CINÉTICA DE BIODEGRADACIÓN DE FENOL POR GRÁNULOS AEROBIOS Claudia CALVARIO1, Violeta VALERA1, Julio WAISSMAN2 y Gabriela VÁZQUEZ1 1 Centro de Investigaciones Químicas. 2Centro de Investigación en Tecnologías de Información y Sistemas Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo Carr. Pachuca-Tulancingo km. 4.5, C.P. 42076 Pachuca, Hgo., México; Tel: (771) 7172000 ext. 6501; Fax ext. 6502; e-mail: [email protected] Palabras clave: Tratamiento del agua, granulación aerobia, molécula tóxica RESUMEN Como estrategia de sobrevivencia, la inmovilización confiere a los microorganismos la capacidad de soportar concentraciones relativamente altas de sustratos que podrían ser inhibitorios, tales como el fenol. Se llevó a cabo un estudio de la cinética de degradación de fenol en un amplio rango de concentraciones iniciales (40 - 1013 mg/L) por parte de gránulos aerobios aclimatados a 100 mg/L, y se encontró que cuanto mayor era la concentración inicial de fenol empleada, la velocidad específica de degradación se veía afectada por la producción y acumulación de metabolitos intermediarios. 1. INTRODUCCIÓN Las biopelículas son comunidades complejas de microorganismos que se encuentran adheridas entre sí o a una superficie gracias a polímeros extracelulares tales como el glicocálix (75%) (Betancourth et al., 2004). Dicho exopolímero es producido por los mismos microorganismos, y forma una matriz adherente en donde éstos quedan atrapados y pueden organizarse en colonias con diferentes requerimientos metabólicos. Una biopelícula puede estar formada por una especie o bien por consorcios bacterianos muy diversos (Costerton et al., 1995). Las conformaciones microbianas presentan características como: heterogeneidad (lo que las hace organizaciones únicas que pueden estar conformadas por bacterias, hongos y protozoos), diversidad de microambientes (pH, tensión O2, concentración de iones, carbono, nitrógeno), resistencia a antimicrobianos (ya que éstos no tienen acceso a los microorganismos situados a mayor profundidad), y capacidad de comunicación intercelular (quorum sensing) que las convierten en complejos difíciles de erradicar de los ambientes donde se establecen (Betancourth et al., 2004). 1.1 Formación de las biopelículas La biopelícula bacteriana comienza a formarse cuando una célula individual se une a una superficie. Después de la unión inicial, la célula comienza a crecer y a esparcirse sobre la superficie en una monocapa, al mismo tiempo que forma microcolonias. 1 En general, cuando hay flujo de agua sobre una superficie sólida, las bacterias presentes en el agua se adhieren a la superficie y comienzan a crecer hasta que eventualmente la biopelícula se estabiliza. En las biopelículas, las bacterias viven de la energía que adquieren de las transformaciones del sustrato, la fuente de carbono disponible y las sustancias traza necesarias que se encuentran en el agua (Wik, 1999). Los sustratos involucrados en las reacciones son transportados principalmente por difusión dentro y fuera de la biopelícula, donde las reacciones tienen lugar (Fig. 1). En los procesos aerobios, la mayor parte del oxígeno requerido para las reacciones es introducido en la interfase aire-agua, a partir de la cual también se difunden productos gaseosos, tales como el dióxido de carbono. El espesor de la biopelícula es gobernado por el crecimiento y decaimiento de las bacterias, así como por la erosión de la biopelícula y la adsorción de material presente en el agua (Arvin y Harremoës, 1990). Figura 1. Ilustración de los fenómenos básicos en las biopelículas. Adaptado de: Wik (1999). Las biopelículas pueden crecer ya sea en forma espontáneamente grande o en gránulos densos (Lettinga et al., 1980), adheridas a una superficie sólida estática (biopelículas estáticas) o sobre soportes suspendidos (biopelículas de partículas soportadas), o bien adheridas entre sí. La morfología de la biopelícula es influenciada por una alta carga del sustrato y las fuerzas de separación aplicadas durante su formación (Tijhuis et al., 1995; Kwok et al., 1998). Una carga del sustrato moderada y una elevada fuerza de separación favorecen la formación de biopelículas lisas y fuertes, mientras que la combinación de una alta carga de sustrato y una baja fuerza de separación lleva a biopelículas ásperas. La fuerza de las biopelículas también se relaciona con las fuerzas de separación aplicadas durante la formación de la biopelícula, en combinación con la carga del sustrato. Las biopelículas son de gran interés en el tratamiento de aguas residuales, ya que ofrecen diversas ventajas con respecto a células individuales suspendidas, debido a que facilitan la separación célula-líquido. Así mismo, toman un papel muy importante en la biorremediación del suelo o de aguas subterráneas, en donde 2 transforman agentes contaminantes a formas menos dañinas (Nicolella et al., 2000). 