World Refugee Day 2015 – core poster stories – Spanish 1) HANY “Dejé mi casa debido a la guerra”. ̶ Hany, 21 años Estudiante Hermano Poeta “Hace dos años llegué a Líbano con mi familia debido a la guerra en mi país. Todo lo que pude traer conmigo de Siria fue mi diploma del colegio y recuerdos felices, amigos, buenos tiempos, nuestro cálido hogar, mi infancia y la escuela. “Extraño los viajes con amigos, a mi madre sonriéndome en las mañanas, mi amigo que solía esperarme durante 15 minutos para ir a la escuela juntos en Siria, escribir un poema nuevo e inclusive ¡ahorrar para comprar un libro! Traje conmigo recuerdos de mí mismo, como Hany, el chico lleno de sueños y ambiciones, las cuales estuve tan cerca de alcanzar antes de que fueran abruptamente destruidas por la guerra. “Si tan sólo pudieran ver lo que hay dentro de mi mente. Encontrarían a un escritor, redactando el quinto borrador de su pasado en un libro titulado ‘Esperanza’. Tal vez encontrarían una versión de mí bailando al son del tic-tac de un reloj, una tortura si están acostumbrados a la música de Fayrouz o Frank Sinatra. Encontrarían un tablero de ajedrez cuyas piezas murieron de aburrimiento. Ahí me encontrarían a mí”. Hany tiene 21 años y es un refugiado en el valle de la Bekaa en Líbano. Antes de la guerra Hany vivía el momento. Era un rapero, tocaba con una banda en la escuela y soñaba con ir a la universidad. En un distrito tranquilo de Homs, en la casa que su padre construyó, miraba al árbol frente a su habitación y escribía poemas. Su hermano Ashraf nació el día en que el conflicto en Siria inició: 15 de marzo de 2011. Sólo 20 días después, la violencia llegó a su barrio. Las bombas cayeron y las ventanas se estremecieron. “Durante un año y medio vivimos encerrados”, recuerda la madre de Hany. “Apretados en un cuarto, comíamos y dormíamos ahí”. Permanecieron allí hasta que el horror tocó a la familia: una tía, un tío y un primo fueron asesinados en sus hogares, degollados. Ese fue el punto de quiebre. Cuando la familia huyó, su casa fue saqueada y quemada. Hany sólo llevó una cosa consigo: su diploma y las calificaciones del colegio. “Estos documentos son mi vida, mi futuro. Dejé todo atrás en Siria, pero esto no”. Hany ha retomado la poesía para combatir la monotonía. “Lo hago para completar mis sentimientos”, dice. Refugiados. Personas normales que pasan por situaciones fuera de lo normal. ---- Info---La sangrienta guerra civil en Siria ha desplazado a casi la mitad de la población del país con más de 4 millones de refugiados registrados. Mientras las necesidades humanitarias aumentan cada vez más, la búsqueda de soluciones sigue siendo uno de los principales desafíos para el ACNUR. El ACNUR facilita el reasentamiento a terceros países de refugiados que han vivido por años en la inseguridad en situaciones de desplazamiento prolongadas, así como de refugiados en alto riesgo de protección. La familia de Hany tendrá la oportunidad de reconstruir su vida en un entorno seguro: pronto será reasentada a Canadá. 2) IBRAHIM “Estoy vivo gracias a mi hermana”. ̶ Ibrahim, 10 años Estudiante de inglés Hermano Jugador de fútbol “Mi madre está muy orgullosa de mí. Dice que he vuelto a sonreír, estoy jugando fútbol y asistiendo a la escuela. También tengo un mejor amigo. Voy todos los días a la escuela en el campamento. Me gusta aprender inglés y amo a mi profesora de inglés. Su nombre es Sheila. En clases cantamos y bailamos con nuestra profesora. Repetimos las palabras en inglés después de que ella las dice y contamos de cero a cien. A veces, hay muchos niños, más de 100 en una sola clase y es difícil concentrarse. Al terminar las clases juego fútbol con Larama, mi hermana mayor, y con Lucas, mi hermanito. Jugamos frente a nuestra tienda de campaña en el campamento y otros niños se nos unen para jugar”. Poco a poco, Ibrahim, de 10 años, está recuperándose de su