8,92 9,20 9,49 10,14 9,92 10,27 10,58 11,28 13,54 12,75 13,38 14,65 279(*) 15,84 50 306 315 323 343 1.573 69 73 76 84 86 94 1.437 1.482 1.529 1.635 549 563 582 617 270 278 287 303 53 0 368 231 257 46 6,49 6,67 6,91 7,24 1,73 9,54 9,88 10,49 9,55 9,86 10,48 6,48 6,67 6,93 7,36 8,05 8,30 8,56 9,15 8,95 9,27 9,55 10,18 12,49 11,76 12,34 13,51 14,61 10,30 298 307 315 334 1.573 69 73 76 84 86 94 1.437 1.482 1.529 1.635 549 563 582 617 266 274 283 299 52 0 357 224 251 45 6,33 6,50 6,74 7,06 1,73 9,54 9,88 10,49 9,55 9,86 10,48 6,48 6,67 6,93 7,36 8,05 8,30 8,56 9,15 8,82 9,14 9,41 10,03 12,18 11,47 11,97 13,10 14,24 10,04 298 307 315 334 1.573 69 73 76 84 86 94 1.437 1.482 1.529 1.635 549 563 582 617 266 274 283 299 52 0 357 224 247 44 6,33 6,50 6,74 7,06 1,73 9,54 9,88 10,49 9,55 9,86 10,48 6,48 6,67 6,93 7,36 8,05 8,30 8,56 9,15 8,82 9,14 9,41 10,03 12,18 11,47 11,97 13,10 14,03 9,89 298 307 315 334 1.573 70 74 78 86 88 96 1.466 1.512 1.560 1.668 560 574 594 629 271 279 289 305 52 0 357 224 242 44 6,33 6,50 6,74 7,06 1,73 9,73 10,08 10,70 9,74 10,06 10,69 6,61 6,80 7,07 7,51 8,21 8,47 8,73 9,33 9,00 9,32 9,60 10,23 12,18 11,47 11,97 13,10 13,73 9,89 302 312 320 339 1.597 71 75 79 87 89 97 1.488 1.535 1.583 1.693 568 583 603 638 275 283 293 310 52 0 357 224 232 44 6,42 6,60 6,84 7,17 1,76 9,88 10,23 10,86 9,89 10,21 10,85 6,71 6,90 7,18 7,62 8,33 8,60 8,86 9,47 9,14 9,46 9,74 10,38 12,18 11,47 11,97 13,10 13,18 9,89 T. pot. T. energ. T. pot. T. energ. T. pot. T. energ. T. pot. T. energ. T. pot. T. energ. T. pot. T. energ. T. pot. T. energ. T. pot. T. energ. T. pot. T. energ. T. pot. T. energ. T. pot. T. energ. T. pot. T. energ. T. pot. T. energ. T. pot. T. energ. *1989 Tabla VII.13 gía, elaboraba su propuesta al Gobierno en base a una petición de subida de tarifas que era formulada por el sector eléctrico periódicamente, casi siempre con carácter anual. En esta propuesta se hacía un análisis pormenorizado de los costes a los que debía hacer frente el sector para asegurar el suministro del año siguiente. A finales de 1987, y como resultado de un proceso de diálogo entre el Sector Eléctrico y la Administración, se llegó a la elaboración de un nuevo sistema de determinación de las tarifas eléctricas llamado Marco Legal y Estable (MLE), más automático y objetivo, que empezó a ser aplicado al año siguiente, es decir, 1988. Este método estaba basado en costes estándares. (Ver pregunta correspondiente) En la Tabla VII.12 se han recogido las disposiciones oficiales que han regulado el nivel de la tarifa eléctrica desde 1988, año en el que se implantó el Marco Legal Estable, hasta el año 2001. 262 ¿Cómo han evolucionado los precios medios de la electricidad por niveles de tensión? 263 L a evolución de los precios medios de la electricidad por niveles de tensión para el periodo 1988-2001 se refleja en la Tabla VII.14. ¿Qué son las tarifas de acceso a la red de transporte y distribución y quién las establece en España? 264 L as Tarifas de Acceso a la red de transporte y distribución son los precios regulados que se establecen para compensar los peajes correspondientes a la utilización de esta red. Al igual que ocurre con las Tarifas Integrales, es el Gobierno quien fija, mediante Real Decreto, las Tarifas de Acceso a la red de transporte y distribución, todo ello de acuerdo con la Ley 54/1997 del Sector Eléctrico. El Ministerio de Economía aprobó el Real Decreto 1164/2001, por el que establece la definición de estas tarifas y su nueva estructura, así como las condiciones generales que deben cumplir los contratos. El cambio de estructura afectó básicamente a la baja tensión, donde permanecen únicamente tres tarifas: la 2.0A, de aplicación a consumos con una potencia contratada inferior a 15 kW; la 2.0NA, derivada de la anterior y aplicable a aquellos consumos con dis- ¿Cómo han evolucionado los precios de las Tarifas Integrales en España? T ienen estructura binominal y actualmente existen 29 clases de tarifas aplicables según el tipo de consumo realizado. Son iguales para todo el territorio nacional, salvo suplementos territoriales gravados por las autoridades autonómicas o locales. La evolución de los precios para cada tipo de consumo durante el periodo 1989/2001 se refleja en la Tabla VII.13 adjunta. Tabla VII.14 Precio medio por niveles de tensión (céntimos de euro/kWh) Baja tensión < 1 kV Alta tensión: >1 y < 36kV > 36 y < 72,5 kV > 72,5 y < 145 kV > 145 Kv Tarifa G.4 (grandes consumidores) 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 9,11 5,12 6,30 4,88 4,01 3,17 9,45 5,21 6,48 5,03 4,01 2,94 10,01 5,54 6,88 5,32 4,19 3,43 10,49 5,82 7,29 5,67 4,44 3,07 10,85 5,99 7,43 5,73 4,36 3,19 11,28 5,99 7,47 5,72 4,28 3,20 11,63 5,91 7,36 5,52 4,10 3,10 12,01 5,74 7,19 5,34 3,89 3,00 11,98 5,72 7,19 5,23 3,75 2,88 11,82 5,42 6,86 4,92 3,60 2,69 10,77 4,90 6,19 4,39 3,12 2,48 10,24 4,48 5,55 3,98 2,95 2,50 9,97 4,53 5,49 4,22 3,16 2,77 9,72 4,50 5,39 4,26 3,21 2,89 1,85 1,82 1,93 2,10 2,17 2,23 2,28 2,31 2,31 2,32 2,20 2,20 2,20 2,24 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. 245 criminación nocturna; y la 3.0A, que es la tarifa general de baja tensión aplicable en tres periodos. Respecto a las tarifas de alta tensión, se mantuvo en general la estructura existente, excepto en el escalón entre 1 y 36 kV en que se unificaron los dos niveles anteriores. 265 ¿Qué recargos tiene la facturación de energía eléctrica? E l sistema tarifario español incluye recargos que se aplican, o pueden aplicarse, a la facturación por la venta de energía suministrada a los clientes finales, tanto a los clientes cualificados como a los de tarifa integral regulada. Entre estos recargos, está el impuesto de la electricidad para subvencionar la minería del carbón nacional, que supone del orden del 5% del importe de la factura, así como el IVA de ámbito nacional. En el caso de que las actividades eléctricas fueran gravadas con tributos de carácter autonómico o local, cuya cuota se obtuviera mediante reglas no uniformes para el conjunto del territorio nacional, al precio de la electricidad resultante del mercado de ofertas o a tarifa se le podrá incluir un suplemento territorial, que podrá ser diferente en cada comunidad autónoma o entidad local. Con el fin de que exista la mayor transparencia en los precios del suministro de energía eléctrica, se desglosan en la facturación al cliente. Al menos se especifican los importes correspondientes a los costes de diversificación y seguridad de garantía de abastecimiento, los costes permanentes del sistema y los tributos que graven el consumo de electricidad, así como los suplementos territoriales cuando correspondan. 266 ¿Cuáles son los precios de la electricidad como clientes «cualificados»? D esde el 1 de enero de 2003, todos los consumidores eléctricos tienen la calificación de «cualificado», es decir, pueden adquirir la electricidad directamente o 246 acogerse a la Tarifa Integral. En el Real Decreto 1435/2002, de 27 de diciembre, se regulan las condiciones básicas de los contratos de adquisición de energía y de acceso a las redes de baja tensión. Todos los consumidores de electricidad tienen, por tanto, dos opciones para adquirir la electricidad: 1) Acogerse a la Tarifa Integral a través de la empresa distribuidora. 2) Acudir al mercado eléctrico como cliente «cualificado». Como cliente «cualificado» tiene tres opciones para adquirir la energía: a) Comprar a un comercializador, pagando el precio pactado entre las partes en función de las características de su consumo. b) Adquirir energía directamente en el mercado mayorista de producción o a productores de Régimen Especial, abonando, además del precio resultante en este mercado, las tarifas de acceso a la red de transporte y distribución y los costes permanentes y de diversificación del sistema. c) Comprar energía eléctrica mediante contratos físicos bilaterales o importar electricidad de terceros países. En estos supuestos también deberán abonar las tarifas de acceso a redes y los costes permanentes y de diversificación del sistema. ¿Cómo han evolucionado los precios medios de la electricidad en el Mercado Mayorista de producción? D esde su creación en 1998, el Mercado Mayorista de producción eléctrica ha mantenido su línea ascendente en cuanto a volumen de energía negociado, a tenor del crecimiento de la demanda final experimentado en España. Los resultados del funcionamiento de dicho mercado reflejan de un modo consistente el desarrollo que define el marco regulatorio en cuanto a presencia de nuevos agentes compradores y los relativos al proceso acelerado de apertura de nuestro mercado. 267 Así, la energía contratada en el mercado mayorista alcanzó en el año 2001 el volumen de 178.337 GWh, un 4% más que en el año precedente, y en 2002 entraron en el mercado más de 20 nuevos comercializadores y una gran parte de los clientes cualificados que compran directamente su consumo eléctrico. En el año 2001, la contratación de energía con destino a comercializadores, clientes cualificados y agentes externos alcanzó la cifra de 62.362 GWh, frente a los 50 765 GWh en el año 2000, lo que representa un crecimiento del 23% y un porcentaje respecto al volumen total de energía contratada en el mercado mayorista del 35%. Los precios del Mercado Mayorista son, asimismo, un reflejo coherente de un variado conjunto de factores externos a los agentes que actúan en el mismo y a las modificaciones habidas en el marco regulatorio. Cada vez tienen una significación mayor estos precios y, por tanto, aumenta la credibilidad de este mercado. Analizando, por ejemplo, la evolución anual en el año 2001 de los precios medios mensuales en el mercado diario –que se recoge en la Tabla VII.15 adjunta– se pone en evidencia el correcto funcionamiento de éste y la consistente incidencia en dichos precios de un complejo conjunto de circunstancias no vinculadas a las decisiones de los agentes ofertantes, sino de naturaleza aleatoria –hidraulicidad y climatología– o dependientes de factores económicos de gran amplitud –crecimiento de la actividad económica general–. La mencionada evolución de los precios medios mensuales del Mercado Diario muestra un periodo inicial que abarca los cuatro primeros meses del año 2001, en el que dichos precios se situaron en niveles muy bajos, en torno a los 2 cent €/kWh, coincidiendo con unos índices de producible hidráulico muy altos, un nivel de reservas hidráulicas embalsadas que en general no bajaron del 70% de la capacidad total de los embalses y una estructura de la generación en la que la contribución de la energía hidroeléctrica nunca bajó del 30%. A continuación, los precios del Mercado Diario español pasan del mencionado nivel medio de los 2 cent€/kWh en los cuatro primeros meses del año, a un nivel en torno a los 3,6 cent€/kWh entre junio y noviembre, con un mínimo de 2,99 en agosto y un máximo de 4,05 en octubre. La estructura de la generación se modifica también sustancialmente. La contribución de la producción hidráulica cae a un 13% como promedio entre junio y noviembre y la contribución de la generación térmica con fuelóleo y gas natural, indicativa del recurso obligado a medios de generación caros, sube al 17%. Finalmente, el mes de diciembre de 2001 se singulariza como un periodo en el que concurren circunstancias externas a la propia gestión del sistema eléctrico, excepcionalmente adversas. A la extrema sequedad del mes ya comentada, se unieron condiciones climatológicas tan negativas que determinaron la superación en dos ocasiones de la máxima demanda horaria histórica y a unos crecimientos de la demanda respecto al mes de diciembre del año anterior que se estiman en un 10,7%. El precio medio del mercado diario español acusó lógicamente los efectos de estas condiciones extremas, situándose en 4,89 cent€/kWh, un nivel elevado pero que fue amortiguado en su cuantía por los propios mecanismos de mercado en los periodos más adversos. Debe señalarse que las condiciones climatológicas muy desfavorables y las altas demandas también afectaron a otras regiones europeas, con la consiguiente repercusión en los precios de la electricidad. Así, por ejemplo, los precios medios de los «Power Exchange» holandés y alemán se situaron en diciembre de 2001 en niveles similares o superiores al precio medio del Mercado Diario español (4,61 cent€/kWh para APX y 5,91 cent€/kWh para EEX), respondiendo también, de un modo consistente, a las circunstancias externas que, bajo el correcto funcionamiento de los mecanismos de mercado, condicionan de un modo a veces decisivo los niveles de precios. Tabla VII.15 Mercado Mayorista de la electricidad. Precios medios mensuales. Año 2001 (cent €/kWh) Enero Feb. Marzo Abril Mayo Junio Julio Agos. Sept. Oct. Nov. Dic. 2,18 2,04 1,83 2,09 2,74 3,68 3,60 2,99 3,79 4,05 3,65 4,89 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. 247 Otro tema importante para el Mercado Mayorista es la constitución próxima del Mercado Ibérico de la electricidad, aunque la tarea de crear un Mercado Único no es sencilla debido a las diferencias regulatorias entre España y Portugal. En definitiva puede decirse que el Mercado Mayorista español está funcionando de manera satisfactoria y comparable al de otros mercados eléctricos europeos. La creación de un mercado a plazos –elevaría las competencias y simplificaría el acceso de los pequeños consumidores– y el incremento de las interconexiones con Francia fortalecerán de forma importante el funcionamiento de este mercado. 268 Gráfico VII.5 Precios de la electricidad para usos domésticos con tarifa nocturna (cent €/kWh) ¿Cómo son los precios de la electricidad en España comparados con los de los países de la Unión Europea? E s preciso advertir, en primer lugar, que los estudios comparativos de los precios eléctricos internacionales son difíciles de elaborar, ya que deben tenerse en cuenta ciertos parámetros si se quieren obtener resultados con una significación real. Una parte importante de esas dificultades procede de los diversos factores que influyen en la determinación de los precios eléctricos de cada país, entre los que cabe citar los costes reales de producción del kWh, los sistemas tarifarios nacionales o si utilizan todos los descuentos y ventajas contractuales que le permite su respectivo sistema tarifario nacional. La continuada tendencia a la moderación de los precios eléctricos españoles en términos reales, que ha tenido lugar en los últimos años, ha permitido mejorar la situación comparativa con respecto al resto de los países de la Unión Europea. De acuerdo con datos de la Oficina de Estadística de las Comunidades Europeas (EUROSTAT) y de la «Union of Electricity Industry EURELECTRIC» referidos a los 15 países que integran la Unión Europea (UE), la situación comparativa de los precios españoles de la electricidad para usos domésticos a 1 de enero de 2001, de manera resumida, es la siguiente (véase Gráfico VII.5): 248 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. – Para 600 kWh de consumo anual, España ocupa el sexto puesto entre los 13 de los que se dispone información. – Para 1.700 kWh, 3.500 kWh y 7.500 kWh de consumo anual, de los cuales 2.500 kWh utilizando tarifa nocturna, en este último caso, España se sitúa en cuarto lugar. – Para 20.000 kWh de consumo anual, de los cuales 15.000 kWh utilizando tarifa nocturna, siete países aplicaban precios superiores a los españoles. En lo referente a consumos industriales, la situación puede resumirse como sigue: – Para 160.000 kWh de consumo anual y 100 kW de potencia contratada, España presenta el segundo precio más barato, tras Finlandia. – Para 1,25 millones kWh de consumo anual y 500 kW de potencia contratada, y para cua- tro millones kWh de consumo anual y 1.000 kW de potencia contratada, España ocupa el cuarto lugar, tras Finlandia, Grecia y Francia. – Para 16 millones kWh de consumo anual y 4.000 kW de potencia contratada, España ocupa el quinto puesto entre los 11 que han facilitado información. – Finalmente, para 70 millones de kWh de consumo anual y 10.000 kW de potencia contratada, de los diez países que han facilitado información sólo dos presentan unos precios superiores a los españoles, si bien, es significativo que en la mayoría de los casos la diferencia en precio, entre este nivel y el anterior, supera el 20% y en tres de los casos el 30%. (Véase Gráficos VII.6 y VII.7) Gráfico VII.6 Gráfico VII.7 Precios de electricidad para empresas de pequeña, mediana y gran dimensión (cent €/kWh) Precios de electricidad para empresas de elevado consumo y precios de referencia para grandes clientes industriales (cent €/kWh) Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. 249 269 ¿Cuáles son las actividades de diversificación (no eléctricas) e internacionales de las empresas asociadas en UNESA? E n un contexto de descenso de la rentabilidad de las actividades eléctricas nacionales, la aportación de las actividades no eléctricas e internacionales, que hasta ahora parecía indispensable para mantener los resultados de las empresas del sector, ha sufrido un estancamiento, debido básicamente a la situación de inestabilidad de los mercados latinoamericanos. En la cifra de negocios de las empresas, las actividades internacionales y de diversificación han pasado de un porcentaje de participación de un 7% en 1998 a un 37% en el ejercicio 2001. Por lo que se refiere a la aportación de las distintas actividades al resultado neto de explotación (EBIT) del sector, hay que señalar que las inversiones realizadas en actividades internacionales y otras no eléctricas en el ejercicio 2001 reflejan el mismo porcentaje que en 2000, un 31% de participación con respecto al resultado total de las empresas del sector. 2000, 2001 y 2002. Las estadísticas bursátiles nos muestran que los valores eléctricos tienen, en general, un comportamiento menos volátil que la media, por lo que suponen para los inversores un refugio más seguro a la espera de nuevas oportunidades, o bien una inversión a medio plazo hasta que se produzcan mejoras en la tendencia de los mercados de capitales. La capitalización total del sector eléctrico español, a 31 de diciembre de 2001, fue de 40.322 millones de euros. En los Gráficos VII.8 y VII.9 puede observarse la evolución de la cotización sectorial de las sociedades eléctricas (Iberdrola, Endesa, Hidrocantábrico y Unión Fenosa) en comparación con el Ibex 35, y con el índice de Utilities Europeas recogidas por el Financial Times. En cuanto al volumen de contratación de las acciones eléctricas, ha seguido una senda muy alcista, pues de los 453 y 1.463 millones de títulos que se contrataron en 1990 y 1995, respectivamente, se ha pasado a los 2.755 millones en el año 2000 y 2.969 en 2001. Así, es posible entender cómo la inversión en acciones eléctricas puede servir de refugio en tiempos de comportamiento a la baja de los mercados de valores. Gráfico VII.8 270 ¿Cuál es la situación de las acciones de las empresas eléctricas españolas en los mercados de valores? Evolución del precio de la acción de empresas eléctricas españolas (Índice base 100: diciembre 1999) E n los primeros años del siglo XXI, existe un marco de significativa desaceleración económica internacional, especialmente intensa en EE.UU., pero que ha afectado también a los países europeos, entre ellos España. El notable deterioro de las expectativas, agudizado por la inestabilidad en el plano político internacional, ha producido, entre otros hechos, una gran volatilidad en los mercados bursátiles, acompañada de fuertes caídas en la mayoría de los valores. La economía española no ha podido, lógicamente, quedar al margen de esta coyuntura. Por consiguiente, las acciones de las empresas eléctricas asociadas en UNESA han mostrado, en general, un comportamiento defensivo durante los años 250 Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. Gráfico VII.9 Evolución del precio de la acción de empresas eléctricas españolas y su comparación con Utilites Europeas (Índice base 100: diciembre 1999) presas eléctricas españolas, ya que la globalización de los mercados conduce a que continuamente se produzcan cambios en las estructuras de propiedad, motivadas por adquisiciones, fusiones o alianzas que de un día para otro hacen variar la composición del accionariado. Al cierre del ejercicio 2001, puede estimarse que el 32% del volumen total de las acciones del sector se encontraba en manos de personas físicas. El 68% restante de las acciones son propiedad de inversores institucionales que ejercen el dominio sobre las sociedades o se posicionan en los distintos mercados con fines meramente estratégicos. Poco menos de la mitad de estos inversores (28,5%) están domiciliados en el territorio español, mientras que el resto (39,4%) son instituciones con domicilio social fuera de España. ¿Cuántas personas trabajan en el sector eléctrico español? Fuente: Memoria Estadística Eléctrica UNESA. 2001. 271 ¿Quiénes son los accionistas de las empresas eléctricas españolas? L a propiedad de las empresas eléctricas asociadas en UNESA está en manos de cientos de miles de accionistas, que incluyen tanto a las principales entidades financieras españolas y a prestigiosas instituciones internacionales, como a un número elevado de accionistas particulares. Es muy complicado hacer un análisis pormenorizado de la estructura del accionariado de las em- 272 E l número de empleados en las empresas asociadas en UNESA era, para el año 2000, de 29.111 personas que suponen, aproximadamente, el 80% del total de personas que trabajan en este sector. Por actividades están repartidas así: 10.493 en la actividad de generación, 18.102 en transporte y distribución y 516 en comercialización. Además, conviene señalar que el sector eléctrico genera un importante volumen de empleo indirecto como consecuencia de la construcción de sus instalaciones de producción, transporte y distribución de electricidad y de los servicios derivados de su operación y mantenimiento. 