La importancia de la sociedad civil en la tarea de fortalecer las políticas públicas y la calidad de las instituciones democráticas es algo que suele darse por sentado. Lo que no resulta tan claro, sin embargo, es la definición misma de sociedad civil: ¿cuál es su función en relación con el Estado y con las agrupaciones políticas?, ¿qué rasgos presentan las denominadas "organizaciones de la sociedad civil" y en qué se diferencian, por ejemplo, de las fundaciones o de cualquier otra asociación? ¿Cuáles son sus recursos y cómo difunden sus actividades? Y, acaso lo más relevante, ¿de qué modo estas organizaciones pueden incidir en las . políticas públicas? Como punto de partida, este libro asume que las nociones de sociedad civil y de incidencia son complejas y potencialmente equívocas, y que es hora de superar las visiones simplistas que presuponen una polaridad infranqueable entre Estado y sociedad civil y que, por esta razón, ofrecen análisis forzosamente limitados de un polo o del otro. Lejos de idealizar a la sociedad civil concibiéndola como una suma de virtudes, opuesta por naturaleza a las reglas del ámbito político, este texto sostiene que ambos integran un campo de tensiones y cruces, cuyo análisis pone en evidencia las fortalezas y debilidades de la incidencia social. Para dar cuenta de esta complejidad, los autores han optado por una perspectiva crítica y un enfoque plural: la primera parte del libro expone el debate teórico y el marco conceptual sobre el tema, la segunda incluye el relato de experiencias de incidencia política en torno a la pobreza, los derechos humanos, el medio ambiente y la salud sexual y reproductiva, y la tercera pasa revista a los claroscuros de la incidencia política de la sociedad civil. Si bien este libro reúne experiencias y reflexiones surgidas del Programa INICIATIVAS para el fortalecimiento democrático y social, todos los textos aspiran a abrir interrogantes y a impulsar un debate más amplio sobre un tema sin duda controvertido. j cé. I CID 11 ' i.' C.= CI=1 :: ' C1=1 . CC: e= CI7 CI=I ' _ ISBN: 978-987-619-018-0 I 9 98711901 1 OCILS )x1 AVAlhdverskIld de , FLACSO ARGENTIN. SallAndrés. p.,.,.-...dmfentodemardtko y sodat siglo veintiuno editores Índice siglo veintiuno editores argentina s.s. Tucumán 1621 7° N (cro5oAA0), Buenos Aires, Argentina siglo veintiuno editores, s.a. de c.v. Cerro del agua 248, Delegación Coyoacán (04310), D.F., México siglo veintiuno de espafia editores, s.a c/Menéndez Pidal, 3 Ars (28006) Madrid, España Introducción, gp por Carlos H. Acuña y Arianyz Vacchieri PRIMERA PARTE. LA INCIDENCIA DE LAS ORGANIZACIONES' DE LA SOCIEDAD CIVIL 015 EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS. UN MARCO CONCEPTUAL Y LA EXPERIENCIA DE INICIATIVAS • La incidencia política de la sociedad civil / compilado por Ariana Vacchieri y Carlos H. Acuña - la ed. - Buenos Aires : Siglo XXI Editores Argentina, 2007. 224p. ; 21x14 cm. (Sociología y politica) ISBN 978-987-629-018-0 1. Sociología Política. I. Vacchieri, Ariana, comp. II. Acuña, Carlos H., comp. CDD 306.2 1. La incidencia de las organizaciones de la sociedad civil en las politicas públicas. Definiciones, explicaciones y evaluaciones de la literatura especializada local e internacional, por Marcelo Leiras 2. Observaciones para el análisis y la práctica „-----, de la incidencia, por Marcelo Leiras Portada de Peter Tjebbes S. Experiencias de fortalecimiento democrático ©2007, Siglo XXI Editores Argentinas. A. y social, por Equipo de 87 INICIATIVAS • ISBN: 978-987-629-018-o Impreso en Crafinor Lamadrid 1576, Villa Ballester en el mes de diciembre de 2007. SEGUNDA PARTE. LA INCIDENCIA DE LAS Hecho el depósito que marca la ley 11.723 Impreso en Argentina — Made in Argentina EXPERIENCIAS EN LA ARGENTINA ACTUAL ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS. DEBATIENDO OTRAS 147 N11 4. Sociedad civil y políticas de salud y derechos sexuales y reproductivos, por Silvina Ramos 149 5. Sociedad civil y políticas de defensa del medio ambiente, por Jorge Daneri 161 6. Algunas reflexiones sobre la incidencia en políticas públicas en materia de derechos humanos, por Andrea Pochale 169 ()Sociedad civil y políticas de combate a la pobreza, por Luis Fara CONCLUSIONES 189 Repensando los claroscuros de la incidencia política de la sociedad civil: obstáculos y debilidades, por Carlos H. Acuña 191 ,0tv-f Introducción Este volumen presenta una parte del trabajo realizado por el Programa INICIATIVAS para el fortalecimiento democrático y social, en torno a la reflexión y análisis sobre las estrategias de incidencia social en las políticas públicas y las condiciones que favorecen o amplían su impacto. INICIATIVAS es el resultado del encuentro de tres instituciones, el Centro de Estudios Legales y Sociales (cas), la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLAcso) y la Universidad de San Andrés (UdeSA), que, con el apoyo de la Fundación Ford, emprendieron un análisis de los problemas sociales y políticos argentinos que se manifestaron dramáticamente en la crisis desatada hacia finales de 2001. Este análisis permitió reconocer que la Argentina enfrenta un desafio de simultaneidad. En otras palabras, el patrón de funcionamiento de sus instituciones democráticas no asegura per se la inclusión social y política, ni el fortalecimiento y la profundización de los derechos humanos y sociales. El ejercicio efectivo de la ciudadanía demanda tanto la construcción de canales institucionales de participación y representación más eficaces y eficientes, como la generación de condiciones que aseguren suficientes capacidades y autonomía en la propia sociedad civil como para utilizar esos canales. Lo "social" y lo "político", el Estado y la sociedad civil, se encuentran ineludiblemente articulados y demandan una acción simultánea de fortalecimiento, tanto en su especificidad como en su vínculo. Fue éste el contexto en que las tres instituciones integraron sus capacidades y crearon un Fondo de Acción Social y Desarro- 1. Lá incidencia de las organizaciones de la sociedad civil en las políticas públicas. Definiciones, explicaciones y evaluaciones de la literatura especializada local e internacional MARCELO LEIRAS * INTRODUCCIÓN' Este texto reseña y discute la literatura disponible a propósito de la incidencia de las organizaciones de la sociedad civil (OSC) en las políticas públicas. El argumento se organiza del siguiente modo: la sección 1 expone y analiza las denominaciones y definiciones más frecuentes, señalando sus ventajas y desventajas para el análisis de la intervención política de dichas organizaciones. La sección 2 presenta, en primer lugar, una serie de argumentos explicativos para situar el incremento de la actividad política de las OSC en el marco de transformaciones sociopolíticas más amplias y expone, en una segunda instancia, las valoraciones ideológicas positivas y negativas de este incremento. La sección 3 discute algunos de los desafíos teóricos y metodológicos que plantea el estudio del fenómeno y evalúa distintas tradiciones de estudio en relación con sus respuestas a esos desafíos. Cie- Director de las orientaciones en Ciencia Política y en Relaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés y responsable del seguimiento de proyectos político-institucionales del equipo de INICIATIVAS. 1 Fernando Cafferata, Julieta Lenarduzzi, Ignacio Salgueiro, Ignacio Sófia y Guadalupe Tuñón colaboraron con la recolección de información para la elaboración del presente estudio. 18 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL rra la exposición una descripción de los mecanismos más habitualmente citados en la literatura para interpretar las experiencias de intervención exitosa de las OSC en los procesos de políticas públicas. I. LA SOCIEDAD CIVIL EN PERSPECTIVA POLÍTICA: DEFINICIONES La sociedad civil abarca un conjunto amplio de organizaciones con historias, propósitos y formatos muy diversos. Un estudio exhaustivo sobre este sector en la Argentina (Roitter y González Bomba!, 2000) ilustra la amplitud y diversidad de este conjunto, y propone una tipologít que distingue seis tipos básicos de organizaciones; tres puros (asociaciones civiles, fundaciones y mutuales) y tres híbridos (cooperativas, obras sociales y sindicatos). Dentro de cada tipo hay subtipos que, en conjunto, suman más de veinte categorías. Esta complejidad corresponde solamente a un caso nacional; se puede inferir que, si fuera posible una clasificación general de alcance comparativo incluiría seguramente muchas más categorías. Dada esta diversidad en el fenómeno, no es sorprendente que exista también diversidad en las nociones propuestas para designarlo y en las interpretaciones de esas nociones, comenzando por el concepto mismo de sociedad dad de de— significados distintos desde el tratamiento seminal de A-dam Ferguson en su History of Civil Society (Hodgkinson y Foley, 2003, vii-xxlv). Por el mismo motivo, porque dentro del concepto de sociedad civil caben muchas cosas y muy distintas, tampoco es sorprendente que muchas de las nociones usadas para nombrarla sean muy abstractas, ni que algunas de las más usuales refieran a las OSC destacando lo que no son antes que lo que son. Tales, por ejemplo, los casos de las muy frecuentes denominaciones "organizaciones no gubernamentales" y "organizaciones sin fines de lucro". Otras denominaciones destacan algún aspecto de 1. LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 19 las metas fundamentales de estas organizaciones o sus miembros, como cuando se habla de "organizaciones de bien público", "de interés público" o "de voluntarios", 2 pero tampoco pueden evitar - la abstracción y cierta vaguedad. Aunque no son muy precisas, para la mayoría de los usos corrientes y aun en ciertos usos analíticos estas denominaciones son suficientemente informativas. Se entiende que refieren a organizaciones con objetivos que interesan o deberían interesar a alguna otra gente además de a sus miembros; en ese sentido pueden considerarse públicas. Se comprende también que en esas organizaciones se ingresa y se sale voluntariamente y que son autogobernadas; en ese sentido no son organizaciones estatales y se parecen a otras organizaciones privadas. Los usos negativos, que son los más comunes, subrayan dos distinciones necesarias: hay un espacio público más allá del Estado y lo que queda fuera \ del espacio estatal no se agota en el mundo privado de las familias y las empresas. Pero para analizar la incidencia de las OSC en las políticas públicas es necesario ir más allá de esta distinción básica y de los otros genéricos usuales. Las definiciones negativas no establecen distinciones categóricas: tampoco las empresas son organizaciones gubernamentales y el Estado no tiene fines de lucro. Los otros genéricos usuales pueden dar lugar a equívocos sobre la contribución política potencial de estas organizaciones. Entre estos equívocos, la referencia al bien público es el más significativo. Un ejemplo de este equívoco puede encontrarse en la introducción a un volumen que reúne estudios de caso de incidencia de OSC sobre las políticas públicas en América Latina (Villar, 2003). El texto expone inquietudes y puntos de vista semejantes a los que se presentan aquí, pero define las OSC como "organi- 2 Para una lista más exhaustiva véase Campetella, González Bombal et al, 2000. 20 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL zaciones privadas que producen bienes públicos" (p. 15). De acuerdo con la clasificación frecuente en economía, los bienes públicos son bienes de cuyo consumo no puede excluirse a nadie. y que no se agotan con cada consumo individual; por ejemplo, la seguridad pública o la legalidad. Son pocas las OSC que producen este tipo de bienes. En muchos casos, producen bienes que no se agotan con cada consum . 