2. La Prehistoria y la Edad Antigua - HISTORIACIDEAD

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1.200.000 a.C.
1.200.000 a.C.
10.000 a.C.
5000 a.C.
Tema 2. CRONOLOGÍA (1.200.000 a.C. – 711)
Primeros restos humanos en la Península Ibérica.
Inferior (1.200.000- 100.000 a.C.): H. Antecessor y H. Heidelbergensis.
Medio (100.000-35.000 a.C.): H. de Neandhertal.
PALEOLÍTICO Superior (35.000- 10.000 a.C.): Homo Sapiens.
Economía depredadora. Sociedad tribal sin jerarquización social. Hábitat
nómada.
MESOLÍTICO
NEOLÍTICO
3000 a.C.
EDAD DE LOS
METALES
206 a.C. a
476 d.C.
409 a
711
HISPANIA
ROMANA
HISPANIA
VISIGODA
Periodo de transición entre Paleolítico y Neolítico.
Economía productora: aparición de la agricultura y la ganadería. Primeras
aldeas. Cultura de Almería
Monumentos megalíticos.
Cobre
(3000-2000 a.C.)
Los Millares. Cultura del vaso campaniforme.
Cultura del El Argar. Cultura de los campos de
Bronce
urna y campos de túmulos. Cultura talayótica.
(2000-1200 a.C.)
Cultura de los castros.
 Invasiones indoeuropeas por el norte: área
céltica y celtibérica (S. XI-III a.C.).
Hierro
 Colonizaciones mediterráneas y área ibérica.
(S. XII-III a.C.)
- Fenicios. Tartessos (S. XII- VI a.C.)
- Griegos y cartagineses. Civilización
ibérica (S. VII-III a.C.)
República
Conquista e inicio de la romanización.
(206 a.C.-19 a.C.)
Imperio
Organización del estado y romanización.
(19 a.C. – 476 d.C.)
Invasiones de los pueblos bárbaros (suevos, vándalos y alanos) (409)
Entrada de los visigodos en Hispania (415)
Los visigodos se trasladan de la Galia a Hispania y crean el reino de
Toledo (507)
Final del reino visigodo (711)
PALEOLÍTICO INFERIOR
2.1. PROCESO DE HOMINIZACIÓN EN LA PENÍNSULA IBÉRICA. Nuevos hallazgos
La hominización es el proceso de evolución física y socio-cultural que conduce desde los primeros homínidos
africanos hasta el homo sapiens. Se produce durante el Paleolítico, periodo de la historia en el que los hombres
tienen una economía depredadora (recolección, caza y pesca), son nómadas y se organizan en “hordas”.
El proceso de hominización se inició en África hace unos 5 millones de años. De allí salió, hace 1,5 millones de
años, el Homo Ergaster (trabajador en griego) que se extendió por el Próximo Oriente, Europa y Asia.
Por tanto, los primeros homínidos llegarían a la Península Ibérica desde África. Atapuerca (Burgos) es un
yacimiento excepcional (declarado Patrimonio de la Humanidad) en él que se han encontrado restos fósiles
correspondientes a distintas etapas evolutivas.
HOMO ANTECESSOR (hombre pionero)
Este homínido vivió en Europa hace aproximadamente unos 800.000 años.
- En 1994, en el yacimiento de la Gran Dolina de Atapuerca se encontraron restos fósiles humanos
(cráneos y mandíbulas de seis individuos) de unos 800.000 años de antigüedad. Los investigadores
los atribuyeron a una nueva especie, Homo Antecessor, diferente y más evolucionada (capacidad
craneal de 1000 cm3) que el Homo Erectus, y que podría ser el antepasado del Neandhertal
europeo. Estos homínidos eran altos y fuertes y hacían utensilios muy toscos (cantos rodados). Las
marcas en los huesos indican que practicaba el canibalismo con miembros jóvenes –niños y niñasde grupos que venían de fuera.
- En 2008, se dieron a conocer nuevos restos aparecidos en la Sima del Elefante (mandíbula de un
individuo de unos 20 años y 32 herramientas de silex), datados con 1,2 millones de años de
antigüedad, lo que hace retroceder considerablemente la presencia de homínidos en Europa. Los
restos probablemente pertenezcan a una nueva especie de homo sp (aún por definir).
1
PALEOLÍTICO
INFERIOR
HOMO HEIDELBERGENSIS o Preneanderthal
También en Atapuerca, en la Sima de los Huesos, se han encontrado esqueletos completos de 32
individuos de hace unos 400.000 años. Están muy bien conservados: el cráneo nº 5 (Miguelón) es el
mejor conservado del mundo; el hueso de una pelvis (Elvis) es el más completo. Se han atribuido al
Homo Heidelbergensis, especie de transición entre el Homo Antecessor y el Homo Neanderthal, de
altura similar a la nuestra y más robusto. La Sima de los Huesos parece ser un lugar donde se enterraba
y se daba culto a los difuntos, lo que indica que tenían una cierta capacidad de pensar y de sentir. Los
utensilios líticos de esta especie son los bifaces (industria achelense), que se han encontrado también en
otros yacimientos (Torralba, Ambrona, las graveras de los ríos Manzanares y Jarama, etc.).
PALEOLÍTICO MEDI0
HOMO DE NEANDERTHAL
El homo de Neandhertal vivió en la Península desde hace unos 200.000 años hasta aprox. 25.000 años.
Es una especie europea con rasgos físicos adaptados al frío extrema (cuerpo robusto de extremidades
cortas, amplia nariz, etc.) y capacidad craneal similar a la nuestra (1450 cm3). Eran grandes cazadores y
recolectores que mejoraron las técnicas de caza y el curtido de las pieles; desarrollaron la industria
musteriense que utiliza la técnica de lascas creando un conjunto de útiles especializados (bifaces,
raederas, puntas...). Utiliza el fuego y entierra a los muertos lo que parece indicar que posee ciertas
creencias espirituales.
El Neanderthal se extinguió hace unos 25.000 años por causas desconocidas, no influyendo en la
evolución posterior hacia el homo sapiens.
PALEOLÍTICO
SUPERIOR
HOMO SAPIENS (Tipo Cromagnon)
El Homo sapiens sapiens o de Cromagnon es una nueva especie de homínido, de procedencia
africana, con los rasgos físicos del hombre actual. Aparece en la península hace unos 40.000 años;
posteriormente en Baleares y Canarias. Convive un tiempo con el Neanderthal, pero parece que no se
mezclaron. El hombre actual desciende genéticamente de él.
Durante el Paleolítico Superior, los avances del Homo Sapiens fueron considerables: sus utensilios son
mucho más complejos y especializados, de pequeño tamaño, hechos con nuevos materiales (marfil,
hueso, asta) además de la piedra. Vivían en cabañas o cuevas. Su dieta parece haber mejorado mucho ya
que los yacimientos encontrados son numerosos. Expresaban sus creencias mediante rituales funerarios
y las primeras manifestaciones artísticas: pinturas rupestres (escuela franco-cantábrica) en las cuevas
de Altamira y El Castillo; esculturas de piedra y otros objetos.
En el 5000 a.C. se inició en la Península Ibérica la revolución neolítica (aparición de la agricultura y la ganadería,
y de nuevas técnicas relacionadas con ellas: el hacha de piedra pulimentada, la cerámica y la industria textil; y los
hombres se volvieron sedentarios (vida en aldeas).
