169-18C2-2011 CÁMARA PRIMERA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA

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169-18C2-2011
CÁMARA PRIMERA DE LO CIVIL DE LA PRIMERA SECCIÓN DEL CENTRO: San
Salvador, a las catorce horas y cuarenta minutos del día dieciocho de mayo de dos mil doce.
IDENTIFICACIÓN DEL PROCESO Y DE LAS PARTES.
Vistos en apelación de la sentencia pronunciada por señor Juez Segundo de lo Civil de
este distrito judicial, a las doce horas del día seis de octubre del año dos mil once, en el Juicio
Ejecutivo Civil, inicialmente promovido por el licenciado OSCAR ENRIQUE GALICIA, y
continuado por la licenciada ISABEL DE GUADALUPE URRUTIA ALMENDARES, en
concepto
de
apoderados
COOPERATIVA
INGENIEROS
DE
generales
AHORRO,
CIVILES
Y
judiciales
CRÉDITO
PROFESIONES
de
Y
la
demandante
SERVICIOS
AFINES
DE
ASOCIACIÓN
MÚLTIPLES
DE
RESPONSABILIDAD
LIMITADA, que se abrevia ACOINCI, DE R.L., contra los demandados señores MARIO
CASTRO TABLAS y ALBERTO CASTRO NÚÑEZ conocido por ALBERTO CASTRO
NÚÑEZ HIJO.
Han intervenido, en primera instancia, los licenciados OSCAR ENRIQUE GALICIA e
ISABEL DE GUADALUPE URRUTIA ALMENDARES, en el carácter expresado; y en esta
instancia la última profesional mencionada en tal concepto, y el licenciado MARDOQUEO
JOSAFAT TOCHEZ MOLINA, en su calidad de apoderado general judicial solamente del
demandado, MARIO CASTRO TABLAS.
SENTENCIA IMPUGNADA.
El fallo de la sentencia de la cual se recurre, en lo esencial DICE: “””A) SIN LUGAR las
excepciones alegas (Sic) y opuestas por la parte demandada; y B) CONDENASE a los señores
MARIO CASTRO TABLAS y ALBERTO CASTRO NÚÑEZ conocido por ALBERTO
CASTRO NÚÑEZ HIJO, a pagar a la ASOCIACIÓN COOPERATIVA DE AHORRO,
CRÉDITO Y SERVICIOS MÚLTIPLES DE INGENIEROS CIVILES Y PROFESIONES
AFINES DE RESPONSABILIDAD LIMITADA, abreviadamente ACOINCI, DE R.L., la suma
de DIEZ MIL OCHOCIENTOS SESENTA Y UN DÓLARES CON SESENTA Y SEIS
CENTAVOS DE DÓLAR DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA en concepto de saldo
de capital, más los intereses del DIEZ PUNTO CINCO POR CIENTO ANUAL, sobre saldos a
partir del día cinco de julio de dos mil cuatro, más el interés moratorio del TRES PUNTO
CINCO POR CIENTO MENSUAL, sobre saldos, a partir del día seis de agosto del año dos mil
cuatro, hasta su completo pago, transe o remate. No hay condenación en costas procesales por
existir Plus petitio.””””
VISTOS LO AUTOS Y,
CONSIDERANDO:
I- El apoderado de la parte demandante, licenciado OSCAR ENRIQUE GALICIA, en su
demanda de Fs. 1 a 2 p.p., en lo medular EXPUSO: Que tal y como consta en la escritura pública
de mutuo con garantía hipotecaria, el señor MARIO CASTRO TABLAS, recibió de su mandante,
a título de mutuo la cantidad de ONCE MIL DÓLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE
AMÉRICA, para el plazo de sesenta meses, al interés del diez punto cinco por ciento anual sobre
saldos, los que se pagarían en cuotas junto con el capital en forma mensual, fijas y sucesivas, los
días cinco de cada mes comprendido en el plazo; para garantizar dicha obligación, firmó
solidariamente la misma, el señor ALBERTO CASTRO NÚÑEZ, conocido por ALBERTO
CASTRO NÚÑEZ HIJO, además se constituyó hipoteca a favor de su mandante, sobre un
inmueble propiedad del deudor; pero es el caso que dicha obligación no ha sido cumplida por los
deudores, habiendo caído en mora el día seis de agosto del año dos mil cuatro, teniendo pendiente
de pago a la fecha la cantidad de ONCE MIL DÓLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE
AMÉRICA más los intereses convencionales detallados, a partir del día cinco de julio del año dos
mil cuatro, y los intereses moratorios aludidos, a partir del día seis de agosto del año dos mil
cuatro. Por lo anterior es que demanda en Juicio Ejecutivo Civil, a los demandados referidos,
para que previos los trámites de ley en sentencia sean condenados a pagar a su mandante el
capital adeudado y los intereses apuntados en los periodos referidos, todo hasta su completo pago,
transe o remate.
II- El Señor Juez Segundo de lo Civil de esta ciudad, le dio el trámite legal
correspondiente a la demanda presentada, la que fue notificada a la parte demandada,
oponiéndose a la misma, por lo que finalizados que fueron los trámites del proceso, se pronunció
la sentencia definitiva, con la que se mostró inconforme la parte demandada por lo que apeló de
la misma para ante este Tribunal.
