LA PENSIÓN COMPENSATORIA COMO CONDICIONANTE DE LA

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LA PENSIÓN COMPENSATORIA COMO
CONDICIONANTE DE LA PENSIÓN DE VIUDEDAD:
LOS DERECHOS DERIVADOS FRENTE A LOS
PROPIOS1
INTRODUCCION; 1.- PLANTEAMIENTO GENERAL DE LA PENSIÓN DE
VIUDEDAD; 1.1.- Breve referencia a los orígenes de la pensión de viudedad; 1.2.Configuración actual de la pensión de viudedad; 1.2.1.-Uniones matrimoniales;
1.2.2.- Uniones de hecho; 2.- ESPECIAL REFERENCIA AL SUPUESTO DE
SEPARACIÓN O DIVORCIO; 2.1.- Presupuesto para causar pensión y
flexibilización de la norma; 2.2.- Pensión Compensatoria como condicionante de
la Pensión de Viudedad; 2.2.1.- Pensión Compensatoria vs. Pensión de viudedad;
2.2.2.- Pensión compensatoria vs. otras pensiones; 2.2.3.- Consecuencias de vincular
la pensión de viudedad a la compensatoria, 3.- BIBLIOGRAFIA
INTRODUCCION
En un momento como el actual, en el que las notas características de la pensión
de viudedad – entre otras, la situación de necesidad y su carácter vitalicio – se cuestiona, en
tanto que el rol de la mujer que dio origen a la configuración de dicha pensión, al menos
formalmente está superado, sigue sin producirse el necesario tránsito, dentro del sistema de
la Seguridad Social, de los derechos derivados a los propios.
Esta situación decimonónica, como es de difícil encuadre en la realidad
sociocultural de nuestros días, motiva que el legislador , en vez de hacer una revisión de
principios, concediendo una prestación en función de la situación de necesidad y no de la
relación familiar que se haya mantenido previamente, realizar una serie de reformas dentro de la pensión de viudedad - creando un escenario; en el que, por un lado, se
mantiene la lógica originaria; pero, por otro, se introduce la exigencia de demostrar la
situación de dependencia. Todo ello está dando lugar a un desorden legislativo, a
tratamientos discriminatorios y, lo que es más importante, a situaciones de desprotección
social.
1 La presente Ponencia ha sido realizado por María Dolores Valdueza Blanco. Profesora Titular Visitante del
Área de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad Carlos III de Madrid (
[email protected])
1
2.-
PLANTEAMIENTO
GENERAL
DE
LA
PENSIÓN
DE
VIUDEDAD
Antes de adentrarnos en el objeto de esta Ponencia, esto es, en el estudio de la
pensión de viudedad que, en los en casos de separación o divorcio, se condiciona al hecho
de ser perceptor, en el momento del hecho acusante, de una pensión compensatoria,
conviene realizar una breve aproximación la pensión de viudedad y a la repercusión que el
rol de la mujer ha tenido al hora de la configuración originaria de dicha prestación
2.1.-Breve referencia a los orígenes de la pensión de viudedad
Entre todas las formas de clasificar las prestaciones de seguridad social existe una
que diferencia entre prestaciones de derecho propio o de derecho derivado. Las
prestaciones de derecho propio o directo son prestaciones que se causan (en el sentido
jurídico, no en el de motivo u origen) por el mismo sujeto que es su beneficiario, al incidir
en él la contingencia legal prevista y al soportar, también él, las consecuencias económicas
negativas de la misma (por ejemplo la jubilación o la incapacidad). Pero existen otras
prestaciones, como es el caso de la protección de la viudedad, de la orfandad o a favor de
familiares2, en las que hay una disociación entre el sujeto que causa el derecho a las
prestaciones y el que es titular del mismo3.
Centrándonos en la pensión de viudedad, los sistemas de seguridad social
establecieron en sus orígenes que la situación de necesidad que debía ser protegida se ligara
al vínculo conyugal exigiendo la convivencia que, en el caso de las mujeres, era como una
manifestación plástica de la dependencia económica, no así en el caso de los viudos que
debían probar su dependencia económica4. El carácter vitalicio de la pensión de viudedad
se fundamentaba en la imposibilidad de la mujer – ya por edad, ya por formación, ya
porque la propia ideología entendía que debían estar en el hogar –de procurarse recursos
propios para cubrir sus necesidades. En coherencia con esa función de tutela de la situación
de necesidad la pensión de viudedad se perdería si la viuda contrajera nuevo matrimonio al
2Acertadamente estas prestaciones son denominadas de “muerte y supervivencia” en tanto que el riesgo social
es la muerte, pero la contingencia tutelada es la consecuencia del fallecimiento, esto es, la situación de
necesidad económica en que se vienen a encontrar, de forma habitualmente inesperada y sobrevenida,
determinadas personas con vínculos tan directos con el fallecido como para experimentar una repercusión
relevante en su situación económica a consecuencia de la muerte.
