f^fljintr Fundador: P. Granadino. TELEQUINESIA El TcICQUi- Pocos de nuestros lectores conocerán nO> el fnnilamentode la invención del insi<íne Torres-Quevedo, y esos pocos se habrán tenido qne tomar el trabajo de buscar la comunicación del inventor á la Academia de Ciencias francesa. Todos los españoles que se enorgullecen por tener un compatriota cuyo nombre traspasa las fronteras, deben sentir por este invento viva cui'iosi<lad espoleada por el patriotismo más sano. Nuestros vulgarizadores científicos profesionales no se lian percatado de esa curiosidad, y dan al píiblico diarias reseñas detalladas de cosas que no le importan, por suceder muy lejos, y guardan el silencio más profundo sobre las buenas noticia.s de lo que sucede en casa. Tratamos de dar á conocer en este artículo la esencia de ese invento, puesta al alcance de todos; de traducir al lenguaje vulgar la citada comunicación á la .\cademia. haciendo así una labor verdaderamente patriótica. C ó m o s e h'" Cuando Marconi realizó su invento. ZO el in- K'erminó espontáneamente en muchos vento. cerebros la idea de utilizar ese telégrafo. <[ue no necesita ningún e/ilace enti-e ambas estaciones' montando la receptora en un vehículo que recibiera de ella su dirección. Así se conseguiría hacer maniobrar á distancia un automóvil, un g l o b o , un barco ó un torpedo. Muchos anunciaron haber realizado este invento, creyendo que bastaba haber concebido la idea. La prensa americana anunció que en la próxima exposición de París, que fué la última que hubo, presentaría Edi.sson un barco que se movería en el Serui dirigido por él desde Menlo-Park. La idea estaba indudablemente en el aire; era la semilla que había de germinar, produciendo un invento: Director: Tlugusto Krahe. para ello necesitaba un terreno adecuado, un cerebro bien organizado que la recogiese y la diese forma. Así .se han verificado todas las invencioTies. De esta idea al invento había sin embargo mucha distancia; l a q u e hay desde la semilla á la planta. El problema era dificilísimo; sólo un genio de primer orden podía resolverlo. Todos los que se anunciaron como inventores quedaron callados: Edisson no mandó al Sena su famoso barco, y el único que dijo cómo se podía llegar a t a n portentoso resultado, fué nuestro insigne compatriota. P i f i c u l t ^ d e s Demos una ligera idea de las dificultaVencidas, f'es que ha tenido que vencer. Sabemos cuál es el fundamento de la telegrafía en general: obrando sobre el manipulador se consigue q^ue en el receptor pase ó deje de pasar una corriente eléctrica. Decir que pase ó deje de pasar una corriente eléctrica, es decir que un electroimán atraigaó deje de atraer su armadura de hierro; ó lo que es lo mismo: que un pequeño movimiento de esa armadura se verifique en un sentido ó en el opuesto. En telegrafía sin hilos se consigue lo mismo: .sólo que se prescinde de la línea que une las dos estaciones. Esto es bastante para transmitir señales, combinando las señales letras y combinando las letras, palabras y discursos. Pero es muy poco para efectuar los múltiples y variadísimos esfuerzos que son necesarios para gobernar un barco. En primer lugar, la dificultad nace de la pequenez del esfuerzo que es capaz de ejecutar el receptor. Para mover el timón, para embragar la hélice, para alimentar el hogar, se necesitan esfuerzos desproporcionados con el anterior. En segundo lugar, la dificultad nace de que para dirigir un barco ó un vehículo cualquiera hace falta llenar muchas funciones distintas. inil('i)enilientemente las unas de las otras; y para llenarlas sólo tenemos el 482 MADRID movimiento de la armadura del electroimán, movimiento que puede producirse muchas veces con más ó menos frecuencia, pei'o que siempre es el mismo. Así es que Torres-Quevedo, para resolver el problema, tenía los siguientes elementos: Datos: En un receptor de telegrafía sin hilos una pieza de hierro dulce se mueve un poquito y muy débilmente cuantas veces se quiere. Resultados buscados: 1.° Mover un timón mediante grandes esfuerzos, unas veces á la derecha y otras á la izquierda; unas veces más y otras menos. 2.° Hacer que la hélice propulsora gire ó deje de hacerlo y que lo haga en uno ó en otro sentido. H.° Atender al buen funcionamiento del motor. Véase el mérito extraordinario delque ha conseguido con tan poca cosa llenar tantos cometidos. El distribuí- Para describir el invento, empezaremos dor. por decir que su autor designa con la palabra telequiíio (quino, movimiento), un sistema que permite gobernar á distancia una máquina mediante un telegrama con ó sin hilos. Como el interés del invento nace del empleo del telégrafo Marconi, nos referiremos al telequino sin hilos. que es el más interesante. En el receptor, como en toda estación de este sistema, hay una antena, un cohesor. un relevador y un electx'oimán que atrae su armadura. Lo que sucede, en esencia, es que cuando llegan ondas á la antena, el electroimán determina el movimiento de su armadura, que permanece atraída mientras persiste el fenómeno y deja de estarlo cuando las ondas dejan de llegar. Esta armadura obra directamente sobre el distribuidor, que es un órgano que separa las señales largas de las cortas, haciendo que obren sobre circuitos distintos. El distribuidor tiene una rueda de mucha inercia que tiende á girar, gracias al empuje de un resorte ó de un mecanismo de relojería. Esta rueda tiene en su circunferencia dos topes metálicos aislados entre sí, y uno de ellos tropieza con la armadura cuando ésta se encuentra en su posición de descanso. Cuando la armadura es atraída, quedan los topes en libertad y la rueda gira lentamente por su mucha inercia. Al dejar de ser atraída y volver á su primera [)osición, solicitada por el resorte antagonista, la rueda sigue girando hasta que uno de sus dos topes tropieza con aquélla. Cuando la .señal transmitida es un punto, no tiene tiempo el otro tope de pasar frente á la armadura; y si antes tropezaba con olla el tope 1. después lo hará el 2. Cuando la señal transmitida es una raya, el tope 2 pasará frente á la armadura mientras se encuentra atraída, y el mismo tope 1 es el que vuelve á tropezar con ella y detiene á la rueda. En deíinitiva, cuando se transmite una raya, el tope que tropezaba en la armadura es puesto en libertad, la CIENTÍFICO rueda da una vuelta completa y el mismo tope vuelve á tropezar; y cuando se transmite un punto, el tope que tropezaba es puesto en libertad, la rueda da media vuelta y el otro tope es el que tropieza con la armadura. Los telC(|UÍ- En el receptor hay una pila, uno de cunOS SilTl- vos polos se une con todos los telequinos ples> simples de que luego hablaremos, y el otro con la armadura del electroimán. • Desde ésta pasa la corriente por el tope 1 ó por el tope 2 á uno ú otro circuito. El tope 1 está unido eléctricamente á un telequino simple, que es un receptor análogo al Breguet, en el que una aguja avanza un paso sobre su cuadrante cada vez que se establece una corriente. En el cuadrante hay una serie de planchitas metálicas y la aguja lleva una escobilla que toca en una ó en otra planchita, según sea la posición de la aguja, y cada paso que da la aguja, pasa la escobilla de una planchita á la siguiente. Estas planchitas metálicas corresponden cada una á cada uno de los órganos que liay que hacer funcionar Así, por ejemplo, suponiendo que se quisiese gobernar un barco cargado de explosivos y accionado por un gasomotor, las planchitas serían las siguientes: 1.^ Planclnta correspondienteá la palancade marcha. 2.^ id. id. al carburador. ii."id. id. á la válvula de alimentación. i.^ id. id. al avance al encendido. 5.* id. id. al timón. 6.^* id. id. á la explosión del barco. Estas 6 planchitas, aisladas entre si, ocupan todo el disco, de modo que se pasa de fa 6 á la I como de la i á la 2. Supongamos que tropezando en la armadura el tope 1 del distribuidor, se encuentra la escobilla en la planchita 3.* y queremos que toque sobre la del timón. Transmitiremos una raya, la armadura será atraída, la rueda del distribuidor girará, el tope 1 volverá á tropezar con la armadura, se cerrará el circuito formado por la pila, la armadura, el tope 1 y el telequiuo simple, con lo que su aguja avanzará un paso y la escobilla pasará de la planchuela 3.^ á la i.^ Transmitiendo otra raya pasará de la i.'' á la o.'* y lograremos estar dispuestos para obrar sobre el timón. Cuando la armadura toca al tope 2. la corriente que sale de la pila va por este tope 2 á la aguja del telequino simple de que hemos hablado, y de ésta por la escobilla á la planchita en que toca y de ésta á otro telequino simple afecto al mi.smo servicio que ella. Ya hemos dicho que un telequino simple es un receptor análogo al Breguet, en el que una aguja toma diversas posiciones y obra sobre un órgano de la máquina que queremos gobernar. La aguja no es capaz de ejecutar los grandes esfuerzos que casi siempre son necesarios; así es que se limita á obrar sobre un servomotor. MADRID CIENTÍFICO De dos morios puiKle obrar la aguja sobre el servomotor. 1.° E n l a c e La aguja sólo admite tres posiciones: directo. es decir, que cada paso que da, avanza un tercio de vuelta. En la primera posición, la aguja queda aislada, en la segunda, cierra un circuito eléctrico y en la tercera, cierra otro circuito distinto. Al cerrarse uno de esos circuitos, un electroimán atrae su armadura y el servomotor funciona girando en cierto sentido. Al censarse el otro, el servomotor gira en sentido opuesto. Si, por ejemplo, el servomotor engrana con la rueda del timón, conseguií-emos gobernar ésta desde el trasmisor; pues trasmitiendo las señales convenientes, lograremos que la aguja del telequino simple afecto á este servicio adopte una de las tres posiciones, y, por lo tanto, que dicha rueda se esté quieta ó gire á la derecha ó á la izquierda. 2.