UN ERROR JUDICIAL

Anuncio
Lic . CARLOS A . VACCARO L .
EL PROCESO GUIZAD O
UN ERRO RJUDICAL
DE PROCEDIMIENT O
COLON, REPÚBLICA DE PANAM A
—
1958 —
EL PROCESO GUIZAD O
EXPLICACIO N
El magnicidio del 2 de enero de 1955 es un hecho histórico . E s
lícita la libre discusión de los acontecimientos históricos, si se persigue el descubrimiento de la verdad . En el análisis jurídico del pro
ceso, que e$ lo qua pretendo, no cabe otra disposición de ánimo qu e
una absoluta imparcialidad . El lenguaje forense debe ser la fiel ex .
presión de ese carácter objetivo indispensable, para lograr el respet o
necesario a la opinión.
Este folleto procura sujetarse a ese principio, soslayando el cr i
terio subjetivo de la presunta culpabilidad de los autores del hecho y
apartándose de la crisis emocional que se produjo como consecuenci a
de la pública reprobación . La ley, no obstante su innegable valoración
ática, tiene fines esencialmente jurídicos . El abogado no puede des atenderlos, so pretexto de razones que se alejan de los móviles que l a
inspiran y que ninguna relación tienen con el ejercicio de su profesión.
Mi ingerencia no tiene otro propósito que un comentario . Com o
ciudadano me asiste el derecho a intervenir, públicamente, en la discusión de un episodio de nuestra vida nacional . No hay motivos n i
intenciones ocultos, ni deseos de agravio contra nadie . La magnitu d
de la tragedia impone el delicado deber de mantenerse dentro de lo s
límites del comedimiento y la decencia . La communis-opinio se justifica cuando, como en el magnicidio del 2 de enero, es consecuencia d e
un elevado interés patrio .
En el juicio penal deben observarse las normas que regulan el procedimiento, porque éste es la garantía judicial que la ley dispensa a l
acusado. En la justicia se integran el pensamiento, los valores morales y la ley.
Corresponde a la historia el veredicto final de un hecho que, e n
mi opinión, no puede justificarse : moralmente, por ausencia de motivación altruista ; y jurídicamente, por ausencia de circunstancias supra legales que pudieran invocarse como posibles eximentes de responsabilidad.
EL
PROCESO
GUIZAD O
PREAMBUL O
El Proceso Guizado constituyó, en mi opinión, u n
lamentable error judicial de procedimiento . Sindicado como cooperador, en el magnicidio del 2 de enero de 1955, ocurrido e n
el "Hipódromo Juan Franco", fue sometido a juicio invocándose una competencia jurídicamente equivocada .
La Honorable Asamblea Nacional, durante el períod o
1952-1956, cumplió con las normas adjetivas que señalan la s
disposiciones pertinentes . El fallo fue la natural secuencia d e
la ley y el resultado de un criterio de culpabilidad, que prevaleció en la mayoría de los jueces . El Ingeniero Guizado fu e
condenado a sufrir una pena privativa de la libertad, a l a
pérdida del empleo y a interdicción para ejercer funcione s
públicas .
El error surge no como dilema de una presunta inocencia, alegada con ardor no sólo por el propio culpado sin o
también por sus defensores, sino en virtud de la competenci a
atribuída a la Asamblea para conocer y juzgar el caso . El Ingeniero Guizado desempeñaba, en esos trágicos momentos, e l
cargo de Presidente de la República .
El error no fue de hecho, sino de derecho, porque no s e
relacionaba con la posible participación en los sucesos del 2
de enero de ese año, sino con la facultad legal de la Honorabl e
Asamblea Nacional para juzgar al Ingeniero Guizado estand o
éste investido de la más alta representación oficial .
No hay justicia sin ley Pero la ley es obra de humanos ,
y como tal imperfecta La ley es una formación de palabras ,
no de hechos . Cuando surge la duda el jurista recurre a l a
hermenéutica, para aplicarla conforme a derecho . Pero el abuso en la interpretación conduce a la deformación de la norma .
La interpretación no debe apartarse, abiertamente, del texto .
_g_
EL
PROCESO
EL
GUIZAD O
espíritu, propósito y razón de la ley es lo que prevalece .
La voluntad de la ley es el único derecho obligatorio .
Cuando se transita por el sendero del error cabe una reparación . En el caso del Ingeniero Guizado el defecto ha sid o
subsanado, al interferir la Corte ordenando la inmediata libertad del reo por razón de sentencias contradictorias . Pero
el juicio merece un comentario por su innegable trascendencia nacional .
El error, según la doctrina, en términos generales,- e s
causa de inculpabilidad o causa de nulidad ., Existe el erro r
facti y el error iuris . Puede ser esencial o eventual, excusabl e
o inexcusable . En el caso concreto del Ingeniero Guizado e s
relativo al juicio y se produjo como consecuencia de la omisión e interpretación, ambas de la ley que es una regla d e
derecho . Si la premisa mayor que es la ley es falsa, todo e l
supuesto silogismo de la justicia resulta falso Defectuosa l a
ley, defectuoso es el planteamiento del problema y defectuos a
es la conclusión.
El derecho penal procesal es un conjunto de .formalidades que permite al juez conocer el hecho y aplicar el derech o
según la ley El juicio penal debe ceñirse a las formalidade s
del procedimiento, porque de lo contrario se viola el principi o
de libertad que es uno de los fundamentos básicos de la justicia .
Estimo que no se trata de un abuso por infracción sin o
de una desviación por interpretación . No hay margen de utilidad para recriminar por supuesta malicia, a los Diputado s
que votaron por un veredicto de culpabilidad Recuérdese qu e
la Corte, en fallo para dirimir la incidencia, declaro que 'l a
Asamblea era competente para juzgar al Ingeniero Guizad o
por la supuesta participación en la comisión de un delit
ocmúnLaingernciadelaCámar pudohabersidoequivoca da, pero jamás una arbitrariedad La condena se impuso con forme a la ley al votar las dos terceras partes de los Diputado s
de la Asamblea Nacional .
PROCESO
GUIZAD O
EL DELITO
El
El Ingeniero José Ramón Guizado fue llamado a responen juicio por el delito genérico de homicidio, que defin e
y sanciona el Capitulo I, Título XII, del libro Segundo de l
Código Penal.
der
Pero al Ingeniero Guizado no se le sindicó, en ningú n
momento, como fautor material o como agente principal del
acto antijurídico previamente tipificado : Su acción quedó comprendida dentro de lo que establece el Título VI . Libro Primero del referido cuerpo de leyes y que trata de la cooperación de varios individuos en la comisión de un mismo hech o
punible"
Se observa¡ que el auto se refiere a "la agravante de l
orden constitucional lo que indica que le era aplicable a l
Ingeniero Guizado las disposiciones que enumera el Título H .
del Libro Segundo del Código Penal, que se refiere a "los d
elitoscnra podeslaNción"yquesrlacion cretamente con el artículo 109 de la misma excerta .
Para llamar a responder en juicio criminal se sigue l a
norma que contiene el articulo 2147 del Código Judicial y que ,
textualmente, en su parte pertinente, dispone que si encontrare que hay plena prueba de la existencia del delito, y po r
lo menos un testigo idóneo o graves indicios contra algun o
o algunos, declarará que hay lugar al seguimiento de caus a
.contra éstos "
El magnicidio del 2 de enero puede catalogarse como homicidio político? El llamado delito político obedece, ant
. Su doctrina gira alrededor de la teoría
etodacusil
del movil, que impulsa al autor, en un determinado . moment o
histórico . No define ni caracteriza el homicidio . político el he
cho de que la víctima sea un Jefe de Estado, ni tampoco e l
hacho de perpetrarse el delito en momentos de conmoció n
política . Homicidio político es el que se comete bajo el impul-
EL
PROCESO
GUIZADO
so de una pasión altruista, de un ideal político o social . La
nobleza del estado afectivo en que se concibe y ejecuta es l o
que- le confiere individualidad jurídica .
El estudio y, análisis del móvil debe hacerse con criteri o
subjetivo . El hecho, en su materialidad, no es distinto d e
cualquier otro homicidio . La característica anormal que ma s
se observa entre los homicidas políticos es el matoidismo ,
aunque científicamente el vocablo carezca de significado . E l
matoide es, por lo general, un individuo de constitución paranoica. Tiene la apariencia del genio y del apóstol, pero n o
la substancia. Tiene la convicción profunda de sus propio s
méritos, la confianza tenaz en sus ideas 'y el abandono de to '
da preocupación . Pero no es sagaz, ni fecundo ni originaI No es lo mismo matar a un tirano, obedeciendo un sentimiento patriótico, que matar a un gobernante obedeciend o
a propósitos de venganza o predominio . En el crimen se descubren no sólo pasiones altruístas, como en los homicidio s
políticos, sino también pasiones egoístas y bajos sentimientos .
