2000 42 Fecha: De: Para: Voto Nº BOLETIN JURISPRUDENCIAL MINISTERIO PUBLICO, C.R. 20 de julio del 2000 UNIDAD DE CAPACITACIÓN Y SUPERVISIÓN (UCS-MP) Fiscales del Ministerio Público 772-99de las 9:15 hrs del 25 de junio de 1999. SALA TERCERA Corte Suprema de Justicia. TEMA ⇒ EL RECONOCIMIENTO JUDICIAL EN EL DELITO DE VIOLACION. ⇒ ERRONEA APLICACIÓN DEL CONCURSO MATERIAL EN EL DELITO DE ROBO AGRAVADO. ⇒ CONCURSO APARENTE DE NORMAS ENTRE EL DELITO DE ROBO AGRAVADO Y EL DELITO DE PRIVACION DE LIBERTAD SUMARIO • Reconocimiento judicial: El acto de reconocimiento no es prueba esencial, ya que por otros medios probatorios independientes el Tribunal pudo confirmar el dicho de la ofendida respecto a que este imputado fue efectivamente uno de sus agresores. • Errónea aplicación del concurso material: Solamente hay un robo porque, dada la estructura típica del Robo y existiendo unidad de acción, es posible cobijar bajo un solo injusto el aumento cuantitativo del objeto sobre el cual recae la acción típica (apoderarse ilegítimamente) a través de los modos que lo caracterizan (fuerza en las cosas o violencia sobre las personas) Esto es así, como se dijo, siempre y cuando concurran un factor final y un factor normativo que le den sentido de unidad a la acción emprendida por el agente y a su desvalor pues a través de este tipo penal no se tutelan bienes jurídicos personalísimos, sino la disponibilidad del patrimonio, posesión o tenencia de las cosas que, por su naturaleza, son susceptibles de ser puestas en peligro o lesionadas progresivamente, desde un punto de vista cuantitativo, por lo que puede haber un solo delito con pluralidad de víctimas, pues este único delito abarca todo el desvalor jurídico de la conducta. • Concurso Aparente de normas: La privación de libertad no se configura como delito cuando se reduce a un acto de ejecución del robo. TRANSCRIPCIÓN DEL VOTO EN LO CONDUCENTE: AÑO 2000: XXV ANIVERSARIO DEL MINISTERIO PUBLICO DE COSTA RICA BOLETIN JURISPRUDENCIAL N°42-2000 1 de 6 EXP: 97-000761-212-PE. RES: 000772-99. SALA TERCERA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. SAN JOSÉ, A LAS NUEVE HORAS CON QUINCE MINUTOS DEL VEINTICINCO DE JUNIO DE MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y NUEVE.- R ECURSO DE CASACIÓN INTERPUESTO EN LA PRESENTE CAUSA SEGUIDA CONTRA APQ (...) POR DOS DELITOS DE ROBO AGRAVADO, VIOLACIÓN AGRAVADA Y DOS PRIVACIONES DE LIBERTAD AGRAVADAS, EN PERJUICIO DE YMD Y JRCHG. I NTERVIENEN EN LA DECISIÓN DEL RECURSO LO S M AGISTRADOS D ANIEL G ONZÁLEZ A LVAREZ , P RESIDENTE ; J ESÚS A LBERTO R AMÍREZ Q UIRÓS , M ARIO A LBERTO H OUED V EGA , A LFONSO C HAVES R AMÍREZ Y R ODRIGO C ASTRO M ONGE . T AMBIÉN INTERVIENEN LOS LICENCIADOS H UGO L UIS L EVY M ENA , H UGO L UIS L EVY M AIRENA Y C ARLOS B REDDY J IMÉNEZ , COMO DEFENSORES Y EL LICENCIADO J ORGE S EGURA R OMÁN EN REPRESENTACIÓN DEL M INISTERIO P ÚBLICO .- (...) CONSIDERANDO: I.- Recurso de los Licenciados Hugo Luis Levy Mena y Hugo Luis Levy Mairena. Los defensores particulares del imputado APQ han interpuesto recurso de casación por vicios in procedendo, acusan la inobservancia de los artículos 191, 192, 204, 255, 256 del Código de Procedimientos Penales, 1, 2, 12, 13, 82 inc. c) 227, 228 y 369 incs. c) y d) del Código Procesal Penal, por violación al derecho de defensa, para lo que cuestionan con sus alegatos, a lo largo de tres motivos, la formalidad de la diligencia de reconocimiento judicial practicada a su defendido, que consideran totalmente nula. En un cuarto motivo se reclama que la sentencia es incongruente y que se fundamenta en prueba ilegítimamente incorporada al debate para acreditar la participación de su patrocinado en el delito de Violación agravada de YMD, aunque también en torno al reconocimiento practicado.