ARQUEOLOGÍA CONQUENSE. VALERIA ROMANA. Elvira Carrasco. 3º B. ÍNDICE 1. 2. 3. 4. 5. 6. Introducción. Cómo, cuándo y por quién se descubrió el yacimiento. Proceso de excavación. Descubrimientos. Conservación. Intervenciones. Importancia en la actualidad. Bibliografía. Págs. 1-3. Págs. 3 y 4. Págs. 4-8. Págs. 8 y 9. Pág. 9. Págs.9 y 10. 1) Introducción. Valeria, ciudad romana hallada a 35 km de la ciudad de Cuenca, se encuentra ubicada en un espectacular arrecife rodeado por los ríos Gritos y Zahorra. Perteneciente a la provincia romana de la Tarraconense (capital en Tarragona) y después a la Carthaginense (capital en Cartagena), la ciudad sólo conserva el nombre romano dado por su patrón Valerio Flaco. Antes de ser propiedad romana y de crear una espectacular ciudad con sus elementos característicos, Valeria pudo ser una ciudad perteneciente a un pueblo celtíbero llamado “Olcade” que le adjudicaría el nombre de Althea. La ciudad es incluida por Ptolomeo entre las tribus de la Celtiberia. Quedan muchos restos de la ciudad romana, objeto de excavaciones y obras de conservación continuadas. De entre ellos destaca el Foro, un conjunto de edificios públicos, corazón político, religioso, administrativo y monumental, del que Valeria conserva uno de los conjuntos más completos y originales de la península. Este Foro es una agrupación de edificios que forman un rectángulo en cuyo centro quedaría la plaza pública del Foro. Bajo ella, quedaba un conjunto de cisternas impresionantes, 4 ejemplares de casi 30 metros de longitud y 4 de ancho cada uno. Uno de los lados cortos del foro es la Basílica, un edificio civil de administración de justicia y comercio, junto con la Curia, la sede del senado municipal. Basílica. Otro lado corto contaba con unas tabernas o tiendas abiertas a una plazuela delantera en tanto que los lados largos tenían, del oeste, una línea de nuevas tabernae dedicadas a varios usos y entre ellas un edificio absidado de grandes proporciones, un templo de culto imperial, del que proceden abundantes restos de estatuas y epígrafes dedicatorios a los emperadores. Tabernae. El otro lado largo es un conjunto único en la arqueología romana, una plaza alargada, cosida al foro en un nivel inferior, sobre más tabernae y un enorme Ninfeo o fuente monumental, de más de 80 m de longitud, con una fachada impresionante de nichos rectangulares y semicirculares entre los que caían hasta 12 caños de agua en un pórtico que dominaba gran parte de la ciudad. Este foro posee una planta muy original en su diseño. Junto con el Foro, se conservan varias viviendas diseminadas por todo el cerro, una de ellas, la Casa de Adobes, una vivienda del Siglo III que se incendió, justo al Norte del Ninfeo. Pero el conjunto más original es el de las viviendas rupestres diseminadas por todo el cerro y muy similares, aunque diferentes a las de otras ciudades celtíberas. Estas viviendas, excavadas en la roca y voladas al vacío de las Hoces, son un antecedente en toda regla de las Casas Colgadas de Cuenca, por lo que en este caso, se les denomina igual. La ciudad estaba dedicada a la explotación de un territorio variado que cabalgaba entre la Sierra y las tierras de Cuenca, seguramente hasta la Manchuela y en el que se explotaban minerales como la sal y el hierro, madera y productos agrícolas variados. Colonia romana según algunos autores y municipio según otros. Roma le concedió el derecho del Lacio antiguo y la incorporó al Convento jurídico Carthaginense según testimonio de Plinio. En este trabajo, explicaré cómo fue encontrado tal yacimiento y por quién, además de explicar detalladamente cada una de las partes encontradas con su correspondiente proceso de excavación y el descubrimiento de infinidad de vasijas, joyas, monedas y utensilios varios. También veremos cómo se han conservado y dónde se encuentran las piezas. Inevitablemente, este trabajo tenía que llevar el nombre de Valeria ya que, para mí, es uno de los yacimientos “olvidados” que merecen tener una mayor valoración. 