preguntas de egipto para el global final de……………………………

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PREGUNTAS DE EGIPTO PARA EL GLOBAL FINAL DE……………………………EGIPTO
PREGUNTAS TEÓRICAS:
 ARQUITECTURA EGIPCIA: LA TUMBA Y EL TEMPLO.
 FORMAS Y CARACTERÍSTICAS DE LA ESCULTURA Y PINTURA EGIPICIA.
POSIBLES LÁMINAS:
(DESARROLLADAS Y CON IMAGEN)
 PIRÁMIDE ESCALONADA DE SÁKARA
UBICACIÓN
Decir lo que es: Pirámide escalonada de Sákara.
Lugar: Saqqara, próximo a Menfis.
Datación: Construida hacia el 2700 aC.
Autor: El sacerdote Imhotep es el primer autor cuyo nombre conocemos en la Historia del Arte.
Estilo: Se construyó durante el reinado del faraón de la III Dinastía, Zóser. Esta obra pertenecería, por
tanto, al período del Imperio Antiguo del arte egipcio.
ANÁLISIS FORMAL
Tipo de edificio y función: Monumento funerario.
Materiales usados: Está construida en piedra caliza.
Elementos arquitectónicos que se observan: Según datos oficiales, se trata de la primera pirámide
del Antiguo Egipto. Para construirla Imhotep superpuso seis mastabas, es decir, cada “peldaño” que
se aprecia sería una mastaba, siendo su altura de 60 metros. Los cuatro lados están orientados a los
cuatro puntos cardinales.
Esta obra está integrada en un gran complejo arquitectónico formado por dos patios y una segunda
tumba destinada a la estatua o doble del faraón, cuya finalidad era la de servir de soporte al Ka del
faraón en caso de que su cuerpo fuera destruido.
La pirámide en sí consiste en seis enormes mastabas, una encima de otra. Al principio fue concebida
como una mastaba, la forma de enterramiento habitual hasta el momento, hasta que finalmente y
de manera natural, fruto de la superposición de éstas, surgió la forma piramidal. La cámara funeraria
de Zoser está construida en granito y revestida con yeso y se halla en el centro de la pirámide, en el
fondo de un pozo de 28 metros de profundidad y siete de anchura. La pirámide se integra en un
complejo rodeado por una muralla con catorce puertas falsas y sólo una verdadera. Además de la
pirámide el complejo está integrado por un patio central y otro patio para la celebración del ritual de
regeneración de los poderes del faraón y edificios entre los que destacan dos templos funerarios, la
llamada Casa de Norte y casa del Sur (que simbolizan el Alto y Bajo Egipto) y el serdab, edificio
simbólico donde se guardaba la estatua o “doble” del faraón.
COMENTARIO
Introducción histórica: Para entender el arte egipcio hay que tener presente sus características
geográficas, las cuales marcaron durante miles de años la vida de esta civilización. Egipto es, como
dijo Herodoto, un don del Nilo. No existiría sin este río y sin su eterno ciclo. La vida de los egipcios
dependía de su regularidad, por lo que quien controlara y cuidara del río y quien les defendiera de
sus enemigos, tendría el poder absoluto. De ahí la importancia del faraón y los sacerdotes.
Así, la existencia del complejo funerario de Zoser nos demuestra por un lado el poder que llegaron a
alcanzar los faraones del Antiguo Egipto desde épocas bien tempranas, y por otro la capacidad de
organización social que se requería para realizar un trabajo de tal envergadura. Además, podemos
observar la preocupación creciente que existió entre los faraones para asegurarse la vida de
ultratumba y la cantidad de recursos en hombres, tiempo y dinero que destinaban a tal fin.
Características generales del arte egipcio: El arte egipcio está marcado, por tanto, por el aislamiento
a influencias del exterior,- Egipto está rodeado por el desierto,- y por su deseo de inmutabilidad:
querían que, como el ciclo del río, todo se mantuviera y nada variara…, por esto los elementos de su
arte se mantuvieron prácticamente inalterables durante tres mil años. (Sólo varió durante la
revolución religiosa de Amenofis IV y la última etapa, debido a la influencia de otras culturas)
En definitiva, el arte egipcio es ante todo la manifestación de las creencias y la forma de organización
política, económica y social de la civilización egipcia.
