Topografías transnacionales

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Topografías
transnacionales
Federico Besserer
Departamento de Antropología
Universidad Autónoma Metropolitana
Unidad Iztapalapa.
INDICE:
Antecedentes y agradecimientos.
I. Introducción.
II. La investigación topográfica.
III. La comunidad desterritorializada.
IV. La comunidad multicéntrica.
V. La comunidad multidireccional.
VI. Ambitos de vida transnacional.
VII. Dimensiones de la vida transnacional.
VIII. Dominios de la vida transnacional.
IX. Conclusiones.
X. Bibliografía.
1
I. Introducción.
Existe una bibliografía importante que describe y reflexiona sobre las
comunidades transnacionales. Antropólogos, sociólogos, politólogos y otras
especialidades han hecho trabajo etnográfico y casi siempre se han concentrado
en la descripción y análisis de temas específicos de la vida transnacional. Entre la
variedad de estudios hay investigaciones que siguieron una metodología unilocal
de análisis, otras bilocal, otras más multilocales y algunas aproximaciones pueden
ser caracterizadas como translocales.
Son varias las razones metodológicas por las cuales los resultados de las
investigaciones son de índole muy diversa. Entre estas razones podemos
referirnos primero a la disparidad en la definición de los sujetos (comunidades
transnacionales entendidas como aquellas que son divididas por una frontera
nacional, o como comunidades que se consolidan más allá del momento en que el
estado nación es predominante históricamente, etc.).1 En segundo lugar
diferencias en la selección de los sujetos estudiados, los cuáles van desde
individuos, hasta organizaciones formales de transmigrantes binacionales,
familias transmigrantes, las cabeceras municipales y su dispersión, ranchos o
agencias transnacionalizadas o conjuntos de poblaciones que se perciben a sí
mismas como “comunidad”.
Si bien muchos de los investigadores sobre la vida transnacional
coincidimos en que es pertinente iniciar un esfuerzo de síntesis, de comparación y
de contraste entre comunidades transnacionales, es difícil iniciar este proceso
precisamente por las diferencias en las definiciones sobre el sujeto, la terminología
que se usa para describirlo, la escala en la que se hace el estudio, y el método
que se sigue en la investigación.
En este trabajo presento (usando los datos de mi investigación de campo),
una propuesta de definición del sujeto, una metodología para su estudio y
representación y una terminología para su descripción. El objetivo de este trabajo
es aportar instrumentos para el proceso de reflexión colectiva que se encuentra en
2
marcha y a través del cual buscamos actualmente elementos para hacer
generalizaciones de mayor alcance y llegar a conclusiones más contundentes en
el desarrollo de los temas teóricos.
El presente trabajo se divide en cinco apartados: En el primero introduzco
la terminología básica y discuto los problemas de las escalas de análisis, la
especialización en el uso de los espacios y la espacialización de la inequidad. En
este apartado indico el motivo por el cual utilizaré el concepto de “topografía” y no
otros como "espacio transnacional". En el segundo apartado mi intención es
presentar elementos para el diseño de una investigación en una comunidad
transnacional multilocal, empezando por una estrategia para la definición del
“universo de estudio”. En el tercer apartado propongo que la profundidad histórica
del análisis es relevante para definir y entender las peculiaridades de la unidad de
estudio transnacional. El cuarto apartado propone la revisión de una formula para
estudiar “centralidad” en la comunidad de estudio. El quinto apartado propone
poner atención sobre la direccionalidad de las relaciones al interior de la
comunidad transnacionalizada. En el quinto punto propongo una nueva forma de
representación geográfica de la comunidad al que denomino “topografía
transnacional". Este instrumento permite resolver algunas de las limitaciones de
las herramientas cartográficas usadas hasta ahora para representar la
configuración de las comunidades transnacionales. En el sexto apartado hago una
propuesta para buscar el grado de especialización de los espacios
transnacionales, esto lo hago explorando las principales prácticas y conflictos
culturales (vida ritual, educación, trabajo, etc.) Un segundo criterio para entender
la fórmula concreta en que se articula la comunidad transnacional es presentado
en el apartado séptimo, en el cual se propone analizar el peso de las
características que han sido interiorizadas por los actores sociales (género, clase,
etnicidad, etc.) y entender su peso específico en la configuración de la comunidad.
En el caso de la comunidad transnacional de San Juan Mixtepec que
presento aquí, nos encontramos ante una comunidad multicéntrica y
multidireccional. Destaca en el análisis el descubrimiento de dos procesos
1
Para una discusión de diversas definiciones de transnacionalidad véase Besserer:1999a.
3
paralelos en la comunidad uno de re-territorialización y otro de desterritorialización
que coinciden con dos mercados de trabajo que imponen respectivamente fuerzas
“centrífugas” y “centrípetas” sobre la configuración de la topografía de la
comunidad. Finalmente destaco la manera en que el “género” articula la
experiencia vital en las topografías transnacionales.
Es conveniente advertir que a lo largo del trabajo he propuesto
herramientas analíticas y metodológicas cuya intensión es contribuir con
herramientas para el estudio transnacional y no reificar (o “cosificar”) los
conceptos que aquí estudiaremos (tales como de “comunidad”, “ámbito de vida”,
“dimensión” o ”dominio”). Estoy consciente del carácter cambiante de la
“comunidad” y en otro lugar he propuesto sustituirlo por el verbo “comunitar” para
no perder de vista su condición procesual y la agencia de quienes lo configuran
(Besserer s.f.). Se que los miembros de estas comunidades no viven con el
conocimiento perfecto sobre las dimensiones y características de la comunidad,
que hay “incertidumbres”. Y también estoy consciente de que hay una contienda
por la definición de la comunidad misma. No es mi intención “fetichizar” a la
comunidad, sino usar estas herramientas descriptivas como un punto mínimo de
acuerdo para iniciar un proceso de suma de conocimientos, de contraste y
comparación de información, en el terreno de los estudios de las comunidades
transnacionales.
4
¿“Convergencias fragmentantes” o “espacios discontinuos”?: Tres
limitaciones.
Dos extremos han imperado en los estudios de los espacios propios de la
etapa actual del capitalismo: Una versión que privilegia el “localismo” al ver las
nuevas realidades espaciales como resultados -distintos cada uno de ellos entre
sí- de la convergencia de fenómenos transnacionales o globales de un capitalismo
fragmentado y/o fragmentante (Collins 1995, Klopenbourg 1991, Ong 1996). Esta
primera visión está frecuentemente asociada a quienes conciben al capitalismo
actual como “fragmentado” o “desordenado” y/o conceptualizan al momento que
vivimos como “postfordista” (Harvey 1989). Una segunda visión tiende a
privilegiar aquellos aspectos que dan continuidad a los espacios otrora separados
o fragmentados como resultado de la estructuración de una nueva organización de
la producción que a su vez resulta en la rearticulación de los espacios locales en
espacios discontinuos del tipo de los “hiperespacios” (Jameson 1991), o las
cadenas globales de mercancías (Kosteniewiks y Wallerstein 1994). Esta última
corriente tiende a referirse al momento actual del capitalismo como “capitalismo
tardío”.
Mientras que las posiciones extremas entre quienes interpretan la situación
actual como un conjunto de convergencias fragmentantes, ven la realidad social
como "localizada” (Arce and Long 2000, Guarnizo y Smith 1998); interpretaciones
extremas de la visión de los espacios discontinuos han dado una imagen
celebratoria de los espacios transnacionales como desterritorializados,
excéntricos, liminales y fluidos (Auge 1995, Appadurai 2001, Clifford 1997, etc.);
posición a la que algunos -refiriéndose fundamentalmente al trabajo de Deleuz y
Guatari- han denominado no sin sarcasmo ”nomadología” .
Estas dos concepciones polarizadas del capitalismo y de los procesos
sociales a su interior, han permeado las representaciones de la realidad actual y el
estudio de la vida comunitaria contemporánea. Sin embargo, más allá de las
discusiones teóricas, el estudio de comunidad se encuentra en un momento donde
5
la metodología y técnica de estudio se encuentran aún poco desarrolladas. Visto
desde la perspectiva antropológica, el estudio de las comunidades y los procesos
transnacionales ha avanzado más en términos teóricos que metodológicos. 2
Las aproximaciones metodológicas varían entre dos extremos: las propuestas de
estudios de localidad en contexto transnacional que responden generalmente a la
idea de que frente al proceso de globalización las comunidades tienden hacia un
proceso de localización (Torres 1994), y los estudios multilocales y translocales
de comunidades transnacionales (Marcus 1995, Kearney 1995, Boruchoff 1999).
En términos generales, mi propuesta es que tanto las teorías nomádicas
celebratorias de la fluidez y liminalidad de los espacios transnacionales, como las
interpretaciones del capitalismo fragmentado y localizador tienen varios problemas
en común:
El primero de estos problemas es el de las escalas. Ambas
aproximaciones carecen de instrumentos para ayudarnos a comprender y transitar
entre diversas escalas de trabajo con los sujetos a los que nos referimos. Así, en
la bibliografía de “lo local en lo global” en ocasiones leemos sobre lo “local” como
una región compuesta de varios pueblos, municipios, y hasta estados (Torres
1994), y en otras ocasiones lo “local” se remite a un solo núcleo de población (Una
excepción notable es el trabajo de G. Collier quién maneja muy sugerentemente
el uso de diversas escalas para plantear diversos niveles de su análisis 1998). La
bibliografía sobre comunidades transnacionales también presenta esta limitación,
pues en ocasiones hablamos de comunidades transnacionales en las que se
distinguen solamente dos asentamientos relevantes (Rouse 1988) y en otras
ocasiones hablamos de comunidades que cuentan con cientos de lugares
referidos (Besserer 1988).
El segundo problema que encontramos en ambas aproximaciones, es que
con frecuencia no contemplan una especialización de los espacios sociales que
ocupan las comunidades. Es decir, no se habla de la especialización de los
espacios rituales, laborales, educativos, etc., ya sea en el contexto local o
2
Dos excelentes compilaciones sobre el tema de la transnacionalidad que dejan entrever este
énfasis en la teoría por sobre la reflexión metodológica son Smith y Guarnizo 1998, y Mummert
1999.
6
transnacional. Así, para quienes privilegian la fragmentación, lo “local” aparece
como un espacio bien articulado, con múltiples propósitos, continuo y
preferentemente homogéneo; mientras que por su parte las aproximaciones que
privilegian el carácter trans-local de la vida en el capitalismo tardío, representan a
la geografía de la comunidad transnacional como espacios donde no hay
diferenciación y/o especialización significativa.
El tercer problema que podemos distinguir en la metodología de los
estudios de comunidad en el contexto global y en los estudios de las comunidades
transnacionales, es que, mientras que frecuentemente se enfatiza en la inequidad
social de quienes ocupan estos espacios y otros sectores de la población (ya sean
clases sociales o grupos étnicos o nacionales) ambas aproximaciones no ayudan
a la comprensión de la espacialización de las desigualdades e inequidades
sociales al interior de las comunidades.
Con la idea de aportar en el proceso de construcción de instrumentos para
el estudio comparativo de comunidades transnacionales, he desarrollado una
propuesta sustentada en tres conjuntos de conceptos que espero puedan
permitirnos conocer mejor a las comunidades transnacionales y los espacios en
que transitan. La propuesta que hago a continuación se enmarca en la teoría de
los estudios de comunidades transnacionales
Más allá del fetichismo espacializador
En términos de la terminología que utilizaré quisiera hacer notar la
diferencia entre lo que se ha denominado “espacios transnacionales” y esta
propuesta que resumo en el concepto de “topografías transnacionales”. Existe
una literatura sociológica que ha hablado incipientemente de “espacios
transnacionales” (Bieman 2000) o “espacios sociales transnacionales” (Pries 1999)
La idea que existe detrás del concepto de espacio transnacional es que estos
espacios son “reales” en tanto que son el resultado del flujo objetivo, es decir
observable, de símbolos, objetos, personas o valores (estas propuestas
frecuentemente se apoyan en la idea de Rouse de “circuitos transnacionales”, que
7
si bien abrió brecha en las metodologías de estudio de las comunidades
transnacionales, limitaba el estudio a situaciones de bilocalidad: lugar de
origen/lugar de residencia). La terminología de estos estudios conserva la
distinción entre el carácter factual de estos “espacios transnacionales” y los
espacios fenomenológicos denominados “paisajes culturales” (Greider y Garkovich
1994), “hogares imaginarios” (Rushdie 1991) o “etnopaisajes” (Appadurai 1996).
A mi parecer, la aproximación anterior corre el riesgo de “cosificar” o
“reificar” los conceptos o instrumentos analíticos que el investigador ha usado
precisamente como instrumentos o artefactos que median entre el proceso de
conocimiento y la realidad que se pretende conocer. El caso extremo es aquel en
el que se ha llegado a plantear el carácter “natural” de las “redes sociales
transnacionales” argumentando que éstas se basan en lazos familiares o “de
sangre”.
En este trabajo partiré de una propuesta epistemológica diferente. Parto de
la idea de que todo instrumento analítico para el estudio de los espacios sociales
no es más que eso, un producto social y por ende una tecnología. Ya sea que las
llamemos “retícula” (Kearney 1996), “circuitos transnacionales” (Rouse 1991),
“espacios sociales transnacionales” (Faist 1999), “redes” (Sikkink 1992) o
“espacios translocales”, etc.; todas son tecnologías del conocimiento que no
debemos confundir con el referente real.
En cuanto a la terminología, trataré de evitar las metáforas biológicas pues
me parece que pueden funcionar como tropos que sugieran el carácter natural y
por ende “verdadero” de las descripciones que se hacen de la realidad. Con la
terminología que usaré, quiero destacar que este aparato conceptual no es una
segunda naturaleza sino una herramienta que permite la explicación de un
fenómeno específico. En tanto que tal, dichas herramientas siempre son
coyunturales y están sujetas al contexto en el que son creadas.
He preferido usar la terminología de la crítica literaria y la retórica que
distingue instrumentalmente entre el referente y el concepto usado para denotarlo.
Así, en vez de los conceptos de localidad, espacio transnacional y paisaje
transnacional prefiero usar los conceptos de “toponimia”, “topología transnacional”
8
y “topografía transnacional” para mantener claro a lo largo del análisis que entre el
referente de la experiencia y su descripción siempre media alguna forma de
“representación”.
Entenderé por “topología” la representación de lugares que fueron
expresados en una narrativa como lugares experimentados. Es decir, la
interpretación propia que hacen los actores del espacio en el que sucede la
acción. Por “topografía” daré a entender la representación de lugares que si bien
fueron tomados de narrativas que indican experiencias de vida, son reorganizados
por el investigador para la presentación gráfica de la relación existente entre los
mismos. Por “toponimia” entenderé la denotación de lugares acotados en la
geografía mental de quienes entrevistamos.
En los tres casos, queda claro que la representación espacial no es la
descripción de una realidad tal como se da en la naturaleza sino como ésta se
interpreta en el diálogo etnográfico. El uso de estos términos, como veremos más
adelante, permite incorporar una diversidad de perspectivas que se dan en los
espacios entre el referente (sea este experiencial o imaginado) y su
representación. Si bien no dudo de la existencia de los espacios transnacionales
como tales, si creo que hay un riesgo en la pretensión de que el instrumento que
nos permite la descripción sea perfectamente consistente con la realidad que se
intenta describir. Mi idea es que en la medida que hagamos explícito el carácter
instrumental de los conceptos que usamos para describir estas realidades,
disminuimos las posibilidades de su reificación. El problema de lo que podría
denominarse “fetichismo espacial” derivado de estas reificaciones de los
conceptos espacializadores, es que deriva en un segundo problema de
interpretación, a saber, la tendencia a ver los espacios como “integrativos” y no
como el resultado de un proceso continuo de diferenciación, de incertidumbre, de
interpretación y de contienda social y cultural.