En el 3000 a.C. se inicia la Edad del Cobre y en el 2000 a.C. la Edad del Bronce. La agricultura y la ganadería se
vuelven más productivas, los poblados crecen y se amurallan, y la sociedad empieza a jerarquizarse.
Los nuevos progresos, iniciados en el Próximo Oriente, llegaron a la península por la vía mediterránea. Por ello,
las culturas del cobre y del bronce se iniciaron y alcanzaron un mayor desarrollo en la zona costera mediterránea
(Los Millares y El Argar) y sur atlántica que en el interior y el norte peninsular. Estas diferencias en el nivel de
desarrollo se acentuarán durante el primer milenio a.C.
2.2. PUEBLOS PRERROMANOS Y COLONIZADORES (Primer milenio a. C.)
Desde los inicios del primer milenio a.C. hasta la conquista romana, en la Península Ibérica existe un mosaico
variado de pueblos, que conocen la metalurgia del hierro (introducida por los celtas y los colonizadores
mediterráneos) pero tienen distintas culturas y nivel de desarrollo debido tanto a su propia evolución como,
sobre todo, a las influencias exteriores:
Los pueblos prerromanos se agrupaban en dos grandes áreas culturales:
a) Los pueblos ibéricos
Son un conjunto de pueblos autóctonos que viven en la zona sur y este de la península con una cultura
avanzada gracias a la influencia de los colonizadores orientales (fenicios y griegos). Hablaban una misma
lengua y conocían la escritura. Su economía era agrícola-ganadera, con comercio y uso tardío de la moneda.
Se organizaban políticamente en ciudades-estado, bajo el gobierno de reyezuelos (régulos) o asambleas. Sus
poblados amurallados se situaban en lugares elevados. Su sociedad estaba jerarquizada, comprendiendo desde
la aristocracia hasta los esclavos y existían relaciones de carácter personal como la "devotio ibérica". Su arte
era importante destacando la Damas de Elche y de Baza, la cerámica, etc.
2
Tartessos
En la primera mitad del primer milenio a.C., en esta misma área se había desarrollado la primera
civilización de la península: la rica y misteriosa civilización de Tartessos. Las referencias literarias
(Estrabón, Herodoto) y bíblicas hablan de un reino de gran riqueza (Tharsis) y de reyes legendarios como
Argantonio. Los escasos restos arqueológicos indican que fue un estado situado al sur del valle del
Guadalquivir (Huelva, Sevilla, Cádiz), con una economía próspera y diversificada (agricultura, ganadería,
pesca); pero cuya principal riqueza provenía de la explotación de sus minas y del control de la ruta del
estaño que llegaba al sur peninsular desde las islas Casitérides (islas Británicas), así como del comercio
con los colonizadores que llegarían atraídos por esta riqueza. En sus necrópolis se han encontrado ricos
ajuares (Tesoro de Carambolo). Su periodo de esplendor coincide con la colonización fenicia. Este rico
estado desaparece al llegar los cartagineses por causas todavía poco claras.
b) Pueblos celtas. Son un conjunto de pueblos que habitan en
el centro, norte y oeste de la península, donde la influencia
de los colonizadores orientales (fenicios y griegos)
disminuye al alejarse de la costa mediterránea. Su cultura,
debido a las invasiones celtas, es de influencia indoeuropea.
Estos pueblos tienen distintos niveles de desarrollo pero
siempre más atrasados que los iberos:
 Los pueblos del centro y oeste (vacceos, vetones,
carpetanos, lusitanos) tenían una economía agrícola o
ganadera, con escaso comercio y sin moneda; la
sociedad estaba organizaba en tribus dirigidas por una
aristocracia guerrera, elegida según el prestigio personal.
Su arte es pobre destacando la cultura de los verracos a
la que pertenecen los Toros de Guisando.
 Los pueblos del norte y noroeste (galaicos, astures, cántabros, vascones) eran los pueblos más atrasados
de la P.I. debido a su aislamiento geográfico. Su economía se basaba en la ganadería, la pesca y la
recolección. Sus poblados (castros) estaban fuertemente amurallados.
 Los celtíberos de la zona centro-oriental de la meseta comparten rasgos de las dos culturas celtas e
ibérica. Su economía era ganadera. Destacaron como valientes guerreros muy valorados como
mercenarios. Su ciudad más importante era Numancia.
LOS COLONIZADORES HISTÓRICOS: fenicios, griegos y cartagineses
En el primer milenio a.C. llegaron a las costas mediterráneas pueblos de comerciantes: los fenicios y los griegos.
Su objetivo era obtener metales (cobre, oro, plata, estaño) y otras materias primas mediante el comercio con los
indígenas. Introducen los avances de las civilizaciones orientales.
 Los
fenicios
establecieron
enclaves comerciales en Gadir
(Cádiz) - fundada hacia 800 a. C-,
Malaka
(Málaga),
Sexi
(Almuñécar) y Abdera (Adra).
Además del alfabeto, inventado
por ellos, introdujeron el torno
alfarero, salinas y salazones, etc.
 Los
griegos,
sus
rivales
comerciales, llegaron hacia el
siglo VI a.C. Desde Massalia
(Marsella), fundaron colonias:
Rhode (Rosas) y Emporion (Ampurias); Mainake (en Málaga) y Hemeroskopeion (Denia). Los griegos
también introdujeron importantes avances: los cultivos de la vid y el olivo, el uso de la moneda, nuevas
técnicas de cerámica o textiles, etc.
Fenicios y griegos comerciaron con Tartessos.
 Los cartagineses, procedentes de la colonia fenicia del norte de África, llegaron en el siglo VI a.C., se
hicieron con el control de las colonias fenicias y expulsaron a los griegos hacia el noreste. Su llegada coincide
con la desaparición de Tartessos. Terminaron enfrentados con Roma en las Guerras púnicas por el control del
Mediterráneo occidental. Su colonización fue primero comercial pero tras su derrota en la 1ª Guerra Púnica
ocuparon militarmente parte de la Península Ibérica con el fin de utilizar sus recursos materiales y humanos
(mercenarios) contra Roma. Fundaron Ebussus (Ibiza) y Cartago Nova (Cartagena), su capital.
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2.3. CONQUISTA Y ROMANIZACIÓN: EL LEGADO CULTURAL ROMANO
La conquista romana de Hispania (218 a.C.-19 a.C.)
Los romanos llegan a la península como consecuencia de su enfrentamiento con Cartago por el control del
Mediterráneo Occidental (Guerras Púnicas). Cuando en el 219 a.C. el militar cartaginés, Aníbal, atacó Sagunto
(ciudad aliada de Roma) los romanos consideraron roto el Tratado del Ebro iniciándose la II Guerra Púnica (218206 a.C.) y la ocupación romana de la península. La conquista de la Península será un proceso largo en el que los
romanos se encontraron con una mayor o menor resistencia según la zonas. Se distinguen varias etapas:

