Carta Editorial Publicación Periódica de la Embajada de Brasil en Lima Año VIII, Nº 15, Agosto de 2015 Tiraje: 1000 ejemplares Distribución gratuita CARLOS ALFREDO LAZARY TEIXEIRA Embajador de Brasil en el Perú La presente edición de la revista Brasil Cultural que llega a las manos del lector es fruto de miles de kilómetros de viajes, océanos cruzados y promesas de un futuro mejor. El Brasil de hoy debe a los inmigrantes de los más variados orígenes algunas de sus principales características. Ya sea en la música, en la gastronomía, en las artes visuales, en las danzas típicas o en sus costumbres, todo brasileño tiene a su alrededor marcas de innúmeras influencias extranjeras incorporadas a su vida. Nuestros amigos peruanos conocen muy bien este sentimiento, que tiene como ejemplo la magnifica experiencia en la culinaria “fusión”, ya sea de origen china (chifa), italiana o japonesa, para mencionar apenas tres. Dentro de esta maleta organizaremos con cuidado artículos producidos especialmente para esta edición. Iniciamos el viaje con una inspiradora explicación del sentido general de la presencia del inmigrante en la cultura brasileña; pasaremos por los orígenes extranjeros del carnaval, una de las manifestaciones culturales más conocidas de Brasil; apreciaremos la valiosa obra de Tomie Ohtake, que llena de orgullo y enriquece la ascendencia japonesa de Brasil; conoceremos un poco de Lina Bo Bardi, la arquitecta italiana que introdujo conceptos duraderos en la modernidad arquitectónica; nos sentaremos a la mesa para saborear la culinaria de influencias externas incorporada en el día a día del brasileño; entraremos en la literatura brasileña producida por los inmigrantes, que contribuyeron para la fuerza y originalidad de nuestras letras, y charlaremos con la Directora del Museo de la Inmigración, un bello proyecto en la ciudad de Sao Paulo que reúne los registros y rinde homenaje a la presencia de inmigrantes en Brasil. Cabe señalar que Brasil también lleva en su historia la marca indeleble de la esclavitud, como forma de inmigración forzada. A pesar del sufrimiento y la segregación sufridos por los africanos esclavizados, el lector observará en diversos textos menciones a la miríada de contribuciones culturales legadas por las naciones provenientes de la costa africana. Vivimos cotidianamente el desafío de valorar y celebrar la integración y mestizaje del brasileño, al mismo tiempo vencer el legado negativo de la disparidad, prejuicio e injusticia social. El objetivo de la revista no es profundizar en las vertientes u orígenes más importantes de la inmigración en Brasil: es solamente despertar la curiosidad, a través de algunos ejemplos. Se trata de un sobrevuelo, que es ya una tradición de la Brasil Cultural. Aprovecho la ocasión para despedirme del lector, pues también llegó el momento de hacer mis maletas y partir para nuevos desafíos. No obstante, estoy seguro que las sólidas estructuras de la presencia cultural de Brasil en el Perú se mantendrán y expandirán en los próximos años, motivo por el cual invito al lector a no perderse la programación de la Embajada de Brasil y del Centro Cultural Brasil-Perú. ¡Buen viaje! 2 Consejo Editorial Embajador Carlos Alfredo Lazary Teixeira Secretario Jonas Paloschi Danielli Rios Villacis Isabel Regina Pessoa Correia Janayna Guerra Traducción y Revisión Cinthya Rocio Martinez Chambi Diseño y Diagramación Susan Vásquez Rodríguez Bret Vásquez Rodríguez Foto de Portada Império do Brasil - in: Vado nella Merica. É li di là delle colline. Budrio e la grande emigrazione (1880-1912) di Servetti Lorenza. Veneza: Marsilio, 2003 Impresión Lance Gráfico S.A.C. Telf.: 472 8058 Sector Cultural de la Embajada de Brasil Av. José Pardo 850, Miraflores Lima, Perú lima.itamaraty.gov.br [email protected] Embajada de Brasil Hecho el deposito legal en la Biblioteca Nacional del Perú: 2010-03688 pág. 4 Introducción Saberes y sabores extranjeros, una cuestión de gusto 10 Arquitectura Lina Bo Bardi, architetto umanista 16 Fiestas Populares Carnaval brasileño: una fusión de influencias 22 Artes Plásticas Tomie en blanco & sombra 28 Gastronomía Multiplicidad de culturas produce riqueza gastronómica en Brasil 32 Literatura ¿Hay temas específicos para una “literatura inmigrante” en Brasil? 40 Música El inmigrante y la música clásica brasileña 44 Curiosidades 46 Entrevista Marilia Bonas 48 Noticias 51 Texto 3 INTRODUCCIÓN Saberes y sabores extranjeros, una cuestión de gusto Jorge Ben Jor En el pasado, otros recorrieron las rutas de desentrañar los brasiles, incluso Tomie Ohtake y Lina Bo Bardi, japonesa e italiana, que encontramos en esta edición de la Brasil Cultural; una invitación a las miradas extranjeras, a veces excéntricas, al saludable acto antropofágico de experimentar, tal vez hasta no gustar, pero siempre incorporar. Regálate. LA PERSPECTIVA CULTURAL DEL EXTRANJERO COMO INGREDIENTE Hoy, si un joven extranjero buscara conocer la realidad brasileña, ya sea a partir de la iconografía sociocultural disponible en los medios electrónicos o en un viaje turístico por el país, presumiblemente obtendría un panorama envuelto en superficialidades y estereotipos. Inequívocamente, descubrirá también las complejidades históricas que contribuyeron para la formación de una nación multicultural, que parece cada vez más interesada en el reconocimiento de los trazos adquiridos en el largo y cotidiano contacto con el extranjero, un arquetipo que se distingue en la multiplicidad de las culturas brasileñas. Hay abundancia de Brasil en la pluralidad de las lenguas nativas, muchas extintas –notoriamente, las indígenas –, donde, de Norte a Sur, permeó la lusitana por encima de las matrices africanas, de los vecinos latinoamericanos y otros inmigrados que componen la miscelánea folclórica, regionalista y urbana en convivencia en el territorio brasileño. Quisiera se anunciase que fronteras disminuyeron o propiciaron flujos a los que inmigraron al país tropical abençoado por Deus e bonito por natureza. La letra de la canción del cantautor Jorge Ben, o Jorge Ben Jor no se intimida al expresar una visión tropicalista del orgullo patrio, que está lejos de la realidad actual. INTRODUCCIÓN 5 Oswald de Andrade Tal vez la mirada del extranjero quede aturdida con la profusión de grupos sociales, vertientes políticas, tantas y tamañas expresiones artísticas y culturales, regionalismos aliados a las actividades alternativas y exóticas del día a día, inmensa literalidad, musicalidades profusas, relecturas dinámicas de religiosidades sincréticas emanadas en el país de Dios y el diablo en la Tierra del Sol. Probablemente hasta imaginen en Brasil una mezcla de funk “carioca”, samba, novela, fútbol y libertad de estar donde todos, supuestamente, son bienvenidos. Sin embargo, la teoría del "Hombre Cordial", de Sérgio Buarque de Holanda, ya ha sido tratada como un mito en la contemporaneidad, pues no refleja exactamente lo que se pasa pasa en los corazones nacionales. Los lectores se espantarían si supieran que la génesis constitutiva del a(r)mado país está en deglutir al extranjero hasta devolverlo en vestimenta tupiniquin, nueva forma de ser y estar en el mundo, absorbiendo así la esencia del poder oculto, como en las creencias de los Caetés que devoraron al Bispo Sardinha, allá por los años 1556. Comprender a Brasil es ir más allá de descifrar los códigos, nutrir expectativas, alterar rutas, administrar frustraciones, maximizar las cosas bien hechas, minimizar las pérdidas y neutralizar violencias, sin embargo, parte de eso está en la percepción de la antropofagia por lo que viene de afuera. El episodio del obispo fue tema del Manifiesto Antropofágico de Oswald de Andrade, en el cual afirmó que solamente la antropofagia unía a los brasileños, pues, simbólicamente, la 6 INTRODUCCIÓN formación de la identidad nacional surgió en este devorar y en el digerir los matices culturales europeos, africanos e indígenas. El movimiento Antropofágico, fomentado en el círculo intelectual de Oswald de Andrade, inspirado en Freud y André Breton, fue fundamental para la percepción del Brasil identificado con la diversidad cultural. A pesar de que los Caetés devoraron al obispo y dejaron más espeso al caldo cultural brasileño, que continuó incorporando al extranjero, fue el portugués quien más temprano consiguió atraer a los indios, descrito por Oswald de Andrade en el poema Erro de Português: Quando o português chegou/Debaixo duma bruta chuva/Vestiu o índio/ Que pena!/Fosse uma manhã de Sol/O índio tinha despido o português. Para Oswald, bastaba la condición meteorológica adecuada para que se desvistiera al colonizador. Si lo hubiera desvestido, el indígena tal vez habría sido incorporado culturalmente en lugar de atraído por el capitalismo mercantilista. En este momento, me imagino a Lisboa repleta de ocas y tribus. La primera fuente de nuestra cultura, la portuguesa, nos fue legada a puñados, desde la primera carta, escrita por Pero Vaz de Caminha y enviada al rey de Portugal, D. Manuel I (146- 1521), dando cuenta del atracar de la armada de Pedro Álvares Cabral –que pretendía llegar a la India– a la isla de Veracruz, en la cual se lee: Quem sabe desses infantis visitantes guardarão tão profunda impressão do que ali observaram, que ainda um dia virão por ele atraídos fazer parte de nossa Padre Jose de Anchieta comunhão nacional? Sin embargo, no todo son dominios en la formación de una nación multicultural, grandes encuentros también están en la síntesis de las herencias incorporadas en el contacto con el extranjero. Del Arte de Grammatica da Lingoa Mais Vsada na Costa do Brasil (COIMBRA, 1595) –escrita por el Padre José de Anchieta y obra referencial de los estudios de la lengua Tupí– a la Misión Artística Francesa y Expedición Langsdorf, de los maestros del pasado a los estudios modernos; de los escritores, poetas y letrados diversos a los artesanos; de los salones aristócratas a los rincones, felizmente, el legado de las culturas extranjeras está inequívocamente presente en el ADN brasileño. En los últimos siglos y décadas recientes, otros extranjeros llegaron: españoles, franceses, holandeses, ingleses, italianos, alemanes, austriacos, belgas, turcos, sirios, libaneses, japoneses, chinos, armenios, romenos, eslovacos, eslovenos, checos, indianos. Actualmente, latinoamericanos, haitianos y africanos de etnias diversas han sido incorporados en las olas migratorias. Navegantes en los tiempos de crisis y dislocados por la globalización, que parece favorecer fenómenos multiculturales, llegan listos para digerir y ser digeridos. Pasados de luchas y resistencias pueblan memorias de la mayoría de los inmigrantes, en todas partes del mundo, sin embargo, la necesidad –madre de la invención– fue el estímulo para la expresión de los talentos extranjeros que fueron incorporados culturalmente al país. En Brasil, los conocimientos y las novedades de los "llegados" inspiraron nuevas tendencias, de la casa grande al granero, del departamento al shopping center. El hombre ancestral aliado a la antropofagia dio como resultado que la cultura brasileña se convierta en un escenario para los extranjeros que, literalmente, revolucionaron las artes a partir de sus experiencias profesionales. La imagen del Brasil de las telenovelas nació en clases de maestros como el ruso Eugenio Kusnet y el polonés Zbigniew Ziembienski, que implementaron el método de actuación de Constantin Stanislavski, lo que impulsó la instrumentalización del oficio dramático en Brasil. El adviento del Teatro Brasileño Moderno es crédito de Ziembienski, notoriamente por la dirección del espectáculo seminal de la modernidad teatral, Vestido de Novia (1943), de Nelson Rodrigues. En los años sesenta, Kusnet integró montajes del Teat(r)o Taller, que, en 1967, puso en escena la pieza O Rei da Vela, de Oswald de Andrade, escrita en 1937 y rescatada por el grupo en el auge del Movimiento Tropicalista, pariente ideológico del Movimiento Antropofágico de Oswald de Andrade. Manual de comprensión de Brasil es material en constante revisión histórica, ya que hoy, después de que poblaciones mundiales han sido nuevamente empujadas a la inmigración y emigración, por viejas y nuevas acciones, el país ha cedido y también recibido las recientes olas creativas. Si hoy la samba tiene sample, el MPB se transformó en World Music, y el funk INTRODUCCIÓN 7 Carmen Miranda Clarice Lispector "carioca" justifica su existencia como una alternativa nacional del RAP, con ritmo y alguna poesía, se debe en parte a las culturas de otros tiempos y locales que llegaron impregnadas de extranjeros, que en Brasil se apropiaron de referencias y también dejaron parte de si mismos como espolio cultural. Entre