El desarrollo de este aparato terminológico que es parte de una
metodología de estudio, de técnicas de recopilación de información, de propuestas
de sistematización de datos, de fórmulas de interpretación y análisis y finalmente
del instrumento de presentación de datos, tiene por objetivo crear un marco
9
dentro del cual podamos observar la dinámica cotidiana por transformar esta
realidad, la lucha cultural por cambiar aquellas cuestiones que damos por un
hecho como el concepto mismo de “lugar” y la contienda cultural por la definición
de “comunidad”.
10
II. La investigación topográfica.
El diseño de la investigación.
En el invierno de 1998 inicié un período de trabajo de campo que fue parte
de un proyecto conjunto con el Prof. Michael Kearney del Departamento de
Antropología de la Universidad de California en Riverside. El profesor Kearney
realizó trabajo de campo en la comunidad transnacional de San Jerónimo del
Progreso yo por mi parte, diseñé el trabajo de campo para la comunidad
transnacional de San Juan Mixtepec y lo realicé con alumnos de la licenciatura del
Departamento de Antropología de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad
Iztapalapa. El diseño de investigación del equipo bajo mi dirección fue sencillo:
Queríamos realizar un trabajo etnográfico multilocal para poder hacer una
descripción de la vida política, cultural y económica de la comunidad. Es decir,
hacer una etnografía de una comunidad transnacional. Para ello, dividimos
nuestro trabajo de campo en dos períodos de tres meses cada uno. En el primer
período, acudiríamos al municipio de San Juan Mixtepec en Oaxaca y
realizaríamos ahí el levantamiento de información y la observación participante. En
este primer momento, el equipo se dividiría en cinco parejas de investigadores que
cubrirían cinco localidades diferentes dentro del municipio. Cada uno de los
alumnos se concentraría a lo largo del trabajo de campo en algún tema o
dimensión de la vida transnacional de la comunidad (educación, ciudadanía,
música y danza, trabajo y finalmente el viaje, fueron los temas seleccionados). En
un segundo período acudiríamos a los principales lugares de destino de la
comunidad y ahí continuaríamos las mismas líneas de investigación, asegurando
que reuniríamos información relevante sobre todos los aspectos de la
investigación.
Iniciamos nuestro trabajo de campo como he dicho, en el municipio de
origen de la Comunidad de San Juan Mixtepec. Para seleccionar las cinco
localidades donde trabajaríamos necesitábamos un marco de información que nos
permitiera definir el universo de estudio y una vez definido éste, seleccionaríamos
11
las localidades en que trabajaríamos el primer trimestre. Según el censo nacional
de población, el Municipio de San Juan Mixtepec tenía en 1990 , 11273
habitantes; pero según los registros municipales, la comunidad cuenta con cerca
de 25000 miembros, estos incluyen a los cerca de 14000 miembros de la
comunidad que viven fuera de los límites municipales. Mientras que el municipio
tiene treinta y seis localidades, la comunidad reside definitiva o temporalmente en
un número mayor que excede a las fronteras del municipio.
El universo geográfico de estudio
El primer problema con que nos enfrentamos era cómo seleccionar las
localidades que fuesen relevantes para la etnografía de la comunidad dispersa
entre Estados Unidos y México. Para empezar, necesitábamos una definición
aproximada del universo de estudio y para ello usamos un instrumento que ya
Manuel Gamio a principios del S. XX había usado para el estudio de la migración:
recabamos información del servicio de telégrafos.
En las oficinas del telégrafo que cubre el servicio para todo el municipio de
San Juan Mixtepec, reuní las listas de giros postales que llegaron al municipio en
los meses de enero y octubre de 1996 y los mismos meses para 1997. La
selección de los meses se hizo con el objetivo de poder registrar la mayor parte de
localidades por lo que había que incluir envíos de diversos meses del año para
que quedasen registradas un número mayor de localidades visitadas por
trabajadores jornaleros que solamente se establecen en una localidad por
períodos cortos. Obtuve en total un listado de 171 localidades de origen de los
giros postales en poblaciones distribuidas en la República Mexicana y los Estados
Unidos que llegaron a 47 localidades de destino en el municipio.
Los datos
anteriores nos sugerían una gran concentración de los Mixtepequenses
transmigrantes en pocas localidades, considerando que el número de personas de
la comunidad que se encuentran fuera de los límites territoriales del municipio
supera los diez mil, y que el número potencial de destinos en la República
Mexicana y los Estados Unidos sería del orden de los miles de localidades.
12
La primera lista de 171 localidades desde donde se habían enviado giros
telegráficos al municipio de San Juan Mixtepec definió un primer perfil de los
posibles destinos de los transmigrantes mixtepequenses. Pero más que la suma
total de destinos particulares de cada núcleo de población del municipio, nos
interesaba establecer como "universo" la "geografía colectiva" de la comunidad.
Es decir, la suma de localidades en México y los Estados Unidos que es
compartida por más de un barrio o una agencia municipal. Por decirlo de otro
modo, no es la suma de los destinos individuales, sino la geografía colectiva de la
comunidad lo que nos interesaba establecer como el "universo geográfico" de
estudio. Así, seleccionamos de la lista inicial de 171 localidades, aquellas 66 que
enviaron giros telegráficos a dos o más localidades en el municipio.3
En la siguiente figura se presentan las 66 localidades que conforman
la geografía colectiva de la comunidad. He diferenciado en esta carta geográfica
aquellas localidades en los Estados Unidos y México que envían giros postales a
más destinos dentro del Municipio de San Juan Mixtepec. El color rojo representa
las localidades de origen de los telegramas que generaron envíos con mayor
número de destinos (entre 6 y 15 núcleos de población en el municipio de origen),
el color verde se refiere a las localidades con un número menor de destinos en la
comunidad de origen (entre 3 y 5) y finalmente el color amarillo representa
localidades con el menor variedad destinos en el municipio de origen (solamente
2).
3
Para hacer una analogía con la lingüística, esta selección de 66 toponimias es el "dominio" de la
geografía compartida por la comunidad de San Juan Mixtepec.
13
En la siguiente figura encontramos la distribución de las 35 localidades que
recibieron giros telegráficos en el municipio de Mixtepec desde al menos dos
localidades. Aquí usamos también una jerarquía similar en los colores. Los
núcleos de población marcadas en rojo recibieron giros de entre 11 y 22
localidades diversas, los núcleos marcados con verde entre de entre 6 y 10, y los
núcleos marcados con amarillo entre 2 y 5.
14
15
Selección de localidades para la aplicación de cuestionarios
La definición de 66 localidades de destino y 35 localidades de origen
constituyeron un marco preliminar de referencia para seleccionar las localidades
donde aplicaríamos los cuestionarios vitales para
El primer paso en la selección de las localidades donde trabajaríamos fue
elaborar una red de las localidades receptoras de los giros. Aquellas localidades
que compartieron más localidades de origen de los telegramas fueron tomadas
como nódulos unidos por un eslabón. Con base en este trabajo seleccionamos las
localidades cuya posición estructural en la red podía ser relevante para la
investigación.
Elegimos para empezar Santa María Tepozlantongo por su posición
estructural de centralidad en la comunidad según esta representación. En
segundo lugar, seleccionamos la población de Santa Cruz por pertenecer al “click”
principal. Elegimos también a Independencia por su situación de “marginalidad”
en la red. Finalmente, y para entender la dinámica que juega la cabecera
municipal en el universo de la comunidad tranasnacionalizada, elegimos a dos de
sus barrios, Barrio Centro y Río Flores para aplicar los cuestionarios que nos
permitirían realizar un modelado más preciso de la comunidad transnacional.
16
Tejoco
- t es
Tierra
Blanca
Buena
Vista
El Llano
Independencia
Santa
Cruz
Teposlantongo
Barrio
Centro
Yososcua
Pueblo
Viejo
17
Al modelado de los datos en forma de red de relaciones, que nos ayudó a
identificar a localidades que fueron relevantes por su “centralidad” estructural,
agregamos una segunda técnica para el modelado de la comunidad. Con ayuda
del programa Anthropac procesamos las matrices en Escala Multidimensional
(multidimensional scaling o MDS) que arrojaron como resultado el modelado de
una “topografía de la comunidad”, en el que las localidades de destino que
comparten mayor número de localidades emisoras de los giros aparecen
relativamente más cerca entre sí.
En principio, una carta geográfica hace exactamente el mismo procedimiento
sólo que a la inversa. En una carta geográfica aparecen las localidades más
cercanas cuantos menos kilómetros las distancien. Las localidades son
modeladas en un mapa con distancias euclidianas donde hay una correlación
entre todas las localidades presentadas sobre la base de un criterio: “distancia”.
En el caso de nuestra topografía, también es solo uno el criterio que correlaciona
todas las localidades, y éste es el de el número de localidades que comparten en
los Estados Unidos como localidades de origen de los telegramas. En este caso,
mientras más localidades se compartan, las localidades aparecen más cercanas
en el mapa.
Una vez en la topografía, es posible identificar los “cúmulos” que forman los
nombres de las localidades que se agrupan por su cercanía según el criterio de su
vinculación con las comunidades más allá de las fronteras municipales. Aquí
encontramos delimitados dos “cúmulos” o “ámbitos” importantes.
Hemos colocado sobre los “ambitos” el modelado que se hizo de las
conexiones básicas de la red existente entre las toponimias de Mixtepec. La figura
nos muestra que la elección de comunidades basada en la posición estructural
nos da también una representación adecuada de las comunidades localizadas en
ambos “ambitos” de la comunidad.
18
.
Stgo.
Tiño
Llano
Colorado
Rancho
Diego
Río las
Flores
Canama
San
Lucas
Independencia
Corral
Río
Verde
Loma
Redonda
.
Yucunani
Tierra
Blanca
Yerbabue
na
El Llano
Capulin
Arroyo
Sabino
Buena
Vista
Teposlantongo
Yososcua
Cienega
de la
Ardilla
Sta. Cruz
La Huerta
B. Centro
Tejocotes
B. Lado
Peña
Blanca
B. De
Jesus
Yosoba
Yucumi
Arenal
B. El
Calvario
Pueblo
Viejo
B. San
Pedro
San
Isidro
Stachi
Destinos de los telegramas enviados desde diversos orígenes en 1997.
Una vez identificado que la topografía de las localidades de San Juan
Mixtepec estaba dividido en dos grandes cúmulos, procedimos a identificar los
cúmulos según la distribución de las localidades en la carta geográfica. Hemos
conservado los mismos colores de los “ambitos” de la figura anterior para
identificar la distribución de estas toponimias sobre la carta geográfica de
Mixtepec. El resultado fue interesante, pues las toponimias de ambos cúmulos se
distribuyen por el municipio sin mostrar aparentemente una organización territorial.
En el segundo mapa que sigue a continuación puede observarse la posición
geográfica de las localidades elegidas y su particular conexión basada en las
redes que describen la “cercanía” entre localidades en el municipio, resultante de
la coincidencia en los destinos migratorios fuera de la comunidad y la densidad de
estas relaciones.
19
20
21
Una vez ubicadas cinco localidades con diferentes grados de centralidad
en la comunidad mayor (Santa María Tepozlantongo, Santa Cruz, Independencia y
dos barrios de la cabecera muncipal) procedimos a hacer un mapa de cada
localidad. Estos mapas a su vez fueron divididos en 20 fracciones de donde se
eligieron al azar dos casas habitación y una persona por casa para ser
entrevistada con un cuestionario tabular con información sobre sus respectivas
historias de vida. De la cabecera municipal se eligieron cuatro barrios y el
procedimiento anterior se repitió en cada uno de ellos. De los 280 cuestionarios
recibidos, se descartaron 16 por ser incompletos.
Análisis de material.
Los cuestionarios fueron llenados y procesados por estudiantes del
Departamento de Antropología de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad
Iztapalapa como parte de un primer período de tres meses de trabajo de campo.
Cada uno de los estudiantes procesó manualmente sus cuestionarios y la
información resultante fue utilizada para las localidades donde continuarían su
etnografía multilocal en un segundo período de campo de tres meses.
Con la información recabada se formó un banco de datos y en febrero del año
2000 inicié yo el procesamiento de información para elaborar las representaciones
cartográficas que se presentan a continuación.
La lista inicial de localidades mencionadas en los cuestionarios fue de 231. La
lista de localidades que formó la geografía colectiva de la comunidad fue de 89.
En los apartados que siguen se presentarán varias formas de representación
de la geografía transnacional de la comunidad:
En primer lugar, presentaremos cartas geográficas con las que se ilustrará la
dispersión geográfica de la comunidad según se infirió de los cuestionarios
realizados. Las cartas geográficas concentran información por períodos de veinte
años (1920-2000). En la primera sección mostraremos información organizada
por “estados” tanto en los EEUU como en México. En una segunda sección,
mostraremos información por toponimias o localidadades referidas. Otra
modalidad de presentación del material será la de las representaciones
22
topográficas en las que se intentará mostrar la organización de la comunidad
transnacional con base en ámbitos, dimensiones y dominios.
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III. La comunidad desterritorializada 1920-2000.
Con la demarcación de fronteras comunitarias en el S XVIII, en el intento
borbónico del S. XVIII por territorializar el poder de los intendentes en lo que hoy
es el Estado de Oaxaca, se inició la “territorialización” de la comunidad mixteca
de San Juan Mixtepec. Como indican los documentos virreynales, el proceso de
territorialización dejó fuera de la demarcación territorial de la comunidad, ya desde
1920 -1940
San Juan Mixtepec desterritorializado 1920-1940.
el S. XVIII, a una gran cantidad de personas consideradas “de la comunidad”
que habitaban en otras localidades (Besserer 1999b).
En las encuestas que realizamos en la comunidad, todas las personas que
reportaron actividades entre 1920 y 1940, indicaron que estas experiencias
habían sucedido dentro de los límites del Estado de Oaxaca
24
Sabemos por la etnografía que había ya migración a lo que hoy son otros
estados de la República Mexicana, pero los resultados de la encuesta proponen
que estos pueden no haber sido tan significativos como antes supusimos.
Por la tesis de Fredi García (2000), sobre “el viaje mixteco”, sabemos que
hay dos tipos de espacio que se articulan conformando esta región sanjuanense al
interior del Estado de Oaxaca: Cada uno de estos espacios se constituyó a partir
de formas y motivos diferentes del “viaje” de los sanjuanenses. El primero de
estos espacios fue constituido a partir de las rutas migratorias de los arrieros que
como mediadores de la comunidad articulan espacios regionales. La labor de los
arrieros como mediadores fue instrumental para generar y mantener un segundo
tipo de “viajero”, el trabajador asalariado que, basado en los informes que traían
los arrieros, se informaban de los lugares donde había trabajo y creaban con su
propia migración un segundo espacio a nivel del estado.
25
1940 -1960
San Juan Mixtepec desterritorializado 1940-1960.
Entre 1940 y 60, los informantes reportaron en sus narrativas vitales que
conservaban memoria de experiencias importantes que sucedieron en los estados
de Sonora y Baja California (a donde viajaban articulando el trabajo en el algodón
sonorense con el trabajo en el jitomate bajacaliforniano en experiencias que
duraban varios años ininterrumpidos de circulación entre cultivos). Obtuvimos
información etnográfica que nos indica que durante estos años, en la población de
Tejocotes se intensificaron los trabajos de una mina que llegó a emplear 5000
trabajadores. En estos mismos años, un gran número de mixtepequenses se
enrolaron en el Programa Bracero y viajaron primero a los estados norteños de la
república Mexicana y después para Estados Unidos (Besserer 1988).
