Javier Rodríguez Pardo - Secretaría de Ambiente y Desarrollo

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La Patagonia en el Nuevo Orden Global.
Por Javier Rodríguez Pardo
Movimiento Antinuclear del Chubut (MACH)
Sistemas Ecológicos Patagónicos (SEPA)
El discurso dominante de desarrollo sostenible es el nuevo método de sometimiento en
los países pobres lavándole la cara a un planeta agotado mediante un uso mas racional de
los recursos naturales. La globalización es la gran falacia que digita el primer mundo
para mantener el actual orden económico. El mundo unificado (no globalizado) obliga a
los sometidos a participar de un modelo que los hipotecara para siempre.
Esta dualidad, NORTE-SUR, la comenzamos a enunciar en el foro ambiental de CTERA
en Bariloche con la ponencia de PATAGONIA INTANGIBLE en franca oposición al
pensamiento de Laurence Summers, economista responsable del Banco Mundial para
quien “la medición de los costos de la polución perjudicial a la salud depende de los
beneficios que se pierden con una mayor mortalidad. Teniendo en cuenta este
punto de vista- explicó Summers- una cantidad de polución perjudicial a la salud
debería ser generada en los países con menores costos, que tienen menores salarios.
Pienso que la lógica económica que hay detrás de la transferencia de un
cargamento de basura tóxica a un país de menores salarios es impecable y
deberíamos tenerla en cuenta.”
El aun no descartado basurero nuclear en Gastre, la planta de aluminio de Aluar en
Puerto Madryn y su réplica proyectada en la provincia de Santa Cruz, la construcción de
reactores nucleares en Pilcaniyeu, la explotación de la mina de uranio de Cerro Cóndor
en Chubut, la eventual planta de soda solvay en San Antonio Oeste, la depredación
ictícola del mar continental argentino extinguiendo uno de los caladeros más importantes
del mundo, el sistemático saqueo de los bosques nativos agotando su biodiversidad al
sur del paralelo 40, enajenando además su condición de sumideros de dióxidos de
carbono, aceptando que los poderosos países industrializados continúen contaminando.
El plan de la corporación Trillium arrasando con los bosques de lenga en Tierra del
Fuego, son apenas patéticos ejemplos de un destino patagónico de desierto insostenible,
frente a un Norte desarrollado, pleno de bienestar, dilapidación, consumismo y derroche.
En la Patagonia, nuestro diagnóstico nos obliga a proponer un proyecto de educación
que sea vehículo de freno a los embates del poder mundial, que permita crear una nueva
conciencia Norte-Sur con equidad y que genere un desarrollo realmente sostenible con
propuestas de ecología social, reduciendo el despilfarro del Norte y evitando que la
región patagónica se convierta en la gran cloaca del planeta.
La inviabilidad del actual modelo exige formular con urgencia la alternativa superadora
y el rechazo a las imposiciones del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y
el GATT que someten y profundizan la desigualdad y la pobreza.
Ø El caso del basurero nuclear:
La imposición de un basurero nuclear en la Patagonia tiene varios antecedentes.
Fue en 1986 cuando la Comisión Nacional de Energía Atómica de Argentina (CNEA)
anunció la conclusión de los estudios de prefactibilidad de Sierra del Medio, a 60 kms. al
este de Gastre, con el fin de iniciar la construcción del primer repositorio nuclear de
desechos radiactivos de alta actividad, en el mundo. Y ese mismo año, Elías Palacios,
gerente de radiología de la CNEA afirmó que “se contempla la posibilidad de
arrendar el repositorio a otras naciones”. Lo manifestó en la ciudad de Trelew, en el
Teatro español, ante muy escasa presencia de chubutenses y a la espera de que el
presidente Raúl Alfonsín firme la puesta en marcha del proyecto. Pero meses después
una espectacular movilización popular, actos, marchas y debates, echaron por tierra los
esfuerzos de la Comisión de Energía Atómica por imponerlo dando origen al
Movimiento Antinuclear del Chubut (MACH) y a 16 años de ininterrumpida lucha en
todo el país y en el extranjero.
La necesidad de los países industrializados de contar con un lugar seguro de
emplazamiento definitivo de los desechos radiactivos de alta actividad se hace
indispensable. Pero no causó sorpresa que fuera el propio país, Argentina, quien
ofreciera sus instalaciones para la basura radiactiva del primer mundo. Los primeros días
de abril de 1979 Argentina ofreció oficialmente a Suiza tramitabas respecto a un
contrato de Estado para la deposición de residuos radiactivos suizos en un lugar del sur
argentino. Eduardo Kiener, director de la Oficina Federal de Energía, quien recibió a la
delegación argentina en Berna, se pronunció luego de consultar al Consejo Federal que
examinó el paquete de propuestas. Suiza rechazo la oferta porque Argentina estaba
gobernada por un gobierno defacto y con los residuos de alta actividad (léase plutonio)
se hacen bombas nucleares. A 55 años de Hiroshima y Nagasaki, el planeta no tiene aún
donde dejar la escoria radiactiva que fabrican sus centrales nucleares. Hasta la fecha
fracasaron todos los programas de gestión final de residuos radiactivos. Y aún se estudia
cómo, dónde y cuándo. A pesar de que la roca granítica de Sierra del Medio no reunía
las condiciones de seguridad requeridas, la CNEA continua con esa idea porque un
sistema de barreras múltiples aislarían los radionucleidos de la biosfera. Sin embargo
son llamativos los documentos de la CNEA al respecto: “Se trata de retardar la corrosión
de los contenedores porque tarde o temprano se van a abrir”.
¿En qué momento de los 250.000 años que vive el Plutonio?
Los fracasos por contar con un sitio final para estos residuos determinó que empresas
como la Pechiney francesa le ofrecieran a la CNEA una suma superior a los 30.000
millones de dólares a pagar en 10 años construyendo y regenteando el basurero de
Gastre.