calvario. Cuando su aldea en Nigeria fue atacada, los insurgentes asesinaron a su padre y golpearon a Ibrahim con un machete en la cabeza. Luego lo arrojaron en una fosa, dándolo por muerto. “Larama me salvó”, dice Ibrahim. “Ella descubrió dónde me habían enterrado los insurgentes”. Pasó cuatro meses y medio en el hospital. La familia vive ahora en el campamento de refugiados de Minawao, en Camerún. Abierto en julio de 2013, el campamento alberga a cerca de 33.000 refugiados nigerianos. Refugiados. Personas normales que viven situaciones fuera de lo normal. Comparte sus historias. ---- Info---Al menos 1,2 millones de personas han sido desplazadas en el noreste de Nigeria desde mayo de 2013. La violencia perpetrada por grupos insurgentes ha obligado a otras 192.000 personas a huir de sus hogares en busca de seguridad en los Estados vecinos. El ACNUR está identificando y registrando a los niños en edad escolar para ayudar a garantizar que las necesidades educativas sean satisfechas. Aunque la clase de Ibrahim está abarrotada, él es uno de los niños refugiados afortunados que tienen la oportunidad de asistir a clases. El panorama general de financiamiento para la operación en Nigeria es desalentador; actualmente se ha recibido menos del diez por ciento de los recursos necesarios. 3) KATIA Katia y su familia tuvieron que huir de la guerra en dos ocasiones Jardinera Madre Amante de la naturaleza “Sergei y yo crecimos aquí en Nikishino. Solíamos jugar en los campos y bosques. Usted debería ver el río en el verano. Sergei aprendió a pescar en ese río. Todo a su alrededor es tan pacífico. Tenemos tantos buenos recuerdos. Nosotros vamos a reconstruir nuestras vidas y nuestra comunidad. Sergei casi ha terminado de reparar el techo de nuestra casa y vamos a plantar un huerto. Los niños regresarán a la escuela y Sofía irá al jardín de infancia. Siempre había bailes y eventos en el centro comunitario y logramos salvar los libros de la biblioteca local. Regrese y verá: ¡la vida aquí será tan buena como antes!”. Katia y Sergei tienen 23 años y una hija, Sofía, de tres años. Tuvieron que huir dos veces de los enfrentamientos en los alrededores de la ciudad de Nikishino, en Ucrania. A pesar de ello, se consideran afortunados. La mayoría de los edificios están en ruinas, pero su casa quedó relativamente intacta. La pérdida que más lamentan es la de su álbum de fotos, robado junto a otras pertenencias cuando tuvieron que huir. Como muchos hombres en la región, Sergei es minero. Pero los enfrentamientos han provocado el cierre de casi todas las minas. Sergei es optimista y espera encontrar pronto trabajo en una mina. Mientras tanto, él y Katia están reparando su hogar. Refugiados. Personas normales que viven situaciones fuera de lo normal. Comparte sus historias. ---- Info---Más de 1 millón de personas han sido desplazadas dentro de Ucrania a causa del conflicto. Nikishino, un pueblo de 900 habitantes, quedó atrapado en los enfrentamientos en septiembre de 2014, y ahora prácticamente no queda nada en pie. El ACNUR asiste a los desplazados por la violencia en Ucrania con artículos domésticos de primera necesidad, como ropa, mantas y utensilios de cocina. En las zonas donde el retorno es posible, se han proporcionado materiales básicos para construcción. 4) NADER La familia de Nader escapó de los disparos de un francotirador. Saxofonista Padre Admirador de Mozart "Me enamoré de la música cuando tenía 15 años. Tocaba la batería, la trompeta y el trombón en la banda de la escuela, pero cuando descubrí el saxofón, no hubo vuelta atrás. He tocado profesionalmente durante 18 años. La música me ha ayudado en todo: a nivel moral, económico, e incluso en mi forma de ser. Me ayuda a alimentar el alma y ocupa un segundo lugar en mi vida, sólo por detrás de mi familia. Antes de que nos casáramos, intenté enseñar a mi esposa Rana a tocar la flauta, pero