capitulo 7 - Comprendiendo España

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Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
CAPÍTULO VII
LA PROPIEDAD DE LA TIERRA EN EL VALLE
DE LA OROTAVA
1. INTRODUCCION
Nos corresponde en este capítulo presentar la estructura de la propiedad de la tierra de
uno de los territorios más emblemáticos de la isla de Tenerife, el valle de La Orotava,
conformado por los municipios de Los Realejos (Realejo Alto y Realejo Bajo), La Orotava
y el Puerto de la Cruz. La superficie total de los cuatro municipios –actualmente, sólo tres,
por la fusión en 1955 del Realejo Alto y el Realejo Bajo– es 273,13 km², lo que representa
el 13,4% del total insular, si bien corresponde al valle propiamente dicho –descontando, por
tanto, el amplio espacio de Las Cañadas del Teide, que se incluye en la demarcación de La
Orotava– algo menos del 7%1. Se trata de un espacio dotado de una indiscutible
singularidad comarcal, tanto a nivel geográfico como a nivel histórico, por lo que no es
necesario proporcionar demasiados argumentos para justificar la inclusión de estos cuatro
1
El actual municipio de Los Realejos, resultado de la fusión del Realejo Alto y del Realejo Bajo, tiene
una superficie de 57,09 km²; La Orotava, incluidas las Cañadas del Teide, 207,31 km²; y el Puerto de la
Cruz, 8,73 km².
553
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
municipios en un mismo capítulo. Físicamente, se trata de un plano suavemente inclinado
desde el nivel del mar hasta los 400-500 metros, a partir de los cuales se hace más
pronunciada la pendiente. Orográficamente, se halla claramente delimitado por los escarpes
de Tigaiga, por el Este, de Santa Úrsula, por el Oeste, y por la Cordillera Dorsal, por el Sur.
Sus características bioclimáticas corresponden plenamente a las de un territorio de la
vertiente de barlovento de las Canarias occidentales, con lo que esto implica en cuanto a
temperaturas y precipitaciones anuales. En función de la pendiente del valle, se suelen
diferenciar tres pisos bioclimáticos diferentes, con claras repercusiones en las actividades
agrarias: un piso de costa, hasta los 300 metros de altitud, con una temperatura media anual
de 20º C y unas precipitaciones anuales inferiores a los 400 mm.; un piso de medianía, entre
los 300 y los 1.000 mts. de altitud, con una temperatura media en torno a los 15º y unas
precipitaciones anuales entre 400 y 1.000 mm.; y un piso de cumbre, por encima de los
1.000 mts. de altitud –donde comienza la masa forestal–, en el que descienden
progresivamente las temperaturas y, por encima del mar de nubes, también lo hacen las
precipitaciones2.
Al igual que comentábamos en el capítulo anterior con relación a la comarca
Noroeste, fueron estas favorables condiciones orográficas y climáticas, unidas a la
abundancia de suelos fértiles y a la disponibilidad de agua, las que convirtieron al valle
de la Orotava o de Taoro en un privilegiado lugar de desarrollo económico y
demográfico
desde
los
primeros
momentos
de
la
colonización
castellana.
Efectivamente, desde el siglo XVI se destacaba ya la Orotava como segundo lugar más
poblado de la isla, tras la Laguna, la capital insular. Este crecimiento poblacional estaba
indudablemente relacionado con la fase de expansión del negocio azucarero y, sobre
todo, de la vid, así como con los excedentes que se obtenían en el policultivo de
autoconsumo y mercado interior.
Desde muy pronto se fue evidenciando la existencia de un lento proceso de
concentración de la propiedad agraria en manos de una reducida elite económica y
social, un proceso que se inicia con los repartimientos de principios del siglo XVI pero
que se consolida progresivamente durante el siglo posterior. Entre los beneficiarios más
importantes de los repartimientos en el valle se contaban el propio Adelantado –Alonso
Fernández de Lugo–; su sobrino, Bartolomé Benítez Pereyra de Lugo; Fernando de
Castro; Fernando del Hoyo, Jorge Grimón y otros individuos que, con algunas
2
ÁLVAREZ ALONSO, A., “El centronorte tinerfeño”, en Geografía de Canarias, 1993, pp. 837-841.
554
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
incorporaciones posteriores, irán conformando la relevante aristocracia feudal del valle.
El arrendamiento, la medianería y la enfiteusis se irán generalizando como relaciones de
producción más extendidas a medida que se iba produciendo la desposesión del
campesinado e iban avecindándose en el valle nuevos pobladores que no habían
recibido datas3.
El poder socioeconómico de la nobleza del valle –afincada principalmente en el
pueblo de la Orotava– se irá acrecentando durante el siglo XVII gracias, en parte, al
auge que experimenta el comercio de vinos con Europa, del que se beneficiará
especialmente, junto con la burguesía comercial extranjera. Y el acrecentamiento del
poder económico traerá consigo la reivindicación del poder político, monopolizado por
una minoría de regidores radicados en la Laguna. Fruto de tal demanda será la
concesión a la Orotava, en 1648, del título de Villa exenta, que sólo le confería
competencias de tipo judicial y, por lo tanto, no supondría una emancipación total de la
jurisdicción del Cabildo de La Laguna. Los conflictos entre la elite villera y los
regidores del Cabildo –centrados sobre todo en la reivindicación de los propios del
distrito que hacía la primera– continuarían en los años posteriores.
En la villa de la Orotava, la vida política y social sería monopolizada totalmente por
la poderosa terratenencia feudal del valle, mientras que en los Realejos quedaba en
manos de una oligarquía rural de arrendatarios y medianos propietarios, favorecida en
este aspecto por el absentismo de los mayores propietarios. En el Puerto, sin embargo,
la hegemonía económica, social y política correspondería a la burguesía comercial,
consolidada desde el siglo XVII a partir, principalmente, de un núcleo de mercaderes de
origen extranjero –muchos de ellos irlandeses– que se afinca en dicho puerto al calor de
los grandes beneficios producidos por la exportación vitícola. El creciente poderío
económico alcanzado por esta burguesía les lleva a intentar emanciparse de la tutela de
la villa exenta de la Orotava, objetivo que no conseguirán hasta la época liberal4. Sería
precisamente en estos años cuando la caída de las exportaciones vitícolas llevará a los
comerciantes del Puerto a reconvertirse paulatinamente hacia las actividades agrarias,
integrándose finalmente en la clase terrateniente feudal.
3
BELLO LEÓN, J. M., Un modelo de organización del espacio a raíz de la conquista: el Valle de La
Orotava: 1496-1550, Memoria de Licenciatura, inédita, Universidad de La Laguna, 1988, 346-351; VIÑA
BRITO, A., y NÚÑEZ PESTANO, J. R., “La conquista y la colonización”, en Los Realejos. Una síntesis
histórica, 1996, pp. 46-53.
4
ARBELO GARCÍA, A., La burguesía agraria del Valle de La Orotava (1750-1823), 1986, pp. 130-134.
555
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
Las transformaciones que tienen lugar durante el siglo XIX, siendo importantes, no
logran borrar por completo algunas de las características que estas localidades fueron
desarrollando durante el Antiguo Régimen. Por un lado, el municipio de La Orotava
seguirá apareciendo como un importante centro de residencia de la vieja terratenencia,
que no perderá –como veremos– su tradicional hegemonía. Por otra parte, una fracción
relevante de la riqueza agraria de los dos Realejos continuaría estando en manos de los
grandes propietarios absentistas del valle. Y por último, el Puerto de la Cruz continuaría
destacando sobre los demás municipios por la especial importancia conservada por sus
actividades comerciales, siendo el único municipio –junto a la capital provincial– en el
que la cuota total por la contribución industrial y de comercio superaba a la que
correspondía por los conceptos de rústica y pecuaria.
Durante los siglos XIX y XX, el valle de la Orotava conseguiría conservar el papel
preponderante que había desempeñado desde los inicios de la colonización castellana. Si
en el siglo XVI sus favorables condiciones orográficas, edafológicas, climáticas e
hidrográficas lo convirtieron en el centro –junto a La Laguna– de las principales
inversiones, la penetración de los capitales extranjeros desde finales del siglo XIX, en el
marco de la expansión imperialista europea, volverá a concentrar en su franja costera el
grueso de las inversiones, dedicadas ahora, sobre todo, a la producción platanera. El
impacto producido por la implantación en el valle de las principales casas extranjeras
dedicadas a la producción de plátanos para la exportación (Yeoward Brothers y Fyffes
Ltd.) sería muy relevante desde diversos puntos de vista, dando lugar al primer impulso
en la etapa de desarrollo del capitalismo burocrático. Multitud de vapores partían todos
los meses desde el Puerto de la Cruz –tercero de los puertos canarios por su tráfico–
para llevar, tanto a Santa Cruz como, directamente, a los principales destinos europeos,
los frutos producidos en el valle y otros lugares de la isla por las empresas extranjeras o
por los cosecheros autóctonos, correspondiendo al capital foráneo el control de esta
importante actividad exportadora5.
En cuanto a la población, la posición privilegiada adquirida por el valle de la Orotava
desde el mismo siglo XVI en cuanto al número de habitantes se mantendría en la
contemporaneidad, siendo, de hecho, la comarca rural más poblada de la isla. La
hegemonía demográfica de la villa de la Orotava en el conjunto de la comarca será
indiscutible durante todo el período investigado, superando con mucho el número de
5
MARTÍN HERNÁNDEZ, U., La presencia extranjera en el valle de La Orotava (1880-1919), 1987.
556
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
habitantes de las otras tres localidades. El porcentaje la población del valle que residía
en la villa de La Orotava alcanzaba en 1887 el 44,4% del total, una cifra que se iría
reduciendo lentamente con el tiempo hasta alcanzar en 1930 el 39,87%. La densidad de
población de la comarca era también muy alta, alcanzando en 1930 la cifra de 133,03
hab/km², un porcentaje que, además, se veía reducido por el amplio espacio natural
despoblado de Las Cañadas, que se incluye en el municipio de La Orotava.
Descontando los 135 km² de dicho espacio, la densidad de la comarca rondaría los 263
habitantes por kilómetro cuadrado. En el pequeño y poblado municipio del Puerto de la
Cruz, esta densidad alcanzaba en el mismo año la elevada cifra de 998 hab/km².
TABLA 92.- POBLACIÓN EN EL VALLE DE LA OROTAVA (1887-1930)
1887
1910
1920
1930
DE HECHO
8.876
11.242
12.208
14.436
LA OROTAVA:
DE DERECHO
9.013
11.465
12.907
14.488
DE HECHO
4.720
6.553
7.036
8.818
PUERTO DE LA
CRUZ:
DE DERECHO
4.456
6.102
7.035
8.713
DE HECHO
3.658
5.015
5.691
8.066
REALEJO ALTO:
DE DERECHO
3.816
4.979
6.218
8.343
DE HECHO
2.895
3.482
3.910
4.535
REALEJO BAJO:
DE DERECHO
2.976
3.517
4.265
4.791
DE HECHO
20.149
26.292
28.845
35.855
TOTAL
COMARCA:
DE DERECHO
20.261
26.063
30.425
36.335
Fuente: Censos de la población de España de 1887 y 1910 y nomenclátores de las ciudades, villas, lugares, aldeas
y demás entidades de población, de 1920 y 1930.
Vemos, pues, que la relevancia de la comarca del Valle en el conjunto de la isla ha
sido muy grande, desde cualquier punto de vista, y eso la ha convertido en el centro de
atención de un amplio número de investigaciones históricas y geográficas desarrolladas
desde la Universidad de La Laguna. De esta forma, el valle de La Orotava se ha
convertido en un privilegiado ámbito espacial para los nuevos temas de investigación
que se han ido abriendo en los campos de la geografía y la historia, ya se tratara de los
repartimientos6, la cuestión agraria en el Antiguo Régimen7, la penetración de los
6
BELLO LEÓN, J. M., El reparto de tierras de riego en el valle de la Orotava, 1988; Un modelo de
organización del espacio a raíz de la conquista: el Valle de La Orotava: 1496-1550, 1988 (Tesis
Doctoral).
557
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
capitales extranjeros8, el paso de la agricultura al turismo9, la importancia del clero en el
Antiguo Régimen10, las elecciones11, la revolución liberal12, la historia de la prensa13, de
la educación14, de las instituciones15 o del turismo16. En vista de ello, intentaremos en
este capítulo no ahondar excesivamente en lo que ya es muy conocido, limitándonos a
exponer en la forma más sintética posible nuestra aportación a este conocimiento. Sólo
nos concentraremos, pues, en aquello que resulte absolutamente necesario para la
comprensión global del trabajo y la verificación de las hipótesis iniciales.
2. LA OROTAVA
Como todos en las islas saben, la historia contemporánea de la villa de La Orotava
nos proporciona el caso más paradigmático de Canarias en cuanto a pervivencia
aristocrática se refiere. En pleno siglo XXI encontramos aún a diversos miembros de
sus más rancias estirpes solicitando Real Carta de Sucesión en los títulos nobiliarios que
siglos atrás recibieron o compraron sus antepasados, en lo que representa, sin duda, una
buena muestra de pervivencia de la mentalidad feudal que podría parecer impropia de
tiempos constitucionales pero que a nadie extraña tratándose de individuos procedentes
de la vieja clase terrateniente de La Orotava. Efectivamente, decir Orotava es como
decir aristocracia, feudalismo. Veamos cuál es la base de todo esto.
A mediados del siglo XIX, la hegemonía de la vieja nobleza feudal consolidada
durante el siglo XVII continuaba siendo indiscutible. Nueve de los diez mayores
7
ARBELO GARCÍA, A., La burguesía agraria del Valle de La Orotava (1750-1823), 1986; GALVÁN
FERNÁNDEZ, F., La transformación del campo de la Orotava ante la primera gran crisis capitalista y
algunos precios canarios, 1985.
8
MARTÍN HERNÁNDEZ, U., La presencia extranjera en el valle de La Orotava (1880-1919), 1987; ORY
AJAMIL, F., y GONZÁLEZ LEMUS, N., Canarias y el imperio alemán : El Valle de La Orotava y Las
Cañadas del Teide en la órbita de los intereses germanos, 2003.
9
ÁLVAREZ ALONSO, A., Turismo y agricultura en el Valle de La Orotava, 1983.
10
HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, M., Clero regular y sociedad canaria en el Antiguo Régimen : los conventos
de La Orotava (Memoria de licenciatura), 1983.
11
HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, M. y ARBELO GARCÍA, A., Las elecciones municipales en el Valle de la
Orotava, 1983.
12
HERNÁNDEZ GONZÁLEZ, M. y ARBELO GARCÍA, A., Revolución liberal y conflictos sociales en el Valle
de la Orotava (1808-1823), 1984.
13
GONZÁLEZ, C. M. y otras, La prensa del Valle de la Orotava (1880-1930), 1986.
14
MARTÍNEZ SÁNCHEZ, J. J., La instrucción pública en la Orotava : (de 1900 a 1960), 1988.
15
SEVILLA GONZÁLEZ, M. C., Las relaciones entre el Cabildo de Tenerife y La Orotava en el siglo XVIII:
el nombramiento de Teniente Corregidor de la Villa Exenta, 1984.
16
GONZÁLEZ LEMUS, N., Génesis del turismo y presencia británica en Canarias: Tenerife (1850-1900),
1996 (Tesis Doctoral), El Puerto de la Cruz y el nacimiento del turismo en Canarias : (Apuntes para una
interpretación), 1999; Del hotel Martiánez al hotel Taoro : historia de la primera empresa turística de
Canarias, 2002; El Puerto de la Cruz : de ciudad portuaria a turística, 2005.
558
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
contribuyentes de 1849 pertenecía a dicha clase, una relación que encabezaban el
Marqués de Celada (familia Benítez de Lugo), el Marqués del Sauzal (familia Cólogan),
el Marqués de Las Palmas, Fernando e Ignacio Llarena y Antonio María Lugo y Viña, y
en la que también figuraban en los primeros puestos el Marqués de la Candia, el
Marqués de Torre Hermosa, Leonor del Castillo, Esteban Salazar, Luis Román y
Herrera, Tomás Ascanio, Juana Ponte de Lercaro, Tomás Cólogan, el Marqués de las
Cuevas, Nicolás Urtusáustegui, Juan Nieves y Molina, etc17. Los primeros embates de
las reformas liberales se habían incautado de las tierras y tributos que poseía el clero en
el valle, pero los nobles se mantenían incólumes en sus antiguas posiciones de
privilegio. Los embates posteriores tampoco supondrían menoscabo importante a su
secular hegemonía económica, social y política, de tal forma que en los inicios de la
Restauración continuaban en sus manos la gran mayoría de los medios de producción
del agro semifeudal. Los individuos con diferente extracción social que habían
conseguido enriquecerse mediante la adquisición de extensiones de tierra significativas,
eran aún muy escasos –sólo cuatro aparecían entre los veinte primeros contribuyentes de
1876–, siendo la más destacada de ellos Ciriaca González, hija del gran propietario
Bernardino González, que aparecía en el séptimo lugar18. La relación estaba encabezada
por Tomás Ascanio y Aponte, natural de La Orotava, y tras él figuraban toda una
pléyade aristocrática compuesta por el Marqués de Celada, Ignacio Llarena y Ponte,
Tomás Fidel Cólogan y Bobadilla, Antonio María Lugo Viña, Antonio Lercaro y Ponte,
el Marqués del Sauzal, el Marqués de Acialcázar (familia Nava-Grimón), Alonso
Méndez Guardia, Esteban Salazar y Monteverde, el Marqués de la Quinta (familia
Ponte), etc. El número de contribuyentes de la nobleza feudal que aparecía en el
repartimiento era muy elevado, lo que indica que las propiedades de esta clase no se
hallaban concentradas en unos pocos cabezas de familia sino que se habían ido
fraccionando progresivamente. La mayor parte de la riqueza agraria –el 77,88%– se
hallaba en manos de los propietarios avecindados en la propia Villa, una realidad muy
17
Repartimiento de la contribución territorial para 1849, Archivo Municipal de La Orotava.
Bernardino González, natural de La Orotava, era ya el 14º mayor contribuyente en 1849, siendo su
líquido imponible de 10.100 rvon., de los que 8.810 correspondían a sus tierras y 1.290 a 15 casas. El
historiador tinerfeño Nicolás González Lemus afirma que algunas propiedades importantes las obtuvo en
pago por las deudas contraídas con él (se dedicaba a la actividad del préstamo) por algunos miembros de
la aristocracia, afectados a raíz de la crisis del negocio de la cochinilla. Esto pasó, por ejemplo, con la
Hacienda La Palmita, de Luis Benítez de Lugo, que no pudo pagar, en 1874, la deuda de 30.528 ptas. que
tenía contraída con Bernardino González (GONZÁLEZ LEMUS, N., Génesis del turismo y presencia
británica en Canarias. Tenerife (1850-1900), 1996, p. 181).
18
559
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
diferente a la que imperaba en los Realejos, donde, como vemos, predominaba la
propiedad absentista, igual que había sucedido en el Antiguo Régimen.
CUADRO 95.- Mayores contribuyentes de La Orotava por Inmuebles, Cultivo y
Ganadería . 1876-1877 (en ptas.)
1.
2.
3.
4.
5.
Tomás Ascanio y Aponte: 12.764 (10.216 por rústica y 2.548 por urbana).
Marqués de Celada: 8.472 (7.894,85 por rústica y 577,50 por urbana).
Ignacio Llarena y Ponte: 8.047(6.532,15 por rústica y 1.515 por urbana).
Tomás Fidel Cólogan y Bobadilla: 6.304 (5.304,40 por rústica y 1.000 por urbana).
Antonio María Lugo Viña y Sotomayor: 6.053 (5.367,50 por rústica y 685 por
urbana).
6. Francisco Alfaro (Habana): 5.975 (5.809,75 por rústica y 165 por urbana).
7. Ciriaca González de Fuentes: 5.409 (4.028,93 por rústica y 380 por urbana).
8. Antonio Lercaro y Ponte: 5.380 (4.517,95 por rústica y 862,50 por urbana).
9. José García Lugo: 4.721 (4.013,95 por rústica y 707,50 por urbana).
10. Herederos de Juan González Lugo (Puerto): 4.500 (4.227,95 por rústica y 272,50 por
urbana).
11. Marqués del Sauzal: 4.370 (3.762,20 por rústica y 667,50 por urbana).
12. Marquesa de Acialcázar (Laguna): 4.337 (3.516 por rústica y 821 por urbana).
13. Alonso Méndez y Guardia: 4.185 (3.425,35 por rústica y 760 por urbana).
14. Esteban Salazar y Monteverde: 3.825 (3.089,90 por rústica y 290 por urbana).
15. Juan Cullen y Calzadilla: 3.788 (3.170,30 por rústica y 617,50 por urbana).
16. Antonio Monteverde del Castillo: 3.747 (2.746,70 por rústica y 1.000 por urbana).
17. Francisco Urtusaústegui y Benítez de Lugo: 3.657 (2.677,10 por rústica y 980 por
urbana).
18. Marqués de la Quinta: 3.535 (2.622,55 por rústica y 912,50 por urbana).
19. Pedro P. Perdigón: 3.456 (2.600,50 por rústica y 855 por urbana).
20. Juan Domínguez (Puerto): 3.361 (2.221,25 por rústica y 140 por urbana).
21. Juan Benítez y Hoyo: 3.127 (2.374,55 por rústica y 752,50 por urbana).
22. Juan X. de la Guardia y Uribe: 2.945 (2.137,95 por rústica y 807,50 por urbana).
23. Antonio Díaz Flores y Cartaya: 2.831 (1.955,75 por rústica y 875 por urbana).
24. María Cólogan y Heredia (Madrid): 2.388 (2.360,30 por rústica y 27,50 por urbana).
25. Marquesa de Villafuerte: 2.376 (1.618,30 por rústica y 757,56 por urbana).
26. Andrés González de Chaves y Hernández: 2.237 (2.214,60 por rústica y 22,50 por
urbana).
27. Sebastián Martín Coubin: 2.215 (1.495,10 por rústica y 720 por urbana).
28. Gabriel Pimienta y Afonso: 1.965 (1.572,20 por rústica y 392,50 por urbana).
29. Melchor de Ponte y Hoyo: 1.932 (1.832,45 por rústica y 100 por urbana).
30. Fulgencio Melo y Calzadilla: 1.912 (1.536,60 por rústica y 375 por urbana).
31. Marquesa viuda de la Florida: 1.891 (1.541,25 por rústica y 350 por urbana).
32. Marqueses de Villanueva del Prado (Laguna): 1.814 (1.588,50 por rústica y 225 por
urbana).
33. Conde del Palmar: 1.780 (1.037,15 por rústica y 742,50 por urbana).
34. Vicente Fernández del Toro (Puerto): 1.721 (1.563,50 por rústica y 157,50 por
urbana).
35. Juan Moreno y Benítez (Madrid): 1.591 (1.553,45 por rústica y 37,50 por urbana).
36. María del Carmen Borges, como usufructuaria: 1.589 (1.289,35 por rústica y 300 por
urbana).
37. María Dolores Pantaleón: 1.589 (1.189,45 por rústica y 400 por urbana).
38. Elvira Benítez de Lugo y Benítez de Lugo: 1.580 (1.187,50 por rústica y 392,50 por
urbana).
560
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
39. Agustín Villalba y Díaz: 1.555 (1.474,95 por rústica y 80 por urbana).
40. Luis Neda y García: 1.519 (1.128,60 por rústica y 390 por urbana).
Fuente: “Repartimiento individual de la contribución de Inmuebles, Cultivo y Ganadería, año económico
1876-1877”, Archivo Municipal de La Orotava. Elaboración propia.
La clasificación de los contribuyentes según el importe de sus cuotas nos
proporciona la imagen de una sociedad rural desequilibrada, en la que un porcentaje
pequeño de sus miembros concentraba un gran parte de la riqueza económica de la
localidad. Los contribuyentes que pagaban menos de 20 ptas. representaban el 67,96%
del número total de propietarios, mientras que la suma de su riqueza líquida no pasaba
del 7,81% de la riqueza total; los contribuyentes del nivel intermedio, que pagaban entre
20 y 100 ptas., representaban el 19,73% y alcanzaban el 14,37% de la riqueza; mientras
que los del estrato superior no eran sino un 12,30% de los contribuyentes pero
concentraban el 77,82% del valor total de las cuotas.
TABLA 93.- CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRIBUYENTES POR
CUOTA. LA OROTAVA. 1876
25 cts. a 1 ptas.
80 contr.
634,15 ptas.
1-5
381 “
1.700,42 ptas.
5-10
151 “
2.110,28 ptas.
10-20
139 “
1.719,00 ptas.
20-30
58 “
925,10 ptas.
30-40
47 “
2.541,74 ptas.
40-50
31 “
1.653,03 ptas.
50-100
82 “
6.215,22 ptas.
100-200
52 “
8.401,13 ptas.
200-300
35 “
8.137,09 ptas.
300-500
18 “
9.351,00 ptas.
500-1.000
15 “
10.728,90 ptas.
1.000-2.000
13 “
16.844,53 ptas.
2.000-5.000
3 “
7.937,16 ptas.
1.105 contr.
78.898,75 ptas.
TOTAL
Fuente: “Repartimiento individual de la contribución de Inmuebles, Cultivo y Ganadería, año económico
1876-1877”, Archivo Municipal de La Orotava.
Para traducir a extensión superficial las cantidades que figuraban en los
repartimientos de la contribución como líquidos imponibles contamos con los apéndices
a los amillaramientos confeccionados entre 1898 y 1941 y con un Amillaramiento que
561
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
fue realizado en la segunda mitad del siglo XIX –no tiene fecha exacta19– pero que
luego se fue actualizando al registrarse todas las modificaciones que se iban
produciendo en la propiedad rústica. Estos documentos nos permiten saber, en muchas
ocasiones, las fincas concretas que poseía cada uno de los contribuyentes, cuál fue la
forma de adquisición, a quiénes fueron transferidas y cuándo. Veamos, pues, a
continuación cuáles eran las propiedades que tenían los más destacados contribuyentes
de La Orotava en el último tercio del siglo XIX.
-
Tomás Ascanio y Aponte20 encabezaba la relación de mayores contribuyentes de
1876-1877. Él y su esposa María Estévez y Melo tenían amillaradas en La Orotava
durante la segunda mitad del XIX unas 144 ha. Las fincas más importantes eran la
hacienda de regadío Casa del Diablo, Villar, Azotea y lo de Calzadilla (8,91 ha.21), la
hacienda Paciencia (7,17 ha. de secano), la hacienda La Viejita, la hacienda La
Cisterna (12,02 ha.), la hacienda de El Rincón Bajo (4,28 ha. de regadío), la hacienda
del Pino (4,04 ha. de secano), las fincas El Corte (5,01 ha. de secano), Benijos (4,86
ha. de secano), Dehesa Alta (7,52 ha. de regadío y secano), etc. Además tenían
amillarados unos 18 días de agua del Heredamiento de La Orotava, 29 casas de
campo enclavadas en las fincas, una casa molino y 28 casas urbanas. El grueso de
estas propiedades pasaría en 1890 a sus hijos Enrique, Tomás, Herminia y Antonia
Ascanio Estévez (escritura de partición protocolizada en 21-5-1890), aunque no se
registraría la transmisión en el amillaramiento hasta 1906.
-
El Marqués de Celada figuraba con 20 fincas, de una superficie total de 295 ha., 61 a.,
65 ca. Las fincas más importantes eran el terreno de San Jerónimo (149 ha., 78 a., 57
ca. de secano)22; la Hacienda San Jerónimo (117 ha., 34 a., 30 ca. de secano)23, la
hacienda en Los Barros (2 ha., 23 a., 10 ca. de secano), la finca de La Palmita (2 ha.,
18 a., 72 ca. de regadío)24, finca Lomo y Cernícala (6 ha., 69 a., 65 ca. de regadío)25,
la hacienda La Viñita (1 ha., 47 a., 52 ca. de regadío), la finca de Florida Alta (2 ha.,
19
Una fecha probable podría ser 1869.
Tomás Ascanio fue uno de los más destacados compradores de bienes en la desamortización de
Mendizábal (OJEDA QUINTANA, J.J., La desamortización en Canarias, op. cit., pp. 57 y 156).
21
Producía nopales de regadío, papas y maíz secano, etc.
22
Producción: papas veraneras, millo un año y trigo otro; viñas, pastos, papas veraneras un año, otro trigo
y otro a chochos; papas un año, otro centeno y otro a chochos; garbanzos; 15 higueras, 5 morales, 70
perales, 30 guinderos, 5 damasqueros, 100 duraznos, 30 cirueleros.
23
Producción: papas venaneras y millo un año y trigo el otro; viñas; papas veraneras un año, trigo otro
año y el otro chochos; papas veraneras un año, otro centeno y el otro chochos; pastos; 53 perales, 12
higueras, 5 morales, 5 damasqueros, 20 guinderos, 30 cirueleros, 75 durazneros.
24
Papas, maíz y garbanzos regadío; cebada un año y otro a garbanzos; 1 naranjo, 3 higueras, 10
durazneros, 1 peral.
25
Papas, maíz y judías regadío; papas y millo un año y trigo otro; cebada un año y garbanzos otro; 1
higuera, 10 durazneros.
20
562
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
36 a., 21 ca.), etc. Además tenía 17 días de agua para el riego en la jurisdicción, 3
casas urbanas y 9 casas de campo enclavadas en las fincas. En los dos últimas décadas
del siglo XIX este extenso patrimonio se iría fraccionando, pasando una parte de las
fincas a los hijos del Marqués de Celada (Juan y Ángel Benítez de Lugo y Cólogan) y
otra parte a distintos individuos, mediante compra-venta26. Recuérdese que los
Marqueses de Celada estuvieron también, durante estos años, entre los mayores
contribuyentes del municipio de Buenavista, y además poseían propiedades en Santa
Úrsula (25 ha.), el Realejo Alto (12 ha.), Los Silos, El Tanque y San Juan de la
Rambla.
-
Ignacio Llarena y Ponte llegó a poseer en La Orotava un total de 78 ha., 53 a., 96 ca.
además de 27 días de agua del Adulamiento para el riego de las fincas, 21 casas (12
de campo y el resto urbanas)27. En el apéndice para 1899-1900 desaparece del
amillaramiento al pasar sus propiedades a su esposa Catalina Monteverde y LeónHuerta y a sus hijos Luis, Lucía, Manuela, Tomás, Fernando e Ignacio Llarena y
Monteverde28. Ignacio Llarena tuvo, además, en el municipio de Icod, unas 30 ha., y
en el municipio de La Laguna unas 12 ha.