estos, los locos por el Carnaval, amantes de la música y de la lengua portuguesa, hablada por más de 267 millones, en diez países. A este punto, el lector también ya habrá contribuido para enriquecer este caldo. Abaporu de Tarsila do Amaral Sin embargo, no se espante al saber que el "ADN brasileño" puede convertirse, según investigación nacional, el del tipo humano más globalizado del planeta. Como la serpiente come su cola, la antropofagia hace eco en la contemporaneidad, pues las vanguardias y los orígenes primordiales de las culturas, en amplios sentidos, están presentes en el deglutir y ser deglutido antropofágico. Mientras tanto, El Abaporu –obra de Tarsila do Amaral y símbolo de la antropofagia– está en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires. Contradicciones sociales, culturales, históricas y económicas también componen la génesis de las conquistas y pérdidas patrias, obviamente ejemplares en las máculas de la esclavitud. Puesto que las relaciones humanas se equilibran en la urbanidad y en intercambios sociales constantes, ¿Cómo explicarle al extranjero que el fútbol, la samba y la capoeira no son originalmente brasileñas, pero si apropiaciones 8 INTRODUCCIÓN culturales? ¿Qué el primer salón modernista fue creado por el pintor lituano Lasar Segall, en 1913, y no en la Semana de Arte Moderno de 1922? O, ¿Que los bocetos de la identidad cultural fueron trazados por portugueses, franceses, holandeses y otros agregados? Si escuchar a Frank Sinatra, Nat King Cole, Sarah Vaughan o Ella Fitzgerald cantando Bossa Nova puede significar el entrañar de las expresiones brasileñas en el mundo, otra cosa buena es saber que las culturas extranjeras en Brasil, de Norte a Sur, también fueron incorporados por nosotros. KLAUS NOVAIS Licenciado en Letras por el Centro Universitario de Brasilia, postgrado en Lengua y Cultura Portuguesa por la Facultad de Letras de la Universidad de Lisboa, es escritor de cuentos, dramaturgia y narrativas. Publicó su primera novela en Portugal, Brasil, Cabo Verde y Angola: Escritos Degredados (Chiado Editora/2014). Natural de São Paulo, residió en Brasil y Lisboa. Actualmente radica en Lima, Perú, donde escribe su segunda novela. En Relato de Um Certo Oriente (1989), Milton Hatoum nos lleva a navegar en aguas amazónicas y a lo que Manaus tiene de más oriental en su esencia. El norte de numerosos inmigrantes ha sido Brasil: de la portuguesa Carmen Miranda al francés Pierre Verger, del italiano Franco Zampari al francés Charles D´Adesky, del estadounidense Lennie Dale a la ucraniana Clarice Lispector. Hoy, pensar en Clarice Lispector como una escritora ucraniana parece algo absurdo. En el pasado, otros recorrieron las rutas de desentrañar los brasiles, incluso Tomie Ohtake y Lina Bo Bardi, japonesa e italiana, que encontramos en esta edición de la Brasil Cultural, una invitación a las miradas extranjeras, a veces excéntricas, al saludable acto antropofágico de experimentar, tal vez hasta no gustar, pero siempre incorporar. Regálate. INTRODUCCIÓN 9 ARQUITETURA Lina Bo Bardi, architetto umanista Instituto Lina Bo e P.M. Bardi 10 Lina Bo Bardi En su capacidad de curadora, Lina organizó diversas exposiciones sobre la cultura popular nordestina, una iniciativa pionera que tuvo implicaciones definidoras en la construcción de una nueva identidad brasileña – entendida por la arquitecta como un híbrido singular de referencias europeas, indígenas nativas y africanas. “Nunca quise ser joven. Lo que quería era tener historia. Con veinticinco años quería escribir memorias, pero no tenía materia”1; así escribe la arquitecta ítalo-brasileña en su currículo literario, su último texto, en 1992. Proveniente de Roma y nacida en 1914, Lina también comenta sobre el estado de estagnación de la cultura italiana donde se había formado. “Escapé de las antiguas ruinas recuperadas por los fascistas”, dice2.Y, aún en el mismo texto, contando su llegada de navío a Rio de Janeiro en 1946, cuando vio el edificio del Ministerio de Educación y Salud, que “avanzaba como un gran navío blanco y azul contra el cielo” –obra moderna, trabajo conjunto de los futuros creadores de la nueva capital Brasilia– escribe Lina, “me sentí en un país inimaginable, donde todo era posible”3. La llave para la comprensión del laberinto de proyecciones temporales visitado por la arquitecta Lina Bo Bardi en ese corto relato –de exaltación de la historia y repudio a la “juventud”, al rechazo “a las ruinas romanas amadas por los fascistas” y la exaltación del espíritu moderno (joven) de Brasil, celebrado en la arquitectura de Oscar Niemeyer y Lucio Costa4– se encuentra en otro término que menciona en ese mismo relato: el concepto de humanismo. En los años que precedieron su viaje a Brasil, de 1940 a 1945, Lina había trabajado en Milán con el entonces famoso arquitecto Gio Ponti, a quien cariñosamente se refiere en su currículo literario como el “último de los humanistas”. El término “humanismo” describe una ideología que defiende que los seres humanos son dotados de un potencial intelectual y creativo infinito; ARQUITETURA 11 y que busca un equilibrio entre sus facultades físicas, espirituales, morales e intelectuales. Los humanistas acreditan que el conocimiento del pasado – histórico y mitológico – sea fundamental para la construcción (y reconstrucción) de las identidades individuales y sociales, otorgando sentido y significado a nuestra existencia. Un humanista típico actúa en un conjunto de disciplinas culturales: de micro a macro, de ideas a artefactos, de objetos a lugares. Casa de Vidrio Casa de Vidrio 12 ARQUITETURA En el período en que Lina estudió, la noción de humanismo era fuertemente refutada por los artistas e intelectuales europeos de vanguardia. El humanismo estaba fuera de moda en Europa; parcialmente, quizás, por la resistencia que el propio concepto confiere, en su defensa de la dignidad humana, a la ideología de los regímenes totalitarios que entonces se fortalecían en el viejo continente. La mudanza para Brasil permitió a Lina extender el legado de su maestro Gio Ponti, y “practicar” el humanismo en un nuevo contexto. Como los más famosos humanistas de la historia, Lina fue un personaje prolífico. Ella ha escrito, proyectado muebles, joyas, escenarios, trajes, edificios. Fue curadora, diseñadora, arquitecta, urbanista, pensadora. Pero fue, por encima de todo, un personaje dedicado a la construcción de un modo de vida. Lo que transpira la obra de Lina de forma más vibrante es su anhelo por promover un modo de estar en el mundo pleno de significado, fundado en raíces (históricas, mitológicas) centrado en el presente (“presente histórico”, como ella lo definía), y merecedor de respeto y dignidad. Su primera obra concluida en Brasil, la Casa de Vidrio (São Paulo, 1951), demuestra el compromiso de Lina con el ideal humanista. A primera vista, la casa se presenta simplemente como una lectura tropical de la tipología del pabellón moderno (comparable, por ejemplo, a la Farnsworth House, de Mies van der Rohe, a la Glass House, de Philip Johnson y a la arquitectura californiana de Richard Neutra). Pero una observación un poco más detenida revela los rasgos históricos y simbólicos de esa arquitectura.Vemos referencias a las casas de hacienda del Brasil colonial en las ventanas de la fachada posterior; vemos un patio interno, elemento raro en la tipología de pabellón, que remite, quizás, a la herencia de los moros cristalizada en las arquitecturas portuguesa y española. La escalera de acceso a la casa, por su aspecto “retráctil”, transmite la sensación de que se está entrando en una nave (¿Un Navío? ¿Un avión?): leemos aquí una señal de la biografía de los que la habitaban, la propia Lina y su esposo Pietro, recientemente “anclados” en Brasil cuando se construyó esta casa. La lectura biográfica continúa en los espacios internos, configurados como un campo de objetos de las más diversas orígenes culturales, distribuidos de manera casi aleatoria: el papel-marché al costado del mármol; un enmarañado de colores, figuras, materias y temporalidades que se refiere a las experiencias que vivimos en nuestros sueños. Un detalle especial es el piso de cerámica azul claro: un azul que remite, por supuesto, al mar, pero también, notablemente, a las acuarelas que Lina dibujaba cuando niña; expresión simple de una imaginación rica en memorias y emociones. Al describir la casa, Lina comenta, “el objetivo es su extrema proximidad con la naturaleza por todos los medios (…). El problema era crear un ambiente ‘físicamente’ abrigado, participando, al mismo tiempo, de lo que hay de poético y ético, aunque sea en una tempestad”.5 Nada más humanista que una arquitectura que expone el ser humano en su más primitiva condición existencial. El Museo de Arte de São Paulo (MASP), proyectado seis años más tarde (pero construido solamente once años después del proyecto, en 1968), puede ser leído como una versión pública y ampliada de la Casa de Vidrio.También elevado con relación a la planta baja (esta vez para recibir ferias y otras manifestaciones populares), se puede acceder al espacio, otra vez, por una escalera de aspecto retráctil. Las galerías presentan las obras de forma similar al modo que Lina distribuye sus objetos en su casa: en un campo abierto, bloques de concreto sostienen sándwiches de láminas de vidrio “rellenados” con las pinturas.6 Cronología, autoría, concepto o valor económico Museo de Arte de São Paulo Detalle de la Casa Do Benim ARQUITETURA 13 son relegados a un segundo plano en favor de la valorización de lo que la arquitecta considera realmente importante: el efecto que la obra suscita en el público. El resultado es un expresivo paisaje de imágenes que se proyectan en la mente del espectador como memorable registro onírico. SESC Fábrica Pompéia Teatro Gregório de Mattos - Janela Buraco 14 ARQUITETURA La investigación humanista de Lina Bo Bardi se expandió y consolidó a lo largo de su vida. Un factor que merece mención en ese proceso fue su contribución a la cultura del nordeste brasileño, tanto a través de sus obras arquitectónicas (quizá la más interesante sea la Casa de Benín en Salvador, realizada en 1997) como a través de su exhaustiva investigación de la cultura local expresada en los objetos y artefactos producidos por el pueblo. En su capacidad de curadora, Lina organizó diversas exposiciones sobre la cultura popular nordestina, una iniciativa pionera que tuvo implicaciones definidoras en la construcción de una nueva identidad brasileña – entendida por la arquitecta como un híbrido singular de referencias europeas, indígenas nativas y africanas. Esa investigación de carácter antropológico conectó a Lina con otras figuras importantes en el escenario cultural brasileño de la época, como el músico Gilberto Gil, el etnógrafo y fotógrafo Pierre Verger, y el cineasta Glauber Rocha. Quizás la más conocida obra arquitectónica de Lina sea el SESC Fabrica Pompéia (São Pulo, 1977). Convirtiendo una fábrica de tambores en un complejo deportivo y de recreatión la arquitecta juega con colores y formas de manera más libre que en obras precedentes. Fue en el SESC que Lina realizó una de sus invenciones más notables, la “ventana-hueco”, que se tornó su marca registrada, y que sería revisitada en proyectos posteriores, como el Teatro Gregório de Mattos (1986) y el restaurante Coatí (1990), ambos en Salvador. La ambición humanista de Lina encontró en esa obra resonancia plena, habiendo resultado, a partir de la arquitectura, en las más variadas escalas y modalidades de intervención, incluyendo el diseño de muebles y uniformes para los funcionarios, el planeamiento de eventos y hasta la concepción de las cartas de los bares y restaurantes del complejo. El resultado fue brillante, pues el SESC es, hasta hoy, uno de los espacios más vibrantes y democráticos de la capital paulista, y también un lugar donde el ideal humanista de Lina encuentra una forma de manifestación genuinamente brasileña. ANA PAULA ARAUJO Doctora en arquitectura por la Bartlett School of Arquiteture, University College London, es profesora en la Architectural Association (Londres). Ana fue también curadora de la exposición “Lina & Gio: the last humanists” (Londres, 2012). Su trabajo fue expuesto y publicado internacionalmente, incluyendo Holanda, Bélgica, Alemania, Australia, Brasil e Inglaterra. REFERENCIAS 1. Lina Bo Bardi, ‘Curriculum Literário’, em Marcelo Ferraz et al (eds), Lina Bo Bardi, São Paulo, Instituto Lina Bo e P. M. Bardi, 1993 p. 9 2. Lina Bo Bardi, ‘Curriculum Literário, p. 9 3. Lina Bo Bardi, ‘Curriculum Literário, p. 12 4. Vale recordar que también colaboraron en el proyecto del edificio del Ministerio de Educación y Salud los arquitectos Carlos Leão, Affonso Eduardo Reidy, Ernani Vasconcellos y Jorge Machado Moreira, además del consultor Le Corbusier. 