Consejo de la Magistratura RESOLUCION Nº 37/06 En Buenos Aires, a los 2 días del mes de marzo del año dos mil seis, sesionando en la Sala de Plenario del Consejo de la Magistratura del Poder Judicial de la Nación, con la Presidencia del Dr. Juan C. Gemignani, los señores consejeros presentes, VISTO: El Expediente 75/99, caratulado "Pandolfi Oscar Inaudi Marcelo c/ titular Juzg. de Zapala Dr. Rubén A. Caro", y sus acumulados, expediente 105/00 caratulado "Remite presentación "Paparatto Cecilia s/ juicio político contra en Dr. Rubén A. Caro", y expediente 200/01 caratulado "Canevaro, Pedro José c/ titular Juzgado Federal de Zapala Dr. Rubén Caro", de los que I. OBJETO. Este Consejo de la Magistratura solicita la remoción del Doctor Rubén O. Caro, titular del Juzgado Federal de Zapala, por su actuación en la instrucción de la causa "Carrasco I", por la causal de mal desempeño (artículo 53 de la Constitución Nacional). resultaron, para la sociedad en su conjunto, la muerte de Omar Octavio Carrasco, un soldado recién ingresado a servicio. Estos terribles hechos, desencadenaron reformas estructurales profundas en el servicio militar, produciendo su derogación, para arribar finalmente a un servicio voluntario. Pero aún hoy, la institución judicial se encuentra en deuda de una respuesta respecto de la actuación de uno de sus integrantes, arribando a la solicitud que se invoca. II. DE LAS DENUNCIAS. II.a. Expediente 75/99 del Consejo de la Magistratura, caratulado "Pandolfi Oscar- Inaudi Marcelo c/ titular Juzg. de Zapala Dr. Rubén A. Caro": a) La H. Cámara de Diputados remite las actuaciones 88-P-98 el 15.2.99, de acuerdo con la Cláusula Transitoria Decimocuarta de la Constitución Nacional. Los denunciantes, los Dres. Oscar Raúl Pandolfi y Marcelo Alejandro Inaudi, imputan la causal de mal desempeño en el ejercicio de sus funciones y posible comisión de los delitos de abuso de autoridad, violación de los deberes de funcionario público, prevaricato y encubrimiento calificado en concurso aparente de leyes o en concurso ideal tres veces reiterado, y en concurso real con el delito de falsedad ideológica en instrumento público, al Dr. Rubén O. Caro, conductas observadas Consejo de la Magistratura b.2. El expediente 606-P-95 (en el cual la Comisión de Juicio Político produjo abundante prueba, y consta de tres dictámenes acompañando el expediente: dos en sentido acusatorio del Diputado Gastón Mercado Luna y los Diputados Miguel Ángel Pichetto y Carlos Soria, y otro desestimatorio suscripto por Oscar Sat y Carlos Omar Menem) archivado, sin que tuviera tratamiento en recinto. c) Los doctores Pandolfi e Inaudi inician el pedido de remoción en función de los hechos sucedidos durante la instrucción de la causa 31/95, del registro del Tribunal Oral de Neuquén, caratulada "Canevaro, Ignacio Rodrigo y otros s/homicidio y encubrimiento". Los presentantes sostuvieron que las imputaciones que efectuaban al magistrado eran diferentes al anterior pedido, ya que surgían de las constancias de la causa una vez radicada en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Suboficial Neuquén, Ignacio que concluyera Canevaro y los con ex- la condena soldados del Suárez y Salazar, los que se pueden sintetizar en: - "hecho del testigo Juan Sebastián Castro": El soldado Omar Carrasco había desaparecido del cuartel donde revistaba su servicio militar obligatorio, el 6.3.94. Una semana más tarde, el 13.3.94, y antes aún que se radicara la causa por desaparición del nombrado soldado que data de fecha 22.3.94 en sede judicial, el conscripto Juan magistrado adoptara las medidas pertinentes para continuar el interrogatorio de manera formal. El juez Caro escuchó en la Comisaría a Castro, quien reiteró lo expresado anteriormente, sin dejar constancia alguna en los actuados, hasta que a las 21.45 hs, el Dr. Caro decidió tomar declaración testimonial; el interrogatorio derivó a cuestiones distintas al episodio relatado con anterioridad ante el juez, hasta que éste resolvió suspender la declaración invocando el dolor en un dedo de la mano del testigo. - "hecho de la huella de camión UNIMOG" En el expte. 606-P-96, los presentantes afirmaron que el 6.4.94, al magistrado actuante, Dr. Caro arribó hora y media más tarde del aviso sobre el descubrimiento del cuerpo perteneciente a Carrasco, en el Batallón de Artillería Nº 161 de Zapala. Se apersonó junto con otros funcionarios y personal policial, entre los que se hallaba el Principal Palacios de la Policía Federal Argentina, cuya presencia no consta en el acta del procedimiento. Durante el debate oral, el nombrado declaró que en el lugar de los hechos y en medio del caos reinante y de la falta de medidas de seguridad de las probanzas que pudieran rescatarse, había observado con claridad -en zona de tierra blanda- una huella de un vehículo pesado de tipo UNIMOG. El Dr. Caro estuvo anoticiado de dicha novedad, Consejo de la Magistratura también el magistrado era conocedor, ya que lo declaró ante su presencia, que el Ejército lo había sometido a presiones e incomunicación, de lo que Caro se abstuvo de investigar. d) Los doctores Inaudi y Pandolfi a su vez interpretan que, si bien las presentaciones enumeradas en los apartados b.1) y b.2), son antecedentes del presente pedido, "los motivos que impulsan éste (...) hacen referencia a la aparición de nuevos elementos de juicio que acreditan la inconducta del magistrado, los que unidos a los ya existentes, avalan las gravísimas faltas al cumplimiento de sus funciones por parte del Sr. Juez Federal mencionado" (fs. 1). Resaltan que los hechos enumerados encuentran sustento en dos causas judiciales posteriores, identificadas como el expediente 1211-Fº171-Año 1996 del Juzgado Federal de Zapala, caratulado "With, Guillermo Eduardo y otros s/ inf. Art. 292 y otros del Código Penal" (en lo sucesivo "Carrasco II") y el expediente "Inaudi, Marcelo s/ denuncia" (expte. 1538-Fº219- Año 1997). Como imputación novedosa, y bajo el título "la labor de Inteligencia Militar y la claudicación jurisdiccional", concluyen que el Dr. Caro había declinado su jurisdicción permitiendo autoridad" que el efectuado sumario en administrativo sede militar, y por "abuso paralelo a de la investigación judicial a su cargo en el caso "Carrasco I" se II.b. Expediente 105/00 caratulado "Remite presentación 'Paparatto Cecilia s/ juicio político contra en Dr. Rubén A. Caro'" A fs. 138/149 del expediente perteneciente a este Consejo, se acumula la remisión efectuada por la Secretaría Privada de la Presidencia de la Nación a este Consejo de la Magistratura, de la nota suscripta por Cecilia Paparatto. En ella solicita que se investigue al juez instructor de la causa Dr. Rubén Caro, en la certeza -si bien la justicia ya había fallado- "que en la investigación del homicidio acontecieron actitudes endebles, preocupantes y terribles. No se sabe aún porqué no se permite dilucidarlos enigmas que éste hecho encierra, y al que pretenden poner coto" indicando que si Canevaro fuera realmente culpable sería el último en querer que se aclare y dilucidara, llegando a su fin, la causa del encubrimiento (fs.143/ 143 vta.) II.c. Expediente 200/2001, caratulado "Canevaro, Pedro José c/ titular Juzgado Federal de Zapala Dr. Rubén Caro". El Señor Pedro José Canevaro reitera la solicitud de juicio político contra el Dr. Rubén Caro. Sostiene que "[n]os enfrentamos a un caso de corrupción estructural urdido por los servicios de inteligencia de Ejército, iniciado por un Consejo de Guerra en el año 1994, (cuya resolución fue anulada por Consejo de la Magistratura III. DE LA PRUEBA. III.a. Causa 720-100-94 del registro del Juzgado Federal de Zapala, caratulada "Carrasco, Omar Octavio s/ homicidio" (denominada "Carrasco I") a) La presente causa judicial se inicia ante el Dr. Rubén O. Caro, como juez subrogante, por la denuncia efectuada por el señor Francisco Octavio Carrasco el día 23.3.94. Declara que su hijo, Omar Octavio Carrasco, fue incorporado al Ejército el 3.3.94, y cuando fue a visitarlo el día veinte, luego de varias horas de espera, le dijeron que su hijo había desertado el 6.3.94, sin que tuvieran noticias hasta ese momento (fs. 1/2). b) El fiscal Luis María Viaut solicitó requerimiento de instrucción ante la posibilidad de la comisión de un delito de acción pública, pidiendo al Grupo de Artillería 161 informara la situación de revista