-
Antonio María Lugo-Viña y Sotomayor figuraba en el amillaramiento con 14 fincas y
haciendas, cuya superficie total era de 41 ha., 71 a., 96 ca. Las más importantes eran
la Hacienda en el Rincón Bajo (4,12 ha.), la Hacienda el Lomo (7,48 ha.), la Hacienda
la Candia (4,13 ha.), y las fincas de la Candia (2,75 ha.), los Perales (8,57 ha.), Blas
Luis (11,28 ha.), Hacienda Perdida (4,71 ha.), Tienda Rica (1,96 ha.), El Corte (1,53
ha.) y Nateros (1,74 ha.). Además tenía 24 días de agua para el riego de Los Orovales
(en el Puerto de la Cruz) y en la jurisdicción de La Orotava; y 17 casas (incluyendo
un Salón-Bodega), muchas de las cuales están enclavadas en las fincas anteriores. La
mayoría de estas propiedades pasaron posteriormente a sus hijos –los hermanos
Emilia, Antonio, Estanislao, Magdalena y José Lugo y García– mediante partición
realizada en 1886, aunque también se vendieron algunas a otros individuos29.
26
Estos individuos fueron Lorenza Bethencourt (escritura de 18-9-1884 ante Vicente Martínez de la
Peña); José Arroyo y Soto (escritura de 13-7-1887 ante V. M. de la Peña); Emilia Díaz y Delgado
(escritura de 24-11-1888 ante Francisco Rodríguez Suárez), Francisco García Franco (escritura de 21-71889 ante V. M. de la Peña); Domingo Machado y Martín (escritura de 8-8-1887 ante V. M. Peña); Luis
Benítez de Lugo (escritura de 13-6-1869); Fernando Franchy Alfaro y Sánchez (escritura de 31-8-1888
ante Vicente M. de la Peña).
27
Algunas de las fincas eran Cueva Jurada, Paño Cabeza, Dehesa Baja, Las Chozas o Huertas,
Carmenaty, Hacienda de las Rebanadas, Los Herederos, Santo Domingo, La Florida Alta, El Drago,
Polo, Tienda Rica, Ratonas, Pino Alto, Balayo, Campanera, hacienda de La Galvana, La Constanza,
Rincón Bajo, La Dehesa Alta o Cañada, La Cañada, etc.
28
Escritura de 19-12-1897 ante Enrique Albert (Apéndice al amillaramiento para 1899-1900).
29
Estas propiedades pasaron a Julia Lugo y García (escritura de partición protocolizada el 22-7-1886 ante
Vicente Martínez de la Peña); a Estanislao Lugo y García y Antonio Monteverde (escritura de 13 de
octubre de 1886 y partición anteriormente citada); a Antonio Lugo y García (escritura de partición del 227-1886); a José Lugo y García (escritura de partición de 22-7-1886); a Magdalena García Lugo (escritura
563
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
-
Francisco Alfaro, residente en La Habana, tenía amillaradas 12 fincas, que tenían una
superficie total de 87 ha., 2 a., 36 ca. Las más importantes eran la de Las Suertes
(23,59 ha. de secano), otra en las Suertes (19,42 ha.), la Hacienda Luz Baja (10,19 ha.
de secano), la finca de Luz de Arriba (8,13 ha. de secano), la Hacienda de las Lajas
(9,09 ha. de secano), la hacienda de Las Lajas de Abajo (12,27 ha.), la finca del
Barranco de Araujo (3,14 ha.), etc30.
-
Ciriaca González Martín figuraba con una extensión total de tierra amillarada de 74
ha., 78 a., 55 ca. Buena parte de estas fincas fueron adquiridas por herencia de su
padre, Benardino González Hernández, y otras por compra a Luis Benítez de Lugo; a
Alonso Llarena y Ponte (se amillara a su nombre en 1875-1876); al Marqués del
Sauzal (Haciendas de La Candia y La Mocana: escritura de 14-12-1876 ante Nicolás
Escovar); a Francisco Bethencourt y Yanes (escrituras de 5-8-1877, 20-6-1879 y 1512-1879 ante Nicolás H. Escovar); a la Marquesa de la Florida (escritura de 27-111879 ante Nicolás H. Escovar), a Juana González Orta; a Pedro Ponte y Llarena
(escritura de 3-3-1880 ante José J. Bendris), a los herederos de Sebastiana Frías de
Barriuso (escritura de 14-3-1880 ante José. J. Bendris); etc31.
-
Antonio Lercaro y Ponte tenía amillaradas en La Orotava un total de 48 ha., 29 a., 61
ca., siendo las fincas más importantes la Hacienda San Jerónimo (10,71 ha.), la
Hacienda Barranquillo (10,07 ha.), la Hacienda de Los Gómez (4,22 ha.), la Hacienda
Briones (2,49 ha.), la Hacienda la Tenería (9,71 ha.) y la Hacienda de Dóniz (7,71
ha.). Además tenías unas 12 casas, varias de ellas enclavadas en las fincas anteriores,
y 7 días de agua para el riego en la jurisdicción. A estos bienes habría que sumar las
49 hectáreas que Antonio Lercaro poseía en el municipio de La Laguna.
-
José García Lugo, casado con la grancanaria Rafaela Llarena y Casabuena, tenía
amillaradas en La Orotava 4 fincas de una superficie total de 24 ha., 5 a., 51 ca.
Además tenía 29 días de agua para riego en los Orovales y en la Jurisdicción.
También tenía 7 casas, 3 de ellas de campo32.
de 11 de agosto de 1840 Ante Francisco Vivas y Paz, aunque no se amillaró a su nombre hasta 1888-89);
al Marqués del Sauzal (escritura de 29-7-1869 ante Agustín Romero) que luego la vendió a Ciriaca
González; al Conde del Valle de Salazar (escritura de 9 de julio de 1887 ante Rafael Calzadilla); a
Agustín Delgado Hernández (escritura de 8-8-1886 ante Vicente Martínez de la Peña); a Nicandro
González Borges (tres días de agua, según escritura de 4-7-1881 ante Escovar).
30
Estas fincas se amillararon en 1884-85 a Diego Jiménez y Pérez (escritura en La Habana el 29-2-1884
ante Pedro Rodríguez Pérez), a Juan Salazar y Ascanio (escritura de 12-6-1882 ante A. D. Gonz.) y a
Margarita Barnuevo Franchy Alfaro, residente en Caracas.
31
Estas propiedades pasaron a sus hijos y herederos (Quirina, Isabel, Saturio, Fernando, Bernardino y
Cayetano Fuentes y González) por partición de 9-10-1899 ante José Romero de Castro, y se amillararon a
nombre de estos en el apéndice para 1901. (Fuente: Amillaramiento sin fecha de mediados del siglo XIX).
32
José García Lugo fue comprador de bienes desamortizados (OJEDA QUINTANA, op. cit. p. 101). Las
fincas se amillararon en 1886-87 a nombre de Antonio Lercaro y Ponte (Hacienda la Tenería: escritura
otorgada en La Orotava el 11-9-1885 ante V. M. Peña); en 1886-87 a nombre del terrateniente sureño
564
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
-
Juan González Lugo era también uno de los mayores contribuyentes por rústica del
Puerto de la Cruz, municipio en el que residía33. En La Orotava tenía amillaradas 7
fincas con una superficie total de 28 ha., 47 a., 84 ca. También tenía 51 días de agua
para el riego en el Puerto de la Cruz y en la Orotava así como 8 casas (3 de campo y
una casa molino).
-
El Marqués del Sauzal, Bernardo Cólogan y Heredia, figuraba con 13 fincas
amillaradas, de una superficie total de 64 ha., 62 a., 65 ca. Las más importantes eran
la Hacienda Mayorazgo (14,73 ha., de regadío), una finca en Aguamansa (11 ha., 22
a., 50 ca. de secano), la Hacienda El Paso (8,80 ha. secano), la Hacienda la Tosquera
(7 ha., 34 a., 92 ca. de secano), la finca en Callejón del Gallo (4,94 ha. de secano), la
finca en Cañeño (3,91 ha.) y la hacienda La Mocana (3,22 ha. de secano). Además
tenía agua para el riego en la jurisdicción, 8 casas de campo y 4 urbanas34. Hay que
recordar aquí que el Marqués del Sauzal tenía también importantes extensiones de
terrenos en la comarca Noroeste, encabezando la relación de la mayores
contribuyentes de Los Silos y El Tanque y figurando también en los primeros puestos
de la de Icod y San Juan de la Rambla, por lo que la extensión total de sus
propiedades en la isla debió ser muy superior que las 64 hectáreas que tenía
amillaradas en La Orotava.
-
La Marquesa de Acialcázar, Juana de Llarena y Westerling, poseía 10 fincas
amillaradas en La Orotava, cuya superficie total ascendía a 44 ha., 3 a., 8 ca. Las
fincas más importantes eran la Hacienda La Haza (11,89 ha. secano), la hacienda El
Llano (9,18 ha. de regadío), la finca La Candia (8,57 ha. de secano), la Hacienda
Candia Baja (4,98 ha. de secano), etc35. Tenía además 6 días de agua para el riego en
la jurisdicción y 10 casas, 5 de ellas de campo y el resto urbanas. La Marquesa de
Eduardo Domínguez Alfonso (La Boruga: escritura de 18-1-1877 ante N. H. Escovar); en 1888-89 a
nombre de su hija Agustina García Llarena (Hacienda La Vizcaína: escritura de 30-11-1876 ante Nicolás
Hernández Escovar); y en 1877-78 a nombre de Lorenzo Machado (sitio en la Plaza de las Monjas:
escritura de 9-3-1877 ante N. H. Escovar). El agua pasó a Nicandro González Borges (escritura de 31-51879 ante Escovar), a Antonio Lercaro y a Eduardo Domínguez Alfonso, junto con las fincas
anteriormente citadas (Fuente: Amillaramiento sin fecha de la segunda mitad del XIX).
33
En 1856 tenía amillaradas en el Puerto de la Cruz 21,50 ha., de las que más de 8 eran de regadío.
34
Estas fincas pasaron a Juan Hernández Salcedo (Hacienda El Paso: escritura de 12-10-1874 ante N. H.
Escobar); Ciriaca González (Hacienda la Mocana: venta por escritura de 10-6-1876 ante Nicolás H.
Escobar); Francisco y Lorenza Bethencourt y Brito (finca Callejón del Gallo: escritura de 10-12-1877
ante N. H. E.); José Borges Acosta (finca el Drago, de 1,48 ha: escritura de 1-6-1881 ante N. H. Escovar);
Ismael González y Fernández (Hacienda la Tosquera: escritura de 2-12-1901 ante Enrique Albert);
Francisco Alvarez y Pacheco (escritura de 7-3-1902 ante Albert); y a su hijo Bernardo Cólogan y Ponte,
Marqués del Sauzal (partición por escritura de 15 de enero de 1904, protocolizada en 4-2-1904 ante José
Romero de Castro).
35
Las fincas pasaron en 1892 al Marqués de Villanueva del Prado, su viudo; a sus hijas Florentina, Ursula
y Antonia María de Nava y Llarena; a Rafael Tabares y Nava; a Ramón Ascanio y León por su esposa
Elena Montemayor y Nava; y a Francisco Miera y Verdugo por su esposa Tomasa de Quintana y Falcón
(partición de 14-2-1892 ante Blas Cabrera Topham).
565
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
Acialcázar tenía también, en estos mismos años, unas 30 hectáreas más y tres casas en
el término municipal de La Laguna, en los productivos pagos de Valle Guerra y
Tejina.
-
Alonso Méndez y Guardia, natural de Icod y casado con María de León-Huerta tenía
en La Orotava 12 fincas de una extensión total de de 50 ha., 60 a., 6 ca., además de 11
casas, de las que 6 estaban enclavadas en las fincas36.
-
Esteban y Francisca Salazar y Monteverde tenían 32 fincas con una superficie total de
53 ha., 44 a., 58 ca., además de 13 casas, 9 de ellas enclavadas en las fincas.
-
Juan Cullen y Calzadilla, esposo de Luisa Machado y Benítez de Lugo, tenía en La
Orotava 41 fincas, con una superficie total de 76 ha., 72 a., 82 ca. Además tenía 17
casas de campo, 2 pajizas y 8 urbanas37. Juan Cullen Tenía también algunas
propiedades en La Victoria y La Matanza.
-
Antonio Monteverde y del Castillo tenía 15 fincas de una extensión total de 44 ha., 84
a., 19 ca38. También tenía propiedades en Icod, que alcanzaban las 34 ha., en
Garachico, donde las propiedades de los Monteverde superaban las 44 ha., en el
Realejo Alto (9 ha.), en El Sauzal (10,82 ha.), Tacoronte (2,62 ha.), etc.
-
Francisco Urtusáustegui y Benítez de Lugo tenía amillaradas 9 fincas de un total de 27
ha., 15 a., 96 ca. Además tenía 26 días de agua del Adulamiento y la Empresa, 8 casas
(4 de campo) más 1 casa molino y dos salones o bodegas.
-
El Marqués de la Quinta Roja, Francisco de Ponte y Llarena, poseía en La Orotava 9
fincas con una superficie total de 42 ha., 75 a., 28 ca. También tenía 4 días de agua
del Adulamiento y de la Empresa39 y 7 casas (3 de campo)40. Recuérdense aquí las
propiedades que tenía amillaradas el Marqués de la Quinta en Santa Úrsula (54,53
ha.), el Realejo Alto (21,50 ha.), Garachico (15 hectáreas de regadío), en Los Silos
(donde era en 1876 el tercer mayor contribuyente y tenía una finca en Daute de 15
36
Estas propiedades pasaron a sus hijos Alonso Eladia, Candelaria y Fernando Méndez y León, y a su
nuera Magdalena Zárate y Morales, según escritura protocolizada en 7 de Octubre de 1889 ante Vicente
Martínez de la Peña.
37
El grueso principal de estas fincas pasaron a sus hijos Juan, Lorenzo, Juana, Luisa y Dolores Cullen y
Machado y a su esposa Luisa Machado y Benítez de Lugo, por escritura de partición protocolizada en 183-1909 ante José Romero.
38
Pasaron estas propiedades a sus hijos Antonio, José, María del Carmen, Agustín, Catalina y Magdalena
Monteverde y Lugo, y a su viuda Julia Lugo y García (escritura de partición protocolizada el 7-10-1897
ante Enrique Albert).
39
Cuando se menciona a la Empresa se está aludiendo, con mucha probabilidad, a la Empresa de Aguas
de Palo Blanco, que fue una de las primeras comunidades para el alumbramiento de aguas subterráneas
que funcionaron en la isla. En una relación de accionistas de dicha empresa, fechada en 1878, aparece
entre ellos el Marqués de la Quinta Roja, con una acción (Accionistas del Agua de Palo Blanco, 1878,
Fondo Zárate Cólogan, AHPSCT, Caja: “Comunidades de Agua”).
40
Las propiedades del Marqués de la Quinta pasaron a su viuda, la grancanaria Sebastiana del Castillo y
Manrique de Lara y a María de las Nieves Manrique de Lara, según testamento de 21 de abril de 1881.
566
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
hectáreas de regadío), en Garachico (12 hectáreas de regadío) y en San Juan de la
Rambla.
-
Pedro Pascasio Perdigón figuraba con 7 fincas de una extensión total de 53 ha., 84 a.,
84 ca. Además tenía 8 días de agua para el riego en la jurisdicción, y 14 casas (5 de
campo)41.
Se trataba, sin duda, de una rica clase de grandes propietarios en cuyas manos se
encontraba la mayor parte de la tierra y el agua del término municipal de La Orotava y
que no es posible estudiar de manera aislada debido, por un lado, a las fuertes
conexiones familiares que existían entre las distintas familias y, por otro, a que los
patrimonios de muchos de ellos –como hemos apuntado– desbordaban ampliamente las
fronteras municipales para extenderse por otras localidades de la vertiente Norte de la
isla, principalmente del propio Valle o de la comarca Noroeste. De cualquier forma, la
hegemonía económica de la vieja aristocracia feudal en el territorio de La Orotava
resulta, a todas luces, evidente. Esta hegemonía se mantendrá en gran medida durante
las últimas décadas del siglo XIX y el primer tercio del siglo XX, si bien se producirán
incorporaciones significativas al grupo de los mayores contribuyentes. Veamos a
continuación la evolución que experimenta en este último siglo la nómina de los
propietarios más ricos de la Villa y luego procederemos a comentar algunos de los casos
más destacados.
CUADRO 96.- Mayores contribuyentes de La Orotava por Rústica. 1901 (en ptas.)
1.
2.
3.
4.
5.
6.
Tomás Ascanio y Aponte, herederos: 7.418
Antonio Lercaro y Ponte: 6.249
Diego Jiménez y Pérez (Puerto): 4.637
Marqués de la Candia42: 4.013
Juan Cullen y Calzadilla: 3.828
Emilia Díaz de Suárez (Santa Cruz): 3.61043.
41
La Hacienda de Aguamansa (42,79 ha.), la de Marzagana (4,19 ha.) y el agua pasaron a los hijos de
Pedro P. Perdigón (José D., Heraclio, Eladia, Joaquina, Alonso y María Corina Perdigón Dehesa), por
escritura de 30-12-1876 ante N. H. Escovar. También pasaron algunas propiedades a Tomás Ascanio y
Aponte, en 1879, a los Sres. Dehesa y Rutina, en 1885, a Antonio Lercaro, en 1877, a Francisco Estrada,
en 1882, y a José González Yumar y Manuel Hernández González, en 1877. Pedro Pascasio Perdigón
tenía también tierras en el término municipal de El Rosario, donde aparecía en 1841 como el 25º mayor
contribuyente.
42
Era Tomás Fidel Cólogan y Bobadilla, que había fallecido en 1888. El título de Marqués de la Candia
pasaría a Antonio Laureano Cólogan y Zulueta, nacido en 1891.
43
Emilia Díaz y Delgado compró en 1888 al Marqués de Celada una parte de la Hacienda de San
Jerónimo, de 58 ha. (escritura de 24-11-1888 ante Francisco Rodríguez Suárez). En 1913 la vende a los
hermanos Miguel y Gregorio Rodríguez León (escritura de 1-7-1913 ante Adolfo Carrillo en La Laguna),
567
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
7. Tomás Zerolo y Herrera: 3.174
8. Ignacio Llarena y Monteverde: 2.665
9. Marqués de Villanueva del Prado (Laguna): 2.63044.
10. Conde del Valle de Salazar: 2.62445.
11. Fernando Franchy Alfaro y Sánchez: 2.506
12. Marqués del Sauzal: 2.485
13. Domingo García Sosa: 2.265
14. Melchor de Ponte y Hoyo: 2.190
15. Saturio Fuentes y González: 2.091
16. Domingo León y González (Orotava: Marzagana): 2.051
17. José Arroyo y Soto, herederos (Puerto). 1.98746.
18. Margarita Zárate y Machado: 1.937
19. Urbano Salazar y Vivas, herederos: 1.933
20. Marquesa viuda de la Quinta Roja: 1.896
21. Antonio Lugo y García: 1.803
22. Fernando Ascanio y Molina (Laguna). 1.778
23. Eduardo Domínguez Alfonso (Santa Cruz): 1.712
24. Julia Lugo y García: 1.649
25. Alonso Méndez y León: 1.638
26. Tomás Méndez y Ascanio: 1.555
27. Magdalena Matos de León: 1.552
28. Gabriel Pimienta y Afonso, herederos: 1.529
29. Fernando Fuentes y González: 1.509
30. Marquesa viuda de la Florida: 1.434
desapareciendo así del amillaramiento de La Orotava (Apéndices al amillaramiento de La Orotava para
1891-1892 y para 1915).
44
El VIII Marqués de Villanueva del Prado y Acialcázar –Fernando de Nava-Grimón y del Hoyo- fue jefe
destacado de una de las facciones caciquiles liberales que había en Tenerife en la última década del siglo
XIX y Presidente de la Diputación Provincial de Canarias (1894-1895). Tenía amillaradas en La Orotava
6 fincas de una superficie total de 33 ha., 59 a., 5 ca. Las más importantes eran la Hacienda Vizcaína
Grande (12,86 ha. de regadío), Candia Alta (8,57 ha. de secano), mitad de la Hacienda del Llano (4,59 ha.
regadío), etc. Además tenía 8 días de agua para el riego en la jurisdicción, y 5 ¼ casas (3 de campo).
Estas propiedades pasaron, entre 1900 y 1914 –el VIII Marqués falleció en 1901- a Luis y José González
de Chaves, a Domingo Luis Yanes y a Juana, Elisa, María de las Nieves, María del Carmen, Andrés y
Antonia de Sotomayor y González de Chaves. Fernando de Nava-Grimón tenía amillaradas en La Laguna
cerca de 10 ha. La esposa de Fernando de Nava-Grimón y del Hoyo fue María de la Concepción Salazar y
Chirino, perteneciente a una de las familias de la vieja terratenencia que más propiedades tenía en el Sur
de la isla. Emilio Salazar y Chirino –hermano político de Fernando de Nava-Grimón- fue elegido
Diputado a Cortes en 1876 y en 1879, y Senador en 1881.
45
Esteban Salazar y Ponte, VIII Conde del Valle de Salazar, fue uno de los dirigentes más importantes de
una de las facciones conservadoras de isla hasta su fallecimiento en 1905. Tenía amillaradas en La
Orotava 28 fincas, la mayoría de ellas heredadas en 1884 de su abuelo Esteban Salazar y Monteverde y de
su tío Esteban Salazar y Molina. La extensión total amillarada era de 45 ha., 54 a., 3 ca. Las fincas más
importantes eran la de Las Suertes (10,21 ha.), la Hacienda de La Candia (8,31 ha.), La Luz (2,43 ha.), La
Candia (2,75 ha.), Boruguita (1,71 ha.), Florida Alta (1,69 ha.), Montijos, etc. También heredó en el
Puerto de la Cruz de su madre –Trinidad de Ponte- dos fincas en un total de 11,79 ha. Esteban Salazar
casó, en primeras nupcias, con Laura Micaela Cólogan y Cólogan –hija de los Marqueses de la Candia-, y
por segunda vez con Elisa de Ponte y del Hoyo –sobrina del Conde de Sietefuentes-, que tenía
propiedades en Garachico e Icod. La mayor parte de las propiedades de Esteban Salazar en La Orotava
pasaron a sus hijos -Esteban, Domingo y Tomás Salazar y Cólogan- en 1917 (Apéndice al amillaramiento
de La Orotava para 1920). En el municipio de El Sauzal, los hermanos Salazar y Cólogan tenían unas 50
ha. que adquirieron por herencia de su abuelo Tomás Fidel Cólogan (Marqués de la Candia) y por compra
a su tío Juan Cólogan y Cólogan (Apéndice al amillaramiento del Sauzal para 1910). En Los Silos tenía
Domingo Salazar y Cólogan una finca de 7 ha., 87 a., 41 ca.
46
José de Arroyo y Soto y su esposa Gabriela González de Chaves eran los padres del político
conservador Andrés Arroyo y González de Chaves. Los hermanos Arroyo y Soto poseían en La Orotava
más de 35 ha.
568
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
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Juan Benítez de Lugo y Cólogan: 1.407
Bernardino Fuentes y González: 1.374
Andrés González de Chaves y Hernández, herederos (Puerto): 1.374
Agustín Jorge y Rodríguez (Puerto): 1.371
Marqués de Villafuerte y Valparaíso (Madrid): 1.351
Tomás Pérez Acosta: 1.330
Felipe Machado y Ascanio: 1.323
Marcos Hernández y Trujillo: 1.323
Fulgencio Melo y Calzadilla, herederos: 1.312
Cayetano Fuentes y González (Santa Cruz): 1.300
Número de contribuyentes: 1.081 (842 vecinos).
Corresponde a los vecinos: 157.874 ptas. por rústica.
Corresponde a los forasteros: 61.834 por rústica.
Riqueza total rústica de La Orotava: 219.708 ptas.
Bienes del Estado: 75 ptas.
Fuente: Repartimiento individual de la Contribución Territorial por Rústica, La Orotava, 1901, Archivo
Municipal de La Orotava. Elaboración propia.
CUADRO 97.- Mayores contribuyentes de La Orotava por Rústica. 1920 (en ptas.)
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Enrique Ascanio y Estévez: 7.913
Pedro Suárez y Suárez y hermanos: 4.650
Antonio Lercaro y Ponte: 3.318
Tomás Zerolo y Herrera: 3.179
Isabel, Bernardo y Tomás Cólogan y Cólogan (Madrid): 2.933
Ignacio Llarena y Monteverde: 2.665
Leopoldo Franchy Alfaro y Díaz: 2.628
Felipe Machado y Benítez de Lugo: 2.615
Saturio Fuentes y González: 2.389
Augusto Méndez y Ascanio: 2.385
Fernando Fuentes y González: 2.360
Marqués de Villafuerte: 2.119
Urbano Salazar y Vivas: 1.925
Agustín Monteverde y Lugo: 1.897
Miguel Rodríguez y León: 1.868
Gregorio Rodríguez León: 1.856
Marqués del Sauzal: 1.838
Fernando Ascanio y Molina (Puerto): 1.778
Julia Lugo y García: 1.745
Jorge Víctor Pérez y Ventoso (Puerto): 1.718
Marqués de Celada (Laguna): 1.694
Abraham Morales Delgado: 1.659 (más 50 por pecuaria).
Juan Salazar y Molina: 1.468
Domingo García Sosa: 1.467
Quirina Fuentes y González: 1.448
Conde del Valle de Salazar: 1.386 (más 100 por pecuaria).
Andrés González de Chaves y Fernández (Puerto): 1.374
Peregrina Palenzuela Gutiérrez: 1.342
Tomás Pérez Acosta: 1.329
Fulgencio Melo y Calzadilla: 1.312
Leonor Jiménez y Calero (Puerto): 1.312
Francisco Pérez González: 1.239
María Luisa Méndez y Ascanio: 1.219
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Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
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Luis González de Chaves y Fernández (Puerto): 1.169
Emilio Méndez y Guardia (Puerto Cruz): 1.158
Pablo Yanes y Machado: 1.156
José Brier Casabuena (Garachico): 1.127
Miguel Rodríguez Borges: 1.124
Josefa Jiménez Calero (Puerto): 1.108
Sebastián Fernández Montañés (Puerto): 1.104
Gaspar de Ponte y Cólogan: 1.085
César Benítez de Lugo y Benítez de Lugo: 1.034 (más 100 por pecuaria).
Antonio Martín García: 1.009 (más 100 por pecuaria).
Casiano García Feo: 975
Fernando Méndez y León: 972
Isabel Fuentes y González: 969
Juan Cullen Machado: 945
María del Carmen Román: 942
Sres Yeoward Brothers (Puerto): 942
Manuela Llarena y Monteverde: 939
Número de contribuyentes: 1.300 (1.061 vecinos).
Importan los vecinos: 165.029 ptas. por rústica y colonia, más 2.050 por pecuaria = 167.079
ptas.
Importan los forasteros: 52.864 ptas. por rústica y colonia (0 ptas. por pecuaria).
Riqueza total de La Orotava: 217.893 ptas. por rústica y colonia más 2.050 por pecuaria =
219.943 ptas.
Fuente: Repartimiento de la Contribución territorial por el concepto de Rústica para 1920, La Orotava,
Archivo Municipal de La Orotava. Elaboración propia.
CUADRO 98.- Mayores contribuyentes de La Orotava por Rústica. 1931 (en ptas.)
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Pedro Suárez y Suárez y hermanos (Orotava: San Jerónimo): 7.303,12
Antonio Lercaro y Ponte: 5.184,37 (más 156,25 por pecuaria).
Tomás Zerolo y Herrera: 4.978,13
Alonso Ascanio y Méndez: 4.830,86 (más 78,12 por pecuaria).
Isabel Cólogan y Cólogan y otros (Madrid): 4.614,06
Enrique Ascanio y Méndez: 4.290,60 (más 78,12 por pecuaria).
Ignacio Llarena y Monteverde: 4.164,06
Leopoldo Franchy-Alfaro y Díaz: 4.106,25 (más 156,25 por pecuaria).
Saturio Fuentes y González: 3.732,81
Augusto Méndez y Ascanio: 3.726,56 (más 156,25 por pecuaria).
Fernando Fuentes y González: 3.687,52 (más 78,10 por pecuaria).
Gregorio Rodríguez León (Orotava: Perdoma): 3.446,88
Agustín Monteverde y Lugo (Laguna). 3.168,75
Tomás Ascanio y Méndez: 3.087,86 (más 78,13 por pecuaria).
Urbano Salazar y Vivas: 2.925,81
Miguel Rodríguez León: 2.918,75
Bernardo Cólogan y Ponte: 2.871,87
María del Carmen Luisa de León y Cólogan (Garachico): 2.842,19
Fernando Ascanio y Molina (Santa Cruz): 2.782,82
Angel Benítez de Lugo y Cólogan (Laguna): 2.657,81
José Monteverde y Lugo: 2.528,72
Margarita Machado y Benítez de Lugo: 2.312,73
Quirina Fuentes González: 2.262,50
Francisco Pérez González: 2.161,79
Andrés González de Chaves Fernández (Puerto): 2.109,37
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
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Peregrina Palenzuela Gutiérrez: 2.096,87
Tomás Pérez Acosta: 2.076,56
Sixto Machado y Pérez (Santa Cruz): 2.067,18
Fulgencio Melo Calzadilla: 2.050
Abraham Morales Delgado: 2.046,88 (más 78,12 por pecuaria)
Casiano García Feo: 1.907,81
María Luisa Méndez y Ascanio (Garachico): 1.904,69
Sebastián y Pedro Fernández Perdigón (Puerto): 1.831,25
Luis González de Chaves y Fernández (Puerto): 1.826,57
José Brier Casabuena e hijos (Garachico): 1.760,94
Gaspar de Ponte y Cólogan (Garachico): 1.695,31
Fernando Salazar y Bethencourt: 1.689,06
Domingo Salazar y Cólogan: 1.650 (más 156,25 por pecuaria).
César Benítez de Lugo y Benítez de Lugo: 1.615,63 (más 156,25 por pecuaria).
Nicolasa Lugo y García: 1.596,64
Fernando Méndez y León: 1.518,75
Isabel Fuentes González: 1.514,06
Sres. Yeoward Brothers (Puerto): 1.490,62
Juan Cullen y Machado: 1.481,25
María del Carmen Román: 1.471,88
Pedro Melián Hernández: 1.460,93
Miguel Rodríguez Borges: 1.449,61
Cayetano Fuentes y González (Santa Cruz): 1.435,93
Francisco Díaz García: 1.419,60
Beatriz Méndez y Ascanio: 1.415,63 (más 78,12 por pecuaria).
Esteban Salazar y Cólogan: 1.400
Número de contribuyentes: 1.443 (1.162 vecinos).
