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Roj: STSJ MAD 10838/2011
Id Cendoj: 28079330022011101325
Órgano: Tribunal Superior de Justicia. Sala de lo Contencioso
Sede: Madrid
Sección: 2
Nº de Recurso: 109/2008
Nº de Resolución: 1339/2011
Procedimiento: PROCEDIMIENTO ORDINARIO
Ponente: JOSE DANIEL SANZ HEREDERO
Tipo de Resolución: Sentencia
T.S.J.MADRID CON/AD SEC.2
MADRID
SENTENCIA: 01339/2011
RECURSO 109/2008
SENTENCIA NÚMERO 1339
TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE MADRID
SALA DE LO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO
SECCION SEGUNDA
----Ilustrísimos señores :
Presidente.
D. Juan Francisco López de Hontanar Sánchez
Magistrados:
D. José Daniel Sanz Heredero
Dª. Elvira Adoración Rodríguez Martí
D. Miguel Ángel García Alonso
D. Francisco Bosch Barber
------------------En la Villa de Madrid, a quince de septiembre de dos mil once.
Vistos por la Sala, constituida por los Señores del margen, de este Tribunal Superior de Justicia,
los autos del recurso contencioso-administrativo número 109/2008, interpuesto por la mercantil STORK
TOWNSEND, representada por el Procurador D. Oscar García Cortés, contra la resolución dictada el 15 de
octubre de 2007 de la Oficina Española de Patentes y Marcas, por la que se desestimaba el recurso de alzada
interpuesto contra la resolución dictada el 21 de febrero de 2007, por la que se denegaba el restablecimiento
de derechos relativo a la patente europea 98.964.727 " FORMULACIÓN DE SALMUERA PARA SALAR
RISTRAS DE SALCHICHAS EXTRUIDAS" . Ha sido parte demandada la OFICINA ESPAÑOLA DE
PATENTES Y MARCAS, representada por el Abogado del Estado.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Que previos los oportunos trámites, la parte recurrente formalizó su demanda mediante
escrito presentado el 26 de junio de 2009, en que tras exponer los hechos y fundamentos de derecho
que estimó pertinentes, terminó suplicando sentencia estimatoria del recurso interpuesto y las declaraciones
correspondientes en relación con la actuación administrativa impugnada.
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SEGUNDO.- Que asimismo se confirió traslado a la representación de la parte demandada, para
contestación a la demanda, lo que verificó por escrito presentado el 16 de octubre de 2009, en que tras exponer
los hechos y fundamentos de derecho que consideró pertinentes, terminó suplicando la desestimación de las
pretensiones deducidas en la demanda.
TERCERO.- Por Auto de fecha 28 de diciembre de 2009, se acordó no recibir el pleito a prueba.
CUARTO.- Dado traslado a las partes por su orden para conclusiones, las evacuaron en sendos escritos,
en los que reiteraron sus respectivos pedimentos.
QUINTO.- Con fecha 15 de septiembre de 2011 se celebró el acto de votación y fallo de este recurso,
quedando el mismo concluso para Sentencia.
VISTOS.- Siendo Magistrado Ponente el Ilmo. Sr. D. José Daniel Sanz Heredero.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- El presente recurso tiene por objeto la impugnación de la resolución dictada el 15 de
octubre de 2007 de la Oficina Española de Patentes y Marcas, por la que se desestimaba el recurso de alzada
interpuesto contra la resolución dictada el 21 de febrero de 2007, por la que se denegaba el restablecimiento
de derechos relativo a la patente europea 98.964.727 " FORMULACIÓN DE SALMUERA PARA SALAR
RISTRAS DE SALCHICHAS EXTRUIDAS" .
La precitada resolución desestimatoria del recurso de alzada, tras considerar que los artículos 7 y 8 del
Real Decreto 2.424/1986 de aplicación del Convenio de concesión de patentes europeas vienen a establecer
que cuando la Oficina Europea de Patentes conceda una patente europea que designe a España, su titular
dispondrá de un plazo de tres meses, a contar desde su publicación en el Boletín Europeo de Patentes, para
proporcionar a la Oficina Española de Patentes y Marcas una traducción al español, sin cuyo requisito no surtirá
efectos en España, y con cita expresa del artículo 25 de la Ley 17/2001, de 7 de diciembre, de Marcas , que
se trascribe, concluye textualmente que: " Al cumplirse los requisitos formales exigidos para la presentación
de la solicitud de restablecimiento, debe determinarse si existió la diligencia debida y a pesar de ello no se
pudo cumplir el plazo para la validación de la patente europea en España. En cuanto a la diligencia requerida,
el art. 1.104 del Código Civil , en materia de cumplimiento de obligaciones, habla de la diligencia exigible a
un buen padre de familia y establece además que "la culpa o negligencia del deudor consiste en la omisión de
aquélla diligencia que exija la naturaleza de la obligación y corresponda a las circunstancias de las personas,
del tiempo y del lugar". La diligencia es por lo tanto, el cuidado o celo en el desempeño de una función o
cumplimiento de una obligación. Así en el presente caso se entiende, que el error de interpretación por parte
de la responsable del despacho de representantes americano por el que no designa a España como uno de
los países en los que tiene que validarse la patente europea, como consecuencia del sistema de apuntes
realizado, sin que fuera detectado por un sistema alternativo de vigilancia, ni hubiera existido al menos una
llamada para confirmar dicha interpretación cuanto menos dudosa, no se encuadra dentro de lo que puede
considerarse el haber actuado con toda la diligencia requerida por las circunstancias de las personas y el
tiempo, por lo que no cabe el restablecimiento de derechos solicitado ".