2) Cómo, cuándo y por quién se descubrió el yacimiento. El hallazgo tiene lugar gracias a la Diputación Provincial y al Ayuntamiento de Cuenca, organismos que conforman y subvencionan el Patronato Arqueológico Provincial. La valoración de los problemas histórico-culturales, su aportación económica para hacer las excavaciones y la preocupación para dar a conocer los resultados de las investigaciones con la edición de la Serie “Arqueología Conquense”, justifican el agradecimiento de los estudiosos. Así mismo, la Caja Provincial de Ahorros de Cuenca, con ayuda prestada, hizo posible la asistencia a la excavación de estudiantes llenos de entusiasmo. La Dirección General del Patrimonio Artístico y Cultural incluyó a Valeria en el reparto de presupuestos para excavaciones en el cuarto trimestre de 1975 y 1976. El equipo de trabajadores, estaba formado por el capataz y Guarda de Monumentos D. Emiliano Pescador Ruiz y sus colaboradores, que hicieron lo más importante: extraer con delicadeza los objetos arqueológicos e ir descubriendo todas las estructuras. También hay que valorar la participación del arquitecto José L. Garzón y A. Rodríguez Colmenero. “El olvido en que ha estado este yacimiento nos impulsó, contra viento y marea, a continuar los trabajos que en este lugar realizó Francisco Suay en su época de Delegado Local de la Comisaría de Excavaciones y, también, porque el actual Museo de Cuenca, del que todos son algo, nació precisamente con el depósito de que Valeria hizo para que el museo fuese creado”. (Osuna Ruiz, Manuel. Frebrero de 1977, Cuenca). 3) Proceso de excavación. Descubrimientos. Los trabajos de excavación se iniciaron allá en los años 50 como curiosidad, pero fue a partir de 1974 cuando se hicieron estudios científicos sobre la misma. Se han centrado sobre todo en la zona del Foro romano, aunque también se le ha dado importancia al urbanismo privado que se encontraba en torno a él. Estos trabajos nos permiten conocer hoy en día la organización del área pública, así como inicio de su construcción y evolución. La Romanización en el interior de la Península será más conocida y comprendida a medida que estas ciudades sean excavadas y publicados los resultados de manera sistemática y continuada. Los restos arqueológicos más antiguos aparecidos en Valeria datan del Bronce Antiguo. Al Bronce Final pertenece una punta de lanza y un colgante conservados en el Museo de Cuenca, y a la Edad del Hierro cerámicas pintadas y un pasador. Se encuentran monedas cartaginesas, ibéricas, griegas y romano-republicanas. Los restos de época romana son notablemente abundantes. En época visigoda, Valeria se convertirá en sede episcopal sufragánea de la Metropolitana de Toledo, ignorándose la fecha de erección, anterior en todo caso al año 589. Valeria formará parte después del distrito o cora de Santaver, poblado por bereberes de las confederaciones de los Hawwara y los Madyuna a partir de la segunda mitad del siglo VIII. Como testimonio de época califal, existe un tesorillo de monedas de plata acuñadas por Abderramán III y Alhaken II, del siglo X. No hay datos sobre la existencia de mozárabes en Valeria. A mediados del siglo IX se fue borrando la memoria de la ciudad, reducida a una aldea asentada junto a sus ruinas, al tiempo que se destaca la importancia creciente de Cuenca. La excavación del terreno se llevó a cabo en dos campañas, realizadas en Septiembre de 1974 y Julio de 1975. Se marcó la zona en sentido Norte-Sur y Este-Oeste. Los objetivos eran ver la estratigrafía del relleno, analizar la textura de los niveles y aislar los materiales que aparecen en ellos, de los