Taller: Guardianes del Ambiente.

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Taller: Guardianes del Ambiente.
 El contenido que presentamos a continuación es con fines referenciales y de
enriquecimiento de sus conocimientos para la impartición de los talleres, esto implica que
todos como visión ordenada y de excelencia, estaremos hablando apoyados en la misma
información, sin embargo por otro lado no quiere decir que usted va a cubrir la totalidad
del contenido que se presenta.
 Este material comprende varios artículos extraídos de diferentes publicaciones en
internet, los cuales contienen los puntos principales que se deben desarrollar durante el
taller.
Cuáles son las principales causas de incendios,
y cómo prevenir incendios
La principal medida para prevenir cualquier incendio es controlar adecuadamente las fuentes de calor
CAUSAS DE LOS INCENDIOS
1.- ELÉCTRICAS
- Cortocircuitos debido a cables gastados, enchufes rotos, etc.
- Líneas recargadas, que se recalientan por excesivos aparatos eléctricos conectados y/o por gran cantidad de
derivaciones en las líneas, sin tomar en cuenta la capacidad eléctrica instalada.
- Mal mantenimiento de los equipos eléctricos.
2. CIGARRILLOS Y FÓSFOROS
- El fumar en el lugar de trabajo ha sido causa de gran cantidad de incendios.
- En toda planta industrial debe estar PROHIBIDO FUMAR, en todos sus ambientes.
- La señalización es muy importante. No crea que "NO FUMAR" esta sobreentendido. Muchas personas fuman
porque no hay un "cartelito" que lo prohíba.
- El tener una señalización adecuada, sirve de arma para que quienes no fuman puedan hacer respetar esta
norma.
3.- LÍQUIDOS INFLAMABLES/COMBUSTIBLES
El manejo inadecuado y el desconocimiento de algunas propiedades importantes de ellos, son causa de muchos
incendios.
- Los productos inflamables, bajo ciertas condiciones tiene un alto poder explosivo. Muchas veces son
almacenados en cualquier recipiente y en cualquier lugar, por un gran descuido en su uso.
- Las gasolinas y los solventes ligeros se vaporizan a cualquier temperatura ambiente, y sus vapores se inflaman
fácilmente. Los vapores livianos viajan a cualquier lugar; si llegan a tener contacto con alguna fuente de
ignición, pueden inflamarse ó explosionar.
- Otros líquidos como insecticidas, diluyentes, etc., representan el mismo riesgo de no tener cuidado en su uso y
almacenamiento.
4.- FALTA DE ORDEN Y ASEO
Otra causa de incendios en el trabajo, es la acumulación de desperdicios industriales, y la colocación de los
trapos de limpieza impregnados con aceites, hidrocarburos, ó grasas, en cualquier parte. Los casos típicos son:
- Dejar trapos con aceites, hidrocarburos, ó grasas en cualquier lugar, y no en un recipiente metálico cerrado y
con tapa.
- Permitir que los desperdicios industriales, malezas, etc., se acumulen en el área de trabajo.
- Permitir el desorden y la falta de aseo en el área de trabajo.
5.- FRICCIÓN
Las partes móviles de las maquinas, producen calor por fricción ó roce. Cuando no se controla la lubricación, el
calor generado llega a producir incendios. El calor generado por cojinetes, correas y herramientas de fuerza para
esmerilado, perforación, lijado, así como las partes de las máquinas fuera de alineamiento, son causas de
incendios.
6.- CHISPAS MECÁNICAS
Las chispas que se producen cuando se golpean materiales ferrosos con otros materiales, son partículas muy
pequeñas de metal que se calientan hasta la incandescencia debido al impacto y la fricción. Estas chispas
generalmente, llevan suficiente calor para iniciar un incendio.
7.- SUPERFICIES CALIENTES
El calor que se escapa de los tubos de vapor y de agua a alta temperatura, tubos de humo, hornos, calderas,
procesos en calor, etc., son causa común de incendios industriales. La temperatura a la cual una superficie
puede convertirse en fuente de ignición, varía según la naturaleza de los productos combustibles.
8.- LLAMAS ABIERTAS
Las llamas abiertas son fuente constante de ignición, y una amenaza para la seguridad de la industria. Esta causa
de incendios se asocia principalmente con los equipos industriales que producen calor, y los quemadores
portátiles, siendo especialmente peligrosos éstos últimos, porque se llevan de un lugar a otro y no tienen
posición fija. Además se debe considerar el pésimo manejo y mantenimiento que les dan los operadores a estos
equipos.
