XIV JORNADAS FORESTALES DE ENTRE RIOS Concordia, Noviembre de 1999 a.2. LA ECO-CERTIFICACIÓN FORESTAL Por: Ing. Agr. Diana DIAZ 1 1 DEFINICIÓN DE ECO-CERTIFICACIÓN FORESTAL En términos generales, la certificación es una acción llevada a cabo por un tercero, en la cual se asevera con adecuado nivel de seguridad que un determinado producto o servicio se realiza en conformidad con estándares especificados (SIKOD, 1996). La eco-certificación forestal en particular, es un tipo de procedimiento, voluntario y formal, que permite establecer que la calidad del manejo del bosque practicado por una empresa, grupo, productor o administrador es acorde con determinados estándares (BASS, 1998). En el proceso de eco-certificación forestal un certificador, que es independiente y actúa como tercero, asegura por escrito que la calidad del manejo de bosque que realiza la empresa, grupo o administrador conforma los estándares especificados. Esta certificación suele ir seguida de la cadena de custodia de los productos forestales extraídos de bosques certificados y del etiquetado de los productos manufacturados. En todos los casos el proceso de certificación deberá ser iniciado voluntariamente por propietarios y administradores de bosques que requieran los servicios de una empresa certificadora. La eco-certificación es un proceso dinámico, que incluye el monitoreo y la reevaluación a intervalos periódicos para verificar el cumplimiento de los estándares prescritos. De acuerdo a BASS (1998) el concepto de certificación comienza a ser utilizado por la industria viñatera en Francia, para la "apelación controlada de origen", extendiéndose posteriormente a otras actividades, tal como la agricultura orgánica. Su aplicación a los bosques se inicia en 1989, a partir del bloqueo propuesto por organizaciones ambientalistas al comercio de maderas provenientes de bosques tropicales y como posible solución para conciliar los intereses de estas organizaciones y los de la industria y el comercio de maderas tropicales. El objetivo de este etiquetado fue permitir que el público adquiriera productos forestales provenientes de áreas correctamente manejadas. En la actualidad, la eco-certificación forestal tiene por objetivo promover la gestión sostenible de todo tipo de bosques y al mismo tiempo vincular las demandas del mercado de productos forestales producidos en forma sustentable con los productores que puedan ofrecer dichos productos. 2 LOS ESQUEMAS DE CERTIFICACIÓN Existen básicamente tres esquemas diferentes para la eco-certificación forestal: • el esquema del FSC, • las normas ISO 14000, y • los programas de certificación nacional. El esquema de certificación de FSC reposa en estándares de actuación enmarcados en un conjunto de Principios y Criterios de manejo forestal sustentable, en la inspección independiente de los bosques y en una etiqueta que puede ser aplicada a aquellos productos, cuya cadena de custodia ha sido verificada sin interrupción. El FSC no certifica directamente, sino que acredita a las organizaciones certificadoras con el objeto de garantizar la autenticidad de sus certificaciones. El esquema de certificación bajo normas ISO 14000 cubre aspectos semejantes a la certificación de FSC en lo que hace a la aplicación de prácticas de manejo forestal sustentable, pero a diferencia de éste reposa en estándares de procedimiento. 1 EEA Concordia INTA. CC 34 (3200) Concordia. Entre Ríos. Te/FAX 0345 429 0000, CE: [email protected] a.2 - 1 . XIV JORNADAS FORESTALES DE ENTRE RIOS Concordia, Noviembre de 1999 La aplicación de las normas ISO 14000 de estándares ambientales al sector forestal surge por una iniciativa conjunta de la industria de pulpa y papel canadiense y de la industria forestal australiana, quienes solicitaron a la Organización Internacional de Normalización (ISO) que desarrollara un estándar para la certificación forestal (KIEKENS, 1997). Los programas de certificación nacional se desarrollan por la iniciativa de grupos locales interesados y por lo general con un fuerte apoyo del gobierno. Por ejemplo, la Canadian Standards Association (CSA) desarrolló un sistema para certificación de procesos a solicitud del gobierno y la industria del Canadá. En Estados Unidos, SFI (Sustainable Forestry Initiative), dependiente de la American Forest & Paper Association desarrolló un código de conducta que da lineamientos muy amplios para el manejo forestal. En Finlandia, el Comité de Certificación Forestal finalizó en 1997 la elaboración de los estándares nacionales. En el caso de Finlandia, los estándares nacionales surgieron como resultado de un proceso de consenso en el que participaron numerosas organizaciones, representantes de intereses ambientales, económicos y sociales (VALTANEN, 1998). Los estándares nacionales no se encuentran reconocidos internacionalmente. Sin embargo, algunos de estos procesos se encuentran en tratativas con FSC a fin de que los estándares desarrollados a nivel regional y nacional tengan el reconocimiento de esa organización. En el cuadro siguiente se comparan las características de los dos esquemas de eco-certificación forestal reconocidos internacionalmente: FSC y Normas ISO 14000 Cuadro 1: Esquemas de certificación reconocidos internacionalmente Esquema de certificación Características Tipo Aplicación a Alcance Origen Objeto de los estándares Auditoria Etiquetado de productos Apoyo de instituciones ambientalistas FSC De actuación A bosques y plantaciones, y a productos forestales Internacional Cooperación entre ONG ambientales Básicamente estándares de actuación para el manejo forestal Tercera parte, independiente, realizada por un grupo interdisciplinario de auditores, acreditados por FSC Logotipo de uso controlado y declaración de cumplimiento con estándares WWF, Greenpace y Rainforest Alliance, entre otras ISO 14000 De procedimientos A sistemas de manejo del ambiente Internacional Industria Política y procedimientos de manejo ambiental. No hay estándares de actuación. Tercera parte Ninguno Ninguno A continuación se describen en detalle los dos esquemas de certificación reconocidos internacionalmente: la certificación según FSC y las normas ISO 14000. 