abandonamos la idea después de unas cuantas clases, pues a ella le hace más feliz escuchar. Cuando estaba embarazada, poníamos obras de Mozart para aficionar a nuestra hija Aya a la música, pero ahora ella prefiere a One Direction. He enseñado a todos mis hijos a tocar instrumentos musicales y soy un profesor estricto: Aya canta y toca el saxofón; a Maya y Ahmed les entusiasma cantar y bailar. En ocasiones especiales, tocamos todos juntos. Casi no nos hemos dado cuenta de que nuestras niñas iban creciendo. Sin embargo, Ahmed es hiperactivo y necesita a quince personas para vigilarlo. No podemos dejarlo solo o se metería en líos. Todo en casa está colocado lejos de su alcance. Las paredes están llenas de dibujos suyos. Cuando se pone travieso, suelo decir que ha salido a su madre, pero le agradezco mucho a Rana que haya criado a los niños de un modo que me hace sentir muy orgulloso”. Nader es un refugiado de tercera generación. Sus padres huyeron de Palestina cuando eran niños y creció en Damasco (Siria). En 2011, el conflicto obligó a esta familia a huir. Su hija Aya tenía diez años cuando oyó su primera explosión. “Grité y desperté a todo el mundo en nuestro edificio”, cuenta. "Cuando estábamos huyendo en el taxi de nuestro vecino, había francotiradores disparándonos. Encontramos el agujero de una bala en el maletero". La familia tuvo que desplazarse de un lugar a otro hasta que permanecer en Siria se tornó demasiado peligroso. En 2013, Nader se fue a Bangkok (Tailandia). Dos meses después, su mujer Rana y sus tres hijos se unieron a él; llevaban sólo dos maletas y un saxofón. La familia ha sido aceptada hace poco para ser reasentada en un país europeo y espera poder dejar atrás su legado como refugiada. “Una vez allí, quiero matricularme en una escuela, aprender el idioma e invitar a mis nuevos amigos a mi fiesta de cumpleaños”, afirma Aya. Refugiados. Personas normales que pasan por situaciones fuera de lo normal. Comparte sus historias. ---- Info---Al igual que Nader y su familia, más de la mitad de los refugiados que atiende el ACNUR vive en ciudades y no en campamentos. Los entornos urbanos presentan posibilidades para que los refugiados permanezcan en el anonimato, se ganen la vida, y construyan un futuro mejor. Pero también presentan peligros: los refugiados pueden ser vulnerables a la explotación, y puede ser que tengan que competir con los trabajadores locales más pobres para conseguir los peores trabajos. El ACNUR trabaja en municipios, asociaciones comunitarias locales y otras asociaciones para ayudar a atender a los refugiados en los pueblos y ciudades. 5) YADIRA “Era demasiado peligroso quedarse” ̶ Yadira, 15 años Patinadora Hija Miembro de equipo "Me puse unos patines por primera vez en Colombia. Tenía siete años y me los regaló mi hermana. Estaba muy nerviosa porque era como ir a un colegio nuevo donde no conoces a nadie, pero seguí intentándolo. Al principio practicaba en casa y me agarraba a cualquier cosa que me diera estabilidad, pero finalmente, mi hermana me sacó a la calle a patinar. Después empezamos a ir a una pista de patinaje todos los domingos. Una cosa llevó a la otra y me empezó a gustar. Mis padres me dieron un equipo de protección pero sin casco, así que al principio tuve que ponerme el mío de la moto. Todo el mundo me preguntaba qué estaba haciendo con ese casco, pero yo solo quería patinar. A veces me caía, pero no te puedes considerar un patinador si no te pasa eso. Cuando me caigo o me salen ampollas me duele, pero me levanto y sigo intentándolo; el dolor me ayuda a ser más fuerte para lograr mi objetivo. Cada vez que oigo cómo me animan mi madre y mis amigos, siento una energía renovada”. Yadira tiene 15 años. Ella y su familia huyeron de Colombia cuando un grupo armado amenazó con reclutar por la fuerza a sus hermanos y obligó a su madre a coser uniformes. Sin avisar a su familia ni a