cemento, Menos alimento. Informe digital

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Más cemento
menosII ALIMENTO
informe sobre el derecho a
Serie Caminando la Sabana No. 5
la Alimentación en la Sabana
Serie Caminando La Sabana Nº 5
MÁS CEMENTO, MENOS ALIMENTO.
II Informe sobre el derecho a la Alimentación en la Sabana
CORPORACIÓN CACTUS
Directora ejecutiva: Aura Elizabeth Rodríguez Bonilla.
Diagonal 40 a bis N 16 – 33
Bogotá – Colombia
Teléfonos: 2456158 – 2455971
Correo electrónico: [email protected]
Página web: www.cactus.org.co
Coordinador de la investigación y de la edición:
Darío Antonio García Cruz
Colaboradores y colaboradoras:
Paulo Yesid Álvarez Gómez
Adriana Marcela Rincón Forero
Angie Milena López
Agradecimientos:
Andrea Cárdenas
Carlos Salgado Araméndez
Diseño y diagramación: Diana Marcela Vega Vargas
Celular: 3137899438
Correo electrónico: [email protected]
Impresión:
Impresos y suministros del Oriente S.A.S
Teléfonos: 889 1914 - 311 479 3939
Correo electrónico: [email protected]
Primera edición: Noviembre de 2014. Bogotá – Colombia
ISBN: 978-958-57434-3-4
La Corporación Cactus agradece el apoyo de la Cooperación alemana Deutsche
Zusammenarbeit y de Terre des Hommes - Alemania. Su auspicio hizo posible este Informe.
El contenido de este libro es responsabilidad exclusiva de la Corporación Cactus y no
compromete a TDH Alemania ni al BMZ.
Se permite la reproducción total o parcial de este trabajo siempre y cuando no se modifique su
contenido, se mencione y se respete su autoría.
Contenido
Introducción5
1.
Usos de la tierra en la Sabana de Bogotá9
Tendencias urbanas
12
Tendencias rurales
22
Cuando la participación es cuento
38
2.
La producción de alimentos47
¿Qué se siembra hoy en la Sabana?
54
Los cultivos transitorios
57
Los cultivos permanentes
76
S.O.S por el páramo de Guerrero
83
3. La propiedad rural en la Sabana89
El coeficiente de Gini
92
Propiedad de la tierra en la Sabana según Catastro
96
4.
A manera de cierre107
Red por la Soberanía Alimentaria Raíces de la Sabana 113
5.
Conclusiones y recomendaciones117
Fuentes y bibliografía123
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
4
In tr o d u cció n
Introducción
La Sabana de Bogotá es una región ubicada en el altiplano cundiboyacense
que se ha definido comúnmente como la cuenca alta del rio Bogotá, o
como la zona de altiplano en Cundinamarca que ocupa cerca de 425.000
hectáreas y comprende a los municipios de Sibaté, Soacha, Bojacá,
Mosquera, Funza, Madrid, Facatativá, El Rosal, Subachoque, Tenjo,
Tabio, Cota, Chía, Cajicá, Sopó, La Calera, Guasca, Guatavita, Tocancipá,
Zipaquirá, Cogua, Nemocón, Gachancipá, Sesquilé, Suesca, Chocontá,
Villapinzón y Bogotá.
Una región puede delimitarse en razón de características como el clima, el
formar parte de una misma cuenca, el presentar un relieve semejante, entre
otras. Es la región que se denomina natural. En esta perspectiva, la Sabana
de Bogotá cumpliría con algunos de los requisitos para considerarse una
región.
Pero es más, el territorio y la región son nociones geográficas que ante todo
se definen socialmente. En este sentido y para este ejercicio investigativo,
la Sabana de Bogotá es una unidad geográfica que presenta una relativa
homogeneidad espacial y que además comparte una historia, unas
problemáticas comunes y relacionales. Desde antes de la Colonia hasta
la actualidad la Sabana guarda historias marcadas en las piedras y en los
libros, en las historias contadas en la calle y en las consignadas en los
monumentos; hay vida, costumbres, patrones de asentamiento humano,
calles empedradas, arquitectura colonial, vestigios de comunidades
indígenas, crecimientos urbanos, hábitos de siembra y un conjunto de
comunidades y personas, incluso provenientes de otras regiones del país
que hemos contado, habitado y transformado la Sabana. Esta es nuestra
región.
Pensada como unidad, la región se ha enfrentado a problemas comunes:
En el 2005 con el censo nacional del DANE se supo que en la Sabana
se concentra el 21,5 por ciento de la población del país. Solo en Bogotá
en el mismo año vivían 6’778.691 personas, que según las proyecciones
actualmente rondan los 8 millones. La Sabana por su parte contaba con
Foto: Explotación de canteras, municipio de Socaha - Corporación Cactus
5
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
1’240.813 habitantes y en vista de los repentinos cambios en los usos del
suelo y de la migración, la tasa de crecimiento poblacional de algunos
municipios de la Sabana ya supera la de Bogotá.
En esta región tan densamente poblada se presentan patrones de
discriminación espacial también comunes: las clases populares son
empujadas a zonas periféricas y desplazadas múltiples veces mientras
que las clases medias y altas ocupan los paisajes más hermosos con
comodidades que expresan la opulencia y marcan una línea limítrofe ellas
y las primeras.
En las últimas décadas la Sabana ha sido objeto de un conjunto de
ambiciosos proyectos liderados por empresarios y por entidades del
Estado que han leído el mismo espacio en función de diversos intereses. Su
ubicación estratégica en el centro del país, las condiciones ambientales y la
ubicación del aeropuerto El Dorado entre muchos otros factores, han hecho
de este territorio una auténtica paradoja: cuenta con enormes riquezas que
las comunidades populares que la habitan no disfrutan.
Las comunidades de la Sabana se enfrentan hoy a un problema de gran
calado: los proyectos de la clase dominante se han apropiado del territorio
de tal manera que ponen en riesgo la alimentación de las generaciones
actuales y las venideras.
Los proyectos en cuestión no han sido implantados de manera armónica
y por el contrario han avanzado mediante el despojo. Las comunidades
organizadas se han pronunciado y han reivindicado su derecho a existir,
a ocupar un espacio y alimentarse dignamente y levantan la bandera la
soberanía alimentaria.
Sin embargo, la minería, las zonas francas, las bodegas, la ocupación
de la tierra más fértil para la ganadería, la implantación de proyectos de
vivienda en zonas rurales y urbanas y la floricultura entre las actividades
predominantes, han hecho que la producción de alimentos y el acceso a la
tierra sea cada vez más difícil, pues el criterio neoliberal de la eficiencia
y la rentabilidad priman sobre la soberanía. Comprender estas dinámicas
es un reto para las organizaciones, comunidades y personas que habitan la
Sabana de Bogotá si quieren incidir en la realidad para transformarla en su
favor. Este informe busca ser un aporte a tal objetivo.
6
In tr o d u cció n
Este es el segundo informe sobre la cuestión alimentaria en la Sabana que
presenta la Corporación Cactus. En el primero se presentó el problema
de la alimentación a escala mundial, en Colombia y en la Sabana,
concentrándonos particularmente en el problema nutricional y expresando
que la alimentación debe ser entendida como un proceso que va desde la
producción, al intercambio, la transformación, y el consumo hasta llegar al
aprovechamiento biológico que hacemos de los alimentos.
En el presente informe analizamos los usos de los suelos, la producción
de alimentos y la propiedad de la tierra en tres apartados distintos con
propósitos analíticos, pero de ello no debe inferirse que los tres fenómenos
sean independientes, pues su relacionamiento e interdependencia explican
por qué la alimentación en la Sabana está en riesgo.
Como se verá en adelante, sólo el ocho por ciento de la tierra de la Sabana
se utiliza para sembrar comida, la planeación territorial viene dando la
espalda a la crisis alimentaria por la que atraviesa esta región que suple sus
necesidades alimentarias importando alimentos, a pesar de tener tierra, la
capacidad y la gente para producirlos, en mejores condiciones y con la no
despreciable ventaja de asegurar la soberanía. Por su parte y en contra de
la seguridad, autonomía y soberanía alimentarias, la tierra en la Sabana se
utiliza para lo que sea más rentable y se ajuste a intereses trasnacionales.
El texto aquí presentado es el resultado del análisis de los planes de
ordenamiento territorial y los planes de desarrollo de los municipios de
la Sabana, así como del análisis de información estadística oficial y de
diversos textos que han contribuido a la importante tarea de pensar el
territorio y la región. Pese a ello debe ser entendido como un aporte, sin
duda, aun insuficiente.
7
Foto: Chircales en la Sabana de Bogotá - Corporación Cáctus
1.
Usos de la tierra en la
Sabana de Bogotá
9
Uso s d e l su e lo
La Sabana de Bogotá en las últimas décadas ha sufrido cambios drásticos
en lo que se refiere a la destinación productiva de sus suelos. Para muchos
el factor de mayor influencia en los cambios actuales es el proceso de
metropolización de Bogotá que no es nuevo, pero que se ha intensificado.
En 1954 por decreto presidencial y dado el efectivo crecimiento expandido
de la ciudad, Bogotá absorbió a los entonces municipios de Usme, Bosa,
Fontibón, Engativá, Usaquén y Suba. El crecimiento expandido de la
ciudad continuó su curso, según estudiosos del urbanismo por ausencia
de planificación efectiva y con una innumerable lista de factores que
empujaban la concentración poblacional en la capital.
Hoy se encuentran conurbaciones de Bogotá con los municipios aledaños,
el caso más caótico es el del municipio de Soacha pero los casos de Chía,
Cota, La Calera, Mosquera y Funza también salen a la luz. Ha surgido
una variada cantidad de formas de entender y planificar el fenómeno,
dentro de ellos vale destacar la propuesta de área metropolitana, región
capital, región central y ciudad región Bogotá Cundinamarca. Tensiones
entre conceptos como desarrollo concentrado y desarrollo desconcentrado,
desarrollo endógeno, desarrollo urbano regional entre otros. Pese a que las
propuestas son variadas, estamos lejos de un consenso en torno a la forma
más adecuada de resolver los problemas, entre otras razones, porque no
compartimos criterios de análisis que nos permitan explicar la realidad.
La realidad urbana indicaría que el crecimiento desordenado es una
característica, es decir, que se trata de un desorden relativo en la medida
en que dicha forma urbana obedece a una forma particular de acumulación
de capital en este territorio. El análisis de los cambios de uso del suelo
tiene principios geográficos que permiten entenderlos. Un principio que
debemos considerar “es la necesidad del capital de superar todos los límites
geográficos a su acumulación”1. En este sentido, podemos entender los
cambios en los usos del suelo, derivados o no del crecimiento expandido
de la capital, como la tendencia que lleva a introducir el territorio de
la Sabana --como suelo, en sus usos y en sus recursos-- en procesos de
acumulación de capital.
1
HARVEY DAVID. El enigma del capital y las crisis del capitalismo. Pág. 131
Foto: Calle en el municipio de Sibaté. Archivo Corporación Cactus
11
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Dicha tendencia conjuga “acciones público-privadas” por iniciativa de
grupos empresariales que ven en la Sabana la oportunidad de mantener
un crecimiento sostenido de la economía --de su economía--, mediante
la desposesión de las comunidades y los pequeños propietarios y la
destrucción de los ecosistemas apoyados incluso con estrategias de
atracción de inversión extranjera.
La Sabana hoy tiende a urbanizarse, existen efectivos procesos de
segregación socio-espacial, se ocupan tierras fértiles para el asentamiento
de bodegas de almacenamiento de mercancías que serán exportadas o
guardadas con fines especulativos, se utilizan los cerros estratégicos para
la explotación de minerales, se disminuye la producción de alimentos
para el autoconsumo, se localizan en el territorio zonas francas y clusters
empresariales, se cambian los planes de ordenamiento territorial de
acuerdo a los intereses del negocio inmobiliario y de otros intereses, se
utiliza la mayor parte del territorio para praderas pese a que el sector
lechero está en crisis, entre otros fenómenos que en adelante expondremos
pormenorizadamente. Cuando se habla de que la Sabana sea una región
competitiva, se está afirmando que se quiere un territorio de explotación
intensiva de los recursos naturales ˗-sin que importen los daños
medioambientales--, con mano de obra sobreexplotada y plataforma del
comercio internacional, de manera que los capitales se reproduzcan de la
manera más acelerada posible.
Este apartado muestra algunas generalidades preocupantes frente a los
actuales usos de los suelos de la Sabana y cuya comprensión puede aportar
a las organizaciones sociales en la búsqueda de alternativas.
Tendencias urbanas
La urbanización
La Sabana de Bogotá es uno de los territorios más estudiados de nuestro
país. Sin duda el estudio socio-territorial más completo fue el realizado
por la Universidad Nacional y el SENA dirigido por el profesor Gustavo
Montañez Gómez, titulado ¿Hacia dónde va la Sabana de Bogotá?,
publicado en 1994.
12
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Ya para éste momento el estudio indicaba que:
[...] la región hoy muestra la tendencia a abandonar la actividad
agrícola tradicional, a la especialización en un nuevo tipo de
producción agroindustrial destinada al mercado externo y a la
conversión en praderas de sus mejores tierras con propósitos de
especulación inmobiliaria previa a la urbanización y a la suburbanización suntuosa o precaria en sus parajes montañosos y de
planicie2.
La realidad actual indicaría que el estudio fue realizado con suma
rigurosidad, pues eso es lo que está pasando. El área de frontera agropecuaria
y las áreas urbanas siguen creciendo en detrimento de los ecosistemas
estratégicos, la localización de industrias y agroindustrias se posicionan en
los corredores más importantes que atraviesan los municipios de la región
y la utilización de las tierras más fértiles para praderas, la localización de
vivienda y megaproyectos para la exportación son una realidad. Esto ha
sido un proceso permanente de desposesión, escandaloso en los casos de
Mosquera con la localización de la zona franca propiedad de los hijos de
Álvaro Uribe así como en el de Facatativá con permanentes modificaciones
al POT empujadas por la industria inmobiliaria. En otros casos el fenómeno
es silencioso pero común a toda la Sabana.
Gráfico 1. Usos del suelo según Planes de Ordenamiento Territorial
municipales - Sabana sin Bogotá
Fuente datos: Planes de ordenamiento territorial. Elaboración propia
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA y SERVICIO NACIONAL DE
APRENDIZAJE. ¿Hacia dónde va la Sabana de Bogotá?: Modernización, conflicto,
Ambiente y Sociedad. Bogotá: SENA, 1992.pág. 103.
2
14
Uso s d e l su e lo
Como lo indica la gráfica, el 3 por ciento del territorio sabanero es urbano,
esto equivale a 12.164,56 hectáreas. Pese a que el área es minoritaria
en relación con la extensión territorial, existen procesos de expansión
urbana registrados en los planes de ordenamiento territorial como zonas
suburbanas y zonas de expansión urbana, a ellas corresponde un área de
2.757,83 y 2.031,82 hectáreas respectivamente.
El crecimiento urbano de la Sabana de Bogotá se caracteriza por ser
extendido e informal. Los casos de Soacha, Sibaté y Mosquera son los más
notorios, pues en estos municipios el área urbana supera el 10 por ciento
del territorio municipal. Chía por su parte también se ha caracterizado por
su crecimiento urbano sobre todo en la última década; en este municipio el
área urbana representa el 8,25 por ciento del territorio municipal.
Urbanización precaria en el municipio de Soacha
Foto: Archivo Corporación Cactus
15
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
El aumento de las áreas urbanas está ligado a procesos migratorios.
Según el censo realizado por el DANE en el 2005 el 79,92 por ciento de
la población de la región sabanera habita en las cabeceras municipales
mientras que el 21,31 habita en el área rural. El crecimiento poblacional de
la Sabana es histórico y puede decirse que una gran oleada migratoria fue
marcadaporlallegadadelaindustriaflorícolaenladécadade1960.Sin
embargo a partir de la década de 1980 se registra un crecimiento constante
quepuedeexplicarsepordosvariablesfundamentales:laintensificación
delconflictoarmadoquehacequemillonesdepersonassedesplacenal
interior del país y la expulsión de población de la capital hacia la Sabana.
Gráfico 2. Evolución de la población de la Sabana
sin Bogotá 1964-2005
Fuente datos 1964-1990 ¿Hacia dónde va la Sabana de Bogotá?. Datos 2005: Censo DANE. Elaboración
propia
De manera que la Sabana está recibiendo cada vez más personas en
sus cabeceras municipales. La migración de la población desde Bogotá
es empujada mayoritariamente por la industria inmobiliaria por la
vía de la oferta, pues el suelo urbano de la capital aumenta su valor y
se venden soluciones habitacionales con menos área y mayor precio al
interior de la ciudad de Bogotá comparativamente. Se trata de procesos
de desplazamiento por costo de vida y en los que los grandes ganadores
sonlasfirmasinmobiliarias,puesparalosmunicipiosestosolorepresenta
una carga considerable para sus presupuestos ya que deben invertir en la
infraestructura necesaria para los nuevos proyectos urbanísticos.
16
Uso s d e l su e lo
Conjunto de viviendas vía Cajicá
Foto: Archivo Corporación Cactus
Además de ser extendido e informal, el crecimiento urbano en la Sabana
expresa un contraste entre la opulencia y la miseria en procesos de
segregación socio-espacial. Las familias y comunidades desplazadas por
la violencia económica y política, se ubican en zonas de alto riesgo. En
2009, se lanzó una alerta en el municipio de Soacha, pues más de 4.500
familias de Altos de Cazuca y Altos de la Florida debieron reubicarse
tras un deslizamiento que sepultó 17 casas construidas informalmente.
Las mejores tierras están siendo ocupadas por proyectos urbanísticos de
altísimo costo mientras que los y las desposeídas son arrojados a su propia
suerte. Esto espacialmente en las zonas urbanas de la Sabana es visible en
municipios como Madrid, Facatativá, Zipaquirá y Chía entre otros.