2.1 LA CERTIFICACIÓN DE ACUERDO A FSC El FSC (Forest Stewardship Council) es una asociación, de carácter no gubernamental y sin fines de lucro, con a.2 - 2 . XIV JORNADAS FORESTALES DE ENTRE RIOS Concordia, Noviembre de 1999 sede en Oaxaca, México. Fue fundada en 1993 por un grupo conformado por representantes de 25 países, pertenecientes a instituciones ambientalistas, del comercio de la madera, profesionales forestales, organizaciones aborígenes, comunidades de áreas forestales y cuerpos de certificación de productos forestales. El objetivo de FSC es promover un manejo forestal ambientalmente responsable, socialmente benéfico y económicamente viable de los bosques del mundo, a través del establecimiento de un estándar de Manejo Forestal Sustentable reconocido y respetado internacionalmente. Las principales funciones de FSC son: 1) evaluar, acreditar y monitorear empresas certificadoras a fin de garantizar la autenticidad de sus afirmaciones, 2) proveer lineamientos y mecanismos para el desarrollo de estándares de certificación nacionales y regionales, y 3) proveer entrenamiento y actividades educacionales. Hoy conforman a FSC 310 asociados, tanto personas individuales como organizaciones, empresas e instituciones, de 47 países diferentes. FSC ha desarrollado una serie de Principios y Criterios de Manejo Forestal a modo de marco global, de aplicación a bosques tanto templados como tropicales y a forestaciones (Anexo). 2.1.1 Las entidades certificadoras acreditadas por FSC Como se indicó precedentemente, FSC no realiza la certificación, sino que acredita a entidades certificadoras. Éstas son organizaciones o agentes independientes que han sido autorizadas por FSC para realizar auditorias de manejo forestal y de cadenas de custodia. A aquellas organizaciones, empresas o productores forestales que cumplen con los estándares de FSC se les concede la certificación de los productos con el logotipo de FSC, indicando que estos provienen de bosques correctamente manejados. Las organizaciones actualmente acreditadas por FSC, que certifican a productores forestales y empresas en 30 países diferentes, son seis: 1) Skal, localizada en los Países Bajos; 2) SGS Forestry, a través de su Programa QUALIFOR y 3) Soil Association Woodmark Scheme, ambas con cede en el Reino Unido; 4) Smart Wood y 5) Scientific Certification Systems Forest Conservation Program, las dos en Estados Unidos, y 6) el IMO (Institut für Marktökologie) en Suiza. Además han solicitado formalmente la acreditación de FSC otras ocho organizaciones, localizadas en Alemania, Canadá, Italia, el Reino Unido y Sudáfrica. Estas entidades están acreditadas por el FSC para certificar empresas que cumplan con los Principios y Criterios de FSC de manejo forestal sustentable. Están también acreditadas para verificar la cadena de custodia de productos forestales certificados. Las entidades de certificación pueden, a su vez, expedir sublicencias, permitiendo el uso del nombre y logotipo de FSC en los productos forestales certificados. Así por ejemplo, el Rogue Institut for Ecology and Economy en Ashland (EEUU) e Imaflora (Instituto de Manejo e Certificaςao Forestal) en Brasil, se encuentran afiliados a Smart Wood. 2.1.2 Superficies certificadas de acuerdo a los principios y criterios de FSC Actualmente la superficie de bosques certificada a través de entidades acreditadas por FSC supera los 17 millones de ha. De esta superficie, aproximadamente el 10% corresponde a plantaciones. El país que presenta mayor superficie certificada es Suecia (8,9 millones de ha), en tanto que Panamá es el que presenta la menor superficie (23 ha) de acuerdo a información provista por FSC, con datos actualizados al mes de Septiembre de 1999. Argentina no figura entre los países con bosques certificados según el esquema de FSC. a.2 - 3 . XIV JORNADAS FORESTALES DE ENTRE RIOS Concordia, Noviembre de 1999 En el gráfico siguiente se presentan los 10 países con mayor superficie bajo certificación. Todos superan las 90.000 ha de bosques y/o plantaciones forestales certificadas 9000 8000 7000 6000 Superficie (en miles de ha) 5000 Bosque natural 4000 Plantaciones y bosque natural 3000 Plantaciones 2000 Mexico Belize Canada Sudáfrica Bolivia Zambia Brasil EEUU Polonia 0 Suecia 1000 Gráfico 1: Países con mayor superficie certificada según los principios de FSC Suecia es el país que presenta mayor superficie certificada, con más de 8 millones de ha, correspondiente principalmente a bosques naturales y semi-naturales. En los EEUU, del total de 1,55 millones de ha certificadas, 1,53 millones de ha corresponden a bosques naturales o semi-naturales. En otros países como Brasil y Sudáfrica, la mayor parte de la superficie certificada corresponde a forestaciones. En Brasil, por ejemplo, sobre un total de 1,33 millones de ha certificadas por FSC, 1,25 millones de ha corresponden a forestaciones; aquí grandes empresas como Klabin, Mannesmann, etc., poseen extensas áreas de plantaciones forestales certificadas. Asimismo en Sudáfrica, del total de 495.000 ha certificadas sobre la base de los Principios y Criterios de FSC, 275.000 ha corresponden a forestaciones. Se observa un amplio rango en el tamaño de las superficies forestales certificadas individualmente. El mismo varía entre 1,8 millones de ha de bosques semi-naturales (en Suecia) ó 676.000 de plantaciones (en Brasil), hasta superficies de 8 ha ó 12 ha de bosque natural (en EEUU) ó áreas de 23 ha de plantaciones forestales (en Panamá). Los clientes certificados son productores privados, administradores de bosques, empresas integradas, comunas, grupos aborígenes e incluso organismos estatales. 