VelocidadMejoraPercepcionTomaDecisiones

UNIDAD 2 FORMACIÓN
TRABAJO DE VELOCIDAD A TRAVÉS DE LA
MEJORA EN LA PERCEPCIÓN Y LA TOMA DE
DECISIONES EN EL BALONCESTO
FEB
CURSO DE ENTRENADOR SUPERIOR
ENE | FEB
Bloque de Formación
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Trabajo de velocidad
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1. Introducción:
El trabajo de velocidad en baloncesto debe tener en cuenta los procesos de percepción y toma de
decisiones, ya que en estos las condiciones de juego varían constantemente. Vamos a plantear ahora una
propuesta para mejorar la velocidad de nuestros jugadores a través de la mejora en los procesos de
percepción y de toma de decisiones. Vamos a intentar diseñar como podemos diseñar y controlar nuestras
tareas para la mejora de la velocidad, así como qué tipo de estrategias podemos dar a nuestros jugadores para
que mejoren sus habilidades de percepción y decisión.
2. Concepto de velocidad en el baloncesto:
Entendemos por velocidad la capacidad de un jugador para realizar acciones motoras en un tiempo
mínimo y con la máxima eficacia.
En baloncesto la velocidad puede tener diferentes expresiones o manifestaciones; así, por ejemplo,
podemos hablar de velocidad de desplazamiento, velocidad de ejecución, velocidad de juego, etc.
Debemos tener en cuenta que el baloncesto es un deporte de habilidades abiertas, en donde las
condiciones del ambiente son impredecibles, al estar en continuo cambio
VELOCIDAD
TECNICA
FUERZA
RESISTENCIA
GRAF 1
Como ya se ha comentado al analizar el mecanismo mediante el cual se realiza la acción o habilidad por
parte del jugador, podemos distinguir cuatro fases:
Fase de percepción, en la que se recogen y analizan los estímulos de la situación de juego
Fase de decisión, en la que se elabora y toma la decisión mental ante la situación de juego
Fase de ejecución en la que se lleva a cabo la acción motriz elegida
Fase de retroalimentación, en la que se lleva a cabo el análisis y procesamiento del resultado de la
acción de juego realizada.
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VELOCIDAD
TOMA DE
DECISION
TECNICA
FUERZA
RESISTENCIA
GRAF 2
3. Planteamiento del trabajo de velocidad en baloncesto
Generalmente se orienta el trabajo de velocidad en deportes colectivos como si fueran un deporte cíclico
o sea en la fase de ejecución, dejándose el trabajo de toma de decisiones y la adaptabilidad al trabajo de
velocidad.
Actualmente esta tendencia ha cambiado y se debe trabajar la velocidad teniendo en cuenta también, la
variabilidad, la toma de decisiones, las capacidades coordinativas, etc...
Sin embargo debe quedar claro que antes de abordar en profundidad el trabajo de velocidad, debe de
haber un dominio de la técnica, puesto que de lo contrario sería imposible realizar el gesto a máxima
velocidad.
Sin la técnica el jugador sería incapaz de aplicar sus niveles de fuerza al gesto (capacidades físicas) o tomar
decisiones en función de la situación en la que se encuentra, al no ser capaz de mantener el control.
En este sentido, es necesario indicar y recordar, ante la actual tendencia a lo global y a las formas jugadas,
que nada es bueno “per sé”, depende de cómo y para qué se realice. La utilización de planteamientos
integrados es bueno, siempre y cuando el jugador tenga automatizado el gesto que deseamos trabajar; es
decir, cuando es capaz de realizarlo correctamente sin pensar en cómo lo hace.
Así si el jugador no domina la técnica, las formas jugadas no nos servirán para trabajar la velocidad de
nuestros jugadores (sería pues necesario simplificar la tarea a unos niveles de dificultad y complejidad en los
que el jugador pueda trabajar la velocidad). Al contrario, éstas pueden afectar de forma negativa a su
formación, ya que pueden conllevar a la adquisición de gestos erróneos o formas de ejecución que, a la larga,
limitarán a nuestros jugadores. Por ejemplo, si la técnica no es correcta al manipular el balón, se enlentece la
ejecución y se incrementa el tiempo de apoyo, lo que va a implicar una pérdida de la utilización de la acción
elástica de la musculatura del pie.
Estos aspectos negativos que mencionamos, no van a limitar al deportista en su periodo de formación. Las
limitaciones aparecerán años más tarde, cuando ya en niveles de rendimiento y en situaciones más exigentes y
complejas aquéllas aparezcan.
