implementación de una red de monitoreo comunitario de la calidad

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Memorias de la I Bienal territorios en Movimiento en León, Guanajuato. 2012 IMPLEMENTACIÓN DE UNA RED DE MONITOREO COMUNITARIO
DE LA CALIDAD DEL AGUA MEDIANTE LA CONSTRUCCIÓN DE
CAPACIDADES LOCALES EN CUENCAS RURALES
1
Rosaura Páez Bistrain y Ana Burgos1
Resumen
En diferentes conferencias internacionales se ha reconocido que las cuencas hidrográficas
son la unidad territorial más conveniente y el marco de referencia primario para la gestión de
los recursos hídrico; también se ha establecido la necesidad de que los ciudadanos
participen en los procesos de decisión sobre su gestión y buen gobierno teniendo en cuenta
que el conocimiento es la base de la comprensión y adopción de decisiones. Desde hace
varios años, la necesidad de contar con datos para alimentar la toma de decisiones sobre la
problemática ambiental y en particular del agua, ha conducido a que las actividades de
monitoreo dejen de ser prácticas monopólicas de la academia o las agencias de gobierno,
para ser extendidas a la comunidad; emergiendo así el llamado Monitoreo Comunitario o en
inglés, Community-Based Monitoring. En este sentido, el monitoreo de agua es de sustancial
importancia para entender la dinámica espacial y temporal de los recursos hídricos, así como
los proceso hidrológicos que intervienen en la disponibilidad y calidad del agua en las tres
partes funcionales de la cuenca (alta, media y baja) favoreciendo la vinculación social en la
cuenca. En este marco, el objetivo del trabajo fue establecer una red de monitoreo de la
calidad del agua en tres cuencas rurales del trópico seco habitadas por poblaciones de alta
marginación y muy alto rezago educativo a través de un proceso participativo y como una
medida tendiente a aumentar la seguridad hídrica. La investigación puso a prueba un modelo
de intervención para desarrollar el interés, la participación y las capacidades locales
utilizando como medio inicial para la capacitación en la obtención de datos de calidad de
agua en campo, el laboratorio portátil desarrollado por la empresa LaMotte, Alabama Water
Quality Monitoring, y como medio para hacer disponible la información obtenida se genero un
SIG amigable que permite la captura de los datos por parte de los propios integrantes de los
1
Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA). Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM -
Campus Morelia) Teléfono: 443 – 322 2777 extensión 42588, [email protected]
Memorias de la I Bienal territorios en Movimiento en León, Guanajuato. 2012 grupos de monitoreo. Como resultado, se registro la participación de 273 personas de 30
localidades pertenecientes a 16 ejidos ubicados en las tres cuencas de estudio. La
participación comunitaria estuvo integrada por los comités de agua nombrados en asamblea
y otros pobladores que de manera libre y voluntaria asistieron a las demostraciones y
capacitación para la toma de muestras y uso del kit de campo. A manera de conclusión
podemos decir que la población rural, aun sin suficiente escolaridad formal y con un marcado
rezago socio-económico, desarrollo un fuerte interés en la actividad de monitoreo, así como
las habilidades manuales para la obtención de datos confiables mediante determinaciones
sencillas en campo. La práctica en la interpretación de los datos obtenidos creo conciencia
sobre la importancia del seguimiento de la calidad del agua, principalmente por su impacto
en la salud de la población y revelo el valor del monitoreo como una herramienta de
diagnóstico y planeación, útil en la gestión local de los recursos hídricos.
Palabras clave: red de monitoreo, participación comunitaria, comunidades rurales.
Introducción
Desde hace varios años, la necesidad de contar con datos para alimentar la toma de
decisiones sobre la problemática ambiental ha conducido a que las actividades de monitoreo
dejen de verse como monopólicas de la academia o las agencias de gobierno, para ser
extendidas a la comunidad y ciudadanía. Así, el llamado Monitoreo Comunitario o en inglés,
Community-Based Monitoring, emergió como una modalidad científica en la cual diferentes
grupos sociales, incluidos los investigadores, establecen relaciones de colaboración para la
obtención de datos ambientales que les permitan atender intereses comunes. De este modo,
la ciudadanía es vista como parte de un proceso de investigación donde múltiples actores
convergen para compartir el aprendizaje, la construcción de conocimiento y la toma de
decisiones. El gran poder que tiene esta modalidad para atender problemáticas sentidas por
la ciudadanía, ha redundado en la diseminación de experiencias para el monitoreo de
riqueza biológica (Becker et al 2005), del manejo de bosques (Topp-Jorgensen et al. 2005),
siendo sin embargo, las más difundidas las iniciativas de monitoreo comunitario de la calidad
del agua (Conrad & Hilchey 2011).
