Profesionalismo deportivo

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bEPol^TlVO
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Afio IX.—No. 283
25 marzo 1923
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A p a r e c e e l 5 , 15 y 2 5 d s c a d a m o a
Oficinas: VILLALAR, 10 - MADRID - TEL. S-1311
A p a r t a d o d e Coi-reoa,
S22
B
=
B
SUSCRIPCIÓN
Madrid
Semestre. 8,—
Año. . . . 15,—
Provincias
9,—
16,-
Extranjero
15,—
ptas.
25.-
Profesionalismo deportivo
Prometí en mi anterior artículo (al
ocuparme de los beneficios que el
deporte puede proporcionar á la sociedad humana) ocuparme posteriormente de la enfermedad parasitaria
que envenena su existencia, que invierte su acción moralizadora y transforma en mal lo que debería ser un
bien. Me refiero á la acción del profesionalismo.
Deporte y profesionalismo son
dos palabras que en mi espíritu no
consigo poner de acuerdo, ya que,
según mi criterio, elemental, puesto
que se basa en la propia definición
de las palabras, el deporte sólo puede ser «aficionado» ó deja de serlo.
El que practica el deporte, sólo
debe hacerlo para su diversión, como
distracción de sus ocupaciones profesionales, ó con miras al perfeccionamiento físico y sin pensar en ningún
interés material. En caso contrario,
el que busca en la práctica de ios
juegos físicos los medios únicos de
proveer á la propia subsistencia, desempeña únicamente un vulgar modo
de vivir, que será tal vez honesto, no
lo dudo, pero que no es un deporte.
El profesional es un simple obre''o como cualquier empedrador ó
cargador de muelle.
Esta será la base principal en que
na de asentarse mi razonamiento, y la
juzgo incontestable; no faltan pruebas en apoyo de mi tesis, pero, al
I
iiniiiiiiiiiiüiiiiiiiiiiiiiiniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiimiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
HERALDO DEPORTIVO
azar, tomaré una, la más reciente: el
descalabro del boxeo profesional; la
serie de inmoralidades y escándalos
á que ha dado lugar la asfixia que
progresivamente está matando al «noble arte> desde que dejó de ser un
deporte para ser solamente un negocio productivo.
Y yo pregunto: cuando en el tablado luchan afanosamente dos pugilistas profesionales, ¿en qué tanto
por ciento entra en su mente la noción del deporte? Ni piensan en ello,
puesto que están allí únicamente para
cumplir un anterior contrato, y si
buscan respectivamente la victoria
(en el caso de mayor sinceridad) es
porque ella les traerá ventajas económicas para futuros contratos.
El profesionalismo en deportes
(con gran acierto lo ha dicho Franz
Reichel) no persigue el mismo fin que
el deporte puro del aficionado. No
corresponden á la misma concepción
del papel que debe desempeñar el
deporte en la formación del individuo
y de la forma en que debe ser utilizado.
El deporte, decimos nosotros, los
que buscamos su divulgación, es el
más preciado elemento de preparación para la vida social. El inculca en
el ánimo de quienes lo practican todas las nociones de fuerza moral, de
espíritu trabajador, de energía y tenacidad, cualidades que hacen del
iimimiiJiiiiiiniiiiiiiiiiiiiNiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiimuiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiuli
individuo un buen ciudadano. Esta
es la gran verdad que no podemos
dejar falsear.
Supongamos ahora que un atleta,
merced á sus excepcionales cualidades físicas y sirviendo intereses extraños, encontró en la práctica de un
juego deportivo una remuneración
fija que le permite vivir á placer sin
más preocupaciones profesionales.
¿Cuál será el porvenir de semejante
individuo en el seno del engranaje
social?
Mientras conserve las citadas cualidades, vivirá como un príncipe,
adquiriendo hábitos que no serán de
trabajo, sino de mandria rebelde á la
disciplina jerárquica; malgastando en
el día el esfuerzo necesario para las
pocas horas ocupadas en el entrenamiento; vegetando el resto del tiempo
como un haragán, orgulloso como un
rey, rodeado de la imbécil adulación
de las nulidades, siempre prontas
para aureolar de gloria á estos ídolos
de barro...
Mas llega un día en que las horas
amargas sustituyen á los vacuos honores del principio. El tiempo, que
todo se lo lleva por delante, se llevó
también las cualidades atiéUcas de
nuestro profesional y puso, implacablemente, un punto final en el «ganapán» del imprevisor.
Sin cualidades que le recomienden, ve cómo otro, más moderno ó
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103
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más audaz, le roba el puesto. Ya no
sabe hacer nada, porque la juventud
es siempre ligfera de cascos, y nunca
pensó siquiera en que un día dejaría
de ser célebre.fuerle, imprescindible.
Incluso los aduladores, la pléyade
de los admiradores que le incensaban, le volverán la espalda é irán á
colmar de atenciones al ídolo nuevo,
eclipsador del ídolo de ayer...
¿Qué le queda que hacer en la
vida al profesional llegado asi al término de su carreta deportiva, sin aptitudes sociales en una edad en que
difícilmente se cambian los hábitos y
en que es imposible tomar por otro
surco?
Dilema fatal; conclusión lógica al
fin de un error de comienzo.
Y he aquí cómo el deporte, falseado en sus principios esenciales,
lejos de crear un individuo apto y
sano, lo llevó á un punto de degradación que puede considerarse como
un peligro social.
Esta concisa exposición, que algunos encontrarán tal vez exagerada,
era indispensable para determinar las
conclusiones que d e s e a m o s dejar
precisadas.
El profesionalismo en deportes es
inmoral y nocivo; debe, á toda costa,
ser combatido, porque causa un perjuicio fatal al deporte auténtico, suministrando á sus enemigos preciosas
armas de combate.
¿Y c ó m o podríamos nosotros
asumir la responsabilidad de la propaganda del deporte entre la mocedad, si á nuestra espalda se oculta
quien puede ofrecerle la infernal tentación del profesionalismo?
¿Cómo convencer de la utilidad
del deporte á los intelectuales recalcitrantes, si ellos pueden decirnos:
la práctica de los ejercicios físicos va
á enseñar á la gente moza que ella
puede, por la fuerza y por la agilidad
de sus músculos, encontrar fuentes
de ingresos monetarios que necesitaría muchísimos años para alcanzar si
se dedicase al largo aprendizaje de
un oficio ó al estudio, largo y delicado, de una carrera?
Cuando el deporte pierde su elevado concepto de medio educativo.
