Sobre la balanza de pagos en la post-convertibilidad

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Opinión
La Plata, miércoles 12 de enero de 2005
Sobre la balanza de pagos en la post-convertibilidad
Por Eric Calcagno
Especial
para Hoy
H
ay temas en economía que,
por complicados que parezcan en un primer vistazo,
son esenciales para elaborar un
análisis correcto de la realidad. En
eso no sólo está en juego el carácter científico de una disciplina fundamental de las ciencias sociales,
como es la economía, sino la
necesidad imperiosa -es decir
política- de que los mecanismos
económicos y los resultados concretos sean accesibles al conjunto
de los ciudadanos. En ese ejercicio
hay que evitar, en nombre del rigor
y del método, tanto las simplifica-
No fue fundado el
alarmismo sobre
retenciones, persistencia
en el default y tarifas de
privatizadas
ciones abusivas, como los eslóganes y las anécdotas: distinguir lo
esencial de lo accesorio, o al
menos morir en el intento.
En ese contexto vale la pena
comentar el comportamiento de la
balanza de pagos de la Argentina
en 2004. ¿Qué es eso? La balanza
de pagos registra las exportaciones
e importaciones de bienes, los
ingresos y pagos por servicios
reales (transporte y turismo), la
renta cobrada y pagada bajo la
forma de utilidades e intereses
externos y los flujos de capitales
entre el país y el exterior. Como
todo balance, muestra las fuentes y
los usos de un recurso, que en este
caso es muy especial: las divisas.
Ese es un recurso que la Argentina
no puede fabricar (a diferencia de
los Estados Unidos), y que sin
embargo necesita para poder
importar bienes y servicios y
enfrentar la deuda externa.
Al mostrar la forma en que un
país obtiene esos recursos, al
exponer la existencia de déficit o
excedentes persistentes (con el
consiguiente impacto sobre las
reservas internacionales), la balanza de pagos muestra uno de los
aspectos más importantes de la
situación económica de un país.
El Instituto Nacional de
Estadística y Censos (INDEC)
acaba de publicar los resultados de
la balanza de pagos de los
primeros 9 meses de 2004. De sus
cifras surgen tres rasgos funda-
bran las entradas y salidas en “sector privado no financiero” y
“errores y omisiones”, cuya adición mide la fuga de capitales). Es
así como el saldo total de la cuenta financiera pasó a ser positivo en
2004. Es cierto que parte importante de ese saldo se debe al
“financiamiento extraordinario”
que representa el default parcial de
la deuda externa.
mentales. El primero es la continuidad del superávit de la cuenta
corriente, aunque en menor medida que en igual período del año
anterior; el segundo es un ingreso
neto de capitales, frente a la muy
fuerte evasión de los tres años
anteriores (en especial en 2001 y
2002); en tercer término, figura el
aumento significativo de las reservas internacionales. (Véase el
cuadro 1).
La actual estructura de la balanza de pagos es un buen revelador de cómo ha cambiado la lógica de funcionamiento económico en la Argentina después del
derrumbe de la convertibilidad.
Un primer elemento central se
refiere al saldo en cuenta corriente:
con el 1 a 1, fue sistemáticamente
deficitario; en otras palabras, la
Argentina no exportaba lo suficiente para poder pagar las importaciones, las utilidades de las transnacionales que afluyeron en la
etapa de intensa desnacionalización de la economía, y los intereses
devengados sobre una deuda
externa cada vez mayor. La recesión económica en la que cayó el
país a partir de 1998 sirvió para
frenar las importaciones, pero no
alcanzó para reequilibrar la cuenta
corriente. La economía debía
entonces financiar ese déficit, con
más deuda. Esto era un círculo
vicioso, que no hizo más que
agravarse en 2001: el blindaje y el
megacanje sólo financiaron la fuga
de capitales, y en vez de evitar la
caída de la convertibilidad, la
hicieron más estrepitosa y más
costosa para el país, a largo plazo,
al inflar con exageración la deuda
pública.