Se mata no sólo por ideal sino• también por lucro ; venganza ,
celos, notoriedad y por muchos otros motivos que proviene n
del fondo oscuro del inconsciente . Para diferenciar el homicidio político hay que conocer el elemento psicológico qu e
inspira el acto y que se manifiesta con eI móvil .
No se pueden formular conclusiones sobre el homicidio
político sin el conocimiento de la- personalidad del autor . El
homicida político, propiamente dicho, es un delincuent
un ideal d
epasionlqurc meovidpr
. Es una pasión noble, altruista, Iigada a ebinstarcolv su característica psicológica, el móvil de su delito . Paraclasifr
el homicidio político hay que tomar en consideración tre s
factores . indispensables: a) la calidad del móvil determinante b) la personalidad del autor ; y, e) las condiciones históricas .
EL
PROCESO
GUIZAD Q
grave alteración del orden constitucional o un estado de tras -
torno y conmoción política que obligara a concebir y ejecutar tan- doloroso delito? En mi opinión, no . Estimo que el crimen del 2 de enero no fue sino un homicidio común.
LA SENTENCI A
La parte resolutiva de la sentencia de 29 de marzo d e
1955, proferida por la Honorable Asamblea Nacional, en funciones judiciales, en el juicio que le siguió al Ingeniero José
Ramón Guizado. y que se publicó en la prensa iota], dice así :
Por las consideraciones que anteceden, la Asamble a
Nacional en funciones judiciales, administrando justicia en nombre de la República y por autoridad
de la Ley, CONDENA a José Ramón Guizado, varón ,
mayor de edad, casado, panameño, ingeniero, vecino de esta ciudad con residencia en la casa númer o
18 de la Calle José Gabriel Duque en la Cresta y
portador de la Cédula de identidad personal No .
47-897 a sufrirla pena principal de DIEZ AÑO S
DE RECLUSION en el lugar designado por el Organo Ejecutivo, menos la tercera parte de esta condena, quedando reducida la condena a SEIS AÑO S
OCHO MESES DE RECLUSION, a la destitución del
cargo de Presidente de la República y a las penas
accesorias de interdicción de funciones públicas po r
el mismo tiempo o sea seis años y ocho meses y a l
pago de las costas y gastos procesales "
Se dieron, en el magnicidio del 2 de enero de 1955, las
condiciones esenciales del delito politico? Existía ; en Panamá,
Una vez concluídos los alegatos la Asamblea procede ,
conforme al artículo 2324 del Código Judicial, a discutir y
votar sentencia . Según el articulo 2325 ibidem "para declarar culpado a un acusado, serán necesarias las dos terceras
partes de los votos de todos los Diputados que componen l a
Asamblea Nacional¡' . Si esta mayoría no resulta el acusad o
quedará absuelto del cargo que se le hac e
-lo-
-1 1 -
EL
PROCESO
GUIZIAD O
LA COMPETENCI A
Con fecha 18 de . enero de 1955 la Honorable Corte Suprema de Justicia dijo en parte resolutiva, lo .siguiente :
"En mérito de las condiciones expuestas, la Cort e
Suprema de Justicia, en ejercicio de facultad constitucional, de acuerdo con el Jefe Supremo de
.hay lugar a hace
lMinsteroPúbc,daqun r
la decla:ración .de inconstitucionalidad demandada "
Esta decisión de la Corte obedeció al hecho de que, e n
memorial suscrito por el Licenciado Alejandro Piñango, s e
solicitó a ese alto tribunal de justicia la declaratoria de in constitucionalidad de la Resolución número 35 de fecha 1 5
de enero proferida por la Honorable Asamblea Nacional y
que decía lo siguiente :
"Negar la licencia solicitada por el señor José Ramó n
Guizado para separarse del cargo de Presidente d e
la República ;
Admitir, como en efecto admite, la acusación qu e
entraña el referido expediente ; en lo que respecta
al Ingeniero José Ramón Guizado como President e
de la República ;
Suspender al referido Ingeniero José Ramón Guizado del cargo de Presidente de la República ; al tenor
del artículo 2309 del Código de Procedimiento ;
Ordenar su detención en conformidad al artícul o
2091 del Código Judicial, por existir mérito par a
ello, y en consecuencia oficiar al Comandante Primer Jefe de la Guardia Nacional para que proceda
a dicha detención y lo mantenga a órdenes de est a
Asamblea; y
Llamar al ciudadano don Ricardo Arias'Espinosa para que en su caracter de Segundo Vice-Presidentetome posesión del cargo de Presidente de la Re -
EL
PROICDSO
GUIZAD O
pública- ante la Asamblea Nacional en los, término s
que señalan los artículos 141, 149 y 152 de la Constitución "
Las consideraciones basicas, emitidas por la Corte par a
justificar el pronunciamiento a que se hace referencia, so n
del siguiente tenor :
"El artículo 119 de la Constitución Nacional debe
interpretarse en el sentido de advertir en el do s
proposiciones : la primera ha de circunscribirse a la s
faltas o delitos cometidos por el Presidente de l a
República en ejercicio de sus funciones, con per juicio del libre funcionamiento del poder públic o
la segunda cuando al Presidente le imputan la co misión de hechos violatorios de la constitución o la s
leyes, hechos que bien pudo haber realizado en ejercicio de su alta investidura o con anterioridad a l a
fecha en que ejercía el cargo .
Ello es así porque de otro modo, se quedarían si n
sanción lassinfracciones del Código Penal ya que u n
ciudadano puede ejecutar actos delictuosos,y llegar
a la presidencia de la República sin que entonce s
pudiese deducírsele responsabilidad .
La Asamblea tiene competencia exclusiva en los casos en que se denuncia al Presidente de la República por razón del alto cargo de que está investid o
sin que sea preciso determinar_ el momento . en qu e
ejecutó el hecho que se le imputa" .
Mas adelante, en el cuerpo del esa resolución, concluye
nuestra Corte manifestando que el legislador quiso deja r
unicamente a cargo de la Asamblea Nacional, el juzgamiento
de la conducta del Primer Mandatario de la Nación, ya se a
que infrinja la Ley en el ejercicio de su cargo, o como simple
ciudadano, sancionandolo al mismo tiempo"
EL
PROCESO
GUIZAD O
EL PROCESO GUIZAD O
Se observa ; en la decisión de la Corte, una tendencia a
dejar claramente . establecido un principio fundamental a) qu e
la Asamblea es competente para conocer de las denuncia s
contra el Presidente de la República, sin entrar a considera r
el hecho de que su delito haya sido cometido con anteriorida d
al ejercicio de su cargo ; y, b) que la competencia de la Asamblea, para juzgar al Presidente, abarca no sólo la comisión .
de actos que provienen del desempeño de sus funciones sin o
también de actos que le son imputables como si fuera un simple ciudadano .
obligatoria, la Resolución de la Asamblea cuya impugnació n
se solicitó y cuya parte pertinente transcribo .
"Admitir, como en efecto admite, la acusación qu e
entraña el referido expediente, en lo que respect a
al Ingeniero José Ramón Guizado como President e
de la República" .
EL JUICI O
La decisión de la Honorable Corte Suprema de Justici a
determinó la competencia de la Honorable Asamblea Naciona l
para juzgar el Ingeniero José Ramón Guizado, como Presidente de la República, por su presunta participación en el magnicidio .
En-las resoluciones judiciales hay dos partes, que forma n
el conjunto : 19) la motiva, que resume los considerandos qu e
han de servir de base al pronunciamiento ; y, 24 la resolutiva ,
que resume la decisión como único derecho obligatorio . Se
hace necesario advertir que la Resolución de la Honorabl e
Corte Suprema de Justicia, que se comenta, no estableció d e
manera expresa que la Asamblea era competente para juzgar al Ingeniero Guizado por la comisión de un delito comú n
sino por haber cometido su supuesto delito con anteriorida d
al ejercicio del cargo de Presidente de la República . La parte resolutiva del fallo nada dice sobre ese particular .
Sirvió de base para fundamentar ese criterio la faculta d
que el artículo 119 de la Constitución Nacional dispensa a l a
Asamblea, en funciones judiciales, ylcuya parte pertinent e
reza así :
Conocer de las acusaciones o denuncias que se presenten contra el Presidente de la República y lo s
Ma.gisirados de la Corte Suprema de Justicia y de l
Tribunal de lo Contencioso-Administrativo y juzga r
los, si a ello hubiere lugar, por actos ejecutados e n
el ejercicio de sus funciones con perjuicio del libr e
funcionamiento del poder público o violatorios de l a
Constitución y las leyes" .
