LA PROBLEMATICA DE LA DISTRIBUCION: MEDICION OFICIAL Y

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LA PROBLEMATICA DE LA DISTRIBUCION:
MEDICION OFICIAL Y PROPIA
SITUACION DE LA CUPULA EMPRESARIA
COMPARACION HISTORICA
EQUIPO DE TRABAJO
CLAUDIO LOZANO
ANA RAMERI
TOMÁS RAFFO
CORDINADOR: CLAUDIO LOZANO
ENERO 2007
SINTESIS Y CONCLUSIONES
No hay dudas de que el contenido distributivo del actual proceso de crecimiento económico
reviste tal importancia que es uno, sino el central, elemento fundante de posiciones que
legitiman el actual rumbo económico, así como de aquellas que pretendemos modificarlo.
No es casualidad la proliferación de materiales académicos que pretenden demostrar la
bonanza que en materia social se desprende del actual dispositivo de políticas económicas y
que por ende abogan, tal cual lo hacían durante la convertibilidad, por el mantenimiento del
esquema económico. Sin ir más lejos, el propio presidente Kirchner en más de una ocasión
(al momento de inaugurar el período legislativo o en variadas presentaciones públicas) ha
señalado que la fuerte recuperación del empleo y los salarios ha llevado la participación de
los asalariados en el PBI del 34,3% en el 2003 al 38,5% a fines del 2005 (que se estima
llegará al 41,1% en el 2006). Un nivel de participación que, según los propios dichos del
presidente, están próximos a alcanzar el 50% que se obtuviera en sólo 2 momentos
históricos: durante el peronismo inaugural y en 1973 previo al inicio de la Dictadura
Militar.
Como siempre sucede, lo no dicho a veces resulta ser más elocuente que el propio discurso
que pretende sostenerse. En este sentido, lo que el presidente no quiere decir son dos cosas
no menores:
a) La comparación de la serie 1993 – 2005 que el utiliza no es comparable con la serie
histórica (1950 – 1973) porque utilizan metodologías de estimación diferentes.
Tanto es así que el propio organismo estatal (La Dirección Nacional de Cuentas
Nacionales) que elaboró las dos series comunica en su infome de prensa que las dos
series son incomparables.
b) El otro elemento no menor que el presidente se cuida de decir es que, comparando
dentro de la serie 1993 -2005, la participación de los asalariados en el PBI durante
el 2005 (38,6%) es inferior a la del 2001 (42,1%).
Dada la importancia que reviste la problemática de la distribución y habiendo orientado
nuestros posicionamientos en base a la evaluación de la misma, es que presentamos el
siguiente material, que puede sintetizarse en los siguientes puntos:
I)
NUESTRA ESTIMACION DE LA PARTICIPACION DE LOS
SECTORES POPULARES EN LA RIQUEZA PRODUCIDA.
Medido a precios corrientes y considerando la situación final de cada año (el 4to trimestre)
se observa un empeoramiento distributivo del 2006 respecto al 2001. En efecto la
participación de la masa de ingresos de los ocupados urbanos (asalariados registrados y no,
cuentapropistas y planes de empleo) al 3er trimestre del 2006 (último dato disponible) es
del 23,2%, cuando en el 2001 se ubicaba en el 25,4%. La caída en la participación es del
orden del 8,6%.
De igual modo, si consideramos la masa de ingresos del conjunto de los sectores populares
(es decir considerando a los ocupados urbanos y rurales, fondos administrados por las
AFJPs y masa de jubilaciones y pensiones) la participación dentro del PBI es del 28,1% en
el 3er trimestre del 2006, cuando en el 2001 alcanzó el 32,5%. La caída en la participación
es del orden del 13,5%.
En términos de tendencia puede decirse que la caída de la participación se debe a la
profunda debacle del año 2002. Iniciado el actual proceso de crecimiento económico que
por casi 4 años consecutivos ha transitado la economía a una tasa del orden del 9% anual, la
apropiación de los sectores populares de la riqueza generada se recompuso en el año 2003
y a partir de ahí se mantuvo en torno a esta participación alcanzada. En efecto, durante el
2003 la participación de los sectores populares dentro del PBI creció un 13,5%, cayó un 2%
en el 2004 y se incrementó un 4,7% durante el 2005 y un 4,9% al 3er trimestre del 2006.
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II)
LA PRESENTACION REALIZADA POR EL MINISTERIO DE
ECONOMIA
Recientemente la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales (DNCN) ha presentado la
estimación oficial sobre distribución funcional del ingreso para el período 1993 – 2005. De
la información presentada puede concluirse:
a) Respecto del 2001, la situación del 2005 revela una caída del 8,3% en la participación
de los trabajadores (38,6% vs 42,1%), una reducción del 13,6% del ingreso mixto (14%
vs 16,2%) y un aumento del excedente bruto de explotación del 13,4% (47,4% vs
41,8%).
b) Respecto del promedio de la convertibilidad, la participación de los asalariados del
2005 representa una caída del 4% (38,6% vs 40,2%); una caída del 20,1% del ingreso
mixto (14,0% vs 17,5%) y un crecimiento del excedente bruto de explotación del 12,2%
(47,4% vs 42,2%).
III)
EL AJUSTE DE NUESTRA SERIE: COINCIDENCIAS CON LA
ESTIMACION OFICIAL.
Tres son las diferencias centrales entre la medición oficial realizada por la Dirección
Nacional de Cuentas Nacionales (DNCN) y la que hemos venido desarrollado en nuestro
Instituto. Estas diferencias son:
a) La valuación del PBI utilizado. La DNCN utiliza la valuación a precios corrientes
básicos (es decir descontando el efecto del sistema tributario) y nosotros utilizamos
la valuación a precios corrientes (que incorpora el efecto del sistema tributario en el
PBI).
b) El momento de valuación del PBI y de la serie de ingresos de los ocupados. La
DNCN utiliza el promedio anual y nosotros la situación a finales de cada año (el 4to
trimestre o en su defecto el último dato disponible). La comparación con el
promedio anual tiene como inconveniente que se compara el punto medio de un año
respecto de otro, lo que supone que la distancia que separa ambos puntos medios
incorpora períodos de un año y del otro (la comparación entre el promedio del 2005
y el promedio del 2006 está analizado la diferencia que existe entre dos puntos
separados por el 2do semestre del 2005 y el 1er semestre del 2006). Nosotros hemos
privilegiado la comparación con el último trimestre de cada año porque supone la
evolución acumulada del año en cuestión (la comparación del 4to trimestre del 2006
con el 4to trimestre del 2005 explica la diferencia existe entre dos puntos separados
por períodos que corresponden integramente al 2006).
c) Diferencias en la medición de la masa salarial. La DNCN utiliza la base del Sistema
Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP) que es corregida por información de la
Encuesta Permanente de Hogares (EPH), mientras que nosotros sólo consideramos
la información de la EPH.
Las dos primeras diferencias metodológicas pueden homogeneizar, no así la tercera. Si
ajustamos nuestra serie según los parámetros de la DNCN (es decir considerando la
valuación a precios básicos y utilizando el promedio anual) no hay cambio sustantivo en el
dato central de la distribución post – convertibilidad: ambas estimaciones comparten el
hecho de que la situación del 2005 refleja un empeoramiento distributivo con respecto al
último año de la convertibilidad.
En efecto para el caso de los asalariados (registrados y no registrados y ocupados rurales) la
participación del 2005 refleja una caída del 7,9% en nuestra estimación (del 24,3% al
22,4%) y del 8,3% en la estimación oficial (del 42,1% al 38,6%).
Respecto a la participación de la masa de ingresos de los ocupados (masa salarial más masa
de ingresos de los cuentapropistas) se observa una caída del 8,7% (del 29,5% al 27%).
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Respecto a la participación de la masa de ingresos del conjunto de los sectores populares
(masa salarial, más masa de ingresos de los cuentapropistas, más ingresos administrados
por las AFJPs, más masa de jubilaciones y pensiones) el 2005 refleja una caída del 11%
respecto al 2001 (del 35,8% al 31,6%).
También comparten ambas estimaciones, que el peor momento distributivo ocurrió en el
2002. Para nuestra estimación, en ese momento tanto los asalariados, como el conjunto de
ocupados y los sectores populares retrocedieron en torno al 20% respecto al 2001; mientras
que para la estimación oficial, el retroceso de la participación de los asalariados fue algo
menor (del 17,6%). La única diferencia es el momento de repunte de la participación. Para
nosotros es en el 2003, mientras que para la medición oficial es el 2005.
Lo que si es una diferencia significativa entre ambas mediciones es el nivel que alcanza la
participación en cada una de ellas. En efecto, para el 2005 la medición oficial tiene una
diferencia de 16,2 puntos de participación respecto de los asalariados (38,6% en la
medición oficial y 22,4% en nuestra estimación). Es una diferencia del orden del 72,4% en
el nivel de participación.
IV)
LAS DIFERENCIAS QUE PERSISTEN EN LAS DOS METODOLOGIAS
La razón de la diferencia entre la masa salarial de los registrados en una y otra medición
radica en la diferente metodología y fuente de información usadas. En nuestro caso hemos
trabajado con los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, por
su parte, la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales trabaja con la base de datos del
Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP), que es corregida con información de
la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), la que a su vez también es corregida por la
propia base del SIJP
Además de ser criticable el ajuste de la base del SIJP por la EPH que fue corregida con la
propia base SIJP, el procedimiento estadístico descripto es pasible de otra no menor critica
metodológica: Al corregirse el universo de los registrados (base SIJP) en base a una
muestra global del mercado laboral (EPH) se alteran las relaciones entre registrados y no
registrados (cantidad de asalariados, evolución y masa salarial) presentes en la muestra.
Este no sería un problema si la estimación oficial hiciera supuestos que permitan mantener
esas relaciones, o si tuviera otra fuente respecto a los no registrados. Sin embargo, la
metodología oficial calcula las variables de los asalariados no registrados en base a la EPH.
De esta manera las proporciones existentes entre asalariados registrados y no registrados se
modifican sin que exista ningún justificativo metodológico. Aclaramos que este
justificativo no puede existir por la sencilla razón que la única muestra global del mercado
de trabajo es la EPH. No existe otra encuesta sobre los no registrados que permita alterar
las relaciones entre estos y los registrados que se capta en la EPH.
La diferencia de metodología arroja una diferencia siempre mayor para la serie oficial que
tiende a crecer. Para el 2001 a cantidad de puestos de trabajo difería en 948.933
asalariados, mientras que para el 2005 asciende a 1.313.432 asalariados. De igual modo, la
diferencia del salario promedio asciende a $215,1 en el 2001 y crece a $329,8 en el 2005.
De este modo la diferencia de la masa salarial formal pasa de $24.807,1 (en el 2001)
millones a $46.605,4 millones (en el 2005).
En este acápite se presentan las diferencias de la metodología oficial con la que hemos
realizado en base a la EPH y con la que resulta de la propia base SIJP sin modificar.
V)
LA DISTRIBUCION AL INTERIOR DE LA CUPULA
El contenido distributivo al interior de las firmas líderes es más regresivo que el que revela
la estimación oficial de la DNCN. La participación de la masa salarial total de la cúpula
económica representa apenas el 19,6% del valor agregado en el 2004. Esta participación es
la menor de todo el período 1993 – 2004. Inclusive el período 2001 – 2004 presenta una
caída sistemática en todos los años de la participación de los asalariados de la cúpula en el
valor agregado producido. Claro que la caída principal ocurre en el 2002, donde la
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participación de los asalariados retrocede un 41,2% (pérdida de 14,4 puntos). En el 2003 la
caída en la participación es de 2,9% (0,6 puntos) y en el 2004 la pérdida es de 1,5% (de 0,3
puntos).
La lógica económica de la cúpula empresaria, los agentes más dinámicos y que a su vez
imprimen sus rasgos en el conjunto de la economía, asocia a su desarrollo una tendencia
permanente de regresividad distributiva. Cada año termina, excepto en contadas
excepciones, con una pauta distributiva de mayor regresividad que el anterior.
VI)
LA COMPARACION HISTORICA
Sabido es que hasta la reciente publicación oficial, la Dirección Nacional de Cuentas
Nacionales, había estimado la serie de la distribución funcional desde 1950 hasta 1973.