26
1960 -1980
San Juan Mixtepec desterritorializado 1960-1980.
En los años 60-80 se dio una gran explosión de la migración hacia los
estados del noroeste Mexicano y los Estados Unidos. Son los años en que el
trabajo de la Mina en la población se cerró, pero también se cerró el programa
bracero que había absorbido mucha mano de obra mixtepequense. Los
mixtepequenses dejaron de ser migrantes (mediados por los estados para ser
situados en lugares de trabajo) para convertirse nuevamente en “viajeros” por sus
propios medios que articularon nuevos territorios en la experiencia y en la
narrativa a través de sus propias rutas de vida.
27
1980 -2000
San Juan Mixtepec desterritorializado 1980-2000
Durante los años 80 a 2000 continúa la dispersión geográfica en las
narrativas de vida. La definición de la comunidad transnacional se transforma no
solamente en un problema de su disparidad, sino que además, se ha constituido
en un problema de “densidad” y “profundidad”.
El problema de la densidad reside en que pese a la aparente presentación
que hacemos aquí de una suerte de difuminación de una comunidad extendida en
el espacio, también sabemos que esta difuminación es desigual. No todos los
viajeros viajan a igual velocidad. No todos los mixtepequenses viajan a los mismos
lugares. Tampoco todos los mixtepequenses viajan (algunos niños nacidos en
California nunca han salido de aquel estado). No hay la misma densidad de
población, pero tampoco hay la misma densidad de articulaciones entre una
28
localidad y otra. No hay la misma “profundidad” en la historia vital de la
comunidad en una localidad y en otra. (como veremos en la siguiente figura).
1920 -2000
San Juan Mixtepec desterritorializado 1920-2000.
En esta figura mostramos con azul la topografía 1920-40 de la población.
Con verde las nuevas regiones que aparecieron entre 1940 y 60. Con amarillo se
señalan las regiones que aparecen narradas entre 60 y 80 y con rosado las más
recientes. Aquí podemos destacar la temporalidad con la que la comunidad se ha
dispersado formando una desterritorialidad con diversas profundidades
temporales. Para algunos analistas, algunas de estas temporalidades podrían
sugerir un proceso de “asentamiento” o permanencia y sugieren procesos de
reterritorialización de la comunidad. Sin embargo, hay que tener cuidado con los
29
términos. Sabemos por las historias vitales, que algunos procesos de movilización
toman varias generaciones. Familias que parecían asentadas continúan su viaje
en la siguiente generación (es el caso de familias con hijos nacidos en Oregon y
que ahora residen en Virginia... en casas móviles; figura que reitera el carácter
temporal y no-localizado de su condición viajera trans-generacional).
30
IV. La comunidad multicéntrica.
El problema de la “densidad” la podemos también denominar de
“centralidad”. Aquí nos referimos no solamente a una situación cuantitativa, sino
también cualitativa de la distribución espacial de la comunidad transnacional.
Unos lugares están más poblados o son referidos más frecuentemente en las
narrativas; pero otros lugares son mencionados en contextos más significativos
por un motivo u otro.
Una primera medida de centralidad es la frecuencia con la que una
toponimia fue nombrada en las narrativas vitales. Algunas de estas localidades
fueron nombradas muchas veces por la misma persona y en contextos diferentes.
Esto no significa que muchas personas hayan pasado por estos lugares, sino que
las toponimias referidas fueron significativas en las vidas de las personas
entrevistadas.
Otra medida de “centralidad” tiene que ver con el número de lugares con los
que cada localidad se articuló a través de la experiencia de vida de un narrador.
Es decir, algunos narradores indicaron que estuvieron en un lugar determinado
pero también en muchos otros, con lo que dieron cuerpo a la densidad de las
relaciones entre estas localidades. Esta medida de centralidad será abordada
cuando presentemos los mapas lingüísticos y el proceso de acumulación o
formación de ámbitos.
Una tercera forma de centralidad es de carácter cualitativo. Muchas
toponimias son mencionadas en el contexto de momentos históricos,
acontecimientos políticos, o realidades culturales de especial relevancia para la
comunidad. Esta forma de “centralidad” frecuentemente coincide con alguna
medida de centralidad numérica.
Frecuentemente se piensa en las comunidades migrantes como “estrellas”
con un centro y muchas localidades de destino migratorio. En las narrativas nos
encontramos que hay muchos más centros. Algunos son políticos, otros culturales,
otros más económicos etc.
31
En las figuras siguientes, aparecerán solamente toponimias que fueron
nombradas por más de un informante. Es decir, no es la suma de la totalidad de
los 231 localidades nombradas por los informantes, sino solamente las 89
comunidades que compartieron al menos dos informantes. El conjunto de estas
toponimias forma la geografía colectiva de la comunidad de Mixtepec. Aquí
mostramos solamente las comunidades referidas en el período 1980-2000.
32
MUY ALTA
ALTA
MEDIA
BAJA
Centralidad de las toponimias de acuerdo a su frecuencia en las narrativas.
En la figura anterior representamos con colores las frecuencias con las que
fueron nombradas las diversas toponimias que aparecen en la carta geográfica
superior como localidades. Es importante señala que en la cartografía anterior en
que se mostraba la dispersión por estados, no podíamos mostrar centralidad
diferencial en la representación espacial de la comunidad. La centralidad de una
comunidad es, en este caso, un problema de escala. Junto a una localidad con
centralidad alta podemos encontrar otra con centralidad baja. En este sentido son
“más parecidas” dos localidades nombradas con insistencia por los informantes,
que dos localidades con relevancia histórica o cultural diferenciada.
33
Política
Cultura
Economía
Educación
Ritual
Centralidad según relevancia cualitativa en la vida transnacional.
Cuando pedimos que nombraran los tipos de actividad que realizaban en
cada localidad, encontramos diferencias “cualitativas” entre las localidades que le
adjudicaban a algunas localidades una “centralidad” en la vida comunitaria.
Kerman fue un lugar políticamente relevante pues desde ahí se fraguo el cambio
en la vida política de la comunidad en 1986. Fresno por ser la residencia física de
Satélite Radio Bilingüe que es una radiodifusora con programación en idioma
mixteco y presencia de locutores de San Juan Mixtepec por lo que es este un
centro cultural, mientras que Culiacán ha hospedado al mayor número de
34
mixtepequenses en estudios superiores por ello es un lugar en el que convergen
las historias educacionales. Pero Homestead en Florida es sin duda el centro
desde donde fluyen la mayor parte de los recursos económicos de la comunidad.
34
V. La comunidad multidireccional.
Contrario a la visión de “la comunidad como una estrella” donde los
migrantes viajan desde un centro a tierras distantes y envían de vuelta a un centro
mítico, social y político sus remesas económicas, nuestra investigación mostró que
los procesos sociales en las comunidades transnacionales suceden en
direcciones que no se intuyen fácilmente.
La técnica usada en esta investigación tiene un atractivo especial: permite
que aunque los cuestionarios se apliquen en un solo nódulo de la red
transnacional, éstos proporcionen información para crear una representación de
las conexiones que diversas localidades o toponimias tienen entre sí. Es decir, no
solamente conocemos la dispersión de la comunidad, sino la conexión al interior
de la comunidad y podemos encontrar los núcleos de mayor “cercanía” ya sea por
las propiedades estructurales de su conexión o por la frecuencia de la misma.
Multidireccionalidad política
En la siguiente figura podemos observar la dirección de algunos procesos
políticos de la comunidad. Sabemos que hubo una influencia política importante
entre la organización de los mixtepequenses en California y los resultados
electorales en 1986 en San Juan Mixtepec que resultaron en la elección de un
candidato de las poblaciones “marginales del municipio” que se aglutinaron en un
“centro político” más allá de los márgenes de la nación mexicana. Pero también
sabemos que la experiencia organizativa sindical en los campos Sinaloenses
redundaron en la organización política en el PSUM en Baja California y la
acumulación de estas experiencias a su vez tuvieron un impacto en la
constitución de la Asociación Civil Benito Juárez (primero en Fresno y luego en
Arvin) y sus organizaciones hermanas en San Juan Mixtepec y la Ciudad de
Oaxaca.
35
La dirección de los procesos es una característica temporal que rompe con
la visión inerte del mapa y muestra que éste es la expresión de procesos
históricos.
Política
ultidireccionalidad política.
Multidireccionalidad cultural.
36
La Radio Bilingüe de Fresno recibe transmisiones del estado de Oaxaca cada día
en un noticiero matutino que es retransmitido a Sonora y Baja California y desde
luego al Valle de San Joaquín en California. Pero también genera programas en
Cultura
Multidireccionalidad cultural.
idioma mixteco.
El mismo medio es un foro para que los mixtecos se expresen a través de
programas como Línea Abierta que llegan a 22 estados de la Unión Americana y
diversas demarcaciones políticas mexicanas.
37
Fresno es el centro de un gran espacio radial que enlaza varias
producciones radiofónicas en idioma mixteco a través de las cuales fluyen
chilenas, tecnochilenas, dramas radiofónicos, representaciones de bodas,
bautizos y eventos políticos comunitarios. Por usar una palabra... Cultura.
La radio ha sido un espacio incluyente multicéntrico y multidireccional
(Besserer 2000, Revilla 2000).
Multidireccionalidad educativa
La etnografía que realizamos mostró también que la comunidad une a las
localidades de la comunidad a través de procesos que, vistos retrospectivamente,
pueden verse como “estrategias”. Una de las más complejas y sofisticadas de
estas estrategias son la multitud de opciones que presentan las trayectorias
educativas (Rodríguez 2000). Su expresión espacial denota el carácter
multidireccional y multicéntrico de la vida educativa de la comunidad.
Algunas historias educativas empiezan en Oaxaca, siguen en el DF
terminan en Culiacán. Otras empiezan en Oregón y siguen en Virginia con la
expectativa de terminar en Culiacán u otro lugar.
Es importante indicar que en ocasiones las direcciones de los flujos
educativos y las de los flujos económicos son inversas y se complementan. Un
hermano parte para Culiacán y otro lo sostiene desde Florida pero permitiendo
que sus padres en Mixtepec decidan cuanto como y cuando le envían el dinero.
38
Educación
Multidireccionalidad en la educación.
39
Multidireccionalidad económica
Para definir el “universo” de nuestra investigación, realizamos un censo
inicial. Este se hizo en la comunidad de San Juan Mixtepec usando los orígenes,
número y monto por el cual llegaban giros postales a las diversas localidades del
municipio de Mixtepec. Esto nos dio una idea de la dispersión de las personas a
través del único registro con el que contábamos... El dinero.
Pero la direccionalidad de los giros no corresponde a la direccionalidad de
la circulación del dinero en la comunidad. Sabemos ahora que Culiacán recibe
cantidades importantes de dinero desde San Juan Mixtepec por las familias que
apoyan a sus hijos en el sistema escolar superior (una paradoja si se ve desde el
modelo “estrella”). Y muchas “remesas” llegan a los Estados Unidos, para pagar
los gastos de viaje y de tránsito a través de las fronteras a la llegada a aquel país.
Pero también hay fuertes cantidades que nunca pasan por la comunidad de
“origen”.
40
41
VI. Ambitos de vida transnacional.
Una de las limitaciones que encontramos en las representaciones de la
geografía de las comunidades transnacionales es el problema de “escala”. El
concepto de “ámbito” que presentamos en este apartado nos ayudara a “modular”
las escalas entre el nivel micro y el nivel macro de los procesos sociales que
constituyen a la comunidad transnacional y su geografía.
Siendo que el investigador frecuentemente empieza por el reconocimiento
de una “localidad”, la primera pregunta que nos planteamos es ¿de qué tamaño es
la “localidad” donde voy a iniciar mi trabajo? Es decir, la escala de lo “local”.
Quienes han trabajado en el área mesoamericana frecuentemente tienden a
equiparar el concepto de “municipio” con el de “comunidad local”. Pero quienes
estudian aridoamérica difícilmente podrán tomar éste como referente pues
frecuentemente este incluirá distancias que se cuentan en los cientos de
kilómetros y de núcleos de población. Habrá quién decida tomar un núcleo de
población (tal vez menos de 1000 habitantes) y habrá quién como yo, inicié el
trabajo en una localidad formada por una población superior a los 11 mil
habitantes, distribuidos en más de 30 núcleos de población dentro de uno de los
cerca de 500 municipios oaxaqueños.
A mi parecer, para empezar, es conveniente incorporar en el análisis “local”
al menos dos tipos de núcleos de población: centros y márgenes. En términos
del plano más grande, ésta selección ayudará a entender la estructura espacial
más amplia. En ocasiones los márgenes conformarán regiones transnacionales
diferentes que los centros –sean éstos cabeceras municipales, centros religiosos,
etc.-; en otras ocasiones, los márgenes conformaran “centros” en la estructura
comunitaria más amplia que compitan con el “centro” político, económico, ritual,
etc. de cada localidad. Como veremos más adelante, nuestra selección de un
núcleo de población como “central” o “marginal” es sólo instrumental (o temporal)
en tanto que no conocemos su posición en el marco de la comunidad extendida.
Incluso las jerarquías locales entre centro y margen se trastocan una vez que
vemos el análisis en otras escalas.
42
Terminologicamente prefiero el concepto de “toponimia” que “localidad”,
debido a que en la voz de los informantes, podemos encontrar una gran variedad
de nombres para una misma “localidad”, pero esto frecuentemente no corresponde
a los mismos "espacios”. Aunque la localidad de Mixtepec lleve este nombre en
Nahuatl, y aparezca de esta manera en la cartografía nacional, San Juan es el
nombre en castellano y frecuentemente usado en la región, mientras que
Yosonovicu es el nombre empleado para referirse a esta localidad en idioma
indígena. Desde esta perspectiva, Yosonovicu es ya un margen frente a Mixtepec.
Otras toponimias de la gran topografía de la comunidad serán campos de trabajo,
calles, intersticios, fronteras, e hiperespacios inombrables en la terminología de la
cartografía nacional.
Los primeros estudios de comunidades transnacionales fueron
fundamentalmente bilocales (Rouse 1988, Smith 1995) pero la etnografía nos ha
demostrado que las comunidades transnacionales se componen de muchas más
toponimias (v. Besserer 1988). Así que el segundo problema de escala que
enfrentamos es el de el número total de núcleos de población o toponimias que
conforman la “comunidad transnacional”. Es decir, en forma simple, la pregunta
es ¿donde se acaba la comunidad transnacional? En una perspectiva “abierta” de
la representación de las comunidades transnacionales, deberíamos mantener la
posibilidad de incluir siempre nuevas toponimias a la lista topológica total. Sin
embargo, metodologicamente, como parte de este herramental inicial para
conocer la comunidad, proponemos modelar a la comunidad a partir de aquellas
toponimias que son evocadas por lo menos por dos personas en sus narrativas
vitales. Es decir, la topografía total de la comunidad, no corresponde a la lista total
de comunidades evocadas por los informantes, sino aquellas que son compartidas
por estos, es decir, que pertenecen a la representación “colectiva”.