cuales, los que aparecieran en ellos, de los cuales, los que aparecieran sobre el suelo nos explicarían cómo y cuándo se verificó el abandono o la destrucción. - Excavación del recinto Nº 12. En este sondeo, se encontraron sillares y elementos arquitectónicos. En el mismo, había bolsones de ceniza. En otro nivel se encontraron restos de tierra rojiza deshidratada por un posible incendio, en el que abundan las tejas o ímbrices y las tégulas, y donde se encontraron otros elementos arquitectónicos. Se hallaron cerámicas pintadas, cerámicas comunes, restos de mármoles, hierro, hueso, numismática y cerámicas de lujo. Por consiguiente, únicamente los niveles II y II son válidos para nuestro estudio. Restos de columnas hallados en la zona de la Basílica. - Excavación del recinto Nº 13. Se delimitó bien el recinto y se comprobó que entre los machones se había construido un muro, de ahí que las dos divisiones resultantes se excavaran por separado, así como el muro antedicho. El nivel II de relleno mostraba las características que singularizaron al Nº 12, es decir, estaba formado por la acumulación de tierras rojizas y cenicientas debidas a un incendio y el nivel I era tierra vegetal. Encontramos ollas, cuencos, fragmentos de vasijas, numismática, cerámicas de lujo etc. La total excavación del recinto Nº 13 con un vano de entrada hizo ampliar la zona a excavar, al objeto de buscar el decumano. - Corte al Norte del Ninfeo. La excavación de esta zona estuvo motivada por el interés de mostrar la delimitación del conjunto en su zona Norte. Para ello, se marcó una superficie a excavar de sólo 50 cm de anchura. Una vez hecho, se dibujó la sección correspondiente y al comprobar la riqueza de materiales, y sobre todo la potencia del nivel de incendio, decidieron ampliar y excavar una mayor extensión. Primero la mitad Este y después la Oeste. Volvieron a aparecer nuevos materiales. - CONJUNTO ARQUITECTÓNICO. Zona A: Es una plataforma artificial, formada por tierras y materiales diversos, limitada al Este por el muro del Ninfeo. Dentro de esta zona se observan dos partes diferentes, separadas por el antiguo cementerio de Valeria. La situada al Norte del cementerio está limitada por un muro de considerable espesor. En este sector encontramos los basamentos de lo que fue la basílica. Contiguo a este tramo, encontramos los aljibes, de los cuales son hoy visibles dos. Lápida del antiguo cementerio de Valeria. Zona B: Se forma por 13 recintos dobles adosados a la fachada del ninfeo, del cual serían una parte, probable subestructura del mismo o asiento de una plataforma. Delante y a lo largo de los recintos hay un enlosado perteneciente a la acera del decumano, que se prolonga delante de todos los recintos. Se ha de señalar también el inicio de una galería con bóveda de cañón procedente de la plataforma superior. Zona C: Se trata de un recinto de 85 m. de longitud en sentido Norte-Sur, cerrado en el extremo Norte. Se encuentra parte del suelo con rombos cerámicos y un ladrillo (sexquipedalia). Sexquipedalia. NINFEO: Se trata de un ninfeo de extraordinarias dimensiones, tiene una longitud de 60 m, si sólo consideramos como tal la parte del muro frontal con nichos y de 85 m si consideramos todo el muro. Posee 14 nichos de los cuales 7 son de planta rectangular y los otros 7 de planta ligeramente elípica. Según la clasificación de ninfeos que hace Norman Neuerburg en su obra “L`Architecttura delle Fontane e dei Ninfei nell`Italia Atica”, publicado en Nápoles en 1965, este ninfeo estaría dentro del tipo de ninfeo en fachada (scena frontis). Si seguimos el sistema empleado por P. Aupert en “Le Nymphée de Tipasa et les Nymphées et Septizonia Nord-Africains”, publicado en Roma en 1974, lo clasificaríamos como D4 que viene a establecer el tipo de planta con la letra D y el 4 significa que hay