Tema ‘El encargo, el diseñador y el entorno; los ingredientes de una obra’ El encargo El diseñador El entorno Los primeros parámetros de un proyecto son definidos por el cliente. Antes de recorrer a un arquitecto o interiorista le surge una necesidad; en su ámbito personal o profesional le falta espacio, orden o un acabado adecuado. Para cubrir esta necesidad le hace falta un lugar nuevo o existente, un presupuesto determinado y el servicio de un diseñador. Dentro de los limites conocidos de la tecnología, el diseñador tiene que dar forma a los deseos del cliente. Cada diseñador tiene sus características generales y específicas; su personalidad, su formación y sus habilidades. El servicio que da, en el sentido mas amplio de la palabra, es su producto. Para obtener un resultado óptimo; una obra que responde a todas las necesidades, el cliente tiene que ser consciente del producto que compra, y el diseñador tendría que exponer claramente el producto que vende. Excepcionalmente se encuentra una situación donde una obra se funde sobre una tabula rasa. La mayoría de las obras, por suerte, formaran parte de una ciudad, un paisaje o un edificio que definen ciertos parámetros. Estos parámetros limitan la infinidad de posibilidades y pueden anclar un proyecto. Un entorno se puede definir como un lugar físico o cultural. Entorno Arquitectónico Ideal, diagrama japonés Dr. Edith Farnsworth y Mies van der Rohe Kaufmann House, Bear Run, Pennsylvania, 1936 / Frank L. Wright Diagrama del proceso de diseño según Charles Eames Farnsworth House, Fox River, Plano, Illinois, 1946-1950 Mercat de Santa Caterina, Barcelona, 2005 / Enric Miralles Tema ‘¿Cómo leer dibujos de proyectos y qué nos explican de antemano?’ El croquis La planta La sección La forma más directa para expresar ideas sobre papel es el croquis. Sin especificar demasiado las dimensiones o todas las soluciones técnicas, esta herramienta nos permite pensar, comentar y aclarar. Leído un croquis, sabemos si un arquitecto ha sido capaz de materializar todas sus ideas y donde buscar el alma de un proyecto. Aunque no siempre, la planta es el principal dibujo de distribuciones y funcionamiento de un proyecto. No solo expresa como es la relación entre espacios, también especifica la relación entre vacío y sólido. Los dibujos de planta para la ejecución contienen generalmente una amplia información adicional sobre la estructura, instalaciones, acabados y normativas. La sección en conjunto con la planta determina concretamente como serán los espacios proyectados y como se relacionan las plantas entre ellas. Existen numerosos ejemplos donde la sección no solo define el espacio sobre la planta, pero también expresa la distribución y el funcionamiento de un proyecto. Reconstrucción de un antiguo edificio romano, grabados 1624 - 1664 / G.B. Montano Downtown Athletic Club, Nueva York, 1931 / Starrett & Van Vleck Senado y cámara de diputados, Congreso Nacional, Brasilia, 1958 / Oscar Niemeyer Hotel Nacional, São Conrado, Río de Janeiro, 1968 / Oscar Niemeyer Tema ‘¿Cómo representar proyectos?’ ¿Porqué representar (y esquematizar) proyectos? ¿Qué representar? ¿Cómo representar? Aunque parece una pregunta obvia, con incluso una respuesta obvia, el hecho de preguntárnosla, nos hace consciente de la complejidad del trabajo. Los dibujos de plantas pueden reflejar el trabajo de muchos profesionales, como el arquitecto, el calculista, el instalador, el topógrafo y el interiorista. Es necesario unir toda la información para saber si existen incongruencias. La abstracción, en cambio, nos permite valorar un proyecto en partes y dirigirnos sin desvíos a problemas o dudas a solucionar. La información que necesitaremos filtrar de un proyecto puede ser técnica, funcional o emotiva. Ante cada (re-)presentación hay que valorar los conocimientos de los presentes y la información a exponer y, según como, adaptar el