1 a *vidual ( en ese sentido • ueden considerarse colectivos), pero cuvo disfrute se concentra_en_ de alguna cate.goría_social,_en los habitantes de deJa_organización_(por eso,n_p_spn_públicos). Otro gran conjunto de organizaciones demanda la producción de algún bien público (por ejemplo, el cuidado del medio ambiente) o la extensión de algún bien que se - considera público pero del que algún sector de la población está excluido (equidad de género, acceso a la justicia para sectores desprotegidos): lo demanda, no lo produce. De modo que las OSC no pueden definirse en general a partir del carácter público de los bienes que generan. Es posible que el equívoco derive de la ambigüedad misma de la noción de bien público. Que un objeto, una actividad o un estado de cosas sea un "bien público" en el sentido económico no implica que lo sea en el sentido político: que nadie pueda ser excluido del consumo de un bien y que ese bien no se agote con cada consumo individual no implica que todo el mundo lo valore del mismo modo. Un bien público no es un beneficio general y el bien público, asumiendo que sea identificable, no es reductible a las metas de ninguna organización particular ni de ningún tipo de organización: pública, privada, estatal o no estatal. Aclarando este equívoco puede avanzarse hacia una definición más adecuada a la variedad de propósitos de las OSC y también formarse expectativas más prudentes acerca de su incidencia en las políticas públicas. Algunas OSC, bajo ciertas circunstancias, pueden contribuir a la producción de bienes públicos. Pero, en general, debe esperarse que esos bienes sean valorados de distinto modo por distintos sectores de la población, incluyendo, por 1. LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 21 supuesto, la posibilidad de que algunos sectores no los consideren bienes sino males y entonces resistan activamente su producción. Un estudio internacional comparativo (Salamon y Anheier, 1996; Salamon, Anheier et al., 1999) propone una definición muy influyente en la literatura; especialmente en la derivada de los casos nacionales latinoamericanos incluidos en ese estudio (Campetella, González Bombal et al., 2000; Roitter, 2001; Roitter y González Bombal, 2000; Roitter, Rippetoe et al., 1999; Thompson, 1994). Esta definición destaca atributos de la estructura y las funciones de las OSC. 3 De acuerdo con ella, estas organizaciones son: formalmente organizadas, privadas (instituciono tes d ue entre - generar beneficios derivados de la venta de bienes o servicios) y voluntarias. Esta definición tiene la ventaja de especificar los atributos positivos q - • • g• en a as e otro tipo nizaciones. En este sentido, constituye un punto de partida útil. Sin embargo, el conjunto de entidades que reúnen todos estos atributos es todavía demasiado amplio y los componentes de la definición traslucen los objetivos del estudio para el que fue producida, que trató fundamentalmente de estimar el peso de este sector en el producto nacional y-la demanda de empleo así como de identificar los determinantes de su crecimiento (Roitter, 2001; Salamon, Sokolowski et al., 2000). A ríosotros nos interesa, en cambio, determinar bajo qué condiciones, con qué motivaciones y con OS a - • I os aumen• •. as olíticas eillp taron notablemente tanto la visibilidad pública (González Bombal, 1996) como la participación más o menos activa e institucionaliza- Aunque el genérico que se usa en el estudio es "organizaciones sin fines de lucro". 4 Thompson (1994) agrega también que se trata de organizaciones "no partidarias". Este agregado es necesario para elaborar una definición exhaustiva. 3 22 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL da de este tipo de organizaciones en espacios de decisión política nacionales e internacionales (Bryce, 2006; Raustiala, 1997; Robert, Mc M Ada —).(75Tg'-áriy et ai Anheier, 1996; Salamon, Anheier et al., 1999; Steinberg, 1993). No obstante, las asociaciones que desarrollan regularmente actividades de carácter político son un subgrupo (de tamaño variable de acuerdo con el momento, el lugar y la perspectiva de análisis que se adopte) del total de organizaciones. Son estas instituciones las que nos interesan especialmente y, por lo tanto, necesitamos una definición que las describa más específicamente. Adaptando la definición de organizaciones de advocacy que proponen Andrews y Edwards (2004, p. 7) definimos como organizaciones políticas de la sociedad civil a las "organizaciones que desarrollan. estrategias respaldadas en argumentos de interés público para promover o resistir cambios sociales que, si se implementaran, entrarían en conflicto con los intereses o valores sociales, culturales, políticos o económicos de otros grupos u organizaciones". Las organizaciones políticas de la sociedad civil, así entendidas, satisfacen todos los requisitos de la definición de Salamon y Anheier. A estos requisitos agregan dos rasgos funcionales: la búsqueda de un cambio social o resistencia al mismo,5 y la apelación a algún argumento de interés público. Desde el punto de vista de los objetivos de este trabajo, la definición propuesta presenta una serie de ventajas: distingue este subconjunto de organizaciones por la persecución de algún objetivo político; admite que ese objetivo consista tanto en la promoción como en la resistencia a un cambio y reconoce que, aunque las intervenciones se lleven adelante en nombre del interés público, el alcance de los objetivos de la organización puede contra- 5 Entendido, de modo genérico y amplio, como cualquier cambio en las relaciones, las instituciones, las organizaciones, las estructuras o los resultados sociales y no en el sentido restringido habitual de cambio de las estructuras sociales. 1. LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 23 riar los intereses o los valores de otros grupos u otras organizaciones. Este reconocimiento es particularmente importante para articular una perspectiva sensible al carácter conflictivo de los procesos y las decisiones políticas. La definición se ajusta más estrechamente a las organizaciones que desarrollan actividades de advocacy pero puede incluir otro tipo de estrategias, incluyendo el lobby, la movilización, la participación en espacios de consulta para el diseño de las políticas públicas y la colaboración en la implementación y en la evaluación de políticas públicas. Tal como señalan Andrews y Edwards, la definición sintetiza una serie de concepciones usuales en distintas tradiciones de estudio. Esto permite articular las tesis de los estudios multidisciplinarios sobre las organizaciones sin fines de lucro y no gubernamentales con las de los estudios sobre grupos de interés en ciencia política y las de los estudios sobre movimientos sociales en sociología y antropología. Esta articulación facilita el uso de las herramientas teóricas desarrolladas en los estudios tradicionales para el análisis del fenómeno relativamente novedoso de la intervención política de las OSC. Ocasionalmente las definiciones desarrolladas en los estudios sobre movimientos sociales se aplican al análisis del papel político de las OSC. Estas definiciones son informativas y válidas para ciertos propósitos, pero introducen restricciones innecesarias, para los nuestros. Por ejemplo, Jenkins (citado en González Bombal, 2003) acentúa la capacidad de las OSC para representar a grupos que carecen de representación en otros espacios políticoinstitucionales. Este acento coincide con el de otra parte de la literatura sobre las organizaciones de los movimientos sociales, que se concentra en las entidades que desafían las reglas de inclusión y decisión habituales en los procesos de elaboración de políticas. Algunas organizaciones políticas de la sociedad civil pueden, efectivamente, canalizar la participación o la influencia de grupos que de otro modo quedarían marginados de la toma de decisiones. En algunos casos esa participación desafía las reglas 24 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL de juego establecidas. Pero no todas las OSC tienen estas características, no existe ningún motivo teórico fuerte para esperar que las OSC estén en mejores condiciones que cualquier otro tipo de organización para representar a esos grupos y, fundamentalmente, no es necesario que las OSC traigan una "nueva voz" al proceso político o a la deliberación pública para que sus intervenciones sean políticamente relevantes. Frente a estas definiciones, sigue siendo preferible la propuesta líneas arriba. Sin embargo, pueden anticiparse dos objeciones a esta definición. En primer lugar, que hace demasiado énfasis en la persecución deliberada de objetivos políticos. En segundo lugar, que presenta el desarrollo de actividades políticas como el atributo distintivo de un subconjunto cuando en realidad debería concebirse como una dimensión de las actividades de todas las OSC. Restringir la definición a las organizaciones que persiguen deliberadamente objetivos políticos es inevitable si se quiere contar con un lenguaje que retenga un mínimo de capacidad distintiva. Es cierto que en un sentido muy abstracto y remoto todas las actividades de todas las OSC tienen alguna consecuencia políticamente relevante. Ahora bien, las organizaciones cuyo objetivo fundamental depende de la sanción de una ley en el Congreso Nacional enfrentan desafíos muy distintos de los que enfrenta, por ejemplo, un club de barrio cuyo objetivo fundamental es ofrecer oportunidades de desarrollo fisico y cultural a sus socios. No todas las OSC son políticas en el sentido propuesto. Por supuesto, tampoco todas lo son centralmente ni todo el tiempo. La persecución de objetivos políticos es, efectivamente, una dimensión que puede ser más o menos relevante para describir a cualquier organización de la sociedad civil. En este sentido, la definición propuesta no distingue un subconjunto sino que explicita un punto de vista. Esto equivale a decir que las OSC interesan a nuestro análisis en tanto que y en la medida en que, en nombre del bien público, persigan o resistan cambios que pueden contradecir los intereses o valores de otros grupos. 1. LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 25 DE. ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL EN EL PROCESO DE LA POLÍTICA PÚBLICA: EXPLICACIONES TEÓRICAS Y VALORACIONES IDEOLÓGICAS Una de las observaciones más frecuentes en la literatura es que a \ partir de las últimas décadas del siglo xx la actividad y el peso político de las OSC aumentaron significativamente. Por supuesto, la actividad política nunca fue patrimonio exclusivo de los gobiernos, los partidos y las corporaciones, pero, al menos en los retratos habituales, los regímenes de la inmediata posguerra (tanto los democráticos como los totalitarios y los autoritarios) aparecían como un terreno dominado por las grandes organizaciones. El ingreso de las OSC en este terreno apareció entonces -do-res lo etiquetaron como r Muchos observa como una-71-67-p—Eii. "•Yd~e+ reernerP"cia:--rerraettniento o reconstrucción de ( hen y Arato, 1994, p. ' 9). Algunos analistas la~ad iación de la arena polirec azan estas etiqu - tas-Paraellas . • tica no es una reedición de patrones conocidos previamente sino un fenómeno en el que predominan los rasgos novedosos. Independientemente de la relevancia de los aspectos precedentes, es indudable que la activación política de la sociedad civil estimuló tanto la actividad teórica de distintas disciplinas sociales como una reelaboración de argumentos ideológicos para evaluarla. En mentos ideoesta sección reseñamos las explicaciones y los argumentos lógicos más influyentes. EXPLICACIONES ACERCA DE LA CRECIENTE ACTIVIDAD POLÍTICA DE LAS ORGANIZACIONES DE LA SOCIEDAD CIVIL Las explicaciones más relevantes están asociadas con cambios en los regímenes políticos, en la regulación estatal de las actividades económicas, en la extensión de las funciones administrativas del Estado y en la escala territorial de los procesos políticos y económicos (globalización). Es probable que existan relaciones de mutua influencia entre cada una de estas dinámicas. Puesto que 26 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL la literatura no ofrece explicaciones claras sobre posibles interacciones, aquí las consideramos en forma separada. Democratización Una de las