° Oriente* Frente á la aguja del Breguet liay una CiÓn íirbi- rueda aisladora que gira alrededor del trcirid d e eje de la aguja, pero loca, sobre él. Esta u n t i m ó n rueda puede ser muy resistente y capaz r e s p e c t o de transmitir grandes esfuerzos y se al e j e d e embraga directamente con el servomoUn b a r c o , tor, que la arrastra al girar en uno ú otro sentido. Esta rueda lleva dos sectores metálicos aislados entre sí y separados solamente por un pequeño espacio aislador que sigue la dirección de un diámetro. La punta de la aguja lleva una escobilla que toca en uno de los dos sectores ó en el espacio aislador que los separa. Supongamos que la escobilla se encuentra en el espacio aislador; no pasa corriente alguna y el servomotor no funciona. Supongamos que la aguja avanza uno ó varios pa.sos: la escobilla toca uno de los sectores, para una corriente, el motor gira en el mismo sentido que la aguja y el fenómeno persiste hasta que por efecto del giro de la rueda arrastrada por el servomotor, toca la escobilla en el espacio aislador y la corriente se interrumpe. Si por la fuerza viva adquirida el servomotor y la rueda siguiesen girando, la escobilla tocaría en el otro sector y se establecería una corriente en otro circuito que determinaría la marcha en sentido contrario. En definitiva, el diámetro aislador que separa los dos sectores permanecerá siempre paralelo á la aguja y lo hará venciendo todos los esfuerzos y resistencias que se le presenten, siempre dentro de los límites que determinan la potencia del motor y la resistencia de los materiales. El telequino, como todos los receptores del tipo Breguet, sólo puede girar en un sentido. Lo mismo le sucede á la rueda que, dirigida por la aguja, transmite el esfuerzo del servomotoi- en este se- 483 gundo procedimiento de enlace. En principio bastaría con uno de los dos sectores metálicos, pues el otro sólo es necesario para prevenir los efectos de la fuerza viva del .servomotor. Por todo esto no es aplicable esta segunda disposición sino á órganos que puedan dar una vuelta completa y girar siempre en un sentido; como por ejemplo, ciertas llaves ó grifos. En cambio, no es aplicable directamente á la palanca de marcha de un motor, que no puede díir una vuelta completa, ni á un timón, que tiene que girar en ambos sentidos. Pero se puede aplicar á estos casos, mediante combinaciones cinemáticas y mecanismos ingeniosos. Se puede hacer, por ejemplo, que la caña del timón siga la dirección de una biela unida á una manivela de la rueda tran.smisora. D e s c r i p c i ó n Vemos, pues, que en esencia, el telequid e c o n * no múltiple que permite obrar sobre junto. varios órganos de una máquina consta de un distribuidor y de varios telequinos simples. El distribuidor establece una corriente cada vez que se recibe una señal, y esta corriente, que necesariamente ha de hacer avanzar un paso á una cierta aguja, va por uno ú otro circuito, según sea el tope que tropieza en la armadura. De estos dos circuitos,uno corresponde a u n telequino general en el que la aguja hace de conmutador y permite que la corriente enviada por el otro tope y el otro circuito siga diversos caminos, uno para cada telequino simple afecto á cada servicio especial. Sabemos que al transmitir una señal, si ésta es corta se cambia de tope, y si es larga, no. Supongamos que estamos obrando sobre un órgano cualquiera, por ejemplo, el timón, y queremos obrar sobre otro: el encendido. Puesto que estábamos obrando sobre un órgano particular, tropieza el tope 2 en la armadura. Mandaremos tantas señales como planchitas hay que saltar entre timón y encendido, siendo la primera corta, para pasar del tope 2 al 1, y las demás largas, para pasar siempre del 1 al 1 y que avance un paso la aguja del telequino general para cada una de ellas. Una vez que hemos llegado á la planchita de encendido, si queremos que la rueda de levas gire 5 pasos mandaremos 5 señales; la primera corta, para pasar del tope i al 2, y las 4 restantes largas, para pasaisiempre del tope 2 al mismo 2, Vemos que para hacer funcionar la máquina basta transmitir un telegrama compuesto de rayas y puntos La transmisión es más sencilla que la de las órdenes de un Capitán por medio de los telégrafos eléctricos ó mecánicos que se emplean en los barcos. Para facilitar más la transmisión puede tener el telequino general una planchita aislada correspondiente al reposo. En este caso, este telequmo general podría tener, por ejemplo, las siguientes planchitas que designamos por 484 MADRID CIENTÍFICO números en vez de iiomltres; correspondiendo la O al reposo: O _ . I — 2 — ;i -- í. -^ 5 ^ (! — 7 — S . . O Claro es. que estus |jlnncliilas tendrían que estar dispuestas cielícamente y pasarse del 8 al 0. como del O al I. La aiíuja del telequino general siempre estará en el 0. y el telegramaque tran.smitatnosdeberá dejarla siempre en la misma posición. Si deseáramos que la aguja del telequino partiinilar afecto al servicio lu'nn. fi dé 4- pasos, el telegrama deberá ser el siguiente; Las tí primeras rayas liarían parar la aguja y escobilla del telequino general á la plancbuela 6: el punto y las 3 rayas siguientes liarían dar 4 pasos al telequino 0: y el punto y las 2 rayas que vienen después liarían llegar otra vez la aguja del telequino general á la plancbuela 0. Con pocos ensayos se puede llegar á adquirir práctica en estas transmisiones y gobernar un barco desde lejos con un manipulador Morse. Pero también es fácil imaginar transmisores análogos al Breguet, uno en correspondencia con cada telequino parcial, ó en último caso, sólo dos. uno general y otro para todos los parciales, y enclavarlos de modo que transmitan siempre rayas, menos cuando se pasa del general á uno particular y viceversa, y que sólo se pueda manejar el particular que indica la plancbuela. Nosotros no conocemos la forma práctica dada por el inventor á su invento; sólo conocemos la Memoria presentada á la Academia de Ciencias francesa, que liemos tratado de traducir aquí al lenguaje vulgar. Tal vez haya alguna discrepancia entre l o q u e liemos descrito y los aparatos materiales empleados por Torres-Quevedo; pero creemos haber interpretado lielmeiite diclia Memoria y haber prestado con ello un servicio á nuestros lectores. ALFONSO MARTÍNEZ l^izo. sfívoRGnnn DE BRAZZA Todos decíamos Brazza y alguien puede pensar que el ahora nombrado Mr. Savorgnan de Brazza no sea el mismo famoso explorador de la Qabonia que hemos siempre contado entre los grandes viajeros y colonizadores. Vale la pena de empezar con esta ingenua piintualización, porque realmente el lector, quien quiera que sea, no está obligado á conocer la filiación exacta de las personalidades mil que de continuo se ofrecen á nuestra consideración en libros, periódicos y conferencias. Cuando recientemente visitó á España el explorador antartico Otto Nordenskjold, fué de razón el recordar la memoria ilustre de su tío, el nauta valeroso que llevó á cabo el periplo del Vega por las costas septentrionales del antiguo C'ontinente, y así como entonces pudo haber personas más ó menos sorprendidas con el desdoblamiento de su preconcebido Nordenskjold en dos figuras separadas, aunque ambas celebrables por sus propios méritos, ahora, por el contrario, conviene hacer notar que Savorgnan de Brazza es el legítimo, el auténtico Brazza, de todos admirado y reverenciado (1), sin perjuicio, claro está, de que haya también otros Brazzas dignos de señalada estimación dentro del mismo campo geográfico. De todos modos el complicar el apellido Brazza con el Savorgnan ha de ser menos sorprendente que averiguar q t i e Stanley no se debía Ihmar Stanley, sino Jacqnes Rowland. Y basta ya de digresión ononiaperiplica. Hablar de la vida y de la muerte de Brazza es empresa que merece atención algo más detenida que la que nosotros podemos dedicarle. Ha ocurrido el fallecimiento del ilustre explorador en ocasión realmente excepcional para interesar y conmover al pi'iblico, al pi'iblico francés desde luego, y por lo demás entre nosotros, á cierta porción de pi'iblico menos aburguesada y positivista que la masa general. Habían íu efecto transcurrido algunos años sin oir ni leer cosa algima referente á exploraciones del insigne Brazza. Transformado de explorador en diplomático (diplomático á la congolesa, digámoslo así) y de diplomático en organizador y en gobernante, su aureola heroica iba perdiendo brillo, y cuando vencido del clima y de las envidias y afanes oposicionistas se retiró á Francia en el año 1897, vino al cabo á convertirse su figura para los irnos, en una consignación más del presupuesto francés de clases pasivas; para los otros, en un recuerdo histórico. Nadie pensaba que á ese hombre que había sido aplaudido como hombre esforzado á la vez que humano y generoso, y á quien luego se había denigrado como dilapidador ó por lo menos como mal financiero, había de ser preciso volver la mirada para rectificar desconciertos y trastornos de la administración congolesa, harto más sensibles que los contratiempos económicos de los primeros tiempos. La bandera de Francia, que en manos de Savorgnan de Brazza era signo de civilización y de armonía, se había convertido en pabellón de increíbles iniquidades, á cuya noticia las almas menos excitables se condolían y encolerizaban sin remedio. El Congo francés era ahora tierra de dolor y de injusticia, donde los funcionarios europeos, impulsados primeramente por el afán de recaudación y de negocio, acudían á procedimientos como el de embargarle la mujer al contribuyente moroso, terminando por llegar á tener cual deporte el someter caprichosamente á los infelices negros á tormentos de inaudita ferocidad. La divulgación en Francia y en toda Europa de estas desagradables noticias hizo recordar la no muy lejana época en que se realizara singular ceremonia de enterramiento de la guerra entre blancos y negros, demostrando cómo la influencia europea puede ejercerse (1) Es digno de notarse el lieelio de que un muy conoeido diocioiiario enciclopédico español hace su homenaje al nombre I¡raz:a con un «Véase Savorgnan de /¡«•niía-, dejando luego chasqueado nuevamente al lector en el tomo de la S, porque el articulo Savorgnan brilla por su ausencia hasta otra edición. MADRID CIENTÍFICO 485 por procediniieutOB distintos de los que solía preferir formalizarse en un colegio de jesuítas. A la edad de Stanley. Para vindicar á Francia de las cnlpas de cierta dieciseis años se orientaba ya su vocación ingresando porción de sus representantes, nadie con más autoridad en la Escuela Naval de Brest, á cuyos estudios daba fin y prestigio que el explorador humano y generoso que cuando surgió la guerra franco-prusiana, en la que contaba en el libro de su vida con páginas tan elocuen- Brazza prestó ya á su patria adoptiva el concurso á que tes como la mencionada. sus condiciones y preparación le llamaban. Más tarde Esperábase con impaciencia su regreso, deseando oir también estuvo en Argelia, y luego quedó agregado á la pimtualización clara y severa que de los delitos per- la escuadra del Atlántico, bajo las órdenes del Almipetrados por colonos y l'uncionarios franceses de todas rante Quilliot, teniendo así ocasión de desembarcar en cateíjorías había de hacer el gran protector de los pue- varios puntos del Oeste de África y de sentirse, antes blos de piel obscura. Pero su resistencia tísica no venció de conquistador, verdaderamente conquistado, fascinaesta vez las molestias del clima de aquellas tierras, y si do por aquella naturaleza prometedora de misterios y bien su inspección quedó conclusa, cuando regresaba á novedades. Europa á dar cuenta personalmente de todo lo visto y Así, pues, sin ser todavía entonces oficiahiiente siibentrevisto, la muerte le sobrecogió en el puerto de Da- dito francés, obtuvo en 1875 permiso para totnar parte kar. Las graves acusaciones que los en la exploración del cuenca del río expedientes enviados al Ministerio Ogové. exploración que desde luefrancés de las Colonias encerrago se sospechaba había de ser de ban, no podrán ser ya ni corrobointeresantes resultados, porque el radas ni atenuadas por la Ogové, que sale al Océano palabra franca y honrada de en las p r o x i m i d a d e s del Savorgiian; la vocinglería Cabo López, siendo sin duda popular se apodera con este la más poderosa corriente motivo de cualquier rumor, fluvial que existe entre el de cualquier frase que se Niger y el Congo, anunciaatribuya al ilustre difunto, ba aún mayor valor comery á su vez los presuntos cial y geográfico, como si culpables (Mr. Gentil,el Cohubiese de servir para commisario general inclusive) pensar á los navegantes y son también dueños de encolonizadores del verdadero rayar anchamente su defendesengaño que dio el susa y buscar explicaciones puesto río Qabón,al demosque aparten hacia otro lado trarse que era sencillamente las responsabilidades exigiun estuario a! que converbles. Tales son las circunstancias que gían ríos de secundaria imporhan concurrido en estos momentancia. tos para aumentar la emoción qn^ Brazza remontó el curso del SAVOffSNAN DE BRAZZA {retrato heproduce la llegada á Europa de los iiio cuando preparaba u último viaje al Congo.) Ogové en UUH longitud de 668 kidespojos mortales