ISABEL LA CATÓLICA, 18. MUSiCA

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14 de Julio de 186S.
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EL ARTISTA,
MUSiCA- TEATROS, SALONES.
Con el presente mímero recibirán nuestros suscritores, ú la á la casualidad. Lo que ha efectúa do una vez lo hace siempre.
Si en otro tiempo teníamos voces, debíamos tenerlas hoy, y
segunda sección de miisica,
las tenemos en efecto. Solo que estas, en su mayor parte, queAL BORDE DEL ARROYOdan destrozadas al punto que se dan ú luz; es asunto peculiar de
Melodía para piano, por A. GUTMANN.
los maestros, y las que se libran de sus manos, quedan destruidas al poco tiempo por el teatro.
Hemos conocido un profesor que hacia acostar á sus discípufcüMAKIO.—DE LA ENSEÑANZA DE LA MÚSICA, por F , M.—BIOGÍIAFÍA,
Juan María Blas Je Altuna, por Marcos de Alcorta.—HOFI-MANN , MÚ- los sobre la espalda, y que, en esta posición difícil, les obligaba
SICO Y PINTOU, ( contiuuiícioa ). —Correspondencias. — Miscelánea. — afilar los sonidos. Otro, y este era un maestro célebre, colocaba
Anuacios.
el mango de una cuchara en el fondo de la boca, áfinde ensanchar las paredes, mientras se cantaba, y este amable ejercicio era llamado por los pobres discípulos: «el ejercicio de la cuDE LA ENSEÑANZA DE LA MÚSICA.
chara.» Otro aun, esperimentaba el valor de sus adeptos haciéndoles caer, vendados los ojos, en un depósito de agua, áfin,deLa enseñanza de la música deja aun mucho que desear.
cía, de asegurarse que tenían la constancia necesaria para seguir
No hay duda alguna que se han hecho grandes esfuerzos, y largos y penosos estudios.
se sigue intentando alcanzar el buen gusto por las mejores vias.
Quizás se nos diga, que estos hombres estaban locos. Sin
Grandes resultados se han obtenido no há mucho; pero estos embargo, los sabios muchas veces no obran de otro modo.
podian ser mas completos si hubiera mas conjunto y unitad en Ábranse sus métodos; los términos empleados para la denomilos principios que se profesan.
nación de las cosas, no concuerdan estre sí.
La libertad que se ha dejado á cada individuo de ensenar
El uno llamará blanco lo que el otro claro; aquel agilidad lo
como comprende el arte, abre un vasto campo á la ignorancia que este vocalización.
y dá acceso á los sistemas mas absurdos y contradictorios.
La misma palabra timbre, que sirve para espresar las difeCuando se trata del estudio de los instrumentos, el mal que rentes modificaciones del sonido, se emplea muchas veces en el
puede resultar de la aplicación de estos diversos sistemas no es sentido de vibración. ¿Qué se quiere haga el discípulo, ya
irreparable.
indeciso entre tan opuestos sistemas, y á mayor abundamiento,
Una mala costumbre contraída puede vencerse con el tiem- aturdido con palabras cuya significación no comprende? que
po; la influencia de una educación viciosa puede borrarse por vaya de un maestro á otro, cante seis meses con timbre fuerun trabajo mas racional: pero no sucede así con elcanto, en el te, otros seis con timbre claro, reduzca ó aumente su voz, la
que un error solo puede costarle el porvenir á un artista.
destroce con mucha frecuencia, y cuando, por último, después
Todo el mundo se queja de que no hay cantantes.
de tantos esfuerzos é inútiles tentativas se crea un cantante, se
A nuestro parecer, la queja estaría mejor fundada si se dige- encuentre que no puede resollar.
ra que no había maestros; y esta osla causa principal, con la deUn profesor, de una rara inteligencia y que ocupa una pomasiado grande elevación del repertorio, para la decadencia rá- sición eminentemente en las artes, nos decía, hace algún tiempida hacia la cual se vé arrastrado el canto.
po, que Rossini, es decir, el mejor barítono de nuestra época, le
La naturaleza por mas que en contrario se diga, no obedece habia aconsejado como el principal ejercicio y el que resumía
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EL ARTISTA.
todos, un acorde perfecto, avpegiando hasta la mitad de la segunda octava, y destruido al descenso.
El escelente profesor de que nos ocupamos se referia plenamente á Rossini, sin comprender que este hombre ilustre, que
no se toma interés alguno por nada, se deshace de los importunos burlándose de ellos.
¿Qué prueba, pues, este hecho? que los maestros no saben
como basar sus principios.
Algunos mas eruditos ó mas prudentes, después de haber
investigado mucho, se mantienen con las tradiciones de lo pasado, que han recogido religiosamente y que propagan con
celo.
Desgraciadamente, la acción de estos hombres es demasiado
aislada para ser sensible.
Por otra parte, las ti-ádicionies mismas, cuyos últimos intérpretes son, se hace cada día mas vagas, mas y mas confíisas.
El medio de salvar algunas del olvido y volver á dar á la
enseñanza del canto todo su vigor y utilidad, seria quizás limitar la libertad, hoy demasiado amplia.
F. M.
BIOGRAFÍA.
JUAN MARÍA BLAS DE ALTUNA.
Entre las notnbiüdaJes contemporáneas que mas honra dan á la
provincia de Vizcaya, y que indudablsraente enaltecerán el arte español de nuestra época e i !o venidero, debe ocupar uno de los puesÍ06 mas emi lentes D Juan Blas de Altuna, venido al mundo el dia
o de febrero del año 1828, en ¡a villa de üurango.
Sus padres, honr.idos artesanos y que gozaban de cierta fortuna,
al ver su cortedad da vista, pues hab:a nacida casi ciego, pobre de
natiiraloza y eaferm zo, trataron de darle una esmerada educación,
dedicándole á la música, a ñn da que esta le sirviera de distracción y
lenitivo en los trabajos y penalidades de la vida.
Dotado Alt ma de olaro talento, gran firmeza de voluntad, genio
originai y fecundo, y grandes facultades para retener en la memoria
cuantooia, sus progresos en los primeros estudios que emprendió,
fueron muy rápidos.
D. íliginio Herrera, maestro de capilla que habia sido de la catedral deCienca, .se encargó de e.iseñarle los elementos de la música.
Este compositor, viendo las felices y no escasas disposiciones de Altuna para la música, no titubeó un momento en aconsejar a sus padres, siguieran sus propios instintos, desenvolviendo y apoyando,
por cuantos iiiediüs estuvieran a su alcance una instrucción sólida,
variada y profunda.