Importan los vecinos: 246.221,10 ptas. por rústica y 3.105,34 ptas. por pecuaria = 249.326,44
ptas.
Importan los forasteros: 94.236,90 ptas. por rústica y 97,66 ptas. por pecuaria = 94.334,56 ptas.
Riqueza total de la Orotava: 340.458 por rústica y 3.203 ptas. por pecuaria = 343.661 ptas.
Fuente: Ayuntamiento de La Orotava, “Repartimiento de la contribución territorial sobre la riqueza rústica,
para 1932”, Archivo Municipal de La Orotava. Elaboración propia.
Lo primero que se evidencia al observar los tres cuadros anteriores es el gran peso
que a lo largo del primer tercio del siglo conservaban las familias procedentes de la
vieja aristocracia feudal del Antiguo Régimen. En ningún otro municipio habíamos
contemplado un rosario tal de apellidos ilustres como el que encontramos en la relación
de mayores contribuyentes de La Orotava, siendo los cuadros anteriores sólo una
muestra parcial, puesto que la presencia nobiliaria en la propiedad rústica era aún
mucho mayor. Aunque la riqueza agraria de estas familias suele aparecer fraccionada
entre los diferentes miembros de los distintos linajes –de tal forma que, para conocer su
auténtica importancia en la economía de la localidad habría que sumar los patrimonios
de cada uno de sus integrantes– es indiscutible el liderazgo ejercido por familias como
571
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
los Ascanio47, Lercaro, Cólogan (Marqueses de la Candia y del Sauzal), Llarena,
Franchy-Alfaro, etc.
Junto a ello, hay que resaltar la importancia adquirida por una serie de individuos
que, mediante compras, se incorporan a los primeros puestos de la relación de mayores
contribuyentes, a veces por la extensión de sus patrimonios y otras veces por la alta
productividad de los mismos. Uno de los casos más relevantes es el de Diego Jiménez
Pérez, que compra en La Habana en 1884 el grueso de las propiedades de Francisco
Alfaro (79 ha., 74 a., 6 ca.) y se coloca como tercer mayor contribuyente de la Villa
hasta que en 1910 se amillara su patrimonio, fraccionado, a nombre de su esposa e
hijas48. Otro caso destacado es el de Tomás Zerolo Herrera. Aunque su padre era
italiano, Tomás Zerolo Herrera nació en Lanzarote en torno a 1850 y se afincó en La
Orotava aproximadamente en 1880, tras regresar un año antes de Madrid con la
licenciatura en Medicina49. Sólo poseía en esta localidad una pequeña finca de 37 áreas
cuando en el apéndice para 1901 se amillaran a su nombre un total de 25 ha., 68 a., 35
ca., que correspondían a cuatro fincas compradas a Francisco Urtusáustegui (Hacienda
La Meca y Hacienda el Rincón Bajo, con 13 días de agua para su riego) y a Juan Xuárez
de la Guardia (fincas de Cueva Pintada y Bolanos, de secano). A estas propiedades
habría que añadirles las 10 ha., 84 a., 63 ca. que en ese mismo año de 1901 se amillaran
a nombre de su esposa, Isabel Fuentes González, por herencia de su madre, Ciriaca
González. Se trataba de 13 fincas, entre las que se encontraba la hacienda de regadío de
la Dehesa Baja, de 3,80 ha. También hereda Isabel 4 días de agua de “La Empresa”.
La irrupción de los hermanos Suárez en la agricultura del valle fue otra de las
novedades más significativas del primer tercio del siglo XX. Pertenecientes a la
oligarquía cosechero-exportadora de Arucas (Gran Canaria), los hermanos Pedro, José y
Rafael Suárez y Suárez ponen en marcha en 1902 una estrategia de adquisiciones
47
Enrique Ascanio Estévez, que encabezaba la relación de 1920, era hijo de Tomás Ascanio y Aponte y
de María Estévez y Melo. Llegó a reunir, entre las fincas heredadas y las compradas, un total aproximado
de 94 hectáreas, a lo que se unía una importante cantidad de agua para riego. La mayoría de estas
propiedades pasaron a sus hijos Enrique, Alonso, María y Tomás Ascanio y Méndez (Apéndice al
amillaramiento de La Orotava para 1932). Enrique Ascanio Estévez era también uno de los mayores
contribuyentes por rústica y pecuaria del Puerto de la Cruz, donde tenía amillaradas 22,8 ha.
48
La escritura de compra-venta entre Francisco Alfaro y Diego Jiménez se firma en La Habana el 29-21884 ante Pedro Rodríguez Pérez. A parte de las tierras tenía 2 días de agua para el riego en la
jurisdicción, 6 casas de campo y una urbana. Las propiedades de Diego Jiménez pasaron en 1907 a su
esposa, Evarista Calero Calero, y a sus hijas Leonor, Josefa, Luisa y Evarista Encarnación Jiménez Calero
(Apéndice al amillaramiento de La Orotava para 1910). Un hijo de Josefa y de un miembro de los Luz del
Puerto de la Cruz –Diego Luz Jiménez- fue propietario en Buenavista de un latifundio de 461 hectáreas
en la Punta de Teno (ver capítulo anterior).
49
Padrón de habitantes de La Orotava de 1899, Archivo Municipal de La Orotava.
572
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
patrimoniales que les lleva a convertirse, no en los mayores propietarios, pero sí en los
primeros contribuyentes por Rústica y Pecuaria de la Orotava. Mientras Pedro Suárez y
Suárez se afincaba en Tenerife para gestionar sus adquisiciones y explotaciones
plataneras, sus hermanos desde Gran Canaria se encargaban del resto de negocios de la
familia, entre los que se estaba la sociedad exportadora “Frutera Hespérides”. La
penetración de los hermanos Suárez en la economía agraria del valle tiene lugar en 1902
cuando adquieren al terrateniente sureño Eduardo Domínguez Alfonso la finca La
Boruga, de 8 ha., 92 a., 36 ca., y 8 días de agua para el riego en la jurisdicción50. Poco
tiempo después compran al terrateniente Antonio Lercaro y Ponte –que, no obstante,
continuaría figurando entre los mayores contribuyentes– dos fincas en San Jerónimo y
Barranquillo, de una extensión total de 20 ha., 78 a., 45 ca., y 30 días más de agua para
su riego. Algún tiempo después compran a Tomás Llarena y Monteverde una finca en el
Drago, de 2 ha., 88 a., 63 ca. y una sexta parte de 27 días de agua del Adulamiento51.
Con estas y otras adquisiciones posteriores, que dedicarán a la producción platanera, los
hermanos Suárez y Suárez se convertirían en los propietarios más ricos de La Orotava,
llegando su patrimonio hasta las 44,47 ha. que en 1944 figuraban en el Amillaramiento
a nombre de sus hijos52. Además tenían unas 6,38 ha. de plataneras en el Realejo Alto
que adquieren los hermanos Suárez y Suárez entre 1912 y 1920.
En lo que respecta al capital imperialista, hay que destacar la aparición de la casa
británica Yeoward Brothers, que realiza algunas adquisiciones territoriales y de aguas
en esta localidad a partir de 1911, cuando compran una finca en Los Rechazos de 1 ha.,
83 a., 73 ca. y 7 días de agua para el riego en la jurisdicción53. Más tarde adquieren a
Nona Hunt Haynes dos fincas en Las Arenas de una extensión de 4 ha., 26 a., 49 ca54. y
otra finca más que había pertenecido a Nicandro González Borges55. Estas propiedades
de la casa Yeoward en La Orotava –llegaron a amillararse a su nombre 15,25 ha., la
50
Eduardo Domínguez Alfonso había adquirido esta finca en 1877 a José García Lugo (escritura de 18-11877, ante N.H.Escovar) y la vende a Pedro Suárez y Suárez y hermanos mediante escritura de compraventa de 15-1-1902 ante Antonio Delgado y Castillo (Apéndice al amillaramiento de La Orotava para
1903, Archivo Municipal de La Orotava).
51
Apéndices al amillaramiento de La Orotava para 1904 y para 1913, Archivo Municipal de La Orotava.
52
Los herederos continuaron con las adquisiciones. Así, en 1932 los hermanos Rafael, Antonio, María del
Rosario, Francisco y Facunda María de los Remedios Suárez García –hijos de Pedro Suárez y Suárezcompran a la terrateniente María del Carmen Luisa de León y Cólogan –Marquesa de Villafuerte- una
finca en San Bartolomé o Longuera de 7 ha., 23 a., 22 ca (escritura en Orotava el 7-2-1932 ante José
Manuel De la Torre y García-Renduelos. Apéndice al amillaramiento de La Orotava para 1939).
53
Apéndice al amillaramiento de La Orotava para 1913.
Apéndice al amillaramiento de La Orotava para 1918.
55
La Prensa, 22 de mayo de 1917.
54
573
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
mayoría de plataneras– se unen a las fincas que dicha compañía adquirió en el Puerto de
la Cruz y en los Realejos56.
Richard J. Yeoward era miembro de una familia británica de navieros. En 1894 funda
en Liverpool la empresa Yeoward Brothers, llegando a Tenerife en 1895, coincidiendo
con su luna de miel. En esa época compra la finca “Casa Azul” en el pago de La Vera
(Puerto de la Cruz) para dedicarla al cultivo de plátanos para la exportación al mercado
británico. Unos años después, en 1898, pone en marcha los primeros cruceros turísticos
de Liverpool a Canarias. Desde 1910 –año en que adquieren la finca La Paz, también en
el Puerto de la Cruz– y hasta la década de los años veinte –cuando se detienen las
compras–, los hermanos Richard Joseph y Lewis Herbert Yeoward profundizan en una
política de adquisiciones que les lleva a hacerse con un importante patrimonio de tierras
y aguas en todo el Valle, patrimonio que dedicarán a la producción platanera. También
adquieren fincas en Vecindario (Gran Canaria) para dedicarlas al cultivo del tomate57.
La producción platanera en tierras arrendadas fue otra modalidad desarrollada por la
Yeoward Brothers, si bien no parece haber sido la estrategia principal de la empresa58.
Un caso distinto sería el de la otra gran empresa británica que se dedicó a la
producción y exportación platanera, la Fyffes. Su entrada en el amillaramiento de La
Orotava se produce en 1923-24, si bien sus fincas propias en ésta y otras localidades del
Valle fueron siempre muy pequeñas, no llegando, en el caso concreto de La Orotava, a
superar la hectárea. Ya nos hemos referido en los capítulos anteriores al gran patrimonio
territorial adquirido por esta empresa en los municipios de Adeje y Guía de Isora, así
como a las importantes plantaciones desarrolladas sobre terrenos tomados en arriendo
56
En el Puerto de la Cruz tenían amillaradas en 1942 46,71 ha. y en el Realejo Alto 23,15 ha.
En los años sesenta y setenta la empresa Yeoward invirtió también en el municipio de Candelaria,
donde adquieren una finca para la producción tomatera, finca que venden con posterioridad. Ya en la
década de los setenta se reconvirtieron a la actividad turística, construyendo el famoso Hotel Botánico, en
el Puerto de la Cruz, en unión con la empresa española Rumasa. Cuando se produjo la expropiación de
Rumasa, el Estado se hizo con el Hotel, pagando a la Yeoward su parte (por esta cuestión están todavía en
litigio con el Gobierno). En la actualidad, la empresa Yeoward se dedica principalmente al negocio
turístico-inmobiliario (Fuente: entrevista con Antonio Yeoward, Consejero Delegado de la Casa Yeoward
en Tenerife, realizada el 21-10-2002 en el Puerto de la Cruz).
58
En la entrevista que hicimos a Antonio Yeoward –nieto de Richard Joseph Yeoward, fundador de la
empresa- éste no recordaba que la empresa hubiese tenido tierras arrendadas pero afirmó que, si las hubo,
nunca fueron la base principal de su producción. Pero lo cierto es que sí hubieron fincas tomadas en
arriendo por la casa Yeoward, alguna de ellas tan importantes como la de la Gorvorana, en el Realejo
Alto, propiedad de José, María Catalina y María del Carmen Leal y Laserna. La finca medía más de 20
ha., de las que unas 13 ha. estaban dedicadas al cultivo de plátanos. El arrendamiento –que también
incluía el agua propia de la finca- venció en septiembre de 1927 (El Progreso, 8 de agosto de 1927). De
hecho, Nuez Yánez y Carnero Lorenzo afirman que “lo habitual era que Yeoward se hiciera con fincas
que hubiese tenido arrendadas con anterioridad” (NUEZ YÁNEZ, J. S. y CARNERO LORENZO, F., “Capital
extranjero y crecimiento económico. La actividad de la Casa Yeoward en Canarias”, Estudios Canarios.
Anuario del Instituto de Estudios Canarios, nº. 46, p. 440)
57
574
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
en el Noroeste de la isla. La estrategia seguida por esta empresa, tanto en el municipio
de La Orotava como, en general, en el valle del mismo nombre, sería similar a la
desarrollada en el Noroeste, siendo el arriendo de tierras a la terratenencia la principal
forma en la que obtuvieron suelo agrícola y agua para sus fincas plataneras59. En el
archivo Cullen se conservan algunos de estos contratos de arrendamiento, que nos
permiten conocer cuáles eran sus principales cláusulas. Cuando se trataba de fincas, la
duración solía ser de 11-12 años, aunque existía la posibilidad, tanto de prorrogar
algunos años más la duración de los contratos, como de que los arrendatarios dieran por
finalizados los mismos en un plazo de tiempo inferior, avisando a los propietarios con
una antelación que podía ir desde los 6 meses hasta el año60. En algún caso se especifica
en el contrato la obligación que tenía la Fyffes de mantener a los medianeros que tenían
las fincas en el momento del arriendo (“las viñas las seguirán dando a medias con los
medianeros que habiten en la finca”), si bien los arrendatarios tenían el derecho de
arrancar todo el arbolado –incluidas las viñas– que perjudicase al cultivo platanero.
Como se comentará en el capítulo de las relaciones de producción, las inversiones o
mejoras que la Fyffes hiciera en las fincas quedaban siempre para los propietarios una
vez finalizado el arrendamiento, sin que la empresa arrendataria pudiera reclamar
indemnización alguna: “quedarán a beneficio de la propiedad, las bienhechurías y
mejoras de todas clases que los arrendatarios hagan, sin que nada tengan por ello que
reclamar al dueño”. También quedaban a beneficio de la finca los plantíos de plataneras
u otros árboles que se plantaren, sin que la Fyffes tuviese derecho a arrancarlos al
finalizar el arrendamiento. Igualmente, la fruta que no estuviera en condiciones de corte
una vez finalizado el contrato quedaba también para los propietarios, a quienes
correspondía, por su parte, satisfacer las contribuciones o impuestos que gravaban las
fincas. Con respecto a los contratos de arrendamiento de aguas, los que hemos podido
consultar tenían todos una duración que no pasaba del año. Veamos un ejemplo:
59
GONZÁLEZ LEMUS, N., Génesis del turismo y presencia británica en Canarias. Tenerife (1850-1900),
Tesis Doctoral, 1996, pp. 238-246.
60
No siempre conseguía la Fyffes prorrogar el tiempo de duración de los arriendos. La finca El Rincón
(“Rincón de Cullen”) que tenían arrendada a Ángela Fernández de Cullen -viuda de Leal- finalizaba el 31
de marzo de 1931, manifestando los arrendatarios su interés de prorrogar el contrato durante 6 años más,
por una renta anual de 10.000 ptas. Sin embargo, Juan Cullen Machado -sobrino de la propietariainteresado en sacar más provecho del negocio platanero, comunicó a la empresa su decisión de cultivar
directamente dicha finca una vez finalizado el contrato con la Fyffes, que finalmente tuvo que
abandonarla (Archivo Cullen, sig: 802).
575
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
Lugar y fecha del contrato: Puerto de la Cruz, 31-7-1926.
Arrendador: Juan Cullen y Machado.
Arrendatario: Alejandro F. Baillón, como mandatario verbal de los Sres. Fyffes Limited,
del comercio de Londres, establecidos en esta Isla.
El objeto del arrendamiento es una participación de las 40 en que se divide el caudal de la
comunidad Hondura de la Florida en la Villa de la Orotava, que es propiedad de Juan
Cullen Machado.
1) Tiempo del contrato: 9 meses a contar a partir del 1-8-1926 (termina el 30-4-1927).
2) Precio: 20 céntimos de peseta por cada pipa de a 480 litros que durante el plazo del
arrendamiento mida la participación que es objeto del contrato. “Según aforo que han
hecho las partes el caudal que hoy corresponde a una participación es de ciento cincuenta
y siete pipas diarias. Este es el mayor que se computará a los efectos del pago de la renta,
pero como pudiera mermar se estipula que durante los meses de Agosto y Septiembre
próximos, y cada vez que las partes quieran se harán nuevos aforos, y si resultaren arrojar
menos de aquella cantidad de 157 pipas diarias, servirán estas medidas de tipo para el
pago de todos los nueve meses de renta comprendidos en este contrato, de cuyas medidas
se sacará un promedio”
5) “Las aguas las recibirán los Sres Fyffes en la arquilla que tiene la comunidad en la
finca de Don Juan García de Ponte, por encima de la llamada de Los Barros, corriendo a
cargo de los arrendatarios la conducción y el aprovechamiento desde el indicado sitio que
será también en el que se harán los aforos de los meses de agosto y septiembre”.
6) “Los aumentos que por cualquier causa tenga el caudal de la participación que se
arrienda, sobre las 157 pipas diarias que mide hoy, se consideran incluidos en el contrato
y los disfrutarán los Sres. Fyffes sin obligación de satisfacer renta por los mismos”61.
61
Archivo Cullen, sig: 791. El resto de los contratos consultados en esta parte son los siguientes:
- Contrato de arrendamiento de la hacienda Zamora (33,81 ha.), en el Realejo Alto. Arrendadores: María
Rosa, Josefa y María del Rosario Bethencourt y García; Fernando y Juan Salazar y Molina y sus hijos
María del Rosario y Fernando Salazar Bethencourt. Arrendatario: Roberto Henry Rush, en concepto de
apoderado de la Fyffes Limited, de Londres. Lugar y fecha del primer arrendamiento: Orotava, 5-91918, ante José Romero de Castro (Archivo Cullen, Fondo Bethencourt y Castro, sig: 9.601).
- Contrato de arrendamiento de la finca El Rincón (6,56 ha.), en La Orotava. Arrendadores: Juana
Salazar y Molina y su hijo Fernando Salazar Bethencourt. Arrendatario: Roberto Henry Rush,
apoderado de la Fyffes. Lugar y fecha: Orotava, 5-9-1918 ante José Romero de Castro (Archivo Cullen,
Fondo Bethencourt y Castro, sig: 9.601).
- Contrato de arrendamiento de la finca El Rincón (1,92 ha.), en La Orotava. Arrendador: Juan Cullen
Machado. Arrendatario: Henry Rush, como apoderado de la Compañía.
- Contrato de arrendamiento de la finca El Rincón (3,84 ha.), en La Orotava. Arrendador: Ángela
Fernández Cullen, viuda de Leal. Arrendatario: Henry Rush, como apoderado de la Fyffes Limited de
Londres. Lugar y fecha: La Orotava el 11-4-1919 (Archivo Cullen, sig: 2.005).
- Contrato de arrendamiento de una acción o participación de la Comunidad de Aguas “Isleta”, de la que
es “administrador” Juan Cullen. Arrendatario: Aurelio López Ozeguera, en concepto de mandatario
verbal de los Sres. Fyffes Limited. Lugar y fecha del contrato: Orotava, 29-5-1928 (Archivo Cullen,
sig: 798)
- Dos contratos de arrendamiento de un cuarto de acción o participación de la Comunidad de aguas La
Fuente. Arrendador: Juan Cullen Machado. Arrendatario: Fyffes. Lugar y fecha de los contratos: Puerto
de la Cruz, 7-5-1926 y 16-2-1927.
576
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
Con respecto a la clasificación de los contribuyentes por rústica de 1931, sigue
mostrando el desigual reparto de la riqueza agraria que ya habíamos constatado a
comienzos de la Restauración. Los contribuyentes que pagaban menos de 20 ptas.
representan el 60,08% del total de propietarios y su riqueza no pasaba del 6,39% de la
riqueza total. Los que tenían asignadas cuotas de entre 20 y 100 ptas. representaban el
27,02% de los contribuyentes y su riqueza total suponía el 23,58% del total. Por último,
los que pagaban más de 100 ptas. eran el 12,89% de los contribuyentes y la suma de su
riqueza agraria concentraba el 70,02% del total registrado en La Orotava.
TABLA 94.- CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRIBUYENTES POR
CUOTA. LA OROTAVA. 1931.
<10 ptas.
702 contr.
2.467,77 ptas.
10-20
165 “
2.403,40 ptas.
20-30
121 “
2.982,63 ptas.
30-40
84 “
2.863,76 ptas.
40-50
37 “
1.669,51 ptas.
50-100
148 “
10.458,24 ptas.
100-200
89 “
12.161,95 ptas.
200-300
42 “
10.296,57 ptas.
300-500
32 “
12.021,93 ptas.
500-1.000
18 “
12.878,0 ptas.
1.000-2.000
5 “
6.020,78 ptas.
1.443 contr.
76.224,55 ptas.
TOTAL
Fuente: Ayuntamiento de La Orotava, “Repartimiento de la contribución territorial sobre la riqueza rústica,
para 1932”, Archivo Municipal de La Orotava.
CUADRO 99.- Propiedades de Fernando Salazar Bethencourt62
1. Finca en Montijos (Orotava): 71,38 áreas. Adquisición: Compra a Juana Delgado
González por escritura de 12-2-1940 en el Realejo Alto ante el notario Francisco
Rodríguez Perea.
2. Casa en la calle Tomás Zerolo, nº 9: compra a Enrique Ascanio y Méndez: escritura
en Orotava el 14-3-1932 ante José Manuel de la Torre y García Renduelles.
3. Casa terrera en la calle Tomás Zerolo, nº 72. Herencia de su hermana Rosario Salazar
y Bethencourt, que procede de la herencia de su padre Juan Salazar y Molina
(escritura de división material en Orotava el 23-12-1924 ante José Romero de Castro)
62
Fernando Salazar Bethencourt fue miembro de la Unión Patriótica y Consejero del Cabildo Insular de
Tenerife durante la dictadura de Primo de Rivera. Fue también Presidente de la Mancomunidad
Provincial Interinsular de Santa Cruz de Tenerife entre 1928 y 1930.
577
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
4. 24 pipas de agua diarias que nacen en la hacienda Aguamansa, en Orotava, finca
propiedad de Celia Zamora Grupera, Joaquina Perdigón y Dehesa y Sebastián y Pedro
Fernández Perdigón. Adquisición igual que la finca anterior.
5. Finca en Montijos: 1 ha, 32 a., 66 ca.: Adquisición igual que las anteriores. (la finca
se inscribió en el Registro de la Propiedad con una extensión de 92,42 áreas)
6. Finca en Camino de Chasna: 1 ha, 61 a. Adquisición: igual que las anteriores
7. Finca en Montijos: 98,07 áreas. Adquisción: igual que las anteriores, por herencia de
su padre.
8. Mitad indivisa de un estanque con capacidad para 500 pipas de agua, en finca de
Rosaro Salazar Bethencourt en Montijos: Adquisción: igual.
9. Finca en Montijos: 1 ha, 97 a., 4 ca.: Adquisición: Igual
10. Casa de dos plantas en la calle Inocencio García Feo, 5. Adquisición: compra a
Tomás Salazar y Cólogan (escritura de 8-11-1920 en Orotava ante José Romero).
11. Finca en Rincón de Abajo: 4 ha, 30 a.. Adquisción: Legado de María de los Dolores
Salazar y Molina (Testamento en Orotava el 7-9-1891 ante Vicente Martínez de la
Peña).
12. Finca en Rincón bajo. 2 ha, 26 a., 4 ca. Adqu.: compra a Luis Beltrán del Alamo y
Estévez (escritura en Orotava el 18-2-1908 ante Agustín Delgado y García).
13. Dos pipas de agua cada 24 horas de las procedentes del caudal explotado en la
hacienda de Aguamansa. Adqu: compra a Dominga Xuárez de la Guardia Oliva
(escritura en Orotava el 11-4-1907 ante Agustín Delgado)
14. Finca en Camino de Chasna: 20,91 a. Adqu: Legado de María Dolores Salazar y
Molina
15. Casa Terrera en la calle Tomas Zerolo, 36. Adq: Igual que la anterior
16. Casa en la calle Tomás Zerolo, sin número. Adqu: Igual que la anterior
17. Solar en calle Tomás Zerolo. Adqu: Igual que la anterior
18. Finca en La Viñita (Orotava): 1 ha, 4 a., 98 ca. y tiene un estanque para 500 pipas.
Adqu: Igual que las anteriores.
19. Mitad del día o dula 130 del Heredamiento de aguas de Orotava., de los 174 en que se
divide el mismo. Adqu: Herencia de su padre.
20. 10 horas del día o dula 133 del Heredamiento de Aguas de Orotava. Adq: Igual que la
anterior
21. Finca en La Vizcainita (Orotava): 1 ha, 58 a., 3 ca. Adqu: igual que las anteriores
22. Mitad de un terreno en la Vizainita: 9,72 á. Adqu: Igual que la anterior.
23. Casa de dos plantas en la Vizainita: Adqu. Igual
24. Casa de unan planta en la calle Rodapalla. Adqu: Igual
25. Casa de una planta en calle Rodapalla. Adq: Igual
26. Casa de dos plantas en la calle Rodapalla: Adqu: Igual
27. Casa de dos pisos en la calle Carrera, nº 17. Adq: Igual
28. Casa de un piso en calle del Balcón, nº 13: Adq: Igual
29. Casa en la calle del Balcón, nº 11. Adqu: Igual
30. Acción de agua de Palo Blanco, en el Realejo Alto.Adq: Igual
31. Otra acción de la misma comunidad Palo Blanco. Adqu: Igual
32. Finca en el Realejo Alto, donde dicen Llanos y Juan Padilla: 2 ha, 60 a., 27 ca. Adqu:
Igual
33. Mitad indivisa de un terreno en el Realejo Alto, donde dicen Zamora de Castro: 6,44
a. Tiene un depósito de agua, casa de máquinas y otros accesorios para la elevación
de aguas. Adqu: Igual
34. Finca en el Realejo Alto, donde dicen Zamora de Castro: 14 ha, 16 a., 53 ca. Adqu:
Igual
35. Participación nº 33 de las 101 del caudal de la Comunidad La Fuente alumbrado en el
Realejo Alto. Adqu: compra a Felipe Hernández González (escritura en Orotava el
19-2-1947 ante Vicente Leis Vidal)
36. Casa terrera en el Realejo Alto (Toscas de San Agustín): Adqu: compra a Alonso de
Zárate y Méndez (Orotava, 12-7-1943 ante Humberto Darias Montesino)
578
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
37. Finca en Realejo Alto, en Zamora o Zamorita: 1 ha, 31 a., 13 ca. Adq: Legado de su
padre Juan Salazar y Molina
38. Finca en Icod el Alto (Realejo bajo), donde dicen Fajana: 2 ha, 17 a., 90 ca. Adqu:
Herencia de su padre
39. Finca en Icod el Alto (Realejo bajo), denominado La Pared: 21 ha, 57 a., 13 ca. Adqu:
Igual que la anterior
40. Salón junto a la carretera general de Orotava a Buenavista (Realejo Bajo), en Rambla
de Castro. Adq: Igual
41. Partido de tierra en Icod, denominado El Miradero: 27 ha, 33 a., 80 ca. Adqu: Igual
que las anteriores.
42. Mitad indivisa de un censo enfitéutico impuesto sobre una finca propiedad de
Augusto Méndez Ascanio, en el Realejo Alto, en Zamora, de una superficie de 5 ha,
53 a., 69 ca. Adqu: Herencia de María de los Dolores Bethencourt García y
adjudicación de su abuelo José Bethencourt y Castro (Realejo bajo, 18-7-1882 ante
Juan Bautista Padrón)
43. Mitad de otro censo enfitéutico impuesto sobre un terreno en el Realejo Alto,
propiedad de Tomás de Castro y Cáceres, en El Tanquillo, de 2 ha, 14 a., 79 ca. Adq:
Igual que el censo anterior
44. Mitad de otro censo enfitéutico impuesto sobre una finca en el Realejo Alto (Malpaís
de Castro) –la superficie no consta- que paga Angela Fernández Cullen. Adq: Igual
que los anteriores
45. Mitad indivisa de otro censo enfitéutico impuesto sobre una finca que fue de Estéfana
González y Benítez de Lugo, sita en el Realejo Alto (Malpaís de Castro): 1 ha, 28 a.,
31 ca. Adqu: Igual que los anteriores.
46. Mitad indivisa de otro censo enfitéutico impuesto sobre una finca en el Realejo Alto,
en Zamora, que paga Elisa Martínez Pimienta: 1 ha, 47 a., 83 ca. Adqu: Igual que los
censos anteriores
47. Mitad indivisa de otro censo enfitéutico impuesto sobre una finca en el Realejo Alto
(Viña del Tanquillo), que paga Guadalupe del Hoyo y Nieves. Adqu: Igual
48. Mitad indivisa de otro censo impuesto sobre unas tierras en el Malpaís de Castro
(Realejo Alto), llamadas hoy Zamora, de la pertenencia de Ubaldo, Jaime, Cecilia y
Domingo Martínez Pimienta. Adqu: Igual
49. 20 partes iguales de las 100 en que se halla dividida la Comunidad de bienes
denominada “Fuentes de La Fajana”. Adqu: 10 por compra a Lorenzo Machado y
Méndez Fernández de Lugo (escritura en Orotava el 13-6-1942 ante Humberto Darias
Montesino), 5 por compra a Salvador Iglesias Domínguez (escritura en Orotava el 68-1942 ante Humberto Darias) y 5 a Emilio Gutiérrez Salazar (escritura en Orotava el
11-9-1942 ante Darias Montesino).
50. Crédito hipotecario contra José Hernández Pérez (escritura en el Realejo bajo, 24-41947)
51. 1 participación en la Empresa de Aguas de Orotava: adqu: Herencia de su padre Juan
Salazar y Molina.
52. Participaciones 4,5, y mitad dela 3, de las 100 en que se halla dividida la Comunidad
de aguas La Gañanía, con domicilio en Orotava (la galería está en el Realejo Alto).
Adq: compra (escritura 19-2-1945 en Puerto Cruz ante Francisco Javier Fiestas
Contreras)
53. Otra acción de la misma Comunidad La Gañanía: Adqu: Compra a María Ascanio y
Poggio (escritura en La Laguna el 1-3-1947 ante Emiliano Toranzo)
Valor total de los bienes inventariados: 839.475 ptas.
