1.200.000 a.C. 1.200.000 a.C. 10.000 a.C. 5000 a.C. Tema 2. CRONOLOGÍA (1.200.000 a.C. – 711) Primeros restos humanos en la Península Ibérica. Inferior (1.200.000- 100.000 a.C.): H. Antecessor y H. Heidelbergensis. Medio (100.000-35.000 a.C.): H. de Neandhertal. PALEOLÍTICO Superior (35.000- 10.000 a.C.): Homo Sapiens. Economía depredadora. Sociedad tribal sin jerarquización social. Hábitat nómada. MESOLÍTICO NEOLÍTICO 3000 a.C. EDAD DE LOS METALES 206 a.C. a 476 d.C. 409 a 711 HISPANIA ROMANA HISPANIA VISIGODA Periodo de transición entre Paleolítico y Neolítico. Economía productora: aparición de la agricultura y la ganadería. Primeras aldeas. Cultura de Almería Monumentos megalíticos. Cobre (3000-2000 a.C.) Los Millares. Cultura del vaso campaniforme. Cultura del El Argar. Cultura de los campos de Bronce urna y campos de túmulos. Cultura talayótica. (2000-1200 a.C.) Cultura de los castros. Invasiones indoeuropeas por el norte: área céltica y celtibérica (S. XI-III a.C.). Hierro Colonizaciones mediterráneas y área ibérica. (S. XII-III a.C.) - Fenicios. Tartessos (S. XII- VI a.C.) - Griegos y cartagineses. Civilización ibérica (S. VII-III a.C.) República Conquista e inicio de la romanización. (206 a.C.-19 a.C.) Imperio Organización del estado y romanización. (19 a.C. – 476 d.C.) Invasiones de los pueblos bárbaros (suevos, vándalos y alanos) (409) Entrada de los visigodos en Hispania (415) Los visigodos se trasladan de la Galia a Hispania y crean el reino de Toledo (507) Final del reino visigodo (711) PALEOLÍTICO INFERIOR 2.1. PROCESO DE HOMINIZACIÓN EN LA PENÍNSULA IBÉRICA. Nuevos hallazgos La hominización es el proceso de evolución física y socio-cultural que conduce desde los primeros homínidos africanos hasta el homo sapiens. Se produce durante el Paleolítico, periodo de la historia en el que los hombres tienen una economía depredadora (recolección, caza y pesca), son nómadas y se organizan en “hordas”. El proceso de hominización se inició en África hace unos 5 millones de años. De allí salió, hace 1,5 millones de años, el Homo Ergaster (trabajador en griego) que se extendió por el Próximo Oriente, Europa y Asia. Por tanto, los primeros homínidos llegarían a la Península Ibérica desde África. Atapuerca (Burgos) es un yacimiento excepcional (declarado Patrimonio de la Humanidad) en él que se han encontrado restos fósiles correspondientes a distintas etapas evolutivas. HOMO ANTECESSOR (hombre pionero) Este homínido vivió en Europa hace aproximadamente unos 800.000 años. - En 1994, en el yacimiento de la Gran Dolina de Atapuerca se encontraron restos fósiles humanos (cráneos y mandíbulas de seis individuos) de unos 800.000 años de antigüedad. Los investigadores los atribuyeron a una nueva especie, Homo Antecessor, diferente y más evolucionada (capacidad craneal de 1000 cm3) que el Homo Erectus, y que podría ser el antepasado del Neandhertal europeo. Estos homínidos eran altos y fuertes y hacían utensilios muy toscos (cantos rodados). Las marcas en los huesos indican que practicaba el canibalismo con miembros jóvenes –niños y niñasde grupos que venían de fuera. - En 2008, se dieron a conocer nuevos restos aparecidos en la Sima del Elefante (mandíbula de un individuo de unos 20 años y 32 herramientas de silex), datados con 1,2 millones de años de antigüedad, lo que hace retroceder considerablemente la presencia de homínidos en Europa. Los restos probablemente pertenezcan a una nueva especie de homo sp (aún por definir). 1 PALEOLÍTICO INFERIOR HOMO HEIDELBERGENSIS o Preneanderthal También en Atapuerca, en la Sima de los Huesos, se han encontrado esqueletos completos de 32 individuos de hace unos 400.000 años. Están muy bien conservados: el cráneo nº 5 (Miguelón) es el mejor conservado del mundo; el hueso de una pelvis (Elvis) es el más completo. Se han atribuido al Homo Heidelbergensis, especie de transición entre el Homo Antecessor y el Homo Neanderthal, de altura similar a la nuestra y más robusto. La Sima de los Huesos parece ser un lugar donde se enterraba y se daba culto a los difuntos, lo que indica que tenían una cierta capacidad de pensar y de sentir. Los utensilios líticos de esta especie son los bifaces (industria achelense), que se han encontrado también en otros yacimientos (Torralba, Ambrona, las graveras de los ríos Manzanares y Jarama, etc.). PALEOLÍTICO MEDI0 HOMO DE NEANDERTHAL El homo de Neandhertal vivió en la Península desde hace unos 200.000 años hasta aprox. 25.000 años. Es una especie europea con rasgos físicos adaptados al frío extrema (cuerpo robusto de extremidades cortas, amplia nariz, etc.) y capacidad craneal similar a la nuestra (1450 cm3). Eran grandes cazadores y recolectores que mejoraron las técnicas de caza y el curtido de las pieles; desarrollaron la industria musteriense que utiliza la técnica de lascas creando un conjunto de útiles especializados (bifaces, raederas, puntas...). Utiliza el fuego y entierra a los muertos lo que parece indicar que posee ciertas creencias espirituales. El Neanderthal se extinguió hace unos 25.000 años por causas desconocidas, no influyendo en la evolución posterior hacia el homo sapiens. PALEOLÍTICO SUPERIOR HOMO SAPIENS (Tipo Cromagnon) El Homo sapiens sapiens o de Cromagnon es una nueva especie de homínido, de procedencia africana, con los rasgos físicos del hombre actual. Aparece en la península hace unos 40.000 años; posteriormente en Baleares y Canarias. Convive un tiempo con el Neanderthal, pero parece que no se mezclaron. El hombre actual desciende genéticamente de él. Durante el Paleolítico Superior, los avances del Homo Sapiens fueron considerables: sus utensilios son mucho más complejos y especializados, de pequeño tamaño, hechos con nuevos materiales (marfil, hueso, asta) además de la piedra. Vivían en cabañas o cuevas. Su dieta parece haber mejorado mucho ya que los yacimientos encontrados son numerosos. Expresaban sus creencias mediante rituales funerarios y las primeras manifestaciones artísticas: pinturas rupestres (escuela franco-cantábrica) en las cuevas de Altamira y El Castillo; esculturas de piedra y otros objetos. En el 5000 a.C. se inició en la Península Ibérica la revolución neolítica (aparición de la agricultura y la ganadería, y de nuevas técnicas relacionadas con ellas: el hacha de piedra pulimentada, la cerámica y la industria textil; y los hombres se volvieron sedentarios (vida en aldeas). En el 3000 a.C. se inicia la Edad del Cobre y en el 2000 a.C. la Edad del Bronce. La agricultura y la ganadería se vuelven más productivas, los poblados crecen y se amurallan, y la sociedad empieza a jerarquizarse. Los nuevos progresos, iniciados en el Próximo Oriente, llegaron a la península por la vía mediterránea. Por ello, las culturas del cobre y del bronce se iniciaron y alcanzaron un mayor desarrollo en la zona costera mediterránea (Los Millares y El Argar) y sur atlántica que en el interior y el norte peninsular. Estas diferencias en el nivel de desarrollo se acentuarán durante el primer milenio a.C. 2.2. PUEBLOS PRERROMANOS Y COLONIZADORES (Primer milenio a. C.) Desde los inicios del primer milenio a.C. hasta la conquista romana, en la Península Ibérica existe un mosaico variado de pueblos, que conocen la metalurgia del hierro (introducida por los celtas y los colonizadores mediterráneos) pero tienen distintas culturas y nivel de desarrollo debido tanto a su propia evolución como, sobre todo, a las influencias exteriores: Los pueblos prerromanos se agrupaban en dos grandes áreas culturales: a) Los pueblos ibéricos Son un conjunto de pueblos autóctonos que viven en la zona sur y este de la península con una cultura avanzada gracias a la influencia de los colonizadores orientales (fenicios y griegos). Hablaban una misma lengua y conocían la escritura. Su economía era agrícola-ganadera, con comercio y uso tardío de la moneda. Se organizaban políticamente en ciudades-estado, bajo el gobierno de reyezuelos (régulos) o asambleas. Sus poblados amurallados se situaban en lugares elevados. Su sociedad estaba jerarquizada, comprendiendo desde la aristocracia hasta los esclavos y existían relaciones de carácter personal como la "devotio ibérica". Su arte era