1ª fase. Ocupación del litoral mediterráneo y los valles del Guadalquivir y Ebro (218-181 a.C.). En el 218,
las tropas romanas al mando de Publio Cornelio Escipión El
Africano, desembarcan en Ampurias y derrotan a los cartagineses
(en el 209 a.C. toman Cartago Nova y, en el 206 a.C., Gadir)
apoderándose fácilmente del este y sur peninsular. Los tributos
abusivos provocaron revueltas indígenas que fueron sofocadas
con dureza por el cónsul Catón. Finalmente ocupan el valle del
Ebro.

2ª fase. Penetración en la Meseta (154-133 a. de C). En interior,
los romanos se encontraron con una dura resistencia indígena.
En las guerras lusitanas, con Viriato al frente, se usó la táctica
de guerrillas hasta que el líder fue asesinado por orden de Roma.
En las guerras celtibéricas destacó la heroica resistencia de
Numancia.
Las guerras civiles en Roma frenaron el avance, con la
excepción de la conquista de Baleares en el 123 a.C.

3ª Fase. Las guerras astur-cántabras (29-19 a. de C). La resistencia de los atrasados pueblos indígenas del
norte fue tan fuerte que obligaron a Roma a hacer un gran esfuerzo para doblegarles. El emperador Augusto ha
de venir en persona a dirigir el ejército romano contra los cántabros y astures.
La romanización. El legado cultural
La romanización es el proceso de integración de los pueblos indígenas hispanos (iberos, celtíberos etc.) en las
estructuras del Imperio romano (económicas, sociales, políticas y
culturales). El proceso de romanización no fue homogéneo: los
pueblos ibéricos adoptaron pronto y completamente las formas
de vida romanas; los pueblos del centro y oeste se romanizaron
lentamente gracias a la creación de ciudades y calzadas por
Roma; mientras que los pueblos del norte (cántabros, astures y
vascones) apenas modificaron sus formas de vida.
Los elementos culturales más importantes que asimilaron los
pueblos hispanos fueron:
- La lengua: el latín vulgar sustituye a las lenguas indígenas
(excepto el euskera) y el latín culto es utilizado por las élites
cultas. Es el sustrato principal de las lenguas romances.
- El derecho romano (leyes, concepción del estado...) es la
base del derecho actual.
La religión, primero se extendió el politeísmo romano y el culto al emperador, y después el cristianismo que,
en Hispania, se difundió tardíamente (las primeras diócesis son del S. III). En la época de crisis y ruralización
del Bajo Imperio Romano, la iglesia será la única institución que mantenga el legado cultural romano; de ahí su
importancia en la etapa visigoda.
La cultura romana destacó por su carácter práctico, ingeniero, destacando en la construcción de obras públicas.
Los ingenieros romanos han dejado en la península magníficos ejemplos de su destreza: el acueducto de
Segovia, numerosos puentes como los de Alcántara y Mérida y murallas como las de Lugo. Además de una
extraordinaria red de calzadas (la Vía Augusta y la Vía de la Plata fueron las más importantes) y otras
infraestructuras públicas.
La región más romanizada de Hispania fue la Bética que proporcionó emperadores (Trajano, Adriano), filósofos
(Séneca) y escritores (Lucano), seguida de zonas de la Tarraconensis en la que nacieron los escritores Marcial y
Quintiliano.
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2.4. LAS INVASIONES BÁRBARAS. EL REINO VISIGODO: INSTITUCIONES Y CULTURA
Las invasiones bárbaras (S. V)
El Imperio romano se hallaba sumido, desde el S. III, en una profunda crisis económica y política. El proceso de
ruralización había conducido a una pérdida del poder del Estado y los pueblos bárbaros pudieron entrar en el
imperio sin encontrar resistencia, unos por la fuerza y otros como aliados o federados de Roma.
- En el 409, invaden Hispania los suevos, alanos y vándalos.
- En el 416, los visigodos, un pueblo germánico más romanizado que los anteriores, acuden a la península como
aliados de Roma: derrotan a los vándalos y a parte de los alanos y arrinconan a los suevos en Gallaecia,
devolviendo a Roma el control de las provincias más romanizadas.
- En el 418, Roma permite a los visigodos la creación del reino de Tolosa en el sur de la Galia.
- En el 476, al ser destronado el último emperador romano, el reino visigodo es ya completamente independiente.
El reino visigodo (S. VI y VII). Instituciones y cultura.
En el 507, los visigodos tras ser derrotados por los francos en la batalla de Vouillé, se trasladan a Hispania donde
crean un reino con capital en Toledo, que duraría hasta la invasión musulmana (711).
En un primer momento, los visigodos tienen problemas
para imponer su autoridad por ser una minoría de religión
arriana frente a la mayoría católica (el rechazo es mayor
por parte de la nobleza y la iglesia católica de la Bética);
por la existencia del reino suevo y del imperio bizantino;
además de la tradicional insumisión de los pueblos del
norte.
Pero el reino visigodo de Toledo se fue consolidando
gracias a la labor de algunos reyes que hicieron posible la
unificación territorial, étnica y religiosa:

Leovigildo (568-586) consigue la casi unificación territorial (conquistó el reino suevo, redujo el territorio
ocupado por los bizantinos con el que acabó Suintila y controló a los pueblos del norte). Intentó fortalecer el
poder real imponiendo una administración sobre el territorio y tratando convertir la monarquía en hereditaria
para evitar las luchas nobiliarias. Fracasó en la unificación religiosa al intentar imponer el arrianismo, motivo
por el que su hijo Hermenegildo dirigió una sublevación contra él.

Recaredo, hijo del anterior, se convierte al catolicismo en el III Concilio de Toledo (589) lo que facilita la
fusión entre la minoría visigoda y la mayoría hispanorromana.

Recesvinto unifica la legislación visigoda e romana mediante el Fuero Juzgo (654), lo que permite la
integración de los dos pueblos.
El reino visigodo, al igual que otros reinos germánicos, es un estado débil ya que la situación económico-social
(ruralización y feudalización) impide cobrar impuestos y, por tanto, desarrollar el poder del Estado. A esto se suman
las constantes luchas nobiliarias. Sus instituciones políticas son:
-
La monarquía electiva que estaba auxiliada por el Aula Regia (asamblea consultiva formada por la alta nobleza
y colaboradores del rey) y el Officium Palatinum (núcleo del Aula Regia con personas de confianza real).
-
Los Concilios de Toledo: en principio son asambleas religiosas que, desde el III Concilio, se convirtieron en la
principal institución política –integrada por el rey, la iglesia y la nobleza- con poder legislativo y que destituía o
nombra reyes. Los concilios actuaban siempre a favor de los intereses nobiliarios y en contra del
fortalecimiento del poder real, destronando a los reyes que querían imponer una autoridad fuerte.
Esta debilidad del Estado explica la facilidad de la conquista islámica de la península.
La iglesia católica es la única institución que mantiene un cierto nivel cultural. La principal figura intelectual es San
Isidoro autor de “Las Etimologías”, una recopilación de los conocimientos de la época. El arte se reduce a
pequeñas iglesias rurales y a una rica orfebrería (tradición germánica) como el Tesoro de Guarrazar.
5
Tema 2. LA PREHISTORIA Y LA EDAD ANTIGUA
La PREHISTORIA es el período más antiguo de la Historia: abarca desde el origen del hombre hasta la aparición
de la escritura. Se divide en varios periodos: el Paleolítico (“piedra antigua” o “tallada”) Neolítico (“piedra nueva”
o “pulimentada), Mesolítico o Epipaleolítico, Calcolítico o Edad del Cobre y Edad del Bronce
2.1. EL PROCESO DE HOMINIZACIÓN EN LA PENÍNSULA IBÉRICA: NUEVOS HALLAZGOS
El proceso de hominización se produce durante el Paleolítico. Se entiende como hominización, la
evolución o conjunto de cambios físicos (postura bípeda, capacidad craneana, etc.) y socioculturales (técnicas,
lenguaje, arte, creencias) que conducen desde los primeros homínidos hasta el hombre actual (homo sapiens). Éste
es uno de los grandes temas de investigación y de debate entre los científicos de diversas especialidades.
Todos los científicos parecen estar de acuerdo en que el proceso de hominización se inicia en África hace
unos 5 millones de años. Una rama de los Australopithecus evolucionó hasta el Homo Habilis hace unos 2,5
millones de años. El homo habilis es la primera especie humana ya que fabricaba utensilios aunque toscos. En torno
a 1,5 millones de años le sustituye el Homo Ergaster (trabajador en griego) que comenzó a emigrar hacia el
Próximo Oriente, Europa y Asia.
Por tanto, los primeros homínidos llegaron a la Península Ibérica desde África, posiblemente siguiendo a
manadas de animales. En Atapuerca (Burgos) se encuentra un yacimiento excepcional (declarado Patrimonio de la
Humanidad) en el que se han encontrado los restos fósiles más antiguos de Europa. En sus hallazgos arqueológicos
hay tres especies distintas de homínidos (Homo Antecessor, Homo Heidelbergensis y Homo Sapiens), abundantes
útiles líticos que abarcan desde las etapas más primitivas de tallado de la piedra hasta la Edad del Bronce junto a
fauna y flora de este largo periodo.

El Homo Antecessor (hombre pionero). Es el primer homínido que habitó en Europa.
En 1994 se encontraron en La Gran Dolina –el yacimiento más conocido de la sierra de Atapuerca- restos
fósiles humanos de una antigüedad de 800.000 años (cráneos y
Cantos rodados
mandíbulas de seis individuos –dos adultos y cuatro niños-). El
equipo de investigadores llegó a la conclusión de que se trataba de
una especie diferente al Homo Erectus, más evolucionada -con una
capacidad craneal de 1000 cm3- a la que llamaron Homo Antecessor,
al considerarlo un antepasado del Neandhertal. Sus utensilios líticos
eran los cantos rodados tallados toscamente. Estos individuos eran
altos y fuertes. Las marcas en los huesos indican que practicaba el
canibalismo con miembros jóvenes –niños y niñas- de grupos que
venían de fuera.
En el año 2007, en la Sima del Elefante –el yacimiento de la sierra de Atapuerca que más tarde se ha
empezado a excavar- se encontró un mandíbula de un hombre de unos 20 años y 32 herramientas de silex a los
que se atribuye una antigüedad de 1,2 millones de años (los restos más antiguos del continente europeo) y en el
2008 aparece la falange de un dedo de un niño o niña de la misma antigüedad. En un principio, los
investigadores de Atapuerca, atribuyeron estos restos al Homo Antecessor del que Bermúdez de Castro afirmó
debió vivir entre 1,3 millones y unos 800.000; pero posteriormente se ha considerado que probablemente
pertenezcan a una nueva especie de homo sp (aún por definir).