251 Capítulo VIII Aspectos regulatorios 273 ¿Por qué la industria eléctrica ha estado siempre regulada? L a energía eléctrica es un elemento básico tanto para el desarrollo de las actividades económicas de un país, como para el bienestar de sus habitantes. Por ello, la electricidad ha tenido siempre un carácter estratégico en todos los países y ha estado regulada por los gobiernos sucesivos. Esta regulación se instrumentaba, fundamentalmente, a través de políticas de planificación de los medios de generación y transporte y del establecimiento de la tarifa eléctrica. Este modelo tradicional contribuyó a la creación, desde los años de la postguerra europea, de estructuras empresariales fuertemente estabilizadas y de actividades verticalmente integradas, abarcando todas las formas de producción, transporte, distribución y suministro de electricidad. En este marco regulatorio, el estado solía dar a una empresa la concesión de un servicio público en régimen de monopolio, con la obligación de dar servicio a todos los peticionarios al menor precio posible. Este modelo estructural de la industria eléctrica de la mayoría de los países comenzó a cambiar en los primeros años de la década de los noventa, cuando se ponen en marcha los procesos de privatización de las empresas públicas y de gradual liberalización en las actividades de generación y comercialización de energía eléctrica. ¿Cómo ha evolucionado el marco regulatorio en España? 274 L a evolución del marco regulatorio en España ha sido muy parecida a la de la mayoría de los países del entorno europeo y, como hemos dicho, seguía las líneas fundamentales del modelo tradicional. Asimismo, la estructura empresarial del sector era reflejo de la evolución histórica que hasta el momento había vivido nuestro sistema. Podía resumirse, a grandes rasgos, esta evolución de la siguiente forma: – En el año 1944 se creó Unidad Eléctrica, S.A. con el objetivo primero de desarrollar una red de transporte que permitiera unir los diversos sistemas eléctricos aislados que habían ido apareciendo en nuestra geografía. Después, en UNESA se coordinaba la explotación del sistema y se hacía la planificación de nuevos medios de producción, siempre bajo el modelo regulatorio tradicional, es decir, dentro de un marco regulatorio con fuerte intervención pública. – La construcción de grandes grupos -sobre todo las centrales nucleares- en los años setenta y 255 – – – – ochenta exigió hacer grandes inversiones que sólo empresas de un determinado tamaño podían afrontar. Este hecho, unido a un entorno económico difícil (altos tipos de interés, costes elevados del petróleo, endeudamiento en divisas con alto riesgo de tipo de cambio, etc.), propició diversos procesos de concentración empresarial. El número de empresas eléctricas asociadas en UNESA en la década de los ochenta y primeros de los noventa era de aproximadamente una decena, unas de titularidad privada y otras de titularidad pública, estando integradas verticalmente todas las actividades del negocio en la mayoría de ellas. En los años ochenta se creó Red Eléctrica de España, de mayoría pública y participada por las empresas, responsable de la explotación unificada del sistema y de la actividad del transporte eléctrico. Por otra parte, la actividad de distribución se consideraba un servicio público y, como tal, era objeto de fuerte intervención por parte de las administraciones públicas. Por último, la complejidad técnica de diversas actividades para llevar a cabo el suministro hacía muy difícil la introducción de un mercado de electricidad liberalizado, como el que se está desarrollando actualmente. El acceso a terceros a la red, la imposibilidad de almacenamiento de la electricidad, el concepto de servicio público, etc., eran barreras para esta introducción. Gracias a los extraordinarios avances que en los últimos tiempos han logrado la informática y las telecomunicaciones, ha sido posible la liberalización en un mercado de millones de clientes con miles de kilómetros de líneas de transporte y distribución y centenares de instalaciones de generación. Las principales características del marco regulador anterior al nuevo modelo liberalizador en desarrollo, se resumen de la siguiente manera: – Remuneración de las distintas actividades según costes estándares reconocidos a las empresas titulares. Este método garantizaba a las empresas determinados niveles de recuperación de los costes fijos, aunque a muy largo 256 plazo, e incentivaba la eficiencia en las inversiones reales frente a los valores estándares como única vía para aumentar la rentabilidad del inmovilizado. – Existencia de unas tarifas únicas fijadas con carácter anual que, como se calculaban en base a costes estándares, garantizaban la recuperación de la inmensa mayoría de los costes dado que se hacían correcciones a final de año para tener en cuenta las desviaciones que los diversos parámetros básicos (IPC, costes de combustibles, tipos de interés, …) habían sufrido respecto las previsiones iniciales. Y estas desviaciones eran tenidas en cuenta en el cálculo de la tarifa del año siguiente. Esta normativa se conoce como Marco Legal Estable. – Planificación centralizada de la nueva capacidad por parte de la Administración. Existencia de Planes Eléctricos dentro de la Planificación Energética Nacional (Planes Energéticos). De esta forma se conseguía asegurar el suministro de un servicio considerado estratégico. – Explotación unificada y despacho centralizado limitado por consideraciones de política energética con reconocimiento de los costes reales de combustible. Existencia de un único agente capacitado –Red Eléctrica de España– para realizar intercambios internacionales de electricidad. Desde el punto de vista de los consumidores, esta regulación presentaba unas posibilidades de gestión muy limitadas. ¿Qué era el Marco Legal Estable? E l Marco Legal Estable (MLE) fue el conjunto de normas que reguló, desde 1988 hasta 1997, la determinación de las tarifas eléctricas españolas. En él se detallaba la metodología que debía aplicarse para el cálculo del precio medio de venta de la energía eléctrica. El MLE estaba basado en la asignación de valores estándares a cada uno de los costes a los que debían hacer frente las empresas eléctricas para efec- 275 tuar el suministro. De manera general, puede decirse que estos costes estándares serían los que, según la Administración, habrían tenido que afrontar dichas empresas si hubieran realizado una gestión razonablemente eficaz de sus recursos. Así, el MLE recogía cuál era el valor estándar de cada una de las instalaciones de producción, transporte y distribución del sector eléctrico. Una vez establecidos estos valores, la Administración se comprometía a garantizar la recuperación total del mismo –actualizado a través del índice de precios y remunerado mediante la aplicación de una tasa de retribución– a lo largo de la vida útil de las instalaciones –25 años en el caso de las centrales termoeléctricas clásicas y nucleares y 65 años en el caso de las hidroeléctricas– merced a un sistema de amortización anual. Como complemento de esta recuperación de costes fijos, cada año se calculaban, asimismo, los costes variables del sector (es decir, los de combustibles, personal, operación y mantenimiento de las instalaciones, etc.). Algunos costes variables y otros parámetros que influían en la determinación de la tarifa (por ejemplo, la estimación de cuál sería la demanda de electricidad o el crecimiento del índice de precios) no podían tener la consideración de estándares. Por ello, el MLE incluía un sistema de corrección de las desviaciones que podían producirse entre las estimaciones iniciales de los costes y parámetros no estándares y los valores reales que finalmente tenían dichos conceptos al término del ejercicio, de manera que los excesos o defectos que hubieran tenido lugar eran compensados en la modificación de las tarifas que se aprobaban en ejercicios posteriores. La suma de los costes fijos y variables que debían ser recuperados cada año, dividida entre la demanda de energía eléctrica estimada para el mismo, daba el precio medio que debía tener el kWh para que las empresas pudieran recuperar sus costes. 276 ¿Qué es el Nuevo Sistema Eléctrico español? E l proceso que se inició, en términos prácticos, el 1 de enero de 1998 –y que empezó a ser diseñado en 1996 con la firma del llamado «Protocolo Eléctrico»– no consiste en una mera transformación del sistema eléctri- co que hasta ahora existía, sino en el establecimiento de unas nuevas reglas para las actividades de producción, transporte, distribución y comercialización de electricidad. En este proceso son más las cosas que cambian del antiguo sistema, que las que permanecen. Por ello, puede afirmarse que el 1 de enero de 1998 se comenzó la implantación y desarrollo de un Nuevo Sistema Eléctrico. Este nuevo sistema se basa, desde el punto de vista legal, en la Ley 54/1997 del Sector Eléctrico de 27 de noviembre de 1997, aprobada por el Parlamento español, y en la numerosa normativa que se está desarrollando. Los elementos del nuevo marco regulador abarcan multitud de aspectos, tales como la nueva metodología para el cálculo de la Tarifa Integral, funcionamiento de un Mercado Mayorista de producción, el tratamiento de la energía procedente de autoproductores, actividades en nuestro sistema de agentes eléctricos extranjeros, Tarifas de Acceso, etc. En el Gráfico VIII.1 puede observarse la complejidad de la normativa necesaria para el establecimiento del nuevo sistema liberalizador. Esta nueva normativa supone una radical transformación del sector eléctrico español, introduciendo la competencia en las actividades de generación y comercialización y dando lugar a un vuelco conceptual respecto a la regulación existente en periodos precedentes. La nueva Ley del Sector Eléctrico no sólo obedece a las tendencias liberalizadoras predominantes, sino que responde a la necesidad de incorporar, transponiéndola en su mayor amplitud, la Directiva 96/92/CE de la Unión Europea sobre «Normas Comunes para el Mercado Interior de la Electricidad». La exposición de motivos de la nueva Ley ya deja claros sus propósitos de fondo y, si su fin básico responde a objetivos tradicionales –garantía de suministro y calidad de éste al menor coste posible–, la ley se asienta en el convencimiento de que el logro de tales objetivos «no requiere de más intervención estatal que la que la propia regulación específica supone», sin considerar necesario que el Estado se reserve para sí el ejercicio de ninguna de las actividades que desarrolla el sector eléctrico. La industria eléctrica de los países de la Unión Europea, entre ellos España, deberán tener en cuenta además la normativa generada a nivel internacional o mundial, en otras materias como es, por ejemplo, la 257 Gráfico VIII.1 Normativa del Nuevo Sistema Eléctrico Ley 54/1997 del Sector Eléctrico Ley 50/1998: Modificaciones: Art. 33 Ley 54/97 - D.ªT.ª 6.ª Ley 54/97 Ley 9/2001: Modificaciones: D.ªT.ª 6.ª Ley 54/97 - Art. Ley 46/98 Introd. Euro Ley 66/1997 Impuesto sobre la electricidad R.D. Ley 6/2001 de Medidas Urgentes de la competencia en Mercados de Bienes y Servicios R.D. Ley 6/1999 de Medidas Urgentes de Liberalización e incremento de la competencia R.D. 2018/1997 Puntos de Medida R.D. 2020/1997 Régimen Ayudas Minería R.D. 2019/1997 Mercado de Producción O.M. 12/04/99 ITC R.D. Ley 2/2001 por el que se modifica la D.T.6.ª de la Ley 54/97 del Sector Eléctrico R.D. 2018/1998 Régimen Especial R.D. 2819/1998 Transporte y Distribución R.D. 437/1998 Adaptación P.G.C. R.D. 2017/1997 Liquidaciones O.M. 29/12/97 Desarrollo R.D. 2019/97 Orden 19/10/00 Normas present. Inf. Contable O.M. 22/02/99 Inf. Contable Trimestral O.M. 14/07/98 Agentes Externos Orden 28/03/01 Desarr. D.F. 1.ª R.D. 437/1998 Orden 21/11/00 Precedencia reperc. déficit O.M. 17/12/98 Garantía de Potencia Resol. 31/5/01 Model. Contrato Tipo y Factura Inst. solares fotovoltaicas R.D. 277/2000 Separ. Jurídica de Actividades R.D. 1464/1999 1.ª parte Ciclo Comb. Nuclear R.D. 1663/2000 Conexión Inst. Fotovoltaicas Orden 14/06/99 Retribución de la Distribución Orden 10/03/00 Modif. ITC Resol. 11/5/01 Tratam. datos consumo inf. 750 MWh/año Resol. 30/7/98 Procedimientos de Operación Resol. 24/6/99 Procedimientos Carácter Técnico Resolución 5/4/01 Modif. Reglas Mercado Prorroga Cont. Adhesión Circular 5/1998 Procedimiento Operación p.o. 4 Fuente: UNESA. 2001. 258 Resol. 10/3/00 Procedimiento P.O. - 7.4 Resolución 10/5/01 Complementa Resol. 5/4/01 Circular 1/1998 Cuentas Abiertas R.D. 1955/2000 Transp. Distr. Comerc. R.D. 1164/2001 Tarifas de Acceso R.D. 1483/2001 Tarifa eléctrica 2002 R.D. 1232/2001 Proced. Autoriz. Art. 34 6/2000 O.M. 30/05/01 Proced. Desarrollo Real Transporte O.M. 25/4/01 Prima 2000 Carbón Autóctono O.M. 10/10/01 Plan Financ. Extr. CTC Elcogás Resol. 15/1/99 Moratoria Nuclear O.M. 26/11/01 Prima 2001 Carbón Autóctono Circular 3/1998 Obtención de Información Circular 4/1998 Inf. Contable y Eco-Fin Resol. 26/12/01 Conversión Euros Circular 1/1999 Cta. abierta CTC Circular 2/1999 Información OMEL ¿Cuáles son los referentes principales del Nuevo Sistema Eléctrico español? del medio ambiente, que limita las emisiones de gases de efecto invernadero que figura en el Protocolo de Kioto. 277 ¿En qué consistió el Protocolo eléctrico? L a Administración y las empresas eléctricas españolas firmaron en diciembre de 1996 el documento denominado Protocolo para el Establecimiento de una Nueva Regulación del Sistema Eléctrico Nacional. Este Protocolo incluía un paquete de medidas de liberalización y competencia que constituyó una referencia muy importante para el establecimiento de la Ley del Sector Eléctrico. 278 ¿Cuáles son los principios básicos del Nuevo Sistema Eléctrico? E l Nuevo Sistema Eléctrico español se basa en la implantación de criterios de liberalización y competencia, de manera compatible con la conservación del medio ambiente y la seguridad del suministro eléctrico, al que se define como «esencial para el funcionamiento de nuestra sociedad». El desarrollo práctico de las medidas contenidas en la Ley del Sector Eléctrico supone pasar de un sistema eléctrico fuertemente intervenido por los poderes públicos, a un sistema en el que las actividades eléctricas se realizan sobre la base de criterios de mercado, sin otras limitaciones fundamentales que las que imponen determinados factores técnicos, económicos y materiales al transporte y la distribución de electricidad. El objetivo principal que se formula con la implantación del nuevo sistema eléctrico es incrementar la calidad del servicio y la competitividad de los precios de la electricidad. Su planteamiento básico es que las medidas de liberalización y la competencia, unidas a la capacidad de gestión de las empresas eléctricas, permitirán conseguir tal objetivo. 279 E l Nuevo Sistema Eléctrico tiene como referentes principales, a nivel nacional, la Ley de Ordenación del Sistema Eléctrico Nacional (LOSEN) de diciembre de 1994, el Protocolo para el Establecimiento de una Nueva Regulación del Sistema Eléctrico Nacional de diciembre de 1996, y la Ley 54/1997 del Sector Eléctrico de noviembre de 1997. En el ámbito de la Unión Europea hay numerosas iniciativas desreguladoras pero, fundamentalmente, deben citarse la Directiva 90/547/CEE relativa al Tránsito de Electricidad por las grandes redes de 1990 y, sobre todo, la Directiva 96/92/CE sobre Normas Comunes para el Desarrollo del Mercado Interior de la Electricidad, aprobada por el Consejo de Ministros de la Unión Europea del 19 de diciembre de 1996. Asimismo, se han tenido en cuenta los numerosos procesos de liberalización eléctrica realizados en un amplio número de países europeos. La Ley del Sector Eléctrico que da lugar al establecimiento del nuevo sistema no es un hecho aislado en el ámbito nacional ni de la Unión Europea. Desde hacía ya varios años, un conjunto amplio de países desarrollados de diferentes zonas del mundo pusieron también en marcha procesos de reestructuración de sus respectivos sistemas eléctricos siguiendo criterios de liberalización y competencia. Entre los países que están desarrollando este tipo de procesos, se hallan Noruega, Nueva Zelanda, Argentina, varios estados de EE.UU., Canadá y Australia, algunos países del Este de Europa, etc. ¿Qué es el Mercado Interior de la Electricidad? 280 S in existir propiamente una política energética comunitaria, por tratarse este tema de forma marginal en el Tratado de Roma, puede afirmarse que el desarrollo de la política energética comunitaria se basa en la mejora del medio ambiente y en la creación de un mercado único europeo en materia energética, de forma que mediante la introducción de la competencia y la liberalización de las distintas actividades encuadradas en el ámbito de la energía, se produzca una reduc- 259 ción de los precios energéticos. De la misma forma, existe otra línea de actuación dentro de la política energética de la UE dirigida a conseguir una mejora del uso de la energía mediante la búsqueda del ahorro y la eficiencia energética. Pero no es hasta 1990, con la publicación de la Directiva 90/547/CEE relativa al tránsito de electricidad por las grandes redes, y, sobre todo, hasta 1996, con la Directiva 96/92/CE sobre normas comunes para el Mercado Interior de la Electricidad, cuando se produce una equiparación en el tratamiento de la energía eléctrica con cualquier otra mercancía o servicio en la consecución de ese objetivo fundacional de la Unión Europea. En el año 1990, con la publicación de la Directiva 90/547/CEE, relativa al tránsito de electricidad por las grandes redes, y, sobre todo, hasta 1996, con la Directiva 96/92/CE sobre normas comunes para el Mercado Interior de la Electricidad, cuando se produce una equiparación en el tratamiento de la energía eléctrica con cualquier otra mercancía o servicio en la consecución de ese objetivo fundacional de la Unión Europea. La consagración en la Directiva de Tránsitos (1990) del principio de acceso y utilización de las redes europeas por agentes compradores y vendedores de energía eléctrica, ajenos a la propiedad de éstas, significó el final de un derecho exclusivo para sus titulares y la consideración de la red como soporte físico de transacciones comerciales, cualquiera que sea el origen y destino de la energía implicada. La Directiva de Normas Comunes (1996) profundiza en estos aspectos, precisa el papel de los operadores o gestores de las redes de transporte de cada sistema e introduce conceptos decisivos, como la separación contable de los negocios que integran las actividades de las empresas eléctricas (generación, transporte y distribución) y la exigencia a los estados miembros de que adopten «las medidas necesarias para garantizar una apertura de sus mercados de electricidad». Los principios de regulación de esta Directiva son los siguientes: – Libertad de establecimiento y construcción de líneas. En orden a permitir el establecimiento libre de nuevos grupos de generación, la Directiva ofrece a la elección de los estados 260 – – – – dos posibilidades: autorización reglada o concurso, mediante licitación (arts. 5.o y 6.o). Libertad de acceso a las redes. El contenido de esta libertad se manifiesta, de una parte, en el derecho de los sujetos o empresas de acceder –mediante el pago del correspondiente precio– a la red propiedad de un tercero; y, de otra, en la correspondiente obligación del titular de la red de ceder el paso, salvo casos especiales o excepcionales debidamente motivados, al eventual peticionario. El ATR no agota este principio básico del modelo de apertura eléctrica a la competencia, ya que la autoridad comunitaria permite a los estados que organicen las fórmulas de acceso tanto a través del citado ATR (que puede ser negociado o regulado), como mediante el reconocimiento de un sistema de Comprador Único. Gestión independiente de la red. La Directiva subraya que la red de transmisión debe contar con un gestor independiente de las empresas que actúan por ella, pero permite, en aplicación del principio de subsidiariedad, que los estados decidan las formas de implementación –responsable del nombramiento, plazo del mandato, etc.