importante destacando la Damas de Elche y de Baza, la cerámica, etc. 2 Tartessos En la primera mitad del primer milenio a.C., en esta misma área se había desarrollado la primera civilización de la península: la rica y misteriosa civilización de Tartessos. Las referencias literarias (Estrabón, Herodoto) y bíblicas hablan de un reino de gran riqueza (Tharsis) y de reyes legendarios como Argantonio. Los escasos restos arqueológicos indican que fue un estado situado al sur del valle del Guadalquivir (Huelva, Sevilla, Cádiz), con una economía próspera y diversificada (agricultura, ganadería, pesca); pero cuya principal riqueza provenía de la explotación de sus minas y del control de la ruta del estaño que llegaba al sur peninsular desde las islas Casitérides (islas Británicas), así como del comercio con los colonizadores que llegarían atraídos por esta riqueza. En sus necrópolis se han encontrado ricos ajuares (Tesoro de Carambolo). Su periodo de esplendor coincide con la colonización fenicia. Este rico estado desaparece al llegar los cartagineses por causas todavía poco claras. b) Pueblos celtas. Son un conjunto de pueblos que habitan en el centro, norte y oeste de la península, donde la influencia de los colonizadores orientales (fenicios y griegos) disminuye al alejarse de la costa mediterránea. Su cultura, debido a las invasiones celtas, es de influencia indoeuropea. Estos pueblos tienen distintos niveles de desarrollo pero siempre más atrasados que los iberos: Los pueblos del centro y oeste (vacceos, vetones, carpetanos, lusitanos) tenían una economía agrícola o ganadera, con escaso comercio y sin moneda; la sociedad estaba organizaba en tribus dirigidas por una aristocracia guerrera, elegida según el prestigio personal. Su arte es pobre destacando la cultura de los verracos a la que pertenecen los Toros de Guisando. Los pueblos del norte y noroeste (galaicos, astures, cántabros, vascones) eran los pueblos más atrasados de la P.I. debido a su aislamiento geográfico. Su economía se basaba en la ganadería, la pesca y la recolección. Sus poblados (castros) estaban fuertemente amurallados. Los celtíberos de la zona centro-oriental de la meseta comparten rasgos de las dos culturas celtas e ibérica. Su economía era ganadera. Destacaron como valientes guerreros muy valorados como mercenarios. Su ciudad más importante era Numancia. LOS COLONIZADORES HISTÓRICOS: fenicios, griegos y cartagineses En el primer milenio a.C. llegaron a las costas mediterráneas pueblos de comerciantes: los fenicios y los griegos. Su objetivo era obtener metales (cobre, oro, plata, estaño) y otras materias primas mediante el comercio con los indígenas. Introducen los avances de las civilizaciones orientales. Los fenicios establecieron enclaves comerciales en Gadir (Cádiz) - fundada hacia 800 a. C-, Malaka (Málaga), Sexi (Almuñécar) y Abdera (Adra). Además del alfabeto, inventado por ellos, introdujeron el torno alfarero, salinas y salazones, etc. Los griegos, sus rivales comerciales, llegaron hacia el siglo VI a.C. Desde Massalia (Marsella), fundaron colonias: Rhode (Rosas) y Emporion (Ampurias); Mainake (en Málaga) y Hemeroskopeion (Denia). Los griegos también introdujeron importantes avances: los cultivos de la vid y el olivo, el uso de la moneda, nuevas técnicas de cerámica o textiles, etc. Fenicios y griegos comerciaron con Tartessos. Los cartagineses, procedentes de la colonia fenicia del norte de África, llegaron en el siglo VI a.C., se hicieron con el control de las colonias fenicias y expulsaron a los griegos hacia el noreste. Su llegada coincide con la desaparición de Tartessos. Terminaron enfrentados con Roma en las Guerras púnicas por el control del Mediterráneo occidental. Su colonización fue primero comercial pero tras su derrota en la 1ª Guerra Púnica ocuparon militarmente parte de la Península Ibérica con el fin de utilizar sus recursos materiales y humanos (mercenarios) contra Roma. Fundaron Ebussus (Ibiza) y Cartago Nova (Cartagena), su capital. 3 2.3. CONQUISTA Y ROMANIZACIÓN: EL LEGADO CULTURAL ROMANO La conquista romana de Hispania (218 a.C.-19 a.C.) Los romanos llegan a la península como consecuencia de su enfrentamiento con Cartago por el control del Mediterráneo Occidental (Guerras Púnicas). Cuando en el 219 a.C. el militar cartaginés, Aníbal, atacó Sagunto (ciudad aliada de Roma) los romanos consideraron roto el Tratado del Ebro iniciándose la II Guerra Púnica (218206 a.C.) y la ocupación romana de la península. La conquista de la Península será un proceso largo en el que los romanos se encontraron con una mayor o menor resistencia según la zonas. Se distinguen varias etapas: 1ª fase. Ocupación del litoral mediterráneo y los valles del Guadalquivir y Ebro (218-181 a.C.). En el 218, las tropas romanas al mando de Publio Cornelio Escipión El Africano, desembarcan en Ampurias y derrotan a los cartagineses (en el 209 a.C. toman Cartago Nova y, en el 206 a.C., Gadir) apoderándose fácilmente del este y sur peninsular. Los tributos abusivos provocaron revueltas indígenas que fueron sofocadas con dureza por el cónsul Catón. Finalmente ocupan el valle del Ebro. 2ª fase. Penetración en la Meseta (154-133 a. de C). En interior, los romanos se encontraron con una dura resistencia indígena. En las guerras lusitanas, con Viriato al frente, se usó la táctica de guerrillas hasta que el líder fue asesinado por orden de Roma. En las guerras celtibéricas destacó la heroica resistencia de Numancia. Las guerras civiles en Roma frenaron el avance, con la excepción de la conquista de Baleares en el 123 a.C. 3ª Fase. Las guerras astur-cántabras (29-19 a. de C). La resistencia de los atrasados pueblos indígenas del norte fue tan fuerte que obligaron a Roma a hacer un gran esfuerzo para doblegarles. El emperador Augusto ha de venir en persona a dirigir el ejército romano contra los cántabros y astures. La romanización. El legado cultural La romanización es el proceso de integración de los pueblos indígenas hispanos (iberos, celtíberos etc.) en las estructuras del Imperio romano (económicas, sociales, políticas y culturales). El proceso de romanización no fue homogéneo: los pueblos ibéricos adoptaron pronto y completamente las formas de vida romanas; los pueblos del centro y oeste se romanizaron lentamente gracias a la creación de ciudades y calzadas por Roma; mientras que los pueblos del norte (cántabros, astures y vascones) apenas modificaron sus formas de vida. Los elementos culturales más importantes que asimilaron los pueblos hispanos fueron: - La lengua: el latín vulgar sustituye a las lenguas indígenas (excepto el euskera) y el latín culto es utilizado por las élites cultas. Es el sustrato principal de las lenguas romances. - El derecho romano (leyes, concepción del estado...) es la base del derecho actual. La religión, primero se extendió el politeísmo romano y el culto al emperador, y después el cristianismo que, en Hispania, se difundió tardíamente (las primeras diócesis son del S. III). En la época de crisis y ruralización del Bajo Imperio Romano, la iglesia será la única institución que mantenga el legado cultural romano; de ahí su importancia en la etapa visigoda. La cultura romana destacó por su carácter práctico, ingeniero, destacando en la construcción de obras públicas. Los ingenieros romanos han dejado en la península magníficos ejemplos de su destreza: el acueducto de Segovia, numerosos puentes como los de Alcántara y Mérida y murallas como las de Lugo. Además de una extraordinaria red de calzadas (la Vía Augusta y la Vía de la Plata fueron las más importantes) y otras infraestructuras públicas. La región más romanizada de Hispania fue la Bética que proporcionó emperadores (Trajano, Adriano), filósofos (Séneca) y escritores (Lucano), seguida de zonas de la Tarraconensis en la que nacieron los escritores Marcial y Quintiliano. 