Hoy en día en países como Canadá, Estados Unidos, Australia, Perú, la India y
recientemente en México las comunidades locales se han visto cada vez más involucradas y
han desempeñando un papel importante en la implementación de programas de monitoreo;
los cuales, en buena medida, incentivan a las comunidades a reflexionar acerca del estado
Memorias de la I Bienal territorios en Movimiento en León, Guanajuato. 2012 de sus recursos y del impacto de sus actividades sobre ellos. Whitelaw et al. (2003), definen
el monitoreo con participación comunitaria (MPC) como un proceso en el cual los ciudadanos
interesados, las agencias gubernamentales, la industria, la academia, los grupos comunales
y las instituciones locales colaboran para vigilar, rastrear y responder a objetivos de interés
(ambiental) común, enfatizando el diseño del monitoreo como una iniciativa por parte de la
comunidad más que por las organizaciones y el uso de los datos del monitoreo para tomar
decisiones informadas a nivel local; proveyendo grandes beneficios y oportunidades, a todos
los actores participantes (Whitelaw et al. 2003; Sharpe y Conrad, 2006). Las agencias
estatales se benefician del monitoreo comunitario con la extensión de sus redes de
monitoreo y ahorros presupuestarios
y
por las contribuciones a la planeación
gubernamental con la participación pública (Cuthill, 2000). Para las comunidades y
organizaciones no gubernamentales el beneficio se obtiene a través desarrollo del capital
social, en la medida que comprometen a voluntarios, crean y consolida conexiones con
instituciones; dando como resultado la construcción del territorio, espacializando de esta
manera las relaciones sociales (Jessop, et al. 2008). Así los resultados del monitoreo tienen
el potencial de ser traducida en influencia y en última instancia en “cambios en el sitio del
poder” (Blis et al. 2001). Otro actor que ha desarrollado un papel importante y ha
incrementado notablemente su participación en actividades de monitoreo junto a los
ciudadanos son las universidades, de cuyos ejemplos destacados los encontramos en la
Universidad de Rhode Island con el grupo Watershed Watch, la Universidad de Auburn con
Alabama Water Watch, la Universidad de Ilinois con River Proyect, y la Universidad de
Toronto con Citizen´s Environment Watch, entre muchos otros. Estas experiencias muestran
que es posibles construir una colaboración bien establecida en programas de monitoreo
universitario-comunitario, con actividades que pueden ir desde el desarrollo de protocolos de
monitoreo, análisis de laboratorio, procedimientos para el control de la calidad, hasta el
establecimiento de relaciones con otras entidades (Sava et al., 2003). En México,
afortunadamente, las experiencias de implementación de programas de monitoreo
comunitario del agua van en aumento, pudiendo ubicar los grupos de monitoreo en el
estados Veracruz, Chiapas, Michoacán, Colima, Jalisco, Yucatán, entre otros (RamosEscobedo, 2012).
Por otra parte, el monitoreo comunitario de agua es de sustancial importancia como una
etapa fundamental en el manejo adaptativo de los recursos hídricos debido a que es la única
vía para entender su dinámica, ubicar anomalías y amenazas, y establecer valores umbrales
para detonar medidas preventivas y correctivas para asegurar la calidad y cantidad de agua.
Memorias de la I Bienal territorios en Movimiento en León, Guanajuato. 2012 Dado que el monitoreo permite establecer esquemas de alerta temprana, este es una parte
fundamental para alcanzar la seguridad hídrica por lo que es necesario avanzar en
experiencias concretas. El diseño e implementación de un Programa de Monitoreo de Agua
con Participación Comunitaria, sin embargo, conlleva dificultades en dos sentidos. Por un
lado, se deben atender todos los componentes técnicos de cualquier programa de monitoreo
ambiental, tales como la definición de los propósitos, el diseño de muestreo, la selección de
las variables e indicadoras, el diseño espacial y las técnicas de muestreo, la periodicidad, y
la manipulación de datos (Vos et al. 2000). Por otra parte, deben atenderse componentes
sociales, relacionados con los sujetos que participan en la actividad, tales como la
sensibilización, el involucramiento y participación, la construcción de nuevas habilidades, la
confiabilidad de los datos y todas las particularidades que surgen cuando seres
humanos con valores, visiones, e intereses en juego son parte de una actividad
(Checklnad, 1991) En estos casos el proceso mismo de participación, aprendizaje y toma
de decisiones en torno a la información obtenida, las actitudes, percepciones, y las
dinámicas de acción tras la información interpretada, constituyen un componente adicional
de interés del programa, instalándose incluso como ejes sustantivos para el manejo
ambiental.
