C. DIP. VÍCTOR MANUEL SILVA TEJEDA PRESIDENTE DE LA MESA DIRECTIVA DEL H. CONGRESO DEL ESTADO DE MICHOACÁN Laura González Martínez, diputada al Congreso del Estado de Michoacán, integrante de la LXXII Legislatura, con fundamento en los artículos 36 fracción II, 37 y 44 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Michoacán de Ocampo; 8º fracción II, 243 y 235 de la Ley Orgánica y de Procedimientos del Congreso del Estado de Michoacán, presento Iniciativa con Proyecto de Ley de Responsabilidad Administrativa del Estado de Michoacán y sus Municipios, considerando la siguiente EXPOSICIÓN DE MOTIVOS: Desde finales del siglo XX, se estableció la obligación del Estado de responder por los daños causados por sus funcionarios con motivo de su actividad irregular, oficial, pero para hacerla efectiva, se requería que el causante de la lesión patrimonial fuera declarado responsable y no tuviera bienes, o teniéndolos que no fueran suficientes para resarcir el daño reclamado; es decir era un sistema de responsabilidad subsidiaria y subjetiva. Para el 10 de enero de 1994 se reformaron los artículos 1927 y 1928 del Código Civil y la adición al 77 bis de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos. En los cuales quedó establecida la responsabilidad directa del Estado, con la calidad de solidaria, por los daños y perjuicios que sus servidores causaran en ejercicio de sus funciones como consecuencia de ilícitos dolosos, sino seguiría siendo subsidiaria. Sin embargo, hasta la reforma constitucional publicada el 12 de junio de 2002 en el Diario Oficial de la Federación, cuando en el artículo 113 de la Constitución Federal se estableció, por un lado, la dicotomía “responsabilidad objetiva-responsabilidad subjetiva” y, por el otro, el de “responsabilidad subsidiaria- responsabilidad directa” en que se debatía la doctrina del momento. En esencia, esta reforma prevé la existencia de la responsabilidad del Estado por los daños que con motivo de su actividad administrativa irregular cause en los bienes o derechos de los particulares, teniendo como criterios el de ser daños objetivos y directos. En este caso los particulares, es decir los ciudadanos tienen derechos a una indemnización conforme a las bases y limites que el propio Estado establezca. Así se establecieron con claridad dos tipos de responsabilidades estatales: a) Responsabilidad objetiva b) Responsabilidad directa Responsabilidad Objetiva Lo que determina la obligación, es la realización del hecho dañoso imputable al Estado y no la motivación subjetiva del agente de la administración (culpa, ilicitud, falta de cuidado o impericia). La propia Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció la diferencia entre la responsabilidad objetiva y la subjetiva, en la tesis de jurisprudencia 43/2008 de rubro: “Responsabilidad Patrimonial del Estado. Diferencia Entre Responsabilidad Objetiva Y Subjetiva.” Responsabilidad Directa El Estado asume que los agentes públicos son “órganos” suyos, integrantes de la estructura misma del Estado, por tanto, cualquier conducta o actuación de dichos órganos que cause un daño le es directamente imputable al mismo. Es directa porque el particular podrá demandar la indemnización directamente al Estado sin necesidad de ir en primer término en contra del funcionario a quien pudiera imputarse el daño. En un auténtico estado de derecho debe comprender un sistema de garantías efectivo contra los actos de autoridad, es decir, cuando el patrimonio de los particulares sufre un quebranto por el efecto directo de la acción pública de los órganos del Estado, éste debe cubrir la indemnización correspondiente. La presente iniciativa de ley busca responder una pregunta muy sencilla ¿el Estado debe indemnizar a los gobernados por los daños y perjuicios que se les cause en el ejercicio de sus atribuciones? ¿Los particulares tienen la obligación de tolerar dicha carga patrimonial? Así, en Acción Nacional estamos convencidos de que los órganos del Estado no pueden ser la excepción en el cumplimiento a la ley so pretexto de las actividades que tienen a su cargo; el reconocimiento del Estado como persona jurídica colectiva permite que al contenido de las normas se vinculen facultades y deberes en las relaciones que surgen entre éstos y los particulares. En ese orden de ideas, el Estado, para llevar a la realidad sus objetivos se interrelaciona de forma constante con los ciudadanos y la vida de la comunicad, ya sea limitándose a regular, vigilar y aplicar los ordenamientos jurídicos, o en forma amplia mediante la prestación de servicios públicos que inciden en la construcción de puentes, carreteras, presas, explotación de