2.1.3 El desarrollo de estándares regionales y su reconocimiento por FSC Los principios y criterios de FSC no han sido pensados para su aplicación directa a la escala de unidad de manejo forestal sino como marco para el desarrollo de estándares de manejo definidos localmente. De acuerdo a FSC, para que la certificación sea un proceso con credibilidad, justo y transparente debe basarse en estándares de manejo forestal acordes a la realidad ecológica, económica y social de la región y que además hayan sido desarrollados y convalidados localmente. A tal fin FSC promueve procesos para el desarrollo de estándares regionales de manejo forestal. Los estándares regionales podrán ser reconocidos por FSC siempre y cuando estos sean consistentes con los Principios y Criterios establecidos, y hayan sido objeto de un proceso consultivo, en el cual deben participar diferentes grupos de interesados, de modo de asegurar que los estándares cuenten con el consenso de la sociedad. Los grupos de interesados están integrados por personas que puedan ser afectadas por el manejo forestal, o a.2 - 4 . XIV JORNADAS FORESTALES DE ENTRE RIOS Concordia, Noviembre de 1999 que expresen un fuerte interés en participar en el desarrollo de estándares de manejo forestal sustentable (MFS). Estos grupos representan a distintos sectores e intereses. En el cuadro siguiente se presentan en forma sucinta los principales grupos que pueden participar en procesos consultivos y sus objetivos e intereses con respecto al bosque y al medio ambiente. Cuadro 2: Los grupos participantes en el desarrollo de estándares de MFS y sus intereses Grupo ONG’s ambientalistas Organizaciones sociales (ONG’s de derechos humanos, comunidades indígenas, sindicatos, etc.) Empresas, productores forestales y sus asociaciones Instituciones académicas y de investigación Objetivos/ Intereses La conservación de los recursos naturales en general, y del bosque en particular, con un fuerte énfasis en el tema biodiversidad. Asegurar por un lado el correcto uso de los bosques así como el respeto por los intereses de la gente y las comunidades para las cuales los bosques son fuente de trabajo y de recursos. Asegurar el acceso continuo a la materia prima proveniente de los bosques y mejorar la rentabilidad de su empresa. Para ellos la certificación es una herramienta de marketing. Establecer criterios de manejo basados científicamente, desarrollar tecnologías sustentables y mejorar la base de conocimiento acerca de los bosques y el medio ambiente, incluyendo aspectos ecológicos, económicos y sociales. Gobiernos Preservar el ambiente, promoviendo el deseo por la conservación a través de mecanismos de mercado y al mismo tiempo promover la adecuación de los productos a las exigencias del mercado a fin de que las exportaciones sean competitivas. Fuente SUITER, W. (1998) modificado. Como se observa, los intereses pueden ser variados y no siempre fácilmente conciliables. FSC ha establecido mecanismos para la resolución de conflictos durante el desarrollo de estándares de MFS. Uno de los problemas que suscitaba el esquema de certificación de FSC era su alto costo y la dificultad de acceder al mismo por parte de pequeños productores forestales. Ello determinó una reacción en contra al sistema de certificación en países en donde una gran parte de la superficie boscosa se encuentra en manos de pequeños productores forestales, como es el caso de Alemania y Finlandia. A fin de dar una solución FSC aprobó el procedimiento de "certificación por grupos". Ello facilita la evaluación y certificación de un grupo de propiedades forestales bajo la administración de una entidad legal independiente, que puede ser una cooperativa, una asociación forestal, un individuo o administrador forestal, o cualquier entidad legal que tenga responsabilidades de manejo forestal. 2.1.4 Cadena de custodia La cadena de custodia es un proceso de seguimiento que comprende la verificación independiente de un flujo de productos forestales, con sus correspondientes registros, desde el bosque, pasando por la elaboración y llegando hasta el punto final de la cadena de venta (BASS, 1998). A fin de poder llevar una eco-etiqueta, el producto debe ir acompañado de la documentación que pruebe que la materia prima con que fue elaborado proviene de un bosque o plantación certificado y que cada etapa por la que pasó en el proceso de elaboración, hasta su punto final de venta, puede ser correctamente verificada. Esta documentación es denominada “cadena de custodia”. Para que un producto forestal pueda recibir el logotipo de FSC, cada comercio involucrado en la manufactura y venta de esos productos debe ser certificado en la cadena de custodia. Ello requiere que los comercios establezcan sistemas para la creación de un documento que demuestre que los materiales certificados se encuentran separados de aquellos que no lo están, y pueden ser exactamente rastreados a fin de mantener su identidad y autenticidad a través de todo el proceso de a.2 - 5 . XIV JORNADAS FORESTALES DE ENTRE RIOS Concordia, Noviembre de 1999 manufactura y distribución (CFCP). Existen diferentes técnicas para establecer el camino que ha seguido un producto forestal, desde el bosque hasta su punto de venta final. Estas técnicas pueden ser de tres tipos: pistas documentadas, métodos mecánicos y clasificación física de los productos. El primero incluye la inspección de facturas, recibos, remitos u otra documentación que asegure la validez de la certificación a través de las diferentes etapas de manufactura. Los métodos mecánicos incluyen códigos de barras, marcas o códigos impresos. Estas son herramientas valiosas que permiten que un producto pueda ser visualmente diferenciado en el patio de acopio y clasificación, en la fábrica, en el galpón de almacenaje o en el distribuidor minorista. Por otra parte, los materiales certificados pueden separarse en forma física de los no certificados desde el patio de acopio hasta llegar al minorista. Además, a fin de poder separar los productos en el almacenaje, los fabricantes realizan los procesos de producción con materiales certificados en forma separada e individualizada, de modo de asegurar la separación física y preservar la cadena de custodia. En el punto de venta, un producto que tenga una cadena de custodia verificada sin interrupción puede entonces obtener una etiqueta que asevere que proviene de un bosque certificado. 