El poderoso mundo globalizado aplica, inexcrupulosamente, el pretexto de la lógica
económica enviándonos cargamentos de basura tóxica. “Los países subdesarrollados explicaba no hace mucho el Banco Mundial- se benefician con “tecnologías de punta”
que crea e impulsa el mundo desarrollado, es lógico –entonces- que sean receptores por
lo menos de los problemas que esto ocasiona”. Además Argentina intenta vender
reactores fabricados en Pilcaniyeu, Río Negro, a escasos 70Kms. de Bariloche y –
curiosamente- enfrente de Sierra del Medio y Gastre y la propuesta nuclear de este país,
hoy en democracia, sigue siendo de absoluta dependencia, pues nos haríamos cargo de la
basura radiactiva que los reactores generan en los países compradores. Igual ocurrió con
la ley 23.387 y la media sanción aprobada en la Cámara de Diputados el 28 de
Septiembre de 1988 aceptando la gestión y eliminación de desechos radiactivos
provenientes de China y Yugoslavia.
Es que no solo el flagelo de los residuos radiactivos pone en ridículo a la Declaración de
Estocolmo (“Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Ambiente)
cuyo primer principio establece que “El hombre posee un derecho fundamental a la
libertad, a la igualdad y a las condiciones de vida de dignidad y bienestar”.
Debemos admitir que la relación Norte-Sur pone en dominantes a unos y dominados a
los otros.
Fracasaron hasta hoy todos los programas en el mundo sobre gestión de residuos
radiactivos, no obstante convivimos con ellos y no dejamos de emitir ni de fabricarlos.
Estados Unidos no tiene aún Repositorio de residuos radiactivos de alta actividad.
Diez años atrás la puesta en marcha de una ley de emplazamientos recomendó la
selección de un único sitio a diferencia del plan anterior que proponía seleccionar tres,
que estaría situado en la montaña de Yucca (Nevada) y prevista su entrada en
operaciones hacia el año 2003. Ahora está en revisión también, de igual modo que la
deposición de los residuos de baja actividad que se evacuaban en aguas marinas hasta
que las moratorias de la Convención de Londres de 1984 y 1987 prohibieran este
sistema, habitual para el primer mundo, los océanos.
Alemania no tiene aún Repositorio de residuos radiactivos de alta actividad. Los
residuos de baja y media actividad fueron almacenados en la mina de sal de Asse hasta
1978. Actualmente se mantienen de forma temporal en las propias centrales nucleares.
Hasta la entrada en operación de la instalación de almacenamiento de Konrad, una
antigua mina seca de mineral de hierro, que preocupa a nuestro Movimiento Antinuclear
del Chubut por cuanto una mina similar de hierro, en Sierra Grande, límite con Chubut y
con salida al mar, está en la mira de la CNEA. En cuanto a los residuos de alta actividad,
Alemania los vitrifica y los pone en formaciones geológicas profundas de sal, en
Gorleben.
Hubo otros emplazamientos paralizados debido a sentencias judiciales. En realidad,
nadie quiere vivir cerca de esta escoria.
Inglaterra no tiene Repositorio de residuos de radiactivos de alta actividad. Los de
baja y media actividad don almacenados en una especie de trincheras poco profundas.
Inglaterra utiliza el reprocesado o reciclaje del combustible gastado. Los residuos de alta
actividad serán vitrificados y almacenados temporalmente al menos durante 50 años
hasta encontrar una respuesta más definitiva.
Suecia no tiene Repositorio de residuos radiactivos de alta actividad. En 1980 el
parlamento sueco decidió que los doce reactores en funcionamiento paren
definitivamente en el año 2010. Suecia estudia crear un emplazamiento final en rocas
graníticas profundas. Desde 1983 cuenta con piletones temporarios para el combustible
irradiado.
Suiza no tiene Repositorio de residuos radiactivos de alta actividad. Cabe destacar
que este país se planteó la reelaboración, reciclaje de residuos, fijando contratos con
empresas francesas e inglesas, devolviéndoles los residuos de alta actividad.
Posee más de 1000 m3, más de 40 años de energía nucleoeléctrica., Que serán
vitrificados y colocados en rocas graníticas a 1800 metros de profundidad. Por ahora lo
único que tiene es el laboratorio experimental de Grimsel, excavado en granito para
analizar el comportamiento de estas rocas en presencia de fuentes radiactivas de alta
actividad.
Francia no tiene Repositorio de residuos radiactivos de alta actividad. Recicla todo
su combustible quemado y ha seleccionado 4 posibles sitios definitivos en formaciones
salinas, arcilla, en pizarra y en granito. También espera algún ofrecimiento mejor.
Bélgica no tiene Repositorio de residuos radiactivos de alta actividad y posee casi 70%
de su energía de esa fuente. En 1983 su parlamento no tuvo más remedio que apostar a
reciclar todo su combustible gastado como política de largo plazo. Mientras, estudia en
formaciones de arcilla la posibilidad futura de albergar residuos de alta actividad. El
proyecto lo financia la Comunidad Europea. Los residuos de baja y media actividad se
venían arrojando, como casi todos los países, en fosas oceánicas.
Canadá no tiene Repositorio de residuos radiactivos de alta actividad. Después de
muchos vaivenes con almacenamientos temporarios en piletones, bóvedas secas
contenedores de hormigón y metálicos, desecharon distintas opciones y finalmente
decidieron almacenarlo en las propias centrales al vencer su vida útil. En las centrales
clausuradas de Gentilly 1 y Douglas Point hay más de 50 contenedores de hormigón.
Canadá no tiene aún decidido el emplazamiento geológico que según explica será en
afloramientos graníticos. Mientras tanto espera los resultados en otros países.