3Para un estudio en profundidad sobre el tema, véase el brillante trabajo dirigido por el Profesor
CONZÁLEZ ORTEGA, S. En AA.VV., Las prestaciones sociales de Derecho Derivado., Análisis de las prestaciones de
viudedad y orfandad y a favor de familiares en el marco de los sistemas europeos de seguridad social (abril 2012).PREMIO
FIPROS. Orden TIN/1512/2010, de 1 de junio. MINISTERIO DE EMPLEO Y SEGURIDAD SOCIAL.
4Diferenciación, entre viudas y viudos, hoy superada por considerarse discriminatoria y fundamentada en un
tradicional reparto de roles entre hombre y mujeres que tiende a superarse.
2
entenderse que nuevamente quedaba amparada por la nueva estructura familiar. Esta
configuración jurídica de la pensión de viudedad se acompasaba a la realidad
socioeconómica de la mujer a la sazón pero, obviamente, existe un importante desajuste
entre la lógica inicial de la pensión y la realidad de la mujer en nuestros días. No obstante,
a pesar del rol actual de la mujer en la sociedad y, en especial, en el Mercado de Trabajo, la
pensión –a salvo de las importantes novedades a las que dedicamos esta ponencia –
mantiene su lógica de pensión vitalicia compatible con otras rentas y, por tanto, en el
contexto actual se desvirtúa de su razón de ser originaria.
2.2.- Configuración actual de la pensión de viudedad
Siendo uno de los fines de la pensión de viudedad compensar frente a un daño, el cual es
la falta o minoración de unos ingresos en los que participaba el cónyuge supérstite (STC 184/1990), su
configuración presente la sitúa como una de las prestaciones de la Seguridad Social más
cuestionada, por no responder, en la actualidad, en muchos casos a la finalidad con la que
surgió, que, como ya hemos señalado, no era otra que la de actuar como renta sustitutiva
que permitiera el sostenimiento económico de la familia cuando se producía el
fallecimiento del cónyuge -históricamente el marido-, cuyos ingresos constituían la única
fuente de rentas familiar5.
Pues bien, la Ley 30/2005, de 24 de diciembre, de Presupuestos Generales del
Estado para el año 2006, en su DA 54º señaló que se hacia necesaria la modificación de la
regulación de la pensión de viudedad a fin de que la misma recuperase su objeto de
prestación sustitutiva de las rentas perdidas, como consecuencia del fallecimiento del
causante, y posibilitara, por otro lado, el acceso a esta pensión a las uniones de hecho. Este
propósito se materializo a través de la Ley 40/2007, de 4 de diciembre, de medidas en
materia de Seguridad Social, que llevó a cabo la reforma de esta pensión, entre otros, en
cuanto al reconocimiento de la pensión en los supuestos de parejas de hecho; en caso de
matrimonio, cuando el fallecimiento del causante fuera por enfermedad común y también
se modificaron las condiciones de acceso a la pensión de viudedad en el caso de las
personas separadas judicialmente o divorciadas.6 Tras esta reforma, el art. 174 del Real
Decreto Legislativo 1/1994, de 20 de junio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la
5
González González, C., <Acceso de las parejas de hecho a la pensión de viudedad>, Revista Aranzadi Doctrinal
núm. 4/2009
6 A ellos ha de añadirse el deseo “sine die” establecido por la DA 25ª de la Ley 40/2007 de que el Gobierno elaborara un
estudio, siguiendo las recomendaciones del Pacto de Toledo, que aborde la reforma integral de la pensión de viudedad, por lo que
aún no nos encontramos con la “reformulación” de la pensión de viudedad. ALVAREZ CORTES, J.C.., Revista Temas
Laborales núm. 109/2011.p.230-231.
3
Ley General de la Seguridad Social (a partir de ahora LGSS), que regula la pensión de
viudedad, puede esquematizarse - como se indica en el siguiente cuadro – en dos grandes
bloques; por un lado, las uniones matrimoniales; y, por otro, las parejas de hecho. De
éstas, sólo las uniones matrimoniales - y sólo si se mantienen vigente el matrimonio en el
momento del hecho causante - mantienen la lógica inicial de la pensión.