- Ninguno de estos reclamos es atendible, pues la existencia del hecho acusado y la concreta participación que tuvo el imputado APQ en ellos, se deriva de prueba legítimamente incorporada al debate, sin detrimento de las garantías constitucionales del encartado, particularmente de su derecho de defensa. El cuestionado acto de reconocimiento no es prueba esencial, ya que por otros medios probatorios independientes el Tribunal pudo confirmar el dicho de la ofendida respecto a que este imputado fue efectivamente uno de sus agresores, como lo son el retrato hablado que había hecho la víctima y la cinta de vídeo y las fotografías que registran y muestran al encartado utilizando la tarjeta de crédito de la ofendida en la sucursal del Banco Nacional de Costa Rica en Multiplaza, Escazú, al finalizar el día 4 de abril de 1997, destacándose en la sentencia como la ofendida manifestó en forma precisa y categórica que el tercer sujeto que la accedió carnalmente es el que aparece en ese vídeo del cajero automático (y que la accedió al regresar del cajero, después de haber hecho uso de la tarjeta sustraída), por lo que queda claro que la identificación de APQ quedó demostrada con certeza y de forma legítima en sentencia, con elementos de prueba que no tienen dependencia alguna con el reconocimiento cuestionado, lo cual puede corroborarse con la lectura del fallo, principalmente entre los folios 583 a 585, donde el tribunal hace alusión a esto y a otras circunstancias indiciarias que permiten corroborar sus conclusiones. II.- Recurso del Licenciado Carlos Breedy Jiménez. Como único agravio del recurso por vicios in iudicando interpuesto por el defensor público del imputado APQ, se acusa la inobservancia de los artículos 21, 22, 30, 31, 45, 71, 75, 76, 192 inciso 2º y 213 inciso 2º del Código Penal, por errónea aplicación del concurso material. Advirtiendo que no se impugna el fallo en cuanto condenó a su patrocinado por el delito de Violación agravada en perjuicio de YMD, la defensa reclama que el Tribunal de mérito estimara configurados dos delitos de Robo agravado y dos delitos de Privación de libertad agravada y que dispusiera las penas correspondientes a ellos conforme a las reglas del concurso material. La defensa considera que en realidad se estuvo en presencia de una sola acción o conducta, y que a pesar de que fueron afectadas "dos víctimas del despojo de sus bienes y las mismas víctimas a la vez limitadas en su libertad", solamente hay un concurso ideal heterogéneo entre un delito de Robo y la Privación, por lo que la pena debía disponerse conforme a lo que regulan los artículos 22 (sic, f. 599) y 75 del Código Penal, para lo cual cita la obra del Dr. Francisco Castillo, titulada "El concurso de delitos en el derecho penal costarricense" (San José, Publicaciones de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica, Litografía e Imprenta Lil, S.A., 1981) y dice: «En síntesis, conforme a las penas impuestas por los delitos acreditados, el artículo 21 y 75 del Código Penal corresponde entonces la aplicación de la pena correspondiente al delito más grave que en este caso es la suma de seis años de prisión por la que se sancionó más gravemente el delito de robo agravado, debiendo reducirse las penas impuestas a la que en nuestro criterio corresponde conforme a derecho, sea la pena de seis años de prisión por el delito de robo agravado (concursando ideal y heterogéneamente) y no la suma de dieciséis años (seis años por cada uno de los robos agravados y dos años por cada uno de delitos de privación de libertad) por las que sancionó el Tribunal erróneamente» (recurso, folio 598).El reclamo es atendible y debe casarse la sentencia, mas no precisamente por las razones alegadas por el recurrente, ni tampoco con el alcance que éste pretende, como se explicará de seguido, en consideración del AÑO 2000: XXV ANIVERSARIO DEL MINISTERIO PUBLICO DE COSTA RICA BOLETIN JURISPRUDENCIAL N°42-2000 2 de 6 cuadro fáctico acreditado en el fallo impugnado, en lo que interesa: «1- Que en fecha del tres de abril de mil novecientos noventa y siete, en horas la (sic) noche, al ser aproximadamente las ocho de la noche, los ofendidos YMD y José Ricardo CGG, se encontraban en el vehículo propiedad de la primera, marca Honda Civic, de dos puertas detrás del aeropuerto Juan Santamaría, en la parte donde usualmente se parquean los carros, que en ese momento se les acercó otro vehículo marca Hyundai, el cual se les puso por delante del vehículo en que se encontraban los ofendidos. 