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104
Hmniiiiiimiiiii
para quedarse en un simple espectáculo, con todas las duplicidades inherentes á cualquier espectáculo, no
debe merecernos un solo minuto de
atención.
El deporte auténtico, es decir, el
deporte sincero, únicamente puede
suministrar manifestaciones desinteresadas de esfuerzo y de disciplina
libremente consentidos.
Por eso yo opino que la nobleza
del deporte está en el desinterés del
esfuerzo, generosamente realizado.
Cuando se convierte en profesión, desciende á la calidad de una
cosa vulgar y despreciable.
En los países donde, en deportes,
existe el profesionalismo, el remedio
único es reglamentarlo severamente,
poniendo dique á las ambiciones excesivas.
En las naciones felices donde no
se conoce el profesionalismo en la
gran mayoría de las variantes deportivas, es indispensable evitar su aparición, aun á costa de algunas concesiones, aun ampliando la definición
del aficionado. Y cuando los abusos
encapotados hayan alcanzado la línea
del escándalo, se debe irradiar, severamente, sin contemplaciones de
nombres ni de valores, á las ovejas
sarnosas, sin jamás legalizar su situación, colocándolas, al contrario, al
margen de la familia deportiva, en
cuyo seno no merecen vivir.
Hallámonos, pues, frente al aficionado dudoso, á lo que los franceses llaman, tan propiamente, amateurisme marrón, sin formular del aficionado la rigurosa concepción de las
leyes inglesas; admitiendo, por ejemplo, como absolutamente lógica, la
aplicación del manque á gagner,
francés, á la indemnización que el
deportista reciba por el perjuicio
que le causa perder su soldada cuando se ausenta de su trabajo ú ocupación, se me antoja, sin embargo, demasiado elástica la benevolencia con
que, por todas partes, se enfronta el
problema.
Voy incluso más lejos: juzgo deprimente para el verdadero aficionado competir como igual con estos
semiprofesionales, favorecidos p o r
su propia situación ilegal que les permite dedicar, á la preparación física.
un tiempo de que no pueden disponer los deportistas <puros>. Esto no
es justo, ni es para estimular.
Hagamos del deporte una religión,
y, para que no caiga en la vulgaridad,
admitamos, únicamente, á su culto á
quienes al entrar al templo puedan
mostrar manos limpias, pureza de intenciones, comprensión de sus deberes.
A los demás ahuyentémoslos, sin
piedad ni atenciones, sacrificando el
interés de algunos y el valor de uno
ú otro, al buen nombre y al desarrollo de la causa general.
El profesionalismo nunca puede
traer ventajas y en cambio ofrece
innumerables inconvenientes; la acción del verdadero propagandista
debe ser combatirlo en donde se
halle, ya sea á la luz del día, ya sea
traidoramente emboscado; ponerlo al
desnudo, mostrando á los nuevos
que la nobleza del movimiento atlético está únicamente en su desinterés.
Donde el mal exista, curarlo de
raiz, extirpando ésta, y, para evitar
que se reproduzca, seguir las leyes
de la profilaxis promoviendo la educación física metódica y consciente
desde las escuelas primarias, dando á
la criatura el amor á la cultura corporal, indispensable compensación del
dispendio cerebral, para que llegada
á hombre, sin transición brusca, naturalmente, halle en el deporte un
elemento indispensable para vivir.
Obligar al individuo, una vez adolescente, á tener plena consciencia de
sus deberes. Y cuando sea hombre,
forzarlo, durante el tiempo de su estancia en filas, á continuar su educación física, amoldándola á la nueva
fase de desarrollo que su cuerpo
atraviesa, con el fin de ejercer sobre
él el controle, la vigilancia directora,
durante el mayor plazo posible, para
lanzarlo luego á la vida, fuerte, consciente de su valor, capaz de luchar y
de producir para la sociedad como
esta tiene derecho á esperar de él.
Tal es nuestro modo de ver el
problema del profesionalismo deportivo, cuyos progresos en el mundo
son tan rápidos que no hay minuto
que perder para atajarlos.
J. SALAZAR CARREIRA.
Lisboa,
marzo
1923.
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HERALDO DEPORTIVO
Ases... sin galería
Ililil
.H» regresado i la Península,
echa, á lo bárbaro, cl pccHo ai aifc, pucrta; el Estado ha perdido unos
y hace que los suyos le sigan, también miles de duros...
al descubierto; durante el avance va
Recompensa al piloto,
dejando un reguero de hombre»;
Y éste, es decir el otro, es el
pero logra ocuparla posición con los caso de Moreno Aballa, como lo es
La <noticia> que antecede no ha pocos que le quedan. Iza una bande- el de otros compañeros suyos, que
sido publicada por ningún periódico. ra lanza el grito de ¡viva España!... persisten años y años en Aviación,
Espectacular. La Laureada.
donde está demostrado que á los
El capitán Moreno Abella, marOtro ejemplo:
muy pocos se agota el sistema nerqués de Borja, no tiene <Prensa».
Un buen piloto lleva años y años vioso y los individuos más fuertes se
Los revisteros de salones, apenas
realizando una labor dura, agotadora, cansan y tienen que retirarse, si antes
le conocen.
no los retira un accidente que los
Los del aire, ¡ay!, aún están en la
deja inútiles ó muertos.
mente de Dios.
El marqués de Borja lleva once
El marqués de Borja no sale, ni
años en el servicio, donde ha realientra, ni va, ni viene, para los reviszado una intensa y enorme labor.
teros del «gran mundo».
Once años de piloto, sin interrupDecididamente, no tiene partido
ción, hay poquísimos en el mundo
entre ellos.
que los hayan cumplido. Uno de
Y como los del aire ya hemos
ellos, Mr. Percy, que ha venido al
dicho que están en las regiones de lo
Concurso de aeroplanos últimamente
Increado (pues no se puede consicelebrado
en Cuatro Vientos, es el
derar como tales á algunos reporteros
aviador, en activo, más antiguo de Inque han aprendido, aplicándolo á toglaterra.
Tal vez sólo haya uno en
dos los accidentes de Aviación, aqueFrancia que le aventaje en tiempo de
llo de «el aeroplano cayó en baservicio continuado, y Moreno Aberrena»), y da la casualidad de que
lla es muy poco posterior á M. Percy.