Pero la parte motiva, vistos los comentarios que se hace n
a las disposiciones legales que se citan, y que sirvieron de base para demandar la presunta inconstitucionalidad de la Re solución número 35 de 15 de enero de la Honorable Asamblea Nacional, a que se alude, dejó claramente prevista est a
circunstancia . Allí se expresa, de manera explícita, sobre l a
competencia de la Asamblea para juzgar y sancionar al Presidente de la República por infracción de la ley en el ejercicio de sus funciones, tal como lo prevé el artículo 119 de l a
Constitución, o ya como simple ciudadano . Excuso decir que ,
en esta última modalidad, entran las infracciones de las le yes penales comunes Al declarar la Corte que no procedí a
la demanda de inconstitucionalidad dejó en pie, con fuerza
--14-
El artículo 148 de la Constitución informa que el Presidente de la República sólo es responsable en los siguiente s
casos :
lo. "Por extralimitación de sus funciones constitucionales;
2o. 'Por actos de violencia o coacción en el curso de l
proceso electoral o que impidan la reunión de l a
1
_15—
EL
PROCESO
EL PROCESO GUIZAD O
GUIZAD O
Si la Asamblea no era competente para juzgar al Ingeniero José Ramón Guizado, como es mi opinión, por la supuesta participación eñ los sucesos del 2 de enero de 1955, a quié n
correspondía juzgarlo? A falta de una disposición taxativa, de
carácter especial, se aplica una de caracter general que con temple el caso sometido a estudio . Esto no indica que, dentro de nuestro sistema jurídico-penal, que es de riguroso derecho escrito, caben las analogías . El caracter analógico de l a
ley es permisible en los sistemas cuya filosofía penal es distinta a la de las . legislaciones liberales .
Asamblea . Nacional o estorben a ésta o a las de más corporaciones o autoridades públicas que establece la Constitución en el ejercicio de sus funciones ; y ,
30 . "Por el delito de alta traición" .
La competencia de la Asamblea, para conocer de las acusaciones o denuncias contra el Presidente de la República ,
conforme al artículo , 119icitado, se refiere únicamente a acto s
ejecutados en el desempeño de sus funciones . Esos actos no
pueden ser otros que violatorios del libre funcionamiento de l
poder público o de la Constitución y las leyes .
Sostengo que la Asamblea, al conocer de la denunci a
contra el Ingeniero Guizado, debió suspenderlo del cargo s i
contra él resultaba mérito suficiente para proceder en . es a
forma . Una vez separado de sus elevadas funciones oficiale s
debió- someterlo a la jurisdicción penal ordinaria, por razó n
de su delito, poniéndolo a órdenes del Fiscal instructor mediante auto de detención .
Entre las funciones judiciales de la Camara no aparec e
la facultad expresa de juzgar al Presidente por la comisión d e
delitos comunes . Fuera de los casos previstos en el articul o
148 a que se hace referencia el Presidente de la República n o
responde, ante la Asamblea, de ningún otro acto punible . Ta l
es la conclusión que se desprende del tenor literal de dich a
disposición .
Corresponde a los Tribunales Superiores de Justicia, co n
la intervención de Jurados, la competencia para conocer de l
delito dei homicidio voluntario- No correspondía a la Asamblea el conocimiento de un juicio de esa índole penal ., so pre texto de que la persona a quien se sindicaba como presunt o
cooperador en el magnicidio del 2 de enero desempeñaba la s
funciones de Presidente de la República .
La jurisdicción penal es, por regla general, ordinaria .
Según el artículo 164 de la Constitución, "el Organo Judicial
está constituido por una Corte Suprema . de Justicia, por lo s
tribunales subalternos y por los juzgados que la ley establezca" . Jurisdicción, en lo judicial, es la facultad de administra r
justicia y de manera permanente radica en los tribunales ordinarios que estan legalmente establecidos . La Asamblea lo
que tiene es una jurisdicción penal especial, que le da competencia-excluyente y limitada, para juzgar al Presidente d e
la República por los actos previamente señalados . Entre su s
atribuciones no aparece, por ninguna parte, ese poder discrecional para convertirse en cuerpo judicial ordinario ni par a
abrogarse facultades que sólo le estan atribuidas al Organ o
Judicial . La Asamblea sólo puede juzgar la conducta polític a
del Presidente . .
-16-
Es cierto que el procedimiento sobre antejuicio, que e s
una garantía, comprendido en el Capítulo IV, Titulo V Libro
Tercero, del Código Judicial, fue íntegramente derogado po r
el artículo 10 de la Ley 52 de 1925 . Pero esta circunstanci a
no legitimaba el proceder de la Asamblea, ni la dejaba frente al dilema de juzgar al Ingeniero Guizado por razón de s u
alta investidura o dejar en la impunidad su presunto delito .
La Camara pudo, con mejor criterio jurídico proceder en l a
forma ya expresada .
En apoyo de la tesis sustentada por la Corte de que l a
1
- 17 -
EL
PROCESO
GUIZAD O
EL
Asamblea era competente para conocer del caso Guizado, s e
hizo pública, la opinión del Doctor Erasmo de la Guardia y
cuyos parrafos pertinentes paso a transcribir :. .
GUIZAD O
Varias objeciones merecen, con perdón sea dicho, la s
conclusiones jurídicas . éxpuestas por el Doctor Erasmo de l a
Guardia :
a) Respecto a que el rango, o jerarquía, en términos ge nerales, determina la competencia del tribunal cab e
advertir que, conforme al artículo 21 de la Constitución Nacional, no hay fueros .ni privilegios personales . En un régimen democratico de gobierno, como el nuestro, no hay fuero s
judiciales;
b) El numeral 10 del artículo .74 de la Ley número 61 ,
de 30 de septiembre de 1946, establece que la Cort e
conocerá privativamente y en una sola instancia "de la s
causas que se sigan por delitos o faltas cometidos en cualquier época por individuos que, al tiempo que deba decidirs e
sobre el mérito del sumario, desempeñen alguno de los empleos enumerados en el ordinal anterior" . Esta medida, n o
autoriza a interpretar el artículo 119 de la Constitución en
el sentidos de que el Ingeniero Guizado estaba sometido- a la
jurisdicción penal de la Asamblea, por haber cometido su su puesto delito mientras ejercía el cargo de Ministro de Esta do ; y,
c) El hecho de que el artículo 119 faculta a la Asamble a
para conocer de las acusaciones contra el President e
de la Republica, por actos cometidos en el ejercicio de su s
funciones, violatorios del libre funcionamiento del poder público o de la Constitución y las leyes, no implica, basandos e
en lo dispuesto en el artículo 20 de la misma excerta, qu e
tiene capacidad legal para juzgar al Presidente de la República por la comisión de delitos comunes . No debe ocultarse
el hecho de que en el ejercicio de sus funciones judiciales .
la Asamblea se convierte en tribunal político .
Es muy cierto que al Presidente de la .República hay que
rodearlo de cierta preeminencia, de prerrogativas -y garantía s
excepcionales, para situarlo al amparo de maquinaciones-tendientes a inhabilitarlo : Si al Primer Mandatario-se le considera, para los efectos formales ; un ciudadano- sometido- a la
"El principio evidente por lo lógico, de remoto origen anglo-sajón, que debiera regir dichos casos, e s
de que el acusado-debe ser juzgado por sus pare s
o iguales, lo que quiere decir iguales en punto a
rango o jerarquía .
Pero lo que mas refuerza mi criterio es el contenido del ordinal 109 subsiguiente al de que vengo tratando,(99 del artículo 74 de la Ley 61 de 1946) ;
según él la Corte conocera también de los delito s
imputables a-los Ministros CON ANTERIORIDAD
a su desempeño del cargo . No esta este ordinal
pregonando a las claras que es el rango del acusa do, en su caracter de Ministro, lo que determin a
que la Corte conozca del asunto ?
El Presidente de la República sólo es responsabl e
por ciertos actos, al tenor de lo dispuesto en el Art .
148 de la Constitución Nacional . Entre esos acto s
estan los que implican extralimitación de funciones ,
que por razones' obvias Uds . tendran muy presentes ahora . El texto es, pues, claro al parecer sól o
responde por los actos, allí señalados táxativamente y esta eximido de responsabilidad por delito s
comunes . Pero no sería aceptable, desde, luego, bajo ningún punto de vista . Y si se considera entonces que conforme al Art . 119 la Asamblea juzgar a
al Presidente "por actos violatorios de la Constitución y las leyes" lo que incluye las leyes penale s
y que según el Art . 20 los funcionarios en general ,
son responsables por infracción de las leyes, se podra llegar a conclusión distinta a lo que el text o
expresa a primera -vista" .