del gran Brazzi. lómetros; pero luego, internándose Recordemos ahora brevemenie s\i gloriosa historia por el país, á, través de los obstáculos debidos al terreno anterior, aclarando ante todo el extremo referente á su y á los habitantes, llegó á los bordes del Alima, donde nacimiento, familia y patria. Traláiidose de un servidor detuvieron su avance los apforúes, que lo saquearon y abnegado y entusiasta de la causa francesa como lo era dejaron medio desnudo, haciendo que volviese á LibreSavorgnan de Brazza, parece algo anómalo el q\ie ni sea rille, la capital de la Gabonia, en el más triste estado de francés de naciiniento ni de origen. Brazza era hijo de extenuación y pobreza. padres italianos, y hay biógrafos que lo suponen nacido Para prueba de vocación había sido bastante, porque en Roma; pero enterándose bien, se llega á saber que no en esa su primera etapa de explorador (años 1875 al 78) vio la luz primera bajo el cielo italiano ni bajo el frail- había sufrido toda clase de contratiempos, resintiéndose eé) tampoco, sino allá en el Brasil, en la bahía de Río notablemente su salud y gastando su fortuna personal, Janeiro (y en el mes áe: Janeiro del año 1852). La fami- porque los auxilios oficiales eran harto limitados para lia Brazza, emigrada de su tierra natal (provincias esla- lo que las circunstancias y vicisitudes de sus viajes revas del Véneto) cuando aquel país fué incorporado al querían. Sus anhelos de exploración tornaron sin emAustria, estuvo algún tiempo en América, y pasando bargo á manifestarse tras breve período de descanso, y luego á establecerse á Roma, le ha cabido incidental- esta vez era parte muy principal del deseo de volver al mente á la ciudad eterna el honor de guardar en su re- África la llegada de noticias considerables acerca de los gistro civil la inscripción del nacimiento de Pedro Pa- descubrimientos y conquistas de Stanley. Una noble blo Francisco Camilo Savorgnan de Brazza. emulación y un vivo afán de que Francia no fuese Pero sucedió que, niño todavía, fué con sus padres á sobrepujada por otras naciones se despertaron en Savivir á París, donde su educación científica empezó á vorgnan de Brazza y le hicieron gestionar cerca del 486 MADRID CIENTÍFICO Gobierno la concesión del permiso y auxilios necesarios para que no se malograsen los avances hechos anteriormente. De ahí nació la expedición de 1879, dirigida á buscar medios de acceso desde la costa al alto y medio Congo. Stanley luchaba para sus propósitos coloniales con la dificultad que ofrecen las cataratas é irregularidades del curso de aquel gran río: disponer de tan maravillosa vía de comunicación interior, y encontrar cerrado el paso para salir á los caminos mundiales, era bastante motivo para desesperarse, dado el carácter impaciente é impetuoso de aquel explorador y dado su deseo de no necesitar colaboración ni concurrencia (1). Brazza, en semejante momento, concibió que sería posible tener una senda de relativamente fácil comunicación entre el río Congo y el estuario gaboniano. En ello permitía pensar el conocimiento de la existencia de los ríos Aluna y Likona, encontrados en el viaje anterior, pero cuyas aguas, aún sospechando que se encaminaban al Congo, no había podido seguir Brazza en aquella ocasión. Pero en realidad este viaje de 1879-80 tuvo más de político que de geográfico, porque entonces fué cuando contrajo amistad con el Rey Makoko, soberano del país de los Batekes, y del mismo viaje data la fundación de Franceville en la confluencia del Ogové con el Passay la de Brazzaville en la ribera derecha del Congo, en situación preciosísima para fines de comercio ó de predominio político. No lejos de Brazzaville tuvo lugar la magnífica solemnidad á que antes hemos aludido: el enterramiento de la guerra. Abrióse un pozo profundo y á él se arrojaron balas, fusiles, cartuchos, todo género de artefactos bélicos, y encima se plantó un árbol. "Enterremos la guerra tan profundamente-dijeron los jefes indígenas ~ que ni por nosotros ni por nuestros hijos sea posible desenterrarla, y en el árbol que aquí se levante veamos el testimonio de la alianza entre blancos y negros,,. Y Brazza respondió: "Que la paz perdure mientras tanto que el árbol no produzca balas, cartuchos ó pólvora,; (2). El caso es que dejando sumamente contentos de sus tratos y conducía á las tribus de aquella comarca, Brazza había conseguido afirmar el protectorado de Francia sobre una gran extensión de tierra africana, extendiéndolo por el país comprendido entre el Diové y el Impila, y llegando además (en el año 1881), á instalar una estación francesa en las márgenes del Alima. Todo esto principalmente servía para detener el presunto avance de la exploración y organización que se desarrollaba por la izquierda del Congo. El gobierno francés, comprendiendo la importancia que tenía el ser entonces diligente, no vaciló en confiar á Brazza en 1883 el encargo de organizar el gobierno de los nuevos territorios, y así en 1885 cuando se reunió la Conferencia africanista de Berlín, el dominio austro-africano de (1) Sabido es cómo más tarde se salvó ese atraaco por la constrneción del ferroearril de Matadl á Stanley Pool. (2) Recliis Nonvelle Geogrephie Univenelle, t. Vi, pág. '¿16. Francia pudo ser sancionado fácilmente por las potencias contratantes, aun cuando parece ser que Brazza todavía juzgaba quebrados sus planes por el reconocimiento de la existencia del Estado libre del Congo, que en cierta parte cercenaba el dominio colonial que con sus exploraciones había querido asignar á Francia. Savorgnan de Brazza asumió desde entonces el cargo de comisario general del Congo francés, país que administrativamente quedó separado de la Gabonia ocupandoaquel puesto algo más de un par de quinquenios, tiempo sin duda suficiente para una mediana "revolución desde arriba,,, y en efecto, bien aprovechado por Brazza para asentar la autoridad de Franciasobre aquellos países por medio de un gobierno paternal para con los indígenas, y por compensación molesto ó desagradable para los elementos de la metrópoli, deseosos de sacar el jugo á la tierra conquistada. Dicho va con esto que la gestión de Brazza fué objeto de discusiones y censuras apasionadas, considerándosele como poco celoso del interés económico de Francia, como dilapidador de los recursos calculados para el fomento material y moral del Congo, pero al fin teniendo que quedar á salvo su reputación de honradez por el hecho de volver á Europa sin más medios de fortuna que la confianza en sus títulos á una excedencia ó jubilación de regular alcance, los títulos que tenía al agradecimiento nacional. Y en efecto, se le concedió una jubilación, que según el mismo Brazza calculaba (1), venía á representar la renta de la fortuna personal suya invertida en los gastos de sus primeros años de exploración... Lo que como epílogo pudiéramos añadir, va ya manifestado al principio del artículo. El sesgo que tomó la administración colonial francesa desde el cese de Brazza faño 1897), es asunto en que no debemos insistir ahora sino á título de vindicación patriótica, pues todos los reproches que á I3 colonización española en América se hayan podido hacer (justa ó injustamente), tienen mejor aplicación en el examen de las hazañas modernas de las grandes naciones (2). Pero á pesar del interés que parece que debemos tener en esas averiguaciones, tiene que ser doloroso comprobar la persistencia de instintos de crueldad y de codicia, que pudieran suponerse arcaicos en una civilización tan ufana de sí misma como la presente. Sea este un motivo más para que rindamos homenaje de piadoso recuerdo á quien como Brazza ha llevado en la obra de expansión europea por el mundo la representación de los sentimientos de humanidad y de justicia sin perjuicio de las no menos recomendables cualidades de valentía, cautela y perseverancia. Ciertamen(1) Eu el número de La Kevue de 1." de Octubre pueden verse algunos fragmentos de cartas de Brazza, referentes á esa época de su vida. (3) No deja de ser oportuno llamar la atención del lector sobre el cambio que eu la manera de juzgar la colonización española se viene operando en la moderna crítica histórica, mereciendo citarse el francés Hurabert y los yanquis Shepert y Gaylord Bourne. De este último catedrático acaba de publicarse una obra con el título Spaín in America, muy digna de atención por el citado respecto. MAUKID te esta última condición es la que aparece más ausente en la obra del africanismo español, y por eso no suenan en línea de triunfo con los nombres de Brazza y de Stanley los de nuestros exploradores Osorio, Iradier, etc., que del lado norte del Qabón podían haber proporcionado á España un regular desahogo colonial, si sus trabajos hubiesen sido secundados y alentados debidamente. Así nuestra debil'dad deja compensada por el Oeste la resignación que Francia pudo haber lamentado ante el hecho de la fundación del Estado Belga del Congo.-J.V. A. LA INDUSTRIA DEL SUERO 487 CIRNTÍFICO cuajos animales ó vegetales ó, en fin, coagulada espontáneamente por virtud de la fermentación láctica, sedeja secar sobre un lecho de ramaje ó cañizos y se somete al paso de una corriente de aire caliente. Después de seca se deja endurecer y se reduce á polvo para facilidad de las siguientes operaciones. Dada la variedad de procedimientos, se comprende que se haya de reconocer luego distintas clases de caseína. La producida naturalmente se puede reservar como artículo alimenticio, mientras que la otra tiene su verdadero destino ó bien para la fabricación de la cola ó para la construcción de baratijas de muy recomendables condiciones. La caseína destinada á este empleo se someterá á endurecimiento en el fonel y se vuelve compacta. Esta caseína industrial viene á competir con el celuloide, ofreciendo sobre él grandes ventajas, pues ni tiene su mal olor característico ni es tan fácilmente combustible. Vése, pues, cómo de la leche pueden salir, según decimos al principio, plegaderas ó pisa-papeles, lo mismo que cepillos, peines, m a n g o s de pluma, broches imperdibles ó cualquier otra clase de chucherías. La flamante industria está hoy explotándose p o r lo menos en dos fábricas; una en Francia, en uno de los departamentos de Charente, y otra en Alemania, cerca de Hamburgo. El otro día hablábamos de las botellas de papel que se emplean en Filadelfia para el transporte de leche (1). En compensación á ese nuevo servicio del |)apel, no puede parecer extraño de a l g ú n producto derivado de la leche se f a b r i q u e n , por ejemplo, plegaderas ó pisapapeles. He aquí una industria sobre la cual debemos esperar se fije la atención de los lectores por la posibilidad evidente de que su introducción en algunas comarcas españolas resulte bastante beneficiosa. Trátase en efecto, del aprovechamiento de los residuos resultantes de la abricación de la manteca, es decir, de suero. Hasta ahora se había Réstanos decir aue, sin hecho poco aprecio del sueduda, por la importancia coo . VICENTE VENTOSA, ro, destinándolo, por ejem- ilustre astrónomo del Observatorio de Madrid, recibido acá mercial de ciertos detalles, démico de las Ciencias el pasado domingo. plo, á la alimentación del la caseína adaptada á todas ganado de cerda, para el cual ciertamente no era el más esas aplicaciones, no se debe llamar ahora caseína, sino recomendable; pero los estudios del químico austríaco galalith. Los lectores pueden españolizar el vocablo diDoctor Zirn, han tenido por resultado la averiguación ciendo galalita, si acaso no les resulta aún más