sus amigos, dejaron todo atrás y cruzaron la frontera hacia Venezuela. Después de un mes en el exilio, Yadira se enamoró del patinaje de velocidad. Ya ha participado en diferentes competiciones de patinaje por equipos y le encanta entrenar con carreras de relevos porque le ayuda a sentir la adrenalina y el espíritu de equipo. Su madre María y su padre Rafael son sus mejores fans y su mayor apoyo. Están tratando de comprarle una equipación deportiva básica con el poco dinero que tienen. Su padre construyó los primeros patines profesionales de Yadira ensamblando distintas partes de otros patines. "Mi sueño es participar en competiciones mundiales de patinaje de velocidad, porque así podré agradecer a mi familia todo lo que ha hecho por mí," dice Yadira. Refugiados. Personas normales que pasan por situaciones fuera de lo normal. Comparte sus historias. ---- Info---El conflicto en Colombia ha desarraigado a más de 5 millones de personas. Casi 200.000 colombianos como Yadira han encontrado protección en países vecinos. El ACNUR tiene como objetivo garantizar que todas las personas que solicitan asilo tengan acceso a procedimientos de asilo efectivos y justos gestionados por el gobierno. El ACNUR ayuda a los gobiernos a ampliar su capacidad de compromiso con la comunidad y aumentando la efectividad de los procesos nacionales de registro. 6) YAQUOB “No estábamos a salvo y tuvimos que huir”. ̶ Yaquob, 16 años. Cocinero Hermano Mentor "Cuando estábamos en Gazni, mis hermanos pequeños, Naeem y Yazdan, solían traerme el almuerzo a la escuela y todos nos sentábamos allí a comer. Ellos dos no iban al colegio porque son sordomudos de nacimiento, así que solían llevar a pastar nuestras ovejas por las montañas. Ahora estamos solos aquí, en Pakistán. Naeem, el segundo mayor, es el que cocina. Algún día se convertirá en un gran chef porque le encanta cocinar y lo hace muy bien. Incluso intenta enseñarme a hacer pan afgano. Todas las mañanas cocinamos tres panes para desayunar, uno hago uno y Naeem dos. Siempre se ríe de mí porque nunca me queda redondo. En vez de eso, le pedí que me enseñara a hacer biryani, que supongo que es más fácil que un pan redondo. Él ve todos los programas de cocina de la televisión y trata de hacer las recetas. No tenemos todos los ingredientes que se usan en la tele, por eso Naeem inventa sus propios platos. Creo que el cordero al curry con arroz blanco es su plato estrella, le queda delicioso. Mi sueño es inscribirlo en una escuela de cocina; él no necesita escuchar ni hablar, todo lo que le hace falta es observar, es muy inteligente. Aprende rápido. Puede que algún día, cuando tengamos una casa propia y suficiente dinero, podamos tener nuestro propio restaurante.” Muhammad Yaquob, de 16 años, Naeem, de 14 y Yazdan, de 11, nacieron en Afganistán. Su familia huyó a Pakistán en 2010 y se refugió en Quetta. En 2012, su padre emprendió un peligroso viaje en barco a Australia. Por desgracia, se ahogó junto con otras 94 personas al volcar su embarcación cerca de la Isla de Navidad. El caso de los chicos fue puesto en conocimiento de ACNUR, que los llevó a Islamabad. Allí es donde Naeem desarrolló su pasión por la cocina. Los tres hermanos están deseando que llegue el día en que sus sueños se hagan realidad. Refugiados. Personas normales que pasan por situaciones fuera de lo normal. Comparte sus historias. ---- Info---Pakistán acoge a casi 1,5 millones de refugiados afganos registrados –siendo la mayor población de refugiados en una situación prolongada a nivel mundial. Como refugiados huérfanos y además menores de edad, Yaquob y sus hermanos son extremadamente vulnerables a la explotación. El ACNUR les ha encontrado un alojamiento seguro y les ayudará a reasentarse en un tercer país para que puedan empezar una nueva vida en condiciones de seguridad. En 2014 el ACNUR ayudó a 2000 afganos a reasentarse en el extranjero.