METODOLOGIA DE LA PLANEACION, GESTION DEL DESARROLLO, VIVIENDA Y PUI-NOR Stephanie Molina Arango Alejandra Ramírez Córdoba Esta relatoría tiene como finalidad dar un panorama de la metodología que han tenido los procesos de planeación, gestión del desarrollo y vivienda, mostrando las evoluciones y las diferentes formas operativas en que dichos procesos se han materializado, enmarcándolos en el caso especifico del Proyecto Urbano Integral de la zona Nororiental de la ciudad de Medellín (PUI-NOR). Desde los planteamientos de Mínguez y Fuentes (2004) por metodología se entiende el medio a través del cual se llega a un fin, es un camino y una manera de hacer las cosas; es el enlace de la teoría y el método, entendiendo este como la forma de alcanzar un objetivo determinado. Para este caso específico la metodología funciona como conector entre los conceptos de planeación, gestión de desarrollo y vivienda con su forma operativa. La planeación funciona como el instrumento que orienta las practicas humanas hacia el estado de desarrollo deseado, en nuestro medio ha sido netamente especialista con una aproximación teórica basada en el enfoque dualista del desarrollo, según el CEHAP (1991) la planeación ha operado como productora de marginalidad y ha conducido a entender la ciudad conformada por dos sectores, los urbanizados y los no urbanizados. Entre los 50s y los 60s la planeación funciona bajo la lógica de la teoría de la marginalidad, recurriendo a políticas como la erradicación de tugurios, estas políticas se transforman en políticas de autoconstrucción como elemento para llegar a un desarrollo armónico. En la década de los 70s la planeación continua operando bajo la lógica especialista, hacienda una distinción entre sectores, donde los más necesitados solo se reconocen para inversiones y planes de poca transcendencia; en 1976 como resultado de la conferencia de Vancouver la autoconstrucción se instaura como eje fundamental del desarrollo, Colombia delega en los sujetos papel protagónico en este proceso, “ se les vincula a mecanismos comunitarios para construir su hábitat, sus viviendas, sus servicios y sus infraestructura” (CEHAP, 1991, p. 13). En los 80s la planeación incorpora a los sectores pobres como parte de la solución, sin embargo, como su quehacer siempre ha estado alejado de la situación real, poca importancia tiene para su análisis la consideración de la participación en la práctica de la planificación (CEHAP, 1991, p. 14). Con la constitución de 1991 “La planeación se convierte en un mecanismo y una herramienta para la descentralización, porque contaba con posibilidades para la participación en todos los niveles territoriales” (Gómez, 2012, p 19), la planeación da apertura a procesos de participación donde se vinculan aquellos sectores que hasta entonces solo habían sido centro de políticas parciales e inapropiadas. Según Rendón (2000) hasta antes de la Constitución de 1991 era el gobierno central que el planificaba, financiaba y resolvía las necesidades de los departamentos, municipios y ciudadanos en general, generando profundas desigualdades en la obtención del desarrollo de los territorios. La crisis de representatividad del Estado y su incapacidad para generar consensos, llevaron a que se pusiera la atención en el municipio que había sido una unidad olvidada, sin recursos y sin posibilidades de gestionar el desarrollo a partir de sus necesidades e intereses, de sus valores y de su cultura. Bajo esta perspectiva, el municipio solo era la última pieza de la organización territorial del Estado, sobre la que sus habitantes no tenían ninguna capacidad legal de participación ni de control (Rendón, 2000, p. 106). Con la constitución de 1991 son tres los elementos fundamentales para la planeación en los entes municipales: - El programa de gobierno: “es ante todo un compromiso ético, moral y político, con quien otorga representación, es decir, con los ciudadanos” (Rendón, 2000, p. 112). El plan de gobierno debe coincidir con el plan de desarrollo municipal para generar una retroalimentación. Con el plan de gobierno se busca que los ciudadanos elijan las propuestas y orientaciones que contribuyan con el desarrollo del municipio. - El plan de desarrollo: desde los planteamientos de Rendón (2000) un plan de