5. Lina Bo Bardi, ‘Casa no Morumbi’, em Silvana Rubino e Marina Grinover (eds), Lina por escrito, São Paulo, Cosac Naify, 2009, pp. 79-80 6. En el presente momento el acervo del MASP es presentado según un modelo de curaduría tradicional y no de acuerdo con el proyecto de Lina descrito arriba. Existen planes en la actual gestión para restablecer el layout propuesto por la arquitecta. ARQUITETURA 15 FIESTAS POPULARES CARNAVAL BRASILEÑO: UNA FUSIÓN DE INFLUENCIAS Mestre-sala y porta-bandeira Carnaval de Recife Las distintas influencias de los inmigrantes contribuyeron fuertemente para generar un movimiento significativo y que ganó autenticidad en la evolución histórica, constituyendo prueba viva de la formación cultural plural de Brasil. La cultura brasileña es comúnmente asociada a la fusión de tres segmentos que forman nuestra identidad: el europeo, por medio del colonizador portugués; el africano, por medio de las diferentes etnias que el colonizador llevó en el período de la esclavitud; y el amerindio, habitante y señor de las tierras. Cabocliños en el carnaval de Recife Nuestras manifestaciones culturales revelan la presencia de estos segmentos de diversas formas, sumándose a ellas las influencias de otros orígenes, como la de los inmigrantes que aquí se establecieron o, incluso, la importación de hábitos y costumbres extranjeras. Por lo tanto, se puede decir que la mayoría de nuestras expresiones culturales son el resultado de la “aclimatación”, la adaptación de determinados caracteres adventicios que ganan forma propia y singular entre nosotros. El carnaval es una excelente celebración para comprobar lo que señalamos líneas atrás. En primer lugar, es un momento de suspensión espacio-temporal, en que lo cotidiano existencial da lugar a la folía (sinónimo de locura); en segundo lugar, tiene como principal característica presentarse de diferentes formas por todo el territorio nacional, permitiendo que podamos indicar las diversas influencias extranjeras. Para ello, vamos a enfocar nuestra atención en el carnaval de Rio de Janeiro, de Bahia (Salvador) y de Pernambuco (Recife). Antes de establecerse como la fiesta que conocemos hoy, el carnaval se llamaba entrudo y era una manifestación bastante diferente de lo que conocemos. El juego del entrudo (palabra de la misma familia etimológica de entrada, del latín introitu, nombra el período anterior al inicio de la cuaresma) fue introducido en Brasil por los exiliados portugueses que aquí llegaron en el período colonial, especialmente por los oriundos de Cabo Verde, Madeira y Azores. Consistía en un FIESTAS POPULARES 17 La idea de carnaval comienza a ganar envergadura a partir de la segunda mitad del siglo XIX, ya que al principio, en el ámbito burgués, era una reproducción de los bailes de máscaras realizados en Venecia, Roma, París y Niza. El primero del cual se tiene noticia fue realizado el 22 de enero de 1840, promovido por la esposa del propietario del Hotel Italia, localizado en el Largo do Rocio, actual plaza Tiradentes, en Rio de Janeiro3. El éxito fue tanto que se repitió la fiesta el 20 de febrero, ya en el período carnavalesco, con el siguiente anuncio: “baile de máscaras como se usa en Europa”. La promotora era una actriz italiana. El carnaval de la calle no limita sus orígenes al entrudo. Manifestaciones religiosas y fiestas populares consolidan también nuestra expresión carnavalesca, como es el caso de los ranchos de Reis4, que dieron origen a los ranchos que, a 18 FIESTAS POPULARES Batalla de las Flores - Rio de Janeiro - 1907 Maracatu juego o, mejor aún, una guerra en la calle en que las armas utilizadas variaban entre biznagas de lata1,cabaça de cera2, llamadas también limones olorosos, harina o yeso, cartuchos de plástico, bombitas apestosas, en fin, todo lo que pueda ser lanzado a los transeúntes distraídos. Esta forma primitiva de carnaval es excepcionalmente bien ilustrada por Jean Baptiste Debret, tal vez el más popular miembro de la misión artística de 1816, en la famosa plancha 33 (escenas del carnaval o el entrudo) del libro Viagem Pitoresca e Histórica ao Brasil de 1834. su vez, son los antepasados de las escuelas de samba. En su origen eran festejos navideños. Los ranchos carnavalescos comenzaron a aparecer en el carnaval de Rio de Janeiro a fines del siglo XIX e inicio del siglo XX, como tipo de cortejo más organizado y evolucionado que los blocos5 y cordões6. Hay quien crea que son una sobrevivencia de las alas de ciertas procesiones, como la de Nuestra Señora del Rosario, en que se permitían cantos y danzas de carácter dramático. Al organizarse como ranchos, los blocos y cordões pasaron a gozar de gran popularidad. Por lo tanto, se observa que esta expresión religiosa de origen portuguesa gana carácter laico al ser absorbida por la fiesta carnavalesca. Otra forma, también portuguesa e igualmente de origen religiosa que gana forma propia en el carnaval de la calle es la de Zé Pereira. A pesar de que se atribuyan fechas diferentes, en lo que se refiere al surgimiento, fue en el siglo XIX, entre la segunda mitad de la década de 1840, que el zapatero portugués, José Nogueira de Azevedo Paredes, introdujo el hábito de animar la folía carnavalesca al son de bombos y tambores, percutidos en desfiles por las calles. La costumbre era portuguesa así como la denominación de “Zé Pereira” con que se popularizó entre los cariocas. Según José Ramos Tinhorão, los Zé Pereira eran “los músicos de bombos enormes que, en la región del Miño, en Portugal, acompañaban las procesiones al lado de los músicos de gaitas”7. Afoxé De origen francés, podemos destacar tres manifestaciones en que las influencias se hacen evidentes. La primera, el desfile de carros alegóricos de las Grandes Sociedades, surgiendo a mediados del siglo XIX, hoy inexistente. Los carros fueron incorporados a la sintaxis de la presentación de las Escuelas de Samba. Estos desfiles de carros majestuosos se originaron en los “triunfos reales”, fiestas de la calle emprendidas por las monarquías europeas desde el siglo XVIII. La segunda expresión carnavalesca de origen francés y que, como las Grandes Sociedades, desapareció del paisaje carnavalesco carioca es la batalla de las flores que se realizaba con ocasión del desfile del corso. El corso era el desfile de los carros sin capota que desfilaban por las calles y sus ocupantes lanzaban serpentina, pica pica y flores. Finalmente, como ejemplo de la influencia francesa aún hoy presente en los desfiles de las Escuelas de Samba, podemos destacar la vestimenta y la danza cortés de pareja entre el Mestre-sala y porta-bandeira, cuya evolución se origina en el minueto. En los Cabocliños, manifestación presente en el carnaval de Recife, es donde se puede observar con mayor nitidez el elemento indígena en el carnaval. Se trata de una fiesta en la que los participantes, vestidos de indio, bailan al son del estallido de arcos y flechas que llevan consigo. Hay quienes las juzguen ser una reminiscencia de las danzas dramáticas que se realizaban en el proceso de catequesis de la colonización. La presencia de origen afrobrasileña es posiblemente la más vigorosa. Está presente tanto en los ritmos de la samba, el maracatu y el afoxé, como en sus bailes correspondientes. Los maracatus evocan antiguos cortejos de reyes negros. Jefes tribales africanos llevados a Brasil reproducían gestos de la nobleza europea para mostrar su fuerza y poder, a pesar de la esclavitud. Viajeros del siglo XVIII narraban los desfiles de estas cortes y las coronaciones de soberanos del Congo y de Angola en el patio de la Iglesia del Rosario de los Pretos, en Recife. La palabra maracatu era usada, hasta fines del siglo XIX, para designar a cualquier ayuntamiento de negros. Poco a poco pasó a ser empleada para los cortejos de reyes africanos. Desde el comienzo, los desfiles tenían varios elementos, sobre todo religiosos, que conservan hasta hoy, como la calunga (muñeca de cera que encarna a los antepasados) y la gran “umbela” (especie de sombrero de sol) que protege al rey y a la reina, rodeados por los nobles y plebeyos de la corte. Son más de 150 personas: del ministro al vasallo, de la dama del paso al esclavo (que carga la umbela), del brasabundo (especie de guardaespalda) al batuquero (músico). FIESTAS POPULARES 19 Desfile de colonias extrangeras en el carnaval de São Paulo Corso carnavalesco en la primera decada del siglo XX El ritmo se sustenta por la marcación de los instrumentos de percusión y la danza, de carácter dramático, escenifica el desfile real en que los personajes representan sus funciones en la corte. En 1949, año del IV Centenario de la fundación de la ciudad de Salvador, en Bahía, es creado el afoxé8 “Filhos de Gandhi” por los estibadores del Puerto de Salvador, como forma de homenajear al gran líder pacifista indiano asesinado en 1948, el Mahatma Gandhi. El carnaval baiano contemporáneo tiene una serie de bloques afro, cada cual con características propias que enriquecen la escena carnavalesca baiana con su música y sus danzas. Los bloques afro se hacen acompañar de instrumentos de percusión. Algunas de las danzas se asemejan en gestos al baile de las divinidades (orixás) realizados en las ceremonias religiosas del candomblé. Finalmente, no podemos dejar de mencionar la más famosa expresión del carnaval brasileño, las escuelas de samba. Ellas son una manifestación eminentemente carioca que se dispersó por los carnavales de todo el país. Son legítimas descendientes de los ranchos carnavalescos, que hasta hoy conservan algunos elementos como el par mestre-sala y porta-bandeira. Con esa denominación, habrían surgido por primera vez en el barrio del Estácio, en 19299. Se llamaba “Deixa Falar” el gremio que había sido fundado el 12 de agosto de 1928. 20 FIESTAS POPULARES Del barrio de Estácio la novedad se difundió por toda la ciudad, especialmente por los morros y suburbios. La Plaza Once era el local de concentración de las agremiaciones en los días de carnaval. Las escuelas surgían y desaparecían, algunas destinadas a la prosperidad: la “Estação Primeira”, del morro de Mangueira; la “Vermelho e Branco”, del morro Salgueiro: la “Paz e Amor”, la “Vai como Pode” (Portela) y otras, cuyas denominaciones traducían el carácter de improvisación de esas primeras entidades consagradas a la samba. Como se puede evaluar por lo que aquí presentamos, el carnaval brasileño es un rico manantial de elementos históricos y culturales. Está profundamente relacionado con la historia del desarrollo de la sociedad brasileña, evoca la relación entre lo sagrado y lo profano –la dicotomía entre su origen religioso y la folía– y adquiere trazos diferenciados conforme el local donde se celebra. Las distintas influencias de los inmigrantes contribuyeron fuertemente para generar un movimiento significativo y que ganó autenticidad en la evolución histórica, constituyendo prueba viva de la formación cultural plural de Brasil. FRED GÓES Profesor Doctor de la Facultad de Letras de la UFRJ y Líder del Grupo de Investigación Núcleo Interdisciplinar de Estudios Carnavalescos del CNPq 1. Enormes tubos de lata con los que lanzaban agua a los transeúntes. 2. Globos de cera con agua perfumada en su interior. 3. GÓES, Fred. Imágenes del Carnaval Brasileño del Entrudo a Nuestros Días. Brasiliana da Biblioteca Nacional; guía das fontes sobre o Brasil. Rio de Janeiro: Biblioteca Nacional/Nova Fronteira, 2002., p 573-588. 4. Uno de los tipos de agrupaciones carnavalescas típicas de la ciudad de Rio de Janeiro. 5. Conjunto de personas que desfilan en los carnavales de manera semiorganizada, muchas veces vistiendo un mismo atuendo. 6. Conjunto de personas que participaban en los carnavales, en su mayoría disfrazadas. 7. TINHORÃO, José Ramos. Pequena História da Música Popular (da modinha à canção de protesto); 3a ed.Petrópolis:Ed. Vozes, 1978. p.108 8. El afoxé no es un simple bloque carnavalesco, tiene raíces religiosas vinculadas al candomblé. Los grupos desfilan acompañados únicamente por instrumentos de percusión y sus participantes son todos hombres, no habiendo la presencia femenina en el cortejo. Con relación al origen de la palabra hay dos corrientes: la primera afirma que viene del iorubá, significa “a fala que faz”. La segunda atribuye el origen al sudanés “afohshed”, palabra que significa una especie especial de cortejo. 9. Hasta mediados de 1930 las denominaciones bloque y escuela de samba coexistieron sin preferencia. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS - - - - Zé Pereira – Ilustración de la Revista “O Mosquito” en 1873 Cordones, escuelas y ranchos en el Carnaval de São Paulo. Desfile en la Avenida Prestes Maia en 1969 REFERENCIAS COSTA, Haroldo. 