recursos naturales, construcción de hospitales, escuelas, entre otras, actividades todas que le permiten cumplir con los fines a su cargo, pero que también lo ponen en contacto constante con los particulares, lo que conlleva de manera natural efectos constructivos y de forma residual efectos destructivos que deben ser reparados. Luego, la reforma que nos obliga a legislar en esta materia tiene hoy más de diez años, y en Michoacán todavía no se ha acatado el transitorio de la misma que señalaba que la expedición de la presente ley debiese haber sido en un periodo no menor a un año y no mayor a dos a partir de su publicación. Hoy este periodo acaeció hace más de ocho años. El Estado de Michoacán entonces está en deuda con sus ciudadanos. El transitorio de la reforma referida obligaba pues a la expedición de esta norma atendiendo consideraciones tales como que el pago de indemnizaciones debería ser ajustado a lo previsto por ésta; también en un acto de responsabilidad presupuestal, el pago de indemnizaciones debería estar sujeto a la disponibilidad financiera del Estado y sus municipios. Es de considerar de superior importancia la expedición del presente ordenamiento, los ciudadanos michoacanos merecen indemnización cuando los actos irregulares administrativos del Estado o sus municipios los afecten. Esta realidad no puede soslayarse, estamos cumpliendo una deuda con los michoacanos y con el orden federal. Por lo expuesto y con fundamento en los artículos 36 fracción II, 37 y 44 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Michoacán de Ocampo; 8, fracción II, 243 y 235 de la Ley Orgánica y de Procedimientos del Congreso del Estado de Michoacán, presento el siguiente proyecto de: DECRETO: Artículo Único. Se presenta a consideración de esta Honorable Soberanía, para su discusión y, en su caso aprobación, la siguiente Iniciativa de LEY DE RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA DEL ESTADO DE MICHOACÁN Y SUS MUNICIPIOS Capítulo I Disposiciones Generales Artículo 1º. La presente Ley es de orden público e interés social y tiene por objeto establecer las bases y procedimientos para efectuar la responsabilidad patrimonial, a quienes sin obligación jurídica de soportarlo, sufran daños en cualquiera de sus bienes y derechos como consecuencia de la actividad administrativa irregular del Estado, los municipios y las entidades autónomas. La responsabilidad patrimonial por actividad administrativa irregular a cargo de los entes públicos es objetiva y directa, y la indemnización deberá ajustarse a los términos y condiciones señalados en esta Ley y en las demás disposiciones legales a que la misma hace referencia. Artículo 2º. Los particulares que sufran alguna lesión en sus bienes o derechos, producida como consecuencia de la actividad administrativa irregular del Estado, tendrán derecho al resarcimiento de los daños y perjuicios, conforme a las bases, límites y procedimientos que establece el presente ordenamiento jurídico. El resarcimiento de los daños se basa en la posibilidad de compensar por la lesión patrimonial causada, así como el pago de los perjuicios derivados del hecho considerado fuente de responsabilidad, mediante el pago de una indemnización. Las acciones cuyo ejercicio regula esta Ley no extinguen las que otros ordenamientos establezcan, pero una vez intentada cualquiera de ellas, no podrá ejercitarse otra. Artículo 3º. Para los efectos de esta Ley, se entiende por: I. Actividad administrativa irregular: Aquel acto u omisión que cause daño a los bienes o derechos del particular, que éstos no tengan obligación jurídica de soportar, en virtud de que se carece de fundamento legal o causa jurídica de justificación para sustentar el daño ocasionado; II. Caso fortuito: Todo acontecimiento natural por virtud del cual se pierde total o parcialmente el bien o se imposibilita el cumplimiento de la obligación; III. Daño: Pérdida o menoscabo sufrido en los bienes o derechos por la realización del hecho que la ley considera fuente de responsabilidad. IV. Documentación comprobatoria de gasto: Los documentos que acrediten una erogación; V. Entes públicos: Los poderes del Estado, sus dependencias, organismos públicos descentralizados, empresas públicas estatales y fideicomisos públicos estatales; organismos públicos autónomos; ayuntamientos, organismos descentralizados municipales, empresas públicas municipales y fideicomisos públicos municipales; VI. Fuerza mayor: Todo hecho previsible o imprevisible, pero inevitable, proveniente de uno o más terceros determinados o indeterminados, por virtud del cual se pierde total o parcialmente el bien o se imposibilita el cumplimiento de la