Un tercer problema de escala es precisamente el de los niveles intermedios
(que en otras terminologías podría considerarse como ese espacio “entre lo global
y lo local”). Hemos indicado que la fuente para elaborar las topografías son las
diversas narrativas de los informantes entrevistados donde se evocan las
toponimias en donde han transcurrido sucesos significativos de su vida. La
43
“topografía” total está dada por aquellas toponimias que son mencionadas al
menos por dos informantes como parte de su memoria experiencial. Ahora bien,
una medida de “cercanía” o “similitud” entre cada una de las toponimias con el
resto de la topografía, sería la frecuencia con que dos o más toponimias son
mencionadas por cada uno de los informantes. Habrá informantes que coincidan
en todas las toponimias, e informantes que no coincidan en ninguna. Esta
medida de “similitud” entre localidades que pertenecen al universo de informantes
específicos si es representado a través de un modelo de escalas
multidimensionales (MDS por sus siglas en inglés Multidimensional Scaling)
conformará “cúmulos” según la “similitud” entre grupos de toponimias. Estos
cúmulos representan el equivalente a “regiones transnacionales”. Son toponimias
las cuales aparecerán “cercanas” o “alejadas” de acuerdo con la frecuencia que
han sido evocadas juntas por los informantes. Así, entre la toponimia y la
topografía, hay una gradiente de cúmulos que pueden llegar a formar
agrupaciones de toponimias claramente delimitadas. Cada comunidad
transnacional varía en el número de cúmulos que constituyen su topografía, y la
manera más o menos compacta en que se presentan. En otras palabras, el
proceso de “acumulación” es una medida de “similitud” entre las toponimias que
conforman la topografía de la comunidad. Si encontramos un grado alto de
similtud o “acumulación” entre las toponimias, estamos ante una comunidad cuya
espacialidad tiene una forma específica interna.
Así, mi propuesta es que el problema de las escalas de trabajo para el
estudio de las comunidades transnacionales, puede resolverse a partir de
representaciones geográficas en las que definimos niveles de agregación que van
del nivel de mayor agregación que es la “topografía” (totalidad de toponimias
compartidas por la comunidad desterritorializada); los “ámbitos” (grupo de
toponimias afines que forman cúmulos que podríamos identificar como regiones transnacionales a los que en la práctica la gente se refiere como “Oaxacalifornia”,
Pueblayork, etc.) y finalmente a la toponimia o localidad según constituye ésta un
hito en la narrativa de los informantes, y cuya pertenencia a la geografía de la
44
“comunidad” depende de si forma parte o no de geografía compartida por varias
narrativas vitales.
En las figuras anteriores nos esforzamos por referirnos a las “toponimias”
en vez de a “localidades” e “historias de vida” y no vivencias. Esto se debe a que
nuestra metodología transforma al “informante” en “etnógrafo”. Así que, no
observamos la llegada de todos ellos a una localidad, sino que recogemos de la
memoria de ellos la interpretación de los hechos (esto incluye omisiones, olvidos,
imaginaciones, silencios estratégicos, etc.).
La terminología tiene una relevancia adicional, y tiene que ver con lo que
pensamos es el aporte principal de la metodología que proponemos. A saber, que
estas representaciones contrastan por un lado con las “cartas geográficas",
mientras que por el otro lado no estamos hablando de “imaginarios” o “cultural
landscapes”. Es decir, no es una aproximación fenomenológica donde se propone
que la organización de la realidad es independiente de la realidad misma. El
modelo que proponemos a continuación, se sustenta en la idea de que las
representaciones gráficas de la comunidad son el resultado de la narración de
experiencias vividas. Lo cual las hace una tercera categoría que difiere de la
aproximación que se pretende “realista” (espacios transnacionales) y la
“fenomenológica” (imaginary homelands o mapas mentales). A este modelo lo he
llamado “topografía”.
Si enunciamos los lugares que visitamos en un día (guardería, tienda,
universidad, fonda, guardería y casa) articulamos lugares que en la geografía de
las distancias se encuentran lejanos, pero que con nuestra experiencia influimos y
hacemos converger de muchas maneras. De una cierta manera, la guardería y la
casa, por distantes que estén, están en nuestra representación y experiencia más
cercanos que algunas calles y casas del vecindario donde vivimos pero que nunca
transitamos ni visitamos. A estos “espacios narrados”, articulados por el
componente “vivencial”, les hemos nombrado “ámbitos”. Una familia comparte
ciertos espacios, pero cada miembro de la familia tiene su propio ámbito. Así, en
la topografía de una comunidad (formada por la totalidad de toponimias
45
mencionadas al menos por dos de los miembros de la comunidad) existen
distintos ámbitos articulados no por el criterio de la distancia que media entre ellas
cuantificada en unidades métricas, sino que articulado por la cercanía entre
toponimias establecida a partir de la frecuencia con que éstas fueron mencionadas
en el total de las historias vitales.
46
Ambitos vividos 1940-1960
Villa
Juárez
SON
Independencia
Santa
Cruz
Ensenada
BCN
San Juan
Mixtepec
Sta. Ma
Teposlantongo
Ambitos vividos 1940-60
Lo que representamos originalmente como un “espacio transnacional” en
una carta geográfica con los estados de Sonora, Baja California y Oaxaca, en la
topografía aparecen como dos “ámbitos”: uno articulado solamente por localidades
ubicadas en el municipio de origen, el segundo (a la izquierda) articulando
localidades en Oaxaca, Sonora y Baja California.
47
Ambitos vividos 1960-1980
Deming WA
Nissa OR
Homestead
FL
L. A. CA
Villa Juárez SON
Salt Lake
City UT
Ontario OR
Col. V.
Guerrero
BCN
Apatzingán
MICH
Jamiltepec
OAX
Ensenada
BCN
Nampa IA
Hermiston
OR
San Juan
Mixtepec
OAX
Madera CA
Col
Bondojito
DF
Ruiz
Cortínez
SIN
Independen
Hermosillo
cia OAX
SON
Guamúchil
Cd.
SIN
Obregón
SON
Los Mochis SIN
Tlaxiaco
OAX
Tapachual CHIS.
Puerto Escondido
OAX
Cd. Guzmán
Loma
JAL
Bonita OAX
Culiacán
SIN
Chandler AZ
Arvin CA
Oaxaca,
OAX
Sta. Cruz
OAX
Sta Ma.
Teposlantongo
OAX
Wyoming MI
Col. Morelos
DF
Mazatlán
SIN
Puerto Madero
La Paz BCS
CHIS
48
Ambitos vividos 1960-80
El período 1960-80 nos muestra que la articulación de los ámbitos
conforma cuatro cúmulos distintos. Es importante hacer notar, que estos ámbitos
no se constituyen entorno a localidades en el municipio de origen, sino a lugares
como Chandler Arizona, Ruiz Cortínez Sinaloa, Ontario en Oregon etc. Su
centralidad en cada ámbito de vida expresa la centralidad en las narrativas y su
“cercanía” con otras localidades. Uno de los ámbitos muestra localidades en el
“norte” (superior central) otro refiere a localidades en el sur-oeste del país (inferior
izquierda). La representación de estos cúmulos no pretende indicar ni ámbitos
cerrados (más bien articulados con mayor intensidad), ni acotados al número de
ellos indicado dentro de cada círculo (son el resultado del acotamiento del número
de localidades incluidas en el estudio).
Si comparamos el modelado de los ámbitos de 1940-60 con el de los años
1960-80 notaremos que hay una proliferación de ámbitos. La comunidad se ha
subdividido en espacios narrados, algunos de los cuales corresponden a regiones
en la cartografía geográfica, pero otros de estos espacios comprehenden un
número de toponimias distantes en la geografía espacial, pero cercanas en las
narrativas vivenciales.
49
Ambitos vividos 1980-2000
Burley ID
West
Jordan UT
Hermiston
OR
Melding
MI
Mt. Olive
NC
Caborca
SON
Aragón
DF
Rupert ID
Quinton
VA
Quincy
WA
Salt Lake
Cty. UT
Modesto
CA
Medina
NY
Bakersfiel
d CA
Lawrence
Wood SC
La Belle
FL
Wilson NC
Wilmingto
n Beach
NC
Elwood IN
Nissa OR
La Paz
BCS
Matamoro Bufalo NY
s TAMPS
Arvin CA
Madera
CA
Plant City
FL
Col. V.
Gro. BCN
Bonita
Spr. FL
Sta. María
CA
Toledo
OH
Empalme
SON
Tijuana
BCN
Fresno
CA
Culiacán
SIN
Homestea Benson
Ensenada
San Juan
d FL
NC
BCN
Mixtepec
Tampa FL Independe
ncia OAX
Vancouve
Tarboro
Burgaw
Elwood IN
r WA
NC
NC
Fremont
Dunkirk
Villa
OH
NY
Juárez
SON
Raleigh
Woodburn
Albion NY
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NC
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Green
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Wood NC
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Naples FL
Oaxaca
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Lockport
Ontario
San
FL
NY
OR
Quintín
BCN
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MEX
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Seattle
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Rocky
Rocky
Americus
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Mochis
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Chiautla
Camalú
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Charles
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BCN
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L.A.
Frankfort
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Sta. Cruz
OAX
Mattawa
WA
Hermosillo
SON
Tepozlant
ongo OAX
Tlaxiaco
OAX
Plymouth
IN
Orlando
FL
Phoenix
AZ
Huajuapa
n OAX
Kerman
CA
Miami FL
Nochixtlán
OAX
La Joya
BCN
50
Ambitos vividos 1980-2000.
Para el período 1980-2000, la comunidad se ha dispersado en el espacio,
pero reconfigurado en dos ámbitos. Han desaparecido algunas toponimias, pero
aparecido muchas más.
Ejemplos de la “cercanía”
entre toponimias en la
topografía cotidiana de los
mixtepequenses los
encontramos en diversos
contextos de la comunidad. A
la derecha podemos observar la
placa que se encuentra en el piso de la iglesia de San Juan Mixtepec en Oaxaca.
El texto indica “Este piso fue donado por los paisanos radicados en la C. de
México y Chandler Arizona EEUU. Marzo 18 de 1984”. La presencia discursiva de
los “paisanos radicados” en otras latitudes reduce distancias que de otra forma
parecen insalvables.
51
Encontramos otros ejemplos de esta “cercanía”
discursiva en otras latitudes de la comunidad
transnacional. El ejemplo que tenemos a la izquierda
es el cartel de entrada a un negocio en la Ciudad de
Madera California en el que se ofrece servicios de
traducción, preparación de declaraciones de
impuestos, gestoría para tramitar divorcios,
ciudadanías, inmigraciones, residencias, y asilos
políticos. Todo en idioma mixteco. La dueña del
negocio, una mixteca de segunda generación y
trilingüe organizó durante los años 80 una asociación
de mixtecos denominada “MICA”. Una de sus principales proyectos fue el de
dignificar las condiciones de vivienda de los mixtecos en la Ciudad de Madera, ya
que en las temporadas de alta demanda de trabajadores, muchos vivían en
condiciones deplorables.
Las implosiones del espacio en estas
geografías alternativas aparecen en muchos lados
y son producto de la experiencia y no siempre de
estrategias discursivas. Ejemplos vivientes y
cambiantes de estos procesos los vemos cuando
observamos las placas de los automóviles que
circulan por la topografía de Mixtepec. Esta fotografía fue tomada en San Juan
Mixtepec Oaxaca donde encontramos una diversidad de toponimias marcadas en
las placas de los vehículos circulantes por los pueblos y ranchos del municipio,
especialmente en el mes de diciembre cuando mucha gente viene a la población a
visitar y celebrar bodas y bautizos.
52
Algunas manifetaciones de esta
“acumulación” de toponimias donde se
implosionan lugares que son lejanos en el
espacio pero cercanos en la experiencia,
son públicas como en el caso antes
mencionado de la placa en la iglesia del
pueblo. Pero muchas manifestaciones
más las encontramos en el contexto
privado. Son, literalmente, el “contexto” en el que se vive la cotidianidad en las
comunidades transnacionales. La fotografía de la derecha fue tomada en 1994 en
el interior de una tienda pequeña en San Juan Mixtepec. El calendario del “El
RANCHITO MARKET” fue impreso para 1991 pero nunca usado para situarse en
el tiempo -a juzgar por la presencia de todas las hojas desde el mes de enero-.
El calendario es un instrumento geográfico que aparentemente funciona en ambas
direcciones: Para la comunidad de habla hispana en Lamont, recuerda los parajes
de origen (una referencia bucólica al rancho del terruño imaginado); en la otra
dirección, implosiona la memoria de Lamont en California y el Barrio Centro en
San Juan Mixtepec, Oaxaca.
53
Profundidad histórica de las
toponimias en los ámbitos
actuales (1980-2000)
Burley ID
West
Jordan UT
Hermiston
OR
Melding
MI
Mt. Olive
NC
Caborca
SON
Aragón
DF
Rupert ID
Quinton
VA
Quincy
WA
Salt Lake
Cty. UT
Modesto
CA
Medina
NY
Bakersfiel
d CA
Lawrence
Wood SC
1920-2000
Elwood IN
Nissa OR
1960-2000
1980-2000
Orlando
FL
Vancouve
r WA
Tarboro
NC
Fremont
OH
Raleigh
NC
Payett ID
Bonita
Spr. FL
Sta. María
CA
Toledo
OH
Wilmingto
n Beach
NC
La Paz
BCS
Empalme
SON
Matamoro Bufalo NY
s TAMPS
Arvin CA
Madera
CA
Plant City
FL
1940-2000
La Belle
FL
Wilson NC
Tijuana
BCN
Fresno
CA
Col. V.
Gro. BCN
Culiacán
SIN
Homestea Benson
Ensenada
d FL
NC
BCN
Tampa FL Independe
ncia OAX
Burgaw
Elwood IN
NC
Dunkirk
Villa
NY
Juárez
SON
Woodburn
Albion NY
OR
Green
DF
Wood NC
Eloise FL
Lockport
NY
Rocky
Point
Wilmingto
n NC
Cape
Charles
VA
L.A.
Plymouth
IN
Phoenix
AZ
Provo UT Huajuapa
n OAX
Ontario
OR
Americus
GA
Hermosillo
SON
Tepozlant
ongo OAX
Tlaxiaco
OAX
Cd.
Obregón
SON
Huron CA
Rocky
Mount NC
Mattawa
WA
San Juan
Mixtepec
Naples FL
Wahneta
FL
Frankfort
in
Sta. Cruz
OAX
Los
Mochis
SIN
Chiautla
PUE
Kerman
CA
Oaxaca
OAX
San
Quintín
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El análisis matemático y gráfico del programa Anthropac sugiere la
conformación de dos cúmulos en una topografía que, por lo demás se distribuye
en forma relativamente homogénea. No estamos ante una comunidad que se ha
dividido en dos por sus prácticas, sino que pese a su cercanía muestra dos
inclinaciones diversas representadas aquí espacialmente.
El análisis que seguirá más adelante será el de entender estos ámbitos, sus
similitudes, diferencias, y criterios que los organizan.
Cabe aclarar que la diferencia de este análisis y el uso del concepto “ámbito
vivido” con otros conceptos como el de “mundos de vida” , es que mientras que
otros estudios usan el concepto para referirse a espacios “reales”, nosotros lo
usamos como una tecnología, una herramienta, burda y explícitamente artificiosa,
que nos permite organizar la información que los informantes han organizado en
sus propias narrativas. Podría haber otras formas de representación y podría
también haber otras espacialidades que no residen en la memoria sino en el
olvido y en los sentimientos (Besserer 1993, 1999c).