9.- CHISPAS DE COMBUSTIÓN
En muchas industrias todavía se permite que las chispas de la combustión y rescoldos que provienen de fuegos
de residuos incinerados, hornos de fundición, y chimeneas que escapen al aire libre. Algunas de estas chispas
incendian la hierba seca, acumulaciones de basura, cobertizos o depósitos de materiales en los patios, techos
combustibles ó sus estructuras.
10.- CORTE Y SOLDADURA
El 90% de los incendios causados por corte y soldadura, provienen de las partículas ó escorias de materiales
derretidos, y no de los arcos eléctricos o llamas abiertas durante un proceso de soldadura. Estas partículas
derretidas ó escorias, frecuentemente caen sin ser notados en grietas, huecos, juntas, hendiduras, pasos de
tuberías, y entre los pisos y divisiones, iniciando incendios fuera de la vista de las personas. Por lo general, el
incendio comienza horas después de que la gente se ha retirado.
11.- ELECTRICIDAD ESTÁTICA
Muchas operaciones industriales generan electricidad estática. Cuando no existen conexiones a tierra, y la
humedad relativa del aire es baja, (inferior a 40%), ésta se descarga en forma de chispas, que al contacto con
vapores ó gases inflamables, u otros materiales combustibles, generan un incendio, ó una explosión. El trasiego
de un líquido inflamable a recipientes que no tienen conexión a tierra, es sumamente peligroso, puesto que en
cualquier momento se puede generar un incendio ó explosión.
Incendios Forestales
¿Qué son?
Fenómeno que se presenta cundo uno o varios materiales combustibles en bosques, selvas y otro tipo de zonas
con vegetación son consumidos en forma incontrolada por el fuego, el mismo que puede salirse de control y
expandirse muy fácilmente sobre extensas áreas.
¿Por qué se producen y qué daños provocan?
La causa natural más común de los incendios silvestres o forestales responde -directa o indirectamente- a las
acciones de la gente. Por ejemplo, el fuego puede escapar al control cuando los granjeros queman el suelo para
que la tierra sea más fértil (se hace referencia a éstos como incendios descontrolados o accidentales por el uso
de los suelos), o cuando los niños juegan con fósforos. Los incendios pueden iniciarse también cuando la gente
es descuidada con el uso de los cigarrillos, o cuando se cocina en el bosque o se utiliza una fogata. Algunas
veces, las personas inician incendios intencionalmente (incendios premeditados).
Los incendios pueden salirse de control y expandirse muy extensamente sobre las áreas. Por ejemplo, una
pequeña fogata desatendida puede salirse de control fácilmente y causar un extenso y descontrolada incendio.
Frecuentemente, se hace referencia a este tipo de incendio como “Incendio Silvestre”. Dependiendo del tipo de
vegetación o material que esté quemándose, se puede hacer referencia a los mismos como “Incendios
Forestales”, “Incendios de Arbustos”, “Incendios de Pastizales”, “Incendios de Turba”.
¿Qué podemos hacer para evitar los incendios forestales?
Debido a que la gente causa la mayoría de los incendios forestales, muchos pueden prevenirse. A continuación,
se presentan algunas ideas de cómo prevenir incendios en tu comunidad.
Preparar el Plan de prevención de incendios forestales.
Nunca juegues con fósforos. ¡Un solo palillo de fósforos puede incendiar el bosque completo!.
Si observas que alguien está jugando con fuego y tira una colilla de cigarrillos en el bosque, informa a un
adulto inmediatamente.
Nunca hagas una fogata sin la ayuda de tus padres u otros adultos.
Si el clima es seco y está ventoso, no enciendas una fogata.
Si las condiciones son propicias y decides encenderla, escoge un lugar abierto, lejos de los árboles, las hojas y
las ramas secas. Limpia la tierra de basura o desperdicios 3 metros a la redonda del lugar donde planeas hacer la
fogata.
¡Nunca dejes solo el fuego!
Antes de dejar el área, apaga el fuego cuidadosamente, con agua y tierra.
¡Mantén limpio el entorno forestal! No dejes o tires botellas o cristales en el bosque; éstos podrían hacer las
veces de vidrio refractor e iniciar un incendio.