agrade los interesantes aprovechamientos que del suero pue- dable decW galaloide, dejando comprender así su analoden obtenerse. gía con el celuloide y su coetaneidad con otros proEn el suero existen dos substancias muy diferentes: la lactosa y la caseína. La lactosa ó azúcar de leche constituiría un nuevo recurso para la alimentación artificial de los niños, si se consigue su expendición económica sin sobreprecio de aduanas ó de consumos, pero lo que desde luego tiene importancia comercial es la utilización de la caseína, tal como el Dr. Zirn ha sabido prepararla. La caseína solidificada, por medio de un ácido, ó de (1) Véase el MADRID CIENTÍFICO del día 20 de Octubre. ductos industriales modernos que se llaman pegamoid, ruberoid, etc. Véase nuestra sección "EL inOEillERO,, ENTRE LOS ANUNCIOS EL INGENIERO contiene informaciones industriales, noticias, movimiento del personal de Ingenieros de todos los cuerpos y subalternos que de ellos depende, etc. 488 MADRID CIENTÍFICO El silencio de China. ¿Qué piensa China de la lucha sangrienta que se ha desan-ollado en su propio territorio d u r a n t e cerca de dos años? ¿Se imagina q u e su porvenir está pendiente de un cabello? ¿Ci-ee q u e el emperador Manchu d e b e p e r m a n e c e r siempre encerrado en los Palacios de la « C i u d a d prohibida», ó cree q u e está en el d e b e r de mirar al m u n d o exterior para evitar que l o s Z a r e s moscovitas pongan las manos sob r e el c e l e s t e imperio? D i f í c i l es imaginarse lo q u e piensan los chinos de cosas que le afectan de un modo tan directo. El único medio q u e t e n e mos para formar ligerísimaideade lo q u e pueda seiun chino, es estud i a r cuidadosamente las condiciones que concurren á formarlo. En este concepto, es preciso examinarsusten. dencias hereditarias, sus m é t o d o s de educación, el medio ambiente en que vive y sus creencias religiosas. Ha d i c h o u n cínico que la virC O S T U M B R E S CHINAS: tud es s i m p l e m e n t e cuestión de geografía. Lo único bueno de semejante afirmación, es que mantiene la e t e r n a costumb r e d e juzgar á los d e m á s con arreglo á lo q u e somos nosotros mismos. Y, sin embargo, cuando necesitamos informarnos d e la naturaleza y c a r á c t e r de los demás, hasta las cosas más insignificantes tienen u n valor grande. Por eso al estudiar los chinos, como formando maa nación q u e q u e r e m o s saber lo q u e piensa, si es que piensa algo, es conveniente e m p e z a r p o r las cosas pequeñas. Vista con nuestros ojos China, resulta una nación grotesca, que lo hace totlo ;\1 revés. Por su situación geográfica, se la iiuede considerar como los antípodas del resto del m u n d o : tan grande es la distancia que la separa de las naciones q u e hoy se llaman civilizadas. Para hacerlo todo al i'evés q u e nosotros, su brújula señala al Sur en vez de hacerlo al Norte, y en lugar de decir Sudoeste, dicen Oestesud; los fuegos artificiales se q u e m a n allí de día; los caballos y muías de nuestros coches y carros, son sustituidos con los suyos p o r hombres y vacas; en vez de ^ .'J^^^^^^HB^Ba^^^^^H I ^ ^ H E ^ ponerle á los presos de las cárceles los grillos en los pies, los m c - '-^'^ ^'" cepos q u e los sujetan por el cuello; el apellido lo a n t e p o n e n al nomlire; montan en los caba-, líos p o r el lado derecho; m i e n tras las personas de edad se e n t r e tienen en remontar cometas, los niños se sientan á su lado p a r a ver cómo flotan en el aire; como señal de r e s p e í o s e quedan c o n el s o m b r e r o p u e s t o , cuando nosotros nos lo quitamos;sus tarjetas d e v i s i t a tienen más de un metro de l a r g o por medio de ancho; las iiequeñas embarcaciones de sus p u e r tos y ríos, s o n movidas á fuerza d e r e m o , y en cambio, utilizan DANDO LA LECCIÓN las velas para los vehículos t e r r e s tres. La mujer soltera es considerada como esclava. En camljio, las casadas y las viudas sf)n objeto de las mayores consideraciones y respetos p o r parte d e toda la familia. De tal modo es esto así, que la madre del e m p e r a d o r ocupa posición más alta que él. Los honores, las condecoraciones, los triunfos alcanzados por un chino, se reflejan sobre sus progenitores. E n ninguna parte se observa con tanta escrupulosidad como allí el mandato divino de h o n r a r al padi-e y á la m a d r e , La gran muralla y el gran canal no han sido sobrepujados por ninguna obra similar realizada en el resto del mundo. El último es más largo q u e alguno de 489 M A D R I D CIENTÍFICO los célebres lagos americanos. Su anchura varía entre 70 m e t r o s y cerca de 400. Los pozos artesianos son utilizados en China desde mucho antes de que comenzase la era cristiana. Antes que nosotros comprendier<m la circulación d e la sangre. A principios del siglo IX inocularon la viruela con fines profilácticos, y antes de que terminase aquel siglo inventaron la pólvora y la imprenta. L a s lentes graduadas y los juegos de cartas son conocidos en China mucho antes que en E u r o p a . A los chinos les d e b e m o s el arco en arquitectura, y en pintura el rojo bermellón, que COSTUMBRES CHINAS: MANERA hacen con dos partes de azufrey una de agua.Tambi^'n les somos deudores de sus porcelanas, sedas, tés, maderas y especies. Indudablemente China es una gran nación poco apreciada por el resto del m u n d o que aun la conoce menos. Con sus nueve millones de kilómetros cuadrados y sus 400 millones de habitantes, constituye hoy el p o d e r más formidable de la tierra. Personas de reconocida autoridad en estas materias aseguran que la nación crece en 14 millones de habitantes todos los años. No falta quien cree que China está mucho más poblada de lo q u e generalmente se dice, y que ella sola contiene más de la mitad de la población d e l m u n do. L o s chinos son excelentes agricultores, notables artistas, ¡hábiles industriales y pacíficos ciudadanos. que aman la paz sobre todas las cosas. L a s granjas y propiedades rurales son p e q u e ñ a s , p e r o producen cuanto necesitan para su existencia. A u n q u e no carecen de facultades intelectuales, están desprovistos de imaginación. L o s a r r e b a t o s d e la pasión y los arranques de elocuencia, son completamente desconocidos en su lenguaje monosilábico, que hace el efecto de un chorro de agua que está continuamente cayendo. La monotonía del carácter chino hay que referirla á las enseñanzas de Confucio. En todos sus escritos DE REGAR LOS ARROZALES trata de infuudir la tranquilidad moral que tan ostensible se manifiesta en pobres y ricos. La decencia, el orden, la responsabilidad, la sinceridad, la puntualidad, la urbanidad, la tranquilidad de espíritu, el respeto y la consideración á los demás y el amor filial constituyen el fundamento de su doctrina. Sobrio en el lenguaje, usa del menor n ú m e r o posible de palabras para e x p r e s a r grandes pensamientos. Su mayor empeño es procui-ar q u e los h o m b r e s sean buenos, y para conseguirlo p o r medio del consejo, huye de las figuras retóricas y de los adornos gramaticales. Siemp r e se preocupa d e la vida ])resente; nunca d e la vida futura. E n cierta ocasión le pidió uno de sus discípulos que le hablara algo de la m u e r t e , á lo q u e contestó diciendo que conociendo tan poco del misterio de la 490 MADRID CIENTÍFICO vida mal podría conocer el misterio mucho más grand e de la m u e r t e . Todas las enseñanzas de Confucio son puras y elevadas. Todas están e n t e r a m e n t e libres de palaliras y conceptos q u e puedan desmoralizar el espíritu del hombre. El que d e s e e c o m p r e n d e r y p e n e t r a r el secreto d e la paz y sosiego q u e da carácter á la condición moral del chino y sobre todo de su inagotable paciencia, necesita estudi&r á fondo las doctrinas de Confucio. Si p o r civilización se entendiera la más exquisita sensibilidad <le la conciencia humana, China se- COSTUMBRES vecho y en q u e la persistencia del esfuerzo mental p u e d e p e n e t r a r al fin en la intimidad d e las cosas. Las acciones justas, los nobles pensamientos, los deseos puros y la moderación en el lenguaje completan el cuadro de doctrinas de Confucio. La filosofía china difiere de las religiones paganas en q u e rechaza la crueldad, n o estimula la sensualidad y no ofrece víctimas h u m a n a s en sus altares. Su código político lo forman muy pocas leyes y de ellas hay muchas q u e no han sido escritas. L a costumbre les da fuerza bastante para su fiel observancia. El em- CHINAS: ACTORES ría el país más civilizado del mundo p o r q u e en ninguna p a r t e está aquella condición más ampliamente desari-ollada. L a mayoría de los pensamientos de Confucio son frases sentenciosas de inmensa sabiduría. Aunque en China existen además el Taoismo y el Budismo, q u e el gobierno reconoce y sostiene, el Confucismo absorbe el pensamiento de la masa general del país y á él p e r t e n e c e n sin excepción los intelectuales. Nada tiene de e x t r a ñ o , p o r lo tanto, q u e se hayan levantado á su memoria miles de templos, ent r e los q u e hay algunos de proporciones colosales. T o d a su filosofía se funda en la omnipotencia del ejemplo, en la necesidad de apoyar la seguridad del imperio, en la felicidad del pueblo, en el d e b e r d e no p r o m u l g a r más leyes que las q u e r e d u n d e n en su p r o - EN ESCENA p e r a d o r apoya su autoridad en los usos del p a s a d o y gobierna e m p l e a n d o los medios más sencillos. L a alteración de esta c o s t u m b r e , p r o b a b l e m e n t e produciría un movimiento revolucionario capaz de p o n e r en p e h g r o la existencia de la dinastía. Como el gobierno es familiar, el e m p e r a d o r se considera el p a d r e d e sus subditos, ante quienes q u i e r e m o s t r a r s e siempre justo, bondadoso y b u e n o . El bienestar y la dicha de todos, constituye su aspiración más viva. China, más que una monarquía imperial es un i m p e rio aristocrático, fundado, no en el nacimiento ó la p o sición social como s u c e d e en E u r o p a , ni en la riqueza como ocurre en América, ni en el p o d e r militar como en Rusia, ó en el religioso como en Egipto, sino en la capacidad intelectual y en la instrucción. El h o m b r e 491 MADRID CIENTÍFICO de origen más humilde, si tiene talento y es e s t u d i o so, p u e d e llegar á los p u e s t o s más elevados. Para ser mandarines ó d e s e m p e ñ a r cargos en la administración pública, es preciso sufrir e x á m e n e s muy rigurosos. Generalmente de cada lOO aspirantes son desechados 94. No es e x t r a ñ o q u e así ocurra si se tiene en cuenta q u e á los examinados se les exige, además del conocimiento de las máximas de Confucio y d e las disposiciones relativas á la gobernación del Estado, conocer á fondo los anales del imperio, los cuales e s tán contenidos en 678 volúmenes. A esto hay que agregar el conocimiento de las tradiciones de las diversas comarcas del imperio. L o s e x á m e n e s son r e nombrados p o r su severidad é imparcialidad, y por constituir la base del sistema de gobierno. De esta manera las antiguas ideas aparecen con nueva fuerza en cada generación. Como de los mandarines salen los altos empleados y los g o b e r n á d o r e s ó v i r r e y e s d e las 18provincias,centenares de miles de chinos hacen, periódicamente, r e ñidas oposici(jnes para conseguir aquel cargo. L o s vir r e y e s tienen un poder casi ilimitado, pero cada tres años tienen que dar cuenta detallada de lo o c u r r i d o e n su provincia, incluyendo en el