interpremcionesings frecuentes presenta la activación política de _la sociedad-civil_en_estrecha asociación con los próce :_. _ sos de democratización de la llamada "tercera ola" (Huntington, __—_19DZI La asociación adopta diversas -formas en distintos argumentos y aparece con mayor o menor importancia en la discusión de los procesos democratizadores de acuerdo con los casos nacionales y la región. De acuerdo con un primer argumento la activación política de la sociedad civil debilita a los gobiernos autoritarios y, en ese sentido, promueve la democratización. D ker . entes versiones e este argumento atribuyen distinta potencia a la sociedad civil como elemento democratizador. En algunas versiones, la activacion de la sociedad civil es la Piina;ITCá-usa —aér iuiOismos Estas versiones Se inspiran fun a- Menta-6-e'; te en la reie-v-an - cia-de las OSC en los movimientos democratizadores del este de Europa, especialmente en Polonia y Checoslovaquia (Cohen y Arato, 1994, cap. 1). En las versiones más„débiles....la, relevancia política de la sociedad civil acelera el debilitayniento 1. LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 27 la facción liberalizadora del régimen. Limitar la participación se vuelve más difícil porque la movilización aumenta el costo político de la represión. En otro tipo de argumentos la activación • olítica de la socied avi es más •ten un resu tado antes que una causa de la democratización. Esta asociación puede explicarse recurriendo al _wáje ki de los estudios sobre movimientos sociales. En términos de este lenguaje, la democratización ofFEEEZ -indiciones más favorables para la movilización de los recursos de las OSC (Jenkins, 1983; Tarrow, 1988) y oportunidades políticas más propicias para su intervención (Meyer," rilc-o-ff,--275U0 45:11 levantamiento de las restricciones legales a la acción política que acompaña la democratización reduce los costos de la acción colectiva. La institucionalización de la competencia política y la apertura de la esfera pública valorizan las capacidades de movilización, producción de información y argumentación de las OSC (Goldstone, 2004). Esto estimularía a emprendedores políticos y a sponsors tanto públicos como privados a realizar las inversiones necesarias para solucionar los problemas de acción colectiva que implica la constitución y el mantenimiento de las OSC. Lin tercer tipo de argumentos sostiene que~pacia OSC cultiva en los individuos las disposiciones necesarias para parde las decisiones políticas de-Tis-re' ImeneiputqvitArips que gqmienza . cón la dificultad de Jos aUt.9-ritVistnosparaingittnionalizárse y con las contadipcior_ nes dentro del mismo régimen que que esta dificul/ad g.enera ( 0-15PnneiTY- Schmitter,"1 186). . La inspiración más frecuente de esta variante deriva de las transiciones de Europa Mediterránea y América Latina. De acuerdo con estas explica -aOle— s, Ta- m —Ovilización Política de la sociedad civil erosiona la dominación autoritaria porque aumenta los costos que debe asumir el régimen para mantener restringidas la competencia política y la participación. Restringir la competencia se vuelve más costoso porque algunos de los sectores movilizados de la sociedad civil pueden convertirse en aliados tanto de la oposición partidaria como de ce los _costos_de_transacción-que-implican- el-diseño,- la. decisión_y la im_plemer _it ación lepórdcas_públicas._,Layersión c más influyente de_esteárgumentp_es_eLconocido_estudio de Rohert.P.utnain sobre las diferencias de_carar~ entre loszobiernos regionales italianos (Putnam, 1993). Ellas se explican en función de la dotación de capital social de cada región y_mi áástiátióhérvotarvtarias son el- componente fundamental de ese capital. Este arguntentenie-ti-e -üriáTéláCióTeTaen-a- Pri nuestro tema, porque no es necesario que las OSC participen activamente en política para que el mecanismo causal opere. Sin embargo, razonamientos inspirados en el argumento central de Putnam son citados fre- 28 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL 1-111:1 111 111 11[1.1: r. 1¡:H • ,. . cuentemente en discusiones sobre la relación entre estas organizaciones y la política pública (véase por ejemplo Bryce, 2006). En rigor, solamente el segundo de estos argumentos ofrece una explicación sobre el origen de la politización de las OSC. En el primero y en el tercero, la actividad política de estas organizaciones es un factor explicativo, no una incógnita a develar. Sin embargo, puesto que los efectos de retroalimentación positiva son sencillos de imaginar (las OSC producen democracia y la democracia alimenta a las OSC) y, de acuerdo con algunos estadios, verificables en la práctica (Paxton, 2002), la dirección de la flecha 'causal inicial parece menos relevante que la estrecha asociación qué la mayoría de los estudios encuentran entre la politización de la sociedad civil y la democratización. •1,., Cambios en el babel regulador del Estado en las actividades económicas El cambio en las funciones reguladoras del Estado en la economía es otro de los factores citados habitualmente para explicar el incremento de la actividad y la relevancia política de las OSC. Este cambio se inició en distintos momentos en diferentes regiones, tuvo profundidad y resultados variables en distintos países y afectó a distintas dimensiones del manejo macroeconómico. Los cambios más relevantes para nuestra discusión son: la persecución del equilibrio fiscal, la privatización y la desregulación, la descentralización y focalización en la provisión de servicios sociales. En áspeapectivas l macroeconómicas tes hasta la segunda mitad de los arios setenta el gasto público era considerado como—uTfIWEfiránienta cié-estímulo de la demanda agregallly,_entonces,..~fla palanca del desarrollo económico. Como resultado de esta creencia, los déficits de las cuentas públicas no eran percibidos como obstáculos estructurales sino como desajustes coyunturales consistentes con equilibrios macroeconómicos y sociales de más largo plazo. La coincidencia de altos niveles de inflación y bajos niveles de crecimiento en las economías centrales y la crisis de endeudamiento externo de buena parte 1. *LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 29 de las economías en desarrollo minaron la credibilidad de este enfoque. El equilibrio de las cuentas públicas se convirtió, entonces, en una meta fundamental de las políticas económicas. Frente a la dificultad de incrementar los ingresos públicos, la persecución del equilibrio implicó en la mayoría de los casos una reducción del gasto público. Puesto que la provisión de servicios sociales universales típicamente tiene una incidencia muy alta en el gasto público, el esfuerzo de ajuste implicó, en algunos casos, una retracción en la cobertura de los servicios sociales 6 y, más frecuentemente, cambios en las modalidades de implementación de las politicas sociales para incrementar la eficiencia del gasto. Los cambios en el manejo de las cuentas públicas tuvieron consecuencias relevantes para el desarrollo de las OSC. En primer lugar, produjeron dislocaciones sociales de distinta naturaleza. Los sistemas universales de provisión de servicios alimentaron expectativas de protección social. Puesto que esas expectativas no se redujeron, la retracción en la cobertura de los servicios derivó en demandas sociales insatisfechas. Esa insatisfacción alimentó tanto la protesta social como la generación de fuentes alternativas de provisión de servicios, que fueron frecuentemente canalizadas a través de OSC. En segundo lugar, con el objetivo de -151-itó,16-s-Estados-delegáFon aumentar la eficiencia en ertrák-15"pu distintas funciones asociadas con la implementación de las politicas sociales en oreanizacionelde la sociedad civil (Acuña, Jelin )07; González Bombal, Garay et al., y Lipsky, 1993). El diagnóstico sobre los problemas macroeconómicos de la segunda mitad de los arios setenta no se detuvo en la política fiscal sino que implicó una redefinición global en las concepciones dominantes sobre el papel del Estado en la economía. Su peso 6 Esa retracción ha sido también atribuida a dinámicas demográficas y políticas de más largo plazo que no tienen que ver con las metas de la política económica. Véase, ppr ejemplo, Turner (2001). .42-"L" V 30 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL económico, considerado como demandante de dinero, agente de gasto y ente regulador comenzó a ser percibido como un lastre que restringía las oportunidades de financiamiento y la capacidad de acción de los agentes privados. Versiones de este diagnóstico ocupaban un lugar importante en la economía, la filosofía política y la teoría social desde la posguerra. Las condiciones económicas y financieras de principios de los arios ochenta les dieron verosimilitud. La difusión de estas visiones inspiró una serie de medidas para aligerar el peso económico del Estado, tanto en su calidad de productor de bienes y servicios como en su calidad de agente regulador. Estas medidas fueron tomadas, con distinto alcance y variados resultados, en los países capitalistas centrales, en los países capitalistas en desarrollo yen los países que hasta inicios de 1990 formaban parte de la esfera de influencia de la Unión Soviética en Europa central y oriental. Empresas de propiedad pública fueron vendidas a propietarios privados y se procuró reducir la capacidad de intervención de los gobiernos en la determinación de los precios de bienes clave como el dinero (a partir de la llamada autonomización de las autoridades monetarias nacionales), el trabajo (mediante la eliminación de las regulaciones salariales que fueran más allá del establecimiento de salarios mínimos) y en el comercio exterior (con la reducción de barreras arancelarias y no arancelarias y la suscripción de acuerdos bilaterales y multilaterales). i la desregulación crearon cond~ra ivatizációk_y LaH ___:1, el desarrollo de las OSC a trav • - • • • - anisms2kE~0s casos, estas tomaron a su cargoya prestación de servicios púbTi-(diin —tóló¿ habitualmente considerados soCialéi . edufán „._.,- o la c-61-,'— _ cación, en Chile, o servicios de salud, en los Estados Unidos) c6iii6 servicios de infraestructura (es el casode la distribución , _ de _ energía electnca y la provisión de servicios telefónicos en algunas- comunidades pequeñas). En otros casos, las OSC fueron incorporadas a regímenes de regulación de servicios públicos _ prestados por empresas, Estos regímenes suelen estar formalizados en leyes y reconocen la participación & OSC en espacios ins- ' titucionalladps_de-consulta. Tal es, por ejemplo, el caso de los entes reguladores de servicios públicos en la Argentina. En ambos casos, al constituirse en actores centrales en áreas políticamente sensibles, estas organizaciones adquirieron un relieve político del que carecían anteriormente. La descentralización Etszlizaciiin de la asistencia social también contribuyeron a dar visibilidad y relevancia al trabajo de las 0-§C. En algunos casos, como se comenta más arriba, estas medilás-fueron -adoptadasfundamenialmente_para aliviar las finanzas públicas.En_otras ocasiones testuvieron asociadas con procesos de aesCentralización .política que, en algunos países, a-compañaron la democratización. Independientemente del motivo inicial, la deiaritariación fl l ion imp icaron definir a lo s eneficia í a social de acuerdo con criterios as aí:raigo local y el acceso a comunidades específicas del que ¿lisfrutan algunas OSC se convirtieron, a los ojos de numerosos analistas y diseñadores de políticas, en herramientas valiosas para la intervención focalizada. De allí que muchas de estas organizaciones hayan asumido, con resultados dispares (González Bombal, Garay et al., 2003; Rathgeb Smith y Lipsky, 1993), responsabilidades de implementación y adquirido alguna influencia sobre el diseño de las políticas sociales. Extensión en las funciones administrativas del Estado Eicrecimiento de la influencia olítica de las OSC ha sido asociar. do con otra trans ormación en las funciones de los Estados: la ampliación del conjunto &AD:u n ssiu_e_sexonvierten-eanbjem lapfiicaa Esta ampliación es un fenómeno conocido y analizado desde muy diversos puntos de vista. Ha sido especialmente relevante en los estudios sobre las políticas públicas en los Estados Unidos, en particular en las discusiones sobre el papel de los grupos de interés en el sistema político norteamericano 1. LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 33 32 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL (McFarland, 2007). En relación con estas discusión_esy_eligis-£ 41--ua modelos lunlistas clásicos, Hugh ,--p_ texts) (issue Heclo (1978) desarrolló el conceredes de asuntos Las redes de asuntos s2nespácios de rekciarlesalLe se_ networks). 