El Homo Heidelbergensis o Preneanderthal
En la Sima de los Huesos, del mismo yacimiento de Atapuerca, en una pequeña
cámara situada en la base de un pozo situado en la parte más profunda de una cueva,
se han encontrado gran cantidad de huesos de animales y hombres -más de 5000
fósiles que pertenecen a un grupo de 30 individuos de todas las edades y sexos- de
hace unos 400.000 años. Están muy bien conservados: el cráneo nº 5 (Miguelón) es
el mejor conservado del mundo; un hueso de pelvis (Elvis) es el más completo.
Estos restos humanos se han atribuido al denominado Homo Heidelbergensis,
especie que representa la transición entre el Homo Antecessor y el Homo
Neanderthalensis, de altura similar a la nuestra y más robusto. Se cree que la Sima
Cráneo nº 5, aparecido en
1992, apodado “Miguelón”
en honor a Miguel Indurain
6
de los Huesos era un lugar de enterramiento y de culto a los difuntos lo que
indica capacidad de pensar y de sentir.
Los utensilios líticos de esta especie son los bifaces (industria achelense).
Además de Atapuerca, hay otros importantes yacimientos con restos líticos de
estos homínidos del Paleolítico Inferior (Torralba y Ambrona, graveras de los
ríos Manzanares y Jarama, etc.). Eran cazadores-recolectores nómadas.
Acampaban al aire libre cerca de los ríos.

Bifaces achelenses
Homo Neanderthalensis
Habitó en el Península Ibérica, y en otras zonas de Europa, desde hace unos 200.000 años hasta 25.000
aproximadamente. Tradicionalmente se ha asociado con el Paleolítico Medio (aunque aparece antes y
desaparece después de las fechas atribuidas a esta etapa).
En la Península, los restos líticos son abundantes pero los fósiles
humanos son escasos. Se han encontrado dos cráneos en Gibraltar y
otros restos óseos dispersos en otros yacimientos (Cueva Morín en
Santander, Cueva Carigüela en Granada, Cova Negra en Valencia,
etc.). Se trata de una especie europea cuyos rasgos físicos se adaptan
perfectamente al frío extremo (cuerpo robusto, de extremidades cortas,
amplia nariz, etc.) y su capacidad craneal era similar a la nuestra (1450
cm3). Eran cazadores y recolectores que mejoraron los utensilios, las
técnicas de caza de grandes animales y el curtido de las pieles.
Desarrollaron la industria musteriense que utiliza la técnica de lascas
para crear un variado conjunto de objetos especializados (bifaces,
Industria musteriense
raederas, puntas...). Utiliza el fuego y se refugia en cuevas en las
épocas glaciares.
Se han encontrado enterramientos (cueva de Morín) con presencia de ciertos ritos (ofrendas, posiciones
especiales del cadáver, amputaciones de miembros, etc.) que parecen indicar que posee ciertas creencias
espirituales (en la vida de ultratumba). El Neanderthal se extinguió hace unos 25.000 años por causas
desconocidas –posiblemente no influyendo en la evolución posterior hacia el homo sapiens.

Homo Sapiens (tipo Cromagnon)
La nueva especie de homínido apareció en el territorio peninsular hace unos 40.000 años, con posterioridad al
Neandhertal. Ambas especies convivieron un tiempo pero no llegaron a mezclarse. Los rasgos físicos del
Homo Sapiens son los del hombre actual. Los avances del Homo Sapiens (asociado tradicionalmente al
Paleolítico Superior aunque apareció en fechas anteriores) fueron considerables. Crea utensilios mucho más
Hoja, raspador y perforador
Pinturas de la cueva de Altamira
(Cantabria). Escuela
francocantábrica
Utensilios del Paleolítico Superior
Arpón y azagaya
Útiles de hueso: aguja de coser y anzuelo
complejos y especializados, de pequeño tamaño, hechos con nuevos
materiales (marfil, hueso, asta) además de la piedra. Seguían siendo
cazadores-recolectores nómadas que vivían habitualmente en cabañas o
cuevas. Su dieta parece haber mejorado mucho ya que los yacimientos
encontrados son numerosos. La presencia de bastones de mando (huesos en
forma de bastón perforados) parece indicar que algunos miembros del grupo
ejercían una cierta autoridad o dirección. El desarrollo intelectual dio lugar a
creencias más complejas que se expresaban mediante rituales funerarios y las
primeras manifestaciones artísticas: pinturas en el interior de las cuevas,
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esculturas y otros objetos. Los mejores ejemplos de pinturas rupestres son de escuela franco-cantábrica, y se
encuentran en las cuevas de Altamira y El Castillo (Cantabria) y Tito Bustillo (Asturias). Son naturalistas y
polícromas. Representan animales sueltos, a veces superpuestos, en lugares de difícil acceso lo que parece
indicar que la pintura es un rito mágico propiciador de la caza.
MESOLÍTICO O EPIPALEOLÍTICO (8000-5000 a.C.)
Es una etapa de transición entre el Paleolítico y el Neolítico.
El clima se suavizó, los grandes animales emigraron y los grupos humanos sustituyeron la gran caza
por actividades recolectoras variadas, la caza de pequeños animales y la pesca. Estos cazadoresrecolectores hicieron herramientas relativamente avanzadas, hechas de pequeños trozos de pedernal
o con láminas de obsidiana, conocidas como microlitos que iban unidos a instrumentos de madera.
A este periodo corresponde el arte rupestre levantino que representa escenas de caza, recolección
o rituales mediante figuras esquemáticas en abrigos en rocosos como la escena de caza de la cueva
de Valltorta (Castellón) o la danza ritual de la cueva de Cogull (Lleida).
NEOLÍTICO (5000-3000 a.C.)
La revolución neolítica se inicia en el Próximo Oriente en el 8000 a.C. y desde aquí se extiende por el
Norte de África y Europa. Las primeras culturas neolíticas de la Península Ibérica aparecen en el 5000
a.C. en la costa mediterránea y desde aquí se extenderán las nuevas técnicas hacia el interior. El
neolítico supuso una transformación radical de la vida del hombre:
 Aparece la agricultura y la ganadería (economía productora).
 Vida sedentaria en poblados.
 Nuevas técnicas: cerámica, piedra pulimentada, industria textil, etc.
 Desarrollo del culto a los muertos a los que se entierra con ajuares y a las fuerzas de la naturaleza.
EDAD DE LOS METALES
La metalurgia del cobre y del bronce llegaron también desde el Próximo Oriente de la mano de comerciantes del Mediterráneo
Oriental que buscaban metales en Occidente. El desarrollo de las nuevas técnicas fue importante, debido a la gran riqueza minera
de la peninsula, y trajo importantes consecuencias: se intensificó la agricultura, se desarrolló el comercio a larga distancia y la
minería; los poblados crecieron y se amurallaron; la sociedad se jerarquizó surgiendo una aristocracia guerrera.
En esta etapa se extiende por las costas mediterráneas y atlánticas
el megalitismo: construcciones hechas con grandes piedras con
diferentes usos. Los dolmenes y tumbas de corredor (ej. La
Edad del
cueva de la Menga en Antequera, Málaga) son enterramientos
Cobre o
colectivos y los menhires de difícil interpretación.
Calcolítico
Las culturas de la Edad del Cobre peninsulares son:
(3000-2000
- Los Millares (Almería), que se extiende desde Murcia a
a.C.)
Lisboa, tiene importantes restos megalíticos y poblados
amurallados.
- La cultura del vaso campaniforme.
El uso del bronce (aleación del cobre y estaño) que, permite hacer
utensilios más resistentes y variados, intensificó el comercio a larga
distancia (el estaño es escaso) y aumentó la riqueza; las sociedades se
jerarquizaron más aún y se volvieron más guerreras. Las principales
culturas peninsulares son:
- El Argar es la más desarrollada. Se extiende por la costa sur y sureste.
Edad del
Entierran a los muertos individualmente en vasijas o urnas con un ajuar
Bronce
funerario.
(2000-1200
- La talayótica de las Balearescon monumentos megalíticos originales
a.C.)
(talayot, taula y naveta). Se prolonga hasta mediados del primer milenio
a.C.
- La de los campos de urnas y campos de túmulos (en el valle del Ebro y la submeseta norte
respectivamente) relacionadas con invasiones de indoeuropeos que introducen el rito de la incineración.
Las cenizas se colocan en urnas de cerámica o cajas de piedra.
 La de los castros en Galicia relacionada con las influencias atlánticas que llegan por la ruta del estaño. Se
prolonga durante el primer milenio a.C.
La introducción de la metalurgia del hierro va unida a dos hechos que condicionarán la evolución de las
Edad del
culturas peninsulares: la llegada de los colonizadores orientales a las costas mediterráneas y la invasión
Hierro
(1200-s. III
de los celtas
a.C.)
8
2.2. LOS PUEBLOS PRERROMANOS. COLONIZACIONES HISTÓRICAS: FENICIOS, GRIEGOS Y
CARTAGINESES
La Edad del Hierro o Protohistoria es un periodo que abarca desde las primeras invasiones de
indoeuropeas en el 1200 a.C. hasta la conquista romana en la segunda mitad del S. III a.C. De este periodo, además
de abundantes restos arqueológicos, existen los primeros testimonios escritos de griegos y romanos (Avieno,
Polibiro, Estrabón y Plinio). La península está habitada por un mosaico de pueblos que conocen el hierro pero con
distintas culturas y niveles de desarrollo.
En los inicios del primer milenio a. C. se producen dos hechos que van a determinar la evolución de los
pueblos que viven en la Península:

Las invasiones de pueblos indoeuropeos, los celtas, que se asientan en el interior y zonas del noroeste
peninsular. Son pueblos de bajo nivel cultural, aunque introduzcan la metalurgia del hierro y avances
agrícolas y ganaderos. En estas zonas se produce un proceso de celtización por la mezcla entre los celtas y los
pueblos autóctonos o por influencia cultural.