infórmelas faltas cometidas p o r ellos. Si la comisión encai-gada de fiscalizar estos documentos encuentra en ellos omisiones, el g o b e r n a d o r p u e d e sufrir la degradación y hasta la muerte, si la falta es tan grave que merezca ser sever a m e n t e castigada. De vez en cuando llegan á las p r o vincias, sin previo aviso, censores encargados de examinar el estado d e los asuntos públicos. Las más leves faltas p u e d e n ser castigadas con una severidad extrema. El hombre más grande de China, el perscmaje más importante que ha existido en todo el Celeste imperio en los tiempos modernos, es el célebre Li-HungChang. Había nacido en el distrito de Hewi-Linp, y cuando niño trabajó en los arrozales de la comarca, á pesar de t e n e r una salud excesivamente delicada. En 1868 tenía un capital de 275 millones de francos, que llegó á duplicar antes de su m u e r t e . D u r a n t e muchos años fué virrey de Tientsin, y su influencia llegó á ser tan p r e p o n d e r a n t e , que en unaocasión llegaron áofrecerle la corona imperial. Su adhesión á la dinastía v su claro talento le hicieron rechazar aquella oferta, que cualquiera otro hubiera aceptado, aun contandf) con menos probabilidades de triunfo que él. Pero el antiguo trabajador de los arrozales tuvo fuerza de voluntad bastante para cerrar sus oídos á aquellos cantos de sirena, capaces de p e r t u r b a r á cualquier otro cerebro m e n o s equilibrado q u e el suyo. La nota dominante en la vasta extensión del i m p e rio es la pacífica. Los chinos aman la paz sobre todas las cosas. Su horror á la g u e r r a es lo q u e les ha hecho mantenerse como meros espectadores en muchas ocasiones en q u e otro pueblo más belicoso hubiera e m p u ñ a d o las armas. Son muy instruidos en agricultura, en ciencias y en artes, p e r o es muy poco lo q u e saben de la guerra. Siglos y siglos consagrados á edu- carlos de ese modo, han hecho de ellos h o m b r e s que aspiran en p r i m e r téi"mino á evitar toda clase d e hichas y de conflictos. No es que les falte valor, como aseguran algunos críticos q u e n o se han detenido á estudiar debidamente su cai-ácter, sino que ni en su educación ni en su t e m p e r a m e n t o está dirimir las contiendas p o r medio de las armas. Seres educados generación tras generación para vivir en paz y para disfrutar de las dulzuras y armonías de una vida domestica tranquila y sosegada, no p u e d e n hacerse guerreros ni batalladores de la noche á la mañana. El cambio sería demasiado brusco para ser natural; p e r o esto no quiere decir que en medio de su calma y serenidad aparente, y á d e s p e c h o de la indiferencia y neutralidad actual, no se esté allí o p e r a n d o una trans formación que acabe p o r unir las fuerzas chinas a l a s japonesas, con objeto de arrojar á la raza blanca del E x t r e m o Oriente. Esta aspiración, que comenzaba á dibujarse en los mares de Asia, ha adquirido cuerpo V consistencia d e s p u é s de la brillante campaña realizada por los japoneses. Bajo su dirección y egida, la raza amarilla ofrecerá algún día un dique infianqueable á la raza blanca en aquella parte del mundo. El peligro no es de orden militar. No es á las legiones triunfadoras del imperio del Sol Naciente, ni menos á las del Celeste Imperio, á las que tiene q u e t e m e r Europa. La lucha será p u r a m e n t e comercial. E u r o p a V América recibirán un r u d o golpe el día q u e China ponga en j u e g o sus inmensos recursos naturales y en el momento en que sus clases trabajadoras, laboriosas, inteligentes, sobrias y económicas, utilicen para el desarrollo de la riqueza pública y privada los grandes medios q u e la industria moderna pone hoy al alcance de todos. Cuando China se dé cuenta clara de esto, se despertarán en ella nuevos instintos comerciales, y dejando á un 1 ido costumbres, tradiciones y prejuicios, cambiará los procedimientos educativos que hoy usa, dejará de mirar con indiferencia las cuestiones internacionales, q u e tan directamente le afectan y r o m p e r á el silencio en que ha vivido durante tan e n o r m e lapso de tiempo. Eli SEGURO DE VIDA XXIX Efectos riel sistema de acivimlncióu aplicado pólisas de Vida entera. á las Se dice del Seguro en general que es la igualación de la riqueza, en cuanto que indemniza las pérdidas de unas personas con fondos aportados por ellas mismas y pof otras expuestas á iguales pérdidas, con lo que se reparten éstas entre todas y se conserva la igualdad en los bienes de cada una. Con efecto, grupos numerosos de personas van al Seguro dispuestas á perder pequeñas sumas—^las primas que pagan—con el fin de que aquellas que sufri- 492 MADRID CIENTÍFICO n'yi) grandes quebriiiitos en el fa.so de ociirrirles el previsto siniestro obtengan adecnada indemnización. El seíínro es, pues, un pacto entre muchos individuos priideiilcmerite concertado contra la desgracia, y de hecho una de las maiiifestaciones más prácticas del principio de solidaridad. Sería, empero, negar la condición humana si se dijera que tal pacto se verifica á impulsos de sentimiento alguno altruista. Se va al Seguro de incendios y al marítimo, no guiados por el móvil de contribuir á la in" demnización del vecino á quien el incendio puede destruir la finca ó la tem|)estad el buque, ni vamos al Seguro de vida con el filantrópico propósito de ser parte en aliviar el desamparo de otras viudas ni otros huérfanos que los nuestros. Cierto que de todos modos contribuímos á tales obras, pero lo hacemos con plena conciencia de la naturaleza económico mercantil de! pacto, satisfechos de que sólo por medio de la cooperación podemos poner á cubierto de riesgos la propiedad y la familia, y así cooperamos á los fines del Seguro c'diio lo hacemos, por ejemplo, con el Estado, para mutua |)rotección. Decimos la propiedad y la familia, y no inversamente la í'amilia y la pro|)¡edad, porque la propiedad, no obstante ser para la generalidad de interés .secundario respecto del que inspira la familia, es el primero tpie se procuró proteger con el Seguro, La institución, por su parte, tampoco tuvo origen en altruismos de ningún género. Surgió como necesidad puramente mercantil, y como tal, en la esfera de los negocios, hieron otras tantas de sus mülliples manifestaciones el Seguro marítimo primero, el de incendios nuls tarde y el de vida, accidentes y enfermedades después. El de vida, señálese esto comodato significativo, comenzó á ser practicado para garantía de acreedores, esto es, como protección de la propiedad. ProciU'óse extenderlo á la familia, y si bien algo se consiguió, fué poco en comparación con el desarrollo que tomaba el Seguro marítimo y el de incendios, y es que aiilicado á la familia el Seguro de vida en su forma primitiva adolecía de un vicio de origen: el de habeise forjado sobre una fórmula basada en el fin referido de proteger la pi'opiedad, cuando por el alcance moral que adquiría en su aplicación á la familia, debió haber concurrido en su composición algún factor de carácter psíquico. El pacto del Seguro de vida en su condición primitiva pedía la abdicación del egoísmo in perpettium, y el estímulo que para tan grande virtud .se ofrecía era tan solo la satisfacción que pudiera experimentarse ante la conciencia do! deber cumplido, de la propia abnegación y el des|)rendimiento generoso. Pedíase al hombre un sacrificio ((ue había de durar tanto como su vida en aras de un bien que no había de alcanzar personalmente, ni contemplar siquiera á sus deudos en goce de sus frutos, y se le pedía que perdurara en tal sacrificio so pena de perder irremisiblemente, una vez iniciado, todas sus pasadas aportaciones si ccsab¿i en él, ya fuese por desmayos de la vohiirtad. (lor iniposibilidail inalerial de continuarlo, ó por haber desaparecido, con la muerte, por ejemplo, del beneficiario, la razón del sacrificio; contingencias todas (jue habí^.n de pesar en el áinmo tanto como la propia contingencia de que |)udiera sorprender la muerte sin haber hecho previsión para la familia, única posibilidad que en resolución preconizaba la razón del Seguro de vida. Mientras tanto hi cooperación al Seguro de vida producía beneficios industriales de (|uo disfrutaban los accionistas de la empresa aseguradora, dándose así el caso de que. no obstante exigir la fórmula matemática la muerte del asegurado para que la familia toi ase el fruto de su abnegación, esta misma virtud producía en vida de quien la practicaba beneficios para extraños que los disfrutaban también en vida. Como se ve. había en todo ello algo ([ue, dada la condición humana, no podía sino i'estar voluntad para el sacrificio; algo no previsto oportunamente y que en el terreno de la realidad produjo aquel desvío hacia el Seguro de vida que tanto se ha lamentado, atribuyéndolo injustamente á desamor por la familia; y aunque hoy no tenga tal desvío razón de ser, dado que el espíritu de empresa ha sabido eliminar del pacto ¡iriniilivo sus defectos de origen, forjando en su lugar soluciones atractivas para el espíritu mercantil de unos y para el sentido de equidad de los más, cediendo á tal fin los accionistas una parte grunde de sus beneficios y |)0niendo á contribución el genio é inventiva de los actuarios, es lo cierto que á pesar de los años transcurridos desde que comenzó á buscársele y ponérsele remedio, perdura todavía en bastantes esferas, y para muchas personas el asegurarse la vida significa hoy como entonces tener (jue morir para ganar algo. Si el Segu!-o de vida a|)licado á la fainilia hubiere sido en sus comi^enzos moldeado en el espíritu de consideración y equidad hacia el asegurado con que hoy se dulcifica su abuegación y su desinterés, es más que probable que hubiera encarnado desde el primer momento sin prevenciones en la costumbre de todos, y hubiese evitado una parte considerable del costoso apostolado que la institución sostiene para imponerse en lucha abierta con los prejuicios de la tradición, porque no es cierto que en el hombre falte voluntad para cumplir deber tan rudimentario y tan conforme, además, con su naturaleza y con el propio instinto de conservación de la especie, como el de procurar protección para los hijos. Ha bastado, con efecto, que se desterrase de la fórmula del Seguro de vida entera la posibilidad de hacerlo perjudicial, como lo es la obligación primitiva de haber de mantenerlo irremisiblemente hasta el fallecimiento, para determinar u/ia afluencia de solicitantes en proporción desmedida de lo que antes ocurría, A cada nueva solución de equidad, á cada nuevo pri viiegio concedido ó luieva combinación de Seguro ideada, ha respondido un nuevo y cada vez mayor incremento de operaciones, ' Aplicado al Seguro de vida entera á primas vitalicias, el sistema de acumulación produce un alto en el MADRID eamino del contrato (aparte del derecho de liquidación pi-ematuraj llegado que baya sido el plazo estipulado para la declaración del dividendo, alto de que el asegurado se vale para contrastar la necesidad ó conveniencia del seguro con sus circunstancias presentes. Así, si al ténnino del periodo persistiera la necesidad de tener protejida a l a familia con el capital de la póliza y no fuera obstáculo económico el continuar pagando las primas, el asegurado puede disponer que continúe el seguro en vigor para ser pagadero al fallecimiento, disponiendo del dividendo con arreglo á su conveniencia de momento. Lo puede retirar en efectivo, destinarlo á crear una renta que reduzca el importe de las primas sucesivas, ó invertirlo, considerado como una prima única, en la