La propuesta de análisis de nuestro material a través de la idea de mapas
lingüísticos, y la posterior búsqueda de las dimensiones organizadoras de estos
espacios vivenciales/cognitivos, nos permite avanzar en la discusión que se ha
hecho ya clásica en los estudios transnacionales entre la pertinencia de estudiar
los “hiperespacios” (Jameson 1991) y “la compresión tiempo-espacio” (Harvey
1989), contra la posición que propone un énfasis en la localidad y el lugar (Arce y
Long 2000, Torres 1994). Nuestra propuesta es que ambas posiciones presentan
una “ceguera de enfoque”. Esta propuesta sugiere y permite, una aproximación
multifocal que pensamos ayuda a resolver el problema de escalas: Ciertamente
hay una rearticulación de localidades de otra forma discontinuas, en espacios
impensables en la geografía euclidiana (pero pensables en la vida diaria en que la
inmediatez del “chatroom”, del “teléfono” de la “transmisión en vivo y en directo”
nos obligan a vivir estos espacios implosionados), pero hay diferencias a su
interior, de profundidad, de centralidad, de escala, de cercanía, de similitud etc.
El estudio translocal no es, desde esta perspectiva, contradictorio con el estudio
multilocal o incluso unilocal. Las especificidades del estudio de la topografía en su
55
conjunto es diferente que el estudio de un ámbito o de un grupo de topografías o
de una de ellas en particular. La posición estructural de cada localidad en el
concierto de la topografía es particular, contrastable y comparable con otros dentro
y fuera de esta topografía. Y esto nos lleva a un elemento importante de esta
metodología. La posibilidad de iniciar estudios comparativos de comunidades
transnacionales basados en metodologías comunes de estudio.
56
VII. Dimensiones de la vida transnacional.
La representación de la geografía de las comunidades transnacionales en la
forma de topografías permite iniciar un trabajo comparativo entre comunidades
transnacionales basado en el número de toponimias que le componen y el número
y características de los ámbitos en los que se estructura (regiones
transnacionales que pudieran ser los equivalentes a los barrios y las mitades en la
etnografía clásica). Así también hay una espacialización diferencial de cada
comunidad de acuerdo con la especialización de los espacios que ocupa. Por
ejemplo, no todas la toponimias son identificadas con actividades rituales. La
educación está asociada frecuentemente a toponimias a las cuales no se le
asocian actividades laborales. De esta manera, ritualidad, ciudadanía, cultura,
educación, etc. son procesos que en tanto que prácticas culturales, cuando se
espacializan diferencian la topografía transnacional formando divisiones al interior
de ésta, a las cuales denominaremos “dimensiones”.
La especialización de las actividades que realiza la comunidad en ciertas
localidades (y la articulación de estas localidades entre sí) hace que, por ejemplo,
la geografía laboral y la educativa de la comunidad no sean coextensivas. En la
etnografía nos percatamos de que incluso, frecuentemente hay una remarcación
de las fronteras entre una dimensión y otra; así por ejemplo los mixtepequenses
que siguiendo el trabajo agrícola llegan a los campos laborales en San Quintín
pueden estar relativamente distanciados de los paisanos que viven en el mismo
valle y asisten a las escuelas locales mientras sus padres trabajan en los Estados
Unidos. Esta relativa independencia entre las dimensiones de la vida
transnacional hace de los puntos de articulación entre dichas dimensiones puntos
relevantes para el análisis etnográfico.
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Nacimientos
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Entre los entrevistados, encontramos que algunos de ellos o de sus hijos
nacieron en localidades ubicadas en lugares que no son las toponimias ubicadas
dentro del perímetro del municipio de San Juan Mixtepec Oaxaca. Hay una
dispersión de los lugares de nacimiento. Más aún, los nacimientos se registran
en ambos ámbitos . En otras palabras, no hay un solo lugar de origen, ni es la
mayor o menor movilidad lo que determina si se registran nacimientos en un
ámbito u otro. Ambos ámbitos son espacios “vitales” en este sentido.
Ser de Mixtepec, no
significa haber nacido en
Mixtepec. Tenemos ya una
población importante que ha
nacido fuera de los linderos
del municipio. Pero aún los
niños nacidos fuera del
municipio frecuentemente
son registrados o bautizados
dentro del municipio (como
veremos más adelante todos los bautizos que registramos en nuestra encuesta
sucedieron dentro del municipio). Por ello, frecuentemente tenemos niños nacidos
fuera del municipio que aparecen en los registros locales.
En la foto de la izquierda aparecen
dos hermanos nacidos en los Estados
Unidos. Sus padres migraron inicialmente
a California y después a Oregon. Hoy los
niños viven en la población de
Harrisonbourg en el estado de Virginia,
en la costa oriental de los Estados
Unidos. La niña me reconoció al llegar a
las “trailas” (casas móviles situadas a las
59
afueras de la ciudad de la ciudad de Harrisonbourg). Comentó con su hermano
que me había visto en San Juan Mixtepec un año antes al subir yo a la camioneta
que salía de la cabecera municipal hacia la población de Independencia.
Efectivamente, su padre fue elegido encargado del comité de aguas en la
población de Independencia en los días en que aplicamos los cuestionarios. Su
padre regresó a la población después de muchos años de vivir fuera a prestar su
“servicio” dando trabajando gratuitamente para la comunidad durante un año
mientras se construía un nuevo aljibe para abastecer de agua al poblado. En
aquella ocasión platicamos sobre la vida en la primaria en los Estados Unidos.
Esta era la primera vez que la niña recordaba haber visitado el poblado de origen
en México. Durante el año que su padre estuvo en México, la familia estuvo varias
veces de visita en la población pero, continuó con sus actividades en los Estados
Unidos.
60
Dimensión ritual
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Resulta interesante identificar que en la topografía comunitaria hay
toponimias asociadas a los rituales para cada ámbito, pero en todos los casos
éstas están localizadas en localidades del municipio de origen. Es decir, se nace
en varios espacios pero se bautizan, casan, confirman, etc. solamente en
poblaciones del municipio de Mixtepec. La concentración de estas actividades en
ciertas localidades ha configurado de manera especial los espacios rituales y
transforma a estas localidades en lugares estratégicos para el estudio de esta
dimensión de la vida transnacional. Este es un problema de “escala”. La
dimensión ritual está contenida en cuatro toponimias, pero los procesos que
suceden ahí no pueden ser reducidos a estas cuatro toponimias pues ahí se
desarrollan los rituales de personas que de una manera u otra transitan por alguna
de las 85 localidades restantes. La situación es un problema de escala en dos
sentidos: a) qué tan grande es la dimensión b) a qué nivel puede realizarse una
investigación: toponimia, dimensión, o topografía general.
Un ejemplo de esta relación entre lo
local y la topografía más amplia de
Mixtepec trataré de explicarla con una
experiencia personal. Fui invitado a ser
padrino de dos niños en en San Juan
Mixtepec, Oaxaca. La familia de mis
compadres llegó desde Homestead
Florida, Culiacán Sinaloa, el D.F.,
Huajuapan Oaxaca y Harrisonbourg
Virginial. Fue una hermosa ceremonia “pequeña”, sólo las familias nucleares de
mis compadres y algunos vecinos. Si se revisan las localidades en el mapa
lingüístico se verá que los asistentes al bautizo, pertenecen a los dos ámbitos
pero se encuentran relativamente cercanos. Es decir, los asistentes de dos
subregiones de la topografía de Mixtepec, se encontraron para celebrar un ritual
en San Juan Mixtepec, Oaxaca. Esta historia nos permite entender un elemento
62
importante de las dimensiones: Aunque una dimensión solamente comprehenda
a cuatro localidades, esto no significa que no involucre o afecte la vida de las
personas en otras toponimias.
Esta situación se repitió en otras
ocasiones rituales con la familia de mis
compadres. En la fotografía de la
izquierda vemos un momento importante
de la boda de un miembro de la familia
radicado en Huajuapan, Oaxaca, en el
que se intercambian los amarres de
flores y se sella con un abrazo la nueva
relación entre las familias de los
contrayentes. El padrino que financió una
buena parte de los gastos radica en los
Estados Unidos. Los padres de la contrayente también viajaron desde los Estados
Unidos para celebrar la boda en su casa de Mixtepec.
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Dimensión educativa
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Los trabajos que realizamos durante nuestra investigación dieron cuenta de que
las prácticas educativas de los mixtepequenses se distribuyen a lo largo de ambos
ámbitos , los cuales notamos que son “completos” en tanto que se realizan en
64
ellos actividades de todas las dimensiones, pero que a su interior hay cierta
especialización geográfica para la realización de estas actividades.
La etnografía de esta “dimensión educativa” mostró que los mixtepequenses han
llevado la educación bilingüe (Mixteco-Español) a muchas de las toponimias
enunciadas en la encuesta, generando una cierta homogeneidad interna de la
dimensión. Ensenada, San Quintín, Huajuapan, Independencia etc.; todas, menos
Homestead en Florida son
localidades con maestros
que hablan mixteco. La
etnografía translocal mostró
también que hay prácticas
transnacionales que
articulan estos espacios en
forma diversa. Algunas
estrategias (especialmente
las de la región de Ensenada
y San Quintín) llevan a los
informantes a los campos
agrícolas tomateros de la región. Otras en cambio resultaron en salidas al nivel
educativo profesional. La articulación que han logrado los mixtepequenses de
estos espacios contrasta con la multiplicidad de “campos educativos" en los que
ellos se encuentren inmersos . El espacio educativo de los mixtepequenses es
más bien (en términos de Foucault) un archipiélago de poderes. Y esto nos lleva a
un elemento importante adelantado por Kearney: el problema de las tasas de
cambio del capital cultural de los mixtecos cuando circulan de una localidad a otra
e intentan valorizar su capital cultural encuentran que hay una parte que no es
transferible al nuevo campo. Hay un costo, una pérdida de valor en el cruce de las
fronteras que subsisten entre los campos que la dimensión educativa de la
comunidad ha aglutinado en la práctica.
65
Los niños que vemos en la fotografía anterior estudian en Harrisonbourg,
Virginia, y nacieron en la costa Este de los Estados Unidos. Ellos han pasado por
varios sistemas pedagógicos, desde el sistema bilingüe (español-inglés) de
California, hasta el de inglés como segunda lengua de Virginia.
La información etnográfica nos muestra que hay conexiones particulares
entre la dimensión educativa y la laboral (salidas en distintos momentos y con
distintos indicadores de éxito la dimensión educativa a la laboral) (Rodríguez
2000).
Así como también registramos distintas conexiones entre la dimensión
educativa y la económica. Los estudios familiares mostraron las transferencias de
recursos de diversas toponimias laborales a los centros educativos principales.
66
Dimensión política
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Nuevamente, las prácticas ciudadanas de los mixtepequenses aparecen
distribuidas en ambos ámbitos . Pese a que el gobierno mexicano no autoriza la
doble ciudadanía (aunque sí la doble nacionalidad), los mixtepequenses ejercitan
una práctica ciudadana en localidades del territorio mexicano que incluye la
participación en actividades comunitarias como las mayordomías, pero también en
puestos en el gobierno municipal; y de la misma manera en Estados Unidos
participación en votaciones, puestos en organizaciones vecinales y comunitarias,
etc.
Existe en los hechos una práctica ciudadana transnacional, y esto se debe
a que los mixtepequenses no
solamente reclaman derechos
transnacionalmente, sino que
tienen obligaciones comunitarias
que les obligan a ser activos
políticamente en ambos lados de
la frontera. En tanto que
miembros de la comunidad están
obligados a acudir a desempeñar
cargos municipales o
comunitarios en Oaxaca cuando
son requeridos, sin importar que
estén radicados en otras latitudes. En la fotografía de la izquierda vemos al
maestro Alfonso López quien fuera en 1990 presidente municipal de San Juan
Mixtepec y que sustituyó al maestro Jerónimo Sánchez propuesto para la
presidencia municipal por un grupo de mixtepequenses en Kerman California,
mientras que el mismo no vivía dentro de los límites del municipio.
Las prácticas ciudadanas además no se dan solamente en el ámbito de
vida que muestra un asentamiento mayor, sino también en aquel que tiene una
movilidad creciente.
La vida política transnacional de la comunidad de San Juan Mixtepec se
concreta de varias maneras. Una de ellas es a través de las organizaciones
68
binacionales que se han dado. Un ejemplo de ello es la Asociación Cívica Benito
Juárez (cuyo dirigente en 1996, Filemón López, aparece en la fotografía a la
derecha mientras es entrevistado en Los Angeles por el noticiero ECO)
Pero la vida política transnacional
no se reduce a las “organizaciones
binacionales” o “transnacionales”. La
comunidad tiene una vida política
transnacional propia que excede a las
organizaciones que si bien son más
visibles, tienen estructuras y prácticas
que no comprehenden la totalidad de la
vida política y ciudadana de las
comunidades. Los resultados de la
investigación indican que para el
entendimiento de las prácticas políticas de las comunidades transnacionales hay
que ir más allá de los útiles planteamientos de la “ciudadanía multicultural” de
Kymlica o la "ciudadanía cultural" de Rosaldo que reivindican la pluralidad cultural
en la práctica política en un lugar determinado (el “borderland”) para incluir una
"ciudadanía transnacional” que incluya las prácticas políticas translocales de la
comunidad.
69
Dimensión cultural
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Contrasta con los resultados que obtuvimos en la dimensión ritual, los resultados
de la vida cultural de la comunidad. Si bien los informantes indicaron que sus
bodas, bautizos, rituales asociados con la producción, etc. se realizaban todos en
las localidades de San Juan
Mixtepec en Oaxaca, no
sucede lo mismo con la
participación en actividades
culturales. La participación
en bailes, en grupos
musicales mixtecos, en
actividades dancísticas, no
se restringe a las
localidades en la
comunidad de origen.
Nuestra investigación
siguió a músicos, grupos
musicales y ritmos de la chilena en México y Estados Unidos, y encontró que hay
un flujo de casetes, videos, y músicos que unen diversas localidades de ambos
ámbitos de la comunidad. Grupos como el
“Flamix”, cuyo nombre es una compresión
lingüística de “Florida” y “Mixtepec”, combina
los ritmos tocados por el ensamble de una
banda tradicional del pueblo y las “rolas” de
una tecnobanda. Los integrantes de “Flamix”
combinan en sus propias experiencias vitales
la condición de jornalero agrícola y músico.
La compresión, mixtura, o yuxtaposición de
estas realidades se expresa en su
desempeño artístico y alude a los
71
sentimientos de quienes en muchos puntos de la topografía comparten estos
ritmos.
La Radio Bilingüe y las radios locales que ésta enlaza y que transmiten en
idioma Mixteco en México y Estados Unidos, juegan un papel importante en la
difusión de las prácticas musicales transnacionales y en el impulso a la formación
de nuevos grupos musicales a lo largo de la topografía mixtepequense.
Las prácticas culturales incluyen también la formación de grupos de danza y
de actividades culturales con participación de grupos culturales y políticos en
diversas partes de la etnografía mixteca. A la izquierda puede observarse la foto
de un danzante interpretando el papel de “Arriero” en el contexto de la visita de la
banda mixteca de San Francisco Paxtlahuaca “Brillo de Sol” a la Ciudad de Selma
en Californial.
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Paseo
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Renato Rosaldo nos ha
puesto en alerta a los científicos
sociales, de que debemos ser
conscientes de que nuestros
escritos también los realizamos
en el marco de géneros literarios.
En los escritos de migración, el
género más usado es el de la
escritura melodramática. Tanto
investigadores como informantes recurren a él para expresar los dramas de la vida
real. Pero la vida real de los migrantes también se desarrolla en otros géneros
como la picaresca y la novela de viaje (ahora llamado "género carretero"
refiriéndose a las películas que se desarrollan principalmente a lo largo de las
carreteras). En las entrevistas frecuentemente encontramos que muchas
toponimias se evocaron en contextos de “visita”, “viaje”, “paseo”, etc. La
fotografía que vemos en esta página fue tomada en un camión en el camino de
Mixtepec a la ciudad de México. El joven fotografiado había visitado por primera
vez San Juan Mixtepec, el pueblo de origen de su padre. El motivo del viaje:
paseo.