En efecto, bajo la dirección del 3r. Herrera empezó á estudiar el
piano, siendo tan r.ipidos ios progresos de su discípulo, que al poco
tiempo se hallaba en disposición de tocar el órgano los dias festivos,
én la iglesia de la parroquia
Comprendiendo el maestro sus dotes, y, sobre todo, el estado en
que se encontraba para emprender estudios de mayor importancia,
manifestó á sus padres que, e l P . Larramendi, uno de los principales
maestros de las provincias vascas en aquel entonces, era la persona
mas ú propósito para iniciar al joven Altuna, en los secretos del
arte.
Presentado á este último profesor, cuyas simpatías supo atraerse
el joven Altuna á favor de su despejo natural y su ñruie vocación al
trabajo, gracias de su lenguaje y maneras distinguidas, empezó a
cursar la armonía y el acompañaniento, estudio que abrió un ancho
campo !i sus deseos y aspiraciones, profundizando sus preceptos, comprendiendo con sin igual lucidez su importancia, dedicándose con
gran entusiasmo á practicar numerosos ensayos.
Desile este punto redobló el joven Altma su celo para adquirir la
perfección en el mecanismo del piano, no limitándose á oir ej ecutar
n i á ejecutar él mismolas obras de reputados compositores, sino aspirando á mas alta empresa, es decir á ensayar en este instrumento
las ideas que, cual arroyo armonioso, ya germinaban en su mente, y
que le iniciaron en aquel entonces en el secreto de sus primeras tentativas de compositor.
Terminados sus estudios, volvió á su pueblo natal, formando ti
poco un coro de niños, á quienes amaba y prodig i!3a sus lecciones y
afectuosas consejos, ayudándoles con todos sus recursos pecuniarios,
sin economizar tampoco ni tiempo ni trabajo. Asi es, que el favor de
ser admitido en su escuela fué muy buscado por todos.
Pírskquel tiempo compuso en íoí ratos que su enseñanza le dejaba
libres varias letrillas á la Virgen, ínotetes y letanías, llenas de gran
unción religiosa, y las que hacia ejecutar al coro de niños, cuidando
en estremo de que los eiecutanies se penetraran bien del espíritu de
estas composiciones tan llenas de piedad y espresion.
Sin los desgraciados acontecimieotos que sobrevinieron á su familia en esta época, sin duda el maestro Altuna hubiera seguido su
propensión natural, dedicándose esclusivamente al género sagrado,
pero aquellos, le hicieron variar de propósito y le impulsaron á ejercitar sus faciltades en'un teatro mas vasto, y en un centro, donde su
actividad intelectual pudiera desenvolverse mas libremente
Es fácil concebir que un genio como el suyo debía hallarse por de
mas estrecho y limitado, en una villa de cuatro mil habitantes como
Durango; así es que abandonando el pueblo que le habia visto nacer,
y en el qne habia dado los primeros pasos en la difícil carrera del arte
se dirigió á Madrid, ansioso de conquistar un asiento en el elevado
templo de la ciencia contemporánea.
El primer compositora quien se dirigió y conoció en la corte de
España, fué al renombrado maestro D. Hilarión Eslava, cuya benévcla y cariñosa acogida y conversación sabia é instructiva, animaron
las primeras pruebas del joven artista.
Al poco tiempo de hallarseea Madrid, captóse igualmente las simpatías de varios profesores y de numerosas personas de distinción,
que le proporcionaron lecciones, y le introdugeron en la alta sociedad.
Dando lecciones y escribiendo piezas ligeras y sencillas, pasó aK
gunos años do su vida. Sin embargo, su genio no podía estar ocioso
ni un momento. El aguijón de saber mas le hizo proyectar un viaje á
París, para cuya capital partió solo con su esperanza y algunas recomendaciones de sus amigos, princip límente del maestro y i citado señor Eslava, quien con su acostumbrada amabilidad le dio cartas para
varios y mas notables artistas de la capital del vecino imperio.
Instalado en su nueva residencia con sus relaciones y privilegiado
talento, alternó en varios salones con los compositores de mayor nombradía y primer os pianistas, compartiendo con ellos los aplausos délos
inteligentes.
Como no poJia menos de suceder al compositor Altuna, en aquel
centro que cual un inmenso troquel vienen á refluir todas las controversias, escuelas y opiniones, depuráronse sus ideas con el choque de
tantas lendencias como se agitan en el arte músioo, y su inteligencia
adquiró el postrer desarrollo, como ¡o prueban las obras que datan de
esta época, y que pueden considerarse como acabados modelos de
buen gusto.
En olécto, el genio, el sentimiento, la inspiración para hacer un
buen uso de la ciencia y encontrar en ella lo que puede agradar
mas al espíritu, son los requisitos indispensables que mas resaltan en
las composiciones de Altuna, y que este creía oran patrimonio inherente á todo artista verdadero.
Entre otros muchos escelentes consejos que el célebre maestro
daba á sus discípulos, repetía con frecuencia, que toda buena composición exigía un plan claro y bien concebido, cuyas divisiones ss
correspondan entre sí regalándose sobre las dimensiones del conjunto,
pues como un montón confuso de materiales de construcción no forma un edificio, así tampoco basta una mezcla de notas, que flotan al
/
I
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EL ARTISTA.
azar, y de ideas incoherentes para componer una obra de música.
Es preciso dar un sentido á las notas, someter las ideas á un orden inteligible, y unirlas á una idea general y un fin común.
Con principios tan precisos y correctos, con un gusto csquislto
como el de Altana, era natural que las composiciones de este profesor, por insignificantes que aparezcan, estén concebidas bajo un plan
vasto y ordenado, y que todas sus partes y divisiones se hallen metódicimente coordinadas.
Habiéndose dedicado con especialidad en París el maestro Altuna al estudio del órgano, D. Javier Uribaren, le indicó pas ira á Lequeitio, provincia de Vizcaya, á fin de encargarse de un bonito y
elegante orquestrium, que poseia en dicha villa este b:inquero español, invitación galante que aceptó nuestro artista, deseando ya retirarse á la vida privada.
La remuneración por tocar dicho instrumento, mientras se cele
braba una misa rezada, s&fijó por el mismo Sr. Uribaren.
Sin embargo, á pesar de retirarse .iltuna a Lequeitio á descansar
de sus tareas artísticas, no 1.^ permitió su actividad y el deseo de hacer bien;á sus semejantes tiempo ni vagar; de modo, que formó al
poco tiempo un coro bastante numeroso, el que iiajo su dirección, y
apenas iniciado en los secretos del arte, ejecutaba con perfección piezas de música de diversos caracteres y escuelas, y o n frecuencia muy
complicadas.
Sin miedo de ser desmentidos, podemos afirmar, que la músicavocal de conjunto no ha sido interpretada,con tanta precisión y esmero, como por e¡ coro de jóvenes ensayados y dirigidos por Altana.