2.2 LA CERTIFICACIÓN BAJO EL ESQUEMA ISO 14000 El ISO (International Organization for Standardization), con cede en Ginebra, Suiza, es una federación internacional integrada por entidades nacionales de elaboración de estándares. El IRAM (Instituto Argentino de Normalización) es el responsable de la elaboración de normas técnicas en el país y, como organismo de normalización, integra al ISO representando a la Argentina. En 1993 ISO desarrolló estándares generales para sistemas de gestión del medio ambiente, denominados bajo el nombre genérico de "Normas ISO 14000". Estos estándares no son específicos para ningún sector o producto. Ellos intentan proveer un marco general para aquellas organizaciones o empresas que buscan incorporar aspectos ambientales en la planificación de sus actividades. En forma general, un sistema de gestión ambiental incluye el establecimiento de un sistema de manejo y el monitoreo del progreso hacia determinados objetivos; se basa además en un estricto cumplimiento de las leyes y normas locales (EVANS, 1996). En 1994, la industria Australiana en asociación con la industria de pulpa y papel canadiense, solicitaron a ISO el desarrollo de estándares de manejo forestal enmarcados en la serie de Normas ISO 14000. Si bien ISO no desarrolló estándares específicos de manejo forestal, en 1997, el Grupo Forestal de Trabajo de ISO, emitió un documento intermediario para facilitar la aplicación de la norma ISO-14001 dentro del sector forestal. Cabe aclarar que este grupo forestal estaba conformado por representantes de asociaciones de propietarios forestales, la industria forestal, organizaciones de consumidores, el gobierno, las entidades nacionales de normalización y organizaciones certificadoras. Además solicitaba periódicamente la opinión de organizaciones ambientalistas. Trabajando de forma abierta y consultiva este grupo incorporó en un documento los puntos de vista de todas las partes interesadas. La Norma ISO 14001 provee y describe los elementos más importantes de un sistema de manejo ambiental. Se basa en el principio "planifique - haga - controle - actúe" incorporando así el concepto de mejoramiento continuo. 2.2.1 El modelo para la implementación de un sistema de gestión ambiental De acuerdo a la Norma ISO 14001, la organización o empresa debe establecer sus políticas, objetivos y metas ambientales (ver. Ilustración 1). La política ambiental de la organización debe hacer explícito su compromiso con el cumplimiento de la legislación y de las regulaciones, así como con un mejoramiento continuo y con la prevención de la polución o degradación del ambiente. Se requiere además que la empresa identifique la forma en que sus actividades afectan al medio ambiente y evalúe los impactos importantes, sean éstos positivos o negativos. Estos aspectos significativos deben ser tenidos en cuenta al momento de establecer los objetivos y metas ambientales y al definir los procedimientos a.2 - 6 . XIV JORNADAS FORESTALES DE ENTRE RIOS Concordia, Noviembre de 1999 de monitoreo y control. Ilustración 1: Modelo para la implementación de un Sistema de Gestión Ambiental (ISO 14001) Política, Objetivos y Metas Programa Implementació ny Operación Monitoreo y Medición Acciones correctivas Auditoría y Revisión Mejoramiento contínuo Los objetivos y metas deben ser consistentes con la política ambiental establecida por la empresa. Estas metas pueden fijarse sobre la base de principios, criterios e indicadores desarrollados externamente y que sean aplicables a un área forestal específica (ISO, 1997). Los criterios e indicadores tienen particularmente en cuenta los siguientes aspectos: extensión de los recursos forestales, salud y vitalidad del ecosistema, funciones productivas, biodiversidad, funciones protectoras y ambientales, necesidades sociales y de desarrollo, marco legal, político e institucional. A fin de alcanzar los objetivos y cumplir con las metas especificadas, se elabora un programa. Este debe establecer las responsabilidades para el logro de los objetivos y metas en cada nivel de la organización y la forma y tiempo en que éstos se deberían alcanzar. Al establecer responsabilidades, se involucra a todo el personal cuya actividad pueda tener un impacto significativo sobre el ambiente. La capacitación y toma de conciencia sobre los aspectos ambientales por parte del personal de la empresa u organización son considerados puntos clave en el proceso de implementación y operación. Periódicamente se controlan los registros ambientales y se realizan auditorías para verificar si el sistema de gestión se encuentra adecuadamente implementado y se desarrolla conforme a lo planificado. También periódicamente se evalúa el sistema de gestión y, de ser necesario, se redefinen políticas, metas y a.2 - 7 . XIV JORNADAS FORESTALES DE ENTRE RIOS Concordia, Noviembre de 1999 objetivos, cumpliendo así un proceso de mejoramiento continuo. A fin de demostrar que el Sistema de Gestión Ambiental implementado bajo el esquema de la Norma ISO 14001 es efectivo, una empresa u organización forestal puede optar por diferentes variantes: - la Autodeclaración, - una Auditoría externa, o - la Certificación por terceros. La opción dependerá de las necesidades de la organización y de las demandas del mercado. La Autodeclaración es el paso subsecuente a un control realizado internamente en la empresa u organización, que verifica la conformidad del Sistema de Gestión Ambiental con la norma ISO 14001. La Auditoría externa es un control realizado por un agente externo, pero directamente relacionado con la organización o empresa forestal (cliente, cámara empresaria, etc.). La Certificación requiere de una auditoría externa, independiente del Sistema de Gestión Ambiental, que debe ser realizada por un ente acreditado. 