100 Anos de Carnaval no Rio de Janeiro, São Paulo: Irmãos Vitale, 2001. - CUNHA, Clementina Pereira. Ecos da Folia: uma história social do carnaval carioca entre 1880 e 1920. São Paulo: Companhia das Letras,2001. -_______________________. Carnavais e outras f(r)estas: ensaios de história social da cultura. Campinas, SP: Ed. Da Unicampo ,Cecult. 2002. -ENEIDA. História do Carnaval Carioca, Rio de Janeiro: Record,1987. - FERREIRA, Felipe. Escritos Carnavalescos. Rio de Janeiro: Aeroplano, 2012. -_______________. O livro de Ouro do Carnaval. Rio de Janeiro: Ed. Ouro. 2004.422 p. - _______________. Inventando Carnavais: o surgimento do carnaval carioca no século XIX e outras questões carnavalescas. Rio de Janeiro: Ed. UFRJ.2005 .357p. - GÓES, Fred. Samba-enredo: da epopéia à crônica. Textos escolhidos de cultura e arte popular. Rio de Janeiro, v.6,nº 1,p.243/248,2009. -__________. 50 Anos de Trio Elétrico. Salvador: Corrupio, 2000. - ___________(org.) Revista Terceira Margem – Pensando o carnaval na Academia. Revista do Programa de Pós-graduação em Ciência da Literatura ano X- nº 14 Rio de Janeiro Jan/Jun 2006. -____________.(org.) Brasil, mostra a sua máscara. Antologia de contos, crônicas, poemas e letras de canção sobre o carnaval. Rio de Janeiro: Ed. Língua Geral. 280 p. 2009 - TINHORÃO, José Ramos. Pequena História da Música Popular, Petrópolis: Vozes, 1974. - ALBIN, Ricardo Cravo. Dicionário de Música Popular Brasileira on line. www. diconariompb.com.br ALENCAR, Edigar de. O Carnaval Carioca Através da Música, Rio de Janeiro: Livraria Freitas Bastos, 1965. CABRAL, Sérgio. As Escolas de Samba, Rio de Janeiro: Ed. Fontana,1974. CAVALCANTI, Maria Laura Viveiros de Castro. Carnaval Carioca – dos Bastidores ao Desfile, Rio de Janeiro: Ed. UFRJ. 3ª ed. 2006. 267 p. (Edição revista e ampliada) FIESTAS POPULARES 21 ARTES PLÁSTICAS Tomie blanco & sombra Obra de Tomie Ohtake en Tomie Ohtake con su primer cuadro de 1952 - fotografia de 2013 Tomie Ohtake trabajando en su escultura en el año 2012 Entre pinturas, grabados y esculturas –realizadas en más de 60 años de carrera–, Tomie formó un conjunto que estuvo siempre pautado por colores, formas y gestos. Tomie Ohtake nació en 1913, en Kioto, Japón. Fue a Brasil en 1936 para visitar a uno de sus hermanos que ya residía en el país. Estando por primera vez en el país, todo era nuevo: el idioma, la cultura occidental, el desembarque en el Puerto de Santos (São Paulo), donde la artista siempre recordaba la percepción de la luz que tuvo de ese momento, un amarillo único. Entonces, de ese encuentro con la novedad, decide establecerse en Brasil de manera permanente, hasta su fallecimiento en febrero de 2015. En Brasil, Tomie Ohtake constituye su familia. Por un corto período vivió en Rio de Janeiro –ciudad de poca inmigración japonesa–, pero luego se mudó y estableció en São Paulo, donde la colonia se hizo fuerte. Sin embargo, no se mantuvo cerca de sus conterráneos, escogió residir en el barrio Mooca, local conocido por su tradición italiana. Siguió su vida dedicándose a su casa y a su familia y, en 1952, tomó algunas clases de pintura con el profesor japonés Keiya Sugano, quien la incentivó a producir. En aquel entonces, a los 39 años de edad, Tomie realizó sus primeros cuadros, figurativos, con paisajes, vistas de la ciudad, arreglos florales y retratos. Sin embargo, en menos de una década, la artista transformó su producción iniciándose en una investigación que la involucró por los años siguientes y la consagró: las posibilidades del arte abstracto. Entre pinturas, grabados y esculturas –realizadas en más de 60 años de carrera–, Tomie formó un conjunto que estuvo siempre pautado por colores, formas y gestos: ya sea de manera más experimental cuando pintó de ojos vendados sobre un fondo negro, o de modo programado por estudios y proyectos hechos de pedazos y recortes de revistas (para pinturas y grabados) y materiales doblados y torcidos como alambre y aluminio (para esculturas); o incluso en un modo de reiterar figuras geométricas, formando un verdadero vocabulario. Así, Tomie Ohtake se convirtió en una de las artistas más dedicadas en la investigación del arte abstracto en Brasil y también un importante ícono de la ciudad de São Paulo, por ejemplo, con diversos trabajos que valorizan locales públicos en la metrópoli. Es el silencio blanco que concluye la obra de Tomie Ohtake. En la mayor parte de su último año de vida y trabajo, se dedicó a investigar como formas y líneas podrían emerger de monocromos blancos sin ninguna variación tonal, apenas través de las sombras proyectadas en los relieves y texturas ARTES PLÁSTICAS 23 Obra de Tomie Ohtake de la exposición Influxo das Formas exhibida en 2013 24 Óleo sobre lienzo - Sin título Tomie Ohtake de la aplicación de tinta acrílica preparada como una masa. Se trata de un conjunto extremo que refleja la ambición de nunca repetirse y, tal vez, alguna espiritualidad relacionada a las cosas que muestran muy poco, precisando ser larga y repetidamente contempladas para entregar sus matices. Así, con notas de especial sutileza, Tomie Ohtake se despidió a los 101 años. Antes, una vida de travesías: su llegada a Brasil a los 23 años, el comienzo de la producción a los 39, el reconocimiento gradual durante la década de 1960 y la popularidad creciente a partir de los años 1980, cuando comenzó a producir obras públicas para las ciudades brasileñas, en especial para São Paulo, su hogar. Siempre en diálogo con colegas de todas las edades y enfoques artísticos, Tomie experimentó todo lo que le ocurrió en las formas de lidiar con el color, con el gesto y con la materialidad tanto en la pintura y grabado como también, en la segunda mitad de su producción, en la escultura. A través de esos pasajes, conquistó el respeto del medio artístico por la cantidad de oportunidades que abrió a la forma pictórica. Evitó a toda costa quedar atrapada en algún movimiento o concepto estético rígido, convencida de que su arte debería permanecer vinculado al que no tiene nombre ni instrucciones de uso –como un enigma abierto al público y un desafío siempre nuevo para el artista. Con ello, hizo de la geometría abstracta una cosa más fluida y lúdica –pocas líneas rectas y cuadrículas ortogonales, mucho balance de formas desiguales y trazos trémulos (ver las pinturas de los años 1960). Combinó también colores que no parecían destinados Óleo sobre lienzo de la serie Pinturas Ciegas de 1962 Obra de la última serie de Tomie Ohtake 2014-2015 a vivir juntos, aproximando tonos y saturaciones raros en las artes visuales (los litograbados de 1972). Hizo que toneladas de concreto o metal obedecieran sus estudios y así desafiaran la gravedad (las obras públicas del 2000). Por lo tanto, constituyó un vocabulario que aún podrá ser desmembrado por muchas generaciones que quieran experimentar las formas y los colores del arte abstracto. Entonces, vale la pena pensar con más atención sobre el papel del blanco en su trayectoria. En ella, el primer momento de destaque de la albura se dio a fines de los años 50, cuando Tomie Ohtake se arriesgó a pintar con los ojos cerrados una serie de ensayos pictóricos con amplias pinceladas que se conoció como “pinturas ciegas”. En ellas, la artista utilizó un recurso al cual retornó varias veces, el de trabajar predominantemente con dos planos cromáticos, uno bastante oscuro (negro, gris y marrón) y otro luminoso (blanco, gris claro y marrón claro). Ese contraste extremo garantizaba que incluso la relativa informalidad de los gestos resultara en una jerarquía entre los planos. En algunas de esas obras, la sensación es de estar encarando una densa penumbra a través de la cual atraviesan rayos de luz. En otras, al contrario, hay una clara neblina en primer plano, en cuyas grietas se anuncia profundidad y oscuridad. El blanco, así, era como una traducción visual para la luz. En los siguientes años, trabajando predominantemente con formas geométricas de contornos trémulos (resultado de los estudios de la artista que eran hechos rasgando a ARTES PLÁSTICAS 25 Oleo sobre Lienzo - Tomie Ohtake 26 Escultura por los 100 años de la imigración japonesa, instalada en 2008 en la ciudad de Santos mano papeles coloridos), el blanco se disciplinó y pasó a funcionar como especie de fondo infinito e ideal por tras de las composiciones, como contraposición a las formas y colores definidos. Gradualmente, los colores se hicieron más amplios y diversos y el blanco se tornó más raro como fondo, reapareciendo en la década de 1970, de vez en cuando, como un color más entre los otros para colorear un elemento compositivo o una línea. Desde 1980, conforme la pintura de Tomie Ohtake pasó a emplear las tintas acrílicas y explorar sus transparencias, el blanco volvió a ser lema de algunos lienzos, pero nunca de una serie entera. En estas, la artista experimentaba crear profundidades básicamente con la variación tonal de blancos alcanzados en múltiples camadas de tinta, a veces, sobre algún color colocado de fondo. Fueron experimentos que le permitieron a la artista pensar el blanco como materia en si misma, prescindiendo de la contraposición directa del color o de la sombra. Obra inaugurada en Tokio en 2012 Imagen del taller de Tomie Ohtake en São Paulo Hasta cierto punto, las últimas pinturas de Tomie Ohtake reflejan e invierten los sentidos de esas esculturas. En ellas también el blanco es soberano y la materia se conforma monocromática. Pero, al contrario de otros tiempos, sus líneas están en elipse, sujetos ocultos de la sentencia de texturas formadas por el gesto de la artista. En vez de libertarse en el espacio, la línea se disuelve en el movimiento pictórico. Con ello, Tomie Ohtake experimentó la mayor entrega de su trayectoria a lo que separa el blanco de los otros colores: su carácter expansivo y homogenizante. Nos corresponde el trabajo de mirar atentamente, buscar formas donde parece haber apenas el ritmo de los gestos. A cada mirada, el ojo roza formas que antes ni parecían estar allí. De modo general, no hay más nada que un artista pueda esperar para su obra: que ella pueda ser observada muchas otras veces, siempre por gente preparada para descubrir algo guardado allí. PAULO MIYADA Pero el movimiento triunfal del blanco tuvo lugar a fines de los años 90, cuando Ohtake expuso en la Bienal de São Paulo algunas de sus primeras esculturas tubulares. En esas obras –planeadas mientras la artista dobla y tuerce alambres finos con las puntas de los dedos– la línea se suelta del plano pictórico y gana el espacio, hecha de blanco, hecha de materia dócil a recorrer el ambiente. Es como si el blanco realmente hiciera del color una cosa obsoleta en pro de la fluidez del gesto que conforma cada pieza. Es como si no fuera necesario que el arte tuviera color. (São Paulo, 1985) es curador del Instituto Tomie Ohtake y coordinador del Núcleo de Investigación y Curaduría de la Institución. Actualmente, también es curador adjunto del 34º Panorama de Arte Brasileño del Museo de Arte Moderna de São Paulo (MAM-SP), que será realizado en octubre de 2015. CAROLINA DE ANGELIS (São Paulo, 1992) es graduada en Arte: Historia, crítica y curaduría de la Pontificia Universidad Católica de São Paulo (PUC-SP) y, desde 2013, integra el Núcleo de Investigación y Curaduría del Instituto Tomie Ohtake. ARTES PLÁSTICAS 27 GASTRONOMÍA MULTIPLICIDAD DE CULTURAS produce Jardín Botánico en Rio de Janeiro riqueza gastronómica en BRASIL Babaganoush Enfaticemos entonces la idea de que viajeros y comerciantes exploradores de territorios y fronteras, en busca de nuevos conocimientos y nuevos mercados, encuentran en el pueblo brasileño mucha receptividad y anhelo por nuevos descubrimientos. En Brasil, los flujos migratorios se dieron en varios momentos de nuestra historia. El proceso masivo de inmigración se inició en el siglo XIX y su apogeo se registró en las primeras décadas del siglo XX. Sin embargo, la periodista Rosa Nepomuceno, en su libro O Jardim de D.João, muestra que ya en la primera década del siglo XIX, técnicos paisajistas y botánicos franceses, alemanes y después chinos, estuvieron gravitando alrededor de las pretensiones del Rey D.João de concentrar los viveros de Rio de Janeiro en el gran espacio que hoy comprende la zona del Jardín Botánico, en la parte sur de la capital. El objetivo era llevar a Brasil plantas de Asia o de otros continentes y aclimatarlas a las condiciones del país, además de estabilizar el ecosistema de la región, caracterizado por inundaciones y excesiva humedad. Lo que se deduce luego de analizar los números sobre la inmigración en