4 2.4. LAS INVASIONES BÁRBARAS. EL REINO VISIGODO: INSTITUCIONES Y CULTURA Las invasiones bárbaras (S. V) El Imperio romano se hallaba sumido, desde el S. III, en una profunda crisis económica y política. El proceso de ruralización había conducido a una pérdida del poder del Estado y los pueblos bárbaros pudieron entrar en el imperio sin encontrar resistencia, unos por la fuerza y otros como aliados o federados de Roma. - En el 409, invaden Hispania los suevos, alanos y vándalos. - En el 416, los visigodos, un pueblo germánico más romanizado que los anteriores, acuden a la península como aliados de Roma: derrotan a los vándalos y a parte de los alanos y arrinconan a los suevos en Gallaecia, devolviendo a Roma el control de las provincias más romanizadas. - En el 418, Roma permite a los visigodos la creación del reino de Tolosa en el sur de la Galia. - En el 476, al ser destronado el último emperador romano, el reino visigodo es ya completamente independiente. El reino visigodo (S. VI y VII). Instituciones y cultura. En el 507, los visigodos tras ser derrotados por los francos en la batalla de Vouillé, se trasladan a Hispania donde crean un reino con capital en Toledo, que duraría hasta la invasión musulmana (711). En un primer momento, los visigodos tienen problemas para imponer su autoridad por ser una minoría de religión arriana frente a la mayoría católica (el rechazo es mayor por parte de la nobleza y la iglesia católica de la Bética); por la existencia del reino suevo y del imperio bizantino; además de la tradicional insumisión de los pueblos del norte. Pero el reino visigodo de Toledo se fue consolidando gracias a la labor de algunos reyes que hicieron posible la unificación territorial, étnica y religiosa: Leovigildo (568-586) consigue la casi unificación territorial (conquistó el reino suevo, redujo el territorio ocupado por los bizantinos con el que acabó Suintila y controló a los pueblos del norte). Intentó fortalecer el poder real imponiendo una administración sobre el territorio y tratando convertir la monarquía en hereditaria para evitar las luchas nobiliarias. Fracasó en la unificación religiosa al intentar imponer el arrianismo, motivo por el que su hijo Hermenegildo dirigió una sublevación contra él. Recaredo, hijo del anterior, se convierte al catolicismo en el III Concilio de Toledo (589) lo que facilita la fusión entre la minoría visigoda y la mayoría hispanorromana. Recesvinto unifica la legislación visigoda e romana mediante el Fuero Juzgo (654), lo que permite la integración de los dos pueblos. El reino visigodo, al igual que otros reinos germánicos, es un estado débil ya que la situación económico-social (ruralización y feudalización) impide cobrar impuestos y, por tanto, desarrollar el poder del Estado. A esto se suman las constantes luchas nobiliarias. Sus instituciones políticas son: - La monarquía electiva que estaba auxiliada por el Aula Regia (asamblea consultiva formada por la alta nobleza y colaboradores del rey) y el Officium Palatinum (núcleo del Aula Regia con personas de confianza real). - Los Concilios de Toledo: en principio son asambleas religiosas que, desde el III Concilio, se convirtieron en la principal institución política –integrada por el rey, la iglesia y la nobleza- con poder legislativo y que destituía o nombra reyes. Los concilios actuaban siempre a favor de los intereses nobiliarios y en contra del fortalecimiento del poder real, destronando a los reyes que querían imponer una autoridad fuerte. Esta debilidad del Estado explica la facilidad de la conquista islámica de la península. La iglesia católica es la única institución que mantiene un cierto nivel cultural. La principal figura intelectual es San Isidoro autor de “Las Etimologías”, una recopilación de los conocimientos de la época. El arte se reduce a pequeñas iglesias rurales y a una rica orfebrería (tradición germánica) como el Tesoro de Guarrazar. 5 Tema 2. LA PREHISTORIA Y LA EDAD ANTIGUA La PREHISTORIA es el período más antiguo de la Historia: abarca desde el origen del hombre hasta la aparición de la escritura. Se divide en varios periodos: el Paleolítico (“piedra antigua” o “tallada”) Neolítico (“piedra nueva” o “pulimentada), Mesolítico o Epipaleolítico, Calcolítico o Edad del Cobre y Edad del Bronce 2.1. EL PROCESO DE HOMINIZACIÓN EN LA PENÍNSULA IBÉRICA: NUEVOS HALLAZGOS El proceso de hominización se produce durante el Paleolítico. Se entiende como hominización, la evolución o conjunto de cambios físicos (postura bípeda, capacidad craneana, etc.) y socioculturales (técnicas, lenguaje, arte, creencias) que conducen desde los primeros homínidos hasta el hombre actual (homo sapiens). Éste es uno de los grandes temas de investigación y de debate entre los científicos de diversas especialidades. Todos los científicos parecen estar de acuerdo en que el proceso de hominización se inicia en África hace unos 5 millones de años. Una rama de los Australopithecus evolucionó hasta el Homo Habilis hace unos 2,5 millones de años. El homo habilis es la primera especie humana ya que fabricaba utensilios aunque toscos. En torno a 1,5 millones de años le sustituye el Homo Ergaster (trabajador en griego) que comenzó a emigrar hacia el Próximo Oriente, Europa y Asia. Por tanto, los primeros homínidos llegaron a la Península Ibérica desde África, posiblemente siguiendo a manadas de animales. En Atapuerca (Burgos) se encuentra un yacimiento excepcional (declarado Patrimonio de la Humanidad) en el que se han encontrado los restos fósiles más antiguos de Europa. En sus hallazgos arqueológicos hay tres especies distintas de homínidos (Homo Antecessor, Homo Heidelbergensis y Homo Sapiens), abundantes útiles líticos que abarcan desde las etapas más primitivas de tallado de la piedra hasta la Edad del Bronce junto a fauna y flora de este largo periodo. El Homo Antecessor (hombre pionero). Es el primer homínido que habitó en Europa. En 1994 se encontraron en La Gran Dolina –el yacimiento más conocido de la sierra de Atapuerca- restos fósiles humanos de una antigüedad de 800.000 años (cráneos y Cantos rodados mandíbulas de seis individuos –dos adultos y cuatro niños-). El equipo de investigadores llegó a la conclusión de que se trataba de una especie diferente al Homo Erectus, más evolucionada -con una capacidad craneal de 1000 cm3- a la que llamaron Homo Antecessor, al considerarlo un antepasado del Neandhertal. Sus utensilios líticos eran los cantos rodados tallados toscamente. Estos individuos eran altos y fuertes. Las marcas en los huesos indican que practicaba el canibalismo con miembros jóvenes –niños y niñas- de grupos que venían de fuera. En el año 2007, en la Sima del Elefante –el yacimiento de la sierra de Atapuerca que más tarde se ha empezado a excavar- se encontró un mandíbula de un hombre de unos 20 años y 32 herramientas de silex a los que se atribuye una antigüedad de 1,2 millones de años (los restos más antiguos del continente europeo) y en el 2008 aparece la falange de un dedo de un niño o niña de la misma antigüedad. En un principio, los investigadores de Atapuerca, atribuyeron estos restos al Homo Antecessor del que Bermúdez de Castro afirmó debió vivir entre 1,3 millones y unos 800.000; pero posteriormente se ha considerado que probablemente pertenezcan a una nueva especie de homo sp (aún por definir). El Homo Heidelbergensis o Preneanderthal En la Sima de los Huesos, del mismo yacimiento de Atapuerca, en una pequeña cámara situada en la base de un pozo situado en la parte más profunda de una cueva, se han encontrado gran cantidad de huesos de animales y hombres -más de 5000 fósiles que pertenecen a un grupo de 30 individuos de todas las edades y sexos- de hace unos 400.000 años. Están muy bien conservados: el cráneo nº 5 (Miguelón) es el mejor conservado del mundo; un hueso de pelvis (Elvis) es el más completo. Estos restos humanos se han atribuido al denominado Homo Heidelbergensis, especie que representa la transición entre el Homo Antecessor y el Homo Neanderthalensis, de altura similar a la nuestra y más robusto. Se cree que la Sima Cráneo nº 5, aparecido en 1992, apodado “Miguelón” en honor a Miguel Indurain 6 de los Huesos era un lugar de enterramiento y de culto a los difuntos lo que indica capacidad de pensar y de sentir. Los utensilios líticos de esta especie son los bifaces (industria achelense). Además de Atapuerca, hay otros importantes yacimientos con restos líticos de estos homínidos del Paleolítico Inferior (Torralba y Ambrona, graveras