Moreno Abella nunca cayó en baEs, pues, nuestro compatriota uno
rrena, resulta que sigue siendo, como
de los aviadores más constantes del
otros cuantos admirables compañeros
mundo. Nosotros, que no somos resuyos, «el piloto desconocido».
visteros de sociedad, creemos un deY sin embargo...
ber dar la noticia de que el marqués
Como nosotros somos sacerdotes
ha regresado de «sus posesiones de
D. LUIS M O R E N O A B E L L A
de Themis (renegados), no de TheMelilla», donde ha realizado una inPiloto núm. 34 de la lista española, al obtener su título
iiis, precisamente, sino de sus repred é l a . F . A . I. , en 15 de abril de 1913
tensa
y dura campaña, de diecisiete
Fot. Alfonso.
sentantes en la tierra, muchas veces
meses, acompañado de su esposa (y
protestamos contra las injusticias que
la Sociedad comete, bien por la apli- silenciosa; muchísimas horas de vuelo aqui demostramos nuestra torpeza de
cación de leyes que á nosotros se nos con el enemigo (el alumno) y en Afri- revisteros, no hallando adjetivos aplihacen bárbaras y absurdas, bien por ca sobre el otro enemigo. Cumple cables), que compartió con él las inun mal entendido sentimentalismo.
prusianamente sus deberes; adquiere comodidades y sufrió las inquietudes
tal pericia en el arte de volar, que si y sobresaltos anejos á la peligrosa
Un ejemplo:
Un oficial ó jefe, con su gente. el suelo no se levanta, por una con- profesión de su marido. Si no quisiéataca una posición enemiga; el adver- moción geológica, y da violentamen- ramos tan entrañablemente á este casario, más fuerte y numeroso, se de- te contra el aparato, él no deja nunca pitán—siempre niño, y ya viejo lobo
fiende á la desesperada y pone en llegar el aparato bruscamentealsuelo. del aire—solicitaríamos que se otorgrave trance á los asaltantes y á su
Su rendimiento de trabajo, para gase al modesto, al constante, al cum
jefe. Pero éste sabe guerrear admi- el Estado, ha sido enorme; su coste, plidor (valores firmes, pues «insigne^
rablemente: distribuye sus soldados mínimo; su eficacia, máxima.
y «heroico* son ya baratijas fabrica
con precisión táctica y estratégica, y
Bueno, pues... eso. ¡Bueno!
das en serie), solictatiamos, deci
acaba por lograr el objetivo sin haOtro piloto hace una mala manió- mos, honores, recompensas...
ber perdido un solo hombre.
bra, por torpeza, impericia, etc.: «cae
Pero las distinciones no las os
El silencio.
en barrena», se da un coscorrón; el tentan sólo los que las merecieron,
Otro, en parecidas circunstancias, aparato puede recogerse en una esLEOPOLDO A L O N S O .
para hacerse cargo del mando d e
unas escuadrillas, el capitán de Infantería, piloto aviador, don Luis
Moreno Abella».
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HERALDO DEPORTIVO
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iiiiii:
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105
= II[|MIIIIIIIIIIIII]IIII=
Copa Martín Ruiz
^iiiitiiiiiiiiiiitiiiiiii=
En memoria del entusiasta deportista «ferroviario», Leocadio Martín
Ruiz, que dejó este mundo cuando
más útil y más eficaz era su labor,
sus compañeros de la «Deportiva
Ferroviaria» instituyeren una prueba
«campo atraviesa», q u e todos los
años hace recordar al llorado amigo.
Días pasados se celebró la prueba (8 kms.) de 1923, y á la competición acudieron varias sociedades, á
sabei: «Cultural D e p o r t i v a » , 18;
«Centro de Instrucción Comercial»,
La salida d e los participantes^en J a «Copa Martín Ruiz*
Fols. Alvaro
7; «Gimnástica Española», 8; «Banco Llórente, Mata, Pueyo, Aguíalr, M.
Hispano Americano», 7; «Ferrovia- Fernández, Trujillos.
ria», 5; «Iris Sport», 5, y «Helios», 3.
La clasificación de los 48 que terminaron el recorrido, fué ésta:
1.°, M. Fernández, «S. C. D.»,
en 26 m., 10 s.; 2.°, Domingo Tornell, «R. S. G. E.», en 26 m., 10 s.,
1/5; 3.°, Cipriano Pérez, «Iris», en
26 m., 20 s., y á continuación Agustín Rodríguez, José Carrero, Fructuoso del Río, Manuel Decoro, Alfonso Oliver, Luis Hoyos, Salvador
Martín, Casanova, Espá», Rafael Fernández, Julio del Castillo, T. Avila,
Plaza, Mira, Alcacer, Jases, Solana,
J. J. Rodtígucz, V. Martín, C. Martínez, Galiano, J. Avila, Barrio Paal campo donde se situó
nlagua, Castro, J. García, M o r a n , Los dos primeros á su llegada
la meta
Rincón, José Sánchez, A. Martín,
Manuel Fernández, de la «S. C . D.»; Domingo Tornell,
Equipos de tres corredores: 1.°^
Ostolaza, A . Z. Jiménez, Ortiz, A.
de la3«R. S . G . E.»; Cipriano Pérez, d e «Iris»; los
Menéndez, Alba, Cueto, Rubio, Villa, «Cultural Deportiva», 13 puntos; 2.°,
tres primeros d e la clasificación individual
«Iris», 27; 3.°, «Ferroviaria», 38; 4°,
«Gimnástica», 57; 5.°, «C. I. C » , 59,
y 6.°, «Hispano», 78.
Equipos de cinco corredores: 1.°,
«Cultural», 32 puntos; 2°, «Itis»,85;
3.", «Ferroviaria», 87; 4.°, «Gimnástica», 121; 5.°, «C. I. C » , 136, y 6.°,
•Hispano», 163.
El éxito de la «Cultural Deportiva» e s ejemplo que merece tenerse
en cuenta, no ya por las sociedades
más modernas que ella, sino por la
veterana «Gimnástica», que por su
abolengo y p o r su prestigio está
obligada á defender su puesto con
El equipo de la «Cultural Deportiva», vencedor en la clasificación^por^sociedades
mayor brío que nunca.
106
HERALDO
DEPORTIVO
FUTBOLERI AS
Hoy la primera condición que se
le exige á todo buen jugador de fútbol es el empleo de la fuerza bruta;
antes que á pasar
el balón, el jugador ha de aprender «á dar el golp e » , á inutilizar
al contrario.