El efecto que producía era asomjroso y admirable, no solo para
aficionados que apenas sabian los primeros rudimentos del arle, sino
hasta para consumados artistas, mérito que nadie estrañará al pensar, que lo que mas carí^cterizaba á ALuua en su enseñanza, era un
gran espirita de observación. una pei-severancia y una manera de
hacers? comprender rara hasta por las inteligencias mas limitadas. A
mayor abundamiento, siempre procuraba tener á los niños en ejercicios continuos, estimulá'Uoies, y hasta exagerando, si asi pueie decirse, la espresion para hacerse mas comprensible.
Ep laparroquia principal deLequeitio tocaba el grande órgano en
las fiestas de precepto, y hacia oír piezas de música religiosa p.-rfectamente concebidas, que llevan el sello de la inspiración mas profunda,
de una belleza rea!, y de la magnificencia mas propia para elevar el
espícitu de todo un pueblo al recogimiento y á la piedad.
¡Qué dulces emociones hacia eSi>erimentar el maestro Altuna en
cierta-i solemnidades, cuando trataba de mil maneras diversas, y
hacia oir bajo las vastas arca.las del templo católico los cantos y las
melodías sencillas de la iglesia!
Y n o p.odia suceder otra cosa, con un docto músico, improvisador
habil.que conocía profunJamentetodos lo5 recursos de las combinaciones armónicas, los contrapuntos dobles, triples, cuádruples del estilp fugado, y el uso de los diferentes registros de su instrumento favorito, y que posaia, además, un gusto esquisito y una corrección de
escuela notable, siendo una verdadera especialidad en el órgano mod^rno, y un artista sin rival en el armonium ú órgano espresivo.
Pero tanta perfección y ciencia tanta no pudo resistir á los terribles embates de una afección pulmonar, enfermed.ad terrible que no
periona jamás, y el 17 de junio fué arrebatado de los brazos de sus
amigos a los 40 años de edad, en toda la plenitud de la vida, en la viHa de Lequeitio.
^ Muchas son las obras que ha dejadoel maestro Altuna, todas bellísimas, entre las cuales se hallan diversas composiciones de salón,
otras de música religiosa á órgano y orquesta,y principalmente, una
gfan colección selecta de cantos populares del pais vasco, y las que
pensamos coleccionar en breve, pues por falta de vista, hacíalas escribir á sus amigos y discípulos, y enlaactualidad se hallan eaparcídstspor las provincias..
Entre sus mas notables discípulos se cuentan el concertista de piante D.;Pedro Bengoechea, el Sr. Orvieta y el malogrado José Antonio. I líChusygacri, hijo de Lequeitio, verdadero reflejo del talento de
Altuna, quien siendo niño todavía era una verdadera y sorprendente
notabilidad en el piano.
Altuna en sociedad y principalmente en Lequeitio, era admirado
y querido por todo el pueblo, llegando la distinción hasta el estremo
de ser considerado como uno de la familia, y en particular durante
su enfermedad, por el opulento y distinguido caballero D. Bruno
Calle y su simpática y amable esposa. Con respecto á su carácter,
era por demás triste y pensador, dotado de una susceptibilidad estreaiada y d.: uaa sensibilidad nerviosa en demasía.
Modesto, exento de ambición , sencillo, afab e y distinguido, y
demasiado grande para rebajarse hasta el punto de tener celos del
buen nombre de sus comprofesores, podemos aseg irar que fué un verdadero modelo de honradez.
¡Qué el Dios de la misericordia haya acogido el alma del virtuoso
y esclarecido amigo y maestro, á quien hemos ainado con el cariño de
un verdadero hijo, y al q j e horare nos siempre!
Bilbao.
MARCOS DB ALCOHTA.
HOFFMANN, MÚSICO Y PINTOR.
{Continuación) (1).
—No, maestro Gottüeb, no he perdido la palabra ¡áDios gracias!
Solamente.,., que no sé como deciros....
—¿Y bien?
—¡Y bien!... ¡es una cosa tan difi;il!...
—¡Bah! ¿conque es una cosa tan difícil el decirme, maestro Gottlieb, yo amo á vuestra hija?
—¿Lo sabéis, maestro G-ottlieb?
—Debería haber sido un loco, ó mas bien, un tonto, si no me h u biera apercibido de tu amor á Antonia.
—Y sin embargo, habéis permitido que continuase amándola.
—¿Por qué no? puesto que ella te ama.
—¿Pero sabéis, maestro Gottlicb, que soy pobre?
—¡Bah! ¿son ricos los pájaros por ventara? y sin embargo, ellos,
cantan, se arrullan, construyen sus nidos, y Dios los alimenta. Nosotros los artistas nos pareemos mucho <á, los pájaros; cant-^mos y
Dios nos ayuda. Guando no baste el canto, te harás pintor; cuando la
pintura falte, te harás músico. Yo no era mas rico que tú, cuaiido'
me casé con mi pobre Teresa; ¡y bien! jamás nos ha faltado ni el
pan, n¡ el abrigo. Siempre he tenido necesidad de dinero, y nunca
he carecido de él. ¿Eres rico de amor? hé aquí lo que te pregunto:
¿mereces el tesoro que deseas? eso es lo q ¡e quiero saber. ¿Am.asá
Antonia mas que á tu vida, masque á tu alma? entonce-; estoy tranquilo; jamás Antonia carecerá de nada. Sí no la amas, inútil son las
riquezas, aunque tuvieses cien mil libras di reátale fai caria todo.
Hoffmann estaba casi por arrodillarse delante de esta adorable filosofía de artistas; se inclinó en presencia del viejo, le cogió la mano,
y se la estrechó contra el corazón.
—Vamos, vamos, añadió el maestro Gottüeb, esti convenido; h a s
tu viaje, puesto que el deseo de escuchar osa horrible m i s ca do Méhuí y Dalagrac, te atormento tanto Pero no tengas cuidado que es»
enfermedad de juventud tese curará bien pronto. Has tu vi je, amigo mío; cuando vuelva, encontrarás aquí á, Mozart, á Beethuven, á
Cimarosa, á Pergoleso, á Paesiello, á Porpora, y, además, al maestro
Gottüeb y ásu hija, es decir, á un padre y á una esposa.
El maestro Góttlíeb abrazó á Hoffmann, el cual, viendo acercaEse la noche, pensó que no tenia tiempo que perder, y se retiró á su
casa para hacerlos preparativos de su v.aje.
A la mañana siguiente, desde muy temprano, estaba Hoffmann
asomado á su ventana.
A med dá que se acercaba el momento de alejarse de Antonia,
le parecía una cosa imposible.
(1) Véase el número anterior.
44
EL ARTISTA,
Ese feliz período de su vida que acababa de deslizarse, esos seis
meses que habían pasado comí 'in dia, se presentaban en su imagi"
nación, ora como un vasto horizonte que él abrazaba de una mirada,
ora como una serie de días dichosos, que venían los unos detrás de
los otros, alegres y corona los de flores, esos d )S cantos de Antonia,
que le habia formado una atnósfera sembrada de dulces melodías»
todo eso era tm atractivo poderoso que luchaba en él con lo desconocido con ese maravilloso encantador que atrae á, los corazones raas
fuerte^, á 1,'is almas mas frías.