Cuadro nº 1.- La pensión de viudedad según el tipo de unión
Vigente matrimonio
UNIONES
MATRIMONIALES
(art. 174LGSS)
Requisitos
( art.174.1 LGSS)
Alta
Cotización
Separación, divorcio
o nulidad
( art.174.2 LGSS)
PAREJAS DE
HECHO
(art. 174.3 LGSS)
Requisitos:
Alta y
Cotización
+
Tº mín.
convivencia
y situación
No se exige acreditar la
dependencia de causante
Separación o divorcio: Pensión
compensatoria (salvo excepciones)
Nulidad: Reconocido el derecho a la
indemnización (salvo excepciones)
Sólo contempla la situación de
vigencia de la unión
económica
2.2.1.- Uniones matrimoniales
El art. 174 LGSS contempla tanto las uniones matrimoniales como las uniones de
hecho; eso si, con importantísimas diferencias. Por un lado, como denominador común a
ambas, la mencionada norma señala que tendrá derecho a la pensión de viudedad con
carácter vitalicio7, el cónyuge superviviente siempre que el finado se encontrase en alta o
situación asimilada a la de alta8 y hubiera completado un periodo de cotización de 500 días
dentro de un periodo interrumpido de 5 años inmediatamente anteriores a la fecha en que
cesó la obligación de cotizar. No obstante, si la causa de la muerte fuera un accidente, sea
o no de trabajo, o una enfermedad profesional, no se exigirá ningún periodo previo de
cotización.
Ahora bien, la redacción del art. 174.1 in fine de la LGSS, establece que <en los
supuestos excepcionales en que el fallecimiento del causante derivara de enfermedad común, no sobrevenida
tras el vínculo conyugal, se requerirá, además, que el matrimonio se hubiera celebrado con un año de
7
Salvo que se produzca alguna de las causas de extinción que legal o reglamentariamente se establezcan.
Señala el mencionado art. 174. 1 que “También tendrá derecho a la pensión de viudedad el cónyuge superviviente aunque
el causante, a la fecha de fallecimiento, no se encontrase en alta o en situación asimilada a la de alta, siempre que el mismo
hubiera completado un período mínimo de cotización de quince años”
8
4
antelación como mínimo a la fecha del fallecimiento o, alternativamente, la existencia de hijos comunes. No
se exigirá dicha duración del vínculo matrimonial cuando en la fecha de celebración del mismo se acreditara
un período de convivencia con el causante, en los términos establecidos en el párrafo cuarto del apartado 3,
que, sumado al de duración del matrimonio, hubiera superado los dos años>9. Dentro de estas uniones
matrimoniales debe distinguirse el hecho de que al fallecimiento del causante al matrimonio
estuviera vigente, en cuyo caso, para causar pensión, no hay más exigencias que las
comunes de alta y cotización; o que, por el contrario, se estuviera en una situación de
separación o divorcio, aspecto más complejo al exigir una serie de requisitos adicionales y
sobre el que volveremos más adelante, al ser el objeto de la presente Ponencia.
2.2.2.- Uniones de Hecho
Cumplidos los requisitos de alta y cotización, ya señalados, tendrán asimismo
derecho a la pensión de viudedad quien se encontrase unido al causante en el momento de
su fallecimiento, formando una pareja de hecho, y acreditara que sus ingresos durante el
año natural anterior no alcanzaron el 50 % de la suma de los propios y de los del causante
habidos en el mismo período. Dicho porcentaje será del 25% en el caso de inexistencia de
hijos comunes con derecho a pensión de orfandad. También se reconocerá derecho a
pensión de viudedad cuando los ingresos del sobreviviente resulten inferiores a 1,5 veces el
importe del salario mínimo interprofesional vigente en el momento del hecho causante,
requisito que deberá concurrir tanto en el momento del hecho causante de la prestación,
como durante el período de su percepción. El límite indicado se incrementará en 0,5 veces
la cuantía del salario mínimo interprofesional vigente por cada hijo común, con derecho a
la pensión de orfandad que conviva con el sobreviviente. Se considerarán como ingresos
los rendimientos de trabajo y de capital así como los de carácter patrimonial, en los
términos en que son computados para el reconocimiento de los complementos para
mínimos de pensiones.
En cuanto a que deba entenderse por pareja de hecho, será la constituida, con
análoga relación de afectividad a la conyugal, por quienes, no hallándose impedidos para
contraer matrimonio, no tengan vínculo matrimonial con otra persona y acrediten,
9
Sobre este aspecto, aclara la Sentencia del Tribunal Supremo, de 17 de Noviembre de 2010 que <con tal
mandato el legislador únicamente está imponiendo que se cumpla el requisito de la convivencia - por dos años, menos la duración
que haya tenido el propio matrimonio-, a justificar por el correspondiente empadronamiento ( u otro singular medio de prueba) sin
que en forma alguna sea también exigible - para esa convivencia prematrimonial- el requisito de inscripción o escritura pública,
que es propio de la pensión correspondiente a la «pareja de hecho» cuyo miembro supérstite pretende el derecho a la pensión, y cuya
razón de ser [acreditamiento fehaciente del compromiso de convivencia] ya está cumplidamente atendido por el propio matrimonio
posterior; porque -insistimos- el supuesto de que tratamos se encuadra en la vía matrimonial para el acceso a la prestación de
viudedad.