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4. Diseño de las tareas
El entrenador debe diseñar las situaciones de trabajo que plantea a sus jugadores desde el conocimiento
del juego, características de sus jugadores, expectativas y necesidades de futuro, etc. Siendo siempre, como ya
indicamos con anterioridad, la calidad y la estabilidad en la ejecución los aspectos de control a tener en cuenta
para saber si el trabajo realizado es adecuado o no.
Desde ese control de la calidad, en una situación de juego, el jugador se encuentra ante un amplio abanico
de estímulos (percepción), posibilidades y opciones (decisión y ejecución) lo que hace necesario que tengamos
que simplificar la situación de trabajo o las posibilidades de actuación por parte de nuestros jugadores, para
así facilitar la actuación de estos.
En el grafico 3, podemos ver unos ejemplos muy simples de trabajo de velocidad en el desplazamiento del
jugador con balón, en los que condicionamos al defensor para facilitar al atacante su actuación, y que ésta se
pueda realizar a máxima velocidad.
Percepción y análisis
de la situación de
juego
Situación mental de
la situación de juego
Solución motora de
la situación de juego
Análisis y corrección de las acciones de juego
GRAF 3
5. Establecimiento de estrategias a nivel de percepción
Hemos de ser conscientes, con respecto a los factores de percepción, que las capacidades de percepción
de nuestros jugadores son limitadas y que éstas se reducen aún más en situaciones de fatiga o ante estados
emocionales de ansiedad, estrés, etc. Así la actuación de los entrenadores debería ir encaminada a reducir,
delimitar y concretar los aspectos a observar y establecer qué estrategia de percepción realizar.
a) Estrategias de percepción con respecto a la propia ejecución del jugador
Se debe establecer cuáles son los aspectos críticos de la realización del gesto. Como entrenadores
debemos ayudar a nuestros jugadores indicándoles o planteándoles situaciones que les permitan aprender a
establecer que aspectos son los que determinan en una situación de juego aplicar una u otra técnica. Como
ejemplo muy evidente, tenemos la observación de la posición del defensor más próximo y su proximidad a
canasta como valoración para realizar progresión, pase o lanzamiento a canasta en baloncesto
b) Estrategias de percepción con respecto a la observación del adversario
Se deben establecer cuáles serán los preíndices que van a ayudar a predecir y anticipar la actuación a
nuestros jugadores. Estas varían en función del nivel en el que nos encontremos, así las lecturas de los
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preíndices, la ocultación de los mismos, la contra-comunicación, etc. Serán aspectos que se deben introducir,
trabajar y aplicar en el juego a lo largo del proceso de formación de nuestros jugadores.
Estos aspectos son fundamentales para el defensor, principalmente para situaciones de desequilibrio
entre ataque y defensa o de gran incertidumbre en relación al tiempo de realización de la respuesta motora
6. Establecimiento de estrategias a nivel de decisión
La actuación del entrenador debe ir en la misma línea que en el apartado anterior. Debemos establecer las
pautas o conceptos a tener en cuenta en los procesos de decisión y crear las situaciones para que éstas se
trabajen.
Debemos utilizar listas de control o check-list, y además el entrenador también puede condicionar o
delimitar la actuación del jugador para así facilitar su acción
FACTORES A PRECIBIR
LA TOMA DE DECISIÓN
Pase Interior
7. Conclusiones sobre la velocidad
El trabajo del entrenador para el desarrollo de la velocidad no debe centrarse únicamente en aspectos
mecanicistas (ejercicios de capacidad de reacción, técnicas de desplazamientos, carreras a máxima velocidad)
sino que debe ir encaminado también a dar a los jugadores pautas y estrategias de búsqueda para la
realización de la fase visual (¿qué y cuándo observar?) y de la fase de decisión (¿Cómo actuar?). Así como crear
las situaciones-tareas que les permitan percibir y solucionar adecuadamente, y de forma veloz, las situaciones
a las que se enfrentan. De tal forma que al final del proceso sean capaces de desarrollar su máxima velocidad
en el juego.
8. Otros factores que intervienen en el proceso de optimización
8.1. La visión periférica
La definiremos como la habilidad de ver e identificar lo que ocurre alrededor de un objeto particular sobre
el que se fija la atención. La visión obtenida no es muy aguda y los detalles percibidos son menos, sin embargo
es muy sensible al movimiento y ayuda a localizar los objetos.
La visión periférica es una habilidad poco requerida en la vida cotidiana, y por tanto, poco estimulada y
desarrollada.
La cifra normal aproximada de campo visual periférico llega hasta los 180º en un plano horizontal y los 130
grados en el plano vertical.
Con el entrenamiento se puede llegar a obtener mejoras de 10 y 5 grados respectivamente.
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Está comprobado científicamente que el campo de visión periférica disminuye proporcionalmente con la
velocidad del individuo, lo que se tiene que tener en cuenta en situaciones dinámicas.