Este trabajo se enfoco en conducir un proceso participativo como componente social de un
Programa de Monitoreo de la Calidad del Agua con Participación Comunitaria con el
propósito de aumentar la seguridad hídrica en cuencas rurales del trópico seco, habitadas
por poblaciones de alta marginación y muy alto rezago educativo. El objetivo del trabajo fue
poner a prueba un modelo de intervención para el establecimiento de una Red de Monitoreo
de la Calidad del Agua mediante la participación comunitaria y la construcción de
capacidades locales en comunidades campesinas de cuencas rurales.
Marco metodológico
El proyecto fue realizado mediante la colaboración de un centro académico (CIGA UNAM
Campus Morelia), una organización de la sociedad civil (Grupo Balsas AC) y núcleos
agrarios de los Municipios de la Huacana y Churumuco en el Estado de Michoacán.
Área de estudio
El trabajo se desarrolló en tres cuencas medianas de entre 440 y 220 Km2 cada una,
ubicadas en la Ribera Norte del Vaso de la Presa Infiernillo, en el Estado de Michoacán
(Figura 1). El área es catalogada como de alta y muy alta marginación, con fuertes
Memorias de la I Bienal territorios en Movimiento en León, Guanajuato. 2012 restricciones en la cantidad y calidad de agua; sin datos previos de como varían en el
espacio y el tiempo los recursos hídricos locales. El proyecto involucro a 16 núcleos agrarios,
cuyas características generales se presentan en el Cuadro I. En general todos los ejidos
participantes, al igual que otros de la región, concentran un bajo número de pobladores dado
que constituyen focos de expulsión de jóvenes y hombres productivos. Los ejidos presentan
menos de 1500 habitantes cada uno, aunque algunos como Poturo y El Salitre, destacan a
nivel municipal. De 2005 a 2010 se observó un bajo crecimiento poblacional y el porcentaje
de hombres y mujeres oscila en alrededor del 50%. En el censo de 1995 en general la
población estaba distribuida de manera homogénea entre los diferentes grupos de edad; sin
embargo, en el 2010 la tendencia es que en las comunidades se presenten un mayor
número de personas de edad avanzada y con menos jóvenes.
Cuenca del Arroyo San Pedro Jorullo Cuenca del Arroyo Poturo‐
Presa El Cueramal Cuenca del Arroyo Grande Figura 1. Localización de las tres cunecas en las que se estableció la Red de Monitoreo
Comunitario de la Calidad del Agua, en los municipios de La Huacana y Churumuco del
estado de Michoacán.
Memorias de la I Bienal territorios en Movimiento en León, Guanajuato. 2012 Cuadro I. Rasgos geográficos de los ejidos involucrados en la implementación de la red de
monitoreo comunitario en el Bajo Balsas, ubicados por cuencas.
Ejido
Municipio
Superficie
ejidal (ha)
Localidades
en el ejido
Actividades
Económicas
Población
2010
Agricultura,
ganadería, minería,
extracción de
guano
439
Cuenca Arroyo San Pedro Jorullo
Algodon de
Oropeo
La Huacana
4870
3= Oropeo,Reparo de
Luna,Rincón de León
El Capirito
La Huacana
1193
1= Capire de Oropeo
Agricultura,
ganadería
175
Guadalupe
Oropeo
La Huacana
4614
3= Guadalupe
Oropeo, Las Cruces,
Hacienda Vieja
Agricultura de
temporal,
ganadería, pesca.
401
Las Anonas
La Huacana
1996
1= Las Anonas
Agricultura,
ganadería
96
Los Copales
La Huacana
1747
1= Los Copales
Agricultura,
ganadería,
242
Cayaco
La Huacana
3891
5 = San José Cayaco,
Las Higueras, La
Peña, Palmita de
Cayaco, La Galera,
Agricultura,
ganadería,
552
David C.