.Í\S:ÍÍ:¡.
A las diez, Antonia apareció por la misma calle donde, seis meses antes, a la misma hora, Iloff.iiann la habla visto por primera vez.
.fjboif'.
La buena Lis'iethla S3q;iia como da costumbre, y las dos juntas
subieron las gr.adas de la iglesia.
Cuando llegaron á la última grada, Antonia se volvió, vio á Iloff
mann en su ventana, lo llamó con la mano, y entró en la iglesia.
Hoffmann se lanzó fuera de su c isa, y entró en la iglesia detrás
de ella,
Ant >nia estaba arrodillada y ora:ido.
Hoffmann era protestante, y esos cantos en otra lengua le hablan
parecido siempre bastante ridiculos.
/'í^, M 'i
Pero cuando oyó á Antonia salmodiarlos cantos de iglesia tan
dulces, se arrepintió de no sabe • la letra para poder mezclar su voz á
la de Antonia, q i e pa etiiit id ivia mas suave por la profunda melancolía de qi'e estaba poseída.
Mientras duró el s ,nto sacrificio, la joven cantó con la misma voz
que en el cielo debían cantar los ángeles.
Después, en fin, cuando la campima del monaguillo anunció la
consagración de la Hostia, en el rnoinento en que todos los fieles se
inclinaron delante del Dios que, e i las manos del sacerdote, se elevaba por encima de todas sus cal;ezas, Antonia levantó la suya.
—^Juiad, dijo;
—Juro, murmuró Hoffmmn con voz balbuciente, juro renunciar
al juego para siempre...
—¿Y es ese solo el juramento que me hacéis, amigo mío?
—¡Oh! no, esperad. Juro permanecer fiel de corazón y de espíritu
de cuerpo y de alma.
-^¿Y sobre qué juráis?
—¡Oh! esclamó HaífüáTinen el cüínulo de la exaltación, juro sobre lo que para mi es mas o'ierido, mas sagrado: ¡sobre vuestra
vida!
—¡Gricias! escla nó á su vez Antonia, porque si no cumplís vuestro
juraraent , moriré.
Hoffmann tembló.
Un estremecimiento estraño circuló por todo su cuerpo: no se
arrepintió, pero tuvo miedo.
El sacerdote descendió las gradas del altar llevando el Santo Sacramento á la sacristía.
En el momento en que el cuerno divino de Nuestro Señor pasaba
por delante de los dos jóvenes, Antonia cogió la mano de Hoffmann.
—¿Haoeís escichado su j aramento, no es verdad Dios mío? dijo.
VI.
UNA PUERTA DE PARÍS EN
1793.
El viaje de nuestro joven fué bastante triste por esa Francia que
tanto había deseado ver.
Y eso, que dirigiéndose al centro no habla luchado con las dificultades que hubiera tenido para i r á las fronteras, porque la República
francesa acogía mejor á los que llegaban que despedía á los que
partían.
Pero no se empezaba a saborear esa preciosa forma de gobierno
hasta después de haber llenado cierto número de formalidades pasablemente rigurosas.
(/% continuará).
CORRESPONDENCIA.
VALLADOLIDS DE JULIO.—Autcs de ayer se efectuó en el teatro de
Calderón de esta capital, un concierto instrumental que se puede llamar muy bien, solemnidad musical.
El reputado y conocido profesor de clarinete, don Antonio Romero
que se hallaba de paso en esta, con el laudable y filantrópico objeto de
procurar socorros á los pobres, organizó una función de música, ea
la que unido á otros apreciables instrumentistas, ejecutaron con estraordinaria perfección magnificas piezas del repertorio clásico.
Los honores de la fiesta, cuyo recuerdo difícilmente olvidaremos
los que asistimos á ella, fueron, como es de presumir, para el eminente artista que tuvo tan caritativa idea, que muchos debieran imitar; pero tampoco son menos dignos de elogios y de consideración,
los demás que contribuyeron á llevarla á cabo cuyos nombres declararé á V. conforme vaya detallando los pormenores de la función.
Antes de comenzar el concierto se representó la comedia en un
acto: La fé peí elida, desempeñada con notable acierto por los aficiona,
dos señoras Pellón y Suarez y los señores García y Barceló.
La primera pieza del concierto fué una fantasía de clarinete coa
acompañamiento de piano, por los Sres. Romero y García. Positiva"
mente aseguramos que si KIossé hubiera oido interpretar sus notas
al Sr. Romero, digera que habia sorprendido el secreto intimo de su
obra, dándola un colorido particular y de conjunto con si cual hace
suyas las sublimes inspiraciones del autor. Cualquiera que conozca
esta clase de obras, véalos escasos signos de espresion que tienen
marcadas, y luego las oiga como en la citada noche al Sr. Romero,
no podrá menos de felicitarle or la espresion toda suya y en la que
revela su talento de artista. También el señor García merece nuestros elogios por la pureza de ejecución, finura de colorido y tranquilidad con que toca el piano. No continuaré mi narración sin hacer
mención especial del clarinete que usa el Sr. Romero, que no satisfecho con haber llegado al límite de instrumentista, ha perfeccionado
también el instrumento que tan alta reputación le ha conquistado en
el mundo filarmónico. De las mismas dimensiones, poco mas ó menos
que los de Lefebre, tiene solo tres piezas barrilete, campana y la del
centro,
y una combinación de llaves que facilitan en gran manera la
Hoffmann quiso hablar.
ejecución
por merfíos tonos, así como los ligados y trinos, que en los a n ,
—Callad, callad, añadió; quiero que las palabras que componen
tiguos
solo
podían hacerse con gran trabajo y conocida imperfección.
vuestro juramento sean las últimas que oiga de vuestros labios murEl
si
bemol,
tan oscuro en los antiguos clarinetes, con el del Sr. Ro murar eternamente á mi oido. Hasta la vista, amigo mió hasta la vista.
Y la joven huyó ligera como una vaporosa sombra, dejando un mero tiene la misma fuerza que todos los demás puntos; el ligado y
trinos del sol sol sostenido, del la y la sostenido, así como los demás de
medallón entie las manos de Hoffmann,
difícil
posición se hacen con la mayor facilidad. Ademas, los puntos
El joven la miró alejarse como Orfeo debió m i r a r á Erudice fugraves, medios y agudos, guardan una fuerza de proporción igual, siengitiva.
do su sonido de mas volumen, y mas agradable que en los antiguos,
Después cuando la joven se alejó, abrió el medallón.
especialmente en los agudos, aunque para esto contribuya mucho la
El medallón encerraba el retrato de Antonia, resplandeciente de
segura embocadura del profesor.
juventud y belleza.