desarrollo municipal se genera a partir de la articulación de elementos del programa de gobierno, la voluntad popular y de participación comunitaria, buscando acercarse a instancias del municipio generando planes zonales o locales. “Esos planes municipales deben percatarse de los lineamientos que desde la nación se hayan determinado para encauzar al país hacia niveles superiores de desarrollo” (Rendón, 2000, p. 116), a su vez la nación debe conocer sobre los planes municipales y departamentales para orientar sus estrategias y programas. - El plan de ordenamiento territorial: Consiste en la planificación y ordenamiento del territorio o el espacio físico de la jurisdicción, utilizando acciones político administrativas y de planeación física y retomando estrategias de desarrollo socioeconómico, garantizando la sostenibilidad con el medio ambiente y armonía con la historia y cultura de las comunidades (Rendón, 2000, p. 120). Teniendo en cuenta la importancia que tiene la planeación en el proceso de desarrollo de un territorio, se hace necesario dilucidar algunas de sus modalidades desde los planteamientos de Ordaz y Saldaña (2006) donde encontramos planeación personalizada, operativa, estratégica, sistémica, para el mejoramiento de la calidad de vida, ecológica, participativa con fines operativos, normativa y prospectiva. Las dinámicas sociales han llevado a pensar en nuevas posibilidades y discursos de planeación, que vayan de acuerdo a la compleja realidad que cambia constantemente, en este contexto surge la planeación para el desarrollo del territorio entendida “como política pública, capaz de orientar la estimulación, la potenciación y el mejoramiento del ser humano, a partir de la valoración de sus dimensiones individual, social, cultural, económica, política y espacial, y capaz de tomar forma en prácticas que se vigorizan y palpan en el territorio” (Gutiérrez y Sánchez, 2009, p. 31). La metodología propuesta por el enfoque de planeación para la gestión del desarrollo se basa en el método integrador para la planeación MIP, caracterizado como cíclico, complementario, vinculante y sinérgico; desde este método los autores Gutiérrez y Sánchez pretenden generan una propuesta novedosa con la que sea posible superar las dificultades presentadas por las dinámicas actuales. La configuración del método integrador para la planeación (MIP) precisa de un conjunto de momentos actuantes como procesos, enmarcados en tiempos y espacios específicos, que requieren, aproximarse a la realidad, de una estructura conformada por estrategias, instrumentos y técnicas, de la que se desprendan acciones de forma sistemática y coordinada (Gutiérrez y Sánchez, 2009, p. 70). Desde los planteamientos de Gutiérrez y Sánchez son cuatro los momentos que abarca el MIP: - Diagnostico: es el momento en que se conoce, analiza e interpreta la realidad territorial en contexto, temporalidad y espacialidad, a partir de - - - las características, actores, actuaciones, problemáticas, causas, efectos e impactos. Programación: consiste en la definición de las decisiones principales que van a ser consideradas por la planeación, y la secuencialidad y lógica como serán llevadas a la práctica, en el propósito de contribuir a la transformación del territorio. Seguimiento y evaluación: permite controlar la ejecución mediante la eficiencia de la acción y evaluarla en su eficacia, garantizando la efectividad orientada a contribuir en la transformación de la realidad. Ejecución: es la acción, es poner en práctica las medidas, las estrategias y las acciones planeadas en los momentos anteriores para aportar a la transformación de la realidad. El MIP se considera como novedad metodológica porque consolida el sentido conceptual de la planeación desde su propósito central: contribuir al desarrollo de territorio en tanto proceso político, social , temporal, territorial y estratégico; desata la manera como se materializa la planeación en cuatro momentos predefinidos: diagnostico, formulación, seguimientoevaluación y ejecución; compromete de manera eficiente y eficaz, es decir efectiva, el proceso de seguimiento y evaluación tanto en el método mismo, como en cada uno de sus momentos; contempla la secuencialidad de la intervención, a partir de asuntos pendientes por atender, otros