Manjarrez
La Huacana
2=David C.
Manjarrrez, La Coruca
Agricultura,
ganadería,
148
C.I. Sinahua
La Huacana
1= Sinahua
Agricultura,
ganadería,
220
Cuenca Arroyo Poturo-Presa El Cueramal
Poturo
Churumuco
5042
6=Poturo, Los Guajes,
Potrerillos, Tocusera,
El Olvido, El
Atascadero
Santa Rosa
Churumuco
5038
1= Santa Rosa
Juntas de
Poturo
Churumuco
1= Juntas de Poturo
Agricultura de
temporal (con
agroquímicos),
ganadería
Agricultura (con
agroquímicos)
Agricultura y
ganadería
1290
115
147
Cuenca Arroyo Grande
El Salitre
Churumuco
5038
8= El Salitre, El
Tarepe, Paso de
Palmilla, El Barillo,
San Antonio, La
Cuitacera, El Salitrillo,
Lavaderos del Salitre
Llano de Ojo
de Agua
Churumuco
2749
Los ejidatarios viven
en Churumuco
El Baral
Churumuco
2914
1= Ramírez del Varal
El Platanar
Churumuco
1= El Platanar
219
Churumuco
3 = Canipio, La Noria,
El Pitiral
669
Cumuato
2914
Agricultura (con
agroquímicos),
ganadería
Agricultura de
temporal,
ganadería, pesca
Agricultura,
ganadería
729
4725
169
Memorias de la I Bienal territorios en Movimiento en León, Guanajuato. 2012 Modelo de intervención
El Programa de monitoreo comunitario utilizó como medio inicial para la capacitación y
determinación en campo el Equipo portátil desarrollado por laboratorio La Motte Alabama
Water Quality Monitoring y usado por la Red Global Water Watch, impulsada desde la
Universidad de Alabama (EUA). El laboratorio portátil de La Motte fue desarrollado para la
determinación rápida, sencilla y confiable de algunos parámetros como la temperatura (aire
y agua), el pH, la dureza, la alcalinidad, el oxígeno disuelto y la turbidez; además se uso el
kit de reactivos Easygel Coliscan para la determinación de bacterias coliformes totales y E
coli. Con el propósito de dar certidumbre a los datos obtenidos en campo para las
condiciones de las cuencas de estudio, los datos determinados fueron validados por
comparación con métodos normalizados en el Laboratorio de Agua y Suelo del Centro de
Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA) de la UNAM.
La conformación de los grupos de monitores en las comunidades se llevo a cabo mediante
una estrategia en cuatro etapas, esto con el fin de producir un acercamiento progresivo a la
noción de calidad de agua, facilitar el desarrollo de habilidades de muestreo y adoptar el uso
de equipo portátil para el monitoreo de la calidad del agua (La Motte y Easygel) y desarrollar
habilidades para la interpretación correcta de los datos generados en el monitoreo. La
primera etapa de acercamiento fue de preparación, en la que técnicos comunitarios
nombrados en cada ejido, asistieron a un taller de capacitación formal en el CIGA, en el cual
se los orientó a comprender los conceptos y procedimientos básicos para el monitoreo de
calidad de agua; tales como que es una cuenca y como se delimita; que es y como se mide
la calidad del agua, principalmente. El impacto de esta actividad en el manejo de información
fue medida con un instrumento ante-post. La segunda etapa consistió en prácticas de
muestreo y determinaciones en campo, durante cuatro fechas a lo largo del año 2010-2011.
Esta actividad estuvo dirigida a involucrar a los ejidatarios y pobladores locales, hombres y
mujeres, de manera amplia, propiciando la manipulación del equipo de campo, por los
propios campesinos. En estos muestreos se observó y documentó el perfil de los
participantes, su grado de participación y nivel de entrenamiento de los involucrados, y se
capturaros percepciones y datos por observación externa. La tercera etapa consistió en la
entrega de reportes de datos a las autoridades de cada ejido, en asamblea y en la
explicación de la interpretación de los datos al grupo participante en los muestreos. Una
cuarta etapa, consistió en un taller de captura e interpretación de datos realizados en cada
una de las tres cuencas de trabajo, con aquellas personas que mayor participación y
entrenamiento tuvieron durante la etapa de muestreo.