17
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
División general de los usos del suelo en la Sabana de Bogotá
Municipio
Bojacá
Cajicá
Chía
Chocontá
Cogua
Cota
El Rosal
Facatativá
Funza
Gachancipá
Guasca
Guatavita
La Calera
Madrid
Mosquera
Nemocón
Sesquilé
Sibaté
Soacha
Sopo
Subachoque
Suesca
Tabio
Tenjo
Tocancipá
Villapinzón
Zipaquirá
%
Área urbana
%
Área rural
%
Área
suburbana
% Área
expansión
urbana
0,4673
5,8476
8,2546
0,4782
0,467
2,6491
0,963
98,9272
93,8167
90,127
99,4971
99,4748
97,3508
98,6675
0,5063
0
1,4209
0
0
0
0,3694
0,099
0,3355
0,1972
0,0245
0,0581
0
0
3,1954
5,7142
1,3504
2,5433
2,7658
0,45553
6,224
11,9762
0,6236
2,773
13,4554
11,927
0,9506
0,0765
2,2
0,691
1,8518
0,8434
0,1967
4,0609
95,8265
91,7344
97,3867
97,4566
97,2341
99,5444
93,7759
69,6285
99,2296
97,2269
86,3949
87,4762
98,6367
99,9234
97,8
99,3089
98,1481
99,1565
97,5906
88,6446
0,0771
0
0,8221
0
0
0
0
14,8571
0
0
0
0,0379
0
0
0
0
0
0
1,8657
2,2944
0,9008
2,5512
0,4407
0
0
0
0
3,5381
0,1466
0
0,1496
0,5584
0,4125
0
0
0
0
0
0,3468
5
Fuente datos: Planes de Ordenamiento Territorial, diagnósticos municipales e IGAC.
Cálculo: elaboración propia
18
Uso s d e l su e lo
Los municipios más densamente poblados son los del eje sur occidental.
Las que hemos llamado cabeceras subregionales, es decir, Facatativá y
Zipaquirá, se han destacado históricamente por concentrar a la población
de la Sabana. Según el censo de 2005 estos dos municipios tenían más de
cien mil habitantes. Pese a ello Soacha es el municipio más densamente
poblado (concentra el 39,63 por ciento de la población urbana de la región,
sin Bogotá); con todo, Mosquera ha registrado tasas de crecimiento
superiores a la de Soacha. Por su parte, Madrid y Funza han recibido
grandes cantidades de población y proyectos urbanísticos del tamaño de
Hacienda Casa Blanca y localización de bodegas completando al eje
occidental como el área con mayor densidad poblacional de la región.
Barrio Cartagenita en Facatativá
Foto: Archivo Corporación Cactus. 2014
19
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Bodega para almacenamiento en el municipio de Funza
Foto: Archivo Corporación Cactus
El mapa (ver página siguiente) indica la distribución porcentual de la
población urbana total en la Sabana (sin Bogotá). La tendencia a la
urbanización de la Sabana es una realidad que no parece detenerse. En
Facatativá se convocó un cabildo abierto para el 27 de junio de 2014 cuyo
tema fue la incorporación al perímetro urbano de veintitrés hectáreas
para localizar proyectos de vivienda de interés social. El evento tuvo
una mecánica que impidió la participación de la comunidad y finalmente
apenas si fue una validación formal, pues el proyecto se desarrollará a pesar
de las intervenciones de la comunidad que apuntaban a que el proyecto
era inconveniente y amenazaba el equilibrio ambiental, particularmente
hídrico. Detrás de dicho proyecto se encuentra la constructora Amarilo.
Las modificaciones a los planes de ordenamiento territorial para ampliar
las zonas urbanas son pan de cada día. De esta manera, la industria
inmobiliaria incorpora el suelo urbano o la urbanización del suelo rural a
dinámicas intensas de mercado y especulación.
20
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Pese a que se trata de un problema de enorme calado, no es el único en
lo que se refiere al uso del suelo. En el área rural se consolidan algunas
tendencias y aparecen nuevas como veremos más adelante.
Tendencias rurales
Las praderas
A pesar de que la Sabana de Bogotá cuenta con suelos sumamente ricos y
gran cantidad de superficie con vocación agrícola, la mayor parte del suelo
rural está destinada a la producción de pastos. De otra parte, la ocupación
del suelo para la producción de flores sigue siendo importante y la minería
se posiciona generando lo que podría llamarse un ecocidio del cual no se
alcanzan a medir sus consecuencias.
A finales de la década de 1980 el área en pastizales crecía y el campesinado
había logrado expandir la frontera agrícola desplazándose a áreas de ladera
y montaña. La tendencia al crecimiento del área en pastos continuó su curso
hasta hoy al punto que desde 1960 hasta el 2011 se incorporaron 139.738
hectáreas nuevas a la producción de pastos, esto equivale al área municipal
de Soacha, Subachoque, Suesca, Tabio, Tenjo, Tocancipá, Villapinzón y
Zipaquirá juntos.
A pesar de que el sector ganadero es dinámico en la Sabana de Bogotá,
no podría inferirse que el incremento de la tierra destinada a praderas
obedece al espectacular momento por el que pase la producción de leche
o de carne. Por el contrario, los tratados de libre comercio y el modelo
económico adoptado dirigido a la internacionalización de la economía,
desincentivan la producción pecuaria. La importación de suero lácteo ha
generado pérdidas económicas y violaciones del derecho a la alimentación,
como la decisión de las haciendas de botar la leche para impedir la caída
de los precios. De manera que la tendencia a la praderización se explica
como una variable importante por la especulación del suelo y la estructura
tradicional de propiedad de la tierra.
22
Uso s d e l su e lo
Grafico 3. Evolución uso agrícola y pecuario: 1960-2011
300.000 Hectáreas 250.000 200.000 150.000 100.000 50.000 -­‐ PECUARIO 1.960 108.151 1.970 175.644 1.989 229.152 1.996 190.559 2.011 252.655 AGRICOLA 66.519 55.830 23.798 18.323 20.798 Fuente datos: Secretaria de agricultura de Cundinamarca. Elaboración propia.
El área de praderas ha aumentando más de 200 por ciento en los últimos 50
años mientras el área dedicada a la producción de alimentos ha disminuido
en 30 por ciento equivalente a 45.721 hectáreas, en el mismo periodo. Hoy
la Sabana presenta una tendencia a abandonar no solo la actividad agrícola
tradicional sino la actividad agrícola en general.
Praderas mejoradas en el municipio de Gachancipá
Foto: Archivo Corporación Cactus
23
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Sin embargo, no sucede lo mismo en todos los municipios de la Sabana. Los
municipios de borde urbano con respecto a Bogotá a excepción de Chía,
a saber: La Calera, Cota, Funza, Mosquera y Soacha destinan menos área
para las praderas con respecto a los municipios más alejados de la capital.
Sin embargo puede afirmarse que todavía la región es mayoritariamente
pradera y se caracteriza por la concentración de la tierra.
Las tierras en las que se ubican las praderas son al tiempo los suelos
más ricos y con mayor vocación agrícola. En la Sabana, los municipios
con suelos de aptitud alta o muy alta para la agricultura son Nemocón,
Gachancipá, Tocancipá, Sopó, Cajicá, Chía, Tenjo, Cota, Funza, Madrid,
Bojacá y Facatativá. Estos municipios usan en promedio 57,25 por ciento
de sus tierras para pastos.
De otra parte llama la atención que en municipios que cuentan con zonas
de montaña y páramo las praderas se extiendan. Existe un conflicto en la
actualidad en lo que se refiere a los usos de suelo en las zonas de páramo.
Las entidades administrativas en sus informes han buscado señalar y
culpar al campesinado del daño a los páramos, pues estas zonas deben ser
protegidas estratégicamente para garantizar abastecimiento de agua y según
su criterio allí no deben producirse alimentos. El informe de resultados de
la encuesta experimental en altitudes superiores a los 3000 metros sobre el
nivel del mar, publicado en el 2009 muestra que en el páramo de Guerrero
el 41,9 por ciento del área total de páramo está siendo utilizado para la
actividad pecuaria.
De otra parte, la expansión de las áreas de pradera en las zonas con mayor
vocación agrícola y la urbanización de la Sabana vienen desplazando a
la actividad agrícola a zonas de ladera y montaña, de manera que son los
ganaderos, mayoritariamente, los responsables del daño ambiental en las
zonas de páramo (ver gráfico 4 en la siguiente página.)
24
Uso s d e l su e lo
Gráfico 4. Porcentaje área dedicada a pastos en relación
con el área total del municipio.
100 90 80 70 60 50 40 30 20 Tabio cogua tenjo Sesquilé Chocontá Sopo Subachoque Chia Facatativá Guasca nemocon Suesca Gachancipá villapinzon Bojaca El Rosal Cajicá Sibaté Madrid La calera Funza Mosquera Zipaquirá Guatavita Tocancipá Cota 0 Soacha 10 % ÁREA PASTOS Fuente datos: Secretaría de agricultura de Cundinamarca - Evaluaciones Agropecuarias 2011 y POT
municipales. Elaboración propia.
LamineríaseafirmaenlaSabana
Pese a que el uso del suelo para pastos es importante y por lo menos en los
últimos 70 años lo ha sido, las políticas actuales centradas en la exportación
y el auge de la locomotora minera así como de las políticas de inversión
extranjera de los gobiernos de Álvaro Uribe han incentivado la explotación
minera en la región con altísimos costos ambientales.
Cundinamarca aporta significativamente en la explotación de minerales.
Según datos del Unidad de Planeación Minero Energética (UPME),
Cundinamarca en el 2011 aportó a las exportaciones de carbón con un total
de 917.250 toneladas. Dicha actividad de explotación viene creciendo y
desde 1998 registra un crecimiento anual de 13.000 toneladas promedio
(vergráfico5enlasiguientepágina)
En realidad, la información en torno a la magnitud y los efectos de las
minas de carbón en cada uno de los municipios es poca, si se compara con
el volumen de estudios publicados desde el 2001 (año en que el acuerdo de
voluntades para el desarrollo regional fue realizado) en torno al desarrollo
económico regional.
25
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Minería de carbón en el Páramo de Guerrero
Foto: Archivo Corporación Cactus
26
2011 2010 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1000 900 800 700 600 500 400 300 200 100 0 1998 Miles de Toneladas Gráfico 5. Carbón exportado por Cundinamarca
Uso s d e l su e lo
En la Sabana de Bogotá en el 2011, se extrajeron 136.931 toneladas en
ocho municipios. La producción de carbón ha sido relativamente sostenida
como lo indica la tabla que se presenta en la página 28.
La Sabana no ha sido ajena a la tendencia creciente de la explotación
de minerales y estos se explotan principalmente en zonas de montaña
(Zipaquirá, Cogua, Guatavita, Suesca y Subachoque) afectando las cuencas
hídricas y la sostenibilidad ambiental de la región.
Según el Servicio Geológico Colombiano, en enero de 2012 en la Sabana
de Bogotá se explotaban 23 materiales mineros y se contaba con un total de
385 títulos mineros vigentes. Los materiales más explotados son carbón,
arcilla, materiales de construcción y sal.
Con respecto a esta última existen minas en los municipios de Zipaquirá,
Nemocón y Sesquilé. Los volúmenes de producción de Zipaquirá han
disminuido drásticamente en contraste con el aumento intensificado de
producción de sal en el municipio de Sesquilé, que en el 2011 produjo
475.555 toneladas de sal.
El diagnóstico de Sesquilé realizado por la Alcaldía municipal examinaba
los efectos ambientales de la minería:
En Sesquilé el desarrollo minero debe ser examinado y ajustado
a su vocación principal, de protector y productor de agua,
estableciéndose claramente que la prioridad e interés general del
municipio es la protección ambiental. Por lo tanto la explotación
minera deberá aplicar los requerimientos de sostenibilidad
ambiental en el territorio municipal en especial aquellas que se
ubican sobre las fuentes que sirven a la cuenca de Sisga, Siecha
y Bogotá.
Sin embargo, la producción de sal y otros minerales sigue intensificándose
por encima de las consideraciones ambientales. El comportamiento de la
producción de sal desde el 2003 se presenta en la gráfica 6 (ver en la página
29)
Las estrategias de desarrollo endógeno de las que habla Fedesarrollo y
la Comisión Regional de Competitividad Bogotá-Cundinamarca plantean
elevar la productividad de los municipios fortaleciendo los sectores
productivos más importantes en cada territorio, se traducen en una
27
28
510
805
50
24.070
0
0
28.581
119.675
Guatavita
Nemocón
Subachoque
Suesca
Tabio
Villapinzón
Zipaquirá
Total
189.281
41.136
8.913
0
56.838
2.857
2.555
3.413
73.565
2007
170.917
60.066
7.322
0
27.054
1.331
3.148
8.612
63.380
2008
148.205
40.853
2.821
0
44.579
1.208
950
8.850
48.941
2009
Año
172.939
41.167
9.314
357
47.633
6.504
2.827
8.579
56.556
2010
169.686
52.189
1.855
0
33.473
10.505
3.628
12.411
55.623
2011
Fuente: 2004 - 2011 INGEOMINAS; 2012 en adelante el Servicio Geológico Colombiano. Elaboración Propia
65.658
2006
Cogua
Municipio
Volumen anual de producción de carbón por municipio en toneladas
136.931
49.402
429
0
11.847
16.586
200
10.963
47.502
2013
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Uso s d e l su e lo
Gráfico 6. Producción de sal en los municipios de la Sabana
(Toneladas por año)
Fuente datos: IFI Concesión Salinas (2003-2008); INGEOMINAS (2008 - 2011)
Servicio Geológico Colombiano (2012 en adelante). Elaboración propia.
especialización y espacializacion de la actividad minera, lo que genera una
mayor carga en impactos ambientales para cada municipio.
En la Sabana la explotación de materiales de construcción se encuentra
concentrada en Bogotá, Soacha, Tocancipá y Mosquera. Para este caso
vale resaltar que Soacha cuenta con el 26 por ciento de los títulos mineros
otorgados para la explotación de materiales de construcción en la región,
lo que lo posiciona como el municipio donde se han otorgado la mayor
cantidad de títulos para este tipo de explotación.
La arcilla se explota principalmente en el municipio de Nemocón en donde
se concentra el 58 por ciento de los títulos otorgados de la región para la
explotación de este material. También resaltan los casos de Cogua, Soacha
y Bogotá en donde también se localizan minas de arcilla.
Una mirada general ubicaría con preocupación a Soacha, Cogua,
Zipaquirá, Sesquilé, Bogotá y Nemocón como los municipios mineros por
excelencia, esto sin menospreciar el altísimo impacto que han generado las
explotaciones de carbón en el municipio de Subachoque.
29
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Explotación de arenas en el municipio de Mosquera
Foto: Archivo Corporación Cactus
Minería en la vereda El Olivo del municipio de Cogua
Foto: Archivo Corporación Cactus
30
Uso s d e l su e lo
En conclusión, la minería se constituye en una nueva tendencia en materia
de usos del suelo en la Sabana. Entre 2012 y 2013 se otorgaron veintidós
nuevos títulos mineros, cinco para la explotación de arcilla, once para
materiales de construcción y siete para la explotación de carbón. Diez de
ellos fueron otorgados para explotación de materiales de construcción y
arcilla en el municipio de Nemocón.
Pese a que este panorama es alarmante puede serlo aun más, pues en
Cundinamarca la minería ilegal es mayoritaria y se presentan nuevas
solicitudes para explotación minera en la Sabana permanentemente. Hoy
es más fácil preguntarse en qué municipios de la Sabana no hay minería.
Según información de la Agencia Nacional de Minería en 24 de los 28
municipios de la Sabana hay explotación minera (ver mapa).
Hay que subrayar que la minería urbana es un fenómeno que padecen
las clases populares de la región en una auténtica manifestación de
discriminación ambiental. Las clases populares han sido obligadas a
localizarse en zonas periféricas de las ciudades, en principio, desprovistas
de rentabilidad. La minería ha llegado a dichas zonas poniendo en riesgo
las viviendas y la vida de las personas, fenómeno que es evidente en Soacha
y Ciudad Bolívar al sur de Bogotá, pero también en Tocancipá y Zipaquirá
en zonas pobladas por sectores populares que son desplazados una vez
más por el modelo económico adoptado, pues las canteras ponen en riesgo
la estabilidad de los suelos y la salud de las comunidades, en tanto que el
transporte de materiales de la minería destruye la malla vial, sin que haya
proporción entre los impuestos pagados y los daños causados (ver foto 9
en la página 32).
La floricultura como tendencia en el uso del suelo rural
La Corporación Cactus en diferentes piezas comunicativas3 ha denunciado
las violaciones a los derechos laborales particularmente de las mujeres
Para mayor ilustración puede dirigirse a www.cactus.org.co, en donde hay
disponibles al respecto las revistas Cactus nº 23, 24, 25, 26, 27, 28 y 29, así como
los distintos Informes Sobre la Floricultura Colombiana. De otra parte existen piezas
audiovisuales como “Los hijos e hijas de las flores” disponibles en www.youtube.
com, en donde se observan algunos de los impactos sociales de la industria de la
floricultura en Colombia.
3
31
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Aguas contaminadas, municipio de Madrid
Foto: Archivo Corporación Cactus
Jardines de los Andes (empresa de flores)
Municipio de Madrid
Foto: Archivo Corporación Cactus
32
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
trabajadoras de la floricultura, pero también, los efectos sociales que viene
generando en las familias y la composición social sabanera.
Frente a esto último se ha denunciado la problemática de los “hijos e hijas
de las flores”. Existen en la Sabana generaciones de niños y niñas que han
crecido sin el acompañamiento de sus madres y padres de familia, como
consecuencia de las extensas jornadas laborales a que es sometida la clase
trabajadora de la floricultura, particularmente en temporada.
De otra parte, la floricultura demanda enormes cantidades de agua para
el riego. Ésta se extrae del subsuelo, lo que genera enormes impactos
ambientales pues afecta el equilibrio hídrico. Sin embargo, los municipios
no reciben ningún pago de la floricultura como consecuencia de la
extracción de agua.
Además, la producción de flores cortadas para la exportación requiere de
grandes cantidades de productos químicos que por la vía de la aplicación
directa, llegan al subsuelo contaminando los suelos y haciéndolos infértiles
en el mediano plazo.
La floricultura es un renglón importante en las exportaciones colombianas.
El DANE informa que en 2013 se exportaron 81,6 millones de dólares. Poco
más del 75 por ciento de las exportaciones de flores tienen como destino
los Estados Unidos. Según Asocolflores, en el 2012, esta agroindustria
generó cerca de 80 mil empleos directos y 50 mil indirectos, en ambos
casos precarios. La mano de obra es mayoritariamente femenina, pues
según el censo de fincas productoras de flores realizado por el DANE el 61
por ciento de la mano de obra es femenina. En la Sabana se localiza el 70
por ciento de la producción total de flores colombianas, con presencia en
26 municipios.