del ciudadano Carrasco, como la solicitud de orden de paradero, requiriendo la colaboración de los medios de comunicación en la búsqueda. (fs.4). c) El 6.4.94 a las 18.00hs. el Dr. Caro, junto al fiscal Viaut, personal de la subdelegación regional de la Policía Federal Argentina, el Dr. De la Rosa Rosales, Rodolfo Villagra, el bioquímico Roca, y el fotógrafo de la Gendarmería Nacional Sargento Aydte. Villasanti, los Tte. Cneles. Ceruti y detención del conscripto Juan Sebastián Castro, que había desertado el 14.3.94, y dirigido a Rincón de los Sauces, lugar de origen. La declaración se agrega a fs. 307/vta y 308/9vta. El mencionado Castro comienza a declarar a las 21.45 hs., relatando la actividad del día en que Carrasco desaparece. Detalladamente enumera que se levantaron a las seis de la mañana, desayunaron, tuvieron su primer entrenamiento en el uso de FAL en grupos, hicieron ejercicio físico, regresaron a la batería luego de almorzar, oportunidad en la que señala que "Carrasco me dijo que se quería fugar , porque no le gustaba que los compañeros lo pateaban cuando iba al baño fuerte en las canillas y con la palma de las manos en los oídos porque como Carrasco se distraía en la instrucción y le daba risa por los nervios, los hacían bailar a todos por su culpa; por ese motivo él se encontraba muy deprimido. En este estado del interrogado respecto del vendaje que cubre su mano izquierda el testigo manifiesta que en el día de ayer a la tarde estando en casa de su abuelo en Rincón de los Sauces, tuvo un altercado con un señor de apellido Condorín y este le pegó con un palo en el dedo pulgar, por lo que se siente muy dolorido, oído lo cual S.S. dispone suspender el acto hasta el día de mañana" (fs.307 vta.). Al día siguiente, mencionó que Carrasco fue puesto a realizar ejercicios vivos a la vista del resto de los Consejo de la Magistratura Carrasco. Saludo a Ud. atte. Dr. Rubén Omar Caro, juez subrogante". f) El Dr. Caro ordena oficiar "al G.A. 161 de Zapala a los fines de requerir del juez de instrucción militar, con relación al sumario que se sigue relacionado con la presente causa, que ante cualquier información que tenga relación con el homicidio que se investiga ante este Tribunal, de inmediato aviso" (fs. 441). g) A fs. 575 se agrega oficio suscripto por el Tte. Cnel. Raúl Ernesto José, juez de instrucción militar, quien se dirige a Caro con referencia al oficio 278/94 quien "cumpl[e] en elevar copias autenticadas por esta Instrucción Militar de la totalidad de lo actuados y diligenciados en la información sumarial que se investiga el fallecimiento del ex soldado ya mencionado(fs. 451/574)" h) El 27.4.94 se toma declaración testimonial a Fabián Luna, quien relata que el día de la desaparición de Carrasco, se encontraba haciendo guardia en el puesto bomba. Que toman conocimiento de la fuga ya que el soldado Esquivel preguntó si habían visto pasar a un soldado por el puesto. Luego, con igual intención se presenta Canevaro, "se lo notaba caliente", el que regresó al barrio de oficiales, en un Renault 12. Lo volvió a ver cuando bailaba a los soldados en el Cerro Gaucho. Al día siguiente, unos compañeros de Carrasco le como Salazar y Suarez dado la confianza que le tenían a Canevaro y Sánchez porque se conocían, basando la misma que estos soldados pudieron ser mandados por Canevaro y Sánchez a golpear al conscripto nuevo Carrascco y lo habrían hecho, por no aguantar este último nombrado el baile, golpeándolo en el baño grande, donde se encuentra una tapa en la entrada, donde tranquilamente entre una persona. Lo que coincidiría con el momento en que Canevaro y Sánchez bailaban al resto de la tropa en el cerro gaucho para distraerlos, hecho que el dicente vio cuando se encontraba de guardia en el puesto bomba como lo manifestara anteriormente, creyendo que tiempo después pudieron trasladar al cuerpo a un baño que se encuentra llendo hacia el cerro gaucho desde la batería "A" y antes de la "B", rodeado por árboles, el cual según le consta durante todo el año en que prestó servicio posterioridad y permaneció en algún cerrado momento con entre la candado. Con fecha que en desapareció Carrasco y la fecha en que fue hallado el cuerpo, Salazar y Suarez por orden de Sánchez o del Subtte. Canevaro pudieron haber trasladado el cuerpo hacia el Cerro Gaucho en una bolsa cama, dejando aclarado en este acto que los soldados que se encargaban del depósito de ropa eran Barberdi y Ortiz, a quienes se le podría preguntar respecto a la desaparición de la bolsa" (sic, fs.671/672 vta.). i) Se formula requisitoria de elevación a juicio por Consejo de la Magistratura En la argumentación del fallo, el Tribunal sostiene que "antes de cuestionar el desempeño de organismos de otros poderes, es preciso señalemos y asumamos como propios los errores y deficiencias observadas en la instrucción del sumario.- Tampoco podemos dejar de puntualizar, que las tareas paralelas de investigación en relación al homicidio del soldado Omar Octavio Carrasco, realizadas por grupos militares y personal de inteligencia, más allá de los propósitos que puede haber guiado a quienes lo ordenaron, (circunstancias todas que habrán de mandarse a investigar posteriormente) contribuyeron a contaminar el juicio, tornar algunas conductas sospechosas, para terminar invalidando pruebas que pudieron ser relevantes.En el campo de las responsabilidades que advertimos, por acción u omisión, se visualizan tanto en el ámbito militar como en el civil" (fs. 5489 vta.). Al evaluar la autoría, el tribunal valora el testimonio del soldado Castro, en los siguientes términos: "[r]esulta muy relevante en su valor probatorio lo manifestado por el soldado Castro al respecto al ser detenido y trasladado a la Unidad Regional de Zapala el 9/4/94, ante el Lic. Mario Romero y el Crio. Horacio Pizarro quienes coincidentemente en audiencia de debate manifestaron que el ex soldado Castro luego de su deserción al ser detenido y alojado en la Unidad Regional de Zapala les relató: "...que estando en la batería va a tirar que el soldado que golpeaba a Carrasco era Tarifeño, de sus propios dichos se infiere que no podía ser así y que está confundido lo que es más grave que pudo ser inducido a ello por las autoridades militares" (fs. 5514). El Tribunal señala que "de las declaraciones reseñadas [Tte. Cnel. Duret, Dr. Temi y Dr. Carmona, por ejemplo], así como de las propias afirmaciones de Castro, ha quedado acreditado que no existió motivo de salud que justificara la internación del mismo; antes bien fue una excusa para justificar su aislación durante un tiempo prolongado presumiblemente para influir sobre su simple mente de muchacho de campo y modificar sus recuerdos y vivencias desamparo y gran timidez cualquiera juicio, que máxime ejerciera si se su fragilidad, evidente lo fácil que resultaría para poder y adoptaba autoridad una influir actitud en su protectora brindándole refugio alimento y atención". Concluyen diciendo "[s]in embargo, hemos de valorar la autenticidad de su primera declaración judicial lamentablemente interrumpida por el Juez sin causa aparente- y lo dicho en presencia del Lic. Romero y del Crio. Aldo Pizarro" (fs. 5515 vta./5516). En relación al camión UNIMOG, el fallo del Tribunal expresa que los conscriptos, reintegrados luego de la licencia de Semana Santa, a quienes se les ordenó realizar un rastrillaje "donde estaba cuidadosamente depositado el cadáver Consejo de la Magistratura "Carrasco II"). a) El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Neuquén remite copia del veredicto de fecha 31.01.96 reseñado ut supra- a y de caratulada la audiencia de debate referido la causa "Canevaro, Ignacio Rodrigo; Salazar, Víctor Manuel; Suárez; Cristian Adrián; Sánchez, Carlos Ricardo; Peralta, Jorge Alberto s/ homicidio simple art. 79 del C.P. y encubrimiento art. 277 inc. 2º del C.P."