III- Introducido el proceso a la presente Instancia, por auto de fs. 8 de este incidente, se le
corrió traslado al Licenciado MARDOQUEO JOSAFAT TOCHEZ MOLINA, para que expresara
agravios, quien por escrito de fs. 11 del presente incidente, en síntesis manifestó: Que en efecto
en el presente proceso se ha cobrado una deuda que adolece de un requisito como lo es la deuda
liquida, ya que el cobro que se pretende por la parte actora se le pague desde la fecha seis de
agosto de dos mil cuatro, fecha de la supuesta mora, es falsa, ya que la demandante, ha obtenido
pagos de su representada y ante el incorrecto reclamo, vuelve la obligación no liquida, pues el
abono es de fecha once de agosto de dos mil cuatro, y cobra desde una fecha que es la
efectivamente como fecha de la mora, incluso resulta que el Juez a quo, reconoció ese pago
hecho y lo descontó de lo reclamado, sin embargo la condena ha sido hecha conforme a lo pedido
por el demandante en su demanda, respecto a las fechas en que se reclama la mora y el capital en
la demanda, y ha quedado demostrado que no puede ser materialmente posible que se cobre
desde esa fecha, tomando en cuenta el pago hecho posterior a esa fecha por su representada; por
lo que esta Cámara deberá declarar la misma sentencia como ilegal y por tanto declarar la
improponibilidad de la demanda porque falta el requisito esencial de la deuda liquida, y no se ha
establecido que su cliente estuviese en mora de la misma.
Por auto de fs. 12 fte., del presente incidente, se le corrió traslado a la licenciada ISABEL
DE GUADALUPE URRUTIA ALMENDARES, en su calidad de apoderada del referido apelado,
para que contestara agravios, quien por medio de escrito de fs. 15 a 16 fte., de este incidente en lo
medular dijo: El abogado recurrente hace referencia a que se ha cobrado una deuda que adolece
de deuda liquida; cuando el Juzgador al momento de admitir la demanda ejecutiva observó que se
cumplieran todos los requisito necesarios para ello, y además el recurrente en su momento
procesal oportuno no alegó pago parcial de la deuda como excepción posible prevista por ley a su
favor; reconoce que lo reclamado quedó reducido a diez mil ochocientos sesenta y un Dólares
con sesenta y un centavos; el Juez a quo ha hecho recaer su sentencia sobre las cosas litigadas y
en la manera en que han sido disputadas, por lo que ha quedado evidenciado que los demandados
tienen una deuda con su mandante y es la que el Juez de primera instancia ha condenado. Por lo
que pide se confirme la sentencia alzada por estar arreglada conforme a derecho.
MOTIVACIÓN DE ESTA CÁMARA.
IV.- La presente Sentencia de vista, se ceñirá exclusivamente a los puntos apelados de
conformidad con lo dispuesto en el Art. 1026 Pr.C.; por lo que estudiados los autos y lo alegado
por las partes, esta Cámara formula las siguientes estimaciones:
AGRAVIOS.
(i)Analizados que han sido los argumentos expuestos por el apoderado de la parte apelante,
licenciado Mardoqueo Josafat Tochez Molina, en el escrito de expresión de agravios de fs. 11 de
este incidente, se puede colegir que en síntesis, los agravios que pone en evidencia se basan en: 1)
la falta de liquidez del título ejecutivo y, 2) por no haberse vertido en el proceso prueba que
estableciera que efectivamente el demandado estuviese en mora. Al respecto este Tribunal
observa que el mencionado apoderado de la parte apelante, fundamenta sus argumentos de falta
de liquidez del título ejecutivo, trayendo a cuenta que la deuda que se exige ejecutivamente no
puede cobrarse desde la fecha que se ha señalado en la demanda de mérito como fecha de la mora,
pues la misma es falsa en virtud que existe un abono posterior, el que fue aceptado por la parte
demandante e incluso admitido por el Juez a quo dentro del proceso de que nos trata; por lo que
la fecha apuntada como fecha de la mora en la demanda, no es la verdadera, lo que vuelve
incorrecto el reclamo y la obligación no líquida, situación contra la cual no se presentó prueba
que demostrara que efectivamente existiera mora.
(ii) En tal sentido, sobe el primer punto de agravio, cuando el recurrente se refiere a la
liquidez del título, lo hace con relación a la mora del mismo; sin embargo es preciso aclarar que
cuando, como requisito esencial para proceder al proceso ejecutivo, se relaciona o analiza la
liquidez, dicho elemento debe entenderse como la necesidad fáctica de que en el título ejecutivo,
se ampare de forma determinada la suma de dinero a la que da derecho, es decir, se refiere a la
especificidad y no a la exigibilidad de una obligación propiamente.