Características generales arquitectónicas del arte egipcio: La arquitectura egipcia,- como todo su
arte,- estaba al servicio de sus creencias religiosas y de las clases dominantes. Por tanto, sus
principales edificaciones serán los templos y las tumbas de sus faraones. Estas tumbas empiezan con
las mastabas, estructuras trapezoidales debajo de las cuales se situaban la cámara funeraria. Con la
pirámide escalonada de Zóser comienza la experimentación en esta forma de construcción que
alcanzará su mayor logro con las grandes pirámides del Valle de Gizeh. Sin embargo, tras el Imperio
Antiguo, estas construcciones funerarias fueron sustituidas por otras más sencillas, como los
hipogeos que se edificaron durante el Imperio Nuevo en el Valle de los Reyes.
Tanto las tumbas como los templos, muestran unas características comunes. Por un lado, está el
colosalismo, con el que pretendían destacar el poder de sus dioses y de la clase dirigente. Para ello
emplean grandes sillares regulares de caliza, arenisca o granito, dispuestos en seco (sin mortero). Se
buscan las formas geométricas puras: la línea recta es la dominante, por lo que nos encontramos con
una arquitectura adintelada, sin arcos ni bóvedas. Se prefiere el macizo (muro sin aberturas) al vano
(puertas y ventanas). Como soportes se emplean grandes pilares y columnas, cuyos capiteles a
menudo recuerdan a la naturaleza (papiriformes, lotiformes, palmiformes…)
Otros datos de interés: Dyeser (Zoser) fue el primer gobernador de la III Dinastía (2686-2613
a.C.) Tuvo a su cargo al arquitecto Imhotep, el primer arquitecto conocido en la historia del arte,
además de primer filósofo, primer médico…Imhotep fue conocido entre los griegos como El Gran
Sabio.
 2.- TEMPLOS DE ABU SIMBEL
UBICACIÓN
Decir lo que es: Templos de Abu Simbel.
Lugar: Abu Simbel (a unos 300 m. de Assuan)
Datación: Fue realizado durante el reinado de Ramsés II, faraón del Imperio Nuevo perteneciente a la
XIX dinastía. El templo fue realizado, por tanto, en el siglo XIII a.C. (1284-1264)
Autor: Desconocido.
Estilo: Arquitectura egipcia del Imperio Nuevo.
ANÁLISIS FORMAL
Tipo de edificio y función: Templo; función religiosa y conmemorativa.
Materiales usados: Roca tallada en sillares.
Elementos arquitectónicos que se observan: El complejo arquitectónico de Abu Simbel consta de dos
templos excavados en la roca, también llamados speos. El templo mayor estaba dedicado al propio
faraón como deidad, pero también a los tres grandes dioses del antiguo Egipto, cuya presencia no
hacía sino reforzar la importancia de la divinidad real: Amón, Ra y Ptah. El templo menor a su vez lo
estaba a la diosa Hathor, personificada en este caso en la reina Nefertari.
Arquitectónicamente Abu Simbel responde a los hábitos constructivos egipcios, marcados siempre y
especialmente en época de Ramsés, por el gigantismo y el exceso en los cánones constructivos y las
decoraciones anexas.
Así, el templo principal muestra una formidable fachada, construida en talud, lo mismo que si se
tratara de un gran pilono de entrada a un templo tradicional. Sobre la fachada se sitúan las cuatro
esculturas colosales de los Ramésidas, así conocidas por ser todas ellas representación del faraón.
Al interior, el templo mayor se abría, como era preceptivo, a una sala hipóstila decorada con dos filas
de ocho pilares, que contaban con efigies adosadas del faraón representado como Osiris. A
continuación el pasillo se estrechaba y el techo descendía en altura, lo que también era habitual en
los demás templos, dando lugar a la llamada segunda sala hipóstila, hasta desembocar finalmente en
el santuario, colocado al fondo del templo. Es aquí donde se situaba otra estatua del faraón en
posición sedente, acompañado en este caso de las de los dioses Ra, Ptah y Amón.
El templo, de por sí curioso y excepcional, contaba con una singularidad más que vuelve a demostrar
la pericia constructiva de los arquitectos egipcios. La orientación del templo y su impecable precisión
constructiva hacía posible que precisamente en dos fechas únicas del año, el 20 de febrero y el 20 de
octubre, justo dos meses antes y justo dos meses después del solsticio de invierno, el primer rayo de
sol de la mañana penetrara por la única entrada del hipogeo y alcanzara plenamente las efigies del
faraón y de los dioses solares, no así la del dios Ptah que quedaba en penumbra, pues era
considerado el dios de la oscuridad.