En la serie histórica, el mejor año para los trabajadores fue el de 1954 donde su
participación alcanzó el 50,8% del producto de ese año. En el año 1955 la participación cae
ubicándose en 47,7% del producto. Caída que persistirá hasta el año 1957 donde la
participación se ubica en el 43,8%. A partir de ahí la participación de los trabajadores
tendrá períodos expansivos y contractivos que promediaran para el período 1958 – 1973
una participación del 42,5% de los trabajadores. Para 1973 la participación asciende al
46,9% que supone el mejor año para los trabajadores desde 1954.
Como lo detalla el propio informe de prensa de la DNCN sobre la estimación del período
1993 - 2005, las principales diferencias entre la metodología histórica y la recientemente
utilizada radica en dos aspectos:
a) La diferencia de la valuación del valor agregado. Mientras en la metodología
histórica se realiza a costo de factores en la actualidad se utiliza a precios básicos.
b) La inclusión de la economía informal en las mediciones del valor agregado actual,
mientras que en la medición histórica no estaba suficientemente contemplado.
Estas diferencias hacen que sea incompatible la comparación directa de la serie 1993 –
2005 con la serie histórica, tal como gusta hacer el presidente Kirchner.
La serie de distribución funcional del ingreso actual no puede compararse con la serie
histórica, pero sí hay otra serie de indicadores económicos y sociales que permiten hacer
una comparación histórica más adecuada (sí esa fuese la preocupación del presidente).
El PBI por habitante del 2005 es apenas un 10,9% superior al de 1974. Es decir que en 32
años la economía creció a una tasa de apenas el 0,3% anual. Se trata de una economía
estancada, más allá del fuerte proceso de crecimiento económico que desde mediados del
2002 presenta la actual coyuntura
En el marco de esta economía estancada se opera un brutal proceso de involución social
caracterizado por:
a) La tasa de empleo es prácticamente equivalente a la de 1974. Se trata de un
estancamiento absoluto de la capacidad de generación de empleo.
b) El crecimiento de la PEA (tasa de actividad) supera el crecimiento del PBI por
habitante. En efecto mientras el PBI por habitante creció al 10,9% en todo el
período, la PEA lo hizo al 12,6%.
c) El mayor crecimiento de la PEA conjuntamente con el estancamiento del empleo
determinó un salto del 196% en la tasa de desocupación. Pasó del 5,4% al 14,8%
(sin computar como ocupados a los que perciben planes de empleo).
d) El deterioro del cuadro ocupacional se completa con el crecimiento del 133,3% en
la tasa de subocupación.
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e) De esta manera la subutilización laboral pasó de representar el 10,4% de la PEA en
1974 al 27,4% en el 2005, lo que supone un crecimiento del 163,5%.
f) El deterioro ocupacional tuvo un impacto directo en las condiciones de vida. La tasa
de pobreza creció más del 500%. Pasó de representar el 5,8% al 33,8%.
g) La brecha de ingresos que separa al 10% más rico del 10% más pobre creció un
125%. Pasó de ser 12,3 veces en 1974 a 27,7 en el 2005.
Esta última brecha es el resultado de la EPH tal cual la presenta el INDEC. Si se sigue los
criterios de ajuste de la citada encuesta considerando los problemas de subdeclaración de
los estratos más altos se obtiene una distribución del ingreso aún más inequitativa que la
expuesta. En efecto, la brecha de ingresos entre el 10% más rico y el 10% más pobre en
lugar de ser de 27,7 veces sería de 36,7 veces. Por su parte la distancia entre el 20% más
rico y el 40% más pobre, en lugar de ser de 4,2 veces sería de 5,1 veces
El otro elemento que no puede dejar de señalarse cuando se trata de analizar la distribución
del ingreso es el profundo cuadro de desigualdad y heterogeneidad al interior de los propios
trabajadores. Mientras el salario promedio de los registrados es de $1.463, el 61,1% de los
mismos perciben un salario promedio de hasta $1.200. Estos 2.972.603 asalariados
formales representan apenas el 30,6% de la masa salarial registrada. En el extremo
opuesto, apenas el 11,9% de los asalariados registrados representan el 32,5% de la masa
salarial formal. Se trata de 542.595 asalariados que según los registros del SIJP perciben un
salario por arriba de los $3.300. Se trata del universo de trabajadores “vip” que conviven en
el marco de una argentina cada vez más desigual.
Los elementos expuestos son claros en señalar los límites que presentan los dos indicadores
que tradicionalmente se ha utilizado para medir la distribución del ingreso.
a) Por el lado de la distribución personal del ingreso el límite se encuentra en la
importancia de la subdeclaración de ingresos de los estratos mas acomodados de la
sociedad.
b) Por el lado de la distribución funcional el límite se presenta al considerar dentro de
la masa salarial a trabajadores “vips” que presentan un elevado nivel de ingreso
comparado con el salario promedio del conjunto.
A nuestro criterio, comprometerse con construir un país más justo en el reparto de los
ingresos exige, entre otras cosas, la construcción de un indicador de desigualdad que sea
capaz de presentar una aproximación más realista que la que hoy presenta los indicadores
tradicionales. Se trata de pensar la construcción de un indicador que tenga en cuenta la
subdeclaración de ingresos de los sectores de mayores rentas así como la depuración en la
masa salarial del peso de los asalariados “vips” (muchos de los cuales pertenecen al
directorio de las grandes firmas).
Más allá de las lagunas que cada medición estadística presenta a la hora de medir la
distribución, queda claro que la Argentina actual presenta un complejo cuadro de situación
donde el proceso de crecimiento económico se asienta en un profundo problema de
desigualdad en la distribución del ingreso que genera. Desigualdad que convive con un
cuadro de estancamiento productivo e involución social respecto al que existía en la
Argentina del pleno empleo previo a la oleada neoliberal inaugurada por la Dictadura
Militar del 76. A este cuadro general se agrega la heterogeneidad al interior de los propios
trabajadores fundada en la lógica económica vigente y convalidad y reproducida por las
políticas públicas de intervención exclusivamente en el mercado de trabajo formal. Este
dispositivo de desigualdad garantiza que al interior de la cúpula la regresividad alcanza
niveles records cada año, mientras en el conjunto de la economía se mantiene inalterada la
pauta regresiva. Dicho de otro modo, la conformación del estrecho universo de asalariados
vips y la regulación del mercado formal es el bajo precio que la sociedad y la política
pública hace pagar a las Grandes Firmas que apropian cada vez más un porción creciente de
la riqueza generada. No parece ser esta la vía que requiere una Argentina que piense una
estrategia de pleno empleo, densificación productiva y reducción de las desigualdades.
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I)
NUESTRA ESTIMACION DE LA PARTICIPACION DE LOS
SECTORES POPULARES EN LA RIQUEZA PRODUCIDA.
Desde hace ya varios años, nuestro Instituto viene realizando una estimación sobre el
porcentaje de apropiación de los sectores populares en la riqueza generada cada año. Este
indicador mide el porcentaje que representa la masa deingresos de los sectores populares en
el PBI. Nuestras estimaciones toman como punto de partida la situación a finales del 2001 y
llegan hasta el 3er trimestre del 2006 (último período para el cual se cuenta con la
información estadística que permite realizar la citada estimación.
Hemos considerado a los sectores populares, integrando dentro de este concepto a los
asalariados (registrados y no registrados), a los trabajadores por cuenta propia, a los
desocupados que perciben un plan de empleo, a los trabajadores rurales, a los fondos
aportados por los asalariados registrados en poder de las AFJPs y a la masa de ingreso que
perciben los jubilados y pensionados. Con estas categorías hemos calculado la masa de
ingresos que apropian los sectores populares
En el Cuadro Nº 1 presentamos la masa de ingresos de la fuerza laboral ocupada según
categoría ocupacional para el período 2001 – 2006. Hemos considerado la situación a
finales de cada año (es decir la encuesta correspondiente a octubre para el 2001 y 2002; la
del 4to trimestre para los años 2003 al 2005 y la del 3er trimestre del 2006.
Cuadro Nº 1: Masa de ingresos de los ocupados sin patrones (por categoría ocupacional).
Total anual. Pesos corrientes. 2001 – 3er trimestre 2006
Años
Oct-01
Oct-02
4to Tri 2003
4to Tri 2004
4to Tri 2005
3er Tri 2006
Cuenta Propia
Asalariados
Asalariados
Registrados
Asalariados No
Registrados
Ocupados s/
Patrones
11.858.336.963 52.063.516.716
41.018.569.344 11.044.947.372 63.921.853.679
11.233.457.168 50.912.182.033
39.055.947.406 11.856.234.627 62.145.639.201
15.554.333.028 69.693.867.402
51.836.354.898 17.857.512.504 85.248.200.431
18.237.241.093 80.249.656.526
59.979.311.337 20.270.345.189 98.486.897.619
22.256.905.016 106.089.596.957 82.422.395.580 23.667.201.377 128.346.501.973
24.768.879.617 131.052.048.210 104.629.876.488 26.422.171.722 155.820.927.826
Fuente: Elaboración propia en base a EPH – INDEC
En el cuadro Nº 2 presentamos la masa de ingresos del conjunto de los sectores populares
para el período 2001 – 2006. Esta masa de ingresos está constituida por la masa de
ingresos del conjunto de los ocupados sin patrones (los asalariados registrados, lo no
registrados y los trabajadores por cuenta propia), la masa de ingresos de los trabajadores
rurales, los fondos de los aportantes que captan las AFJPs y la totalidad pagos de
jubilaciones y pensiones que realiza el Estado.
Cuadro Nº 3: Masa de ingresos de los sectores populares ( ocupados sin patrones, ocupados
rurales, aportes en las AFJPs y Masa de Jubilaciones y Pensiones). Total anual. Pesos
corrientes. 2001 – 3er trimestre 2006.
Años
Oct-01
Oct-02
4to Tri 2003
4to Tri 2004
4to Tri 2005
3er Tri 2006
Flujo de Ingresos
Masa de
Masa de ingresos
Total de Masa de
en las AFJP's
Masa de
ingresos de los
de los ocupados
Ingresos
correspondiente
ocupados
Jubilaciones y
urbanos (s/
Anualizada de los
a los
Pensiones
rurales (s/
patrones)
Sectores Populares
trabajadores
patrones)
aportantes
63.921.853.679 3.554.825.281
2.631.449.348
11.817.406.102
81.925.534.410
62.145.639.201 3.140.249.474
1.160.922.111
11.887.701.914
78.334.512.700
85.248.200.431 3.699.624.686
1.767.355.484
13.511.158.040 104.226.338.641
98.486.897.619 3.940.055.003
2.445.459.631
15.650.091.885 120.522.504.138
128.346.501.973 4.668.853.667
3.079.102.977
17.635.895.926 153.730.354.543
155.820.927.826 5.331.584.749
4.068.904.508
23.310.207.783 188.531.624.866
Fuente: Elaboración propia en base a EPH – INDEC, ANSES y CNPyV 2001
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En el cuadro Nº 3 presentamos la masa de ingresos de los ocupados y del conjunto de los
sectores populares en proporción del PBI de cada año. Puede observarse que la situación en
materia distributiva al 3er trimestre del 2006 refleja un empeoramiento respecto al 2001. La
participación de los ingresos de los ocupados pasa del 25,4% al 23,2%, lo que supone una
caída del 8,6% en la participación. De igual modo la participación de los ingresos del
conjunto de los sectores populares pasa de representar el 32,5% en el 2001 al 28,1% en el
2006, lo que supone una caída del 13,5% en dicha participación.
En términos de tendencia puede decirse que la caída de la participación se debe a la
profunda debacle del año 2002. Iniciado el actual proceso de crecimiento económico que
por casi 4 años consecutivos ha transitado la economía a una tasa del orden del 9% anual, la
apropiación de los sectores populares de la riqueza generada se recompuso en el año 2003
y a partir de ahí se mantuvo en torno a esta participación alcanzada. En efecto, durante el
2003 la participación de los sectores populares dentro del PBI creció un 13,5%, cayó un 2%
en el 2004 y se incrementó un 4,7% durante el 2005 y un 4,9% al 3er trimestre del 2006.
