Transformación del bosque a pastura La transformación del bosque a pastura es un proceso que en la zona templada de Chile se intensificó hace menos de 200 años. Posterior a la colonización europea, que trajo la quema y tala del bosque, los campos se habilitaron para desarrollar agricultura y ganadería. Importantes extensiones de bosques agonizantes y esqueléticos, que con una baja capacidad de resiliencia, regeneración y recuperación, fueron dando origen a pastizales naturales y naturalizadas donde los colonos iniciaron procesos de generación de sistemas de producción de carne (bovina y ovina) y leche bovina. Este proceso que tuvo una rápida velocidad de cambio, género que ya a mediados del siglo pasado representase menos de un tercio del área que ocupaba en la etapa previa a la colonización española. Alrededor de 1940, se estimaba que el bosque, incluyendo bosques intactos y semi- explotados cubrían una superficie cercana a los 15 millones de hectáreas, es decir, la mitad de su extensión original. Las cifras actuales indican que los bosques nativos se habrían reducido en un 50% en los últimos cincuenta años, es decir a una tasa promedio del 1% anual. A diferencia de la zona de la zona mediterránea árida y semiárida de Chile, donde los pastizales dominaban los ecosistemas, en la zona templada el bosque era la unidad de vegetación dominante y los pastizales se originaron a partir de la tala de sus árboles y posterior cultivación. La expansión de los asentamientos humanos, con la colonización europea, aceleraron este proceso, que condujo a la región a ser un polo de producción de cereales, carne y leche. El proceso de cambio de pastizales naturales o naturalizados a la siembra de pasturas con especies forrajeras exóticas, introducidas de Europa y Nueva Zelandia, tuvo un impulso mayor en la década de los años 60 en el siglo pasado. El estado a través de la Corporación de Fomento de la Producción, organismo encargado de fomentar sistemas productivos en todas las áreas de la economía, desarrolla programas de fomento de sistemas ganaderos de carne, leche y lana, donde el objetivo fue identificar a la zona sur, en especial, el área templada y austral, como un centro de producción animal, reconociendo el origen de los colonizadores y la forma de vida que ellos habían desarrollado desde su llegada al país. Científicos, técnicos y extensionistas fueron capacitados en el extranjero, quienes al regresar al país, rápidamente iniciaron el proceso de fomento del establecimiento de pasturas de alta producción, al igual que las existentes en Nueva Zelandia y Australia, todo lo cual fue asociado a una contribución estatal de capacitación y créditos blandos de largo plazo. Todo este gran cambio fue promovido y auspiciado por el estado que creo diversos programas, como fueron el plan Chillán, Plan ganadero Sur, Programa pasto-leche, entre otros. Junto al impacto social y económico, la zona templada y los ecosistemas de bosque templados, ya desmembrados, sufren nuevamente un fuerte impacto ecológico, que se traduce en una nueva expansión y transformación del ecosistema, ahora de renovales, a pasturas. Diversos investigadores han sugerido que las pérdidas biológicas derivadas de la acelerada destrucción de los ecosistemas naturales sólo pueden ser disminuidas y reguladas con políticas de desarrollo que consideren una base ecológica y así detener e incluso revertir la creciente degradación de los recursos naturales. No sólo la transformación del bosque a pastura constituye una amenaza para la reducción del bosque nativo. La presencia de animales, en especial, de pequeños propietarios en los bosques protegidos del área templada es una amenaza constante de regeneración y mantención del bosque templado. Los animales no sólo consumen pastizales y arbustos ubicados en el sotobosque, sino que también son ávidos de desarrollar ramoneo y consumo total del renoval, donde además, consumen la corteza de los árboles adultos generando un anillado que impide el transporte de nutrientes a través del xilema y floema, causando la muerte de árboles de larga data.