Los partidos
de fútbol son luchas c a m p a l e s ,
en las que todos
los recursos son
lícitos, desde el
insulto de jugador á j u g a d o r ,
p a r a provocarle
á la agresión, á
la patada alevosa, á la zancadilla
taimada, á la carga de peligro, á
£1 público d e o t r o del campo d e jues:o
todo cuanto puefranco período de decaimiento como da traducirse en daño.
deporte, para tomar el puesto que tan
Y en esta atmósfera van educánsañudamente ha venido persiguiendo dose, en la más crítica de las edades,
entre los «espectáculos» públicos.
gentes que en el día de mañana han
Todo cuanto pudo suponer su de tener intervención directa en la
valor real físico-educativo lo ha per- vida de la nación, con la pasión, la
dido, para quedar reducido á un es- emotividad, la violencia, el derecho
pectáculo emotivo y pasional, é ine- de la fuerza por norma.
Es sintomático que los incondi- ducativo por coniiguiente.
Triste es la cosa; pero más triste
cionales reconozcan la reaes aú.i cuando se contemlidad. El sentido común es
plan esas grandes muchemucho más poderoso de lo
dumbres, que l l e n a n los
que suponen los que no le
campos de juego, emborratienen.
chadas de pasión, aullando
Dice así el estimado
por la víctima y gozosas
cofrade:
cuando el daño ha recaído en quien no es su ídolo
« C r e e m o s firmemente
favorito; esas gentes, pronque no ha de pasarse mutas al insulto y al agravio;
cho tiempo sin q u e los
esas muchedumbres q u e
padres de muchachos de
incitan al golpe brutal en la
cierta e d u c a c i ó n social
c r e e n c i a que eso es de
prohiban terminantemente
hombres.
á éstos el que tomen parte
Ha llegado la pasión á
en partidos en los que el
su cúspide. Si las luchas
público haya de pagar didentro de una región adnero por verlos jugar. Y
quieren esos caracteres de
más terminante será-la probrutalidad, que tantísimos
hibición por lo que afecta
ejemplos nos están dando,
El arbitro, silbado y apaleado, sale por una puerta de servicio
La soledad en que, hasta hace
poco, nos hemos venido encontrando
respecto de la decadencia vertiginosa del fútbol, comienza á verse...
concurrida.
Román Sánc h e z A r i a s , el
v e t e r a n o «Rubryk», uno de los
periodistas que
más encariñado
e s t u v o siempre
con el fútbol, á
p e s a r de haber
e n t r a d o en él
cuando otros se
disponían á salir,
es decir, á pesar
de no haber asistido en persona
al período heroico del «fútbol sin
vallas>, ha confesado su desánimo. Hemos retirado
el comentario que teníamos dispuesto
para vestir las adjuntas fotografías
del incidente ocurrido, hace dos semanas, á un arbitro, en Madrid, pata
reproducir, íntegro, el articulo de
• Rubryk>, aparecido días pasados en
ABC.
HERALDO
DEPORTIVO
al desplazamiento á otros lugares fuera del de su habitual residencia.
El fútbol ha entrado ya en su
107
al ser llevadas d e
r e g i ó n á reg-ión
l l e g a n al g r a d o
inconcebible. La
furia aparece entonces con su salvaje expresión.
clubs,de reglones
contra regiones,y
de Prensa contra
Prensa.
U n a l t o , un
poquito d e alto,
siquiera sea p a r a
restaurar algo
las fuerzas!
Por si, mientras t a n t o , surg e u n a bienhechora r e a c c i ó n
y sale el deporte r e g e n e r a d o y
con aquella dignidad á q u e ( s
tan acreedor un
elemento que
de nuevo al arbitro
tan
preciado pafots. Alvaro
pel d e b e desempeñar en la educación d e las gentes.
Rubryli'
|Ay del jugador ó d e l equipo
que t e n g a q u e
p r e s e n t a r s e en
terreno ajeno!
¿ S e p u e d e así
continuar? ¿Ha
de ser el d e p o r t e
el seguro camino
para fomentar
odios y pasiones
bajas? ¿ P o d e m o s
Mientras tanto, el público espera ante la puerta principal del campo para «ovacionar
de referencia
t o l e r a r q u e un
elemento educativo se convierta en i n e d u c a d o t ?
d e jugadores e n t r e si, d e éstos con
Las personas d e buena voluntad
l o s e s p e c t a d o r e s , d e clubs contra
d e b e m o s o p o n e r n o s á ésto y buscar
iiiiriiiiitininiiiiiiliiimnm
iiriiiiiiiiiiiiiiiiiMiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiitiiiiiniKiiiiiiihriliiiiiimijiiiiijiiiii
los medios q u e eviten el mal.
Si se ha d e jugar ai fútbol en verd a d e r o amateur, habrá d e seguirse el
ejemplo q u e nos ofrecen los estudian- iiiiiiiiiiiiiiiiriiiiiiiiiiiiijiiiiiii
IIUIIIIMIMIIIIIMJIIIIHINlll|IINIIJIIJIMIMI»llll1IIIMirilllllllIIIIIIllrillIINIinillllllllllJIINI[llllinilllllllllllllJ|rnlMIIIIII|!l|IIIIIIIIIIIIIiniMIMIIIIIIIIIMIMIIIinillllllllMIMirilMIIIIIIIIIIIIirllJIN
tes d e las escuelas especiales, q u e ,
compaginando los estudios con el
En los primeros días d e este mes París, p o r el piloto francés Cásale.
j u e g o , celebran sus partidos, tienen terminaron las pruebas d e los aparaCon la carga d e 500 kilos ha alsus campeonatos; p e i o e n t r e ellos tos d e caza, d e reconocimiento y d e canzado la altura d e 5.992 metros,
mismos, sin «galerías», sin entradas b o m b a r d e o , presentados al Concurso superior á todas las alturas alcanzade pago, siempre amistosamente, co- a b i e r t o por la Aviación militar, d e das hasta ahora en avión con esta
rrectamente, en amigable camarade- que en otro lugar nos o c u p a m o s .
carga, estableciendo así por consería, haciendo el d e p o r t e por el deporDespués d e terminadas las pruecuencia el record mundial d e altura
te, sin otras miras q u e las del mero bas oficiales exigidas por el pliego con 500 kilos d e lastre.