Impacto de los incendios en la salud
Al margen de ser una catástrofe natural, el fuego genera estrés, ansiedad y provoca enfermedades respiratorias
nuevas o agrava otras que se padecen
Imagen: Alex Miroshnichenko
El verano es tiempo de calor, sol, vacaciones y, por desgracia, también es temporada de incendios. Estos no solo
suponen pérdidas incalculables desde el punto de vista paisajístico, ecológico y de la flora y fauna de un
territorio, sino también un gran impacto para la salud de la población. Junto con el efecto inmediato de la
inhalación del humo, tanto la salud mental como el estado respiratorio de las personas expuestas se resienten,
según un amplio estudio que ha evaluado los efectos de la oleada de incendios que hubo en Galicia en 2006.
A pesar de que el impacto de los incendios sobre la salud de la población es relevante, hasta ahora, apenas se ha
evaluado. El fuego que en verano arrasa bosques y terrenos enteros, no solo causa cuantiosas pérdidas de masa
forestal, flora, fauna y cultivos, sino que, a su paso, puede provocar heridos y muertos. Pero al margen de este
efecto catastrófico, provoca afecciones respiratorias nuevas o agrava las que ya se padecían.
Constituye un importante problema, según ha constatado un estudio publicado en la revista "Environmental
Health", realizado por la Universidade de Santiago de Compostela, con financiación del Fondo de Investigación
Sanitaria y el Departamento Médico de AstraZeneca. En agosto de 2006, una ola de incendios arrasó Galicia.
Ardió el 8% del total del territorio gallego y, en concreto, el 11% de la superficie forestal de la comunidad. El
impacto en la salud pública se evaluó a través de un amplio estudio sin precedentes en España: se realizó sobre
una muestra de 2 millones de personas, de las provincias de A Coruña y Pontevedra, en Galicia. Para llevar a
cabo esa evaluación, se dividió la muestra estudiada en tres grupos poblacionales, según el grado de exposición.
Las personas mayores son más vulnerables y experimentan más dificultades al respirar si hay partículas finas en
suspensión
Para evaluar el impacto en la población de la exposición al incendio (total, media o nula), los autores del trabajo
utilizaron un indicador indirecto, consistente en el cómputo de los medicamentos que se consumieron durante
los 12 meses previos a los incendios y los 12 meses posteriores. Las familias de fármacos cuyos consumos se
evaluaron, a partir de las recetas facturadas a la Seguridad Social, fueron ansiolíticos-hipnóticos y
medicamentos para las vías respiratorias, como los antiasmáticos.
Efectos en la salud mental y respiratoria
En los 12 meses que siguieron a los incendios, el estudio gallego detectó un aumento del 11,5% del consumo de
medicamentos antiasmáticos y para las vías respiratorias obstruidas, entre los pensionistas, respecto a los meses
previos. Por género, este incremento fue del 10% entre los hombres y del 12% entre las mujeres. Relacionado
con fármacos ansiolíticos e hipnóticos, este aumento solo se constató en hombres: un 12,2% entre los varones
activos y un 15,88% entre los pensionistas, informa Francisco Caamaño, profesor titular de Medicina
Preventiva y Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Santiago de Compostela, en
Galicia, e investigador principal del estudio.
Según este especialista, es probable que el consumo de los medicamentos ansiolíticos-hipnóticos haya
aumentado solo en el caso de los hombres debido a que el consumo de estos fármacos es más elevado entre las
mujeres. Tanto ellas como las personas que los toman de manera habitual, a menudo, tienen algunos
almacenados en el botiquín de casa y pueden incrementar su consumo sin necesidad de ir a comprar más.
El aumento de fármacos para las enfermedades respiratorias solo entre la población pensionista se debe,
probablemente, a la vulnerabilidad de las personas mayores, que se sienten más débiles, alteradas y
experimentan mayores dificultades al respirar, sobre todo, si hay partículas finas (PM 2.5) en suspensión.
Además, no se descarta que los jubilados, al tener las recetas gratis, las adquieran con más facilidad que los
ciudadanos de la población activa, que deben pagar una parte de ellas, apunta Caamaño.
Estos datos demuestran que "los incendios no solo suponen una pérdida importante de masa forestal y de
pérdidas ligadas al ecosistema boscoso, sino un importante problema de salud poblacional", dice.