1.2 Formación de gránulos aerobios El crecimiento de los gránulos aerobios es un caso especial de desarrollo de biopelícula. Los gránulos microbianos pueden ser considerados como agregados microbianos más densos que los lodos activados y con forma externa esferoidal. Casi todos los gránulos aerobios han sido cultivados en reactores SBR (Sequencing Batch Reactor, reactores discontinuos de alimentación secuenciada). El sistema SBR es un diseño modificado del proceso convencional de lodos activados y ha sido extensamente usado en el tratamiento de aguas residuales municipales e industriales. Beun et al. (1999) utilizaron la tecnología granular aerobia en reactores SBR. El sistema empleado consistía de una columna de burbujeo, en la cual el agua residual es tratada en aerobiosis con biomasa granular. Al comienzo de todos los ciclos se agrega agua residual al reactor, dando inicio a la aireación y a la conversión de la materia orgánica. Al final del ciclo, la aireación se apaga y los gránulos sedimentan en pocos minutos, mientras que el efluente clarificado es removido por la parte superior del reactor. Así, estos autores obtuvieron una alta concentración de biomasa y elevados porcentajes de remoción de materia orgánica en un solo reactor, utilizando un agua residual sintética. Morgenroth et al. (1997) utilizaron un sistema semejante pero a mayor escala para el tratamiento de melazas, obteniendo también buenos resultados. También se ha reportado el uso de la tecnología de granulación aerobia en el tratamiento de aguas residuales con altas cargas de contenido orgánico, nitrógeno y fósforo (Liu y Tay, 2004). 1.3 El fenol como contaminante del agua El fenol es un contaminante comúnmente encontrado en numerosas aguas residuales industriales. El fenol puede ser tóxico para algunas especies acuáticas a concentraciones por debajo de 1 mg/L (Tay et al., 2004) y causa problemas de sabor y olor en el agua potable a concentraciones más bajas. Por consiguiente su remoción de las aguas residuales es de obvio interés. Aunque la degradación del fenol por vía biológica es generalmente preferible, el contenido de fenol en las aguas residuales dificulta que sea tratada por medio biológico ya que resulta ser un sustrato inhibidor. Poco se sabe acerca de la capacidad de los gránulos aerobios para degradar químicos tóxicos tales como el fenol. Por lo tanto, el principal objetivo de este estudio fue evaluar la utilidad de los gránulos aerobios para la biodegradación de fenol, así como el efecto que puede causar la formación de metabolitos intermediarios en la degradación del mismo a diferentes concentraciones de fenol. Este trabajo podría contribuir a mejorar el entendimiento sobre la capacidad de los gránulos aerobios para tratar aguas residuales industriales que contengan químicos inhibitorios para el crecimiento microbiano y la biodegradación. 3 2. MATERIALES Y MÉTODOS 2.1 Cultivo y aclimatación de gránulos aerobios. En la Figura 2 se muestra una representación esquemática de la instalación del reactor empleado, basada en el proceso de Beun et al. (1999). El reactor tiene la configuración empleada por Valera et al. (2005), así como las mismas condiciones de operación. Biociclo D Diá m et r o de la colu m n a h Alt u r a de la colu m n a h b Alt u r a de la boqu illa de sa lida del eflu en t e In flu en t e Difu sor Bom ba Depósit o del in flu en t e Depósit o del eflu en t e Alt u r a de sedim en t a ción P C + pr ogr a ma DOS E flu en t e Air e Figura 2. Representación esquemática del SBR granular. El inóculo consistió en el sobrenadante de lodos activados muestreados en el tanque de aireación de una planta de tratamiento de aguas residuales domésticas. La relación volumétrica de inoculación fue de 200 mL por 1.1 L de medio. En la primera etapa del estudio, se empleó agua residual sintética para validar el método de granulación propuesto por Beun et al. (1999). Una vez obtenidos los gránulos, se repitió la operación añadiendo gradualmente fenol al sustrato original. Para los ensayos de adaptación de los gránulos a esta molécula tóxica, se adicionó fenol al medio a una concentración final de 100 mg/L. 2.2 Estudio cinético de la biodegradación de fenol en matraces agitados. El estudio cinético de biodegradación de fenol se llevó a cabo en matraces agitados en un baño de agua a 120 rpm y a una temperatura de 25ºC. Se colocó en cada uno de los matraces 400 mL de agua residual sintética desprovista de 4 etanol, además de un inóculo de biomasa granular (alrededor de 2 g). Las concentraciones de fenol estudiadas variaron entre 40 y 1013 mg/L. 2.3 Métodos de análisis Los métodos analíticos principales del estudio se refieren a la concentración de DQO (Demanda Química de Oxígeno), sólidos suspendidos totales (SST) para la cuantificación de la biomasa, la concentración de fenol y la determinación del metabolito intermediario. Las dos primeras técnicas se llevan a cabo según los métodos estándar de la APHA (1989; 5220.D y 2540.D, respectivamente). En cuanto a la concentración de fenol, esta se determinó según el método establecido por Woolard e Irvine (1995), mientras que el análisis del intermediario se realizó colorimétricamente de acuerdo al protocolo establecido por Mörsen y Rehm, (1989). 