5
mediante el correspondiente certificado de empadronamiento, una convivencia estable y
notoria con carácter inmediato al fallecimiento del causante y con una duración
ininterrumpida no inferior a cinco años10.
3.- ESPECIAL REFERENCIA AL SUPUESTO DE SEPARACIÓN O
DIVORCIO
3.1.- Presupuesto para causar pensión y flexibilización de la norma
A tenor de la modificación en el artículo 174 de la LGSS - introducida por la Ley
40/2007- , en los casos de separación o divorcio11, el derecho a la pensión de viudedad
correspondía a quien hubiera sido cónyuge legítimo (siempre que no hubiese contraído
nuevas nupcias), aunque se condicionaba el derecho a pensión de viudedad de las personas
divorciadas o separadas judicialmente a la percepción de la pensión compensatoria a que se
refiere el artículo 97 del Código Civil ( desde ahora CC). De esta manera se producía un
radical distanciamiento respecto de la normativa precedente, en la que tan solo se exigía no
haber contraído nuevas nupcias, concediéndose la pensión en la cuantía proporcional al
tiempo vivido con el cónyuge fallecido.
Se entendía, con la nueva redacción, que si el ex cónyuge supérstite no tenía
derecho a pensión compensatoria en el momento del fallecimiento, tampoco tenía derecho
a pensión de viudedad, al considerar que la existencia de una pensión compensatoria era
indicativa del estado de necesidad o dependencia económica del excónyuge supérstite y,
consecuentemente, resultaría procedente la concesión de la pensión de viudedad.
Con posterioridad, mediante la reforma operada por la Disposición Final Tercera,
Catorce de la Ley 26/2009, de 23 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para
el año 2010, el rigor de la norma se suavizó parcialmente al establecer algunas excepciones
a la regla general; así, tendrían derecho a la pensión de viudedad las mujeres que, aun no
10
La existencia de pareja de hecho se acreditará mediante certificación de la inscripción en alguno de los
registros específicos existentes en las comunidades autónomas o ayuntamientos del lugar de residencia o
mediante documento público en el que conste la constitución de dicha pareja. Tanto la mencionada
inscripción como la formalización del correspondiente documento público deberán haberse producido con
una antelación mínima de dos años con respecto a la fecha del fallecimiento del causante.
11 El Tribunal Supremo en su sentencia de fecha 16 de julio de 2012 (Rec.3431/201/EDJ 2012/205653) -en
similares términos la de 30.10.2012 (Recurso 212/2012/ EDJ2012/263599) - se ha pronunciado sobre si las
personas divorciadas o separadas judicialmente que no han sido acreedoras de la pensión compensatoria, a
que se refiere el artículo 97 del Código Civil, pueden causar pensión de viudedad, fallando que para que la
reanudación de la convivencia pueda dejar sin efecto ulterior lo resuelto en el procedimiento de separación es
necesario que los cónyuges, la pongan en conocimiento del juez civil que entendió de la separación, y
mientras tanto no es posible hablar de convivencia con relevancia jurídica a los efectos que se discuten en el
caso enjuiciado. En este sentido véase también la STS de 15.12.2004 (Rec. 359/04/ EDJ 2004/248071)
6
siendo acreedoras de pensión compensatoria, pudieran acreditar que eran víctimas de
violencia de género12- en el momento de la separación judicial o el divorcio- o cuando entre
la fecha del divorcio o de la separación judicial y la fecha del fallecimiento del causante de
la pensión de viudedad hubieran transcurrido menos de diez años, siempre que el
matrimonio hubiera tenido una duración mínima de diez años, y además concurriera en el
beneficiario alguna de las condiciones siguientes: a) La existencia de hijos comunes del
matrimonio; o, b) Que fuera mayor de 50 años en la fecha del fallecimiento del causante de
la pensión13.
Finalmente, con la reforma de la pensiones que se aprobó por la Ley 27/2011, de 1 de
agosto, a partir de 1 de enero de 2013 se ampliaba el ámbito de la protección y se reconocía
el derecho a la pensión de viudedad a aquellas personas que no reuniendo los requisitos
señalados anteriormente, tuvieran 65 o más años, el matrimonio con el causante haya
durando al menos 15 años y no generaran derecho a otra pensión pública; sin embargo, el
Real Decreto-Ley 20/2011, de 30 de diciembre (BOE del 31) ha aplazado sine die la
aplicación de lo establecido por dicha Ley .