Encontrar esta realidad nos puso en alerta a la
necesidad de poner atención a otros tipos de espacios
más allá de los espacios laborales y políticos. Esos
espacios pueden incluir a su vez espacios recreativos y
lúdicos. O, como es el caso de las localidades como
Chiautla Puebla, estas localidades quedan fuera de la
casi omnivoca dimensión laboral. A Chiautla no se va a
trabajar.
Es una realidad que el concepto de migrante es insuficiente para explicar
las trayectorias de vida que conforman las topografías de los mixtepequenses.
Aunque puede parecer frívolo, el concepto de “viaje” reasigna “agencia” al transito
74
entre lugares. En este caso, los espacios lúdicos son espacios de “viaje” también;
no siempre al estilo “cosmopolita” o del “jet-set”. Más de uno de estos destinos de
viaje son “intersticios” lúdicos en la geografía laboral. La presencia de estos
lugares nos hace reflexionar sobre el propósito múltiple de la prácticas
transnacionales, en las que se implosionan las diferentes dimensiones de la vida
transnacional combinando política, economía, cultura y esparcimiento, sin que ello
opaque la importancia de los temas indignantes de la condición transnacional.
75
Dimensión laboral
Burley ID
West
Jordan UT
Hermiston
OR
Melding
MI
Mt. Olive
NC
Caborca
SON
Aragón
DF
Rupert ID
Quinton
VA
Quincy
WA
Salt Lake
Cty. UT
Modesto
CA
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NY
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Wood SC
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FL
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Wilmingto
n Beach
NC
Elwood IN
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La Paz
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Matamoro Bufalo NY
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Madera
CA
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FL
Col. V.
Gro. BCN
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Spr. FL
Sta. María
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OH
Empalme
SON
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BCN
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CA
Culiacán
SIN
Homestea Benson
Ensenada
San Juan
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NC
BCN
Mixtepec
Tampa FL Independe
ncia OAX
Vancouve
Tarboro
Burgaw
Elwood IN
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NC
NC
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Villa
OH
NY
Juárez
SON
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NC
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Green
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Obregón
SON
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Naples FL
Oaxaca
OAX
Wahneta
Lockport
Ontario
San
FL
NY
OR
Quintín
BCN
Netza
MEX
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WA
Rocky
Rocky
Americus
Los
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Point
GA
Mochis
SIN
Wilmingto
Cape
Chiautla
Camalú
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BCN
n NC
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L.A.
Frankfort
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Sta. Cruz
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Mattawa
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Hermosillo
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ongo OAX
Tlaxiaco
OAX
Plymouth
IN
Orlando
FL
Phoenix
AZ
Huajuapa
n OAX
Kerman
CA
Miami FL
Nochixtlán
OAX
La Joya
BCN
76
En el trabajo translocal que realizamos sobre la dimensión laboral de la comunidad
de San Juan Mixtepec, nos situamos en
dos heterotopias con el afán de
compararlas. La primera es la cadena de
mercancía del (Besserer 2001). La
segunda, es la cadena global de
producción del pollo (González 2000).
Quisimos comparar el encuentro entre la
comunidad transnacional y estas dos
cadenas. La cadena del tomate ha sido
central para la configuración del ámbito
“en movilización”. Los mixtecos trabajan en distintos puntos de la cadena que van
desde la producción de semilla (un ejemplo de ello es “Seminis” en San Quintín,
Baja California) hasta la cosecha de la planta misma (En la fotografía al calce
pueden observarse las estructuras cerradas para la producción del jitomate en
San Quintín, Baja California).
La movilidad en este trabajo es alta y frecuentemente los patrones los
contratan por una temporada y los llevan por las regiones transclimáticas que son
complementarias en los tiempos de su producción (como en el caso de la
compañía 4L’s en Florida).
77
El trabajo en la producción y procesamiento de pollos y pavos en cambio,
situado en la región industrializada del ámbito en asentamiento, contrata a los
mixtepequenses de igual manera en varios puntos de la cadena. Lo particular de
la cadena del pollo es que es “localizada” y “localizadora”. La producción se
realiza en plantas que distan solamente un par de kilómetros de la producción del
grano y el alimento (más abajo puede observarse una de las plantas procesadoras
de semillas para alimento de ganado en Harrisonbourg). Encontramos una
fragmentación importante de la comunidad que se presenta frente al capital como
diferenciada étnicamente, y cambiante de identidad étnica conforme transita por
diferentes espacios urbanos de Harrisonbourg. Distintas zonas habitacionales de
la ciudad (los departamentos más
centrales) y sus alrededores (las “trailas”,
los campos de trabajadores) se identifican
con distintos tipos de trabajo en diferentes
puntos de la cadena productiva, que están
estamentados para distintos grupos
étnicos. La comunidad transnacional
mixteca transita por estas zonas
habitacionales al tiempo que consiguen
nuevos y mejores salarios. Regresan más
amenudo a la población hasta quedarse
con mayor permanencia. La misma
comunidad transnacional nutre así un
sistema postfordista estamentado.
Los mixtepequenses son en ocasiones “indígenas” y en otras “mexicanos” o
“chicanos”. Encontramos entonces dos procesos diferentes, uno por parte del
capital que compartimentaliza información y espacios, y otro de la comunidad que
se transforma y amolda a las necesidades del capital en los espacios formados
por éste. El punto más importante es que tanto los trabajadores del jitomate
78
como los del pollo se encuentran en distintas posiciones o “cajas” dentro de
cadenas de mercancía transnacional donde trabajan.
79
La dimensión laboral en contexto histórico: de los hiperespacios
a las heterotopías.
Hemos revisado ya la conformación histórica de la topografía de la
comunidad y la configuración en el tiempo de diversos ámbitos de la topografía
general de la comunidad. La pregunta que nos hacemos ahora es ¿cómo se
explica la disposición de las toponimias en el marco más general de la
topografía?, ¿son características preferentemente intrínsecas a las comunidades
las que organizan su espacialidad, o son los “campos” más amplios (campusuniversitario, campo-educativo, campo-agrícola, etc.) los que determina la
estructura relacional o dimensiona el espacio transnacional de las comunidades?
(v. Kearney 2002)
En nuestra investigación intentamos encontrar los ejes organizativos de la
topografía en las dimensiones de las historias de vida los entrevistados.
Exploramos si las toponimias se organizaban preferentemente de acuerdo a
experiencias en la dimensión educativa, vital, ciudadana, cultural, laboral, de viaje,
etc. Encontramos que la vida de la comunidad se entiende mejor como una
organización de la comunidad en torno a la organización de la dimensión laboral
transnacionalizada.
En la revisión que hemos hecho de las diferentes dimensiones, hemos visto
que en prácticamente todos los casos tenemos toponimias asociada a la
dimensión analizada en cada uno de los ámbitos transnacionales de la comunidad.
Este dato parece indicarnos que no es en torno a estos ejes que se organiza la
topografía transnacional de Mixtepec. El único caso que sobresale es el de la
dimensión laboral donde casi todas las toponimias están asociadas a experiencias
de trabajo remunerado.
Si bien la disposición de las toponimias no se entiende en un eje que vaya
en una gradiente de “trabajo” hasta “no-trabajo”, si pudimos suponer que
características internas de la dimensión laboral podían estar sirviendo como eje
estructurador de las disposiciones de las toponimias en la topografía general.
80
Cuando exploramos con más detalle la dimensión laboral de la comunidad
encontramos que las toponimias se encontraban relacionadas con el trabajo en
torno a ciertos nombres de productos “tomate”, “fresa”, “algodón”. La imagen de
los ámbitos era la de “archipiélagos de productos” (ver Foucault 1979 sobre
“archipiélagos de poder” ).
A continuación revisaremos la manera en que se estructuró históricamente
la topografía de la comunidad transnacional, para observar el papel que pudieron
haber jugado los productos en los cuáles se laboraba como organizadores de la
disposición de las toponimias.
81
82
Espacios laborales 1960-1980
MAYOR
MENOR
CIRCULACION
CIRCULACION
TOMATE
Y
FRESA
TOMATE
Salt Lake
City UT
Ontario
OR
Col. V.
Guerrero
BCN
UVA
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Nissa OR
Apatzingá
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d FL
Jamiltepe
c OAX
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Angeles
CA
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Hermiston
OR
Villa
Juárez
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BCN
San Juan
Mixtepec
OAX
Col
Bondojito
DF
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Ruiz
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SIN
Independe
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Culiacán
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Hermosillo
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Sta. Cruz
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MI
Tapachula
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Madero
CHIS
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Col.
Ferrocarril
ero DF
La Paz
BCS
Puerto
Escondido
OAX
Cd.
Guzmán
JAL
Loma
Bonita
OAX
ALGODON
CONSTRUCCION
83
Aparentemtne, podemos identificar que en el período 60-80 uno de los
ámbitos (el cúmulo en el extremo izquierdo) se asociaba a productos que ofrecían
trabajo durante un período del año y que la cercanía relativa de estos productos se
debe a que en la práctica, para lograr emplearse durante la mayor parte del
tiempo, los sujetos entrevistados circulaban entre localidades distantes
geográficamente, pero que se complementaban en los períodos de producción
anual. El producto central en este período era el tomate que se articulaba con
otros productos en mancuernas como tomate-uva, tomate-tomate, tomate-algodón
etc. El segundo ámbito (derecha) parece haberse asociado a actividades o
mercancías que ocupaban a los entrevistados por todo el año.
Así, el eje organizador de este período parece ser la velocidad de
circulación relacionada con la estructura del mercado de trabajo en el cual se
inserta la comunidad transnacional.
MAYOR
CIRCULACIO
TOMATE
Y
ALGODÓN
ALGODON
MENOR
CIRCULACIO
TOMATE
Y
UVAS
TOMATE
UVA
CONSTRUCCION
La dimensión de la vida de los trabajadores que organiza de manera distinta
las toponimias en un ámbito de la vida y en otro es la del plano laboral, pero en
84
última instancia es un concepto que involucra tanto el espacio como el tiempo. El
componente principal de esta dimensión es el resultado de la articulación entre
espacio y tiempo, algo que podríamos denominar “movilidad”. El primer ámbito
(izquierda) está conformado por toponimias-producto que permiten un empleo
estacional y que se articulan a lo largo del año en las historias laborales: El
algodón de Sonora con el tomate de Baja California; el tomate del sur del valle de
San Joaquín con la uva en el centro del valle.
La estacionalidad de los productos enunciados y la densidad de las
relaciones entre los lugares distantes en la geografía, sugieren gran circulación de
los entrevistados entre estas localidades. Otros entrevistados parecen circular
entre espacios climáticos complementarios de un mismo producto-toponimia: el
tomate.
La proximidad de toponimias (que están distantes en la geografía espacial)
dentro de los cúmulos que hemos llamado “ámbitos” constituye en sí misma una
situación de lo que Jameson ha denominado “espacios discontinuos”.
Pero lo que resulta interesante en este caso, es que entre 1960 y 1980 el
centro de la actividad de la comunidad es articulado en torno a toponimias
asociadas a la producción de tomate. En otras palabras, no estamos solamente
ante “hiperespacios” de la comunidad, sino que esta a su vez parece estar
relacionada con la estructura y ritmo de la producción agrícola.
Lo que parecería un “archipiélago” de toponimias, cuando se le ve a la luz
del movimiento anual de los trabajadores entre “productos” o articulando
toponimias asociadas al mismo producto pero en regiones geográficas distintas
(jitomate, algodón y uva) sugieren la idea de que lo que son “espacios
discontinuos” unidos por las prácticas laborales de los mixtepequenses puedan
ser nódulos integrantes de diversas cadenas de mercancía formando
“hiperespacios” organizados por la lógica de la producción agrícola transnacional
(Besserer 1993).
Mientras que el ámbito a la izquierda parece estar entonces asociado a
“hiperespacios” de la producción agrícola que fueron articulados por las
experiencias narrativas de los entrevistados, el ámbito a la derecha parece estar
85
asociado a actividades que permiten la permanencia y empleo a lo largo del año,
ya sea por que ofrezca una combinación de productos complementarios en
términos de su requerimiento de mano de obra, o porque son actividades que
ofrecen alternativas laborales para todo el ciclo anual. Así, tenemos que uno de
los ejes articuladores de la topografía es la movilidad requerida por el tipo de
trabajo al que tuvieron acceso los entrevistados en este período.
86
Espacios laborales
1980-2000
MENOR
CIRCULACION
MAYOR
CIRCULACION
TOMATE
Burley ID
CONSTRUCCION
West
Jordan UT
MANZANA
Hermiston
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UVA
Melding
MI
Mt. Olive
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AGRICULTURA
FLEXIBLE
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La Paz
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BCN
Mixtepec
Tampa FL Independe
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OAX
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Rocky
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GA
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Wilmingto
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SERVICIOS
MARRANOS
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Orlando
FL
Phoenix
AZ
Huajuapa
n OAX
Kerman
CA
Miami FL
Nochixtlán
OAX
La Joya
BCN
PAVOS
87
Para 1980-2000 se han consolidado las toponimias en dos grandes
ámbitos. El ámbito de mayor movilidad ya no se articula como en el período
anterior en torno a un gran producto como es el tomate. La organización de las
toponimias-producto parece responder más bien a una post-fordización de la
producción agrícola: mayor variedad de productos, producción de varios productos
en la misma toponimia, etc.
Laura Raynolds (1994) nos advierte que en la agricultura post-fordista hay
dos tendencias paralelas: Por un lado un tipo de agricultura cuya “flexibilidad”
reside en la posibilidad de variar con rapidez en el producto que se genera
(pepino, chile, cebollas, etc.) y lleva al mercado. El segundo tipo de agricultura
post-fordista es aquel que requiere de gran inversión, cuya producción depende de
árboles o plantas que tardan varios años en empezar a producir, y cuya flexibilidad
no reside en la sustitución de los productos que se ofrecen, sino en el control
sobre el mercado o en el tipo de contrato y movilidad de los trabajadores que
emplea (Collins 1995).
Podemos notar en la topografía de Mixtepec la conformación de un cúmulo
situado en el extremo izquierdo de agricultura flexible que reúne a Tampa-DunkirkWoodburn que marca una “cercanía” entre lugares tan distantes como Oregon y
Florida que sugieren un gran desplazamiento de los trabajadores; y otros
productos (perenes o que requieren gran inversión) que sugieren una demanda
estacional de trabajo que obligan a los trabajadores a mantener una gran
movilidad entre productos (es decir, una flexibilidad adicional en el terreno
espacio-temporal).
Por el otro lado, el ámbito de la derecha se ha consolidado en torno a
actividades que requieren menor movilidad espacio-temporal (actividades fabriles,
porcícolas y de construcción).
El eje articulador de la topografía relacionado con la dimensión laboral es
entonces el proceso asentamiento-movilización relacionado con las
características del empleo al cual acceden los entrevistados en este nuevo
período.
88
En este período –a diferencia del período anterior- la topografía de la
comunidad se articula con el capital en el contexto de un número mucho mayor de
productos. Ni la comunidad es contenida totalmente por una cadena-producto ni
las cadenas de mercancía son contenidas totalmente al interior de la topografía de
la comunidad. Sin embargo, ambas espacialidades se explican mutuamente.
Estamos ante lo que Foucault nombre “heterotopías”, es decir, formaciones donde
la espacialización es en sí misma un proceso político de subordinación y
contienda, en este caso, en la relación capital-comunidad.