– de esta exigencia. Libertad de importación y exportación. Separación de las actividades eléctricas, a fin de evitar subvenciones cruzadas. Los plazos de apertura, definidos en la propia Directiva, determinan actuaciones de transposición de la misma a las legislaciones de los estados miembros por las que los derechos de libre suscripción de contratos de suministro en todo el ámbito de la Unión son otorgados gradualmente a un número creciente de consumidores. En el Libro Verde, aprobado en noviembre del año 2000, sobre estrategia europea para la seguridad de abastecimiento energético, se considera que el establecimiento del Mercado Interior de la Energía en la UE es un componente fundamental para la seguridad del suministro energético. El funcionamiento de este enorme mercado de electricidad y gas deberá tener progresos significativos a corto plazo, dado el grado de convergencia que a este respecto tienen el Consejo Europeo, el Parlamento Europeo y la Comisión. En la práctica se ha conseguido que en el año 2002 los 2/3 de la demanda de electricidad y casi el 80% de la demanda de gas estén abiertos a la competencia a escala comunitaria, y los precios han bajado de forma notable, especialmente los de la electricidad. Los impulsos dados últimamente a este proceso por parte de la Comisión y el Parlamento Europeo, y sobre todo por el Consejo Europeo de Barcelona en el año 2002 (reforzamiento, entre otras medidas, de las interconexiones), hará que a nivel de comunidad, quede abierto totalmente el mercado para los clientes empresariales en 2004, y en breve plazo se adopte un plazo claro para la apertura total del mercado. Los órganos rectores de la UE consideran que la apertura del mercado y la protección del servicio público son objetivos complementarios, dado que la competencia mejora la calidad del servicio, tal y como se ha podido comprobar en el sector de las Telecomunicaciones, y se está viendo hoy día igualmente con carácter general en los mercados de la electricidad y del gas. Respecto al fomento de las interconexiones internacionales, como ya se ha indicado, es una de las actuaciones comunitarias prioritarias para acelerar la creación del Mercado Interior de la Electricidad. En el Gráfico VIII.2 se recoge la interconexión actual de los diversos sistemas eléctricos existentes en Europa. ¿Qué es el Mercado Ibérico de la Electricidad? 281 U n aspecto reseñable es la promoción de un Mercado Ibérico de Electricidad y, seguramente más adelante, para el gas. El logro de tal mercado no está exento de dificultades, dadas las desigualdades entre los procesos de liberalización llevados en ambos países. El acuerdo firmado en noviembre de 2001 por los ministros responsables de la energía de España y Portugal tiene como objetivo la entrada en funcionamiento, a partir del 1 de enero de 2003, de un mercado eléctrico conjunto, entre los dos países, basado en los principios de competencia, transparencia, objetividad y eficiencia. Entre los compromisos recogidos en el documento, cabe mencionar: – La creación de un Operador del Mercado Ibérico. – La coordinación de ambos países en el seno de la UE a fin de promover el desarrollo de las redes transeuropeas. – Favorecer el desarrollo de las interconexiones eléctricas entre España y Portugal. – Promover que los operadores del sistema coordinen la planificación y la expansión de las Gráfico VIII.2 Sistemas eléctricos interconectados Fuente: IBERDROLA. 261 redes de transporte mediante el intercambio regular y fluido de información. Este mercado abastecerá en su momento a una población de unos 50 millones de habitantes, con 27 millones de clientes, un consumo eléctrico de unos 250.000 GWh, una capacidad instalada de unos 66.000 MW y una punta de demanda de unos 42.000 MW. Deberán tenerse en cuenta las diferencias existentes entre ambos sistemas, como son las estructuras del mix de generación (la hidráulica en Portugal es mayor), el nivel de liberalización alcanzado o el grado de concentración empresarial, diferencias en el marco de la situación regulatoria, etc. Un punto fundamental será también la ampliación de interconexión entre ambos sistemas, que está recogida en el Gráfico VIII.3. Ya se saben las dificultades de todo tipo que conlleva el desarrollo de estas infraestructuras. Por ello, parece que los plazos de tiempo previstos en el acuerdo deberán ser ampliados dada la complejidad de este tema. ¿Cuáles son las características fundamentales del Nuevo Sistema Eléctrico español? L as características fundamentales del proceso de liberalización y competencia en el que se basa el Nuevo Sistema Eléctrico español pueden resumirse del siguiente modo: – Se sustituye el concepto de servicio público por la expresa «garantía de suministro eléctrico a todos los consumidores» dentro del territorio español. – La explotación unificada del sistema eléctrico nacional deja también de ser un servicio público de titularidad estatal, siendo ejercido por una empresa –Red Eléctrica de España– que deberá perder la actual mayoría pública en su accionariado en un plazo determinado. – La tradicional planificación estatal de las centrales eléctricas desaparece, siendo sustituida Gráfico VIII.3 Interconexión Portugal-España. Previsión de desarrollo Fuente: REE (año 2002). 262 282 – – – – – por la libertad de instalación sometida solamente a autorizaciones administrativas. No obstante, el gobierno puede establecer una planificación indicativa en este área. Tan sólo el desarrollo y refuerzo de la red de transporte quedan sujetos a la planificación del Estado y condicionados por las exigencias de la planificación urbanística y de ordenación del territorio. Se establece el principio de la separación jurídica entre «actividades reguladas» –transporte y distribución– y «no reguladas» –generación y comercialización–. El funcionamiento de las centrales generadoras deja de estar sometido a una gestión económica conjunta del sistema bajo el principio de su optimización teórica. En su lugar, la utilización de tales centrales pasa a basarse en las decisiones de sus titulares, en el marco de un Mercado Mayorista organizado de producción eléctrica. Consecuentemente con ello, la retribución de las actividades de generación deja de hacerse en función de los valores estándares de los costes reconocidos de dichas actividades, pasando a asentarse en los resultados del mercado mayorista. Se establece el principio del Derecho de Acceso a Terceros a las redes de transporte y distribución, que pasan a considerarse monopolio natural en razón de la eficiencia económica que representa la existencia de una red única, «que se pone a disposición de los diferentes sujetos del sistema eléctrico y de los consumidores». La retribución económica de estas actividades seguirá siendo fijada administrativamente. La comercialización se identifica plenamente como actividad singularizada en la nueva ley, con arreglo a los principios de libertad de contratación y de elección de suministrador por el cliente, pero sometida a criterios de gradualidad en su implantación. El plazo previsto en principio para que tal libertad llegue a todos los clientes se fijó en diez años; sin embargo, este plazo ha sido acortado posteriormente por el gobierno. Libertad de comprar o vender electricidad a empresas y consumidores de otros países miembros de la Unión Europea. ¿Existe actualmente libertad de construcción para las nuevas centrales eléctricas? 283 S í, totalmente. Anteriormente, las únicas centrales eléctricas de dimensión significativa que se podían instalar en España eran las que estaban contempladas en los Planes Energéticos Nacionales (PEN) vigentes en cada momento. El PEN era un documento elaborado por el gobierno y aprobado por el Parlamento, en el que se concretaban los objetivos de la política energética española y las medidas necesarias para conseguirlos. En el caso del sector eléctrico, solía ser extremadamente detallado en cuanto a las centrales que había que construir, potencia, ubicación, tipo de energía primaria que tenían que utilizar, año de entrada en servicio, etc. En el Nuevo Sistema Eléctrico, cualquier empresa puede instalar nuevas centrales eléctricas, del tipo, potencia y localización que considere más convenientes, sin otras condiciones que las que la legislación española establece, de manera general, para la puesta en marcha de cualquier otra instalación industrial. Estas condiciones se refieren, entre otras cuestiones, a la eficiencia y seguridad de la instalación; su adecuación a los criterios de protección del medio ambiente; la idoneidad de su ubicación; y la suficiente capacidad legal, técnica y económica de la empresa solicitante. ¿Cómo funciona el nuevo Mercado Mayorista de Producción? 284 E n el anterior sistema eléctrico, el funcionamiento diario de las centrales eléctricas era determinado por Red Eléctrica de España (REE), de acuerdo con los criterios de política energética elaborados por el Ministerio de Industria y Energía, y sobre la base de la optimización de los costes de explotación del sistema eléctrico, definida a través de valores estándares. Ninguna central podía enviar electricidad a la red si no estaba incluida en la programación de REE. 263 En el nuevo sistema, y desde el 1 de enero de 1998, el funcionamiento de las instalaciones de producción de electricidad es el resultado de la «casación» de las ofertas y demandas de energía eléctrica que se lleva a cabo diariamente en el mercado de producción. En él, como se describe a continuación, las empresas productoras comunican cada día libremente las condiciones de cantidad y precio a las que están dispuestas a vender la electricidad de sus instalaciones en cada una de las 24 horas del día siguiente. La selección del funcionamiento de estas instalaciones se lleva a cabo teniendo en cuenta los precios ofertados para cada periodo horario, hasta cubrir la demanda existente en el mismo. Este mercado de producción es una pieza básica del nuevo esquema regulador español y los principios de su funcionamiento se desarrollan en el Real Decreto 2019/1997 de 26 de diciembre. El nuevo mercado de producción de electricidad está compuesto por lo que podríamos denominar tres «submercados»: el mercado diario, el mercado intradiario y el mercado de servicios complementarios, y está complementado por un sistema de contrataciones bilaterales que se formalizan libremente entre clientes cualificados, agentes productores y comercializadores. Además, deben tenerse en cuenta todos las posibles restricciones técnicas de la Red de Transporte. (Véase Gráfico VIII.4) Gráfico VIII.4 Esquema general del Mercado de Electricidad Gráfico VIII.5 Secuencia diaria del Mercado de Producción Fuente: OMEL. Los tres mercados funcionan con los mismos criterios: seleccionar para cada hora la entrada en funcionamiento de las unidades dando siempre prioridad, sucesivamente, a las ofertas más baratas hasta cubrir las necesidades del mercado; y retribuir la energía o los servicios seleccionados en cada sesión horaria de acuerdo con el coste marginal de la última unidad cuyo funcionamiento haya sido necesario para cubrir la demanda. El esquema operativo de funcionamiento de este Mercado de Producción está reflejado en el Gráfico VIII.5. ¿Qué es el Mercado Diario? E Fuente: OMEL. 264 ste mercado recoge las transacciones de compraventa de energía correspondientes a la producción y suministro del día siguiente de cada sesión de contratación. La mecánica del Mercado Diario consiste en la presentación de ofertas de venta de energía por los agentes productores y por agentes externos autorizados y ofertas de adquisición de energía por los agentes distribuidores, comercializadores consumidores cualificados y productores con centrales de bombeo para este fin. Las ofertas lo son para cada una de las 24 horas del día. Una vez recibidas las ofertas en los plazos y forma estipulados, se procede a realizar la ca- 285 sación, partiendo de la oferta de venta más barata, hasta igualar la demanda. El resultado de la casación define un precio marginal para cada hora, que es el correspondiente a la oferta de venta de energía eléctrica realizada por la última unidad de producción cuya aceptación haya sido necesaria para atender la demanda. (Véase Gráfico VIII.6) Una vez efectuadas las «casaciones» de ofertas y demandas en el Mercado Diario y tenidos en cuenta los contratos físicos bilaterales y los intercambios internacionales de electricidad, el Operador del Mercado define el programa diario base de funcionamiento de las unidades de producción y lo comunica al Operador del Sistema. Este sistema de ofertas competitivas es un importante incentivo para reducir el precio de la electricidad, ya que los generadores tratarán de ofrecer su energía al precio más bajo que les sea posible a fin de asegurarse que sus centrales sean seleccionadas para funcionar. La gestión del Mercado Diario –así como la del Intradiario– es realizada por el Operador del Mercado, entidad encargada de recibir las ofertas, efectuar la casación, publicar sus resultados y efectuar las liquidaciones, tanto del Mercado Diario como del Intradiario y del de Servicios Complementarios. Estas funciones son realizadas por una empresa privada –Compañía Operadora del Mercado Interior de Electricidad Español (OMEL)– cuya distribución accionarial está sometida a severas restricciones que evitan cualquier indicio de posición de dominio entre los agentes. 286 ¿Cómo se tienen en cuenta las restricciones técnicas debidas a la red de transporte en el Mercado de Producción? E l Operador del Sistema recibe del OMEL el programa diario base del día siguiente. Si existen restricciones en la red de transporte que hacen imposible llevar a cabo algunas de las «casaciones» de ofertas y demandas inicialmente definidas en esta programación, el Operador del Sistema efectúa las modificaciones que sean imprescindibles, retirando de la programación las Gráfico VIII.6 Mercado diario: Curvas de Oferta y Demanda Fuente: OMEL. unidades necesarias y sustituyéndolas por otras que permitan superar dichas restricciones de manera adecuada y compatible con los criterios de funcionamiento del mercado. Se llega así al programa diario viable provisional. Las unidades de generación que entran en funcionamiento como consecuencia de restricciones técnicas reciben por la energía entregada no el precio marginal resultante del proceso de «casaciones», sino el precio al que ellas mismas han ofrecido su energía para ese periodo horario. ¿En qué consiste el Mercado de Servicios Complementarios? 287 L os Servicios Complementarios son servicios de la operativa del sistema, necesarios para que el suministro eléctrico tenga lugar en condiciones de seguridad, fiabilidad y calidad adecuadas. Para su gestión, la Ley 54/1997 creó una nueva figura, el Operador del Sistema, que sustituye al Gestor de la Explotación Unificada, vigente en la anterior etapa regulatoria. Sus funciones las ejerce, como en dicha etapa, Red Eléctrica de España (REE), empresa que obligatoriamente quedó sometida a un proceso de transformación accionarial para eliminar la participación del Estado y evitar posiciones dominantes de los agentes 265 del sistema, mediante el establecimiento de rigurosas restricciones a su participación accionarial. En la etapa actual, el Operador del Sistema recibe del Operador del Mercado el programa diario de generación resultante de la casación del Mercado Diario. A partir del programa diario viable, el Operador del Sistema tiene la responsabilidad de que el suministro eléctrico –o las entregas a las redes de distribución– se produzca en las condiciones de seguridad, continuidad y calidad mencionadas. Para ello debe gestionar la Regulación Primaria, la Regulación Secundaria (Control de Frecuencia), la Regulación Terciaria (Control de Tensión) y la Reposición de Servicios. Algunos de ellos son considerados como obligatorios y deben ser prestados inexcusablemente en todo momento por las instalaciones que operan en el mercado. La Ley 54/1997 define que, en la medida de lo posible, estos servicios deberán ser prestados utilizando mecanismos del mercado. Existen mercados establecidos para la prestación de la Regulación Secundaria, mediante la cual se efectúa el control de la frecuencia del sistema, y de la Regulación Terciaria, asignando el Operador del Sistema las necesidades de una y otra reserva a los distintos ofertantes mediante subastas reguladas. Sin embargo, la Regulación Primaria se considera en la actualidad un servicio de prestación obligatorio. Además de estos servicios básicos, el Operador del Sistema gestiona la resolución de restricciones técnicas en el sistema –que determina ciertas modificaciones del programa de generación casado– mediante un mecanismo de ofertas y asignación según precios. (Ver pregunta 284) En definitiva, sobre la base de los ajustes que puedan ser necesarios por restricciones técnicas y de los resultados del mercado de servicios complementarios, el Operador del Sistema elabora el programa diario viable definitivo. 288 ¿Qué es el Mercado Intradiario? P uede ocurrir que, una vez establecido el programa viable provisional, los agentes que operan en el mercado diario tengan necesidad de efectuar algunos ajustes en sus ofertas o demandas. 266 Se pondrá en marcha, a tal fin, el denominado Mercado Intradiario, que se abrirá para cada una de las sesiones horarias establecidas y funcionará básicamente con los mismos criterios del Mercado Diario. Actualmente hay seis sesiones del Mercado Intradiario cada día. Podrán participar en este Mercado Intradiario, para efectuar ofertas de venta, todos los agentes que están autorizados para operar en el Mercado Diario; y, para realizar ofertas de compra, los agentes que ya hubieran participado en la sesión horaria en la que haya que efectuar ajustes. Una vez definidas las «casaciones» de ofertas y demandas del mercado intradiario, éstas serán agregadas al programa diario viable y se determinará así la programación horaria final de funcionamiento del sistema. ¿Cómo se forma cada día el precio final de la electricidad en el Mercado de Producción? E l precio diario de la electricidad que paga el comprador y obtiene el vendedor por las transacciones de energía efectuadas en el mercado de producción está integrado por los siguientes elementos: – El precio resultante de las «casaciones» de ofertas y demandas en el Mercado Diario. – El precio resultante de las «casaciones» de ofertas y demandas que tienen lugar en el Mercado Intradiario. – El precio resultante de los ajustes que hayan sido necesarios por restricciones técnicas en la red de transporte. – El precio resultante del Mercado de Servicios Complementarios. – El coste de la Garantía de Potencia. Este coste tiene como objetivo asegurar un nivel suficiente de garantía de potencia en el sistema. Se reconoce a las instalaciones de producción el derecho a recibir una retribución por la garantía de potencia que prestan al sistema, es decir, por el hecho de que su presencia en el sistema garantiza la posibilidad de atender adecuadamente en todo momen- 289 Gráfico VIII.7 El precio de la electricidad lada sea igual o inferior a 50 MW y superior a 1 MW; los autoproductores, por lo que se refiere a la energía excedentaria que deseen entregar al sistema; y los llamados agentes externos, es decir, los agentes de sistemas eléctricos extranjeros que tomen o entreguen energía eléctrica al sistema español. ¿Quiénes pueden realizar ofertas de compra en el Mercado de Producción? 291 L Fuente: OMEL. to los máximos niveles de demanda previstos y anticiparse a la evolución que ésta vaya a registrar. Esta retribución depende, fundamentalmente, de la potencia de la instalación, de su nivel probado de disponibilidad, de su tecnología y de las necesidades de potencia a largo plazo del sistema. – Recargos e Impuestos (moratoria nuclear, IVA e Impuesto especial de la electricidad). Un esquema de esta composición del precio final de la electricidad en el Mercado de Producción se recoge en el Gráfico VIII.7. 290 ¿Quiénes pueden ofertar energía en el Mercado de Producción? D e manera obligatoria, tienen que presentar ofertas de venta de energía eléctrica en el mercado de producción los Titulares de unidades de producción de más de 50 MW de potencia y, en cualquier caso, las empresas eléctricas que estaban anteriormente acogidas al sistema de precios eléctricos conocido como Marco Legal Estable. De forma voluntaria, pueden hacerlo los Titulares de unidades de producción cuya potencia insta- as empresas generadoras, las distribuidoras, las comercializadoras y, desde el 1 de enero de 2003, todos los consumidores de electricidad pueden realizar demandas al mercado, es decir, ofertas de compra de electricidad. Estas ofertas de compra de energía han de indicar la cantidad de electricidad que se desea adquirir y el periodo horario en el que se quiere efectuar la transacción. Y, desde principios del mes de abril de 1998, pueden, asimismo, incluir el precio máximo al que se está dispuesto a comprar la energía demandada. En tal caso, no obstante, si en el proceso de funcionamiento del mercado diario que antes se ha descrito la oferta no resulta casada, el suministro no se lleva a efecto. Una vez formulada la oferta de compra de energía, ésta adquiere categoría de compromiso firme de suministro en cuanto que ha transcurrido el plazo fijado para la admisión de ofertas. ¿Qué son los contratos bilaterales físicos? 292 T ambién son posibles contratos bilaterales físicos entre los consumidores, por un lado, y generadores de electricidad o agentes externos, por otro; es decir, contratos de suministro que se establecen por mutuo acuerdo de ambas partes y que no necesitan pasar por el sistema de ofertas competitivas del mercado diario de producción. Estos contratos han de tener una duración mínima de un año y han de ser comunicados al Operador del Mercado a fin de ser tenidos en cuenta en la elaboración de los programas diarios de funcionamiento de las instalaciones de producción. 