El baloncesto es uno de los deportes donde la visión periférica tiene una presencia más representativa,
independientemente de las responsabilidades que correspondan al rol (atacante con balón, atacante sin balón,
defensor al balón o defensor sin balón) que el jugador desempeñe en cada jugada, éste precisa información
del desarrollo global de la acción y de ciertas conductas que le atañen directamente (ayudas).
Este tipo de visión varía en cada deportista pero un buen desarrollo de la misma resulta indispensable para
una reacción exitosa de anticipación como puede ser la intercepción de un pase del equipo contrario.
Cuando la visión periférica se encuentra con un desarrollo inadecuado puede constituir la base de
innumerables errores en la ejecución táctica.
Una gran cantidad de investigadores coinciden en que el campo visual y la visión periférica se incrementan
con las emociones y los estados de ánimo positivos en el deporte.
También varía según la edad porque se va desarrollando a través de la vida. Los niños hasta los 6-7 años
poseen lo que denomina visión tubular, ya que su campo visual es muy estrecho, no captan los estímulos
periféricos.
Con cierta frecuencia se observa una gran diferencia en grados entre la amplitud por la derecha y por la
izquierda. Los entrenadores deben de conocer estas deficiencias y, unido a la posibilidad de desarrollar la
percepción periférica con tareas especificas planificadas con ese objetivo, poner en práctica las pruebas de
diagnóstico con el objetivo de mejorar el nivel de desarrollo en ese sentido constituyendo una forma de
control del proceso de formación del deportista.
El objetivo principal del entrenamiento de la visión periférica es incrementar el campo de visión. Cuanto
mayor sea el alcance visual periférico del jugador más cantidad de información recibirá, aumentando así sus
posibilidades de éxito.
8.2. Binocularidad
La visión binocular es un reflejo condicionado que exige unos ojos correctamente alineados y que ofrezcan
a la retina imágenes similares. De una manera muy resumida podemos decir que si los ejes visuales no son
paralelos, las imágenes percibidas por cada uno de los ojos no serán solapadas correctamente, lo que puede
dar lugar a confusiones y errores en la interpretación dentro del campo de visión. La acción binocular conjunta
de los ojos está estrechamente relacionada con otra capacidad visual, que permite la percepción de la
profundidad, denominada estereopsis. Ambas informan del sentido espacial y su ausencia o carencia es
nefasta para la práctica del baloncesto. Por ejemplo si existe tendencia a la divergencia (localizar los objetos
más allá de lo que están realmente) es lógico que el jugador falle el tiro y las recepciones. Esto se nota mucho
más si empeora las condiciones por fatiga y estrés
8.3. Estereopsis
Es la percepción de la tercera dimensión, esto es, las distancias relativas entre los puntos objeto obtenidos
de las imágenes retinianas fundidas pero ligeramente dispares. Permite ver y moverse correctamente en tres
dimensiones.
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El baloncesto requiere una gran dosis de estabilidad en sus jugadores. La buena percepción de la
profundidad es crucial en la línea de juego cuando el jugador se está preparando para encestar, por lo que el
menor fallo en la apreciación de la profundidad conduce a errores prácticos decisivos.
8.4. Coordinación ojo-manual
Relación entre visión y cinética, resultando en una localización espacial óptima, fundamental para
relacionar la dominancia de un ojo o un pie de forma sincronizada. La eficacia de esta habilidad dependerá de
la dominancia del ojo y de la mano. El ojo dominante es el que dirige la visión al localizar un objeto y su
denominación va ligada a las capacidades sensoriales y corticales.
En cuanto a la dominancia de la mano, se entiende como diestro aquel que tiene la mano derecha
dominante y viceversa. A veces existe dominancia cruzada, es decir, el ojo y la mano dominantes no son del
mismo lado, aunque la mayoría de las personas tienen dominancia homolateral y por tanto, según demuestran
estudios realizados, mejor coordinación.
Esta habilidad visual está totalmente implícita en las exigencias del baloncesto. Toda la metodología de
aprendizaje técnico se fundamenta en desarrollar al máximo la coordinación ojo-mano del jugador y de sus
niveles dependerá el grado de resolución final.
8.5. Tiempo de reacción visual
Se define como la elaboración rápida y eficaz de lo que es visto. A sabiendas de que en el baloncesto la
mayoría de estímulos tienen recepción visual es obvio pensar que cuanto menor tiempo se utilice en captar el
estímulo e identificar la información más rápidamente se producirá la respuesta del jugador y la ventaja frente
a los adversarios será mayor. Se puede afirmar que el tiempo de reacción visual es una de las habilidades más
importantes que requiere el baloncesto ya que interviene en todas las acciones de juego
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