Japón no tiene Repositorio de residuos radiactivos de alta actividad. En nuestra
opinión es el caso más grave del planeta, Al tener escasas reservas de energía, vive
importando carbón, gas, petróleo y uranio. En consecuencia se volcó plenamente a la
energía nuclear. El combustible gastado lo reprocesa en Inglaterra y en Francia. Es
frecuente observar patéticas naves surcando los océanos llevando los residuos a reciclar.
Mientras tanto sus centrales almacenan en piletones los residuos de alta actividad hasta
ser enviados a reprocesar al extranjero y en cada caso necesita la aprobación del
Congreso de los Estados Unidos. Los residuos radiactivos de alta actividad esperan turno
en algún lugar del planeta o estarán en las propias centrales decomisadas al caducar su
vida útil.
Todos estos casos conforman los nueve países con mayor caudal de residuos radiactivos
y en ninguno de ellos existe un repositorio o basurero nuclear definitivo.
Todas las investigaciones hasta la fecha apuntan al nuevo orden globalizado cuyo poder
exige una solución solidaria de los países pobres que además se benefician con esta
tecnología de punta. El Banco Mundial sostiene que Asia, Africa y Sudamérica podrían
disponer de tres repositores de desechos radiactivos que den respuestas a este “problema
en común”.
No figuran en este análisis Rusia, China y otras naciones nuclearizadas con respecto a la
gestión final de los residuos radiactivos. Pero precisamente no se destacan por estar a la
vanguardia de una solución.
En 1991 había 423 reactores nucleares en 24 países del mundo, con una capacidad
instalada de 326 Gwe. Al concluir el año 2000 la cantidad acumulada de residuos
radiactivos de alta actividad pasará el millón de metros cúbicos. Para esta cifra no hay
basurero que los contenga. De manera que el principio vital para que sobreviva el
planeta consiste en dejar de fabricar esta escoria abandonando la producción de energía
nucleoeléctrica y creando las alternativas adecuadas, que en algunos países ya está en
marcha.
Ø La Planta de Aluminio de Aluar en Puerto Madryn
Es tal vez el negocio más inmoral instalado en la Patagonia y convertido en el mayor
genocidio industrial del país. Aluar nace durante la presidencia del general Onganía pero
el convenio se firma días después del cordobazo. Se abren y se anulan licitaciones con la
misma facilidad con que se nombran y se derrocan presidentes.
El complejo hidroeléctrico de Futaleufú, el puerto y la planta componen un tratado de
corrupción que se extiende al Congreso Nacional durante el gobierno de Perón y de
Isabel Perón, creándose una Comisión Bicameral para investigar el contrato de Aluar y
sus antecedentes. Lo cierto es que “de cada cien pesos aportados para la formación del
capital de la empresa adjudicatoria, 80 son impuestos diferidos, 4.62 son impuestos
condonados y 15.38 son aportes del propio inversionista. Es decir que 84 pesos con 62
centavos de cada cien son aportados por el Estado para formar el capital de la empresa
privada que tuvo a su cargo la construcción y explotación de la planta de aluminio. De
esa cantidad 4.62 no volverán jamás al erario público y 80 pesos retornan en 8 cuotas
anuales, con varios años de gracia, en dinero depreciado por la inflación, sin interés
(Hipólito Solari Yrigoyen, “El Escándalo Aluar”). Desde entonces a la fecha funciona
esta planta a orillas del Golfo Nuevo con tecnología de segunda clase, polucionando con
gases venenosos el ecosistema del noreste del Chubut y los pulmones de habitantes y
obreros de la fabrica que como se ve, el 85% fue costeada por el pueblo argentino.
“La producción de una tonelada de aluminio genera de 2 a 3 mil m3 de gases residuales,
con monóxido de carbono, partículas de carbón y alquitranes, polvo de alúmina, ácido
fluorhídrico y fluoruros gaseosos y en partículas (“El escándalo Aluar” y Jones H.R.:
“Pollution Control in the Nonferrous Metals Industry”). “Para las celdas de ánodos
precocidos (caso Aluar) se calcula un factor de emisión de 63 libras de flúor por
tonelada de aluminio... La exposición a los fluoruros atmosféricos y a las sustancias
volátiles provenientes del alquitrán de hulla en las salas de cubas (electrólisis de Aluar)
es el mayor riesgo potencial específico de la industria del aluminio primario... En cuanto
a la vegetación y los cultivos, el exceso de flúor provoca lesiones en las hojas, que
tardan en aparecer, pero luego evolucionan rápidamente y provocan la muerte del
follaje... Se ha notado mayor acumulación de flúor en zonas de poca precipitación
pluvial y en vegetales de crecimiento lento, características ambas que se dan en Puerto
Madryn.”
Durante muchos años la población de Chubut denunció la operatoria de esta planta con
sus cubas abiertas aunque en los pliegos de la licitación se anunciaban herméticas y con
equipo de eliminación de gases a tiraje forzado. Hasta hace unos años las celdas eran
abiertas y sin tiraje forzado para los gases, con un daño aún hoy incalculable para la
población, fauna y flora del Chubut y sureste de Río Negro. En realidad, se adjudicó la
planta a la proponente que ocupaba el último lugar con tecnología italiana inferior a la
que la propia fábrica Montedison emplea en su país.
El Movimiento Antinuclear del Chubut recibió incontables denuncias y preocupaciones,
en la mayoría de los casos de ciudadanos que directa o indirectamente a través de un
familiar o conocido sufren las consecuencias de la tremenda contaminación cancerígena
de Aluar. El silencio y el soborno son la moneda corriente en funcionarios, médicos y
abogados que no institucionalizan el problema de Aluar por miedo o simple corrupción
pero de manera corriente y constante es diálogo frecuente la contaminación de Aluar, o
la referencia a diagnósticos que pueblan de niños hospitales del Chubut y de Buenos
Aires.
