La lucha contra la contaminación acústica

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Con el objetivo de reducir las molestias derivadas
del ruido, el Ayuntamiento aprobó en 2001 el
Programa Marco de Actuaciones para la Minoración
Acústica. El programa cuenta con la implicación de
las diversas áreas municipales y de los distritos,
que son quienes deben actuar de forma más directa
para conseguir una ciudad menos ruidosa, y busca
la corresponsabilización de los ciudadanos.
l ruido, entendido como cualquier sonido no deseado, es consubstancial a las actividades humanas. En algunos documentos se ha podido comprobar que ya en la época romana existían normas que prohibían la circulación de carruajes durante las
horas nocturnas. El incremento de las actividades de todo tipo ha
provocado, no obstante, una diversificación de las fuentes de ruido
que, en aquella época, era difícilmente imaginable. Algunas de estas
fuentes son: el tráfico motorizado, el tráfico aéreo, los servicios de
emergencias, los locales de ocio, las obras públicas y los electrodomésticos que existen en todos los hogares.
Las molestias que puede provocar el ruido son evidentes, pero, en
muchos casos, pueden ir más allá y convertirse en un problema de
salud. La exposición continuada a fuentes ruidosas moderadas puede
acarrear a medio y largo plazo consecuencias negativas para nuestra
salud, tanto desde el punto de vista físico (pérdida de capacidad auditiva y lesiones en el oído), como desde el psicológico (alteraciones del
sistema nervioso, fatiga, insomnio crónico, etc.).
Tradicionalmente, en las ciudades las encargadas de controlar el ruido
han sido las autoridades locales. Por ejemplo, en España, Barcelona
fue pionera en la elaboración del Mapa del Ruido (1990 y 1997) y,
además, ha dedicado el título tercero de la Ordenanza Municipal de
Medio Ambiente Urbano (OGMAU) a regular este fenómeno. Pero la
creciente importancia del ruido y la multiplicación de sus fuentes y
potencia ha llevado a las administraciones a desplegar recientemente
normativas que ayudan a completar el marco legal en este ámbito y
que sin duda contribuirán a mejorar el control y la vigilancia de esta
fuente de contaminación así como a actuar mejor contra ella. Así
pues, en 2002 se aprobó la primera Directiva Europea sobre el ruido
(2002/49/E) y, ese mismo año, la primera Ley de Cataluña sobre protección contra la contaminación acústica. Un año después, en 2003, se
aprobó la primera Ley del ruido en España (37/2003). Todas estas
normativas establecen criterios y objetivos que afectarán al futuro
control y reducción de esta forma de contaminación y su objetivo es
que el derecho al descanso adquiera un valor sustantivo.
Paralelamente, las quejas por ruido han aumentado en todas partes y
responden a una gran variedad de causas, entre las que destacan
aquellas que afectan a las actividades de ocio nocturno (terrazas, discotecas, zonas de concentración juvenil, etc.), al tráfico rodado y
aéreo, a conflictos de convivencia entre vecinos (música y animales
domésticos), a obras en la calle, a servicios públicos, y a la actividad
industrial ruidosa. En los últimos años, algunos de estos conflictos
han pasado al ámbito de la justicia y se han dictado las primeras sen-
E
Dani Codina
La lucha contra
la contaminación
acústica
TEXTO Dirección de Servicios
de Programas Ambientales
Sector de Servicios Urbanos y
Medio Ambiente. Ayuntamiento
de Barcelona
LOS MONOGRÁFICOS DE B.MM NÚMERO 6
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Zonas acústicas de Barcelona y niveles guía
Zona
Definición
Día (7 - 22 h) Noche (22 - 7 h)
I
Sectores de alto confort acústico
60 dBA
50 dBA
II
Sectores de uso de vivienda y residencial
65 dBA
55 dBA
III
Sectores de uso de vivienda residencial, comercial y de servicios
70 dBA
60 dBA
IV
Sectores de uso industrial
75 dBA
65 dBA
V
Servidumbres acústicas
-
-
tencias a escala europea que avalan el “derecho al descanso”. La judicialización de los conflictos y la demanda de una actuación más contundente por parte de las administraciones son dos características
del momento actual.