Brasil es que los inmigrantes, de todas las nacionalidades, desde los primeros chinos, como ya mencionado, hasta los italianos, españoles, japoneses, judíos y árabes, rusos, alemanes y demás nacionalidades, aceleraron el proceso de transculturación y de riqueza de intercambio de hábitos y costumbres entre las poblaciones. El antropólogo Darcy Ribeiro define dos categoría para explicar la formación étnica de Brasil: la primera, formada por los pueblos originarios, o “Testigos”, para referirse a los que habitaban estas tierras antes de la llegada de los portugueses y los pueblos “Trasplantados”, formados por los europeos del sur del continente y por los africanos, desplazados hacia tierras brasileñas, como colonizadores o esclavos. En la segunda mitad del siglo XIX, con D. Pedro II (1825-1891), Brasil elabora su proyecto de nación escogiendo la civilización europea como modelo para remplazar lo que se consideraba, en aquella época, motivo de atraso y barbarie. Era el inicio de un proceso de inmigración de los europeos a Brasil, que algunos años más tarde, con las guerras mundiales aumenta con olas de inmigrantes de otros continentes, especialmente de Asia, con los japoneses, o del Medio Oriente, con judíos y árabes. Los mayores flujos de inmigración tuvieron como destino Rio de Janeiro, la capital del Imperio y una de las ciudades más importantes de la recién creada República, así como el GASTRONOMÍA 29 que los portugueses no son completamente considerados un pueblo inmigrante. Como parte de los llamados “Pueblos Trasplantados” para utilizar la categoría de Darcy Ribeiro, los portugueses fueron, en muchos momentos, anfitriones de las olas de diferentes inmigrantes que llegaron al país a inicios del siglo XX. Chucrute estado de São Paulo, en dirección al Interior del estado en las plantaciones de café, y a los centros urbanos donde la industrialización ya estaba en curso. En 1920, la población de Rio de Janeiro llegó a 1.200 millones de habitantes y de ese total, alrededor de un quinto (1/5) eran inmigrantes. La mayoría eran portugueses representando el 72% del contingente, seguido de italianos, españoles y turcos, que en total no pasaban del 20%. Por lo tanto, los portugueses siempre han llevado la delantera en número frente a otros inmigrantes, impartiendo un perfil característico a la ciudad de Rio de Janeiro. En São Paulo, la entrada de inmigrantes se dio en varios momentos. Según la historiadora Lucia Lippi Oliveira (FGV:2006), el primer período se inició en 1870 y se caracterizó por un flujo subsidiado por el gobierno, que quería sustituir la mano de obra esclava en las plantaciones de café en el oeste paulista por la de los inmigrantes italianos. El segundo periodo se inicia en el siglo XX, con la firma del Convenio de Taubaté, en 1906, tratado entre los agricultores y el gobierno que valorizaría la cultura del café. Ese período se extiende hasta la I Guerra Mundial. En ese momento ocurren nuevos flujos inmigratorios con la llegada de más portugueses y japoneses, así como poloneses, rusos, rumanos y judíos. El hecho de que la colonización brasileña haya sido obra de los portugueses y esté en la base de la formación del pueblo contribuyó para que muchos de los hábitos y costumbres fueran incorporadas a la vida de la población, de tal manera 30 GASTRONOMÍA Para la periodista Carmen Nícia de Lemoine, especialista en Historia del Brasil Colonial y una de las primeras escritoras en describir la herencia cultural de los ibéricos (De LEMOINE 1965), el reinado trajo a Brasil, el “sagrado arte de empanzarse”. Se empanzaban tanto los ricos como los pobres.Y la herencia alimentaria es rica en caldos y hojas servidos como entradas o aperitivos llenos de especias como clavo, albahaca, laurel y canela, orégano y azafrán. Las carnes, desde perdices, lomo de cerdo, pollos y pavos, palomas, conejos con chorizo y gallinas con sopa de almendras no faltaban en la mesa, especialmente de los nobles y de los bien nacidos en la corte brasileña. Sin embargo, la gastronomía portuguesa no tardó en recibir las contribuciones de indígenas (pueblos originarios) y esclavos africanos, ya que de esa mezcla nacieron platos con carnes y peces enriquecidos con yuca y maíz, por ejemplo. Fueron los portugueses que propagaron por todo el país la técnica de la carne seca, o charqui como es conocida en el sur, realizado con la técnica de salar y secar la carne para mejorar su conservación. En el sur del país, específicamente en Rio Grande del Sur, Santa Catarina y Paraná, la llegada de los inmigrantes europeos italianos y españoles determinó la formación de hábitos alimentares cultivados hasta el día de hoy por las poblaciones de esos estados. El conocimiento que ellos traían de sus tierras, como por ejemplo el cultivo de la uva, dio origen a la industria del vino en aquella región. Fueron los italianos que trajeron, hace más de 100 años, las primeras semillas de uva cuyo cultivo abastecía, inicialmente, apenas el consumo doméstico, para después alcanzar el gusto y el mercado nacional. En el sur, los alemanes perfeccionaron la técnica de conservación de la carne iniciada por los portugueses y crearon los embutidos hechos en casa como el relleno, la mortadela, el paio, el salame y añadieron las sabrosas salchichas y chorizos a la mesa brasileña. Conocidos también como “rellenos”, los embutidos eran hechos de carnes variadas, picantes o no, que eran colocadas en las tripas (bien limpias y hervidas) de cerdos y después eran ahumadas. Costumbres también traídas y perfeccionadas por los españoles. Además de los embutidos, los alemanes enriquecieron la cocina sureña con el uso diversificado de la papa y las legumbres cocidas como el chucrute, hecho a base de col. Los cereales, actualmente indicados como uno de los alimentos más saludables, ya eran cultivados y aprovechados por los alemanes en los panes, sopas y tortas. Si los europeos, especialmente los italianos, legaron al país la costumbre del vino, la fabricación de la cerveza de los alemanes introdujo un hábito insustituible a todas las clases de la población brasileña. Las influencias de los inmigrantes europeos se propagaron por todo Brasil. La pasta italiana, variada y rica en salsas, saladas o dulces, es presencia constante en las casas brasileñas: ¿Quién aún no ha probado los “Tallarines de la mama”? el Ñoqui, Espagueti, masa hojaldre, pasteles y los más variados tipos de panes, son una atracción permanente. Sirios, libaneses y judíos también son de enorme importancia para la culinaria brasileña. Especialmente establecidos en São Paulo y Rio de Janeiro, los árabes también legaron una riqueza indiscutible a los hábitos gastronómicos, especialmente en las grandes ciudades. La presencia milenaria de estos pueblos en las rutas de comercio entre el Medio Oriente y demás regiones del mundo, hizo que los árabes desde muy temprano transmitieran sus costumbres alimentarias por el mundo y adquirieran nuevos hábitos enriqueciendo las prácticas alimentarias. Los árabes se diferencian por el cuidado casi sagrado con el que se dedican a los alimentos. A través de las comidas, ellos trasmiten las tradiciones milenarias de generación para generación, y consagran algunas prácticas que van desde sugerencias de buen vivir hasta recetas para obtener abundancia y prosperidad para toda la familia. Amirah Sharif, bióloga carioca apasionada por la danza del vientre, coloca la comida árabe bajo el manto de los “siete velos”, una especie de clasificación de los alimentos: existen recetas para una relación harmoniosa y feliz (babaganuch, coalhada seca, entre otras); para combatir los celos (brochetas a la parrilla, esfiha, jugo de Ali Babá); para obtener abundancia y prosperidad para la pareja (paté de garbanzo, arroz sirio y otros). Esfiha Entre secretos y delicias, los brasileños se adhirieron completamente a la exótica comida árabe, aun desconociendo lo que ellas representaban para la cultura originaria de los sirios, judíos y turcos. Enfaticemos entonces la idea de que viajeros y comerciantes exploradores de territorios y fronteras, en busca de nuevos conocimientos y nuevos mercados, encuentran en el pueblo brasileño mucha receptividad y anhelo por nuevos descubrimientos. Como un gran mosaico pluricultural, en Brasil es posible, en un solo día, recorrer un gran trayecto gastronómico sin mucho esfuerzo: en la mañana, un excelente café brasileño con masas hojaldradas italianas y frutas tropicales, en el almuerzo sashimis o babaganush, en el lonche, una empanada chilena y un pastel cremoso portugués de postre, y en la noche es posible saciarse con caldos verdes y beirutes de manzana con almendras. MARGARITA NEPOMUCENO Periodista, doctoranda en Integración de América Latina de la Universidad de São Paulo. Autora del libro "Livio Abramo en Paraguay: entretejiendo culturas". Editado por la Embajada de Brasil en Paraguay. Ed. Don Bosco, 2013. REFERENCIAS - - - - DE LEMOINE, Carmen Lucia. Tradições da Cidade do Rio de Janeiro. Do século 16 ao 19. Rio de Janeiro. Editora Pongetti. 1965. NEPOMUCENO, Rosa. O Jardim de D. João: A aventura da aclimatação das plantas asiáticas (...). Rio de Janeiro. Ed. Casa da Palavra. 2007. OLIVEIRA, Lúcia Lippi. Nós e Eles. Relações Culturais entre brasileiros e imigrantes. FGV, 2006. SHARIF, Amirah. Cozinha Árabe. Rio de Janeiro. Editora Mauad.2001. GASTRONOMÍA 31 LITERATURA ¿ Hay temas específicos para una “literatura inmigrante” en Brasil 32 ? Escena de la miniserie "- O tempo e o vento -" basada en la obra de Érico Veríssimo ¿Hay temas específicos para una “literatura inmigrante”? La literatura brasileña oscila entre la afirmación de una cultura nacional y el combate, la apropiación o la sumisión a tendencias culturales extranjeras, en una relación difícil y muchas veces contradictoria. Una de las características más comunes en las definiciones posibles de cultura es la particularidad: un país no tiene la misma cultura que otro. Es más: la cultura de un país no puede ser juzgada por los parámetros de una cultura ajena exactamente porque ambas son fundamentalmente distintas. Sin embargo, es igualmente común la definición de cultura brasileña como un mosaico heterogéneo de culturas –es decir, una síntesis de la influencia de las varias etnias que componen el pueblo brasileño. Es posible que esa definición de cultura brasileña represente un contrapunto con otras culturas, sobre todo con aquellas que se manifiestan en el Viejo Mundo. Somos heterogéneos en parte porque somos, por así decir, jóvenes. Contrastamos con escandinavos, hebreos, eslavos, musulmanes y orientales, que han construido sus identidades culturales –con todos los rasgos que, como extranjeros que somos, desconocemos– a lo largo de conflictos étnicos, tratados de paz entre monarcas, cambios drásticos en el mapamundi, siglos y milenios muy lejanos de nuestra historia. En una especie de rompecabezas del que nos guiamos en contraposición con los demás, la mirada del “otro” sobre nosotros –que aceptamos con reservas y, contradictoriamente, con resignación– considera la edad y el espacio: en una inmensa porción de tierra de América del Sur; la noción misma de Brasil como nación solo se consolida luego de trescientos años de colonización portuguesa. De esta manera, este “otro“ nos sirve de espejo: nos reconocemos en él, pero distorsionados y/o al revés. El contrapunto es particularmente sensible en nuestra literatura. Basta decir que, por ejemplo, mientras la crítica literaria de la primera mitad del siglo XX decretaba el inicio de la literatura brasileña con los poetas románticos del siglo XIX (es decir, la primera generación de escritores brasileños que confirmaban la existencia de una “conciencia nacional”), Antonio Candido –hasta ahora el más importante crítico literario del país– empleó, desde los años 1950, esfuerzos exitosos para afianzar la literatura barroca y árcade LITERATURA 33 De acuerdo a este crítico, la literatura brasileña es resultado de un movimiento doble, producto del aislamiento geográfico desde Portugal, que ha determinado “temas“ nuevos y no conformes con la tradición de la metrópolis, y del trasplante para el Nuevo Mundo de las “formas” europeas. En este proceso, el tupi (el idioma general de los indios de la costa brasileña) de lengua franca es convertido a código prohibido por ley; las lenguas africanas (en las que se comunican los esclavos) se sumergen en el portugués del colonizador, y este se impone como lengua literaria de la América portuguesa mientras consolida leyes, costumbres, valores morales y una visión de mundo. De ahí, una indagación: si el origen mismo de la literatura brasileña involucra el trasplante de una cultura ajena. ¿Hay temas específicos para una “literatura