nuevos que emerjan de la dinámica de la realidad, o ambos y consagra como su elemento fundamental la participación activa y critica de la pluralidad de actores que convocan los procesos de planeación, en ámbitos conflictivos, propios de la diversidad (Gutiérrez y Sánchez, 2009, p. 70). Teniendo en cuenta que es la planeación la encargada de orientar las prácticas de desarrollo se hace necesario conocer las metodologías que dichos procesos han tenido. Los enfoques de desarrollo han pasado por diferentes perspectivas cada una de ellas con una visión de mundo diferente; como primer enfoque aparece el desarrollo económico o convencional que según Aguilar (2008) se centra en el crecimiento económico e industrial, el desarrollo se mide en torno al crecimiento económico ilimitado; este enfoque propone una metodología basada en los intercambios comerciales, O’Connor (2007) menciona tres estrategias fundamentales para llegar al desarrollo económico: - Industrialización sustantiva de importaciones: se entiende como un modelo de acumulación industrial a partir de la intervención estatal, Los instrumentos utilizados para fomentar la industria son diversos, desde subsidios, impuestos sobre el agro y transferencias de recursos hacia la industria, créditos de banca oficial de fomento a tasas reales negativas, crédito bancario privado similar subsidiado, altas barreras no - - arancelarias y arancelarias a la importación, regulaciones a la entrada de nuevos competidores externos y de empresas transnacionales y, finalmente, la emisión monetaria como recurso creciente. Globalización: enfocada a la libre movilidad de capitales, facilitada por la revolución tecnológica, generando un capitalismo informático y global. En lo productivo, se buscan grandes flujos de inversión extranjera directa y comercio de servicios. En lo ideológico, se implante la idea de “desarrollo hacia afuera". Paradigma de desarrollo: se centra en el intervencionismo estatal, renacionalizaciones, re-industrialización con protección, políticas de redistribución del ingreso, con redistribución social y sectorial-productiva de los beneficios del comercio exterior hacia otros sectores internos, y tendencias no de aislamiento global y de mayor mercado. Como critica a las posturas del desarrollo económico, donde el ser humano es visto como una mercancía surgen enfoques alternativos entre los que se encuentran el desarrollo a escala humana, el desarrollo sostenible y el desarrollo endógeno. El desarrollo a escala humana su postulado básico es el desarrollo de las personas y no los objetos, es orientado a la satisfacción de las necesidades humanas fundamentales (Neef, Elizalde, & Hopenhayn, 1997), en términos metodológicos los autores proponen una política de desarrollo orientada hacia la satisfacción de las necesidades humanas, esta política debe transcender la racionalidad económica convencional comprometiendo al ser humano en su totalidad, esta política de desarrollo que pretende ser auténticamente humanista se construye a partir de la relación entre necesidades y satisfactores. Posterior al enfoque de desarrollo a escala humana, surgen enfoques como el sostenible y el endógeno; el desarrollo sostenible se “concentra en satisfacer las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades” (Cayuela, Cervantes, Sabater, y Xercavins, 2005, p.76), Daly (s.f.) propone tres estrategias metodológicas para el desarrollo sostenible: - los recursos no se deben utilizar a un ritmo superior al de su ritmo de regeneración no se emiten contaminantes a un ritmo superior al que el sistema natural es capaz de absorber o neutralizar los recursos no renovables se deben utilizar a un ritmo más bajo que el que el capital humano creado pueda reemplazar al capital natural perdido. El desarrollo endógeno "se considera como un modelo socioeconómico de carácter territorial, en el que las comunidades son protagonistas del proceso de crecimiento económico con inclusión social utilizando fundamentalmente, recursos y potencialidades locales" (Boscán y Sandrea, 2009, p. 403), según el Sitio de Desarrollo Económico Local de México (SIDEL) los elementos necesarios para llegar al desarrollo endógeno son: - - Creación y fortalecimiento de la institucionalidad local Fortalecimiento de competencias