2 Criterio DIRECTORIO Rector general: Lic. José Trinidad Padilla López. Vicerrector: Mtro. Tonatiuh Bravo Padilla. Secretario general: Mtro. Carlos Jorge Briseño Torres. Director de la Oficina de Comunicación Social: Mtro. José Manuel Jurado Parres. CONSEJO EDITORIAL Mtra. María Elena Hernández Ramírez. Dr. Francisco Aceves González. Dr. Jorge Ceja Martínez. Mtro. Marco A. Cortés Guardado. Dr. Andrés Valdez Zepeda. Mtro. Gabriel Torres Espinoza. Dra. Dulce María Zúñiga Chávez. Dr. Marco Aurelio Larios. Dra. María del Refugio Torres Vitela. Dra. Galina Petrovna Zaitseva. Mtra. Silvia Valencia Abundiz. Lic. Carlos Ramiro Ruiz Moreno. Dr. Javier Hurtado González. Lic. Jorge Alarcón Álvarez. Mtra. Margarita Sierra Díaz de Rivera. U Gaceta n i v e r s i t a r i a Coordinadora general: Cristina Félix Machado. [email protected] Coordinador de información: José Luis Ulloa. 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Traspiés en el traspatio mexicano 80 del pasado siglo, formó parte del grupo Contadora y como tal procuró una salida negociada entre el gobierno sandinista de Nicaragua y los grupos opositores que, alimentados por el gobierno estadounidense, favorecían el derrocamiento militar de la revolución popular sandinista. No nos olvidemos del papel de México durante la guerra civil salvadoreña que auspició las pláticas entre las partes en conflicto y derivó en la firma de los acuerdos de paz, firmados en el Castillo de Chapultepec. Todos sabemos que el gobierno de los Estados Unidos ha copado a la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Y que al votar contra Cuba –desconociendo el impacto que sobre los derechos humanos ha causado el propio bloqueo estadounidense- el gobierno mexicano se presta a los intereses intervensionistas de la Casa Blanca. Los Derechos Humanos son de naturaleza civil, políticos y sociales. Y en términos de derechos sociales, el promedio de los cubanos se encuentra mejor que el promedio de los mexicanos. De acuerdo al Reporte de Desarrollo Humano del Programa para el Desarrollo de la ONU, Cuba, ocupa –entre 173 países- el lugar número 55 según el Índice de Desarrollo Humano (el cual mide expectativas de vida, educación, salud y estándar de vida decente). Estados Unidos ocupa el lugar 6, México el 54, Perú el 92 y Honduras, quien introdujo la iniciativa Dr. Jorge Ceja Martínez * S in duda, la decisión del gobierno de Vicente Fox, dada a conocer el 2 de mayo, de expulsar a Jorge Bolaños Suárez, embajador de Cuba en México, de declarar persona non grata al Consejero de Asuntos Políticos de la cancillería, de exigir la salida de dos dirigentes políticos acusados de intentar desestabilizar a nuestro país, de cerrar la embajada de México en Cuba y de reducir las relaciones bilaterales al nivel de encargados de negocios, fue precipitada e injustificada. Se trató de una decisión lamentable y no compartida por millones de mexicanos. Si bien es cierto que el discurso del primero de mayo del presidente cubano Fidel Castro resultó fuerte, ya que -entre otras cosas- hizo alusión a la pérdida de soberanía de México, hay que reconocer que el mandatario isleño no dijo nada nuevo. Se trata de una realidad política y económica inocultable que está a la vista de propios y extraños. O acaso el lamentable “comes y te vas” según le sugirió Fox a Fidel Castro en vísperas de la celebración de la Cumbre de Financiación al Desarrollo (Monterrey 2002) ¿no habla de la pérdida de soberanía en la toma de decisiones del ejecutivo? ¿Fue un acto de soberanía correr de nuestra casa al mandatario cubano para no incomodar a Bush? Los otros dos argumentos, el de la injerencia extranjera en los asuntos internos del país (sin obligatoriedad de ser demostrada, según el Secretario de Gobernación) y las declaraciones del canciller cubano que acompañaron la deportación del empresario Carlos Ahumada Kurtz, tampoco parecen haber justificado una decisión tan drástica de parte del gobierno de Fox. De acuerdo con la perspectiva del gobierno cubano, el principal ofendido no ha sido México, sino Cuba. Muchos compartimos esta opinión. Durante años, la política exterior del Estado mexicano fue ejemplar. Fue soberana y actuaba en correspondencia a sus propios principios, entre éstos la no intervención en los asuntos internos de otros países y la salida negociada a los conflictos. Recordemos –y los cubanos ciertamente lo hacen- la actitud del gobierno de México, cuando en 1962 éste se negó a expulsar a Cuba del seno de la Organización de los Estados Americanos. En ese entonces sólo los gobiernos de Canadá y México resistieron con dignidad las presiones de la Casa Blanca para actuar en sentido contrario. Recordemos el papel de México cuando, a principios de los años FRANCISCO QUIRARTE Universidad de Guadalajara para condenar a Cuba en la reunión de la Comisión de Derechos Humanos (Ginebra 2004), el número 116. Me parece que -después de haber escuchado la conferencia de prensa que brindó el canciller cubano Felipe Pérez Roque el pasado 5 de mayo, donde éste desconoció las acusaciones del gobierno mexicano-, estamos obligados a rectificar. El gobierno mexicano debe actuar cuanto antes para reestablecer las relaciones diplomáticas, reconocer que se trató de un grave error, y hacerlo pronto, antes de que dicha situación sirva de pretexto para que el gobierno de los Estados Unidos endurezca sus posiciones contra Cuba y amenace la seguridad de pueblo cubano. Así como los asuntos de política interna en México debemos resolverlos los mexicanos, la política interna en Cuba deberá ser resuelta exclusivamente por el pueblo cubano. El gobierno mexicano no debe prestarse a los intereses intervensionistas del gobierno de Bush, ni debe permitir ser utilizado para agredir a Cuba. De suceder algo así, sería una pena para todos y el prestigio de México y de los mexicanos se vendría al suelo. Hoy, como en 1962, el derecho a la autodeterminación de Cuba requiere de la solidaridad de México. ❖ Profesor-investigador y jefe del Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos, CUCSH. ∗ En su apogeo el incendio de fábrica, en la calle Félix Fulgencio Palavicini, el 6 de mayo