2.2.2 Aplicación del esquema ISO 14000 Por lo general existe el concepto de que las Normas ISO 14000 son aplicables a grandes empresas. De acuerdo al Informe Técnico de ISO 207 (1997), que provee material informativo para apoyar a las organizaciones forestales en el uso de las Normas ISO 14001 y 14004, existen diferentes mecanismos en base a los cuales pequeños productores forestales pueden implementar un Sistema de Gestión Ambiental de acuerdo a las Normas ISO 14000. Entre ellos se incluye, por ejemplo, la acción cooperativa entre propietarios forestales para desarrollar un sistema de gestión ambiental, el cual puede ser aplicado posteriormente por cada propietario en forma individual. Los propietarios de pequeñas superficies forestales pueden asimismo desarrollar e implementar en forma colectiva, a través de asociaciones o cooperativas, un sistema de gestión ambiental para sus bosques. Una tercera opción sería que una autoridad o entidad del estado desarrolle un sistema de gestión ambiental, que pueda ser aplicado dentro de sus límites administrativos. 3 EL COSTO DE LA CERTIFICACIÓN: En un estudio realizado en América Latina, CAMINO (1998) indica que los costos de la certificación pueden variar entre U$S 0,50.- y U$S 20.- por hectárea, dependiendo del tipo de bosque, tamaño y localización de la superficie a certificar. En general se acepta que el costo de la certificación por hectárea es inversamente proporcional a la superficie certificada. El costo de la certificación está integrado por el costo directo del proceso de certificación y los costos indirectos debidos a las modificaciones que deben aplicarse a las prácticas de manejo, para que éstas alcancen los estándares requeridos. Los costos directos incluyen el asesoramiento por parte de la empresa certificadora, la auditoría, la cadena de custodia y el monitoreo, que suele ser anual. Los costos directos de la certificación son menores en la medida que se disponga de cartografía y de un inventario a escala de unidad de manejo. Por otra parte se espera que los costos directos disminuyan con la existencia de profesionales capacitados, que puedan integrar equipos de certificación, y de filiales representantes locales de las empresas certificadoras. Los costos indirectos de la certificación, o sea los resultantes de aplicar prácticas de manejo forestal sustentable, suelen ser muchos mayores que los costos directos de certificación. De acuerdo a DUBOIS et al (1995, cit. en SIKOD, 1996) los costos indirectos pueden llegar a duplicar los costos de la aplicación de un manejo forestal convencional. Sin embargo, los posibles costos adicionales en los que se incurre al iniciar el proceso de certificación se transforman en una inversión, dado que una mejor planificación de las prácticas, organización del trabajo y disminución de accidentes tiene a largo plazo por resultado menores costos de manejo (CAMINO, 1998). 4. VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LA CERTIFICACIÓN: La certificación tiene un efecto positivo sobre la imagen de la empresa al aumentar la credibilidad de la misma, a.2 - 8 . XIV JORNADAS FORESTALES DE ENTRE RIOS Concordia, Noviembre de 1999 principalmente ante grupos ambientalistas (HANSEN, 1998). Además, de acuerdo al mismo autor, la certificación mejora de varias maneras la competitividad de la empresa. Permite por un lado lograr posiciones en mercados verdes, obteniendo mejores precios por los productos, y abre la posibilidad de nuevos mercados. Por otra parte, facilita la obtención de capital para la expansión de la empresa, al transmitir una mejor imagen basada en la aplicación de un manejo sustentable. La certificación puede además mejorar el acceso al mercado de pequeños productores forestales. Por otra parte se ha comprobado que mejora la planificación del productor forestal y favorece a una mejor administración de la empresa. Para beneficio de la sociedad, debido a que la certificación se apoya en las estructuras normativas y jurídicas locales, favorece el cumplimiento de las mismas. Como desventajas pueden indicarse su alto costo inicial. Si bien en algunos países, los consumidores están dispuestos a pagar un precio entre 5% y 20% mayor por madera certificada, los mercados no se encuentran aún desarrollados. Por otra parte es difícil evaluar cómo evolucionarán estos mercados en el mediano y largo plazo. En cuanto al proceso de certificación, faltan equipos certificadores locales e incluso la definición de criterios de manejo forestal sustentable reconocidos a nivel regional. Un problema particular en el proceso de certificación lo constituye la cadena de custodia. Para algunos tipos de industria, como la de la celulosa y el papel o la de tableros se presentan dificultades prácticas para controlar el origen de la materia prima que proviene de diversas fuentes. Algo semejante sucede en las grandes empresas que trabajan con numerosos proveedores de materia prima, y en las cuales resulta complicado mantener separados los productos originados en bosques certificados de los que proceden de aquellos que no lo están. Una de las principales críticas que recibe el sistema de certificación, es que en última instancia busca más establecer ventajas competitivas de mercado que mejorar los sistemas de manejo forestal (SIMULA et al, 1997). Por otra parte, se cuestiona la credibilidad del sistema, particularmente en el caso de que las certificadoras sean empresas con fines de lucro, debido a que se establece una relación comercial, en la cual el negocio de la empresa es otorgar la certificación y el negocio del productor forestal obtener esa certificación. Se suele cuestionar además que quien en última instancia otorga el sello verde sea quien realizó el asesoramiento y estableció las condiciones para obtener el sello. 