(Expte.31-12-1995 del registro del TOCF y 720-100-1994 del Juzgado Federal de Zapala). En el punto séptimo del fallo dispone "se remita copia del acta de debate al Juzgado Federal de Zapala, a efectos de la investigación del presunto delito de encubrimiento y violación a la ley de defensa nacional; ya ordenado durante el debate". A los presentes autos, se acumula los autos 819/94, caratulados "Chorny, Eugenia s/ denuncia" de fecha 30.8.94. Se instruyen por la declaración de la nombrada quien, en su carácter de periodista, concurrió al despacho del General Díaz, el 6 de abril de 1994 por la mañana, para realizar una entrevista referida a un conflicto entre el Ejército y la Provincia relativo a tierras. Al culminar la misma, y con anterioridad de las doce horas, el General Díaz habría recibido un llamado y luego le dijo que había aparecido el cuerpo del Enrique Verón; Teniente Néstor Fabián Parodi; Subteniente Claudia Adriana Peralta; Subteniente Viviana Antonia González; Subteniente María Patricia Troncoso; Suboficial Principal Rene López; Sargento Mario Javier Guardia; ex- soldado Jorge Lisandro Anzorena (fs. 254/269 del 7.3.96). Aseguran que todos los nombrados, coordinaron una actividad planificada cuyo objeto fue el ocultamiento de los verdaderos hechos relacionados con la muerte del soldado Carrasco. En un principio, la trama del encubrimiento solamente alcanzaba a aquellas personas que participaron en la paliza inicial que terminó con la vida del soldado Carrasco, y a quienes brindaron una precaria e infructuosa atención ante las terribles heridas infligidas. Posteriormente se amplía el objetivo y los sujetos del ardid, ya que se intentó encubrir que dentro del cuartel se había producido el homicidio. Es así que los fiscales añaden que "[q]uizá a esta altura la dirección ha pasado a mayor jerarquía, y el Comando asesorado por Inteligencia, haya dispuesto que para poder administrar la situación debe cumplirse una condición esencial: el cuerpo no debe aparecer afuera del cuartel, sino adentro. Ello permitirá intentar la posibilidad de ocultar o embozar el homicidio (...) La investigación paralela del homicidio que realizó el Ejército de Zapala, encubierta bajo el rótulo de abuso de autoridad, dispuesta sin duda por el Comando de la VI Brigada para ser Consejo de la Magistratura expediente, se procederá a explicar la situación procesal de los imputados: - sobreseimiento de Antonio Javier Aciar (16.6.01 a fs.235, Expte. 75/99); de Rafael Cerruti, Guillermo Eduardo Bracco, Manuel Gastaminza, Claudia Adriana Peralta, María Patricia Troncoso y Eduardo Gabriel Molli (25.5.99, fs. 4962/4969 vta); Viviana Antonia González (fs. 6688/89); de Jorge Lisandro Anzorena (fs.6763/6762); Raúl Ernesto José y Eduardo Víctor Jordán (3.12.99). - extinción de la acción penal respecto de Antonio Pedro Carmona, y su correspondiente sobreseimiento (18.5.99, fs. 4943/4945). - el 2.8.99 se eleva a juicio la causa respecto de Guillermo Eduardo With en orden al delito previsto en el artículo 277 inciso 1º y 2º del Código Penal, en concurso real en virtud de dos conductas distintas: la omisión de denunciar la aparición sin vida del cuerpo de Omar Carrasco, de lo cual tuvo conocimiento antes del día 6.4.94 en su carácter de Jefe del Grupo de Artillería 161; y el haber ayudado a procurar la desaparición, ocultamiento y alteración de rastros, pruebas e instrumentos del delito cometido, al ordenar la realización del rastrillaje (fs. 267/273, expte. 75/99). - elevación a juicio, sin oposición de las defensas técnicas, de René López, Carlos Alberto Díaz y Carlos Enrique Verón, Eduardo With, Rene López, Edgardo Osvaldo Muñiz, Carlos Alberto Díaz, Carlos Enrique Verón, Fabián Parodi y Mario Javier Guardia. - El 30.6.04, los Dres. Norberto Ferrando y Oscar Albrieu -jueces subrogantes extinguida la el acción respecto del hecho falsedad ideológica por TOCF Neuquén- prescripción investigado de que instrumento resuelven de la fuera declarar acción penal calificado público y dictar como el sobreseimiento en favor de Mauricio Daniel Gutiérrez, Osvaldo Muñiz y Carlos Alberto Ferrario. Los firmantes indican que "[esta] circunstancia, revela una reiteración de irregularidades por parte de los integrantes del Ministerio Público Fiscal, que por incumplimiento de sus funciones específicas provocó la retrogradación de este proceso, con las consecuencias que en esta resolución se han verificado. Ello es así, ya que la prescripción de la acción los sobreseimientos que hemos debido decretar en este acto, son resultado directo de esa negligente gestión del Ministerio Público" (fs. 287 del Expte. 75/99). d) El 21.6.05, el Dr. Orlando A. Coscia, juez integrante del Tribunal Oral en lo Criminal de Neuquén remitió copia de la sentencia de fecha 06.06.05, por la que se resuelve sobreseer por prescripción de la acción penal a Guillermo Eduardo With, Rodolfo Luis Correa Belisle, Carlos Verón, Mario Consejo de la Magistratura de la causa en relación a cada uno de los imputados teniendo en cuenta la fecha de los hechos investigados, el requerimiento de instrucción, las declaraciones indagatorias y los respectivos requerimientos, en vinculación con el plazo máximo de pena para el delito enrostrado (seis años) demostrando que en casos -y desde los sucesos- transcurrió casi doble de la pena aplicable. III. c. Causa 1538 F 219 - Año 1997, caratulada "Inaudi, Marcelo s/ su denuncia" a) El 10.7.97, el Dr. Marcelo Alejandro Inaudi formula denuncia contra el Dr. Rubén Caro, magistrado titular del Juzgado Federal de Zapala, y Luis María Viaut -fiscal ante dicho juzgado-, para que se investigue hechos presuntamente delictuosos, los cuales podrían tipificar en los art. 277 (encubrimiento), 274 (denegación y retardo de justicia), 293 (falsedad ideológica, 248 in fine (violación de los deberes de funcionario público) y artículo 269 (prevaricato) del Código Penal. Imputa existencia de como "un irregularidades sinnúmero claramente la participación de vuestra Señoría en las de del probanzas magistrado, que la indicarían y consiguiente responsabilidadmaniobras consumadas por otros imputados en la causa "With, Guillermo y otros s/ inf. Art. 292 etc..." tramitada por ante este Juzgado Federal de Zapala, dirigidas a la alteración, ocultamiento y destrucción de huella de UNIMOG como prueba, lo que significó su pérdida como tal. Vinculado presentante paralela con que que la el labor de magistrado significo la inteligencia, permitió intromisión una de sostiene el investigación la justicia e inteligencia militar en un asunto netamente jurisdiccional, culminando que el magistrado consintió, toleró avaló y supo de esas ilegítimas investigaciones. El 6.8.97 el Dr. Julio Humberto Andino acepta el cargo de conjuez federal. El 7.10.97, el Dr. José María Darquier -Procurador Fiscal ante el juzgado de la ciudad de Neuquén- es nombrado como fiscal de la causa por designación efectuada por el Procurador General de la Nación. Éste solicita tener vista de las causa "Canevaro y otros s/ homicidio simple y encubrimiento" y "Excmo. Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Neuquén s/ sol. Investigación (expte. 121-F-171- año 1996)". b) El Dr. José María Darquier, al contestar la vista del artículo 180 del código ritual, requiere la desestimación de la denuncia interpuesta a fs. 1/12 y 56/73 (fs. 87/92 vta.). Sostiene que de la transcripción de lo declarado por el Lic. Romero y el Crio. Pizarro no se puede inferir que el Dr. Caro tuviere un cabal conocimiento previo a tomarle declaración formal, de todo aquello que Castro expuso en la dependencia policial, ni sostener que el magistrado hubiera escuchado de manera puntual sobre la golpiza sufrida por Consejo de la Magistratura Respecto del acta referida a la diligencia judicial de inspección de la zona donde fueran encontrados los restos, y la falta de asentar en ella la presencia de Ppal. Héctor Palacios y la existencia de la huella de UNIMOG, el Dr. Darquier sostiene que "si entre las personas que el Sr. Magistrado dispuso que estuvieron presentes en el lugar no fue incluido el nombrado, la circunstancia dada en omitir asentar en el aludido instrumento su asistencia no puede ser tenida como contraria a derecho desde que ni siquiera podría llegar a traducirse en una inobservancia de índole procesal" (fs. 89). Que si hubo fallas u errores en la elaboración del croquis- y el acompañamiento explicativo de fotografías- no le es imputable al magistrado, ya que le correspondía al personal encargado de la diligencia. Diferente criterio aplica respecto de la conservación de la huella, conducta que podría encuadrar en el tipo del artículo 248 del Código Penal. De igual forma, el fiscal concluye la imposibilidad de la persecución penal por dicho delito debido a que desde la fecha de la diligencia-06.04.94- a la de este pronunciamientomayo de 1998- había transcurrido el plazo estipulado por el artículo 62 del C.P., es decir se habría producido la prescripción de la acción penal. Vinculado a la imputación respecto de la dependencia una causa penal caratulada "Caro, Rubén Omar s/ dcia." (Expte. 