Después de todos estos avatares legislativos podemos decir que la situación normativa
actual se ha flexibilizado, contemplando una serie de excepciones, como se reflejan en el
siguiente cuadro:
12
Señala la sentencia del Tribunal Supremo (Sala 4ª) de 5.02.2013 (Rec. 929/2012 (El Derecho, EDJ
2013/23456) que la exención del requisito de pensión compensatoria actúa siempre y en toda hipótesis a
favor de las víctimas de violencia de género, de manera tal que las pensiones compensatorias reconocidas sólo
con carácter temporal, o las que en su día lo fueron con carácter indefinido, pero se extinguieron por causa
legal, no impiden el reconocimiento de la pensión. Razona la Sala que aunque ha de reconocerse la
dificultad de conciliar tal interpretación -literal- con la cualidad de «renta de sustitución» que corresponde a la
pensión de viudedad tras la reforma llevada a cabo la Ley 40/2007, así como su desajuste con la posible
finalidad de la norma (que bien pudiera ser la de corregir la situación de desprotección de las víctimas de
violencia de género en la fecha de separación o divorcio), lo cierto es que median una serie de razones que
nos inclinan a acoger la literalidad de la norma ,entre otras: la rotundidad del mandato legal, sin olvidar el
aforismo de que donde la ley no distingue no debe distinguir el intérprete, máxime cuando se trata de
restringir derechos.
13 La STS de fecha 26.12.2012 Rec. 154/2012 (El Derecho EDJ 2012/311288) unifica la doctrina sobre los
efectos económicos de la pensión de viudedad en los supuestos en los que la exigencia de ser acreedor de
pensión compensatoria se ven flexibilizados si se cumplen determinadas exigencias. Ahora bien, una cosa es
que se permita al excónyuge acceder a la prestación porque, aunque no tenía establecida pensión
compensatoria tras su divorcio y, por tanto, en el momento del hecho causante (el fallecimiento del ex
cónyuge: 23-6-2009), no habría podido acceder a la pensión y otra determinar si los efectos económicos
deben retrotraerse a la fecha del hecho causante o a la entrada en vigor de la norma que flexibiliza el requisito,
esto es, al 1 de enero de 2010. Resuelve la Sala 4ª que no es la fecha del hecho causante la que procede tomar en
consideración sino la fecha expresamente establecida por el legislador (...), pues únicamente así se respeta el principio de legalidad ;
lo contrario sería entrar en una dinámica de incertidumbre no querida por el legislador, en un aspecto tan trascendental y
aleatorio como el de fijar el momento a partir del cual nace el derecho a percibir las prestaciones.
7
Cuadro nº 2.- Excepciones a la exigencia de pensión compensatoria
1.
Mujeres que puedan acreditar que eran víctimas de violencia de género en el momento de la separación
judicial o el divorcio mediante sentencia firme, o archivo de la causa por extinción de la responsabilidad penal por
fallecimiento; en defecto de sentencia, a través de la orden de protección dictada a su favor o informe del Ministerio
Fiscal que indique la existencia de indicios de violencia de género, así como por cualquier otro medio de prueba
admitido en Derecho.
2.
Si la separación o el divorcio se han producido antes de 1 de enero de 2008:
2.1.- Cuando entre la fecha del divorcio o de la separación judicial y la fecha del fallecimiento del causante de la pensión de viudedad
haya transcurrido un periodo de tiempo no superior a diez años, siempre que el vínculo matrimonial haya tenido una duración mínima
de diez años y además concurra en el beneficiario alguna de las condiciones siguientes:
a) La existencia de hijos comunes del matrimonio, o
b) Que tenga una edad superior a los 50 años en la fecha del fallecimiento del causante de la pensión.
2.2.- Personas con 65 o más años, que no tengan derecho a otra pensión pública y la duración del
matrimonio con el causante de la pensión no haya sido inferior a 15 años. Este último supuesto (el 2.2), que se
estableció con la Ley 27/2011, de 1 de agosto, sobre actualización, adecuación y modernización del Sistema de
Seguridad Social
3.2.- Pensión Compensatoria como condicionante de la Pensión de Viudedad.
Dejando de lado las situaciones en las que las uniones matrimoniales permanecen
vigentes, al tiempo del fallecimiento del causante ,así como aquellas en las que, habiéndose
producido la separación o el divorcio de los cónyuges, se encuentran en los supuestos en
los que se ha flexibilizado la norma respecto de la exigencia de ser acreedor de la pensión
compensatoria, nos interesa analizar el resto de los supuestos, esto es, los que no siendo
uniones matrimoniales vigentes y no entrando en las excepciones establecidas para los
supuestos de separación y divorcio, causar pensión de viudedad dependerá de que se haya
establecido la correspondiente pensión compensatoria. Lo cual, nos conduce a analizar qué
puntos de conexión tienen la pensión compensatoria y la de viudedad para que el legislador
de la LGSS haya condicionado el ser beneficiario de la segunda al hecho de ser acreedor
de la primera; y, por otro lado, que problemas se plantean al establecer dicha interrelación
entre ambas pensiones.