La misma nube de humo plomizo que empaña el cielo de Puerto Madryn y esmerila
vidrios y ventanas de la propia fábrica, estuvo presente sobre la fábrica de aluminio en
Nadvoitsi, en Rusia, que no por casualidad se eligió de 14000 habitantes. Los obreros
morían prematuramente de afecciones cardíacas y respiratorias, y de cáncer. Se
denunciaron tres veces más abortos y 16 veces más casos de malformaciones congénitas
que en otra ciudad situada en las cercanías. La combinación lluvia y flúor provocaron el
desastre. Y de igual modo que en Puerto Madryn, la amenaza del cierre de la planta se
volvía contra ecologistas y denunciantes. Una vez más, el hambre protagoniza la más
siniestra extorsión frente a los derechos de la vida. Mientras escribimos este informe y
elaboramos esta ponencia, otras ciudades más australes de la Patagonia, en la provincia
de Santa Cruz, compiten entre sí ofreciéndole al Sr. Presidente de Aluar, ingeniero
Javier Madanes Quintanilla, el interés de sus comunidades para que una segunda planta
de aluminio, que proyecta este monopolio, se radique en su localidad. “Confiamos que
serán estudiadas todas las gestiones que lleven a cabo nuestros representantes
municipales para que Puerto Deseado sea considerada una alternativa valedera”, firman
con su documento los habitantes de esa importante ría turística y puerto de mar,
sometiendo su destino y su futuro a los designios del hoy fuerte complejo económico
que doblega monetariamente al estado provincial del Chubut a través de la financiera
Madanes. Esta relación Aluar/Chubut está siendo investigada por la justicia, con las
razonables dudas del pueblo patagónico que se ve encadenado al carro del imperio del
aluminio que no sólo le debe dinero prestado, sino que además lo envenena.
Ø Los bosques nativos, la fundación Prima Klima y el cambio climático.
Durante el presente año se instaló en la Provincia del Chubut un debate sobre el
convenio que había firmado la administración anterior encabezada por el gobernador
Carlos Maestro y que debió contar con la entonces Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Sustentables de la Nación, María Julia Alsogaray. Se trata de adjudicar 50.000
has. De bosques nativos (mayormente de lenga) durante 50 años en la cuenca de los
lagos Fontana y La Plata, zona de Alto Río Senguer, al sudoeste de la provincia del
Chubut, límite con Chile. Los beneficiarios son la fundación alemana Prima Klima y el
Centro de Investigación y extensión Forestal Andino Patagónico (CIEFAP).
Este último también de carácter privado, conformado por dirigentes y funcionarios de la
administración provincial. La fundación alemana le entregaría 1.160.000 dólares como
todo concepto para que el CIEFAP ejecute un proyecto de “Protección de bosques
nativos, recuperación de bosques degradados y manejo sustentable de la cuenca de
los lagos La Plata y Fontana en la zona precordillerana andino patagónica”,
compuesto por 14 módulos. Este convenio que está trabado por la acción de las
organizaciones ecologistas y por recursos de amparo en la justicia, acuerda repartir entre
estas firmas, Prima Klima/CIEFAP, valiosos certificados de carbono - bonos verdesconforme se tenga la adicionalidad de dióxido de carbono fijado por esta masa boscosa
durante el largo período que dura el convenio.
Como es sabido, se intenta por todos los medios de mejorar el clima mundial con la
Convención Marco de Cambio Climático de las Naciones Unidas y las Conferencias de
Kioto, de Buenos Aires y Bonn, y la Convención Marco de Nueva York del 9 de mayo
de 1992. El principal objetivo de la Convención es la estabilización de las
concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, a un nivel que impida
interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático, ante la evidencia
científica de un cambio climático global por la concentración atmosférica de gases de
efecto invernadero. En la Convención, debemos destacarlo, se aprobó el llamado
Protocolo de Kioto donde los países firmantes se comprometen a reducir (o limitar) sus
niveles de emisión de gases de efecto invernadero, en porcentajes específicos para cada
país, con respecto a los niveles existentes en 1990. En dicha convención se reconoce a
un grupo de países como los que más han contribuido a la emisión de gases de efecto
invernadero, a quienes se los ha llamado responsables históricos del calentamiento
global, entre los que se encuentra Alemania.
Analizados los 14 módulos del CIEFAP, las pretensiones de Prima Klima y las
apetencias políticas enfrentadas en la región, el 8 de marzo del corriente depositamos en
la legislatura provincial y en la gobernación, la posición de las ONGs contra el convenio
en cuestión destacando nuestro rechazo a la teoría del CIEFAP (tala protectiva) y
opiniones del pensamiento científico ambiental, advirtiendo que la “entresaca selectiva
sigue siendo una operación potencialmente destructiva”. En marzo del corriente pedimos
una AUDIENCIA PUBLICA, y explicamos que tres negocios están a la vista: talar
árboles de lenga con el criterio de proteger el bosque (señalando que el valor de la lenga
de 3 a 5 dólares en origen y 1.500 a 2.000 en Alemania), un fuerte negocio turístico ya
que el convenio contempla adjudicación sobre la inmensa cuenca lacustre, y los bonos
verdes como la otra línea comercial. Nosotros sostenemos que deberá ser la Provincia de
Chubut como estado quien reciba los beneficios por la protección y conservación
silvícola plena, impidiendo cualquier tipo de tala de bosque nativo. Decidimos - en
documento dirigido al gobernador- que es tiempo de revocar todas las concesiones
madereras, y permitir sólo el talado de árboles que se hubieran plantado. Expusimos el
ejemplo de Estados Unidos que acaba de aplicar durísimas leyes restrictivas que
prohiben la tala de bosques naturales alcanzados por el colapso del hacha. Además
pedíamos un debate profundo por que en varios de los 14 módulos del proyecto CIEFAP
se menciona la necesidad de talar y en sus propios aserraderos y oficinas ofrecen
muebles y cabañas de lenga. Las publicaciones técnicas del CIEFAP sobre Areas de
Conservación y Manejo de Bosques (ver publicación Nº 29) insisten en talas de hasta un
60% del bosque como “sistema protectivo”. Asimismo, las ONGs. rubricamos un pedido
de informes a la legislatura provincial enumerando los escándalos forestales de los
últimos años y exigiendo explicaciones, como también cuestionamos el doble discurso
que oculta uno de los mayores negocios surgidos del Protocolo de Kioto. La ONG
germana invierte primero 1.160.000 dólares y dispone de 9 millones más para otras áreas
andino patagónicas. En realidad fija su atención en los 2.000 kms. de bosques desde los
lagos Aluminé y Moquehue en la provincia de Neuquén hasta la costa del canal de
Beagle (55º sur), al sur de Tierra del Fuego, que guardan 1.100.000 hectáreas de lenga,
entre muchas otras significativas especies. A Prima Klima le queda la utilidad de los
bonos de carbono. En cambio al CIEFAP, con las “cortas de mejoramiento”, mandará al
mercado muebles de lenga y no trozas aserrables (Defosé, presidente del CIEFAP).