2- Que en dicho vehículo viajaban cuatro personas, entre los cuales viajaban el encartado APQ, CJDV quien ya aceptó la aplicación del procedimiento abreviado en su contra y dos sujetos mas hasta ahora desconocidos; de los cuales se bajaron de dos a tres sujetos entre los cuales se encontraban APQ y DV y actuando en común acuerdo entre ellos y los demás compañeros se hicieron pasar por Autoridades de Seguridad del Aeropuerto, y acto seguido uno de ellos, DV, procedió a colocarle un arma de fuego en la cabeza al ofendido CGG, procediendo de inmediato a sustraerle varios bienes personales que los ofendidos portaban consigo así como sustraer varias [sic] bienes del vehículo automotor; los bienes sustraídos al ofendido fue cadena con tres dijes que le arrancaron del cuello, el reloj que portaba marca Invicta y la suma aproximada de once mil colones en efectivo, a la ofendida YMD le sustrajeron el (sic) acto una cadena de oro, gruesa, martillada, de aproximadamente cuarenta centímetros de largo, un reloj marca Quemex con brazalete de cuero, a la ves [sic] que obtuvieron de ésta una tarjeta de débito del Banco Nacional de Costa Rica a la cual obligaron a suministrar el número de pin para poder accesar su cuenta; asimismo del vehículo sustrajeron el radio, los parlantes, la división de la cajuela, el repuesto, las herramientas, la gata, la llave de rana, un desatornillador phillips y un alicate. 3- Que acto seguido después de esta acción por parte del encartado y sus acompañantes y siempre bajo la amenaza del arma de fuego por parte de DV los ofendidos fueron obligados a pasarse al asiento de atrás del vehículo de la ofendida quienes junto con el asaltante DV y otro compañero más fueron trasladados en el mismo a la localidad de Guachipelín de Escazú, propiamente 150 metros antes de la entrada a la Urbanización Cerro Coyote, a la orilla de la vía pública mientras que el vehículo en que el encartado había llegado junto a sus compañeros los seguían. 4- Que cuando el encartado APQ y sus compañeros DV y los otros dos sujetos no identificados ya estaban en Guachipelín junto con los ofendidos, el ofendido CGG es obligado a pasarse a la cajuela del vehículo de la ofendida, mientras que el encartado APQ junto con otro compañero se trasladaron a la sucursal del Banco de Costa Rica del Centro Comercial de Multiplaza de Escazú en donde accesan por dos veces consecutivas el cajero automático, la primera de ellas en horas de la noche del día tres de abril y la segunda oportunidad en horas de la madrugada del día siguiente cuatro de abril, cada una de ellas con escasos minutos de diferencia logrando sacar de la cuenta de la ofendida YMD la suma de ciento noventa y seis mil colones; así mientras esto sucedía la ofendida YMD fue abusada sexualmente por CJDV quien bajo la amenaza del arma de fuego la obligó a bajarse del vehículo, la llevó detrás del mismo en donde la obligó a quitarse la ropa interior procediendo a tirarla al suelo en donde la accedió carnalmente penetrándole su pene dentro de la vagina. 5- Que posteriormente cuando el encartado APQ regresó a Guachipelín donde se encontraban sus compañeros junto con los ofendidos, éste procedió a acceder carnalmente a la ofendida YMD penetrándole el pene dentro de su vagina pero esta ves [sic] dentro del vehículo de su propiedad, la cual accedió debido a las amenazas de muerte que era objeto y por el temor de que se usara en su contra el arma de fuego con el que habían sido asaltados inicialmente. 