Según el censo de fincas productoras de flores en la Sabana hay 525 fincas
productoras de flores que ocupan un área total de 9.202 hectáreas, que se
concentran en Madrid, Chía, El Rosal, Facatativá, Funza y Tocancipá4,
GONZÁLEZ, Erika. Las mujeres en la industria colombiana de las flores. Madrid:
Paz Con Dignidad, Informe OMAL nº 11. 2014.
4
34
Uso s d e l su e lo
destacándose el municipio de Madrid donde la producción de flores ha sido
determinante de la migración poblacional, pues según Françoise Dureau,
En el territorio de Madrid, municipio situado a 29 Kilómetros
al occidente de Bogotá, las praderas fueron progresivamente
cediendo espacio a los cultivos de flores en invernadero. La
dinámica de origen industrial iniciada en Madrid en los años 1950,
vino a ser sustituida por la floricultura, que emplea actualmente
siete veces más trabajadores que el sector industrial propiamente
dicho en Madrid5.
En Madrid, la expansión de la floricultura ha generado modificaciones
en el uso del suelo rural y urbano como consecuencia de la atracción de
población, pues “al tiempo que las explotaciones de floricultura limitan la
expansión de la cabecera municipal, esta actividad atrae importantes flujos
migratorios de campesinos generando un crecimiento especialmente rápido
de la población: seis por ciento entre 1985 y 1993”6. Así han aparecido
barrios propiamente obreros y procesos de sub-urbanización precaria en
las zonas periféricas al occidente del casco urbano.
En Madrid existen 73 fincas productoras de flores que ocupan un área
de 1.675 hectáreas, cifra que representa el 15 por ciento del área rural
municipal, lo que implica que en este municipio el problema ambiental
es particularmente grave, pues sus suelos han recibido por décadas y
de manera constante los fungicidas, herbicidas y productos químicos
utilizados por la floricultura. Madrid tuvo su primer cultivo de flores en la
década de 1960.
Una mirada regional arrojaría que la floricultura ocupa el 2 por ciento del
área rural de la región, mucho más que el área ocupada por la producción
de cultivos permanentes.
DUREAU, Françoise et al. Metrópolis en movimiento: Una comparación
internacional. Bogotá: Editorial Alfaomega 2002.
6
Ibid. Pág 33.
5
35
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Área y cantidad de Fincas Productoras de Flores (FPF)
en la Sabana de Bogotá
36
Municipio
Área FPF has
Cantidad de fincas
Bogotá
Bojacá
Cajicá
Chía
Cogua
Cota
El Rosal
Facatativá
Funza
Gachancipá
Guasca
Madrid
Mosquera
Nemocón
Sesquilé
Sibaté
Soacha
Sopo
Suesca
Tabio
Tenjo
Tocancipá
Zipaquirá
Otros
337
219
225
416
88
226
997
806
553
170
184
1675
362
359
200
83
143
401
324
117
305
760
140
112
13
15
27
52
11
21
34
35
18
10
22
73
20
24
10
6
4
25
18
14
22
31
12
8
Fuente: DANE 2010. Elaboración propia
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Cuando la participación es cuento
El Ordenamiento Territorial y los intereses
de la industria de la construcción
Viviendas en el municipio de Facatativá
Foto: Archivo Corporación Cactus
En 2014, la población de Facatativá conoció lo que sería el tercer proyecto
de vivienda de interés social y prioritario en menos de diez años. En esta
ocasión, por medio del Acuerdo 14 del 2014 del Concejo Municipal de
Facatativá, se propone la construcción de tres mil setecientas viviendas en
predios que corresponden a la vereda Mancillas.
Fundamentado en el artículo 47 de la Ley 1537 de 2012 el actual alcalde,
Luis Orlando Buitrago Forero, solicitó la modificación e incorporación al
perímetro urbano de Facatativá, de una superficie de 231.363,95 metros
cuadrados con destino a vivienda de interés social y prioritario que hacen
parte de los procesos de urbanización y verticalización de la vivienda en
38
Uso s d e l su e lo
la Sabana de Bogotá. Dichos proyectos no contemplan la capacidad de
respuesta ambiental y social de los municipios como tampoco, el uso y
destinación de un suelo que, venía siendo fuente de empleo y sustento
alimenticio de sus pobladores.
El artículo mencionado faculta al alcalde para modificar el uso del territorio
y el Plan de Ordenamiento Territorial -POT- sin el desarrollo previo de los
trámites de concertación y consulta:
[…] A iniciativa del Alcalde municipal o distrital podrán
incorporar al perímetro urbano los predios localizados en suelo
rural, suelo suburbano y suelo de expansión urbana requeridos
para el desarrollo y construcción de Vivienda de Interés Social
y Vivienda de Interés Prioritario, mediante el ajuste del Plan de
Ordenamiento Territorial, que será sometida a aprobación directa
del Concejo municipal o distrital, sin la realización previa de los
trámites de concertación y consulta previstos en artículo 24 de la
Ley 388 de 1997.”
Frente a esta situación es preciso señalar algunas preocupaciones que
despiertan no solo las facultades de las alcaldías municipales sino los
procesos por medio de los cuales se está ordenando el territorio en la
Sabana. La población de la vereda Mancillas y en general de Facatativá
se ha pronunciado frente a lo que más que un proceso de concertación
o consulta, fue un proceso de información mediante el mecanismo de
Cabildo Abierto.
Una primera preocupación que aunque sencilla nos cuestiona frente
a los procesos políticos de participación y ordenamiento territorial en
el país. ¿Es posible que dichos procesos de participación, consulta y
concertación, mediante los cuales supuestamente se construyen los planes
de ordenamiento territorial, sean cuestionados, anulados y neutralizados
por decisiones de los débiles gobernantes de turno? ¿Aún más, cuando
por medio se encuentran poderosas constructoras como fue en este caso la
empresa Amarilo, que ha hecho de la vivienda de interés social la fuente
para acrecentar su riqueza?
Los POT son en esencia instrumentos de planificación territorial a mediano
y largo plazo, de carácter técnico, normativo y político que se construyen
e implementan, con el propósito de romper la sujeción del ordenamiento
39
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
de los municipios y regiones a las dinámicas de división e inestabilidad
del poder político, para conectarlas en cambio con las particularidades y
características ambientales, regionales, culturales y geográficas de cada
territorio. En este sentido el profesor Carlos Alberto Torres Tovar7 señala:
Con la nueva figura de planeamiento introducida por la ley,
a través de los Pot, el cambio principal busca incorporar el
territorio como factor de desarrollo, tratando de armonizar su
ordenamiento con objetivos de desarrollo social, económico y
ambiental. Implica reconocer y dar importancia a factores como:
el papel creciente de las ciudades y los sistemas urbanos; los
objetivos sociales, económicos y ambientales, que hagan realidad
la trasformación del medio físico, el medio ambiente y la oferta
de condiciones de habitabilidad; el uso racional, equitativo y
sostenible del territorio que demanda la concertación de objetivos
y la previsión de acciones a mediano y largo plazo […]8
De acuerdo con la Ley 388 de 1997 por medio de la cual se reglamenta el
Ordenamiento Territorial, los POT deben hacerse con la información de la
elaboración de un diagnóstico técnico complementada con la suministrada
por quienes conocen y viven la realidad del municipio día a día, y debe
ser el resultado de un proceso de participación y concertación con todos
los actores involucrados. Entre los cuales se encuentran tres grupos en
particular: actores públicos, actores privados y los actores comunitarios.
Tal y como lo señala la dirección de desarrollo territorial del Ministerio
de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial en la Serie de planes de
ordenamiento territorial: “Un POT es en esencia, el pacto social de una
población con su territorio.”
Reconocer un artículo como el 47 de la Ley 1537 de 2012 que faculta a
los Alcaldes a su iniciativa a modificar la destinación del suelo “sin la
realización previa de los trámites de concertación y consulta previstos
en artículo 24 de la Ley 388 de 1997. […]”, es reconocer que existe un
mecanismo abiertamente inconstitucional por anular la participación
Arquitecto, magister en urbanismo. Profesor Asociado. Escuela de Arquitectura y
Urbanismo Facultad de Artes. Universidad Nacional de Colombia.
8
TORRES TOBAR, Carlos. Bogotá: Simultaneidad de trasformaciones y contrastes
urbanos. En: Ciudades: Revista del Instituto Universitario de Urbanística de la
Universidad de Valladolid, 2005.
7
40
Uso s d e l su e lo
de la comunidad en una decisión trascendental como es el cambio de la
destinación del suelo y la construcción conjunta del ordenamiento sobre
su territorio.
Además, hay un segundo aspecto a considerar. La participación es reducida
a un proceso de información, nunca de toma de decisiones. Fue el caso del
Cabildo Abierto del pasado 27 de Junio de 2014 en Facatativá. A él fueron
convocadas algunas personas de la comunidad de Mancillas.
El “cabildo abierto” se define como un mecanismo de participación
democrática ciudadana consagrado en el capítulo IV de la Constitución
Política de Colombia de 1991 y reglamentado por la Ley 134 de 1994,
el cual, se realiza con el propósito de discutir, refrendar o dar a conocer
puntos de vista divergentes o no, sobre asuntos relacionados con asuntos
públicos.
Sin embargo quisiéramos señalar que los cabildos abiertos no son escenarios
en que sus resultados sean decisiones vinculantes y son mecanismos de por
sí dispendiosos para los y las habitantes del común, en donde, entre otras
cosas se estima una inscripción previa al desarrollo del cabildo en el que
cada persona que piense intervenir debe presentar un resumen escrito de su
intervención. Y, por medio del cual, para este caso en particular, se realizó
como un mecanismo que informaba a la comunidad las decisiones que ya
habían sido tomadas respecto de la construcción del proyecto de vivienda
a cargo de la empresa Amarilo.
Ahora bien, habitantes de la vereda Mancillas, en particular desde la
organización social “Grupo Mancillas”, que participaron en el Cabildo,
expresaron una fuerte preocupación frente al agua no solo como medio
para la garantía y preservación de la vida sino como recurso y servicio de
la población de la región.
¿Cómo vamos a garantizar el recurso hídrico para Facatativá si
hoy lo que tenemos es un fenómeno de escasez y algunas pocas
épocas de lluvia... cuando Faca ha sido declarado en épocas de
verano un municipio altamente sensible a la sequía?
(Grupo Mancilla)
41
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
En la misma vía, se cuestionan los efectos que producto del acelerado
proceso de industrialización y urbanización han desembocado en la
trasgresión de la estructura ecológica principal de la vereda Mancillas,
como lo fue para el año de 1992 la declaración por parte de la CAR de
la quebrada Mancillas como un cuerpo de agua extinguido a partir de
la instalación de la terminal de combustible de Ecopetrol en la vereda y
junto a ello, el desinterés por parte de la administración municipal y la
empresa privada por reparar las comunidades y ecosistemas afectados por
su accionar.
¿Qué compensación económica y ambiental recibirá la vereda
Mancillas por entregarle veintitrés hectáreas del área rural al
casco urbano de Facatativá?
(Grupo Mancilla)
Finalmente, y no en menor importancia, se encuentra la preocupación
por la forma como en la Sabana se han priorizado los procesos de
industrialización, urbanización y siembra de pastos con fines ganaderos o
de valorización en desmedro de la producción de alimentos. Por ello se han
dejado a merced del mercado los alimentos, despojando a sus pobladores
de la posibilidad de apropiarse de la producción, circulación y consumo de
alimentos sanos, producidos en la región sin el sobrecosto de traerlos de
otras regiones del país o, en el peor de los casos, del extranjero.
42
Uso s d e l su e lo
Hagamos una comparación...
Encenillos de Sindamanoy
Un excepcional proyecto campestre
ubicado a tan solo 30 minutos de Bogotá
(Tomado de El Espectador.com)
Foto: www.casasmitula.com.co, conjunto Encenillos de Sindamanoy, Chía-Cundinamarca.
Encenillos de Sindamanoy es un excepcional proyecto campestre ubicado
en el km 27 de la Autopista Norte vía Tunja, a tan solo 30 minutos de Bogotá.
Cuenta con 3 accesos diferentes desde la capital como la autopista Norte,
la cra 7, y la vía Cota – Chía lo que permite tener diferentes alternativas de
desplazamiento maximizando así la movilidad.
El diseño aprovechó las 286 hectáreas de suelo, adoptando como filosofía el
respeto y aprovechamiento de todos los elementos naturales y ambientales
que proporcionan un terreno inclinado, elevado, de topografía quebrada,
y con la mejor vista sobre la Sabana. Cerca de 1.000 familias tendrán el
privilegio de vivir por todo lo alto, con mucha naturaleza gracias a sus
140 hectáreas de bosques nativos y 200 hectáreas de zonas verdes, en los
43
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
que sus habitantes disfrutarán de lagos, senderos ecológicos, hípicos y
encantadores paisajes, lejos del bullicio, contaminación y caos de la capital.
Encenillos de Sindamanoy contará con tres tipos de zonas comunes: Sede
Social y Deportiva, Zona Deportiva al aire libre y Zona Campestre; para
todos los gustos y momentos de las familias. La Sede Social y Deportiva,
al mejor estilo de un club, contará con Lobby, Restaurante con terraza con
capacidad para 350 personas, Salón de Reuniones, Salón de té o Juegos de
mesa, Sala de Lectura, Terrazas, Parque Infantil y un Teatrino en su parte
social; Piscina de adultos climatizada de 12,50m de largo y 7,45 m de
ancho y para niños de 3,90 m de largo y 2,65 m de ancho, gimnasio dotado,
baños y vestieres, en la parte Deportiva.
La Zona Deportiva al Aire Libre, ofrece cuatro canchas reglamentarias
de tenis en piso sintético, una cancha Múltiple, cancha de Futbol 5 sobre
césped, kínder house, una mini granja y un campo para la práctica del
golf. La Zona Campestre está dotada con 14 pesebreras, 7 km de senderos
hípicos,1 kilómetros de senderos ecológicos, 4 lagos contemplativos y de
pesca, zona de camping, taravita y cancha de voleyball en césped.
Encenillos de Sindamanoy la mejor de opción de vivienda campestre,
exclusiva y tranquila; a 30 minutos de Bogotá. Dotado con todo el
equipamiento social, campestre y deportivo para que la familia no quiera
salir; la mejor vista sobre la sabana, protegida del viento y a tan solo
10 minutos de Chía y de todos los servicios financieros, comerciales,
gastronómicos, educativos y de salud que su familia necesita; sencillamente
para ... “vivir por lo alto” y con “Un Mejor Modo de Vivir”.
44
Uso s d e l su e lo
Altos de la Florida
Donde la vida no se da por vencida
Altos de la Florida - Soacha
Foto: http://courriersderrance.blogspot.com
Altos de la Florida es un asentamiento a 30 minutos del centro de Soacha y
podrá estar más cerca en el futuro cuando tenga vías de acceso. Por ahora
solo hay un acceso que baja por una cuesta imposible. En la parte plana el
acceso tiene un altísimo uso por volquetas que transportan materiales de
construcción. Una mujer trabajadora de Altos de la Florida debe dedicar
dos horas para llegar al sitio de trabajo. A veces debe tomar tres medios
de transporte para ir de su casa al trabajo. En Altos de la Florida no hay
guarderías ni jardines de infantes.
No ha habido tiempo para hacer un diseño del asentamiento, la necesidad
ha empujado a la ladera de la montaña a decenas de familias desplazadas
de otras regiones o relegadas a la periferia desde la gran urbe. Estas
familias han adoptado la filosofía de sobrevivir así sea malviviendo, pero
es la fuerza de la vida la que las mueve. En Altos de la Florida el viento
sopla implacable en las noches y las lluvias son inclementes en invierno,
45
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
pero dicen que el ser humano es un animal de costumbres y la gente se
acostumbra a la lluvia, al viento y al frío y a las necesidades.
No vivimos por lo alto, vivimos en los Altos, donde no llegan los servicios
pero un día han de llegar por la fuerza de comunidad. Por ahora, Altos de
la Florida no tiene sedes sociales, ni zonas deportivas ni parques. Tiene una
juventud que quiere superarse, que hace rap y practica deportes donde no
hay cómo.
Altos de la Florida no es la mejor opción de vida, pero es donde la vida no
se ha dado por vencida.
46
Foto: Cultivo de maíz, municipio de Villapinzón - Corporación Cáctus
2.
La producción de alimentos
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
48
P r o d u cció n
La Sabana de Bogotá es una de las regiones más ricas en producción de
alimentos gracias a las características de sus suelos. Sin embargo no es
una región propiamente productora de alimentos pese a que abastece de
manera importante a la ciudad de Bogotá, sobre todo en papa y hortalizas.
Una de las características más alarmantes en torno al uso de los suelos y la
producción de alimentos es el permanente desplazamiento del campesinado
a áreas de ladera y montaña y la utilización de las tierras planas para la
ganadería o la localización de vivienda urbana o suntuosa en las áreas
rurales. En este sentido, lo que ocurre en la Sabana puede tener mucho que
ver con las tendencias nacionales en el mundo rural.
Para Carlos Salgado existen varias tendencias identificadas a partir de
diversos estudios en torno al mundo rural colombiano en las últimas
décadas. El autor en mención enuncia las siguientes tendencias:
1. La predominancia de los cultivos permanentes sobre los transitorios.
2. La supremacía en cuanto al uso del área de los cultivos predominantemente
campesinos sobre los predominantemente capitalistas.
3. La continuidad del uso ineficiente de la tierra, con la excesiva extensión
del área en pastos y la inflexibilidad del área agrícola.
4. El cambio en la perspectiva sobre el uso de los recursos presentes en
el espacio rural, que lleva a la disputa de todos los territorios y los
recursos, con una fuerte tendencia al incremento de los usos mineros9.
En la Sabana no predominan los cultivos permanentes sobre los transitorios
como viene sucediendo en el resto del país, sin embargo la tendencia a la
concentración de la tierra en pocas manos es una realidad y la utilización
del suelo para actividades agrícolas o agroindustriales por parte de
empresarios en detrimento del campesinado puede tener mucho que ver
con las propuestas gubernamentales. Frente a esto vale recalcar que “la
administración Uribe exacerbó al máximo su práctica hasta considerar
que solo los empresarios podían explotar los recursos disponibles en los
territorios y desvalorizó hasta el extremo el rol del campesinado”10. La
administración Santos no ha presentado ningún signo que indique un
SALGADO ARAMÉNDEZ, Carlos. Colombia: Estado actual del debate sobre el
desarrollo rural. Bogotá, Ediciones desde abajo. 2014. p. 10.