89
MAYOR
CIRCULACION
TEMPORAL
COMPLEMENTARIO
ALTA
INVERSION
PERA
NARANJA
TABACO
UVA
TOMATE
ALGODÓN
MENOR
CIRCULACION
TEMPORAL
VARIABLE
AGRICULTRA
FLEXIBLE
PEPINO
REPOYO
FRESA
PIMIENTO
CONSTRUCCION
E
INDUSTRIA
CONSTRUCCION
POLLO
PORCINOS
En nuestra investigación seguimos las historias de informantes en el
ámbito con mayor movilización y estrategias dispersas y móviles en el espacio,
algunas de las cuales siguen articulándose al interior de un solo producto (tomate),
aunque la mayoría ya no lo hacen de esta manera. También seguimos historias en
el ámbito con menor movilidad y encontramos que algunas igualmente articulan en
su narrativa vital fragmentos de cadenas de mercancía, sólo que menos dispersas
en el espacio (algunos casos de tomate cultivado en invernadero y la cadena de
producción del pollo altamente concentrada en una sola región). Es decir, ambos
ámbitos son atravesados por los hiperespacios de la producción del capitalismo
tardío.
90
Este trabajo muestra por ende improductiva la discusión entre investigación
local vs. análisis de hiperespacios, ya que ambos son parte de la topografía de la
comunidad transnacional. Cada uno constituye un ámbito de la comunidad, y
representan momentos diferentes y escalas diferentes en la topografía
transnacional. De aquí se desprende, que es igualmente impertinente estudiar
localidades sin contemplar los cúmulos espacio-temporales, como sólo estudiar
hiperespacios.
Las redes al interior de la comunidad.
La topografía de Mixtepec nos ha demostrado que la disposición de las
toponimias esta asociada a la movilidad de los entrevistados.
Encontramos dos ámbitos con tendencias por ello opuestas: mientras uno
tiende a la aceleración y des-territorialización, el segundo parece reducir el ritmo
de circulación y tender a la re-territorialización de la vida comunitaria
El proceso de formación de ámbitos o “acumulación” es un proceso en el
pueden quedar opacadas características de la posición estructural que las
toponimias ocupan en la topografía general, o patrones de la relación entre
toponimias al interior de cada cúmulo.
El diseño de redes basado en el número de historias de vida que vinculan
dos lugares através de su propia narrativa vital, nos permitió reforzar la idea de la
importancia que adquieren los ámbitos para entender la vida de la comunidad:
a) El primer hallazgo fue que las relaciones entre las toponimias que se
agrupan en los dos ámbitos del período 1980-2000, forman dos “clicks” , cada uno
con características diferentes. El primero -aquel con mayor circulación internamuestra una mayor densidad en la conectividad entre los nódulos que mostraron
un grado mayor de centralidad. El segundo –aquel con menor conectividadmostró una densidad menor en el número de conexiones que se presentan entre
las principales toponimias.
Así, por un lado, algunas comunidades integran “clicks” con una total
conectividad, intensidad en las relaciones y densidad en el número de relaciones
91
con otras comunidades (nótense la relación entre comunidades que comparten el
color naranja) mientras que las otras (en color amarillo) muestran un grado menor
de conexiones entre sí.
b) El segundo hallazgo tiene que ver con la posición estructural de dos
comunidades –el Distrito Federal y Ensenada- que fungen como “gate keepers” (o
articuladores principales) entre los dos “clicks” que coinciden con cada ámbito de
vida.
El D.F., pero especialmente Ensenada, ocupan una posición estratégica
en la conectividad entre el ámbito “en movilización” y el ámbito “en asentamiento”.
El DF ocupa una posición que enlaza en forma significativa (por el número de
eventos que se registraron envarneciendo este enlace) solamente una posición de
cada ámbito. Pero Ensenada lo hizo con una densidad mayor de relaciones en
cada ámbito. En la práctica, esta posición estructural le ubica en una posición
marginal respecto a su propio ámbito, pero la de mayor centralidad en la totalidad
de la topografía.
92
Articulación entre localidades de la topografía transnacional.
Burley ID
West
Jordan UT
Hermiston
OR
Melding
MI
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NC
Caborca
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Rocky
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Hermosillo
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Quintín
BCN
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WA
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Miami FL
Nochixtlán
OAX
La Joya
BCN
Camalú
BCN
L.A.
Tal vez, a primera vista no podemos ver con claridad la organización de la
red entre toponimias en la topografía, pero una representación en un modelo
estructural puede indicarnos con mayor claridad ambos fenómenos descritos: la
formación de "clicks" y su diferencias estructurales, así como la posición singular
de algunas toponimias que fungen como “gate-keepers” entre los clicks.
93
Oaxac
a
OAX
Niss
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o
OAX
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María
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ARVIN
CA
SANTA
CRUZ
MIXTEPEC
94
Dos “clicks” se identifican en la red. Uno (a la derecha en color amarillo)
muestra una mínima conectividad y se refiere a las toponimias que conforman el
ámbito con menor movilidad y en asentamiento. Un segundo click (a la izquierda
en color naranja) con mayor conectividad, conformado por toponimias que están
articuladas en el ámbito en movilización.
Así, el análisis de la estructura de las redes entre toponimias, refuerza la
afirmación hecha más arriba, en el sentido de que existen diferencias en la
movilidad al interior de los ámbitos de la comunidad, y que estas diferencias se
expresan también en forma estructural por la diferencia en la conectividad de los
clicks que se identifican con cada uno de los ámbitos. Uno de los ejes en torno al
cual se organizan los nombres de las localidades que conforman la topografía de
la comunidad transnacional es el trabajo y el diferencial de movilidad entre uno y
otro ámbitos los cuales describen procesos paralelos para la comunidad de desterritorialización por un lado y re-territorialización por el otro.
94
95
Articulación de los ámbitos transnacionales
Burley ID
West
Jordan UT
Hermiston
OR
Melding
MI
Mt. Olive
NC
Caborca
SON
Aragón
DF
Rupert ID
Quinton
VA
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Madera
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Tepozlant
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NY
Mattawa
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San Juan
Mixtepec
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Eloise FL
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Kerman
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Quintín
BCN
Netza
MEX
Seattle
WA
Albion PA
Miami FL
Nochixtlán
OAX
La Joya
BCN
Camalú
BCN
L.A.
95
96
VIII. Dominios de la vida transnacional.
La tercera limitación a la que nos referimos en las primeras páginas de este
trabajo y que encuentro en los estudios de los “espacios transnacionales” se
refiere a la ausencia de un instrumento que permita entender la espacialización de
las inequidades al interior de la comunidad transnacional. Puede haber sido ésta
una simplificación táctica con el fin de entender mejor la inserción de las
comunidades estudiadas en sociedades más amplias. El hecho es que
frecuentemente se ha obviado el estudio de las diferencias e inequidades al
interior de estas comunidades (muchas veces han sido vistas como homogéneas
en términos de clase y étnicos, mientras que manifiestan ceguera ante las
diferencias de género y de edad).
Mientras que la organización del espacio de las comunidades
transnacionales en términos de “dimensiones” pareciera llevarnos a una visión de
“articulación” o complementariedad entre dimensiones de un todo social, las
formas de inequidad al interior de la comunidad y su expresión en la organización
de los espacios de la misma (dominios) van en el sentido opuesto, es decir,
apuntan hacia conflictos internos, generación de contrastes y desigualdades, e
incluso a la hegemonía conceptual de unos espacios sobre otros.
Usaré el término de “dominio” para referirme a los conjuntos de toponimias
que son compartidas por informantes con características identitarias afines (los
espacios femeninos, los espacios de clase, los espacios de grupos de edad y
lingüísticos al interior de la comunidad, serían expresiones de “dominios”
diferenciados). En este sentido, el dominio sería un espacio compartido por una
minoría social, un punto de vista socializado, una “perspectiva”. Podemos hablar
entonces de un “dominio femenino”, un dominio de los jóvenes, etc.
Es muy importante hacer notar que estos dominios constituyen “puntos de
vista” desde donde se construyen y/o evocan, perspectivas diferentes de la misma
comunidad, y probablemente nociones espaciales también diferentes incluso
refiriéndose al mismo lugar de diversa forma, en idiomas diferentes. De aquí la
97
importancia de no hablar de “lugares” sino de toponimias en esta fase de nuestro
trabajo.
Denominamos en los apartados anteriores “dimensiones” a los espacios
que se articulan a partir de las prácticas culturales, ciudadanas, vitales, educativas
transnacionales elicitadas por los informantes. Las dimensiones son, en términos
generales, cortes intergenéricos, interclasistas, e incluyentes de todos los grupos
de edad. En cambio, los dominios son los espacios articulados por las narrativas
de grupos de la comunidad diferenciados a lo largo de su condición de clase,
etnia, edad y género. Nos preguntábamos al iniciar la investigación, si habría
criterios que subyacieran a la organización de las toponimias en los mapas
lingüísticos. Encontramos que uno de los ejes organizadores de la topografía
transnacional de Mixtepec es la dimensión laboral (velocidad de la movilidad entre
toponimias por un lado y por el otro, la especialización en el trabajo agro-industrial
o en servicios y fabril). Otro de los ejes, como veremos en los párrafos siguientes,
es el género.
El uso del concepto de “dominio” tiene un doble sentido. Por un lado refiere
al concepto lingüístico que denota un grupo de palabras compartido por un grupo
de personas. Pero el concepto, en su polisemia, refiere también al poder y la
política. Hemos analizado (Besserer 1999c) cómo estos dominios son estructuras
de sentimientos transnacionales en los que hay cambios importantes en los
regímenes políticos (culturales, sentimentales, organizativos, ciudadanos) que
sugieren la conformación de una nueva ciudadanía transnacional y una nueva
relación entre los géneros.
Es importante aclarar que la etnografía de estos “dominios” de género de
la topografía de la comunidad, nos ha llevado a la necesidad de problematizar las
categorías nominales de “hombre” y “mujer” , para hablar de masculinidades y
feminidades. También nos ha llevado a la necesidad de hablar en un sentido más
“político” de las estrategias de feminización y masculinización de las
representaciones y experiencias espacializadas.
98
Los “dominios de género” son espacios en contienda, donde la organización
de los campos de poder no es a lo largo de fronteras institucionales como “el
campus escolar”, “el campo agrícola”, el campo militar” etc. (como en las
dimensiones). La organización del poder de los dominios, trasciende y corta a
través de los campos institucionales organizadores de las dimensiones. Los
dominios transforman a los espacios transnacionales en espacios en contienda
que complican la topografía transnacional. Mientras que en las dimensiones las
heterotopías son el resultado de la superposición o traslape parcial de los campos
(por ejemplo las cadenas globales de ciertas mercancías y los espacios de la
comunidad transnacional) en los dominios las heterotopías son el resultado de la
contienda entre clases, edades, etnias y géneros.
99
Dominio masculino
Burley ID
West
Jordan UT
Melding
MI
Mt. Olive
NC
Hermiston Caborca
OR
SON
Aragón
DF
Rupert ID
Quinton
VA
Quincy
WA
Salt Lake
Cty. UT
Modesto
CA
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Wilmingto
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Empalme
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Matamoro Bufalo NY
s TAMPS
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FL
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Sta. María
CA
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BCN
Fresno
CA
Col. V.
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Culiacán
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Homestea Benson
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BCN
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Naples FL
Orlando
FL
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FL
Lockport
NY
Ontario
OR
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Rocky
Mount NC
Rocky
Point
Americus
GA
Wilmingto
n NC
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Charles
VA
L.A.
Los
Mochis
SIN
Chiautla
PUE
Frankfort
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Sta. Cruz
OAX
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WA
Hermosillo
SON
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San Juan
Mixtepec
Provo UT Huajuapa
n OAX
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Oaxaca
OAX
San
Quintín
BCN
Netza
MEX
Seattle
WA
Albion PA
Camalú
BCN
Miami FL
Nochixtlán
OAX
La Joya
BCN
100
Encontramos que los hombres refirieron a casi la totalidad de las toponimias
de la topografía mixtepequense.
En el trabajo etnográfico encontramos que hay una masculinización de
muchos espacios (como algunos tipos de trabajo, las organizaciones comunitarias
binacionales, etc.) que son parte de la vida diaria en lugares o toponimias
compartidos tanto por las narrativas de hombre como de mujeres.
Resulta sin embargo interesante, por la masculinización de la literatura
sobre migración, indicar que hay toponimias que sólo aparecen en las entrevistas
a mujeres. Las topografías migratorias femeninas son un oximoron que sugieren
espacios etnográficos paradójicos. Es importante resaltar que los espacios que no
fueron evocados por los hombres se encuentran en el ámbito con movilidad
menor, y especialmente en la región donde se concentra la vida fabril y de
servicios. Esto sugiere una relación con la feminización de ciertos tipos de
actividades laborales.
101
Dominio femenino
Burley ID
West
Jordan UT
Hermiston
OR
Melding
MI
Mt. Olive
NC
Caborca
SON
Aragón
DF
Rupert ID
Quinton
VA
Quincy
WA
Salt Lake
Cty. UT
Modesto
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Bakersfiel
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FL
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Fresno
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Vancouve
Tarboro
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Juárez
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Woodburn
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Lockport
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BCN
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Seattle
WA
Rocky
Rocky
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Mochis
SIN
Wilmingto
Cape
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Camalú
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Mattawa
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SON
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OAX
Plymouth
IN
Orlando
FL
Phoenix
AZ
Huajuapa
n OAX
Kerman
CA
Miami FL
Nochixtlán
OAX
La Joya
BCN
102
La configuración de un
“dominio transnacional femenino”
parece una múltiple contradicción
de términos. Por un lado, indica
que las mujeres migran (pese a la
invisibilidad en muchos trabajos
sobre migración). Por otro lado
indica que hay espacios desde
donde articulan una narrativa desde su propia perspectiva. Adicionalmente, indica
que en la contienda por la representación de la experiencia transnacional, las
mujeres pueden hacer constar una realidad desde donde hablan con "voz propia".
Es decir, el dominio transnacional femenino, es por un lado un espacio donde la
experiencia genera un punto de vista propio, a la vez que -potencialmente- es un
punto (o espacio) de enunciación alternativa desde donde se narra una vivencia
con voz propia.
En la etnografía hemos aprendido que frecuentemente la experiencia
transnacional de las mujeres es mediada por relaciones de poder que se dan al
interior de las dimensiones de la comunidad. Así, por ejemplo, la decisión de
viajar está frecuentemente atada a razones religiosas, a motivos laborales o a
decisiones escolares donde la experiencia vital es atravesada por las relaciones
de poder propias de cada uno de estos campos. La condición femenina pone a
las mujeres adicionalmente en una posición subordinada en cada uno de dichos
campos. Por ejemplo, en la dimensión laboral frecuentemente las mujeres que
viajan en un grupo de trabajadores que laboran bajo las órdenes de un contratista
estarán subordinadas adicionalmente a las órdenes del esposo o padre quién
establece la relación primaria con el mayordomo y el contratista.
Estos espacios (el del trabajo y la familia desde la perspectiva femenina) se
transforman en puntos de vista de la realidad y en espacios desde donde se narra
dicha realidad, ocasionalmente, con voz propia.
En otro lugar (Besserer 1999c) hemos referido como ha habido un
cambio histórico donde las relaciones de poder en la comunidad han transitado de
103
un régimen basado en el "respeto" hacia un régimen sustentado en la elección.