Cabe consignar como novedad que en el 2006 es el primer año donde el crecimiento de la
participación de los sectores populares ha sido superior a la del conjunto de ocupados
(4,9% vs 4% respectivamente). La explicación reside en que la masa de jubilaciones y
pensiones ha crecido por arriba al crecimiento de la masa de ingresos de los ocupados
(22,6% vs 14,2%). Este hecho esta íntimamente vinculado con la mayor cobertura que la
política previsional tiene respecto a la representación del mercado laboral formal. En efecto
mientras en el sistema previsional el porcentaje de cubiertos asciende al 62,9% (porcentaje
que no tiene en cuenta el efecto de la jubilación anticipada), los trabajadores formales
representa apenas el 40% de la fuerza laboral. La mayor universalidad de la política
previsional respecto a la salarial la que ha permito una recomposición mayor (durante el
2006) de la participación de los sectores populares en la riqueza producida.
Cuadro Nº 3: Participación de la Masa de ingresos de los sectores populares ( ocupados sin
patrones y total de ingresos de los sectores populares) en el PBI corriente. Total anual.
Pesos corrientes y %. 2001 – 3er trimestre 2006.
Años
Oct-01
Oct-02
4to Tri 2003
4to Tri 2004
4to Tri 2005
3er Tri 2006
% Masa de
Masa de ingresos
Total de Masa de
% Masa de
ingresos
de los
PBI
de los ocupados
Ingresos
ingresos de los
ocupados
urbanos (s/
Anualizada de los ocupados urbanos
corriente
urbanos
(s/
patrones)
Sectores Populares
(s/ patrones)
patrones)
252.063 63.921.853.679
25,4%
81.925.534.410
32,5%
340.249 62.145.639.201
18,3%
78.334.512.700
23,0%
399.270 85.248.200.431
21,4%
104.226.338.641
26,1%
471.464 98.486.897.619
20,9%
120.522.504.138
25,6%
574.351 128.346.501.973
22,3%
153.730.354.543
26,8%
670.441 155.820.927.826
23,2%
188.531.624.866
28,1%
Fuente: Elaboración propia en base a EPH – INDEC, ANSES y CNPyV 2001
La reciente presentación de la Cuenta de Generación de Ingresos por parte de la Dirección
Nacional de Cuentas Nacionales (DNCN) que estima la distribución funcional del ingreso
para el período 1993 – 2005, nos exige realizar una serie de consideraciones sobre esta
medición.
II)
LA PRESENTACION REALIZADA POR EL MINISTERIO DE
ECONOMIA
Ha sido toda una novedad, en términos estadísticos, que la Dirección Nacional de Cuentas
Nacionales del Ministerio de Economía, presentara a finales del 2006, la serie de
distribución funcional de la Argentina correspondiente al período 1993 – 2005.
La novedad no es menor. Se trata de un indicador que había sido confinado a la oscuridad
por parte del sistema estadístico nacional. La propia Dirección Nacional de Cuentas
Nacionales es la unidad estadística que históricamente tuvo a su cargo la estimación de este
indicador, tarea que cumplió durante el período 1950 – 1973. Recién a finales del 2006 la
9
citada Dirección presentó una estimación oficial de la distribución funcional para el período
1993 – 2005.
Sin dudas la distribución funcional del ingreso es un indicador central a la hora de juzgar el
tipo de sociedad en la que vivimos. Sintéticamente el indicador mide el porcentaje de
apropiación de la riqueza producida entre trabajadores y patrones.
Para medir la participación de los trabajadores en el valor agregado de la economía, la
metodología estima la masa salarial bruta (contiene tanto el sueldo de bolsillo como los
aportes y contribuciones a la seguridad social, así como la imputación de las asignaciones
familiares). Este masa salarial bruta se denomina Remuneración al Trabajo Asalariado
(RTA).
Para medir el porcentaje de apropiación de los patrones la metodología oficial distingue dos
tipos de ingresos:
a) el excedente bruto de explotación: que es la ganancia de las empresas que están
constituidas como sociedad, y
b) el ingreso mixto: que son los ingresos de las empresas no constituidas como
sociedades. En este grupo se integran las empresas principalmente las empresas
familiares y los trabajadores por cuenta propia.
En el cuadro Nº 4 presentamos la serie de la distribución funcional presentada
recientemente.
Cuadro 4: GENERACION DEL INGRESO (*) TOTAL DE LA ECONOMIA. en
millones de pesos a precios corrientes
Años
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
VAB a
precios
corrientes
básicos
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
Participación Participación Participacipación
de la RTA en del IMB en el
del EEB en el
el VABpb
VABpb (**)
VABpb (**)
44,7%
41,2%
40,0%
37,5%
37,1%
38,3%
40,7%
40,5%
42,1%
34,6%
34,3%
36,1%
38,6%
21,6%
19,6%
18,2%
16,8%
16,1%
16,2%
16,6%
16,4%
16,2%
13,4%
13,5%
13,8%
14,0%
33,7%
39,2%
41,8%
45,6%
46,7%
45,5%
42,7%
43,1%
41,8%
51,9%
52,3%
50,1%
47,4%
Fuente: Dirección Nacional de Cuentas Nacionales
(*) Estimaciones Preliminares
(**) Incluye otros impuestos a la producción
Los datos oficiales indican que para el 2005, la participación de los trabajadores (RTA) en
el valor agregado global de la economía asciende al 38,6%. Por su parte, el excedente bruto
de explotación que apropian los patrones asciende al 47,4%. La categoría del ingreso mixto
representa el 14% del valor agregado bruto.
En términos de tendencia la situación del 2005 refleja:
c) Un aumento de la participación de los trabajadores desde el 2004. El crecimiento de la
participación de los asalariados fue del 5,2% en el 2004 y del 6,9% en el 2005. Por el
contrario, el excedente bruto de explotación se redujo un 4,2% en el 2004 y un 5,4% en
el 2005. Para el caso de los ingresos mixtos, estos crecieron un 2,2% en el 2004 y un
1,4% en el 2005.
10
d) Respecto del 2001, la situación del 2005 revela una caída del 8,3% en la participación
de los trabajadores, una reducción del 13,6% del ingreso mixto y un aumento del
excedente bruto de explotación del 13,4%.
e) Respecto del promedio de la convertibilidad, la participación de los asalariados del
2005 representa una caída del 4% (38,6% vs 40,2%); una caída del 20,1% del ingreso
mixto (14,0% vs 17,5%) y un crecimiento del excedente bruto de explotación del 12,2%
(47,4% vs 42,2%).
En el Gráfico Nº 1 presentamos la tendencia de la distribución funcional de la Argentina
para el período 1993 – 2006.
Gráfico Nº 1: Distribución funcional del Ingreso. 1993 – 2006.
Distribucion Funcional 1993 - 2006
60,0%
50,0%
40,0%
30,0%
20,0%
10,0%
0,0%
1993
1994
1995
1996
Masa Salarial
1997
1998
Ingreso Mixto
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Excedente de explotacion
Fuente: Dirección Nacional de Cuentas Nacionales.
III)
EL AJUSTE DE NUESTRA SERIE: COINCIDENCIAS CON LA
ESTIMACION OFICIAL.
Para hacer comparable nuestra estimación con la realizada por la Dirección de Cuentas
Nacionales, se requieren varios pasos, a saber:
a) Transformar el PBI a precios corrientes de mercado en Valor Agregado Bruto a
precios corrientes básicos. La Dirección Nacional de Cuentas Nacionales descuenta
al valor del PBI, los impuestos tradicionales sobre los productos (IVA e
importaciones) y “otros impuestos sobre los productos” (los impuestos específicos,
ingresos brutos y las retenciones a las exportaciones. Para el caso de los años 2001 –
2005, la serie del Valor Agregado a precios básicos, estimados por la citada
dirección se presenta en el cuadro Nº 5.
Cuadro Nº5: PBI a precios de mercado, VAB a precios de productor y básico. En millones
de pesos corrientes. 2001 – 2005.
Variables / Años
2001
2002
2003
PIB a precios corrientes de mercado
268.697 312.580 375.909
(-) Impuestos sobre los productos ( IVA e
Impuestos sobre las importaciones)
17.808 17.776 24.310
(=) VAB a precios corrientes de
productor
250.889 294.804 351.599
(-) Otros impuestos sobre los productos
(especificos, Ingresos brutos y
exportaciones)
13.677 22.048 30.993
(=) VAB a precios corrientes básicos
237.211 272.756 320.606
Fuente: Dirección Nacional de Cuentas Nacionales.
2004
2005
447.643 531.939
35.337
42.153
412.306 489.786
37.499 45.019
374.808 444.767
11
b) Transformar los ingresos de los sectores populares del último período de captación
en el promedio anual del año. En el cuadro Nº 6 presentamos la masa de ingresos de
los sectores populares, discriminado por categoría, para el promedio anual del
período 2001 – 2005.
Cuadro Nº 6: Masa de ingreso de los sectores populares, según categorías. Promedio anual.
En pesos corrientes. 2001 – 2005.
Asalariado
ocupados
Ingresos en
Jubilaciones
No
rurales (s/ las AFJP's de
y Pensiones
Registrado
patrones)
aportantes
12.326,2
42.232,6
11.872,1
3.554,8
2.631,4
11.817,4
10.677,2
38.730,6
10.633,0
3.140,2
1.160,9
11.887,7
13.924,7
47.715,0
15.781,3
3.699,6
1.767,4
12.409,2
16.930,7
57.541,4
18.421,8
3.940,1
2.445,5
15.896,8
20.307,5
72.689,4
22.199,4
4.668,9
3.079,1
17.813,1
Fuente: Elaboración propia en base a EPH – INDEC, ANSES y CNPyV 2001.
Cuenta
Propia
Año
2001
2002
2003
2004
2005
Asalariado
Registrado
Total
84.434,6
76.229,6
95.297,2
115.176,3
140.757,4
Con estas dos correcciones metodológicas, podemos presentar la información de la masa de
ingresos según los criterios llevados a cabo por la DNCN. En este sentido en el cuadro Nº 7
presentamos el porcentaje que representa dentro del valor agregado bruto la masa salarial
(incorpora asalariados registrados, no registrados y ocupadores rurales), la masa de ingresos
del conjunto de ocupados (incorpora a la masa salarial, la masa de ingresos de los cuenta
propistas) y la masa de ingresos del conjunto de los sectores populares (masa de ingresos de
los ocupados más ingresos administrados por las AFJPs y masa de jubilaciones y
pensiones). También se presenta en el mismo cuadro la estimación oficial de la
participación de los asalariados.
Cuadro Nº 7: Estimación propia de la participación de la masa salarial, de la masa de
ingresos del conjunto de ocupados y de los sectores populares el Valor Agregado Bruto.
Estimación oficial de la participación del trabajo asalariado en el Valor Agregado Bruto.
2001 – 2005.
Años
2001
2002
2003
2004
2005
2001 - 2002
2002 - 2003
2003 - 2004
2004 - 2005
2001 - 2005
Remuneración al
trabajo asalariado /
Asalariados Ocupados
Valor Agregado Bruto
(oficial)
24,3%
29,5%
35,6%
42,1%
19,2%
23,2%
27,9%
34,6%
21,0%
25,3%
29,7%
34,3%
21,3%
25,8%
30,7%
36,1%
22,4%
27,0%
31,6%
38,6%
Evoluciones anuales y acumulada
-20,8%
-21,5%
-21,5%
-17,8%
8,9%
9,2%
6,4%
-0,9%
1,7%
2,1%
3,4%
5,2%
5,0%
4,3%
3,0%
6,9%
Sectores
Populares
-7,9%
-8,7%
-11,1%
-8,3%
Fuente: Elaboración propia en base a EPH – INDEC, ANSES y CNPyV 2001 y Dirección Nacional de
Cuentas Nacionales
Puede observarse, que más allá de la diferencia en la magnitud de las participaciones e
independientemente de la categoría utilizada, las dos estimaciones comparten el hecho de
que la situación del 2005 refleja un empeoramiento distributivo con respecto al último año
de la convertibilidad.
En efecto para el caso de los asalariados (registrados y no registrados y ocupados rurales) la
participación del 2005 refleja una caída del 7,9% en nuestra estimación (del 24,3% al
22,4%) y del 8,3% en la estimación oficial (del 42,1% al 38,6%).