3179-126-96) en la que se investiga el presunto delito de falso testimonio cometido por Luna al declarar bajo juramento en la audiencia de debate. c) desestimación el Dr. Andino resuelve hacer lugar a la de la denuncia obrante a fs. 1/12 y 56/73 de acuerdo a lo normado en el artículo 180, último párrafo (fs. 95/96 vta.). III.d. La Comisión de Juicio Político de la H. Cámara de Diputados de la Nación remitió a este Consejo, a requerimiento de la Comisión de Acusación, los antecedentes obrantes en su poder. Integra el material remitido las versiones taquigráficas de los testimonios aportados ante la Comisión de Juicio Político, por los testigos Romero (fs. 87/163); Pizarro (fs.164/197); Palacios (fs. 198/233); Pirsic (fs. 233/291); Crio. Juárez (fs. 332/361); Crio. Acuña (fs. 362/375); Mellado (fs. 11/20, anexo V); Cerrutti (fs.479/...) Roca (anexo V, fs. 21/43); López Proudem (anexo V, fs. 77/82); Villagra (anexo V, fs. 43/77); Lorca (anexo V fs. 83/89); Luna (anexo V, 89/102); los Dres. Inaudi, Pandolfi y Valencia (anexo V fs. 102, 117 y 136 respectivamente); Ríos Iñiguez (anexo V, fs. 2/11); Pacheco (fs. 409/478). -La declaración prestada por el oficial Romero, Consejo de la Magistratura con el interrogatorio pero que al arribar el juez Caro le contó lo que Castro le había contado en su presencia y en la de Pizarro. Ante el Tribunal Oral, relata que Castro es de "cultura muy rural, confunden algunas cosas, el interrogatorio tiene que ser muy especial" confundiendo grados militares, como también los lugares (el baño con rejas lo que identifica como calabozo). Que del relato se desprende dos situaciones, una por la mañana donde identifica una persona con jerarquía (grado que confunde) y pelirroja o rubia, y otro suceso por la tarde en el baño, donde estaban pateando en el piso a Carrasco, haciéndose presente en ese momento de la charla Caro y " Castro le contó más o menos lo mismo que le había contado a ellos, entonces creyeron que algo de verdad había. Fue un interrogatorio informal" (fs. 37). - el Crio. Aldo Horacio Pizarro resalta que interrogó a Castro, siendo conteste con lo declarado por Romero. Sostiene, a su vez, que al arribar el Dr. Caro comenzó a realizarle preguntas, y en un momento determinado le dijo que después lo seguiría interrogando en el Juzgado al respecto. El oficial Pizarro advierte que "si desde el punto de vista judicial o investigativo la declaración del soldado Castro hubiera sido tomada en su oportunidad inmediatamente, constituiría una prueba valorativa para el juez... creo que de oficio" El comisario Pizarro, en su declaración ante el Tribunal Oral, agrega respecto de la lesión de la mano que tenía el declarante, que era de carácter leve, estando vendado y que fuera revisado y atendido por el médico policial. - el Principal de la Policía Federal Héctor Palacios relata que presenció el hallazgo del cadáver del soldado Carrasco, como también le consta la aparición de varias prendas de vestir. Asimismo, sostiene la existencia de una huella de vehículo pesado del tipo UNIMOG. Preguntado sobre la actuación del juez, si había tomado alguna medida para que levantara dichas huellas, contestó que "no". Es también categórico al responder que el juez federal no había convocado a gente perteneciente a la Policía Federal o de la Provincia de Neuquén, como tampoco citó a ningún perito especialista en el relevamiento. Enumera como falencia que no se tomaron muestras fotográficas de la huella del vehículo. Ante el Tribunal Oral, Palacios relata que el 28.3.94 recibe la comunicación de Caro solicitando la búsqueda de Carrasco, procediéndose a diversas medidas. Posteriormente a ello, fue entrevistado por Cerrutti y With, y en presencia de Pirsic, le comunicaron las diligencias e informaron que era factible que el soldado se hubiera escondido en dependencias del regimiento. Luego, y ante la pregunta si había huellas en Consejo de la Magistratura declaración que el cadáver había sido colocado en el Cerro Gaucho, lo que no podría haberse realizado sino con el auxilio de una unidad para transportar los restos. Luego agrega que el juez no tomó ninguna medida, "si hubiera tomado alguna medida me lo tendría que haber comunicado a mi. Desde el momento en que nosotros no tomamos ninguna medida es porque él a mi no me lo comunicó". Acota que desconoce con que personal técnico contó el Dr. Caro para seguir la investigación, "el podía contar con nosotros con la policía local. En cuatro o cinco oportunidades le ofrecí toda nuestra colaboración para investigar el hecho... La policía local en ese momento a cargo del señor Pizarro- realizó el mismo ofrecimiento." De lo que se desprende que la investigación la siguió solamente el juez, sin participación del personal técnico de otra fuerza policial. Preguntado ante el Tribunal Oral sobre si es normal que no se preserven las huellas existentes alrededor del cadáver, contestó que "en hechos de este tipo hay que tratar de preservar de la mejor manera posible todos los elementos que puedan estar allí, a lo mejor en el momento no habían los elementos para realizar esa medida. Preguntado habiendo un fotógrafo en el lugar es normal que no se haya ordenado sacar foto de la huella, contestó que no. Preguntado si es normal que hipótesis que le dice al Juez Federal, contestó que "el Juez Caro le pidió su opinión personal cuando declaró en el juzgado y no recuerda muy bien y yo le dije del baño que no se utilizaba, le hablé de la cámara del Baño; en mi opinión pensé que lo tenían adentro" haciendo referencia al baño de la Batería B. (fs. 394vta). Aclara que no sabe leer muy bien, por lo que le resulta difícil ubicar el lugar en el croquis de planta. En ese mismo acto se planteó la nulidad de la declaración brindada por Luna frente al juez instructor, por no dar cumplimiento a la norma del artículo 139 del CPPN. El Tribunal resolvió rechazar el planteo solicitado, reservándose la evaluación de la testimonial aludida al momento de considerarse la prueba en la sentencia (fs. 396). Una mención especial merece la declaración prestada por el soldado Fabián Luna ante la Comisión de Juicio Político. Solicitado por el Diputado Soria para que explicara cómo había sido su declaración ante el juez Caro, el testigo dice que junto con la secretaria "lo apretaban para que les diga de mentira a verdad y yo no podía decirles nada porque no sabía nada", asimismo "el pedía más cosas y yo no le podía decir nada más. Yo le digo que no sé más nada y él me pedía más cosas y... no sé si me explico... él me pidió mi opinión y yo le di mis opiniones y nada más" (fs. 94) siendo que él no tenía Consejo de la Magistratura también había pasado por el puesto de guardia otro militar) y la dada ante el juez Caro, la que duró "más de dos horas y media" (fs. 99). desempeñaba El como Comisario jefe de Carlos la José división Juárez, quien Homicidio de se la superintendencia de investigaciones de la Policía Federal, afirma que no recibieron ninguna indicación en especial en cuanto a la investigación. Que al tomar conocimiento de la causa, observó que "una de las cosas fundamentales anexadas a la causa era la actuación realizada por el Ejército, donde pareciera que se estaba investigando un homicidio y, a la vez, la justicia estuviera investigando los malos tratos a los soldados. Se habían invertido los roles porque el contenido tomado en sede judicial no se ajustaba a lo que nuestra hipótesis acerca de cómo podrían haberse encarado la investigación para esclarecer el homicidio" (fs. 336). Surge que realizó una inspección ocular por su cuenta- en el lugar del hallazgo donde tomó fotografías junto a Acuña, de lo que informó al Juez Caro, solicitándole se realizaran diligencias periciales que consideraban de importancia, no teniendo en cuenta conocimiento que el Juez las hubiera dispuesto. Luego de diez días sin directivas del Juez específicamente, elaboró junto con Acuña un informe sobre la hipótesis referido a lo sucedido, concluyendo su misión "lo dimos por terminado porque respecto de Carrasco lo dijera; asimismo lo interrogaron respecto de Suárez y Salazar, diciéndole que si no hablaba lo iban a detener a él. Prosiguieron el