10
SALGADO ARAMÉNDEZ, Carlos, op. cit.
9
Foto: pastizales, municipio de Tocancipá - Corporación Cáctus
49
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
cambio en este enfoque. De hecho el censo agropecuario que se realiza a
la fecha de redacción de este informe no contempla como categoría la de
campesino o campesina, lo que indica la pretensión política del censo en
cuestión.
Sumado al enfoque instaurado en la Sabana en el que sólo los empresarios
pueden hacer usos de los recursos disponibles en el espacio rural, existen
iniciativas de planeación lideradas por la Cámara de Comercio, la Mesa
de Planificación Regional Bogotá Cundinamarca, la Gobernación de
Cundinamarca y Fedesarrollo entre otras instituciones, que apuntan a que
la producción de alimentos para el autoconsumo, la producción campesina
y la producción de alimentos tradicionales de esta región se extingan.
Muchas pueden ser las variables que desincentivan la producción de
alimentos y generan el desplazamiento del campesinado, entre ellas se han
identificado las siguientes:
1. Una política de planeación del mundo rural colombiano por parte del
gobierno nacional que agudiza los problemas históricos de tenencia de
la tierra e ignora la necesidad de una efectiva reforma agraria.
2. La firma de tratados de libre comercio, en particular el de ColombiaEstados Unidos que genera grandes volúmenes de importación de
alimentos con la consiguiente extinción de los cultivos de cereales en
la Sabana.
3. Una política de producción agrícola dirigida al mercado internacional
liderada por las grandes empresas.
4. Una serie de proyecciones de desarrollo regional igualmente dirigidas
al mercado internacional que compromete los recursos estatales para
incentivar tal tipo de producción.
5. El dominio que tienen sobre la planeación territorial y el desarrollo
municipal dichos proyectos de integración regional y la poca
disposición por parte de los gobiernos locales para defender la
autonomía municipal.
6. El desconocimiento por parte de todas las autoridades del papel del
campesinado en la región.
7. La especulación sobre el valor del suelo que impide el acceso a la
tierra.
50
P r o d u cció n
ExisteunacrisisgeneralizadaenlaSabanadeBogotáenloqueserefiere
al mundo rural y particularmente en la producción agrícola. La actividad
pecuaria predomina en el uso del suelo rural en relación al total agropecuario
comolomuestralasiguientegráfica:
Gráfico 7. Distribución del área agropecuaria en la Sabana 2011
Cultivos Transitorios 7,9% Cultivos Permanentes 0,03% Pastos 92% Fuente: Secretaría de agricultura de Cundinamarca 2011. Elaboración propia.
La producción de alimentos se ha reducido drásticamente en números
reales a 7,76 por ciento del área agropecuaria de la Sabana según los datos
que brinda la Secretaria de Agricultura de Cundinamarca. Esta tendencia
es histórica, pues desde 1960 se presenta una disminución sostenida del
espacio destinado a la producción agrícola. En los últimos 52 años la
producción de alimentos ha perdido 43.282 hectáreas. Mientras que la
tierra destinada a la producción de pastos sigue en aumento.
Las tendencias decrecientes de la producción de alimentos en la región
están sectorizadas de acuerdo al tipo de cultivo y al producto. Mientras
unosproductostiendenadesaparecer,otrosseafirman.Eselcasodeltrigo
que prácticamente desapareció de la Sabana en contraste con el caso de la
papa que viene creciendo en volumen de producción y área sembrada.
51
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Gráfico 8: Área agrícola de la Sabana de Bogotá 1960-2012
70.000 60.000 Hectáreas 50.000 40.000 30.000 20.000 10.000 0 Serie1 1960 66.519 1970 55.830 1989 23.798 1996 18.323 2011 20.798 La disminución del área destinada a la producción agrícola es una tendencia
histórica. Pese al optimismo de las autoridades frente a los acuerdos de
libre comercio y su insistencia en expresar a la opinión pública que dichos
acuerdos no afectarían el derecho a la alimentación de las personas, en la
Sabana la iniciativa de incorporar a la región en el escenario internacional
de la manera en que pretende hacerse, constituye una violación a los
derechos de las comunidades.
De2010a2012latendenciahistóricaseconfirma:en2012sesembraron
5.209 hectáreas menos que en 2010, incluso la Secretaria de Agricultura de
Cundinamarca no brindó datos sobre cultivo de trigo en este último año, lo
que indicaría que su desaparición es una realidad.
En algunos municipios el área destinada a la producción de alimentos se ha
sostenido. Es el caso de Bojacá, Cota, Funza, La Calera, Madrid y Sibaté,
en los que la producción agrícola ocupa más espacio que en el promedio
de la Sabana. Por su parte es preocupante el panorama de municipios como
Tocancipá, Sopó, Nemocón y Gachancipá. En ellos la producción agrícola
es casi inexistente y paralelamente se intensifica el uso del suelo para
actividades industriales y minero extractivas. A continuación mostramos
el comportamiento del área dedicada a la producción agrícola de algunos
municipios que expresan tendencias importantes:
52
P r o d u cció n
Gráfico 9: Área agrícola de la Sabana de Bogotá 1960-2012
La tendencia general en tres municipios es a disminuir el área dedicada
a la producción agrícola. El caso de Nemocón se explica por un aumento
desproporcionado de la minería al punto que en el 2013 el municipio
contaba con 121 títulos mineros vigentes, de manera que dicha actividad
productiva desincentivó la producción de alimentos y ocupó la tierra que
antaño se destinaba para la agricultura y la ganadería.
Por su parte en el caso de Gachancipá la especulación del suelo y la
apropiación de la tierra para la ganadería es la causa del declive de la
producción agrícola, mientras que en Chía las casas de descanso, las casas
quintas y la ocupación rural del suelo para vivienda suntuosa explica el
desplazamiento de la agricultura hacia otros municipios.
Resalta el caso de Villapinzón, éste se explica por el desplazamiento
de la producción agrícola a zonas de páramo, pues según la encuesta
agropecuaria experimental en altitudes superiores a los 3000 metros sobre
el nivel del mar, en el complejo de Páramo de Rabanal y rio Bogotá que
comprende una parte importante del municipio de Villapinzón, en 2009
se encontraron 2.550 hectáreas destinadas a la producción agrícola, de las
cuales 2.475 se dedicaban a la producción de papa. En el 2012, en esta zona
se dedicaban 4.460 hectáreas a la producción de papa. Vale aclarar que las
4.460 hectáreas sembradas se dividen en dos períodos dado que la papa es
53
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
un cultivo transitorio, es decir, el dato brindado es la suma del semestre A
y el B. Podemos concluir que la creciente participación de Villapinzón en
áreas de producción agrícola se da en detrimento de las zonas de páramo y
productoras de agua.
El mapa que se presenta a continuación explica la localización de
producción agrícola en la Sabana en donde se evidencia la participación
relativamente mayoritaria de los municipios de Villapinzón, La Calera,
Guasca, Madrid y Sibaté. Es relativa la participación mayoritaria ya
que pese a que Villapinzón es el municipio de la Sabana que más tierra
destina a la producción agrícola, la misma solo representa el 9,8% del área
agropecuaria (ver mapa en la página siguiente)
¿Qué se siembra hoy en la Sabana?
Los principales cultivos registrados en 1988 por el estudio ¿Hacia dónde va
la Sabana? Se han mantenido con importantes variaciones que marcan las
tendencias de la producción de alimentos de la región en nuestro tiempo.
Se trata de los cultivos de ajo, arveja, cebada, cebolla, fresa, maíz, papa,
remolacha, repollo, trigo y zanahoria.
Gráfico 10. Área destinada a la producción de arveja, cebada,
papa y trigo 1988-2009
35.000 Hectáreas 30.000 25.000 20.000 15.000 10.000 5.000 -­‐ Fuentes: 54
Área 1988 ARVEJA 559 CEBADA 7.860 PAPA 19.250 TRIGO 1.530 Área 1996 1.135 660 16.804 250 Área 2009 3.793 582 30.342 26 1988 ¿Hacia dónde va la Sabana?. 1996 y 2009, Secretaría de Agricultura de Cundinamarca.
Elaboración propia.
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Como es visible, la producción de cereales ha disminuido paulatinamente
mientras que la producción de arveja y papa se afianzan. Esta situación
es problemática entre otros motivos por el abandono de los alimentos
tradicionales de la cultura alimentaria cundiboyacense. Los datos que brinda
la Secretaría de Agricultura no contemplan cultivos de tubérculos andinos
como chuguas, hibias y cubios, con lo cual es una realidad el cambio en
la dieta de la población de la Sabana. El maíz no resalta por ser de los
cultivos importantes. Del maíz sembrado en el páramo se afirma que “es
de resaltar el caso del maíz, del cual solo se comercializa el 11 por ciento,
es decir, que es un cultivo para el autoconsumo utilizado principalmente en
la alimentación de aves”11
Pese a que en ocasiones dichos cambios en el uso de alimentos
tradicionales son interpretados como cambios culturales, las tendencias
en la producción de alimentos indican que aumentan los cultivos más
rentables. Dicho de otro modo, el incentivo o desincentivo del cultivo de
determinado producto está determinado por los rendimientos que ofrezca.
De ello son responsables en gran medida los gremios y asociaciones (del
talante de Fedepapa) que generan o consolidan circuitos de producción,
transporte, venta y consumo. De otra parte la frágil o nula organización
del campesinado en la región contribuye a consolidar estas tendencias, aún
más si se suma la casi ausencia del Estado para proteger la soberanía y
seguridad alimentaria.
La tabla siguiente (página 57) presenta las variaciones de los principales
cultivos de la Sabana registrados en el estudio ¿Hacia dónde va la Sabana?
(1988). Como ya se señaló, es de anotar el declive de los cereales y el
posicionamiento de los alimentos para el consumo interno como la
zanahoria, la papa, la arveja y la fresa.
Daremos a continuación una mirada general a partir de datos oficiales
sobre los cultivos transitorios y los cultivos permanentes más importantes
y su comportamiento en los años 2010, 2011 y 2012 para lograr una mirada
actual de la producción de alimentos en la región.
DANE, Informe de Resultados Encuesta Agropecuaria Experimental altitudes
superiores a los 3.000 m.s.n.m. 2009.
11
56
P r o d u cció n
Principales productos sembrados en las últimas tres
décadas - hectáreas
Producto
1988
1996
2009
Ajo
Arveja
Cebada
154
559
7.860
45
1135
660
106
3.793
582,2
Cebolla bulbo
Fresa
Maiz
Papa
Remolacha
Repollo
Trigo
Zanahoria
15
190
3.850
19.250
218
738
1.530
1.141
12
112
793
16.804
65
354
250
1.050
290
667,7
3.808,7
30.341,6
112
819
25,9
3.043
Total
35.505
21.280
43.589,1
Fuente información: Secretaria de Agricultura de Cundinamarca.
Los cultivos transitorios
Los cultivos transitorios son aquellos que tienen un ciclo productivo menor
a un año y que para obtener una segunda cosecha requieren de una nueva
siembra. Para el caso de la Sabana los cultivos transitorios son acelga, ajo,
apio, arveja, avena, brócoli, cebada, cebolla, cilantro, coliflor, espinaca,
frijol, haba, hortalizas, lechuga, maíz, papa, papa criolla, rábano rojo,
remolacha, repollo, tomate, trigo y zanahoria.
La Sabana que recuerdan nuestros abuelos y abuelas, madres y padres se
caracterizaba por la producción de cereales, particularmente de la cebada.
Este cultivo se fortaleció por la naciente industria de la cerveza a principios
del siglo pasado. Al paisaje de la Sabana se sumaban los cultivos de trigo
y maíz como los de mayor importancia. A partir de la década de 1960 la
floricultura entró a ser parte del paisaje. Según los datos de la Secretaría de
Agricultura en 2011 desapareció de la Sabana el cultivo de trigo, mientras
los cultivos diferentes a la papa tienen presencia en pocos municipios (ver
mapa página 59).
57
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Hoy los cultivos transitorios en la Sabana muestran una tendencia regional
enlaquetieneunagraninfluenciaelmunicipiodeVillapinzón.De2010
a 2012 solo en tres de los 27 municipios de la región (Facatativá, Funza y
Mosquera) ha ascendido sostenidamente el área destinada a la producción
de alimentos.
Gráfico 11: Área destinada a la producción de cultivos transitorios
en La Sabana
50.000 45.000 40.000 Hectáreas 35.000 30.000 25.000 20.000 15.000 10.000 5.000 0 Serie1 Año 2010 48.121 Año 2011 39.768 Año 2012 44.502 En términos regionales la Sabana produce mayoritariamente papa y existen
algunos cultivos de relativa importancia como arveja, lechuga, zanahoria,
hortalizas y maíz en lo que tiene que ver con los cultivos transitorios. A
continuación se presenta gráficamente el peso de dichos productos (ver
gráfico12enlapágina60)
La participación de los municipios de la Sabana es mínima y resalta una
vez más el municipio de Villapinzón que en 2012 destinó 7.135 hectáreas
para la producción agrícola de las cuales 7000 fueron sembradas en papa.
Este municipio aporta el 24,4 por ciento del área regional destinada a la
producción de papa y la mayor cantidad se siembra en el páramo (ver
gráfico13enlapágina60).
Pasaremos a describir las características generales de los productos
transitorios más importantes para brindar herramientas que permitan
identificartendenciasamedianoplazo.
58
0 60
Gachancipá Nemocon Sopó Tocancipá Guasca Cajicá Tabio Chía Cota Soacha Suesca Cogua Sibaté Guatavita Bojacá El Rosal Subachoque Facatativá Zipaquirá La Calera Sesquile Funza Tenjo Mosquera Chocontá Madrid Villa Pinzón Hectáreas M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Gráfico 12. Principales productos sembrados por hectáreas - 2012
Gráfico 13. Área de cultivos transitorios, hectáreas sembradas - 2012
8.000 7.000 6.000 5.000 4.000 3.000 2.000 1.000 P r o d u cció n
La producción de papa
Foto 14. Cultivo de papa en el municipio de Villapinzón
Foto: Archivo Corporación Cactus
Hoy en día, la papa es el principal cultivo de la Sabana; se siembra en
todos los municipios, con importantes variaciones, pues mientras en el
2012 en el municipio de Gachancipá se sembraron solo 4,36 hectáreas, en
Villapinzón se sembraron siete mil.
Las principales variedades sembradas son la R12 que se utiliza
industrialmente, pero también resaltan las variedades Suprema, Marengo,
Única y Pastusa. La variedad dominante en términos de su cultivo a
lo largo y ancho de la Sabana es la R12. Sin embargo en términos del
volumen de producción solo en el primer semestre de 2011 en Villapinzón
se sembraron 2.500 hectáreas de la variedad Marengo.
El cultivo de la papa en la Sabana ha dejado paulatinamente de ser
producido por el campesinado y se ha volcado a un tipo de producción
comercial en el que los dueños de la tierra la arriendan para su cultivo y
los empresarios pagan jornales que van desde los $20.000 a los $30.000
dependiendo de la etapa productiva en la que se encuentre el cultivo, de
61
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
manera que el empleo generado es de carácter informal, con lo cual hay un
ahorro considerable en los costos de producción.
El rendimiento de la papa en el 2011 osciló entre las 20 y las 27 toneladas
por hectárea que varían dependiendo de factores como el régimen y
estabilidad de las lluvias, el terreno de la siembra y la variedad de papa
entre otros. La R12 mantiene un rendimiento promedio de 24 toneladas
por hectárea en este año, en tanto que la Pastusa brindó un rendimiento
promedio de 20 toneladas.
Según la evaluación agropecuaria realizada por el Ministerio de Agricultura
y Desarrollo Rural en el 2011, para el departamento de Cundinamarca la
producción de papa presenta el siguiente balance:
Ficha técnica de la papa 2011
Rendimiento
t/ha.
Costo de
producción $/
ha.
Precio pagado al
productor $/ton.
Ingreso $/ha.
Utilidad bruta
$/ha
15
10.016.100
900.000
13’500.000
3’483.900
Fuente datos: Evaluaciones Agropecuarias 2011-Departamento de Cundinamarca.
Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
A la luz de la ficha técnica podría evaluarse que el cultivo de la papa es
rentable pero tiene diversos problemas, pues el mercado del producto es tan
inestable como la economía misma y sus precios pagados al productor en la
central de abastos ponen en problemas a los productores permanentemente,
esto hace que en el afán de disminuir costos de producción los productores
se desplacen a zonas en las que el arriendo de la tierra significa un costo
menor, es así que los páramos vienen colonizándose por productores de
papa y los pequeños productores siembran mas por costumbre que por
la rentabilidad que les genere la producción. En síntesis, la dinámica
económica y la relatividad de los precios está impulsando la producción
monopolista de la papa.
En términos territoriales en Chía, Guatavita, Zipaquirá y Tabio entre el
2010 y 2012 la producción de papa tiende a disminuir, mientras que en los
municipios de Funza, Facatativá y Tenjo tiende a aumentar.
62
P r o d u cció n
Grafico 14: Cultivo de papa Sabana de Bogotá, 2010-2012
Hectáreas sembradas 35.000 30.000 25.000 20.000 15.000 10.000 5.000 -­‐ Año 2010 30.517 Serie1 (Ver
Año 2011 33.951 Año 2012 27.739 mapa en la página 65)
La producción de arveja
El cultivo de la arveja representa el 6,24 por ciento del área que ocupan los
cultivos transitorios en la región. En 2012, en 22 de los 27 municipios de la
Sabana se cultivó y comparativamente en los Facatativá, Madrid y Bojacá
presentó una mayor área cultivada.
Este cultivo venía en ascenso hasta los primeros años de la década del
2000, es así que en 1988 se sembraron 559 hectáreas mientras en el 2010
la Secretaría de Agricultura reportó un total de 3.843 hectáreas cultivadas
en la región, pese a ello entre el 2010 y el 2012 se evidencia un descenso
deláreacultivada(vergráfico15enlapágina64)
La variedad predominante es Santa Isabel, pero en el 2012 se presentó
la siembra marginal de las variedades Santa Ana y Esmeralda, con un
rendimiento promedio de 5,6 toneladas por hectárea sembrada según la
Secretaría de Agricultura de Cundinamarca.
63
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Gráfico 15. Área cultivada en arveja Sabana de Bogotá - 2010-2012
4.000 Hectáreas sembradas 3.500 3.000 2.500 2.000 1.500 1.000 500 -­‐ Serie1 Rendimiento
t/ha.