Respecto a la participación de la masa de ingresos de los ocupados (masa salarial más masa
de ingresos de los cuentapropistas) se observa una caída del 8,7% (del 29,5% al 27%).
Respecto a la participación de la masa de ingresos del conjunto de los sectores populares
12
(masa salarial, más masa de ingresos de los cuentapropistas, más ingresos administrados
por las AFJPs, más masa de jubilaciones y pensiones) el 2005 refleja una caída del 11%
respecto al 2001 (del 35,8% al 31,6%).
También comparten ambas estimaciones, que el peor momento distributivo ocurrió en el
2002. Para nuestra estimación, en ese momento tanto los asalariados, como el conjunto de
ocupados y los sectores populares retrocedieron en torno al 20% respecto al 2001; mientras
que para la estimación oficial, el retroceso de la participación de los asalariados fue algo
menor (del 17,6%).
La única diferencia en materia de tendencia tiene que ver con el momento de repunte de la
participación. En nuestra estimación el repunte se da nítidamente en el 2003 (crecimiento
del 8,9% en la participación de los asalariados, del 9,2% en la de los ocupados y del 6,4%
en el conjunto de los sectores populares). A partir de ese año el crecimiento de la
participación tiende a disminuir. Considerando el conjunto de los sectores populares en el
2004 la participación creció al 3,4% y 3% en el 2005. Para el conjunto de ocupados y para
los asalariados, el incremento de la participación es mayor en el 2005 (del 5% para los
asalariados y del 4,3% para los ocupados) respecto al 2004 (del 1,7% para los asalariados y
del 2,1% para los ocupados) pero inferior al 2003 (del 8,9% para los asalariados y del 9,2%
para los ocupados).
En cambio para la estimación oficial, durante el 2003 se registra una leve caída (del 0,9%)
de la participación de los asalariados. A partir de ese año la participación de los asalariados
tiende a crecer. Creció un 5,2% en el 2004 y un 6,9% en el 2005.
En el Gráfico Nº 2 presentamos la evolución de ambas mediciones.
Gráfico Nº 2: Participación de los asalariados (medición oficial) y de los sectores populares
(medición propia) en el Valor Agregado Bruto a precios básicos. 2001 – 2005.
% de participacion en el Valor Agregado. Distintas categorias de masa de
ingreso
45,0%
40,0%
35,0%
30,0%
25,0%
20,0%
15,0%
2001
Asalariados
2002
2003
Asalariados oficial
2004
Ocupados
2005
Sectores Populares
Fuente: Elaboración propia en base a EPH – INDEC, ANSES y CNPyV 2001 y Dirección Nacional de
Cuentas Nacionales.
Queda claro, que más allá del momento de repunte de la participación en las dos
metodologías, ambas comparten el hecho no menor de que a pesar de los 4 años de
crecimiento económico, la participación de la masa salarial, de los ocupados o del conjunto
de los sectores populares está por debajo del 2001.
Sin embargo, lo que si es una diferencia significativa entre ambas mediciones es el nivel
que alcanza la participación en cada una de ellas. En efecto, para el 2005 la medición
oficial tiene una diferencia de 16,2 puntos de participación respecto de los asalariados
(38,6% en la medición oficial y 22,4% en nuestra estimación). Es una diferencia del orden
del 72,4% en el nivel de participación.
13
Si consideramos la participación del conjunto de ocupados (del 27%) la diferencia es de
11,6 puntos y si consideramos la participación del conjunto de los sectores populares (del
31,6%) la diferencia es de 7 puntos en la participación.
En la comprensión de esta diferencia, dedicamos el análisis del siguiente punto.
IV)
LAS DIFERENCIAS QUE PERSISTEN EN LAS DOS METODOLOGIAS
En el punto anterior hemos señalado que la principal diferencias de las dos metodologías
remite a la magnitud que en uno y otro caso asumen la remuneración al trabajo asalariado y
la masa de ingresos de los sectores populares.
En el cuadro Nº 8 se presenta la información utilizada por la Dirección Nacional de Cuentas
Nacionales para estimar la masa salarial de la economía. Esta masa salarial está compuesta
por la remuneración de los asalariados registrados (que a su vez incorpora los sueldos y
salarios declarados conjuntamente con las contribuciones a la seguridad social) y la
remuneración a los asalariados no registrados.
Cuadro Nº 8: Masa salarial considerada para el cálculo de la distribución funcional. En
millones de pesos corrientes. 2001 – 2005.
Variables a precios corrientes
2001
2002
2003
2004
2005
Remuneración asalariados
registrados
83.994 80.620 93.075 115.053 148.147
Sueldos y salarios declarados
67.040 63.973 75.271 92.534 119.295
Contribuciones
16.954 16.646 17.804 22.519 28.852
Contribuciones efectivas
14.410 13.761 15.672 20.202 25.883
Contribuciones imputadas
2.544 2.885
2.132
2.317
2.969
Remuneración asalariados no
registrados
15.776 13.873 16.759 20.300 23.513
Remuneración al trabajo asalariado
(Masa salarial)
99.769 94.493 109.833 135.354 171.661
Fuente: Dirección Nacional de Cuentas Nacionales.
En el cuadro Nº 9 presentamos nuevamente la masa de ingresos de los sectores populares
reordenada de acuerdo a la presentación realizada por la estimación oficial de manera de
encontrar la diferencia de magnitud entre las dos estimaciones.
A tal fin agrupamos dentro de la remuneración de los asalariados registrados, la suma de la
masa salarial de los registrados y las contribuciones, que fueron el resultante de integrar
bajo este concepto los fondos de los aportantes que las AFJPs y la masa de ingresos que
perciben los jubilados y pensionados.
El resto de las categorías se han mantenido como las hemos presentado: la masa de ingreso
de los asalariados no registrados, la masa de ingresos de los ocupados rurales (que no
hemos podido discriminar entre los que aportan y no a un sistema de seguridad social) y la
masa de ingresos de los trabajadores por cuenta propia.
Cuadro Nº 9: Masa de ingresos de los sectores populares. En millones de pesos corrientes.
2001 – 2005.
Años
2001
2002
2003
2004
2005
Remuneración asalariados registrados
56.681,5 51.779,2 61.891,5
75.883,7
93.581,6
Asalariado Registrado
42.232,6 38.730,6 47.715,0
57.541,4
72.689,4
Contribuciones
14.448,8 13.048,6 14.176,6
18.342,3
20.892,2
Ingresos en las AFJP's de
trabajadores aportantes
2.631,4
1.160,9
1.767,4
2.445,5
3.079,1
Jubilaciones y Pensiones
11.817,4 11.887,7 12.409,2
15.896,8
17.813,1
Asalariado No Registrado
11.872,1 10.633,0 15.781,3
18.421,8
22.199,4
ocupados rurales (s/ patrones)
3.554,8
3.140,2
3.699,6
3.940,1
4.668,9
Cuenta Propia
12.326,2 10.677,2 13.924,7
16.930,7
20.307,5
Total
84.434,6 76.229,6 95.297,2 115.176,3 140.757,4
Fuente: Elaboración propia en base a EPH – INDEC, ANSES y CNPyV 2001 y Dirección Nacional de
Cuentas Nacionales.
14
En el cuadro Nº 10 presentamos la diferencia de magnitud entre las dos estimaciones. En
términos globales la magnitud de la diferencia asciende a $15.334,4 millones al inicio de la
serie (2001) y se incrementa a más del doble ($30.903,6 millones) al final (2005).
La principal diferencia radica en la estimación de ingresos de los asalariados registrados.
Para el caso de los sueldos y salarios declarados, la diferencia asciende a $24.807,4 al inicio
de la serie y finaliza en $46.605,6 millones al final del período. Esta diferencia de magnitud
representa más de 1,5 veces la diferencia global de las dos series.
En un segundo lugar en orden de importancia a explicar la diferencia de magnitudes de la
serie se encuentra la masa de ingresos englobada dentro del concepto de “contribuciones”.
Esta diferencia no es sustantiva al inicio de la serie ($2.505,2 millones), pero si se adquiere
relevancia al final del período ($7.959,8 millones). Supone un incremento de mas de 3
veces el valor inicial de la diferencia.
Para el caso de los asalariados no registrados, la diferencia de ingresos no es sustantiva. ES
de $3.903,9 millones al inicio de la serie y se reduce al 70% al final de período ($1.313,6
millones).
En las dos categorías restantes, ocupados rurales y trabajadores por cuenta propia, hemos
decidido no englobarlo dentro de las categorías usadas por la Dirección de Cuentas
Nacionales, ya sea porque no hemos podido diferenciar el componente registrado de los
ocupados rurales o porque directamente no son considerados dentro de la remuneración al
trabajo asalariado por parte de la estimación oficial (para el caso de los trabajadores por
cuenta propia). De esta manera, estas dos masas de ingresos que hemos considerado en
nuestra estimación funcionan como diferencias de magnitudes que contrarrestan las
diferencias que a favor de la estimación oficial arrojan la remuneración de los asalariados
formales.
Cuadro Nº 10: Diferencia de ingresos entre las dos mediciones. En millones de pesos
corrientes. 2001 – 2005.
Años
2001
2002
2003
2004
Remuneración asalariados registrados
27.312,5
28.840,8
31.183,5
39.169,3
Asalariado Registrado
24.807,4
25.242,4
27.556,0
34.992,6
Contribuciones
2.505,2
3.597,4
3.627,4
4.176,7
Asalariado No Registrado
3.903,9
3.240,0
977,7
1.878,2
ocupados rurales (s/ patrones)
-3.554,8
-3.140,2
-3.699,6
-3.940,1
Cuenta Propia
-12.326,2
-10.677,2
-13.924,7
-16.930,7
Total
15.334,4
18.263,4
14.535,8
20.177,7
Fuente: Elaboración propia en base a EPH – INDEC, ANSES y CNPyV 2001 y Dirección Nacional de
Cuentas Nacionales.
La razón de la diferencia entre la masa salarial de los registrados en una y otra medición
radica en la diferente metodología y fuente de información usadas. En nuestro caso hemos
trabajado con los resultados de la Encuesta Permanente de Hogares tal como es publicada
por el INDEC. De ella extraemos la cantidad de asalariados formales urbanos y el ingreso
promedio declarado. Con estos dos datos calculamos la masa salarial de los formales
considerando 13 pagos mensuales (es decir incluyendo el aguinaldo).
La Dirección Nacional de Cuentas Nacionales trabaja con la base de datos del Sistema
Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJP), que es corregida con información de la
Encuesta Permanente de Hogares (EPH), la que a su vez también es corregida por los
técnicos de la citada dirección.
En primer lugar corrigieron la Encuesta Permanente de Hogares en 3 “fallas” de la misma:
15
2005
54.565,4
46.605,6
7.959,8
1.313,6
-4.668,9
-20.307,5
30.903,6
a) La no respuesta a la variable de ingresos por parte de los encuestados: la corrección
hecha consiste en imputarle un ingreso equivalente al que percibe un encuestado
con similares características de puesto de trabajo y calificación laboral.
b) La sudeclaración de ingresos que realizan los encuestados: Se calcula a partir de la
diferencia de gastos realizadas por unidades familiares donde el perceptor principal
es un patrón o cuentapropistas y las realizadas por hogares cuyo perceptor principal
es un asalariado. Se supone que el asalariado no subdeclara ingreso y los patrones y
cuentapropistas sí. Cuando los gastos de los hogares sobrepasan los ingresos
obtenidos se aplica una corrección de ingresos. Para este ajuste de la EPH se recurre
a los datos de la Encuesta de Hogares de 1996 / 97.
c) La no respuesta a la encuesta: Es para el caso de los encuestados que decidieron no
responder a ninguna pregunta de la EPH. La propia metodología de la EPH corrige
este problema al asignarle a los que no responde un ingreso similar de los hogares
con similares características que responde. Para la Dirección de Cuentas Nacionales
esta corrección no alcanza porque suponen que los ingresos de los que no responden
son superiores al de los que si lo hacen. Para corregir esta “falla” se considera la
distribución del ingreso de los asalariados formales por percentiles (grupos
homogéneos de 1% cada uno) de la base del Sistema Integrado de Jubilaciones y
Pensiones (SIJP) y la que resulta de los asalariados formales captados por la EPH.