material a presentar. La capacidad de analizar proyectos (de otros y los propios) y poder representar sus características técnicas, funcionales o emotivas es imprescindible para diseñadores si quieren comunicarse de forma comprensible con todos los involucrados en el proceso de construcción. Las formas más comunes de representación de proyectos son el texto, el croquis, el collage, el dibujo, la maqueta, la imagen virtual y la película virtual, cada uno con sus características y ámbitos más adecuados para ser utilizado. Algunas representaciones se han convertido en iconos importantes en la historia de la arquitectura. Gary Cooper en The Fountainhead, EEUU, 1949 / King Vidor Viga encastada, 1638 / Galileo Galilei Dibujo Friedrichstrasse, 1919 / Mies van der Rohe Vivienda unifamiliar, Collbató, 2007 / BE+R arquitectes Varios representaciones de un mismo material, su elaboración y sus características Imagen virtual del estadio de F.C. Barcelona, 2007 / Norman Foster Tema ‘El refugio, no solo cuestión de dimensiones...’1 ¿El origen de la arquitectura? La escala humana Un interior en el exterior Aunque algunos las calificaban de género menor, al igual que se diría de los cortometrajes en el campo cinematográfico, las casas mínimas (o cabañas) han sido muy discutidos a lo largo de la historia de la arquitectura. No se trataba solo de un espacio pequeño, un techo y un suelo, sino también de un símbolo, un mito, un sueño o incluso la felicidad. Vitruvio, quizás el primero, habla en 1511 sobre la choza primitiva en el capítulo ‘De la vida de los hombres primitivos y de los principios de la Humanidad, así como del origen de los edificios y sus progresos’ del libro ‘De Arquitectura’. El retorno a los orígenes nos ayuda a repensar lo que se hace habitualmente. La cabaña primitiva ofrece un punto de origen a cualquiera que se preocupe por el edificio en general y por la casa-refugio en particular. Los escritos y pensamientos sobre la relación del hombre con su hábitat son tantos y tan diversos que es interesante destacar algunos: Alexander Klein difundió la preocupación social de muchos arquitectos del siglo XX para dignificar la vivienda obrera. El existenz-minimum se basaba principalmente en defender unos mínimos necesarios sobre ciertos parámetros conmensurables (radiación solar, iluminación natural, ventilación, servicio higiénico, etc.). Catherine Beecher elogiaba, en su tratado para jóvenes amas de casa de medios moderados, las reducidas dimensiones de la vivienda como argumento para lograr un mayor confort en su tarea diaria. Le Corbusier hablaba, seguramente bajo la influencia de la industrialización general, de una maquina de vivir. La casa se convirtió en la extensión del cuerpo del individuo, como una herramienta mas. Maria Antonieta hizo construir, junto al palacio en Versalles, un pequeño pueblo de arquitectura campesina donde podía alejarse de la mundana vida de palacio y disfrutar de un estilo de vida más sencillo y más humano. Ubicar un programa completo en un espacio reducido requiere ingenio y creatividad. Al referir a cabinas de barcos o interiores de remolques, espacios reducidos y aprovechados, descubrimos un mobiliario versátil, como por ejemplo, mesas abatibles y convertibles en camas, bancos que sirven de baúles y escaleras que compensan sus peldaños para reducir espacio en planta. Sin embargo, para compensar la posible sensación claustrofóbica, se busca de varias formas la extensión del espacio interior al exterior. Y esto no solo cambia la percepción del espacio reducido sino también hace sentir las cualidades protectoras del refugio. El dialogo con el exterior es un factor muy característico del refugio, que no solo refiere a oposiciones como natural y artificial, seguridad y peligro, ver y no ser visto, pero también a la naturaleza como un entorno idílico o la ciudad como entorno hostil. Torre Cápsula, Tokio, 1971 / Kisho Kurokawa Casa Chamberlain, Wayland, 1941 / Breuer & Gropius Cabañas primitivas y el origen de los órdenes según Milizia 1 fuente: Casas refugio Gustau Gili Galfetti – Editorial Gustavo Gili Le Hameau de la Reine, 1785 / Richard Mique Casa de fin de semana, Aalst, 1988 / Eugeen Liebaut Tema ‘Le Cabanon, 16 m² de regalo.’ Pequeña historia y la situación El programa Soluciones de espacio Esta cabaña, diseñada por Le Corbusier para el y su mujer, situada en Roquebrune (Francia) fue construida en 1950 sobre el Cabo Martin. La esposa de Le Corbusier había nacido en esta región y los Jeanneret (Le Corbusier nació CharlesEdouard Jeanneret el 1887 en Suiza) vivieron hasta el siglo XVI en el sur de Francia. Los planos de esta cabaña (cerca de los orígenes de los dos) fueron un regalo de cumpleaños de Le Corbusier a su mujer. Es curioso, y no sorprendente, que un arquitecto célebre por sus grandes obras y conocido como uno de los grandes arquitectos del siglo XX se sintiera tan feliz en este refugio, y que allí deseó ser enterrado. La cabaña de 16 m² fue diseñada para dos personas, que en un único espacio podrían dormir y entregarse a la lectura, escritura o el dibujo, disfrutando de las vistas, sin tropezar con maletas o cañas de pescar. La cabaña había de ser un refugio contra la lluvia en invierno y el calor de verano. Para ubicar el programa se divide la cabaña en 4 partes: una zona de acceso de 70x366 cm y 3 áreas funcionales; reposo en la parte posterior, circulación en la zona central y el estar en la parte anterior de una única sala de 366x366 cm. Una gran variedad de soluciones hace que la pequeña cabaña se convierta en un espacio agradable y muy útil. La zonificación del espacio hace que se viva el espacio de manera diferente durante una jornada. Casi todos los muebles ubicados contra las paredes tienen una doble función; el sofá-cama es también un baúl, el mueble de la pica es un armario que ordena el espacio y el falso techo es un almacén que con sus paneles de colores diferentes indica y cambia de ambiente las zonas. La posición de las ventanas marca las diagonales de la cabaña, alargando las vistas y abriendo las esquinas oscuras. Nada en esta cabaña parece estar o existir sin razón. Hasta la pintura en la pared de la zona de acceso parece participar en la multifuncionalidad, al parecer otra perspectiva hacia el exterior, aportando a su vez alegría al espacio interior. Planta de la cabaña de 366x366 cm y de 226 cm de altura Obra de pintura sobre pared de la zona de acceso y vista exterior Planta de la cabaña anterior a la definitiva Secciones y alzado de la cabaña Detalle de la sofá-cama y vista del área de estar Varias vistas y detalle del interior (con interesante posición de la iluminación) Tema ‘Forma y función; diseñar la utilidad.’ El ‘in-between’ La doble función La flexibilidad El umbral es la transición y la conexión entre dos espacios con diferentes demandas; es el espacio por excelencia de encuentros y diálogos. Un buen diseño de este espacio intermedio puede facilitar y mejorar este diálogo. Una función no necesariamente excluye la otra. Observando nuestro entorno nos enseña como el ser humano utiliza su hábitat muchas veces fuera de lo establecido. Reconocer el potencial de cualquier elemento y facilitar su doble función puede enriquecer un proyecto. Al combinar varias funciones, las cuales no interfieren en tiempo, en un único elemento o habitación, podemos reducir el espacio total necesario para ejercer estas funciones. La flexibilidad relaciona la doble función con el tiempo. Mediateca, Sendai, 2001 / Toyo Ito Niño sentado sobre umbral / Werner Haas Picnic en maletero del autobús / Cary Wolinsky La multifuncionalidad por excelencia..., desde 1891 / Karl Elsener Detalle barandilla Escuela Apolo, Amsterdam, 1983 / Herman Hertzberger Entradas Escuela Montessori, Delft, 1966 / Herman Hertzberger