5,6
Año 2010 3.843 Años 2011 2.911 Año 2012 2.473 Ficha técnica de la arveja 2011
Costo de
producción
$/ha.
5’356.250
Precio pagado al
productor $/ton.
Ingreso $/ha.
Utilidad bruta
$/ha
3’536.000
19’801600
14’445.350
Fuente datos: Evaluaciones Agropecuarias 2011-Departamento de Cundinamarca.
Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural.
Elcultivodelaarvejaentremuchosotroscuentacondificultadescomo
el riego y la variabilidad de los precios, el amarre y el mantenimiento del
cultivo requieren de la contratación permanente de jornales que se pagan
a muy bajo costo. De otra parte en términos de los costos de producción
se suman el arrendamiento de la tierra, los abonos orgánicos, cal dolomita,
herbicidas y fungicidas que además de encarecer el producto afectan la
salud de los ecosistemas y los consumidores.
A continuación se presenta la participación municipal en la producción de
arveja(vergráfico17,página66).
64
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Gráfico 16: Área cultivada en arveja en los municipios de la Sabana
2010-2012
500 400 300 200 100 0 Cota Funza Mosquera Gachancipá Villa Pinzón Sopo Cajicá Nemocon Sibaté Chía Sesquile Tocancipá La Calera Tabio Guatavita Chocontá Suesca Zipaquirá Cogua Soacha Guasca Subachoque Tenjo El Rosal Bojacá Facatativá Madrid Hectáreas sembradas 600 Fuente: Secretaría de agricultura de Cundinamarca 2012. Elaboración propia
El maíz en la región fue la base de la alimentación de las comunidades que
habitaban
el altiplano
antes de la invasión española liderada por Jiménez
El maíz en la Sabana
de Quesada. Sus preparaciones tradicionales y particularmente la chicha
fue combatida por la corona española como una forma de invadir no solo
el espacio sino la cultura muisca.
Tras siglos de resistencia la producción de maíz y lo que este significa
decaen aparatosamente, pues en el 2012 su cultivo sólo representa el 6,9
por ciento del área ocupada por cultivos transitorios en la Sabana y tal
como los propios habitantes rurales lo expresan, se siembra por tradición,
para alimentar a las aves de postura y para tener el gusto que en las ciudades
no nos podemos dar: comer una mazorca, una arepa o una chicha de maíz
maíz.
Las iniciativas de internacionalización de la región no contemplan siquiera
como posible riesgo el afectar las tradiciones de las comunidades y el caso
del maíz es una prueba de ello. La importación de cereales principalmente
provenientes de los Estados Unidos hace que la producción comercial de
maíz sea inviable incluso en zonas de páramo en donde el arriendo de la
tierra y los jornales representan un costo mínimo. Frente a esto último el
66
P r o d u cció n
informe de resultados de la encuesta agropecuaria experimental en altitudes
superiores a los 3000 metros sobre el nivel del mar indica que sólo el 11
por ciento del maíz producido en zonas de páramo se comercializa, el resto
se utiliza para el consumo local.
Las cifras que ofrece el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural así
como las de la Secretaria de Agricultura de Cundinamarca corroboran lo
dicho y se resume a continuación en la ficha técnica:
Ficha técnica del maíz 2011
Rendimiento
t/ha.
Costo de
producción
$/ha.
Precio pagado al
productor $/ton.
Ingreso $/ha.
Utilidad bruta
$/ha
4
3.756.700
938.000
3.752.000
-4.700
De manera que luego de una inversión superior a los 3,7 millones de
pesos el productor pierde 4.700 pesos. El maíz no solo no es rentable sino
inviable para el campesinado de la región igual que para los empresarios
agrícolas. Por ello el área cultivada desde 1988 hasta el 2012 disminuyó en
21 por ciento. En cifras reales esto significa que en el 2012 se sembraron
840 hectáreas menos que en 1988.
Sumado a lo anterior, el maíz ha dejado de ser un cultivo extendido en
toda la Sabana. Coloquialmente podría decirse que la papa lo reemplazó,
pues mientras la papa se produce en todos los municipios de la Sabana
incluyendo a Bogotá, en el 2012 solo 13 de los 27 municipios lo producían.
El comportamiento del cultivo en el periodo 2010-2012 muestra una
tendencia decreciente como lo muestra la gráfica 17, en la siguiente página.
Las variedades predominantes son Simijaca, Porba, y semilla ICA 508. Su
siembra ha variado significativamente en los municipios, de manera que
en 2012 solo en Funza, Madrid y Tenjo su producción es relativamente
significativa. Al respecto, en 2012, la producción de maíz en Tenjo y Funza
representa el 47,9 por ciento del área cultivada en la región, el restante 52,1
se reparte entre once municipios.
67
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Gráfico 17. Cultivo de maíz en la Sabana. 2010-2012
4.000 Hectáreas sembradas. 3.500 3.000 2.500 2.000 1.500 1.000 500 -­‐ Año 2010 3.909 Serie1 Años 2011 3.465 Año 2012 3.010 Gráfico 18. Cultivo de maíz Sabana de Bogotá en hectáreas
2010-2012.
1.200 1.000 800 600 400 Año 2010 Años 2011 Tocancipá Tenjo Tabio Subachoque Sopo Soacha Mosquera Madrid Gachancipá Funza Facatativá El Rosal Cota Chía Cajicá 0 Bojacá 200 Año 2012 68
P r o d u cció n
La gráfica muestra cómo entre el 2011 y el 2012 la producción de maíz
desapareció de los municipios de Cajicá, Cota y Soacha, mientras
disminuyó significativamente en Tabio, Mosquera, El Rosal y Chía. A
la fecha de elaboración de este informe no existen estadísticas sólidas
que indiquen el estado de este cultivo en 2014 pero puede esperarse su
desaparición a juzgar por las condiciones económicas a la que se enfrentan
los productores incluso antes de la entrada en vigencia del Tratado de Libre
Comercio con Estados Unidos.
La lechuga
Cultivo de lechuga en zona peri-urbana de Facatativá
Foto: Archivo Corporación Cactus
En la Sabana, hasta hace muy poco el cultivo de lechuga se ha tornado
importante en términos de ocupación del suelo rural y pese a que en
números reales puede ofrecer más pérdidas que ganancias, su expansión
es creciente.
Históricamente la horticultura ha sido bastante diversificada en esta región.
En lo que tiene que ver con los productos hortícolas de hoja destacan el
cilantro, las acelgas, el apio, el repollo, la espinaca y la lechuga. En 1988
la producción de lechuga era casi irrelevante y se ubicaba en las áreas más
cercanas a la ciudad de Bogotá, pues las condiciones del producto y su
proclividad al deterioro en la postcosecha requieren de efectivos medios
de transporte para que llegue al consumidor en el menor tiempo posible.
69
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Gráfico 19. Área sembrada hortalizas de hoja en la Sabana
ESPINACA 10% CILANTRO 5% ACELGA APIO 0% 1% REPOLLO 8% LECHUGA 76% Hoylaproduccióndelechuga,comoseobservaenlagráfica,representael
76 por ciento del área hortícola de hoja en la Sabana de Bogotá. Su cultivo
en el 2012 tuvo presencia en 13 municipios.
El ascenso de la producción de lechuga puede explicarse por varios factores
como la humedad y pluviosidad de la Sabana, la cercanía al mercado más
importante del país, el corto tiempo y la tecnología aplicada al cultivo,
pues se cultiva por plantulación y se obtiene cosecha dos meses después
de realizada. Su consumo se ha popularizado dado que se le atribuyen
facultades adelgazantes. Comparativamente permite un rápido ingreso,
pues en los cultivos de espinaca y acelga es preciso esperar cuatro meses
después de la siembra para cosecharlas.
Los municipios que lideran el crecimiento de la producción de lechuga son
Mosquera y Madrid, pues en el primero entre el 2010 y el 2012 pasó de
ocupar 240 hectáreas a ocupar 996, mientras que en Madrid este cultivo pasó
enelmismoperiodode446a540hectáreas(vergráfico20enlasiguiente
página). En términos de su rentabilidad la lechuga es generalmente una
buena alternativa. Sin embargo en el año 2011 la Secretaría de Agricultura
deCundinamarcareportópérdidasqueseexpresanenlasiguienteficha.
70
P r o d u cció n
Ficha técnica de la lechuga 2011
Costo de
producción
$/ha.
Precio pagado al
productor $/ton.
Ingreso $/ha.
Utilidad bruta
$/ha
12,8
7.584.000
580.000
7’424.000
-160.000
Enesteperiodo,elreportefinaldeáreasafectadasporinundaciones20102011 realizado en conjunto por el DANE, IDEAM e IGAC, anunciaba que
25.341 hectáreas fueron inundadas a causa del fenómeno de la Niña, lo
que efectivamente generó pérdidas importantes a los productores dada la
situación de rendimiento promedio. Pese a ello, en la región aumenta su
producción.
Mosquera Madrid Funza Bojacá Tenjo Cota Cajicá Tocancipá Soacha Facatativá has. Cultivadas Gráfico 21. Cultivo de lechuga - Sabana de Bogotá 2010-2012
3.000 Hectáreas cultivadas Chía 1200 1000 800 600 400 200 0 Tabio Gráfico 20. Cultivo de lechuga 2012. (Hectáreas cultivadas)
Guasca Rendimiento
t/ha.
2.500 2.000 1.500 1.000 500 -­‐ Serie1 Año 2010 1.939 Años 2011 2.181 Año 2012 2.659 71
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
El cultivo de zanahoria
Como se señalaba con anterioridad, la horticultura en la Sabana ha sido
diversificada. Los productos hortícolas de raíz y de rizoma como la
zanahoria
continúan con un ascenso importante de este producto, pues
mientras
en 1960 la zanahoria ocupaba 1.141 hectáreas, en el 2010 se
cultivaron
3.043.
Gráfico 22. Hortícolas de raíz y de rizoma en la Sabana
Cebolla 19% Ajo 2% Remolacha 4% Zanahoria 75% Fuente Datos: Secretaría de Agricultura de Cundinamarca 2012. Elaboración propia
La variedades predominantes son Chantenay e Híbrido, aunque en el 2011
también se sembró la variedad Charter presentando un rendimiento que
oscila entre 28 y 33 toneladas por hectárea.
Entre el 2010 y el 2012, posiblemente como consecuencia del fenómeno
de la Niña se presentó una disminución del cultivo, como pueden ver en
elgráfico23.
Enloquetienequeverconsuubicacióngeográfica,hastahoydíaelcultivo
de hortalizas se ha concentrado tradicionalmente en la Sabana occidente
y particularmente lo ha liderado el municipio de Madrid que en el 2012
sembró 620 hectáreas que representaron el 29 por ciento de la producción
total de zanahoria en la región.
La gráfica 24 expresa la participación municipal en la producción de
zanahoria.
72
P r o d u cció n
Gráfico 23. Cultivo de zanahoria 2010-2012
3.500 Hectáreas cultivadas 3.000 2.500 2.000 1.500 1.000 500 -­‐ Serie1 Año 2010 3.043 Años 2011 3.009 Año 2012 2.058 Gráfico 24: Cultivo de zanahoria 2012
Has sembradas 700 600 500 400 300 200 100 0 73
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Este cultivo es altamente rentable pues requiere de poca mano de obra
en jornal, lo que sumado a su demanda explica su ascenso en las últimas
décadas.
Ficha técnica de la zanahoria 2011
Rendimiento
t/ha.
Costo de
producción
$/ha.
Precio pagado al
productor $/ton.
Ingreso $/ha.
Utilidad bruta
$/ha
32
10.341.000
990.000
31.680.000
20.942.000
El mapa que se presenta a continuación expresa la distribución espacial del
cultivo de hortalizas en la Sabana de Bogotá.
Como ha podido apreciarse, en materia de cultivos transitorios la Sabana
muestra tendencias que ponen en riesgo el derecho a la alimentación de las
comunidades que habitan la región. Hasta aquí hemos visto un aumento
exorbitante de la producción de papa que se desplaza a zonas de páramo
en busca de cumplir con el imperativo de la competitividad impuesto por
los gobiernos nacionales en detrimento de los ecosistemas estratégicos,
así como una disminución acelerada de la producción de cereales como
consecuencia de otro imperativo gubernamental: la internacionalización.
Por su parte, las hortalizas se mantienen y ascienden para abastecer el
poco espacio que la importación de alimentos deja para el abastecimiento
interno. En síntesis, las tendencias solo en cultivos transitorios expresan
una auténtica crisis alimentaria en donde la soberanía no ha sido golpeada
porque ha dejado de existir.
74
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Los cultivos permanentes
Los cultivos permanentes son aquellos que cuentan con ciclos productivos
mayores a un año y que incluso en el primer año suelen ser improductivos
pero tienen la característica de dar varias cosechas sin que sea necesario
volver a sembrar. En general, se requiere una alta inversión para la siembra,
siendo considerables los gastos en el mantenimiento del cultivo.
En la Sabana de Bogotá se presentan cultivos permanentes de aromáticas,
caducifolios, cebollín, feijoa, fresa, granadilla, mora, tomate de árbol y
uchuva con la predominancia de la fresa y una presencia más bien marginal
de los demás.
A partir del 2001 se presentaron un conjunto de iniciativas urbanoregionales, que se concretaron en términos productivos en el Plan de
Competitividad Regional Bogotá Cundinamarca 2010-2019. Dicho plan
contaba con tres ejes, a saber: transversal, sectorial y subregional. En el
primer eje se expresaba claramente la estrategia de internacionalización
como una transversal que buscaría conectar la región con el mundo mediante
un conjunto de proyectos. La exportación de aromáticas y frutales parecía
ser una de las alternativas para cumplir tal objetivo.
La realidad actual de la Sabana indica que al parecer tal iniciativa no tuvo
eco. El cultivo de la uchuva no dio fruto. En términos regionales entre el
2010 y el 2012 los cultivos permanentes han variado en su ocupación del
suelo (ver gráfico 25 en la siguiente página)
La tendencia mostrada en términos generales es arrastrada por el
comportamiento del cultivo de fresa; sin embargo otros cultivos son
representativos como lo muestra la siguiente el gráfico 26.
Los cultivos de caducifolios12 son poco representativos y entre ellos ha
sido dominante el cultivo de durazno. Este cultivo tiene presencia en cinco
municipios de la Sabana según los datos de la Secretaría de Agricultura
de Cundinamarca, dichos municipios son Cajicá con 47,1 hectáreas
sembradas, Facatativá con 9, Sopó con 22, Subachoque con 42 y Suesca
Caducifolios son los árboles o arbustos que pierden su follaje durante una parte del
año.
12
76
P r o d u cció n
Gráfico 25. Cultivos permanentes 2010-2012
1.040 1.020 Hectáreas cultivadas. 1.000 980 960 940 920 900 880 860 840 Serie1 Año 2010 1.038 Año 2011 910 Años 2012 968 Gráfico 26. Cultivos permanentes sabana de Bogotá sin fresa hectáreas cultivadas
con 5 hectáreas cultivadas. El durazno rinde entre las 14 y las 22 toneladas
por hectárea año13. Entre 2010 y 2012 el área ocupada ha aumentado.
De otra parte, la uchuva se cultivó en el 2010 en cuatro municipios, a saber:
La Calera. Sibaté. Soacha y Villapinzón. En el 2012 sólo se reportó la
existencia del cultivo en La Calera de manera que los otros tres municipios
Miranda Diego, Fischer Gerhard y Carranza Carlos. LOS FRUTALES
CADUCIFOLIOS EN COLOMBIA., Situación actual, sistemas de cultivo y plan de
desarrollo.OffsetGráficoeditoresS.A.Bogotá-Colombia2013.
13
77
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
lo abandonaron. Entre el 2010 y el 2012 este cultivo ha perdido 29,5
hectáreas encontrándose que en este último año solo existían 10 hectáreas
sembradas.
Gráfico 27. Cultivo de Uchuva en La Sabana 2010 - 2012
40 Hectáreas cultivadas 35 30 25 20 15 10 5 0 Año 2010 Año 2011 Año 2012 El tomate de árbol se siembra fundamentalmente en cinco municipios
de la sabana, estos son: Chía, Facatativá, Sibaté, Tenjo y Villapinzón.
El área regional cultivada es de 43,5 hectáreas y en Sibaté se siembra el
46,2% de los cultivos de tomate de árbol de la región. Su dinámica ha sido
relativamente estable y además de su uso comercial es común que en áreas
rurales se cuente con uno o dos árboles para el consumo familiar.
La mora se siembra en tres municipios: La Calera, Sibaté y Villapinzón.
En el 2012 se sembraron 14 hectáreas menos que en el 2010 a pesar de
que su uso comercial es altamente dinámico. En el 2011 Soacha dejó de
cultivarla.
En términos generales, los cultivos permanentes se están concentrado
en Sibaté, Soacha y Facatativá, con la predominancia de la fresa
fundamentalmente en Sibaté como lo muestra el mapa de la distribución
espacial de los cultivos permanentes.
78
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
La producción de fresa
Cultivo de fresa en el municipio de Sibaté
Foto: Cultivo de fresa en Sibaté. Corporación Cáctus
La fresa es el cultivo permanente más importante de la Sabana. En 1989 se
contaba con un total de 190 hectáreas cultivadas mientras que en el 2010 se
contaron 667,7. Así, en los últimos veinte años la fresa ha ganado terreno
en 477,7 hectáreas.
Según la Secretaría de Agricultura de Cundinamarca, en el 2012, la fresa
representaba en la Sabana el 76 por ciento de los cultivos permanentes,
como lo muestra la gráfica 28.
Además de ser dominante el cultivo de fresa, se encuentra espacialmente
concentrado en el municipio de Sibaté que ha implementado tecnología en
su cultivo, posicionándose como el municipio de la fresa. ¿Quién no ha
probado fresas con crema en Sibaté? En 2012, este municipio concentró el
40,2 por ciento de la producción de la región.
80
P r o d u cció n
Gráfico 28: Cultivos permanentes en la Sabana de Bogotá 2012
OTROS 11% DURAZNO 13% FRESA 76% Fuente datos: Secretaría de agricultura de Cundinamarca. Elaboración propia
Los municipios de la Sabana que entre el 2010 y el 2012 cultivaron fresa
fueron: Cajicá. Chocontá, Facatativá, Funza, Guasca, Sibaté, Soacha,
Sopó, Suesca, Tocancipá y Villapinzón como se evidencia a continuación.