Como la distribución del ingreso difieren en los últimos percentiles a favor de la
base del SIJP, la Dirección de Cuentas Nacionales, incrementa el ingreso de los
ocupados de los últimos 10 percentiles de la EPH.
Con esta EPH ajustada para cada onda, se calcula el salario promedio de los no registrados
y de los ocupados no asalariados (cuentapropistas y patrones que conforman el ingreso
mixto). Es decir esta corrección es la que explica la diferencia de ingresos de los
asalariados no registrados.
Para el caso de los registrados, se toman los datos de la base del SIJP ajustando la
subdeclaración de la misma por los datos de la EPH corregida (que en su proceso de
corrección también participó la propia base del SIJP que en este momento se corrige). La
corrección parte de comparar el ingreso promedio por sector de actividad de las dos
fuentes. Como en algunos sectores se capta diferencia de ingresos favorables a la EPH, la
estimación oficial, corrige esta diferencia (si se mantiene cierta estabilidad en el tiempo)
asignando un coeficiente que incrementa el ingreso de estos sectores en la base del SIJP.
Además de ser criticable el ajuste de la base del SIJP por la EPH que fue corregida con la
propia base SIJP, el procedimiento estadístico descripto es pasible de otra no menor critica
metodológica: Al corregirse el universo de los registrados (base SIJP) en base a una
muestra global del mercado laboral (EPH) se alteran las relaciones entre registrados y no
registrados (cantidad de asalariados, evolución y masa salarial) presentes en la muestra.
Este no sería un problema si la estimación oficial hiciera supuestos que permitan mantener
esas relaciones, o si tuviera otra fuente respecto a los no registrados. Sin embargo, la
metodología oficial calcula las variables de los asalariados no registrados en base a la EPH.
De esta manera las proporciones existentes entre asalariados registrados y no registrados se
modifican sin que exista ningún justificativo metodológico. Aclaramos que este
justificativo no puede existir por la sencilla razón que la única muestra global del mercado
de trabajo es la EPH. No existe otra encuesta sobre los no registrados que permita alterar
las relaciones entre estos y los registrados que se capta en la EPH.
A continuación presentamos los datos desagregados utilizados por la DNCN. Como hemos
señalado, el citado organismo trabaja con los datos de salarios corregidos de la base SIJP.
Estos datos salariales son multiplicados por la cantidad de puestos de trabajo declarados al
SIJP. Los datos suministrados la citada Dirección par la estimación de la remuneración al
trabajo asalariado corresponden a la cantidad de puestos de trabajo y la masa salarial total.
Por inferencia puede calcularse el salario promedio implícito. Ver cuadro Nº 11.
16
Cuadro Nº 11: Remuneración al trabajo asalariado formal, puestos de trabajo declarados y
salario promedio. Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones. 2001 – 2005Remuneración al
Puestos de
Sueldo
trabajo
Trabajo
promedio.
asalariado formal
2001
67.039,7
6.083.139
847,7
2002
63.973,5
5.670.024
867,9
2003
75.270,8
5.916.267
978,7
2004
92.534,1
6.408.384
1.110,7
2005
119.294,8
6.988.994
1.313,0
Fuente: Elaboración propia en base a Dirección Nacional de Cuentas Nacionales.
Años
En el cuadro Nº 12 presentamos los mismos conceptos que hemos estimados en nuestra
medición.
Cuadro Nº 12: Masa salarial formal, asalariados formales y salario promedio. Encuesta
Permanente de Hogares. 2001 – 2005Años
2001
2002
2003
2004
2005
Remuneración al
Puestos de
Sueldo
trabajo
Trabajo
promedio.
asalariado formal
42.232,6
5.134.206
632,6
38.730,6
4.841.898
615,3
47.715,0
5.017.377
730,8
57.541,4
5.274.069
839,2
72.689,4
5.675.562
983,2
Fuente: Elaboración propia en base a EPH – INDEC.
En el cuadro Nº 13 se presenta la diferencia de magnitudes de los conceptos relativos al
trabajo asalariado formal de las dos estimaciones. Puede observarse que la diferencia tiende
a crecer. A inicios de la serie la cantidad de puestos de trabajo difería en 948.933
asalariados, mientras que al final de la serie asciende a 1.313.432 asalariados. De igual
modo, la diferencia del salario promedio asciende a $215,1 en el 2001 y crece a $329,8 en
el 2005. De este modo la diferencia de la masa salarial formal pasa de $24.807,1 millones a
$46.605,4 millones.
Cuadro Nº 13: Diferencia en los conceptos relativos al trabajo asalariado formal. 2001 –
2005.
Años
Remuneración al
trabajo asalariado
formal
Puestos de
Trabajo
Sueldo
promedio.
2001
24.807,1
948.933,0
215,1
2002
25.242,9
828.126,0
252,6
2003
27.555,8
898.890,0
247,9
2004
34.992,7
1.134.315,0
271,5
2005
46.605,4
1.313.432,0
329,8
Fuente: Elaboración propia en base a EPH – INDEC, ANSES y CNPyV 2001 y Dirección Nacional de
Cuentas Nacionales.
En el cuadro Nº 14 se presenta la diferencia en porcentaje de cada una de los componentes
de la masa salarial formal. En la estimación oficial el sueldo promedio mantiene una
diferencia entorno al 33% constante en toda la serie (excepto para el año 2002). En cambio,
la diferencia en la cantidad de puestos de trabajo crece, del 18,5% en el 2001 al 23,1% en el
2005. Estas dos diferencias explican que la diferencia de la estimación respecto a la nuestra
ascienda del 58,7% en el 2001 al 64,1% en el 2005.
Cuadro Nº 14: Diferencia en porcentaje de los conceptos relativos al trabajo asalariado
formal. 2001 – 2005.
Años
Remuneración al
trabajo asalariado
formal
Puestos de
Trabajo
Sueldo
promedio.
2001
58,7%
18,5%
34,0%
17
2002
65,2%
17,1%
41,1%
2003
57,8%
17,9%
33,9%
2004
60,8%
21,5%
32,4%
2005
64,1%
23,1%
33,5%
Fuente: Elaboración propia en base a EPH – INDEC, ANSES y CNPyV 2001 y Dirección Nacional de
Cuentas Nacionales.
Hemos explicado que la diferencia en cuanto a los salarios de los formales radica en la
distinta fuente de información utilizada (EPH en nuestro caso y SIJP en la estimación
oficial). Sin embargo, lo que llama poderosamente la atención es la diferencia que existe
entre la cantidad de asalariados formales que presenta la estimación oficial en base al SIJP
y, ya no nuestra estimación, sino con la propia información provista por la Administración
Nacional de Seguridad Social (ANSES) que elabora la propia base SIJP.
En efecto, tal como cuenta en el Anuario Estadístico de la República Argentina 2006, en su
página 278 y 279 (en el capitulo de Seguridad Social), se informa la cantidad de
asalariados formales declarados al SIJP a junio de cada año. En el cuadro Nº 15 se presenta
la cantidad de asalariados formales tenidos en cuenta por la Dirección Nacional de Cuentas
Nacionales (DNCN) y el SIJP, así como las diferencias existentes.
Cuadro Nº 15: Asalariados registrados declarados al SIJP según la DNCN y el propio SIJP.
2001 – 2005.
Diferencia en
Diferencia en %
cantidad
2001
6.083.139
3.811.641
2.271.498
59,6%
2002
5.670.024
3.533.159
2.136.865
60,5%
2003
5.916.267
3.636.773
2.279.494
62,7%
2004
6.408.384
3.643.645
2.764.739
75,9%
2005
6.988.994
4.571.389
2.417.605
52,9%
Fuente: Elaboración propia en base a Dirección Nacional de Cuentas Nacionales y Anuario Estadístico de la
República Argentina 2006.
Años
DNCN
SIJP
Como se observa del cuadro, la estimación oficial de la DNCN excede la cantidad de
puestos asalariados formales declarados en el SIJP en más de 2 millones de asalariados,
para cualquier período de la serie. El 2001 la DNCN computa un 59,6% más de asalariados
formales que el que presenta el SIJP (2.271.498 asalariados más). Esta diferencia crece
hasta alcanzar el 75,9% en el 2004. Durante el 2005 la diferencia es del 52,9%, lo que
supone, de parte de la DNCN de un cómputo de 2.417.605 asalariados formales superiores
a los registrados por la propia base del SIJP.
La información proporcionada por la base del SIJP en el Anuario Estadístico permite
distribuir la cantidad de asalariados registrados por intervalos remuneración. Esta
información la presentamos en el cuadro Nº 16.
Cuadro Nº 16: Asalariados formales según intervalos de remuneración. 2001 – 2005.
Intervalos de
remuneración
0,00
300,00
300,01
500,00
500,01
700,00
700,01
900,00
900,01
1.100,00
1.100,01
1.300,00
1.300,01
1.500,00
1.500,01
1.700,00
1.700,01
1.900,00
1.900,01
2.100,00
2.100,01
2.400,00
2.400,01
2.700,00
2.700,01
3.000,00
2001
2002
2003
2004
2005
540.720
953.501
598.776
405.718
296.360
205.568
150.887
110.373
84.772
67.534
75.489
56.724
43.135
419.978
678.338
456.583
336.699
265.279
206.827
160.551
127.825
104.552
81.504
92.177
76.732
68.922
493.486
796.544
526.150
375.327
277.676
205.788
156.822
120.228
95.764
78.025
91.155
69.664
53.869
226.624
394.603
695.739
502.069
331.658
243.504
188.274
140.957
109.829
88.003
99.649
75.408
60.077
236.964
351.105
610.243
800.281
459.999
334.011
266.124
206.667
168.228
138.113
164.819
121.893
94.696
18
3.000,01
3.300,00
32.415
55.298
41.782
46.915
mas de
3.300,00
189.669
401.894
254.493
440.336
Total
3.811.641
3.533.159
3.636.773
3.643.645
Fuente: Anuario Estadístico de la República Argentina 2006.
75.651
542.595
4.571.389
Con la información del cuadro anterior puede estimarse la masa salarial de los formales del
SIJP. Para tal fin se considero el salario promedio de cada intervalo (para el último
intervalo se consideró un salario promedio de $4.000). En el cuadro Nº17 se presenta esta
estimación.
Cuadro Nº 17: Estimación de la masa salarial de los registrados según salario promedio de
intervalo. En millones de pesos corrientes. 2001 – 2005.
Salario
2001
2002
2003
2004
2005
Promedio
150,00
1.054,4
819,0
962,3
441,9
462,1
400,01
4.958,3
3.527,4
4.142,1
2.052,0
1.825,8
600,01
4.670,5
3.561,4
4.104,0
5.426,8
4.759,9
800,01
4.219,5
3.501,7
3.903,4
5.221,6
8.323,0
1.000,01
3.852,7
3.448,6
3.609,8
4.311,6
5.980,0
1.200,01
3.206,9
3.226,5
3.210,3
3.798,7
5.210,6
1.400,01
2.746,2
2.922,0
2.854,2
3.426,6
4.843,5
1.600,01
2.295,8
2.658,8
2.500,8
2.931,9
4.298,7
1.800,01
1.983,7
2.446,5
2.240,9
2.570,0
3.936,5
2.000,01
1.755,9
2.119,1
2.028,7
2.288,1
3.590,9
2.250,01
2.208,1
2.696,2
2.666,3
2.914,7
4.821,0
2.550,01
1.880,4
2.543,7
2.309,4
2.499,8
4.040,8
2.850,01
1.598,2
2.553,6
1.995,8
2.225,9
3.508,5
3.150,01
1.327,4
2.264,5
1.711,0
1.921,2
3.097,9
4.000,00
9.862,8
20.898,5
13.233,6
22.897,5
28.214,9
Total
47.620,5
59.187,4
51.472,5
64.928,1
86.914,1
Fuente: Elaboración propia en base a Anuario Estadístico de la República Argentina 2006.
En el cuadro Nº 18 se presenta la masa salarial formal según la estimación oficial (DNCN),
la nuestra (IDEF) y la del SIJP.
Puede observarse que nuestra estimación es inferior a la del SIJP en $5.387, 9 millones en
el 2001. Esta diferencia se incrementa a -$14.224,7 millones en el 2005.