interrogatorio, llevando en presencia del declarante a otros conscriptos, insistiendo que las declaraciones eran diferentes. Y agrega "me dijo que todo hombre tiene su valor. Que si no me gustaría tener unos 10.000U$S y una moto japonesa y yo le dije que estaría bueno pero hay que trabajar. Entonces me dijeron nosotros te lo podemos dar gratis. Venían todos los que formaban la comitiva de la justicia militar se acercaban y algunos se hacían los amigos y otros no. Después me fui a la guardia. Me decían que me iban a mandar a Primeros Pinos si no hablaba y me mandaron ahí al día siguiente. Después me trajeron de vuelta en un jeep y me decían que había sonado, que Salazar y Suárez habían declarado que yo había cometido el crimen" (fs. 387 vta) comenta que estuvo detenido en un calabozo siendo interrogado de día y de noche, que todos los oficiales que se presentaban querían que dijera lo que no sabía. - El Dr. O. Caro fue citado a declarar a tenor del artículo 13 del reglamento de la Comisión de Juicio Político de la H. Cámara de Diputados de la Nación, testimonio que consta a fs. 611/715. En dicho acto acompañó escrito de descargo que luce agregado a fs. 655/576. Confirma los dichos de la empleada Pacheco, en el Consejo de la Magistratura En Político, el su Dr. declaración Caro ante sostuvo el la Comisión siguiente de Juicio diálogo (fs. 628/633): (Sr. Pichetto) Con relación al coronel Raimóndez, ¿usted le adelantaba todas las diligencias que iba a realizar en el cuartel? ¿Previamente ponía en conocimiento de Raimóndez las diligencias? (Sr. Caro)Si era necesario...No recuerdo bien pero... (Sr. Pichetto)Cuando usted iba a hacer una diligencia,¿le decía, por ejemplo, prepáreme tal cosa que voy a ir a hacer un secuestro? ¿los ponía en conocimiento? Me gustaría que aclarase este tema porque de las respuestas anteriores aparecería como que es así (Sr. Caro)En realidad, la inspección que hizo durante muchos días y se filmografió completamente; para que se den una idea, esto llevó tres casetes. O sea que son muchas horas de recorrer el cuartel. Yo decía... pero no sabíamos el lugar exacto donde íbamos a estar. Sr. Presidente (Arias)¿Usted adelantaba las diligencias que iba a llevar a cabo? (Sr. Caro) Sí. En el caso específico de las inspecciones era así porque se necesitaban abrir galpones u otra cosa; por ejemplo, donde apareció el cadáver. Ese baño estaba abandonado, con candado. Y en ese sentido había muchos edificios que tomó algún tipo de juramento. (Sr. Caro) No (Sr. Soria) ¿Es decir que usted investigaba un homicidio presuntamente cometido en un cuartel y tenía como colaborador inmediato para facilitarle la faz práctica de la instrucción- a otro militar al cual le adelantaba los pasos que iba a hacer en el cuartel? (Sr. Caro) Me imagino que usted lo ve desde una óptica muy personal. (Sr. Caro) Estoy preguntando a partir de lo que usted ha dicho. (Sr. Caro) No es así. El tema principal es que aquí yo necesitaba a alguien que tuviera mayor grado que los dos jefes, que viniese de afuera y que no tuviera ningún compromiso.¿Cuál es la dificultad de que yo le avisara la diligencia que iba a realizar? ... (Sr. Sat)¿con cuánto tiempo le avisaba en la práctica'¿le avisaba el día anterior, antes de salir para allí, cuando llegaba, dos días antes' ¿Con cuanta anticipación le advertía la necesidad de practicar esas diligencias? (Sr. Caro) No recuerdo. Estimo que era un tiempo prudencial. Podía ser unas horas de anticipación o un día; no sé, no recuerdo. Preguntado si al momento de hallar el cadáver ordenó Consejo de la Magistratura 637). Interrogado sobre la huella del vehículo UNIMOG, niega terminantemente haberlas visto, no haber recibido referencia de ésta proveniente del Tte. Cnel. Cerrutti, y haber tomado conocimiento recién cuando la causa se diligenciaba ante el Tribunal Oral. Cuestionado sobre quién corre la responsabilidad de recoger los datos, responde que "creo que es responsabilidad exclusiva de la policía" (fs. 640) y la del contenido del acta del hallazgo le corresponde al secretario, quien levantó un acta manuscrita y luego pasada en limpio, esta ultima versión es la que aparece agregada en el expediente. Insistiendo con el tema de la huella, se le dio lectura a la declaración de los testigos Palacios, Pirsic y Cerrutti, indicando el Dr. Caro que ello no era cierto, "yo no tengo ningún comentario que hacer respecto de lo que diga Pirsic. No digo ni que la huella existió ni que no existió. Lo que digo es que yo no la vi ni nadie me avisó", como también "no recuerdo con exactitud porque estábamos mucho tiempo dando vueltas y buscando cosas. Incluso hiciera un recorrido como ya lo dijera- ordené que se en espiral partiendo del cuerpo y agrandando el radio para tratar de encontrar más elementos. Todos hablábamos con todos; no recuerdo los diálogos" (fs. 661/662). Menciona que la hipótesis que Carrasco podía [él] es sobre otra golpiza producida por compañeros en el baño, o yendo al baño, no recuerdo con precisión. Esa es la golpiza que a mi me relata Castro en un primer momento. Después comenta otra serie de hechos..." (fs.682) es decir, que le relata una sola golpiza. Asimismo, asegura que la molestia de la mano era importante, ya que el testigo gesticulaba demostrando incomodidad. Que en ningún momento el testigo manifestó ningún temor con respecto al Ejército, por lo tanto no tenía de que protegerlo (fs.713), careciendo de responsabilidad y conocimiento respecto de la internación posterior ordenada por el Gral. Díaz. Referido a si Salazar denunció el padecimiento de apremios por parte interrogatorio, del mencionó personal no recordar. militar Tampoco durante evocaba su la oportunidad de la declaración de Luna. Indica que la decisión que la autopsia se realizara en el Htal. Militar le correspondió a él, ya que en otra oportunidad, en la que era funcionario provincial, había estado en una situación similar, es decir de realización de una autopsia a un cuerpo en avanzado estado de descomposición, que había sido derivado a la morgue de hospital, donde varios de los internos se descompusieron por la circunstancia. Además enuncia como argumento un posible riesgo de infección de las instalaciones del nosocomio. Comenta que en ocasiones se Consejo de la Magistratura Acusación nada contiene en relación a ello, sostiene la aplicación al caso de la insubsistencia de la acción, que "el extenso recorrido de las presentes actuaciones trae aparejado un notorio perjuicio para quien ha sido investigado por las mismas...[debiéndose aplicar] el fundamento de la celeridad de la justicia, en beneficio del pesquisado". Asimismo esgrime el principio de "non bis in idem", ya que considera que en actuaciones previas ya fue evaluada su conducta (Expedientes 4437-D-94, 606-P-95 y 88-P-98 del registro de la H. Cámara de Diputados de la Nación), como también los expedientes 819/94, caratulado "Chorny, Eugenia s/ denuncia" del Juzgado Federal de Zapala; 1211-Fº 171- Año 1996, caratulado "With, Guillermo Eduardo y otros s/ inf.art. 292 y otros del CP"; Expte. 1816-Fº261-Año 1999 caratulado "Balsa, Martín y otros s/ delito c/ el orden público", causa 1538-Fº 219-Año 1997, caratulada "Inaudi, Marcelo s/ denuncia"; todas del registro del Juzgado de Zapala. Se observa que solo en la última mencionada se imputa conducta delictiva al Dr. Caro. - Referido a la declaración de Castro, considera liberatorio el razonamiento del fiscal en causa 1538-Fº 219-Año 1997. Además, se funda en el informe de la psicóloga que intervino en la etapa oral de la causa denominada "Carrasco I" que descalifica la personalidad del ex- soldado nombrado. Justifica la suspensión de la declaración testimonial en el -Relacionado al tema de la declaración del testigo Luna, cuestiona la veracidad sobre su analfabetismo. Continúa su descargo haciendo un punteo acerca de su intervención en causa 720-Fº100-Año 1994, concluyendo que "cuando al suscripto le cupo llevar a cabo la dirección del proceso durante la sustanciación de la instrucción en la conocida causa como "Carrasco I", adoptó todos los recaudos legales y reglamentarios que prevén las normas procesales en vigor, para lograr alcanzar la verdad real con la mayor eficiencia posibles" CONSIDERANDO: 1º) Que el Dr. Rubén Omar Caro, en su escrito de descargo presentado ante la Comisión de Acusación, solicita se aplique la prescripción de la acción