En cuanto al templo menor, también es un speos que cuenta con seis estatuas en la fachada, cuatro
de ellas están dedicadas también al faraón, y las otras dos a Nefertari. En este caso todas están de
pie y todas son de la misma altura, algo poco frecuente por romper la norma de utilizar cánones de
proporcionalidad distinta entre el faraón y sus súbditos, entre los que desde luego se incluye la reina.
La estructura interna es similar a la del templo mayor: en la sala hipóstila se levantan columnas con la
efigie de la diosa Hathor; a continuación, en una capilla lateral antesala del santuario, aparecen
representaciones pintadas de los reyes en actitudes devocionales; y finalmente en el santuario,
situado también al fondo, vuelve a situarse otra estatua de la diosa Hathor.
COMENTARIO
Introducción histórica: Para entender el arte egipcio hay que tener presente sus características
geográficas, las cuales marcaron durante miles de años la vida de esta civilización. Egipto es, como
dijo Herodoto, un don del Nilo. No existiría sin este río y sin su eterno ciclo. La vida de los egipcios
dependía de su regularidad, por lo que quien controlara y cuidara del río y quien les defendiera de
sus enemigos, tendría el poder absoluto. De ahí la importancia del faraón y los sacerdotes. El
aumento de poder de estos últimos se ve reflejado en la mayor importancia que cobran en el Imperio
Nuevo los templos.
Características generales del arte egipcio: El arte egipcio está marcado, por tanto, por el aislamiento
a influencias del exterior,- Egipto está rodeado por el desierto,- y por su deseo de inmutabilidad:
querían que, como el ciclo del río, todo se mantuviera y nada variara…, por esto los elementos de su
arte se mantuvieron prácticamente inalterables durante tres mil años. (Sólo varió durante la
revolución religiosa de Amenofis IV y la última etapa, debido a la influencia de otras culturas)
En definitiva, el arte egipcio es ante todo la manifestación de las creencias y la forma de organización
política, económica y social de la civilización egipcia.
Características generales arquitectónicas del arte egipcio: La arquitectura egipcia,- como todo su
arte,- estaba al servicio de sus creencias religiosas y de las clases dominantes. Por tanto, sus
principales edificaciones serán los templos y las tumbas de sus faraones. Estas tumbas empiezan con
las mastabas, estructuras trapezoidales debajo de las cuales se situaban la cámara funeraria. Con la
pirámide escalonada de Zóser comienza la experimentación en esta forma de construcción que
alcanzará su mayor logro con las grandes pirámides del Valle de Gizeh. Sin embargo, tras el Imperio
Antiguo, estas construcciones funerarias fueron sustituidas por otras más sencillas como los hipogeos
que se construyeron durante el Imperio Nuevo en el Valle de los Reyes.
Los templos en Egipto cobran importancia especialmente a partir del Imperio Nuevo, destacando por
sus dimensiones y la importancia religiosa que alcanzaron los de Karnak y Luxor, ambos en el entorno
del centro espiritual de la ciudad de Tebas. No obstante habrá una variante singular en la
construcción del templo egipcio, que es precisamente la que hoy estudiamos en el entorno
arqueológico de Abu Simbel, y que corresponde a los speos, es decir templos excavados en la roca.
Toma por tanto la tradición constructiva de los hipogeos, que como monumento funerario sabemos
que ocupa los enterramientos reales de los Imperios Medio y Nuevo.
Tanto las tumbas como los templos, muestran unas características comunes. Por un lado, está el
colosalismo, con el que pretendían destacar el poder de sus dioses y de la clase dirigente. Para ello
emplean grandes sillares regulares de caliza, arenisca o granito, dispuestos en seco (sin mortero). Se
buscan las formas geométricas puras: la línea recta es la dominante, por lo que nos encontramos con
una arquitectura adintelada, sin arcos ni bóvedas. Se prefiere el macizo (muro sin aberturas) al vano
(puertas y ventanas). Como soportes se emplean grandes pilares y columnas, cuyos capiteles a
menudo recuerdan a la naturaleza (papiriformes, lotiformes, palmiformes…)
Otros datos de interés: Al parecer, los templos de Abu Simbel son consecuencia directa del júbilo que
provoca en la corte y desde luego en el propio rey, la victoria en la batalla de Kadesh contra los
hititas, que los alejó de Egipto y permitió la extensión del dominio egipcio más allá del Sinaí, lo que
resultó un hito en un país limitado tradicionalmente a sus fronteras naturales.