En cambio, la estimación oficial de la DNCN es superior en $19.419,2 millones en el 2001
a la del SIJP. Diferencia que alcanza los $32.380,7 millones en el 2005.
Cuadro Nº 19: Masa salarial formal según estimación oficial (DNCN), propia (IDEF) y
SIJP. En millones de pesos corrientes. 2001 - 2005
Años
DNCN
IDEF
SIJP
DNCN - SIJP IDEF - SIJP
2001
67.039,7
42.232,6
47.620,5
19.419,2
-5.387,9
2002
63.973,5
38.730,6
59.187,4
4.786,1
-20.456,8
2003
75.270,8
47.715,0
51.472,5
23.798,3
-3.757,5
2004
92.534,1
57.541,4
64.928,1
27.606,0
-7.386,7
2005
119.294,8
72.689,4
86.914,1
32.380,7
-14.224,7
Fuente: Elaboración propia en base a EPH – INDEC, ANSES y CNPyV 2001, Dirección Nacional de
Cuentas Nacionales y Anuario Estadístico de la República Argentina 2006.
Por último en el cómputo de las contribuciones patronales a la seguridad social, la
estimación oficial la divide en dos categorías:
a) Contribuciones sociales efectivas a cargo del empleador: para el caso del sector
privado se tomó en cuenta las alícuotas vigentes en cada período según sector de
actividad y zona geográfica, también los casos especiales de contratación y las
cuotas a las ART. En este rubro se incluyen las contribuciones al Régimen
19
Previsional Público, al INSSJP (Pami), al Régimen de Asignaciones Familiares, al
Fondo Nacional de Empleo, al Régimen de Obras Sociales y al Anssal.
b) Contribuciones sociales imputadas a cargo del empleador: Se estima las
indemnizaciones pagadas a cargo del empleador, los pagos por accidentes de trabajo
y el pago de asignaciones familiares del sector público (por no estar dentro del
Régimen de Asignaciones Familiares.
En el cuadro Nº 20 se presenta la estimación de las contribuciones calculadas por la DNCN
y se las compara con la efectivamente recaudada por la AFIP en el período de análisis.
Surge con claridad que la estimación de la DNCN sobreestima el monto de contribuciones
patronales respecto a la respectivamente obtenida por el órgano recaudador. En efecto al
inicio de la serie, la sobreestimación que resulta de la estimación de la DNCN asciende a
$10.944,8 millones (es decir 182,1% superior a lo efectivamente recaudado). Para el año
2005 la sobreestimación asciende a $16.104,9 millones (es decir 126,3% superior a la
efectivamente recaudada).
Cuadro Nº 20: Contribuciones patronales según la estimación de la DNCN (efectivas e
imputadas) y según la recaudación de la AFIP. En millones de pesos corrientes. 2001 –
2005.
Años
2001
2002
2003
2004
2005
Contribuciones Contribuciones
Total
Contribuciones Diferencia Diferencia
Efectivas
imputadas
Contribuciones recaudadas
en $
en %
14.410,0
2.544,0
16.954,0
6.009,2
10.944,8
182,1%
13.761,0
2.885,0
16.646,0
6.369,1
10.276,9
161,4%
15.672,0
2.132,0
17.804,0
7.529,1
10.274,9
136,5%
20.202,0
2.317,0
22.519,0
9.892,3
12.626,7
127,6%
25.883,0
2.969,0
28.852,0
12.747,1
16.104,9
126,3%
Fuente: Elaboración propia en base a Dirección Nacional de Cuentas Nacionales y AFIP.
Las evidencias mostradas en materia de masa salarial de los formales y contribuciones
patronales no parecen validar la estimación oficial ni inhabilitar nuestra medición. No
parece razonable incorporar las estimaciones de remuneración al trabajo asalariado formal
ni el de las contribuciones patronales realizadas por la estimación de la DNCN. Sí
podríamos incorporar a nuestra estimación la masa salarial formal que resulta de los
registros del SIJP en lugar de la que surge de la EPH. De esta manera el cuadro de ingresos
de los sectores populares ascendería a $154.982,1 millones para el 2005. Ver cuadro Nº 21.
Cuadro Nº 21: Masa de ingreso de los sectores populares. En millones de pesos corrientes.
2001 – 2005.
Año
Cuenta Propia
Asalariados Totales
Asalariado Registrado(SIJP)
Asalariado No Registrado
ocupados rurales (s/ patrones)
Total de ocupados
2001
12.326,2
59.492,6
47.620,5
11.872,1
3.554,8
75.373,6
2002
10.677,2
69.820,4
59.187,4
10.633,0
3.140,2
83.637,8
2003
13.924,7
67.253,8
51.472,5
15.781,3
3.699,6
84.878,1
2004
16.930,7
83.349,9
64.928,1
18.421,8
3.940,1
104.220,7
2005
20.307,5
109.113,5
86.914,1
22.199,4
4.668,9
134.089,9
Ingresos en las AFJP's de aportantes
Jubilaciones y Pensiones
2.631,4
11.817,4
1.160,9
11.887,7
1.767,4
12.409,2
2.445,5
15.896,8
3.079,1
17.813,1
Total de Ingresos populares
89.822,4 96.686,4 99.054,7 122.563,0 154.982,1
Fuente: Elaboración propia en base a EPH – INDEC, ANSES y CNPyV 2001 y Anuario Estadístico de la
República Argentina 2006.
En el cuadro Nº 22 presentamos la masa de ingresos de los sectores populares,
considerando como masa salarial formal la que resulta de la base del SIJP, en porcentaje del
valor agregado bruto.
Los datos del cuadro indican que la participación del total de los sectores populares pasó de
representar el 37,9% en el 2001 al 34,8% en el 2005, lo que supone una caída del 8% en la
participación. Dentro de los ocupados, la única categoría que logro recuperar el porcentaje
del 2001 es la de los asalariados registrado (aunque mantiene una participación de apenas el
5%). Los asalariados registrados formales mantienen una caída en su participación del
20
2,3%, mientras que la caída para los trabajadores por cuenta propia asciende al 12,1% y
para los ocupados rurales es del 30%. Ver cuadro
Cuadro Nº 22: Masa de ingreso de los sectores populares en porcentaje del Valor Agregado
Bruto. 2001 – 2005.
Año
Cuenta Propia
Asalariados Totales
Asalariado Registrado(SIJP)
Asalariado No Registrado
ocupados rurales (s/ patrones)
Total de ocupados
Ingresos en las AFJP's de aportantes
Jubilaciones y Pensiones
2001
5,2%
25,1%
20,1%
5,0%
1,5%
31,8%
2002
3,9%
25,6%
21,7%
3,9%
1,2%
30,7%
2003
4,3%
21,0%
16,1%
4,9%
1,2%
26,5%
2004
4,5%
22,2%
17,3%
4,9%
1,1%
27,8%
1,1%
5,0%
0,4%
4,4%
0,6%
3,9%
0,7%
4,2%
2005 2005 / 2001
4,6%
-12,1%
24,5%
-2,2%
19,5%
-2,7%
5,0%
-0,3%
1,0%
-30,0%
30,1%
-5,1%
0,7%
4,0%
-37,6%
-19,6%
Total de Ingresos populares
37,9%
35,4%
30,9%
32,7%
34,8%
-8,0%
Fuente: Elaboración propia en base a EPH – INDEC, ANSES y CNPyV 2001 y Anuario Estadístico de la
República Argentina 2006.
Sin embargo, la introducción de la información del SIJP cambia la tendencia de la
participación de los sectores populares en el período 2001 – 2005. En lugar de ser el año
2002 el de mayor caída en la participación, es el 2003 donde se verifica tal situación (año
que en nuestra estimación anterior era el de mayor repunte de la participación de los
sectores populares). En efecto, tal como muestra el cuadro Nº 23, mientras en el 2002 la
participación de los sectores populares se reduce un 6,4%, en el 2003 la caída asciende al
12,8%. Esta situación se explica por la introducción de la fuente SIJP a nuestra estimación.
Así, durante en el 2002, donde todas las categorías de los sectores populares presentan el
mayor porcentaje de caída en todo el período, los asalariados formales tiene uno de sus
mejores años: crece su participación en 8,1%. Por el contrario, en el 2003, donde todas las
restantes categorías (excepto las jubilaciones y pensiones) presenta el mayor porcentaje de
recomposición de su participación, los asalariados formales experimentan su peor año:
tienen una caída del 26% en su participación.
Cuadro Nº 23: Evolución anual de la masa de ingreso de los sectores populares en
porcentaje del Valor Agregado Bruto. 2001 – 2005.
Año
Cuenta Propia
Asalariados Totales
Asalariado Registrado(SIJP)
Asalariado No Registrado
ocupados rurales (s/ patrones)
Total de ocupados
Ingresos en las AFJP's de aportantes
Jubilaciones y Pensiones
2002 / 2001
-24,7%
2,1%
8,1%
-22,1%
-23,2%
-3,5%
2003 / 2002
11,0%
-18,1%
-26,0%
26,3%
0,2%
-13,7%
2004 / 2003
4,0%
6,0%
7,9%
-0,1%
-8,9%
5,0%
2005 / 2004
1,1%
10,3%
12,8%
1,6%
-0,1%
8,4%
-61,6%
-12,5%
29,5%
-11,2%
18,4%
9,6%
6,1%
-5,6%
Total de Ingresos populares
-6,4%
-12,8%
5,8%
6,6%
Fuente: Elaboración propia en base a EPH – INDEC, ANSES y CNPyV 2001 y Anuario Estadístico de la
República Argentina 2006.
Resta analizar la compatibilidad de la medición oficial con lo que resulta de la serie con la
correspondiente a las Grandes Empresas y la que surge de la comparación histórica.
V)
LA DISTRIBUCION AL INTERIOR DE LA CUPULA
La Dirección Nacional de Grandes Empresas presenta la información económica de las 500
empresas de mayor valor agregado del país para el período 1993 – 2004. En el cuadro Nº
24 se presenta los datos de salarios, contribuciones e indemnizaciones por despido que
21
componen la masa salarial del universo de las 500 firmas mas importantes del país y se la
compara con el valor agregado bruto correspondiente.
Los datos son elocuentes en señalar que la participación de la masa salarial total de la
cúpula económica representa apenas el 19,6% del valor agregado en el 2004. Esta
participación es la menor de todo el período 1993 – 2004. Inclusive el período 2001 – 2004
presenta una caída sistemática en todos los años de la participación de los asalariados de la
cúpula en el valor agregado producido. Claro que la caída principal ocurre en el 2002,
donde la participación de los asalariados retrocede un 41,2% (pérdida de 14,4 puntos). En
el 2003 la caída en la participación es de 2,9% (0,6 puntos) y en el 2004 la pérdida es de
1,5% (de 0,3 puntos).
Cuadro Nº 24: Participación de la masa salarial (salarios, contribuciones e indemnizaciones
por despido) en el valor agregado bruto de las 500 empresas más grandes. 1993 – 2004.
Masa salarial /
Valor
Años
Salarios
Agregado
Bruto
1993
10.655,3
3.450,1
1.170,1
15.275,5
30.522,9
50,0%
1994
11.169,4
3.058,3
811,1
15.038,8
34.133,2
44,1%
1995
11.083,4
2.914,1
737,4
14.734,9
35.178,1
41,9%
1996
11.129,3
2.550,9
825,1
14.505,3
37.830,4
38,3%
1997
11.461,1
2.532,9
917,1
14.911,1
41.503,2
35,9%
1998
12.037,3
2.547,5
812,1
15.396,9
42.635,9
36,1%
1999
12.144,1
2.391,4
957,3
15.492,8
41.743,7
37,1%
2000
12.039,2
2.256,7
784,7
15.080,6
44.572,5
33,8%
2001
11.603,1
2.135,0
801,8
14.539,9
41.675,8
34,9%
2002
11.805,8
2.267,1
936,0
15.008,9
73.178,5
20,5%
2003
13.763,3
2.670,9
736,6
17.170,8
86.305,2
19,9%
2004
16.240,7
3.245,4
630,3
20.116,4
102.721,4
19,6%
Fuente: Elaboración propia en base a Encuesta Nacional de Grandes Empresas (ENGE) del INDEC.