-18—
PROCESO
1
-19—
EL PROCESO
GUIZAD O
competencia, de un tribunal ordinario de justicia muchos se rían los peligros que lo acecharan y los incónvenientes par a
el libre y normal desempeño de sus delicadas funciones públicas.
En ciertos regímenes presidencialistas la ley constitucional otorga al Presidente de la República inviolabilidad, inmunidad o prerrogativa . La inviolabilidad supone que quien l a
goza no puede ser castigado, la inmunidad, un resguardo contra toda acción penal mientras dure el cargo ; y la prerrogativa, una garantía de antejuicio o de procedimiento especial .
En Panama no se ha previsto el caso dejandose un vacío qu e
no existe en otras Constituciones .
Mientras que los Diputados, Magistrados, Jueces, Agentes Diplomaticos y otros funcionarios gozan, de inmunidad o
de prerrogativas, según los casos, el Presidente de la República, que es el Jefe del Estado y Mandatario Supremo de l a
Nación, no queda comprendido dentro de esos privilegio s
anexos al desempeño del cargo . No hay ninguna disposició n
expresa, en la Constitución panameña, que rodee al Presidente de inviolabilidad, inmunidad o prerrogativa .
Siempre he sostenido que ningún funcionario público ,
por muy elevado que sea su rango, queda fuera del alcanc e
de la ley penal . El articulo 20 de la Constitución así lo dispone . Peto sí considero, por razones elementales,de derech o
público, que al Presidente de la República debe ampararsel e
y permitírsele prerrogativas excepcionales . La ley debe, po r
otra parte, prever los casos en los cuales el Primer Mandatario queda sujeto a la jurisdicción penal de un tribunal de terminado, por la comisión de un delito común .,
En el caso concreto del Ingeniero Guizado la confusió n
surgió, precisamente, por la omisión de la norma y la con :
siguiente interpretación para determinar a qué organism o
correspondia el conocimiento de su supuesto delito . La falta
de una disposición expresa, clara y bien intencionada, dio
-20—
EL PROCESO GUIZAD O
lugar a una serie de dudas y argumentos que no despejaro n
el panorama . El error judicial fue obra de la imprevisión, posiblemente bona-fide, ya que no es prudente imaginar intenciones donde no hay motivos .
El Colegio Nacional de Abogados, en una declaración d e
10 de diciembre de 1957, se expresó, en uno de sus parrafos ,
de la siguiente manera :
"Reiterar su concepto de que la Asamblea Naciona l
carece de competencia para juzgar a un Presiden te de la República, previamente suspendido, por hechos que constituyen delitos comunes que define y
castiga el Código Penal "
Mi tesis puede estar equivocada, pero me queda la satisfacción de que otros abogados y hombres versados en l a
ciencia del derecho concuerdan conmigo . No debe extrañar
el que la Asamblea procediera en la forma como lo hizo por que:
a) No existe disposición constitucional expresa, referente
a la competencia, para juzgar al Presidente de la Re pública por la comisión de un delito común ;
b) No existe ninguna disposición constitucional expres a
que conceda al Jefe del Ejecutivo inviolabilidad, inmunidad o prerrogativa . La garantía del procedimiento de ante juicio no existe, por haber sido derogado ; y,
c) La Corte decidió que correspondía a la Asamblea l a
competencia para juzgar al Ingeniero Guizado, entonces en funciones de Presidente de la República, por la su puesta comisión de un delito común con anterioridad a es a
circunstancia y mientras ejercia el cargo de Ministro d e
Estado .
El juicio de Guizado, en la Asamblea, constituyó un procedimiento judicial su¡-géneris : el jurista se pregunta : a) cómo
es posible juzgar primero al cooperador o instigador, y des -21-
EL
PROCESO
GUIZAD O
pués al autor o agente -principal del delito? ; y, b) cómo, e s
posible dividir la continencia de la causa penal, por un mismo delito, en dos jurisdicciones distintas : una ordinaria y
otra especial? El Licenciado Miró fue sometido a juicio—co n
intervención de un Jurado de Conciencia . Los jueces que juzgaron a Guizado qué eran : de hecho o de derecho ?
La participación es accesoria al acto principal : Cada partícipe es, considerado el delito como único, culpable de s u
propia culpabilidad . - A1 delito se ligan, . causalmente, las actividades de todos los que participan . En• el proceso intern o
del delito entran la ideacíón, la deliberación y la resolución .
La instigación, que es el acto antijurídico típico que se l e
imputó al Ingeniero Guizado, sólo es punible cuando es dolosa .
Si se estableció el nexo de accesoriedad, entre la instigación y la ejecución del acto, la ley y la lógica indicaban qu e
tanto el Licenciado Miró como el Ingeniero Guizado debiero n
responder por ese delito en un mismo juicio y ante unos mismos jueces .
LA NULIDA D
El Doctor Felipe Juan Escobar, abogado defensor del Ingeniero José Ramón Guizado ; presentó a la Honorable Asamblea-Nacional un escrito, de fecha 10 de diciembre de 1957 ,
cuya parte- petitoria . dice así :
"Como Defensor y apoderado del Ingeniero José Ramón-Guiiado, recurro ante Uds . para que en el ejercicio de las funciones judiciales que la constitució n
y la ley les confiere, declaren nula y de 'ningún valor la .sentencia proferida por la Asamblea Nacional
del período constitucional de 1952-1956 contra m i
representado, de fecha 29 de marzo de 1955" .
La solicitud en referencia la fundamentó el mencionad o
jurista en lo que . disponen los artículos 54 del Código Civil ;
-22—
EL
PROCESO
GUIZAD O
artículo 64 del Código Penal ; artículos 2206'y 618 del Código
de : Procedimiento Penal . ,
La nulidad de la sentencia, ya ejecutoriada, y en plen a
ejecución, de fecha 29 de marzo de 1955, a que se alude, n o
procedía en la forma como fue demandada : Las disposicione s
legales mencionadas por el recurrente, en-el texto de su escrito, no fundamentan una petición de esa naturaleza . A mi
juicio hay que 'distinguir dos cosas jurídicamente distintas :
a) la nulidad en los juicios penales, que surge de lo actuado ;
y, b) la nulidad de una sentencia ejecutoriada . Las disposiciones, .legales invocadas por el Doctor Escobar se refieren a
la primera .
La nulidád, que surge de lo actuado, en un juicio penal ,
sólo puede declararse : 19) tan pronto el tribunal la observ e
y en ese caso se ordena la reposición del proceso . Esto es lo
que indica el artículo 2208 del Código Judicial ; y, 2e) ante s
de dictarse sentencia, tal como lo advierte terminantement e
el artículo citado .
Soy de opinión que el hecho del veredicto absolutorio ,
proferido por el Jurado de Conciencia, de fecha 6 de diciembre de 1957„ en el juicio que se ventiló contra el supuest o
autor material del magnicidio del 2 de enero o agente principal del delito, Licenciado Rubén 0. Miró, y otros, no auto rizaba la consiguiente nulidad demandada por las siguiente s
razones :
19) . La sentencia proferida por la Asamblea, contra- el Ingeniero Guizado, se ajustó,a los requisitos formales d e
la ley sobre_ procedimiento para esa clase de juicios ;
24). La competencia .de la Asamblea, para juzgar .al Inge niero Guizado, fue declarada por la Corte . Si bien ,
en mi-opiúión, fue una interpretación erróhea de la ley l a
decisión de nuestro más alto tribunal de justicia legitimab a
su ingerencia;
-
23_
EL
PROCESO
GUIZAD O
EL PROCESO GUIZA D
34) No existe relación de coexistencia jurídica, entre e l
fallo absolutorio del Jurado y la sentencia condenatoria de la Asamblea, para sustentar una demanda de nulida d
contra un fallo ya ejecutoriado . Observese que se trata de
dos juicios distintos, ventilados en dos tribunales distintos y
en virtud de dos jurisdicciones distintas, y ,
40) La nulidad, en los juicios penales sometidos a la ju risdicción ordinaria, que surge de lo actuado, sólo puede alegarse mientras no se haya ejecutado la sentenci a
condenatoria.
dicial que dispone que "puede pedirse en juicio ordinario l a
declaratoria de nulidad de una sentencia ejecutoriada, en lo s
casos siguientes : 1 0) cuando la sentencia ha sido pronunciad a
en juicio que es. nulo por algunas de las causas expresada s
en el Capítulo Nulidades, 24) cuando la sentencia no expres e
con suficiente claridad los derechos que concede y las obligaciones que impone a cada una de las partes . La nulidad en
este caso sólo comprende la parte obscura o ininteligible "
Las nulidades, en materia pena], estan calificadas en el artículo 2206 del Código Judicial .