Extensión total de las fincas: 85 ha., 33 a., 03 ca
Fuente: Herencia de Fernando Salazar Bethencourt, Orotava, 29-11-1948, Archivo Cullen, Fondo
Bethencourt y Castro, sig: 9.695. Elaboración propia.
579
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
CUADRO 100.- Propiedades rústicas de Juan Cullen Machado
Fincas:
Municipio:
Cabida
1. La Carrera, con 1 acción
Realejo Alto
3 fng, 8 al., 95 br.
agua Palo Blanco
2. Llano de la Bola
Orotava
1 fng, 3 al., 4 br.
3. Frontones
Orotava
2 fng, 7 al, 22 br.
4. Florida
Orotava
4 fng, 7 al., 56 br.
5. Pinos
Orotava
10 fng, 6 al, 96 br.
6. Ancón
Orotava
3 fng., 8 al., 132 br63
7. Retaja
Orotava
5 fng, 7 al., 26 br.
8. Cuantro Cantillos
Orotava
12 fng., 7 al., 3 br.
9. La Hornaca
La Victoria
2 fng., 0 al, 83 br.
10. Lomo Jerónimo
La Victoria
2 fng, 3 al., 104 br.
11. Mulata
La Victoria
2 al., 43 1/2 br.
12. Mulata
La Victoria
2 al., 11 br.
13. Resbala
La Victoria
87 br.
14. Blas Luis, con 1 acción
Orotava
5 fng, 9 al., 39 2/3 br.
agua “Empresa”
15. Blas Luis
Orotava
3 al., 60 br
16. La Mesita
Realejo Alto
2 fng, 2 al., 63 1/3 br.
17. Blas Luis
Orotava
1 al., 66 br.
18. Finca Oropesa
Barlovento
25 fng., 7 al, 47 br.
19. Cruz Verde,
con casa-vivienda
Orotava
3 fng., 8 al, 4 1/3
y granero
20. ¼ parte del Cercado del Pino Orotava
11 al., 8 1/3 br.
21. 1 acción de la “Eléctrica de la Orotava”
22. ¼ parte de aguas nacientes, Agua de Altos, Lajas del Roque y Fajana de la Plata, en
Barlovento
23. 1 acción de agua de Perdigón y ½ estanque, 1 acción atargea Pinito, acción atargea
Santa Ursula, todas en La Orotava
Fuente: Libro de contabilidad de 1907 a 1914, Archivo Cullen. Elaboración propia.
Amillaramiento de La Orotava de 194264
El número total de declaraciones presentadas fue de 1.542, de las que correspondían
a contribuyentes avecindados fuera de La Orotava un 24,5%. En este grupo de
contribuyentes forasteros predominaban los residentes en el Realejo Alto (25,6% del
total de contribuyentes forasteros), seguidos por los del Puerto de la Cruz (18,5%),
Cuba (16,6%), Santa Cruz (13,7%), Santa Úrsula (6%), La Laguna (4,7%), Las Palmas
(1,8%), etc.
63
Esta finca la cogió en arriendo la Fyffes en 1921 por contrato en la Orotava de 15-11-1921.
Aunque el documento aparece fechado en 1944, las declaraciones fueron presentadas en 1942, por lo
que la estructura de la propiedad que en él se refleja corresponde a ese último año.
64
580
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
Tras agrupar a algunos de los declarantes en base a los vínculos estrechos de
parentesco que existían entre ellos nos resultó un número total de contribuyentes de
1.474, que se estructuran de la siguiente manera:
TABLA 95.- ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD DE LA TIERRA EN
LA OROTAVA. 1942
Nº
contribuyentes
93665
206
212
65
30
21
3
1
<1 ha.
1-2 ha.
2-5 ha.
5-10 ha.
10-20 ha.
20-50 ha.
50-100 ha.
>100 ha.
%
contribuyentes
63,50
13,98
14,38
4,41
2,03
1,42
0,20
0,07
Superficie total
146 ha., 38 a., 46 ca.
302 ha., 05 a., 66 ca.
669 ha., 44 a., 81 ca.
608 ha., 03 a., 44 ca.
430 ha., 57 a., 65 ca.
619 ha., 12 a., 74 ca.
155 ha., 82 a., 20 ca.
160 ha., 81 a., 70 ca.
%
superficie
4,733
9,768
21,649
19,663
13,924
20,021
5,039
5,200
Fuente: Amillaramiento de La Orotava, 1942. Elaboración propia.
Al agrupar estos resultados en los tres grandes grupos de propietarios observamos
que:
-
Los que tienen menos de 2 ha. son el 77,47% de los contribuyentes y sólo
reúnen el 14,50% de la superficie amillarada. En este grupo predominan los
que tienen menos de 1 ha., que representan el 63,50% de los contribuyentes y
no tienen sino un 4,73% de la tierra.
-
Los propietarios medios (entre 2 y 50 ha.) son el 22,25% de los contribuyentes
y poseen el 75,25% de la tierra.
-
Propietarios medios de la capa inferior (2-10 ha.): representan el
18,79% de los contribuyentes y poseen el 41,31% de la tierra.
-
Propietarios medios de la capa superior (10-50 ha.): representan el
3,46% de los propietarios y tienen el 33,94% de la superficie
amillarada.
65
Los que tienen menos de media hectárea son 692, que representan el 46,94% de los contribuyentes de
La Orotava.
581
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
-
Los grandes propietarios representan el 0,27% de los contribuyentes y
solamente acumulan el 10,24% de la superficie amillarada de La Orotava.
GRÁFICO 35
CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRIBUYENTES LA OROTAVA. 1942
pequeños propietarios
medianos propietarios de
la capa inferior
medianos propietarios de
la capa superior
grandes propietarios
Fuente: Amillaramiento de La Orotava, 1942. Elaboración propia.
GRÁFICO 36
DISTRIBUCIÓN DE LA TIERRA LA OROTAVA. 1942
pequeños propietarios
medianos propietarios de
la capa inferior
medianos propietarios de
la capa superior
grandes propietarios
Fuente: Amillaramiento de La Orotava, 1942. Elaboración propia.
Esta estructura de la propiedad de la tierra indica que, a la altura de 1942, se había
producido en esta localidad una significativa fragmentación de las grandes propiedades
582
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
que existían a finales del siglo XIX. Esta fragmentación no supondría un aumento de la
superficie poseída por el mayoritario grupo de campesinos pobres, pero sí un
engrosamiento del nivel de la propiedad media, un grupo en el que se integran ahora los
herederos de los grandes propietarios de las décadas anteriores. Estos herederos serán
los que concentren la propiedad de la mayor parte de las plataneras del Valle, lo que les
permitirá mantener unos ingresos muy elevados, que se unían a los que obtenían en las
importantes propiedades que muchos de ellos tenían en los demás municipios del Valle
e, incluso, en otros municipios del Norte de la isla. Efectivamente, una parte de los que
aparecen aquí como propietarios medios eran en realidad, vistos a escala
supramunicipal, verdaderos terratenientes. El porcentaje de la tierra amillarada en La
Orotava que se hallaba en manos de individuos procedentes de la vieja aristocracia del
Antiguo Régimen –muchos de ellos entrelazados por la secular práctica endogámica que
ha caracterizado la estrategia familiar de esta clase– rondaba el 30%, representando
estos individuos el 9% de los contribuyentes, aproximadamente.
La superficie media de tierra por propietario era de 2 ha., 9 a., 78 ca., siendo las
medias por grupos las que se muestran en el siguiente cuadro.
TABLA 96.- CANTIDAD MEDIA DE TIERRA POR
CONTRIBUYENTE. LA OROTAVA. 1942
<1
15,64 áreas
1-2
1 ha., 46 a., 62 ca.
2-5
3 ha. 15 a., 77 ca.
5-10
9 ha., 35 a., 43 ca.
10-20
14 ha., 35 a., 25 ca.
20-50
29 ha., 48 a., 22 ca.
50-100
51 ha., 94 a., 06 ca.
>100
160 ha., 81 a., 70 ca.
Fuente: Amillaramiento de La Orotava, 1942. Elaboración propia.
Con respecto a la estructura del parcelario, el número total de parcelas amillaradas
era de 3.457, que repartidas entre los 1.474 contribuyentes que figuran en el
Amillaramiento arrojan un número medio de parcelas por propietario de 2,34, siendo la
superficie media de las parcelas de 89,44 áreas.
583
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
TABLA 97.- NÚMERO MEDIO DE PARCELAS POR
PROPIETARIO. LA OROTAVA. 1942
<1
1,69
1-2
2,55
2-5
2,96
5-10
3,69
10-20
5,5
20-50
8,57
50-100
20,33
>100
79
Fuente: Amillaramiento de La Orotava, 1942. Elaboración propia.
TABLA 98.- SUPERFICIE MEDIA DE LAS PARCELAS.
LA OROTAVA. 1942
<1
9,20 áreas
1-2
57,42
“
2-5
106,43
“
5-10
2 ha., 53 a., 34 ca.
10-20
2 ha., 60 a., 95 ca.
20-50
3 ha., 43 a., 95 ca.
50-100
2 ha., 55 a., 44 ca.
>100
2 ha., 3 a., 56 ca.
Fuente: Amillaramiento de La Orotava, 1942. Elaboración propia.
Veamos ahora cuáles eran, concretamente, las familias que mayor cantidad de tierra
poseían amillarada en la villa de La Orotava en torno a 1942. En el grupo de los propietarios
de más de 100 hectáreas hemos situado a una serie de individuos estrechamente unidos por
unos lazos familiares tan estrechos que nos impedían analizarlos aisladamente. Se trata de las
familias Cullen Machado, Monteverde Lugo y Ascanio Monteverde66. Entre todos ellos
tenían amillaradas 79 parcelas –adquiridas principalmente mediante herencias– con una
superficie total de 160 ha., 81 a., 70 ca., parte importante de las cuales –unas 52 hectáreas–
66
La familia Cullen Machado estaba compuesta por los descendientes de Juan Antonio Cullen Calzadilla
y Luisa Machado y Benítez de Lugo. Estaba emparentada con la familia Monteverde por el matrimonio
de Luisa Teresa Cullen Machado con José Monteverde y Lugo. Los hermanos Ascanio y Monteverde, a
su vez, eran hijos de Catalina Monteverde y Lugo, hermana del anterior.
584
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
estaban dedicadas a la lucrativa producción platanera67. También producían tomates, papas,
cereales, viña, etc. Las fincas se hallaban ubicadas en las zonas de El Rincón, El Mayorazgo,
La Boruga, La Duquesa, Perdoma, Cuatro Cantillos, Los Barros, Cruz Verde, Blas Luis, etc.
Vinculados a estas familias se hallaban también los hermanos Sebastián y Pedro Fernández
Perdigón, que tenían amillaradas 6 fincas de una extensión total de 28 ha., 50 a., 25 ca., de las
que 6 ha. eran de plátanos68.
En los propietarios que tenían entre 50 y 100 hectáreas hemos colocado a los hermanos
José María y Quirina Casañas y Fuentes69. Entre sus 15 parcelas reunían un total de 53 ha., 51
a., 57 ca., de las que casi 8 ha. eran de plataneras. Las fincas se hallaban situadas en Caraveo,
Dehesa Baja, El Rincón, La Perdoma, Monturrio, etc. Además de estas propiedades de La
Orotava, los hermanos Casañas poseían amillaradas en el Puerto de la Cruz unas 15 hectáreas,
de las que 10 ha. eran de plátanos.
Grandes propietarias eran también las hermanas Martín Fernández-Neda (Dolores,
Mariana, Carmen y Ursina70). Entre las cuatro tenían amillaradas en La Orotava 15 fincas de
una superficie total del 52 ha., 13 a., 31 ca., de las que sólo 1,48 ha. estaban dedicadas a
plataneras y el resto al policultivo de secano. Sus fincas estaban en Montijos, Pino Alto,
Cañeño, Rincón Bajo, etc.
Igualmente, se encontraban en este grupo de grandes propietarios los hermanos Fernando
y Rosario Salazar y Bethencourt y a los hijos de ésta (hermanos Méndez y Salazar). Tenían
amillaradas un total de 30 fincas, cuya superficie total ascendía a las 50 ha., 17 a., 32 ca., de
las que al menos 15,45 ha., estaban dedicadas a la producción platanera. Las fincas estaban en
lugares como El Rincón, Montijos, Dehesa Alta, Casablanca, Blas Luis, Cueva Jurada, etc. A
estas propiedades habría que sumar las 51 ha. que los hermanos Salazar Bethencourt poseían
en el Realejo Bajo y las 44 ha. que poseían en el Realejo Alto (23 ha. de plátanos).
En el grupo de la mediana propiedad de la capa superior destacaban, a escasa distancia de
los anteriores, los hermanos Enrique y María Ascanio y Méndez más los hijos de Enrique
67
Poseían, además, unas 15 hectáreas más –buena parte de plátanos- en el Realejo Alto y en el Puerto de
la Cruz. Igualmente, los hermanos Cullen Machado tenían en La Victoria 8,45 ha., en Tacoronte 8,33 ha.
y en El Sauzal 1,39 ha.
68
Los hermanos Sebastián y Pedro Fernández Perdigón eran hijos de Sebastián Fernández Montañés y de
Corina Perdigón y Dehesa. Sebastián Fernández Perdigón casó con Juana Cullen y Machado, hija de José
Juan Cullen y Machado y de Josefina Machado y Benítez de Lugo. Además de sus tierras en La Orotava,
poseían en el Puerto de la Cruz unas 21,28 ha. (14,69 ha. de plátanos) y en el Realejo Alto unas 8,39 ha.
69
Los hermanos Casañas Fuentes eran hijos de Antonio María Casañas González y de Quirina Fuentes
González, hija de la gran propietaria Ciriaca González Martín.
70
Eran hijas del gran propietario Sebastián Martín Fernández –importante comprador de bienes
desamortizados- y de Constanza Neda y Díaz.
585
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
(Enrique, Andrés, Leopoldo, Mencia y Elena Ascanio Carpenter)71. Entre sus 11 parcelas
amillaradas reunían un total de 48 ha., 35 a., 15 ca., de las que 22 estaban dedicadas a la
producción de plátanos para la exportación. Directamente relacionados con ellos estaban los
hermanos Ascanio Baker –hijos de Alonso Ascanio y Méndez– que tenían amillaradas por
herencia de su padre un total de 26 ha., 47 a., 78 ca. (14,50 ha. de plataneras) en 5 fincas con
agua propia para el riego de unas 11 hectáreas. Además de las propiedades de los Ascanio
Méndez en La Orotava, tenían amillaradas en el Puerto de la Cruz un total de 25,60 ha., de las
que 20,69 ha. eran de plátanos.
Junto a los anteriores, hemos incluido en el grupo de los propietarios que tenían entre 20 y
50 ha. –la mayoría de ellos con extensiones importantes de plataneras– a los siguientes:
-
Úrsula Abreu Rodríguez: 41 ha., 34 a., 1 ca. (fincas de regadío en La Perdoma,
sin plátanos)
-
Hermanos Zerolo Fuentes (Victoria, Tomás, Miguel, María y Laura)72: 38 ha.,
9 a., 38 ca. (22,87 ha. de platanera)73.
-
María Benítez de Lugo y Velázquez de Lugo74: 36 ha., 63 a.., 2 ca.
-
Francisca Perdigón Zamora: 35 ha., 68 a., 77 ca. (1 finca en Aguamansa)75.
-
María Luisa Méndez Ascanio y sus hijos Gaspar, Cristina, Herminia,
Constanza y Baltasar de Ponte y Méndez76: 33 ha., 03 a., 18 ca.
-
Hermanos Zárate Llarena (Santiago, María, José María, Ignacio y Manuel): 32
ha., 36 a., 58 ca.77
-
Francisco Pérez González: 32 ha., 22 a., 82 ca.
-
Hermanas Jiménez Calero (Leonor, Josefa, Evarista Encarnación y Luisa): 31
ha., 7 a., 12 ca.78
71
Eran hijos de Enrique Ascanio y Estévez y nietos, por tanto, del gran propietario finales del siglo XIX
Tomás Ascanio y Aponte.
72
Hijos de Tomás Zerolo Herrera e Isabel Fuentes González (hija de la gran propietaria Ciriaca González
Martín).
73
Los hermanos Zerolo Fuentes poseían también en el Puerto de la Cruz unas 19 hectáreas, de las que
unas 15 ha. eran de plataneras.
74
Hija de César Benítez de Lugo y de Dolores Velázquez Bethencourt.
75
En el Puerto de la Cruz tenía amillaradas 2,21 ha. Era la esposa del político conservador Andrés Arroyo
y González de Chaves.
76
Su padre fue Gaspar de Ponte y Cólogan, que falleció en 1939. Tenía en Garachico –en la zona
platanera de El Guincho- 28,30 ha. En Icod era en los años treinta el segundo mayor contribuyente, tras la
Marquesa de Villafuerte. En Buenavista tenía amillaradas María Luisa Méndez Ascanio, por herencia de
su marido, 75,62 ha., con 8,92 ha. de plataneras.
77
Tenían en el Puerto de la Cruz 12,10 ha. (7,28 ha. de plátanos) y en el Realejo Bajo 2,46 ha.
78
Evarista Encarnación tenía también en el Realejo Alto una finca de papas de 2,63 ha.
586
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
-
Fernando del Hoyo Afonso –Marqués de San Andrés– e hijos y nuera (Laura
Salazar Benítez de Lugo): 30 ha., 20 a., 72 ca.79
-
Ricardo y Juan Ruiz Benítez de Lugo: 29 ha., 10 a. 68 ca.80
-
Hermanos Méndez de Ponte (Fernando y María): 26 ha., 53 a., 16 ca.81
-
Eugenia Lercaro Muret82: 24 ha., 40 a., 5 ca.
-
Domingo Dóniz Cabrera: 23 ha., 84 a., 87 ca.
-
Casiano García Feo e hijos: 23 ha., 0 a., 71 ca.83
-
Juan Pérez Suárez: 22 ha., 78 a., 88 ca.
-
Hermanos Fuentes Salazar (María del Carmen y Fernando)84: 22 ha., 44 ca. 4
ca.
-
Lucía Llarena Monteverde: 21 ha., 50 a., 57 ca.85
En el resto de los grupos destacamos –junto a una serie de individuos procedentes de
las familias aristocráticas del Valle86– a algunos propietarios con un origen social
diferenciado. Entre ellos se encontraban los grancanarios Rafael B. Suárez Suárez y sus
sobrinos, que entre todos reunían unas 44,47 ha87. Por su parte, Vicente González de Chaves
Fernández y sus sobrinos sumaban casi 30 ha88. Y por último, los herederos de Richard J.
Yeoward, residentes en Liverpool, figuraban con 15,25 ha., 12 de ellas de plataneras.
79
Fernando del Hoyo Afonso tenía amillarada en el Realejo Bajo una finca de regadío de 4,19 ha. (1,82
ha. de plátanos), aunque su feudo estaba en Santiago del Teide, donde poseía 675 ha. Además tenía una
hacienda de regadío en Tejina (La Laguna) de unas 38,31 ha. Laura Salazar, por su parte, tenía en el
Puerto de la Cruz 2 fincas de un total de 11,78 ha. (8,12 ha. de plátanos).
80
En Buenavista tenían amillaradas 69,27 ha.
81
Tenían amillaradas en el Realejo Bajo, en Tigaiga, 4 ha.
82
Hija de Osmundo Lercaro Machado, que era el quinto mayor contribuyente de La Laguna en torno a
1930.
83
Casiano García Feo tenía también en el Puerto de la Cruz 12,16 ha. (8,27 ha. de plátanos), y una finca
de 88 áreas sin plátanos en el Realejo Alto. En Granadilla poseía, junto con su hermano Francisco –
Frasco- unas 265 ha.
84
Hijos de Fernando Fuentes González (hijo de Ciriaca González) y de Consuelo Salazar González.
85
Lucía Llarena y Monteverde tenía amillaradas en Tegueste una finca de 8,11 ha. que obtuvo por
herencia de su padre.
86
Entre ellos estaban, por ejemplo, los Machado y Benítez de Lugo (19,91 ha., que se unían a las más de
50 ha., que tenían en el Realejo Bajo); José Brier Casabuena e hijos (15,21 ha.), que eran grandes
propietarios en el Noroeste, con unas 119 ha. amillaradas en esa comarca; Francisco y Leonor Benítez de
Lugo y Cólogan, hijos del Marqués de Celada (10,23 ha., con 6,29 ha. de plátanos), que heredaron en La
Guancha más de 32 ha. de regadío; Luis, Elisa y María Llarena y Cólogan (19,42 ha. de regadío, con 8,30
ha. de plátanos) por herencia de Luis Llarena y Monteverde; los hermanos Cólogan Osborne (12,46 ha.,
con 5,24 ha. de plátanos); hermanos Benítez de Lugo y Velarde (6,74 ha.), etc.
87
Los hijos de Pedro Suárez Suárez eran Rafael, Antonio, María del Rosario, Francisco y Facunda María
de los Remedios Suárez García. Los hijos de José Suárez Suárez eran María del Carmen, Manuel y Josefa
Suárez Ponce.
88
Eran sobrinos de Vicente González de Chaves Fernández los hermanos González de Chaves y Rojas,
hijos de Luis González de Chaves Fernández y de Dolores de Rojas y Aguilar. En el Realejo Alto tenían
amillaradas por la misma época unas 37 ha., entre las que había algunas de plataneras.
587
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
3. REALEJO ALTO Y REALEJO BAJO89
La propiedad de la tierra en los dos Realejos a mediados del siglo XIX se
caracterizaba por el mismo dominio de la antigua aristocracia insular que vimos en el
caso de La Orotava. No obstante, hay una diferencia significativa entre ambas
realidades. En La Orotava la mayor parte de la riqueza agraria se hallaba en manos del
grupo de los propietarios vecinos, lo que indica que la Villa continuaba en la edad
contemporánea siendo un lugar de residencia habitual de las familias procedentes de la
nobleza feudal. Por el contrario, tanto en el Realejo Alto como en el Bajo, la hegemonía
económica correspondía a los propietarios forasteros. Se mantenía así el dominio sobre
la propiedad de la tierra que en el Antiguo Régimen había correspondido a una
terratenencia absentista que había optado por afincarse en La Laguna y en La Orotava
en tanto que centros del poder feudal. De todas formas, la circunstancia de que los
grandes propietarios residieran o no en los Realejos, pese a tener algunas repercusiones,
no es algo determinante a la hora de definir la realidad agraria de estas localidades en la
edad contemporánea. El hecho cierto es que los herederos de las grandes haciendas
feudales del Antiguo Régimen continuaban ejerciendo a mediados del siglo XIX un
clarísimo liderazgo económico en ambos municipios. Algunos historiadores de la isla,
en su deseo de hacer coincidir el proceso histórico de los Realejos con las teorías
dominantes sobre la revolución burguesa, han aludido –de modo algo dogmático– a un
proceso de concentración de riqueza en manos de la burguesía agraria local, proceso
que, a mediados del siglo XIX, habría multiplicado el número de jornaleros y que
permitiría la culminación de “la andadura reservada a los pobres sin tierras en el
capitalismo agrario, convirtiéndose en mano de obra asalariada”90. Ya hemos visto en la
segunda parte de esta investigación lo inexactas que resultan todas estas afirmaciones
sobre la proletarización campesina en el siglo XIX. Corresponde observar ahora como
89
Estudiamos los municipios del Realejo Alto y Realejo Bajo en un solo epígrafe porque la destrucción
por un incendio del archivo municipal del Realejo Bajo, junto con el Ayuntamiento en su conjunto, a
mediados de la pasada centuria nos impidió localizar el volumen mínimo de documentación para analizar
este último municipio de forma independiente. La evidente interconexión histórica que existía entre estas
dos localidades –que motivó la fusión de ambas en el actual municipio de Los Realejos en 1955- hace que
no sea descabellado analizarlas de forma conjunta. Podría decirse, por tanto, que en este epígrafe se
estudia la evolución histórica de la propiedad de la tierra en el actual municipio de Los Realejos, un
análisis que se realiza partiendo, sobre todo, de fuentes relativas al antiguo Realejo Alto, aunque también
se cuenta con algún repartimiento y con el amillaramiento del Realejo Bajo de 1945.
90
NÚÑEZ PESTANO, J. R. y VIÑA BRITO, A., “Las estructuras demográficas y sociales” en VV.AA., Los
Realejos. Una síntesis histórica, 1996, p. 97.
588
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
la hegemonía de la vieja terratenencia feudal era aún, a mediados de esa centuria,
indiscutible, tanto en el Realejo Alto como en el Bajo.
CUADRO 101.- Mayores contribuyentes del Realejo Bajo. 1841 (en rvon.)
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
Marqués de Villanueva del Prado: 22.500
El Adelantamiento Mayor de estas Islas: 20.160
Lorenzo Machado Valcárcel: 9.000 (más 450 por urbana).
Alonso de Nava: 7.848
Marqués de la Florida: 7.267 (más 17 por urbana).
Marqués de la Villa de San Andrés: 6.215
Marqués de la Quinta Roja: 6.150
José Bethencourt y Castro: 5.300
Fernando Molina: 4.500
José Cívico y Porto (vecino): 4.195 (más 600 por urbana y 2.400 por industrial).
María de Jesús Jorva: 3.856
Nicolás Urtus Austegui: 3.600
Marqués de la Candia: 3.525
Antonio Ponte: 2.250
Ignacio y Fernando Llarena: 2.207
Marqués de Celada: 2.008
Marqués de Guadalcázar: 1.908
Catalina Calzadilla: 1.634 (más 180 por urbana).
Felipe Mansen? y Tello: 1.500
José María Hernández (vecino): 1.500 (más 200 por urbana y 3.040 por industrial).
Fuente: Ayuntamiento del Realejo de Abajo, “Relación de todos los vecinos y hacendados forasteros que hay
en este Pueblo, con el número de personas que cada uno cuenta y sus utilidades anuales rectificadas por la
Junta”, Archivo Municipal de la Orotava, caja 124. Elaboración propia.
CUADRO 102.- Mayores contribuyentes del Realejo Alto por Territorial. 1850 (en rvon.)
1. El Adelantamiento mayor de estas Islas: 23.365 de líquido imponible (12.000 por
tierras; 11.335 por censos; 30 por una casa).
2. Andrés González Chavez: 17.115 (16.325 por tierras, 579 por censos, 211 por siete
casas).
3. Marqués de Guadalcázar: 15.228 (11.612 por tierras; 3.316 por censos; 300 por nueve
casas).
4. Andrés Espinosa: 14.500 (13.700 por tierras; 575 por censos; 225 por once casas).
5. Antonia Urtus: 10.507 (9.500 por tierras; 880 por censos; 127 por tres casas).
6. José Bethencourt y Castro: 7.680 (3.383 por tierras; 4.222 por censos; 75 por tres
casas).
7. Marqués de Cuevas: 7.995 (3.500 por tierras; 4.450 por censos; 45 por una casa).
8. Alonso Ascanio: 6.703 (6.500 por tierras; 203 por seis casas).
9. Ignacio y Fernando Llarena: 5.900 (5.000 por tierras, 840 por censos; 60 por dos
casas).
10. Alonso Méndez: 5.777 (5.500 por tierras; 160 por censos; 117 por cuatro casas).
11. José María Hernández: 4.650 (4.500 por tierras; 150 por siete casas).
12. La Hacienda Nacional: 4.075 (60 por tierras; 4.000 por censos; 15 por una casa).
13. Rosa Espínola: 4.100 (3.814 por tierras; 286 por siete casas).
14. Tomás de Castro: 3.800 por censos.
15. Marqués de la Quinta Roja: 3.760 por tierras.
589
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
16.
17.
18.
19.
20.
Domingo Nieves Ravelo: 3.725 (3.500 por tierras; 180 por censos; 45 por dos casas).
José Cívico y Porto: 3.580 (3.500 por tierras; 80 por censos).
Norberto de Torres: 3.545 (3.500 por tierras y 45 por una casa).
Josefa Ponte de Llarena: 3.261 (963 por tierras; 2.400 por censos; 98 por tres casas).
Herederos de María del Carmen Aponte: 3.130 (3.100 por tierras y 30 por una casa).
Fuente: Repartimiento de la contribución territorial. Realejo Bajo, 1850. Archivo Municipal de Los Realejos.
Elaboración propia.
Si algo caracterizaba a la relación de mayores contribuyentes en ambos Realejos a
mediados del siglo era precisamente el liderazgo económico de los descendientes de la
aristocracia feudal del Antiguo Régimen. En el Realejo Bajo, procedían de esta clase al
menos 17 de los 20 primeros contribuyentes, destacando entre los restantes la figura de
José Cívico y Porto, administrador de la Hacienda de Los Príncipes91. Sólo el 17,8% de
la riqueza territorial (rústica, pecuaria y urbana) del municipio estaba en manos de los
propietarios residentes en la localidad, correspondiendo el resto a los propietarios
forasteros (76,7%), al clero (1,5%) y a los bienes del Estado (3,7%). En el Realejo Alto
la situación era similar. Al menos 15 de los 20 mayores contribuyentes procedían de la
nobleza, si bien la segunda posición la ocupaba Andrés González de Chaves, residente
en el Puerto de la Cruz y procedente de la oligarquía agraria realejera que se consolida
en el siglo XVIII. Los González de Chaves ocuparon la alcaldía del Realejo Alto en
diversas ocasiones durante las últimas décadas de ese siglo92, siendo alguno de sus
antepasados administrador de la Hacienda de los Príncipes93. Andrés González de
Chaves aparecía también, a mediados del siglo XIX, como un destacado propietario en
La Orotava y el Puerto de la Cruz y llegaría a ser años después –cuando se vendan los
bienes del Adelantamiento– el primer contribuyente del Realejo Alto. La importancia
que conservaban los censos enfitéuticos –que figuraban incluso en el patrimonio del
propio Andrés González de Chaves, pese a que no procedía de la vieja aristocracia
feudal– es otro de los aspectos destacables de la realidad agraria de los Realejos. Casi la
mitad de la riqueza del Adelantamiento Mayor –los Marqueses de Villaseco, herederos
del patrimonio conformado por el linaje que inaugura Alonso Fernández de Lugo en el
siglo XVI– correspondía a los ingresos proporcionados por este tipo de rentas de
naturaleza feudal. Otros propietarios en cuyo patrimonio destacaban especialmente los
ingresos procedentes de los censos eran José Bethencourt y Castro, el Marqués de las
Cuevas y Josefa Ponte de Llarena. También destacaba en este terreno la propia
91
José Cívico y Porto fue un importante comprador de bienes desamortizados en el Realejo Alto. (OJEDA
QUINTANA, J.J., La desamortización en Canarias, op. cit., p. 260).