267 Las unidades de producción afectadas por ellos quedan eximidas de la necesidad de presentar ofertas en el Mercado Diario mientras dure el contrato y por la cantidad de energía comprometida en él. Tabla VIII.1 Niveles de consumo y calendario para apertura del mercado eléctrico Consumo anual mínimo (GWh) 293 ¿Qué son los contratos financieros? L a nueva legislación permite la firma de «contratos financieros» entre los consumidores de electricidad y determinados agentes. Estos contratos tratan de responder al deseo que puedan tener algunos de estos consumidores de evitar los efectos de las oscilaciones de precios que se registren en el mercado diario de producción; o de eludir la posibilidad de que sus ofertas de compra de energía no resulten casadas en dicho mercado. Uno de los ejemplos de este tipo de contratos es el denominado «contrato por diferencias». En él, el consumidor acuerda libremente con el generador un precio determinado. Al final, el suministro se liquida al sistema por el precio que realmente haya establecido el mercado; y la diferencia existente entre el precio real del mercado y el precio acordado por agente y consumidor se distribuye entre éstos en la forma que previamente hayan acordado. 294 U 15 5 3 2 1 >1 kV – Apertura de mercado (%) 564 1.926 3.254 4.706 8.274 65.000 23.000.000 27 33 37 39 42 54 100 Fuente: UNESA. En los primeros años del nuevo sistema, la posibilidad de elección de suministrador estaba reservada a los «clientes cualificados» que sobrepasen un determinado umbral de consumo anual medido por instalación o por punto de suministro. Después, a partir del 1 de enero de 2003, todos los consumidores pueden elegir el suministrador que deseen. Los plazos habidos para poder elegir suministrador están recogidos en la Tabla VIII.1. Por tanto, desde el 1 de enero de 2003, todos los consumidores pueden elegir suministrador. Cabe subrayar que estos plazos para el ejercicio del derecho a elegir suministrador del sistema eléctrico español han sido más cortos y han afectado a un volumen mayor de mercado que los fijados por la Directiva sobre Normas Comunes para el Mercado Interior de la Electricidad de la Unión Europea. ¿Qué libertad tienen los consumidores para elegir su suministrador de electricidad? no de los principios básicos del Nuevo Sistema Eléctrico es el reconocimiento del derecho de los consumidores a elegir el suministrador que les parezca más conveniente y acordar con éste el precio y demás condiciones de contratación del servicio. Al igual que en la mayoría de los países que han decidido reconocer este mismo derecho a sus consumidores de electricidad, su aplicación práctica se ha realizado, por razones técnicas y económicas, de manera progresiva. 268 1 enero 1998 1 enero 1999 1 abril 1999 1 julio 1999 1 octubre 1999 1 julio 2000 1 enero 2003 Nº Consumidores cualificados ¿Quién podía ser cliente cualificado? E n el nuevo sistema, recibían la denominación de «consumidores cualificados» o «consumidores elegibles» los clientes que en cada momento tenían reconocida la capacidad para elegir suministrador y decidían ejercerla. El resto seguía adquiriendo la electricidad sobre la base de las tarifas aprobadas por la Administración, hasta que la extensión del derecho de elección les permitía acceder al sistema de contratación libre. 295 296 ¿Qué es la libertad de acceso a las redes de transporte y distribución de electricidad? H ay dos actividades eléctricas en las cuales la introducción de medidas de liberalización y competencia se halla fuertemente limitada por razones físicas y técnicas: la de transporte y la de distribución de electricidad. Es evidente que una multiplicación de redes de transporte y distribución en una misma zona conduciría a una incorrecta asignación de recursos, a una ilógica multiplicación de los costes de inversión, operación y mantenimiento de estas instalaciones y, por tanto, a un encarecimiento irracional del suministro de electricidad. No obstante, existe una vía para hacer posible la liberalización del suministro sin caer en un innecesario encarecimiento de los costes de suministro: mantener la existencia de redes únicas de transporte y distribución en cada territorio, pero reconociendo al mismo tiempo el derecho de todos los agentes del sistema a tener libre acceso a las mismas, es decir, a poder utilizarlas a cambio de un peaje razonable y que no sea discriminatorio para ninguno de ellos. El libre acceso a las redes de transporte y distribución es la alternativa que han elegido todos los países que han liberalizado su sistema eléctrico, entre ellos España, para hacer compatible la implantación de criterios de libre mercado con las limitaciones físicas y técnicas propias del transporte y la distribución de energía eléctrica. En consecuencia, todos los agentes que operan en el Nuevo Sistema Eléctrico español pueden acceder libremente a las redes de transporte y distribución mediante el pago de un peaje establecido por la Administración. 297 ¿La actividad de comercialización de la electricidad está totalmente liberalizada? tratación del servicio eléctrico a los consumidores que pueden elegir suministrador. La comercialización está considerada en la Ley del Sector Eléctrico como una actividad con naturaleza propia, al igual que la generación, el transporte y la distribución; ésta debe ser desarrollada de forma liberalizada. En particular, no se podrá realizar en régimen de monopolio ni dará lugar al disfrute de derechos exclusivos. No obstante, la Ley prohíbe expresamente que un agente que efectúa en el sistema actividades reguladas (es decir, transporte o distribución) pueda realizar también actividades no reguladas, es decir, las actividades que se realizan en régimen de competencia (generación o comercialización). Unas y otras han de ser ejecutadas por empresas jurídicamente diferentes. Sí permite, en cambio, que una empresa que realiza actividades reguladas y otra que lleva a cabo actividades no reguladas pertenezcan a un mismo holding empresarial; y también que una misma empresa lleve a cabo las dos actividades no reguladas, es decir, generación y comercialización. La liberalización de la actividad de comercialización permitirá la creación de un nuevo tipo de empresas, las comercializadoras, dedicadas exclusivamente al suministro de electricidad a través de la contratación con los consumidores. Las comercializadoras no necesitarán disponer de redes propias para entregar la electricidad, ya que se ocuparán fundamentalmente de las relaciones contractuales, en términos económicos y legales, con los clientes que pueden elegir suministrador: contratación de las condiciones del suministro, facturación, cobro, otros servicios, etc. Además, las empresas comercializadoras fomentarán el uso racional de la energía y pondrán en práctica los planes de gestión de la demanda que apruebe en el futuro la Administración. Asimismo, podrán exigir a sus clientes que sus instalaciones cumplan condiciones técnicas y de uso adecuadas, a fin de que su utilización no perjudique la calidad del servicio que se suministra a otros consumidores. U na de las bases principales del Nuevo Sistema Eléctrico es la liberalización de la actividad de comercialización, es decir, de todo lo relacionado con la con- 269 298 ¿Existe libertad para comprar o vender electricidad a agentes de otros países de la Unión Europea? H asta ahora, todos los intercambios internacionales de electricidad eran realizados por Red Eléctrica de España. Ningún otro agente del sistema adquiría electricidad directamente de otro país o la vendía a consumidores extranjeros. En el Nuevo Sistema Eléctrico, todos los productores, distribuidores, comercializadoras y consumidores en general están autorizados para adquirir electricidad directamente en cualquier país comunitario. La Administración española sólo podrá negar la autorización correspondiente si el país comunitario en cuestión no reconoce a sus respectivos agentes eléctricos la misma capacidad de contratación. Además, los productores y comercializadores españoles podrán vender directamente electricidad a los demás países comunitarios, a no ser que dichas operaciones supongan un riesgo para el abastecimiento nacional. En el nuevo sistema, reciben el apelativo de agentes externos los agentes de sistemas eléctricos extranjeros que toman o entregan electricidad del sistema español. Aparte de este tipo de transacciones internacionales de electricidad, seguirán existiendo intercambios internacionales a corto plazo destinados a mantener o incrementar la seguridad en el suministro, los cuales serán gestionados por el Operador del Sistema. Además, los contratos de intercambios internacionales de electricidad suscritos por Red Eléctrica de España (REE) que estaban en vigor en el momento en el que empezó a aplicarse la nueva legislación eléctrica serán respetados hasta el término de la duración que estaba inicialmente acordada en ellos. 299 ¿Cuántos tipos de precios de la electricidad hay en el Nuevo Sistema Eléctrico? E n el nuevo sistema coexisten dos tipos de precios: los que se establecen libremente en el Mercado de Producción y los fijados por el Gobierno a través de ta- 270 rifas reguladas. Así, los consumidores pueden pagar la energía al precio libremente pactado con su comercializador, o el derivado del sistema de ofertas competitivas del Mercado de Producción, al que se añade una Tarifa de Acceso al mercado establecida por la Administración. Asimismo, pueden pagar el suministro a la empresa distribuidora de acuerdo con tarifas reguladas fijadas por la Administración del Estado. El incremento de competidores en el mercado de producción y el adecuado juego de la competencia en el seno del mismo deben presionar en favor del establecimiento de precios más competitivos. ¿Cuáles son las opciones de compra de electricidad que tienen los consumidores? L os consumidores españoles han visto aumentada su capacidad de elección y en la actualidad tienen las tres alternativas siguientes: a) Acudir directamente al sistema de ofertas competitivas del Mercado de Producción para comprar su energía, es decir, que formulen ofertas de adquisición de energía para cada periodo horario; pagarán un precio basado en los conceptos siguientes: – La cifra que resulte de aplicar, a las cantidades de energía que el consumidor desea adquirir en cada periodo horario -más las pérdidas de transporte y distribución, que se calculan de manera estándar-, el precio resultante del mercado de producción. – Una Tarifa de Acceso fijada por el Gobierno, que cubre: • El coste del uso de las redes de transporte. • El coste del uso de las redes de distribución. • Los denominados Costes Permanentes del sistema. • Los denominados Costes de Diversificación y Seguridad del abastecimiento. Además, es posible que haya consumidores que, para evitar los efectos de las oscilaciones de precios que pueden darse en el Mercado de Producción o eludir la posibilidad 300 ¿Qué son los Costes Permanentes del sistema de precios de la electricidad? de que sus ofertas de compra de energía no resulten casadas, deseen suscribir «contratos financieros», como se ha señalado en el apartado correspondiente a estos contratos. b) Contratar el suministro de electricidad a través de un comercializador y acordar con éste libremente el precio del servicio. c) Adquirir la electricidad de la empresa distribuidora en su área, con precios regulados en base de la Tarifa Integral vigente. d ) Adquirir la energía de una empresa productora a través de los contratos físicos bilaterales, es decir, contratos establecidos directamente entre el productor y el consumidor, sin necesidad de pasar por el sistema de ofertas del mercado de producción. En tal caso, el consumidor habrá de pagar: E n los dos tipos de precios de la electricidad se han mencionado dos clases de costes que habrán de ser necesariamente cubiertos por todos los consumidores eléctricos: los «Costes Permanentes» del funcionamiento del sistema y los «Costes de Diversificación y Seguridad de abastecimiento». Los Costes Permanentes del funcionamiento del sistema son los siguientes: – Los costes que, por el suministro de electricidad en Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla, puedan ser integrados en el sistema. Estos costes se justifican por el hecho de que los sistemas insulares y extrapeninsulares no están conectados actualmente con la red eléctrica peninsular, por lo que el establecimiento en ellos de condiciones de competencia se encuentra, de momento, objetivamente limitado. – Los costes de mantenimiento de las actividades del Operador del Mercado. – Los costes de mantenimiento de las actividades del Operador del Sistema. – Los costes de mantenimiento de las actividades de la Comisión Nacional de Energía (CNE). – Los Costes de Transición a la Competencia (CTCs). – El precio de la energía libremente acordado entre ambas partes. – Los costes por Servicios Complementarios y Garantía de potencia. – La Tarifa de Acceso al mercado. 301 ¿Cómo se forma el precio de la electricidad adquirida a Tarifa regulada? L os consumidores que opten por adquirir su energía a la empresa distribuidora, lo harán de acuerdo con las tarifas reguladas por la Administración. Estas tarifas son, para cada tipo de consumo, las mismas en todo el territorio nacional y cubren los siguientes conceptos: – El Coste de Producción de la energía eléctrica, que se determinará en función del precio medio previsto del kWh en el mercado de producción. – Los accesos y peajes por transporte de energía eléctrica. – Los accesos y peajes por distribución de energía eléctrica. – Los Costes de Comercialización. – Los Costes Permanentes del sistema. – Los Costes de Diversificación y Seguridad de abastecimiento. 302 ¿Qué son los Costes de Diversificación y Seguridad en el abastecimiento? 303 L os Costes de Diversificación y Seguridad de abastecimiento, al igual que los Costes Permanentes, deberán ser pagados por todos los consumidores eléctricos. Son los siguientes: – Las primas a la producción en Régimen Especial para promover el desarrollo de la generación de electricidad mediante sistemas de cogeneración y de aprovechamiento de energías renovables. 271 – Los costes asociados a la moratoria nuclear. – Los costes derivados de la financiación del segundo ciclo del combustible nuclear. – Los costes del stock estratégico del combustible nuclear. 304 ¿Cuáles son las razones que justifican los Costes de Transición a la Competencia (CTCs)? E ntre los costes permanentes que han de pagar todos los consumidores eléctricos se hallan los denominados «Costes de Transición a la Competencia» (CTCs). Los CTCs son costes que aparecen, o pueden aparecer, cuando un sistema eléctrico regulado cambia a un régimen de competencia, o cuando coexisten en él diversas empresas eléctricas con regulaciones diferentes. Las empresas eléctricas españolas han pasado de un sistema de intervención administrativa, en el marco del cual se acometieron grandes inversiones que fueron programadas mediante planificación centralizada y cuya recuperación –según el Marco Legal Estable basado en valores estándares– estaba garantizada por el propio sistema, a uno basado en el precio del mercado, en el que no tiene por qué estar necesariamente garantizada la recuperación íntegra de esas inversiones a través del libre juego de dicho mercado. Además, pueden existir otros compromisos regulatorios cuya recuperación completa tampoco quede asegurada por el nuevo sistema, como es la obligación de adquirir energía eléctrica de autogeneradores a un precio primado; o la de aceptar determinados contratos de compra de energía o de combustibles autóctonos, como el carbón nacional, etc. También pueden existir costes derivados de determinadas decisiones regulatorias, cuya recuperación fue diferida en el tiempo para atenuar su impacto en las tarifas eléctricas; o los originados por razones sociales, medioambientales, de gestión de la demanda, segunda parte del ciclo del combustible nuclear, etc. En suma, los CTCs aparecen porque se cambian las reglas del juego. Así, la Directiva de la UE relativa a las Normas Comunes para el Mercado Interior de la electricidad reconoce, en su artículo 24, apartado 1, la necesidad de recuperar los CTCs. 272 En cuanto a la legislación española, la Disposición Transitoria Sexta de la Ley del Sector Eléctrico 54/1997, y el Decreto 2017 de 26 de diciembre de 1997 que la desarrolla, reconocen la existencia de unos costes derivados del «tránsito de un sistema de retribución regulado, a otro en el que el funcionamiento de la generación eléctrica está organizado bajo el principio de libre competencia». En consecuencia, reconoce a las empresas eléctricas el derecho a percibir una retribución en concepto de CTCs; y calcula esta retribución como la diferencia existente entre los ingresos medios que hubieran obtenido a través de la tarifa eléctrica del anterior sistema intervenido –reducidos en un 32,5%, como contribución de dichas empresas a la implantación del nuevo sistema– y lo que se estima que obtendrán a través del modelo de retribución establecido en la nueva Ley. El periodo de recuperación de estos costes se halla detallado en la Memoria Económica anexa a la Ley del Sector Eléctrico. La Ley señala también que estos CTCs habrán de ser cubiertos por todos los consumidores. Además, la Ley del Sector Eléctrico señala que, si el coste medio anual de generación resulta ser superior a las 3,61 cent.€/kWh, el exceso se deducirá del valor de los CTCs; y fija para la recuperación de esa retribución un plazo de diez años, a partir de la entrada en vigor de dicha Ley. ¿Hay que pagar también impuestos por la compra de electricidad? S í. Además de pagar por todos los conceptos definidos en cada tipo de tarifa, todos los consumidores están sujetos a pagar los impuestos o tasas que la Administración Central decida aplicar al consumo eléctrico, como es el impuesto recientemente establecido sobre el consumo destinado a obtener fondos para la reconversión de la minería del carbón nacional. Para contribuir a la transparencia de los precios eléctricos, en el recibo que se entrega a los consumidores que pagan el suministro a través de tarifas eléctricas reguladas, están claramente reflejados y desglosados los importes correspondientes a todos estos conceptos de impuestos o tasas. 305 306 ¿Cuáles son los agentes principales que actúan en el Nuevo Sistema Eléctrico? E n el nuevo sistema, el número de empresas y entidades que juegan un papel relevante en el desarrollo del sistema es más numeroso que en el pasado. Esto es debido a diversos factores como son: la creación de nuevos órganos de gestión y regulación del sistema; la liberalización de los intercambios internacionales de electricidad; la separación entre las actividades de transporte y distribución de las de generación o comercialización, etc. De manera esquemática, las empresas y entidades que van a actuar en el Nuevo Sistema Eléctrico son, fundamentalmente, los siguientes: – Los agentes productores de energía eléctrica, tanto los que formaban ya parte del sistema eléctrico, como los nuevos que se implanten en el marco de libertad de nuevas instalaciones de producción. Su función es generar energía eléctrica para entregarla al Mercado de Producción, y por tanto, deberán construir, operar y mantener las instalaciones necesarias para ello. – Los agentes autoproductores. Se trata de empresas de otras ramas de la industria que poseen unidades de producción para cubrir, fundamentalmente, sus propias necesidades energéticas. Deben estar autorizadas para entregar al sistema la energía excedentaria que generen con dichas unidades. Para ser considerados como tales, han de autoconsumir al menos el 30% de la energía que producen si sus instalaciones tienen menos de 25 MW; y el 50% si tienen una potencia igual o superior a 25 MW. – Los agentes productores acogidos al denominado Régimen Especial. Son titulares de instalaciones de potencia no superior a 50 MW que generan electricidad a partir de sistemas de cogeneración, energías renovables, residuos, etc. y que tienen una consideración específica. La energía procedente de estas instalaciones está excluida de las reglas de competencia del mercado de producción: ha de – – – – – – – ser integrada obligatoriamente en el sistema, sin necesidad de pasar por el sistema de ofertas competitivas de dicho mercado y, en la mayoría de los casos, retribuida a través de un precio primado para fomentar su desarrollo. Los denominados agentes externos, es decir, sujetos de sistemas eléctricos extranjeros que venden o compran electricidad del sistema eléctrico español, en el marco de la liberalización de los intercambios internacionales de energía eléctrica. Las empresas distribuidoras. Empresas cuya función es distribuir energía eléctrica; desarrollar, operar y mantener las instalaciones necesarias para tal fin; y vender electricidad a los consumidores sujetos a tarifa regulada o a otras empresas distribuidoras. Las empresas comercializadoras. Empresas encargadas de vender energía eléctrica a los consumidores o a otros agentes del sistema (generadoras, distribuidoras y otras empresas comercializadoras). Los consumidores cualificados. Clientes finales que han tenido en cada momento reconocida la capacidad de elegir suministrador en función de su volumen anual de consumo, medido por instalación o por punto de suministro. A partir del 1 de enero de 2003, todos los consumidores de electricidad tienen esta capacidad. Los consumidores sujetos a tarifa regulada. Consumidores que optan por elegir a la empresa distribuidora de su área, y pagan en base a las tarifas establecidas públicamente por la Administración. Los órganos de gestión: el Operador del Mercado Eléctrico (OMEL) y el Operador del Sistema. Organismos encargados de la gestión de su funcionamiento económico y técnico, respectivamente. Empresa gestora de la red de transporte, Red Eléctrica de España. Está encargada de la extensión, operación y mantenimiento de las líneas, transformadores, etc. de tensión igual o superior a 220 kV, así como de las interconexiones internacionales y de las que puedan establecerse en el futuro con los sistemas nacionales insulares y extrapeninsulares. 