Gráfico 29: Cultivos permanentes en los municipios de La Sabana
2010 - 2012
350 300 200 150 100 Tocancipá Tenjo Suesca Villa Pinzón Años 2012 Sopo Soacha Sibaté La Calera Guasca Funza Año 2011 Subachoque Año 2010 Facatativá -­‐ Chocontá 50 Cajicá Hectáreas cultivadas 250 Fuente datos: Secretaría de agricultura de Cundinamarca. Elaboración propia
81
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
La fresa es un cultivo que para su uso comercial requiere de una inversión
importante en la siembra y mantenimiento del cultivo. En Sibaté en
particular se ha implementado a manera de monocultivo, lo que supone
altos impactos ambientales y una disminución del rendimiento o mayor
dependencia de los insumos químicos para su mantenimiento.
En su cultivo se utilizan herbicidas, insecticidas y fungicidas, además
de la cal y otros insumos como fertilizantes para la siembra. De manera
que hoy cultivar fresa es cada vez más exigente dados los altos costos
de producción, sin embargo ofrece alta rentabilidad como lo demuestra la
siguiente ficha técnica.
Ficha técnica de la fresa 2011
Rendimiento t/ha.
Costo de
producción $/
ha.
Precio pagado al
productor $/ton.
Ingreso $/
ha.
Utilidad bruta
$/ha
30
57.121.000
3.000.000
90.000.000
32.879.000
82
P r o d u cció n
S.O.S por el páramo de Guerrero
Fuente: Observatorio de las redes sociales y comunicativas de Cundinamarca.
http://observatorioredes.cundinamarca.edu.co/cultura-4/
Al occidente de la Sabana de Bogotá se encuentra el páramo de Guerrero.
Es uno más del complejo de páramos de Cundinamarca junto con el
Rabanal y Río Bogotá, el Chingaza y el Complejo Cruz Verde - Sumapaz.
El páramo de Guerrero representa un ecosistema endémico de los Andes
tropicales y es el espacio vital para decenas de miles de habitantes de
Zipaquirá, Cogua y Tausa principalmente. Su importancia, además, se
desprende del papel frente a la regulación y el suministro de agua para
cerca de dos millones de habitantes de veredas y municipios de la zona y
Bogotá.14
Al igual que la Sabana de Bogotá, el Páramo de Guerrero está enmarcado en
un modelo de desarrollo que ha demostrado ser ecológicamente depredador,
CHÁVEZ AGUDELO, J. M. Análisis multicriterio de la sustentabilidad ambiental
de los sistemas productivos agropecuarios presentes en la alta montaña del complejo
páramo de guerrero. 2011: Instituto de Estudios Ambientales. Facultad de Ciencias
14
83
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
socialmente injusto y económicamente inviable (Jiménez 1994:21 citado
en Chávez 2011) y que fundamentalmente, nos ha generado un interrogante
sobre el proceso de alimentación en la Sabana frente a fenómenos como
el monocultivo de la papa, la siembra de pastos con fines bovinos, la
minería del carbón y la trasgresión del frágil ecosistema del páramo por
la ampliación de la frontera agrícola junto a la contaminación de fuentes y
canales de agua. Por todo lo anterior, el de Guerrero es catalogado como el
páramo con los más altos niveles de deterioro y desertificación.
Ecológicamente depredador
En los últimos 67 años, particularmente a partir de la introducción del
paquete de la revolución verde impulsado por Estados Unidos desde la
década del cincuenta, el páramo de Guerrero ha perdido el 65 por ciento
de la vegetación del bosque andino y el 47 por ciento de la vegetación de
páramo; debido principalmente a la expansión en un 165 por ciento de las
actividades agropecuarias -12.812 hectáreas-.15
El paquete de la revolución verde opera bajo el supuesto de que a partir del
aumento de la productividad en una misma porción de tierra, la humanidad
necesitaría porciones cada vez más reducidas para producir lo necesario
para la seguridad y soberanía alimentaria de los Estados. El paquete
contemplaba transformaciones en la organización del trabajo agrícola:
alta inversión de capital en semillas “mejoradas”, fertilizantes químicos
y pesticidas; así como la empresarización de la producción y una alta
dependencia del sector financiero (crédito).
Sin embargo, la realidad actual en el páramo de Guerrero nos muestra
cómo el fomento estatal y privado (por actores como FEDEPAPA) de este
tipo de programas ha generado la contaminación de los recursos naturales
de agua y suelo por contacto directo o indirecto con los agroquímicos, la
desviación y apropiación de los cursos de agua, la compactación del suelo
por el uso del tractor y el pisoteo del ganado (con un aumento particular
de los criaderos de búfalos en la región), la pérdida de nutrientes por el
uso intensivo del terreno y la introducción de especies como el pino, el
eucalipto y el retamo espinoso.
Económicas. Universidad Nacional de Colombia.
15
Óp. cit.
84
40.764
780.417
3.810,894
4.826,491
9.571,959
121.801
6.972,895
5.863,436
34.922
41.860
Otros pastos
Pasto Falsa Poa
Pasto Raigrás
Bosque denso alto
Bosque denso bajo
Bosque plantado
Arbustal
Chuscal
Vegetación en transición
Vegetación de páramo
Vegetación rupícola
Tierras degradadas
Turberas
Laguna natural
Cuerpo de agua
artificial
588.598
39.913
27.118
5.874,947
5.337,946
0.187
502.915
1.153
8.185,605
3.740,487
3.531,214
6.493,520
1960
901.598
40.706
2.365
73.710
4.811,172
3.551,279
130.903
240.098
907.368
6.274,352
2.436,123
2.066,765
3.437,237
3.598,693
5.927,886
1977
822.609
41.889
2.365
73.710
4.811,172
3.551,279
130.903
240.098
907.368
6.274,352
2.436,123
2.066,765
3.437,237
3.598,693
5.927,886
1988
874.552
43.259
2.206
50.731
4.542,830
2.984,995
311.486
185.053
1.043,422
4.235,296
2.242,472
5.832,870
1.673,909
2.303,603
7.995,762
1998
Fuente: Nohra León Rodríguez 2011. PhD Ciencias Económicas, Directora, Instituto de Estudios Ambientales (IDEA)
Departamento de Geografía. Universidad Nacional de Colombia. Sede Bogotá. Colombia.
27.118
5.881,092
6.136,106
164.181
8.722,000
4.140,685
4.278,282
4.151,806
3.077,039
Cultivos transitorios
1950
1940
Tipo cobertura vegetal
936.535
47.298
8.452
133.211
4.131,063
2.725,582
339.945
450.092
1.203,276
979.275
3.507,918
1.602,377
6.347,456
2.108,019
1.329,362
8.472,583
2007
Tabla 1. Cambios en la cobertura vegetal en el Páramo de Guerrero 1940-2007 (miles de has)
P r o d u cció n
85
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Socialmente injusto
De la misma manera en el páramo el modelo de reprimarización y
devastación actual no ha llevado a superar los altos índices de pobreza
en la región. El índice de NBI que indica la población pobre e indigente,
refleja: para Cogua el 21,7 por ciento para la primera y el 4,5 para la
segunda; para Tausa 39,4 por ciento y 10,6; y para Zipaquirá el 23,8 y el
5,6 respectivamente. (Datos del DANE - Censo de 2005).
Paralelo a ello, el proceso de investigación nos condujo a preguntarnos
sobre la población campesina que llegó a asentarse a los municipios de
la Sabana pero que, en la actualidad viene siendo desplazada por el alto
incremento en el precio de la tierra, su altos niveles de concentración y el
uso priorizado del suelo para los pastos y la industria.
En este mismo sentido, en el páramo de Guerrero la pérdida de noción del
campesinado se ha presentado por lo menos en dos momentos diferenciados:
el primero de ellos a partir de la revolución verde donde el campesino pasó
a ser un productor agroindustrial y en un segundo momento, que ubicamos
en la actualidad frente al monocultivo de la papa donde el campesino pasó
a ser un asalariado más al que se le paga por el jornal y en algunos casos,
por el arrendamiento de sus tierras.
Junto a ello, se han perdido saberes y prácticas culturales como el tumbe,
las prácticas de fertilización, la escogencia tradicional de la semilla, el
uso de variedades locales de papa, el intercambio de productos, el trabajo
solidario y el pago con excedentes de producción. Lo que tiene relación
con que del total de la población el 74 por ciento de Cogua, el 55 por ciento
de Tausa y el 30 por ciento de Zipaquirá tienen un lugar de origen diferente
del municipio, principalmente de Boyacá y Cundinamarca.16
Económicamente inviable
Los sistemas productivos agropecuarios del Páramo de Guerrero no son
rentables para una buena parte de la población debido a la alta dependencia
del cultivo de la papa, la muy alta variabilidad de su precio y de los
estándares exigidos (tamaño, color y forma del producto).
16
Óp. Cit. 111
86
P r o d u cció n
…eso varía mucho, ayer había un precio y hoy hay un precio
más alto, todos los días cambia el precio, donde no cambia es
aquí que es donde uno trata de mantenerlo como estable por la
semana. ¿Sí me entiende?
Gilberto Rincón/ Distribuidor de papa
del municipio de Zipaquirá. Rojas, S & Pedraza C. (2014)
De la misma manera, los altos costos de producción representan una
rentabilidad muy baja para el pequeño productor que no cuenta con
la capacidad económica para la inversión y posible recuperación,
convirtiéndose en la mayoría de los casos en trabajadores por jornal.
…si hay gente que siembra muchas cantidades de papa, ellos
pagan arriendos que el agricultor pequeño no puede pagar,
precios extravagantes porque esa gente ya maneja las alzas de
una manera diferente, en cambio un productor pequeño para
sembrar veinte o treinta cargas eso no puede pagar esos arriendo
Gilberto Rincón/ Distribuidor de papa
municipio de Zipaquirá. Rojas, S & Pedraz C. (2014)
Al igual que en la Sabana, el páramo de Guerrero muestra alta diferenciación
socioeconómica entre los agricultores y una fuerte disparidad en la tenencia
de la tierra donde se encuentra “que el 72 por ciento de los predios de
la zona tienen una extensión menor de 10 hectáreas y ocupan el 15 por
ciento del territorio, mientras que el restante 28 por ciento de los predios
pertenecen a medianos y grandes propietarios y ocupan el 85 por ciento de
la zona.”17
Finalmente, frente al sector de la minería en el Páramo, y a pesar de una
gran productividad que registra “mensualmente más de 12 mil toneladas
de carbón, según Conservación Internacional de este volumen, el 48
por ciento es para uso térmico, el 25 por ciento es coquizable (apto para
su mejoramiento) o metalúrgico, y el 27 por ciento es antracita.”18 Son
pocos los resultados en términos de utilidad pública para los habitantes
de los municipios aledaños frente a la ya fuerte presencia de cerca de
Íbdem
SARMIENTO HIDALGO, E. El páramo de Guerrero vientre, fuente de agua, luz y
vida. Periódico Muisca. Proyecto Comunicativo Popular Muisca. Septiembre 2013.
17
18
87
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
10 multinacionales en la zona entre las cuales se encuentra la empresa
Minminer.
Situación que se explica entre otras cosas, por la actual implementación
y profundización de la actividad minera en el país, como también, al
acelerado proceso de urbanización en la Sabana de Bogotá a partir de
planes de ordenamiento territorial que son manejados según los intereses
de la industria constructora e inmobiliaria del país pero que, de manera
constante, son demandantes de materia prima para su desarrollo.
Al respecto menciona Nohra León, directora del instituto de estudios
ambientales IDEA de la Universidad Nacional de Colombia, “el surgimiento
y fortalecimiento de los espacios urbanos condujeron a una rápida demanda
por materiales para la construcción. Con ello aumentó la presión sobre las
áreas de sub páramo, afectando así este ecosistema estratégico” y añade
que, “…aun cuando se presentan algunas explotaciones que incorporan
elementos ambientales, estos modelos no son suficientes, dado que
cualquier tipo de minería presente en estos ecosistemas genera disturbios y
desequilibrios con impactos de carácter irreversible sobre la biodiversidad
que sustentan”. (Agencia de Noticias UN 2014)
Nos quedan entonces después de realizar este panorama sobre uno de los
ecosistemas más importantes para la Sabana de Bogotá y para quienes
lo habitan, algunas preguntas: ¿Como sociedad, estamos pensando la
protección de y el respeto por ecosistemas trasversales claves para la
preservación y prolongación de la vida como los páramos? ¿Le estamos
dando la espalda a las generaciones futuras con la contaminación de las
fuentes y canales de agua y aún más, con la contaminación de los alimentos
que diariamente consumimos y los cuales van a condicionar nuestra
calidad de vida y la de nuestros hijos? ¿Cómo vamos a enfrentar el reto de
no desplazar una vez más al campesinado que se ha asentado en el páramo
como ya lo hicieron la violencia y los altos costos de la tierra y la vida
generados por la urbanización de la Sabana? ¿De qué modo afrontamos la
tensión entre la devastación del páramo y la convivencia con sus habitantes
y guardianes?
88
Foto: Tienda en casa campesina, municipio de Tocancipá - Corporación Cáctus
3.
La propiedad rural
en la Sabana
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
90
P r o pie d a d
Como se indicó en la introducción, la división entre uso de los suelos,
producción de alimentos y propiedad de la tierra se plantea en este informe
con propósitos analíticos, pero los tres factores mantienen una relación
dialéctica que se expresa de manera particular en cada territorio y que
guarda características generales según la forma espacial que adopta el
capital.
Supongamos que una porción de espacio rural ubicado muy cerca de
Bogotá y limitado por dos vías muy importantes de la región se destina a la
producción de maíz. Dadas las precarias condiciones por las que atraviesa
este cultivo, esta actividad productiva resulta poco rentable.
Supongamos ahora que un grupo inversionista ve en este terreno la
oportunidad de hacer un espléndido negocio. Es así que compra el terreno,
mueve influencias políticas del orden nacional y local para instalar en
ese lugar una zona franca o un proyecto de vivienda aprovechando su
ubicación estratégica. Como su gestión fue exitosa, ahora revende ya no
en hectáreas sino en metros cuadrados y hace que un conjunto de empresas
o de aspirantes a vivir lejos del stress urbano se localicen en este lugar.
Como consecuencia de la ubicación de dicha zona franca o del proyecto de
vivienda, el valor de los suelos aledaños aumenta, lo que genera presión,
legal o ilegal, sobre los pobladores locales que hasta entonces se dedicaban
a la producción agrícola y que ahora no ven otra alternativa que vender sus
terrenos, ya que hallan en dicho movimiento una oportunidad para captar
ingresos y por lo demás no cuentan tampoco con la solvencia para pagar
las cargas impositivas que se derivan de poseer terrenos de tan alto valor.
Es así como una iniciativa de un grupo de “emprendedores” genera (legal
o ilegalmente), un cambio en el uso del suelo, dicho cambio produce un
aumento del valor del mismo que impide que la producción de alimentos
pueda continuar. De manera que los productores y productoras de alimentos
se desplazan a lugares donde el valor del suelo sea menor.
En la Sabana de Bogotá, los tres factores señalados (uso del suelo,
producción de alimentos y propiedad de la tierra) se conjugan para dar
diferentes resultados como en el ejemplo “hipotético” que hemos planteado.
Una realidad que se presenta de manera más compleja y a mayor escala.
Foto: Desarrollo de vivienda en la Sabana de Bogotá - Corporación Cáctus
91
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Sabido lo anterior, un análisis de la estructura de la propiedad de la tierra
en la Sabana ilustra la forma dinámica en que esta región está siendo
absorbida en procesos de acumulación de capital. La propiedad rural de la
tierra se encuentra altamente concentrada en la Sabana. Para demostrarlo
se exponen a continuación dos elementos importantes: el coeficiente de
Gini y las estadísticas catastrales.
El coeficiente de Gini
El Coeficiente de Gini es un índice que permite identificar la desigualdad
social mediante una operación que contrasta el valor porcentual de la
riqueza y la participación en la misma del total de las personas. Es aplicado
a diferentes situaciones: la desigualdad en el reparto de los recursos,
salarios, acceso a comodidades o necesidades básicas entre otros. Dicha
operación da como resultado un coeficiente que oscila entre 0 y 1, en donde
0 es la mayor igualdad o la igualdad perfecta y 1 es la desigualdad perfecta.
Si hablamos del acceso a la tierra o de su propiedad y el coeficiente es
0, indicaría que todas las personas tienen igual cantidad de tierra. Si el
coeficiente es 1, indicaría que una persona lo tiene todo y las demás no
tienen nada.
En el 2012, el coeficiente de Gini para la Sabana se localizó en 0,789 es
decir, evidencia una altísima desigualdad en el acceso a la tierra. En 1989
el estudio ¿Hacia dónde va la Sabana de Bogotá? concluía que se daba una
tendencia relativa a la democratización de la propiedad de la tierra ya que
comparando 1970 y 1989, se registró un número mayor de predios.
Como se afirma arriba, la frontera agrícola en la Sabana se viene expandiendo
en particular en zonas de páramo y precisamente esto pudo generar tal
tendencia, es decir, dada la ausencia de una política de reforma agraria
integral la frontera agrícola se desplazó y se registraron nuevos predios.
Otra variable que puede explicar tal situación es la partición sucesoral o su
fragmentación como consecuencia del aumento del valor del suelo. Pesa
también el proceso particular de urbanización del área rural, por quienes
ocupan predios con propósito de vivienda. En síntesis, un mayor número
de predios no indicaría necesariamente un efectivo reparto de la tierra.
92
P r o pie d a d
ElcoeficientedeGinisobrelapropiedaddelatierraruralenlaSabana
podría indicar que el mercado de la tierra en la región es dinámico, pero no
señalaría cambios en la tendencia a la concentración. A partir de la lectura
realizada en 1989 se podía prever una tendencia a la democratización de
la tierra por el impulso de la urbanización y la industrialización así como
delaespeculación.Lagraficaquesepresentaacontinuaciónpresentael
índice en cuatro intervalos:
Gráfico 30: Coeficiente de GINI propiedad rural de la tierra en
La Sabana 1970-2012
0,9 coe6iciente GINI 0,8 0,7 0,6 0,5 0,4 0,3 0,2 0,1 0,0 Serie1 GINI 1970 0,848 GINI 1989 0,758 GINI 2000 0,808 GINI 2012 0,801 Fuente datos: 1970 – 1989 ¿Hacia dónde va la Sabana de Bogotá?. 2000 – 2012 Atlas de la distribución
de la propiedad rural en Colombia
IGAC (2000-2012). Elaboración propia.