3.2.1.- Pensión Compensatoria vs. Pensión de viudedad
A tenor del art. 97 del Código Civil “el cónyuge al que la separación o el divorcio produzca
un desequilibrio económico en relación con la posición del otro, que implique un empeoramiento en
su situación anterior en el matrimonio, tendrá derecho a una compensación que podrá consistir
en una pensión temporal o por tiempo indefinido, o en una prestación única, según se determine en el
convenio regulador o en la sentencia” 14.
14
Téngase en cuenta que el mismo art. 97 del Código Civil, señala que <a falta de acuerdo de los cónyuges, el
Juez, en sentencia, determinará su importe teniendo en cuenta las siguientes circunstancias: 1.ª Los acuerdos a
8
Por lo que se refiere al espíritu de la pensión de viudedad, la misma se propone
compensar frente a un daño, el cual es la falta o minoración de unos ingresos en los
que participaba el cónyuge supérstite. Por esta razón la pensión de viudedad es
compatible con otras pensiones. Piénsese en el supuesto del viudo/a que posee una rentas
elevadas de su trabajo, a pesar de esta circunstancia si se dieran todos los requisitos que
establece la LGSS, el cónyuge supérstite tendrá derecho la correspondiente pensión de
viudedad pues no deja de ser cierto que a pesar de sus elevados ingresos la pérdida del
cónyuge supone una minoración de sus ingresos.
A la vista de la naturaleza jurídica de las dos instituciones jurídicas, su interrelación no
parece que tenga sentido; pues, si la pensión compensatoria, no supone una aportación a la
economía del excónyuge sino una compensación – puede ser incluso mediante una
prestación única – por el desequilibrio que la separación o del divorcio le ha supuesto; la
pensión de viudedad, parte de la minoración de renta por el deceso del cónyuge. De lo
anteriormente expuesto se colige sin dificultad, que la existencia de esta pensión
compensatoria no se vincula necesariamente con la situación de necesidad en que se
encuentre el excónyuge beneficiado por la misma sino que, en buena medida, lo que esta
pensión compensa es la realidad vivida durante la relación matrimonial o de pareja y el
desequilibrio económico que se haya producido tras la ruptura del vinculo. Este
desequilibrio, a que hace referencia el precepto, se referencia sobre la situación vivida
anteriormente y que bien podría ser la de gran bonanza económica y prosperidad que una
de las partes pueda perder tras el divorcio o separación.
En definitiva, la pensión ex art. 97 CC no se vincula con la situación de necesidad que
presumiblemente justifica la concesión de la pensión de viudedad y que se relaciona con la
falta de recursos económicos necesarios. Así, una persona puede tener una holgada
posición económica —repárese en que esta prestación de viudedad, con carácter general, es
compatible con las rentas del trabajo— y, además, percibir una pensión compensatoria en
que hubieran llegado los cónyuges; 2.ª La edad y el estado de salud; 3.ª La cualificación profesional y las
probabilidades de acceso a un empleo; 4.ª La dedicación pasada y futura a la familia; 5.ª La colaboración con
su trabajo en las actividades mercantiles, industriales o profesionales del otro cónyuge; 6.ª La duración del
matrimonio y de la convivencia conyugal;7.ª La pérdida eventual de un derecho de pensión; 8.ª El caudal y los
medios económicos y las necesidades de uno y otro cónyuge;9.ª Cualquier otra circunstancia relevante> En
este sentido, con precisión, la STSJ de Castilla y León (Burgos) de 19 de febrero de 2009, nos recuerda la
doctrina sentada por la Sala Primera del TS en virtud de la cual, la pensión compensatoria «encuentra su razón
de ser en el desequilibrio económico experimentado por alguno de los esposos como consecuencia de la
separación o divorcio, desequilibrio que supone un presupuesto más amplio que la necesidad, estando dirigida
la pensión compensatoria, no solo a cubrir necesidades vitales, sino también, y fundamentalmente, a
restablecer o reparar el perjuicio económico derivado de la ruptura de la vida conyugal, con posibilidad de
renuncia por los cónyuges».
9
base a la situación anteriormente vivida. No obstante, de acuerdo con la literalidad del art.
174.2 LGSS, esta persona tendría derecho a una pensión de viudedad con cargo a los
siempre limitados recursos del Sistema, lo cual quebraría sin duda la esencia misma que rige
nuestro sistema prestacional. Además, repárese que la inexistencia de pensión
compensatoria puede ser debida, no solo a la existencia de un desequilibrio económico
entre los cónyuges, sino sencillamente a que ambas partes libremente así lo acuerden o, más
frecuentemente, por la renuncia de una de ellas. Ello es habitualmente
en aquellos
supuestos de en los que la relación matrimonial ha resultado muy conflictiva y se persigue
la total ruptura de cualquier posible vínculo entre los excónyuge. Es más, puede darse el
caso de que exista una efectiva situación de acuciante necesidad y, por las razones
expuestas anteriormente, no se fije finalmente una pensión compensatoria por renuncia de
la parte supuestamente acreedora15.