EL MAPA DEL RUIDO EN BARCELONA
Durante los últimos años se ha ido manifestando un creciente malestar urbano en muchas ciudades en relación con el ruido, motivado
por causas objetivas y por percepciones sociológicas cambiantes y
dinámicas. La ciudad de Barcelona, al tratarse de una ciudad densa y
mediterránea, también se enfrenta a este fenómeno. La alta densidad
-15.000 habitantes que viven y conviven por kilómetro cuadrado- y el
carácter mediterráneo, con un clima benigno que permite desarrollar
muchas actividades al aire libre, son características muy especiales de
nuestra ciudad. El aumento de lo que se denomina “contaminación
acústica” se debe, por una parte, al incremento de actividades –técnicas, comerciales, lúdicas, etc.–, y, por otra, al aumento de una deter-
minada “cultura del confort acústico” que nos hace más exigentes y
nos lleva a valorar la tranquilidad como un elemento clave de la calidad de vida.
Como ya se ha dicho, Barcelona fue una de las primeras ciudades en
elaborar un mapa del ruido con el fin de conocer y radiografiar la
situación en las diferentes zonas, lo que constituye un instrumento
esencial para poder actuar sobre la contaminación acústica. En 1990
se presentó el primer Mapa –elaborado a partir de la medición de más
de once mil valores– y se actualizó en 1997 con cinco mil mediciones
más. La zonificación de la ciudad (2001) también supone una clasificación en función de cinco zonas –de acuerdo con su funcionalidad:
residencial, industrial, etc.– a las que se asignan valores o niveles guía,
diurnos y nocturnos, que no deberían superarse. Así, por ejemplo, en
las zonas II de uso de vivienda y residenciales, el valor guía diurno (722 horas) se ha fijado en 65 decibelios y el valor nocturno (22-7 h) en
55 dbA. Para las zonas III, de uso residencial, comercial y de servicios,
estos valores se han situado en 70 y 60 db respectivamente (véase la
A la izquierda y en la página anterior, carteles
de la campaña contra el ruido. En la página
siguiente, los nuevos vehículos de limpieza
pública son más respetuosos con el medio.
CIVISMO: LAS CLAVES DE LA CONVIVENCIA
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Laura Cuch
tabla de la página anterior). Según el Mapa del Ruido de 1997, existía
una tendencia, respecto a 1990, a la reducción tanto de la población
como de la superficie expuestas a más de 75 decibelios y a un aumento de la franja de exposición a 65-75. En la actualidad, y a la vista de
los criterios establecidos en las leyes autonómicas, estatales y europeas antes citadas que tienen que desplegarse normativamente, se está
preparando una nueva actualización del Mapa del Ruido.
En cualquier caso, aunque se trate de un fenómeno compartido con
otras ciudades –y aunque incluso Barcelona pueda encontrarse en
una mejor situación que otras ciudades españolas–, lo cierto es que
vivimos en una ciudad ruidosa, pero, como todavía existe margen
para disminuir la contaminación acústica, el objetivo debe ser conseguir reducirla. Un 32% de la población está sometida a niveles de
ruido de entre 65 y 75 decibelios y un 3% soporta un nivel de ruido
superior a los 75 dbA (véase gráfico de la página siguiente). La causa
principal del ruido ambiental en Barcelona es el tráfico: hasta un 80%
del ruido ambiental tiene su origen en los vehículos motorizados,
pese a que las quejas no se den en la misma proporción.
En este sentido, el tipo de ruido, su tono, su intensidad y su duración
ejercen una gran influencia, pero también su origen porque, además
de que no todos los ruidos son iguales, tampoco lo es su posible justificación. En general, la población que vive en una ciudad muy densa
y con muchos servicios suele ser comprensiva con el ruido, por
LOS MONOGRÁFICOS DE B.MM NÚMERO 6
molesto que pueda ser, de las sirenas de los vehículos de emergencias,
de los servicios públicos, de las obras o del tráfico, lo que no obsta
para que se intente reducirlo. En cambio, otras fuentes de ruido son
percibidas como lo que son: injustificables. Quizás el caso más emblemático –tal y como demuestran las encuestas de percepción– es el
ruido producido por algunas motos o el uso del claxon en determinadas circunstancias. En estos casos, se produce una apropiación del
espacio acústico que pertenece a todos por parte de una minoría, que
hace gala de un comportamiento claramente contrario a las más elementales normas de convivencia.