Memorias de la I Bienal territorios en Movimiento en León, Guanajuato. 2012 Resultados y discusión
Formación de técnicos comunitarios
La primera actividad realizada de manera formal con los técnicos comunitarios, propició el
acercamiento de 14 jóvenes, hombres y mujeres, de los ejidos participantes a los conceptos
y metodologías básicas en el monitoreo de calidad de agua (Figura 2). Esto permitió por una
parte, constituir un punto de apoyo en campo para avanzar con mayor soporte logístico en
los muestreos; por otra parte, se propicio la interacción entre habitantes de diferentes
cuencas y de diferentes posiciones dentro de la cuenca lo que permitió el inicio de la
construcción de redes sociales, en las que además de intercambiar ideas se convirtieron en
el canal de transferencia de conocimiento hacia sus comunidades.
La actividad de
capacitación resulto con un impacto medio en la adquisición de información, la cual se
reforzó durante las actividades de muestreo.
Figura 2. Técnicos Comunitarios durante las actividades del Taller de capacitación
“Conceptos y procedimientos para el monitoreo comunitario”.
Prácticas de muestreo y determinaciones en campo: perfil de los involucrados
Durante esta fase se muestrearon 68 sitios en 30 localidades de los 16 ejidos incluidos en
este proyecto. La participación comunitaria fue principalmente por parte de los comités de
agua nombrados en asamblea y otros pobladores que, de manera libre y voluntaria, se
acercaron a la actividad. En total, se registro una participación de 273 personas que
asistieron a las demostraciones y capacitación para la toma de muestras y uso del kit de
campo. A nivel de ejido la participación fue muy dispersa teniendo en promedio 17 asistentes
por ejido; con un registro mínimo de 3 participantes en el ejido Cayaco y un máximo de 70 en
el ejido El Salitre (Cuadro II). Cabe mencionar que El Salitre es uno de los ejidos más
grandes de la cuenca del Arroyo Grande, del cual participan 6 localidades. En este ejercicio
se observó que los participantes aprecian la oportunidad de aportar sus propias opiniones e
Memorias de la I Bienal territorios en Movimiento en León, Guanajuato. 2012 ideas sobre un problema específico en un procedimiento estructurado (Hirsch et al., 2010).
Los eventos de muestreo fueron concebidos como una herramienta que proporciona a los
participantes una perspectiva más integrada sobre los problemas relacionados con el agua
en su comunidad y en el contexto de la cuenca en que habitan.
Cuadro II. Número de localidades y participantes en las actividades de monitoreo
comunitario por ejido y cuenca en la región del Bajo Balsas.
Cuenca
Arroyo San Pedro Jorullo
Arroyo PoturoEl Cueramal
Arroyo Grande
Ejido
Los Copales
David C. Manjarrez
Cayaco
Las Anonas
El Capirito
Algodón de Oropeo
Guadalupe Oropeo
CI. Sinahua
Poturo
Santa Rosa
Juntas de Poturo
El Salitre
El Baral
El Platanar
Llano de Ojo de Agua
Cumuato
Número de
localidades
1
2
3
1
1
2
3
1
2
1
1
6
1
1
1
2
Número de sitios de
muestreo
4
2
5
4
4
5
6
1
7
2
4
10
3
4
4
3
Total de
participantes
11
8
3
4
6
10
34
5
21
35
7
70
32
17
7
3
En cuanto al perfil de los participantes, el 61 % estuvo conformado por ejidatarios y/o
descendientes o conyugues, quienes demostraron un gran interés en conocer la calidad del
agua de la que disponen. El resto lo representan personas avecindadas sin propiedad ejidal;
pero no por ello menos interesadas. La participación de los ejidatarios fue variable en cada
ejido, y estuvo determinada por el número de localidades, con un máximo en el ejido
Guadalupe Oropeo con un registro de 26 ejidatario; mientras que en Las Anonas se registró
solo un ejidatario participante. Respecto al nivel de escolaridad de los participantes, solo se
obtuvieron datos de 150 personas. De estas, el 28 % dijeron no haber recibido ningún tipo
de educación escolarizada, el 40 % solo curso algún grado de la educación primaria, el 22 %
asistió a la secundaria, el 7 % cuenta con nivel bachillerato y 3 % cuentan con una carrera
universitaria (solo 3 personas) (Cuadro III). Lo anterior pone de manifiesto el enorme rezago
en materia de educación que existe en esta región. Lo que por otra parte no represento un
impedimento para que la mayoría de los participantes en las actividades de muestreo y
mediciones de calidad de agua mostraran un buen manejo de los equipos y reactivos en el
campo. Durante las actividades de muestreo también se documento la participación de
personas con algún cargo de autoridad en el ejido, constituyendo estos, el 41 % del total de
participantes en las diferentes actividades desarrolladas en las comunidades; es decir el 60
Memorias de la I Bienal territorios en Movimiento en León, Guanajuato. 2012 % participarón por interés personal y no por obligación de un cargo. En lo que se refiere a la
participación por género, solo el 25% del total de participantes fueron mujeres; es de resaltar
que en cuatro de los 16 ejidos solo participan hombres, mientras que en el resto de los
ejidos la participación de las mujeres vario entre el 9 % en el ejido de Guadalupe Oropeo
hasta un 49 % en el ejido de Santa Rosa.