5 PERSPECTIVAS Debido a que estos procesos son relativamente nuevos, es difícil predecir cuál será la tendencia en el mediano y largo plazo. Esto estará determinado en gran medida por la demanda en el mercado de productos forestales. Debe tenerse en cuenta que solamente los productos que siguen el esquema de FSC (certificación de MFS y cadena de custodia) pueden llevar legítimamente una etiqueta de eco-certificación en el momento de su venta al consumidor final. Bajo el esquema ISO 14001, quien recibe el certificado es la empresa y no sus productos en forma individualizada. Probablemente debido a ello, en la actualidad el mercado de productos certificados demanda el esquema de FSC. De acuerdo a BASS (1998) actualmente no hay compradores de productos forestales que exijan el enfoque ISO para la certificación de manejo forestal. De hecho, algunos datos muestran una creciente importancia de la certificación según FSC. De acuerdo a esta institución, en los últimos dos años se sextuplicó el numero de “grupos de trabajo” nacionales, se duplicó el número de miembros de FSC, existen 14 nuevos países representados por miembros de FSC, y la superficie certificada por cuerpos acreditados por FSC se ha cuadruplicado. Por otro lado, en diferentes países existen también iniciativas locales que promueven la certificación del manejo forestal sobre la base de los Principios y Criterios de FSC. En Estados Unidos, un grupo de reciente formación es el Consejo de Productos Forestales Certificados (CPFC, Certified Forest Products Council), una a.2 - 9 . XIV JORNADAS FORESTALES DE ENTRE RIOS Concordia, Noviembre de 1999 iniciativa voluntaria e independiente, que tiene por objetivo promover la compra responsable de productos forestales en ese país como un aporte para mejorar el manejo forestal de los bosques en el mundo. En Bolivia, uno de los países latinoamericanos con mayor superficie certificada en base a los estándares de FSC, se ha creado el Consejo Boliviano para la Certificación Forestal Voluntaria, que es una asociación civil nacional sin fines de lucro, creada en 1995, que tiene por misión promover la práctica del manejo forestal bajo los principios y criterios de FSC (ANÓN., 1999). Cabe además destacar que el Banco Mundial fomenta la eco-certificación forestal a fin de alcanzar en el año 2005 la meta de 200 millones de ha de bosques bajo procesos de certificación de manejo forestal sustentable. 6 LA CERTIFICACIÓN Y EL MERCADO DE CARBONO Además de la madera y productos no maderables del bosques, se abren también nuevas oportunidades de mercado para los servicios ambientales provistos por bosques cuyo buen manejo es garantizado a través de la eco-certificación. Entre otros, se incluye aquí el interés por los bosques como sumideros de carbono. Debido a la actividad humana, se registra, particularmente a partir de la Revolución Industrial, un fuerte aumento en la atmósfera de los gases de efecto invernadero. Ello, a su vez, tiene por consecuencia la modificación del clima terrestre. En la Cumbre de la Tierra, realizada en Brasil en 1992, se aprobó la Convención Marco de Cambio Climático (CMCC), en la cual los países acuerdan tomar medidas para estabilizar la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera y mitigar de esa forma el cambio climático. A partir de la Convención Marco y en las sucesivas Conferencias de las Partes algunos países se obligaron voluntariamente a disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero. Paralelamente se establecieron mecanismos (Mecanismo de Implementación Conjunta y Mecanismo de Desarrollo Limpio) para promover la reducción de gases de efecto invernadero y/o favorecer el secuestro de dióxido de carbono de la atmósfera. En base a estos mecanismos se hace posible que, en el marco de un proyecto, se le reconozcan a un inversor créditos en función de las actividades de reducción de emisiones y/o secuestro de carbono efectivamente financiadas (MOURA COSTA, 1998). Los créditos por las reducciones de emisiones certificadas (Certified Tradable Offsets, CTO's), generados en estos proyectos, pueden ser posteriormente negociados entre países sobre la base del volumen de carbono fijado, permitiendo que los países que han comprometido una reducción en sus emisiones de gases de efecto invernadero puedan cumplir con sus obligaciones ante la Convención Marco de Cambio Climático. El sector forestal se encuentra estrechamente ligado al cambio climático y puede jugar un papel importante al momento de definir proyectos enmarcados en los mecanismos de implementación conjunta y desarrollo limpio. El manejo forestal y la forestación ofrecen la posibilidad no sólo de mantener el nivel de carbono fijado, sino también de contribuir al secuestro de dióxido de carbono atmosférico, al actuar los bosques como sumideros de carbono. A fin de que la actividad forestal se utilice como una herramienta de mitigación del cambio climático, es necesario llegar a un acuerdo sobre los criterios y las modalidades que se usarán para cuantificar y certificar los beneficios de los proyectos forestales. Si bien, hasta el momento, no existe un catálogo establecido e internacionalmente acordado para certificar las reducciones de emisiones logradas por estos proyectos, existe consenso en que los mismos deben cumplir una serie de criterios para ser aceptados en el marco de la CMCC. Estos criterios son: 1) compatibilidad con la legislación vigente; 2) compatibilidad con las prioridades y estrategias nacionales de desarrollo sustentable; lo cual significa que los proyectos no deberán tener efectos negativos sobre: la conservación de la biodiversidad, el uso sostenido del suelo, la conservación de los bosques, el agua y el aire, etc.; 3) adicionalidad en la mitigación, es decir, deben conducir a beneficios ambientales de largo plazo, relacionados con el cambio climático, mensurables, y que no se habrían producido en ausencia del proyecto; 4) adicionalidad en la asistencia financiera, o sea, deben ser financiados por fuentes adicionales a la actual a.2 - 10 . XIV JORNADAS FORESTALES DE ENTRE RIOS Concordia, Noviembre de 1999 asistencia oficial para el desarrollo. Actualmente existen algunas entidades que certifican este tipo de proyectos. SGS, por ejemplo, (empresa que también realiza procedimientos de eco-certificación forestal bajo criterios de FSC) certifica proyectos para la mitigación del cambio climático. En este contexto, SGS verifica la emisión de gases de efecto invernadero. Provee además un servicio por