El análisis de las quejas recibidas por la Guardia Urbana en 2004
(unas 22.000) relacionadas con el ruido nos muestra que la mayoría
de ellas (casi 10.000) están relacionadas con el ruido que provocan los
vehículos (en su mayoría son motos) y que superan los límites establecidos; con el uso indebido de los avisadores acústicos o con el excesivo volumen de la música. Una parte importante de las quejas
(4.500) también se debe al ruido producido por los establecimientos,
principalmente los vinculados al ocio nocturno. En el apartado domiciliario o de convivencia vecinal se agrupan otras tipologías, entre las
que destacan, en función del número de quejas, el volumen de la
música (en torno a 1.000) y, en menor medida, el ruido de las reparaciones o las obras domésticas. Los ruidos molestos de los animales
domésticos también generan quejas.
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“El Programa para la Minoración de la Contaminación Acústica significa
un avance cualitativo en el ámbito de las actuaciones municipales en esta
materia, ya que realiza un tratamiento integral que contempla las diferentes
tipologías de ruido”.
EJES DEL PROGRAMA CONTRA EL RUIDO
El programa se estructura a partir de dos ejes complementarios: por un
lado, las estrategias de información y sensibilización, dirigidas al conjunto de la ciudadanía o a actores colectivos, con el objetivo de promover una mayor concienciación de las molestias producidas por el ruido
y favorecer cambios de hábitos y buenas prácticas; y por otro, las estrategias de corrección que se basan en la inspección, el control y la sanción
–en aquellos casos que lo requieran–, diferenciando las actuaciones en
función del tipo de ruido: de fondo, de focos móviles o puntas de ruido
de foco fijo.
Durante este periodo se han llevado a cabo las siguientes actuaciones:
. Actuaciones dirigidas al conjunto de la ciudadanía: la elaboración de la
guía de educación ambiental Menys soroll millor (Menos ruido, mejor);
la recopilación de recursos Sons i soroll (Sonidos y ruido) del CRBS; la
inclusión del ruido en la campaña de civismo 2004; y la presencia de la
Unidad de Análisis Acústico en diferentes actuaciones ciudadanas.
. Actuaciones en el ámbito escolar: en el programa de actividades escolares 2003/2004 se realizó un taller sobre el ruido y visitas a la Unidad de
Análisis Acústico; también se han realizado préstamos de sonómetros y
en la Agenda 21 Escolar se ha creado un grupo de asesoramiento sobre
el ruido para los profesores.
. Acciones específicas en los diferentes focos de ruido: establecimiento de
diversos programas-compromiso con el Gremio Provincial de Talleres
de Reparación de Automóviles o con la Asociación Empresarial
Barcelona ciudad. Exposición de la población
al ruido en el periodo diurno
40
‹75 dBA = 97%
‹65 dBA = 66%
›75 dBA = 3%
‹65 dBA = 34%
35
% de población
Con la finalidad de reducir el ruido, y en consecuencia las molestias que
produce, el Ayuntamiento aprobó en enero de 2001 el Programa Marco
de Actuaciones para la Minoración de la Contaminación Acústica de la
Ciudad de Barcelona. El programa cuenta con la implicación de las
diversas áreas municipales y, muy especialmente, con el trabajo de los
distritos, que son quienes deben actuar de forma más directa para avanzar hacia una ciudad menos ruidosa, y con la corresponsabilización de
los ciudadanos y ciudadanas.
El programa significa un avance cualitativo en el ámbito de las actuaciones municipales en materia de ruido, ya que realiza un tratamiento
integral que contempla las diferentes tipologías de ruido. Asimismo, el
programa pretende, por una parte, sensibilizar a la ciudadanía sobre los
problemas que plantea el ruido mediante campañas informativas y
mediante el establecimiento de compromisos, y, por otra, pretende
corregir las situaciones inadecuadas, aumentando el control y la previsión de sanciones.
La coordinación y seguimiento de las actuaciones previstas en el
Programa Marco se realiza desde la Mesa del Ruido, un órgano interdepartamental de carácter técnico creado en junio de 2001.
30,2
30
24,3
25
19,9
20
15
9,67
10
5
0
11,7
2,68
0,06 1,35
0,03
‹45 45 a 5050 a 5555 a 6060 a 6565 a 7070 a 7575 a 80
Intervalos de Lequen dB(A)
Prodelivery. Estos acuerdos suponen un compromiso por parte de los
actores con el fin de contribuir a reducir el ruido, principalmente en
focos móviles.