Al respecto, cabe señalar que otro de los requisitos esenciales para proceder a la vía
ejecutiva de forma válida, es que la obligación sea exigible, y ésta es exigible cuando ha vencido
su plazo para su cumplimiento; si bien es cierto el art. 586 Pr.C., preceptúa que el acreedor
mediante el juicio ejecutivo persigue a su deudor moroso, la mora no es con exactitud el elemento
sin el cual no puede procederse al proceso ejecutivo, más bien dicho requisito es que la
obligación dineraria y líquida, a favor de un acreedor cierto, a cargo de un deudor cierto,
amparada en un título al que la Ley otorga fuerza ejecutiva, sea exigible por ser de plazo vencido.
En tal sentido, ni la mora ni el plazo vencido dotan o suprimen de un título ejecutivo su liquidez.
(iii) Con relación al segundo punto de agravio, relativo al plazo vencido y la mora, sin
entrar al análisis profundo doctrinario de ambas figuras, en el presente caso cuando se trata de
una obligación dineraria que se pretende realizar mediante el proceso ejecutivo, ésta es (en
condiciones normales) una obligación sujeta a plazo suspensivo, y este tipo de plazos, cuando se
cumple trae como efecto, por regla general, que coloca en mora al deudor; sin embargo, la
exigibilidad nace con la llegada de la época fijada por mutuo acuerdo para el cumplimiento de la
obligación.
Es importante traer a cuenta lo anterior, ya que puede que un deudor se haya
comprometido u obligado a cumplir con una obligación en formas periódicas por medio de cuotas,
pagada cada cierta fecha hasta la llegada de esa época fijada como plazo para el cumplimiento
total de la obligación a su cargo; cuando es así, podemos observar que la mora en una de esas
cuotas, per se no dan derecho a que la obligación total sea exigible y por lo tanto no da derecho a
ejercer la acción ejecutiva, sino es en razón de la caducidad del plazo¸ cuyo efecto jurídico es,
que no obstante no haber llegado el plazo fijado por mutuo acuerdo de las partes en un contrato
crediticio para el cumplimiento de la obligación, en razón de dicha cláusula contractual, se tiene
por vencido dicho plazo y por lo tanto exigible la obligación en su totalidad, pudiendo así
ejercerse válidamente la acción ejecutiva contra el deudor.
(iv) De lo expuesto se estima, que los argumentos vertidos por el apoderado de la parte
apelante, licenciado Mardoqueo Josafat Tochez Molina, no son suficientes para afectar el mérito
ejecutivo que ostenta el documento base de la pretensión que lo conserva con nitidez, pues si bien
es cierto que en la demanda se señala como fecha de la mora, el día seis de agosto del año dos mil
cuatro y consta un abono a dicha deuda el día once de agosto de dos mil cuatro, resulta que la
mora (el retardo culpable en el cumplimiento de una obligación, requerida de forma contractual),
que operó desde el día seis de agosto del año dos mil cuatro, hizo caducar el plazo (Cláusula VIII,
literal a, del contrato de mutuo hipotecario, documento base de la pretensión del presente
proceso), de tal manera que la obligación de que nos trata es de plazo vencido y por lo tanto
exigible ejecutivamente, afectándole el abono sólo en el hecho de la cantidad demandada, pero no
perjudicando ni su liquidez ni su exigibilidad en la época fijada, pues para ello la parte
demandada tuvo que haber pagado la totalidad de lo adeudado en razón de dicha operación de
crédito.
CONCLUSIÓN DE ESTA SENTENCIA.
V- Consecuentemente con lo expresado, esta Cámara concluye que en el caso sub júdice,
los argumentos formulados por la parte apelante, en relación al abono realizado días después de
la fecha de la mora, no afecta ni la liquidez ni la exigibilidad del título, desde la fecha señalada
como mora, conservando la nitidez y mérito ejecutivo dicho documento, ya que con la mora
aducida y evidenciada por la parte actora, la obligación crediticia de que nos trata se volvió de
plazo vencido, en razón de la cláusula de caducidad del plazo acordada y aceptada por mutuo
acuerdo entre las partes en el documento de crédito hipotecario, documento base de la pretensión.
En consecuencia, la sentencia impugnada está pronunciada conforme a derecho, por lo
que es procedente confirmarla y condenar al pago de las costas procesales causadas en esta
instancia a la parte apelante.
FALLO.
POR TANTO: Sobre la base de los razonamientos expuestos, disposiciones legales
citadas y de conformidad a lo establecido en los artículos 1 inc. 1º, 15, 18, 172 Inc. 1º y 182
atribución 5ª Cn., 417, 421, 428, 429, 432, 439, 1060, 1061 inc. 1º, 1088, 1089, y 1090 Pr.C; a
nombre de la República de El Salvador, ésta Cámara FALLA: A) CONFÍRMASE la sentencia
venida en apelación, pronunciada por el señor Juez Segundo de lo Civil de este distrito judicial, a
las doce horas del día seis de octubre de dos mil once; y, B) CONDÉNASE EN COSTAS de
esta instancia a la parte recurrente.
Oportunamente, devuélvase el proceso al Juzgado de su origen con certificación de ésta
Sentencia. HÁGASE SABER.-
Pronunciada por los Señores Magistrados que la Suscriben.
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