alternancia de nichos rectangulares y cóncavos, pudiéndose tener más datos atendiendo a: ordenación y función de columnas o pilares, techos y estanques. La alternancia de nichos rectangulares y cóncavos comienza a finales del siglo I aC, pero sólo en época de Nerón llegan a ser verdaderamente populares. Ejemplos posteriores son los cuatro ninfeos de la villa de Domiciano de Castelgandolfo. Quizás el ejemplo más notable de estos ninfeos sea el Septizonium de Septimio Severo en Roma, dedicado en el año 207 dC, destruido en el año 500. Su longitud era de 89 m. 4) Conservación. Intervenciones. Al tratarse de una ciudad romana escondida en un arrecife, se decide desenterrar este yacimiento por el simple hecho de ir hacia atrás en la historia, de descubrir qué tipo de vida llevaban nuestros antecesores y el tipo de construcción que utilizaban. Así, es como se inicia este trabajo de investigación que en el momento de sus inicios, espera ser reconocido y entrar dentro de lo que llamamos Conservación del Patrimonio histórico-artístico de Castilla la Mancha y en concreto de la ciudad de Cuenca. Todas las piezas encontradas durante las excavaciones en el yacimiento de Valeria, han sido trasladadas al Museo de Cuenca, éste, cuenta con un espacio específico para albergar los hallazgos. Se presenta el sistema de abastecimiento de agua de la ciudad y su forma de almacenamiento, así como el Foro, el Ninfeo y la Basílica. Se exponen elementos ornamentales que anteriormente hemos mencionado y por supuesto, arquitectónicos como son las basas, los fustes y los capiteles de las columnas. También se expone el retrato del emperador Trajano y, en las vitrinas, podemos encontrar monedas y una magnífica colección de joyas. Retrato de Trajano. Numismática. En lo que es el espacio in situ, se han intentado conservar todos los espacios excavados, sobre todo los pertenecientes al Foro, pero hay que reconocer que el hecho de que la investigación cesase, ha hecho que muchas de las casas y parte de las tabernas se encuentren cubiertas por el terreno. El “abandono” de este yacimiento ha tenido dichas consecuencias. 5) Importancia en la actualidad. Actualmente, los trabajos de excavación se hallan paralizados. La mayor parte del terreno se encuentra todavía por descubrir e incluso algunas zonas excavadas años atrás, ahora se encuentran tapadas por derrumbamientos de tierra a causa de las inclemencias del tiempo. Las gentes del pueblo de Valeria han intentado continuar las excavaciones para convertirlo en un paraje visitable con sus correspondientes instalaciones. Hoy en día, la importancia la tienen los objetos encontrados y llevados al Museo de Cuenca, donde se encuentran protegidos. En cambio, el terreno in situ esconde muchos más datos de nuestra historia que deberíamos investigar. Lo podemos catalogar como yacimiento abandonado, pero que sin lugar a dudas posee muchos siglos de historia a sus espaldas ya que se trató de una de las ciudades más importantes de la provincia de Cuenca en época romana, teniendo consigo el ninfeo más grande de todos los tiempos. 6) Bibliografía. - PTOLOMEO. “Geografía”, II, 6, 57. Edición anotada por Carlos Müller, París. 1883, I pág. 179. - PLINIO. “Historia Natural”. III, 25. Madrid, 1947. Pág. 133. - J. BOSCH VILÁ. “Historia de Abarracín y su tierra”. Teruel, 1959, II, pág. 51. - M. OSUMA RUIZ y otros. “Valeria Romana I”. Cuenca, 1978. - J. P. MÁRTIR RIZO. “Historia de la muy Noble y Leal Ciudad de Cuenca”. Madrid, 1629. - A. PONZ. “Viaje de España”. Madrid, 1777. - J. A. CEÁN BERMÚDEZ. “Sumario de las antigüedades romanas que hay en España”. Madrid, 1832. - J. LARRAÑAGA MENDÍA. “Ruinas de Valeria”. Noticiario Arqueológico Hispano. Madrid, 1955. - L. TORRES BALBÁS. “Ciudades yermas hispano-musulmanas”. 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