3.2.2.- Pensión compensatoria vs. otras pensiones
A la vista de las dificultades a la hora de establecer que la pensión compensatoria tenga
por finalidad cubrir los estados de necesidad del excónyuge y, por ende, que cuando se
produzca el deceso del causante se lucre la pensión de viudedad que vendría cubrir la
disminución de rentas motivadas por la pérdida de dicha pensión , nos surge la pregunta
de si – a pesar de la literalidad del precepto 174 de la LGSS – cabe vincular la pensión de
viudedad a otras pensiones que, incluso , pudieran estar más cerca de la función de cubrir
unas necesidad y no - como sucede con la compensatoria – la mera compensación de un
desequilibrio matrimonial.
Pues bien, es este extremo y siendo perfectamente asumible que quien no cuente con
una pensión compensatoria se haya visto perjudicado económicamente por el deceso del
excónyuge, aunque algunos Tribunales han dictado sentencias que equiparan figuras como
el “auxilio económico” o los “alimentos en favor de familiares” a la pensión
compensatoria16 lo cierto es que el Tribunal Supremo – por todas la de 14 de febrero de
2012(RJ 2012, 335) – ha denegado la pensión de viudedad a quien no fuera acreedor de una
compensatoria por más que lo fuera de otras pensiones.
Recuerdes que nuestro Derecho Civil prevé hasta tres tipos de pensiones que pueden
nacer, todas o solamente alguna, -o incluso no nacer ninguna, depende de qué casos-, tras
una crisis matrimonial declarada judicialmente, a saber: a) Pensión alimenticia: únicamente
15 VALDES ALONSO, A.,<Pensión de viudedad y pensión compensatoria (Comentario a la STSJ de
Valencia, de 17 de noviembre de 2009)> Revista de Relaciones Laborales, nº 6.Marzo 2011.
16 Puede verse, en este sentido, la STSJ de Extremadura 474/2010, de 21 de septiembre o la STSJ de Asturias
921/2011, de 1 de abril..
10
al cónyuge separado judicialmente; b) Pensión para el sostenimiento de las cargas
familiares: cuando hay hijos en común, tanto en supuestos de separación como de divorcio;
y, c) - Pensión compensatoria por existir un desequilibrio económico tras el divorcio o
separación.
Pues bien, en la mencionada sentencia el Tribunal Supremo, se deja sentado –
acudiendo a la doctrina de su Sala Primera17 - que la pensión por alimentos y la
compensatoria son dos instituciones distintas que no pueden ni deben confundirse. La
primera de ellas, que aparece regulada en los artículos 142 y siguientes del CC, obedece a
criterios de necesidad. Por el contrario, la pensión compensatoria, recogida en el artículo 97
del Código Civil, encuentra su razón de ser en el desequilibrio económico experimentado
por alguno de los esposos como consecuencia de la separación o divorcio, desequilibrio
que supone un presupuesto más amplio que la necesidad, estando dirigida la pensión
compensatoria, no solamente a cubrir las necesidades vitales, sino también, y,
fundamentalmente, a restablecer o reparar el perjuicio económico derivado de la ruptura de
la vida conyugal, con posibilidad de renuncia por los cónyuges. La pensión de alimentos
tiene su origen en un imperativo legal, con lo que los cónyuges están obligados a prestarse
recíprocamente alimentos hasta que cesa el vínculo matrimonial a través del divorcio. Por
su parte, el origen de la pensión compensatoria es diametralmente distinto, pudiendo ser
pactada libremente por los cónyuges o establecida en sentencia, y pervive dentro de los
límites pactados o en los casos concretos de extinción que regula el art. 101 del Código
Civil.
Asimismo, señala la Sala, que en relación a la dependencia económica, «en la legislación de
Seguridad Social el derecho de la percepción de la pensión de viudedad se condiciona para las personas
divorciadas y separadas judicialmente, a que sean acreedoras de la pensión compensatoria y que ésta se
extinga con el fallecimiento del acusante. Es decir, conforme a la ley la situación de dependencia se da
cuando se acredita la pensión compensatoria». Además, señala el Tribunal Supremo, «la Ley social
podría haberla condicionado a que fueran perceptores de la viudedad los titulares de una pensión de
alimentos, o incluso aunque no hubieran reclamado la pensión alimenticia a su cónyuge, se valorara por el
Juez social que se daban las condiciones para exigir tal pensión, y aún en los supuestos de divorcio, pero el
tenor de la Ley es contundente sin que quepa la interpretación que quiere darle la sentencia recurrida,
porque hay que partir de la base de que el legislador conoce la diferencia entre pensión compensatoria y
pensión alimenticia y entre separación legal y divorcio»18.