La segunda pieza del concierto fué una meditación sobre la ópera
Dos horas después, Hoffmann subía á la misma diligencia que
Fausto,
de clarinete, piano y órgano, desempeñada por los señores Rocondujo á Fi ancia á Zacarías VVerner, repitiendo:
mero, Nieto y García. La música, como de Gounod, aunque francés,
—¡Tranquilízate, Antonia, tranquilízate! ¡no jugaré, y te seré fiel!
pertenece á la escuela alemana, y la primera vez que se oye, sorpren-
EL ARTISTA.
de al público, sin que le sea dado comprenderla. Para apreciar todas
las bellezas que con'.enia la pieza, se necesita estudiarla: el detalle
mas imperceptible, la nota mas insignificante forma un eslabón en
aquella misteriosa cadena. Riqueza y variedad infinita en las melodías, a- nionias inesperadas, sorprendentes, profunda intención filosófica, todo lo reúne la música de Gounod,que ha merecido en todas
pai tes ¡os mayores aplausos. Agregúese á esto una interpretación como la que tuvimos el gusto de oír, y se podrán comprenderlos inmensos secretos que guarda el artp mágico de la música.
A esta pieza siguió otra de flauta y piano sobre motivos de la Favorita, por los Sres. Nieto y García, que si fue bien tocada por el primero, n lo fué menos acompañada por el segundo, mereciendo justos y repetidos aplausos.
Oimos después una sinfonía por la orquesta, composición del señor
Nieto, que fué interpretada con valentía y precisión, recibiendo prolongados aplausos el autor y á los profesores.
Y rrmo última pieza de esta segunda parte se tocó una melodía de
clarinete con acompañamiento de piano, sobre motivos de la ópera
Pvritiihos, por Bas.si, en la que el Sr. Homero dejó conocer lo mucho
que posee su instrumento, no solo por el gusto esquisito, sino por la
lujosa y fMfícil ejecrcion que tiene dicha pieza, valiéndole mr.y nutridos aplausos, y el ser llamado repetidas veces á la escena, como también lo habia sido en las piezas anteriores.
La tercera parte comprendia la preciosa tanda de w.ilsrs del señor
Llórente, Delicias de un recuerdo, que, como en los salones del Circulo,
donde se estrenó, le valió esta vez a¡>lausis merecidos.
La pieza en un acto No hay humo sin fuego, con que terminó la función, fué desempeñada como la anterior por las Sras. Pellón y Suarez
y el Sr. Barceló, mereciendo los aplausos del público.
PARÍS 6 DE JUUO.—Por fin hemos oido el Eerculano después de
tanto tiempo de anunciada su reaparición en la escena dd la Grande
Opera.
La obra de M.. Feliciano Davi'J, proclamada por el instituto la mejor de la é oca, que mereció un premio considerable , como en otro
tiempo ol/)ye;)rt de Mehul, ha sido acogida por el público parisién
con cierto favor, como dicen los italianos de suma.
La causa es que el público parisién, como el de todas partes, está
ahora, en materia de música, sin saber á punto fijo ni lo que le agrada, ni lo que desea.
Periodo estraño en que se silba el Tannhauser, se llama loco á
Wagner, no satisface Verdi y se encuentra sin ciencia el estilo de
Bellini y Donizetti.
Donde iremos á parar, no es fácil adivinarlo; quizás la crisis pase
pronto y el mérito, sea cualquiera la escuela y el estilo que lo manifieste, brille y se comprenda como es debido.
Yo quisiera dar á V. mi opinión acerca del Uerculano, pero como
la encuentro tan conforme con las ideas que hallo escritas en un
precioso artículo publicado en el esceicnte periódico, el Menestrel,
cuando se est; enó esta partitura en 1859, y firmado por el malogrado
critico de música, M. D' Ortigue, prefiero copiar algunos párrafos de
él, seguro y convencido de la grandísima ganancia que tendrá V. en
el cambio.
M. D' Ortigue decia:
«Feliciano David es, en música, unpaisagista de tonos brillantes.
Sus planes, ciertamente, son poco estensos, no se combinan entre
SI, no se resuelven los unos en los otros por medio de esas Imeas
sabiamente dispuestas, móviles y fugitivas, que en tanto son centro
como límites; pero estos planes están tanbien presentados que todos
los objetos se destacan en luminosos relieves.
El talento de Feliciano David es un talento esencialmente lírico,
mucho mas lírico que dramático.
Quizás apareceré en este momento como dispuesto á sacar las palabras de su sentido natural y propio; pero no trato por ningún estilo
de eso.
Se dice un drama lírico, un teatro lírico, para distinguir sencilla-
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mente un drama con música, un teatro donde se ejecuta música, de
un drama y de un teatro sin música; pero hay, en música, el genio
lírico que es bien distinto del genio dramático.
Gluck y Meyerbeer están dotados en mas alto grado del genio
dramático; Rossini, en el Gillermo Tell, ha unido la mas grande inspiración dram.ática á la mas bella de todas las inspiraciones líricas.
Mozart tiene el privilegio de ser el modelo completo del género
dramático en sus obras maestras de teatro, y del género lírico en su
música instrumental; casi lo mismo puedo decir de Weber, que ha
unido lo lírico á lo dramático en sus obras para la escena y en sus
composiciones de concierto.
En cuanto :l Beethoven, las bellezas de su partitura: Fi'elio, en
los intermedios Egmonl, y Las ruinas de Atenas, dejaron dominar
siempre en él el gran carácter de lirismo, del cual es la mas sublime
espresion.
Hay, sin duda, germen dramático en este lirismo, pero un dramático muy superior á los sentimientos que no tienen mas objeto que
el choque y la lucha, en la escena, de las representaciones de las pasiones humanas.
Atribuyendo uno de estos dos géneros al talento de Feliciano David, creo haber dado la medida de la opinión que tengo formada
de él.
¡Es tan dificil encontrar muchos artistas que posean los dos! ;Hay
tantos que verdaderamente no se sabe si poseen alguno, á pesar de
componer sinfonías y óperas, indiferentemente, como yo haría, con
menos talento sin duda, hoy una oda, mañana una tragedia; que hacen sinfonías y óperas sin poseer la menor partícula, de genio lírico,
ni de genio dramático, como otros hacen misas y motetes sin inquietarse de las conveniencias litúrgicas y del sentido de los testos sagrados/
La obra está bien escrita, bien dispuesta para las voces, bien or
questada, pero ¿y el estilo?
¿Dónde está el estilo?
Feliciano David tiene un estilo, suyo, propio, Bebe en su vaso, sea
cualquiera que f^ea el tamaño que tenga; pero es un estilo mas lírico
que dramático.
Son las voces de la naturaleza que calman al hombre haciéndole
soñar, y no las pasiones que le agitan, las que han guiado á Feliciano
David.
Felizmente el argumento del Hcrculano se presta al género lírico.
Mery conocía muy bien á David.»
La ejecución ha sido muy acertada. Mmcs. Gueymard y Battu así
como MM. CoUin, Obin y David han desempeñado perfectamente sus
correspondientes cometidos.