inmigrante“ en Brasil? Distinción inicial: la literatura hecha en Brasil por el colonizador portugués y por otros extranjeros en el período colonial no presuponía la autonomía del pensamiento de los expatriados. Además, tampoco era permitida la imprenta de libros en la colonia. Aun así, la circulación de libros en tierras brasileñas ya era una realidad desde el siglo XVI; en el siglo XVII, circulaban en Bahía (entonces la capital de Brasil) los poemas de Gregorio de Matos (el primer gran poeta brasileño) o de anónimos; en Portugal, se publican 34 LITERATURA La independencia de Brasil en 1822 produjo cambios importantes en la producción literaria nacional. La construcción de la identidad brasileña, con base en el imperio de los Bragança y en la naturaleza tropical como representación de un Estado al mismo tiempo particular Gregorio de Matos Antonio Candido (fenómenos del Brasil-colonia de los siglos XVII y XVIII) como formadoras de una tradición genuinamente nacional. entre 1679 y 1748 los sermones de Antônio Vieira, sacerdote portugués de la Compañía de Jesús en Bahía y en Maranhão, y en 1705 el brasileño Manuel Botelho de Oliveira publica su volumen de poesias Música do Parnaso en Lisboa. Con excepción de estos ejemplos, lo que se produce en la colonia no es literatura brasileña: es más bien literatura sobre Brasil; se trata de un procedimiento pragmático para atender la necesidad inmediata del dominio y/o la consolidación del imperio portugués, además de la expansión de la fe católica. Por parte del colonizador, la producción literaria incluye teatro para catequización de los indios, poesía religiosa, poesía épica (para celebrar la conquista portuguesa y los fundadores de poblaciones), descripciones de los nativos y del territorio colonial, así como también historia de la colonia, para comprenderla, administrarla y sacar el máximo provecho de lo que ella ofrecía; por parte de españoles, franceses, italianos, ingleses, holandeses y alemanes resultan los relatos de viaje –con el objetivo de conocer el Nuevo Mundo, presentarlo a la mirada perpleja de los monarcas europeos y también, cuando y si fuera posible, arrebatárselo a los colonizadores. Os dois ou o inglês maquinista (1842) de Martins Pena Música do Parnaso de Manuel Botelho y universal, no solo estimuló la reflexión sobre lo que significaba ser brasileño, sino también provocó un cierto aislamiento de valores distintos del proyecto de nación que se buscaba. El extranjero, en este momento de “despliegue” de una identidad nacional, es convertido en enemigo y es representado como amenaza porque representa, por un lado, el nuevo orden económico de la revolución industrial y, por otro lado, la independencia republicana. El capitalista inglés de la comedia ”Os dois ou o inglês maquinista” (1842), de Martins Pena, es el ejemplo de como el proyecto de nación brasileña tiene como oponentes el desarrollo industrial, las novedades tecnológicas y el avance científico en manos extranjeras1. El Brasil monárquico, rural, esclavista y de naturaleza exuberante está cerrado en sí mismo. No por acaso, en el siglo XIX surge la literatura regionalista: con el uso del “color local” en novelas coloniales, la preocupación de los escritores es reconocer tipos, integrar las regiones del país, establecer mitos fundadores y presentar héroes nacionales. Con algunos cambios importantes, esta tendencia sigue hasta el siglo XX, congregando desde nombres como José de Alencar, Bernardo Guimarães, Franklin Távora y João Simões Lopes Neto hasta Monteiro Lobato, José Lins do Rego, Jorge Amado, Érico Veríssimo y Guimarães Rosa. Las primeras décadas del siglo XX conocen los tipos regionales y los dos nuevos personajes de la vida social y económica brasileña: el inmigrante y el colono. El interés por dichos personajes denota la madurez crítica de la inteligencia nacional, que denuncia la parcialidad de una visión de Brasil fuertemente condicionada por sus élites tradicionales. De hecho, mientras que el Brasil del siglo XIX se percibía indígena en sus orígenes y blanco en sus valores y en su constitución social, en el siglo XX Brasil se dio cuenta que también era negro, mestizo, proletario e inmigrante –es decir, la inteligencia nacional aceptó los cambios sociales derivados de las nuevas relaciones de trabajo (una vez que el régimen esclavista fue extinto progresivamente entre 1860 y 1888) y del crecimiento de las ciudades y de la vida urbana. Dos capitales se sobresalen en estos cambios: Manaus y São Paulo. La primera, recibiendo inmigrantes norteamericanos, ingleses, libaneses, portugueses y franceses, creció espectacularmente a fines del siglo XIX e inicios del siglo XX debido a la producción de caucho. Sin embargo, dicho crecimiento fue bruscamente interrumpido por la expansión de la producción de caucho en Asia, en más cantidad y bajo una sumisión económica comparable a la del Brasil colonial en el siglo XVII. La segunda, recibiendo inmigrantes sobre todo italianos, pero también sirios, griegos, libaneses, japoneses y lituanos; destino para los estudiantes, se ha convertido en la más importante metrópoli de América Latina, asumiendo una vocación cosmopolita que la identificó, aun en los años 1930, como la Chicago del hemisferio sur. LITERATURA 35 36 LITERATURA Considerado el panorama de la literatura brasileña en el momento de la publicación de “Canaã“, “La Divina Increnca“ y “Brás, Bexiga e Barra Funda“, se puede deducir que la mirada sobre el extranjero solo fue posible en consonancia con la percepción de Brasil como una nación autónoma en términos culturales. El proceso fue lento, progresivo y problemático. Mientras que el romanticismo identificó la construcción de la identidad nacional con el rechazo a lo extranjero, el Pre-Modernismo y, sobre todo, el Modernismo trató de sumar, con un lenguaje absolutamente nuevo, anárquico y sin prejuicios, los nuevos elementos socioeconómicos a la revisión de la tradición cultural brasileña. En este sentido, el Pre-Modernismo y el Modernismo actuaban en contra de una Canaã (1902) de Graça Aranha Antônio de Alcântara Machado El regionalismo, influenciado por la literatura naturalista2 y por el determinismo científico europeo, generó la primera obra brasileña protagonizada por inmigrantes3: se trata de la novela “Canaã” (1902), de Graça Aranha, que describe el proceso de inmigración de alemanes para Espírito Santo, región de Brasil hasta entonces poco explorada en la literatura. Sin embargo, la São Paulo de los años 1920, ya exhausta de las narrativas sobre el caipira (el tipo paulista, que Alcântara Machado describe literariamente como “demasiado explotado y conocido“, y por eso “sin llamar la atención“), sirve de escenario para dos importantes obras protagonizadas por inmigrantes italianos. La primera, “Brás, Bexiga e Barra Funda” (1927), de Antônio de Alcântara Machado, se trata de una narrativa cubista-modernista, impregnada de elementos del periodismo, en la que once historias ilustran de modo conciso el proceso de integración del inmigrante en la sociedad brasileña, la lucha de los más pobres por su supervivencia en un país distinto y la ascensión social. La segunda, “La Divina Increnca“ (1915, republicada con cambios en 1924), de Juó Bananére (seudónimo del ingeniero Alexandre Ribeiro Marcondes Machado), se trata en verdad de la reunión de poemas satíricos, en los cuales él renuncia a la tradición de la poesía portuguesa y brasileña para modernizarla con un humor al mismo tiempo mordaz e inocente. Poemas clásicos y de contemporáneos suyos no están libres de sus investidas: el soneto “Sete anos de pastor Jacó servia“, de Camões, los poemas “Meus oito anos“ (Casimiro de Abreu), “Vai-se uma pomba despertada“ (Raimundo Correia), “Canção do Exílio“ (Gonçalves Dias) y la célebre parodia de “Ouvir estrelas“ (Olavo Bilac) son reconstruidos en una variante del portugués del inmigrante (el llamado “portugués macarrónico”), contaminado por palabras y expresiones del italiano jamás olvidado. Dichas obras introducen nuevas técnicas narrativas y poéticas en la literatura brasileña: “Brás, Bexiga e Barra Funda“ trae para el portugués literario el habla cotidiano y las jergas, además de un estilo más cercano a la narrativa cinematográfica, mientras que “La Divina Increnca” anticipa el proyecto estético modernista, presente en el “poema-piada” (poema-chiste) y el apelo al mal gusto como procedimiento artístico. Relato de um certo Oriente, de Milton Hatoum, 1991 idea homogénea de modernidad: la polifonía es la señal más clara de estos movimientos estéticos. Aun así, convivían con los poemas y novelas modernistas sobre la inmigración4 la manifestación del ultra-nacionalismo, representado especialmente en la obra “O Estrangeiro“ (1926), de Plinio Salgado. Esta novela actualiza los prejuicios románticos del ideal de nación brasileña, depreciando el desarrollo industrial y la urbanización, al mismo tiempo en que sobrevalora el universo rural como decisivo en la construcción de la identidad. Sin embargo, ahí el inmigrante europeo es valorizado en la composición étnica del país, siempre y cuando no incentive el cosmopolitismo. (pensemos en el caso de Helga Kunz, la joven seducida por Rodrigo Cambará). A partir de los años 1960 el relato regionalista de matices realistas cae progresivamente en desuso. Eso se debe a factores socioeconómicos y culturales: el Brasil de esa época ya es un país de vida predominantemente urbana, cuya cultura –una vez superado el debate sobre la construcción de la identidad nacional– es influenciada por la producción universitaria (el movimiento de la poesía concreta, por ejemplo) y tiene como referencias la filosofía existencialista, la antropología cultural, el cine neo-realista italiano, el expresionismo abstracto americano y sus derivaciones, al mismo tiempo que el mercado editorial recibe un número creciente de traducciones de novelas rusas, alemanas y inglesas. Si hasta entonces el extranjero en la literatura brasileña era caricatural, primitivista, cómico o había recibido el papel de denunciar el proyecto brasileño de nación, los cambios socioeconómicos y culturales de los años 1960 generaron el cuestionamiento del proyecto civilizatorio de la implantación de colonias de inmigrantes en Brasil (“Quadrilátero“, de Adolfo Boos Júnior, 1986), además de desvincular la inmigración de las necesidades económicas (“Contos do imigrante“, de Samuel Urias Rawet, 1956), problematizando la confrontación cultural y las formas de exclusión, ya sea de extranjeros en Brasil o de brasileños en el extranjero De tendencia no muy distinta al ultra-nacionalismo de Plinio Salgado es la saga familiar “O Tempo e o Vento” (1949-1961), de Érico Veríssimo, una de las pocas narrativas sobre el inmigrante en las llamadas “Geração de 30“ y “Geração de 45“, dos resultantes del Modernismo radical de los años 20. Muy popular debido a la adaptación televisiva y cinematográfica, la saga cuenta la formación étnica y socioeconómica del Estado brasileño de Rio Grande do Sul a partir de las matrices nativa, indígena e inmigrante. El inmigrante alemán, presente a partir de la segunda parte de la novela (“O Retrato”, 1951), aparece simultáneamente con el desarrollo urbano e introduce, además de la necesidad de conservación de la casa y de la organización comunitaria, un nuevo tipo de belleza, la promiscuidad e inclusive la depravación de la moralidad LITERATURA 37 ¿Hay temas específicos para una “literatura inmigrante“? Bajo esta pregunta, apuntamos unos pocos elementos de la literatura brasileña a través de los siglos. Relacionada al contexto socioeconómico, la literatura brasileña oscila entre la afirmación de una cultura nacional y el combate, la apropiación o la sumisión a tendencias culturales extranjeras, en una relación difícil y muchas veces contradictoria. Se puede decir que la “literatura inmigrante” refleja el péndulo de esa relación. Por un lado, refuerza el ideal de nación en la medida que expone el proceso de adaptación del extranjero a un país multicultural como Brasil. Por otro lado, universaliza las 38 LITERATURA GILSON CHARLES DOS SANTOS tiene un doctorado en Letras Clásicas de la Universidade de São Paulo (Brasil). Actualmente es coordinador pedagógico del Centro Cultural Brasil-Perú de la Embajada de Brasil. Martins Pena Chico Buarque (“Budapeste“, Chico Buarque, 2003). Acompañando la tendencia contemporánea de experimentación y desconstrucción de la narrativa, surgen novelas intimistas (“Relato de um certo Oriente”, de Milton Hatoum, 1991), en las que el protagonista está apartado del contexto social, ya sea del país de origen o del país que lo recibe (lo que se llama usualmente “anfibio cultural“), la auto-ficción (aunque esta definición sea problemática) o ficción auto-referente (“As aves de Cassandra”, de Per Johns, 1991), en la que recuerdos del personaje-narrador se confunden con la vida del autor, y la ficción histórica (“A república dos sonhos“, de Nélida Piñon, 1984), distinta de la novela regionalista por tratar de cuestiones de género (es decir, el papel social de la mujer) y por relacionar circunstancias históricas con el espacio subjetivo de los personajes. relaciones humanas, superando nociones de integración y sumisión económica del extranjero. En el primero aspecto, se destacan las narrativas regionalistas y la poesía de Juó Bananére: ahí, se atiende al gusto de las clases medias urbanas de inicios del siglo XX, para quienes la vida rural ya era una etapa superada frente al protagonismo económico de la industrialización. En el segundo aspecto, se destaca la narrativa contemporánea, exonerada de la reflexión sobre un “destino singular“ brasileño y dirigida antes a cuestiones más generales de nuestro tiempo. En este sentido, la “literatura inmigrante“ acompaña tendencias de lo demás de la literatura brasileña: abandonado el Realismo regionalista y el Modernismo radical, la narrativa se fija en lo subjetivo de los personajes, explotando el espacio íntimo en vez de las experiencias colectivas. Así, el espejo de la “literatura inmigrante” refleja, sobre todo, el término del debate sobre el Estado-nación, que no ha conseguido hasta ahora su representación simbólica en la literatura brasileña. REFERENCIAS BIBLIOGRAFIA 1. Se puede atisbar lo mismo en el Gigante Piaimã, el ítalo-peruano Venceslau Pietro Pietra de la obra “Macunaíma” (1927), de Mário de Andrade, aunque en este caso el extranjero aparezca caricaturalmente como el típico cazador de esmeraldas. 