6- Los hechos indicados en que los ofendidos estuvieron privados de su libertad por parte del encartado APQ y sus compañeros CJDV y los otros dos sujetos desconocidos se prolongo [sic] aproximadamente de las ocho de la noche del día tres de abril hasta las dos de la mañana del día siguiente cuatro de abril en que ambos fueron dejados en libertad [...] 8El perjuicio económico sufrido por la ofendida YMD oscila aproximadamente los cuatrocientos mil colones» (sic, sentencia, folios 599 a 600). Respecto a la participación que tuvo el imputado APQ, estos hechos fueron calificados por el tribunal a quo como constitutivos de los siguientes delitos: dos robos agravados (sancionando cada uno con 6 años de prisión), dos privaciones de libertad agravadas (sancionándolas con 2 años de prisión a cada una), y una Violación agravada (que sancionó con 12 años de prisión). Todos estos delitos, según el a quo, concursan materialmente por lo que la acumulación de sus penas arrojó un total de 28 años de prisión. En contra del criterio de ese tribunal -y respetando el principio de no reforma en perjuicio-, esta Sala considera que solamente se está en presencia de un solo delito de Robo agravado y de una Violación agravada, ambos ilícitos en concurso ideal, pues hubo unidad de acción con pluralidad de lesiones jurídicas (sobre los factores final y normativo como criterios para determinar la unidad de acción en sentido jurídico, véase la sentencia de esta Sala Nº 943-98 de las 16:16 horas del AÑO 2000: XXV ANIVERSARIO DEL MINISTERIO PUBLICO DE COSTA RICA BOLETIN JURISPRUDENCIAL N°42-2000 3 de 6 29 de setiembre de 1998). Solo hubo un Robo Agravado. Solamente hay un robo porque, dada la estructura típica del Robo y existiendo unidad de acción, es posible cobijar bajo un solo injusto el aumento cuantitativo del objeto sobre el cual recae la acción típica (apoderarse ilegítimamente) a través de los modos que lo caracterizan (fuerza en las cosas o violencia sobre las personas). Esto es así, como se dijo, siempre y cuando concurran un factor final y un factor normativo que le den sentido de unidad a la acción emprendida por el agente y a su desvalor, por ejemplo: quien ingresa a una vivienda rompiendo una de sus puertas y así logra apoderarse ilegítimamente de un televisor, un radio y un horno, comete un solo delito de robo agravado por efracción (artículo 213 inciso 1º del Código Penal), aunque cada una de esas cosas sea de un propietario diferente (incluyendo al propietario del inmueble dañado), pues a través de este tipo penal no se tutelan bienes jurídicos personalísimos, sino la disponibilidad del patrimonio, posesión o tenencia de las cosas que, por su naturaleza, son susceptibles de ser puestas en peligro o lesionadas progresivamente, desde un punto de vista cuantitativo, por lo que puede haber un solo delito con pluralidad de víctimas, pues este único delito abarca todo el desvalor jurídico de la conducta. Quien toma cuatro valijas de la terminal de una empresa de transporte, aprovechando la ausencia o inadvertencia de los respectivos propietarios, comete una sola lesión jurídica aunque a diferentes víctimas (un solo Hurto agravado, artículo 209 inc. 4º), pero no lesiona tantas veces el tipo penal como sea el número de propietario perjudicados, pues ello conduciría a una penalidad totalmente desproporcionada desde el punto de vista jurídico, tanto como lo sería afirmar que quien se apodera ilegítimamente de un camión en que transporta cinco mil naranjas, ha cometido cinco mil hurtos (esto sin contar el camión). Diferente es la situación con aquellos tipos penales que directamente tutelan bienes jurídicos personalísimos, en que el peligro o lesión recae inmediatamente sobre derechos inseparables de su