273 Gráfico VIII.8 Esquema de transacciones en el Mercado de Electricidad Fuente: OMEL. Nota: También pueden realizar contratos bilaterales los agentes productores con agentes externos compradores, y los agentes externos vendoreres con los consumidores, así como agentes externos vendedores y compradores entre sí. – Órganos de regulación del sistema. Fundamentalmente, la Administración General del Estado, a través del Ministerio responsable en materia energética, y la Comisión Nacional de Energía (CNE). Además, las comunidades autónomas tienen una participación en el desarrollo y funcionamiento del sistema mayor que la que tenían anteriormente. Un esquema del flujo de transacciones que son posibles entre los agentes del Mercado de Electricidad viene reflejado en el Gráfico VIII.8. 307 ¿Cómo funciona el Operador del Mercado (OMEL)? E l Operador del Mercado (OMEL) gestiona la «casación» de las ofertas y las demandas en el mercado de producción de electricidad. En primer lugar, OMEL recibe las ofertas de venta de energía que formulan, para cada hora del día siguiente, los productores de electricidad que operan en el sistema y las demandas de energía 274 de los agentes autorizados para hacerlas y los consumidores en general. Una vez recibidas estas informaciones, OMEL selecciona para cada hora la entrada en funcionamiento de las unidades de generación, empezando por las que han comunicado las ofertas de energía más baratas, hasta cubrir la totalidad de la demanda. A partir de estas «casaciones», y teniendo en cuenta los contratos físicos bilaterales suscritos entre agentes cualificados y los intercambios internacionales de electricidad, elabora el «programa diario base» de funcionamiento del sistema, que ha de comunicar a continuación al Operador del Sistema y a los agentes que operan en el mercado. Asimismo, el Operador del Mercado determina los precios finales resultantes para cada periodo horario en el mercado de producción e informa a los agentes de las liquidaciones de cobros y pagos que, como consecuencia de dichos precios, tienen que hacerse entre ellos. Además, ha de poner a disposición de los agentes del sistema toda la información relativa a las ofertas y demandas casadas y no casadas en cada sesión horaria; y publicar en los medios de difusión nacional toda la información de carácter público sobre el mercado que sea de interés general. Para supervisar el funcionamiento de la gestión económica del mercado, existirá un Comité de Agentes del Mercado. Sus funciones primordiales serán comprobar los procesos de «casación» y liquidación del mercado de producción, asesorar al OMEL y proponer medidas regulatorias que puedan redundar en un mejor funcionamiento del mismo. El Comité de Agentes del Mercado está integrado por 18 miembros que representan a los diversos agentes que operan en el sistema (productores, distribuidores, comercializadores, generadores en régimen especial, autoproductores y consumidores cualificados), al Operador del Mercado y al Operador del Sistema. El OMEL es una sociedad mercantil en la que, a fin de garantizar su neutralidad e independencia, ningún accionista puede poseer más de un 10% del capital social; además, la suma de las participaciones directas o indirectas de los sujetos que llevan a cabo actividades eléctricas no pueden superar el 40% del mismo. 308 ¿Cómo funciona el Operador del Sistema? E l Operador del Sistema está encargado de garantizar una correcta coordinación del sistema de producción y transporte de electricidad, a fin de asegurar la calidad y la seguridad en el suministro de energía. Las funciones del Operador del Sistema han sido encomendadas por la Ley 54/1997 a Red Eléctrica de España (REE), a la que encarga, asimismo, de las funciones de Operador de la Red, es decir, de la gestión de la red de transporte de electricidad. El Operador del Sistema elabora el funcionamiento diario de las instalaciones de producción de electricidad a partir del «programa diario base» elaborado por el operador del mercado. Para ello, ha de tener en cuenta las restricciones técnicas existentes en la red de transporte, o las derivadas de decisiones de política energética nacional, que pueden obligar a efectuar modificaciones en las «casaciones» entre ofertas y demandas de energía, así como los resultados del Mercado de Servicios Complementarios. Sobre la base de todo ello, elabora el «programa diario viable provisional» del funcionamiento del sistema. Asimismo, gestiona los programas de intercambios internacionales de electricidad, a corto plazo, con otros países que son necesarios para mantener o incrementar la seguridad y calidad del suministro. Tiene también que informar de la capacidad de transporte e interconexión del sistema eléctrico, así como de las necesidades de interconexión con otras redes eléctricas; analizar todas las nuevas solicitudes de conexión a la red y limitar el acceso a ésta cuando no se disponga de capacidad suficiente o existan riesgos para la seguridad del suministro; y establecer, en coordinación con los agentes del sistema, planes de maniobra para garantizar la reposición del servicio en caso de interrupciones. Como puede deducirse fácilmente, el Operador del Mercado y el Operador del Sistema han de funcionar con un elevado grado de coordinación. Esto es de especial importancia para hacer frente adecuadamente a situaciones excepcionales que puedan tener lugar en las redes de transporte o en el sistema de generación. ¿Continúa garantizada la seguridad del suministro de electricidad en el Nuevo Sistema Eléctrico? 309 L a Ley del Sector Eléctrico señala que «todos los consumidores tendrán derecho al suministro de energía eléctrica en el territorio nacional, en las condiciones de calidad y seguridad que reglamentariamente se establezcan por el Gobierno, con la colaboración de las comunidades autónomas». El nuevo sistema se basa en el funcionamiento de un mercado liberalizado y competitivo, en el que los poderes públicos no van a actuar directamente, pero sobre el cual van a ejercer una supervisión, a través de entidades y mecanismos claramente definidos, destinada a garantizar el adecuado funcionamiento de las reglas de dicho mercado. Así, por ejemplo, la Ley autoriza al Gobierno para que adopte las medidas necesarias para garantizar el suministro eléctrico en caso de riesgo grave para el mismo, como podrían ser situaciones de falta de disponibilidad de una o varias fuentes de energía, o circunstancias excepcionales en las que pueda estar en peligro la integridad física de personas o instalaciones. Otras medidas especiales que puede aplicar el Gobierno son, por ejemplo, el establecimiento de limitaciones o modificaciones en el funcionamiento del Mercado de Producción; la supresión temporal de los derechos de autoproductores y generadores acogidos al Régimen Especial de producción; la suspensión temporal del libre acceso de terceros a las redes de transporte y distribución, y la limitación del uso de determinadas fuentes energéticas por parte de los generadores (o, por el contrario, la obligación de éstos de utilizar determinadas fuentes). En suma, el Nuevo Sistema Eléctrico ha dado lugar a un mercado liberalizado y competitivo en el cual los poderes públicos van a ejercer una supervisión compatible con los criterios de mercado. Esta supervisión podría, en casos excepcionales, llegar a la suspensión temporal de algunos de los fundamentos del sistema si ello fuera necesario para garantizar el derecho de los consumidores a recibir el suministro en condiciones adecuadas de calidad y seguridad. 275 310 ¿Qué función tiene la Administración General del Estado en la regulación del Nuevo Sistema Eléctrico? Ley del Sector Eléctrico encomienda a la Comisión, entre otras, las funciones siguientes: – Actuar de árbitro en los conflictos que puedan surgir entre los agentes del sistema, siempre y cuando las partes así lo decidan voluntariamente. – Velar para que las actividades energéticas se lleven a cabo en régimen de libre competencia. – Inspeccionar las condiciones técnicas en las que se encuentran las instalaciones energéticas. – Participar en la elaboración de normas o proyectos, informar sobre cualquier aspecto relacionado con el funcionamiento del nuevo sistema, hacer propuestas para mejorarlo e iniciar o informar expedientes sancionadores. D esde el punto de vista ejecutivo, la responsabilidad máxima en materia de regulación del sistema eléctrico la ejerce la Administración General del Estado, a través del ministerio competente en materia energética, a quien la nueva legislación define como el «Órgano Regulador Principal» del sistema. Algunas de las responsabilidades más importantes que la Ley del Sector Eléctrico le encomienda son: – Establecer la regulación básica de las actividades eléctricas. – Regular la organización y funcionamiento del Mercado de Producción de electricidad y los mercados que puedan derivarse de él. – Autorizar las instalaciones eléctricas cuando su aprovechamiento afecte a más de una comunidad autónoma. – Fijar las tarifas eléctricas y los peajes por el uso de las redes, y regular la estructura de los precios eléctricos. – Establecer los requisitos mínimos de calidad y seguridad del suministro. 311 ¿Cuál es la función de la Comisión Nacional de Energía (CNE)? L a Comisión Nacional de Energía (CNE) es un organismo adscrito a la Administración General del Estado, que tiene como objetivo «velar por la competencia efectiva en el sistema y por su objetividad y transparencia, en beneficio de todos los sujetos que operan en él y de los consumidores». La primera de las funciones que la Ley asigna a la CNE es la de actuar como órgano consultivo de la Administración en materia energética. Asimismo, la 276 Para asesorar a la CNE e informar acerca de sus actuaciones, existe un Consejo Consultivo. Éste está formado por representantes de la Administración Central, de las comunidades autónomas, de las empresas energéticas, del Operador del Mercado, del Operador del Sistema, de los consumidores y de agentes implicados en la conservación del medio ambiente. Está prevista la existencia de una Comisión Permanente más reducida para facilitar los trabajos de este Consejo. ¿Qué función tienen las comunidades autónomas en el Nuevo Sistema Eléctrico? E l Nuevo Sistema Eléctrico español reconoce y concede competencias significativas a las comunidades autónomas. Entre ellas, se encuentra el desarrollo reglamentario de la nueva Ley en el ámbito de competencia de cada comunidad, la inspección de las instalaciones eléctricas cuando su funcionamiento no afecte a otra comunidad autónoma, etc. También tienen un elevado nivel de participación en la promoción de la producción con instalaciones de cogeneración y energías renovables, y en la elaboración de planes de ahorro y eficiencia energética en su ámbito territorial. 312 313 ¿Cómo se están adaptando las empresas de UNESA a la implantación del Nuevo Sistema Eléctrico? L as empresas eléctricas de UNESA promocionaron, desde el principio, la introducción del nuevo modelo de liberalización del sector eléctrico en España, mediante la firma del Protocolo Eléctrico en 1996. Este nuevo sistema supone un cambio estructural muy importante, determinado por la desregulación y apertura de los mercados, la innovación tecnológica y la penetración de nuevas formas de energía primaria. Las empresas eléctricas están realizando un esfuerzo enorme para conseguir una mejora de la eficiencia de sus estrategias. Éste ha hecho posible que la misión que tienen encomendada por la Ley del Sector Eléctrico de suministrar el kWh en todo el territorio nacional y con una calidad adecuada se esté cumpliendo de forma satisfactoria. Para asegurar el suministro de electricidad con la calidad de servicio apropiada es necesario que las señales económicas enviadas al sistema sean las adecuadas en todo momento. Aunque, en un mercado liberalizado, los incentivos a la inversión deben venir determinados por las expectativas de rentabilidad ofrecidas por el propio mercado, el hecho de que una parte sustancial de las actividades eléctricas estará siempre sujeta a la regulación supone que las tarifas eléctricas seguirán jugando un papel esencial en las decisiones de inversión de las sociedades. Por lo tanto, el marco regulatorio que se establezca deberá ser claro, previsible y estable para que ofrezca confianza a los agentes económicos en la toma de decisiones empresariales. El ámbito comunitario está ampliando la escala geográfica de los mercados, teniendo en cuenta que el establecimiento del Mercado Interior de la energía no está exento de grandes dificultades, básicamente derivadas de la necesaria homogeneización de los sistemas energéticos en los países de la Unión Europea (elegibilidad de los consumidores, requerimiento de servicio público, grado de segregación de las actividades, etc.) y de las reglas del mercado, ya que éstas son aún bastante dispares. En definitiva, la posición de las empresas eléctricas de UNESA es clara, tanto en el marco español como en el contexto internacional: apoyar las acciones encaminadas a asegurar el suministro eléctrico futuro en base a fuentes diversificadas, en un mercado liberalizado y con un marco regulatorio que permita atraer la realización de nuevas inversiones. Es importante, por ello, que las Administraciones Públicas promuevan acciones para agilizar los trámites administrativos necesarios para el desarrollo de nuevas infraestructuras energéticas, ganándose la aceptación social a través de información abundante, transparente y objetiva. 277 Índices Índice de preguntas CAPITULO I. Sector energético. 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. 25. 26. 27. 28. 29. 30. ¿Qué es la energía?...................................................................................................................................... ¿Qué son las fuentes de energía?............................................................................................................... ¿Cómo se clasifican las fuentes de energía? .............................................................................................. ¿Cómo se mide la energía? ......................................................................................................................... ¿Cómo se mide la potencia? ....................................................................................................................... ¿Existe relación entre el consumo de energía y el bienestar económico de un país? ........................... ¿Cómo se mide la relación entre el bienestar económico y el consumo de energía? ........................... ¿Cuáles son las principales fuentes de energía primaria?......................................................................... ¿Pueden competir entre sí las fuentes energéticas? .................................................................................. ¿Cómo ha evolucionado el consumo mundial de energía primaria?....................................................... ¿Cómo afectó la crisis energética de los años setenta a las economías occidentales?........................... ¿Cuáles son las reservas mundiales de carbón? ........................................................................................ ¿Cuáles son las reservas mundiales de petróleo?...................................................................................... ¿Cuáles son las reservas mundiales de gas natural? ................................................................................. ¿Cuáles son las reservas de uranio en el mundo? .................................................................................... ¿Cuáles son los recursos hidroeléctricos y los de otras energías renovables en el mundo? ................. ¿Hay escasez de energía en el mundo? ..................................................................................................... ¿Cuál es el consumo de energía primaria en España?.............................................................................. ¿Cuál es la producción de energía primaria en España? .......................................................................... ¿Cuál es la dependencia energética de España? ....................................................................................... ¿Cómo es la dependencia energética en España con relación a los países de la Unión Europea?...... ¿Cuáles son las reservas de carbón en España?........................................................................................ ¿Cuáles son las reservas de petróleo en España? ..................................................................................... ¿Cuáles son las reservas de gas natural en España? ................................................................................. ¿Cuáles son las reservas de uranio en España?......................................................................................... ¿Cuáles son los recursos hidroeléctricos en España?................................................................................ ¿Cuáles son los recursos de energías renovables en España?.................................................................. ¿Cuál es la previsión del consumo de energía primaria en España hasta el año 2011? ........................ ¿Cómo se definía la política energética en España? ................................................................................. ¿Cómo se define actualmente la política energética en España? ............................................................. 9 9 9 10 11 11 11 12 13 13 14 15 17 18 20 20 21 23 24 25 26 26 27 27 27 28 28 30 31 32 CAPITULO II. Sector eléctrico. Aspectos generales. 31. 32. 33. 34. 35. ¿Cúando se inició en España la producción de energía eléctrica para suministro a los consumidores? ¿Cuándo se inició en España el transporte de electricidad a larga distancia? ........................................ ¿Cuántas centrales eléctricas hay en España y cuál es su distribución por comunidades autónomas? ¿A partir de qué fuentes energéticas se produce la electricidad en España? ......................................... ¿Cuál es la potencia del parque generador en España? ........................................................................... 37 37 37 38 38 281 36. 37. 38. 39. 40. 41. 42. 43. 44. 45. 46. 47. 48. 49. 50. 51. 52. 53. 54. 55. 56. 57. 58. 59. 60. 61. 62. 63. 64. 65. 66. 67. 68. 69. 70. 71. 72. ¿Cómo ha evolucionado la potencia del parque generador en España? ................................................ ¿Cuáles son las principales centrales eléctricas de España? ..................................................................... ¿Cómo se distribuye la potencia eléctrica por comunidades autónomas? .............................................. ¿Cuál es la producción de energía eléctrica de España? .......................................................................... ¿Cómo ha evolucionado la producción de energía eléctrica en España? ............................................... ¿Cómo se distribuye la estructura de la producción de electricidad por comunidades autónomas?.... ¿Qué paralelismo existe entre producción y consumo de electricidad? ................................................. ¿Cuál es la relación entre actividad económica y demanda de electricidad? ......................................... ¿Cuánta energía eléctrica se consume en España?.................................................................................... ¿Cómo ha evolucionado el consumo de electricidad en España? ........................................................... ¿Cómo ha evolucionado el consumo eléctrico por niveles de tensión en España?............................... ¿Cuántos consumidores de energía eléctrica hay en España?.................................................................. ¿Cuál es la potencia contratada por los consumidores españoles de electricidad?................................ ¿Cuál es el consumo de electricidad por habitante en España y en la Unión Europea?....................... ¿Cuál es la distribución del consumo de electricidad por actividades económicas?.............................. ¿Cómo se distribuye el consumo eléctrico por comunidades autónomas? ............................................. ¿Continuará creciendo el consumo de energía eléctrica en España en los próximos años?................. ¿Se hallan interconectados todos los centros de producción y consumo de energía eléctrica en España? ................................................................................................................................................................ ¿Qué es la red eléctrica? ............................................................................................................................. ¿Cómo ha evolucionado la red de transporte de alta tensión en España? ............................................. ¿Realiza España intercambios de electricidad con otros países?.............................................................. ¿Cuál es la garantía de suministro del sector eléctrico español? ............................................................. ¿Cómo es la calidad de servicio en el sector eléctrico español? ............................................................. ¿Cuáles son las previsiones de generación del sistema eléctrico español?............................................. ¿Cómo se planificaba el sector eléctrico español anteriormente al nuevo modelo liberalizador? ........ ¿Qué actividades desarrolla el sector eléctrico español en las áreas de normalización y certificación de materiales y servicios eléctricos?........................................................................................................... ¿Qué actividades realiza el sector eléctrico español en el área de la prevención de riesgos laborales? ¿Tiene el sector eléctrico español tradición en el área de la investigación?........................................... ¿Qué era el Programa de Investigación y Desarrollo Tecnológico Electrotécnico (PIE)? ...................... ¿Cuáles han sido los proyectos más significativos desarrollados en el marco del PIE?......................... ¿Cuáles son los principales proyectos de I+D desarrollados actualmente por el sector eléctrico español? ............................................................................................................................................................... ¿Qué hacen las empresas eléctricas en el área del uso eficiente de la electricidad?............................. ¿Cuántas empresas eléctricas existen en España? ..................................................................................... ¿Qué es la Asociación Española de la Industria Eléctrica (UNESA)?....................................................... ¿Con qué organismos españoles está relacionado el sector eléctrico?.................................................... ¿Qué es la Unión de la Industria Eléctrica-EURELECTRIC?...................................................................... ¿En qué organismos internacionales está presente el sector eléctrico español?..................................... 39 41 41 41 42 44 44 44 45 46 47 47 48 48 48 49 50 50 51 52 54 55 56 58 59 59 60 61 62 62 63 64 65 65 66 67 67 CAPITULO III. Centrales hidroeléctricas. 73. 74. 75. 76. 77. 78. 282 ¿Qué características presenta el agua como fuente de energía? .............................................................. ¿Qué es una central hidroeléctrica? ........................................................................................................... ¿Cómo funciona una central hidroeléctrica convencional? ...................................................................... ¿Qué es una central de bombeo?............................................................................................................... ¿Cómo funciona una central de bombeo? ................................................................................................. ¿Qué es una minicentral hidroeléctrica? .................................................................................................... 73 74 75 76 76 77 79. ¿Cuáles son las principales ventajas de la producción hidroeléctrica?.................................................... 80. ¿Qué características presenta la energía hidroeléctrica con relación a otras tecnologías de generación? ............................................................................................................................................................. 81. ¿Qué suponen los embalses respecto a la disponibilidad del recurso «agua»? ....................................... 82. ¿Qué influencia tienen las centrales hidroeléctricas sobre el medio ambiente?..................................... 83. ¿Cuándo se comenzó a aprovechar la energía hidroeléctrica?................................................................. 84. ¿Cuándo se inició la construcción de centrales hidroeléctricas en España? ........................................... 85. ¿Cómo ha evolucionado el sistema hidroeléctrico español? .................................................................... 86. ¿Cuál es la situación actual de la producción hidroeléctrica en España? ............................................... 87. ¿Cuáles son las características hidroeléctricas de las cuencas hidrográficas españolas? ........................ 88. ¿Cómo es la distribución por comunidades autónomas de las centrales hidroeléctricas españolas?.... 89. ¿Cuáles son las principales centrales hidroeléctricas españolas? ............................................................. 90. ¿Cuántas centrales de bombeo hay en España?........................................................................................ 91. ¿Cómo ha sido el desarrollo de las minicentrales hidráulicas en España?.............................................. 92. ¿Cuántos embalses hidroeléctricos hay en España?.................................................................................. 93. ¿Cuál es la distribución geográfica de los embalses españoles?.............................................................. 94. ¿Cuáles son los embalses hidroeléctricos españoles de mayor capacidad? ............................................ 95. ¿Cuáles son los embalses hidroeléctricos españoles con mayor altura de sus presas?.......................... 96. ¿Cuál ha sido el régimen de explotación de los embalses hidroeléctricos españoles?.......................... 97. ¿Cuáles son las características de la pluviosidad en España?................................................................... 98. ¿Cuál es la pluviosidad en las distintas cuencas hidrográficas españolas? ............................................. 99. ¿Cómo afectan al sistema eléctrico español los periodos de sequía?...................................................... 100. ¿Cuál es el nivel de desarrollo del sistema hidroeléctrico español?........................................................ 101. ¿Cómo ha sido el desarrollo hidroeléctrico de España en el contexto internacional?........................... 102. ¿Cómo ha sido el desarrollo de las minicentrales en España en el contexto internacional? ................ 103. ¿Cuál es el marco administrativo del desarrollo hidroeléctrico en España?............................................ 104. ¿Qué es la Ley de Aguas? ........................................................................................................................... 105. ¿En qué consiste el Plan Hidrológico Nacional y los Planes Hidrológicos de Cuenca? ........................ 106. ¿Cuáles son las perspectivas de la producción hidroeléctrica en España y en otros países?................ 78 79 79 80 82 83 83 84 85 85 85 86 87 88 89 89 90 90 91 92 92 93 94 95 95 96 97 98 CAPITULO IV. Centrales térmicas de combustibles fósiles. 107. 108. 109. 110. 111. 112. 113. 114. 115. 116. 117. 118. 119. 120. 121. 122. 123. ¿Qué es una central térmica convencional? .............................................................................................. ¿Cómo funciona una central térmica convencional?................................................................................. ¿Qué es una central de gas de ciclo combinado y cuál es su funcionamiento? .................................... ¿Qué importancia tienen las centrales térmicas en el parque eléctrico de España? .............................. ¿Qué importancia tienen las centrales térmicas en la producción eléctrica de España? ....................... ¿Qué importancia tienen las centrales térmicas en los países de la Unión Europea?............................ ¿Cuántas centrales térmicas existen en España?........................................................................................ ¿Cuál es el papel del carbón en la producción española de electricidad? ............................................. ¿Qué fue el Plan Acelerado de Centrales Térmicas de Carbón?.............................................................. ¿Cuáles son las principales centrales de carbón en servicio en España?................................................ ¿Cuánto carbón se consume en España para la producción de electricidad? ........................................ ¿Cuánto carbón se importa en España para la producción de electricidad? .......................................... ¿Cuántas centrales de carbón son propiedad de las empresas asociadas en UNESA?........................... ¿Dónde se instalan las centrales térmicas de carbón? .............................................................................. ¿Cuál es el impacto de las centrales térmicas de carbón en el medio ambiente?.................................. ¿Qué son las nuevas tecnologías «limpias» de combustión del carbón?.................................................. ¿Qué es la combustión del carbón en lecho fluido? ................................................................................ 103 103 105 107 108 109 109 109 110 110 110 111 111 111 111 112 113 283 124. 125. 126. 127. 128. 129. 130. 131. 132. 133. 134. 135. 136. 137. 138. 139. 140. 141. 142. 143. 144. 145. 146. 147. 148. 149. 150. 151. 152. ¿Qué es la combustión del carbón en lecho fluido atmosférico? ............................................................ ¿Qué es la combustión del carbón en lecho fluido a presión? ............................................................... ¿Qué es la gasificación del carbón? ........................................................................................................... ¿En qué consiste la tecnología de gasificación del carbón y ciclo combinado integrados? .................. ¿Cómo funciona una central de gasificación del carbón y ciclo combinado integrados?...................... ¿Investigan las empresas eléctricas españolas en nuevas tecnologías de combustión del carbón? ...... ¿Qué perspectivas presenta España para la producción de electricidad con carbón?........................... ¿Cómo se adecúan las nuevas tecnologías del carbón a las cuencas carboníferas españolas?............. ¿Qué son las centrales térmicas bicombustibles? ...................................................................................... ¿Qué grupos térmicos convencionales se han convertido para poder quemar gas natural?................. ¿Cuál es la situación actual de la producción de electricidad con gas natural en España? .................. ¿Cuáles son las principales ventajas de una central de gas de ciclo combinado? ................................. ¿Cuáles son las perspectivas de producción de electricidad con centrales de ciclo combinado? ........ ¿Cómo afectan las centrales termoeléctricas de gas al medio ambiente?................................................ ¿De dónde viene el gas natural que consume España actualmente? ...................................................... ¿Cuál es la situación actual de la producción de energía eléctrica con derivados del petróleo? ......... ¿Cuáles son las principales centrales españolas que consumen derivados del petróleo?...................... ¿Cómo ha evolucionado en España el consumo de fuelóleo para la producción de electricidad?...... ¿Cuáles son las perspectivas de producción de electricidad con derivados del petróleo en España? . ¿En qué medida inciden las centrales térmicas de fuelóleo sobre el medio ambiente? ........................ ¿Qué es la cogeneración? ........................................................................................................................... ¿Cuántas instalaciones de cogeneración existen en España? ................................................................... ¿Cuáles son las perspectivas de la cogeneración en España?.................................................................. ¿Cuál es la política energética de la UE respecto a la cogeneración? ..................................................... ¿Qué son las células o pilas de combustible? ........................................................................................... ¿Cuáles son los diversos tipos de pilas de combustible? ......................................................................... ¿Cuáles son los aspectos medioambientales de las pilas de combustible? ............................................. ¿Cuáles son los principales países y empresas que están investigando las pilas de combustible?....... ¿Cuáles son las perspectivas de uso comercial de las pilas de combustible?......................................... 113 115 116 117 118 120 120 121 121 121 122 122 124 124 125 126 126 126 127 127 128 128 129 130 130 131 132 132 134 CAPITULO V. Centrales nucleares. 153. 154. 155. 156. 157. 158. 159. 160. 161. 162. 163. 164. 165. 166. 167. 168. 169. 284 ¿Qué es la energía nuclear? ........................................................................................................................ ¿Qué es la fisión nuclear? ........................................................................................................................... ¿Qué es un reactor nuclear de fisión? ....................................................................................................... ¿Qué tipos de reactores nucleares se utilizan en las centrales nucleares?.............................................. ¿Qué es una central nuclear y cuál es su funcionamiento? ..................................................................... ¿Cuál es la contribución de las centrales nucleares al sistema energético mundial? ............................. ¿Cuántas centrales nucleares en servicio tiene España? ........................................................................... ¿Han aumentado su potencia las centrales nucleares españolas?............................................................ ¿Cuál es la contribución de las centrales nucleares al sistema eléctrico español? ................................. ¿Qué es el factor de carga de una central eléctrica? ................................................................................ ¿Cuál es el factor de carga medio del parque electronuclear español? .................................................. ¿Qué nivel tecnológico tiene España en el ámbito nuclear?.................................................................... ¿En qué consistió la moratoria nuclear en España? .................................................................................. ¿Qué consecuencias se derivarían del cierre prematuro de nuestras centrales nucleares? ................... ¿Son seguras las centrales nucleares?......................................................................................................... ¿Qué medidas se toman en el ámbito de la Seguridad Nuclear en una central nuclear? ..................... ¿Cuántos accidentes nucleares ha habido en el mundo? ......................................................................... 139 139 140 140 143 144 146 147 148 149 150 151 151 152 152 153 154 170. 171. 172. 173. 174. 175. 176. 177. 178. 179. 180. 181. 182. 183. 184. 185. 186. 187. 188. 189. 190. 191. 192. 193. 194. 195. 196. 197. 198. 199. 200. ¿Podría producirse un accidente igual al de Chernobyl en las centrales nucleares españolas?............ ¿Existe colaboración internacional para la prevención de accidentes nucleares? .................................. ¿Cuáles son los tipos de radiaciones ionizantes? ...................................................................................... ¿A qué radiaciones ionizantes está expuesto el ser humano? ................................................................. ¿Qué efectos producen en los seres vivos las radiaciones ionizantes? ................................................... ¿Cómo se miden las dosis de radiación? ................................................................................................... ¿Qué es la Protección Radiológica?............................................................................................................ ¿Cuáles son los principios básicos de la Protección Radiológica?........................................................... ¿Qué dosis reciben normalmente las personas?........................................................................................ ¿Cuál es la reglamentación española sobre Protección Radiológica? ...................................................... ¿Cuáles son las medidas de Protección Radiológica que se tienen en una central nuclear y su entorno? ................................................................................................................................................................ ¿Quién es responsable del control de la Seguridad Nuclear y Protección Radiológica en España?..... ¿Qué es el ciclo del combustible nuclear? ................................................................................................ ¿Cómo cubre España sus necesidades de uranio? .................................................................................... ¿Se fabrican elementos combustibles en España? ..................................................................................... ¿Qué son y de dónde proceden los residuos radiactivos? ....................................................................... ¿Cómo se clasifican los residuos radiactivos?............................................................................................ ¿Qué se entiende por Gestión de los residuos radiactivos?..................................................................... ¿Qué residuos radiactivos se generan en la producción de electricidad?............................................... ¿Qué se hace con los residuos producidos en una central nuclear?....................................................... ¿Cómo se almacenan los residuos de baja y media actividad en España? ............................................. ¿En qué consiste el desmantelamiento de las centrales nucleares y qué residuos se producen?......... ¿Qué organismo es responsable en España de la gestión de residuos radiactivos? .............................. ¿Cómo afectan las centrales nucleares al medio ambiente? ..................................................................... ¿Cuál es la reglamentación específicamente nuclear que se aplica en España?..................................... ¿Cuáles son los principales organismos internacionales que formulan recomendaciones sobre Seguridad Nuclear y Protección Radiológica? ................................................................................................... ¿Qué es un Plan de Emergencia de una central nuclear? ........................................................................ ¿Cómo se informa a la población sobre una emergencia nuclear? ......................................................... ¿Qué son los reactores nucleares avanzados? ........................................................................................... ¿Qué es la fusión nuclear? .......................................................................................................................... ¿Cuáles son las perspectivas de la energía nuclear? ................................................................................. 155 156 156 158 158 159 160 161 161 162 163 163 164 164 165 166 166 167 168 169 171 172 173 173 175 176 177 178 178 179 180 CAPITULO VI. Energías renovables para la producción de electricidad. 201. 202. 203. 204. 205. 206. 207. 208. 209. 210. ¿Qué son las llamadas energías renovables? ............................................................................................. ¿Por qué se les llama algunas veces «nuevas» energías renovables? ....................................................... ¿Cuál es la contribución de las energías renovables en los países de la Unión Europea?.................... ¿Cuál es la contribución de las energías renovables en España? ............................................................ ¿Cuáles son los mecanismos de fomento de energías renovables en los países de la UE? .................. ¿Cuáles han sido en España los mecanismos de fomento de energías renovables para la generación de electricidad?............................................................................................................................................ ¿Cómo inciden las nuevas energías sobre el medio ambiente? ............................................................... ¿Qué es el Plan de Fomento de Energías Renovables de España?.......................................................... ¿Cuál es la contribución de las centrales pequeñas hidroeléctricas al sistema eléctrico español?........ ¿Qué es la energía solar? ............................................................................................................................ 185 186 186 188 189 190 192 193 196 197 285 211. 212. 213. 214. 215. 216. 217. 218. 219. 220. 221. 222. 223. 224. 225. 226. 227. 228. 229. 230. 231. 232. 233. 234. 235. 236. 237. 238. 239. 240. 241. 242. 243. 244. 