Sin embargo, lejos de las expectativas sugeridas a partir de 1989, la Sabana
presenta una reconcentración de la tierra en pocas manos desde 1989. La
propiedad de la tierra rural en la región ha variado poco y se mantiene en
términos generales una estructura concentrada.
Municipalmente las tendencias mostradas por el coeficiente de Gini
expresan una permanencia en la concentración de la tierra que varía poco.
Los municipios con cercanía a páramos como Villapinzón y Zipaquirá
ostentan un índice más bajo que el promedio regional, en tanto que en
municipios como La Calera, Madrid, Nemocón, Sibaté, Sopó y Suesca se
muestra una tendencia a la concentración de la tierra en muy pocas manos
que aumenta con el paso del tiempo.
93
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Coeficiente de GINI propiedad rural de la tierra
Sabana de Bogotá 1970-2012
Municipio
GINI 1970
GINI 1989
GINI 2000
GINI 2012
Bojacá
0,98
0,77
0,81
0,82
Cajicá
0,95
0,81
0,89
0,9
Chía
0,82
0,8
0,93
0,89
Chocontá
0,82
0,77
0,74
0,77
Cogua
0,91
0,76
0,81
0,78
Cota
0,95
0,86
0,85
0,84
0,7
0,73
El Rosal
Facatativá
0,81
0,74
0,86
0,73
Funza
0,91
0,82
0,72
0,75
Gachancipá
0,99
0,84
0,85
0,86
Guasca
0,88
0,85
0,81
0,81
Guatavita
0,9
0,76
0,77
0,77
La Calera
0,72
0,73
0,84
0,8
Madrid
0,86
0,75
0,84
0,94
Mosquera
0,99
0,85
0,8
0,64
Nemocón
0,85
0,75
0,83
0,83
Sesquilé
0,92
0,76
0,77
0,76
Sibaté
0,75
0,75
0,9
0,93
Soacha
0,9
0,8
0,78
0,85
Sopó
0,84
0,82
0,82
0,84
Subachoque
0,76
0,74
0,77
0,75
Suesca
0,59
0,73
0,74
0,73
Tabio
0,74
0,72
0,79
0,77
Tenjo
0,9
0,74
0,78
0,78
Tocancipá
0,97
0,68
0,81
0,79
Villapinzón
0,56
0,65
0,67
0,68
Zipaquirá
0,77
0,47
0,83
0,82
Fuente datos: ¿Hacia dónde va la sabana? (1970-1989)
Atlas de la distribución de la propiedad rural en Colombia IGAC (2000-2012). Elaboración propia.
94
P r o pie d a d
Para el caso del municipio del Rosal no se cuenta con datos de 1970 y 1989
dado que la fundación de este municipio se data en 1997.
Según los datos consignados en el atlas de la distribución de la propiedad
rural en Colombia en el periodo entre el año 2000 y el 2012 el Coeficiente
de Gini varió entre 0,8 y 0,81. Puntualmente se muestra una tendencia a la
disminución del monopolio de la tierra en el periodo que va desde el 2000
al 2008 y un proceso de reconcentración territorial en pocas manos desde
este último año así:
Gráfico 31: Coeficiente de GINI propiedad rural de la tierra
Sabana de Bogotá 2000-2012
0,812 0,81 0,808 Valor GINI 0,806 0,804 0,802 0,8 0,798 0,796 0,794 0,792 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 Serie1 0,81 0,805 0,806 0,803 0,801 0,800 0,799 0,799 0,799 0,801 0,805 0,799 0,800 El municipio que arrastra una
baja del coeficiente de Gini en el 2011 es
Mosquera, pues pasa de un índice de 0,72 en 2010 a 0,61 en el 2011. Los
demás municipios muestran una tendencia estable en el monopolio de la
tierra.
No puede calificarse la tendencia de Mosquera como propia de la Sabana
occidente, pues Madrid, su municipio vecino, presenta una tendencia
contraria casi llegando a la desigualdad perfecta como se puede ver en el
gráfico 32 en la siguiente página.
En conclusión, el coeficiente de GINI expresa una preocupante situación:
una región como la Sabana, que presenta altísima aptitud para la producción
de alimentos se encuentra monopolizada y como vimos arriba, dedicada
95
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
a la producción de pastos y a la explotación minera en proporciones
preocupantes. Veremos si la estadística catastral corrobora lo planteado.
Gráfico 32. Tendencia indice de GINI propiedad rural de la
tierraMosquera y Madrid 2000-2012
Propiedad de la tierra
en la Sabana según Catastro
A juzgar por la estadística catastral, en la Sabana, la desigualdad en el
acceso a la tierra podría considerarse escandalosa: en el 2012 el 49 por
ciento de los propietarios deben contentarse con el 5 por ciento de la tierra,
mientras un solo propietario posee casi el 9 por ciento de la misma.
A partir del año 2001 múltiples proyectos caen sobre la región en
avalancha y existen tanto ejecuciones de los mismos como especulaciones.
Realizaremos un análisis de las tendencias en materia de propiedad del
suelodelaño2000hastael2012conelfindeestablecerlainfluenciaque
pueda tener la planeación territorial.
Enefectopuedeidentificarseunatendenciageneral:losprediosdemenos
de una hectárea hasta las 20 hectáreas aumentan mientras que los predios
mayores a las 20 tienden a disminuir. En el año 2000 se registraron un
total de 56.269 predios en la Sabana inferiores a una hectárea mientras que
en el 2012 esta cifra aumentó a 66.914, es decir, en el 2012 hay 10.645
predios inferiores a una hectárea que en el 2000 no existían. No se trata
de un proceso de minifundización de la tierra; el aumento de este tipo de
96
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
predios, los cambios en los usos del suelo y el aumento del valor de la
tierra indicarían que se trata de un proceso de urbanización suntuaria.
Gráfico 33. Propiedades inferiores a 1 hectárea en
La Sabana 2000-2012
68.000 66.000 64.000 Propiedades 62.000 60.000 58.000 56.000 54.000 2012 2011 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 50.000 2000 52.000 Esta
tendencia es empujada fundamentalmente por los municipios de borde
o cercanos a la capital en donde más se presentan asentamientos de casas
altísimo valor. Puntualmente la tendencia es
de descanso o casas quintas de
empujada por el municipio de Chía, que en el 2000 registró 1.944 predios
inferiores a una hectárea mientras que en el 2012 esta cifra aumento a 3.723
predios. Otros municipios que aportaron mayoritariamente al ascenso de
este tipo de propiedades fueron La Calera, Sopó, Tabio, Tenjo, Chocontá,
Guasca y Villapinzón. Por su parte en los municipios de Zipaquirá,
Facatativá, Madrid y Mosquera las propiedades inferiores a una hectárea
tendieron a disminuir en el mismo periodo.
Las propiedades entre una y tres hectáreas también presentan un ascenso
importante, pues en el 2000 se registran 24.915 propietarios que suman
un área total de 29.359 hectáreas, mientras en el 2012 se registran 28.472
propietarios y sumando sus propiedades ocupan un total de 34.246
hectáreas. El ascenso de este tipo de propiedades es un poco menor que
el visto en las propiedades inferiores a una hectárea y se evidencia de esta
manera:
98
P r o pie d a d
Gráfico 34. Propietarios entre 1 y 3 hectáreas en
La Sabana 2000-2012
29000 Propietarios 28000 27000 26000 25000 2012 2011 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 23000 2000 24000 La
tendencia al aumento de los propietarios de terrenos entre una y tres
hectáreas
es general en la Sabana y se aprecia un ascenso particular en el
el año 2000 contaba con 85 predios de este
municipio
de El Rosal que en
tipo y en el 2012 la cifra ascendió a 371. Otros municipios en los que el
ascenso es continuo y significativo son Guasca, La Calera, Sopó, Tabio,
Tenjo y Subachoque, mientras que en Gachancipá, Tocancipá y Zipaquirá
este tipo de propiedades tiende a disminuir.
Los predios de tres a cinco y de cinco a diez hectáreas tienden a aumentar
de modo menos significativo que los rangos analizados anteriormente, pues
los propietarios de terrenos de 3 a 5 hectáreas pasaron 10.972 en el 2000
a 11.792 en el 2012, mientras que los predios de entre 5 y 10 hectáreas
pasaron de 11.708 en el 2000 a 12.090 en el 2012 como se muestra a
continuación, en la gráfica 35 en la siguiente página.
Es evidente que en este caso el ascenso no es constante. En algunos
municipios como Chía y Chocontá, los predios entre las 3 a 5 hectáreas
aumentan mientras que los que están entre las 5 y las 10 hectáreas
disminuyen, lo que evidencia un reparto entre los medianos y pequeños
propietarios o un cambio importante de los usos del suelo que pasan del
uso agrícola al uso residencial. Por su parte municipios como La Calera,
Madrid y Mosquera presentan un aumento en los dos rangos mientras que
en municipios como Tabio en los dos rangos se presenta una disminución
de los predios de estos tamaños.
99
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Gráfica 35. Propietarios de 3 a 5 y de 5 a 10 hectáreas
en La Sabana 2000-2012
13000 Propietarios 12500 12000 3 -­‐ 5 has. 11500 5 -­‐ 10 has 2012 2011 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 10500 2000 11000 Gráfica 36. Propietarios de 10 a 15 y de 15 a 20 hectáreas
en La Sabana 2000-2012
6.000 5.500 Propietarios 5.000 4.500 10 -­‐ 15 has 4.000 15 -­‐ 20 has 3.500 2012 2011 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2.500 2000 3.000 Es de anotar que las plantaciones de flores según la información que hemos
obtenido, en promedio tienen
una extensión de 17 hectáreas. Nuestros
registros muestran 525 fincas que ocupan 9.039 hectáreas. Son productores
con una alta disponibilidad de capital para pagar salarios e insumos, que
producen para el mercado externo y con acceso a todo tipo de tecnologías
de empaque y transporte. Consideración similar debería hacerse para
cultivos intensivos en inversión como es el caso de la papa y la fresa. Son
aspectos a tener en cuenta cuando se trata de valorar propiedades inferiores
a las 20 hectáreas.
100
P r o pie d a d
De otra parte, los propietarios de terrenos entre las 10 y 15 y entre 15 y 20
hectáreas también presentan un aumento menor que los rangos anteriores y
su incremento no es constante. Solo hasta aquí puede evaluarse una región
sumamente dinámica en lo que tiene que ver con el mercado de la tierra,
y una tendencia a una nueva repartición entre los predios menores a una
hectárea y hasta las 20 hectáreas.
En la Sabana de Bogotá las propiedades superiores a las 20 hectáreas
tienden a disminuir paulatinamente y los predios superiores a las 2000
hectáreas parecieran desaparecer, pues en el año 2000 se registraron 45
propietarios con terrenos superiores a las 2000 hectáreas mientras en el
2012 hubo solo un propietario con terrenos de la misma extensión. Todo
indica que el dominio territorial en la Sabana lo tienen los propietarios de
entre las 20 y las 500 hectáreas, sin que esto signifique democratización
real de la propiedad.
Debe considerarse que el valor del suelo en la Sabana es también de los
más altos en Colombia. Hacerse propietario de 20 hectáreas en esta región
supone contar con cerca de tres mil quinientos millones de pesos según
avalúo catastral en Chía 2009. Considérese además que la compra de tierra
en esta región no se ajusta al avalúo catastral por lo que su precio puede
ser aún mayor. Así por obra de los especuladores con la tierra, esta es
inaccesible para personas que no cuenten con altísimos ingresos.
La propiedad de la tierra es sumamente desigual si consideramos las
tendencias anteriormente mencionadas: los propietarios con terrenos
menores a las 20 hectáreas representan el 94,2 por ciento de los propietarios
existentes y dominan el 47,8 por ciento de la tierra, mientras que los
propietarios con terrenos superiores a las 20 hectáreas representan tan solo
el 5,76 por ciento de los propietarios y dominan el 52,1 por ciento de la
tierra. La estructura general de la propiedad de la tierra en la Sabana para
el 2012 se resume en gráfica 37, en la siguiente página.
Como puede apreciarse, los propietarios de terrenos inferiores a una
hectárea, que son 67.467, representan el 49 por ciento de los propietarios
en general y tan solo poseen el 5 por ciento del suelo. En el 2012 solo un
propietario en la Sabana detenta terrenos superiores a las 2000 hectáreas y
este posee más tierra que los 67.467 propietarios anteriores.
101
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
> 2000 has 1000 -­‐ 2000 500 -­‐ 1000 has 200 -­‐ 500 has 100 -­‐ 200 has 50 -­‐ 100 has 20 -­‐ 50 has 15 -­‐ 20 has 10 -­‐ 15 has 5 -­‐ 10 has 3 -­‐ 5 has. 1 -­‐ 3 has 50 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0 Inferior a 1 ha. Gráfico 37. Estructura de la propiedad rural de la tierra en la
Sabana de Bogotá. Porcentaje de propietarios
y área de las propiedades -2012
50 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0 % Propietarios % Área La grafica muestra un dominio de los propietarios de terrenos entre las 20
y las 50 hectáreas, que representan el 4,8 por ciento de los propietarios y
poseen el 17,4 por ciento de la tierra. Como es visible la línea de propietarios
tiende a extinguirse de izquierda a derecha, es decir, disminuyendo la
cantidad de propietarios en relación con la extensión de los terrenos, pero
no sucede lo mismo con la línea de área detentada. Esto solo indica lo que
es de prever no solo en la Sabana sino en el país: la tierra se encuentra
concentrada en muy pocas manos y como se vio con antelación a este
apartado, los que tienen más tierra no están sembrando alimentos.
Un análisis del comportamiento general del mercado de la tierra arroja
que entre 2000 y 2012 los municipios de borde al norte de la Sabana
experimentan un aumento de las propiedades menores a una hectárea y
hasta las 3 hectáreas. Tal es el caso de Chía, Cota y Sopó, que a partir
del 2010 no registran predios mayores a las 500 has, con un consecuente
aumento del valor de la tierra por hectárea. En el 2012 la estructura de la
propiedad rural en Chía es la siguiente:
102
P r o pie d a d
Gráfico 38. Estructura de la propiedad rural de la tierra en Chía.
Propietarios y área de las propiedades - 2012
La gráfica muestra cómo en Chía el 87,5 por ciento de los propietarios
detentan terrenos menores a una hectárea y en suma controlan el 19,6 por
ciento de la tierra. Este municipio sobresale, pues tiene un mayor número
de pequeños propietarios que la media en la Sabana.
No sucede lo mismo con los municipios de borde al sur occidente de la
Sabana (Soacha, Mosquera y Funza) que sufren una reconcentración de
la tierra en el periodo de 2000 al 2012 y que muestran la permanencia de
propiedades entre las 200 y las 500 hectáreas e incluso mayores a las 500
hectáreas como lo muestra el caso de Mosquera:
% Gráfico 39. Estructura de la propiedad rural de la tierra en
Mosquera. Porcentaje de propietarios y área de las propiedades 2012
70 60 50 40 30 20 10 0 35 30 25 20 15 10 5 0 % Propietarios % Área 103
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
El gráfico muestra como en Mosquera se mantiene un dominio de las
propiedades mayores a las 20 hectáreas, así como los propietarios de menos
de una hectárea representan el 18,4 por ciento del total de los propietarios
y controlan solo el 0,75 por ciento del suelo, mientras que los propietarios
de más de 20 hectáreas, detentan el 81,7 por ciento de la tierra. A partir de
las 20 hectáreas el número de propietarios cae en picada, lo que indica la
concentración de la propiedad. Podría parecer que el rango de veinte a mil
hectáreas es demasiado amplio. Recuérdese lo dicho sobre el precio de la
tierra en Chía, para que pueda valorarse el significado de poseer un predio
de veinte hectáreas en la Sabana.
La Sabana de Bogotá es una de las regiones más dinámicas del país en
lo que se refiere al mercado de la tierra, y como consecuencia de las
múltiples proyecciones estratégicas por parte de diferentes organismos
públicos y privados, se presenta un proceso especulativo sin precedentes.
Las dinámicas migratorias y de renta de la tierra han generado procesos de
segregación socio-espacial, que significa que las clases altas se concentran
espacialmente en lugares cómodos y confortables con ambiente de campo
a una distancia prudente de la caótica ciudad de Bogotá, mientras las clases
bajas son obligadas a aglutinarse en viviendas informales o formalizadas
a pulso o por la vía del mercado, en este último caso con casas de interés
social en lugares distantes de las clases altas, para no ofenderlas con
presencias incómodas.
Una gran cantidad de pequeñas propiedades antaño indicaba una vida rural
saludable e inspiraba un ambiente campesino al estilo de las cantas de
Jorge Velosa en “Mi vereda parece un pesebre”. En la Sabana de Bogotá
el aumento de propiedades pequeñas, particularmente en el norte, dados
los usos del suelo, ha generado lo contrario: un desplazamiento del
campesinado y de los productores de alimentos y el posicionamiento de
las clases altas en estos municipios.
Cota es uno de los municipios en donde se presenta un mayor crecimiento
de las propiedades inferiores de una hectárea y hasta las cinco hectáreas,
y además es uno de los municipios en donde el precio ha aumentado
astronómicamente: entre el 2000 y el 2009 el precio de propiedades
inferiores a una hectárea aumentó 216 por ciento. Lo propio sucede en
104
P r o pie d a d
Chía, donde el precio de las mismas propiedades aumentó 202 por ciento
en el mismo período.
De manera que la realidad indicaría que el cambio de los usos del suelo
empujado por las clases altas y el empresariado ha generado una altísima
variación de los precios de la tierra en detrimento del derecho a la
alimentación de los y las pobladoras de la Sabana.
Particularmente la migración de las clases altas a la Sabana y su llegada
a los municipios de Cajicá, Chía, Cogua, Cota, Gachancipá, Sopó, Tabio,
Tenjo y Tocancipá hace que estos municipios presenten un volumen
de propietarios menores de una hectárea que representa más del 60 por
ciento de los propietarios de cada uno de éstos municipios. Al tiempo, en
estos municipios se presenta una dramática disminución de la producción
de alimentos y un altísimo aumento del valor del suelo. En suma, la
fragmentación de la tierra en estos municipios no supone su democratización
sino el desplazamiento de los pobladores de la Sabana que contribuían a la
satisfacción del derecho a la alimentación de las comunidades y que ahora
son desposeídos.