el cual realiza un análisis formal del diseño del proyecto, controla su implementación y cuantifica las reducciones de emisiones o la absorción de dióxido de carbono previstos y realmente alcanzados. FSC ha analizado recientemente su posible papel en la certificación de créditos de carbono. En principio, y en forma análoga a la eco-certificación, FSC podría actuar acreditando entidades certificadoras. Éstas a su vez serían responsables de auditar y verificar las actividades de los proyectos relacionados con el secuestro de carbono. Sin embargo, y debido a que en la comercialización de los créditos de carbono existe una importante participación de los estados nacionales, también la certificación de este tipo de proyectos exigiría una relación más estrecha con los gobiernos (FSC, 1999). En forma semejante a lo mencionado con respecto a la eco-certificación forestal, los mecanismos para contribuir a la mitigación del cambio climático a través de proyectos forestales son muy recientes y se encuentran en proceso de desarrollo. La evolución del mercado de carbono y el papel que definitivamente desempeñe el sector forestal en el mismo depende en gran medida de la clarificación de algunos puntos inciertos del Protocolo de Kyoto y de la aceptación de éste por los países, del establecimiento de líneas claras para el planteo de los proyectos y de la experiencia ganada en proyectos concretos. Ello a su vez, abrirá nuevas perspectivas para la certificación forestal. BIBLIOGRAFÍA: ANÓN. (1999): La Certificación Forestal Voluntaria: una herramienta para promover y lograr el buen manejo de los bosques. En: Bosques y Desarrollo Nro 20-21, Abril 199: 34-36 BASS, S. (1998): La certificación forestal - el debate acerca de los estándares. Red Forestal para el Desarrollo Rural. Documento de la Red 23b. Verano '98. ODI, Londres. 23 pgs. Sitio de la web de CFCP: www.certifiedwood.org CAMINO, R. de y ALFARO, M. (1998): La certificación en América latina: experiencias hasta la fecha. Red Forestal para el Desarrollo Rural. Documento de la Red 23c. Verano '98. ODI, Londres. 27 pgs. DUBUOIS, O., ROBBINS, N. y BASS, S. (1995): Forest Certification in the European Union. London. EVANS, B. (1996): Technical and Scientific Elements of Forest Management Certification Programs. En: Proceedings of the Conference Economic, Social, and Political Issues in Certification of Forest Management. Malasia. FSC (1999): Background paper for Carbon Certification Workshop. Oaxaca, Mexico. 6 pgs. Sitio de la web del FSC; www.fscoax.org HANSEN, E. (1998): Understanding forest certification. Oregon State University Extension Service. Oregon. 2 pgs. ISO (1997): Informe Técnico ISO/TC207-N197. Borrador 09. Material Informativo para asistir a Organizaciones Forestales en el uso de las Normas 14001 - 14004. Sistemas de Gerenciamiento Ambiental. 8 pgs. KIEKENS, J.-P. (1997): Eco-Certificación: Tendencias internacionales e implicaciones forestales y comerciales. Environmental Strategies Europa. Bruselas. 46 pgs. MOURA COSTA, P. (1998): Forestry-based Greenhouse Gas Mitigation: A Short Story of Market Evolution. En: Assian Timber. August 1998: 44-51 Sitio de la web de SGS: www.sgs.co.uk SIKOD,. F. (1996): Certification Process in Sustainable Forest Management. Economic Concept and Indicators. En: Proceedings of the Conference Economic, Social, and Political Issues in Certification of Forest Management. Malasia. SIMULA, M. y BAHARUDDIN, Hj. G.: Timber Certification in Transition. En: Information Bulletin for Developing Countries. IUFRO. Spring 1997:3-7 Sitio de la web de Smart Wood; www.smartwood.org SUITER, W. (1998): The Brasilean experience in the process of determining local standards for forest certification through FSC principles and Criteria. En: Proceedings of International Conference of Indicators for Sustainable Forest Management. IUFRO, in collaboration with CIFOR and FAO. Australia: 163-165 VALTANEN, H. (1998): Forest Certification - Current Development in Finland and in EU. Ponencia presentada en el a.2 - 11 . XIV JORNADAS FORESTALES DE ENTRE RIOS Concordia, Noviembre de 1999 Seminario Internacional para Transferencia de Tecnología y Know-How. Rosario. Noviembre 1998. ANEXO A continuación se indican los diez Principios que guían el proceso de certificación de FSC; Con respecto al Principio 10: Plantaciones, se han incluido los criterios establecidos. Se entiende aquí por Principiouna regla o elemento esencial de manejo forestal. Criterio es un medio para juzgar si un principio de manejo forestal ha sido, o no, cumplido. PRINCIPIO 1: OBSERVACION DE LAS LEYES Y LOS PRINCIPIOS DEL FSC El manejo forestal deberá respetar todas las leyes nacionales, los tratados y acuerdos internacionales de los que el país es signatario, y deberá cumplir con todos los Principios y Criterios del FSC. PRINCIPIO 2: DERECHOS Y RESPONSABILIDADES DE TENENCIA Y USO La tenencia y los derechos de uso a largo plazo sobre la tierra y los recursos forestales, deberán estar claramente definidos, documentados y legalmente establecidos. PRINCIPIO 3: DERECHOS DE LOS PUEBLOS INDIGENAS Los derechos legales y consuetudinarios de los pueblos indígenas para poseer, usar y manejar sus tierras, territorios y recursos deberán ser reconocidos y respetados. PRINCIPIO 4: RELACIONES COMUNALES Y DERECHOS DE LOS TRABAJADORES El manejo forestal deberá mantener o elevar el bienestar social y económico a largo plazo de los trabajadores forestales y de las comunidades locales. PRINCIPIO 5: BENEFICIOS DEL BOSQUE El manejo forestal deberá promover el uso eficiente de los múltiples productos y servicios del bosque para asegurar la viabilidad económica y una gama amplia de beneficios ambientales y sociales. PRINCIPIO 6: IMPACTO AMBIENTAL Todo manejo forestal deberá conservar la diversidad biológica y sus valores asociados, los recursos de agua, los suelos, y los ecosistemas frágiles y únicos, además de los paisajes. Al realizar estos objetivos, las funciones ecológicas y la integridad del bosque podrán ser mantenidas. PRINCIPIO 7: PLAN DE MANEJO Un