de los ríos Manzanares y Jarama, etc.). Eran cazadores-recolectores nómadas. Acampaban al aire libre cerca de los ríos. Bifaces achelenses Homo Neanderthalensis Habitó en el Península Ibérica, y en otras zonas de Europa, desde hace unos 200.000 años hasta 25.000 aproximadamente. Tradicionalmente se ha asociado con el Paleolítico Medio (aunque aparece antes y desaparece después de las fechas atribuidas a esta etapa). En la Península, los restos líticos son abundantes pero los fósiles humanos son escasos. Se han encontrado dos cráneos en Gibraltar y otros restos óseos dispersos en otros yacimientos (Cueva Morín en Santander, Cueva Carigüela en Granada, Cova Negra en Valencia, etc.). Se trata de una especie europea cuyos rasgos físicos se adaptan perfectamente al frío extremo (cuerpo robusto, de extremidades cortas, amplia nariz, etc.) y su capacidad craneal era similar a la nuestra (1450 cm3). Eran cazadores y recolectores que mejoraron los utensilios, las técnicas de caza de grandes animales y el curtido de las pieles. Desarrollaron la industria musteriense que utiliza la técnica de lascas para crear un variado conjunto de objetos especializados (bifaces, Industria musteriense raederas, puntas...). Utiliza el fuego y se refugia en cuevas en las épocas glaciares. Se han encontrado enterramientos (cueva de Morín) con presencia de ciertos ritos (ofrendas, posiciones especiales del cadáver, amputaciones de miembros, etc.) que parecen indicar que posee ciertas creencias espirituales (en la vida de ultratumba). El Neanderthal se extinguió hace unos 25.000 años por causas desconocidas –posiblemente no influyendo en la evolución posterior hacia el homo sapiens. Homo Sapiens (tipo Cromagnon) La nueva especie de homínido apareció en el territorio peninsular hace unos 40.000 años, con posterioridad al Neandhertal. Ambas especies convivieron un tiempo pero no llegaron a mezclarse. Los rasgos físicos del Homo Sapiens son los del hombre actual. Los avances del Homo Sapiens (asociado tradicionalmente al Paleolítico Superior aunque apareció en fechas anteriores) fueron considerables. Crea utensilios mucho más Hoja, raspador y perforador Pinturas de la cueva de Altamira (Cantabria). Escuela francocantábrica Utensilios del Paleolítico Superior Arpón y azagaya Útiles de hueso: aguja de coser y anzuelo complejos y especializados, de pequeño tamaño, hechos con nuevos materiales (marfil, hueso, asta) además de la piedra. Seguían siendo cazadores-recolectores nómadas que vivían habitualmente en cabañas o cuevas. Su dieta parece haber mejorado mucho ya que los yacimientos encontrados son numerosos. La presencia de bastones de mando (huesos en forma de bastón perforados) parece indicar que algunos miembros del grupo ejercían una cierta autoridad o dirección. El desarrollo intelectual dio lugar a creencias más complejas que se expresaban mediante rituales funerarios y las primeras manifestaciones artísticas: pinturas en el interior de las cuevas, 7 esculturas y otros objetos. Los mejores ejemplos de pinturas rupestres son de escuela franco-cantábrica, y se encuentran en las cuevas de Altamira y El Castillo (Cantabria) y Tito Bustillo (Asturias). Son naturalistas y polícromas. Representan animales sueltos, a veces superpuestos, en lugares de difícil acceso lo que parece indicar que la pintura es un rito mágico propiciador de la caza. MESOLÍTICO O EPIPALEOLÍTICO (8000-5000 a.C.) Es una etapa de transición entre el Paleolítico y el Neolítico. El clima se suavizó, los grandes animales emigraron y los grupos humanos sustituyeron la gran caza por actividades recolectoras variadas, la caza de pequeños animales y la pesca. Estos cazadoresrecolectores hicieron herramientas relativamente avanzadas, hechas de pequeños trozos de pedernal o con láminas de obsidiana, conocidas como microlitos que iban unidos a instrumentos de madera. A este periodo corresponde el arte rupestre levantino que representa escenas de caza, recolección o rituales mediante figuras esquemáticas en abrigos en rocosos como la escena de caza de la cueva de Valltorta (Castellón) o la danza ritual de la cueva de Cogull (Lleida). NEOLÍTICO (5000-3000 a.C.) La revolución neolítica se inicia en el Próximo Oriente en el 8000 a.C. y desde aquí se extiende por el Norte de África y Europa. Las primeras culturas neolíticas de la Península Ibérica aparecen en el 5000 a.C. en la costa mediterránea y desde aquí se extenderán las nuevas técnicas hacia el interior. El neolítico supuso una transformación radical de la vida del hombre: Aparece la agricultura y la ganadería (economía productora). Vida sedentaria en poblados. Nuevas técnicas: cerámica, piedra pulimentada, industria textil, etc. Desarrollo del culto a los muertos a los que se entierra con ajuares y a las fuerzas de la naturaleza. EDAD DE LOS METALES La metalurgia del cobre y del bronce llegaron también desde el Próximo Oriente de la mano de comerciantes del Mediterráneo Oriental que buscaban metales en Occidente. El desarrollo de las nuevas técnicas fue importante, debido a la gran riqueza minera de la peninsula, y trajo importantes consecuencias: se intensificó la agricultura, se desarrolló el comercio a larga distancia y la minería; los poblados crecieron y se amurallaron; la sociedad se jerarquizó surgiendo una aristocracia guerrera. En esta etapa se extiende por las costas mediterráneas y atlánticas el megalitismo: construcciones hechas con grandes piedras con diferentes usos. Los dolmenes y tumbas de corredor (ej. La Edad del cueva de la Menga en Antequera, Málaga) son enterramientos Cobre o colectivos y los menhires de difícil interpretación. Calcolítico Las culturas de la Edad del Cobre peninsulares son: (3000-2000 - Los Millares (Almería), que se extiende desde Murcia a a.C.) Lisboa, tiene importantes restos megalíticos y poblados amurallados. - La cultura del vaso campaniforme. El uso del bronce (aleación del cobre y estaño) que, permite hacer utensilios más resistentes y variados, intensificó el comercio a larga distancia (el estaño es escaso) y aumentó la riqueza; las sociedades se jerarquizaron más aún y se volvieron más guerreras. Las principales culturas peninsulares son: - El Argar es la más desarrollada. Se extiende por la costa sur y sureste. Edad del Entierran a los muertos individualmente en vasijas o urnas con un ajuar Bronce funerario. (2000-1200 - La talayótica de las Balearescon monumentos megalíticos originales a.C.) (talayot, taula y naveta). Se prolonga hasta mediados del primer milenio a.C. - La de los campos de urnas y campos de túmulos (en el valle del Ebro y la submeseta norte respectivamente) relacionadas con invasiones de indoeuropeos que introducen el rito de la incineración. Las cenizas se colocan en urnas de cerámica o cajas de piedra. La de los castros en Galicia relacionada con las influencias atlánticas que llegan por la ruta del estaño. Se prolonga durante el primer milenio a.C. La introducción de la metalurgia del hierro va unida a dos hechos que condicionarán la evolución de las Edad del culturas peninsulares: la llegada de los colonizadores orientales a las costas mediterráneas y la invasión Hierro (1200-s. III de los celtas a.C.) 8 2.2. LOS PUEBLOS PRERROMANOS. COLONIZACIONES HISTÓRICAS: FENICIOS, GRIEGOS Y CARTAGINESES La Edad del Hierro o Protohistoria es un periodo que abarca desde las primeras invasiones de indoeuropeas en el 1200 a.C. hasta la conquista romana en la segunda mitad del S. III a.C. De este periodo, además de abundantes restos arqueológicos, existen los primeros testimonios escritos de griegos y romanos (Avieno, Polibiro, Estrabón y Plinio). La península está habitada por un mosaico de pueblos que conocen el hierro pero con distintas culturas y niveles de desarrollo. En los inicios del primer milenio a. C. se producen dos hechos que van a determinar la evolución de los pueblos que viven en la Península: Las invasiones de pueblos indoeuropeos, los celtas, que se asientan en el interior y zonas del noroeste peninsular. Son pueblos de bajo nivel cultural, aunque introduzcan la metalurgia del hierro y avances agrícolas y ganaderos. En estas zonas se produce un proceso de celtización por la