pasatiempo, q u e fortifica y educa fí- de condiciones del Concurso, uno
El avión •Bréguet> q u e ha estasica y moralmente á la vez, evitando d e los aparatos d e reconocimiento blecido este record mundial es un
siempre el causar el menor mal y d o - presentados, el d e la casa Louis Bré- sesquiplano m o n o m o t o r y tiene toda
liéndose d e v e r d a d si fortuitamente guet, d e París, ha continuado hacien- su armadura comnletamente metase ha p o d i d o causar.
do pruebas, fuera d e concurso, para lica.
demostrar su capacidad d e elevar
Va a r m a d o con cinco ametrallaD e no ser as,i, q u é d e s e el fúlbol
para quienes, convirtiéndolo en mo- g r a n d e s pesos á elevadas altitudes, doras: dos delanteras, d o s sobre la
tivo d e lucro personal, vayan á él y, por lo tanto, la p o s i b i l i d a d d e torrecilla y una para tirar p o r debajo
como oficio; venga e l profesiona- emplearlo á la vez c o m o avión d e de.\ fuselaje, y provisto d e instalación
reconocimiento y d e b o m b a r d e o para radiotelegrafía y fotografía.
lismo declarado abiertamente y nadiurno.
die sufra engaño.
Las b o m b a s van dispuestas en el
Para esto se ha elevado en Cua- interior del fuselaje en vez d e debaConvertido en espectáculo público, no nos sonrojará el ver tanta tro Vientos estos últimos días, lle- jo d e las alas, como se disponían hasfuerza pública, tanta Guardia civil vando en el aparato una carga d e ta ahora.
en los campos llamados deportivos, lastre d e 250 kilos primero, y d e 500
Es el último tipo d e aviones d e
kilos
d
e
s
p
u
é
s
.
en los q u e , precisamente por ser
c u e r p o d e ejércitos estudiado por la
Con la carga d e 2 5 0 kilos d e las- casa Bréguet, y construido con arred e p o r t i v o s , es d o n d e menos falta
tre ha alcai.zado la altura d e 6.496 glo á una nueva fórmula d e c o n c e p hacen.
Por lo q u e á nosotros afecta, nos metros, muy próxima á la del record ción muy moderna, q u e marca un
declaramos fatigados d e tanta lucha mundial d e altura con esta carga, q u e p r o g r e s o importantísimo en la A e r o d e e s p e c t a d o r e s con e s p e c t a d o r e s . h a c e p o c o h a sido establecido en
náutica.
..RECORD" MUNDIAL
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HERALDO
DEPORTIVO
Motoristas futboleros
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'ii'i'i'ii'
I
I
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I
I
III
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I
I
mili
miiii
lüi
Elementos del «Real Moto Club des han demostrado que, á la inversa sólo saben (?) darle al pelotón ellos
de Cataluña> y de la «Peña Rhin>, de la mayoría de los futboleros, que consideran, con arreglo á la buena
han constituido dos equifórmula, que dedicarse á
un solo deporte no es ser
pos formidables de fútbol
deportista efectivo.
y se han disputado días paUno de los «goles» de
sados, en el campo de Las
la victoria lo colocó nada
Corts, y sin taquilía, es demenos que Pederico Arcir, deportivamente, un tromangué, el director d e l
feo, que fué ganado por
autódromo
de Sitges.
los <peñistas>.
E s p e r e m o s , tal vez
Componían los equipos
poco tiempo, y veremos á
los siguientes «ases»:
los motoristas entrar en las
En el bando del «Moto
competiciones
nacionales
Club»: Porcada, Perrán,
del
fútbol
y
«quitar
muchos
Roca, Jener, Faidella, Bomoños»
á
l
o
s
a
c
tuales
niquet, Rafel I, Rafel II,
«ases» del pelotón esféCadira, Ausió y Massó.
rico.
En el d e la « P e ñ a
Por de pronto los nueR h i n » : G r a n a d o s (E.),
Los motoristas saben, también, «marcarse»"postunstas ante el objetivo
vos
futboleros llevan ya,
Camps, Lamadrid I, Buréi.,
sobre
la inmensa mayoría
Conde (E.), Reyes, Matas,
de
los
demás, esa considePederico Aimangué, P i rable ventaja de «jugar por
chot. Granados (L.) y Lagusto», que no es grano
madrid II.
de anís.
Como nota cómica hay
Viendo en e s a s fotoque destacar el hecho de
grafías
que acompañan á
que el arbitro adoptase,
estas
líneas,
las gradas del
como instrumento sonoro,
inmenso escenario de Las
y en sustitución del pito
Corts vacías de público, ya
clásico, que los motoristas
supone
el más profano que
no hubieran «oído bien»,
no
se
trata
de un partido
un estupendo «klakson».
entre
futbolistas
«de verBurla burlando, los modad».
toristas de ambas SociedaUna j u g a d a «de cabeza»
Los S r e s . Coma y Molins, presidentes respectivos del «K. M. C . C.> y de U «P. K.». rodeados d e los motoristas que se disputaron el trofeo futbolístico
I ~
Fots. Domínguez
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nERALDo DEPORTIVO
109
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2ÍL
H Í P I C A
El pasado Campeonato de Caballos de Armas, cuya información gráfica acompaña estas líneas, indujo á
algunos á creer, equivocadamente,
que se trataba de una prueba eliminatoria para el futuro Campeonato de
Niza, y á otros, aún más superficialmente enterados, que se trataba de
una selección de caballos y jinetes
que habían de tomar parte en el concurso hípico de la Costa Azul. Ninguna de las suposiciones era exacta. Esta, absolutamente ilógica, no
podía servir alfinque le atribuyeran,
y si nuestros jinetes militares hubie- .Facturado. (teniente MartinezUrquiza), salla la barrera,
ran de participar en el mencionado en pendiente, del recorrido de concurso (segundo premio)
concurso francés, la elección de representantes se efectuaría por una pecial importancia y recompensa, ó
prueba adecuada eliminatoria, sin es- por designación hecha por las auto-
'^5Lridades militares, que es como se ha
venido haciendo,con acierto,para escoger nuestros candidatos d e l o s
Concursos de Londres en años pasados.
El campeonato celebrado tiene,
por sí, una misión y una importancia,
y tal vez, secundariamente, como
consecuencia y resultado de la labor
de prepatación efectuada por jinetes
y caballos para éste y la que se efectúe en años venideros, podrá más
tarde obtenerse una nota de quiénes
son los mejor preparados para repreSentar
dignamente
á HUCStrE nacíÓO
en CampeOnatOS ínternaCÍOnaleS.