Cuadro III. Principales rasgos de la conformación de grupos participantes en el monitoreo
comunitario en cada uno de los 16 ejidos incluidos en el proyecto.
Ejido
Total de
participantes
Hombres
Mujeres
Rango de
edad
Escolaridad
Nivel de entrenamiento
0
1
2
3
4
1
2
3
Los Copales
David C.
Manjarrez
Cayaco
11
8
3
19-71
2
5
2
0
2
7
1
2
4
1
5
0
8
8
0
31-59
1
2
1
1
1
6
1
1
0
0
3
2
1
30-40
0
2
1
0
0
1
2
0
0
0
Las Anonas
4
3
1
15-40
1
2
1
0
0
3
0
1
0
0
El Capirito
Algodón de
Oropeo
Guadalupe
Oropeo
CI. Sinahua
6
6
0
33-63
0
4
1
0
1
0
2
3
0
1
10
9
1
27-72
4
-
-
2
-
5
4
0
1
0
34
31
3
27-72
3
8
-
1
-
27
5
2
0
0
5
4
1
30-60
-
2
-
1
-
2
3
0
0
0
0
Poturo
21
19
2
28-70
3
3
5
-
-
12
3
3
3
Santa Rosa
35
18
17
17-80
14
11
7
-
-
28
4
1
2
0
Juntas de Poturo
7
6
1
34-84
2
3
2
0
0
4
2
1
0
0
El Salitre
70
46
24
14-66
4
7
5
1
-
59
5
4
2
0
El Baral
32
22
10
21-75
8
9
1
-
19
8
3
1
1
El Platanar
17
12
5
17-57
-
5
2
2
-
14
2
1
0
0
Cumuato
Llano de Ojo de
Agua
3
3
0
Sin datos
-
-
1
-
-
2
1
0
0
0
7
7
0
20-67
1
1
3
1
-
3
2
0
1
1
La composición por edades, mostró un amplio rango, desde jóvenes entre 14 y 34 años
hasta adultos mayores de 80 y 84 años de edad. En cuatro ejidos se observó la participación
de jóvenes menores de 18 años (Cuadro III); mientras que en el 50 % de los ejidos la edad
menor de los participantes estuvo entre los 19 y 30 años. En cuanto a la edad mayor
registrada, en el casi 70 % de los ejidos correspondió a personas de 60 años y más.
Johnson et al. (2012) señalan la importancia de asegurar que el grupo de participantes sea
diverso; ya que el adecuado equilibrio y diversidad social es un componente básico y
fundacional de la resiliencia para mejorar la acción colectiva. Grupos con muy poca
diversidad convergen rápidamente sin intercambiar ideas contrarias y desarrollarán por tanto
menos opciones de acción. Sin embargo, demasiada diversidad puede coartar y abrumar a
un grupo en un proceso con muchos valores en conflicto y perspectivas.
Memorias de la I Bienal territorios en Movimiento en León, Guanajuato. 2012 Evaluación de la dificultad en el monitoreo comunitario del agua.
Los mecanismos para identificar las mayores trabas en el establecimiento de una red de
monitoreo comunitario en una zona de alta y muy alta marginalidad, consistieron en primera
instancia de las observaciones realizadas por los académicos participantes en las diferentes
fechas de muestreo y como complemento se aplico una encuesta entre los asistentes al
taller de capacitación para la interpretación y captura de datos, impartido en septiembre de
2011, después de haber asistido a 4 sesiones de muestreo y mediciones de calidad de agua
(2 por año).