En definitiva, con el “floreo” que es extracción selectiva y la “corta de protección”,
tienen arreglados puestos de trabajo para la localidad de Alto Río Senguer que cuenta
con 2.000 habitantes.
Un capítulo especial de esta historia son los amigos del poder. Cosa que irrita aún más al
pueblo, algunas veces de manera escandalosa como los entretelones del aserradero
Bosques de Epuyén S.A., del Sr. Sánchez Cabezudo, amigo del entonces gobernador
Carlos Maestro y que contó como socio importante al actual diputado provincial Pérez
Michelena, gestor de la aprobación del proyecto Prima Klima/CIEFAP en la legislatura
provincial y el mismo que me desalojó del bloque radical cuando nos disponíamos a
escuchar a todas las partes involucradas, en especial la opinión del vice-embajador de
Alemania, recordándome que era una reunión a puertas cerradas.
Bosques de Epuyén S.A. pasará a la historia como una de las más grandes
depredaciones forestales del país. Para saquear miles de lengas en el para je Rincón del
Aceite accedió a subsidios y créditos promocionales, utilizó equipos de Vialidad
Provincial y hasta camiones y personal del ejército, incluyendo el decreto 1277 firmado
por el gobernador Maestro y el ministro Soriano autorizando una experiencia piloto de
corte de lenga sin restricciones de temporada de veda, siendo el CIEFAP garante técnico
del plan. Los mismos que para emplazar un camino de 10 kms. en línea recta en el
Cañadón del Río de Hielo desmontaron 1070 ejemplares de estos árboles nativos.
Pero retornemos al Convenio Prima Klima y a los bonos verdes.
Si los certificados de carbono se canalizan mediante los bosques, el país cede
reducciones de carbono que no podría acreditar en sus inventarios de gases de efecto
invernadero.
La Argentina no podrá cumplir con los compromisos contraídos con la Convención de
Cambio Climático. El tratado Prima Klima/ CIEFAP eludió en un principio la
aprobación de la Oficina Argentina de Implementación Conjunta (OAIC). Este
organismo es vital porque es la versión nacional del Mecanismo de Desarrollo Limpio
(MDL) del Protocolo de Kioto, que el país adhirió y firmó. En este sentido hemos
acordado con otras ONGs. que se deben priorizar los proyectos vinculados a energías
limpias y de eficiencia energética, excluyendo los proyectos de “sumideros” y
tecnologías sucias u obsoletas como la nuclear. Es decir, el dinero proveniente de los
certificados de dióxido de carbono deben ser destinados a las energías de alternativa
(eólica, solar, fotovoltaica, etc.) y no para trabajos silviculturales en la cordillera.
Pero para documentar como se genera este inexcrupuloso convenio debemos
retrotraernos a 1992 cuando tuvimos ocasión de participar de la “Conferencia Mundial
de Energía para un Mundo Sostenible” que se celebró en Madrid. Agus P. Sari,
coordinador del Programa para la Energía y el Cambio Climático en el Whali (Foro
Indonesio para el Medio Ambiente/Amigos de la tierra, Indonesia y coordinador
regional de CANSEA (Climate Action Network- Southwest Asia) informó que
“durante las negociaciones de la Convención de Cambio Climático, Alemania y
Noruega presentaron la propuesta de ejecución conjunta (Joint Implementation
Proposal - JIP), un programa basado en proyectos de menor costo que permitiría a
los países reducir sus emisiones conjuntamente, por medio de acuerdos bilaterales.
Justificados por la JIP y gracias a la mayor potencia económica del norte, dice Sari,
los países industrializados podrían mantener e incluso incrementar sus emisiones
donando dinero para reducirlo en otros lugares, presumiblemente en los países en
desarrollo más débiles. En otras palabras -continúa- a un país industrializado se le
permitiría mantener su exorbitante consumo energético, incrementando así su
crecimiento económico, siempre que ayudara a un país en desarrollo a limitar sus
emisiones en una cantidad equivalente. Esto no sólo usurparía el derecho de los
países del sur a alimentar energéticamente sus propios esfuerzos de desarrollo, si
no que podría usarse para justificar un descenso activo de la calidad ambiental en
dichos países, fomentando, por ejemplo, las plantaciones de monocultivo de pulpa a
gran escala o la energía nuclear”.
Como se ve, diez años después, Alemania detuvo su atención en la Patagonia Argentina,
razón por la cual en artículos periodísticos escribimos que la presencia de la embajada
de Alemania y Prima Klima en la legislatura de la Provincia del Chubut fue un claro
tráfico de influencias.
¿Qué es lo que está en juego?