92
ARBELO GARCÍA, A., Terratenencia y burguesía agraria en Tenerife (1750-1823)... op. cit, pp. 759-765.
93
LUQUE HERNÁNDEZ, A., Las familias Chaves y Montañés de Tenerife, 1989, p. 36.
590
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
Hacienda Nacional, una vez que el Estado se convierte en censualista feudal al
incautarse en la desamortización de Mendizábal de los censos que figuraban en manos
del clero regular.
Varias décadas más tarde, en los comienzos de la Restauración, se registraban ya
algunas modificaciones significativas en el panorama anteriormente descrito. Una de las
más destacadas es la venta que hacen en 1876 los Marqueses de Villaseco –herederos
del Adelantamiento Mayor de la isla– de todos sus bienes amayorazgados de Tenerife al
palmero Celedonio Camacho y Pino –procedente de Cuba y residente en el Realejo
Bajo–, que se incorpora, de esta forma, a la nómina de mayores contribuyentes del
Realejo Bajo –con la famosa hacienda de Los Príncipes94– y del Realejo Alto95. Otro
caso similar es la venta que un año después, en 1877, hacen los Marqueses de
Guadalcázar a los hermanos José y Antonio Leal y Leal –nacidos en Cuba– de todas sus
propiedades en los Realejos –entre ellas la famosa hacienda de la Gorvorana–, La
Matanza, Tacoronte y El Sauzal96. Estas ventas parecen obedecer a una estrategia
mediante la cual las familias terratenientes de la Península se desprenden, en el último
tercio del siglo XIX, de los patrimonios heredados en unas localidades demasiado
distantes de sus lugares de residencia e influencia económica y política. Se reduce así,
significativamente, la presencia de la vieja aristocracia en los Realejos, viéndose
favorecido por esta circunstancia el ascenso de nuevos propietarios, que se incorporan al
grupo de los mayores contribuyentes de ambas localidades. Sin embargo, la
terratenencia feudal de la isla continúa manteniendo sus importantes patrimonios,
aunque irá perdiendo poco a poco su antigua hegemonía económica. El porcentaje de la
riqueza agraria del Realejo Alto que estaba en manos de los propietarios forasteros
continuaba siendo muy elevado (66,45%).
94
La hacienda de Los Príncipes tenía cerca de 80 ha.
A la propiedad de Celedonio Camacho pasó también en 1876 un censo que gravaba la Hacienda de las
Presas de Ocampo, en el municipio de Tacoronte, censo que que hasta ese momento había formado parte
del patrimonio de los Marqueses de Villaseco (Fondo Ossuna, sig: 58/2.1, Archivo Municipal de La
Laguna).
96
La escritura de compra-venta es 14 de octubre de 1877, otorgada en Córdoba ante el Notario Juan
Manuel del Villar y registrada por D. Manuel Angulo y Laguna el 6 de noviembre de 1877 (Apéndice al
amillaramiento de Tacoronte para 1878-1879).
95
591
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
CUADRO 103.- Mayores contribuyentes del Realejo Alto por Territorial. 1879 (en ptas.)
1. Andrés González de Chaves (Puerto)97: 8.243 (8.112 por rústica y 131 por urbana).
2. Marqués de Guadalcázar (Madrid): 4.902 (4.420 por rústica, 107 por urbana y 375 por
aguas)98.
3. Alonso Ascanio y Molina (Orotava): 4.013 (3.978 por rústica y 35 por urbana).
4. José de Bethencourt y Castro (Orotava): 3.600 (3.550 por rústica y 50 por urbana).
5. Eliseo González Espínola (vecino): 2.107 (1.961 por rústica y 146 por urbana).
6. Juan Urtusáustegui (Orotava): 2.083 (2.058 por rústica y 25 por urbana).
7. Celedonio Camacho y Pino (Realejo Bajo): 2.059 (996 por rústica, 8 por urbana y
1.055 por aguas).
8. Pedro Melo y Hernández (Santa Cruz): 2.059 (996 por rústica, 8 por urbana y 1.055
por aguas).
9. Antonia Urtus, herederos de (Orotava): 1.700 (1.685 por rústica y 15 por urbana).
10. Testamentaría de Rosa de Vidal y Torres (Realejo Bajo): 1.580 (1.530 por rústica y
50 por urbana).
11. Ignacio Llarena (Orotava): 1.535 (1.135 por rústica, 25 por urbana y 375 por aguas).
12. Luis Benítez y Celada (Orotava): 1.480 (1.470 por rústica y 10 por urbana).
13. Cándido Chávez de la Guardia (vecino): 1.430 (1.377 por rústica y 53 por rústica).
14. Marqués de la Quinta (Orotava): 1.400 (1.395 por rústica y 5 por urbana).
15. Conde de Sietefuentes (Buenavista): 1.345 (1.325 por rústica y 20 por urbana).
16. Emilio Méndez y Guardia (Orotava): 1.302 (1.280 por rústica y 22 por urbana).
17. Esteban Chavez y Pérez (vecino): 1.283 (1.260 por rústica y 23 por urbana).
18. Josefa Zamora de Pérez (Puerto): 1.217 (1.182 por rústica y 35 por urbana)99.
19. Antonio Chavez y Pérez (vecino): 1.160 (1.100 por rústica y 60 por urbana).
20. Agustín Jorge (Puerto): 1.158 (1.073 por rústica y 85 por urbana).
21. Pedro Quintero y Rodríguez (vecino): 1.066 (1.039 por rústica y 27 por urbana).
22. Domingo Rodríguez de la Sierra (Realejo Bajo): 1.040 (1.022 por rústica y 18 por urbana).
23. Augusto Méndez y Guardia (Orotava): 1.032 (1.015 por rústica y 17 por urbana).
24. Agustín González Corvo (vecino): 1.020 (1.003 por rústica y 17 por urbana).
25. José María Hernández (Realejo Bajo): 1.015 (990 por rústica y 25 por urbana).
26. Marqués de la Florida (Orotava): 965 (940 por rústica y 25 por urbana).
-
Otros forasteros de interés:
Vicente Fernández Toro100 (Puerto): 748 (738 por rústica y 10 por urbana).
José Matías Brier (Garachico): 712 (692 por rústica y 20 por urbana).
Marqués de la Candia (Orotava): 535 por rústica.
Francisco Rodríguez de la Sierra (Laguna): 458 (453 por rústica y 5 por urbana).
Total líquido de los vecinos: 39.683 ptas.
Total líquido de los forasteros: 78.601 ptas.
Total Líquido imponible de los Realejos: 118.284 ptas.
Fuente: Repartimiento de la Contribución Territorial, Realejo Alto, 1879, Archivo Municipal de Los Realejos.
Elaboración propia.
97
Andrés González de Chaves había fallecido en 1876 pero sus propiedades siguieron amillaradas a su
nombre algunos años más.
98
Las tierras de los Marqueses de Guadalcázar se amillaran a nombre de los hermanos Leal y Leal en
1879 y la contribución vendrá a su nombre a partir de 1880-1881.
99
Era la madre del relevante político portuense Feliciano Pérez Zamora.
100
Se casó con Teresa Montañés y Llarena. Fue Teniente Coronel de los Reales Ejércitos. Era el padre de
María del Carmen Fernández y Montañés y suegro, por lo tanto, de Andrés González de Chaves. Era
también padre del Alcalde del Puerto de la Cruz durante la Restauración Sebastián Fernández-Montañés.
Además de sus propiedades en el valle de La Orotava, llegó a ser uno de los mayores contribuyentes de
Santa Úrsula, donde tenía una finca en La Cuesta de 47,61 hectáreas.
592
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
El amillaramiento del Realejo Alto de 1879 nos proporciona una idea aproximada de la
superficie de tierra que tenían los principales propietarios. Los herederos de Andrés González
de Chaves –su viuda, María del Carmen Fernández Montañés, y sus hijos– figuraban con un
total de 73 ha., 63 a., a las que se podrían añadir las 10,57 ha. de su suegro Vicente Fernández
y Toro. Buena parte de las tierras de los González de Chaves estaban situadas en el pago de la
Cruz Santa. Por otro lado, las tierras que se amillaran a nombre de los hermanos Antonio y
José Leal y Leal tras su compra a los Marqueses de Guadalcázar estaban en torno a las 56
hectáreas101, la gran mayoría de ellas de regadío. Sus principales fincas eran la hacienda de la
Gorvorana, de 80 fanegadas102, la hacienda “Longuera”, de 16 fng., y la hacienda Burgao, de
3 fanegadas y 2 almudes. Las propiedades que declara el villero Alonso Ascanio y Molina
sumaban un total de 26 ha., 48 a., 22 ca., la mayoría de regadío. Las fincas más importantes
eran la del Patronato (20 fng.)103 y la de Zamora (25 fng.)104. Los Bethencourt y Castro
figuraban con 39 ha., 89., 81 ca. entre las que destacaba la finca Jardín o Zamora, con 65
fanegadas105. Eliseo y Elías González Espínola, vecinos del Realejo Alto y de La Laguna,
tenían amillaradas entre los dos un total de 70 ha., 70 a., 66 ca., de las que 52 ha.
correspondían a Eliseo106. A nombre de Juan de Urtusáustegui y de los herederos de Antonia
Urtusáustegui figuraba una superficie de 64 ha., 89 a., 45 ca. en la zona alta de los Realejos,
en las Llanadas y en la Cruz Santa. Un caso particular era el de José María Aguilar y
Guadarrama, que tenía amillarada una finca de baldíos en la cumbre del Realejo Alto, sin
cultivo ni aprovechamiento –sin renta asociada– de una extensión de unas 535 ha.
Veamos a continuación cómo evoluciona a lo largo del primer tercio del siglo XX la
relación de mayores contribuyentes del Realejo Alto.
101
Una nota en la declaración presentada por los propietarios especifica: “Las cabidas consignadas en
esta relación no son exactas porque al otorgarse la escritura adquisitoria, no se midieron las fincas,
figurándolas la extensión aproximadamente”. A esta superficie habría que sumar las propiedades de La
Matanza (unas 18 ha.) y las de El Sauzal. En éste último municipio los hermanos Leal llegaron a poseer
(la mayoría por compra a los Marqueses de Guadalcázar) unas 33,13 ha. En La Laguna (el Peñón)
adquirieron los hermanos Antonio y José Leal y Leal unas 20 fanegadas de terrenos (10,48 ha., aprox.) y
varias casas en el casco.
102
Papas y millo de riego (11 fng.), papas y trigo de riego (11 fng.), papas y trigo de riego (12 fng.) trigo
y chícharos (40 fng.), pastos (8 fng.), erial (9 fng.). Valor: 6.000 ptas; Renta: 3.000 ptas.
103
Papas, maíz, trigo, cebada, nopales, pastos, erial. Valor: 39.549 ptas. Renta anual: 1.977 ptas.
104
Nopales (1 fanegada), papas y millo (7 fanegadas), trigo y chícharos (13 fanegadas), erial (4
fanegadas). Valor en venta: 33.720 ptas. Renta: 1.686 ptas.
105
Nopales de riego (2 fng.), papas y millo de riego (16 fng.), papas y millo de secano (8 fng.), trigo y
chícharos de secano (5 fng.), cebada y chícharos de secano (15 fng.), pastos (9 fng.), erial (10 fng.).
Valor: 72.200 ptas. Renta: 3.610 ptas.
106
Elías tenía amillaradas en La Laguna, donde residía, unas 2,88 ha. y una casa en la Plaza de la
Concepción.
593
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
CUADRO 104.- Mayores contribuyentes del Realejo Alto por Rústica y Pecuaria. 1901
(en ptas.)
1. José Bethencourt y Castro (casa abierta. Orotava): 3.595 por rústica.
2. María del Carmen Fernández Montañés107 (sin casa. Puerto): 2.668 por rústica.
3. Antonio Leal y Leal, herederos (casa abierta. Laguna): 2.599 (2.411 por rústica y 188
por pecuaria)108.
4. José Leal y Leal (vecino): 2.269 (2.081 por rústica y 188 por pecuaria).
5. Eliseo González Espínola (vecino): 2.198 por rústica.
6. Pedro Melo y Hernández, herederos (sin casa. Realejo Bajo)109: 2.165 (1.110 por
rústica y 1.055 por pecuaria).
7. Alonso Ascanio y Negrín (Casa abierta. Orotava): 1.686 por rústica.
8. José Arroyo y Soto (sin casa Puerto): 1.639 por rústica.
9. Félix Hernández Barrios (sin casa. Puerto Cruz): 1.581 por rústica.
10. Celedonio Camacho y Pino, herederos (sin casa. Realejo Bajo): 1.413 (358 por rústica
y 1.055 por pecuaria).
11. Marqués de la Quinta (sin casa. Orotava): 1.395 por rústica.
12. Elisa Pimienta y Urtusáustegui (sin casa. Orotava): 1.323 por rústica.110
13. Emilio Méndez Guardia (sin casa. Orotava): 1.280 por rústica.
14. José González de Chavez (sin casa. Puerto): 1.180 por rústica.
15. Eliseo Toste Pérez (casa abierta. Realejo Bajo): 1.122 por rústica.
16. Eufemia y Constanza Aguilar y Espinosa (casa abierta. Puerto): 1.116 por rústica.111
17. Antonia Urtus, herederos (sin casa. Orotava): 1.014 por rústica.
18. Severa Ascanio y Negrín (casa abierta. Orotava): 989 por rústica.
19. Evarista Ascanio y Negrín (casa abierta. Orotava): 988 por rústica.
20. Conde de Sietefuentes (sin casa. Puerto): 973 por rústica.
21. Manuel Rodríguez García (vecino): 911 ptas.112
22. Elías González Espínola (forastero): 910 por rústica.113
23. Josefa González de Chaves (sin casa. Puerto): 900 por rústica.
24. Francisco García Oramas, herederos (vecino): 869 por rústica.
25. Agustín Estrada y Fernández (vecino): 839 por rústica de riqueza líquida imponible).
26. José Alayón Medina (casa abierta. Laguna): 825 por rústica.
27. Juana Espinosa (casa abierta. Puerto): 881 por rústica.
28. Sebastián Fernández Montañés114 (sin casa. Puerto): 778 por rústica.
29. Agustín Espinosa y Estrada115 (casa abierta. Puerto): 765 por rústica.
30. María del Carmen González de Chaves (sin casa. Puerto): 715 por rústica.
31. Gregoria Fernández González (vecino): 714 por rústica.
107
Viuda de Andrés González de Chaves.
Era heredero Antonio Leal y Martín. Su madre era Lucía Martín y Pérez, que debe ser esposa de
Antonio Leal y Leal. (Apéndice de Tacoronte para 1887-1888). Recordar las propiedades de Antonio Leal
Martín en La Matanza, donde era uno de los mayores contribuyentes, y en La Laguna.
109
Los hijos de Pedro Melo y Hernández eran los hermanos Melo y Novo, que desempeñaron importantes
cargos políticos en la Restauración. Antonio José Melo y Novo fue Presidente del Cabildo Insular de
Tenerife en 1916-1917 y Jacobo Melo y Novo, Consejero.
110
Es la esposa de Domingo Martínez Navarro, que también figura en el repartimiento.
111
Recordar sus propiedades en el Puerto de la Cruz.
112
Manuel Rodríguez García es el marido de Elena Chaves y González. Las fincas realmente pertenecen,
una parte a él por herencia de su madre Agustina García Luis y otras a su mujer, que las heredó de su
madre Eloisa González Espínola, según escritura de 12 de Agosto de 1888, inscrita el 21 de noviembre
siguiente. Fuente: Apéndice al amillaramiento para 1891-1892, Archivo Municipal de Los Realejos.
113
Aparece como vecino en el repartimiento de La Laguna de 1902, con 553 ptas. por Rústica.
114
Fue Alcalde del Puerto de la Cruz.
115
Es el marido de Josefa Pérez Zamora. Figuran a su nombre propiedades que en realidad pertenecen a
su esposa, que las adquirió por compra a Aurelio Pérez Zamora y a Feliciano Pérez Zamora (Fuente:
Apéndice al amillaramiento para 1891-92).
108
594
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
41.
42.
José Matías Brier, herederos (sin casa. Garachico): 692 por rústica.
Manuel González Corvo (sin casa. Puerto): 680 por rústica.
Agustín Acosta (vecino): 675 por rústica.
Ana Albelo de Perdomo, herederos (sin casa. Realejo Bajo): 657 por rústica.
Luis González Rodríguez Fregel (vecino): 636 por rústica.
Juan de la Cruz González (casa abierta. Laguna): 618 por rústica.
Vicente González de Chaves (sin casa. Puerto): 615 por rústica.
Luis González de Chaves (sin casa. Puerto): 612 por rústica.
Empresa de aguas del Puerto (casa abierta. Puerto): 600 por rústica.
Fernando García (casa abierta. Puerto): 597 por rústica.
Robert Holford Macdorvall Bosanquet (vecino): 595 por rústica.
Número de contribuyentes vecinos: 529 .
Número de contribuyentes forasteros: 271.
Suma de la riqueza de los vecinos: 46.464 ptas.
Riqueza de los forasteros con casa abierta: 26.402 ptas.
Riqueza de los forasteros sin casa abierta: 40.498 ptas.
Riqueza total del Realejo Alto: 113.544 ptas.
Fuente: Repartimiento individual sobre la riqueza rústica y pecuaria, Ayuntamiento del Realejo Alto, año
1901, Archivo Municipal de Los Realejos. Elaboración propia.
CUADRO 105.- Mayores contribuyentes del Realejo Alto por Rústica y Pecuaria, 1920
(en ptas.)
1. José Bethencourt y Castro (Orotava): 3.595 por rústica.
2. Antonio Leal y Leal, herederos (Laguna): 2.594 (2.411 por rústica y 188 por pecuaria).
3. Pedro Melo Hernández, herederos (Realejo Bajo): 2.165 (1.110 por rústica y 1.055
por pecuaria).
4. Nicolás González Abreu y esposa (vecino, S. Agustín): 1.849 por rústica.
5. José González de Chaves (Puerto): 1.766 por rústica.
6. Alonso Ascanio y Negrín (Orotava): 1.686 por rústica.
7. Eliseo González Espínola (vecino, Pueblo): 1.650 por rústica.
8. Josefa González de Chaves (Puerto): 1.617 por rústica.
9. Celedonio Camacho y Pino (Realejo Bajo): 1.413 (358 por rústica y 1.055 por
pecuaria).
10. Angela Pérez Ventoso 116(Puerto): 1.395 por rústica.
11. Manuel Rodríguez García, esposa e hijos (vecino, Piris): 1.303 por rústica.
12. Eliseo Toste Pérez (Puerto): 1.122 por rústica.
13. Juan González Pérez, menor (vecino, Cruz Santa): 1.092 por rústica.
14. Vicente González de Chaves (Puerto): 1.081
15. Luis González y Rodríguez Fregel (vecino, Pueblo): 1.080 por rústica.
16. José Hernández Correa (vecino, Patio): 1.075 por rústica.
17. José Leal y Laserna117 (Santa Cruz de Tenerife): 1.044 (981 por rústica y 63 por
pecuaria).
18. Agustín González Chaves y Esposa (vecino, Cruz Santa): 1.036 por rústica.
19. Severa Ascanio Negrín (Orotava): 989 por rústica.
20. Evarista Ascanio Negrín (Orotava): 988 por rústica.
21. Francisco García Oramas, herederos (vecino, Pueblo): 869 por rústica.
22. José Alayón Medina (Laguna): 825 por rústica.
23. Gonzalo Herández González (vecino, Cruz Santa): 801 por rústica.
24. Isidro Oramas Chaves (vecino, S. Benito): 754 por rústica.
116
117
Esposa de Felipe Machado del Hoyo.
Los Leal Laserna son los hijos y herederos de José Leal Leal y de Carmen Laserna.
595
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
25.
26.
27.
28.
29.
30.
31.
32.
33.
34.
35.
36.
37.
38.
39.
40.
Cecilio Bisshopp Bradford (vecino, Piris): 745 por rústica.
Alejandro González Hernández (vecino, Cruz Santa): 726 por rústica.
Juana Espinosa (Puerto): 707 por rústica.
José Brier Casabuena (Garachico): 692 por rústica.
Elisa Martínez Pimienta (Orotava): 675 por rústica.
Natalia Pimienta Urtusáustegui (Orotava): 670 por rústica.
Sebastián Fernández Montañés (Puerto): 661 por rústica.
Telesforo Chaves Albelo (Realejo Bajo): 657
Pedro Rodríguez García (vecino, Pueblo): 643 por rústica.
Rosendo Méndez García (Orotava): 627 por rústica.
María del Carmen Leal Laserna (Realejo Bajo): 623 (560 por rústica y 63 por
pecuaria).
María Catalina Leal Laserna (Santa Cruz de Tenerife): 622 (560 por rústica y 62 por
pecuaria).
Juan de la Cruz González (Laguna): 618
Luis González de Chaves (Puerto): 612 por rústica.
José Arroyo y González de Chaves (Puerto): 606 por rústica.
Empresa de Aguas del puerto: 600
Número de contribuyentes vecinos: 758
Número de contribuyentes forasteros: 277
Número total de contribuyentes: 1.035
Riqueza total vecinos: 44.760 ptas.
Riqueza forasteros: 58.250 ptas.
Riqueza total del Realejo Alto: 114.010 ptas.
Fuente: Repartimiento individual de la contribución territorial sobre las riquezas rústica y pecuaria para el año
1920-1921, Ayuntamiento del Realejo Alto, Archivo Municipal de Los Realejos. Elaboración propia.
CUADRO 106.-Mayores contribuyentes del Realejo Alto por Rústica y Pecuaria, 1931
(en ptas.)
1. Comunidad de Aguas La Fuente (vecino, Pueblo): 9.015,65
2. José Bethencourt y Castro (Orotava): 5.617,20
3. Antonio Leal y Leal, herederos (Laguna): 4.060,95 (3.767,18 por rústica y 293,75 por
pecuaria).
4. Pedro Melo Hernández, herederos (Realejo Bajo): 3.382,80 (1.734,13 por rústica y
1.648,67 por pecuaria).
5. Nicolás González Abreu y esposa (vecino, S. Agustín): 3.031,85 por rústica.
6. Juan González Pérez (vecino, Cruz Santa): 2.767,50
7. José González Chaves (Puerto Cruz): 2.759,35
8. Comunidad de Aguas La Helechera (Realejo Bajo): 2.734,40
9. Alonso Ascanio y Negrín (Orotava): 2.634,40
10. Comunidad de Aguas Las Furnias (vecino, Pueblo): 2.578,15
11. Josefa González de Chaves (Puerto Cruz): 2.526,60
12. José Hernández Correa (vecino, Patio): 2.264,05
13. Celedonio Camacho Pino (Realejo Bajo): 2.207,80 (559,38 por rústica y 1.648,42 por
pecuaria).
14. Angela Pérez Ventoso (Puerto Cruz): 2.179,70
15. Eliseo Toste Pérez (Realejo Bajo): 1.753,10 )
16. Vicente González Chaves (Puerto Cruz): 1.657,80
17. José Leal Laserna (Tenerife): 1.631,27 (1.532,81 por rústica y 98,43 por pecuaria).
18. Severa Ascanio Negrín (Orotava): 1.545,32 por rústica.
19. Evarista Ascanio Negrín (Orotava): 1.543,75
20. Comunidad de Aguas El Barbuzano (vecino, Pueblo): 1.406,25
596
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
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22.
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32.
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35.
36.
37.
38.
39.
40.
Alejandro González Fernández (Cruz Santa): 1.146,85 por rústica.
Isidro Oramas Chaves (vecino, S. Benito): 1.165,62
Cecilio Bisshopp Bradford (vecino, Piris): 1.164,10 por rústica.
María de la Concepción Espinosa de los Monteros (Puerto Cruz): 1.104,70 por
rústica.
José Brier Casabuena (Garachico): 1.081,25
Natalia Pimienta Urtusáustegui (Orotava): 1.046,85 por rústica.
Sebastián Fernández Montañés (Puerto Cruz): 1.032,82 por rústica.
Gonzalo González Pérez (vecino, Cruz Santa): 1.018.75
Pedro Rodríguez García (vecino, pueblo): 1.004,70
Comunidad de Aguas Romero (vecino, Pueblo): 992,20
María del Carmen Leal y Laserna (Realejo Bajo): 973,43 (875 por rústica y 98,43 por
pecuaria).
María Catalina Leal y Laserna (Tenerife): 971,87 (875 por rústica y 96,87 por
pecuaria).
Juan de la Cruz González (Laguna): 965,60
Luis González de Chaves (Puerto Cruz): 956,25 por rústica.
Comunidad de Aguas La Isleta (vecino, Pueblo): 956,25
José Arroyo y González de Chaves (Puerto Cruz): 946,95
Empresa de aguas del Puerto (Puerto Cruz): 937,50 por pecuaria
Antonio Pérez González (vecino, Cruz Santa): 920,31 por rústica.
Pedro González Luis, primero (vecino, pueblo): 915,62
Silvestre González Pérez (vecino, Zamora): 903,37
Número total de contribuyentes: 1.170
Número de contribuyentes vecinos: 904
Número de contribuyentes forasteros: 266
Importan los vecinos: 110.263,91 ptas.
Importan los forasteros: 85.560,09 ptas.
Riqueza total del Realejo Alto: 195.824 ptas.
Fuente: Repartimiento individual de la contribución territorial sobre las riquezas rústica y pecuaria, año 1931,
Ayuntamiento del Realejo Alto, Archivo Municipal de Los Realejos. Elaboración propia.
Como se ha podido observar en los cuadros anteriores, la hegemonía que a mediados del
siglo XIX conservaban los herederos de las clases dominantes del Antiguo Régimen se vería
significativamente reducida durante las primeras décadas de la centuria siguiente. Sin duda,
esto se halla relacionado con el aumento progresivo del porcentaje de la riqueza agraria de la
localidad que estaba en manos de los propietarios vecinos, un porcentaje que pasa del 40% de
1901 al 43% de 1920 y que en 1931 supera ya al de los propietarios forasteros, llegando hasta
el 56,30% de la riqueza agraria total del Realejo Alto. No obstante, el primer puesto de la
relación de mayores contribuyentes seguiría ocupado la familia Bethencourt-Castro, que
fueron regidores perpetuos de Tenerife durante el Antiguo Régimen y que en el siglo XX
continuaban gozando de un considerable poder económico y político118. También se
118
Uno de sus miembros más relevantes en la escena política de la isla fue Fernando Salazar Bethencourt,
cuyo extenso patrimonio en La Orotava y los dos Realejos ya fue relacionado en el epígrafe anterior. En
capítulos posteriores se le mencionará también en su faceta política. Fernando Salazar Bethencourt fue
heredero de las propiedades de su abuelo José Bethencourt-Castro y Lugo-Viña, que tras su fallecimiento
597
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
mantienen en una posición destacada los Ascanio Negrín119, mientras que el resto de las
familias de la vieja aristocracia van desapareciendo poco a poco del grupo de los mayores
contribuyentes, manteniéndose con líquidos imponibles reducidos. Si en 1901 todavía
encontramos entre los veinte propietarios más ricos –además de a los Bethencourt-Castro y
los Ascanio– al Marqués de la Quinta Roja, a Elisa Pimienta y Urtusáustegui, a Emilio
Méndez Guardia y al Conde de Sietefuentes, en 1931 la presencia de la nobleza en este
mismo grupo se limitaba únicamente a los Bethencourt-Castro y los Ascanio120. La
progresiva reducción del liderazgo económico que tradicionalmente había venido ejerciendo
esta clase social, aunque nunca llega a perder todo su peso –y de hecho los Bethencourt–
Castro encabezaban la relación de contribuyentes–, deja en los primeros puestos a una serie
de individuos que desde el último tercio del siglo anterior habían conseguido ya introducirse
en el grupo de los propietarios más ricos del Realejo Alto y del Realejo Bajo. Los grandes
patrimonios territoriales que algunos de ellos –como los Leal– habían adquirido en aquella
época tenderán a irse fragmentando progresivamente. De esta forma, al final del período nos
encontramos con el predominio económico de una clase de propietarios medios de la capa
superior (Leal, Melo, González, Camacho), algunos de los cuales tenían también propiedades
importantes en otras localidades del Norte que los convertían en verdaderos grandes
propietarios121. La mayoría de ellos se introducirá en las primeras décadas del siglo XX en el
rentable negocio de la producción platanera, en ocasiones cediendo fincas en arriendo al
capital imperialista122. Este es el caso de la finca La Gorvorana, que fue arrendada por los
hermanos Leal y Laserna al británico Richard J. Yeoward123. O la finca Zamora (31,81 ha.)
continuaron apareciendo indivisas en los repartimientos, lo que permite que los Bethencourt-Castro se
mantengan en el primer o segundo puesto de la relación de mayores contribuyentes.
119
Los hermanos Ascanio Negrín son hijos del propietario villero Alonso Ascanio y Molina y de la
grancanaria Severa Negrín.
120
En el puesto 25º aparece José Brier Casabuena y en el 26º lo hace Natalia Pimienta Urtusáustegui.
Augusto Méndez Ascanio estaba en el puesto 49º; Elisa Martínez Pimienta en el 50º; Emilio Méndez
Guardia, en el 53º; Leonor Monteverde Lugo, en el 54º; Camilo y Bernardo Benítez de Lugo, en el 58º;
Manuela de Ascanio y Montemayor, en el 83º, etc.
121
Por ejemplo, los Leal tenían propiedades en Tacoronte (5,9 ha.), el Sauzal (más de 33 ha.), La Matanza
(17,78 ha.) y La Laguna (12,78 ha). Estas propiedades provenían de la compra que hicieron en 1877 de la
mayor parte de las propiedades de los Marqueses de Guadalcázar. Tras la muerte de Antonio Leal y Leal,
se realizó la partición de los todos los bienes que ambos hermanos habían adquirido por diferentes
municipios en común y proindiviso (partición el 29-8-1884 ante el notario del Realejo Bajo Juan Bautista
Padrón). Heredero de Antonio Leal y Leal fue Antonio Leal y Martín. Los herederos de José Leal y Leal
fueron sus hijos, los hermanos Leal y Laserna. Antonio Leal y Martín casó en 1905 con su prima,
Catalina Leal y Laserna (Diario de Tenerife, 27 de septiembre de 1905).
122
En la década de los veinte tenían fincas plataneras en el Realejo Alto los Leal, los Bethencourt-Castro,
los González de Chaves, Nicolás González Abreu, los Benítez de Lugo, los Cullen, los grancanarios
Suárez, los Monteverde, los Brier, los Ascanio Negrín,
123
El Progreso, 30 de mayo de 1927.