en la población Creación de un ambiente favorable de negocios para la atracción de inversiones y la creación de nuevas empresas Promoción de la competitividad de las empresas Generación de ventaja competitiva regional Construcción de una visión y estrategia común del desarrollo territorial Amplia participación ciudadana de todos los sectores desde la planificación hasta la implementación y evaluación Alianzas público-privadas Acción concertada entre actores nacionales y locales de todos los sectores Responsabilidad compartida entre los niveles y sectores Especialización y división de trabajo entre los actores Mercadeo regional y generación de un entorno favorable para la atracción de inversiones Financiamiento del desarrollo Una cultura de cooperación y organización empresarial tales como gremiales regionales, cadenas de valor y economías de aglomeración Generación de capacidades locales para el liderazgo de acciones estratégicas y la gestión del desarrollo, atracción de inversiones, aprendizaje e innovación Cooperación de las estructuras administrativas y de gobierno Institucionalidad regional: trabajo en redes versus institucionalización Aunque los enfoques alternativos surgen como crítica al enfoque economicista en su implementación caen de nuevo en la tendencia de generar crecimiento económico en mayor grado que el crecimiento asociado a los asuntos sociales, culturales, políticos y ambientales. En busca de tener un enfoque de desarrollo con una orientación diferente surge un tercer enfoque definido como Construcción Sociocultural Múltiple, Histórica y Territorialmente determinada, que concibe el desarrollo como un proceso cuyo sentido radica en la realización de los sujetos como seres individuales y colectivos, para ello conceptualiza 19 características que son: humano, dotado de sentido, construido por la base social, fundamentado en diferencias culturales, democrático, libertad, ético, integral, sistémico, sinérgico, emergente, auto producido, auto referenciado e históricamente determinado, auto dirigido, auto regulado, auto propulsado, recursos no convencionales, territorializado, articulador de dinámicas micro y macro (Múnera, 2007). Desde los planteamientos de Múnera apoyada en autores como Escobar, Morín, Boisier, Touraine, entre otros, se pretende dar a continuación las bases metodológicas que guían este enfoque de desarrollo: este nuevo enfoque parte de los ejes fundamentales de la equidad y la participación, siguiendo el paradigma de la complejidad y teniendo como noción central el desarrollo societal, como estrategias se plantean las siguientes: - - - - - Comprensión compleja del ser humano visto como sujeto de desarrollo Generar procesos de subjetivación que conlleven al reconocimiento de otros sujetos Crear procesos que permitan la creación de identidades Los sujetos deben ser quienes orienten y doten de sentido el desarrollo y a la civilización, mediante la construcción de significados que aporten a la identidad y al reconocimiento social Construir proyectos en común desde la ideas de actores sociales Darle significación a los procesos llevados por los nuevos movimientos sociales Construir procesos de confianza entre los sujetos involucrados en el proceso La gestión del proceso de desarrollo requiere poder político, el cual debe ser creado mediante el consenso social y la concertación de fuerzas políticas Se propone el método de la investigación acción-participación, buscando una transformación a través de la acción investigativa Propender el dialogo entre diferentes saberes y culturas buscando llegar a construcciones colectivas y soluciones a problemas comunes, construir la democracia mas que por la confluencia de intereses particulares por el aporte de valores e ideas de la sociedad Construir base social desde la libertad, en cuanto a la responsabilidad, la participación y la autonomía Darle un sentido ético desde tres aspectos: valores de ética cívica, identificación de metas propias de las tareas del desarrollo y la definición de valores, principios y actitudes necesarios para alcanzar los bienes internos Comprender a los sujetos no solo como seres biológicos, sino espirituales y transcendentes - - - Potenciar al ser humano, las dinámicas sociales, el entorno natural y la interacción