titular, que tienen por objeto la protección de la persona misma, como por ejemplo la vida, la salud e integridad física o sexual, y la libertad. Un delito así es el de Lesiones, que también admite un aumento cuantitativo de la acción típica, de modo que, por ejemplo, es posible que a través de varios golpes se lesione a una persona, dando lugar a un solo delito de Lesiones. Pero la diferencia radica en que si, existiendo unidad de acción, a través de varios golpes el autor, dolosa e injustamente, causa lesiones a tres personas diferentes, es autor de tres delitos de Lesiones en concurso ideal homogéneo, pues tratándose de la salud o integridad física, un solo delito -dada su estructura y alcances- no abarca en sí el desvalor jurídico total de la conducta, al igual que sucede en el caso de quien dolosamente mata a dos personas con un solo disparo de arma de fuego y comete así dos delitos de Homicidio en concurso ideal: sería desproporcionado decir que solamente se ha configurado un Homicidio cuando hay dos personas muertas. Estas cuestiones deben resolverse caso por caso, considerando las características particulares de los tipos penales involucrados, la acción típica, el objeto sobre el cual recae y los bienes jurídicos tutelados. No hubo privación de libertad sin ánimo de lucro agravada. Según el artículo 191 de nuestro Código Penal: «Será penado con prisión de seis meses a tres años el que sin ánimo de lucro, privare a otro de su libertad personal». ¿A qué se alude con el ánimo de lucro en este tipo penal? La respuesta a esta interrogante debe buscarse necesariamente a partir de un análisis histórico. Desde un punto de vista técnico, no cabe duda de que se trata de un elemento subjetivo del tipo diferente al dolo (este último sería simplemente el conocimiento y voluntad de privar de su libertad a otro). Tratándose la figura del artículo 191 de un delito contra la "libertad de determinación", pues es bajo ese título que el legislador quiso cubrir «todos los aspectos relativos a la libertad individual» (Exposición de motivos del Código Penal, en Vincenzi, Atilio: Código Penal, San José, Colegio de abogados, 1972, p. 47), parece que dicho elemento fue introducido por el legislador de 1973 para subrayar la diferencia entre este delito y el de Secuestro extorsivo: «Se impondrá prisión de ocho a doce años a quien secuestre a una persona para obtener rescate, con fines de lucro, políticos o políticosociales, religiosos o raciales» (el subrayado es suplido, artículo 215, párrafo primero, del Código Penal). Decimos lo anterior pues esta nueva formulación sugiere que quisieron solventarse las dificultades interpretativas que presentaban estas figuras en el anterior Código Penal de 1941, del cual vale la pena citar para un mejor entendimiento de nuestra análisis: «Artículo 244.- Se aplicará prisión de un año y medio a cuatro años, al que prive a otro indebidamente de su libertad personal, cuando ocurra alguna de las circunstancias siguientes: 1ª- Si el hecho se cometiere con actos de violencia personal, o con amenaza, o con propósito de lucro, o con fines religiosos, o para satisfacer venganzas...» AÑO 2000: XXV ANIVERSARIO DEL MINISTERIO PUBLICO DE COSTA RICA BOLETIN JURISPRUDENCIAL N°42-2000 4 de 6 Esta última figura se ubicaba en el capítulo correspondiente a los delitos contra la "libertad individual". En cambio, como un delito contra "la propiedad", el Código anterior decía: «Artículo 279.