obligación; VII. Incapacidad permanente parcial: Es la disminución de las facultades o aptitudes de una persona para trabajar; VIII. Incapacidad permanente total: Es la pérdida de facultades o aptitudes de una persona que la imposibilitan para desempeñar cualquier trabajo por el resto de su vida; IX. Incapacidad temporal: La pérdida de facultades o aptitudes que imposibilitan parcial o totalmente a una persona para desempeñar su trabajo por algún tiempo; X. Perjuicio: La privación de cualquier ganancia lícita que habría obtenido la persona de no haberse realizado el hecho considerado como fuente de la responsabilidad; XI. Servidor Público: Persona que siendo empleada de los entes públicos señalados por esta ley devenga un sueldo del mismo; y XII. Simulación: Figura jurídica mediante la cual, las partes buscan engañar a terceros sobre sus relaciones o situaciones jurídicas. Artículo 4º. Se exime a los entes públicos de la obligación de indemnizar los daños y perjuicios, cuando los mismos provengan de: I. Caso fortuito o fuerza mayor; II. Aquellos actos en los que exista una relación causal en cuanto al beneficio futuro que habrá de obtener el particular; III. Hechos o circunstancias que no se hubieran podido prever o evitar según la experiencia general, en lugar, circunstancias y tiempo determinados; IV. Aquellos casos en los que el solicitante de la indemnización sea el único causante del daño; V. La actividad administrativa realizada en cumplimiento de una disposición legal o de una resolución jurisdiccional; VI. Hechos acontecidos para evitar un daño grave e inminente; VII. Las que causen los servidores públicos cuando no actúen en ejercicio de funciones públicas; y, VIII. Hechos imputables a terceros, que hayan producido la causa de responsabilidad. Artículo 5º. Los daños y perjuicios por los que se reclame la indemnización habrán de ser ciertos, directamente relacionados con una o varias personas, desiguales a los que pudieran afectar al común de la población y evaluables en dinero, si son daños al patrimonio del particular. Artículo 6º. Los presupuestos de egresos incluirán una partida que, deberá destinarse a cubrir el concepto de responsabilidad patrimonial de los Entes Públicos. Los pagos de las indemnizaciones derivadas de la responsabilidad patrimonial del Estado se realizarán conforme a la disponibilidad presupuestal del ente público, sin afectar el cumplimiento de los objetivos de los programas aprobados en el presupuesto de egresos. En la elaboración del proyecto de Presupuesto de Egresos para el siguiente ejercicio fiscal, los entes públicos considerarán los montos correspondientes al cumplimiento de las indemnizaciones que no haya sido factible saldar en el ejercicio fiscal en el cual se determinó la responsabilidad patrimonial. Del monto anual asignado presupuestalmente para el pago de este tipo de indemnizaciones, se atenderán en forma preferente y de acuerdo al orden de prelación, los saldos insolutos de ejercicios fiscales anteriores. Los entes públicos contratarán pólizas de seguro o finanzas para hacer frente a la responsabilidad patrimonial, conforme a las disponibilidades presupuestales. Artículo 7º. El monto contemplado para el pago de la responsabilidad patrimonial de los entes públicos, deberá estimarse anualmente, conforme a la proyección que se tenga de las reclamaciones que pudieran presentarse. Las indemnizaciones fijadas por autoridades administrativas que excedan del monto máximo presupuestado en un ejercicio fiscal determinado serán cubiertas en el siguiente ejercicio fiscal. Artículo 8º. Los entes públicos tendrán la obligación de dar vista al Ministerio Público a toda persona que directa o indirectamente participe, coadyuve, asista o simule la producción de daños con el propósito de acreditar indebidamente la responsabilidad patrimonial de los entes públicos, y con esto trate de obtener alguna de las indemnizaciones a que se refiere esta Ley. Si se trata de un servidor público responsable con motivo de sus funciones se dará cuenta además a quien ejerza funciones de contraloría, respecto de esa persona. Capítulo II Indemnizaciones Artículo 9º. El importe de la indemnización de los daños y perjuicios deberá cubrirse en pesos mexicanos, siendo el monto máximo general por reclamación hasta mil salarios mínimos generales vigentes, a excepción de los casos señalados por esta ley. Previo acuerdo con el interesado, el pago de la indemnización podrá hacerse en especie. Cuando no afecte el interés público, el pago de la indemnización podrá efectuarse en parcialidades. Artículo 10. Cuando el daño que se cause a las personas produzca la muerte, la indemnización de