. Colaboraciones con entidades ciudadanas y agentes relacionados:
realización de cursos y seminarios en colegios profesionales sobre la
ordenanza de ruido, la zonificación acústica y la zonificación; cursos
de formación en materia de ruido en las entidades ambientales de control (EAC).
. Concentración nocturna de público: desde el año 2001 se viene realizando en los meses de verano la “campaña de verano de ocio nocturno”, dirigida a terrazas y locales de ocio nocturno. El objetivo es, por
una parte, sensibilizar a los propietarios, a los trabajadores y a los
clientes sobre el ruido durante la noche, y, por otra, controlar el cumplimiento de la normativa de ruido por parte de estos establecimientos. Durante el verano del año pasado, se realizó un total de 1.733 inspecciones en los establecimientos participantes en la campaña, un 80%
más que en el año 2003.
. Carga y descarga de mercancías: se ha realizado un conjunto de
actuaciones orientadas a regular la actividad C/D, como la creación
de 6.000 plazas, la implantación de control de tiempo de permanencia,
de carriles multiuso, etc.
. Equipamientos exteriores: en cuanto a equipos industriales de aire
acondicionado, se han desarrollado dos programas de subvenciones del
Instituto Municipal del Paisaje Urbano: insonorización de actividades
molestas por ruido y reubicación de los aparatos en azoteas o balcones.
CIVISMO: LAS CLAVES DE LA CONVIVENCIA
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“Hay que estudiar las fórmulas más idóneas para minimizar la
contaminación acústica combinando los diferentes usos de la ciudad,
teniendo en cuenta los intereses de todos los sectores y promoviendo
una convivencia respetuosa”.
. Obras en la calle: establecimiento de un programa-compromiso con
la Cámara de Contratistas de Cataluña; edición de un Código de buenas prácticas para la minoración del ruido de las obras en la calle y la
inclusión de estos criterios acústicos en la reedición del Manual de calidad de las obras.
. Infraestructuras: aplicación de pavimento sonorreductor en calles de
la red viaria y en calles con ruido ambiental superior a 65 dBA. Se han
instalado más de 2.300.000 m3 de pavimento sonorreductor, con lo que
se ha conseguido una disminución de ruido ambiental de la calle de
entre 2 y 3 dBA.
. Movilidad: potenciación del transporte colectivo y respetuoso con el
medio; incremento progresivo del transporte público con nuevas líneas de metro y autobús. También se ha aumentado el recorrido de carril
bici (130 km), un modo de movilidad que, además de ser saludable y
poco contaminante, no produce ruido.
. Licencias de actividad: todas las actividades incluidas en el Anexo III.6
de la OGMAU deben presentar un estudio de impacto acústico. Durante
este periodo se han evaluado más de 500 estudios de impacto acústico.
. Parque móvil: fomento de vehículos más respetuosos con el medio,
como, por ejemplo, los 102 vehículos que se han incorporado durante
el periodo 2001-2004 a la flota de vehículos de limpieza y recogida, con
motor diesel, de gas natural o eléctricos. Transports Metropolitans de
Barcelona también ha incorporado 73 nuevos autobuses de gas y de
hidrógeno.
. Motocicletas y automóviles: operativos especiales de la Guardia Urbana
han controlado más de 22.000 vehículos (95% motocicletas) y han
impuesto casi 9000 denuncias por ruido. En enero de 2003 entró en funcionamiento la Unidad de Análisis Acústico, que ha permitido mejorar
la gestión de las denuncias por ruido. Esta unidad tiene dos ámbitos
diferenciados de actuación: prestar apoyo técnico a los distritos y sensibilizar a los ciudadanos y a los escolares.
. Cláxones de los vehículos: control y sanción de la Guardia Urbana a los
vehículos que realizan estacionamientos y paradas en doble fila.
. Avisadores acústicos: firma de un convenio de colaboración con el gremio de ambulancias y realización de sesiones de sensibilización a los
conductores. Se han creado cinco “zonas sensibles a la contaminación
acústica” en torno a los principales hospitales (Clínic, Esperança, Creu
Roja, Mar y Sant Pau), en las que no se pueden utilizar los dispositivos
de aviso acústico.