Su asentamiento, tan extraño por situarse tan al sur del país y tan alejado de los centros religiosos
tebanos, buscaba la propaganda política y religiosa egipcia frente a las fronteras nubias, así como la
expansión de la religión egipcia hacia el sur.
Actualmente, también ha sido protagonista del ingenio técnico humano.
Amenazados los templos de Abu Simbel por la construcción de la presa de Assuán a mediados del
siglo pasado, que los inundaría sin remedio, se procedió a desmontarlos, y reconstruirlos pieza a
pieza en otro asentamiento libre de las aguas de la presa. Quedaron así asentados doscientos metros
al interior de su emplazamiento original, pero respetando perfectamente su orientación, de tal modo
que se sigue produciendo el mismo fenómeno solar que antes hemos explicado, aunque al parecer
con un día de retraso respecto al original.
 LA TRIADA DE MIKERINOS.
UBICACIÓN
Decir lo que es: Triada de Mikerinos.
Lugar: Museo de El Cairo
Datación: Pertenece a la IV dinastía: reinado de Mykerinos
Autor: Desconocido.
Estilo: Escultura egipcia del Imperio Antiguo.
(2514-2486).
ANÁLISIS FORMAL
Tipo de escultura y función: Altorrelieve escultórico ( 92 cm. De altura). Función religiosa: el faraón
protector. También posiblemente funeraria.
Materiales usados: Estela de piedra realizada en pizarra oscura.
Explicar lo que representa y características del estilo: En esta obra vemos representadas tres figuras
humanas (de ahí la denominación de triada), dos femeninas en los extremos y una masculina en el
centro Las tres figuras aparecen yuxtapuestas, una junto a la otra, sin establecerse relación ni
comunicación alguna entre ellas, tan sólo la del centro agarra de la mano a la que está situada a su
derecha, gesto en el que hay que ver la protección que ejerce la diosa sobre el faraón o el
establecimiento de una relación entre iguales. Podemos identificar las tres figuras gracias a los
símbolos que llevan. Así la figura femenina situada a nuestra izquierda representa a la diosa Hathor,
la cual podemos reconocer por los cuernos (su animal identificativo era la vaca) y el disco solar entre
las astas; la figura del faraón lleva los signos identificativos de su poder tales como la tiara alta
correspondiente al Alto Egipto y la barba postiza; la figura femenina situada a nuestra derecha
podemos identificarla por el símbolo situado sobre su cabeza como la representación femenina de
un nomo (cada una de las provincias en las que se dividía Egipto), concretamente del nomo de
Kinópolis.
La temática de esta obra es religiosa mostrando al faraón como un dios en compañía de sus iguales y
recibiendo el gesto protectores, a través de las manos que se tocan, de la diosa Hathor.
Posiblemente tuviera una finalidad funeraria pues esta obra, que forma parte de un conjunto
formado por cuarenta y ochos triadas (una por cada nomo), debería de servir de soporte al Ka del
faraón en el caso de que su cuerpo quedara deterirado o se perdiera. Hay que ver además una
finalidad política en mostrar al faraón como una divinidad más.
Las figuras femeninas aparecen vestidas, aunque su fina túnica deja entrever las formas anatómicas
recurriendo el escultor a la denominada técnica de los paños mojados. En cambio el faraón aparece
semidesnudo, tan sólo vestido con un faldellín. Destaca también el deseo de geometrizar la figura
humana y el aspecto macizo de las figuras, de bloque, con los puños cerrados pegados al cuerpo y su
hieratismo, tan sólo roto por la posición adelantada de la pierna del faraón y de la diosa Hathor en un
intento de simular un ligero movimiento de avance. Estas características, junto a la simetría, la
frontalidad y la inexpresión de sus rostros, le dan un carácter intemporal y de eternidad que son
características comunes a la estatuaria egipcia a lo largo de sus tres mil años de historia
COMENTARIO
Introducción histórica: Para entender el arte egipcio hay que tener presente sus características
geográficas, las cuales marcaron durante miles de años la vida de esta civilización. Egipto es, como
dijo Herodoto, un don del Nilo. No existiría sin este río y sin su eterno ciclo. La vida de los egipcios
dependía de su regularidad, por lo que quien controlara y cuidara del río y quien les defendiera de
sus enemigos, tendría el poder absoluto. De ahí la importancia del faraón y los sacerdotes. El
aumento de poder de estos últimos se ve reflejado en la mayor importancia que cobran en el Imperio
Nuevo los templos.