El cuestionario tiene como principio la pregunta: ¿Qué grado de dificultad
encuentra en las diferentes tareas que debe realizar para monitorear la calidad del agua en
su comunidad?, esta pregunta aplicada a 17 tareas básicas del monitoreo y teniendo como
respuesta cuatro grados de dificultad para cada tarea (nivel 1:bajo; nivel 2: medio; nivel
3:alto; nivel 4:muy alto). Las primeras 8 tareas tienen que ver con la toma de muestras, el
uso del kit de campo y el análisis bacteriológico. Las siguientes 6 tareas tienen que ver con
el registro de datos en la libreta de campo y el ingreso y visualización de datos en el sistema
MOTROSM. Las últimas tres tareas están relacionadas con la interpretación y comunicación
de resultados a terceras personas. Como resultado de esta encuesta se tuvo que entre el 80
y el 93% de los encuestados le asignaron nivel 1 y 2 de dificultad a las primeras 8 tareas;
mientras que a las pregustas 9 a la 14, entre el 54 y el 75% de los encuestados asigno
niveles de dificultad 1 y 2; para las últimas tres tareas entre el 66 y el 73% asigno valores de
dificultad 1 y 2 (Cuadro IV). Esto es que la gran mayoría de los participantes no encuentran
mayor dificultad en la toma de muestras y las determinaciones de campo de calidad de agua
(Figura 3); sin embargo la dificultad aumenta cuando se trata de manejar un equipo de
computo e ingresar a internet los datos obtenidos en el monitoreo, sobre todo cuando se
trata de personas mayores. Esto coincide con las observaciones realizadas en campo en
donde se pudo apreciar el gran interés y la facilidad de apropiación de las personas por el
uso del kit de campo; sin embargo cuando se trataba de anotar los resultados en la libreta de
campo o
de usar una computadora, la dificultad
aumento considerablemente. Según
Deutsch, et al. (2009) el tipo y la conformación propia de los grupos de monitoreo son
determinantes en la adopción de la metodología del monitoreo comunitario y en la
longevidad de dichos grupos; de ahí la importancia de documentar, caracterizar e identificar
los obstáculos en la conformación de una red de monitoreo con participación comunitaria en
zonas rurales. Por otra parte, Johnson et al. (2012) sugiere que la interacción frecuente y
continua de los integrantes de programas de monitoreo participativo, permiten a los
participantes conocer y comprender las perspectivas de otras personas para construir la
Memorias de la I Bienal territorios en Movimiento en León, Guanajuato. 2012 confianza y el proceso participativo en si. Una evaluación exhaustiva de los resultados del
aprendizaje social también requeriría un compromiso a largo plazo y la aplicación de
métodos de investigación adicional como información sobre cambios en las políticas
ambientales y las prácticas y el surgimiento de nuevas organizaciones como evidencia de
aprendizaje social; así como el empoderamiento de las comunidades y los cambios en la
toma de decisiones.
Cuadro IV. Registro del nivel de dificultad ante las tareas propias del monitoreo de la calidad
de agua. La encuesta se aplico a un total de 54 personas.
Pregunta
Nivel de
dificultad
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
1
22
29
18
16
17
16
14
21
26
12
12
15
18
14
14
10
14
2
30
16
30
32
32
32
31
24
16
22
22
19
15
16
23
30
27
3
2
6
3
3
2
3
5
6
6
6
7
6
8
9
6
5
8
4
0
3
3
3
3
3
4
3
6
14
13
14
13
15
11
9
5
Figura 3. Diferentes grupos de monitores realizando actividades para el monitoreo de la
calidad del agua en cuencas rurales del Bajo Balsas.
Entrega de reportes de datos
La entrega de los datos derivados de los muestreos a las autoridades y grupos de monitores,
abrió una fuerte inquietud en los involucrados para interpretar y comprender las
implicaciones de los valores obtenidos en cada variable, en la calidad del agua y su aptitud
para diferentes usos (domestico, agrícola, ganadero). Esto demandó al equipo de
investigación la generación de materiales de fácil apropiación ubicando valores de referencia
y su interpretación en el contexto de las características de las cuencas.