La llegada de colonizadores históricos (fenicios, griegos y cartagineses) desde el S. VIII a.C. Sus
civilizaciones son muy avanzadas
A) LOS PUEBLOS PRERROMANOS
Estas influencias externas van a aumentar la
diferencia entre los grados de desarrollo de los
pueblos peninsulares. Los pueblos de la costa
mediterránea,
que ya contaban con culturas
neolíticas, del cobre y del bronce más avanzadas, en
contacto con los colonizadores mediterráneos crearon
civilizaciones avanzadas como la tartésica y la ibérica.
Los pueblos del interior y del norte, más influidos por
las culturas indoeuropeas que por los colonizadores
orientales tendrán culturas más atrasadas.
 El área cultural ibérica

Tartessos
Se trata de la primera civilización de la península sobre la que existen más leyendas que referencias
arqueológicas claras. Las fuentes literarias griegas (Herodoto y Estrabón) y bíblicas hablan de un reino de gran
riqueza (el país de Tharsis)-. Los datos arqueológicos también indican la existencia de civilización importante
en la primera mitad del primer milenio a.C.
-
Era un estado monárquico (con reyes legendarios
como Argantonio, hombre de plata, del que se
dice que vivió más de cien años) que ocupaba, al
menos, el sur del valle del Guadalquivir (Huelva,
Sevilla, Cádiz).
-
Su economía se basaba en una agricultura y
ganadería muy avanzadas, en la explotación de los
recursos minerales de la región (cobre, plata y
plomo) y, posiblemente, gracias a arriesgadas
expediciones por el Atlántico, obtenían estaño de
las islas Casitérides (islas Británicas). La
abundancia de materias primas atrajo a los
colonizadores fenicios y griegos que comerciaban con Tartessos.
9
-
La sociedad estaba muy jerarquizada. Había hombres libres y
esclavos. La riqueza estaba en manos de una aristocracia
guerrera como indican los ricos ajuares funerarios.
-
El nivel cultural era alto: conocían la escritura y tenían un
alfabeto propio. Su arte, en el que destaca la orfebrería en oro,
tiene influencias orientales, especialmente fenicias, destacando el
Tesoro de Carambolo
El auge de esta cultura tuvo lugar entre los siglos IX y VII a. C.
coincidiendo con la etapa en la que los fenicios crearon colonias en
la costa del sur de la Península para adquirir metales a cambio de productos elaborados que compraba la
aristocracia tartésica. En el S. VI a.C. esta civilización desaparece coincidiendo con la llegada de los
cartagineses al sur peninsular por motivos no aclarados (¿acción militar cartaginesa? ¿agotamiento de las
minas?). Posiblemente, Tartessos cayó bajo dominio cartaginés.

Los iberos: los pueblos del sur y del este (indigetes, turdetanos, oretanos, etc.)
Los iberos son un conjunto de pueblos autóctonos con rasgos culturales comunes;
muy posiblemente con una lengua común o similar. Alcanzaron un alto grado de
desarrollo debido al contacto con los colonizadores orientales. No formaban una
unidad política sino cultural, que se caracteriza por:
-
Economía agrícola-ganadera desarrollada –con excedentes- y diversificada
según las zonas. También practicaban el comercio entre ellos y con los
colonizadores y la minería. El uso de la moneda es tardío.
-
Pequeños estados (ciudades-estado) gobernados por reyezuelos y formados por
una o varias ciudades fortificadas –situadas en lugares estratégicos (Ullastret,
Azaila)-, aldeas y campo circundante.
-
Sociedad muy jerarquizada, desde la aristocracia guerrera hasta los esclavos. Existían relaciones de
dependencia personal como la devotio ibérica: una relación de dependencia entre una persona o cliente y
su rey; éste le ofrece protección a cambio de defenderlo hasta la muerte.
-
Gran desarrollo cultural. Conocen la escritura –todavía sin descifrar- y sus manifestaciones artísticas, de
influencia griega y fenicia, son muy refinadas. Hay necrópolis con ricos ajuares; escultura en piedra con
influencia oriental como las “Damas” (Elche, Baza, Gran Dama Oferente, etc.) y animales (Bicha de
Balazote), cerámica decorada y exvotos en bronce que se colocaban en los santuarios.
 El área celtica y celtibérica
En el centro, norte y noroeste de la península, la influencia de los colonizadores orientales es débil y la
celtización muy importante. Están más atrasados que los íberos ya que la invasión celta no elevó apenas el
nivel cultural.

Los Pueblos del centro y oeste (ilergetes, carpetanos, lusitanos, etc.). Se caracterizan por:
-
Su economía es poco desarrollada: predomina la ganadería sobre
la agricultura (excepto entre los vacceos del valle del Duero) y la
caza seguía teniendo importancia. Escaso comercio sin moneda.
-
Sociedad de tribus en proceso de desintegración al estar
formándose una aristocracia guerrera que acapara la riqueza.
Existen prácticas de devotia, mercenarismo y bandolerismo como
10
forma de supervivencia de los débiles. Vivían en aldeas fortificadas.
-

Nivel cultural bajo: no conocen la escritura y las manifestaciones artísticas son pobres, aunque tienen una
rica orfebrería. Destaca la cultura de los verracos, grandes esculturas de animales toscamente tallados
ligados a cultos ganaderos como los Toros de Guisando (Avila).
Los pueblos del norte y noroeste (galaicos, astures, cántabros, vascones, etc.)
Estos pueblos que habitan entre Galicia y el Pirineo aragonés tienen mucha
influencia indoeuropea (excepto los vascones). Eran los pueblos más atrasados
de la península, debido a su aislamiento, que mantienen formas de vida muy
primitivas, propias de sociedades neolíticas.

-
Economía basada en la recolección, la caza y la ganadería. El peso de la
agricultura era escaso. Practicaban el saqueo y el pillaje sobre los pueblos
del interior.
-
Sociedad tribal de carácter matriarcal.
-
Como restos arqueológicos, destacan los castros, poblados de viviendas circulares, como el castro de
Coaña (Asturias) y objetos de orfebrería.
Los celtíberos
Habitan en la zona oriental de la Meseta y comparten rasgos de las culturas celtas e ibérica. Su grado de
desarrollo es similar al de los pueblos del interior. Eran pueblos guerreros, muy valorados como mercenarios;
famosos por su valentía y fidelidad; y también por sus prácticas de bandolerismo y pillaje. Su ciudad más
importante era Numancia. Durante la conquista romana resistieron ferozmente.
B) LOS COLONIZADORES HISTÓRICOS: fenicios, griegos y cartagineses
En el primer milenio a. C. llegaron a la zona mediterránea de Península Ibérica pueblos procedentes del
Mediterráneo oriental que crearon colonias. Los hallazgos arqueológicos sitúan las primeras colonias en el S. VIII
a.C.
Las colonias tenían una finalidad económica: buscaban comerciar con los indígenas para obtener metales
(cobre, plata, estaño, oro) y otros productos (salazones, pesquerías…) a cambio de objetos de gran valor (tejidos,
joyas, objetos de vidrio, perfumes, vino y aceite en bellos recipientes de cerámica. Su cultura era mucho más
evolucionada que la de los indígenas de la península. Transmitieron nuevas formas de vida.
Fenicios, griegos y cartagineses llegarán, por este orden, a las costas mediterráneas.
11

Los fenicios, procedentes de Tiro en Fenicia (actual Líbano) llegaron a la península hacia el S. VIII a.C.
Crearon enclaves comerciales en Gades o Gadir (Cádiz) –fundada hacia el 800 a.C.-, Malaka (Málaga), Sexi
(Almuñecar), Abdera (Adra). Comerciaban con Tartessos y con otros pueblos ibéricos. Introdujeron el
cultivo de la vid, el cerdo, el torno alfarero, salinas, salazones, tejidos de púrpura, el alfabeto, la
metalurgia del hierro, etc. De sus restos artísticos destaca el sarcófago fenicio antropoide de Cádiz. Sus formas
artísticas han influido en el arte ibérico.
En el S. VI a.C. la colonización fenicia se vino abajo al caer Tiro bajo el poder del imperio asirio y
neobabilónico. Cartago, colonia fenicia del Norte de África, creada en 814 a.C., se hizo con el control de las
colonias fenicias del Mediterráneo occidental.