y se valore la Acusación no insubsistencia de la acción penal. El Reglamento de la Comisión de contempla ninguna norma referida a la prescripción, resultando improcedente e imposible la pretendida aplicación del instituto en el caso. Tampoco resulta sustentable el planteamiento sobre la insubsistencia de la acción introducido en el descargo, porque tanto a criterio de la Comisión de Acusación, como de lo demostrado por el magistrado cuestionado, era razonable esperar Consejo de la Magistratura de Neuquén resolvieron el 6.6.05, sobreseer por prescripción de la acción penal a Guillermo Eduardo With, Rodolfo Luis Correa Belisle, Carlos Verón, Mario Guardia, Néstor Fabián Parodi, Carlos Alberto Díaz, René López, últimos imputados vinculados a la causa por el delito de encubrimiento. Esta sentencia fue comunicada a este Consejo el 21.6.05. Atento a ello, y al que no queda ningún resabio de investigación penal pendiente de análisis, escuchar la al Comisión magistrado de en Acusación esta política. Por ello, inmediatamente se interpretó instancia de necesario evaluación puso a tratamiento de la Comisión de Acusación la propuesta pertinente, citándose a audiencia de descargo para el 6.9.05, postergándose a pedido del magistrado para el 4.10.05. De lo expuesto se desprende la diligencia impresa en las actuaciones, una vez culminada las instancias penales que podían modificar el cuadro fáctico respecto de la investigación aquí llevada a cabo. No puede argumentarse que en el presente exista falta de impulso procesal, que signifique el cese de la potestad del órgano político por el trascurso del tiempo. Por lo que no se da en el presente caso ninguna situación de inacción por parte de este Consejo, que signifique, de ningún modo, el abandono de la investigación de la responsabilidad política del magistrado. 2º) Que también corresponde rechazar la aplicación en competente; aunque la conducta haya sido analizada en esa órbita, eso no inhibe la evaluación en este órgano. El Dr. Caro también arguye que estos hechos ya fueron evaluados por la Comisión de Juicio Político. Esto es erróneo, ya que la instancia política no ha cumplido procesalmente con todas las etapas requeridas para concluir el trámite de los expedientes, siendo imposible afirmar que la H. Cámara de Diputados de la Nación se haya manifestado en el presente caso. Los expedientes parlamentarios tienen un trámite específicamente determinado por la ley 13.640. Los proyectos de ley que no tengan tratamiento parlamentario, -es decir "sanción de una de sus Cámaras"- durante el año parlamentario de ingreso, caducan indefectiblemente. Respecto de los proyectos que no sean de ley entre ellas los es decir declaraciones y resoluciones, y pedidos de juicio político- en iguales circunstancias, es decir no tener tratamiento en el recinto fuere de aprobación o rechazo- de la respectiva cámara, tendrá un régimen de caducidad y archivo determinado por el reglamento de cada uno de los recintos. Específicamente, el archivo de los expedientes de juicio político opera al tercer año parlamentario. Es decir que, si un proyecto de resolución solicitando la remoción de un magistrado no tiene tratamiento en el recinto dentro del plazo de tres años, ese expediente es remitido al archivo, medida administrativa tomada por la propia Consejo de la Magistratura complejidad de la evaluación de los hechos manifestada en la situación que el segundo de los expedientes (606-P-95) contó con dos dictámenes acusatorios (que reunían ampliamente la mayoría de la composición política de la comisión correspondiente) y uno desestimatorio conteniendo sólo dos firmas. Como corolario, podemos afirmar que las cuestiones en ellos presentadas -es decir expedientes de trámite parlamentario-, al no contar con una decisión final, podían ser nuevamente argumentadas en presentaciones posteriores. En lo que concierne al Expediente 88-P-98, que fuera remitida a este Consejo de la Magistratura por aplicación de la cláusula transitoria decimocuarta de la Constitución Nacional (que regula "las causas en trámite ante la Cámara de Diputados al momento de instalarse el Consejo de la Magistratura, les serán remitidas a efectos del inciso 5º del artículo 114...") se encontraba en idéntica situación que los anteriores. El texto de la citada norma no expresa estadio parlamentario alguno, que fuere diferenciador de instancia o evolución procesal, por lo que todas las causas, en cualquier etapa de trámite, debían ser remitidas a este nuevo órgano constitucional. Ello fue lo sucedido en el presente expediente. 3º) Que, respecto de los hechos endilgados al magistrado como irregulares, de la prueba producida, de su Se le imputa no haber valorado este testimonio, no haberle preguntado acerca de los hechos narrados y conocidos por el juez, la interrupción posterior del acto y la entrega del soldado a la fuerza militar. El Dr. Caro, en su descargo por escrito, se respalda en el razonamiento fiscal en causa 1538-Fº219-Año 1997, por el que el concluye que el magistrado no violentó las normas contenidas en el artículo 118 (en función al 249) y 79 del CPPN, y cita el peritaje psicológico de Castro en la etapa oral de la causa "Carrasco I", el que dice que tiende a la confabulación, a la inseguridad de pensamiento por no poder interpretar la realidad con coherencia lógica, y con tendencia a la fabulación. Para la valoración del hecho enrostrado, previamente debemos efectuar un relevamiento de todos los elementos de prueba conducentes. a) Las declaraciones en la justicia y en la Comisión de Juicio Político. Castro comienza su relato ante el Dr. Caro, refiriéndose a la actividad desplegada en el último día de Carrasco en el cuartel. Luego es interrumpido el acto, continúa relatando los "bailes colectivos" por los errores de Carrasco como también por su fuga, como las búsquedas implementadas. A Consejo de la Magistratura de Diputados- Com. Juicio Político) De lo expuesto se desprende que, en presencia de los policías, Castro inició el relato fundamental, decidiendo el magistrado que se continuaría con las explicaciones en sede judicial. Aquellos no acompañaron al detenido al juzgado, por lo que no presenciaron la testifical. Es manifiesto que el Dr. Caro poseía contenido un de la cabal conocimiento declaración de acerca Castro, del y valiosísimo que ante esa situación, evidencia no traída al expediente por los militares, no supo cómo actuar y desde el comienzo, limitó ese testimonio en la causa. b) La valoración completa de la declaración por el Tribunal Oral. El Tribunal Oral apreció la declaración de los hasta aquí nombrados exponiendo que "resulta muy relevante en su valor probatorio lo manifestado por el soldado Castro al respecto al ser detenido y trasladado a la Unidad Regional de Zapala el 9/4/94, ante el Lic. Romero y el Crio. Pizarro[...]"; como así también,"[e]n cuanto al valor probatorio de los testimonios de los funcionarios policiales aludidos, el mismo es incuestionable". El propio Tribunal se perturba "si bien Castro luego de su internación en el H.M.Z., al declarar ante el juzgado afirmó que el soldado que lo golpeaba a Carrasco era Tarifeño, de sus propios dichos se infiere que no podía ser así mismo; antes bien fue una excusa para justificar su aislación durante un tiempo prolongado presumiblemente para influir sobre su simple mente de campo y modificar sus recuerdos y vivencias". Finalmente, el Tribunal Oral se contraría "[s]in embargo, hemos de valorar declaración judicial la autenticidad de su primera lamentablemente interrumpida por el Juez sin causa aparente- y lo dicho en presencia del Lic. Romero y del Crio. Aldo Pizarro." Todos los párrafos reseñados demuestran las dificultades con las que se encontraron los integrantes del Tribunal Oral, al momento de interpretar una realidad, más próxima temporalmente, pero segmentada por las deficiencias de la instrucción, por las irregularidades imputables al Dr. Caro. Esa dificultad se torna aún mayor, al interpretar lo sucedido, ante la falta de investigación y resolución en la causa iniciada para la investigación del encubrimiento. Pero esa dificultad no impide la definición de la conducta que se achaca. Para ubicarnos temporalmente, Carrasco desaparece el 6.3.94, su cuerpo es hallado dentro de la unidad militar el 6.4.94, Castro deserta el 13.3.94, y es detenido el 9.4.94. Asimismo, la notificación