en los diferentes niveles territoriales Comprender la inter-relación entre los distintos campos del sistema y la posibilidad de incidir en ellos Reconocer e incorporar aquellos elementos nuevos que influencian la realidad Concebir el desarrollo como auto-desarrollo, convirtiéndose a la vez en medio y en fin del sistema auto-organizador sociedad-individuo Rescatar aquello que permanece vivo en la memoria de los sujetos y que en ocasiones no es consciente Tener un intencionalidad y una finalidad clara y determinada Mantener la dirección que lleva el proceso de desarrollo teniendo en cuenta los elementos externos que producen transformaciones, mantener el proceso en el tiempo Plantear procesos endógenos, encerrados en sí mismos y alejados de las dinámicas globales Se recurre a elementos de su propio territorio, además a la utilización de elementos no convencionales como la creatividad, energías sociales, identidad de la comunidad, solidaridad, experiencias organizacionales y el saber popular Territorializar el desarrollo Articular dinámicas mundiales y locales, impidiendo que las dinámicas mundiales dominen a la locales Teniendo en cuenta que no se habla solo de desarrollo sino de su gestión, esta estará orientada de acuerdo al enfoque de desarrollo que se siga ya sea económico, alternativo o el nuevo enfoque, su papel se centra en administrar la planeación que tiene como meta el desarrollo; de acuerdo a la obra la gestión de radio comunitaria y ciudadanía de Claudia Villa y Ernesto Lamas (como se cita en Huergo, 2003) se busca una gestión participativa y democrática, donde se articulen procesos y resultados, además de corresponsabilidad y la cogestión de la toma de decisión, que permita formar sujetos comprometidos y conscientes del desarrollo al que aspiran. En nuestro medio la vivienda ha sido asumida como un instrumento de desarrollo, convirtiéndose en el resultado de un proceso de gestión y planeación, en Colombia el tema de la vivienda ha estado medido por políticas de corte neoliberal con fuertes tendencias económicas, las cuales se alejan de las problemáticas que aquejan a la sociedad, principalmente a sectores de clase media y baja, que paradójicamente al ser quienes más necesitan de políticas integrales de vivienda terminan siendo los más afectados y menos beneficiados. “Los intentos del pasado por mirar la vivienda integralmente e incluirla dentro de la política social del Estado, iniciados hacia mediados de los años 40, terminan simbólicamente en los 90 […¨] cuando se consolidan definitivamente las políticas neoliberales en el manejo de los asuntos públicos” (Arango, 2001, p. 1). Bajo este enfoque neoliberal aspectos como la calidad de la vivienda, su cobertura y su papel como un elemento de interacción y construcción de cultura empiezan a ser responsabilidad de las leyes del mercado, según Múnera (s.f.) desde este enfoque la vivienda se convierte en un sector de alta incidencia del crecimiento económico, se busca producir masivamente reduciendo sus costos, para ello se recuren a estrategias como densificación, reducción de áreas comunes, utilización masiva de materiales prefabricados (buscando reducir la mano de obra) y reducción de espacios interiores. “Las viviendas como sistema estructurante de una ciudad y como necesidad básica del ser humano ha ganado el status de problema social” (López y Soto, 2011, p. 13), en este contexto se señala al Estado como el responsable de brindar soluciones y crear políticas adecuadas para el tema, lo que ha llevado a que la vivienda pase por diferentes lecturas. Bajo la figura de un Estado benefactor la vivienda hace parte de unidades habitacionales integrales como forma de ordenar la ciudad. Luego, ante la evidencia de que se estaba perdiendo terreno frente a las prácticas del urbanismo informal, se adoptan diferentes estrategias cuantitativas que van relegando la mirada integral: las soluciones mínimas, la autoconstrucción, la masificación de la oferta, los lotes con servicios y finalmente los fallidos intentos por encontrar en la tecnología la fórmula salvadora, a partir de la construcción de grandes bloques de vivienda en altura (Arango, 2001, p. 2). Pasando a la mirada de un Estado eficiente, el tema de la vivienda es entregado a la iniciativa privada generando