Los griegos, sus rivales comerciales, empezaron a llegar a las costas peninsulares -procedentes de Massalia
(Marsella) –una colina griega del sur de Francia- fundada en el 600 a.C. Fundaron diversas colonias como
Emporion (Ampurias), Rhode (Rosas), Mainaké (en Málaga) y Hemoroskopeion (Denia). Introdujeron
los cultivos de la vid y el olivo, el asno, la moneda, técnicas de la artesanía textil y de la cerámica. Sus
formas artísticas han influido en el arte ibérico (ej. en la Dama de Elche).
En la batalla de Alalia (535 a.C.) fueron derrotados por los cartagineses y, expulsados de la costa del sur
peninsular, su colonización se desarrolló en la costa noreste convirtiéndose Ampurias (que significa “almacén o
mercado”) en su principal colonia.

Los cartagineses procedían de Cartago (en la actual Túnez), una de las muchas colonias creadas por los
fenicios en el Mediterráneo. En el S. VII a.C. fundaron Ebussus (Ibiza) y, en el S. VI a.C., cuando su
metrópoli Tiro (capital de Fenicia) cayó en manos del imperio asirio, se apoderaron de las colonias fenicias del
sur peninsular. Más tarde crearon Cartago Nova (Cartagena) que sería su capital.
En un primer momento la colonización cartaginesa es de carácter comercial aunque, posiblemente, impusieron
un monopolio comercial (talasocracia) en el Mediterráneo occidental que explica el fin de Tartessos y la
reclusión de los griegos en sus colonias del noreste.
Desde el 264 a.C. al 219 a.C. el imperialismo cartaginés chocó con un imperialismo emergente, el de Roma,
una pequeña república que había conseguido dominar toda la península italiana. Cartagineses y romanos se
enfrentaron por el control del Mediterráneo Occidental en las guerras púnicas.
Al ser derrotados los cartagineses en la 1ª Guerra
Púnica y expulsados de Sicilia, los Barca –una
familia de generales cartagineses- decidieron utilizar
la península y las Baleares como plataforma para
luchar contra Roma. Así, se produce ocupación
militar del sur y este (Amílcar, Asdrúbal) y del
interior (Aníbal) -con el Ebro como límite- y la
explotación de los recursos materiales y humanos
(mercenarios para su ejército) como medio para un
segundo enfrentamiento con Roma (2ª Guerra
Púnica).
12
2.3. CONQUISTA Y ROMANIZACIÓN: LA PERVIVENCIA DEL LEGADO CULTURAL ROMANO EN
LA CULTURA HISPÁNICA.
A) LA CONQUISTA
La conquista romana de Hispania se
inició en el S. III a.C. (218 a.C) y concluyó
en el S. I a.C. (19 a.C.). Fue un proceso largo
y complejo en el que se distinguen tres fases
principales:

1ª etapa. Conquista del este y sur de la
península: zona mediterránea y del
valle del Guadalquivir y Ebro (218181 a. C.).
El inicio de la conquista se produjo como
consecuencia del enfrentamiento entre
Roma y Cartago. Ambas potencias
habían suscrito el Tratado del Ebro (el
Ebro delimitaba las dos zonas de
influencia) que fue roto con el sitio de
Sagunto por el general cartaginés
Aníbal. Sagunto era una ciudad ibérica
aliada de Roma aunque situada en la zona de hegemonía cartaginesa. Mientras Aníbal atacaba Roma a través
del sur de Francia y los Alpes1, los ejércitos romanos al mando de Publio Cornelio Escipión, el Africano,
contraatacaban desembarcando en Emporion, expulsando a los cartagineses de la península y apoderándose de
la costa mediterránea y el valle del Guadalquivir. Una vez derrotados los cartagineses, los romanos atraídos
por la riqueza en metales y materias primas de la península decidieron ocuparla.
En el 197 a.C. los territorios conquistados fueron divididos en dos provincias: Ulterior y Citerior.
Posteriormente, el cónsul Catón (194) dominó el valle del Ebro y Sempronio Graco inició la penetración hacia
la Meseta.
Los romanos habían conquistado sin grandes dificultades (mediante pactos contra los cartagineses) las zonas
que habían vivido en contacto con los colonizadores. La resistencia indígena fue escasa en esta primera etapa.

2ª etapa. Penetración en la Meseta: conquista del centro y oeste (181-133 a.C.).
En su avance por la Meseta, los romanos se encontraron con la resistencia de los pueblos indígenas de esta
zona que utilizaron la guerra de guerrillas como estrategia. Los dos conflictos principales fueron:
-
Las guerras lusitanas. Los lusitanos, que contaban con un gran caudillo llamado Viriato, mantuvieron su
lucha contra Roma desde el 155 a.C. hasta el 136 a.C. El asesinato de éste mediante una traición (Roma
sobornó a sus embajadores para que le dieran muerte mientras dormía) acabaría con la resistencia lusitana.
-
Las guerras celtíberas. El símbolo de la resistencia frente a Roma fue la lucha feroz de la ciudad
celtibérica de Numancia hasta su rendición en el 133 a.C.
1
Aníbal fue uno de los generales más famosos de la Antigüedad. Durante la 2ª guerra púnica llevó a cabo una audaz hazaña
bélica: desde Hispania llegó a Italia atravesando los Pirineos y los Alpes con su ejército en que habían elefantes de guerra. En
Italia derrotó a los romanos en grandes batallas campales como la del lago Trasimeno y Cannas, que aún se estudia en las
academias militares. Sin embargo, Aníbal no llegó a tomar Roma aunque logró mantener un ejército en Italia durante más de
una década. Tras la derrota cartaginesa en Hispania y el avance romano por el Norte de África, en Cartago se impuso el partido
oligárquico contrario a los Barca y partidario de una negociación con Roma. Aníbal se encontró aislado en Italia y sin recibir
refuerzos, por lo que decidió volver al norte de África a reforzar el ejército cartaginés pero fue derrotado por las tropas
romanas al mando de Publio Cornelio Escipión El Africano en la batalla de Zama. Aníbal, perseguido por los romanos,
terminó huyendo y luchando contra ellos en Asia. En la 3ª guerra púnica, Roma destruye Cartago y se convierte en la única
potencia mediterránea.
13
Del 133 al 31 a. C. la República Romana vivió un periodo de guerras civiles que también llegaron a la
Península donde se producen enfrentamientos bélicos entre los partidarios de Pompeyo y Cesar. Las guerras
frenaron el avance romano, con la excepción de la conquista de Baleares en el 123 a.C., pero facilitaron el
proceso de romanización.

3ª etapa. Conquista del norte peninsular (29-19 a.C.). Guerras astur-cántabras.
El fin de la conquista se produce en tiempos de Augusto, primer emperador romano, que pretendió acabar con
las guerras de conquista estableciendo unos límites naturales en el Imperio Romano (aquí el mar Cantábrico).
Los pueblos del norte fueron derrotados en una amplia operación militar dirigida personalmente por Augusto
que duraría diez años (las guerras cántabras). El 19 a.C., el emperador dio por concluida la conquista de
Hispania.
B) LA ROMANIZACIÓN
Paralelamente a la conquista y, sobre todo, durante el Alto Imperio (S. I y II ) se produce la romanización: el
proceso de integración de los pueblos indígenas prerromanos en las estructuras (económicas, sociales, políticas y
culturales). Es un proceso lento que no afectó por igual a todos los pueblos de Hispania. Las regiones del sur y este
(iberos) adoptaron pronto y completamente las formas de vida romanas. Las regiones centrales se romanizaron
lentamente. Los pueblos del norte del norte (cántabros, astures y vascones) apenas modificaron sus formas de vida.
La romanización se produce a través de tres instrumentos principales:
-
-
-
El ejército que extiende la mentalidad romana y las estructuras de poder. Además, muchos indígenas
entraron como soldados en el ejército romano lo que les daba acceso a la ciudadanía y a la propiedad de
tierras al jubilarse.
La civitas o ciudad fue la unidad administrativa básica y el principal instrumento de romanización. Los
romanos crearon nuevas ciudades (colonias), donde asentaron a los veteranos del ejército, y fueron
convirtiendo las ciudades indígenas en ciudades romanas –con derecho al autogobierno- a medida que éstas
se romanizaban.
Las calzadas que cruzan Hispania y la unen a Roma. Destacan: la Vía Augusta (desde los Pirineos a
Gades e Hispalis), la Vía de la Plata (de Astúrica Augusta a Gades pasando por Emérita Augusta) y la
diagonal que unía a Emerita Augusta Caesar Augusta. La red de calzadas permite transmitir órdenes y
fomenta el desarrollo económico, ya que su principal finalidad es comunicar las zonas mineras con los
puertos por donde se exportan a Roma los metales y las materias primas de la península.
La romanización presenta diversos aspectos:

Económico. Se desarrolló una economía comercial, monetaria y esclavista. La pertenencia al Imperio
Romano estimuló el desarrollo económico de Hispania pero como una economía colonial en beneficio de
Roma. Hispania se que se especializó en la producción de materias primas: minerales, la trilogía
mediterránea (trigo, vid y especialmente el olivo), salazones y garum (salsa de pescado).