Tras la devaluación, esta
situación cambió de modo sustancial. Las fuentes principales de
divisas dejaron de ser los flujos
especulativos y los préstamos del
Fondo Monetario Internacional, y
pasaron a ser el saldo comercial
(las exportaciones de bienes y ser-
Estos son los rasgos generales
de una balanza de pagos post-convertibilidad, que presenta mejoras
sustanciales con respecto a los del
decenio de 1990. Falta analizar lo
ocurrido con la cuenta corriente y
la cuenta financiera, pero acaso
una semana de descanso para el
lector sea necesario. El tema
parece complicado, pero por las
vicios han sido desde entonces
mucho mayores que las importaciones) así como los atrasos sobre
parte de la deuda pública.
Es notable cómo muchas previsiones resultaron equivocadas
también en este tema: se afirmó
que la existencia de retenciones
iba a ahogar a las exportaciones,
que la demora en salir del default y
en llegar a un acuerdo sobre las
tarifas de las empresas privatizadas
espantaría al capital extranjero, lo
cual a su vez iba a deprimir la
inversión. Sin embargo, la existencia de retenciones a las exportaciones no ha impedido su aumento: éstas crecieron tanto en valor
como en volumen. Así, en los
primeros nueve meses de 2004
crecieron 15,2% respecto del
mismo período de 2003, repitiendo la expansión que tuvieron en
todo 2003 respecto de 2002
(15,3%).
Respecto a la inversión extran-
jera directa, es interesante comprobar que desde niveles casi nulos en
los primeros nueve meses de 2003,
aumentó a 3.231 millones de
dólares entre enero y septiembre
de 2004. En realidad, empezó a
repuntar con fuerza en el último
trimestre de 2003. Esto lleva a
pensar que más que reglas ultraliberales, lo que las compañías
extranjeras quieren son buenas
perspectivas de ganancias, y que
cuando la economía crece con
políticas heterodoxas, esas expectativas son mejores que cuando
está estancada con políticas ortodoxas.
Lo mismo puede decirse de los
capitales de corto plazo (en gran
medida, fuga y repatriación de
capitales de residentes argentinos):
tras la estampida de 2001 y 2002,
la salida de esos capitales se ha
reducido de modo notable, hasta
llegar a un saldo nulo en los 9
primeros meses de 2004 (en el
cuadro 1 vemos cómo se equili-
Argentina: resultado de la balanza de pagos (en millones de dólares)
2001
2002
2003
2003
(9 meses)
2004
(9 meses)
Cuenta corriente
-3.855
8.600
7.391
6.354
2.559
Cuenta financiera
-5.439
-11.713
-3.135
-2.141
1.243
Reservas internacionales
del BCRA (variación)
-12.083
-4.521
3.587
2.962
4.172
Errores y omisiones
-2.971
-1.815
-739
-1.317
328
Sector privado no financiero
-13.798
-12.758
-4.771
-3.929
-329
Fuente: Ministerio de Economía y Producción, Dirección Nacional de Cuentas Internacionales, Estimación del balance de
pagos (www.mecon.gov.ar/cuentas/internacionales).
Columnistas especiales y entrevistas exclusivas
Mario Rapoport - Eric Calcagno - Aldo Ferrer
En la edición de mañana, la columna de Aldo Ferrer
Demasiadas veces
escuchamos a
comentaristas que no
merecerían relatar un
partido de reserva
razones que enunciamos al principio es importante abordar aspectos
que son tal vez más “técnicos”. En
efecto, demasiadas veces asistimos
a comentarios de especialistas que
no merecerían siquiera relatar un
partido de fútbol de reserva, tanto
abundan en frases hechas, lugares
comunes y obviedades intrascendentes. A prueba: prenda el televisor (en los programas de economía, no de deportes). El respeto
por el lector o el auditorio también
implica no descender en la calidad
del comentario económico. No es
un tema menor: si la economía no
es accesible, comentable, polémica, entonces pasa a ser una
cuestión de supuestos especialistas, enamorados de ejercicios
matemáticos donde pierden las
hipótesis, los supuestos sociales y
la paciencia del que los sufre. Pero
es que las ecuaciones son tan
seductoras… y no hay como un
seudo-saber esotérico, accesible a
los felices pocos, para asegurar “el
refugio secular de los mediocres, la
renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y
-lo que es peor aún- el lugar donde
todas las formas de tiranizar y de
insensibilizar hallaron la cátedra
que las dictara”, como decía el
Manifiesto de la Reforma
Universitaria de 1918, en notable
premonición del modo dominante
de enseñar y comentar economía.
Eric Calcagno es columnista especial
del diario Hoy. Sus artículos se
publican los miércoles.
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