La ley, en maté-ria de nulidad, en los juicios penales ordinarios, distingue dos modalidades : a) cuando se declara d e
oficio, conforme lo prevé el artículo 2208 del Código Judicial ;
y b) cuando la alega la parte, tal como lo estatuye el artículo 2210 del mismo cuerpo de leyes, antes de la ejecución d e
la sentencia .
. , El artículo 618 del mismo cuerpo de leyes, invocado po r
el recurrente, no tenía ninguna relación con la demanda d e
nulidad que presento el Doctor Escobar . Dicha disposició n
estatuye que el tribunal que conozca de un juicio y que antes de dictar sentencia notare que se ha incurrido en algun a
causa de nulidad mandara que se ponga en noticia de la s
partes para que dentro de los tres días que sigan al en qu e
se -haga o tenga por hecha la notificación, se pueda pedir l a
anulación de lo actuado Se trata de vicios de nulidad qu e
subsisten en la actuación, subsanables si la parte la adviert e
y alega oportunamente . Tal cosa se desprende del artícul o
619 ibidem, ya que, de lo contrario, "se dara por allanada l a
nulidad y el juicio seguira su curso" Valga la ocasión par a
aclarar que las disposiciones citadas se refieren a las nulidades en los juicios civiles, aplicables por analogía a los juicio s
penales .
La solicitud de nulidad de la sentencia de 29 de marz o
de 1955, pedida por el Doctor Escobar, no tenía fundament o
jurídico en qué apoyarse . La causal invocada, la expresada e n
el numeral 59 del artículo 2206 del Código Judicial, y que s e
refiere a haber incurrido en equivocación relativa a la denominación genérica del delito, a la época y lugar en que se co metió o respecto de la persona responsable o del ofendido "
no respaldaba el recurso.
El error, en mi concepto, no fue de hecho ni se refería
a lá persona a quien se sindicaba por su presunta participación en el magnicidio . El error fue de derecho, por razón d e
procedimiento y de manera especial por la competencia atribuída a la Asamblea para juzgar al Ingeniero Guizado .
La nulidad, cuando existen los vicios que la ley señala ,
puede alegarse como incidente,en el mismo juicio o en juici o
aparte Tratandose de una sentencia . ejecutoriada, en plen a
ejecución, como la proferida en el juicio de que me ocupo ,
la petición debió ampararse en el artículo 564 del Código Ju -
El artículo 59 del Código Civil, que también citó el interesado en su demanda, dice que los actos que prohibe la ley,
son nulos y de ningún valor, salvo en cuanto ella misma disponga otra cosa o designe expresamente otro efecto que e l
oe la nulidad para el caso de contravención" No veo qu é
vinculación jurídica tiene esta disposición con la solicitud d e
nulidad que se comenta .
Tampoco logro comprender el alcance del artículo 64 de l
Código Penal, posiblemente citado por equivocación, con l a
--24—
-25—
EL
PROCESO
GUIZAD O
petición para declarar la nulidad de la sentencia de,.29 de,
marzo de 1955 de la Honorable Asamblea Nacional ., Se trata, como supongo, del articulo 63 ibidem que dice "cuand o
varios individuos cooperan de modo directo y principal en la ,
violación- de la ley penal, cada uno de los cooperadores in mediatos de la violación incurrira en la pena que para el cas o
esté señalada . En la misma pena incurrira quien decida a
otro a cometer el delito si se demuestra que aquél tenía interés personal en cometerlo ; pero en tal caso, se disminuira
en una sexta parte de la pena señalada por la ley" y que e n
nada beneficia la tesis sustentada para la declaratoria de nulidad .
En el caso concreto del Ingeniero Guizado, tal como fu e
fundamentada la solicitud, no,procedía la demanda de nulidad. Mantenerlo privado de su libertad, habiéndose pronunciado el Jurado de Conciencia por un veredicto de inocencia ,
en favor del agente principal del hecho y los otros coopera dores, resultaba no sólo una injusticia sino una incongruencia jurídica . Pero la acción-intentada por el Doctor Felip e
Juan Escobar no era la indicada, a mi juicio, para lograr l a
exoneración penal de su defendido . La demanda estaba mal
fundamentada, de hecho y de derecho, porque ni las razones
que se adujeron ni las disposiciones legales que se citaron e n
su apoyo encajaban en el planteamiento jurídico de su petición .
La Asamblea rechazó la demanda del Doctor Escoba r
alegando que "la Asamblea Nacional de Panama carece d e
competencia para conocer de los recursos de declaratoria d e
nulidad y de revisión de las sentencias proferidas por delito s
comunes" . En la decisión de la Asamblea hay, a mi juicio ,
una contradicción notable . Si bien, el principio jurídico en e l
cual se basa, para el rechazo, es correcto, al tenor de disposiciones legales taxativas, deja entrever la falta de competencia que tuvo la legislatura anterior para juzgar y condenar al
-,26
EL PROCESO GUIZAD O
Ingeniero Guizado por la supuesta participación en la ejecución de un delito común ._
Al tener conocimiento de la decisión de la Asamblea, rechazando su demanda de nulidad, el Doctor Escobar manifestó, públicamente y según versión de la radio, que sabia d e
antemano que su recurso era improcedente .
LA REVISIO N
En atención a la solicitud contenida en la Vista número 333, de 10 de diciembre de 1957 del señor Procurado r
General de la Nación, la Honorable Corte Suprema de Justicia resolvió la solicitud de revisión de la sentencia ejecuto riada de 29 de marzo de 1955, proferida por la Honorabl e
Asamblea Nacional, así : ,
"Por las consideraciones expuestas anteriormente, l a
Corte Suprema, Sala de lo Penal . administrando justicia en nombre de la República y por autoridad d e
la Ley Rescinde la, sentencia dictada por la Asamblea Nacional de 29 de Marzo de 1955 y ORDEN A
la inmediata libertad del Ing . José Ramón Guizado .
Fundamento de Derecho : Art . 68 de la Ley 86 .de
1941, y Art . 61 del Código Penal" .,
El recurso de revisión, de que trata el Capítulo IX, Título III, del Libro Tercero, del Código Judicial, le esta atribuído
a la Honorable Corte Suprema de Justicia en virtud de lo qu e
dispone el numeral 69 del artículo 74 de la Ley número 6 1
de 30 de septiembre de 1946, en relación con las disposiciones pertinentes de la Ley número 86 de 19 de. julio de 1941 .
La revisión solicitada por el Procurador se basó en virtud d e
sentencias contradictorias por un mismo delito .
Un hecho es cierto, fundamental . la revisión de la sentencia, de 29 de marzo de 1955, de la Asamblea, que conde nó al Ingeniero Guizado, procedía por cuanto guardaba rela -27—
EL
PROCESO
GUIZAD O
ción con la absolución del Licenciado Miró, y otros, a quiene s
se les sindicaba en la comisión del magnicidio del 2 de ener o
de 1955 . Nótese que, técnicamente, el recurso de revisión y
la acción de nulidad son dos cosas distintas .
Al rescindirse la sentencia, como en efecto se hizo, s e
procedió a liberar el derecho sojuzgado . El conflicto surgid o
entre la libertad del Licenciado Miró y la condena del Ingeniero Guizado, por razón de sentencias contradictorias, dab a
asidero a la revisión . Es cierto que, al rescindirse una sentencia, se anulan sus efectos o se interrumpe su ejecución Pero ello no da margen para considerar, jurídicamente, l a
nulidad y la rescisión como cosas idénticas .
Surge una interpretación : a quién correspondía conocer
y resolver la revisión de la sentencia, a la Corte o a la Asamblea? Sobre este tema hay diversas opiniones y en su editorial, de fecha 10 de diciembre de 1957, "El Panama-América "
en uno de sus parrafos se expresa de la siguiente manera :
"Se ha sugerido, sin embargo, que la única duda qu e
podría surgir sería en relación con la entidad que ,
de acuerdo con la ley, tenga competencia para decidir de la revisión. De buena fe creen no poco s
letrados, que corresponde a la Asamblea, por haber sido ésta la que dictó el fallo, decretar ahora l a
anulación . En tanto que otros letrados, también d e
buena fe, consideran que la llamada a pronunciars e
en el asunto es la Corte Suprema de Justicia "
Soy de parecer que la revisión, en el caso concreto de l
Ingeniero Guizado, le correspondía a la Honorable Asamble a
Nacional el decidirla . Aporto las siguientes razones :
14
conocimiento del recurso de revisión le esta, por
mandato de la ley, atribuído a la Corte ;
El
24 La sentencia, cuya rescisión fue solicitada, la profirió
-28—
EL
PROCEISOIGUIZAD O
la Asamblea correspondiente al período constitucional 1952 1956 ;
34 la jurisdicción penal de la Corte es ordinaria, mie n
tras que la de la Asamblea es especial, y
44 La revisión de las sentencias penales, atribuidas a la
Corte, no pueden ser otras que las que profieren lo s
tribunales ordinarios dé justicia .