mezcla entre los celtas y los pueblos autóctonos o por influencia cultural. La llegada de colonizadores históricos (fenicios, griegos y cartagineses) desde el S. VIII a.C. Sus civilizaciones son muy avanzadas A) LOS PUEBLOS PRERROMANOS Estas influencias externas van a aumentar la diferencia entre los grados de desarrollo de los pueblos peninsulares. Los pueblos de la costa mediterránea, que ya contaban con culturas neolíticas, del cobre y del bronce más avanzadas, en contacto con los colonizadores mediterráneos crearon civilizaciones avanzadas como la tartésica y la ibérica. Los pueblos del interior y del norte, más influidos por las culturas indoeuropeas que por los colonizadores orientales tendrán culturas más atrasadas. El área cultural ibérica Tartessos Se trata de la primera civilización de la península sobre la que existen más leyendas que referencias arqueológicas claras. Las fuentes literarias griegas (Herodoto y Estrabón) y bíblicas hablan de un reino de gran riqueza (el país de Tharsis)-. Los datos arqueológicos también indican la existencia de civilización importante en la primera mitad del primer milenio a.C. - Era un estado monárquico (con reyes legendarios como Argantonio, hombre de plata, del que se dice que vivió más de cien años) que ocupaba, al menos, el sur del valle del Guadalquivir (Huelva, Sevilla, Cádiz). - Su economía se basaba en una agricultura y ganadería muy avanzadas, en la explotación de los recursos minerales de la región (cobre, plata y plomo) y, posiblemente, gracias a arriesgadas expediciones por el Atlántico, obtenían estaño de las islas Casitérides (islas Británicas). La abundancia de materias primas atrajo a los colonizadores fenicios y griegos que comerciaban con Tartessos. 9 - La sociedad estaba muy jerarquizada. Había hombres libres y esclavos. La riqueza estaba en manos de una aristocracia guerrera como indican los ricos ajuares funerarios. - El nivel cultural era alto: conocían la escritura y tenían un alfabeto propio. Su arte, en el que destaca la orfebrería en oro, tiene influencias orientales, especialmente fenicias, destacando el Tesoro de Carambolo El auge de esta cultura tuvo lugar entre los siglos IX y VII a. C. coincidiendo con la etapa en la que los fenicios crearon colonias en la costa del sur de la Península para adquirir metales a cambio de productos elaborados que compraba la aristocracia tartésica. En el S. VI a.C. esta civilización desaparece coincidiendo con la llegada de los cartagineses al sur peninsular por motivos no aclarados (¿acción militar cartaginesa? ¿agotamiento de las minas?). Posiblemente, Tartessos cayó bajo dominio cartaginés. Los iberos: los pueblos del sur y del este (indigetes, turdetanos, oretanos, etc.) Los iberos son un conjunto de pueblos autóctonos con rasgos culturales comunes; muy posiblemente con una lengua común o similar. Alcanzaron un alto grado de desarrollo debido al contacto con los colonizadores orientales. No formaban una unidad política sino cultural, que se caracteriza por: - Economía agrícola-ganadera desarrollada –con excedentes- y diversificada según las zonas. También practicaban el comercio entre ellos y con los colonizadores y la minería. El uso de la moneda es tardío. - Pequeños estados (ciudades-estado) gobernados por reyezuelos y formados por una o varias ciudades fortificadas –situadas en lugares estratégicos (Ullastret, Azaila)-, aldeas y campo circundante. - Sociedad muy jerarquizada, desde la aristocracia guerrera hasta los esclavos. Existían relaciones de dependencia personal como la devotio ibérica: una relación de dependencia entre una persona o cliente y su rey; éste le ofrece protección a cambio de defenderlo hasta la muerte. - Gran desarrollo cultural. Conocen la escritura –todavía sin descifrar- y sus manifestaciones artísticas, de influencia griega y fenicia, son muy refinadas. Hay necrópolis con ricos ajuares; escultura en piedra con influencia oriental como las “Damas” (Elche, Baza, Gran Dama Oferente, etc.) y animales (Bicha de Balazote), cerámica decorada y exvotos en bronce que se colocaban en los santuarios. El área celtica y celtibérica En el centro, norte y noroeste de la península, la influencia de los colonizadores orientales es débil y la celtización muy importante. Están más atrasados que los íberos ya que la invasión celta no elevó apenas el nivel cultural. Los Pueblos del centro y oeste (ilergetes, carpetanos, lusitanos, etc.). Se caracterizan por: - Su economía es poco desarrollada: predomina la ganadería sobre la agricultura (excepto entre los vacceos del valle del Duero) y la caza seguía teniendo importancia. Escaso comercio sin moneda. - Sociedad de tribus en proceso de desintegración al estar formándose una aristocracia guerrera que acapara la riqueza. Existen prácticas de devotia, mercenarismo y bandolerismo como 10 forma de supervivencia de los débiles. Vivían en aldeas fortificadas. - Nivel cultural bajo: no conocen la escritura y las manifestaciones artísticas son pobres, aunque tienen una rica orfebrería. Destaca la cultura de los verracos, grandes esculturas de animales toscamente tallados ligados a cultos ganaderos como los Toros de Guisando (Avila). Los pueblos del norte y noroeste (galaicos, astures, cántabros, vascones, etc.) Estos pueblos que habitan entre Galicia y el Pirineo aragonés tienen mucha influencia indoeuropea (excepto los vascones). Eran los pueblos más atrasados de la península, debido a su aislamiento, que mantienen formas de vida muy primitivas, propias de sociedades neolíticas. - Economía basada en la recolección, la caza y la ganadería. El peso de la agricultura era escaso. Practicaban el saqueo y el pillaje sobre los pueblos del interior. - Sociedad tribal de carácter matriarcal. - Como restos arqueológicos, destacan los castros, poblados de viviendas circulares, como el castro de Coaña (Asturias) y objetos de orfebrería. Los celtíberos Habitan en la zona oriental de la Meseta y comparten rasgos de las culturas celtas e ibérica. Su grado de desarrollo es similar al de los pueblos del interior. Eran pueblos guerreros, muy valorados como mercenarios; famosos por su valentía y fidelidad; y también por sus prácticas de bandolerismo y pillaje. Su ciudad más importante era Numancia. Durante la conquista romana resistieron ferozmente. B) LOS COLONIZADORES HISTÓRICOS: fenicios, griegos y cartagineses En el primer milenio a. C. llegaron a la zona mediterránea de Península Ibérica pueblos procedentes del Mediterráneo oriental que crearon colonias. Los hallazgos arqueológicos sitúan las primeras colonias en el S. VIII a.C. Las colonias tenían una finalidad económica: buscaban comerciar con los indígenas para obtener metales (cobre, plata, estaño, oro) y otros productos (salazones, pesquerías…) a cambio de objetos de gran valor (tejidos, joyas, objetos de vidrio, perfumes, vino y aceite en bellos recipientes de cerámica. Su cultura era mucho más evolucionada que la de los indígenas de la península. Transmitieron nuevas formas de vida. Fenicios, griegos y cartagineses llegarán, por este orden, a las costas mediterráneas. 11 Los fenicios, procedentes de Tiro en Fenicia (actual Líbano) llegaron a la península hacia el S. VIII a.C. Crearon enclaves comerciales en Gades o Gadir (Cádiz) –fundada hacia el 800 a.C.