orden económico consistirá en el pago de una cantidad de equivalente a tres mil días de salario y seis meses de salario por concepto de gastos funerarios y, en su caso, los gastos de hospitalización y tratamiento efectuados. Si el daño hubiere ocasionado incapacidad permanente total, la indemnización comprenderá las prestaciones a que se refiere la Ley Federal del Trabajo y, además, una cantidad equivalente al importe de tres mil días de salario. En el caso que el daño origine incapacidad permanente parcial para trabajar, la indemnización comprenderá las prestaciones a que hacen referencia la Ley Federal del Trabajo, tomando en consideración lo dispuesto por la misma Ley. En la hipótesis del párrafo anterior, el pago del salario o ingreso en numerario comprobable que deje de percibir el afectado mientras subsista la imposibilidad de trabajar, le serán resarcidos íntegramente, siempre que no le sean cubiertos por instituciones estatales o federales de seguridad social. Cuando el afectado no perciba un salario o no sea posible cuantificar sus ingresos, tendrá derecho a que se le consideren tres salarios mínimos diarios vigentes. Artículo 11. En los casos que se hubiere celebrado contrato de seguro de responsabilidad patrimonial ante la eventual producción de daños que sean consecuencia de la actividad administrativa irregular de algún ente público, la suma asegurada se destinará a cubrir el monto de la indemnización. De ser ésta insuficiente, el ente público responsable continuará obligado a resarcir la diferencia respectiva. El pago de las cantidades líquidas por concepto de deducible corresponde al ente público contratante del seguro y no podrá disminuirse de la indemnización. Artículo 12. Los entes públicos deberán llevar un registro de indemnizaciones debidas por responsabilidad patrimonial, que será de consulta pública. Las indemnizaciones por responsabilidad patrimonial serán pagadas tomando en cuenta el orden cronológico en que se emitan las resoluciones que las determinen de forma definitiva. Capítulo III Procedimiento Artículo 13. El procedimiento de responsabilidad patrimonial se efectuará con base en lo dispuesto por la presente Ley, e iniciará a petición de la parte interesada. Tendrá como base el señalado por el Código de Justicia Administrativa del Estado de Michoacán. Artículo 14. Para que se configure la responsabilidad patrimonial del Estado, es necesaria la coexistencia de los siguientes requisitos: I. Que se haya producido un daño a los particulares en cualquiera de sus bienes o derechos; II. Que el daño inferido sea imputable a un servidor del ente público, con motivo de su actuación administrativa irregular; y, III. Que exista una relación de causalidad entre la actuación administrativa irregular y el daño producido. Artículo 15. La reclamación de indemnización por daño patrimonial se presentará por escrito ante el ente público al cual se atribuya la misma, y deberá contener, como mínimo, los siguientes elementos: I. El nombre del ente público al cual se dirige; II. El nombre del promovente y, en su caso, de su representante legal, quien deberá ser acreditado con la documentación de su designación y el alcance de sus facultades; III. El domicilio del promovente para recibir notificaciones, en el lugar de la residencia del ente público ante el cual se realice la reclamación; IV. La narración y descripción cronológica de los hechos y el razonamiento en el que justifica su pretensión; V. La relación causal entre el daño producido y la presunta actividad administrativa irregular del servidor del ente público; VI. La estimación del monto del daño ocasionado; VII. El ofrecimiento de las pruebas, cuando la naturaleza del hecho así lo requiera; VIII. El señalamiento, bajo protesta de decir verdad de que la reclamación no se ha iniciado por otra vía; y, IX. El lugar, fecha y firma o huella dactilar del interesado o, en su caso, la del representante legal. Artículo 16. Se desecharán de plano las reclamaciones de indemnización por responsabilidad patrimonial que sean notoriamente improcedentes y se notificaran al promovente. Cuando del análisis y resolución de la reclamación se infiera comisión de delito para obtener o incrementar el monto de la indemnización, ya por imputar daños, falsear o alterar los ocurridos, el ente público dará vista al Ministerio Público. Artículo 17. Al promovente le corresponde probar la responsabilidad del Estado por la lesión ocasionada en su perjuicio. Al Ente Público, en su caso, le corresponderá probar la responsabilidad del propio reclamante en los hechos que ocasionaron los daños, así como las eximentes de responsabilidad que establece esta