1 eneral, informal, entre eLz__.. forman en la interacció funcionarios públicos y personas, grupos y organizaciones inteones redes dan lugar a relaci---iairáf.-ris--resados en un tema part r más bien cooperativas -entré activistas y funcionarios y, de acuerdo con algunas lecturas, borran los límites entre la burocracia pública y las organizaciones sociales (Nyland, 1995). Esta noción se expandió rápidamente en el terreno de los estudios sobre políticas públicas en el ámbito internacional (Gormley, 1986; Keck y Sikkink, 1998; Kira:, Meister et al., 1984; Sikkink, 1993). La influencia de las redes de asuntos en la construcción de la sen----_---promoción de decisiones de pollticayública puede interda-flá¿cien. bién como consecuen -cia de la cr• ---y- t-am p`i-e-tlise-C6ifiii-ausa relevancia política de las organizaciones de la sociedad civil. te— De acuerdo con el argumento de Heclo, las redes e asun os ,."--se forman cuando el Estado adopta nuevas responsabilidades ) administrativas. Según la interpretación más frecuente, la expansión temática de estas responsabilidades reduce la probabilidad l", \j de que los funcionarios públicos (electos o designados) dispongan de información en cantidad y calidad suficientes para tratarde _, abre la.1 1 los. Ese déficit, deinformción ind~organizacioneique tienen los incentwos,ppltticos o . __.. Algunas OSC adquiela competencia profesional para_p ---política en la medida en que pueden incorporarren relevaa _ _ se a estas redes de asuntos. En' este sentido, la expansión de las e ciifii-6-su responsabilidades administrativas del Estado aparé -c— _ , . causa. Yendo un paso más atrás en el proceso, también podernos encontrar a organizaciones de la sociedad civil. Es frecuente que los Estados asuman nuevas responsabilidades administrativas por\ que algunos movimientos u organizaciones sociales consiguen incluir un tema en la agenda pública, argumentar que merece I/ una intervención estatal e institucionalizar el tratamiento de este tema como responsabilidad de largo plazo (Hula y JacksonElmoore, 2001; Lowry, 1995; Rutheford, 2000; Steinberg, 1993). Las OSC también han sido retratadas como canales en los procesos de emulación internacional en lo que hace a la adopción de políticas o la formación de instituciones, ambos procesos asociados con la complejización de las burocracias públicas. Estos enfoques postulan que el desarrollo organizacional del Estado no siempre obedece a causas y presiones domésticas. En algunos casos resulta de la adopción de modelos internacionales y la difusión de aprendizajes institucionales. De acuerdo con algunos estudios de caso, las OSC pueden funcionar como promotores y vehículos de esa difusión (Bennett, 1997). 7 Globalización El término "globalización" es usado para referir una enorme variedad de procesos de muy diversa naturaleza. Muchos de esos procesos están ocurriendo simultáneamente. El hecho de que coincidan en el tiempo sugiere que están asociados, aunque los términos de esa asociación son difíciles de entender con las teorías y evidencias empíricas de las que disponemos. Aquí proponemos un uso distinto de esta denominación con el, proposito de ca que presumamos que_esosfenómenos-están.asociados_de algún modo particular. Los fenómenos son do_s: elslesarrollo de or_g_á-__ -e-s--Y >regímenes internacionales, y la reducción en los cosruládo-n d internacional de la inforyng_ción.yjas, persa tc -5-1-dé c iosiiecuentemente citados en relación con la globaOo-áP lización, como la reducción en las restricciones a la movilidad 7 Estos fenómenos forman parte de la incidencia de "segunda generación" que Carlos H. Acuña discute en el capítulo de conclusiones incluido en este volumen. 34 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL internacional del capital y el aumento del comercio internacional, quedan fuera del foco de nuestro comentario. Los regímenes internacionales son "principios, normas, reglas y procedimientos para la toma de decisiones alrededor de las cuales convergen las expectativas de los actores en una determinada área de asuntos" (Krasner, 1982, p. 185). Aunque el concepto puede extenderse a cualquier actor que intervenga en la arena internacional, los actores de los que habla la definición son, fundamentalmente, Estados nacionales. Los Estados pueden encontrar necesario o conveniente estabilizar sus expectativas respecto del comportamiento de otros Estados por una variedad de motivos. En la mayoría de los casos, los regímenes internacionales se desarrollan y se mantienen para resolver problemas de coordinación; es decir, problemas que surgen no porque las preferencias de los Estados sean absolutamente conflictivas (aunque pueden serlo parcialmente) sino porque la ausencia de acción concertada lleva a resultados indeseables para todas las partes. Muchos de estos problemas de coordinación surgen en relación con el manejo de fenómenos que atraviesan las barreras territoriales. Dos ejemplos clásicos son el tratamiento de los temas ambientales y la regulación de las telecomunicaciones. También surgen regímenes internacionales para la resolución de problemas de cooperación, problemas que no están relacionados con la acción concertada, sino con el cumplimiento de compromisos. Un ejemplo de estos problemas son los regímenes internacionales de comercio, muchos de los cuales dan lugar a la formación de organizaciones internacionales, entidades encargadas de supervisar el cumplimiento de las reglas y canalizar la toma de decisiones. Los regímenes y las organizaciones internacionales facilitan la participación política de las OSC por dos razones. En primer lugar, ofrecen una arena internacional de intervención y, en ese sentido, multiplican las oportunidades políticas de esas organizaciones. La naturaleza del tema de interés de muchas organizaciones demanda la acción internacional. Tales son los casos, por ejemplo, de un sector de las organizaciones ambientales, de las 1. LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 35 organizaciones que reclaman la remoción de las minas anti-personas luego de los conflictos bélicos o de las organizaciones que combaten la participación de niños en enfrentamientos armados. En segundo lugar, los regímenes y las organizaciones internacionales pueden servir como recurso político para magnificar la incidencia de las OSC en la escala nacional. La presión internacional puede aumentar los costos de reprimir o demorar la adopción de reformas, y así promover el alcance de los objetivos de algunas OSC. La influencia internacional favoreció la posición doméstica de, por ejemplo, las organizaciones de derechos humanos y aquellas que encuentran obstáculos políticos y culturales para la adopción de políticas de salud reproductiva (Keck y Sikkink, 1998; Misra, 2006). La suscripción de tratados internacionales y el funcionamiento de las cortes internacionales de justicia permiten sostener la influencia doméstica de este vector internacional a lo largo del tiempo. En este sentido, también puede esperarse que multipliquen las oportunidades de intervención política de las OSC, lo cual no quiere decir que esas oportunidades vayan a aprovecharse siempre de modo eficaz. La reducción en el costo de la movilidad internacional de la información y las personas facilita la acción colectiva a escala internacional y, en ese sentido, fortalece la posición de las OSC, tanto en la arena política y en las organizaciones multilaterales como en los espacios domésticos. Este factor tiene un efecto independiente r otro indirecto, puesto que también ha estimulado el desarrollo de los regímenes y organizaciones internacionales que comentamos en los párrafos anteriores. Estos cambios ofrecen a las OSC facilidades para obtener información y difundirla y nuevas oportunidades para obtener recursos y establecer alianzas. Aunque esta reseña no es exhaustiva, permite poner en un contexto histórico el tópico de la politización de las OSC, llamar la atención sobre la multiplicidad de fuentes que puede tener este fenómeno y subrayar que sólo puede entenderse en relación con procesos más amplios y que afectan a otros actores. 36 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL El crecimiento en la significación política de estas organizaciones ha sido objeto de distintas valoraciones. Algunas de ellas son positivas y otras no. Esas valoraciones adoptan ciertas formas típicas. A continuación reseñamos las más frecuentes. LOS ARGUMENTOS DE LA SOCIEDAD CIVIL En 1991, Michael Walzer publicó un ensayo que expone una valoración particularmente persuasiva y prudente del significado político de la sociedad civil. Originalmente publicado como The Idea of Civil Society (1991), trascendió con un título distinto en dos reediciones posteriores: The Civil Society Argument (1992; 1995), el argumento de la sociedad civil. Ajuicio de Walzer, el argumento de la sociedad civil es un correctivo frente a cuatro argumentos comunes en e, político moderno y que celebran otras tantas formas de vida como modelos de coexistencia. Los primeros dos argumentos forman parte de la tradición de izquierda: el de la buena vida asociada con la participación activa en la política y el de la buena vida como comunidad autónoma y autorregulada de productores libres. Los otros dos argumentos son representativos de los discursos de derecha: el de la buena vida dedicada a la producción y el intercambio en el mercado y el de la buena vida como lealtad a la nación. El problema de estos cuatro argumentos es su singularidad, su insensibilidad a la complejidad de los asuntos humanos y a los inevitables conflictos de lealtades asociados con ella (1995, p. 162). El argumento de la sociedad civil, en cambio, celebra la sociabilidad, el vincularse con otros, independientemente de la motivación o el propósito. Incorpora los otros argumentos, puesto que acepta todos los impulsos asociativos: la producción, el consumo, la participación. política, la nacionalidad; pero también niega los otros argumentos, porque requiere preservar la posibilidad de mantener múltiples afiliaciones y múltiples lealtades. La socied_ad_ci~espretada, precisamente porque no tiene ningún propósito _ 1. LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 37 determilládo, es el reinosle,la.pluralidad. El argumento de la pluralidad, en la expresión magistral de Walzer, es probablemente el más persuasivo de los argumentos de la sociedad civil. Pero no el único ni el más influyente. Es posible aducir un segundo argumento asociado con el pluralismo. En éste, la multiplicación de asociaciones con vocación de intervenir en el proceso de políticas contribuye a la desconcentración del poder y, en ese sentido, hace posible el gobierno democrático en sociedades complejas. En él aparece la sociedad r civil concebida como promotora y resguardo del pluralismo poli- I tico. La multiplicación de intereses privados ha sido una de las preocupaciones clásicas de la reflexión política moderna. Hasta finales del siglo )01ilt, fue presentada casi siempre como una amenaza para la realización del interés público. Tal es el sentido que adopta la consideración de las organizaciones representantes de intereses particulares en los escritos del Iluminismo escocés, particularmente en el clásico de Adam Ferguson citado más arriba. • De acuerdo con las interpretaciones habituales, esta preocupación adquirió