La obligatoriedad que tienen los países de reducir las emisiones de gases de efecto
invernadero a los niveles del año 1990, les produce un costo real significativamente alto.
En cambio, evitar la reconversión de sus industrias por mecanismos más baratos de
reducción de emisiones, se convirtió en prioridad para ellos. Compensar estas emisiones
de gases de efecto invernadero con la propiedad que tienen los árboles de absorber el
dióxido de carbono resultó ser la formula más barata. En otras palabras grandes masas
boscosas se convierten en “sumideros” de las industrias del primer mundo que
continuarán contaminando.
En 1990 según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, debido al
consumo energético se emitieron a la atmósfera 5.750 millones de toneladas de dióxido
de carbono, 99 millones de toneladas de dióxido de azufre, 68 millones de óxidos de
nitrógeno, 177 millones de monóxido de carbono y 57 millones de partículas en
suspensión. El volumen de residuos radiactivos producido en 1990 en las centrales
nucleares fue de 21.000 metros cúbicos de alta actividad, 27.000 metros cúbicos de
actividad intermedia y 370.000 de baja actividad.
Como ya dijimos, hay un grupo de países reconocidos como los causantes históricos del
calentamiento global del planeta. Y es aquí, en este análisis, que se verifica mejor la
falta de equidad. En la Declaración de la Conferencia Mundial de Energía para un
Mundo Sostenible, 1992, se reclamo que “el problema del cambio climático, en
concreto, hace necesario reducir las emisiones globales de dióxido de carbono en un
75% para el año 2030. Y se advirtió que junto a la destrucción ambiental existe un
problema gravísimo de equidad en el reparto de la energía: los países desarrollados, con
el 22% de la población mundial, consumen el 82% de la energía, quedando el 18%
restante para el 78% del planeta, que habita en el Sur”.
Ø Pesca racional o pesca del exterminio.
Un veterano pescador de la flota amarilla nos comentaba que antes tardaba dos días para
completar 1.000 cajones de merluza (40 toneladas). “Hoy con suerte, nos lleva 5 o 6 días
completar esa cantidad”. Y continúa, “como no se puede pescar más y en muchos casos
no es redituable, se inventa este sistema: el bicho dispara de la red pero se los ataca con
anzuelos que por millares se arrojan en sitios de piedra y fango, donde las redes no
pueden trabajar y menos con esos equipos pesados de arrastre”. “Esto no es artesanal y
tampoco es pesca selectiva, dice, porque yo mismo lo pude comprobar... tiramos para
merluza y enganchamos rayas, tiburones, gatuzo, mero, etc. que los tenés que tirar por
que no te sirven”. Si bien toda pesca puede ser aprovechable, estas capturas se
devuelven muertas al mar porque no son motivo de esa faena pesquera. “Si hoy salís
para merluza, explica, y caigo en un banco de salmón y mero, por ejemplo, la pesca del
día es improductiva porque así son las cosas del mercado comercial”. Estamos seguros,
insisten, que donde estaban las capturas grandes ahora no hay nada”. Tarde o temprano
iba a ocurrir esto. Es el caso del langostino, por cada tonelada se devuelven de seis a
diez de merluza. Hoy sabemos que cada año se desperdician 60 millones de toneladas de
pescado en el mundo.
El sur también existe.
Un par de investigaciones realizadas hace tiempo auguraban la posible depredación de
nuestra merluza: “Para el área de distribución estival ( situada entre los 40 y 48 grados
de latitud sur) se determinó una masa viva de merluza de 2.642.715 toneladas. De esta
masa -avisaron- sólo podrían pescarse por año 399.758 toneladas. Pero otros
investigadores analizando la abundancia relativa de merluza entre l966 y l973,
estimaron ese valor de producción en 430.000 toneladas.
Nunca se respetó. Durante las grandes capturas de l967 (más de 600.000 toneladas),
5l0.000 correspondían a navíos de la Unión Soviética. (El informe de es de Funam, junio
l985).
Este es el comienzo de la gran depredación pesquera en nuestro Mar Argentino. Después
de la guerra de Malvinas, tanto en las propias islas y Georgias del Sur como en el resto
de nuestro litoral marítimo, cientos de buques pesqueros iniciaron la mayor devastación
incontrolable de numerosas especies ícticas. Una verdadera invasión de barcos y buques
factorías de la Unión Soviética, Japón, Polonia, Alemania Oriental, Alemania
Occidental, Tailandia, Taiwan, España, Portugal, Panamá, Burundi, etc. Con el mayor
libre albedrío depredaron a gusto. Es el comienzo de la extinción de las especies en los
mares de la Patagonia.
El síntoma del último lustro es la escasez de pesca, no la abundancia. La FAO ha
publicado que casi el 70% de los caladeros de todo el mundo se encuentran
esquilmados, sobreexplotados, o al máximo nivel de explotación posible. También
debido al desarrollo tecnológico de las artes de pesca y a la cantidad de buques y
medios. A principios de siglo la pesca mundial era de tres millones de toneladas y hoy se
superan las cien millones de toneladas capturadas en un año: las técnicas cada vez más
destructivas acaban con la biodiversidad. No cabe duda que el sur también existe para
los ricos del Norte, porque, curiosamente las capturas que saquean de los mares de los
países pobres, en desarrollo o emergentes como mejor gustan calificar, se destinan para
alimentar los ricos mercados del norte.
Un informe de Ricardo Aguilar para la revista Gaia reconoce que “a causa de la escasez
de recursos en los caladeros de los países ricos, cada vez son más barcos que se dirigen a
las zonas del sur o a alta mar donde las legislaciones pesqueras suelen ser más débiles y
las posibilidades de control muy limitadas”.
Además es insignificante el castigo al infractor y se perdonan las multas por la presión
de los compromisos internacionales.