Características generales del arte egipcio: El arte egipcio está marcado, por tanto, por el aislamiento
a influencias del exterior,- Egipto está rodeado por el desierto,- y por su deseo de inmutabilidad:
querían que, como el ciclo del río, todo se mantuviera y nada variara…, por esto los elementos de su
arte se mantuvieron prácticamente inalterables durante tres mil años. (Sólo varió durante la
revolución religiosa de Amenofis IV y la última etapa, debido a la influencia de otras culturas)
En definitiva, el arte egipcio es ante todo la manifestación de las creencias y la forma de organización
política, económica y social de la civilización egipcia.
Características generales de la escultura: Los egipcios buscaron un canon de belleza ideal para
representar el cuerpo humano. En este aspecto, fueron antecesores del arte griego. Para lograr esta
belleza ideal, sintetizaron tres conceptos: la armonía de las proporciones, la ley de la frontalidad y la
visión rectilínea (esta última sólo se da en la pintura y en el relieve). Estos fundamentos se
consideraban de origen divino.
Para lograr armonía en las proporciones siguieron un orden matemático. Eligieron el puño como
módulo regulador y en base a él dieron medidas a sus representaciones: la longitud perfecta del
individuo constaba de 18 puños distribuidos de la siguiente manera: 2 para el rostro, 10 desde los
hombros hasta la altura de las rodillas y los 6 restantes para las piernas y los pies.
La ley de la frontalidad consistía en representar recta la línea de los hombros y las caderas. Ello
permitía dividir verticalmente la figura en dos mitades que se solapaban sin desviarse del eje central.
Las figuras así concebidas, estaban hechas para ser vistas desde un solo punto de vista: frente a ellas.
Ejemplos que destacan son la esfinge de Gizeh,- que representa a Kefrén metamorfoseado en león,la estatua sedente de Mykerinos, el doble retrato de los príncipes Rahotep y Nofret y, por supuesto,
este ejemplo que estamos analizando. También destacan las estatuas de los eclesiásticos y
funcionarios: el sacerdote lector Kaaper,- conocido como el Alcalde del pueblo,- y los escribas
sentados de los museos de el Cairo y el Louvre.
Para finalizar, destacar que la finalidad principal de la escultura egipcia era funeraria, ya que estas
esculturas estaban destinadas a convertirse en santuarios del alma, que quedaba sin hogar después
de que el cuerpo muriera.
En resumen, Esta obra nos muestra las características de la escultura egipcia; características que
habrían de permanecer casi sin variaciones durante tres mil años,- a excepción de la herejía de
Amenofis IV,- y que dan al arte egipcio ese carácter de eternidad tan peculiar. Dicho arte influyó
notablemente en otras civilizaciones, como la escultura griega que en su fase inicial o arcaica
comparte muchos de los rasgos de la estatuaria egipcia aunque, a diferencia de aquella, evolucionará
rápidamente hacia otros derroteros artísticos marcados por el naturalismo, la expresión y el
movimiento.
 BUSTO DE NEFERTITI
UBICACIÓN
Decir lo que es: Busto de Nefertiti.
Lugar: Encontrada en el taller del escultor Tutmés, en Tell el-Amarna. Actualmente se halla en el
Staatliche Museen de Berlín.
Datación: Realizada durante el gobierno de Amenofis IV (1365 – 1349 a.C.), durante el Imperio
Nuevo.
Autor: Tutmés.
Estilo: Escultura egipcia del período de Tell el-Amarna.
ANÁLISIS FORMAL
Tipo de escultura : Escultura exenta. Se trata de un busto que llega apenas hasta el arranque de los
hombros.
Materiales usados: Hecha en piedra caliza policromada. La técnica que empleaban para este tipo de
esculturas consistía en esculpir las piezas a partir de bloques cúbicos, donde previamente se
diseñaba el frente y el perfil,y utilizaban el cincel como herramienta principal.
Explicar lo que representa: Representa a Nefertiti, mujer de Amenofis IV.
Características del estilo que se observan en ella: En este busto se pueden seguir algunas de las
características principales de la escultura egipicia, como son la ley de la frontalidad y la visión
rectilínea: está hecha con la intención de ser vista principalmente desde su parte frontal y las líneas
verticales que dominan su rostro y cuello y la línea recta que marca el arranque de sus hombros nos
dan esa visión rectilínea ya nombrada.
Pero esta obra se realizó durante una época muy especial para la historia y el arte egipcio: la herejía
de Amenofis IV. Este hecho va a dar al arte de aquellos momentos unas características especiales.