PROYECTOS DE ACTUACIÓN
Se ha elaborado el segundo Programa de Minoración del Ruido que se
enmarca en los objetivos del Plan de Actuación Municipal 2004-2007,
y, de forma más específica, en el objetivo de impulsar la mejora del
confort sonoro. Este programa, que es una continuación del anterior,
hace un mayor hincapié en el control (inspección) y sanción a partir
de las quejas o denuncias por ruido, así como en la comunicación con
los ciudadanos.
Además de continuar con las líneas de trabajo ya iniciadas, el programa
se plantea algunas actuaciones más intensivas, entre las que destacan:
. Campañas y acciones de sensibilización, dirigidas a la ciudadanía (en
el marco de la Campaña de civismo), a los agentes de ruido (motocicletas, ocio nocturno y obras) y al mundo escolar (Agenda 21 Escolar,
Programa de Actividades Escolares, etc.).
. Acuerdos-compromiso: seguimiento de los acuerdos-compromiso
firmados y establecimiento de nuevos acuerdos: 061, gremio de instaladores de aire acondicionado, etc.).
. Herramientas de información y difusión específicas dirigidas a los
ciudadanos, técnicos y empresas para promover el conocimiento de las
Señalización de zona sensible a la
contaminación acústica en torno a uno de los
grandes hospitales de Barcelona.
En la página siguiente, cartel de la campaña de
prevención del ruido nocturno, verano de 2004.
LOS MONOGRÁFICOS DE B.MM NÚMERO 6
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Dani Codina
buenas prácticas de reducción del ruido y los instrumentos existentes
para mejorar el clima acústico.
. Gestión de las incidencias de ruido: mejorar y agilizar los procesos de
gestión de las denuncias de ruido de los ciudadanos definiendo las
tareas y procedimientos que se deben emprender, homogeneizando los
procesos, intensificando el ejercicio de la autoridad municipal y reforzando el nivel de exigencia en el momento en el que se establecen actividades potencialmente ruidosas en la ciudad.
. Campañas estacionales: además de la campaña estival de terrazas y
locales de ocio nocturno, se prevé realizar una campaña de intensificación del control y sanción de las motos ruidosas mediante actuaciones
de la Guardia Urbana y campañas de sensibilización y de información.
. Mejora de los equipos técnicos: asimismo, se prevé renovar y ampliar
el parque de equipos de medición sonométrica por parte de los distritos, la Guardia Urbana y los servicios centrales, para mejorar la capacidad de respuesta a las quejas y aumentar las actuaciones de oficio.
. Planes de usos: la experiencia de los distritos que ya han elaborado
nuevos planes de usos se revela como una de las estrategias principales para actuar en la estructura urbana, de forma que se reduzca la contaminación acústica mediante una planificación de las actividades
comerciales en los diferentes barrios. Las normativas de terrazas de
algunos distritos también limitan o prohíben la música ambiental, el
uso de megafonía o las actuaciones en vivo. Se prevé intensificar la elaboración de estos planes de usos.
Como hemos mencionado al principio, el ruido es una nueva forma
de contaminación ambiental sobre la que es preciso actuar para minimizarlo. Asimismo, hay que estudiar las fórmulas más idóneas para
conseguirlo intentando combinar los diferentes usos de la ciudad,
teniendo en cuenta los intereses de los diferentes sectores que conforman una ciudad y promoviendo una convivencia respetuosa.
Barcelona es una ciudad densa, mediterránea y vitalista que tiene un
carácter abierto y plural, lo que también implica unos condicionantes
propios. El silencio, por sí mismo, no es un valor, pero sí lo es el confort acústico que permite que actividades distintas convivan respetuosamente. Por ello, hay que combatir los ruidos absolutamente
innecesarios y molestos y minimizar los de aquellas actividades que
pueden provocar ruidos moderados.
Este reto exige la implicación del conjunto de la ciudadanía, asumiendo que todos, en un momento u otro, somos víctimas y verdugos, productores y receptores de ruido. Los cambios de hábitos individuales y colectivos son necesarios para que a la vez que avanzamos
de forma colectiva hacia una cultura del confort acústico, éste sea
valorado cada vez más como un bien público y como un elemento de
la calidad de vida urbana.
CIVISMO: LAS CLAVES DE LA CONVIVENCIA
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