Reconozco que la ley le atribuye competencia privativa a
la Corte, para conocer del recurso de revisión . Por otra par te, entre las facultades judiciales de la Asamblea no aparece
la de revisar sus sentencias. Pero en el caso del Ingenier o
Guizado surgieron modalidades jurídicas especiales, creada s
por la misma Corte . Si a la . Asamblea se le consideró competente para juzgar y sentenciar al Ingeniero Guizado, por l a
supuesta participación en la comisión de un delito común, l a
lógica indica que también era competente para revisar su pro pia sentencia .
Dato curioso, pero de innegable-valor histórieb, lo constituye la negativa de la Corte de revisar la sentencia proferida contra el Ingeniero Guizado . al presentar demanda co n
fecha 19 deiseptiembre de 1955 el Doctor Felipe Juan Escobar, en su condición de abogado defensor del acusado . Cóm o
es posible que la Corte ; en 1955, alegara que era incompetente para conocer del recurso de revisión y luego, en 1957, rescinde la sentencia motivo del litigio al interponer el seño r
Procurador General de la Nación demanda de revisión? Cóm o
se explica ese cambio, brusco, de criterio jurídico sobre u n
mismo problema y un mismo planteamiento judicial ?
Insisto en sostener, salvo error de mi parte, que la Cort e
conoce del recurso de revisión de las,sentencias que profiere n
los tribunales ordinarios de justicia . Tal cosa se desprend e
de la recta interpretación del articulo 56 de la Ley número 8 6
de 1941, ya que, aplicado el principio por analogía, result a
viable la regla contenida en el artículo 55 ibidem .
- 29—
EL
PROCESO
EL PROCESO GUIZAD O
GUIZAD O
La justicia pierde objetividad desde el momento en qu e
se vician sus fines . Se hace justicia cuando se aprecian serenamente, los hechos y se aplica equitativamente la ley,
Cuando las pasiones se desbordan y el proceso penal se con vierte no en una fórmula de garantía, sino en una persecución en donde se acorrala al acusado, como a la fiera .en ;un a
cacería, no hay justicia sino venganza . Todo acusado tien e
una serie de derechos que deben ser respetados .
La intervención de la Corte, al rescindir la sentencia proferida por la Asamblea, no implica una intromisión extrañ a
al precepto contenido en el artículo 29 de la Constitución Nacional? La disposición aludida informa que los Organos Legislativo, Ejecutivo y Judicial actúan limitada y separada mente Al rescindirse la sentencia y ordenarse la inmediat a
libertad del Ingeniero José Ramón Guizado se hizo justicia ,
conforme a derecho, pero se recurrió a la misma técnica : un
error, para rectificar otro error .
La justicia no puede desenvolverse sin libertad de pensamiento ni libertad de acción . El reo tiene un estatuto personal frente a sus jueces, que le garantiza un juicio imparcial. Si esa norma se invierte todo el proceso se altera y
peca por parcialidad . El magnicidio del 2 de enero de 195 5
provocó una justa, reacción moral de repudio . Ningún panameño se sustrajo a la condena de ese hecho anti-nacional ,
porque no lo inspiró un ideal de superación política ni tam poco fue la solución de un grave estado de anormalidad social que no existía .
EPILOG O
Todo hecho criminoso se graba en la conciencia pública ,
hasta tanto se ventile y decida el juicio respectivo . Al principio existe un estado de alarma ; luego, un sentimiento de
reprobación por el delincuente y por último, un sentimient o
de conmiseración por el victimario : En algunos individuos
se genera una corriente,de simpatía y aún de idolatría por el
delincuente .
Toda influencia extraña a los fines de la ley es perniciosa, porque trastorna el orden jurídico fundamental L a
ley es norma reguladora del derecho y si éste .desaparece se
entroniza la anarquía . En la ley se encuentran, condiciona dos, los elementos básicos del derecho positivo . En un régimen de ordenamiento legal, como el nuestro el ciudadan o
vive amparado por un mínimo de garantías inviolables . Si
se violenta la ley se interrumpe el derecho y desaparece l a
justicia .
El dolor por la víctima es consecuencia de los sentimientos de piedad,y solidaridad . La admiración por el victimario
se produce si el delito se comete en condiciones de notorio =
dad o fortuna . Si al vulgo llega la noticia, falsa o verdadera ;
de que contra el sindicado se ejerce presión y se comete n
atropellos nada de particular -tiene que se forje un senti r
miento de idolatría por el autor del hecho . Las reacciones
sentimentales del público son inexplicables .
El juicio del Ingeniero José Ramón Guizado no escap ó
al influjo, inevitable, de la excecración por un acto tan extraño a la idiosincracia del pueblo panameño . El impact o
sacudió, terriblemente, la sosegada actitud del,hombre de l a
calle y en las altas esferas oficiales la confusión fue obra de l
aturdimiento que produjo tan doloroso delito . Pero las incidencias del proceso, en la investigación del magnicidio,
transformaron ese repudio en morbosa simpatía hacia los
supuestos protagonistas del crimen .
-30—
A la justicia hay que rodearla de la serenidad tan necesaria a su ideal, desviandola de las pasiones que confunde n
el recto criterio de aplicación legal . La ley es fórmúla d e
derecho, cuyo respeto y observancia es garantía del torden
jurídico institucional . El procedimiento es fórmula sacra mental que regula el juicio, cuyo buen exito o fracaso de pende de la fiel interpretación de sus normas como regla s
de derecho adjetivo .
1
--31--
EL
PROCESO
GUIZAD O
EL PROCESO GUIZAD O
El ciudadano común no tiene otra alternativa, ante los
resultados del juicio, que admitir con profunda pena que e l
crimen del 2 de enero. se esconde en la impunidad . Su s
causas y motivos debieron valorarse dentro de un clima d e
serena imparcialidad y con insoslayable honradez de criteri o
en la investigación, para evitar las imputaciones que se hicieron de un juicio supuestamente amañado . En la investigación de un delito, por muy tragico que sea el hecho, n o
caben abusos ni excesos . No importa el sentido moral d e
reprobación que los inspire, porque la justicia se eleva po r
sobre cualquier otra consideración que la recta aolicación de
la ley
déncia que es el producto de métodos coactivos, del error o
del fraude .
Las pruebas que fueron debatidas en juicio, tanto en l a
causa del Licenciado Rubén 0 Miró como en la causa de l
Ingeniero José Ramón Guizado, por el delito perpetrado e n
la persona del entonces Presidente de la República, y otro s
tenían la eficacia jurídica indubitable como para absolver a l
primero y condenar al segundo? Si hubo mérito incriminativo suficiente ; conforme a derecho, para condenar al Ingeniero Guizado lo había ti incuestionablemente para condena r
al Licenciado Miró . No es posible admitir que existe mérit o
suficiente para condenar a, un partícipe y no lo haya par a
la condena del principal . Tal cosa es así que al absolvers e
al Licenciado . Miró,rhubo que rescindirse la sentencia condenatoria del Ingeniero Guizado por conflicto de derecho .
En el magnicidio del 2 de enero, ocurrido en el "Hipodromo-Juan Franco", no sólo perdieron la vida el entonce s
Presidente de la República y otros meritorios ciudadano s
sino que se estableció un precedente extraño a la tradiciona l
convivencia política del pueblo panameño . El hecho fue u n
síntoma inequívoco de una descomposición nociva que afect a
perjudicialmente el respeto que siempre hemos dispensad o
a nuestros gobernantes y a la dignidad que representan .
Los abogados defensores manifestaron, con atinada estrategia, que en la integración de la prueba contra el Licenciado Miró hubo coacción, error o fraude Si ello es así l a
prueba estaba viciada de nulidad . Pero si, a la inversa, esa s
pruebas fueron obtenidas con la mayor escrupulosidad legal constituían un fundamento legítimo para sostener un veredicto de culpabilidad contra dicho acusado . Es cierto qu e
hubo fallas, deficiencias y hasta omisiones . Pero las prueba s
basicas, genéricas, que se obtuvieron en la investigación for mal del hecho, eran suficientes para proceder a la condena.