PSICÓLOGOS Y MEDIDAS SANITARIAS
Incendios de la magnitud de los registrados en Galicia en 2006 deberían implicar a todo el sistema sanitario, que
debería preverlos y organizar un dispositivo para atender a las personas expuestas. Francisco Caamaño explica
que se deberían enviar psicólogos a la zona del siniestro, una medida que se pone en práctica ante catástrofes
naturales como un terremoto como el sucedido en Lorca, pero que se olvidan cuando hay un incendio.
"El monte representa muchas aspectos: una economía, la familia, un paisaje y un entorno. Como la persona de
ciudad que está acostumbrada a un paisaje, a sus paredes y a que las aceras estén en su sitio, siente tranquilidad
con el mundo que conoce. Del mismo modo, un entorno agrario y forestal tiene un paisaje y su destrucción
supone un impacto en la salud de la población", afirma Caamaño.
Cabe tener en cuenta que "incluso los efectos sobre las vías respiratorias están inducidos, en parte, por un
problema de partículas y, en parte, por el estrés que generan, ya que empeoran los síntomas respiratorios",
detalla Caamaño. De ahí la necesidad de los psicólogos y de difundir consejos preventivos: no salir al exterior y,
si se hace, llevar mascarillas, protegerse y ser capaces de dar estos consejos con naturalidad, sobre todo, a la
población mayor.
LOS EFECTOS DE LOS INCENDIOS SOBRE EL ECOSISTEMA
Los incendios forestales tienen muchas repercusiones sobre la diversidad biológica. A escala mundial, son una
fuente importante de emisión de carbono, contribuyendo al calentamiento mundial que podría modificar la
biodiversidad. En los planos regional y local, modifican el volumen de biomasa, alteran el ciclo hidrológico con
consecuencias sobre sistemas marinos como los arrecifes de coral, e influyen en el comportamiento de las
especies vegetales y animales. El humo procedente de los incendios puede reducir notablemente la actividad
fotosintética (Davies y Unam, 1999) y perjudicar la salud de los seres humanos y de los animales.
Uno de los efectos ecológicos más importantes de los incendios es la mayor probabilidad de que se produzcan
nuevos episodios del mismo tipo en los años subsiguientes, al caer los árboles, lo que permite que la luz del sol
reseque el bosque y produzca una acumulación de combustible con un aumento de especies susceptibles a los
incendios, como las herbáceas inflamables. La consecuencia de los incendios repetidos es perjudicial porque es
uno de los factores principales del empobrecimiento de la biodiversidad en los ecosistemas de los bosques
pluviales. Los incendios pueden ser seguidos de la colonización e infestación de insectos que perturban el
equilibrio ecológico.
La sustitución de zonas extensas de bosque por herbáceas inflamables es uno de los efectos ecológicos más
negativos de los incendios sobre los bosques pluviales tropicales. Estos procesos ya se han observado en
algunas zonas de Indonesia y de la Amazonia (Turvey, 1994; Cochrane et al., 1999; Nepstad, Moreira y
Alencar, 1999). Lo que antes era un bosque denso siempreverde se convierte en un bosque empobrecido
poblado por un número reducido de especies arbóreas resistentes al fuego y una cubierta de malezas (Cochrane
et al., 1999). En el norte de Queensland, en Australia, se ha observado que en los lugares en los que las
prácticas aborígenes de utilización del fuego y los regímenes de incendios estaban controlados, la vegetación de
los bosques pluviales comenzó a ser sustituida por sabanas arbóreas y herbáceas susceptibles a los incendios
(Stocker, 1981).
EFECTOS DE LOS INCENDIOS PROVOCADOS POR EL HOMBRE O DE LOS INCENDIOS
NATURALES INTENSOS SOBRE LA DIVERSIDAD VEGETAL
Los incendios son poco corrientes en la mayoría de los bosques pluviales inalterados formados por árboles de
gran altura y en los que predomina una cubierta de copas cerrada, debido al microclima húmedo, la humedad
del combustible, la escasa velocidad del viento y las elevadas precipitaciones. Sin embargo, los bosques
pluviales pueden resultar más susceptibles a los incendios en los períodos de sequía intensa, como la que se
experimenta durante los años en que se produce el fenómeno El Niño. En esos bosques que no están adaptados
al fuego, éste puede hacer desa-parecer prácticamente todas las plántulas, brotes, lianas y árboles jóvenes, ya
que no están protegidos por una corteza gruesa. El daño causado al banco de semillas, las plántulas y los
brinzales obstaculiza la recuperación de las especies originales (Woods, 1989). El grado de recuperación y la
necesidad de llevar a cabo intervenciones de rehabilitación dependen de la intensidad de los efectos del incendio
(Schindele, Thoma y Panzer, 1989).