Social. Se impuso el modelo social romano- la sociedad esclavista- en la que la principal división se
produce entre hombres libres, esclavos (éstos son la mano de obra principal) y libertos. La familia
patriarcal es la célula básica de la sociedad ya que a través de ella se transmite la propiedad privada y la
situación legal de los hombres libres: los ciudadanos romanos tienen todos los derechos sociales y
políticos pero sólo la oligarquía tiene acceso a los ordines (decurional, ecuestre y senatorial) que les
permiten ocupar cargos de distinta categoría; los no ciudadanos carecen de derechos políticos. La
población indígena fue recibiendo el derecho de ciudadanía a medida que se romanizaba pero sólo algunas
familias ricas de la Baetica tuvieron acceso al orden senatorial que permitía ocupar los altos cargos del
imperio.

Político. Se impuso del sistema administrativo romano. El territorio se dividió en provincias dirigidas por
pretores y cuestores. Desde los primeros años de presencia romana se establecieron dos provincias: la
Citerior (cercana), al norte y este, y la Ulterior (lejana). En el 25 a.C., cuando casi estaba finalizada la
conquista, el emperador Augusto dividió Hispania en tres provincias: Baetica, Lusitania y Tarraconensis.
14
En el 298, Diocleciano subdividió la Tarraconensis en tres (Tarraconensis, Cartaginensis y Gallaecia) para
un mejor control.
División provincial tras la 2ª guerra
púnica (S. III a.C.)
División provincial de Augusto (S. I a.C.)
División provincial de
Diocleciano (S. III)
Las provincias se subdividían en conventus jurídicos para la mejor administración de la justicia.
La unidad administrativa inferior era la civitas. Aquellas que tenían el estatuto jurídico de de colonia o
municipium se gobernaban al igual que Roma mediante una curia o consejo y magistrados, que se encargaban
del gobierno municipal. Los magistrados eran elegidas y ocupaban el cargo durante un año de forma colegiada.
Las magistraturas eran desempeñadas por las familias más ricas del municipio ya tenían la obligación de
contribuir a la financiación de las obras públicas y espectáculos.