SEGUNDO.- La parte recurrente muestra su disconformidad con las resoluciones impugnadas
aduciendo en su escrito de demanda, aduciendo, en síntesis, que el titular de la patente europea había elegido
a España como uno de los Estados en que aquélla se validaría, y el hecho de que tal solicitud de validación
no se llevara a cabo en el plazo establecido fue debido a "un fatal malentendido de una orden manuscrita ...
como circunstancia única y excepcional, ajena incluso al buen funcionamiento del engranaje sistemático que
utiliza la Agencia norteamericana..." por la actora de la gestión de los correspondientes procedimientos de
validación. Añade que pese a la idoneidad del sistema objetivo de control al que está sometido el equipo de
la Agencia norteamericana, la pérdida de derechos en España para la Patente europea objeto del presente
procedimiento se debió a una desgraciada combinación dos causas: la proximidad de dos apuntes manuales
diferentes y referidos a dos mensajes distintos, efectuados en la carta fechada el 24 de enero de 2005, remitida
inicialmente por la Agencia norteamericana a la titular de la patente, y que fue devuelta por ésta última vía
fax (doc. núm. 2 de los acompañados con el escrito de petición de restablecimiento de derechos), a lo que se
añadió un error humano en la interpretación conjunta de esos dos apuntes manuales consistente en que la
invención de la patente ya había sido presentada el 6 de marzo de 1999 en Alemania y en España. Califica
dicho error de puntual, sin que existan indicios de falta de competencia o rendimiento del personal de la
Agencia norteamericana.
El Abogado del Estado, en la representación en que actúa, considera, sin embargo que, en aplicación
del artículo 1.104 del Código Civil , existe falta de diligencia al no existir ningún sistema de control, o de doble
comprobación, hasta el punto de que ni tan siquiera se procedió a efectuar una llamada de comprobación por
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parte del despacho de representantes norteamericanos encargados de solicitar la validación en España de la
patente, por lo que sostiene que es conforme a Derecho la resolución impugnada, solicitando su confirmación.
TERCERO.- Examinado el contenido de las resoluciones impugnadas, así como las alegaciones
vertidas por las partes personadas, para la correcta resolución de la cuestión litigiosa objeto del presente
recurso debemos tener en cuenta que el artículo 25 de la antedicha Ley de Marcas, bajo el epígrafe de "
Restablecimiento de derechos " dispone en su párrafo primero que: " El solicitante o el titular de una marca o
cualquier otra parte en un procedimiento ante la Oficina Española de Patentes y Marcas que, aun habiendo
demostrado toda la diligencia requerida por las circunstancias, no hubiera podido respetar un plazo con
respecto a dicha Oficina, será, previa solicitud, restablecido en sus derechos si la imposibilidad hubiera tenido
como consecuencia directa, en virtud de las disposiciones de esta Ley o de su Reglamento, la pérdida de un
derecho. En el caso de que el plazo correspondiera a la interposición de un recurso tendrá como consecuencia
su admisión a trámite, salvo lo previsto en el apartado 5 "; añadiendo su párrafo segundo que: " La solicitud
deberá presentarse por escrito a partir del cese del impedimento, en la forma y plazo que reglamentariamente
se establezcan. El trámite incumplido deberá realizarse en ese plazo. La solicitud sólo será admisible en el
plazo de un año a partir de la expiración del plazo no observado. Si se hubiere dejado de presentar la solicitud
de renovación, se deducirá del período de un año el plazo suplementario de seis meses a que se refiere el
segundo inciso del apartado 3 del artículo 32 ".