- Sufrirá prisión de cinco a diez años, el que detuviere en rehenes a una persona para obtener rescate» Esta otra figura se consignaba bajo el capítulo de la "extorsión". Lo curioso es que a la primera se le denominaba "secuestro con propósito de lucro" mientras que a la segunda se le llamaba "secuestro para obtener rescate" (cfr. la edición del Código Penal de 1941 publicada en San José por el Ministerio de Justicia, Imprenta Nacional, 1950, p. 195). Una disposición parecida se encontró anteriormente en el texto originario del Código Penal argentino de 1921, Ley 11.179, con las modificaciones introducidas por la ley 20.642 de 1974, que suprimió el "propósito de lucro" como una circunstancia agravante -no constitutiva- del llamado delito de "Privación ilegal de la libertad" que otrora contempló aquella legislación (cfr. Breglia Arias, Omar y Gauna, Omar: Código Penal y leyes complementarias, Buenos Aires, Editorial Astrea, 2ª edición actualizada, 1987, p. 442 y el comentario de Soler, Sebastián: Derecho Penal Argentino, Buenos Aires, 1951, Tomo IV, Tipográfica Editora Argentina, 1951, p. 52 a 53). Por otra parte, comentando el texto actual de nuestro Código Penal, señala Llobet que nuestra figura de Privación de libertad sin ánimo de lucro es un delito doloso y que es una "ocurrencia" de nuestro legislador exigir la inexistencia del elemento subjetivo "ánimo de lucro": «De acuerdo con una interpretación literal del artículo en comentario podría decirse que si en la privación de libertad el sujeto activo ha actuado "con ánimo de lucro", pero no se encuadra el hecho dentro del artículo del secuestro extorsivo, el hecho es impune. Nosotros nos inclinamos por una interpretación sistemática y teleológica del artículo. El legislador al mencionar que la privación de libertad debía ser sin ánimo de lucro, tenía en mente lo prescrito en el delito de secuestro extorsivo. En realidad por ello, y de acuerdo con una interpretación sistemática debemos entender la mención de que la privación de libertad sea "sin ánimo de lucro", en el sentido de que no sea pretendido ese específico ánimo de lucro que supone el pretender rescate, de modo que otros casos en que se ha actuado con ánimo de lucro, pero no encuentran tipificación en el delito de secuestro extorsivo serán punibles con base en el artículo en comentario» (Llobet Rodríguez, Javier y otro: Comentarios al Código Penal, San José, Editorial Juricentro, 1989, págs. 329 a 330). La anterior interpretación es sugestiva porque da congruencia del sistema, y la verdad es que todo apunta a que efectivamente el legislador pensó en la privación de libertad como una figura genérica respecto al secuestro extorsivo. Sin embargo, esta Sala considera que una interpretación teleológica o sistemática como la propuesta por Llobet -aún cuando da un sentido coherente a la relación existente entre estas normas-, no puede admitirse en materia penal, porque se presta para enmendar y obviar un error de técnica que sólo es imputable al legislador, pues lo cierto es que la estructura típica del artículo 215 (en cuanto alude a los "fines de lucro" como elemento típico) era por sí sola suficiente para establecer la diferencia, por especialidad, entre los delitos de secuestro extorsivo y de privación de libertad, pues la confluencia entre ambos es sólo aparente. En el artículo 191, exigir la ausencia de ánimo de lucro no solo es redundante al efecto de establecer la diferencia con el artículo 215, sino que además tiene el inconveniente de que, en casos como el presente, excluye la posibilidad de sancionar a quien de manera injusta privare a otro de su libertad personal, con ánimo de lucro, pero sin secuestrarla para obtener rescate, que obviamente no era la finalidad del legislador (esto último es evidente, pues si merecedor de tutela penal lo es la privación de libertad sin ánimo de lucro, también lo debe ser aquella que ha sido animada o motivada por un fin como ese, que agrega un desvalor ético a la acción). Del hecho acreditado por el a quo resulta claro que la privación de libertad a que fueron sometidos los ofendidos entre las 20 horas del 3 de abril hasta las 2 horas del día siguiente, era el medio seleccionado por los agentes para facilitar y ejecutar la sustracción de dineros del cajero automático, incluso para asegurar el resultado, pues precisamente la injusta y violenta privación de su libertad a que fue sometida, constriñó a la ofendida a dar el número de clave o pin de su tarjeta, temiendo las represalias que pudiera provocar no revelarlo correctamente. El ánimo de lucro es innegable pues así es que pudieron apoderarse de una considerable suma de dinero, por lo que la privación de libertad se reduce a un acto de ejecución del Robo, incapaz de dar lugar a la figura simple prevista en el artículo 191, mucho menos a la forma agravada del artículo 192. Sobre la Violación agravada.