Nos venden una pesca artesanal
Debido a esta crisis se recurre a novedosos y más rentables sistemas para penetrar en
aquellos lugares de difícil acceso para las artes de pesca tradicionales y para las grandes
e improductivas embarcaciones. No podemos aceptar como artesanal y selectivo el tipo
de pesca de lanchas rápidas capaces de arrojar 4.000 ó 10.000 anzuelos en un solo lance
luego de encarnarlos de forma automática. “Así nos pasó con los tangones, ejemplifican
algunos pescadores tradicionales que miran al mar con nostalgia, porque nos dijeron que
era un sistema artesanal y se trata de dos redes, una a cada lado del barco. Dos redes
chicas que en Sudáfrica pelaron hasta el fondo del mar... Nunca creímos que vendrían
hasta aquí con los tangones pero pronto vimos a la flota española con un centenar de
estos barcos que arrasaron, limpiaron nuestro mar. Y no fueron los únicos. Empezamos a
perder los langostinos y ahora extrañamos aquella merluza que devolvíamos muerta al
mar”.
Pesca del Exterminio
Este término que incorporamos como propio fue tomado de las entrevistas con varios de
los pescadores involucrados en la crisis. Ellos padeciendo la falta de trabajo y el
ecosistema marino en franca regresión.
Casi todos los países costeros establecieron sus 300 kms. de protección de sus recursos
marinos. Es el hábitat donde se crían casi todas las especies, incluyendo nuestros
grandes cetáceos, la ballena franca del sur.
El manejo de los 300 kms. es precisamente para respetar el desove, señalar zonas
intangibles y cuotas de máximas capturas en áreas permitidas. Lamentablemente, donde
el ranio, la red de arrastre y la de deriva, no pueden actuar porque se lo impiden el lodo
marino, las piedras, grandes corrientes o la proximidad de islotes, aplicarán entonces
este sistema de sofisticado espinel con embarcaciones rápidas, atacando industrialmente
al cardumen hasta agotar stock como ocurre hoy en gran parte del mundo.
Para nosotros la pesca es artesanal cuando interviene la mano del hombre en todo el
proceso de la captura manejada a escala humana. Todo lo contrario es industrial y el
descontrol de esta actividad con factorías flotantes provocó el colapso del recurso y la
destrucción de la diversidad. “Perder la biodiversidad es el peligro ambiental más serio
al que se enfrenta la civilización en opinión de la mayoría de los investigadores. Y sobre
esta sentencia no hay dudas porque la biodiversidad se está extinguiendo a razón de
150.000 especie anuales.
EN CONCLUSION
Algunas teorías místicas aseguran, que en este nuevo milenio, ocurrirá el milagro y el
Sur será próspero, desarrollado, y habrá de liderar el planeta. En tanto el norte vivirá un
preocupante revisionismo lamentando el derroche del siglo XX.
Podrá parecer el guión de una película cibernética que cuenta el renacimiento después de
un holocausto nuclear.
Para el pensamiento ecologista serían gravísimos estos turnos de poder y tan inútiles
para el planeta Gaia como impedir un repositorio nuclear en nuestra provincia y
admitirlo en cualquier otro rincón del país; o aceptar que la fábrica de aluminio
envenene al vecino territorio de Santa Cruz y no al nuestro.
No hay otro axioma que sintetice la solución: se salva el mundo con su plena diversidad
o sucumbe en mutaciones sin final predecible.
A través de los ejemplos de desarrollo no sostenible que destacamos en esta ponencia
quisimos observar el patético cuadro del Sur del país, marginado, dependiente, con
escasa población y nociva influencia en los ecosistemas naturales y en sus habitantes;
llamativamente extenso y todavía glaciar.
El globalizador le destinó una función que no compartimos. Esta es la razón de lo aquí
expuesto.
La planta de aluminio de Aluar en Puerto Madryn recibe diariamente la condena moral
de la población y el permisivo y cómplice silencio del poder político.
Resulta paradigmático que un segundo complejo industrial esté previsto en la provincia
de Santa Cruz que ya cuenta con la bendición suicida de sus gobernantes y una
resolución, la número 835/2000 del Consejo Deliberante de Puerto Deseado,
reclamándoles a los “legisladores nacionales que asuman el compromiso de acompañar a
nuestra provincia (Santa Cruz) con leyes que otorguen ventajas comparativas” para la
radicación de esta fábrica en el corazón de sus rías. Se omite difundir que el desarrollo
turístico de Puerto Deseado y sus originales rías, es incompatible lógicamente con la
gestión que impulsa el Municipio.
Claramente se aprecia la relación de desequilibrio Norte-Sur, la falta de equidad y las
escasas posibilidades de elegir una mejor calidad de vida, desprotegiendo su diversidad
biológica que en la región patagónica aún está en la etapa de descubrimiento.
Hemos dicho que el Sur participa de la alimentación de las consumistas poblaciones del
Norte. En consecuencia exigimos que gran parte del poder financiero mundial, de la
Comunidad Económica Europea, de Japón y de Estados Unidos confluyan para
solucionar el colapso de los caladeros de los mares patagónicos y poder mitigar la falta
de trabajo en un país golpeado por la crisis pesquera que no ocasionó. El saqueo ha
creado una vez más marginación y pobreza. Unos y otros han aprendido la lección,
sobretodo la lógica económica del Banco Mundial, cuyo modelo de economía liberal de
mercado provocó que por cada tonelada de langostinos se devolvieran al mar entre seis y
diez de merluza.
Es tan incorrecto aplicarle negligencia al operador marino como exigirle al globalizador
que frene el exterminio del recurso y subsidie al trabajador e incluso a la industria
pesquera hasta resolver –con el tiempo de veda- la crisis social de la pesca.