La figura del restablecimiento de derechos o " restitutio in integrum ", que se contempla en el precepto
citado, es una aportación novedosa de la Ley 17/2001 a nuestro ordenamiento jurídico, si bien la finalidad
perseguida por dicha institución no era ajena a la normativa específica de la propiedad industrial. En efecto,
el artículo 117 de la Ley 11/1986, de Patentes , prevé la figura de la "rehabilitación" de una patente cuando
hubiera sido caducada por falta de pago de una anualidad, siempre que el incumplimiento se debiera a una
causa de fuerza mayor. Incluso, la anterior Ley de Marcas 32/1988, remitía al citado artículo 117 de la Ley
de Patentes para aquellos supuestos en que la caducidad de un marca fuera debida a la falta de pago de
los quinquenios pertinentes, o cuando no se hubiera solicitado la renovación en tiempo propio, según las
exigencias del artículo 7 de dicha Ley .
En el ámbito regional, el restablecimiento de derechos está previsto en el Convenio de Munich de 5 de
octubre de 1973, sobre concesión de Patentes Europeas (artículo 122 ), y también en el Reglamento 40/94,
de 20 de diciembre de 1993, sobre la Marca Comunitaria (artículo 78 ).
La esencia del citado artículo 25 de la Ley de Marcas vigente estriba en que quien es parte en un
procedimiento que se esté sustanciando ante la Oficina Española de Patentes y Marcas (o ante otro órgano
competente), y haya perdido un derecho, o una vía de recurso, por no haber observado un plazo debido a la
concurrencia de circunstancias que no le sean directamente imputables, y siempre que haya obrado con la
diligencia debida, puede recuperar la posibilidad de ejercitar el derecho en principio decaído.
Para la aplicación correcta del precepto que comentamos se requiere, en primer lugar, como
presupuesto desencadenante, la inobservancia frente a la Administración competente de un plazo previsto
legalmente. La inobservancia por el interesado de dicho plazo debe ser, claro está, la causa directa y eficiente
de la pérdida del derecho, es decir, que de no haber transcurrido el plazo el derecho no se hubiera perdido.
Junto al expresado presupuesto de hecho se exige a quien solicite ser restablecido en su derecho que
haya demostrado "toda la diligencia requerida por las circunstancias" y que, aún así, a pesar del esmero
puesto, no le haya sido posible ejecutar en plazo la obligación que sobre él recaía.
En la determinación sobre la concurrencia de este segundo elemento es sobre el que gravita una
cierta dificultad para la aplicación de la figura de "reconocimiento de derechos". En efecto, para un recto
entendimiento del precepto que comentamos debe partirse de la idea que los plazos que se establecen en el
procedimiento administrativo trata de evitar las dilaciones innecesarias que podrían eternizar las actuaciones
cuando no colapsar la actividad de la Administración. Se busca dar certeza y seguridad jurídica a las relaciones
jurídicas y a los efectos jurídicos derivados de las mismas. El artículo 47.1 de la Ley 30/1992, de Régimen
Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, dispone que " Los
términos y plazos establecidos en ésta u otras Leyes obligan a las autoridades y personal al servicio de las
Administraciones Públicas competentes para la tramitación de los asuntos, así como a los interesados en los
mismos ". Transcurrido el plazo o término previsto en la Ley para el cumplimiento de alguna obligación por el
administrado, para hacer alegaciones en defensa de sus intereses,..., se le tendrá por decaído en su derecho
con las consecuencias que en la normativa se prevén (artículo 76.3 de citada Ley 30/1992 ).
La aplicación que han venido haciendo de la figura los organismos regionales que la tienen prevista
en sus legislaciones (la Oficina Europea de Patentes y la Oficina de Armonización del Mercado Interior), da
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como resultado que el restablecimiento de derechos ampara circunstancias equivalentes a las que en nuestro
Derecho merecen la calificación de caso fortuito o fuerza mayor.
Recordemos al respecto que el artículo 1.105 del nuestro Código Civil viene a establecer que: "Fuera de
los casos expresamente mencionados en la Ley y de los en que así lo declare la obligación, nadie responderá
de aquellos sucesos que no hubieran podido preverse, o que, previstos, fueran inevitables". Quedarían fuera,
por tanto, del concepto de fuerza mayor aquellos acontecimientos previsibles y evitables si se actúa con la
debida diligencia, y que no son ajenos a la actividad empresarial o profesional de quien los invoca, como el
fallo de un sistema informático, la enfermedad de un empleado.
De cuanto antecede cabe concluir que, tratándose la figura jurídica que nos ocupa de una excepción,
debe dársele una interpretación estricta y restrictiva, exigiéndose en todo caso una prueba cumplida de la
diligencia del solicitante y de que, a pesar de dicha diligencia, no le ha sido posible respetar un plazo fijado
normativamente. En todo caso, el estándar de diligencia exigible necesariamente debe ser elevado si tenemos
en cuenta la alta profesionalización exigible a los profesionales que intervienen, de ordinario, en el ámbito de
la gestión y defensa de la propiedad industrial.