Para empezar, destaca su realismo. Mirando este rostro singular, se puede apreciar los hermosos
rasgos de una mujer retratada en el mismo instante de su plenitud física: un esbeltísimo cuello en el
que el autor se ha detenido en trazar con delicadeza los tendones que enmarcan la garganta y un
rostro también alargado y cercano a la perfección, con los pómulos y el mentón bien pronunciados.
Nefertiti muestra unos labios carnosos pintados de carmín, que parecen acusar una levísima
sonrisa, mientras su mirada se dirige al infinito desde sus ojos almendrados, enmarcados por unas
cejas bien definidas y unas largas pestañas. Ni siquiera el hecho de que falte en la escultura (tal vez
desde siempre) la pupila del ojo izquierdo consigue restar profundidad a esa mirada que resulta
hiératica y altiva, por una parte, y un tanto melancólica, por otra. Por lo demás, la justa proporción
de la nariz termina por dar verosimilitud al retrato, componiendo una obra en la que se aúnan las
características más relevantes de la escultura egipcia tradicional con algunas de las novedades del
periodo amarniense, más cercanas a un cierto realismo en la representación.
Destaca su elevada corona pintada en azul sobre una banda amarilla que simula el oro. En ella, otra
estrecha banda horizontal policromada recorre toda la superficie, segmentada en colores azul, rojo,
verde y amarillo, mientras sobre la frente se traza un prótomos de uraeus, la cobra protectora del
faraón y su esposa, con la que únicamente ellos eran retratados. También van policromados los
motivos del collar que adorna su pecho, algunos de los cuales esquematizan hojas de sauce.
Esta obra fue hallada in situ en el taller del escultor real Tutmés, en la misma ciudad de Amarna. Al
parecer, el hundimiento del edificio ayudó a conservar la pieza (realizada en piedra caliza con un
primer rostro sobre el que se superpuso una capa de revestimiento de yeso para darle la apariencia
definitiva) sin causarle más daños que leves deterioros en los laterales y facilitando, a su vez, la
conservación de su policromía, que no ha experimentado desde entonces restauración alguna. La
escultura, prácticamente de tamaño natural, alcanza los 48 cms. de altura y muestra toda su
superficie pintada, empleándose un rojo apagado para representar el color de la piel y un tono más
oscuro en los labios, buscando proporcionar a la reina una apariencia de naturalidad únicamente rota
con el brusco corte de los hombros.
COMENTARIO
Introducción histórica: Para entender el arte egipcio hay que tener presente sus características
geográficas, las cuales marcaron durante miles de años la vida de esta civilización. Egipto es, como
dijo Herodoto, un don del Nilo. No existiría sin este río y sin su eterno ciclo. La vida de los egipcios
dependía de su regularidad, por lo que quien controlara y cuidara del río y quien les defendiera de
sus enemigos, tendría el poder absoluto. De ahí la importancia del faraón y los sacerdotes. Durante el
Imperio Nuevo, el poder sacerdotal fue en ascenso, por lo que el faraón Amenofis IV (1365 – 1349
a.C.) se reveló contra la casta sacerdotal y encabezó una herejía. Se cambió su nombre y pasó a ser
Akenatón, incluso se atrevió a cambiar las representaciones humanas, que habían permanecido
inalterables a lo largo de los siglos. Así, las figuras se hacen más alargadas, más naturalistas, más
humanas. El faraón se atreve a representarse mostrando su edad, tanto en su rostro como en su
cuerpo. Destacan de esta época ,- aparte del busto que estamos analizando,- el relieve de Akenatón,
Nefertiti y sus hijas. El yerno de Akenatón,- Tutankatón,- no tuvo la fortaleza para mantener esta
postura y volvió a la religión tradicional, cambiando su nombre por Tutankamón.
Características generales del arte egipcio: El arte egipcio está marcado, por tanto, por el aislamiento
a influencias del exterior,- Egipto está rodeado por el desierto,- y por su deseo de inmutabilidad:
querían que, como el ciclo del río, todo se mantuviera y nada variara…, por esto los elementos de su
arte se mantuvieron prácticamente inalterables durante tres mil años. Sólo varió durante esta herejía
de Amenofis IV, como ya se ha mencionado.
En definitiva, el arte egipcio es ante todo la manifestación de las creencias y la forma de organización
política, económica y social de la civilización egipcia.
Características generales de la escultura: La finalidad principal de la escultura egipcia era funeraria,
ya que estas esculturas estaban destinadas a convertirse en santuarios del alma, que quedaba sin
hogar después de que el cuerpo muriera.