así que el acceso a la vivienda sea reducido a quienes por sus propios medios puedan hacerlo, para quienes no tengan la capacidad económica para la obtención de vivienda se crean los subsidios de vivienda, los cuales solo son otorgados si se cuenta con ahorros suficientes para cubrir la totalidad de esta. Las tendencias anteriores se presentan aproximadamente desde los años 40s hasta 1991, cuando gracias a la nueva constitución y la creación de la Ley de Descentralización Municipal hace que el tema de la vivienda sea responsabilidad de cada municipio, así “se crean instituciones y se provee de herramientas para que los gobiernos locales intervengan en la vivienda, sobre todo a través del manejo del suelo urbano” (Arango, 2001, p. 2). Aunque la constitución del 1991 trajo consigo nuevas concepciones en el tema de la vivienda esto no significo una desvinculación total del modelo neoliberal. Según Arango (2001) la tarea de los gobiernos locales en el tema de vivienda consiste en identificar la calidad de las viviendas existentes, de tal manera que ésto permita detectar la naturaleza de los problemas que se deben atender, fijar prioridades y desarrollar los instrumentos y medios eficaces para actuar focalizadamente y gestionar una política social de vivienda, sin embargo, los gobiernos locales no deben actuar de manera desarticula del gobierno nacional, se trata de llegar a una articulación desde la políticas locales hasta las nacionales y viceversa, teniendo en cuenta las condiciones de vida de los ciudadanos, donde más de la mitad de la población la constituyen los estratos medios y bajos. La vivienda es el bien más costoso que la mayoría de la población puede aspirar a adquirir a lo largo de su vida. Por lo tanto, la sociedad tiene que contar con un sistema de financiación que garantice mínimamente las siguientes condiciones: cuotas de amortización ajustadas al ingreso de las familias; amplios plazos de financiación, y un sistema de financiación propio del sector, confiable y sostenible (Arango, 2001, p. 10). Las estrategias metodológicas más sobresalientes en el tema de vivienda se exponen en las diferentes políticas las cuales se pueden dividir en cuatro momentos: El período asistencialista (1945-1972), el periodo de transición (19731988), período del mercado (1989 en adelante). - Periodo asistencialista: el Estado asume la vivienda como un tema de interés público, generando programas de vivienda a manera de subsidio. Las viviendas que ya tenían el subsidio incorporado, fueron adjudicadas bajo distintas modalidades de crédito a grupos localizados de la población, con créditos a 20 años y cuotas fijas, con lo cual se terminaba dando un cuantioso subsidio adicional, debido al proceso de desvalorización de la moneda. Y aunque en pocas ocasiones se lograba llegar a los sectores más pobres, los programas de vivienda pública se convirtieron en una opción real para amplias masas obreras y de clases medias (Arango, 2001, p. 9). Desde los planteamientos de Echavarría (2003), en esta época hacen aparición los proyecto de eficiencia en búsqueda de una mayor cobertura e inclusión social, proporcionando una nueva perspectiva proyectual y tecnológica de la vivienda, a la vez que emergían alternativas no convencionales, no planificadas, informales e ilegales, como respuesta realista y efectiva a la demanda insatisfecha por parte del Estado. - Periodo de transición: según Arango (2001) se definen políticas que involucran de manera más directa al sector privado de la construcción, que hasta eso momento está limitado a ser contratista del Estado; este sector es dotado de un sistema de financiación propio que respalda tanto la construcción de las viviendas como su adquisición con créditos a largo plazo por parte de los compradores. En el impulso oficial a la autoconstrucción, la relación entre lo público y lo privado se elaboraba por conveniencia de la activación del sector de la construcción mediante la ejecución por parte del Estado de planes masivos de vivienda de interés social; y la relación entre lo público y lo comunitario se elaboraba por la conveniencia de contar con la población como auto constructora de su propia vivienda (Echavarría, 2003, p. 6). - Periodo del mercado: La nueva política de vivienda se estructura