CUARTO.- En el caso enjuiciado, proyectando las consideraciones efectuadas en el anterior punto de
la presente fundamentación, tomando pro ciertos los hechos aducidos por la recurrente, no puestos en duda ni
por la Oficina Española de Patentes y Marcas, ni por el representante de la Abogacía del Estado comparecido,
la conclusión a la que llega este Tribunal es la de que las circunstancias que rodearon el equívoco padecido
en la Agencia norteamericana denotan, precisamente, una evidente falta de la diligencia exigible a quien como
profesional se dedica a atender cuestiones tan transcendentales como la de promover cuantos procedimientos
administrativos resultaren necesarios para dar recto y cabal cumplimiento a lo encomendado por el ordenante.
No debe olvidarse que a los profesionales como los que ahora contemplamos no les es exigible simplemente
la diligencia de un buen padre de familia, sino la que corresponde a un profesional experto, que obtiene una
remuneración por los servicios prestados.
La propia versión que de los hechos nos ofrece la demandante, de sucesivos y simples apuntes
manuales, y su posterior errónea interpretación de los mismos, nos ofrece un realidad muy lejana de lo que
debemos entender, por así exigirlo el ya citado artículo 25 , por " diligencia requerida por las circunstancias
", que no es ni debe entenderse, repetimos, la de un buen padre de familia. Sorprende que en temas de la
naturaleza y transcendencia como el que nos ocupa, en torno a los cuales gira la actividad comercial de la
Agencia norteamericana, no exista ni se contemple un respaldo y control informático, confiándose todo el
proceso a meros apuntes manuales, y sin que sobre los mismos de adopte ningún tipo comprobación, y todo
ello pese a que en consideración a dichos apuntes manuales se adoptan decisiones tan importantes como la
de validación de las patentes en otros Estados.
Por otra parte, los hechos o circunstancias que motivaron la creencia errónea de que ya se había
solicitado la validación en España de la patente, o que ésta no era precisa, provienen no de algo externo o
ajeno a la normal actividad de la Agencia norteamericana, más o menos imprevisible o inevitable, sino que
tienen su causa directa e inmediata en la falta de adopción de la más mínima diligencia exigible a aquellos
que tienen por profesión remunerada encargarse de la gestión de asuntos como los que ahora nos ocupa.
En consecuencia, como quiera que la pérdida de derechos tuvo como única causa, directa y eficiente,
la ausencia de la diligencia exigible a los profesionales a los que se les encargó o encomendó iniciar el
procedimiento de validación, resultará procedente la íntegra desestimación del recurso origen de las presentes
actuaciones, con la consiguiente confirmación de las resoluciones impugnadas.
QUINTO.- Según lo dispuesto en el apartado primero del artículo 139 de la Ley 29/1998, de 13 de
julio , reguladora de la Jurisdicción Contencioso-administrativa, considerando la Sala que no es de apreciar
temeridad ni mala fe en la actuación procesal de la partes litigantes, es por lo que no procede formular expresa
condena en costas.
VISTOS.- Los artículos citados y demás de general y pertinente aplicación.
FALLAMOS
Que DESESTIMAMOS el recurso contencioso-administrativo interpuesto por la mercantil STORK
TOWNSEND , representada por el Procurador D. Oscar García Cortés, contra la resolución dictada el 15 de
octubre de 2007 de la Oficina Española de Patentes y Marcas, por la que se desestimaba el recurso de alzada
interpuesto contra la resolución dictada el 21 de febrero de 2007, por la que se denegaba el restablecimiento
de derechos relativo a la patente europea 98.964.727 " FORMULACIÓN DE SALMUERA PARA SALAR
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RISTRAS DE SALCHICHAS EXTRUIDAS" , la cual confirmamos por ser conforme a Derecho; y todo ello,
sin hacer expresa imposición de las costas causadas.
Notifíquese la presente resolución a las partes en legal forma, haciéndoles saber que contra la misma
cabe interponer cabe interponer recurso de casación ante el Tribunal Supremo que se deberá preparar ante
esta Sala en el plazo de diez días a partir de su notificación, previa constitución del depósito previsto en la
Disposición Adicional Decimoquinta de la Ley Orgánica del Poder Judicial, bajo apercibimiento de no admitir
a trámite dicho recurso.
Dicho depósito habrá de realizarse mediante el ingreso de su importe en la Cuenta de Depósitos y
Consignaciones de estas Sección nº 2612 (Banesto), especificando en el campo concepto "Recurso" 24
Contencioso-Casación (50 Euros). Si el ingreso se hace mediante transferencia bancaria, el código y tipo
concreto de recurso debe indicarse justamente después de especificar los 16 dígitos de la cuenta expediente
(separado por un espacio).
En su momento, devuélvase el expediente administrativo al departamento de su procedencia, con
certificación de esta resolución.
Así, por esta nuestra sentencia, juzgando, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
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