-, Malaka (Málaga), Sexi (Almuñecar), Abdera (Adra). Comerciaban con Tartessos y con otros pueblos ibéricos. Introdujeron el cultivo de la vid, el cerdo, el torno alfarero, salinas, salazones, tejidos de púrpura, el alfabeto, la metalurgia del hierro, etc. De sus restos artísticos destaca el sarcófago fenicio antropoide de Cádiz. Sus formas artísticas han influido en el arte ibérico. En el S. VI a.C. la colonización fenicia se vino abajo al caer Tiro bajo el poder del imperio asirio y neobabilónico. Cartago, colonia fenicia del Norte de África, creada en 814 a.C., se hizo con el control de las colonias fenicias del Mediterráneo occidental. Los griegos, sus rivales comerciales, empezaron a llegar a las costas peninsulares -procedentes de Massalia (Marsella) –una colina griega del sur de Francia- fundada en el 600 a.C. Fundaron diversas colonias como Emporion (Ampurias), Rhode (Rosas), Mainaké (en Málaga) y Hemoroskopeion (Denia). Introdujeron los cultivos de la vid y el olivo, el asno, la moneda, técnicas de la artesanía textil y de la cerámica. Sus formas artísticas han influido en el arte ibérico (ej. en la Dama de Elche). En la batalla de Alalia (535 a.C.) fueron derrotados por los cartagineses y, expulsados de la costa del sur peninsular, su colonización se desarrolló en la costa noreste convirtiéndose Ampurias (que significa “almacén o mercado”) en su principal colonia. Los cartagineses procedían de Cartago (en la actual Túnez), una de las muchas colonias creadas por los fenicios en el Mediterráneo. En el S. VII a.C. fundaron Ebussus (Ibiza) y, en el S. VI a.C., cuando su metrópoli Tiro (capital de Fenicia) cayó en manos del imperio asirio, se apoderaron de las colonias fenicias del sur peninsular. Más tarde crearon Cartago Nova (Cartagena) que sería su capital. En un primer momento la colonización cartaginesa es de carácter comercial aunque, posiblemente, impusieron un monopolio comercial (talasocracia) en el Mediterráneo occidental que explica el fin de Tartessos y la reclusión de los griegos en sus colonias del noreste. Desde el 264 a.C. al 219 a.C. el imperialismo cartaginés chocó con un imperialismo emergente, el de Roma, una pequeña república que había conseguido dominar toda la península italiana. Cartagineses y romanos se enfrentaron por el control del Mediterráneo Occidental en las guerras púnicas. Al ser derrotados los cartagineses en la 1ª Guerra Púnica y expulsados de Sicilia, los Barca –una familia de generales cartagineses- decidieron utilizar la península y las Baleares como plataforma para luchar contra Roma. Así, se produce ocupación militar del sur y este (Amílcar, Asdrúbal) y del interior (Aníbal) -con el Ebro como límite- y la explotación de los recursos materiales y humanos (mercenarios para su ejército) como medio para un segundo enfrentamiento con Roma (2ª Guerra Púnica). 12 2.3. CONQUISTA Y ROMANIZACIÓN: LA PERVIVENCIA DEL LEGADO CULTURAL ROMANO EN LA CULTURA HISPÁNICA. A) LA CONQUISTA La conquista romana de Hispania se inició en el S. III a.C. (218 a.C) y concluyó en el S. I a.C. (19 a.C.). Fue un proceso largo y complejo en el que se distinguen tres fases principales: 1ª etapa. Conquista del este y sur de la península: zona mediterránea y del valle del Guadalquivir y Ebro (218181 a. C.). El inicio de la conquista se produjo como consecuencia del enfrentamiento entre Roma y Cartago. Ambas potencias habían suscrito el Tratado del Ebro (el Ebro delimitaba las dos zonas de influencia) que fue roto con el sitio de Sagunto por el general cartaginés Aníbal. Sagunto era una ciudad ibérica aliada de Roma aunque situada en la zona de hegemonía cartaginesa. Mientras Aníbal atacaba Roma a través del sur de Francia y los Alpes1, los ejércitos romanos al mando de Publio Cornelio Escipión, el Africano, contraatacaban desembarcando en Emporion, expulsando a los cartagineses de la península y apoderándose de la costa mediterránea y el valle del Guadalquivir. Una vez derrotados los cartagineses, los romanos atraídos por la riqueza en metales y materias primas de la península decidieron ocuparla. En el 197 a.C. los territorios conquistados fueron divididos en dos provincias: Ulterior y Citerior. Posteriormente, el cónsul Catón (194) dominó el valle del Ebro y Sempronio Graco inició la penetración hacia la Meseta. Los romanos habían conquistado sin grandes dificultades (mediante pactos contra los cartagineses) las zonas que habían vivido en contacto con los colonizadores. La resistencia indígena fue escasa en esta primera etapa. 2ª etapa. Penetración en la Meseta: conquista del centro y oeste (181-133 a.C.). En su avance por la Meseta, los romanos se encontraron con la resistencia de los pueblos indígenas de esta zona que utilizaron la guerra de guerrillas como estrategia. Los dos conflictos principales fueron: - Las guerras lusitanas. Los lusitanos, que contaban con un gran caudillo llamado Viriato, mantuvieron su lucha contra Roma desde el 155 a.C. hasta el 136 a.C. El asesinato de éste mediante una traición (Roma sobornó a sus embajadores para que le dieran muerte mientras dormía) acabaría con la resistencia lusitana. - Las guerras celtíberas. El símbolo de la resistencia frente a Roma fue la lucha feroz de la ciudad celtibérica de Numancia hasta su rendición en el 133 a.C. 1 Aníbal fue uno de los generales más famosos de la Antigüedad. Durante la 2ª guerra púnica llevó a cabo una audaz hazaña bélica: desde Hispania llegó a Italia atravesando los Pirineos y los Alpes con su ejército en que habían elefantes de guerra. En Italia derrotó a los romanos en grandes batallas campales como la del lago Trasimeno y Cannas, que aún se estudia en las academias militares. Sin embargo, Aníbal no llegó a tomar Roma aunque logró mantener un ejército en Italia durante más de una década. Tras la derrota cartaginesa en Hispania y el avance romano por el Norte de África, en Cartago se impuso el partido oligárquico contrario a los Barca y partidario de una negociación con Roma. Aníbal se encontró aislado en Italia y sin recibir refuerzos, por lo que decidió volver al norte de África a reforzar el ejército cartaginés pero fue derrotado por las tropas romanas al mando de Publio Cornelio Escipión El Africano en la batalla de Zama. Aníbal, perseguido por los romanos, terminó huyendo y luchando contra ellos en Asia. En la 3ª guerra púnica, Roma destruye Cartago y se convierte en la única potencia mediterránea. 13 Del 133 al 31 a. C. la República Romana vivió un periodo de guerras civiles que también llegaron a la Península donde se producen enfrentamientos bélicos entre los partidarios de Pompeyo y Cesar. Las guerras frenaron el avance romano, con la excepción de la conquista de Baleares en el 123 a.C., pero facilitaron el proceso de romanización. 3ª etapa. Conquista del norte peninsular (29-19 a.C.). Guerras astur-cántabras. El fin de la conquista se produce en tiempos de Augusto, primer emperador romano, que pretendió acabar con las guerras de conquista estableciendo unos límites naturales en el Imperio Romano (aquí el mar Cantábrico). Los pueblos del norte fueron derrotados en una amplia operación militar dirigida personalmente por Augusto que duraría diez años (las guerras cántabras). El 19 a.C., el emperador dio por concluida la conquista de Hispania. B) LA ROMANIZACIÓN Paralelamente a la conquista y, sobre todo, durante el Alto Imperio (S. I y II ) se produce la romanización: el proceso de integración de los pueblos indígenas prerromanos en las estructuras (económicas, sociales, políticas y culturales). Es un proceso lento que no afectó por igual a todos los pueblos de Hispania. Las regiones del sur y este (iberos) adoptaron pronto y completamente las formas de vida romanas. Las regiones centrales se romanizaron lentamente. Los pueblos del norte del norte (cántabros, astures y vascones) apenas modificaron sus formas de vida. La romanización se produce a través de tres instrumentos principales: - - - El ejército que extiende la mentalidad romana y las estructuras de poder. Además, muchos indígenas entraron como soldados en el ejército romano lo que les daba acceso a la ciudadanía y a la propiedad de tierras al jubilarse. La civitas o ciudad fue la unidad administrativa básica y el principal instrumento de romanización. Los romanos crearon nuevas ciudades (colonias), donde asentaron a los veteranos del ejército, y fueron convirtiendo las ciudades indígenas en ciudades romanas –con derecho al autogobierno- a medida que éstas se romanizaban. Las calzadas que cruzan Hispania y la unen a Roma. Destacan: la Vía Augusta (desde los Pirineos a Gades e Hispalis), la Vía de la Plata (de Astúrica Augusta a Gades pasando por Emérita Augusta) y la diagonal que unía a Emerita Augusta Caesar Augusta. La red de calzadas permite transmitir órdenes y fomenta el desarrollo económico, ya que su principal finalidad es comunicar las zonas mineras con los puertos por donde se exportan a Roma los metales y las materias primas de la península. La romanización presenta diversos aspectos: Económico. Se desarrolló una economía comercial, monetaria