plan de manejo -- de acuerdo a la escala y a la intensidad de las operaciones propuestas -- deberá ser escrito, implementado y actualizado. En el mismo se deberán establecer claramente los objetivos del manejo, y los medios para lograr estos objetivos. PRINCIPIO 8: MONITOREO Y EVALUACION Deberán evaluarse -- de acuerdo a la escala y a la intensidad del manejo forestal -- la condición del bosque, el rendimiento de los productos forestales, la cadena de custodia, y la actividad del manejo y sus impactos sociales y ambientales. PRINCIPIO 9: MANTENIMIENTO DE BOSQUES CON ALTO VALOR DE CONSERVACION. Las actividades de manejo en bosques con alto valor de conservación mantendrán o incrementarán los atributos que definen a dichos bosques. Las decisiones referentes a los bosques con alto valor de conservación deberán tomarse siempre dentro del contexto de un enfoque precautorio. PRINCIPIO 10: PLANTACIONES Las plantaciones deberán ser planeadas y manejadas de acuerdo con los Principios y Criterios del 1 al 9 y con los Criterios del Principio 10. Si bien las plantaciones pueden proporcionar un arreglo de beneficios sociales y económicos y pueden contribuir en la satisfacción de las necesidades de productos forestales del mundo, éstasdeberán complementar el manejo de, reducir la presión sobre y promover la restauración y conservación de los bosques naturales. 10.1 Los objetivos de manejo de la plantación, incluyendo los de conservación y restauración de bosques naturales deberán manifestarse explícitamente en el plan de manejo, y deberán ser claramente demostrados en la implementación del plan. 10.2 El diseño y planeación de las plantaciones deberá promover la protección y conservación de los bosques naturales, y no incrementar las presiones sobre los bosques naturales. Deben tomarse en cuenta para el diseño de la plantación, los corredores de la fauna silvestre, la protección de los cauces de ríos y un a.2 - 12 . XIV JORNADAS FORESTALES DE ENTRE RIOS Concordia, Noviembre de 1999 mosaico de rodales de diferentes edades y períodos de rotación, además de estar de acuerdo con el tamaño de la operación. La escala y la planeación de los bloques de plantación debe estar de acuerdo con los patrones de los rodales encontrados dentro de su paisaje natural. 10.3 Se prefiere la diversidad en la composición de las plantaciones, para mejorar la estabilidad económica, ecológica y social. Tal diversidad puede incluir el tamaño y la distribución espacial de las unidades de manejo dentro del paisaje, número y composición genética de las especies, clases de edad y estructuras y tipos de productos. 10.4 La selección de especies para plantación debe basarse en las posibilidades generales del sitio y en su conveniencia para los objetivos de manejo. A fin de favorecer la conservación de la diversidad biológica, son preferidas las especies nativas sobre las exóticas en el establecimiento de plantaciones y para la restauración de ecosistemas degradados. Las especies exóticas, las cuales deberán ser usadas sólo cuando su desempeño sea mayor que el de las especies nativas, deberán ser cuidadosamente monitoreadas para detectar la mortalidad inusual, enfermedades o daños por insectos e impactos ecológicos adversos. 10.5 De acuerdo a la escala de la plantación, una proporción del área total de manejo forestal (que será determinada en los estándares regionales) deberá ser manejada de tal forma que se restaure la cubierta forestal natural del sitio. 10.6 Deberán tomarse medidas para mantener o mejorar la estructura del suelo, fertilidad y actividad biológica. Las técnicas y tasa de cosecha, el mantenimiento y construcción de caminos y vías, así como la selección de especies no debe traer como resultado la degradación del suelo a largo plazo o tener impactos adversos en la calidad o cantidad del agua o su distribución. 10.7 Deberán tomarse medidas para minimizar los daños por plagas, enfermedades, fuego y sobre la introducción de plantas invasoras. Un manejo integrado de plagas, debe formar parte esencial del plan de manejo. Siempre que sea posible, los métodos de prevención y control biológico deberán ser usados en lugar de los pesticidas y fertilizantes químicos. La planeación de la plantación deberá esforzarse para no usar pesticidas y fertilizantes químicos, incluyendo su uso en los viveros. El uso de químicos está también cubierto por los criterios 6.6 y 6.7 10.8 De acuerdo a la escala y diversidad de la operación, el monitoreo de plantaciones deberá incluir una evaluación regular del potencial de los impactos ecológicos y sociales en el sitio y fuera de él, (es decir, los efectos de la regeneración natural sobre los recursos hídricos y la fertilidad del suelo y los impactos sobre el bienestar social y los beneficios sociales) además de los elementos tratados en el principio 8. No deberán plantarse especies a gran escala hasta que las pruebas locales y/o la experiencia hayan mostrado que éstas están ecológicamente bien adaptadas al sitio, que no son invasoras y que no tienen impactos ecológicos negativos significantes sobre otros ecosistemas. Se dará atención especial a los asuntos sociales de la adquisición de tierras para plantaciones, especialmente a la protección de los derechos de los pobladores de la localidad en cuanto a la tenencia, uso o acceso. 10.9 Las plantaciones establecidas en áreas convertidas de bosques naturales después de noviembre de 1994, normalmente no calificarán para la certificación. La certificación podrá permitirse en circunstancias donde se presenten a los certificadores pruebas suficientes de que los administradores/propietarios no son responsables directa o indirectamente de dicha conversión. En Septiembre de 1994, los Miembros Fundadores del FSC y el Consejo Directivo ratificaron los Principios del 1 al 9. El Principio 10 fue ratificado por los miembros del FSC y el Consejo Directivo en Febrero de 1996. En Enero de 1999 los Miembros del FSC y el Consejo Directivo ratificaron la revisión del Principio 9 y la adición de los Criterios 6.10 y 10.9. a.2 - 13 .