2.- Extracto Ley Concursal, real decreto-ley 3/2009 2.1.- Introducción 2.2.- Concepto de concurso de acreedores 2.3.- Objetivo de la legislación concursal 2.4.- Principios fundamentales de la nueva Ley Concursal 3.- Procedimiento Concursal 3.1.- Solicitar declaración de concurso 2.- Extracto Ley Concursal, real decreto-ley 3/2009 2.1.- Introducción De acuerdo con la exposición de motivos de la ley concursal, (ley 22/2003 de 9 de julio), con su respectiva reforma de algunos artículos (real decreto-ley 3/2009, de 27 de marzo), con la regulación española de los concursos de acreedores se persigue satisfacer la necesidad de regular el reparto de pérdidas cuando alguien no puede hacer frente a sus deudas. 2.2.- Concepto de concurso de acreedores Concurso es el procedimiento de ejecución universal o colectiva que tiende a alcanzar un convenio del deudor concursado con sus acreedores (con quita y/o espera) o por el contrario proceder a una liquidación ordenada del patrimonio del deudor concursado. En la legislación anterior se contaba con cuatro instituciones concursales diferentes (procedimiento de quita y espera, concurso de acreedores, suspensión de pagos y quiebra); se eliminan todos los procedimientos anteriores, y se instaura una única institución denominada "Concurso de Acreedores". Ahora se define como procedimiento ideado para acortar los posibles efectos nocivos de la insolvencia, tanto de un empresario, como de un particular. Se trata, fundamentalmente, de organizar las finanzas del concursado para conseguir que el mayor número de acreedores cobren el máximo de su crédito. En este procedimiento se protege más a los débiles, como los trabajadores, y se posterga a aquellos que han tenido influencia en la mala situación económica o que puedan beneficiarse del concurso, por ejemplo, los administradores de la sociedad o personas relacionadas con el concursado. 2.3.- Objetivo de la legislación concursal A diferencia del régimen anterior, la nueva regulación concursal y los procedimientos que ella instaura tienen como único y absoluto objetivo la conservación del patrimonio. Destaca el afán del legislador por evitar a toda costa la desaparición de los negocios y sus nefastas consecuencias. Por ello, y a pesar de que en algunos casos algunos acreedores deban quedarse sin cobrar todo o parte de sus deudas, o tengan que esperar largo tiempo para cobrarlas, lo más importante es que la actividad económica no desaparezca. Sólo en casos absolutamente excepcionales se guiarán directamente hacia la ejecución. 2.4.- Principios fundamentales de la nueva Ley Concursal Existe un único juez para conocer absolutamente todas las cuestiones relativas al concurso. Principio "Par conditio creditorum": Igualdad de todos los acreedores. Se trata de un Principio General del Derecho que implica la eliminación del principio "prior in tempore potior iure", que viene a significar que el acreedor que llegue primero cobra primero. De esta manera, se hace un llamamiento a todos los acreedores del concursado para que se integren en la llamada Masa Pasiva del Concurso, y partiendo de ahí, se idee una forma de satisfacer la mayor parte posible de sus deudas en el menor tiempo posible. Este principio tiene algunas excepciones, se trata de créditos con prioridad, es decir, existe una jerarquía de unos créditos frente a otros: Créditos contra la masa, que ni siquiera entran a formar parte del concurso. De forma muy general, son aquellos créditos generados de forma necesaria para continuar la actividad, y todos aquellos generados después de la declaración de concurso. Créditos con privilegio especial, hace referencia a los garantizados por hipoteca o con prenda sobre los bienes hipotecados o pignorados, cuotas de leasing, etc. Créditos con privilegio general, que se cobran con prioridad. Son créditos laborales hasta ciertas cuantías, créditos garantizados, créditos de la Hacienda Pública y la Seguridad Social, etc. Créditos subordinados, que se cobran en último lugar. Son normalmente créditos de personas relacionadas con el concursado (parientes, socios...), intereses de los créditos, créditos por multas y sanciones, créditos de las sociedades del mismo grupo y sus socios, etc. Principio del deber de solicitar el concurso, por parte del empresario, y en caso de situaciones de insolvencia y pre-insolvencia. El incumplimiento de solicitar el concurso puede acarrear consecuencias graves para los administradores o liquidadores de las compañías. En muchos casos la ausencia de comunicación a las autoridades, es considerada como un indicio de que la insolvencia ha sido ocultada e incluso provocada. Esto último provocaría la apertura del procedimiento del concurso, que implicaría eventualmente, la declaración de concurso culpable, que conllevará que aquellos que han provocado u ocultado la insolvencia no cobren nada, y que se puedan abrir procesos penales contra ellos. 3.- Procedimiento concursal 3.1.- Solicitar declaración de concurso Se podrá solicitar la declaración de concurso, siempre y cuando se dé, además, el presupuesto objetivo del concurso, que la propia exposición de motivos de la Ley identifica, bajo la regla de la unidad, con la insolvencia, concibiendo ésta como el estado patrimonial del deudor que no puede cumplir regularmente sus obligaciones. (Art. 1, 2, 5, 6, 7, 22 Ley 22/2003, de 9 de julio, reformada por real decreto-ley 3/2009, de 27 de marzo). La declaración de concurso procederá respecto de cualquier deudor, sea persona natural o jurídica, que a diferencia de la persona natural, es un sujeto también con sus derechos y obligaciones, pero que existe no como individuo sino como institución. El concurso de la herencia podrá declararse en tanto no haya sido aceptada pura y simplemente. La declaración de concurso procederá en caso de insolvencia del deudor común. El deudor deberá solicitar la declaración de concurso dentro de los dos meses siguientes a la fecha en que hubiera conocido o debido conocer su estado de insolvencia. El deber de solicitar la declaración de concurso no será exigible al deudor que, en estado de insolvencia actual, haya iniciado negociaciones para obtener adhesiones a una propuesta anticipada de convenio y, dentro del plazo establecido en el apartado 1 de este artículo, lo ponga en conocimiento del juzgado competente para su declaración de concurso. Transcurridos tres meses de la comunicación al juzgado, el deudor, haya o no alcanzado las adhesiones necesarias para la admisión a trámite de la propuesta anticipada de convenio, deberá solicitar la declaración de concurso dentro del mes siguiente. En el escrito de solicitud de declaración de concurso, el deudor expresará si su estado de insolvencia es actual o si lo prevé como inminente. A la solicitud deben acompañar otros documentos especificados en el artículo 5 (Ley 22/2003, de 9 de julio). El acreedor que inste la declaración de concurso deberá expresar en la solicitud el origen, naturaleza, importe, fechas de adquisición y vencimiento y situación actual del crédito, del que acompañará documento acreditativo. El concurso de acreedores tendrá la consideración de voluntario cuando la primera de las solicitudes presentadas hubiera sido la del propio deudor. En los demás casos, el concurso se considerará necesario. Por excepción a lo dispuesto en el apartado anterior, el concurso de acreedores tendrá la consideración de necesario cuando, en los tres meses anteriores a la fecha de la solicitud del deudor, se hubiera presentado y admitido a trámite otra por cualquier legitimado, aunque éste hubiera desistido, no hubiera comparecido o no se hubiese ratificado. Según fuentes de areadepymes.com