adquisición de un seguro adicional pagaclero con la póliza al fallecimiento. Cuando el seguro se mantiene así en vigor, sigue, generalmente, participando en los beneficios de la Compañía bajo el plan de Dividendos anuales ó Quitiqueuales, siendo la póliza susceptible de rescisión en cualquier tiempo después. Cuando la necesidad i-efei-ida de conservar el seguro coincide con circunstancias económicas que hacen difícil ó iiu-,onveiiiente el pago de más primas, puede darse por terminada la obligaciÓJi de pagarlas y pedir que se salde el capital asegurado. En este caso se expide una póliza, llamada saldada ó liberada, pagadera al fallecimiento por la suma de capital asegurado á prima única que el dividendo declarado, más la reserva matemática á4a sazón correspondiente al seguro, comprarían á las tarifas de la Compañía. Es esta una de las novaciones más prácticas y trascendentales que ha podido incorporarse al seguro de pagos vitalicios, porque merced á ella se logra conservar en vigor gran volumen de seguros en protección de viudas y huérfanos á cambio de un sacrificio pequeño por parte del asegurado; pequeño, porque las primas del seguro de vida entera son módicas y porque el plazo de la acumulación durante el cual se pagan es relativamente corlo en comparación con la obligación teórico-fundamental de pagarlas, en dicha clase de póliza, durante toda la vida. Sensible es, dado lo interesante del asunto, que por causa de la naturaleza variable de ¡os factores que concurren en la producción del sobrante y por las diversas influencias á que dichos factores están sometidos en cada Compañía, no podamos ofrecer al lector regla alguna para determinar la cantidad que en seguro saldado habría de producirse al término de un período de acumulación. Sin embargo, á título de información damos las siguientes cifras que constituyen el promedio de las que han publicado algunas Compañías en ilustración de su experiencia pasada, ó como cálculos de lo que con arreglo á ella hubieren obtenido las pólizas vencidas si hubieren sido de las clases modernas, los cuales promedios permitirán formar juicio bastante aproximado acerca del particular. Bepresentan la proporción de seguro saldado por cada 1.t)(X) pesetas aseguradas en que puede convertirse una póliza de vida 493 CrENTÍFíco entera al cumplir el período de acumulación, siendo éste (le veinte años. EDADES. SEGURO SALDADO. 21 796 25 30 35 -W 45 50 55 837 897 970 1.080 1.240 1.476 1.891 (I) La circunstancia de que el Seguro a p r i m a s vitalicias puede quedar liberado del pago de las mismas á los veinte años de contratado y seguir otorrando protección por la cuantía que acusan estas cifras, demuestra cuánto ha podido conseguirse en el sentido de estimular la cooperación del hombre a l a protección colectiva de la familia. Sucede con frecuencia que al término del período de acumulación las circunstancias de familia del asegurado han Vctriado respecto de lo que fueran al asegurarse. Por ejemplo, las hijas por haber tomado estado y los hijos por haberse establecido, emancipados unas y otros de la tutela y pi-otección de) padre, serían causas determinantes de cesación del objetivo del seguro, y en consecuencia, justo que el a.segurado pudiese decretar su término. Así se lia reconocido, y el sistema de acumulación lleva aparejado como condición del contratoque cumplido el período pueda liquidarse la póliza por completo cobrando de la Compañía el importe total de la reserva matemática á la sazón constituida sobre el seguro y además el importe del dividendo declarado. El lector sabe ya calcular qué reserva matemática acreditaría una póliza de vida entera á pago vitalicio á los veinte años de contratada, y aproximadamente puede apreciar la cantidad del dividendo diferido que en las supuestas condiciones podría corresponder al término de dicho plazo, tomando como ejemplo las cifras del estado de la página 472. Sumada cualquiei-a de éstas á la reserva que corresponda á igual edad, se obtendría el importe de la liquidación total en efectivo á los veinte años. Se vería que el reembolso superaba en cantidad á lo pagado á Ja Compañía, de modo que si dejáí'amos sentado que la póliza de vida entera á pagos vitalicios y dividendo diferido por veinte años puede reembolsar en liquidación completa del contrato, la totalidad de las primas, es posible y probable que quedasen bien reflejadas las condiciones medias que se experimentan en la práctica. Ahora bien, al principio de este artículo definíamos el seguro en términos generales, diciendo que era una alianza entre muchos individuos concertada en contra de desgracias susceptibles de acaecer á todos ellos, y que se coopera á dicho fin satisfechos con perder pequeñas cantidades á cambio de la indemnización obte(1) Cuando el capital saldado excede del que asegurábala póliza primitiva, las Compañías suelen pedirqíie se acredite el buen estado de salud del asegurado. 494 MADRID CIENTÍFICO iiida en el caso de experimentar la temida desgracia. El concepto exacta, sin duda, en cuanto se aplica en tales términos generales y á las varias ramas del seguro ya no lo es aplicado al de vida con acumulación de beneficios cuyas pólizas cumplan el periodo, ó aplicado á cualquier otra combinación de póliza que con distinto nombre produjese iguales resultados, porque la condición fundamental que presupone aquellas pérdidas pequeñas ha ido mitigándose dentro del proceso de la acumulación, recogida y amortizada al fin con los beneficios que hemos visto producirse durante él. Por consiguiente, cuadraría decir que el seguro de vida entera con acumulación de beneficios es una alianza prudentemente concertada por grupos numerosos de individuos en protección de la viuda y liuérfauos de aquellos que fallecen prematuramente, á cuyo fin cooperan todos aportando pequeñas cantidades susceptibles de ser recuperadas (t) por los supervivientes al fin del período de acumulación. (Prohibida la reproducción.) EQUIS. La enfermedad del /Idriático. Un fenómeno raro, aunque no completamente nuevo, se presenta ahora en las aguas del mar Adriático. Es sencillamente que no es posible dedicarse allí á pescar; el mar defiende á su gente, y no por cierto enfureciéndose en oleaje impetuoso ni tragándose las barcas de los pescadores. Lo que ocurre es que éstos echan al agua sus redes, y las encuentran cegadas y sujetas por una masa mucosa que se ha formado en el mar á profundidad que se estima de dos á cuatro metros. Este estado particular en que se halla el Adriático ahora, ha sido ya observado en 1872 y se vio reproducido con más ó menos intensidad en 1880, 1891 y 1903, pero parece ser que este año la gravedad es mayor que nunca, porque otras veces la fangosidad lamentada por los pescadores se manifestaba á distancia de 10 metros, por lo menos,de la costa, y ahora dícese que todo el mar está alcanzado por la plaga, y es completamente imposible pescar. Los pescadores y marineros han llamado á este fenómeno «la enfermedad del Adriático». Los naturalistas reconocen que el motivo ó la realidad del hecho consiste en la aparición de una cantidad enorme de protozoarios, y así lo confirma la magnífica fosforencia que por la noche ofrece el mar con gran delectación de los turistas. Supónese que esta aparición de protozoarios débese á una manifestación fisiológica accidental, y que no tardarán en recogerse de nuevo al fondo del mar. (1) En todo ó en parte, según el plazo. Advertimos á nuestros suscriptores que no cambiaremos la dirección de ias fajas sin previo aviso de los mismos. Los Estados Unidos por de dentro. El maravilloso desarrollo del poder económico y político de los Estados Unidos —dice la revista berlinesa Aus Fernen Latideu ("Por lejanos países»)-está amenazado por un peligro interior que va aumentando, y que si no se conjura aprisa, podrá provocar algún día una guerra civil más desastrosa que la de secesión. Se considera de ordinario tal angustia limitada á los dos capítulos de peligro negro y peligro amarillo, pero en realidad el problema es Infinitamente más complejo, porque, aparte del elemento indio que va poco á poco quedando absorbido por la masa de población anglo-sajona, ninguna de las razas de que hay en los Estados Unidos representación de cierta importancia, se aviene hoy día á dejarse asimilar por el modo de ser americano; todas aspiran á fundar en el territorio de la Oran República, nuevos estados independientes en absoluto y refractarios á la idea de unidad nacional norteamericana. Seguramente los 9 millones de negros que existen en los Estados Unidos, son allí los huéspedes más molestos, y después de los chinos, los menos asimilables de todos. ¿Se deberá á esto que el odio á la raza negra, propio antes de los Estados del Sur haya acabado por extenderse á los del Norte? En el Norte son los negros una minoría casi imperceptible, pero la repugnancia que hacia ellos se siente es tan grande que alcanza á los elementos más ó menos mestizos ó cruzados, que á los ojos de los europeos pasarían como de raza blanca sin reserva alguna. A este propósito se cita el caso de una señorita de la buena sociedad americana, que habiendo entrado en relaciones con un joven inteligente, apuesto, elegante, recomendable por todos conceptos, casóse con él, y al día siguiente de su matrimonio presentó demanda de divorcio, alegando como razón-apreciada suficiente por el juez-que su señor marido tenía algunas gotas de sangre negra en las venas. Innumerables son los hechos análogos á este. Es de notar que el número de los mezclados va de día en día disminuyendo. La supresión de la esclavitud ha sido un golpe mortal para las uniones entre blancos y negros, de suerte que el elemento negro es cada vez más puramente negro y el abismo entre las dos razas se hace así más profundo. Pero además de los negros hay ios chinos, y además de negros y chinos son dignos de tomarse en consideración los elementos aportados por la emigración europea en los últimos años, los cuales manifiestan poquísimo deseo de convertirse en ciudadanos yankis. Hace medio siglo los inmigrantes europeos eran en su mayoría ingleses y alemanes; hoy eslavos, latinos y judíos, proporcionan el mayor contingente, y hasta ocurre que á ejemplo de éstos, los alemanes ya tampoco se encuentran dispuestos á fundirse en la masa general, constituyendo por el contrario, agrupaciones que guardan celosamente la lengua y el espíritu de la patria de origen. EL INGENIERO SUPLEMENTO AL NÚM. 504 DE "MADRID CIENTÍFICO,, INFORMACIÓN Tranvías.—Ha sido anunciada la solicitud de T>. Calixto Alvargonzález Laudeau, en representación de la Compañía de Tranvías de Gijón, para concesión de un tranvía, por tracción animal, de la estación de Veriña á Abono (Oviedo^ —Como consecuencia de haberse aprobado el acta de la subasta celebrada al efecto, se ha otorgado á D. Tibaldo Fuentes Birlayn la concesión que tenía solicitada de un tranvía eléctrico en la ciudad de Cádiz. —En el Ministerio de Obras públicas ha presentado D. José San Román, vecino de Oviedo, una instancia, acompañada de proyecto y resguardo de constitución de fianza, solicitando la concesión de un tranvía con tracción animal, por varias calles de aquella ciudad y carreteras del Estado, cuya línea se divide en las tres siguientes secciones: 1.* Desde el kilómetro 2 de la carretera de Villalba á Oviedo (quesera el origen de la línea), siguiendo por la Gran Vía, calles de Toreno y Uria, plaza de la estación del ferrocarril, carretera de Torrelavega á Oviedo, hasta la estación de los ferrocarriles económicos de Asturias, una calle nueva, y cruzando la carretera de Adanero á Gijón terminará en la Tenderina, con un ramal á la fábrica de cerveza El Águila Negra. 