Los bosques tropicales también están sometidos a incendios causados por los seres humanos con el fin de talar
árboles para practicar la agricultura. Los incendios causantes de deforestación, que son más comunes en los
bosques alterados, pueden ser de intensidad variable y quemar árboles en pie, e incluso quemar completamente
el bosque, dejando el suelo totalmente desnudo.
Existe la preocupación de que las cortas de salvamento (la extracción de madera muerta en bosques
aprovechados que han sufrido un incendio intenso o en el bosque primario quemado) que se utilizó como
instrumento de gestión y de financiación tras los incendios acaecidos en Indonesia 1997-1998, pueden afectar
negativamente a la sucesión vegetal (van Nieuwstadt, Sheil y Kartawinata, 2001).
Aunque el fuego es una perturbación natural frecuente en los bosques boreales, que se regeneran fácilmente
después de un incendio, los incendios frecuentes de gran intensidad pueden alterar este equilibrio. A causa de
los incendios extremadamente violentos que se produjeron en 1998, más de 2 millones de hectáreas de bosque
de la Federación de Rusia han perdido la mayor parte de sus principales funciones ecológicas para un período
que oscilará entre 50 y 100 años (Shvidenko y Goldammer, 2001). Los incendios intensos han tenido efectos
negativos importantes sobre la diversidad vegetal. Son especialmente vulnerables las especies meridionales que
se encuentran en el límite septentrional de su área de distribución geográfica. Por ejemplo, en Primorsky Kray
(Federación de Rusia), los incendios de origen humano han contribuido a una reducción drástica de las
poblaciones de 60 especies de plantas vasculares, 10 especies de hongos, ocho de líquenes y seis de musgo
durante los dos o tres últimos decenios (Shvidenko y Goldammer, 2001).
EFECTOS DEL FUEGO EN LA FAUNA FORESTAL
En los bosques en los que el fuego no es un mecanismo de alteración natural, éste puede tener efectos
devastadores sobre las especies forestales de vertebrados e invertebrados, no sólo porque les causa la muerte
directa, sino también porque provoca efectos indirectos más duraderos como estrés y desaparición de hábitats,
territorios, cobijo y alimento. La desaparición de organismos de gran importancia para los ecosistemas
forestales, tales como invertebrados, polinizadores y descomponedores, puede retardar de forma muy
significativa el índice de recuperación del bosque (Boer, 1989).
Se estima que los incendios que se registraron en 1998 en la Federación de Rusia afectaron gravemente a los
mamíferos y los peces. La mortalidad de las ardillas y las comadrejas, que se estudió inmediatamente después
de los incendios, fue del 70 al 80 por ciento; la de los jabalíes del 15 al 25 por ciento y la de los roedores del 90
por ciento (Shvidenko y Goldammer, 2001).
Desaparición de hábitats, territorios y cobijo
La destrucción de árboles huecos en pie y de árboles muertos caídos tiene efectos negativos sobre la mayor
parte de las especies de mamíferos (como los monos tarsius, los murciélagos y los lemures) y sobre las aves que
anidan en las cavidades (Kinnaird y O'Brien, 1998). Los incendios provocan el desplazamiento de aves y
mamíferos, lo cual puede alterar el equilibrio local y en última instancia la pérdida de vida silvestre, dado que
los ejemplares desplazados no tienen lugar al que dirigirse. Los incendios devastadores de 1998 en la
Federación de Rusia causaron un aumento de la temperatura del agua y niveles elevados de dióxido de carbono
en los lagos y cursos de agua, que afectaron negativamente al desove del salmón (Shvidenko y Goldammer,
2001). Los lugares en los que se producen incendios frecuentes de gran intensidad, la preservación de
microhábitats puede contribuir muy favorablemente a conservar la biodiversidad (Andrew, Rodgerson y York,
2000).