245. ¿Cómo se utiliza la energía solar? .............................................................................................................. ¿Cuál es el desarrollo actual del aprovechamiento de la energía solar térmica?.................................... ¿Qué es una central termosolar? ................................................................................................................ ¿Cómo funciona una central solar de tipo torre central? ......................................................................... ¿Cuál es el nivel de desarrollo de las centrales termosolares en España y en otras áreas geográficas?.. ¿Cómo son hoy en día las instalaciones fotovoltaicas? ............................................................................ ¿Cómo funciona una central eléctrica fotovoltaica? .................................................................................. ¿Cuál es el nivel de desarrollo de las instalaciones fotovoltaicas en España y en otras áreas geográficas? ............................................................................................................................................................. ¿Qué es y cómo se aprovecha la energía eólica? ..................................................................................... ¿Cómo funciona una central eólica? .......................................................................................................... ¿Cuál es el desarrollo de la energía eólica en la Unión Europea? .......................................................... ¿Cómo ha sido el desarrollo de la energía eólica en España? ................................................................. ¿Cuáles son las perspectivas futuras de la energía eólica en España? .................................................... ¿Qué es la biomasa? .................................................................................................................................... ¿Cómo puede aprovecharse energéticamente la biomasa? ...................................................................... ¿En qué se diferencia la biomasa del resto de las energías renovables? ................................................ ¿Cómo se utiliza la biomasa para la producción eléctrica? ...................................................................... ¿Cómo funciona una central eléctrica de biomasa? .................................................................................. ¿Cómo funciona una Central Incineradora de Residuos Sólidos Urbanos (RSU)?.................................. ¿Cuál es el nivel de desarrollo de la biomasa en España?....................................................................... ¿Cuál es el nivel actual de aprovechamiento de la biomasa a nivel mundial?....................................... ¿Qué es la energía geotérmica? .................................................................................................................. ¿Cómo se aprovecha la energía geotérmica para la producción de electricidad? .................................. ¿Cuál es la situación de la energía geotérmica en España? ..................................................................... ¿Qué aprovechamientos de energía geotérmica existen en el mundo? .................................................. ¿Qué son las energías de los océanos?...................................................................................................... ¿Qué es la energía maremotriz? ................................................................................................................. ¿Qué es una central maremotriz? ............................................................................................................... ¿Qué posibilidades de desarrollo tiene la energía maremotriz?............................................................... ¿Qué es la energía de las olas? .................................................................................................................. ¿Cómo puede aprovecharse la energía del oleaje? ................................................................................... ¿Cuál es el nivel de desarrollo de la energía del oleaje en el mundo?................................................... ¿Cómo está en España el desarrollo de la energía del oleaje? ................................................................ ¿Cómo puede aprovecharse la energía de las corrientes marinas?.......................................................... ¿Qué posibilidades de desarrollo tiene la energía de las corrientes marinas?........................................ 199 199 201 202 203 204 205 207 207 208 209 210 211 213 214 215 215 217 218 218 220 220 221 222 222 223 224 224 225 226 227 227 228 228 229 CAPITULO VII. Aspectos económicos y financieros. 246. ¿Cuál es el valor de la infraestructura eléctrica propiedad de las empresas asociadas en UNESA? ..... 247. ¿Cuál es el nivel de facturación del sector eléctrico español? ................................................................. 248. ¿Cómo ha evolucionado la facturación de las empresas de UNESA por componentes y por niveles de tensión?................................................................................................................................................... 249. ¿Cuál ha sido la evolución económica de las actividades eléctricas de las sociedades de UNESA?..... 250. ¿Cómo ha evolucionado la rentabilidad de los activos eléctricos propiedad de las empresas de UNESA? ................................................................................................................................................................ 251. ¿Cómo han evolucionado las inversiones de las empresas de UNESA?.................................................. 252. ¿Cuáles son las previsiones de inversiones de las empresas de UNESA? ............................................... 253. ¿Cuánto invierten las empresas de UNESA en el área medioambiental? ................................................ 286 233 233 234 234 235 235 236 237 254. 255. 256. 257. 258. 259. 260. 261. 262. 263. 264. 265. 266. 267. 268. 269. 270. 271. 272. ¿Cómo se financian las actividades de las empresas de UNESA? ............................................................ ¿Cuál es la estructura de costes del servicio eléctrico?............................................................................. ¿Qué son los Costes de Transición a la Competencia?............................................................................. ¿Cuál es el precio medio de la electricidad en el sistema eléctrico español? ........................................ ¿Cómo ha evolucionado el precio medio de la electricidad en España?................................................ ¿Qué son las tarifas eléctricas integrales? .................................................................................................. ¿Cuáles son los principios básicos de una metodología de tarifas? ........................................................ ¿Quién establece en España las tarifas eléctricas integrales? ................................................................... ¿Cómo han evolucionado los precios de las Tarifas Integrales en España? ........................................... ¿Cómo han evolucionado los precios medios de la electricidad por niveles de tensión?..................... ¿Qué son las tarifas de acceso a la red de transporte y distribución y quién las establece en España? ¿Qué recargos tiene la facturación de energía eléctrica?.......................................................................... ¿Cuáles son los precios de la electricidad como clientes «cualificados»?................................................. ¿Cómo han evolucionado los precios medios de la electricidad en el Mercado Mayorista de producción? ¿Cómo son los precios de la electricidad en España comparados con los de los países de la Unión Europea? ...................................................................................................................................................... ¿Cuáles son las actividades de diversificación (no eléctricas) e internacionales de las empresas asociadas en UNESA? ....................................................................................................................................... ¿Cuál es la situación de las acciones de las empresas eléctricas españolas en los mercados de valores? ............................................................................................................................................................... ¿Quiénes son los accionistas de las empresas eléctricas españolas? ....................................................... ¿Cuántas personas trabajan en el sector eléctrico español? ..................................................................... 237 238 239 240 240 241 242 243 245 245 245 246 246 246 248 250 250 251 251 CAPITULO VIII. Aspectos regulatorios. 273. 274. 275. 276. 277. 278. 279. 280. 281. 282. 283. 284. 285. 286. 287. 288. 289. 290. 291. 292. 293. 294. 295. ¿Por qué la industria eléctrica ha estado siempre regulada?.................................................................... ¿Cómo ha evolucionado el marco regulatorio en España? ...................................................................... ¿Qué era el Marco Legal Estable?............................................................................................................... ¿Qué es el Nuevo Sistema Eléctrico español? ........................................................................................... ¿En qué consistió el Protocolo eléctrico?................................................................................................... ¿Cuáles son los principios básicos del Nuevo Sistema Eléctrico? ............................................................ ¿Cuáles son los referentes principales del Nuevo Sistema Eléctrico español?........................................ ¿Qué es el Mercado Interior de la Electricidad?........................................................................................ ¿Qué es el Mercado Ibérico de la Electricidad? ........................................................................................ ¿Cuáles son las características fundamentales del Nuevo Sistema Eléctrico español?............................ ¿Existe actualmente libertad de construcción para las nuevas centrales eléctricas?............................... ¿Cómo funciona el nuevo Mercado Mayorista de Producción? ............................................................... ¿Qué es el Mercado Diario?........................................................................................................................ ¿Cómo se tienen en cuenta las restricciones técnicas debidas a la red de transporte en el Mercado de Producción? ............................................................................................................................................ ¿En qué consiste el Mercado de Servicios Complementarios? ................................................................. ¿Qué es el Mercado Intradiario?................................................................................................................. ¿Cómo se forma cada día el precio final de la electricidad en el Mercado de Producción?................. ¿Quiénes pueden ofertar energía en el Mercado de Producción? ........................................................... ¿Quiénes pueden realizar ofertas de compra en el Mercado de Producción?........................................ ¿Qué son los contratos bilaterales físicos?................................................................................................. ¿Qué son los contratos financieros? ........................................................................................................... ¿Qué libertad tienen los consumidores para elegir su suministrador de electricidad?........................... ¿Quién podía ser cliente cualificado?......................................................................................................... 255 255 256 257 259 259 259 259 261 262 263 263 264 265 265 266 266 267 267 267 268 268 268 287 296. 297. 298. 299. 300. 301. 302. 303. 304. 305. 306. 307. 308. 309. 310. ¿Qué es la libertad de acceso a las redes de transporte y distribución de electricidad? ....................... ¿La actividad de comercialización de la electricidad está totalmente liberalizada? ................................ ¿Existe libertad para comprar o vender electricidad a agentes de otros países de la Unión Europea? ¿Cuántos tipos de precios de la electricidad hay en el Nuevo Sistema Eléctrico? ................................. ¿Cuáles son las opciones de compra de electricidad que tienen los consumidores? ............................ ¿Cómo se forma el precio de la electricidad adquirida a Tarifa regulada? ............................................. ¿Qué son los Costes Permanentes del sistema de precios de la electricidad?........................................ ¿Qué son los Costes de Diversificación y Seguridad en el abastecimiento?........................................... ¿Cuáles son las razones que justifican los Costes de Transición a la Competencia (CTCs)?................. ¿Hay que pagar también impuestos por la compra de electricidad?....................................................... ¿Cuáles son los agentes principales que actúan en el Nuevo Sistema Eléctrico?................................... ¿Cómo funciona el Operador del Mercado (OMEL)?................................................................................ ¿Cómo funciona el Operador del Sistema?................................................................................................ ¿Continúa garantizada la seguridad del suministro de electricidad en el Nuevo Sistema Eléctrico? .... ¿Qué función tiene la Administración General del Estado en la regulación del Nuevo Sistema Eléctrico? ............................................................................................................................................................. 311. ¿Cuál es la función de la Comisión Nacional de Energía (CNE)? ............................................................ 312. ¿Qué función tienen las comunidades autónomas en el Nuevo Sistema Eléctrico?............................... 313. ¿Cómo se están adaptando las empresas de UNESA a la implantación del Nuevo Sistema Eléctrico? 288 269 269 270 270 270 271 271 271 272 272 273 274 275 275 276 276 276 277 Índice de tablas CAPITULO I. Sector energético. Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla I.1. I.2. I.3. I.4. I.5. I.6. I.7. I.8. I.9. I.10. I.11. I.12. I.13. I.14. I.15. I.16. Relación entre las principales unidades de energía....................................................................... Evolución del consumo mundial de energía primaria por regiones económicas ....................... Consumo de energía primaria por regiones económicas per cápita en 1998 ............................. Evolución del consumo mundial por tipos de energía primaria .................................................. Reservas probadas de carbón por regiones económicas. Año 1999 ............................................ Reservas probadas de petróleo por regiones económicas. Año 2000 .......................................... Reservas probadas de gas natural por regiones económicas. Año 1999...................................... Reservas de uranio en el mundo por países. Año 1999................................................................ Evolución de la producción de concentrados de uranio .............................................................. Producción hidroeléctrica mundial por regiones económicas ...................................................... Evolución del consumo de energía primaria en España (1973-2001) .......................................... Evolución de la producción de energía primaria en España (1983-2000) ................................... Evolución del grado de autoabastecimiento de energía primaria en España.............................. Evolución del nivel de dependencia energética en los países de la Unión Europea ................. Potencial Adicional (s/nivel 1998) de Recursos de Energías Renovables en España.................. Previsión de consumo de energía primaria.................................................................................... 10 12 12 14 16 17 18 20 20 21 24 25 26 26 29 31 CAPITULO II. Sector eléctrico. Aspectos generales. Tabla II.1. Número de centrales eléctricas por comunidades autónomas. Año 2000 .................................. Tabla II.2. Producción estimada de España por tipo de instalación ............................................................. Tabla II.3. Potencia instalada en España ......................................................................................................... Tabla II.4. Evolución de la potencia del parque eléctrico de España........................................................... Tabla II.5. Potencia eléctrica por comunidades autónomas........................................................................... Tabla II.6. Producción de energía eléctrica en España. Año 2001 ................................................................ Tabla II.7. Evolución de la producción de electricidad en España ............................................................... Tabla II.8. Distribución de la producción eléctrica media por comunidades autónomas. Año 1999 ......... Tabla II.9. Evolución del consumo neto de electricidad en España ............................................................. Tabla II.10. Evolución de la estructura del consumo eléctrico por niveles de tensión. Régimen Ordinario.. Tabla II.11. Evolución del número de clientes por niveles de tensión. Régimen Ordinario......................... Tabla II.12. Evolución de la potencia contratada por niveles de tensión. Régimen Ordinario..................... Tabla II.13. Consumo de electricidad per cápita en la Unión Europea. Año 2000........................................ Tabla II.14. Estructura del consumo eléctrico por comunidades autónomas en el sistema UNESA. Año 2001... Tabla II.15. Instalaciones de la red eléctrica de transporte y distribución en España por niveles de tensión. Año 1998 ................................................................................................................................ Tabla II.16. Evolución de la red eléctrica de transporte y distribución de alta tensión en España.............. Tabla II.17. Evolución del sistema de transporte y transformación ................................................................ Tabla II.18. Evolución de los intercambios internacionales de España .......................................................... 38 38 38 40 42 42 43 44 46 47 47 48 49 49 51 53 54 55 289 Tabla II.19. Evolución de los principales indicadores de la accidentabilidad laboral en el sector eléctrico español ............................................................................................................................................ Tabla II.20. Distribución por áreas técnicas del presupuesto del PIE. Año 1995 .......................................... 61 63 CAPITULO III. Centrales hidroeléctricas. Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla III.1. Evolución de la potencia hidroeléctrica en España (1940-2001)................................................ III.2. Evolución de la producción hidroeléctrica en España (1940-2001) ........................................... III.3. Cuencas hidrográficas en España. Características hidroeléctricas .............................................. III.4. Distribución por comunidades autónomas y provincias de las principales centrales hidroeléctricas. Año 1998 ........................................................................................................................ III.5. Principales centrales hidroeléctricas españolas. Año 2000 ......................................................... III.6. Evolución de la potencia instalada en minicentrales hidráulicas (1986-2000) .......................... III.7. Distribución de los embalses españoles por cuencas hidrográficas. Año 1998 ........................ III.8. Principales embalses españoles. Año 2000 .................................................................................. III.9. Evolución del régimen de llenado de los embalses españoles .................................................. III.10. Evolución de la pluviosidad en España ....................................................................................... III.11. Distribución de la pluviosidad por cuencas hidrográficas. Año 1995........................................ III.12. Potencial hidroeléctrico español por cuencas hidrográficas....................................................... III.13. Evolución de la producción de hidroelectricidad por países ..................................................... III.14. Afecciones del Plan Hidrológico Nacional a la producción hidroeléctrica ............................... III.15. Previsión de producción y potencia hidroeléctrica en la UE ..................................................... III.16. Perspectivas de generación hidroeléctrica por regiones económicas (1995-2010) ................... 83 84 85 86 87 88 89 90 91 92 92 93 94 98 99 99 CAPITULO IV. Centrales térmicas de combustibles fósiles. Tabla IV.1. Tabla IV.2. Tabla IV.3. Tabla IV.4. Tabla IV.5. Tabla IV.6. Tabla IV.7. Tabla IV.8. Tabla IV.9. Tabla IV.10. Tabla IV.11. Tabla IV.12. Tabla IV.13. Tabla IV.14. Evolución de la potencia térmica convencional en España (1940-2001)................................... Evolución de la producción térmica convencional (1940-2001)................................................. Participación de la producción térmica convencional en la Unión Europea (1980-1995) ....... Principales centrales termoeléctricas de carbón en España........................................................ Evolución del consumo de carbones en las centrales termoeléctricas españolas (1970-2001). Evolución del consumo de carbón importado en las centrales térmicas españolas (1981-2001).. Centrales térmicas de UNESA convertidas para poder quemar gas natural (bicombustibles)... Evolución del consumo de gas en centrales térmicas. Sistema UNESA..................................... Origen del aprovisionamiento español de gas natural................................................................ Previsión de la demanda de gas natural para el mercado convencional .................................. Relación de centrales que consumen fuelóleo en el sistema UNESA ........................................ Evolución del consumo de fuelóleo en centrales térmicas del sistema UNESA ....................... Evolución de la potencia instalada en cogeneración .................................................................. Empresas europeas con actividades en células de combustible ................................................ 107 108 109 110 110 111 122 122 125 125 126 127 128 133 CAPITULO V. Centrales nucleares. Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla 290 V.1. V.2. V.3. V.4. V.5. V.6. V.7. Centrales nucleares en operación en el mundo. Año 2000 ........................................................... Centrales nucleares españolas en funcionamiento. Año 2000 ....................................................... Incremento de potencia de las centrales nucleares españolas ...................................................... Evolución de la producción nuclear en España (1967-2001) ........................................................ Evolución del factor de carga por centrales (1990-2000)............................................................... Participación de la industria nacional en las centrales nucleares españolas ................................ Reglamentación española sobre Protección Radiológica................................................................ 145 147 148 149 150 151 162 CAPITULO VI. Energías renovables para la producción de electricidad. Tabla VI.1. Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla VI.2. VI.3. VI.4. VI.5. VI.6. VI.7. Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla VI.8. VI.9. VI.10. VI.11. VI.12. VI.13. VI.14. VI.15. VI.16. VI.17. Participación de las energías renovables en la generación de electricidad en la Unión Europea en 1997 y previsiones para 2010 .......................................................................................... Consumo de energía primaria en España. Año 1998 .................................................................. Producción eléctrica y térmica con energías renovables en España. Año 1998 ....................... Evolución de la producción del Régimen Especial (1989-2001) ................................................ Instalaciones en Régimen Especial. Años 2000 y 2001 ............................................................... Primas a la producción eléctrica en Régimen Especial. Año 2002............................................. Situación actual y objetivos del Plan de Fomento de las Energías Renovables para el año 2010 ................................................................................................................................................ Producción de las energías renovables en términos de energía primaria ................................. Objetivos de generación eléctrica del Plan de Fomento de Energías Renovables en España. Objetivos del Plan de Minicentrales por comunidades autónomas (1999-2010)....................... Evolución de la energía eólica en la Unión Europea (1995-1999)............................................. Potencia eólica en la Unión Europea por países ........................................................................ Evolución de la potencia instalada en España (1991-2001)........................................................ Previsiones de potencia eólica por comunidades autónomas.................................................... Centrales maremotrices existentes. Año 2000 .............................................................................. Potencial técnico de las mareas en Europa Occidental .............................................................. Emplazamientos mundiales más importantes para el desarrollo de centrales maremotrices... 187 188 188 190 191 191 194 195 196 197 209 210 210 211 225 225 226 CAPITULO VII. Aspectos económicos y financieros. Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla VII.1. VII.2. VII.3. VII.4. VII.5. VII.6. VII.7. Tabla Tabla Tabla Tabla Tabla VII.8. VII.9. VII.10. VII.11. VII.12. Tabla VII.13. Tabla VII.14. Tabla VII.15. Distribución del inmovilizado material en instalaciones técnicas. Año 2001........................... Evolución de la facturación de las empresas de UNESA (1991-2001) ...................................... Valor de la facturación de electricidad por componentes ......................................................... Valor de la facturación de electricidad por niveles de tensión ................................................. Rentabilidad del activo propiedad de las sociedades de UNESA ............................................. Evolución de las inversiones materiales de las empresas asociadas en UNESA (1991-2001) . Inversión prevista en el negocio eléctrico en España de las empresas asociadas en UNESA (2002-2005).................................................................................................................................... Composición de la deuda financiera de las actividades eléctricas nacionales......................... Costes incluidos en la tarifa eléctrica de 2002-2001................................................................... Evolución de los incrementos medios de la tarifa eléctrica y del IPC (1973-2001) ................ Evolución del precio medio de la electricidad y del IPC .......................................................... Disposiciones Oficiales sobre tarifas eléctricas desde la implantación del Marco Legal Estable ................................................................................................................................................. Evolución de la tarifa integral según tipo de suministro........................................................... Precio medio por niveles de tensión .......................................................................................... Mercado Mayorista de la electricidad. Precios medios mensuales. Año 2001 ......................... 233 233 234 234 235 236 236 237 239 240 241 243 244 245 247 CAPITULO VIII. Aspectos regulatorios. Tabla VIII.1. Niveles de consumo y calendario para apertura del mercado eléctrico ................................... 268 291 Índice de gráficos CAPITULO I. Sector energético. Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico I.1. I.2. I.3. I.4. I.5. I.6. I.7. I.8. I.9. I.10. Consumo mundial de energía primaria ....................................................................................... Reservas mundiales de carbón ..................................................................................................... Reservas mundiales de crudo. Año 2000..................................................................................... Distribución porcentual de las reservas de petróleo .................................................................. Evolución ratio reservas petróleo/producción ............................................................................ Distribución porcentual de las reservas de gas natural.............................................................. Evolución ratio reservas gas/producción..................................................................................... El gas natural en la Unión Europea: potenciales suministradoras al mercado europeo.......... Evolución del consumo de energía primaria .............................................................................. Producción nacional de energía primaria.................................................................................... 13 16 17 18 18 19 19 19 23 25 CAPITULO II. Sector eléctrico. Aspectos generales. Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico II.1. II.2. II.3. II.4. II.5. II.6. II.7. II.8. II.9. II.10. II.11. II.12. II.13. II.14. II.15. Evolución de la potencia eléctrica instalada. Total España ...................................................... Evolución de la producción de energía eléctrica. Total España............................................... Evolución del PIB y del consumo eléctrico............................................................................... Evolución del consumo neto de energía eléctrica. Total España ............................................. Estructura del consumo eléctrico por sectores económicos en 2000....................................... Estructura del consumo por comunidades autónomas. Total UNESA. Año 2000 ................... Evolución de la longitud de las líneas de transporte y distribución. Total España ................ Evolución de la red de transporte peninsular y la potencia instalada..................................... Capacidad de las conexiones internacionales............................................................................ Evolución de los intercambios internacionales.......................................................................... Evolución del margen de reservas.............................................................................................. Evolución del TIEPI (Tiempo de Interrupción Equivalente de la Potencia Instalada) ........... Ventajas de ciclos combinados.................................................................................................... Evolución de la estructura de generación.................................................................................. Evolución histórica del número de accidentes totales y eléctricos con baja en el sector eléc trico ............................................................................................................................................... Gráfico II.16. Evolución del índice de frecuencia de accidentes laborales en sectores eléctricos de países de la UE ........................................................................................................................................ Gráfico II.17. Sedes centrales de los organismos internacionales relacionados con el sector eléctrico español ................................................................................................................................................. 41 42 45 46 49 50 53 53 55 55 56 57 58 58 60 60 68 CAPITULO III. Centrales hidroeléctricas. Gráfico III.1. Esquema de funcionamiento de una central hidroeléctrica (Pie de presa).............................. Gráfico III.2. Esquema de funcionamiento de una central de bombeo.......................................................... Gráfico III.3. Evolución de la potencia hidroeléctrica instalada. Total España .............................................. 292 75 77 84 Gráfico III.4. Evolución de la producción hidroeléctrica. Total España ......................................................... Gráfico III.5. Energía embalsada en el último día de mes. Años 2000 y 2001............................................... Gráfico III.6. Potencial hidroeléctrico distribuido por cuencas ....................................................................... 85 91 94 CAPITULO IV. Centrales térmicas de combustibles fósiles. Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico IV.1. IV.2. IV.3. IV.4. IV.5. IV.6. IV.7. IV.8. IV.9. IV.10. IV.11. IV.12. Esquema de una central térmica convencional de carbón ...................................................... Esquema de funcionamiento de una central de gas de ciclo combinado.............................. Esquema de flujos de una central de ciclo combinado............................................................ Evolución de la potencia térmica convencional instalada. Total España ............................... Evolución de la producción térmica convencional .................................................................. Diagrama general de la planta de Escatrón .............................................................................. Esquema de una central de gasificación de carbón y ciclo combinado................................. Importaciones de gas natural de terceros países en España ................................................... Evolución de la cogeneración en España ................................................................................. Futuro de la cogeneración en España....................................................................................... Generación eléctrica con pilas de combustible ........................................................................ Esquema simplificado de un sistema de células de combustible con alimentación de metanol o hidrógeno directamente ................................................................................................... 104 105 106 107 108 116 119 125 129 129 131 131 CAPITULO V. Centrales nucleares. Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico V.1. V.2. V.3. V.4. V.5. V.6. V.7. V.8. V.9. V.10. V.11. V.12. V.13. V.14. V.15. V.16. V.17. Tipos de reactores nucleares para centrales eléctricas.............................................................. Esquema de funcionamiento de una central nuclear ................................................................ Porcentaje de países con centrales nucleares según tipo de reactor ....................................... Localización de las centrales nucleares en España.................................................................... Evolución de la producción nuclear de energía eléctrica y de la producción total en España.... Estructura de la producción de electricidad. Año 2001 ............................................................ Evolución del factor de carga medio de las centrales nucleares en España ........................... Seguridad de las centrales nucleares. Concepto: «Defensa en profundidad» ........................... Escala internacional de sucesos nucleares ................................................................................. Poder penetrante de los tipos de radiaciones............................................................................ Formas de contaminación interna. Vías de transferencia y eliminación.................................. Dosis equivalente efectiva, por persona y año, recibida por la población. ............................ Licenciamiento y control de las instalaciones nucleares y radiactivas ..................................... Producción de concentrados de uranio en España ................................................................... Producción acumulada de elementos de combustibles en España .......................................... Opciones de gestión del combustible gastado .......................................................................... Sistema de barreras múltiples para aislamiento de residuos radiactivos de baja y media actividad ............................................................................................................................................. Gráfico V.18. Contribución de la energía nuclear al abastecimiento eléctrico de la Unión Europea........... 141 142 146 147 149 149 150 152 155 157 159 161 164 165 166 169 170 180 CAPITULO VI. Energías renovables para la producción de electricidad. Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico VI.1. Contribución de las energías renovables en España en 1998 ................................................. VI.2. Participación de las CC.AA. al balance de energías renovables en España. 1998 ................. VI.3. Contribución de las energías renovables en España en el año 2010 ..................................... VI.4. Interacción de la radiación solar con la atmósfera .................................................................. 188 189 193 197 293 Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico VI.5. VI.6. VI.7. VI.8. VI.9. VI.10. VI.11. VI.12. VI.13. VI.14. VI.15. VI.16. VI.17. VI.18. VI.19. VI.20. VI.21. VI.22. VI.23. Filtraje de la radiación solar en W/m2 y en porcentaje ........................................................... Mapa de líneas isoenergéticas solares....................................................................................... Esquema de funcionamiento de energía solar para agua caliente y calefacción................... Esquema de una central solar de colectores distribuidos........................................................ Funcionamiento de una central termosolar tipo torre ............................................................. Esquema de funcionamiento de una central fotovoltaica........................................................ Esquema de funcionamiento de una central eólica ................................................................. Potencia eólica instalada en 2000 por CC.AA........................................................................... Previsión de la potencia instalada en España .......................................................................... Potencia eólica instalada en los países de la Unión Europea ................................................. Elaboración de la biomasa por fotosíntesis .............................................................................. Diferentes vías de utilización de la biomasa ............................................................................ Esquema de funcionamiento de una central eléctrica de biomasa......................................... Esquema de funcionamiento de una Central de Residuos Sólidos Urbanos (RSU)............... Esquema de aprovechamiento geotérmico ............................................................................... Esquema de sistema de generación por gradiente de temperatura ........................................ Esquema del emplazamiento de una central maremotriz........................................................ Esquema del sistema de Columna Oscilante para aprovechamiento del oleaje .................... Turbina de flujo axial para aprovechamiento de corrientes marinas ..................................... 198 198 200 201 202 206 209 211 212 212 213 214 217 219 221 223 224 227 229 CAPITULO VII. Aspectos económicos y financieros. Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico VII.1. VII.2. VII.3. VII.4. VII.5. VII.6. VII.7. Rentabilidad sobre activos de las actividades eléctricas ........................................................... Composición de la deuda por divisas........................................................................................ Evolución del precio medio anual de la electricidad y del IPC desde 1996 .......................... Principios básicos de una metodología de tarifas..................................................................... Precios de la electricidad para usos domésticos con tarifa nocturna...................................... Precios de electricidad para empresas de pequeña, mediana y gran dimensión................... Precios de electricidad para empresas de elevado consumo y precios de referencia para grandes clientes industriales....................................................................................................... Gráfico VII.8. Evolución del precio de la acción de empresas eléctricas españolas ..................................... Gráfico VII.9. Evolución del precio de la acción de empresas eléctricas españolas y su comparación con Utilities Europeas ......................................................................................................................... 235 238 241 242 248 249 249 250 251 CAPITULO VIII. Aspectos regulatorios. Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico Gráfico 294 VIII.1. VIII.2. VIII.3. VIII.4. VIII.5. VIII.6. VIII.7. VIII.8. Normativa del Nuevo Sistema Eléctrico.................................................................................... Sistemas eléctricos interconectados........................................................................................... Interconexión Portugal-España. Previsión de desarrollo......................................................... Esquema general del Mercado de Electricidad ........................................................................ Secuencia diaria del Mercado de Producción .......................................................................... Mercado diario: Curvas de Oferta y Demanda ........................................................................ El precio de la electricidad........................................................................................................ Esquema de transacciones en el Mercado de Electricidad...................................................... 258 261 262 264 264 265 267 274