El campeonato, que ha venido á
llenar una laguna de nuestro programa hípico, fué anunciado con escasa
El ganador «Cliché* P. S. I., con su jinste y propietario el teniente Serrano Barinag-a. Fotografía hecha al coocluir el Campeonato
110
Fois. Marín
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HERALDO DEPORTIVQ
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después del recorrido d e campo (tercer premio)
I
I
I
I
I
I
I
anticipación; la preparación para este
genero de pruebas es, por su complejidad, larga y difícil, y en tales circunstancias, esperábamos y temíamos
un necesario fracaso en el de 1923.
(Necesario decimos, por la imposibilidad de que en este primer año, des-
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HERALDO DEPORTIVO
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cindible en otros tiempos, es tenida
en los actuales, nos hizo temer más la
confirmación de nuestros presentimientos; pero en el desarrollo ulterior del campeonato, cuando jinetes y
caballos verificaron las pruebas más
importantes, á las que, por los gustos
pues de muchos de intervalo, pudiera
obtenerse en tres meses una ejecución perfecta).
El desarrollo de la prueba de
doma, del primer día, que evidenció
el abandono en que esta parte de la
equitación, estimada como impres«'
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ii
ii
111
«cuché» (teniente S e r r a n o Barinaga) en el talud del «steeple-chase» (primer premio)
de la época se hallan habituados, observamos, con agradable sorpresa,
que el campeonato se desarrollaba
en forma completamente satisfactoria, y que, en conjunto, el éxito era
superior á lo que podía esperarse.
Fieles á nuestra misión de cronistas, y creyendo con ello prestar un
servicio, aunque sea pequeño, á la
afición, y facilitar la enmienda y el
mejoramiento para años sucesivos,
queremos señalar algunas observaciones hechas.
Nada nos extraña que ninguno de
los concurrentes estuviese acabadamente domado; nos choca, en cambio, que hubiese alguno que se hallase en «defensa», es decir, que en
lugar de mostrar falta de doma mostrase mala doma; pero aún nos causó peor impresión el que hubiese jinetes no preparados lo más mínimo
para los mandos y ayudas de la alta
equitación. Esto tiene peor disculpa.
La tendencia de las modernas escuelas á la equitación á «través del
campo>, que es, sin duda, más práctica, útil y agradable, no excluye el
que los oficiales sepan, llegado el
momento, alargar sus estribos, variar
su posición y servirse de piernas y
manos con finura y oportunidad para
mandar, y no para confundir al caballo en los aires de picadero. Claro
está que en la prueba hubo honrosas
excepciones de j i n e t e s correctos;
pero nuestro objeto es, simplemente dar la impresión de conjunto.
Observamos también, y sigue lo
referente á jinetes, que en el recorrido de steeple-chase casi ninguno de
los participantes acortó sus estribos
ni adoptó la equitación adecuada á
un recorrido de esa clase. En general,
practicaron en todas las pruebas la
misma manera de montar, cuando, á
«Mela» (capitán Letona) derriba una barrera d e campo en el recorrido de concurso
112
«Colenda» (capitán A j u i r r e Erdocia) en el talud del «steeple-chase> (cuarto premio)
nuestro entender, en el complejo programa debían practicarse tres formas
diferentes, y lo mismo que á los caballos se pedía un distinto equilibrio en
los trabajos de picadero que en los
saltos de obstáculos, ó recorrido de
campo, ó que en la prueba efectuada
en la pista de carreras, así los jinetes
debieron plegarse y adaptar sus montas al género de trabajo que efectuaban. Para el trabajo de picadero con
el caballo con la balanza en su fiel, ó
si acaso un poco detrás de la mano,
convenía un jinete bien sentado, en
una posición clásica, lo más desahogada para servirse de sus ayudas; en
los recorridos de campo y de concurso, con el caballo algo «sobre sus espaldas», la imperante equitación italiana ó semi-italiana era la más ade>
cuada; para el steeple, lo conveniente
era el caballo, con su centro de gravedad adelantado, bien en su apoyo
y el jinete cargando su peso, franca-
«Avoceta» (alférez M, Serrano) en la ría del *ateeple-chase>
HERALDO DEPORTIVO
mente, sobre el tercio anterior é inmovilizándole allí lo más posible.
Nos extrañó también, y es una
consecuencia de lo que va dicho, que
todas las pruebas se efectuasen con
bocado y filete, pues aunque el reglamento prescribiese la brida inglesa,
no hubiera sido censurable el que, en
!a pista de carreras, sólo se sirviesen
del filete.
* * *
La condición y estado de presentación de los caballos fué, en general,
muy aceptable. Algún caso aislado
podría censurarse á este respecto; alguien nos hizo creer que las atenciones de los últimos días de preparación
impidieron á su asistente pulir los
hierros y enjabonar los cueros; pero
son detalles secundarios que en nada
afectan al resultado. Lo interesante es
que 11 caballos, de los 14 inscritos,
llevaron su cometido á feliz término,
y que el último día, aunque la fatiga
se hiciera algo sentir, se encontraban
la mayor parte en buen estado.
De detalles de programa estimamos que en años sucesivos podría
disminuirse el tiempo concedido para
hacer el steeple-chase, pues con los
ocho minutos que esta vez tenían
para los 4.500 metros, tratábase, simplemente, de un buen galope de caza,
y lo prueba el que esos mismos caballos, no en la pista, sino en recorrido
por terreno variado, con obstáculos,
sobre 8.000 metros, y momentos después de verificada la marcha, hicieron
tiempos, proporcionalmente, muy superiores.
Creemos,también, que, para evitar
incidencias, convendría en años sucesivos aclarar y detallar lo que por
recorrido de campo se entiende, en
el sentido de delimitar el trazado en
forma que no dejase lugar á dudas,
ya sea obligando á pasar por determinados puntos y obstáculos debidamente controlados y dejando en libertad á los concurrentes para dirigirse de uno á otro de éstos puntos,
por donde más les plazca ó bien trazando, con piquetes y banderas, una
verdadera pista á través del campo,
en la forma en que se efectúa en los
cross-countries, llevando aparejada
la descalificación todo apartamiento
de este recorrido, siempre que al
'""i'iiiiiii
iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
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iiiiiniiíiiiiiiiii
'^RRALDO DEPORTIVO
III
iiiiiiiii
iiiiiii
reintegrarse á la pista no se haga por
el lugar mismo en que se abandonó.
Los coeficientes de las respectivas pruebas, medida de la estimación
«Cliché», nacido en
Francia, en 1913.