un nuevo sentido a partir del trabajo de james Madison. Los artículos de El Federalista que se le atribuyen presentan la multiplicación de intereses particulares y su intervención en la arena política como mecanismos de neutralización recíproca. Según él, este mecanismo garantiza tanto la autonomía de las repúblicas frente al poder faccional como las autonomías de los poderes locales y los individuos frente al poder central. Esta imagen de la democracia moderna, como sistema con múltiples centros de poder, ha sido y continúa siendo una rica fuente de inspiración ideológica (McFarland, 2007). Las demandas de inclusión política de las OSC encuentran un robusto respaldo en esta fuente. De acuerdo con un tercer argumento, la intervención y la adopción de responsabilidades políticas por parte de las OSC son valoradas como complemento o alternativa de la representación política canalizada a través de las elecciones. Este argumento juzga el voto como un mecanismo de expresión muy inadecuado 38 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL con respecto a la complejidad de las decisiones de gobierno y de \ las burocracias públicas modernas. El voto y los partidos políticos no tienen ni pueden tener sensibilidad suficiente frente ala multiplicidad de demandas e intereses existentes. La constitución de OSC y su inclusión en los procesos de toma de decisiones ofrecen, entonces, una posibilidad de representación a grupos y demandas para las que los canales y procedimientos establecidos no tienen lugar. Presentan de este modo un complemento a los mecanismos electorales de rendición de cuentas. Otra versión de pede las OSC productoras eitedtt argumento de bienes colectivos que pueden complementar o reemplazar los provistos por el Estado. Dados su tamaño, su localización y sus incentivos, estas organizaciones disponen de mejor información y motivación más adecuada para satisfacer los intereses de las poblaciones a las que sirven (Bryce, 2006; Steinberg, 1993). Así, es más probable que los mecanismos de rendición de cuentas, aun los informales, funcionen eficazmente. Esta noción de la sqciedad civil como refuerzo de representación esgrime razones val—ora desde un punto de vista distinto. En el caso anterior, la desmismo. En este caso, es un medio para producir mecanismos de representación más sensibles a las demandas y preferencias ciudadanas. Es posible articular una defensa de la sociedad civil a partir de un cuarto punto de vista: la eficiencia. Desde esta perspectiva las l í asociaciones de la sociedad civil, junto con otrass asociaciones alternativa las empresas, ofrecen voluntarias in esquemas estatales de provisión de bienes colectivos, típicamente centralizados y rígidos. La asociación voluntaria funciona en este caso como serial de valoración de un bien y, entonces, como serial de disposición a contribuir, con tiempo o dinero, a su pro-L , ducción (Casella y Frey, 1992). Las OSC funcionan aquí como vehículos de eficiencia económica por motivos semejantes a los que se ofrecen para presentarlas como vehículos eficaces de representación política: tienen motivos más fuertes y condiciones 1 1. LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 39 más propicias que el Estado para satisfacer las demandas de sus públicos. El argumento de la sociedad civil no es uno. Considerando sólo los más frecuentes, hay por lo menos cuatro. Aunque destacan valores distintos y su combinación puede dar lugar a inconsistencias, son compatibles y aparecen muchas veces mezclados en las discusiones acerca de la contribución política de las OSC. El retrato de esas discusiones sería incompleto si no consideramos algunos contra-argumentos, que aparecen con frecuencia similar y ofrecen razones de poder persuasivo equivalente. CONTRA-ARGUMENTOS La participación política y el interés por los asuntos públicos no condensan todas las virtudes humanas ni reflejan siempre las superiores. Éste es el primer argumento fuerte del texto deWalzeij los motivos que ofrece para respaldarlo son convincentes. ero, como él mismo advierte: "[...] no hay forma de escapar al poder y la coerción ni posibilidad de elegir, como los viejos anarquistas, sólo la sociedad civil" (1995, p. 167). La sociedad civil no se sostiene ni se basta a sí misma _ el Estado no es meramente una_entre_Arariaslormas d_e_As9g1APilrl P9.111,m_ELKIta_.do, él mismo una asociación, es condición de posibilidad de todas las otras asociaciones y, lo que es particularmente importante para _ nuestros propósitos, es condición de la civilidad_ Vra:Piii ráida•21-de la sociedad civil. Sin un marco de reglas comunes (que implica la obediencia a la autoridad común que vigila el cumplimiento de esas reglas) la civilidad de la sociedad civil "se disuelve en multiplicidad de lealtades a un archipiélago de organizaciones. Ésta es una de las enseñanzas de los filósofos contractualistas clásicos y continúa siendo relevante para leer la situación contemporánea. Sin un marco de reglas comunes, la pluralidad de la sociedad civil no es pluralidad sino multiplicación de singularidades. 40 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL Buena parte del interés por explorar las condiciones de incidencia de las OSC en las políticas públicas implica un reconocimiento tácito de la centralidad del Estado. La voluntad de pasar de la acción expresiva y el trabajo de advocacy sugiere que aunque algunos movimientos han abandonado la aspiración de conquistar el Estado, éste continúa siendo una herramienta de acción politica ineludible (Acuña, Jelin et al., 2007; González Bomba', 2003; Villar, 2003). No obstante, en algunos casos, la vocación de participación política puede traducir una intención de neutralizar o reemplazar el Estado. En estos casos, la vocación antiautoritaria de los movimientos sociales en los que muchas OSC reconocen su antecedente, se transforma en vocación antiestatal y, entonces, antipolitica. IRepitiendo a Walzer, no hay motivos para elegir sólo la política, Wit pero no se puede prescindir de ella. La acción política no se agota en el Estado, pero no puede eludirlo. Del poder y la coerción no se escapa, éstos pueden ser herramienta de profundización democrática en la medida en que se proteja al Estado como bien público y recurso común de acción política. Motivos semejantes inspiran la impugnación del argumento de la sociedad civil como pluralismo político desde un punto de vista democrático. De acuerdo con esta impugnación, la multiplicación de intereses particulares políticamente organizados no implica ninguna garantía de neutralización recíproca sino que aumenta el peligro de captura y colonización del aparato estatal. Esta impugnación ha sido un tema frecuente de los críticos del funcionamiento de la democracia norteamericana (Wright Mills, 1956) y es retomada por críticos contemporáneos de la globalización (Cerny, 1999). Desde el punto de vista de estos críticos, la soberanía estatal es condición del gobierno democrático. La activación política de las organizaciones de la sociedad civil, en la medida en que contribuye a la superposición e intersección entre estructuras de gobierno, debilita la soberanía estatal y erosiona, entonces, el instrumento de las decisiones democráticas de gobierno. Un tercer contra-ar: mento cu - •• • . • ue la participación en ntaria generevalores y ac cualquier organización 1. LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 41 orrkiro Esta objeción es frecuenrno patillescznelgóllis_____dero te en las críticas del trabajo de Robert Putnam citado más arriba y ha sido expuesta de modo particularmente convincente por Theiss-Morse y Hibbing (2005). A partir de la evaluación de una amplia literatura, los autores encuentran que no todas las organizaciones voluntarias promueven valores democráticos (ésta es la más común de las críticas a Putnam), que las asociaciones voluntarias reúnen a gente parecida entre sí (lo cual no favorece el cultivo de actitudes pluralistas) y que la participación en asociaciones voluntarias, más que volcarlos hacia la política, desinteresa a sus miembros respecto de ella. 8 Considerando estos contra-argumentos, la incidencia de las OSC en la política pública presenta desafios particulares. Las objeciones están inspiradas por un denominador común: la política es una forma de acción pública sui generis. Incidir en las políticas públicas requiere reconocer, afirmar y resguardar esa singularidad. Para participar eficazmente y de modo productivo en la política pública es necesario internalizar el punto de vista del Estado, y hacerlo implica reconocer la inevitabilidad de la coerción y la necesidad de un marco de reglas y un espacio de acción comunes. El argumento de la sociedad civil, en cualquiera de sus variantes, no la asume como una versión superior de lo público. Por el contrario, supone, tal como lo enfatiza Walzer, el reconocimiento de que no existe tal versión superior. Si compartimos este reconocimiento y, al mismo tiempo, aceptamos la inevitabilidad de la coerción, la afirmación de la política y la estatalidad aparecen como corolarios del argumento de la sociedad civil como pluralidad. Esta afirmación no es una síntesis del cotejo os y contra-argumentos, sino una advertencia inientre argumen\ cial para evitar 1 s errores más comunes al considerar la contribución potencial de las OSC a las políticas públicas. 8 Estos hallazgos confirman los de los estudios y ensayos compilados anteriormente por Skocpol y Fiorina (1999). • 42 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL 1. LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS HL INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS: DESAFÍOS ANALÍTICOS Y HALLAZGOS • En la primera parte de la sección anterior hemos relevado argumentos que nos permiten entender bajo qué condiciones contextuales puede esperarse que las OSC desarrollen la motivación y encuentren el espacio para participar de procesos de elaboración de políticas públicas. En esta sección reseñaremos algunos análisis sobre las condiciones bajo las cuales esa incidencia puede ser eficaz. Dada la variedad de organizaciones en la sociedad civil, la complejidad del Estado como organización y la particularidad de las experiencias nacionales y transnacionales, dar cuenta de esas condiciones implica resolver gran cantidad de desafios teóricos y metodológicos. Comenzamos nuestra indagación señalando brevemente qué grado de exactitud y generalidad podemos esperar dado el conocimiento disponible y la experiencia acumulada. A continuación discutimos las dificultades asociadas con la verificación de experiencias de incidencia. Fs2s dificultades tienen dimensiones teóricas (¿qué cuenta como incidencia?) y metodológicas (cómo asignar atributos de las políticas públicas a la incidencia de las OSC?). Exponemos más adelante la variedad de espacios en los que puede verificarse la incidencia tomando en cuenta la estructura de los Estados y la de los procesos de configuración de políticas públicas. Comentamos luego cuál es la magnitud de incidencia esperable tomando en cuenta que las OSC participan de arenas políticas en las que también intervienen otros actores. Terminamos describiendo algunos mecanismos de incidencia a partir de la síntesis de la experiencia nacional e internacional y las lecciones aprendidas en la implementación de INICIATIVAS. ¿ARGUMENTOS GENERALES? La cantidad y la variedad de estudios sobre la participación de las OSC en las políticas públicas son abrumadoras. Si incluimos en la revisión la literatura sobre movimientos sociales y grupos de . 