Debemos aceptar que sólo el concepto de ecología social atenderá las respuestas del
desarrollo sostenible. Por ahora con las políticas económicas vigentes del mundo
globalizado (unificado), el desarrollo sostenible es sólo un discurso de moda y el
desequilibrio Norte-Sur una realidad concreta.
¿Cual es el papel de la Patagonia en este contexto mundial? En principio rechazar las
imposiciones y las presiones de quien precisamente provocó la crisis, el Norte. Formular
un proyecto de región patagónica sostenible de cara al nuevo milenio, revalorizando su
biodiversidad sus áreas de intangibilidad y un papel protagónico en el nuevo planeta.
Dijimos antes que 2000 kms de bosques nativos intentan ser diezmados con el pretexto
de su recuperación y mediante un convenio que enajena certificados de carbono, virtual
patrimonio del estado nacional, permitiendo que las industrias multinacionales de los
países ricos continúen con las mismas dosis de efecto invernadero.
En Tierra del Fuego, por ejemplo la corporación norteamericana Trillium pretende la
tala de 130000 hectáreas de lenga, que como un estudio de impacto ambiental se lo
prohibió consiguió finalmente la autorización cómplice para explotar 500 hectáreas
anuales, cantidad que no necesita recurrir a ningún estudio de impacto ambiental.
No alcanza con explicar que ya fueron destruidos la mitad de los bosques lluviosos del
planeta, desde los orígenes de la revolución industrial a la fecha. Es nuestra obligación
insistir en la revocación de todas las concesiones madereras permitiendo talar solamente
ejemplares plantados. Impedir que se derriben las especies nativas y denunciar que “la
entresaca selectiva es potencialmente destructiva.” Reafirmar la función de la lenga que
protege y regula las altas cuencas hídricas. Apoyar la designación de Santuario
Internacional de bosque nativo al sur del paralelo 40 que involucra a Chile, Argentina,
Australia y Nueva Zelandia y que impulsa proyecto Lemu con el apoyo de todos los
ambientalistas no gubernamentales.
Creemos que con propuestas de comunicación y a través de los educadores
alcanzaremos el objetivo de producir una alternativa de cambio.
El silencio oficial
Hemos dejado como epílogo del presente informe una de nuestras mayores
preocupaciones. Revelar y develar las causas de mortalidad en la Provincia del Chubut,
que presentan un interrogante sin respuesta oficial.
Las estadísticas sobre mortalidad indican que los decesos por tumores malignos superan
a los ocasionados por accidentes o coronarias. Otros años se invierten las cifras,
coronarias y accidentes, pero las muertes por tumores malignos encabezan las encuestas
en las ciudades costeras chubutenses. Este cuadro no aparece en la cordillera ni en la
zona central de la provincia que, curiosamente coincide con el resto del país.
Para los médicos oncólogos, las veces en que las enfermedades cancerígenas ocupan el
segundo o tercer lugar en las causas de mortalidad no reflejan fielmente la verdad. Es
común certificar defunciones por paro cardíaco cuando las causas que lo ocasionaron
son otras, engrosando de esta manera una estadística irreal.
Lo cierto es que las muertes por tumores malignos en las ciudades de Puerto Madryn,
Rawson y Trelew hasta el departamento de Escalante (Comodoro Rivadavia) ocupan los
primeros puestos en las listas de salud pública y el silencio también ocupa el primer
lugar.
¿A qué se debe esta irregularidad que no aparece en otras zonas de la propia provincia ni
en el resto del país?
Durante un tiempo fuimos ordenando datos sobre la explotación uranífera de Los
Adobes, el comportamiento de los vientos que desde el oeste cubren el continente hasta
la costa atlántica a semejanza de la nube volcánica del Hudson. Era un buen comienzo
para investigar índices tan alarmantes y compararlos con las actividades mineras del
uranio en otras latitudes. De igual modo hicimos con la planta de aluminio de Aluar.
Comenzamos a archivar opiniones de especialistas, datos de los médicos, casos
planteados por abogados cuyos clientes son consecuencia de Aluar y hacendados que
apreciaron importantes daños en sus majadas y en su campos. Además, si comparamos
Aluar con otros casos similares y con la propia historia escandalosa de sus orígenes,
estaríamos en condiciones de exigir una investigación independiente, con intervención
de organismos internacionales y con la participación activa de nuestras organizaciones
ecologistas no gubernamentales. Garantizaríamos de este modo ecuanimidad y
contaríamos con todos los medios y la tecnología adecuada para saldar dudas y dar
respuesta a un pueblo que todavía está expectante.
En este informe ya comentamos la relación Aluar-Estado provincial. ¿Qué garantías
ofrece un gobierno que toma créditos de financieras que son un apéndice de este propio
complejo industrial?
Estas luchas domésticas no son nuevas en la Patagonia, son el fiel reflejo de las
imposiciones del poderoso Norte que suele olvidar - por ideología dominante- que
vivimos en la misma casa, que todos padecemos la lluvia ácida, la radiación gamma del
agujero de ozono y el calentamiento global, expresando el fenómeno de un Cambio
Climático que desesperadamente queremos corregir. Pero a través de los siglos el
problema sigue siendo el mismo: los unos y los otros.
Hablar de la Patagonia en el nuevo orden global significa detectar la función que quieren
destinarle y la que nosotros proponemos como esperanza para un futuro mejor.
Si partimos de la premisa de admitir que se trata de una inmensa región que no llega al
habitante por kilómetro cuadrado, y que está ausente el depredador mayor del planeta,
debemos coincidir que nuestra obligación es proponer y fijar un rumbo donde es inviable
el actual modelo de desarrollo con la lógica económica del Banco Mundial, el Fondo
Monetario Internacional y el GATT (Acuerdo General de Aranceles y Comercio) que
proponen un mercado abierto sin equidad, que profundiza la desigualdad y la pobreza, y
pronostica una parte del mundo que será reserva multipropósito del grupo dominante.
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