MINISTERIO DE SALUD PBLICA Y ASISTENCIA SOCIAL

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MINISTERIO DE SALUD PÚBLICA Y ASISTENCIA SOCIAL
UNIDAD DE PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA
Departamento de Seguimiento y Evaluación
COMENTARIOS AL DOCUMENTO
SALUD PÚBLICA, INNOVACIÓN Y PROPIEDAD INTELECTUAL:
REPORTE DEL GRUPO DE TRABAJO DE EXPERTOS EN INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO
En cuanto a las consideraciones al financiamiento de la investigación y el desarrollo se comparten los criterios
expresados en cuanto a que sí existe conocimiento, pero es de aplicación casi exclusiva en los laboratorios de
empresas transnacionales, cuyo origen está en los países desarrollados. Por consiguiente, se hace menester
incentivar la investigación en salud y el desarrollo en los países en vías de desarrollo, como Guatemala, desde
las necesidades y las perspectivas propias de este país. Esto es, dar prioridad a las enfermedades
históricamente descuidadas en los países en vías de desarrollo, sean estas llamadas de Tipo II y/o Tipo III.
El financiamiento debe estar dirigido hacia las instituciones de investigación en los países en vías de
desarrollo, tanto las instituciones públicas como las privadas. El financiamiento público debe ir a fortalecer las
instituciones públicas de investigación, las cuales deben responder a las prioridades y necesidades nacionales.
En relación a la producción del conocimiento e innovaciones, la mayor producción viene de los países
desarrollados, responde a los intereses y necesidades de la industria farmacéutica transnacional, con base en
los países desarrollados. Ello tiene impacto en la imposición de las tendencias, intereses y productos
provenientes de países desarrollados hacia países en vías de desarrollo. Se contrata a investigadores o
empresas privadas para investigar, en los países en vías de desarrollo, los temas que le interesan
preferentemente a las compañías transnacionales basadas en los países desarrollados.
Además de lo anterior, existe es fuga de conocimientos y de recursos naturales de los países en vías en
desarrollo hacia los laboratorios de las compañías farmacéuticas transnacionales con base en los países
desarrollados. Es decir, los productos naturales utilizados para la fitoterapia, zooterapia y mineraloterapia son
tomados por dichas empresas, los patentan y se registran como propios en los países desarrollados, y no se
reconoce que la fuente de estos productos está en las culturas originarias de los países en vías de desarrollo.
Se está de acuerdo en que para enfrentar este punto se requiere crear un mecanismo global de coordinación
de investigación en salud y de la innovación, y de su financiamiento, que permita:
a) Enfocar la investigación y el desarrollo de nuevas drogas, vacunas, diagnósticos y estrategias de
intervención contra las condiciones prioritarias de salud-enfermedad de los pobres.
b) Apoyar una gama de áreas de investigación que son esenciales para mejorar la salud, incluyendo políticas
de salud e investigación de sistemas de salud.
c) Mejorar las capacidades de innovación y el medio ambiente en los países de bajo y mediano ingreso.
d) Apoyar un observatorio de investigación en salud con expresión regional para monitorear la enfermedad
y buscar recursos para investigación y desarrollo regularmente.
Hay acuerdo con los contenidos de este listado, siempre que estos procesos no sean manejados de manera
excluyente. Es decir, deberá propiciarse la participación intra e inter institucional, así como la amplia
participación comunitaria para llevar a cabo procesos de investigación y desarrollo en salud, dirigidos al
fomento del fortalecimiento de de las comunidades e instituciones de investigación pública de los países en
vías de desarrollo.
En lo que respecta a las nuevas fuentes de financiamiento, existe acuerdo en creación de nuevos impuestos
―las ideas de gravar el comercio de armas y las trasferencias electrónicas de fondos son particularmente
atractivas― para financiar la investigación y el desarrollo en salud. Sin embargo, se está consciente de la
dificultad que representa impulsar nuevos países en países pobres en vías de desarrollo, como en Guatemala,
ya que, en ocasiones, si se captan estos impuestos, son utilizados para otros fines diferentes a los que
originalmente tenían planteado.
Se comparte la idea de incentivar la investigación en salud mediante la adjudicación de premios para los
investigadores privados, pero también debe incentivarse a los investigadores de las instituciones públicas.
Nuevamente, los fondos públicos deben fortalecer la investigación en instituciones públicas.
La obtención de financiamientos y la colocación de fondos en el caso de Guatemala permitirían la creación de
nuevos conocimientos de manera que se pueda atender las prioridades locales, esto es, enfermedades
históricamente descuidadas. Las instituciones públicas de investigación que deben ser beneficiadas con el
traslado de recursos públicos y no ser dirigidos hacia las empresas privadas nacionales e transnacionales, ya
que las primeras muestran una alta dependencia mercantil hacia las segundas.
Guatemala, abril de 2010.
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