43 interés, el universo se amplía aún más. Para dar una idea de la "- magnitud de la producción relevante para el tema, un estudio de Burstein y Linton (2002) sobre el impacto relativo de las organizaciones de los movimientos sociales, los partidos políticos y la opinión pública sobre la politica pública incluyó 53 artículos, con' iando solamente los publicados entre 1990 y 2000 en las revistas académicas más influyentes en ciencia política y sociología de los Estados Unidos. Esos 53 artículos presentan 230 medidas de impacto sobre la política pública (Burstein y Linton, 2002, p. 390). A pesar de la intensidad del esfuerzo intelectual invertido en esta empresa, los progresos en términos de acumulación de conocimientos han sido limitados. Algunos autores atribuyen las dificultades en la elaboración de argumentos generales a variaciones en la conceptualización de los fenómenos de interés y en la teorización sobre los efectos causales (Meyer, 2004; Meyer y Minkoff, 2004). Otros atribuyen este lento avance a la falta de articulación explícita entre disciplinas o tradiciones de estudio (Andrews y Edwards, 2004; Roitter, 2001). Estas consideraciones coinciden con las conclusiones de la revisión que realizamos para este estudio. Pero es posible que la dificultad para progresar en el conocimiento reconozca motivos más profundos. Como señaláramos al comienzo de la segunda sección, sociedad civil es un término demasigdo ari-ip•ro—(a _ eliberadamente amplia)_comapam-contener el míni-,_ mo de homogeneidad indispensable_para quecualquierzenera_ lizáa-sYn tenga algún valor informativo. Parece_entómás,pitt_ dente dEWT6Ilar un vocabular _i_o_que_permita.slistinguir~ dé la soaéaáa-CiV— il a—las orgrizáciones_quomparten_atributos modultrgitiiárT-e evantes y elaborar hipótesis testeables en relación cein esos tipos más acotados de organizaciones. Aunque existen en la literatura varias tipologías de organizaciones, ninguna goza de la aceptación general necesaria para estructurar un programa común de investigación. En función de lo señalado anteriormente, una exploración más convincente de las capacidades políticas de las OSC nece- 44 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL sita: a) acuerdos terminológicos más amplios; b) argumentos descriptivos más exhaustivos y c) teorías acotadas por tipos de organización. Sorteando estas dificultades conceptuales y las barreras disciplinarias, pueden de todos modos encontrarse algunos mecanismos causales repetidos(Elster, 1998; Hedstróm y Swedberg, 1998). No podemos hacer afirmaciones fuertes sobre la validez general de estos mecanismos, pero ellos señalan en qué dirección vale la pena continuar explorando. Describimos algunos de ellos en el apartado final de esta sección. ¿QUÉ CUENTA COMO INCIDENCIA?: LEGISLACIÓN, IMPLEMENTACIÓN, MEDIACIONES Y MEDICIONES Una de las dificultades más importantes entre las señaladas anteriormente consiste en determinar qué cuenta como incidencia. Esta dificultad tiene dos aspectos. El primero de ellos es teórico. Casi todos los estudios que hemos relevado procuran resolver este aspecto del problema considerando por separado cada una de las etapas de la política pública: determinación de la agenda, identificación de las opciones de decisión, elaboración de la decisión, implementación, monitoreo y evaluación. 9 Es relativamente sencillo aceptar señales típicas de algunas de estas etapas como instancias de incidencia. Por ejemplo, la inclusión de un tema en la agenda pública, en la medida en que pueda atribuirse de modo convincente a alguna intervención de OSC, podría entenderse de este modo. Lo mismo podría afirmarse respecto de la formulación de una, ley, un cambio en la reglamentación o el diseño de un programa. Esto es así, aunque dentro de cada una de esas etapas pueden identificarse dimensiones particulares que hacen más complejo el 1. LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 45 análisis. 10 En otras etapas es más dificil determinar si la intervención de las OSC constituye un caso de incidencia. Este problema se presenta particularmente en lo referido a la etapa de implementación. En algunos casos, las OSC desarrollan activida- \ des, autónomamente o en coordinación con autoridades estatales, que complementan y en ese sentido inciden sobre los resultados de la implementación (INICIATIVAS para el fortalecimiento democrático y social 2005 ofrece ejemplos de este tipo). En otros casos, las OSC sirven simplemente como canales de distribución de bienes o servicios generados desde el Estado y de acuerdo con un diseño decidido desde allí (González Bombal, Garay el al., 2003 cita ejemplos que confirman esta apreciación en relación con la implementación de políticas sociales focalizadas en la Argentina durante los años noventa). Es conveniente considerar esos casos como instancias de participación y reservar el uso de "incidencia" para intervenciones en las que las OSC tienen algún impacto relevante sobre la política en cuestión. Un tratamiento más completo del problema de la incidencia requiere complementar el esquema de etapas de la política pública en dos sentidos. En primer lugar, como se señala en la segunda sección de este estudio, la actividad política de las OSC incluye tanto la promoción de cambios como la resistencia a los cambios. La resistencia eficaz puede manifestarse en la adopción de decisiones o en no decisiones. Las no decisiones puedén resultar de la exclusión de un tema de la agenda pública o del mantenimiento del statu quo aunque el problema haya ingresado. El registro de las no decisiones puede ser dificil desde el punto de vista metodológico, pero debe contemplarse esa posibilidad teórica. 19 Por ejemplo, Rutheford (2000, p. 80) distingue, en cuanto a la agenda 9 Distintos estudios proponen distintas enumeraciones y denominacio- nes para las etapas, pero las diferencias son pequeñas. de políticas públicas, dimensiones cognitivas (temas de agenda como unidades de información) y normativas (temas de agenda como objeto de juicios éticos). Las eficacia de las intervenciones de las OSC puede variar respecto de cada una de estas dimensiones. 46 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL En segundo lugar, es necesario considerar que la incidencia de las OSC puede ser mediada por otros grupos o actores. Por ejemplo, las acciones de advocacy de las OSC pueden persuadir a segmentos de la opinión pública y a los funcionarios públicos a adoptar cambios que estos segmentos juzgan favorables por motivos electorales y no por la intervención directa de las OSC. Una descripción adecuada de las condiciones de incidencia requiere un inventario exhaustivo de las posibilidades de mediación, en particular de la relación entre las OSC, los partidos políticos y la opinión pública (Burstein y Linton, 2002; Costain y Majstorovic, 1994). La atribución de propiedades de las políticas públicas a la intervención de estas organizaciones plantea desafíos metodológicos complicados, entre otras cosas porque la incidencia de las OSC frecuentemente está mediada por, o coexiste con, los intentos de influencia de otras organizaciones. Los estudios de caso, que constituyen el diseño más usado, son especialmente vulnerables a esta dificultad. Aun cuando el control estadístico sea difícil o inadecuado a la naturaleza de los datos disponibles, otras técnicas frecuentes en los estudios comparativos sobre otros temas, como el contraste de contextos (Skocpol, 1994) o de desarrollo más reciente, como el análisis de conjuntos (Ragin, 2006), pueden ayudar a sopesar la validez de los hallazgos de los estudios de caso. Estas técnicas están prácticamente ausentes de los estudios relevados. Otro rasgo frecuente en los estudios es la concentración en casos "exitosos" de incidencia. Esta concentración puede llevar a sobreestimar la relevancia de algunos atributos de las organizaciones que efectivamente consiguen incidir porque no permite identificar si son esos atributos u otros los que las distinguen de aquellas organizaciones que tratan de incidir pero no pueden. Por ejemplo Rees (1999) estudia las 12 organizaciones sin fines de lucro más influyentes sobre la actividad legislativa en el Congreso de los Estados Unidos y atribuye la eficacia de estas organizaciones simplemente a los factores mencionados más frecuente- LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 47 mente en entrevistas con los líderes de estas organizaciones. Sin el contraste con casos negativos de incidencia (lo que no necesariamente demanda el empleo de métodos estadísticos) es dificil confirmar la relevancia de los factores mencionados. La recurrencia de los estudios de caso ha conspirado también contra el desarrollo sistemático de indicadores de incidencia. Las descripciones e interpretaciones propuestas suelen ser muy dependientes de las peculiaridades de las organizaciones, la naturaleza de las políticas y los países analizados. Considerando las dificultades señaladas anteriormente es deseable y, a partir de la enorme riqueza de estudios producidos, posible, avanzar en la producción de indicadores de relevancia independientes de la especificidad de los contextos. VARIEDADES DE LA INCIDENCIA: ETAPAS, SECTORES, PODERES Y NIVELES DE GOBIERNO Como se ha señalado, una de las coincidencias generales en la literatura es la distinción de las aaerdo con la etapa de la política de que se trate. Puesto que caetaptt-ply inámicas distintas, requiere entonces diferentes capacidades y distintas estrategias de las OSC (Burstein, 1991; Soule y King, 2006). Otra distinción frecuente corresponde con las diferencias sectoriales entre las políticascuña, Jelin et al., 2007; Casey, 2002; González Bombal y Villar, 1003; Kirst, Meister et al., 1984). La naturaleza de los problemas y la estructura de la burocracia estatal ñali va significativamente — entre sec.: L_ denominarse_s_pec:_ el a to" _ administrativo delproblema. .... Otras dimensiones político-institucionales relevantes están prácticamente ausentes en los estudios relevados. Las arenas políticas más frecuentemente estudiadas son las agencias de los ejecutivos, el poder legislativo (con casi absoluto predominio de los 48 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL estudios sobre el Congreso de los Estados Unidos) y las organizaciones internacionales (en las que también predominan los agentes del Ejecutivo). La intervención sobre las legislaturas de otros países y la rica experiencia práctica de estrategias de incidencia judicial (acerca de la cual el movimiento de derechos humanos y el movimiento ambiental en la Argentina ofrecen numerosos ejemplos) no han tenido hasta el momento un impacto significativo en la elaboración teórica. En términos de niveles de gobierno, las dinámicas nacionales on las más frecuentemente analizadas, aunque una porción importante de la literatura más reciente da cuenta de las dinámicas locales (Acuña, Jelin el al., 2007; Hula y Jackson-Elmoore, 2001; Sampson, McAdam et al., 2005). El primer nivel subnacional (provincial o estadual) es tratado por pocos estudios (por ejemplo, los referidos a los procesos de descentralización en América Latina) y no hemos encontrado contrastes explícitos entre las condiciones para la incidencia de las OSC en distintos niveles de gobierno. La debilidad del tratamiento de los factorespónico-institucio: nales no administrativos es consistente con la concentración de de incluir esos otros factores en el análisis se haría más evidente tan pronto como se prestara atención a las motivaciones de los funcionarios públicos. Elanálisis de estás_ótiac m iiones demanda, en prirner.Lagar, el recon,achniento_delaszegla&-constituci-oe_estructuran la intraacción_entre_las ejecntivos, iásm ° ayorías legislativas v los funcionarios_kulicialessemindo discusión de la influencia las organizaciones 11 Los motivos de los funcionarios públicos, electos o no electos, sólo aparecen tratados explícitamente en un estudio que documenta la cooptación de esas organizaciones como instrumento de supervivencia política de un régimen autoritario (Wiktorowicz, 2000). 1. LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 49 interacción entre los funcionarios electos y los ciudadanos media- ' • dapórel ré IteiA.p1.Mral. La literatura de raíz institucionalista disponible en el área de la ciencia política ofrece una serie de argumentos para estimar el efecto individual y algunas de las interacciones entre estos factores (Carey, 2000). Ellos permitirían complementar los aportes de los estudios sobre OSC, grupos de interés y movimientos sociales. Hasta el momento los estudios han explorado una parte pequeña del mapa social e institucional de la incidencia y lo han hecho de modo incompleto. Hay áreas importantes de la experiencia de las OSC que aún aguardan un tratamiento sistemático y hay actores dentro de las áreas ya exploradas cuyas motivaciones pueden elucidarse con herramientas teóricas probadas en el análisis de otras cuestiones. Esto señala una dirección posible para las investigaciones futuras. LOS LÍMITES DE LA INCIDENCIA: OSC, OPINIÓN PÚBLICA, PARTIDOS Y GOBIERNOS Para evaluar cuánto inciden las OSC es indispensable formarse alguna expectativa respecto de cuánto podrían incidir. Esa expectativa debería estar apoyada en argumentos teóricos que permitan evitar optimismos desmedidos o subestimaciones sin fundamento. Al respecto, los argumentos más desarrollados se encuentran en la literatura sociológica sobre los movimientos sociales. Como se comenta brevemente líneas arriba, en esta literatura predominan dos enfoques: el de la movilización de recursos y el de las estructuras de oportunidades políticas (Goldstone, 2004; Jenkins, 1983; Jenkins, Jacobs et al., 2003; Meyer, 2004; Meyer y Staggenborg, 1996; Tarrow, 1988). Ambos son relevantes para estimar el alcance potencial de la incidencia de las OSC, pero el enfoque de oportunidades políticas lo es más directamente. El enfoque de movilización de recursos resultó de una serie de esfuerzos para determinar bajo qué condiciones los movimientos 50 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL sociales consiguen superar los problemas de acción colectiva. El tratamiento original de Olson (1965) proponía el tamaño pequeño, la homogeneidad y la capacidad de los grupos para distribuir beneficios selectivos entre sus miembros como soluciones básicas. Los estudios que desarrollaron el enfoque de movilización de recursos identificaron sucedáneos de estas soluciones básicas, particularmente la influencia de emprendedores sociales individuales y la de grupos que actúan como sponsors. Las conclusiones de estos estudios pueden leerse de dos modos y ambos son útiles para nuestros propósitos. De acuerdo con la primera lectura estos estudios permiten identificar qué grupos tienen más probabilidades de constituir OSC y qué OSC tienen más probabilidades de resolver eficazmente á lo largo del tiempo sus problemas de acción colectiva. Los grupos con mayor probabilidad de organizarse son los pequeños y homogéneos, que tienen la capacidad de "cerrarse" al exterior y distribuir beneficios exclusivamente entre sus miembros. Las OSC que tienen mayor probabilidad de resolver sus problemas de acción colectiva son las que cuentan con la participación de emprendedores altamente motivados o con el respaldo de sponsors consecuentes. La segunda lectura (que no implica una refutación de la anterior) es que los grupos y las organizaciones que satisfacen estos requisitos son muy pocos. Burstein y Sausner concluyen (2005) que las condiciones de resolución de los problemas de acción colectiva son muy exigentes y en consecuencia debería sorprendernos que algunas organizaciones estén en condiciones de intervenir eficazmente en la arena pública. Algunos estudios agregan que es probable que una mayoría de esas pocas organizaciones representen a los sectores sociales de más altos ingresos y nivel de instrucción. Pero el esfuerzo necesario para movilizar recursos no puede considerarse de modo independiente de las oportunidades de acción política que ofrece el contexto social e institucional. La perspectiva de acción colectiva del enfoque anterior puede entonces vincularse con los argumentos de estructura de oportunidades. Esas estructuras son tanto más propicias cuanto mayor 1. LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 51 sea la apertura de los espacios institucionales para la inclusión de nuevos actores, mayor la disponibilidad de opciones de alianza con los actores ya incluidos y mayores las capacidades políticas del Estado. Los estudios que utilizan este enfoque no llegan a conclusiones comunes. Jenkins y sus coautores (2003) encuentran que efectivamente la percepción de un incremento en las oportunidades de influencia política estimuló la acción colectiva de protesta en las comunidades representantes de la población afroamericana en los Estados Unidos. Por su parte, Goldstone (2004) sostiene que la democratización alimenta la acción colectiva; pero esta acción no proviene de sectores excluidos del sistema político sino que es una herramienta dentro del menú al que recurren los actores políticos establecidos para alcanzar sus objetivos. En ambos casos se espera el mismo resultado, mayor acción colectiva, aunque las motivaciones y los mecanismos son distintos. Sin embargo, entender bajo qué condiciones puede ocurrir un intento de influencia es distinto de entender bajo qué condiciones éste puede ser eficaz. Burstein y Linton (2002) presentan una evaluación más sobria del argumento de oportunidades políticas (similar a la de •Giugni, 1998). En su modelo, las decisiones gubernamentales pueden obedecer a tres fuentes de influencia: la presión de las organizaciones de los movimientos sociales, la de los partidos políticos y las demandas difusas y no organizadas de la opinión pública. Los resultados revelan que si bien las decisiones gubernamentales frecuentemente coinciden con las preferencias de las organizaciones de los movimientos sociales y las de los partidos, rara vez lo hacen sin la mediación de la opinión pública o en contradicción con los objetivos de supervivencia electoral de los funcionarios. Los autores interpretan estos resultados como prueba de que los intereses organizados, tanto en forma de partidos políticos como de organizaciones autónomas de la sociedad civil, rara vez tienen peso político propio suficiente como para orientar la política pública en contra de las intenciones de los funcionarios y las preferencias de los votantes no organizados. Burstein y Sausner (2005) com- III 1. LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 1 ,•... • I 53 52 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL plementan esa interpretación, agregando que la debilidad de las organizaciones de los movimientos sociales puede atribuirse a la .relativa infrecuencia de la acción colectiva autónoma. Si bien la mayoría de los estudios citados analiza procesos políticos en los Estados Unidos y puede entonces reflejar características particulares de esa sociedad y ese sistema político, la estructura teórica del argumento es persuasiva y puede adaptarse a otros contextos nacionales. Las conclusiones para el análisis de la incidencia de las OSC sobre las políticas públicas son relativamente simples pero importantes: • Primero, la organización para la incidencia política demanda la resolución de problemas de acción colectiva exigentes que presentan desafios de distinta intensidad para diferentes grupos. • Segundo, el nivel típico de esfuerzos de incidencia debería ser bajo y tanto más bajo cuanto más cerrado se perciba el sistema político. La "cerrazón" del sistema político puede manifestarse como violación de las garantías formales de participación y competencia política o como imposición de barreras institucionales a la formación de nuevos grupos políticos, incluyendo nuevos partidos.I 2 • Tercero, el éxito de los esfuerzos de incidencia "desde afuera" que efectivamente se realizan depende de la adaptación a los incentivos y metas políticos de los actores "de adentro". Aún más, si el argumento de Goldstone es correcto (como también sugiere González Bomba!, 2003), lo que puede parecer acción política "desde afuera" en algunos casos es estrategia política impulsada "desde adentro". 12 Un argumento como éste permitiría explicar la diferencia en los niveles de actividad política de las OSC que desempeñan actividades en distintas provincias argentinas, así como la concentración de la acción en el nivel nacional, que presenta oportunidades de acción más propicias aunque no necesariamente promesas de impacto más alto. Un desarrollo más sistemático del argumento de oportunidades políticas demanda, nuevamente, un análisis detallado de los incentivos, las trayectorias y las aspiraciones de los funcionarios \ electos, los designados y las organizaciones partidarias de las que \ ellos participan. MECANISMOS DE INCIDENCIA: HALLAZGOS COMUNES DE LOS ESTUDIOS Y LA EXPERIENCIA DE INICIATIVAS Como se señala más arriba, no es posible elaborar una teoría general sobre las condiciones de incidencia de las OSC en las políticas públicas. Sin embargo, a partir de las enseñanzas de los casos exitosos (incluyendo las de los proyectos acompañados desde DilaAlivAs) puede identificarse una colección ilustrativa de mecanismos a través de los cuales esa incidencia tiene lugar. El documento Experiencias.., ofrece un análisis preliminar de dichos mecanismos. Aquí se reseñan algunos de esos argumentos y se los compara con los hallazgos de los estudios internacionales. Como es costumbre en la literatura sobre este tema, el análisis se divide de acuerdo con las etapas de la política pública. Para cada etapa se indica el mecanismo de incidencia y la "ventaja comparativa" de las OSC con el que está asociado. Por "ventaja comparativa" entendemos los atributos que las OSC están en mejores condiciones de desarrollar respecto de otro tipo de organizaciones. Esto no implica que sean atributos exclusivos de este tipo de organizaciones ni que todas las OSC los desarrollen en la misma magnitud o con la misma facilidad. La evidencia sugiere (aunque no demuestra categóricamente) que estos atributos están asocia- \ dos con las experiencias de intervención política exitosa. Entla etapa de constitución de la agenda pública, las OSC intervienen a través de dos mecanismos fundamentales: la producción r■ p•rtirm•rste y fiable V la difusión onor'tUna de esa El primero de estos mecanismos resuelve asimetrías de información entre funcionarios y ciudadanos, entre legisladores y funcio- 54 1 \. 1 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL 1.. LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 55 narios del Poder Ejecutivo o entre miembros de distinto nivel de los partidos políticos. Las partes "desposeídas" de información sufren esa desposesión como resultado de problemas de acción colectiva asociados con su producción. Típicamente, la producción e interpretación de esa información requiere de inversiones importantes de recursos financieros y humanos. La motivación, la formación profesional y el acceso a fuentes de financiamiento permite a las OSC resolver esos problemas más fácilmente que otro tipo de organizaciones. Adicionalmente, algunas OSC pueden ser voceras más creíbles de este tipo de información puesto que típicamente no se las percibe como actores motivados electorahnente y las motivaciones políticas no electorales son más dificiles de interpretar. La difusión oportuna de información (igualmente pertinente y fiable) puede imponer "costos de reputación" (Peruzzotti y Smulovitz, 2002) que comprometan las oportunidades de supervivencia electoral de los funcionarios electos. Los mecanismos descriptos coinciden con los hallazgos de diversos trabajos de la literatura especializada (Braun, Chudnovsky et al., 2007; Chinnok y Salamon, 2002; Raustiala, 1997; El facilitamiento de negociaciones intragubernamentales con- 1 siste en la formulación de las opciones de decisión en términos aceptables y creíbles para las partes y en el monitoreo sobre el cumplimiento de los términos de los acuerdos. Funcionando como mecanismo de "compromiso", las OSC pueden facilitar la negociación reduciendo la incertidumbre de los directamente involucrados. El papel facilitador no implica necesariamente la adopción de una posición "amistosa" respecto de los negociadores. Por el contrario, la credibilidad de las OSC, como la de todo mediador, descansa en última instancia en la amenaza potencial de imposición de castigos. En este caso el castigo puede consistir en la difusión pública de información sobre las negociaciones o el cumplimiento de los acuerdos. Dependiendo de las circunstancias, esta difusión puede implicar costos de reputación y constituir entonces un disuasivo electoral poderoso. Estas observaciones coinciden con los hallazgos de Raustiala (1997) acerca del papel de las OSC en las negociaciones internacionales. En_la etapa de implementación las OSC pueden intervenir a través del conocido mecanismo de distribución de bienes -y servi- Villar, 2003). En la etapa de decisión, las OSC pueden intervenir a través de dos mecanismos fundamentales: difundiendo ejemplos de innovación en el diseño de políticas públicas y monitoreando las negociaciones intragubernamentales. La difusión de ejemplos de innovación está asociada con las ventajas de localización, tamaño y flexibilidad de las OSC. La localización facilita la recolección de información sobre las necesidades, demandas y capacidades . de de segmentos de 1,1„pobladki,~ _ las poblaciones. El tamaño y la flexibilidad reducen el costo de reversión en el caso en que las innovaciones no alcancen los resultados esperados. Por "flexibilidad" entendemos la relativa simplicidad organizacional, la fluidez de las estructuras de división de, -- —...