Cultural. EL LEGADO CULTURAL
La romanización supuso la adopción de muchos elementos de la cultura romana, muchos de los cuales han
pervivido en gran parte hasta nuestros días. Estos elementos son fundamentalmente:
-
El latín vulgar fue eliminando a las lenguas indígenas prerromanas (excepto el euskera). El latín culto o
literario fue utilizado por intelectuales, hijos de las clases elevados, que contaron con pedagogos privados o
eran enviados a estudiar a Roma. El latín es la base principal de los idiomas romances (castellano, gallego,
catalán) que surgieron entre los siglos VII y XII.
-
El derecho romano (leyes, concepción del estado...) servía para regular la convivencia en una sociedad más
compleja que la prerromana y las relaciones entre el Estado y sus súbditos. El derecho romano es la base del
derecho actual.
-
La religión. El Imperio Romano permitió la libertad religiosa a cambio de imponer el culto al emperador como
elemento de cohesión. Las religiones de los pueblos prerromanos –culto a los elementos de la naturaleza-fueron
respetadas pero poco a poco sus dioses se confundieron con la religión politeísta romana (Júpiter, Saturno)- que
era una adaptación de la mitología griega-. También llegaron los cultos orientales. La tolerancia se termina con
la llegada del cristianismo: una religión monoteísta que rechazaba el culto al emperador lo que motivó la
persecución por parte del Estado romano. Por ello, el cristianismo empieza a difundirse de forma clandestina.
La crisis que vive el Imperio Romano en el S. III contribuye a la expansión entre todas las clases sociales de
una religión que trae un mensaje esperanzador (promete la salvación) hasta terminar llevando a una alianza
entre el Estado romano y la Iglesia. En el Edicto de Milán (313), promulgado por el emperador Constantino,
el cristianismo es legalizado y protegido por el Estado; finalmente el emperador Teodosio, de origen hispano,
lo convirtió en religión oficial prohibiendo todas las demás. La Iglesia católica se empezó organizar siguiendo
el modelo administrativo romano (provincias y diócesis) y suplió el vacío de poder de la administración
romana. Los altos cargos eclesiásticos (arzobispos y obispos) entraron a formar parte del grupo privilegiado de
la sociedad (los honestiores o grandes latifundistas). En un momento de ruralización es la única institución que
mantiene un cierto nivel cultural. La cultura romana de los últimos siglos del Imperio se vuelve cristiana.
El cristianismo se difunde lenta y tardíamente en Hispania (las leyendas medievales que hablan de la
presencia de los apóstoles en Hispania, como la de Santiago, no se han confirmado científicamente). Su
llegada a la península desde el Norte de África se sitúa a mediados del S. II. Los primeros núcleos organizados
(diócesis dirigidas por obispos) son del S. III y se localizan en áreas urbanas. De esta época tenemos noticias de
15
mártires y concilios. El Edicto de Milán sirvió de estímulo a la nueva religión. La figura más destaca de la
iglesia hispana es el obispo de Cordoba, Osio, que intervino en el Concilio de Nicea (325).
La religión cristiana es el tercer elemento que ha pervivido hasta nuestros días a causa de la romanización.
-
Las obras públicas que expresan el carácter utilitario de la cultura
romana. La arquitectura y la ingeniería son una de sus principales
aportaciones. Las ciudades se comunicaban a través de una red de
calzadas (como la Vía Augusta y la Vía de la Plata) que facilitaban el
desplazamiento de las legiones, de los funcionarios y el comercio; también
fueron dotadas de puentes (como el de Alcántara), acueductos (como el
de Segovia), puertos, faros (como el de Hércules en La Coruña),
murallas (como las de Lugo y Astorga) que se han mantenido hasta
nuestros días –en muchos casos en uso-.
En las ciudades hispanas, que trataban de imitar a Roma, se construyeron
numerosos edificios recreativos (teatro de Mérida, anfiteatro de
Tarraco.), conmemorativos (arco de Bará), religiosos (templo de Vic.) o
administrativos que han sobrevivido hasta hoy día.
El desarrollo cultural no fue igual en todas las provincias del Imperio. La región más romanizada fue la Bética
de la que salieron varios emperadores (Trajano, Adriano) y figuras intelectuales pertenecientes a la clase
senatorial, como los cordobeses Séneca, filósofo estoico y su sobrino Lucano, gran poeta épico, autor de la
Farsalia, donde relata las guerras entre César y Pompeyo. La Tarraconensis también aportó figuras importantes
como los escritores Marcial -de Bílbilis (Calatayud)- poeta satírico que analiza la sociedad en sus Epigramas y
Quintiliano – de Calagurris (Calahorra) que dejó una obra fundamental en la formación del orador, Institutiones
oratoriae.
2.4. LAS INVASIONES BÁRBARAS. EL REINO VISIGODO: INSTITUCIONES Y CULTURA
El Imperio romano entró en una profunda crisis en el S. III que se prolongó durante los dos siglos
siguientes (Bajo Imperio). Las bases sobre las que se había asentado la prosperidad del Imperio se vinieron
abajo.
El alto precio de los esclavos (pocas guerras) y los ataques de los pueblos bárbaros en las fronteras,
que obligan a extremar los gastos militares, provocan una crisis económica. El Estado romano agravará la
crisis al aumentar los impuestos a los ciudadanos que, arruinados, empiezan a emigrar al campo (ruralización)
para ponerse bajo la protección de un latifundista (encomendación) convirtiéndose en colonos. Los latifundistas
se convierten en auténticos reyes que no pagan tributos al estado. El Imperio se verá obligado a reclutar
mercenarios bárbaros que empiezan a asentarse poco a poco dentro de las fronteras. Estas circunstancias
favorecieron las invasiones.
En el S. V. las invasiones de pueblos bárbaros, en su mayoría germánicos, acabaron con el Imperio
Romano de Occidente. El Imperio Romano de Oriente, en mejor situación económica, resiste a los ataques y
sobrevive como Imperio Bizantino.
A) Las invasiones bárbaras
En el 409, irrumpieron en Hispania los suevos, alanos y vándalos y se
instalaron en el oeste, centro y sur de la Península respectivamente. Otro
pueblo germánico más romanizado, los visigodos, intervienen como aliados
(foedus) de Roma frente a los anteriores. En el 415 los visigodos entran en la
península, derrotan a los alanos y parte de los vándalos, arrinconan a los
suevos en Gallaecia (Galicia) y devuelven al imperio romano el control de
las provincias más romanizadas. Los vándalos se trasladan al norte de África
y los alanos fueron absorbidos por la población hispanorromana.
En el 418, Roma permite a los visigodos crear un reino en el Sur de
la Galia (reino visigodo de Tolosa) con una dependencia ficticia de Roma.
En el 476 es destronado el último emperador romano y el reino
visigodo es ya completamente independiente.
En el 507, los visigodos son derrotados por los francos (batalla
16
de Vouillé), abandonan la Galia y se trasladan a Hispania. Aquí se asentaron –casi exclusivamente- la zona
oriental de la Meseta y crearon un reino con capital en Toledo que duraría tres siglos –desde el 507 hasta la
invasión musulmana de la península en el 711.
B) El reino visigodo: instituciones y cultura
Los visigodos, después de un periodo de dificultades, terminaron creando el primer Estado políticamente
independiente y unificado de la Península.
Desde el 507 hasta el reinado de Leovigildo existían varios problemas que les impedían ejercer un dominio
efectivo sobre toda la península:
- Luchas internas entre nobles visigodos.
- El escaso peso demográfico de los visigodos (10.000 godos frente a 4 millones de hispanorromanos).
- La separación entre la minoría visigoda de religión arriana2 y la hispanorromana de religión católica. Los
matrimonios mixtos fueron prohibidos y tenían códigos de leyes y costumbres distintas.
- El rechazo de la población de la Bética, la región más rica y romanizada, donde la jerarquía eclesiástica y
la aristocracia terrateniente tenían más fuerza.
- La existencia de dos reinos independientes: el suevo -en el noreste- y el imperio bizantino3 en el sureste.
- Las sublevaciones de los vascones.
Pero, el reino de Toledo se consolida en la segunda mitad del siglo VI y en la primera mitad del VII. A ello
contribuyeron algunos reyes, que lucharon por la unificación territorial, jurídica, social y religiosa.
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El rey Leovigildo (568-586) consiguió:
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La casi unificación territorial al acabar con los suevos,
reducir el territorio bizantino y derrotar a los vascones y
cántabros aunque no pudo someterlos.
El fortalecimiento del poder real: impuso una
administración sobre el territorio y trató convertir la
monarquía en hereditaria.
La unificación social y religiosa fracasó porque, aunque
levantó la prohibición de los matrimonios mixto,
pretendió imponer el arrianismo a una población
mayoritariamente católica. Esto desencadenó una
rebelión dirigida por su hijo Hermenegildo que se había
convertido al catolicismo y contaba con el apoyo de los
nobles de la Baetica.
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Su hijo Recaredo (586-601) se convirtió, junto con su corte, al catolicismo en el III Concilio de Toledo, lo
que impulsó la unidad religiosa y facilitó la fusión social con los hispanorromanos.
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El rey Suintila expulsa a los bizantinos de sus últimos reductos.
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El rey Recesvinto (649-672) recopiló un código de leyes único para todo el reino - el llamado Fuero Juzgo
o Liber Iudiciorum.
La organización política de los visigodos se basaba en el derecho germánico. Las principales instituciones
fueron:
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La mayoría de los pueblos germánicos se habían convertido al cristianismo antes de invadir el Imperio Romano. Los
visigodos fueron cristianizados por el obispo Ulfilas en el siglo IV pero en la corriente arriana que la Iglesia consideraba
herética. El arrianismo, difundido por el teólogo de Alejandría llamado Arrio, negaba la naturaleza divina de Jesucristo, al que
consideraba un hombre elegido por Dios.
3
El Imperio bizantino es el nombre que recibe el imperio romano de Oriente (su capital era Constantinopla o Bizancio). El
imperio bizantino resistió a las invasiones bárbaras gracias a su mayor nivel de desarrollo y riqueza. En el S. VI a.C. el
emperador bizantino Justiniano intentó reconstruir el imperio romano conquistando territorios occidentales (gran parte de
Italia, del norte de África y sureste de España. El proyecto terminó fracasando.
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La monarquía visigoda era electiva: siguiendo la tradición germánica, el rey era elegido por una
Asamblea de las principales personalidades del reino.
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El rey era auxiliado por el Aula Regia: una asamblea consultiva formada por la alta nobleza y los
colaboradores del rey que formaban parte del Officium Palatino (personajes que estaban al frente de
diferentes servicios como los que administraba el palacio o el tesoro real, los duques y los condes que
gobernaban las provincias y ciudades y los gardingos o jefes militares).
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Después de la conversión de Recaredo al catolicismo, los Concilios de Toledo – asambleas en principio
religiosas- se convirtieron en el principal organismo legislativo. En ellos participaban el rey, el Aula Regia
y el clero. También intervenían en la elección o destronamiento de los reyes.
El Estado visigodo fue siempre un reino débil con una constante inestabilidad política que explica su rápido
derrumbamiento tras la invasión musulmana:
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El carácter electivo de la monarquía daba lugar a constantes luchas entre bandos nobiliarios que, muy
a menudo, desembocaban en el asesinato del monarca para situar en su lugar a otro. Algunos reyes
visigodos intentaron imponer –siguiendo el derecho romano- una monarquía hereditaria para fortalecer el
poder real pero la nobleza y la iglesia lo impidieron con constantes sublevaciones.
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Los Concilios de Toledo, símbolo de la alianza entre la monarquía y la iglesia, contribuyeron a la
inestabilidad y a la debilidad de la monarquía al actuar siempre a favor de los intereses nobiliarios y en
contra del fortalecimiento del poder del estado, destronando a reyes fuertes e imponiendo a los débiles.
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La situación económica y social de profunda ruralización impedía la formación de un estado fuerte. La
economía era atrasada y autosuficiente –sólo existía un comercio de lujo para la aristocracia en manos de
los judíos; las ciudades estaban en decadencia y la mayoría de la población vivía en el campo, donde
dominaba una minoría de nobles y eclesiásticos de los que dependían los campesinos. Entre los nobles
existían vínculos de dependencia y fidelidad. El poder de “de hecho” había pasado a manos de nobles y
eclesiásticos que daban protección y sustento a sus vasallos.
Durante la segunda mitad del siglo VII, las luchas entre el rey y los nobles se intensificaron. Estas luchas
nobiliarias facilitaron la invasión musulmana en el año 711, lo que provocó el final del reino visigodo.
En la Hispania visigoda la cultura estuvo vinculada a la Iglesia Católica, la única institución que conservó la
cultura romana. La figura intelectual más destacada fue San Isidoro, arzobispo de Sevilla, que escribió “Las
Etimologías”, obra en la que recopila los conocimientos de la época por lo que se le considera la primera
enciclopedia. Él objetivo de la obra era dar para dar un mínimo de formación a los clérigos lo que refleja el bajo
nivel cultural de la época.
El arte, inspirado en el arte bizantino y romano, lo forman pequeñas iglesias rurales, hechas con materiales
reutilizados, (San Juan de Baños en Zamora, San Pedro de la Nave en Palencia, etc.) cuya principal originalidad es
el empleo del arco de herradura que heredaría el arte islámico. La orfebrería, herencia de las tradiciones
germánicas, alcanzó un gran desarrollo dejando como ejemplo el Tesoro de Guarrazar en Toledo compuesto por
coronas reales, cruces, hebillas, anillos,.. de oro y cobre con incrustaciones de piedras preciosas.
San Juan de Baños (Palencia)
Tesoro de Guarrazar (corona de
Recesvinto)
Fíbula de Alovera
(Guadalajara)
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