- La sentencia, en cuanto declara al imputado APQ autor del delito de Violación agravada, no fue objeto de impugnación. Sin embargo, la prohibición de no reforma en perjuicio no impide a esta Sala señalar el error del a quo, al declarar la existencia de un solo delito de Violación, ya que si los agentes actuaron de común acuerdo, esto es, si hubo codominio del hecho, el imputado también debió ser responsabilizado por los dos accesos carnales que previamente sufrió la ofendida. AÑO 2000: XXV ANIVERSARIO DEL MINISTERIO PUBLICO DE COSTA RICA BOLETIN JURISPRUDENCIAL N°42-2000 5 de 6 Penalidad del concurso ideal verificado en la especie.Conforme al artículo 75 del Código Penal, «Para el concurso ideal, el Juez aplicará la pena correspondiente al delito más grave y aún podrá aumentarla». De los dos delitos verificados en la especie, el más grave es el de Violación agravada, pues el extremo mayor de su pena es de 18 años de prisión, mientras que el del Robo llega a 15 años. Al establecer el juicio de reproche, el Tribunal de mérito consideró que el encartado era merecedor de 12 años de prisión por el delito de Violación agravada, lo cual no ha sido siquiera objeto de impugnación. Respecto al Robo agravado que sufrieron los ofendidos, el tribunal de mérito valoró que por cada uno debía imponerse el tanto de 6 años de prisión (para un total de 12 años), lo cual debe readecuarse, pues el reproche debió formularse en atención a un solo delito y no a dos. Desde esta óptica, tomando en cuenta las mismas razones enunciadas por el Tribunal de mérito para justificar la pena acordada, pero con la particular estimación de que a través de un Robo fueron lesionados los bienes jurídicos de dos personas diferentes y además que, como acto de ejecución destinado a la facilitación del delito, se privó de su libertad ambulatoria a ambas víctimas durante varias horas, dejando al ofendido en la cajuela del vehículo y aprovechando la ocasión para abusar sexualmente de la ofendida, considera esta Sala que la gravedad del hecho impone aumentar la pena, conforme al citado artículo 75, al encartado se le debe imponer una pena de veinticuatro años de prisión, lo que significa una disminución de cuatro años respecto a la pena inicialmente fijada por el Tribunal de mérito. POR TANTO: Se declara sin lugar el recurso interpuesto por los licenciados Hugo Luis Levy Mena y Hugo Luis Levy Mairena. Se declara con lugar el recurso por el fondo interpuesto por el Lic. Carlos Breddy Jiménez, únicamente para recalificar los hechos como constitutivos de un delito de Robo agravado y un delito de Violación agravada en concurso ideal, y para imponerle el tanto de veinticuatro años de prisión. En todo lo demás la sentencia permanece inalterable. 1. EL TEXTO DEL VOTO HA SIDO TOMADO LITERALMENTE DEL DISCO QUE PROPORCIONA LA SALA O EL TRIBUNAL, POR LO CUAL LA PRESENTE REPRODUCCIÓN ES FIEL A SU ORIGINAL. 2. EL SIGNO (…) IDENTIFICA LOS SECTORES SUPRIMIDOS DEL VOTO, EN RAZÓN DE NO TENER INTERÉS PARA EL TEMA DESCRIPTOR. 3. LOS 4. EL TEMA Y EL SUMARIO SON APORTE DE LA UNIDAD DE CAPACITACIÓN. NO FORMAN PARTE DEL VOTO. DESTACADOS (SUBRAYADOS, NEGRITAS O CURSIVAS) SON PROPIOS DEL ORIGINAL, EXCEPTO CUANDO SE INDIQUE LO CONTRARIO. AÑO 2000: XXV ANIVERSARIO DEL MINISTERIO PUBLICO DE COSTA RICA BOLETIN JURISPRUDENCIAL N°42-2000 6 de 6