Los egipcios buscaron un canon de belleza ideal para representar el cuerpo humano. En este
aspecto, fueron antecesores del arte griego. Para lograr esta belleza ideal, sintetizaron tres
conceptos: la armonía de las proporciones, la ley de la frontalidad y la visión rectilínea (esta última
sólo se da en la pintura y en el relieve). Estos fundamentos se consideraban de origen divino.
Para lograr armonía en las proporciones siguieron un orden matemático. Eligieron el puño como
módulo regulador y en base a él dieron medidas a sus representaciones: la longitud perfecta del
individuo constaba de 18 puños distribuidos de la siguiente manera: 2 para el rostro, 10 desde los
hombros hasta la altura de las rodillas y los 6 restantes para las piernas y los pies.
La ley de la frontalidad consistía en representar recta la línea de los hombros y las caderas. Ello
permitía dividir verticalmente la figura en dos mitades que se solapaban sin desviarse del eje central.
Las figuras así concebidas, estaban hechas para ser vistas desde un solo punto de vista: frente a ellas.
Ejemplos que destacan son la esfinge de Gizeh,- que representa a Kefrén metamorfoseado en león,la triada de Mykerinos o la estatua sedente de este faraón, el doble retrato de los príncipes Rahotep
y Nofret. También destacan las estatuas de los eclesiásticos y funcionarios: el sacerdote lector
Kaaper,- conocido como el Alcalde del pueblo,- y los escribas sentados de los museos de el Cairo y el
Louvre.
Amenofis IV, acompañado y apoyado por su esposa Nefertiti, alteraron este orden y crearon una
nueva concepción de la representación de la figura humana que podemos seguir en la contemplación
de este busto.
Otros datos de interés: Una opinión bastante extendida afirma que el hecho de que esta obra se
encontrase en el propio taller del escultor regio no se debe a que se encontrase en proceso de
elaboración, sino a que debería servir como modelo para otras esculturas de la real dama, lo
que haría innecesario rematar el trabajo en el ojo izquierdo. Puede ser, pero cuesta trabajo creer
que una obra de esta categoría fuese concebida para quedar relegada a la única contemplación de
unos cuantos aprendices de escultor en un taller del antiguo Egipto. Lo que no se puede dudar es que
esta obra hace honor sobrado a uno de los nombres de la reina: la bella ha llegado.
 ESCRIBA SENTADO (MUSEO DEL LOUVRE)
UBICACIÓN
Decir lo que es: El escriba sentado.
Lugar: Museo del Louvre. La escultura fue hallada en las excavaciones cercanas al Serapeum de
Saqqara (Egipto).
Datación: 2600-2500 a.C. IV Dinastía. (Otras dataciones atribuyen la escultura a la V Dinastía, entre
2480 y 2350 a.C.). Restaurada en 1998.
Autor: Desconocido.
Estilo: Escultura egipcia del Imperio Antiguo. (IV-V Dinastías).
ANÁLISIS FORMAL
Tipo de escultura : Escultura exente que representa a una figura sedente. Mide 53 cm de altura, 44
de anchura y 33 de fondo. La altura de la estatua resulta casi equivalente a un codo egipcio, medida
habitual de longitud en la época faraónica.
Materiales usados: Obra realizada mediante talla sobre piedra caliza, luego policromada. Se ha
empleado un tono ocre rojizo para representar las partes desnudas del personaje, color negro para el
cabello y las cejas y color blanco para el faldellín. Posteriormente se añadieron a la figura diversas
incrustaciones para representar los ojos (cristal de roca) y los pezones (madera).
Explicar lo que representa: La estatua nos representa a un escriba en la típica posición de trabajo:
sentado, pero con el torso erguido y con las piernas cruzadas, lo que confiere a la figura una forma
aproximadamente triangular. El escriba va vestido únicamente con un faldellín de color blanco que
deja ver las rodillas. No lleva calzado. Sobre la falda aparece un rollo de papiro parcialmente
desenrollado, sostenido con la mano izquierda. La derecha debía sujetar originariamente un utensilio
para escribir (quizás un cálamo), hoy perdido.
El personaje, de mediana edad, está apoyado sobre una base semicircular del mismo material
y muestra las características de un trabajo sedentario en su cuerpo, en los pliegues del tórax (del que
están ligeramente separados ambos brazos), en la anchura de sus caderas y en su escasa
musculatura. Son claramente perceptibles las clavículas. El autor ha mostrado gran atención en la
talla de las manos, en las que se muestran con detalle hasta las uñas. Por su parte, de los pies sólo
resulta visible el derecho, del que únicamente podemos contemplar tres dedos.