que la policía realiza al Dr. Caro respecto exclusivamente de la respecto detención de su de Castro, conocimiento es pura sobre y la Consejo de la Magistratura testifical en un sólo acto. Ese es el aspecto cuestionable al magistrado. Además, de las constancias del expediente, fundamentalmente de las declaraciones tanto de los policías como de los integrantes del ejército, se concluye que los que evaluaron clínicamente el estado de salud de Castro, fueron las distintas fuerzas policía y ejército- por decisión propia, no del juez. Para el magistrado la cuestión era interrumpir el acto, y se basaría, simplemente, en su deseo individual de interrumpir el acto hasta el día siguiente. Es verdad que el magistrado no tenía responsabilidad sobre la internación posterior de Castro, pero el magistrado sabía que si el nombrado quedaba a disposición de la policía provincial, ésta debía cumplir con la entrega al ejército. Esto queda explícito de la pregunta realizada en la audiencia del 4.10.05, si la policía debía devolver al desertor a la unidad militar, a la que respondió afirmativamente. El sentido de la norma es que el desertor no se retraiga nuevamente de sus obligaciones militares. Era evidente que el ex soldado, con su declaración, involucraba a integrantes de la fuerza que lo "protegería". Por lo que, para Castro, era más intimidante regresar a la unidad militar, que quedar a disposición del juzgado en otra dependencia. Queda igualmente latente la impresión del Tribunal Oral acerca que la internación tuvo como El descargo del magistrado no logra modificar la primera convicción, que sustentara la citación. Se torna evidente que el Dr. Caro quiso ignorar la importancia del relato. Los policías notifican al Dr. Caro, no por ser autoridad competente en una causa por desaparición de Castro, ya que en el particular no había denuncia penal ordinaria por el desconocimiento del paradero del nombrado. Tampoco por ser competente en una cuestión de deserción, debido a que lo es, únicamente, la autoridad militar. Hasta la aparición de Castro nada se sabía de los sucesos terribles que habían causado la muerte de Carrasco. Caro se entera de ellos a través de la primera versión brindada de los hechos por el ex- soldado Castro. Esa circunstancia era vital para la causa, por lo que el relato se mostraba, de por sí, trascendental. Pero, el Dr. Caro se muestra ajeno a esta situación, y la interrupción del acto de la testifical, sin haber preguntado específicamente sobre la cuestión, luego de escuchar el relato de inicio brindado por Castro, que narraba la actividad desplegada el último día de vida de Carrasco, es asombroso. No se indica que se violen las reglas sobre la manera de tomar una declaración testifical, es decir una libre narración de lo que la persona percibió con sus propios sentidos, sino interrogar para que el testigo responda respecto de lo que hace al objeto de la investigación. Era importante saber si Carrasco fue o no Consejo de la Magistratura - "Hecho de la huella de camión UNIMOG": En la denuncia, se le imputa al Dr. Caro que, en el acta de la diligencia del hallazgo, no surge ni la presencia del Ppal. Palacios, oficial de la Policía Federal Argentina, ni la existencia de una huella de camión tipo UNIMOG. Tampoco se habrían tomado las medidas de seguridad de las probanzas que pudieran rescatarse en el lugar de la medida. En su descargo por escrito ante la Comisión de Acusación, el Dr. Caro se basa en el dictamen del Dr. Darquier en causa 1538, quien solicitó la desestimación de la denuncia contra el magistrado cuestionado, por lo que la referencia a la falta de inclusión del nombrado policía en el acta "no podría llegar a traducirse en una inobservancia de índole procesal"; y con respecto de la conservación de la huella, se destaca que entre el acto y la denuncia se habría producido la prescripción de la acción penal, como recalca la utilización de unidades de esas características para la recolección de hojas del barrio militar. Expresa no haber visto ninguna huella de vehículo y culmina precisando que Palacios fue removido de la fuerza policial, por poseer un perfil incompatible con la institución e incapacidad para la actividad. Como elementos se ve, esta fundamentales: la irregularidad confección consta del acta de de dos la diligencia de hallazgo y la responsabilidad por la preservación este expediente, como en los judiciales. En primera instancia, se cuestiona la existencia misma de la huella de una unidad UNIMOG cerca del cadáver, la se encuentra cuestiona afirmada el por fehaciente ciertas personas, conocimiento de la y también misma por se el magistrado, esto último negado rotundamente por el Dr. Caro. El Tribunal Oral, al condenar a los imputados, y refiriéndose al hallazgo del cuerpo, sostiene que el operativo rastrillaje programado con los soldados, los que "[e]n la lejanía vieron un Unimog que estaba detenido en las proximidades del basural y apuntando en dirección al Cuartel.Ese Unimog, o al menos el mismo, en otro viaje, circunstancias todas que deberán investigarse en el sumario de encubrimiento mandado a instruir, no era el que vió el Comisario Pirsic alrededor de autoridades las subió 17 al horas, cerro cuando (...) las con la comitiva observaciones de de la policía Federal, en especial del Ppal. Palacios y del Perito Forense Dr. Villagra, bastan para concluir que el cadáver fue puesto y colocado muy poco tiempo antes ..." (fs. 5497). De la declaración ante los integrantes de la Comisión de Juicio Político, los policías Palacios y Pirsic sostienen que el magistrado fue informado sobre la existencia de una huella de vehículo. Afirma que, viendo la posición y el estado del cuerpo el mismo había sido colocado en el lugar, Consejo de la Magistratura debate oral. Para agravar lo hasta aquí descripto, el Tribunal ordenó la investigación de encubrimiento por la maniobra de utilización de una unidad como las nombradas (con la pantalla del traslado de hojas, nunca efectuado hasta esa ocasión) aquella tarde. Por ello, el requerimiento fiscal, al efectuar el relato de hechos, e imputando conducta al Mayor Guillermo Bracco "[d]e lo que no parece caber duda, según las claras observaciones del Subcomisario Pirsic y del Oficial Principal Palacio, efectuadas inmediatamente después del hallazgo del cadáver, es que a pocos metros del lugar donde se encontraba éste, existía una huella de vehículo que, por sus características y las del terreno, no podía sino tratarse de otro Unimog, en el que se habría conducido el cuerpo... Ese otro Unimog, que debió pertenecer al GA, no habría sido otro que el que observara el Capitán Molli (...), cuando ascendió al cerro con With, en el instante en que se informa que apareció el cadáver y profesionales mucho que antes acudieron que concurriera con el Juez al lugar, Federal y los que observaron al verdadero camión de la basura con el "carrito" acoplado", como también al referirse a la imputación sobre la participación de Correa Belisle ya la preparación de la instrucción nocturna, específicamente refiere a "para lo cual era necesario utilizar, casualmente, un vehículo de las características del que dejó la huella encontrada por los sobre la impresión de aquella cercana al cuerpo del soldado Carrasco, y su omisión de conducta. Si se conectan ambos elementos, la argumentación del Dr. Caro se desploma. Aún aceptando la justificación acerca que Palacios no había sido citado por el magistrado para participar del acto, y por lo tanto no debía rubricar el acta, es contradictorio sostener que se encontraba en la obligación de preservar la huella: éste no podía tomar participación activa en el hallazgo, es decir, registrar la "realidad" tomando el molde de una huella, ya que no era un funcionario que se encontraba autorizado para actuar. Este parece ser el argumento del juez: liberarse de responsabilidad porque el que dijo ver la evidencia, debía haber tomado las medidas de conservación de la prueba, aunque éste no estaba 'regularmente' en el lugar. Siguiendo la hipótesis, si el policía hubiera tomado el molde del rastro, y éste no estaba formalmente en el hallazgo, ¿qué valor tendría esta prueba? También es de resaltar que, estando presente el magistrado en un acto procesal, éste es quien tiene a cargo la dirección de la instrucción. Implica que el juez es quien debe dirigir a las personas que colaboran