Elf
Sn orra.
en que cada una se tiene, parecieron
generalmente acertados. Tan sólo una
variación nos sugiere la experiencia
del pasado campeonato, y es que
para evitar el desaliento, la mala disposición moral en que un concurrente se halle para efectuar una prueba,
cuando, por haberse distanciado mucho de los primeros en las anteriores,
sólo tenga puntos negativos, podría
ser conveniente conceder á cada uno
de los competidores una cifra inicial
de puntos (100, por ejemplo), á la que
podrían sumarse ó deducirse las calificaciones que, sucesivamente, fuera
obteniendo, sin que llegara, aun en los
casos más desafortunados, á un depresivo — X, que en la imaginación excitada del participante le haga pensar
que se halla ante una montaña inaccesible y le desanimen para todo intento de mejoramiento en las pruebas
que le queden por efectuar. El resultado, en realidad, será el mismo; pero
se mantendría una mayor esperanza
en el ánimo de los desafortunados.
La clasificación p u b l i c a d a en
nuestro número anterior habrá permitido observar á los aficionados que
el ganador fué precisamente el único
concurrente de pura sangre inglés.
La elocuencia de los hechos nos releva de mayor comentario y señalamos únicamente el dato, por si pudiera ser útil á algunos para orientación en la elección de monturas para
estas pruebas ó en los derroteros á
seguir en cuestiones de cría y de
remonta. A la satisfacción que el
éxito del P. S. nos produce, ya que
s o m o s sus constantes defensores,
únese la circunstancia de haber seguido paso á paso la vida del simpático «Cliché», desde que fué importodo por el difunto marqués de Villamejor hasta que vino á manos de
su actual poseedor, el Sr. Serrano
Barinaga, jinete valiente y decidido y
entusiasta, aficionado como pocos,
muy merecedor, por tanto, de la recompensa que ha alcanzado. La genealogía de «Cliché», es la siguiente:
Upas (Dollar)
Analogy (Adventurer)
Saint Angelo (Chivalros ó Galopín)
Snow-Girl
El segundo, «Facturado», es un
anglobretón (?) excepcional, mezcla
de goma y hierro, y buen saltador,
cualidad de la que más se valió para
mejorar su clasificación. Mención especial merece el capitán Jiménez Alfaro que, con «Quart d'heure», alcanzó la máxima nota en cuatro de las
cinco pruebas, y terminó el campeonato en el mejor estado; pero tuvo la
mala fortuna de extraviarse en el
recorrido de campo y, por ser la
prueba más importante, no consiguió
clasificación alguna. También queremos citar la actuación de «Caramelo»
(teniente Pérez Seoane) que, venido
de lejanas tierras, sólo participó en la
prueba de concurso del último día,
saltando únicamente tres obstáculos,
de los cuales deribó dos... (el tercero
era una banqueta).^—ECLIPSE.
Resultados del
Campeonato de
caballos de .^rmas
1." PRUEBA: DOMA.—5 de marzo
«Cplenda», capitán Aguirre Erdocia, 3 puntos.
«Avoceta», alférez Serrano (M.),
2 puntos.
«Cliché», teniente Serrano Barinaga, 10 puntos.
«Facturado», teniente Martínez
Urquiza, 6 puntos.
«Fanatic», t e n i e n t e Martínez
Hombre, 10 puntos.
«Mela», capitán López de Letona,
11 puntos.
«Quart d'heure», capitán Jiménez
Alfaro, 12 puntos.
«Azafatera», alférez Serrano (F.),
1 punto.
«Carratraca»,teniente García Fernández, 5 puntos.
«Exell», alférez Udaeta, 4 puntos.
«Aspada», capitán Jurado, 7 puntos.
«Factótum», teniente Hernández
Enciso, 2 puntos.
iiininiiiiiulit
113
2."
PRUEBA:
DE FONDO.—A/orcAa
de 40 kilómetros. 6 de marzo
<Colenda>, capitán Aguirre; sali­
da, á las 9 h.; llegada, á las 11 h., 44
minutos; tiempo: 2 h., 44 m.; puntos,
20 — 3 = 17 X 3 = 51.
«Avoceta», alférez Serrano (M.);
salida, á las 9 h., 5 m.; llegada, á las
12 h., 3 m.; tiempo: 2 h., 58 m.;
puntos, 20 — 6 = 14 X 3 = 42.
«Cliché», teniente Serrano, sali­
da, á las 9 h., 10 m.; llegada, á las 11
horas, 40 m.; tiempo: 2 h., 30 m.;
puntos, 20 X 3 = 60.
«Facturado», teniente Martínez
Urquiza; salida, á las 9 h., 15 m.; lle­
gada, á las 11 h., 45 m.; tiempo: 2 h.,
30 m.; puntos, 20 X 3 = 60.
«Fanatic», teniente Martínez Hbnabre; salida, á las 9 h., 20 m.; llegada,
á las 11 h., 50 m.; tiempo: 2 h., 30 m.;
puntos, 20 X 3 = 60.
«Mela», capitán Letona; salida, á
las 9 h., 25 m.; llegada, á las 12 h.,
9 m.; tiempo: 2 h., 44 m.; puntos,
20 — 3 = 1 7 X 3 = 51.
«Quart d'heure», capitán J. Alfaro; salida, á las 9 h., 30 m.; llegada,
á las 12 h.; tiempo: 2 h., 30 m.; pun­
tos, 20 X 3 = 60.
«Azafatera», alférez Serrano (F.);
salida, á las 9 h., 35 m.; llegada, á las
12 h., 8 m.; tiempo: 2 h., 33 m.; pun­
tos, 20 — 1 = 19 X 3 = 57.
«Carratraca»,teniente García Fer­
nández: salida, á las 9 h., 40 m.; lle­
gada, á las 12 h., 10 m.; tiempo: 2 h.,
30 m.; puntos, 20 X 3 = 60.
«Exell», alférez Udaeta; salida, á
las 9 h., 45 m.; llegada, á las 12 h.,
34 m.; tiempo: 2 h., 49 m.; puntos,
20 — 4 = 16 X 3 = 48.
«Aspada», capitán Jurado; salida,
9 h., 50 m.; llegada, á las 12 h., 20 m.;
tiempo: 2 h., 30 m.; puntos, 20 X 3
= 60.
«Factótum», teniente Hernández
Enciso; salida, 9 h., 55 m.; llegada, á
las 12 h., 25 m.; tiempo: 2 h., 30 m.;
puntos, 20 X 3 = 60.