La prueba legal ordinaria la determina el artículo 215 1
del Código,Judicial que dice : "Son aplicables al procedimiento penal las reglas del Título H, Libro II de este Código sobr e
pruebas, siempre que no sean contrarias a lo que se dispone en este Capítulo" Esas pruebas no son otras que la s
que se definen y enumeran para los juicios civiles . Se trat a
de pruebas comunes . En nuestra legislación no aparecen e l
empleo de, métodos¡ subjetivos de exploración ni la administración de drogas que perturban la conciencia . En los institutos de criminología aplicada, de países mucho mas avan-
El Ingeniero José Ramón Guizado era inocente o culManifesté, desde el principio, que soslayaba el criterio de la culpabilidad del procesado para dedicarme única mente al analisis jurídico del juicio Observese que me re fiero, exprofeso, al criterio subjetivo de la culpa porque contra el Ingeniero Guizado hubo pronunciamiento judicial condenatorio . Los pronunciamientos judiciales dirimen el pleit o
y deben acatarse y respetarse .
pable?
Las pruebas que se aportan al expediente son elemento s
que deben apreciarse racionalmente, y de ellas emana l a
certeza para fundamentar un criterio de culpabilidad o d e
inocencia . El analisis de la prueba debe hacerse logica y jurídicamente. La prueba cobra eficacia si constituye un a
fuente insospechable de veracidad . Pierde fuerza si se, evi-
-32—
1
-33—
EL
PROCESO
GUIZAD O
zados que el nuestro se recurre a la prueba científica en l a
investigación de un crimen . En el juicio del Licenciad o
Miró, que fue la persona que implicó al Ingeniero Guizado ,
se hicieron revelaciones sobre el empleo de drogas para provocar en algunos de los sindicados un narcoanalisis .
Soy partidario de la prueba científica en la investigació n
delincuencial . Pero no puedo admitir, su legitimidad si n o
está autorizada por la ley? El hecho del consentimiento de la .
persona, a quien se ha de administrar la droga, no altera e l
presupuesto jurídico porque en materia penal el consentimiento no tiene ningún valor . No hay que olvidar que¡ el
acusado mantiene, inalterablemente, cierta prerrogativa qu e
nadie puede sustraerle sin perjuicio de afectar su dignida d
humana . La prueba, según la ciencia penal, debe,ser a) genérica ; b) jurídica, e) específica, y d) psicológica . La moderna policiología se funda, precisamente, en la admisión y
practica de pruebas extraordinarias .
Según el artículo 2156 del Código ) Judicial en Ios juicios3criminales las pruebas podran apoyarse en la confesió n
del procesado en la inspección ocular hecha por el funcionario de instrucción o por el tribunal, en documentos públicos o privados, en declaraciones de testigos :o peritos, y e n
indicios" . El artículo 2157 ibidem dice : la confesión hecha
por el procesado en presencia del Juez o funcionario de instrucción y por ante el Secretario, hace plena prueba contr a
él y es por sí sola bastante para condenar, siempre que po r
otra parte esté suficientemente comprobado el cuerpo del
delito' Se hace advertencia de que el artículo 686 del mismo cuerpo de leyes cataloga la confesión como la primera d e
las pruebas legales, en su orden .
Licenciado Rubéno 0 Miró . confesó ser el autor del
homicidio acaecido el 2 de enero . Luego se retractó e impugnó esa confesión alegando que la hizo bajo : amenaza o
presión de parte de los iinvestigadores de aplicarle el penthotal . Obséivese queg posteriormente, cconsintió la admi El
-34—
EL PROCESO GUIZAD O
nistración de la droga. Esa confesión tenía la fuerza lega l
de plena prueba contra él ?
Conforme al articulo 2158 del Código Judicial "contra l a
confesión rendida de la manera expresada en el artículo anterior, no se admitira otra prueba que la de haber sido hech a
por error evidente o en estado de enajenación mental" S i
no hubo error evidente, ni tampoco estado de enajenació n
mental en el acusado, ni fue obtenida por métodos violento s
de coacción física o moral, ni, por la aplicación de medios
no autorizados por la ley, esa confesión era condición jurídico penal suficiente para proceder a la condena del acusado : Si
la confesión fue hecha libre, espontanea y deliberadamente ,
tenía eficacia legal fehaciente para deducirle responsabilida d
criminal al Licenciado Rubén 0 . Miró.
El límite entre la fantasía y la realidad es apenas perceptible . Hay que distinguir el valor racional de la prueba ,
en un juicio que se ventila ante un Jurado de Conciencia y
uno que se ventila en un tribunal de derecho, La apreciación de la prueba, que consta en el expediente . no es ni puede ser la misma en ambos casos . El rigorismo jurídico ced e
a un libre criterio de conciencia . Si en unos esa valoració n
obedece a normas preconstituídas en los otros se funda e n
la libre convicción .
En ambos juicios hubo incidencias interesantes, que sirvieron al propósito de una defensa basada en la duda . Nadi e
puede negar que, durante todo el tiempo transcurrido entr e
la ejecución del hecho y la ventilación del juicio del Licenciado Miró, se recurrió habilmente a una serie de conjetura s
y teorías que jamas fueron demostradas o puestas en evidencia . La fantasía fue una de las armas poderosas en el desarrollo integral del proceso y sirvió, a mi juicio, para crear l a
confusión de la cual nació la duda .
La duda sólo puede servir de excusa cuando es razonable y se origina por falta de autenticidad en la imputación de
-35-
EL/.PROCESO GUIZAD O
EL PROCESO GUIZAD O
un hecho antijurídico . El viejo aforismo, in dubio pro reo ,
es divisa de un sistema basado en el derecho. Hoy la duda
invade la esfera de lo ético y lo social, al transformarse e n
in dubio pro-civitas . Había esa duda, alegada insistente mente en la vista, oral, por los abogados defensores, com o
para . admitir la existencia de una situación jurídica en favo r
del Licenciado Miró? En mi opinión, no . En ningún estad o
del juicio, menos en la vista oral de la causa, se demostr ó
la existencia de factores y elementos que sirvieran de base a
una duda racional en favor del acusado . Se hablo y repiti ó
muchísimo la posibilidad de un error de una doble participación en la ejecución del hecho y de autores desconocidos .
Pero en ningún momento se probo, con hechos ni con razonamientos convincentes, ninguna de esas circunstancias . El
mismo defensor del Licenciado Miró, con elevado criteri o
profesional que lo honra, manifestó que no podía asegura r
la existencia de esos elemerítos disculpativos porque ni había la prueba legal requerida ni tampoco podía afirman hechos que no le constaban . Se limitó, únicamente ; a dejar establecida la posibilidad de que así hubiere sucedido .
meral 54 del articulo 302, de la . Ley número 61 de 30 d e
Septiembre de 1946, así lo confirma . En esa Comisión actu ó
el Presidente de la Honorable Corte Suprema de Justicia, en
esa época, constituyendo esa ingerencia una extralimitació n
porque las funciones judiciales de la Corte estan consignadas
en los artículos 74 y .76 de la mencionada Ley número 61 d e
1946.
Al conocerse el homicidio, ocurrido en el anochecer de l
2,de enero de,1955, el Organo Ejecutivo escogió una Comísión especial encargada de dirigir o coordinar las actividades de investigación . Esa Comisión, según mi criterio, era
no sólo inconstitucional sino ilegal . Las atribuciones conferidas, al intervenir en la instrucción del sumario, o bien e n
la investigación del delito, violaban disposiciones expresa s
que confieren a determinados funcionarios la jurisdicción y
competencia en materia penal .
Corresponde a los Agentes del Ministerio Público, con forme al numeral 49 del artículo 178 de la Constitución Nacional y numeral 59 del artículo 18, de la Ley número 15 d e
20 de Febrero de 1941, subrogado por el artículo 51 de l a
Ley número 69 de 11 de Junio de 1941, la investigación d e
los delitos e instrucción de los respectivos sumarios . El nu -36—
Mientras que la acusacion se mantuvo dentro de un objetivismo desesperante la defensa, mas versatil y mejor coordinada, laboró con buen éxito fuera del expediente . Los razonamientos y deducciones lógicas, basados en hechos inne ,
gables que constituían la prueba, genérica que reposaba e n
el expediente, no surtieron el efecto deseado en la,mente n i
en la conciencia de un tribunal integrado por jueces legos
en cuestiones jurídicas . La defensa, por el contrario atenta
a las incidencias de un proceso que apasionó la concienci a
pública hasta lograr un estado de hiperestesia colectiva, sup o
aprovechar los mas mínimos detalles, reales o imaginarios ,
para desarrollar sus argumentos en consonancia con las condiciones externas del ambiente durante la celebración de l
juicio . La acusación no se adelantó, como debió prever, a
los posibles ataques contra los puntos débiles de la investigación ni tampoco reforzó aquellos otros que fueron acrement e
combatidos.
El Licenciado Miró era inocente o culpable? Este traba jo se refiere al juicio del Ingeniero Guizado, a quien el primero de los nombrados implicó como partícipe en la comisión del magnicidio . Pero el proceso de ese hecho, que con movió profundamente al pueblo panameño, tiene una insoslayable trascendencia en nuestra vida pública que obliga a l
ciudadano a definirse . El crimen del 2 de enero ha pasado
a la categoría de hecho histórico- nacional, por las repercusiones sociales del delito y por el resultado del juicio .