17
Entre otras la Sentencia de 10 de octubre de 2008 (RJ 2008, 5688)
PAREDES RODRIGUEZ, J.M. <La pensión compensatoria como requisito de la de viudedad. ( Notas sobre la STS
de 14.02.2012)> Editorial Aranzadi, S.A. Pamplona 2012.
18
11
3.2.3.- Consecuencias de vincular la pensión de viudedad a la compensatoria
A tenor de lo expuesto, la Ley quiere, sin duda, que quien no es perceptor de una
pensión compensatoria no sea acreedor de la pensión de viudedad. Además de manera
exclusiva y excluyente. De lo cual pueden deducirse varias consecuencias: 1º. Que quien
no reciba la referida pensión compensatoria en vida del ahora causante no va a poder lucrar
una prestación de viudedad tras el fallecimiento de éste¸2º. Que puede percibirse una
pensión alimenticia en vida del causante, y no por ello tener derecho a la de viudedad, que
únicamente se percibirá si además se recibe la compensatoria¸3º. Que puede percibirse una
pensión para el sostenimiento de familiares y no por ello tener derecho a la de viudedad,
por la misma razón: es requisito suficiente y necesario, como se reitera, percibir la
compensatoria;
4º. Que la regla es aplicable en el supuesto de un solo ex-cónyuge
supérstite, y también en el supuesto de concurrencia de varios ex-cónyuges a una misma
pensión, o de un cónyuge con uno o varios ex-cónyuges, siempre que, además de este
requisito, tuvieran derecho a la pensión por cumplir los demás requisitos generales
requeridos por la norma; 5º. Que la ley exige que dicha pensión compensatoria se extinga
por la muerte, por lo que, en buena lógica, sólo puede aplicarse dicha regla cuando estamos
ante una pensión "por tiempo indefinido" o "temporal" pero viva en el momento del óbito,
ambas previstas en el art. 97 CC ; 6º. Que, si en el momento del divorcio o separación se
instituyó una pensión compensatoria "única" del art. 97, o "temporal" pero ya se ha
extinguido al momento del fallecimiento del causante, tampoco se tiene derecho a la
pensión de viudedad; 7º. Y, por último, que si a pesar del fallecimiento del causante, se
continuase percibiendo la pensión compensatoria, según permite el art. 101 CC en su
segundo párrafo -, no podría percibirse pensión de viudedad, pues estaríamos ante un
supuesto de no extinción de la pensión compensatoria por fallecimiento del causante.
De lo expuesto, si mantenemos la lógica de la pensión de viudedad que menos que
vincularla a situaciones de necesidad, para las que no está pensada la pensión
compensatoria, que piensa en los desequilibrios económicos en el matrimonio. Dichas
situaciones tienen su manifestación en otras modalidades de pensiones, las recogidas en el
art. 142 CC, como la alimenticia – para el supuesto de separación – y la pensión para el
sostenimiento de las cargas familiares, cuya generación es posible tras el divorcio. Deberían
ser éstas, y no la compensatoria, las que delimitase cuál es el estado de necesidad del sujeto,
vinculando sobre el ser beneficiario de las de viudedad19
19
ARIAS DOMINGUEZ, A., < ¿Pensión de viudedad sin pensión compensatoria de separación o divorcio?
Cuestión resuelta. Comentario a la STS (4ª) de 17 de abril 2012> Revista de Jurisprudencia, nº 1.Enero 2012.
12
4.- BIBLIOGRAFIA
AA.VV., (Investigador principal Santiago GONZALEZ ORTEGA), Las prestaciones sociales de
Derecho Derivado., Análisis de las prestaciones de viudedad y orfandad y a favor de familiares en el marco de los
sistemas europeos de seguridad social (abril 2012).PREMIO FIPROS. Orden TIN/1512/2010, de 1 de
junio. MINISTERIO DE EMPLEO Y SEGURIDAD SOCIAL.
ARIAS DOMINGUEZ, A.,<¿Pensión de viudedad sin pensión compensatoria de separación o
divorcio? Cuestión resuelta. Comentario a la STS (4ª) de 17 de abril 2012> Revista de
Jurisprudencia, nº 1.Enero 2012.
GONZALEZ GONZALEZ, C., <Acceso de las parejas de hecho a la pensión de viudedad>, Revista
Aranzadi Doctrinal núm. 4/2009
PAREDES RODRIGUEZ, J.M. <La pensión compensatoria como requisito de la de viudedad. ( Notas sobre
la STS de 14.02.2012)> Editorial Aranzadi, S.A. Pamplona 2012.
VALDES ALONSO, A.,<Pensión de viudedad y pensión compensatoria ( Comentario a la STSJ de
Valencia, de 17 de noviembre de 2009)> Revista de Relaciones Laborales, nº 6.Marzo 2011.
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