Ley. Artículo 18. De la reclamación de indemnización por daño patrimonial se dará visita al Servidor Público a quien se atribuye una actividad administrativa irregular, a fin de que en un plazo de cinco días hábiles posteriores a la notificación expresen lo que a su derecho convenga. Formulada la reclamación de indemnización por daño patrimonial y transcurrido el plazo a que se refiere el párrafo anterior, el ente público dispondrá lo conducente para el desahogo de las pruebas ofrecidas. La resolución del ente público deberá formularse dentro de los sesenta días hábiles siguientes a que transcurra el plazo señalado en el párrafo primero de este artículo. En la resolución se incluirán el señalamiento de la reclamación planteada, el análisis y valoración de las pruebas ofrecidas, el análisis de las disposiciones legales aplicables y los puntos resolutivos. En todo caso, la resolución deberá estar fundada y motivada conforme a derecho. Artículo 19. Las resoluciones que se dicten con motivo de la responsabilidad patrimonial del Estado, deberán contener: I. Una exposición clara y precisa de los puntos controvertidos, así como el análisis y la valoración de las pruebas que se hayan aportado; II. Los fundamentos legales que motivaron la resolución; III. La existencia o ausencia del nexo causal entre el daño producido y la actividad administrativa irregular; IV. La comprobación y valoración de las lesiones patrimoniales causadas, así como la explicación y justificación del criterio empleado en la cuantificación del importe económico o en especie que deba erogarse con motivo de la indemnización resarcitoria del daño infringido; y, V. La determinación de que no se acreditaron las lesiones patrimoniales reclamadas y la improcedencia de la indemnización planteada. Artículo 20. Las resoluciones emitidas por el ente público que nieguen la indemnización o que no satisfagan al reclamante, podrán ser impugnadas ante el Tribunal de Justicia Administrativa del Estado. Artículo 21. Los reclamantes afectados podrán celebrar convenio con los entes públicos, a fin de dar por concluida la controversia, mediante la fijación y el pago de la indemnización que las partes acuerden. Para la validez de dicho convenio se requerirá, según sea el caso, la aprobación por parte del órgano de control interno del ente responsable. El promovente podrá celebrar convenio con el ente p a fin de dar por concluida la reclamación, mediante la fijación y el pago de la indemnización que las partes acuerden. Para la validez de dicho convenio se requerirá, según sea el caso, que la indemnización a pagar no exceda del cincuenta por ciento del monto reclamado originalmente, así como la aprobación por parte del órgano de control interno del ente responsable. Artículo 22. El derecho a reclamar la reparación del daño o la indemnización prescribe en un año, el que se computará: I. A partir del día siguiente a aquel en que se hubiera producido la lesión patrimonial, o a partir del momento en que se tuviera conocimiento de la misma; II. En caso de que los hechos o actos dañosos hayan tenido carácter continuo, a partir del momento que hubieren cesado sus efectos lesivos; o, III. Cuando existan hechos que generen un daño físico a las personas, el plazo de prescripción empezará a contar desde el momento en que ocurra la atención al afectado. Capítulo IV Concurrencias Artículo 23. En el caso de concurrencia en términos de esta Ley, el pago de la indemnización debida deberá distribuirse proporcionalmente entre todos los causantes del daño reclamado, de acuerdo con su respectiva participación. I. Para los efectos de la misma distribución, se tomarán en cuenta, entre otros, los siguientes criterios; II. Cada ente público es responsable de los daños y perjuicios que provengan de los servidores públicos de su propia organización, así como de la actividad que hubieren desarrollado; III. Cada ente público responderá por los daños y perjuicios que, en el ejercicio de sus funciones hayan ocasionado los servidores públicos que formen parte de su plantilla de colaboradores o empleados; IV. Los entes públicos de los que dependan otros entes públicos susceptibles de responsabilidad patrimonial del Estado, solamente responderán de los daños y perjuicios que ocasionen los entes dependientes, cuando éstos no hayan tenido la facultad de actuar de manera autónoma; V. Los entes públicos que sean competentes para prestar un servicio público, cuando su actividad irregular haya ocasionado daños y perjuicios, responderán de los mismos; VI. Los entes públicos que tengan la obligación de vigilancia respecto de otros, sólo responderán de los daños y perjuicios que ocasionen