2. Literatura naturalista es la denominación de la tendencia estética de los años 1880-1900 fuertemente influenciada por los descubrimientos médicos, teorías biológicas e inventos tecnológicos de la segunda mitad de aquel siglo. El modelo de esa tendencia literaria es la novela “O Cortiço” (1890), de Aluísio Azevedo, en la que se describe el modo de vida de los más pobres desde una mirada “científica”. La idea de que las teorías biológicas sustentaban tesis sociales es ridiculizada por Machado de Assis en la frase “A los vencedores, las papas”, presente en su clásica novela “Memórias póstumas de Brás Cubas” (1881). 3. Se trata de un marco temporal que no desprecia la figura del inmigrante en la literatura brasileña una vez que, además del ejemplo de la comedia de Martins Pena mencionada anteriormente, la novela “O Cortiço” cuenta con un personaje inmigrante, el portugués Jerônimo, cuya historia es ilustrativa del proceso de adaptación del extranjero a las costumbres ajenas. Sin embargo, Jerônimo no es el protagonista de la narrativa. 4. Además de Juó Bananére, se puede mencionar el poema “Tu”, de Mário de Andrade, publicado en el célebre libro “Paulicéia Desvairada” (1922): “Costureirinha de São Paulo, ítalo-franco-luso-brasílico-saxônica, gosto dos teus ardores crepusculares, crepusculares e por isso mais ardentes, bandeirantemente!” • • • • • ALMEIDA, Marco Rodrigo. Notícias da literatura brasileira. In Caderno Ilustríssima – Folha de São Paulo, edição de 23 de fevereiro de 2014. Disponible en http://www1.folha.uol.com.br CANDIDO, Antonio. Formação da Literatura Brasileira - Momentos Decisivos 1750 a 1880. SP: Ouro sobre Azul, 13ª ed., 2012. CANDIDO, Antonio. Iniciação à literatura brasileira. RJ: Academia Brasileira de Letras, 2010. GONÇALVES, Leandro Pereira & MATOS, Maria Izilda Santos de. O imigrante na visão de Plínio Salgado em “O Estrangeiro”. In Revista Patrimônio e Memória. SP: UNESP, v. 10 n. 1, 2014, pp. 157-182. Disponible en http://pem. assis.unesp.br MACHADO, António de Alcântara. Introdução. In BANANÉRE, Juó. La Divina Increnca. SP: Editora 34, 2001. LITERATURA 39 MÚSICA El inmigrante y la MÚSICA CLÁSICA brasileña Choro-música 40 Garota de Ipanema El momento en el que la música hecha por brasileños pasa a convertirse en música brasileña coincide con la llegada de los primeros contingentes significativos de inmigrantes no africanos y no portugueses a Brasil. Cuando le preguntaron a Tom Jobim sobre sus principales influencias musicales, él se limitó a citar una: Villa-Lobos. Para el apreciador extranjero de la música popular brasileña, puede parecer raro que el mundialmente célebre autor de “Garota de Ipanema” haya elegido a un compositor clásico que, si bien es adorado en Brasil, suele pasar desapercibido en los repertorios de las grandes orquestas y solistas internacionales. Sin embargo, si nos propusimos sistematizar en estas pocas líneas un panorama histórico de la música brasileña –popular o clásica, no importa– Heitor Villa-Lobos (1887-1959) debe ocupar el lugar de honor. No como fundador, ya que su trayectoria empieza muchos siglos antes, pero si como el primer autor verdaderamente “brasileño”, el padre de lo que se puede llamar de nuestra música nacional. El momento en el que la música hecha por brasileños pasa a convertirse en música brasileña coincide con la llegada de los primeros contingentes significativos de inmigrantes no africanos y no portugueses a Brasil. Eso no significa que las tres matrices de nuestra identidad demográfico-cultural –la portuguesa, la africana y la indígena– no hayan contribuido de manera decisiva para esa transformación: el choro, primer género popular originalmente nacido en Brasil, a fines del siglo XIX, resulta de la unión del lundu africano y de la modinha MÚSICA 41 Heitor Villa-Lobos portuguesa con ritmos de otras partes del continente europeo. Asimismo, compositores clásicos, algunos mestizos, ya creaban obras importantes antes del período de transición, incluyendo a Padre José Mauricio Nunes Garcia (1767-1830) y a Carlos Gomes (1836-96), cuyas óperas de estilo italiano y enredos exóticos “a la brasileña” tuvieron éxito en el Viejo Mundo. Como en otras partes de la “periferia” musical (podríamos incluir ciertos países de Europa del Este y los EE.UU. en esa categoría), sin embargo, la música de concierto brasileña tuvo que esperar por el Modernismo para ganar una identidad propia. Y, en el caso particular de Brasil, la nueva ley de inmigrantes. Prácticamente todos los compositores brasileños de relieve de la primera y segunda generaciones de nacionalistas eran hijos de extranjeros: además de Villa-Lobos, cuyo padre era español, Francisco Mignone (1897-1986, hijo de italianos), Lorenzo Fernandez (1897-1948, hijo de españoles), Guerra Peixe (1914-93, hijo de portugueses) y Camargo Guarnieri (1907-93, hijo de italiano), para muchos el principal nombre de la música clásica de Brasil después de Villa-Lobos. No deja de ser significativo que los más entusiasmados nacionalistas fueran al mismo tiempo “modernos” y “extranjeros”. Es natural que, con el pasar de las décadas, los primeros representantes de nuestro nacionalismo pasaran a ser ellos propios llamados de conservadores –muchas veces por fuerza de opciones estéticas individuales, como en el caso de 42 MÚSICA Tom Jobim Villa-Lobos. Ha sido el papel de otro inmigrante –el alemán Hans-Joachim Koellreutter (1915-95)– la introducción de la enseñanza del serialismo en Brasil y la fundación del movimiento “Música Viva”, que rápidamente conquistó seguidores importantes –incluyendo, por cierto tiempo, el grande Claudio Santoro (1919-89), él mismo descendiente de italianos– y desencadenó una de las más ricas polémicas en la historia de las artes en Brasil: la publicación de la “Carta Abierta a los Músicos y Críticos de Brasil”, de Camargo Guarnieri. En este universo repleto de ironías, no sorprende que Guarnieri haya escrito piezas dodecáfonas al final de su vida. Hoy los “extranjeros” continúan comprometidos con el desarrollo de la música de concierto en Brasil: basta recordar el número de instrumentistas europeos y suramericanos que componen en nuestras mejores orquestras. Pero, en lugar de extenderme en esta y otras áreas, concluyo con este reconocimiento al papel crucial del inmigrante en el nacimiento y evolución de esta faceta tan desconocida de la música brasileña. ANDRÉ CHERMONT DE LIMA Consejero en la Embajada de Brasil en Lima, fue jefe de los Sectores Culturales en las Embajadas en Santiago, Berlín y Londres. Autor de la publicación editada por la FUNAG en 2013: “Copa de la Cultura: el Campeonato Mundial de Fútbol como instrumento para la Divulgación y Promoción de la Cultura Brasileña en el Extranjero”. MÚSICA 43 CURIOSIDADES CURIOSIDADES La inmigración de sirios, libaneses y árabes a partir de fines del siglo XIX generó gran concentración alrededor de la Calle 25 de Marzo (fecha de la primera Constitución del Imperio de Brasil), en São Paulo. Los inmigrantes se instalaron en la región, que tenia bajos costos de alquiler, y establecieron mercados de telas y otros ramos. Hoy, varios lugares cerca de la 25 de Marzo tienen nombres que rinden homenaje a líderes de la comunidad, como las calles Cavalheiro Basílio Jafet y Jorge Azem y la Plaza Ragueb Dhofi. El local es uno de los más grandes centros comerciales de Brasil. El "Kasatu Maru", primer navío de inmigrantes japoneses con destino a Brasil, salió del puerto de Kobe, en Japón, el 28 de abril de 1908. Vinieron a bordo 781 inmigrantes. El viaje culminó el día 18 de junio, en el puerto de Santos. La fecha es un marco para celebrar la inmigración japonesa en Brasil. 44 Brasil reúne la más importante población japonesa fuera de Japón, con más de un millón de "nikkeis" (descendientes nacidos en el exterior). El barrio paulistano de Liberdade es uno de los más representativos de la presencia japonesa en Brasil, gracias a la concentración de inmigrantes. CURIOSIDADES Los principales países de los inmigrantes que llegaron a Brasil fueron: Portugal, Italia, Alemania, Japón, España, Suiza, China, Corea del Sur, Polonia, Ucrania, Francia, Líbano, Israel, Bolivia y Paraguay.1 En 1823 desembarcaron en Brasil los primeros inmigrantes checos. Entre ellos estaba el carpintero Jan Nepomuk Kubíček, uno de los bisabuelos maternos del expresidente de Brasil Juscelino Kubitschek (1902-1976). Se estima que más de un millón y medio de italianos hayan inmigrado a Brasil, principalmente entre 1880 y 1930 –solamente en 1890, la ciudad de São Paulo registró la llegada de 64 mil personas. Las principales colonias italianas establecidas en Rio Grande do Sul – especialmente los provenientes de Lombardía, Véneto y Trento– se concentraban en la región de la sierra gaúcha, en ciudades como Caxias do Sul. Hasta hoy, la región es la principal productora de vinos de Brasil. Diez millonarios "brasileños" nacieron fuera del país, pero hicieron sus fortunas en Brasil. De estos, la mayor parte de origen libanés –Joseph Safra, la familia de Sasson Dayan y Chaim Zaher– y de Francia –Patrick Larragoiti Rita Lee, importante nombre del rock brasileño es original de Americana, y su nombre es un homenaje hecho por su padre al famoso combatiente general estadounidense Robert Lee, quien tuvo papel relevante en la Guerra de Secesión de los Estados Unidos. Alemania fue el origen de contingente de inmigrantes que se dirigieron principalmente a los estados de Rio Grande do Sul, Santa Catarina, Paraná, Espírito Santo, Rio de Janeiro y São Paulo. Formaron colonias que hasta hoy presentan fuertes rasgos de la presencia alemana en Brasil. La Oktoberfest, fiesta popular originada en Múnich, es replicada en varias ciudades brasileñas, como Blumenau, que recibe casi un millón de turistas en el evento. Holandeses llegaron a Brasil el 14 de julio de 1948 y fundaron la ciudad de Holambra, en el interior del estado de São Paulo. Holambra es denominada "la ciudad de las flores" y recibió el título de Estancia Turística de Embratur (Instituto Brasileño del Turismo). La palabra Holambra es resultado de la unión de las iniciales de Holanda, América y Brasil. En la música, la cultura africana contribuyó con los ritmos que son la base de buena parte de la Música Popular Brasileña (MPB). Géneros musicales de influencia africana, como el lundu, dieron origen a la base rítmica del maxixe, samba, choro, bossa-nova y otros géneros musicales actuales. También hay algunos instrumentos musicales brasileños, como el berimbau, el afoxé y el agogô, que son de origen africana. El berimbau es el Calle 25 de marzo Vinícola historica en la región de Caxias do Sul Rita Lee - la mujer del rock brasileño A fines del siglo XIX diversos inmigrantes estadounidenses vinieron del sur de Estados Unidos, tras la Guerra de Secesión, y se instalaron en el interior de São Paulo, orientados por dos veteranos de Alabama, Cel. William Hutchinson Norris y su hijo Robert Norris. Los pobladores, además de aportar nuevas técnicas agrícolas, principalmente del algodón y de la sandía, dieron nombre a la ciudad de Americana. También hay importante presencia de colonias estadounidenses en Santa Bárbara d'Oeste-SP. Holambra y la pareja Régis y Ghislaine Dubrul–, pero también hay representantes de Bolivia (Miguel Krigsner), Alemania (Michael Klein y familia) y Siria (Elie Horn), entre otros. instrumento utilizado para crear el ritmo que acompaña los pasos de la capoeira, mistura de danza y arte marcial creada por los esclavos en el Brasil colonial. El húngaro Paulo Rónai publicó en Brasil, a lo largo de más de cuarenta años (1943-1986), la colectánea "Mar de Historias", que reúne traducciones de 245 cuentos clásicos de la literatura mundial. Aurélio Buarque de Holanda lo apoyó en la tarea. REFERENCIAS 1. "Resumo da História da Imigração no Brasil"/História do Brasil.net CURIOSIDADES 45 ENTREVISTA MARILIA BONAS Directora Ejecutiva del Museo de la Inmigración del Estado de São Paulo y del Museo del Café Todas las corrientes migratorias contribuyeron para la formación cultural de Brasil. Esencialmente, la visibilidad de esa contribución se da por la oportunidad del intercambio cultural – factor inmediatamente vinculado al estatus del migrante en la sociedad brasileña y su espacio de construcción e intercambio. 