598
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
que los Bethencourt-Castro ceden en arriendo en 1918 a Fyffes Limited124. Además de las
fincas tomadas en arriendo, Richard J. Yeoward también se decide a desarrollar los cultivos
de plátanos en fincas propias, para lo cual adquiere entre 1922 y 1923 unas 23 ha. de terrenos
en esta localidad, principalmente en la zona conocida como Llano de Méndez125. Con
líquidos imponibles muy reducidos aparecen también la Elder & Fyffes y la casa Hamilton y
Cía.
TABLA 99.- CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRIBUYENTES POR
CUOTA. REALEJO ALTO. 1931.
<10 ptas.
614 contr.
3.428,38 ptas.
10-20
175 “
4.695,19 ptas.
20-30
95
“
4.152,58 ptas.
30-40
65
“
4.389,85 ptas.
40-50
45
“
2.015,86 ptas.
50-100
87
“
3.440,94 ptas.
100-200
55
“
7.647,46 ptas.
200-300
18
“
2.723,72 ptas.
300-500
7
“
2.734,89 ptas.
500-1.000
9
“
5.752,60 ptas.
1.000-2.000
2
“
2.442,60 ptas.
1.170 contr.
43.354,34126ptas.
TOTAL
Fuente: “Repartimiento individual de la contribución territorial sobre las riquezas rústica y pecuaria, año
1931, Archivo Municipal de Los Realejos.
La clasificación de los contribuyentes nos muestra, como en todas las localidades de
la isla, una importante desigualdad económica. Los contribuyentes que pagaban menos
de 20 ptas. representan el 67,43% del total de propietarios y su riqueza suponía un
18,73% de la riqueza total. Los que tenían asignadas cuotas de entre 20 y 100 ptas.
representaban el 24,95% de los contribuyentes y la suma de su riqueza llegaba hasta el
32,29% del total. Por último, los que pagaban más de 100 ptas. eran el 7,77% de los
124
Archivo Cullen, Fondo Bethencourt y Castro, sig: 9.601.
La finca más importante, de 18,51 ha., la compra a los herederos de Pedro Hernández Gómez, en
escritura otorgada el 28-6-1922 ante el notario de La Orotava, José Romero de Castro (Fuente:
Declaración presentada ante el Ayuntamiento del Realejo Alto por Guillermo Arturo Clark, en
representación de Richard J. Yeoward, sobre la superficie que tenía dedicada a la producción de plátanos
en esa localidad, para acogerse a los beneficios del Real Decreto de 26 de octubre de 1923, Archivo
Municipal de Los Realejos).
126
La suma no da exacta porque se hicieron algunas correcciones en las cifras de los grupos anteriores.
Sin embargo, la cifra exacta -43.424,07 ptas.- no difiere tanto como para alterar significativamente los
porcentajes.
125
599
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
contribuyentes y en sus manos concentraban un 49,13% de la riqueza agraria total del
Realejo Alto. Una sociedad desequilibrada que, sin embargo, difería en alguna medida
de las cifras que se obtenían por la misma fecha en el término municipal de La Orotava,
donde los campesinos pobres eran proporcionalmente más pobres y los ricos
proporcionalmente más ricos.
Amillaramiento del Realejo Alto de 1942
El número total de declaraciones presentadas en 1942 era –restando los errores de
numeración– de 1.397, de los que el 25,34% eran propietarios forasteros127. Tras
realizar las correspondientes agrupaciones por vínculo familiar directo resulta un
número de 1391 contribuyentes, que se distribuyen de la siguiente manera:
TABLA 99.- ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD DE LA TIERRA EN
EL REALEJO ALTO. 1942
<1 ha.
1-2 ha.
2-5 ha.
5-10 ha.
10-20 ha.
20-50 ha.
Nº
contribuyentes
1052128
155
134
36
7
7
%
contribuyentes
75,63
11,14
9,63
2,59
0,50
0,50
Superficie total
292 ha., 20 a., 82 ca.
221 ha., 54 a., 59 ca.
393 ha., 76 a., 25 ca.
243 ha., 86 a., 18 ca.
91 ha., 7 a., 7 ca.
212 ha., 98 a., 73 ca.
%
superficie
20,08
15,22
27,05
16,75
6,26
14,63
Fuente: Amillaramiento del Realejo Alto. 1942. Elaboración propia.
Sintetizando estos resultados en dos grandes grupos –puesto que no se registran
grandes propiedades– obtenemos que:
-
Los que tienen menos de 2 ha. son el 86,77% de los contribuyentes y reúnen el
35,30% de la superficie amillarada. En este grupo predominan los que tienen
127
El 27,9% del total de forasteros residían en La Orotava; el 18,9% en el Realejo Bajo; el 15,8% en el
Puerto de la Cruz; el 14,2% en Cuba; el 7,3% en La Laguna; el 5,6% en Santa Cruz, etc. La superficie que
figuraba amillarada a nombre de los propietarios forasteros llegaba al 41,23% del total municipal.
128
Los que tienen menos de media hectárea son 833, que representan el 59,88% de los contribuyentes del
Realejo Alto.
600
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
menos de 1 ha., que representan el 75,63% de los contribuyentes y tienen un
20,08% de la tierra.
-
Los propietarios medios (entre 2 y 50 ha.) son el 13,22% de los contribuyentes
y poseen el 64,69% de la tierra.
-
Propietarios medios de la capa inferior (2-10 ha.): representan el
12,22% de los contribuyentes y reúnen el 43,80% de la tierra.
-
Propietarios medios de la capa superior (10-50 ha.): representan el
1% de los propietarios y tienen el 20,89% de la superficie
amillarada.
601
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
GRÁFICO 37
CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRIBUYENTES REALEJO ALTO. 1942
pequeños propietarios
medianos propietarios
capa inferior
medianos propietarios
capa superior
Fuente: Amillaramiento del Realejo Alto. 1942. Elaboración propia.
GRÁFICO 38
DISTRIBUCIÓN DE LA TIERRA REALEJO ALTO. 1942
pequeños propietarios
medianos propietarios
capa inferior
medianos propietarios
capa superior
Fuente: Amillaramiento del Realejo Alto. 1942. Elaboración propia.
La estructura de la propiedad de la tierra que se refleja en estas cifras nos habla de
una sociedad ciertamente desequilibrada, pero con un grado de concentración muy
inferior al que imperaba en otros lugares de la isla. La gran mayoría de los
contribuyentes pertenecían al grupo de los campesinos pobres. En eso no existían
diferencias significativas con el resto de las localidades. Sin embargo, la no existencia
de grandes propiedades permitía a los grupos inferiores concentrar un porcentaje
elevado de las tierras amillaradas del municipio.
602
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
La cantidad media de tierra por propietario era de 1 ha., 4 a., 63 ca. siendo las
cantidades medias por grupos las siguientes:
TABLA 101.- CANTIDAD MEDIA DE TIERRA POR
CONTRIBUYENTE. REALEJO ALTO. 1942
<1
27,77 áreas
1-2
1 ha., 42 a., 93 ca.
2-5
2 ha. 93 a., 85 ca.
5-10
6 ha., 77 a., 39 ca.
10-20
13 ha., 1 a., 1 ca.
20-50
30 ha., 42 a., 67 ca.
Fuente: Amillaramiento del Realejo Alto. 1942. Elaboración propia.
En cuanto al parcelario, el número total de parcelas amillaradas era de 3.643, que
repartidas entre los 1.391 contribuyentes registrados en el Amillaramiento nos dan un
número medio de parcelas por propietario de 2,61, siendo la superficie media de las
parcelas de 39,95 áreas.
TABLA 102.- NÚMERO MEDIO DE PARCELAS POR
PROPIETARIO. REALEJO ALTO. 1942
<1
1,90
1-2
3,56
2-5
5,45
5-10
6,58
10-20
8,42
20-50
9,28
Fuente: Amillaramiento del Realejo Alto. 1942. Elaboración propia.
603
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
TABLA 103.- SUPERFICIE MEDIA DE LAS PARCELAS.
REALEJO ALTO. 1942
<1
14,62 áreas
1-2
40,06
“
2-5
53,86
“
5-10
1 ha., 2 a., 89 ca.
10-20
1 ha., 54 a., 35 ca.
20-50
3 ha., 27 a., 67 ca.
Fuente: Amillaramiento del Realejo Alto.1942. Elaboración propia.
El Amillaramiento del Realejo Bajo de 1945
El número total de contribuyentes que presentaron su declaración de propiedades en
1945 fue de 936, de los que el 24,57% eran forasteros129. Una vez realizadas las
oportunas agrupaciones resulta un número de contribuyentes de 926, que se distribuían
de la siguiente manera:
TABLA 104.- ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD DE LA TIERRA EN
EL REALEJO BAJO. 1945
<1 ha.
1-2 ha.
2-5 ha.
5-10 ha.
10-20 ha.
20-50 ha.
50-100 ha.
Nº
contribuyentes
719130
111
66
22
3
1
4
%
contribuyentes
77,64
11,99
7,13
2,37
0,32
0,11
0,43
Superficie total
211 ha., 25 a., 74 ca.
160 ha., 31 a., 84 ca.
206 ha., 10 a., 54 ca.
146 ha., 55 a., 18 ca.
39 ha., 60 a., 01 ca.
24 ha., 54 a., 47 ca.
294 ha., 39 a., 40 ca.
%
superficie
19,51
14,81
19,03
13,53
3,66
2,27
27,19
Fuente: Amillaramiento del Realejo Bajo.1945. Elaboración propia.
129
Del número total de propietarios forasteros residían en La Rambla el 26,52%; en el Realejo Alto el
18,69%; en Cuba el 11,74%; el 7,82% en el Puerto de la Cruz; el 5,65% en La Laguna; el 5,21% en La
Guancha; el 3,91% en Santa Cruz; etc. La superficie que estaba en manos de estos propietarios forasteros
llegaba al 52,66% de la cantidad total de tierra amillarada en el municipio.
130
Los que tienen menos de media hectárea son 564, que representan el 60,90% de los contribuyentes del
Realejo Bajo.
604
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
Agrupando los anteriores resultados resulta que:
-
Los que tienen menos de 2 ha. representan el 89,63% de los contribuyentes,
siendo la superficie poseída de 34,32% del total amillarado.
-
Los que tienen entre 2 y 50 ha. representan el 9,93% de los contribuyentes y
tienen el 38,43% de la tierra. Los dividimos en dos subgrupos:
-
Los que tienen entre 2 y 10 ha. representan el 9,50% de los
contribuyentes y reúnen el 32,56% de la tierra.
-
Los que tienen entre 10 y 50 ha. representan el 0,43% de los
propietarios y poseen el 5,93% de la tierra.
-
Los que tienen más de 50 ha. representan el 0,43% de los contribuyentes y la
superficie total que concentran en sus manos es el 27,19% de la extensión
total amillarada en el Realejo Bajo.
605
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
GRÁFICO 39
CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRIBUYENTES REALEJO BAJO.1945
pequeños propietarios
medianos propietarios
capa inferior
medianos propietarios
capa superior
grandes propietarios
Fuente: Amillaramiento del Realejo Bajo.1945. Elaboración propia.
GRÁFICO 40
DISTRIBUCIÓN DE LA TIERRA REALEJO BAJO. 1945
pequeños propietarios
medianos propietarios
capa inferior
medianos propietarios
capa superior
grandes propietarios
Fuente: Amillaramiento del Realejo Bajo.1945. Elaboración propia.
No era, por tanto, el Realejo Bajo, un municipio caracterizado tampoco por un grado
muy elevado de concentración de la propiedad rústica, si bien es cierto que dicho grado
era, aún así, significativamente mayor que en el municipio limítrofe del Realejo Alto.
La superficie media poseída por cada propietario era en el Realejo Bajo de 1 ha., 16
a., 93 ca., siendo las cantidades medias por cada uno de los grupos las siguientes:
606
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
TABLA 105.- CANTIDAD MEDIA DE TIERRA POR
CONTRIBUYENTE. REALEJO BAJO. 1945
<1
29,38 áreas
1-2
1 ha., 44 a., 43 ca.
2-5
3 ha. 12 a., 28 ca.
5-10
6 ha., 66 a., 14 ca.
10-20
13 ha., 20 a.
20-50
24 ha., 54 a., 47 ca.
50-100
73 ha., 59 a., 85 ca.
Fuente: Amillaramiento del Realejo Bajo. 1945. Elaboración propia.
En lo que respecta a la estructura del parcelario, el número total de parcelas
amillaradas era de 4.594, que repartidas entre los 926 contribuyentes registrados en el
Amillaramiento nos dan un número medio de parcelas por propietario de 4,96, siendo su
superficie media de 23,57 áreas.
TABLA 106.- NÚMERO MEDIO DE PARCELAS POR
PROPIETARIO. REALEJO BAJO. 1945
<1
3,53
1-2
9,36
2-5
9,65
5-10
14,27
10-20
1,66
20-50
2
50-100
13,75
Fuente: Amillaramiento del Realejo Bajo. 1945. Elaboración propia.
TABLA 107.- SUPERFICIE MEDIA DE LAS PARCELAS.
REALEJO BAJO. 1945
<1
8,31 áreas
1-2
15,41
“
2-5
32,35
“
5-10
46,67
“
10-20
7 ha., 92 a., 00 ca.
20-50
12 ha., 27 a., 23 ca.
50-100
5 ha., 35 a., 26 ca.
Fuente: Amillaramiento del Realejo Bajo.1945. Elaboración propia.
607
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
Llegados a este punto corresponde que reseñemos quiénes eran los que ocupaban las
primeras posiciones de ambos Realejos por la cantidad de tierra de tierra poseída en
estos pueblos del valle de la Orotava. En primer lugar hay que comenzar mencionando a
la familia Camacho-Melo, que aglutinaban las tierras adquiridas en 1876 por Celedonio
Camacho Pino a los Marqueses de Villaseco, tierras ubicadas en el Realejo Bajo –donde
estaba la conocida Hacienda de Los Príncipes– y en el Realejo Alto. A estas tierras se
unían las que pertenecieron a Pedro Melo Hernández, heredadas por los hermanos Melo
y Novo. El enlace entre ambas familias se produce por el casamiento entre María de los
Ángeles Camacho y González, hija de Celedonio Camacho, y Jacobo Melo y Novo, hijo
de Pedro Melo131. En los años cuarenta, todas estas propiedades figuraban a nombre de
Guillermo, Juana y Angelina Camacho González –hijos de Celedonio–, de los hermanos
Melo Novo y de los hermanos Melo Camacho. Entre todos tenían una superficie total de
112 ha., 43 a., 94 ca. –repartidas en 26 parcelas–, de las que 85 ha., 78 a., 83 ca. se
localizaban en el Realejo Bajo –la mayoría en Los Príncipes– y el resto en el Alto. Los
cultivos declarados consistían mayoritariamente en papas –una parte de regadío y otra
de secano– y cereales, aunque también se consignaban unas 7,64 ha. de plátanos en Los
Príncipes.
Entre los grandes propietarios figuraban también Elena Montemayor y Nava y sus
hijos los hermanos Ascanio Montemayor132. Entre todos reunían 8 parcelas de regadío y
secano en el Realejo Bajo de una superficie total de 92 ha., 53 a., 26 ca. Las fincas
estaban localizadas en la zona de Las Ramblas, Icod el Alto, el Cuarto y Barranco
Godina. Además de papas y cereales, los Montemayor declaraban unas 8 ha. dedicadas
a la producción platanera. A estas propiedades en el Realejo Bajo se unían las 17,30 ha.
que Ramón Ascanio y Elena Montemayor heredaron en el término municipal de La
Laguna (Valle Guerra y el Baldío) y las 20,8 ha. que tenían en Santa Úrsula.
También contabilizamos en el grupo de los grandes propietarios a los hermanos
Fernando y Rosario Salazar Bethencourt, residentes en La Orotava, que tenían entre el
Realejo Bajo y el Alto 9 fincas de regadío y secano con una extensión total de 95 ha., 48
a., 47 ca., de las que 51 ha., 27 a., 94 ca. estaban en el Realejo Bajo y 44 ha., 20 a., 53
131
Además de las tierras heredadas, Jacobo Melo y Novo hizo algunas compras importantes. En 1897
adquirió las haciendas del Ancón (5,99 ha.) y de los Gómez (3,76 ha.) al gran propietario Juan Xuárez de
la Guardia y Uribe (escritura de 11-9-1897 ante Enrique Albert), que se amillaran a nombre de Jacobo
Melo en el Apéndice al Amillaramiento de La Orotava para 1902.
132
El padre de estos era Ramón Ascanio y León-Huerta, que fue Consejero del Cabildo Insular de
Tenerife durante la dictadura de Primo de Rivera, al igual que su hijo Ramón Ascanio y Montemayor.
608
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
en el Alto. Las fincas del Realejo Bajo estaban ubicadas en la zona de la Rambla de
Castro, La Pared y La Fajana. La producción consistía en plátanos (3,20 ha.), papas de
regadío, papas y cereales de secano, legumbres, frutales, etc. Las del Realejo Alto se
localizaban en la Carrera y Palo Blanco y producían plátanos (22 ha.), papas, viñas,
trigo, chochos, etc. A estas propiedades se unían las 50,17 ha. que tenían Fernando y
Rosario Salazar en La Orotava, con lo que los herederos de la familia aristocrática de
Bethencourt-Castro se configuraban en el primer tercio del siglo XX como unos de los
mayores terratenientes del valle de La Orotava.
Cerraba el grupo la familia Machado Benítez de Lugo, cuyas propiedades en el
Realejo Bajo alcanzaban las 64 ha., 79 a., 37 ca. repartidas entre 27 parcelas de regadío
y secano en la zona de Tigaiga, La Rambla, La Choza, etc. Entre la producción que
obtenían de estas fincas destacaban más de 18 ha. dedicadas a la producción platanera.
Entre los propietarios medios de la capa superior destacaba, entre otros, Nicolás
González Abreu. Este vecino del Realejo Alto estaba entre los mayores contribuyentes
de esa localidad y tenía en ese municipio, junto con su hermana Isabel, 19 fincas con
una superficie total amillarada de 37 ha., 24 a. 76 ca., a la que se unían las 1,54 ha. que
poseía en el Realejo Bajo. La superficie dedicada al plátano rondaba las 4 ha. Nicolás
González Abreu era, en realidad, un gran propietario, puesto que a las 35,86 ha. que
tenía en los dos Realejos se unían las 10 hectáreas que tenía en La Orotava, junto con su
hermana, y las 8,70 ha. que adquirió en el municipio de El Sauzal por compra a
Aureliano Martín y Fernández del Castillo.
Los González de Chaves también se encontraban entre los propietarios medios de la
capa superior. En el Realejo Alto tenían Vicente González de Chaves Fernández y los
herederos de su hermano José un total de 36 ha., 53 a., 42 ca., que sumadas a las fincas
amillaradas a nombre de sus sobrinos alcanzaban las 50,01 ha., que se unían a las casi
30 ha. que poseían en La Orotava y a las 15,14 ha. que tenían en el Puerto de la Cruz.
Igualmente, hay que destacar especialmente las propiedades que tenían en el Realejo
Alto los herederos del británico Richard J. Yeoward, que sumaban 23 ha., 15 a., 16 ca.
repartidas en 7 fincas. Sobra decir que la mayor parte de estas tierras estaban dedicadas
al cultivo platanero.
Completaban el grupo de los propietarios de más de 20 ha. los siguientes individuos:
-
Juan de la Cruz Martín: 29 ha., 54 a., 3 ca. (13 ha. de plátanos), en el Realejo
Alto.
609
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
-
Guillermina Ossuna Ascanio: 24 ha., 54 a., 47 ca. (6 ha. de plátanos) en el
Realejo Bajo133.
-
Miguel Pérez González: 20 ha., 9 a., 64 ca. en el Realejo Alto.
En el grupo de los propietarios de 10 a 20 ha., nos interesa destacar únicamente la
presencia de Rafael Suárez García– hijo del grancanario Pedro Suárez y Suárez– que
tenía en el Realejo Bajo una finca de regadío y secano de 15 ha., 51 a., 24 ca., de las que
casi 4 ha. producían plátanos y 1,81 ha., papas de regadío. Estas tierras se unían a las
que los Suárez tenían en el término municipal de La Orotava.
4. EL PUERTO DE LA CRUZ
Nuestro recorrido por el territorio del valle de la Orotava finaliza en el Puerto de la
Cruz, uno de los municipios de la isla que se hallaban marcados por una mayor
singularidad. Las familias procedentes de la vieja terratenencia feudal del Antiguo
Régimen tenían en esta localidad una presencia muy destacada a mediados del siglo
XIX. En eso no se diferenciaba demasiado este pequeño municipio costero de las otras
poblaciones del Valle. Sin embargo, se registraban aquí algunas peculiaridades dignas
de mención. El número de los individuos de la aristocracia que aparecían entre los
mayores contribuyentes del Puerto de la Cruz en 1849, siendo muy importante, era algo
menor al que se registraba por la misma época en La Orotava y en los dos Realejos. En
el Puerto pertenecían a esta clase doce de los veinte propietarios más ricos (el 60%), una
cifra evidentemente elevada pero inferior a la que hemos visto que se registraba en La
Orotava y los Realejos134. Entre ellos estaban Tomás Fidel Cólogan, Nicolasa Valcárcel,
José García Benítez, la Marquesa de Villafuerte, el Marqués del Sauzal (Juan Antonio
Cólogan Franchi), Luis Benítez de Lugo, el Marqués de la Candia (Juan Máximo de
Franchi), el Marqués de la Quinta Roja, etc. Muchos de ellos han sido mencionados ya
en otros apartados de este trabajo, por las tierras que poseían en diversas localidades de
la isla, principalmente de su vertiente Norte. Sin embargo, la importante presencia que
en el Puerto de la Cruz tenían a mediados del siglo las familias de la antigua nobleza
feudal no llega a eclipsar el papel destacado que en la propiedad agraria correspondía a
133
Los hermanos Guillermina y Ramón Ossuna y Ascanio tenían amillaradas en La Matanza otras 9,47
ha.
134
Sólo cinco de los diez mayores contribuyentes procedía de la nobleza feudal, mientras que en La
Orotava llegaban a nueve.
610
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
algunos individuos con un origen social diferenciado; un origen que, en algunos casos,
estaba directamente relacionado con las actividades comerciales y urbanas que tanta
trascendencia habían tenido en esta población durante el siglo anterior y que la seguirían
teniendo en los siglos posteriores. De hecho, es muy significativo –y es una
particularidad del Puerto de la Cruz, sólo compartida por la propia capital provincial–
que una parte importante de los mayores contribuyentes por bienes inmuebles lo fuesen,
no tanto por sus tierras como por sus propiedades urbanas, por sus casas. Ya hemos
mencionado en el capítulo sobre la comarca Noroeste como la propia familia
aristocrática de los Cólogan provenía –igual que los Cullen o los Power– de aquellos
comerciantes irlandeses que se afincaron en Canarias en el siglo XVIII y que se
acabarían integrando en la clase terrateniente feudal de la isla, sin llegar a abandonar sus
tradicionales actividades mercantiles135. A mediados del siglo XIX eran precisamente
los Cólogan los que encabezaban la relación de mayores contribuyentes del Puerto de la
Cruz, con una riqueza imponible que procedía tanto de sus cuantiosos bienes rústicos
como de su extenso patrimonio inmobiliario –que proporcionaba la mayor parte de su
líquido imponible– y de sus lucrativas actividades comerciales136. Pero no eran los
únicos propietarios rústicos importantes cuya riqueza procedía del comercio. El segundo
mayor contribuyente de 1849 por territorial era Francisco Gervasio de Ventoso, que
pertenecía a una importante familia de mercaderes del Puerto y que, de hecho,
encabezaba la relación de mayores contribuyentes por “industrial y comercio” de esa
localidad137. Sus propiedades agrarias fueron también, como veremos, muy importantes.
Otros comerciantes que figuraban entre los mayores contribuyentes eran Juan Bautista
Lavaggi o Pasley Little y Compª, aunque en estos dos casos el grueso de su riqueza
correspondía a la propiedad inmobiliaria y no tanto a la rústica. Vemos, por tanto, que
en las clases dominantes del Puerto de la Cruz a mediados del siglo XIX se combinaban
propietarios rústicos y comerciantes. Algunos de ellos eran básicamente propietarios
135
En las primeras décadas del siglo XIX Bernardo y Juan Cólogan figuraban entre los principales
comerciantes del Puerto de la Cruz (“Matrícula de los individuos comprendidos en la clase de
comerciantes, designados por la Comisión nombrada al efecto, con expresión de las patentes que les
corresponden”, Archivo Municipal del Puerto de la Cruz).
136
Aproximadamente un cuarto de su riqueza imponible correspondía al concepto tributario de “industrial
y comercio” (Reparto de la contribución de paja y utensilios, 1842-1843, Archivo Municipal del Puerto
de la Cruz). Fue segundo cónsul de Bremen.
137
En el repartimiento de la contribución de culto y clero para 1842 se advierte que la parte principal de
su riqueza no es por el concepto de territorial sino por industrial y comercio. En el repartimiento de la
contribución industrial y de comercio de 1855 figura como primer contribuyente, con 1.346 rvon. de
cuotas, en concepto de almacenista al por mayor y menor (Archivo Municipal del Puerto de la Cruz). Fue
Alcalde del Puerto de la Cruz en 1823.
611
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
rústicos y su patrimonio podía proceder del Antiguo Régimen o tener un origen más
reciente. En este grupo estaban, por parte de la aristocracia, contribuyentes como
Nicolasa Valcárcel, José García Benítez, la Marquesa de Villafuerte, Luis Benítez de
Lugo (Marqués de la Florida) o el Marqués de la Quinta (Francisco de Ponte y Llarena);
y entre los que tenían un patrimonio de más reciente adquisición, Juan González Lugo.
Otros formaban parte del grupo de mayores contribuyentes sobre todo por sus
propiedades inmobiliarias y actividades urbanas, siendo muy escasas sus propiedades
rústicas. Entre ellos estaban comerciantes como Lavaggi o Little pero también algún
que otro miembro de la terratenencia feudal, como el Marqués de Santa Lucía, que
tributaba sólo por sus siete casas. Y por último, un tercer grupo de contribuyentes
combinaba su riqueza rústica con su riqueza urbana, en proporción desigual o
relativamente equilibrada. La riqueza de Tomás Fidel Cólogan era de 12.602 rvon., de
los que 3.754 correspondían a sus patrimonio agrario y 8.848 rvon. a sus 30 casas. En la
riqueza imponible de Francisco Gervasio de Ventoso (11.364 rvon), por el contrario,
predominaba el componente agrario (8.050 rvon.) frente al componente inmobiliario
(3.314 rvon. por 23 casas). El patrimonio de Vicente Fernández del Toro combinaba
equilibradamente ambas procedencias (2.832 rvon. por tierras y 2.778 rvon. por 20
casas), y lo mismo sucedía con el de su yerno Andrés González de Chaves (1.657 rvon.
por tierras y 2.005 rvon. por 16 casas)138.
Centrándonos ahora en la propiedad agraria, la cantidad de tierra que los principales
contribuyentes tenían amillarada en esta localidad era variable. Uno de los que poseía
un patrimonio territorial más extenso –alcanzando los límites que hemos definido para
conceptualizar la gran propiedad– era Francisco Gervasio de Ventoso, que tenía
amillaradas en 1856, entre fincas de secano y de regadío, unas 55 hectáreas, a lo que se
añadían 35 casas; Tomás Fidel Cólogan tenía unas 32 ha. y 32 casas139; Nicolasa
Valcárcel, unas 26 hectáreas de regadío y sólo dos casas; Trinidad de Ponte, unas 14 ha.
de regadío y una casa140; José García Benítez, unas 21 ha. de secano y dos casas; Juan
González Lugo, unas 21 ha. de secano y regadío y cuatro casas141, etc142. Importantes
138
Fuente: Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, “Reparto de la contribución de bienes inmuebles, 1849”,
Archivo Municipal del Puerto de la Cruz.
139
Tomás Fidel Cólogan, Marqués de la Candia, tenía extensas propiedades en otros municipios de las
islas: El Sauzal (46 ha.); Los Silos (43,78 ha.); La Matanza (16 ha.); La Laguna (12 ha.); Artenara –Gran
Canaria- (35 ha.); Antigua –Fuerteventura- (1,2 ha.); e, incluso, en la Península (Ciudad Real).
140
Trinidad de Ponte –madre del Conde del Valle de Salazar, Esteban Salazar y Ponte- tenía propiedades
en Garachico, Los Silos, La Rambla, La Orotava y Santa Úrsula.
141
Juan González Lugo tenía en La Orotava otras 28,47 ha. de regadío y secano más 51 días de agua para
el riego en el Puerto de la Cruz y en la Orotava y ocho casas (3 de campo y una casa molino).
612
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
patrimonios grandes y medios que se sumaban a las fincas que muchos de esos
propietarios poseían en otros municipios –dentro y fuera del Valle– y que destacaban
especialmente si se tiene en cuenta la reducida superficie del municipio portuense.
Los principales rasgos que caracterizaban la estructura de la propiedad en el Puerto
de la Cruz a mediados del siglo XIX se mantendrían sin demasiadas alteraciones hasta
el primer tercio de la centuria siguiente. Con el paso del tiempo tuvieron lugar,
evidentemente, variaciones en cuanto a los nombres de los mayores contribuyentes,
pero esto no produjo sustanciales cambios en la realidad agraria de la localidad,
exceptuando, lógicamente, las repercusiones generadas por la irrupción del capital
imperialista británico desde finales del siglo XIX y, sobre todo, a partir de 1910.
A comienzos de la Restauración, en 1876, la relación de mayores contribuyentes no
difería demasiado de la que hemos analizado antes. El líquido imponible más elevado
seguía correspondiendo, por sus propiedades urbanas y rústicas, a Tomás Fidel Cólogan
(Marqués de la Candia consorte desde 1864). En segundo lugar estaba Ana Cullen
Sánchez, viuda de Francisco Gervasio de Ventoso. Tras ellos, aparecían una serie de
individuos, la mayoría de los cuales ya figuraban entre los propietarios más ricos de
1849: Vicente Fernández del Toro y su yerno Andrés González de Chaves, Juan
González Lugo, el Marqués de la Florida, etc. La presencia de los propietarios de la
vieja terratenencia, siendo algo menor que en las décadas anteriores, continuaba siendo
importante. Además del Marqués de la Candia y del Marqués de la Florida, estaban
entre los mayores contribuyentes Trinidad de Ponte y Benítez de Lugo, Juan Ponte y
Llarena, Ignacio de Llarena, etc. El valor total de la propiedad rústica y de la urbana se
hallaban prácticamente equilibrados, siendo el porcentaje de la riqueza que se
encontraba en manos de los contribuyentes vecinos del Puerto del 62,37%.