sobre el principio del fortalecimiento del mercado de vivienda –la gestión, producción y comercialización de ésta-, para lo cual el poder público debe actuar como simple facilitador. Con el objeto de hacer accesible la vivienda así producida a los estratos de menores ingresos, se crea la figura del subsidio a la demanda (Arango, 2001, p. 11). Teniendo la necesidad de transcender las lógicas de vivienda basadas en lo económico y buscando interpretaciones de esta que tengan una vinculación más directa con las dinámicas sociales, se retoman los planteamientos de Múnera y Sánchez (s.f.) donde se asume la vivienda como una escala del hábitat, entendiéndola como el ámbito donde tienen lugar las interacción y dinámicas entre los campos económico, físico-espacial, cultural, natural, social y político que hacen posible la vida humana. La construcción social del hábitat se fundamenta en un enfoque del desarrollo concebido como construcción sociocultural múltiple histórica y territorialmente referenciada […] Ello implica la configuración de redes sociales a partir de la identificación de horizontes de sentido compartidos entre diferentes grupos y actores; lo cual significa la posibilidad de coexistencia y articulación de múltiples proyectos colectivos, construidos desde la base social, a partir de significados compartidos (Alcaldia de Medellín y Universidad Nacional De Colombia, s.f.). Múnera y Sánchez (s.f.) sostienen que para llegar a la construcción social del hábitat de debe partir de la proyección y actuación de quienes habitan un territorio determinado, sin desvincular a actores estatales, organizaciones locales e internacionales, esta construcción debe tener como base proyectos construidos colectivamente que contengan las significaciones e imaginarios de las poblaciones involucradas, estos proyectos deben superar las tendencias marcadas por las lógicas capitalistas. Involucra la construcción simbólica, material, funcional, social y cultural del espacio, desde las distintas formas del habitar, como campo de encuentro entre lo social, la socialidad y la individualidad (sociedades, etnias e individuos) […] Es preciso considerar el espacio existencial y vivencial y el derecho que debe garantizarse a los habitantes como sujetos individuales o colectivos a enaltecer sus propias memorias y significaciones, a responder a sus propias condiciones, circunstancias e imaginarios; y a establecer sus propios hábitos y rituales en el despliegue de sus vidas cotidianas, lo cual entraña, claro, un campo de tensiones entre los órdenes y juicios estéticos y morales (Alcaldía de Medellín y Universidad Nacional De Colombia, s.f.). Teniendo en cuenta que el proceso investigativo se centra en el caso especifico del PUI-NOR se hace necesario describir su metodología, desde la Alcaldía de Medellín se propone una metodología que consiste en desarrollar cinco etapas, estas etapas se fueron creando a medida que el PUI se fue adentrando en la zona, abordando a la comunidad y desarrollando los primeros proyectos (Alcaldia de Medellín, 2006) - - - Etapa de planificación, Diagnóstico y formulación: se da en dos momentos, un análisis físico y un análisis social, lo físico se analiza con un grupo de técnicos, arquitectos e ingenieros que se encarga de hacer todo un estudio de la zona, sobre las calles, el tipo de conformación que había, el medio ambiente. Al realizar el análisis social se encuentra una comunidad resentida que no confía en el Estado, que sólo conoce la corrupción con la que se hicieron las inversiones hasta ese momento; los habitantes de la comuna se sienten marginados y no creen en promesas que tantas veces han sido hechas sin cumplir Etapa de gestión: se conformaron cuatro mesas de trabajo: Andalucía, Popular, Santa Domingo y Juan Bobo, buscando generar un proceso participativo. Se gestiona también las alianzas interinstitucionales convocando a sectores como la Secretaría de Obras Públicas, de salud, de bienestar social, de gobierno de cultura ciudadana y de desarrollo social. Etapa de diseño: Paso 1 Reconocimiento físico y social: Para definir los demás proyectos se considera que la mejor manera de iniciar labores es hacer un recorrido por las zonas, con el acompañamiento de los líderes de cada una de ellas, con el fin de identificar