MISCELÁNEA.
Han sido aprobadas por la censura de teatros Un poeta arrepentido,
comedia en dos actos y en verso; Hija y sobrina, en dos actos y erí
verso, para los teatros de Barcelona; La promesa real, en tres actos y
en prosa; Los tronados, en un acto y en verso; Las suegras solo dan
SMSíos, juguete cómico en un acto, y ¡No, en el mundo, ok Enrique', ea
tres actos, un prólogo y en verso.
El jurado nombrado para dirimir la cuestión de si puede ó no representai-se la comedia del señor Vallejo, Piensa mal, ha dado ya su
dictamen en sentido de que puede autorizarse con la supresión de una
sola palabra.
En el teatro Chino se preparan varias obras nuevas y otras de r e pertorio, entre ellas Llueven bofetones, Este cuarto no se alquila, y Don
Gil de las calzas verdes.
El señor Velasco, empresario del teatro Real, ha salido para París^
En el teatro de Verano se ha puesto en escena un paso cómicolírico-bailable-de costumbres-gastronómico-artístico, titulado: Caf¿'
46
EL ARTISTA.
Teatro y Ueslauranl cmlanle. que fué muy aplaudido y agradó sobremanera á la numerosa concurrencia que llenaba por completo este
afoitunado colireo.
Ha sido ajustado para cantar en el teatro Real, en el próximo inTÍerno, el barítono Sr. BoccoLni.
La semana p.Tsada han firmado l'i contrata para cantar durante
toda la temporada Dróxiinn, en el teatro Real de Madrid, los esposos
Tiberini, soprano y tenor.
La compañía dram:ítica contratada por el inteligente empresario
de los teatros de los realas sitios, señor Ugalde, para el coliseo de la
Granja, ha dado principio á sus tM'eas vi sábado pasado con la co
media en tres actos Otro gallo te cantara'y la pieza Este cuarto no se
alquila. La corapañi i agradó mucho, particularmente la señora Castro y los señores Torróme, .Tover y Fernandez.
Ha muerto en Turin el dirccor de! acreditado y antiguo periódico de teatros Jl Pirata , señor Ñapóle n Genovesi.
Ha muerto en Constantinop'a el director, fundador y empresario
del teatro Italiano de aquella ciudad, Sr. .Miguel Naum.
El primero del corriente mes han comenzado en el teatro de la
corte (le Viena, las representaciones de ópera alemana que se efectúan todos los años.
La primera partitura que se ha cantado ha sido Los Hugonotes.
En Viena , durante la fiesta del Tiro nacional, se reunirán todas
las principales sociedades musicales y corales de Alemania, las cuales efectuarán conciertos monstruos en los que tomarán parte millares de intérpretes entre constas é in^trumentistas.
M. Mapleson, empresario del teatro Covent-Garden, de Londres,
prepara un viaje artístico á Nueva \ork con los principales cantantes de su coliseo, señoras Tietjens, Keliung y Trebelli, y señores Mongini, Bettini y Santley.
En Pesth se ha cantado , con muy buen éxito, una ópera del
maestro D'Adelburg, titulada Xringi.
La escelente bailarina Amina Boschetti abandona el teatro para
contraer matrimonio con el barón Siopk, rico banquero y cónsul de
Prusia en Ñapóles.
En el folisco Beliini, de Ñapóles, ha hecho su primera salí la al
teatro, en la parte de Adalgisa, de la Aorma, una hija del malogrado
poeta italiano Cammarano, autor de los librttíi de la mayor parte de
las óperas de Beliini y Dtinizetti, y según noticias, posee dotes artisticiis muy apreciables que la auguran n escelente porvenir.
La señora Tati cantará este invierno en el teatro de la Se ala de
Nátjoles.
En Milán se prepara una gran serenata, una >erenata mónHlruo,
como nos han enseñado á decir ios señores ingleses, para obsequiar
á Verdi, cuando de regreso del Lago de Como, donde ahora se halla,
pase por aquella ciudad.
El tenor señor Frrani, según nos dicen de Manila, ha sido estraordinariamente aplaudido en la ópera Don Pdsciuüe, que ha cautado con i^ran acierto en aquel teatro Italiano, habiendo tenido que
repetir la serenata.
Los demás intérpretes de Ja partitura de Donizetti eran la señora
Bouché y los señores Pellico, barítono, y Pompei, caricato, los cuales
interpretaron perfectamente sus respectivos cometidos.
La prima donna señora Lucca, baronesa de Rhade, terminado
ya el contrato que la obligaba á permanecer en Londres á las órdenes del empresario del teatro Covent-Garden, ha pasado á Suiza á
tomar los baños de Interlacken, que la convienen para repo. er su
quebrantada salud.
A propósito de las cantidades que en el dia exigen los artista de
canto, dice L'£)ií/" /Icíe de París, quoá la Patti le han dalo m el
penúltimo concierto de la Nueva Sociedad filarmónica de Londres,
por cantar dos arias, 200 libras slerlinas (S.OüO francos).
A la Nilsson por cantar en el Palacio de cristal en el fe t val de
Haendel y en ,ina sociedad aristocrática, 500 libras sterliuas^T. o*'0
francos).
El tenor Wachtel g m a en el teatro de Berlin en siete meses 12 O 'O
thalers (4ü.l]00franco,s).
Sonth(;im, que el año pasado cantó en Badén, en la=! óperas; Astorga y La Ebrea, cantará en la actualidad en Vitna durante 11 fiesta
de los tiradores, dándole por ocho re^;resei!taciones 4.000 ü riñes, de
Austria ^lü 000 francos^.
A este mismo artista se le ofrece por tres meses, para la'; representaciones que se efectuarán en el antiguo teatro de la Opir. de
Viena, 11.000 florines (27.o0¡) francos), y por otros tres m. se-; c ndo el nuevo teatro esté terminado, \-Z. 000 (30.000 fiancos.)
La Malibran, la F'asta, la l'ersiani, laColbrad.la risa oni, la Gn i,
la Sontan^•, Kubini, ÍJonzelli, Galli. Tamburiui, y otros |jor e.stc estilo, ni aun en ¡os tiempos de su mayor apojeo ganaban tanto din lo,
es verdad, peroen cambio, cuando en los futuros siglos se hable e artistas célebres, de las grandiosas tradiciones del W/' tanto, ^v i o braracon resjet > y veneración á estos virtuosi, mientra que probablemente nadie sj acordará de los otros.
El céle're violinista señor Vieuxtemps ha tenido la desgracia de
perder á su esposa, víctima de una penosa enfi:rraiedad.
El maestro compositor .señor Petrella está terminando su n levo
spartito, titulado: Giovanna di Napoli.