éstos, cuando tengan a su cargo el control y supervisión de los últimos; y, VII. Los entes públicos que hubieren proyectado obras que hayan sido ejecutadas por otros, y éstos no hayan tenido autorización ni oportunidad de modificar el proyecto por cuya causa se generaron los daños y perjuicios, responderán de la lesión patrimonial reclamada. Por su parte, el ente público ejecutor responderá cuando las deficiencias no tuvieran como origen el proyecto elaborado por otro ente público y no hayan tenido oportunidad de modificarlo o corregirlo. Artículo 24. Cuando en la causa de daños y perjuicios se señale como presuntas responsables a autoridades federales y locales, las primeras responderán conforme a la legislación federal aplicable y las segundas en términos de la responsabilidad patrimonial prevista en la presente Ley. Artículo 25. En el supuesto de que entre los causantes de la lesión patrimonial reclamada no se pueda identificar su exacta participación en la producción de la misma, se establecerá entre ellos una responsabilidad solidaria frente al reclamante, debiéndose distribuir el pago de la indemnización en partes iguales entre todos los causantes. Artículo 26. Cuando los daños y perjuicios se produzcan como consecuencia de la explotación de una concesión de servicio público y las lesiones patrimoniales tengan su origen en una determinación del concedente, este último responderá directamente, siempre y cuando la obligación sea de ineludible cumplimiento por parte del concesionario. En caso de que los daños y perjuicios sean causados por la actividad del concesionario y no se derive de una determinación impuesta por el concedente, la obligación de reparar el daño corresponderá a aquél. Artículo 27. En el supuesto de que, en la causa de daños y perjuicios intervengan dos o más entes públicos, y éstos no lleguen a un acuerdo sobre la reparación del daño, deberá someterse el conflicto a la resolución del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado. Capítulo V Responsabilidad de los Servidores Públicos Artículo 28. El Estado deberá exigir a los servidores públicos responsables el resarcimiento del importe de la indemnización cubierta a los afectados por concepto de la reparación de los daños y perjuicios en los términos de la presente Ley. Para efectos del párrafo anterior, deberá sustanciarse previamente el procedimiento administrativo previsto por la Ley de Responsabilidades de Servidores Públicos del Estado de Michoacán, que determine en su caso, la responsabilidad del Servidor Público, o si existió dolo de su parte; y no haya sido por una causa derivada de los propios riesgos del funcionamiento regular del servicio público o deficiencias del mismo. Articulo 29. El monto que se exigirá a los servidores públicos se determinará tomando en cuenta los siguientes criterios: I. La gravedad del daño causado al particular; II. El cumplimiento de los estándares o normas técnicas establecidas para la ejecución de la actividad administrativa generadora del daño; III. La perturbación o trastorno que la actividad administrativa irregular hubiere generado al ente público; y, IV. La existencia de dolo o negligencia al ordenar o ejecutar la actividad administrativa irregular. Artículo 30. La presentación de reclamaciones por responsabilidad patrimonial de los entes públicos interrumpirá los plazos de prescripción que la Ley de Responsabilidades de Servidores Públicos del Estado de Michoacán, determina para iniciar el procedimiento administrativo disciplinario a los servidores públicos, los cuales se reanudarán cuando quede firme la resolución o sentencia definitiva que al efecto se dicte en el primero de los procedimientos mencionados. Artículo 31. Las cantidades que se obtengan con motivo de las sanciones económicas que las autoridades competentes impongan a los servidores públicos, en términos de lo dispuesto por la Ley de Responsabilidades, se adicionarán al monto de los recursos previstos para cubrir las obligaciones indemnizatorias derivadas de la responsabilidad patrimonial de los entes públicos. TRANSITORIOS: Primero. La presente Ley entrara en vigor al día siguiente de su publicación en el Periódico Oficial del Gobierno Constitucional del Estado de Michoacán de Ocampo. Segundo. Los Poderes del Estado, los Organismos Públicos Autónomos, los Ayuntamientos y los demás entes públicos contemplados en la presente Ley, incluirán, a partir del Ejercicio Fiscal de 2013, partidas específicas en sus proyectos de Presupuesto de Egresos para el cumplimiento de los hechos dañosos relacionados con la Responsabilidad Patrimonial del Estado en perjuicio de los ciudadanos. Dip. Laura González Martínez