Indemnizaciones
Contribuciones
Masa salarial
por despido (2)
Valor
agregado
bruto
Lo llamativo de la serie de distribución funcional en la cúpula es el elevado porcentaje en
que parte la serie en el año 1993 (50%). Sin embargo, lo importante en términos de
tendencia es advertir que a partir de dicho año, la participación de los asalariados cae
sistemáticamente hasta ubicarse en el 34,9% en el 2001. La etapa post – devaluación,
supone un deterioro mayor de la participación al ubicarse en apenas el 19,6% del valor
agregado.
Las diferencias entre las dos series puede advertirse al constatar que:
a) A 1993, la participación de los asalariados representa el 50% en la cúpula y el
44,7% en el total de la economía.
b) Para 1998, la participación de los asalariados desciende al 36,1% en la cúpula y al
38,1% en el total de la economía. La caída en la cúpula es del 27,8%, mientras que
en el total de la economía es del 14,8%.
c) Al 2004, la participación en la cúpula desciende al 19,6% mientras que en el total de
la economía se ubica en el 36,1%. Es decir, que mientras en la cúpula, la
participación desciende un 45,7% en el total de la economía la caída es de apenas el
5,2%.
En el cuadro Nº 25 se presenta la participación de masa salarial en el valor agregado bruto
de la cúpula y del total de la economía para el período 1993 -2004.
Cuadro Nº 25: Participación de la masa salarial dentro del valor agregado bruto. Cúpula y
total economía. En % y base 100 = 1993. 1993 – 2004.
Años
1993
1994
1995
1996
En %
50,0%
44,1%
41,9%
38,3%
Cúpula
1993 = 100
100,0
88,0
83,7
76,6
Total Economía
En %
1993 = 100
44,7%
100,0
41,2%
92,2
40,0%
89,5
37,5%
83,9
22
1997
35,9%
71,8
37,1%
83,0
1998
36,1%
72,2
38,3%
85,7
1999
37,1%
74,2
40,7%
91,1
2000
33,8%
67,6
40,5%
90,6
2001
34,9%
69,7
42,1%
94,2
2002
20,5%
41,0
34,6%
77,4
2003
19,9%
39,8
34,3%
76,7
2004
19,6%
39,1
36,1%
80,8
Fuente: Elaboración propia en base a Dirección Nacional de Cuentas Nacionales y Encuesta Nacional de
Grandes Empresas (ENGE) del INDEC.
En el gráfico Nº 3 presentamos, haciendo base 100 en 1993, la participación de la masa
salarial para la cúpula y el total de la economía. Este gráfico permite observar una
importante diferencia entre las dos tendencias: En primer lugar, la caída del período 1993 –
1997 es mucho más pronunciada en la cúpula que en total de la economía. Del mismo
modo, la recuperación posterior hasta el año 1999 es más pronunciada en el total de la
economía que en la cúpula. La crisis de la convertibilidad refleja un empeoramiento
distributivo al 2001 en la cúpula que no se observa en el total de la economía. Finalmente la
caída en el 2002 es mucho más abrupta en la cúpula que en el total de la economía,
momento a partir del cual, en el total de la economía se observa una recuperación de la
participación (que la emparenta con la de 1998), mientras que en la cúpula persiste, aunque
más lentamente, la caída en la participación (el 2004 es el peor año de la serie).
Surge con claridad de lo expuesto que la lógica de la cúpula empresaria, los agentes más
dinámicos y que a su vez imprimen sus rasgos en el conjunto de la economía, asocia a su
desarrollo una tendencia permanente de regresividad distributiva. Cada año termina,
excepto en contadas excepciones, con una pauta distributiva de mayor regresividad que el
anterior.
Las evidencias presentadas por la estimación oficial para el conjunto de la economía revela
un comportamiento algo distinto. No hay dudas de la mayor regresividad de la distribución,
en el sentido de que el 2005 refleja un caída respecto al 2001 y una más leve respecto a
1998, sin embargo hay momentos de recomposición de la participación de los asalariados.
Es decir, para el conjunto de la economía, la crisis (en este caso la del 2002) supone una
pauta distributiva de mayor regresividad respecto a la etapa anterior.
Grafico Nº 3: Participación de los asalariados en el valor agregado bruto. Cúpula y total
economía. 1993 =100. 1993 – 2004.
110,0
100,0
90,0
80,0
70,0
60,0
50,0
40,0
30,0
20,0
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
Grandes Empresas
2000
2001
2002
2003
2004
2005
Total Economia
Fuente: Elaboración propia en base a Dirección Nacional de Cuentas Nacionales y Encuesta Nacional de
Grandes Empresas (ENGE) del INDEC.
23
VI)
LA COMPARACION HISTORICA
Sabido es que hasta la reciente publicación oficial, la Dirección Nacional de Cuentas
Nacionales, había estimado la serie de la distribución funcional desde 1950 hasta 1973.
Esta serie la presentamos en el cuadro Nº 26.
Como se observa del cuadro, el mejor año para los trabajadores fue el de 1954 donde su
participación alcanzó el 50,8% del producto de ese año. En el año 1955 la participación cae
ubicándose en 47,7% del producto. Caída que persistirá hasta el año 1957 donde la
participación se ubica en el 43,8%. A partir de ahí la participación de los trabajadores
tendrá períodos expansivos y contractivos que promediaran para el período 1958 – 1973
una participación del 42,5% de los trabajadores. Para 1973 la participación asciende al
46,9% que supone el mejor año para los trabajadores desde 1954.
Cuadro Nº 26: Distribución Funcional del Ingreso. Serie histórica. 1950 –1973.
Remuneración excedente producto bruto
Años
de los
bruto de interno al costo
asalariados explotación de factores
1950
49,7%
50,3%
100,0%
1951
47,4%
52,6%
100,0%
1952
49,8%
50,2%
100,0%
1953
49,7%
50,3%
100,0%
1954
50,8%
49,2%
100,0%
1955
47,7%
52,3%
100,0%
1956
45,3%
54,7%
100,0%
1957
43,8%
56,2%
100,0%
1958
44,4%
55,6%
100,0%
1959
37,7%
62,3%
100,0%
1960
38,0%
62,0%
100,0%
1961
40,8%
59,2%
100,0%
1962
39,8%
60,2%
100,0%
1963
38,8%
61,2%
100,0%
1964
38,7%
61,3%
100,0%
1965
40,6%
59,4%
100,0%
1966
43,8%
56,2%
100,0%
1967
45,5%
54,5%
100,0%
1968
44,9%
55,1%
100,0%
24
1969
1970
1971
1972
1973
44,7%
45,8%
46,5%
42,7%
46,9%
55,3%
54,2%
53,5%
57,3%
53,1%
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
Fuente: Dirección Nacional de Cuentas Nacionales.
Como lo detalla el propio informe de prensa de la Dirección Nacional de Cuentas
Nacionales sobre la estimación del período 1993 - 20051, las principales diferencias entre la
metodología histórica y la recientemente utilizada radica en dos aspectos:
c) La diferencia de la valuación del valor agregado. Mientras en la metodología
histórica se realiza a costo de factores en la actualidad se utiliza a precios básicos.
d) La inclusión de la economía informal en las mediciones del valor agregado actual,
mientras que en la medición histórica no estaba suficientemente contemplado.
La primera diferencia supone que la medición actual (a precios básicos) compara la masa
salarial con el valor agregado valuado a los precios que lo percibe los productores. Es decir
excluyendo todo tipo de impuestos (netos de subsidios). En la estimación histórica (a costo
de factores) el valor agregado se mide a los precios de salida de fábrica (es decir excluye
los margenes de comercio y los fletes realizados por terceros).
La diferencia sustantiva entre una medición y otra, es que en la nueva estimación se
descuenta del PBI, además del IVA y el impuesto a las importaciones, otros impuestos
específicos que recaen sobre los productos (como los ingresos brutos y las retenciones a las
exportaciones).
Para tratar de compatibilizar criterios de estimación, puede corregirse la estimación del
período 1993 – 2004 teniendo en cuenta el valor agregado a precios de productor (es decir
descontando al PBI sólo el IVA y el impuesto a las importaciones). El procedimiento
inverso es igualmente válido (tratar de estimar la serie histórica a precios básicos) pero la
ausencia de información del período nos impide realizar dicho cálculo.
En el cuadro Nº 27 presentamos la readecuación de la serie oficial de distribución funcional
del período 1993 – 2005 en base a comparar la masa salarial con el Valor Agregado Bruto a
precios de productor. Así medido, la participación de los asalariados desciende respecto a la
medición a precios básicos. De esta manera la participación de los asalariados al 2005 es
del 35% en lugar del 38,6%.
En cuanto a la tendencia, se mantiene igual en lo relativo a la caída respecto al 2001 pero
distinto en relación con 1998. En efecto mientras comparando con el 2001 no hay
diferencias, en la presentación oficial la participación pasa del 42,1% al 38,6% (caída del
8,2%) en la readecuación hecha en base a la medición a precios de productor, pasa del
39,8% al 35% (es decir una caída del 11,9%, mayor a la estimación oficial).
En cambio en relación con 1998, la estimación oficial muestra una participación de los
asalariados levemente superior (del 38,3% en 1998 al 38,6% en el 2005), mientras la
readecuación de la serie a precios de productor muestra una caída del 4,1% (de 38,8% en
1998 a 35% en el 2005).
Cuadro Nº 27: Readecuación de la serie oficial de distribución funcional considerando el
valor agregado bruto a precios de productor. 1993 – 2005.
Años
VAB a precios
corrientes
básicos
(+) Otros impuestos
sobre los
productos
(específicos,
Ingresos brutos y
(=) VAB a
precios
corrientes de
productor
Remuneración
al trabajo
asalariado
Remuneración al
trabajo asalariado /
VAB a precios
corrientes de
productor
1
Ver “Cuenta de Generación de Ingreso e Insumo de la Mano de Obra”. DNCN. Diponible en la pagina web
del organismo
25
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
exportaciones)
208.284,7
9.513,2
217.797,9
93.099,0
227.142,6
10.163,4
237.306,0
93.557,6
229.091,4
9.520,8
238.612,2
91.573,5
240.923,0
10.176,6
251.099,6
90.376,1
257.445,3
12.112,7
269.558,0
95.547,4
262.838,2
12.511,4
275.349,6
100.656,8
250.418,8
12.055,5
262.474,2
101.934,5
251.166,0
12.053,0
263.218,9
101.707,5
237.211,3
13.677,2
250.888,5
99.769,5
272.756,4
22.048,1
294.804,5
94.493,0
320.605,9
30.993,2
351.599,1
109.833,3
374.807,9
37.498,5
412.306,4
135.353,6
444.767,3
45.018,9
489.786,1
171.660,5
Fuente: Elaboración propia en base a Dirección Nacional de Cuentas Nacionales.
42,7%
39,4%
38,4%
36,0%
35,4%
36,6%
38,8%
38,6%
39,8%
32,1%
31,2%
32,8%
35,0%
Salvada esta diferencia en la metodología surge que la comparación histórica indica:
a) En 1993, la participación de los asalariados supone una pérdida de 4,1 puntos. Pasa
del 46,9% al 42,7%.
b) Considerando la situación al 2005, los asalariados pierden 11,9 puntos en la
participación (pasan del 46,9% al 35%), lo que supone una caída porcentual del
25,4%.
En el gráfico Nº 4 se presenta la serie de distribución funcional histórica y la recientemente
publicada por DNCN ajustada a la medición a precios del productor del valor agregado.
Gráfico Nº 4: Participación de la masa salarial en el valor agregado a precios de productor. .
Serie histórica y ajuste de la serie 1993 – 2005. 1950 – 2005.
Participacion de los asalariados
55,0%
50,0%
45,0%
40,0%
35,0%
30,0%
19
93
19
95
19
97
19
99
20
01
20
03
20
05
19
50
19
52
19
54
19
56
19
58
19
60
19
62
19
64
19
66
19
68
19
70
19
72
25,0%
Participacion de los asalariados
Fuente: Elaboración propia en base a Dirección Nacional de Cuentas Nacionales.
Respecto a la segunda diferencia, la no contemplación de la economía informal en el valor
agregado de la serie histórica, no se puede corregir por falta de información. No parece ser
un ajuste que invalide la comparación con 1973, toda vez que en aquel momento la
informalidad y legalidad laboral era prácticamente irrelevante en el contexto de pleno
empleo de la economía de entonces.