CUADRO 107.- Mayores contribuyentes del Puerto de la Cruz por Inmuebles, Cultivo y
Ganadería. 1876 (en ptas.)
1.
2.
3.
4.
5.
6.
Marqués de la Candia (Orotava): 3.760 (1.580 por rústica y 2.180 por urbana).
Ana Cullen de Ventoso (vecino): 3.645 (2.735 por rústica y 910 por urbana).
Vicente Fernández Toro (vecino): 3.103 (1.948 por rústica y 1.155 por urbana).
Andrés González de Chaves (vecino): 2.841(1.178 por rústica y 1.663 por urbana).
Juan González Lugo (vecino): 2.530 (2.218 por rústica y 282 por urbana).
Antonia Dehesa y Sanz, de García (vecino): 2.188 (1.143 por rústica y 1.045 por
urbana).
142
Fuente: “Cuaderno de liquidaciones o amillaramientos de las fincas rústicas y urbanas formado por la
junta pericial”, 1856, Archivo Municipal del Puerto de la Cruz.
613
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
17.
18.
19.
20.
21.
22.
23.
24.
25.
26.
27.
28.
29.
Marqués de la Florida (Orotava): 1.830 (1.720 por rústica y 110 por urbana).
Luis Marinas y de Lavaggi (vecino): 1.770 (275 por rústica y 1.495 por urbana).
José García Lugo (Orotava): 1.760 por rústica.
Ayuntamiento del Puerto de la Cruz: 1.669 (no se especifica rústica y urbana).
Trinidad de Ponte (Orotava): 1.665
Juan A. Guardia y Uribe (Orotava): 1.545 (1.525 por rústica y 20 por urbana).
Fulgencio Melo Calzadilla (Orotava): 1.230 (1.185 por rústica y 45 por urbana).
Juan Ponte y Llarena (Orotava): 1.105 (995 por rústica y 110 por urbana).
Alejo González de Ara, herederos (vecino): 1.030 (925 por rústica y 105 por urbana).
Ignacio F. de Llarena (Orotava): 1.005 (960 por rústica y 45 por urbana).
Carlos Smith (vecino): 1.000 (705 por rústica y 295 por urbana).
Nicolás Dehesa y Díaz (Orotava): 1.000 (950 por rústica y 50 por urbana).
Federico Tolosa y Casalón (vecino): 990 (810 por rústica y 180 por urbana).
Domingo Nieves Molina (vecino): 930 (860 por rústica y 70 por urbana).
Antonio Díaz Flores (Orotava): 930 (885 por rústica y 45 por urbana).
Claudina Ventoso y Cullen (vecino): 895 (375 por rústica y 520 por urbana).
Víctor Pérez González (Laguna): 890 (520 por rústica y 370 por urbana).
Manuel González Calzadilla (vecino): 885 (315 por rústica y 570 por urbana).
Juan Pedro Domínguez (vecino): 878 (105 por rústica y 773 por urbana).
Domingo Bethencourt (vecino): 855 (650 por rústica y 205 por urbana)
María Cullen de Cullen (vecino): 840 (283 por rústica y 557 por urbana).
Nicolás Urtusáustegui (Orotava): 825 (435 por rústica y 390 por urbana).
Diego de Arroyo y Soto, administrador (vecino): 820 (573 por rústica y 247 por
urbana).
30. Nicandro González Borges (Orotava): 806 (683 por rústica y 123 por urbana).
Hacendados forasteros por rústica: 26.086 ptas.
Vecinos o colonos por rústica: 28.663 ptas.
Forasteros por urbana: 14.054 ptas.
Vecinos por urbana: 37.733 ptas.
Pecuaria Vecinos: 137 ptas.
Pecuaria forasteros: 0 ptas.
Colonia: 0 ptas.
Total forasteros: 40.140 ptas.
Total vecinos: 66.535 ptas.
Total Puerto de la Cruz por rústica, urbana y pecuaria: 106.675 ptas.
Fuente: Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, “Repartimiento individual de las contribuciones de inmuebles,
cultivo y ganadería correspondiente al año económico de 1876 a 1877”, Archivo Municipal del Puerto de la
Cruz. Elaboración propia.
Durante el primer tercio del siglo XX, en la relación de mayores contribuyentes del
Puerto de la Cruz se irán registrando las transmisiones patrimoniales derivadas de la
herencia junto a algunas operaciones importantes de compra-venta que dan lugar a la
irrupción de nuevos propietarios. En el apartado de las herencias hay que reseñar que las
propiedades de Tomás Fidel Cólogan y de su esposa Laura Micaela Cólogan Heredia
pasaron a sus herederos, destacando en el repartimiento de la contribución la gaditana
Carmen de Zulueta y González de la Mota e hijos, a los que correspondió la Hacienda de La
614
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
Paz, llamada también la Paz de Cólogan143. En 1918 la hacienda de La Paz, de 24,66 ha. de
regadío –con tres estanques para las aguas de su riego– se amillaraba a nombre de Antonio,
Leopoldo y Ana Cólogan y Zulueta144. Con respecto a los Ventoso, su extenso patrimonio
aparecía repartido entre Víctor Pérez González –doctor en Medicina que casó con Victoria
Ventoso y Cullen–, Víctor Pérez Ventoso –hijo de los anteriores– y Ana Ventoso y
Cullen145. En el amillaramiento de 1913 sus propiedades alcanzaban las 90,34 ha., que se
añadían a las tierras que tenían en municipios como Santa Úrsula (73,81 ha.)146, Tegueste
(48 ha.), La Orotava (39,49 ha.) o La Laguna (5,76 ha.). Con posterioridad lo heredarían, a
su vez, Ana Pérez Marzán, Eduardo y Nicolás Pérez Ascanio y Víctor Machado Pérez, que
figuraban entre los mayores contribuyentes del Puerto durante los años treinta147. En cuanto
a las propiedades de Trinidad de Ponte, durante el primer tercio del siglo XX aparecerán
amillaradas a nombre, primero, de su hijo el Conde del Valle de Salazar – Esteban Salazar y
Ponte– y, posteriormente, de Laura Salazar y Benítez de Lugo, su biznieta148. Se trataba de
dos fincas de “medio riego” en La Quinta y Los Orovales, de cerca de 12 ha., que se unían a
las importantes propiedades que tenían los Salazar en La Orotava, Los Silos, etc.149. El
heredero de Vicente Fernández del Toro será Sebastián Fernández Montañés, que aparece
entre los mayores contribuyentes desde principios del siglo XX con cuatro fincas de regadío
de 10,89 ha. Su puesto será ocupado años después por sus hijos, los hermanos Sebastián y
143
María del Carmen de Zulueta y González de la Mota casó en 1889 con el hijo de Tomás Fidel
Cólogan, Leopoldo Cólogan y Cólogan, que falleció en 1906. Otra parte de las propiedades del Marqués
de la Candia pasaron a su hijo Alberto Cólogan y Cólogan. La escritura de partición de bienes está
fechada en la Orotava, ante José Romero de Castro, el 23 de enero de 1908 (Apéndice al amillaramiento
para 1910).
144
La adquirieron por escritura de partición de bienes otorgada en Cádiz el 6-3-1916, ante el Notario José
de Bedoya y Gómez (Apéndice al amillaramiento para 1918).
145
Las hermanas Claudina, Ana y Victoria Ventoso y Cullen eran hijas de Francisco Gervasio de Ventoso
y de Ana Cullen Sánchez. Además de las propiedades de los Ventoso, Víctor Pérez Ventoso también
heredó una hacienda en La Montañeta de casi 24 ha. de Sebastiana del Castillo y Manrique de Lara,
Marquesa viuda de la Quinta Roja, según escritura de aprobación de partición, otorgada en Santa Cruz de
Tenerife a 5-12-1904 ante el notario Blas Cabrera y Topham (Apéndice al amillaramiento para 1909).
146
Jorge Víctor Pérez Ventoso heredó de la Marquesa de la Quinta Roja (que no tuvo descendencia) la
Hacienda de la Quinta, en el municipio de Santa Úrsula.
147
Los hermanos Ana, Victoria y Víctor Jorge Pérez Marzán eran hijos de Víctor Pérez y Ventoso.
También lo eran los hermanos Eduardo y Nicolás Pérez Ascanio, fruto del matrimonio de Víctor Pérez y
de Juana de Ascanio y Montemayor. Las propiedades de Víctor Pérez Ventoso se repartieron entre todos
ellos mediante división material celebrada en Santa Cruz de Tenerife el 23-9-1921 ante Blas Cabrera y
Topham (Apéndices al amillaramiento del Puerto de la Cruz para 1931 y 1932).
148
Laura Salazar y Benítez de Lugo era hija de Tomás Salazar y Cólogan, hijo, a su vez, de Esteban
Salazar y Ponte.
149
En La Orotava tenía amillaradas el Conde del Valle de Salazar unas 45,54 ha.
615
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
Pedro Fernández Perdigón, que lideraban el repartimiento de 1931 al concentrar también las
propiedades de los Dehesa150.
En cuanto a las nuevas incorporaciones, hay que destacar la riqueza agraria adquirida por
el propietario villero Nicandro González Borges –hijo del gran propietario de la Orotava,
Bernardino González– que llegó a situarse como primer contribuyente del Puerto de la Cruz
por sus fincas de regadío en Los Orovales (13 ha.) y La Paz (2,62 ha.)151. De gran
relevancia económica para la localidad fue también la irrupción en el municipio de los
hermanos Yeoward, a los que ya nos hemos referido en los epígrafes anteriores. Su
incorporación al amillaramiento del Puerto de la Cruz se produjo en 1913, cuando se
registra a nombre de Luis Herbert Yeoward y de Ricardo José Yeoward –residentes en
Liverpool– la finca de La Paz (12,60 ha.)152, que habían adquirido en 1910 a Maximiano
Aguilar y Medina por escritura de compra-venta otorgada en el Puerto de la Cruz a 27 de
abril de 1910 ante el notario José Manuel Hernández de las Casas153. Posteriormente se les
fueron añadiendo otros terrenos, adquiridos a propietarios como Nona Hunt Haynes, a los
herederos de Nicandro González Borges154 o a Melchor Luz y Lima. En el amillaramiento
de 1942 figuraban con un total de 46,71 ha., que se añadían a lo que tenían en La Orotava o
en el Realejo Alto, con lo que Yeoward Brothers tenía en el Valle más de 85 ha. en
propiedad155. Con respecto a la otra gran empresa británica que se dedicó a la producción
platanera en el Valle – Elders & Fyffes Limited–, su presencia en el Puerto en calidad de
propietarios se remonta a 1917, cuando compran a la aristócrata Guadalupe del Hoyo y
150
Los hermanos Fernández Perdigón eran hijos de Sebastián Fernández Montañés y de María Corina
Perdigón y Dehesa (hija de Pedro Pascasio Perdigón y de Francisca Dehesa). A su nombre pasaron tierras
que habían pertenecido a Antonia Dehesa y Sanz (Apéndice al amillaramiento del Puerto de la Cruz para
1932). En el amillaramiento de 1942 figuraban con 21,28 ha., de las que 14,69 ha. estaban dedicadas al
cultivo de plátanos de primera categoría. En La Orotava y el Realejo Alto tenían más de 36 ha.
151
En La Orotava tuvo amillaradas unas 24,50 ha. y 15 días de agua para el riego en Los Orovales (Puerto
de la Cruz) y 4 días para el riego en la jurisdicción de La Orotava. También tenía amillaradas en La
Orotava 14 casas (4 de campo), 2 bodegas y 1 molino.
152
Para diferenciarla de La Paz de Cólogan, esta importante finca sería conocida a partir de ahora como
La Paz de Yeoward (entrevista con Antonio Yeoward, Consejero Delegado de la Casa Yeoward en
Tenerife, realizada el 21-10-2002 en el Puerto de la Cruz).
153
Apéndice al amillaramiento para 1913.
154
Los herederos de Nicandro González Borges fueron los hermanos Leopoldo, Clorinda y Cesáreo
Gonzalez Tosco.
155
La cantidad de tierras en propiedad que señala T. Barry en su Historia de los Yeoward de Liverpool se
limita a unas 60 hectáreas, a las que se añadían 50 hectáreas arrendadas (NUEZ YÁNEZ, J. S. y CARNERO
LORENZO, F., “Capital extranjero y crecimiento económico. La actividad de la Casa Yeoward en
Canarias”, op. cit., p. 441).
616
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
Nieves –Condesa de Sietefuentes– una finca en El Tejar de 86 áreas, a la que siguen otras
propiedades que en total llegaban a las 5,84 ha156.
Sin que se pueda hablar de una hegemonía clara, la presencia de las familias de la vieja
aristocracia en la propiedad de la tierra del Puerto de la Cruz seguía siendo destacable. En el
repartimiento de la contribución rústica y pecuaria para 1932 figuraban entre los mayores
contribuyentes Laura Salazar y Benítez de Lugo, los hermanos Cólogan y Zulueta, los
hermanos Machado Pérez, Melchor y Santiago Zárate y Monteverde157, María Ascanio y
Méndez, Ignacio Llarena y Monteverde, etc.
El porcentaje de la riqueza rústica del Puerto que figuraba en manos de los propietarios
vecinos descendió ligeramente con respecto a lo que se registraba en el último tercio del
siglo XIX, situándose durante todo el primer tercio del siglo XX en torno al 52%.
CUADRO 108.- Mayores contribuyentes del Puerto de la Cruz por Rústica y
Pecuaria. 1911 (en ptas.)
1. Nicandro González Borges (Orotava): 2.620
2. Víctor Pérez Ventoso (Laguna): 2.117
3. Antonia Dehesa y Sanz (Valois): 2.089
4. Conde del Valle de Salazar (Orotava): 1.627
5. Enrique Ascanio y Estévez (Orotava): 1.610
6. Juan Xuárez de la Guardia y Uribe (Orotava): 1.526
7. Nicolás García Afonso: 1.511
8. Víctor Pérez González (Laguna): 1.258
9. Ana de Ventoso y Cullen (Plazuela Concejil): 1.252 por rústica.
10. Fulgencio Melo y Calzadilla (Orotava): 1.187
11. Sebastián Fernández Montañés: 1.163
12. Melchor de Zárate y Monteverde (Orotava): 1.163
13. Carmen de Zulueta y González de la Mota e hijos (Puerto de Santa María): 1.191
14. El Ayuntamiento del Puerto de la Cruz: 1.126
15. Santiago de Zárate y Monteverde: 870
16. María del Carmen Fernández Chaves (San Juan): 811
17. Ignacio Llarena Monteverde (Laguna): 755
18. Luis González de Chaves (Plaza Consitución): 714
19. Carlos Smith: 707
20. Juan González Alvarez: 615
Importa la sección de vecinos: 28.690 ptas. (más 150 por pecuaria).
Importa la sección de forasteros: 26.030 ptas. (0 por pecuaria).
Riqueza Total: 54.720 ptas.
Fuente: Ayuntamiento del Puerto de la Cruz “Repartimiento individual de la contribución rústica y pecuaria,
correspondiente a 1911”, Archivo Municipal del Puerto de la Cruz. Elaboración propia.
156
Estas otras fincas las adquirieron a Sebastián y Pedro Fernández Perdigón (1914), a los herederos de
Arturo Enrique Sreing (1921), etc. En el amillaramiento de 1942 sólo figuraban con 1,85 ha.
157
Los hermanos Zárate y Monteverde tenían amillaradas en 1913 unas 29 ha.
617
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
CUADRO 109.- Mayores contribuyentes del Puerto de la Cruz por Rústica y Pecuaria.
1931 (en ptas.)
1. Sebastián y Pedro Fernández Perdigón: 4.846,69 por rústica.
2. Nicolás García Afonso: 4.360,94
3. Ricardo José Yeoward (Inglaterra): 3.599,14
4. Laura Salazar y Benítez de Lugo (Madrid): 2.542,19
5. Juan Xuárez de la Guardia Uribe (Orotava): 2.384,38
6. Antonio, Leopoldo y Ana Cólogan y Zulueta: 1.859,93
7. Ana Pérez Marzán: 2.678,19 por rústica.
8. Fulgencio Melo Calzadilla (Orotava): 1.854,69
9. Melchor Zárate Monteverde (Orotava): 1.817,18
10. El Ayuntamiento de este pueblo: 1.759,37
11. María Ascanio y Méndez (Orotava): 1.737,49
12. Esteban González Díaz (Laguna): 1.613,49
13. Víctor Machado Pérez: 1.603,78
14. Santiago de Zárate y Monteverde (Orotava): 1.359,38
15. Felipe Machado Pérez: 1.250
16. Nicandro González Borges (Orotava): 1.182,81
17. Ignacio Llarena Monteverde (Orotava): 1.179,69
18. Luis González de Chaves: 1.115,63
19. Carlos Smith: 1.079,94 por rústica.
20. Eduardo y Nicolás Pérez Ascanio (Laguna): 930,62
21. Margarita Machado y Benítez de Lugo (Orotava): 895,31
22. María Pestano Olivera: 800
23. Rosa Grampera y Celia Zamora (Santa Cruz): 796,88
24. Domingo López Perera: 748,31
25. Francisca Trujillo Martín: 709,37
26. Guillermo Wilpret Duque: 709,69
27. Francisco Medina Regalado: 700
28. Melchor Luz y Lima: 654,69
29. José González de Chaves: 635,94
30. Juan Ruiz y Ruiz: 601,56
Otros forasteros de interés
- Guadalupe del Hoyo Nieves (Icod): 580,81
- Santiago de León Molina y Hermanos (Garachico): 470,31
- Tomás Ascanio y Méndez (Orotava): 465,62
- Francisco Urtusaústegui y Benítez (Orotava): 457,81
- Sixto Machado Pérez (Santa Cruz): 454,25
- Fernando del Hoyo y Nieves (Buenavista): 442,19
- Carlos Hernando Stuart Falcó: 404,35
- Federico Tolosa García (Cádiz): 370,31
- Fernando Méndez León (Orotava): 359,37
- Tomás Zerolo Herrera (Orotava): 351,56
- Luis Heriberto Yeoward (Inglaterra): 346,88
- Casiano García Feo (Orotava): 318,75
- Elders & Fyffes (Inglaterra): 318,62
- Juana Ascanio y Montemayor (Laguna): 228,76
- Antonio María Casañas González (Orotava): 221,88
- Catalina Monteverde Lugo (Orotava): 217,97
- Magdalena Monteverde y Lugo (Laguna): 217,97
- Arturo y Consuelo Cólogan Brignold (Inglaterra): 187,50
- Andrés Arroyo y González Chaves (Santa Cruz de Tenerife): 176,55
618
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
-
Enriqueta Tolosa y Arroyo (Santa Cruz): 175
Cándido Chaves de la Guardia (Realejo Alto): 125
Luis Rodríguez de la Sierra y Figueroa (Laguna): 85,94
Margarita Estrada Madan (Realejo Bajo): 79,69
Dan Wuille (Inglaterra): 78,12
Julia Estrada Madan (Realejo Bajo): 73,44
Otros vecinos de interés
Luis Rodríguez Padrón: 446,88
Taoro, Cª. de Hoteles y Sanatorio del Valle de la Orotava: 385,94
Diego de Arroyo y González Chaves: 304,68
Francisco Machado Pérez: 295 por rústica.
María de la Concepción Machado del Hoyo: 234,38
José Arroyo y González de Chaves: 176,56
Tomás M. Reid: 131,63
Elvira Luz y Lima: 117,81
-
Importa la sección de vecinos: 42.656,35 ptas. por rústica, más 352 ptas. por pecuaria =
43.008,35 ptas.
Importa la sección de forasteros: 39.636,65 ptas. más 0 ptas.por pecuaria = 39.636,65 ptas.
Total riqueza rústica del Puerto de la Cruz: 82.293 ptas. más 352 ptas. por pecuaria = 82.645 ptas.
Fuente: Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, “Repartimiento individual de la contribución territorial sobre las
riquezas rústicas y pecuarias, 1932”, Archivo Municipal del Puerto de la Cruz. Elaboración propia.
La clasificación de los contribuyentes según el importe de sus cuotas nos ofrece una
imagen de la forma en la que estaba repartida la riqueza rústica en esta pequeña pero
emblemática localidad costera del Valle. Como siempre, la gran mayoría de los
contribuyentes estaba conformada por los campesinos pobres, que pagaban menos de 20
ptas. Representaban el 65,86% del número total de propietarios, mientras que la suma
de su riqueza líquida no pasaba del 10,41% del total. Los contribuyentes del nivel
intermedio, que pagaban entre 20 y 100 ptas., representaban el 25,77% y alcanzaban el
28,59% de la riqueza. En el nivel superior estaban los que pagaban más de 100 ptas. por
contribución rústica y pecuaria: aunque no eran sino un 8,37% de los contribuyentes
concentraban el 61% del valor total de las cuotas del municipio.
619
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
TABLA 108.-CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRIBUYENTES POR
CUOTA. PUERTO DE LA CRUZ. 1931.
<10 ptas.
223 contr.
775,09 ptas.
10-20
76 “
1.134,04 ptas.
20-30
35 “
869,82 ptas.
30-40
25 “
889,74 ptas.
40-50
21 “
927,32 ptas.
50-100
36 “
2.553,18 ptas.
100-200
17 “
2.377,55 ptas.
200-300
7 “
1.702,65 ptas.
300-500
8 “
3.017,67 ptas.
500-1.000
5 “
3.008,73 ptas.
1.000-2.000
1 “
1.075 ptas.
TOTAL
454 contr.
18.330,79 ptas.
Fuente: Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, “Repartimiento individual de la contribución territorial sobre las
riquezas rústicas y pecuarias, 1932”, Archivo Municipal del Puerto de la Cruz.
El Amillaramiento del Puerto de la Cruz de 1942
El número total de declaraciones presentadas para confeccionar el Amillaramiento
fueron 479, de las que un 35,49% pertenecían a propietarios residentes en otros
municipios158. Una vez realizadas las oportunas agrupaciones resulta un número de
contribuyentes de 453, que se distribuía de la siguiente manera:
158
El 37,05% residían en La Orotava, el 16,47% en el Realejo Alto; el 15,29% en Santa Cruz; el 7,64%
en La Laguna; el 7,05% en Cuba, etc. Estos propietarios forasteros tenían amillarado el 58,98% de la
superficie total del término.
620
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
TABLA 109- ESTRUCTURA DE LA PROPIEDAD DE LA TIERRA EN
EL PUERTO DE LA CRUZ. 1942
Nº
contribuyentes
336159
64
27
8
11
7
<1 ha.
1-2 ha.
2-5 ha.
5-10 ha.
10-20 ha.
20-50 ha.
%
contribuyentes
74,17
14,13
5,96
1,77
2,43
1,54
Superficie total
87 ha., 52 a., 85 ca.
91 ha., 30 a., 09 ca.
84 ha., 13 a., 62 ca.
57 ha., 69 a.
146 ha., 13 a., 59 ca.
229 ha., 15 a., 23 ca.
%
superficie
12,57
13,12
12,09
8,29
21
32,93
Fuente: Amillaramiento del Puerto de la Cruz.1942. Elaboración propia.
Agrupando estas cifras en los tres grandes grupos de propietarios observamos que:
-
Los que tienen menos de 2 ha. son el 88,30% de los contribuyentes y sólo
reúnen el 25,69% de la superficie amillarada. En este grupo predominan los
que tienen menos de 1 ha., que representan el 74,17% de los contribuyentes y
no tienen sino un 12,57% de la tierra.
-
Los propietarios medios (entre 2 y 50 ha.) son el 11,70% de los contribuyentes
y poseen el 74,31% de la tierra.
-
Propietarios medios de la capa inferior (2-10 ha.): representan el
7,73% de los contribuyentes y poseen el 20,38% de la tierra.
-
Propietarios medios de la capa superior (10-50 ha.): representan el
3,97% de los propietarios y tienen el 53,93% de la superficie
amillarada.
-
No existen propietarios que tengan más de 50 ha.
159
Los que tienen menos de media hectárea son 279, que representan el 61,59% de los contribuyentes del
Puerto de la Cruz.
621
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
GRÁFICO 41
CLASIFICACIÓN DE LOS CONTRIBUYENTES PUERTO DE LA CRUZ. 1942
pequeños propietarios
medianos propietarios de
la capa inferior
medianos propietarios de
la capa superior
Fuente: Amillaramiento del Puerto de la Cruz.1942. Elaboración propia.
GRÁFICO 42
DISTRIBUCIÓN DE LA TIERRA PUERTO DE LA CRUZ. 1942
pequeños propietarios
medianos propietarios de
la capa inferior
medianos propietarios de
la capa superior
Fuente: Amillaramiento del Puerto de la Cruz.1942. Elaboración propia.
Que no se registre en el amillaramiento la existencia de propietarios que acumulen
más de 50 ha. no significa que la propiedad de la tierra en esta localidad estuviese
mayoritariamente controlada por una clase de medianos propietarios. Como hemos visto
en las páginas anteriores, muchos de estos propietarios son en realidad grandes
propietarios cuyos patrimonios aparecían repartidos entre diversos términos municipales
de la isla, principalmente de La Orotava y del valle en su conjunto. Desde esta
622
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
perspectiva, el pequeño municipio costero del Puerto de la Cruz no puede analizarse
aislado de otras poblaciones de la isla, principalmente de los Realejos y de La Orotava.
Estas poblaciones conformaban conjuntamente con el Puerto de la Cruz una verdadera
unidad económica de escala comarcal.
La superficie media de tierra por propietario era de 1 ha., 53 a., 62 ca., siendo las
medias por grupos las que se muestran en el siguiente cuadro.
TABLA 110.- CANTIDAD MEDIA DE TIERRA POR
CONTRIBUYENTE. PUERTO DE LA CRUZ. 1942
<1
26,05 áreas
1-2
1 ha., 42 a., 65 ca.
2-5
3 ha. 11 a., 61 ca.
5-10
7 ha., 21 a., 12 ca.
10-20
13 ha., 28 a., 50 ca.
20-50
32 ha., 73 a., 60 ca.
Fuente: Amillaramiento del Puerto de la Cruz.1942. Elaboración propia.
Con respecto a la estructura del parcelario, el número total de las parcelas declaradas
ascendía a 738, que distribuidas entre los 453 contribuyentes registrados en el
Amillaramiento nos dan un número medio de parcelas por propietario de 1,62, siendo la
superficie media de las parcelas de 94,30 áreas.
TABLA 111.-NÚMERO MEDIO DE PARCELAS POR
PROPIETARIO. PUERTO DE LA CRUZ. 1942
<1
1,36
1-2
1,76
2-5
1,81
5-10
2,37
10-20
3
20-50
9
Fuente: Amillaramiento del Puerto de la Cruz. 1942. Elaboración propia.
623
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
TABLA 112.-SUPERFICIE MEDIA DE LAS PARCELAS.
PUERTO DE LA CRUZ. 1942
<1
19,11 áreas
1-2
80,79
“
2-5
1 ha., 71 a., 70 ca.
5-10
3 ha., 03 a., 63 ca.
10-20
4 ha., 42 a., 83 ca.
20-50
3 ha., 63 a., 73 ca.
Fuente: Amillaramiento del Puerto de la Cruz.1942. Elaboración propia.
Corresponde ahora poner nombres y apellidos a los valores estadísticos para conocer
quiénes eran los que tenían la mayor cantidad de tierra amillarada en el Puerto de la
Cruz en torno a 1942. Encabezaban la relación los herederos de Richard J. Yeoward
(Raimond Richard Yeoward, Bernard Evans y Evaline Bertha Havorth). Tenían
amillaradas 25 fincas que sumaban un total de 46 ha., 71 a., 82 ca., de las que 35,50 ha.
estaban dedicadas a la producción platanera. Con un líquido imponible asignado de
34.888,21 ptas. eran los mayores contribuyentes de la localidad en concepto de rústica.
Una cantidad de tierra casi idéntica tenían los hermanos Machado Pérez, residentes la
mayoría de ellos en la propia localidad portuense. Los Machado Pérez –hijos de Felipe
Machado y del Hoyo y de Ángela Pérez y Ventoso– concentraban una buena parte de
las propiedades de la familia Ventoso. Sumadas sus propiedades y las que figuraban a
nombre de Elisa González Vernetta y sus hijos160 reunían un total de 11 fincas, cuya
superficie alcanzaba las 46 ha., 40 a. 99 ca161. Aproximadamente la mitad (22,83 ha.)
estaban dedicadas al cultivo de plátanos. Unas 31 ha., 79 a., 28 ca. reunían tres familias
que se hallaban íntimamente relacionadas: los Arroyo González de Chaves, los
Perdigón Zamora y los del Hoyo Hernández162. Entre todos reunían 11 fincas que
procedían, la mayoría de ellas, de las diversas herencias que fueron recibiendo los tres
160
Elisa González Vernetta, natural de Las Palmas, era viuda de Felipe C. Machado Pérez, que falleció en
el Puerto de la Cruz en 1931 (El Progreso, 4-9-1931). El padre de Elisa era el exportador Rafael
González Díaz (Diario de Tenerife, 4-1-1915). Los hijos del matrimonio fueron Rafael, Felipe, Manuel,
Mario y Elisa Machado González.
161
Las pocas hectáreas que le faltaban a los Machado Pérez para sobrepasar los límites de la gran propiedad
las tenían en otras localidades. En La Orotava figuraban amillaradas a nombre de Francisco y de Juan
Machado Pérez unas 8,84 ha. En el Realejo Alto tenía Concepción Machado Pérez casi 9 ha. Por su parte,
las propiedades que acumuló Sixto M. Machado Pérez en los términos del Rosario, Orotava, Tegueste,
Candelaria y Santa Cruz superaban las 235 ha. En cuanto a Elisa González Vernetta, en el municipio de
Guía tenía amillaradas en 1942 tres fincas cuya superficie alcanzaba las 161 ha., 38 a., 38 ca.
162
El enlace de los Perdigón Zamora con los Arroyo y González de Chaves se produjo con el casamiento
del político conservador Andrés de Arroyo con Francisca Perdigón Zamora. La conexión con los del
Hoyo Hernández se concretó con el casamiento de José de Arroyo con Eloísa del Hoyo Hernández.