y esclavista. La pertenencia al Imperio Romano estimuló el desarrollo económico de Hispania pero como una economía colonial en beneficio de Roma. Hispania se que se especializó en la producción de materias primas: minerales, la trilogía mediterránea (trigo, vid y especialmente el olivo), salazones y garum (salsa de pescado). Social. Se impuso el modelo social romano- la sociedad esclavista- en la que la principal división se produce entre hombres libres, esclavos (éstos son la mano de obra principal) y libertos. La familia patriarcal es la célula básica de la sociedad ya que a través de ella se transmite la propiedad privada y la situación legal de los hombres libres: los ciudadanos romanos tienen todos los derechos sociales y políticos pero sólo la oligarquía tiene acceso a los ordines (decurional, ecuestre y senatorial) que les permiten ocupar cargos de distinta categoría; los no ciudadanos carecen de derechos políticos. La población indígena fue recibiendo el derecho de ciudadanía a medida que se romanizaba pero sólo algunas familias ricas de la Baetica tuvieron acceso al orden senatorial que permitía ocupar los altos cargos del imperio. Político. Se impuso del sistema administrativo romano. El territorio se dividió en provincias dirigidas por pretores y cuestores. Desde los primeros años de presencia romana se establecieron dos provincias: la Citerior (cercana), al norte y este, y la Ulterior (lejana). En el 25 a.C., cuando casi estaba finalizada la conquista, el emperador Augusto dividió Hispania en tres provincias: Baetica, Lusitania y Tarraconensis. 14 En el 298, Diocleciano subdividió la Tarraconensis en tres (Tarraconensis, Cartaginensis y Gallaecia) para un mejor control. División provincial tras la 2ª guerra púnica (S. III a.C.) División provincial de Augusto (S. I a.C.) División provincial de Diocleciano (S. III) Las provincias se subdividían en conventus jurídicos para la mejor administración de la justicia. La unidad administrativa inferior era la civitas. Aquellas que tenían el estatuto jurídico de de colonia o municipium se gobernaban al igual que Roma mediante una curia o consejo y magistrados, que se encargaban del gobierno municipal. Los magistrados eran elegidas y ocupaban el cargo durante un año de forma colegiada. Las magistraturas eran desempeñadas por las familias más ricas del municipio ya tenían la obligación de contribuir a la financiación de las obras públicas y espectáculos. Cultural. EL LEGADO CULTURAL La romanización supuso la adopción de muchos elementos de la cultura romana, muchos de los cuales han pervivido en gran parte hasta nuestros días. Estos elementos son fundamentalmente: - El latín vulgar fue eliminando a las lenguas indígenas prerromanas (excepto el euskera). El latín culto o literario fue utilizado por intelectuales, hijos de las clases elevados, que contaron con pedagogos privados o eran enviados a estudiar a Roma. El latín es la base principal de los idiomas romances (castellano, gallego, catalán) que surgieron entre los siglos VII y XII. - El derecho romano (leyes, concepción del estado...) servía para regular la convivencia en una sociedad más compleja que la prerromana y las relaciones entre el Estado y sus súbditos. El derecho romano es la base del derecho actual. - La religión. El Imperio Romano permitió la libertad religiosa a cambio de imponer el culto al emperador como elemento de cohesión. Las religiones de los pueblos prerromanos –culto a los elementos de la naturaleza-fueron respetadas pero poco a poco sus dioses se confundieron con la religión politeísta romana (Júpiter, Saturno)- que era una adaptación de la mitología griega-. También llegaron los cultos orientales. La tolerancia se termina con la llegada del cristianismo: una religión monoteísta que rechazaba el culto al emperador lo que motivó la persecución por parte del Estado romano. Por ello, el cristianismo empieza a difundirse de forma clandestina. La crisis que vive el Imperio Romano en el S. III contribuye a la expansión entre todas las clases sociales de una religión que trae un mensaje esperanzador (promete la salvación) hasta terminar llevando a una alianza entre el Estado romano y la Iglesia. En el Edicto de Milán (313), promulgado por el emperador Constantino, el cristianismo es legalizado y protegido por el Estado; finalmente el emperador Teodosio, de origen hispano, lo convirtió en religión oficial prohibiendo todas las demás. La Iglesia católica se empezó organizar siguiendo el modelo administrativo romano (provincias y diócesis) y suplió el vacío de poder de la administración romana. Los altos cargos eclesiásticos (arzobispos y obispos) entraron a formar parte del grupo privilegiado de la sociedad (los honestiores o grandes latifundistas). En un momento de ruralización es la única institución que mantiene un cierto nivel cultural. La cultura romana de los últimos siglos del Imperio se vuelve cristiana. El cristianismo se difunde lenta y tardíamente en Hispania (las leyendas medievales que hablan de la presencia de los apóstoles en Hispania, como la de Santiago, no se han confirmado científicamente). Su llegada a la península desde el Norte de África se sitúa a mediados del S. II. Los primeros núcleos organizados (diócesis dirigidas por obispos) son del S. III y se localizan en áreas urbanas. De esta época tenemos noticias de 15 mártires y concilios. El Edicto de Milán sirvió de estímulo a la nueva religión. La figura más destaca de la iglesia hispana es el obispo de Cordoba, Osio, que intervino en el Concilio de Nicea (325). La religión cristiana es el tercer elemento que ha pervivido hasta nuestros días a causa de la romanización. - Las obras públicas que expresan el carácter utilitario de la cultura romana. La arquitectura y la ingeniería son una de sus principales aportaciones. Las ciudades se comunicaban a través de una red de calzadas (como la Vía Augusta y la Vía de la Plata) que facilitaban el desplazamiento de las legiones, de los funcionarios y el comercio; también fueron dotadas de puentes (como el de Alcántara), acueductos (como el de Segovia), puertos, faros (como el de Hércules en La Coruña), murallas (como las de Lugo y Astorga) que se han mantenido hasta nuestros días –en muchos casos en uso-. En las ciudades hispanas, que trataban de imitar a Roma, se construyeron numerosos edificios recreativos (teatro de Mérida, anfiteatro de Tarraco.), conmemorativos (arco de Bará), religiosos (templo de Vic.) o administrativos que han sobrevivido hasta hoy día. El desarrollo cultural no fue igual en todas las provincias del Imperio. La región más romanizada fue la Bética de la que salieron varios emperadores (Trajano, Adriano) y figuras intelectuales pertenecientes a la clase senatorial, como los cordobeses Séneca, filósofo estoico y su sobrino Lucano, gran poeta épico, autor de la Farsalia, donde relata las guerras entre César y Pompeyo. La Tarraconensis también aportó figuras importantes como los escritores Marcial -de Bílbilis (Calatayud)- poeta satírico que analiza la sociedad en sus Epigramas y Quintiliano – de Calagurris (Calahorra) que dejó una obra fundamental en la formación del orador, Institutiones oratoriae. 