Memorias de la I Bienal territorios en Movimiento en León, Guanajuato. 2012 La participación de los interesados en nuestra investigación planteo así expectativas sobre,
por ejemplo, el impacto del monitoreo en la toma de decisiones o en herramientas e
instrumentos para mejorar la gestión de los recursos hídricos. Implicaciones del monitoreo comunitario en la formación de territorios locales
Entendiendo el territorio, según la definición propuesta por Raffestin (2012) como “el
resultado del ensamble de relaciones que las sociedades, y consecuentemente los humanos
que pertenecen a ellas, mantienen, con la asistencia de mediadores, con el ambiente físico y
social para la satisfacción de sus necesidades con el fin de alcanzar la mayor autonomía
posible permitida por los recursos del sistema”;
tenemos entonces que el monitoreo
participativo es también una herramienta que permite la construcción del territorio en la
medida que genera conocimiento y por lo tanto el control de un espacio concreto.
Una determinada organización de los contenidos de un territorio corresponde a campos de
poder en un estado de equilibrio dinámico, sin embargo, cambiar ese punto de equilibrio
dinámico implica ordenar estas relaciones, en donde aparecen actores sociales que
reclaman la participación en las estructuras de poder del Estado, y surgen actores
económicos que lo fuerzan a renunciar a parte de sus responsabilidades con la sociedad lo
que contrarrestan el poder del Estado dando lugar a la gobernanza, que se puede entender
como un sistema de manejo y control de la sociedad en el que aparecen y se reconocen
múltiples fuerzas que buscan equilibrarse a través de la negociación continua . En este
sentido, es fundamental el papel de las comunidades y de cada uno de los individuos
(Buitrago, 2010). La máxima implicación de las procesos participativos la encontramos en lo
expuesto por Kythreotis y Jonas (2012), quienes demostraron como la gobernanza para la
sustentabilidad a escala regional y nacional es negociada y generada de ‘abajo hacia arriba’
por grupos de voluntarios alrededor de la agenda social y ambiental en el Reino Unido.
Conclusiones
El modelo de intervención muestra al monitoreo participativo como una herramienta de
diagnóstico y planeación útil para la gestión integrada de cuencas; contribuyendo a la
generación de conocimiento local por los mismo habitantes del lugar; dando soporte a la
toma de decisiones sobre el manejo de los recurso hídricos e incrementando el capital social
con el establecimiento de redes dentro de una misma cuenca y con otras cuencas
contribuyendo a la construcción de territorios locales. En general, la aplicación del monitoreo
participativo adaptado a la región contribuyó a establecer un sistema mejorado de
Memorias de la I Bienal territorios en Movimiento en León, Guanajuato. 2012 entendimiento y aprendizaje entre los habitantes de las cuencas y los académicos
participantes en esta investigación, lo que forma el núcleo del proceso de gestión adaptativa.
Sin embargo un proyecto de investigación de 2 años sólo puede establecer las bases de
trabajo organizado para la participación en la evaluación integral de los recursos hídricos.
Por esta razón, el aspecto de las actividades de fomento y construcción de las capacidades
locales parece ser crucial.
La dinámica participativa en los diferentes ejidos estuvo dominada por la presencia
masculina y por personas con un bajo nivel educativo lo que representa un reto fuerte para la
adopción de metodologías que de entrada requieren una preparación mínima de saber leer,
sumar y multiplicar (tercer grado de primaria). Sin embargo, es importante resaltar que la
concientización de las habitantes de las diferentes zonas funcionales de la cuenca, sobre el
impacto de las actividades desarrolladas en las partes altas de la cuenca sobre la calidad
del agua en las zonas bajas, se incremento de manera considerable. Además de la
asimilación de lo que significa vivir en una cuenca y sus implicaciones, la interpretación de
datos abre todo un mundo de posibilidades para empoderar a los grupos de monitores en el
marco de las acciones concretas en sus espacios territoriales y en las relaciones entre
ejidos de una misma cuenca.
Hoy en día se habla de la necesidad de formar sociedades conocedoras de sus recursos y
necesidades y libres para tomar responsablemente sus decisiones; situación que demanda
un proceso de desterritorialización y reterritorialización según cambie la forma en que los
seres humanos se relacionan con su ambiente físico y social. Por lo que queda de manifiesto
la importancia del aprendizaje social en la construcción del territorio.
Agradecimientos
Este trabajo es una contribución del proyecto “Manejo Comunitario del Agua en Cuencas
rurales del Trópico Seco michoacano”, desarrollado por el Centro de Investigaciones en
Geografía Ambiental (CIGA-UNAM Morelia) y el Grupo Balsas AC, con financiamiento de la
Fundación Gonzalo Rio Arronte (Proyecto A-85) y de los Fondos Mixtos CONACYT-Edo.
Michoacán (Proyecto 115454).
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