Suponer lo contrario equivale a asumir que la participación de los asalariados en el valor
agregado presentaba un menor nivel que el que presenta la serie histórica para 1973. Este
26
menor nivel en la participación supondría a su vez que la perdida de los asalariados sería
menor en el 2005 y prácticamente inexistente en 1993.
No parece ser este el caso que presenta la comparación de largo plazo de otros indicadores
económicos. El PBI por habitante del 2005 es apenas un 10,9% superior al de 1974. Es
decir que en 32 años la economía creció a una tasa de apenas el 0,3% anual. Se trata de una
economía estancada, más allá del fuerte proceso de crecimiento económico que desde
mediados del 2002 presenta la actual coyuntura. Ver gráfico Nº 5.
Gráfico Nº 5: PBI, población y PBI por habitante. 1974 = base 100. 1974 - 2005
180,0
160,0
140,0
120,0
100,0
80,0
19
74
19
76
19
78
19
80
19
82
19
84
19
86
19
88
19
90
19
92
19
94
19
96
19
98
20
00
20
02
20
04
60,0
PBI
Poblacion
PBI per capita
Fuente: Elaboración propia en base a series del PBI base 1970, 1986 empalmadas en base a la serie 1993.
En el marco de esta economía estancada se opera un brutal proceso de involución social
caracterizado por:
h) La tasa de empleo es prácticamente equivalente a la de 1974. Se trata de un
estancamiento absoluto de la capacidad de generación de empleo.
i) El crecimiento de la PEA (tasa de actividad) supera el crecimiento del PBI por
habitante. En efecto mientras el PBI por habitante creció al 10,9% en todo el
período, la PEA lo hizo al 12,6%.
j) El mayor crecimiento de la PEA conjuntamente con el estancamiento del empleo
determinó un salto del 196% en la tasa de desocupación. Pasó del 5,4% al 14,8%
(sin computar como ocupados a los que perciben planes de empleo).
k) El deterioro del cuadro ocupacional se completa con el crecimiento del 133,3% en
la tasa de subocupación.
l) De esta manera la subutilización laboral pasó de representar el 10,4% de la PEA en
1974 al 27,4% en el 2005, lo que supone un crecimiento del 163,5%.
m) El deterioro ocupacional tuvo un impacto directo en las condiciones de vida. La tasa
de pobreza creció más del 500%. Pasó de representar el 5,8% al 33,8%.
n) La brecha de ingresos que separa al 10% más rico del 10% más pobre creció un
125%. Pasó de ser 12,3 veces en 1974 a 27,7 en el 2005.
Cuadro Nº 28: Indicadores económicos y sociales de la Argentina. 1974 - 2005
PBI por habitante
Tasa de actividad
Tasa de Empleo
Tasa de desempleo
1974
100,0
40,6
38,6
5,0
2005
110,9
45,7
39,0
14,8
Variación
10,9%
12,6%
1,0%
196,0%
27
Tasa de subocupación
5,4
12,6
133,3%
Subutilizacion laboral
10,4
27,4
163,5%
Tasa de pobreza
5,5
33,8
514,5%
brecha de ingresos entre el 10% más
rico y el 10% mas pobre
12,3
27,7
125,2%
Fuente: Elaboración propia en base a datos oficiales del INDEC y Cuentas Nacionales
El último indicador dado de distribución personal del ingreso es el que resulta de la
información que provee la EPH. Según un estudio realizado por técnicos de la DNCN, en
base a la corrección de la EPH con los criterios expuestos en la medición de la distribución
funcional, la magnitud de la regresividad en la distribución es mucho mayor que la relevada
por la citada encuesta, debido a los problemas en la captación de ingresos2.
En efecto en el citado material se presenta una corrección de ingresos de la EPH a los
problemas de no respuesta de la variable ingresos, a la sudeclaración de la misma y a la no
respuesta de la encuesta. Los resultados de esta corrección para octubre del 200 se presenta
en el cuadro Nº 29.
Cuadro Nº 29: Porcentaje de corrección de ingresos de la EPH por decil. Octubre 2000.
Decil
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
% de corrección de ingresos
5,0%
3,0%
7,0%
4,0%
3,0%
9,0%
10,0%
10,0%
14,0%
32,0%
TOTAL
17,0%
Fuente: Felcmanm D.; Kidyba, S. y Rufo, H.
En el trabajo citado se presenta los datos de corrección de 3 ondas de la EPH puntual: la
correspondiente a octubre de 1996, la de octubre de 1998 y la de octubre del 2000. No hay
diferencias significativas en las 3 ondas: en la de 1996 el porcentaje de corrección fue del
18% y en la de 1998 fue del 14%.
Para estimar de manera aproximada la magnitud de la desigualdad en el reparto de ingresos
del 2005 hemos utilizado el porcentaje de corrección de la onda más cercana, es decir la del
año 2000. Este resultado lo presentamos en el cuadro Nº 30.
Cuadro Nº 30: Corrección del ingreso por decirle. Segundo semestre 2005.
Número de
decil
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
TOTAL
Población
Ingreso total
% de
Ingreso total
Porcentaje
por decil
por decil
Corrección por decil (miles)
Del ingreso
(miles)
(miles)
por decil
(corregido)
(corregido)
1.223
132.008
5,0%
138.688,20
1,1%
1.223
258.694
3,0%
267.054,28
2,2%
1.223
395.279
7,0%
422.681,03
3,4%
1.223
503.747
4,0%
524.031,04
4,3%
1.223
645.754
3,0%
665.116,32
5,4%
1.223
797.850
9,0%
869.161,64
7,1%
1.223
998.905
10,0%
1.099.110,10
8,9%
1.223
1.258.627
10,0%
1.384.313,70
11,3%
1.223
1.718.613
14,0%
1.958.879,10
15,9%
1.223
3.768.650
32,0%
4.975.457,52
40,4%
12.230,00
10.478.128
17,0%
12.304.492,93
100,0%
Fuente: Elaboración propia en base a Felcmanm D.; Kidyba, S. y Rufo, H. y EPH.
2
Ver: Felcmanm D.; Kidyba, S. y Rufo, H.: “Medición del ingreso laboral: Ajuste a los datos de la Encuesta
Permanente de Hogares para el análisis de la distribución del ingreso (1993 – 2002).
28
De este modo, la distribución del ingreso generado sería aún más inequitativa de la que
presenta la EPH. La brecha de ingresos entre el 10% más rico y el 10% más pobre en lugar
de ser de 27,7 veces sería de 36,7 veces. Por su parte la distancia entre el 20% más rico y el
40% más pobre, en lugar de ser de 4,2 veces sería de 5,1 veces. Ver cuadro Nº 31
Cuadro Nº 31: Distribución del Ingreso por deciles. EPH oficial y EPH corregido. Segundo
semestre 2005
Porcentaje del Porcentaje del
Ingreso EPH
Ingreso EPH
oficial
corregido
1,3
1,1
2,5
2,2
3,8
3,4
4,8
4,3
12,4
11,0
6,2
5,4
7,6
7,1
9,5
8,9
12,0
11,3
35,3
32,7
16,4
15,9
36,0
40,4
52,4
56,3
100,0
100,0
Decil
1
2
3
4
Estrato bajo
5
6
7
8
Estrato medio
9
10
Estrato alto
Población CON ingresos
brecha entre el 10% más rico y el 10% mas
pobre
27,7
36,7
brecha entre el estrato rico y el estrato pobre
4,2
5,1
Fuente: Elaboración propia en base a Felcmanm D.; Kidyba, S. y Rufo, H. y EPH.
El otro elemento que no puede dejar de señalarse cuando se trata de analizar la distribución
del ingreso es el profundo cuadro de desigualdad y heterogeneidad al interior de los propios
trabajadores. En efecto, tal como indica la información de la base SIJP que se presenta en el
cuadro Nº 32, al 2005 mientras el salario promedio de los registrados es de $1.463, el
61,1% de los mismos perciben un salario promedio de hasta $1.200. Estos 2.972.603
asalariados formales representan apenas el 30,6% de la masa salarial registrada.
En el extremo opuesto, apenas el 11,9% de los asalariados registrados representan el 32,5%
de la masa salarial formal. Se trata de 542.595 asalariados que según los registros del SIJP
perciben por arriba de los $3.300 y que en este trabajo hemos considerado como supuesto
un salario promedio de $4.000. Se trata del universo de trabajadores “vip” que conviven en
el marco de una argentina cada vez más desigual.
Cuadro Nº 32: Asalariados Registrados en el SIJP. Promedio salarial por tramos, cantidad
de asalariados y masa salarial. Junio 2005.
Promedio salarial
150,0
400,0
600,0
800,0
1.000,0
1.200,0
1.400,0
1.600,0
1.800,0
2.000,0
2.250,0
2.550,
2.850,0
3.150,0
Asalariados
registrados
Cantidad Est. Rel.
236.964
351.105
610.243
800.281
459.999
334.011
266.124
206.667
168.228
138.113
164.819
121.893
94.696
75.651
5,2%
7,7%
13,3%
17,5%
10,1%
7,3%
5,8%
4,5%
3,7%
3,0%
3,6%
2,7%
2,1%
1,7%
Masa salarial registrada
En millones
Est. Rel.
462,1
1.825,8
4.759,9
8.323,0
5.980,0
5.210,6
4.843,5
4.298,7
3.936,5
3.590,9
4.821,0
4.040,8
3.508,5
3.097,9
0,5%
2,1%
5,5%
9,6%
6,9%
6,0%
5,6%
4,9%
4,5%
4,1%
5,5%
4,6%
4,0%
3,6%
29
4.000,0
Total (promedio de
$1.463)
542.595
11,9%
28.214,9
32,5%
4.571.389
100,0%
86.914,1
100,0%
Hasta $ 1,200
2.792.603
61,1%
26.561
Fuente: Elaboración propia en base a datos del SIJP.
30,6%
Los elementos expuestos son claros en señalar los límites que presentan los dos indicadores
que tradicionalmente se ha utilizado para medir la distribución del ingreso.
c) Por el lado de la distribución personal del ingreso el límite se encuentra en la
importancia de la subdeclaración de ingresos de los estratos mas acomodados de la
sociedad.
d) Por el lado de la distribución funcional el límite se presenta al considerar dentro de
la masa salarial a trabajadores “vips” que presentan un elevado nivel de ingreso
comparado con el salario promedio del conjunto.
A nuestro criterio, comprometerse con construir un país más justo en el reparto de los
ingresos exige, entre otras cosas, la construcción de un indicador de desigualdad que sea
capaz de presentar una aproximación más realista que la que hoy presenta los indicadores
tradicionales. Se trata de pensar la construcción de un indicador que tenga en cuenta la
subdeclaración de ingresos de los sectores de mayores rentas así como la depuración en la
masa salarial del peso de los asalariados “vips” (muchos de los cuales pertenecen al
directorio de las grandes firmas).
Más allá de las lagunas que cada medición estadística presenta a la hora de medir la
distribución, queda claro que la Argentina actual presenta un complejo cuadro de situación
donde el proceso de crecimiento económico se asienta en un profundo problema de
desigualdad en la distribución del ingreso que genera. Desigualdad que convive con un
cuadro de estancamiento productivo e involución social respecto al que existía en la
Argentina del pleno empleo previo a la oleada neoliberal inaugurada por la Dictadura
Militar del 76. A este cuadro general se agrega la heterogeneidad al interior de los propios
trabajadores fundada en la lógica económica vigente y convalidad y reproducida por las
políticas públicas de intervención exclusivamente en el mercado de trabajo formal. Este
dispositivo de desigualdad garantiza que al interior de la cúpula la regresividad alcanza
niveles records cada año, mientras en el conjunto de la economía se mantiene inalterada la
pauta regresiva. Dicho de otro modo, la conformación del estrecho universo de asalariados
vips y la regulación del mercado formal es el bajo precio que la sociedad y la política
pública hace pagar a las Grandes Firmas que apropian cada vez más un porción creciente de
la riqueza generada. No parece ser esta la vía que requiere una Argentina que piense una
estrategia de pleno empleo, densificación productiva y reducción de las desigualdades.
30
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