En el teatro Imperial de Moscou cantarán en el próxsmo invierno
las señoras Artot, Ferucci y Baneti, soprano; las señoras Tr.-beUi y
Honoré, contraltos; los señores S'agno y Piazza, tenores; el svñor
Padilla, barítono y Bossi y Finochi, bajos.
La orquesta será dirigida por el Sr. Uupont.
En Viena ha sido presa de las llamas el teatro Orfeo, no habiendo
podido salvar mas que una parte del vestuario.
M. Alfonso Royer ha terminado una obra que publicará á 1 > vez
en idioma francés, inglés y alemán, con el titulo de: Historia critica
del teatro universal, en la cual se analizan las producciones dr.i.ii ,iicas mas importantes de cada pais y de cada siglo.
El e x r e y de Hannover ha mandudo imprimir en Híetzing, donde
resjde, todas sus composiciones musicales, que, según aseguran, son
bastante buenas.
Por indisposición de la señora Battu han tenido que suspeu
en el teatro de la Grande Opera de París las representad ii
Herculano.
Ha muerto en Gratz el compositor Anselmo Huttembrenner, director del Conservatorio de miisica de aquella ciudad, é intimo ami
gp de Be-thoven y Schubert.
Y prosiguen los conatos de bodas.
Los periódicos ingleses anuncian el.próximo casamiento m
ñorita Cristina Nilsson, con un coronel inglés d.ez veces n
¡Sj empezará la señorita Cristina Nilsson como la señorita
naPatti!
Si habrá que decir también:
—Connu, MUe!
El compositor brasileño, Carlos Go.mez, está terminando una
ópera que lleva por titulo 11 Guarany.
Parece que el teatro de San Carlos , de Ñipóles, ha encontrado
por fin un empresario en la persona del señor Nicolás Tauro.
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El teatro de la Scala, de Mil m , se halla hasta el día sin haber
encontrado quien se atreva á ser su i^rottctor, vulgp empresario.
-• 'Parece que causa iniedo el enea garse de cuidar de la orfandad
de este señor, que aun cuando viejo, todavía necesita ayo.
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El flpreciable tenor seporCheJü, ba hecho su primera SS'N,
teatro de Covent-Garden, de Londres, con laparte deí)iiqu,(,,
tua, de la ópera RigoMto, habiendo sido muy aplaudido ea lo of'ocim
piezas que cantó, sobre todo en la canción del acto cuarto, /
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e móvile que mereció los honores de la repetición.
La voz del señor Chelli es de bello y agradable timbre y s
,au
dp de, capto escelente.
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EL ARTISTA.
47
Ln señorita '"ristiria Nilsson gana también el oro á rios, como la ingleses y franceses amigos de la diva, ú de M. Strako3:h, ahora vá
sennrita Adelina Patti.
de veras.
Se dice--siempre en los periórUcos ingleses,—qne la ofrecen cantiLos contratos se firmarán en París, el 1." de agosto p'óximo.
dades fab'ilosas en A:néricayen Alemania, y segnn se deja :idivinar,
La célebre prima donna no abandonará el tertro á pesar de ser
no est I lejano el dia en ((ue sus contratos se hagan en pública subas- marquesa, nada de eso; despue-i de casada marchará inmediatainente
ta, adj'idicándose ni mejor postor.
á Hamburgo, á cantar las diez f nciones por que ha sido ajustada, y
por las que le dan,—segnn dicen,—50.000 francos.
llossini ha escrito desde Passy al director del Conservatorio de MiTambién dicen qne en el año cómico de 1S67 á 1868, !a señorita
lán una carta en la que defiende calorosamente la causa de los Con- Adelina Patti ha ganadoolO.OO'l francos y que os contatos que ya
servatorios italiano^, bastante maltratados por el S:-. Broglio, minis- tiene firmados para el de 18(58 á 18)9, la aseguran una suma de
tro de instiuccion pública del reino de Italia.
400.000, sin contar los regalos (jue la harán en S m Petersburgo.
Mucho dinero se nos figura el ganado y el por ganar, pero como
El célebre inaiistro manifiesta su amor á tolo* lo que interesa al
nosotros no se lo hemos de pagar, no nos cuesta trabajo decir;
arte y promete poner e.i juego toda su inlluencia para defenderlo.
—Podrá ser.
Pero como la señorita Adelina Patti ha estado ya tantas veces
En Badén est:in los conciertos á la orden del dia.
! I 27 del mes pasado tuvo efecto uno en la casa de conversación para casarsa con ingleses, rusos, fi'ance-ies, americanos, españo'es y
que f e una verdadera solemnidad mas', al, en la que tomaron parte no recordamos si tam ien con turcos y chinos, no se oodrá estrañar
eiitr • otros artistas eminentes el flautista M. Rueguoy.el corneti^ústa que dudemos un poco de la veraci lad de esta últi na boda próxi a á
M. Stenueiirug; la pianista Mlle. Causse:nille; el vioHnista M. Grod- realizarse, y que si por casualidad,—q",e todo pudiera ser,—no se llevara á cabo tampoco ahora el anunciado consorcio, aconsejem )S al
•W'olle y el violoncellista M. Oudshorn.
señor Strakosch que discurra otra manera de hacer hablar de su discipula, pues, la idea de las bodas esta ya tan gastada, á f erza de tanto
Con el titulo de: Jl nuovo Pirata, ha comenzado á publicarse en traerla y llevarla por todas partes, que ha perdido el mérito, y se la
Turin. un periódico semanal de literatura y teatros, el cual desea- conoce ya demasiado de puro vieja.
n n s próspera fortuna y muchos suscritores.
Esto no impide que si por casualidad ahora vá la vencida y la señorita Adelina Patti, se casa con el señor marques de Caux, la deEl maestro Lauro Rossi ha terminado una ópera ])ufía que lleva seamos toda clase de venturas y felicidades.
por titulo: Gil aiíisti allá fiera.
El tenor Sr. Fraschini se halla en la actualidad en París.
Ha muerto en Monza el esce'ente tenor Sr. Stigelli. En la temporada último de la empresa Bagier, cantó con mucho é.xito en el teatro
Real de Madrid, el "ansio con laseilora Spezia, el Poliulo con la señora Penco V la Lucia con la señora Patti.
El Fausto de M. Gounod, se va á cantar por fin en el teatro de ¡a
•Grande Opera de París.
La Coneitie, dice, qne este es el primer fruto de la decadencia de
W. Carvalho.
La distribuc'on de las partes, es la siguiente:
Fausto, N. Colin, Mefislófdes, M. Faure, Valentín, David; Margan
ta, Mlle. Nilsson; Sicbel,W\e. Battu y Marta, Mlle. Lievielíe.
Segnn los periódicos de París; la subvención del teatro Lírico, que
se elevaba n u a cantidad respetable, parece seriamente atnenazada
por el Cuerpo legislativo, pues la comisión de presupuestos opina por
la supresión.
La Cumedie dice que las manos de M. Carvalho eran estériles y
fatales.