Pérdida de alimentos
La pérdida de árboles frutales se traduce en una reducción del número de especies de aves y de animales que se
alimentan de frutos; este efecto es particularmente acusado en los bosques tropicales. Algunos meses después de
los incendios que ocurrieron en 1982-1983 en el parque nacional de Kutai, en Kalimantan oriental, disminuyó
drásticamente el número de ejemplares de aves como el bucero, cuya alimentación depende de los frutos, y sólo
pervivieron en gran número las aves insectívoras, como el pájaro carpintero, gracias a la abundancia de insectos
xilófagos.
En los bosques quemados se reducen las poblaciones de mamíferos pequeños, aves y reptiles y también los
carnívoros tienden a evitar las zonas quemadas. La disminución de la densidad de pequeños mamíferos como
los roedores puede influir negativamente en el suministro de alimentos a los carnívoros de tamaño reducido.
Los incendios también destruyen la hojarasca y las comunidades de artrópodos que la habitan, limitando aún
más la disponibilidad de alimentos para las especies de omnívoros y carnívoros (Kinnaird y O'Brien, 1998).
Adaptación de la fauna al fuego
Los incendios no afectan a todas las especies. Por ejemplo, las especies de escarabajos de las sabanas
australianas muestran una notable capacidad de resistencia al fuego, aunque los incendios influyen en la
abundancia de especies y familias (Orgeas y Andersen, 2001).
En la región mediterránea, propensa a sufrir incendios, el régimen actual de incendios ha contribuido
probablemente a mantener la diversidad de aves en Portugal (Moreira et al., 2001). En Israel, se produjo la
mayor abundancia de especies de animales en determinadas zonas de dos a cuatro años después de un incendio,
para luego disminuir con el paso del tiempo (Kutiel, 1997).
Los incendios pueden incidir positivamente en las poblaciones silvestres de los bosques boreales, donde el
fuego es un importante mecanismo natural de alteración. En América del Norte, aunque en ocasiones las
poblaciones de alces se ven atrapadas por el fuego y mueren, lo cierto es que los incendios influyen
positivamente en el hábitat en el que viven al crear y mantener comunidades transitorias, y se consideran
beneficiosos para esa especie (MacCracken y Viereck, 1990). Se estima que los efectos benéficos del fuego
sobre su hábitat dura menos de 50 años y que la densidad de alces alcanza su mayor cota de 20 a 25 años
después del incendio (LeResche, Bishop y Coady, 1974).
El fuego ha contribuido a reducir las poblaciones de lobos grises (Canis lupus) en Minnesota (Estados Unidos),
al limitar sus presas, particularmente el castor (Castor canadiensis), el alce y el ciervo, especies dependientes
del fuego que necesitan las comunidades vegetales que perviven después de incendios frecuentes (Kramp,
Patton y Brady, 1983).
QUE HACER SI VIVES EN ZONAS CON RIESGO DE INCENDIOS FORESTALES
¿Qué hacer antes?
No arroje colillas ni fósforos encendidos sobre pasto seco.
Si hace fogatas o fogones apáguelos bien cuando ya no los necesite.
En los cultivos y viviendas deje espacios que sirvan de barrera que impidan el avance del fuego.
Evite las quemas de desechos durante Enero y Febrero (consulte a CONAF)
Tenga a mano linternas y Botiquines.
Elabore y coordine con su comunidad un plan de emergencia.
Avise a las autoridades por ejemplo a carabineros, si observa personas sospechosas que puedan causar un
incendio.
Asigne responsabilidades, por ejemplo quien se hará cargo de un botiquín quien dará aviso al fono de
emergencia 130 al detectarse un incendio.
¿Qué hacer durante?
Si detecta un incendio, de aviso a las autoridades de inmediato al fono 130.
Ponga en acción al plan de emergencia.
Actué pero no asuma riesgos inútiles.
No se exponga mucho tiempo al humo, puede asfixiarlo y hacerle perder el sentido.
Si el fuego amenaza su vivienda saque materiales inflamables o combustibles.
Evacue y ayude a sus vecinos si es posible.
Mantenga la calma.
Corte el suministro eléctrico y retire el gas a un lugar más seguro.
Moje las paredes o arbustos que rodean el lugar y retire material combustible.
¿Qué hacer después?
Si localiza al causante denúncielo.
Organícese con sus vecinos.
Revise su vivienda.
Verifica que le fuego este apagado.
Informa a las autoridades el origen del incendio.
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