46 El Museo de la Inmigración del Estado de São Paulo es una institución pública localizada en la sede del extinto Hospedaje de Inmigrantes, en la ciudad de São Paulo; hereda del Memorial del Inmigrante toda la historia de preservación de la memoria de la inmigración para Brasil en el paso del siglo XIX al silgo XX. B.C.: El Museo de la Inmigración llama la atención por enfocarse en un fenómeno humano que ha tenido sólido impacto en la historia social y económica brasileña. ¿Cuál es el proyecto en torno de su creación y cuáles son sus objetivos? M.: El Museo de la Inmigración existe desde 1993 y ocupa la mitad de lo que fue el espacio del antiguo Hospedaje de Inmigrantes del Brás, que funcionó de 1887 a 1978. La trayectoria del Hospedaje refleja el estatus del migrante internacional y nacional en la sociedade paulista, pasando por la primera fase de la mano de obra deseada para el cultivo de café, a la valorización del migrante nacional en la década de 1930 y al flujo continuo, en menor número, de inmigrantes y refugiados hasta su clausura. El Museo de la Inmigración tiene el compromiso no solo de llevar al público el patrimonio vinculado a esa larga duración del Hospedaje, sino también lo que es ser inmigrante en Brasil y la contribución de la diversidad en la construcción de una sociedad más ecuánime. B.C.: ¿Qué ejemplo daría usted de una corriente migratoria que haya contribuido fuertemente para la formación cultural de Brasil? M.: Todas las corrientes migratorias contribuyeron y contribuyen para la formación cultural de Brasil. Esencialmente, la visibilidad de esa contribución se da por la oportunidad Exposición - Migrar experiências, memórias e identidades del intercambio cultural –factor inmediatamente vinculado al estatus del migrante en la sociedad brasileña y su espacio de construcción e intercambio. En São Paulo, especialmente, hay fuerte influencia en los más diversos hábitos de la cultura italina, japonesa, árabe, por ejemplo, gracias al grande número de inmigrantes y a la valorización de su presencia en las primeras décadas del siglo XX. Hoy, entre los nuevos flujos migratorios, los que llegaron de América Latina –bolivianos, colombianos y peruanos– traen nuevos hábitos y enriquecen mucho el día a día de las ciudades. B.C.: ¿Qué tipos de registros, fotografías, objetos, componen el acervo del Museo? ¿Cómo ayudan a contar la historia de Brasil y de los inmigrantes? M.: El acervo del Museo cuenta com más de 12 mil ítems, desde muebles del Hospedaje hasta objetos de uso personal de migrantes e inmigrantes. Hay muchos objetos vinculados al trabajo y a la vida doméstica en São Paulo, en los más diversos períodos, todos con gran valor afectivo para sus donadores –lo que aumenta la responsabilidad del Museo en traspasar a todo el púbico las historias y memorias vinculadas a ellos. El Museo es, por excelencia, el espacio de relación con el objeto y observar el modo de hacer usos y refleccionar sobre su papel en la vida de las personas, es siempre un movimiento que nos aproxima a la identidad del otro. B.C.: Vivimos en un tiempo en el cual las conexiones digitales permiten relativizar fronteras y abrir el acceso a la información de manera más democrática y práctica. ¿Cómo el Museo se mantiene atento a esa realidad y cómo esos elementos impactan en su proyecto? M.: El proyecto expográfico del Museo usa muchas de las Colonos inmigrantes en la cosecha de café - Década de 1920 Estado de São Paulo - Acervo del Museo nuevas tecnologias para aproximar al público con las historias que contamos. Además, el Museo dispone de perfiles em varias redes sociales y um site – el más visitado site de Museo de São Paulo – com varias frentes de investigación y aprovechamiento del conocimiento producido por los equipos de la Institución. En el site brindamos acceso, por ejemplo, al acervo digital del Hospedaje de Inmigrantes, con download gratuito de imágenes y archivos. MARILIA BONAS Directora ejecutiva del Museo de la Inmigración del Estado de São Paulo y del Museo del Café, trabaja desde hace 14 años en las áreas de investigación, documentación museológica y gestión cultural. Es especialista en Museología por la Universidad de São Paulo (USP) y magister en Museología Social por la Universidad Lusófona de Lisboa. Entrevista realizada por la Revista Brasil Cultural ENTREVISTA 47 NOTICIAS N o it ic s a Embajada de Brasil Presentación del MAESTRO BRASILEÑO ROBERTO TIBIRIÇÁ 48 NOTICIAS Embajador Carlos Alfredo Lazary Teixeira, Secretario Jonas Paloschi e Maestro Tibiriçá L os amantes de la música clásica tuvieron la oportunidad de asistir, en el Gran Teatro Nacional (30/6/14), a la presentación de la Orquesta de la Universidad de Lima, dirigida por el maestro brasileño Roberto Tibiriçá. La presentación celebró los treinta años de la Radio Filarmonía, tradicional amiga de la Embajada de Brasil. 7 ª SEMANA DE CINE BRASILEÑO EN EL PERÚ L a 7ª Semana de Cine Brasileño en el Perú se llevó a cabo del 9 al 18 de octubre de 2014, en el Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Fue inaugurada con la proyección de la película “Los Días con Él”, de la directora Maria Clara Escobar. Además fueron exhibidas: “Faroeste Caboclo”, “Francisco Brennand”; “El niño y el mundo; “Dominguinhos”, “Confesiones de Adolescente”; “Dios y el Diablo en la tierra del sol” y “El Dragón de la Maldad contra el Santo Guerrero”. Entre las actividades paralelas se destacó el conversatorio de la directora de “Los Días con Él” con alumnos y profesores del Centro Cultural Brasil-Perú. El evento, juntamente con la participación brasileña en el tradicional Festival de Cine de Lima, se firma como el principal punto de contacto del público peruano con la producción cinematográfica brasileña. La 19ª Feria Internacional del Libro de Lima fue realizada del 18 de julio al 4 de agosto de 2014. El evento contó con la participación del escritor brasileño João Paulo Cuenca, del escritor y traductor peruano Óscar Limache, y de la cantante Gisela Altuna como puntos principales. Brasil en la Feria Internacional del Libro de Lima El stand de la Embajada y del CCBP presentado en la FIL, homenajeó al cantautor Dorival Caymmi, al escritor Jorge Amado y al Estado de Bahía. La Cámara Peruana del Libro galardonó a Brasil con el premio de mejor stand en la categoría representaciones extranjeras. II Concurso de Redacciones Vencedora del Concurso de Redacción 19ª Feria Internacional del Libro de Lima (FIL) Durante los meses de julio y agosto se llevó a cabo la etapa local del II Concurso de Redacciones de la Red Brasil Cultural, bajo el tema “La Bahía de Dorival Caymmi”. Actividades realizadas en el Centro Cultural Brasil-Perú, que marcaron el centenario de nacimiento del cantautor baiano sirvieron para enfatizar la importancia del concurso para los alumnos. La comisión seleccionó como vencedora del concurso a la alumna Mercedes Tinoco Obregón, quien también fue una de las ganadoras de la etapa internacional del Concurso. NOTICIAS 49 5ª Edición del Programa de Formación Intensiva Continuada (PROFIC V) y 3º Encuentro de Profesores de Portugués como Lengua Extranjera El curso de capacitación de los profesores del Centro Cultural BrasilPerú se llevó a cabo del 8 al 12 de setiembre, bajo la orientación de los profesores José Carlos de Almeida Filho (Universidad de Brasilia) y Nelson Viana (Universidad Federal de São Carlos). El día 13 de septiembre se realizó, en el Auditorio Vinicius de Moraes de la Embajada, el 3º Encuentro de Profesores de Portugués como Lengua Extranjera (PLE) del Perú. Cerca de 70 profesores y coordinadores académicos autónomos y provenientes de Universidades y centros de idioma, de Lima y provincia, participaron del evento. 6ª Semana Cultural de Brasil en el Perú E l evento se realizó en la ciudad de Pucallpa, en la selva amazónica, entre el 15 y 21 de noviembre del 2014. Se trata de la principal actividad de la programación cultural de la Embajada y representa la descentralización de eventos culturales para las provincias peruanas, con actividades de danza, música, cine, futbol, capoeira, dibujo y pintura, fotografía, literatura brasileña y lengua portuguesa. Facebook: Semana Cultural de Brasil en el Perú – Pucallpa 2014 Virada Cultural CCBP Clausura de talleres CCBP 2014-2 PROFIC 2014 El aumento de la demanda por el idioma portugués y por conocer la cultura brasileña en el Perú formaron parte de la temática del PROFIC, así como la discusión sobre la metodología necesaria para atender a esta demanda. Exposiciones en el CCBP Desde el segundo semestre de 2014, las siguientes exposiciones movieron la Galería del CCBP: “Sincretismo”, “Trotamundo”, “Britto bajo una mirada especial”: obras pintadas por alumnos de la “Escuela Fray Masías”, que trabaja con jóvenes especiales, “Caymmi 100 años de nacimiento” y “ExpoMUJER 2015”. La Virada Cultural contó con una semana de actividades realizadas en el Centro Cultural Brasil-Perú que incluyeron: Cine Club Brasil Especial, con la exhibición de películas brasileñas; Noche MPB Bossa Nova Perú Radio, con la presentación de artistas peruanos cantando música popular brasileña; Clausura de los Talleres del CCBP 2014 -2 y Muestra Cultural Brasileña, con la presentación de trabajos de los alumnos realizados en los cursos y talleres durante el segundo semestre de 2014. 50 NOTICIAS Exposición Trotamundo de la artista Sandra Figueroa TEXTO MANIFIESTO ANTROPÓFAGO MANIFESTO ANTROPÓFAGO Solo la ANTROPOFAGIA nos une. Socialmente. Económicamente. Filosóficamente. Única ley del mundo. Expresión enmascarada de todos los individualismos, de todos los colectivismos. De todas las religiones. De todos los tratados de paz. Tupi, or not tupi that is the question. Só a ANTROPOFAGIA nos une. Socialmente. Economicamente. Filosoficamente. Única lei do mundo. Expressão mascarada de todos os individualismos, de todos os coletivismos. De todas as religiões. De todos os tratados de paz. Tupi, or not tupi that is the question. Contra todas as catequeses. E contra a mãe dos Gracos. Só me interessa o que não é meu. Lei do homem. Lei do antropófago. Estamos fatigados de todos os maridos católicos suspeitos postos em drama. Freud acabou com o enigma mulher e com os sustos da psicologia impressa. O que atropelava a verdade era a roupa, o impermeável entre o mundo interior e o mundo exterior. A reação Contra todas las catequesis. Y en contra de la madre de los Gracos. Solo me importa lo que no es mío. Ley del Hombre. Ley del antropófago. Estamos cansados de todos los maridos católicos sospechosos puestos en el drama. Freud acabó con el enigma mujer y con los sobresaltos de la psicología impresa. Lo que atropellaba la verdad era la ropa. Lo impermeable entre el mundo interior y el mundo exterior. La reacción. En contra del hombre vestido. El cine americano informará. Hijos del sol, madre de los vivos. Encontrados y amados ferozmente, con toda la hipocresía de la nostalgia, por los inmigrados, por los traficados y por los touristes. En el país de la gran serpiente. (...) contra o homem vestido. O cinema americano informará. Filhos do sol, mãe dos viventes. Encontrados e amados ferozmente, com toda a hipocrisia da saudade, pelos imigrados, pelos traficados e pelos touristes. No país da cobra grande. (...) ANDRADE, Oswald de – “Manifesto Antropófago”. Revista de Antropofagia. Mayo 1928. Lea el texto completo por el código QR 51