La desigualdad en el acceso a la tierra en la Sabana es evidente y tiende a
acrecentarse conforme las proyecciones estratégicas en la región se vayan
realizando: incorporar a la región a dinámicas de mercado más intensas
mediante el despojo.
105
Foto: Adulto mayor trabajando en los chircales - Sabana de Bogotá - Corporación Cáctus
4.
A manera de cierre
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
108
C ie r r e
Como hemos visto, la Sabana atraviesa una crisis en lo que se refiere a la
producción de alimentos y habrá que tener en cuenta las variables el uso
del suelo y la propiedad de la tierra para entender lo que sucede, ubicar
cuáles son los determinantes y cuales las posibles soluciones.
En la región se implementan todo tipo de proyectos que incorporan los
abundantes recursos de que dispone el territorio a procesos de acumulación
de capital, los usos de los suelos vienen cambiando drásticamente, las
actividades económicas dominantes desplazan la producción de alimentos
y la propiedad de la tierra continúa altamente concentrada o no le pertenece
a los y las campesinas. Por su parte el ordenamiento territorial no ha
respondido a las necesidades de las comunidades y tiende a modificarse
a merced de las necesidades del mercado, pero la alimentación es tan
decisivamente vital que no puede dejarse en sus manos.
Mucho se habla de la seguridad alimentaria en el Departamento y en
algunos municipios, sin embargo la Sabana está huérfana de acciones
estatales que procuren impactar y mejorar integralmente la situación
alimentaria por la que atraviesa. Las iniciativas emprendidas por parte de
las entidades estatales comprenden la alimentación de una manera reducida
y las acciones a que se llega son, en el mejor de los casos, asistencialistas
en grupos focalizados y considerados en condición de vulnerabilidad.
Aportar verdaderamente a la solución del problema pasa entonces por
comprender la alimentación como un proceso, tal como lo enunciamos en
nuestro primer informe y que se resume en la gráfica 40, en la siguiente
página.
De manera que una política seria no centrará su interés en el acceso a
los alimentos aunque este es muy importante. Aportar a la solución del
problema implica por ejemplo abordar el tema de la propiedad de la tierra,
el tema de las semillas, de la asistencia técnica, de las formas de producción
y de las tierras aptas para la misma… Implica proponer una discusión que
involucre a toda la sociedad en torno a las prioridades, no del mercado sino
de la gente, y acerca de las acciones que de ello se derivan.
De otra parte, la producción de política por parte de las entidades de Estado
en esta materia inicia con principios universales y conforme llega a las
acciones puntuales se resquebraja, como sucede con la ordenanza 054 de
Foto: Detalle de horno de coción de ladrillos en los chircales - Sabana de Bogotá - Corporación Cáctus
109
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Gráfico 40. Alimentación como proceso
TRANSFORMACIÓN
INTERCAMBIO
INTERCAMBIO
Factores
productivos
CONSUMO
PRODUCCIÓN
Siembra
Cuidado
Cosecha
Aprovechamiento
Biológico
2010 de la Asamblea de Cundinamarca, que señala como principios que
rigen la política rural la seguridad alimentaria y nutricional, el derecho a la
alimentación, la equidad social, la perspectiva de género, la sostenibilidad
y corresponsabilidad, el respeto a la identidad y la diversidad cultural y
el desarrollo sostenible. Todo ello no pasa de ser valiosos principios que
se quedan en el papel cuando se trata de llevarlos a la práctica pues no se
traducen en acciones que afecten la crisis por la que atraviesa la Sabana.
Entender la alimentación como un proceso y adoptar la soberanía
alimentaria como concepto medular es el primer paso. Hacerlo supone
desatar contradicciones en la región, confrontar a los actores que han hecho
de la Sabana un receptáculo de mercancías, un negocio inmobiliario, una
cantera enorme, una pradera sin límites y una espacio repleto del plástico
de los invernaderos… Se trata en suma de asumir responsablemente las
prioridades reales. El modelo de desarrollo implantado en el país y en
la Sabana se ha mostrado incapaz de cumplir con las demandas de las
110
C ie r r e
comunidades, entonces sin vacilaciones es necesario cambiarlo antes de
que destruya la enorme riqueza aun existente.
Desde las autoridades departamentales y municipales no salen a flote
propuestas que entiendan la alimentación como un proceso y realicen
acciones que busquen superar la crisis, pero esto no quiere decir que no
existan alternativas. Lo que parece un enigma para las autoridades, en
realidad lo han resuelto las organizaciones de base congregadas en la
Cumbre Nacional Agraria Étnica y Popular, pues se trata de un problema
nacional al que desde la región podemos aportar.
En el 2014 el Paro Nacional Agrario difundió propuestas del orden nacional
nacidas en el seno de las comunidades y que se expresan en el pliego de
exigencias que fue presentado al gobierno nacional. La presión social y
la organización popular que se hizo sentir a lo largo y ancho del territorio
nacional, hizo que el gobierno se comprometiera con discutir dicho pliego
legitimando como interlocutor a las organizaciones campesinas. El pliego
tiene los siguientes puntos:
1. Tierras, territorios colectivos y ordenamiento territorial.
2. Economía propia contra el modelo de despojo.
3. Minería, energía y ruralidad.
4. Cultivos de coca, marihuana y amapola.
5. Derechos políticos, garantías, victimas y justicia.
6. Derechos sociales.
7. Relación campo-ciudad
8. Paz, justicia social y solución política
Las organizaciones sociales, campesinas, étnicas y populares tienen claro
que estamos ante un problema de carácter estructural que supone poner en
cuestión los principios que el gobierno nacional considera innegociables.
Por su parte en la Sabana de Bogotá comunidades y organizaciones se
apropiaron de las propuestas construidas en la Cumbre Nacional Agraria
Campesina, Étnica y Popular en diferentes acciones que contribuyeron a
que el gobierno decidiera discutir el pliego. Pese a ello es evidente la falta
111
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
de voluntad política del gobierno nacional y esto aclara que su compromiso
se debió a urgencias electorales y no a una voluntad real de satisfacer las
necesidades del pueblo colombiano.
De manera que si bien este informe plantea como recomendaciones a la
autoridades la comprensión de la alimentación como un proceso y que sea
entendido el concepto de soberanía alimentaria, así como que se escuchen
las propuestas de las comunidades y organizaciones sociales y que se
revise el ordenamiento territorial, la propiedad de la tierra y la producción
de alimentos en función de los derechos de las comunidades sabaneras,
también se tiene claro que sólo la organización social puede detener el
proceso de destrucción al que viene sometiéndose esta región.
112
C ie r r e
Red por la Soberanía Alimentaria
Raíces de la Sabana
La Sabana comparte condiciones geográficas, problemáticas, historia y
luchas populares comunes. La organización social es otro elemento que
compartimos en la Sabana.
Frente al problema de la alimentación la Red Raíces de la Sabana desde el
2013 viene posicionando sus críticas y realizando acciones en procura de
mejorar las condiciones de vida en esta región. Con la seguridad de que
la unidad es definitiva para impactar en la realidad, esta red congrega a
once organizaciones sociales de la sabana y tres instituciones educativas
de carácter público
Se trata de organizaciones que producen alimentos y que ven como
alternativa a la grave situación alimentaria que atraviesa la región, la
construcción en la Sabana de un movimiento social que tenga como
columna vertebral la soberanía alimentaria. En el proceso de construcción
de unidad la red viene adelantando acciones para:
• Consolidar unidad organizativa.
• Construir y garantizar la permanencia de circuitos agroalimentarios y
agroecológicos.
113
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
• Realizar procesos de formación que permitan entender la realidad
social.
• Constituirse como guardianes de semillas.
• Recuperar tierras para uso agrícola comunitario.
• Recuperar plazas de mercado populares en la Sabana.
• Producir alimentos agroecológicamente.
• Lograr autoabastecimiento alimentario.
• Intercambiar experiencias e integrar los procesos locales a dinámicas
nacionales como el pasado Paro Nacional Agrario.
Claramente la red ve como preocupación la presencia de empresas
multinacionales que saquean la riqueza de la región y que dejan desolación
y ruinas a su paso y denuncia que en el capitalismo las demandas de
soberanía alimentaria son imposibles de cumplir. Es por ello que este
proceso organizativo se plantea como uno de largo plazo que conquista
luchas y gana terreno permanentemente.
El problema de la comercialización y la intermediación es uno que afecta a
los y las campesinas en las regiones más alejadas del país pero también en
la sabana, es por ello que la consolidación de circuitos agroalimentarios y
la permanencia de las plazas de mercado publicas y populares son acciones
estratégicas y necesarias para la red.
El problema de alimentación en la Sabana se encuentra en el conjunto del
proceso alimentario; en la producción y todo lo que hace que la producción
sea posible (la propiedad de la tierra, el trabajo humano, las semillas,
los riegos y el acceso a agua, las herramientas y los recursos que son
indispensables); en la comercialización para lo cual se proponen circuitos
populares agroalimentarios, en la transformación y el consumo.
Es de vital importancia en el actual proceso de mundialización del capital
resguardar las semillas y confrontar la revolución verde, de manera que el
problema no solo está en el proceso de producción sino en las decisiones u
omisiones que en materia de política permiten que el mercado monopolice
los alimentos desde las semillas, los fertilizantes, abonos y demás productos
químicos elaborados por empresas multinacionales.
Sin embargo la red también enuncia la importancia y el papel de los sujetos.
En este sentido promueve la producción limpia, la agroecología y la toma
114
C ie r r e
de conciencia del mundo desde los productores y productoras hasta los
consumidores y consumidoras posicionando la importancia de la soberanía
alimentaria.
En su trabajo paso a paso, la Red por la Soberanía Alimentaria Raíces
de la Sabana se articula al movimiento social colombiano intercambiando
experiencias con procesos como ASONALCA (Asociación Nacional
Campesina José Antonio Galán Zorro). El apoyo a las iniciativas de la
Cumbre Nacional Agraria y el Coordinador Nacional Agrario hace parte
de las prioridades de este proceso organizativo que crece en el seno del
ENCUENTRO SOCIAL Y POPULAR SABANA, como proyecto de
movimiento social en el altiplano cundinamarqués.
La esperanza de otra Sabana posible se hace cada vez más real en la medida
en que organizaciones y comunidades organizadas continúen construyendo
propuestas y haciéndolas realidad en el territorio, pues el hecho de que la
realidad de la Sabana no esté a favor de las comunidades no implica que
deba ser así indefinidamente.
Logotipo de Raíces de la Sabana
115
Foto: Plaza central, municipio de Tocancipá - Corporación Cáctus
5.
Conclusiones y
recomendaciones
C o n clu sio n e s y r e co me n d a cio n e s
Conclusiones frente a la relación
usos del suelo y alimentación
1. Existe un proceso de urbanización de la región y un aumento notorio
de la población urbana en la Sabana. Este crecimiento ha generado
importantes cambios en los usos del suelo y por tanto, ha incidido
fuertemente en el desplazamiento al que vienen sometiéndose los
productores y productoras de alimentos en la región.
2. Los Planes de Ordenamiento Territorial en La Sabana vienen
modificándose permanentemente en relación de las prioridades del
mercado. Estas decisiones desincentivan la producción de alimentos,
lo que constituye una amenaza a la soberanía alimentaria. En otras
palabras, el ordenamiento territorial está a los pies del mercado, de
los macroproyectos, de los especuladores y rentistas de la tierra, del
negocio inmobiliario entre los muchos actores que disputan el espacio
en la Sabana por la vía del mercado.
3. Lo que se decida al interior de los municipios en materia de planeación
territorial afecta directamente las vidas de las comunidades que lo
habitan. Dicha planeación debe ser un ejercicio participativo en el que
las comunidades debatan sobre el devenir del territorio y no un conjunto
de decisiones arbitrarias que buscan beneficiar los intereses del negocio
inmobiliario y de otros intereses que modifican constantemente el
ordenamiento territorial en la Sabana.
4. Se requiere de la producción de ejercicios de investigación que evalúen
los impactos de la localización industrial, así como de los efectos y
verdaderas escalas del asentamiento de bodegas o centros de logística
en la región y su relación con la situación alimentaria en la Sabana.
5. Se acentuaron las tendencias identificadas en 1988 por el estudio ¿Hacia
dónde va la Sabana? El crecimiento permanente del área dedicada a la
producción de pastos o zonas de pastoreo no se ha detenido y amenaza
la producción de alimentos, beneficia los procesos de renta de la tierra,
acrecienta la desigualdad y agudiza el desequilibrio ambiental en la
región atacando zonas estratégicas productoras de agua.
6. La minería en la Sabana viene acentuándose sin perjuicio de los
enormes daños ambientales que puede generar dada la fragilidad y
relacionamiento de los ecosistemas. La Sabana carece de informes
Foto: Mercado campesino, municipio de Sibaté - Corporación Cáctus
119
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
sobre los impactos ambientales y las acciones que las empresas
extractivas realizan para mitigar daños irreparables. Los cambios en
los usos del suelo y la intensificación de la explotación minera en la
región amenazan y desplazan a los y las productoras de alimentos a
zonas cada vez más alejadas de los centros urbanos.
7. Los planes de ordenamiento territorial de la Sabana no concuerdan con
la explotación minera y no informan acerca de la realidad en términos
del área y las implicaciones de dicho tipo de explotación.
8. Es necesario hacer una revisión general de las licencias ambientales y
los planes de manejo ambiental que vienen desarrollándose en la región,
así como de la vigencia y posible renovación de títulos mineros. A la
luz de los impactos y de las acciones emprendidas las organizaciones
podrían lograr la defensa del territorio y evitar catástrofes mayores
posicionando su derecho a la consulta previa.
9. A pesar de las supuestas crisis por las que ha atravesado el sector,
la floricultura sigue ocupando suelo que podría utilizarse para la
producción de alimentos. El impacto ambiental de la industria
floricultura atenta contra las generaciones futuras dado que infertiliza
los suelos en los que después de realizada la explotación, nada puede
sembrarse.
Algunas conclusiones frente a la producción
de alimentos en la región
1. El tipo de agricultura dominante en la Sabana es la capitalista. La
economía campesina viene extinguiéndose. Se posicionan o mantienen
los cultivos que ofrecen mayores márgenes de rentabilidad.
2. El modelo de desarrollo y las perspectivas estratégicas diseñadas por
diferentes entidades público privadas ponen en riesgo el derecho a la
alimentación de las comunidades de la Sabana en la medida en que
desincentivan y desplazan la producción a zonas alejadas de la capital.
Al tiempo agudizan el desequilibrio ambiental en la región.
3. La crisis por la que atraviesa la producción de alimentos es estructural
y merece la revisión de los planes de ordenamiento territorial así como
de una verdadera reforma agraria.
120
C o n clu sio n e s y r e co me n d a cio n e s
4. Históricamente, la producción de alimentos en la Sabana viene
ocupando menos terreno. Tienden a desaparecer los cereales mientras
que la producción de papa aumenta, en particular en zonas de montaña
y ladera con las consecuencias ambientales y sociales que ello supone.
5. El libre comercio y su territorialización en la Sabana es una amenaza
real a la autonomía y soberanía alimentarias de las comunidades.
6. El cultivo de la fresa viene acentuándose y su localización,
particularmente en Sibaté ha logrado la consolidación de cadenas
productivas. Es una preocupación la utilización de herbicidas, pesticidas
y abonos entre otros, que pueden afectar la salud de los consumidores
y la vida orgánica de la tierra. Es evidente que la producción de fresa
también toma la modalidad de agricultura comercial.
7. Los cambios en los usos del suelo, el modelo de desarrollo adoptado
y el negocio inmobiliario han desplazado la producción de alimentos
a zonas de reserva protectora y productora. No se debe concluir que
los productores agrarios, campesinos y campesinas son los y las
culpables de la destrucción ambiental, pues existen razones para
su desplazamiento. La protección de las zonas de páramo implica
modificar la propiedad de la tierra en zonas planas.
8. Este informe no agota todo lo que puede y debe decirse en torno a
la producción de alimentos, la Sabana requiere de ejercicios de
investigación cada vez más colectivos en torno a la economía
campesina en la región, el tipo de productor agropecuario que se
viene configurando, así como de la dependencia frente al consumo de
alimentos provenientes de otras regiones y países y la huella ecológica.
9. Es necesario también indagar sobre los hombres y mujeres que en
cuanto trabajadores asalariados producen alimentos en la región y sus
condiciones laborales.
10.Es necesario realizar ejercicios de investigación en torno a la producción
bovina, ovina, porcina y avícola en la región. De estos sectores
existe información disponible y resulta necesario sistematizarla y
comprenderla para tener un mejor conocimiento de la Sabana.
121
M ás c emen to , m e n os a l i m e n t o
Algunas conclusiones sobre la propiedad de la tierra
y la producción de alimentos
1. La propiedad de la tierra se encuentra concentrada y el incremento del
valor de la misma impide que pequeños productores tengan acceso a la
tierra, en este sentido, la estructura de la propiedad y la especulación
que se hace con el suelo violentan el derecho a la alimentación de las
comunidades.
2. La tendencia a la fragmentación de la tierra y el aumento de
propiedades inferiores a las 20 hectáreas no ha derivado en aumento
de la producción de alimentos. Los procesos de urbanización para
personas con alto poder adquisitivo en las afueras de la ciudad son un
proceso excluyente que están empujando la fragmentación de la tierra
y al tiempo están impidiendo la producción de alimentos.
3. La Sabana es una región sumamente dinámica en lo que respecta
a la compra y venta de tierra particularmente en los municipios de
borde urbano o que colindan con la ciudad de Bogotá. Este proceso
ha intensificado la especulación y aleja la producción de alimentos a
zonas alejadas de las ciudades.
4. Someter la tierra a las dinámicas del mercado ha derivado en amenazas
o violaciones al derecho a la alimentación de las comunidades.
5. La Sabana de Bogotá es un región particular en lo que se refiere a la
tenencia de la tierra, las condiciones de especulación, productividad,
demanda y el esfuerzo del capital por incorporar a la región a dinámicas
de mercado hacen que la estructura de la propiedad de la tierra parezca
menos desigual que en otras regiones país, pero no es así. El altísimo
precio de la tierra en la Sabana y las tendencias que se afirman impiden
que los campesinos y campesinas puedan poseer la tierra. En otras
palabras, en la Sabana no puede hablarse de la tenencia de la tierra sin
hablar de su uso.
6. Es necesario realizar ejercicios investigativos que crucen las tres
variables (uso, propiedad y producción de alimentos) en espacios
específicos, a partir de trabajo de campo y levantamiento de información
de base.
122
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