2.4. LAS INVASIONES BÁRBARAS. EL REINO VISIGODO: INSTITUCIONES Y CULTURA El Imperio romano entró en una profunda crisis en el S. III que se prolongó durante los dos siglos siguientes (Bajo Imperio). Las bases sobre las que se había asentado la prosperidad del Imperio se vinieron abajo. El alto precio de los esclavos (pocas guerras) y los ataques de los pueblos bárbaros en las fronteras, que obligan a extremar los gastos militares, provocan una crisis económica. El Estado romano agravará la crisis al aumentar los impuestos a los ciudadanos que, arruinados, empiezan a emigrar al campo (ruralización) para ponerse bajo la protección de un latifundista (encomendación) convirtiéndose en colonos. Los latifundistas se convierten en auténticos reyes que no pagan tributos al estado. El Imperio se verá obligado a reclutar mercenarios bárbaros que empiezan a asentarse poco a poco dentro de las fronteras. Estas circunstancias favorecieron las invasiones. En el S. V. las invasiones de pueblos bárbaros, en su mayoría germánicos, acabaron con el Imperio Romano de Occidente. El Imperio Romano de Oriente, en mejor situación económica, resiste a los ataques y sobrevive como Imperio Bizantino. A) Las invasiones bárbaras En el 409, irrumpieron en Hispania los suevos, alanos y vándalos y se instalaron en el oeste, centro y sur de la Península respectivamente. Otro pueblo germánico más romanizado, los visigodos, intervienen como aliados (foedus) de Roma frente a los anteriores. En el 415 los visigodos entran en la península, derrotan a los alanos y parte de los vándalos, arrinconan a los suevos en Gallaecia (Galicia) y devuelven al imperio romano el control de las provincias más romanizadas. Los vándalos se trasladan al norte de África y los alanos fueron absorbidos por la población hispanorromana. En el 418, Roma permite a los visigodos crear un reino en el Sur de la Galia (reino visigodo de Tolosa) con una dependencia ficticia de Roma. En el 476 es destronado el último emperador romano y el reino visigodo es ya completamente independiente. En el 507, los visigodos son derrotados por los francos (batalla 16 de Vouillé), abandonan la Galia y se trasladan a Hispania. Aquí se asentaron –casi exclusivamente- la zona oriental de la Meseta y crearon un reino con capital en Toledo que duraría tres siglos –desde el 507 hasta la invasión musulmana de la península en el 711. B) El reino visigodo: instituciones y cultura Los visigodos, después de un periodo de dificultades, terminaron creando el primer Estado políticamente independiente y unificado de la Península. Desde el 507 hasta el reinado de Leovigildo existían varios problemas que les impedían ejercer un dominio efectivo sobre toda la península: - Luchas internas entre nobles visigodos. - El escaso peso demográfico de los visigodos (10.000 godos frente a 4 millones de hispanorromanos). - La separación entre la minoría visigoda de religión arriana2 y la hispanorromana de religión católica. Los matrimonios mixtos fueron prohibidos y tenían códigos de leyes y costumbres distintas. - El rechazo de la población de la Bética, la región más rica y romanizada, donde la jerarquía eclesiástica y la aristocracia terrateniente tenían más fuerza. - La existencia de dos reinos independientes: el suevo -en el noreste- y el imperio bizantino3 en el sureste. - Las sublevaciones de los vascones. Pero, el reino de Toledo se consolida en la segunda mitad del siglo VI y en la primera mitad del VII. A ello contribuyeron algunos reyes, que lucharon por la unificación territorial, jurídica, social y religiosa. El rey Leovigildo (568-586) consiguió: - - - La casi unificación territorial al acabar con los suevos, reducir el territorio bizantino y derrotar a los vascones y cántabros aunque no pudo someterlos. El fortalecimiento del poder real: impuso una administración sobre el territorio y trató convertir la monarquía en hereditaria. La unificación social y religiosa fracasó porque, aunque levantó la prohibición de los matrimonios mixto, pretendió imponer el arrianismo a una población mayoritariamente católica. Esto desencadenó una rebelión dirigida por su hijo Hermenegildo que se había convertido al catolicismo y contaba con el apoyo de los nobles de la Baetica. Su hijo Recaredo (586-601) se convirtió, junto con su corte, al catolicismo en el III Concilio de Toledo, lo que impulsó la unidad religiosa y facilitó la fusión social con los hispanorromanos. El rey Suintila expulsa a los bizantinos de sus últimos reductos. El rey Recesvinto (649-672) recopiló un código de leyes único para todo el reino - el llamado Fuero Juzgo o Liber Iudiciorum. La organización política de los visigodos se basaba en el derecho germánico. Las principales instituciones fueron: 2 La mayoría de los pueblos germánicos se habían convertido al cristianismo antes de invadir el Imperio Romano. Los visigodos fueron cristianizados por el obispo Ulfilas en el siglo IV pero en la corriente arriana que la Iglesia consideraba herética. El arrianismo, difundido por el teólogo de Alejandría llamado Arrio, negaba la naturaleza divina de Jesucristo, al que consideraba un hombre elegido por Dios. 3 El Imperio bizantino es el nombre que recibe el imperio romano de Oriente (su capital era Constantinopla o Bizancio). El imperio bizantino resistió a las invasiones bárbaras gracias a su mayor nivel de desarrollo y riqueza. En el S. VI a.C. el emperador bizantino Justiniano intentó reconstruir el imperio romano conquistando territorios occidentales (gran parte de Italia, del norte de África y sureste de España. El proyecto terminó fracasando. 17 - La monarquía visigoda era electiva: siguiendo la tradición germánica, el rey era elegido por una Asamblea de las principales personalidades del reino. - El rey era auxiliado por el Aula Regia: una asamblea consultiva formada por la alta nobleza y los colaboradores del rey que formaban parte del Officium Palatino (personajes que estaban al frente de diferentes servicios como los que administraba el palacio o el tesoro real, los duques y los condes que gobernaban las provincias y ciudades y los gardingos o jefes militares). - Después de la conversión de Recaredo al catolicismo, los Concilios de Toledo – asambleas en principio religiosas- se convirtieron en el principal organismo legislativo. En ellos participaban el rey, el Aula Regia y el clero. También intervenían en la elección o destronamiento de los reyes. El Estado visigodo fue siempre un reino débil con una constante inestabilidad política que explica su rápido derrumbamiento tras la invasión musulmana: - El carácter electivo de la monarquía daba lugar a constantes luchas entre bandos nobiliarios que, muy a menudo, desembocaban en el asesinato del monarca para situar en su lugar a otro. Algunos reyes visigodos intentaron imponer –siguiendo el derecho romano- una monarquía hereditaria para fortalecer el poder real pero la nobleza y la iglesia lo impidieron con constantes sublevaciones. - Los Concilios de Toledo, símbolo de la alianza entre la monarquía y la iglesia, contribuyeron a la inestabilidad y a la debilidad de la monarquía al actuar siempre a favor de los intereses nobiliarios y en contra del fortalecimiento del poder del estado, destronando a reyes fuertes e imponiendo a los débiles. - La situación económica y social de profunda ruralización impedía la formación de un estado fuerte. La economía era atrasada y autosuficiente –sólo existía un comercio de lujo para la aristocracia en manos de los judíos; las ciudades estaban en decadencia y la mayoría de la población vivía en el campo, donde dominaba una minoría de nobles y eclesiásticos de los que dependían los campesinos. Entre los nobles existían vínculos de dependencia y fidelidad. El poder de “de hecho” había pasado a manos de nobles y eclesiásticos que daban protección y sustento a sus vasallos. Durante la segunda mitad del siglo VII, las luchas entre el rey y los nobles se intensificaron. Estas luchas nobiliarias facilitaron la invasión musulmana en el año 711, lo que provocó el final del reino visigodo. En la Hispania visigoda la cultura estuvo vinculada a la Iglesia Católica, la única institución que conservó la cultura romana. La figura intelectual más destacada fue San Isidoro, arzobispo de Sevilla, que escribió “Las Etimologías”, obra en la que recopila los conocimientos de la época por lo que se le considera la primera enciclopedia. Él objetivo de la obra era dar para dar un mínimo de formación a los clérigos lo que refleja el bajo nivel cultural de la época. El arte, inspirado en el arte bizantino y romano, lo forman pequeñas iglesias rurales, hechas con materiales reutilizados, (San Juan de Baños en Zamora, San Pedro de la Nave en Palencia, etc.) cuya principal originalidad es el empleo del arco de herradura que heredaría el arte islámico. La orfebrería, herencia de las tradiciones germánicas, alcanzó un gran desarrollo dejando como ejemplo el Tesoro de Guarrazar en Toledo compuesto por coronas reales, cruces, hebillas, anillos,.. de oro y cobre con incrustaciones de piedras preciosas. San Juan de Baños (Palencia) Tesoro de Guarrazar (corona de Recesvinto) Fíbula de Alovera (Guadalajara) 18