en ese acto procesal, determinando el sentido y la oportunidad de su participación; obviando, desde ya, la aplicación práctica de esas órdenes, la que deberá depender directamente de los peritos o policías que Consejo de la Magistratura Finalmente, ataca la declaración de Palacio, increpando la con falaz razonamiento la calidad personal del nombrado, mientras que otros testigos son convergentes en la existencia de la misma: por lo menos otro policía declara acerca de su presencia. - "Hecho del testigo Fabián Luna" La denuncia, respecto de este hecho, se centra en que del corto tiempo consignado en el acta, el instrumento demuestra una amplia declaración, que el testigo Luna había incriminado como autores del homicidio del soldado Carrasco a los entonces soldados Suárez y Salazar y al Sbtte. Canevaro. También, se imputa el incumplimiento de la norma procesal respecto de testigos analfabetos (139 CPPN). El Dr. Caro en su descargo por escrito menciona que "el supuesto analfabetismo" fue argumentado ante la instancia del Tribunal Oral, y que en la causa 1538 este mismo argumento es rechazado como posible delito ("en modo alguno puede aceptarse... que el instrumento que recoge lo expuesto por Héctor Fabián Luna en la etapa instructoria sea el fruto de ilegítimas inclusiones extrañas a sus espontáneos relatos o respondes" fs. 91 vta.). Valoración: Cabe recordar que el nombrado Luna prestó declaración ante la Comisión de Juicio Político de la H. Cámara de Diputados, donde mantuvo que el juez había sido quien había del magistrado a las actuaciones llevadas adelante por los militares, lo que vincula estas irregularidades con el aspecto que se evalúa en los siguientes apartados. - La claudicación jurisdiccional. Los denunciantes imputan al Dr. Caro haber declinado su jurisdicción permitiendo que el sumario administrativo por "abuso de autoridad" efectuado en sede militar paralelo a la investigación judicial se convirtiera liso y llanamente en la investigación del homicidio. Citan fs. 400, 441, 444,575, etc. de la causa "Carrasco I", lo declarado en la etapa oral y los términos del requerimiento fiscal en la causa "Carrasco II" en tanto afirma que "(...)el sumario ordenado es ficticio porque no está destinado a investigar el abuso de autoridad sino el homicidio, y porque el que lo ordenó y el que lo efectúa ya conocían con anticipación los hechos que supuestamente iban a investigar, pero que en realidad iban a tergiversar(...)". En su descargo por escrito, el Dr. Caro vuelve a argumentar en virtud del dictamen fiscal de la causa 1538. Asimismo, amplía sus fundamentos, aclarando que, al momento que el H. Senado de la Nación al solicitar informe sobre Reimundez para decidir el acuerdo sobre el ascenso del nombrado, oportunidad que se planteara una impugnación a su idoneidad, el propio Dr. Caro habría explicado que la participación había sido escasa y aislada. Sostiene la gran participación de las Consejo de la Magistratura pruebas que pudieron ser relevantes" (fs. 5490). El requerimiento fiscal en esa causa, elaborado por los Dres. Helvecio Martín Barba y Luis María Viaut, fiscal federal ante la Excma. Cámara y primera instancia, también llama la atención anteriormente que sobre la "(...) actuación La militar. investigación Se destacó paralela del homicidio que realizó el Ejército de Zapala, encubierta bajo el rótulo de abuso de autoridad, dispuesta sin duda por el Comando de la VI Brigada para ser dirigida por los oficiales de Inteligencia, tiene el propósito de exhibir por un lado, la fingida demostración de un interés por averiguar los hechos, entregando las pruebas a la justicia, a través de un presuroso sumario que se anticipe a las investigaciones de ésta, a fin de condicionarlas o guiarlas en la medida de las posibilidades" para disponer de diversas versiones sobre lo sucedido, contando como última opción que "el homicidio dentro del cuartel, pero maniobrando de tal modo las pruebas, que el núcleo de las acciones que configuraron el homicidio, los lugares y los autores sólo fuesen rozados... Las sombras que permanezcan no serán entonces justicia, a atribuibles pesar del sino a esfuerzo y la la ineficiencia diligencia de de la los militares" (fs. 255 vta.). De su declaración ante la Comisión de Juicio Político, y de la efectuada ante la Comisión de Acusación, se escasa. De lo analizado, se concluye la estrecha vinculación del Juez Caro con Raimúndez y la participación de inteligencia militar en las tareas de investigación durante la instrucción penal. Lo que es palmariamente contradictorio, ya que el mismo magistrado sostuvo que al momento de encontrar el cuerpo sospechó de todos, es decir se refiere a todo el personal militar, por lo que la misma institución investigada era la que colaboraba como auxiliar de la justicia, a criterio del mismo magistrado. No se logran despejar las dudas sobre el comportamiento del magistrado. Y en esta imputación, se torna más que penoso que el expediente donde se investigara el encubrimiento no llegara a una resolución que aclarara la sucesión de hechos requeridos como delictivos. Abocados al análisis de esta imputación, podemos desorientarnos, ya que la instrucción del Dr. Caro culminó con la elevación a juicio por el homicidio del soldado Carrasco, con la imputación del mismo a personas determinadas, y que fueron finalmente condenadas. Es decir que fue una exitosa instrucción: el delito no quedó impune. Tampoco queremos ingresar en la perniciosa teoría de la "historia oficial", que tan inteligentemente pudiera sortear el Tribunal Oral en la causa del homicidio, pero que empantanó el desarrollo de la Consejo de la Magistratura Policía provincial) que se vieron postergadas (caso del relato de Juárez, Acuña, etc) al no recibir directivas, o no ser citados para colaborar en la investigación. Pero tanto la posibilidad que el Dr. Caro se haya visto encerrado involuntariamente por inexperiencia en un ardid de la institución militar, como su voluntaria delegación de la instrucción a la inteligencia militar, se manifiestan como contrarias a la aptitud que el magistrado debe ostentar, para mantener el cargo que le fuera confiado. También se infiere la inapropiada falta de diligencia del Dr. Caro tanto en la práctica de la autopsia, como en el cuidado de los restos. El Dr. Caro indicó que la responsabilidad sobre los restos le correspondía a los médico encargados de la autopsia, sin que dejara custodia de los mismos ya que se encontraban en un predio militar, no dando la instrucción a nadie en relación del cuidado de los restos. Esto mismo argumentó en oportunidad de su descargo por el artículo 9 del Reglamento de la Comisión de Acusación. Esta actitud, alejada de todo comportamiento diligente, no es una cuestión menor. Es factible que el juez interpretara que la autopsia iba a realizarse en un solo acto, pero de la experiencia judicial el magistrado podía prever la necesidad de nuevos procedimientos a igual fin, por lo que los restos debían quedar a resguardo y no al alcance de quienes podían haber sido los demás si se quiere- puntilloso en resguardo de las pocas evidencias que luego de un mes de ocurrido el homicidio, se revelaban para la dilucidación del caso. Definitivamente, y para finalizar, el Dr. Rubén O. Caro demostró, en el trámite de un sólo expediente, que conmocionó a toda la sociedad argentina, y generó cambios estructurales en la institución castrense, no ser competente para el cargo; al contrario, demostró ser parcial y dependiente a una investigación paralela. Por ello, SE RESUELVE: 1º) Abrir el procedimiento de remoción del Dr. Rubén Omar Caro, titular del Juzgado Federal de Zapala, por la causal de mal desempeño de sus funciones (artículo 53 de la Constitución Nacional). 2º) Acusar al Dr. Caro (artículos 53, 110 y 114, inciso 5º, de la Constitución Nacional, y 7, inciso 7º, de la ley 24.937 -t.o. por decreto 816/99-) sobre la base de los hechos y consideraciones precedentemente efectuadas. 3º) Suspender al Dr. Caro en los términos de los artículos 114, inciso 5º, de la Constitución Nacional y 7, inciso 7º, de la ley 24.937 (t.o por decreto 816/99). 4º) Designar a los Dres. Federico T. M. Storani, Consejo de la Magistratura disidencia) - Miguel A. Pichetto - Humberto Quiroga Lavié Marcela V. Rodríguez - Federico T. M. Storani - Szmukler (- Pablo G. Hirschmann (Secretario General). Beinusz