3." PRUEBA: R E C O R R I D O DE
CAMPO.—8 kilómetros por terreno
variado con obstáculos, á velocidad
libre. 6 de marzo.
«Colenda», capitán Aguirre; sali­
da, á las 11 h., 44 m.; llegada, á las
gniiiiBiiiiiinmininiiniiiDiiiinniiiiiiiiiiiiiiinigii
114
12 h., 3 m., 2 s.; tiempo: 19 m., 2 s.;
puntos, 40.
«Avoceta», alférez Serrano (M.);
salida, á las 12 h„ 3 m.; llegada, á
las 12 h., 24 m., 51 s., 4; tiempo: 21
minutos, 51 s., 4; puntos, — 4.
«Cliché», teniente Serrano; sali­
da, á las 11 h., 40 m.; llegada, á las
11 h., 57 m., 4 Si, 2; tiempo: 17 m.,
4 s., 2; puntos, 72.
«Facturado», t e n i e n t e Martínez
Urquiza; salida, á las 11 h., 45 m.;
llegada, á las 12 h., 3 m., 24 s., 2;
tiempo: 18 m., 24 s., 2; puntos, 52.
«Fanatic»,teniente Martínez Hom­
bre; salida, á las 11 h., 50 m.; llegada,
á las 12 h., 4 m., 32 s., 2; tiempo:
14 m., 32 s., 2; puntos, 80.
«Mela», capitán Letona; salida, á
las 12 h., 9 m.; llegada, á las 12 h.,
26 m., 50 s.; tiempo: 17 m., 50 s.;
puntos, 20.
«Quart d'heure», capitán J. Alfaro; salida, á las 12 h.; llegada, á las
12 h., 28 m., 9 s.; tiempo: 28 m., 9 s.;
puntos, — 104.
«Azafatera», alférez Serrano (F.);
salida, á las 12 h., 8 m.; llegada, á
las 12 h., 30 m., 13 s., 2; tiempo: 22
minutos, 13 s., 2; puntos, — 8.
«Carratraca»,teniente García Fer­
nández; salida, á las 12 h , 10 m.; lle­
gada, á las 12 h., 31 m., 26 s., 4; tiem­
po: 21 m.; 26 s., 4; puntos, 4.
«Exell», alférez Udaeta; salida, á
las 12 h., 34 m.; retirado.
«Aspada», capitán Jurado; salida,
á las 12 h., 20 m.; llegada, á las 12 h.,
43 m., 18 s., 3; tiempo: 23 m., 18 s.,
3; puntos, — 28.
«Factótum», teniente H. Enciso;
salida, á las 12 h., 25 m.; llegada, á
las 12 h., 50 m., 13 s.; tiempo: 25 m.,
13 s.; puntos, — 60.
4." PRUEBA: R E C O R R I D O DE
«STEEPLE-CHASE» 8 de marzo
«Colenda», D. Benigno Aguirre
Erdocia; tiempo: 7 m., 50 s., 1/5; pun­
tos, 40.
«Avoceta», D, M. Serrano Ariz;
tiempo: 7 m., 52 s., 4/5; puntos, 40.
«Cliché», D. Manuel Serrano Barinaga; tiempo: 7 m., 24 s., 4/5; pun­
tos, 40.
«Facturado», D. A. Martínez Ur­
quiza; tiempo: 7 m., 46 s.; puntos, 40.
«Fanatic», D. Nemesio Martínez
Hombre; tiempo: 8 m., 33 s., 4/5puntos, 32.
«Mela», D. E. López de Letona;
tiempo: 7 m., 56 s., 2/5; puntos, 40.
«Quart d'heure», D. Francisco
Jiménez Alfaro y Alaminos; tiempo:
7 m., 39 s,, 2/5; puntos, 40.
«Azafatera», D. Francisco Serrano;tiempo: 7 m.,39 s., 1/5; puntos, 40.
«Carratraca», D.Julio García Fer­
nández; tiempo: 8 m., 52 s., 2/5; pun­
tos, 28.
«Aspada», D . A d o l f o Jurado;
tiempo: 7 m., 56 s., 2/5; puntos, 40.
«Factótum», D. Enrique H. Enci­
so; tiempo: 10 m.: 30 s.; puntos, 10.
5." PRUEBA: S A L T O S DE O B S ­
TÁCULOS.—P de marzo.
«Colenda», D. Benigno Aguirre
Erdocia; tiempo: 1 m., 59 s.; puntos,
20 — 2 = 18 X 2 = 36.
«Avoceta», D. Manuel Serrano
Ariz; tiempo: 2 m., 27 s., 1/5; puntos,
20 — 10 = 10 X 2 = 20.
«Cliché», D. Manuel Serrano Barinaga; tiempo: 2 m.., 9 s., 3/5; pun­
tos, 20 — 6 = 14 X 2 = 28.
«Facturado», D. Ángel Martínez
Urquiza; tiempo: 1 m., 58 s., 4/5;
puntos, 20 X 2 = 40.
«Fanatic», D. Nemesio Martínez
Hombre; tiempo: 3 m., 6 s., 4/5; pun­
tos, 20 — 25 = — 5 X 2 = — 10.
«Mela», D. Emilio López de Le­
tona; tiempo: 2 m., 50 s., 2/5;'puntos,
20 — 19 = 1 X 2 = 2.
«Quart d'heure», D. Francisco Ji­
ménez Alfaro y Alaminos; tiempo:
1 m., 43 s., 4/5; puntos, 20 X 2 = 40.
«Azafatera», D. Francisco Serra­
no; tiempo: 1 m., 57 s., 4/5^ puntos,
20 X 2 = 40.
«Carratraca», D.Julio García Fer­
nández; tiempo: 1 m., 50 s., 4/5; pun­
tos, 20 X 2 = 40.
«Exell», D. Francisco de Udaeta;
tiempo: 2 m., 45 s., 4/5; puntos, 20—
9 = 11 X 2 = 22.
«Aspada», D. Alfonso Jurado,
tiempo: 1 m,, 56 s., 1/5; puntos, 20—
1 = 19 X 2 = 38.
«Factótum», D. Enrique H. En­
ciso; tiempo: 2 m., 7 s., 2/5; puntosi
20 X 2 = 40.
Los caballos «Belén» y «Carame­
lo, que estaban inscritos, no concu­
rrieron.
iiHiiiBiiriiiiiiiiiiiiiiuiiJiiJiiiiiii:
HiRALDO DEPORTIVO
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