Hasta 1975 en la comunidad la nominación de las autoridades así como la
designación del compañero de vida eran acatadas por las mujeres por "respeto"
(respeto a los padres, a las autoridades del pueblo, etc.). Hoy, encontramos
historias de mujeres que en la población reclaman respeto para sí, y actúan
eligiendo a sus compañeros de vida y a sus autoridades. El amor romántico ha
sido una nueva realidad sentimental en la comunidad que por un lado contraviene
el régimen sentimental del “respeto” y ha permitido a las mujeres hilvanar espacios
transnacionales (que antes eran fragmentados para ellas) con una retórica propia,
con una voz propia. El amor romántico une a las parejas las relaciones familiares
y a la comunidad y pasa por las mujeres como un depositario del discurso y como
instrumento de contienda contra la vergüenza como sentimiento dominante
asociado al respeto androcéntrico.
Así la dinámica al interior del dominio de género establece nuevas
condiciones al interior de las dimensiones educativa, familiar, cultural etc.
104
Carta geográfica y
topografía
comparativas de los
dominios de género.
Burley ID
West
Jordan UT
Hermiston
OR
Melding
MI
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NC
Caborca
SON
Aragón
DF
Rupert ID
Quinton
VA
Quincy
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Nissa OR
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Orlando
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Tijuana
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MEX
Seattle
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Camalú
BCN
Miami FL
Nochixtlán
OAX
La Joya
BCN
105
En la figura anterior, se muestra la distribución en una carta geográfica de
los espacios de los géneros. El color verde se refiere a los espacios mixtos, el rojo
a los espacios masculinos y el azul a los femeninos. Los “nuevos espacios” son
preferentemente masculinos (Tamaulipas, y otros que pueden encontrarse en la
distribución de la comunidad en las cartas geográficas de 1980-2000). Salta a la
vista que mientras que hay una geografía masculina distendida, solamente unos
cuantos estados refieren a una geografía exclusivamente femenina, y todos en el
centro de México. En las narrativas, estos son lugares donde se deja a los hijos
encargados o internados, lugares donde se realiza trabajo doméstico, o lugares de
estudio (por ejemplo, la Universidad Pedagógica Nacional en la Ciudad de
México). Trabajar en la ayuda doméstica, ser madre, y ser maestra, son relaciones
sociales organizadoras de estos espacios de las mujeres.
Como puede observarse en la carta geográfica, en ese tipo de
representación de la presencia exclusivamente masculina nos sugiere
erróneamente una distancia significativa entre los espacios masculinos y los
femeninos. La topografía que presentamos a la par, muestra otra situación.
En la topografía, encontramos los espacios femeninos en verde, los
espacios masculinos en rojo y los azules son los espacios mixtos. Lo primero que
salta a la vista en él es la “cercanía relativa” de los espacios según condición de
género. Los espacios femeninos aparecen en pequeños cúmulos: San QuintínNetzahualcóyotl, Los Mochis-Chiautla-Camalú-La Joya, Nochistlán-Miami,
Huajuapan-Phoenix-Kerman, etc. Probablemente estamos hablando realmente de
una “acumulación” de género, en el sentido político que pueda dársele al término;
es decir, la acumulación de experiencias y organización de forma tal que estos
espacios empiezan a ser espacios de las mujeres para sí (espacios de género).
Etnográficamente comprobamos que estas no son localidades exclusivamente con
presencia femenina, pero sí descubrimos que son lugares donde los espacios de
género han sido reivindicados de manera sobresaliente. En San Quintín, por
ejemplo, tienen una presencia dominante las mujeres en los sindicatos, pero
106
también las curanderas juegan un papel importante y grupos de mujeres que
actúan frente a la comunidad y se organizan en torno a la radio (v. Besserer 2000).
107
IX. Conclusiones
En la cartografía convencional geográfica, la distancia entre dos lugares
representados por puntos con sus respectivos nombres (toponimias) es relativa al
número de kilómetros que les distancía. Es decir, los 2000 km. que separan a los
habitantes de San Juan Mixtepec Oaxaca, de los miembros de la comunidad que
viven en San Quintín Baja California, podrían ser representados con 20 cm de
distancia en un mapa. Así, todas las toponimias asentadas en una carta
geográfica, tienen una distancia relativa entre si. Resulta sin, embargo, que dos
localidades que pueden estar lejanas en cuanto al número de kilómetros que las
separa, pueden ser muy afines por el contacto continuo que impone la intensidad y
frecuencia de las relaciones de los miembros de la comunidad. Por eso, la
presencia de los mixtepequenses en la Colonia Vicente Guerrero en Baja
California, y en Homestead Florida -pero sobre todo la frecuencia e intensidad de
la relación entre las dos localidades- marca una peculiar “cercanía” entre ellas.
Hemos aprendido de esta comunidad dispersa en la geografía pero
(re)unida por sus prácticas, que las comunidades transnacionales viven en forma
peculiar la configuración espacial de sus prácticas de género. También sabemos
que hay un proceso en el que se nuclean nuevos “centros” económicos, políticos
y culturales de la comunidad. Y descubrimos también que los envíos económicos
no solamente fluyen de los EEUU a México como se propone con frecuencia, sino
también a la inversa, y que las personas viajan entre múltiples puntos del gran
archipiélago comunitario y no solamente entre un origen y un destino. Sabemos
ahora también que en la gran topografía transnacional de estas comunidades, las
diversas dimensiones de la vida comunitaria (las prácticas económicas,
educativas, culturales, los nacimientos y las muertes etc.) tienen “lugar” a lo largo
y ancho de toda la topografía transnacional. Es decir, las comunidades
transnacionales son multicéntricas, multidireccionales, multidimensionales y
expresan dominios de género.
En las páginas anteriores desarrollé un modelo de representación de la
comunidad transnacional de San Juan Mixtepec al que he denominado
108
“topografías” y que está basado en la articulación de la comunidad que se deriva
de sus prácticas transnacionales según fueron descritas en las historias de vida y
cuestionarios por los sanjuanenses mismos.
En la topografía de Mixtepec transnacional encontramos localidades muy
“cercanas” como es el caso de Homestead Florida e Independencia Oaxaca;
mientras que las distancia relativa entre dos comunidades de otra forma contiguas
en el municipio de origen como son Independencia y Santa María Teposlantongo
es muy significativa. Estas cercanías aparecen en la cotidianidad en situaciones
como la del grupo musical “FLAMIX” que tomó la primera parte de su nombre por
el estado de Florida donde se inició, y la segunda parte de su nombre por
Mixtepec que es el lugar de origen de los seis miembros del conjunto. Esta
tecnobanda se ha encargado de llevar el ritmo de las “chilenas” Oaxaqueñas en
sonido tecno a las fiestas mixtecas en el Estado de Florida. Arvin es un centro
político importante de la comunidad por la organización de los transmigrantes.
Culiacán es un centro significativo por ser el lugar donde un gran número de
sanjuanenses han estudiado educación superior. Homestead es el centro laboral y
económico más importante de la comunidad. Mientras que Camalú es un centro
de residencia y trabajo muy importante para las mujeres sanjuanenses. Ensenada,
por su parte, es el centro estructural de la comunidad. La direccionalidad de las
remeses de Homestead a Culiacán contraviene nuestra visión convencional de los
orígenes y destinos del dinero ganado en los Estados Unidos, y se entiende por
las estrategias familiares de apoyo a quienes estudian el nivel profesional.
Mientras que solamente se reportan bautizos, bodas, confirmaciones y otras
actividades de la dimensión ritual de la vida comunitaria en las localidades de
Independencia, Santa Cruz y Mixtepec, prácticamente todas localidades forman
parte de la dimensión laboral de las prácticas comunitarias.
Cuando revisamos la configuración de la topografía de la comunidad,
aparecen dos ejes en torno a los cuales se organiza su estructura. El primero de
ellos es el que se deriva de la dimensión laboral, el segundo el que resulta del
dominio de género.
109
En primer lugar, el análisis de la estructura laboral nos llevó a la conclusión
de que la topografía está diferenciada de acuerdo a la movilidad entre toponimias
y la conectividad resultante entre ellas. Las localidades que se agrupan en el
sector izquierdo de la gráfica, son relacionadas con actividades preferentemente
agrícolas que no ofrecen un empleo permanente sino estacional (como el
jitomate, la manzana y la fresa), las localidades en el sector derecho de la gráfica
son localidades donde las actividades laborales se realizan en los servicios,
plantas procesadoras de aves, o carnes, o la combinación de productos como el
jitomate y la fresa que garantizan trabajo en una localidad la mayor parte del año.
Estamos entonces ante una distinción importante que redunda en la aceleración
de la circulación entre las toponimias asociadas a los empleos estacionales y la
tendencia hacia el establecimiento propio de los empleos que ofrecen mayor
permanencia. Así, parece que una sola comunidad desarrolla dos ámbitos de vida
asociados a las prácticas laborales: uno en el que la des-territorialización se
potencía y la movilidad se acelera, el otro ámbito muestra un proceso
preferentemente hacia la re-territorialización. Esto parece sugerir que la
oposición teórica entre corrientes que sugieren que hay una desterritorialización
creciente de las comunidades transnacionales y quienes proponen que hay una
tendencia marcada hacia la reterritorializacion no parecen contravenirse, sino que
muestran sólo aspectos parciales de fenómenos que pueden darse al unísono en
la misma comunidad.
110
Burley ID
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Nochixtlán
OAX
La Joya
BCN
Camalú
BCN
L.A.
En segundo lugar, encontramos que el dominio de género también se
constituye en un eje en torno al cual se estructura la topografía transnacional, al
espacializar las diferencias e inequidades de género desde una “zona”
preferentemente femenina (toponimias en color verde) de la topografía
transnacional, hasta otra fundamentalmente masculina (toponimias en color rojo),
con una “zona” intermedia significativa para ambos géneros (toponimias en color
azul).
111
Burley ID
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Jordan UT
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Seattle
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Nochixtlán
OAX
La Joya
BCN
Camalú
BCN
L.A.
Clase y género parecen ser los dos articuladores principales de la
topografía transnacional mixteca. Es en las prácticas cotidianas laborales y en la
manera en que se espacializan las relaciones de género en la vida diaria, que se
constituye la geografía transnacional de los sanjuanenses, que viven a la
comunidad más que como el objeto estático “comunidad”, como un proceso
contínuo que podríamos representar mejor con un verbo: “comunitar”.
112
Así, una posible representación de la topografía transnacional de la
comunidad de San Juan Mixtepec podría ser aquella en la que se describen los
ejes organizadores básicos de trabajo y género, y la definición de los centros en
los que se concentran actividades multidireccionales de las diferentes dimensiones
de la vida de la comunidad (Fresno como centro cultural, Culiacán como centro
educativo, Arvin, Fresno y San Juan Mixtepec Oax. como los centros políticos de
mayor relevancia, Homestead como un centro económico importante, e
Independencia, Santa Cruz y San Juan Mixtepec Oax. como centros rituales.
Burley ID
West
Jordan UT
Hermiston
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113
Perspectiva, focalidad y especialización.
Los instrumentos conceptuales que desarrollé más arriba deben entenderse
como herramientas en un proceso que, a la manera de Bourdieu, a la vez que
estructura es estructurado.
Cuando hablamos de los ámbitos de vida -que nos permiten introducir
escalas en el plano transnacional- tenemos que hablar de que éstas son producto
de una práctica, y que quienes ejercitan esa práctica tienen diversas “focalidades”
en virtud de su desplazamiento por la topografía transnacional. Así entonces los
ámbitos de vida y el enfoque de los transmigrantes se construyen mutuamente.
De la misma manera, podemos pensar que los dominios de género son el
resultado de prácticas inequitativas e influyen en la “perspectiva” de género de
quienes viven en una comunidad transnacionalizada.
En tercer lugar, las experiencias vitales de los sanjuanenses acontecen en
campos de poder que construyen espacios especializaciones o dimensiones de la
comunidad. Generando interpretaciones parciales o especializadas de la realidad
transnacional a partir de su condición de estudiantes, trabajadores, etc.
Podemos inferir que existe un “campo de vista transnacional” (por no decir
“punto de vista” en virtud del problema obvio de “localización” que implica el
concepto “punto”) que parece constituirse en función de la posición que las
personas o grupos sociales ocupan en la combinación de estos tres elementos:
focalidad, perspectiva, y parcialidad. Estos se construyen a su vez en función de
los dos ejes fundamentales organizadores de la comunidad: trabajo y género y de
la articulación de dimensiones vitales que estos organizan (ritual, educación, etc.).
Este es finalmente el sistema de binomios que tenemos que tener presente
cuando desarrollemos la descripción etnográfica de la formación de estas
topografías y de la función formativa que tienen las mismas.
Acumulación
/
focalidad
Dominación
/
perspectiva
Dimensionalización /
especialización
114
Los tres binomios son parte del mismo proceso socio-espacial . La
etnografía da cuenta de las prácticas que los constituyen y de las voces que la
articulan.
Sabemos ahora, que las topografías de las comunidades transnacionales
tienen diferentes escalas las cuales pueden ser el sustrato de diversas enfoques
de los transmigrantes que han narrado sus historias vitales. Habrá narrativas con
enfoque local, habrá otras que sean bifocales, otras más tendrán un enfoque
translocal. La fórmula o escala del “enfoque” de cada narrativa (bifocal, multifocal,
etc.), estará relacionado con los ámbitos de vida o “cúmulos” en los que
transcurran sus experiencias. He querido usar el concepto de “acumulación” por
su polisemia, para describir la relación que existe entre el agregado cuantitativo
que constituye a los cúmulos o ámbitos en que suceden los acontecimientos
vitales, y el carácter cualitativo o distintivo que infunde a la experiencia dicha
acumulación. La escala del enfoque de los transmigrantes es, sugiero yo, también
una fórmula que denota la acumulación de capitales culturales y simbólicos.
Las comunidades están articuladas por dominios que son a su vez puntos
de vista diferentes y frecuentemente desiguales. Los dominios son tanto el
resultado de inequidades, como el sustrato de perspectivas diferentes (o “puntos
de vista”). He querido usar el concepto polisémico espacial de “dominio” para
destacar (a la manera de Foucault) la relación de poder existente entre “dominio”
en tanto que acotación espacial y “dominio” en tanto que plataforma para la visión
que da una perspectiva propia de la realidad en la que se vive.
Finalmente nos preguntamos si las prácticas culturales de los
transmigrantes se desarrollaban en topografías especializadas y por ende
diferenciadas. Hemos denominado a estos espacios de las narrativas vitales de
los transmigrantes “dimensiones” y son el sustrato de la especialización de la
mirada y voz transmigrante.
Lo que he propuesto aquí ha sido una metodología para iniciar el trabajo
comparativo entre comunidades transnacionales. La metodología supone una
aproximación doble: Por un lado, la definición socio-espacial básica sustentada en
115
la definición del número y disposición de las toponimias y los ámbitos de vida, así
como la estructuración y distribución de las dimensiones y dominios resultado de
la experiencia vital transmigrante. Por el otro lado, esta aproximación supone la
comprensión de la especialización, perspectiva y enfoque de los hombres y
mujeres que son los agentes que articulan con su voz y acciones dichas
comunidades. En el fondo, la propuesta es que las comunidades transnacionales
son sujetos sociales de su tiempo, consustanciales a un proceso más amplio de
transnacionalización, espacios sociales desde donde surgen voces de hombres y
mujeres que con perspectiva propia contienden en un nuevo y complejo sistema
de desigualdades. Las comunidades transnacionales ofrecen un nuevo campo
visual desde donde entender la realidad contemporánea. El reto antropológico es
comprender esta nueva geografía y el potencial transformador de quienes la
construyen y viven cotidianamente.
116
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