2.* Desde la Gran Vía, por la calle de Santa Susana, plaza del General San Miguel, á terminar en la Puerta Nueva al final de la calle d e Campomanes; y S.* Desde la 1 enderina, por la calle del Postigo Bajo, hasta la fábrica del gas y calle del Paraíso. ferrocarriles.—Se ha autorizado á la Compañía de i\Iadrid, Zaragoza Alicante para transformar la actual bóveda de fábrica por tramos metálicos en el portón sobre la sierra de Magoria en el kilómetro 99 de la línea de Martorell á Barcelona y para construir un muelle cubierto y cerrado en la estación de Zafra, en la líaea de Mérida á Sevilla. —Se ha pedido á las Divisiones de ferrocarriles un estado en que se expresen los trayectos de línea en que existe doble vía, las longitudes de dichos trayectos, las Compañías á que pertenecen y si la circulación de los trenes se efectúa por la línea de la derecha ó de la izquierda en la dirección del movimiento. Los referidos estados han de comprender todos los ferrocarriles y tranvías inspeccionados por cada División. —Se ha dispuesto que en el trayecto comprendido entre las estaciones de Casetas y Zaragoza-Sepulcro, todos los trenes, tanto de la Compañía del iSorte como de la de Madrid, Zaragoza, Alicante, circulen utilizando la doble vía y sujetándose al reglamento que tiene en vigor la Compañía de Madrid, Zaragoza, Alicante, ó sea que todos los trenes de las dos citadas Compañías circularán siempre por la vía de la derecha en el sentido del movimiento de dichos trenes, para lo cual la primera y tercera Divisiones de ferrocarriles dictarán con la mayor urgencia todas las instrucciones oportunas. —Ha sido autorizada la Sociedad general de Industria y Comercio de esta corte, para construir dos vías con un enlace con las de la Compañía de Madrid, Zaragoza, Alicante, en la estación de Madrid-Atocha. —Se ha concedido á la Compañía del ferrocarril del Astillero á Ontaneda la autorización que ha solicitado para establecer dos vías apartaderos, un depósito de mineral y otras instalaciones en el apeadero de Liaño con destino al servicio particular de la Sociedad «Coto Minero La Ciega>. —Por Real decreto que publica la Gaceta de 8 del actual, ha sido aprobado el Reglamento provisional para la ejecución de la ley de Ferrocarriles secundarios. puertos.—Ha sido aprobada la nueva plantilla del personal técnico y administrativo afecto á la Dirección facultativa de la Junta de Obras del puerto de Huelva, que asciende á 39.100 pesetas, cou la única modificación respecto á la actual que el aumento de 500 pesetas al haber del Sobrestante don Augusto Padilla. —Ha sido autorizada la Junta de Obras del puerto de Bilbao para emitir un nuevo empréstito de cinco millones de pesetas en diez mil obligaciones de 500 pesetas, con el interés anual del 4 por 100 sobre el valor nominal y amortiza- ble en treinta años á lo más, siendo el objeto de dicho empréstito el amortizar todas las obligaciones que quedan del tercer empréstito realizado por la misma Junta con el interés del 5 por 100, y destinar la parte restante á la ejecución de las obras de los muelles del Abra y del puerto, y á las mejoras necesarias en la ría. —Se ha remitido á informe del Ministerio de Hacienda una moción de la Junta de Obras del puerto de Valencia comprometiéndose á construir un edificio para Aduanas del Estado, cou arreglo á las condiciones que en la misma se señalan. —La Dirección general de Obras públicas ha tenido conocimiento de que, en diversas ocasiones, las Juntas de Obras de puertos han instalado luces ú otras señales fijas ó flotantes con objeto de facilitar la navegación en las proximidades de los de su peculiar incumbencia, marcando obras sumergidas ú otra clase de peligros, escolloti, bajos, etc. No siempre estas señales, aun en el caso de rasponder á un bien estudiado plan local, están conformes con los planes generales de alumbrado y abalizamiento de nuestras costas; contrudiciéndolos con frecuencia, induceii muchos á confusión al navegante, y pocos se establecen después de oir autorizados pareceres. Entre és os, son de imprescindible necesidad los del S rvicio Central de señales marítimas y de la Comisión permanente de faros, y con objeto de obtener ambos, se ha ordenado á los Directores facultativos de los puertos que se sirvan remitir siempre al primero de dichos Centros, con la antelación suficiente para que la señal ó señales empiecen á prestar servicio en el momento debido, los planes generales de alumbrado y abalizamiento de los puertos, los planes parciales, los proyectos de luces ú otras señales que se establezcan sin sujeción á plan por ser accidentales, ó fuera de ellos por ser ampliación de los mismos ó por otra causa cualquiera, y, en fin, cuanta noticia de señal nueva ó próxima variación de señal existente se establezca en la jurisdicción del puerto. Únicamente en los casos de naufragio ó derrumbamiento de obras nuevas, se les autoriza para establecer las señales que estimen necesarias para seguridad de la navegación, avisando directamente á dicho Servicio Central de señales marítimas, enviando, en todos los casos, una nota detallada del carácter y objeto de la señal, para que por este Centro se dé aviso á la Dirección de hidrografía. Faros.—Se ha autorizado á la Jefatura del Servicio Central de señales marítimas para gastar 186.843 pesetas en 1» adquisición de aparatos, linternas y torre para los faros de Cabo Lebeche y Punta Tramontana, en la isla Dragonera de la provincia de Baleares, con arreglo al proyecto aprobado, disponiendo que este servicio se preste por administración. —Con objeto de conocer la aptitud de los torreros que prestan servicio en los faros con lámparas de incandescencia, se ha dispuesto que los Ingenieros Jefes de las provincias marítimas remitan anualmente á ¡a Dirección general de Obras públicas una nota de las condiciones que reúnan los torreros afectos á las respectivas Jefaturas. Canales.—Ha sido aprobado el proyecto del trozo primero de la tercera sección del canal de Aragón y Cataluña, cuyo presupuesto de ejecución asciende á 1.324.273 pesetas, y el de contrata á 1.545.395, debiendo aplicarse para la construcción de las obras lo dispuesto en las leyes especiales del Canal. Constitución d e S o c i e d a d e s . — S i Fénix de las Famiíías.—Con este título y un capital de 250.000 pesetas, se ha constituido en Madrid una Sociedad anónima de crédito y ahorro, que tiene por objeto la constitución de dotes, la capitalización á cuota única anual ó mensual, la redención del servicio militar, la constitución de rentas de educación y otras muchas combinaciones bajo la base del ahorro. Subastas.—Ojrecció?} del Material de Marina.—F&ra contratar el suministro de carbón inglés que los buques de guerra necesiten en las tres capitales de Departamento desde 1.° de Ene-o de 1906 á 31 de Diciembre de,1907, dividido en tres lotes, uno para cada Departamento. {Gacela del 30 de Octubre.) 122 EL INGENIERO —Fábrica de fundición de Irubia.—VATSi la contratación de aceite común, 20.000 litros; aceite Solar-Red, 5.000; kilogramos; cabos de algodón, 6-000 kilogramos; cáñamo, SOOkilogramos; carbón todo uno,80.000quintales métricos; ídem granza, 40.000quintales métricos; cokpara molderías,10.000quintales métricos; estopa, 2.000 kilogramos; b ierro al cok para molderías, 3.000 quintales métricos; hierro al cok para afino, 3.000 quintales métricos; hierro al carbón vegetal para proyectiles, 2.000 quintales métricos; ladrillos comunes, 80.000; ladrillos refractarios, 1.000 quintales métricos; plomo en lingotes, 100 quintales métricos; puntas de París. 6;000 kilogramos; sebo en panes, 1.500 kilogramos; tablas de pino gallego de 19 centímetro.?, 10.000; tablones de pino gallego de 25 centímetros, 5.000; tablones de pino de Holanda, 1.000; traviesas de roble 300. La subasta tendrá lugar el 6 de Diciembre próximo. [Gaata del 3 de Noviembre.) VacanfeS.-—Cinco plazas de la última categoría en el Cuerpo deAyudantes del servicio agronómico. Se proveerán por oposición entre Peritos agrícolas que posean título oficial. (Gaceta del 1.° de Noviembre.) —La plaza de Ingeniero Director de carreteras de la provincia de Cáceres, dotada con el sueldo anual de 3,000 pesetas, dietas de salida y material de oficina. Se proveerá por concurso entre los que ostenten título de Ingenieros ó Ayudantes. Plazo, treinta días. {Oacefa del 6 de Noviembre.) Exposición Iberoamericana en tHadríd en 1908.—Ei Comité ejecutivo, designado por la Comisión iniciadora de la Exposición Iberoamericana, que lo componen lo.s señores Rodríguez San Pedro, Aguilera (D. Alberto), Conde y Laque, Piernas Hurtado, Pando y Valle, Rodrigáñez y Pérez Triana, se reúne con frecuencia para activar los trabajos preliminares de dicho certamen internacional. El Comité estudia en estos días con todo detenimiento los croquis de planos, presupuestos y medios de arbitrar los recursos indispensables para obras de tanta magnitud como las proyectadas, las que, según se dice, excederán de 10 millones de pesetas. Luz (|Ue no s e apaja.—Según leemos en la prensa de Londres, se ha descubierto una luz de 36 bujías, que no se apagará nunca. Haciendo experimentos fotográficos con ciertas substancias químicas, hace algunos años llamó la atención de Magrady, que es el nombre del inventor, una llama que apareció en un pequeño globo. La llama era producida por una substancia química, cuyo nombre se reserva el descubridor. Magrady aumentó el tamaño de la llama y perfeccionó la luz, colocándola en un recipiente herméticamente cerrado; El sostiene que mientras el recipiente no se rompa, la luz no 86 extinguirá. Se ha formado una Compañía para dedicarse á la preparación de luces de diferentes tamaños. La hulla.—La superficie de los yacimientos de hulla alcanza en China 232.500 millas cuadradas. En los Estados Unidos, 200.000, en Canadá, 65.000, en la India, 35.000, en la Nueva Gales del Sur, 24.000, en Rusia Europea, 20.000, en el Reino Unido, 12.000, en España, 5.500, en Japón, 5.000, en Francia, 2.500, en Austria Hungría, 1.800, en Alemania, 1,700, y en Bélgica, 500 millas cuadradas. En el mundo entero, el total es de 800.000 millas cuadradas. fusión de Sociedades.—Las Compañías de electricidad El Eibazábal de Erandio, y la Eléctrica de Guecho, de Algorta, han convocado á sus accionistas á Junta general extraordinaria para someter á su aprobación las bases de la fusión de ambas Empresas. Central eléctrica.—Se piensa montar una central en Washington con el fln de producir fuerza para el Capitolio. Su presupuesto asciende á la respetable cantidad de 1.500.000 dollars. Abril, y siguiendo después un Congreso telegráfico, otros de caminos de hierro, industria minera, etc. Concursos. ~Ha sido aprobado el proyecto y pliego de bases para la adquisición, por concurso de ocho grúas de pórtico para el servicio del muelle definitivo del puerto de Huelva, autorizándose á la referida Junta para la celebración del concurso. —El día 18 del actual mes de Noviembre, se procederá en ia Dirección de los caminos de hierro del Miño y Duero, del Estado portugués, y en la ciudad de Oporto, á un concurso público para adjudicar el suministro de un tablero metálico para el viaducto de San Lázaro, en la línea férrea del Valle do Tamega. Tarifas de ferrocarriles. -Bajo ¡a presidencia del subdirector genera! de Obras públicas, don Ricardo Serantes, se ha reunido el lunes último la ponencia de la Asamblea de ferrocarriles, que entiende en el transporte de ganados por las vías férreas, habiendo llegado á un acuerdo los señores Velasco, Morillo, Argente y Aicober, y redactando la fórmula el señor Núñez Arenas, secretario de la ponencia. Recompensa inesperada.