El PBI en América Latina y la Acuicultura

El PBI en América Latina y la Acuicultura
Desde hace un par de años se ha venido diciendo que el Producto Bruto Interno (PBI), que es
el valor monetario de la producción de bienes y servicios finales de un país durante un período
de tiempo (normalmente un año) y es usado como una medida del bienestar material de una
sociedad, ha venido subiendo en América Latina de manera notable. Incluso hasta se festeja
como un gran logro de las economías latinas en estos últimos años.
Por su parte, el PBI per cápita o ingreso per cápita, es la relación que hay entre el PBI del país
y la cantidad de habitantes que lo habita. Para conseguirlo, hay que dividir el PBI de un país
entre la población de este. Es un indicador comúnmente usado para estimar la riqueza
económica de un país y lo correlacionan con la calidad de vida de sus habitantes.
A nivel de PBI para el 2010 se reporto que el Perú tuvo una variación superior en 8,8 % con
respecto al año anterior, resultando como líder a nivel de región frente a otros países como
Argentina 8,4%, Brasil 7,6 %, Chile 5.3 %, México 5.2 %, Colombia 4,2 y Ecuador 2.7;
mostrándose un aparente crecimiento y desarrollo.
De esta manera vemos cómo el PBI per cápita reportado por la Agencia Central de Inteligencia
(CIA, por sus siglas en inglés) de los EE.UU. para 2010, muestra que el de países como Brasil,
México, Venezuela, Argentina, Uruguay, Chile y Perú, ronda los 10,900, 13,800, 12,600,
14,700, 14,300 15,500 10,000 dólares por habitante por año, respectivamente. ¡¡Ja!! Estas
cifras no corresponden para nada con la realidad económica de estos países, que mantienen a
la mayoría de su población en cifras reportadas como pobreza extrema, definida como: “las
personas que no pueden satisfacer varias de las necesidades básicas para vivir como alimento,
agua potable, techo, sanidad y cuidado de la salud”.
Es hora de que reconozcamos que este indicador económico reportado por la CIA, el Banco
Mundial, el Fondo Monetario Internacional y demás instituciones financieras y económicas
mundiales, es sin lugar a dudas, y aunque nos cueste trabajo entenderlo, engañoso. La cruda
realidad de millones de personas en estos países no miente.
Sin embargo, hay otras medidas económicas, poco conocidas por la población, pero mucho
más eficientes para describir la realidad de la calidad de vida de las personas de un país;
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aunque quizá su veracidad no es muy conveniente para los gobiernos en turno, y mucho
menos cuando se trata de atraer inversiones extranjeras. ¿Quién quiere invertir en un país
donde la mayoría no tiene ni para comer?
Lo engañoso del PBI per cápita se basa en dos cambios estructurales de la población de los
países latinos: la reducción de la tasa de crecimiento de sus poblaciones y la incorporación de
más mujeres a la fuerza de trabajo. Menos niños en la población es indicativo de que hay más
personas trabajando que antes y esto hace que el PBI crezca.
Más mujeres trabajando indica que aún hay más personas trabajando en el total de la
población y esto también hace que el PBI crezca. Al mismo tiempo, estos países reducen su
tasa anual de crecimiento poblacional, lo cual quiere decir que el PBI crece, pero la población
no, y esto hace que el PBI per cápita crezca aún más.
El PBI per cápita en estos países ha subido, no por un aumento en la productividad, sino
porque más personas trabajan como porcentaje de la población total. En realidad no es que las
personas estén ganando más, sino que en cada hogar hay más gente que trabaja y lleva un
ingreso adicional; esta es la base del engaño, pero cada una de estas personas gana el
equivalente a lo que ganaba un trabajador hace cuatro décadas.
El PBI por trabajador es un indicador económico mucho más preciso para indicar lo que se
lleva realmente el trabajador promedio a su casa en términos de ingresos; es el resultado de
dividir el ingreso total de la economía del país entre el número de trabajadores. Los últimos
reportes, por ejemplo, indican que en 2004 el PBI por trabajador en México fue igual al de 1984
y al de 1969.
Por eso nos asombramos cuando escuchamos que el PBI per cápita de Perú se encuentra
entre los es de 10,000 dólares y al mismo tiempo volteamos a ver la calle en la ciudad, o el
campo en las áreas rurales, y no vemos ese dinero por ningún lado, al tiempo que miles de
personas buscan un ingreso de por lo menos 400 soles mensuales, para seguir sobreviviendo.
Tras cuatro décadas perdidas, los creadores de las políticas de Estado para hacer crecer la
productividad del Pais y sobre todo del sector pesquero, sobre todo los de este nuevo gobirno,
deberían hacer una revisión de sus planes y propuestas y buscar alternativas de desarrollo de
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la economía real y del sector. LA ACUICULTURA ES UNA DE ELLAS.
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