624
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
linajes entrelazados163. Las propiedades de la familia Cólogan, por su parte, se hallaban
repartidas entre los hermanos Ana y Leopoldo Cólogan Zulueta y los hermanos Cólogan
Osborne, hijos de Antonio Cólogan Zulueta –Marqués de la Candia– que había fallecido
en Madrid en 1934. Unidos a ellos estaban los Zárate Méndez, siendo Melchor de
Zárate Méndez el esposo de Ana Cólogan Zulueta. Entre unos y otros concentraban en
el Puerto de la Cruz ocho fincas, cuya superficie total alcanzaba las 31 ha., 43 a., 97 ca.,
de las que unas 19,40 ha. eran de plátanos164. En el grupo de los propietarios de 20 a 50
ha. estaban también los hermanos Ascanio Méndez. En el Puerto de la Cruz tenían
amillaradas sólo cuatro fincas, cuya extensión era de un total de 25 ha., 60 a., 13 ca.,
que prácticamente estaban ocupadas en su totalidad por plataneras. Estas propiedades
completaban las 48,35 ha. que esta familia poseía en La Orotava. Herederos de las
propiedades de los Ventoso fueron también –además de los hermanos Machado Pérez–
los hermanos Eduardo y Nicolás Pérez Ascanio, hijos de Víctor Pérez y Ventoso. A su
nombre figuraba amillarada en 1942 una sola finca heredada de sus padres, con una
superficie de 25 ha., 90 a., 10 ca. Y cerraban el grupo los hermanos Sebastián y Pedro
Fernández Perdigón, que habían heredado en el Puerto cinco fincas que medían en
conjunto 21 ha., 28 a., 94 ca., de las que 14,69 ha. estaban ocupadas íntegramente con
plataneras165.
En el siguiente grupo, el de los propietarios que tenían entre 10 y 20 ha., se
encontraban los siguientes:
-
Hermanos Zerolo Fuentes: 18 ha., 96 a., 48 ca.
-
Ana Pérez Marzán: 16 ha., 55 a., 52 ca.166
-
José María y Quirina Casañas Fuentes: 14 ha., 91 a., 47 ca.167
-
Águeda Hernández Melo: 14 ha., 26 a., 5 ca.
-
Casiano García Feo: 12 ha., 16 a., 56 ca.
-
Hermanos Zárate y Llarena: 12 ha.., 10 a., 15 ca.
-
Herederos de Nicolás García Afonso: 11 ha., 91 a., 37 ca.
-
Esteban González Díaz: 11 ha., 81 a., 81 ca.
163
Los hermanos Arroyo y González de Chaves tenía amillaradas en el Realejo Alto 5,73 ha. y en La
Orotava 10,73 ha.
164
En La Orotava tenían amillaradas otras 19,50 ha., siendo de plátanos unas 9,42 ha.
165
Recuérdense las 28,50 ha. y las 8,39 ha. que tenían amillaradas en La Orotava y el Realejo Alto,
respectivamente.
166
Herencia de su padre Víctor Pérez y Ventoso.
167
En La Orotava tenían 53 ha., 51 a., 57 ca.
625
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
-
Laura Salazar Benítez de Lugo: 11 ha., 78 a., 32 ca.
-
Miguel Rodríguez Cervantes: 11 ha., 1 a., 37 ca168.
-
Comunidad de Bienes de Taoro: 10 ha., 64 a., 49 ca.
CUADRO 110.- Mayores propietarios de ganado en el Puerto de la Cruz. 1942
1. Raimond Richard Yeoward y hermanos: 52 vacas de labor, 2 asnos de labor: 898 ptas.
2. Sebastián y Pedro Fernández Perdigón (vecinos): 34 vacas de labor, 2 caballos de
labor, 7 ovejas: 619 ptas.
3. Esteban González Díaz (forastero, Santa Cruz): 30 vacas de granja: 510 ptas.
4. María Ascanio Méndez (forastero): 4 vacas de labor, 25 vacas de granja: 493 ptas169.
5. Elisa González Vernetta (vecino): 11 vacas de labor, 2 caballos de labor, 1 mula de
labor, 1 asno de labor, 6 vacas de granja: 326 ptas.
6. José González de Chaves Fernández, herederos (vecino): 2 vacas de labor, 16 vacas
de granja, 4 cerdos: 322 ptas.
7. Francisco Pérez Trujillo: 18 vacas de granja: 306 ptas.
8. Casiano García Feo (Forastero): 7 vacas de labor, 11 vacas de granja: 306 ptas.
9. Herederos de Margarita Machado y Benítez de Lugo: 6 vacas de labor, 9 vacas de
granja: 255 ptas.
10. José María Casañas Fuentes: 10 vacas de labor, 4 vacas de granja, 2 cerdos: 246 ptas.
11. Laura Salazar Benítez: 4 vacas de labor, 8 vacas de granja: 204 ptas.
12. Víctor Machado Pérez (vecino): 3 vacas de labor, 1 mula de labor, 6 vacas de granja,
3 ovejas: 199 ptas.
Fuente: Ayuntamiento del Puerto de la Cruz, “Amillaramiento del Puerto de la Cruz, 1942”, Archivo
Municipal del Puerto de la Cruz.
5. LA PROPIEDAD DE LA TIERRA EN EL VALLE DE LA OROTAVA:
SÍNTESIS COMARCAL
Hemos presentado en los epígrafes anteriores los datos empíricos que permiten
acercarnos con cierto nivel de profundidad al sistema de propiedad de la tierra en los
municipios que conforman el valle de La Orotava durante la etapa contemporánea. Se
trata de un territorio emblemático por muchas razones. Hablar del valle de La Orotava
en Tenerife es hablar, en primer lugar, de pervivencia aristocrática y de medianeros.
Pero también es hablar de la penetración imperialista, de las relaciones de producción
capitalistas y de las luchas del proletariado agrícola. No se puede tratar del valle sin
nombrar al plátano, pero tampoco sin referirse a papas, cereales y viñas. Hablar del
valle en Tenerife es, por último, hablar del turismo, de su génesis decimonónica y del
turismo de masas desde los años sesenta hasta la actualidad. Pero es también hablar de
168
Es importante destacar que este propietario, residente en Santa Cruz de Tenerife, tenía amillaradas en
Güímar, donde estaba centrado en la producción tomatera, un total de 49 ha., 88 a., 86 ca.
169
Por su parte, Enrique Ascanio Méndez figuraba con 119 ptas. por 7 vacas de granja.
626
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
pagos donde la luz eléctrica no llegaría hasta los años ochenta, cuando en la costa ya
brillaban por la noche las luces frenéticas y disparatadas de las discotecas. Por muchas
razones, el valle de La Orotava conforma un espacio geográfico e histórico cargado de
significación... pero de una significación ciertamente contradictoria, como las islas
mismas.
Para comprender el valle hay estudiar primero la estructura de la propiedad de la
tierra, porque antes de que tuviera lugar el moderno proceso de terciarización, la
sociedad se estructuraba en torno al factor tierra en tanto que principal medio de
producción, junto con el agua a la que se hallaba asociada. A principios de los años
cuarenta –cuando se realizaron los amillaramientos que hemos utilizado en este
capítulo– los campesinos pobres y los obreros agrícolas eran la gran mayoría de la
población. Con respecto a los primeros, representaban el 84,59% de la cifra total de los
contribuyentes de la comarca, aunque sólo poseían el 23,91% de la superficie
amillarada. La cantidad media de tierra que poseía cada uno de estos pequeños
propietarios no pasaba de unas escasas 42,26 áreas, repartidas entre una media de 2,46
parcelas de un tamaño medio de 17,15 áreas. La situación a nivel municipal no se
alejaba demasiado de las cifras medias. En la Orotava, los propietarios de menos de 2
ha. eran el 77,47% de los contribuyentes y sólo reunían el 14,50% de la superficie
amillarada. La cantidad media de tierra por contribuyente era de 39,26 áreas, que se
repartían entre 1,85 parcelas de 21,19 áreas de extensión media. En el Realejo Alto, la
proporción de pequeños propietarios –el 86,77% de los contribuyentes– era aún mayor
que en La Orotava, pero también era más elevada la superficie que poseían: el 35,30%
del total municipal. La superficie media por contribuyente era de 42,56 áreas, que se
distribuían entre 2,11 parcelas de unas dimensiones medias de 20,13 áreas. Las cifras en
el Realejo Bajo eran similares a las del Realejo Alto: el 89,63% de los contribuyentes
poseía el 34,32% del total amillarado. La superficie media por propietario llegaba hasta
las 44,76 áreas, repartidas entre 4,31 parcelas de unas 10,37 áreas. En cuanto al Puerto
de la Cruz, el 88,30% de los contribuyentes era el propietario del 25,69% de las tierras
amillaradas en la localidad. La cantidad media de tierra por cada uno de los propietarios
de este grupo era de 44,70 áreas, que se distribuían entre una media de 1,42 parcelas de
31,31 áreas de tamaño medio. Las posibilidades de subsistencia que tenían estos
pequeños
propietarios
con
un
patrimonio
de
tales
características
pasaban
inevitablemente por convertirse en mano de obra para las tierras de los medianos
propietarios de la capa superior y de los grandes propietarios. En esta situación se
627
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
encontraban también los campesinos sin tierras y el creciente proletariado agrícola del
valle, que se desarrollaba estrechamente vinculado a la producción platanera. El
porcentaje que representaba el proletariado agrícola en el conjunto de la sociedad de la
comarca no puede ser, evidentemente, cuantificado a partir de los amillaramientos pero
debió ser especialmente importante en el municipio del Puerto de la Cruz170.
Efectivamente, en este pequeño municipio costero –sin territorio de medianías ni de
cumbres– la superficie dedicada a la producción platanera fue creciendo con los años
hasta alcanzar en torno a 1941 casi el 70% del volumen total de tierras amillaradas,
convirtiéndose el Puerto de la Cruz en el municipio con mayor extensión de plataneras
de toda la isla, no solo a nivel relativo –en base a la superficie amillarada– sino también
en valores absolutos. En torno a estas explotaciones plataneras –y especialmente a las
que implementaba el capital extranjero, tanto en fincas de su propiedad como en fincas
arrendadas– se fue desarrollando un creciente proletariado agrícola, como muchas veces
ha sido señalado por la historiografía canaria. La gran huelga de 1920 en demanda del
aumento de los salarios en el campo, que se inicia en el Puerto de la Cruz e
inmediatamente se extiende a la Orotava y los Realejos, se convertiría en el mejor
indicador de la existencia y madurez relativa de esta nueva clase. Las principales
empresas afectadas por la huelga fueron las británicas Fyffes y Yeoward Brothers, la del
alemán Jacob Ahlers, los grancanarios Suárez y Suárez, los hermanos Ascanio y los
propietarios del Sindicato Agrícola171. La extensión de la huelga a los términos de La
Orotava y de los Realejos indica que también en estos municipios se estaba
desarrollando esta clase de obreros plataneros. Sin embargo, el fenómeno se daba aquí
en unas dimensiones relativas muy inferiores, puesto que las fincas plataneras no
llegaban a ocupar sino el 14,78% de la superficie amillarada en La Orotava y el 8,39%
170
La reducida proporción de propietarios vecinos que se registraba en La Orotava y el Puerto de la Cruz
en relación con el elevado volumen de población que había en ambas localidades parece indicar que una
parte importante de su formación social estaba compuesta por campesinos sin tierra y/o proletarios
agrícolas. En un municipio, por ejemplo, como Buenavista, con 3.327 habitantes de hecho en 1930, había
en 1942 más del doble de contribuyentes vecinos que en el Puerto de la Cruz, que tenía en 1930 8.818
habitantes y sólo 400 contribuyentes vecinos del municipio. En Arico, con 4.083 habitantes de hecho en
1930, había en 1939 más de 1.200 contribuyentes vecinos, el triple que en el Puerto de la Cruz. Una
proporción muy reducida de contribuyentes se registraba también en el caso de La Orotava. Ciertamente,
el Puerto de la Cruz y La Orotava tenían un mayor porcentaje de su población dedicada a las actividades
urbanas, pero, aún así, la desproporción existente en relación con otras localidades era tan elevada que,
creemos, sólo puede explicarse por la importancia del campesinado sin tierra y del proletariado agrícola
en ambos municipios del valle. La gran extensión de plataneras que existía en el Puerto de la Cruz podría
indicar que el predominio correspondía en esta localidad al proletariado agrícola, mientras que en La
Orotava es muy posible que existiera también un importante número de campesinos sin tierras,
especialmente medianeros.
171
La Prensa, 10 de agosto de 1920.
628
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
del total amillarado en ambos Realejos172. A nivel comarcal, la superficie agrícola
dedicada al cultivo del plátano había llegado en 1941 hasta las 1.154 hectáreas (484 de
ellas, el 41,94%, localizadas en el Puerto), lo que representaba el 18,24% de la
superficie total amillarada en el valle173.
Tras la gran mayoría de campesinos pobres –con o sin tierras– y de obreros agrícolas
se encontraban los propietarios medios, que eran los que concentraban globalmente la
mayor parte de las tierras de la comarca. Solamente representaban un 15,03% del total
de propietarios, pero reunían entre todos un 57,47% de la tierras amillaradas. La
mayoría de ellos pertenecían al grupo inferior (los que tenían entre 2 y 10 ha.): eran un
13,47% del total de contribuyentes (el 89,62% del total de propietarios medios) y
acumulaban un 38,08% de la tierra. La cantidad media de tierra que correspondía a cada
uno alcanzaba las 5,71 ha. Por municipios observamos que los propietarios medios de la
capa inferior representan en La Orotava el 18,79% de los contribuyentes y poseen el
41,31% de la tierra; en el Realejo Alto representan el 12,22% y reúnen el 43,80% de la
tierra; en el Realejo Bajo, el 9,50% de los contribuyentes y reúnen el 32,56% de la
tierra; y en el Puerto de la Cruz, el 7,73% de los propietarios y tienen el 20,38% de la
tierra.
Con respecto a los propietarios medios de la capa superior, eran el 1,56% de los
propietarios de la comarca (el 10,38% del total de propietarios medios) y concentraban
el 19,38% de las tierras amillaradas. Tenían cada uno, como media, unas 18,58 ha. Por
localidades, en La Orotava representan el 3,46% de los propietarios y tienen el 33,94%
de la superficie amillarada; en el Realejo Alto, el 1% de los propietarios y tienen el
20,89% de la tierra; en el Realejo Bajo, el 0,43% de los propietarios y poseen el 5,93%
de la tierra; y en el Puerto de la Cruz, los propietarios medios de la capa superior
representaban el 3,97% de los propietarios y concentraban el 53,93% de la superficie
amillarada del municipio. No todos los contribuyentes que se encontraban en este grupo
eran en realidad medianos propietarios. Algunos de ellos eran, realmente, grandes
propietarios que poseían extensiones importantes de terrenos en otras localidades de la
isla. Este era el caso de Fernando del Hoyo Afonso –el Marqués de San Andrés–, de los
172
En los años treinta se volvieron a recrudecer las huelgas agrícolas en el valle de La Orotava y en otros
lugares de la isla. Los patronos afectados eran, tanto las empresas extranjeras (Fyffes y Yeoward) como
los grandes y medianos propietarios locales que tenían fincas plataneras (Sebastián Fernández de Celis,
Alonso de Zárate, Manuel Espinosa Chaves, Lorenzo Machado y Benítez de Lugo, Herederos de Pedro
Suárez, Fernando del Hoyo, José González de Chaves, Leopoldo Cólogan, Diego y Andrés Arroyo, etc.
173
Para la evolución de la superficie de plátanos en Tenerife por municipios entre 1941 y 1981, véase
RODRÍGUEZ BRITO, W., La agricultura de exportación en Canarias, op. cit., p. 165.
629
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
hermanos Ricardo y Juan Ruiz Benítez de Lugo, de Casiano García Feo, de Miguel
Rodríguez Cervantes y de Nicolás González Abreu.
Y en cuanto a los grandes propietarios, a la altura de los años cuarenta solamente se
registraban propietarios de más de 50 ha. en los municipios de La Orotava y el Realejo
Bajo. Eran una exigua minoría del 0,38% del total de los propietarios de la comarca y en
sus manos estaba el 18,61% de las tierras amillaradas. En el subgrupo de más de 100 ha.
sólo figuraban tres familias (0,07%) que poseían el 6,62% de la tierra amillarada y el
35,57% de la que correspondía a los grandes propietarios. La superficie media que tenía
cada uno de los 16 integrantes del grupo de grandes propietarios alcanzaba las 73,60
hectáreas. A nivel municipal se observa que en La Orotava el porcentaje de grandes
propietarios era del 0,27% del total de contribuyentes aunque reunían el 10,24% de la
superficie amillarada. En el Realejo Bajo, por su parte, los grandes propietarios eran el
0,43% de los contribuyentes y la cantidad de tierra que acumulaban en sus manos
llegaba hasta el 27,19% de la extensión total amillarada en la localidad.
A la vista de estos resultados, es evidente que el grado de concentración de la
propiedad de la tierra en los cuatro municipios del valle de La Orotava no era, en torno a
los años cuarenta del siglo pasado, tan elevado como el que se registraba en otras
comarca de la isla y, principalmente, en las de la vertiente Sur. La tierra se hallaba
repartida en una forma profundamente desigual, sin duda, pero la estructura de la
propiedad era muy distinta de la caracterizaba a otras zonas. Incluso en la comarca
Noroeste, los grandes propietarios concentraban un porcentaje significativamente mayor
de las tierras amillaradas (el 30,12%), aunque las cifras de La Orotava se hallaban en
una tónica muy similar a las que se obtenían en los municipios de Icod o de El Tanque.
No obstante, y a pesar del menor grado de concentración superficial, en el valle de La
Orotava predominaba una inmensa masa de campesinos pobres y medios de la capa
inferior que representaba el 98,06% del total de contribuyentes de la comarca y que
poseía el 62% de la tierras. Una inmensa masa compuesta principalmente por un
84,59% de campesinos pobres cuyas propiedades apenas llegaban al 23,91% de la
superficie agraria de la comarca y cuyo minúsculo patrimonio no alcanzaba ni siquiera
la media hectárea de superficie media. Eran estos pequeños propietarios los que, junto a
los campesinos sin tierras y al proletariado agrícola, proporcionaban la fuerza de trabajo
que necesitaban los grandes y los medianos propietarios de la capa superior. Las
relaciones de dominación socioeconómica que se establecían entre los primeros y los
segundos proporcionaban las bases sobre las que se levantaba la opresión caciquil de la
630
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
oligarquía agraria del valle. Una oligarquía agraria compuesta por un reducido 1,93% de
los contribuyentes –los propietarios medios de la capa superior y los grandes
propietarios–, que acumulaban el 38% de la superficie amillarada y la gran mayoría de
la riqueza agraria de la comarca. Ellos eran los dueños de la mayor parte de las fincas
plataneras y a ellos correspondían, por lo tanto, los elevados beneficios que se obtenían
de la exportación frutera. De esta forma, la oligarquía agraria del Valle, cuyo patrimonio
territorial distaba muchísimo de las enormes extensiones que acumulaba la terratenencia
del Sur y Suroeste, llegaba incluso a aventajarlos en cuando a su líquido imponible.
Veamos algunos ejemplos. En 1931 encabezaban la relación de mayores contribuyentes
por rústica de La Orotava los hermanos grancanarios Suárez y Suárez, cuya superficie
amillarada era inferior a las 50 hectáreas. Su líquido imponible ascendía a 7.303,12 ptas.
debido a la importancia de sus explotaciones plataneras. Esta cifra era muy superior a
las 3.601,59 ptas. que figuraban en Granadilla en ese mismo año como líquido
imponible del terrateniente sureño Ramón Peraza Pérez, cuyo patrimonio territorial
amillarado en esta localidad rozaba las 400 hectáreas174. Otro terrateniente de
Granadilla, Antonio García Osorio, figuraba con un líquido imponible de 3.683,64 ptas.
que se correspondían con una superficie poseída de 332 ha. El terrateniente y militar
Julio Fuentes Serrano tenía amillaradas en Güímar –por parte de su esposa– unas 522
ha., entre las que se contaban algunas fincas tomateras importantes. Su líquido
imponible en 1938 no pasaba de las 1.853 ptas. Por otra parte, Martín Rodríguez y
Díaz-Llanos figuraba en Fasnia, en 1930, con un líquido imponible por rústica de
2.656,45 ptas., siendo la extensión de sus fincas de 154 ha. En contraposición, un
líquido imponible muy superior –4.396,48 ptas.– tenían asignadas las 30,38 ha. y el
agua que se cargaron en La Orotava, en 1932, a nombre de Alonso Ascanio y Méndez
por la herencia de su padre. Estos ejemplos –se podrían poner otros muchos– sirven
para ilustrar las significativas diferencias de productividad y rentabilidad que existían
entre los dos grandes espacios agrarios de la isla. Los patrimonios que poseían los
terratenientes de la vertiente Sur de Tenerife eran mucho más extensos pero, al mismo
tiempo, tenían una productividad y rentabilidad media relativamente reducida. Por el
contrario, los grandes y medianos propietarios de la capa superior establecidos en la
vertiente Norte y, concretamente, en el valle de La Orotava, tenían unos patrimonios
territoriales mucho menores, sin duda, pero los elevados líquidos imponibles con que
174
Una parte importante de esta superficie –más de 100 ha.- figuraban amillaradas como eriales, lo que
disminuía considerablemente el líquido imponible asignado a este propietario.
631
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
figuraban en los repartimientos de la contribución indicaban que los beneficios
producidos, especialmente en las fincas plataneras, eran proporcionalmente –y, en
ocasiones, también en términos absolutos– mucho más cuantiosos.
Veamos a continuación la relación de individuos o familias que conformaban este
pequeño grupo de grandes propietarios según los amillaramientos de los años cuarenta:
1) Familias Cullen Machado, Monteverde Lugo y Ascanio Monteverde: 160 ha.,
81 a., 70 ca. (79 parcelas en La Orotava; 52 ha. de plátanos).
2) Hermanos Fernando y Rosario Salazar y Bethencourt y los hijos de ésta
(hermanos Méndez y Salazar): 145 ha., 65 a., 79 ca. (30 fincas en La Orotava,
5 en el Realejo Bajo y 4 en el Realejo Alto)175.
3) Familias Camacho y Melo: 112 ha., 43 a., 94 ca. (15 fincas en el Realejo Bajo
y 11 en el Realejo Alto; 7,64 ha. de plátanos).
4) Elena Montemayor y Nava y sus hijos los hermanos Ascanio Montemayor: 92
ha., 53 a., 26 ca. (8 fincas en el Realejo Bajo; 8 ha. de plátanos)176.
5) Herederos de Richard J. Yeoward: 85 ha., 12 a., 47 ca. (10 fincas en La
Orotava, 7 en el Realejo Alto y 23 en el Puerto de la Cruz; la mayoría de la
superficie dedicada a la producción platanera).
6) Hermanos Arroyo González de Chaves, Perdigón Zamora y del Hoyo
Hernández: 83 ha., 94 a., 58 ca. (4 fincas en La Orotava, 2 en el Realejo Alto,
y 11 fincas en el Puerto de la Cruz; 12 ha. de plátanos).
7) Hermanos Enrique y María Ascanio y Méndez más los hijos de Enrique
(Enrique, Andrés, Leopoldo, Mencia y Elena Ascanio Carpenter): 74 ha., 5 a.,
28 ca. (11 fincas en La Orotava y 4 en el Puerto de la Cruz; 42 ha. de
plátanos).
8) José María y Quirina Casañas y Fuentes: 70 ha., 96 a., 6 ca. (17 fincas en La
Orotava y 4 en el Puerto de la Cruz; 19 ha. de plátanos)177.
9) Familia Machado Benítez de Lugo: 64 ha., 79 a., 37 ca. (27 fincas en el
Realejo Bajo; 18 ha. de plátanos).
10) Hermanos Machado Pérez: 64 ha., 23 a., 18 ca. (11 fincas en el Puerto de la
Cruz, 4 en La Orotava y 2 en el Realejo Alto)178.
175
Rosario Salazar Bethencourt tenía una hectárea más en El Sauzal.
También tenían 17,30 ha. en La Laguna y 20,8 ha. en Santa Úrsula.
177
Además figuraban en el municipio de El Rosario a nombre de Ubaldo Martínez Pimienta, esposo de
Quirina, unas 25,42 ha.
176
632
Caciquismo y cuestión agraria (1890-1936)
11) Sebastián y Pedro Fernández Perdigón: 58 ha., 18 a., 20 ca. (6 fincas en La
Orotava, 2 en el Realejo Alto y 5 en el Puerto de la Cruz; 20,69 ha. de
plátanos).
12) Hermanos Zerolo Fuentes (Victoria, Tomás, Miguel, María y Laura): 57 ha., 5
a., 86 ca. (22 fincas en La Orotava y 4 en el Puerto de la Cruz; 38 ha. de
plataneras).
13) Hermanos Cólogan Zulueta, Cólogan Osborne y Zárate Méndez: 57 ha., 0 a.,
55 ca. (8 fincas en La Orotava y 8 fincas en el Puerto de la Cruz; 29 ha. de
plátanos).
14) Vicente y José González de Chaves Fernández: 54 ha., 58 a., 37 ca. (3 fincas
en La Orotava, 24 en el Realejo Alto y 3 en el Puerto de la Cruz; 10 ha. de
plátanos).
15) Hermanas Martín Fernández-Neda (Dolores, Mariana, Carmen y Ursina): 52
ha., 13 a., 31 ca. (15 fincas en La Orotava; 1,48 ha. de plátanos).
16) Hermanos Zárate Llarena y Machado Renshaw179: 50 ha., 15 a., 37 ca. (22
fincas en La Orotava, 4 en el Realejo Bajo y 8 en el Puerto de la Cruz; 7 ha. de
plátanos).
En la relación anterior se observa la fuerte presencia que aún mantenían las familias
procedentes de la antigua nobleza feudal del Antiguo Régimen en el seno de la oligarquía
agraria del Valle durante la primera mitad del siglo XX. Pertenecían a este grupo el 50% de
los miembros de esta reducida elite económica, social y política: familias CullenMonteverde-Ascanio, Salazar Bethencourt, Ascanio Montemayor, Ascanio Méndez,
Machado Benítez de Lugo, Machado Pérez180, Cólogan y Zárate Llarena. Adaptándose a
los cambios producidos durante el siglo XIX –y aprovechándose de ellos181– y a los nuevos
negocios que impulsa el capital extranjero desde finales de esa centuria, la vieja aristocracia
178
Sixto M. Machado Pérez tenía en los términos del Rosario, Orotava, Tegueste, Candelaria y Santa
Cruz más de 235 ha., mientras que Elisa González Vernetta –viuda de Felipe C. Machado Pérez- tenía
amillaradas en Guía en 1942 tres fincas cuya superficie alcanzaba las 161 ha., 38 a., 38 ca.
179
Margarita Machado Renshaw era esposa de Santiago Zárate Llarena.
180
En el caso de los Machado Pérez, aunque procedían de una familia de la antigua nobleza, el grueso de
su patrimonio, localizado principalmente en el Puerto de la Cruz, procedía de la herencia de los Ventoso,
comerciantes portuenses que invirtieron en la compra de tierras hasta llegar a convertirse en los mayores
propietarios de esta localidad a mediados del siglo XIX.
181
Adquirieron bienes desamortizados en el valle individuos de la vieja terratenencia como Tomás
Ascanio, Fernando Llarena, Tomás Fidel Cólogan, el Marqués de San Andrés, Esteban Salazar, Felipe
Machado, José Llarena y Ponte, Lorenzo Machado Ascanio, Felipe Machado Benítez, Juan Urtusáustegui,
Juan Bautista de Zárate, el Marqués de Celada, el Marqués del Sauzal, etc. (OJEDA QUINTANA, J.J., La
desamortización en Canarias; PÉREZ LÓPEZ, I., La desamortización en Tenerife, op. cit.).
633
Primera parte: La propiedad de la tierra en Tenerife
del Valle consigue mantenerse en la cúspide de la sociedad semifeudal y de capitalismo
burocrático que se desarrollaba en la isla. El otro 50% lo integraban familias de una
procedencia diferente. Algunos, como los Arroyo y González de Chaves despuntaban ya en
la segunda mitad del siglo XVIII y en la primera mitad del siglo XIX figuraban –en una
posición secundaria– entre los mayores contribuyentes de localidades como el Realejo Alto
y el Puerto de la Cruz. Otros, como Sebastián Martín Fernández, se hicieron con un
considerable patrimonio en diversos municipios, dentro y fuera del Valle, gracias a las
adquisiciones de bienes desamortizados182. Y otros, como los Camacho y los Melo –ambos
retornados de Cuba– aprovecharon las reestructuraciones de algunos patrimonios
aristocráticos que tuvieron lugar en torno al último tercio del siglo XIX para hacerse un
hueco entre la oligarquía terrateniente de la comarca. Por su parte, las propiedades de los
Zerolo Fuentes proceden, por un lado, de las compras efectuadas en los últimos años del
siglo XIX por el médico Tomás Zerolo Herrera y, por otro, de las tierras heredadas por su
esposa, Isabel Fuentes González, de su madre, Ciriaca González, tierras que, a su vez,
procedían del extenso patrimonio –llegó a poseer más de 92 ha.– acumulado por Bernardino
González Hernández a lo largo del siglo XIX. Parte de estas tierras acabaron también en
manos de los grandes propietarios José María y Quirina Casañas y Fuentes, biznietos de
Bernardino González183.
En cuanto a la presencia del capital extranjero, el valle de La Orotava se diferencia de la
comarca Noroeste en la fuerte inversión realizada a partir de 1910 por la empresa británica
Yeoward Brothers en la compra de tierras para la producción platanera. Frente a la
estrategia de arrendamientos seguida en el valle por la casa Fyffes, los hermanos Yeoward
se hicieron con un patrimonio en propiedad que superaba las 85 hectáreas repartidas por los
términos de La Orotava, el Realejo Alto y el Puerto de la Cruz, con lo que se convirtieron
en los quintos mayores propietarios de la comarca. Las numerosas explotaciones plataneras
que tuvo la Fyffes en el valle se desarrollaron, por el contrario, sobre propiedades tomadas
en arriendo a diversos miembros de la terratenencia isleña, con los que solían pactar
contratos de una duración de 11 o 12 años prorrogables.
182
Las propiedades adquiridas por Sebastián Martín Fernández –de donde proviene el patrimonio de las
hermanas Martín Fernández-Neda- estaban localizada principalmente en La Orotava y en Santa Úrsula,
como veremos en el capítulo siguiente (OJEDA QUINTANA, J.J., La desamortización en Canarias, op. cit.,
pp. 101, 217, 223, etc.).
183
Otra parte de sus tierras procedía del patrimonio de los Casañas. En 1941 se amillaran a nombre de
José María Casañas y Fuentes 21,28 ha. y una acción de agua que obtiene, por herencia y compra, de su
tía Pilar Casañas González (escrituras de 1930 y 1933). La finca de plátanos que tenía en el Puerto de la
Cruz Quirina Casañas y Fuentes (3,67 ha.) la heredó de su padre, quien la había adquirido en 1899 al
aristócrata Francisco Urtusáustegui y Benítez de Lugo.
634
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