—Dice un periódico: «La Exposición de San Luis ha sido tan pródiga en recompensas, que su prodigalidad ha asombrado á la vieja Europa. A una sociedad belga manufacturera le acaban de notificar oficialmente que el jurado de la Exposición le ha adjudicado una medalla de oro. Los miembros de esta sociedad ae han alegrado mucho de tan seilalada recompensa, tanto más cuanto que dicha sociedad no ha expuesto nada en aquel gran certamen.» iMonrioiA3 Parece ser que algunos Ingenieros Jefes de Obras púb icas entienden que pueden encargarse del servicio de estudios, prescindiendo de los Ingenieros subalternos, como asimismo adjudicarse servicios de conservación también con independencia de sus subordinados. Lo primero está prohibido, y lo segundo, por razones fáciles de comprender, se presta á murmuraciones de índole delicada. Sobre el particular llamamoa la atención del Sr. Requejo, por si cree conveniente poner correctivo al acaparamiento consabido. • ** En la vacante producida por fallecimiento del Sr. Farnié, ha sido nombrado Director gerente del ferrocarril hullero de Langreo, el Ingeniero belga D. Luis Canvilain, el cual ha tomado ya posesión de su cargo. * ** Como á pesar de las terminantes disposiciones dictadas en diferentes ocasiones, nuevamente se presentan conflictos por no suministrar la Compañía del Norte material suficiente para el transporte de carbón en Asturias, causando grave quebranto á los intereses mineros y á la clase obrera, ae ha dispuesto de Real orden que se haga presente á la referida Compañía el deber ineludible en que se halla de tener diapuesto el personal y material que lis necesidades del tráfico exijan, y que no se tolerarán, bajo ningún concepto, la repetición de estos conflictos, castigándolos, no solamente con las inultas señaladas en Jas leyes de ferrocarriles, sino con las severas medidas que las mismas autorizan en casos graves. * * * Se ha remitido al Ministerio de Instrucción pública, por ser de su competencia, una instancia del Alferezde Navio don Antonio Azaróla, pidiendo que en analogía con los cuerpos de Artillería é Ingenieros del Ejército y Armada, se les conceda el derecho de poder legalizar con su firma, proyectos referentes á instalaciones electro-mecánicas. * Exposición electrotécnica de Kieb.—Ei 12 de Mayo del * « poóximo año de 1906, se inaugurará dicha Exposición, dediSe ha dispuesto que las sesiones de la Conferencia ferrocada á todo lo relativo al empleo de la electricidad en la in- viaria, convocada por Real decreto de 7 ¿e Julio último y dustria, la agricultura y la medicina. con objeto de que las ponencias designadas emiSe ha acordado conceder franquicia de derechos de adua- suspendidas tieran sus dictámenes, se reanuden el día 20 del actual á la na á todos los productos extranjeros que se expongan, á hora y en el local que oportunamente se señalará. condición de que dichos productos sean reimportados á sus * países respectivos durante los tres meses siguientes al cierre La Gaceta de 5 del actual publica un Real decreto aprode la Exposición. percibir los arSe celebrarán varios Congresos científicos durante la Ex- bando las tarifas de honorarios que deberán de su profesión. posión, empezando el Congreso electrotécnico el día 2 de quitect<?s por los diferentes trabajos ** Sa ha remitido al Congreso para que en su oportunidad la I EL INGENIERO , ga presente la Comisión de presupuestos, una instancia '6 los Ingenieros de Caminos, Montes y Agrónomos que f''6stan servicios en Canarias, pidiendo que se aumente la J^ntidad que perciben en concepto de gratificación de residencia. » * ,Se dice que la Compañía La Unión y El Fénix Español, Piensa crear inmediatamente un Montepío á sus empleados, *' modo y manera que lo tiene establecido el Banco Hipote"srio de España. « *• Han quedado anuladas cuantas autorizaciones se hubieren "oncedido á los Ingenieros Jefes de los distritos mineros para nombrar con el carácter de temporero, personal auxi'lar que prestase su ayuda en los trabajos de campo y consecutivas operaciones de gabinete; cesando, por consecuencia, inmediatamente en el desempeño de su cometido todos los 'Ddividuos que en tales condiciones se encontrasen. En lo su'íeaivo,si las operaciones que hubieren de practicarse hiciesen Recesarlo, por cualquier causa, el empleo de personal extrajo al Cuerpo de Auxiliares facultativos de Minas, los Ingoolleros Jefes de los distritos mineros lo pondrán en conociliiento de la Dirección general de Agricultura, razonándola necesidad, designando la persona que juzguen ser nombrada y acreditando la idoneidad y suficiencia de la misma para el desempeño del cargo, á fln de que el expresado Centro direc 'ivo, apreciando las razones alegadas, conceda ó niegue la autorización, entendiéndose que ésta no servirá más que pa•"a cada uno de los casos concretos para que haya sido solio i'ada, y sin que, bajo ningún pretexto, pueda hacerse exten-. 8iva á ningún otro. «** En la Gacela del 1." está la Real orden y convocatoria para •as oposiciones á plazas de Ayudantes del servicio agrolómico. MOVIMIENTO D E PERSONAL 0BÍ=?ñ5 PUBLICAS INGENIEROS.—Traslados: D. Prudencio Gnadaifajara, de Canarias á Ciudad Real. —Supernumerario: D. Félix de Iturraga. AYUDANTES.—Supernumerario; D. Miguel Fernández García (Ingeniero aspirante). —Ascensos: á .fefe de Negociado de segunda clase, don í'rancisco Antonio Cibera; á Jefe de Negociado de tercera, D. Enrique Verdú; á Oficial primero, D. Santos Elias de los Cobos, y á Oficial feguiido, D. Francisco González Salvador. SOBRESTANTES. Supernumerarios: D. Natalio García de Cuervo y D. J a i m e Liado Porcel. — Traslados; D. Vicente Fernández Cheza, de Oviedo á Lugo en permuta con D. Germán Riesgo. MOhTES INGENIEROS.--Traslados: D. Enrique délas Cuevas,de Albacete á Ordenaciones de Jaén; don Adolfo Daldas de Torres, de la Inspección de Ordenaciones al distrito de Avila; don Fernando Rodríguez Torro , de Soria á la brigada de ordenaciones de la Escuela; don Eduardo Castellanos, de Ciudad Real á Canarias, y don Rogelio Rodríguez Olivera, electo para Teruel, á León. - H a sido nombrado profesor de Geometría Descriptiva, don Fernando Baró Zorrilla. —Ascensos: A Ingeniero jefe de 2.*, jefe de Administración de 4.", don Juan Manella. MiriAS INGENIEROS.—Traslados: D. Obdulio de la Viña, de Salamanca á Corufia; D. Miguel Aldecoa, D. Matías Ibran y D. Domingo González Reguera!, del Distrito de Oviedo á la Escuela de Capataces de Mieres, y D. Hilario Hervada, de Teruel á Salamanca. SERVICIO AGROnÓMICO AYUDANTKS.—Reingreso; D. Mariano Pardo Valiente, que ha sido destinado al Catastro. MILITARES INGENIEROS.—Ascensos: El empleo superior inmediato á los tenientes coroneles don Antonio Rius y Llosellas, don Ignacio Beyeus y Fernández de la Somera, don Ramón Alfaro V . Zarabozo y don Rafael Peralta y Maroto; comandantes, don Santos López-Pelegrín y Bordonada, don Antonio Mayandía 123 y Gómez, don José Padrós Cuzco y don Manuel Acebal Cueto; capitanes, don Luis Andrade y Roca, don Francisco Rojas y Rubio, don Arturo Sola y Bobea y don Valeriano Casanueva y Hovak; primeros tenientes, don Agustín Loscertales y Sopeña, don Alfonso Martínez Rizo, don Luis Sanzy Tena, don Pedro Sopranis y Arrióla y don José Rodríguez-Roda y Hacar. —Destinos; Comandante, don Venancio Fuster Recio, ayudante de órdenes del general Pérez Clemente. ARTILLEROS.—Ascensos: Empleo superior inmediato á los siguientes jefes y oficiales: Teniontes coroneles: D. Ignacio Aragonés y Urrios y don Francisco Rodríguez Liduefla. Comandantes; D. Enrique Herrero Ferrer, don Francisco PJanell y Massuet, don Luis Gómez y González Valdés, don José Morales Guerrero, don José Vela y Silva, don Franciscs Salavera y Salvador, don José Arellano y Arróspide y don Mariano de la Revilla y Cifré. Capitanes: D. Francisco Junquera y Domínguez, don Jaime Ozores y Prado, marqués de San Martín de Hombreiro, don León Lossantos y Cabrer, don Julio Vidal y Pozuelo, don Manuel de las Cagigas y Larrar, don Joaquín Seoane y Caño, don Vicente Trenor y Palavicino, don Gerardo Ballesteros y Montes, don Alfonso Bustamante y Casaflas, don Damián Ordufla y Martín, don Ignacio Mazeres Alted, don José Leguina y Piñal y don José Rivera y Atienza. Primeros tenientes: D. Lorenzo Várela y de la Cerda, don Francisco Español y Villasante, don Manuel Crespo y Coto, don Jorge Cabanyes y Mata, don Emilio Pérez y Gómez, don Rafael Méndez y Lejárcegui, don J u a n Ros y BatUe, don Arturo Díaz y Clemente, don Enrique Nevot y Sanz, don Ramón Rodríguez de la Encina, D. Salvador Olavijo y Bethentcourt, don Mariano Sirera y Verdeguer, don Gregorio Cordón y del Valle, don Miguel Rubio y las Heras, don Juan Miró y Camacho, don José Pérez y Martínez y don Federico Gil y Gardyne. —Bajas: Por inútil, el primer teniente doii Enrique Ginesta y Barba. —Residencia: Se autoriza para que la fije en Madrid al primer teniente don Félix Aguirre y Olózaga. —Supernumerario: Pasa á esta situación el capitán don José Muñoz y Morales. —Destinos: Tenientes coroneles, don Benito Tarazona Blanch, al parque regional de Valencia y don Enrique Herrero Ferrer al 7.° Depósito de reserva de Artillería; capitán don Macario García Díaz á reemplazo por enfermo. PUDUCACIOnES La seda artificial, por el Ingeniero de Artes y Manufacturas P. Willens, anotado y traducido al castellano por el doctor Rodríguez Navas. Forma parte de la Biblioteca Industrial y Agrícola, y estudia la celulosa y los nuevos procedimientos ideados por varios inventores para la elaboración de la seda artificial. Dado el porvenir de esta industria, interesa dicho libro á los agricultores, fabricantes. Ingenieros, industriales, etc. Está editado por la Casa Bailly-Bailliére é Hijos, en un tomo de 175 páginas, y acompaña una pequeña muestra de este producto. Se vende al precio de S pesetas en rústica y 3.60 encuadernada en tela. Las ondas eléctricas, por el profesor de Física de la Universidad de Pi/.a. A. Garbaso, traducido al castellano por el Ingeniero D. Eugenio Guallart. editado y publicado por la Casa Bailly-Bailliére é Hijos. En él ha i-euiiido t-l autor sus originales expei-iencia.s acerca de la luz considerada como fenómeno electromagnético. Forma un tomo de 290 páginas, profusamente ilustrado, y su texto está dividido en 15 lecciones, dando á conocer, no sólo el fruto de sus experiencias, sino los de cuantos insignes físicos se han ocupado do las ondas eléctricas. So vende al precio de 3 pesetas en rústica y 3,50 encuadernada en tela. CORRESPONDENCIA ADMINISTRATIVA Albacete,—]). E. A,—Anotada suscripción y Servido uúmeros. Toledo.—Sr, Corresponsal—Liquidado semestre corrieute. Barcelona.—D. R C. — Auotada suscripción v servido números, Barcelona.- 1). F. R.-- ídem, id., id. Málaga." Sr. Corresponsal.-Recibido importe de les recibos enviados en .Inlio, Córdoba. —I). \í, H. —Knviado números pedidos. Morón (Sevilla), - I). F, R . ídem id. IMPRENTA ALEMANA.- Espíritu Santo, 1S,-MAÜR11) DUSSELDORP-OBERBIIiK ^ ^ (ALEMANIA) ^ EBNST SCHIESS -¿A. ^ TfltLEKES DE CflHSTHUCCIOH / mmimtishierro y acsrú- -^ EXPOSICIÓN DUSSELDORF I 9 0 2 E ^=:;:^aí::?' MÁUUmS HERRÁMIENTiS La mayor recompensa úe toáas clases /tietoúas dimensiones MEDÜLLA DE ORO DEL ESTADO Presídenti pan trabajar del Jurado. los metales. 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