La ^poca, de París, anuncia qne el nuevo director del teatro Líri
00 escogido I or el ministerio y aprobado por el ayuntamiento, propietaiio del edificio, es M. Néstor Roqueplan.
En el teai;ro Pagliano de Florencia, ha cantado la Lucia una prima
dotina. llamada la señora .ingélica Peralta, recien llegada de América, donde goza de gran fama y es conocida con el nombre de la Patti
megicana
Dicen que posee una hermosa y estensa voz de soprano agudo, que
canta bien, pero que abusa de las fmriture.
La señora Rey Baila ha hecho su primera salida en el teatro Covent Girden de Londres, con la parte de Valentina de la ópera GliUgonotíi.
Según nuestras noticias, el público inglés, acostumbrado á oir y
ver, en esta partitura á artistas como la Lucca y la Fricci, no ha
acabado de comprender el mérito de la señora Hey Baila.
La Patti, Mario y Petithan cantado la Julieta y Pwmeo de Gounod
en el teatro Covent-Ga den de Londres.
El casamiento de la señorita Adelina Patti deberá sin duda ser cosa
de la mayor importancia para los tiempos presentes y de la ñas grandísima trascendencia para los futuros, de tal manera trae preocupados a los periódicos estranjeros; peroá nosotros, francamente, ya nos
yá pareciendo una broma que, por lo larga y pesada, ha perdido toda
la gracia que pudiera tener.
Ya vuelve á contraer matrimonio la señorita Patti con el señor
marques Caux y, según lo declaran a voz en cuello los periódicos
EL ARTISTA.
REVISTA DE MÜSICA. TEATROS, SALONESAÑO TERCERO.
La creación de este periódico tiene por objeto la esposicion y
adelantamiento del arte en tolas sus manifestaciones y proteger á todas aquellas joersonas que se dedican á sa cultivo.
Los compositores y publicistas de mayor nombradla, tanto
nacionales como estranjeros, contribuyen á su coIab)racion.
Además publica una BIBLIOTEC.V Mr.sic\L que comprende tres
secciones á saber: primera, música religma; segunda, de piano y tercera, de canto y piano, couipuesta de las mejores obras
editadas por D. Antonio Romero, cuyo repertorio encierra piezas de las mas sobresalientes de los principales maestros conocidos, y las que únicamente cuestan á sus suscritores una
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3 id. los del estranjero y Ultramar,
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——
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'•'
Director y editor, ü . V'icu.vrE ÜÜE.NCA.
Imprenta espaTiola, Torija, 14, bajo.
48
EL
ARTISTA.
MINÍATUEAS
LA ARCADIA MODERNA.
MUSICALES.
COLECCIÓN DE MELODÍAS
ÉGLOGAS É IDILIOS REALISTAS Y EPIGRAMAS,
POR
DON VENTURA RUIZ AGUILERA.
Véndese al precio de 10 rs. vn. en las principales librerias, ó haciendo el pedido directamente al autor, calle del Carmen, núm. 42^
cuarto tercero.
DB L i s OPERAS MAS APLAUDIDAS.
REDUCCIÓN
MUY FÁCIL
Y SIN
POR
PARA PIANO
JOSÉ F L O R E S LAGUNA.
R A F A E L BOTELLA.
Núm. 1.
ELISIR D' AMORE, Oanzonetta.
2.
FIGLIA DEL REGIMENTÓ, Entreacto.
3.
LUCREZIA RORGIA,
4.
RIGOLETTO, Cavaleta Gilda.
5.
DIAMANTES DE LA CORONA, Sinfonía.
6.
TRAVÍATA,
7.
RIGOLETTO, Baílala.
8.
TROVADOR, Ai nostri monti.
9.
BALLO IN MASCHERA, Bailete.
Brindis.
Brindis.
10.
FIGLIA DEL REGIMENTÓ, Rataplán.
11.
ROBERTO IL DIABLO Rom y Sicil.
12.
LüCREZIA BORGIA, Terceto y Allegro.
13.
POLlüTO, Andante y Cavaleta.
14.
MARTA, Romanza de Tenor.
15.
GIRALDA,
16.
HUGONOTES, Coro de Muyeres.
17.
ESTRELLA DEL NORTE,
18.
RAYMOND, Sinfonía.
19.
FAVORITA, Romanza de Barítono.
, 20.
ANTIGÜEDAD MUSICAL,
OCTA VAS
Sinfonía.
Sinfonía,
Bidiapasones, tonos, tetracordos, y signos fundamentales de
la música, usados once siglos antes de la valoración y forma
dada á las figuras adoptadas para el canto de órgano.
Obra respetuosamente dedicada al señor don Jesús de Monasteriu, y presentada á la Esposicion Universal de 1867. Con
la Equiparación coetánea razonada y comprobada por medio de
un cántico antífona é himno de universal ^uso en todo el orbe
católico.
Precio de un ejemplar, 10 reales vellón.
Plegaria matutina [cuartetto) en la ópera / purifani ed I
caiallieri, dedicada al popular maestro español, don Francisco
Asenjo Barbieri, invertida su actual figuración por medio de
transposición ú la primitiva escuela, vulgo CANTO AL FACISTOL.
Con sus reglas al pió aclarando todos los pormenores, con citas:
dos ejemplos del Cuadro sinóptico-histórico-musical, como centro demostrativo y genealógico del fundamento músico.
Precio 12 reales vellón un ejemplnr, en Madrid.
Ambas se espenden en los almacenes de don Antonio Romero, calle de Preciados, número 1, D. M. M. Salazar, Esparteros,
núm. 3, don B. M. Eslava, calle del Arenal, núm. 18, y casa
del autor calle de los Caños, 5.
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BIOGRAFICO-BIBIOGRÁFICO DE
EFEMÉRIDES DE MÚSICOS ESPAÑOLES,
MOISÉS, Plegaria.
ESCRITO Y PUBLICADO POR
21.
ELISIR D' AMORE, Una furtiva
lagrima.
22.
ALEGRES COMADRES, Sinfonía.
23.
HUGONOTES, Cavatina de Urbano.
24.
PROFETA, Marcha de la Coronación.
Precio de cada número, 6 reales.
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así profesores como aficionados, tanto antiguos como contemporáneos entre los que se hallan Santos, Reyes, príncipes, títulos, etc., etc. Constará de cuatro á cinco tomos en 8. francés,
de unas 560 páginas cada uno. El primero, que solo tiene 342
por las razones que verá el lector, se halla de venta en Madrid
en el almacén de música de Martin Salazar, proveedor de
SS. MM., calle de Esparteros, núm. 3, á 16 reales. A los que
tomen doce ejemplares se les dará además uno gratis. Los de
fuera de Madrid lo recibirán certificado al precio de 18 reales,
remitiéndole previamente su importe al señor Martin Salazar
en libranzas ó sellos de correo, pero certificando la carta en este
líltimo caso.
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