3. RESULTADOS Y DISCUSIÓN 3.1 Cultivo y aclimatación de gránulos aerobios Una vez arrancado el reactor, se procedió a esperar la formación de los primeros gránulos; sin embargo, debido a que el flujo de aire suministrado no era el adecuado (2.8 L/min), no se logró la obtención de éstos, por lo que se procedió a aumentar dicho flujo (4.8-5 L/min). Una vez hecho ésto y luego de 7 días de operación, se observaron los primeros gránulos en el reactor, los cuales tenían un diámetro aproximado de 1 mm, una coloración amarillenta y se desintegraban fácilmente al tacto. Cuando los gránulos maduraron, después de 40 días de cultivo a las mismas condiciones, la cantidad de biomasa se incrementó gradualmente en el reactor hasta alcanzar un estado estable, con un diámetro promedio de los gránulos mayor a 3 mm. Además, hubo un incremento notable en cuanto a su resistencia y su densidad. En la Figura 3 se observa una fotografía obtenida por microscopia electrónica de barrido de un gránulo aerobio después de 10 meses de operación. Figura 3. Gránulo aerobio después de 10 meses de operación. 5 Se probaron dos cargas másicas distintas (1.59 y 2.45 KgDQO/m3·d), obteniéndose remociones del 77 y del 88%, respectivamente. Al aumentar la carga másica aumentó también la velocidad específica de consumo de materia orgánica (qs) de 24.7 a 53.5 mgDQO/gSST·h. Al adicionar el fenol (100 mg/L) al medio de cultivo, se observó una adaptación casi inmediata de los gránulos, ya que la qs se mantuvo (53.7 mgDQO/gSST·h) y se registraron remociones de fenol del 100%. 3.2 Cinética de degradación de fenol y de producción del metabolito intermediario Una vez aclimatados los gránulos aerobios, se llevó a cabo un estudio cinético de biodegradación de fenol a diferentes concentraciones iniciales. Dicho estudio mostró que los gránulos aerobios degradan el fenol siguiendo una cinética de Haldane-Andrews. Wang y Loh (1999), reportaron que la ruptura del anillo aromático del fenol por la vía meta es acompañada de la acumulación de un metabolito intermediario, el semialdehído ácido 2-hidroximucónico (2-HMAS), cuya producción está en función de la concentración inicial de fenol. Dicho intermediario se ha relacionado con un color amarillento en el medio de cultivo. Estos autores propusieron también un modelo matemático basado en la ecuación de Haldane-Andrews donde se consideró el efecto inhibitorio causado por la producción y acumulación de metabolitos intermediarios tales como el 2-HMAS. El modelo propuesto se ajustó de manera adecuada a la biodegradación de fenol por parte de Pseudomonas putida en un cultivo discontinuo para concentraciones de fenol en el rango de 25 a 800 mg/L. En la Figura 4 se muestran algunas de las cinéticas obtenidas. Se observa que la degradación del fenol por parte del consorcio microbiano empleado está acompañada de la formación del intermediario (probablemente 2-HMAS), cuya concentración alcanza un máximo cuando el fenol se agota. Además, la velocidad de consumo de fenol disminuye cuando el metabolito intermediario comienza a presentarse, lo cual es función de la concentración inicial de fenol utilizada. Así mismo, se pudo corroborar la aparición del color amarillento en el medio de cultivo cuando la concentración de fenol era mínima. 6 0.8 60 0.6 40 0.4 20 0.2 0 0.0 0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 250 1.0 200 0.8 150 0.6 100 0.4 50 0.2 0 Concentración de 2-hmas [mg/L] 80 Concentración de fenol [mg/L] 1.0 Concentración de 2-hmas [mg/L] Concentración de fenol [mg/L] 100 0.0 0 1 Tiempo [h] 2 3 4 5 6 7 Tiempo [h] A B Figura 4. Degradación de fenol y evolución del metabolito intermediario a distintas concentraciones iniciales de fenol: (A) 84; (B) 209 mg/L 4. CONCLUSIONES La capacidad para tolerar y degradar altas concentraciones de fenol es deseable en sistemas de tratamiento biológico de aguas residuales, tal que pueda facilitar el tratamiento de altas cargas de aguas residuales industriales. La agregación microbiana como estrategia de autoinmovilización, confiere a las bacterias la capacidad de resistir altas concentraciones de sustratos inhibitorios, los cuales podrían ser tóxicos para cultivos de células individuales en suspensión. Se observó que los gránulos conservaron la capacidad para degradar fenol aún a concentraciones del orden de 1013 mg/L. No obstante, la velocidad específica de degradación de fenol (qs) por parte de gránulos aerobios se relaciona con la concentración inicial de fenol, ya que cuanto mayor es dicha concentración, la producción y acumulación de metabolitos intermediarios también se incrementa. Así, la producción y acumulación de metabolitos intermediarios parece controlar la cinética de biodegradación de fenol, lo que deberá confirmarse en estudios posteriores. AGRADECIMIENTOS Los autores agradecen el financiamiento otorgado para este proyecto por parte de CONACYT (SEP-2003-C02-45394) y PROMEP. REFERENCIAS APHA (1989). 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