„----tareas, autoridad y regimenes de remuneración (incluyendo la posibilidad de contar con trabajo voluntario). Villar (2003) coincide con este hallazgo, aunque sitúa la innovación en otra etapa del proceso de conformación de políticas. el Estado. En los primeros dos casos, operan las ventajas de tamaño, localización y flexibilidad que ya hemos comentado. En el tercero, las capacidades de advocacy y movilización descriptas abundantemente en la literatura especializada (Andrews y Edwards, 2004; Nicholson-Crotty, 2007) y las capacidades de resolución de problemas de acción colectiva resultantes de estrategias exitosas de movilización de recursos de acuerdo con la lógica descripta más arriba. Finalmente, en el monitoreo y,,esluación delaspólíticáspúblius_naecanismes-y -las'ráp-árrdátlrrd-e-pro— casse_pone ducción de información analizados en relación con la etáRlde 56 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL constitución de la agenda. Esta coincidencia no es sorprendente, ya que la intervención en la conformación de la agenda pública puede ser juzgada como resultado de un juicio sobre las políticas implementadas anteriormente. Para facilitar el análisis de la correspondencia entre etapas, mecanismos y ventajas, la tabla 1 sintetiza lo expuesto en esta sección. 1. LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS Mecanismos de incidencia y ventajas comparativas de las OSC Etapa de la política pública Constitución de la agenda pública Mecanismo de incidencia ¡ qué pueden ser perseguidos2 resistidos_Raptrc)s^ grupósza_ iras orgáliz—a-Ciófié"áa,áiár— eamd—elas OSC muchas veces se lleva adelante -eirfirónbTe del bien público y la adopción misma del rótulo "organización de la sociedad civil" es el resultado de una elección estratégica que tiene motivaciones y consecuencias políticas. El primer paso en la tarea analítica es adoptar definiciones que sean sensibles al carácter político de las intervenciones de este conjunto de organizaciones y que reconozcan que las referencias al interés público, al bien público o a la sociedad civil forman parte de retóricas políticamente motivadas y políticamente connotadas. En este sentido, la creciente visibilidad e incidencia que registran los estudios sobre estas organizaciones parece resultar de Decisión Producción de información pertinente y fiable. Difusión oportuna de información. • Imponen costos electorales. Facilitamiento de negociaciones intragubernamen tales. • Resuelven problemas de compromiso y credibilidad. • Imponen costos electorales. Innovación y difusión de ejemplos. Distribución de bienes y servicios. Implementación Monitore° y evaluación Ventaja comparativa de las OSC • Resuelven asimetrías de información y problemas de acción colectiva en la producción de información. • Resuelven problemas de credibilidad y conflictos de intereses. IV. CONCLUSIONES Es probable que para nombrar a las OSC la multiplicidad de significados y las denominaciones negativas sean inevitables. En efecto, el espacio de la sociedad civil no es estatal ni mercantil; es un ámbito en el que se desarrollan asociaciones voluntarias con características, historias, capacidades y propósitos muy diversos. Aunque inevitables, la multiplicidad de significados y las denominaciones negativas hacen más difícil el análisis de la incidencia de estas organizaciones sobre las políticas públicas, y para comenzar a superar estas dificultades es necesario adoptar una perspectiva política. Desde este punto de vista, lo distintivo no es el carácter voluntaririla ausencia de fines de lucro de dichas 57 • Explotan ventajas de escala, localización y flexibilidad. Refuerzo de impacto de políticas públicas. Remoción de obstáculos para el acceso a servicios públicos. • Desarrollan estrategias de advocacy y movilización. • Resuelven problemas de acción colectiva. Producción de información pertinente y fiable. • Resuelven asimetrías de información y problemas de acción colectiva en la producción de información. • Imponen costos electorales. • Resuelven problemas de compromiso y credibilidad. 114 58 LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL cambios en las estructuras de oportunidades políticas que, por un lado, hacen más probable y más relevante la intervención de asociaciones voluntarias y, por otro, hacen más potente la referencia a "la sociedad civil" como argumento político. En otras palabras: la creciente incidencia política de las OSC es, en parte, un fenómeno nuevo y en parte un nuevo modo de presentarse adoptado por actores más conocidos. La nueva estructura de oportunidades está asociada con la democratización, la ampliación temática y la redefinición económica del Estado, así como con algunos aspectos de la llamada globalización. Estas grandes tendencias hacen más probable la intervención política desde la sociedad civil o en nombre suyo pero, para evaluarlas adecuadamente, deben tenerse en cuenta dos cosas. Primero, que no son tendencias unidireccio-nales ni irreversibles; destacan, simplemente, dinámicas predominantes durante las últimas décadas, pero que pueden estancarse o revertirse. En segundo lugar, no afectan a todas las OSC por igual sino que ofrecen oportunidades de intervención eficaz que, de acuerdo con el contexto institucional y social, y las características de las propias organizacioes, pueden aprovecharse en distinta medida. En general, el hecho de que los órdenes políticos estén más abiertos a la participación de las asociaciones voluntarias es evaluado positivamente y presentado como un avance democrático. La justificación democrática más fuerte de esta evaluación está fundada en un argumento de pluralidad. Pero ésta no es la única justificación posible ni la más frecuente. También se valora a las OSC como promotoras del pluralismo político, como complemento de la representación partidaria y electoral, y como fuentes de eficiencia en la asignación de recursos. En el discurso corriente, estas valoraciones pueden aparecer combinadas de distintas formas. La combinación no elimina su independencia conceptual y no siempre resulta en argumentos lógicamente consistentes. Y lo que es más importante para nuestros propósitos, no todas las justificaciones de la intervención política de las OSC son compatibles con los valores democráticos. Para que sean compa- 1. LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 59 tibles, deben reconocer que el carácter civil de las asociaciones voluntarias depende de la existencia de una autoridad pública común y eficaz y que el ejercicio democrático de esta autoridad común no puede prescindir de los canales de representación partidarios y electorales. Una defensa democrática de la sociedad civil no puede ser antiestatal ni antipartidaria. Es fácil advertir que en las últimas décadas las OSC se han vuelto actores políticos más relevantes. Dados la teoría y los datos disponibles, es más dificil especificar en qué consiste y de dónde surge esa relevancia. En primer lugar, elaborar una teoría general de la eficacia política de las OSC es una tarea tan sencilla y potencialmente fructífera como elaborar una teoría general sobre el comportamiento de los animales. Hay tantos tipos de organizaciones, con formas, propósitos y capacidades tan diversos, que cualquier enunciado general resultaría, por fuerza, excesivamente abstracto y de dudosa utilidad explicativa. Si queremos saber qué es lo que un determinado ente social es capaz de hacer cuando interviene en los procesos de política pública, necesitamos saber cuáles son los atributos relevantes de ese ente. Los estudios aún no han producido una tipología concluyente con aceptación más o menos amplia. Tampoco existen explicaciones convincentes sobre la fuente de influencia política de las asociaciones voluntarias. Estas insuficiencias obedecen a dificultades teóricas y metodológicas. En primer lugar, se tiende concebir cualquier intervención de las OSC en la política pública como si se tratara de una instancia de "incidencia". Esta tendencia es problemática porque, siguiendo el uso común, parece conveniente reservar el término "incidencia" para las intervenciones que cambian el contenido o alteran el curso de la política pública en algún sentido. No todas las intervenciones de las OSC satisfacen este requisito. En segundo lugar, la incidencia, aun concibiéndola en sentido estricto, puede adoptar muy diversas formas. Esa diversidad corresponde con las etapas de las políticas públicas, la variación entre los sectores, la interacción entre los poderes de gobierno 6o e flá LA INCIDENCIA POLÍTICA DE LA SOCIEDAD CIVIL y la arquitectura de niveles de gobierno. Hasta el momento, los estudios han cubierto un área muy pequeña de este amplio territorio de posibilidades de incidencia y algunas experiencias de incidencia relevantes aguardan un tratamiento teórico adecuado . En tercer lugar, carecemos de razones teóricas fuertes para fundar una expectativa sobre la incidencia de las OSC. No sabemos estimar cuánto son capaces de incidir, con lo cual nos resulta difícil evaluar cuánto y cómo inciden. Algunas de estas dificultades teóricas derivan de, o se combinan con carencias metodológicas. Abundan los estudios de casos exitosos y escasean los estudios comparativos (con o sin técnicas estadísticas), de modo que el conocimiento progresa a partir de inducciones inspiradas en la observación de pocos casos cuya relevancia gene,. ral es difícil de precisar. A pesar de estas dificultades, durante la implementación de INTCIATIVAS hemos sido testigos de distintas experiencias de incidencia que, según estimamos y de acuerdo con el título del programa, han contribuido al fortalecimiento democrático y social. Hemos documentado estos procesos y analizado los mecanismos que los alimentan. Las conclusiones de nuestros análisis coinciden con las de buena parte de la literatura internacional. En un sentido, la coincidencia es alentadora: indica que hemos elegido bien los proyectos a acompañar y que hemos evaluado su implementación de acuerdo con criterios aceptables para otros observadores del fenómeno. En otro sentido, la coincidencia sugiere que quienes estamos interesados en entender las capacidades políticas de las OSC debemos ampliar nuestra imaginación teórica, enriquecer nuestras fuentes de información y renovar nuesti-os métodos. Con este texto y el resto de los publicados en este volumen, esperamos contribuir a esa tarea. 1. LA INCIDENCIA DE LAS OSC EN LAS POLÍTICAS PÚBLICAS 61 REFERENCIAS . Acuña, c. H. , E Jelin y G. Kessler (eds.), Políticas sociales y acción local: diez estudios de caso, Buenos Aires, CLASPO-Argentina / Instituto de Desarrollo Económico y Social / Universidad de San Andrés / Universidad de General Sarmiento, 2007. Andrews, K. T. y B. Edwards, "Advocacy organizations in the US political process", Annual Review of Sociology 30, 2004, pp. 479-506. Bennett, C. 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