problemas y oportunidades que dieran como resultado proyectos verdaderamente necesarios. Paso 2 Perfil Del proyecto: Después de los recorridos por la zona se ve la necesidad de concretar las ideas de la comunidad mediante una forma participativa surgiendo los talleres de imaginarios, en los que las personas podían plasmar sus proyectos e ideas; desde ese momento y para todos los demás proyectos el Taller de imaginarios pasó a ser la manera en que se creaba el perfil del diseño. Paso 3 Anteproyecto arquitectónico: Surge de los talleres de imaginarios, las propuestas nos surgen en forma de plano arquitectónico sino como una imagen que recrea la realidad. Paso 4 Proyecto arquitectónico: Después de presentar los anteproyectos a la comunidad y ser corregido por las personas, se diseñan imágenes tridimensionales que se convierten en el fin del diseño. - Etapa de Ejecución: Paso 5 Insumos de contratación: licitación abierta y pública por parte de la EDU para empresas constructoras e interventoras, cualquier entidad pública o privada, organización comunitaria o no gubernamental que cumpla con los requerimientos de la ley para esta clase de obras. Paso 6 Contratación: la empresa constructora que se encargará de la ejecución de las obras y la empresa interventora que vigilará la calidad técnica de las mismas. Paso 7 construcción de la obra. - Etapa de sostenibilidad y apropiación: Paso 8,9 y 10: generar en la comunidad sentido de apropiación sobre la obra, Después de la culminación de las obras físicas, se entra en una etapa final de animación, con actividades para darle un sentido a los espacios y promover su uso y cuidado permanente. Finalmente, considerando que el proyecto de investigación se realiza bajo la modalidad de Estado del Arte, se hace necesario aclarar aspectos metodológicos de esta modalidad. “El Estado del Arte es una investigación de carácter documental que tiene como objetivo recuperar sistémica y reflexivamente el conocimiento acumulado sobre un objeto o tema central de estudio” (Galeano, 2004, p. 141). Hoyos (2000) proponen cuatro fases en el proceso metodológico del Estado del Arte: - - Fase preparatoria: orienta sobre como habrá de realizarse el Estado del Arte, cual es su objetivo de investigación, cuales son las áreas temáticas, cual es el lenguaje común a utilizar y cuáles serán los pasos a seguir. Fase descriptiva: se realiza el trabajo de campo dando cuenta de los diferentes tipos de estudios que se han efectuado, cuáles son sus referentes disciplinares y teóricos, con que sujetos se han realizado, - - - delimitaciones espaciales, temporales y contextuales, autores consultados y diseños utilizados. Interpretativa por núcleo temático: el estudio se realiza por unidades de análisis, proporciona datos por núcleos, transcendiendo lo descriptivo para construir hipótesis y afirmaciones útiles para la construcción teórica. Construcción teórica: revisión que parte de la revisión por núcleo temático para mirar resultados, vacios, limitaciones, dificultades, tendencias y logros obtenidos, creando un estado global de la investigación. Extensión y publicación: divulgar el estudio con el fin de poner en circulación un nuevo conocimiento generando la interlocución con otros grupos y comunidades académicas. Fruto de las diferentes lecturas y análisis realizados surgen preguntas respecto al tema: ¿De qué manera se pueden transformar las metodologías tradiciones de los procesos de planeación, desarrollo y vivienda en metodologías participativas e inclusivas? ¿Cuáles acciones concretas se pueden llevar a cabo para que las metodologías planteadas por los nuevos enfoques se lleven a la acción? Como trabajadores sociales ¿qué papel debemos desempañar en los procesos de planeación, gestión del desarrollo y vivienda? Desde la profesión ¿Qué propuestas y retos se presentan para transcender las metodologías tecnicistas donde los sujetos son instrumentos del desarrollo a metodologías que los involucren como sujetos activos en estos procesos? REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS Aguilar, I. (2008). Principios de desarrollo económico. (2da Ed.). Bogotá, Colombia: Ediciones ECOE. Alcaldía de Medellín. (2006). Proyecto urbano integral Nororiental. 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