La prueba judicial adquiere eficacia jurídica si es cierta, veraz y auténtica . El no ser perfecta no indica que ell a
-37--
EL
PROCESO
GUIZAD O
no constituya un elemento de juicio . Lo esencial es qu e
proceda de una fuente insospechable y que se refiera concretamente al hecho en sus circunstancias de modo, tiempo y
lugar . Existía esa prueba, incriminativa, en la investigació n
del magnicidio? En mi opinión, sí . Las fallas, deficiencia s
y omisiones que se acusaron en la vista oral de la causa n o
eran condiciones de excusabilidad. Estimo que un tribunal
de derecho hubiera condenado al Licenciado Miró .
Un hecho insólito, por su significación histórica, lo constituyó la infiltración de intereses y pasiones ajenas a los fines de la justicia y que brotaron públicamente durante l a
celebración de la vista oral de la causa contra el Licenciad o
Miró . Durante ese lapso hubo demostraciones populares e n
favor del sindicado, actos de violencia y de coacción mora l
de grupos de personas que diariamente se reunían en los
alrededores del Palacio de- Justicia . La finalidad no era otra ,
a mí juicio, que provocar un estado de excitación permanente, de inseguridad y desasosiego, que favorecía al reo . Nadi e
podra negar que el juicio, en esas condiciones, no podía
desarrollarse libre de temor y libre de prejuicios .
Como abogado respeto las decisiones judiciales, cuales quiera que ellas sean . No me mueve ningún interés personal al revivir un proceso que ya produjo un pronunciamiento
judicial, en ambas causas : la del Licenciado Miró y la de l
Ingeniero Guizado . Pero considero que no es posible, precisamente por su importancia histórica, relegarlo al olvido .
En el aspecto jurídico el juicio es, ademas, fuente inagotabl e
de incidencias interesantes para el profesional .
EL PROCESO GUIZADO
—
punible por la ley y de la responsabilidad criminal'' Per o
los indicios no son, como se arguyó, pruebas del todo despreciables en materia penal porque constituyen medios directo s
para descubrir la verdad . Un solo indicio, si es necesario ,
como lo dispone el artículo 778 del mismo cuerpo de leyes ,
hace plena prueba . Los indicios no necesarios y las conjeturas forman plena prueba, tal como la advierte el articul o
779 ibidem, "cuando relacionados unos con otros, según s u
naturaleza y gravedad, esclarecen de tal manera el punt o
controvertido, que no dejan duda alguna en el animo de l
tribunal "
No soy partidario de una condena a base de indicios ,
ni de evidencias circunstanciales. La crónica judicial esta
llena de errores lamentables, como consecuencia de un veredicto de culpabilidad basado en la fragilidad de prueba s
de esa naturaleza . Para condenar se requiere una situación
jurídica satisfactoria, que sólo se logra mediante una investigación exhaustiva de la prueba de cargo . La doctrina relega la prueba indiciaria a la categoría de subsidiaria o complementaria, en la investigación de los delitos . Pero estoy
en desacuerdo con la opinión, muy generalizada, de que los
indicios carecen de valor racional. No hay que olvidar qu e
con ellos surge, o se inicia toda investigación pehal . Qué
son las huellas, pistas y otras evidencias, sino indicios? D e
qué medios y elementos se valdría el investigador, en el des cubrimiento de un delito cuya ejecución no puede comprobarse por vía directa, sino de los indicios que ese hecho
punible deja ?
La prueba indiciaria, como consecuencia de la incriminación que le hizo el Licenciado Miró, fue la única que sirvi ó
de base para proferir un veredicto de culpabilidad contra el
Ingeniero Guizado . Para condenar hay que atenerse a l a
regla contenida en el artículo 2153 del Código Judicial, qu e
indica que es necesario "que haya prueba plena de un hecho
El Licenciado Miró manifestó, en la vista oral, durante
una de las tantas e innecesarias incidencias que se suscrita ron, que dejaría para la última parte de su defeñsá lairevelación de los nombres de personasla quienes él considerab a
los verdaderos autores del magnicidio . En uno dé esos brotes temperamentales muy propios del acusado dijo, con marcado dramatismo, que él no era el ejecutor del hecho y men -
=38—
-39—
EL
PROCESO
GUIZAD O
cionó varias personas que pertenecen a la mas alta jerarquía política nacional . Esta acusación, hecha con innegabl e
propósito de descrédito,, carecía de valor judicial exculpato ,
río. Incriminar con propósitos de venganza, de odio o envidia, no es lo mismo que incriminar para compartir un a
culpa o delimitar responsabilidades entre quienes han parti r
cipado-en la ideación, resolución y ejecución del delito . Par a
garantizar la autenticidad de la imputación contra tercer a
persona, a quien el autor material o agente principal incrimina, se recurre, precisamente, a los medios indiciarios par a
establecer la veracidad de la acusación . En el caso concret o
del Ingeniero Guizado se procedió en esa forma, con los resultados que se conocen .
La nota ; espectacular del magnicidio, relacionada con lo s
posibles móviles que inspiraron el delito, la constituye l a
supuesta intervención de individuos interesados en el su puesto trafico de drogas y narcóticos con sede en nuestro país .
Tanto en la investigación, como durante el tiempo transcurrido entre la ejecución del hecho y la vista oral de la caus a
seguida al Licenciado Miró, se hizo-pública la supuesta participación de personas dedicadas al negocio de drogas, narcóticos y estupefacientes . Sobre el tema se difundieron noticias, informes y opiniones en todos los sectores de nuestr a
comunidad . Una cosa es cierta, fuera de duda : en el expediente no hubo una sola prueba que demostrara la tesis, d e
supuestos intereses en dicho comercio . Todo lo que se dij o
sóbre ese particular no pasó de ser una suposición, una hipótesis, puesto que nada indicó la existencia real de interese s
ajenos al de los presuntos sindicados del homicidio perpetrado en la persona del entonces Presidente de la República .
EL PROCESO GUIZAD O
conexión con el homicidio . Su libertad, ordenada por la autoridad o funcionario respectivo, pudo haber sido un act o
precipitado pero jamas una maniobra para ocultar o despistar la recta investigación encomendada a las personas encargadas de realizarla . Los hechos y las pruebas dejaron l a
firme convicción de que, pese a la posibilidad de que algun a
remota participación pudo tener en el desarrollo de los acontecimientos, Lipsten no fue el ejecutor ni tampoco un instrumento al servicio de los intereses de los supuestos trafican tes en drogas a quienes convenía la eliminación de nuestr o
ex-Presidente .
¿Qué relación tenía el magnicidio con el supuesto trafico de drogas, narcóticos y estupefacientes en Panama? Nadie, no obstante las sensacionalistas y alarmantes declaraciones de algunas personas, demostró plena e indubitablement e
la existencia de un nexo o vinculo entre una y otra cosa .
Fuera de la certeza o realidad judicial no caben, para funda mentar presupuesto, suposiciones ni hipótesis que no tiene n
asidero en las pruebas o que no pueden ser demostrada s
concretas y terminantemente. En la vista oral de una caus a
penal la defensa, como es natural, puede referirse a toda s
las posibilidades que surgen como consecuencia de una omisión, de una deficiencia o de una interpretación de la prueb a
judicial . Pero jamas, por ética, debe remontarse al domini o
de las suposiciones y simples conjeturas porque la funció n
del abogado se asienta sobre normas y principios de honestidad profesional que no pueden ser desconocidos en prove cho propio .
La defensa hizo brillante labor deductiva pero sin bas e
en hechos, ni siquiera en indicios, que aportaran una nuev a
fase en el conocimiento del crimen . La presencia del norteamericano Lipstein, a quien muchas personas achacan l a
paternidad exclusiva del acto, no demostró su ingerencia o
No obstante el final de ese hecho el veredicto proferid o
por el Jurado de Conciencia el 6 de Diciembre de 1957, absolviendo a todos los sindicados, mereció los mas variado s
comentarios . Es cierto que hubo muchas opiniones serena s
y desapasionadas que favorecían al Licenciado Miró por la s
supuestas dudas que se alegaron, por las fallas y omisione s
que se constataron y por el supuesto empleo de métodos re -
-40—
-41—
EL
PROCESO
GUIZAD O
ñidos con la ley y la costumbre judicial panameña . Pero no
es menos cierto que una gran parte de nuestra comunida d
nacional, esperaba un veredicto condenatorio contra el Licenciado Rubén 0 . Miró por considerarlo el autor materia l
o agente principal del magnicidio del 2 de Enero de 1955 :
-42—
Descargar