Pero, sin duda alguna, destaca sobremanera en esta figura el detalle en el trabajo del rostro, al que
contribuyen la policromía y la vivacidad de su mirada, conseguida con fragmentos de cristal de roca
muy pulimentados. Unas grandes orejas, labios finos y nariz proporcionada completan el conjunto de
este rostro singular que acusa la tensión de quien está atento a escribir al dictado de otra persona.
Características del estilo que se observan en ella: Toda la obra manifiesta los rasgos característicos de
la escultura egipcia clásica: una frontalidad patente (la parte posterior está mucho menos trabajada),
sólo rota por la diferente posición de ambas manos; elevados rasgos de rigidez y acusado hieratismo.
COMENTARIO
Introducción histórica: Para entender el arte egipcio hay que tener presente sus características
geográficas, las cuales marcaron durante miles de años la vida de esta civilización. Egipto es, como
dijo Herodoto, un don del Nilo. No existiría sin este río y sin su eterno ciclo. La vida de los egipcios
dependía de su regularidad, por lo que quien controlara y cuidara del río y quien les defendiera de
sus enemigos, tendría el poder absoluto. De ahí la importancia del faraón y los sacerdotes.
El hecho de que se hicieran estas esculturas de escribas nos demuestran también la importancia que
estos tuvieron en la sociedad egipcia.
Características generales del arte egipcio: El arte egipcio está marcado, por tanto, por el aislamiento
a influencias del exterior,- Egipto está rodeado por el desierto,- y por su deseo de inmutabilidad:
querían que, como el ciclo del río, todo se mantuviera y nada variara…, por esto los elementos de su
arte se mantuvieron prácticamente inalterables durante tres mil años. (Sólo varió durante la
revolución religiosa de Amenofis IV y la última etapa, debido a la influencia de otras culturas)
En definitiva, el arte egipcio es ante todo la manifestación de las creencias y la forma de organización
política, económica y social de la civilización egipcia.
Características generales del apartado al que pertenece (escultura): Los egipcios buscaron un canon
de belleza ideal para representar el cuerpo humano. En este aspecto, fueron antecesores del arte
griego. Para lograr esta belleza ideal, sintetizaron tres conceptos: la armonía de las proporciones, la
ley de la frontalidad y la visión rectilínea (esta última sólo se da en la pintura y en el relieve). Estos
fundamentos se consideraban de origen divino.
Para lograr armonía en las proporciones siguieron un orden matemático. Eligieron el puño como
módulo regulador y en base a él dieron medidas a sus representaciones: la longitud perfecta del
individuo constaba de 18 puños distribuidos de la siguiente manera: 2 para el rostro, 10 desde los
hombros hasta la altura de las rodillas y los 6 restantes para las piernas y los pies.
La ley de la frontalidad consistía en representar recta la línea de los hombros y las caderas. Ello
permitía dividir verticalmente la figura en dos mitades que se solapaban sin desviarse del eje central.
Las figuras así concebidas, estaban hechas para ser vistas desde un solo punto de vista: frente a ellas.
Ejemplos que destacan son la esfinge de Gizeh,- que representa a Kefrén metamorfoseado en león,la estatua sedente de este faraón, la triada de Mykerinos y el doble retrato de los príncipes Rahotep
y Nofret. También destacan las estatuas de los eclesiásticos y funcionarios: el sacerdote lector
Kaaper,- conocido como el Alcalde del pueblo,- y los Escribas sentados de los museos de el Cairo y el
Louvre.
Para finalizar, destacar que la finalidad principal de la escultura egipcia era funeraria, ya que estas
esculturas estaban destinadas a convertirse en santuarios del alma, que quedaba sin hogar después
de que el cuerpo muriera.
Otros ejemplos / Otros datos de interés: No se conoce ningún dato de la figura representada, aunque
algunos egiptólogos han especulado con la posibilidad de que pudiera tratarse de un personaje
importante de la IV Dinastía e incluso, quizás, de un miembro de la familia real. En todo caso, es
evidente la importancia de los escribas en la administración faraónica, lo que justifica (como ocurre
en este caso) su representación escultórica.
Se conocen otras varias esculturas que representan escribas sentados, siendo la más destacada entre
éstas la conservada en el Museo de El Cairo, realizada sobre granito y asignada a la época de la V
Dinastía.
Escriba sentado de El Cairo (2480-2350 a.C.aprox.)
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